Palacio de Buckingham
Palacio de Buckingham
Palacio de Buckingham
El palacio de Buckingham (en inglés, Buckingham Palace) es la residencia oficial del monarca británico en
Londres.2 También se utiliza para ceremonias oficiales, visitas de Estado y visitas turísticas. Es famoso por
albergar una parte sustancial de la Royal Collection, extraordinario conjunto de obras artísticas fruto del
coleccionismo real. El palacio es un punto de reunión de los británicos en tiempos de crisis y de festividad. 3 «El
Palacio de Buckingham» o, simplemente, «El Palacio», también es la metonimia utilizada para designar la fuente
de comunicados de prensa provenientes de la familia real británica.
El palacio, originalmente conocido como Buckingham House, era en un principio un petit hôtel construido para
John Sheffield, el primer duque de Buckingham y Normanby en 1703 y adquirido por el rey Jorge III en 1762 para
convertirlo en residencia privada. En los siguientes 75 años sufrió una serie de ampliaciones dirigidas por los
arquitectos John Nash y Edward Blore (1850), creándose tres alas que conforman un patio central abierto. Con
la llegada al trono de la reina Victoria de Inglaterra, el Palacio de Buckingham pasó a ser la residencia oficial de
la monarquía. Durante los siglos XIX y XX se hicieron algunas reformas en el palacio, como la que se llevó a cabo
en 1913 (a cargo de Aston Webb) y que dio al palacio su fachada principal actual, incluido el balcón desde donde
saluda la familia real.
El interior georgiano original del siglo XIX, el cual aún se conserva, se compone de brillantes escayolas con
incrustaciones de lapislázuli azul y rosa. Eduardo VII redecoró el palacio añadiendo una decoración Belle Époque
en tonos crema y dorados. Algunos salones de recepción están decorados en estilo chino con muebles
provenientes del pabellón real de Brighton y de Carlton house. El palacio cuenta con 777 habitaciones y los
jardines del palacio constituyen los jardines privados más grandes de Londres. Fueron creados originalmente
por Capability Brown, pero rediseñados por William Townsend Aiton y John Nash. El lago artificial fue creado en
1828 y recibe agua del lago Serpentine, el lago que se encuentra en el Hyde Park.
Historia
La primera edificación construida en el lugar donde ahora se encuentra el palacio fue la casa Goring, construida
en 1633 por lord Goring. Sin embargo, la casa que constituye el núcleo original del palacio fue construida por
John Sheffield, el I duque de Buckingham y Normanby, en 1703. Esta casa fue diseñada por el arquitecto William
Winde, construyendo un gran bloque central de tres pisos y dos edificios anexos más pequeños.
La casa fue vendida por su hijo al rey Jorge III en 1762. Se pensó utilizar el edificio como residencia privada para
la familia real, particularmente para la reina Carlota. Mientras tanto, el Palacio de St. James se seguiría usando
como residencia oficial y ceremonial del rey. De hecho, los embajadores actuales se acreditan ante la «corte de
St. James», aunque sea en Buckingham donde presenten sus credenciales a la reina.
De casa a palacio
La reina Carlota murió en 1818 y dos años más tarde lo haría su marido Jorge III. El heredero, Jorge IV decidió
ampliar Buckingham para dedicarlo junto con St. James a los actos de estado, pero en 1826 decidió convertir
Buckingham en un palacio real. Encargó a John Nash la construcción de su proyecto. El nuevo edificio se
construyó en piedra utilizando un estilo neoclásico francés. Se crearon dos alas más dejando un patio interior
abierto. Esta es la estructura que se mantiene hasta la actualidad, salvo la fachada este que cierra el patio, que
es de más reciente creación. En ese lugar se encontraba un impresionante arco de triunfo inspirado en el Arco
de Constantino de Roma, cuyo coste fue de 34.450 Libras esterlinas. Jorge IV quería coronarlo con una estatua
ecuestre suya. Sin embargo el monarca murió antes y el Parlamento decidió instalar la estatua en Trafalgar
Square.
Se quería también que los interiores del palacio fueran de una belleza
incomparable. Jorge IV había encargado el diseño interior a Charles Long,
quien basaba sus obras en la escayola y las incrustaciones de lapislázuli. La
muerte de Jorge IV en 1830 produjo que no se completara la decoración de
los interiores hasta el reinado de Guillermo IV, un hombre de gustos
sencillos.
En los años previos a la muerte de Jorge IV, el coste del aún no finalizado
palacio estaba causando quejas en el parlamento y en la prensa. Guillermo
IV eligió a Edward Blore como jefe de obra, que llevó a cabo un modelo
similar al proyectado por Nash pero a un precio menor. El costo total de la
Jorge IV. remodelación del palacio ascendió a 719 mil libras.
Aunque los reyes celebraran actos y recepciones en los salones de Estado del palacio, nunca residieron en él, ya
que preferían Clarence House. Es remarcable el gesto del rey cuando se quemó el Palacio de Westminster
ofreciendo Buckingham al pueblo, para usarlo como sede del parlamento. Esta oferta fue rechazada y se
reconstruyó Westminster.
La mayoría de los salones de recepción fueron amueblados en esa época y aún se mantienen en la actualidad.
Utilizan el estilo chino con muebles del pabellón real de Brighton y de Carlton house.
La reina Victoria
Con la llegada de la reina Victoria al trono en 1837, el Palacio de Buckingham
pasó a convertirse en residencia real. Mientras que los salones de estado se
caracterizaban por la infinidad de colores, las necesidades del nuevo palacio
pasaban por ser menos lujosas. Se sabe que las chimeneas expulsaban tanto
humo que tuvieron que dejar de encenderlas, dándole al palacio una gélida
magnificencia. La ventilación era tan mala que el interior desprendía mal olor, y
cuando se decidió instalar lámparas de gas, hubo una seria preocupación sobre
los posibles escapes de gas en las plantas inferiores. También se criticaba la
dejadez de los trabajadores y la suciedad que reinaba en palacio.
La reina Victoria.
Cuando la reina contrajo matrimonio con el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, este pasó a ocuparse de
los asuntos internos del palacio y de los empleados. Se solucionaron todos los problemas y los constructores
pudieron finalmente abandonarlo en 1840.
La gran ala este del palacio (actualmente la fachada principal del mismo) fue construido después del matrimonio
de la reina Victoria. En 1847, la pareja encontró el palacio demasiado pequeño para la vida de la corte y su
creciente familia. Así que se decidió cerrar el patio para convertirlo en un patio interior. En esta ala se encuentra
el balcón desde el que la familia real saluda a sus súbditos.
Desde antes de la muerte del príncipe Alberto, se conocía la pasión de la reina Victoria por la música y el baile y
los grandes músicos de la época eran llevados a palacio para interpretar sus obras. Mendelssohn actuó en tres
ocasiones, Strauss y su orquesta actuaron en el palacio cuando se estrenó la obra del compositor, «polka de
Alicia», en honor a la princesa Alicia. Durante esa época el palacio de Buckingham era el escenario de
imponentes bailes, de ceremonias reales rutinarias, de investiduras y de presentaciones.
La reina Victoria decidió trasladar el Arco de mármol (Marble Arch), la antigua entrada al palacio, a su
localización actual, cerca Speakers' Corner, en el Hyde Park. Tras la muerte de su marido, la reina Victoria
abandonó Buckingham y se trasladó a los castillos de Windsor. La actividad de la corte siguió llevándose a cabo
en el Castillo de Windsor, y Buckingham quedó relegado a la sombra de la reina Victoria.
El siglo XX
En 1901 llegó al trono el rey Eduardo VII, llenando de vida al palacio. El nuevo rey y su mujer la reina Alejandra
eran el exponente de la clase alta británica y su grupo de amigos, conocidos como el grupo de Marlborough
House, eran consideradas las gentes más eminentes de la época. Los salones del palacio, especialmente el salón
de baile, la Sala del trono y vestíbulos y galerías fueron redecorados en un estilo Belle époque de tonos dorados.
Esta decoración se mantiene hoy en día. De nuevo, el palacio se convirtió en el centro del Imperio británico.
Mucha gente opina que la decoración que implantó este monarca no es acorde con el diseño original del
palacio.
La última gran reforma del edificio tuvo lugar bajo el reinado de Jorge V, cuando en 1913, Aston Webb rediseñó
la fachada este, para simular el Lime Park de Cheshire. Esta fachada fue diseñada para ser el telón de fondo del
monumento a Victoria, una gran estatua en memoria de la reina Victoria. Jorge V, que sucedió a Eduardo VII en
1910, tenía una personalidad más seria que su padre, lo que quedó reflejado en la vida del palacio. Un gran
énfasis fue puesto en las ceremonias oficiales y deberes reales olvidando en parte los momentos de ocio. La
mujer de Jorge V, la Reina María era una estudiosa de las artes y puso un gran interés en la colección de
muebles y obras de arte. La reina también mandó añadir nuevas chimeneas de mármol en estilo imperio.
La fachada este fue completada en 1850. Aquí se muestra el
aspecto en 1910, antes de la remodelación de 1913.
También fue ella la responsable de la decoración del Salón Azul. Este salón, de 21 metros de largo es
considerado por los expertos como el más hermoso de todos cuantos componen el palacio. En 1999 este
contaba con 19 salones de Estado, 52 dormitorios principales, 188 habitaciones de empleados, 92 oficinas y 78
baños. Aunque parezca grande, es pequeño en comparación con el palacio del zar en San Petersburgo, el Palacio
Episcopal de Roma, el Palacio Real de Madrid y minúsculo en comparación con la Ciudad Prohibida de Pekín y el
Potala del Tíbet. El tamaño se puede observar mejor desde dentro, observando el patio interno. En 1938 se llevó
a cabo una pequeña reforma, convirtiendo el pabellón noroeste diseñado por Nash en una piscina.
Guerras mundiales
Durante la Primera Guerra Mundial, el Palacio, por entonces residencia del rey Jorge V y la reina María, no fue
bombardeado. Los objetos de mayor valor de la Royal Collection fueron evacuados a Windsor pero la familia real
se quedó en Londres. El mayor cambio de la vida en palacio durante la guerra fue la persuasión que hizo el
gobierno sobre el rey para que cerrara la bodega y se abstuviese de beber alcohol con el fin de dar buen
ejemplo a las clases bajas supuestamente alcoholizadas.
Estas siguieron bebiendo mientras que el rey tuvo que mantener su abstinencia. Eduardo VIII contó más tarde a
un biógrafo que su padre obtenía un vaso de vino de Oporto todas las mañanas, mientras que la Reina bañaba
su macedonia de fruta en champán. Los hijos de los reyes fueron fotografiados en la época sirviendo té a los
oficiales encargados de la seguridad del palacio.
Durante la Segunda Guerra Mundial el palacio sí sufrió daños. Fue bombardeado en más de siete ocasiones, ya
que los nazis pensaban que demoler el palacio desmoralizaría a la nación. Una bomba cayó en el patio interior
mientras los reyes Jorge VI e Isabel estaban en él, aunque sí bien hubo daños materiales no los hubo personales.
Sin embargo, estaba expresamente prohibido relatar esos hechos en público. El bombardeo más serio fue el que
destrozó la capilla real en 1940. La cobertura del bombardeo se mostró en todas las salas de cine del país para
mostrar el sufrimiento común de ricos y pobres. El rey y la reina fueron filmados mientras inspeccionaban los
destrozos causados por las bombas en el palacio. En ese momento, la reina pronunció una de sus frases más
célebres: «estoy contenta de que hayan bombardeado nuestra casa, ahora puedo mirar a las gentes del East End
a los ojos». Se ha relatado que en algunas visitas reales a lugares bombardeados, el pueblo recibía a la familia
real con abucheos y no con signos de júbilo. No obstante se ha remarcado que los abucheos iban dirigidos al
ministro que acompañaba a los monarcas. Esto quedó reflejado en el periódico The Sunday Graphic de la
siguiente manera:
El rey y la reina han sufrido las mismas penurias que sus súbditos. Por segunda vez, un bombardeo alemán ha
intentado llevar a la casa de sus majestades la muerte y la destrucción. Al final de la guerra, el peligro común
que el rey Jorge y la reina Isabel han compartido con su pueblo se convertirá en un recuerdo entrañable y en
una fuente de inspiración para los años venideros. 4
El 15 de septiembre de 1940, un piloto de la RAF, Ray Holmes, embistió un Dornier Do 17 alemán que creyó que
iba a bombardear el palacio. Como se había quedado sin munición decidió hacer colisionar su avión con el
enemigo y saltó. De hecho, el avión alemán iba vacío. Ya había sufrido daños, dos miembros de su tripulación
habían muerto y el piloto Robert Zehbe había abandonado el avión en paracaídas. Tomó tierra cerca de The
Oval,5 fue atacado por una muchedumbre y falleció a causa de las heridas recibidas. El bombardero alemán
perdió su cola tras ser embestido y se estrelló en la parte delantera de Victoria Station. Mientras caía en barrena
se soltaron sus bombas y una de ellas dañó el palacio de Buckingham. 67 El piloto británico sobrevivió, fue
nombrado King's Messenger al terminar la guerra y murió en 2005 con 90 años. 8
Eleanor Roosevelt visitó Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. La prensa de la época, ansiosa por
mostrar las penurias de los monarcas, publicó que los objetos de valor habían sido trasladados al campo para
evitar destrozos. En ese caso, dado el rango de la esposa del presidente de Estados Unidos, se dijo que se le
ofreció la única habitación confortable que quedaba, el dormitorio personal de la reina Isabel. Sin embargo es
posible que esta historia sea inventada pues ahora se sabe que durante la Segunda Guerra Mundial, la familia
real pasó muchas noches en el Castillo de Windsor. Es extraño que hubieran dejado a la señora Roosevelt en un
palacio vacío para hacer frente sola a una noche de bombardeos.
El 8 de mayo de 1945 el Palacio fue el centro de las celebraciones británicas, con el Rey, la Reina y la princesa
Isabel (futura reina) y la princesa Margarita saludando desde el balcón, con ventanas destrozadas a sus espaldas.
Hoy se puede visitar.
Interior
D: Salón blanco
E: Clóset
F: Salón del Trono
G: Salón verde
H: Galería
J: Salón de Baile
K: Galería este
L: Salón Amarillo
M: Salón central. Balcón
N: Comedor chino
O: Pasillo principal
P: Apartamentos privados
Q: Área de servicio
W: Gran escalera
Planta baja.
R: Entrada de embajadores
Planta noble de Buckingham. T: Gran entrada
A: Comedor de Gala Nota: Boceto sin escala con simple función de
B: Salón azul referencia.
C: Sala de música
Los principales salones del palacio se encuentran en la zona noble, detrás de la fachada este. Lo primero que
aparece es el Salón de Música, cuyo gran arco domina la fachada. Flanqueándolo se encuentran los salones azul
y blanco. En el centro, sirviendo como un pasillo que une los salones de Estado se encuentra la Galería de Arte,
donde cuelgan obras de Rembrandt, Antón Van Dyck, Rubens y Vermeer. El salón del trono y el salón verde
también dan hacia la galería. El salón verde sirve de antesala al salón del trono siendo parte de la ruta
ceremonial hacia el salón de trono desde el salón de la guardia, en la parte alta de la gran escalera. El salón de la
guardia contiene una gran estatua de mármol del príncipe Alberto con uniforme romano. Estos salones son
usados únicamente en ceremonias de estado y oficiales.
Entre 1847 y 1850, cuando Blore se encontraba construyendo el ala este, el Pabellón Brighton era su referencia,
por lo que muchos de los salones de esa nueva ala están decorados en un estilo oriental. El comedor rojo y azul
chino está decorado con muebles del salón de banquetes de Brighton y de la sala de música, pero tiene una
chimenea, también de Brighton con un diseño indio en vez de chino. El salón Amarillo tiene un mural del siglo
XVIII que fue sustituido en 1817 por el salón de Brighton y la chimenea de este cuarto es una visión europea de
cómo sería su equivalente en China. En el centro de esta ala se encuentra el famoso balcón con las puertas de
cristal del salón central por detrás. Esta sala está hecha en un estilo chino siguiendo el gusto de la reina María a
finales de los años 1820. Atravesando la zona noble del ala este se encuentra una galería inmensa, conocida
modestamente como el pasillo principal. Tiene puertas y paredes de espejo reflejando pagodas de porcelana y
otros elementos decorativos orientales. El comedor chino y la sala amarilla se encuentran al final del pasillo y la
sala central se encuentra, obviamente en el centro.
Las visitas de jefes de Estado, hoy en día se alojan en una suite conocida como suite belga, que se encuentra en
el primer piso del ala norte. Estos cuartos fueron decorados para el tío del príncipe Alberto, Leopoldo I de
Bélgica. El rey Eduardo VIII vivió en estas dependencias durante su corto reinado.
Ceremonias
El salón del baile es el más grande de Buckingham. Lo construyó la
reina Victoria y actualmente se usa para ceremonias y cenas de gala.
el cuadro data de 1856. El color policromado de la escena fue
reemplazado por una decoración en tonos blancos con tintes
dorados y rojos. Durante el reinado actual, las ceremonias de la
corte han experimentado un cambio radical y la entrada al palacio
no está reservada simplemente a la clase alta. Se han abolido los
vestidos formales de la corte.
En otros reinados, los hombres que no llevaran uniforme militar debían ponerse un traje especial del siglo XVIII.
Por las noches, las mujeres debían llevar trajes con cola y tiaras en la cabeza. Esta rigidez de vestuario se
mantuvo hasta la Primera Guerra Mundial, cuando la reina María decidió seguir la moda acortando su falda.
Previamente, había solicitado a una dama de corte que cortara la falda para ver la reacción de su marido. El rey
Jorge V se horrorizó y la falda de la reina se mantuvo fuera de la moda. Jorge VI e Isabel eran más seguidores de
la moda y se permitió vestir las faldas del momento.
En 1924, el primer ministro laborista Ramsay MacDonald fue el primer hombre recibido por un monarca dentro
del palacio llevando traje; sin embargo, era una concesión especial. Los trajes de noche se mantuvieron como
obligatorios hasta la Segunda Guerra Mundial.
Actualmente, la mayoría de hombres invitados a Buckingham llevan traje de chaqueta por el día y por la noche,
dependiendo de la ocasión llevan corbata negra o blanca. Si la ocasión es de corbata blanca, las mujeres, si la
poseen, deben ponerse tiara aunque no haya un código de vestimenta establecido.
Uno de los mayores cambios se produjo en 1958 cuando la reina abolió las presentaciones en sociedad. En estas
presentaciones en sociedad se presentaba a las jóvenes aristócratas a la monarca. Tenía lugar en el Salón del
Trono. Las señoritas entraban y hacían una reverencia, luego se desplazaban hacia atrás realizando una
coreografía con las colas de su vestido (que tenía una longitud determinada) y repetían la reverencia ante la
reina. La princesa Margarita llegó a decir: «tuvimos que ponerle fin, todas las fulanas de Londres estaban
participando en ellas».9
La ceremonia era muy pomposa y la reina decidió eliminarla por considerarla elitista y propia de la antigüedad.
Fueron substituidas por fiestas de jardines, más frecuentes y a las que puede acudir un mayor espectro de la
sociedad británica. El salón del trono se utiliza actualmente para visitas especiales a la reina como
recientemente en su jubileo. Es en este salón donde se toman las fotografías de las bodas reales.
Las investiduras, en las que se incluyen los nombramientos de caballeros, con la tradicional imposición de la
espada se celebran en el Salón de Baile victoriano, construido en 1854. Con unas dimensiones de 37 por 20
metros, es la mayor sala del palacio. Ha reemplazado al salón del trono en importancia y uso. Durante las
investiduras, la reina no se sienta en el trono, permanece de pie frente a la tarima, bajo un gran pabellón de
terciopelo abovedado denominado shamiana o baldachin que fue usado en la coronación de Jorge V como
emperador en el Durbar de Delhi en 1911. Una banda militar toca en la galería de los músicos mientras los que
reciben las condecoraciones se acercan a la reina y reciben sus honores, siendo vistos por sus familiares y
amigos. Los Beatles fueron los primeros artistas no consagrados en recibir honores.
Otras ceremonias más pequeñas tienen lugar en el Salón 1844. Allí se celebran almuerzos y a veces encuentros.
Otros almuerzos más grandes tienen lugar en el salón abovedado de la música, o en el comedor de estado. En
todas las ocasiones formales los empleados visten una vestimenta especial.
Desde el bombardeo de la capilla en la Segunda Guerra Mundial, las celebraciones litúrgicas familiares tienen
lugar en el salón de música. Los tres primeros hijos de la reina fueron bautizados allí, en una fuente dorada
especial. El príncipe Guillermo fue bautizado en el mismo salón pero su hermano en la capilla de San Jorge de
Windsor.
Las mayores ceremonias del año son las fiestas de jardín, donde llegan a congregarse 9 mil personas tomando té
y sándwiches. Una vez llegados los invitados, suena el himno nacional y sale la reina desde el salón del arco. Va
pasando a través de los invitados saludando a unos invitados previamente seleccionados e invitándoles a una
zona especial para tomar té. Si los invitados no tienen la suerte de tener un encuentro con la reina, al menos
tienen la satisfacción de admirar los jardines.
Seguridad
La seguridad en el palacio es muy alta, pero destacan los importantes fallos que ha tenido. Como medida de
seguridad no hay ningún plano moderno detallado de la distribución del palacio. La guardia real que se sitúa en
la parte frontal del palacio actúa normalmente en ceremonias. No obstante, su función principal es la seguridad.
En el palacio también hay una comisaría de policía y los miembros de la familia real poseen guardaespaldas
propios. Otras medidas de seguridad no han sido reveladas. En un radio de 1.2 kilómetros se encuentran tres
cuarteles.
Durante la Segunda Guerra Mundial se colocó una alarma antibombardeos
y más recientemente se construyó un búnker en respuesta a la amenaza
terrorista. Algunos rumores establecen que el búnker está conectado con
la línea victoria de la red de metro, que pasa al lado del palacio, para
permitir una evacuación de la familia real en caso de un ataque nuclear.
No obstante este punto no ha sido confirmado.
Cambio de guardia.
El incidente más notorio ocurrió en 1982 cuando Michael Fagan accedió al dormitorio de la reina mientras esta
dormía. En 2003 un reportero del Daily Mirror, estuvo trabajando durante dos semanas como mayordomo en
Buckingham. Una de las referencias que incluyó en su curriculum vitae era falsa y, según parece, no fue
comprobada. El incidente coincidió con una visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush al Reino
Unido. Bush residía en el palacio y el Daily Mirror publicó fotos de su dormitorio así como de la mesa de
desayuno de la reina y del cuarto del Duque de York. Las fotos no muestran nada más interesante que el hecho
de que la reina guarde sus cereales en un Tupperware y sus hijos tengan un gusto convencional en la decoración
de los muebles de su habitación. El palacio llevó al periódico a los tribunales acusándolo de violación de la
intimidad y el periódico devolvió el material y pagó las costas del juicio.
Acceso al palacio.
Más recientemente, en 2004, un padre divorciado trepó hasta una columna cerca del balcón ceremonial
disfrazado de Batman. Otro de los manifestantes, esta vez disfrazado de Robin, fue cogido antes de escalar.
Volvió en noviembre disfrazado de Papá Noel y se encadenó en una de las puertas principales.
Históricamente ha habido importantes fallos de seguridad. Probablemente la más increíble ocurrió en 1837
cuando un chico de 12 años intentó vivir durante un año en el palacio sin ser detectado. Como se escondía en
las chimeneas, ensuciaba las camas donde dormía y de esta forma pudo ser aprehendido. De los ocho intentos
de asesinato de la reina Victoria, por lo menos tres ocurrieron en las cercanías de las puertas del palacio.
Durante toda su historia se ha interceptado a mucha gente por los terrenos del palacio, incluido uno que quería
proponer matrimonio a la princesa Ana y que fue declarado enfermo mental.
La apertura festival de los salones nobles del palacio al público supuso un gran cambio con respecto a los años
90. El dinero recolectado de las entradas se utilizó en un primer momento para la reconstrucción del Castillo de
Windsor que había ardido. Todos los veranos, en los meses de agosto y septiembre se abre el ala occidental al
público. Unos 200 trabajadores, sobre todo estudiantes, se emplean en este tiempo. La ruta del año 2006 está
siendo cambiada por razones de presentación y de seguridad.
En los alrededores del palacio se encuentran sus jardines. Son los jardines privados más grandes de Londres. El
paisaje fue diseñado por Capability Brown aunque más tarde sería rediseñado. El gran lago artificial se complete
en 1828 y se nutre de agua proveniente de la Serpentine. Como el propio palacio, el jardín está lleno de obras
de arte. Una de las más importantes es el Vaso de Waterloo, una gran urna creada por Napoleón para celebrar
su victoria anticipada, que fue entregada sin finalizar en 1815 a Jorge IV. El rey mandó terminar la obran
pensando colocarla en la sala Waterloo del Castillo de Windsor, pero el peso (15 toneladas) hacía imposible
colocarlo en un edificio.
Adyacentes al jardín se encuentran las Cocheras Reales, donde se guardan los carruajes, incluido el carruaje
dorado. Este carruaje de estilo rococó fue diseñado en 1760. se utilizó por primera vez en la apertura del
parlamento en 1762 y solo se usa en coronaciones o aniversarios.
Banderas
Las banderas del Palacio de Buckingham varian de acuerdo con
los movimientos de la corte y la tradición. El Sargento de las
Banderas de la Reina es la persona encargada de todas las
banderas que ondean en el palacio. Hasta 1997 la única
bandera que ondeaba era el estandarte real, la bandera oficial
de la soberana británica que ondeaba cuando la soberana
estaba en el palacio. Incluso en tiempos de luto, el estandarte
no ondea a media asta.
Buckingham y monumento reina Victoria.
Cuando únicamente ondea otra bandera en palacio es en caso del fallecimiento del monarca, que es cuando se
alzará la del nuevo rey. En 1952, se elevó el estandarte de la reina madre porque la heredera al trono aún se
encontraba en Clarence House.
Esta tradición cambió en 1997, tras la muerte de la princesa Diana de Gales, ya que hubo un gran descontento
popular porque la bandera no ondeó a media asta. La reina se encontraba en ese momento en el castillo de
Balmoral, razón por la cual no había bandera alguna ondeando en palacio. Pero, en respuesta a la opinión
pública, la reina ordenó romper el protocolo y acto seguido se colgó la Union Jack a media asta hasta el día del
funeral. Desde ese momento, la bandera oficial del soberano británico ondea cuando está en el palacio y es la
bandera del Reino Unido la que está izada cuando no se halla en él. En los casos de fallecimiento de miembros
de la familia real o en desgracias nacionales, la bandera cuelga a media asta.