La Dignidad Humana

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La dignidad humana

1. La dignidad humana. El Código Civil y Comercial (CCyC) inaugura el capítulo


relativo a los derechos personalísimos, consagrando el reconocimiento y respeto
de la dignidad. Todos los derechos de la personalidad derivan y se fundan en la
noción de dignidad.
Así, el artículo 51 del nuevo CCyC sostiene: “Inviolabilidad de la persona humana.
La persona humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al
reconocimiento y respeto de su dignidad.”
Por primera vez se introduce la palabra “dignidad” en un Código Civil y Comercial
de Argentina, lo que implica un cambio de concepción y paradigma.
La etimología latina de “digno” remite primeramente a dignus y su sentido es “que
conviene a”, “que merece”, implica posición de prestigio “de cosa”, en el sentido de
excelencia; corresponde en su sentido griego a axios (valioso, apreciado,
precioso, merecedor). De allí deriva dignitas, dignidad, mérito, prestigio, “alto
rango”.
Se parte de que la persona merece que se le reconozca, respete y por ende tutele
su dignidad, atento a que éstaderiva del hecho de ser, ontológicamente, una
persona y, consecuentemente, el derecho debe garantizarle esta dignidad
precisamente por ser tal. El respeto por la dignidad de la persona humana
comienza por reconocer su existencia, su autonomía y su individualidad, de allí
que dicho artículo la considere inviolable.
Como ha dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN, Fallos:
316:479): "el hombre es eje y centro de todo el sistema jurídico y en tanto fin en sí
mismo –más allá de su naturaleza trascendente– su persona es inviolable y
constituye valor fundamental con respecto al cual los restantes valores tienen
siempre carácter instrumental".
Entonces, coincidiendo con el criterio de la gran mayoría de la doctrina y la
tendencia actual, se considera a la dignidad como la "fuente", el fundamento, el
sustrato, en el que se asientan y de la que derivan todos los derechos humanos.
Es "precisamente la conexión de un derecho con la dignidad humana la que lo
convierte en derecho fundamental".
La dignidad es algo sustancial. Tan sustancial e inalienable es esta dignidad que
nadie puede ser esclavo, ni tan siquiera por voluntad propia o por contrato. Y de
ninguna manera podemos perder tal dignidad; de modo que, no pudiéndose
perder la dignidad humana sustancial en ningún supuesto, es en ella donde hay
que hacer pie para desautorizar la pena de muerte o la tortura y para conceder al
criminal más criminal la oportunidad y el derecho a la rehabilitación.

Referencia: https://salud.gob.ar/dels/entradas/la-dignidad-humana
Dicho esto, dignidad humana significa que un individuo siente respeto por sí
mismo y se valora al mismo tiempo que es respetado y valorado. Implica la
necesidad de que todos los seres humanos sean tratados en un pie de igualdad y
que puedan gozar de los derechos fundamentales que de ellos derivan. Poseemos
dignidad en tanto somos moralmente libres, por ser autónomos, igualados a otros
de la propia ley.
Esto es precisamente lo que viene a contemplar y procura comprender el artículo
citado.
En definitiva, la dignidad constituye la fuente de todos los derechos y esto implica
un cambio en la concepción de la persona, atento a que ya no se puede hablar de
persona o derechos a secas, sino de persona digna y de derechos que
contemplan esta dignidad de la persona humana.
2. Fuentes y reconocimiento legal de la dignidad. Desde una perspectiva filosófica
y religiosa, el concepto de dignidad humana posee una larga trayectoria histórica.
No obstante, desde un punto de vista jurídico, la dignidad es un concepto nuevo,
que surge luego de la Segunda Guerra Mundial, en tanto los textos que la
mencionan son de la historia reciente. Así, la dignidad de la persona humana
aparece como núcleo central en importantes documentos internacionales (la
expresión dignidad se encuentra en la Conferencia de San Francisco (1945) («a
reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor
de la persona humana...».); la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1948) ("la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca [...] de todos los miembros de la familia
humana". (…) «La fe de las Naciones Unidas en la dignidad y el valor de la
persona humana»); el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966)
cuyo preámbulo expresa que la libertad y la justicia y la paz en el mundo, tienen
por base el reconocimiento de la dignidad humana inherente a todos los miembros
de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables («que conforme a
los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia
y la paz del mundo tienen por base la dignidad inherente a todos los miembros de
la familia humana...»); el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (1966) («La educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la
personalidad humana y del sentido de su dignidad»); la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (1969) («Toda persona tiene derecho al respeto de su
honra y al reconocimiento de su dignidad»).
También en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (2005),
dice que el respeto a la dignidad humana emerge del reconocimiento que todas
las personas poseen un valor intrínseco, dado que todos tenemos la capacidad de
determinar nuestro propio destino moral. El desprecio de la dignidad humana
podrá conducir a la instrumentalización de la persona humana.

Referencia: https://salud.gob.ar/dels/entradas/la-dignidad-humana
La Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos
(1997), la Declaración Internacional sobre los Datos Genéticos Humanos (2003),
la Convención de Derechos Humanos y Biomedicina (o Convención de Oviedo)
del Consejo de Europa (1997), entre otras declaraciones, también mencionan a la
dignidad.
Además, en constituciones del siglo XX de diferentes países, es enumerada entre
los «nuevos» derechos fundamentales.
En el texto histórico de nuestra Carta Magna la dignidad no se encontraba
mencionada, ni como derecho ni como principio, pero nadie duda que esté incluida
dentro de las previsiones del artículo 33 de la Constitución Nacional (CN).
Sin perjuicio de lo dicho, entre las fuentes directas del artículo 51 del CCyC, cabe
destacar el artículo 19 del Código Civil del Bajo Canadá, que prevé la inviolabilidad
de la persona, al igual que el artículo 10 del Código Civil de Quebec, agregando
éste la noción de “integridad”.Además, el nuevo Código sigue al Código Civil
francés, que en su artículo 16 hace referencia a la dignidad.
3. La inviolabilidad de la persona. El artículo 51 citado consagra la inviolabilidad de
la persona humana. Esta amplia fórmula implica, por un lado, que esté tutelada
expresamente la integridad de la persona, en todas sus dimensiones y, por otro,
entraña intrínsecamente respeto por su autonomía y, consecuentemente, exige su
consentimiento para la disposición de los derechos personalísimos que ésta
contempla, como se verá en los artículos siguientes.
La inviolabilidad de la dignidad de la persona humana es una garantía que
posibilita a todo el mundo, incluso a los interesados, el establecimiento de
restricciones a su significado y alcance. La libertad y la dignidad pertenecen a la
esfera de lo no negociable, de lo que está fuera del mercado.
De esta manera, el reconocimiento y respeto por la dignidad de la persona
humana implica, además, consagrar a la persona como un fin en sí mismo,
proscribiendo todo trato utilitario. En este sentido, la inviolabilidad de la persona
consagrada en el mencionado artículo 51 se relaciona con el artículo 17, CCyC,
que establece el principio de no comercialidad del cuerpo humano y sus partes,
negándoles todo valor económico, pudiendo tener solo un valor "afectivo,
terapéutico, científico, humanitario o social".
Es en todo coherente establecer que es la propia persona la que puede disponer
del cuerpo y sus partes integrantes para los fines mencionados, sobre la base del
reconocimiento de la dignidad ínsita del artículo 51.

Referencia: https://salud.gob.ar/dels/entradas/la-dignidad-humana

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