Dokumen - Pub Direccion Estrategica de Los Recursos Humanos 9788436838190 843683819x
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Prólogo
Referencias bibliográficas
Créditos
Prólogo
1. INTRODUCCIÓN
TABLA 1.1
Factores determinantes de la transformación de la administración del
personal a la dirección de los recursos humanos
a) Filosofía
b) Aspectos estratégicos
c) Dirección
CUESTIONES DE REFLEXIÓN
• Analice y discuta los factores determinantes que han propiciado la
evolución de la dirección estratégica de los recursos humanos como
disciplina de investigación. Valore su grado de importancia. ¿Incluiría
usted algún determinante más? Justifique su respuesta.
• Reflexione sobre el estado actual de la dirección estratégia de
recursos humanos. ¿Cree que se trata de una disciplina que ha
alcanzado su máximo desarrollo, o, por el contrario, se encuentra en
constante evolución? Argumente su respuesta.
• Valore la aplicabilidad de la dirección de recursos humanos en la
gestión de las empresas actuales. Use ejemplos para justificar su
respuesta.
2
Marcos teóricos para el estudio de la dirección de
recursos humanos
1. APORTACIONES DE LA ECONOMÍA Y LA
SOCIOLOGÍA
TABLA 2.1
Teorías de la agencia y de los costes de transacción
Referencias básicas
Aportaciones a la Limitaciones para el estudio de la
Aplicaciones DERRHH DERRHH
Genéricas
a DERRHH
Fama Eisenhardt
(1980) (1988)
Jones y Barringer y
Wright Milkovich
(1992) (1998)
Referencias básicas
Aportaciones a la Limitaciones para el estudio de la
Aplicaciones DERRHH DERRHH
Genéricas
a DERRHH
Lepak y
Snell
(1998)
Lepak y
Snell
(1999) Aporta argumentos Analiza las prácticas por separado,
interesantes para el análisis y casi en exclusiva la de
Harvey et de la compensación compensación, no teniendo en
al. (2001) estratégica. cuenta la perspectiva cross-
funcional.
Romero y
Valle Aportaciones interesantes La racionalidad limitada y el
(2001) en lo que se refiere a las oportunismo no son las únicas
prácticas de control y variables que explican el
evaluación del rendimiento. comportamiento humano.
TABLA 2.2
Modelo de la dependencia de recursos
Referencias básicas
Limitaciones para el estudio
Aplicaciones Aportaciones a la DERRHH
Genéricas de la DERRHH
a DERRHH
Referencias básicas
Limitaciones para el
Aplicaciones Aportaciones a la DERRHH
Genéricas estudio de la DERRHH
a DERRHH
Oliver
(1996)
Scott Fernández-
(1998) Alles
(2001)
TABLA 2.4
Enfoque basado en los recursos y las capacidades
Wernerfelt Lado y
(1984) Wilson
(1994)
Hansen y Mueller
Wernerfelt (1996)
(1989)
Koch y
McGrath
(1996)
Dierickx y Hagan
Cool (1989) (1996)
Paauwe
(1996)
Reed y Coff (1997) Análisis de las prácticas como un No explica cómo las
DeFillippi instrumento, y no como la ventaja prácticas de recursos
(1990) competitiva en sí. humanos pueden
A pesar de ser una teoría interna, no aplicarse para
olvida la importancia del entorno. conseguir
congruencia con la
estrategia genérica.
Referencias básicas Limitaciones para el
Aplicaciones Aportaciones a la DERRHH estudio de la
Genéricas DERRHH
a DERRHH
Prahalad y Ferligoj et
Hamel al. (1997)
(1990)
Rumelt Barney y
(1991) Wright
(1998)
Conner Boxall
(1991) (1998)
Barney Wright y
(1991) Snell
(1998)
Wright
(1998)
Paauwe
(1998)
Pavitt Wright et
(1991) al. (1998)
Lepak y
Snell
(1999)
Boxall y
Steeneveld
(1999)
Referencias básicas Limitaciones para el
Aplicaciones Aportaciones a la DERRHH estudio de la
Genéricas DERRHH
a DERRHH
Athey y
Orth (1999)
Narasimha
(2000)
Mahoney y Harvey et
Pandian al. (2000)
(1992)
Oinas y
Van Gils
(2001)
Amit y Wright et
Schoemaker al. (2001)
(1993)
Hitt et al.
(2001)
Teece, De Sáa
Pisano y Pérez y
Shuen García
(1997) Falcón
(2002)
3. APORTACIONES DE LA ORGANIZACIÓN DE
EMPRESAS
TABLA 2.5
Teoría de comportamiento
Miles y
Snow
(1984)
Referencias Limitaciones para el estudio de la
Aportaciones a la DERRHH
básicas DERRHH
Schuler y
McMillan
(1984)
Schuler,
McMillan
y
Martochio
(1985)
McMillan Presenta un modelo claro para el análisis Enfoque exclusivo en los roles de
y Schuler profundo de las prácticas de recursos comportamiento. No consideración
(1985) humanos. de los conocimientos y habilidades.
Schuler y
Jackson
(1987a)
Schuler y
Jackson
(1987b)
Schuler
(1987)
Schuler,
Galante y
Jackson
(1987)
Jackson,
Schuler y
Rivero
(1989)
Schuler
(1989)
Schuler y
Walker
(1990)
Referencias Limitaciones para el estudio de la
Aportaciones a la DERRHH
básicas DERRHH
Schuler
(1990)
Schuler y
Walker
(1990)
Snell
(1992)
Schuler
(1992)
Schuler et
al. (1993)
Sparrow et
al. (1994)
TABLA 2.6
Enfoque de sistemas abiertos
Referencias básicas
Limitaciones para el estudio de
Aplicaciones Aportaciones a la DERRHH
Genéricas la DERRHH
a DERRHH
Integración de la organización
en el contexto.
TABLA 2.7
Teoría de Capital humano
Flamholtz
(1971)
Becker
(1975)
Flamholtz
(1979)
Jacoby
(1981)
Hashimoto
(1981)
Schmidt et
al. (1982)
Mangan
(1983)
Parnes
(1984)
Cascio y
Ramos
(1986)
Rumberger
(1987)
Tsang
(1987)
Wallace y
Fay (1988)
Cascio
(1991)
Snell y
Dean
(1992)
Lepak y
Snell
(1999)
TABLA 2.8
Teoría de capital social
Tsai y
Ghoshal
(1998)
Nahapiet y
Ghoshal
(1998)
Leana y
Van Buren
(1999)
Baker
(2000)
Uhl-Bien
et al.
(2000)
Adler y
Kwon
(2002)
CUESTIONES DE REFLEXIÓN
NOTAS
1 Para presentar los diferentes enfoques teóricos realizaremos una agrupación en función del origen
de las aportaciones, siguiendo el criterio adoptado por Ventura Victoria (1995).
2 Diferenciamos en este trabajo entre un nivel de análisis subfuncional, que se centra en prácticas
concretas de gestión de los recursos humanos, y otro funcional o cross-funcional, que hace referencia
a la integración de tales actividades en un nivel global superior (Wright y Snell, 1991).
3
Evolución de la dirección estratégica de los recursos
humanos
2. PERSPECTIVA UNIVERSALISTA
El estudio empírico planteado por Terpstra y Rozell (1993) manifiesta que para
todas las industrias representadas en la muestra la relación es positiva, con lo que
queda demostrado el principio universalista adoptado explícitamente en este trabajo.
Sin embargo, los autores observan adicionalmente una determinada variabilidad en
los resultados entre industrias, y en función del tamaño de la organización. Este
hecho, desde nuestro punto de vista, revela la necesidad de incluir en el análisis
ciertas variables contingentes que expliquen la parte de la relación entre las prácticas
y el desempeño organizativo que no queda determinada por las simples relaciones
lineales planteadas por la perspectiva universalista.
A pesar de que la compensación y la selección sean las prácticas, que en su mayor
parte han sido tratadas individualmente, no debemos olvidar la definición de mejores
prácticas para otras funciones de recursos humanos, como la formación (Russell,
Terborg y Powers, 1985; Harel y Tzafir, 1999; Whitfield, 2000; Burke y Hutchins,
2008) o la valoración del rendimiento (Borman, 1991; Michie y Sheehan-Quinn,
2005). Igualmente, a partir del año 2000 los investigadores comienzan a prestar una
mayor atención a aquellas prácticas de recursos humanos que afectan al bienestar del
empleado, introduciendo la perspectiva del trabajador en el ámbito de la dirección de
los recursos humanos, obviada en décadas anteriores (Wright y Boswell, 2002; Kim y
Ouiment, 2014).
Estos autores concluyen que para tres de estas políticas (reparto de beneficios,
fomento de la seguridad laboral y evaluación del rendimiento) se contrasta
empíricamente una relación sólida, positiva, directa y universal con el rendimiento
organizativo.
Más recientemente, trabajos como los propuestos por Michie y Sheehan-Quinn
(2005), Major et al. (2007) o Gould-Williams y Mohamed (2010) continúan dando
soporte a los argumentos universalistas propuestos en la década de los noventa. Sin
embargo, de manera simultánea, diversos autores llaman la atención ante la necesidad
de completar estos modelos con otros argumentos teóricos que ayuden a mejorar las
explicaciones acerca de la dirección estratégica de los recursos humanos, por ejemplo
con la introducción de variables contingentes (Youndt et al., 1996; Boxall y Purcell,
2008).
Estas prácticas deben ser gestionadas de manera integrada, debido a las múltiples
interacciones que se dan entre todas ellas, y que Ulrich (1987) representa
gráficamente en el siguiente esquema. Aunque esta llamada a la integración es una
aportación importante, no analiza la dinámica interna de integración que define a los
sistemas de recursos humanos, que, como veremos más adelante, es el interés
principal de las explicaciones configuracionales (figura 3.2).
Figura 3.2. El sistema de prácticas de Ulrich. (FUENTE: Ulrich, 1987.)
TABLA 3.1
La visión de la ventaja competitiva de Ulrich
Lógica de la ventaja
Cuestiones críticas Principios de dirección
competitiva
TABLA 3.2
Mejores prácticas de recursos humanos
TABLA 3.3
Mejores sistemas de prácticas de recursos humanos
Ulrich et al. (1984 — Planificación, que comprende aspectos como la definición de la estructura, la
y 1987) descentralización, la formalización de prácticas, la interdependencia entre unidades o el
diseño de puestos.
— Staffing, que incluye las actividades de reclutamiento, selección, promoción y
desafectación a todos los niveles de la organización.
— Compensación, tanto el salario como los incentivos o la compensación no dineraria.
— Desarrollo, que permite la construcción de las competencias de la fuerza de trabajo
mediante la formación, la rotación, el asesoramiento, etc.
— Evaluación, con el objetivo de establecer estándares, asegurar la retroalimentación y
gestionar el rendimiento.
— Comunicación: refuerza la capacidad organizativa mediante una serie de
mecanismos destinados a compartir información.
Gould-Williams y — Selección.
Mohamed (2010) — Formación.
— Grupos de trabajo.
— Evaluación del desempeño.
— Compensación variable (Discretionary Pay).
— Comunicación.
3. PERSPECTIVA CONTINGENTE
Tipo de sistema de
Estrategia Prioridad
carreras
Fase 1. La empresa no tiene planes de negocio a largo plazo, por lo que su nivel
de planificación de recursos humanos es nulo.
Fase 2. Empresas escépticas en cuanto a la utilidad de la planificación de recursos
humanos, a pesar de que tengan mecanismos formales de planificación corporativa.
Fase 3. Organizaciones que consideran bastantes componentes de planificación
del personal con relación a previsiones de plantilla a largo plazo.
Fase 4. Compañías que desarrollan planificación de recursos humanos.
Fase 5. La planificación de recursos humanos es una parte importante de la
formulación de los planes corporativos.
Del estudio empírico que acompaña a este trabajo se desprende que en 1985 la
mayor parte de las organizaciones se encontraba entre las fases 2 (36 %) y 3 (27 %),
de lo que se deduce fácilmente un escaso nivel de integración en la práctica
empresarial del componente humano en la planificación, que justifica la necesidad de
profundizar en su consideración estratégica. Precisamente en este sentido ahondan
una serie de trabajos que ofrecen modelos integrados de planificación estratégica
(Manzini, 1984; Mills, 1985; Bechet y Maki, 1987). Siguiendo la lógica contingente,
hacen depender el diseño de los planes de recursos humanos del análisis de las
fuerzas externas e internas a la organización, así como de la definición de sus
objetivos estratégicos. Como ejemplo, podemos destacar el modelo de Bechet y Maki
(1987), que definía las siguientes cinco fases del proceso de planificación: fuerzas
externas/internas, aspectos organizativos y de negocio, implicaciones para los
recursos humanos, estrategias de recursos humanos y acciones de recursos humanos.
Estas fases se acomodan al modelo general propuesto por Mills (1985), en el que
describía la planificación de recursos humanos como un modelo que debía partir del
análisis para pasar a la definición de objetivos y la toma de decisiones, y terminar con
la implantación de tales decisiones.
A pesar de la relevancia de estas aportaciones al estudio de las estrategias de
recursos humanos desde una perspectiva contingente, era necesario dar un paso más,
para considerar esta realidad desde un punto de vista más amplio, no exclusivamente
formal, que comprenda a la estrategia como una variable de contingencia que no
incide en las prácticas de recursos humanos solo a través del mecanismo determinado
de la planificación. Igualmente, en este primer grupo se encuentra el sesgo típico de
los trabajos sobre planificación de recursos humanos: un excesivo énfasis en la
previsión y adecuación de los flujos de efectivos. Como ejemplo de ello podemos
destacar el trabajo ya citado de Bechet y Maki (1987), en el que se destaca la
importancia para la planificación de las herramientas de previsión y modelización de
la demanda y la oferta de recursos humanos, o el artículo de Manzini (1984) en el
que manifiesta la necesidad de contar en este proceso con una sólida base de datos de
los recursos humanos con los que cuenta la organización.
De estos tres aspectos, el tercero es el que más ausente ha estado de los procesos
directivos, lo que justifica la necesidad de analizar específicamente su relación con
los otros dos, así como las diferentes prácticas que lo constituyen 7 .
TABLA 3.5
La matriz evolutiva de Baird y Meshoulam
El grupo de Dyer
Al igual que las aportaciones anteriores, los trabajos surgidos del entorno de
investigación de Dyer también se centran en la manera en la que las prácticas de
recursos humanos varían en función de los requerimientos de la estrategia de la
organización (Wils y Dyer, 1984; Dyer, 1983, 1984a y b, 1985; Dyer y Holder, 1987).
De estos trabajos, podemos destacar fundamentalmente dos líneas: a) una que aporta
una evaluación de la literatura anterior y una reflexión interesante sobre cómo debe
ser el desarrollo futuro de la disciplina, y b) otra que explica aspectos de contenido
acerca de las estrategias de recursos humanos.
Resulta especialmente interesante el impulso a la investigación que supuso la
temprana revisión teórica planteada por Dyer (1985), en la que apuntaba la necesidad
de dotar a esta disciplina de unos fundamentos teóricos sólidos. Para ello creyó
necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
La explicación del grupo de Nueva York acerca del mecanismo de ajuste de las
prácticas de recursos humanos con la estrategia corporativa comienza en los artículos
de Schuler (1987a y b) y Schuler y Jackson (1987a). Estos análisis contingentes
parten de dos premisas fundamentales: a) las características requeridas a los recursos
humanos varían en función de la estrategia adoptada por la organización, y b) la
articulación de cada una de las prácticas de recursos humanos depende de la
configuración estratégica de la organización. Estos trabajos se centran, por tanto, en
analizar el sistema de recursos humanos, con dos objetivos básicos (Schuler, 1987a y
b; Schuler y Jackson, 1987a):
— Analizar las múltiples opciones, entre las que se puede elegir al diseñar cada
práctica de dirección de los recursos humanos.
— Para cada práctica, identificar la mejor opción en función de la estrategia
organizativa.
TABLA 3.6
Menús de prácticas de recursos humanos de Jackson y Schuler
Elecciones de planificación de los recursos humanos
Elecciones de compensación
Sobre esta base, el Grupo de Nueva York desarrolla su explicación del ajuste con
la estrategia genérica. Estos continuos suponen un instrumento muy interesante para
estudiar el funcionamiento interno de los recursos humanos, aunque, debido a que el
objetivo de este trabajo es claramente contingente, no se plantea un análisis profundo
de las interacciones entre las diferentes prácticas ni se analizan las diferentes
configuraciones que se pueden obtener. No obstante, el valor de la aportación de
Schuler (1987b) para la explicación de la dinámica de la función de recursos
humanos desde una perspectiva configuracional queda puesta de manifiesto por la
repercusión que sus planteamientos tuvieron en la literatura posterior.
La idoneidad del diseño de las prácticas de recursos humanos debe evaluarse en
términos relativos, pues estará siempre en función de la posición estratégica adoptada
por la organización. Para analizar esta relación contingente, Schuler y Jackson
(1987a) cruzan su explicación de los tipos de estrategia con las diferentes opciones
de definición de cada una de las prácticas. Así, se concluye, desde un punto de vista
marcadamente prescriptivo, que cada uno de los tipos estratégicos se ve facilitado y
reforzado con la adopción de una manera concreta de gestionar las diferentes áreas
funcionales de recursos humanos. Bajo esta afirmación subyace la consideración de
que cada estrategia corporativa requiere de los empleados comportamientos
diferentes, que pueden ser incentivados con una adecuada dirección de las personas.
Para plantear su modelo, Schuler y Jackson (1987a) utilizan la tipología de Gerstein y
Reisman (1983), quienes diferenciaban entre las siguientes configuraciones
estratégicas:
TABLA 3.7
El modelo contingente de Jackson y Schuler
Práctica de recursos
Estrategia Opciones
humanos
Formación — Amplia.
— Participación elevada.
— Énfasis en la productividad.
Al igual que en los trabajos de 1987, el grupo de Nueva York en este caso también
añade a su explicación del ajuste entre recursos humanos y organización
consideraciones prescriptivas, proponiendo guías para mejorar el funcionamiento de
las empresas mediante el ajuste de sus decisiones de recursos humanos con las
características organizativas señaladas.
En el trabajo de Jackson, Schuler y Rivero (1989) resulta especialmente
interesante el reconocimiento de una limitación apuntada con anterioridad: la
necesidad de analizar la relación entre las diferentes prácticas y el modo por el que se
construye un sistema de prácticas de recursos humanos. Jackson, Schuler y Rivero
(1989) señalan que este estudio podría hacerse mediante el establecimiento de
patrones de prácticas que se relacionan, por ejemplo, con patrones de
comportamiento dentro de la organización.
Schuler (1989; 1990) introduce una tercera relación de contingencia que da un
paso más en su explicación de las estrategias de recursos humanos, al considerar el
carácter determinante de las variables ambientales externas a la organización. Schuler
(1989) analiza cómo los cambios en el entorno transforman la función de recursos
humanos, que debe adoptar un rol más proactivo y estratégico. El dinamismo
ambiental hace que las organizaciones deban ser cada vez más adaptables, por lo que
su capacidad de vigilancia e interpretación del entorno se convierte en una necesidad.
Los factores ambientales que inciden directamente sobre la dirección estratégica
de los recursos humanos son, a juicio de Schuler (1989), los siguientes:
Figura 3.7. La función de dirección de los recursos humanos según Schuler (1992).
[FUENTE: Schuler (1992).]
Figura 3.10. El mapa de la dirección de los recursos humanos. (FUENTE: Beer et al.,
1984, 1985.)
Podemos considerar que el grupo de Harvard, en cierto sentido, abre una vía de
acercamiento a las estrategias de recursos humanos desde una perspectiva explicativa
más amplia, que considera los efectos de las políticas a un nivel no exclusivamente
organizativo, así como las influencias sobre las decisiones de personal, más allá de
las relaciones racionales de contingencia entre el ambiente o las condiciones
organizativas. No obstante, también esta línea presenta limitaciones para el estudio de
las estrategias de recursos humanos, que se compensan con las aportaciones de otros
grupos de investigación, como la falta de explicación de la importancia de la
estrategia de recursos humanos como mecanismo de cohesión de las políticas o de
alineamiento de intereses, y como un instrumento de análisis de los efectos de las
decisiones de recursos humanos sobre los individuos, la organización o la sociedad.
Partiendo del modelo que acabamos de exponer, los siguientes trabajos de estos
autores se dedican a explicar la dinámica interna del sistema de recursos humanos, a
través del análisis de sus posibles patrones de dirección (Lawrence, 1985; Beer y
Spector, 1985; Walton, 1985), que explicaremos más adelante cuando nos ocupemos
de las aportaciones de la perspectiva configuracional.
En 1988, los grupos de investigación que hemos analizado hasta este momento ya
habían desarrollado sus primeros modelos de dirección estratégica de los recursos
humanos. La disciplina llevaba cerca de diez años siendo objeto de investigación, y
había ido creciendo con las sucesivas aportaciones de los diferentes trabajos. Es por
ello que este campo de investigación demandaba un momento de reflexión para
revisar la literatura anterior e identificar sus avances y limitaciones en una
explicación conjunta de las estrategias de recursos humanos. Este es precisamente el
objetivo del trabajo de Lengnick-Hall y Lengnick-Hall (1988) 11 , que pretende,
además, plantear un modelo propio que integre las aportaciones anteriores y supere
sus limitaciones.
Lengnick-Hall y Lengnick-Hall (1988) clasifican en cuatro grupos los trabajos
anteriores acerca de la dirección estratégica de los recursos humanos: a) los
dedicados a cuantificar la capacidad de los recursos humanos para apoyar la
consecución de los objetivos organizativos; b) los que analizan la planificación de los
recursos humanos; c) los que estudian la respuesta de esta función al cambio
estratégico y, por último, d) una serie de trabajos que desarrollan modelos de ajuste
entre los recursos humanos y un conjunto de condiciones organizativas y estratégicas.
De la revisión de estas explicaciones se extraen una serie de características comunes
que, según Lengnick-Hall y Lengnick-Hall (1988), son presunciones que subyacen
bajo los modelos y limitan su capacidad explicativa de la dirección estratégica de los
recursos humanos. En primer lugar, la estrategia corporativa de la organización es
siempre dada por hecho, presuponiendo que ya se ha tomado la decisión, sin
reconocer la importancia que los recursos humanos pueden tener para su
formulación. Como consecuencia, los modelos de dirección de los recursos humanos
anteriores a 1988 analizaban únicamente la importancia de los recursos humanos en
el proceso de implantación de la estrategia empresarial. Bajo esta deficiencia se
encuentra la presunción de que son las personas, debido a su mayor adaptabilidad, las
que deben ajustarse a la estrategia, y no al contrario. Igualmente, estos trabajos
también son criticados por un uso descompensado de los ciclos de vida para explicar
el cambio, que ofrecen siempre una visión reactiva, y otras explicaciones que
implican que las decisiones empresariales están determinadas por las condiciones
ambientales. La última crítica, fundamental para el avance de la explicación de las
estrategias de recursos humanos, radica en la presunción de que lo deseable es el
ajuste o la congruencia perfecta, sin tener en cuenta que existen ocasiones transitorias
o de multiplicidad de objetivos en los que la idoneidad del fit no es tan clara. El
modelo que proponen Lengnick-Hall y Lengnick-Hall (1988), por el contrario,
presenta una relación interactiva, no unidireccional, entre estrategia y recursos
humanos, que reconoce la importancia de las personas como un criterio básico de
definición de la estrategia, más allá de la simple implantación. En lo que al ajuste se
refiere, basan su explicación en un continuo «fit-flexibilidad», en el que la
organización se posicionará en función de su situación particular.
El modelo presentado por Lengnick-Hall y Lengnick-Hall (1988) se resume en su
matriz de «crecimiento/disposición», que define una tipología con cuatro situaciones
estratégicas con un carácter marcadamente prescriptivo. La variable «crecimiento» es
una aproximación a los objetivos de la organización, ya que mide las expectativas
futuras de expansión de la organización, sus opciones estratégicas o sus
oportunidades. La «disposición», por su parte, mide la posesión de las habilidades y
la experiencia de los recursos humanos requeridas por la estrategia. De esta manera,
las cuatro situaciones posibles son las que aparecen en la figura 3.11.
Figura 3.11. La matriz de crecimiento/disposición (FUENTE: Lengnick-Hall y
Lengnick-Hall, 1988.)
4. PERSPECTIVA CONFIGURACIONAL
Evaluación
Estrategia Estructura Selección Compensación Desarrollo
del rendimiento
Evaluación
Estrategia Estructura Selección Compensación Desarrollo
del rendimiento
TABLA 3.9
Las configuraciones de Miles y Snow
Sistema de
Estrategias defensivas Estrategias prospectoras Estrategias analizadoras
RRHH
De este razonamiento se deduce que las decisiones de recursos humanos que deba
tomar una organización dependen directamente de su posición estratégica. Así, el
énfasis en la eficiencia en los productos/mercado actuales de las empresas defensivas
les llevará a enfatizar en la búsqueda del compromiso a largo plazo, y a valorar en
mayor medida habilidades y conocimientos específicos, que se desarrollarán a través
de prácticas extensivas de formación, sistemas internos de promoción bien
establecidos y evaluaciones del rendimiento orientados al largo plazo, más que a
obtener resultados inmediatos. Por el contrario, las organizaciones prospectoras se
caracterizan por el dinamismo de su entorno, así como por mantener una actitud
innovadora y creativa que esté constantemente buscando oportunidades en nuevos
pares de producto/mercado. De esta forma, parece lógico pensar que los sistemas de
gestión de la plantilla recaigan menos en el interior de la organización, de modo que
la formación tendrá un carácter más informal y los puestos serán definidos de manera
amplia, ya que las habilidades requeridas de los empleados dejarán de ser específicas,
valorándose por el contrario la flexibilidad. Las organizaciones que podemos
denominar analizadoras tendrán un sistema de recursos humanos intermedio entre el
interno de las defensoras y el de orientación externa de las prospectoras.
Podemos ver en esta tipología un nuevo ejemplo de cómo la perspectiva
configuracional puede servir para completar el estudio de las relaciones contingentes
con un punto de vista interno, que extraiga patrones que se relacionen de manera
conjunta y sinérgica con el desempeño organizativo.
TABLA 3.10
Los patrones de control y compromiso
Control Compromiso
El análisis planteado por David Guest acerca del sistema de recursos humanos y
de los diferentes patrones que se pueden extraer de sus elementos, añade a la
aportación de este autor, desarrollada fundamentalmente desde una punto de vista
contextual, una dimensión configuracional especialmente significativa (figura 3.18).
Como hemos explicado en párrafos previos, uno de los aspectos básicos de esta
perspectiva de investigación radica en la inmersión en el interior de los sistemas de
recursos humanos para explicar el mecanismo de integración de los diferentes
elementos que lo componen. Ahí es donde radica precisamente la primera aportación
configuracional del trabajo de Guest (1989), que parte de la premisa de que para
analizar el sistema de recursos humanos es necesario dividirlo en una serie de
funciones coordinadas, que denomina políticas. La adecuada dirección de cada una
de ellas conducirá a la organización a la consecución de un determinado resultado
sobre los recursos humanos, que a su vez redunda en un efecto concreto sobre la
organización. Este argumento, a simple vista, podría no parecer configuracional, ya
que relaciona cada una de las políticas individualmente con el desempeño
organizativo. Sin embargo, Guest (1989) sí que analiza cómo las políticas se integran
en un sistema congruente mediante la acción de tres elementos fundamentales que
cumplen la función de «cemento» de la dirección de recursos humanos: el liderazgo,
la cultura organizativa y la estrategia.
De las múltiples combinaciones de estos elementos se pueden extraer otros tantos
arquetipos de dirección de los recursos humanos. En concreto, Guest (1989)
identifica cuatro posibles modelos: 1) el modelo paternalista, centrado en el
aseguramiento del bienestar de los empleados como medio para reforzar el
desempeño; 2) el modelo de producción, en el que el papel de la dirección del
personal es simplemente asegurar la continuidad del proceso productivo; 3) el
modelo profesional, caracterizado por la cualificación técnica del departamento en la
gestión de la selección, la formación y el desarrollo, la compensación o las relaciones
industriales, y 4) el modelo de recursos humanos, orientado a las personas en toda la
organización y que busca el aprovechamiento de las habilidades de los empleados
mediante políticas sofisticadas de implicación, compromiso o socialización.
Figura 3.18. Elementos de la dirección de los recursos humanos. (FUENTE: Guest,
1989.)
De nuevo, se reconoce que serán las condiciones de cada organización las que
determinen qué modelo será preferible en cada caso. En concreto, Guest (1989)
resalta la importancia de una serie de variables organizativas que influyen en la
elección, como la presencia de liderazgo o de visión, las condiciones tecnológicas del
proceso productivo, las relaciones industriales y de empleo, o la capacidad de la
organización para implantar las políticas de recursos humanos.
TABLA 3.11
Los sistemas de recursos humanos de Arthur
Relaciones Poca implicación del empleado en las decisiones Alta participación e implicación de los
con los directivas. No hay mecanismos formales de empleados. Procedimientos formales
empleados quejas o sugerencias. Escasos esfuerzos de de resolución de conflictos.
comunicación y socialización. Información compartida.
TABLA 3.12
Resultados del análisis de Arthur (1992)
Estrategia
Para contrastar estas relaciones, Peck (1994) plantea un análisis factorial sobre los
datos obtenidos de dos cuestionarios enviados a 170 organizaciones norteamericanas.
De los resultados obtenidos, se desprende el soporte a la hipótesis que plantea la
relación de las estrategias prospectoras con los sistemas de construcción, así como la
relación entre las prácticas relacionadas con la gestión de la plantilla y la estrategia.
No obstante, la significación estadística para el resto de políticas no permite extraer
resultados concluyentes. A pesar de ello, esta falta de contrastación empírica permite
obtener conclusiones interesantes. Los resultados apuntan que las relaciones entre la
estrategia, las políticas de recursos humanos y las relaciones de empleo son mucho
más complejas de lo que puedan parecer en principio, mientras que la diferenciación
entre sistemas de adquisición o de construcción de la fuerza de trabajo es demasiado
simple para explicar todas las dimensiones de la dirección de los recursos humanos
(Peck, 1994). Resulta, por tanto, necesario plantear modelos configuracionales más
complejos, que incluyan otras variables que intervienen en el proceso, modulando la
relación entre la estrategia y los recursos humanos. En definitiva, podemos decir que
el resultado al que llega Peck (1994) manifiesta la necesidad de combinar argumentos
contingentes con la explicación configuracional de la dirección del factor humano,
así como plantear patrones de integración de las prácticas que comprendan todas las
dimensiones de un objeto de estudio tan complejo como las estrategias de recursos
humanos.
Estos trabajos aportan un modelo más complejo para los sistemas de recursos
humanos. A las explicaciones subfuncionales anteriores se añade la consideración de
otros elementos que también forman parte de estas estrategias, como las
competencias o los comportamientos, que son los que en definitiva justifican la
necesidad de articular una serie de prácticas para hacer operativo el esquema de
input-proceso-output propuesto a partir de la teoría general de sistemas. En la
argumentación de Wright y Snell (1991), este enfoque teórico se combina con
razonamientos provenientes de la visión de la empresa basada en los recursos,
fundamentalmente al cambiar el énfasis en las prácticas de recursos humanos y
orientar las explicaciones hacia cuestiones más relacionadas con el fondo de capital
humano de la organización, como las competencias y los comportamientos, que son
las variables que permiten distinguir diferentes estrategias de dirección de los
recursos humanos.
5. PERSPECTIVA CONTEXTUAL
Los datos extraídos de los primeros estudios del PWCP conducen a una reflexión
interesante acerca de la integración recíproca de estrategia y recursos humanos.
Fundamentalmente, la perspectiva contextual analiza la implicación de los directivos
de esta función en la definición de las estrategias corporativa, así como la posición
del departamento en la estructura organizativa, que son considerados como
indicadores básicos del ajuste estratégico (Brewster y Bournois, 1991). La conclusión
a la que llegan es que, salvando las importantes diferencias nacionales, en 1991 la
integración era bastante escasa. A pesar de que la mitad de las empresas manifestasen
implicar a sus directivos de recursos humanos en las tareas de planificación, lo cierto
es que este hecho no se traducía más que en una relación de arriba hacia abajo, lejos
de la reciprocidad argumentada teóricamente (Brewster y Bournois, 1991).
Otro aspecto significativo, según Brewster y Hegewisch (1993), es la delegación
de muchas de las funciones de recursos humanos a los directivos de línea, lo que
manifiesta un cambio en la implantación de las estrategias de recursos humanos que
había sido explicado desde otras perspectivas de investigación.
En su análisis de las estrategias de recursos humanos, la perspectiva contextual
enfatiza en las políticas de reclutamiento, de compensación y de formación, así como
en la gestión de las relaciones con los empleados y los sindicatos, o en la importancia
de la flexibilidad en todo el proceso. Estas cuestiones se analizan bajo el nuevo
prisma ambiental, reconsiderando tanto la influencia del entorno sobre las políticas,
como la incidencia que estas tienen sobre el medio ambiente en el que se desarrollan.
Las prácticas orientadas al reclutamiento, la selección y la contratación se
encuentran relacionadas de manera directa con las condiciones en los mercados de
trabajo, que en Europa tienen unas condiciones completamente diferentes a las
norteamericanas. Brewster y Bournois (1991) diferencian en su análisis entre
mercados externos e internos. Para los externos, identifican en Europa una tendencia
creciente a la temporalidad en el empleo, en una búsqueda de flexibilidad
organizativa que rompe con los objetivos marcados por la Comunidad Europea en la
Carta Social. Por su parte, el desarrollo del mercado interno se convierte en un
objetivo fundamental cuando la empresa se orienta hacia una estrategia de recursos
humanos de compromiso. A pesar de ello, los datos del PWCP manifiestan una
tendencia a desarrollar estos mercados interiores de trabajo tan solo en algunos
países, especialmente en el caso de Alemania (Brewster y Bournois, 1991).
Las políticas de compensación son consideradas por la perspectiva contextual
como un instrumento estratégico esencial, no solo para controlar los costes laborales,
sino también como un mecanismo de atracción, motivación y retención (Brewster y
Hegewisch, 1993). La gestión de la remuneración es, además, uno de los aspectos en
los que más se observa la delegación a la dirección de línea, responsable en gran
parte de las empresas de los pagos y los incentivos. A pesar de las diferencias entre
países, Brewster y Hegewisch (1993) también identifican una tendencia hacia la
flexibilidad en la remuneración, por medio de la variabilidad salarial, normalmente
relacionada con la evaluación del rendimiento, aunque en el caso europeo las
decisiones de compensación están en muchos casos condicionadas por la negociación
colectiva (Hegewisch, 1991).
Sobre las políticas de formación y desarrollo tiene especial influencia una variable
contextual no tenida en cuenta en la mayor parte de los modelos: el sistema y el nivel
educativo de cada país (Brewster y Bournois, 1991), que determina la base de
conocimientos y capacidades sobre la que la organización construye su capital
humano. La formación y el desarrollo son dos funciones básicas de los sistemas de
recursos humanos basados en el compromiso, cada vez más extendidos entre las
organizaciones. De hecho, es uno de los objetivos seleccionados como prioritarios
por muchas de las empresas encuestadas por el PWCP, en las que se observa una
tendencia generalizada al alza en el número de horas dedicadas al adiestramiento de
los empleados, especialmente a nivel directivo (Brewster y Hegewisch, 1993). Estos
mismos autores analizan también los temas que los nuevos requisitos ambientales
convierten en imprescindibles, entre los que destacan las cuestiones relacionadas con
la dirección estratégica, la dirección de las personas en las organizaciones y las
nuevas tecnologías.
La perspectiva contextual permite completar además el análisis de la flexibilidad
en la dirección de los recursos humanos, con la introducción de su interacción con las
diferentes variables ambientales. Si la flexibilidad era tratada normalmente como un
requisito impuesto por la estrategia competitiva a la dirección de recursos humanos,
ahora el punto de vista se amplía. La opción de una organización de flexibilizar sus
prácticas está condicionada, especialmente en Europa, por la legislación o los
sindicatos, y no puede ser explicada sin atender a los efectos que tiene sobre el
entorno. A pesar de ello, Brewster y Hegewisch (1993) identifican en las empresas
europeas una orientación creciente a la flexibilidad en las políticas de compensación,
y de manera especial en las relacionadas con la afectación, para las que identifican un
crecimiento sustancial en tres tipos de flexibilidad contractual: el aumento en el
empleo no permanente (contratos temporales, de tiempo definido o
subcontrataciones), en los contratos a tiempo parcial, y la generalización de la
respuesta a las necesidades de minorías (teletrabajo, trabajo en casa, etc.). La
evidencia empírica demuestra, sorprendentemente, que la tendencia a la flexibilidad
en las prácticas de recursos humanos se encuentra poco correlacionada con la
estrategia de la organización, por lo que Brewster y Hegewisch (1993) argumentan
que, más que un objetivo estratégico, son respuestas ad hoc a las presiones
ambientales.
Igualmente, encontramos que la libertad de opción de las organizaciones se
encuentra restringida por la legislación, que intenta evitar dos posibles efectos de las
prácticas flexibles, la explotación laboral y la competencia desleal (Brewster y
Bournois, 1991).
Un último aspecto de la configuración estratégica de los recursos humanos en el
que los trabajos contextuales hacen hincapié es el de la implicación del empleado en
la toma de decisiones. La consulta a los trabajadores está dispuesta por ley en
muchos países europeos, como Francia o Alemania, mientras que en otros tantos se
impone la constitución de consejos de trabajadores que, con diferentes competencias
y grados de poder, condicionan la libertad de decisión de la dirección y ponen en
cuestión el right to manage norteamericano (Brewster, 1995). Sin embargo, más allá
de estas imposiciones formales, la perspectiva contextual sitúa las prácticas
relacionadas con la implicación del empleado en la base de la construcción de
sistemas de recursos humanos de compromiso, y analiza la importancia de la
consideración de la opinión de los empleados y de la difusión de información por
toda la organización como medios para lograr una mutualidad de intereses que
conduzca a una mejora del desempeño organizativo a largo plazo (Brewster y
Hegewisch, 1993).
En definitiva, una conclusión fundamental de este análisis explicativo y no
racional es la negación de la autonomía de la dirección. Este concepto, que se
encontraba implícito en buena parte de la literatura anterior, especialmente
norteamericana, queda puesto en entredicho si se considera la influencia de todas las
variables ambientales añadidas por la perspectiva contextual (Storey, 1989; Brewster,
1993 y 1995).
Las estrategias de recursos humanos implantadas tienen una serie de efectos sobre
la propia organización, y de manera indirecta también sobre el contexto en el que se
desarrollan. Con este reconocimiento, la perspectiva contextual amplía el análisis de
las estrategias explicando todas las consecuencias que de ellas se derivan, y no
evaluándolas únicamente en función de su contribución al rendimiento. El modelo
propuesto en los trabajos de Hendry y Pettigrew (1986 y 1990), Sparrow y Pettigrew
(1987 y 1988) y Sparrow y Hiltrop (1994), desde el Centre for Corporate Strategy de
la Universidad de Warwick, enfatizó esta cuestión, analizando los aspectos concretos
del contexto externo, del ambiente interno y del entorno inmediato de la dirección del
personal que se ven afectados positiva o negativamente. La aportación del grupo de
Warwick (Lundy y Cowling, 1996) a la explicación de este fenómeno puede
representarse gráficamente de la siguiente manera (figura 3.28).
El macrocontexto organizativo
TABLA 3.13
Objetivos prioritarios de la Carta Social de la Unión Europea
Libertad de movimiento.
Calidad en el empleo y la remuneración.
Mejora de las condiciones de vida y de trabajo.
Protección social.
Libertad de asociación.
Formación vocacional.
No discriminación por motivos de sexo.
Información, consulta y participación de los empleados.
Protección de la salud.
Protección a la infancia y la adolescencia, a la tercera edad y a personas con algún tipo de discapacidad.
Perspectivas de investigación
La estrategia, las políticas y las prácticas que definen el sistema se relacionan unas
con otras a través en una forma sinérgica de gestión y desarrollo de un stock de
capital humano determinado. Igualmente, sus consecuencias, además de considerarse
a nivel interno u organizativo, se tienen en cuenta a nivel individual y social.
Enfoque de sistema
• Perspectiva universalista.
• Mejores prácticas.
• High Performance Work Systems.
• Rendimiento organizativo.
• Ventaja competitiva.
• Perspectiva contingente.
• Variables de contingencia.
• Ajuste estratégico.
• Contexto externo.
• Entorno intraorganizativo.
• Perspectiva configuracional.
• Sinergias.
• Coherencia interna del sistema de gestión.
• Sistemas y subsistemas de recursos humanos.
• Políticas y prácticas de recursos humanos.
• Resultados de recursos humanos.
• Perspectiva contextual.
• Macrocontexto organizativo.
• Interdependencia estrategia-entorno.
• Aproximación ideográfica.
• Mutualidad.
• Modelo integrador.
• Complementariedad de perspectivas.
• Ajuste vertical.
• Ajuste horizontal.
CUESTIONES DE REFLEXIÓN
NOTAS
3 Los trabajos de Weisner y Cronshaw (1988), Wright, Lichtenfels y Pursell (1989) y Hunter y Hunter (1984)
coinciden en la utilización de la metodología metaanalítica, que resulta especialmente relevante para tópicos de
investigación con un contenido empírico tan sólido como el de la relación entre las prácticas de dirección de los
recursos humanos y el desempeño organizativo.
4 Esta definición de HPWS se desarrolla a partir de un análisis empírico muy completo. Sobre los problemas
metodológicos que se derivan de la contrastación de la relación entre tales sistemas y el desempeño, destaca
especialmente el artículo de Huselid y Becker (1996).
5 El trabajo de Miles y Snow (1984) no considera el caso de las empresas reactivas, por considerar que no tienen
verdaderamente una opción estratégica propia.
6 Considerado por Wright (1998) como el primer trabajo acerca de la dirección estratégica de los recursos
humanos.
7 Para ilustrar el carácter contingente de su perspectiva, Fombrun (1982b) recoge la siguiente reflexión de
Reginald H. Jones, antiguo directivo de General Electric Co.: «Al clasificar... [nuestros] ...negocios, advertimos
que tendrían misiones muy diferentes, y nos dimos cuenta de que también necesitaríamos personas muy diferentes
para llevarlos adelante».
8 A la hora de extrapolar las conclusiones de trabajos norteamericanos sobre la relación entre los sindicatos y las
empresas es necesario tener en cuenta las diferencias sustanciales del sindicalismo en Estados Unidos y en
Europa.
9 Este artículo presenta una lista detallada de los nuevos aspectos empresariales que afectan a la dirección de los
recursos humanos.
10 Muchas de las conclusiones del Research Colloquium fueron recogidas en el libro de Walton y Lawrence
(1985).
11 El trabajo de Lengnick-Hall y McDaniel (1984), sobre las políticas dedicadas a mantener la vigilancia sonbre
el entorno, y el Working Paper de Lengnick-Hall (1986) son otros ejemplos de perspectiva contingente.
12 Para completar el análisis, estos autores terminan por analizar cómo definen las organizaciones sus niveles de
fit y flexibilidad en función de las diferentes etapas del ciclo de vida por las que pasan las organizaciones
multinacionales.
13 Estos criterios habían sido aplicados con anterioridad a otros aspectos inmateriales de la organización, como
por ejemplo la cultura (Barney, 1986; Fiol, 1991).
14 Wright, MacMahan y McWilliams (1994) reconocen explícitamente que el potencial estratégico de los
recursos humanos reside fundamentalmente en la totalidad de la plantilla, y no en el personal de alta dirección, del
que se había dedicado mayoritariamente la literatura.
15 Como podemos observar, en este trabajo no se considera el cuarto tipo estratégico propuesto por Miles y Snow
(1978), las organizaciones reactivas, que no tienen configuración estratégica propia.
16 En otros artículos, para profundizar en esta cuestión, se utiliza también la teoría de Capital Humano (Snell y
Dean, 1992).
17 Podemos encontrar una explicación del diseño y de la metodología del proyecto en el artículo de Brewster,
Hegewisch y Lockhart (1991).
18 Se puede encontrar una revisión de las particularidades de los diferentes en la guía de la dirección europea de
los recursos humanos de Brewster et al. (1993), así como en los libros de Pieper (1990) y de Brewster y Tyson
(1991).
19 Este punto de vista, tradicionalmente norteamericano, también ha sido adoptado por trabajos europeos, como
los de Ackerman (1986) o Besseyre des Horts (1988).
Referencias bibliográficas
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Fundación Economistas sin Fronteras
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