Conquista de México
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Hubo posteriormente otras expediciones y campañas mi- En enero de 1516 murió Fernando el Católico y para en-
litares, tanto de Hernán Cortés como de sus capitanes, tonces había transcurrido casi un cuarto de siglo desde los
entre 1521 y 1525, en la zona central, norte y sur del te-descubrimientos colombinos. Debido a la imposibilidad
rritorio del actual México, las cuales fueron sentando lospara gobernar de su hija Juana I, había nombrado en su
primeros límites del Virreinato de Nueva España. Des- testamento a su nieto Carlos I como su sucesor,[1] pero
de esta base inicial, la conquista fue continuada con la antes de que éste asumiera el trono, el cardenal primado
incorporación de otros territorios por diversos conquista-Francisco Jiménez de Cisneros ejerció brevemente la re-
dores y Adelantados: California, la península de Yucatán, gencia de Castilla.[2] En Nueva España ya se tenían no-
la zona occidental conocida como Nueva Galicia, la zo- ticias de que en el territorio ignoto había pueblos “muy
na noreste conocida como Nuevo Reino de León, la zona ricos en oro y otros metales preciosos”.[3] Como medio
norte en donde se encontraba la Nueva Vizcaya y otros para hacerse de esas riquezas, se proclamó una ley que
territorios de América del Norte y Central. A partir de autorizaba el rescate de oro[4] con la cual se promovía
estos acontecimientos, que modificaron drásticamente la que los españoles viajaran a América para comerciar con
geopolítica mundial en los albores del siglo XVI, discurri-
los nativos, dando de sus ganancias el 20% o «quinto del
rían aproximadamente tres siglos de dominación colonial rey»[5] y a fin de lograr ese propósito y regular el comercio
española. de las Indias Occidentales, se creó la Casa de Contrata-
Las fuentes principales de información de las campañas ción en 1503. Esta fue controlada por el obispo de Bur-
de Cortés y sus capitanes son las crónicas de Indias re- gos, Juan Rodríguez de Fonseca, quien a su vez designó
dactadas en el siglo XVI, de las que destacan la Historia como tesorero a Sancho de Matienzo y como contador
1
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a Juan López de Recalde. A la muerte del gran cardenal Velázquez,[7] pero los que encabezaron las naves preten-
Cisneros en octubre de 1517, recayeron los asuntos ul- dían descubrir nuevas tierras para poblar y gobernar.[9]
tramarinos del rampante Imperio español en el obispo de Contrataron como piloto mayor a Antón de Alaminos,
Burgos.[1] los pilotos auxiliares fueron Pedro Camacho de Triana
Años antes, en 1514, el almirante y gobernador de las is- y Juan Álvarez «el Manquillo» de Huelva; como cape-
las del mar Caribe Diego Colón y Moniz Perestrello había llán viajó[7]fray Alonso González y como veedor Bernardo
sido llamado a comparecer ante el rey Fernando el Cató- Iñíguez.
lico por su mala administración. Por ello el cardenal Cis- El 8 de febrero de 1517 zarparon del puerto de Santiago
neros envió como sustitutos a los frailes jerónimos Luis tres embarcaciones con ciento diez hombres[10] y nave-
de Figueroa, Bernardino de Manzanedo, Alonso de San- garon por la banda norte de la isla de Cuba realizando
to Domingo, y Juan de Salvatierra a la isla La Española.[1] diversas escalas. Al llegar a la punta de San Antón pre-
Diego Velázquez de Cuéllar era el teniente de gobernador tendieron poner rumbo hacia las Islas de la Bahía[7] pero
de la isla Fernandina (Cuba), residía en Baracoa y estaba fueron sorprendidos por una tormenta en el canal de Yu-
supeditado a las órdenes, más de nombre que en realidad, catán, habiendo llegado los primeros días de marzo a la
de Diego Colón.[6] deshabitada Isla Mujeres. En dicho lugar encontraron di-
versas figurillas de mujeres desnudas dedicadas a la diosa
maya de la fertilidad Ixchel. Posteriormente cruzaron ha-
cia la costa norte de la península de Yucatán avistando
Ekab, lugar que bautizaron como el «Gran Cairo». Fon-
dearon las naves y los pobladores del lugar, con cara ale-
gre y muestras de paz, se acercaron en canoas invitan-
do a los recién llegados a tierra firme, diciendo (según
la transliteración española original) «cones cotoch», «co-
nes cotoch»; que significa: «andad acá a mis casas» (en
realidad, parece que fueron recibidos con la expresión
Maya Yucateca “koonex u otoch” donde otoch significa
“pequeña casa/choza”[11] ) motivo por el cual lo llamaron
punta Catoche.[12] Al día siguiente, 5 de marzo, los ex-
pedicionarios españoles aceptaron la invitación y al des-
embarco el capitán Hernández de Córdoba tomó pose-
sión formal en nombre del rey de lo que él creía una isla
a la que bautizó con el efímero nombre de Santa María
de los Remedios. Terminado el protocolo, los expedicio-
narios siguieron a los mayas tierra adentro donde fueron
emboscados. En la escaramuza que siguió, murieron dos
españoles y quince nativos. Hernández dio la orden de re-
gresar a las embarcaciones, no sin antes haber capturando
a dos indígenas, a quienes más tarde apodaron Julianillo y
Melchorejo. Estos nativos fueron a la postre los primeros
traductores maya-español.[7]
La expedición siguió navegando la costa norte de la pe-
Diego Velázquez de Cuéllar.
nínsula. El 22 de marzo llegaron a Can Pech, bautizan-
do el lugar como puerto de Lázaro y desembarcaron para
Primera expedición En Cuba, los españoles basaban aprovisionarse de agua. Mientras se abastecían, los expe-
su riqueza en las encomiendas y en la explotación de los dicionarios fueron rodeados por un grupo de mayas quie-
nativos a quienes se les permitía esclavizar, pero debi- nes cuestionaron su presencia, asombrándose cuando los
do a que la población nativa había sido diezmada por las nativos señalaron al oriente diciendo: «castilán», «casti-
campañas de conquista y las enfermedades, los colonos lán». Los españoles fueron guiados a la población cerca-
estaban ansiosos de conseguir nuevas oportunidades de na en donde fueron bien recibidos y ahí pudieron consta-
medro. Fue así que tres amigos de Velázquez: Francisco tar que en un templo se encontraban paredes manchadas
Hernández de Córdoba, Lope Ochoa de Caicedo y Cris- de sangre de algún sacrificio recientemente efectuado.[13]
tóbal de Morante se organizaron para comprar dos naos Entonces el halach uinik advirtió a los visitantes que de-
con la intención de viajar hacia occidente.[7] El gober- berían marcharse o de lo contrario comenzarían las hosti-
nador Diego Velázquez pagó un bergantín, consiguiendo lidades, ante lo cual Hernández de Córdoba ordenó a sus
también los permisos necesarios ante los frailes jeróni- hombres zarpar de inmediato.[13] En el mar fueron sor-
mos para realizar la expedición, pues era requisito con- prendidos por un viento de norte que provocó el derrame
tar con su visto bueno.[7] El objetivo del viaje fue en- del agua recién abastecida, por lo que volvieron a des-
contrar esclavos,[8] sobre todo en el caso del gobernador
0.1 Antecedentes de la conquista 3
embarcar un poco más al sur en Chakán Putum. En esta algunos españoles conocían su idioma.[17] En un peque-
ocasión otro grupo de mayas, cuyo líder era Moch Couoh, ño templo, Vázquez de Tapia izó la bandera Tanto Monta
atacó a los expedicionarios sin previo aviso provocándo- y el notario Diego de Godoy de forma protocolaria leyó
les más de veinte bajas e hiriendo al propio Hernández de el requerimiento.[15] Al poco rato se acercaron los mayas
Córdoba. En ese punto hubieron de huir los expediciona- e ignorando inicialmente la presencia de los españoles,
rios, dejando atrás una de las embarcaciones pues ya no el halach uinik realizó una ceremonia a sus dioses que-
tenían suficientes hombres para navegarla.[13] Los espa- mando copal. Acto seguido, Grijalva ordenó a Juan Díaz
ñoles sedientos se dirigieron a la Florida donde finalmen- oficiar una misa. De esta forma se entabló una comunica-
te pudieron abastecerse de agua dulce, pero nuevamente ción amistosa por ambas partes. Los españoles no pudie-
fueron atacados por los nativos de esta región.[7] ron rescatar oro, pero recibieron pavos, miel y maíz. Pro-
longaron su estancia en este lugar durante cuatro días.[15]
La accidentada expedición regresó al puerto de Carenas
en la isla de Cuba, donde se dio parte de lo acontecido a
Diego Velázquez. El gobernador dejó en claro que envia-
ría una nueva expedición pero bajo un nuevo mando. Al
enterarse de esta decisión, Hernández de Córdoba juró
viajar a España para quejarse ante el rey[14] pero murió
diez días más tarde a consecuencia de las heridas reci-
bidas en Chakán Putum.[7] A causa de los indígenas que
habían sido recogidos se creyó que existía oro en la re-
gión, se confirmó la existencia de algunos supervivientes
al naufragio ocurrido en 1511 en el Golfo del Darién y por
una mala interpretación se pensó que el lugar reciente-
mente descubierto era llamado en idioma maya Yucatán,
nombre con el que desde entonces, se llamó al territorio.
Viendo Velázquez la importancia de estos hallazgos, so-
licitó dos permisos para continuar las exploraciones: el
primero fue dirigido a los frailes jerónimos en Santo Do-
mingo y el segundo directamente al rey Carlos I de Espa-
ña, solicitando el nombramiento de un adelantado.[15]
0.2.4 Matanza de Cholula pesar de haber sido una acción preventiva, muchas de
las víctimas fueron civiles cholultecas que se encontra-
ban desarmados.[100] Pocos guerreros ofrecieron resisten-
cia reaccionando hasta después de las dos primeras horas
del sorpresivo ataque. Se sospechaba de veinte mil gue-
rreros mexicas acampados en las inmediaciones de la ciu-
dad para reforzar la emboscada; sin embargo, estos nunca
aparecieron.[98] Tras la victoria, los españoles se apode-
raron del oro y las joyas, mientras que los aliados indíge-
nas tomaron la sal y algodón.[100] El contingente español,
tlaxcalteca y totonaca permaneció en Cholula durante ca-
torce días.[98] Los cholultecas que habían sido tributarios
de los mexicas, fueron sometidos y en la derrota, termi-
naron aliándose a las fuerzas de Cortés.[100]
Los conquistadores continuaron su expedición hacia
Huejotzingo; atravesaron entre los dos volcanes vigías del
valle, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl por un paraje bos-
coso que hoy lleva el nombre de Paso de Cortés. Del otro
lado, avistaron por primera vez el lago de Texcoco y la
isla de la ciudad de México-Tenochtitlan. Cruzaron por
Amaquemecan y Chalco-Atenco, donde embajadores de
Moctezuma intentaron convencerlos para detener su mar-
cha. Tras una breve estancia en Ayotzinco continuaron la
marcha hacia Mixquic, Cuitláhuac (Tláhuac), Culhuacán
e Iztapalapa. Al llegar a la ciudad, la población veía con
asombro a los europeos y sus caballos.[101]
Se organizaron excursiones para inspeccionar las mi- 0.2.6 Entrevista de los procuradores con el rey y el
nas. Gonzalo de Umbría se dirigió hacia Zacatula en Consejo de Castilla
la región mixteca; Diego de Ordás hacia Tuxtepec y
Coatzacoalcos; Andrés de Tapia y Diego Pizarro se di- Mientras eso ocurría en Tenochtitlan, los procuradores de
rigieron a la zona de Pánuco.[112] Cortés también pidió la Villa Rica de la Vera Cruz, Alonso Hernández Porto-
a Moctezuma solicitar oro a todos los pueblos tributa- carrero y Francisco de Montejo, habían llegado a Sevilla.
rios de los mexicas. Nuevamente el tlahtoani accedió con Era octubre de 1519 cuando el obispo Juan Rodríguez de
la esperanza de que a cambio de entregar esos tesoros, Fonseca se enteró de los acontecimientos, girando órde-
los europeos se retiraran de Tenochtitlan. Para facilitar nes al contador de la Casa de Contratación Juan López
su transporte y reparto, todo el oro fue fundido en barras de Recalde para incautar el tesoro que transportaban los
por los orfebres de Azcapotzalco, separándose el quinto procuradores. Fray Benito Martín había conseguido ya
del rey.[113] en la corte el título de adelantado para Diego Velázquez
Una pequeña comitiva de españoles fue enviada en bús- de Cuéllar y solicitó que se otorgara plena autoridad al
queda de oro a Tetzcuco. Los guías eran Netzahualquen- gobernador de Cuba para castigar la insubordinación de
[116]
tzin y Tetlahuehuezquititzin, ambos hermanos de Ca- Cortés.
cama. Debido a un malentendido, se sospechó de una po- Rodríguez de Fonseca aún tenía el control del Consejo
sible traición de Netzahualquentzin, motivo por el cual de Castilla, el cual atendía los asuntos de las Indias, pe-
fue sentenciado a morir en la horca. Cacama, exacerba- ro el obispo de Badajoz Pedro Ruiz de la Mota y el se-
do, intentó sublevarse con los señores de Coyoacán, Tla- cretario del rey Francisco de los Cobos y Molina queda-
copan, Iztapalapa, Toluca y Matalcingo,[111] pero Ixtlil- ron impresionados por el oro traído de México. El obis-
xóchitl, también hermano y a la vez enemigo de Cacama, po de Badajoz abogó por Cortés ante el rey Carlos I. Por
lo traicionó. Los rebeldes fueron arrestados y Cortés de- otra parte los procuradores acudieron a Martín Cortés,
cidió nombrar a Coanácoch como nuevo tlahtoani de padre del caudillo, para tratar de conseguir mediante car-
Tetzcuco.[112] Días más tarde, Pedro de Alvarado torturó tas una entrevista con el rey, quien al escuchar esta so-
a Cacama para que éste entregara una mayor cantidad de licitud se mostró interesado en recibirlos y en conocer a
oro, acción que fue denunciada por Bernardino Vázquez los totonacas que habían traído en el viaje. Los emisarios
de Tapia durante el juicio de residencia de Alvarado.[114] de Cortés llegaron tarde a Barcelona en donde encontra-
Moctezuma le insistió a Cortés que se retirase de la ciu- rían al rey, pero éste, en constante movimiento, se había
dad, pero la respuesta fue negativa. La estancia se prolon- trasladado a Burgos. No obstante, pudieron contactar al
gó bajo la excusa de no contar con embarcaciones, pues abogado Francisco Núñez y al consejero del rey Lorenzo
estas habían sido destruidas. A pesar del malestar social Galíndez de Carvajal, quien decidió apoyarlos.[73]
de los mexicas por las acciones de los conquistadores es- Carlos I había sido elegido emperador del Sacro Imperio
pañoles y el abyecto comportamiento del huey tlahtoani, Romano Germánico, además de atender los asuntos de
éste intentó por todos los medios evitar un levantamiento. la Guerra de las comunidades de Castilla, debería hacer
A petición de Cortés, dirigió un discurso solemne frente frente al conflicto de la reforma luterana y viajar hacia
a su pueblo, en el cual, llorando, se reconoció como vasa- Aquisgrán donde sería coronado. Sin embargo, mostró
llo de Carlos I y pidió rendir obediencia a los españoles. gran interés en los asuntos de Indias.[117] Cuando los emi-
Creía en las profecías y supersticiones, pero también te- sarios de Cortés llegaron a Burgos la corte se había des-
mía que en caso de un enfrentamiento armado su pueblo plazado a Valladolid. En Tordesillas el monarca sostuvo
fuese masacrado.[112] una reunión informal con los procuradores, pero fue hasta
Considerando tener un relativo control sobre Tenoch- el 30 de abril de 1520, en Santiago de Compostela, don-
titlan, Cortés envió a la región de Coatzacoalcos a Juan de el comité del Consejo de Castilla escuchó finalmente
[73]
Velázquez de León con cien hombres con el objetivo de a los procuradores.
fundar una colonia, para de esta manera, extraer oro y El comité estaba conformado por el cardenal Adriano de
vigilar la costa.[112] Rodrigo Rangel fue enviado a Chi- Utrecht, el canciller imperial Mercurino Arborio Gatti-
nantla, y para tranquilizar a Moctezuma, Cortés envió a la nara, el obispo de Badajoz Pedro Ruiz de la Mota, el
Villa Rica de la Vera Cruz a Gonzalo de Sandoval, Mar- arzobispo de Palermo Jean Carondelete, el arzobispo de
tín López, Andrés Núñez, y Alfonso Yañez con órdenes Granada Antonio de Rojas Manrique, el comendador ma-
oficiales de construir nuevas embarcaciones a la vista de yor de Castilla Hernando de la Vega, y el obispo de Bur-
los mexicas, pero con instrucciones secretas de realizar gos Juan Rodríguez de Fonseca. Además estuvieron pre-
los trabajos de la manera más lenta posible.[115] sentes en la reunión el doctor Diego Beltrán, Luis Zapa-
ta, Francisco de Aguirre, Lorenzo Galíndez de Carvajal,
Pedro Mártir de Anglería, Bartolomé de las Casas, Juan
de Sámano, y Francisco de los Cobos y Molina.[73] Se
realizó una larga sesión en la que fueron cuestionados los
procuradores Francisco de Montejo, Alonso Hernández
Portocarrero y el emisario del gobernador de Cuba, Gon-
0.2 La conquista 15
zalo de Guzmán. A pesar de que el obispo de Burgos acu- Participaron en la excursión de Narváez Juan Bono de
só a Cortés y sus hombres como desertores y traidores, el Quejo, Leonel de Cervantes, el veedor del gobernador de
17 de mayo de 1520 el comité decidió aplazar la reso- Cuba Gerónimo Martínez de Salvatierra, un sobrino ho-
lución hasta escuchar nuevas pruebas tanto de Velázquez mónimo de Velázquez conocido como «el Mozo», el al-
como de Cortés.[117] calde de Trinidad Francisco Verdugo, Gaspar de Garni-
ca, Baltasar Bermúdez y otros experimentados conquis-
tadores. También viajó Andrés de Duero, secretario de
0.2.7 Expedición de Narváez Velázquez pero amigo de Cortés, ya que Amador de La-
res había muerto a principios de 1520. Los barcos hicie-
ron escala en Cozumel, en donde rescataron a los sobre-
vivientes del naufragio de Alonso de Parada y fundaron
una pequeña guarnición. Se dirigieron hacia Tabasco lle-
gando a Potonchan donde se encontraba la Villa de Santa
María de la Victoria para reabastecerse de agua y en la
etapa final del viaje fueron sorprendidos por una tormen-
ta, perdiendo un barco y cincuenta hombres, entre ellos
Cristóbal de Morante, quien había sido socio y capitán en
la primera excursión a la península de Yucatán. Llegaron
a San Juan de Ulúa el 19 de abril pero los barcos de Váz-
quez de Ayllón habían llegado un par de días antes, por
lo que el oidor pudo contactar a los hombres de la Villa
Rica de la Vera Cruz, enterándose antes de los logros de
Cortés.[119]
Al desembarcar, Pánfilo de Narváez decidió fundar
la ciudad de San Salvador. Hicieron contacto con los
totonacas, a quienes informaron que pretendían arrestar
a Cortés y liberar a Moctezuma. El tecutli gordo de Cem-
poala quedó impresionado ante las noticias, pero prefirió
dar la bienvenida a los recién llegados, suministrándoles
víveres durante tres semanas. Los totonacas enviaron los
acostumbrados regalos pero Pánfilo los guardó para sí,
Pánfilo de Narváez. provocando la antipatía de sus seguidores.[119] Debido a
que la zona se encontraba en paz, Ayllón habló bien de
Diego Velázquez, desconociendo aún los últimos sucesos Cortés y los hombres al desconocer los planes de la expe-
en España, confiscó en la isla de Cuba los bienes de Cor- dición comenzaron a inquietarse. Narváez culpó al oidor
tés y de algunos de sus hombres. Organizó un ejército que de la situación y decidió arrestarlo. Vázquez de Ayllón,
constaba de diecinueve embarcaciones, mil cuatrocien- Pedro de Ledesma y algunos simpatizantes de Cortés fue-
tos hombres, ochenta caballos, veinte piezas de artillería ron hechos prisioneros y enviados en un barco con direc-
y mil auxiliares cubanos. Designó a Pánfilo de Narváez ción a Cuba. El oidor no pudo hacer nada frente a los
como capitán con órdenes secretas para arrestar o ma- hombres de Narváez, pero cuando zarparon, amenazó al
tar a Cortés. Cuando Rodrigo de Figueroa, juez de resi- capitán del barco, en el sentido de que si éste obedecía las
dencia de La Española, se enteró de los planes de Veláz- órdenes de ir a Cuba lo condenaría a la horca; por tal mo-
quez, consideró que la pugna no era beneficiosa para la tivo, la embarcación se dirigió hacia La Española. Ahí,
corona y por tal motivo envió al oidor Lucas Vázquez de Vázquez de Ayllón denunció los hechos y envió cartas
Ayllón junto con el alguacil de Santo Domingo Luis de a España detallando la afrenta y el proceder violento de
Sotelo y el escribano Pedro de Ledesma para detener la Narváez. Finalmente, lo sucedido fue contraproducente a
expedición.[118] Vázquez de Ayllón encontró a Narváez los intereses de Diego Velázquez.[119]
en Xaraguas y le ordenó abortar la expedición. Adicio- Una comitiva de Moctezuma, quien estaba sometido, se
nalmente, el 18 de febrero de 1520 notificó directamente puso en contacto con Narváez, y pronto fueron enviados
a Velázquez las órdenes de Figueroa pero el gobernador mensajes al huey tlatoani. Éste albergó nuevas esperanzas
de Cuba prosiguió con sus planes, desatendiendo la peti- de ser liberado y mantuvo en secreto esta comunicación,
ción oficial y desafiando la autoridad de Figueroa. En esa pero no pudo ocultar las noticias de la llegada de las em-
circunstancia, Vázquez de Ayllón decidió viajar simultá- barcaciones. Cortés designó a fray Bartolomé de Olme-
neamente a la Villa Rica de la Vera Cruz para tratar de do y cinco emisarios para indagar las noticias de lo que
negociar un acuerdo. Las embarcaciones zarparon de Cu- ocurría.[120] En la costa, Narváez comisionó a fray Anto-
ba el 5 de marzo de 1520.[119] Poco antes de salir de Cuba nio Ruiz de Guevara y al escribano Alfonso de Vergara
se había extendido una epidemia de viruela en la isla, el para que notificasen a Gonzalo de Sandoval las nuevas
virus fue transportado en la excursión.[119]
16
provisiones de Diego Velázquez: se consideraba a Cor- cionar, pero era tarde. Los sobornos funcionaron, el jefe
tés un traidor y Narváez debía recibir el apoyo de todos de artillería Bartolomé de Usagre había colocado cera en
los españoles. Sandoval, lejos de atender la petición, de- loa cañones, la pólvora se había mojado, los hombres de
cidió apresar a los comisionados y enviarlos de inmedia- Bermúdez no se encontraban en sus puestos y los espías
to a Tenochtitlan. Narváez también envió cartas a Juan de Cortés habían cortado las cinchas de las sillas de los
Velázquez de León pensando, equivocadamente, que el caballos.[120] Tras una breve refriega en lo alto del teocalli,
pariente del gobernador de Cuba sería un aliado.[118] el piquero Pedro Gutiérrez de Valdomar dejó tuerto a
Cortés recibió con halagos a Vergara y Guevara, les pidió Narváez. Pedro Sánchez Farfán llevó al prisionero herido
ante los capitanes Gonzalo de Sándoval, Alonso de Ávi-
disculpas por el trato de Sandoval. El caudillo organizó un
banquete y les regaló oro, ante lo que los comisionados la, y Diego de Ordás, quienes le quitaron las supuestas
provisiones del rey, que resultaron ser tan sólo las ins-
quedaron pasmados. [121] Muy pronto se hicieron amigos
del anfitrión e informaron a éste todos los detalles de la trucciones de Velázquez.[123] Cuando Pánfilo fue llevado
ante Cortés, le dijo «Señor capitán, tened en mucho es-
expedición, olvidaron leer las provisiones de Velázquez
e incluso sugirieron enviar regalos a los hombres de Nar- ta victoria y el haberme preso», a lo que éste contestó:
«Doy gracias a Dios y a mis esforzados caballeros, mas
váez. Cortés los envió de regreso a la costa con una escolta
y una carta de respuesta para Narváez.[120] En contraste, una de las menores cosas que he hecho en esta tierra es
los emisarios de Cortés habían sido arrestados a excep- desbarataros y prenderos».[120] Hubo pocas bajas, no más
ción del clérigo Olmedo, quien se dedicó a describir las de veinte, entre ellas el tecutli gordo de Cempoala Chico-
riquezas de la tierra. Cuando Vergara y Guevara llegaron mácatl, Diego Velázquez «el Mozo» y Alonso Carretero.
a San Salvador, comenzaron a repartir oro de forma se- La mayor parte de los hombres se rindieron convencidos
creta a los hombres de Narváez. La misiva de Cortés con- de la riqueza de las tierras descubiertas y reconocieron
tenía palabras de bienvenida e invitación a los miembros a Cortés como nuevo jefe, incrementando así la fuerza
de la expedición, pero de sorpresa por la nueva designa- militar del conquistador. Entre los auxiliares viajaba un
ción de Narváez.[119] esclavo de raza negra enfermo de viruela.[124] Al terminar
la campaña se desmanteló San Salvador, Juan Velázquez
Ante la expectativa, Cortés salió de Tenochtitlan mar- de León partió hacia Pánuco para poblar la zona con cien
chando con parte de su ejército hacia la costa, dejando hombres y vigilar posibles incursiones de Francisco de
una guarnición de ochenta hombres al mando de Pedro Garay. Un mensajero proveniente de Tenochtitlan infor-
de Alvarado, envió instrucciones a Velázquez de León y mó a Cortés sobre una rebelión en la ciudad, mediante la
Rangel para que se reunieran con él en Cholula para ir cual tenían emboscados a todos los hombres que habían
de manera conjunta hacia Cempoala.[122] Fueron diver- quedado al resguardo de la misma; así mismo, se enteró
sas idas y venidas de mensajeros, Narváez hacía propo- la comunicación secreta que había sostenido Moctezuma
siciones no aceptadas por Cortés pues trataba de despo- con Narváez.[120]
seerlo en favor de Velázquez, y Cortés hacía contrapo-
siciones inaceptables por parte de Narváez, pues justifi-
caba su obediencia de forma directa al rey sin recono- 0.2.8 Matanza del Templo Mayor
cer la autoridad del gobernador de Cuba. Las entrevistas
con mensajeros sirvieron de espionaje, Andrés de Duero Durante la ausencia de Cortés, en Tenochtitlan se debía
ayudó nuevamente a su amigo para sobornar a diferentes celebrar la ceremonia en honor del dios Huitzilopochtli.
oficiales de Narváez.[123] Los hombres de Cortés avanza- Los mexicas pidieron permiso al capitán Pedro de Alva-
ron hacia Mictlancuauhtla y acamparon el 28 de mayo en rado, quien otorgó el permiso correspondiente para llevar
la ribera del río Chachalacas. Pocas horas antes de reali- a cabo la fiesta de Tóxcatl, la cual era un extenso ritual
zar el ataque sus espías informaron los pormenores de las en donde se hacía una estatua de Huitzilopochtli; sacer-
posiciones de los contrincantes. Narváez se encontraba en dotes, capitanes, así como jóvenes guerreros bailaban y
Cempoala, confiado en que no atacarían por las condicio- cantaban desarmados. Alvarado mandó cerrar las salidas,
nes del tiempo.[120] pasos y entradas al patio sagrado, la entrada de Cuauhqui-
A pesar de que el ejército de Cortés era menos numeroso yauac (Águila) en el palacio menor, la de Ácatl iyacapan
que el de Narváez, el ataque sorpresa fue veloz y certero. (Punta de caña), la de Tezcacóac (Serpiente de espejos)
Diego Pizarro con sesenta hombres tenía órdenes de apo- y entonces comenzó la masacre. «Dieron un tajo al que
derarse de la artillería; Gonzalo de Sandoval con ochenta estaba tañendo el tambor, le cortaron ambos brazos y lue-
hombres debía capturar o matar a Narváez; Juan Veláz- go lo decapitaron, lejos fue a caer su cabeza cercenada,
quez de León enfrentaría a las fuerzas de su primo Diego otros comenzaron a matar con lanzas y espadas; corría la
Velázquez «el Mozo», sobrino del gobernador; Diego de sangre como el agua cuando llueve, y todo el patio estaba
Ordás tendría que capturar a las fuerzas comandadas por sembrado de cabezas, brazos, tripas y cuerpos de hom-
Salvatierra; finalmente, Andrés de Tapia y Cortés refor- bres muertos».[125]
zarían con ayuda a cualquiera de los otros capitanes.[123] Fue una gran pérdida porque los asesinados eran los diri-
Cuando Narváez se dio cuenta del ataque trató de reac- gentes que se habían educado en el Calmécac, los vetera-
nos de guerra, los calpixques, los intérpretes de códices.
0.2 La conquista 17
De regreso en la ciudad y tras un enfrentamiento en Muerte del tlatoani Moctezuma Xocoyotzin y el tlacochcálcatl
Iztapalapa, Cortés pudo reunirse con sus compañeros en (jefe de armas) de Tlatelolco, Itzquauhtzin, Códice Florentino.
el palacio de Axayácatl desde el que se defendían de cons-
tantes ataques. De acuerdo a Díaz del Castillo, Cortés ha-
bía llegado con más de mil trescientos soldados, noventa mano de Moctezuma, Cuitláhuac. En esas circunstancias,
y siete caballos, ochenta ballesteros, ochenta escopeteros, Cortés se vio forzado a abandonar la ciudad. Organizó el
artillería y más de dos mil tlaxcaltecas. Pedro de Alva- escape ordenando cargar la mayor cantidad de oro po-
rado había mantenido cautivo a Moctezuma, junto con sible. Para impedir la huida de los españoles, los mexi-
algunos de sus hijos y varios sacerdotes.[128] cas habían desmontado los puentes de los canales en la
ciudad, Cortés utilizó las vigas del palacio de Axaycácatl
Después de estos sucesos ocurrió la muerte de Moctezu- para improvisar puentes portátiles.
ma Xocoyotzin. Fernando de Alva Ixtlilxóchitl afirma que
fueron los españoles quienes asesinaron a Moctezuma por ..«Todo lo cogieron, de todo se adueñaron,
heridas de espada,[129] cosa que niegan los cronistas espa- todo lo arrebataron como suyo, todo se apro-
ñoles. Díaz del Castillo dice que Moctezuma subió a uno piaron como si fuera su suerte. Y después que
de los muros del palacio para que hablara con su gente le fueron quitando a todo el oro, cuando se lo
y los tranquilizara; sin embargo, la multitud enardecida hubieron quitado, todo lo demás lo juntaron,
comenzó a arrojar piedras, una de las cuales hirió a Moc- lo acumularon en la medianía del patio, a
tezuma de gravedad durante su discurso. Moctezuma fue medio patio; todo era pluma fina»..
llevado al interior pero falleció tres días después a causa Historia general de las cosas de la Nueva
de la herida.[130] Su cuerpo y el de Itzcuauhtzin, señor de España.[134]
Tlatelolco, fueron llevados fuera del palacio por dos sir-
vientes del tlatoani y arrojados a la acequia.[131] La convi-
vencia entre Cortés y Moctezuma había creado un víncu- El 30 de junio de 1520 durante la noche, Cortés sa-
lo de amistad y el tlatoani antes de morir pidió a Cortés lió de Tenochtitlan. Ochenta tamemes tlaxcaltecas fue-
que favoreciese a su hijo de nombre Chimalpopoca.[132] ron previstos para transportar el oro y las joyas. Adelante
Al morir, Cortés y los capitanes que habían arraigado a marcharon Gonzalo de Sandoval, Antonio de Quiñones,
Moctezuma entristecieron.[133] Francisco de Acevedo, Francisco Lugo, Diego de Ordás,
El palacio quedó cercado, sin agua, ni alimentos, y el Andrés de Tapia, doscientos peones, veinte jinetes y cua-
Tlahtocan (concejo) eligió como nuevo tlatoani a un her- trocientos tlaxcaltecas. En el centro transportando el te-
18
Xóloc
(San Lucas Xólox)
L. de Apan
Xochimilco
Cuitláhuac.
tlatoani de Tlacopan Totoquihuatzin.[137] Considerando clavizados y se les marcó con hierro candente en la me-
que Cacama había muerto durante los hechos ocurri- jilla una «G» de «guerra».[141] Muchos guerreros tepea-
dos el 30 de junio, la Triple Alianza tuvo nuevos su- cas fueron sacrificados por los tlaxcaltecas sin ninguna
cesores, Coanácoch en Tetzcuco, Tetlepanquetzaltzin en reclamación por parte de Cortés, quien toleró en repeti-
Tlacopan y Cuauhtémoc (Águila que desciende), sobrino das ocasiones las acciones que sus aliados llevaban a cabo
de Moctezuma Xocoyotzin, en Tenochtitlan.[136] a pesar de que éstas eran las mismas que tanto criticó de
[140]
Cuauhtémoc había participado en el episodio de la no- sus enemigos.
che triste como tlacochcálcatl (jefe de armas) y se había El caudillo español fundó la villa de Segura de la Fron-
pronunciado en contra de la actitud pasiva de Moctezu- tera y desde el nuevo emplazamiento dirigió ataques
ma. Debido a que su madre era Tiacapantzin, heredera a las localidades de Quecholac, Huaquechula, Itzocan,
al trono de Tlatelolco, pudo reunir el apoyo de toda la Tecamachalco, Zapotitlán, Izúcar y Chiautla.[142] Varios
ciudad. Cuando fue elegido nuevo tlatoani continuó con pueblos de la zona, entre ellos Huejotzingo y Cuetlaxtlan,
los trabajos de reconstrucción y fortificación la ciudad, prefirieron no oponer resistencia y aceptaron la alianza
pues suponía el regreso de los españoles, envió embaja- con las fuerzas españolas, pero otros como Tecamachalco
dores a todos los pueblos solicitando aliados por medio y Acaptelahuacan fueron casi exterminados. El 30 de oc-
de la disminución o eliminación de tributos. Buscó por tubre, en Segura de la Frontera, Cortés redactó la segunda
segunda ocasión la alianza con el nuevo cazonci purépe- carta de relación, en la cual describió los últimos aconte-
cha Tangáxoan Tzíntzicha, cuyo padre Zuanga también cimientos sin dar gran importancia al revés de Tenoch-
había muerto por la viruela; la negativa del heredero fue titlan. Alonso de Mendoza y Diego de Ordás fueron los
más violenta, los emisarios de Cuauhtémoc fueron asesi- responsables de llevar la misiva, pero zarparon con des-
nados en Tzintzuntzan.[138] tino a la península ibérica hasta marzo de 1521:
quien llevaba una carta de Velázquez dirigida a Narváez. Cortés. Éste decidió dejar partir a los inconformes de re-
El capitán de la nave y la tripulación decidieron unirse a greso a Cuba para evitar posibles sublevaciones y redactó
Cortés. Lo mismo sucedió con una embarcación capita- ordenanzas militares y civiles para controlar a los que se
neada por Rodrigo Morejón. Desde Castilla, Juan de Bur- quedaron.[145]
gos llegó al mando de una embarcación que hizo escala en Las fuerzas españolas comenzaron el avance hacia
las islas Canarias; paralelamente, desde Sevilla llegó Juan Texmelucan acompañadas por un gran contingente de
de Salamanca, quien hizo escala en Santo Domingo.[144] tlaxcaltecas, quienes sumaron diez mil hombres bajo el
En la zona del río Pánuco una expedición dirigida por mando de Chichimecatecle. El objetivo de Cortés fue
Diego de Camargo bajo órdenes del gobernador de realizar un bloqueo a la ciudad de Tenochtitlan. Los
Jamaica, Francisco de Garay, había sido derrotada por pueblos de Huexotla, Coatlinchan, Chalco, Amecameca,
los nativos huastecos. Para colmo, durante el escape una Tlalmanalco, Ozumba, y Mixquic, decidieron apoyar a
de las embarcaciones naufragó. Los sesenta sobrevivien- los españoles proveyéndoles también de alimentos.
tes y Camargo se unieron a Cortés. El gobernador de Ja- Cuando las fuerzas españolas llegaron a Tetzcuco, el tla-
maica envió embarcaciones de apoyo, cincuenta hombres toani Coanácoch huyó hacia Tenochtitlan para reunirse
al mando de Miguel Díez de Aux y cuarenta hombres al con Cuauhtémoc. La población también evacuó la ciu-
mando de Francisco Ramírez «el Viejo». Estos capita- dad, yéndose en parte a Tenochtitlán en miles de barcas
nes, al evaluar la situación, también decidieron unirse a sin que Cortés pudiera evitarlo. Los tlaxcaltecas por su
las fuerzas de Cortés.[140] parte incendiaron el palacio de Nezahualpilli, en el cual
Con el objetivo de controlar la totalidad de la ruta ha- se encontraban los códices texcocanos.[146] Ixtlilxóchitl,
cia la costa oriental, Gonzalo de Sandoval fue designado enemigo y hermano del tlatoani, se convirtió en aliado
para efectuar una nueva campaña en Zautla y Xalacingo. incondicional de los españoles, fue designado señor de la
Con tan sólo ocho bajas españolas, los pueblos fueron so- ciudad, y sobre la base de esto Cortés logró que parte
metidos y al igual que en Tepeaca, los prisioneros fueron de la población volviera. Allí recibió delegados de varias
esclavizados y herrados.[140] localidades de la región comunicando su apoyo a los es-
pañoles.
0.2.12 Avance hacia Tenochtitlan por el oriente Después de ocho días fortificando su recinto en Texco-
co, y sin recibir ataques, Cortés avanzó hacia el sur sobre
Iztapalapa con 15 jinetes, 200 infantes y 5.000 aliados in-
dios, incluyendo un número indeterminado de texcocanos
a las órdenes de Ixtlilxóchitl.[147] Esto implicaba situarse
casi sobre las veredas de acceso a Tenochtitlán. Tomó It-
zapalapa, pero gran parte de los defensores pudieron ser
evacuados en barcas. Por la noche los mexicas abrieron
obras de contención provocando que la ciudad se inun-
de, por lo que Cortés debió evacuar la plaza esa misma
noche, perdiendo las provisiones que había tomado. Al
día siguiente los mexicas envían un ejército por tierra, y
tropas que atacan desde balsas y se retiran cuando los es-
pañoles intentan cargar. Sin poder evitar el hostigamiento
de las barcas, sin atreverse a atacar al ejército de tierra,
que era muy numeroso, y sin alimentos, Cortés opta por
replegarse a Texcoco. Pese a su temor de que haber sido
rechazado evitara que continuaran pasando al bando es-
pañol nuevas ciudades, recibe luego delegados de Otum-
ba y otras poblaciones que le comunican su apoyo.
Al no tener comunicación directa con la costa, Cortés en-
vía a Gonzalo de Sandoval con tropas para escoltar a parte
de las fuerzas tlaxcaltecas a sus tierras, con la ropa obte-
nida por estas como botín, llegar a Veracruz para enviar
Lago de Texcoco, al sur el lago de Xochimilco y sureste lago de correspondencia de Cortés y expulsar a su regreso a la
Chalco con la «isla de Cuitláhuac» (Tláhuac). guarnición mexica de Chalco, desde donde la población
ofrecía pasar al bando español. Por su parte, Cuauhtémoc
Debido a que los tesoros fueron utilizados para conseguir había ordenado cortar las líneas de suministro españolas
los aprovisionamientos y se respetó además el quinto del en Chalco y Huexotla, pues el maíz de la zona era de vital
rey, no hubo reparto de oro para los soldados. Algunos se importancia. Tras alcanzar Veracruz, Sandoval derrotó a
inconformaron, entre ellos se encontraba Andrés de Due- los mexicas en Chalco y regresó a Texcoco. [148]
ro, lo cual provocó el rompimiento de la larga amistad con
0.2 La conquista 21
El 15 de febrero de 1521 Cortés consideró que la cons- sostenerse en Tlacopán, porque las ciudades y campos de
trucción de los bergantines debía terminarse cerca del la- la zona habían sido evacuados, Cortés desandó el camino
go. Un gran número de tamemes y aliados tlaxcaltecas y regresó a la base española en Texcoco. Viendo su reti-
transportaron las tablas desde Tlaxcala hasta las orillas rada, un ejército mexica los siguió, pero la caballería lo
del lago de Texcoco y se excavaron zanjas para poner las emboscó y puso en fuga en Acolman.[147]
embarcaciones en el agua. Las victorias conseguidas por los españoles y el fortaleci-
miento de la alianza con los tlaxcaltecas ya eran noticia en
0.2.13 Campañas militares al norte y occidente de todo el Imperio mexica. Tributarios y enemigos fueron
Tenochtitlan aumentando, lenta pero inexorablemente, las fuerzas de
Cortés. Poblaciones enteras de las comarcas vecinas en-
viaron embajadores de paz para rendir tributo a la corona
española y aliarse en el ataque a Tenochtitlan. La inercia
avasalladora de la irrupción se había generado.[149]
Los nuevos aliados no sólo incrementaron la fortaleza bé-
lica del conquistador a lo largo de esa etapa, sino que
además cumplieron la tarea estratégica de espionaje e in-
formación al alto mando acerca de las concentraciones
y movimientos de las fuerzas enemigas. Viendo sus de-
rrotas en los combates directos con los españoles frente
a Tenochtitlán, Cuauhtémoc contraatacó con tropas en-
viadas a Chalco y Tlalmanalco, en el sur del sistema de
lagos, para asegurar la posesión de la zona, con lo que
obstaculizaban las comunicaciones y vías de suministro
Guerreros Aztecas, Códice Mendoza.
de los sitiadores con Tlaxacala. Cortés envió a Sandoval
que atacó a las guarniciones mexicas en Huastepec y Aca-
Una vez dispuestos los barcos, Cortés realizó una nueva pichtlan tomando los dos pueblos. Tras retirarse Sando-
salida para alcanzar los accesos a Tenochtitlán desde el val a Taxcoco, los mexicas hicieron aún otro intento de
oeste, dando vuleta a la laguna por el lado norte. Lleva- reocupar Chalco. El ejército enviado allí marchó tan rápi-
ba 25 jinetes y 300 infantes, más los aliados tlaxcaltecas. do que llegó antes de que Sandoval pudiera regresar con
Una fuerza mayor que la empleada en la salida hacia Iz- tropas españolas, pero en Chalco fue rechazado por un
tacpalapan. A pocos kilómetros de camino encontraron ejército local y Sandoval al llegar encontró ya la situación
y desbarataron un ejército mexica, en el que fue el úni- resuelta en favor de sus aliados. Con esto el camino más
co combate campal de la salida. A continuación ataca- directo de Tlaxcala a la base española en Texcoco quedó
ron Xaltocan y alcanzaron a entrar en la ciudad, pero al definitivamente abierto, y los españoles dominaron tanto
caer el día se retiraron de ella y acamparon a una legua. el este como el sur de la región de lagos.[147]
En los días siguientes pasaron por Huatullan, que encon-
traron abandonada, y luego por Tenayuca, Cuautitlán y
Azcapotzalco sin encontrar resistencia. Finalmente ata-
0.2.14 Campañas militares al sur de Tenochtitlan
caron Tlacopan, ciudad principal de los tepanecas, don-
de se concentró la resistencia mexica, ya que esta ciudad
era cabecera de los accesos a Tenochititlán desde el oes- En respuesta a las gestiones de Francisco Álvarez Chico
te. Tetlepanquetzaltzin y sus hombres fueron obligados a y Alonso de Ávila, en febrero de 1521 una nueva embar-
replegarse a Tenochtitlán y al día siguiente los españo- cación, procedente de Santo Domingo, ancló frente a la
les quemaron Tlacopán, en venganza por quienes habían Villa Rica de la Vera Cruz. En ella se transportaba arma-
muerto allí en la “Noche Triste”. Durante seis días los mento, pólvora, sesenta caballos y doscientos hombres.
españoles mantuvieron ocupada la ciudad, librando esca- Entre estos se encontraban el tesorero Julián de Aldere-
ramuzas diarias con tropas que venían de Tenochtitlán y te, fray Pedro Melgarejo de Urrea y el licenciado Alonso
avanzando sobre el inicio de la calzada que cruzaba la la- Pérez, quienes habrían de incorporarse a las campañas
guna. Los mexicas los instaban a intentar cruzarla, pero militares.[147]
Cortés no quería repetir la situación de quedar encerrados Estando en Tetzcuco, durante los últimos días de mar-
dentro de Tenochtitlán y se limitó a hostilizar las cabece- zo de ese año, Gonzalo de Sandoval reunió doscientos
ras de la calzada, pidiendo parlamentar con enviados de soldados españoles, veinte jinetes y un gran contingen-
Cuauhtémoc, esperado obtener una rendición. Los mexi- te de aliados chalcas y tlaxcaltecas. Partió en dirección a
cas se negaban a parlamentar, y en una ocasión en que Cuauhnáhuac (Cuernavaca) para confrontar a un ejército
los amenazó con que morirían de hambre en el sitio, des- mexica que se encontraba defendiendo esa posición. El
de la torre de defensa de la calzada le tiraron un pan de lugar era importante para Tenochtitlan debido a que era
maíz, diciéndole que si quería ya tenían acopio de sobra la ruta de comunicación hacia Xochicalco. Sandoval y sus
para ellos. Viendo que no lograba parlamentar, y no podía hombres descansaron en Tlalmanalco y al continuar su
22
avance tuvieron enfrentamientos en Huaxtépec (Oaxte- ron con los objetivos de tomar Churubusco, controlar la
pec) y Chimalhuacán. Un segundo ejército mexica había retaguardia en Tláhuac y Mixquic, y rodear el lago por
reforzado la zona y se había posicionado en Yecapixtla. occidente hasta Tlacopan. De esta forma, se cerró total-
Sandoval decidió regresar a Texcoco.[150] mente el cerco a Tenochtitlan.[147]
Cortés aumentó el contingente con texcocanos y Algunas fuerzas mexicas atacaron en escaramuzas aisla-
huejotzingas; Olid, Tapia y Pedro de Alvarado relevaron das, logrando capturar a algunos soldados más. Cortés
a Sandoval. El siguiente encuentro fue en el peñón de subió a la cúspide de un teocalli para mostrar al tesore-
Tlayacapan. Los capitanes Pedro de Ircio, Andrés de ro Julián de Alderete, la ciudad de Tenochtitlan que se
Monjaraz, Rodríguez de Villafuerte y Francisco Verdugo encontraba a trece kilómetros de distancia. El licenciado
encabezaron el asalto. Ahí los mexicas repelieron el Alonso Pérez, notó cierta melancolía en la expresión del
primer intento, pero días más tarde fueron derrotados conquistador y le dijo:
cuando las fuerzas españolas los rodearon y dejaron sin
agua.[151] «Mira Nerón de Tarpeya
y él de nada se dolía»
amarillos y sucios y hediondos, que era lástima de ver- diabólicas, y tenían grandes lumbres y daban
los...».[160] grandísimos gritos y silbos; y en aquel instante
Por otra parte López de Gómara relató en su crónica que estaban sacrificando a nuestros compañeros de
al final del sitio «los mexicas solo se alimentaban de raí- los que habían tomado a Cortés, que supimos
ces, bebían agua salobre de la laguna, dormían entre los que diez días arreo acabaron de sacrificar a
muertos y estaban en perpetua hedentina, jamás quisieron todos nuestros soldados y al postrero dejaron
la paz».[161] a Cristóbal de Guzmán...».
Historia verdadera de la conquista de la Nueva
España, Díaz del Castillo.[164]
0.2.16 Caída de Tenochtitlan
0.2.17 Restauración de la ciudad y tormento de Entre los conquistadores se realizó la repartición de oro.
Cuauhtémoc Descontando el pago a la corona, el porcentaje de Cortés,
los gastos de expedición y los altos pagos de algunos ca-
pitanes, la suma a repartir entre la tropa sólo alcanzó los
setenta pesos. La cantidad era ridícula, pues en ese tiem-
po una espada tenía un costo de cincuenta pesos.[176] Para
conseguir nuevos tesoros y subir el ánimo de los hom-
bres, Cortés organizó de inmediato nuevas expediciones.
De esta forma evitó una rebelión.[177]
El caudillo español solicitó el envío de frailes o sacer-
dotes evangelizadores. Mientras tanto se estableció en
Coyoacán a donde llegó su mujer, Catalina Juárez «la
Marcaida», quien falleció al poco tiempo.[178] Cuando
en 1522 se recibió en la Nueva España la autorización
correspondiente por parte del rey, Hernán Cortés co-
menzó la asignación de tierras a los soldados y capita-
Tortura de Cuauhtémoc, pintura oscurantista del siglo XIX. nes participantes de las campañas, usando el régimen de
encomiendas.[179]
A Cortés no le interesaba en ese momento la muerte de
Cuauhtémoc. Prefirió utilizar ante los mexicas su reco-
nocimiento como tlatoani, aunque en realidad ya era súb- 0.2.18 Rendición de Michoacán
dito del emperador Carlos V y del propio Cortés. Así lo
hizo con éxito, aprovechando la iniciativa y el poder de Los purépechas eran enemigos de los mexicas, no obstan-
Cuauhtémoc a quién le restituyó el status de noble me- te Cuitláhuac había enviado mensajeros pidiendo ayuda
xica, respetado y bien tratado pero cautivo, para usar su al cazonci Zuanga, quién indiferente ante la situación de
prestigio y autoridad a fin de gobernar a los vencidos, ase- Tenochtitlan, decidió no apoyarlos. Alguno de los men-
gurando la colaboración de los mexicas en los trabajos de sajeros mexicas había llegado enfermo de viruela, lo cual
limpieza y restauración de la ciudad. Lo primero que or- provocó una epidemia en la zona. Zuanga murió a los po-
denó fue restablecer el suministro de agua potable a la cos días a causa de la enfermedad.[180] El sucesor del go-
26
Tuxtpec («En el cerro de los conejos»). Fue Juan Álvarez Chico el encargado de tomar Zacatula
(Guerrero), sin embargo después de establecer una vi-
En la zona de Tuxtepec (Oaxaca) se había instalado una lla, tuvo lugar una sublevación y los españoles fueron
0.2 La conquista 27
tido el pueblo de Oxitipa, fundó la villa de Santiesteban Utatlán.[199] Pronto se dio cuenta que la zona estaba divi-
del puerto (Pánuco). Cortés nombró a Pedro Vallejo co- dida en diferentes pueblos, los quichés, los cakchiqueles,
mo teniente general de la guarnición.[195] mames, pocomames, y zutuhiles. En su afán de con-
Mientras, Garay obtuvo el título de adelantado otorga- quistar la zona se alió con los gobernantes cakchique-
do por la corona española para colonizar la región y par- les Cahi Imox y Beleheb Qat y pudo vencer finalmente
tió nuevamente en una tercera expedición. Ante la sor- a los quichés, que eran liderados por Tecún Umán. Se es-
presa de no encontrar rastro de Camargo y encontrar a tableció en Iximché, de donde salió para enfrentar a los
los soldados de Cortés, su expedición se estableció en zutuhiles en la lago de Atitlán, a quienes también derro-
tó. De esta manera fundó la villa de Santiago de Gua-
Santiesteban del Puerto (Pánuco) con Vallejo. Gonzalo
de Sandoval y Pedro de Alvarado llevaron a Garay a la temala, en las cercanías de Iximché el 25 de julio de
1524. Gonzalo de Alvarado confrontó a los mames en
ciudad de México donde se entrevistó con Cortés, esta-
bleciendo una buena relación y el acuerdo de que el hijo Malacatán, Huehuetenango y Zaculeu sin someterlos[200] del
todo pero logrando una cierta estabilidad en la región.
de Garay se casaría con una hija de Cortés. Sin embargo,
poco después de la navidad de 1523 Garay murió súbita-
mente de dolor de costado (neumonía).[196] 0.2.24 Campaña de Cristóbal de Olid a las Hibue-
Muerto Garay, los capitanes Juan de Grijalva, Gonzalo de ras
Figueroa, Alonso de Mendoza, Lorenzo de Ulloa, Juan
de Medina, Antonio de la Cerda, y Taborda no quisie-
ron obedecer al hijo de Garay y los soldados se amotina-
ron robando mujeres, gallinas y comida a los nativos de
la zona. Los nativos furiosos atacaron a la guarnición y
provocaron muchas bajas a los conquistadores españoles.
De acuerdo a la crónica de Díaz del Castillo, al menos
seiscientos españoles murieron, entre ellos Pedro Valle-
jo. Cortés, que tenía un brazo herido, envió a Gonzalo
de Sandoval con caballería, arcabuceros, aliados tlaxcal-
tecas y mexicas para controlar la sublevación.[197] Las re-
presalias contra los nativos fueron contundentes y a los
españoles amotinados se les amonestó enviándoseles de
regreso a Cuba.[198]
Cristóbal de Olid.
ción fue conocida por Cortés ocho meses más tarde.[203] rió sin lograr el control total de la zona. Cortés nombró
entonces Baltazar de Osorio, quien llegó en 1527, pero
fracasó en su intento de pacificar la provincia.
0.2.25 Campaña en Chiapas
En 1528 Francisco de Montejo llegó a Santa María de la
Victoria con el título de Alcalde Mayor de Tabasco para
También en 1523 Cortés envió a los capitanes Luis Ma-
establecer su real y ejercer su cargo, iniciando una intensa
rín y Diego de Godoy hacia las regiones de Centla,
campaña para someter a los indígenas de la provincia de
Chamula, Coatzacoalcos y Chontalpa debido a que los
Tabasco, logrando pacificar la zona del Grijalva y abrir
tributarios de las encomiendas se encontraban en franca
un camino seguro hacia las Chiapas. En 1530, Montejo
rebeldía.[204] Fueron los zoques, y toztziles quienes ofre-
envió a Alonso de Ávila hacia la zona del Usumacinta,
cieron la mayor resistencia a los españoles, pero poco a
quien cruzó la Selva y logró fundar la villa de Salamanca
poco se fueron tomando las plazas de Chamula, realizán-
de Acalán, pero debido a que era una zona hostil y de difí-
dose un gran avance en la región y reafirmando posiciones
cil acceso, a los pocos meses abandonó la guarnición pa-
en Coatzacoalcos, Chontalpa, Acayucan, Huimanguillo,
ra continuar su campaña en la península de Yucatán.[209]
Cupilco y Xicalango. Cinco años más tarde, en 1528,
Fue hasta 1535 cuando Francisco de Montejo y León «el
Diego de Mazariegos fundó Ciudad Real de Chiapa en
Mozo» pudo finalmente conseguir el control parcial de
la cercanía de Chiapa de Corzo.[205]
la zona de Santa María de la Victoria, siendo nombra-
do por su padre teniente de gobernador de Tabasco. En
0.2.26 Campaña contra los zapotecas 1536 Franciso Gil, lugarteniente de Pedro de Alvarado
incursionó desde Guatemala hacia el oriente de Tabasco
Cortés había asignado a Rodrigo Rangel y a Pedro de Ir- rumbo a Pochutla, siguiendo el cauce del río Usumacinta
cio como responsables en la guarnición de la Villa Rica y fundó la villa de San Pedro Tanoche. Cuando «el Mo-
de la Vera Cruz. Rangel pidió a Cortés la asignación de al- zo» se enteró de este evento avanzó hacia la zona para
guna campaña y poder ganar para sí algún título personal. defender los derechos de su padre.[210] Debido a que la
Fue entonces que le asignó ir a Cimatlán y Talatupán.[206] población se encontraba en medio de la selva, incomuni-
Rangel no era considerado un buen capitán por Cortés, cada, y muy apartada de los centros de abasteciminto, «el
por lo que le apoyó con los mejores soldados para reali- Mozo» dio instrucciones a Lorenzo de Godoy para que la
zar esta campaña. Tras fracasar en el primer intento, el guarnición fuese trasladada a Salamanca de Champotón
5 de febrero de 1524 Rangel inició la segunda campaña y así proseguir con la Conquista de Yucatán. La pacifi-
en la que el resultado le fue favorable.[207] Hernán Cortés cación total del territorio de Tabasco, se lograría después
reportó a Carlos I de España en su cuarta carta de rela- de numerosas campañas militares, hasta 1564 al derro-
ción que los mixtecas y zapotecas tenían lanzas de 25 a 30 tar a los indígenas cimatecos, quienes fueron los últimos
palmos muy gruesas y bien hechas con las cuales habían tabasqueños en rendirse a los españoles.
muerto algunos españoles y que la labor de conquista no
era fácil por ser tierras muy ásperas.[208]
0.2.28 Viaje de Cortés a las Hibueras y muerte de
Cuauhtémoc
0.2.27 Campaña en Tabasco
Enterado Cortés de la rebelión de Cristóbal de Olid, de-
El 25 de marzo de 1519, Hernán Cortés fundó la villa de cidió viajar hacia las Hibueras a pesar de tener pocos es-
Santa María de la Victoria. Al continuar su expedición pañoles en Tenochtitlan. Decidió llevar con él en el viaje,
hacia Veracruz, dejó pocos soldados con escasos basti- como medida preventiva ante una posible sublevación, a
mentos en defensa de la guarnición y pronto fueron de- Cuauhtémoc y otros nobles mexicas.[211]
rrotados por los mayas chontales quienes incendian la po-
blación. En 1523, sale desde la villa del Espíritu Santo, Al cruzar el río Candelaria (afluente del río Grijalva)
Luis Marín quien entabló combates con los indígenas ta- las huestes de Cortés tuvieron que construir una serie de
basqueños en la región de la Chontalpa y Cimatlán, pero puentes para lograr atravesar la zona del actual munici-
no pudo pacificar la zona ni reconquistar la villa de Santa pio de Candelaria, en el actual estado de Campeche. De
María de la Victoria.[205] En un segundo intento el capitán acuerdo a las crónicas de Indias la tarea no fue nada fá-
Rodrigo Rangel con cien soldados, veintiséis ballesteros, cil. En el lugar fue recibido por el batab o halach uinik
escopeteros e indios aliados sostuvo diversos combates de Acalán, llamado Apoxpalón, quién comerciaba cacao,
en Copilco, Zacualco y Cimatlán, sin lograr restablecerel algodón, sal y esclavos. La reunión fue pacífica y el gober-
control en la villa de Santa María. Durante esta campaña nante local ayudó a la expedición a continuar su camino.
militar, en la zona de Cimatán, el cronista Bernal Díaz del Por su parte Cortés le entregó una carta o salvoconducto
Castillo fue herido de gravedad por una flecha en la gar- para mostrar a posibles futuras expediciones españolas,
ganta. Finalmente en 1525, el capitán Juan de Vallecillo en la cual se hacía constar el acuerdo de paz logrado.
cumplió la orden de Cortés, restaurando la guarnición de Poco después Cortés sospechó de una posible sublevación
Santa María de la Victoria, pero Vallecillo enfermó y mu- simultánea por parte de los mexicas tanto en el viaje co-
30
te doce años. En 1537 durante las campañas de conquista de Utrecht desconfiaba de Fonseca, autorizó el nombra-
de Francisco de Montejo, el capitán Alonso de Cáceres miento, pues se encontraba preocupado ante los aconte-
concertó una reunión para negociar la paz, sin embargo cimientos relativos al discurso de la Dieta de Worms que
la reunión fue una trampa y un arcabucero asesinó al di- había pronunciado Martín Lutero.[223]
rigente indígena.[220] En mayo de 1521 llegaron a Sevilla Diego de Ordás y
Llegaron a la villa de Trujillo fuerzas españolas dirigidas Alonso de Mendoza con un cargamento de oro y por-
por Francisco Hernández de Córdoba, fundador de Nica- tando la segunda carta de relación de Cortés. El oro fue
ragua, homónimo del descubridor de Yucatán, que esta- confiscado por la Casa de Contratación, pero los emisa-
ba bajo las órdenes de Pedro Arias Dávila (Pedrarias). Al rios lograron huir y se pusieron en contacto con Francisco
escuchar que la zona era rica en metales preciosos, Cor- de Montejo. Juntos lograron entrevistarse con el cardenal
tés se interesó en las minas y acciones de conquista. Se Utrecht y le mostraron la carta dirigida a Carlos I. En el
encontraba preparando su expedición a Nicaragua cuan- documento, Cortés utilizaba por primera vez el nombre
do llegó fray Diego de Altamirano con noticias acerca de de Nueva España. Había creído conveniente la denomi-
la situación en la ciudad de México, por lo que prefirió nación para bautizar al territorio recién conquistado, de-
cancelar su expedición y regresar por vía marítima a San bido entre otros argumentos, a la similitud de climas con
Juan de Ulúa. Envió a sus soldados a Guatemala para po- España.[224]
blar la zona y dar apoyo a Pedro de Alvarado, y partió de Además de notificar los avances de la conquista, los emi-
la villa de Trujillo, el día 25 de abril de 1526.[221] sarios informaron al cardenal la confiscación del tesoro
que se había efectuado en Sevilla y de las órdenes que
Fonseca había girado para cerrar el paso a Ordás y Men-
0.3 La Nueva España
doza. La desconfianza de Utrecht aumentó, debido a que
también había escuchado rumores de la pretensión del
obispo de Burgos de casar a su sobrina con Velázquez.
Tras las acusaciones, el cardenal investigó los hechos y
ordenó a Fonseca abstenerse de intervenir en los asuntos
de Cortés y Velázquez. Se revocaron las órdenes que ha-
bía emitido el obispo, liberándose también los embargos
de Sevilla.[225]
De cualquier forma, las instrucciones enviadas a Cristó-
bal de Tapia llegaron a Santo Domingo a finales del ve-
rano de 1521. Se ordenaba a Tapia tomar la gobernación
del territorio, sustituyendo del cargo a Cortés. A pesar de
que la Audiencia de la Española no estaba conforme con
la determinación, Tapia viajó a la Villa Rica de la Vera
Cruz y fue recibido por el alcalde Rodrigo Rangel y por
el regidor Bernardino Vázquez de Tapia en diciembre de
Territorio del Virreinato de la Nueva España en su máxima ex- 1521. Se enviaron mensajeros con las nuevas noticias a
pansión. Coyoacán, en donde ya residía Cortés.[226]
Con su acostumbrada diplomacia ante estas situaciones,
La pugna entre Cortés y Velázquez para obtener el de-
Cortés envió una carta de bienvenida al veedor. La misiva
recho de gobernar los territorios conquistados había sido
fue llevada por fray Melgarejo y en ella se explicaba que
estudiada en mayo de 1520, antes de la caída de Tenoch-
los trabajos de conquista no habían sido concluidos, y por
titlan, por el Consejo de Castilla. En esa ocasión se deter-
tanto, se excusaba de no poder asistir a la entrevista per-
minó aplazar el veredicto para que las partes involucradas
sonalmente. Los procuradores de las villas de Vera Cruz
presentaran más pruebas y argumentos.
y Segura de la Frontera, coludidos con el plan, hicieron
Fray Benito Martín siguió transmitiendo quejas de Cor- eco a las aseveraciones de su capitán. De manera atenta
tés al obispo Juan Rodríguez de Fonseca para que éste reconocieron la autoridad de Tapia, así como las instruc-
apoyara a Velázquez, pero la Guerra de las Comunida- ciones reales pero le solicitaron retirarse por el bien de
des de Castilla había atraído la atención de todo el reino. los trabajos de la conquista. Tapia no tuvo más opción
Fue hasta abril de 1521 cuando Fonseca arrestó al pro- que acceder, y zarpó de regreso a La Española.[227] Casi
curador Alonso Hernández Portocarrero bajo la excusa de inmediato arribó procedente de Cuba Juan Bono de
amañada de haber seducido ocho años antes a una mujer Quejo. Velázquez lo había enviado con cartas en las cua-
llamada María Rodríguez. Portocarrero nunca fue puesto les el nombre del destinatario era un espacio en blanco
en libertad y murió en prisión.[222] El siguiente paso del para ser llenado. Los documentos estaban firmados por
obispo de Burgos fue nombrar al veedor de Santo Domin- el obispo Fonseca y en ellos se ofrecían beneficios a quie-
go, Cristóbal de Tapia, como gobernador, sustituyendo la nes aceptaran reconocer a Cristóbal de Tapia como nuevo
capitanía de Cortés. A pesar de que el cardenal Adriano
32
gobernador. Para mala suerte de Velázquez, el veedor se «Motolinía», Francisco de Soto, Martín de Jesús, Juan
había marchado a La Española, en donde había determi- Suárez, Antonio de Ciudad Rodrigo, García de Cisneros,
nado no interferir más, por el bien de la conquista.[226] Luis de Fuensalida, Juan de Ribas, Francisco Ximénez,
En enero de 1522, el cardenal Utrecht fue nombrado su- Andrés de Córdoba y Juan de Palos, conocidos como los
cesor del papa León X. A partir de entonces los asun- doce apóstoles. En 1528 Juan de Zumárraga fue nombra-
tos de Indias fueron atendidos por el tesorero de Castilla, do primer obispo de la Nueva España.
Francisco Pérez de Vargas. El nuevo papa, Adriano VI,
ratificó al emperador Carlos V, la bula Exponi nobis fecis-
ti y la intención de enviar frailes de la orden mendicante
y frailes menores de orden regular a los territorios recién
conquistados por Hernán Cortés.[179]
En marzo de 1522 ya habían llegado noticias del someti-
miento de la ciudad de México-Tenochtitlan. Carlos I or-
ganizó un nuevo comité que fue antecedente del Consejo
de Indias. Confirmó la decisión de Adriano VI, de excluir
al obispo Fonseca de los asuntos de la Nueva España.[228]
Entre los miembros que participaron en esta ocasión es-
tuvo el doctor Diego Beltrán, el licenciado Francisco de
Vargas, el canciller Mercurino Gattinara, el comendador
de la orden de Santiago Hernando de la Vega, el conse-
jero real Lorenzo Galíndez de Carvajal y los consejeros
flamencos Charles de Poupet, señor de la Chaulx, y De
La Roche.[229]
A fin de llegar a conclusiones, el comité analizó las cartas
de Diego Velázquez, las quejas de Vázquez de Ayllón, el
informe de Cristóbal de Tapia, las cartas de Hernán Cor-
tés y las cartas firmadas por los procuradores de la Villa
Rica de la Vera Cruz. Así mismo, se entrevistaron a diver-
sos testigos, entre los más importantes Andrés de Duero,
Benito Martin, Diego de Ordás, Alonso de Mendoza y
Francisco de Montejo.
Detalle de la costa americana en el mapa del cartógrafo portu-
Se determinó que no había razón para que Diego Veláz- gués Diego Ribeiro de 1529.
quez tratara como suya la conquista, pues solamente ha-
bía gastado parte de dinero para financiar la empresa y
Debido en parte a ausencias frecuentes de Cortés y tam-
eso podría ser reembolsado por Cortés, siempre y cuan-
bién a permanentes intrigas, Alfonso de Aragón y de Es-
do el gobernador demostrase que era su propio dinero y
trada, Rodrigo de Albornoz y Alonso de Zuazo sustituye-
no de la corona. Además se concluyó que el documen-
ron a Cortés en varias ocasiones entre 1526 y 1528. De-
to con el que había nombrado a Cortés como capitán no
bido a las mismas intrigas y con el objeto de restar poder
tenía validez pues carecía de autoridad.[229]
a Hernán Cortés, el 13 de diciembre de 1527 se confió el
El 11 de octubre de 1522 se nombró oficialmente a Her- gobierno a la primera Real Audiencia de México, presidi-
nán Cortés como «adelantado, repartidor de indios, ca- da por Beltrán Nuño de Guzmán y cuatro oidores, la cual
pitán general y gobernador de la Nueva España». Cortés entró en funciones los primeros días de 1528. Ese mismo
quedó obligado a reembolsar los gastos erogados por Die- año, Carlos I de España también nombró a Nuño de Guz-
go Velázquez. A este último se le indicó que no volviera mán como gobernador de la provincia de Pánuco y como
a inmiscuirse en los asuntos de Cortés y se le ordenó pre- capitán general de la Nueva España en 1529. El nuevo
sentar una probanza por su conducta.[230] Cuatro días más gobernador se comportó como un acérrimo enemigo de
tarde, el 15 de octubre de 1522, se firmó un decreto real Cortés, llegando al punto de arrestar a Pedro de Alvarado
en el cual fue nombrado Alonso de Estrada como tesorero sólo porque éste hablaba bien del conquistador.
real de la Nueva España, Gonzalo de Salazar como factor,
En 1529 Carlos I ordenó a Cortés regresar a España re-
Rodrigo de Albornoz como contador y Pedro Almíndez
cibiéndole en Toledo. El rey ya no le devolvió el cargo de
Chirino como veedor para ayudar a Hernán Cortés en su
gobernador de Nueva España, pero le nombró «marqués
gobierno.[179]
del Valle de Oaxaca», con veintidós villas y veintitrés mil
Los primeros frailes que viajaron a Nueva España en vasallos.[231] Después de esto Cortés volvió a casarse, esta
1523 fueron Juan de Aora, Juan de Tecto, y Pedro de vez con Juana de Zúñiga, hija del conde de Aguilar y so-
Gante. En mayo de 1524 llegaron a San Juan de Ulúa los brina del duque de Béjar y en 1530 regresó a México con
franciscanos Martín de Valencia, Toribio de Benavente el encargo de organizar expediciones al Pacífico sur.[232]
0.4 Los territorios que vendrían después 33
Nuño de Guzmán comenzó una campaña cruenta, sitian- la expedición de Juan de Grijalva en 1518 y hasta las cam-
do poblados, arrasando cultivos, torturando y ejecutando pañas militares de Hernán Cortés y sus capitanes de 1519
a los jefes de las poblaciones. Quebrantó la paz con el a 1525 el territorio de lo que sería la Nueva España. Fal-
cazonci purépecha Tangáxoan Tzíntzicha a quién asesi- taban algunos territorios por agregarse al creciente domi-
nó. Su pueblo se sublevó y fue sometido. Nuño de Guz- nio español en América del Norte y lo que se conoce hoy
mán continuó su campaña por los actuales territorios de como México:
los estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Aguascalientes y
partes de Sinaloa, Zacatecas y San Luis Potosí, fundan-
do el reino de Nueva Galicia. Fueron siete años hasta que 0.4.1 Baja California
las quejas hicieron que la Corona española lo enjuiciara
y mandara regresar preso y con grilletes a España. Entre 1532 y 1539 se iniciaron los viajes al Golfo de Cali-
fornia en expediciones organizadas por Hernán Cortés sin
El 17 de abril de 1535 se creó el Virreinato de Nueva Es- lograr éxito alguno en la colonización de la península de
paña y Antonio de Mendoza fue nombrado virrey, gober- Baja California.[233] Pasaron alrededor de 150 años hasta
nador, capitán general y presidente de la Real Audiencia que hacia finales del siglo XVII, las Misiones jesuíticas
de México. Durante su período los viajes de exploración en la península de Baja California comenzaron a estable-
fueron apoyados. Hernán Cortés realizó las expediciones cerse y a realizar tareas de evangelización de los pericúes,
a la península de Baja California; en 1540, Francisco Váz- guaycuras y cochimíes. Sin embargo, aun a principios del
quez de Coronado encabezó una expedición a los actuales siglo XVIII, las misiones fueron el blanco de ataque de
territorios del noroeste de México y suroeste de Estados los nativos que habían sido hostigados por los soldados y
Unidos, en 1542 Juan Rodríguez Cabrillo realizó una ex- colonizadores en el episodio conocido como «rebelión de
pedición a las costas de las actuales ciudades de Los Án- los Pericúes».
geles y San Diego en California. Había concluido la con-
quista. Empezaba la época colonial propiamente dicha.
0.4.2 Nueva Galicia
de 1541 siendo accidentalmente arrollado por un caballo No fue sino hasta 1697, cuando Martín de Ursúa pu-
de un jinete español inexperto en Nochistlán. La rebelión do someter a las tribus mayas de los itzáes y los ko´woj
fue sometida hasta 1542.[234] (couohes) en el lago Petén Itzá a donde se habían
retraído.[235]
0.4.3 Yucatán
0.4.4 Nueva Vizcaya y Nuevo México
C. Catoche
Ekab
Dzilam
CHIKINCHEL Isla Mujeres
Yobain Labcah
CEH CALOTMUL
PECH AH KIN
CH Motul CHEL
TAZES
AK
AN T
ecoh
Hocabá
CUPUL EKAB
AH T-Hó Zací
CANUL HOCABÁ Chichén Itzá Polé
Maxcanú Sotuta Cozumel
Tibolón Xel-Há
Becal Mayapán Cobá
Uxmal
Pocboc Maní
Tihosuco Zamá
Hecelchakán TUTUL XIU (T
ulum)
T
enabo
AH
CHU
Kaan Pech
CO
CAN PECH
Chakan Putum
UAYMIL
Chactemal
MAYAS
La expedición de Francisco Vázquez de Coronado, Óleo de
CHACTEMAL
CHONTALES Frederic Remington.
División de señoríos
en el siglo XVI
según Ralph Roys
En 1595 el rey Felipe II autorizó la colonización de los Más avanzado el período colonial de la Nueva España, el
territorios ubicados al norte del río Bravo. En 1598, Juan Nuevo Reino de León se dividió en tres regiones: la colo-
de Oñate cruzó el paso del norte, donde hoy se encuentran nia de Nuevo Santander, que corresponde en gran medida
las ciudades de El Paso y Ciudad Juárez, para dirigirse a al actual estado de Tamaulipas; el propio Nuevo Reino de
los territorios de los actuales estados de Nuevo México y León, que corresponde prácticamente al actual estado de
Texas comenzando de esta manera la colonización y so- Nuevo León y Nueva Extremadura, que es el actual esta-
metimiento de algunos pueblos originarios como los zuñi, do de Coahuila.[240]
hopi, wichita y los acoma.
Al no encontrar las riquezas buscadas avanzó hasta los te-
rritorios actuales de Arizona, Kansas, Oklahoma y golfo 1 Véase también
de California, logrando encontrar algunas minas de plata.
Fue acusado de castigar con fuerza excesiva a los acoma,
• Conquista del Perú
por lo que en 1613 se le desterró a perpetuidad del terri-
torio de Nuevo México. Las minas de plata descubiertas • Conquista de América
no fueron tan atractivas como se esperaba y los prime-
ros colonos fueron abandonando el lugar paulatinamente, • Conquista de Tabasco
pero con la fundación de Santa Fe se logró ampliar «el
camino real de tierra adentro».[238] • Historia de México
[9] Cervantes, op.cit. libro II, cap.I «Desta manera salió Fran- [27] Thomas, op.cit. cap.10, p.164-175
cisco Hernández del puerto de Santiago de Cuba, el cual,
estando ya en alta mar, declarando su pensamiento, que [28] Díaz, op.cit. tomo I, cap.XIX, p.97-100
era otro del que parescía, dixo al piloto: «No voy yo a
[29] García /Lauro de Velázquez, op.cit.
buscar lucayos (lucayos son indios de rescate), sino en de-
manda de alguna buena isla, para poblarla y ser Gober- [30] Cervantes, op.cit. libro II, cap. XIV
nador della; porque si la descubrimos, soy cierto que ansí
por mis servicios como por el favor que tengo en Corte con [31] Pereyra, op.cit. cap. VI, p.48-65 «Desde que Cortés los vi-
mis deudos, que el Rey me hará merced de la gobernación do, hace aparejar un batel con artillería y escopetas o ar-
della; por eso, buscadla con cuidado, que yo os lo grati- cabuces, ballestas y las armas que le convenían, y la gente
ficaré muy bien y os haré en todo ventajas entre todos los de quién más confiaba, y con su vara de alcalde, llégase
demás de nuestra compañía...» (Nota: A las islas Bahamas a tiro de ballesta de tierra, y parado allí, dícele Diego Ve-
se les nombró islas Lucayas, y a los arahuacos se le llamó lázquez: "¡Cómo, compadre!" ¿Así os vais? ¿Es buena ma-
lucayos) nera ésta de despediros de mí?" Respondió Cortés: “Señor,
perdone vuestra merced, porque estas cosas y semejantes,
[10] Landa, op.cit. cap. II, p.48-49 «Que el año de 1517, por antes han de ser hechas que pensadas. Vea vuestra merced
cuaresma, salió de Santiago de Cuba Francisco Hernández qué me manda”. No tuvo Velázquez qué responder, viendo
de Córdoba con tres navíos a rescatar esclavos para las su infidelidad y desvergüenza...»
minas, ya que en Cuba se iba apocando la gente. Otros
dicen que salió a descubrir tierra y...» [32] López de Gómara, op.cit. cap. VII p.14-16
[12] Díaz, op.cit. tomo I, cap. II, p.54-57 [34] Díaz, op.cit. tomo I, cap.XXI, p.102-104
[13] Díaz, op.cit. tomo I, cap.III a V, p.57-65 [35] Nota: De acuerdo al historiador Hugh Thomas el docu-
mento era una «licencia y facultad para que podáis descu-
[14] Pereyra, op.cit. cap.IV, p.39 «Velázquez pudo mentir a sus brir y descubráis, a vuestra costa, qualesquier yslas e tie-
anchas, pues muerto Francisco Hernández de Córdoba, no rras e tierra firme que hasta aquí no están descubiertas», lo
hubo quien le atajase en su carrera de explorador seden- cual lo mantenía como lugarteniente de Diego Colón. El
tario. El descubridor de Yucatán se proponía ir a la corte, nombramiento de «adelantado» fue firmado hasta mayo
quejarse ante los reyes y demostrar que él con sus dineros de 1519. La conquista de México (ISBN 970-690-163-9,
y los de Cristóbal Morante y Lope Ochoa de Caicedo ha- cap.15); De acuerdo a Mario Sánchez-Barba el documen-
bía formado la armada, cuya dirección tomó a su cargo to recibido era tan sólo una autorización como «lugarte-
con tanto peligro. Velázquez no era sino un impostor que niente de Colón», pues el nombramiento de «adelantado»
se alzaba tiránicamente con sus trabajos...» no se conseguiría sino hasta mayo de 1519, Cartas de re-
lación (ISBN 84-492-0352-X, pag.16-17); De acuerdo a
[15] Thomas, op.cit. cap.8, p.128-148 Francisco Fuentenebro Zamarro, el documento era el pro-
pio nombramiento de «adelantado», Segovianos en el Des-
[16] Vázquez Chamorro / Díaz, op.cit. p.37-57
cubrimiento de América ISBN 84-604-0591-5, pág. 37)
[17] Díaz, op.cit. tomo I, cap. VIII, p.72-76
[36] Thomas, op.cit. cap.11, p.179-192
[18] Cervantes, op.cit. libro II, cap.VI [37] Prescott, op.cit. lib.II cap. III, p.125
[19] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XI, p.79-81 [38] Díaz, op.cit. tomo I, cap.XXII a XXIV, p.105-113
[20] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XII, p.82-83 [39] Muñoz, op.cit. libro I, cap. XIV
[21] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XIV, p.86-88 [40] Muñoz, op.cit. libro I cap. XIII
[22] Sahagún, op.cit. libro doceno, cap. II, p.702-703 [41] Muñoz, op.cit. libro II cap. I
[23] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XVI, p.90-93 [42] Sahagún, op.cit. libro doceno, cap. I
[24] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XV, p.88-89 [43] León, op.cit. Cap.I
[25] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XVII, p.93-94 [44] León, op.cit. Cap.II
[26] Solís, op.cit. libro I, cap. VIII, p.38-40 «cuando llegó Juan [45] Sahagún, op.cit. Libro Dozeno, cap. III, p.703
de Grijalva, y le halló tan irritado como pudiera esperar-
le agradecido. Reprendióle con aspereza y publicidad, y él [46] «"Los conquistados"». arteHistoria Junta de Castilla y
desayudaba con su modestia sus disculpas, aunque le puso León. Consultado el 27 de noviembre de 2008.
delante de los ojos su misma instrucción, en que le ordena-
[47] Díaz, op.cit. tomo I, cap.CII, p.374-376
ba que no se detuviese a poblar: pero estaba ya tan fuera
de los términos razonables con la novedad de sus pensa- [48] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XXV, p.113-115
mientos, que confesaba la orden, y trataba como delito la
obediencia...» [49] Díaz, op.cit. tomo I, cap. VIII, p.75
2.1 Notas 37
[50] López de Gómara, op.cit. cap. X, p.19-21 [83] Pereyra, op.cit. cap.IX, p.104-106 Nota: El barrenado de
las naves consta en todas las crónicas de Indias, en proban-
[51] López de Gómara, op.cit. cap.XIII, p.24-25 zas y declaraciones de los protagonistas; Antonio de Solís
comparó este hecho con Agatocles quemando su flota en
[52] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XXVII, p.116-120 Sicilia; López de Gómara comparó a Cortés con Omich
Barbarroja quien quebró siete galeotas para tomar Bujía;
[53] López de Gómara, op.cit. cap. XII, p.22-24 Prescott evocó a Juliano cuando puso fuego a la flota en
el Tigris; pero la leyenda de la «quema de naves» se de-
[54] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XXIX, p.121-124
be al historiador novohispano del siglo XVI Juan Suárez
[55] Díaz, op.cit. tomo I, XXX, p.124 Peralta, quien en su crónica desfiguró los hechos con total
desenvoltura.
[56] López de Gómara, op.cit. cap. XVIII, p.28-31
[84] Díaz, op.cit. tomo I, cap.LVIII, p.206-208
[57] Thomas, op.cit. cap.12, p.193-210
[85] Solís, op.cit. libro 1, cap. XIV, p.104-106
[58] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XXXIV, p.135-138 [86] Díaz, op.cit. tomo I, cap. LXI, p.212-213
[59] Menéndez, op.cit. [87] Thomas, op.cit. cap.16, p.264-278
[60] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XXXVII, p.145-148 [88] Pereyra, op.cit. cap. X, p.109-126
[61] Díaz, op.cit. tomo I, cap. LXXIV, p.258; Muñoz, op.cit. [89] Enciclopedia de los municipios de México. «Tlaxcala-
libro II cap. II Historia». Consultado el 28 de noviembre de 2008.
[62] Conner, Michael. «Malinche: ¿Creadora o traidora?». [90] López Austin, op.cit.
Consultado el 27 de noviembre de 2008.
[91] Solís, op.cit. libro II, cap. XVI, p.109-112
[63] Thomas, op.cit. cap.13, p.211-223
[92] Thomas, op.cit. cap.17, p.279-288
[64] León, op.cit. Cap.III [93] Muñoz, op.cit. libro II cap. IV y V
[65] Sahagún, op.cit. Libro Dozeno, cap. IV, p.703-705 [94] Solís op.cit. libro III, cap.VI, p.144-147
[66] López de Gómara, op.cit. cap. XXVII, p.43-44 [95] Muñoz, op.cit. libro II, cap. V
[67] Díaz, op.cit. tomo I, cap. XLII, p.162-165 [96] Díaz, op.cit. tomo I, cap. LXXXII, p.278-281
[68] Díaz, op.cit. tomo I, cap.XLIII, p.165-167 [97] López de Gómara, op.cit. cap. LIX, p.90-91
[69] Thomas, op.cit. cap.14, p.224-241 [98] Díaz, op.cit. tomo I, cap. LXXXIII, p.281-295
[70] López de Gómara, op.cit. cap. XXX, p.47-48 [99] Thomas, op.cit. cap.18, p.289-303 .."Los aliados indios
disfrutaron obviamente de la oportunidad y “mataron mu-
[71] Cortés / Hernández, op.cit. Primera carta p.43-81 cha e servieron muy bien como bueno e leales vasallos de su
majestad”, comentaría en 1565 un conquistador sevillano,
[72] Thomas, op.cit. cap.15, p.242-263 Martín López.[74]. Dos días más tarde Cortés puso fin al
saqueo de la ciudad.[75] Muchas gentes fueron apresadas
[73] Thomas, op.cit. cap.23, p.379-400 y llevadas al sacrificio en Tlaxcala; sólo los escasos cholul-
tecas que habían colaborado con los foráneos se libraron...
[74] Colón y Moniz / Falcó, op.cit. Tal vez Cortés pretendiera matar sóa a unos cuantos seño-
res de Cholula; pero, una vez iniciado el derramamiento
[75] Baez-Jorge, Félix (2009). «Cempoala, Veracruz». Ar- de sangre, algo como una sed sanguinaria se apoderó de
queología mexicana XVII (99). p.36. sus hombres y éstos mataron a cientos de indios. Ninguno
de los conquistadores que participaron en el acontecimien-
[76] López de Gómara, op.cit. cap. XXXIV, p.54-55
to parece haber realmente deseado hablar posteriormente
de él”..
[77] López de Gómara, op.cit. cap. XXXIII, p.52-54
[100] López de Gómara, op.cit. cap. LX, p.91-92 .."Mandó ma-
[78] Pereyra, op.cit. cap. IX, p.86-106
tar a algunos de aquellos capitanes, y los demás los dejó
[79] Díaz, op.cit. tomo I, cap. LI, p.185-190 atados. Hizo disparar la escopeta, que era la señal, y arre-
metieron con gran ímpetu y enojo todos los españoles y sus
[80] López de Gómara, op.cit. cap. XLIV, p.67-70 amigos a los del pueblo. Hicieron conforme al apuro en
que estaban, y en dos horas mataron más de seis mil. Man-
[81] Solís, op.cit. libro II, cap. IX a X, p.91-96 dó Cortés que no matasen niños ni mujeres. Pelearon cinco
horas, porque, como los del pueblo estaban armados y las
[82] López de Gómara, op.cit. cap. XLI, p.64-65 calles con barreras, tuvieron defensa. Quemaron todas las
38 2 REFERENCIAS
casas y torres que hacían resistencia. Echaron fuera toda [121] Solís, op.cit libro IV, cap.VI, p.213-217
la vecindad; quedaron teñidos en sangre. No pisaban más
que cuerpos muertos..Se saqueó la ciudad. Los nuestros to- [122] Vázquez / Tapia, op.cit. p.109-115
maron el despojo de oro, plata y pluma, y los indios amigos
mucha ropa y sal, que era lo que más deseaban, y destru- [123] Thomas, op.cit. cap.25, p.412-426
yeron cuanto les fue posible, hasta que Cortés mandó que
[124] López de Gómara, op.cit. cap. CII, p.145 «Costó esta gue-
cesasen”.. rra muchos dineros a Diego Velázquez, la honra y un ojo
[101] Díaz, op.cit. tomo I, cap. LXXXVII, p.304-309 a Pánfilo de Narváez, y muchas vidas de indios que mu-
rieron, no a fierro, sino de dolencia; y fue que, como la
[102] Pereyra, op.cit. cap. XII, p.131-137 gente de Narváez salió a tierra, salió también un negro con
viruelas; el cual las pegó en la casa que lo tenían en Cem-
[103] Anales de Tlatelolco. 1528 Ap III: 6 poallan, y luego un indio a otro; y como eran muchos, y
dormían y comían juntos, cundieron tanto en breve, que
[104] Chimalpahin, Obras Históricas 1606-1631 Septima Rela-
por toda aquella tierra anduvieron matando...»
ción (1963: 141-142: VII, 188r-189r) (Ap III: 10)
[125] Sahagún, op.cit. libro doceno cap. XX, p.715-716
[105] Thomas, op.cit. cap.19, p.304-326
[126] Pereyra, op.cit. cap. XVI, p.167-176
[106] Solís, op.cit. libro III cap. XI, p.160-163
[107] Thomas, op.cit. cap.21, p.345-358 [127] Thomas, op.cit. cap.26, p.427-438
[108] Solís, op.cit. libro III, cap.XVIII, p.183-187 [128] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXXV p.70-75
[109] Cortés / Hernández, op.cit. “Segunda Carta” p.125 .."que [129] León Portilla, 1979: 87.
convenía al real servicio de vuestra majestad y a nuestra
[130] Díaz del Castillo, op. cit.: 252.
seguridad, que aquel señor (Moctezuma) estuviese en mi
poder y no en toda su libertad, porque no mudase el propó- [131] Sahagún, op.cit. libro XII, cap. XXIII, p.762-763«A los
sito y voluntad que mostraba en servir a vuestra majestad, cuatro días de haber sido arrojados del templo, vinieron
mayormente que los españoles somos algo incomportables los españoles a echar los cuerpos de Moctecuhzmoa y de
e importunos y porque enojándose nos podría hacer mucho Itzquauhtzin, ya habían muerto, a la orrilla del agua en
daño y tanto, que no hubiese memoria de nosotros según su un sitio denominado Teoáyoc, por estar allí una imagen
gran poder”.. labrada en piedra de una tortuga...»
[110] Cortés / Hernández, op.cit. “Segunda Carta” p.127 .."Y [132] Vázquez / Vázquez, p.138 op.cit. «...y el moría presto; que
asimismo les pregunté si lo que allí se había hecho había pedía por merced al marqués favoreciese y mirase por su
sido por su mandado y dijeron que no, aunque después, hijo Chimalpopoca, que aquél era su heredero y el que ha-
al tiempo que en ellos se ejecutó la sentencia que fuesen bía de ser señor, y le suplicaba que los servicios y buenas
quemados, todos a su vez dijeron que era verdad que el di- obras que le había hecho, se las pagase haciendo bien y
cho Mutezuma se lo había enviado a mandar y que por su favoreciendo a su hijo. El marqués se lo prometió...»
mandado lo habían hecho”..
[133] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXXVI, p.79, .«..Y Cortés lloró
[111] Pereyra, op.cit. cap. XIV, p.143-156
por él, y todos nuestros capitanes y soldados, y hombres
[112] Thomas, op.cit. cap.22, p.359-376 hubo entre nosotros, de los que le conocíamos y tratábamos,
de que fue tan llorado como si fuera nuestro padre, y no nos
[113] Díaz, op.cit. tomo I, cap.CII a CIV, p.374-384 hemos de maravillar de ello viendo qué tan bueno era...»
[114] Exploradores y viajeros por España y el Nuevo Mundo, [134] Sahagún, op.cit. libro doce, cap. XVIII, p.755-756
Cervantes Virtual. «Pedro de Alvarado». Consultado el León, op.cit. cap.VIII
28 de noviembre de 2008. «.."Pero junto a sus cualidades
militares, Alvarado también se mostraba como un hombre [135] Orozco y Berra, op.cit. vol.IV pp.391
cruel y ambicioso, manifestadas en su afán por saquear los
tesoros de México y Tezcoco, para cuya obtención, según [136] Pereyra, op.cit. cap.XVII, p.177-183
acusación de Vázquez de Tapia, no dudó en torturar al rey
[137] Sahagún, op.cit. libro XII, cap.XXIX, p.770-771; León,
Cacama”..».
op.cit. cap. XI ..«Cuando se fueron los españoles de Méxi-
[115] Solís, op.cit. libro IV, cap.IV, p.206-209 co y aún no contra nosotros se preparaban los españoles,
primero se difundió entre nosotros una gran peste, una en-
[116] Thomas, op.cit cap.23, p.379-400 fermedad general...era muy destructora enfermedad, mu-
chas gentes murieron de ella, ya nadie podía andar, no más
[117] Solís, op.cit. libro III, cap.I, p.129-132 estaban acostados, tendidos en su cama...muchos murieron
de ella, pero muchos solamente de hambre murieron; hubo
[118] Solís, op.cit libro IV, cap.V, p.209-213
muertos por el hambre: ya nadie tenía cuidado de nadie,
[119] Thomas, op.cit. cap.24, p.401-411 nade de otro se preocupaba»
López de Gómara, op.cit. cap. CII, p.145-145 ...«En las
[120] Pereyra, op.cit. cap. XV, p.156-167 más casas morían todos, y en muchos pueblos la mitad,
2.1 Notas 39
que como era nueva enfermedad para ellos,...y por mara- [152] López de Gómara, op.cit. cap.XXIX, p.182-184
villa escapaba hombre que las tuviese,...cayeron pues ma-
las (las mujeres) de las viruelas, y faltó el pan, y perescie- [153] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXLV, p.188-202
ron muchos de hambre. Hedían tanto los cuerpos muertos,
[154] Thomas, op.cit. cap.32, p.533; Pereyra, op.cit. cap.18,
que nadie los quería enterrar..llamaron los indios a este
p.190; Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXLV, p.200
mal huizauatl»
Vázquez / Aguilar, p.191 op.cit. ..«Juntamente con esto fue [155] Díaz, op.cit. tomo II, cap. CXLVI, p.202-204
nuestro Dios servido, estando los cristianos harto fatigados
de la guerra, de enviarles viruelas, y entre los indios vino [156] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXLIX a cap.CL, p.209-222
una grande pestilencia como era tanta la gente que dentro
estaban, especialmente mujeres, porque ya no tenían que [157] Solís, op.cit. libro V, cap.XIX, p.329-332
comer. Y nos acontecía a los soldados no poder andar por [158] Thomas, op.cit. cap.33, p.537-559
las calles de los indios heridos que había de pestilencia,
hambre y también viruelas, todo lo cual fue causa de que [159] Cortés / Hernández, op.cit. «Tercera carta» p.236-237
aflojasen en la guerra y de que no peleasen tanto»
Vázquez / Vázquez, op.cit. p.141 ..«En esta sazón vino una [160] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CLVI, p.274-285
pestilencia de sarampión y víroles (viruela) tan recia y tan
[161] López de Gómara, op.cit. cap.CXLIV, p.206-207
cruel que creo murió más de la cuarta parte de la gente de
indios que había en toda la tierra, la cual muy mucho nos [162] Orozco Linares, op.cit. cap.12, p.245-246
ayudó para hacer la guerra y fue causa que mucho más
presto se acabase, porque como he dicho, en esta pestilen- [163] Cortés / Hernández, op.cit. «Tercera carta» p.260 «Y co-
cia murió gran cantidad de hombres y gente de guerra y mo yo estaba muy metido en socorrer a los que se ahoga-
muchos señores y capitanes y valientes hombres, con los ban, no miraba ni me acordaba del daño que podía reci-
cuales habíamos de pelear y tenerlos por enemigos; y mila- bir, y ya me venían a asir cierto indios de los enemigos, y
grosamente Nuestro Señor los mató y nos los quitó delante» me llevaran si no fuera por un capitán de cincuenta hom-
bres, que yo traía siempre conmigo, y por un mancebo de
[138] Thomas, op.cit. cap.31, p.501-512 su compañía, el cual, después de Dios, me dio la vida, y
por dármela como valiente hombre, perdió allí la suya...»
[139] Thomas, op.cit. cap.29, p.463-481
[164] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CLIII, p.257-258
[140] Thomas, op.cit. cap.30, p.482-500 «...esta campaña fue a
la vez la más tediosa, la más brutal, la más importante y la [165] Sahagún, op.cit. libro XII, cap. XXXIX, p.785
más olvidada de las que libró Cortés en la Nueva España.
En el curso de ella dominó a más de la mitad del país, [166] Códice Florentino, Sahagún. 1979: III, XII, 40 1578-1580
destruyó los nexos de los mexicas con la costa oriental, les
[167] Códice Telleriano-Remensis 1562-1563 2v
cortó la fuente de los vegetales y las frutas tropicales tan
preciados y, por medio del temor que inspiraba, obligó a [168] León, op.cit. cap.XIII
miles de indios a apoyarle y a aceptar ser vasallos del rey
de España. Además estableció una base segura...» [169] Cortés / Hernández, op.cit. «Tercera carta» p.284
[141] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXXX, p.104-108 [170] López de Gómara, op.cit. cap. CXLIV, p.206-207
[142] Vázquez / Vázquez, op.cit. p.141-145 [171] Thomas, Hugh op.cit. cap.35, p.584
[143] Cortés / Hernández, op.cit. «Segunda carta», p.177-178 [172] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CLVII, p.285-294
[144] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXXXVI, p.126-133 [173] López de Gómara, op.cit. cap.CXLVI, p.208-209
[145] García / Cortés (2) op.cit. [174] Vázquez /Vázquez, op.cit. p.141
[146] Thomas op.cit. cap.31, p.501-512 [175] López de Gómara, op.cit. cap. CXLVII, p.209
[147] Thomas op.cit. cap.32, p.513-534 [176] Thomas, Hugh op.cit. cap.36, p.587-603
[148] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CXLII, p.166-174 [177] Thomas, Hugh op.cit. cap.37, p.604-618
[149] Cortés / Hernández, op.cit. Tercera Carta p.223 ..«El jue- [178] García / Cortés (1), op.cit.
ves (4 de abril de 1521) antes vinieron a Tesuico ciertos [179] Thomas, op.cit. cap.39, p.626-643
mensajeros de las provincias de Tazapan, Mascalcingo y
Nauta, y de otras ciudades que están en su comarca, y di- [180] Anónimo (Alcalá) / Cabrero, op.cit. cap. XXII, p.258-261
jéronme que se venían a dar por vasallos de vuestra ma-
jestad, y a ser nuestros amigos, porque ellos nunca habían [181] México Desconocido; Pasajes de la Historia No. 8 Tariá-
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[217] Cortés / Hernández, op.cit. «Quinta carta» p.389 «En este
[189] Romero, op.cit. Primera parte pueblo, digo en aquellas labranzas, quedó un caballo que
se hincó un palo por el pie y no pudo andar; me prometió
[190] García / Cortés (3), op.cit.
el señor curarlo, no sé lo que hará...»
[191] López de Gómara, op.cit. cap. CLI, p.212-213
[218] López de Cogolludo, op.cit. libro IX cap.IX
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cruz. Consultado el 28 de noviembre de 2008. [224] Cortés / Hernández, op.cit. «Segunda carta» p.189-190
«Por lo que yo he visto y comprendido cerca de la simili-
[196] López de Gómara, op.cit. cap. CLVI, p.219-220 tud que toda esta tierra tiene a España, así en la fertilidad
[197] Díaz, tomo II, cap. CLXII, p.327-345 como en la grandeza y fríos que en ella hace, y en otras
muchas cosas que la equiparan a ella, me pareció que el
[198] Monroy; Calvillo, op.cit. cap.III más conveniente nombre para esta dicha tierra era llamar-
se la Nueva España del mar Oceáno; y así, en nombre de
[199] López de Gómara, op.cit. cap. CLVIII a CLIX, p.221-225 vuestra majestad se le puso aqueste nombre. Humildemente
suplico a vuestra alteza lo tenga por bien y mande que se
[200] Díaz, op.cit. tomo II, cap. CLXIV, p.348-356 nombre así...»
[201] López de Gómara, op.cit. cap.CLXX, p.234
[225] Solís, op.cit. libro V, cap.VII, p.291-294
[202] López de Gómara, op.cit. cap.CLXXI, p.234-236
[226] Thomas, op.cit. cap.37, p.604-618
[203] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CLXV, p.357-361
[227] Pereyra, op.cit. cap.XIX, p.203-223
[204] López de Gómara, op.cit. cap.CLX, p.225
[228] López de Gómara, op.cit. cap. CLXV
[205] Díaz, op.cit. tomo II, cap. CLXVI, p.361-381
[229] Solís, op.cit. libro V, cap.VIII, p.294-297
[206] Díaz, op.cit. tomo II, cap.CLXIX, p.400-411
[230] Thomas, op.cit. cap.39, p.628-629 (referenciado con AGI,
[207] López de Gómara, op.cit. cap. CLXII, p.226 Indif. Gen., leg. 420, lib. 8 ff.314-315/ AGI, Justicia, leg.
220, p.2,f.128/ CDI, XXVI, 59-65)
[208] Cortés / Hernández, op.cit. “Cuarta carta”, p.330-338
[231] López de Gómara, op.cit. cap. CXCIII, p.272-273
[209] Pons, op.cit p.XIII
[232] López de Gómara, op.cit. cap. CXCIV, p.273
[210] Scholes, op.cit. p.117
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paintings from the Indians (Gallica-BNF) Artista original: Francesco Saverio Clavigero
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User:JEDIKNIGHT1970 Artista original: Modified by historicair 16:31, 8 September 2007 (UTC)
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