Impacto Ambiental
Impacto Ambiental
Impacto Ambiental
TESIS DOCTORAL
2014
Fotografía de portada: Adelaide Hills Quarry
Por cortesía de Ersu, www.flickr.com/photos/ersu99, bajo Licencia Creative Commons
A Lucía y a María, porque
se lo merecen todo y más.
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar quisiera agradecer al Dr. Juan Herrera Herbert, Director de esta Tesis Doctoral,
su dedicación, apoyo y asesoramiento desde la concepción de la misma hasta su conclusión.
A mis padres, que siempre han estado ahí, apoyándome en mis decisiones y han sabido dar el
consejo necesario en cada momento.
A mis hermanos, con los que he compartido tanto y que siempre me han ayudado y han dado
tantos y tan buenos consejos. Con los que siempre se ven más cerca las estrellas.
Al resto de mi familia, por hacerme saber que siempre están cuando se les necesita.
A mis amigos, a todos, que no enumero para no olvidarme de ninguno, que a pesar de
habernos visto menos sé que siempre están ahí. Ahora espero poder devolverles muchas
visitas.
A Lucía, compañera de todo, que sin su apoyo continuo en todos los sentidos no hubiera sido
posible haber llegado hasta este punto.
A María, que es capaz de hacer que uno se olvide de todo solo con una sonrisa.
Índice
ÍNDICE
RESUMEN.....................................................................................................................................1
ABSTRACT.....................................................................................................................................3
1. INTRODUCCIÓN....................................................................................................................7
2. OBJETIVOS Y ALCANCE.......................................................................................................11
3. ANTECEDENTES..................................................................................................................13
i
Índice
3.7.2. Subsidencia.........................................................................................................72
3.7.6. Ruido..................................................................................................................84
3.7.9. Residuos...........................................................................................................108
4. METODOLOGÍA.................................................................................................................115
5. RESULTADOS....................................................................................................................149
i
Índice
6. CONCLUSIONES................................................................................................................177
7. REFERENCIAS....................................................................................................................181
i
Índice de
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1: Modelo de gestión y control centralizado de operaciones............................................8
Figura 13: Afección de varios proyectos mineros sobre un mismo área sensible......................67
Figura 14: Afección de varios proyectos mineros sobre un mismo área sensible pertenecientes
a diferentes países.....................................................................................................................67
Figura 15: Impactos de las labores mineras y sus residuos en las aguas subterráneas y
superficiales...............................................................................................................................75
Figura 17: Niveles de sonido típicos asociados con maquinaria de minería de superficie.........85
Figura 18: Diagrama de trabajo para la estimación del nivel de ruido en explotaciones mineras
..................................................................................................................................................... 88
v
Índice de
Figura 30: Relación entre fases y toma de decisiones en el desarrollo de un proyecto minero
................................................................................................................................................... 116
Figura 32: Aspectos que intervienen en la selección del método de explotación [60].............120
Figura 33: Análisis ambiental centrado en las fuentes generadoras de impacto ambiental....120
Figura 34: Análisis ambiental centrado en las áreas receptoras de impacto ambiental...........121
Figura 36: Modelo cualitativo de cambios en el paisaje en función de la fase del proyecto
minero......................................................................................................................................136
v
Índice de
Figura 57: Carácter dinámico del nivel de impacto ambiental. Caso de Estudio......................172
v
Índice de
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1: Aplicabilidad de las herramientas utilizadas para la apreciación del riesgo.................43
Tabla 9: Consumo medio de diesel en grandes minas a cielo abierto de todo el mundo...........82
i
Índice de
Tabla 25: Duración temporal de las fases de los proyectos del caso de estudio......................167
x
Resum
RESUMEN
Para asegurar una protección del Medio Ambiente que sea efectiva, existe un amplio abanico
de técnicas y herramientas entre las que destaca la Evaluación de Impacto Ambiental, que es
una de las más ampliamente empleadas y aceptadas, tanto por la industria como por los
organismos reguladores. Esta herramienta presenta muchas ventajas para la adecuada gestión
de los impactos ambientales producidos por un determinado proyecto, pero también adolece
de desventajas, debidas en gran medida a la aplicación de criterios e indicadores de carácter
subjetivo. Por este motivo y, bajo determinadas condiciones, resulta difícil establecer
comparaciones entre explotaciones mineras como forma de poder estimar las potenciales
cargas ambientales que cada una puede llegar a generar.
El desarrollo de esta Tesis Doctoral trata de contribuir a la mejora del proceso de Evaluación de
Impacto Ambiental cuando lo que se analizan son precisamente el caso singular de las
explotaciones mineras, estableciendo para ello una metodología de trabajo basada en la
aplicación de modelos comparativos y cuantificables que sean de aplicación en el proceso de
gestión ambiental de una o varias explotaciones, aportando mayor información a la gestión de
los impactos acumulativos en una determinada región. El punto de vista empleado en su
desarrollo ha estado basado en la premisa de la búsqueda de indicadores que puedan
establecerse de modo previo al comienzo de la explotación.
1
Abstra
ABSTRACT
The production of mineral resources is an essential activity for the development of modern
society. Furthermore, industry tackles the need to maintain a high ratio of mineral production
to meet the needs of society. This required production with the need to ensure the level of
protection of the environment makes it necessary that mining operations have to be managed
under different points of view merged under the idea of sustainability.
To ensure an effective protection of the environment there is a wide range of techniques and
tools, such as the Environmental Impact Assessment, which is one of the most widely used and
accepted tools both by industry and by regulators. This tool has many advantages for the
proper management of environmental impacts caused by a project, but also has many
disadvantages, largely due to the application of certain criteria and indicators sometimes with
subjective views. Therefore, under certain conditions it is difficult to make comparisons
between mining operations to estimate potential environmental charges that each can
generate.
In addition, this Thesis contributes equally to the representation of the evolution with time of
the environmental impacts of mining operations, issue that is not completely covered by the
classical environmental assessment methods and it contributes to provide information for the
adopting of mitigation measures to potential environmental loads, depending on the status of
the project developed.
To illustrate the contribution of the developed methodology a case study has been carried out
in which two different mining operations located in the same area have been selected, to
establish the potential environmental impact of each on a certain point.
3
Publicacion
Los resultados de la presente Tesis Doctoral han sido publicados en los siguientes Congresos
Internacionales.
Castilla-Gomez J., Herrera-Herbert J., Qinglong Z., "Noise pollution in mining operations:
Prediction of noise impact on environment caused by mining machinery", 14th SGEM
Geoconference on Ecology, Economics, Education and Legislation, Albena, Bulgaria, 2014, pp.
481-488, ISBN: 9786197105179,DOI: 10.5593/sgem2014B51.
Castilla-Gomez J., Herrera-Herbert J., "Environmental risk assessment in open pit blasting
operations: Compliance with ISO 31010" in 22nd World Mining Congress & Expo, Estambul,
Turquía, 2011, ISBN: 9786050101461.
5
1.
1. INTRODUCCIÓN
El desarrollo de la sociedad actual está basado en la necesidad de cubrir una creciente
demanda de bienes y servicios de modo que la industria se ve obligada a evolucionar y
adaptarse para ser capaz de proporcionar y poner en el mercado dichos productos [1]. En esta
cadena de necesidades el primer escalón industrial es el suministro de materias primas para su
posterior procesamiento y transformación. Esta acción de cubrir las necesidades de la sociedad
se ha desarrollado desde siempre [2]. De hecho, la industria minera (como conjunto de todos
los tipos de actividades extractivas de recursos minerales), tiene un enorme peso y pujanza en
la economía mundial, ocupando una posición vital en la cadena de suministro de materias
primas.
El término “industria minera” es un término muy amplio que incluye todas las actividades
necesarias para buscar, investigar y extraer minerales y procesarlos posteriormente para
obtener un producto mineral comercializable con un mayor o menor grado de elaboración. En
algunos casos, todo este proceso está integrado en la misma instalación, siendo gestionado
por una misma empresa, aunque en otros casos, estas actividades están dispersas y son
empresas diferentes las que efectúan cada uno de los procesos unitarios. Este aspecto hace
que las ventajas tecnológicas y tecnologías aplicables sean diferentes [7].
La industria minera se enfrenta a una serie de retos que hacen que sea necesario que se esté
colocada en una posición de liderazgo en cuanto a desarrollo tecnológico e innovación.
Así, la evolución de las operaciones mineras hace necesaria una evolución de los sistemas
implementados de modo que puedan hacer frente a la extracción de minerales con contenido
mineral cada vez menor, con profundidades cada vez mayores y además, se deberán hacer
frente a distancias de transporte cada vez más largas.
La evolución de los sistemas y métodos pasa por una mejora del control de los procesos,
basados en disminuir la variabilidad, mejorar la eficiencia de la programación de los trabajos e
identificar de manera anticipada los “cuellos de botella” del sistema.
7
1.
La optimización y el continuo desarrollo del control de los procesos hacen posible, incluso, el
desarrollo de sistemas autónomos capaces de adaptar las condiciones operativas en función
de las necesidades establecidas. Así, existen desarrollos de proyectos mineros con operaciones
autónomas de transporte de mineral, bien en volquetes dentro de la operación minera, bien
en ferrocarriles en transporte a largas distancias, incluyendo su carga y descarga a distancia.
Igualmente, existen desarrollos de sistemas automáticos en las operaciones de perforación. El
control de estos procesos se realiza en centros de operación situados a miles de kilómetros
(Figura 1).
El aumento de productividad logrado con estos modelos de control, revierte en el ciclo minero
en forma de una mejora de la seguridad y productividad de los trabajadores, mejora en las
tasas de recuperación de mineral, reducción en la generación de residuos, optimización en el
uso de la energía, mejoras en la investigación de nuevos yacimientos y mejoras en la
recuperación de yacimientos de geometría y composición compleja.
De este modo, puede decirse de modo general, que los avances tecnológicos en los que está
inmersa la industria minera tienen como horizonte común el aumento de la productividad, una
disminución de los costes de extracción, un incremento de la seguridad y un respeto por el
medio ambiente.
8
1.
En este último aspecto, la minería se enfrenta a quizá uno de los retos más grandes que
pueden presentarse en una actividad industrial que es la extracción de los minerales de la
corteza terrestre, sin perjudicar ni comprometer el medio ambiente ni efectuar impactos
negativos permanentes en la zona de actuación. De este modo surge la necesaria adaptación
del concepto del “desarrollo sostenible” a la minería. Según La Comisión Mundial sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo de las Naciones Unidas, definió el desarrollo sostenible como
“el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las
futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades" [9].
Según este planteamiento el desarrollo sostenible tiene que conseguir a la vez: satisfacer a las
necesidades del presente, fomentando una actividad económica que suministre los bienes
necesarios a toda la población mundial y satisfacer a las necesidades del futuro, reduciendo al
mínimo los efectos negativos de la actividad económica, tanto en el consumo de recursos
como en la generación de residuos, de tal forma que sean soportables por las próximas
generaciones.
Las prácticas para un desarrollo sostenible en minería se han convertido en parte íntegra del
negocio de las empresas mineras. Sin embargo, la historia de prácticas mineras inadecuadas,
los pasivos ambientales dejados y los impactos negativos producidos hasta un pasado reciente,
han hecho que las actividades mineras futuras sean juzgadas bajo la sombra de las malas
prácticas llevadas a cabo o por operadores mineros técnicamente poco solventes [13].
Así, puede decirse que la adopción de prácticas mineras sostenibles pasa por la integración de
aspectos económicos, medioambientales, sociales, de seguridad y eficiencia [14](Figura 2).
9
1.
Figura 2: Aspectos que intervienen en las practicas mineras sostenibles. Adaptado de [14]
1
2. Objetivos y
2. OBJETIVOS Y ALCANCE
El marco metodológico propuesto en esta Tesis Doctoral intenta contribuir al proceso de
evaluación de impacto ambiental ofreciendo un punto de vista innovador, de modo que el
proceso estándar de evaluación se vea complementado con herramientas que hagan posible
una comparación de las metodologías establecidas para la determinación del impacto
ambiental de áreas afectadas por diversas actividades mineras.
Para llevar a cabo esta metodología el desarrollo de la Tesis pasa por establecer los tipos de
explotaciones donde la misma sea de aplicación, tratando en todo momento de generalizar los
conceptos presentados para poder así servir como herramienta de aplicación general.
Por otro lado se plantea la identificación de los potenciales impactos que las explotaciones
mineras pueden llegar a producir en el medio ambiente y se presentan aquellos métodos de
cálculo, bien empíricos o experimentales, bien teóricos, que pueden expresar una estimación
de cada uno de los impactos que representan.
Una vez establecidos los indicadores necesarios, se elaborará una modelización de la evolución
de los parámetros en el tiempo, relacionando el nivel de afección ambiental con las etapas del
proyecto minero. De este modo se pretende establecer un modelo dinámico de impacto
ambiental que represente la evolución de los impactos ambientales en función de las etapas
operativas de un proyecto de explotación minera.
Cuando se hayan determinado los indicadores y los modelos dinámicos de impacto ambiental
se aplicará la metodología desarrollada a un caso de estudio.
1
3.
3. ANTECEDENTES
El crecimiento de la preocupación medioambiental, además de la globalización y la
liberalización de procesos ha estimulado el desarrollo de herramientas de gestión,
instrumentos para mejorar los procesos de toma de decisiones, así como cambios en el
comportamiento, con el objetivo general de mejorar la protección medioambiental de la
industria [15].
Las herramientas desarrolladas para el análisis y gestión ambiental en minería, entre otras,
pueden ser las siguientes [15, 17-22]:
- Análisis coste-beneficio.
- Auditorías medioambientales.
- Estudios de Impacto Ambiental (EIA)
- Análisis de Ciclo de Vida (ACV)
- Evaluación ambiental estratégica.
- Indicadores de desarrollo sostenible.
Por lo tanto, la auditoría ambiental, evaluación del ciclo de vida, evaluación de riesgos,
evaluación del impacto ambiental y, más recientemente, el análisis ambiental estratégico,
junto con las normas de sistemas de gestión ambiental han sido poco a poco adoptadas como
procedimientos de aplicación normal y habitual en la industria [15].
13
3.
Si bien hay muchas definiciones de la palabra riesgo, puede decirse que el riesgo ambiental es
la potencial generación de efectos nocivos para la salud humana o para los sistemas ecológicos
que resultan de la exposición a un factor de estrés ambiental. Los factores de estrés pueden
afectar negativamente a recursos naturales específicos o bien a ecosistemas enteros,
incluyendo plantas y animales, así como el entorno con el cual interactúan [24].
Por otro lado, el riesgo ambiental puede también definirse como el resultado de una función
que relaciona la probabilidad de ocurrencia de un determinado escenario de accidente y las
consecuencias negativas del mismo sobre el entorno natural, humano y socioeconómico [25].
Estas consecuencias negativas sobre el medio ambiente pueden identificarse como “impacto
ambiental”, que se puede definir como cualquier cambio en el medio ambiente, sea adverso o
beneficioso, resultante en todo o en parte de las acciones derivadas de las diferentes fases de
construcción, explotación, mantenimiento y, en su caso, clausura, cese o desmantelamiento de
la actividad objeto del proyecto. El cambio se mide por la variación del estado de los factores
ambientales a lo largo del tiempo, con o sin el proyecto [26]. Las cargas ambientales generadas
pueden ser reversibles o irreversibles, temporales o permanentes y suelen estar relacionadas
con la actividad del proyecto.
El desarrollo del Estudio de Impacto Ambiental debe ser visto como el fomento de la
precaución en la medida en que ofrece un mecanismo para anticipar los riesgos ambientales
graves e irreversibles derivados de los proyectos de desarrollo, y teniendo en cuenta las
medidas necesarias para evitarlos o mitigarlos en medida de lo posible [28].
14
3.
De este modo la determinación del riesgo ambiental pasa por la elaboración de un Estudio de
Impacto Ambiental, para identificar los posibles efectos ambientales de un proyecto, y cómo
estos impactos pueden gestionarse para reducir su acción en el medio que lo rodea.
15
3.
Puede decirse que existe una serie de diferencias a la hora de concebir la Evaluación de
Impacto Ambiental (EIA) y la Evaluación de Riesgo Ambiental (ERA). Estas diferencias pasan por
entender el EIA como la determinación de impactos que son aceptables en mayor o menor
medida, mientras que el ERA se posiciona como una herramienta para prevenir accidentes
identificando los procesos iniciadores de los mismos [22]. Por ejemplo, el EIA puede evaluar el
impacto que genera la construcción de una presa de residuos, y el ERA se cuestiona qué
pasaría en caso de rotura de esa misma presa.
En todo Estudio de Impacto Ambiental existen una serie de fases a tener en cuenta para
abordar un Estudio de Impacto Ambiental de manera correcta. Si asumimos que el desarrollo
del EIA se realiza cuando se la realizado el estudio de viabilidad del proyecto, los
procedimientos que tendrán que seguirse y que deben estar incluidos en el Estudio de
evaluación de impacto ambiental serán [17, 23] (Figura 3):
La determinación del alcance del Estudio de Impacto Ambiental ha sido definida como la
determinación de todos los posibles impactos del proyecto y de todas las alternativas que
pudieran presentarse, los cuales son clave y de suficiente entidad que deben ser objeto de una
evaluación posterior. Si no lleva a cabo la definición adecuada del alcance de un EIA se corre el
16
3.
riesgo de llevar a cabo un trabajo innecesario, o que se pasan por alto consecuencias
importantes [28].
Una vez establecidos los procedimientos disponibles se pueden establecer de modo general
los pasos a seguir para la Evaluación de Impacto Ambiental según describe Tukker (2000) [30].
El primer paso en el plan de evaluación consiste en la selección de los baremos y criterios que
se utilizarán para analizar los efectos de las actividades humanas. En términos generales, la
cadena causal entre la intervención ambiental y efecto final se usa como base para llevar a
cabo la evaluación del impacto.
De esto se deduce qué opciones en los siguientes aspectos determinan qué elementos se
incluyen en el marco de evaluación de impacto ambiental:
Las preguntas anteriores ofrecen un marco bastante general para las evaluaciones
ambientales. Las respuestas a estas preguntas determinan qué indicadores o baremos se
utilizan en la evaluación de impacto: se pueden formular tanto el nivel de concreción como los
marcos cuantitativos de evaluación a emplear, como elementos que son ampliamente
utilizados en las ciencias ambientales.
Además de la elección de los baremos que reflejan los tipos de efectos ambientales que se
desean incluir en la evaluación, una segunda fase importante que debe hacerse se refiere al
conjunto de actividades de la sociedad para la que se desea analizar los impactos ambientales.
En otras palabras, determinar los límites del sistema a evaluar. Existen varios enfoques
posibles a esta opción. En primer lugar, uno puede concentrarse en un sistema regional
delimitado: una sola planta, o un conjunto de actividades industriales en una región
determinada. Alternativamente, se podría optar por lo que se ha denominado una perspectiva
funcional. Es decir, determinar el impacto que genera un mismo elemento que forma parte de
varios sistemas productivos.
Una vez que se han determinado los impactos en los sistemas a estudiar, la comparación de las
alternativas se presupone sencilla. Se debe hacer un inventario de los impactos relativos a
cada una de las alternativas estudiadas y se aplicarán los baremos que se estén utilizando. Si es
necesario, se realizará un análisis de sensibilidad, y, a continuación, probablemente después
de una etapa de ponderación, se deberá derivar una preferencia por una de las alternativas
consideradas.
17
3.
Si bien se ha considerado durante muchos años que los recursos naturales eran inagotables, y
la conservación del medio ambiente era una actividad secundaria, actualmente la explotación
18
3.
de dichos recursos solo es compatible con la conservación del medio que los rodea, asumiendo
de primera mano las bases del desarrollo sostenible.
Conceptos clave tales como “minería verde”, “minas ecológicas”, la “economía de reciclaje”,
“ecología industrial”, la caracterización del emplazamiento para la recuperación de la
ubicación y el entorno afectado de las minas abandonadas y la evaluación del ciclo de vida, han
sido propuestas defendidas desde hace tiempo por los ecologistas, conservacionistas,
economistas y académicos que trabajan en el campo de la ingeniería minera.
La Evaluación del Impacto Ambiental requiere la evaluación del potencial daño en el medio
ambiente del proyecto minero en cuestión. El propósito de esta evaluación es determinar los
cambios en el medio ambiente y los daños a la salud que puede provocar. Si se identifican
riesgos inaceptables, se deberían hacer los cambios necesarios en el proyecto para evitar esta
19
3.
situación. Por ejemplo, cambiando la ubicación de las escombreras, se pueden modificar las
potenciales en áreas pobladas cercanas [27].
Incluso los mejores proyectos no siempre consiguen las mejores condiciones para su arranque
y situaciones imprevistas pueden provocar afecciones puntuales en el medio ambiente. En
estos casos, la evaluación de riesgos ayuda a escoger el mejor modo de gestionar estos
eventos.
Cuando los recursos explotables se vayan agotando se requiere que para entonces esté
planificado el cierre y abandono del emplazamiento. En este punto del proyecto, el análisis de
riesgos puede revelarse como una herramienta fundamental para tener identificadas aquellas
zonas generadoras de impactos y así poder priorizar su restauración [27].
El ACV es una técnica analítica que tiene en cuenta los impactos ambientales globales de un
producto, proceso o actividad humana, desde la adquisición de las materias primas, la
producción y el uso, hasta la gestión de los residuos [30, 33, 34]. El ACV es el proceso que tiene
en cuenta en la toma de decisiones todos los recursos consumidos así como las acciones
generadas en el medio ambiente y sobre la salud que se producen y están asociadas a la
fabricación de cierto producto o servicio. En este proceso se consideran desde la extracción de
materias primas, la producción, el uso del producto, la reutilización del mismo, el transporte,
reciclaje hasta el vertido final [35]. Esto implica que cualquier persona involucrada en cualquier
fase del proceso productivo, puede influir en el resultado del ACV y tendrá una cierta
20
3.
Tal y como describe la Norma UNE-EN ISO 14040 [33, 36] el ACV puede ayudar a:
En este marco, el ACV también es de aplicación a la industria de las materias primas minerales
y existen múltiples estudios que avalan su utilización [35, 37-40], si bien la aplicación a las
actividades mineras es limitada [38]. Esto puede ser debido a la falta de pensamiento en el
ciclo de vida de la industria y, sin embargo, la minería es la actividad primaria generadora de
las materias primas imprescindibles para poder iniciar el proceso productivo. Esta posición en
la cadena de suministro hace que la perspectiva de los efectos e implicaciones de la actividad
minera sobre un cierto producto terminado sea limitada.
El problema que presenta esta técnica es la falta de información y de datos disponibles para
llevar a cabo el Análisis del Ciclo de Vida para un mineral específico. Esto es debido a la
complejidad de la cadena de valor asociada a las sustancias minerales. De este modo, el
Análisis de Ciclo de Vida sirve únicamente para entender los potenciales impactos ambientales.
Por este motivo, para la toma de decisiones, tanto dentro como fuera de la industria minera, el
21
3.
ACV debe considerarse únicamente como una herramienta más para ayudar a tomar
decisiones en la línea de los objetivos del desarrollo sostenible [41].
Todavía hay reservas acerca del papel del ACV [34] y su introducción en el desarrollo de
políticas empresariales, debido a que hay una absoluta falta de metodologías consistentes y
falta de datos que permitan su adecuada aplicación. Asimismo es complicado definir
indicadores para el desarrollo sostenible (y consecuentemente en complicado definir lo que se
entiende por “producto sostenible”) y hay dificultades para integrar indicadores económicos y
sociales con los medioambientales [41].
A pesar del extenso consumo de productos mineros en todos los procesos industriales, no hay
ninguna aplicación generalizada de ACV en la evaluación de los sistemas y técnicas de
extracción. El número limitado de estudios de aplicación del ACV minería, y los factores de
emisión resultantes, cuestiona la exactitud de otros datos de ACV y los factores de emisión.
Además, no proporciona ninguna oportunidad para la evaluación de la ingeniería que se aplica
en aquellos métodos mineros que utiliza una metodología ACV. A medida que más empresas
mineras desarrollen programas de desarrollo sostenible, la visión proporcionada por el ACV
será de mayor valor para la mejora de la gestión de los procesos mineros [38].
La falta de conciencia sobre las posibilidades y oportunidades del ACV, los desafíos de la
definición de las unidades funcionales y de la definición del alcance del sistemas productivos,
la definición de las categorías de impacto apropiadas, y cuestiones relacionadas con la
incertidumbre y el análisis de sensibilidad se presentan como posibles causas de la falta de una
amplia aceptación de esta técnica por parte de la industria [38].
22
3.
En España, en 1973 se promulgó la Ley 22/1973, de 21 de julio, de Minas, que tiene por objeto
establecer el régimen jurídico de la investigación y aprovechamiento de los yacimientos
minerales y demás recursos geológicos, cualesquiera que fueren su origen y estado físico. El
concepto de aprovechamiento engloba el conjunto de actividades destinadas a la explotación,
preparación, concentración o beneficio de un recurso mineral, incluyendo las labores de
rehabilitación del espacio natural afectado por las actividades mineras, de acuerdo con los
principios de desarrollo sostenible y de la minimización de las afectaciones causadas por el
laboreo de las minas. De hecho, la Ley de Minas, de forma precursora, se halla imbuida de una
filosofía protectora del medio ambiente, cuyo esencia es que la obtención y el beneficio de un
recurso natural, como son los recursos mineros, sólo debe comprometer en la menor cuantía
posible la afectación al medio ambiente [44].
A mediados de la década de los 80, los Estados Miembros de la Comunidad Europea acordaron
procedimientos obligatorios de la Evaluación de Impacto Ambiental.
En 2009 se desarrolló la normativa reguladora sobre gestión de los residuos de las industrias
extractivas y de protección y rehabilitación del espacio afectado por actividades mineras.
23
3.
presente Directiva debe, por tanto, consistir en que un operador cuya actividad haya causado
daños al medio ambiente o haya supuesto una amenaza inminente de tales daños sea
declarado responsable desde el punto de vista financiero a fin de inducir a los operadores a
adoptar medidas y desarrollar prácticas dirigidas a minimizar los riesgos de que se produzcan
daños medioambientales, de forma que se reduzca su exposición a responsabilidades
financieras.
Los Estados miembros deben tomar medidas para animar a los operadores a utilizar seguros
apropiados u otras formas de garantía financiera y para fomentar el desarrollo de
instrumentos y mercados de garantía financiera, a fin de proteger de forma eficaz las
obligaciones financieras que establece la presente Directiva.
Cuando aún no se hayan producido los daños medioambientales pero exista una amenaza
inminente de que se produzcan, el operador adoptará, sin demora, las medidas preventivas
necesarias.
El operador sufragará los costes ocasionados por las acciones preventivas y reparadoras
adoptadas en virtud de la presente Directiva.
La autoridad competente recuperará del operador que haya causado los daños o la amenaza
inminente de esos daños, los costes que le haya supuesto la adopción de acciones preventivas
o reparadoras en virtud de la presente Directiva. Sin embargo, la autoridad competente podrá
decidir no recuperar los costes íntegros cuando los gastos necesarios para hacerlo sean
superiores al importe recuperable, o cuando no pueda identificarse al operador.
24
3.
Con fecha 24 octubre 2007, se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Ley 26/2007, de 23 de
octubre, de Responsabilidad Medioambiental por medio de la cual se incorpora al
ordenamiento jurídico interno la Directiva comunitaria 2004/35/CE, del Parlamento Europeo y
del Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre responsabilidad medioambiental en relación con la
prevención y reparación de daños medioambientales [46].
No todos los recursos naturales están protegidos por esta ley. Tan solo lo están aquellos que
tienen cabida en el concepto de daño medioambiental, a saber: los daños a las aguas; los
daños al suelo; los daños a la ribera del mar y de las rías; y los daños a las especies de la flora y
de la fauna silvestres presentes permanente o temporalmente en España, así como a los
hábitat de todas las especies silvestres autóctonas. Quedan excluidos los daños al aire y los
denominados daños tradicionales, es decir los daños a las personas y a sus bienes (salvo que
estos últimos constituyan un recurso natural). Igualmente, no todos los daños que sufran estos
recursos naturales generarán responsabilidad medioambiental. Para que la ley pueda ser
aplicada, se deberá estar en presencia de amenazas de daños o de daños propiamente dichos
que produzcan efectos adversos significativos sobre el propio recurso natural. En el caso de los
suelos el concepto de daño incluye, además, los riesgos significativos de que se produzcan
efectos adversos sobre la salud humana.
La delimitación del ámbito de aplicación de esta ley se completa combinando tres elementos
como son: el tipo de actividad económica o profesional de que se trate; la clase de medida que
deba adoptar el operador y la naturaleza de la responsabilidad en la que éste pueda haber
incurrido.
Esta ley se aplicará a los daños medioambientales y a las amenazas inminentes de que tales
daños ocurran, cuando hayan sido causados por las actividades económicas o profesionales
enumeradas en la misma, aunque no exista dolo, culpa o negligencia. Esta ley presume, salvo
prueba en contrario, que una actividad económica o profesional de las enumeradas en la
misma ha causado el daño o la amenaza inminente de que dicho daño se produzca cuando,
atendiendo a su naturaleza intrínseca o a la forma en que se ha desarrollado, sea apropiada
para causarlo.
Esta ley también se aplicará a los daños medioambientales y a las amenazas inminentes de que
tales daños ocurran, cuando hayan sido causados por las actividades económicas o
25
3.
profesionales distintas de las enumeradas en la ley, en los siguientes términos: Cuando medie
dolo, culpa o negligencia, serán exigibles las medidas de prevención, de evitación y de
reparación; cuando no medie dolo, culpa o negligencia, serán exigibles las medidas de
prevención y de evitación.
Esta Ley sólo se aplicará a los daños medioambientales, o a la amenaza inminente de tales
daños, causados por una contaminación de carácter difuso, cuando sea posible establecer un
vínculo causal entre los daños y las actividades de operadores concretos.
Esta ley no se aplicará a los daños medioambientales ni a las amenazas inminentes de que
tales daños se produzcan cuando hayan sido ocasionados por: un acto derivado de un conflicto
armado, de hostilidades, de guerra civil o de una insurrección; un fenómeno natural de
carácter excepcional, inevitable e irresistible; las actividades cuyo principal propósito sea servir
a la defensa nacional o a la seguridad internacional, y las actividades cuyo único propósito sea
la protección contra los desastres naturales.
Además también están incluidos en la ley las actividades sujetas a la Ley de Prevención y
Control Integrados de la Contaminación; las actividades de gestión de residuos; la fabricación,
utilización, almacenamiento, transformación, embotellado, liberación en el medio de
26
3.
Por tanto, las actividades mineras están sujetas al ámbito de aplicación de esta Ley.
Por otro lado, se establecen las garantías financieras cuya constitución es requisito
imprescindible para el ejercicio de las actividades profesionales relacionadas, con el fin de
asegurar que el operador dispondrá de recursos económicos suficientes para hacer frente a los
costes derivados de la adopción de las medidas de prevención, de evitación y de reparación de
los daños medioambientales.
El objeto principal de la modificación está en dar mayor importancia a los aspectos relativos a
la prevención del daño medioambiental, y desarrollar de una manera más simplificada en
procedimiento de establecer las garantías financieras obligatorias.
Además, se van a introducir cambios para adaptar las disposiciones relativas al Fondo de
Compensación de daños ambientales modificaciones en el capítulo sobre infracciones y
sanciones y el articulado relativo a los procedimientos de exigencia de responsabilidad
medioambiental.
El Real Decreto dispone un marco metodológico para determinar el daño medioambiental que
se ha producido y, en función de su alcance, establecer las medidas de reparación necesarias
en cada caso.
27
3.
La determinación del daño medioambiental, que se regula en este Real Decreto, comprende la
realización de una serie operaciones encaminadas, en primer lugar, a identificar el agente
causante del daño y los recursos naturales y servicios afectados; en segundo lugar, a
cuantificar el daño en función de su extensión, intensidad y escala temporal y, finalmente, a
evaluar su significatividad. El reglamento incluye en su anexo I una descripción pormenorizada
de algunos aspectos técnicos asociados a este proceso de determinación. Por otro lado, dado
que la determinación de la significatividad del daño es una operación crucial, puesto que sobre
ella descansa la aplicabilidad del sistema de responsabilidad medioambiental, se ha procurado
recurrir a criterios que garanticen la objetividad en esa labor de apreciación. Por ello, cuando
ha sido posible, se ha optado referir dicha significatividad a los estándares ya previstos en
otras normas para cada recurso natural, dado que reflejan lo debe entenderse por un estado
razonable conservación de cada uno de ellos, y por ende, permiten calificar la alteración
adversa de ese estado como un daño significativo que debe repararse.
Además de los criterios de significatividad del daño que toman como referencia el recurso
natural afectado, también se han incluido criterios basados en el tipo de agente que lo genera,
especialmente para aprovechar la creciente información y experiencia que existe en el campo
de los agentes químicos. Asimismo, se incluye un criterio subsidiario para determinar la
significatividad de los daños a las aguas y a los suelos ya contaminados en aquellos casos en
que no fuera posible determinarlo conforme a las reglas anteriores. Este criterio, que se basa
en servicio de acogida o de hábitat que prestan el suelo y las aguas, presume que los daños a
los citados recursos naturales tendrán carácter significativo cuando lo sean los daños a las
especies silvestres que los habitan.
Mayor novedad presentan las pautas que se prevén para la determinación de las medidas de
reparación complementaria y compensatoria y en cuya elaboración se han tomado como
referencia los trabajos y estudios elaborados por la Comisión Europea sobre la metodología
necesaria para aplicar la Directiva 2004/35/CE.
En este Real Decreto se ha tratado de reflejar los supuestos en que debe acometerse una
reparación complementaria, incidiendo en el supuesto de que la reparación primaria no se
considere razonable, bien porque el plazo necesario para su efectividad, bien porque su coste,
resulten desproporcionados en relación con el beneficio ambiental que se vaya a obtener.
Además, con la finalidad de reducir el grado de indeterminación que pueda suponer la
28
3.
apreciación de dicho beneficio ambiental, se prevé que se tenga en cuenta el valor social de los
recursos y servicios naturales perdidos, entendido éste como expresión monetaria del
bienestar o utilidad que aquellos generan.
Por otro lado, la tipología de medidas de reparación se cierra con las medidas compensatorias
que se aplicarán para “compensar” las pérdidas provisionales de recursos naturales y servicios
desde que se produce el daño hasta que produce efecto la reparación primaria, o en su caso,
complementaria.
El Real Decreto aborda los aspectos relativos a la garantía financiera obligatoria y se divide en
tres secciones. La sección 1ª está dedicada a la determinación de la citada garantía y el núcleo
central de esta regulación es la descripción de los pasos necesarios para el cálculo de su
cuantía. Como prevé el artículo 24.3 de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, dicho cálculo debe
partir de una evaluación homogénea de los escenarios de riesgos y de los costes de reparación
por lo que es necesario que este reglamento prevea el alcance y el contenido del
correspondiente análisis de riesgos. Además, para proporcionar seguridad a la determinación
final de la cuantía de la garantía se prevé que el análisis de riesgos deba ser verificado por un
organismo acreditado.
29
3.
cuantía de la garantía la del daño medioambiental más alto entre los escenarios seleccionados.
Este criterio de selección de los escenarios de referencia pretende alcanzar un equilibrio entre
los riesgos cubiertos y la cuantía de la garantía. Así se mantiene un elevado nivel de cobertura,
al quedar incluidos los escenarios que agrupan el 95 por ciento del riesgo total, si bien se
excluyen del cálculo los escenarios más improbables y de coste manifiestamente más alto,
puesto que su inclusión sesgaría la cuantía de la garantía hacia un coste excesivo para el
operador.
En relación con la continuidad de la garantía financiera se prevé que deba mantenerse en vigor
durante todo el período de actividad, con independencia de que pueda renovarse alguno de
sus elementos, tales como la modalidad de garantía por la que se opte o la entidad financiera
o aseguradora con la que se suscriba.
El Real Decreto 2090/2008 [48] establece que para facilitar la evaluación de los escenarios de
riesgos así como para reducir el coste de su realización, prevé distintos instrumentos de
carácter voluntario, tales como los análisis de riesgos medioambientales sectoriales y las tablas
de baremos. Los análisis sectoriales, que deberán ser particularizados para cada caso concreto,
pueden consistir bien en modelos de informe de riesgos ambientales tipo (los denominados
MIRAT) bien en guías metodológicas cuando la heterogeneidad de las actividades que integren
un mismo sector así lo requiera. En ambos casos se requerirá informe de la Comisión técnica
de prevención y reparación de daños medioambientales y su difusión corresponderá al
Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Ambos instrumentos, tal y como se
deriva de la disposición final única del Reglamento, deberán estar elaborados antes de la
30
3.
Este modelo deberá ser coordinado por las asociaciones sectoriales y solo podrá haber uno por
sector, permitiendo reducir significativamente los costes de ejecución de los análisis de riesgos
individuales y las incertidumbres en los contenidos. Además, al haber sido informado
positivamente por la Comisión Técnica, las aseguradoras tendrán una visión más clara de la
metodología utilizada, con mayores garantías y certidumbre de los análisis de riesgos, que
redundará así mismo en la reducción de la prima de las asociadas a un excesivo
conservadurismo. Una vez que el MIRAT sea aprobado se convertirá en público [48, 49].
Con fecha 13 de junio de 2009, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto
975/2009, de 12 de junio, sobre gestión de los residuos de las industrias extractivas y de
protección y rehabilitación del espacio afectado por actividades mineras [44], que se describe
a continuación.
31
3.
Es interesante destacar que quedan excluidos del ámbito de aplicación del presente real
decreto:
Además, El Real Decreto define requisitos generales y contenidos que deberá cumplir el
preceptivo Plan de Restauración.
Se establece que la entidad explotadora está obligada a tomar todas las medidas necesarias
para prevenir o reducir en lo posible cualquier efecto negativo sobre el medio ambiente y
sobre la salud de las personas derivado de la investigación y aprovechamiento de recursos
minerales. Dichas medidas estarán basadas en las mejores técnicas disponibles e incluirán la
gestión de los residuos mineros y de todas las instalaciones de residuos también con
posterioridad a su cierre, cuando proceda, así como la prevención de accidentes graves que
puedan ocurrir en las instalaciones, y la limitación de sus consecuencias para el medio
ambiente y la salud humana.
- Descripción detallada del entorno previsto para desarrollar las labores mineras.
32
3.
Con carácter previo al otorgamiento de una autorización, permiso o concesión regulada por la
Ley 22/1973, de 21 de julio, de Minas, el solicitante deberá presentar ante la autoridad
competente en minería un plan de restauración del espacio natural afectado por las labores
mineras cuyo contenido se ajustará a lo establecido en el presente real decreto, teniendo en
cuenta los aspectos propios de su actividad que puedan tener efectos negativos sobre el
medio ambiente o la salud de las personas. Dicho plan deberá acompañar a la documentación
correspondiente a la solicitud de autorización, permiso o concesión.
Con fecha 29 de julio de 2011 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Ley 22/2011, de
residuos y suelos contaminados [50]. Esta Ley tiene por objeto regular la gestión de los
residuos impulsando medidas que prevengan su generación y mitiguen los impactos adversos
sobre la salud humana y el medio ambiente asociados a su generación y gestión, mejorando la
eficiencia en el uso de los recursos. Tiene asimismo como objeto regular el régimen jurídico de
los suelos contaminados.
Esta Ley es de aplicación a todo tipo de residuos, con las siguientes exclusiones:
33
3.
La Ley contiene las disposiciones y los principios generales, incluyendo el objeto, las
definiciones, así como la referencia a la clasificación y la lista europea de residuos. Esta Ley
tiene también por objeto regular el régimen jurídico de los suelos contaminados. Además, en
esta Ley están también recogidos los principios de la política de residuos y a las competencias
administrativas.
Debido a que son varias las administraciones públicas que intervienen en la gestión de los
residuos, se hace necesario un artículo que defina las competencias administrativas de cada
una de ellas. Se clarifica la distribución competencial existente en la anterior Ley,
especialmente en lo relativo a las Entidades Locales, que podrán establecer a través de sus
ordenanzas las condiciones para la entrega de los residuos cuya gestión hayan asumido.
La Ley también recoge los conceptos de “Producción, posesión y gestión de los residuos» y
desarrolla las obligaciones de los productores y gestores de residuos. El objetivo ha sido lograr
una mayor claridad y sistematización de las obligaciones de los sujetos intervinientes en la
cadena de producción y gestión de residuos, así como una simplificación de las cargas
administrativas sobre los operadores, sustituyendo parte de las autorizaciones existentes en la
anterior Ley por comunicaciones. Esta evolución de la sustitución de autorizaciones por
comunicaciones se enmarca en el proceso general de sustitución del control a priori de la
administración por un control a posteriori, que no ralentice el inicio de las actividades
económicas, pero que en todo caso no supone una pérdida de control por parte de la
administración sino un cambio en el momento en el que éste se lleva a cabo.
34
3.
La Ley también define la “Responsabilidad ampliada del productor del producto”. Si bien no
puede afirmarse que esta regulación se introduzca ex novo, sí cabe destacar que se establece
por primera vez un marco legal sistematizado y coherente, en virtud del cual los productores
de productos que con su uso se convierten en residuos quedan involucrados en la prevención y
en la organización de la gestión de los mismos, promoviéndose la reutilización, el reciclado y la
valorización de residuos, de acuerdo con los principios inspiradores de esta nueva legislación.
La Ley delimita el ámbito de esta responsabilidad, estableciendo las obligaciones a las que,
mediante el correspondiente desarrollo reglamentario, pueden quedar sometidos los
productores, tanto en la fase de diseño y producción de sus productos como durante la gestión
de los residuos que deriven de su uso.
Esta Ley también contiene la regulación de los suelos contaminados, concepto utilizado por
primera vez en nuestro ordenamiento jurídico en la Ley 10/1998, de 21 de abril, que esta Ley
deroga. Por este motivo se ha considerado fundamental mantener el régimen jurídico que ya
está en vigor, si bien a la luz de la experiencia adquirida se matizan algunas cuestiones como la
determinación de los sujetos responsables de la contaminación de los suelos. Asimismo, y con
la finalidad de adquirir un mejor conocimiento de la situación de los suelos contaminados se
regulan las obligaciones de información a las que quedan sujetos tanto los titulares de las
actividades potencialmente contaminantes del suelo como los titulares de los suelos
contaminados y se crea el inventario estatal de suelos contaminados.
Con fecha 11 de diciembre de 2013, se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Ley 21/2013,
de evaluación ambiental [23]. Esta ley establece las bases que deben regir la evaluación
ambiental de los planes, programas y proyectos que puedan tener efectos significativos sobre
35
3.
Asimismo, esta ley establece los principios que informarán el procedimiento de evaluación
ambiental de los planes, programas y proyectos que puedan tener efectos significativos sobre
el medio ambiente, así como el régimen de cooperación entre la Administración General del
Estado y las comunidades autónomas a través de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente.
La ley contiene los principios y disposiciones generales, las disposiciones reguladoras de los
procedimientos de evaluación ambiental y, por último, regula el seguimiento y el régimen
sancionador.
El título I establece los principios y las disposiciones de carácter general, aplicables tanto a la
evaluación ambiental estratégica como a la evaluación de impacto ambiental.
El título III regula, en tres capítulos separados, el seguimiento de los planes y programas y de
las declaraciones de impacto ambiental, que se atribuyen al órgano sustantivo, el régimen
sancionador y el procedimiento sancionador, incorporando mejoras técnicas para superar
algunas deficiencias de la anterior ley.
36
3.
En el contexto legislativo descrito, se hace necesaria una metodología común que oriente a los
distintos actores que intervienen en el estudio, análisis y evaluación del riesgo ambiental, de
forma que facilite a todos los implicados en este proceso el intercambio de información ligada
al riesgo ambiental de una determinada instalación o actividad [25].
En el ámbito normativo, se han desarrollado también diversas iniciativas nacionales que tratan
el riesgo ambiental desde la perspectiva de su análisis, de su evaluación e incluso de su
gestión.
En el contexto del desarrollo de esta Tesis, se hace una relación de Normas nacionales que
sirven de apoyo y referencia dentro del objeto y alcance de la misma.
3.4.9.1. Norma UNE-EN 31010. Gestión del riesgo. Técnicas de apreciación del
riesgo
Esta norma internacional es una norma de apoyo de la Norma ISO 31000, y proporciona
directrices para la selección y aplicación de técnicas sistemáticas para la apreciación del riesgo.
La apreciación del riesgo realizada de acuerdo con esta norma contribuye a otras actividades
de gestión del riesgo. Se presenta la aplicación de una serie de técnicas, con referencias
específicas a otras normas internacionales, donde el concepto y la aplicación de técnicas se
describen con mayor detalle. Esta norma no está prevista para fines de certificación, ni para
usos reglamentarios o contractuales. Esta norma no proporciona criterios específicos para
identificar la necesidad de aplicar el análisis del riesgo, ni especifica el método de análisis del
riesgo que se requiere para una aplicación particular.
Esta norma no hace referencia a todas las técnicas, y la omisión de una técnica en esta no
norma no significa que dicha técnica no sea válida. El hecho de que un método sea aplicable a
una circunstancia particular no significa que éste se debería aplicar necesariamente.
37
3.
La apreciación del riesgo es la parte de la gestión del riesgo que proporciona un proceso
estructurado que identifica la manera en que los objetivos pueden resultar afectados, y analiza
el riesgo en términos de consecuencias y de sus probabilidades antes de decidir si se necesita
un tratamiento adicional.
La apreciación del riesgo trata de dar respuesta a las siguientes cuestiones fundamentales:
Esta norma está prevista para reflejar las buenas prácticas actuales en la selección y utilización
de las técnicas de apreciación del riesgo, y no se refiere a conceptos nuevos o desarrollados
que no hayan alcanzado un nivel satisfactorio de consenso profesional.
Esta norma es de carácter general, por lo que puede proporcionar directrices a seguir por
numerosas industrias y diferentes tipos de sistemas. En estas industrias pueden existir normas
más específicas que establezcan metodologías y niveles de apreciación preferentes para
aplicaciones particulares. Si tales normas están en armonía con esta norma, las normas
específicas generalmente serán suficientes.
La apreciación del riesgo comprende los elementos centrales del proceso de gestión del riesgo
y contiene los siguientes elementos:
- Comunicación y la consulta;
- Establecimiento del contexto;
- Apreciación del riesgo (que comprende la identificación del riesgo, el análisis del
riesgo y la evaluación del riesgo);
- Tratamiento del riesgo;
- Seguimiento y revisión.
La apreciación del riesgo no es una actividad aislada, y debería estar totalmente integrada con
los otros componentes del proceso de gestión del riesgo.
La apreciación del riesgo proporciona a las personas que toman decisiones y a las partes
responsables una mejor comprensión de los riesgos que podrían afectar al logro de los
objetivos y a la idoneidad y eficacia de los controles ya establecidos. Esto proporciona una
base para tomar decisiones sobre el enfoque más apropiado que se debe utilizar para tratar
los riesgos. Los resultados de la apreciación del riesgo constituyen datos de entrada para el
proceso de toma de decisiones de la organización.
38
3.
Figura 6: Contribución de la apreciación del riesgo al proceso de gestión del riesgo [51]
La apreciación del riesgo puede requerir un enfoque multidisciplinario dado que los riesgos
pueden cubrir una amplia gama de causas y consecuencias.
Esta Norma describe cómo se pueden seleccionar técnicas para la apreciación del riesgo. Los
anexos listan y describen una gama de herramientas y técnicas que se pueden utilizar para
realizar una apreciación del riesgo o para ayudar en el proceso de apreciación del riesgo.
Algunas veces puede ser necesario emplear más de un método de apreciación.
La apreciación del riesgo se puede realizar con diferentes grados de profundidad y de detalle, y
utilizando uno o varios métodos que varían desde simples a complejos. La forma de la
apreciación y de sus resultados debería ser consecuente con los criterios de riesgo
desarrollados como parte del establecimiento del contexto. El anexo A de la Norma muestra la
relación conceptual entre las amplias categorías de técnicas de apreciación del riesgo y los
factores presentes en una situación de riesgo dada, y proporciona ejemplos ilustrativos de
cómo las organizaciones pueden seleccionar las técnicas apropiadas de apreciación del riesgo
para una situación particular.
En términos generales, las técnicas adecuadas deberían tener las siguientes características:
39
3.
Una vez que se ha tomado la decisión de realizar una apreciación del riesgo, y se han definido
los objetivos y el campo de aplicación, las técnicas se deberían seleccionar en base a factores
aplicables tales como:
- Los objetivos del estudio. Los objetivos de la apreciación del riesgo tendrán una
repercusión directa sobre las técnicas utilizadas. Por ejemplo, si se está realizando
un estudio comparativo entre diferentes opciones, puede ser aceptable utilizar
modelos de consecuencias menos detalladas para partes del sistema que no se
vean afectadas por las diferencias;
- Las necesidades de las personas que han de tomar decisiones. En algunos casos se
necesita un alto nivel de detalle para tomar una buena decisión, mientras que en
otros es suficiente una comprensión más general;
- El tipo y la gama de riesgos que se analizan;
- La posible magnitud de las consecuencias. La decisión sobre la profundidad con
que se ha de realizar la apreciación del riesgo debería reflejar la percepción inicial
de las consecuencias (aunque es posible que se tenga que modificar una vez que
se haya completado la evaluación preliminar);
- El grado de conocimientos técnicos, y de recursos humanos y de otros tipos que se
necesitan. Un método sencillo, bien aplicado, puede proporcionar mejores
resultados que un procedimiento más sofisticado pero aplicado deficientemente,
en la medida en que cumpla los objetivos y campo de aplicación de la apreciación
del riesgo. Por lo general, el esfuerzo que se ponga en la apreciación debería ser
consecuente con el nivel potencial del riesgo que se está analizando;
- La disponibilidad de información y de datos. Algunas técnicas requieren más
información y datos que otras;
- La necesidad de modificación/actualización de la apreciación del riesgo. En un
futuro puede ser necesario modificar/actualizar la apreciación del riesgo, y a este
respecto, algunas técnicas son más fáciles de modificar que otras;
- Todos los requisitos contractuales y reglamentarios.
En la selección de un enfoque para la apreciación del riesgo influyen diversos factores, tales
como la disponibilidad de recursos, la naturaleza y el grado de incertidumbre de los datos y de
la información disponible, y la complejidad de la aplicación.
40
3.
Las técnicas que se describen en esta Norma para ser aplicadas a la apreciación del riesgo, y su
posibilidad de uso en la gestión del riesgo, son las siguientes:
- Tormenta de ideas.
- Entrevistas estructuradas o semiestructuradas.
- Técnica Delphi
- Listas de verificación
- Análisis preliminar de peligros (PHA)
- HAZOP (Análisis de riesgos y de operatividad)
- Análisis de riesgos y puntos de control críticos (HACCP)
- Apreciación de la toxicidad
- Técnica estructurada "y si…" (SWIFT)
- Análisis de escenario
- Análisis de impacto en el negocio (BIA)
- Análisis de la causa raíz (RCA)
- Análisis de los modos de fallo y de los efectos (FMEA) y análisis de los modos de
fallos y de los efectos y de la criticidad (FMECA)
- Análisis del árbol de fallos (FTA)
- Análisis del árbol de sucesos (ETA)
- Análisis de causa-consecuencia
- Análisis de causa-y-efecto
- Análisis de capas de protección (LOPA)
- Análisis del árbol de decisiones
- Análisis de la fiabilidad humana (HRA)
- Análisis de pajarita
- Mantenimiento centrado en la fiabilidad
- Análisis de fugas (SA) y análisis del circuito de fuga (SCA)
- Análisis Markov
- Simulación de Monte Carlo
- Estadísticas y redes Bayesianas
- Curvas FN
- Índices de riesgo
- Matriz de consecuencia/probabilidad
- Análisis de costes/beneficios (CBA)
- Análisis de decisión multi-criterios (MCDA)
Para cada una de las técnicas descritas la Norma UNE-EN 31010 se establece una descripción
de la técnica, su rango de utilización, Los datos de entrada necesarios para la aplicación de la
técnica, una descripción del proceso, los resultados de cada una y las fortalezas y limitaciones
de cada métodos. De este modo se establece la aplicabilidad de las herramientas utilizadas
para la apreciación del riesgo (Tabla 1).
41
3.
El elemento inspirador para la redacción de la Norma UNE 150008 “Análisis y evaluación del
riesgo ambiental” [25] tiene su base en la finalidad última de la evaluación del riesgo
ambiental de proporcionar elementos de juicio que orienten a los distintos agentes implicados
en la toma de decisiones. La estructura del documento se ha orientado con este objeto, de
forma que se han reproducido lo más claramente posible las distintas fases por las que
atraviesa el proceso de análisis y evaluación del riesgo ambiental, así como el sentido y el
significado de cada una de ellas en la toma de decisiones. Para ilustrar gráficamente dicho
proceso, se ha diseñado el diagrama de flujo que se muestra en la Figura 7, que puede servir
como índice u orientación para la lectura e interpretación de la norma.
Esta norma tiene por objeto principal describir el método para analizar y evaluar el riesgo
ambiental, así como establecer las bases para una gestión eficaz del mismo y facilitar la toma
de decisiones en esta materia, en el ámbito de las empresas, administraciones públicas y otras
organizaciones.
Asimismo, esta norma está enfocada también hacia la clarificación de los conceptos y términos
usuales en materia de evaluación y otros aspectos de la gestión del riesgo ambiental,
facilitando su uso común y la homogeneización de significados.
42
3.
Tabla 1: Aplicabilidad de las herramientas utilizadas para la apreciación del riesgo [51]
Proceso de apreciación del riesgo
43
3.
Por ello, esta norma no proporciona herramientas específicas, técnicas para el análisis de
riesgos ambientales o algoritmos de cálculo. Asimismo, no establece una definición de
términos o requisitos de carácter legal en materia de gestión del riesgo ambiental. Todo ello
sin perjuicio de que el legislador pudiera servirse de esta referencia para concretar el método,
el alcance, la estructura y el contenido de los informes que en materia de riesgos ambientales
fuera preceptivo presentar ante la Administración en el contexto de cualesquiera
procedimientos de índole jurídica o administrativa.
Figura 7: Proceso iterativo para identificar, evaluar y gestionar el riesgo ambiental [25]
44
3.
siempre y cuando entre estos exista un nexo evidente desde el punto de vista de su
organización, objeto y unidad de negocio.
La norma sirve de referencia para la elaboración de informes, análisis y evaluaciones del riesgo
ambiental en las fases de diseño, construcción, puesta en marcha, operación o explotación, así
como para el desmantelamiento o demolición de la instalación.
Esta Norma establece que tanto las actividades como los riesgos rara vez permanecen
estáticos a lo largo del tiempo, por lo cual es necesario diseñar y mantener un plan de revisión
de todo el proceso de análisis y evaluación de los riesgos ambientales de la organización. La
frecuencia y el alcance de dicha revisión deben documentarse y justificarse en virtud de
criterios como:
Dado que el entorno de una organización es dinámico, y que ello sin duda tiene efectos sobre
la estrategia y el conjunto de los factores que afectan al riesgo, la evaluación debe ser un
proceso dinámico y revisable. No existen reglas acerca de la frecuencia con la que deben
llevarse a cabo ni las evaluaciones, ni el propio análisis. Es evidente que la realización de un
nuevo análisis debe implicar forzosamente la realización de una nueva evaluación pero ésta
también podrá llevarse a cabo como resultado de analizar los propios resultados del proceso
de gestión o porque algunos de los condicionantes del entorno así lo aconsejen.
- Escenarios causales
- Escenarios de consecuencias
El elemento de conexión entre ambos escenarios son los sucesos iniciadores, entendidos como
el hecho físico generado por el escenario causal que da lugar a la primera de las consecuencias.
A partir de este esquema, esta norma desarrolla las distintas partes de la metodología del
análisis de riesgos, partiendo de este primer análisis conceptual.
La norma establece las bases generales para el análisis y evaluación del riesgo ambiental en los
términos siguientes:
45
3.
Para llevar a cabo la identificación de los riesgos inherentes a las actividades industriales se
han desarrollado numerosas técnicas. Los propósitos de la aplicación de las técnicas de
identificación de escenarios de accidente y situaciones peligrosas pueden ser los siguientes:
Tras la estimación del riesgo y con anterioridad a las siguientes etapas del proceso de gestión
del riesgo, es preciso proceder a su evaluación.
La evaluación es el proceso mediante el cual, a la vista de los resultados del análisis del riesgo
realizado, y de una serie de criterios o factores endógenos y exógenos no aplicados durante el
propio análisis y que actúan como condicionantes, la organización emite un juicio acerca de la
tolerabilidad del riesgo y por tanto de su aceptabilidad. Es un proceso de reflexión y análisis
que implica necesariamente la toma de decisiones al respecto.
Es preciso aclarar que los criterios sobre los que se decide la tolerabilidad del riesgo no son
solamente los relacionados con los límites legales, sino que hay que tener en cuenta también
aquellos relacionados con la combinación de componentes políticos, económicos, sociales,
tecnológicos, científicos, culturales y éticos.
Entre los criterios que pueden formar parte del proceso de evaluación se encuentran:
- Los factores de tipo social y particularmente los de carácter legal expresados tanto
en datos actuales como en tendencias;
- La propia estrategia de negocio de la compañía, así como sus valores y conducta
expresados en misión, visión y otros códigos, políticas o manuales;
- Las necesidades o expectativas de las partes interesadas previamente
seleccionadas en el alcance del análisis de riesgos;
46
3.
En su conjunto, la gestión del riesgo tiene como objeto principal la toma de las decisiones más
adecuadas sobre los riesgos ambientales, fundamentadas en los criterios de seguridad y
eficiencia económica. En este marco y por más que sea imprescindible, el análisis y la
evaluación no es un fin en sí mismo, sino sólo una fase inicial del proceso de gestión del riesgo.
47
3.
La Norma “UNE 150011:2005. Gestión ambiental. Guía para la evaluación de los costes
ambientales. Costes ambientales internos” [52], que se comenta en este capítulo, facilita la
elaboración de información contable obligatoria y voluntaria, pública y confidencial, pues
permite identificar y, cuando es posible, medir y valorar los costes ambientales, a fin de
facilitar y controlar la toma de decisiones estratégicas, tácticas y operativas relativas a las
relaciones de cada organización con sus variables ambientales.
Los esfuerzos que realizan las organizaciones en el ámbito de prevenir, reducir y, cuando es
posible, eliminar el impacto ambiental generado por la actividad humana y para promover un
desarrollo sostenible, suelen reflejar sus fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y
amenazas de los nuevos escenarios competitivos y afectan no solo a la propia organización
sino también a todos sus grupos de interés (inversores en capital propio y ajeno, proveedores,
clientes, competidores, trabajadores, administración pública, público en general, etc.).
Todo ello tiene asociados unos costes cuyo reconocimiento, valoración, gestión y control son
heterogéneos, y en ocasiones, muestran unos claros efectos económicos, financieros, fiscales,
laborales, etc., por reflejar variables estratégicas claves.
Con carácter general, según se indica en la Figura 8, el coste ambiental se define como el
sacrificio o disminución experimentada en el bienestar de las personas o en valor de los
bienes, tanto de la organización como ajenos a ella, relacionado con el impacto ambiental de
las actividades de dicha organización en un periodo de tiempo.
48
3.
Con este criterio, es posible diferenciar entre costes ambientales que la organización integra
en su información económico-financiera y aquellos que la organización no refleja en dicha
información. Estos últimos están excluidos de esta norma destinada exclusivamente a los
costes ambientales, cuantificados o no, que la organización internaliza.
Esta norma UNE desarrolla un soporte teórico, basado en el modelo de marco conceptual que
vienen aplicando los principales organismos de normalización contable y que tiene por objeto
dotar de sustento racional a la implantación de estrategias y sistemas de dirección,
información y control. Dicho soporte teórico obedece al esquema de la Figura 9.
49
3.
Los costes ambientales, igual que cualquier otro tipo de coste, pueden ser medidos y
clasificados atendiendo a criterios como su naturaleza, su función, su relación con los objetos
de coste, el volumen de actividad, la adopción de decisiones, el control, etc. Todas estas
clasificaciones son compatibles entre sí y se completan con las que figuran a continuación
específicamente diseñadas para los costes ambientales:
- En función de su frecuencia:
50
3.
La Norma UNE 22480:2008 [53] especifica los requisitos para un sistema de gestión minera
sostenible, destinados a permitir que una organización desarrolle un sistema para la mejora
continua en el desempeño de los criterios de sostenibilidad, que tenga en cuenta los requisitos
legales y otros requisitos y la información relativa a aspectos de sostenibilidad significativos
que la organización suscriba, independientemente del tipo de actividad minera.
51
3.
Del mismo modo, la organización debe definir y documentar el objeto y alcance de su sistema
de gestión minera sostenible.
52
3.
Esta Norma establece a su vez una serie de requisitos en cuanto a planificación, implantación y
funcionamiento, así como en cuanto a seguimiento, evaluación y medidas correctivas a
adoptar en el proceso de adopción y mantenimiento del sistema para la mejora continua en el
desempeño de los criterios de sostenibilidad.
Entre todos los requisitos destaca la necesidad de definición de medidas de los impactos o
efectos causados por la organización, en forma de indicadores medibles y cuantificables, para
poder establecer la correcta implantación del sistema de gestión y los puntos susceptibles de
modificación o mejora en caso de ser necesario.
Así, la Norma UNE 22480:2008 establece que la organización debe establecer, implementar y
mantener uno o varios procedimientos para identificar aquellos indicadores de gestión minera
sostenible que son aplicables a su organización y sobre los que tenga control y/o influencia,
implantar aquellos identificados, disponiendo de información suficiente de cada uno de ellos; y
determinar cuáles de aquellos implantados tienen mayor margen de mejora con el fin de
identificarlos como prioritarios a la hora de establecer objetivos y metas del sistema de gestión
minera sostenible.
Tabla 2: Temática de los requisitos del Sistema de Gestión Minera Sostenible (Creado a partir de [53])
Requisitos generales
Política del Sistema de Gestión Minera Sostenible
REQUISITOS DEL SISTEMA DE GESTIÓN MINERA SOSTENIBLE
53
3.
La Norma UNE 22470:2008 [54], tiene por objeto establecer los indicadores de tipo social,
económico y ambiental para la evaluación de la implantación de un sistema de gestión minera
sostenible, bajo los requisitos establecidos en la Norma UNE 22480:2008, descrita
anteriormente.
Es esta Norma se establece que los criterios con los que se debe evaluar la gestión minera
sostenible son los siguientes:
Los criterios se desarrollan en indicadores que pueden ser cuantitativos, descriptivos o mixtos.
Los indicadores se agrupan según las tres dimensiones del conjunto convencional de
sostenibilidad: la económica, la social y la ambiental.
Los indicadores centrales (C) son, en términos generales, aquellos que tienen más interés para
la mayoría de las empresas y más relevancia para las partes interesadas.
Los indicadores adicionales (A) son aquellos que representan unas prácticas destacadas en la
medición de los aspectos técnicos, económicos, sociales y ambientales y ofrecen información
de interés a ciertas partes interesadas y cuya implantación se considera aconsejable para que
en el futuro pasen a la categoría de indicadores centrales.
La Norma UNE 22470:2008 establece una serie de parámetros, divididos en función del ámbito
al que pertenecen (económico, social o medioambiental) que se detallan en la Tabla 3 y la
Tabla 4.
54
3.
55
3.
Tabla 4: Tipos de indicadores y parámetros propuestos en la Norma UNE 22470:2008 (Continuación) [54]
56
3.
3.4.9.6. UNE-EN ISO 14040:2006. Gestión ambiental. Análisis del ciclo de vida.
Principios y marco de referencia
Esta norma internacional describe los principios y el marco de referencia para el análisis del
ciclo de vida (ACV) incluyendo:
Esta norma internacional comprende los estudios del análisis del ciclo de vida (ACV) y los
estudios de análisis del inventario del ciclo de vida (ICV). No describe la técnica de ACV en
detalle, ni especifica metodologías para las fases individuales del ACV.
El ACV trata los aspectos e impactos ambientales de un sistema del producto. Los aspectos e
impactos económicos y sociales, generalmente están fuera del alcance del ACV. Se pueden
combinar otras herramientas con el ACV para análisis más profundos.
Los estudios de ACV se componen de cuatro fases. La relación ente las fases se ilustra en la
Figura 11. Estas son:
57
3.
La fase de evaluación de impacto de un ACV tiene como propósito evaluar cuán significativos
son los impactos ambientales potenciales utilizando los resultados del ICV. En general, este
proceso implica la asociación de los datos de inventario con las categorías de impactos
ambientales específicos y con los indicadores de esas categorías para entender estos impactos.
La fase de la EICV también proporciona información para la fase de interpretación del ciclo de
vida.
La evaluación del impacto puede incluir un proceso iterativo de revisión del objetivo y del
alcance del estudio de ACV para determinar si se han cumplido los objetivos del mismo, o para
modificar el objetivo y el alcance si la evaluación indica que no se pueden alcanzar.
La EICV trata solamente los asuntos ambientales especificados en el objetivo y el alcance. Por
lo tanto, la EICV no es una evaluación completa de todos los asuntos ambientales del sistema
del producto bajo estudio.
La EICV no siempre puede demostrar diferencias significativas entre las categorías de impacto
y los resultados de sus indicadores correspondientes para diferentes alternativas de los
sistemas del producto. Esto puede deberse a:
58
3.
No hay metodologías aceptadas de manera general para asociar de forma coherente y exacta
los datos de inventario con los impactos ambientales potenciales específicos. Los modelos de
categorías de impacto se encuentran en diferentes etapas de desarrollo.
Esta norma tiene por objeto establecer las características que deben satisfacer los estudios de
impacto ambiental, para:
El mayor o menor desarrollo de los aspectos indicados en esta norma dependerá del tipo de
Proyecto de que se trate.
59
3.
Una de las medidas fundamentales para utilizar racionalmente los recursos naturales,
establecer los criterios para la prevención y control integrados de la contaminación, conservar,
proteger la calidad del medio ambiente y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de las
personas, es aplicar el principio de cautela a los planes, programas y proyectos mediante la
redacción de los correspondientes estudios de impacto ambiental.
El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se define como cualquier cambio en el medio ambiente,
sea adverso o beneficioso, resultante en todo o en parte de las acciones derivadas de las
diferentes fases de construcción, explotación, mantenimiento y, en su caso, clausura, cese o
desmantelamiento de la actividad objeto del proyecto. El cambio se mide por la variación del
estado de los factores ambientales a lo largo del tiempo, con o sin el proyecto.
Dentro de esta Norma se establecen los contenidos que debe tener un EIA y que pueda ser
interpretado correctamente por profesionales distintos de los que lo han redactado:
Los documentos y estructura que debe tener un EIA son los siguientes:
I. Índice General
II. Memoria
0. Hojas de identificación
- Hoja de datos
- Hoja índice
1. Objeto
2. Antecedentes administrativos
3. Alcance
4. Normas y referencias
60
3.
En las citadas referencias se habla expresamente sobre la aplicación expresa de todas ellas a la
Minería, bien como fuente de generación de impactos, bien como proceso generador de
residuos que deben gestionarse de manera adecuada. A este último respecto, la Ley 22/2011,
de residuos y suelos contaminados [50] hace referencia a la categorización de los residuos de
explotaciones mineras como residuos peligrosos, por lo que también es de aplicación la
reglamentación aplicable sobre residuos.
Además, la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental [23], establece expresamente los proyectos
de industrias extractivas que deben someterse a la evaluación ambiental ordinaria regulada en
dicha Ley.
61
3.
las técnicas aplicables a los citados proyectos, así como la necesidad de ampliar los trabajos de
investigación aplicada para una mejor gestión de los impactos ambientales generados por
actividades mineras y el establecimiento de cuantos modelos sean oportunos para posibilitar
la cobertura de la amplia variabilidad de escenarios que pueden presentarse.
De hecho, existen herramientas para llevar a cabo un análisis del riesgo ambiental a nivel
sectorial, como son las establecidas en el R.D: 2090/2008, donde se facilite la evaluación de los
diferentes escenarios y situaciones que pueden tener lugar en una determinada actividad [46,
48].
Es cada sector profesional o grupo de actividades el que decide el tipo de instrumento a partir
del cual podrá apoyarse para analizar su riesgo medioambiental a nivel sectorial, pudiendo
optar entre una tabla de baremos, un modelo de informe de riesgos ambientales tipo el
llamado MIRAT, o bien, una guía metodológica, según el grado de homogeneidad del grupo de
operadores que pertenezcan al mismo sector profesional desde el punto de vista del riesgo
medioambiental. Los modelos MIRAT y las tablas de baremos se aplicarán cuando las distintas
actividades que integran un mismo sector lleven asociada una alta homogeneidad. En otras
palabras, se llevará a cabo una guía metodológica cuando la heterogeneidad de las actividades
que componen un mismo sector no permita la homogeneización de sus escenarios de riesgo
medioambiental.
El objetivo de este informe [55] es desarrollar una guía metodológica (en adelante, GM)
dirigida al sector de la minería metálica no energética, concretamente, a la minería de sulfuros
polimetálicos y a la minería de sales sódicas y potásicas. Este sector está sujeto al régimen
objetivo de responsabilidad medioambiental, al estar afectado por el ámbito de aplicación de
la legislación que se cita en los apartados 1.b, 3, 4, 6, 7, 8, 10 y 14 del anexo III de la Ley
26/2007, de 23 de octubre, relacionada mayoritariamente y, entre otros aspectos, con la
presencia de sustancias peligrosas en el proceso productivo, con la captación de aguas, las
operaciones de vertido y con la gestión de residuos procedentes de la industria extractiva.
El alcance o tipo de operadores a los que va dirigida esta GM viene determinado por las
empresas cuyas instalaciones han participado en el estudio dos empresas mineras de sulfuros
polimetálicos y una de sales sódicas y potásicas. El desarrollo y tipo de riesgos
62
3.
- Catálogos que exponen una relación de los aspectos que pueden intervenir en el
análisis de los escenarios accidentales a nivel individual. Se incluye un catálogo
para las siguientes etapas o elementos del análisis del riesgo medioambiental que
deberán ser analizados a nivel de operador: las actividades o zonas con peligro
asociado, los sucesos iniciadores y sus causas, los factores condicionantes que
pueden participar en los escenarios accidentales y los tipos de receptores
afectados en cada caso. Cada uno de estos catálogos ofrece una «check-list» con
los aspectos que se han identificado a nivel sectorial para cada etapa o elemento
del análisis de riesgos, con la idea de que el operador identifique entre dichos
aspectos aquéllos que se presentan o pueden afectar a su explotación particular.
- Protocolos que describen los pasos que el analista podrá realizar para llevar a cabo
las etapas del análisis del riesgo medioambiental que llevan asociada una mayor
complejidad técnica. Dichos protocolos estarán dirigidos a:
63
3.
Por otro lado, si bien existen ciertos marcos de referencia, la valoración de la afección del
proceso productivo al medio ambiente pasa por una interpretación subjetiva ya que existen
condicionantes externos al proyecto que harán que un mismo proceso genere un mismo
efecto en el medio ambiente, pero en función de, por ejemplo, la ubicación del proyecto, la
presencia de núcleos urbanos más o menos cercanos, presencia de espacios ambientalmente
sensibles cercanos, hagan que un efecto sea tolerable en mayor o menor medida que ese
mismo efecto en otra ubicación. Además, cuando se está hablando de afecciones a las
personas, entra en juego la idea de “percepción del riesgo” [30, 58], siendo éste, por
definición, un concepto subjetivo.
No es posible olvidar que durante el desarrollo de los estudios y análisis ambientales existen
diferentes partes involucradas, con intereses diferentes o incluso contrapuestos que hacen
que ciertas opiniones puedan ser consideradas de mayor calado que otras [29, 56]. También es
cierto que durante el desarrollo de proyectos de envergadura, como pueden ser los proyectos
de explotación de recursos minerales, entren en juego diferentes grupos de trabajo para el
desarrollo de estudios de pre-viabilidad, de viabilidad, Ingeniería básica ingeniería de detalle,
etc. que pudieran dar lugar a puntos de vista diferentes, motivados no por falta de experiencia
o formación, sino porque tienen unos objetivos diferentes en función de la fase del proyecto
en la que entran en juego.
64
3.
Estas consideraciones que se han detallado son las existentes para un único proyecto. Sin
embargo, los problemas planteados se acentúan cuando dos proyectos coexisten en una
mismo área y afectan sobre un mismo lugar [59-61]. Está estudiado que no existe un método
estándar para evaluar los impactos acumulativos [29]. En esta situación se puede dar la
circunstancia que se tengan dos proyectos en los cuales los análisis ambientales los llevan a
cabo dos grupos de trabajo diferentes y que el punto sensible sea el mismo. En este escenario,
las subjetividades dan lugar a que no sea posible conocer la afección ambiental real sobre un
mismo punto (Figura 13). Se puede decir que hay “impactos directos”, que son relativamente
fáciles de identificar, pero una predicción de los “impactos indirectos”, como pueden ser lo
impactos acumulativos, pueden ser mucho más problemáticos [17].
Un escenario con múltiples proyectos reconoce que muchos de los desafíos que tienen que ver
con los efectos acumulativos son consecuencia de los límites organizativos y sus diferencias
existentes entre los proponentes de los proyectos [61].
Si el punto de vista se fija sobre el área sensible, en lugar de fijarlo en el proyecto se llega a la
situación de que no es posible conocer con los análisis ambientales realizados qué proyecto
tiene mayor afección sobre ese punto ni, sobre todo, qué efectos ambientales sufrirá esa área
sensible por el hecho de tener dos focos de afección. Uno de los retos que debe afrontar el
análisis del riesgo ambiental, principalmente basado en Estudios de Impacto Ambiental es el
efecto acumulativo de impactos [62] y la consecuente afección regional. La producción de
pequeños impactos en el medio ambiente puede no tener importancia a corto plazo, pero sí
ser más apreciables a largo plazo. Del mismo modo ocurre con pequeñas afecciones de
proyectos diferentes sobre un mismo punto.
65
3.
Se puede definir que el impacto ambiental regional es aquel que se produce en una escala
espacial donde coexisten múltiples hábitats con múltiples fuentes de estrés afectando a
múltiples y que pudieran ser de aplicación varios criterios de valoración [24].
Por ejemplo, si un proyecto genera una afección ambiental por polvo, que se da una valoración
de X, sobre un punto determinado, y otro proyecto genera esa misma afección por polvo, con
una valoración de Y, sobre el área sensible no es posible saber qué afección por polvo tendrá
puesto que no se puede decir que sea X+Y, ya que los criterios de valoración no se tiene claro
que sean los mismos, por lo que no pueden sumarse.
66
3.
Figura 13: Afección de varios proyectos mineros sobre un mismo área sensible [60]
Existen diversos métodos desarrollados para la evaluación del riesgo regional, basados en
estudios de los efectos ambientales a escala regional, siendo por tanto métodos válidos de
aplicación para el cálculo del efecto bidimensional del impacto [24, 63-65].
El escenario extremo que puede darse es aquel en el que la falta de criterios de comparación
de la afección ambiental de varios proyectos suceda en el caso de que los proyectos objeto de
estudio pertenezca a países diferentes donde la legislación nacional aplicable es diferente. En
este caso surgen problemas debidos a la heterogeneidad de la normativa aplicable [66, 67].
Figura 14: Afección de varios proyectos mineros sobre un mismo área sensible pertenecientes a [60]
diferentes países
En este caso los análisis ambientales, como el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), están
desarrollados bajo restricciones y condicionantes diferentes por lo que en ningún caso serán
directamente comparables.
67
3.
Por este motivo, se hace más necesario si cabe el desarrollo de unos criterios comparativos
para poder determinar de manera inequívoca la afección ambiental en tal caso. En la
actualidad, para solucionar este aspecto, se debe recurrir a acuerdos bilaterales (o
multilaterales) entre los países implicados [68, 69].
Los potenciales impactos ambientales de una operación minera específica dependen de una
amplia gama de factores locales, como la naturaleza del mineral y de la roca encajante, el
contexto geológico y geotécnico, la existencia, la naturaleza y la probabilidad de los riesgos
naturales, la naturaleza del método de extracción y, en su caso, el procesamiento y la
fundición, requisitos de energía y agua del proceso de producción, la naturaleza y la cantidad
de residuos gaseosos, líquidos y sólidos generados, la naturaleza y la vulnerabilidad de los
componentes ambientales locales, sin olvidar las características geológicas, las políticas y la
ética del desarrollo sostenible, tanto de la empresa minera como de las partes interesadas a
nivel local, regional y nacional. A medida que el "período post-mina” forma parte integrante
del ciclo de vida de la mina, la preparación y la gestión de esta fase juega un papel
fundamental en la contribución de la minería al proceso de desarrollo sostenible [7].
El uso del terreno solo es temporal en muchos casos (de un par de años a varias décadas) y
algunas antiguas canteras o graveras pueden ser dotadas incluso un mayor valor ecológico y/o
recreativo de los terrenos en los que fueron originalmente desarrollados, convirtiéndose en
biotopos de flora y fauna. Es frecuente el ejemplo que se encuentra en algunos países donde
antiguas canteras o escombreras mineras han quedado englobadas en algunas de las zonas
protegidas de mayor valor ecológico [7]. De este modo, existe la posibilidad que una vez
finalizado el proyecto de extracción el valor ecológico, económico y social sea incluso superior
68
3.
al inicial, ya que se produce una reordenación territorial que posibilita la utilización de los
terrenos explotados.
Las necesidades de uso del terreno para la minería son limitadas, especialmente en
comparación con otras actividades humanas con impactos ambientales significativos, como la
agricultura y el transporte. La Geología y la explotación de recursos minerales suelen ser
olvidados con frecuencia en las políticas de uso del suelo y la planificación, mientras que el
acceso a la tierra es fundamental para el sector minero. Decisiones equivocadas en la
ordenación del territorio afectan a la disponibilidad de los recursos minerales e incluso pueden
crear impactos ambientales negativos debido a las rutas de transporte más largos, por ejemplo
[7].
Por este motivo es clave una correcta gestión de la rehabilitación de áreas mineras. El objetivo
de la restauración es crear un paisaje similar a su carácter anterior, pero a veces el objetivo es
crear un paisaje con nuevos valores. La planificación del paisaje y la restauración en zonas en
las que ha cesado ya la actividad minera no es sólo una opción inevitable para mantener las
zonas mineras, sino también una vía importante para maximizar los recursos del paisaje y para
69
3.
mejorar la función ecológica de las zonas que han sido explotadas con anterioridad [72]. En
cualquier caso, se debe crear el mosaico de ecosistemas estables y sostenibles con diferentes
usos de la tierra. Además, es importante la incorporación de este tipo de paisaje en un amplio
marco de trabajo que incluye las relaciones socio-económicas de la zona de que se trate [73].
Hay muchos aspectos en los que el éxito de la restauración zonas mineras podrían ser
evaluados [73]. Sin embargo, uno de los temas más difíciles de tratar, sigue siendo el impacto
en el paisaje durante la operación y la mejora conseguida después de la rehabilitación de la
mina [74]. Para analizar este aspecto existe una metodología desarrollada por Menegaki y
Kaliampakos (2012)[74] que se describe a continuación y que está basada en el uso de
Sistemas de Información Geográfica y centrada en dos aspectos fundamentales:
Sin embargo, la mayoría de las metodologías de evaluación de impacto visual existentes son
semi-cuantitativas y concluyen en los objetivos de calidad visual o en clases de sensibilidad
visual, sin ser capaz de evaluar la magnitud del impacto causado por la actividad minera o la
mejora lograda por diferentes programas de rehabilitación.
Para la medición de la alteración relieve topográfico (TRA) se han establecido cinco índices: el
índice de geomorfología (LI), el Índice de Altitud (IA), el Índice de geomorfología ajustado (ALI),
que se produce como una combinación de la LI y AI, el índice de pendiente (SI) y el Índice de
aspecto (ASI). Cada uno de estos índices determina la alteración promedio de la forma de
relieve las características específicas debido a las actividades de minería a cielo abierto. Los
datos necesarios para el cálculo de cada uno de los índices formados son resultado del análisis
de Modelos Digitales del Terreno (MDT) creados para el contorno original y la superficie objeto
de la investigación.
70
3.
Donde:
En el caso en que tenga lugar un desplazamiento vertical y uniforme del contorno original, las
dos superficies varían juntas, dando lugar a LI = 0.
El Índice de Altitud (AI) se establece como un índice corrector a la LI y mide la variación vertical
del relieve topográfico en el supuesto de que no se ha producido ningún otro cambio. La IA
mide la desviación de los puntos de muestreo de las dos superficies (originales y de alivio de
pseudo-final) de la altura media de la superficie original y se describe como sigue:
2
�∑𝑣 �𝑍 𝑖 − 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑍 �
𝑖=1 𝑝𝑒𝑠𝑢𝑑𝑜𝑓𝑖𝑛 𝑜𝑟𝑖𝑔
(2)
𝐴𝐼 = ⎛ 2 − 1⎞ ∙ 100
�∑𝑣 �𝑍 𝑖 − 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑍 �
𝗁 𝑖=1 𝑜𝑟𝑖𝑔 𝑜𝑟𝑖𝑔 ⎠
Donde:
Donde:
71
3.
El Índice de aspecto (ASI) mide el cambio de aspecto promedio entre la topografía original y la
final y se estima, de la siguiente manera:
𝑣
1 �𝐴𝑆𝐼𝑜𝑟𝑖
𝑖− 𝑖�
𝐴𝑆𝐼𝑓𝑖𝑛
𝐼= � (5)
𝑣 𝑖=1 180𝑜
Donde:
3.7.2. Subsidencia
Se puede definir la subsidencia en minería como el efecto que se produce cuando se extraen
minerales por métodos de minería subterránea y por esta razón los niveles de roca y el terreno
suprayacentes ceden hacia las cavidades subterráneas creadas, con lo que se produce un
hundimiento de la superficie del terreno superficial que da lugar a la formación de huecos,
zanjas e incluso extensos valles [75, 76].
La subsidencia implica el asentamiento del terreno de superficie en una extensa área debido a
varios factores, que pueden ser naturales o causados por el impacto de una gran variedad de
actividades humanas. Aunque se trata de un fenómeno que no suele ocasionar víctimas
mortales, los daños económicos y sociales que causa pueden llegar a ser cuantiosos. El control
de estas subsidencias es crucial en zonas urbanas donde los daños y perjuicios ocasionados
pueden ser muy importantes, suponiendo un riesgo elevado para edificaciones, canales,
conducciones, vías de comunicación, así como todo tipo de construcciones asentadas sobre el
terreno que se deforma. Aunque en las zonas rurales y agrícolas los problemas derivados de la
subsidencia son significativamente menores, la presencia de este tipo de fenómenos puede
significar la existencia de actividades en la zona que afecten a las características y la estabilidad
del suelo, lo cual es necesario controlar [77].
72
3.
Para minimizar y/o controlar los cambios en la superficie originados por la subsidencia del
terreno, las medidas de gestión recomendadas puede ser [78]:
73
3.
La gestión del uso y la calidad del agua en proyectos mineros puede ser un temar importante a
tratar. La contaminación potencial de los cursos del agua puede producirse ya desde las etapas
más tempranas del ciclo de la mina, durante la fase de exploración y puede dar lugar a otros
impactos indirectos (por ejemplo, migración de la población) que pueden resultar perjudiciales
a la calidad del agua. La reducción de la disponibilidad de aguas tanto superficiales como
subterráneas, también tiene influencia a nivel local para las comunidades vecinas de las
explotaciones mineras, sobre todo en zonas áridas o en regiones de alto potencial agrícola. Las
actividades mineras deben estar dotadas de una gestión y monitorización adecuadas del uso
del agua, además de sistemas de tratamiento de efluentes, incluyendo el agua de escorrentía
que presente la explotación [78], ya que son múltiples los caminos a través de los cuáles se
puede producir la afección y contaminación tanto de las aguas superficiales como
subterráneas (Figura 15).
74
3.
Figura 15: Impactos de las labores mineras y sus residuos en las aguas subterráneas y superficiales [82]
En relación al uso del agua, puede decirse que las minas pueden usar grandes cantidades de
agua fresca, siendo la mayor parte destinada a las plantas de tratamiento y otras actividades
asociadas. También tienen un consumo importante los sistemas de supresión de polvo. Si se
analizan los circuitos de recuperación de agua, se comprueba que puede producirse una
pérdida de agua por evaporación en el producto final, pero que las mayores pérdidas de agua
se producen sobre todo en las balsas de residuos. Todas las minas deben realizar una gestión
adecuada del agua y del balance hídrico. Aquellas minas con exceso de agua, como puede ser
el caso de explotaciones en entornos tropicales o áreas con nieve o hielo fundido, pueden
experimentar picos o puntas de flujo de aguas, que requieren una gestión adecuada.
Las prácticas recomendadas para una correcta gestión del agua incluyen [78]:
75
3.
El término calidad del agua se refiere a las condiciones físicas y químicas tanto de las aguas
superficiales como subterráneas. Las condiciones físicas incluyen la temperatura y presencia
de partículas sólidas; las condiciones químicas dependen de los tipos y la concentración de
elementos químicos en su composición.
El medio acuático nunca es puro; las aguas naturales siempre contienen una cierta cantidad de
elementos químicos disueltos (solutos) que han sido originados de la atmósfera, de los suelos
o de la meteorización del lecho rocoso. La química del agua depende en gran medida del clima
de influencia, y especialmente de la geología y existe una amplia gama de carga de solutos
(alcance y concentración de solutos, incluyendo los nutrientes).
Las prácticas recomendadas para gestionar los impactos en la calidad del agua incluyen [78]:
El principal problema de la calidad del aire es la generación de polvo producido por los trabajos
de las operaciones a cielo abierto y las operaciones de trituración y molienda. El polvo también
puede ser generado desde las presas de residuos. Los trabajadores y las comunidades cercanas
pueden verse afectadas por el polvo en la atmósfera. Además, la sedimentación de las
76
3.
partículas alrededor de las explotaciones mineras puede contaminar los suelos y el agua y
dañar la vegetación. Las minas también son fuentes de generación de gases de efecto
invernadero. El CO2 es producido por el uso de la energía y a veces, el metano es liberado en
las excavaciones subterráneas, especialmente en las explotaciones de carbón [83].
Existen estudios, como los desarrollados por Chakraborty (2002) [85], que establecen que la
calidad del aire en minería se determina mediante el estudio de diversos parámetros, en
función de los focos de generación de emisiones que se pueden destacar los siguientes:
- Trabajos de perforación.
- Carga de estéril.
- Carga de carbón (o mineral).
- Pistas de transporte.
- Descarga de carbón (o mineral).
- Vertederos de estéril expuestos.
- Parques de almacenamiento de mineral.
- Planta de tratamiento de carbón.
- Talleres.
- Superficie de mina expuesta.
Se han desarrollado modelos que sirven para estimar cada uno de los parámetros establecidos
anteriormente que se detallan en la Tabla 7.
Cabe destacar que las tasas de emisión dependen del contenido de humedad , contenido de
limo, velocidad del viento, diámetro de perforación, producción de la perforación, altura de
tamaño de la cargadora, velocidad media de los vehículos, capacidad de los volquetes,
frecuencia de carga y descarga, producción de mineral/carbón y producción de estéril.
77
3.
Las comunidades cercanas a canteras de áridos naturales, sin embargo, están preocupados
porque las actividades necesarias para llevar a cabo su actividad, como la perforación,
voladuras, trituración y transporte por carretera, pueden producir riesgos en el aire invisibles e
indetectables, como las partículas de sílice cristalina de grano muy fino en suspensión, que
podrían afectar a la salud de los residentes sin protección. Sin embargo no se ha llevada a cabo
ningún estudio para poner a prueba esta hipótesis [84].
78
3.
79
3.
100 − 𝑚 0,1
𝑠∙𝑢
Perforación 𝐸 = 0,0325 � � (𝑑𝑓)0,3
100 − 𝑠
𝑚
0,1
100 − 𝑚 𝑠 0,4
Carga de estéril 𝐸 = �0,018 � �� � � (𝑢ℎ𝑥𝑙)0,1
𝑚 100 − 𝑠
100 − 𝑚 0,1 𝑠 0,3 𝑢 𝑥𝑙
Carga de mineral/carbón 𝐸=� � � � ℎ0,2 ∙ ∙
𝑚 100 − 𝑠 (0,2 + 10,5𝑢) (15,4 + 0,87 ∙ 𝑥𝑙)
0,8
100 − 𝑚 𝑠 0,1
Pistas de transporte 𝐸=� � � � 𝑢0,3 (2663 + 0,1 ∙ (𝑣 + 𝑓𝑐 ) ∙ 10−6 )
𝑚 100 − 𝑠
100 − 𝑚 0,1
𝑠
Caminos de acceso 𝐸=�
𝑚 (1 − 𝑠 )
� 𝑢1,6[1,64 + 0,01(𝑣 + 𝑓)] ∙ 10−3 00
100 − 𝑚 0,2 𝑠 2
Descarga de estéril 𝐸 = 1,76 ∙ ℎ 0,5
� � � � 𝑢0,8 (𝑐 ∙ 𝑦)0,1
𝑚 100 − 𝑠
𝐸 = �100 − 𝑚 � � 𝑠 𝑢 𝑐𝑦 𝑙𝑥
0,1
�� � �� �+� ��
Parques de mineral 𝑚 100 − 𝑠 71 + 43𝑢 29 + 7,6𝑐𝑦 0 + 900𝑙𝑥
3 3
𝑢 𝑏
Emisión global de NOx 𝐸 = 𝑎0,25 � � �1,5𝑝 + �
4,3 + 32,5𝑢 0,06 + 0,08𝑏)
Los parámetros y unidades usadas son: contenido de humedad (%), m; contenido de limo (%), s; velocidad del viento (m/s),
u; diámetro de perforación (mm), d; frecuencia (nº barrenos/día), f; altura de caída (m), h; tamaño de la cargadora (m 3), l;
velocidad media de los vehículos (m/s), v; capacidad de los volquetes (t), c; área (km 2), a; frecuencia de descarga (nº/h), y;
frecuencia de carga (nº/h), x; producción de mineral/carbón (Mt/año), p; manipulación de estéril (Mm3/año), b; ratio de
emisión (g/s), E.
80
3.
Operación kg CO2/t
Voladura 0,0089
Drenaje 0,042
Se puede decir que los metales son una clase de materiales tecnológicamente muy valiosos,
que pueden requerir cantidades significativas de energía para producirse. El uso de energía se
produce en todo el ciclo de vida de los metales y es, por lo general, mucho más alto para la
producción primaria que para la producción secundaria (reciclado) de los mismos. La
producción de metales de sus minerales asociados implica varias etapas, incluyendo la
extracción minera, el procesamiento de minerales / concentración, extracción y refinación de
metales. En cada etapa, las impurezas se separan y se retiran y la concentración de metal en
los productos finales aumenta [35].
81
3.
Tabla 9: Consumo medio de diesel en grandes minas a cielo abierto de todo el mundo [88]
Minas de
15 202 40,0 360 0,64 0,38 1,18
cobre-oro
Los estudios desarrollados por Norgate entre 2010 y 2013 [35, 86, 89, 90], establecen una serie
de valores de referencia para el consumo de energía de los procesos de extracción de diversos
metales.
Figura 16: Energía necesaria (GER) para la producción de metales primarios [89]
82
3.
Tabla 10: Consumo de energía en función del tipo de energía y la operación [86]
Tipo de mena/Método
Tipo de Energía Valor Unidad
minero/Operación
Mena de hierro (Cielo abierto)
Perforación Diesel 0,03 kg/t mineral
Voladura Explosivos 0,5 kg/t mineral
Carga y Transporte Diesel 2,2 kg/t mineral
Trituración y cribado Electricidad 2,5 kWh/t mineral
Almacenamiento Electricidad 0,5 kWh/t mineral
Transporte por Diesel kg/t mineral
0,5
ferrocarril
Operaciones portuarias Electricidad 0,8 kWh/t mineral
GENERAL Agua 0,21 m3/ t mineral
Diesel 3,4 kg/t mineral
135 MJ/t mineral
Electricidad 3,8 kWh/t mineral
Explosivos 0,5 kg/t mineral
Roca estéril 1,3 t/t mineral
Bauxita (Cielo abierto)
Perforación Diesel 0,03 kg/t mineral
Voladura Explosivos 0,3 kg/t mineral
Carga y Transporte Diesel 0,9 kg/t mineral
Electricidad 0,1 kWh/t mineral
Trituración y cribado Electricidad 1,7 kWh/t mineral
Beneficio Electricidad 0,1 kWh/t mineral
GENERAL Agua 0,3 m3/ t mineral
Diesel 0,93 kg/t mineral
38 MJ/t mineral
Electricidad 2,0 kWh/t mineral
Explosivos 0,3 kg/t mineral
Roca estéril 0,3 t/t mineral
Concentrado de cobre (Minería subterránea)
Perforación Diesel 0,7 kg/t mineral
Voladura Diesel 0,1 kg/t mineral
Explosivos 0,4 kg/t mineral
Carga y Transporte Diesel 2,0 kg/t mineral
Ventilación Electricidad 8 kWh/t mineral
Desagüe Electricidad 3,8 kWh/t mineral
Trituración y molienda Electricidad 18,5 kWh/t mineral
Concentración Mena de cobre 16,2 t mena/ t concentrado
Electricidad 7,5 kWh/t mineral
Reactivos 1,7 kg/t mineral
Medio de Molienda 1,4 kg/t mineral
Residuos 37 t/ t concentrado
Mena de cobre 16,2 t mena/ t concentrado
GENERAL Agua 0,51 m3/ t mineral
Diesel 2,8 kg/t mineral
115 MJ/t mineral
Electricidad 46,4 kWh/t mineral
Explosivos 0,4 kg/t mineral
Reactivos 1,7 kg/t mineral
Medio de Molienda 1,4 kg/t mineral
Roca estéril 0,03 t/t mineral
Residuos 2,3 t/ t concentrado
83
3.
3.7.6. Ruido
El ruido se define como cualquier sonido o sonidos fuertes, discordantes o desagradables. Más
comúnmente, en un contexto ambiental, el ruido se define simplemente como un sonido no
deseado [42, 91]. Ciertas actividades producen niveles de sonido o sonidos característicos de
manera inherente, que tienen la capacidad potencial de crear ruido. El sonido generado por las
instalaciones existentes o proyectadas puede convertirse en ruido debido al uso del terreno
que rodea la instalación. Cuando los terrenos colindantes a una instalación existente o
proyectada tienen usos residenciales, comerciales, institucionales o recreativos próximos a la
instalación, el ruido es probable que sea un motivo de preocupación para los residentes o
usuarios de los terrenos adyacentes.
Son numerosos los factores ambientales que determinan el nivel o la perceptibilidad del
sonido en un punto de recepción determinado. Estos factores incluyen: la distancia desde la
fuente de sonido al receptor, terreno circundante, nivel sonoro ambiental, hora del día;
dirección del viento, gradiente de temperatura y humedad relativa, entre otros. Las
características de un sonido son también factores determinantes importantes para considerar
como ruido a un sonido. Tanto la amplitud (intensidad), la frecuencia (tono), como los
patrones de impulso y la duración del sonido afectan el potencial de un sonido a ser un ruido.
La combinación de características de sonido, los factores ambientales y la sensibilidad física y
mental de un receptor a un sonido de determinar si un sonido se percibe como un ruido [91].
En cuanto a los factores meteorológicos, existen estudios que determinan que no tienen
mucha influencia en el ruido generado por la maquinaria hasta una distancia de 30,5 metros
(100 pies) de la fuente de emisión [92].Según este dato, para el estudio de las afecciones
ambientales ocasionadas por la generación de ruido, los factores meteorológicos influirán en la
propagación del ruido en el exterior de la explotación, ya que puede decirse que siempre, los
límites de la explotación estarán a más de 30 metros de la fuente de generación.
Las fuentes de emisiones de ruido asociadas con la actividad minera pueden incluir a los
motores de los vehículos, las operaciones de carga y descarga de rocas, voladuras, generación
de energía y otras fuentes relacionadas con la construcción y las actividades de la mina.
De este modo, uno de los puntos de emisión clave para la evaluación de las afecciones por
ruido es el ruido generado por la maquinaria [93]. Algunos valores de referencia para el sonido
generado por distintas familias de maquinaria empleada en minería se muestran en la Figura
17, expresados en valores de presión acústica A-Ponderada equivalente, en dB(A) [94].
84
3.
Figura 17: Niveles de sonido típicos asociados con maquinaria de minería de superficie [94]
85
3.
las determinaciones del nivel de presión acústica estriba en que el oído humano no tiene la
misma respuesta a todas las frecuencias audibles Este factor de ponderación se incorpora al
instrumento de medida mediante un circuito electrónico capaz de modificar la señal captada
por el micrófono de forma similar a como lo hace el oído humano. Los resultados de las
mediciones de nivel de presión acústica obtenidas utilizando esta ponderación deben
identificarse como dB(A) [95]. LAeq es el valor del nivel de presión sonora continuo equivalente
ponderado A determinado a una distancia de 10 m, en un periodo de tiempo determinado y
para una cierta actividad [93].
Una vez identificadas las fuentes generadoras de impacto, se deberá establecer los valores que
se perciben en aquellos puntos sensibles objeto de estudio. Para ello, se debe conocer los
modelos de atenuación en la propagación del sonido en el exterior.
Los modelos de predicción del nivel de ruido son útiles tanto si existen limitaciones de ruido
como si no. Antes de comenzar el trabajo de predicción de la generación de ruido se deberá
tener en cuenta:
El ruido del emplazamiento puede ser evaluado en términos del nivel de sonido equivalente
continuo y / o en términos del nivel máximo. El nivel de sonido en el barrio que surge de un
sitio dependerá de un número de factores. Los procedimientos de estimación tienen que tener
en cuenta los factores más importantes, a saber:
86
3.
La secuencia de trabajo para la realizar la predicción del nivel de ruido particularizado para
obras de construcción y explotaciones mineras donde las fuentes de generación más
importantes se basan en la existencia de plantas y equipos móviles se muestra en la Figura 18.
Este método está basado en el empleo del nivel de presión acústica ponderado-A equivalente
(LAeq), descrito anteriormente.
El método de medida de la actividad L Aeq se puede utilizar para las actividades fijas y cuasi-
estacionarias y es el mejor método a utilizar cuando estas actividades y sus lugares están
claramente definidos. Esta medida de la actividad L Aeq debe ser corregida para la distancia
fuente - receptor, las reflexiones de onda y el apantallamiento o la atenuación del terreno.
Las ventajas de este método son que las variaciones en los tiempos de ciclo de la planta, las
interacciones entre los diversos elementos de la planta durante la actividad y la variación
global consecuente de nivel de ruido con el tiempo se toman en cuenta automáticamente.
Para una planta en operación continua es necesario determinar la proporción del periodo de
evaluación durante el cual la planta está operando y para ajustar el LAeq durante períodos de
no funcionamiento.
Para las instalaciones cíclicas o intermitentes, tiene que ser estimado el número de secuencias
completas que se producirán dentro de la jornada de trabajo y ajustar el L Aeq, si fuera necesario
[93].
87
3.
Figura 18: Diagrama de trabajo para la estimación del nivel de ruido en explotaciones mineras [93]
Del mismo modo, se deberán tener en cuenta las características del terreno para establecer la
atenuación que efectúa dicho terreno. Se considera “terreno duro” a aquellas superficies de
tierra que reflejan el sonido, por ejemplo, áreas pavimentadas, laminados de asfalto y la
superficie del agua. Se considera “terreno blando” para referirse a superficies que son
absorbentes de sonido, por ejemplo, pastizales, campos o plantaciones cultivadas. Cuando el
terreno entre la fuente y el receptor es una combinación de duro y blando, se deberá
considerar como mixta.
88
3.
89
3.
Método de predicción de impacto para una fuente móvil, usando un camino prefijado de forma
regular.
Para el caso de una estimación de la generación de ruido de una manera regular debido a
pistas de transporte, se puede usar el efecto del ruido por hora. Para vehículos que pasan a
intervalos más o menos fijos, se puede usar la determinación del nivel de sonido equivalente
usando el método siguiente:
90
3.
Donde:
La fórmula generalizada para la combinación de dos niveles de sonido dB1 y dB2, es:
𝑑𝐵1 𝑑𝐵2
𝑑𝐵𝑇𝑜𝑡𝑎𝑙 = 10𝑙𝑜𝑔10 �𝑒 10 + 𝑒 10 � (8)
91
3.
Las voladuras son una de las operaciones clave en las actividades de producción mineras, ya
que el método de perforación y voladura es de uso común en distintos materiales, en
diferentes diseños de mina y se utiliza tanto en la minería a cielo abierto como en minería de
interior.
El uso de los explosivos como técnica de arranque en minería se hace de distintas formas en
función del uso final de la roca fragmentada. Así, el diseño de una voladura tiene que ser
llevado a cabo en función del objetivo buscado. En cualquier caso, las operaciones de
detonación generarán efectos ambientales que tienen que ser gestionados de una manera
correcta y deben ser minimizados.
La razón principal para el uso de explosivos en el arranque y excavación de rocas es que los
explosivos tienen una gran capacidad reaccionar dando lugar a una generación de gases a alta
presión y temperatura que, al emplearse confinado en barrenos perforados en la roca, dan
lugar a su transformación en energía mecánica. Además, es un producto mucho más barato en
comparación con la utilización de martillos hidráulicos, trituradoras o cualquier otra
herramienta utilizada para la rotura mecánica. Pero si la voladura no está correctamente
diseñada, algunos efectos ambientales pueden hacer que ese procedimiento resulte incluso
peligroso.
Aparte de las vibraciones producidas, como resultado de las voladuras se pueden producir
ruido, polvo y daños estéticos y estructurales, en edificaciones en las zonas habitadas
próximas. La vida animal, de la cual depende la población local, también puede ser afectada
[29, 96]. Una identificación de los efectos producidos por voladuras y sus efectos, se muestran
en la Figura 21.
92
3.
Algunos autores suponen que una parte de esos efectos son eventos aleatorios [ 97], pero hay
métodos y técnicas, basados en modelos empíricos y analíticos, que pueden usarse para
predecir controlar y minimizar los potenciales efectos ambientales. Estos métodos tienen que
ser utilizados en el diseño de voladura para definir las mejores prácticas aplicables. Además,
con el uso de ciertas herramientas, tales como la digitalización del frente de voladura y la
determinación de la dirección real de la perforación realizada, podría estudiarse el macizo
rocoso para obtener la mayor cantidad de información posible para diseñar los parámetros de
voladura correctamente.
3.7.7.1. Vibraciones
Cualquier voladura genera una perturbación del terreno en forma de onda sísmica en el suelo.
Esta onda depende de las propiedades de la roca, las propiedades geotécnicas del macizo
rocoso y el diseño de la voladura. Obviamente, cuanto mayor cantidad de explosivo es
detonada, más vibraciones se generan y en función de la distancia de la voladura a la zona
sensible (o estructura sensible), el alcance de las vibraciones en el terreno es diferente.
El efecto podría dañar las estructuras, incluso provocar el colapso de las mismas, y también
puede afectar a la gente cercana que rodea el área de voladura. Para evitar este efecto cada
país establece algunas normas para garantizar la seguridad de las personas y estructuras
(edificios, estructuras industriales y estructuras también antiguas e históricas) [98].
93
3.
Ondas sísmicas
Aunque las ecuaciones clásicas de ondas elásticas son inadecuadas para describir el fenómeno
de las vibraciones por efecto de una voladura, tal y como se manifiesta con sus problemas de
atenuación, dispersión, cambio de longitud de onda y superposición de ondas, ha de
considerarse que hasta la fecha es el mejor modelo simplificado de que se dispone para el
análisis de este fenómeno. Se puede considerar, pues, que a efectos de las vibraciones en
voladuras, sólo interesa la propagación de ondas en la zona exterior, en torno del barreno
(zona elástica) y que en ella las únicas ondas significativas que se transmiten resultan ser
ondas elásticas de baja energía.
- Ondas internas, que se propagan por el interior del sólido rocoso en nuestro caso y
dentro de las cuales encontramos: las ondas longitudinales, de compresión o
principales P y las ondas transversales, de cizalladura o secundarias S.
- Ondas de superficie, que únicamente se transmiten por la superficie del material y
entre las que se encuentran: las ondas Rayleigh R y las ondas Love L; son las
principales, si bien existen las llamadas ondas acopladas y ondas hidrodinámicas.
Las ondas P se caracterizan por provocar la oscilación de las partículas en la misma dirección
en la que la onda se propaga. Las ondas S se caracterizan por provocar la oscilación de las
partículas en una dirección transversal a la dirección en que la onda se propaga.
Cuando las ondas internas generadas en el interior de un macizo rocoso alcanzan la superficie,
son influidas por esta discontinuidad y aparecen ondas de superficie. Si se considera para su
análisis que el eje X es el correspondiente al de la dirección principal de propagación, el eje Y al
horizontal, perpendicular al X, y el eje Z al vertical perpendicular a los dos anteriores:
94
3.
Love cuando la velocidad de las ondas S aumenta con la profundidad para los
diferentes materiales.
Medio inalterado
Se ha demostrado por medio de estudios de carácter avanzado que la energía sísmica de alta
frecuencia es absorbida más rápidamente que la de baja frecuencia, de modo que la energía
contenida en las ondas sísmicas está más concentrada en intervalos correspondientes a bajas
frecuencias a medida que la distancia a foco generador aumenta. Hay que tener presente que
en los análisis de vibraciones no suele llegarse a distinguir entre sí los diferentes tipos de ondas
que llegan al geófono. La profundidad de los barrenos, que normalmente son de producción,
es relativamente pequeña, lo que supone trenes de ondas internas de baja energía. Asimismo,
los trenes de ondas llegan casi simultáneamente al geófono, pues la diferencia de velocidad
entre ellos es pequeña, frente al pequeño espacio a recorrer hasta el geófono.
Es preciso hacer una distinción entre aspectos bien diferenciados del fenómeno de la
vibración. Uno de ellos es la propagación o transmisividad de la vibración por el medio y otro
es el movimiento propio que el paso de la vibración genera en las partículas del medio. Cabe
entonces diferenciar entre dos tipos de velocidades:
95
3.
- Una serie de sensores o elementos para captar el ruido y las vibraciones del
terreno transformándolos en impulsos eléctricos (micrófonos, velocímetros y
acelerómetros).
- Un amplificador de la señal.
- Un módulo de memoria para el almacenamiento de datos
- Algunos modelos incorporan un sistema de impresión que visualiza y gestiona los
datos.
Ley de transmisividad
𝑉 = 𝐾 ∙ 𝑄𝛼 ∙ 𝐷𝛽 (9)
Siendo:
K, y son constantes que engloban la geología del terreno, la geometría de las cargas, las
diferencias de cota entre los puntos de disparo y de medida, el tipo de propagación, el nivel de
“aprovechamiento” de la energía en generar vibraciones, etc.
Por lo tanto, uno de los objetivos de un estudio de vibraciones es hallar el valor de las
constantes K, y a través de un ajuste mínimo-cuadrático, realizado con los valores V, Q y D
tomados en los ensayos.
96
3.
El coeficiente de correlación “r” va a indicar si los puntos (V, Q, D) tienen alguna relación entre
sí o no. Es decir, si se ajustan a una ley o no. Dicho coeficiente alcanza el valor máximo 1
cuando los puntos se ajustan perfectamente a la ley y es 0 cuando los puntos se encuentran
caóticamente repartidos.
Con objeto de tener una idea visual del ajuste de los puntos al plano, se representan en una
gráfica de escalas logarítmicas los valores de V frente a los de Dr:
𝐷
log 𝑉 = log 𝐾 − 𝛽 ∙ log � � (11)
𝛼
�
𝑄 𝛽
La representación de dichos puntos ha de tomar una forma aproximadamente rectilínea.
97
3.
8 ms, suponiendo, en este caso que el efecto sería el equivalente a la vibración generada
por la suma de dichos barrenos.
La densidad de la roca hace que cuanto mayor sea la densidad del medio, mayor
capacidad de transmitir las ondas de vibración.
98
3.
existan multitud de planos de reflexión de las ondas, actuando cada contacto entre
estratos, o entre juntas, como un plano de discontinuidad del medio.
Por otro lado, cada tipo de roca tiene un comportamiento diferente en función de las
características tensionales del medio. En este aspecto existen rocas más plásticas y otras
más elásticas, de modo que son capaces de absorber las ondas vibratorias de modo
diferente, y, por tanto, de transmitirlas también de modo diferente.
Las acciones posibles de realizar para reducir las vibraciones generadas por la voladura se
enumeran a continuación:
Reducir el diámetro.
Utilizar cargas espaciadas en los barrenos.
Utilizar cargas de diámetro inferior al del barreno.
Reducir la altura de banco.
3.7.7.2. Proyecciones
Las proyecciones se pueden definir como el efecto producido por un fragmento de roca
lanzada hasta una distancia o con un alcance no deseable de acuerdo con las características y
la finalidad de la voladura. Por tanto, hay dos zonas de proyecciones que se pueden denominar
"normal" y "excesiva". La zona de proyecciones “normal” se refiere a la zona donde se espera
que se produzcan las proyecciones. Es la zona de la que son evacuados antes de la voladura de
personal y se acordonó durante la explosión.
99
3.
Las proyecciones de roca pueden suponer un serio peligro asociado a las voladuras. Muchos de
los accidentes de voladuras donde ha habido heridos se han debido a proyecciones de roca
que han sobrepasado la zona de protección [101].
Las consecuencias de las proyecciones podrían no ser importantes si los fragmentos de roca no
alcanzan estructuras externas o edificios de la mina o su entorno. Pero esos fragmentos
podrían dañar las estructuras internas u otros bienes, tales como la planta de tratamiento, la
maquinaria o incluso las oficinas de mina. El peligro se agrava si las proyecciones superan los
límites de la explotación.
a B
b d
B’
No obstante, en aquellos casos en que la voladura tuviera lugar en un lugar próximo a zonas de
riesgo, será necesaria la adopción de medidas especiales como puede ser la colocación en la
zona de voladura de tela metálica, lona resistente, neumáticos viejos o cualquier otro
elemento que sirva de protección frente a las proyecciones.
10
3.
talud del banco depende de diversos factores, tales como las características del material,
distancia de la carga de explosivo al frente libre, concentración lineal de carga de explosivo en
el barreno, tipo de explosivo, entre otros.
Según el modelo estudiado por Workman, se establece que las proyecciones de roca no
alcanzan más de 3000 pies, es decir, 914,4 metros. Sin embargo, su modelo no tiene en cuenta
ni la resistencia del aire, ni la velocidad ni la dirección del viento.
Por otro lado, Hustrulid (1999) [102] describe otra manera de estimar el alcance de los
fragmentos de roca provenientes de una voladura, en función del tamaño de fragmento y el
diámetro de barreno, donde el alcance de los fragmentos de roca puede ser establecido de
acuerdo al diagrama representado en la Figura 24.
La onda aérea se podría definir como la sobrepresión de aire producida por cualquier
detonación. En las operaciones de voladura a cielo abierto el explosivo tiene que ser confinado
en la roca, pero siempre una fracción de la energía se transforma en ondas que se transmiten
en el aire. Estas ondas generan sobrepresiones de aire que pudieran causar daños en los
edificios causando principalmente grietas en vidrios y ventanas.
Alguna de las medidas que pueden adoptarse para aminorar esta onda aérea son las siguientes
[100]:
10
3.
Aunque pueda parecer que los efectos de las voladuras en el entorno son acción única y
exclusivamente de las personas involucradas en el diseño y ejecución de la misma, el proceso
minero completo tiene influencia en la obtención de unos resultados exitosos.
Cabe destacar que una pequeña desviación de los resultados esperados en la voladura puede
generar afecciones que hagan inviable la continuación de los trabajos.
La no predicción de los resultados esperados o bien la falta de información sobre los medios
con los que se está trabajando, así como la falta de rigor en alguna de las actividades de la
explotación pueden generar graves incidentes, o incluso accidentes que pueden afectar a las
instalaciones, edificaciones, o incluso a las personas, involucradas o no en el proceso minero.
Así, algún aspecto que pase desapercibido durante la etapa de diseño y ejecución de las
voladuras pueden ocasionar graves afecciones en forma de vibraciones, onda aérea o
proyecciones, dando lugar a graves daños materiales y personales.
Estos aspectos clave, que den lugar a situaciones indeseadas pueden tener lugar por varios
motivos:
- Falta de formación
- Falta de información
- Falta de rigor en los trabajos
- Factores externos
La falta de formación tanto del personal involucrado en la ejecución de la voladura, así como la
falta de conocimiento de las técnicas para desarrollar otras actividades, como estudios
10
3.
geotécnicos, interpretaciones geológicas, etc. hacen que haya datos de partida que no se
corresponden con el modelo empelado en el diseño de la voladura.
La falta de información sobre el terreno que se está perforando, bien sea el macizo rocoso,
bien sea el frente de voladura, puede generar situaciones de riesgo evitables con una simple
auditoría de trabajos a realizar. Del mismo modo, una falta de comunicación entre diferentes
fases de la explotación, por ejemplo falta de información del desarrollo de la perforación para
los ingenieros a cargo del diseño de la voladura, puede hacer que no se tengan conocimientos
de zonas estratificadas débiles, de fragmentación excesiva, con presencia de cavernas en el
caso de macizos calizos, etc., haciendo que el diseño de la voladura no sea el más adecuado.
Una falta de rigor en los trabajos, ocasionada en ciertas ocasiones por falta o escasez de
personal, o por la presencia de personal mal formado, puede dar lugar a que haya una falta de
rigor en los trabajos, con la consecuente existencia de información sesgada o incompleta para
los equipos de diseño de voladuras.
Además de todo lo anterior, puede haber factores externos como por ejemplo factores
meteorológicos que hagan que las condiciones de trabajo no sean las óptimas. En otras
ocasiones, las presiones ejercidas sobre el personal por una premura en la ejecución de la
voladura pueden ocasionar situaciones de riesgo perfectamente evitables.
Por los motivos descritos se han desarrollado mediante la técnica de generación de árboles de
fallos, las condiciones para evitar, o minimizar los efectos de las voladuras en el entorno.
Así, partiendo de las situaciones que pueden darse en este aspecto, mediante puertas lógicas,
se establecen las zonas de actuación para evitar las afecciones por vibraciones, proyecciones y
onda aérea.
10
3.
10
3.
10
3.
10
3.
10
3.
3.7.9. Residuos
Los residuos generados en operaciones mineras pueden dividirse en cuatro categorías: [41, 96]
Las características de los residuos mineros dependen del origen de la actividad minera. En el
caso de los áridos, de los minerales industriales, de las rocas ornamentales (granito, mármol),
etc., sus residuos mineros suelen ser inertes; en el caso de la minería metálica, podrían
clasificarse como peligrosos, tal y como lo refleja la Lista Europea de Residuos, ya que son
estériles que, con posterioridad a su almacenamiento en una estructura tipo escombrera o
balsa de estériles, generan ácido procedentes de la transformación de sulfuros (Código LER 01
03 04); otros estériles pueden contener sustancias peligrosas (Código LER 01 03 05) y en otros
casos pueden contener sustancias peligrosas procedentes de la transformación física y química
de minerales metálicos. (Código LER 01 03 07).
Para minimizar el gran volumen de residuos que se produce en cualquier explotación minera,
se aplican métodos y técnicas de prevención. Estas técnicas son de especial relieve en la fase
de investigación (geofísica, sondeos, etc.) ya que permiten evitar la apertura de frentes de
explotación en zonas no adecuadas por contener óxidos, fracturas, etc., que posteriormente
sería necesario abandonar con la consiguiente producción de residuos. En la fase de operación
o explotación se aplican las tecnologías más avanzadas (Mejores Técnicas Disponibles) que
permiten racionalizar y aprovechar mayores concentraciones de mineral.
10
3.
El drenaje ácido de mina (AMD) se produce en aproximadamente el 70% de las minas del
mundo. Es un proceso natural que da lugar a la contaminación del agua cuando la roca que
contiene minerales de base sulfurosa está expuesta al agua y oxígeno [105, 106].
Esta combinación crea el agua ácida que disuelve los metales residuales de roca expuesta en
minas a cielo abierto, trabajos subterráneos o acopios. Debido a que el agua se genera a partir
de fuentes naturales tales como lluvia, nieve derretida, agua subterránea, o acuíferos, el
drenaje ácido de mina se puede producir tanto en minas activas como en minas ya
clausuradas, lo que hace que sea necesario una monitorización y tratamiento a largo plazo
[105].
El drenaje ácido es un problema global, lo que lleva a la destrucción ecológica de las cuencas
hidrográficas y la contaminación de fuentes de agua para uso humano por el ácido sulfúrico y
metales pesados, incluyendo arsénico, cobre y plomo. Una vez que la roca que contiene el
elemento generador de ácido se tritura y se expone al oxígeno y el medio ambiente de la
superficie, la generación de ácido es muy difícil de contener o detener, y puede continuar
durante decenas o miles de años hasta que se agoten los minerales de sulfuro disponibles.
Los metales disueltos por los efluentes ácidos contaminados, en muchos casos, tienen una
concentración tal que no pueden sobrevivir en ellos nada más que microbios. Aunque la
minería es, con mucho, la principal causa de este tipo de lixiviación ácida, el proceso también
puede ocurrir durante las alteraciones de la terrenos no mineros, como la construcción, o
incluso de forma natural en algunos entornos, los ejemplos de los fenómenos más generales
de "drenaje ácido de roca" (ARD) [107].
El aumento de la acidez causada por drenaje ácido de minas tiene una serie de efectos
negativos dependiendo de la gravedad del cambio de pH. Muchos sistemas de ríos y antiguos
sitios mineros son totalmente inhóspitos para la vida acuática, con la excepción de las
bacterias "extremófilos". Además, la acidez aumentada reduce la capacidad de las corrientes
para amortiguar contra más cambios químicos [107].
Como el drenaje de aguas ácidas de mina se plantea como uno de los problemas ambientales
más graves en la industria minera, sus causas, predicción y tratamiento se han convertido en el
origen de una serie de iniciativas de investigación por encargo de los gobiernos, la industria
10
3.
Para detener la formación de ácido sulfúrico, se debe evitar que la roca estéril y los residuos de
una mina entren en contacto con el oxígeno. El oxígeno puede provenir de corrientes de agua
o aire. Las técnicas para mantener los residuos separados de corrientes de oxígeno incluyen
sumergir los residuos bajo agua, sellado por medio de una barrera sintética, o enterrarlos bajo
tierra [107].
Las grandes minas de manera general suelen utilizar la técnica de confinar bajo agua para
aislar del oxígeno las potenciales fuentes generadoras de ácido para reducir la velocidad a la
que el oxígeno interactúa con el material. La formación de ácido sulfúrico se hace más lenta,
pero la reacción no se bloquea totalmente. En algunas instalaciones de residuos que utilizan
este método no se requiere de tratamiento de agua activo. Sin embargo, en muchos casos, el
agua que fluye fuera de las balsas todavía necesita ser tratada para neutralizar la acidez antes
de que sea liberada en el medio ambiente [107].
Las causas del drenaje de agua ácida de mina son muy conocidas. Todas las fuentes de
generación tienen que ver con la meteorización natural de residuos mineros o bien de rocas
enriquecidas en minerales metálicos sulfurosos [82]. El drenaje de aguas ácidas de mina puede
11
3.
producirse en aquellos lugares en los cuales una roca sulfurosa ha sido expuesta al aire como
resultado de operaciones mineras, construcción, u otras actividades [82, 110, 111]:
El drenaje ácido afecta a los sistemas lóticos de muchas maneras. Esto da lugar a múltiples
presiones, tanto directas como indirectas, en los organismos que componen la estructura de la
comunidad del ecosistema. Estos efectos pueden ser categorizados de una manera sencilla
como químico, físico, biológico y ecológico, aunque el impacto global sobre la estructura de la
comunidad es la eliminación de las especies, la simplificación de la cadena alimentaria
reduciendo así significativamente la estabilidad ecológica [104].
11
3.
Figura 29: Efectos más importantes del drenaje ácido de mina [104]
Los avances en la predicción del drenaje de aguas ácidas incluyen el desarrollo de programas
de simulación por ordenador, las evaluaciones químicas, y el análisis de las reacciones ácido-
base que se utilizan para prever si es probable que se formen aguas ácidas en una mina [ 113].
Las operaciones mineras que exponen minerales de base sulfurosa está expuesta al agua y
oxígeno no siempre conducen a la formación de aguas ácidas, porque el mineral puede
contener una alta proporción de minerales tampón, tales como cal, calcita, carbonato o
bicarbonato, que son capaces de neutralizar las aguas ácidas [106, 111]. Debido a que la
mineralogía de residuos sulfúricos y minerales es muy variada y es única para cada depósito, la
predicción de la formación de aguas ácidas requiere un adecuado análisis de la física,
geológica, geoquímica y características mineralógicas de la mina [111].
Las empresas mineras trabajan cada vez más en evaluar el potencial de formación de aguas
ácidas en futuras proyectos de explotación y proporcionar planes detallados para prevenir o
11
3.
contener el drenaje de aguas ácidas en todas las fases de operación de la mina como parte del
proceso de Evaluación de Impacto Ambiental [114, 115].
Además otro factor que afecta al drenaje de aguas ácidas de minas es el cambio climático, que
hace que varíen las reacciones por las que se movilizan lo contaminantes, debido a los cambios
en las condiciones hidrológicas, por lo que la capacidad de generación de aguas ácidas de mina
varía, por tanto, en el tiempo [116, 117].
Existen métodos para realizar una estimación de la movilidad de los contaminantes que están
basados en determinar cuantitativamente el contenido mineralógico de los minerales o rocas
en cuestión. Usando técnicas de mineralogía cuantitativa en conjunción con ensayos de
laboratorio estáticos y dinámicos se pueden obtener resultados que clarifiquen y ayuden a la
interpretación del potencial de drenaje de aguas ácidas de mina [118].
11
4.
4. METODOLOGÍA
Por otro lado, debe recordarse que el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) se ha
establecido como una herramienta de uso ampliamente aceptado en la industria y lleva siendo
empleado desde hace más de 40 años [12] como un proceso de planificación, de toma de
decisiones y de gestión que abarca todo el ciclo de vida de un proyecto minero. Sin embargo,
es fundamental tener en cuenta que el EIA es un estudio de solo una parte del proceso y que
normalmente se lleva a cabo en la etapa de estudio de la viabilidad y diseño o, a veces incluso
en la etapa de estudio conceptual del desarrollo de una mina [29]. En éste sentido, puede
decirse que el objeto del EIA es asegurar que los potenciales impactos adversos en el medio
ambiente son previstos y contemplados para su corrección ya desde una etapa temprana del
ciclo minero, con el fin de adelantarse a efectos negativos, tanto en el aspecto social como
medioambiental durante la construcción y operación de la mina [12, 119].
La evaluación ambiental debería llevarse a cabo tan pronto como sea posible en el proceso
minero para permitir que las medidas de mitigación ambiental puedan ser incorporadas ya
desde la etapa de planificación minera. Una evaluación ambiental precisa y realizada a tiempo
hará posible una toma de decisiones sobre una base de información adecuada y suficiente, que
irá en la línea de asegurar el desarrollo sostenible, que es el fin último de la evaluación
ambiental. Estas decisiones se relacionan con cambios en el diseño de mina, que normalmente
se realizan en la etapa de Ingeniería de detalle y que se desarrolla después del estudio de
viabilidad (Figura 30).
11
4.
Estos cambios en el proyecto puede que justifiquen ser reflejados en el EIA, o pueden incluso
justificar la elaboración de un nuevo EIA. Sin embargo, en la práctica estos cambios suelen
realizarse una vez está aprobado el EIA, por lo que no estará sometido a la revisión por la
Administración competente. No en todos los países está regulado el mecanismo de revisión del
EIA, para velar por la validez de los cambios introducidos y la consecuente consistencia del
nuevo EIA. Y además, no debe olvidarse que aun teniendo el mismo nombre, el procedimiento
administrativo y de gestión de un EIA puede cambiar y ser radicalmente diferente de un país a
otro.
Figura 30: Relación entre fases y toma de decisiones en el desarrollo de un proyecto minero [120]
Tal y como se desprende de la Figura 31, el EIA no es un simple estudio, sino que es un
proceso, que comienza en los primeros estadios del desarrollo de un proyecto minero, se
11
4.
Figura 31: Relación entre Evaluación ambiental y el ciclo de un proyecto Modificado de [12]
minero
A este respecto, se consideran una serie de premisas para asegurar la calidad del desarrollo de
un Estudio de Impacto Ambiental, según Raff [121]:
11
4.
9. El EIA debe ser una visión dura y crítica de las consecuencias medioambientales del
proyecto. Mientras que un EIA puede que no sea perfecto, esto no quiere decir que
sea superficial, subjetivo o no informativo.
10. Los hallazgos de un EIA deben ser presentados en un lenguaje claro y debe explicar la
metodología empleada.
Basándose en estos principios se debe tener en cuenta que los recursos para el desarrollo de
un EIA son limitados.
- Listas de verificación.
- Matrices de impacto.
- Diagramas de flujo y redes.
- Modelos matemáticos y estadísticos.
- Mapas.
- Sistemas de información geográfica (SIG).
Las listas de verificación (checklists) son especialmente útiles en la fase de definición del
alcance del estudio de impacto ambiental para identificar impactos clave y asegurar que no se
pasan por alto. Pueden incluir información como requisitos de los datos a obtener, opciones
de estudio, preguntas por responder y los umbrales legales, pero en general no son adecuadas
para un análisis detallado. Pueden tener varios usos: para identificar impactos y relaciones
causa-efecto entre varias fuentes de impacto y los impactos; para relacionar características
como pueden ser la magnitud y extensión del impacto, etc.
Las matrices de impacto son un método simple y transparente para comparar y clasificar
objetos, como pueden ser los receptores y fuentes de impactos. Se puede asignar a cada
objeto una puntuación en función de varios criterios, así como en escalas diferentes. Este
método puede ser usado como herramienta de evaluación de la importancia relativa de
objetos en varios contextos, incluyendo la determinación del alcance del estudio, predicción
de impactos, establecimiento de alternativas al proyecto. Sin embargo, no sirve para detectar
superposición y/o interacción de impactos con diferente ponderación. A menos que estén
basadas en datos cuantitativos son desarrollos subjetivos y están sujetas al punto de vista y
criterio del equipo que realice el estudio, como se ha comentado más extensamente en la
página 22.
Los diagramas de flujo y redes pueden ser útiles para la identificación de relaciones causa-
efecto entre fuentes de impacto o bien entre efectos primarios y secundarios. Sin embargo no
pueden cuantificar las magnitudes de los impactos y sus efectos.
11
4.
El uso de mapas es esencial. Los mapas pueden indicar características tales como áreas de
impacto y la ubicación y extensión de los puntos sensibles. El uso de mapas superpuestos en
los que se puedan combinar e integrar dos o tres mapas con información a modo de "capas",
es el más extendido para el estudio de diferentes impactos y/o diferentes componentes
ambientales o ubicaciones.
Para ello, es muy útil el uso de herramientas informáticas como son los Sistemas de
Información Geográfica (SIG o GIS por sus siglas en inglés), que pueden gestionar gran número
de variables en bases de datos referenciadas geográficamente, al tiempo que se pueden usar
junto con otros sistemas (como pueden ser sistemas expertos o modelos de simulación) como
un medio de analizar datos cuantitativos y resultados de modelización.
Puede decirse que en un proyecto minero existen multitud de actores con diferentes puntos
de vista y con diferentes intereses en el proyecto, por lo que en ciertas ocasiones es posible
que la mejor solución, ambientalmente hablando, sea contrapuesta a la mejor técnica minera
disponible para un determinado yacimiento.
En este escenario, la selección del método de explotación pasa por la integración de tres
aspectos, que son obligatoriamente complementarios: tecnología, economía y medio
ambiente (Figura 32).
11
4.
Figura 32: Aspectos que intervienen en la selección del método de explotación [60]
Figura 33: Análisis ambiental centrado en las fuentes generadoras de impacto ambiental
Este método de trabajo es el más extendido y aceptado tanto por empresas mineras como por
organismos reguladores, y es de gran utilidad para el rápido desarrollo de los estudios de
evaluación de impacto ambiental. Sin embargo, en la gran mayoría de técnicas empleadas
intervienen aspectos subjetivos, que ante la falta de criterios de comparación, tal y como se ha
descrito en el Apartado 3.6, no se pueden emplear para determinar el nivel de impacto
ambiental de varias operaciones mineras que coexistan en un mismo área.
Así, el nuevo paradigma propuesto se basa en cambiar el punto de vista del estudio ambiental,
y centrarlo en el área receptora de impactos. Esta área se puede denominar como “área
12
4.
sensible” ya que será aquella que sea más susceptible de ser afectada por las explotaciones
cercanas. Esta área puede ser bien un núcleo de población, una zona de interés ecológico,
arqueológico, industrial, o bien una zona de cualquier otro carácter, pero que siempre se
identificará con el área a proteger en cada caso.
Figura 34: Análisis ambiental centrado en las áreas receptoras de impacto ambiental
En este nuevo planteamiento del estudio ambiental se cambia el alcance del análisis,
centrándolo en un único punto, pero que recibe alteraciones ambientales de varias fuentes
generadoras de dichos impactos.
La ventaja que ofrece este planteamiento es que permite conocer si una explotación genera
mayor impacto ambiental que otra y, gracias a ello, se podrán exigir diferentes niveles de
actuación o protección a cada una de las explotaciones.
El nuevo planteamiento no tiene como finalidad actuar sobre las fuentes generadoras de
impacto para eliminar, o minimizar la potencial afección ambiental tal y como marcaría el
procedimiento estandarizado de evaluación de impacto ambiental, sino que se basa en la
optimización de la gestión a escala regional, que permite comparar explotaciones entre sí. Por
tanto, ambos planteamientos no se exponen como excluyentes, sino como complementarios
para un óptimo proceso de análisis ambiental. Los resultados de ambos planteamientos
deberían coincidir, teóricamente, solo en el caso de la aplicación exacta de los mismos criterios
empleados en la elaboración de estudios de impacto ambiental en una misma área de
influencia. Esto solo sería posible si hubiera un marco regulador que incluyeran una serie de
criterios objetivos, comparables y normalizados de aplicación universal.
Este aspecto supondría un alto grado de intervencionismo por parte de los organismos
reguladores, que debieran establecer unos criterios válidos para todo tipo de explotaciones
mineras, pero cuyo desarrollo es necesario reconocer que es francamente difícil para el caso
de la explotación de yacimientos minerales, debido a la gran casuística tanto de yacimientos
como de métodos de explotación, por lo que no se considera una posibilidad actualmente
viable. Si bien existen una serie de recomendaciones, y ciertos criterios más empleados que
otros, no son de obligado cumplimiento.
12
4.
La consideración del criterio de realizar el análisis ambiental fijando el punto de estudio sobre
el área receptora de impactos, hace necesario el replanteo de la metodología a emplear para
el proceso de evaluación de impacto ambiental. Esto se debe a que, si se sigue el proceso de
evaluación de impacto ambiental estandarizado, la primera etapa de análisis que habría que
realizar sería la identificación de las fuentes de impacto, así como cada uno de los impactos
presentes.
En este punto se hace necesaria una reflexión para analizar los factores potencialmente
generadores de impacto ambiental. Esto es debido a que, si bien los impactos serían los
mismos que se detectarían en una evaluación de impacto ambiental estándar realizada sobre
el proyecto de explotación en cuestión, no todos tienen por qué afectar al área sensible objeto
de estudio.
Sin embargo el nuevo modelo de análisis presentado establece la hipótesis de que el hecho de
segmentar el análisis ambiental de un proyecto como suma de los análisis más sencillos, no
simplifica, sino que incluso complica la realización del proceso.
Así, con las hipótesis planteadas y, a efectos de aplicación del modelo de comparación
presentado como nuevo paradigma de análisis ambiental, se propone que la identificación de
fuentes de impacto ambiental sean únicamente las que exceden de los límites de la
explotación. De este modo el proyecto de explotación pasa a ser como una unidad indivisible
de fuente de generación de impacto, de la que se derivan una serie de afecciones ambientales
a analizar y evaluar.
12
4.
(a) (b)
Figura 35: Análisis ambiental clásico (a) y análisis propuesto (b) [59]
Con este planteamiento se simplifica el análisis ya que se evita la evaluación de afecciones que
afectan a procesos dentro de la propia explotación. Por ejemplo, si se analizan las operaciones
de voladura y se observa que generan unos efectos ambientales tales como proyecciones,
vibraciones y onda aérea, no se tendrán en cuenta siempre y cuando no excedan los límites de
la explotación. Cabe la posibilidad de que, por ejemplo, las afecciones generadas por las
operaciones de voladura afecten a las operaciones de carga y transporte y que, para eliminar
este efecto, se tenga que disminuir el tamaño de la voladura a realizar, pudiendo provocar una
disminución del ritmo de producción, penalizando la productividad global de la explotación.
Obviamente, estos efectos deberán ser gestionados correctamente, con las técnicas
adecuadas [103] y con el fin de preservar la integridad de la explotación, pero a efectos de
aplicación del modelo, se cree conveniente que no se tengan en cuenta.
12
4.
Por otro lado, desde un punto de vista más científico, se puede señalar que las características
que definen a un buen indicador son:
- Facilidad en el manejo.
- La sensibilidad a las pequeñas variaciones del estado ambiental.
- Independencia de los estados de referencia.
- Aplicabilidad en extensas áreas geográficas y en el mayor número posible de
comunidades o entornos ecológicos.
- Una posible cuantificación.
No es fácil cumplir con todos estos requisitos a la vez. De hecho, a pesar del amplio abanico de
bioindicadores e indicadores ecológicos que se pueden encontrar en la literatura, muy a
menudo los indicadores seleccionados son más o menos específicos para unas condiciones
dadas o que sólo son aplicables a un determinado tipo de comunidad o ecosistema y/o la
escala de observación [127].
Para poder establecer una metodología que sea aplicable a la gran mayoría de las
explotaciones mineras y, lo que es más importante, poder comparar dichas explotaciones
entre sí, es necesario el establecer unos indicadores que contribuyan a la estandarización de
los criterios a emplear en el proceso. Es decir, el siguiente paso en la normalización está
12
4.
Además, por otro lado, la particularidad que tiene la minería como fuente de impacto al medio
ambiente, y que la diferencia de otros sectores productivos, es que se pueden generar
impactos tanto positivos como negativos en base al desarrollo sostenible.
Los impactos positivos de la minería se basan en el hecho de que la minería es una industria
que provee de bienes y servicios, proporciona oportunidades de empleo directo e indirecto, es
una fuente de riqueza para empresas, comunidades y países y la generación de impuestos,
derechos y gravámenes es beneficioso para inversores, gobiernos y otras instituciones [13].
Los impactos negativos de la minería se deben en parte también al hecho de que muchos tipos
de actividad minera tienen efectos graves y duraderos en el medio ambiente natural y social.
Los impactos tienden a ser localmente, y a veces regionalmente, significativos, e incluyen la
modificación topográfica, alteración geológica, cambios en las condiciones geomorfológicas e
hidrológicas, eliminación de la vegetación, eliminación de la tierra vegetal y los cambios en las
condiciones del hábitat de la fauna. Las actividades mineras pueden provocar polvo, ruido,
contaminación lumínica, del agua, generar contaminación visual, aumentar el volumen de
tráfico, y pueden producir cantidades muy significativas de materiales de desecho, de aguas
contaminadas y de emisiones de gases (incluidos gases de efecto invernadero como el CH4,
CO2, NOx y SOx). Además, los impactos de la Minería no distinguen los ámbitos de influencia y
pueden tener una afección local, regionales o, incluso, internacional [13].
Dentro de que los indicadores pueden ser cualitativos o cuantitativos [126], en función del
carácter de los mismos y de los parámetros que tienen en consideración, en los proyectos de
actividades extractivas pueden considerarse ciertos indicadores que tienen influencia en varias
afecciones ambientales, o bien afectan de manera global al medio ambiente, mientras que
otros tienen en cuenta la influencia sobre el medio de afecciones específicas.
Desde el punto de vista del impacto ambiental en estudio es razonable postular la hipótesis de
la relación que debe existir entre la escala de una operación y la severidad del impacto
ambiental asociado [42]. De hecho, parece evidente que la decisión de aumentar la producción
en un lugar determinado sólo conduce a un aumento en el impacto ambiental. Comparando
altos y bajos índices de producción en dos proyectos, por lo demás idénticos, los siguientes
factores tienden a agravar el impacto de la mina más grande:
12
4.
En la determinación del tamaño del proyecto juega también un papel muy importante la
demanda del producto prevista en el Estudio de Mercado. Esta demanda puede tener su
origen en una demanda insatisfecha (precios altos o intervenidos) o en una demanda por
sustitución (innovación técnica o sustitución de importaciones). Otro condicionante del
tamaño del proyecto, es lo que se conoce como unidad mínima de producción rentable, a su
vez íntimamente ligada a la tecnología minera utilizada [129].
Sin embargo, desde un punto de vista global, existen diversas teorías, algo simplistas a opinión
del autor de esta Tesis, establecidas en Down (1977) [42] a este respecto: el mayor tamaño de
la operación puede significar un menor número de explotaciones simultáneas, lo que puede
significar un impacto global menor; Ya que los recursos minerales son fijos (no así las reservas)
un incremento de la producción significaría una reducción en la vida de la mina, reduciendo así
en el tiempo el impacto ambiental; se necesitan áridos para la construcción de instalaciones
para usos recreativos, por lo que un mayor ratio de producción significará mayor generación
de residuos estériles que pudieran ser usados como áridos, por lo que se podrían construir
barreras y apantallamientos de dichas zonas recreativas frente a ciertos impactos ambientales,
con materiales disponibles.
El ritmo y la vida son los parámetros que influyen más claramente en un estudio de viabilidad.
La definición del ritmo o escala de explotación es “las toneladas de mineral extraídas o
producidas por año o por hora de trabajo en algunos casos”.
El ritmo viene marcado fundamentalmente por el mercado, que señala la producción anual
susceptible de ser vendida. Evidentemente ciertos factores técnicos condicionan, no sólo unos
ritmos mínimos por la capacidad de la maquinaria, sino también el incremento de la
producción que no puede ser gradual sino por escalones, especialmente en el proceso de
tratamiento del mineral, donde las unidades de machaqueo, molienda y tratamiento tienen
unas capacidades críticas más altas y condicionan el ritmo idóneo de explotación de la mina
hasta poder obligar a una modularización o ampliación por módulos añadidos y paralelos.
12
4.
Tal y como se ha definido el Ritmo de la explotación, este parámetro tiene en cuenta tanto la
posible duración del impacto ambiental, a través de la inclusión de la vida de la mina, como la
posible envergadura del mismo, al incluir las reservar a explotar.
También hubiera sido posible definir el tamaño de la explotación en función de los recursos
minerales existentes en un cierto yacimiento, pero se considera que es mejor hablar siempre
de reservas en forma de los recursos económicamente explotables, ya que los recursos no
caracterizan a un proyecto de explotación, hasta que no se han catalogado como reservas.
4.3.2.1. Paisaje
Los efectos producidos por proyectos mineros sobre el paisaje son difíciles de cuantificar
debido a que el impacto visual está íntimamente relacionado con aspectos subjetivos del
proyecto o bien no se suele requerir una cuantificación de este aspecto.
Por este motivo, los trabajos realizados por Menegaki y Kaliampakos (2012) [74] establecen
unos indicadores que se van a emplear basándose en herramientas de Sistemas de
Información Geográfica.
De este modo, para poder comparar de una manera cuantitativa cómo un proyecto influye en
las modificaciones al paisaje, tal y como se ha establecido en el Capítulo 3.7.1.1 “Medida de la
alteración del relieve topográfico” El parámetro elegido como indicador de la afección en el
paisaje es el índice de geomorfología (LI), definido por la siguiente ecuación:
Donde:
12
4.
Por otro lado, también sería de aplicación, sobre todo por su sencillez, el empleo del
parámetro establecido por Azapagic (2000), que tiene en cuenta la superficie ocupada por
cada explotación, en el parámetro EIland
𝐿 (14)
𝐸𝐼𝑙𝑎𝑛𝑑 = � 𝐵𝑙
𝑙=1
Donde Bl, expresado en metros cuadrados, es el área ocupada por la explotación en las
diferentes etapas de la mina.
De entre los estudios de desarrollados por Chakraborty (2002) [85], y que se han descrito en el
Capítulo 3.7.4, donde se establece que la calidad del aire en minería se determina mediante el
estudio de diversos parámetros, se han seleccionado los siguientes cono indicadores a emplear
en la metodología sobre la que versa esta Tesis Doctoral.
Tal y como se ha detallado en la Tabla 7, los parámetros indicados y que servirán como
indiciadores específicos en esta metodología, se detallan en la Tabla 11, donde se detallan los
modelos a los que responden.
Para obtener un ratio de emisión total (Etotal) se aplicará la tasa de emisión total, como suma
de las emisiones parciales, debidas a cada uno de los aspectos considerados
𝑛
𝐸𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 = � 𝐸𝑖 (15)
𝑖=1
12
4.
Tabla 11: Indicadores específicos para los ratios de emisión de polvo [85]
100 − 𝑚 0,1
Emisiones debidas a 𝑠∙𝑢
𝐸 = 0,0325 � �
trabajos de perforación (𝑑𝑓)0,3 100 − 𝑠
𝑚
0,1
Emisiones debidas a los 100 − 𝑚 𝑠 0,4
4.3.2.3. Ruido
Tal y como se ha descrito en el capítulo 3.7, el ruido es un fenómeno difícil de estudiar debido
a que intervienen un gran número de parámetros.
Se deberá establecer la intensidad de la fuente (en dB), la frecuencia asociada (en Hz), la
distancia entre fuente y receptor, la altura de las posibles barreras, y distancia entre fuente,
receptor y barrera y tipo de terreno, así como se establecerá la atenuación debida a la
temperatura y al tipo de terreno.
12
4.
Tal y como se ha descrito en el Capítulo 3.7.7, los efectos medioambientales de las voladuras
pueden producirse en forma de vibraciones, proyecciones y onda aérea. Además estos efectos
se producen exclusivamente cuando tienen lugar las voladuras, por lo que el número de
voladuras y el tamaño de las mismas tienen influencia en la cuantificación de indicadores.
No es sencillo establecer un parámetro que refleje y cuantifique los efectos ambientales de las
voladura ya que en gran parte, los efectos producidos por las voladuras vienen condicionados
por unos parámetros de diseño de modo que una misma voladura puede producir mayores o
menores afecciones al medio ambiente en función de la secuenciación de los barrenos, por
ejemplo.
Sin embargo, desde el punto de vista del alcance de esta Tesis Doctoral, se están desarrollando
y estableciendo indicadores que sirvan de comparación entre diferentes explotaciones
mineras. Además, debería ser posible que este indicador fuera estimable antes del comienzo
de la explotación, para poder prever en fases tempranas del desarrollo del proyecto el alcance
de las afecciones ambientales al entorno. De este modo se busca establecer el nivel de
impacto ambiental potencial ocasionado por la acciones de las operaciones de perforación y
voladura.
Así, los parámetros fundamentales que se van a emplear para el establecimiento del indicador
son:
Este parámetro sería fácilmente obtenido porque la cantidad de explosivo a emplear se debe
conocer con antelación, bien por motivos de planificación, bien por motivos regulatorios.
13
4.
voladuras, por tanto responde a la atenuación que sufren las vibraciones con la distancia. Esta
atenuación no es lineal, puesto que las ondas tienden a disiparse en el terreno de forma
exponencial, y se ha establecido la razón de dicha atenuación en función del valor medio de la
atenuación de las vibraciones en diferentes tipos de terrenos establecido en base a las
referencias [100, 131-133].
El factor “K” es un factor introducido para poder generalizar el indicador tanto a explotaciones
de superficie como subterráneas, ya que las afecciones por las voladuras son totalmente
diferentes en un caso y en otro. Si suponemos que los componentes de las afecciones por
voladura son, como se ha descrito anteriormente vibraciones, proyecciones y onda aérea, en
explotaciones subterráneas no existen afecciones por proyecciones ni por onda aérea.
4.3.2.5. Subsidencia
[81]
Tabla 12: Valoración del efecto por subsidencia
Consideraciones sobre la Valoración
Método
subsidencia “k” (0-5)
Métodos a Cielo abierto Sin posibilidad de subsidencia 0
Cámaras y Pilares Posibilidad de subsidencia 1
Cámaras por subniveles Relleno para evitar la subsidencia 3
Corte y Relleno Relleno para evitar la subsidencia 3
Tajo Largo Posibilidad de subsidencia 1
Hundimiento por subniveles Severos efectos por subsidencia 5
Hundimiento por bloques Severos efectos por subsidencia 5
13
4.
Desde un punto de vista simplificado y objetivo, en la línea de los objetivos y el alcance de esta
Tesis Doctoral, se considera que cuanto mayor es la profundidad (d), menor es la subsidencia.
En cuanto a la altura de la excavación (h), cuanto mayor es la altura de la excavación, mayor es
la subsidencia [75]. Con estas consideraciones se tendría la relación (17):
ℎ
𝐸 =k ∙ (17)
𝑠𝑢𝑏𝑠
𝑑
Se considera que este efecto sería el debido a la excavación de un nivel de mineral. Para
generalizar el efecto debido a una explotación multinivel, se obtendría el efecto acumulado
para cada una de ellas. Así se tendría la relación (18) para “n” niveles de explotación:
𝑛 ℎ𝑖 (18)
𝐸 =k ∙�
𝑠𝑢𝑏𝑠
1 𝑑𝑖
Donde hi sería la altura de la excavación de cada nivel, di la profundidad de cada nivel, ambos
considerados en las mismas unidades, para obtener una relación adimensional, del efecto por
subsidencia.
4.3.2.6. Residuos
SW = � 𝐵𝑖 (19)
𝑖
Donde Bi, expresado en kilogramos, es la cantidad de residuos sólidos generada por unidad de
tiempo.
El potencial efecto máximo debido a la generación de residuos será aquel que se corresponda
con el máximo volumen de balsas de residuos y/o escombreras admitido o autorizado en
proyecto.
13
4.
La principal fuente de contaminación del agua es el drenaje de aguas ácidas de mina [ 135]. Las
aguas ácidas se generan en aquellas operaciones mineras donde los sulfuros metálicos
minerales son oxidados. Los sulfuros metálicos están presentes en los macizos rocosos
asociados a la mayor parte de la minería metálica. La oxidación de estos materiales puede
producirse antes de la actividad minera por procesos de meteorización [136]. Puesto que la
mayoría de los metales se encuentran en forma de sulfuros, la separación de la ganga de la
mena crea enormes cantidades de roca estéril, los cuáles, si se lavan con aguas de lluvia,
deshielo, etc. pueden crear el efecto del drenaje de aguas ácidas de mina [135].
Según Skousen et.al. [137] el drenaje acido de roca puede clasificarse en diversos tipos:
- Tipo 1. Sería el drenaje que tiene poca o nula alcalinidad (pH < 4.5) y contiene altas
concentraciones de Fe, Al, Mn y otros metales, acidez y oxígeno.
- Tipo 2. El drenaje de mina tiene un alto contenido total de sólidos disueltos que
contienen alto contenido de hierro ferroso y Mn, sin o con bajo contenido de
oxígeno y pH > 6,0. Tras la oxidación, el pH de esta agua se reduce drásticamente y
se convierte en tipo 1.
- Tipo 3. Este drenaje de mina tiene de moderada a alta concentración total de
sólidos disueltos, bajas a moderadas cantidad de hierro ferroso y Mn, sin
contenido de oxígeno o con bajo contenido de oxígeno, pH > 6,0 y alcalinidad
superior a la acidez (comúnmente llamado drenaje alcalino de la mina). Después
de la oxidación, el ácido generado a partir de la hidrólisis de metal y las reacciones
de precipitación se neutralizan por la alcalinidad ya presente en el agua.
- Tipo 4. En este caso el drenaje de mina se neutraliza con pH > 6,0 y alto contenido
de partículas totales. Aún no se ha producido la sedimentación de los hidróxidos
de metales en el agua. Con el tiempo de residencia en una balsa, las partículas se
asentarán y la formarán agua de drenaje de tipo 5.
- Tipo 5. El drenaje de mina se neutraliza, con pH > 6,0 y presentan alto contenido
de sólidos totales disueltos. Después de que la mayoría de los hidróxidos de
metales han precipitado en una balsa de sedimentación, los principales cationes se
marcharon en altas concentraciones en el agua por lo general disueltos en Ca y
Mg. Si la alcalinidad o el oxígeno falta en los proceso de neutralización, el agua de
drenaje no alcanzará Tipo 5.
De este modo puede implementarse el indicador relativo a las potenciales afecciones del
drenaje ácido de mina de acuerdo al tipo de efluentes generados en el proceso.
13
4.
En este escenario, los parámetros a buscar deben estar íntimamente relacionados con los
tonelajes de material a mover. De este modo se creen de especial utilidad las investigaciones
realizadas por Norgate y Haque (2010) [86], que han sido descritas en el apartado 3.7.5, donde
se recogen datos de consumo de energía para cada una de las actividades que componen las
operaciones mineras, tales como perforación, voladura, carga y transporte, molienda,
desagüe, entre otros. Si bien estos datos han sido calculados a partir de datos e informaciones
procedentes de la minería del hierro y de la bauxita en explotaciones mineras a cielo abierto y
en explotaciones subterráneas de cobre, pueden servir como referencia para comparar
operaciones entre sí, de acuerdo al enfoque de la presente Tesis Doctoral.
13
4.
Sin embargo, estas medidas se toman una vez que el proyecto está en ejecución, con la
explotación minera en progreso y su evaluación previa tiene mayor dificultad. Además, en el
caso de la evaluación ambiental de dos proyectos que coexisten en el espacio y en el tiempo,
esta evaluación es difícilmente comparable.
La explotación de los recursos minerales, una vez que se ha finalizado la fase de explotación
que ha demostrado la presencia de mineral, suele llevar asociada la consecución de cinco fases
[72]:
1 Preparación de la actividad.
2 Desarrollo de las infraestructuras necesarias.
3 Apogeo. Punto álgido de la explotación.
4 Disminución de actividad.
5 Agotamiento de los recursos.
13
4.
cualitativo desarrollado en 2011 por Zhang, et al. [72] desarrollado para la analizar la evolución
del paisaje en función de las diferentes etapas de la explotación (Figura 36).
Figura 36: Modelo cualitativo de cambios en el paisaje en función de la fase del proyecto minero [72]
Para analizar los diferentes impactos para diferentes explotaciones en un mismo marco de
comparación es necesario adaptar la duración de cada una de las fases del proyecto, ya que la
secuencia operativa es propia de cada explotación, dependiendo del cantidad y calidad del
mineral a extraer, método de excavación, forma del yacimiento, contenido mineral, entre
otros factores que definen las técnicas a emplear en cada caso.
De esta manera con las bases establecidas por Zhang, et al. (2011) [72] y por el “International
Council on Mining and Metals (ICMM)” en 2012 [2] se ha establecido una distribución
cualitativa del nivel de impacto en función del nivel de actividad del proyecto para cada uno de
los impactos considerados. La distribución cualitativa establecida se recoge en la Tabla 13. Es
necesario destacar que la escala considerada en esta distribución se basa en la idea de que el
impacto se considera un valor de “1” cuando cada impacto alcanza su valor máximo y un valor
de “0” cuando no hay impacto aparente.
Tabla 13: Distribución cualitativa de impacto en función del nivel de actividad
Impacto Estructural
Impacto Impacto
Etapa Coyuntural Cursos del
Paisaje Residuos Drenaje Subsidencia
agua
Preparación de la
0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1
actividad
Desarrollo de las
0,2 0,3 0,2 0,2 0,8 0,5
infraestructuras
Apogeo 1 1 0,5 1 1 0,8
Disminución de
0 0,5 1 0,9 0,9 1
actividad
Agotamiento de los
0 0,3 1 0,5 0,8 0,8
recursos
13
4.
Los modelos desarrollados se representan de forma gráfica en diagramas X-Y, donde el eje X
representa la vida del proyecto, expresada en años, y en el eje Y se representa el nivel de
impacto ambiental, en escala de 0 a 1. Estas escalas se mantienen para todos y cada uno de los
impactos analizados para expresar los datos de manera normalizada. De este modo, a través
del establecimiento de conjuntos de factores de ponderación se podrá establecer el marco
comparativo buscado.
En los gráficos, se distinguen diversas áreas, que se corresponden con las etapas de la
explotación:
la actividad.
Además, se muestran puntos más allá del cierre de la explotación para representar aquellos
impactos que permanecen todavía activos una vez cesada la explotación.
En este punto es necesario establecer diferencias en los tipos de impactos, en función del
carácter que tiene su distribución en el tiempo. Si bien todos los impactos tienen su origen en
el propio proyecto, se pueden distinguir dos grupos, en función de su relación con el desarrollo
o no del proyecto.
De modo previo al desarrollo de la modelización de cada uno de los impactos se establecen los
siguientes grupos de impactos ambientales:
13
4.
Los impactos que se engloban en esta categoría que se han considerado dentro del ámbito de
la presente Tesis Doctoral, son los efectos sobre el paisaje, impactos debidos a la subsidencia,
afección sobre el curso de las aguas, generación de residuos y drenaje de aguas ácidas de
mina.
En caso de que haya un cese puntual de la actividad, debido a cualquier causa (precio del
mineral, problemas financieros, etc.) los efectos descritos bajo este epígrafe continuarán en
mayor o menor medida, por lo que responden a comportamientos de los modelos
completamente diferentes.
4.4.1.1. Paisaje
Cabe destacar que se saldrían del alcance de la aplicación de este modelo aquellos proyectos
que no cumplan con las preceptivas tareas de restauración que conlleven una recuperación del
espacio afectado por las actividades mineras, bien volviendo el área a su estado original, o, lo
que es más habitual, recuperando el área afectada y devolviéndolo a la sociedad para el uso al
que estaba destinado u otro diferente.
Este modelo de impacto sobre el paisaje responde a la distribución mostrada en la Figura 37:
13
4.
4.4.1.2. Subsidencia
13
4.
La desviación de los cursos de agua superficiales y las posibles afecciones a los acuíferos
subterráneos tiene lugar ya desde el mismo comienzo de la fase de desarrollo del proyecto por
el desvío de los cauces superficiales que crucen el emplazamiento. El progreso de la excavación
genera progresivamente variaciones en el nivel freático derivadas de las necesidades de la
explotación, con el fin de que ésta se realice en condiciones seguras. Estas variaciones
disminuirán con la finalización del proyecto, y deberían volver a sus cauces y niveles freáticos
originales a la finalización del proyecto. Si bien esta afección ambiental puede causar
desviaciones permanentes en los cauces, los trabajos de restauración pueden dar lugar a
nuevos ecosistemas a partir de los nuevos cauces generados. A efectos del alcance de esta
Tesis Doctoral, se considera el carácter global de las afecciones de los cursos de las aguas,
incluyendo el estado resultante, razón por la que la distribución cualitativa desarrollada
considera que el potencial impacto ambiental disminuye a medida que se clausura el proyecto.
14
4.
4.4.1.4. Residuos
De este modo, el nivel de impacto causado por la generación de residuos, se generará después
del comienzo del proyecto y con un ritmo más lento, debido a que es consecuencia del
desarrollo de mina. Alcanzará su nivel máximo al final de la etapa de explotación de la mina y
las escombreras se mantendrán en el tiempo, en aquellos casos en los que el residuo se
deposite en escombreras. Pudiera haber alguna disminución posterior del efecto debida al uso
de materiales de escombrera en tareas de restauración, pero generalmente, ese hecho será
mínimo comparado con las escombreras existentes.
14
4.
Entendiendo por drenaje al efecto resultante causado por el efluente generado por la
acidificación o lixiviación de los diversos cursos de agua existentes en cada explotación así
como por las aguas residuales de procesamiento del mineral, el impacto ambiental generado
se produciría solo en aquellas explotaciones susceptibles de generación de aguas ácidas, bien
por el material de excavación, bien por el procesamiento realizado al mismo.
Igual que ocurre con otros parámetros, el potencial nivel de impacto por el drenaje se genera
como consecuencia de la propia explotación. Este puede ser bien por el drenaje de las aguas a
través de la propia excavación, bien, por el drenaje producido por la lixiviación de pilas y
escombreras y su filtración al subsuelo. Por este motivo el comportamiento del impacto se
asemeja al de la subsidencia, por ser una consecuencia de la excavación junto con el
comportamiento del impacto de la generación de residuos, al crecer el efecto como
consecuencia del aumento de los residuos generados.
Existen casos en los que el drenaje ácido se puede producir años después de la explotación de
la mina, pero a efectos de evaluar el potencial impacto ambiental ocasionado por la existencia
de las condiciones adecuadas para una generación de aguas ácidas, se considera la hipótesis
de que el potencial impacto es consecuencia de la excavación.
14
4.
Los impactos ambientales coyunturales son aquellos que están relacionados directamente con
la operación minera y que cesan cuando cesa la actividad. Dentro de estos impactos se pueden
englobar los siguientes impactos:
La distribución del modelo cualitativo que siguen los impactos coyunturales es el expresado en
la Figura 42:
14
4.
Para minimizar este efecto, es posible establecer unos niveles de ponderación para corregir
posibles desequilibrios entre los impactos ambientales considerados.
(20)
𝐸𝐼𝐴 = � 𝑓𝑖(𝑡)
𝑖
Una vez que se han establecido cada uno de los diferentes modelos es posible hacer una
estimación cuantitativa de la evaluación de impacto ambiental global. El primer paso para
llevarlo a cabo, de acuerdo al procedimiento mostrado en la Figura 43, sería el establecer una
14
4.
ponderación de cada uno de los impactos ambientales generados que puedan causar daños en
el entorno.
De acuerdo a este modelo, el impacto total debería ser el expresado en la ecuación (21)
(21)
𝐸𝐼𝐴 = � 𝐾𝑖 ∙ 𝑓𝑖(𝑡)
𝑖
Del mismo modo, si existen “n” explotaciones mineras siendo potenciales fuentes de impacto
sobre el área sensible establecida, el efecto global debería cumplir con el modelo expresado en
la ecuación (22).
(22)
𝐸𝐼𝐴𝑔𝑙𝑜𝑏𝑎𝑙 = � 𝐸𝐼𝐴𝑛
𝑛
Una vez llegado a este punto, la metodología requiere establecer criterios de ponderación para
cada impacto ambiental. Existen múltiples estudios al respecto, donde se ha llevado a cabo la
ponderación objetiva de criterios, entre los que destacan, entre otros, los trabajos de Folchi
(2003) [123], Monjezi et al. (2009) [124], Namin et al. (2011) [138] y Phillips (2013) [125].
Cabe destacar que Monjezi et al. (2009), Namin et al. (2011) y Phillips (2013) se basan en el
desarrollo y evolución de los trabajos de Folchi (2003), pero tal y como establece Phillips
(2013), no siempre se han empleado correctamente los trabajos de Folchi (2003), ya que al
14
4.
aplicar estos métodos al marco del desarrollo sostenible, solo se tienen en cuenta los impactos
ambientales negativos [125].
Por tanto, estos factores serán los considerados en la presente Tesis Doctoral a efectos de
aplicar una ponderación que establezca mayor importancia relativa a unos impactos respecto a
otros.
14
4.
En una escala regional, donde diferentes minas y otros proyectos asociados son desarrollados
muy cerca unos de otros, la evolución de los efectos ambientales puede ayudar a detectar si
ciertas situaciones son tolerables o no. Esto significa que la coexistencia de diversas afecciones
ambientales puede exceder los umbrales de tolerancia y convertirse en insostenible. Sin
embargo, el impacto global puede modificarse con el aplazamiento de uno de los proyectos de
modo que el efecto acumulativo de ambos sea menor. Este hecho debe ser estudiado para
evaluar la compatibilidad o prevalencia de cada uno de los proyectos, debido a que si uno de
los proyectos se retrasa puede significar una pérdida de oportunidad de negocio, bien en
forma de coste de oportunidad, bien en forma de reducción de beneficios, haciendo el
proyecto menos rentable [139]. La Figura 44 muestra diferentes resultados dependiendo del
momento en que cada proyecto comienza. Es de destacar si ambos proyectos empiezan al
mismo tiempo (Figura 44a), el efecto ambiental efectivo es mucho mayor que si uno de los
proyectos es retrasado en el tiempo (Figura 44b). Esta situación será admisible con la hipótesis
de que los efectos ambientales de ambos proyectos sean los mismos [59].
14
4.
14
5.
5. RESULTADOS
Dentro de los objetivos de esta Tesis Doctoral se encuentra la determinación del impacto
ambiental producido por explotaciones mineras en un área determinada, mediante el uso de la
metodología desarrollada en capítulos anteriores. Como premisa básica de la metodología
desarrollada se ha buscado el empleo de modelos bien empíricos, bien teóricos, que puedan
emplearse para múltiples tipo de explotaciones y que sean aplicables para establecer una
comparación de explotaciones y determinar así qué proyecto minero genera menor impacto.
Por otro lado, se ha analizado el carácter dinámico de los impactos ambientales para
establecer así el nivel de impacto en función de cada una de las fases del proyecto minero.
14
5.
15
5.
Tal y como se ha descrito en la metodología, el primer paso para comenzar el desarrollo del
análisis de impacto ambiental sería el determinar la zona sensible frente a los impacto
generados en el área.
Este punto se considera como el lugar donde existen viviendas y que está más expuesto a las
dos explotaciones mineras objeto de estudio.
Las distancias desde el punto objetivo a cada una de las fuentes de impacto son las siguientes:
15
5.
Durante el desarrollo del análisis de cada uno de los impactos generados, las distancias se
deberán adecuar a la zona de generación, es decir, la afección debida a las pistas de transporte
puede estar a una distancia diferente de la afección debida a las operaciones de perforación
de la explotación. Esto es debido a las dimensiones de las explotaciones que hacen que los
puntos de generación de dichos impactos tengan gran influencia en las distancias a considerar.
Así, las dimensiones de un proyecto de explotación pueden estar en torno a varios kilómetros
de extensión (llegando en ciertos casos a decenas de kilómetros) mientras que las distancias a
puntos sensibles desde ciertas áreas de la mina, suelen estar a distancias del orden de
centenares de metros.
De este modo se tiene los valores siguientes para cada explotación minera considerada en el
estudio:
Los datos correspondientes a la Mina objeto de estudio se han obtenido del Informe Técnico
de Viabilidad del Proyecto [141]. El dato correspondiente a la producción anual de la cantera
del caso de estudio se ha obtenido a partir de la Estadística Minera de España [142],
correspondiente al año 2012, publicado por el Ministerio de Industria Energía y Turismo. A
efectos de aplicación de la metodología desarrollada en esta Tesis Doctoral se ha considerado
el valor de producción media de caliza en las canteras existentes en la provincia de Sevilla en el
año 2012.
15
5.
5.1.3.1. Paisaje
El impacto de una explotación minera producido sobre el paisaje en el que se ubica es difícil de
cuantificar, tal y como se ha descrito en el capítulo 3.7.1. Así, para establecer la comparación
de explotaciones se van a calcular el Índice de geomorfología (LI) y el Índice de pendiente (SI),
calculados según Menegaki y Kaliampakos (2012) [74].
Para el cálculo de ambos índices es necesario determinar los datos relativos a altitudes y
pendientes de la geomorfología inicial y final de cada uno de los proyectos.
Coordenadas cartesianas
Referencia
Código punto Coordenada X Coordenada Y
C1 752260 4158940
C2 753225 4158940
CANTERA
C3 753225 4158350
C4 752260 4158350
M1 753805 4155954
M2 758202 4155954
MINA
M3 758202 4153122
M4 753805 4153122
Las zonas que se han considerado que han afectado el paisaje se muestran en la Figura 48 y
Figura 49. Ambas figuras representan el área comprendida entre las coordenadas mostradas
en la Tabla 15.
Para el análisis de la influencia del paisaje se necesitan hacer los cálculos para el paisaje final y
el paisaje inicial antes el comienzo del proyecto.
15
5.
ortofotos del PNOA (Plan Nacional de Ortofotografía Aérea) más recientes disponibles, y del
modelo digital del terreno con paso de malla de 5 m, ambos obtenidos del Instituto Geográfico
Nacional [140].
15
5.
15
5.
Con los datos relativos a la zona de estudio, el calor de los indicadores serían los siguientes:
Donde:
𝐿𝐼𝐶𝐴𝑁𝑇𝐸𝑅𝐴 = 𝑣𝑎𝑟 �𝑍𝑜𝑟𝑖𝑔 � + 𝑣𝑎𝑟 �𝑍𝑓𝑖𝑛 � − 2𝑐𝑜𝑣 �𝑍𝑜𝑟𝑖𝑔 , 𝑍𝑓𝑖𝑛 � = 0,0548 (24)
𝑣𝑎𝑟 �𝑍 � + 𝑣𝑎𝑟 �𝑍 �
𝑜𝑟𝑖𝑔 𝑓𝑖𝑛
𝐿𝐼𝑀𝐼𝑁𝐴 = 𝑣𝑎𝑟 �𝑍𝑜𝑟𝑖𝑔 � + 𝑣𝑎𝑟 �𝑍𝑓𝑖𝑛 � − 2𝑐𝑜𝑣 �𝑍𝑜𝑟𝑖𝑔 , 𝑍𝑓𝑖𝑛 � = 0,9512 (25)
𝑣𝑎𝑟 �𝑍 � + 𝑣𝑎𝑟 �𝑍 �
𝑜𝑟𝑖𝑔 𝑓𝑖𝑛
15
5.
Por otro lado, también sería de aplicación, sobre todo por su sencillez, el empleo del
parámetro establecido por Azapagic (2000), que tiene en cuenta la superficie ocupada por
cada explotación, en el parámetro EIland
𝐿 (26)
𝐸𝐼𝑙𝑎𝑛𝑑 = � 𝐵𝑙
𝑙=1
Donde Bl, expresado en metros cuadrados, es el área ocupada por la explotación en las
diferentes etapas de la mina.
Para el caso de estudio que se está considerando, la superficie de cada explotación, y por tanto
el valor EI, para cada una será:
EICANTERA=8,041 ha
EIMINA=216,128 ha
15
5.
0,8
Emisiones debidas a 100 − 𝑚 𝑠 0,1
3,255519711 56,6383798
pistas de transporte 𝐸=� � � � 𝑢0,3 �2663 + 0,1 ∙ (𝑣 + 𝑓𝑐 )� ∙ 10−6
𝑚 100 − 𝑠
Emisiones debidas a
100 − 𝑚 0,2 𝑠 0,1 𝑢 𝑎
los vertederos de 𝐸=� � � � � �� � 2,02534E-05 2,04287E-05
𝑚 100 − 𝑠 2,6 + 120 ∙ 𝑢 0,2 + 276,5 ∙ 𝑎
estéril expuestos
15
5.
Contenido de humedad % 48 48
Contenido de limo % 2 2
Altura de caída m 3 5
Tamaño de la cargadora m
3 3 16
5.1.3.3. Ruido
Los cálculos relativos a las afecciones por ruido se corresponden con las emisiones de ruido de
la maquinaria fija o móvil de las explotaciones.
Para llevar a cabo el desarrollo de caso práctico se van a establecer las características emisivas
de las potenciales fuentes de impacto para proceder al desarrollo de una estimación de la
atenuación del ruido respecto al Punto Objetivo establecido. Para ello se van a describir las
fuentes consideradas de cada una de las explotaciones, así como de las características que
influyen en la atenuación del ruido generado. La atenuación se desarrollará según las
directrices presentadas en el Capítulo 4.3.2.
De modo general se van a considerar dos perfiles topográficos establecidos desde el punto
objetivo hasta cada una de las explotaciones. Los perfiles se han desarrollado de acuerdo a la
ubicación mostrada en la Figura 52.
15
5.
Para llevar a cabo los cálculos de los valores de atenuación del ruido de acuerdo a la norma
ISO 6313-2 [130] se ha considerado un valor de 2,8 para el coeficiente de atenuación
atmosférica, que se corresponde con una temperatura de referencia de 20 ºC y una frecuencia
nominal de referencia de 500Hz; Se ha considerado un terreno de tipo poroso, al ser el terreno
entre el emisor y el receptor cubierto de vegetación y/o cultivos, siendo el valor
correspondiente a este tipo G=1; Se considera, para ambos casos una generación de sonido
omnidireccional.
Las posibles fuentes de generación de ruido para el caso de la explotación cantera son la
planta fija de tratamiento, la planta móvil de trituración, una pala cargadora frontal, una
retroexcavadora hidráulica y un camión articulado
Los valores estándar de emisión para el equipamiento descrito son los mostrados en la Tabla
18. Del mismo modo, el perfil topográfico considerado en la Figura 52 se muestra en dos
dimensiones en la Figura 53.
16
5.
Volquete 89 dB
Con estas consideraciones, teniendo en cuenta una el valor de emisión más desfavorable, se
estima una atenuación del sonido con las condiciones estimadas de valor 86,56 dBA, de modo
que en el punto objetivo se recibe un nivel de sonido de 2,43 dBA.
16
5.
Los valores estándar de emisión para el equipamiento descrito son los mostrados en la Tabla
19. Del mismo modo, el perfil topográfico considerado en la Figura 52 se muestra en dos
dimensiones en la Figura 54.
Volquete 141,3 dB
Con estas consideraciones, teniendo en cuenta una el valor de emisión más desfavorable, se
estima una atenuación del sonido con las condiciones estimadas de valor 128,02 dBA, de
modo que en el punto objetivo se recibe un nivel de sonido de 13,28 dBA.
16
5.
Para estimar las afecciones debidas a las vibraciones generadas por voladuras se debe hacer
una modelización de la propagación de las ondas sísmicas en el terreno. Para la zona objeto de
estudio, existen estudios que han estimado la ley de propagación de ondas en el terreno [144],
que se corresponde con la expresión siguiente:
De este modo, la vibración estimada en el punto objetivo, para cada una de las explotaciones
consideradas en el caso de estudio se muestran en la Tabla 20.
La carga operante es la carga que se considera que detona a la vez. Es decir, la suma de la
carga de los barrenos que detonan con un intervalo de retardo menor o igual a 8 ms [100]. De
este modo, la carga operante depende de la secuenciación escogida para cada voladura, por lo
que se ha estimado un valor típico para cada una de las explotaciones.
En los cálculos de estimación de las vibraciones producidas por voladuras se ha estimado que
la ley de transmisión de vibraciones considerada es de aplicación para todo el área de estudio.
16
5.
Evol/semana N t d Evol
5.1.3.5. Subsidencia
En el caso de estudio que se desarrolla en esta Tesis Doctoral, la afección ambiental debida a
los efectos producidos por la subsidencia en el terreno es nula, porque ambas explotaciones
son explotaciones a cielo abierto, no generando afección alguna en este aspecto.
5.1.3.6. Residuos
Las fuentes de energía empeladas en las explotaciones son de diferente naturaleza, agrupando
esta energía en valores de consumo de combustible diésel, explosivos y electricidad.
De este modo, el consumo de energía para cada una de las explotaciones objeto de estudio se
muestran en la Tabla 22.
16
5.
Tabla 22: consumo de energía para las explotaciones objeto de estudio [86]
Mina Cantera
Trituración y
Electricidad 2,5 kWh 2,5 kWh
cribado 41.330.000,00 kWh 1.000.000,00 kWh
Para el caso de generación de gases de efecto invernadero los resultados del caso de estudio,
basados en el procedimiento descrito en el Capítulo 4.3.2, se muestran en la Tabla 23.
Mina Cantera
16
5.
16
5.
Tabla 25: Duración temporal de las fases de los proyectos del caso de estudio
Cantera Mina
Fases del proyecto (Explotación) Duración Vida Duración Vida
(Datos en años) fases (acumulado) fases (acumulado)
1 Preparación de la actividad 1 1 2 2
minera.
4 Disminución de actividad. 2 44 3 23
Además, por otro lado es necesaria la normalización de los indicadores establecidos en el caso
de estudio.
Para ello se va a considerar para cada uno de los parámetros, un valor 1 para el valor más alto
de entre los indicadores de las dos explotaciones, siendo el otro valor el porcentaje
proporcional correspondiente. Los indicadores normalizados del caso de estudio se muestran
en la Tabla 26.
16
5.
VALORES NORMALIZADOS
INDICADOR Unidad
Mina Cantera
Con objeto de apreciar el carácter comparativo de los indicadores se muestran éstos de forma
gráfica en las Figura 55 y Figura 56.
16
5.
16
5.
Una vez establecidos los indicadores, habiendo sido cuantificados y normalizados, pueden
emplearse para establecer una estimación del nivel de impacto ambiental para las dos
explotaciones mineras consideradas en el caso de estudio.
Los factores de ponderación aplicados a cada uno de los indicadores considerados en base a la
Tabla 14 se muestran en la Tabla 27.
17
5.
índice de
-- 0,9512 5 0,0548 9
geomorfología
Paisaje
superficie
ha 216,13 5 8,04 9
ocupada
17
5.
Figura 57: Carácter dinámico del nivel de impacto ambiental. Caso de Estudio
Una vez que se ha establecido la evolución en el tiempo del nivel de impacto ambiental de
todos los proyectos que sean susceptibles de generar impactos ambientales sobre un punto
determinado, es posible hacer una estimación cuantitativa del impacto acumulativo debido a
dichas fuentes de impactos ambientales.
17
5.
17
5.
Esta metodología se centra en los efectos ambientales producidos sobre el terreno, sin evaluar
los efectos sobre la flora o fauna. Además, tampoco tiene en cuenta los efectos sobre el
aspecto económico ni social, por lo que no sirve como herramienta de evaluación de la
sostenibilidad.
17
5.
En el desarrollo del caso práctico se han estimado los valores de ciertos parámetros para
ilustrar la aplicación de la metodología en situaciones más generales.
17
6.
6. CONCLUSIONES
Para llevar a cabo una correcta gestión de los impactos ambientales, existen multitud de
herramientas y técnicas entre las cuales destaca la Evaluación de Impacto Ambiental. Esta
técnica ha sido considerada como una herramienta clave para evaluar la amplia variedad de
impactos y cargas ambientales que acompañan a las actividades humanas.
Existe un amplio marco legislativo y normativo respecto a la protección del medio ambiente,
que en ocasiones se acompaña de indefiniciones e incertidumbres que hacen que sean de
complicada aplicación. Entre estas indefiniciones destacan los criterios para establecer las
garantías financieras obligatorias, ya que se establece que se debe cuantificar el potencial
daño ambiental generado, sin establecer el marco objetivo para tal cuantificación, lo que hace
que la comparación entre explotaciones mineras sea de difícil realización. Los sistemas clásicos
para la Evaluación de Impacto Ambiental no establecen un marco comparativo objetivo de
aplicación en explotaciones mineras.
En el desarrollo de esta Tesis Doctoral se han establecido los medios para conocer el impacto
comparativo de explotaciones mineras entre sí. Con esta metodología se ha dado respuesta al
problema que surge cuando en una zona determinada coexisten diversos proyectos y no es
posible conocer cuál de ellos tiene menor impacto sobre una cierta área sensible.
Además, esta metodología puede servir como complemento al marco legislativo establecido
en la Ley de Responsabilidad Medioambiental y los Reales Decretos que la desarrollan, donde
se establece una clasificación de explotaciones que requieren determinar posibles garantías
financieras para hacer frente a potenciales daños ambientales.
17
6.
En el desarrollo del caso práctico se han escogido dos explotaciones mineras de diferente
dimensión y magnitud existentes en una determinada región, de modo que se muestre la
mayor generalización posible. Si bien la mayor de las explotaciones consideradas presenta una
mayor potencial impacto ambiental, la explotación más pequeña supera en ciertos indicadores
a la más grande, poniendo de manifiesto la situación real que se presenta cuando una pequeña
explotación puede generar mayor impacto que una más grande, en función de la distancia al
punto objetivo y de las características de cada una.
Una vez que se ha establecido la valoración de los indicadores, para proceder a establecer la
comparación entre explotaciones se hace necesaria una normalización de los indicadores, de
modo que las magnitudes establecidas tengan las mismas unidades y expresen una misma
magnitud.
Se observa que el impacto del proyecto “Mina” es solo 3,37 veces mayor, siendo una
explotación de mucha mayor envergadura que el proyecto “Cantera”. Este hecho viene
17
6.
Esta metodología puede servir como herramienta para aquellos operadores mineros que estén
desarrollando estudios de viabilidad de nuevos proyectos para saber de forma previa las
cargas ambientales en las que se incurriría en caso de llevarse a cabo. Adicionalmente esta
metodología proporciona indicadores que facilitan información sobre qué etapas del proceso
minero planificado son generadoras de mayor impacto, pudiendo así escoger las técnicas y
tecnologías más adecuadas para minimizarlo.
Además, mediante una aplicación sistemática de esta metodología a escala regional, es decir,
en puntos representativos de una determinada región, sería posible llevar a cabo el estudio de
la viabilidad del desarrollo de “mapas de riesgo” de modo que puedan establecerse zonas de
sensibilidad determinada en un determinado lugar.
Por otro lado, la evolución de la metodología desarrollada podría dar lugar a nuevas
investigaciones encaminadas a establecer los umbrales mínimos admisibles para el nivel de
riesgo obtenido en un punto determinado.
17
7.
7. REFERENCIAS
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