Derecho Penal Borrador

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 19

UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE

GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

CONCURSO DE DELITOS Y CONCURSO APARENTE DE


LEYES

INTEGRANTES GRUPO 1
KENIA NICOLLE SAGASTUME MOLINA
KATHERINE MARIA BERBEN LEMUS
KARLA NOEMI DUARTE ESTRADA
LEYDI AZUCENA PÉREZ MEJÍA
LUISA FERNANDA LOÉZ ESTRADA

ZACAPA, AGOSTO DE 2023


INTRODUCCIÓN

El concepto de "concurso de delitos" y "concurso aparente de leyes" es fundamental en el


ámbito del derecho penal. Estas doctrinas abordan situaciones en las que un individuo ha
cometido múltiples actos ilícitos o ha infringido diversas normas legales al mismo tiempo.
A través del análisis de estas situaciones, el sistema legal busca garantizar una justa
aplicación de las penas y evitar situaciones de doble castigo o penalización excesiva.

El "concurso de delitos" se refiere a la situación en la que una persona comete dos o más
delitos independientes en un solo acto o en actos sucesivos. Ante esto, el sistema penal
debe determinar cómo se aplicarán las penas correspondientes a cada delito. Existen
diferentes modalidades de concurso de delitos, como el concurso ideal (cuando un solo acto
reúne los elementos de varios delitos) y el concurso real (cuando se cometen varios delitos
en distintos momentos).

Por otro lado, el "concurso aparente de leyes" se presenta cuando los hechos parecen violar
varias normas legales, pero en realidad solo una de ellas es aplicable. En este caso, se busca
evitar la aplicación de penas múltiples por una única conducta. La doctrina del concurso
aparente de leyes permite seleccionar la norma que mejor se ajusta al caso y descartar las
demás, evitando sanciones redundantes.

Ambos conceptos son cruciales para asegurar que el sistema de justicia penal opere de
manera justa y coherente. La adecuada aplicación de estas doctrinas evita la imposición de
castigos desproporcionados y garantiza que los individuos no sean penalizados en exceso
por una misma conducta. Sin embargo, su aplicación puede ser compleja y requiere un
análisis detallado de los hechos y las leyes involucradas para determinar la forma más justa
y equitativa de proceder en cada caso específico.
Concurso de Delitos

El concurso de delitos es una figura penal a través de la que se cometen varios hechos
punibles como consecuencia de una o más acciones. En estos casos, se puede infringir más
de un artículo del Código Penal o el mismo varias veces. El concurso de delitos es un
fenómeno jurídico que se produce cuando una persona realiza una pluralidad de hechos
constitutivos de delito como consecuencia de una o varias acciones (u omisiones). En el
caso de tratarse de varias acciones, ninguna puede haber sido ya enjuiciada para que se
aplique el concurso de delitos.

Cuando a un sujeto le son imputables varios delitos que han de juzgarse en un mismo
proceso se suscitan una serie de cuestiones que la doctrina reúne bajo el nombre de
concurso de delitos. Pluralidad de delitos denomina la doctrina científica a lo que la
legislación guatemalteca conoce como concurso de delitos, y surge cuando el mismo sujeto
activo ejecuta varios hechos delictivos de la misma o de diferente índole, en el mismo o en
distinto momento.

Tradicionalmente el concurso de delitos se estructura para su estudio en concurso ideal y


concurso real. Del concurso ideal de delitos hay que distinguir el llamado concurso
aparente de leyes penales, que se da cuando un mismo hecho realiza dos o más tipos, los
cuales se excluyen recíprocamente, bastando la aplicación de uno de ellos para la completa
valoración del hecho. Su diferencia con el concurso ideal consiste en que, en el concurso de
leyes, aunque concurren varios tipos, sólo es aplicable uno de ellos, retrocediendo los otros,
sin asumir significación alguna ni para la culpabilidad ni para la medida de la pena; en el
concurso ideal, por el contrario, los tipos concurrentes se complementan, por lo que han de
ser tomados en consideración todos ellos para la completa valoración del hecho. La
determinación en el caso concreto de cuáles son los tipos que deben retroceder y cuál a de
aplicarse se hace atendiendo a los principios de subsidiaridad, especialidad y consunción.

Aspectos doctrinarios y legales:

Tradicionalmente el concurso de delitos se estructura para su estudio en concurso ideal y


concurso real. “Del concurso ideal de delitos hay que distinguir el llamado concurso
aparente de leyes penales, que se da cuando un mismo hecho realiza dos o más tipos, los
cuales se excluyen recíprocamente, bastando la aplicación de uno de ellos para la completa
valoración del hecho. Su diferencia con el concurso ideal consiste en que, en el concurso de
leyes, aunque concurren varios tipos, sólo es aplicable uno de ellos, retrocediendo los otros,
sin asumir significación alguna ni para la culpabilidad ni para la medida de la pena; en el
concurso ideal, por el contrario, los tipos concurrentes se complementan, por lo que han de
ser tomados en consideración todos ellos para la completa valoración del hecho. La
determinación en el caso concreto de cuáles son los tipos que deben retroceder y cuál a de
aplicarse se hace atendiendo a los principios de subsidiaridad, especialidad y consunción.

Unidad de acción y de delito: Cuando una sola acción realiza un solo tipo delictivo, se
está frente a un caso normal, cuando varias acciones realizan varios tipos delictivos, surgen
los problemas concursales. Concurso de delitos, surge cuando el mismo sujeto activo
ejecuta varios hechos delictivos, de la misma o de diferente índole, en el mismo o en
distinto momento. El Código Penal sigue al respecto la clasificación tradicional del
concurso de delitos, de la siguiente forma:

a. concurso real (material)

b. concurso ideal (formal)

 Concurso real: Hablamos de concurso real (o material) cuando concurren de modo


simultáneo o sucesivo varios hechos delictivos de un modo independiente, que han
sido realizados por la misma persona, que resultan encuadrables en una o varias
figuras penales, y que concurren para ser juzgados en un mismo proceso. En estos
casos, las figuras o tipos penales, prohíben aspectos diferentes de la conducta y no
tienen elementos comunes, por lo tanto, el concurso real representa tanto fáctica
como jurídicamente una pluralidad delictiva.

Cuando existe la posibilidad que con varias acciones un mismo sujeto dañe varios
bienes jurídicos actualizando diversas hipótesis legales, se está ante el concurso real
o pluralidad de acciones y de resultados que trae como consecuencia la acumulación
de las penas contempladas para los diversos delitos cometidos. El concurso real de
delitos se da cuando concurren varias acciones o hechos autónomos, es decir, que
cada uno constituye un delito particular e independiente, aunque puedan merecer un
solo procedimiento penal. No plantea ningún problema teórico importante. Cada
acción por separado constituye un delito.

El Código Penal Decreto 17-73 define al concurso real de delito en el Artículo 69.
“Al responsable de dos o más delitos, se le impondrán todas las penas
correspondientes a las infracciones que haya cometido a fin de que las cumpla
sucesivamente, principiando por las más graves, pero el conjunto de las penas de la
misma especie no podrá exceder del triple de la de mayor duración, si todas tuvieren
igual duración no podrán exceder del triple de la pena”. “El verdadero concurso
existe cuando concurren las siguientes condiciones:
a) Que un individuo sea autor de distintos hechos;
b) Que éstos en su aparición material sean diversos entre sí, sin guardar conexión
alguna;
c) Que también aparezcan como diversos e independientes en la conciencia del
agente”.

También, al igual que en el concurso ideal, “el concurso real puede ser de dos clases:
homogéneo y heterogéneo”. El concurso real de delitos puede ser homogéneo cuando el
autor comete en varias oportunidades el mismo delito, por ejemplo: ha librado cheques sin
fondos en varias oportunidades. En el concurso real heterogéneo, el autor ha realizado
diversos tipos penales en distintas oportunidades, por ejemplo: el autor un día roba, otro día
estafa y en una tercera oportunidad lesiona. Determinación de la pena: el concurso real está
previsto en el Artículo 69 del Código Penal: se impondrá la pena del delito más grave,
debiendo el juez tener en cuenta los otros, de conformidad con el Artículo 70. Esta fórmula
asumida por la legislación penal corresponde a lo que la doctrina denomina principio de
aspersión que aplica la pena del delito más grave, no obstante, teniendo en cuenta los otros,
serán considerados como circunstancias agravantes.

Pluralidad de acción y de delitos (el llamado concurso real): en el fondo, el concurso real se
da cuando concurren varias acciones o hechos cada uno constitutivo de un delito autónomo,
no plantea ningún problema teórico importante, cada acción por separado constituye un
delito y en principio, el tratamiento penal debe ser el principio de la acumulación. Este
principio entendido de un modo aritmético conduce, si no se limita de algún modo, a penas
dracaconianas incompatibles con la valoración global de todos los delitos y con la
sensibilidad jurídica. Así, por ejemplo, un vulgar ratero convicto y confeso de haber
cometido en diversos momentos hurtos de escasa cuantía, podría ser condenado a una pena
total de muchos años de privación de libertad. Por otra parte, incluso en los delitos graves
hay unos límites máximos que no deben pasarse. De lo contrario, llegarían a aplicar penas
de cientos de años de cárcel, multas de cuantías exorbitantes, entre otros. Es lógico que se
arbitren determinados criterios, en los que, combinando los diversos principios antes
citados, se llega a penas proporcionadas a la valoración global que merecen las diversas
acciones y delitos cometidos.

 Concurso Ideal: Sintéticamente podemos decir que nos encontramos frente a un


caso de concurso ideal (o formal) cuando existe una misma conducta en la que se
verifica la presencia de diversos tipos penales. En términos sencillos, observamos
que un hecho ilícito cae -total o parcialmente- bajo varias figuras penales que entre
sí no se rechazan.
El concurso ideal de delitos se da cuando en una sola acción u omisión se
configuran uno o más delitos; es decir cuando una misma acción u omisión infringe
varios tipos legales o infringe el mismo tipo varias veces; esto se encuentra regulado
en el Artículo 7 70 del Código Penal vigente, cuando varias disposiciones son
aplicables al mismo hecho, por ejemplo: cuando se causan lesiones al representante
de la autoridad, además de un atentado contra una persona existe una violación de
los deberes de respeto y sumisión a la autoridad. La jurisprudencia en relación al
concurso ideal: “en su ejecutoria del 12 de mayo de 1952, la Corte Suprema declara
no haber nulidad en la sentencia recurrida por la que se condenó al inculpado a dos
años de prisión por delito de estafa y se le absolvió por falsificación de moneda. El
fiscal sostuvo que no se había comprobado si el inculpado mismo había falsificado
la moneda, medio utilizado para cometer la estafa”.
El error se halla en que, descartada la falsificación por falta de pruebas, si se le
reconoce como autor de estafa, significa que se ha constatado que era consciente de
que empleaba moneda falsificada en la adquisición de la mercancía. En realidad, se
está frente a un caso de concurso ideal de delitos. La acción del agente (comprar
mercaderías mediante moneda falsa) se adecúa a dos tipos legales, sin que ninguno
de éstos la comprenda en toda su extensión. “También existe concurso ideal cuando
se comete un delito como medio para la ejecución de otro; cuando la conexión entre
los diversos delitos es tan íntima que, si faltase uno de ellos, no se hubiese cometido
el otro se debe considerar el complejo delictivo como una unidad delictiva y no
como dos delitos distintos, por ejemplo: la falsificación de un documento oficial
para cometer estafa”.
Al respecto el autor Bramon Arias opina: para que exista concurso ideal de delitos,
se requiere de tres elementos:
a) La unidad de acción o del hecho, de acuerdo a las aclaraciones formuladas sobre
los conceptos de hecho, y acto, es decir, con referencia al resultado, porque a veces
la acción es única y el resultado es plural;
b) La pluralidad delitos: constituye la violación de varias disposiciones penales;
c) Unidad de intención: para que el hecho se considere el mismo, debe ser único,
subjetiva y objetivamente. Si los hechos son varios, aunque el fin sea uno solo (por
ejemplo, cuando se viola un domicilio para efectuar un rapto), se perfila un
concurso real. Si la finalidad es plural y el hecho único (por ejemplo, cuando se
realiza el proyecto de matar a dos sujetos con el mismo disparo), el concurso
también es real.

Algunos autores mencionan que la teoría antigua que sólo entendía a la unidad de acción
prescindiendo de la finalidad e intención, ha sido ya superada, sin embargo, se distinguen
solo dos elementos: la unidad de acción y la pluralidad de delitos”. Clases de concurso
ideal: puede ser heterogéneo y homogéneo. El primero se cuándo con una acción se
realizan varios delitos, es decir, cuando a la misma acción se aplica distintas leyes penales,
ejemplo: la violación sexual de la mujer virgen provocándole lesiones; el coche bomba en
zona urbana que hace incurrir terrorismo, homicidio y daños; entre otros. Por otro lado, se
está frente a un concurso ideal homogéneo cuando el mismo tipo legal resulta aplicable
varias veces a la misma acción, por ejemplo: el caso de la granada de guerra que mata a
varios en el campo abierto. De acuerdo al texto del Artículo 70 Código Penal, el legislador
no ha considerado el denominado: concurso ideal homogéneo, consistente, según la
doctrina, en la violación repetida de la misma norma legal, mediante una sola acción; por
ejemplo, mediante el lanzamiento de una granada se lesiona gravemente a varias personas.
Al respecto, es de admitir que el legislador ha procedido al encuadramiento de la acción en
varias normas.

Esto se desprende, claramente, primero, del empleo del plural segundo, que la pena se
impondrá de acuerdo con una de ellas; y, por último, de que las penas accesorias y las
medidas de seguridad podrán ser aplicadas, aunque no estén previstas más que en una de
ellas. Contra esta interpretación, nada dice que el legislador haga alusión, mediante las
frases: en caso de diferencia, con la que establezca la pena más grave, a la posibilidad de
que dichas normas prevean penas iguales. Determinación de la pena: el problema que
siempre se presenta luego de comprobar la presencia de un concurso ideal de delitos, es de
saber qué pena a de imponerse al 10 agente. De acuerdo al sistema de penas no tasadas, se
trata de saber, con mayor exactitud, dentro de qué márgenes penales el juez fijará la pena.
Si las disposiciones en concurso fijan la misma escala, el juez no tendrá dificultades; pero si
son diferentes, la ley le ordena determinarla conforme a la más severa.

Artículo 70 del Código Penal: se proporcionará con la que establezca la pena más grave.
Para saber cuál es la ley que prevé la pena más grave debe tenerse en cuenta la naturaleza
de la pena y los límites mínimum y máximum. “La pena que señala el Artículo 70 del
Código Penal vigente se inclina por el principio de absorción por lo que solo se impone la
pena correspondiente al delito más grave en caso de diferencia de penas en el concurso.
Ello es consecuencia de la unidad de intención delictiva que caracteriza al concurso ideal y
que lo diferencia de lo que distingue del real o material. Las penas accesorias y medidas de
seguridad que en ellas se estatuyen, no entran en consideración, porque el párrafo segundo
del Artículo 70 del Código Penal vigente, concede al juez la posibilidad de aplicarlas aun
cuando figuren en una sola de las leyes en conflicto. No puede precederse a la
determinación de la ley aplicable, conforme a los criterios utilizados para determinar la
irretroactividad de la ley penal más severa”.

Del concurso real e ideal en la legislación guatemalteca: El Código Penal establece que
el tratamiento del concurso real, del principio de la acumulación o aritmética de las penas
consiste en aplicar sencillamente todas las penas correspondientes a los diferentes delitos.
Si no se pueden cumplir simultáneamente, en razón de la naturaleza (por ejemplo, varias
penas privativas de libertad). Se aplican de manera sucesiva, conforme a la gravedad.
Establece el Artículo 69, una regla para determinar el orden de seguir cuando las penas sean
susceptibles de cumplimiento simultaneo, pero, además, establece para este caso, una regla
en la que el principio de acumulación se modifica con el de la aspiración. Regula que, no
obstante, lo dispuesto en la regla anterior, el máximo de cumplimiento de la condena del
culpable no podrá exceder del triple del tiempo porque se le impusiere la más grave de las
penas en que haya incurrido, dejando de extinguir las que procedan desde que las ya
impuestas cubrieran el máximo de tiempo predicho, que no podrá exceder del triple de la de
mayor duración.

La limitación se aplicará, aunque las penas se hubieren impuesto en distintos procesos, por
su conexión, pudieran haberse enjuiciado en uno solo. El Artículo 69, regula que al
responsable de dos o más delitos se le impondrán todas las penas correspondientes a las
infracciones que haya cometido a fin de que las cumpla sucesivamente, principiando por las
más graves, pero el conjunto de las penas de la misma especie no podrá exceder del triple
de la de mayor duración, si todas tuvieren igual duración no podrán exceder del triple de la
pena. Este máximo sin embargo nunca podrá ser superior a:

1º. A cincuenta años de prisión;

2º. A doscientos mil quetzales de multa.

El concurso real o material como también se le llama en doctrina, surge cuando el sujeto
activo ha realizado varias acciones, cada una de las cuales por separado es constitutiva de
un delito, es decir, que hay tantos delitos como acciones delictivas se hayan realizado (el
sujeto que en una oportunidad roba, en otra mata y estafa, será responsable de los tres
delitos cometidos). En cuanto a la aplicación de la pena, el sistema que sigue es el de la
acumulación matemática o material de las mismas, limitada por el máximo de treinta años
de prisión y veinte mil quetzales de multa. Artículo 69 del Código Penal. Cuando una sola
acción infringe varias disposiciones legales o varias veces la misma disposición, es decir,
cuando en una sola acción se cometen varios tipos delictivos homogéneos (la bomba del
terrorista mata a varias personas) o heterogéneos (la bomba mata y produce daños
materiales) surge el llamado concurso ideal o formal. Evidentemente no puede valorarse
igual una acción que produce un solo delito, que esa misma acción, cuando realiza varios
delitos.
En este último caso, la aplicación de uno solo de los tipos delictivos no agotaría la
valoración plena del complejo delictivo, solo la aplicación simultanea de todos los tipos
delictivos realizados por la acción que valora plenamente el suceso, si bien luego, la pena
total resultante de la aplicación de todos los tipos delictivos se limita con ayuda de ciertos
criterios. Precisamente, la diferencia entre el concurso ideal y el concurso de leyes consiste
en que, el concurso de leyes, aparentemente, son aplicables diversos preceptos penales,
pero luego de una correcta interpretación se deduce que sólo uno de ellos es 13 realmente
aplicable, mientras que en el concurso ideal todos los preceptos penales infringidos por la
acción son aplicables, si bien con ciertas limitaciones respecto a la pena total aplicable.

Lo que pretende el legislador, es evitar que la producción de varios delitos equivalga


automáticamente a la realización de varias acciones, ya que entonces, la distinción entre
concurso ideal y real, sin indecencia en la determinación de la pena, no tendría sentido. Sin
embargo; la dificultad de fijar cuando hay un solo hecho o una sola acción y cuando varias
hacen que, en la práctica, exista una gran inseguridad a la hora de apreciar una u otra
modalidad concursal.

Esta modalidad se agrava porque el Artículo 70 regula el concurso ideal propio e impropio
o medial (cuando uno de ellos sea medio necesario para cometer el otro). Ejemplo: la
falsedad de un documento oficial para cometer estafa; el allanamiento de morada para
lesionar al morador. Realmente en este tipo de concurso, no hay un solo hecho, sino que,
dos perfectamente diferenciados; pero la conexión íntima entre los delitos cometidos hace
que el legislador los equipare. En definitiva, más que un problema teórico, de sí hay o no
unidad de acción, de lo que se trata es de una cuestión práctica de si debe tratar con un
procedimiento (el del concurso ideal) u otro (el del concurso real). Lógicamente, cuando la
conexión entre los diversos delitos es tan íntima que, si faltase uno de ellos, no se hubiese
cometido el otro, se debe considerar todo el complejo delictivo como una unidad delictiva y
no como dos delitos distintos.

Por eso la jurisprudencia y la doctrina exigen, con razón, que este precepto solo sea
aplicable cuando exista una relación de necesidad, que debe ser entendida en un sentido
real, concreto y restrictivo; de tal forma que no bastará el plano subjetivo del autor, sino
que será preciso que el hecho sea constitutivo de otro tipo penal, (por ejemplo, falsedad y
estafa). Sin embargo; la jurisprudencia aplica también el precepto, aunque no sea de esta
identidad parcial entre delitos (lesiones, violación, allanamiento de morada y violación). El
problema del concurso es en la práctica, fundamentalmente un problema de determinación
de la pena; de ahí que los preceptos que lo disciplinan figuren entre las reglas de
determinación o aplicación de la pena, ante este problema, el legislador tiene varias
opciones:

a) Principio de acumulación: por ¡” cua’ la pena de cada delito se determina separadamente


y luego se suman;

b) Principio de la absorción: se impone la pena correspondiente al delito más grave;

c) Principio de spiración: se impone la pena más grave en su grado máximo;

d) Principio de combinación: se combinan las distintas penas aplicables en una sola pena;

e) Principio de la pena unitaria: se impone una pena unitaria sin consideración al número de
las diversas infracciones delictivas.

El Artículo 70 del Código Penal sigue un sistema mixto, éste se inclina por el principio de
la aspiración (pena correspondiente al delito más grave en un grado máximo); pero cuando
de este modo la pena concreta consultante es superior a la suma de las penas 15 concretas
que pudieran imponerse, penando por separado los delitos, se sancionaran por separado
(principio de acumulación). Para la determinación de la gravedad de las penas hay que ir,
por tanto, a un criterio concreto y compararlas luego conforme a criterios objetivos, tales
como los que se contienen en la regla primera del Artículo 69, pues en todo caso debe
tenerse en cuenta que el legislador pretende tratar más benignamente el concurso ideal que
el real y que las reglas de éste deben ser siempre el límite infranqueable en la determinación
de la pena concreta que se ha de imponer.

El Artículo 70 regula que en caso de que un solo hecho constituya dos o más delitos, o
cuando uno de ellos sea medio necesario de cometer el otro, únicamente se impondrá la
pena correspondiente al delito que tenga señalada mayor sanción, aumentada hasta en una
tercera parte. El tribunal impondrá todas las penas que correspondan a cada una de las
infracciones si a su juicio esto fuera más favorable al reo, que la aplicación de la regla
anterior. Cuando se trate de concurso ideal de delitos sancionado solo con multa, el juez, a
su prudente arbitrio y bajo su responsabilidad, aplicará las sanciones respectivas en la
forma que resulte más favorable al reo. El concurso ideal o formal como también se le
llama en la doctrina, surge mediante dos supuestos, cuando un solo hecho o acto delictivo,
sea constitutivo de dos o más delitos; el sujeto que arremete a un miembro de la familia, sea
ascendiente o 16 descendiente, será responsable de atentado y lesiones o mejor dicho
dependiendo de la agresión puede llegar a causarle hasta la muerte.

Delito continuado: El delito continuado, consiste en dos o más acciones homogéneas,


realizadas en distinto tiempo, pero en análogas ocasiones, que infringen la misma norma
jurídica o norma de igual o semejante naturaleza. El delito continuado se caracteriza porque
cada una de las acciones que lo constituyen representa un delito consumado o intentado,
pero todas ellas se valoran juntas como un solo delito, por ejemplo: el cajero de la empresa
que durante un largo período de tiempo se apodera diariamente de una pequeña cantidad,
no comete cientos de hurtos, aunque cada acto aislado por él realizado sea un hurto, sino un
solo delito continuado de hurto.

La definición legal de delito continuado se encuentra regulada en el Artículo 71 del Código


Penal guatemalteco: cuando varias violaciones de la misma ley hubieran sido cometidos en
el momento de la acción o en momentos diversos, con actos ejecutivos de la misma
resolución criminal serán considerados como un solo delito continuado y se sancionará con
la pena correspondiente a éste. Para comprender la índole jurídica del delito continuado, “se
han construido tres teorías:

a) de la ficción: que propone que el delito continuado es una ficción jurídica creada por
razones prácticas a fin de resolver los sinnúmeros de problemas que acarrearía aceptar que
se trate de una pluralidad de hechos que da lugar a un concurso real de delitos. Se origina
en Italia a instancias de las prácticas italianas de los siglos XVI y XVII

b) la teoría realista: plantea que el delito continuado por tener unidad subjetiva y unidad
objetiva constituiría una unidad real de acción, y el que los hechos se lleven a efectos en
distintos momentos ello sólo comprende al modo de ejecución.
c) teoría del realismo jurídico: admite este modelo que el delito continuado es una
construcción jurídica, no prevista en la ley, pero admite la construcción jurídica, no como
ficción, sino como instrumento práctico”.

“Los requisitos que deben darse en el delito continuado son:

a) Los actos individuales deben dirigirse contra el mismo bien jurídico. La doctrina
dominante se inclina a este punto por diferenciar dos grupos de delitos: aquellos que atacan
la propiedad y el patrimonio en el que será suficiente el ataque al mismo bien jurídico con
prescindencia del titular del bien o sujeto pasivo. Ejemplo: el carterista que hurta a diversos
parroquianos, realiza un hurto continuado. Tratándose en cambio de bienes jurídicos
altamente personales (vida, integridad corporal, libertad o indemnidad sexual), si se
requiere identidad del sujeto pasivo;

b) Que los diversos actos particulares lesionen el mismo precepto penal o semejante. Esto
ocurre en los delitos continuados contra el patrimonio o contra la integridad personal, que
pueden ser las formas agravadas o simples;

c) Identidad específica del comportamiento delictivo, así como nexo espacial de los actos
individuales”.

Pluralidad de acciones u omisiones: La pluralidad de acciones significa que en la


concurrencia de acciones se dé entre acción y otra una separación espacio temporal; pero lo
fundamental es que cada una de las acciones constituya una previsión típica,
hipotéticamente, al autor se le puede atribuir cada acción aisladamente. El delito
prolongado se diferencia del delito permanente precisamente porque éste prolonga la lesión
jurídica más allá de la consumación. Se distingue también del concurso ideal, porque éste
exige unidad de acción y no de delito.

Si el delito continuado presupone varias violaciones de la misma ley penal realizadas con la
misma resolución criminal, se ve claramente que es consubstancial a su naturaleza de estar
constituido por una pluralidad de acciones, pero no de actos, pues varios actos, aunque cada
uno aisladamente considerado puede ser constitutivo de delito, no constituyen más que una
acción y, por lo tanto, solo producen un único delito, por ejemplo el caso en que se infieran
diversos golpes con una arma blanca, sucesivamente a la misma persona y con una única
intención de herir, o si se toman de un árbol varios frutos. La acción u omisión no es otra
cosa que actuación completa de la voluntad criminosa en relación con el delito que el
agente quiere cometer, que en el acto no es más que un momento de esa acción, la parcial
actuación de la voluntad criminosa. Las violaciones de la misma ley penal pueden
cometerse en el mismo momento de la acción o en momentos diversos, no pudiéndose
concebir la simultaneidad de las mismas.

Unidad de delito: Las diversas acciones con la misma resolución criminal debe lesionar el
mismo bien jurídico. No hay delito continuado cuando se lesionan bienes jurídicos de
distintos titulares. Al respecto el precepto legal del Código Penal es claro en señalar que
serán considerados como un solo delito continuado, varias violaciones de la misma ley. Un
criterio más amplio y acertado al admitir que es suficiente que la violación sea de normas
semejantes, pues lo importante es la unidad del bien jurídico. Así el caso de quien con una
misma menor de edad practica varios actos sexuales. Se busca una sola conducta delictiva,
aunque conformada por distintas acciones, pero unidas por una idéntica naturaleza de los
hechos.

Unidad de resolución criminal: Es necesaria la presencia de una resolución común en las


diversas acciones. Esto es lo que la doctrina denomina dolo conjunto o dolo total, que
comprende la unidad de la finalidad en diversas acciones que se realizan. La unidad de la
resolución criminal debe abarcar todas las fases de la continuación del delito. Las distintas
acciones deben unificadas por una sola voluntad; la unidad subjetiva es aquí rectora, pero
apoyándose en hechos objetivamente homogéneos.

Tratamiento penal: La consecuencia jurídica aplicable al delito continuado es el que


corresponde al tipo legal vulnerado. El tratamiento penal consistente en apreciar un solo
delito a sancionar con la pena de la infracción más grave, que puede ser aumentada hasta el
grado medio de la pena superior, e inclusive debe ser impuesta la pena superior en grado, si
el hecho revistiere notoria gravedad y hubiera perjudicado a una generalidad de penas
(delito de masa).
CONCURSO APARENTE DE LEYES O NORMAS PENALES:

Hay un concurso de leyes o normas penales cuando cae en conducta delictiva o está
comprendida por más preceptos legales que las regulan, estas son los dos presupuestos para
que exista el aparente concurso de normas:

1. Que una misma acción sea regulada o caiga bajo esfera de influencia de dos o más
preceptos legales.

2. Que uno de esos preceptos excluya la aplicación de los otros al aplicarlo al caso
concreto.

Según el maestro hispano Federico Puig, en este último presupuesto se encuentra la


diferencia entre el concurso de leyes o normas penales y el concurso de delito.

Principios Doctrinarios Para Resolver El Conflicto:

Realmente no ha existido unidad de criterio entre los tratadistas para resolver el problema
que plantea el concurso aparente de normas penales.

PRINCIPIO DE ALTERNAVILIDAD:

1. Karl Binding considera que, si las distintas leyes amenazan con la misma pena, es
diferente que ley ha de aplicarse, pero si las penas son diferentes, el juez debe de basar su
sentencia en la ley que sea más severa.

2. Ernesto Beling considera que hay alternatividad cuando dos tipos de delito que tutelan un
bien jurídico se excluyen entre sí, porque existen caracteres contradictorios.

3. Filippo Grispigni dice que solo existe concurso de disposiciones cuando dos o más
disposiciones de un ordenamiento jurídico vigente en el mismo tiempo y lugar se presentan
como igualmente aplicables a un mismo hecho. En nuestra legislación se encuentra la
aplicación de este principio en el artículo 69 del Código Penal: “Se le impondrán todas las
penas correspondientes a las infracciones que haya cometido a fin de que las cumpla
sucesivamente, principiando por las más graves.
Principio De Especialidad (Ley Specialis Derogat Legi Generali): En caso de que una
misma materia sea regulada por dos leyes o disposiciones, una general y otra especial, la
especial debe aplicarse al caso concreto.

Principio De Sudsidiaridad (Lex Primarie, Derogat Legi Subsidiarie): Una ley o


disposición es subsidiaria de otra, cuando esta excluye la aplicación de aquella, tiende a
inclinarse por el delito más grave o que está castigado con la mayor pena.

Principio De Consunción, Absorción O Exclusividad (Lex Consumens Derogat Legi


Consumtae): Surge cuando un hecho previsto por la ley o por una disposición legal está
comprendido en el tipo descrito en otra, y puesto que esta es de más amplio alcance se
aplica como exclusión de la primera.

Ámbito De Validez Temporal De La Ley Penal: Es la eficacia temporal de validez de la


ley penal, es el periodo comprendido entre el inicio de su vigencia hasta su abrogación o
derogación, esto lo establece el artículo 8 de la ley del organismo judicial.

Extraactividad De La Ley Penal: Contiene una excepción al principio general de


irretroactividad en cualquier clase de ley, por el cual una ley solo debe aplicarse a los
hechos ocurridos bajo su imperio, esto se encuentra en el artículo 2 del código penal.

Retroactividad De La Ley Penal: Esto lo establece el artículo 15 de la constitución


política de la república de Guatemala, donde establece: “La ley no tiene efecto retroactivo,
salvo en materia penal cuando favorezca al reo”.

Ultraactividad De La Ley Penal: Cuando una ley ya abrogada se lleva para aplicarla a un
caso no nacido bajo su vigencia.

COSAS QUE PUEDEN PRESENTARSE EN LA SUCESIÓN DE LEYES PENALES

1. La Nueva Ley Crea Un Tipo Penal Nuevo: quiere decir que una conducta que con
anterioridad carecía de relevancia penal, resulta castigada por una ley nueva.

2. La Ley Nueva Destípifica Un Hecho Delictuoso: quiere decir que una ley nueva le
quita tacita o expresamente el carácter delictivo a una conducta reprimida o sancionada por
una ley anterior.
3. La Ley Nueva Mantiene La Tipificación Del Hecho Delictivo Y Es Mas Severa: se
trata de una ley que castiga más severamente la conducta delictiva que la ley anterior.

4. La Ley Nueva Mantiene La Tipificación Del Hecho Delictivo Y Es Menos Severa:


se trata de una ley que castiga más levemente la conducta delictiva que la ley anterior.

La Irretroactividad De La Ley Penal Y La Cosa Juzgada: Es procedente aplicar


retroactivamente de la ley penal más benigna al condenado aun existiendo cosa juzgada, no
solo porque científicamente prevalece la norma sustantiva sobre adjetiva, sino porque la ley
penal favorable para el reo tiene rango constitucional.

LEYES EXEPCIONALES O TEMPORALES: Son las que se fijan por sí mismas su


ámbito de validez temporal, es decir, que en ellas mismas se fija su tiempo de duración y
regula determinadas conductas sancionadas temporalmente.

Ámbito Espacial De Validez De La Ley Penal: es el resultado de un conjunto de


principios jurídicos que fijan el alance de la validez de las leyes penales del estado en
relación el espacio.

PRINCIPOP DE EXTRATERRITORIALIDAD: sostiene que la ley de un país si puede


aplicarse a delito cometidos fuera de su territorio.
Conclusión:
En resumen, el concurso de delitos y el concurso aparente de leyes son dos conceptos
fundamentales en el ámbito legal que abordan situaciones en las cuales una persona comete
múltiples delitos o aparentemente infringe varias leyes.

El concurso de delitos se refiere a la situación en la que una persona comete varios delitos
en un mismo acto o en actos sucesivos. En estos casos, se busca determinar la forma en que
se deben acumular o sancionar dichos delitos, considerando factores como la unidad de
acción, la unidad de propósito y la identidad del sujeto. La legislación y jurisprudencia de
cada jurisdicción establecen cómo se manejará el concurso de delitos, ya sea optando por
acumular las penas, aplicar la pena más grave o establecer límites máximos de pena.

Por otro lado, el concurso aparente de leyes se presenta cuando una conducta
aparentemente infringe varias normas legales, pero en realidad solo se trata de una única
infracción. En este caso, se aplica la regla de especialidad o subsidiariedad para determinar
cuál norma prevalece sobre las demás. Esta regla busca evitar la duplicidad de sanciones y
garantizar que la persona no sea castigada de manera excesiva por un mismo
comportamiento.

En ambos casos, el objetivo fundamental es lograr una justa aplicación de la ley y


garantizar que las sanciones sean proporcionales y equitativas. La interpretación y
aplicación de estos conceptos varían según la legislación de cada país y la jurisprudencia
desarrollada en cada sistema legal. En última instancia, tanto el concurso de delitos como el
concurso aparente de leyes buscan preservar los principios de legalidad, proporcionalidad y
justicia en el sistema judicial.
Biblografia o egrafia
http://www.biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_8648.pdf

Concurso aparente de leyes o normas penales, principios, retroactividad de la ley, extradición, etc.
- Studocu

También podría gustarte