Este documento presenta varias historias cortas sobre diferentes temas, incluyendo un niño sordo llamado Chicles, un dragón deprimido, un pez con manos, y una abeja que quiere convertirse en dragón. Cada historia tiene entre 1-3 párrafos y presenta personajes, situaciones y resoluciones simples.
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Este documento presenta varias historias cortas sobre diferentes temas, incluyendo un niño sordo llamado Chicles, un dragón deprimido, un pez con manos, y una abeja que quiere convertirse en dragón. Cada historia tiene entre 1-3 párrafos y presenta personajes, situaciones y resoluciones simples.
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¿Limonada?
No, gracias Víctor Mi gemela invisible
Gael Vásquez Barajas Karina Rivera Una mañana, mientras me encontraba desayunando, escuché un ruido extraño que provenía de mi cuarto. Me levanté y fui a asomarme. Ahí, justo al otro lado de la puerta, estaba yo. ¿Cómo podría ser eso posible? Sólo me quedé viéndome y asustada salí inmediatamente hacia la habitación de mis padres. Les conté lo sucedido, pero ellos no me creyeron. Me fui al colegio como de costumbre, todo parecía estar bien hasta que... ¡Me topé con ella! Nuevamente se me quedó viendo, yo cerré y abrí mis ojos pero ella aún seguía ahí. Entonces, me armé de valor y le pregunté, ¿quién eres?, ¿y por qué me sigues? Había un niño llamado Sebastián. Era un niño común a quien le Ella me contestó con delicadeza: “Soy tu gemela, se cómo te sientes, gustaba jugar futbol por las tardes. Cierto día estaba leyendo una nuestra abuela que ahora está en el cielo, de donde yo vengo, me historieta, pero decidió tomar un descanso, fue por algo de mandó; mi deber es acompañarte por determinado tiempo”. Quedé beber. Como las tragedias están a la orden del día, resbaló en el impactada, pero aun así, me di la media vuelta y con lágrimas en los piso mojado, chocó contra la mesa y uno de sus ojos salió ojos me retiré. No pasaron más de cinco minutos cuando estaba al volando por la ventana. Sebastián, desesperado, abrió su lado de mí. Le pregunté a una de mis compañeras si veía a alguien, refrigerador y tomó lo primero que encontró. Un limón, parecía pero no, ella no la veía. En ese instante me di cuenta de que era mi un limón normal pero él no sabía que era un limón mágico. Se lo gemela invisible. Así transcurrieron los días, era como mi sombra. Esta mañana me levanté, escuché ruidos, los vi a todos desayunando puso en la cavidad vacía. Sus padres estaban asustados, querían con ella, pero nadie me pudo ver. Mi gemela me ignoró cuando quise arreglar el problema con ese ojo pero Sebastián quería conservar hablarle, la miro callada desde esta pared en que me encuentro. Me el limón. Tuvieron una plática y al cabo de unos minutos mira y sale corriendo del cuarto, la sigo hasta su colegio, intento convenció a sus padres; le dijeron que si se llegaba a sentir mal hablar con ella, se detiene y replica: “¿Quién eres? ¿Por qué me les dijese para ir con el médico. Con el paso del tiempo su sigues? Yo no tengo la culpa de que seas invisible”. organismo se había adaptado perfectamente al extraño fruto. Él había crecido mucho en poco tiempo, tanto que en sólo unos días fue tan fuerte que tenía la habilidad de poder cargar cosas pesadas, además también podía predecir el futuro. Con su verde ojo podía hacer cosas increíbles, como mirar fijamente al gato y hacer que se le erizaran los pelos. Pero un día despertó… Sebastián estaba confundido. Gracias a Dios todo había sido un sueño. ¿Limonada? “No gracias”, solía contestar desde entonces. Chicles, la luz que ilumina el mar De por qué se deprimió el dragón Antonio Benjamín Martínez Retana Dafne Naomi Venegas Escobar El 5 de mayo nació Sebastián, un niño sordo al que le Una lluviosa noche de octubre, un dragón solitario y decían Chicles, pero su mamá ignoraba que era sordo amargado paseaba en lo más recóndito de su castillo. profundo. A los 5 años Sebastián empezó a medio hablar Melancólico, el dragón recordaba la triste noche en que o mejor dicho a balbucear. Su mamá le hablaba y fue el fin de su alegría, cuando Sebastián no le hacía caso, todo lo decía con señas. Su el pueblo cobró venganza contra su familia por un mamá y papá empezaron a discutir por el dinero y se malentendido. divorciaron. Su mamá se fue a vivir a la casa de sus Bajo el efecto de una grave depresión, el dragón decidió papás. Un día su mamá les dice: “Los voy a llevar a la encerrarse de por vida. escuela”. Cuando lo llevaron, la maestra le preguntó por su nombre pero no dijo nada, sólo se sonrió, pensó que estaban jugando adivinanzas. Lo castigó sin recreo. Los niños se burlaban de él porque no entendía y se sintió muy mal. Lloró porque todos se reían de él. La maestra le manda hablar a su mamá y se lo lleva a la casa. Sebastián dormía mucho. Una vez, en su sueño mira una luz en el mar y se quedó pensando qué era eso… se miraba un sendero de luz sobre el agua y se metió al mar. Se estaba ahogando pero lo rescató su abuelo. Despertó con mucha temperatura, su abuelo lo llevó al doctor porque le dio gripa. El doctor revisó sus oídos, fue entonces que le dijeron que su nieto era sordo. El abuelo discutió con la mamá, que cómo no sabía que era sordo. Pero sí sabía, sólo que ella tenía vergüenza de decírselos. La mano de Juan El pez Anette Verónica Morones Herrera Mario Antonio Ontiveros Rodríguez Conforme Juan crecía, iba descubriendo partes de su Esta es la historia de un pez extraño, distinto a todos los cuerpo que no conocía. demás. Este pez tenía manos en vez de aletas. Esto Una mañana, Juan descubre que tiene una mano. La hacía que se sintiera diferente y nadie le quería hablar. observa. Abre sus dedos. Cierra el puño. Con ella puede No tenía amigos, y eso hacía que se pusiera triste. tocar y sentir, como acariciar el pelo de un perro o de un Un día decidió hacer un viaje por todo el mar, para ver si gato, pero también siente dolor. encontraba alguien como él. Pasó mucho tiempo pero no Pasó el tiempo y un día, mientras Juan jugaba con su encontraba a nadie como él, así que decidió salir ¡a la mano, sintió un dolor pero no venía de su mano ni de sus tierra! piernas, provenía de otra parte. Primero tenía miedo. Sacó un dedo. Al ver que no pasaba Su mano lo ayudó a descubrir de donde venía esa nada sacó la mano y luego salió completo. Descubrió que incómoda sensación. podía caminar y respirar. Exploró y exploró hasta que por Descubrieron que arriba, muy arriba de su cuerpo había fin descubrió una aldea de peces iguales a él. Entonces un círculo grande y duro, y... se sintió contento de haberlos encontrado. “¿cómo se llama?”, se preguntaba Juan. “¡Claro, ya recordé, cabeza!” La cabeza se agachó molesta y pensó: tanto tiempo de ser ignorada.
Un cuento de amistad El zapato invisible
Miranda Hernández López Andrés Agüero Hernández A un bosque entre montañas verdosas iban a jugar todas Había una vez un zapato invisible que era muy travieso. las tardes un par de pequeñas. Cierto día encontraron Iba pasando por las calles y les pegaba a los niños. una ramita muy pequeña. Las dos niñas se encargaron Como los niños no podían verlo, se asustaban mucho y de cuidar esa ramita. Le daban agua y la cuidaban se iban corriendo. Un día, el zapato invisible iba por la mucho. Hasta que un día notaron que a la rama le calle y alguien lo tomó por sorpresa. Se asustó mucho estaban brotando flores. Las chicas crecieron y ese lugar porque no comprendía qué pasaba, se suponía que nadie seguía siendo su lugar preferido. podía verlo. Cuando lo soltaron comenzó a buscar a Con el paso del tiempo la ramita se convirtió en un gran quien lo agarró. Pasó un rato y de vuelta lo tocaron. árbol. Esa noche pasó algo mágico, el árbol estaba —¡Muéstrate quien quiera que seas, animal, persona o rodeado de mariposas de colores y como era de noche cosa! —gritó molesto. las mariposas brillaban bajo la luz de la luna. Y esa cosa se mostró, era el par del zapato invisible. El zapato invisible se asustó mucho y se desmayó. Cuando volvió en sí, miró la cara de su par. Había ido a buscarlo. Juntos regresaron con su dueño. El señor dueño de ese par de zapatos ya nunca se los puso porque tuvo miedo de volver a perderlos.
El secreto del alebrije Sin título
Gisel Mendoza Pérez Francisco Uriel Marines López Cierta vez una abeja se encontró con un dragón. Hace mucho, mucho tiempo, un gato veía la televisión. Entonces pensó: como quisiera convertirme en dragón De repente, pasaron un comercial que anunciaba una para que todos me respeten y me tengan miedo. Siguió extraña y lejana planeta llamada Azul y el gato quedó volando y se encontró con un gato tan blanco como la enamoradísimo de ella. Hizo lo imposible para conocerla, nieve, entonces dijo: vendió su colección de sombreros, algunos de sus “Quisiera ser tan bella y elegante como un gato”. atuendos. Al final juntó para rentar un cohete. Cuando Continuó su camino y vio una mariposa, entonces pensó: llegó, se dio cuenta de que era más hermosa de lo que quisiera tener una alas tan grandes como un ángel y pensaba y cayó desmayado de emoción. Al recuperarse, verme como él. Continuó su camino y se topó con un le dijo que moría de amor por ella. hada muy preocupada y le preguntó por todos esos La planeta quedó asombrada por lo que dijo el gato y animales que la abeja se había encontrado. Ella le dio aceptó gustosa por todo lo que el gato había hecho para señas de donde los había visto, entonces le concedió llegar a ella. “Pero primero debemos conocernos”, le dijo. todo lo deseado en su camino. Era grande como un Y él encantado aceptó. Con el paso del tiempo, las cosas dragón, con la elegancia del gato y unas hermosas alas se fueron dando. En menos de lo que se esperaba, un azules color cielo. gran amor había surgido. Se hicieron inseparables. Un Se miró con asombró y le dijo: “¿Pero en qué me has día se casaron y fueron felices por siempre jamás. convertido?”. “Ahora eres un alebrije”. La historia de Jesús El árbol parlanchín Alisson Yarumi Castillo Llanas Debhany Alicia Medrano Gutiérrez Jesús era un gran cantante, tenía una gran voz. Su sueño Había una vez una pareja que se amaba mucho, se casaron y era cantar en los escenarios pero su papá no estaba de compraron una casa grande y bonita. En el centro del patio plantaron un árbol que, aunque era muy hermoso, no daba frutos. acuerdo. Luego de un año, la pareja concibió una hija. En cuanto el árbol la Él amaba los negocios, así que deseaba que Jesús fuera vio, se enamoró de ella. El árbol nunca la perdía de vista. Como él un gran empresario como él. Pero Jesús anhelaba cantar. no podía declararle su amor, casi siempre estaba triste. Cierta Su papá, enojado, lo envió a un hotel de quinta y le quitó noche, a una bruja desvelada se le hizo tarde y decidió quedarse a casi todo su dinero para que lo consiguiera por su propia dormir en las ramas. Al amanecer, tomó de prisa sus cosas y cuenta; para él, la vida no funcionaba sin dinero. Jesús montó su escoba para salir de ahí volando. Fue entonces que, por accidente, derramó un hechizo parlanchín sobre sus ramas. En ese compró una guitarra con el poco dinero que le quedaba y instante el árbol sintió un leve cosquilleo en su tronco y pudo se puso a cantar en un bar. El dueño era un tal Stuart, exclamar unas pocas palabras. hombre ambicioso y egoísta. Esa mañana estaba muy contento, por fin podría decir su secreto a Cierto día, un famoso manager fue al bar y escuchó el la chica. Cuando la vio salir de casa se dio cuenta de que había talento de Jesús. Le grabó un disco. Jesús, emocionado, contraído matrimonio con un leñador. no se preocupaba por lo demás porque logró ser famoso Quiso decir algo pero se le hizo un nudo en el tronco-garganta, así que no dijo nada. y ganar mucho dinero. Pero después habló: le habló a las ardillas, le habló a un perro que Finalmente, Jesús se dio cuenta que para lograr su sueño pasaba y a los pájaros también les habló, contándoles su dolor. tuvo que pasar por muchas cosas, como ser engañado. Con el tiempo se volvió a quedar mudo pero sus hojas parecían Al final todo vale la pena por lograr lo que amas. cantar un gran amor. Silla para un psicótico El hechizo de lectura Helen Armendáriz y Luz Elena Serrano Armendáriz Italia Segobia Triana Este era un hombre que amaba los muebles del hogar, en especial Existió un joven al que le gustaba leer tanto, que se las sillas, pues eran su mueble preferido para pensar. Un día obsesionó con la lectura. decidió ir a un lugar donde se vendían todo tipo de muebles. Le Un día un mago le dijo: pareció maravilloso. Además, descubrió una variedad de sillas inmensa, de plata, de oro, de peluche, esponja y cuero. Pero — ¿Tú eres el chico que le gusta mucho leer? ninguna le parecía la adecuada. Caminando por los pasillos, giró —Sí, ¿por qué? su cabeza, de pronto su vista se detuvo en una muy especial, —Tengo algo para ti, un hechizo. estaba sin terminar, fea, llena de defectos; era horrorosa, pero a él — ¿Por qué? ¿Qué he hecho para merecer un hechizo? no le importó. Pagó una gran cantidad por ella (el vendedor —Leer, leer, leer mucho. Voy a borrar de tu mente esta argumentaba que esa silla era del velador, pero fue en vano). Una conversación. Te hechizaré, si un día saltas una página vez en casa, empezó por darle la textura exacta, después la pintó de colores pastel y por último, para decorarla, usó hojas secas y del libro, morirás. objetos estilo vintage. Cansado y casi a punto de terminar su Él siguió con su vida, leyendo libros. Encontró un libro, un trabajo, se sentó y admiró su gran belleza. Final 1 De pronto sintió libro que leyó y le encantó, le encantó tanto que lo leía un gran temor, la silla parecía moverse, su amada silla ahora lo día y noche. Se lo sabía de memoria, se lo sabía todo de perseguía por toda la casa. Final 2 Empezó por darle la textura principio a fin. exacta, después la pintó de colores pastel y por último, para Un día le dio por leerlo una vez más, llegó un momento decorarla, usó hojas secas y objetos vintage. Cansado casi por terminar su trabajo, se sentó y admiró la belleza que había en que, por pereza, no quiso leer una página, así que se descubierto. Satisfecho, puso en práctica su nueva aventura. Este la saltó, retiró el libro de su cara y vio al mago. hombre pensó en la belleza de una silla. Sonará loco pero de esto El joven confundido quiso volver a la lectura pero ya no trata la historia: a pesar de ver sillas muy hermosas, elige la más podía. Se debilitó lentamente. Murió. fea y opta por descubrir su belleza. Una familia extravagante El viaje inesperado de la hormiga en el sombrero Enrique Aldair Canizales Fonseca Karen Monserrat Pérez Beltrán Esta es la historia de una familia algo extravagante que le A la orilla de la ciudad se encontraba un árbol gigante gustaban mucho los animales marinos. donde vivía una colonia enorme de hormigas. Entre ellas Un día compraron un delfín. Nomás por puro gusto, pero había una que era demasiado distraída. había un pequeño problema, no tenían una pecera tan Todas iban a buscar alimento cada mañana alrededor de grande para meterlo. su hogar. Por las tardes ella solía descansar sobre las Así que sin muchas opciones, el padre de la familia enormes hojas de un álamo. convirtió la mesa del comedor en una pecera gigante. De tanto trabajar, un día decidió descansar un poco más. Resuelto Entonces el sueño se colgó de sus ojitos y se quedó ese problema, surgió otro, ahora la familia no tenía dónde dormida. Un hombre alto pasaba por ahí, y pues nada, la comer. A la madre se le ocurrió una idea, comprar una pequeña hormiguita se cayó en el ala de su sombrero. pecera Desesperada, buscaba por donde bajarse. Eso era muy, muy grande y comer en ella. imposible, así que se resignó a dar un largo paseo. La familia compró la pecera, la llevó a su casa y la usó En su viaje fue observando cómo mucha gente como mesa. contaminaba aquella linda ciudad. Pero también El delfín estaba contento con su nueva mece-pecera y la observaba cómo otras personas la mantenían limpia. familia pues... cada día tenía más escamas. ¿Cuántos días tenían que pasar para que la hormiga se diera cuenta de lo importante que es cuidar nuestro medio ambiente? El robo de Mozart El amor de una cobra por su cuaderno Hilda Gabriela Martínez Rivera Yvonne Yatziri Rodríguez Solís Hace mucho tiempo vivía un perro llamado Mozart. No — ¿Me amas? —preguntó la cobra al cuaderno con era un perro cualquiera, pues caminaba y hablaba. De preocupación. todos los animales era el más inteligente, pero se sentía —Claro que te amo —aseguró. solo ya que era el único que iba más allá de los ladridos. — ¿Por qué? —le preguntó mirándolo profundamente. Un día, cansado de ser diferente, se sentó a observar —Porque eres especial para mí. Puede que te sientas cómo sus compañeros ladraban a la gente que pasaba. inseguro por el hecho de que somos diferentes y piensas Duró horas y horas escuchando los sonidos, entonces se que todo va a terminar muy pronto, pero mis intenciones dio cuenta de que los demás perros seguían un patrón al no son esas. ladrar. A eso le llamó música. Ambos se miraron con intensidad, con los corazones Era increíble lo que había descubierto; esto lo llevó a latiendo a mil por hora por todo lo que sentían en ese componer melodías no sólo con ladridos, sino con todo momento, pensando en su futuro, en su historia, en su tipo de sonidos. Mozart pensó en llevar la música al amor y, sin pensarlo, se tomaron de la mano, se mundo humano pero se dio cuenta de que un campesino abrazaron, se besaron e hicieron todo lo posible para lo escuchaba. creer que nada cambiaría entre ellos de manera tan Mozart corrió y corrió pero este campesino lo atrapó, lo repentina. Después los dos se fueron en silencio hacia el llevó a su casa y ahí lo encerró. El campesino le preguntó rincón de su amor creado por todos sus sentimientos. su nombre. Desde ese momento, el campesino se hizo — ¿Me amas? —volvió a preguntar el cuaderno, ya que llamar Mozart y lo obligó a decirle todo lo que sabía de tenía duda, quería saberlo con todas las ganas del música. mundo, ya que sabía que su última hoja sería utilizada Porque ese hombre no era un tonto y usó los muriendo lentamente y con dolor. La cobra apenas iba a conocimientos para su beneficio. contestar cuando el cuaderno cayó al suelo esperando el Por eso ahora conocemos a Mozart como un genio último momento de cortar su última hoja. musical. Cama superhéroe El elefante pantalones Arely Berenice Rodríguez Solís Francisco Uriel Marines López Había una vez una pequeña cama angosta y maloliente El elefante don Luis podaba el pasto cuando de pronto que quería ser mejor. Nadie quería dormir en ella, ni pasó una cebra vendiendo pantalones. Se los quiso siquiera un probar pero ninguno le quedaba. Entonces hizo un perro. La pequeña cama pensaba que si se convertía en enorme berrinche, tan enorme como él y se tiró al piso y superhéroe, tal vez todos querrían descansar en ella se arrastró por todo el lugar. pues así lo Los animales estaban muy asustados. Pero la cebra le hacían las personas en las camas anchas y con un dijo que la siguiente semana pasaría con nuevos modelos agradable olor. Cierto día, un gato llegó maullando y tallas más grandes. Esperó ansioso a la siguiente tristemente y la semana que volvió a pasar. Feliz, el elefante se probó cama pudo observar que estaba lastimado. Entonces la tres y le quedaron súper bien. cama pensó: es el momento ideal, lo cuidaré y todos me querrán sin dudarlo. Le habló al gato y éste de inmediato se recostó en ella. —Gracias —dijo el gato—, es muy amable de tu parte. Nadie me ayudó, fue una suerte encontrarte. —De nada —respondió la cama—, mi mayor sueño es ser superhéroe y tú me has dado la oportunidad. —¿Superhéroe? —preguntó el gato asustado—, ¿en serio? —Muchas gracias, al fin conseguiré mi sueño.