Literatura y Realidad (1er Año)

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Literatura y realidad

Surgimiento del realismo

El llamado “realismo” es una corriente literaria que surgió en Europa en la


primera mitad del S.XIX. La palabra “realismo” fue usada al principio por los
críticos de arte, que veían con malos ojos las pinturas de los nuevos artistas.
En ellas se pintaban escenas de trabajo, escenas callejeras sobre la realidad
que viva la gente común y los críticos de arte reservaban las bellas arte para
temas religiosos, míticos, considerados “bellos”, de allí su crítica. Luego. la
palabra “realismo” fue tomada por los propios artistas como una declaración de
principios, el realismo se expandió por varias disciplinas artísticas, incluyendo
la literatura. Los artistas que adherían a esta forma del arte querían que sus
obras parecieran copias, reproducciones de lo que veían a su alrededor.
Observaban la realidad que los rodeaba y trataban de representarla a través de
sus pinturas o de lo que contaban. Una famosa frase que muestra está
intención es la que dijo alguna vez Stendhal, un escritor francés realista de la
época: “Una novela es como un espejo que se pasea por un ancho camino”. Es
decir, la novela refleja la vida cotidiana.
El nacimiento de este movimiento artístico está relacionado con la sociedad de
la época y las transformaciones que la Revolución Industrial trajo consigo: la
máquina a vapor significó grandes avances en el transporte, como en los
trenes y en las industrias que se transformaron en grandes fábricas. Con ellas
aparecieron las grandes masas de trabajadores: el movimiento obrero. A su
vez, surgieron los primeros periódicos masivos y una clase media de millones
de lectores, la literatura se difundía popularmente en los diarios. A su vez, de
esta época data la innovación tecnológica de la fotografía, a través de esta
técnica se pudo, finalmente, retratar del modo más fiel posible la realidad
cotidiana.
Algunos de los escritores más representativos fueron Charles Dickens en
Inglaterra, León Tolstoi en Rusia y Honoré de Balzac, Stendhal y Victor Hugo
en Francia. Esto escritores del siglo XIX, además, intentaban tener el control
absoluto de sus historias y personajes por medio de narradores que eran
observadores de la totalidad de la realidad y daban a conocer los pensamiento
y sentimientos de todos los personajes. El famoso narrador omnisciente que en
muchas ocasiones, esos narradores externos hacían valoraciones sobre los
personajes o la realidad.

La ley del realismo


La realidad que se narra en la narrativa realista está regida por las leyes que
rigen el mundo en el que el lector vive. De esta forma se crea en él una
“ilusión” de que todo lo que está leyendo puede formar parte de la realidad: por
ejemplo, un hombre común se reencuentra con un viejo amor; una chica como
cualquier otra debe enfrentar a su familia para lograr lo que desea, etc. Eso no
implica que haya que creer que sus historias hayan sucedido en la realidad.
Incluso cuando uno lee o ve una película con la leyenda “basado/a en hechos
reales” no quiere decir que lo que allí se cuenta es tal cual sucedió sino una
versión de algún acontecimiento. Nunca realista es lo mismo que real.

¿Qué es la verosimilitud?

La literatura nos pone diferentes mundos a nuestro alcance. Situaciones y


personajes que los autores imaginan. Esos mundos, al igual que pasa con el
cine, tienen que parecerle al lector más o menos cercanos a una realidad
posible. En cualquier caso, ese mundo que el autor imaginó debe ser creíble,
es decir verosímil.
Según el diccionario de la RAE, verosímil significa que “tiene apariencia de
verdadero”. Es muy importante comprender que un autor puede imaginar una
historia que sucede en un planeta que no existe y otro, una historia que sucede
en el Parque Centenario, pero en ambos casos las historias deben ser
verosímiles. Es decir, deben estar pensadas e imaginadas de forma tal que el
lector las encuentre creíbles.
Pensemos algunos ejemplos. Las novelas de Harry Potter crean un mundo en
que los hombres y mujeres normales conviven con otros/as que tienen
habilidades mágicas. Por eso, el hecho de que Harry Potter tenga una capa
que lo vuelve invisible es absolutamente verosímil en ese mundo, porque sus
reglas lo habilitan. Ahora, si nosotros estuviéramos leyendo algunos de los
cuentos realista que leímos, sabemos que los protagonistas viven en un mundo
similar al del lector, y si uno de los personajes tuviera una capa que lo hiciera
invisible, entonces estaríamos ante un hecho inverosímil. Es decir, no es
creíble para el mundo creado por el relato. El mismo elemento en dos relatos
diferentes puede presentarse o no como algo verosímil, es decir, creíble en
determinado contexto.

Cuentos y novela
En el caso de “La fiesta ajena” y “Lila y las luces”, las niñas protagonistas viven
realidades posibles en este mundo, el mundo del lector. No hay ningún hecho
sobrenatural, es decir, que no pueda explicarse con la lógica de este mundo.
Sin embargo, en el cuento “Los monstruos”, vimos como un verosímil realista
es interceptado por una situación final que se puede interpretar como un hecho
sobrenatural: la conversión de todos los niños en monstruos. Aunque, como
dijimos en clase, ese hecho puede ser interpretado, también, como una
“metáfora” de la superación del miedo por parte de Juan Diego. Es decir, que
el cuento, al final, permite una interpretación realista y otra sobrenatural.
Por otra parte, analizamos que Los que volvieron es una novela basa en
hechos reales que integra recursos realistas y otros que no lo son. Se base en
hechos que ocurrieron, es decir, son verídicos y desde allí, la autora ficcionaliza
( imagina, inventa) cómo sucedieron los hechos. No se trata de una novela
histórica ( que tiene fechas, personajes, elementos que realmente existieron y
están documentados), sino de un relato a partir de una realidad basada en
hechos que realmente sucedieron.
La novela usa recursos del verosímil realista y los cruza con recursos del
verosímil fantástico. Se reproducen voces de los jóvenes que investigaron, los
familiares de los desaparecidos y, al mismo tiempo, las voces de los
desaparecidos ya muertos. Es decir, hablan desde el “más allá”, por lo tanto,
son voces sobrenaturales que no pertenecen a la lógica del mundo del lector.
Por esa razón, podemos decir que la novela es un relato de la realidad, basada
en hechos reales, pero no necesariamente una novela realista.
Paradójicamente, la literatura además de ficcionalizar el mundo, imaginar,
inventar, se permite una voz fantasmal para mejor reflejar una realidad. En este
caso, las voces que ya no tiene voz porque fueron silenciadas, asesinadas. Es
decir, a través de un recurso literario fantástico se intenta denunciar una
realidad pasada y decir algo sobre el presente.
En definitiva, la realidad puede ser contada a través de un verosímil realista y
también a través de la intromisión de elementos fantásticos, sobrenaturales en
esa realidad que se quiere contar.

Los narradores y las voces del relato


En los cuentos y la novela se recurre a diferentes narradores y voces para
contar. Las modalidades de los narradores influyen en los efectos que como
lectores percibimos cuando leemos. Por ejemplo, en el caso de “La fiesta
ajena” y “Lila y las luces”, tenemos un narrador en tercera persona, externo a la
historia pero focalizado en Rosaura o Lila. El efecto que percibimos es el de
acompañar a Rosaura en la fiesta, a Lila durante un día de su vida, mirando el
mundo a través de los ojos y la mente de estos personajes. En “Los
monstruos”, el narrador está en primera persona, está dentro de la historia y es
su protagonista. Su nombre, lo acerca al propio escritor (Juan Diego
Incardona), por lo tanto el final nos parece más sorprendente porque parece
ser un hecho biográfico, es decir basado en la vida del escritor. Sin embargo,
ya dijimos, la literatura permite mezclar hechos verídicos con ficción, y además
construir un verosímil realista y luego hacer aparecer un elemento
sobrenatural.
En el caso de la novela, Los que volvieron, tenemos otro recurso narrativo con
respecto al narrador. La novela tiene varios narradores: una joven de la escuela
secundaria, los desaparecidos, un hermano, una madre, etc. Ese encuentro de
narradores en una misma novela se llama polifonía, que significa muchas
voces. Este recurso genera un efecto de diversidad de miradas sobre distintos
hechos e incluso el mismo hecho. Por ejemplo, la visión distinta que asumieron
los distinto familiares. De alguna manera, es una forma “más democrática” de
relato ya que vemos distintas posturas, distintas miradas sobre los hechos.

A continuación, enumeramos algunos elementos que ayudan a construir el


verosímil realista, aunque también muchos de estos elementos funcionan
para la construcción de otros verosímiles.
¿Qué recursos ayudan a crear el verosímil realista?

Los autores utilizan recursos que les permiten crear ambientes y climas para
construir un mundo realista.

 Uso detallado de descripciones para mostrar con exactitud lugares,


situaciones, comportamientos, etc. Allí tenemos las descripciones del
lugar en el que vive Lila, o Juan Diego. La descripción de las tareas
rurales de Lila o los sentimientos de Rosaura, por poner algunos
ejemplos.

 Suele reproducir, analizar y denunciar las adversidades y desdichas de


la sociedad de su época. Por ejemplo, las diferencias sociales entre los
distintos grupos. Lo podemos ver en el cuento “La fiesta ajena” cuando
se muestra el distinto tratamiento que recibe al final de la fiesta,
Rosaura. O en “Lila y las luces”, cuando se muestran las dificultades
para estudiar o la realidad de una escuela con pocos recursos. En el
caso de Los que volvieron es más claro aún, ya que está en su tema y
su desarrollo la denuncia a la dictadura y la defensa de la búsqueda de
la verdad y la identidad.

 Uso de un vocabulario y de expresiones que reflejen la edad, situación


social, origen de los personajes en cuestión. Por ejemplo, un
adolescente hablará como tal y si fuera de un ámbito rural se notará en
los términos que utiliza. Podemos ver esto en la forma de hablar de la
mamá de Rosaura, en el lenguaje de los jóvenes secundarios que
investigan.

 Las acciones establecen entre sí una relación lógica de causa -


consecuencia. Nada sucede porque sí, sino por alguna causa. Es
importante tener en cuenta los conectores de causa - consecuencia:
porque, pues, entonces, por eso, debido a que, etc. Por ejemplo, un
personaje sigue a otro porque quiere saber algo.

 Se pueden mencionar lugares precisos ( reales o inventados),


nombres de existencia real o fechas precisas. Allí aparecen las
fechas en “Los monstruos”, o lugares precisos en “Lila y las luces”, como
Neuquén (real) o Los baguales (inventado) en la novela.

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