Cómo Se Formó El Sistema Solar

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Cómo se formó el Sistema Solar

Hace 4.600 años parece ser que una gran nube molecular, formada por hidrógeno, helio y restos
más pesados, llegó a un denominado colapso gravitatorio. Es decir, un periodo en el que, debido al
movimiento que se estaba comenzando a originar, los componentes fueron centrándose en
diferentes puntos.

Esta serie de movimientos gravitacionales comenzaron a crear un disco protoplanetario donde la


mayor cantidad de masa se fue agrupando en el centro. En este lugar, junto con los gases, fue
obteniendo cada vez más temperatura.

Ello llevaría a la creación del Sol. El resto de la materia fue aplanándose por el resto del
denominado disco y poco a poco con el enfriamiento de la materia, se fueron creando los planetas
y los demás cuerpos que conforman a día de hoy el sistema solar.

En esta otra lección te descubrimos cuáles son las partes del Sol para que conozcas mejor la
formación de esta estrella.
Las fases de la creación del Sol

Dentro del resumen con el origen del Sistema Solar, nos detenemos en las fases por las que ha
pasado el Sol desde su creación. Además, guardan relación con la creación de los planetas y las
formas que han ido obteniendo.

Hace 50.000 millones de años la densidad del hidrógeno unida a la presión en el núcleo de la gran
estrella, hicieron que comenzara una fusión termonuclear. Tras esto, y durante 2.000 millones de
años, se crearon una serie de vientos solares mediante los cuales se fue limpiando de resto de
gases y polvo el denominado disco protoplanetario, enviando estos al espacio más allá del recién
creado sistema solar.

Desde aquel momento, nuestra estrella ha ido haciéndose cada vez más brillante y fuerte, dado
que en su interior se está consumiendo todo su hidrógeno. Tanto es así, que, según los científicos,
ha llegado al 70% de su brillo máximo quedando unos 5.000 millones de años hasta que llegue al
100%. En ese momento se prevén grandes catástrofes para el sistema tal y como lo conocemos.

Componentes del sistema solar

Continuamos pasando a ver cómo se formaron los planetas que existen a día de hoy, los cuales
dividiremos en dos:

Interiores: son los planetas Mercurio, Venus, Tierra y Marte, o lo que es lo mismo, los planetas
terráqueos, este nombre es debido a que son los únicos que tiene un suelo sólido, conformado por
rocas y minerales. Son los planetas más pequeños, dado que necesitan más cantidad de calor para
poder mantener sólidos todos los elementos.

Exteriores: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, son los que conforman dicho grupo, en este caso,
encontraremos que son planetas totalmente gaseosos, que habitan más allá de la línea de
congelación, es decir, la energía solar no llega lo suficientemente fuerte, lo cual hace posible que
los gases volátiles permanezcan sólidos. De igual manera, encontraremos grandes capas de hielo,
pudiendo se esa manera aumentar en gran medida el tamaño de estos planetas.

Por otro lado, el resto de elementos que quedaron en suspensión se fueron agrupando, creando
cinturones de asteroides, como el cinturón de Kuiper, donde a su vez encontraremos a los planetas
enanos, unidades que, teniendo la masa suficiente considerada para ser planetas, no tienen
limpias sus órbitas de los restos espaciales.

Los satélites del Sistema Solar


Para finalizar el resumen con el origen del sistema solar, hablaremos de los satélites, elementos
que se sitúan en las órbitas de los planetas y que varían dependiendo de este.

Suelen estar conformados al pasar una gran masa dentro del núcleo de acción de la gravedad,
quedando unida al planeta para siempre. Otros estudios afirman que pudiera ser que cada planeta
durante su creación, creara otro disco protoplanetario y que el movimiento originase un planeta
con sus diversos satélites.

En este otro artículo te descubrimos cuántos planetas hay en el Sistema Solar actualmente.

Si deseas leer más artículos parecidos a Origen del sistema solar - Resumen corto, te
recomendamos que entres en nuestra categoría de Astronomía.

Cómo está formado el Sistema Solar

A continuación, en este resumen sobre qué es el sistema solar, nos centramos en los diferentes
elementos que lo componen:

Sol

Es la gran estrella sobre la que orbitan el resto de elementos, posee un diámetro de unos
1.400.000 km. Y su composición es de hidrógeno (75%), helio (20%), oxígeno, hierro, … (5%). En
esta otra lección te descubrimos las partes del Sol para que conozcas mejor nuestra estrella.

Planetas

Se dividen en dos:

Interiores: Mercurio, Venus, Tierra y Marte. Poseen una composición semejante, por eso son
denominados como planetas terrestres.

Exteriores: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Su composición es gaseosa en los dos primeros,
mientras que los segundos son denominados como planetas helados, dado que la energía del sol
apenas les llega.

Planetas enanos

Formado por 5 planetas, son masas esféricas que no han conseguido eliminar de su órbita restos
espaciales.
Satélites

Son elementos que giran en torno a los planetas, son elementos que en muchas ocasiones son de
gran tamaño, como por ejemplo la Luna (satélite de la Tierra).

Cuerpos menores

Son los denominados restos espaciales, como pueden ser los asteroides, cometas…

Planetas del sistema solar

El sistema solar está compuesto por 8 planetas, los cuales se dividen en planetas terrestres
Mercurio, Venus, Tierra y Marte y planetas gaseosos Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Los planetas del sistema solar en orden de cercanía al sol son:


Mercurio: Es el planeta que se encuentra más cercano al sol, el más pequeño y no presenta
satélites y carece de atmósfera.

Venus: Es el segundo planeta, es el que presenta la temperatura más elevada, tiene una
temperatura cercana a los 480°C, es el más brillante de todos. Su tamaño es similar al de la tierra.

Tierra: Es el tercero. Es el único planeta, en el que se conoce, que exista vida. Presenta un gran
porcentaje de agua, la cual cubre un 70% de la misma. Presenta un satélite que se llama Luna.

Marte: Es el cuarto planeta. Se lo ve de color rojo y presenta una delgada atmósfera. Presenta dos
satélites Fobos y Deimos. Entre él y Júpiter se encuentra el cinturón de asteroides.

Júpiter: Es el quinto planeta. Es el más grande de todos, tiene un sistema de anillos y su


temperatura media es de -150°C.

Saturno: Es el sexto planeta. Es de gran tamaño y presenta 8 grupos de notables anillos, estos
anillos están compuestos de hielo y gases congelados. Su temperatura media es de -180°C. Tiene
muchos satélites.

Urano: Es el séptimo planeta. Es de color azul verdoso y presenta como Saturno a su alrededor
anillos, pero más difusos. La temperatura media es de -214°C.

Neptuno: Es el octavo planeta, el último del sistema solar. Presenta 6 anillos que lo rodean. La
temperatura media es de -220°C.

Cuerpos celestes del sistema solar:

¿Qué son los cuerpos celestes? Los cuerpos celestes son los que conforman el universo junto con
la materia interestelar y el espacio que lo contiene, es decir son objetos que presentan formas
concretas, que se encuentran en el espacio extraterrestre.

Los cuerpos celestes se clasifican en:

Estrellas: se caracterizan por presentar luz propia y emitir calor, están conformadas por gases. La
principal estrella del sistema solar es el sol.

Planetas: son cuerpos esféricos que a diferencia de las estrellas no poseen luz propia, giran
alrededor de una estrella, por ejemplo el sol. Se dividen en planetas terrestres Mercurio, Venus,
Tierra y Marte y los planetas gaseosos Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Planetas enanos: a diferencia de los planetas, no limpiaron su vecindad de cuerpos menores como
polvo, gas y pequeños asteroides. Estos son Ceres, Plutón, Eris, Makemake y Haumea.

Asteroides: son cuerpos sólidos pequeños e irregulares, que se encuentran esparcidos por el
sistema solar. Principalmente se encuentran entre Marte y Júpiter.
Cometas: son cuerpos sólidos, que están conformados por hielo, polvo y roca, pero cuando se
aproximan al sol, se produce el efecto de “cola de cometa”, al pasar de estado sólido al estado
gaseoso.

Satélite: son cuerpos celestes que orbitan alrededor de los planetas y los acompañan en su
movimiento alrededor del sol. Un ejemplo es la luna.

Dónde se encuentra el sistema solar

El universo está compuesto por múltiples galaxias, alrededor de 100.000, las cuales están formadas
por cuerpos celestes.

El sistema solar se encuentra dentro de una de esas galaxias, que se denomina Vía Láctea, es una
galaxia espiral. A su vez, la Vía Láctea forma parte de un conjunto cercano de unas 30 galaxias,
llamada Grupo Local.

5 características del sistema solar

Aquí te dejamos un repaso de las principales características del sistema solar:

El sistema solar está conformado por una estrella central que es el sol

También está formado por 8 planetas que son Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno,
Urano y Neptuno.

Cuenta con planetas enanos, cometas, asteroides, satélites que están orbitando alrededor de los
planetas y nubes de gas.

El sol es el centro del sistema solar y alrededor del mismo se mueven el resto de las estructuras.

El sistema solar se formó hace unos 4.650 millones de años, este sistema es dinámico va
cambiando y evolucionando constantemente.

¿Cuándo se descubrió el Sistema Solar?

Siguiendo con la lección sobre qué es el sistema solar y cómo está formado, hablaremos ahora
sobre algunas de las teorías más famosas que se fueron generando a lo largo de la historia sobre
nuestro planeta y el resto de elementos del espacio.

Durante mucho tiempo se pensó que la Tierra era el centro del mundo. Los mismos
mesopotámicos, e incluso los primeros griegos, creían que la tierra estaba sustentada por un
enorme pilar y que el resto de elementos que se observaban en el firmamento, giraban en torno a
esta. Incluso sabemos que, hasta la época de Pitágoras, se pensaba que el planeta no era redondo,
siendo este autor el primero que defendió la forma esférica.
No sería hasta la llegada de Copérnico cuando comenzó a pensarse que la Tierra podía estar
girando alrededor del sol, llegando a la conclusión de ello observando el cielo. Fue dicho autor
quien recopiló la definición de los movimientos de rotación y translación y el que estipuló que el
día podía tener unas 24 horas aproximadamente.

Tras él y gracias a la invención del telescopio, se siguió avanzando en el estudio del firmamento,
descubriendo poco a poco planetas y satélites nuevos, observando de esa manera los fenómenos
que en dichos lugares se realizaban, corroborando de esa manera la teoría de Copérnico de que la
Tierra giraba alrededor del Sol.

En 1704, aparecía el concepto de sistema solar, a manos de Edmund Halley, dado que descubrió
que el único cuerpo luminoso de nuestro sistema era el sol y que gracias a él había vida en nuestro
planeta.

Tras esto, se ha seguido mirando al espacio, encontrándose diversos sistemas más, dado que nos
encontramos en una galaxia denominada, Vía Láctea, habiendo otros lugares donde hay diversas
estrellas a semejanza del sol, donde quizás podría haber vida.
La clasificación actual de los planetas del Sistema Solar indica que hay 8 planetas en total. Además,
se dividen teniendo en cuenta que están los 4 más cercanos al Sol y los 4 más lejanos al Sol.

Los 4 más cercanos al Sol: Mercurio, Venus, Tierra y Marte.

Los 4 más lejanos al Sol: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Así, de más cercano al Sol a más lejano, podemos ordenar los planetas del Sistema Solar así:
Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Cuáles son los componentes del sistema solar

Vamos a analizar, uno a uno, cada uno de los componentes del sistema solar para que conozcas
mejor cómo es nuestro lugar en el universo.

El Sol: La estrella central


El Sol es el objeto de mayores dimensiones del sistema solar que, como ya hemos comentado,
concentra el 99% de la masa total del sistema planetario. No se trata, pero de una estrella de
grandes dimensiones. El Sol es una enana amarilla, como el 10% de las estrellas de la Vía Láctea. Se
trata de una estrella enana de tamaño medio, su masa está compuesta por un 74% de hidrógeno y
un 24% de Helio. El Sol es de tipo espectral G2-V, lo que significa que es una estrella más caliente
(5.500ºC en su superficie) y brillante que el promedio, de un color amarillo-blanco.

Sistema solar interior

Está formado por cuatro planetas terrestres y el cinturón principal de asteroides. El sistema solar
interior es la zona del sistema solar más cercana al Sol. En esta zona se encuentran los cuatro
planetas terrestres, con superficie sólida y, en su límite más externo, más allá de la órbita de
Marte, el cinturón principal de asteroides.

Planetas interiores

Los planetas interiores son otro de los componentes del sistema solar y consisten en los planetas
terrestres:

Mercurio: es el planeta más pequeño y más próximo al Sol. Su tamaño es ligeramente superior al
de nuestra luna y su superficie está llena de cráteres. Su atmósfera es muy tenue y no posee lunas.

Venus: El segundo planeta más próximo al Sol es, sin embargo el más cálido. Esto es debido a su
densa atmósfera, que provoca un efecto invernadero, que captura el calor procedente del Sol. Se
trata de un planeta que gira en sentido contrario que la mayoría de planetas del sistema solar.
Ligeramente menor que la Tierra, Venus no tiene ninguna luna.

La Tierra: Tercer planeta desde el Sol. Es el único planeta del sistema solar con agua líquida en su
superficie, siendo esta condición imprescindible para la aparición de la vida. Es el mayor de los
planetas interiores, aunque solo es ligeramente mayor que Venus. Posee una atmósfera compuesta
mayoritariamente por nitrógeno y oxígeno. Es el único planeta del sistema solar con una sola Luna.

Marte: Último planeta del sistema solar interior, su tamaño es menor al de la Tierra. Es uno de los
cuerpos celestes más estudiados del sistema solar. Su superficie es dinámica con abundante
actividad volcánica, hay casquetes de hielo en sus polos. Posee estaciones debido a su eje de
rotación y dos lunas (Fobos y Demios). Su atmósfera es muy fina.

El cinturón principal de asteroides

Es la región del sistema solar que concentra un mayor número de asteroides (centenares de miles).
Esta zona se sitúa entre las órbitas de Marte y Júpiter. Todos estos asteroides podrían haberse
compactado para formar un planeta, pero la influencia de las órbitas próximas de Marte y Júpiter
lo impidió. El rango de tamaños de los asteroides que forman el cinturón es muy variable. Desde
los 530 km de diámetro del mayor (Vesta), hasta asteroides de diámetros inferiores a los 10
metros.

El cinturón principal es otro de los elementos del sistema solar y alberga también uno de los
planetas enanos del sistema solar: el planeta Ceres. El único planeta enano del sistema solar
interior.

Sistema solar externo

El sistema solar externo es otro de los principales componentes del sistema solar y está formado
por los cuatro planetas exteriores y el cinturón de Kuiper. Es la zona del sistema solar más alejada
del Sol, entre el cinturón principal de asteroides y el cinturón de Kuiper, que marca los límites
externos del sistema solar. Dentro de esta zona se sitúan los cuatro planetas gigantes.

Planetas exteriores

Son los planetas gigantes gaseosos. Son astros de gran tamaño. Grandes esferas de gas y hielo que
no tienen una superficie sólida definida. La mayoría de ellos poseen anillos, atmósfera y un
número importante de lunas orbitando a su alrededor.

Júpiter: El gigante gaseoso Júpiter es el planeta más grande del sistema solar. Su masa es dos veces
superior a la de la suma de los restantes planetas. Tiene más de 75 lunas y un sistema de anillos
muy tenue.

Saturno: El sexto planeta del sistema solar, es también un gigante gaseoso. Se caracteriza por su
espectacular sistema de anillos formados por partículas de hielo. Su atmosfera está formada
mayoritariamente por hidrógeno y helio. Es más de 9 veces mayor que la Tierra. Tiene un total de
82 lunas.

Urano: Este planeta tiene la peculiaridad de que gira sobre su costado, con el eje de rotación en su
ecuador. Es el séptimo planeta del sistema solar; un gigante helado cuatro veces mayor que la
tierra. Está compuesto por una mezcla fluida de agua, amoniaco y metano helados. También posee
un sistema de anillos compuesto por trece anillos. Tiene un total de 27 lunas conocidas.

Neptuno: Es el planeta más alejado del Sol. De tamaño y composición similar a Urano, es un
planeta oscuro y frío azotado por vientos supersónicos. Tiene un sistema de anillos muy tenue y un
total de 14 lunas conocidas.

El cinturón de Kuiper: El límite externo del sistema solar

El cinturón de Kuiper es la zona del sistema solar que se encuentra más allá de Neptuno y que
concentra millones de cuerpos celestes (cometas y asteroides) que no llegaron a aglomerarse para
formar un planeta debido a la influencia del campo gravitatorio de Neptuno. Los objetos más
grandes del cinturón de Kuiper son los planetas enanos Plutón y Eris.

Características principales del Sol

El diámetro solar es de alrededor de unos 1.392.000 km, con una masa que es 330.000 veces la de
la Tierra y 745 veces la de todos los planetas juntos, y un volumen que es 1.300.000 el de nuestro
planeta. En el Sol, el calor es tan alto que el material está en estado de plasma, separado en iones
y electrones. A esto se le conoce como el cuarto estado de la materia.

La composición del sol es principalmente hidrógeno y helio, existiendo pequeñas cantidades de


metales pesados como níquel, oxígeno, hierro, cromo, calcio, carbono, azufre, neón, silicio y
magnesio. Emite de forma constante al espacio una corriente de partículas cargadas, denominada
viento solar. Su fuerza no es constante, ya que cambia en función de la actividad del Sol, y
reacciona con el campo magnético terrestre produciendo lo que se conoce como auroras: boreal y
austral.

Al realizar un estudio de cuáles son las partes del Sol y sus características, hay que distinguir entre
la zona más exterior, donde encontramos la fotosfera, cromosfera y corona, y la más interior, con el
núcleo, zona radiativa y convectiva.
Partes exteriores del Sol

Dentro de la zona exterior solar hay que distinguir varias partes:

Fotosfera: Es la superficie brillante del Sol, formada por millones de gránulos que miden cada uno
unos cientos de kilómetros de diámetro. La superficie solar cambia persistentemente de aspecto
ya que los gránulos tienen una vida aproximada de unos diez minutos. De la fotosfera se proyectan
enormes chorros de gas que reciben el nombre de espículas. Estas pueden alcanzar un diámetro de
15.000 kilómetros, aunque solo permanecen pocos minutos.

Cromosfera: Está situada por encima de la fotosfera y es de tono rojizo, formada sobre todo por
hidrógeno. De esta salen disparadas masas de hidrógeno ardiente, que se denomina
protuberancias, que emanan a la parte más exterior de la atmósfera del Sol, y tienen una longitud
media de 100.000 km. Algunas pueden permanecer semanas.

Corona: Es la parte más exterior de la atmósfera solar, compuesta de gas hidrógeno en estado
tenue y a gran temperatura. En esta se producen las erupciones solares, que son un fenómeno
magnético que emite gran cantidad de partículas cargadas y radiación.

A modo de curiosidad, en esta otra lección descubrirás cuáles son los planetas más cercanos al Sol.
Partes interiores del Sol

Dentro de la zona interior solar hay que distinguir también varias partes:

Núcleo solar: es la zona más interna, extendiéndose desde el centro hasta un cuarto del radio solar.
Tiene una alta densidad, unas 150 veces la del agua, con temperaturas que alcanzan los
13.000.000 de grados Kelvin y reacciones nucleares enormes que generan una enorme cantidad de
calor y energía. Las reacciones producen que cambie su estructura química, siendo la más habitual
la transformación de hidrógeno (un 40% de la masa del núcleo) en helio (un 60% de la masa del
núcleo). La energía que se produce en el núcleo no sale fuera de inmediato, sino que se absorbe y
remite dentro por diversas partículas, pudiendo tardar hasta un millón de años en emerger.

Zona radiativa: esta se inicia en el borde del núcleo, extendiéndose unos 0.7 radios alrededor. La
energía se transmite en esta capa por radiación, no existiendo convección del gas. Hay menor
temperatura y densidad que en el núcleo: de 7.000.000 a 2.000.000 de grados Kelvin y de 20 a 2
gcm-3.

Zona convectiva: esta parte del Sol forma un 70% de su radio, extendiéndose de la zona radiativa
hasta la superficie solar. A diferencia de la zona radiativa, aquí se transporta la energía en forma de
gas caliente, que va hacia el exterior. Esto se puede ver en la fotosfera en la granulación y
supergranulación solar. Su densidad en la zona externa es aproximadamente de 0.2 gm-3.
Mercurio, el más cercano al Sol

Venus y Mercurio son dos planetas únicos en nuestro Sistema Solar que en determinadas
ocasiones pueden ser perfectamente visibles desde la Tierra, sobre todo al amanecer.

Mercurio tiene una temperatura que roza los 350 grados centígrados por el día y 103 por la noche,
la superficie de Mercurio presenta numerosos impactos provocados por meteoritos que dan lugar
a cráteres, que soportan una fuerte erosión como consecuencia de los bruscos cambios de
temperatura.

El planeta más próximo al Sol y también el más pequeño de nuestro Sistema Solar, forma parte de
ese grupo de planetas rocosos que carecen de satélites.

Venus, el segundo planeta más próximo al Sol


Detrás de Mercurio y antes que la Tierra, se encuentra el planeta Venus, en honor a la diosa
romana del amor. Sus características son bastante similares a las de nuestro planeta, en cuanto a
tamaño, masa y composición se refiere, aunque totalmente diferentes si estudiamos su
temperatura térmica y analizamos su atmósfera.

Numerosas investigaciones espaciales han revelado que la superficie de Venus oscila entre 457 y
474 grados Celsius, tal y como confirmó en 1970 la primera sonda enviada al planeta. Sin embargo,
el dato más curioso e inédito de Venus lo protagoniza el fenómeno de las luces Ashen, que es un
ligero brillo amarillento que se observa de manera ocasional desde la Tierra.

Un fenómeno que despierta todo tipo de opiniones porque para algunos no se trata más que de
una ilusión óptica, mientras que otros expertos afirman tener pruebas de su existencia en las
tormentas eléctricas que tienen lugar en la atmósfera de Venus.

Los cuatro planetas interiores del Sistema Solar son los llamados planetas rocosos o terrestres y
son: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. En esta lección de unPROFESOR te contamos cuáles son las
características comunes a de los planetas interiores del sistema solar y cuáles son las
particularidades de cada uno de ellos.

Características de los planetas interiores del sistema solar

Los planetas interiores del sistema solar son aquellos que se encuentran más próximos al Sol,
concretamente entre el Sol y el cinturón principal de asteroides. Son un total de cuatro planetas;
Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Estos planetas no solo tienen en común su localización en la
zona más interior del sistema solar, sino que tienen una serie de características comunes:

Son los llamados planetas terrestres o rocosos porque todos ellos tienen una superficie sólida y
compacta.

Su tamaño es pequeño en comparación con los planetas de sistema solar externo (los más alejados
del Sol), que reciben el nombre de gigantes gaseosos.

Giran sobre sí mismos despacio, es decir, tienen una velocidad de rotación relativamente baja.

Todos los planetas terrestres tienen un núcleo metálico, total o parcialmente fundido. Por encima
del núcleo se encuentra un manto de roca fundida en movimiento debido al calor interno del
núcleo, y, por encima de este, existe una corteza sólida.

Tienen pocas o ninguna luna (satélites naturales): Marte tiene dos lunas, la Tierra una y Venus y
Mercurio no tienen lunas. Tampoco tienen sistemas de anillos como sí ocurre en el caso de los
planetas gaseosos.
Al contrario de los planetas gaseosos, los planetas terrestres no tienen magnetosfera (campo
magnético) o esta es relativamente débil.

Todos los planetas interiores del sistema solar con la excepción de Mercurio, tienen una atmósfera
gaseosa.

En los últimos años se ha podido demostrar que en todos los planetas terrestres se da actividad
volcánica.

Mercurio

Es el más pequeño de todos los planetas del sistema solar y el más cercano al Sol. Tiene un tamaño
ligeramente mayor que el de nuestra luna. Mercurio no tiene atmósfera y por esta razón, en su
superficie las temperaturas son extremas, puesto que, a pesar de estar muy próximo al Sol, no
retiene el calor durante la noche. Las temperaturas diurnas pueden alcanzar los 470ºC y descender
durante la noche por hasta los -180ºC.

El núcleo de Mercurio es de gran tamaño, con un radio que representa el 85% del radio del
planeta. Mientras que la capa formada por el manto y la corteza es muy delgada, con un grosor de
unos 400 kilómetros.

Su superficie se caracteriza por la presencia de grandes cráteres formados por el impacto de


meteoritos o cometas, y también debido a la actividad volcánica del planeta. Se cree que podría
haber agua en los polos del planeta, en el interior de grandes cráteres en zonas que siempre están
a la sombra.

A pesar de no tener atmósfera, Mercurio tiene una exosfera, compuesta por una delgada capa de
gases procedentes del viento solar y partículas arrancadas de la superficie del planeta. Está
compuesta por oxígeno, sodio, hidrógeno, helio y potasio.

Su campo magnético es muy débil, tan solo el 1% de la fuerza del de la Tierra y se encuentra
desplazado con respecto a su eje.
Venus, otro de los planetas interiores

Venus es similar a la Tierra en estructura y tamaño. Sin embargo, en muchos aspectos son
totalmente distintos. Es el segundo planeta del sistema solar más cercano al Sol, pero a pesar de
que Mercurio está más próximo al Sol, Venus es el planeta más caliente del sistema solar, con
temperaturas en su superficie que alcanzan los 741ºC.

Las elevadas temperaturas de Venus se deben a la presencia de una atmósfera densa compuesta
por dióxido de carbono, un gas con efecto invernadero que atrapa el calor procedente del Sol,
reteniéndolo en su atmósfera. La atmósfera de Venus también contiene nubes formadas por gotas
de ácido sulfúrico, que son arrastradas por vientos huracanados de 360 km/h.

La atmósfera de Venus está formada por distintas capas a diferentes temperaturas. A unos 30
kilómetros de la superficie, donde se encuentran las nubes de ácido sulfúrico, la temperatura es
similar a la de la superficie de la Tierra. La densa atmósfera de Venus es también la responsable de
las elevadas presiones en la superficie del planeta, más de 90 veces superiores a las de la Tierra.

Se trata de un planeta cuyo movimiento de rotación va de Este a Oeste, en sentido inverso al resto
de los planetas del sistema solar (con la excepción de Urano). La estructura interna del planeta es
muy parecida a la de la Tierra, con un núcleo de tamaño parecido. Sin embargo la magnetosfera de
Venus es mucho más débil, debido a la lenta velocidad de rotación del planeta.

En la superficie de Venus hay montañas, valles y miles de volcanes. La elevada actividad volcánica
del planeta transformó totalmente la superficie del planeta en el pasado (hace entre 300 y 500
millones de años).

Además la superficie de Venus tiene una gran cantidad de cráteres de gran tamaño, provocados
por el impacto de grandes meteoritos. Los meteoritos de menor tamaño no llegan a impactar
sobre la superficie de Venus porque arden en su densa atmósfera y son destruidos antes de
alcanzar la superficie. No se ha detectado la presencia de agua en Venus.

La Tierra

Nuestro planeta es el tercer del sistema solar más cercano al Sol y el más grande de los cuatro
planetas del sistema solar interior. Un poco mayor en tamaño que Venus, es el único planeta del
sistema solar con agua líquida en su superficie. Las masas de agua cubren el 70% de la superficie
del planeta.

La superficie de la Tierra tiene volcanes, valles y montañas igual que Venus y Marte. Su corteza está
dividida en placas (las placas tectónicas) que se encuentran en constante movimiento flotando
sobre el manto de roca fundida. La mayor parte de los volcanes terrestres se encuentran en las
profundidades de los océanos igual que las principales cordilleras montañosas y las montañas de
mayor altura.

La atmósfera de la Tierra está compuesta por un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y un 1% de


otros gases. Esta atmósfera protege la superficie del planeta de las radiaciones nocivas del Sol y del
impacto de meteoritos. Tiene una magnetosfera más fuerte que los restantes planetas interiores
debido a dos factores: su relativamente rápida velocidad de rotación y su núcleo metálico
compuesto por hierro y níquel. Cuando partículas con carga eléctrica, procedentes del viento solar,
son atrapadas por el campo magnético en los polos del planeta; chocan con moléculas de la
atmósfera y estas emiten luz dando lugar a las auroras boreales.

La Tierra es uno de los dos planetas interiores que posee lunas. En realidad, es el único planeta que
posee una sola luna. La única luna de la Tierra es la quinta en tamaño de las lunas del sistema solar
y gira alrededor de nuestro planeta a una distancia de unos 385.000 km.

La presencia de la Luna orbitando alrededor de nuestro planeta estabiliza el eje de rotación de la


Tierra, que de otro modo sufriría alteraciones caóticas en el curso del tiempo, provocando cambios
climáticos que habrían obstaculizado el desarrollo de la vida en el planeta. Por lo tanto, la
presencia del satélite natural (Luna) es uno de los factores que hicieron posible la aparición de la
vida en la Tierra.
Marte

Marte es el planeta interior más alejado del Sol, su tamaño es casi la mitad que el de la Tierra y
posee una delgada atmósfera. Es un planeta muy dinámico con estaciones, casquetes polares y
volcanes extintos, que dan testimonio de su pasado todavía más dinámico. Es uno de los cuerpos
celestes del sistema solar más explorado, y el único donde se han enviado vehículos espaciales
para estudiar su superficie.

La corteza del planeta está compuesta por hierro, magnesio, aluminio, calcio y potasio; y tiene un
grosor de entre 10 y 50 km. Los minerales de hierro presentes en su superficie le dan una
coloración rojiza, por este motivo, Marte se conoce también como el planeta rojo.

Su delgada atmósfera se compone de dióxido de carbono, nitrógeno y argón y no ofrece protección


contra el impacto de los meteoritos. Ocasionalmente se pueden producir vientos los
suficientemente fuertes como para crear tormentas de polvo, que afectan a la totalidad del
planeta. El polvo queda suspendido durante meses en la atmósfera hasta que vuelve a depositarse
en la superficie.

La temperatura en la superficie de Marte oscila entre los 20ºC y los -153ºC. Estas grandes
oscilaciones de temperatura se explican porque la delgada atmósfera de Marte es incapaz de
retener el calor que le llega del Sol, de forma que éste se disipa muy rápidamente.

Su eje de rotación tiene una inclinación muy similar al de la Tierra y por este motivo, también hay
estaciones a lo largo del año (periodo de traslación) en Marte. Debido a la órbita elíptica de Marte
cada una de las estaciones tiene una duración distinta, al contrario de lo que sucede en la Tierra
donde las cuatro estaciones del año duran tres meses cada una.

En la actualidad, Marte no tiene magnetosfera, pero algunas zonas de su hemisferio sur están
fuertemente magnetizadas, indicando la existencia de un campo magnético en el pasado. Las
tormentas de polvo, los movimientos de la corteza, la actividad volcánica y el impacto de
meteoritos hacen que la superficie de Marte presente un gran número de accidentes topográficos
de interés como son:

El gran cañón marciano denominado Valles Marineris (valle del marinero) y que es diez veces
mayor que el Gran Cañón del Colorado.

El monte Olimpo, que es el volcán extinto más grande de todo el sistema solar, con una altura tres
veces mayor que la del monte Everest en la Tierra.
Marte parece que contuvo abundante agua en el pasado, puesto que se observan en su superficie
cuencas de ríos, deltas y lechos de lagos (como el del cráter Jezero cuya superficie explora el
vehículo Perseverance para intentar encontrar en él restos de vida microbiana). También se
encuentran en su superficie minerales y rocas que sólo pudieron formarse en presencia de agua.
En la actualidad, Marte contiene agua bajo la superficie de los casquetes polares en forma de
hielo, además de agua salada que fluye por las laderas de las montañas y las paredes de los
cráteres periódicamente.

Lunas de Marte

Marte posee dos lunas: Deimos y Fobos, que se encuentran entre las más pequeñas del sistema
solar. Se trata de unos de los objetos más oscuros del sistema solar y se cree que están compuestos
por rocas ricas en carbono y hielo.

Fobos es un poco más grande que Deimos y su órbita es la más cercana a un planeta que se conoce
(tan solo a 6000 km de distancia de la superficie del planeta). Vista desde Marte, Fobos ocupa gran
parte del cielo. La órbita de Deimos se encuentra más alejada. Igual que la Luna de la Tierra, las
dos lunas de Marte presentan siempre la misma cara orientada hacia el planeta.

Planeta Ceres: ubicación y características


Para descubrir el planeta Ceres y sus características, debemos viajar hasta el cinturón principal de
asteroides, en el sistema solar interior. ¡Es allí donde encontraremos al planeta enano Ceres! Que,
aunque se conoce desde el siglo XIX, no ha podido ser observado y estudiado con detalle hasta
tiempos mucho más recientes; gracias a misiones espaciales como la de la sonda Dawn. En esta
lección de unPROFESOR te indicamos la ubicación del planeta Ceres, así como los elementos
principales que lo identifican.

La ubicación de Ceres, uno de los planetas enanos - con MAPA

Ceres es un planeta enano del sistema solar situado en el cinturón principal de asteroide entre
Júpiter y Marte. Es el objeto más grande del cinturón de asteroides, con 950 Km de diámetro y
representa el 25% del total de la masa del cinturón de asteroides.

Es el único planeta enano del sistema solar interior, la región del sistema solar más cercana al sol
que comprende los planetas interiores: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte; además del cinturón de
asteroides principal.

El planeta Ceres fue observado por primera vez en 1801, con un tamaño mucho menor que los
planetas descubiertos hasta entonces, fue el primer objeto observado en el cinturón principal de
asteroides.

Aunque durante muchos años se consideró un asteroide, Ceres es mucho más grande que los
asteroides que la rodean y sus características son también muy distintas. Ceres fue catalogado
como planeta enano en 2006. Aun así, el planeta enano Plutón tiene una masa 14 veces mayor que
Ceres.

¿Qué es el cinturón principal de asteroides?

Se trata de un cinturón de asteroides situado entre Júpiter y Marte. Contiene la gran mayoría de
asteroides del sistema solar y el rango de tamaños de éstos es muy variable: desde los 530
Kilómetros de diámetro del mayor de ellos (Vesta) a los más pequeños cuyo diámetro mide apenas
10 metros. Se calcula que la masa total de estos asteroides es menor que las masas de la luna de la
Tierra.
¿Quién descubrió el planeta Ceres?

Ceres es el objeto más grande de todos los que integran el cinturón principal de asteroides y sus
características son muy diferentes a la de los otros objetos que pueblan esta área del sistema solar.

El planeta Ceres fue descubierto por Giuseppe Piazzi en el siglo XIX, pero hasta épocas mucho más
recientes poco se supo de sus características. Los telescopios no permitían observar con detalle
este pequeño planeta y en pleno siglo XXI la ciencia seguía sin tener información detallada sobre
Ceres.

Esto cambio con la misión espacial de la NASA que, en el 2007, lanzó la sonda espacial Dawn
(Amanecer) con el objetivo de orbitar alrededor de los principales objetos del cinturón principal de
asteroides: Vesta y Ceres, para cartografiarlos y observar sus características. Esta misión espacial
de la NASA, se convirtió en la primera misión espacial en que se orbitó alrededor de dos objetos y
también la primera en que se observó un planeta enano.

En el 2015, después de dos años de observación del asteroide gigante Vesta, la sonda Dawn se
situó en la órbita de Ceres para volver a la Tierra justo antes de quedarse sin combustible en
Noviembre de 2018.

De vuelta a la Tierra, Dawn proporcionó gran cantidad de información sobre las características de
Ceres y Vesta. La observación de Ceres reveló importantes datos científicos, como por ejemplo,
que Ceres presentaba actividad geológica, contenía materia orgánica y agua salada.
Características del planeta Ceres

Vamos a conocer mejor el planeta Ceres descubriendo sus características generales. Aquí las
tienes:

Dimensiones y distancia: Ceres es un planeta enano mucho menor que Plutón. Tiene 476,2 Km de
radio. Es decir es 13,4 veces más pequeño que la Tierra. Situado en el principal cinturón de
asteroides, se encuentra a 2,8 AU del Sol. Una UA (Unidad Astronómica) se define como la
distancia entre la Tierra y el Sol.

Órbita y rotación: Un año en Ceres, es decir el tiempo que tarda este planeta enano en dar una
vuelta completa al sol, es de 1680 días terrestres. Y su día (o el tiempo que tarda en dar una vuelta
completa sobre su eje) es de 9 horas.

Estructura: Ceres es mucho más parecido a los planetas terrestres o telúricos (Venus, la Tierra,
Marte y Júpiter) que a los asteroides que lo rodean. Pero su densidad es mucho más baja, tan solo
de 2,1 g/cm2. Este dato sugiere una elevada proporción de compuestos volátiles en su
composición, entre ellos el agua. Aunque se cree que Ceres es un planeta con una estructura
interior en capas, no se han definido claramente. Se cree que Ceres tiene un núcleo interno rocoso
y una capa exterior de hielo. Si esta suposición es cierta, la cantidad de agua en Ceres sería
superior a la de la Tierra y representaría un 25% del total de su masa.

La corteza de Ceres está compuesta de rocas y polvo con grandes depósitos de sales minerales
(como el sulfato de magnesio). La superficie de Ceres está cubierta por incontables pequeños
cráteres de reciente formación. Ninguno de ellos supera los 280 Km de diámetro. Esto es
sorprendente, si tenemos en cuenta que este planeta enano se encuentra en el cinturón de
asteroides y debe haber colisionado numerosas veces con asteroides a lo largo de sus 4,5 millones
de años de vida. La ausencia de cráteres de mayores dimensiones podría explicarse por la
presencia de agua por debajo de esta capa superficial.

Ceres no tiene lunas ni ningún anillo que lo rodee. Tampoco existen evidencias de que posea una
atmósfera, solo se observa vapor de agua de forma esporádica que probablemente proceda de
pequeños impactos o de la actividad volcánica.

Presencia de agua: Una de las características más importantes de este planeta enano es la
presencia de agua en su superficie, además de pequeñas cantidades de vapor de agua que podría
desprenderse de la actividad volcánica o por la sublimación de hielo en la superficie.

Potencial para la vida: Ceres es uno de los pocos lugares del sistema solar que podría haber
albergado algún tipo de vida, puesto que contiene agua. La presencia de agua podría ser una de las
condiciones indispensables para el desarrollo de alguna forma de vida, igual que sucede en el
planeta Tierra. La posibilidad de la existencia de formas de vida en Ceres se limitaría a organismos
microscópicos similares a bacterias.

¿Qué son las estaciones del año y por qué existen?

Comenzamos la lección sobre por qué hay estaciones del año en nuestro planeta, centrándonos en
la definición de esta. Podemos decir que las estaciones del año son espacios temporales bien
diferenciados el uno del otro, donde las condiciones climáticas son distintas. Cada estación del año,
suele durar unos 3 meses aproximadamente y son las conocidas con los nombres de otoño,
invierno, primavera y verano.

Causas de las estaciones del año

Una vez hemos definido qué son las estaciones del año, debemos de hablar del por qué existen.
Esta pregunta tiene una fácil respuesta y la tenemos que buscar en el Sol.
Como sabemos, la Tierra gira alrededor del Sol, un movimiento que termina en 365 días; esto hace
que, durante su movimiento, la Tierra pase por diferentes distancias del Sol a lo largo de los meses
haciendo que, en un periodo, el Sol esté a menos distancia y en otros momentos nos encontremos
más alejados.

Dependiendo de esto, encontraremos que se conforman las diferentes estaciones del año.

Cuáles son las estaciones del año y sus características

Dentro de la lección hablaremos un poco sobre las diversas estaciones por las cuales pasa nuestro
planeta a lo largo del tiempo. Son las siguientes:

Otoño: esta se produce entre los meses de septiembre y noviembre en el hemisferio norte,
mientras que para el hemisferio sur los meses de dicha estación son de marzo a mayo. Durante
este periodo encontraremos una bajada considerable de las temperaturas, además de ser el
tiempo en el cual se suelen caer las hojas de los árboles, de igual modo, es un espacio temporal en
el cual suelen comenzar las precipitaciones.

Invierno: para el hemisferio sur corresponde con los meses de junio a agosto y para el norte con
los meses de diciembre a febrero. Este periodo suele representarse con temperaturas muy bajas y
en lugares fuera de los trópicos, suele nevar.

Primavera: en el hemisferio norte corresponde con los meses de marzo a mayo y en el sur con los
meses de septiembre a noviembre. Es la época del año en la cual todo comienza a florecer, gracias
al aumento de las temperaturas, de igual modo, durante dichos meses es común intercalar
tiempos de precipitaciones con días secos, lo cual hace que el planeta se vaya recomponiendo del
duro invierno.

Verano: en el hemisferio sur corresponde con los meses de diciembre a febrero, mientras que en el
hemisferio norte son los meses de junio a agosto. Coincide con la época del año más calurosa,
donde encontraremos un número importante de sequías, aunque dentro de esta estación también
es común encontrarse con las denominadas tormentas veraniegas, las cuales descargan gran
cantidad de agua debido sin duda a que al hacer tanto calor las nubes se cargan con grandes
cantidades de vapor de agua.

En esta otra lección te descubrimos por dónde sale el Sol y por dónde se pone para que conozcas
mejor el funcionamiento del universo.

¿Existen estaciones del año en otros planetas del sistema solar?

Para concluir con la lección sobre por qué hay estaciones del año en nuestro planeta, queremos
responder a esta pregunta. Según los últimos estudios realizados por los astrónomos a lo largo de
las últimas décadas, se ha podido saber que hay más planetas de nuestro sistema solar que
podrían tener “estaciones del año”.

Ello es debido a que algunos planetas, como Saturno, Urano o Marte, poseen un eje de inclinación
y rotación semejante al de la Tierra. Tras estudios exhaustivos sobre estos, se ha determinado que
se producen cambios en el exterior del planeta, dado que, al igual que ocurre en la Tierra, hay
periodos más cercanos a la gran estrella que otros.

Así podremos encontrar unas tormentas ocasionadas por el gas metano que, tras su condensación,
precipita sobre algunos de estos planetas.
SATELITES

¿Qué son los satélites?

Para descubrir los satélites del Sistema Solar es importante que sepamos qué son estos elementos.
Los satélites son cuerpos celestes opacos que orbitan alrededor de un cuerpo celeste,
generalmente de mayor tamaño.

Estos cuerpos pueden ser tanto de origen natural (como la Luna que gira alrededor de la Tierra)
como los satélites artificiales, creados por el nombre y puestos en órbita de diferentes planetas.
Por ejemplo, los satélites que permiten la localización GPS son cuerpos que giran alrededor de la
Tierra, pero los satélites son también muy utilizados en el estudio de otros planetas.

Los satélites son cuerpos opacos, es decir, que no generan luz propia. La única luz que muestran
estos cuerpos celestes es la que reflejan de otros cuerpos que sí poseen luz propia; en el caso del
Sistema Solar, gracias al reflejo de la luz creada por nuestra única estrella: el Sol.

¿Cuántos satélites del Sistema Solar existen?

En la actualidad se conocen más de 219 satélites naturales en nuestro Sistema Solar. En esta
lección solo desarrollaremos los principales satélites que orbitan alrededor de los planetas
primarios, pero ten en cuenta que puede haber más satélites que orbiten alrededor de estos e,
incluso, de los planetas enanos.

A continuación dejamos una lista de los de planetas y planetas enanos del Sistema Solar y el
número de satélites del Sistema Solar que son naturales y conocidos hasta la actualidad:

Mercurio y Venus: 0 (carecen de satélites o lunas).

Tierra: 1. Recuerda que, cuando nos referimos al satélite de la Tierra, lo escribimos con la primera
letra en mayúscula (la Luna), mientras que cuando nos referimos a los satélites de cualquier
planeta, la escribimos en minúscula (luna).

Marte: 2 satélites o lunas

Júpiter: 79 satélites o lunas

Saturno: 82 satélites o lunas

Urano: 27 satélites o lunas

Neptuno: 14 satélites o lunas

Ceres: 0 satélites o lunas

Orcus: 1 satélite

Plutón: 5 satélites o lunas

Salacia: 1 satélite

2002 MS4: 0 satélites

Haumea: 2 satélites

Quaoar: 1 satélite

Make-make: 1 satélite

Varda: 1 satélite

2002 AW197: 0 satélites

Gonggong: 1 satélite

Eris: 1 satélite

Sedna: 0 satélites
La Luna, el satélite de la Tierra

El único satélite natural que orbita alrededor de la Tierra es la Luna. A diferencia de otros satélites
que veremos a continuación, la Luna carece de atmósfera. Es por ello, queda expuesta
completamente a las radiaciones solares y a los meteoritos hay una gran diferencia de temperatura
entre una zona soleada y la zona sombreada (entre +95 ºC y -165 ºC). La ausencia de atmósfera
también provoca que en la Luna no se produzcan crepúsculos: el cielo permanece siempre negro,
tanto de día como de noche, al igual que en Mercurio.

Otra de las características más destacables de la Luna es que tiene lo que se llama una rotación
capturada. Se denomina rotación capturada a la rotación de un satélite cuyo periodo de rotación
coincide con el de revolución, lo que se traduce en que el satélite "muestra" siempre la misma cara
al planeta alrededor del cual gira. Desde la Tierra, solo podemos observar una de las caras de la
Luna, ya que la otra queda siempre al otro lado.
Fobos y Deimos: las lunas de Marte

Fobos y Deimos son otros de los satélites del Sistema Solar; de hecho, son los dos satélites
naturales o lunas que orbitan alrededor de Marte.

Gracias a su débil atmósfera, estos satélites serían fácilmente visibles desde la superficie de su
planeta, más de lo que lo es la Luna desde la Tierra. Se cree que las dos lunas se ven como dos
estrellas muy brillantes. Además, Fobos y Deimos giran alrededor de Marte en sentidos opuestos,
creando un bello espectáculo: dos estrellas brillantes desplazándose por el cielo de Marte en
sentido contrario la una respecto a la otra.

Fobos y Deimon son más pequeñas que la luna terrícola y no tan esféricas. Estas dos lunas tienen
pequeño tamaño (Fobos: 27 km x 22 km x 18 km) (Deimos: 15 km x 12 km x 10 km) y forma
irregular similar a dos grandes “patatas” cósmicas.
Júpiter y sus 79 satélites

Júpiter tiene unas características únicas. Su composición, tamaño, etc. hacen creer que, de haber
sido algo más grande, podría haber sido la segunda estrella de nuestro Sistema Solar. Su tamaño y
la fuerza gravitacional que posee hace que orbiten a su alrededor gran cantidad de satélites
helados: 79 conocidos hasta la fecha.

Los cuatro satélites más grandes que orbitan alrededor de Júpites son: Ganímedes, Calisto, Io y
Europa, los llamados satélites galileanos. Se denominan así porque fueron descubiertos por
primera vez en 1610 por Galileo Galilei y fueron los primeros objetos encontrados en girar
alrededor de un cuerpo diferente a la Tierra o al Sol.

Los satélites galileanos han sido muy estudiados y se sabe que no tienen una verdadera atmósfera,
que su temperatura superficial es baja (que suele variar, por ejemplo en Europa, entre los -160 ºC
en la zona soleada y por debajo de -200 ºC) y que algunos de ellos contienen agua líquida o sólida
en su interior.
Las 82 lunas de Saturno

Saturno, junto con Júpiter, uno de los planetas más majestuosos del Sistema Solar. Caracterizado
por su gran tamaño y su sistema de anillos compuesto por ocho grupos de anillos diferenciados,
Saturno posee más de 82 satélites a su alrededor. Uno de ellos destaca por su gran tamaño y su
atmósfera: Titán.

Titan es un gran satélite, de tamaño intermedio entre Marte y Mercurio y el único lugar del
Sistema Solar, junto con La Tierra, donde se producen precipitaciones que dan lugar a ríos y lagos.
Aunque en Titán, los fenómenos meteorológicos no tienen su base en el agua, sino en el metano
líquido.

Otro de los satélites más importantes de Saturno es Encélado, un pequeño satélite helado y que
posee actividad geológica debida a la gran cantidad de calor interno que guarda en su interior. Este
calor parece provocar fenómenos similares a géiseres de agua, u otros relacionados con el
criovulcanismo.
Las 27 lunas de Urano

A pesar de tener 27 satélites naturales, ninguno de ellos tienen una gran importancia en el estudio
del Sistema Solar. La gran mayoría de ellos está formado por un núcleo rocoso rodeado por un
manto de hielo o agua líquida y tienen una superficie accidentada, plagada de cañones y cráteres.

Los cuatro mayores satélites naturales de Urano son Titania, Oberón, Ariel y Miranda. Miranda es
el cuerpo más activo del Sistema Solar hasta la fecha.
Neptuno y sus 14 satélites naturales

Terminamos este repaso a los satélites del Sistema Solar para hablar de Neptuno. De los 14
satélites descritos hasta el momento en los alrededores de Neptuno, Tritón es sin duda el más
importante. Es el satélite más grande encontrado en la órbita de Neptuno, y el único con forma
esférica. Tiene un tamaño algo más pequeño que la Luna.

La vida en Tritón no es muy acogedora, ya que es el satélite más frío de todo el Sistema Solar, con
temperaturas superficiales de -235ºC y es geológicamente muy activo. ambas cosas dan lugar a la
aparición de géiseres en los casquetes polares, que expulsan nieve de nitrógeno. Además, Tritón
tiene una leve atmósfera, compuesta de nitrógeno y trazas de metano, principalmente.

Otra luna importante que orbita alrededor de Neptuno es Proteo. Proteo es el cuerpo irregular
más grande del sistema solar y uno de los cuerpos más oscuros del sistema solar, lo que hizo que
no se descubriera hasta que la NASA acercó la Voyager 2.
Por qué los planetas giran alrededor del Sol

¿Cómo se formó el sistema solar?

Antes de intentar comprender los motivos por los que los planetas que forman el sistema solar,
giran alrededor del Sol, es necesario que veamos cómo se formaron el Sol y los planetas que lo
rodean.

La formación del sistema solar se remonta a 4.500 millones de años y se produjo debido al colapso
de una nube de gases y polvo plana y circular que formaba parte de la vía Láctea, que ya se había
formado 5.000 millones de años antes.

No se sabe cuál fue el motivo de que esta nube, que giraba muy lentamente, empezara a
contraerse y acelerara su ritmo de giro de forma que expulsara hacia la zona exterior determinados
conglomerados de polvo y materia que, de esta forma, escaparon de la atracción gravitatoria de
una gran masa nebulosa que se encontraba en su centro. Algunos científicos creen que el colapso
de esta nube de polvo fue provocado por la explosión de una supernova cercana.

Formación del Sol

El proceso de contracción provocó el aumento de la temperatura de esta nebulosa central,


precursora del Sol, provocando unas condiciones de presión y temperatura suficientemente
elevadas para provocar la reacción termonuclear que dio lugar a la formación del Sol y que,
probablemente, seguirá ardiendo durante 5.000 millones de años más.

Formación de los planetas

Todo el material que había escapado, gracias a la aceleración del giro de la nebulosa del colapso de
la nebulosa central, siguió girando alrededor de esta, chocando entre sí y dando lugar a
aglomerados de materia.

Transcurridas decenas de millones de años, estos conglomerados de polvo y materia que rodeaban
la nebulosa central se convirtieron en nueve planetas, sesenta y tres lunas e infinidad de
meteoritos y asteroides que forman nuestro sistema solar.

En las cercanías del Sol, solo el material rocoso era capaz de soportar las elevadas temperaturas,
por esta razón, los cuatro planetas más próximos al Sol son planetas terrestres, con superficies de
roca sólida y pequeño tamaño. En cambio, materiales como el hielo, líquidos o gases fueron
expulsados a regiones más alejadas del Sol y las fuerzas gravitacionales los agruparon dando lugar
a la formación de los planetas más externos del sistema solar, a los grandes planetas gaseosos.

Tanto los planetas rocosos interiores como los planetas gaseosos más exteriores se formaron del
mismo modo: las partículas de polvo que giraban en el disco de nebulosa chocando entre sí y
fundiéndose para formar objetos de aproximadamente 1 kilómetro de diámetro, los llamados
planetesimales. Los objetos de mayor tamaño, debido a su atracción gravitatoria, siguieron
atrapando las partículas que gravitaban en torno a su órbita.

Una vez que hemos visto como se formó el sistema solar, con la masa nebulosa que dio origen al
Sol, en el centro y los planetas a su alrededor formados a partir de conglomerados de roca y gas.
Vamos a ver por qué razón los planetas se mantienen girando alrededor del Sol.

Descubre por qué los planetas giran alrededor del Sol

La razón por la cual los planetas orbitan alrededor del Sol en órbitas extremadamente precisas e
invariables, se debe a dos factores:

La fuerza gravitacional del Sol: Atracción

El Sol representa el 98,4% de la masa de todo el sistema solar. Como otras estrellas, el Sol es una
esfera de plasma (un gas dotado de carga eléctrica). La densidad media del Sol es similar a la del
agua. Está compuesto principalmente de Hidrógeno y Helio, que se encuentran muy comprimidos
por la acción de la gravedad solar.
La fuerza de atracción gravitacional de un objeto con masa, se define como la fuerza de atracción
que este ejerce sobre otros objetos y está en función de su masa y de la distancia que lo separa de
dichos objetos. Por lo tanto, teniendo en cuenta que casi toda la masa del sistema solar se
concentra en su estrella central, el Sol ejerce una fuerza de atracción gravitacional muy grande
sobre todos los planetas y cuerpos celestes cercanos a él.

Sin embargo, si tan solo actuara la fuerza de atracción gravitacional del Sol, los planetas serían
atraídos por este hasta caer sobre su superficie y ser absorbidos. Debe actuar, por tanto, otro tipo
de fuerza que contrarreste la atracción que ejerce el Sol para permitir que los planetas giren
alrededor de nuestra estrella en órbitas extremadamente precisas y constantes.

Movimientos rotatorios de los planetas: Inercia

La respuesta de por qué los planetas orbitan alrededor del Sol sin verse atraídos hacia su superficie
irremediablemente es que, tanto los planetas como el Sol están en movimiento. Si no existieran
fuerzas gravitatorias de otros objetos, los cuerpos celestes (incluidos los planetas de sistema solar)
se moverían describiendo una trayectoria en línea recta,

Sin embargo, la gran fuerza de atracción que ejerce el Sol sobre los planetas atrae a estos hacia él.
Si tanto el Sol como los planetas estuvieran inmóviles, los planetas caerían sobre la superficie del
Sol. De hecho, podemos decir que los planetas “empiezan” a caer sobre el Sol, pero el movimiento
de desplazamiento del Sol y de los planetas hace que, cuando se inicia la “caída” ya haya habido un
desplazamiento relativo de los dos cuerpos de forma que, este movimiento de caída inicial se
transforma en una curvatura en la trayectoria rectilínea del planeta.

De esta forma, en vez de caer sobre el Sol, el planeta describe una órbita a su alrededor
manteniéndose a una distancia constante de este.
Por qué Venus y Urano giran en sentido contrario

Un sistema planetario, una estrella central y 8 planetas. Todos giran en el mismo sentido, menos
Venus y Urano, lo que los hace los “raros” de nuestro Sistema Solar. ¿Qué es lo que ocurre? En esta
lección de unProfesor vamos a descubrir por qué Venus y Urano giran en sentido contrario
analizando este comportamiento tan inusual dentro de nuestro

Hipótesis de por qué Venus y Urano giran en sentido contrario

Los científicos todavía no están completamente seguros de la razón por la que Venus y Urano
tienen estas características, y se preguntan qué es lo que sucedió en el principio de la formación
del Sistema Solar o si durante el transcurso del desarrollo planetario un cuerpo externo tuvo que
ver. Las siguientes son algunas de las hipótesis que los científicos han investigado sobre el origen
de la rotación retrógrada de Venus y Urano.

Una de las ideas más aceptadas es que, en un principio, Venus giraba en la misma dirección de los
demás planetas y a una velocidad más rápida; sin embargo, la atracción gravitatoria en la
atmósfera venusina, que es bastante densa en comparación con la de los otros cuerpos, pudo
provocar intensas mareas atmosféricas que tuvieron un efecto en el manto y el núcleo debajo de la
corteza, y entonces el planeta comenzó a rotar de forma diferente en un lapso de miles de millones
de años.

Una hipótesis conocida sobre Urano es que durante el proceso de formación del Sistema Solar, un
protoplaneta de tamaño similar al de la Tierra chocó contra él. El impacto fue tan fuerte que
ocasionó un cambio en la dirección de la rotación. También se baraja la idea de que, en lugar de
protoplaneta, el objeto que lo impactó fue un asteroide o un planetoide.

Un equipo de científicos del Astronomie et Systemes Dynamiques propuso, mediante un estudio


publicado en 2001 en la revista Nature, que Venus no se volteó exactamente, sino que su eje se
movió a diferentes posiciones durante el transcurso de su desarrollo y evolución, y que en algún
punto se instaló en una posición lo más estable para sus características. Esto sugiere que, en tal
caso, la rotación retrógrada ocurriría en cualquier momento.

Otra idea, similar a la que se presume sobre Urano, es que un enorme asteroide chocó contra
Venus hace muchos millones de años, lo que habría de cambiar completamente la dirección de su
rotación.

La mayoría de las hipótesis sitúan el comienzo de la rotación retrógrada durante las cuando todavía
no era estable. Algunos científicos creen que es posible que tanto la velocidad de rotación como la
inclinación del eje de cada planeta sean resultado de antiguas colisiones entre los cuerpos celestes.

¿Y si la Tierra cambiara su rotación en la dirección opuesta?


No es probable que ocurra, pero si por algún motivo la Tierra comenzara a rotar en sentido
antihorario, lo primero que notaríamos sería que el sol saldría por el oeste y se pondría por el este,
como en Venus. También se modificaría la dirección de los vientos y de las corrientes oceánicas
superficiales, que obedecen al efecto Coriolis, de modo que los vientos que giran hacia la derecha
lo harían hacia la izquierda, y viceversa. En consecuencia, los patrones climáticos cambiarían
significativamente.

Clasificación de los planetas

¿Qué es un planeta?

A lo largo de la historia, la definición de planeta ha ido cambiando según los investigadores iban
descubriendo nuevas cosas sobre el Universo. La definición más sencilla de planeta es la siguiente:

Un planeta es un cuerpo celeste que posee la suficiente masa como para generar su propia fuerza
de gravedad, tiene forma esférica (que aporta un equilibrio hidrostático) y orbita alrededor de una
estrella.

Otros muchos cuerpos celestes no cumplen todas estas características, por lo que no se consideran
planetas. Están los planetas secundarios, que no orbitan alrededor de una estrella sino que orbitan
alrededor de otros planetas; los planetas menores, que tienen un tamaño demasiado pequeño
como para tener fuerza de gravedad (asteroides y cometas), enanas marrones, con demasiada
masa para ser un planeta y demasiado poca para ser una estrella...

Muchos cuerpos celestes de diferente naturaleza cumplen con estas características por lo que los
investigadores han sido capaces de agrupar los planetas siguiendo una gran cantidad de
parámetros diferentes. En esta lección solo abordaremos las clasificaciones más intuitivas y
sencillas, pero seguro que si investigas sobre el tema puedes encontrar otras muchas
clasificaciones.
Clases de planetas según su composición

Una de las principales formas de clasificación de los planetas se hace según la composición del
planeta mismo. Los planetas, según su composición, pueden ser:

Planetas helados o de hielo. Son planetas compuestos principalmente por carbono, nitrógeno,
hidrógeno y oxígeno. Estos elementos se combinan para formar: agua, metano, amoniaco,
monóxido de carbono, nitrógeno y dióxido de carbono, todos ellos en forma de hielo. Este
conjunto de compuestos se denomina hielo astrofísico o hielo planetario.

Planetas gaseosos: Los planetas gaseosos están compuestos principalmente por hidrógeno y helio.
Estos planetas tienen una densa capa atmosférica, donde se encuentran retenidos estos gases
debido a la fuerte atracción que causa el campo magnético. Debido precisamente a la gran fuerza
de su campo electromagnético, los planetas gaseosos suelen tener numerosas lunas o anillos.

Planetas rocosos. Los planetas rocosos están formados principalmente por magnesio, silicio,
oxígeno y hierro. Las rocas que forman la mayoría de estos planetas suelen ser silicatos (rocas ricas
en silicio y magnesio) enriquecidas con gran cantidad de hierro. Dentro de esta clasificación
podemos encontrar subgrupos, como veremos más adelante. Hay por ejemplo planetas rocosos
silicatos, como la Tierra y Venus, planetas rocosos metálicos como Mercurio o planetas de roca
helada como Tritón.
Clases de planetas según su distancia respecto al sol

Otra forma de clasificación de los planetas muy utilizada debido a su facilidad es aquella que
atiende a su distancia respecto a su nuestra estrella, el Sol. Dentro de esta clasificación existen dos
partes: por un lado se encuentran los planetas del Sistema Solar, que siguen una clasificación
utilizada en exclusiva para ellos, ya que utiliza como punto de separación el cinturón de asteroides
del sistema solar.

Planetas interiores. Aquellos planetas que se encuentran entre el Sol y ese cinturón se les conoce
como planetas interiores. Los planetas interiores son: Mercurio, Venus, Tierra y Marte.

Los planetas exteriores son aquellos que se encuentran después del cinturón de asteroides y son:
Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

Los planetas que no orbitan alrededor del Sol se denominan planetas extrasolares. Estos planetas
suelen orbitar alrededor de estrellas pulsares y enanas marrones.
Clasificación geofísica de planetas o clasificación mediante códigos

Posiblemente la clasificación de los planetas más usada es la clasificación geofísica o mediante


códigos. Esta clasificación permite organizar a los planetas atendiendo a dos parámetros:
composición y masa. Hay que tener en cuenta que la composición y masa de un planeta vendrán
determinadas en gran medida por otras condiciones que se dan en el planeta como la
temperatura, la presión, las fuerzas electromagnéticas, etc.

Cada uno de los planetas tendrá asignado dos códigos en esta clasificación: código de composición
y código de masa.

Según el código de composición

En primer lugar, tienen un código de composición, que describe la naturaleza del material que
compone al planeta: ¿es rocoso, helado o gaseoso? Si la mayoría del planeta es una roca, se le
asigna la letra R, mientras que si la mayoría del planeta está helado se le clasifica como I o como G,
si la mayoría del planeta está en estado de gas.

Dentro de estos grupos podemos encontrar subgrupos: Venus y la Tierra son planetas rocosos con
gran cantidad de silicatos por lo que se les asigna el código Rs; en cambio, Urano y Neptuno, los
gigantes helados, tienen un núcleo rocoso que supone alrededor del 25% de su composición, un
manto líquido que apenas contribuye a su masa total y una envoltura molecular de hidrógeno,
helio y metano que supone entre el 10 y el 15% en forma gaseosa y entre el 60 y el 65% en forma
helada.

Según el código de masa

En segundo lugar se encuentra el código de masa. Este código describe la masa que tiene el
planeta en comparación a la de otros. Podemos encontrar 5 grupos de clasificación de los planetas
según su masa: P1, planetas con masa similar a las enanas marrones; P2, planetas con masa similar
a la de Júpiter; P3, planetas con masa similar a la de Neptuno; P4, planetas con masa similar a la de
la Tierra y P5, para planetas con masa similar a Ganímedes.

Siguiendo la clasificación geofísicia, Marte y la Tierra estarían dentro del mismo grupo, el P4Rs
mientras que Mercurio estaría dentro del P4Rm (tiene una masa similar a la Tierra pero con
composición rocosa metálica), Saturno sería P2G23 y Tritón P5Ri, por poner algunos ejemplos.

CARACTERITICAS DE PLUTON

Características de Plutón a nivel físico

Dentro de las características de Plutón vamos a conocer los elementos físicos que distinguen al
planeta. Son los siguientes:

Orbita alrededor del Sol.

Diámetro: 2.300 km. Su diámetro es aproximadamente la mitad de la anchura de los Estados


Unidos y mucho menor, por ejemplo, que la Luna.

Masa: 1,25 × 1022 kg. Es decir, Plutón pesa 500 veces menos que la Tierra.

Distancia al Sol: Se encuentra a unas 39.5 unidades astronómicas (AU) del Sol, 40 veces más
alejado del Sol de lo que lo está la Tierra.

Gravedad: 0,6 m/s², es decir, la decimoquinta parte de la gravedad de la Tierra. Es decir, una
persona que pese 45 kilogramos en la Tierra pesaría 3 kilogramos en Plutón.

Periodo de rotación: Un día plutoniano equivalen a 6,39 días terrestres, es decir, de 153 horas con
21 minutos.

Periodo de traslación: Los años en Plutón equivalen a 247.7 años terrestres.

Órbita elíptica: Plutón gira recostado sobre un lado en su plano orbital, con una inclinación axial de
120°.
5 satélites: Caronte (el mayor de todos), Hidra, Nix, Cerbero y Estigia.

Atmósfera: muy tenue. Está formada por nitrógeno, metano y monóxido de carbono, que se
congela y colapsa sobre su superficie a medida que el planeta se aleja del Sol.

La vida en plutón

Debido a la gran distancia que separa Plutón de la Tierra, son muy pocas las investigaciones que se
han hecho sobre este y la mayoría de datos que se tienen son gracias al telescopio Hubble y a la
misión de la nave New Horizons de la NASA (2015).

Los investigadores creen que las temperaturas en Plutón son extremadamente frías, de uno -230
ºCelsius. y que hay una gran variación de temperaturas durante las estaciones. Debido a la gran
inclinación, durante los solsticios plutonianos, una cuarta parte de la superficie se encuentra
iluminada permanentemente, en un perpetuo día mientras que en otra cuarta parte es noche
continua, y no recibe iluminación alguna.

La superficie que nos imaginamos de Plutón es, como han mostrado las imágenes del New
Horizons, el de un desierto helado: montañas heladas, corrientes de nitrógeno solidificado por el
intenso frío y abundantes nieblas bajas, que podrían recordar de alguna manera a nuestro familiar
Ártico.
Además, esta misión ha desvelado que Putón tiene un ciclo hidrológico basado en el nitrógeno.
Este ciclo hidrológico es similar al de la tierra, aunque tiene algunas particularidades como, por
ejemplo: el hielo de nitrógeno se acumula al revés que en la Tierra, se condensa en las latitudes
medias y no forma unos casquetes polares como los que podemos encontrar en la Tierra. Además,
se han encontrado evidencias de una corteza de agua helada y de fenómenos erosivos cuyo origen
parece estar ligado a procesos geológicos como la convención de hielo, flujos de glaciares,
transporte de compuestos volátiles y rachas de viento.

¿Por qué Plutón no es un planeta?

En agosto de 2006, UAI restableció la definición oficial de planeta. De acuerdo con esta nueva
definición, hay tres condiciones para que un objeto sea considerado planeta:

El objeto debe estar en órbita alrededor del Sol.

El objeto debe ser lo bastante masivo como para que su gravedad lo haya redondeado. Más
concretamente, su propia gravedad debe llevarlo al equilibrio hidrostático.

El objeto debe haber limpiado la vecindad de su órbita.


Plutón no cumple la tercera condición, es decir, la órbita a su alrededor "no está limpia" porque se
encuentran otros cuerpos de gran tamaño. Una de las cosas que destacan de Plutón es que su
satélite más voluminoso, Caronte, tiene una masa muy parecida a la del planeta.

La UAI decidió que los cuerpos que cumplen solo los dos primeros criterios pasarían a
denominarse «planetas enanos». Así, el 13 de septiembre de 2006 se clasificó a Ceres, Plutón y
Éride en la nueva categoría de planetas enanos.

Desde esta decisión, numerosos investigadores han rechazado el cambio propuesto y se han
llevado a cabo numerosos trabajos y conferencias sobre el tema. De hecho, este se ha convertido
en «El Gran Debate Planetario».

NEPTUNO

El movimiento rotacional de Neptuno

Un grupo de científicos de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, ha hecho un


descubrimiento sorprendente en Neptuno y que hasta el momento sólo había sido posible
también con Júpiter. La hazaña en cuestión ha revelado la rotación de este planeta a través del
análisis de una serie de características atmosféricas, que han permitido determinar la duración de
un día en Neptuno que es de 15 horas, 57 minutos y 59 segundos.

En unPROFESOR vamos a hablarte con más detalle sobre el movimiento rotacional de Neptuno
para que puedas descubrir mejor nuestro sistema solar.

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El estudio que se ha llevado a cabo

Publicado en la revista especializada Icarus, de la Sociedad Astronómica Americana, es otro de esos


hallazgos que demuestran el interés que puede despertar la ciencia entre los simples aficionados y
entre las mentes más brillantes de nuestro planeta.

Mientras que los planetas rocosos como Mercurio, Venus, la Tierra y Marte actúan como bolas
sólidas que giran sobre sí mismas, los planetas de gas como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno
rotan como si fueran grandes gotas de líquido.

Para los científicos, determinar la velocidad de rotación de estos planetas se complica debido a los
materiales de su pequeño núcleo sólido, que están compuestos de hielo y de gas. Por el momento,
únicamente se ha obtenido información sobre la rotación de planetas gaseosos de Júpiter y
Neptuno. Se cree que el principal culpable de esta situación es el viento solar que interfiere en las
señales de radio, que es una las principales formas de medir la rotación del núcleo interno de estos
planetas.

Por el momento, el descubrimiento del grupo de científicos del Laboratorio Planetario y Lunar de la
Universidad de Arizona ha sido uno de los mejores resultados que obtenidos hasta el momento
acerca del movimiento de los planetas. Un hallazgo que ha sido posible gracias al Telescopio
Espacial Hubble, y que de momento no se ha observado en ninguno de los cuatro planetas
gigantes.

Los planetas enanos:

El sistema solar, donde nos encontramos nosotros, alberga ocho planetas que todo el mundo
conoce como es el caso de Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. En
esta lección de unPROFESOR os traemos la definición para niños de los planetas enanos pues
además de los planetas que conocemos, existen otros cuerpos celestes inferior en tamaño y
composición, que siguen estelas alrededor del sol. En un principio fueron considerados meros
satélites de los planetas, pero con el tiempo se vio que tenían unas características propias, lo que
les daba una gran singularidad.

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¿Qué son los planetas enanos?

Un planeta es un cuerpo que gira formando una serie de órbitas alrededor de una estrella, en este
caso el sol. Además, tienen una masa que supera el cuerpo rígido, es decir, los planetas deben de
tener un cuerpo, una estructura bien definida, como es el caso de la Tierra o Marte, los cuales son
planetas que poseen suelo.

Del mismo modo, tienen una atmósfera conformada que envuelve al planeta en sí y que le confiere
una forma esférica prácticamente. Ello hace que tenga limpia su órbita de vecindad, es decir, que
durante su movimiento, es su órbita la que domina sobre el resto de cuerpos que puedan pasar
por allí.

Pero ¿qué es un planeta enano? Son cuerpos celestes que, a diferencia de los planetas superiores,
no tienen limpia la vecindad de su órbita, es decir, no predominan sobre el resto de elementos
haciendo que las órbitas no sean generalmente las mismas, por lo que se suelen desviar en parte
de su recorrido, creando una serie de inestabilidades.

Igualmente, podemos afirmar que en la mayoría de los casos se encuentran en cinturones de


asteroides. Este grupo fue creado en el año 2006 y en él se han ido introduciendo una serie de
cuerpos que no tienen limpia su órbita de objetos pequeños.
¿Cuáles son los planetas enanos?

Continuando con la definición de los planetas enanos, hemos de detenernos en los que conforman
dicha clasificación:

Ceres

Lo encontramos en el cinturón de asteroides que hay entre Marte y Júpiter, siendo a su vez el
planeta más pequeño de todo el sistema solar, con un diámetro de 960 x 932 Km. Tarda en darle la
vuelta al sol 4’6 años.

Plutón
Hasta 2006 perteneció a la lista de planetas del sistema solar, pero a partir de ese momento fue
degradado a este nuevo grupo. Se encuentra más allá de Neptuno, tiene un diámentro de 2.390
Km y tarda 248 años en darle la vuelta al sol. Posee cinco satélites Caronte, Nix, P4, P5 e Hidra.

Haumea

Con un diámetro de 1.400 Km, tarda aproximadamente unos 285’4 años en darle la vuelta al sol. Se
encuentra en el cinturón de Kuiper y a su vez, éste posee dos satélites, Haumea I y Haumea II.

Makemake

Dentro del cinturón de Kuiper, encontramos dos objetos grandes, siendo este uno de ellos. Tiene
un diámetro entre 1.300-1.900 Km y su recorrido orbital es de unos 309’88 años.

Eris

Tiene un diámetro de 2.326 Km, siendo por tanto el segundo cuerpo más grande de la lista. Se
encuentra situado en el disco disperso del cinturón de Kuiper y tiene un satélite conocido,
Disnomia. Se ha calculado que su viaje alrededor del sol tarda unos 557 años.

Para concluir con nuestra lección sobre los planetas enanos, debemos decir que a día de hoy se
está estudiando la posibilidad de ampliar la lista, introduciendo a Caronte, Orcus, Sedna y Quaoar,
aunque habrá que esperar que los astrónomos terminen sus investigaciones para concluir si son o
no, planetas o simples satélites.
Planetas con anillos del Sistema Solar

Desde hace 300 años, se conoce a Saturno como el planeta de los anillos. Sin embargo todos los
planetas gigantes gaseosos poseen anillos, aunque en el caso de Júpiter, Urano y Neptuno, estos
anillos no fueron descubiertos hasta épocas mucho más recientes. En esta lección de unPROFESOR
veremos cuáles son las principales características de los planetas con anillos del sistema solar.

Características generales de los planetas con anillos del sistema solar

Los planetas con anillos del sistema solar son los cuatro planetas gigantes gaseosos que se sitúan
en el sistema solar exterior (la zona del sistema solar más alejada de nuestra estrella): Saturno,
Júpiter, Urano y Neptuno.

Aunque cada uno de ellos tiene características particulares, todos presentan las siguientes
propiedades básicas:

1-Son planetas poco densos, formados por grandes masas de gas y sin una superficie sólida
diferenciada. Probablemente presentan un núcleo sólido y todos ellos están cubiertos por una
densa capa de nubes. Se componen mayoritariamente de hidrógeno y helio. El hidrógeno se
encuentra ionizado siendo responsable de los potentes magnetosferas que tienen todos estos
planetas.

2-Se trata de planetas que giran a gran velocidad sobre sí mismos. Con periodos de rotación que
duran unas horas (entre 10 y 17,2 horas) a pesar de su gran tamaño.
3-Todos los planetas gaseosos del sistema solar exterior, como Saturno, Júpiter, Urano y Neptuno
poseen anillos, pero sus características y composición varían mucho de un planeta a otro.

4-Otra característica común a todos ellos es que todos poseen un número importante de lunas.

5-Emiten campos magnéticos potentes, es decir poseen magnetosferas.

Júpiter, uno de los planetas con anillos del Sistema Solar

Júpiter es el mayor planeta del sistema solar y el quinto en su posición respecto al Sol. Como los
restantes planetas del sistema solar exterior, se trata de un planeta gigante gaseoso. El planeta
tiene una composición similar a la del Sol, compuesto mayoritariamente por hidrógeno y helio. Así
pues, Júpiter tiene la misma composición que una estrella, pero su tamaño no es suficiente como
para que se produzca la ignición que lo convertiría en un astro con luz propia.

Júpiter no tiene una verdadera superficie, puesto que está formado por una mezcla de gases y
líquidos. No está claro si el núcleo interno del planeta está compuesto de material sólido o bien
por un espeso fluido a elevada temperatura, compuesto por hierro y silicatos minerales parecidos
al cuarzo.

La atmósfera de Júpiter supone uno de sus mayores misterios. En ella se forman bandas
atmosféricas que se extienden de este a oeste y que permanecen estables. Estas franjas están
formadas por distintas capas de nubes que recubren todo el planeta. Dándole su aspecto típico en
bandas blancas, pardas y ocres; que se extienden paralelas al ecuador del planeta.

Además, la atmósfera de Júpiter, registra fenómenos meteorológicos de tipo tormentoso que se


generan debido al calor que emite el planeta y que tienen grandes dimensiones. Entre estos
fenómenos destaca la denominada mancha roja de Júpiter, que es un gran núcleo de tormentas
que tiene un diámetro igual a 2,5 veces el de la Tierra, con vientos que superan los 500 km/h.

Júpiter tiene cuatro lunas de gran tamaño (Io, Ganimedes, Calisto y Europa) y un gran número de
lunas más pequeñas.

El planeta genera un potente campo magnético o magnetosfera a su alrededor que tiene una
extensión enorme (desde el sol hasta más allá de Saturno) y es entre 16 y 54 veces más potente
que el campo magnético de la Tierra.

Sistema de anillos de Júpiter


Los anillos que rodean Júpiter son extremadamente tenues, Por este motivo, no fueron observados
hasta que la sonda espacial Voyager se aproximó a Júpiter hace ahora unos 20 años.

El diámetro del sistema de anillos de Júpiter, es unas veinte veces el diámetro de la Tierra, mientras
que su anchura radial es aproximadamente el diámetro de esta. Las proporciones son parecidas a
las de una yanta de bicicleta. A diferencia de otros planetas, los anillos de Júpiter no están
formados por cristales de hielo, sino por polvo. Son partículas de polvo en su mayoría
micrométricas, cuyo tamaño típico es el del diámetro de un cabello humano.

Todo parece indicar que los anillos de Júpiter se formaron por el polvo generado por el impacto de
meteoritos en las lunas más internas del planeta.

Los anillos de Saturno

Saturno es otro de los planetas con anillos del Sistema Solar y el sexto planeta del sistema solar, en
lo que se refiere a su posición con respecto al Sol; es el segundo de mayor tamaño del sistema
solar. Tiene un aspecto achatado debido a la rápida velocidad de rotación.
Igual que Júpiter, Saturno está compuesto mayoritariamente de hidrógeno y helio. No cuenta con
una superficie propiamente dicha, ya que se trata de una gran esfera compuesta por gases y
líquidos; aunque se desconoce si su centro podría albergar un núcleo sólido.

Saturno emite un potente campo magnético o magnetosfera que, aunque inferior al de Júpiter, es
578 veces mayor que el de la Tierra. Tiene un total de 53 lunas y otras 29 lunas adicionales
pendientes de confirmación lo que suma un total de 82 lunas.

La atmósfera de Saturno presenta un patrón de bandas de nubes parecidas a la de Júpiter, pero


más tenues. En la parte superior de la atmósfera se observan fenómenos turbulentos del tipo de
los huracanes con vientos que superan los 500 m/s en la zona del ecuador del planeta. Igual que en
Júpiter, se han observado en Saturno tormentas de grandes dimensiones, entre las que destaca la
llamada gran mancha blanca descubierta en 2010 y que creció hasta convertirse en un fenómeno
que afecto todo el planeta.

Se trata de un planeta único, rodeado por numerosos anillos compuestos por hielo y rocas. Las
partículas que forman los anillos de Saturno tienen tamaños muy variables, desde las más
pequeñas, del tamaño de una mota de polvo a las más grandes que pueden tener el tamaño de
una montaña. Se cree que los anillos de Saturno tienen su origen en cometas, asteroides o lunas
que fueron atraídos por la enorme fuerza de atracción gravitacional del planeta, destruyéndose
antes de alcanzar su superficie.

Sistema de anillos de Saturno

El sistema de anillos de Saturno es una de las estructuras más impresionantes del sistema solar.
Cuenta con un total de siete anillos diferenciados con numerosos huecos y divisiones entre ellos.
Tiene una extensión de 282.000 kilómetros y un grosor de unos 10 metros.

Los anillos están relativamente cerca los unos de los otros con la excepción de un espacio vacío de
unos 4.700 kilómetros que recibe el nombre de división de Cassini que separa dos de los anillos
principales (el anillo A y el B). Cada uno de los anillos de Saturno gira alrededor del planeta a una
velocidad distinta. Sin embargo, los anillos de Saturno no son inalterables, sino que, como han
comprobado en los últimos años los paleontólogos, parece tratarse de estructuras efímeras en
comparación con la vida del planeta en sí.

Aunque durante mucho tiempo se pensó que los anillos de Saturno habían aparecido durante la
formación del sistema solar, actualmente se sabe que su origen es mucho más reciente, tan solo de
unos cientos de millones de años. Además estos anillos se van descomponiendo con el tiempo.
Se calcula que cada segundo los anillos de Saturno pierden una tonelada de hielo de agua que cae
sobre el planeta. A este ritmo, los anillos de Saturno podrían haber desaparecido totalmente
dentro de unos 300 millones de años.

Urano y sus anillos

Es el séptimo planeta más alejado del Sol y el tercer planeta más grande del sistema solar. Es uno
de los dos planetas helados del sistema solar, el otro es Neptuno. Se trata de un planeta con una
atmósfera fría y ventosa, con vientos semejantes a los de la Tierra. Presenta un aspecto achatado
en los polos debido a su rápida velocidad de rotación. Tiene una coloración verde-azulada debido a
la presencia de gas metano en su atmósfera.

La característica más destacable de Urano es su eje de rotación que presenta una inclinación muy
grande de manera que, su eje de rotación apunta en dirección al Sol. Además, como Venus, gira
alrededor del Sol en sentido contrario al de la mayoría de los planetas, de este a oeste. Con toda
probabilidad esta anomalía se debe a un impacto con algún asteroide u otro cuerpo celeste.

Su magnetosfera presenta forma irregular, probablemente debido a la inclinación de su eje de


rotación. Cuenta con un total de 27 lunas, pero ninguna de ellas tiene características destacables.

Sistema de anillos de Urano

Su sistema de anillos no fue observado hasta 1977, está formado por dos conjuntos.
Un grupo de anillos internos, estrechos y de color gris oscuro.

Un segundo grupo los componen 2 anillos externos de los cuales el más interior tiene un color
rojizo mientras que el más externo presenta un color azulado.

Algunos de los anillos más grandes están rodeados por cinturones de polvo. Se desconoce cuál es
la composición exacta de las partículas que forman los anillos de Urano. Sin embargo se observa la
falta de partículas de polvo en los anillos más grandes de Urano, uno de estos anillos (Epsilon) se
componen de rocas del tamaño de pelotas de golf.

Se cree que la estructura estrecha y oscura de los anillos internos de Urano es debida a la
presencia de pequeños satélites interlunares, que orbitan alrededor del planeta entre estos anillos.
La presencia de estos satélites y la influencia de sus campos gravitatorios podría ser la razón por la
cual los anillos son tan estrechos y presentan bordes muy bien delimitados.

El origen de estos anillos podrían ser restos de asteroides capturados por la fuerza de la gravedad
del planeta; los fragmentos producidos por el choque de dos lunas; los restos de varias lunas que
se desintegraron al acercarse demasiado al planeta o los restos de la formación del propio planeta
Urano.
Neptuno y sus anillos

Neptuno es el último de los planetas con anillos del Sistema Solar y, además, es el planeta más
distante del sistema solar. Se trata de un gigante gaseoso frío, oscuro y azotado por fuertes vientos.
Es uno de los dos gigantes helados del sistema solar (el otro es Urano).

Aunque tiene un tamaño ligeramente menor que Urano, su estructura y características son muy
similares. También posee un número importante de lunas (14), la más grande de las cuales es
Tritón, que es un poco menor que la Luna de la Tierra.

Además de hidrógeno y helio, la atmósfera de Neptuno contiene una pequeña cantidad de gas
metano, junto con algún otro componente todavía desconocido, le da un color azulado más
brillante e intenso que el de Urano. Como el resto de planetas con anillos su atmósfera registra
fenómenos violentos, vientos de gran intensidad (que superan los 2.000 km/h) y grandes
tormentas, como la observada en 1988 en su hemisferio sur, que recibió el nombre de gran
mancha oscura y cuyo tamaño era igual al de la Tierra.

Sistema de anillos de Neptuno

El sistema de anillos planetarios de Neptuno es muy tenue y débil. Se cree que está compuesto por
partículas de polvo y fragmentos de roca. Está formado por al menos 5 anillos principales que son
oscuros y estrechos.

Además el sistema de anillos está formado por cuatro arcos que son agrupaciones de polvo, que se
cree que se mantienen estables por la influencia gravitacional de la luna Galatea.
Los 5 planetas enanos del Sistema Solar

Vamos a hablar ya sobre los planetas enanos del sistema solar. Las consecuencias más inmediatas y
mediáticas de esta la nueva definición planeta de la UAI fueron la pérdida de Plutón del estatus de
planeta.Plutón pasó a clasificarse como planeta enano. En cambio, otros cuerpos celestes
"subieron de categoría" y se incluyeron dentro de este nuevo grupo: Ceres, antes considerado un
asteroide, paso a ser un planeta enano. Eris (conocido como Xena de manera informal), Makemake
y Haumea también pasaron a formar parte del grupo de los planetas enanos.

Actualmente, en el Sistema Solar encontramos cinco planetas enanos:

Plutón

Ceres

Eris

Makemake

Haumea
Pero hay una larga lista de cuerpos celestes candidatos a ser planetas enanos. Una gran cantidad
de cubewano u "objetos clásicos del cinturón de Kuiper", como Varuna o Quaoar, son considerados
posibles planetas enanos. También es un posible planeta enano Caronte, que actualmente se
considera satélite de Plutón.

Plutón y Caronte orbitan alrededor de un punto en el espacio situado entre ambos sin que ese
punto se encuentre dentro de Plutón. Hasta ahora se consideraba que Caronte era un satélite de
Plutón por que tenía un tamaño todavía menor que este pero, ahora, Caronte también cumple la
definición de planeta enano. Además, no hay una definición clara de qué constituye un satélite y
qué un sistema binario o sistema de planetas dobles. Si nos atendemos a la nueva clasificación,
Plutón y Caronte serían un sistema de planetas dobles y Caronte pasaría a ser también un planeta
enano.

En conclusión, todavía no se tiene claro cuáles son los planetas del Sistema Solar, lo que sí está
claro es que esta lista crecerá en los siguientes años.

Eris, uno de los planetas enanos del sistema solar

Eris es el planeta enano más alejado del Sol. Fue descubierto en enero de 2005 y se encuentra a
96.4 Unidades Astronómicas (AU) del Sol, es decir, a casi 14 billones de km del Sol. Además, es el
mayor masa, el segundo en tamaño (después de Plutón) y el cuerpo más grande del sistema solar
que no ha sido visitado por una sonda espacial.
En un principio, Eris parecía ser más grande que Plutón, por lo que la NASA lo consideró
inicialmente como el décimo planeta del sistema solar, al igual que sus descubridores y los medios
de comunicación. Este descubrimiento motivó a la Unión Astronómica Internacional (UAI) a definir
el término «planeta» y «planeta enano» por primera vez.

Otras características interesantes de Eris son:

Diámetro de 2326±12 km

Periodo orbital: 560.90 años terrestres.

Periodo de rotación: 25 horas. El día en Eris podríamos decir que dura aproximadamente lo mismo
que el terrestre.

Satélite: cuenta con 1 satélite llamado Disnomia, que tarda 16 días terrestres en completar una
órbita completa alrededor de Eris. De hecho, Eris y su luna Dysnomia son actualmente los objetos
naturales más distantes en todo el Sistema Solar.

Atmósfera: a veces se congela debido a la falta de luz solar.

Superficie: Los científicos creen que la superficie de Eris es rocosa, similar a la de Plutón.

Temperatura superficial: Se estima que la media de temperatura es de -231°C, entre -218,15 y -


243,1 °C.
Plutón

Plutón es el segundo planeta enano más cercano al Sol y el segundo planeta enano más grande.
Las principales características de Plutón son:

Satélites: Plutón tiene cinco lunas conocidas, Caronte, Styx, Nix, Kerberos e Hydra. Caronte es la
luna más grande de Plutón, y tiene un tamaño bastante grande comparado con el tamaño de su
planeta. Caronte y Plutón orbitan alrededor de un punto común que se encuentra entre ellos y, al
igual que lo que ocurre con la Luna terrestre, Plutón siempre "observa" la misma cara de Caronte.

Periodo orbital: 246.04 años terrestres.

La órbita de Plutón es excéntrica e inclinada. Además, es caótica e impredecible. Los científicos


solo han podido predecir su trayectoria orbital durante los próximos 10-20 millones de años, más
allá de eso se desconoce cual puede ser su ubicación.

Superficie: Se cree que la superficie de Plutón es 50–70% de roca y 30–50% de hielo en masa. En
su interior se cree que hay núcleo rocoso sólido, rodeado por un manto de hielo de agua y una
superficie de nitrógeno congelado.

Atmósfera: inestable. Cuando Plutón está más cerca del Sol, la superficie del hielo se descongela y
se forma una atmósfera delgada de nitrógeno, metano y monóxido de carbono. A medida que se
aleja del Sol, este se congela nuevamente en su estado sólido.
Makemake

Otro de los planetas enanos del sistema solar es Makemake y, además, es el único planeta enano
que no tiene su propia luna en órbita, lo que significa que su masa solo puede ser estimada por los
científicos. Otros datos curiosos de Makemake son:

Bajísima temperatura: Se estima que la temperatura en la superficie de Makemake es de −243.2


°C.

Superficie: Makemake está cubierto de metano, etano y posiblemente de hielo de nitrógeno.

Periodo orbital: 309.88 años terrestres.

Haumea

Haumea es el menos esférico de todos los planetas enanos y tiene una característica forma
alargada. Además, es uno de los más densos. Se cree que su peculiar forma se debe a rápida
rotación (similar a la forma en que un globo de agua se estira cuando se lanza con un giro). Otras
características del planeta enano son:
Satélites: Haumea tiene dos lunas, Hi’iaka y Namaka. Su origen se cree que fue similar al de la Luna
terrestre: debido a una colisión de un gran objeto con Haumea y su consiguiente fragmentación.

Periodo de rotación: 3.9 horas terrestres. Es uno de los objetos grandes que giran más rápido en el
sistema solar.

Superficie: se cree que está formado por roca con una gruesa capa de hielo que la recubre.

Temperatura: se cree que la temperatura en superficie es de -241°C.

Ceres, otro de los planetas enanos del sistema solar

Ceres es el único planeta enano que se encuentra dentro del cinturón de asteroides, entre las
órbitas de Marte y Júpiter, mientras que los demás planetas enanos se encuentran en la parte más
lejana de nuestro Sistema Solar, cerca del cinturón de Kuiper. Otras características de Ceres son:

Ceres ha sido considerado un planeta (1801 hasta la década de los 1850s) y un asteroide (1850s
hasta 2006), antes de convertirse en un planeta enano.

La presencia de hielo de agua en Ceres ha llevado a especular que podría existir vida. De hecho, los
científicos creen que manto de hielo de Ceres puede contener hasta 200 millones de kilómetros
cúbicos de agua, es decir, más agua dulce de la que se puede encontrar en el planeta Tierra.

Temperatura superficial: -105°C

Periodo orbital: 4.6 años terrestres.

Periodo de rotación: 9 horas y 4 minutos.

El planeta más caliente del Universo

Júpiter, el más caliente


Estos dos gigantescos planetas de gas son también conocidos con el nombre de Júpiter calientes, y
giran además muy cerca de sus respectivas estrellas. En la actualidad se cree que 50 de los más de
200 planetas que se encuentran fuera de nuestro Sistema Solar, a los que se les denomina
exoplanetas, son de este tipo Júpiter caliente.

Este espectacular e innovador telescopio de la NASA lleva estudiando las atmósferas de los
exoplanetas desde 2005, y hasta el momento uno de los descubrimientos más importantes ha sido
el hallazgo del planeta más caluroso del Universo, conocido como HD 189733b y que se encuentra
a 60 años luz de distancia de nosotros, y en concreto en la constelación de Vulpécula.

Las temperaturas de este planeta varían situándose en torno a los 650° C en el lado oscuro,
mientras que la parte que más luz y calor recibe puede llegar a alcanzar los 930° C. Por lo que se
refiere a sus características, los científicos coinciden en que todos los planetas del tipo Júpiter
comparten similitudes con nuestra Luna, esto quiere decir que un lado del planeta siempre está
situado frente a la estrella.

Otros detalles curiosos demuestran que el planeta no refleja casi ninguna luz de las estrellas, lo
que quiere decir que absorbe todo el calor en su interior, soportando así estas temperaturas tan
elevadas que le otorgan el título del planeta más caluroso. Teniendo en cuenta que irradia muy
poca luz, también podría considerarse como el más oscuro, además del más caluroso de nuestro
Universo.

Características de Venus

Venus es un planeta sorprendente por muchas razones, y aunque en algunos aspectos es parecido
a la Tierra, es un lugar inhóspito donde las condiciones son extremas. Las naves no tripuladas que
han aterrizado sobre su superficie solo pueden enviar datos durante un breve periodo de tiempo
antes de ser destruidas por las altas temperaturas y las elevadas presiones de la superficie de
Venus.

Venus y la Tierra: diferencias y semejanzas

Venus es un planeta terrestre igual que Mercurio, la Tierra y Marte; son todos ellos planetas del
sistema solar interior, es decir, los planetas más cercanos al Sol. Se trata por lo tanto de un planeta
sólido, de características similares a las del planeta Tierra, en cuanto a su estructura y tamaño.

En ocasiones se dice que Venus es un planeta gemelo a la Tierra porque en algunos aspectos los
dos planetas son muy similares. Sin embargo, en otros aspectos son planetas muy distintos.
Semejanzas entre Venus y la Tierra

Son planetas próximos al Sol, situados en el sistema solar interior.

Tiene una superficie rocosa, sólida y compacta. Y su estructura interna es la misma que la de la
Tierra.

Tiene atmósfera, aunque es más densa y caliente que la de la Tierra.

El tamaño de Venus es muy similar al de la Tierra

Ni Venus ni la Tierra tienen anillos

Diferencias entre Venus y la Tierra

Venus gira sobre sí mismo en sentido contrario que la mayoría de planetas del sistema solar,
incluida la Tierra; y además, lo hace muy lentamente.

No tiene lunas.

No tiene magnetosfera. A pesar de tener un núcleo de hierro, como la Tierra, no genera un campo
magnético.

Ahora que ya conocemos las características generales del planeta Venus, pasaremos a ver cómo es
este planeta con más detalle en el apartado siguiente.

Principales características de Venus (planeta)

Vamos a conocer ya cuáles son las principales características de Venus. Aquí las tienes.

Tamaño y distancias con respecto al Sol

Venus tiene un tamaño ligeramente menor al de la Tierra, su radio es de unos 6.052 Km y es el


segundo planeta del sistema solar más cercano al Sol (después de Mercurio que es el más
próximo). A una distancia de 108 millones de kilómetros.

Movimientos de rotación y traslación de Venus

Una de las particularidades de Venus es que su rotación va en sentido contrario al de la Tierra y los
restantes planetas del sistema solar, a excepción de Urano que también gira sobre sí mismo “hacia
atrás”. Además, se trata de un movimiento de rotación extremadamente lento.

Por este motivo, Venus tiene el día más largo de todo el sistema solar, equivalente a 243 días
terrestres; superando incluso la duración del año en Venus (tiempo que tarda el planeta en
completar una órbita alrededor del Sol), que es de 225 días terrestres. La órbita de Venus es
prácticamente un círculo perfecto, a diferencia de los restantes planetas del sistema solar, que
tienen órbitas más elípticas u ovaladas.

Estructura de Venus

La estructura de Venus es, en muchos aspectos, similar a la estructura de la Tierra. Tiene un núcleo
de hierro fundido de unos 3.200 Km de radio. Por encima del núcleo se encuentra un manto
formado una masa de rocas fundidas en movimiento debido al calor del núcleo. A pesar de las
similitudes de la estructura de Venus con la de la Tierra, una diferencia importante es que, al
contrario que la Tierra, Venus no presenta geomagnetismo.

La superficie del planeta está formada por una fina corteza de roca sólida que flota encima del
manto, y que presenta una elevada actividad volcánica.

Superficie de Venus

La superficie de Venus tiene valles y montañas y decenas de miles de volcanes. La montaña más
alta de Venus es el monte Maxwell, que tiene una altura de 8.800 m (similar a la altura del Everest,
la montaña más alta del planeta Tierra). Se considera que la superficie de Venus ha sido
remodelada en su totalidad debido a la elevada actividad volcánica que ha tenido lugar en el
planeta hace de millones de años.

Además la superficie de Venus muestra gran cantidad de cráteres debido al impacto de meteoritos.
Son cráteres de gran tamaño (entre 1,5 y 2 Km de diámetro). Esto es debido a que solo los grandes
meteoritos alcanzan la superficie del planeta, mientras que los de menor tamaño, arden al
atravesar la densa atmósfera que envuelve Venus.
Atmósfera de Venus

Para terminar de conocer las características del planeta Venus, aquí vamos a hablar sobre su
atmósfera. Todos los planetas terrestres poseen atmósfera (aunque la de Mercurio no es
permanente), es decir, están rodeados por una capa de gases que cubre su superficie. La presencia
de atmósfera está relacionada con el tamaño, la masa, la temperatura, el proceso de formación del
planeta y si se da presencia de vida en ellos.

En el caso de Venus, se trata de una atmósfera densa y caliente. Está compuesta principalmente
dióxido de carbono (CO2) y nitrógeno (N2). Es una atmosfera permanentemente neblinosa, debido
a la constante presencia de nubes amarillentas compuestas de ácido sulfúrico (H2SO4).

El CO2 y el ácido sulfúrico que forman la atmósfera de Venus son gases que causan efecto
invernadero, es decir, que atrapan el calor (rayos infrarrojos) impidiendo que este se disipe. Por
este motivo, la atmósfera de Venus es extremadamente caliente, alcanzando temperaturas de
470ºC en la superficie del planeta. Sin embargo, la atmosfera del planeta está formada por
distintas capas, cada una de las cuales se encuentra a distinta temperatura. A una distancia de
unos 48 Km de su superficie, la atmósfera de Venus alcanza temperaturas similares a las de la
Tierra.

Debido a su proximidad al Sol y a las características de su atmósfera, es el planeta más caliente del
sistema solar, aunque no es el más cercano al Sol.
La elevada densidad de la atmósfera de Venus, da lugar a elevadísimas presiones que son muy
superiores a las de la atmósfera terrestre. La atmósfera de Venus, alcanza presiones de 93 bars,
más de 90 veces superior a la atmósfera de la Tierra, lo que equivale a la presión que
experimentaríamos en el océano a una profundidad de 1600 m.

Las densas nubes formadas por gotas de ácido sulfúrico, que envuelven Venus de forma
permanente, impiden la observación de la superficie del planeta mediante telescopios. Los datos
obtenidos sobre las características de la superficie del planeta Venus, son las que han
proporcionado las naves no-tripuladas que se han posado en su superficie o imágenes obtenidas
por radar, desde satélites artificiales que orbitan a su alrededor.

Características de Júpiter (planeta)

Las características de Júpiter como planeta son que es el planeta más grande del sistema solar, que
tiene más de 70 satélites o lunas, su sistema de anillos oscuros... ¡Te lo contamos!

Júpiter es uno de los planetas más interesantes del sistema solar. Seguro que has escuchado hablar
acerca de él y sabes curiosidades como que es enorme o que es el primer planeta gaseoso que nos
encontramos desde La Tierra, etc. ¿Pero cuáles son las características de este planeta tan
interesante y que está tan lejos de nuestro alcance?

Cuál es el planeta Júpiter

Antes de detallar las características del planeta Júpiter, vamos a conocer mejor este planeta que
forma parte de nuestro Sistema Solar. Júpiter es el planeta que se encuentra en 5ª posición en el
sistema solar, a unos 750 millones de kilómetros de la estrella. Es el primero de los planetas
gaseosos gigantes y se encuentra ubicado justo después del cinturón de Asteroides y antes de
Saturno.

Este es el planeta más grande del sistema solar y su tamaño hace unas 11 veces más que La Tierra.
Su composición está formada por gases, en su mayoría helio e hidrógeno. Forma parte del grupo
de los planetas exteriores, junto con Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

Júpiter, además, es el planeta más antiguo del Sistema Solar y existe incluso desde antes que el sol.
El origen de su nombre proviene de Zeus, de la mitología griega. Este dios representaba al rey de
los dioses, del cielo y del trueno. En la mitología romana, Júpiter tenía las mismas cualidades que
Zeus, solo que le habían cambiado el nombre.

En 1979 se lanzó la sonda Voyer y esta descubrió que Júpiter tiene algunos anillos que son
prácticamente imperceptibles. Según los estudios, estos anillos están formados por un polvo
oscuro que es el resultado del choque entre sus lunas.

Además de esos anillos, se ha descubierto que Júpiter cuenta con muchos satélites y muchos más
asteroides, llamados "asteroides troyanos". Estas masas de tierra siguen la órbita de Júpiter, a
causa del campo gravitatorio del gran planeta.

Descubre aquí todos los planetas del Sistema Solar.


Características de Júpiter (planeta)

El planeta Júpiter tiene algunas propiedades sorprendentes que hacen que sea muy diferente a los
demás planetas del sistema solar. Este gran gaseoso es un sistema complejo en sí mismo y para
que puedas entenderlo un poco mejor, vamos a presentarte sus principales características de
Júpiter.

Estructura interna de gran complejidad

Júpiter está compuesto principalmente de hidrógeno y helio, pero su estructura es muy compleja.
El planeta tiene un núcleo rocoso rodeado por una envoltura metálica de hidrógeno y una gruesa
capa atmosférica.

Gran tamaño

Su gran tamaño es otra de las características de Júpiter más destacadas. Y es que, como hemos
mencionado anteriormente, Júpiter es el planeta más grande del sistema solar. Su masa es más del
doble que si unimos a todos los planetas juntos. Su diámetro es de 143.000 kilómetros.

Campo magnético fuerte


Seguimos con las características de Júpiter, explicándote que su campo magnético es muy fuerte,
unas 20.000 veces más fuerte que el de La Tierra. Este campo magnético genera auroras muy
intensas e influye directamente en el ambiente que se crea alrededor del planeta.

Atmósfera turbulenta

Otra de las características de Júpiter es su atmósfera. Y es que es muy turbulenta y siempre se


mantiene en movimiento. Presenta bandas coloridas de nubes y remolinos gigantes en su
superficie. Uno de los más famosos es la Gran Mancha Roja, una tormenta anticiclónica masiva que
ha durado siglos.

Satélites principales

Júpiter cuenta con más de 70 lunas conocidas y son 4 las más famosas y llamadas galileanas: Io,
Europa, Ganimedes y Calisto. Estos 4 satélites son los más impresionantes por su gran tamaño y su
diversidad geológica. Algunos de ellos albergan en su interior los entornos más interesantes y
desconocidos del sistema solar.

Sistema de anillos oscuros

Terminamos este repaso a las características del planeta Júpiter hablando de sus anillos. Los anillos
de Júpiter son mucho menos intensos que los de su vecino Saturno, pero aun así, el planeta tiene
un sistema de anillos extenso, formado por partículas de polvo. Al ser de un color tan oscuro, son
muy difíciles de ver desde La Tierra. Aquí te descubrimos otros planetas con anillos del Sistema
Solar.
Características de las principales lunas de Júpiter

Se conocen 95 satélites naturales de Júpiter y 92 de ellos han sido confirmados, 72 de ellos


numerados y 57 nombrados. Este es el planeta del sistema solar con un mayor número de satélites
naturales observados. Estas lunas son objetos celestes que están orbitando alrededor del planeta
gigante de Júpiter y tienen características diferentes (tamaño, composición, características, etc.). Te
presentamos con más profundidad las 4 lunas galileanas de Júpiter:

Ganimedes: Ganimedes es la luna más grande del sistema solar y es más grande que el planeta
Mercurio. Su corteza es de hielo y cuenta con un manto de rocas y un núcleo metálico. Esta es la
única luna conocida que genera su propio campo magnético, posiblemente debido a que su núcleo
es un líquido giratorio.

Calisto: Calisto es la segunda luna más grande del sistema solar. Tiene una corteza de hielo, un
manto de rocas y un núcleo rocoso. Esta es la luna más antigua de Júpiter y su superficie está
salpicada de impactos de cráteres que indican que ha sufrido pocos cambios geológicos a los largo
del tiempo.

Io: Io es la luna más cercana a Júpiter y la cuarta luna más grande de todo el sistema solar. Esta
masa de tierra es conocida por su intensa actividad volcánica, con erupciones que son visibles en
su superficie. El núcleo de Io es rocoso y su atmósfera es delgada y compuesta principalmente de
dióxido de azufre. Sus volcanes se deben al efecto de las fuerzas de la marea que genera la
atracción gravitatoria de Júpiter.

Europa: Esta luna es un poco más pequeña que La Luna de La Tierra. Está compuesta
principalmente por roca y hielo y se considera un lugar prometedor para comenzar a buscar vida
extraterrestre en el sistema solar. Las observaciones han hecho presente un océano subterráneo
de agua líquida, que se encuentra debajo de la superficie congelada.

Ahora ya conoces las características de Júpiter y cuáles son los satélites que orbitan alrededor de
este planeta. Si quieres seguir aprendiendo más acerca de este apasionante tema, no dudes en
consultar nuestro apartado de astronomía, donde te revelaremos los secretos mejor escondidos
del universo. En esta otra lección te descubrimos los satélites del Sistema Solar.

Características de Urano

Las características de Urano son que tiene la órbita muy lenta, que es el 7o planeta del sistema
solar, que tiene una atmósfera magnética, que tiene un núcleo pequeño y rocoso... En unProfesor
te lo contamos con detalle.

El Sistema Solar es un sistema estelar compuesto por el Sol y los objetos que orbitan a su
alrededor, de manera directa o indirecta. Los objetos más grandes que orbitan alrededor de esta
estrella son los 8 planetas, mientras que el resto son objetos más pequeños, como los planetas
enanos. Nuestro Planeta Tierra es uno de estos planetas y Urano también, que es el tema del que
queremos tratar hoy.

¿Qué es Urano? Resumen para niños

Antes de hablar de las principales características de Urano vamos a conocer mejor este planeta.
Urano es el séptimo planeta del Sistema Solar y forma parte de los planetas exteriores, es decir,
que se encuentra fuera del cinturón de asteroides que existe entre Marte y Júpiter. Junto a Júpiter,
Saturno y Neptuno, forman los planetas gigantes. Sin embargo, Urano no es un planeta gaseoso
como sus compañeros, sino que es un planeta helado. La atmósfera de Urano es la más fría del
sistema solar y tiene una temperatura media de -224ºC.

Su nombre proviene del dios grecorromano Urano, que era el que se encargaba del cielo. Cuando
se unió a Gea, diosa de la tierra, dieron a luz a una estirpe de titanes, que son los dioses primitivos
del olimpo griego, asociados con las fuerzas naturales.

Volvamos al planeta. Su brillo es azulado y se puede observar desde la tierra a simple vista. Si
embargo, este planeta no fue descubierto hasta el 1781 por el astrónomo William Herschel (1738-
1822, de origen germano-británico. Este es el primer planeta que se conoció gracias a la ayuda de
un telescopio, ya que su órbita es muy lenta y no se incluyó en los 5 planetas conocidos desde la
antigüedad.

Al principio se creía que Urano era un cometa y cuando se confirmó que era un planeta, la
astronomía sufrió una revolución completa, puesto que esto ampliaba mucho los límites que se
habían preestablecido para el Sistema Solar. Además, Urano es uno de los planetas con anillos del
Sistema Solar.

Cuáles son las características de Urano

En este apartado queremos presentarte detalladamente las características de Urano, este planeta
que fue descubierto en la época moderna.

La órbita de Urano es muy larga, muy lenta y prácticamente circular. Este planeta tarda 84 años en
dar una vuela completa al sol. Su sentido de rotación es a favor de las agujas del reloj, una
característica que lo hace único entre los planetas que conocemos. Tarda unas 17,24 horas en
hacer un giro sobre sí mismo.

Se trata del séptimo planeta del sistema solar si contamos desde el sol hacia afuera. Es el tercer
planeta en cuanto a tamaño y el cuarto si hablamos de masa total. Su radio es 4 veces mayor que
la Tierra y su densidad es muy baja, a pesar de tener un equivalente a catorce veces la masa
terrestre.

Tiene una atmósfera magnética, compuesta por un sistema de 13 anillos y 27 satélites,


descubiertos hasta la fecha. No obstante, los anillos orbitan con una inclinación muy diferente al
resto de los planetas, puesto que Urano tiene un eje de rotación muy inclinado con respecto a su
plano orbital. Esto hace que los polos estén donde la mayoría de los otros planetas tienen el
ecuador.

Se encuentra a 2.900 millones de kilómetros del Sol, 19 veces la distancia a la que está la Tierra de
su estrella. Eso hace que sea un planeta de hielo, con una atmósfera nubosa y un núcleo
congelado. Su composición es principalmente hidrógeno, helio, agua y otras sustancias volátiles.

Su núcleo es pequeño y rocoso, envuelto de capas de atmósfera. En su atmósfera superior


podemos encontrar principalmente gas metano y, por eso tiene un aspecto azul verdoso. Sus
vientos pueden llegar hasta los 900km/h.

Estas son las principales características de Urano. Y si quieres seguir conociendo nuestro universo,
descubre cuántos planetas hay en el Sistema Solar actualmente.
Los satélites de Urano

Urano tiene un total de 27 satélites o lunas, que se han descubierto hasta el día de hoy. La sonda
Voyager 2, que se lanzó desde la tierra, permitió hacer fotografías a estos satélites, de manera que
pudimos conocer algunas de sus principales características.

Titania

Titania es el satélite más grande de Urano y tiene un diámetro de 470 kilómetros, menos de la
mitad de nuestra Luna. Este es el octavo satélite más grande del sistema solar y en su superficie se
han encontrado fracturas de 100 kilómetros de anchura y varios kilómetros de longitud, toda ella
cubierta de hielo envolviendo un núcleo rocoso.

Oberón

Oberón es el segundo satélite más grande de Urano y tiene una superficie oscura y de color rojizo.
La sonda detectó que había cráteres de impactos en su superficie. Su nombre, así como el de
Titania, Miranda y Ariel, proviene de la obra La tempestad de William Shakespeare. Descubre aquí
todos los satélites del Sistema Solar para seguir comprendiendo nuestro universo.

Umbriel y Ariel
Estos dos satélites tienen casi el mismo tamaño. Umbriel es el satélite más oscuro de Urano y Ariel
el más brillante y le muestra a Urano siempre la misma cara, al igual que hace la Luna con
nosotros. Ambos tienen una superficie bastante lisa, con muy pocos cráteres.

Miranda

Miranda es el quinto satélite más grande de Urano, con un tamaño de 700.000km², el equivalente
al 14% de nuestra luna. En su superficie se detectaron dos tipos de suelos: uno con muchos
cráteres y uno más reciente y con menos accidentes. Las diferentes capas que se superponen en la
superficie de Miranda son el resultado de un nacimiento violento con una fuerte actividad
tectónica. Este satélite está compuesto principalmente por hielo, rocas silíceas y metano.

Esperamos que esta lección sobre las características de Urano te haya podido ayudar a comprender
un poco mejor este planeta de nuestro sistema solar. Si quieres seguir aprendiendo más acerca de
este tema, no dudes en consultar nuestro apartado de astronomía, donde te descubriremos las
maravillas de nuestro universo.

Características de Saturno

Las características de Saturno son su color amarillento, su sistema de anillos de gran tamaño, su
núcleo espeso, cuenta con la luna más grande del sistema solar y es el segundo planeta más
grande. En unProfesor te lo contamos con detalle.

Saturno no es el único planeta que tiene anillos, pero definitivamente podemos decir que son los
más bonitos a la vista. Este es un gran planeta que se encuentra en la sexta posición con respecto
al Sol y está situado entre Júpiter y Urano. Es uno de los planetas exteriores del Sistema Solar, a los
que se conoce como gigantes gaseosos, debido a su composición. ¡Pero no vayamos tan deprisa!

¿Qué es Saturno? Explicación para niños

Antes de empezar a conocer las características de Saturno, es importante conocer este planeta que
forma parte de nuestro Sistema Solar. Saturno es el segundo planeta más grande de nuestro
Sistema Solar y el sexto en el orden de distancia al sol, ubicado a 1.400 millones de kilómetros de
la estrella luminosa. Consta de una composición gaseosa y es el primer planeta en el que se
observaron los anillos, compuestos de roca, hielo y polvo. Los anillos de Júpiter y Neptuno se
identificaron mucho más tarde.

No se sabe exactamente la manera en la que nació Saturno, pero los científicos creen en la teoría
de que se formó con el inicio del Sistema Solar, hace unos 4.500 millones de años. En ese
momento, una fuerza de gravedad atrajo a remolinos de gas y de polvo al centro del planeta y
generó la gigantesca masa gaseosa que conocemos hoy en día.
Desde hace aproximadamente 4.000 millones de años, Saturno se encuentra en su posición actual,
es decir, en sexto lugar desde el Sol.

El nombre de Saturno encuentra su origen en la época griega y romana, que heredó los
conocimientos sobre la astronomía y el cielo de los sumerios. Saturno era el dios romano de la
agricultura y el padre de Júpiter. Como Saturno se encontraba más lejos del sol que Júpiter, los
antiguos astrónomos lo identificaron como el padre.

Cuáles son las características de Saturno

Es posible que Saturno sea tu planeta favorito, por su belleza cuando lo observamos con un
telescopio. Pero, ¿sabes cuáles son las características de Saturno? ¡Te las presentamos!

El color de Saturno

Saturno es actualmente de un color amarillo pálido, aunque no siempre ha sido así. A lo largo de
los últimos años, en varias partes de su superficie, como por ejemplo en el Polo Norte, se ha
podido ver como el azul claro pasaba a amarillo a causa del aumento de la bruma fotoquímica que
se produjo en su atmosfera. Esta bruma es una combinación de niebla con humo y tiene una gran
cantidad de contaminantes.

Los anillos de Saturno

No podemos negar que una de las principales características de Saturno es el sistema de anillos de
gran tamaño que lo rodean por completo. Se trata de 4 anillos en total y sus partículas están
compuestas por estructuras muy grandes de hielo que giran alrededor del planeta de forma muy
rápida. Hay muchas teorías que tratan de explicar la formación de esos anillos, pero la más
aceptada es que uno de sus satélites se fragmentó a causa del choque con un meteorito.

Este supuesto satélite debía tener una composición casi por completo de hielo en estado sólido y
se convirtió en múltiples pedazos por el golpe. A causa del gran tamaño de Saturno y su fuerza
gravitacional, estos fragmentos se quedaron girando alrededor del planeta, generando un precioso
sistema de anillos. Pero no es el único: aquí te descubrimos los planetas con anillos del Sistema
Solar.

El tamaño de Saturno

Como hemos mencionado anteriormente, Saturno es el segundo planeta más grande del Sistema
Solar, después de Júpiter. Su tamaño es de 108.728km de diámetro, casi 10 veces la Tierra.
Además, su masa es aproximadamente 95 veces la masa terrestre y su masa gravitacional 755
veces mayor que la de nuestro planeta. Esto significa que atrae a una gran cantidad de objetos,
como asteroides cometas que se acercan a él.

La composición Saturno

Saturno está compuesto por un núcleo muy grande, cubierto por una espesa capa de nubes que
dan lugar a una atmósfera imposible de respirar. La atmósfera de Saturno es muy similar a la de
Júpiter y está compuesta por 3 tipos de nubes: las azules, que son de agua; las marrones, que son
de hidrosulfito y amoníaco; y las blancas, que son de amoníaco.

La forma del planeta presenta los polos un poco chatos, al igual que la Tierra. También es
importante que sepas que tiene el mismo tiempo de rotación que Júpiter y con solo 10 horas da
una vuelta completa sobre su propio eje. Cada 30 años consigue dar una vuelta completa al Sol.

Los satélites de Saturno

La luna más grande de Saturno es Titán y también es el satélite más grande del Sistema Solar. De
hecho, se podría estudiar como un planeta en sí mismo, ya que es el único satélite que posee unas
condiciones muy parecidas a las de la Tierra.

Los demás satélites de Saturno son Dione, Mimas, Tetis, Encélado y Rea. Todos ellos tienen
nombres procedentes de la mitología. Además, alrededor de Saturno también orbitan algunas
sondas espaciales que fueron enviadas por los científicos, debido a la importancia de este planeta:
Cassini-Huygens y Voyager 1 y 2.

Hay rumores de que a lo largo de nuestro siglo actual, los estudios espaciales hacia este planeta
serán cada vez más frecuentes, ya que las características que se han encontrado en Titán han
hecho que los científicos tengan ganas de seguir estudiando una posible migración del ser humano
al espacio. Este satélite tiene las condiciones perfectas para albergar vida en él.

Ahora ya conoces las características de Saturno y algunas curiosidades que han hecho que se
convierta en un planeta muy especial en el Sistema Solar. Si quieres seguir aprendiendo más acerca
de los secretos que se esconden sobre nuestras cabezas y descubrir qué hay más allá del planeta
Tierra, no dudes en consultar nuestro apartado de astronomía, donde te hablaremos acerca de los
temas apasionantes del universo.
Nuevo planeta con 3 soles, en el que siempre es de día

Si no fuera porque el hallazgo lo publica una revista científica de prestigio, como es Sciencie, este
descubrimiento más bien parecería cosa de ciencia ficción. Y no solo porque según la ciencia no
debería existir, sino también por sus sorprendentes y fascinantes características.

Pero empecemos presentando a este exoplaneta, situado en una amplia órbita dentro de un
sistema triple de estrellas. Bautizado con el nombre de HD 131399Ab, se encuentra en la
constelación Centauro, a 320 años luz de nosotros. En unPROFESOR vamos a hablarte con detalles
sobre este nuevo planeta con 3 soles donde siempre es de día.

El día dura años y las estaciones más que una vida

Tiene unos 16 millones de años de edad, un tamaño que cuadruplica el de Júpiter y su órbita es
dos veces más lejana que la de Plutón. Además, su órbita dura más de mil años terrestres y tiene
una temperatura de 580 grados centígrados. Aún así, es uno de los exoplanetas más fríos captados
con imagen directa.

Una vez presentado, no es necesaria su representación pues tenemos su imagen. Ello ha sido
posible gracias a un ingenio conocido como SPHERE (Spectro-Polarimetric High-contrast Exoplanet
Research), un instrumento de última generación sensible a la luz infrarroja diseñado para "cazar
explanetas" instalado en el Observatorio Europeo Austral de Chile.
Su sensibilidad hace posible visualizar un planeta con una luz hasta un millón de veces más débil
que su estrella madre. Así ha sido como han podido comprobar su insólito sistema de tres estrellas
y, lo que aún es más extraño, resulta extraña su estabilidad en una órbita que plantea unas
condiciones tan difíciles.

Las conclusiones que se extrapolan del hallazgo

Tras analizar este caso, los científicos afirman que los sistemas de múltiples estrellas o soles no son
tan raros como creíamos, del mismo modo que un planeta puede orbitar en un sistema
aparentemente inestable.

A su juicio, la razón no es otra que una insuficiente comprensión de las condiciones de


inestabilidad, pues de serlo habría sido expulsado de la misma.

Por dónde sale el sol y por donde se pone

El sol sale por el Este y se pone por el Oeste. El sol, la gran estrella de nuestro sistema, siempre ha
sido uno de los grandes enigmas para todas las civilizaciones que han habitado nuestro planeta. En
esta lección de unPROFESOR vamos a hablar algo más sobre este gran elemento y de esa manera
podrás comprobar cuánto sabes de él, por ello, os proponemos hablar en esta ocasión de por
dónde sale el sol y por dónde se pone, ¿sabes la respuesta?, sigue leyendo y comprobarás si
estabas en lo cierto o no.

El estudio del paso de los días a través de las civilizaciones antiguas


Desde el inicio de las primeras poblaciones de humanos se conoce el culto a los elementos de la
naturaleza siendo, en la mayoría de los casos, el Sol el más adorado de todos. Es nuestra estrella
central del sistema solar sobre la que todos los planetas giramos en su órbita.

Por ello, se conoce, debido a estudios realizados sobre diferentes utensilios, que pronto las
poblaciones comenzaron a estudiar el comportamiento del sistema de los días, donde la noche
siempre era relacionada con el mal, pues en la oscuridad el ser humano se veía indefenso ante el
resto de animales que cohabitaban junto a ello.

Pero, ¿por dónde sale el sol y por dónde se pone? Esta pregunta se la hicieron desde siempre y,
aunque parece que tiene una respuesta lógica y sencilla, no la tiene tal y como veremos a
continuación.

Los puntos cardinales

Antes de decir por dónde sale el sol y por dónde se pone, debemos centrarnos en definir los
puntos cardinales que conforman el denominado sistema de referencia cartesiano, un elemento
que nos ayuda a situarnos en el mapa mediante una normalización.

Es decir, un acuerdo entre todo el globo terráqueo, por el cual nos regiremos en las mismas
orientaciones; de esa manera, podemos saber hacia dónde vamos. Así, los puntos cardinales más
importantes son:
Norte

Sur

Este

Oeste

El sol sale por el Este y se pone por el Oeste

El sol sale, teóricamente por el Este pero, a continuación, hemos de mencionar algunas
incongruencias que nos llevarán a ver que no es cierto del todo.
Hemos de saber que solo dos veces al año el sol sale por el Este, dado que la inclinación de la tierra
y su movimiento de traslación y rotación, hacen que los puntos no se encuentren siempre en el
mismo lado.

Del mismo modo, se dice que el sol se pone por el Oeste y, al igual que pasa con la salida,
técnicamente podemos decir que solo dos veces al año ocurre esto.

Todo lo que hemos mencionado guarda relación con la duración de los días y las noches a lo largo
del año. ¿No os habéis parado a pensar que hay días más largos que otros y al contrario?, esto se
debe por el movimiento de la Tierra y depende de lo lejos o cerca que esté del sol en el momento
de su traslación.

En esta otra lección te descubrimos cuáles son los planetas más cercanos al Sol para que conozcas
mejor la estructura de nuestro sistema.

¿En qué dos momentos coincide totalmente?

Para finalizar con nuestra lección sobre por dónde sale el sol y por dónde se pone, hemos de saber
que solo en los equinoccios de primavera y otoño, el sol sale por el este y se pone por el oeste, lo
cual guarda relación con que los días y las noches duren lo mismo.

Así durante el resto del año, el sol sale algo más hacia el norte en primavera y en verano; mientras
que en otoño e invierno encontraremos que incidirá algo hacia el sur.

Los puntos cardinales


Para poder comprender mejor por dónde sale el Sol y por dónde se pone, es esencial entender qué
son los puntos cardinales. Cuando hablamos de puntos cardinales estamos haciendo referencia a
las 4 diferentes direcciones que son referentes para la orientación. Se trata de un sistema que nos
permite orientarnos en la Tierra teniendo en cuenta diferentes puntos que imaginariamente
atraviesan la Tierra.

En una brújula, los puntos cardinales son los cuatro sentidos que marcan el magnetismo de
nuestro planeta: el Norte, el Sur, el Este y el Oeste.

Este: Es el punto por donde sale el Sol, como ya hemos comentado.

Oeste: Es el punto en el que se pone el Sol.

Norte: Se encuentra a la izquierda del Este y marca la parte más alta de la Tierra.

Sur: Está a la derecha del Este y en un lado opuesto al Norte.

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