Principios de La Declaración de Río

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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES


FACULTAD DE DERCHO Y CIENCIA POLITICA

“PRINCIPIOS DE LA DECLARACIÓN DE RÍO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE


Y EL DESARROLLO”

ASIGNATURA
DERECHO AMBIENTAL I

DOCENTE
DRA. VANESSA RENÉE ROQUE RUIZ

INTEGRANTES
CHIROQUE MENA, ALINSON ESTEFANY

FEIJOÓ INFANTE, LIVANY GISELLA

FLORES MALMACEDA, NAYELY FABIOLA

GAVIDIA ARAUJO, KIMBERLY GEORGETTE

HERNÁNDEZ OCAMPOS, NICOLE ANETTE

LEÓN DIOS, ANTONIA

MAZA RETO, ARELY ANALI

VILELA JIMENEZ INGRID

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INDICE
INTRODUCCIÓN.....................................................................................................................3
1. RELEVANCIA DE LOS PRINCIPIOS............................................................................4
2. FUNCIÓN DE LOS PRINCIPIOS..................................................................................4
3. LOS PRINCIPIOS DE LA DECLARACIÓN DE RÍO 92.................................................5
3.1. PRINCIPIO N° 01.......................................................................................................5
3.2. PRINCIPIO N° 02.......................................................................................................5
3.3. PRINCIPIO N° 03.......................................................................................................5
3.4. PRINCIPIO N° 04.......................................................................................................5
3.5. PRINCIPIO N° 05.......................................................................................................6
3.6. PRINCIPIO N° 06.......................................................................................................6
3.7. PRINCIPIO N° 07.......................................................................................................6
3.8. PRINCIPIO N° 08.......................................................................................................6
3.9. PRINCIPIO N° 09.......................................................................................................7
3.10. PRINCIPIO N° 10.....................................................................................................7
3.11. PRINCIPIO N° 11.....................................................................................................7
3.12. PRINCIPIO N° 12.....................................................................................................8
3.13. PRINCIPIO N° 13.....................................................................................................8
3.14. PRINCIPIO N° 14.....................................................................................................9
3.15. PRINCIPIO N° 15.....................................................................................................9
3.16. PRINCIPIO N° 16...................................................................................................10
3.17. PRINCIPIO N° 17...................................................................................................10
3.18. PRINCIPIO N° 18...................................................................................................11
3.19. PRINCIPIO N° 19...................................................................................................11
3.20. PRINCIPIO N° 20...................................................................................................11
3.21. PRINCIPIO N° 21...................................................................................................12
3.22. PRINCIPIO N° 22...................................................................................................12
3.23. PRINCIPIO N° 23...................................................................................................13
3.24. PRINCIPIO N° 24...................................................................................................13
3.25. PRINCIPIO N° 25...................................................................................................13
3.26. PRINCIPIO N° 26...................................................................................................14
3.27. PRINCIPIO N° 27...................................................................................................15
CONCLUSIONES..................................................................................................................16

1
INTRODUCCIÓN

La última década del siglo XX descubre a las Naciones Unidas y un gran número de
los Estados que la constituyeron con una institucionalidad ambiental afianzada o en
proceso de consolidación. El liderazgo mundial en instrumentos y políticas
ambientales que Estados Unidos de América ejerció en las décadas de 1970 y
1980, considera ser aceptado con gran determinación por parte de la comunidad
internacional y en especial por el bloque europeo. De igual forma, la sociedad civil
ha producido avances desde diferentes plataformas institucionales durante estas
dos décadas. Nacido de enfoques filosóficos e ideológicos muy diferentes, el
activismo ambiental está alcanzando y presionando la agenda política mundial.

Alrededor de 1990, el tema ambiental experimentó un renacimiento, principalmente


debido a los impulsos de movimientos internacionales encontrados en el concepto
de "desarrollo sostenible" creado en el Informe Brundtland de 1987, una serie de
proyectos para conciliar el desarrollo con el medio ambiente. La comunidad
gubernamental internacional es más receptiva a estas propuestas, que parecen
expiar los pecados de una sociedad de consumo voraz, que el informe original de
Meadows. Este flujo positivo y esperanzador de propuestas aparentemente
compatibles coexiste con una crisis ambiental global causada por eventos
catastróficos como Bhopal, Chernobyl, Khian, Sea, Lekkerkerk, Arica, etc, sumado a
ello un tráfico internacional de desechos hacia países vulnerables, pérdida
alarmante de biodiversidad, agotamiento de la capa de ozono y cambio climático.
Todo esto es suficiente para que las Naciones Unidas dispongan realizar una
conferencia de Río 92, denominada: Cumbre de la Tierra, a 20 años de
Estocolmo 72.

En este sentido, proponemos discutir los principios contenidos en la Declaración de


Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, que fue adoptada en la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río 92. Aspiramos
resaltar distintos componentes temáticos que conectan y separan algunos
importantes comentarios. Mientras que los 27 principios de la Declaración de
Estocolmo 72 sobre el Medio Ambiente Humano fueron la base y alentaron la
conciencia de la naturaleza metanacional del problema ambiental, los Principios de
Río asimilaron fuertes ideas de sostenibilidad.

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1. RELEVANCIA DE LOS PRINCIPIOS

El Sr. Ramón Martín Mateo equiparó algunos principios del derecho


ambiental en un nivel superior a otros. Llamó a estos los Mega Principios. En su lista
señala:

a). Principio de ubicuidad (los problemas ambientales trascienden


tendidamente todo, y su regulación exige ese alcance en la política pública);

b). Principio de sostenibilidad (no significa solamente satisfacer las


necesidades actuales sin poner en peligro las necesidades de las generaciones
futuras, también incluye valores morales relacionados con la solidaridad;

c). Principio de globalidad (los ecosistemas son un sistema integrado que


llamamos biosfera, del que depende la vida y el conjunto de los seres y especies);

d). Principio de subsidiariedad (debe pensar de manera global y actuar


localmente); y

e). Principio de solidaridad (relacionado con la justicia y se refiere a la


solidaridad de los países económica y tecnológicamente mejores con los menos
favorecidos, y también a la solidaridad intergeneracional).

2. FUNCIÓN DE LOS PRINCIPIOS

Néstor Cafferatta, en su considerada publicación titulada: “El ascenso de los


principios de derecho ambiental”, describe de manera muy interesante el marco
conceptual utilizado por destacados doctrinarios para los principios jurídicos. Esta
descripción revela, entre otras, las siguientes definiciones: Alexy, Larenz,
Zagrebelsky, Pietro Sanchís, Esser y Ronald Dworkin. Este último quizás conoce
mejor la multidimensionalidad de los principios del sistema jurídico. Cafferatta
resume las funciones de los principios:

a) Función informativa; b) Función de interpretación; c) los principios como


filtros; d) principios como diques; e) Principios como cuña; (f) Principios de cómo

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despertar de la imaginación creativa; g) Los principios como creadores de normas
obsoletas; h) capacidad organizativa/página de principios; i) Principios como
integradores.

3. LOS PRINCIPIOS DE LA DECLARACIÓN DE RÍO 92

La denominada "Cumbre de la Tierra" de 1992 es probablemente la


conferencia de la ONU más importante hasta la fecha, tanto en términos de los
documentos adoptados como de las esperanzas suscitadas en la comunidad
mundial. A la conferencia asistieron 172 gobiernos, 108 jefes de estado y de
gobierno, 187 representantes extranjeros, 17 organismos especializados de la ONU,
35 organizaciones intergubernamentales y un número significativo de
organizaciones no gubernamentales.

3.1. PRINCIPIO N° 01

Se hace énfasis en la vida humana, es el núcleo, en el logro de satisfacción


que se desea obtener garantizando un crecimiento económico, incluyendo una
mejora de bienestar social y cuidado de nuestro entorno donde nos encontramos,
estando sujetos a derechos fundamentales, una vida saludable, productiva en
armonía con la naturaleza.

3.2. PRINCIPIO N° 02

Como precedente de conformidad con la carta de las naciones unidas y


principios de los derechos internacionales. El estado tiene potestad soberana en
darle aprovechamiento a sus propios recursos, teniendo en cuenta las políticas
ambientales, de responsabilidad y desarrollo bajo propia jurisdicción, sin perjuicio a
otros estados con relación al medio ambiente.

3.3. PRINCIPIO N° 03

La legitimidad que brinda un desarrollo es la forma en ejercer mediante


respuestas de forma equitativa a cabo de las necesidades ambientales y desarrollo,
con las especies actuales, presentes y futuras.

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3.4. PRINCIPIO N° 04

Se data con finalidad de obtener un alcance en la sostenibilidad de un medio


sustentable, se hace énfasis a la protección del medio ambiente en forma de
constituir un integró proceso del desarrollo y no podrá atender en formato apartado.

3.5. PRINCIPIO N° 05

El espíritu de este principio es una llamada equidad integracional que obliga a


los Estados y sus habitantes a contraer compromisos y medidas tanto en el ámbito
nacional como en el internacional, a fin de estimular el crecimiento, el comercio, los
sistemas de salud, educación, etc; y de esta manera, satisfacer las necesidades
humanas básicas, cooperar en la erradicación de la pobreza y disminuir las
disparidades en los estándares de vida de las sociedades más pobres del mundo.

3.6. PRINCIPIO N° 06

El principio del tratamiento especial de los países en desarrollo se basa en la


idea de la alianza mundial y del reconocimiento de las responsabilidades
diferenciadas entre los países. La situación peculiar de los países en desventaja
hace que sea necesaria la transferencia de tecnología y recursos financieros a esos
países, así como el fortalecimiento del fomento de la capacidad dentro de ellos. Por
ende, las políticas y medidas que se adopten deberán ser apropiadas para las
condiciones específicas de cada uno de estos países y estar integradas en los
programas nacionales de desarrollo.

3.7. PRINCIPIO N° 07

El principio 7 puede dividirse en dos partes: a) el deber de cooperar en un


espíritu de solidaridad mundial; y b) las responsabilidades comunes pero
diferenciadas. La primera está referida al establecimiento de una alianza mundial
equitativa, que reconoce el interés legítimo que tiene la comunidad internacional en
ocuparse de algunas cuestiones y valores que, por su carácter, afectan a la
comunidad en su conjunto.
En cuanto a las responsabilidades comunes pero diferenciadas, es necesario
tener en cuenta las circunstancias diferentes, en particular en relación con la

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contribución de cada Estado a la creación de problemas ambientales y su capacidad
para evitarlos, reducirlos y controlarlos.

3.8. PRINCIPIO N° 08

Se declara que el objetivo esencial de este principio es conseguir que la


calidad de vida de todas las personas sea mejor. Asimismo, está referido a la
reducción y eliminación de las modalidades de producción y consumo insostenible;
por ende, enfatiza el uso responsable de la energía y las emisiones, el agua, los
alimentos, los productos forestales y los desechos.

3.9. PRINCIPIO N° 09

Esta obligación de intercambiar información se establece, en una forma u


otra, en muchos acuerdos internacionales, en particular en los relacionados con el
medio ambiente. En los últimos años, se han establecido en diversos instrumentos
jurídicos internacionales normas detalladas sobre el tipo de información que se ha
de intercambiar como en el anexo I del Acuerdo sobre las poblaciones de peces de
1995, se establecen normas uniformes para obtener y compartir datos relacionados
con actividades pesqueras. Asimismo, se establece que se debe preservar el
carácter confidencial de los datos no agregados.

3.10. PRINCIPIO N° 10

La participación de las sociedades se entrelaza con el acceso de ésta a la


información y a procedimientos correctivos. Pues para alcanzar un desarrollo
sostenible es importante la participación de las personas como lo dice la
Declaración de Río, que hace hincapié, que se garantice la participación en la
adopción de decisiones de los grupos que se consideran desfavorecidos a nivel
político, como las poblaciones indígenas y las mujeres. Defiende la función de los
particulares de acudir a las cortes y los tribunales nacionales para hacer cumplir las
leyes y obligaciones nacionales sobre medio ambiente.

3.11. PRINCIPIO N° 11

Las leyes promulgadas a nivel nacional no deben ser menos eficaces que las
reglas y normas convenidas internacionalmente, pues para lograr sus objetivos es
preciso que se adopten medidas a nivel nacional, ya que, si bien los tratados

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internacionales son necesarios para abordar los problemas de ámbito mundial en un
contexto jurídico internacional, no son totalmente coercitivos. Siendo importante
ahora aumentar la capacidad de los países en desarrollo y los países con economía
en transición y prestarles apoyo financiero.

3.12. PRINCIPIO N° 12

Existe una tendencia generalizada a suprimir o evitar las medidas unilaterales


sobre el medio ambiente. Sin embargo, aunque no están específicamente
prohibidas en la Declaración de Río, están restringidas por diversos criterios y
condiciones. Pese a los mandatos que propugnan el libre comercio, a veces se han
aplicado restricciones comerciales por motivos ambientales para restringir los
mercados de los productos peligrosos para el medio ambiente y de artículos
producidos de forma insostenible. En el párrafo 5 del artículo 3 de la Convención
sobre el Cambio Climático se establece que las medidas adoptadas para combatir el
cambio climático, incluidas las unilaterales, no deberían constituir un medio de
discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción encubierta al comercio
internacional.

3.13. PRINCIPIO N° 13

El principio 13 se pone en práctica en disposiciones generales en materia de


responsabilidad, así como en disposiciones concretas sobre responsabilidad en la
esfera del medio ambiente. En los cinco últimos años, algunos países han incluido
normas en materia de responsabilidad en sus leyes sobre el medio ambiente, como
Lituania en su Ley agraria de 1994, que prevé la responsabilidad, incluida la
responsabilidad penal, de los usuarios de tierras por los daños causados al medio
ambiente. En Chile se ha adoptado un régimen de responsabilidad presunta por
cualquier daño causado al medio ambiente por incumplimiento de normas de calidad
en materia de medio ambiente, normas sobre emisiones o normas generales en
materia de protección, preservación o conservación del medio ambiente. La Ley
sobre indemnizaciones por daños causados al medio ambiente promulgada por
Finlandia en 1994 se aplica a los daños ocasionados, entre otras cosas, por la

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contaminación del suelo, el agua, el aire, por el ruido y por la radiación. Los
tribunales nacionales confirman en ocasiones la responsabilidad con respecto al
medio ambiente. No obstante, en la mayoría de los casos la decisión se basa en
normas de responsabilidad general, por ejemplo, en agravios previstos en el
derecho consuetudinario. En virtud de la Ley del tribunal para el medio ambiente de
la India se estableció un tribunal y se promulgaron leyes sobre la indemnización por
la muerte de personas o las lesiones a personas y por daños ocasionados a la
propiedad y el medio ambiente.

3.14. PRINCIPIO N° 14

El principio de cooperación transfronterizo figura en la legislación de algunos


países, en particular reglamentos relativos a la transferencia de sustancias
peligrosas o actividades peligrosas. Algunos países tienen leyes por las que se
prohíbe la importación de sustancias tóxicas y peligrosas (por ejemplo, Nicaragua y
Rumania) en tanto que otros, por ejemplo, los Estados Unidos de América, prohíben
la exportación de materiales tóxicos y peligrosos. Polonia y Ucrania adoptaron otro
enfoque y concertaron un acuerdo bilateral por el que se prohibía toda exportación e
importación de desechos peligrosos desde y hacia cada uno de los respectivos
países.

3.15. PRINCIPIO N° 15

Se acepta ampliamente el criterio de precaución como un concepto


fundamental de las leyes y reglamentos ambientales a nivel nacional para proteger
el medio ambiente. Se detalla, por ejemplo, en la Ley sobre el agua y en la Ley de
planificación de Israel, en la Ley sobre protección del medio ambiente, de la
República Checa y se incluye en numerosos proyectos de leyes ambientales que
actualmente se están examinando, por ejemplo, en el proyecto de ley de protección
del medio ambiente del Pakistán, de 1996.

El criterio de precaución se aplica también cada vez en mayor medida en las


decisiones de los tribunales, por ejemplo, en una decisión del Tribunal de la tierra y
el medio ambiente de Nueva Gales del Sur (Australia), en que el Tribunal indicó que,
si bien se había mencionado expresamente lo que se denominaba "principio de

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precaución" desde el decenio de 1970, el apoyo internacional se había producido
únicamente en los últimos años. De hecho, se había hecho referencia al principio en
prácticamente todos los acuerdos ambientales internacionales concertados
recientemente. Como consecuencia de ello, el Tribunal estimó la apelación del
demandante y se negó a conceder una licencia. Desde entonces, algunas causas se
han basado en esta decisión y han sido aprobadas.

3.16. PRINCIPIO N° 16

Se ha prestado mayor atención en la legislación nacional a la utilización de


instrumentos económicos en el contexto de la protección del medio ambiente. Si
bien los países desarrollados han aplicado diversos instrumentos económicos
durante varios años, los países en desarrollo y los países con economías en
transición están comenzando a incorporar instrumentos económicos en su
legislación nacional. Entre los instrumentos económicos que se utilizan en las leyes
y reglamentos nacionales figuran proyectos de reembolso de depósitos, multas por
contaminación, sistemas de gestión ecológica y sistemas de etiquetado ecológico.
Para complementar los reglamentos ambientales, se han negociado en diversos
países desarrollados acuerdos voluntarios entre la industria y el gobierno. El
principio de quien contamina paga es un concepto guía para numerosos
legisladores en la elaboración de leyes y reglamentos nacionales eficaces en la
esfera del medio ambiente. Desde que se introdujo en las políticas ambientales a
fines del decenio de 1960, se aplica por diversos medios que van desde
gravámenes por contaminación, normas sobre procesos y productos hasta sistemas
de multas y responsabilidad. En la mayoría de los Estados, el principio de quien
contamina paga está establecido como una obligación directa para los ciudadanos y
las empresas incluidos en reglamentos sobre protección del medio ambiente de
carácter general que se especifican mediante disposiciones en leyes sectoriales

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3.17. PRINCIPIO N° 17

El presente principio hace referencia a la evaluación del impacto ambiental a


nivel nacional; el cual ha pasado a ser el instrumento más eficaz y práctico para
apoyar la aplicación del desarrollo sostenible. Puesto a que desde que se introdujo
en los Estados Unidos, más del 70% de los países han aprobado sus reglamentos
obligatorios, aplicables a proyectos públicos y a los ciudadanos.
Además, EIA ha aceptado también, la formulación de mecanismos por parte
de los ciudadanos; para que estos participen en los procesos de planificación y
adopción de decisiones, y como un instrumento para proporcionar información y
datos sobre proyectos y otras actividades.
Ahora bien, y haciendo hincapié a las actividades propuestas que puedan
producir un impacto negativo en el medio ambiente; es necesario hacer mención al
poder judicial, el cual al analizar sugerencias que no han sido valorados por la EIA; y
amenazan al desarrollo sostenible; rechazan aquellas propuestas y no ceden los
permisos correspondientes.

3.18. PRINCIPIO N° 18

En casos de emergencia, el notificar de forma inmediata, permite que las


partes (estados) afectados tengan mayor oportunidad de prepararse para los
posibles daños y con ello posibilitar la reducción y moderación de sus efectos; los
cuales, pueden tornarse perjudiciales, dañinos y contraproducente para el medio
ambiente y desarrollo sostenible.
Este principio, figura en algunas leyes nacionales, las cuales en su gran
mayoría aplica convenios internacionales, así tenemos que, en marzo de 1993,
Alemania, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos convinieron en un sistema
uniforme para el intercambio de información y procedimientos de advertencia con
respecto a altos niveles de concentración de ozono.

3.19. PRINCIPIO N° 19

Los Estados que proyectan realizar actividades que puedan dañar el medio
ambiente o los recursos naturales de otro Estado tienen el deber de informarles a
estos segundos la acción que van a realizar. Por su parte estos segundos, es decir
los estados que pueden resultar afectados, deben celebrar de buena fe consultas

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durante un período razonable a fin de reducir al mínimo los efectos ambientales
transfronterizos. Consulta que puede llegar a considerar por lo menos una
oportunidad para examinar y analizar una actividad prevista que posiblemente
pueda causar daños.
La celebración de consultas está adquiriendo, cada vez en mayor medida, un
carácter oficial a nivel internacional, por conducto de los órganos internacionales
existentes como el Consejo Nórdico, el Consejo Europeo y el sistema de las
Naciones Unidas, o por conducto de nuevas instituciones creadas en el marco de
convenios concretos sobre el medio ambiente.

3.20. PRINCIPIO N° 20

Este principio, reconoce el importante y arduo esfuerzo que realizan las


mujeres, al coadyuvar con la organización y orden en el medio ambiente y desarrollo
sostenible. Por tanto, se considera que su apoyo es indispensable, necesario y
esencial para lograr los fines que la Declaración de Río se ha planteado
Este principio se aplica principalmente mediante leyes sobre derechos civiles
y leyes conexas que en algunos casos prevén una reparación legal. Así mismo, es
importante señalar que este principio tiene implicancias constitucionales y se refleja
en las disposiciones generales relativas a la participación en los procesos de
adopción de decisiones y en muchos planes de desarrollo a nivel nacional y
subnacional.

3.21. PRINCIPIO N° 21

Establece la importancia de la participación juvenil, resaltando el valor de los


jóvenes, los ideales por los que luchan y la creatividad que poseen como motor para
lograr un mundo más sostenible, puesto que se debe ser compatible con la
protección del medio ambiente, con el desarrollo y este desarrollo debe ser
sostenible y global. De esta manera se incluyen diversas actividades que deberían
realizar los países para cumplir sus objetivos con relación a este tema, tales como el
desarrollo de procesos de consulta con los jóvenes, la capacitación y construcción
de capacidades, y la incorporación dentro de las políticas públicas ambientales,
entre otros.

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3.22. PRINCIPIO N° 22

El conocimiento de las comunidades locales y la participación de las


poblaciones indígenas en el proceso de adopción de decisiones respecto del
desarrollo sostenible es fundamental para la protección de los ecosistemas locales.
Diversas leyes y normas nacionales contienen disposiciones en que se reconocen,
por ejemplo, los derechos de propiedad que las poblaciones indígenas ejercen
sobre sus tierras y vías navegables, o en que se permite que las poblaciones
indígenas participen en los procesos de adopción de decisiones. Su participación en
los procedimientos de evaluación del impacto ambiental es otra forma de
participación en el proceso de adopción de decisiones respecto del desarrollo
sostenible.
Un ejemplo de ello son los Principios de la Legislación Forestal de la
Federación de Rusia, de 1993, en que se pide la elaboración de normas concretas
sobre los bosques en las zonas que revistan importancia para las poblaciones
indígenas.

3.23. PRINCIPIO N° 23

Nos hace referencia a que los recursos naturales constituyen el patrimonio de


las poblaciones autóctonas de los territorios coloniales y no autónomos, también se
entiende que la ocupación de sus recursos naturales y a cualquier otro tipo de
recursos económicos se considerará ilegal toda transgresión de este principio.

3.24. PRINCIPIO N° 24

Es reconocido que los efectos ambientales que se producen durante y


después de un conflicto armado tienen el potencial de representar una seria
amenaza para los seres humanos y los ecosistemas que nos rodean. Como bien se
sabe, el daño ambiental en un conflicto armado tiene consecuencias a largo plazo e
incluso puede ser irreparable; tiene el potencial de prevenir una reconstrucción
efectiva de la sociedad y destruir áreas vírgenes y ecosistemas importantes.
Los métodos y los medios de la guerra no son ilimitados. La protección del
medio ambiente en épocas de conflicto armado es difícil y compleja debido a que la
guerra es de por sí perjudicial para el medio ambiente. Por ello, las actividades a
nivel internacional se centran en la limitación más que en la eliminación de los

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daños al medio ambiente. Desde 1992, se han negociado o han entrado en vigor
diversos tratados relacionados con la guerra, principalmente tratados sobre control
de armamentos.

3.25. PRINCIPIO N° 25

Tal como se reconoce en el último párrafo del preámbulo de la Declaración


de Río, es preciso reconocer la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra.
El desarrollo sostenible es un concepto integrador; la interdependencia que se
subraya en el principio 25 se refiere a la necesidad de integración, que constituye la
piedra angular del concepto de desarrollo sostenible.
La Carta de las Naciones Unidas se funda en el concepto incorporado en el
principio 25. El Capítulo IX de la Carta se refiere a la cooperación internacional
económica y social, que debería incluir también la cooperación en la esfera del
medio ambiente. El Articulo 55 incluye la promoción del "desarrollo" entre los
objetivos de la cooperación internacional económica y social y en el Articulo 56 los
Estados se comprometen a promover el desarrollo.
El criterio de interdependencia se reitera en los documentos finales de las
principales conferencias internacionales, como la Declaración de Estambul de 1996,
que expresa en el párrafo 3: "Gracias a las recientes conferencias mundiales de las
Naciones Unidas, en especial la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, disponemos de un programa amplio para lograr de manera
equitativa la paz, la justicia y la democracia, sobre la base del desarrollo económico,
el desarrollo social y la protección del medio ambiente, que son componentes
interdependientes y complementarios del desarrollo sostenible", y la Declaración de
Copenhague, de 1995.

3.26. PRINCIPIO N° 26

El principio general de la solución pacífica de controversias es uno de los


principios fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. Con
respecto a la solución de controversias en materia de medio ambiente y
desarrollo105, se han producido algunos acontecimientos significativos, incluida la
decisión adoptada en 1993 por la Corte Internacional de Justicia de crear la Sala de
Asuntos Ambientales, establecida de conformidad con el inciso 1 del artículo 26 del
Estatuto de la Corte.

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En la mayoría de los tratados sobre el medio ambiente se estipula que las
partes interesadas deben en principio tratar de resolver las controversias mediante
la negociación. Si ello no diera resultado, en muchos tratados se prevén otras
disposiciones que pueden entrañar la asistencia de terceros. En algunos tratados se
dispone que la controversia sea sometida a arbitraje o a la Corte Internacional de
Justicia si las negociaciones no hubieran tenido resultado positivo. Por ejemplo, el
inciso 1 del artículo 14 de la Convención sobre el Cambio Climático se dispone que:
"En caso de controversia entre dos o más Partes sobre la interpretación o la
aplicación de la Convención, las Partes interesadas tratarán de solucionarla
mediante la negociación o cualquier otro medio pacífico de su elección". En el inciso
1 del artículo 27 del Convenio sobre la Diversidad Biológica se señala que, en caso
de controversia, las Partes interesadas tratarán de resolverla mediante negociación.
En el párrafo 2 del mismo artículo se prevé la posibilidad de que las Partes soliciten
la mediación o los buenos oficios de una tercera Parte si no pudieran llegar a un
acuerdo mediante negociación.
Si bien en muchos de esos casos las cláusulas sobre solución de
controversias son optativas, es cada vez mayor la tendencia a la solución obligatoria
de las controversias. Con arreglo a la parte XV de la Convención sobre el Derecho
del Mar los Estados Partes tienen la obligación de solucionar por medios pacíficos
sus controversias relativas a la interpretación o la aplicación de la Convención. En
dos instrumentos internacionales recientes se han aplicado las disposiciones sobre
solución de controversias de esa
Convención: la parte VIII del Acuerdo de 1995 sobre las poblaciones de
peces y el artículo 16 del Protocolo de 1996 del Convenio de Londres sobre
vertimientos. En ambos casos el procedimiento de la Convención sobre el Derecho
del Mar se aplica tanto si las Partes en el Acuerdo o el Protocolo son también Partes
en la Convención o no. En octubre de 1996 se inauguró en Hamburgo el Tribunal
Internacional del Derecho del Mar. El Tribunal deberá solucionar las controversias
que surjan de la interpretación o la aplicación de la Convención. Por conducto de su
Sala de Controversias de los Fondos Marinos tiene jurisdicción exclusiva en los
conflictos relacionados con los recursos de los fondos marinos profundos que se
encuentran más allá de los límites de la jurisdicción nacional.

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3.27. PRINCIPIO N° 27

En el principio 27 se reafirman los componentes básicos de la Declaración de


Río. Para lograr el desarrollo sostenible, los Estados y la población deben cooperar
en la aplicación de los principios y en el ulterior desarrollo del derecho internacional
en la esfera del desarrollo sostenible107. Véase asimismo el tercer párrafo del
preámbulo de la Declaración de Río en que se expresa que el objetivo general es
"establecer una alianza mundial nueva y equitativa mediante la creación de nuevos
niveles de cooperación entre los Estados, los sectores clave de las sociedades y las
personas".

CONCLUSIONES

En síntesis, el interés por el medio ambiente internacionalmente se


materializó en la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
durante el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, donde se reunió la confederación de las naciones unidas
(más de 50 países) en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992, estableciendo
una declaración que se dio apenas hace 30 años. El principal objetivo de esta
declaración fue establecer una alianza mundial nueva y equitativa mediante la
creación de nuevos niveles de cooperación entre los Estados, los sectores claves de
las sociedades y las personas.
Debido a lo antes mencionado, se proclamaron 27 principios básicos en los
cuales buscaron establecer los lineamientos de manejo y concepción de la
naturaleza y los bienes que esta nos provee. En estos principios se establecen la
naturaleza y vida saludable como un derecho de todos los seres humanos, la
responsabilidad de cuidar la naturaleza, de actuar en paz y armonía y cooperar
entre todos los países para que el desarrollo sea sostenible, dejar de lado el

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consumo insostenible, igualmente establecen a las mujeres y comunidades nativas
e indígenas como la piedra angular de la naturaleza y el desarrollo, e identifican
como amenaza principal de la naturaleza a la pobreza y la guerra, establecen la
necesidad de establecer leyes que protejan el ambiente y resaltan la importancia del
apoyo a los países en desarrollo para poder proteger la naturaleza.
Es por ello que, gracias a estos principios hoy en día tenemos unos
lineamientos, compromisos y diversas convenciones internacionales en pro de la
defensa de la naturaleza y la búsqueda de un desarrollo sostenible y sustentable
para todos.
Finalmente, desde entonces anualmente se realizan diferentes conferencias
de las partes, COP (Conference of the Parties, por sus siglas en inglés) donde se
reúnen los países firmantes e interesados para dialogar y llegar a acuerdos con
diferentes temas como lo son el cambio climático, el convenio de diversidad
biológica, la convención sobre el comercio Internacional de especies amenazadas
de fauna y flora silvestres (CITES), entre otras; donde se comprometen y llegan a
diversos acuerdos y compromisos tanto a nivel legislativo como financiero para cada
uno de los países.

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