Diversidad Pedemonte 09
Diversidad Pedemonte 09
Diversidad Pedemonte 09
Cecilia Blundo
Fundación ProYungas, C.C. 34, 4107 Yerba Buena,
Tucumán, Argentina.
Enviar correpondencia a: Fundación ProYungas, C.C. 34
4107 Yerba Buena, Tucumán, Argentina.
[email protected]
Lucio R. Malizia
Fundación ProYungas Jujuy.
1
RESUMEN ABSTRACT
La agricultura ha transformado una vasta su- A large area of Premontane Forest has been
perficie de Selva Pedemontana en las Yungas transformed by agriculture. The areas that
Argentinas. Los bosques remanentes son usa- remain as forest are mostly used for selective
dos principalmente para el aprovechamiento logging. Studies have shown that selective lo-
forestal, pues estas selvas tienen alto valor gging of timber species modifies the composi-
forestal. Estudios previos han mostrado que tion and structure of forest. We determine cha-
la extracción selectiva de especies madera- racteristics to assess the forest conservation
bles modifica la composición y estructura del status and its natural regeneration ability after
bosque. Buscamos determinar características logging. We analyzed data from 23 sites logged
del bosque que permitan evaluar su estado de in different periods of time. We recorded 8.982
conservación/degradación y su capacidad de trees representing 105 species, 85 genera, and
recuperación natural luego del aprovechamien- 38 families with a DBH greater than 10 cm.
to forestal. Analizamos 23 sitios que difieren en Species richness was low in forests where the
el tiempo transcurrido desde su último aprove- disturbance occurred recently. The number of
chamiento forestal, es decir, bosques secunda- stumps decreased in forests that have not been
rios en distintas etapas sucesionales. Se cen- logged for a longer period of time. The total ba-
saron 8.982 árboles mayores de 10 cm de dap sal area and the relationship between the basal
pertenecientes a 105 especies, 85 géneros y 38 area of timber species and non-timber species
familias. La riqueza de especies es baja en sitios (AMB/ABO) are variable among sites. The ABM
donde recientemente ocurrió aprovechamien- increases in forests that have not been logged
to. El número de tocones (árboles aserrados) for a longer period of time. To determine forest
tiende a disminuir en los sitios con más años sin conservation status, the relationship ABM/ABO
aprovechamiento forestal. El área basal total y must be considered because it is important to
la relación entre área basal de las especies ma- identify which species represent the total basal
derables y de las otras especies (ABM/ABO) es area. In recent years, the interest of secondary
variable entre sitios. El ABM aumenta a medida forests management for forestry production
que se consideran bosques con más años sin has increased. Therefore, further studies to
intervención. Consideramos que se debe tener enable a better understanding of forests ecolo-
en cuenta la relación ABM/ABO, porque inde- gy will contribute to improve their conservation
pendientemente del área basal total es impor- status and productivity.
tante considerar qué especies la representan.
El interés en el manejo de bosques secundarios
para la obtención de productos maderables ha
aumentado en los últimos años. Es por eso que,
estudios que permitan conocer más sobre la
ecología de estos bosques deberían contribuir a
mejorar su estado de conservación y aumentar
su productividad.
2
INTRODUCCIóN
3
características pueden verse afectadas negativamente cuando el uso del bosque
llega al extremo donde se altera la capacidad de su recuperación natural (e.g. dis-
ponibilidad de semillas) y cambia significativamente la estructura del bosque y
la composición de especies (e.g. remoción de todos los individuos por arriba de un
diámetro mínimo). Según Grau et al. (1997), las características estructurales y la
composición florística de la vegetación al inicio de la sucesión secundaria en Selva
Montana, juegan un papel importante en la recuperación natural del bosque en
las décadas siguientes.
Determinar las características del bosque que permitan evaluar su estado de
conservación y su capacidad de recuperación natural son claves para compren-
der el proceso de sucesión secundaria del bosque. Además, esto permitirá evaluar
cuándo es necesario aplicar técnicas de manejo para contribuir con la recupera-
ción natural de un bosque. Esto tiene connotaciones prácticas importantes, ya que
una serie de leyes forestales nacionales (como la Ley Nº 25080) promocionan la
recuperación de los bosques degradados mediante la implantación de especies de
uso forestal. Sin embargo, aún falta definir que se entiende por un bosque degra-
dado, lo cual permitirá la aplicación de la ley, y que técnicas son las apropiadas
para su restauración.
Para responder estos interrogantes, los objetivos de este trabajo son: 1) deter-
minar los parámetros estructurales y de composición de especies que permitan
caracterizar el estado de conservación/degradación de un bosque y su capacidad
de recuperación natural, y 2) diagnosticar cuando es necesario aplicar técnicas de
manejo que contribuyan a la recuperación del bosque degradado y que favorezcan
su capacidad para ser aprovechados forestalmente.
MéTODOS
Área de estudio
Se analizaron datos provenientes de 23 sitios ubicados en Selva Pedemontana en
la Alta y Baja Cuenca del Río Bermejo, en las Provincias de Salta y Jujuy (Figura 1),
cuyo principal tipo de uso fue la extracción selectiva de especies maderables. Estos
bosques se encuentran entre los 400 y 900 m s.n.m., ubicados sobre tierras planas
y las primeras estribaciones de la montaña. Las precipitaciones rondan los 1000
mm anuales, con una marcada estacionalidad determinada por la concentración
de las lluvias en el verano. En esta estación del año las temperaturas son máximas,
pudiendo superar los 40º C (Brown et al. 2001). La vegetación corresponde a la
unidad fitogeográfica de la Selva Tucumano–Boliviana (Yungas Australes), perte-
4
neciente a la Provincia Fitogeográfica de las Yungas (Cabrera 1976). Las especies
de árboles de este sector de selvas son relativamente bien conocidas (Digilio y
Legname 1966, Legname 1982, Killen et al. 1993, Brown y Malizia 2007).
Recolección de datos
Los datos de campo provienen de 23 sitios relevados con diferentes métodos de
muestreo: 17 sitios corresponden a parcelas de la Red Subtropical de Parcelas
Permanentes (RedSPP) de la Fundación ProYungas, cuatro sitios corresponden a
inventarios forestales realizados por la Fundación ProYungas en fincas privadas
dentro del marco del Programa de Manejo Forestal Responsable (ProFor), y dos
sitios corresponden a un relevamiento forestal realizado por la empresa Pan Ame-
rican Energy (PAE).
Las 17 parcelas de la RedSPP son de 1 ha cada una (20 m x 500 m), corregidas por
pendiente para cubrir 1 ha (Condit 1998). Los cuatro inventarios forestales con-
sisten en un número variable de parcelas de 0,1 ha, circulares (17,84 m de radio)
o rectangulares (20 m x 50 m) distribuidas sistemáticamente dentro de los lotes
inventariados. El número de parcelas que se realizaron en cada inventario varió
dependiendo del tamaño de la finca, siendo la superficie total relevada equivalen-
te al 1% de la superficie de la propiedad. El relevamiento forestal realizado por PAE
corresponde a una faja extensa de bosque con una superficie de 19,6 ha (10 m x
19.600 m) que corresponde a la traza del camino de acceso a Tuyunti. Se trabajó
con los datos de dos sectores de 1 ha cada uno (10 m x 1.000 m) distantes 6 km entre
sí, que corresponden a bosques secundarios sujetos a aprovechamiento forestal
en el pasado. En todas las parcelas se identificaron a nivel de especie y midieron to-
dos los árboles ≥10 cm de diámetro a la altura del pecho (DAP), medido a 1,30 m del
suelo. Además, se consideró el tiempo transcurrido desde la última intervención
forestal (información proporcionada por propietarios y personas del lugar) como
una medida de la etapa sucesional que atraviesa cada sitio. Por último, en las 17
parcelas de la RedSPP se contabilizaron el número de árboles aserrados (tocones).
Análisis de datos
Para analizar los parámetros de estructura del bosque se consideraron dos grupos
de especies: especies maderables y especies no maderables (el resto de las espe-
cies). Las 8 especies maderables seleccionadas fueron: cedro Orán, roble, quina
colorada, palo blanco, palo amarillo, urundel, afata y lapacho rosado.
Para cada sitio se determinó riqueza de especies, área basal y densidad de in-
dividuos por hectárea. Para los dos últimos parámetros se realizó el cálculo sobre
los individuos totales por sitio, los individuos de las especies maderables y los in-
5
dividuos de las especies no maderables. Para cada sitio se calculó la proporción
de individuos de especies maderables y no maderables en 3 clases de tamaños
diamétricos: individuos de 10 a 20 cm de DAP, individuos de 20 a 40 cm de DAP e
individuos de más de 40 cm de DAP.
Para evaluar la variación en la composición de especies entre sitios se emplearon
datos de abundancia de individuos por especie en un ordenamiento no–métrico
de escalamiento multidimensional (NMDS) basado en el índice de similitud de
Sørensen, utilizando el programa PC–ORD (McCune y Mefford 1999). Se utilizaron
correlaciones no paramétricas de Spearman entre los ejes del ordenamiento y las
variables de estructura del bosque y abundancia de las especies en cada sitio. Es-
tos análisis se realizaron con el programa STATISTICA 6.0 (Statsoft 2001).
RESULTADOS
7
Tabla 1. Número de especies, árboles muertos en Tabla 2. Área basal y número de individuos por
pie y árboles aserrados por hectárea. Se detallan los hectárea (individuos totales, individuos madera-
años transcurridos desde la última intervención fo- bles e individuos de otras especies) en los 23 sitios
restal, el código de los sitios y el origen de los datos. muestreados.
S/d: sin dato. RedSPP: Red Subtropical de Parcelas
Permanentes. ProFor: Programa de Manejo Forestal
Responsable. PAE: Pan American Energy.
Maderables
Maderables
Código
Sitios
Sitios
Otras
Otras
Total
Total
Tuyunti II tuII 14 2 s/d ? PAE Plaza 10,2 0,8 9,4 156 8 148
El Carmen ec 16 s/d s/d * ProFor Sauzalito 14,3 5,7 8,6 300 118 182
Tuyunti I tuI 19 2 s/d ? PAE Las Moras 15,5 6,6 8,9 210 89 121
Las Moras lm 22 24 s/d * ProFor Río Seco II 17,7 8,8 9,0 377 109 268
Sauzalito sau 22 40 9 * RPP Km34 18,1 3,2 14,9 473 32 441
San Martin sm 28 15 0 25 RedSPP El Carmen 18,9 14,1 4,7 228 166 62
Finca Río Seco frs 30 s/d s/d * ProFor Finca Río Seco 19,2 5,3 14,0 284 43 241
Yuchan yu 30 32 0 25 RedSPP Aibal 19,9 9,0 10,9 396 173 223
Plaza pl 31 11 s/d 15 ProFor Candado Chico 20,6 1,0 19,6 438 17 421
Candado Chico cc 33 35 0 15 RedSPP Río Seco I 21,6 0,8 20,8 360 13 347
Río Seco I rsI 33 26 7 5 RedSPP Bajo Macueta II 21,8 2,8 19,0 473 42 431
Aibal ai 36 32 2 15 RedSPP Km25 21,9 3,0 18,9 414 38 376
San Antonio sa 36 27 12 3 RedSPP Bajo Macueta I 22,1 4,0 18,0 472 50 422
Bajo Macueta II bmII 38 14 2 10 RedSPP San Martín 22,1 11,5 10,6 460 203 257
Macueta Sur ms 39 15 2 12 RedSPP San Antonio 23,4 1,5 21,9 430 30 400
Río Seco II rsII 41 17 1 30 RedSPP Yuchan 23,7 16,6 7,1 434 210 224
Tecpetrol te 42 64 10 20 RedSPP Tabacal 25,4 13,3 12,1 420 116 304
Bajo Macueta I bmI 42 27 3 10 RedSPP Tuyunti II 25,7 5,5 20,2 344 60 284
Km34 k34 42 11 2 12 RedSPP Macueta Sur 25,7 3,9 21,8 416 37 379
Tabacal ta 43 33 4 20 RedSPP Abra Grande 25,9 5,2 20,7 468 58 410
Km25 k25 45 17 6 20 RedSPP Tuyunti I 27,2 15,5 11,7 261 112 149
Abra Grande ag 48 78 3 20 RedSPP Tecpetrol 29,5 12,8 16,6 533 157 376
Valle Morado vm 50 38 11 25 RedSPP Valle Morado 29,8 7,1 22,7 638 115 523
8
Figura 2. Relación entre área basal maderables (ABM) y área basal de las otras especies (ABO)
en los 23 sitios analizados.
(ABO)
(ABM)
Tabla 3. Promedio y desvío estándar del número de individuos por hectárea de especies
maderables y de otras especies en tres categorías de clases diamétricas en los grupos
definidos según el ordenamiento espacial. Se indica con la n el número de sitios consi-
derado en cada grupo.
9
cian significativamente con los ejes del ordenamiento. El eje 1 explica el 43% de la
variabilidad de los datos, el eje 2 el 13% y el eje 3 explica el 33% de la variabilidad
de los datos. El eje 1 se asoció negativamente con el ABM (r = -0,52, P < 0,01) y los
años transcurridos desde el último aprovechamiento forestal (r = -0,69, P < 0,002)
y positivamente con la riqueza de especie (r = 0,60, P < 0,002) (Figura 3). En el
ordenamiento se pueden distinguir 2 grupos, uno hacia el extremo izquierdo del
gráfico (Grupo I), donde, en general, se encuentran los sitios con altos valores de
ABM y más años desde la última intervención, y el otro hacia el extremo derecho
del gráfico (Grupo II), donde se ubican los sitios con valores bajos de ABM y menos
años desde la última intervención (Figura 3).
Al analizar la composición de especies en el ordenamiento espacial, 30 especies
(38% del total de especies utilizadas en el ordenamiento) se asociaron significa-
tivamente con el eje 1 (Anexo 1). Por un lado, cebil colorado, urundel, cedro Orán,
yuchan (Ceiba insignis), mora amarilla (Chlorophora tinctoria) y lapacho rosado
se asociaron negativamente con el eje 1, es decir, estas especies son más abundan-
tes o exclusivas en los sitios que se ubican hacia el extremo izquierdo del gráfico
del ordenamiento espacial (Grupo I). Por otro lado, 24 especies se asociaron posi-
tivamente con el eje 1, es decir, son más abundantes o exclusivas en los sitios que
se ubican hacia el extremo derecho del gráfico del ordenamiento espacial (Gru-
po II). De estas especies (especies del Grupo II), algunas son árboles de pequeño
porte que no superan los 4 metros de altura (e.g. Achatocarpus praecox, Eugenia
uniflora, Piper tucumanum, Urera baccifera) y otras son árboles que alcanzan el
dosel del bosque (e.g. Cupania vernalis, Chrysophyllum gonocarpum, Patagonula
americana).
Por último, analizamos la estructura por tamaños diamétricos en los dos grupos
que definió el ordenamiento espacial y encontramos que en el Grupo I aproxima-
damente un tercio de los individuos censados pertenecen a especies maderables,
mientras que en el Grupo II menos del 10% de los individuos censados pertenecen
a especies maderables (Tabla 3). Al considerar las especies maderables, la propor-
ción de individuos dentro de cada tamaño diamétrico es mayor en el Grupo I (Fi-
gura 4). En el Grupo I, el 5% de los individuos maderables corresponde a árboles
aptos para corta (más de 40 cm de DAP), mientras que en el Grupo II sólo el 1%
de los individuos maderables son aptos para corta de acuerdo con su tamaño. Si
consideramos a los individuos de 10 a 20 cm de DAP como individuos que están
reclutando en el bosque, en el Grupo I esta clase de tamaño representa el 12% de
los individuos maderables censados, mientras que en el Grupo II los individuos
maderables que están reclutando representan sólo el 3% de los individuos made-
rables censados (Tabla 3).
10
Figura 3. Ordenamiento no métrico de escalamiento multidimensional (NMDS) de los 23 sitios con datos
de abundancia de individuos por especie. Se representan los ejes 1 y 3 que son los que explican el mayor
porcentaje de variación de los datos. Cruces de mayor tamaño indican mayor ABM. Ver los códigos de los
sitios en la Tabla 1.
Figura 4. Número promedio de individuos por hectárea considerando tres clases diamétricas para las
especies maderables y no maderables en los Grupos I y II.
11
DISCUSIóN
13
cantidad de aserraderos que facilitan el mercado de la madera. En segundo lugar,
el fuego es otro disturbio frecuente que afectó a este bosque en los últimos 20
años, vinculado probablemente al manejo del cultivo vecino de caña de azúcar y
al mantenimiento de líneas de gasoductos y electroductos (EIA Sauzalito, ProYun-
gas 2006). Con este régimen de disturbios se crean repetidamente grandes claros
dentro del bosque, que facilitan el establecimiento de esta especie.
La composición de especies y la fisonomía del bosque cambian según la inten-
sidad de uso del mismo (Fredericksen et al. 1999, Fredericksen y Mostacedo 2000,
Tálamo y Caziani 2003). Nosotros encontramos sitios recientemente intervenidos
con altos valores de riqueza de especies y de área basal (e.g. San Antonio, Rio Seco I,
Km 34), y sitios que presentan valores bajos de riqueza y área basal y pueden tener
>10 años sin intervención (e.g. Plaza) o haber sido intervenidos recientemente (e.g.
Sauzalito y Las Moras). La intensidad de los aprovechamientos forestales y la fre-
cuencia de los mismos en el pasado serían factores determinantes de los tiempos
de recuperación del bosque luego de los aprovechamientos forestales selectivos.
Por nuestra experiencia, podemos decir que el número de tocones, como medida
de intensidad del aprovechamiento, y los años sin intervención forestal caracteri-
zan parcialmente la historia de uso del bosque.
Considerar el área basal total y la riqueza de especies puede contribuir, en parte,
al momento de determinar el estado de degradación de un bosque. Sin embargo,
parámetros adicionales como la relación ABM/ABO, la abundancia relativa de las
especies y la historia de uso deben ser considerados para lograr una mejor carac-
terización de un bosque. En este estudio, observamos un recambio de especies a
medida que aumentan los años sin aprovechamiento forestal. Las especies de la
sucesión secundaria tardía, que en Selva Pedemontana coinciden en general con
las especies de uso forestal, aumentan su abundancia en bosques con mayor tiem-
po sin intervención forestal. En forma paralela, las especies típicas de los bosques
con aprovechamiento reciente disminuyen su abundancia conforme las tardías
van recolonizando el sitio.
En bosques tropicales se ha observado que la regeneración de especies arbóreas
en áreas aprovechadas de forma intensiva generalmente es excelente (Budowski
1988, Finegan 1992). En la Selva Pedemontana, también observamos una muy bue-
na capacidad de reclutamiento de las especies aprovechadas luego de las tareas
de intervención. El desafío es maximizar esta capacidad natural de recuperación
implementando prácticas de uso sustentable del bosque, que contemplen los múl-
tiples procesos que ocurren, desde el mantenimiento o mejoramiento de la calidad
de fustes hasta el resguardo de sitios de anidación para aves. Para ello es crucial,
por ejemplo, mantener árboles semilleros de calidad que provean propágulos de
14
las especies de interés comercial. Conocer acerca de la dinámica y las condiciones
que favorecen el recambio de especies debería contribuir en la elección de técnicas
apropiadas para restaurar bosques degradados.
15
Para considerar cuáles pueden ser las técnicas más apropiadas de restauración
y enriquecimiento de la Selva Pedemontana, es necesario reunir más información
al respecto, pues estas prácticas son poco comunes en las Yungas del noroeste de
Argentina. La elección de especies apropiadas para tales actividades es crucial a
la hora de garantizar buenos resultados. Por ejemplo, enriquecer el bosque poco
después de los aprovechamientos forestales con especies que responden a la luz
(heliófilas de rápido crecimiento), puede ser una buena técnica de manejo para
contribuir con la recuperación del bosque. En este estudio, observamos que el ce-
dro responde a la luz generada por los disturbios antrópicos aumentando en poco
tiempo su abundancia (Sauzalito).
En Argentina, el interés en el manejo de bosques secundarios para la obtención
de productos maderables ha aumentado en los últimos años, existiendo leyes que
amparan y subvencionan el manejo, como la Ley de Inversiones para Bosques Cul-
tivados (Nº 25.080), que promueve el enriquecimiento de los bosques degradados.
Adicionalmente, el desarrollo e implementación de Planes de Ordenamiento Te-
rritorial (Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques
Nativos Nº 26.331) en grandes extensiones de áreas boscosas pone en relieve la
importancia de los bosques nativos y la necesidad de mantener en el tiempo sus
valores productivos, en este caso el forestal. Es por eso que, estudios que permitan
conocer más sobre la ecología de los árboles, y experimentos que evalúen diferen-
tes técnicas de manejo de la Selva Pedemontana, deberían contribuir a mejorar
el estado de los bosques degradados para aumentar su productividad y su valor
frente a otras alternativas de uso del suelo, como la transformación para la agri-
cultura extensiva.
16
Anexo 1.
Spear- Spear-
Especie man R P Especie man R P
Acanthosyris falcata 0,14 0,53 Ficus maroma 0,13 0,55
Achatocarpus praecox 0,62 0,00 Gleditsia amorphoides 0,67 0,00
Agonandra excelsa 0,11 0,63 Heliocarpus popayanensis 0,04 0,85
Allophylus edulis 0,85 0,00 Inga edulis -0,11 0,63
Amburana cearensis -0,27 0,21 Inga marginata -0,06 0,78
Anadenanthera colubrina -0,85 0,00 Inga saltensis -0,29 0,18
Astronium urundeuva -0,59 0,00 Jacaranda cuspidifolia -0,10 0,66
Athyana weinmanniifolia 0,03 0,90 Lonchocarpus lilloi 0,34 0,12
Blepharocalyx salicifolius 0,68 0,00 Loxopterygium grisebachii -0,03 0,90
Bougainvillea stipitata 0,15 0,49 Myrcianthes pungens 0,87 0,00
Caesalpinia paraguariensis -0,20 0,36 Myriocarpa stipitata -0,14 0,52
Caesalpinia pluviosa -0,35 0,10 Myroxylon peruiferum 0,24 0,28
Calycophyllum multiflorum -0,15 0,49 Myrsine laetevirens 0,15 0,48
Capparis sp. 0,58 0,00 Nectandra pichurim -0,29 0,18
Cascaronia astragalina -0,11 0,62 Ocotea puberula 0,21 0,34
Casearia sylvestris 0,06 0,80 Parapiptadenia excelsa -0,10 0,63
Cassia carnaval 0,17 0,44 Patagonula americana 0,76 0,00
Cedrela balansae -0,43 0,04 Pentapanax angelicifolius 0,11 0,63
Ceiba insignis -0,45 0,03 Phyllostilon rhamnoides -0,31 0,15
Celtis sp. 0,59 0,00 Piper tucumanum 0,42 0,05
Cinnamomun porphyrium 0,62 0,00 Pisonia zapallo 0,45 0,03
Cnidoscolus vitifolius 0,16 0,47 Pogonopus tubulosus 0,47 0,02
Coccoloba tiliacea 0,55 0,01 Pseudobombax argentinum -0,28 0,20
Cordia trichotoma 0,31 0,16 Ruprechtia apetala 0,08 0,71
Coutarea hexandra -0,15 0,50 Ruprechtia laxiflora 0,59 0,00
Croton densiflorus 0,16 0,48 Saccellium lanceolatum 0,25 0,25
Cupania vernalis 0,58 0,00 Salix humboldtiana 0,00 1,00
Chlorophora tinctoria -0,61 0,00 Schinopsis haenkeana -0,26 0,24
Chrysophyllum gonocarpum 0,69 0,00 Sebastiania brasiliensis 0,30 0,16
Chrysophyllum marginatum 0,62 0,00 Solanum umbelatum 0,21 0,34
Diatenopteryx sorbifolia 0,78 0,00 Tabebuia impetiginosa -0,66 0,00
Dunalia lorentzii 0,43 0,04 Tabebuia lapacho 0,35 0,10
Enterolobium contortisiliquum 0,14 0,52 Tabebuia ochracea 0,25 0,25
Erythroxylum argentinum 0,14 0,53 Terminalia triflora 0,74 0,00
Eugenia moraviana -0,24 0,27 Tipuana tipu -0,14 0,52
Eugenia uniflora 0,82 0,00 Trichilia hieronymi 0,19 0,40
Fagara naranjillo -0,11 0,62 Urera baccifera 0,48 0,02
Fagara nigrescens 0,35 0,10 Urera caracasana -0,09 0,70
Fagara rhoifolia 0,46 0,03 Xylosma pubescens 0,51 0,01
17
AGRADECIMIENTOS
El apoyo financiero para realizar este estudio estuvo provisto por National Science Foundation, Ga-
soducto NorAndino, Pan American Energy, Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial, Proyecto
ReForLan de la Comisión Europea (INCO–CT2006-032132) y Ledesma SAAI. Agradecemos los datos
de inventarios forestales cedidos por Ezequiel Balducci y Capucine Badinier, y los datos del releva-
miento forestal realizado por Pan American Energy. Agradecemos a los colaboradores en el estableci-
miento de las parcelas de la RedSPP: Claudio Aguirre, Eneas Toranzo, María José Tulli, Erica Cuyckens,
Gabriela Quintana, Uriel Colina y Walter Villafañe. Agradecemos los comentarios de Natalia Politi
para mejorar la calidad de este manuscrito.
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