Historia de España 2020

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 316

Universidades de Madrid

HISTORIA
DE
ESPAÑA
Nueva edición
revisada

EDITORIAL COLOQUIO
HISTORIA
DE ESPAÑA

BACHILLERATO Y ACCESO
A LA UNIVERSIDAD
Javier González Julián
David López Vizcaíno
Alfredo Ortega Martínez

EDITORIAL COLOQUIO
2020
Septiembre 2020

© Javier González Julián


David López Vizcaíno
Alfredo Ortega Martínez

Coordinador: Javier González Julián

© EDITORIAL COLOQUIO, S. L. 2020


Claudio Sánchez Albornoz, 8B 28024 MADRID
Teléfono: 615 14 01 02
[email protected]
www.editorialcoloquio.com

Diseño: Jaime Sánchez

Dirección editorial y revisión de estilo: Hélida Blázquez

ISBN: 978-84-7861-069-3
Depósito Legal: M-17738-2020

Imprime: Cromagraf
PRESENTACIÓN

Tanto los cambios normativos como el propio devenir de los acontecimientos


políticos, económicos y sociales de los últimos años aconsejaban la redacción
de una nueva edición del manual de Historia de España. Avalado por el
reconocimiento unánime de alumnos y profesores, desde Editorial Coloquio
hemos querido dar respuesta a dicha demanda de actualización con esta nueva
YHUVLyQ GHO PDQXDO FRQYHQFLGRV GH TXH WDQWR OD FRQ¿JXUDFLyQ R¿FLDO GH OD
asignatura y la prueba de Evaluación para el Acceso a la Universidad, como el
SHU¿ODFWXDOGHORVHVWXGLDQWHVDFRQVHMDQDFRPHWHUODSUHSDUDFLyQGHODPDWHULD
con textos redactados de forma sintética y rigurosa.

Este manual trata de responder a las siguientes premisas:


— Ser útil como manual de texto para el desarrollo del curso académico en
el aula.
— Servir de ayuda para la preparación de la EvAU.

Esta nueva edición del manual ha sido realizada por el equipo que ya trabajó
en la redacción de la versión original, todos ellos profesores de Educación
Secundaria de Madrid, muy familiarizados con las complejidades que el estudio
y la explicación de la asignatura de Historia de España conllevan. Es un trabajo
concebido y desarrollado por docentes, profundamente convencidos de que este,
como el resto de textos escolares, termina siempre apoyándose en el profesor.
Su elaboración se ha llevado a cabo en torno a dos grandes líneas directrices
que han inspirado todo el conjunto:

1. Los contenidos teóricos (expresados en el desarrollo de las unidades


didácticas del programa).
Su exposición se corresponde con la estructura de la prueba de Evaluación para el
Acceso a la Universidad, por lo que se han diferenciado los apartados del programa
R¿FLDOTXHVRQSUHJXQWDGRVHQIRUPDGHFXHVWLyQEUHYH ORVFRPSUHQGLGRVHQWUHOD
prehistoria y el siglo XVIII) y los apartados relativos a los siglos XIX y XX/XXI.
El primer bloque de contenidos teóricos está expuesto de forma concisa, en
consonancia con las recomendaciones de los responsables de la EvAU. Por el
contrario, los contenidos correspondientes a los siglos XIX y XX/XXI se exponen
de forma más extensa, acompañados de un guion y un glosario elaborados para
facilitar la labor de estudio.
En ambos casos los epígrafes de cada capítulo se corresponden con el programa
R¿FLDOGHOD&RPXQLGDGGH0DGULGSRUORTXHVHUH¿HUHDVXGHVDUUROORHQHO
aula, si bien ordenados conforme a los criterios expuestos por las universidades
para su desarrollo en la EvAU.

2. Los contenidos prácticos (abordados a través del comentario de textos


históricos, así como desde el análisis y el comentario de diversas fuentes históri-
FDVLPiJHQHVJUi¿FRVPDSDV 
El tratamiento de los contenidos teóricos a través del análisis de textos
históricos tiene una gran importancia, ya que resulta esencial como instrumento
de trabajo intelectual. Es por ello que cada tema correspondiente a los siglos
XIX y XX/XXI se acompaña de una selección de textos relacionados con su
contenido, pudiendo el alumno encontrar analizado uno de ellos para que le sirva
como modelo en la realización de sus propios comentarios. Los textos han sido
seleccionados tanto por su relevancia formal como por tratarse de ejemplos de
ODVGLIHUHQWHVFDWHJRUtDVH[LVWHQWHV FRQVWLWXFLRQHVPDQL¿HVWRVHWF 
Este mismo procedimiento hemos seguido para el análisis y comentario de
fuentes históricas, incluyendo:
— Una parte teórica que ayude a realizar el ejercicio de manera satisfactoria.
— Ejercicios realizados a modo de ejemplo.
—,PiJHQHVJUi¿FRV\PDSDVVXJHULGRVSDUDUHDOL]DUHQFODVHRSRUHODOXP-
no a título individual.

/RVDXWRUHVKDUHPRVFXDQWDVPRGL¿FDFLRQHVVHDQQHFHVDULDVSDUDPDQWHQHU
ODDFWXDOLGDGGHORVFRQWHQLGRVGHHVWHPDQXDOUHVSHFWRDORVSURJUDPDVR¿FLDOHV
Desde aquí damos las gracias a los muchos profesores y alumnos de la
Comunidad de Madrid que, con sus opiniones o sugerencias, han contribuido a
la realización de este manual.
Los autores
HISTORIA DE ESPAÑA ÍNDICE 5

HISTORIA DE ESPAÑA

ÍNDICE

PRESENTACIÓN ............................................................................................................ 3

UNIDAD 1. La península ibérica desde los primeros humanos


hasta la desaparición de la monarquía visigoda (711) .................................................. 9
1.1. Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre ............ 11
1.2. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas: fenicios
y griegos. Tartessos ............................................................................................. 12
1.3. Conquista y romanización de la península ibérica. Principales aportaciones
romanas en los ámbitos social, económico y cultural ......................................... 13
1.4. El reino visigodo: origen y organización política. Los concilios ........................ 15
Glosario de la unidad ............................................................................................... 16

UNIDAD 2. La Edad Media: tres culturas y un mapa político


en constante cambio (711-1474) ...................................................................................... 17
2.1. Al-Ándalus: la conquista musulmana de la península ibérica.
Emirato y califato de Córdoba ............................................................................ 19
2.2. Al-Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí .......................................................... 20
2.3. Al-Ándalus: economía, sociedad y cultura ......................................................... 21
2.4. Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas
de la Reconquista. Modelos de repoblación ........................................................ 22
2.5. Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política,
régimen señorial y sociedad estamental .............................................................. 24
2.6. Organización política de la corona de Castilla, de la corona de Aragón
\GHOUHLQRGH1DYDUUDDO¿QDOGHOD(GDG0HGLD ................................................ 25
Glosario de la unidad ............................................................................................... 27

UNIDAD 3. La formación de la monarquía hispánica


y su expansión mundial (1474-1700) .............................................................................. 29
3.1. Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno ........................... 31
3.2. (OVLJQL¿FDGRGH/DJXHUUDGH*UDQDGD\HOGHVFXEULPLHQWRGH$PpULFD ...... 33
3.3. El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I.
3ROtWLFDLQWHULRU\FRQÀLFWRVHXURSHRV ................................................................. 34
3.4. La monarquía hispánica de Felipe II. Gobierno y Administración.
Los problemas internos. Guerras y sublevación en Europa ................................ 35
3.5. Exploración y colonización de América. Consecuencias
de los descubrimientos en España, Europa y América ........................................ 36
6 ÍNDICE HISTORIA DE ESPAÑA

3.6. Los Austrias del siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640 ...................... 37
3.7. La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española
en Europa ............................................................................................................ 38
3.8. 3ULQFLSDOHVIDFWRUHVGHODFULVLVGHPRJUi¿FD\HFRQyPLFDGHOVLJOR;9,,
y sus consecuencias ............................................................................................. 39
3.9. Crisis y decadencia de la monarquía hispánica: el reinado de Carlos II
y el problema sucesorio ....................................................................................... 40
Glosario de la unidad ............................................................................................... 41

UNIDAD 4. España en la órbita francesa: el reformismo


de los primeros Borbones (1700-1788) ........................................................................... 43
4.1. La guerra de Sucesión española y el sistema de Utrecht. Los Pactos de Familia ......... 45
4.2. La nueva monarquía borbónica. Los Decretos de Nueva Planta.
Modelo de Estado y alcance de las reformas ...................................................... 46
4.3. La España del siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas:
agricultura, industria y comercio con América. Causas del despegue
económico de Cataluña ....................................................................................... 47
4.4. Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III ........ 48
Glosario de la unidad ............................................................................................... 50

UNIDAD 5. La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833):


liberalismo frente a absolutismo ..................................................................................... 51
5.1. /DJXHUUDGHOD,QGHSHQGHQFLDDQWHFHGHQWHV\FDXVDV%DQGRVHQFRQÀLFWR
y fases de la guerra .............................................................................................. 55
5.2. Las Cortes de Cádiz. La Constitución de 1812 ................................................... 59
5.3. El reinado de Fernando VII: liberalismo frente a absolutismo.
El proceso de independencia de las colonias americanas ................................... 62
Comentario de texto ................................................................................................. 67
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 70
Glosario de la unidad ............................................................................................... 79

UNIDAD 6./DFRQÀLFWLYDFRQVWUXFFLyQGHO(VWDGR/LEHUDO   ................... 81


6.1. El reinado de Isabel II (1833-1868): la primera guerra carlista.
(YROXFLyQSROtWLFDSDUWLGRV\FRQÀLFWRV(O(VWDWXWR5HDOGH
y las Constituciones de 1837 y 1845 ................................................................... 85
6.2. El reinado de Isabel II (1833-1868): las desamortizaciones de Mendizábal
y Madoz. De la sociedad estamental a la sociedad de clases .............................. 92
6.3. El Sexenio Democrático (1868-1874): la Constitución de 1869. Evolución política:
Gobierno provisional, reinado de Amadeo de Saboya y Primera República ............ 96
Comentario de texto ................................................................................................. 100
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 104
Glosario de la unidad ............................................................................................... 112
HISTORIA DE ESPAÑA ÍNDICE 7

UNIDAD 7. /D5HVWDXUDFLyQERUEyQLFDLPSODQWDFLyQ\D¿DQ]DPLHQWR
de un nuevo sistema político (1874-1902) ....................................................................... 115
7.1. La Restauración borbónica (1874-1902): Cánovas del Castillo
y el turno de partidos. La Constitución de 1876 ................................................. 119
7.2. La Restauración borbónica (1874-1902): Los nacionalismos catalán y vasco
y el regionalismo gallego. El movimiento obrero y campesino .......................... 122
7.3. El problema de Cuba y la guerra entre España y Estados Unidos. La crisis de 1898
y sus consecuencias económicas, políticas e ideológicas ........................................ 126
Comentario de texto ................................................................................................. 130
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 133
Glosario de la unidad ............................................................................................... 140

UNIDAD 8. Pervivencias y transformaciones económicas en el siglo XIX:


XQGHVDUUROORLQVX¿FLHQWH ................................................................................................ 141
8.1. (YROXFLyQGHPRJUi¿FD\PRYLPLHQWRVPLJUDWRULRVHQHOVLJOR;,;
El desarrollo urbano ............................................................................................ 145
8.2. La Revolución Industrial en la España del siglo XIX. El sistema de comunicaciones:
el ferrocarril. Proteccionismo y librecambismo. La aparición de la banca moderna .... 148
Comentario de texto ................................................................................................. 153
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 158
Glosario de la unidad ............................................................................................... 165

UNIDAD 9. La crisis del sistema de la Restauración


y la caída de la monarquía (1902-1931) ......................................................................... 167
9.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema político de la Restauración:
los partidos dinásticos. Las fuerzas políticas de oposición: republicanos,
nacionalistas, socialistas y anarcosindicalistas ................................................... 171
9.2. La intervención en Marruecos. Repercusiones de la Primera Guerra Mundial
en España. La crisis de 1917 y el Trienio Bolchevique ...................................... 175
9.3. /DGLFWDGXUDGH3ULPRGH5LYHUD(O¿QDOGHOUHLQDGRGH$OIRQVR;,,, ........ 179
Comentario de texto ................................................................................................. 183
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 186
Glosario de la unidad ............................................................................................... 194

UNIDAD 10. La Segunda República. La Guerra Civil en un contexto


de crisis internacional (1931-1939) ................................................................................. 195
10.1. La proclamación de la Segunda República. La Constitución de 1931.
El Bienio Reformista (1931-1933) .................................................................... 199
10.2. El Gobierno Radical cedista (1933-1935). La Revolución de Asturias.
El Frente Popular, las elecciones de 1936 y el nuevo Gobierno ....................... 202
10.3. La Guerra Civil: la sublevación militar y el estallido de la guerra.
/DGLPHQVLyQLQWHUQDFLRQDOGHOFRQÀLFWR .......................................................... 206
8 ÍNDICE HISTORIA DE ESPAÑA

10.4. Fases militares de la Guerra Civil. La evolución política y económica


en las dos zonas. Consecuencias económicas y sociales de la guerra.
Los costes humanos .......................................................................................... 209
Comentario de texto ................................................................................................. 214
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 217
Glosario de la unidad ............................................................................................... 225

UNIDAD 11. La dictadura franquista (1939-1975) ....................................................... 227


11.1. La creación del Estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales.
Etapas de la dictadura y principales características de cada una de ellas.
El contexto internacional: del aislamiento al reconocimiento exterior ............. 231
11.2. Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo.
Transformaciones sociales: causas y evolución ................................................ 235
11.3. La oposición a la dictadura: principales grupos y evolución en el tiempo.
La crisis del franquismo desde 1973 hasta la muerte de Franco ............... 238
Comentario de texto ................................................................................................. 242
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 246
Glosario de la unidad ............................................................................................... 253

UNIDAD 12. 1RUPDOL]DFLyQGHPRFUiWLFDGH(VSDxD


e integración en Europa (desde 1975) ............................................................................ 255
12.1. La Transición: alternativas políticas tras la muerte de Franco.
El papel del rey y el gobierno de Adolfo Suárez.
El restablecimiento de la democracia: las elecciones de junio
de 1977. La Constitución de 1978. El Estado de las autonomías.
El terrorismo durante la Transición ................................................................ 259
12.2. Las etapas políticas de la democracia. Los gobiernos de la UCD.
El golpe de Estado de 23 de febrero de 1981. La alternancia política: gobiernos
socialistas y gobiernos del Partido Popular ...................................................... 263
12.3. La integración de España en Europa. Consecuencias económicas
y sociales. La modernización de las infraestructuras.
El programa de convergencia y la creación del euro ........................................ 269
Comentario de texto ................................................................................................. 273
Selección de fuentes históricas ................................................................................ 278
Glosario de la unidad ............................................................................................... 289

APÉNDICE 1. El comentario de textos históricos (ejercicios resueltos) .................... 293

APÉNDICE 2. El comentario de fuentes históricas (ejercicios resueltos) .................. 299

APÉNDICE 3. Nota aclaratoria sobre el uso de las mayúsculas ................................. 309


UNIDAD 1

LA PENÍNSULA IBÉRICA
DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS
HASTA LA DESAPARICIÓN DE
LA MONARQUÍA VISIGODA (711)
LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN… UNIDAD 1 11

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1.1. Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre


1.2. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas:
fenicios y griegos. Tartessos
1.3. Conquista y romanización de la península ibérica. Principales
aportaciones romanas en los ámbitos social, económico y cultural
1.4. El reino visigodo: origen y organización política. Los concilios

GLOSARIO DE LA UNIDAD

1.1. Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre

Características socioeconómicas del Paleolítico (1400000-7000 a. C.)


Los restos de homínidos* más antiguos encontrados en la Península (Homo
Antecessor) datan de cerca de un millón de años y se encontraron en el yacimien-
to de Atapuerca (Burgos). Durante el Paleolítico los homos se organizaron en
pequeños grupos nómadas de cazadores-recolectores. Del carroñeo del Paleolí-
tico inferior pasaron a la caza especializada en el superior. No había diferencias
sociales y la densidad de población era muy baja.

Cambios socioeconómicos durante el Neolítico (VI-III milenio a. C.)


La situación cambió en el VI milenio a. C. con la llegada a la costa medi-
terránea de pobladores procedentes del Próximo Oriente, que introdujeron en
la Península la agricultura y la ganadería. Ambas actividades causaron impor-
tantes transformaciones socioeconómicas, como la llamada «Revolución Neo-
lítica»: la población se sedentariza y el trabajo se especializa; surgen nuevos
útiles agrícolas (azadas, hoces y molinos de mano) y de almacenamiento y coc-
12 UNIDAD 1 LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN…

ción de alimentos (cerámica); la producción de alimentos aumenta y aparecen


el excedente, el comercio (trueque) y las diferencias sociales.
Las principales culturas neolíticas peninsulares se localizan en el Mediterrá-
neo: la cultura de la cerámica cardial (Valencia), la cultura de los sepulcros de
fosa (Cataluña) y el megalitismo (Cueva de la Menga, Antequera).

La pintura rupestre
7XYRXQD¿QDOLGDGGHWLSRPiJLFR6XVSULQFLSDOHVPDQLIHVWDFLRQHVIXHURQ
— La pintura cantábrica D& 6HUHDOL]yGXUDQWHHO3D-
leolítico superior en el interior de cuevas como Altamira (Cantabria). Esta pin-
tura emplea la policromía y representa animales aislados de forma naturalista*.
— La pintura levantina (7000-4000 a. C.). 6HGHVDUUROOyHQHO0HVROtWLFR\
HO1HROtWLFR6HORFDOL]DHQDEULJRVURFRVRVFRPR9DOOWRUWD &DVWHOOyQ 'HHVWLOR
HVTXHPiWLFRUHSUHVHQWDHVFHQDVFRQ¿JXUDVPRQRFURPDVGHDQLPDOHV\VHUHV
humanos (caza, rituales).

1.2. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas:


fenicios y griegos. Tartessos

Los pueblos prerromanos


6HFRQRFHFRPRSXHEORVSUHUURPDQRVDODVGLIHUHQWHVFRPXQLGDGHVDVHQWD-
GDVHQODSHQtQVXODLEpULFDGXUDQWHODIDVH¿QDOGHOD(GDGGHORV0HWDOHV +LH-
UUR \UHFLELHURQXQDIXHUWHLQÀXHQFLDGHSXHEORVH[WUDSHQLQVXODUHV
— Tartessos (ss. VII-VI a. C.): próspera monarquía asentada en los valles
del Guadalquivir y el Guadiana. Comerciaban con fenicios y griegos gracias a su
riqueza minera y agraria. Conocemos esta civilización a través de textos clásicos
$YLHQR HLQFOXVRGHOD%LEOLD6HFRQVHUYDQSRFRVUHVWRVHQWUHORVTXHGHVWDFDQ
ricos ajuares funerarios como el Tesoro de Aliseda. Desapareció en el siglo VI
a. C. por la presión de los cartaginenses.
— Íberos (ss. VI-V a. C.): vivieron en ciudades del sur y este peninsular, de
Cataluña a Andalucía. Esta civilización nació del contacto entre la población au-
LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN… UNIDAD 1 13

WyFWRQD\ORVSXHEORVFRORQL]DGRUHV1XQFDIRUPDURQXQ(VWDGRXQL¿FDGRVLQR
un conjunto de reinos independientes (turdetanos, edetanos, ilicitanos) con una
lengua, cultura y tradición artística comunes (Dama de Elche). Economía basada
HQODDJULFXOWXUD\HOFRPHUFLR&RQRFtDQODPRQHGD\ODHVFULWXUD(GL¿FDURQ
LPSRUWDQWHVFLXGDGHVFRPR6DJXQWR
— Celtas (principios primer milenio-s. II a. C.): pueblos guerreros indoeu-
URSHRVOOHJDGRVDWUDYpVGHORV3LULQHRV6HDVHQWDURQHQHOQRUWH\HOLQWHULRU
donde practicaban mayoritariamente la ganadería. Introdujeron el hierro en la
3HQtQVXOD1RIRUPDURQXQ(VWDGRXQL¿FDGRPDQWHQLHQGRFDGDJUXSRVXDXWR-
QRPtD FDUSHWDQRVOXVLWDQRVFHOWtEHURV 9LYtDQHQQ~FOHRVIRUWL¿FDGRV FDVWURV
gallegos, Numancia). Arte pobre (Toros de Guisando).

Colonizaciones históricas: fenicios y griegos (ss. VIII-II a. C.)


Desde inicios del primer milenio a. C. llegaron a la Península diferentes civiliza-
FLRQHVEXVFDQGRPHWDOHV\QXHYRVPHUFDGRV6HHVWDEOHFLHURQHQHO0HGLWHUUiQHR
donde fundaron pequeñas ciudades comerciales (factorías). Introdujeron la escri-
tura alfabética, la moneda, el salazón, el torno alfarero, animales diversos (gato,
cerdo, gallina), utillaje agrario (arado) y nuevos cultivos (esparto, vid y olivo).
— Fenicios y cartagineses (s. VIII a. C.). Los fenicios se asentaron en la
costa andaluza donde fundaron Gadir (Cádiz). Los cartagineses, herederos de
las colonias fenicias tras su conquista por Persia, fundaron Ebussus (Ibiza) en el
siglo VI a. C. y Cartago Nova (Cartagena) en el siglo III a. C.
— Griegos (s. VII a. C.) 6H HVWDEOHFLHURQ HQ OD FRVWD QRUWH OHYDQWLQD 6X
enclave más destacado fue Emporion (Ampurias, Gerona).

1.3. Conquista y romanización de la península ibérica. Principales


aportaciones romanas en los ámbitos social, económico y cultural

La conquista
La anexión romana de la Península (218 al 19 a. C.) fue larga porque no res-
SRQGLyDXQSODQHVSHFt¿FRGHFRQTXLVWD
14 UNIDAD 1 LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN…

— Primera fase. Conquista de Levante y valle del Guadalquivir (218-197 a. C.):


los romanos irrumpieron en la Península para privar a los cartaginenses de sus
bases de aprovisionamiento (segunda guerra púnica).
— Segunda fase. Conquista de la Meseta y Lusitania (157-133 a. C.): Roma
buscaba nuevas tierras y recursos (metales, esclavos). La ocupación romana en-
contró la resistencia armada de lusitanos (Viriato) y celtíberos (Numancia).
— Tercera fase. Conquista de la cordillera Cantábrica (27-19 a. C.): el ob-
jetivo de la campaña, liderada por el propio Augusto, era controlar la riqueza
metalúrgica del norte y acabar con las incursiones de cántabros y vascones.
7UDVVXFRQTXLVWDOD3HQtQVXODTXHGySRUSULPHUDYH]XQL¿FDGDSROtWLFD\
culturalmente.

Romanización. Principales aportaciones


/RVURPDQRVGLHURQDOD3HQtQVXODHOQRPEUHGH+LVSDQLD/DURPDQL]DFLyQ
(adopción voluntaria de las formas de vida romanas) de la población hispana fue
muy desigual: más intensa en las ciudades que en las áreas rurales, y en Levante
\HOVXUTXHHQHOQRUWH,PSRUWDQWHVSHUVRQDOLGDGHVURPDQDVQDFLHURQHQ+LV-
SDQLD7UDMDQR\$GULDQR HPSHUDGRUHV 6pQHFD ¿OyVRIR R0DUFLDO OLWHUDWR 
Los romanos realizaron grandes aportaciones a la población peninsular:
— EconómicasLQWHJUDFLyQGH+LVSDQLDHQHOFLUFXLWRFRPHUFLDOGHO,PSHULR
(exportación de aceite, trigo, salazones, metales).
— Sociales: elaboración de leyes escritas iguales para todos los ciudadanos
(Derecho romano).
— Culturales: imposición de los siguientes elementos culturales:
- El latín, que se impuso sobre las lenguas prerromanas, salvo el euskera.
- La religión cristiana, que se difundió con fuerza a partir del siglo III d. C.
- El modelo de civilización urbana, que dotó a las ciudades de todo tipo
de servicios mediante grandes obras de ingeniería: agua (acueducto de
6HJRYLD VHJXULGDG PXUDOODVGH/XJR RHQWUHWHQLPLHQWR WHDWURGH0p-
rida). Además, las ciudades estaban enlazadas mediante calzadas (vía de
la Plata) y puentes (Alcántara), convirtiéndolas en activos focos econó-
micos y culturales.
LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN… UNIDAD 1 15

1.4. El reino visigodo: origen y organización política. Los concilios

Origen del reino visigodo


Los visigodos eran un pueblo germánico asentado desde principios del siglo V
en el sur de las Galias como federados* (aliados) del Imperio romano. En el 415
entraron en la Península, a petición de Roma, para expulsar a suevos, vándalos y
DODQRVSXHEORVJHUPDQRVTXHVDTXHDEDQ+LVSDQLDGHVGHHO'HVGHPHGLD-
GRVGHOVLJOR9 WUDVODFDtGDGH5RPD UHLQDEDQHQHOVXUGHODV*DOLDVH+LVSDQLD
(excepto Galicia, donde consiguieron mantenerse los suevos). En el 507, tras
ser derrotados por los francos en Vouillé, los visigodos abandonaron las Galias
\¿MDURQVXQXHYDFDSLWDOHQ7ROHGR3RUSULPHUDYH]OD3HQtQVXODHUDXQ(VWDGR
XQL¿FDGRLQGHSHQGLHQWH

Organización política
Tras fundar el reino de Toledo, los reyes visigodos persiguieron un triple
objetivo:
— 8QL¿FDFLyQWHUULWRULDO: impulsada por Leovigildo y completada a princi-
SLRVGHOVLJOR9,,WUDVODSDFL¿FDFLyQGHORVYDVFRQHV\ODH[SXOVLyQGHVXHYRV\
bizantinos (que habían conquistado parte de la costa mediterránea).
— Integración social de hispanorromanos y visigodos: conseguida median-
WHODXQL¿FDFLyQUHOLJLRVD FRQYHUVLyQDOFDWROLFLVPRGHOUH\5HFDUHGR \MXUtGLFD
(Liber* Iudicorum, del rey Recesvinto).
— Estabilidad política: Leovigildo intentó reforzar la autoridad del rey im-
poniendo la monarquía hereditaria (hasta entonces era electiva), pero este cam-
bio no se consolidó por el rechazo de la nobleza.
Para gobernar, los reyes se apoyaban en el 2I¿FLXP3DODWLQXP, compuesto por:
— Aula Regia: órgano de asesoramiento formado por miembros de la alta
nobleza visigoda.
— Concilios: asambleas presididas por el rey en las que participaban altos
cargos de la nobleza e Iglesia. Tomaban las decisiones más importantes, tanto
políticas (elección del rey) como religiosas (conversión al catolicismo, leyes
antijudaicas).
16 UNIDAD 1 LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN…

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Federado. Pueblo unido mediante una alianza aplicable a la totalidad de la población, pues
al Imperio romano. hasta entonces visigodos e hispanorromanos
habían contado con legislaciones diferentes
Homínido. Grupo de primates antecesores del entre sí.
hombre en la escala evolutiva.
Naturalismo. Dicho de un estilo artístico,
Liber Iudicorum. Cuerpo de leyes aprobadas aquel que pretende reproducir la realidad de
por Recesvinto que por primera vez resultaba IRUPD¿HO
UNIDAD 2

LA EDAD MEDIA:
TRES CULTURAS Y UN MAPA
POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO
(711-1474)
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 19

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

2.1. Al-Ándalus: la conquista musulmana de la península ibérica.


Emirato y califato de Córdoba
2.2. Al-Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí
2.3. Al-Ándalus: economía, sociedad y cultura
2.4. Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas
de la Reconquista. Modelos de repoblación
2.5. Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política,
régimen señorial y sociedad estamental
2.6. Organización política de la corona de Castilla, de la corona
GH$UDJyQ\GHOUHLQRGH1DYDUUDDO¿QDOGHOD(GDG0HGLD

GLOSARIO DE LA UNIDAD

2.1. Al-Ándalus: la conquista musulmana de la península ibérica.


Emirato y califato de Córdoba

Conquista musulmana
La conquista musulmana de la Península se produjo en un contexto de expan-
sión del Imperio islámico y crisis del reino visigodo. Nobles enfrentados al rey
Rodrigo solicitaron ayuda a los musulmanes, quienes enviaron un ejército de be-
reberes*FRPDQGDGRSRUR¿FLDOHViUDEHV DXQTXHVXOtGHUHUDHOEHUHEHU7DULT 
La victoria musulmana en la batalla de Guadalete (711) aceleró la desintegra-
FLyQGHOUHLQRGH7ROHGR(QVRORFLQFRDxRVVHFRPSOHWyODFRQTXLVWDLVOiPLFD
de la Península, aunque el control del norte fue muy débil.
20 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)

Emirato de Córdoba (711-929)


— Emirato dependiente   Hispania se convirtió en una provincia
del Imperio islámico llamada Al-Ándalus, con capital en Córdoba. Hubo una
fuerte inestabilidad por las rebeliones bereberes y descontento con el reparto de
WLHUUDV ODQREOH]DiUDEHREWXYRODVPiVIpUWLOHV 
— Emirato independiente  HOSUtQFLSHRPH\D* Abderramán I,
UHIXJLDGRHQ$OÈQGDOXVWUDVHOJROSHGH(VWDGRGHORV$EEDVLGDVVHDXWRSURFOD-
mó emir*HLQGHSHQGL]y$OÈQGDOXVGHO,PSHULRPXVXOPiQHQHO DXQTXH
VHPDQWXYRODREHGLHQFLDUHOLJLRVDDOFDOLIDGH%DJGDG (VWHSHULRGRIXHXQD
HWDSDLQHVWDEOHSRUODVUHYXHOWDVQRELOLDULDVORVFRQÀLFWRVFRQORVPR]iUDEHV* y
la expansión de los reinos cristianos del norte.

Califato de Córdoba (929-1031)


)RUWDOHFLGRSRUVXVYLFWRULDVLQWHUQDV QREOHVUHEHOGHV \H[WHUQDV FULVWLD-
QRV $EGHUUDPiQ,,,VHSURFODPyFDOLID* LQGHSHQGHQFLDSROtWLFD\UHOLJLRVD 
$OÈQGDOXVDOFDQ]yHVWDELOLGDGSROtWLFD\SURVSHULGDGHFRQyPLFDFRQYLUWLpQ-
dose en un gran foco cultural con su hijo, Al-Hakam II. Su sucesor, Hixam II,
HVWXYRGRPLQDGRSRU$OPDQ]RU VXYLVLU* TXLHQORJUyJUDQSUHVWLJLRSRUVXV
victorias ante los cristianos estableciendo una dictadura militar. A su muerte
 FRPHQ]yXQDFULVLVTXHSXVR¿QDOFDOLIDWR  

2.2. Al-Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí

Los reinos de taifas (1031-1086)


7UDV OD PXHUWH GH$OPDQ]RU   VH VXFHGLHURQ UHEHOLRQHV GH QREOHV \
VH LQGHSHQGL]DURQ DOJXQRV WHUULWRULRV )LQDOPHQWH XQD DVDPEOHD GH QRWDEOHV
GHFODUyOLTXLGDGRHOFDOLIDWR  $OÈQGDOXVTXHGyGLYLGLGDHQYHLQWLVLHWH
SHTXHxRVHVWDGRVORVUHLQRVGHWDLIDVGHVWDFDQGR7ROHGR=DUDJR]D9DOHQFLD
\ 6HYLOOD$OJXQRV DOFDQ]DURQ SURVSHULGDG HFRQyPLFD \ FXOWXUDO ,QLFLDOPHQWH
ODV WDLIDV LQWHQWDURQ JDUDQWL]DU VX LQGHSHQGHQFLD IUHQWH D ORV UHLQRV FULVWLDQRV
SDJiQGROHVWULEXWRV SDULDV 
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 21

Los imperios norteafricanos: almorávides y almohades


/DFRQTXLVWDFDVWHOODQDGH7ROHGR  OOHYyDODVWDLIDVDSHGLUD\XGDD
los almorávides, bereberes del Magreb que habían fundado un imperio caracte-
UL]DGRSRUVXLQWHJULVPRUHOLJLRVR\VXH[SDQVLRQLVPR(QORVDOPRUiYLGHV
GHUURWDURQD$OIRQVR9,GH&DVWLOOD EDWDOODGH6DJUDMDV RFXSDURQODVWDLIDVH
LQFRUSRUDURQ$OÈQGDOXVDVXLPSHULR(VWHHQWUyHQFULVLVHQSRUORVDWD-
TXHVHQHOQRUWHGHÈIULFDGHORVDOPRKDGHV WDPELpQEHUHEHUHVLQWHJULVWDV\H[-
SDQVLRQLVWDV VLWXDFLyQTXHDSURYHFKDURQORVQREOHVDQGDOXVtHVSDUDHVWDEOHFHU
ODVVHJXQGDVWDLIDV(VWDQXHYDGLYLVLyQWHUULWRULDOIDFLOLWyODH[SDQVLyQFULVWLDQD
frenada por la llegada de los almohades, que disolvieron las segundas taifas ane-
[LRQiQGRVH VXV WHUULWRULRV )LQDOPHQWH OD GHUURWD FULVWLDQD HQ$ODUFRV  
HPSXMyD$OIRQVR9,,,GH&DVWLOODDSURPRYHUXQDDOLDQ]DHQWUHORVUHLQRVFULV-
WLDQRVTXHFXOPLQyFRQODYLFWRULDHQODEDWDOODGHODV1DYDVGH7RORVD  
7UDVODGHUURWDDOPRKDGH$OÈQGDOXVVHYROYLyDGLYLGLUHQWDLIDVTXHIXHURQ
conquistadas por los cristianos, salvo la de Granada, a lo largo del siglo XIII.

Reino nazarí de Granada


)XQGDGRSRUEHQ1D]DUHOUHLQRGH*UDQDGDVREUHYLYLyKDVWDJUDFLDV
DODVJXHUUDVFLYLOHVHQ&DVWLOODDOSDJRGHSDULDVDORVFULVWLDQRV\DVXDOLDQ]D
FRQORVPXVXOPDQHVQRUWHDIULFDQRV6XSURVSHULGDG DJULFXOWXUDFRPHUFLR OR
FRQYLUWLyHQXQLPSRUWDQWHFHQWURFXOWXUDO\DUWtVWLFR SDODFLRGHOD$OKDPEUD 

2.3. Al-Ándalus: economía, sociedad y cultura

Economía
$OÈQGDOXVGHVDUUROOyXQDSUyVSHUDHFRQRPtDXUEDQDFRPHUFLDO\PRQHWDULD
— AgriculturaORVPXVXOPDQHVLQWHQVL¿FDURQHOUHJDGtRHQORVYDOOHVGHO
(EUR*XDGDOTXLYLU\6HJXUD QRULDVDFHTXLDV HLQWURGXMHURQQXHYRVFXOWLYRV
DUUR]QDUDQMDFDxDGHD]~FDUDOJRGyQ 
— ArtesaníaGHVWDFDURQORVWDOOHUHVGH7ROHGR&yUGRED\*UDQDGDHVSHFLDOL-
]DGRVHQSURGXFWRVGHOXMR VHGHUtDVPDUTXHWHUtDFRUGREDQHV* y damasquinados* 
22 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)

— Comercio$OÈQGDOXV LPSRUWDED SURGXFWRV GH OXMR HVSHFLDV PHWDOHV


SUHFLRVRV \HVFODYRV\H[SRUWDEDPDQXIDFWXUDV WHMLGRVDUPDV\FHUiPLFD (O
FRPHUFLRVHGHVDUUROODEDHQODFLXGDG ]RFR 

Organización social
$OÈQGDOXVVHRUJDQL]yFRPRXQDVRFLHGDGXUEDQD\VXFDSLWDO&yUGREDIXH
ODPD\RUFLXGDGHXURSHDGHVXWLHPSR6XRUJDQL]DFLyQVRFLDOHUDPX\YDULDGD
Los musulmanes formaban la mayoría de la población. Se dividían en árabes
PLQRUtDDULVWRFUiWLFDTXHSRVHtDORVPHMRUHVFDUJRV\WLHUUDV EHUHEHUHV HWQLD
DXWyFWRQDGHOQRURHVWHGHÈIULFD \PXODGtHV FULVWLDQRVKLVSDQRUURPDQRVRYLVL-
JRGRVFRQYHUWLGRVDOLVODP Mozárabes FULVWLDQRVTXHYLYtDQHQ$OÈQGDOXV \
judíos conformaban la población no musulmana, sujeta a un impuesto especial.
/DFRQYLYHQFLDIXHSDFt¿FDKDVWDHOVLJORXI, cuando el integrismo almorávide
OOHYyDPXFKRVPR]iUDEHVDHPLJUDUDORVUHLQRVFULVWLDQRVGHOQRUWH

Cultura
/DFXOWXUDDQGDOXVtIXHXQDPH]FODGHDVSHFWRVUHOLJLRVRVPXVXOPDQHV\WUD-
GLFLRQHV KLVSDQDV \ RULHQWDOHV (O iUDEH HUD HO LGLRPD R¿FLDO DXQTXH ORV PR-
]iUDEHV XVDEDQ HO ODWtQ \ PiV WDUGH ODV OHQJXDV URPDQFHV$OÈQGDOXV IXH XQ
gran foco cultural que actuó como vía de introducción del saber de Oriente
%L]DQFLR3HUVLD,QGLD HQ(XURSDHVSHFLDOPHQWHEDMRHOFDOLIDWR'HVWDFDURQ
OD ¿ORVRItD $YHUURHV  OD PHGLFLQD FRQ HO MXGtR 0DLPyQLGHV  OD DVWURQRPtD
$]DUTXLHO ODOLWHUDWXUD\ODVPDWHPiWLFDV7DPELpQEULOOyHODUWHHVSHFLDOPHQWH
ODDUTXLWHFWXUD PH]TXLWDGH&yUGRED$OKDPEUDGH*UDQDGD 

2.4. Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas


de la Reconquista. Modelos de repoblación

Primeros núcleos de resistencia cristiana


/RVSULPHURVQ~FOHRVGHUHVLVWHQFLDFULVWLDQDVHIRUPDURQHQODVPRQWDxDV
GHOQRUWHHVFDVDPHQWHKDELWDGDVGRQGHFRQÀX\yODSREODFLyQORFDOSRFRURPD-
QL]DGD\UHIXJLDGRVYLVLJRGRV
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 23

— Cordillera CantábricaWUDVODYLFWRULDGH&RYDGRQJD  3HOD\RIXQGy


el reino astur. Sus sucesores aprovecharon la inestabilidad del emirato andalusí
SDUDH[SDQGLUVHSRU*DOLFLD&DQWDEULDQRUWHGHOYDOOHGHO(EUR\YDOOHGHO'XH-
URFDPELDQGRHOQRPEUHGHUHLQRDVWXUSRUHOGHUHLQRGH/HyQ(QHOVLJORX se
LQGHSHQGL]yHOFRQGDGRGH&DVWLOOD )HUQiQ*RQ]iOH] 
— PirineosHOQDFLPLHQWRGH1DYDUUD$UDJyQ\&DWDOXxDHVWXYRUHODFLRQD-
do con el intento de Carlomagno de crear una marca IUDQMDGHIHQVLYD DOVXUGH
ORV3LULQHRV(OIUDFDVRGHHVWDRSHUDFLyQHQODSDUWHRFFLGHQWDO\FHQWUDOGHORV
Pirineos dio lugar a la fundación del reino de Pamplona y de los condados de
Aragón. Asimismo, aunque Carlomagno consiguió crear la Marca* Hispánica en
&DWDOXxDHVWDVHGHVFRPSXVRWUDVVXPXHUWHGDQGROXJDUDORVFRQGDGRVFDWDOD-
QHVLQGHSHQGLHQWHVXQL¿FDGRVSRUHOFRQGHGH%DUFHORQD:LIUHGRHO9HOORVR(O
DYDQFHGHWRGRVHVWRVQ~FOHRVIXHPtQLPRGHELGRDODIXHU]DGHORVPXVXOPDQHV
VyOLGDPHQWHHVWDEOHFLGRVHQHOYDOOHGHO(EUR

Etapas de la Reconquista
(QHOVLJORXODIRUWDOH]DPLOLWDUGHOFDOLIDWRSDUDOL]yOD5HFRQTXLVWDSHUR
a mediados del siglo XI se reactivó la expansión aprovechando la debilidad de
$OÈQGDOXVWUDVGLYLGLUVHHQWDLIDVRFXSDFLyQGH7ROHGRHQSRU$OIRQVR9,
GH&DVWLOOD\GH=DUDJR]DSRU$OIRQVR,GH$UDJyQ
La entrada de los almorávides frenó el avance, que volvió a reanudarse a par-
WLUGHFRQODIRUPDFLyQGHODVVHJXQGDVWDLIDV&DVWLOODRFXSyHOYDOOHPHGLR
GHO*XDGLDQD OD0DQFKD ODFRURQDGH$UDJyQ IRUPDGDSRUODXQLyQGH$UDJyQ
\&DWDOXxD OOHJyKDVWDODGHVHPERFDGXUDGHO(EUR\HOUHLQRGH3RUWXJDO LQ-
GHSHQGL]DGRGH/HyQ KDVWDODGHVHPERFDGXUDGHO7DMR /LVERD 1RREVWDQWHOD
H[SDQVLyQVHSDUDOL]yGHQXHYRFRQODOOHJDGDGHORVDOPRKDGHV
(QORVUHLQRVFULVWLDQRVVHUHSDUWLHURQHQHO7UDWDGRGH&D]RUODODV]R-
QDVD~QSRUFRQTXLVWDU\WUDVODGHUURWDGH$ODUFRV  &DVWLOODRUJDQL]yXQD
coalición militar de reinos cristianos que venció a los almohades en las Navas de
7RORVD  (VWHWULXQIRSURSLFLyXQDYDQFHHVSHFWDFXODUORVUHLQRVGH&DVWL-
OOD\/HyQVHXQLHURQ\RFXSDURQHOYDOOHGHO*XDGDOTXLYLU\0XUFLD )HUQDQGR
,,, ODFRURQDGH$UDJyQVHKL]RFRQ9DOHQFLD\%DOHDUHV -DLPH, \3RUWXJDO
24 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)

FRQTXLVWyHO$OJDUYH$¿QDOHVGHOVLJORXIII el dominio musulmán se redujo al


UHLQRQD]DULWDGH*UDQDGD

La repoblación
La repoblación fue el proceso de ocupación y reparto de las tierras conquis-
tadas por los cristianos. Se llevó a cabo mediante cartas* puebla. Cabe distinguir
WUHVPRGHORV
— Presura QRUWHGHO'XHUR\VXUGH3LULQHRVVVIX-X RFXSDFLyQGHOD
WLHUUDSRUFDPSHVLQRVOLEUHVODQREOH]D\OD,JOHVLDHVWDEOHFLHURQVHxRUtRV*.
— Concejos GHOVXUGHO'XHURDOQRUWHGHO7DMRVXI IXQGDFLyQGHFLXGDGHV
PXQLFLSLR\VXDOIR]* GRWDGDVGHIXHURV* que conceden privilegios a los vecinos.
— Repartimientos GHOVXUGHO7DMRDO*XDGDOTXLYLUVVXII-XIII OD&RURQD
pagó con latifundios*DQREOHV GRQDGtRV \yUGHQHV* militares HQFRPLHQGDV VXD\X-
GDHQOD5HFRQTXLVWD(QODFRURQDGH$UDJyQSHUPDQHFLHURQQXPHURVRVPXGpMDUHV*.

2.5. Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política,


régimen señorial y sociedad estamental

Organización política
'XUDQWHOD(GDG0HGLDOD3HQtQVXODVXIULyXQDLQWHQVDfragmentación po-
líticaFRQVHFXHQFLDGHODPXOWLSOLFLGDGGHQ~FOHRVFULVWLDQRVGHUHVLVWHQFLDOD
WHQGHQFLDGLVJUHJDGRUDGHODQREOH]D LQGHSHQGHQFLDGH&DVWLOOD\3RUWXJDO \HO
FRQFHSWRSDWULPRQLDOLVWDGHOUHLQR UHSDUWRGH1DYDUUDSRU6DQFKR,,, (VWHSUR-
ceso se revirtió a partir del siglo XII mediante matrimonios que dieron origen
DODFRURQDGH$UDJyQ XQLyQGH&DWDOXxDFRQ$UDJyQ \DODFRURQDGH&DVWLOOD
XQLyQGH&DVWLOOD\/HyQ 
/DSULQFLSDODXWRULGDGGHORVUHLQRVFULVWLDQRVHUDHOPRQDUFD HQ&DWDOXxD
ORVFRQGHVGH%DUFHORQD TXHUHLQDEDDVHVRUDGRSRUHO&RQVHMR5HDO1RREV-
WDQWHODDXWRULGDGGHOUH\HVWDEDOLPLWDGDSRUHOSRGHUGHODQREOH]D\OD,JOHVLD
ORVSULYLOHJLRVGHODVFLXGDGHV IXHURV \GHVGHHOVLJORXIII, las competencias
GHODV&RUWHV DVDPEOHDGHUHSUHVHQWDFLyQHVWDPHQWDO 
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 25

Régimen señorial
(OUpJLPHQVHxRULDOIXHXQPRGHORSROtWLFRGHVREHUDQtDFRPSDUWLGDPRQDU-
TXtDQREOH]D7XYRVXRULJHQHQODGHSHQGHQFLDPLOLWDUTXHWHQtDODPRQDUTXtDGH
ODQREOH]DGXUDQWHOD5HFRQTXLVWDSDUDJDUDQWL]DUODVHJXULGDGGHOWHUULWRULR\ODH[-
SDQVLyQPLOLWDU/RVUH\HVDFDPELRGHD\XGDPLOLWDU\OHDOWDG vasallaje* HQWUH-
JDEDQDORVQREOHVODWLIXQGLRVFRQVLHUYRV VHxRUtRVWHUULWRULDOHV \HQRFDVLRQHV
FHGtDQWDPELpQFRPSHWHQFLDVSURSLDVGHO(VWDGRFRPRODMXVWLFLDODUHFDXGDFLyQ
GHLPSXHVWRVRHOFRQWUROGHORUGHQS~EOLFR VHxRUtRVMXULVGLFFLRQDOHV $VtHOUH\
VRORHMHUFtDHVWDVFRPSHWHQFLDVHQVXVSURSLDVWLHUUDV VHxRUtRVGHUHDOHQJR 

Sociedad estamental
(OUpJLPHQVHxRULDOGLROXJDUDVXYH]DXQQXHYRPRGHORGHRUJDQL]DFLyQOD
VRFLHGDGHVWDPHQWDOTXHVHGLYLGtDHQWUHVHVWDPHQWRVnobleza, clero y pueblo
llano FDPSHVLQRVDUWHVDQRV\FRPHUFLDQWHV (VWDRUJDQL]DFLyQVRFLDOWHQtDGRV
FDUDFWHUtVWLFDVIXQGDPHQWDOHV
— /DGHVLJXDOGDGMXUtGLFDQREOH]D\FOHURIRUPDEDQORVHVWDPHQWRVSULYL-
OHJLDGRV QRSDJDEDQLPSXHVWRVGLUHFWRVWHQtDQOH\HVSURSLDV\PRQRSROL]DEDQ
ORVFDUJRVS~EOLFRV 
— /DIDOWDGHPRYLOLGDGVRFLDOORVHVWDPHQWRVHUDQJUXSRVFHUUDGRVGHWHU-
minados por nacimiento y no se podía acceder desde el grupo no privilegiado al
privilegiado.

2.6. Organización política de la corona de Castilla, de la corona de Aragón


\GHOUHLQRGH1DYDUUDDO¿QDOGHOD(GDG0HGLD

Organización política
(QFXDQWRDODHVWUXFWXUDWHUULWRULDO&DVWLOOD\1DYDUUDIXHURQHVWDGRVXQLWD-
rios, mientras que la corona de Aragón nació como una confederación de reinos
FRQOH\HVHLQVWLWXFLRQHVSURSLDV $UDJyQ&DWDOXxD9DOHQFLD\0DOORUFD 
Respecto al poder de la monarquíaHQ&DVWLOODHOUH\JR]yGHJUDQDXWRUL-
dad por la aceptación del origen divino de su poder. Por el contrario, en la corona
26 UNIDAD 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)

de Aragón y en Navarra la autoridad del rey estaba limitada por el supuesto ori-
gen pactista de la monarquía.
(QHVWRVUHLQRVKDEtDGRVinstituciones comunesHO&RQVHMR5HDO yUJDQR
TXH DVHVRUDED DO UH\  \ ODV &RUWHV LQVWLWXFLyQ TXH UHSUHVHQWDED D ORV WUHV HV-
WDPHQWRV QREOH]D FOHUR \ SXHEOR OODQR (Q &DVWLOOD ODV &RUWHV DSHQDV WHQtDQ
DXWRULGDG\DTXHHUDQ~QLFDPHQWHFRQVXOWLYDV\VHOLPLWDEDQDDSUREDULPSXHV-
WRV3RUHOFRQWUDULRHQ$UDJyQ\1DYDUUDVLUYLHURQDODQREOH]D\DOFOHURSDUD
limitar el poder del rey, ya que sus decisiones eran vinculantes.
Además, cada reino contaba con organismos propiosHQWUHORVTXHGHVWDFDQ
—&DVWLOODOD$XGLHQFLDR&KDQFLOOHUtD WULEXQDOGHMXVWLFLDEDMRFRQWUROGHOUH\ 
—&RURQDGH$UDJyQYLUUH\HV OXJDUWHQLHQWHGHOPRQDUFDHQFDGDXQRGHORV
UHLQRV \HQ&DWDOXxD\HQ9DOHQFLDODGeneralitat DVDPEOHDFUHDGDSDUDVXSHUYL-
sar el cumplimiento por el rey de lo acordado en las Cortes, y que acabó convertida
HQXQyUJDQRGHJRELHUQR 
—1DYDUUD&iPDUDGH&RPSWRV WULEXQDOGHFXHQWDV¿VFDOL]DEDORVJDVWRV
GHOUH\ 

Ordenación del territorio


/RVUH\HVGLYLGtDQHOWHUULWRULRSDUDVXPHMRUJRELHUQRHQPHULQGDGHV &DVWL-
OOD \YHJXHUtDV &DWDOXxD (OUH\QRPEUDEDDORVJREHUQDGRUHVGHHVWDVGHPDU-
FDFLRQHVTXHFRQWDEDQFRQFRPSHWHQFLDV¿VFDOHV\MXGLFLDOHV
/DV FLXGDGHV JR]DEDQ GH JRELHUQR SURSLR JUDFLDV D ORV SULYLOHJLRV UHFRJL-
GRVHQVXVIXHURV5HJLGRVSRUORVSURSLRVYHFLQRVDO¿QDOGHOD(GDG0HGLDHO
patriciado* urbano acaparó el gobierno, provocándose enfrentamientos sociales
FRPRHORFXUULGRHQ%DUFHORQD FRQÀLFWRGHOD%XVFD*\OD%LJD (Q&DVWLOODORV
UH\HVSDUDUHIRU]DUVXDXWRULGDGOLPLWDURQODDXWRQRPtDGHODVFLXGDGHVQRP-
brando corregidores*.

/RV DFRQWHFLPLHQWRV SROtWLFRV PiV VLJQL¿FDWLYRV GH HVWH SHULRGR IXHURQ OD
H[SDQVLyQ GH OD FRURQD GH$UDJyQ SRU HO 0HGLWHUUiQHR RFXSDFLyQ GHO VXU GH
,WDOLD1iSROHV\6LFLOLD \ODVJXHUUDVFLYLOHVHQ&DVWLOODHQWUHPRQDUTXtD\QR-
EOH]DTXHGLHURQOXJDUHQDODOOHJDGDFRQ(QULTXH,,GHODGLQDVWtDGHORV
7UDVWiPDUD /DV JXHUUDV FLYLOHV WDPELpQ VH VXFHGLHURQ HQ 1DYDUUD SHUR HQWUH
diferentes facciones nobiliarias apoyadas por Castilla, Aragón o Francia.
LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474) UNIDAD 2 27

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Alfoz7HUULWRULRSHUWHQHFLHQWHDXQPXQLFLSLR Mozárabe. Cristiano residente en Al-Ánda-
OXV 'LVIUXWDURQ GH DXWRJRELHUQR \ FRQVHUYD-
Bereber(QOD(GDG0HGLDQDWXUDOGHOQRUWH ron religión y tierras a cambio del pago de un
de África. impuesto especial.

Busca 'HQRPLQDFLyQ FRQ OD TXH VH FRQRFH Mudéjar. Musulmanes residentes en reinos
D ORV DUWHVDQRV \ SHTXHxRV FRPHUFLDQWHV GH cristianos. Conservaron su religión y propie-
Barcelona, que lucharon en el siglo XV por el dades a cambio del pago de un tributo espe-
DFFHVRDOJRELHUQRXUEDQRPRQRSROL]DGRSRU cial.
OD%LJD ROLJDUTXtDXUEDQD 
Omeya. Primera dinastía de califas que diri-
Califa. Suprema autoridad política y religiosa JLy HO ,PSHULR PXVXOPiQ HQWUH ORV DxRV 
dentro del Imperio musulmán. \  FXDQGR WRGRV VXV PLHPEURV VDOYR HO
IXWXUR$EGHUUDPiQ , TXH ORJUy KXLU  IXHURQ
Carta puebla'RFXPHQWROHJDORWRUJDGRSRU asesinados por orden de la familia Abbasí.
el rey que recogía las tierras pertenecientes a
un municipio y los derechos y privilegios con- Orden militar. Institución formada por mon-
cedidos a sus vecinos. MHVFDEDOOHURVTXHHQOD(GDG0HGLDFRPSDWL-
ELOL]DEDQORVYRWRVUHOLJLRVRVFRQODDFWLYLGDG
Cordobán. Piel curtida. EpOLFD (Q &DVWLOOD GHVWDFDURQ ODV yUGHQHV GH
Alcántara, Santiago y Calatrava, mientras que
Corregidores. Funcionarios reales encarga- HQ$UDJyQORKL]RODGH0RQWHVD
dos de supervisar los gobiernos municipales.
Patriciado. Grupo social compuesto por la
Damasquinado3LH]DVGHKLHUURODEUDGDVGH- clase alta.
coradas con hilos de oro y/o plata engastados
en ranuras o huecos. Señorío 7HUULWRULR FX\R SURSLHWDULR HMHUFH
competencias sobre los habitantes del mismo
Emir. Gobernador provincial del Imperio mu- VLHUYRV 
sulmán. Contaba con poder político y militar.
Vasallaje. Relación de dependencia entre un
Fuero3ULYLOHJLRMXUtGLFRSROtWLFR\¿VFDOFRQFH- VHxRUIHXGDO TXHSXHGHVHUHOSURSLRUH\ \XQ
dido a una población, territorio o colectivo social. noble de menor rango, por el que el primero
se obligaba a proporcionar medios que asegu-
Latifundio. Propiedad territorial de gran ex- UDVHQ DO VHJXQGR VX VXVWHQWR KDELWXDOPHQWH
tensión. WLHUUDV  \ HVWH D SUHVWDU DVLVWHQFLD PLOLWDU \
JXDUGDUOH¿GHOLGDGSHUVRQDO
Marca Hispánica 7HUULWRULRV IURQWHUL]RV GHO
,PSHULRFDUROLQJLRGLYLGLGRVHQSHTXHxDVXQLGD- Visir. Ministro de los reinos musulmanes me-
des al mando de un conde para su mejor defensa. dievales.
UNIDAD 3

LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA
HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL
(1474-1700)
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 31

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

3.1. Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno


3.2. (OVLJQL¿FDGRGH/DJXHUUDGH*UDQDGD\HOGHVFXEULPLHQWR
GH$PpULFD
3.3. (O,PSHULRGHORV$XVWULDV(VSDxDEDMR&DUORV,3ROtWLFDLQWHULRU
\FRQÀLFWRVHXURSHRV
3.4./DPRQDUTXtDKLVSiQLFDGH)HOLSH,,*RELHUQR\$GPLQLVWUDFLyQ
/RVSUREOHPDVLQWHUQRV*XHUUDV\VXEOHYDFLyQHQ(XURSD
3.5. ([SORUDFLyQ\FRORQL]DFLyQGH$PpULFD&RQVHFXHQFLDV
GHORVGHVFXEULPLHQWRVHQ(VSDxD(XURSD\$PpULFD
3.6. Los Austrias del siglo XVIIHOJRELHUQRGHYDOLGRV/DFULVLVGH
3.7. /DJXHUUDGHORV7UHLQWD$xRV\ODSpUGLGDGHODKHJHPRQtDHVSDxROD
HQ(XURSD
3.8. 3ULQFLSDOHVIDFWRUHVGHODFULVLVGHPRJUi¿FD\HFRQyPLFDGHOVLJORXVII
y sus consecuencias
&ULVLV\GHFDGHQFLDGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFDHOUHLQDGRGH&DUORV,,
\HOSUREOHPDVXFHVRULR

*/26$5,2'(/$81,'$'

3.1. Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno

El reinado de los Reyes Católicos fue el punto de partida de la Edad Moderna


en España.
32 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

Unión dinástica
La unión dinástica de Castilla y Aragón se produjo tras la boda secreta
en 1469 de Isabel y Fernando, ambos titulares de derechos sucesorios al
WURQR\VXFRQYHUVLyQHQUH\HVHQDO¿QDOL]DUODJXHUUDFLYLOFDVWHOODQD
\PRULUHOUH\DUDJRQpV-XDQ,,(QDOFRPHQ]DUODJXHUUDHQ&DVWLOOD
,VDEHO \ )HUQDQGR ¿UPDURQ OD &RQFRUGLD GH 6HJRYLD SRU OD TXH DFRUGDURQ
gobernar conjuntamente sus territorios. El JRELHUQRXQL¿FDGR no supuso la
creación de una Administración común, pues cada reino conservó sus leyes,
instituciones, lengua, economía (moneda, aduanas) y costumbres. La políti-
FDH[WHULRU\OD,QTXLVLFLyQIXHURQORV~QLFRVHOHPHQWRVHQFRP~Q&DVWLOOD
desempeñó un papel hegemónico por su mayor tamaño, población y poder
económico.

Instituciones de gobierno
Los Reyes Católicos ejercieron personalmente el poder con ayuda de
HILFDFHV FRODERUDGRUHV FRPR HO FDUGHQDO &LVQHURV 6X UHLQDGR VXSXVR HO
SDVRGHXQDPRQDUTXtDIHXGDODXQDPRQDUTXtDDXWRULWDULDFDUDFWHUL]DGD
por:
— 6RPHWLPLHQWRGHODVLQVWLWXFLRQHVTXHOLPLWDEDQHOSRGHUUHDO: noble-
]D LQWHJUDFLyQHQOD&RUWH ,JOHVLD GHUHFKR* de presentación) y municipios
(nombramiento de corregidores).
— &UHDFLyQGHXQH¿FD]DSDUDWREXURFUiWLFR: los Consejos (órganos de
gobierno de carácter temático o territorial), chancillerías y audiencias (tribuna-
les dependientes de la Corona), la Hacienda (control de ingresos con impues-
WRVFRPRODDOFDEDOD\ODVDGXDQDV OD6DQWD* Hermandad (seguridad interior)
\XQHMpUFLWRSURIHVLRQDOL]DGR\SHUPDQHQWH
— 8QLIRUPLGDGUHOLJLRVD: el catolicismo sirvió a los Reyes Católicos para
cohesionar reinos muy dispares (Castilla, Aragón, Navarra y Granada). Para
HOORLPSODQWDURQHO7ULEXQDOGHOD,QTXLVLFLyQ\H[SXOVDURQGH&DVWLOODDMXGtRV
(1492) y musulmanes (1502).
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 33

3.2. (OVLJQL¿FDGRGH/DJXHUUDGH*UDQDGD\HOGHVFXEULPLHQWR
GH$PpULFD

/DJXHUUDGH*UDQDGD
Dispuestos a imponer la unidad religiosa y territorial de la Península,
ORV5H\HV&DWyOLFRVLQLFLDURQHQXQDJXHUUDTXH¿QDOL]yHQFRQ
ODLQFRUSRUDFLyQD&DVWLOODGHOUHLQRQD]DUtGH*UDQDGD/DJXHUUDIXHODUJD
SHURHOHMpUFLWRFDVWHOODQRVHYLREHQH¿FLDGRSRUORVFRQÀLFWRVLQWHUQRVJUD-
nadinos. Tras la pérdida de Málaga y Almería, el rey Boabdil acordó con
los Reyes Católicos las condiciones de su rendición: HQWUHJDGH*UDQDGD
GHHQHURGH D&DVWLOODDFDPELRGHTXHHVWDUHVSHWDVHODVHJXULGDG
SURSLHGDG OLEHUWDG UHOLJLRVD \ XVRV \ FRVWXPEUHV GH ORV PXVXOPDQHV TXH
permaneciesen en el territorio. La unidad religiosa peninsular se completó
HVHPLVPRDxR  FRQODH[SXOVLyQGHORVMXGtRVTXHUHFKD]DURQFRQYHU-
tirse al cristianismo.

(OGHVFXEULPLHQWRGH$PpULFD
&RQTXLVWDGD*UDQDGD,VDEHOGH&DVWLOODGHFLGLy¿QDQFLDUXQDH[SHGLFLyQD
las Indias a través del Atlántico propuesta por Cristóbal ColónTXHPDQWHQtD
TXH OD7LHUUD HUD UHGRQGD SUHYLDPHQWH RIUHFLGD D ,VDEHO OD &DWyOLFD \ DO UH\
GH 3RUWXJDO (O FDPELR GH SDUHFHU VH GHELy DO p[LWR SRUWXJXpV HQ OD E~VTXH-
GDGHXQDQXHYDUXWDGHODVHVSHFLDV SDVRGHOFDERGH%XHQD(VSHUDQ]DSRU
%DUWRORPp'tD] /DVFRQGLFLRQHVGHODH[SHGLFLyQVHHVWDEOHFLHURQHQ
ODV&DSLWXODFLRQHVGH6DQWD)HHQWpUPLQRVYHQWDMRVRVSDUD&ROyQ JDQDQFLDV
títulos). El GHRFWXEUHGH la expedición llegó a la isla de Guanahaní
6DQ6DOYDGRU \PiVWDUGHD&XED\/D(VSDxROD&ROyQQRIXHFRQVFLHQWHGH
la trascendencia del viaje, pues creía haber llegado a Asia. En 1494 Castilla y
3RUWXJDOSDUDHYLWDUGLVSXWDV¿UPDURQHO7UDWDGRGH7RUGHVLOODVVDQFLRQDGR
SRUHOSDSD$OHMDQGUR9,TXHGLYLGtDVXV]RQDVGHLQÀXHQFLDDSDUWLUGHXQHMH
imaginario a trescientas setenta millas de Cabo Verde.
34 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

3.3. (O,PSHULRGHORV$XVWULDV(VSDxDEDMR&DUORV,3ROtWLFDLQWHULRU
\FRQÀLFWRVHXURSHRV

La casa de Austrias se instauró en España en sustitución de los Trastámara*


FRQ&DUORV,TXLHQOOHJyD(VSDxDGHVGH)ODQGHVHQFRQYHUWLGRHQUH\WUDV
la muerte de su padre, Felipe I el Hermoso, y la incapacitación de su madre,
Juana la Loca KLMDGHORV5H\HV&DWyOLFRV 6XKHUHQFLDLQFOXtDWLHUUDVHXURSHDV
y americanas, así como el derecho al título de emperador alemán (obtenido en
1519 como Carlos V).

3ROtWLFDLQWHULRU
Al poco tiempo de ascender al trono de Castilla Carlos I subió los impues-
WRVSDUD¿QDQFLDUVXSROtWLFDLPSHULDOSDUWLHQGRD$OHPDQLDWUDVFRQFHGHUHO
gobierno a extranjeros (Adriano de Utrecht). Esta política de nombramientos,
junto a la subordinación de los intereses de Castilla a los del Imperio, provo-
caron la UHYXHOWDGHODV&RPXQLGDGHV  XQFRQÀLFWRXUEDQRTXH
HQIUHQWyDODEDMDQREOH]D\ODEXUJXHVtDGHODVFLXGDGHVFDVWHOODQDVFRQ&DUORV,
*UDFLDVDODSR\RGHODDOWDQREOH]DHOUH\VHLPSXVRDORVFRPXQHURVWUDVOD
batalla de Villalar (1521).
Paralelamente, en la corona de Aragón se produjo la UHYXHOWDGHODV*HUPD-
QtDVTXHHQIUHQWyDDUWHVDQRV\PHUFDGHUHVFRQODVLQVWLWXFLRQHV\ODDULVWRFUDFLD
SRUVXPDUJLQDFLyQSROtWLFD\ODSUHVLyQ¿VFDOYHQFLHQGR¿QDOPHQWHODVWURSDV
del virrey.
$PERVFRQÀLFWRVUHIRU]DURQODDOLDQ]DGHOUH\FRQORVQREOHVLQWHJUiQGRVH
muchos de ellos en los Consejos de gobierno.

&RQÀLFWRVHXURSHRV
Carlos V se propuso restaurar la universitas cristiana, modelo de imperio
FULVWLDQRPHGLHYDOHQHOTXHHOHPSHUDGRUUHLQDVREUHORVUH\HVSHURVLQVXERU-
GLQDUVHDOSDSD/DSROtWLFDLPSHULDOSURYRFyFRQÀLFWRVSROtWLFRV\RUHOLJLRVRV
— Contra Francia, por el control del Milanesado (asegurado para España
tras la batalla de Pavía).
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 35

— &RQWUDORVPXVXOPDQHV, en defensa de la fe (levantamiento del asedio


WXUFRD9LHQDFRQTXLVWDGH7~QH] 
— &RQWUDORVSUtQFLSHVSURWHVWDQWHVDOHPDQHV, en defensa de la unidad cristia-
na. Pese a la victoria de Carlos I en la batalla de Mühlberg, los príncipes protestantes
REWXYLHURQHOGHUHFKRGHOLEHUWDGUHOLJLRVDHQODSRVWHULRU3D]GH$XJVEXUJR  

En 1556 Carlos I abdicó en su hijo Felipe, y falleció dos años después.

3.4./DPRQDUTXtDKLVSiQLFDGH)HOLSH,,*RELHUQR\$GPLQLVWUDFLyQ
/RVSUREOHPDVLQWHUQRV*XHUUDV\VXEOHYDFLyQHQ(XURSD

*RELHUQR\$GPLQLVWUDFLyQ
Al abdicar en 1556, Carlos I cedió Austria y los derechos al título imperial a
VXKHUPDQR)HUQDQGRKHUHGDQGRVXKLMR)HOLSH,,HOUHVWRGHWHUULWRULRVDORVTXH
PiVWDUGHVHDxDGLHURQ)LOLSLQDV\3RUWXJDO/DGLQDVWtDGHORV+DEVEXUJRTXHGy
así dividida en dos ramas con centros en Madrid y Viena.
/DGL¿FXOWDGGHUHLQDUVREUHWDQWRVWHUULWRULRVOOHYyD)HOLSH,,DIRUWDOHFHUHO
JRELHUQRFHQWUDOL]DGRSROLVLQRGLDO* creado por los Reyes Católicos (aumentó
el número de Consejos, tanto territoriales como temáticos). La concepción del
imperio cambió, y de la universitas cristiana se pasó a la idea de PRQDUTXtD
KLVSiQLFDXQLPSHULRDXWRULWDULRFHQWUDOL]DGR\FDWyOLFRVRVWHQLGRFRQORVUH-
cursos de Castilla, convertida en el núcleo del conjunto territorial.

3UREOHPDVLQWHUQRV
/RVSULQFLSDOHVFRQÀLFWRVLQWHUQRVIXHURQ
— La UHEHOLyQGHORVPRULVFRVGHODV$OSXMDUUDV  TXHVHSUR-
dujo por la política de asimilación de esta minoría (prohibición de su lengua y
costumbres).
— La VXEOHYDFLyQGHODVLQVWLWXFLRQHVGH$UDJyQ (1590) en defensa de sus
IXHURVTXHWXYRVXRULJHQHQHO&DVR*$QWRQLR3pUH] VHFUHWDULRGHOUH\DFXVDGR
de asesinato) y terminó con un recorte de los fueros (alteraciones* de Aragón).
36 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

&RQÀLFWRVH[WHUQRV
En la defensa de la hegemonía española Felipe II se impuso sobre Francia
ODYLFWRULDGH6DQ4XLQWtQHQDVHJXUyHOFRQWUROKLVSDQRGH,WDOLD SHUR
fracasó con Inglaterra (derrota de la Armada Invencible en 1588).
La defensa de la fe provocó la lucha contra los turcos (Lepanto, 1571) y la
UHEHOLyQÀDPHQFDTXHDFDEyFRQVXGLYLVLyQHQ3DtVHV%DMRVGHOQRUWH SURWHV-
WDQWHVTXHSUiFWLFDPHQWHDOFDQ]DURQODLQGHSHQGHQFLD \3DtVHV%DMRVGHOVXU
KDELWDGRSRUFDWyOLFRVTXHSUH¿ULHURQFRQWLQXDUSHUWHQHFLHQGRDO,PSHULR 
/D PXHUWH VLQ KHUHGHURV GH 6HEDVWLiQ , GHPortugal permitió a Felipe II
hacerse con el trono tras una breve guerra (1581). La unión con Portugal fue
~QLFDPHQWHSHUVRQDOSRUORTXHVHPDQWXYLHURQODVLQVWLWXFLRQHV\OH\HVSRU-
tuguesas.

3.5. ([SORUDFLyQ\FRORQL]DFLyQGH$PpULFD&RQVHFXHQFLDVGHORV
GHVFXEULPLHQWRVHQ(VSDxD(XURSD\$PpULFD

([SORUDFLyQ\FRORQL]DFLyQ
/RVWHUULWRULRVDPHULFDQRVVHLQFRUSRUDURQD&DVWLOODTXHLPSXOVyH[SHGLFLR-
QHVGHH[SORUDFLyQFRQTXLVWD\FRORQL]DFLyQPHGLDQWHOD¿UPDGHFDSLWXODFLRQHV
FRQWUDWRVHQWUHSDUWLFXODUHV\OD&RURQDGHOLPLWDQGRHOiUHDGHFRQTXLVWD\HO
botín). Tras la exploración de las Antillas, las expediciones buscaron un paso
hacia las Indias orientales OOHJDGDDO3DFt¿FRGH1~xH]GH%DOERD\SULPHUD
YXHOWDDOPXQGRFRQHOYLDMHGH0DJDOODQHV\(OFDQR $GHPiVVHFRQTXLVWDURQ
las FLYLOL]DFLRQHVSUHFRORPELQDV +HUQiQ&RUWpVODD]WHFD$OYDUDGRODPD\D\
)UDQFLVFR3L]DUURODLQFD /DPDJQLWXG\UDSLGH]GHODVFRQTXLVWDVVHH[SOLFDQ
por la superioridad militar, las rivalidades entre nativos y las pandemias.
/DVWLHUUDVFRQTXLVWDGDVVHFXOWLYDURQEDMRHOVLVWHPDGHODHQFRPLHQGDTXH
SHUPLWtDDOFRORQRH[SORWDUHOWUDEDMRLQGtJHQDDFDPELRGHVXFULVWLDQL]DFLyQ
La PLWD fue un sistema similar de trabajo obligatorio en minas. La Corona dictó
las Leyes de Indias para proteger a los indígenas de los abusos de los colonos
tras las protestas de algunos religiosos como el obispo Bartolomé de las Casas.
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 37

&RQVHFXHQFLDVGHORVGHVFXEULPLHQWRV
3DUDORVLQGtJHQDVODFRORQL]DFLyQSURYRFyXQDFDWiVWURIHGHPRJUi¿FD SRU
ODVQXHYDVHQIHUPHGDGHV\ODGXUH]DGHOWUDEDMR HLPSRUWDQWHVFDPELRVHFRQy-
micos (introducción de la moneda y nuevos productos agropecuarios como el
trigo, vacas y ovejas) y culturales (imposición del cristianismo o del español).
3DUDORVHVSDxROHVODFRQTXLVWDVXSXVRODFRQYHUVLyQGHODPRQDUTXtDKLVSDQD
en la primera potencia mundial, el establecimiento de un sistema de comercio
monopolístico*, la llegada masiva de materias primas, metales preciosos y nue-
vos productos (cacao, judías, tabaco) y el aumento de la movilidad social (india-
nos). Todo ello impulsó la economía europea y alentó las empresas coloniales de
Inglaterra, Francia y los Países Bajos. A partir del siglo XVI el Atlántico sustitu-
yó al Mediterráneo como eje económico mundial.

3.6. Los Austrias del siglo XVIIHOJRELHUQRGHYDOLGRV/DFULVLVGH

(OJRELHUQRGHORVYDOLGRV
7UDVPRULU)HOLSH,,  HO,PSHULRHVSDxROYLYLyXQSURFHVRGHFULVLVTXH
SXVR¿QDODKHJHPRQtDHXURSHD/RVUH\HVGHOVLJORXVII, conocidos como Aus-
WULDVPHQRUHVGHOHJDURQHOJRELHUQRHQSHUVRQDVGHVXFRQ¿DQ]DORVYDOLGRV6X
nepotismo* \DFWXDFLyQDOPDUJHQGHORVFRQVHMRVSURYRFyHOUHFKD]RGHOSXHEOR
\ODDOWDQREOH]D
Bajo )HOLSH ,,, (1598-1621) destacó el GXTXH GH /HUPD TXH LPSXVR XQD
SROtWLFDH[WHULRUSDFL¿VWDDQWHODIDOWDGHUHFXUVRV 7UDWDGRGH/RQGUHV\7UHJXDGH
los Doce Años con las Provincias Unidas) y decretó la expulsión de los moriscos*.
El principal valido de )HOLSH,9 (1621-65), el FRQGHGXTXHGH2OLYDUHV, se
propuso la defensa del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía de los
$XVWULDVHQ(XURSDORTXHREOLJyD(VSDxDDSDUWLFLSDUHQODJXHUUDGHORV7UHLQ-
WD$xRVTXH¿QDOPHQWHFRQGXMRDODFULVLVGH
Carlos II (1665-1700) contó con YDULRVYDOLGRV 1LWKDUG9DOHQ]XHOD-XDQ
-RVpGH$XVWULD TXHQRSXGLHURQIUHQDUQLHOH[SDQVLRQLVPRIUDQFpVQLODFULVLV
económica.
38 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

La crisis de 1640
Para costear la participación española en la guerra de los Treinta Años y ali-
YLDUODSUHVLyQ¿VFDOHQ&DVWLOODHOFRQGHGXTXHGH2OLYDUHVSURSXVRHQOD
8QLyQGH$UPDV FDGDUHLQRGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFDDSRUWDUtDGLQHUR\RVRO-
GDGRV 5HFKD]DGDOD8QLyQGH$UPDVSRUODV&RUWHVGH$UDJyQ2OLYDUHVODLP-
SXVRSRUODIXHU]DWUDVODHQWUDGDGH)UDQFLDHQHOFRQÀLFWR  SURYRFDQGR
en 1640 la UHEHOLyQGH&DWDOXxD tras el Corpus*GH6DQJUH/DUHEHOLyQVXSXVR
ODXQLyQWHPSRUDOGH&DWDOXxDFRQ)UDQFLDKDVWDTXHHQVHUHLQFRUSRUyD
España manteniendo sus fueros.
Portugal también declaró su independencia en 1640 aprovechando el males-
WDUVRFLDOSRUOD8QLyQGH$UPDV\ODGHELOLGDGGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFDSRUOD
rebelión catalana y la guerra contra Francia. La unión con España nunca había
sido popular entre los portugueses a pesar del respeto de los Austrias hacia sus
LQVWLWXFLRQHV OR TXH IXH DSURYHFKDGR SRU OD QREOH]D OXVD SDUD QRPEUDU UH\ D
-XDQ,9GH%UDJDQ]D

3.7. /DJXHUUDGHORV7UHLQWD$xRV\ODSpUGLGDGHODKHJHPRQtDHVSDxROD
HQ(XURSD

/DJXHUUDGHORV7UHLQWD$xRV
La política de defensa del catolicismo y de la hegemonía de los Austrias
SURPRYLGD SRU HO YDOLGR GH )HOLSH ,9 HO FRQGHGXTXH GH 2OLYDUHV OOHYy D
España a entrar en 1621 en la guerra de los Treinta Años (1618-1648) TXH
enfrentaba a los Habsburgo de Viena con los protestantes. Tras los éxitos ini-
ciales de las dos ramas de la casa de Austria (rendición de Breda, batalla de
1|UGOLQJHQ HOFRQÀLFWRGLRXQJLURFRQODHQWUDGDGHODFDWyOLFD)UDQFLDGHO
ODGRSURWHVWDQWH  /DFULVLVGH UHEHOLyQFDWDODQDLQGHSHQGHQFLDGH
3RUWXJDO \ODYLFWRULDIUDQFHVDGH5RFURLSUHFLSLWDURQHO¿QGHOFRQÀLFWRFRQ
la 3D]GH:HVWIDOLD  WUDWDGRHQHOTXH(VSDxDWXYRTXHUHFRQRFHUOD
independencia de las Provincias Unidas.
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 39

/DSpUGLGDGHODKHJHPRQtDHXURSHD
/D¿UPDGHO7UDWDGRGH:HVWIDOLDQRSXVR¿QDODJXHUUDHQWUH(VSDxD\)UDQ-
FLDTXHFRQWLQXyKDVWDODYLFWRULDIUDQFHVDJUDFLDVDODSR\RLQJOpV EDWDOODGHODV
'XQDV (QVH¿UPyOD3D]GHORV3LULQHRVSRUODTXH(VSDxDHQWUHJDEDD
Francia el Rosellón y La Cerdaña, y aceptaba el matrimonio de la infanta María
7HUHVD KLMDGH)HOLSH,9 FRQ/XLV;,9TXHFRQHOWLHPSRSRVLELOLWDUtDODOOHJD-
da de los Borbones a España.
(O¿QGHODKHJHPRQtDHVSDxRODVHFRQVXPyFRQ&DUORV,,WUDVODSpUGLGDGHO
Franco Condado (3D]GH1LPHJD, 1678). Al morir Carlos II (1700), los territo-
rios europeos españoles se limitaban a los Países Bajos del sur, el Milanesado,
1iSROHV6LFLOLD\&HUGHxD

3.8. 3ULQFLSDOHVIDFWRUHVGHODFULVLVGHPRJUi¿FD\HFRQyPLFDGHOVLJORXVII
y sus consecuencias

/DFULVLVHFRQyPLFDGHOVXVII
España sufrió una profunda crisis económica a lo largo del s. XVII por la
SROtWLFDLPSHULDOGHORV$XVWULDVTXHSURYRFyTXHQLORVLQJUHVRVGLUHFWRVGHO(V-
WDGR LPSXHVWRV\PRQRSROLRV QLHORUR\ODSODWDDPHULFDQRVIXHUDQVX¿FLHQWHV
SDUD¿QDQFLDUODVFRQVWDQWHVJXHUUDVHQHOH[WHULRU3DUDREWHQHUPiVUHFXUVRV
OD&RURQDWRPyGRVWLSRVGHPHGLGDVTXHDFDEDURQKXQGLHQGRODHFRQRPtDHO
LQFUHPHQWRGHODFDUJD¿VFDOTXHHPSREUHFLyDODSREODFLyQ\UHGXMRODGH-
manda de bienes, y la GHYDOXDFLyQGHODPRQHGDTXHSURYRFyXQDJLJDQWHVFD
KLSHULQÀDFLyQ FULVLV GHO YHOOyQ*). Ambas iniciativas arruinaron la artesanía y
el comercio, provocando la invasión del mercado español por las manufacturas
extranjeras. Las PDODVFRVHFKDV y la FDtGDGHORVLQJUHVRVDPHULFDQRV empeo-
raron aún más la situación.

/DFULVLVGHPRJUi¿FD
Los efectos de la crisis económica se vieron agravados por una IXHUWHFDtGD
GHODSREODFLyQ, causada por el aumento de la mortandad (hambrunas, epide-
40 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

mias), el descenso de la natalidad y la expulsión de los moriscos bajo el reinado


de Felipe III.

La crisis social
/DFULVLVHFRQyPLFD\GHPRJUi¿FDSURYRFyXQDSURIXQGDUHRUJDQL]DFLyQ
social. La QREOH]DVREUHYLYLyDXPHQWDQGRODVUHQWDVGHORVFDPSHVLQRV6XQ~-
mero creció por la venta de títulos nobiliarios por el rey para obtener ingresos.
También aumentaron los miembros de la IglesiaTXHPDQWXYRVXSRGHUHFRQy-
mico y social. La escasa EXUJXHVtD se hundió por la crisis de la artesanía y el
comercio. &DPSHVLQRV\DVDODULDGRVurbanos fueron los más perjudicados por
HODXPHQWRGHODFDUJD¿VFDO\ODVUHQWDVVHxRULDOHVOOHYDQGRDPXFKRVDODPHQ-
dicidad (auge de la novela picaresca).

&ULVLV\GHFDGHQFLDGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFDHOUHLQDGRGH&DUORV,,
\HOSUREOHPDVXFHVRULR

El reinado de Carlos II
(OUHLQDGRGH&DUORV,,  VHFDUDFWHUL]DSRUHODJUDYDPLHQWRGHOD
GHFDGHQFLDGHODPRQDUTXtDKLVSiQLFD6XPDGUH0DULDQDGH$XVWULDDFWXy
FRPRUHJHQWHGXUDQWHVXPLQRUtDGHHGDGFRQ¿DQGRHQHOMHVXLWDDOHPiQ1LWKDUG
FRPR YDOLGR \ PiV WDUGH HQ )HUQDQGR GH 9DOHQ]XHOD 3RU VX SDUWH &DUORV ,,
WXYRFRPRYDOLGRVD-XDQ-RVpGH$XVWULDDOGXTXHGH0HGLQDFHOL\DOFRQGHGH
2URSHVDGXUDQWHVXUHLQDGRHIHFWLYR/DLQFDSDFLGDGGH&DUORV,,SDUDPDQHMDU
ORVDVXQWRVGHOUHLQRDJUDYyODFULVLVSROtWLFDVLWXDFLyQTXHDSURYHFKyOD)UDQ-
FLDGH/XLV;,9SDUDFRQTXLVWDUHO)UDQFR&RQGDGR 3D]GH1LPHJD $
la muerte del rey, los territorios europeos de España se limitaban a Flandes, el
0LODQHVDGR1iSROHV6LFLOLD\&HUGHxD

(OSUREOHPDVXFHVRULR
La falta de descendencia de Carlos II desató una JUDYHFULVLVSROtWLFDLQ-
WHUQDFLRQDOSRUODVXFHVLyQDOWURQRHVSDxRO. Mientras España luchaba por
LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700) UNIDAD 3 41

conservar la unidad territorial, las potencias europeas aspiraban a repartirse


ODVSRVHVLRQHVKLVSDQDVWUDWDQGRGHQRDOWHUDUHOHTXLOLEULRFRQWLQHQWDO7DQWR
los Austrias de Viena como los Borbones alegaban derechos sucesorios. En
1700 Carlos II nombró sucesor a )HOLSH GH$QMRX, segundo en la línea de
VXFHVLyQIUDQFHVD/DSRVLELOLGDGGHTXHORV%RUERQHVUHLQDVHQDDPERVOD-
GRVGHORV3LULQHRVGHVSHUWyORVUHFHORVGH,QJODWHUUD\ORV3DtVHV%DMRVTXH
DSR\DURQ OD FDQGLGDWXUD GHO DUFKLGXTXH Carlos de Austria. Poco después
PRUtD&DUORV,,LQLFLiQGRVHODJXHUUDGH6XFHVLyQ

*/26$5,2'(/$81,'$'

Alteraciones de Aragón1RPEUHFRQTXHVH &RUSXVGHVDQJUH5HYXHOWDTXHGLRLQLFLRD


conocen las revueltas provocadas en 1590 en la rebelión de Cataluña en 1640, provocada
HOUHLQRGH$UDJyQSRUHO&DVR$QWRQLR3pUH] por la obligación para los vecinos de acoger
HQ GHIHQVD GH VXV IXHURV 6RIRFDGD PLOLWDU- HQVXVFDVDVDORVVROGDGRVTXHVHGLULJtDQDOD
mente la rebelión, Felipe II reunió en 1592 frontera a combatir contra Francia.
D ODV &RUWHV GH$UDJyQ D ODV TXH LPSXVR OD
aprobación del derecho del rey a escoger al 'HUHFKR GH SUHVHQWDFLyQ. Derecho recono-
Justicia Mayor (magistrado encargado de la cido por el papa a los Reyes Católicos y sus
defensa de los fueros del reino) y a nombrar sucesores por el cual, cuando se producía una
virreyes no aragoneses. YDFDQWHTXHKDFtDQHFHVDULRQRPEUDUXQQXHYR
obispo, los monarcas presentaban una terna de
&DVR$QWRQLR3pUH]$QWRQLR3pUH]VHFUHWD- FDQGLGDWRVDOVXPRSRQWt¿FHSDUDTXHHVFRJLH-
rio de Estado bajo Felipe II, fue acusado del se entre ellos al elegido, asegurándose de esta
asesinato de Juan de Escobedo (también secre- IRUPDQRPEUDPLHQWRVD¿QHVDOD&RURQD
WDULR FULPHQWDOYH]SURPRYLGRSRUHOSURSLR
UH\3pUH]KX\yD=DUDJR]D  \DSHODQGR 0RQRSROLR'LFKRGHXQPHUFDGRDTXHOHQHO
a su origen aragonés pidió protección al Justi- TXHVRORH[LVWHXQYHQGHGRU
cia Mayor, dando lugar a la revuelta conocida
FRPR$OWHUDFLRQHVGH$UDJyQ$QWRQLR3pUH] Moriscos. Mudéjares obligados a convertirse al
salvó su vida huyendo a Francia tras el envío cristianismo por los Reyes Católicos y Carlos V.
de Felipe II de tropas para acabar con la rebe- Fueron expulsados en 1609 bajo el reinado de
lión (1591). )HOLSH,,,WUDVSURWDJRQL]DUGLYHUVDVUHYXHOWDV
42 UNIDAD 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

1HSRWLVPR. Desmedida preferencia por fa- 7UDVWiPDUD. Dinastía castellana, iniciada con
miliares en la designación de cargos públicos HOWULXQIRGH(QULTXH,,VREUHVXKHUPDQDVWUR
sobre personas de mejor valía. 3HGUR , HQ OD JXHUUD FLYLO   TXH
también reinó en la corona de Aragón tras la
Polisinodial 6LVWHPD GH RUJDQL]DFLyQ GH JR- OOHJDGD DO WURQR GH )HUQDQGR GH $QWHTXHUD
bierno basado en la existencia de consejos es- (Compromiso de Caspe, 1412).
SHFLDOL]DGRVELHQHQPDWHULDV &RQVHMRGH(V-
tado, de Hacienda, de Guerra), bien en territo- 9HOOyQ0RQHGDUHDOL]DGDDSDUWLUGHXQDDOHD-
rios (Consejo de Castilla, de Aragón, de Indias). ción de plata y cobre. La práctica desapari-
ción del primer metal para aliviar la situación
6DQWD+HUPDQGDG. 2UJDQLVPRFUHDGRSRUORV económica de las arcas públicas provocó la
Reyes Católicos con el objeto de mantener el SpUGLGDGHODFRQ¿DQ]DGHODSREODFLyQHQOD
orden en Castilla. Estaba formada por cuadri- moneda, dando lugar a un terrible proceso de
OODVDUPDGDVTXHSHUVHJXtDQDORVGHOLQFXHQWHV KLSHULQÀDFLyQTXHWHUPLQyGHKXQGLUODHFRQR-
y eran costeadas por los concejos municipales. mía del reino.
UNIDAD 4

ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA:


EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS
BORBONES (1700-1788)
ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES UNIDAD 4 45

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

4.1. La guerra de Sucesión española y el sistema de Utrecht.


Los Pactos de Familia
4.2. La nueva monarquía borbónica. Los Decretos de Nueva Planta.
Modelo de Estado y alcance de las reformas
4.3. La España del siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas:
agricultura, industria y comercio con América. Causas del despegue
económico de Cataluña
4.4. Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado:
Carlos III

GLOSARIO DE LA UNIDAD

4.1. La guerra de Sucesión española y el sistema de Utrecht.


Los Pactos de Familia

La guerra de Sucesión española (1701-1714)


La falta de descendencia de Carlos II provocó la disputa entre Austrias y Borbones
por el trono español desencadenando la guerra de Sucesión. En su testamento Carlos
II había nombrado heredero al borbón Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Fran-
cia, frente al archiduque Carlos de Austria, con dos condiciones: el mantenimiento
de la unidad del Imperio español y la separación de las Coronas de Francia y España.
Así, Felipe V de Borbón fue coronado rey de España tras la muerte de Carlos II en
1700. Sin embargo, Luis XIV no renunció a la unión de los dos tronos. La respuesta
de Austria, Prusia, Gran Bretaña, los Países Bajos, Saboya y Portugal fue declarar
la guerra a Francia y España en defensa del equilibrio europeo, proclamando rey de
España al archiduque Carlos de Austria (que obtuvo el apoyo de la corona de Aragón).
46 UNIDAD 4 ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES

La guerra se desarrolló con un resultado incierto, hasta que en 1711 murió el


emperador de Austria y Carlos fue elegido emperador sin renunciar al trono de Es-
paña. Esta circunstancia planteaba una nueva amenaza para Europa: la restauración
del antiguo Imperio de Carlos V y la ruptura del equilibrio continental. Ante ello,
*UDQ%UHWDxD\3DtVHV%DMRVSUHVLRQDURQD$XVWULD\)UDQFLDKDVWDFRQVHJXLUOD¿U-
ma de la paz (Tratado de Utrecht, 1713). A pesar de ello, Cataluña siguió luchando
contra el ejército borbónico hasta la toma de Barcelona (11 de septiembre de 1714).

El sistema de Utrecht
El Tratado de Utrecht reconoció a Felipe de Anjou rey de España (como
Felipe V) a cambio de renunciar a reunir los tronos de España y Francia en su perso-
na. Además, España perdió sus territorios europeos: Austria obtuvo Flandes, el Mi-
lanesado, Nápoles y Cerdeña; Saboya recibió Sicilia (que intercambió por Cerdeña
con Austria); Gran Bretaña conservó Menorca y Gibraltar, y obtuvo dos privilegios
comerciales en las colonias americanas: el navío de permiso (envío anual de un bar-
co con mercaderías) y el asiento de negros (monopolio del comercio de esclavos).

Los Pactos de Familia


La Paz de Utrecht supuso para España la pérdida de todas sus posesiones euro-
peas, convirtiéndose en una potencia de segundo orden. Para revertir la situación Es-
SDxD¿UPyWUHVacuerdos con Francia conocidos como Pactos de Familia. Gracias
a ellos los Borbones españoles recuperaron Nápoles y Sicilia en 1733 (con la condi-
ción de que quien reinase allí no lo hiciese también en España) y Menorca en 1783.

4.2. La nueva monarquía borbónica. Los Decretos de Nueva Planta.


Modelo de Estado y alcance de las reformas

Los Decretos de Nueva Planta


Los Decretos de Nueva Planta fueron un conjunto de leyes aprobadas por
Felipe V por las que se abolieron los fueros, instituciones y privilegios de los
ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES UNIDAD 4 47

territorios de la corona de Aragón (Aragón y Valencia, 1707; Cataluña y Ma-


llorca, 1716) por su apoyo al archiduque Carlos de Austria durante la guerra de
Sucesión. Los Decretos de Nueva Planta impusieron la uniformidad jurídica
en toda España bajo las leyes de Castilla. Solo Navarra y las provincias vascas
(que apoyaron la causa borbónica durante la contienda) conservaron sus fueros.

El nuevo modelo de Estado


Los Decretos de Nueva Planta impusieron un sistema de gobierno abso-
lutista y centralista como los de Francia y Castilla. La analogía entre ambos
sistemas se reforzó con la introducción en España de la Ley Sálica francesa, que
impedía reinar a las mujeres. Bajo los Borbones se impulsó la centralización de
ORVyUJDQRVGHJRELHUQRGHOD$GPLQLVWUDFLyQEXVFDQGRXQDPD\RUH¿FDFLD
— Administración central: se sustituyó el sistema polisinodial de los Aus-
trias (basado en los Consejos) por el de las Secretarías de Estado o Despacho
(órganos unipersonales, especializados y con competencias en toda España),
precursoras de los ministerios actuales. Solo se mantuvo el Consejo de Castilla.
— Administración territorial: el reino se dividió en provincias o inten-
dencias, instituciones de origen francés dirigidas por un intendente nombra-
GRSRUHOUH\FRQIXQFLRQHV¿VFDOHVHFRQyPLFDV\PLOLWDUHV UHFOXWDPLHQWR 
— Administración local: se reforzó el control sobre los municipios con
la extensión a la corona de Aragón del modelo castellano (corregidores).

4.3. La España del siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas:


agricultura, industria y comercio con América. Causas del despegue
económico de Cataluña

Expansión y transformaciones económicas


Durante el siglo XVIII se adoptaron medidas que produjeron mejoras en la
economía:
— Agricultura. Se introdujeron importantes medidas para combatir las frecuen-
tes crisis de subsistencias producidas por la escasa productividad (ocasionada por la
48 UNIDAD 4 ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES

pobreza del suelo), las inclemencias climáticas y la falta de inversiones: impulso de


nuevos cultivos (maíz, patata), construcción de canales de riego y navegación (canal
de Castilla, canal imperial de Aragón), colonización de nuevas tierras (Sierra More-
QD OLEHUDOL]DFLyQGHOPHUFDGRGHOWULJR ¿QGHODWDVDGHSUHFLRV¿MRV \OLPLWDFLyQ
GHORVSULYLOHJLRVGHOD0HVWD6LQHPEDUJRORVUHVXOWDGRVIXHURQLQVX¿FLHQWHVDO
mantenerse la concentración de la propiedad de la tierra en manos* muertas.
— Industria. Se produjo un crecimiento de la producción debido a la adop-
ción de medidas proteccionistas (incremento de aranceles) y de fomento de las
manufacturas (Reales Fábricas), así como por la aparición de nuevos sistemas
productivos que buscaban superar las restricciones gremiales (industria* a domi-
cilio, talleres de indianas*).
— Comercio colonial. El volumen de los ingresos americanos (monopolio
comercial, metales, impuestos) llevó a la Corona a impulsar medidas de fomento
de los intercambios (liberalización progresiva del mercado, culminada en 1765
con el Decreto de Libre Comercio), reforzar la marina comercial y de guerra y
¿UPDUORV3DFWRVGH)DPLOLDFRQWUDHOH[SDQVLRQLVPRLQJOpV

El despegue económico de Cataluña


En el siglo XVIII la economía catalana creció más que la del resto de España.
/DDJULFXOWXUDVHEHQH¿FLyGHODVXELGDGHORVSUHFLRVDJUDULRVJUDFLDVDODXPHQ-
WRGHODGHPDQGDSURGXFLGDSRUHOFUHFLPLHQWRGHPRJUi¿FR$VXYH]DUWHVDQtD
y comercio aprovecharon tanto las medidas de liberalización económica (supre-
sión de aduanas interiores, Decreto de Libre Comercio con América) como las
proteccionistas (aranceles exteriores), en especial el sector textil (mecanización
en los talleres de indianas).

4.4. Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III

Ideas fundamentales de la Ilustración


/D,OXVWUDFLyQIXHXQPRYLPLHQWRFXOWXUDOGHRULJHQIUDQFpVTXHFRQ¿DED
en el uso de la razón como instrumento para lograr el progreso de la nación
ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES UNIDAD 4 49

y la felicidad de los individuos, y que promovió en España ideas como la


libertad económica, la autonomía del poder político sobre la Iglesia o el
fomento de la educación y las ciencias útiles (matemáticas, física, botáni-
FD /D,OXVWUDFLyQHQFRQWUyHQ(VSDxDQXPHURVDVGL¿FXOWDGHVSRUHODQDOID-
betismo, la oposición del clero, el desinterés de la nobleza y el escaso peso
social de la burguesía.
La Ilustración se introdujo en España durante el reinado de Felipe V. Debido
al atraso de las universidades, las ideas ilustradas se difundieron a través de insti-
tuciones como las Sociedades* Económicas de Amigos del País, las Academias*
nacionales (Lengua, Medicina, Historia), diversas publicaciones periódicas y las
tertulias* de salón. Destacaron naturalistas (Mutis), ingenieros (Jorge Juan), na-
vegantes (Malaspina), intelectuales (Jovellanos) y escritores (Feijoo, Cadalso,
Moratín).

Carlos III y el despotismo ilustrado


El despotismo ilustrado fue una forma de gobierno que trató de aunar las
ideas absolutistas e ilustradas («todo para el pueblo, pero sin el pueblo»). Para
ello los monarcas promovieron el progreso de sus reinos mediante reformas
económicas, culturales y sociales, aunque sin alterar las bases del Antiguo Ré-
gimen (absolutismo y sociedad estamental). En España fue Carlos III quien me-
jor encarnó sus ideales. Promovió el desarrollo agrario (colonización de nuevas
tierras, canales de riego y navegación), comercial (Decreto de Libre Comercio,
creación del Banco de San Carlos), social GHFUHWRVGHGLJQL¿FDFLyQGHOWUDEDMR 
y cultural (reforma universitaria) del país a través de ministros como Esquila-
che, Aranda, Floridablanca o Jovellanos.
La política reformista de Carlos III chocó con la Iglesia y la nobleza (Motín*
de Esquilache y posterior expulsión de los jesuitas) y se desvaneció con Carlos IV
tras el estallido de la Revolución francesa.
50 UNIDAD 4 ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS PRIMEROS BORBONES

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Academias nacionales,QVWLWXFLRQHVR¿FLDOHV LQPRELOLDULDV HGL¿FLRVWLHUUDV WDOHVFRPROD
surgidas en Francia para fomentar el desarro- nobleza, la Iglesia o los municipios.
OORFXOWXUDOFLHQWt¿FRRDUWtVWLFRGHOSDtV
Motín de Esquilache. Revuelta popular ocu-
Indianas. Telas de algodón o lino estampadas rrida en Madrid en 1766 cuyo detonante fue
en una de sus caras, elaboradas en grandes ta- la regulación de la vestimenta del pueblo, si
lleres mecanizados similares a los británicos, bien las causas verdaderas fueron en realidad
lo que permitía abaratar costes y estandarizar el alza de los precios de los productos bási-
la producción. cos y el rechazo a los ministros extranjeros de
Carlos III. Se saldó con el exilio del ministro
Industria a domicilio. Sistema empleado en Esquilache y, posteriormente, con la expulsión
algunos sectores económicos como las ferre- de los jesuitas, a los que se responsabilizó de
rías vascas, las sederías valencianas o parte de la instigación de la revuelta.
la industria textil catalana, en el que las tareas
más sencillas del proceso de elaboración de Sociedades Económicas de Amigos del País.
los productos eran realizadas por campesinos Instituciones creadas por particulares con el
en sus hogares en época de escaso trabajo agrí- ¿QGHSURSDJDUODVLGHDVLOXVWUDGDVHQVXVUH-
cola en vez de en los talleres urbanos de los giones de implantación.
artesanos, sujetos a numerosas normas y res-
tricciones impuestas por los gremios. Tertulias de salón. Encuentros promovidos
por particulares, generalmente de origen no-
Manos muertas. Término con que se conoce ble, para reunir a personas de gran cultura y
a las instituciones del Antiguo Régimen que H[SHULHQFLDFRQHO¿QGHLQWHUFDPELDUQRWLFLDV
tenían prohibida la venta de sus propiedades opiniones e ideas.
UNIDAD 5

LA CRISIS DEL ANTIGUO


RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO
FRENTE A ABSOLUTISMO
52 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS

1. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: ANTECEDENTES


Y CAUSAS. BANDOS EN CONFLICTO Y FASES DE LA GUERRA
1.1. Antecedentes
— Crisis política
— Crisis militar
— Crisis económica
— Crisis social
1.2.&DXVDVGHOFRQÀLFWR
— Tratado de Fontainebleau
— Motín de Aranjuez
— Abdicaciones de Bayona
— Levantamiento del 2 de mayo
1.3./RVEDQGRVHQFRQÀLFWR
— Afrancesados
— Patriotas: liberales y absolutistas
1.4.'HVDUUROORGHOFRQÀLFWR
— Mayo-noviembre de 1808
— Noviembre de 1808-enero de 1812
— Enero de 1812-diciembre de 1813
— Tratado de Valençay
1.5. &DUDFWHUtVWLFDVGHODJXHUUDGHOD,QGHSHQGHQFLD
— Guerra patriótica
— Guerra internacional
— Revolución política
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 53

2. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812


2.1. &RQYRFDWRULD\RUJDQL]DFLyQGHODV&RUWHV
— Formación de Juntas: locales, provinciales y Central Suprema
— Convocatoria y formación de Cortes Generales y Extraordinarias
— La obra legislativa de las Cortes de Cádiz

2.2. /D&RQVWLWXFLyQGH&iGL]
— Proclamación de la Constitución de Cádiz (19 marzo, 1808)
— Características generales de la Constitución
— 9LJHQFLDHLQÀXHQFLDGHOD&RQVWLWXFLyQ

3. EL REINADO DE FERNANDO VII: LIBERALISMO FRENTE


A ABSOLUTISMO. EL PROCESO DE INDEPENDENCIA
DE LAS COLONIAS AMERICANAS
3.1. (OUHLQDGRGH)HUQDQGR9,, 
(O6H[HQLR$EVROXWLVWD 
— Regreso de Fernando VII
— Restauración del absolutismo
— Persecución de los liberales
— Pronunciamiento de Rafael de Riego (1820)
(O7ULHQLR/LEHUDO 
— Restauración de la Constitución de 1812 y reformas liberales
—'L¿FXOWDGHV
— Intervención de la Santa Alianza
/D'pFDGD2PLQRVD 
— Restauración del absolutismo y nueva persecución de liberales
— El ultrarrealismo
— El probema sucesorio
— Muerte de Fernando VII (1833)
54 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

3.2. (OSURFHVRGHLQGHSHQGHQFLDGHODVFRORQLDVDPHULFDQDV
— Marco general del proceso de independencia
— Factores
— Etapas del proceso
— Consecuencias para España y las nuevas repúblicas americanas

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 55

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: ANTECEDENTES


Y CAUSAS. BANDOS EN CONFLICTO Y FASES DE LA GUERRA

1.1. Antecedentes

El periodo de inestabilidad que vivió España durante el reinado de Carlos IV,


motivado por la Revolución francesa y la posterior expansión napoleónica, cul-
minó con la guerra de Independencia (1808-1814). Durante esta etapa el Gobier-
no estuvo en manos de Godoy*, valido de Carlos IV desde 1792 y que desde el
principio contó con el rechazo de la nobleza, que le consideraba un advenedizo
por su origen hidalgo. Las tensiones de esta etapa se manifestaron en:
— &ULVLVSROtWLFD\PLOLWDU. El estallido de la Revolución francesa en 1789
dejó a España en una difícil situación, ya que Francia era su principal aliado desde
comienzos de siglo. En un principio el Gobierno mantuvo una postura de neutrali-
dad. Sin embargo, en 1793, tras la proclamación de la República y la ejecución del
rey francés Luis XVI, la política exterior española cambió con su integración en
la coalición militar internacional antifrancesa. Pero en 1795 las derrotas milita-
UHVIRU]DURQD¿UPDUOD3D]GH%DVLOHDFRQ)UDQFLD)LQDOPHQWHHQ(VSDxD
vuelve al sistema de alianzas con Francia con el Tratado de San Ildefonso, que
culminó en el desastre militar de Trafalgar (1805).
— &ULVLVHFRQyPLFDHO¿QGHODVUHIRUPDVLOXVWUDGDVHOLQFUHPHQWRGHORV
gastos militares y la caída de los ingresos americanos dispararon la deuda pú-
blica y forzaron la adopción de medidas extraordinarias, como las donaciones y
empréstitos forzosos o la desamortización de bienes eclesiásticos, que no solu-
cionaron los problemas y provocaron el descontento de la nobleza y la Iglesia.
— &ULVLVVRFLDO: el gobierno de Godoy se encontró con un rechazo social ge-
neralizado al responsabilizársele tanto de la crisis económica como de la subordi-
nación de España a la Francia napoleónica. Finalmente, la oposición a Godoy des-
56 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

gastó a Carlos IV pues la nobleza y el clero, soportes tradicionales de la Corona, se


DOHMDURQGHOUH\SRUVXGHVFRQ¿DQ]DKDFLDHOYDOLGR

1.2.&DXVDVGHOFRQÀLFWR

(QHVWHFRQWH[WRGHVGH¿QDOHVGHVHVXFHGLHURQXQFRQMXQWRGHDFRQ-
tecimientos que desencadenaron la guerra de Independencia, al sumarse la crisis
de la monarquía española a la ambición napoleónica:
— 7UDWDGRGH)RQWDLQHEOHDX(1807) [Texto 1]: España permitía el paso de
las tropas francesas hacia Portugal para su conquista por su apoyo a Gran Bretaña.
El comportamiento del ejército napoleónico, más como una fuerza de ocupación
que como un aliado, provocó el rechazo de la población a su presencia en España.
— 0RWtQGH$UDQMXH]: en marzo de 1808 se produjo una sublevación pa-
laciega conocida como El motín de Aranjuez, dirigida por un sector de la alta
nobleza opuesto a Godoy y partidario del príncipe Fernando, en la que también
participaron sectores populares. Los amotinados consiguieron la destitución de
Godoy, y dos días después la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernan-
do VII. El destronamiento del rey por una simple revuelta mostró la debilidad de
la monarquía, y determinó a Napoleón a hacerse con el trono español.
—/HYDQWDPLHQWRPDGULOHxRGHOGHPD\R: Napoleón convocó en Bayona
a la familia real y Fernando VII aceptó esperando la legitimación del emperador.
La salida hacia Francia de los últimos miembros de la familia real provocó la
insurrección del pueblo de Madrid, reprimida duramente por el ejército francés.
—$EGLFDFLRQHVGH%D\RQDGHPD\R [Texto 2]: en Francia, Napoleón pre-
sionó a Fernando VII para que devolviese la Corona a su padre, Carlos IV, y a este
para que abdicase en Napoleón, que a su vez cedió el trono a su hermano José.
Cuando el pueblo conoció las abdicaciones de Bayona rechazó al nuevo rey,
José Bonaparte, se alzó en armas contra las tropas francesas y se organizó en
Juntas ante la falta de respuesta de las instituciones y del propio Ejército español:
se iniciaba la guerra de Independencia.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 57

1.3./RVEDQGRVHQFRQÀLFWR

La guerra supuso un enfrentamiento tanto militar como político, pues los


españoles se dividieron en dos bandos opuestos:
— Afrancesados: el nuevo rey, José I Bonaparte, fue apoyado por una
minoría de ilustrados (Moratín) que estimó que el cambio dinástico posi-
bilitaba una modernización de España gradual y pacífica, sin sobresaltos
revolucionarios. Para satisfacer estas aspiraciones reformistas, José I pro-
mulgó en 1808 el Estatuto* de Bayona, que liquidó las bases del Antiguo
Régimen (supresión del régimen feudal y la Inquisición; reconocimiento
de principios como la igualdad ante la ley, la libertad económica o la libre
propiedad).
— 3DWULRWDV: el rechazo a José I y el apoyo a los derechos de Fernando VII
al trono fue generalizado entre la población española. Sin embargo, los patriotas
estaban divididos en dos grupos ideológicamente opuestos, enfrentados primero
en las Juntas y después en las Cortes de Cádiz:
/LEHUDOHV: partidarios de un profundo cambio político (monarquía* par-
lamentaria).
$EVROXWLVWDV: defensores del orden tradicional del Antiguo Régimen
(monarquía absoluta).

1.4.'HVDUUROORGHOFRQÀLFWR

La guerra fue larga y difícil [Mapa 1]. Pese a la superioridad francesa,


la inesperada resistencia de las guerrillas* y el apoyo británico (Wellington)
GHFDQWDURQ HO FRQÀLFWR D IDYRU GH ORV VXEOHYDGRV /D JXHUUD DWUDYHVy WUHV
fases:
— $YDQFHLQLFLDOOHQWRGHOHMpUFLWRIUDQFpV PD\RQRYLHPEUHGH .
El general Murat se encontró con una resistencia inesperada (sitios de Zaragoza
y Gerona), e incluso se vio obligado a replegarse tras la victoria española en la
batalla de Bailén.
58 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

— &RQTXLVWD\JXHUUDSRSXODU QRYLHPEUHGHHQHURGH . Tras


la llegada de Napoleón al frente de su Grande Armée (250000 soldados) el ejér-
cito español fue derrotado (batalla de Ocaña) y se aceleró la ocupación. En 1810
solo resistía Cádiz gracias a la protección de la Armada británica. Pero, contra
WRGR SURQyVWLFR OD GHVLQWHJUDFLyQ GHO (MpUFLWR HVSDxRO QR VXSXVR HO ¿Q GH OD
guerra, gracias a la resistencia popular de los guerrilleros (Espoz y Mina, el Em-
pecinado, el cura Merino).
— 5HWURFHVRIUDQFpV HQHURGHGLFLHPEUHGH . La retirada
de parte de las tropas francesas para participar en la invasión de Rusia y
el desembarco de un ejército británico al mando de Wellington forzaron
el repliegue galo hacia Francia tras las derrotas de Arapiles, Vitoria y San
Marcial.
Finalmente, en diciembre de 1813 Napoleón devolvió el trono a Fernando
VII (7UDWDGRGH9DOHQoD\ [Texto 3]) y, a principios de 1814, los franceses aban-
GRQDURQGH¿QLWLYDPHQWH(VSDxD

1.5. &DUDFWHUtVWLFDVGHODJXHUUDGH,QGHSHQGHQFLD

— *XHUUDSDWULyWLFD: la lucha contra las tropas invasoras creó entre los es-
pañoles un sentimiento de pertenencia a la misma nación.
— *XHUUDLQWHUQDFLRQDO: España fue uno más de los escenarios de opera-
ciones de las guerras napoleónicas, en el que se enfrentaron franceses, españoles
y británicos.
— 5HYROXFLyQSROtWLFDHOFRQÀLFWRRIUHFLyFRQGLFLRQHVIDYRUDEOHVSDUDHO
desencadenamiento de un proceso radical de cambio. Una parte de los patriotas,
los liberales, aprovechó el vacío político para elaborar una Constitución que
liquidó el absolutismo y estableció una monarquía constitucional (Constitución
de Cádiz, 1812).
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 59

2. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812

2.1.&RQYRFDWRULD\RUJDQL]DFLyQGHODV&RUWHV

$OHVWDOODUHOFRQÀLFWRORVSDWULRWDVVHRUJDQL]DURQHQJuntas locales (en


las que estaban representados todos los grupos sociales). Estas Juntas fueron
las encargadas de gobernar el territorio y dirigir la guerra. Para coordinarse
nombraron una -XQWD&HQWUDO6XSUHPD, que asumió el poder en nombre del
rey Fernando VII.
A la vez que se desarrollaba la guerra, un sector de las Juntas propuso un
cambio político. En 1809 la Junta Central Suprema asumió esta reivindicación
y convocó &RUWHV*HQHUDOHV\([WUDRUGLQDULDV. Se nombró una comisión pre-
paratoria para su organización presidida por Jovellanos. La comisión acordó que
las Cortes serían estamentales, poniéndose en marcha un proceso de elección de
representantes mediante sufragio*.
En enero de 1810, tras la invasión francesa de Andalucía, la Junta Central Su-
prema se disolvió desacreditada por su dirección de la guerra. Sus poderes fue-
ron asumidos por un &RQVHMRGH5HJHQFLD establecido en Cádiz, única ciudad
española libre del control francés. La Regencia, ocupada en la defensa militar de
Cádiz, no se opuso a la reunión de las Cortes, ya que no sospechaba el alcance
que iba a tener.

Los GLSXWDGRVGHODV&RUWHV, entre los que se incluían delegados americanos


\¿OLSLQRVSURFHGtDQGHOFOHURODQREOH]D\ODEXUJXHVtD VLQQLQJ~QUHSUHVHQ-
tante de las clases populares). Los diputados no se agrupaban en partidos, pero
pronto se distinguieron tres grupos:
— $EVROXWLVWDV (nobleza y clero): defendían unas Cortes estamentales limi-
tadas a dirigir la guerra.
— 5HIRUPLVWDV: partidarios de unas Cortes estamentales que además de di-
rigir la guerra introdujese reformas ilustradas, pero manteniendo el Antiguo Ré-
gimen (Jovellanos).
60 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

— /LEHUDOHV (burguesía, militares, funcionarios y profesiones liberales):


perseguían la formación de unas Cortes constituyentes (Agustín* Argüelles,
conde de Toreno).
En las Cortes había mayoría de diputados liberales debido a que la guerra
impidió que numerosos representantes provinciales de nobleza y clero pudieran
llegar a Cádiz, siendo sustituidos por naturales de sus regiones que se encon-
traban en la ciudad y que en su mayoría eran comerciantes de tendencia liberal.

En la sesión inaugural de las Cortes (septiembre, 1810) los liberales aprove-


charon su mayoría para imponer el voto individual y no por estamento, a pesar de
las protestas de los absolutistas. De esta forma, el primer decreto de las Cortes
GH&iGL] [Texto 4] promovió un cambio político radical: además de reconocer
a Fernando VII como único rey legítimo estableció que la soberanía* pertenecía
a la nación, que las Cortes representaban a la nación y que las Cortes ejercían el
poder legislativo conforme al principio de división de poderes.
A lo largo de su existencia, las Cortes realizaron una importante labor legis-
lativa de carácter liberal:
— Reconocimiento de derechos y libertades individuales (reunión, imprenta).
— Eliminación de instituciones de tradición feudal (señoríos* jurisdiccionales,
servidumbre, Tribunal de la Inquisición, gremios, mayorazgos*) [Texto comentado].
— Desamortización* de bienes municipales y de órdenes militares.
— Elaboración de la Constitución de 1812.

2.2. /D&RQVWLWXFLyQGH&iGL]

Las Cortes de Cádiz, controladas por los liberales, aprovecharon la ausencia


del rey para aprobar el 19 de marzo de 1812 una constitución (conocida como la
Pepa por la fecha de su aprobación [Imagen 1]) claramente revolucionaria que
establecía la soberanía nacional dentro una monarquía parlamentaria.
El nuevo régimen liberal implantó un gobierno representativo (monarquía
parlamentaria), la igualdad jurídica (clases sociales) y la libertad económica (ini-
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 61

ciativa individual y derecho de propiedad). Los DVSHFWRVPiVVLJQL¿FDWLYRVGH


OD&RQVWLWXFLyQ son [Texto 5]:
— 3URFODPDFLyQGHODVREHUDQtDQDFLRQDO, que reside en las Cortes.
— 5HFRQRFLPLHQWRGHGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV de variado carácter:
- Políticos: libertad de expresión e imprenta (supresión de la censura),
seguridad jurídica (habeas* corpus; prohibición de la tortura) e igualdad
ante la ley (abolición de privilegios estamentales y de la servidumbre).
Sin embargo, la Constitución negó expresamente la libertad religiosa (ca-
tolicismo como única religión).
- Económicos: libertad económica gracias a la libre propiedad (supresión
de mayorazgos), libertad de producción (abolición de gremios) y libertad
FRPHUFLDO ¿QGHDGXDQDVLQWHULRUHV 
— 'LYLVLyQGHSRGHUHV:
- Ejecutivo: como jefe del Ejecutivo el rey nombraba a los ministros.
No obstante, se limitó la autoridad de la Corona para evitar un ejercicio
DXWRULWDULRGHOSRGHUODV&RUWHVWHQtDQTXHUDWL¿FDUHOQRPEUDPLHQWRGH
los ministros y el rey no podía legislar sin las Cortes, ni disolverlas o de-
jar de convocarlas. Además, el derecho de veto* era solo suspensivo (un
máximo de tres veces).
- Legislativo: había una sola cámara. El Gobierno (presidido por el rey)
y las Cortes compartían la facultad de proponer leyes, si bien eran las
Cortes las que las aprobaban o rechazaban.
- Judicial: jueces independientes.
— 6XIUDJLR: los diputados se elegían por sufragio universal masculino e in-
directo (parroquia, partido, provincia). Para ser diputado había que disponer de
una determinada renta.
— (VWUXFWXUDWHUULWRULDO centralizada. Las leyes eran comunes en todo el
país.

El sistema liberal se reforzó mediante la creación de la Milicia Nacional,


cuerpo armado compuesto por voluntarios civiles cuya misión era la defensa de
la Constitución.
62 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

La Constitución tuvo una YLJHQFLDPX\FRUWD ya que la guerra impidió su


DSOLFDFLyQ HIHFWLYD \ FXDQGR HO FRQÀLFWR WHUPLQy \ )HUQDQGR 9,, UHJUHVy OD
abolió para restaurar el absolutismo. Además, la consolidación de la Constitu-
FLyQVHYLRGL¿FXOWDGDSRUODIDOWDGHDSR\RVVRFLDOHVQREOH]D\FOHURHVWDEDQHQ
contra, la burguesía urbana era un grupo minoritario y los campesinos no perci-
bieron las ventajas del régimen liberal.
Sin embargo, a pesar de su corta vida, la Constitución de 1812 fue muy im-
portante: por un lado, se convirtió en bandera del liberalismo nacional (volvió
DUHLPSODQWDUVHHQHO7ULHQLR/LEHUDO\HQWUHGXUDQWHODUHJHQFLDGH
María Cristina), y además inspiró otras cartas magnas como la de Portugal, Pia-
monte y muchas naciones iberoamericanas.

3. EL REINADO DE FERNANDO VII: LIBERALISMO FRENTE A


ABSOLUTISMO. EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE LAS
COLONIAS AMERICANAS

3.1.(OUHLQDGRGH)HUQDQGR9,,  

El reinado de Fernando VII estuvo marcado por la disputa entre absolutismo


y liberalismo, cuyos sistemas políticos, sociales y económicos eran incompati-
bles. Distinguimos tres HWDSDV en su reinado:

(O6H[HQLR$EVROXWLVWD 
En diciembre de 1813, tras la expulsión de las tropas francesas, Napoleón
devolvió el trono a Fernando VII (Tratado de Valençay). Cuando en enero de
1814 el rey regresó a España dio largas a la jura de la constitución buscando
apoyos para restaurar el absolutismo. En abril, sesenta y nueve diputados
UHFODPDURQ OD YXHOWD D XQD PRQDUTXtD DEVROXWD 0DQL¿HVWR GH ORV 3HUVDV
>7H[WR@), y en mayo, garantizados los apoyos, Fernando VII promulgó el
Decreto de Valencia [Texto 7], que disolvía las Cortes de Cádiz y abolía to-
das sus leyes incluyendo la Constitución de 1812. Fernando VII restablecía
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 63

así el Antiguo Régimen y la Inquisición, y dio comienzo la SHUVHFXFLyQ


GHORVOLEHUDOHV. Los que no se exiliaron en Francia o Gran Bretaña fueron
apresados o ajusticiados o pasaron a la clandestinidad y se organizaron en
sociedades secretas conspirativas.
Apoyado en una camarilla personal, Fernando VII fue incapaz de ha-
cer frente a los graves problemas interiores (crisis hacendística) y exteriores
(emancipación de las colonias). La debilidad de los liberales por la represión
absolutista y la falta de apoyo social les llevó a buscar la ayuda del Ejército
para cambiar el régimen absolutista mediante pronunciamientos* militares.
Se iniciaba así el intervencionismo del Ejército en la política nacional, fre-
cuente a lo largo del siglo XIX. Tras el fracaso de varios pronunciamientos
previos (Espoz y Mina, Porlier) triunfó el liderado por el coronel Rafael de
5LHJR en 1820 en Cabezas de San Juan (donde la tropa iba a embarcar hacia
América para reprimir las revueltas independentistas [Texto 8]) comenzando
el Trienio Liberal.

(O7ULHQLR/LEHUDO 
El avance de Riego hacia Madrid empujó a Fernando VII a MXUDUOD&RQVWL-
WXFLyQGH [Texto 9], UHLQVWDXUiQGRVHHOOLEHUDOLVPR. Las nuevas Cortes y
ORV*RELHUQRVOLEHUDOHVVHHQIUHQWDURQDJUDYHVGL¿FXOWDGHV
— 'LYLVLyQ GH ORV OLEHUDOHV en moderados o doceañistas (Martínez de la
Rosa), que buscaban un cambio progresivo, y exaltados o veinteañistas (Riego),
que defendían la aceleración de las reformas.
— 'HVOHDOWDGGHOUH\, que usó continuamente su derecho de veto para entor-
pecer la labor de las Cortes.
— 2SRVLFLyQUHDOLVWD DEVROXWLVWDV : sublevación de la Guardia Real (sofo-
cada por la Milicia Nacional) y proclamación de la Regencia de Urgell (soste-
nida por guerrillas) que se consideraba único Gobierno legítimo por la supuesta
«cautividad» de la voluntad del rey por los liberales.
Durante el Trienio los liberales abolieron el régimen señorial, los mayoraz-
gos y la Inquisición. En 1822, los absolutistas españoles, de acuerdo con el rey,
solicitaron la LQWHUYHQFLyQPLOLWDUGH la Santa*$OLDQ]D, que en el Tratado
64 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

de Verona de 1823 acordó enviar un ejército francés, los Cien mil hijos de San
Luis, en su ayuda. Su fácil triunfo permitió la restauración del absolutismo
(1823) [Texto 10].

/D'pFDGD2PLQRVD 
En 1823, al igual que en 1814, Fernando VII declaró nulas las medidas
adoptadas durante el Trienio Liberal, UHVWDEOHFLyWRGDVODVLQVWLWXFLRQHVGHO
$QWLJXR5pJLPHQ, salvo la Inquisición, y creó el Cuerpo de los Voluntarios
Realistas en defensa del absolutismo. La nueva SHUVHFXFLyQ llevó a los libera-
les a la cárcel, el exilio (Goya) o la muerte (Riego, Torrijos*).
6LQ HPEDUJR HVWDV PHGLGDV UHVXOWDURQ LQVX¿FLHQWHV SDUD ORV DEVROXWLV-
tas más radicales, conocidos como ultrarrealistas o apostólicos, liderados
por Carlos M.ª Isidro, hermano del rey y heredero al trono por la falta de
descendencia de Fernando VII. Este grupo estaba molesto porque no se hu-
biera restablecido la Inquisición, por el nombramiento de algunos políticos
moderados y por la aprobación de reformas económicas que buscaban evitar
la quiebra del país. En 1827 un sector de estos XOWUDUUHDOLVWDV se sublevó
en Cataluña (revuelta de los agraviados o malcontents), siendo duramente
reprimidos.
En 1830 quedó embarazada la reina M.ª Cristina, y Fernando VII promulgó
la Pragmática* Sanción que derogaba la Ley* Sálica. El nacimiento de la prin-
cesa Isabel planteó un SUREOHPDVXFHVRULR por el apoyo de los absolutistas a
los derechos de Carlos M.ª Isidro. La respuesta de Fernando VII en 1832 fue
buscar el apoyo de los liberales moderados a los derechos de su hija, nombran-
do primer ministro al moderado Cea Bermúdez.
En 1833 murió Fernando VII y las Cortes proclamaron KHUHGHUD a su hija
Isabel II y regente a su madre, M.ª Cristina de Borbón. Sin embargo, Carlos
no reconoció a Isabel como heredera, y con el apoyo de los absolutistas ultra-
UUHDOLVWDV GHVGHDKRUDFDUOLVWDV VHDXWRSURFODPyUH\OHJtWLPR 0DQL¿HVWRGH
Abrantes). Poco después comenzaba la primera guerra carlista.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 65

3.2.(OSURFHVRGHLQGHSHQGHQFLDGHODVFRORQLDVDPHULFDQDV

La independencia de las colonias españolas en América se inició durante


la guerra de Independencia y terminó durante el reinado de Fernando VII.
Hacia 1825 España había perdido su imperio colonial y solo conservaba
Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Los principales protagonistas del indepen-
dentismo fueron los criollos, americanos descendientes de españoles, que
solo representaban un 15 % de la población pero controlaban la riqueza de
las colonias.

)DFWRUHVTXHSURSLFLDURQHOPRYLPLHQWRLQGHSHQGHQWLVWD
— 5HFKD]RGHOPRQRSROLRFRPHUFLDO: perjudicaba a productores, comer-
ciantes y consumidores.
— &HQWUDOL]DFLyQSROtWLFD: impuesta por los Borbones, desplazó a los crio-
OORVGHORVSXHVWRVSROtWLFRVPiVLQÀX\HQWHVHQEHQH¿FLRGHXQDEXURFUDFLDSH-
ninsular.
— ,QÀXHQFLDGHODGRFWULQDLOXVWUDGD y GHODLQGHSHQGHQFLDGH((88
(1783).
— 'HELOLGDGGH(VSDxDUHÀHMDGDHQODJXHUUDGH,QGHSHQGHQFLDSURYRFy
el aislamiento de las colonias americanas respecto a la metrópoli y el colapso del
comercio atlántico.

(OSURFHVRGHLQGHSHQGHQFLD
— 3ULPHUD HWDSD  : en 1808, tras la invasión francesa, en las
colonias se formaron Juntas como en la Península. Aprovechando la situación,
algunas de estas Juntas, como las de Caracas y Buenos Aires, negaron su obe-
diencia a las autoridades peninsulares y promulgaron las primeras declaraciones
de independencia [Texto 11].
— 6HJXQGDHWDSD  : con el restablecimiento del absolutismo en Es-
paña se produjeron en América múltiples sublevaciones. Fernando VII respon-
dió enviando tropas que en un primer momento restablecieron el control excepto
HQ$UJHQWLQDTXHVHLQGHSHQGL]yHQEDMRHOOLGHUD]JRGH-RVp6DQ0DUWtQ
66 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

Poco después San Martín ayudó a O’Higgins en Chile, que alcanzó la indepen-
dencia tras la batalla de Chacabuco (1817).
El movimiento de liberación se extendió por toda América bajo Simón Bolí-
var, que lideró la independencia de Colombia (Batalla de Boyacá), Venezuela y
Perú (Batalla de Ayacucho). Por su parte, Itúrbide encabezó la independencia de
México en 1822 [Texto 12]. En 1825 toda la América española era independien-
te, excepto Cuba y Puerto Rico.

/DVFRQVHFXHQFLDV
3DUD(VSDxDlas consecuencias fueron muy graves:
— Económicas >*Ui¿FD@: pérdida del mercado americano para las manu-
IDFWXUDVHVSDxRODV¿QGHOVXPLQLVWURGHPDWHULDVSULPDVEDUDWDV\GLVPLQXFLyQ
de ingresos de la Hacienda Real. Todo ello privó a España de mercados y recur-
sos en el momento en que estaba desarrollándose la primera Revolución Indus-
trial en Europa.
— Políticas: España se convirtió en una potencia secundaria en el plano in-
ternacional.

3DUD$PpULFD también tuvo importantes consecuencias:


— Fragmentación en quince repúblicas, fracasado el proyecto unitario de
Bolívar (la Gran Colombia).
— Guerras entre las nuevas naciones por cuestiones territoriales, dada la
inexistencia de fronteras previas.
— Predominio de los criollos y marginación de la población indígena, negra
o mestiza.
— Entrada de Iberoamérica en la órbita comercial de Gran Bretaña.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 67

COMENTARIO DE TEXTO

'HFUHWRGHGHDJRVWRGHGHDEROLFLyQGHOUpJLPHQIHXGDOHQ(VSDxD

“Deseando las Cortes generales y extraordinarias remover los obstáculos


que hayan podido oponerse al buen régimen, aumento de población y prosperi-
dad de la monarquía española, decretan:
“I. Desde ahora quedan incorporados a la nación todos los señoríos juris-
diccionales de cualquiera clase y condición que sean.
“II. Se procederá al nombramiento de todas las justicias y demás funciona-
ULRVS~EOLFRVSRUHOPLVPRRUGHQ\VHJ~QVHYHUL¿FDHQORVSXHEORVGHUHDOHQJR
“IV. Quedan abolidos los dictados de vasallo y vasallaje y las prestaciones
así reales como personales que deban su origen a título jurisdiccional, a ex-
cepción de las que procedan de contrato libre en uso del sagrado derecho de
propiedad.
“V. Los señoríos territoriales y solariegos quedan desde ahora en la clase de
los demás derechos de propiedad particular.
“VII. Quedan abolidos los privilegios llamados exclusivos, privativos y pro-
hibitivos que tengan el mismo origen de señorío, como son los de caza, pesca,
hornos, molinos, quedando al libre uso de los pueblos”.
68 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

3UHJXQWD&ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
FUHWDVHQODVTXHIXHHVFULWRGHVWLQDWDULR\SURSyVLWRVSRUORVTXHVHHVFULELy

7LSRGHWH[WR El texto es una fuente primaria, ya que es un documento de su


época y hace referencia a los hechos que en ella se desarrollan. Es de carácter
jurídico al tratarse de un decreto que establece normas legales. Su contenido es
económico y social, pero tiene una extraordinaria importancia desde el punto de
vista político.

&LUFXQVWDQFLDVHQODVTXHIXHHVFULWR Durante la invasión francesa de España,


las Cortes hubieron de reunirse en la Isla de León (actual San Fernando, Cádiz),
única zona no ocupada por el ejército napoleónico.

Autores. El autor es colectivo y público: los diputados de las Cortes de Cádiz,


reunidas desde septiembre de 1810. La mayoría de los diputados eran de ideolo-
gía liberal y se inspiraban en la Ilustración.

'HVWLQDWDULRV Al ser un texto jurídico el destinatario es la nación, es decir, el


destinatario es público.

3URSyVLWRV Antes de que se promulgara la Constitución de 1812 las Cortes apro-


baron una serie de leyes y decretos, entre los que destaca el de la abolición del
régimen feudal. El decreto se proponía abolir los señoríos jurisdiccionales, una
medida fundamental para liquidar el Antiguo Régimen en España.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 69

3UHJXQWD,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
VXFRQWHQLGR

Resumen. El objetivo es acabar con los señoríos jurisdiccionales, posesiones


territoriales en las que su dueño, el «señor», ejercía la soberanía cobrando tasas
e impuestos y nombrando autoridades. Pero los derechos de propiedad sobre
la tierra no se tocaron, lo que se eliminaba era la jurisdicción y los privilegios
señoriales.

Ideas del texto. El articulado del texto nos guía en el comentario de las ideas:
En el preámbulo aparece una idea radical del liberalismo económico: se de-
ben eliminar las trabas que obstaculizan la prosperidad.
Los artículos I y II tienen que ver con el principio liberal de igualdad ante la
ley: no ha de haber territorios que estén sometidos a leyes distintas de la nación
y nadie nombraría cargos («justicias y demás funcionarios públicos») que no
fuesen las autoridades de esta (como «los de realengo»).
El artículo IV insiste en la misma idea. La jurisdicción y la administración no
se podrían basar más en relaciones personales. Las relaciones económicas que
se establecieran se harían mediante «contrato libre». Se reconoce el derecho de
SURSLHGDGTXHVHFDOL¿FDGH©VDJUDGRª(OOLEHUDOLVPRHFRQyPLFRGH¿HQGHDXO-
tranza la propiedad privada, sobre la que se tiene que asentar el nuevo orden eco-
nómico. En este sentido la labor legislativa de las Cortes de Cádiz es coherente
con la revolución liberal-burguesa común a varios países de Europa y América.
/RVDUWtFXORV9\9,,VHUH¿HUHQDRWURVGHUHFKRV\SULYLOHJLRVVHxRULDOHV
(percepción exclusiva de rentas por caza, pesca u otros) que quedan también
abolidos.
70 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


Texto 1. El Tratado de Fontainebleau, 27 de octubre de 1807

“Art. 1. La provincia de Entre Duero y Miño con la ciudad de Oporto se dará en toda pro-
piedad y soberanía a S. M. el rey de Etruria con el título de Rey de la Lusitania Septentrional.
“Art. 2. La provincia de Alentejo y el reino de los Algarbes, se darán en toda propie-
dad y soberanía al Príncipe de la Paz, para que las disfrute con el título de Príncipe de los
Algarbes.
“Art. 11. S. M. el Emperador de los franceses sale garante a S. M. el rey de España de la
posesión de sus estados del continente de Europa situados a mediodía de los Pirineos.
“Convención secreta anexa:
“Art. I. Un cuerpo de tropas imperiales francesas de veinte y cinco mil hombres de infante-
ría, y de tres mil hombres de caballería entrará en España y marchará en derechura a Lisboa:
se reunirá a este cuerpo otro de ocho mil hombres de infantería y de tres mil de caballería de
tropas españolas con treinta piezas de artillería”.

Texto 2. Abdicación de Carlos IV en Bayona, mayo de 1808

“Carlos IV, rey de las Españas y de las Indias, y Napoleón, emperador de los franceses,
(...), animados de igual deseo de poner un pronto término a la anarquía a que está entregada la
España, y libertar esta nación valerosa de las agitaciones de las facciones; queriendo asimismo
evitarle todas las convulsiones de la guerra civil y extranjera, y colocarla sin sacudimientos po-
líticos en la única situación que, atendida la circunstancia extraordinaria en que se halla, puede
PDQWHQHUVXLQWHJULGDGD¿DQ]DUOHODVFRORQLDV\SRQHUORHQHVWDGRGHUHXQLUWRGRVVXVUHFXUVRV
con los de la Francia [...], se han convenido en lo que sigue:
“Artículo 1º. S. M. el rey Carlos, que no ha tenido en toda su vida otra mira que la felicidad
de sus vasallos (...), no pudiendo las circunstancias actuales ser sino un manantial de disensio-
nes tanto más funestas, cuanto las desavenencias han dividido su propia familia, ha resuelto
ceder, como cede por el presente, todos sus derechos al trono de las Españas y de las Indias a S.
M. el emperador Napoleón, como el único que, en el estado a que han llegado las cosas, puede
restablecer el orden; entendiéndose que dicha cesión sólo ha de tener efecto para hacer gozar a
sus vasallos de las condiciones siguientes: 1.º La integridad del reino será mantenida: el prínci-
pe que el emperador juzgue deber colocar en el trono de España será independiente, y los límites
de la España no sufrirán alteración alguna. 2.º La religión católica, apostólica, romana será
la única en España. No se tolerará en su territorio religión alguna reformada, y mucho menos
LQ¿HOVHJ~QHOXVRHVWDEOHFLGRDFWXDOPHQWH´
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 71

Texto 3. Tratado de Valençay, 11 de diciembre de 1813

“Art. 3. S. M. el Emperador de los franceses reconoce a D. Fernando y sucesores, según el


orden de sucesión establecido por las leyes fundamentales de España, como rey de España y de
las Indias.
“Art. 4. S. M. el Emperador y rey reconoce la integridad del territorio de España, tal cual
existía antes de la guerra actual.
“Art. 5. Las provincias y plazas actualmente ocupadas por las tropas francesas serán entre-
gadas en el estado en que se encuentran a los gobernadores y a las tropas españolas que sean
enviadas por el rey.
“Art. 9. Todos los españoles adictos al rey José, que le han servido en los empleos civiles o
militares, y que le han seguido, volverán a los honores, derechos y prerrogativas de que goza-
ban; todos los bienes de que hayan sido privados les serán restituidos. Los que quieran perma-
necer fuera de España tendrán un término de diez años para vender sus bienes y tomar todas las
medidas necesarias a su nuevo domicilio. (...)
“Art. 13. S. M. Fernando VII se obliga igualmente a hacer pagar al rey Carlos IV y a la rei-
na su esposa la cantidad de 30 millones de reales, que será satisfecha puntualmente por cuartas
partes, de tres en tres meses. (…)
“Art. 14. Se concluirá un tratado de comercio entre ambas potencias, y hasta tanto sus rela-
ciones comerciales quedarán bajo el mismo pie que antes de la guerra de 1792”.

Texto 4. Primer Decreto de las Cortes. Real Isla de León, 24 de septiembre de 1810

“Los diputados que componen este Congreso y que representan la nación española, se de-
claran legítimamente constituidos en Cortes generales y extraordinarias y que reside en ellas la
soberanía nacional.
“Las Cortes generales y extraordinarias de la nación española, congregadas en la real
Isla de León, conformes en todo con la voluntad general, pronunciada del modo más enérgico y
patente, reconocen y proclaman y juran de nuevo por su único y legítimo rey al señor Don Fer-
nando VII de Borbón; y declaran nula, de ningún valor ni efecto la cesión de la Corona que se
dice hecha a favor de Napoleón, no sólo por la violencia que intervino en aquellos actos injustos
e ilegales, sino principalmente por faltarles el consentimiento de la nación.
“No conviniendo queden reunidos el Poder legislativo, el ejecutivo y el judicial, declaran
las Cortes generales y extraordinarias que se reservan el ejercicio del Poder legislativo en toda
su extensión.
“El Consejo de Regencia reconocerá la soberanía nacional de las Cortes, y jurará obedien-
cia a las leyes y decretos que de ellas emanaren. (...)”.
72 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

Texto 5. Constitución de 1812

“Don Fernando, por la Gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Rey


de las Españas, y en su ausencia y cautividad la Regencia del Reino, nombrada por las Cortes
Generales, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: Que las mismas Cortes han
decretado y sancionado lo siguiente:
“Art. 1. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
“Art. 2. La Nación Española es libre e independiente.
“Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación.
“Art. 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad
civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos.
“Art. 12. La religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica,
romana, única verdadera. La Nación la protege por leyes sabias y justas y prohíbe el ejercicio
de cualquier otra.
“Art. 14. El Gobierno de la Nación española es una monarquía moderada hereditaria.
“Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
“Art. 16. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey.
“Art. 17. La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los
Tribunales establecidos por la Ley.
“Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los diputados nombrados por los ciuda-
danos.
“Art. 92. Se requiere (...) para ser elegido diputado de las Cortes, tener una renta anual
proporcionada, procedente de bienes propios.
“Art. 172. Las restricciones a la autoridad del rey son las siguientes:
Primera. No puede el Rey impedir, bajo ningún pretexto, la celebración de las Cortes en las
épocas y casos señalados, ni suspenderlas, ni disolverlas, ni en manera alguna embarazar sus
sesiones y deliberaciones.
“Art. 248. En los negocios comunes, civiles y criminales, no habrá más que un fuero para
toda clase de personas.
“Art. 258. El Código civil y criminal y de comercio será uno mismo para la Monarquía.
“Art. 303. No se usará nunca el tormento ni los apremios.
“Art. 371. Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas
políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación anterior, bajo las restricciones que
establezcan las leyes”.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 73

Texto 6. 0DQL¿HVWRGHORV3HUVDV0DGULGGHDEULOGH

“Era costumbre en los antiguos persas pasar cinco días en anarquía después del falle-
FLPLHQWRGHVXUH\D¿QGHTXHODH[SHULHQFLDGHORVDVHVLQDWRVURERV\RWUDVGHVJUDFLDVOHV
REOLJDVHDVHUPiV¿HOHVDVXVXFHVRU3DUDVHUOR(VSDxDD90QRQHFHVLWDEDLJXDOHQVD\RHQ
los seis años de su cautividad. Del número de los españoles que se complacen al ver restituido
D90DOWURQRGHVXVPD\RUHVVRQORVTXH¿UPDQHVWDUHYHUHQWHH[SRVLFLyQFRQHOFDUiFWHUGH
representantes de España; mas como en ausencia de V. M. se ha mudado el sistema que regía
DOPRPHQWRGHYHUL¿FDUVHDTXpOOD\QRVKDOODPRVDOIUHQWHGHODQDFLyQHQXQ&RQJUHVRTXH
decreta lo contrario de lo que sentimos y de lo que nuestras provincias desean, creemos un deber
manifestar nuestros votos y circunstancias. (...)
“(...) La monarquía absoluta es una obra de la razón y de la inteligencia; está subordinada
a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado; fue establecida por derecho
de conquista o por la sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron a sus Reyes.
(...) por esto ha sido necesario que el poder soberano fuese absoluto para prescribir a los súb-
ditos todo lo que mira al interés común; y obligar a la obediencia a los que se niegan a ella.
³1RSXGLHQGRGHMDUGHFHUUDUHVWHUHVSHWXRVR0DQL¿HVWRHQFXDQWRSHUPLWDHOiPELWRGH
nuestra representación y nuestros votos particulares con la protesta de que se estime siempre sin
valor esa Constitución de Cádiz, y por no aprobada por V. M. ni por las provincias (...) porque
estimamos las leyes fundamentales que contiene de incalculables y trascendentales prejuicios,
que piden la previa celebración de unas Cortes españolas legítimamente congregadas en liber-
tad y con arreglo en todo a las antiguas leyes”.

Texto 7. Real Decreto de 4 de mayo de 1814

“Por lo tanto, habiendo oído lo que ecuánimemente me han informado personas respetables
por su celo y conocimientos y lo que se me ha expuesto en representaciones que de varias partes
del reino se me han dirigido, en las cuales se expresa la repugnancia y disgusto con que así la
constitución formada en las Cortes generales como el resto de sus establecimientos políticos son
mirados en las provincias; los perjuicios y males que han venido de ellos, y se aumentarían si
Yo autorizase y jurase aquella constitución, (...) declaro que mi real ánimo es no solamente no
jurar ni acceder a dicha constitución ni decreto alguno de las Cortes generales y extraordina-
rias, y de las ordinarias actualmente abiertas, a saber, los que sean depresivos de los derechos y
prerrogativas de mi soberanía, sino el declarar aquella constitución y tales decretos nulos y de
ningún valor y efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si no hubiesen pasado jamás tales actos,
y se quitasen de en medio del tiempo, y sin obligación en mis pueblos y súbditos, de cualquiera
clase y condición, a cumplirlos ni guardarlos.
74 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

“Y como el que quisiere sostenerlos y contradijere esta mi real declaración atentaría contra
las prerrogativas de mi soberanía y felicidad de la Nación y causaría turbación en mis reinos,
declaro reo de lesa majestad a quien tal osare o intentare, y que como tal se le imponga la pena
de la vida, ora lo ejecute de hecho, ora por escrito o de palabra (...)”.

Texto 8. 0DQL¿HVWRGH5LHJR&DEH]DVGH6DQ-XDQGHHQHURGH

“Soldados, mi amor hacia vosotros es grande. Por tanto, yo no podía consentir, como jefe
vuestro, que se os alejase de vuestra patria, en unos buques podridos, para llevaros a hacer
una guerra injusta al Nuevo Mundo; ni que se os compeliese a abandonar vuestros padres y
hermanos, dejándolos sumidos en la miseria y la opresión. Vosotros debéis a aquellos la vida,
y, por tanto, es de vuestra obligación y agradecimiento el prolongársela, sosteniéndolos en la
DQFLDQLGDG\DXQWDPELpQVLIXHVHQHFHVDULRHOVDFUL¿FDUODVYXHVWUDVSDUDURPSHUODVFDGHQDV
que los tienen oprimidos desde el año 14. Un rey absoluto, a su antojo y albedrío, les impone
contribuciones y gabelas que no pueden soportar; los veja, los oprime y, por último, como colmo
GHGHVJUDFLDVRVDUUHEDWDDYRVRWURVVXVFDURVKLMRVSDUDVDFUL¿FDURVDVXRUJXOOR\DPELFLyQ
“Sí, a vosotros os arrebatan del paterno seno para que en lejanos y opuestos climas vayáis
a sostener una guerra inútil, que podría fácilmente terminarse con sólo reintegrar sus derechos
a la Nación española. La Constitución, sí, la Constitución basta para apaciguar a nuestros
hermanos de América”.

Texto 9. Fernando VII acata la Constitución. Madrid, 10 de marzo de 1820. En Gaceta


Extraordinaria, Madrid, 12 de marzo de 1820

“Españoles. Cuando vuestros heroicos esfuerzos lograron poner término al cautiverio en que
PHUHWXYRODPiVLQDXGLWDSHU¿GLDWRGRFXDQWRYL\HVFXFKpDSHQDVSLVpHOVXHORSDWULRVHUHXQLy
para persuadirme que la Nación deseaba ver resucitada su anterior forma de gobierno; (...)
“Pero mientras Yo meditaba maduramente con la solicitud propia de mi paternal corazón
las variaciones de nuestro régimen fundamental, que parecían más adaptables al carácter na-
cional y al estado presente de las diversas porciones de la monarquía española, así como más
análogas a la organización de los pueblos ilustrados, me habéis hecho entender vuestro anhelo
de que se restableciese aquella Constitución que entre el estruendo de armas hostiles fue pro-
mulgada en Cádiz el año de 1812, al propio tiempo que con asombro del mundo combatíais por
la libertad de la Patria. He oído vuestros votos, y cual tierno Padre he condescendido a lo que
mis hijos reputan conducente a su felicidad. He jurado esa Constitución por la cual suspirabais,
\VHUpVLHPSUHVXPiV¿UPHDSR\R
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 75

“Españoles: vuestra gloria es la única que mi corazón ambiciona. Mi alma no apetece sino
YHURVHQWRUQRGHPL7URQRXQLGRVSDFt¿FRV\GLFKRVRV 
“Evitad la exaltación de pasiones, que suele transformar en enemigos a los que sólo deben
ser hermanos, acordes en afectos como los son en religión, idioma y costumbres. (...) Marchemos
francamente, y Yo el primero, por la senda constitucional; mostrando a la Europa un modelo de
sabiduría, orden y perfecta moderación en una crisis que en otras naciones ha sido acompañada
de lágrimas y desgracias, hagamos admirar y reverenciar el nombre Español, al mismo tiempo
que labramos para siglos nuestra felicidad y nuestra gloria”.

7H[WRDecreto de 1 de octubre de 1823

“Bien públicos y notorios son a todos mis vasallos, los escandalosos sucesos que prece-
dieron, acompañaron y siguieron al establecimiento de la democrática Constitución de Cádiz
en el mes de marzo de 1820, la más criminal traición, la más vergonzosa cobardía, el desacato
más horrendo a mi real Persona y la violencia más inevitable, fueron los elementos empleados
para variar esencialmente el gobierno paternal de mis reinos en un código democrático, origen
fecundo de desastres y desgracias (…)
“La Europa entera conociendo profundamente mi cautiverio y el de toda mi real familia de-
WHUPLQySRQHU¿QGHXQDYH]DXQHVWDGRGHFRVDVTXHHUDHOHVFiQGDORXQLYHUVDOTXHFDPLQDED
a trastornar todos los tronos y todas las instituciones antiguas, cambiándolas en la irreligión y
la inmoralidad. (...)
“Sentado ya otra vez en el trono de san Fernando por la mano justa y sabia del Omnipotente
y por los denodados esfuerzos de mi primo, el duque de Angulema y su valiente ejército, desean-
do proveer el remedio a las más urgentes necesidades de mis pueblos y manifestar al mundo mi
verdadera libertad, he venido en decretar lo siguiente:
“1. Son nulos y de ningún valor los actos del Gobierno llamado constitucional que ha do-
minado a mis pueblos desde el 7 de marzo de 1820 hasta hoy octubre de 1823, declarando que
toda esta época ha carecido de libertad. (…)”.

Texto 11. Acta de independencia del Congreso de Venezuela, 1811

“En el nombre de Dios todopoderoso.


“Nosotros los representantes de las provincias unidas de Caracas, Cumaná, Margarita,
Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la confederación americana de Venezuela en el conti-
nente meridional, reunidos en congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros
derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810 en consecuencia
de la jornada de Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra
76 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

nueva dinastía constituida sin nuestro consentimiento: queremos antes de usar de los derechos,
de que nos tuvo privados la fuerza por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político
de los acontecimientos humanos, patentizar al Universo las razones, que han emanado de estos
acontecimientos, y autorizar el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía (...).
“Es contrario al orden, imposible al gobierno de España y funesto a la América el que,
WHQLHQGRpVWDXQWHUULWRULRLQ¿QLWDPHQWHPiVH[WHQVR\XQDSREODFLyQLQFRPSDUDEOHPHQWHPiV
numerosa, dependa y esté sujeta a un ángulo peninsular del continente europeo. Las cesiones de
Bayona, las jornadas de Aranjuez y las órdenes del lugarteniente duque de Berg a la América
GHELHURQSRQHUHQXVRORVGHUHFKRVTXHKDVWDHQWRQFHVKDEtDQVDFUL¿FDGRORVDPHULFDQRVDOD
unidad e integridad de la nación española.
“(...) Por tanto, nosotros los representantes de las provincias unidas de Venezuela, poniendo
por testigo al Ser Supremo de la justicia de nuestro proceder, (...) declaramos solemnemente al
mundo que sus provincias unidas son y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, estados
libres soberanos e independientes”.

Texto 12. Iturbide, Agustín: Plan de Iguala, 24 de febrero de 1821

“Americanos, bajo cuyo nombre comprendo no sólo los nacidos en América, sino a los eu-
ropeos, africanos y asiáticos que en ella residen: tened la bondad de oírme. Las naciones que se
llaman grandes en la extensión del globo, fueron dominadas por otras, y hasta que sus luces no
OHVSHUPLWLHURQ¿MDUVXSURSLDRSLQLyQQRVHHPDQFLSDURQ  
“Trescientos años hace la América Septentrional de estar bajo la tutela de la nación más
católica y piadosa, heroica y magnánima. La España la educó y engrandeció, formando esas
ciudades opulentas, esos pueblos hermosos, esas provincias y reinos dilatados que en la historia
del universo van a ocupar lugar muy distinguido. (...) La opinión pública y la general de todos
los pueblos es la de la independencia absoluta de la España y de toda otra nación. Así piensa el
europeo, así los americanos de todo origen.
“Esta misma voz que resonó en el pueblo de los Dolores, el año de 1810, y que tantas
desgracias originó al bello país de las delicias por el desorden, el abandono y otra multitud
GHYLFLRV¿MyWDPELpQODRSLQLyQS~EOLFDGHTXHODXQLyQJHQHUDOHQWUHHXURSHRV\DPHUL-
canos, indios e indígenas, es la única base sólida en que puede descansar nuestra común
felicidad. (...).
“Al frente de un ejército valiente y resuelto he proclamado la independencia de la América
Septentrional. Es ya libre, es ya señora de sí misma, ya que no reconoce ni depende de la Espa-
ña, ni de otra nación alguna. Saludadla todos como independiente, y sean nuestros corazones
bizarros los que sostengan esta dulce voz, unidos con las tropas que han resuelto morir antes que
separarse de tan heroica empresa”.
LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 77

,PDJHQLa proclamación de las Cortes de Cádiz, por Salvador Viniegra.


Museo de las Cortes de Cádiz

*Ui¿FD Valor del comercio exterior español en millones de reales

 &RPHUFLRFRQHOH[WUDQMHUR  


 ,PSRUWDFLRQHV  
Exportaciones de mercancías 397,0 221,2
Exportación de dinero 274,8 ---
TOTAL  
&RPHUFLRFRQ$PpULFD
Importación de mercancías 318,3 83,8
Importación de dinero 421,3 15,1
Importación total 739,8 98,9
Exportaciones 429,7 41,8

Elaboración propia. Datos obtenidos de L. Pérez de la Escosura, De Imperio a Nación. Crecimiento y atraso
económico en España (1780-1930). Madrid, Alianza Editorial
78 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

0DSD Guerra de Independencia (1808-1814)

Elaboración propia. Datos obtenidos de otras fuentes


LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO UNIDAD 5 79

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Argüelles, Agustín (1776-1844). Político es- y sabotaje, minando la moral del invasor,
pañol que durante la guerra de Independencia que no lograba combatirlos en una batalla en
fue secretario de la Junta Preparatoria de las campo abierto.
Cortes de Cádiz. Participó activamente en la
redacción de la Constitución de 1812, intere- Habeas corpus. Fórmula jurídica que protege
sándose especialmente por la abolición de la los derechos básicos del detenido, como saber
esclavitud. de qué se le acusa o ser puesto a disposición
judicial en el plazo fijado por la ley.
Desamortización. Medidas destinadas a la libe-
ración (expropiación, nacionalización y venta) Ley Sálica. Ley de origen francés adoptada en
de bienes en «manos muertas» (instituciones España por Felipe V tras su victoria en la gue-
del Antiguo Régimen que, como la nobleza, la rra de Sucesión (1700-1714) que impedía a las
Iglesia, los municipios o las órdenes militares, mujeres heredar el trono.
no podían vender o hipotecar libremente sus
tierras e inmuebles). Mayorazgo. Conjunto de bienes muebles e
inmuebles vinculados a un título nobiliario.
Estatuto. Ley fundamental del Estado similar La legislación del Antiguo Régimen impedía
a una Constitución pero que, a diferencia de disponer libremente de dichos bienes (ven-
esta, es elaborada por el Ejecutivo y no por el der, hipotecar, etc.) con el fin de proteger la
Parlamento. herencia del futuro heredero (el varón de más
edad) y evitar menoscabos en el patrimonio
Godoy, Manuel (1767-1851). Valido de Car- de las casas nobiliarias que pudiesen afectar
los IV. Fue considerado un advenedizo por a su prestigio.
la aristocracia y el clero tanto por su origen
hidalgo como por los perjuicios causados por Monarquía parlamentaria. Sistema político
su política (exclusión de la alta nobleza de los en el que el poder del Ejecutivo, encabezado
cargos más importantes, desamortización de por el rey (que actúa como moderador entre el
1/6 de los bienes eclesiásticos), al tiempo que resto de instituciones), se encuentra limitado
el pueblo le responsabilizaba de los desastres, por los poderes del Parlamento.
desde los económicos a los militares.
Pragmática Sanción. Disposición legal ela-
Guerrillas. Partidas de pocos hombres cuya borada en 1789 por Carlos IV para derogar
principal baza era el conocimiento del terre- la Ley Sálica. No llegó a estar vigente por su
no y el apoyo de los lugareños. Realizaban falta de publicación en la Gaceta de Madrid
pequeñas pero continuas acciones de acoso ante los acontecimientos revolucionarios que
80 UNIDAD 5 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO

estaban teniendo lugar en Francia. En 1830 Soberanía. Poder político supremo de donde
Fernando VII enmendó este error procedien- emana la facultad de dirigir el Estado. El abso-
do a su publicación, derogando de esta forma lutismo defiende que la soberanía reside en el
la Ley Sálica en prevención de que todos sus rey (que toma el nombre de soberano), mien-
descendientes fuesen mujeres. tras que el liberalismo mantiene que reside en
los ciudadanos (la nación, de donde procede el
Pronunciamiento militar. Levantamiento de término «soberanía nacional»).
parte del Ejército coordinado y arropado por
un movimiento civil de masas para cambiar Sufragio. Ejercicio del derecho al voto. Es
por la fuerza un Gobierno o sistema político. directo cuando los votantes eligen directa-
Constante en la historia de España durante el mente a sus representantes en el Parlamento,
siglo XIX hasta la Restauración canovista, y e indirecto cuando eligen a delegados que
aún en el XX con la dictadura de Primo de posteriormente escogen a los representantes
Rivera y la rebelión militar del 36. Su última parlamentarios. Asimismo, el sufragio puede
manifestación fue el 23-F. ser universal (reconocido a toda la ciudadanía
a partir de una determinada edad legad. Origi-
Santa Alianza. Coalición internacional crea- nariamente, el sufragio universal era solo mas-
da por iniciativa del zar Alejandro II en de- culino, pues no se reconocía a las mujeres, o
fensa del absolutismo. Formada por Rusia, censitario, llamado también restringido, pues
Austria y Prusia, y más tarde Francia, los mo- se exige una renta mínima para poder votar).
narcas firmantes se comprometían a ayudar a
los soberanos de cualquier Estado en el que el Torrijos, José M.ª de (1791-1831). Militar
absolutismo peligrase como consecuencia de liberal español que protagonizó en 1831 uno
una revolución. de los principales pronunciamientos fallidos
contra Fernando VII.
Señorío jurisdiccional. Territorio en el cual
el propietario, conocido como señor, tiene Veto. Derecho reconocido al Ejecutivo para
un poder similar al del rey, incluido el cobro impedir la aprobación de una medida o anular
de impuestos, el nombramiento de autorida- sus efectos. El veto suspensivo es una variante
des y la administración de justicia. No debe del anterior, dado que únicamente se retarda la
confundirse con el señorío territorial o sola- aprobación o vigencia de la medida a la espe-
riego, en el que los derechos del propietario ra de su aprobación de nuevo por la autoridad
son más reducidos (prestaciones personales, competente (en el caso de una ley, el Parla-
cobro de rentas). mento).
UNIDAD 6

LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN
DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)
82 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS

1. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868). LA PRIMERA GUERRA


CARLISTA. EVOLUCIÓN POLÍTICA, PARTIDOS Y CONFLICTOS.
EL ESTATUTO REAL DE 1834 Y LAS CONSTITUCIONES DE 1837 Y 1845
1.1. La primera guerra carlista (1833-1839)
— El problema sucesorio
— %DQGRVHQFRQÀLFWRLVDEHOLQRV\FDUOLVWDV
—(WDSDVGHODJXHUUD
—&RQVHFXHQFLDVGHOFRQÀLFWR
1.2.(YROXFLyQSROtWLFDSDUWLGRV\FRQÀLFWRVGXUDQWHHOUHLQDGR
de Isabel II (1833-1868)
Evolución política: regencias y reinado efectivo
— 5HJHQFLDGH0&ULVWLQD 
—5HJHQFLDGH(VSDUWHUR 
—/D'pFDGD0RGHUDGD 
—(O%LHQLR3URJUHVLVWD 
—/DYXHOWDDOPRGHUDQWLVPR 
&RQÀLFWRVGXUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,HOSDSHOGHORVPLOLWDUHV
— /DVJXHUUDVFDUOLVWDV
— /RVSURQXQFLDPLHQWRVPLOLWDUHV
Los partidos políticos durante el reinado de Isabel II
— 1DWXUDOH]DGHORVSDUWLGRVSROtWLFRVGHFLPRQyQLFRV
—3DUWLGR3URJUHVLVWD
—3DUWLGR0RGHUDGR
—3DUWLGRVVXUJLGRVDO¿QDOGHODHWDSD8QLyQ/LEHUDO
\HO3DUWLGR'HPyFUDWD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 83

1.3. El Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845


— (VWDWXWR5HDOGH
— &RQVWLWXFLyQGH
— &RQVWLWXFLyQGH

2. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868). LAS DESAMORTIZACIONES


DE MENDIZABAL Y MADOZ. DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL
A LA NUEVA SOCIEDAD DE CLASES
2.1. Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz
— /LEHUDOL]DFLyQGHODHFRQRPtD
— 2EMHWLYRVGHODVGHVDPRUWL]DFLRQHV
—/DGHVDPRUWL]DFLyQHFOHVLiVWLFDGH0HQGL]iEDO  \(VSDUWHUR 
—/DGHVDPRUWL]DFLyQFLYLOGH0DGR]  
—&RQVHFXHQFLDVGHOSURFHVRGHVDPRUWL]DGRU
2.2. De la sociedad estamental a la nueva sociedad de clases
— &DUDFWHUtVWLFDVGHODQXHYDVRFLHGDGGHFODVHV
—3ULQFLSDOHVJUXSRVVRFLDOHV
— /D,JOHVLD\HO(MpUFLWR

3. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874): LA CONSTITUCIÓN


DE 1869. EVOLUCIÓN POLÍTICA: GOBIERNO PROVISIONAL,
REINADO DE AMADEO DE SABOYA Y PRIMERA REPÚBLICA
3.1. Revolución, Gobierno provisional y Constitución de 1869 (1868-1869)
Revolución y Gobierno provisional
— /DVFDXVDVGHODUHYROXFLyQ\HO3DFWRGH2VWHQGH
— /D5HYROXFLyQ*ORULRVD VHSWLHPEUH
—(O*RELHUQRSURYLVLRQDOGH6HUUDQR
—&RQVWLWXFLyQGHSULQFLSDOHVFDUDFWHUtVWLFDV
84 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

3.2. Regencia de Serrano y reinado de Amadeo de Saboya (1869-1873)


— La regencia de Serrano (1869-1871)
— El reinado de Amadeo I (1871-1873)
La Primera República
— La Primera República (1873)
— La República autoritaria de Serrano y fin del Sexenio (1874)

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 85

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868). LA PRIMERA GUERRA


CARLISTA. EVOLUCIÓN POLÍTICA, PARTIDOS Y CONFLICTOS.
EL ESTATUTO REAL DE 1834 Y LAS CONSTITUCIONES DE 1837 Y 1845

/RV SULQFLSDOHV DFRQWHFLPLHQWRV SROtWLFRV GXUDQWH HO UHLQDGR GH ,VDEHO ,,
 IXHURQODSULPHUDJXHUUDFDUOLVWD\ODLQVWDXUDFLyQGHOVLVWHPDOLEH
UDOTXHOLTXLGyHO$QWLJXR5pJLPHQ

1.1. La primera guerra carlista (1833-1839)

&DXVDVGHOFRQÀLFWR
(OFDUOLVPRWXYRVXRULJHQHQel problema sucesorioGH)HUQDQGR9,,WUDVOD
SXEOLFDFLyQHQGHOD3UDJPiWLFD6DQFLyQTXHDEROLyOD/H\6iOLFD&XDQGRQD
FLy,VDEHO&DUORV0,VLGURKHUPDQRGHOUH\KDVWDHQWRQFHVHOKHUHGHURSRUODIDOWD
GHGHVFHQGHQFLD\OtGHUGHODIDFFLyQPiVUDGLFDOGHODEVROXWLVPR ORVXOWUDUUHDOLVWDV
RDSRVWyOLFRV VHQHJyDUHFRQRFHUOD3RUHOOR)HUQDQGR9,,EXVFyJDUDQWL]DUORV
GHUHFKRVVXFHVRULRVGHVXKLMD,VDEHOPHGLDQWHXQDFHUFDPLHQWRDOOLEHUDOLVPRPR
GHUDGRQRPEUDQGRD&HD%HUP~GH]FRPRMHIHGH*RELHUQR'HVGHHVHPRPHQWRHO
FDUOLVPRSDVyGHFRQÀLFWRVXFHVRULRDFRQÀLFWRSROtWLFRHQWUHOLEHUDOHV\DEVROXWLVWDV
(QPXHUHFernando VII\ODV&RUWHVSURFODPDQD,VDEHO,,KHUHGHUD
\UHJHQWHDVXPDGUH0&ULVWLQDGH%RUEyQ&DUORV0,VLGURQRUHFRQRFLyD
,VDEHO\FRQHODSR\RGHORVDEVROXWLVWDVXOWUDUUHDOLVWDVDKRUDFRQRFLGRVFRPR
FDUOLVWDV VH DXWRSURFODPy UH\ OHJtWLPR 0DQL¿HVWR* GH$EUDQWHV  >7H[WR @ \
UHFODPyHOWURQRFRQHOQRPEUHGH&DUORV93RFRGHVSXpVFRPHQ]DEDODJXHUUD

%DQGRVGHOFRQÀLFWR
— Isabelinos/cristinosRUJDQL]DGRVHQWRUQRDODUHJHQWHGHIHQGtDQXQOL
EHUDOLVPREDVDGRHQODPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDO$SR\DGRVSRUODDOWDQREOH]D
86 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

ODEXUJXHVtDODVFODVHVSRSXODUHVXUEDQDV\HO(MpUFLWRDGHPiVGH*UDQ%UHWDxD
)UDQFLD\3RUWXJDOFRQTXLHQHV¿UPDURQOD&XiGUXSOH$OLDQ]DHQ
— CarlistasDEVROXWLVWDVTXHGHIHQGtDQHO$QWLJXR5pJLPHQ\ORVGHUHFKRV
IRUDOHV 6X OHPD HUD ©'LRV SDWULD UH\ \ IXHURVª (VWXYLHURQ DSR\DGRV SRU OD
EDMDQREOH]DUXUDOHOFOHUR\ORVFDPSHVLQRVGHOQRUWHGH(VSDxDDGHPiVGHODV
PRQDUTXtDVDEVROXWLVWDVGH$XVWULD3UXVLD\5XVLD&RQVLJXLHURQVXPD\RULP
SODQWDFLyQHQODVSURYLQFLDVYDVFDV1DYDUUD&DWDOXxD\HO0DHVWUD]JR

Etapas de la guerra (1833-1839) >0DSD@


— Ocupación de zonas rurales (1833-1835)HQXQSULQFLSLRODVSDUWL
das*FDUOLVWDVVHKLFLHURQFRQHOFRQWUROGHODUHJLyQYDVFRQDYDUUD VDOYRODV
JUDQGHVFLXGDGHV \GHDPSOLDViUHDVUXUDOHVGH$UDJyQ&DWDOXxD\9DOHQFLD
0iVWDUGHHOJHQHUDO=XPDODFiUUHJXLFRQYLUWLyODVSDUWLGDVFDUOLVWDVHQXQHMpU
FLWRDXQTXHIUDFDVyHQHOsitioGH%LOEDRHQFX\RDVDOWRPXULy
— Ofensivas carlistas (1835-1837) ORV FDUOLVWDV WUDWDURQ GH H[WHQGHU HO
FRQÀLFWRDOUHVWRGH(VSDxDPHGLDQWHGRVH[SHGLFLRQHVPLOLWDUHVGLULJLGDVSRU
HO JHQHUDO *yPH] \ &DUORV 9 SHUR IUDFDVDURQ SRU VX IDOWD GH DSR\R HQ ODV
FLXGDGHV$VLPLVPRHOJHQHUDOFULVWLQR(VSDUWHUR*DOFDQ]yJUDQSUHVWLJLRWUDV
OHYDQWDUHOVHJXQGRVLWLRFDUOLVWDD%LOEDR EDWDOODGH/XFKDQD 
— Fin de la guerra (1837-1839)ORVIUDFDVRVGLYLGLHURQDOFDUOLVPR)L
QDOPHQWH HO JHQHUDO (VSDUWHUR FRQVLJXLy TXH HO MHIH FDUOLVWD 0DURWR ¿UPDVH
HQHO&RQYHQLRGH9HUJDUD>7H[WR@&RQHVWHDFXHUGRVHFRQVLJXLyOD
UHFRQFLOLDFLyQQDFLRQDOORVFDUOLVWDVDFHSWDURQGHSRQHUODVDUPDV\UHLQWHJUDU
VHHQODYLGDFLYLODFDPELR(VSDUWHURVHFRPSURPHWLyDHYLWDUODVUHSUHVDOLDV
\DSHGLUDODUHJHQWHHOPDQWHQLPLHQWRGHORVIXHURV\ODLQFRUSRUDFLyQHQHO
(MpUFLWR QDFLRQDO GH ORV R¿FLDOHV FDUOLVWDV TXH OR GHVHDVHQ PDQWHQLHQGR VX
JUDGXDFLyQ

&RQVHFXHQFLDVGHOFRQÀLFWR
$GHPiV GHO HVWDEOHFLPLHQWR GH XQD PRQDUTXtD FRQVWLWXFLRQDO HO FRQÀLFWR
WXYRWUHVGHVDVWURVDVFRQVHFXHQFLDV
— (OHYDGRQ~PHURGHPXHUWRV\SpUGLGDVPDWHULDOHVSURSLDVGHWRGDJXHUUD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 87

— $EVRUFLyQGHORVUHFXUVRVHFRQyPLFRVJHQHUDGRVSRUODGHVDPRUWL]DFLyQ
GH0HQGL]iEDO UHWUDVDQGRODLQGXVWULDOL]DFLyQGHOSDtV 
— $XPHQWRGHOSURWDJRQLVPRGHORVPLOLWDUHVHQODYLGDSROtWLFD
$SHVDUGHVXGHUURWDHOFDUOLVPRVLJXLyODWHQWHHQWUHVXVEDVHVGDQGROXJDU
DQXHYDVJXHUUDVDORODUJRGHOVLJOR;,;

1.2.(YROXFLyQSROtWLFDSDUWLGRV\FRQÀLFWRVGXUDQWHHOUHLQDGR
de Isabel II (1833-1868)

Evolución política: regencias y reinado efectivo


(OUHLQDGRGH,VDEHO,,VHGLYLGHHQGRVJUDQGHVHWDSDVODVUHJHQFLDVGXUDQWH
VXPLQRUtDGHHGDG  \HOUHLQDGRHIHFWLYR  DORODUJRGH
ODVFXDOHVVHLPSODQWyHOVLVWHPDOLEHUDOHQ(VSDxD

Las regencias (1833-1843)


— Regencia de M.ª Cristina (1833-1840)ODUHJHQWHPDQWXYRD&HD%HU
P~GH]FRPRMHIHGH*RELHUQR&HD%HUP~GH]QRIXHFDSD]QLGHDWUDHUVHDORV
OLEHUDOHV VHOLPLWyDUHIRUPDVWpFQLFDVFRPRODGLYLVLyQSURYLQFLDOGH-DYLHUGH
%XUJRV QLGHHYLWDUODJXHUUDFDUOLVWDSRUORTXHODUHJHQWHORVXVWLWX\ySRUHO
OLEHUDOPRGHUDGR0DUWtQH]*GHOD5RVDTXLHQWDPSRFRFRQVLJXLyHODSR\RGH
ORVOLEHUDOHV\DTXHVXSULQFLSDOSUR\HFWRHO(VWDWXWR5HDO  IXHXQDFDUWD*
RWRUJDGDWDQFRQVHUYDGRUDTXHSURYRFyODPRYLOL]DFLyQGHORVSURJUHVLVWDVHQ
SOHQDJXHUUDFDUOLVWD
7UDVYDULRVJRELHUQRVIDOOLGRVHQVHSURGXMRHOSURQXQFLDPLHQWR* mi
OLWDUSURJUHVLVWDGHORVVDUJHQWRVGH/D*UDQMD  TXHIRU]yDODUHJHQWHD
UHLQVWDXUDUOD&RQVWLWXFLyQGH\QRPEUDUSUHVLGHQWHDOSURJUHVLVWD-RVp0D
UtD&DODWUDYDTXLHQQRPEUyPLQLVWURGH+DFLHQGDD0HQGL]iEDOTXHSURPRYLy
UHIRUPDVHFRQyPLFDVTXHOLTXLGDURQHO$QWLJXR5pJLPHQ GHVDPRUWL]DFLyQGHO
FOHURUHJXODU\VXSUHVLyQGHOD0HVWDGLH]PRVHxRUtRV\PD\RUD]JRV 
(QVHDSUREyXQDQXHYDFRQVWLWXFLyQFRQVHQVXDGDHQWUHSURJUHVLVWDV
PRGHUDGRV\OD&RURQDTXHDFHSWDEDUHQXQFLDUDODEVROXWLVPRDFDPELRGHUH
88 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

VHUYDUVHXQPD\RUSRGHUTXHHQOD&RQVWLWXFLyQGH$SUREDGDOD&RQVWLWX
FLyQODUHJHQWHVXVWLWX\yDO*RELHUQRSURJUHVLVWDSRUXQRPRGHUDGR6XLQWHQWR
GHHOLPLQDUODHOHFFLyQGHPRFUiWLFDGHORVDOFDOGHVSURYRFyPRYLOL]DFLRQHVFRQ
WUD0&ULVWLQDTXHFHGLyODUHJHQFLDD(VSDUWHUROtGHUGHORVSURJUHVLVWDV
— Regencia de Espartero (1840-1843)ODVSULQFLSDOHVPHGLGDVGHODUHJHQ
FLDIXHURQODGHVDPRUWL]DFLyQGHORVELHQHVGHOFOHURVHFXODUODOLPLWDFLyQGHORV
GHUHFKRVIRUDOHVYDVFRQDYDUURV\ODHODERUDFLyQGHXQDOH\OLEUHFDPELVWDSDUD
HOVHFWRUWH[WLOTXHSURYRFyIXHUWHVDOWHUFDGRVHQ%DUFHORQDVRIRFDGRVFRQHO
ERPEDUGHRGHODFLXGDG3RFRGHVSXpV(VSDUWHURFHUUyODV&RUWHVSRUODVFUtWLFDV
DVXSROtWLFDDXWRULWDULD\ORVSURJUHVLVWDVOHUHWLUDURQVXDSR\R)LQDOPHQWHORV
JHQHUDOHVPRGHUDGRV2¶'RQQHOO*\1DUYiH]*SURPRYLHURQXQSURQXQFLDPLHQWR
PLOLWDU\(VSDUWHURPDUFKyDOH[LOLR
(OIUDFDVRGHODVGRVUHJHQFLDVFRQGXMRDODDQWLFLSDFLyQGHODPD\RUtDGH
HGDGGH,VDEHO,,TXHIXHSURFODPDGDUHLQDFRQWDQVRORDxRV

Reinado efectivo de Isabel II (1843-1868)


/RVYHLQWLFLQFRDxRVGHHVWDHWDSDHVWXYLHURQPDUFDGRVSRUHOFRQVHUYDGX
ULVPR UHÀHMDGR HQ OD SUHIHUHQFLD FRQVWDQWH GH ,VDEHO ,, KDFLD ORV PRGHUDGRV
1DUYiH]\%UDYR*0XULOOR $VtORVSURJUHVLVWDVVRORSRGtDQDOFDQ]DUHOSRGHU
PHGLDQWHXQSURQXQFLDPLHQWRPLOLWDU'LVWLQJXLPRVODVVLJXLHQWHVetapas
— La Década Moderada (1844-1854)ORVJRELHUQRVGH1DUYiH]\%UDYR
0XULOORGHVWDFDURQSRUVXFRQVHUYDGXULVPR\DIiQFHQWUDOL]DGRU
- &RQVWLWXFLyQGHGHFDUiFWHUFRQVHUYDGRUFRQVREHUDQtDFRPSDUWL
GDFRQIHVLRQDOLGDGGHO(VWDGR\VXIUDJLRPX\UHVWULFWLYR
- 3ROtWLFD FHQWUDOL]DGRUD XQL¿FDFLyQ MXUtGLFD FyGLJRV &LYLO \ 3HQDO  \
¿VFDO /H\0RQTXHHVWDEOHFLyGRVWLSRVGHLPSXHVWRVGLUHFWRVVREUHORV
LQPXHEOHV\DFWLYLGDGHVSURGXFWLYDVHLQGLUHFWRVR consumos* \FHQ
WUDOL]DFLyQSROtWLFD GHVLJQDFLyQGHJREHUQDGRUHVSURYLQFLDOHV\DOFDOGHV
SRUHO*RELHUQR 
-5HIRU]DPLHQWRGHORUGHQS~EOLFRIXQGDFLyQGHOD*XDUGLD&LYLO  
-5HFXSHUDFLyQGHOSRGHUGHOD,JOHVLDJUDFLDVDO&RQFRUGDWR*GH
>7H[WR@VHUHFRQFLOLDEDQODVDXWRULGDGHVOLEHUDOHVFRQOD,JOHVLD$FDP
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 89

ELRGHUHFRQRFHUDOUpJLPHQLVDEHOLQROD,JOHVLDREWHQtDHOVRVWHQLPLHQWR
HFRQyPLFRSRUHO(VWDGR\HOUHIRU]DPLHQWRGHVXLQÀXHQFLD SURKLELFLyQ
GHRWURVFXOWRVFRQWUROGHODHQVHxDQ]DFHQVXUDHWF 
/DFHQWUDOL]DFLyQ\HOIUDFDVRGHOSUR\HFWRGHERGDHQWUH,VDEHO,,\&DUORV
9,GLHURQOXJDUDODVHJXQGDJXHUUDFDUOLVWD  (OHMpUFLWRLVDEHOLQRVH
LPSXVRVREUHODVSDUWLGDVFDUOLVWDVPX\DFWLYDVHQ&DWDOXxD
— Bienio Progresista (1854-1856)HOFRQVHUYDGXULVPRODFULVLVHFRQyPLFD
\ORVHVFiQGDORV¿QDQFLHURVGHODFDPDULOODTXHURGHDEDD,VDEHO,,SURYRFDURQHQ
la VicalvaradaXQSURQXQFLDPLHQWRPLOLWDUSURWDJRQL]DGRSRUORVJHQHUDOHV
PRGHUDGRV2¶'RQQHOO\6HUUDQR*FRQWUDULRVDODGHULYDDXWRULWDULDGHO*RELHUQR
3HVHDVXIUDFDVRLQLFLDO2¶'RQQHOOFRQVLJXLyHODSR\RGHSURJUHVLVWDV\GHPyFUD
WDVFRQODSURPHVDGHDPSOLDVUHIRUPDVUHFRJLGDVHQHO0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHV
UHGDFWDGRSRU&iQRYDV*GHO&DVWLOOR>7H[WRFRPHQWDGR@ /DPRYLOL]DFLyQPLOLWDU
\SRSXODUREOLJy¿QDOPHQWHD,VDEHO,,DQRPEUDUMHIHGH*RELHUQRDOSURJUHVLVWD
(VSDUWHUR
'XUDQWH HO %LHQLR VH DSUREDURQ LPSRUWDQWHV PHGLGDV HFRQyPLFDV FRPR OD
GHVDPRUWL]DFLyQFLYLOGH0DGR]OD/H\GH)HUURFDUULOHVODVOH\HVGH%DQFD\GH
6RFLHGDGHVGH&UpGLWR\ODFUHDFLyQGHO%DQFRGH(VSDxD(QODFRQÀLFWL
YLGDGVRFLDOODIXQGDFLyQGH8QLyQ/LEHUDOODKRVWLOLGDGGHORVPRGHUDGRV\OD
UHWLUDGDGHODSR\RGHORVGHPyFUDWDVGHFLGLHURQD,VDEHO,,DFHVDUD(VSDUWHUR\
QRPEUDUD2¶'RQQHOO
— Vuelta al moderantismo (1856-1868) HQ HVWD HWDSD VH DOWHUQDURQ HQ
HOSRGHUHO3DUWLGR0RGHUDGR 1DUYiH] \8QLyQ/LEHUDO 2¶'RQQHOO /RPiV
GHVWDFDGRIXHHOFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRODUHIRUPDHGXFDWLYD /H\0R\DQR \
ODSROtWLFDH[WHULRUFRORQLDOLVWD JXHUUDGH0DUUXHFRVH[SHGLFLRQHVPLOLWDUHVD
0p[LFR\&RFKLQFKLQD TXHEXVFDEDODSRSXODULGDGGHO*RELHUQR\HOSUHVWLJLR
LQWHUQDFLRQDOGH(VSDxD

'HVGHHOUpJLPHQHQWUyHQFULVLVSRUHOGHVFUpGLWRGHODUHLQDODPXHUWH
GH1DUYiH]\2¶'RQQHOOODFULVLVHFRQyPLFD\HODXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDG
VRFLDOSRUHODYDQFHGHGHPyFUDWDV\UHSXEOLFDQRVHQODVFLXGDGHV(QORV
OtGHUHVSURJUHVLVWDV 3ULP* XQLRQLVWD 6HUUDQR \GHPyFUDWD 0DUWRV ¿UPDURQ
90 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

HO3DFWRGH2VWHQGHSDUDGHUURFDUDORV%RUERQHV\HVWDEOHFHUXQVLVWHPDDXWpQ
WLFDPHQWHGHPRFUiWLFR7UDVYDULRVOHYDQWDPLHQWRVIUDFDVDGRVWULXQIyHQOD
5HYROXFLyQ*ORULRVDLQLFLDGDHQ&iGL]FRQHOSURQXQFLDPLHQWRGHOJHQHUDO3ULP
\HODOPLUDQWH7RSHWHTXHSURYRFyHOH[LOLRGH,VDEHO,,HQ)UDQFLD\HOLQLFLRGHO
6H[HQLR'HPRFUiWLFR

&RQÀLFWRVGXUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,HOSDSHOGHORVPLOLWDUHV
'XUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,  VHDVHQWyHOOLEHUDOLVPRHQ(VSD
xD)XHXQGLItFLOSURFHVRPDUFDGRSRUGRVWLSRVGHFRQÀLFWRV
— Guerras carlistasHQIUHQWyDOLEHUDOHV\DEVROXWLVWDVGHIHQVRUHVGHVLV
WHPDVSROtWLFRVDQWLWpWLFRV
— Pronunciamientos militaresQL0&ULVWLQDQL,VDEHODFWXDURQFRQQHX
WUDOLGDGSROtWLFDFRPRH[LJHXQDPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDODSR\DURQVLHPSUHD
ORVOLEHUDOHVPRGHUDGRV\QRGHMDURQDORVSURJUHVLVWDVPiVRSFLyQTXHHOSUR
QXQFLDPLHQWR KXERFDVLFXDUHQWDDORODUJRGHODHWDSD 

$PERVFRQÀLFWRVSURYRFDURQTXHORVPLOLWDUHVFRQRFLGRVFRPRespadones
DGTXLULHUDQJUDQSRSXODULGDG\SURWDJRQLVPRSROtWLFRHQFDEH]DQGRSDUWLGRV\
FDUJRVS~EOLFRV SUHVLGHQFLDVGH*RELHUQRUHJHQFLDVHWF 

Los partidos políticos durante el reinado de Isabel II


Los partidos políticos decimonónicosHUDQDJUXSDFLRQHVGHQRWDEOHV*JH
QHUDOPHQWH OLGHUDGDV SRU PLOLWDUHV 6X UHSUHVHQWDWLYLGDG VRFLDO HUD HVFDVD 1R
QHFHVLWDEDQHODSR\RSRSXODUSXHVHOVXIUDJLRHUDFHQVLWDULR\HO*RELHUQRFRQ
WURODEDHOSURFHVRHOHFWRUDODWUDYpVGHORVDOFDOGHV\ORVJREHUQDGRUHVSURYLQFLD
OHV HOHJLGRVSRUHOSURSLR(MHFXWLYR 
'XUDQWHODPLQRUtDGHHGDGGH,VDEHO,,VHFRQ¿UPyODGLYLVLyQGHOOLEHUDOLV
PRHQGRVFRUULHQWHVSURJUHVLVWD\PRGHUDGDUHSUHVHQWDGDVDPEDVSRUVHQGRV
SDUWLGRVSROtWLFRV
— Partido Progresista SURSXJQDED OD VREHUDQtD QDFLRQDO DPSOLRV GHUH
FKRVLQGLYLGXDOHV\XQVXIUDJLRFHQVLWDULRSHURH[WHQVR6XSULQFLSDO¿JXUDIXH
HOJHQHUDO(VSDUWHUR
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 91

— Partido ModeradoGHIHQGtDODVREHUDQtDFRPSDUWLGD UH\\&RUWHV DP


SOLRVSRGHUHVSDUDHOWURQRGHUHFKRVLQGLYLGXDOHVOLPLWDGRVXQVXIUDJLRFHQVLWD
ULRPX\UHVWULQJLGR\ODFRQIHVLRQDOLGDG*GHO(VWDGR6XFRQVHUYDGXULVPRFRQWy
FRQHODSR\RGH,VDEHO,,ORVWHUUDWHQLHQWHV\ODDOWDEXUJXHVtD6XSULQFLSDOOtGHU
IXHHOJHQHUDO1DUYiH]
(QODVHJXQGDPLWDGGHOUHLQDGRGH,VDEHO,,VXUJLHURQGRVQXHYRVSDUWLGRV
TXH MXQWR DO DYDQFH GHO UHSXEOLFDQLVPR KLFLHURQ PiV FRPSOHMR HO SDQRUDPD
SROtWLFR
— Unión LiberalLGHROyJLFDPHQWHVLWXDGRHQWUHSURJUHVLVWDV\PRGHUDGRV
DERJySRUODVREHUDQtDFRPSDUWLGD\HOFHQWUDOLVPR6XVSULQFLSDOHV¿JXUDVIXH
URQORVJHQHUDOHV2¶'RQQHOO\6HUUDQR
— Partido DemócrataHVFLVLyQGHO3DUWLGR3URJUHVLVWDTXHGHIHQGLyHOVX
IUDJLR XQLYHUVDO OD OLPLWDFLyQ GHO SRGHU GH OD &RURQD UHIRUPDV VRFLDOHV \ OD
DPSOLDFLyQGHORVGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV GHUHFKRGHDVRFLDFLyQ\OLEHUWDGUHOL
JLRVD 5LYHURIXHVXOtGHUPiVGHVWDFDGR

1.3. El Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845

'XUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,VHDSUREDURQWUHVFRQVWLWXFLRQHVUHÀHMRGHOD
LQHVWDELOLGDGSROtWLFDGHOPRPHQWR
— Estatuto Real (1834) >7H[WR@FDUWDRWRUJDGDGHFDUiFWHUPX\FRQVHUYD
GRUDSUREDGDSRU0DUWtQH]GHOD5RVD
-$XVHQFLDGHUHFRQRFLPLHQWRGHGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV
-&RUWHVELFDPHUDOHV(VWDPHQWRVGHORV3UyFHUHV FX\RVPLHPEURVGH
VLJQDEDOD&RURQD \GHORV3URFXUDGRUHV HOHJLGRVSRUVXIUDJLRFHQVLWD
ULRH[WUDRUGLQDULDPHQWHUHVWULFWLYRGHWDQVRORHOGHODSREODFLyQ 
-3RGHUHVGHOD&RUWHVOLPLWDGRVQRSRGtDQUHGDFWDUOH\HVVLPSOHPHQWH
VROLFLWDUVXHODERUDFLyQDOD&RURQD
— Constitución de 1837 >7H[WR@SURPRYLGDSRUORVSURJUHVLVWDVIXHFRQ
VHQVXDGDFRQORVPRGHUDGRV\OD&RURQD
-6REHUDQtDQDFLRQDO
92 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

-5HFRQRFLPLHQWRDPSOLRGHGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV H[SUHVLyQLPSUHQWD
LJXDOGDGMXUtGLFDSURSLHGDG VLELHQQRUHFRJtDODOLEHUWDGUHOLJLRVD\HO
(VWDGRVHFRPSURPHWtDD¿QDQFLDUDOFOHUR
-3RGHUHMHFXWLYRHOUH\QRPEUDEDDOSUHVLGHQWHGHO*RELHUQR\ORVPLQLVWURV
$GHPiVOD&RURQDVDQFLRQDEDODVOH\HV\FRQYRFDED\GLVROYtDODV&RUWHV
-3RGHUOHJLVODWLYR&RUWHVELFDPHUDOHVGLYLGLGDVHQ&RQJUHVRGHORV'L
SXWDGRV\6HQDGR FRQFDSDFLGDGGHYHWRVREUHODVOH\HVDSUREDGDVSRU
HO&RQJUHVR 
-6LVWHPDUHSUHVHQWDWLYR/RVGLSXWDGRVHUDQHOHJLGRVSRUVXIUDJLRFHQVL
WDULRGLUHFWR\ORVVHQDGRUHVSRUVXIUDJLRFHQVLWDULRLQGLUHFWR ORVHOHJtD
HOUH\HQWUHXQDWHUQDGHDVSLUDQWHVYRWDGRVSRUORVHOHFWRUHV 
-3RGHUPXQLFLSDOHOHFFLyQGHPRFUiWLFDGHORVDOFDOGHV
— Constitución de 1845 >7H[WR@GHFDUiFWHUFRQVHUYDGRUIXHDSUREDGD
SRULQLFLDWLYDGH1DUYiH]
-6REHUDQtDFRPSDUWLGD &RURQD\&RUWHV 
-5HFRQRFLPLHQWRGHGHUHFKRVLQGLYLGXDOHV H[SUHVLyQLJXDOGDGDQWHOD
OH\\SURSLHGDG \FRQIHVLRQDOLGDGGHO(VWDGR
-&RURQDSRGHUHVVLPLODUHVDOD&RQVWLWXFLyQGHO
-3RGHUOHJLVODWLYR&RUWHVELFDPHUDOHVGLYLGLGDVHQ&RQJUHVR VXIUDJLR
PX\UHVWULFWLYRGHVRORHOGHODSREODFLyQ \6HQDGR PLHPEURV
YLWDOLFLRVGHVLJQDGRVSRUOD&RURQD 
-3RGHUPXQLFLSDOHOHFFLyQJXEHUQDPHQWDOGHORVDOFDOGHV

2. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868). LAS DESAMORTIZACIONES


DE MENDIZABAL Y MADOZ. DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL
A LA NUEVA SOCIEDAD DE CLASES

2.1. Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz

(O DVHQWDPLHQWR GHO OLEHUDOLVPR H[LJtD WDQWR UHIRUPDV SROtWLFDV FRPR OD
liberalización de la economía3RUHVWDUD]yQVHVXSULPLHURQODVUHJXODFLRQHV
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 93

SURSLDVGHO$QWLJXR5pJLPHQ PD\RUD]JRVHUYLGXPEUHJUHPLRV \VHUHFRQR


FLHURQ ORV GHUHFKRV GH SURSLHGDG \ OLEHUWDG GH DFWLYLGDG SURIHVLRQDO (Q HVWH
PDUFRGHOLEHUDOL]DFLyQHFRQyPLFDORVSURJUHVLVWDVLPSXOVDURQODVGHVDPRUWL]D
FLRQHVHVGHFLUODH[SURSLDFLyQQDFLRQDOL]DFLyQ\YHQWDSRUHO(VWDGRDSDUWLFX
ODUHVGHODVWLHUUDVSURSLHGDGGHOD,JOHVLDGHODVGHQRPLQDGDVmanos muertas
\GHORVPXQLFLSLRV

Los objetivos de las desamortizacionesIXHURQ


— Aumentar las rentas del EstadoVHEXVFyODJHQHUDFLyQGHLQJUHVRV\OD
GLVPLQXFLyQGHODGHXGDS~EOLFD
— Asegurar el apoyo social de las élites al régimen liberal ORV QXHYRV
SURSLHWDULRVTXHGDEDQYLQFXODGRVFRQHOVLVWHPDLVDEHOLQR\DTXHODYXHOWDDO
DEVROXWLVPRLPSOLFDUtDODGHYROXFLyQGHORVWHUUHQRVDVXVDQWLJXRVGXHxRV
— Modernizar la agriculturaVHSHQVyTXHORVQXHYRVSURSLHWDULRVLQFUH
PHQWDUtDQODSURGXFWLYLGDGPHGLDQWHODFDSLWDOL]DFLyQGHODWLHUUD PHFDQL]DFLyQ
LQWHQVL¿FDFLyQDERQDGR (ODXPHQWRGHODVFRVHFKDVHOHYDUtDORVEHQH¿FLRV\
DEDUDWDUtDORVDUWtFXORVGHSULPHUDQHFHVLGDGPHMRUDQGRODVFRQGLFLRQHVGHYLGD
GHWRGDODSREODFLyQ

/DV GHVDPRUWL]DFLRQHV VRQ FRQRFLGDV SRU HO QRPEUH GH ORV PLQLVWURV SUR
JUHVLVWDV TXH ODV LPSXOVDURQ (O SURFHVR DIHFWy DO  GH OD WLHUUD FXOWLYDEOH
DSUR[LPDGDPHQWH
— Desamortización eclesiástica de Mendizábal (1836) >7H[WR @ >7H[WR
FRPHQWDGRHQ$SpQGLFH@DIHFWyDORVELHQHVGHOFOHURUHJXODU6HDSUREyGX
UDQWHODSULPHUDJXHUUDFDUOLVWD\ORVLQJUHVRVREWHQLGRVSHUPLWLHURQUHIRU]DUDO
HMpUFLWRFULVWLQR(VSDUWHURFRPSOHWyODGHVDPRUWL]DFLyQHFOHVLiVWLFDFRQELHQHV
GHOFOHURVHFXODU  (VWDVGHVDPRUWL]DFLRQHVGHWHULRUDURQODVUHODFLRQHVGH
ORVOLEHUDOHVFRQOD,JOHVLD
— Desamortización civil de Madoz (1855) FRQFOX\y OD YHQWD GH ELHQHV
HFOHVLiVWLFRV SDUDOL]DGDGXUDQWHOD'pFDGD0RGHUDGD \DSUREyXQDGHVDPRUWL
]DFLyQFLYLOTXHSRQtDDODYHQWDGRVWLSRVGHWLHUUDVGHORVD\XQWDPLHQWRVELH
QHVFRPXQDOHV DSURYHFKDGRVSRUWRGRVORVYHFLQRV \GHSURSLRV DUUHQGDGRVD
94 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

SDUWLFXODUHV /RVLQJUHVRVLQYHUWLGRVVREUHWRGRHQLQIUDHVWUXFWXUDVIHUURYLDULDV
VXSHUDURQORVREWHQLGRVFRQODGHVDPRUWL]DFLyQGH0HQGL]iEDO

Las consecuencias del proceso desamortizadorQRIXHURQODVHVSHUDGDV


— EconómicasDXQTXHGLVPLQX\yODGHXGDHVWDWDOORVLQJUHVRVQRIXHURQ
ORVHVSHUDGRVDODXWRUL]DUVHHOSDJRHQPHWiOLFRSHURWDPELpQHQWtWXORVGHGHX
GDS~EOLFDTXHHVWDEDQPX\GHYDOXDGRV
— AgrariasODPRGHUQL]DFLyQDJUDULDQRVHSURGXMR/DSURGXFWLYLGDGFUH
FLySRFRSRUODVOLPLWDFLRQHVGHOVXHOR\ODLQVX¿FLHQWHFDSLWDOL]DFLyQ/DFRQVH
FXHQFLDIXHTXHORVEHQH¿FLRVDSHQDVDXPHQWDURQ\HOFDPSRQRSXGRFXPSOLU
ODIXQFLyQGHIDYRUHFHUHOFUHFLPLHQWRLQGXVWULDO$VtDSULQFLSLRVGHOVLJORXX
ODSREODFLyQRFXSDGDHQODDJULFXOWXUDVXSHUDEDHO
— Sociales SRU XQ ODGR VH FRQVROLGy OD JUDQ SURSLHGDG ODWLIXQGLRV  DO
YHQGHUVHODVWLHUUDVHQJUDQGHVORWHV\SRURWURDXPHQWyHOQ~PHURGHMRUQD
OHURVWDQWRSRUODVXELGDGHODVUHQWDVTXHLPSXVLHURQORVQXHYRVSURSLHWDULRV
FRPR SRU OD SpUGLGD GH ORV ELHQHV FRPXQDOHV TXH DJUDYDURQ OD SREUH]D GHO
FDPSHVLQDGR
— PolíticasHOIUDFDVRGHODFFHVRGHORVDJULFXOWRUHVSREUHVDODSURSLH
GDGGHODWLHUUD\ORVSHUMXLFLRVGHODVGHVDPRUWL]DFLRQHVH[SOLFDQHQSDUWHHO
UHFKD]RGHOFDPSHVLQDGRDOSUR\HFWROLEHUDO$GHPiVODVGHVDPRUWL]DFLRQHV
SURYRFDURQODKRVWLOLGDGGHOD,JOHVLDKDFLDHOUpJLPHQLVDEHOLQRKDVWDHO&RQ
FRUGDWRGH

2.2. De la sociedad estamental a la nueva sociedad de clases

'XUDQWHHOUHLQDGRGH,VDEHO,,FXOPLQyHOWUiQVLWRGHODVRFLHGDGHVWDPHQWDO
GHO$QWLJXR5pJLPHQDODVRFLHGDGGHFODVHVOLEHUDOFX\DVprincipales carac-
terísticasVRQ
— Igualdad ante la leyIUHQWHDORVSULYLOHJLRVMXUtGLFRV OH\HV\WULEXQDOHV
SURSLRV HFRQyPLFRV H[HQFLyQGHWULEXWRVGLUHFWRVGLH]PRHFOHVLiVWLFR \SR
OtWLFRV PRQRSROLRGHFDUJRVS~EOLFRV GHQREOH]D\FOHUR
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 95

— Nuevas categorías sociales FODVHDOWDPHGLD\EDMD VHJ~QVXFDSDFLGDG


HFRQyPLFDIUHQWHDORVHVWDPHQWRVIHXGDOHV QREOH]DFOHURSXHEOROODQR GH
WHUPLQDGRVSRUHOQDFLPLHQWR
— Movilidad socialTXHSHUPLWtDHOSDVRGHXQDFODVHDRWUD DGLIHUHQFLDGH
ORVHVWDPHQWRV FRQIRUPHDODFDSDFLGDGSHUVRQDO\SURIHVLRQDO PHULWRFUDFLD 

3HVHDODPRYLOLGDGVRFLDOODsociedad de clasesWDPELpQHVWDEDMHUDUTXL]D
GD6XVSULQFLSDOHVJUXSRVHUDQ
— Clase altaDXQTXHPLQRULWDULDFRQFHQWUyHOSRGHUSROtWLFR\HFRQyPLFR
(VWDEDIRUPDGDSRUODDQWLJXDDULVWRFUDFLDTXHSHUGLyVXVSULYLOHJLRVSHURPDQ
WXYRVXSUHVWLJLRVRFLDO\SRUODDOWDEXUJXHVtDHQULTXHFLGDFRQODVGHVDPRUWL
]DFLRQHVODDFWLYLGDGIHUURYLDULDODVLGHUXUJLDRODEDQFD\TXHHQDOJ~QFDVR
HQQREOHFLySRUPDWULPRQLRRFRQFHVLyQUHJLD
— Clase media urbanaDXPHQWyFRQVLGHUDEOHPHQWHDXQTXHVLQDOFDQ]DU
HOQ~PHUR\SHVRVRFLDOGHRWUDVQDFLRQHVHXURSHDV(VWDEDIRUPDGDSRUSURIH
VLRQDOHVOLEHUDOHV WLWXODGRVXQLYHUVLWDULRVFRPRPpGLFRVDERJDGRVHWF IXQ
FLRQDULRVPLOLWDUHVGHJUDGXDFLyQPHGLD\SHTXHxRVDUWHVDQRV\FRPHUFLDQWHV
/DFODVHPHGLDUXUDOVRORIXHUHOHYDQWHHQUHJLRQHVFRQSURSLHGDGHVGHWDPDxR
PHGLRFRPR&DVWLOOD\/HyQ/D5LRMDR1DYDUUD
— Clases populares FRQVWLWXtDQ OD PD\RUtD GH OD SREODFLyQ  GHO WR
WDO  6X VLWXDFLyQ HPSHRUy FRQ ODV GHVDPRUWL]DFLRQHV DXPHQWDQGR HO Q~PHUR
GHMRUQDOHURVHVWDFLRQDOHV FHQWUR\VXUSHQLQVXODU \ODHPLJUDFLyQDODFLXGDG
p[RGR UXUDO $ ODV FODVHV SRSXODUHV XUEDQDV FULDGRV DSUHQGLFHV PHQGLJRV
HWF VHVXPyODDSDULFLyQGHOSUROHWDULDGR REUHURVIDEULOHV VLELHQVXQ~PHUR
HUDSHTXHxRSRUODOHQWLWXGGHOSURFHVRGHLQGXVWULDOL]DFLyQVDOYRHQ%DUFHORQD
$VWXULDV\9L]FD\D/DVFRQGLFLRQHVGHYLGDGHODVFODVHVSRSXODUHVHUDQPX\
SUHFDULDV EDMRVVDODULRVODUJDVMRUQDGDVODERUDOHVSDURHVWDFLRQDOHWF VLELHQ
ORVWUDEDMDGRUHVLQGXVWULDOHVODVPHMRUDURQSURJUHVLYDPHQWHJUDFLDVDODSUHVLyQ
GHOPRYLPLHQWRREUHUR
(OHVWDEOHFLPLHQWRGHODVRFLHGDGGHFODVHVDIHFWyDODVpOLWHVLQVWLWXFLRQDOHV
— IglesiaIXHODLQVWLWXFLyQPiVDIHFWDGDSRUORVFDPELRV&RQHOOLEHUDOLVPR
SHUGLySDUWHGHVXSDWULPRQLR GHVDPRUWL]DFLyQ 6LQHPEDUJRHO&RQFRUGDWRGH
96 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

OHSHUPLWLyPDQWHQHUVXLQÀXHQFLDVRFLDOORTXHODOOHYyDDOLQHDUVHGHVGH
HQWRQFHVFRQHOOLEHUDOLVPRFRQVHUYDGRU/DFRQWUDSDUWLGDDOUHIRU]DPLHQWRGHVX
LQÀXHQFLDIXHODDSDULFLyQGHODQWLFOHULFDOLVPRHQWUHJUXSRVSRSXODUHVXUEDQRV
\ODFODVHPHGLD
— Ejército ORV PLOLWDUHV DGTXLULHURQ XQ SDSHO FHQWUDO HQ OD YLGD SROtWLFD
SURQXQFLDPLHQWRVOLGHUD]JRGHSDUWLGRVFDUJRVS~EOLFRVHWF 6XVHIHFWLYRV
DXPHQWDURQFRQODVQXPHURVDVJXHUUDV FDUOLVWDVH[WHULRUHV 

3. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874): LA CONSTITUCIÓN


DE 1869. EVOLUCIÓN POLÍTICA: GOBIERNO PROVISIONAL,
REINADO DE AMADEO DE SABOYA Y PRIMERA REPÚBLICA

3.1. Revolución, Gobierno provisional y Constitución de 1869 (1868-1869)

Revolución y Gobierno provisional


(O6H[HQLR'HPRFUiWLFR  IXHXQDHWDSDKLVWyULFDFDUDFWHUL]DGD
SRUODLQHVWDELOLGDGSROtWLFD\ODGLYLVLyQHQWUHORVSURWDJRQLVWDVGHOD5HYROXFLyQ
*ORULRVD SURJUHVLVWDVXQLRQLVWDV\GHPyFUDWDV 
,VDEHO,,DSHQDVFRQWDEDFRQDSR\RVWUDVYHLQWLFLQFRDxRVGHUHLQDGRSRUVX
SROtWLFDGHH[FOXVLyQGHORVSURJUHVLVWDVODPXHUWHGHODVGRVSULQFLSDOHV¿JXUDV
GHOPRGHUDQWLVPR 1DUYiH]\2'RQHOO ODFULVLVHFRQyPLFD\ODH[WHQVLyQGH
ODV LGHDV GHPRFUiWLFDV \ HO UHSXEOLFDQLVPR HQ ODV FLXGDGHV (Q HVWH FRQWH[WR
ORV SDUWLGRV GH OD RSRVLFLyQ SURJUHVLVWDV \ GHPyFUDWDV  ¿UPDURQ HO Pacto de
Ostende >7H[WR@FRQHO¿QGHGHUULEDUODPRQDUTXtDERUEyQLFD\HVWDEOHFHUXQ
UpJLPHQDXWpQWLFDPHQWHGHPRFUiWLFR6HUUDQRQXHYROtGHUGH8QLyQ/LEHUDOVH
XQLySRFRGHVSXpVDOPRYLPLHQWRDQWLLVDEHOLQR
7UDVYDULDVLQVXUUHFFLRQHVIDOOLGDVHQseptiembre de 1868 se produjo en
&iGL]HOSURQXQFLDPLHQWRGHODÀRWD DOPLUDQWH7RSHWH \GHORVJHQHUDOHV3ULP
SURJUHVLVWD \6HUUDQR 8QLyQ/LEHUDO /RVVXEOHYDGRVOODPDURQDODSREOD
FLyQHQHO0DQL¿HVWRGH(VSDxDFRQKRQUD >7H[WR@DIRUPDUMXQWDVORFDOHV
FRQWUD HO *RELHUQR FRQYLUWLHQGR HO DO]DPLHQWR HQ XQD UHEHOLyQ SRSXODU la
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 97

Revolución Gloriosa 7UDVODGHUURWDHQODEDWDOODGH$OFROHDODUHLQD,VDEHO


,,KX\yD)UDQFLD
&RQIRUPHDORDFRUGDGRHQ2VWHQGHHO¿QGHORVUHYROXFLRQDULRVHUDHVWD
EOHFHUXQUpJLPHQGHPRFUiWLFR3DUDHOORVHIRUPyXQGobierno provisional
TXHDJUXSDEDDXQLRQLVWDVSURJUHVLVWDV\GHPyFUDWDVpresidido por Serrano
TXH FRQYRFy HOHFFLRQHV D &RUWHV FRQVWLWX\HQWHV PHGLDQWH VXIUDJLR XQLYHUVDO
PDVFXOLQR

La Constitución de 1869
(OWULXQIRSURJUHVLVWDHQODVHOHFFLRQHVDCortes constituyentes >*Ui¿FD@
GHWHUPLQyHOFDUiFWHUGHOD&RQVWLWXFLyQGH>7H[WR@FX\DVSULQFLSDOHV
FDUDFWHUtVWLFDVVRQ
— Soberanía nacional
— Amplios derechos individualesLQFOX\HQGRHOGHUHFKRGHDVRFLDFLyQ UH
FODPDGR SRU ORV DQWLJXRV GHPyFUDWDV \ HO LQFLSLHQWH PRYLPLHQWR REUHUR  \ OD
OLEHUWDGGHFXOWRV DXQTXHPDQWXYRHOVRVWHQLPLHQWRHVWDWDOGHOFOHUR 
— Monarquía parlamentaria FRPR IRUPD GH JRELHUQR (O UH\ PDQWXYR
VXSRGHUPRGHUDGRU HOHFFLyQGHOSUHVLGHQWHFRQYRFDWRULD\GLVROXFLyQGHODV
&RUWHVGHUHFKRGHYHWR 
— Cortes bicamerales HOHJLGDV SRU VXIUDJLR XQLYHUVDO PDVFXOLQR GLUHFWR
&RQJUHVR HLQGLUHFWR 6HQDGR 
— Democracia municipal HOHFFLyQGHPRFUiWLFDGHDOFDOGHVSRUORVYHFLQRV 

3.2. Regencia de Serrano y reinado de Amadeo de Saboya (1869-1873)

7UDVODDSUREDFLyQGHOD&RQVWLWXFLyQGHHO6H[HQLRDWUDYLHVDWUHVHWDSDV
— Regencia de Serrano (1869-1871) DSUREDGD OD &RQVWLWXFLyQ 6HUUDQR
IXHQRPEUDGRUHJHQWHGHIRUPDSURYLVLRQDOKDVWDTXHHO*RELHUQRSUHVLGLGRSRU
3ULPHQFRQWUDVHSDUDHOWURQRXQPLHPEURGHXQDGLQDVWtDHXURSHDOLEHUDOQR
ERUEyQ\DFHSWDGRSRUHOUHVWRGHSRWHQFLDV>,PDJHQ@7UDVDUGXDVQHJRFLDFLR
QHVVHRIUHFLyOD&RURQDD$PDGHRGHODGLQDVWtDLWDOLDQDGHORV6DER\D*
98 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

— Reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873): Amadeo I trató de im-


plantar un régimen monárquico plenamente democrático. Sin embargo, desde el
primer momento encontró numerosos obstáculos, que comenzaron con el ase-
sinato de Prim, su principal valedor, días antes de la llegada del rey a Madrid:
- Rebelión independentista cubana: provocada por la negativa de los sec-
tores con intereses económicos en la isla a realizar reformas políticas
(autonomía administrativa) y abolir la esclavitud.
- Tercera guerra carlista (1872-1876): el pretendiente carlista, Carlos VII,
aprovechó el amplio rechazo al monarca para instigar una nueva insurrec-
ción. Controló amplias áreas rurales de Cataluña, Valencia y las provin-
cias vascas.
- Rechazo del liberalismo moderado al nuevo rey: Amadeo I contó tanto
con la oposición de los monárquicos borbónicos (agrupados en torno a
Cánovas del Castillo, fundador del Partido Alfonsino), como de la Igle-
sia (contraria a los Saboya y a la Constitución de 1869 por reconocer la
libertad de cultos).
- Avance del republicanismo y el movimiento obrero: la libertad de aso-
ciación reconocida en la Constitución favoreció la difusión en España
de las nuevas doctrinas políticas. En 1868 se fundó el Partido Republi-
cano Federal, liderado por Pi y Margall (a partir del Partido Democrá-
tico), y en 1870 la Federación de la Región Española (FRE), sección
regional de la AIT*.
A todo ello hubo que añadir el aislamiento social por la frialdad de la nobleza y
clases populares (debido a su origen extranjero). Ante tantas dificultades y la falta
de apoyos, Amadeo I abdicó [Texto 11] y abandonó España en febrero de 1873.

La Primera República
— Primera República (1873-1874): las Cortes proclamaron la República
como solución de urgencia ante el vacío institucional y eligieron presidente a
Figueras. Los republicanos, que constituían un grupo político minoritario, sin
experiencia de gobierno y dividido (federalistas y unitarios), tuvieron que hacer
frente a numerosos problemas:
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 99

-'HVPHVXUDGDVH[SHFWDWLYDVGHODVFODVHVSRSXODUHVTXHSUHWHQGtDQ
DSURYHFKDU OD RSRUWXQLGDG SDUD OOHYDU D FDER XQD UHYROXFLyQ VRFLDO
UHSDUWRGHWLHUUDVDFDPSHVLQRVPHMRUDVVDODULDOHV\DEROLFLyQGHTXLQ
WDV\FRQVXPRV 
-'HVDUUROORGHGRVJXHUUDVXQDFLYLO WHUFHUDJXHUUDFDUOLVWD \RWUDGH
HPDQFLSDFLyQ &XED 
-$LVODPLHQWR LQWHUQDFLRQDO /D 3ULPHUD 5HS~EOLFD VROR IXH UHFRQRFLGD
SRU((88\6XL]D

)LJXHUDVFRQYRFyHOHFFLRQHVD&RUWHVFRQVWLWX\HQWHV/DVQXHYDV&RUWHVHOL
JLHURQ 3UHVLGHQWHDOIHGHUDOLVWD Pi y Margall HLQLFLDURQODUHGDFFLyQGH XQD
FRQVWLWXFLyQ TXH FRQYHUWtD (VSDxD HQ XQD UHS~EOLFD IHGHUDO 6LQ HPEDUJR OD
OHQWLWXGGHOSUR\HFWRFRQVWLWXFLRQDOSRUODSUHVLyQGHODVpOLWHV\GHORVUHSXEOL
FDQRVXQLWDULRVHPSXMyDORVUHSXEOLFDQRVIHGHUDOHVUDGLFDOHV LQWUDQVLJHQWHV 
a promover insurrecciones cantonalistas*TXHWULXQIDURQHQ/HYDQWH\$QGD
OXFtDDODVTXHVHVXPDURQWDPELpQPLHPEURVGHOD$,7/RVFDQWRQDOLVWDVSUR
SRQtDQXQDUHS~EOLFDIHGHUDOFRQVWLWXLGD©GHDEDMRDDUULEDªHQODTXHHO(VWDGR
VH IRUPDED D SDUWLUGHODOLEUHXQLyQGHFDQWRQHV PXQLFLSLRV /DUHYROXFLyQ
FDQWRQDOLVWDIXHUiSLGDPHQWHVRIRFDGDSRUHOHMpUFLWRH[FHSWRHQ&DUWDJHQD(O
FDQWRQDOLVPRSURYRFyHODOHMDPLHQWRGHODEXUJXHVtDGHOD5HS~EOLFD\GHOIHGH
UDOLVPRDVRFLDGRVDOFDRV\ODUHYROXFLyQVRFLDO(QHVWHFRQWH[WR3L\0DUJDOO
GLPLWLy\IXHVXVWLWXLGRSRU6DOPHUyQTXHWDPELpQUHQXQFLySRFRGHVSXpV(O
QXHYRSUHVLGHQWHEmilio Castelar VHSWLHPEUH GLRXQJLURFRQVHUYDGRU
VXVSHQGLyODVUHIRUPDVVRFLDOHV\UHIRU]yHOSRGHUHMHFXWLYR\HO(MpUFLWRFRQHO
REMHWLYRGHDFDEDUFRQHOFDRV\WUDQTXLOL]DUDODEXUJXHVtD3HUR\DHUDWDUGH
(QHQHURGHHOJHQHUDO3DYtDGLRXQgolpe de Estado\GLVROYLyHO
3DUODPHQWR SRQLHQGR ¿Q D OD 5HS~EOLFD GHPRFUiWLFD7UDV HO JROSH 6HUUDQR
IXH QRPEUDGR SUHVLGHQWH 3DUD ORJUDU HO DSR\R GH OD EXUJXHVtD JREHUQy GLF
WDWRULDOPHQWHWUDWDQGRGHUHVWDEOHFHUHORUGHQ0LHQWUDV&iQRYDVGHO&DVWLOOR
SUHSDUDED OD UHVWDXUDFLyQ ERUEyQLFD HQ OD SHUVRQD GH$OIRQVR ;,, TXH WXYR
OXJDUWUDVXQgolpe de EstadoSHUSHWUDGRSRUHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRVHQ
6DJXQWR GLFLHPEUH 
100 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

COMENTARIO DE TEXTO

0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHV

³(VSDxROHV /D HQWXVLDVWD DFRJLGD TXH YD HQFRQWUDQGR HQ ORV SXHEORV HO
HMpUFLWROLEHUDOHOHVIXHU]RGHORVVROGDGRVTXHFRPSRQHQHOHMpUFLWROLEHUDOWDQ
KHURLFDPHQWHPRVWUDGRHQORVFDPSRVGH9LFiOYDURHODSODXVRFRQTXHHQWRGDV
SDUWHV KD VLGR UHFLELGD OD QRWLFLD GH QXHVWUR SDWULyWLFR DO]DPLHQWR DVHJXUDQ
GHVGHDKRUDHOWULXQIRGHODOLEHUWDG\GHODVOH\HVTXHKHPRVMXUDGRGHIHQGHU
'HQWURGHSRFRVGtDVODPD\RUSDUWHGHODVSURYLQFLDVKDEUiQVDFXGLGRHO\XJR
GHORVWLUDQRVHOHMpUFLWRHQWHURKDEUiYHQLGRDSRQHUVHEDMRQXHVWUDVEDQGHUDV
TXHVRQODVOHDOHVODQDFLyQGLVIUXWDUiORVEHQH¿FLRVGHOUpJLPHQUHSUHVHQWDWL-
YRSRUHOFXDOKDGHUUDPDGRKDVWDDKRUDWDQWDVDQJUHLQ~WLO\KDVRSRUWDGRWDQ
FRVWRVRVVDFUL¿FLRV
'tDHVSXHVGHGHFLUORTXHHVWDPRVUHVXHOWRVDKDFHUHQHOGHODYLFWRULD
1RVRWURVTXHUHPRVODFRQVHUYDFLyQGHO7URQRSHURVLQFDPDULOODTXHORGHV-
KRQUHTXHUHPRVODSUiFWLFDULJXURVDGHODVOH\HVIXQGDPHQWDOHVPHMRUiQGRODV
VREUHWRGRODHOHFWRUDO\ODGHLPSUHQWDTXHUHPRVODUHEDMDGHORVLPSXHVWRV
IXQGDGDHQXQDHVWULFWDHFRQRPtDTXHUHPRVDUUDQFDUORVSXHEORVDODFHQWUD-
OL]DFLyQ TXH ORV GHYRUD GiQGROHV OD LQGHSHQGHQFLD ORFDO QHFHVDULD SDUD TXH
FRQVHUYHQ\DXPHQWHQVXVLQWHUHVHVSURSLRV\FRPRJDUDQWtDGHWRGRHVWRTXH-
UHPRV\SODQWHDUHPRVEDMRVyOLGDVEDVHVOD0LOLFLD1DFLRQDO7DOHVVRQQXHVWURV
LQWHQWRVTXHH[SUHVDPRVIUDQFDPHQWHVLQLPSRQpUVHORVSRUHVRDODQDFLyQODV
-XQWDV GH JRELHUQR TXH GHEHQ LUVH FRQVWLWX\HQGR HQ ODV SURYLQFLDV OLEUHV ODV
&RUWHV*HQHUDOHVTXHOXHJRVHUH~QDQODPLVPD1DFLyQHQ¿Q¿MDUiODVEDVHV
GH¿QLWLYDVGHODUHJHQHUDFLyQOLEHUDODODTXHDVSLUDPRV1RVRWURVWHQHPRVFRQ-
VDJUDGDVDODYROXQWDGQDFLRQDOQXHVWUDVHVSDGDV\QRODVHQYDLQDUHPRVKDVWD
TXHHVWpFXPSOLGD´

&XDUWHOJHQHUDOGH0DQ]DQDUHVDGH-XOLRGH(OJHQHUDOHQ-HIHGHOHMpU
FLWRFRQVWLWXFLRQDO/HRSROGR2'RQQHOO&RQGHGH/XFHQD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 101

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDV
concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se es-
cribió.

7LSRGHWH[WR(O0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHVHVXQDIXHQWHSULPDULD VHWUDWDGH
XQWH[WRKLVWyULFR GHQDWXUDOH]DFLUFXQVWDQFLDO\FRQWHQLGRSROtWLFR

Circunstancias en las que fue escrito.$XQTXHHVWi¿UPDGRSRU2¶'RQQHOO Ot


GHUGH8QLyQ/LEHUDO VXDXWRUIXH&iQRYDVGHO&DVWLOORTXHHQWRQFHVHUDVROR
XQMRYHQVHJXLGRUGHOSDUWLGRVLQJUDQSHVRSROtWLFR(VWiUHGDFWDGRHQ0DQ]D
QDUHV &LXGDG5HDO GRQGH2¶'RQQHOO6HUUDQR\RWURVJHQHUDOHVVXEOHYDGRVVH
HQFRQWUDURQSDUDGHFLGLUFyPRDFWXDUWUDVOD9LFDOYDUDGD(VWHHVHOQRPEUHTXH
UHFLEHHOSURQXQFLDPLHQWRSURWDJRQL]DGRSRUYDULRVJHQHUDOHVGHFDUiFWHUPRGH
UDGRDQWHODQHJDWLYDGH,VDEHO,,DGHVSUHQGHUVHGHODFDPDULOODSROtWLFDTXHOD
URGHDEDTXHHQHVRVPRPHQWRVRFXSDEDQHO*RELHUQROLGHUDGRVSRU/XLV-RVp
6DUWRULXVFRQGHGH6DQ/XLV

Destinatarios.(OGHVWLQDULRHVS~EOLFRGDGRTXHHVWiGLULJLGRDWRGDODQDFLyQ
1RREVWDQWHORVPLOLWDUHV\SROtWLFRVSURJUHVLVWDVVRQVXVGHVWLQDWDULRVSULYLOH
JLDGRV

Propósitos.6XSULQFLSDO¿QHVFRQVHJXLUTXHORVSURJUHVLVWDVVHXQDQDORVJHQH
UDOHVPRGHUDGRVVXEOHYDGRV2¶'RQQHOO\6HUUDQRWXYLHURQp[LWRHQHVWHHPSHxR
GDGRTXHJUDFLDVDODGLIXVLyQGHOPDQL¿HVWRVHVXFHGLHURQP~OWLSOHVSURQXQ
FLDPLHQWRVPLOLWDUHV\UHYXHOWDVSRSXODUHVHQVXDSR\R/DVXEOHYDFLyQWULXQIy
\ OD UHLQD OODPy DO JHQHUDO (VSDUWHUR DO SRGHU GDQGR DVt FRPLHQ]R HO %LHQLR
3URJUHVLVWD
102 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

Pregunta 2.,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
su contenido.

Resumen.$ WUDYpV GH HVWH PDQL¿HVWR 2¶'RQQHOO WUDWy GH VXPDU DSR\RV D VX
FDXVDDOIUDFDVDUVXLQWHQWRGHGHUULEDUDO*RELHUQRWUDVVXSURQXQFLDPLHQWRHQ
9LFiOYDUR 3DUD HOOR QHFHVLWDED FRQYHQFHU D ORV SURJUHVLVWDV \ ORV GHPyFUDWDV
GHTXHXQLHVHQVXVHVIXHU]RVDOGHORVJHQHUDOHVVXEOHYDGRVFX\DLGHRORJtDHUD
PRGHUDGD%XVFDEDQWDQWRODDGKHVLyQGHPLOLWDUHVFRPRODGHOSXHEORTXHGH
EtDRUJDQL]DUVHHQIRUPDGHMXQWDVGHJRELHUQR&RQHVWH¿QLQFOX\HURQHQHO
PDQL¿HVWRYDULDVSURPHVDVGHUHIRUPDVSROtWLFDV\VRFLDOHVTXHFRLQFLGtDQFRQ
ODVUHLYLQGLFDFLRQHVGHSURJUHVLVWDV\GHPyFUDWDV

,GHDVGHOWH[WR(OWH[WRFRPLHQ]DFRQXQDDOXVLyQDORVDFRQWHFLPLHQWRVGHORV
~OWLPRVGtDV(OGHMXQLR2¶'RQQHOOVHSURQXQFLyFRQODVWURSDVDFXDUWHODGDV
HQ9LFiOYDURFRQODVTXHGRVGtDVPiVWDUGHVHHQIUHQWyDODVOHDOHVDO*RELHU
QR TXH GHIHQGtDQ 0DGULG 1LQJ~Q EDQGR ORJUy YHQFHU SRU OR TXH 2¶'RQQHOO
GHFLGLyUHWLUDUVHGHODFDSLWDOHQEXVFDGHDSR\RSDUDORFXDOUHGDFWyHVWHWH[WR
WUDVUHXQLUVHFRQHOJHQHUDO6HUUDQRHQ0DQ]DQDUHV$PERVHVSHUDEDQTXHFRQ
VXGLIXVLyQORVPLOLWDUHVUHSDUWLGRVSRUODVSURYLQFLDVQRSHUPDQHFLHVHQOHDOHV
DO*RELHUQR\VHVXEOHYDUDQ©HOHMpUFLWRHQWHURKDEUiYHQLGRDSRQHUVHEDMR
QXHVWUDVEDQGHUDVª3DUDHOORHUDSUHFLVRORJUDUVREUHWRGRHODSR\RGHORVSUR
JUHVLVWDVGDGRTXHDSHVDUGHKDEHUHVWDGRGHVSOD]DGRVGHOSRGHUGXUDQWHWRGD
OD'pFDGD0RGHUDGDDXQFRQVHUYDEDQXQDQRWDEOHLQÀXHQFLDHQHO(MpUFLWR/D
SULQFLSDOUHLYLQGLFDFLyQSURJUHVLVWDHUDODDPSOLDFLyQGHOGHUHFKRGHVXIUDJLR
3RUHOORODSULPHUDSURPHVDPHQFLRQDGDHQHOWH[WRHVTXH©ODQDFLyQGLVIUX-
WDUiORVEHQH¿FLRVGHOUpJLPHQUHSUHVHQWDWLYRª\DTXHOD/H\(OHFWRUDOKDEtD
LPSXHVWRXQVXIUDJLRFHQVLWDULRWDQUHVWULFWLYRTXHDSHQDVSRGtDYRWDUHOGH
ODSREODFLyQ/DUD]yQSRUODTXHHOPDQL¿HVWRQRHVWDEOHFHFODUDPHQWHFyPRVH
UHJXODUiHOGHUHFKRGHVXIUDJLRHVTXHDVtUHVXOWDEDSRVLEOHTXHORVGHPyFUDWDV
DSR\DUDQWDPELpQODUHYROXFLyQ\DTXHVXSULQFLSDOUHLYLQGLFDFLyQHUDHOVXIUD
JLRXQLYHUVDO
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 103

$XQTXH OD DPSOLDFLyQ GHO VXIUDJLR HV OD SULQFLSDO UHIRUPD D OD TXH VH
DOXGH HO PDQL¿HVWR UHFRJH PiV UHLYLQGLFDFLRQHV SROtWLFDV SHUVHJXLGDV SRU
ORVSURJUHVLVWDVFRPRODDPSOLDFLyQGHGHUHFKRVIXQGDPHQWDOHVODUHEDMDGH
LPSXHVWRVODGHVFHQWUDOL]DFLyQDGPLQLVWUDWLYDRODUHVWDXUDFLyQGHOD0LOLFLD
1DFLRQDO/D&RQVWLWXFLyQGHGHVWDFDEDSRUVXFRQVHUYDGXULVPR\DXQ
TXHWHyULFDPHQWHUHFRQRFtDQXPHURVRVGHUHFKRVLQGLYLGXDOHVVXHMHUFLFLRVH
KDEtDOLPLWDGRJUDYHPHQWHDWUDYpVGHODVOH\HVTXHVHUHGDFWDURQSDUDUHJX
ODUVXFRQWHQLGR'XUDQWHWRGDOD'pFDGD0RGHUDGDORVSURJUHVLVWDVPRVWUD
URQVXUHFKD]RDHVWDVOLPLWDFLRQHVDOTXHVHXQLHURQDOJXQRVJHQHUDOHVPR
GHUDGRVFRPR2¶'RQQHOOR6HUUDQRFXDQGRHO*RELHUQRIXHRFXSDGRSRUOD
FDPDULOODSULYDGDGHODUHLQD6XOtGHUHUDHOFRQGHGH6DQ/XLVTXLHQFRPR
HOUHVWRGHORVPLHPEURVGHO*RELHUQRDFFHGLyDOFDUJR~QLFDPHQWHSRUVX
HVWUHFKDUHODFLyQFRQ,VDEHO,,$SHVDUGHHVWRVGHVPDQHVORVVXEOHYDGRVQR
EXVFDEDQGHUURFDUDODUHLQDVLWULXQIDEDODUHYROXFLyQVLQRTXH,VDEHO,,FRQ
VHUYDUDHOWURQR©VLQFDPDULOODTXHORGHVKRQUHª\FRQYRFDVHHOHFFLRQHVSDUD
TXHODV&RUWHV*HQHUDOHVHVWDEOHFLHVHQODVUHIRUPDVFRQWHQLGDVHQHOWH[WR
TXHGHEHUtDQVXSRQHU©ODVEDVHVGH¿QLWLYDVGHODUHJHQHUDFLyQOLEHUDOª a las
TXHDVSLUDEDQVXVDXWRUHV

Conclusión.7RGDV HVWDV SURPHVDV QR VROR FDODURQ HQWUH ORV SURJUHVLVWDV VLQR
TXH ORV GHPyFUDWDV WDPELpQ VH XQLHURQ \ FRQWULEX\HURQ DO WULXQIR GH OD UHYR
OXFLyQ,VDEHO,,QRPEUySUHVLGHQWHGHO*RELHUQRD(VSDUWHUR TXLHQFRQWyFRQ
2¶'RQQHOOFRPRPLQLVWURGH*XHUUD FRPHQ]DQGRDVtHO%LHQLR3URJUHVLVWD/D
DOLDQ]DHQWUHPRGHUDGRVSURJUHVLVWDV\GHPyFUDWDVVHURPSLySURQWRGDGRTXH
ORV GRV SULPHURV QR TXLVLHURQ HVWDEOHFHU HO VXIUDJLR XQLYHUVDO HQ OD &RQVWLWX
FLyQGH(VWDQROOHJyDHQWUDUHQYLJRUSRUTXHHVHPLVPRDxRVHGLVROYLy
ODFRODERUDFLyQHQWUH(VSDUWHUR\2¶'RQQHOOTXHUHFLELyHOHQFDUJRGHIRUPDU
*RELHUQRSRU,VDEHO,,\GHFLGLyQRFRQWDUFRQORVSURJUHVLVWDV'HHVWDIRUPD
ORVPRGHUDGRVYROYtDQDJREHUQDUHQVROLWDULRGHMDQGRVLQHIHFWRPXFKDVGHODV
UHIRUPDVUHFRJLGDVHQHO0DQL¿HVWRGH0DQ]DQDUHV\OOHYDGDVDFDERGXUDQWHHO
%LHQLR3URJUHVLVWD
104 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


7H[WR&DUORV0DUtD,VLGUR3ULPHU0DQL¿HVWRGH$EUDQWHVGHRFWXEUHGH

³1RDPELFLRQRHOWURQRHVWR\OHMRVGHFRGLFLDUELHQHVFDGXFRVSHURODUHOLJLyQODREVHU-
YDQFLD\FXPSOLPLHQWRGHODOH\IXQGDPHQWDOGHVXFHVLyQ\ODVLQJXODUREOLJDFLyQGHGHIHQGHUORV
GHUHFKRVLPSUHVFULSWLEOHVGHPLVKLMRV\WRGRVORVDPDGRVFRQVDQJXtQHRVPHHVIXHU]DQDVRVWHQHU
\GHIHQGHUODFRURQDGH(VSDxDGHOYLROHQWRGHVSRMRTXHGHHOODPHKDFDXVDGRXQDVDQFLyQWDQ
LOHJDOFRPRGHVWUXFWRUDGHODOH\TXHOHJtWLPDPHQWH\VLQDOWHUDFLyQGHEHVHUSHUSHWXDGD
³'HVGH HO IDWDO LQVWDQWH HQ TXH PXULy PL FDUR KHUPDQR TXH VDQWD JORULD KD\D  FUHt VH
KDEUtDQGLFWDGRHQPLGHIHQVDODVSURYLGHQFLDVRSRUWXQDVSDUDPLUHFRQRFLPLHQWR\VLKDVWD
DTXHOPRPHQWRKDEUtDVLGRWUDLGRUHOTXHORKXELHVHLQWHQWDGRDKRUDVHUiHOTXHQRMXUHPLV
EDQGHUDVDORVFXDOHVHVSHFLDOPHQWHDORVJHQHUDOHVJREHUQDGRUHV\GHPiVDXWRULGDGHVFLYLOHV
\PLOLWDUHVKDUpORVGHELGRVFDUJRVFXDQGRODPLVHULFRUGLDGH'LRVVLDVtFRQYLHQHPHOOHYHDO
VHQRGHPLDPDGDSDWULD\DODFDEH]DGHORVTXHPHVHDQ¿HOHV(QFDUJRHQFDUHFLGDPHQWHOD
XQLyQODSD]\ODSHUIHFWDFDULGDG1RSDGH]FD\RHOVHQWLPLHQWRGHTXHORVFDWyOLFRVHVSDxROHV
TXHPHDPDQPDWHQLQMXULHQUREHQQLFRPHWDQHOPiVPtQLPRH[FHVR(ORUGHQHVHOSULPHU
HIHFWRGHODMXVWLFLDHOSUHPLRDOEXHQR\VXVVDFUL¿FLRV\HOFDVWLJRDOPDOR\VXVLQLFXRVVH-
FXDFHVHVSDUD'LRV\SDUDODOH\\GHHVWDVXHUWHFXPSOHQORTXHUHSHWLGDVYHFHVKHRUGHQDGR´
³$EUDQWHVGHRFWXEUHGH´

7H[WR*HQHUDO(VSDUWHUR\JHQHUDO0DURWR&RQYHQLRGH9HUJDUDGHDJRVWRGH

³&RQYHQLRFHOHEUDGRHQWUHHO&DSLWiQ*HQHUDOGHORV(MpUFLWRV1DFLRQDOHV'%DOGRPHUR
(VSDUWHUR\HO7HQLHQWH*HQHUDO'5DIDHO0DURWR
³$UW(O&DSLWiQ*HQHUDO'%DOGRPHUR(VSDUWHURUHFRPHQGDUiFRQLQWHUpVDOJRELHUQR
HOFXPSOLPLHQWRGHVXRIHUWDGHFRPSURPHWHUVHIRUPDOPHQWHDSURSRQHUDODV&RUWHVODFRQFH-
VLyQRPRGL¿FDFLyQGHORVIXHURV
³$UW6HUiQUHFRQRFLGRVORVHPSOHRVJUDGRV\FRQGHFRUDFLRQHVGHORVJHQHUDOHVMHIHV\
R¿FLDOHV\GHPiVLQGLYLGXRVGHSHQGLHQWHVGHOHMpUFLWRGHPDQGRGHOWHQLHQWHJHQHUDO'5DIDHO
0DURWR  TXHGDQGRHQOLEHUWDGGHFRQWLQXDUVLUYLHQGR\GHIHQGLHQGROD&RQVWLWXFLyQGH
HOWURQRGH,VDEHO,,\OD5HJHQFLDGHVXDXJXVWD0DGUHRELHQUHWLUDUVHDVXVFDVDVORVTXHQR
TXLHUDQVHJXLUFRQODVDUPDVHQODPDQR
³$UW/RVTXHDGRSWHQHOSULPHUFDVR  WHQGUiQFRORFDFLyQHQORVFXHUSRVGHO(MpUFLWR  
³$UW/RVTXHSUH¿HUDQUHWLUDUVHDVXVFDVDVVLHQGRJHQHUDOHV\EULJDGLHUHVREWHQGUiQVX
FXDUWHOSDUDGRQGHORSLGDQFRQHOVXHOGRTXHSRUUHJODPHQWROHVFRUUHVSRQGD  ´
³&XDUWHOJHQHUDOGH9HUJDUDDGHDJRVWRGH´
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 105

7H[WR&RQFRUGDWRGH

³$UWž/DUHOLJLyQFDWyOLFDDSRVWyOLFDURPDQDVHFRQVHUYDUiVLHPSUHHQORVGRPL-
QLRVGH60FDWyOLFDFRQWRGRVORVGHUHFKRV\SUHUURJDWLYDVGHTXHGHEHJR]DUVHJ~QODOH\
GH'LRV\ORGLVSXHVWRSRUORVVDJUDGRVFiQRQHV$UWž(QFRQVHFXHQFLDODLQVWUXFFLyQHQ
ODV8QLYHUVLGDGHV&ROHJLRV6HPLQDULRV\(VFXHODVS~EOLFDVRSULYDGDVGHFXDOTXLHUDFODVH
VHUtDHQWRGRFRQIRUPHDODGRFWULQDGHODPLVPDUHOLJLyQFDWyOLFD$UWž7DPSRFRVHSRQ-
GUiLPSHGLPHQWRDOJXQRDGLFKRVSUHODGRVQLDORVGHPiVVDJUDGRVPLQLVWURVHQHOHMHUFLFLR
GHVXVIXQFLRQHVQLORVPROHVWDUiQDGLHEDMRQLQJ~QSUHWH[WRDQWHVELHQFXLGDUiQWRGDV
ODVDXWRULGDGHVGHOUHLQRGHJXDUGDUOH\GHTXHVHOHVJXDUGHHOUHVSHWR\FRQVLGHUDFLyQGHEL-
GRVSULQFLSDOPHQWHFXDQGRKD\DQGHRSRQHUVHDODPDOLJQLGDGGHORVKRPEUHVTXHLQWHQWDQ
SHUYHUWLUORViQLPRVGHORV¿HOHV\FRUURPSHUODVFRVWXPEUHVRFXDQGRKXELHUHGHLPSHGLUVH
ODSXEOLFDFLyQLQWURGXFFLyQRFLUFXODFLyQGHOLEURVPDORV\QRFLYRV´

7H[WR(VWDWXWR5HDOGH

³$UWtFXOR « 6X0DMHVWDGOD5HLQD*REHUQDGRUDHQQRPEUHGHVXH[FHOVDKLMD'RxD
,VDEHO,,KDUHVXHOWRFRQYRFDUODV&RUWHVJHQHUDOHVGHO5HLQR
³$UW/DV&RUWHVJHQHUDOHVVHFRPSRQGUiQGHGRV(VWDPHQWRVHOGH3UyFHUHVGHO5HLQR
\HOGH3URFXUDGRUHVGHO5HLQR
³$UW(O(VWDPHQWRGH3UyFHUHVGHO5HLQRVHFRPSRQGUi
³'HPX\UHYHUHQGRVDU]RELVSRV\UHYHUHQGRVRELVSRV
³'H*UDQGHVGH(VSDxD
³'HWtWXORVGH&DVWLOOD
³'HXQQ~PHURLQGHWHUPLQDGRGHHVSDxROHVHOHYDGRVHQGLJQLGDGHLOXVWUHVHQODV
YDULDVFDUUHUDV\TXHVHDQRKD\DQVLGRVHFUHWDULRVGHO'HVSDFKRSURFXUDGRUHVGHO5HLQR
«
³'HORVSURSLHWDULRVWHUULWRULDOHVRGXHxRVGHIiEULFDV
³$UW/DGLJQLGDGGH3UyFHUGHO5HLQRHVKHUHGLWDULDHQORV*UDQGHVGH(VSDxD
³$UW(O5H\HOLJH\QRPEUDDORVGHPiVSUyFHUHVGHO5HLQRFX\DGLJQLGDGHVYLWDOL-
FLD «
³$UW$O5H\WRFDH[FOXVLYDPHQWHFRQYRFDUVXVSHQGHU\GLVROYHUODV&RUWHV «
³$UW/DV&RUWHVQRSRGUiQGHOLEHUDUVREUHQLQJ~QDVXQWRTXHQRVHKD\DVRPHWLGR
H[SUHVDPHQWHDVXH[DPHQHQYLUWXGGHXQ'HFUHWR5HDO
³$UW4XHGDVLQHPEDUJRH[SHGLWRHOGHUHFKRTXHVLHPSUHKDQHMHUFLWDGRODV&RU-
WHVGHHOHYDUSHWLFLRQHVDO5H\KDFLpQGRORGHOPRGR\IRUPDTXHVHSUH¿MDUiHQHOUHJOD-
PHQWR « ´
106 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

7H[WR&RQVWLWXFLyQGH

³6LHQGRODYROXQWDGGHOD1DFLyQUHYLVDUHQXVRGHVXVREHUDQtDOD&RQVWLWXFLyQSROtWLFD
SURPXOJDGDHQ&iGL]HOGLH]\QXHYHGHPDU]RGHPLORFKRFLHQWRVGRFHODV&RUWHVJHQHUD-
OHVFRQJUHJDGDVDHVWH¿QGHFUHWDQ\VDQFLRQDQODSUHVHQWH&RQVWLWXFLyQGHOD0RQDUTXtD
HVSDxROD
³$UWž7RGRVORVHVSDxROHVSXHGHQLPSULPLU\SXEOLFDUOLEUHPHQWHVXVLGHDVVLQSUHYLD
FHQVXUDFRQVXMHFLyQDODVOH\HV «
³$UWž8QRVPLVPRVFyGLJRVUHJLUiQHQWRGDOD0RQDUTXtD
³$UWž1RSXHGHVHUGHWHQLGRQLSUHVRQLVHSDUDGRGHVXGRPLFLOLRQLQJ~QHVSDxROQL
DOODQDGDVXFDVDVLQRHQORVFDVRV\HQODIRUPDTXHODVOH\HVSUHVFULEDQ
³$UWž1LQJ~QHVSDxROSRGUiVHUSURFHVDGRQLVHQWHQFLDGRVLQRSRUHO-XH]R7ULEXQDO
FRPSHWHQWH «
³$UWž1RVHLPSRQGUiMDPiVODSHQDGHFRQ¿VFDFLyQGHELHQHV\QLQJ~QHVSDxROVHUi
SULYDGRGHVXSURSLHGDGVLQRSRUFDXVDMXVWL¿FDGDGHXWLOLGDGFRP~QSUHYLDODFRUUHVSRQ-
GLHQWHLQGHPQL]DFLyQ
³$UWž/D1DFLyQVHREOLJDDPDQWHQHUHOFXOWR\ORVPLQLVWURVGHOD5HOLJLyQ&DWyOLFD
TXHSURIHVDQORVHVSDxROHV
³$UWž/DSRWHVWDGGHKDFHUODVOH\HVUHVLGHHQODV&RUWHVFRQHO5H\
³$UWž/DV&RUWHVVHFRPSRQHQGHGRVFXHUSRVFROHJLVODGRUHVLJXDOHVHQIDFXOWDGHV
HO6HQDGR\HO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRV
³$UW ž /RV VHQDGRUHV VRQ QRPEUDGRV SRU HO 5H\ D SURSXHVWD HQ OLVWD WULSOH GH ORV
HOHFWRUHVTXHHQFDGDSURYLQFLDQRPEUDQORVGLSXWDGRVD&RUWHV
³$UWž3DUDVHU6HQDGRUVHUHTXLHUHVHUHVSDxROPD\RUGHFXDUHQWDDxRV\WHQHUORV
PHGLRVGHVXEVLVWHQFLD\ODVGHPiVFLUFXQVWDQFLDVTXHGHWHUPLQHODOH\HOHFWRUDO
³$UWž3DUDVHU'LSXWDGRVHUHTXLHUHVHUHVSDxROGHOHVWDGRVHJODUKDEHUFXPSOLGR
YHLQWLFLQFRDxRV\WHQHUODVGHPiVFLUFXQVWDQFLDVTXHH[LMDODOH\HOHFWRUDO
³$UWž6LXQRGHORV&XHUSRVFROHJLVODGRUHVGHVHFKDVHDOJ~QSUR\HFWRGHOH\ROHQH-
JDUHHO5H\ODVDQFLyQQRSRGUiYROYHUVHDSURSRQHU
³$UWž/DSHUVRQDGHO5H\HVVDJUDGDHLQYLRODEOH\QRHVWiVXMHWDDUHVSRQVDELOLGDG
6RQUHVSRQVDEOHVORVPLQLVWURV
³$UWž/DSRWHVWDGGHKDFHUFXPSOLUODVOH\HVUHVLGHHQHO5H\\VXDXWRULGDGVHH[WLHQ-
GHDWRGRFXDQWRFRQGXFHDODFRQVHUYDFLyQGHORUGHQS~EOLFRHQORLQWHULRU\DODVHJXULGDG
GHO(VWDGRHQORH[WHULRUFRQIRUPHDOD&RQVWLWXFLyQ\DODVOH\HV
³$UWž3DUDHOJRELHUQRLQWHULRUGHORVSXHEORVKDEUi$\XQWDPLHQWRVQRPEUDGRVSRU
ORVYHFLQRVDTXLHQHVODOH\FRQFHGHHVWHGHUHFKR´
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 107

7H[WR&RQVWLWXFLyQGHGHPD\RGH

³'RxD,VDEHO,,SRUODJUDFLDGH'LRV\GHOD&RQVWLWXFLyQGHOD0RQDUTXtDHVSDxROD5HL-
QDGHODV(VSDxDVDWRGRVORVTXHODSUHVHQWHYLHUHQ\HQWHQGLHUHQVDEHG
³4XHVLHQGRQXHVWUDYROXQWDG\ODGHODV&RUWHVGHO5HLQRUHJXODUL]DU\SRQHUHQFRQVR-
QDQFLDFRQODVQHFHVLGDGHVDFWXDOHVGHO(VWDGRORVDQWLJXRVIXHURV\OLEHUWDGHVGHHVWRV5HLQRV
\ODLQWHUYHQFLyQTXHVXV&RUWHVKDQWHQLGRHQWRGRVORVWLHPSRVHQORVQHJRFLRVJUDYHVGHOD
0RQDUTXtDPRGL¿FDQGRDOHIHFWROD&RQVWLWXFLyQSURPXOJDGDHQGH-XQLRGHKHPRV
YHQLGR « HQGHFUHWDU\VDQFLRQDUODVLJXLHQWH&RQVWLWXFLyQGHOD0RQDUTXtD(VSDxROD
³$UW  7RGRV ORV HVSDxROHV SXHGHQ LPSULPLU \ SXEOLFDU OLEUHPHQWH VXV LGHDV VLQ SUHYLD
FHQVXUDFRQVXMHFLyQDODVOH\HV «
³$UW/D5HOLJLyQGHOD1DFLyQHVSDxRODHVOD&DWyOLFD$SRVWyOLFD5RPDQD(O(VWDGR
VHREOLJDDPDQWHQHUHOFXOWR\VXVPLQLVWURV
³$UW/DSRWHVWDGGHKDFHUODVOH\HVUHVLGHHQODV&RUWHVFRQHO5H\
³$UW/DV&RUWHVVHFRPSRQHQGHGRV&XHUSRV&ROHJLVODGRUHVLJXDOHVHQIDFXOWDGHVHO
6HQDGR\HO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRV
³$UW(OQ~PHURGHVHQDGRUHVHVLOLPLWDGRVXQRPEUDPLHQWRSHUWHQHFHDO5H\ «
³$UW(OFDUJRGHVHQDGRUHVYLWDOLFLR «
³$UW3DUDVHUGLSXWDGRVHUHTXLHUH « GLVIUXWDUODUHQWDSURFHGHQWHGHELHQHVUDtFHV
RSDJDUSRUFRQWULEXFLRQHVGLUHFWDVODFDQWLGDGTXHSRUOH\VHSUH¿MH «
³$UW/DV&RUWHVVHUH~QHQWRGRVORVDxRV&RUUHVSRQGHDO5H\FRQYRFDUODVVXVSHQGHU
\FHUUDUVXVVHVLRQHV\GLVROYHUHO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRVSHURFRQODREOLJDFLyQHQHVWH
~OWLPRFDVRGHFRQYRFDURWUDV&RUWHV\UHXQLUODVGHQWURGHWUHVPHVHV « ´

7H[WRÈOYDUH]GH0HQGL]iEDO-XDQ'HFUHWRGH'HVDPRUWL]DFLyQGHIHEUHURGH

³$VX0DMHVWDGOD5HLQD*REHUQDGRUD
³6HxRUDYHQGHUODPDVDGHELHQHVTXHKDQYHQLGRDVHUSURSLHGDGGHODQDFLyQQRHVWDQ
VyORXQDSURPHVDVROHPQH\GDUXQDJDUDQWtDSRVLWLYDDODGHXGDQDFLRQDOSRUPHGLRGHXQD
DPRUWL]DFLyQ  HVDEULUXQDIXHQWHDEXQGDQWtVLPDGHIHOLFLGDGS~EOLFDYLYL¿FDUXQDULTXH]D
PXHUWDGHVREVWUXLUORVFDQDOHVGHODLQGXVWULD\GHODFLUFXODFLyQ1RHV6HxRUDQLXQDIUtD
HVSHFXODFLyQPHUFDQWLOQLXQDPHUDRSHUDFLyQGHFUpGLWR  HVXQHOHPHQWRGHDQLPDFLyQGH
YLGD\GHYHQWXUDSDUDOD(VSDxD(V  HOFRPSOHPHQWRGHVXUHVXUUHFFLyQSROtWLFD
³(OGHFUHWRTXHYR\DWHQHUODKRQUDGHVRPHWHUDODDXJXVWDDSUREDFLyQGH90VREUHOD
YHQWDGHHVRVELHQHVDGTXLULGRV\DSDUDODQDFLyQDVtFRPRHQVXUHVXOWDGRPDWHULDOKDGHSUR-
GXFLUHOEHQH¿FLRGHPLQRUDUODIXHUWHVXPDGHODGHXGDS~EOLFDHVPHQHVWHUTXH  HQVXREMHWR
 VHHQODFH FRQ ODDOWDLGHDGHFUHDUXQDFRSLRVDIDPLOLDGHSURSLHWDULRVFX\RVJRFHV\FX\D
H[LVWHQFLDVHDSR\DSULQFLSDOPHQWHHQHOWULXQIRFRPSOHWRGHQXHVWUDVDFWXDOHVLQVWLWXFLRQHV
108 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

³   < FRQIRUPiQGRPH FRQ OR SURSXHVWR SRU HO &RQVHMR GH 0LQLVWURV HQ QRPEUH GH PL
H[FHOVDKLMDODUHLQDGRxD,VDEHO,,KHYHQLGRHQGHFUHWDUORVLJXLHQWH
³$UW ƒ 4XHGDQ GHFODUDGRV HQ YHQWD GHVGH DKRUD WRGRV ORV ELHQHV UDtFHV GH FXDOTXLHU
FODVHTXHKXELHVHQSHUWHQHFLGRDODVFRPXQLGDGHV\FRUSRUDFLRQHVUHOLJLRVDVH[WLQJXLGDV\ORV
GHPiVTXHKD\DQVLGRDGMXGLFDGRVDODQDFLyQSRUFXDOTXLHUWtWXORRPRWLYR  
³$UWž(OSDJRGHOSUHFLRGHOUHPDWHVHKDUiGHXQRGHHVWRVGRVPRGRVHQWtWXORVGHOD
GHXGDFRQVROLGDGDRHQGLQHURHIHFWLYR  ´

7H[WR7RUUH&DUORV0DUtDGHODPacto de OstendeGHQRYLHPEUHGH

³ « 'HVSXpVGHXQDEUHYHGLVFXVLyQSRUTXHODDUPRQtDGHPLUDVTXHVHPDQLIHVWyQRGDED
OXJDUDRWUDFRVDVHDFRUGySRUXQDQLPLGDGORVLJXLHQWH
³4XHHOREMHWR\EDQGHUDGHODUHYROXFLyQHQ(VSDxDHVODFDtGDGHORV%RUERQHV
³4XHVLHQGRSDUDORVGHPyFUDWDVXQSULQFLSLRHVHQFLDOGHVXGRJPDSROtWLFRHOVXIUDJLRXQL-
YHUVDO\DGPLWLHQGRORVSURJUHVLVWDVHOGHUHFKRPRGHUQRFRQVWLWX\HQWHGHOSOHELVFLWRODEDVHSDUDOD
LQWHOLJHQFLDGHORVGRVSDUWLGRVIXHUDTXHSRUXQSOHELVFLWRVLODVFLUFXQVWDQFLDVQRVHRSRQtDQDHOOR
RSRUXQDV&RUWHV&RQVWLWX\HQWHVHOHJLGDVSRUHOVXIUDJLRXQLYHUVDOVHGHFLGLUtDODIRUPDGHJRELHU-
QRTXHVHKDEtDGHHVWDEOHFHUHQ(VSDxD\VLHQGRODPRQDUTXtDODGLQDVWtDTXHGHEtDUHHPSOD]DUD
ODDFWXDOHQODLQWHOLJHQFLDGHTXHKDVWDTXHDVtVHGHFLGLHVHKDEtDGHVHUDEVROXWDODOLEHUWDGGH
LPSUHQWD\VLQQLQJXQDOLPLWDFLyQHOGHUHFKRGHUHXQLyQSDUDTXHODRSLQLyQQDFLRQDOSXGLHVHLOXV-
WUDUVH\RUJDQL]DUVHFRQYHQLHQWHPHQWHVLQTXHHOJRELHUQRSURYLVLRQDOTXHVDOLHUDGHODUHYROXFLyQ
SXGLHUDLQÀXLUFRPRWDOHQODUHVROXFLyQGHODFXHVWLyQIXQGDPHQWDOVLQSHUMXLFLRGHTXHODVSHUVRQDV
TXHORFRPSXVLHUDQSXGLHUDQVRVWHQHUSULYDGD\S~EOLFDPHQWHVXVRSLQLRQHVLQGLYLGXDOHV
³4XHVHUHFRQRFtDFRPRMHIH\GLUHFWRUPLOLWDUGHOPRYLPLHQWRDOJHQHUDO3ULPTXHSR-
GUtDHPSOHDUHQORTXHMX]JDUDFRQYHQLHQWHDORVSUHVHQWHV\VXVDPLJRV´
³0DQL¿HVWRGHGRQ&DUORV0GHOD7RUUHGHVGH%UXVHODVGHQRYLHPEUHGH´

7H[WR3ULP-XDQ6HUUDQR)UDQFLVFR\VV0DQL¿HVWRGH(VSDxDFRQKRQUDGHVHSWLHP
EUHGH

³(VSDxROHV
³/DFLXGDGGH&iGL]SXHVWDHQDUPDVFRQWRGDVXSURYLQFLDFRQOD$UPDGDDQFODGDHQVX
SXHUWR\WRGRHOGHSDUWDPHQWRPDUtWLPRGHOD&DUUDFDGHFODUDVROHPQHPHQWHTXHQLHJDVXREH-
GLHQFLDDOJRELHUQRGH0DGULGVHJXUDGHTXHHVOHDOLQWpUSUHWHGHWRGRVORVFLXGDGDQRVTXHHQHO
GLODWDGRHMHUFLFLRGHODSDFLHQFLDQRKD\DQSHUGLGRHOVHQWLPLHQWRGHODGLJQLGDG\UHVXHOWDDQR
GHSRQHUODVDUPDVKDVWDTXHOD1DFLyQUHFREUHVXVREHUDQtDPDQL¿HVWHVXYROXQWDG\VHFXPSOD
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 109

³  +ROODGDODOH\IXQGDPHQWDOFRQYHUWLGDVLHPSUHDQWHVHQFHODGDTXHHQGHIHQVDGHO
FLXGDGDQRFRUURPSLGRHOVXIUDJLRSRUODDPHQD]D\HOVRERUQRGHSHQGLHQWHODVHJXULGDG
LQGLYLGXDOQRGHOGHUHFKRSURSLRVLQRGHODLUUHVSRQVDEOHYROXQWDGGHFXDOTXLHUDGHODVDX-
WRULGDGHVPXHUWRHOPXQLFLSLRSDVWROD$GPLQLVWUDFLyQ\OD+DFLHQGDGHODLQPRUDOLGDG\GHO
DJLRWLUDQL]DGDODHQVHxDQ]DPXGDODSUHQVD\VyORLQWHUUXPSLGRHOXQLYHUVDOVLOHQFLRSRU
ODVIUHFXHQWHVQRWLFLDVGHODVQXHYDVIRUWXQDVLPSURYLVDGDVGHOQXHYRQHJRFLRGHODQXHYD
UHDORUGHQHQFDPLQDGDDGHIUDXGDUHO7HVRURS~EOLFRGHWtWXORVGH&DVWLOODYLOPHQWHSURGL-
JDGRVGHODOWRSUHFLRHQ¿QDTXHORJUDQVXYHQWDODGHVKRQUD\HOYLFLR7DOHVOD(VSDxD
GHKR\ 
³4XHUHPRV TXH XQ *RELHUQR SURYLVLRQDO TXH UHSUHVHQWH WRGDV ODV IXHU]DV YLYDV GHO SDtV
DVHJXUHHORUGHQHQWDQWRTXHHOVXIUDJLRXQLYHUVDOHFKHORVFLPLHQWRVGHQXHVWUDUHJHQHUDFLyQ
VRFLDO\SROtWLFD 
³&RQWDPRVSDUDUHDOL]DUQXHVWURLQTXHEUDQWDEOHSURSyVLWRFRQHOFRQFXUVRGHORVOLEHUDOHV
XQiQLPHV\FRPSDFWRVDQWHHOFRP~QSHOLJURFRQHODSR\RGHODVFODVHVDFRPRGDGDVTXHQRTXH-
UUiQTXHHOIUXWRGHVXVVXGRUHVVLJDHQULTXHFLHQGRODLQWHUPLQDEOHVHULHGHDJLRWLVWDV\IDYRULWRV
FRQORVDPDQWHVGHORUGHQVLTXLHUHQYHUORHVWDEOHFLGRVREUHODV¿UPtVLPDVEDVHVGHODPRUDOLGDG
\ GHO GHUHFKR FRQ ORV DUGLHQWHV SDUWLGDULRV GH ODV OLEHUWDGHV LQGLYLGXDOHV FX\DV DVSLUDFLRQHV
SRQGUHPRVEDMRHODPSDURGHODOH\FRQHODSR\RGHORVPLQLVWURVGHODOWDULQWHUHVDGRVDQWHVTXH
QDGLHHQFHJDUHQVXRULJHQODVIXHQWHVGHOYLFLR\GHOPDOHMHPSORFRQHOSXHEORWRGR 
³£9LYD(VSDxDFRQKRQUD
³&iGL]GH6HSWLHPEUHGH*DFHWDGH0DGULGGHRFWXEUHGH-XDQ3ULP
'RPLQJR'XOFH)UDQFLVFR6HUUDQR%HGR\D5DPyQ1RXYLOODV5DIDHO3ULPRGH5LYHUD$QWRQLR
&DEDOOHURGH5RGDV-XDQ7RSHWH´

7H[WR$PDGHR,$EGLFDFLyQGHIHEUHURGH

³  &RQR]FRTXHPHHQJDxyPLEXHQGHVHR'RVDxRVODUJRVKDTXHFLxROD&RURQDGH
(VSDxD\OD(VSDxDYLYHHQFRQVWDQWHOXFKDYLHQGRFDGDGtDPiVOHMDQDODHUDGHSD]\GH
YHQWXUDTXHWDQDUGLHQWHPHQWHDQKHOR6LIXHVHQH[WUDQMHURVORVHQHPLJRVGHVXGLFKDHQWRQFHV
DOIUHQWHGHHVWRVVROGDGRVWDQYDOLHQWHVFRPRVXIULGRVVHUtDHOSULPHURHQFRPEDWLUORVSHUR
WRGRVORVTXHFRQODHVSDGDFRQODSOXPDFRQODSDODEUDDJUDYDQ\SHUSHW~DQORVPDOHVGHOD
1DFLyQVRQHVSDxROHVWRGRVLQYRFDQHOGXOFHQRPEUHGHODSDWULDWRGRVSHOHDQ\VHDJLWDQSRU
VXELHQ\HQWUHHOIUDJRUGHOFRPEDWHHQWUHHOFRQIXVRDWURQDGRU\FRQWUDGLFWRULRFODPRUGHORV
SDUWLGRVHQWUHWDQWDV\WDQRSXHVWDVPDQLIHVWDFLRQHVGHODRSLQLyQS~EOLFDHVLPSRVLEOHDWLQDU
FXiOHVODYHUGDGHUD\PiVLPSRVLEOHWRGDYtDKDOODUHOUHPHGLRSDUDWDPDxRVPDOHV
³/RKHEXVFDGRiYLGDPHQWHGHQWURGHODOH\\QRORKHKDOODGR)XHUDGHODOH\QRKDGH
EXVFDUORTXLHQKDSURPHWLGRREVHUYDUOD
110 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

³1DGLHDFKDFDUiDÀDTXH]DGHiQLPRPLUHVROXFLyQ1RKDEUtDSHOLJURTXHPHPRYLHUD
DGHVFHxLUPHOD&RURQDVLFUH\HUDTXHODOOHYDEDHQPLVVLHQHVSDUDELHQGHORVHVSDxROHV
QLFDXVyPHOODHQPLiQLPRHOTXHFRUULyODYLGDGHPLDXJXVWDHVSRVDTXHHQHVWHVROHPQH
PRPHQWRPDQL¿HVWDFRPR\RHOYLYRGHVHRGHTXHHQVXGtDVHLQGXOWHDORVDXWRUHVGHDTXHO
DWHQWDGR
³3HURWHQJRKR\OD¿UPtVLPDFRQYLFFLyQGHTXHVHUtDQHVWpULOHVPLVHVIXHU]RVHLUUHDOL]DEOHV
PLVSURSyVLWRV
³eVWDVVRQ6UHV'LSXWDGRVODVUD]RQHVTXHPHPXHYHQDGHYROYHUDOD1DFLyQ\HQVX
QRPEUHDYRVRWURVOD&RURQDTXHPHRIUHFLyHOYRWRQDFLRQDOKDFLHQGRGHHOODUHQXQFLDSRUPt
SRUPLVKLMRV\VXFHVRUHV
³(VWDGVHJXURVGHTXHDOGHVSUHQGHUPHGHOD&RURQDQRPHGHVSUHQGRGHODPRUDHVWD
(VSDxDWDQQREOHFRPRGHVJUDFLDGD\GHTXHQROOHYRRWURSHVDUTXHHOGHQRKDEHUPHVLGR
SRVLEOHSURFXUDUODWRGRHOELHQTXHPLOHDOFRUD]yQSDUDHOODDSHWHFtD´
³$PDGHRGH6DER\DGHIHEUHURGH´

Mapa 1. 3ULPHUDJXHUUDFDUOLVWD

Santiago Vergara
gar
Estella

Jadraque

Arganda
Cáceres

Almadén Albacete

Córdoba

Arcos
Zonas de mayor intensidad del carlismo
Zonas con simpatizantes carlistas
Expedición del general carlista Gómez
Expedición de Carlos V
Principales asedios carlistas
Centros liberales del norte
Principales centros carlistas
Batallas

(ODERUDFLyQSURSLD'DWRVREWHQLGRVGHRWUDVIXHQWHV
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 111

*Ui¿FD &RPSRVLFLyQGHOD$VDPEOHD&RQVWLWX\HQWHGH

(ODERUDFLyQSURSLD'DWRVREWHQLGRVGH,QWURGXFFLyQDOD+LVWRULDGH(VSDxD$$99

Imagen 1. &DULFDWXUDGHODUHYLVWDVDWtULFD/D)ODFDGHMXOLRGH
112 UNIDAD 6 LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874)

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Asociación Internacional de Trabajadores Concordato 7UDWDGR LQWHUQDFLRQDO HQWUH HO
(AIT) &RQRFLGD WDPELpQ FRPR 3ULPHUD ,Q 9DWLFDQR\FXDOTXLHURWUR(VWDGR
WHUQDFLRQDO OD $,7 IXH IXQGDGD HQ /RQGUHV
HQFRQHO¿QGHFRRUGLQDUORVHVIXHU]RV Confesionalidad'LFKRGHXQ(VWDGRDTXHO
GHORVSDUWLGRVREUHURVGHFDGD(VWDGRSDUDOL HQFX\RRUGHQDPLHQWRMXUtGLFRVHUHFRQRFHD
TXLGDU HO VLVWHPD FDSLWDOLVWD \ HVWDEOHFHU XQD XQDUHOLJLyQFRPRR¿FLDO
VRFLHGDGVLQFODVHV
Consumos,PSXHVWRPXQLFLSDOTXHJUDYDED
Bravo Murillo, Juan   3ROtWLFR ORVFRPHVWLEOHV\RWURVSURGXFWRVGHSULPHUD
OLEHUDO SHUWHQHFLHQWH DO 3DUWLGR 0RGHUDGR QHFHVLGDG
TXH RFXSy GLYHUVRV FDUJRV LQFOX\HQGR OD
SUHVLGHQFLDGHO*RELHUQRGXUDQWHHOUHLQDGR Espartero, Baldomero  *HQHUDO
GH ,VDEHO ,, 'HVWDFy SRU VX FRQVHUYDGXULV SURJUHVLVWD TXH DOFDQ]y JUDQ SRSXODULGDG HQ
PRTXHIXHH[WUHPiQGRVHKDVWDOOHJDUDODX OD SULPHUD JXHUUD FDUOLVWD WUDV VX YLFWRULD HQ
WRULWDULVPRHQORV~OWLPRVDxRVGHOD'pFDGD /XFKDQD   \ OD ¿UPD GHO &RQYHQLR GH
0RGHUDGD%DMRVXPDQGDWRVH¿UPyHO&RQ 9HUJDUD  (QIUHQWDGRD0&ULVWLQDGH
FRUGDWRGH %RUEyQSRUVXFRQVHUYDGXULVPRDFWXyFRPR
UHJHQWH HQWUH  \  FXDQGR WXYR TXH
Cánovas del Castillo, Antonio   H[LOLDUVHSRUODVSURWHVWDVJHQHUDGDVWUDVRUGH
3ROtWLFROLEHUDOGHLGHRORJtDFRQVHUYDGRUDTXH QDU ERPEDUGHDU %DUFHORQD /tGHU GHO 3DUWLGR
GHVHPSHxyXQSDSHOHVHQFLDOGXUDQWHOD5HV 3URJUHVLVWDRFXSyODSUHVLGHQFLDGHO*RELHU
WDXUDFLyQWUDVODYXHOWDGHORV%RUERQHVDOWUR QRGXUDQWHHO%LHQLR/LEHUDOUHWLUiQGRVHGHOD
QRHQOD¿JXUDGH$OIRQVR;,,   YLGDS~EOLFDWUDVHO¿QGHGLFKDHWDSDUHFKD
]DQGR LQFOXVR HO RIUHFLPLHQWR GH FRQYHUWLUVH
Cantonalismo 0RYLPLHQWR SROtWLFR TXH GH HQUH\UHDOL]DGRSRU3ULPGXUDQWHHO6H[HQLR
IHQGtD XQD UHS~EOLFD IHGHUDO FRQVWUXLGD GH 'HPRFUiWLFR
DEDMRDDUULED$VtHO(VWDGRHVWDEDIRUPDGR
DSDUWLUGHPXQLFLSLRVDXWyQRPRV FDQWRQHV  0DQL¿HVWR7H[WRS~EOLFRHQHOTXHXQDRYD
TXHSRGtDQOLEUHPHQWHDJUXSDUVHSDUDIRUPDU ULDV SHUVRQDV H[SUHVDQ VXV UHLYLQGLFDFLRQHV
HQWLGDGHV GH PD\RU WDPDxR UHJLRQHV  TXH D SROtWLFDV\RSURJUDPDGHJRELHUQR
VXYH]SRGtDQXQLUVHSDUDIRUPDUXQDQDFLyQ
Martínez de la Rosa, Francisco 
Carta otorgada/H\IXQGDPHQWDOGHO(VWDGR   3ROtWLFR HVSDxRO TXH GHVWDFy SRU VX
TXHDGLIHUHQFLDGHXQDFRQVWLWXFLyQQRHVWi GHIHQVD GHO OLEHUDOLVPR GXUDQWH ODV &RUWHV
HODERUDGDSRUODV&RUWHVVLQRTXHHVFRQFHGL GH &iGL] 3HUVHJXLGR SRU )HUQDQGR 9,, SRU
GDJUDFLRVDPHQWHSRUHOUH\ VX OLEHUDOLVPR IXH JUDGXDOPHQWH WHPSODQGR
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) UNIDAD 6 113

VXV SRVLFLRQHV SROtWLFDV OLGHUDQGR GXUDQWH HO UUD GH 0DUUXHFRV   SDUWLFLSDQGR
7ULHQLR/LEHUDODORVPRGHUDGRV GRFHDxLVWDV  WDPELpQ HQ OD LQWHUYHQFLyQ IUDQFRHVSDxROD
IUHQWHDORVH[DOWDGRV(OHYDGRDODSUHVLGHQFLD HQ 0p[LFR 3URWDJRQLVWD GH YDULRV SURQXQ
GXUDQWHODUHJHQFLDGH0&ULVWLQDGH%RUEyQ FLDPLHQWRV IDOOLGRV WUDV HO %LHQLR 3URJUHVLV
SURPRYLyODDSUREDFLyQGHO(VWDWXWR5HDOGH WD¿UPyHO3DFWRGH2VWHQGHFRPROtGHUGH
GHFDUiFWHUPX\FRQVHUYDGRU ORVSURJUHVLVWDVFRQXQLRQLVWDV\GHPyFUDWDV
3ULQFLSDOYDOHGRUGH$PDGHR,IXHDVHVLQD
Narváez, Ramón María  *HQH GR GtDV DQWHV GH TXH HO QXHYR UH\ OOHJDVH D
UDO OLEHUDO TXH GHVWDFy SRU VX FRQVHUYDGXULV 0DGULG
PRIXHOtGHUGHO3DUWLGR0RGHUDGRGXUDQWHHO
UHLQDGRGH,VDEHO,,TXLHQVLHPSUHOHFRQVLGH Pronunciamiento 6XEOHYDFLyQ PLOLWDU TXH
UyVXSULQFLSDODSR\RSROtWLFR EXVFDHODSR\RGHIXHU]DVSROtWLFDV\GHODRSL
QLyQS~EOLFDSDUDIRU]DUXQFDPELRGHJRELHU
Notables3HUVRQDVGHUHOHYDQFLDVRFLDOFXO QRRUpJLPHQ
WXUDORHFRQyPLFDGHXQDORFDOLGDG
Saboya'LQDVWtDLWDOLDQDTXHHQFDEH]yHOSUR
O’Donnell, Leopoldo   0LOLWDU FHVR GH XQL¿FDFLyQ LWDOLDQD 'XUDQWH HO PLV
GHLGHRORJtDOLEHUDOOLGHUyHOSURQXQFLDPLHQ PRODFRQTXLVWDGHORV7HUULWRULRV3RQWL¿FLRV
WRFRQRFLGRFRPRla Vicalvarada  TXH UHGXFLGRVDOD&LXGDGGHO9DWLFDQR HQHPLVWy
GLROXJDUDO%LHQLR3URJUHVLVWDHWDSDHQODTXH DORV6DER\DFRQOD6DQWD6HGH
DFWXy FRPR PLQLVWUR GH OD JXHUUD )XQGDGRU
\OtGHUGH8QLyQ/LEHUDOIXHUHSHWLGDVYHFHV Serrano, Francisco   *HQHUDO
SUHVLGHQWHGHO*RELHUQRHQWUH\ OLEHUDOVXVWLWX\yD2¶'RQQHOOFRPROtGHUGH
8QLyQ /LEHUDO WUDV VX PXHUWH 3URWDJRQLVWD
Partida 3HTXHxR JUXSR GH SDLVDQRV FRQYHU FRQ 3ULP \ 7RSHWH GH OD 5HYROXFLyQ *OR
WLGRVHQJXHUULOOHURVVLQXQPDQGRPLOLWDUVX ULRVDTXHGLROXJDUDO6H[HQLR'HPRFUiWLFR
SHULRU   DFWXy GXUDQWH HVWD HWDSD FRPR SUH
VLGHQWHGHO*RELHUQRSRUGRVYHFHV\FRPR
Prim, Juan  0LOLWDUSURJUHVLVWD UHJHQWH KDVWD OD DFHSWDFLyQ GH OD &RURQD
TXHDOFDQ]yJUDQSRSXODULGDGGXUDQWHODJXH SRU$PDGHR, 
UNIDAD 7

LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA:
IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO
DE UN NUEVO SISTEMA POLÍTICO
(1874-1902)
116 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS

1. LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902): CÁNOVAS DEL


CASTILLO Y EL TURNO DE PARTIDOS. LA CONSTITUCIÓN DE 1876
1.1. La Restauración borbónica: los comienzos
El reinado de Alfonso XII (1874-1885)
— Golpe de Estado de Pavía y Gobierno de Serrano
— 0DQL¿HVWRGH6DQGKXUVW GHGLFLHPEUHGH
—3URQXQFLDPLHQWRGHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRV
—3URFODPDFLyQGH$OIRQVR;,,FRPRUH\\GHVLJQDFLyQGH&iQRYDV
GHO&DVWLOORFRPRSUHVLGHQWH
—3ROtWLFDGH&iQRYDVGHO&DVWLOOR
1.2. Cánovas del Castillo y el turno de partidos
El sistema del turno
— 2UtJHQHVGHOWXUQLVPR
—&DUDFWHUtVWLFDVGHOWXUQLVPRHOIUDXGHHOHFWRUDO
La aplicación del turno. La regencia de M.ª Cristina (1885-1902)
— 3DFWRGH(O3DUGR 
— 0XHUWHGH$OIRQVR;,,
— $OWHUQDQFLDSROtWLFDUHIRUPDVSROtWLFDV *RELHUQR/DUJRGH6DJDVWD 
SURWHFFLRQLVPRHFRQyPLFR &iQRYDV JXHUUDGH&XED &iQRYDV6DJDVWD
1.3. La Constitución de 1876
—&DUDFWHUtVWLFDVJHQHUDOHVFDUiFWHULQWHJUDGRU
— &RQWHQLGRFRQVHUYDGXULVPR VREHUDQtDGHUHFKRV
ELFDPHUDOLVPR\FHQWUDOLVPR
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 117

2. LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902):


LOS NACIONALISMOS CATALÁN Y VASCO Y EL REGIONALISMO
GALLEGO. EL MOVIMIENTO OBRERO Y CAMPESINO
2.1. Los nacionalismos catalán y vasco, y el regionalismo gallego
— &DUDFWHUtVWLFDVGHOQDFLRQDOLVPRSHULIpULFRLGHQWLGDGQDFLRQDO
\UHFKD]RDOFHQWUDOLVPR
—1DFLRQDOLVPRFDWDOiQReinaxença. Unió Catalista. Lliga Regionalista.
Esquerra Republicana
—1DFLRQDOLVPRYDVFR6DELQR$UDQD3DUWLGR1DFLRQDOLVWD9DVFR
—5HJLRQDOLVPRJDOOHJRO Rexurdimiento$VRFLDFLyQ5HJLRQDOLVWD*DOOHJD
2.2. El movimiento obrero y campesino
—)XQGDFLyQGHOD)HGHUDFLyQGH7UDEDMDGRUHVGHOD5HJLyQ,EpULFD
—0DU[LVPR3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxRO8QLyQ*HQHUDO
GH7UDEDMDGRUHV
— $QDUTXLVPR$QDUFRVLQGLFDOLVPR &17 $FFLyQGLUHFWD
— 6LQGLFDWRVFDWyOLFRV
— 0RYLPLHQWRFDPSHVLQRDQDUFRVLQGLFDOLVPR6LQGLFDWRVDJUtFRODVFDWyOLFRV

3. EL PROBLEMA DE CUBA Y LA GUERRA ENTRE ESPAÑA Y


ESTADOS UNIDOS. LA CRISIS DE 1898 Y SUS CONSECUENCIAS
ECONÓMICAS, POLÍTICAS E IDEOLÓGICAS
3.1. El problema de Cuba y la guerra entre España y Estados Unidos
—&DXVDVGHODSpUGLGDGHODVFRORQLDV
—5HOHYDQFLDHFRQyPLFD\VRFLDOGH&XED
—*XHUUD/DUJD  \JXHUUD&KLTXLWD  
3D]GH=DQMyQ
118 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

—,QLFLRGHODJXHUUD)UDFDVRGH0DUWtQH]&DPSRV\:H\OHU
—(QWUDGDGH(VWDGRV8QLGRVHQHOFRQÀLFWR
—/D3D]GH3DUtV 
3.2. La crisis de 1898 y sus consecuencias económicas, políticas e ideológicas
—&RQVHFXHQFLDVHFRQyPLFDV
—&RQVHFXHQFLDVSROtWLFDV
—&RQVHFXHQFLDVLGHROyJLFDV

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 119

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902): CÁNOVAS DEL


CASTILLO Y EL TURNO DE PARTIDOS. LA CONSTITUCIÓN DE 1876

1.1. La Restauración borbónica: los comienzos.


El reinado de Alfonso XII (1874-1885)

/D5HVWDXUDFLyQFRPHQ]yDJHVWDUVHHQHQHURGHFRQHOJROSHGH(VWDGR
GHOJHQHUDO3DYtDTXHSXVR¿QDOD5HS~EOLFDGHPRFUiWLFD(OQXHYRUpJLPHQ
PLOLWDUSUHVLGLGRSRUHOJHQHUDO6HUUDQRWUDWyGHUHVWDEOHFHUHORUGHQSDUDUHFX
SHUDUDSR\RVVRFLDOHV3DUDOHODPHQWHXQDFRQVSLUDFLyQPRQiUTXLFDOLGHUDGDSRU
&iQRYDVGHO&DVWLOORSUHSDUDEDODUHVWDXUDFLyQERUEyQLFDHQOD¿JXUDGH$OIRQVR
;,, GDGRHOGHVSUHVWLJLRGHVXPDGUH,VDEHO,,H[LOLDGDHQ3DUtV (QGLFLHPEUH
GHHOSUtQFLSH$OIRQVRGH%RUEyQSXEOLFyGHVGH*UDQ%UHWDxDHO0DQL¿HVWR
de Sandhurst >7H[WR@UHGDFWDGRSRU&iQRYDVGHIHQGLHQGRHOUHVWDEOHFLPLHQWR
SDFt¿FRGHODPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDO6LQHPEDUJRHVWRQRIXHSRVLEOHSRU
TXHGtDVGHVSXpVHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRVHQFDEH]yXQJROSHGH(VWDGRVLQ
DSHQDVUHVLVWHQFLDTXHSURFODPyD$OIRQVR;,,FRPRUH\GH(VSDxD'DEDDVt
FRPLHQ]ROD5HVWDXUDFLyQ  

(OPRQDUFDQRPEUyLQPHGLDWDPHQWHSUHVLGHQWHD&iQRYDVSDUDTXLHQHO¿Q
GHODUHVWDXUDFLyQERUEyQLFDFRQVLVWtDHQGHYROYHUODHVWDELOLGDGDOSDtV3UHYLD
PHQWH&iQRYDVWXYRTXHFRQVHJXLU
— /Daceptación de Alfonso XII como reySRUSDUWHGHORVSURJUHVLVWDV\
UHSXEOLFDQRVPRGHUDGRVTXHKDEtDQJREHUQDGRGXUDQWHHO6H[HQLR'HPRFUiWLFR
&RQHVWH¿QDOHQWyDOSURJUHVLVWD6DJDVWDDODFUHDFLyQGHO3DUWLGR/LEHUDO)XVLR
QLVWD TXHLQWHJUyDOOLEHUDOLVPRSURJUHVLVWDHQHOVLVWHPD 
— /DSDFL¿FDFLyQGHOSDtVFRQHO¿QGHODWHUFHUDJXHUUDFDUOLVWDHQ
TXHSURYRFyODVXSUHVLyQGHORVIXHURVYDVFRQDYDUURVUHVWDEOHFLGRVHQSDUWH
120 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

HQPHGLDQWHODDSUREDFLyQGHOFRQFLHUWRHFRQyPLFRTXHRWRUJDXQUpJLPHQ
¿VFDOSURSLRDDPERVWHUULWRULRV \GHODJXHUUDGH&XEDHQWUDVOD¿UPDGH
OD3D]GH=DQMyQ
— /Dsubordinación del Ejército al poder políticoVLWXiQGROREDMRODDX
WRULGDGGLUHFWDGHOUH\
— /Daprobación de una nueva constitución  

1.2. Cánovas del Castillo y el turno de partidos

Orígenes y características del turnismo


3DUDSRQHU¿QDODLQHVWDELOLGDGSROtWLFDGHOUHLQDGRGH,VDEHO,,\HO6H[HQLR
'HPRFUiWLFR&iQRYDVVHLQVSLUyHQHOPRGHOREULWiQLFRGHDOWHUQDQFLDHQHOSRGHU
GHGRVJUDQGHVSDUWLGRV*GLQiVWLFRVGHQRWDEOHV(Q(VSDxDHVWHVLVWHPDVHFRQRFLy
FRPRturnismoSRUTXHHQpOVHLEDQVXFHGLHQGRHQHOJRELHUQRHO3DUWLGR&RQVHU
YDGRU &iQRYDV DSR\DGRSRUODDULVWRFUDFLD\ODDOWDEXUJXHVtD\HO3DUWLGR/LEH
UDO 6DJDVWD UHVSDOGDGRSRUODEXUJXHVtDLQGXVWULDO\ODVFODVHVPHGLDV>*Ui¿FD@
(OPRGHORFDQRYLVWDH[FOX\yDFDUOLVWDVUHJLRQDOLVWDVPRYLPLHQWRREUHUR\
UHSXEOLFDQRV\IXQFLRQyJUDFLDVD
— /Dimparcialidad de la Corona(OUH\PDQWHQtDXQDSRVLFLyQGHQHX
WUDOLGDGIUHQWHDORVGRVJUDQGHVSDUWLGRVTXHKDFtDLQQHFHVDULRVORVSURQXQFLD
PLHQWRVPLOLWDUHV
— El falseamiento del proceso electoral&XDQGRVHFRQYRFDEDQODVHOHF
FLRQHVORVOtGHUHVGHORVSDUWLGRVQHJRFLDEDQHOUHSDUWRGHGLSXWDGRVGHFDGDFLU
FXQVFULSFLyQ HQFDVLOODGR* 'HVSXpVHOPLQLVWURGH*REHUQDFLyQVHHQFDUJDEDGH
TXHJREHUQDGRUHVSURYLQFLDOHV\DOFDOGHV DPERVQRPEUDGRVSRUHOUH\ REWXYLH
UDQORVUHVXOWDGRVSUHYLDPHQWHSDFWDGRV>7H[WR@3DUDHOORVHUHFXUUtDDOIUDXGH
HOHFWRUDORpucherazo* DOWHUDFLyQGHOFHQVRHOHFWRUDOPDQLSXODFLyQGHODVXUQDV
HWF >,PiJHQHV\@\DOFDFLTXLVPR* VLVWHPDFOLHQWHODUSRUHOTXHVHFRQVH
JXtDQYRWRVDFDPELRGHIDYRUHV >7H[WR@
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 121

'H HVWD IRUPD HO turnismo DOFDQ]y OD HVWDELOLGDG GHVHDGD D FDPELR GH
IDOVHDU ODV HOHFFLRQHV TXH \D QR UHVSRQGtDQ D OD YROXQWDG SRSXODU >7H[WR
FRPHQWDGR@(OSDtVTXHGyHQPDQRVGHFDFLTXHVFX\RSRGHUVHRFXOWyEDMR
LQVWLWXFLRQHVIDOVDPHQWHGHPRFUiWLFDV

La aplicación del turnismo. El Pacto de El Pardo y la regencia de M.ª


Cristina (1885-1902)
(Q FRQDSHQDVDxRV $OIRQVR;,,HQIHUPyJUDYHPHQWHSRQLHQ
GRDSUXHEDHOVLVWHPD&iQRYDVWHPtDTXHDODPXHUWHGHOUH\VHSURGXMHVH
XQYDFtRGHSRGHUTXHDSURYHFKDVHQUHSXEOLFDQRVRFDUOLVWDVSDUDLPSXOVDU
VXV UHFODPDFLRQHV OD SDUHMD UHDO WHQtD GRV KLMDV \ OD UHLQD 0 &ULVWLQD
GH+DEVEXUJRHVWDEDHPEDUD]DGD 3DUDUHIRU]DUHOQXHYRUpJLPHQ&iQR
YDV\6DJDVWDILUPDURQHOPacto de El Pardo  >,PDJHQFRPHQWDGD
$SpQGLFH@TXHHVWDEOHFLyHOWXUQRSDFtILFRHQHO*RELHUQRHQWUHORVGRV
JUDQGHVSDUWLGRV&iQRYDVGLPLWLyWUHVGtDVGHVSXpVGHODPXHUWHGHOUH\\
0&ULVWLQD DKRUDUHJHQWH HQWUHJyD6DJDVWDHO*RELHUQRDVHJXUDQGROD
VXSHUYLYHQFLDGHOVLVWHPD DSXQWDODGDPHVHVGHVSXpVFRQHOQDFLPLHQWRGH
$OIRQVR;,,, 
/D regencia de M.ª Cristina GXUy KDVWD  FXDQGR VX KLMR$OIRQVR
;,,,IXHGHFODUDGRPD\RUGHHGDG FRQDxRV SRUHO3DUODPHQWR/RVSULQ
FLSDOHVDFRQWHFLPLHQWRVGHODHWDSDIXHURQ
— Consolidación del sistema DOWHUQDQFLD GHO 3DUWLGR &RQVHUYDGRU \
GHO3DUWLGR/LEHUDOHQHOSRGHUGHIRUPDUHJXODU
— Reformas políticas SURPRYLGDV SRU 6DJDVWD GXUDQWH HO FRQRFLGR
FRPRGobierno Largo  FRQHOTXHFRPHQ]yODUHJHQFLD GHUHFKR
GHDVRFLDFLyQVXIUDJLRXQLYHUVDOPDVFXOLQRHWF 
— Proteccionismo económico GHIHQGLGR SRU HO 3DUWLGR &RQVHUYDGRU
/H\GH$UDQFHOHV IDYRUHFLyORVLQWHUHVHVGHORVLQGXVWULDOHVFDWDODQHV\ORV
DJULFXOWRUHVFHUHDOLVWDVFDVWHOODQRV
— Inicio de la guerra de Cuba   WUDV UHFKD]DU HO 3DUWLGR
&RQVHUYDGRUODDSUREDFLyQGHXQSUR\HFWROLEHUDOGHDXWRQRPtDGHODLVOD
122 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

$VHVLQDGR&iQRYDVSRUXQDQDUTXLVWDHQ6DJDVWDIXHHO~OWLPRSUHVLGHQ
WHGHODUHJHQFLDWHQLHQGRTXHDIURQWDUHO©GHVDVWUHGHOª\VXVFRQVHFXHQFLDV

1.3. La Constitución de 1876

(OVLVWHPDFDQRYLVWDVHDSR\yHQOD&RQVWLWXFLyQGH>7H[WR@/D
ODUJDYLJHQFLDGHHVWD&RQVWLWXFLyQ KDVWDHOJROSHGH(VWDGRGH3ULPRGH5L
YHUD VHH[SOLFDSRUTXHORVDVXQWRVPiVSROpPLFRVFRPRHOVXIUDJLR
TXHGDURQIXHUDSDUDVHUUHJXODGRVSRUHOJRELHUQRGHWXUQR'HVXFRQWHQLGR
GHVWDFD
— Declaración de derechos individualesSURSLHGDGOLEHUWDGGHH[SUHVLyQ
\IyUPXODGHFRQVHQVRHQODFXHVWLyQUHOLJLRVDHO(VWDGRHUDFRQIHVLRQDOSHURVH
SHUPLWtDODSUiFWLFDSULYDGDGHFXOWRVQRFDWyOLFRV
— Soberanía compartida rey-CortesHOPRQDUFDDFWXDEDFRPRPRGH
UDGRU SROtWLFR HOHFFLyQ GH SUHVLGHQWH FRQYRFDWRULD \ GLVROXFLyQ GH &RUWHV
VDQFLyQGHOH\HV \FDEH]DGHO(MpUFLWR
— Bicameralismo&RQJUHVR VXIUDJLR \6HQDGR WUHVWLSRVGHVHQDGR
UHVSRUGHUHFKRSURSLRYLWDOLFLRVQRPEUDGRVSRUHOUH\\HOHJLGRVSRUDOJXQDV
LQVWLWXFLRQHV 
— Centralismo*GHVLJQDFLyQJXEHUQDPHQWDOGHDOFDOGHV PXQLFLSLRVGH
PiVGHYHFLQRV \JREHUQDGRUHVSURYLQFLDOHV

2. LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902):


LOS NACIONALISMOS CATALÁN Y VASCO Y EL REGIONALISMO
GALLEGO. EL MOVIMIENTO OBRERO Y CAMPESINO

2.1. Los nacionalismos catalán y vasco, y el regionalismo gallego

El nacionalismo periféricoQDFLy\VHGHVDUUROOyHQXQFRQWH[WRGHH[SDQ
VLyQ GHO QDFLRQDOLVPR GLVJUHJDGRU SRU (XURSD 3RORQLD %DOFDQHV ,UODQGD  \
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 123

GHGHELOLGDGGHOHVSDxRODVXPLGR~QLFDPHQWHSRUODFODVHGLULJHQWH\DTXHODV
PDVDVHVWDEDQPX\LQÀXLGDVSRUHOUHSXEOLFDQLVPRIHGHUDOLVWD\HOPRYLPLHQWR
REUHURGHVLJQRLQWHUQDFLRQDOLVWD

/RVPRYLPLHQWRVQDFLRQDOLVWDVFDWDOiQ\YDVFRFRPSDUWHQrasgos comunes
— Proclamación de una identidad nacionalVHJ~QODGRFWULQDQDFLRQDOLV
WD&DWDOXxD\HO3DtV9DVFRVRQQDFLRQHVWDQWRSRUVXVVLQJXODULGDGHVFXOWXUDOHV
OHQJXD FRVWXPEUHV IRONORUH  FRPR SRU VXV GHUHFKRV KLVWyULFRV IXHURV  3RU
HOORORVQDFLRQDOLVWDVGHHVWRVWHUULWRULRVUHFODPDURQODDXWRQRPtDSROtWLFDHLQ
FOXVRODLQGHSHQGHQFLDGHOUHVWRGH(VSDxD
— Rechazo al proceso de centralización reforzado con la Restaura-
ción: XQLIRUPL]DFLyQ OHJDO FLYLO SHQDO ¿VFDO  \ VXSUHVLyQ GH ORV GHUHFKRV
IRUDOHV KLVWyULFRV WUDV OD GHUURWD GHO FDUOLVPR VDOYR HO FRQFLHUWR HFRQyPLFR
YDVFR 

(OQDFLRQDOLVPRFDWDOiQ\YDVFRVHDSR\yLQLFLDOPHQWHHQODVFODVHVPHGLDV\
SRSXODUHVSDUDPiVWDUGHVHUGHIHQGLGRSRUODEXUJXHVtDGLULJHQWHTXHYLRHQpO
XQLQVWUXPHQWRSROtWLFRSDUDREWHQHUYHQWDMDVHFRQyPLFDV

Nacionalismo catalán
(OFDWDODQLVPRHVWXYRSUHFHGLGRSRUODRenaixençaPRYLPLHQWRLQWHOHF
WXDO TXH UHLYLQGLFDED OD LGHQWLGDG FXOWXUDO FDWDODQD (O SULPHU JUDQ SDUWLGR
SROtWLFRFDWDODQLVWDIXHUniò CatalanistaSDUWLGROLEHUDODXWRQRPLVWDIXQGD
GRSRU$OPLUDOO\3UDWGHOD5LED(OSURJUDPDGHUniòVHHVWDEOHFLyHQODV
FRQRFLGDVFRPRBases de Manresa  >7H[WR@SLODUIXQGDFLRQDOGHO
FDWDODQLVPR
— Autonomía política 3DUODPHQWR\*RELHUQRSURSLRV 
— Reconocimiento del catalánFRPROHQJXDR¿FLDO
— Liberalismo moderado FDUDFWHUL]DGR SRU VX WDODQWH QHJRFLDGRU
SDFWLVWD 
— Participación en la política nacionalSDUDORJUDUVXVUHLYLQGLFDFLRQHV
LQÀX\HQGRHQODVGHFLVLRQHVGHO*RELHUQRFHQWUDO
124 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

(QUniò Catalanista\RWURVJUXSRVVHXQLHURQIRUPDQGRODLliga Re-


gionalistaSUHVLGLGDSRU3UDWGHOD5LED \PiVWDUGHSRU)UDQFHVF&DPEy /D
LligaDSR\DGDSRUORVLQGXVWULDOHV\ODEXUJXHVtDKHJHPRQL]yHOFDWDODQLVPR
KDVWDODIXQGDFLyQGHEsquerra Republicana de Catalunya  

Nacionalismo vasco
6XUJLy D ¿QDOHV GH VLJOR 5HLYLQGLFDED OD GHIHQVD GH VXV GHUHFKRV KLV
WyULFRV WUDVODVXSUHVLyQGHORVIXHURVGHVSXpVGHODWHUFHUDJXHUUDFDUOLVWD
 ODIRUPDGHYLGDWUDGLFLRQDOUXUDODPHQD]DGDSRUODLQGXVWULDOL]DFLyQ
\ OD HWQLD YDVFD DPHQD]DGD SRU HO ULHVJR GH PHVWL]DMH FRQ OD OOHJDGD GH
HPLJUDQWHV GH RWUDV UHJLRQHV maketos  6X SULQFLSDO LGHyORJR IXH 6DELQR
$UDQD>7H[WR@TXLHQHQIXQGyHOPartido Nacionalista Vasco 319 
IRUPDFLyQDQWLOLEHUDO\XOWUDUUHOLJLRVDTXHGHIHQGtDXQD(XVNDGLWUDGLFLRQD
lista*HLQGHSHQGLHQWH

Regionalismo gallego
(OUHJLRQDOLVPRJDOOHJRQDFLyFRPRUHDFFLyQFRQWUDHODWUDVR\ODPDUJLQD
FLyQTXHVXIUtD*DOLFLD$GLIHUHQFLDGHOQDFLRQDOLVPRYDVFRRFDWDOiQHOJDOOHJR
QRGLVFXWtDVXHVSDxROLGDGOLPLWiQGRVHDUHFODPDUXQPD\RUUHFRQRFLPLHQWRD
VXLGHQWLGDGFXOWXUDO&RPRHQ&DWDOXxDHOJDOOHJXLVPRHVWXYRSUHFHGLGRSRUXQ
PRYLPLHQWRFXOWXUDO 2Rexurdimiento HQFDEH]DGRSRU5RVDOtDGH&DVWUR)L
QDOPHQWHHQ0DQXHO0XUJXtDIXQGyODAsociación Regionalista Gallega
TXHUHLYLQGLFDEDODGHIHQVDGHODOHQJXDJDOOHJDODGHVFHQWUDOL]DFLyQSROtWLFD\
XQPHMRUWUDWRGHVGH0DGULG

2.2. El movimiento obrero y campesino

$SURYHFKDQGRHODPELHQWHGHOLEHUWDG\GHPRYLOL]DFLyQGHOSexenio Demo-
cráticoJUXSRVREUHURVPDU[LVWDV\DQDUTXLVWDVIXQGDURQHQOD)HGHUDFLyQ
GHOD5HJLyQ(VSDxROD )5( VHFFLyQGHOD$VRFLDFLyQ,QWHUQDFLRQDOGHORV7UD
EDMDGRUHV $,7 FRQHOREMHWLYRGHDOFDQ]DUODLJXDOGDGVRFLDOPHGLDQWHXQDUHYR
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 125

OXFLyQTXHDFDEDVHFRQODSURSLHGDGSULYDGDGHORVPHGLRVGHSURGXFFLyQ(OPR
YLPLHQWRREUHURDWUDYHVyXQSHULRGRGHFULVLVDOLQLFLRGHODRestauraciónFRPR
FRQVHFXHQFLDGHODUHSUHVLyQ1RREVWDQWHODOHJDOL]DFLyQGHSDUWLGRV\VLQGLFDWRV
REUHURVJUDFLDVDOD/H\GH$VRFLDFLRQHVDSUREDGDSRU6DJDVWD  SHUPLWLyVX
UHFXSHUDFLyQ
6LQHPEDUJRDSDUWLUGHORVDxRVHQ(VSDxDFRPRHQHOUHVWRGHOPXQGRHO
REUHULVPRVHGLYLGLyHQGRVcorrientes ideológicas >0DSD@
— Marxismo HQ  SHTXHxRV JUXSRV PDU[LVWDV OLGHUDGRV SRU 3DEOR
,JOHVLDVIXQGDURQHO3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxRO 362( >7H[WR@3RFR
GHVSXpVHQORVVRFLDOLVWDVLPSXOVDURQODFUHDFLyQGHOVLQGLFDWR8QLyQ*H
QHUDOGH7UDEDMDGRUHV 8*7 SDUDUHFODPDUPHMRUDVODERUDOHV/DLPSODQWDFLyQ
GHOVRFLDOLVPRIXHOHQWDWXYRXQDSUHVHQFLDQRWDEOHHQ$VWXULDV0DGULG\%LO
EDR\REWXYRVXSULPHUGLSXWDGR3DEOR,JOHVLDVHQ
— Anarquismo D GLIHUHQFLD GHO UHVWR GH (XURSD HO DQDUTXLVPR DOFDQ]y
XQGHVDUUROORHVSHFWDFXODUHQ(VSDxDHVSHFLDOPHQWHHQODVFLXGDGHVFDWDODQDV\
iUHDVUXUDOHVGH$QGDOXFtD9DOHQFLD\$UDJyQ7RGRVORVDQDUTXLVWDVFRPSDUWtDQ
VXUHFKD]RDODSDUWLFLSDFLyQHOHFWRUDO>7H[WR@SHURSURQWRVHGLYLGLHURQHQGRV
FRUULHQWHV
- Anarcosindicalismo SURSRQtD OD DFFLyQ VLQGLFDO \ OD KXHOJD JHQHUDO
FRPR SULQFLSDOHV KHUUDPLHQWDV (Q  ORV DQDUFRVLQGLFDOLVWDV IXQGD
URQ HQ %DUFHORQD OD )HGHUDFLyQ GH7UDEDMDGRUHV GH OD 5HJLyQ (VSDxR
OD )75(  /D )75( DFDEy GLVROYLpQGRVH HQ  WDQWR SRU ODV GLYL
VLRQHVLQWHUQDVFRPRSRUODUHSUHVLyQSROLFLDOTXHVLJXLyDODVHVLQDWRGH
WHUUDWHQLHQWHV\FDSDWDFHVDQGDOXFHVDWULEXLGRVDXQVXSXHVWRJUXSRDQDU
TXLVWDGHQRPLQDGRODMano Negra
- Grupos de acción directaWUDVODGLVROXFLyQGHOD)57(VHLPSXVROD
OtQHDYLROHQWDGHQRPLQDGD©SURSDJDQGDSRUHOKHFKR»./RVDQDUTXLVWDV
VHRUJDQL]DURQHQSHTXHxRVQ~FOHRVFODQGHVWLQRVTXHSURPRYLHURQDWHQ
WDGRVWHUURULVWDVFRQWUDPLOLWDUHV JHQHUDO0DUWtQH]&DPSRV EXUJXHVtD
FDWDODQD DWHQWDGRGHO/LFHRGH%DUFHORQD ,JOHVLD DWHQWDGRGHODSURFH
VLyQGHO&RUSXV \SROtWLFRV DVHVLQDWRGH&iQRYDV 
126 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

3. EL PROBLEMA DE CUBA Y LA GUERRA ENTRE ESPAÑA


Y ESTADOS UNIDOS. LA CRISIS DE 1898 Y SUS CONSECUENCIAS
ECONÓMICAS, POLÍTICAS E IDEOLÓGICAS

3.1. El problema de Cuba y la guerra entre España y Estados Unidos

7UDVODLQGHSHQGHQFLDGHODVFRORQLDVDPHULFDQDVGXUDQWHHOUHLQDGRGH)HU
QDQGR9,, HO LPSHULR TXHGy UHGXFLGR D &XED 3XHUWR 5LFR )LOLSLQDV \ YDULRV
DUFKLSLpODJRVGHO3DFt¿FR 3DODRV&DUROLQDV\0DULDQDV &RLQFLGLHQGRFRQHO
DXJHGHODH[SDQVLyQFRORQLDOHXURSHDestas posesiones se perdieronHQ
debido a varios factores
— 7DUGtDDGRSFLyQGHUHIRUPDVSROtWLFDV
— $SR\RGH((88DORVLQGHSHQGHQWLVWDV
— $XVHQFLDGHDOLDGRV ODSROtWLFDH[WHULRUDLVODFLRQLVWDH[FOX\yD(VSDxD
GHOVLVWHPDGHDOLDQ]DVHXURSHR 

/DVJXHUUDVFRORQLDOHV &XED)LOLSLQDV FRQWDURQLQLFLDOPHQWHFRQHODSR\R


GHODRSLQLyQS~EOLFD\ORVSDUWLGRVGLQiVWLFRV\HOUHFKD]RGHOUHSXEOLFDQLVPR
IHGHUDO\GHOPRYLPLHQWRREUHUR1RREVWDQWHHOVRVWpQSRSXODUIXHGLVPLQX\HQ
GRSRUHODOWRFRVWHKXPDQR\HOFODVLVWDVLVWHPDGHUHFOXWDPLHQWRTXHSHUPLWtD
HOXGLUHOVHUYLFLRPLOLWDUPHGLDQWHSDJR UHGHQFLyQ* 

Cuba era esencial para la economía españolaDSRUWDEDSURGXFWRVWURSL


FDOHVEDUDWRV D]~FDUFDIp \DVHJXUDEDXQPHUFDGRSDUDHOFHUHDOFDVWHOODQR\
ORVWH[WLOHVFDWDODQHV PRQRSROLRFRPHUFLDO $GHPiVODSREODFLyQHVSDxRODHUD
QXPHURVD $GPLQLVWUDFLyQ(MpUFLWRSODQWDFLRQHVFRPHUFLR 6LQHPEDUJRHO
PDOHVWDU GH PXFKRV FXEDQRV FRQ OD SROtWLFD FRORQLDO HVFODYLWXG FHQWUDOLVPR
PRQRSROLR SURYRFyGRVUHEHOLRQHV
— Guerra Larga  WHUPLQyFRQOD3D]GH=DQMyQ DOFDQ]D
GDSRUHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRV SRUODTXHHO*RELHUQRVHFRPSURPHWLy
DRWRUJDUDPSOLDDXWRQRPtDDORVFXEDQRV\DODDEROLFLyQSURJUHVLYDGHOD
HVFODYLWXG
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 127

— Guerra Chiquita  FDXVDGDSRUHOLQFXPSOLPLHQWRJXEHUQD


PHQWDOGHOD3D]GH=DQMyQ

1RREVWDQWHDSHVDUGHHVWHFOLPDGHPDOHVWDUORVVXFHVLYRV*RELHUQRVHV
SDxROHVQRDWHQGLHURQODVUHLYLQGLFDFLRQHVGHORVFXEDQRVGHELGRDODVSUHVLRQHV
GHODROLJDUTXtDFRORQLDOHVFODYLVWD\GHORVVHFWRUHVWH[WLO\FHUHDOtVWLFRSHQLQ
VXODUHV ODHVFODYLWXGQRVHDEROLyKDVWDHLQFOXVRHO3DUODPHQWRHVSDxRO
UHFKD]yHQHOSUR\HFWRGH$QWRQLR0DXUDSDUDFRQFHGHUDXWRQRPtDDOD
LVOD /DFRQVHFXHQFLDIXHODUDGLFDOL]DFLyQGHOPRYLPLHQWRQDFLRQDOLVWDTXHD
SULQFLSLRVGHORV\DQRUHFODPyODDXWRQRPtDSROtWLFDVLQRODLQGHSHQGHQFLD
GHODLVOD/RVVHSDUDWLVWDVFXEDQRVFRQWDURQFRQHODSR\RGH((88TXHWHQtD
LQWHUHVHVHFRQyPLFRVHQODLVOD LQFOXVRODKDEtDLQWHQWDGRFRPSUDUD(VSDxDHQ
YDULDVRFDVLRQHV 

3RU WRGR HOOR HQ  VH GHVHQFDGHQy XQD QXHYD JXHUUD OLGHUDGD SRU -RVp
0DUWt0i[LPR*yPH]\ORVKHUPDQRV0DFHRFRQDSR\RGHODSREODFLyQQH
JUD\PXODWD)UDFDVDGRHOLQWHQWRGHOJHQHUDO0DUWtQH]&DPSRVGHVRIRFDUOD
LQVXUUHFFLyQHOJHQHUDO:H\OHULPSXVRXQDEUXWDOHVWUDWHJLDUHSUHVLYDEDVDGDHQ
ODVUHFRQFHQWUDFLRQHV*TXHWDPSRFRWXYRp[LWR7UDVHODVHVLQDWRGH&iQRYDV
 6DJDVWDFHVyD:H\OHU\RIUHFLyXQDDPSOLDDXWRQRPtDUHFKD]DGDSRUORV
LQVXUJHQWHVFXEDQRV
(QFRQODHQWUDGDGH((88HQHOFRQÀLFWRODJXHUUDVHGHFDQWyD
IDYRUGHORVUHEHOGHV:DVKLQJWRQGHVHRVRGHHQWUDUHQODFRQWLHQGDDWULEX\yHO
KXQGLPLHQWRDFFLGHQWDOGHOEDUFRDFRUD]DGRHVWDGRXQLGHQVH0DLQHDXQDWDTXH
HVSDxRO\GLRXQXOWLPiWXPH[LJLHQGRHODEDQGRQRGH&XED/DQHJDWLYDHVSDxR
ODSURYRFyODGHFODUDFLyQGHJXHUUDHVWDGRXQLGHQVH/RVmarinesHVWDGRXQLGHQ
ses GHVHPEDUFDURQHQODVSUR[LPLGDGHVGH6DQWLDJR\GHUURWDURQDORVHVSDxROHV
HQODEDWDOODGHODVFROLQDVGH6DQ-XDQ. 3RFRGHVSXpVODÀRWDDPHULFDQDKXQGtD
ODHVFXDGUDHVSDxRODDOPDQGRGHODOPLUDQWH&HUYHUDHQODEDKtDGH6DQWLDJR
(VWHGHVDVWUHMXQWRDODGHUURWDHQ&DYLWHGHODÀRWDGH)LOLSLQDV GRQGHORVLQ
VXUJHQWHV WDPELpQFRQWDURQFRQDSR\RHVWDGRXQLGHQVH OOHYyD6DJDVWDD¿UPDU
la Paz de París GLFLHPEUH >7H[WR@ODFXDOVXSXVR
128 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

— ,QGHSHQGHQFLDGH&XED
— 3URWHFWRUDGRVHVWDGRXQLGHQVHVVREUH3XHUWR5LFR\)LOLSLQDV
— (QWUHJDGHODLVODGH*XDP HQHODUFKLSLpODJRGHODV0DULDQDV D((88

8QDxRGHVSXpV(VSDxDYHQGLyD$OHPDQLDVXV~OWLPDVSRVHVLRQHVHQHO3D
Ft¿FR 3DODRV&DUROLQDV\0DULDQDV SRUVXLQYLDELOLGDGHFRQyPLFD\GHGHIHQVD

3.2. La crisis de 1898 y sus consecuencias económicas, políticas e ideológicas

(O FRQRFLGR FRPR «desastre del 98» SURYRFy XQD SURIXQGD FULVLV TXH VH
UHÀHMyHQWUHVJUDQGHViPELWRV

Económico
— Pérdida de materias primas WURSLFDOHVEDUDWDV\GHOPHUFDGRFRORQLDO
TXHDFHQWXDURQHOSURWHFFLRQLVPRJXEHUQDPHQWDOHQGHIHQVDGHOWH[WLOFDWDOiQ\
HOFHUHDOFDVWHOODQR 
— Repatriación de capitalesGHORVHVSDxROHVTXHVHLQVWDODURQDOD3HQtQVXOD
7XYRXQHIHFWRSRVLWLYR IXQGDFLyQGHEDQFRV¿QDQFLDFLyQGHODVLGHUXUJLDYDVFD 

Político
— Descrédito de los partidos dinásticos y el EjércitoDOHQWDQGRHODGH
ODQWDPLHQWRGHODPD\RUtDGHHGDGGH$OIRQVR;,,,  \GLYHUVRVSUR\HFWRV
GHUHIRUPDGHOVLVWHPDFDQRYLVWD 0DXUD&DQDOHMDV 
— Pérdida de peso internacionalTXHVHLQWHQWyFRPSHQVDUPHGLDQWHOD
FRORQL]DFLyQGH0DUUXHFRV
— Impulso del nacionalismo periféricoIDYRUHFLGRSRUHOVHQWLPLHQWRGH
FULVLVQDFLRQDO

Ideológico
— Crisis de la conciencia nacionalUHÀHMDGDHQODREUDFUtWLFDGHODJHQH
UDFLyQGHO 8QDPXQR%DURMD0DH]WX 
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 129

— Nacimiento del regeneracionismo*FRUULHQWHTXHSURSRQtDODOLTXLGD


FLyQGHOUpJLPHQFDFLTXLOGHOD5HVWDXUDFLyQDOTXHUHVSRQVDELOL]DEDGHODGH
FDGHQFLD GH (VSDxD 6X SULQFLSDO UHSUHVHQWDQWH IXH -RDTXtQ &RVWD >7H[WR @
TXLHQLQÀX\yQRWDEOHPHQWHHQ0DXUD\&DQDOHMDV QXHYRVOtGHUHVGHORVSDUWLGRV
GLQiVWLFRV 
130 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

COMENTARIO DE TEXTO

Cánovas del Castillo, Antonio. Discurso, Congreso de los Diputados, 1890

“Yo creo que el sufragio universal si es sincero, si da un verdadero voto en la


gobernación del país a la muchedumbre, no solo indocta, que eso sería casi lo
de menos, sino a la muchedumbre miserable y mendiga, ha de ser el triunfo del
comunismo y la ruina del principio de propiedad (...). Escójase, pues, entre la
SHUPDQHQWHIDOVL¿FDFLyQGHOVXIUDJLRXQLYHUVDORVXVXSUHVLyQVLQRVHTXLHUHWH-
ner que elegir entre la existencia y la desaparición de la propiedad (...). Cuando
las minorías inteligentes, que serán siempre las minorías propietarias, encuen-
tren que es impasible mantener en la igualdad de derechos con ellos a la muche-
dumbre; cuando vea que la muchedumbre se prevalece de los derechos políticos
que se han dado (...) buscarán dondequiera la dictadura y la encontrarán”.
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 131

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
cretas en las que fue escrito, autor, destinatario y propósitos por los que se
escribió.

Tipo de texto. (OSUHVHQWHWH[WRHVXQIUDJPHQWRGHXQDLQWHUYHQFLyQGH$QWRQLR


&iQRYDVGHO&DVWLOORHQHO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRVHQ3RUVXIRUPDHV
XQGRFXPHQWRGRFWULQDOGHQDWXUDOH]DSROtWLFDHQHOTXH$QWRQLR&iQRYDVGHO
&DVWLOORDUJXPHQWDFRQWUDODVXVWLWXFLyQGHOVXIUDJLRFHQVLWDULRSRUHOVXIUDJLR
XQLYHUVDOSURSXHVWRSRUHOOLEHUDO3Ui[HGHV0DWHR6DJDVWD

Circunstancias en las que fue escrito. (OWH[WRVHHQPDUFDHQOD5HVWDXUDFLyQ


HQFRQFUHWRHQHOWXUQRGHJRELHUQRGHO3DUWLGR/LEHUDO  WUDVHO3DF
WRGH(O3DUGRHQHOTXHVHOOHYDURQDGHODQWHQXPHURVDVOH\HVUHIRUPLVWDVGH
DPSOLDFLyQGHGHUHFKRV /H\GH$VRFLDFLyQ/H\GH/LEHUWDGGH3UHQVD\/H\GH
6XIUDJLR8QLYHUVDO /D&RQVWLWXFLyQGHGHOLEHUDGDPHQWHKDEtDHYLWDGR
HVWDEOHFHUXQVLVWHPDFRQFUHWRGHVXIUDJLRFRQHOREMHWLYRGHTXHIXHUDQORVSDU
WLGRVORVTXHGHWHUPLQDUDQHOPRGHORHOHFWRUDO'XUDQWHHOJRELHUQRGH$QWRQLR
&iQRYDVGHO&DVWLOORVHKDEtDHVWDEOHFLGRXQPRGHORFHQVLWDULR\DKRUD3Ui[HGHV
0DWHR6DJDVWDSURSRQtDVXVXVWLWXFLyQSRUHOGHVXIUDJLRXQLYHUVDO

Autor. $QWRQLR&iQRYDVGHO&DVWLOORIXHHODUWt¿FHGHODUHVWDXUDFLyQERUEyQLFD
HQHQODSHUVRQDGH$OIRQVR;,,$GHPiVIXQGyHO3DUWLGR&RQVHUYDGRU
KHUHGHURGHO0RGHUDGR\GLVHxyXQVLVWHPDSROtWLFREDVDGRHQODDOWHUQDQFLD
SDFWDGDHQHO*RELHUQRHQWUHVXSDUWLGR\HO/LEHUDOOLGHUDGRSRU6DJDVWD

Destinatario. /RVGHVWLQDWDULRVVRQORVGLSXWDGRVUHSUHVHQWDQWHVGHODQDFLyQ
HVSDxROD3RUWDQWRHOGHVWLQDWDULRHVS~EOLFR
132 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

Propósito. $QWRQLR&iQRYDVGHO&DVWLOORSUHWHQGHDGYHUWLUGHORVSHOLJURVGHOD
H[WHQVLyQGHOVXIUDJLR\GHODQHFHVLGDGGHFRQVROLGDUXQUpJLPHQOLEHUDOHVWDEOH
HQHOTXHQRTXHSDQORVSURQXQFLDPLHQWRVPLOLWDUHVKDELWXDOHVGHVGHHOUHLQDGR
GH)HUQDQGR9,,

Pregunta 2. Indique y explique las ideas que aparecen en el texto y resuma


su contenido.

Resumen. /DLGHDIXQGDPHQWDOGHOWH[WRHVHOUHFKD]RGH$QWRQLR&iQRYDVGHO
&DVWLOORGHXQPRGHORSROtWLFREDVDGRHQODYROXQWDGSRSXODU3DUD$QWRQLR&i
QRYDVGHO&DVWLOORFRPRUHSUHVHQWDQWHGHO3DUWLGR&RQVHUYDGRUHOSRGHUSROtWL
FRHVWDEDOLJDGRDODSURSLHGDG\DODEXUJXHVtD\HOORLPSOLFDEDODQHJDFLyQGH
ODGHPRFUDFLD\GHOVXIUDJLRXQLYHUVDO

Ideas fundamentales. (OYLHMRWHPRUGHOOLEHUDOLVPRGRFWULQDULRGHTXHODGH


PRFUDFLDWUDHUtDHOFDRVRHOFRPXQLVPRVHKDEtDYLVWRUHIRU]DGRHQ(VSDxDFRQ
ODIUDFDVDGDH[SHULHQFLDGHO6H[HQLR'HPRFUiWLFR  SHULRGRFDUDFWH
UL]DGRSRUXQDSHUPDQHQWHLQHVWDELOLGDGSROtWLFD
3RUHOOR$QWRQLR&iQRYDVGHO&DVWLOORGH¿HQGHODDGXOWHUDFLyQGHOSURFHVR
HOHFWRUDOHO«pucherazo»TXHFRQVXVLQVWUXPHQWRV HQFDVLOODGRIUDXGHFDFL
TXLVPR VHFRQYHUWLUtDHQODIyUPXODTXHDVHJXUDUtDODHVWDELOLGDGSROtWLFDHO
GHQRPLQDGR«turnismo»PHGLDQWHODDOWHUQDQFLDHQWUHORVGRVJUDQGHVSDUWLGRV
PRGHUDGRVHO&RQVHUYDGRU\HO/LEHUDO
(QGH¿QLWLYDHOWH[WRMXVWL¿FDGRFWULQDOPHQWHODQHFHVLGDGGHOIDOVHDPLHQWR
GHO SURFHVR HOHFWRUDO FDUDFWHUtVWLFR GH OD 5HVWDXUDFLyQ ERUEyQLFD 8Q SHULRGR
SROtWLFRIRUPDOPHQWHOLEHUDOSHURTXHHVFRQGtDHQUHDOLGDGXQPRGHORROLJiUTXL
FRDVHQWDGRHQXQDVRFLHGDGIXQGDPHQWDOPHQWHUXUDOHQHOTXHORVUHVXOWDGRV
HOHFWRUDOHVQRREHGHFtDQDODYROXQWDGSRSXODU\VtDORVLQWHUHVHVGHORVSROtWLFRV
GHOPRPHQWR$QWRQLR&iQRYDVGHO&DVWLOOR\3Ui[HGHV0DWHR6DJDVWD
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 133

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


Texto 1. 3UtQFLSH$OIRQVRGH%RUEyQ0DQL¿HVWRGH6DQGKXUVWGHGLFLHPEUHGH

“He recibido de España un gran número de felicitaciones con motivo de mi cumpleaños,


y algunas de compatriotas nuestros residentes en Francia (...). Cuantos me han escrito mues-
tran igual convicción de que solo el restablecimiento de la monarquía constitucional puede
poner término a la opresión, a la incertidumbre y a las crueles perturbaciones que experimen-
ta España (...).
³+XpUIDQD OD QDFLyQ DKRUD GH WRGR GHUHFKR S~EOLFR H LQGH¿QLGDPHQWH SULYDGD GH VXV
libertades, natural es que vuelva los ojos a su acostumbrado derecho constitucional y a aque-
llas libres instituciones que ni en 1812 le impidieron defender su independencia ni acabar en
1840 otra empeñada guerra civil. Debioles además muchos años de progreso constante, de
prosperidad, de crédito y aún de alguna gloria (…)
³3RUWRGRHVWRVLQGXGDOR~QLFRTXHLQVSLUD\DFRQ¿DQ]DHQ(VSDxDHVXQDPRQDUTXtD
hereditaria y representativa, mirándola como irreemplazable garantía de sus derechos e inte-
reses desde las clases obreras hasta las más elevadas (...).
“No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente; sin Cortes no resol-
vieron los negocios arduos los Príncipes españoles allá en los antiguos tiempos de la Monar-
quía (...). Llegado el caso, fácil será que se entiendan y concierten las cuestiones por resolver
entre un príncipe leal y un pueblo libre (...). Sea la que quiera mi propia suerte, no dejaré de
ser buen español, ni, como todos mis antepasados, buen católico, ni, como del siglo, verda-
dero liberal (...)”.

Texto 2. *XHUROD$Memoria de mi administración en la provincia de Málaga como goberna-


dor de ella, (1857-1863)

³/OHJRDO¿QDODHQRMRVDWDUHDGHUHVHxDUPLVWUDEDMRVHQODVHOHFFLRQHVTXHHVORPiV
desagradable de las tareas de un gobernador. Se exige de él que sea honrado, leal y justo, y que
JDQHVLQHPEDUJRODVHOHFFLRQHV$OTXHODVSLHUGHVHOHFDOL¿FDGHLQHSWR\OHFXHVWDHOGHVWLQR
Al que para ganarlas comete violencias o imprudencias, se le tilda de bárbaro; si las violencias
son justiciables, los vencidos le encausan, le difaman en los periódicos y le suscitan toda clase
GHGLVJXVWRV£7ULVWHFRQÀLFWR  
“Yo seguí siempre el sistema de favorecer la candidatura del gobierno, pero con prudencia,
con decoro y sin faltar a la justicia, a la ley y a la honradez”.
134 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

Texto 3. $OPLUDOO9 España tal como es 

“Para hacer las listas de electores se ponen en ellas algunos nombres verdaderos perdidos
entre una multitud de imaginarios y, sobre todo, de difuntos. La representación de estos últimos
se da siempre a agentes disfrazados de paisano para ir a votar. El autor de estas líneas ha visto
repetidas veces que su padre, fallecido ya hace algunos años, iba a depositar su voto en la urna
EDMROD¿JXUDGHXQEDUUHQGHURGHODFLXGDGRGHXQVDEXHVRGHSROLFtDYHVWLGRFRQXQWUDMH
prestado. Los individuos que componen las mesas de los colegios electorales presencian muy a
menudo semejantes transmigraciones de las almas de sus propios padres”.

Texto 4. ([WUDFWRGHOD&RQVWLWXFLyQGH

“Art. 11. La religión católica, apostólica, romana, es la del Estado. (...) Nadie será moles-
tado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto,
salvo el respeto debido a la moral cristiana.
“No se permitirá, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la
religión del Estado.
“Art. 13. Todo español tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones (...); a reu-
QLUVHSDFt¿FDPHQWH  
“Art. 18. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el rey.
“Art. 19. Las Cortes se componen de dos cuerpos colegisladores, iguales en facultades: el
Senado y el Congreso de los Diputados.
“Art. 20. El Senado se compone de senadores por derecho propio; senadores vitalicios
nombrados por la Corona; senadores elegidos por las corporaciones del Estado y mayores con-
tribuyentes en la forma que determine la ley”.

Texto 5. 3UHVLGHQWH'RPpQHFKL0RQWDQHU/OXLV6HFUHWDULR3UDWGHOD5LYD(QULF\RWURVBases
de Manresa0DQUHVDGHPDU]R

“Base 1ª. Sus atribuciones. Estarán a cargo del poder central: las relaciones internacionales,
HOHMpUFLWRODVUHODFLRQHVHFRQyPLFDVGH(VSDxDFRQORVGHPiVSDtVHVOD¿MDFLyQGHORVDUDQFHOHV
la construcción de carreteras, ferrocarriles, canales y puertos que sean de interés general, (…).
³%DVH/DOHQJXDFDWDODQDVHUiOD~QLFDTXHFRQFDUiFWHUR¿FLDOSRGUiXVDUVHHQ&DWD-
luña y en las relaciones de esta región con el Poder Central
“Base 4º. Únicamente los catalanes, ya lo sean por nacimiento o bien por naturalización
podrán desempeñar cargos públicos en Cataluña...
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 135

“Base 6ª. Cataluña será soberana de su gobierno interior y por tanto dictará libremente sus
leyes orgánicas, tendrá a su cargo la legislación civil, penal, mercantil, administrativa y procesal,
el establecimiento y la recaudación de impuestos; la acuñación de moneda, y tendrá todas las
atribuciones inherentes a la soberanía que no correspondan al gobierno central según la base 1ª
“Base 7ª. El poder legislativo regional residirá en las Cortes catalanas... Las Cortes se
formarán por sufragio entre los cabezas de familia...
“Base 8ª El poder judicial se organizará restableciendo la antigua Audiencia de Cata-
luña (…)”.

Texto 6. $UDQD6DELQRErrores catalanistas

“La política catalana consiste en atraer a sí a los demás españoles; la vizcaína en


rechazar de sí a los españoles como extranjeros. (...) Los catalanes quisieran que no sólo
ellos, sino también todos los demás españoles establecidos en su región hablasen catalán;
para nosotros sería la ruina el que los maketos residentes en nuestro territorio hablasen
euskera. ¿Por qué? Porque la pureza de la raza es, como la lengua, uno de los fundamentos
del lema bizkaino, y mientras la lengua, siempre que haya una buena gramática y un buen
diccionario, puede restaurarse aunque nadie la hable, la raza, en cambio, no puede resuci-
tarse una vez perdida”.

Texto 7. 3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxRO3URJUDPD0DGULGGHMXOLRGH

“Considerando que la sociedad actual tiene tan sólo por fundamento el antagonismo de
clases; que éste ha alcanzado en nuestros días su mayor grado de desarrollo, como bien claro lo
revela el cada vez más reducido número de los inmensamente ricos y el siempre creciente de los
inmensamente pobres; que la explotación que ejercen aquellos sobre estos es debida únicamente
a la posesión de los primeros de la tierra, máquinas y demás instrumentos de trabajo; que dicha
posesión está garantizada por el poder político, hoy en manos de la clase explotadora; (…)
“Por todas estas razones, el Partido Socialista Obrero Español declara que su aspiración
es: abolición de clases, o sea, emancipación completa de los trabajadores. Transformación de
la propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera. Posesión del poder político
por la clase trabajadora. (…)
“Y como medios inmediatos para acercarnos a la realización de este ideal los siguientes:
libertades políticas. Derecho de coalición o legalidad de las huelgas. (…). Prohibición del tra-
bajo de los niños menores de nueve años (...). Leyes protectoras de la vida y la salud de los
trabajadores (...). Creación de escuelas gratuitas para la primera y segunda enseñanza y de
136 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

escuelas profesionales (...). Servicio de las armas obligatorio y universal y milicia popular (...).
Adquisición por el Estado de todos los medios de transporte y de circulación así como de las
minas, bosques, etc”.

Texto 8. &RQJUHVRREUHURGH%DUFHORQD

“Hemos dicho que somos internacionales; que deseamos la abolición de la propiedad indi-
vidual; que deseamos que los instrumentos del trabajo pertenezcan a las sociedades obreras y
que deseamos la abolición del derecho de herencia; no debemos ser de ningún partido político,
y si no, a vosotros todos delegados pregunto: ¿sabéis que algún partido político haya dicho que
aceptaba las ideas de la Internacional? Pues si no aceptan nuestras ideas, ¿con qué derecho
pretenden que vayamos a ayudarlos? Y si ellos aceptan la emancipación social de los trabaja-
dores, ¿por qué no vienen con nosotros?, ¿por qué no son internacionales? (...)
“Si nosotros declaramos la abolición completa de todos los Estados, ¿creéis que un inter-
nacional pueda convertirse en un instrumento autoritario? No, sino que debe abolir el Estado y
si no puede abolirlo, no puede ni debe ir a las Cortes. Nosotros, que anhelamos la destrucción
completa de todos los gobiernos autoritarios y el triunfo de la libre federación de las libres aso-
ciaciones obreras, (...) debemos procurar por todos los medios posibles hacer política obrera
(...) y estad seguros que una vez nosotros nos hayamos reunido bajo la bandera del trabajo no
es necesario ocupar ningún puesto en el municipio, ni en la diputación provincial, ni en la di-
putación a Cortes, porque una vez en mayoría, la revolución social vendrá y entonces haremos
política para establecer o realizar la liquidación social”.

Texto 9. Tratado de Paz de ParísGHGLFLHPEUHGH

“Art. 1. España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención
a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos,
los Estados Unidos mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones
que por el hecho de ocuparla les impone el derecho internacional, para la protección de vidas
y haciendas.
“Art. 2. España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están
ahora bajo la soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el archipiélago de Las
Marianas.
“Art. 3. España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las islas Filipinas.
Los Estados Unidos pagarán a España la suma de veinte millones de dólares dentro de los tres
PHVHVGHVSXpVGHOFDQMHGHUDWL¿FDFLRQHVGHOSUHVHQWHWUDWDGR´
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 137

Texto 10. &RVWD-RDTXtQOligarquía y caciquismo

“No es, no es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, viciado por corrupte-
las y abusos, según es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico, servido, que no
moderado, por instituciones aparentemente parlamentarias. O, dicho de otro modo, no es el ré-
gimen parlamentario la regla y excepción de ella los vicios y las corruptelas denunciadas en la
prensa y en el Parlamento mismo durante sesenta años; al revés, eso que llamamos desviaciones
y corruptelas constituyen el régimen, son la misma regla. (...)
“Nos enseña, en primer lugar, que el problema de la libertad, que el problema de la reforma
política no es el problema ordinario de un régimen ya existente, falseado en la práctica, pero
susceptible de sanearse con depurativos igualmente ordinarios, sino que es un hecho, y positi-
vamente, todo un problema constitucional de cambio de forma de gobierno; que se trata nada
menos que de una revisión del movimiento revolucionario de 1868, y, más aún, de la revolución
misma de todo el siglo XIX. (…).
“Nos enseña, en segundo lugar, que mientras esa revolución no se haga, que mientras so-
portemos la actual forma de gobierno, será inútil que tomemos las leyes en serio. (…)
“(…) Los elementos componentes de nuestro régimen oligárquico son tres: 1º, los oligarcas
(los llamados primates), prohombres o notables de cada bando, que forman su “plana mayor”
residentes ordinariamente en el centro. 2º, los caciques, de primero, segundo o ulterior grado,
diseminados por el territorio. 3º, el Gobernador Civil, que les sirve de órgano de comunicación
\GHLQVWUXPHQWR$HVWRVHUHGXFHIXQGDPHQWDOPHQWHWRGRHODUWL¿FLR « 
“Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o gobernante,
distribuida o encasillada en partidos.
“En las elecciones no es el pueblo, sino las clases conservadoras y gobernantes, quienes
IDOVL¿FDQHOVXIUDJLR\FRUURPSHQHOVLVWHPDDEXVDQGRGHVXSRVLFLyQGHVXULTXH]DGHORV
resortes de la autoridad y del poder que, para dirigir desde él a las masas (…)”.
138 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

Imagen 1. 7XUQLVPR Caldo gordoUHYLVWDPequeñeces 

3ULPHUD YLxHWD 6DJDVWD HO FRFLQHUR  VLUYH HO ©FDOGR JRUGRª D &iQRYDV
PLHQWUDV(VSDxD ODFULDGD ODYDORVSODWRV6HJXQGDYLxHWD&iQRYDV\6DJDVWD
LQWHUFDPELDQORVSDSHOHVSHUR(VSDxD ODFULDGD VLJXHODYDQGRORVSODWRV

Imagen 2. $UWLPDxDVHOHFWRUDOHV

¢6DOJR"
£1RKRPEUHQR$~QQR
KDVWDHOGtD
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO… UNIDAD 7 139

*Ui¿FD 5HVXOWDGRVHOHFWRUDOHV

Mapa 1. ,PSODQWDFLyQGHOPRYLPLHQWRREUHUR

(ODERUDFLyQSURSLD'DWRVREWHQLGRVGHRWUDVIXHQWHV
140 UNIDAD 7 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO…

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Caciquismo ,QVWUXPHQWR GHO IDOVHDPLHQWR GHYRWRVODLQWLPLGDFLyQRODDOWHUDFLyQGHOFHQ
HOHFWRUDOFDUDFWHUtVWLFRGHOD5HVWDXUDFLyQED VRHOHFWRUDOLQFOX\HQGRDSHUVRQDV\DIDOOHFLGDV
VDGRHQHOFDFLTXH UHSUHVHQWDQWHHQXQD]RQD
UXUDOGHXQRGHORVGRVJUDQGHVSDUWLGRVGLQiV Reconcentraciones7UDVODGRGHODSREODFLyQ
WLFRV (OFDFLTXHFRQVHJXtDYRWRVDFDPELRGH FLYLOTXHKDELWDEDHQUHJLRQHVFRQWUDODGDVSRU
IDYRUHV R LQVLQXDQGR YHODGDV DPHQD]DV JUD ODLQVXUJHQFLDDFDPSRVGHFRQFHQWUDFLyQVL
FLDVDVXLQÀX\HQWHSRVLFLyQVRFLRHFRQyPLFD WXDGRVHQiUHDVEDMRGRPLQLRJXEHUQDPHQWDO
FRQHO¿QGHFRUWDUVXDSR\RDODJXHUULOOD
Centralismo )RUPD GH RUJDQL]DFLyQ WHUULWR
ULDOGHXQ(VWDGRHQODTXHUHJLRQHV\PXQL Redención 3RVLELOLGDG TXH RIUHFtD HO VLVWHPD
FLSLRV FDUHFHQ GH DXWRQRPtD GH JRELHUQR \D GH UHFOXWDPLHQWR SDUD HYLWDU HO VHUYLFLR PLOLWDU
TXHHOSRGHUHVWDWDOHMHUFHGHIRUPDH[FOXVLYD PHGLDQWHHOSDJRHQPHWiOLFRGHFLHUWDFDQWLGDG
VX DXWRULGDG HQ WRGR HO SDtV GLUHFWDPHQWH R RODE~VTXHGDGHXQVXVWLWXWR(VWDSUiFWLFDTXH
PHGLDQWHFDUJRVQRPEUDGRVSRUHO*RELHUQR EHQH¿FLDEDDORVULFRVDOWHUDEDHOVXSXHVWRLJXD
OLWDULVPRGHOVLVWHPDGHUHFOXWDPLHQWREDVDGRHQ
Encasillado6LVWHPDGHIUDXGHHOHFWRUDOWtSL HOVRUWHRGHTXLQWDV WDQVRORSUHVWDEDQVHUYLFLR
FRGHOD5HVWDXUDFLyQSRUHOTXHHOPLQLVWURGH PLOLWDUREOLJDWRULRXQDTXLQWDSDUWHGHORVPR]RV 
OD*REHUQDFLyQGHWXUQRFRQYRFDEDDORVOtGH
UHVGHORVGRVJUDQGHVSDUWLGRVGLQiVWLFRVSDUD Regeneracionismo 0RYLPLHQWR LQWHOHFWXDO  \
TXHQHJRFLDUDQHOUHSDUWRGHORVGLVWULWRVHOHF SROtWLFRGH¿QDOHVGHOVLJORXIX\SULQFLSLRVGHO
WRUDOHVHQORVTXHYHQFHUtDQVXVFDQGLGDWRV VLJORXXTXHDQDOL]yODVFDXVDVGHODGHFDGHQFLD
GH(VSDxD3DUDORVWHyULFRVGHOUHJHQHUDFLRQLV
Partido de notables7LSRGHSDUWLGRSROtWLFR PRFRPR-RDTXtQ&RVWDODVROXFLyQSDVDEDSRU
FDUDFWHUL]DGRSRUHVWDUHQFDEH]DGRSRUSHUVR OD OLTXLGDFLyQ GHO VLVWHPD GH OD 5HVWDXUDFLyQ
QDVGHUHOHYDQFLDVRFLDOFXOWXUDORHFRQyPLFD PLHQWUDVTXHORVOtGHUHVGHORVSDUWLGRVGLQiVWLFRV
Estos partidos trataban de atraerse el apoyo de 0DXUD\&DQDOHMDVOLPLWDURQHOUHJHQHUDFLRQLVPR
SHUVRQDMHVLQÀX\HQWHVFRQHOREMHWLYRGHFUHDU DXQDUHIRUPDGHOVLVWHPDFDQRYLVWDVLQKDFHUSH
XQDUHGFOLHQWHODUEDVDGDHQODFRQYHQLHQFLD OLJUDUODHVWDELOLGDGSROtWLFDEDVDGDHQHOWXUQLVPR
QRHQODLGHRORJtD
Tradicionalismo'RFWULQDSROtWLFDTXHDVSLUD
Pucherazo6LVWHPDGHIUDXGHHOHFWRUDOFDUDF DPDQWHQHUYLJHQWHVODVDQWLJXDVLQVWLWXFLRQHV
WHUtVWLFRGHOD5HVWDXUDFLyQTXHLQFOXtDDFFLRQHV \ FRVWXPEUHV WRPDQGR OD WUDGLFLyQ FDWyOLFD
FRPRHOFDPELRGHSDSHOHWDVRXUQDVODFRPSUD FRPRIXHQWHGHODYHUGDG
UNIDAD 8

PERVIVENCIAS
Y TRANSFORMACIONES
ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX:
UN DESARROLLO INSUFICIENTE
142 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS

1. EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA Y MOVIMIENTOS MIGRATORIOS


EN EL SIGLO XIX. EL DESARROLLO URBANO
1.1. (YROXFLyQGHPRJUi¿FD\PRYLPLHQWRVPLJUDWRULRVHQHOVLJORXIX
— /DGHELOLGDGGHOFUHFLPLHQWRGHPRJUi¿FR
— Los movimientos migratorios externos
— La redistribución territorial de la población: el éxodo rural
— La arcaica estructura profesional de la población
— La excepción catalana
1.2.(OGHVDUUROORXUEDQR
— El aumento de la población urbana
— Transformación de las ciudades
— Dotación y servicios urbanos
— Principales ciudades españolas

2. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX.


EL SISTEMA DE COMUNICACIONES: EL FERROCARRIL.
PROTECCIONISMO Y LIBRECAMBISMO. LA APARICIÓN
DE LA BANCA MODERNA
2.1. /D5HYROXFLyQ,QGXVWULDOHQOD(VSDxDGHOVLJORXIX
— Características del proceso industrializador español
— Desequilibrios territoriales
— Principales sectores industriales
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 143

2.2. (OVLVWHPDGHFRPXQLFDFLRQHVHOIHUURFDUULO
— Mejora de las comunicaciones
— La Ley General de Ferrocarriles (1855)
— Consecuencias de la implantación del ferrocarril
2.3. 3URWHFFLRQLVPR\OLEUHFDPELVPR
— La política proteccionista española
— Librecambismo. El arancel Figuerola
2.4. /DDSDULFLyQGHODEDQFDPRGHUQD
— Desarrollo del sector bajo Fernando VII e Isabel II
— Medidas para el desarrollo del sector bancario
— Los primeros bancos privados de ámbito nacional

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 145

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA Y MOVIMIENTOS MIGRATORIOS


EN EL SIGLO XIX. EL DESARROLLO URBANO

1.1.(YROXFLyQGHPRJUi¿FD\PRYLPLHQWRVPLJUDWRULRVHQHOVLJORXIX

Las FDUDFWHUtVWLFDVGHODHYROXFLyQGHPRJUi¿FDHVSDxRODDORODUJRGHOVLJOR
XIX fueron:
— /HQWRFUHFLPLHQWRGHODSREODFLyQ Mientras que los países desarrolla-
dos de Europa duplicaban la población a lo largo del siglo, España solo pasó de
PLOORQHVGHKDELWDQWHVDD¿QDOHVGHODFHQWXULD/DVFDXVDVSULQFLSDOHV
del menor aumento fueron:
- El escaso crecimiento* natural de la población, debido a una elevadísima
mortalidad (29 ‰*) que neutralizaba los efectos positivos de la también
alta tasa de natalidad (34 ‰) [Texto 1](VSHFLDOPHQWHVLJQL¿FDWLYDIXH
la tasa de mortalidad* infantil, que casi duplicaba la de la Europa desa-
rrollada. La elevada mortalidad se explica por las crisis de subsistencias
GRFHDORODUJRGHOVLJOR \ODVHSLGHPLDVSHULyGLFDV ¿HEUHDPDULOODFy-
lera, tifus) y enfermedades endémicas (tuberculosis, viruela, sarampión),
que actuaban con gran virulencia sobre una población mal alimentada y
falta de higiene, atención sanitaria y vacunas. Por todo ello, la esperanza
de vida de los españoles no llegaba a los 35 años.
- La intensa emigración exterior. A mediado de siglo se levantó el veto
migratorio. En las últimas décadas del siglo más de un millón de perso-
nas emigró al extranjero: gallegos, asturianos, vascos y canarios marcha-
ron a Iberoamérica, y andaluces y murcianos a la Argelia francesa. A las
cifras migratorias anteriores debemos sumar los más de doscientos mil
españoles exiliados entre 1814 y 1876.
146 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

— 5HGLVWULEXFLyQWHUULWRULDOGHODSREODFLyQ Además de la emigración al


extranjero, la salida de la gente de los pueblos hacia las ciudades, conocida como
éxodo rural [Texto 2], provocó:
- El aumento de la población urbana, especialmente de las capitales de
provincias y las áreas industriales y mineras (fundamentalmente Cataluña
y País Vasco).
- Un desequilibrio territorial. La población comenzó a concentrase en la
periferia costera (Cataluña, Valencia, Asturias y Vizcaya) frente al estan-
FDPLHQWRGHOFUHFLPLHQWRGHPRJUi¿FRGHODViUHDVGHOLQWHULRUSHQLQVXODU
amenazadas ya en el siglo XX por el despoblamiento (excepto Madrid).
— $UFDLFDHVWUXFWXUDODERUDOGHODSREODFLyQ Atendiendo a la distribu-
ción de la población por actividad económica se mantuvo el predominio del
sector primario, que en 1900 todavía empleaba al 68 % de la población activa
frente al 14 % del sector secundario y el 18 % del terciario. La predominancia de
la agricultura se explica por la abundancia de mano de obra barata (jornaleros)
[Texto 3]ODLQVX¿FLHQWHPHFDQL]DFLyQGHODVODERUHVDJUDULDV\ODOHQWDLQGXV-
trialización del país
— /DH[FHSFLyQFDWDODQD Las características arriba señaladas respecto a la
HYROXFLyQGHPRJUi¿FDHQ(VSDxDQRVHSURGXMHURQHQ&DWDOXxDTXHGHKHFKRLQL-
ció la transición hacia el modelo*GHPRJUi¿FRPRGHUQRJUDFLDVDODLQGXVWULDOL]D-
ción. La población catalana aumentó más por la llegada de emigrantes y la disminu-
ción de la mortalidad (mayores salarios, generalización de la vacuna de la viruela);
el proceso de urbanización fue más intenso; y el peso del sector agrario disminuyó.

1.2.(OGHVDUUROORXUEDQR

A lo largo del siglo XIX se produjo un DXPHQWRGHODSREODFLyQXUEDQD


española, aunque sin alcanzar niveles comparables a Gran Bretaña, Francia o
$OHPDQLD'HKHFKRDO¿QDOL]DUODFHQWXULDVRORHOGHODSREODFLyQHVSD-
ñola vivía en municipios de más de diez mil habitantes, y únicamente Barcelona
y Madrid superaban los quinientos mil.
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 147

Hasta mediados de siglo el incremento de la población urbana se debió al


FUHFLPLHQWR YHJHWDWLYR TXH VH UHVROYLy PHGLDQWH OD GHQVL¿FDFLyQ HV GHFLU HO
aumento del número de vecinos por vivienda, con los consiguientes problemas
de hacinamiento y salubridad. El problema de la aglomeración se agravó en la
segunda mitad del siglo, pues al crecimiento natural se sumó la inmigración rural
y la proliferación de nuevas actividades que requerían un uso intensivo de suelo
(industria, ferrocarril, comercio).
La solución fue la expansión de las ciudades, por lo que se hizo necesario
derribar las murallas. De esta forma, alrededor del centro histórico se constru-
yeron los denominados ensanchesEDUULRVEXUJXHVHVGHXUEDQLVPRSODQL¿FDGR
(plano ortogonal*) entre los que destacaron el de Barcelona (1860, diseñado
por Ildefonso Cerdá [Imagen 1]) y Madrid (1861, realizado por Carlos María
de Castro, con el marqués de Salamanca como promotor inmobiliario). Menos
comunes fueron los proyectos de ciudades* lineales, como el realizado por
Arturo Soria en las afueras de Madrid. Asimismo, a principios del siglo XX
surgieron en las principales ciudades zonas de servicios y negocios, como la
Gran Vía madrileña. Frente a este crecimiento ordenado, los cascos históricos
se degradaron [Texto 4]\HQODSHULIHULDVXUJLHURQEDUULRVREUHURVVLQSODQL¿-
cación y sin servicios [Texto 5].

Sin embargo, poco a poco las ciudades fueron mejorando sus LQIUDHVWUXFWX-
UDVEiVLFDV con la pavimentación, la iluminación pública, el abastecimiento de
agua potable y el alcantarillado, que ayudaron a reducir la mortalidad (Madrid
cuadruplicaba a Londres o Berlín en siniestralidad por enfermedades contagio-
sas, mientras que Sevilla igualaba a la India). Además, la implantación de siste-
mas de transporte colectivo como el tranvía, originariamente de tracción animal,
favoreció la expansión territorial de la ciudad.
El mayor crecimiento urbano se concentró en ciudades con cierto desarrollo
industrial y que contaban con puerto de mar: Bilbao y Santander en el Cantábri-
co; La Coruña, Vigo y Cádiz en el Atlántico; y Málaga, Valencia y Barcelona en
el Mediterráneo. La única ciudad no costera que ganó población de forma no-
table fue Madrid, importante centro administrativo por ser la capital de España.
148 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

2. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX.


EL SISTEMA DE COMUNICACIONES: EL FERROCARRIL.
PROTECCIONISMO Y LIBRECAMBISMO. LA APARICIÓN
DE LA BANCA MODERNA

2.1./D5HYROXFLyQ,QGXVWULDOHQOD(VSDxDGHOVLJORXIX

España se propuso durante el siglo XIX modernizar su sistema productivo y


transformar su vieja estructura económica agraria en otra basada en la industria
y el comercio. Sin embargo, el resultado fue una industrialización tardía, incom-
pleta y limitada a escasas regiones debido a las siguientes razones:
— /DDFFLGHQWDGDJHRJUDItDGHOSDtVDJUDYDGDSRUODGH¿FLHQWHUHGGHFR-
PXQLFDFLRQHVTXHGL¿FXOWDEDORVLQWHUFDPELRVHQFDUHFtDHOWUDQVSRUWH\KDFtD
difícil el desarrollo de un mercado nacional articulado.
— ,QHVWDELOLGDGSROtWLFD: pronunciamientos militares y guerras (Indepen-
dencia, carlistas, coloniales).
— )UHFXHQWHVFDPELRVGHPRGHORHFRQyPLFR: los moderados defendían el
proteccionismo* (favoreciendo el cereal castellano y el textil catalán) y los progre-
sistas el librecambismo* HQEHQH¿FLRGHFRPHUFLDQWHV\FRQVXPLGRUHV [Texto 6].
—3UREOHPDVFRQDOJXQDVPDWHULDVSULPDV: el algodón hubo que impor-
WDUOR\HOFDUEyQQDFLRQDOHUDFDUR\GHHVFDVRSRGHUFDORUt¿FR
— ,QGHSHQGHQFLDGHODVFRORQLDVDPHULFDQDV: en pleno proceso de indus-
trialización España perdió materias primas baratas y un amplio mercado en ré-
gimen de monopolio.
— 0HUFDGRLQWHULRUGpELOGHELGRDOLQVX¿FLHQWHFUHFLPLHQWRGHODSREOD-
ción y a su exigua capacidad adquisitiva.
— (VFDVH]GHFDSLWDO: ni el Estado (endeudado) ni los particulares (que pre-
¿ULHURQDGTXLULUWLHUUDVRODHVSHFXODFLyQEXUViWLO LQYLUWLHURQHQODLQGXVWULDOL]D-
ción del país [Texto 7]/DVGL¿FXOWDGHVGH¿QDQFLDFLyQVHLQWHQWDURQFRPSHQVDU
mediante:
- Venta del patrimonio público, tanto de tierras (desamortizaciones) como
del subsuelo (Ley de minas, 1868 [Texto 8]).
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 149

- Atracción de capital extranjero, con leyes liberalizadoras que permitían


la inversión foránea en sectores estratégicos como la banca (Leyes de
Banca y de Crédito) o los transportes (Ley de Ferrocarriles).
— (VWDQFDPLHQWRGHODDJULFXOWXUDHVSDxROD: el campo no cumplió con el
papel esperado: suministrar mano de obra a la industria, aumentar el poder ad-
quisitivo de los campesinos para que consumieran más y proporcionar capitales
para invertirlos en la industria.
— 'HSHQGHQFLDGHOH[WHULRUWpFQLFDWHFQROyJLFD¿QDQFLHUD\HQHUJpWLFD
— )DFWRUHVVRFLRFXOWXUDOHV: ausencia de mentalidad empresarial y elevado
índice de analfabetismo [Texto 9].

Además, la industrialización provocó profundos GHVHTXLOLEULRVWHUULWRULD-


OHV al concentrarse casi en exclusiva en las áreas costeras (Barcelona, Asturias y
Vizcaya).

Los VHFWRUHVLQGXVWULDOHVPiVLPSRUWDQWHV fueron los siguientes:


— ,QGXVWULDWH[WLO: radicada en Cataluña (Barcelona).
— 6LGHUXUJLD: en Asturias y Vizcaya. En 1902 se fundó la compañía Altos
Hornos de Vizcaya, líder del sector.
— 0LQHUtD: carbón en Asturias, hierro en Vizcaya, cobre en Riotinto (Huel-
va), mercurio en Almadén (Ciudad Real) y plomo en Linares (Jaen). Hasta 1868
el subsuelo español era propiedad del Estado, pero la Ley de Minas de 1868
liberalizó el sector y favoreció su explotación por inversores extranjeros, que se
hicieron con el control de las principales minas.
— 2WUDVLQGXVWULDV: aceitera (Andalucía), vinícola (Castilla y Andalucía) y
naval (Vizcaya).

2.2.(OVLVWHPDGHFRPXQLFDFLRQHVHOIHUURFDUULO

La modernización de la economía española exigía la creación de un mercado


nacional. Para ello era necesaria una PHMRUDGHOVLVWHPDGHFRPXQLFDFLRQHV
150 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

TXHSHUPLWLHUDODDUWLFXODFLyQWHUULWRULDOGHOSDtV&RQHVWH¿QODVLQYHUVLRQHV
permitieron la ampliación de la red de carreteras, que pasó de nueve mil kilóme-
tros en 1840 a cuarenta mil en 1900, la ampliación de los puertos de Barcelona
y Bilbao y el impulso en la creación de las grandes empresas navieras vascas.
1RREVWDQWHODQRYHGDGPiVVLJQL¿FDWLYDIXHODLPSODQWDFLyQGHOIHUURFDUULO
Su inicio fue tardío tanto por razones técnicas (accidentada orografía) como
HFRQyPLFDV LQVX¿FLHQFLDGHUHFXUVRV /DVSULPHUDVOtQHDVIXHURQ%DUFHORQD
Mataró (1848), Madrid-Aranjuez (1851) y Gijón-Langreo (1852).
(OVHFWRUUHFLELyXQLPSXOVRGH¿QLWLYRFRQODDSUREDFLyQGHOD/H\*HQHUDO
GH )HUURFDUULOHV   [Texto comentado] FX\R SULQFLSDO ¿Q IXH SODQL¿FDU
la construcción de la red ferroviaria y encontrar inversores. Para ello la Ley de
Ferrocarriles:
— Autorizó la creación de compañías ferroviarias con SDUWLFLSDFLyQH[WUDQMHUD
¿MDQGRFRQGLFLRQHVPX\IDYRUDEOHVSDUDODDWUDFFLyQGHFDSLWDOH[WHULRUVXEYHQFLR-
nes, avales del Estado y eliminación de los aranceles de material ferroviario.
— Fijó un PRGHORUDGLDO que conectaba Madrid con la periferia, relegando
la comunicación de las áreas industriales (Asturias, Vizcaya, Barcelona) entre sí.
— Aprobó un DQFKRGHYtDVXSHULRUDOHXURSHR (1,67 m frente 1,44 m): se
creyó que las máquinas debían ser más potentes para salvar la accidentada oro-
JUDItDORTXHGL¿FXOWyODFRPXQLFDFLyQIHUURYLDULDFRQHOFRQWLQHQWH

El ferrocarril se convirtió en la inversión público-privada española más im-


portante del siglo XIX, pasando entre 1855 y 1900 la red ferroviaria de dos-
cientos a trece mil kilómetros. Esta espectacular mejora de las comunicaciones
abarató los costes de transporte, y gracias a ello impulsó una modernización
económica del país; el comercio se multiplicó y se creó un mercado nacional que
produjo la articulación territorial del país.

No obstante, a diferencia de Europa, el ferrocarril no jugó un papel determi-


nante en el impulso industrializador debido a:
— La importación del material ferroviario, que supuso la pérdida de la
oportunidad de crear una industria metalúrgica nacional potente, pues casi
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 151

todo el material se compró en Francia, Reino Unido y Bélgica (solo un 25 %


fue español [Texto 10]).
— /DDEVRUFLyQGHEXHQDSDUWHGHOFDSLWDOGLVSRQLEOHGL¿FXOWDQGROD¿QDQ-
ciación de actividades industriales y comerciales.

2.3.3URWHFFLRQLVPR\OLEUHFDPELVPR

El comercio exterior creció durante el siglo XIX, aunque se mantuvo de-


¿FLWDULR(VSDxDH[SRUWDEDPDWHULDVSULPDV SORPRFREUHPHUFXULRKLHUUR 
e importaba productos industriales. Reino Unido y Francia fueron los princi-
pales clientes. La mayor calidad y menor precio de algunas materias primas
(carbón) y de los productos industriales llevó a muchos Gobiernos españoles
a imponer una SROtWLFD SURWHFFLRQLVWD, que gravó la importación de estos
bienes con elevados aranceles. El proteccionismo defendió los intereses de la
industria textil catalana (frente a la competencia británica), el cereal castella-
no (frente al trigo de Sicilia o Egipto), el carbón asturiano (frente al inglés)
y la siderurgia vasca (frente al hierro sueco). Por el contrario, comerciantes
(contrarios a obstaculizar los intercambios) y consumidores (perjudicados
por el encarecimiento de productos más baratos y de mayor calidad) aposta-
ron por el OLEUHFDPELVPR.
Los conservadores defendieron un proteccionismo más estricto que los
progresistas. En 1826 Fernando VII aprobó un arancel que fijó gravámenes
muy elevados. Se mantuvo hasta 1840, cuando Espartero lo redujo sus-
tancialmente. Pero la principal medida librecambista se adoptó durante el
Sexenio Democrático cuando el ministro )LJXHUROD acabó con la prohi-
bición de importar productos extranjeros y aprobó un nuevo arancel que
redujo aún más los gravámenes (1869). Durante la Restauración se retornó
a la política proteccionista. En 1875 Cánovas suspendió la aplicación del
arancel Figuerola y en 1891 aprobó un nuevo arancel con gravámenes muy
elevados por la presión de los sectores proteccionistas y la crisis económi-
ca internacional.
152 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

2.4. /DDSDULFLyQGHODEDQFDPRGHUQD

La aparición de la banca moderna fue un proceso lento que tuvo lugar a lo


largo del siglo XIX. La única entidad al iniciarse la centuria era el Banco de San
Carlos (fundado por Carlos III), encargado de acuñar moneda y emitir deuda pú-
blica. Su quiebra en tiempos de )HUQDQGR9,, provocó que se fundara el Banco
GH6DQ)HUQDQGR/RV*RELHUQRVGH¿QDOHVGHOUHLQDGRGH)HUQDQGR9,,\GHO
periodo isabelino adoptaron importantes PHGLGDVSDUDHOGHVDUUROORGHOVHFWRU,
cuya actividad estaba condicionada por la inestabilidad política:
— $SHUWXUDGHOD%ROVDGH0DGULG  TXHIDFLOLWyOD¿QDQFLDFLyQGHODV
empresas mediante las sociedades por acciones.
— Fundación de las primeras cajas, creadas para fomentar el ahorro de la
clase media y trabajadora (Caja de Ahorros de Madrid, 1838).
— Aprobación de las Leyes de Banca y de Sociedades Crediticias (1856)
que posibilitaron la fundación de los primeros bancos privados regionales
(Banco Santander) y la entrada de empresas de crédito extranjeras propiedad
GHJUDQGHVIDPLOLDVFRPRORV5RWKVFKLOGTXH¿QDQFLDURQODVLQYHUVLRQHVLQ-
dustriales, mineras y ferroviarias del siglo XIX.
— Fundación del Banco de España (1856), único banco de emisión de pa-
pel moneda y deuda desde 1874.
— (VWDEOHFLPLHQWRGHODSHVHWDFRPRGLYLVDR¿FLDOH[FOXVLYDGHVGH

Finalmente, la repatriación de capitales tras el desastre del 98 posibilitó la


DSDULFLyQGHORVSULPHURVEDQFRVSULYDGRV de carácter nacional de capital es-
pañol, como el Banco Hispanoamericano o el Banco Español de Crédito, culmi-
nando así el proceso de maduración del sector.
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 153

COMENTARIO DE TEXTO

/H\*HQHUDOGH)HUURFDUULOHVGHMXQLRGH

³&$3,78/2,'HODFODVL¿FDFLyQGHIHUURFDUULOHV
$UWtFXORž/RVIHUURFDUULOHVVHGLYLGLUiQHQOtQHDVGHVHUYLFLRJHQHUDO\GH
VHUYLFLRSDUWLFXODU
$UWtFXOR ž (QWUH ODV OtQHDV GH VHUYLFLR JHQHUDO VH FODVL¿FDUiQ FRPR GHO
SULPHURUGHQODVTXHSDUWLHQGRGH0DGULGWHUPLQHQHQODVFRVWDVRIURQWHUDV
del reino.
$UWtFXOR ž 7RGDV ODV OtQHDV GH IHUURFDUULO GHVWLQDGDV DO VHUYLFLR JHQHUDO
VRQGHOGRPLQLRS~EOLFR\VHUiQFRQVLGHUDGDVFRPRREUDVGHXWLOLGDGJHQHUDO
&$3,78/2,,'HODFRQFHVLyQRDXWRUL]DFLyQSDUDFRQVWUXLUORVIHUURFD-
rriles. (…)
$UWtFXORž/RVSDUWLFXODUHVRFRPSDxtDVQRSRGUiQFRQVWUXLUOtQHDDOJXQD
ELHQVHDGHVHUYLFLRJHQHUDOELHQGHVHUYLFLRSDUWLFXODUVLQRKDQREWHQLGRSUH-
YLDPHQWHODFRQFHVLyQGHHOOD «
$UWtFXORž3RGUiDX[LOLDUVHFRQORVIRQGRVS~EOLFRVODFRQVWUXFFLyQGHODV
OtQHDVGHVHUYLFLRJHQHUDO
ž(MHFXWDQGRFRQHOORVGHWHUPLQDGDVREUDV
ž(QWUHJDQGRDODVHPSUHVDVHQSHUtRGRVGHWHUPLQDGRVXQDSDUWHGHOFD-
SLWDOLQYHUWLGRUHFRQRFLHQGRFRPROtPLWHPD\RUGHHVWHHOSUHVXSXHVWDGR
ž$VHJXUiQGROHVSRUORVPLVPRVFDSLWDOHVXQPtQLPXPGHLQWHUpVRXQ
LQWHUpV¿MRVHJ~QVHFRQYHQJD\GHWHUPLQHHQODOH\GHFDGDFRQFHVLyQ «
$UWtFXORž/DVFRQFHVLRQHVGHODVOtQHDVGHVHUYLFLRJHQHUDOVHRWRUJDUiQ
SRUWpUPLQRGHDxRVFXDQGRPiV
$UWtFXORž$OHVSLUDUHOWpUPLQRGHODFRQFHVLyQDGTXLULUiHO(VWDGROD
OtQHDFRQFHGLGDFRQWRGDVVXVGHSHQGHQFLDVHQWUDQGRHQHOJRFHFRPSOHWRGHO
GHUHFKRGHH[SORWDFLyQ «
&$3,78/2,9'HORVSULYLOHJLRV\H[HQFLRQHVJHQHUDOHVTXHVHRWRUJDQD
ODVHPSUHVDVFRQFHVLRQDULDV
154 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

$UWtFXORº/RVFDSLWDOHVH[WUDQMHURVTXHVHHPSOHDQHQODVFRQVWUXFFLRQHV
GHIHUURFDUULOHVRHPSUpVWLWRVSDUDHVWHREMHWRTXHGDQEDMRODVDOYDJXDUGLDGHO
(VWDGR\HVWiQH[HQWRVGHUHSUHVDOLDVFRQ¿VFDFLRQHVRHPEDUJRVSRUFDXVDGH
JXHUUD
Artículo 20º6HFRQFHGHQGHVGHOXHJRDWRGDVODVHPSUHVDVGHIHUURFDUULOHV
ž/RVWHUUHQRVGHGRPLQLRS~EOLFRTXHKD\DQGHRFXSDUHOFDPLQR\VXV
GHSHQGHQFLDV
ž/DIDFXOWDGGHDEULUFDQWHUDVUHFRJHUSLHGUDVXHOWDFRQVWUXLUKRUQRVGH
FDO\HVR\ODGULOORGHSRVLWDUPDWHULDOHV\HVWDEOHFHUWDOOHUHVSDUDHODERUDUORV
HQORVWHUUHQRVFRQWLJXRVDODOtQHD «
Artículo 30º/RVIHUURFDUULOHVVHFRQVWUXLUiQFRQDUUHJORDODVFRQGLFLRQHV
VLJXLHQWHV
(OHQVDQFKHGHODYtDRGLVWDQFLDHQWUHORVERUGHVLQWHULRUHVGHODVEDUUDV
FDUULOHVVHUiGHXQPHWURFHQWtPHWURV SLHVFDVWHOODQRV  « ´
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 155

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

3UHJXQWD&ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
FUHWDVHQODVTXHIXHHVFULWRDXWRUGHVWLQDWDULR\SURSyVLWRVSRUORVTXHVH
HVFULELy

7LSRGHWH[WRPor su origen, el presente texto es una fuente histórica, ya


que se trata de un documento redactado en el momento en que se desa-
rrollaron los acontecimientos. Por su forma es un texto jurídico, pues nos
encontramos ante una ley que establece una norma de obligado cumpli-
miento. Su redacción es, por tanto, impersonal. Por su contenido el texto es
económico, ya que afecta a la ordenación de los transportes, concretamente
al ferrocarril.

&LUFXQVWDQFLDVHQODVTXHIXHHVFULWREl texto fue redactado en 1855, en pleno


Bienio Progresista. Durante dicha etapa, a pesar de su brevedad, se acometieron
reformas de gran calado encaminadas a transformar la realidad económica del
país, profundizando en la implantación del liberalismo económico y la liquida-
ción de los últimos vestigios del Antiguo Régimen. Entre las medidas econó-
micas más importantes adoptadas destacan la desamortización civil de Madoz,
la Ley de Crédito o la creación del Banco de España, aunque sin duda la más
relevante fue la aprobación de la Ley de Ferrocarriles, objeto del presente co-
mentario.

$XWRUDebemos considerar como autor material del texto al Parlamento, en el


que los liberales progresistas eran mayoría, aunque también debe destacarse el
papel del presidente del Gobierno, el general Espartero, y de su ministro de Fo-
mento, Francisco de Luxán, en la iniciativa de redactar una norma que regulase
la implantación del ferrocarril en España.
156 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

'HVWLQDWDULRLos destinatarios son los españoles, especialmente aquellos inte-


resados en invertir en el negocio ferroviario. No obstante, debemos tener presen-
WHTXHXQDGHODV¿QDOLGDGHVGHOD/H\HUDODDWUDFFLyQGHFLXGDGDQRVH[WUDQMHURV
dispuestos a invertir su capital en España, convertidos así también en receptores
privilegiados de la norma. En ambos casos nos encontramos ante destinatarios
públicos.

3URSyVLWR/D¿QDOLGDGGHOD/H\QRHUDRWUDTXHUHJXODUODVFRQGLFLRQHVHQTXH
debía implantarse el ferrocarril en España, condicionado por elementos negati-
vos como la falta de capital del Estado, que imposibilitaba la asunción directa de
las inversiones precisas para construir las infraestructuras necesarias, así como
la orografía montañosa del territorio nacional. Como se ha señalado anterior-
mente, hay que destacar que uno de los propósitos de la Ley era facilitar la llega-
da de inversores extranjeros a España, por lo que la norma contiene importantes
YHQWDMDVSUHYLVWDVSDUDWDO¿Q

3UHJXQWD,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
VXFRQWHQLGR

5HVXPHQLos artículos seleccionados muestran tanto el interés de los liberales


por contar con una red de ferrocarriles que permitiera brindar al país los bene-
¿FLRVGLVIUXWDGRVSRUORV(VWDGRVLQGXVWULDOL]DGRVHXURSHRVFRPRODQHFHVLGDG
de atraer inversores privados, nacionales o extranjeros, mediante la concesión de
ventajas y privilegios que hiciesen atractiva su participación en la actividad. La
Ley divide las líneas férreas en dos categorías, de servicio general (de dominio
público, destacando las que parten de Madrid hacia los puertos costeros o las
fronteras) y de servicio particular, siendo en ambos casos necesaria la obtención
de una autorización por parte del Estado para poder acometer su construcción y
explotación.
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 157

,GHDVGHOWH[WRLa idea fundamental del texto es que el Gobierno del Bienio


Progresista, decidido a impulsar la modernización económica del país, estable-
ció mediante el presente texto las condiciones en que debía realizarse el tendi-
do de la red ferroviaria en España. Falto de dinero, el Gobierno apostó por un
modelo económico en el que se daba entrada a inversores privados, tanto en la
construcción de líneas de servicio general (que, conforme al artículo 15, pasaban
a ser titularidad del Estado pasados 99 años de la concesión de su construcción
al particular) como de servicio privado.
&RQHO¿QGHDVHJXUDUVHODSDUWLFLSDFLyQGHORVLQYHUVRUHVSULYDGRVHO*R-
bierno ofrecía a través de la Ley de Ferrocarriles todo tipo de ventajas, desde la
cesión del suelo (artículo 20.1) hasta las ayudas económicas recogidas en el artí-
culo 8. En este sentido destacan las medidas previstas para la atracción de capi-
tales extranjeros que, como señala el artículo 19, quedaban «bajo la salvaguardia
GHO(VWDGRªVLQTXHSXGLHUDQVHUDIHFWDGRVSRUHYHQWRVFRPRODVFRQ¿VFDFLRQHV
o los embargos por causa de guerra.
Finalmente podemos concluir que el articulado de la Ley es el origen de dos
fenómenos característicos de la red ferroviaria española. De un lado, su disposi-
ción radial, pues si bien esta aparecía favorecida por la distribución de la pobla-
ción y las actividades económicas en el territorio (en ambos casos concentrados
en la periferia, con la salvedad de Madrid, situada en el centro del país), fue
WDPELpQSURPRYLGDSRUHODUWtFXORGHOD/H\TXHFODVL¿FDEDFRPROtQHDVGH
primer orden a las que partían de la capital hacia la costa o las fronteras. De otro,
XQDQFKRGHYtDPD\RUTXHHOHXURSHR DUW TXHVLELHQUHGXFtDODVGL¿-
FXOWDGHVFDXVDGDVSRUHODFFLGHQWDGRUHOLHYHSHQLQVXODUGL¿FXOWyODVFRQH[LRQHV
con el resto de Europa.
158 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


7H[WR/DQDWDOLGDGHVSDxRODD¿QDOHVGHOVLJORXIX

³/DQDWDOLGDGHVSDxRODDOFDQ]DEDHQODV~OWLPDVGpFDGDVGHOXIXXQRVYDORUHVH[FHSFLR-
QDOPHQWH DOWRV ~QLFD IRUPD GH FRPSHQVDU OD HOHYDGD PRUWDOLGDG 6RODPHQWH HQ &DWDOXxD VH
FRQRFLyXQDSUHFR]\JUDGXDOUHGXFFLyQDQWHVGHOFDPELRGHVLJOR(VHGHVFHQVRGHODIHFXQ-
GLGDGLQLFLDGRHQODSULPHUDPLWDGGHOXIXDOFDQ]yVXPi[LPDLQWHQVLGDGHQWUH\
(VWHSURFHVRWDPELpQVHGLRDXQTXHHQPHQRULQWHQVLGDGHQRWUDV]RQDVGHOSDtVSUy[LPDVDO
HQFODYHFDWDOiQ&RPRVHVHxDOyDQWHVHOGHVFHQVRGH¿QLWLYRGHODIHFXQGLGDGHQHOUHVWRGH
(VSDxDVyORVHLQLFLyOHQWDPHQWHHQODVHJXQGDGpFDGDGHOXX.
(OPDQWHQLPLHQWRGHODHVWDFLRQDOLGDGGHODQDWDOLGDGDO¿QDOL]DUHOXIXVHUtDUHÀHMRGHOJUDQ
SHVRTXHHOVHFWRUDJUDULR\ODSREODFLyQUXUDOPDQWHQtDQHQHOSDtV/RVPHVHVSULPDYHUDOHV
HUDQORVGHPiVQXPHURVDVFRQFHSFLRQHV\DTXHHOPi[LPRGHQDFLPLHQWRVVHDOFDQ]DEDHQORV
PHVHVGHLQYLHUQRLQWHQWRGHHYLWDUH[SRQHUDOUHFLpQQDFLGRDORVULJRUHVGHOYHUDQR « /D
SDXODWLQDGHVDSDULFLyQGHODHVWDFLRQDOLGDGHQHOXXLUtDPDUFDQGRODSpUGLGDGHLPSRUWDQFLD
GH ODV IRUPDV GH YLGD FDPSHVLQDV \ GHO GHFOLYH GH OD DJULFXOWXUD FRPR DFWLYLGDG HFRQyPLFD
GRPLQDQWH´
Sánchez Marroyo, Fernando./D(VSDxDGHOVLJORXX.
(FRQRPtDGHPRJUDItD\VRFLHGDG 

7H[WREl éxodo rural

³<DHQODV~OWLPDVGpFDGDVGHOXIXFRPRUHVSXHVWDDORVJUDYHVSUREOHPDVTXHFRPHQ]DURQ
DDIHFWDUDODSURGXFFLyQDJUtFRODVHLQLFLyXQp[RGRTXHDOFDQ]yHQGHWHUPLQDGDV]RQDVGHOD
SHQtQVXODXQFDUiFWHUPDVLYR(ODPELHQWHSRFRIDYRUDEOHGRPLQDQWHHQHOQXQFDHVWDEOHPHGLR
UXUDOVRPHWLGRDFUHFLHQWHVWHQVLRQHVDPHGLGDTXHDYDQ]DEDHOGHVSHJXHGHOFDSLWDOLVPR\OD
LQWHUQDFLRQDOL]DFLyQGHODHFRQRPtDDFWXDEDFRPRIDFWRUGHH[SXOVLyQFUHDQGRODVFRQGLFLR-
QHVSDUDODVDOLGD IDFWRUGHH[SXOVLyQ 3HURVHUHTXHUtDWDPELpQHOFRPSOHPHQWRGHRWURiP-
ELWRHVSDFLDOHQHOTXHH[LVWLHVHXQFOLPDGHDFRJLGDIDYRUDEOHTXHVDFLDVHHOGHVHRGHPHMRUDU
ODVH[SHFWDWLYDVYLWDOHV IDFWRUGHDWUDFFLyQ /DVSRVLELOLGDGHVGHFDPELDUGHVXHUWHDSDUHFtDQ
HQWRQFHVDVRFLDGDVGDGRHOOHQWRGHVDUUROORTXHHOSURFHVRGHGLYHUVL¿FDFLyQHFRQyPLFDDOFDQ-
]DEDHQHOSDtVDODVDOLGDDOH[WUDQMHURVLJXLHQGRODVHQGDTXH\DYHQtDQUHFRUULHQGRRWURV
HXURSHRV´
Sánchez Marroyo, Fernando./D(VSDxDGHOVLJORXX.
(FRQRPtDGHPRJUDItD\VRFLHGDG 
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 159

7H[WR Boletín del Instituto de Reformas Sociales. Madrid, junio de 1905

³(PSH]DQGRSRUODVLWXDFLyQGHORVEUDFHURV\SDUWLHQGRGHODEDVHGHVXHVWDGRJHQH-
UDO\GHODHVFDVH]GHVXVMRUQDOHVGHPRVWUDGDSRUODLQIRUPDFLyQKHFKDSRUOD&RPLVLyQ
GH5HIRUPDV6RFLDOHVHQHQWLHQGHOD&RPLVLyQTXHODVLWXDFLyQ\ODGHVXVIDPLOLDV
HVWDQGHVHVSHUDGDTXHGHQRDSUHVXUDUVHDGDUOHVHODOLPHQWRGHTXHFDUHFHQSHUHFHUtDQ
HQ JUDQ Q~PHUR GH LQGLYLGXRV 3DUD SUHYHQLU WDQ JUDYH GDxR KD\ GRV PHGLRV ODV REUDV
S~EOLFDV\ORVVXPLQLVWURVGLUHFWRVGHUDFLRQHV\DGLUHFWDPHQWH\DSRUPHGLRGHODVFR-
FLQDVHFRQyPLFDV5HVSHFWRDOSULPHURQDGDWLHQHTXHDxDGLUDORTXHWRGRHOPXQGRKD
SHGLGR\HOJRELHUQRHVWi\DFRQFHGLHQGRSHURQRYDFLODHQD¿UPDUTXHDXQOOHYDQGRORV
WUDEDMRVS~EOLFRVDOH[WUHPRORVMRUQDOHVTXHHQHOORVSXHGHQUHSDUWLUVHVRQFRQRFLGDPHQWH
LQVX¿FLHQWHVSDUDDWHQGHUDWRGRVORVQHFHVLWDGRV%DVWDSDUDHOORFRPSDUDUHOQ~PHURGH
MRUQDOHVTXHVHHVWiQGDQGR\SXHGHQGDUVHFRQHOQ~PHURGHVHUHVKDPEULHQWRV\QHFHVLWD-
GRV\HQXPHUDUORVVLWLRVGRQGHHVWiQLQVWDODGDVRSXHGHQLQVWDODUVHODVREUDVSRUTXHQL
HQWRGDVSDUWHVSXHGHQLQVWDODUVHREUDVS~EOLFDVQLD~QPXFKDVGHODVSUR\HFWDGDVHVWiQ
HQVLWXDFLyQGHHPSH]DUVH´

7H[WRLa degradación del casco histórico de Madrid

³/DFDVDHVWDEDHQXQDGHODVPXFKDVULQFRQDGDVGHODDQWLJXDFDOOHGH6DQ$QWyQ(Q
HOSRUWDOKDEtDXQDUHORMHUtDHQWUHFULVWDOHVTXHGDQGRWDQSRFRHVSDFLRSDUDODHQWUDGDTXH
ORVJRUGRVWHQtDQTXHSDVDUGHPHGLRODGRHQHOSLVREDMR\WLHQGDXQDEROOHUtDTXHLQXQ-
GDEDODFDVDGHHPDQDFLRQHVGHFDQHOD\D]~FDU(QHOSLVRSULQFLSDOUDGLFDEDXQDFDVDGH
SUpVWDPRVFRQIDUROyQDODFDOOH\HQFLHUWRVGtDVKDEtDHQORVEDOFRQHVYHQWLODFLyQGHFDSDV
HPSHxDGDV0iVDUULEDORVSLVRVHVWDEDQGLYLGLGRVHQYLYLHQGDVHVWUHFKDV\GHSRFRSUHFLR
+DEtDGHUHFKDL]TXLHUGD\GRVLQWHULRUHV/RVYHFLQRVHUDQGHGRVFODVHVPXMHUHVVXHOWDVR
IDPLOLDVTXHWHQtDQVXFRPHUFLRHQHOSUy[LPRPHUFDGRGH6DQ$QWyQ+XHYHUDV\YHUGXOHUDV
SREODEDQDTXHOORVUHGXFLGRVDSRVHQWRVHFKDQGRVXVKLMRVDODHVFDOHUDSDUDTXHMXJDVHQ(Q
XQRGHORVVHJXQGRVH[WHULRUHVYLYtD)HOLFLDQD\)RUWXQDWDHQXQWHUFHURLQWHULRU/RDOTXLOy
5XEtQSRUHQFRQWUDUORWDQDPDQRFRQLQWHQFLyQGHWRPDUYLYLHQGDPHMRUFXDQGRYDULDUDQ
ODVFLUFXQVWDQFLDV´
Pérez Galdos, Benito.)RUWXQDWD\-DFLQWD 
160 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

7H[WRLas barriadas de Madrid

³(OEDUUDQFRGH(PEDMDGRUHVTXHEDMDGHO6DOLWUHHVKR\HQVXSULPHUD]RQDXQDFDOOH
GHFHQWH$WUDYLHVDOD5RQGD\VHFRQYLHUWHHQGHVSHxDGHURURGHDGRGHFDVXFKDVTXHSDUHFHQ
KHFKDVFRQDPDVDGDFHQL]D'HVSXpVQRHVRWUDFRVDTXHXQDVXFHVLyQGHPXODGDUHVIRUPDLQ-
WHUPHGLDHQWUHODYLYLHQGD \ODFORDFD&KR]DVWLQJODGRVFRQVWUXFFLRQHVTXHMXQWDPHQWHLPLWDQ
HOSDORPDU\ODSRFLOJDWLHQHQVXFLPLHQWRHQHOODGRGHODSHQGLHQWH$OOtVHYHQSDUHGHVKHFKDV
FRQODPXHVWUDGHXQDWLHQGDRHOHQFHUDGRQHJURGHXQDFODVHGH0DWHPiWLFDVWHFKRVGHODWDV
FODYHWHDGDVSXHUWDVTXHIXHURQSRUWH]XHODVGHyPQLEXV\YLGULHUDVVLQYLGULRVGHDQWLTXtVLPRV
EDOFRQHV7RGRHVDOOtYHMH]SROLOODWRGRHVWiDSXQWRGHGHVTXLFLDUVH\FDHU(VXQDFLXGDG
PRYHGL]DFRPSXHVWDGHUXLQDV$O¿QGHDTXHOODEDUULDGDHVWiORTXHTXHGDGHODDQWLJXD$UJDQ-
]XHODXQOODQRLUUHJXODUOLPLWDGRGHODSDUWHGH0DGULGSRUODYDGHURV\GHODSDUWHGHOFDPSR
SRUHODUUR\RSURSLDPHQWHGLFKR(VWHSUHFLSLWDVXVDJXDVEODQTXHFLQDVHQWUHFROODGRVGHWLHUUD
TXHSDUHFHQPRQWRQHVGHHVFRPEURV\YHUWHGHURVGHGHUULERV
/DOtQHDGHFLUFXQYDODFLyQDWUDYLHVDHVWDVROHGDG3DUWHGHOVXHORHVOXJDUHVWUDWpJLFROOHQR
GHKR\RVHPLQHQFLDVHVFRQGLWHV\EXUODGHURVSRUORTXHVHSUHVWDDOMXHJRGHORVFKLFRV\DO
FULPHQGHORVKRPEUHV$XQTXHDELHUWRSRUWRGRVODGRVHVXQVLWLRHVFRQGLGR'HVGHpOVHYHQODV
DOWDVFKLPHQHDV\ORVYHQWUXGRVJDVyPHWURVGHODIiEULFDFHUFDQDSHURDSHQDVVHYHD0DGULG´
Pérez Galdos, Benito. La desheredada (1881)

7H[WR Defensa del librecambismo

³/DLQGXVWULDHVXQDQHFHVLGDGSDUDORVSXHEORVPRGHUQRVVLQODFXDOQRVHFRQFLEHODUL-
TXH]DGHXQHVWDGRQLODSURVSHULGDGGHXQDQDFLyQ7HQGLHQGRWRGDVODVVRFLHGDGHVFLYLOL]DGDV
GHOJORERDIRUPDUFRQHOWLHPSRXQDVRODIDPLOLD\DHVWUHFKDUDPLVWRVDPHQWHVXVUHODFLRQHV
SRUPHGLRGHFDPELRVUHFtSURFRVHQWUHORVUHVSHFWLYRVIUXWRVGHVXVWHUUHQRVGHVXVIXHU]DV\GH
VXLQWHOLJHQFLDQRHVSRVLEOHTXHHQWUHQDIRUPDUSDUWHGHHVWDLQPHQVDFRQJUHJDFLyQORVSDtVHV
TXHQDGDSURGX]FDQ\FRPRHOSURGXFLUVXSRQHWUDEDMRVHGHGXFHTXHHVWHVHKDOODGHVWLQDGRD
VHUYLUDXQPLVPRWLHPSRGHEDVH\GHOD]RGHXQLyQHQWUHORVSXHEORVTXHDKRUDVHUHVSHWDQVROR
SRUHOWHPRURTXHVHXQHQSRUSULQFLSLRVPHQRVLQÀX\HQWHVHQODSURVSHULGDGFRP~Q
(VWHJUDQGH\IHOL]UHVXOWDGRKDFLDHOFXDOFDPLQDQOHQWDPHQWHODVVRFLHGDGHVPRGHUQDV
VXSRQHODUHIRUPDGHYDULDVLQVWLWXFLRQHVTXHWDOFXDOHVWiQFRQVWLWXLGDVVHRSRQHQGLUHFWDPHQ-
WHDOSURJUHVRGHDTXHOODVSRUTXHQRHVSRVLEOHFRQVHJXLUHOTXHWRGRVORVSXHEORVSURVSHUHQ
VLFDGDXQRFRQWLQ~DDLVOiQGRVHGHORVRWURVSRUIDOVRVSULQFLSLRVGHSURSLDFRQYHQLHQFLD\VL
VHGHVFRQRFHODPi[LPDFDSLWDOHQTXHHVWULEDUiHOYHUGDGHURDGHODQWRVRFLDOTXHHVODPXWXD
\UHFtSURFDFRQYHQLHQFLDGHODVQDFLRQHV´
Sagra, Ramón de la (1842). ,QIRUPHVREUHHOHVWDGRDFWXDO
GHODLQGXVWULDEHOJDFRQDSOLFDFLyQD(VSDxD
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 161

7H[WRAusencia de inversiones estatales en la industria

³6L HO VLVWHPD HFRQyPLFRDGPLQLVWUDWLYR GH )UDQFLD VH KXELHUD DGRSWDGR \ VHJXLGR SRU
FRPSOHWRVLQGHMDUVXSDUWHPiVHVHQFLDOORVPXFKRVPLOORQHVGHODGHVDPRUWL]DFLyQ « VHKD-
EUtDQHPSOHDGRHQIDFLOLWDUODH[SORWDFLyQHQJUDQGHHVFDODGHQXHVWUDVIHUUHUtDV\GHQXHVWUDV
PLQDVGHFDUERQHVFRQFX\RVSURGXFWRVVHKXELHUDQFRQVWUXLGR\DOLPHQWDQGRORVFDPLQRVGH
KLHUURVHKDEUtDQFUHDGR\GHVDUUROODGRJUDQGHVWDOOHUHV\IXQFLRQHVGHPiTXLQDV\GHORFRPR-
WRUDV « FRQpVWRV\RWURVHOHPHQWRVGHSURGXFFLyQVHKDEUtDSURSRUFLRQDGRWUDEDMR\MRUQDOHV
D PLOODUHV GH RSHUDULRV FRQWULEX\HQGR FRQ ORV DUDQFHOHV DO IRPHQWR GH OD DJULFXOWXUD GH OD
LQGXVWULD\GHWRGDFODVHGHDUWHV\R¿FLRVUHVXOWDQGRGHWRGRXQPRYLPLHQWRGHSHUVRQDV\GH
FDPELRVGHSURGXFWRVTXHGDUtDQYLGDDORVFDPLQRVGHKLHUUR´
Güell y Ferrer, J. ([DPHQGHODFULVLVDFWXDO 

7H[WRLey General de Minas

³$UWtFXOR  6RQ REMHWR HVSHFLDO GHO UDPR GH PLQHUtD WRGDV ODV VXVWDQFLDV LQRUJiQL-
FDV PHWDOtIHUDV FRPEXVWLEOHV R VDOLQDV ORV IRVIDWRV FDOL]RV OD EDULWLQD HVSDWR IO~RU \
ODVSLHGUDVSUHFLRVDV\DVHSUHVHQWHQHQILORQHV\DHQFDSDVRFXDOTXLHURWUDIRUPDGH
\DFLPLHQWRFRQWDOTXHH[LMDVXGLVIUXWHXQRUGHQDGRODERUHRELHQVHDpVWHVXSHUILFLDOR
VXEWHUUiQHR
$UW/DSURSLHGDGGHODVVXVWDQFLDVGHVLJQDGDVHQHODUWtFXORDQWHULRUFRUUHVSRQGHDO
(VWDGR\QDGLHSRGUiGLVSRQHUGHHOODVVLQFRQFHVLyQGHO*RELHUQRRWRUJDGDHQVXQRPEUHSRU
ORV*REHUQDGRUHVGHODVSURYLQFLDV
$UW/DVSURGXFFLRQHVPLQHUDOHVVLOtFHDV\FDOFiUHDVODVDUHQDVODVWLHUUDVDUFLOORVDV
PDJQHVLDQDV\IHUUXJLQRVDVODVPDUJDV\ODVGHPiVVXVWDQFLDVGHHVWDFODVHTXHWHQJDQDSOL-
FDFLyQDODFRQVWUXFFLyQDODDJULFXOWXUDRDODVDUWHVFRQWLQXDUiQFRPRKDVWDDTXtVLHQGRGH
DSURYHFKDPLHQWRFRP~QFXDQGRVHKDOOHQHQWHUUHQRGHO(VWDGRRGHORVSXHEORV\GHH[SORWD-
FLyQSDUWLFXODUFXDQGRHOWHUUHQRVHDGHSURSLHGDGSULYDGD «
$UW7RGRHVSDxRORH[WUDQMHURSXHGHKDFHUOLEUHPHQWHODERUHVVRPHUDVSDUDGHVFXEULU
ORVPLQHUDOHVGHTXHWUDWDHODUWƒHQFXDOHVTXLHUDWHUUHQRVTXHQRHVWXYLHUHQGHGLFDGRVDO
FXOWLYR\DSHUWHQH]FDQDO(VWDGRRDORVSXHEORV\DVHDQGHSURSLHGDGSDUWLFXODU «
$UW7RGRLQGLYLGXRRFRPSDxtDSXHGHOLEUHPHQWHDGTXLULUSRUFRPSUDRSRURWURPH-
GLROHJDOFXDOTXLHUQ~PHURGHSHUWHQHQFLDVPLQHUDVDQWHVRGHVSXpVGHH[SHGLGRHOWtWXORGH
SURSLHGDG´
Texto consolidado de la Ley de Minas de 1859
tras las reformas de la Ley de 1868
162 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

7H[WRPicabea, M.: (OSUREOHPDQDFLRQDOKHFKRVFDXVDV\UHPHGLRV. Madrid, 1899 en García


Nieto, M. C. e Illán, E.: Historia de España, vol. 3. Crítica, Barcelona, 1988.

³8QVHWHQWDSRUFLHQWRGHHVSDxROHV  QRVDEHQOHHUQLHVFULELU\RWURVHWHQWDSRUFLHQWR


GHOWUHLQWDUHVWDQWHGHODLQVWUXFFLyQSULPDULDDOFDQ]DGDDSHQDVORJUDRWUREHQH¿FLR~WLOTXHORV
TXHQLQJXQDUHFLELHURQPDHVWURVLJQRUDQWHVFXDVLPHQGLJRVGHVSURYLVWRVGHWRGRSUHVWLJLRH
LQÀXHQFLDVRFLDOGHVFRQVLGHUDGRVSRUODSOHEH\PDOWUDWDGRVSRUORVFDFLFXHORVXQDPDVDGH
SREODFLyQLQIHULRUTXHSRUORTXHWRFDDVXFXOWXUDDSHQDVSXHGHVHUUHFWDPHQWHFDOL¿FDGDGH
SREODFLyQFLYLOL]DGD  ¢6HTXLHUHQPD\RUHVYHUJHQ]DV"<DPDQLIHVWyHQUHFLHQWHGHEDWHHV-
WDVFRVDVXQGLSXWDGRHQHO&RQJUHVRFyPRHOSUHVXSXHVWRGH,QVWUXFFLyQGHODFLXGDGGH3DUtV
VXSHUDEDDOGH(VSDxDHQWHUDHQWRGDVVXVHQVHxDQ]DV<QDGLHVHDVXVWy3HURELHQ¢WHQGUi
QDGLHGHUHFKRWDPSRFRDDVXVWDUVHDKRUDGHTXHKD\DQJDVWDGRHQWUHVDxRVGH
UHDOHVSDUDGHVKDFHUQRVHQXQDJXHUUDGHORFRV"
³&RPRFRQFOXVLyQ¿QDOSXHGHFLHUWDPHQWHD¿UPDUVHTXHHQODVRFLHGDGHVSDxRODTXH-
GDQPX\SRFRVKRPEUHVFDSDFHVGHGHVHPSHxDUKiELOPHQWHORVDOWRVPHQHVWHUHV\HOHYDGDV
IXQFLRQHV SURSLDV GH OD FLYLOL]DFLyQ PRGHUQD HQ ODV DUWHV SROtWLFDV FLHQWt¿FDV WpFQLFDV \
HFRQyPLFDV  ´

7H[WR Ausencia de inversiones estatales en la industria

³(VSDxD TXH VyOR FRQVXPH WUHV PLOORQHV GH TXLQWDOHV GH KLHUUR UHFLEH GHO H[WUDQMHUR
1XHVWUDVIiEULFDVDODKRUDSUHVHQWHKDEUtDQSRGLGRSURGXFLUOREDVWDQWHSDUDDEDV-
WHFHUHOPHUFDGRSHURORKDLPSHGLGRHOHVWtPXORTXHKDFUHtGRGHEHUGDUVHDODVHPSUHVDVGH
IHUURFDUULOHVTXHWLHQHQHOSULYLOHJLRGHLPSRUWDUOLEUHGHGHUHFKRVWRGRHOKLHUURTXHQHFHVLWHQ
¢&yPRVHKDQGHKDFHUSHGLGRVGHUDtODQXHVWUDVIiEULFDV"/DLQGXVWULDQDFLRQDOIHUUHUDKDYLV-
WRUHGXFLGRSRUHVDIUDQTXLFLDDODWHUFHUDSDUWHGHOFRQVXPRVXPHUFDGR\QRKDSRGLGRWHQHU
HOGHVHQYROYLPLHQWRDOTXHHVWDEDOODPDGD/RTXHGHEtDVHUPRWLYRGHSURVSHULGDG\JDUDQWtD
GHYLGDKDVLGRFDXVDGHGHFDGHQFLD\SHOLJURGHPXHUWH´
Observaciones realizadas por productores nacionales
de hierro sobre la reforma de los aranceles (1862)
PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 163

0DSD Red de ferrocarriles españoles en el siglo XIX

Elaboración propia. Datos obtenidos de historiacontemporanea.es


164 UNIDAD 8 PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX

*Ui¿FD Estructura social española

Composición de la sociedad Composición de la sociedad


española hacia 1860 (en %) activa hacia 1860 (en %)
Clases medias Burguesía alta Obreros 2,6 %
10 % 5,1 %

Clases
Nobleza medias
y clero 14,6 %
16 %
Clases bajas
71,5 % Campesinos
y pequeños propietarios
77,7 %

Elaboración propia. Datos obtenidos de Kalipedia

,PDJHQ Ensanche de Barcelona (Plan Cerdá)


PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX UNIDAD 8 165

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Å WDQWRSRUPLO . Símbolo matemático em- das caracterizado por bajas tasas de natalidad
pleado en el cálculo de una tasa calculada por y mortalidad, que dan como resultado un cre-
mil. Las tasas expresadas en tantos por mil son cimiento escaso de la población. El proceso
especialmente frecuentes en demografía (nata- GHWUDQVLFLyQGHOPRGHORGHPRJUi¿FRGHO$Q-
lidad, mortalidad, etc.), pues de expresarse en tiguo Régimen al moderno se caracteriza por
tantos por cien (%) saldrían cifras muy bajas. un crecimiento espectacular de la población,
provocado por el mantenimiento de una ele-
&LXGDGOLQHDO. Modelo urbanístico surgido en
vada tasa de natalidad (propia de sociedades
Gran Bretaña en el siglo XIX. Consiste en una
rurales) junto a un descenso brusco de la tasa
avenida proyectada para unir dos núcleos de
de mortalidad (propia de sociedades industria-
población situados en la periferia de una gran
lizadas).
ciudad. De la avenida parten pequeñas calles
SHUSHQGLFXODUHV ÀDQTXHDGDV SRU YLYLHQGDV 0RUWDOLGDGLQIDQWLO. Mortalidad que tiene lu-
unifamiliares dotadas de jardines a modo de gar en el primer año de vida.
huertos.
2UWRJRQDO. Dicho de un plano urbano, aquel
&UHFLPLHQWR QDWXUDO. Aumento de la pobla- cuyas calles presentan una disposición en cua-
ción debido exclusivamente a la diferencia
drícula, generalmente atravesado por una gran
positiva entre nacimientos y defunciones (no
avenida diagonal.
incluye, por tanto, incrementos debidos a mo-
vimientos migratorios). 3URWHFFLRQLVPR7HRUtDTXHGH¿HQGHODLQWHU-
vención del Estado en la economía mediante
/LEUHFDPELVPR. Teoría económica asociada
la salvaguarda de los intereses económicos de
al liberalismo político que aboga por la elimi-
los productores nacionales a través de medi-
nación de los obstáculos comerciales (arance-
das como la prohibición o limitación de las
les, cuotas, etc.) y la ausencia de intervención
importaciones, el establecimiento de merca-
del Estado en la economía.
dos monopolísticos para la producción patria
0RGHORGHPRJUi¿FRPRGHUQR. Sistema de- o la imposición de altos aranceles a los bienes
PRJUi¿FRSURSLRGHVRFLHGDGHVLQGXVWULDOL]D- extranjeros.
UNIDAD 9

LA CRISIS DEL SISTEMA


DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA
DE LA MONARQUÍA (1902-1931)
168 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS

1. ALFONSO XIII Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO


DE LA RESTAURACIÓN: LOS PARTIDOS DINÁSTICOS.
LAS FUERZAS POLÍTICAS DE OPOSICIÓN: REPUBLICANOS,
NACIONALISTAS, SOCIALISTAS Y ANARCOSINDICALISTAS
1.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema político de la Restauración:
los partidos dinásticos
— Deterioro del sistema de la Restauración: crisis de los partidos dinásticos.
Frecuentes cambios de Gobierno. Intromisiones del Ejército.
'HVDVWUHVPLOLWDUHV)UDFDVRGHOUHJHQHUDFLRQLVPR&RQÀLFWLYLGDGVRFLDO
— 0DXUD\ODUHYROXFLyQGHVGHDUULED
— Semana Trágica de Barcelona (1909)
— El Gobierno liberal de Canalejas y su programa regeneracionista
— Asesinato de Canalejas
1.2. Las fuerzas políticas de oposición al sistema: republicanos, nacionalistas,
socialistas y anarquistas
— Incapacidad de integración en el sistema
— El republicanismo. Fundación del Partido Radical.
Formación de la conjunción republicano-socialista
— El nacionalismo catalán. La hegemonía de la Lliga Regionalista
— (OQDFLRQDOLVPRYDVFR)XQGDFLyQGHO3DUWLGR1DFLRQDOLVWD9DVFR
— 6RFLDOLVPRHYROXFLyQGHO362(\QDFLPLHQWRGHO3&( 
— Anarquismo: acción directa y anarcosindicalismo
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 169

2. LA INTERVENCIÓN EN MARRUECOS. REPERCUSIONES


DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL EN ESPAÑA.
LA CRISIS DE 1917 Y EL TRIENIO BOLCHEVIQUE
2.1. La intervención en Marruecos
— Conferencia Internacional de Algeciras
— Guerra de Melilla (1909)
—)RUPDFLyQGHOSURWHFWRUDGR 
—*XHUUDGH0DUUXHFRV(OGHVDVWUHGH$QQXDO  
El Expediente Picasso
— )LQGHODJXHUUD'HVHPEDUFRGH$OKXFHPDV 
2.2. Repercusiones de la Primera Guerra Mundial en España
— La neutralidad española
— Impacto económico y social
2.3. La crisis de 1917 y el Trienio Bolchevique
— Decadencia de los partidos dinásticos
— Crisis de 1917: las Juntas de Defensa
— Crisis de 1917: la Asamblea de Parlamentarios
— Crisis de 1917: la huelga general
— $XPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDGVRFLDO$SUREDFLyQGHOH\HVVRFLDOHV
— (O7ULHQLR%ROFKHYLTXH  (OFDPSRDQGDOX]
El pistolerismo catalán
— *ROSHGH(VWDGRGH3ULPRGH5LYHUD VHSWLHPEUHGH

3. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA.


EL FINAL DEL REINADO DE ALFONSO XIII
3.1. La dictadura de Primo de Rivera
—(O'LUHFWRULR0LOLWDU 
—/LTXLGDFLyQGHOUpJLPHQOLEHUDO VXSUHVLyQGHOD&RQVWLWXFLyQGH
\FHQWUDOL]DFLyQ 
170 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

— Restauración del orden público


—3DFL¿FDFLyQGH0DUUXHFRV
—(O'LUHFWRULR&LYLO 
—3D]VRFLDOFRUSRUDWLYLVPRVRFLDO 2&1 \FRODERUDFLyQGHOD8*7
— Mejora de la economía y aumento de la deuda pública
—)UDFDVRGHODLQVWLWXFLRQDOL]DFLyQGHOUpJLPHQ
3.2./DFULVLVGHODGLFWDGXUD\HO¿QDOGHOUHLQDGRGH$OIRQVR;,,,
— La crisis de la dictadura y el aumento de la oposición
—'LPLVLyQGH3ULPRGH5LYHUD HQHURGH
— La dictablanda de Berenguer
— El Pacto de San Sebastián. Fracaso de la insurrección de Jaca
GLFLHPEUHGH
—3UHVLGHQFLDGH$]QDU\DXPHQWRGHODRSRVLFLyQ
—/DVHOHFFLRQHVPXQLFLSDOHVGH3URFODPDFLyQGHOD6HJXQGD
5HS~EOLFD GHDEULOGH

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 171

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. ALFONSO XIII Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO


DE LA RESTAURACIÓN: LOS PARTIDOS DINÁSTICOS.
LAS FUERZAS POLÍTICAS DE OPOSICIÓN: REPUBLICANOS,
NACIONALISTAS, SOCIALISTAS Y ANARCOSINDICALISTAS

1.1. Alfonso XIII y la crisis del sistema político de la Restauración:


los partidos dinásticos

Los problemas de la Restauración


'HVGH DGHODQWDPLHQWRGHODPD\RUtDGHHGDGGH$OIRQVR;,,, KDVWD
 GLFWDGXUDGH3ULPRGH5LYHUD OD5HVWDXUDFLyQYLYLyXQDVLWXDFLyQGHSHU-
PDQHQWHGHWHULRURGHELGRDYDULRVIDFWRUHV
— Crisis de los partidos dinásticosGLYLGLGRV\VLQOtGHUHVLQGLVFXWLEOHVWUDVOD
PXHUWHGH&iQRYDV\6DJDVWD)LQDOPHQWHVHLPSXVLHURQ$QWRQLR0DXUD\(GXDU-
GR'DWRHQHO3DUWLGR&RQVHUYDGRU\&DQDOHMDV\5RPDQRQHVHQHO3DUWLGR/LEHUDO
— Frecuentes cambios de GobiernoDJUDYDGRVSRUHOLQWHUYHQFLRQLVPRGH
$OIRQVR;,,,HQODYLGDSROtWLFDTXHSURYRFDURQXQDVLWXDFLyQGHSHUPDQHQWH
LQHVWDELOLGDG WUHLQWD\GRV*RELHUQRVHQYHLQWL~QDxRV 
— Intromisión del Ejército en asuntos políticos [Imagen 1]: Ley* de Ju-
risdicciones  [Texto 1]-XQWDVGH'HIHQVD  \¿QDOPHQWHHOJROSHGH
(VWDGRGH3ULPRGH5LYHUD  TXHSXVR¿QDOD5HVWDXUDFLyQ
— Fracaso de los proyectos regeneracionistasWDQWRFRQVHUYDGRUHV 0DX-
ra) como liberales (Canalejas).
— )XHUWHFRQÀLFWLYLGDGSROtWLFD\VRFLDO por la falta de integración en el sistema
GHODVIXHU]DVGHRSRVLFLyQ UHSXEOLFDQLVPRQDFLRQDOLVPRSHULIpULFRREUHULVPR 
— Desastres militaresHQODJXHUUDGH0DUUXHFRV \ 
— Regeneracionismo0RYLPLHQWRLQWHOHFWXDO -RDTXtQ&RVWD \SROtWLFRGH
FDUiFWHUWUDQVYHUVDO FRQVHUYDGRUHVOLEHUDOHVUHSXEOLFDQRV 
172 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

Las reformas del Partido Conservador: Antonio Maura y la revolución


desde arriba
'HVGHSULQFLSLRVGHVLJORORVSDUWLGRVGLQiVWLFRVFRQVFLHQWHVGHODFULVLVGHO
VLVWHPDVHSURSXVLHURQUHIRUPDUHOUpJLPHQFDQRYLVWDVLELHQPDQWHQLHQGRHOWXU-
nismo. MauraSURWDJRQL]yHOSULPHUSUR\HFWRUHJHQHUDFLRQLVWDla revolución des-
de arribaTXHEXVFDEDHYLWDUODUHYROXFLyQSRSXODUdesde abajo mediante medidas
GHGLYHUVRFDUiFWHU
— SocialesDSUREDFLyQGHOD/H\GHO'HVFDQVR'RPLQLFDOFUHDFLyQGHO,QV-
tituto*1DFLRQDOGH3UHYLVLyQ\UHFRQRFLPLHQWRGHOGHUHFKRGHKXHOJD>*Ui¿FR
FRPHQWDGR$SpQGLFH@.
— Políticas: aprobación de la Ley Electoral (que pretendía acabar con el ca-
FLTXLVPRUHWLUDQGRHOFRQWUROHOHFWRUDODORV$\XQWDPLHQWRVHLPSRQLHQGRHOYRWR
obligatorio) y de la Ley de Administración Local (que buscaba facilitar acuerdos
con el nacionalismo moderado concediendo más autonomía a Ayuntamientos y
'LSXWDFLRQHVSURYLQFLDOHV 

La Semana Trágica de Barcelona: julio, 1909


El proyecto regeneracionista de Maura fracasó por el estallido de la Semana
Trágica de Barcelona  (VWDUHYXHOWDVHGHVHQFDGHQySRUHOHQYtRD0D-
UUXHFRVGHUHVHUYLVWDV*SDUDKDFHUIUHQWHDODVKRVWLOLGDGHVLQGtJHQDV3DUDHYLWDUVX
HPEDUTXHORVVLQGLFDWRVFRQYRFDURQHQ%DUFHORQDXQDKXHOJDJHQHUDO[Texto co-
mentado] TXHGHVHPERFyHQXQDUHYXHOWDDQWLPLOLWDU\DQWLFOHULFDO TXHPDGHFRQ-
YHQWRV 0DXUDVRIRFyPLOLWDUPHQWHODUHEHOLyQ\DPSDUyXQDGXUtVLPDUHSUHVLyQ
(fusilamiento de anarquistas y del pedagogo libertario Ferrer i Guardia) que moti-
YyIXHUWHVFUtWLFDVGHORVOLEHUDOHV\XQDLQWHQVDSURWHVWDLQWHUQDFLRQDO/D6HPDQD
7UiJLFDWXYRGRVLPSRUWDQWHVconsecuenciasODGLPLVLyQGH0DXUD IRU]DGRSRU
HOUH\ \ODUHRUJDQL]DFLyQGHOPRYLPLHQWRREUHUR IXQGDFLyQGHOD&RQIHGHUDFLyQ
1DFLRQDOGHO7UDEDMR±&17±\IRUPDFLyQGHODFRQMXQFLyQUHSXEOLFDQRVRFLDOLVWD 

El proyecto del Partido Liberal: el regeneracionismo de Canalejas


(OFHVHGH0DXUDHOHYyDOOLEHUDOCanalejas a la presidencia. Su programa re-
generacionistaEXVFySURIXQGL]DUHOSUR\HFWRUHIRUPLVWDGHVXDQWHFHVRULQWHJUDQ-
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 173

GRDOFDWDODQLVPR\DOPRYLPLHQWRREUHURHQHOVLVWHPD\UHGXFLHQGRODLQÀXHQFLD
GHOD,JOHVLDSDUDHYLWDUODYLROHQFLDDQWLFOHULFDO6XVSULQFLSDOHVPHGLGDVIXHURQ
— Descentralización administrativa: proyecto de creación de la Mancomu-
nidad de Cataluña (aprobado por Eduardo Dato tras el asesinato de Canalejas).
— Supresión del impuesto de consumosSULQFLSDOJUDYDPHQVREUHODVFOD-
ses populares.
— Reforma del Ejército: aprobación del reclutamiento obligatorio (supri-
PLHQGR D ORV VXVWLWXWRV \ OD UHGHQFLyQ GH TXLQWDV  DXQTXH VH PDQWXYR D ORV
soldados* GH FXRWD$GHPiV SDUD UHGXFLU HO HQYtR GH VROGDGRV GH UHHPSOD]R
españoles a Marruecos se crearon los Regulares*\HQOD/HJLyQ*.
— Prohibición a la instalación de nuevas órdenes religiosas en España
VLQDXWRUL]DFLyQH[SUHVDGHO*RELHUQR /H\GHO&DQGDGR \UHVWDEOHFLPLHQWRGHO
PDWULPRQLRFLYLO

El asesinato de Canalejas  SRUXQDQDUTXLVWDIUXVWUyHOp[LWRGHVXV


medidas regeneracionistas.

1.2. Las fuerzas políticas de oposición al sistema: republicanos, nacionalistas,


socialistas y anarquistas

/DLQFDSDFLGDGGHORVGLIHUHQWHV*RELHUQRVSDUDLQWHJUDUDQDFLRQDOLVWDVUH-
publicanos y obreristas en el sistema político de la Restauración aceleró el pro-
ceso de descomposición del régimen (crisis de 1909 y 1917).

El republicanismo
(OSURJUDPDUHSXEOLFDQREDVDGRHQHOODLFLVPRODDPSOLDFLyQGHORVGHUH-
FKRV\ODUHIRUPDVRFLDOWXYRJUDQLQÀXHQFLDGHVGHHOSULQFLSLRHQWUHVHFWRUHV
LOXVWUDGRVGHODFODVHPHGLD\WUDEDMDGRUHVFXDOL¿FDGRV6LQHPEDUJRVXSHVR
SROtWLFR IXH SHTXHxR SRU OD WUDGLFLRQDO GLYLVLyQ HQWUH XQLWDULRV \ IHGHUDOLVWDV
El partido republicano más importante del periodo fue el Partido Republicano
RadicalIXQGDGRSRU$OHMDQGUR/HUURX[(QVXVRUtJHQHVIXHXQSDUWLGRSRSX-
174 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

OLVWD DQWLFOHULFDO \ DQWLFDWDODQLVWD >7H[WR @ TXH HYROXFLRQy KDFLD SRVLFLRQHV


PRGHUDGDVWUDVVHUDFXVDGRGHSURPRYHUODTXHPDGHLJOHVLDVGXUDQWHOD6HPDQD
Trágica de Barcelona de 1909.

El nacionalismo periférico
Los nacionalismos periféricos adquirieron mayor protagonismo político y apo-
\RVRFLDOWUDVHOGHVDVWUHGHOTXHUHÀHMyODGHELOLGDGGHOQDFLRQDOLVPRHVSDxRO
En 1901 los diferentes grupos catalanistas se unieron en la Lliga Regionalis-
taSDUWLGROLEHUDOFRQVHUYDGRUDXWRQRPLVWDTXHKHJHPRQL]yHOFDWDODQLVPRKDVWD
ODIXQGDFLyQHQGHEsquerra Republicana de Catalunya. La LligaOLGHUDGD
SULPHURSRU3UDWGHOD5LED\SRVWHULRUPHQWHSRU)UDQFHVF&DPEyUHLYLQGLFyHO
DXWRJRELHUQRODGHIHQVDGHODOHQJXDFDWDODQD\HODXPHQWRGHODLQÀXHQFLDGH
Cataluña en la política nacional. Tanto la LligaFRPRHOFDWDODQLVPRVRFLDOWXYLH-
URQXQFUHFLPLHQWRHVSHFWDFXODUDSDUWLUGHDOFDSLWDOL]DUODSURWHVWDFLYLOTXH
VLJXLyDODVDOWRPLOLWDUDODUHYLVWD¡Cu-Cut! y la posterior Ley de Jurisdicciones.
El nacionalismo vascoPiVGpELOTXHHOFDWDOiQVLJXLyOLGHUDGRSRUHOPar-
tido Nacionalista Vasco7UDVODPXHUWHGHVXIXQGDGRU6DELQR$UDQDHQ
HO319HYROXFLRQyGHOLQGHSHQGHQWLVPRDQWLOLEHUDOKDFLDHODXWRQRPLVPRHQ-
VDQFKDQGRDVtVXDSR\RVRFLDO\WHUULWRULDO KDVWDHQWRQFHVOLPLWDGRD9L]FD\D 
(QFRQVLJXLyVXSULPHUHVFDxR\HQFUHyHOVLQGLFDWRQDFLRQDOLVWD
6ROLGDULGDGGH7UDEDMDGRUHV9DVFRV (/$679 

El regionalismo gallego (Liga Galega \HODQGDOXFLVPR %ODV,QIDQWH WXYLH-


ron escaso peso político.

El movimiento obrero
(OREUHULVPRHVSDxROHVWXYRIXHUWHPHQWHGLYLGRHQWUHVRFLDOLVWDV\DQDUTXLV-
WDVHQIUHQWDGRVSRUOLGHUDUHOPRYLPLHQWR6RORXQLHURQVXVIXHU]DVHQFRQWDGDV
RFDVLRQHVFRPRHQODKXHOJDJHQHUDOGH
El socialismo
/DLPSODQWDFLyQVRFLDOLVWD 362( HUDHVFDVDH[FHSWRHQ0DGULG$VWXULDV\
9L]FD\DGHELGRDODIXHU]DGHODQDUTXLVPR\VXUDGLFDOLVPRTXHORDOHMDEDGH
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 175

ODFODVHPHGLD7UDVOD6HPDQD7UiJLFDHO362(SURPRYLyXQDDOLDQ]DHOHFWRUDO
FRQ ORV UHSXEOLFDQRV OD FRQMXQFLyQ UHSXEOLFDQRVRFLDOLVWD  FRQ OD TXH ORJUD-
ría su primer diputado (Pablo Iglesias). Desde entonces su peso político fue en
DXPHQWR (O IUDFDVR GH OD KXHOJD GH  OOHYy DO 362( D HYROXFLRQDU KDFLD
SRVLFLRQHVUHIRUPLVWDV(QVHSURGXMRODHVFLVLyQGHXQVHFWRUPLQRULWDULR
que fundó el Partido Comunista de España 3&( GHHVFDVRDUUDLJRKDVWDOD
*XHUUD&LYLO
El anarquismo
(OPRYLPLHQWROLEHUWDULRFRQWyFRQJUDQIXHU]DHQ&DWDOXxD\$QGDOXFtDSHVH
DVXGLYLVLyQHQGRVIDFFLRQHV
— Grupos de acción directaPDQWXYLHURQODHVWUDWHJLDGHODYLROHQFLDFRQ-
WUDODVpOLWHVSROtWLFDV DWHQWDGRFRQWUD$OIRQVR;,,,DVHVLQDWRVGH&DQDOHMDV\
Dato).
— AnarcosindicalismoWUDVODGLVROXFLyQGHOD)75(VHUHRUJDQL]yHQVLQ-
GLFDWRVUHJLRQDOHV FRPRODEDUFHORQHVD6ROLGDULGDG2EUHUD KDVWDTXHHQ
VHIXQGyOD&17VLQGLFDWRTXHSURQWRVHDO]yFRQHOOLGHUD]JRGHOPRYLPLHQWR
obrero español. El anarcosindicalismo fue duramente perseguido por su partici-
SDFLyQHQODKXHOJDJHQHUDOGH\GH\GXUDQWHHOSHUtRGRGHFRQÀLF-
WLYLGDGTXHVLJXLyDODFULVLVGHOWDQWRHQ%DUFHORQD SLVWROHULVPR*) como en
$QGDOXFtD 7ULHQLR%ROFKHYLTXH 

2. LA INTERVENCIÓN EN MARRUECOS. REPERCUSIONES


DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL EN ESPAÑA.
LA CRISIS DE 1917 Y EL TRIENIO BOLCHEVIQUE

2.1. La intervención en Marruecos

/DVSRWHQFLDVHXURSHDVUHXQLGDVHQHQODConferencia* Internacional
de Algeciras DFRUGDURQGLYLGLU0DUUXHFRVHQGRViUHDVGHLQÀXHQFLDODHVSDxROD
DOQRUWH 5LI \ODIUDQFHVDDOVXU(VSDxDSHUVHJXtDGRVREMHWLYRVFRQODFRORQL]D-
ción de Marruecos: asegurar la posesión de Ceuta y Melilla y recuperar el presti-
176 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

JLRGHOD&RURQD\HO(MpUFLWRWUDVHOGHVDVWUHGHO6LQHPEDUJRHO0DUUXHFRV
HVSDxROFRQPHQRUULTXH]DTXHHOIUDQFpVLEDDGHVWDFDUSURQWRSRUODUHEHOGtD
GHVXVKDELWDQWHVRUJDQL]DGRVHQWULEXVOODPDGDVcabilas.
/DSULPHUDLQVXUUHFFLyQFRQRFLGDFRPRguerra de MelillaVHSURGXMRHQ
1909 tras el ataque a las explotaciones mineras españolas y obligó al recluta-
PLHQWRGHUHVHUYLVWDVFDXVDSULQFLSDOGHOD6HPDQD7UiJLFDGH%DUFHORQD
(Q  HO VXOWiQ PDUURTXt DGPLWLy OD formación de un protectorado*
franco-español [Mapa 1] DQWHHOFDRVTXHYLYtDHOSDtV/DFUHDFLyQGHOSURWHF-
WRUDGRGHVHQFDGHQyXQDXPHQWRGHODUHVLVWHQFLDFRQWUDODSUHVHQFLDHVSDxROD
TXHPRVWUyODLQFDSDFLGDGGHO(MpUFLWRSDUDRFXSDUGHIRUPDHIHFWLYDODUHJLyQ
del Rif.
(QHOJHQHUDO6LOYHVWUHSODQL¿FyXQDRIHQVLYDDODTXHORVULIHxRVOLGH-
UDGRVSRU$EGHO.ULPUHVSRQGLHURQFRQXQDHPERVFDGDTXHRFDVLRQyPiVGH
WUHFHPLOPXHUWRV\ODSpUGLGDGHODPD\RUSDUWHGHODUHJLyQ/DGHUURWDFRQR-
cida como desastre de AnnualSURYRFyODLQGLJQDFLyQGHODRSLQLyQS~EOLFD\
la exigencia de responsabilidades de las Cortes al Ejército (Expediente Picasso
>7H[WR@ /DUHDFFLyQGHORVPLOLWDUHVIXHLQPHGLDWDDOHQWDQGRHOJROSHGH(V-
WDGRGHOJHQHUDO3ULPRGH5LYHUDTXHUHVWDEOHFLyHOFRQWUROHVSDxROGHO5LIWUDV
el desembarco de Alhucemas  

2.2. Repercusiones de la Primera Guerra Mundial en España

España se declaró neutralGXUDQWHOD3ULPHUD*XHUUD0XQGLDO  


HQVLQWRQtDFRQHODLVODFLRQLVPRDGRSWDGRGHVGH6LQHPEDUJRSDUWLGRV
LQWHOHFWXDOHV\RSLQLyQS~EOLFDVHGLYLGLHURQHQWUHJHUPDQy¿ORV FRQVHUYDGRUHV 
\DOLDGy¿ORV OLEHUDOHVHL]TXLHUGDV \VXVSRVLFLRQHVVHUHÀHMDURQHQGXURVHQ-
frentamientos en la prensa de la época.

3RURWURODGRla neutralidad impulsó la economía española: el aumento


GHODGHPDQGDGHORVSDtVHVEHOLJHUDQWHVIDYRUHFLyODVH[SRUWDFLRQHV\FRQHOOR
el desarrollo de la agricultura y de la producción industrial (sobre todo en Cata-
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 177

OXxD\3DtV9DVFR 3HURPLHQWUDVORVEHQH¿FLRVHPSUHVDULDOHVFUHFLHURQHVSHF-
WDFXODUPHQWHORVWUDEDMDGRUHVSHUGLHURQSRGHUDGTXLVLWLYRGHELGRDODLQÀDFLyQ
>*Ui¿FD@. El malestar socialIXHLQHYLWDEOH\DFHQWXyODFULVLVTXHYLYtDHOSDtV
en 1917.

2.3. La crisis de 1917 y el Trienio Bolchevique

La decadencia de los partidos dinásticos se acentuó tras el asesinato de


&DQDOHMDVSXHVQLFRQVHUYDGRUHV 'DWR QLOLEHUDOHV 5RPDQRQHV DFRPHWLH-
ron las reformas necesarias para frenar la descomposición del sistema. La si-
WXDFLyQ IXH HVSHFLDOPHQWH JUDYH HQ  FXDQGR VH GHVHQFDGHQy XQ triple
FRQÀLFWR que podría haber liquidado la Restauración de haber coincidido en
VXVREMHWLYRV
— Crisis militarHQR¿FLDOHVGHJUDGXDFLyQPHGLDFUHDURQODVJuntas
de DefensaDVRFLDFLRQHVFRUSRUDWLYDVSDUWLGDULDVGHODescala* cerrada que re-
FODPDEDQPHMRUDVVDODULDOHV\UHFKD]DEDQODSROtWLFDGHDVFHQVRVSRUPpULWRVGH
JXHUUDTXHEHQH¿FLDEDDORVPLOLWDUHVGHVWLQDGRVHQ0DUUXHFRV$QWHODSUHVLyQ
PLOLWDU$OIRQVR;,,,UHHPSOD]yDOSUHVLGHQWHGHO*RELHUQRGHO3DUWLGR/LEHUDO
*DUFtD3ULHWRSRUHOFRQVHUYDGRU(GXDUGR'DWR\DWHQGLyDODGHPDQGDGHPH-
MRUDVHFRQyPLFDV/DFULVLVHYLGHQFLyODLQWURPLVLyQGHOD&RURQDHQORV*RELHU-
QRVODFDSDFLGDGGHFRDFFLyQGHORVPLOLWDUHV\ODVGLVHQVLRQHVLQWHUQDVHQWUH
militares africanistas y peninsulares.
— Crisis políticaSDUDGHQXQFLDUHOWXUQLVPR&DPEyFRQYRFyHQ%DUFH-
lona una Asamblea de ParlamentariosTXHUHXQLyDQDFLRQDOLVWDVVRFLDOLV-
WDV\UHSXEOLFDQRVTXLHQHVSLGLHURQDO*RELHUQRXQDQXHYDFRQVWLWXFLyQTXH
HVWDEOHFLHVH XQ (VWDGR GHPRFUiWLFR \ GHVFHQWUDOL]DGR [Texto 4]. Aunque la
$VDPEOHDIXHGLVXHOWDSRURUGHQJXEHUQDWLYDVXRUJDQL]DFLyQUHÀHMDODFULVLV
del sistema.
— Crisis socialDQWHHOGHWHULRURGHODVFRQGLFLRQHVGHYLGDGHODFODVHREUH-
UDSRUOD3ULPHUD*XHUUD0XQGLDOOD8QLyQ*HQHUDOGH7UDEDMDGRUHV 8*7 \OD
&17FRQYRFDURQXQDhuelga generalUHYROXFLRQDULDTXHUHLYLQGLFDEDPHMRUDV
178 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

ODERUDOHV DXPHQWRGHVDODULRV \SROtWLFDV GHPRFUDWL]DFLyQ >7H[WR@. La huel-


JDIUDFDVySRUODLQWHUYHQFLyQGHO(MpUFLWR GHFODUDFLyQGHOHVWDGRGHJXHUUD \
desató una dura represión (setenta muertos y encarcelamiento de los principales
líderes sindicalistas).

$XQTXHOD5HVWDXUDFLyQVREUHYLYLyDODFULVLVGHHOGHWHULRURGHOVLV-
WHPDHUDHYLGHQWH\VHFRPSOLFyWRGDYtDPiVWDQWRSRUODFULVLVHFRQyPLFDTXH
VLJXLyDOD3ULPHUD*XHUUD0XQGLDOFRPRSRUODVH[SHFWDWLYDVUHYROXFLRQDULDV
FUHDGDVSRUOD5HYROXFLyQVRYLpWLFD/DFRQÀLFWLYLGDGFUHFLy\SDUDKDFHUIUHQWH
a esta situación excepcional se constituyeron Gobiernos de concentración en
ORVTXHSDUWLFLSDURQFRQVHUYDGRUHVOLEHUDOHV\ODLliga Regionalista (el propio
&DPEyIXHPLQLVWURHQGRVRFDVLRQHV $QWHHOWHPRUDXQDLQVXUUHFFLyQUHYROX-
FLRQDULD DXPHQWRGHODVLQGLFDFLyQ\GHODVKXHOJDV ORV*RELHUQRVGHOD5HV-
tauración aprobaron leyes de un importante contenido social (sistema público
GHSHQVLRQHV\MRUQDGDODERUDOGHRFKRKRUDVHQODLQGXVWULD 6LQHPEDUJRHVWDV
medidas no consiguieron impedir la confrontación.

Las mayores tensiones se produjeron durante el Trienio Bolchevique (1918-


1920) en el campo andaluz SURWDJRQL]DGDV SRU ODV OXFKDV GH ORV MRUQDOHURV
y en el sector industrial catalán (Q %DUFHORQD OD FRQÀLFWLYLGDG WHUPLQy HQ
YLROHQFLDFXDQGRSDWURQDO\*RELHUQRSDUDQHXWUDOL]DUHOLQWHQVRPRYLPLHQWR
KXHOJXtVWLFRGRPLQDGRSRUOD&17 KXHOJDGHla canadiense LPSXOVDURQODYLR-
OHQFLDDWUDYpVGHORVVLQGLFDWRV*DPDULOORVHOSLVWROHULVPR\OD/H\* de Fugas. A
ello los anarquistas respondieron con atentados. En estos años se sucedieron los
DVHVLQDWRVSULQFLSDOPHQWHGHREUHURV FRPRHOOtGHUDQDUTXLVWD6DOYDGRU6HJXt 
capataces y políticos (Eduardo Dato).

)LQDOPHQWHHOJHQHUDOPrimo de RiveraDSURYHFKyHOGHVFUpGLWRGHORVSDU-
WLGRV KXERRQFH*RELHUQRVHQFLQFRDxRV HOFOLPDGHLQHVWDELOLGDGVRFLDOHO
temor al auge del catalanismo y la indignación por los desastres militares en Ma-
UUXHFRV GHVDVWUHGH$QQXDO SDUDMXVWL¿FDUHOgolpe de Estado de septiembre de
TXHOLTXLGyGH¿QLWLYDPHQWHHOVLVWHPDSROtWLFRGHOD5HVWDXUDFLyQ
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 179

3. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA.


EL FINAL DEL REINADO DE ALFONSO XIII

3.1. La dictadura de Primo de Rivera

Contexto y apoyos
/D FULVLV GHOD5HVWDXUDFLyQ VH DFHOHUySRU YDULRVIDFWRUHVTXHH[SOLFDQHO
JROSHGH(VWDGRGH3ULPRGH5LYHUDHQVHSWLHPEUHGH
— Prolongada inestabilidad políticaIDOOLGRV*RELHUQRVGHFRQFHQWUDFLyQ
GLYLVLyQLQWHUQDGHORVSDUWLGRVHWF
— Auge del catalanismo y el republicanismoYLVWRFRQSUHRFXSDFLyQSRU
FRQVHUYDGRUHV\PLOLWDUHV
— &RQÀLFWLYLGDGVRFLDO KXHOJDVDWHQWDGRVSLVWROHULVPR DOHQWDGDSRUOD
FULVLVHFRQyPLFDWUDVOD3ULPHUD*XHUUD0XQGLDO\ODVH[SHFWDWLYDVJHQHUDGDV
SRUOD5HYROXFLyQVRYLpWLFD
— Reveses militares en MarruecosUHFKD]RDODJXHUUDGHDPSOLRVVHFWRUHV
de la sociedad y descontento dentro del Ejército por el Expediente Picasso.

(QVHSWLHPEUHGHHOFDSLWiQJHQHUDOGH&DWDOXxD3ULPRGH5LYHUDSHU-
SHWUyXQJROSHGH(VWDGRTXHMXVWL¿FyFRPRXQLQWHQWRUHJHQHUDFLRQLVWDGHVR-
lucionar los problemas del país mediante una dictadura temporal >7H[WR@. El
JROSHFRQWyFRQHODSR\RGHO(MpUFLWR\ODEXUJXHVtD HVSHFLDOPHQWHODFDWDODQD
GHVHRVDGHUHVWDXUDUHORUGHQDFXDOTXLHUSUHFLR DVtFRPRFRQODSDVLYLGDGGHO
*RELHUQR\ODVRUJDQL]DFLRQHVVRFLDOHV
)LQDOPHQWHHOGHVWLQRGH$OIRQVR;,,,TXHGyOLJDGRDOGHODGLFWDGXUDDOYD-
OLGDUHOJROSHGH(VWDGRHQFDUJDQGRD3ULPRGH5LYHUDODIRUPDFLyQGHXQQXHYR
Gobierno.

La dictadura se divide en dos etapasVHJ~QODFRPSRVLFLyQGHO(MHFXWLYR


VLHPSUHSUHVLGLGRSRU3ULPRGH5LYHUD
180 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

El Directorio Militar (1923-1925)


(O 'LUHFWRULR 0LOLWDU *RELHUQR FRPSXHVWR H[FOXVLYDPHQWH SRU PLOLWDUHV 
SXVR ¿Q DO VLVWHPDGHOD5HVWDXUDFLyQ6XVSULPHUDVPHGLGDVUHYHODURQ\DVX
DXWRULWDULVPR FLHUUH GHO 3DUODPHQWR VXVSHQVLyQ GH OD &RQVWLWXFLyQ GH 
FHQVXUDGHSUHQVDFHQWUDOL]DFLyQ HO*RELHUQRQRPEUyDORVDOFDOGHV \UHSUH-
VLyQGHOFDWDODQLVPR VXSUHVLyQGHOD0DQFRPXQLGDGSURKLELFLyQGHOXVRGHOD
EDQGHUD\OLPLWDFLyQGHOFDWDOiQDOiPELWRSULYDGR 

(QORVSULPHURVDxRV3ULPRGH5LYHUDFRQVLJXLyXQLPSRUWDQWHDSR\RVRFLDO
gracias a:
— El restablecimiento del orden público conseguido gracias a la ilegali-
]DFLyQGHODVRUJDQL]DFLRQHVDQDUTXLVWDV\ODSURKLELFLyQGHKXHOJDV\PDQLIHV-
taciones.
— La victoria en la guerra de Marruecos3ULPRGH5LYHUDDFHSWySHU-
manecer en Marruecos ante la presión del Ejército y la petición de Francia de
emprender acciones conjuntas contra el líder insurgente Abd el-Krim tras atacar
el protectorado francés. El triunfo militar del desembarco de Alhucemas (sep-
WLHPEUH SHUPLWLyODUHFXSHUDFLyQGHORVWHUULWRULRVSHUGLGRVHQHOdesastre
de Annual \ OD SDFL¿FDFLyQ GHO SURWHFWRUDGR 3RFR GHVSXpV 3ULPR GH 5LYHUD
HQFDUJy OD GHIHQVDGH0DUUXHFRV DOD/HJLyQ\ ORV 5HJXODUHVHYLWDQGRDVtHO
GHVJDVWHSROtWLFRGHHQYLDUWURSDVGHUHHPSOD]R

El Directorio Civil (1925-1930)


/RVp[LWRVOOHYDURQD3ULPRGH5LYHUDDLQWHQWDUSHUSHWXDUVHHQHOSRGHU3DUD
HOORFRQVWLWX\yXQQXHYR*RELHUQRIRUPDGRSRUFLYLOHV GHVWDFDQGR-RVp&DOYR
Sotelo como ministro de Hacienda).

(O'LUHFWRULR&LYLOSHUVLJXLyWUHVJUDQGHVREMHWLYRV
— La paz social OD GLFWDGXUD FUHy HQ  OD 2UJDQL]DFLyQ &RUSRUDWLYD
1DFLRQDO 2&1 LQVWLWXFLyQHQFDUJDGDGHUHVROYHUORVFRQÀLFWRVODERUDOHVPH-
diante comités paritarios de patronos y trabajadores. En estos comités participó
8*7KDVWD
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 181

— La prosperidad económicaODGLFWDGXUDLPSXVRXQDSROtWLFDLQWHUYHQ-
FLRQLVWD EDVDGD HQ HO SURWHFFLRQLVPR DUDQFHODULR ORV PRQRSROLRV HVWDWDOHV HQ
VHFWRUHVHVWUDWpJLFRV 7HOHIyQLFD&$036$ \ODFRQVWUXFFLyQGHLQIUDHVWUXFWX-
UDV HOHFWUL¿FDFLyQUXUDOFDUUHWHUDVSDQWDQRVUHJDGtRV 6LQHPEDUJRDXQTXH
OD HFRQRPtD SURVSHUy IDYRUHFLGD SRU OD FR\XQWXUD LQWHUQDFLRQDO ODV PHGLGDV
SURYRFDURQXQDXPHQWRGHODGHXGDS~EOLFDTXHREOLJyDGHYDOXDUODSHVHWDSDUD
IDYRUHFHUODVH[SRUWDFLRQHV
— La institucionalización del régimen3ULPRGH5LYHUDLQWHQWySHUSHWXDU
ODGLFWDGXUDDSR\iQGRVHHQXQQXHYRSDUWLGR8QLyQ3DWULyWLFD\XQQXHYRSDU-
ODPHQWROD$VDPEOHD1DFLRQDOTXHGHEtDHODERUDUXQDQXHYDFRQVWLWXFLyQ(O
UHVXOWDGRIXHXQIUDFDVRWRWDO\DTXH8QLyQ3DWULyWLFDQRFRQVLJXLyFRQYHUWLUVH
HQXQSDUWLGRGHPDVDVFDSD]GHDJOXWLQDUDWRGDODVRFLHGDG\OD$VDPEOHD1D-
FLRQDO&RQVXOWLYDTXHGyGHELOLWDGDSRUHOUHFKD]RGHO362(DSDUWLFLSDUHQHOOD

3.2./DFULVLVGHODGLFWDGXUD\HO¿QDOGHOUHLQDGRGH$OIRQVR;,,,

(ODXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDGDSDUWLUGHGHVHQFDGHQyHO¿QDOGHOD
dictadura:
— Aumento de la movilización obrera OD FULVLV HFRQyPLFD SURYRFy XQ
DXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDGVRFLDO8*7SXVR¿QDODFRODERUDFLyQLQVWLWXFLRQDO
FRQ HO UpJLPHQ \ HO DQDUTXLVPR UHFXSHUy IXHU]DV FRQ OD UHRUJDQL]DFLyQ GH OD
&17\ODIXQGDFLyQGHOD)HGHUDFLyQ$QDUTXLVWD,EpULFD )$, 
— Revuelta universitaria FDXVDGD SRU HO UHFKD]R HVWXGLDQWLO DO SUR\HFWR
GHKRPRORJDFLyQGHORVWtWXORVGHORVFROHJLRVXQLYHUVLWDULRVUHOLJLRVRV(VWXYR
OLGHUDGDSRUHOVLQGLFDWRXQLYHUVLWDULR)HGHUDFLyQ8QLYHUVLWDULD(VFRODU )8( 
— Reorganización del republicanismo: los diferentes partidos republica-
QRV IRUPDURQ OD$OLDQ]D 5HSXEOLFDQD TXH REWXYR HO DSR\R GH ORV SULQFLSDOHV
intelectuales de la época.
— Presión del catalanismo: descontento con la política centralista.
— División en el EjércitoODVXSUHVLyQGHODHVFDODFHUUDGDGLROXJDUDYD-
rias intentonas golpistas como la Sanjuanada.
182 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

$QWHODSpUGLGDGHDSR\RVGHOUpJLPHQ$OIRQVR;,,,IRU]yODdimisión de
Primo de Rivera HQHUR SDUDHYLWDUTXHODFULVLVGHODGLFWDGXUDDUUDVWUDUD
también a la monarquía.

7UDV OD GLPLVLyQ GH 3ULPR GH 5LYHUD HO UH\ QRPEUy SUHVLGHQWH DO JHQHUDO
Dámaso Berenguer (la dictablanda FRQODPLVLyQGHYROYHUDOVLVWHPDGHOD
Restauración [Texto 7]%HUHQJXHUIXHLQFDSD]GHUHFRQGXFLUXQDVLWXDFLyQFD-
UDFWHUL]DGDSRUHODXPHQWRGHODFRQÀLFWLYLGDGODERUDO\ODPRYLOL]DFLyQGHORV
QXHYRV SDUWLGRV UHSXEOLFDQRV OD L]TXLHUGLVWD$FFLyQ 5HSXEOLFDQD GH 0DQXHO
$]DxD\OD'HUHFKD/LEHUDO5HSXEOLFDQDGH1LFHWR$OFDOi=DPRUDDQWLJXRPL-
QLVWUR PRQiUTXLFR  \ GHO YLHMR 3DUWLGR 5HSXEOLFDQR 5DGLFDO GH /HUURX[ TXH
KDEtDHYROXFLRQDGRKDFLDSRVLFLRQHVFHQWULVWDV

(Q DJRVWR GH  UHSXEOLFDQRV \ FDWDODQLVWDV ¿UPDURQ HO Pacto de San
Sebastián >7H[WR@\IRUPDURQXQFRPLWpUHYROXFLRQDULRHQFDEH]DGRSRU$O-
FDOi=DPRUDSDUDHVWDEOHFHUXQDUHS~EOLFDGHPRFUiWLFD PiVWDUGHVHVXPyHO
362( 3DUDDFDEDUFRQODGLFWDGXUDDSRVWDEDQSRUXQSURQXQFLDPLHQWRVHFXQ-
GDGRSRUXQDKXHOJDJHQHUDO3HURWDQWRODVXEOHYDFLyQLQLFLDGDHQ-DFDHQGL-
FLHPEUHGHFRPRODKXHOJDIUDFDVDURQORVOtGHUHVPLOLWDUHVIXHURQIXVLOD-
dos (capitanes García y Galán) y los políticos encarcelados.

(QIHEUHUR$OIRQVR;,,,VXVWLWX\yD%HUHQJXHUSRUHODOPLUDQWHAznarTXH
FRQYRFy elecciones municipales SDUD DEULO GH  3HUR SDUD OD PRQDUTXtD
HUDWDUGHODVRFLHGDGLGHQWL¿FDEDGHPRFUDFLDFRQ5HS~EOLFDLQFOXLGRVWDQWRHO
LQÀX\HQWHPXQGRLQWHOHFWXDO 2UWHJD\*DVVHW0DUDxyQ\0DFKDGRFUHDURQOD
$JUXSDFLyQDO6HUYLFLRGHOD5HS~EOLFD[Texto 9]) como el catalanismo (Fran-
cesc Macià y Lluis Companys fundaron Esquerra Republicana).

(OWULXQIRHOHFWRUDOGHODFRDOLFLyQUHSXEOLFDQRVRFLDOLVWDSURYRFyODPDUFKD
DOH[LOLRGH$OIRQVR;,,,[Texto 10] y la proclamación de la Segunda Repúbli-
ca (14 de abril).
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 183

COMENTARIO DE TEXTO

Moción de la Asamblea Obrera de Tarrasa, Tarrasa, 21 de julio de 1909

“Considerando que la guerra es una consecuencia fatal del régimen de


producción capitalista.
“Considerando además, que, dado el sistema español de reclutamiento del
ejército, sólo los obreros hacen la guerra que los burgueses declaran.
“La asamblea protesta enérgicamente:
“1. Contra la acción del gobierno español en Marruecos.
“2. Contra los procedimientos de ciertas damas de la aristocracia, que
insultaron el dolor de los reservistas y de sus mujeres y de sus hijos, dándoles
medallas y escapularios, en vez de proporcionarles los medios de subsistencia
que les arrebatan con la marcha del jefe de la familia.
“3. Contra el envío a la guerra de ciudadanos útiles a la producción y, en
general, indiferentes al triunfo de la Cruz sobre la media Luna, cuando se podrían
formar regimientos de curas y de frailes que, además de estar directamente
interesados en el triunfo de la religión católica, no tienen familia, ni lugar, ni
son de utilidad alguna al país.
“4. Contra la actitud de los diputados republicanos que, ostentando el
mandato del pueblo, no han aprovechado la inmunidad parlamentaria para
ponerse al frente de las masas en su protesta contra la guerra.
“Y omete a la clase obrera a concentrar todas sus fuerzas, por si se hubiera
de declarar la huelga general y para obligar al gobierno a respetar los derechos
que tienen los marroquíes a conservar intacta la independencia de su patria”.
184 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

Pregunta 1.&ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
cretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió.

Tipo de texto. El texto es una fuente primaria de carácter circunstancial. Se trata


de una moción o proclama salida de una asamblea de obreros como reacción a
unos hechos determinados. Su contenido es político y social: es una crítica a
ODVDFFLRQHVGHOJRELHUQRSHURWDPELpQUHÀHMDODWHQVDVLWXDFLyQGHODVFODVHV
REUHUDVGHODpSRFD(ODXWRUGHOWH[WRHVFROHFWLYRORVVLQGLFDWRVFDWDODQHVDJUX-
SDGRVHQ6ROLGDULGDG2EUHUD

Circunstancias en las que fue escrito. El año 1909 es un punto álgido en el con-
ÀLFWRFRORQLDOGH0DUUXHFRV$QWHORVFRQWLQXRVDWDTXHVGHORVULIHxRV$QWRQLR
0DXUDGHFUHWDHQMXOLRODPRYLOL]DFLyQGHWURSDVIRUPDGDVHQVXPD\RUSDUWHSRU
UHVHUYLVWDVGHODVTXLQWDV0XFKRVGHHOORVHUDQFDVDGRV\FRQKLMRVORTXHSURYR-
FyGLVWXUELRVHQ0DGULG\HQ%DUFHORQDGRQGHVHGHVDUUROOyOD6HPDQD7UiJLFD

Destinatarios. /RVGHVWLQDWDULRVVRQYDULRV8QRS~EOLFRHLQVWLWXFLRQDOHO*R-
ELHUQRGH(VSDxDRWURS~EOLFR\FROHFWLYRORVGLSXWDGRVUHSXEOLFDQRVRWURV
FROHFWLYRV\SULYDGRVODVGDPDVGHODDULVWRFUDFLD\ODFODVHREUHUD

Propósito. (OSURSyVLWRHUDPRYLOL]DUDODFODVHREUHUDHQFRQWUDGHODJHVWLyQGHO
*RELHUQRHQODJXHUUDGH0DUUXHFRVSULQFLSDOPHQWHSDUDSRQHU¿QDODPRYLOL]DFLyQ
GHORVUHVHUYLVWDV6HFRQVLJXLyXQDPRYLOL]DFLyQLPSRUWDQWHSULPHURHQIRUPDGH
KXHOJDFRLQFLGLHQGRFRQHOHPEDUTXHGHWURSDVHQ%DUFHORQD\¿QDOPHQWHFRQHSLVR-
GLRVYLROHQWRV7XYLHURQXQSURWDJRQLVPRLPSRUWDQWHORVDQDUTXLVWDVORVOHUURX[LV-
WDV\OD8*7TXHDXQTXHPLQRULWDULDHQ&DWDOXxDVHVXPyDODKXHOJD(O*RELHUQR
KL]RLQWHUYHQLUDOHMpUFLWRTXHFRQWUROyODVLWXDFLyQDSULQFLSLRVGHDJRVWR+XERXQD
JUDQUHSUHVLyQSHURODROHDGDGHSURWHVWDVVHPDQWXYR$GHPiVHQ0DUUXHFRVHO
ejército español fue derrotado en el Barranco del Lobo. El gobierno de Maura cayó.
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 185

Pregunta 2. Indique y explique las ideas que aparecen en el texto y resuma


su contenido.

Resumen. (OWH[WRJLUDHQWRUQRDODRSRVLFLyQDODLQWHUYHQFLyQFRORQLDOHQ0D-
UUXHFRV\HOOODPDPLHQWRDXQDKXHOJDJHQHUDOSDUDSDUDOL]DUHVDLQWHUYHQFLyQ

Ideas del texto. 6HH[SRQHQHQIRUPDGHFRQVLGHUDFLRQHVJHQHUDOHVSUHYLDV\GH


PRWLYRVGHSURWHVWD
(QODVSULPHUDVOtQHDVVHUHFKD]DHOFRORQLDOLVPRUHFKD]RFRPSDUWLGRSRUWRGR
HOPRYLPLHQWRREUHURHXURSHRFRQWHPSRUiQHR6HFULWLFDHOVLVWHPDGHTXLQWDV
sistema de reclutamiento en el que se permitía una redención en metálico; el resul-
WDGRHUDTXHHOHMpUFLWRVHQXWUtDGHORVMyYHQHVTXHQRSRGtDQSDJDUWDOUHGHQFLyQ
(QHOSXQWRVHUHÀHMDODLQGLJQDFLyQSURGXFLGDSRUODPRYLOL]DFLyQGHUH-
VHUYLVWDV ©PDUFKDGHOMHIHGHODIDPLOLDª HVGHFLUWUDEDMDGRUHVTXH\DKDEtDQ
FXPSOLGRHOVHUYLFLRPLOLWDUFDVDGRV\FRQKLMRV(OUHSDUWRHQHOSXHUWRGHDPX-
letos religiosos por parte de damas ricas había desatado la ira de sus mujeres.
(OSXQWRUHÀHMDHODQWLFOHULFDOLVPRPX\H[WHQGLGRHQWUHODVFODVHVPHGLDV
XUEDQDVTXHHVWDEDQHPSH]DQGRDGHVDUUROODUVH\HQWUHORVREUHURV(ODQWLFOHUL-
FDOLVPRVHIXQGDEDHQODYLVLyQTXHVHWHQtDGHOD,JOHVLDFRPRSDUWHGHODROLJDU-
TXtDGLULJHQWH\HVWDEDDOHQWDGRSRU$OHMDQGUR/HUURX[OtGHUGHO3DUWLGR5DGLFDO
(QHOSXQWRVHDOXGHDOGLVWDQFLDPLHQWRGHJUDQSDUWHGHOPRYLPLHQWRREUH-
ro respecto a los partidos republicanos clásicos.
La proclama termina haciendo un llamamiento conjunto a una inminente
KXHOJDJHQHUDOHQFRQWUDGHODLQWHUYHQFLyQFRORQLDOKXHOJDTXHIXHXQIUDFDVR
FRPRWDOSHURTXHIXHHOGHWRQDQWHGHLPSRUWDQWHVFDPELRVHOLQLFLRGHOGHVPR-
ronamiento del turno\XQDUHRUJDQL]DFLyQGHQWURGHOPRYLPLHQWRREUHUR(QODV
elecciones de 1910 una conjunción republicano-socialista consiguió un escaño
que ocupó Pablo Iglesias. También en 1910 se creó la &17VLQGLFDWRDQDUTXLVWD
GHLPSODQWDFLyQQDFLRQDOTXHVHKL]RIXHUWHHQ$QGDOXFtD\&DWDOXxD
6HSXHGHFRQFOXLUTXHHOWH[WRLOXVWUDORVSUREOHPDV JXHUUDGH0DUUXHFRVLQVX-
¿FLHQFLDGHODSROtWLFDUHIRUPLVWD \WHQVLRQHV PDODVLWXDFLyQGHODVFODVHVWUDEDMDGR-
UDVVLVWHPDVRFLDOLQMXVWRFRQÀLFWLYLGDG GHORVLQLFLRVGHOUHLQDGRGH$OIRQVR;,,,
186 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


Texto 1./H\GH-XULVGLFFLRQHVGHPDU]RGH

“Artículo 3.- Los que de palabra o por escrito, por medio de la imprenta, el grabado u
otro medio mecánico de publicación, en estampas, alegorías, caricaturas, emblemas o alu-
siones injurien u ofendan clara o encubiertamente al Ejército o a la Armada, a instituciones,
armas, clases o cuerpos determinados del mismo, serán castigados con la pena de prisión
correccional.
³$UWtFXOR'HODVFDXVDVDTXHVHUH¿HUHHODUWtFXORFRQRFHUiQORVWULEXQDOHVGHOIXHUR
de Guerra y Marina”.

Texto 2./HUURX[$OHMDQGUR/D5HEHOGtDGHVHSWLHPEUHGH

“Jóvenes bárbaros de hoy, entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este


país sin ventura, destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y
elevadlas a la categoría de madres para virilizar la especie, penetrad en los registros de la pro-
SLHGDG\KDFHGKRJXHUDVFRQVXVSDSHOHVSDUDTXHHOSXHEORSXUL¿TXHODLQIDPHRUJDQL]DFLyQ
social, entrar en los hogares humildes y levantar legiones de proletarios, para que el pueblo
tiemble ante sus jueces despiertos.
“Hay que hacerlo todo nuevo, con los sillares empolvados, con las vidas humeantes de los
YLHMRVHGL¿FLRVGHUUXPEDGRVSHURDQWHVQHFHVLWDPRVODFDWDSXOWDTXHDEDWDORVPXURV\HOURGL-
llo que nivele los solares. Descubrid el nuevo mundo moral y navegad en su demanda, con todos
vuestros bríos juveniles, con todas vuestras audacias apocalípticas.
“Seguid, seguid... No os detengáis ni ante los sepulcros ni ante los altares.
“No hay nada sagrado en la tierra, más que la tierra y vosotros que la fecundaréis con
vuestra ciencia, con vuestro trabajo, con vuestros amores.
“Escuela y despensa” decía el más grande patriota español, don Joaquín Costa. Para crear
la escuela hay que derribar la Iglesia o siquiera cerrarla, o por lo menos reducirla a condicio-
nes de inferioridad.
“Para llenar la despensa hay que crear el trabajador y organizar el trabajo.
“A toda esa obra gigante se oponen la tradición, la rutina, los derechos creados, los inte-
reses conservadores, el caciquismo, el clericalismo, la mano muerta, el centralismo, la estúpida
contextura de partidos y programas concebidos por cerebros vaciados en los troqueles que fa-
bricaran el dogma religioso y el despotismo político”.
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 187

Texto 3. 3ULHWR,QGDOHFLR'LVFXUVR0DGULG3DODFLRGHODV&RUWHVGHQRYLHPEUHGH

“Se perdió Igueriben, y son los testigos de la pérdida 5.000 hombres concentrados en An-
QXDORWUDSRVLFLyQLQGHIHQGLEOHTXHHPSLH]DSRUVHUXQSXHVWRLQVLJQL¿FDQWHGHSROLFtD\SRUQR
sabemos qué razones de arte bélica, indemostrables al más rudimentario juicio que examine la
cuestión, se convierte en un campo base de concentración de 5.000 hombres sin defensa posible.
Annual es -ahí está también sangrando una frase del general Silvestre- un callejón sin salida.
“Pero es ya tarde, ya no hay tiempo; los 5.000 hombres, de los cuales una porción con-
VLGHUDELOtVLPDKDQVLGRLQFRUSRUDGRVD¿ODVVRODPHQWHFRQXQPHVGHLQVWUXFFLyQFXDQGRXQ
UHJODPHQWRTXHHVWiDKtSDUDDGRUQDUODVFROHFFLRQHVGHO'LDULR2¿FLDOHVWDEOHFHTXHHOSULPHU
periodo de instrucción de un recluta, antes de su verdadera incorporación, son tres meses; una
porción considerable de soldados bisoños que llegan allí forzados por la mala suerte, con el
recuerdo metido muy dentro de la mente de catástrofes, de tragedias sangrientas, de barrancos
del Lobo, de gente muerta a palos y a pedradas por unos moros ciegos; y aquellos hombres re-
cientemente incorporados, que no saben disparar un fusil, que no saben cargar...
“Testigos estos hombres de aquella tragedia, cuando llegan alocados unos pocos fugitivos
de Igueriben que pudieron llegar, a quienes se les da autorización para evacuar, no se le ocurre
a nadie, al ordenar la evacuación, adoptar aquellos elementos previsores, que se le ocurren
a cualquier hombre de los que no hemos estudiado en las academias militares, de proteger la
retirada de quienes han de evacuar”.

Texto 4./D$VDPEOHDGH3DUODPHQWDULRV%DUFHORQDGHMXOLRGH

“La Asamblea adopta los siguientes acuerdos:


³D /DSROtWLFDGHODFWXDO*RELHUQRVREUHVLJQL¿FDUXQDSURYRFDFLyQD&DWDOXxD\D(V-
paña entera, constituye a la vez un agravio al Parlamento y un obstáculo a que las ansias de
renovación que siente el país puedan obtener normal satisfacción.
“b) Que habiendo declarado el Gobierno y los partidos que tienen mayoría en las actuales
Cortes, que éstas no pueden actuar en funciones de constituyentes, y considerando la Asamblea
que urge deliberar y resolver sobre la organización del Estado, la autonomía de los municipios
y los demás problemas que las circunstancias plantean con apremio inaplazable para la vida
del país, entiende que es indispensable la convocatoria de nuevas Cortes, que en funciones de
constituyentes, puedan deliberar sobre estos problemas y resolverlos.
“c) Que para que el país pueda manifestar libremente su opinión, y el pueblo no vea ce-
rrada toda esperanza de que su voluntad sea conocida y respetada, las Cortes Constituyentes
no pueden ser convocadas por un gobierno de partido, que fatalmente seguiría los habituales
procedimientos de adulteración del sufragio, sino por un gobierno que encarne y represente la
voluntad soberana del país.
188 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

“d) Que es indispensable que el acto realizado por el Ejército el día 1 de junio vaya seguido
de una profunda renovación de la vida pública española, emprendida y realizada por los ele-
mentos políticos. (...)”.

Texto 5.0DQL¿HVWRGHODKXHOJDJHQHUDO3RUHO&RPLWp1DFLRQDOGH8*7)UDQFLVFR/DUJR&DED-
OOHURYLFHSUHVLGHQWH'DQLHO$QJXLDQRYLFHVHFUHWDULR3RUHO&RPLWp1DFLRQDOGHO362(-XOLiQ
%HVWHLURYLFHSUHVLGHQWH$QGUpV6DERULWYLFHVHFUHWDULR0DGULGGHDJRVWRGH

“A los obreros y a la opinión pública. Ha llegado el momento de poner en práctica, sin


vacilación alguna, los propósitos anunciados por los representan tes de la Unión General de
7UDEDMDGRUHV\OD&RQIHGHUDFLyQ1DFLRQDOGHO7UDEDMRHQHOPDQL¿HVWRVXVFULWRSRUDPERVRU-
ganismos en el mes de marzo último.
³'XUDQWHHOWLHPSRWUDQVFXUULGRGHVGHHVDIHFKDKDVWDHOPRPHQWRDFWXDOODD¿UPDFLyQ
hecha por el proletariado al demandar como remedio a los males que padece España, un cambio
fundamental de régimen político, ha sido corroborada por la actitud que sucesivamente han ido
DGRSWDQGRLPSRUWDQWHVRUJDQLVPRVQDFLRQDOHVGHVGHODHQpUJLFDD¿UPDFLyQGHODH[LVWHQFLDGH
las Juntas de Defensa del Arma de Infantería, frente a los intentos de disolución de esos organis-
mos por los Poderes públicos, hasta la Asamblea de Parlamentarios celebrada en Barcelona el
día 19 de julio, y la adhesión a las conclusiones que esa Asamblea de numerosos ayuntamientos,
que dan público testimonio de las ansias de renovación que existen en todo el país.
“(…). Cerca de medio siglo de corrupción ha llevado a las instituciones políticas es-
pañolas a un grado tal de podredumbre que los mismos Institutos armados claman contra
la injusticia, contra la arbitrariedad, y se consideran vejados y engañados por los mismos
poderes públicos que tantos mentidos halagos les han prodigado cuando se trataba sola-
mente de utilizarlos como instrumento de opresión y tiranía. Y si esto han hecho los poderes
S~EOLFRVFRQODVFODVHVVRFLDOHVHQFX\DDGKHVLyQKDQEXVFDGRVLHPSUHODV¿UPHVJDUDQWtDV
de su existencia y dominio, ¿qué no habrán hecho con el pueblo inerme e indefenso, bajo un
UpJLPHQFRQVWLWXFLRQDO¿FWLFLREDMRXQUpJLPHQHFRQyPLFRGHPLVHULD\GHVSLOIDUUR\HQXQ
estado cultural mantenido por oligarcas en el más bajo nivel y sobre el cual la masa ciudada-
na sólo puede ir paulatina mente elevándose merced a ímprobos y perseverantes esfuerzos?
El proletariado español se halla decidido a no asistir ni un momento más pasivamente a este
intolerable estado de cosas. (...).
“Los ferroviarios españoles no están solos en la lucha. Les acompaña todo el proletariado
organizado en huelga desde el día 13. Y esta magna movilización del proletariado no cesará
KDVWDQRKDEHUREWHQLGRODVJDUDQWtDVVX¿FLHQWHVGHLQLFLDFLyQGHOFDPELRGHUpJLPHQQHFHVDULR
para la salvación de la dignidad, del decoro y de la vida nacionales.
“Pedimos la constitución de un Gobierno Provisional que asuma los poderes ejecutivo y
PRGHUDGRU \SUHSDUHSUHYLDVODV PRGL¿FDFLRQHVLPSUHVFLQGLEOHVHQXQDOHJLVODFLyQYLFLDGD
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 189

la celebración de elecciones sinceras de unas Cortes Constituyentes que aborden en plena li-
bertad, los problemas fundamentales de la Constitución política del país. Mientras no se haya
conseguido este objeto, la organización obrera española se halla absolutamente decidida a
mantenerse en su actitud de huelga. (…)”.

Texto 6.3ULPRGH5LYHUD0LJXHO0DQL¿HVWRGHVHSWLHPEUHGH

“Españoles. Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubié-
ramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española)
de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la patria no
ven para ella otra salvación que liberarla de los profesionales de la política, de los hombres que
por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año
\DPHQD]DQD(VSDxDFRQXQSUy[LPR¿QWUiJLFR\GHVKRQURVR
³1RWHQHPRVTXHMXVWL¿FDUQXHVWURDFWRTXHHOSXHEORVDQRGHPDQGDHLPSRQH$VHVLQDWRV
de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces
e impunes atracos, depreciación de la moneda, rastreras intrigas políticas tomando por pretexto
la tragedia de Marruecos (...).
“Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u
hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que
sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que ésta recia y viril a la que nos
lanzamos por España y por el Rey. Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculi-
nidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que
para la Patria preparamos”.

Texto 7.2UWHJD\*DVVHW-RVp(OHUURU%HUHQJXHUEl SolGHQRYLHPEUHGH

“No, no es una errata. Es probable que en los libros futuros de historia de España se en-
cuentre un capítulo con el mismo nombre de este artículo. El buen lector, que es cauteloso y
alerta, habrá advertido que en esa expresión el señor Berenguer no es el sujeto del error, sino el
objeto. Y no se dice que el error sea de Berenguer, sino más bien lo contrario, que Berenguer es
el error, que Berenguer es un error.
“El estado tradicional, es decir, la Monarquía, se ha ido formando un surtido de ideas sobre
el modo de ser de los españoles. Piensa por ejemplo, que moralmente pertenecen a la familia de
los óvidos, que en política son gente mansurrona y lanar, que lo aguantan y lo sufren todo sin
rechistar, que no tienen sentido de sus deberes civiles (...).
“He aquí los motivos por los cuales el Régimen ha creído posible también en esta ocasión
VXSHUODWLYDUHVSRQGHUQRPiVTXHGHFUHWDQGRHVWD¿FFLyQDTXtQRKDSDVDGRQDGD(VWD¿FFLyQ
es el gobierno Berenguer.
190 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

“Pero esta vez se ha equivocado. Este es el error Berenguer. Al cabo de diez meses, la opinión
pública está menos resuelta que nunca a olvidar la Dictadura. Y no vale oponer a lo dicho que
el advenimiento de la Dictadura fue inevitable y, en consecuencia, irresponsable. Si el régimen la
aceptó obligado, razón de más para que al terminar se hubiese, con leal entereza, con nacional
efusión, abrazado al pueblo y le hubiese dicho: hemos padecido una incalculable desdicha. La
normalidad que constituía una unión civil de los españoles se ha roto. La continuidad de la historia
legal se ha quebrado. No existe el estado español. ¡Españoles, reconstruid vuestro estado!
“Pero no ha hecho esto, que era lo congruente con la desastrosa situación, sino todo lo
FRQWUDULR%XVFDDDOJXLHQTXHVHHQFDUJXHGHOD¿FFLyQTXHUHDOLFHODSROtWLFDGHDTXtQRKD
pasado nada. Encuentra sólo un general amnistiado.
“Ese es el error Berenguer, de que la historia hablará. Y como es irremediablemente un
error, somos nosotros y no el Régimen mismo, nosotros, gente de la calle, de tres al cuarto y nada
revolucionarios, quienes tenemos que decir a nuestros conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Es-
tado no existe. Reconstruidlo! Delenda est monarchia”.

Texto 8.3ULHWR,QGDOHFLR1RWDGHSUHQVD6DQ6HEDVWLiQGHDJRVWRGH

“En el domicilio social de Unión Republicana y bajo la presidencia de D. Fernando Sasiain,


se reunieron esta tarde don Alejandro Lerroux y don Manuel Azaña, por la Alianza Republicana;
don Marcelino Domingo, don Álvaro de Albornoz y don Ángel Galarza, por el Partido republi-
cano radical socialista; don Niceto Alcalá Zamora y don Miguel Maura, por la Derecha liberal
republicana; don Manuel Carrasco Formiguera, por la Acción Catalana; don Matías Mallol
Bosch, por la Acción Republicana de Cataluña; don Jaime Ayguadé, por el Estat Catalá, y don
Santiago Casares Quiroga, por la Federación Republicana Gallega, entidades que, juntamente
con el partido federal español -el cual, en espera de acuerdos de su próximo Congreso, no puede
enviar ninguna delegación-, integran la totalidad de los ele mentos republicanos del país.
“A esta reunión asistieron también, invitados con carácter personal, don Felipe Sánchez
Román, don Eduardo Ortega y Gasset y don Indalecio Prieto, no habiendo podido concurrir don
Gregorio Marañón, ausente en Francia, y de quien se leyó una entusiástica carta de adhesión en
respuesta a la indicación que con el mismo carácter se le hizo.
“Examinada la actual situación política, todos los representantes concurrentes llegaron en la
exposición de sus peculiares puntos de vista a una perfecta coincidencia, la cual quedó inequívo-
FDPHQWHFRQ¿UPDGDHQODXQDQLPLGDGFRQTXHVHWRPDURQODVGLYHUVDVUHVROXFLRQHVDGRSWDGDV
“La misma absoluta unanimidad hubo al apreciar la conveniencia de gestionar rápidamente y
con ahínco la adhesión de las demás organizaciones políticas y obreras que en el acto previo de hoy
QRHVWXYLHURQUHSUHVHQWDGDVSDUDOD¿QDOLGDGFRQFUHWDGHVXPDUVXSRGHURVRDX[LOLRDODDFFLyQTXH
sin desmayos pretenden emprender conjuntamente las fuerzas adversas al actual régimen político”.
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 191

Texto 9.3pUH]GH$\DOD5DPyQ0DUDxyQ*UHJRULR2UWHJD\*DVVHW-RVp$OVHUYLFLRGHOD
República. El SolGHIHEUHURGH

“El Estado español tradicional llega ahora al grado postrero de su descomposición. No


procede esto de que encontrase frente a sí la hostilidad de fuerzas poderosas, sino que sucumbe
corrompido por sus propios vicios sustantivos. La monarquía (...) no ha sabido convertirse en
una institución nacionalizada, es decir, en un sistema de poder público que se supeditase a las
exigencias profundas de la nación y vi viese solidarizada con ellas, sino que ha sido una asocia-
ción de grupos particulares, que vivió parasitariamente sobre el organismo español, usando el
poder público para la defensa de los intereses parciales que representa. (...)
“Es ilusorio imaginar que la monarquía va a ceder galantemente el paso a un sistema de
poder público tan opuesto a sus malos usos, a sus privilegios y egoísmos. Solo se rendirá ante
una formidable presión de la opinión pública. Es, pues, urgentísimo organizar esta presión,
haciendo que sobre el capricho monárquico pese con suma energía la voluntad republicana de
nuestro pueblo. Esta es la labor ingente que el momento reclama. Nosotros nos ponemos a su
VHUYLFLR1RVHWUDWDGHIRUPDUXQSDUWLGRSROtWLFR1RHVUD]yQGHSDUWLUVLQRGHXQL¿FDU1RV
proponemos suscitar una amplísima agrupación al servicio de la República. (...)”.

Texto 10. 5HQXQFLDGH$OIRQVR;,,,

Al país.
“Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo ya el amor de
PLSXHEOR0LFRQFLHQFLDPHGLFHTXHHVHGHVYtRQRVHDGH¿QLWLYRSRUTXHSURFXUpVLHPSUHVHUYLU
a España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más críticas coyunturas.
Un rey puede equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez; pero sé bien que nuestra Patria se
mostró en todo momento generosa ante las culpas sin malicia.
Soy el rey de todos los españoles, y también un español. Hallaría medios sobrados para
PDQWHQHUPLVUHJLDVSUHUURJDWLYDVHQH¿FD]IRUFHMHRFRQTXLHQHVODVFRPEDWHQ3HURUHVXHOWD-
mente, quiero apartarme de cuanto lanzara a un compatriota contra otro en fratricida guerra
civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado de
la Historia, de cuya custodia ha de pedirme un día cuentas rigurosas.
Espero conocer la auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y mientras
habla la Nación suspendo deliberadamente el ejercicio del poder real y me aparto de España,
reconociéndola así como única señora de sus destinos.
También ahora creo cumplir el deber que me dicta mi amor a la Patria. Pido a Dios que tan
hondo como yo lo sientan y lo cumplan los demás españoles.”
Madrid, 14 de abril de 1931.
192 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

Imagen 1. 6iWLUDDQWLPLOLWDULVWD9LxHWDGHODUHYLVWD¡Cu-cut! 

*Ui¿FD (YROXFLyQGHORVSUHFLRVVDODULRV\EHQH¿FLRV 

(Número índice: 1913 = 100)


  3UHFLRV 6DODULRV %HQH¿FLRV
    
    
    
    
    
    
    
    
    

*DUFtD'HOJDGR-//DHFRQRPtDHVSDxRODHQWUH\HQ7XxyQGH/DUD0 GLU +LVWRULDGH


(VSDxDYRO0DGULG
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931) UNIDAD 9 193

Mapa 1. Límite del protectorado de Marruecos

Elaboración propia. Datos tomados de otras fuentes


194 UNIDAD 9 LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Conferencia Internacional de Algeciras. partidos catalanes la entendieron como una
&RQYRFDGDSRU5HLQR8QLGR\$OHPDQLDSDUD agresión formando Solidaritat Catalana
frenar el expansionismo francés en el norte de FRDOLFLyQ HOHFWRUDO TXH REWXYR  GH ORV 
ÈIULFDHOUHVXOWDGR¿QDOIDYRUHFLyD3DUtV TXH GLSXWDGRV GH ODV SURYLQFLDV FDWDODQDV HQ ODV
REWXYR HO VXU GH 0DUUXHFRV  \ /RQGUHV TXH elecciones de 1907.
HYLWyHOFRQWUROIUDQFpVGHODRULOODVXUGHO(V-
trecho de Gibraltar al encomendarse a España Pistolerismo1RPEUHFRQTXHVHFRQRFHDOD
ODFRORQL]DFLyQGHOQRUWHGH0DUUXHFRV  VLWXDFLyQGHJUDQYLROHQFLDFDOOHMHUDSURGXFLGD
HQ&DWDOXxDHVSHFLDOPHQWHHQ%DUFHORQDSRU
Escala cerrada. Sistema de promoción del la decisión de la patronal de contratar pistoleros
Ejército español por el cual los ascensos de- SDUDUHVSRQGHUDODVUHLYLQGLFDFLRQHVODERUDOHV
pendían de la antigüedad y no de los méritos. RUJDQL]DGDVSRUORVVLQGLFDWRVDQDUTXLVWDV

Instituto Nacional de Previsión. Creado en Protectorado. Modalidad de colonia en la que


HVHODQWHFHGHQWHGHOD6HJXULGDG6RFLDO ODPHWUySROLDVXPHODVUHODFLRQHVH[WHULRUHVOD
GHIHQVD\HORUGHQS~EOLFRGHMDQGRHOUHVWRGH
Legión. Cuerpo militar profesional fundado funciones en manos de las autoridades propias
HQ  SRU 0LOOiQ$VWUD\ D LPLWDFLyQ GH OD de la nación sometida.
Legión Extranjera francesa. Constituían las
WURSDV PiV HIHFWLYDV GHO (MpUFLWR HVSDxRO HQ Regulares. Cuerpo militar profesional forma-
Marruecos. do por indígenas marroquíes.

Ley de Fugas. Ejecución extrajudicial que si- Reservistas 6ROGDGRV FX\R VHUYLFLR DFWLYR
PXODODHYDVLyQGHXQGHWHQLGRSDUDHQFXEULU KDEtD FRQFOXLGR SHUR TXH SRGtDQ VHU PRYLOL-
su asesinato tras el precepto legal que permitía ]DGRVHQFDVRGHQHFHVLGDGPLOLWDUJUDYH
a los cuerpos de seguridad disparar sobre un
IXJLWLYRTXHKXtD Sindicatos amarillos6LQGLFDWRVRUJDQL]DGRV
por la patronal y el Gobierno que actuaron
Ley de Jurisdicciones. Ley aprobada por la FRPRIXHU]DGHFKRTXHFRQWUDHOVLQGLFDOLVPR
presión de los militares sobre el Gobierno UHYROXFLRQDULRGHOD&17HQOD%DUFHORQDGH
tras el incidente del ¡Cu-Cut!UHYLVWDVDWtULFD ¿QDOHVGHOD5HVWDXUDFLyQ(OPiVLPSRUWDQWH
FDWDODQLVWD TXH SXEOLFy XQD YLxHWD RIHQVLYD fue la agrupación Sindicatos Libres.
contra el Ejército. La ley limitaba la libertad
GHH[SUHVLyQDOFRQYHUWLUHQGHOLWRFXDOTXLHU Soldados de cuota6ROGDGRVTXHSUHYLRSDJR
RIHQVD D ORV VtPERORV SDWULRV TXH DGHPiV GH XQD FXRWD DO (VWDGR HUDQ OLFHQFLDGRV WUDV
VHUtDQMX]JDGRVSRUWULEXQDOHVPLOLWDUHV/RV completar el periodo de instrucción.
UNIDAD 10

LA SEGUNDA REPÚBLICA Y
LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO
DE CRISIS INTERNACIONAL (1931-1939)
196 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS


1. LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA.
LA CONSTITUCIÓN DE 1931. EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933)
1.1. La proclamación de la Segunda República
— Elecciones municipales y proclamación de la Segunda República
(14 de abril de 1931)
— Gobierno provisional
— Elecciones a Cortes Constituyentes
— Incidentes de mayo
1.2. Constitución de 1931
— Composición de las Cortes Constituyentes
— Características de la Constitución
— Presidencia de la República (Alcalá-Zamora)
y del primer Gobierno (Azaña)
1.3. El Bienio Reformista (1931-1933)
— Reforma del Ejército
— Reforma agraria
— Reforma laboral
— Descentralización territorial
— Reforma educativa
— La oposición conservadora y de extrema izquierda
— Fin del Bienio Reformista: dimisión de Azaña y nuevas elecciones

2. EL GOBIERNO RADICAL CEDISTA (1933-1935). LA REVOLUCIÓN


DE ASTURIAS. EL FRENTE POPULAR, LAS ELECCIONES DE 1936
Y EL NUEVO GOBIERNO
2.1. Los inicios del Gobierno Radical cedista (1933-1934)
— Elecciones de noviembre de 1933: victoria electoral de la CEDA
y el Partido Radical
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 197

— Gobierno Lerroux. Desmantelamiento de las reformas del Bienio


— Inclusión de ministros de la CEDA
2.2. La Revolución de Octubre de 1934 y sus consecuencias
— Fracaso de la huelga general. Insurrección en Asturias y Cataluña
— El aumento de la tensión política
—/DLQWHQVL¿FDFLyQGHODFRQWUDUUHIRUPDGHO*RELHUQR/HUURX[
— Final del Bienio Radical cedista. Escándalo del estraperlo y caída
de Alejandro Lerroux
2.3. El Frente Popular, las elecciones de 1936 y el nuevo Gobierno
— Elecciones de febrero de 1936. Victoria del Frente Popular
— Segundo Gobierno Azaña. Recuperación de la política reformista
— Destitución de Alcalá-Zamora. Azaña, presidente de la República.
Gobierno Casares Quiroga
— Maniobras golpistas y radicalización del clima político
— Asesinato de Calvo Sotelo. Fracaso del golpe de Estado

3. LA GUERRA CIVIL: LA SUBLEVACIÓN MILITAR


Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA. LA DIMENSIÓN
INTERNACIONAL DEL CONFLICTO
3.1. La sublevación militar y el estallido de la guerra
— Radicalización de la vida política y social. La izquierda revolucionaria
y la derecha reaccionaria
—3UHSDUDWLYRVGHODVXEOHYDFLyQSODQHVGHOJHQHUDO0ROD\GL¿FXOWDGHV
— Asesinato de Calvo Sotelo. Inicio y propagación de la rebelión
— División territorial de España: consecuencias económicas,
sociales y militares
— Consolidación de los frentes. Inicio de la guerra relámpago contra Madrid
3.2./DGLPHQVLyQLQWHUQDFLRQDOGHOFRQÀLFWR
—,QWHUQDFLRQDOL]DFLyQGHOFRQÀLFWR/DSROtWLFDGHQRLQWHUYHQFLyQ
Fracaso del Comité Internacional de No Intervención
— Apoyos internacionales al bando sublevado
— Apoyos internacionales al bando republicano
198 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

4. FASES MILITARES DE LA GUERRA CIVIL. LA EVOLUCIÓN


POLÍTICA Y ECONÓMICA EN LAS DOS ZONAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA GUERRA.
LOS COSTES HUMANOS
4.1. Fases militares de la Guerra Civil
— Fracaso del golpe de Estado e inicio de la Guerra Civil
— Lucha por Madrid: avances desde el norte (Mola) y sur (Franco)
— Fracaso sublevado en la toma de Madrid. Batallas de Jarama
y Guadalajara
— Conquista del norte por los sublevados. Fracaso de las ofensivas
republicanas
— Campaña del Mediterráneo. Batalla del Ebro. Conquista de Cataluña
— Dimisión de Azaña. Golpe de Casado. Fin de la guerra
4.2. La evolución política y económica de la guerra en ambos bandos
— Problemas de la República: falta de unidad militar y política
— Gobierno Giral (julio-septiembre 1936)
— Gobierno Largo Caballero (septiembre 1936-mayo 1937)
— Gobierno Negrín (mayo 1937–marzo 1939). Golpe de Estado de Casado
— La economía republicana
— Apoyos al bando sublevado
— Unidad de mando político y militar
— Medidas contrarrevolucionarias del nuevo régimen
4.3. Consecuencias económicas y sociales de la guerra. Los costes humanos
—&RQVHFXHQFLDVGHPRJUi¿FDVHFRQyPLFDVVRFLDOHVLQWHUQDFLRQDOHV
y culturales de la guerra

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 199

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA.


LA CONSTITUCIÓN DE 1931. EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933)

1.1. La proclamación de la Segunda República

La Segunda República se proclamó el 14 de abril de 1931 tras el éxito de


las candidaturas republicanas en las elecciones municipales >*Ui¿FD@. El
nuevo régimen fue recibido con grandes esperanzas por intelectuales, clase
PHGLD\PRYLPLHQWRREUHUR\FRQGHVFRQ¿DQ]DSRU(MpUFLWR,JOHVLD\ROL-
garquía (especialmente la agraria). La tensión entre defensores y opositores
al sistema fue creciente a lo largo de toda la etapa, alentada por un contexto
internacional desfavorable (Crack del 29, crisis de las democracias y ascenso
del fascismo).
Tras la marcha de Alfonso XIII al exilio se constituyó un Gobierno pro-
visional presidido por Niceto Alcalá-Zamora (conservador y católico), que
contaba con representantes de todas las corrientes del Pacto de San Sebastián
(1930): republicanos moderados (Partido Radical, de Alejandro Lerroux) y de
izquierdas (Acción Republicana, Manuel Azaña), socialistas (Largo Caballero,
Indalecio Prieto) y nacionalistas catalanes y gallegos. Alcalá-Zamora convocó
elecciones a Cortes Constituyentes para elaborar una constitución y elegir un
Gobierno que reemplazase al provisional.
$ SHVDU GHO FOLPD SDFt¿FR LQLFLDO HO UHFKD]R GH ORV PRQiUTXLFRV \ GH OD
Iglesia a las primeras medidas del Gobierno provisional desencadenó la quema
GHHGL¿FLRVUHOLJLRVRVSRUJUXSRVLQFRQWURODGRV\ODH[SXOVLyQGHO*RELHUQRGHO
arzobispo de Toledo, el cardenal Segura. La imagen de la Segunda República
quedó muy deteriorada.
200 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

1.2. Constitución de 1931

Los partidos republicanos, el PSOE y los nacionalistas periféricos obtuvie-


ron una amplia mayoría en las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de
1931. Los anarquistas no participaron y los partidos extremistas de derecha e
izquierda fracasaron. La nueva Constitución >7H[WR@, aprobada en diciembre
de 1931, recogió las aspiraciones reformistas de los partidos mayoritarios en las
Cortes. Sus principales características son:
— Laicidad del Estado >7H[WRFRPHQWDGR@: se reconoció la libertad de cultos
\VHHVWDEOHFLyXQDHVWULFWDVHSDUDFLyQ,JOHVLD(VWDGR VXSUHVLyQGHOD¿QDQFLD-
ción pública del clero, prohibición de enseñanza a las órdenes religiosas, disolu-
ción de la Compañía de Jesús y aprobación del matrimonio civil y del divorcio).
— Jefatura de Estado: el presidente de la República era elegido durante un
periodo de seis años por las Cortes y por un número de compromisarios* igual
al de diputados. Sus principales competencias eran el nombramiento del jefe de
*RELHUQR TXHGHEtDUDWL¿FDUODV&RUWHV \ODFDSDFLGDGGHGLVROYHUODV&RUWHV
hasta dos veces en cada mandato (aunque si en las terceras Cortes rechazaban las
razones de la segunda disolución, el presidente era cesado).
— Legislativo: Cortes unicamerales (Parlamento), que legislaban y contro-
laban la acción del Gobierno.
— Sufragio universal: establecía por primera vez el derecho de voto de la
mujer.
— Descentralización territorial: reconocimiento del derecho de autonomía
de las regiones, dentro de un Estado integral.
— Creación del Tribunal de Garantías Constitucionales: velaba por la
constitucionalidad de las leyes.
— Derecho a la educación: el Estado debía garantizar la educación primaria
DWRGDODSREODFLyQ$GHPiVOD&RQVWLWXFLyQGH¿QLyXQQXHYRPRGHORGHHQVH-
ñanza: pública, laica y mixta.
Aprobada la Constitución, las Cortes eligieron a Niceto Alcalá-Zamora
como presidente de la República y a Manuel Azaña como presidente del Go-
bierno (y ministro de la Guerra).
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 201

1.3. El Bienio Reformista (1931-1933)

El objetivo del presidente Azaña era modernizar el país resolviendo sus pro-
blemas históricos. Para ello nombró a ministros socialistas buscando el apoyo de
la clase obrera a su proyecto reformista:
— Reforma del Ejército y del orden público >7H[WR@: Azaña promovió
una reforma militar con tres objetivos: subordinación del Ejército a la autoridad
civil (supresión de la Ley de Jurisdicciones); lealtad institucional (nombramien-
WRGHR¿FLDOHV¿HOHVDOD5HS~EOLFDSDUDORVSULQFLSDOHVFDUJRV\FUHDFLyQGHOD
Guardia* GH$VDOWR  \ SURIHVLRQDOL]DFLyQ UHGXFFLyQ GHO Q~PHUR GH R¿FLDOHV
mediante el retiro voluntario con mantenimiento del sueldo).
— Reforma agraria >7H[WR@: debía resolver la dramática situación de dos
millones de jornaleros. La Ley de Bases de la Reforma Agraria aprobó la expro-
piación con indemnización de grandes latifundios y su entrega a jornaleros. Fra-
FDVySRUODIDOWDGH¿QDQFLDFLyQ\ODREVWUXFFLyQMXGLFLDOGHORVSURSLHWDULRV/D
frustración entre los campesinos desembocó en ocupación de tierras y protestas
(sucesos de Casas* Viejas).
— Reforma laboral: Largo Caballero, ministro de Trabajo, aprobó la jor-
nada de ocho horas en el campo, la negociación colectiva y los Jurados Mixtos
de Arbitraje, inspirados en los Comités Paritarios de la dictadura de Primo de
Rivera.
— Descentralización territorial: se aprobó el Estatuto de Cataluña, que
UHFRQRFLyODFRR¿FLDOLGDGGHOFDWDOiQ\DPSOLDVFRPSHWHQFLDVGHDXWRJRELHU-
no (Parlamento y Generalitat). Poco después fue elegido como presidente
Francesc Macià, de Esquerra Republicana.
— Reforma educativa e impulso cultural: se promovió una educación
exclusivamente pública, laica y mixta (Ley de Congregaciones Religiosas), y
buscó reducir el analfabetismo con la creación de miles de escuelas.
Además, la República extendió la instrucción y la cultura al mundo rural
(Misiones* Pedagógicas), fomentó la lectura (Feria del Libro de Madrid) e im-
pulsó la alta cultura (Universidad Internacional de Verano de Santander, la actual
Menéndez Pelayo).
202 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

El Gobierno tuvo que enfrentarse a una durísima oposición a las reformas a


lo largo de todo el Bienio Reformista.
— Para los sectores conservadores (Ejército, Iglesia, terratenientes e in-
dustriales) las reformas eran inadmisibles. Por ello, primero intentaron liquidar
el sistema por la fuerza (fallido golpe de Estado del general Sanjurjo, agosto de
1932). Cuando la vía militar fracasó crearon partidos como la Confederación
Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por Gil-Robles bajo el lema
«Religión, patria, familia, propiedad y orden» >7H[WR @; Falange* Española,
formación fascista fundada por José Antonio Primo de Rivera; y Renovación
Española, monárquicos alfonsinos liderados por Calvo Sotelo.
— Por el contrario, para socialistas y anarquistas los cambios resultaban
LQVX¿FLHQWHV /D FULVLV HFRQyPLFD GL¿FXOWy OD ¿QDQFLDFLyQ GH ODV UHIRUPDV
GHVHQFDGHQDQGR XQD IXHUWH FRQÀLFWLYLGDG VRFLDO KXHOJDV RFXSDFLRQHV HWF 
y una dura represión. La izquierda comenzó a rechazar al Gobierno de Azaña.
Finalmente, la muerte de un grupo de campesinos por la Guardia de Asalto
en Casas Viejas (Cádiz, enero de 1933) durante la represión de una huelga ge-
neral desencadenó una ola de malestar social y críticas al Gobierno que terminó
provocando la dimisión de Azaña en el verano del 33. Alcalá-Zamora disolvió
las Cortes y convocó elecciones, ganadas por amplia mayoría por la CEDA y el
Partido Republicano Radical de Lerroux.

2. EL GOBIERNO RADICAL CEDISTA (1933-1935). LA REVOLUCIÓN


DE ASTURIAS. EL FRENTE POPULAR, LAS ELECCIONES DE 1936
Y EL NUEVO GOBIERNO

2.1. Los inicios del Gobierno Radical cedista (1933-1934)

Las elecciones de noviembre de 1933 dieron un amplio triunfo a la CEDA,


partido derechista liderado por Gil-Robles, y al Partido Radical, republicanos
moderados dirigidos por Lerroux. Alcalá-Zamora mandó formar Gobierno a este,
ya que la CEDA no había jurado expresamente lealtad a una República demo-
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 203

crática. Lerroux gobernó con apoyo parlamentario de la CEDA, desarrollando


una política contraria a la del Bienio Progresista: suspendió la reforma edu-
cativa y la reforma agraria (se devolvieron las tierras incautadas a sus antiguos
dueños), paralizó la discusión parlamentaria de nuevos estatutos de autonomía,
UHDQXGyOD¿QDQFLDFLyQHVWDWDOGHOD,JOHVLD\DPQLVWLyDORVJROSLVWDVGH
6LQHPEDUJR*LO5REOHVFRQVLGHUyODVPHGLGDVLQVX¿FLHQWHV\DPHQD]yFRQUH-
tirar el apoyo parlamentario a Lerroux si no incluía en el Gobierno a miembros
de la CEDA. La inclusión de tres ministros cedistas en octubre de 1934 fue
considerada como una provocación por la izquierda radical y los nacionalistas
catalanes, temerosos de la liquidación del régimen democrático desde dentro del
propio sistema como acababa de ocurrir en Austria y Alemania.

2.2. La Revolución de Octubre de 1934 y sus consecuencias

Para hacer posible la insurrección, UGT convocó el 6 de octubre una huelga


general nacional que solo tuvo amplia repercusión en Barcelona y Asturias:
— Barcelona: impulsada desde la propia Generalitat, la sublevación tuvo
carácter nacionalista. El presidente, Lluís Companys (ERC) proclamó el Estat
Catalá dentro de una República Federal española. La rápida intervención del
Ejército abortó la insurrección, y el Gobierno catalán fue encarcelado acusado
de rebeldía.
— Asturias >7H[WR@: convocada por la alianza obrera entre UGT y CNT,
la insurrección tuvo en Asturias un contenido social. Miles de mineros y obreros
armados controlaron la región casi una semana hasta la llegada de la Legión y
los Regulares desde África al mando del general Franco, que se impuso a los
revolucionarios tras duros combates.

La insurrección de Octubre fracasó por la desunión del movimiento obrero


(la CNT solo participó en Asturias), la falta de apoyo de la burguesía y la rápida
reacción del Gobierno movilizando al Ejército y la Guardia Civil. La rebelión
provocó cerca de mil quinientos fallecidos y treinta mil detenidos.
204 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

El movimiento insurreccional de octubre del 34 provocó una profunda frac-


tura socialTXHVHUHÀHMyDORODUJRGHHQ
— El aumento de la tensión entre las diferentes formaciones políticas:
- La extrema derecha representada por Falange Española, Renovación
Española y los carlistas de Comunión Tradicionalista se movilizó con el
único objetivo de liquidar la República >7H[WR@.
- La izquierda se reagrupó para recuperar el poder. Azaña fundó Izquierda
Republicana, que agrupó a los republicanos de izquierdas. Los comunis-
tas, siguiendo instrucciones de Moscú, promovieron alianzas electorales
con grupos progresistas para frenar al fascismo (los frentes populares).
Por el contrario, el PSOE acentuó su división en reformistas (Indalecio
Prieto) y revolucionarios (Largo Caballero). Los anarquistas continuaron
rechazando la participación electoral.

— La derechización del Gobierno del Partido Radical cedista:


Tras la insurrección de octubre del 34 el Gobierno del Partido Radical man-
tuvo las instituciones democráticas, aunque reforzó su conservadurismo: sus-
pendió la autonomía catalana, aprobó una nueva Ley Agraria contraria a las
reformas de 1932 y Gil-Robles, nuevo ministro de Guerra, nombró para puestos
claves del Ejército a militares reaccionarios como Mola* o Franco. Sin embar-
JR WRGDV HVWDV PHGLGDV IXHURQ FRQVLGHUDGDV LQVX¿FLHQWHV SRU OD &('$ TXH
GL¿FXOWDED OD DFFLyQ GHO *RELHUQR EXVFDQGR HO QRPEUDPLHQWR GH *LO5REOHV
como presidente.

— Final del Bienio Radical cedista


En septiembre de 1935 Lerroux, acorralado por la presión tanto de la
izquierda como de la derecha y la falta de apoyo de la CEDA, dimitió tras
el escándalo del estraperlo, caso de corrupción en el que se vieron envuel-
tos ministros del Partido Radical. Alcalá-Zamora rechazó ofrecer el Gobierno
a Gil-Robles, disolvió el Parlamento y convocó elecciones para febrero de
1936.
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 205

2.3. El Frente Popular, las elecciones de 1936 y el nuevo Gobierno

Las elecciones de febrero de 1936 resultaron muy competidas:


— Izquierda: republicanos y nacionalistas de izquierdas, socialistas y co-
munistas formaron el Frente Popular, una coalición electoral con un programa
de tipo reformista: recuperar las reformas del Bienio y conceder la amnistía a
los represaliados por la Revolución de 1934. Los anarquistas no se integraron,
pero pidieron a sus militantes que votaran al Frente.
— Derecha: fue incapaz de alcanzar una alianza electoral y se presentó di-
vidida, con la CEDA como principal partido. Su programa proponía la reforma
conservadora de la Constitución.
Las elecciones se celebraron en un clima de gran tensión. El Frente Popular
venció por un estrecho margen de votos, pero el sistema electoral le concedió
una amplia mayoría de diputados. Azaña encabezó un Gobierno formado solo
por republicanos, que llevó a cabo una política conforme a lo pactado con el
resto de fuerzas del Frente Popular:
— Reanudación de las reformas del Bienio: restablecimiento de la autonomía
catalana, estudio del estatuto de autonomía vasco y aceleración de la reforma agraria.
— Amnistía para los represaliados de la Revolución de Octubre del 34.
— Neutralización de los militares más reaccionarios: Franco fue enviado
a Canarias y Mola a Navarra.

En mayo las nuevas Cortes destituyeron a Alcalá-Zamora como presi-


dente de la República por considerar improcedente la última disolución del
Parlamento (segunda de su mandato) y nombraron al republicano de izquierdas
Manuel Azaña, que ofreció formar Gobierno al socialista Indalecio Prieto, que
no obtuvo el apoyo de su propio grupo, el PSOE (el sector izquierdista de Largo
Caballero lo rechazó). Azaña escogió entonces al republicano Casares Quiroga,
quien fue incapaz de hacer frente a:
— Las maniobras golpistas: la derecha, tras perder las elecciones, decidió
liquidar la República mediante un golpe de Estado, cuya organización se encar-
gó al general Mola.
206 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

— La confrontación social: UGT y CNT presionaban al Gobierno con ocu-


paciones de tierras y huelgas, mientras que las luchas callejeras entre militantes
de extrema derecha e izquierda dejaban más de doscientos muertos. La radica-
lización llegó al Parlamento, donde abundaron las amenazas y provocaciones
(Largo Caballero, Calvo Sotelo).
Finalmente, el asesinato de José Calvo Sotelo (13 de julio), como represalia
por el asesinato del izquierdista teniente Castillo unos días antes, precipitó la su-
blevación militar (17 y 18 de julio). El fracaso del golpe de Estado y la negativa
de los insurrectos a deponer las armas desencadenó la Guerra Civil.

3. LA GUERRA CIVIL: LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL


ESTALLIDO DE LA GUERRA. LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL
DEL CONFLICTO

3.1. La sublevación militar y el estallido de la guerra

Tras las elecciones de febrero de 1936 se produjo una radicalización de la


vida política y social que provocó en la población conservadora la sensación de
desgobierno:
— La izquierda revolucionaria (CNT, PCE y sector caballerista del PSOE)
movilizó a las organizaciones obreras para acelerar las reformas sociales (huel-
gas, manifestaciones, ocupación de tierras).
— La derecha reaccionaria se propuso tras las elecciones de febrero de 1936
OLTXLGDUOD5HS~EOLFDPHGLDQWHXQJROSHPLOLWDU\SDUDMXVWL¿FDUORSURPRYLyHO
enfrentamiento social mediante la agitación callejera (FE de las JONS y requetés)
y la provocación parlamentaria (Renovación Española de Calvo Sotelo).
Este contexto de confrontación social fue el argumento que utilizaron los
VHFWRUHVPiVUHDFFLRQDULRVGHO(MpUFLWRSDUDMXVWL¿FDUHOJROSHODVXEOHYDFLyQ
era así la respuesta al deterioro del orden público, la inminencia de una revolu-
ción bolchevique (temor a una nueva revolución como la de Asturias de 1934)
y la pasividad del Gobierno. Sin embargo, el móvil principal de la rebelión fue
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 207

asegurar la preeminencia de la oligarquía, la Iglesia y el Ejército amenazada por


el proyecto reformista del Frente Popular.
Los preparativos de la sublevación comenzaron en marzo de 1936 >7H[WR@.
El general Mola fue el encargado de coordinar el levantamiento y de buscar
apoyo económico (Juan March) y político (FE de las JONS, Bloque Nacional,
Comunión Tradicionalista y sectores de la CEDA). Pero el golpe carecía de un
líder (los sublevados escogieron como jefe militar al general Sanjurjo, exiliado
en Portugal) y de un programa concreto más allá del restablecimiento del orden
y la sustitución del régimen republicano por una dictadura militar.
Aunque el Gobierno cambió de destino a los generales más abiertamente an-
tirrepublicanos (Franco fue enviado a Canarias y Mola a Navarra) o los pasó a la
reserva (Fanjul) los preparativos continuaron. Los conspiradores eran conscien-
WHVGHODGL¿FXOWDGGHOWULXQIRGHOJROSHGHELGRDODGLYLVLyQGHO(MpUFLWR\DOD
fuerza de las asociaciones obreras y campesinas, bien organizadas y dispuestas a
defender al Gobierno del Frente Popular. Ello explicaría que Mola advirtiese de
que el golpe debía ser violento en extremo para sofocar cualquier resistencia, y
que el general Franco no se uniese hasta poco antes de producirse.

El asesinato del diputado derechista José Calvo Sotelo el 13 de julio, como


represalia por la muerte del teniente Castillo, precipitó los acontecimientos y el
17 de julio se inició la rebelión en el protectorado marroquí extendiéndose el 18
por todo el país. Los sublevados se hicieron con el control de Marruecos, Cana-
rias, Baleares (salvo Menorca), Galicia, Álava, Navarra, Castilla-León y parte de
Aragón y de Andalucía. La rebelión fracasó por la acción conjunta de militares,
guardias civiles y de asalto, y de las organizaciones obreras. Pero a pesar de que los
golpistas no consiguieron hacerse con el control de todo el territorio su negativa a
deponer las armas condujo a la Guerra Civil. El golpe dejó una España dividida:
— Económicamente: los golpistas controlaron las principales zonas agra-
rias, mientras que la República mantuvo las zonas industriales y mineras, así
como los recursos del Banco de España.
— Socialmente: los sublevados contaron con el apoyo de la oligarquía, los
campesinos propietarios de tierras del norte de España, parte de la burguesía
208 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

urbana, la Iglesia y los partidos de derecha. Por el contrario, la República fue


secundada por las clases populares y parte de la burguesía urbana. Políticamente
tuvo el apoyo de los partidos de izquierda y nacionalistas.
— Militarmente: los golpistas contaron con las tropas de África (Legión y
5HJXODUHV~QLFRVFRQH[SHULHQFLDUHDOGHFRPEDWH ODPD\RUtDGHORVR¿FLDOHV
\VXER¿FLDOHVODPD\RUSDUWHGHOD*XDUGLD&LYLO\ODVPLOLFLDVGHYROXQWDULRV
falangistas y carlistas (requetés). Enfrente, el Gobierno dispuso de la Marina, la
Aviación, la Guardia de Asalto y parte de la Guardia Civil y del Ejército, además
de las milicias obreras y campesinas.
Consolidados los frentes tras los primeros combates, los sublevados decidie-
ron desarrollar una guerra relámpago con el objetivo de tomar Madrid.

3.2./DGLPHQVLyQLQWHUQDFLRQDOGHOFRQÀLFWR

La Guerra Civil dividió a la población y a los Gobiernos del mundo. Además,


la LQWHUQDFLRQDOL]DFLyQGHOFRQÀLFWR hizo posible la larga duración de la con-
tienda (tres años) y fue determinante en la victoria de los sublevados.

La política de no intervención: Gran Bretaña y Francia


Las principales potencias democráticas europeas, Gran Bretaña y Francia,
acordaron no intervenir en la guerra para tranquilizar a la Alemania nazi (política
de apaciguamiento) y evitar la formación de dos bloques que desencadenaran
una guerra en Europa. Para ello crearon el Comité de No Intervención con la
prohibición de venta de armas a los combatientes. A este acuerdo se sumaron
todos los Estados europeos menos Suiza, que era neutral. Sin embargo, algunos
como Alemania, Italia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)
nunca lo respetaron. El fracaso de la política de no intervención condenó a la
República, al verse privada del apoyo del resto de democracias.
— Bando sublevado: Alemania e Italia enviaron unidades con sus propios
mandos (la Legión Cóndor alemana y el Cuerpo de Tropas Voluntarias italiano)
y vendieron a crédito a los insurrectos moderno armamento (aviones, barcos,
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 209

submarinos, artillería). El apoyo incondicional de los países fascistas a los re-


beldes fue decisivo en la marcha de la guerra (transporte de tropas desde África
o conquistas de Málaga, Bilbao o Santander). También apoyaron a los rebeldes
Portugal, que envió la División Viriato, y algunas grandes empresas estadouni-
denses, que pese a la neutralidad de su Gobierno entregaron a crédito camiones
(General Motors) y petróleo (Texaco).
— Bando republicano: la URSS fue el principal apoyo de la República
enviando asesores militares y vendiendo material de guerra (aviones, tanques,
ametralladoras). El Gobierno lo pagó con las reservas de oro del Banco de Es-
paña. Además, unos cuarenta mil voluntarios antifascistas de todo el mundo, en
su mayoría comunistas, acudieron a España a luchar en apoyo de la Segunda
República agrupados en las Brigadas Internacionales. Asesores soviéticos y bri-
gadistas participaron activamente en la defensa de Madrid y otros frentes.

4. FASES MILITARES DE LA GUERRA CIVIL. LA EVOLUCIÓN


POLÍTICA Y ECONÓMICA EN LAS DOS ZONAS.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA GUERRA.
LOS COSTES HUMANOS

4.1. Fases militares de la Guerra Civil>0DSDFRPHQWDGR$SpQGLFH@

La rebelión militar del 18 de julio fracasó en su intento de hacerse con el


FRQWURO WHUULWRULDO GHO SDtV GHELGR D OD DFFLyQ FRQMXQWD GH PLOLWDUHV ¿HOHV D OD
República y de las organizaciones obreras. Sin embargo, los sublevados en vez
de rendirse decidieron desarrollar una guerra relámpago con el objetivo de con-
quistar Madrid.
— Lucha por Madrid (julio 1936-marzo 1937): estabilizados los frentes
tras los primeros días, los alzados se dispusieron a tomar Madrid para dar rápido
¿QDOFRQÀLFWR(ODYDQFHGH0RODGHVGH1DYDUUDIXHIUHQDGRSRUORVPLOLFLDQRV*
en la sierra de Guadarrama. Franco y las tropas de África cruzaron el Estrecho
en aviones alemanes e italianos. Asegurado el control de Andalucía oriental con-
210 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

quistaron Extremadura y avanzaron hacia Madrid, pero el desvío para liberar el


Alcázar de Toledo (septiembre) permitió al Gobierno mejorar la defensa de la
capital >,PDJHQ@que se reforzó con la llegada de las Brigadas Internacionales
y asesores y armamento soviético. Así, contra todo pronóstico, el asalto frontal
sobre Madrid (noviembre, 1936) fue rechazado fracasando también dos manio-
bras envolventes en febrero y marzo (batallas del Jarama y Guadalajara). Franco
apostó entonces por una guerra de desgaste, aunque el cerco sobre Madrid con-
tinuó toda la guerra.
— Campaña del norte (abril-octubre 1937): aislado del resto del territo-
rio gubernamental, el norte concentraba gran parte de la producción industrial
republicana. El avance de los sublevados, que contó con apoyo alemán (bom-
bardeo de Guernica) e italiano (toma de Santander) fue imparable. Las ofensivas
republicanas lanzadas para aliviar la presión sobre el norte fracasaron (batallas
de Brunete y Belchite). Bilbao cayó en junio, Santander en agosto y Asturias en
octubre. La pérdida de los recursos humanos, industriales y minerales del norte
mermó enormemente las posibilidades de éxito de la República.
— Campaña del Mediterráneo y caída de Madrid (octubre 1937-abril
1939): los republicanos trataron de tomar la iniciativa mediante la conquista en
diciembre de Teruel. Recuperada en febrero de 1938 por los sublevados, Franco
aprovechó el desmoronamiento del frente enemigo para avanzar hasta el Medi-
terráneo (toma de Vinaroz, abril 1938) aislando Cataluña del resto de la Repú-
blica. Poco después, y en este contexto de derrotas, los republicanos diseñaron
una ofensiva, la batalla del Ebro (julio-octubre 1938). Pese al éxito inicial, se
impuso la superioridad de hombres y equipo de los sublevados, perdiendo los
republicanos la moral y gran parte de sus tropas. Poco después caía Cataluña sin
apenas resistencia (febrero de 1939), provocando el éxodo de cientos de miles
de refugiados a Francia, el reconocimiento del régimen franquista por Londres y
París, la dimisión de Azaña y la profundización de la división entre republicanos.
Finalmente, el general republicano Casado dio un golpe de Estado en Madrid
contra el Gobierno de Negrín para negociar la rendición. Franco rechazó cual-
quier acuerdo y Casado capituló. El 1 de abril de 1939 terminaba la guerra con el
triunfo de los sublevados, autodenominados nacionales >0DSD@.
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 211

4.2. La evolución política y económica de la guerra en ambos bandos

La República
La República tuvo que hacer frente a dos problemas en el primer año de
guerra:
—)DOWDGHXQPDQGRPLOLWDUXQL¿FDGR: cuando estalló el golpe de Estado
el Gobierno armó a los militantes izquierdistas, disolvió las unidades militares,
desorganizadas tras la sublevación, y dejó a las milicias el peso de la lucha [Tex-
WR@. Sin embargo, los milicianos, que fueron decisivos para evitar el triunfo de
los sublevados, carecían de preparación militar y unidad de mando, circunstan-
cia que facilitó el rápido avance de los rebeldes hasta la creación del Ejército
Popular de la República en abril de 1937.
— Falta de unidad política >7H[WR@: la República se dividió entre parti-
darios de concentrar todos los esfuerzos en ganar la guerra (republicanos, socia-
listas y comunistas) y quienes pretendían simultáneamente hacer la revolución
DQDUTXLVWDV3DUWLGR2EUHURGH8QL¿FDFLyQ0DU[LVWD²3280*² 

La convivencia de ideologías explica la sucesión de Gobiernos:


— Gobierno Giral* (julio-septiembre 1936): compuesto solo por republi-
canos. Giral fue incapaz de evitar la descomposición del Estado provocada por
el golpe militar, que dejó el poder real (justicia, orden público) en manos de co-
mités locales. En estas circunstancias el Gobierno no pudo evitar ni la revolución
social en las zonas controladas por los anarquistas y el POUM ni los brotes de
violencia contra rebeldes, derechistas y religiosos.
— Gobierno Largo Caballero (septiembre 1936-mayo 1937): Gobierno
de unidad nacional con ministros de todas las ideologías antifascistas, incluso
anarquistas. Este Gobierno consiguió la recuperación del poder del Estado, la
creación del Ejército Popular (que integró las milicias con los elementos del
Ejército que habían permanecido leales al Gobierno) y la aprobación del Estatu-
to de Autonomía Vasco. Pero en mayo de 1937 Azaña sustituyó a Largo Caba-
llero por Negrín* por los fracasos militares (Málaga) y los Sucesos* de Mayo de
1937 ocurridos en Barcelona.
212 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

— Gobierno Negrín (mayo 1937–marzo 1939): aumentó el protagonismo de


los comunistas por la dependencia de suministros de la URSS. Negrín fortaleció la
GLVFLSOLQDGHO(MpUFLWR\HORUGHQS~EOLFR SpUGLGDGHLQÀXHQFLDGHORVDQDUTXLVWDV
y persecución del POUM). Sin embargo, las derrotas militares, los intentos fraca-
sados de encontrar una paz negociada (13 Puntos de Negrín, abril 1938 >7H[WR@)
y la imposición de la política de resistencia a ultranza dividieron a los republicanos
y provocaron un amplio rechazo hacia Negrín. En febrero de 1939 Francia y Gran
Bretaña reconocieron a Franco, Azaña dimitió como presidente de la República,
y sectores republicanos, socialistas y anarquistas promovieron la destitución de
Negrín y la expulsión de los comunistas del Gobierno y el Ejército.
— Finalmente, en marzo de 1939 el coronel republicano Casado dio un gol-
pe de Estado contra Negrín, y tras rechazar Franco negociar una paz sin repre-
salias Casado ordenó la capitulación, acabando la guerra el 1 de abril de 1939.

La economía republicana estuvo al servicio del esfuerzo bélico. El Go-


bierno nacionalizó empresas estratégicas (transportes, comunicaciones, minas
y fábricas de armas) y las tierras de golpistas, colaboradores y terratenientes.
Paralelamente, los anarquistas impulsaron colectivizaciones en Aragón (tierras)
y Cataluña (industria y servicios), que tras los Sucesos de Mayo de 1937 en Bar-
celona pasaron a control gubernamental.

La España sublevada
El fallecimiento accidental de Sanjurjo (20 de julio, 1936) dejó a los rebeldes
sin líder, constituyéndose una Junta de Defensa Nacional para coordinar tem-
poralmente las acciones militares. La necesidad de unidad de mando llevó a la
Junta a nombrar jefe de Gobierno y del Ejército a Franco el 1 de octubre de 1936
>7H[WR@. Franco reforzó su posición a lo largo de la guerra hasta asumir un
poder absoluto mediante dos medidas:
— Creación del partido único FET de las JONS, liderado por él mismo, mediante
HO'HFUHWRGH8QL¿FDFLyQ DEULO TXHLPSXVRODIXVLyQGHFDUOLVWDV\IDODQJLVWDV
— Concesión a Franco de la Jefatura del Estado y de la potestad de dictar
leyes (Ley de Administración Central del Estado, enero 1938).
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 213

La unidad de mando político y militar fue un factor decisivo en el triunfo


rebelde, contrastando con la situación de la República. Además, los sublevados
FRQWDURQ GHVGH HO SULQFLSLR FRQ HO DSR\R GH OD ,JOHVLD TXH FDOL¿Fy OD JXHUUD
como cruzada contra el ateísmo y el bolchevismo.
El nuevo régimen impuso una contrarrevolución: ilegalizó sindicatos y par-
tidos (salvo FET de las JONS), derogó la legislación republicana (Constitución,
estatutos de autonomía, reforma agraria, etc.) e impuso un férreo control social
UHSUHVLyQGHGLVLGHQWHVUHFXSHUDFLyQGHODLQÀXHQFLDVRFLDOGHOD,JOHVLDFRQ-
trol de los medios de comunicación). El resultado fue un Estado autoritario,
centralizado, confesional y militarizado.

4.3. Consecuencias económicas y sociales de la guerra. Los costes humanos

Además del establecimiento de un sistema político dictatorial con una feroz repre-
sión (fusilamientos, encarcelamientos masivos) las consecuencias de la guerra fueron:
— &ULVLVGHPRJUi¿FD: retroceso de la natalidad durante la guerra y en la
posguerra, con medio de millón de muertos (combatientes y represaliados) y otro
medio millón de exiliados (la mayoría en Francia y México), de los que unos
doscientos mil nunca regresaron.
— Crisis económica: destrucción de infraestructuras y reducción de la pro-
ducción agrícola e industrial. La reconstrucción fue muy lenta por el endeuda-
miento del Estado (los republicanos habían gastado el oro del Banco de España
para pagar a la URSS y Franco hizo la guerra a crédito), dando lugar a una pro-
funda crisis económica (el racionamiento se mantuvo hasta principios de los 50).
— Fractura social: la política represiva de la dictadura impidió la reconci-
liación entre vencedores y vencidos, que no llegó hasta cuarenta años después
con la muerte de Franco y la aprobación de la Constitución de 1978.
— Aislamiento: el rechazo internacional a la dictadura franquista llevó a su
exclusión de la ONU (hasta 1955) y del Plan Marshall.
— $WUDVRFXOWXUDO\FLHQWt¿FR: provocado por el exilio de intelectuales y
FLHQWt¿FRVTXHDSR\DURQDOD5HS~EOLFD
214 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

COMENTARIO DE TEXTO

Azaña, Manuel: Discurso, Congreso de los Diputados, 13 de octubre de 1931

“(...) La revolución política, es decir, la expulsión de la dinastía y la res-


WDXUDFLyQ GH ODV OLEHUWDGHV S~EOLFDV KD UHVXHOWR XQ SUREOHPD HVSHFt¿FR GH
importancia capital, ¡quién lo duda!, pero no ha hecho más que plantear y
enunciar aquellos otros problemas que han de transformar el Estado y la so-
ciedad españoles hasta la raíz. Estos problemas, a mi corto entender, son prin-
cipalmente tres: el problema de las autonomías locales, el problema social en
su forma más urgente y aguda, que es la reforma de la propiedad, y este que
llaman problema religioso, y que es en rigor la implantación del laicismo del
Estado con todas su inevitables y rigurosas consecuencias. Ninguno de estos
problemas los ha inventado la República (...). Cada una de estas cuestiones,
señores diputados, tiene una premisa inexcusable, imborrable en la conciencia
pública, y a venir aquí, al tomar hechura y contextura parlamentaria es cuan-
GRVXUJHHOSUREOHPDSROtWLFR<RQRPHUH¿HURDODVGRVSULPHUDVPHUH¿HURD
eso que llaman problema religioso. La premisa de este problema, hoy político,
la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema
político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado
a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, señores
diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema
religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es
en la conciencia personal donde se formula y se responde la pregunta sobre el
misterio de nuestro destino (...)”.
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 215

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDVFRQ-
cretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió

Tipo de texto. Por su origen es una fuente primaria, ya que el texto corresponde
al periodo histórico de los hechos a que hace referencia. Por su forma es circuns-
tancial, el documento es un discurso en el que está narrando las circunstancias que
vive España en ese momento y pretende convencer a la audiencia, en las Cortes,
para llevar a cabo las reformas necesarias en la Segunda República recién estrena-
da. Por su contenido es social y político: social porque está describiendo tres pro-
blemas concretos que hay en España en ese momento que repercuten directamente
sobre la población, y político porque las reformas que se van a plantear, para acabar
FRQHVWRVSUREOHPDVYDQDPRGL¿FDUGUiVWLFDPHQWHODHVWUXFWXUDSROtWLFDGHOSDtV

Circunstancias en las que fue escrito. El texto se circunscribe en el primer


periodo de la Segunda República, el Bienio Reformista (1931-1933). El presi-
dente de la Segunda República era Niceto Alcalá-Zamora y el jefe de Gobierno
Manuel Azaña. El 14 de abril de 1931, tras las elecciones municipales, se pro-
clamó la Segunda República. El rey Alfonso XIII marchó al exilio. Se formará
un gobierno provisional, compuesto por republicanos, socialistas y nacionalistas
catalanes y gallegos. Se iniciaron las primeras reformas (agraria, militar, edu-
cativa y laboral). En junio se convocan elecciones a Cortes Constituyentes, que
ganó la izquierda. La Constitución se aprobó en diciembre de 1931.

Destinatario. Al ser un discurso que se hace en las Cortes, va dirigido directa-


mente a los diputados y la nación española. Por tanto, el destinatario es público.

Propósito. Aunque Manuel Azaña plantea en su discurso varios problemas que


necesitan solución, al que presta más interés es al de la laicidad de España. Con
su discurso sobre la defensa de la aconfesionalidad del Estado pretende con-
vencer de que la religión es un tema personal, de conciencia, y no puede tener
alcance político, y menos considerarlo un problema.
216 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

Pregunta 2. Indique y explique las ideas que aparecen en el texto y resuma


su contenido

Resumen. Manuel Azaña declara que España ha resuelto uno de sus proble-
mas, ha recuperado las libertades tras el exilio del rey Alfonso XIII, pero que
todavía quedan otros por resolver: las autonomías de las regiones, el sistema de
propiedad de la tierra y, el más importante a su juicio, el «problema religioso»,
que Manuel Azaña no considera tal problema porque la religión es un tema de
conciencia y España un Estado laico.

Ideas del texto. La idea principal del texto es hacer de España un Estado laico.
+LVWyULFDPHQWHOD,JOHVLDKDEtDHMHUFLGRVLHPSUHXQDIXHUWHLQÀXHQFLDVREUHODVLQV-
tituciones civiles y entre la población. A través de las homilías en los púlpitos, como
en las aulas, transmitía el ideario católico que, en España, era la base sobre la que se
asentaba la vida social. Al proclamarse la Segunda República las izquierdas alcan-
zaron el poder y, rápidamente, una de las reformas que se planteó fue la religiosa.
La Constitución de 1931 declaró que España era aconfesional y leyes posteriores
UHVWDURQSULYLOHJLRVHLQÀXHQFLDDOD,JOHVLD(O(VWDGRQRHVWDUtDREOLJDGRDPDQWHQHU
económicamente a la Iglesia, el único matrimonio legítimo sería el civil, se legalizó
el divorcio, se habilitaron cementerios civiles, los padres tenían la obligación de
mantener a todos sus hijos, fueran o no legítimos, se les retiró el derecho a ejercer la
docencia, se prohibió la enseñanza de la religión en las aulas y, además, se le expro-
piaron muchas propiedades. En un país tradicionalmente tan católico estas medidas
resultaron antipopulares. La Iglesia y los partidos de derechas reaccionaron y denun-
ciaron al gobierno republicano-socialista como anticlerical.
Manuel Azaña menciona dos temas más. El primero, el de las autonomías,
que la derecha consideró el inicio de la desmembración de España; la derecha
se opuso al Estatuto de Cataluña (1932) y suspendió la autonomía de Cataluña
después de que el presidente de la Generalidad Lluis Campanys participase en la
Revolución de Octubre (1934). El segundo, el de la propiedad de la tierra, que el
Gobierno Republicano-Socialista intentó resolver con la reforma agraria (1932),
que derogó el Gobierno Radical cedista (1934).
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 217

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


Texto 1. Constitución, 1931

“Art. 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se orga-
niza en régimen de Libertad y de Justicia.
“Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
“La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
³$UW(O(VWDGRHVSDxROQRWLHQHUHOLJLyQR¿FLDO
“Art. 8. El Estado español, dentro de los límites irreductibles de su territorio actual, estará
integrado por Municipios mancomunados en provincias y por las regiones que se constituyen en
régimen de autonomía.
“Art. 27. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier
religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias
de la moral pública. (...)
“Art. 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose
de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a la previa censura. (…)
“Art. 36. Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos dere-
chos electorales conforme determinen las leyes.
³$UW4XHGDUHFRQRFLGRHOGHUHFKRDUHXQLUVHSDFt¿FDPHQWHVLQDUPDV
$UW/RVHVSDxROHVSRGUiQDVRFLDUVHRVLQGLFDUVHOLEUHPHQWHSDUDORVGLVWLQWRV¿QHVGH
la vida humana, conforme a las leyes del Estado.
“Art. 43. (…) El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá
disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges, con alegación en este
caso de justa cuasa. Los padres están obligados a alimentar, asistir, educar e instruir a sus hijos.
(…) Los padres tienen para con los hijos habidos fuera del matrimonio los mismos deberes que
respecto de los nacidos en él.
“Art. 51. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes
o Congreso de los Diputados.
³$UW(O3UHVLGHQWHGHOD5HS~EOLFDHVHO-HIHGHO(VWDGR\SHUVRQL¿FDDOD1DFLyQ «
“Art. 68. El Presidente de la República será elegido conjuntamente por las Cortes y un
número de compromisarios igual al de Diputados. (…)
“Art. 81. […] El Presidente podrá disolver las Cortes hasta dos veces como máximo durante
su mandato, cuando lo estime necesario. (…)
“En el caso de segunda disolución, el primer acto de las nuevas Cortes será examinar y
resolver la necesidad del decreto de disolución de las anteriores. El voto desfavorable de la
mayoría absoluta de las Cortes llevará aneja la destitución del Presidente”.
218 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

Texto 2. Manuel Azaña. Proyectos de reforma militar, 29 de abril de 1931

“Las reformas que el Gobierno de la República se propone introducir en la organización


y régimen del Ejército habrán de llevarse a cabo en dos partes: una, más urgente y sencilla,
la acometerá, desde luego, el Gobierno, en virtud de los poderes que la revolución ha puesto
en sus manos; otra, que ha de comprender las bases legales de la instrucción militar, estará
deferida a las Cortes. Votarán en su día éstas una nueva ley constitutiva; fundarán sobre algo
más que el papel de la Gaceta la instrucción preliminar que permita, con ventaja del Tesoro
S~EOLFR\GHODSURGXFFLyQQDFLRQDOODUHGXFFLyQGHOWLHPSRGHVHUYLFLRHQ¿ODV¿MDUiQODV
QRUPDVGHUHFOXWDPLHQWRHLQVWUXFFLyQGHODR¿FLDOLGDG\ODWURSDDVtFRPRODVHOHFFLyQGHO
Estado Mayor General; darán una ley de cuadros para establecer las plantillas según las
necesidades que la técnica profesional determina, y una ley de efectivos que sustraiga la im-
portancia y cuantía de cada unidad táctica a las arbitrariedades administrativas de los licen-
ciamientos anticipados, rebaja del servicio y otras combinaciones reprobables ajenas, cuando
no contrarias, a la buena preparación de la tropa para la guerra; proveerán las Cortes al ar-
mamento de las fuerzas que el país necesita en la eventualidad de una movilización; revisará
los principios en que se basa nuestra justicia militar, corrigiendo los defectos de un Código
Penal arcaico y durísimo; votarán el primer presupuesto de guerra que revele exactamente
nuestra organización armada y su costo, que, con otras innovaciones que no son de analizar
en este preámbulo, dotarán a España de la capacidad defensiva propia de un pueblo libre y
SDFt¿FRHLQIXQGLUiQHQODFODVHPLOLWDUDTXHOODVHJXULGDGGHMXVWLFLD\EXHQJRELHUQRHQVX
carrera, no sólo conciliable, sino estrechamente ligada al respeto de los derechos inherentes
a la ciudadanía”.

Texto 3. Ley de Bases de la Reforma Agraria, 21 de septiembre de 1932

“Los efectos de esta ley se extienden a todo el territorio de la República. Su aplicación, en


orden a los asentamientos de campesinos, tendrá lugar en los términos municipales de Andalu-
cía, Extremadura, Ciudad Real, Toledo, Albacete y Salamanca. Las tierras del Estado y las que
constituyeron antiguos señoríos, transmitidas desde su abolición hasta hoy por título lucrativo,
podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen. La inclusión
HQSRVWHULRUHVHWDSDVDORV¿QHVGHDVHQWDPLHQWRGHODV¿QFDVVLWXDGDVHQWpUPLQRVPXQLFLSDOHV
de las 36 provincias restantes, sólo podrá realizarse a propuesta del Gobierno. (…)
“La ejecución de esta ley quedará encomendada al Instituto de Reforma Agraria, como
órgano encargado de transformar la constitución rural española. (…)
³(O,QVWLWXWRGH5HIRUPD$JUDULDSURPRYHUiODIRUPDFLyQGHRUJDQLVPRVGHFUpGLWRD¿QGH
facilitar, a los campesinos asentados, el capital necesario para los gastos de explotación. (…)
“Serán susceptibles de explotación las tierras incluidas en los siguientes apartados:
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 219

“1. Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños siempre que su adquisición se considere
de interés por el Instituto de Reforma Agraria. (…)
“3. Las adjudicadas al Estado, región, provincia o Municipio, por razón de débito, herencia
o legado. (…)
³/DV¿QFDVU~VWLFDVGH&RUSRUDFLRQHVIXQGDFLRQHV\HVWDEOHFLPLHQWRVS~EOLFRVTXHODV
exploten en régimen de arrendamiento, aparcería cualquiera otra forma que no sea explotación
directa, exceptuando las tierras correspodientes a aquellas fundaciones en que el título exija la
conservación de las mismas, como requisito de subsistencia. (…)
“5. Las que por las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente
por los adquirentes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse que fueran
FRPSUDGDVFRQ¿QHVGHHVSHFXODFLyQRFRQHO~QLFRREMHWRGHSHUFLELUVXUHQWD «
“6. Las que constituyeron señoríos jurisdiccionales y que se hayan transmitido hasta llegar
a sus actuales dueños por herencia, legado o donación (…)
³/DVLQFXOWDVRPDQL¿HVWDPHQWHPDOFXOWLYDGDVHQWRGDDTXHOODSRUFLyQTXHSRUVXIHUWL-
lidad y favorable situación permita un cultivo permanente, con rendimiento económico superior
al actual. (…)
³4XHGDUiQH[FOXLGDVGHODDGMXGLFDFLyQWHPSRUDO\GHODH[SURSLDFLyQODVVLJXLHQWHV¿QFDV
“a) Los bienes comunales pertenecientes a los pueblos, las vías pecuarias. (…)
“b) Los terrenos dedicados a explotaciones forestales. (…)
“c) Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños, siempre que su adquisición se considere
de interés por el Instituto de Reforma Agraria.
³G /DV¿QFDVTXHSRUVXHMHPSODUH[SORWDFLyQRWUDQVIRUPDFLyQSXHGDQVHUFRQVLGHUDGDV
como tipo de buen cultivo técnico o económico. (…)
“8. Las que debiendo haber sido regadas por existir un embalse y establecer la Ley la obli-
gación del riego no lo hayan sido aún, cuando todas estas circunstancias se acrediten previo
informe técnico”.

Texto 4. José María Gil-Robles. Programa ideológico de la CEDA, 1932

³+D\SRU~OWLPRXQVHFWRUELHQGH¿QLGRGHODVGHUHFKDVHVSDxRODVHQHOFXDOPHHQFXHQ-
tro, y que sostiene que hay un problema fundamental o una serie de problemas fundamentales
cuyas bases son: la defensa de la religión y principios espirituales; la defensa de la familia, ame-
nazada de disolución; la de la propiedad, combatida por enemigos de ella; la defensa del orden
social, que está a punto de quedarse en manos de la anarquía. (...) Mantenemos el programa
de los principios fundamentales de la Religión, Patria, Familia, Propiedad, Orden y Trabajo.
(…) Y se me preguntará: ¿Cómo quieres que actúen las derechas españolas? ¿Con mo-
narquía, con república, con qué régimen? Yo contesto: con el que sea, con el que nos permita
GHIHQGHUFRQPD\RUH¿FDFLDORTXHODVRFLHGDGQRVSLGHTXHGHIHQGDPRVSRUHQFLPDGHWRGR´
220 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

Texto 5. Comité Revolucionario de Asturias. Bando, 9 de octubre de 1934

“Hacemos saber:
“Que el Comité Revolucionario, como intérprete de la voluntad popular y velando por los
intereses de la revolución, se dispone a tomar con la energía necesaria todas las medidas con-
ducentes a encauzar el curso del movimiento. A tal efecto, disponemos:
“1. El cese radical de todo acto de pillaje, previniendo que todo individuo que sea cogido
en un acto de esta naturaleza será pasado por las armas.
“2. Todo individuo que posea armas debe presentarse inmediatamente ante el Comité a
LGHQWL¿FDUVXSHUVRQDOLGDG$TXLHQVHFRMDFRQDUPDVHQVXGRPLFLOLRRHQODFDOOHVLQODFR-
rrespondiente declaración, será juzgado severísimamente.
“3. Todo el que tenga en su domicilio artículos, producto del pillaje, o cantidades de los mismos
que sean producto de ocultaciones, se le conmina a hacer entrega de los mismos inmediatamente.
El que así no lo haga, se atendrá a las consecuencias naturales como enemigo de la revolución.
³7RGRVORVYtYHUHVH[LVWHQWHVDVtFRPRDUWtFXORVGHYHVWLUTXHGDQFRQ¿VFDGRV
“5. Se ruega la presentación inmediata ante este Comité de todos los miembros pertenecien-
tes a los Comités directivos de las organizaciones obreras de la localidad para normalizar la
distribución y consumo de víveres y artículos de vestir.
“6. Los miembros de los Partidos y Juventudes obreras de la localidad deben presentarse
inmediatamente con su correspondiente carnet para constituir la Guardia Roja, que ha de velar
por el orden y la buena marcha de la Revolución”

Texto 6. José Antonio Primo de Rivera. Discurso del Teatro de la Comedia. Madrid, 29 de oc-
tubre de 1933

“1. Creemos en la suprema realidad de España. Fortalecerla, elevarla y engrandecerla es la


apremiante tarea colectiva de todos los españoles. A la realización de esa tarea colectiva habrán
de plegarse inexorablemente los intereses de los individuos, de los grupos y de las clases.
“2. España es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiración contra esa unidad
es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos. La Constitución vigente, en
cuanto incita a las disgregaciones, atenta contra la unidad de destino de España. Por eso exigi-
mos su anulación fulminante.
“5. Nuestro estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad de la patria.
Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal y sindical. Na-
die participará a través de partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de partidos
políticos con todas sus consecuencias y el parlamento del tipo conocido.
“6. Concebimos a España en lo económico como un gigantesco sindicato de productores.
Organizaremos corporativamente la sociedad española mediante un sistema de sindicatos ver-
ticales por ramas de producción.
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 221

“7. La dignidad humana, la integridad del hombre y su libertad son valores eternos e intangi-
bles. Pero sólo es de veras el libre quien forma parte de una nación fuerte y libre. A nadie le será
lícito usar su libertad contra la unión, la fortaleza y la libertad de la Patria. Una disciplina rigurosa
impedirá todo intento dirigido a desunir a los españoles o a moverlos contra el destino de la Patria.
“10. Repudiamos el sistema capitalista, que se desentiende de las necesidades populares,
deshumaniza la propiedad privada y aglomera a los trabajadores en masas informes, propicias
a la miseria y a la desesperación. Nuestro sentido espiritual y nacional repudia también el mar-
xismo. Orientaremos el ímpetu de las clases laboriosas, hoy descarriadas por el marxismo, en el
sentido de exigir su participación directa en la gran tarea del Estado nacional.
“13. El Estado reconocerá la propiedad privada como medio lícito para el cumplimiento de
ORV¿QHVLQGLYLGXDOHVIDPLOLDUHV\VRFLDOHV\ODSURWHJHUiFRQWUDORVDEXVRVGHOJUDQFDSLWDOGH
los especuladores y de los prestamistas.
“15. Todos los españoles tienen derecho al trabajo. Las entidades públicas sostendrán ne-
cesariamente a quienes se hallen en paro forzoso.
“16. Todos los españoles no impedidos tienen el deber del trabajo. El Estado Nacionalsin-
dicalista no tributará la menor consideración a los que no cumplen función alguna y aspiran a
vivir como convidados a costa del esfuerzo de los demás”.

Texto 7. Emilio Mola. Instrucciones reservadas, 1936

“Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes po-
sible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los di-
rectivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles
castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas.
Conquistado el poder se instaurará una dictadura militar que tenga por misión inmediata
restablecer el orden público, imponer el imperio de la ley y reforzar convenientemente al ejérci-
to, para consolidar la situación de hecho que pasará a ser de derecho”.

Texto 8. Manuel Azaña. Escritos políticos y de guerra, 28 de octubre de 1936

“Al siguiente día del alzamiento militar el gobierno republicano se encontró en esta situa-
ción: por un lado tenía que hacer frente al movimiento que desde las capitales y provincias ocu-
padas (el noroeste y el centro de la Península y buena parte de Andalucía) tomaba la ofensiva
contra Madrid; y por otro, a la insurrección de las masas proletarias, que sin atacar directa-
mente al gobierno, no le obedecían. Para combatir al fascismo, querían hacer una revolución
sindical. La amenaza más fuerte era sin duda el alzamiento militar, pero su fuerza principal
venía, por el momento, de que las masas desmandadas dejaban inerme al gobierno frente a
los enemigos de la República. Reducir aquellas masas a la disciplina, hacerlas entrar en una
222 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

organización militar del estado, con mandos dependientes del gobierno, para sostener la guerra
conforme a los planes de un Estado Mayor, ha constituido el problema capital de la República”.

Texto 9. Vicente Rojo. Causas de la derrota republicana, 1939

“En el terreno militar, Franco ha triunfado:


1. Porque lo exigía la ciencia militar, el arte de la guerra. Muchas veces, comentándolo
con los compañeros que tenían motivo para entender de estas cosas, yo decía: si triunfamos
nosotros, tal y como ahora somos, el arte de la guerra, como nos lo enseñaron, vendrá al suelo,
porque habremos demostrado cómo una masa que se llama ejército, sin haber logrado una or-
ganización porque no responde a los resortes de la obediencia; sin unidad moral; sin grandeza
de aspiraciones en algunos dirigentes, que anteponen sus intereses personales o partidistas;
sin medios materiales adecuados para hacer la guerra, porque los que tenemos son escasos y
siempre inferiores a los del adversario; sin instrucción, sin técnicos, etc.; una masa así, decimos,
habrá vencido a tropas donde se revelan características totalmente opuestas. (...)
2. Porque hemos carecido de los medios materiales indispensables para sostener la lucha. (...)
En el terreno político, Franco ha triunfado:
3RUTXHOD5HS~EOLFDQRVHKDEtD¿MDGRXQ¿QSROtWLFRSURSLRGHXQSXHEORGXHxRGHVXV
destinos. A nuestros políticos, durante los dos años y medio de guerra, les han preocupado más
las menudencias personales y partidistas que los grandes problemas nacionales. (...)
2. Porque nuestro Gobierno ha sido impotente, por las inf1uencias sobre él ejercidas, para
desarrollar una acción verdaderamente rectora de las actividades del país. (...)
3. Porque nuestros errores diplomáticos le han dado el triunfo al adversario mucho antes de
que pudiera producirse la derrota militar. (...)
En el orden social y humano, Franco ha triunfado:
1. Porque ha logrado la superioridad moral en el exterior y en el interior. (...)
2. Porque ha sabido asegurar una cooperación internacional permanente y pródiga. (...)
Podemos sintetizar todo lo expuesto diciendo que Franco ha vencido por su superioridad;
una superioridad lograda, tanto o más que por su acción directa, por nuestros errores.
Alerta los pueblos. Buenos Aires, 1939”.

Texto 10. Juan Negrín. 13 puntos, 30 de abril de 1938

“1. La independencia de España.


2. Liberarla de militares extranjeros invasores.
3. República democrática con un gobierno de plena autoridad.
4. Plebiscito para determinar la estructuración jurídica y social de la República Española
5. Libertades regionales sin menoscabo de la unidad española
6. Conciencia ciudadana garantizada por el Estado.
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 223

7. Garantía de la propiedad legítima y protección al elemento productor.


8. Democracia campesina y liquidación de la propiedad semifeudal.
9. Legislación social que garantice los derechos del trabajador.
10. Mejoramiento cultural, físico y moral de la raza.
11. Ejército al servicio de la Nación, estando libre de tendencias y partidos.
12. Renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
13. Amplia amnistía para los españoles que quieran reconstruir y engrandecer España”.

Texto 11. Junta de Defensa Nacional. Nombramiento de Franco, 29 de septiembre de 1936

“Artículo 1º. En cumplimiento de acuerdo adoptado por la Junta de Defensa Nacional, se


nombra Jefe del Gobierno del Estado español al Excelentísimo señor General de División don
Francisco Franco Bahamonde, quien asumirá todos los poderes del nuevo Estado.
Art. 2º. Se le nombra, asimismo, Generalísimo de las fuerzas nacionales de Tierra, Mar y
$LUH\VHOHFRQ¿HUHHOFDUJRGH*HQHUDOMHIHGHORV(MpUFLWRVGHRSHUDFLRQHV
Art. 3º. Dicha proclamación será revestida de forma solemne, ante representación adecuada
de todos los elementos nacionales que integran este movimiento liberador, y de ella se hará la
oportuna comunicación a los Gobiernos extranjeros.
%XUJRV%ROHWtQ2¿FLDOGHOD-XQWDGH'HIHQVD1DFLRQDO´

Imagen 1. ¡No pasarán! Madrid, 1936


224 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

Mapa 1. Mapas de la guerra civil española, 1936-1939

*Ui¿FD Resultados de las elecciones municipales de 12 de abril de 1931

Partido político Concejales Alcaldes de capitales


de provincia
Monárquicos 40.324 10
Conjunción Republicano-Socialista 23.282 37
ERC 3.219 3
Lliga Regionalista de Cataluña 1.014 0
PNV 267 0
PCE 67 0
Independientes 267 0

Fuente: www.historiaelectoral.com
LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL UNIDAD 10 225

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Casas Viejas (sucesos de). Enfrentamiento Guardia de Asalto. Cuerpo de seguridad de
violento entre jornaleros anarquistas de Casas élite creado para garantizar el orden público
Viejas (Cádiz) y la Guardia de Asalto que se en las ciudades. Con su creación las autorida-
saldó con la muerte de decenas de personas, des republicanas buscaron contar con un cuer-
incluido el asesinato a sangre fría de varios po armado leal al régimen.
campesinos.
Misiones Pedagógicas. Institución fundada
Compromisario. En aquellos sistemas electo- HQFRQHO¿QGHGLIXQGLUODDOIDEHWL]DFLyQ
rales con doble votación, representante de los y la cultura entre la población rural. Estuvo
votantes en primera instancia con capacidad dirigida por Bartolomé Cossío, que contó con
para votar en elecciones de segundo grado. Los la colaboración de artistas (Luis Cernuda) y
compromisarios previstos por la Constitución el apoyo de voluntarios universitarios. Estas
de 1931 para elegir al presidente de la Repú- misiones pusieron en funcionamiento miles de
blica junto a los diputados de las Cortes eran bibliotecas públicas y desarrollaron campañas
elegidos mediante un mecanismo complejo. masivas de alfabetización y de difusión del
cine, el arte, la música, la poesía y el teatro.
Falange. Partido político de inspiración fas-
cista fundado por José Antonio Primo de Ri- Milicianos. Voluntarios (generalmente obre-
vera durante la Segunda República (1933). En ros y campesinos) armados y organizados por
1934 se unió con las Juntas de Ofensiva Na- los partidos políticos y los sindicatos favora-
cional Sindicalista (JONS) de Ramiro Ledes- bles a la República para su defensa.
ma, dando lugar a FE de las JONS. Protago-
nizó duros enfrentamientos callejeros con los Mola, Emilio (1887-1937). General del Ejér-
izquierdistas, dando lugar a la ilegalización cito de tierra. El Gobierno del Frente Popular
del partido y al encarcelamiento de Primo de lo alejó de Madrid destinándole a Pamplona
Rivera. Apoyó activamente el golpe militar de por considerarle hostil a la República. Preparó
julio de 1936. En 1937 se fusionó por orden el alzamiento de 1936. Estableció la Junta de
de Franco con los tradicionalistas, pasando a Defensa Nacional en Burgos (1936). Durante
ser denominada FET de las JONS. Con Franco la Guerra Civil estuvo al mando de las fuerzas
ocupando la jefatura, fue el único partido per- insurrectas en el frente norte.
mitido durante su dictadura.
Negrín, Juan (1892-1956). Diputado por
Giral, José (1879-1962). Político pertene- el PSOE durante la Segunda República,
ciente a Acción Republicana, fue presidente basculó hacia el PCE durante la Guerra
del Gobierno durante la Guerra Civil (1936). Civil tras ser nombrado presidente del Go-
226 UNIDAD 10 LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS INTERNACIONAL

bierno (1937) para garantizar la llegada de 1937 durante la Guerra Civil por orden de Sta-
suministros desde la URSS. El fracaso de lin durante los Sucesos de Mayo.
su propuesta de paz (13 Puntos de Negrín)
le llevó a adoptar una política de resisten- Sucesos de Mayo. Enfrentamientos calleje-
cia a ultranza que buscó primero alargar la ros ocurridos en Barcelona en mayo de 1937
guerra hasta el estallido de un previsible como consecuencia del intento de la Generali-
conflicto europeo contra Hitler, y desde fe- tat por recuperar el control efectivo del poder,
brero de 1939 ganar tiempo para organizar en mano de anarquistas (CNT) y marxistas
la evacuación de políticos y militares repu- opuestos a Stalin (POUM). El triunfo guber-
blicanos. namental dejó cuatrocientos muertos y supuso
HO¿QGHOLQWHQWRGHOOHYDUDFDERODUHYROXFLyQ
POUM 3DUWLGR 2EUHUR GH 8QL¿FDFLyQ 0DU- social, el arrinconamiento de los anarquistas y
xista. Formación política fundada en 1935 la ilegalización del POUM (cuyos dirigentes,
como escisión del PCE y desmantelada en como Andreu Nín, fueron asesinados).
UNIDAD 11

LA DICTADURA FRANQUISTA
(1939-1975)
228 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS


1. LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA. GRUPOS
IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES. ETAPAS DE
LA DICTADURA Y PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
DE CADA UNA DE ELLAS. EL CONTEXTO INTERNACIONAL:
DEL AISLAMIENTO AL RECONOCIMIENTO EXTERIOR
1.1. La creación del Estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales
— Instauración de la dictadura
— Leyes fundamentales
— Pilares ideológicos del franquismo
— Apoyos institucionales y sociales
— Represión
1.2. Etapas de la dictadura y principales características de cada una de ellas
— Primer franquismo (1939-1959)
— Consolidación y desarrollismo (1959-1973)
— Crisis del franquismo (1973-1975)
1.3. El contexto internacional: del aislamiento al reconocimiento exterior
— Alineamiento con el Eje (1939-1943)
— Neutralidad (1943-45)
— Aislamiento internacional (1945-1950)
— Reconocimiento internacional (1950-1975)

2. POLÍTICA ECONÓMICA DEL FRANQUISMO: DE LA AUTARQUÍA


AL DESARROLLISMO. TRANSFORMACIONES SOCIALES:
CAUSA Y EVOLUCIÓN
2.1. Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo
— La autarquía
— El Plan de Estabilización
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 229

— El desarrollismo
— Carencias del desarrollismo
— Los planes de desarrollo
2.2. Transformaciones sociales: causa y evolución
— Estructura de la sociedad española
— Los cambios sociales del desarrollismo

3. LA OPOSICIÓN A LA DICTADURA: PRINCIPALES GRUPOS


Y EVOLUCIÓN EN EL TIEMPO. LA CRISIS DEL FRANQUISMO
DESDE 1973 HASTA LA MUERTE DE FRANCO
3.1. La oposición a la dictadura: principales grupos y evolución en el tiempo
— Represión de la oposición
— La oposición durante la posguerra
— La oposición durante los 50 y 60
—/DRSRVLFLyQGXUDQWHHO¿QDOGHOIUDQTXLVPR
3.2. La crisis del franquismo desde 1973 hasta la muerte de Franco
— Presidencia y asesinato de Carrero Blanco
— Presidencia de Arias Navarro
— Fallecimiento de Franco

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 231

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA. GRUPOS


IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES. ETAPAS DE
LA DICTADURA Y PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
DE CADA UNA DE ELLAS. EL CONTEXTO INTERNACIONAL:
DEL AISLAMIENTO AL RECONOCIMIENTO EXTERIOR

1.1. La creación del Estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales

Tras la Guerra Civil se estableció en España una dictadura militar que sus-
tituyó el sistema republicano (democrático, descentralizado y laico) por un ré-
gimen autoritario, centralizado y confesional en el que Franco reunía todo el
poder: jefe del Estado, de Gobierno, del Ejército y del partido único (FET de las
JONS, denominado desde 1943 Movimiento Nacional). Esta dictadura personal
se institucionalizó, gradualmente, mediante las llamadas leyes fundamentales:
— Ley de la Administración General del Estado (1938): concedió a Franco
la potestad de legislar en exclusiva.
— Fuero del Trabajo (1938): regulaba las relaciones laborales, prohibiendo
la huelga y los sindicatos.
— Ley de Cortes (1942): estableció una cámara meramente consultiva.
— Fuero de los Españoles (1945): recogía derechos cuyo ejercicio no garantizaba.
— Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947): establecía como modelo
sucesorio una monarquía autoritaria cuyo rey debía ser propuesto por Franco
[Texto 1].

Los pilares ideológicos del franquismo fueron:


— Tradicionalismo*: defensa de la familia, el orden y la propiedad.
— Nacionalcatolicismo: defensa del centralismo como estructura natural
del Estado, y del catolicismo como raíz de la nación española.
232 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

— Antiliberalismo: rechazo del parlamentarismo y de los partidos políticos.


— Anticomunismo: rechazo de las doctrinas igualitaristas (socialistas, co-
munistas, anarquistas).

El franquismo contó con los siguientes apoyos institucionales y sociales:


— Iglesia: legitimó la sublevación y la dictadura. A cambio, el régimen re-
FRQRFLyODFRQIHVLRQDOLGDGGHO(VWDGROD¿QDQFLDFLyQS~EOLFDGHOD,JOHVLD\HO
control de la educación (instrumento fundamental de adoctrinamiento). Reforza-
da con el Concordato de 1953, la alianza se mantuvo intacta hasta el Concilio*
Vaticano II (1965), que alejó a la Iglesia de la dictadura franquista.
— EjércitoOHDOD)UDQFRKDVWDHO¿QDODXQTXHIXHSHUGLHQGRSHVRSROtWLFR
VDOYR¿JXUDVFRPR&DUUHUR* Blanco).
— La Falange: controlaba el Ministerio de Trabajo, el sindicato único y
varios periódicos. Tras el triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial fue ce-
diendo protagonismo ante otras familias del régimen (militares, tradicionalistas,
tecnócratas*).
— Grupos sociales: a la oligarquía económica, la burguesía provinciana y
los pequeños campesinos propietarios de tierras se sumó en los años 50 la bur-
JXHVtDLQGXVWULDOFDWDODQD\YDVFDEHQH¿FLDGDVSRUHOSURWHFFLRQLVPR

Además de sus importantes apoyos institucionales y sociales, el nuevo régi-


men necesitó para imponerse de un conjunto de durísimas leyes represivas: Ley
de Responsabilidades Políticas (1939), Ley sobre la Represión de la Masonería
y el Comunismo (1940), Ley para la Seguridad del Estado (1941) o la Ley de
Represión de Bandidaje y Terrorismo (1947).

1.2. Etapas de la dictadura y principales características de cada una de ellas

El franquismo atravesó tres etapas, caracterizadas por el predominio en el Go-


bierno de unas familias sobre otras (falangistas, monárquicos, católicos tradicionalis-
tas, tecnócratas, etc.), aunque Franco mantuvo siempre cierto equilibrio entre ellas:
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 233

— Primer franquismo (1939-1959): el nuevo régimen, autodenominado na-


cionalsindicalista*, comenzó como una dictadura totalitaria dominada por mili-
tares y falangistas (Serrano* Suñer, ministro de Exteriores). Sin embargo, desde
1942 y como consecuencia del cambio de rumbo en la Segunda Guerra Mundial
TXHKL]RWHPHUXQDLQYDVLyQDOLDGDORVJHUPDQy¿ORVIXHURQUHPSOD]DGRVSRUFDWy-
licos (Martín* Artajo, ministro de Exteriores) y se redujeron los fusilamientos y la
simbología fascista. No obstante, Franco no pudo evitar el aislamiento internacio-
QDOKDVWDORVDxRVORTXHGL¿FXOWyWRGDYtDPiVODUHFXSHUDFLyQHFRQyPLFD\VL-
tuó a la dictadura al borde del colapso (hubo cartilla de racionamiento hasta 1952).
— Consolidación y desarrollismo (1959-1973): el régimen se consolidó
con el reconocimiento internacional y el crecimiento económico de los años 60.
Para dirigir este periodo Franco dio protagonismo político a ministros del Opus*
Dei, los llamados tecnócratas. En esta etapa se completó la institucionalización
del régimen con otras dos nuevas leyes fundamentales:
- Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): recogía los princi-
SLRVEiVLFRVGHOIUDQTXLVPRDOTXHGH¿QtDFRPRXQDPRQDUTXtDWUDGLFLR-
nal, católica, social y representativa [Texto 2].
- Ley Orgánica del Estado (1967): separaba las funciones del jefe del
Estado y el jefe del Gobierno (aunque Franco siguió ostentando ambos
cargos hasta 1973).
Además, se adoptaron otras dos importantes leyes de carácter, aparentemente,
aperturista: la Ley de Prensa e Imprenta (1966), que suprimía la censura previa
[Texto 3], y la Ley de Libertad religiosa (1967), que mantenía la confesionalidad
del Estado aunque reconocía la libertad de cultos (como acababa de aprobar el
Concilio Vaticano II).
En 1969 Franco nombró al príncipe Juan Carlos de Borbón como su su-
FHVRUUDWL¿FDGRSRUXQUHIHUpQGXP\SRUODV&RUWHVIUDQTXLVWDV(OREMHWLYR
era el mantenimiento tras su muerte de la dictadura mediante una monarquía
autoritaria.
— Crisis del franquismo (1973-1975): el envejecimiento llevó a Franco a
iniciar la cesión de poderes designando jefe de Gobierno a Carrero Blanco, ase-
sinado por Euskadi Ta Askatasuna (ETA) ese mismo año (diciembre, 1973). En
234 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

1974 Franco nombró a Arias* Navarro, que inició una tibia reforma política (Ley
de Asociaciones Políticas) que no contentó ni a aperturistas ni a integristas (el
búnker* $GHPiVODFULVLVHFRQyPLFDDXPHQWyODFRQÀLFWLYLGDGVRFLDOPLHQ-
tras la política represiva (encarcelamiento de líderes sindicales, fusilamiento de
miembros de ETA y del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota, FRAP)
alimentaba la presión internacional sobre el régimen. Solo el Ejército y la Falange
mantenían una lealtad inquebrantable. Cuando el 20 de noviembre de 1975 Fran-
co falleció, el régimen estaba obsoleto, dividido y repudiado internacionalmente.

1.3. El contexto internacional: del aislamiento al reconocimiento exterior

La política exterior franquista fue variando para adaptarse a la situación in-


ternacional del momento:
— Alineamiento con el Eje y neutralidad durante la Segunda Guerra Mun-
dial (1939-1945): España se declaró neutral al estallar la Segunda Guerra Mundial,
pero los éxitos de Hitler llevaron a Franco a alinearse con el Eje declarándose no*
beligerante en 1940. El rechazo de Hitler a las peticiones de Franco en la entrevista
de Hendaya (Octubre, 1940) [Imagen 1] GHMDURQD(VSDxDIXHUDGHOFRQÀLFWRVLELHQ
envió a Alemania recursos estratégicos (hierro, wolframio) y voluntarios contra la
URSS (División Azul). En 1943 Franco recuperó la neutralidad ante las derrotas del
Eje y el miedo a una invasión aliada de España.
— Aislamiento internacional (1945-1950): tras la Segunda Guerra Mundial
España fue sometida a un duro aislamiento internacional que buscaba presionar a
Franco para que abandonara el poder. La recién creada Organización de las Naciones
8QLGDV 218 UHFKD]yHOLQJUHVRGH(VSDxDFDOL¿FyDOUpJLPHQFRPRIDVFLVWD\SUR-
movió la retirada de embajadores (que únicamente no secundaron Portugal, Argenti-
na y el Vaticano) [Texto 4]. Además, EE. UU. excluyó a España del Plan* Marshall.
— Reconocimiento internacional (1950-1975): con la Guerra Fría EE. UU.
pasó a considerar a Franco un aliado leal contra el comunismo. En 1950 regresa-
URQORVHPEDMDGRUHV\HQVH¿UPDURQHO3DFWR0LOLWDU%LODWHUDOFRQ((88
(que estableció cuatro bases militares en España) [Texto 5] y el Concordato con
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 235

el Vaticano [Texto comentado]. El ingreso en la ONU (1955) y la visita del presi-


GHQWHHVWDGRXQLGHQVH(LVHQKRZHU  FRQ¿UPDURQHO¿QGHODLVODPLHQWR6LQ
embargo, los éxitos se vieron empañados por la pérdida de las últimas colonias
(Marruecos, 1956; Guinea, 1968), el rechazo al ingreso en la Comunidad Econó-
mica Europea (CEE) y la crisis diplomática con Reino Unido por Gibraltar. Las
relaciones internacionales del régimen se complicaron en los últimos años con la
caída de las dictaduras de Portugal y Grecia. De hecho, el franquismo estaba tan
debilitado internacionalmente que España no pudo evitar la invasión marroquí
del Sáhara en 1975 (Marcha* Verde).

2. POLÍTICA ECONÓMICA DEL FRANQUISMO: DE LA AUTARQUÍA


AL DESARROLLISMO. TRANSFORMACIONES SOCIALES:
CAUSA Y EVOLUCIÓN

2.1. Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo

Las autoridades franquistas desarrollaron tras la Guerra Civil una política eco-
QyPLFDDXWiUTXLFDFX\RREMHWLYRHUDKDFHUGH(VSDxDXQDQDFLyQDXWRVX¿FLHQWH/D
autarquía obedecía tanto a la ideología fascista del momento como al aislamiento
de España, debido a la Segunda Guerra Mundial y al posterior rechazo internacio-
QDO(VWDDXWRVX¿FLHQFLDH[LJtDXQDLQWHQVDLQWHUYHQFLyQHFRQyPLFDGHO(VWDGRTXH
pasaba por la creación de un sector industrial público (Instituto Nacional de Indus-
tria), la regulación de los precios y la limitación de las importaciones. El resultado
de la autarquía fue desastroso: no hubo crecimiento económico durante los años 40
y el racionamiento se mantuvo hasta principios de los 50.
El inminente riesgo de quiebra llevó a Franco en 1957 a formar un nuevo Go-
bierno dominado por miembros del Opus Dei, los conocidos como tecnócratas.
Los ministros Ullastres (Comercio) y Navarro Rubio (Hacienda) obtuvieron au-
torización de Franco para promover la liberalización de la economía sin alterar
la estructura autoritaria del régimen. Para ello diseñaron en 1959 un programa
que se apoyaba en dos ejes:
236 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

— Plan de Estabilización: saneamiento de la economía a través de la con-


WHQFLyQGHOGp¿FLW GLVPLQXFLyQGHOJDVWRS~EOLFR ODUHGXFFLyQGHODLQÀDFLyQ
(encarecimiento del crédito y congelación de los salarios) y el fomento de las
exportaciones (devaluación de la peseta).
— Medidas de liberalización económica [Texto 6]: reducción de los con-
troles estatales sobre la economía (en importaciones, producción, precios, etc.) y
apertura de la economía al exterior (atracción de inversiones extranjeras e insta-
lación de empresas extranjeras).

Estas medidas favorecieron el despegue de la economía en los años 60 dando


lugar a un espectacular crecimiento conocido como desarrollismo. Pero este
progreso económico no se podría entender sin otros factores importantes:
— Expansión de la economía de Europa occidental.
— ([LVWHQFLDGHXQDPDQRGHREUDDEXQGDQWHEDUDWD\SRFRFRQÀLFWLYDSUR-
cedente del éxodo rural.
— Instalación de empresas extranjeras atraídas por los bajos costes laborales
\¿VFDOHV
— Aumento de las divisas procedentes del extranjero a través del turismo y
las remesas de los emigrantes.

A pesar de sus logros, las carencias del desarrollismo también fueron impor-
tantes:
— Emigración de cerca de dos millones de españoles a la Europa industrial
(Alemania, Francia, Suiza, Bélgica y Gran Bretaña) debido al crecimiento insu-
¿FLHQWHGHODHFRQRPtDSDUDDEVRUEHUODGHPDQGDGHHPSOHR
— Bajos salarios, que mantuvieron la renta per cápita española por debajo de
la de los países del entorno.
— ,QVX¿FLHQFLDGHUHFXUVRVS~EOLFRVSDUDFUHDUXQHVWDGRGHOELHQHVWDUGH-
bido sobre todo a la práctica ausencia de impuestos sobre la renta y el capital.
— Implantación de industrias de bajo nivel tecnológico y dependientes del exterior.
— Desequilibrios territoriales: la industrialización se concentró solo en de-
terminadas regiones (Cataluña, País Vasco, Madrid, Asturias y Valencia).
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 237

Para corregir estos desequilibrios regionales, el Estado puso en marcha en


1962 los Planes de Desarrollo dirigidos por el tecnócrata López Rodó. Hubo
tres planes, que tenían una duración de cuatro años, y ofrecieron a las empresas
TXHVHDFRJLHURQLPSRUWDQWHVYHQWDMDV¿VFDOHV\FUHGLWLFLDV6HLPSODQWDURQHQ
zonas poco desarrolladas (Valladolid, Zaragoza, Huelva o Vigo), y aunque tu-
vieron cierto efecto en la redistribución de la población y la riqueza no acabaron
con los desequilibrios territoriales, dando lugar en muchos casos a empresas
poco viables por la dependencia de subvenciones.
La crisis*LQWHUQDFLRQDOGHOSHWUyOHRGHSXVR¿QDOGHVDUUROOLVPRSUR-
YRFDQGRXQIXHUWHDXPHQWRGHODLQÀDFLyQ\HOGHVHPSOHRFRLQFLGLHQGRFRQOD
agonía del franquismo.

2.2. Transformaciones sociales: causa y evolución

Hasta los años 60 la estructura social española seguía siendo como a co-
mienzos de siglo: un país rural, dominado por una oligarquía agraria, con una pe-
TXHxDFODVHPHGLDXUEDQD\OD,JOHVLDFRPRLQVWLWXFLyQPiVLQÀX\HQWH(UDSRU
tanto, una sociedad inmovilista inspirada en los valores tradicionales católicos:
religión, familia, patria y orden. Sin embargo, el desarrollismo de los 60 provo-
có profundos cambios sociales y España pasó a ser un país urbano e industrial
>*Ui¿FD@. El auge económico y la llegada masiva de turistas alentaron nuevas
pautas de conducta que transformaron la sociedad y sus costumbres. Estos cam-
bios sociales VHUHÀHMDURQHQ
— &UHFLPLHQWRGHPRJUi¿FR: provocado por la caída de la mortalidad y el
aumento de la natalidad (baby boom de los 60).
— Mercado de trabajo ORV GDWRV GH SREODFLyQ DFWLYD GH  UHÀHMDURQ
un crecimiento del sector terciario (39 %) y secundario (38 %), una fuerte caída
del sector primario (23 %) y la progresiva incorporación de la mujer al mercado
laboral.
— Movimientos migratorios: dos millones de españoles emigraron ante la
falta de empleo a la Europa industrial. En el interior, el éxodo rural despobló
238 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

DPSOLDV]RQDVUXUDOHVHQEHQH¿FLRGHiUHDVLQGXVWULDOHVFRPR&DWDOXxDRHO3DtV
Vasco [Mapa 1].
— Predominio de la población urbana: en 1975 la población urbana ascen-
GtD\DDGHOWRWDO/DH[SDQVLyQXUEDQDVHFDUDFWHUL]ySRUODIDOWDGHSODQL¿FD-
ción, que provocó un crecimiento desordenado, la aparición de ciudades dormi-
torio, el aumento de la infravivienda y la degradación de los centros históricos.
— Predominio de la clase media: el desarrollismo provocó un aumento de
la clase media urbana, que pasó a convertirse en el principal sostén del régimen
al aceptar la falta de libertades a cambio del bienestar (el denominado franquis-
mo sociológico).
— Cambios en la Iglesia: la Iglesia recuperó peso político y social durante
el franquismo, pero desde el Concilio Vaticano II se distanció notablemente del
régimen.
— Aparición de la sociedad de consumo: el aumento del nivel de vida ge-
neralizó el uso de los electrodomésticos (teléfono, lavadora, televisor, etc.), el
automóvil (Seat 600) o las vacaciones, así como la consolidación de la sociedad
de masas con el auge del fútbol o el cine. Todo ello favoreció un proceso de se-
cularización, sobre todo entre los jóvenes de las ciudades.
— Extensión de la educación: aunque la dictadura puso a la enseñanza bajo
el control de la Iglesia y al servicio de los valores tradicionales, durante el fran-
quismo se produjo la universalización de la enseñanza primaria y en su etapa
¿QDOXQQRWDEOHFUHFLPLHQWRGHODHQVHxDQ]DPHGLD\XQLYHUVLWDULD

3. LA OPOSICIÓN A LA DICTADURA: PRINCIPALES GRUPOS


Y EVOLUCIÓN EN EL TIEMPO. LA CRISIS DEL FRANQUISMO
DESDE 1973 A LA MUERTE DE FRANCO

3.1. La oposición a la dictadura: principales grupos y evolución en el tiempo

La oposición antifranquista estuvo protagonizada por grupos de ideología


variada, aunque con el liderazgo indiscutible del PCE. A pesar de su heteroge-
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 239

neidad, la oposición coincidía en reclamar el restablecimiento de un régimen


democrático y descentralizado. La respuesta del régimen siempre fue la misma:
la represión.

/DRSRVLFLyQDODGLFWDGXUDFRPHQ]yGHVGHHOPLVPR¿QDOGHOD*XHUUD&LYLO
y evolucionó a lo largo de toda la etapa adaptándose a las circunstancias:
— La posguerra: el régimen desató una durísima represión para asentar las
bases del nuevo Estado y liquidar cualquier intento de disidencia. Miles de espa-
ñoles fueron encarcelados o fusilados bajo la cobertura de sucesivas leyes como
la Ley de Responsabilidades Políticas (1939) o la Ley sobre la Represión de la
Masonería y el Comunismo (1940). Por todo ello la oposición antifranquista en
los primeros años de la dictadura se limitó a sobrevivir organizada en partidas
de guerrilleros (el maquis) dirigidas por el Partido Comunista de España (PCE),
salvo en Cataluña, donde lo hizo la CNT. La principal acción guerrillera fue la
fracasada invasión del valle de Arán (1944).
Paralelamente, en el exterior la oposición intentaba obtener el apoyo de
las democracias occidentales: por un lado, el Gobierno republicano en el
exilio denunciaba el totalitarismo del nuevo Estado y reclamaba la restauración
de la democracia, y por otro, los monárquicos reivindicaban el restablecimiento
GHXQDPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDOFRQ-XDQGH%RUEyQFRPRUH\ 0DQL¿HVWRGH
Lausana, 1945) [Texto 7].
— Los años 50 y los 60: se llevó a cabo una reorganización de la oposi-
ción. El PCE renunció a la lucha armada (disolución del maquis), concentró
VXV HVIXHU]RV HQ UHLYLQGLFDFLRQHV SDFt¿FDV GH PDVDV KXHOJD GH WUDQYtDV GH
Barcelona, revuelta universitaria de Madrid) e hizo un llamamiento a la recon-
ciliación nacional (1956).
(QORVDxRVODRSRVLFLyQDOUpJLPHQVHLQWHQVL¿Fy(O3&(IXQGyHOVLQGL-
cato clandestino Comisiones Obreras (CC. OO.) que lideró las reivindicaciones
obreras (huelga de mineros de Asturias, 1962). También en 1962 se celebró la
Conferencia* de Munich, congreso europeísta en el que participaron todos los
partidos políticos españoles democráticos, excepto los comunistas [Texto 8].
Igualmente, a principios de los 60 se reactivó el nacionalismo periférico vasco y
240 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

catalán, a la vez que nacía la organización independentista vasca ETA que pronto
se inclinaría por la estrategia violenta (terrorismo).
El régimen respondió a todo ello incrementando la represión: creación del
Tribunal de Orden Público, que juzgaba delitos políticos, y declaración del esta-
do de excepción en los momentos de máxima tensión.
— Final del franquismo: las contradicciones del desarrollismo (que generó
transformaciones sociales pero no libertades políticas) provocaron el aumento
de la oposición. El PCE continuó hegemonizando la oposición: lideró la lucha
obrera y sindical (las huelgas se multiplicaron con el inicio de la crisis econó-
mica), las protestas estudiantiles (que provocaron el cierre periódico de univer-
VLGDGHV \ORVFRQÀLFWRVYHFLQDOHV TXHFREUDURQIXHU]DHQODVEDUULDGDVGHODV
grandes ciudades).
Asimismo, en este periodo se fundaron partidos monárquicos liberales y de-
mocristianos*, liderados por personalidades procedentes del régimen margina-
das por su aperturismo, así como dos pequeños grupos terroristas de ideología
comunista (FRAP y GRAPO).
Por otro lado, a partir de los 60 la Iglesia, tradicional soporte de la dictadura,
se distanció del régimen como resultado del Concilio Vaticano II y de los cam-
bios sociales que se estaban produciendo. El clero catalán y vasco se acercó al
nacionalismo, mientras que en el resto del país un sector creciente de sacerdotes
VHXQtDDORVVLQGLFDWRVREUHURV3DUDOHODPHQWHXQSHTXHxRJUXSRGHR¿FLDOHV
fundó Unión Militar Democrática (UMD).
En 1975 el deterioro de la salud de Franco animó a la oposición democrática
a unirse en torno a dos grupos: la Junta Democrática (liderada por el PCE de
Santiago Carrillo) y la Plataforma Democrática (liderada por el PSOE de Felipe
González [Texto 9]).

3.2. La crisis del franquismo desde 1973 a la muerte de Franco

En junio de 1973 Franco nombró presidente del Gobierno a Carrero Blanco.


Con la separación de la Jefatura de Estado y de Gobierno se inició la cesión
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 241

R¿FLDOGHSRGHUHVDQWHHODFHOHUDGRHQYHMHFLPLHQWRGHOGLFWDGRU$¿QDOHVGHHVH
año ETA asesinó a Carrero Blanco y Franco nombró como nuevo presidente a
Arias Navarro, que promovió una tibia reforma conocida como Espíritu del
12 de febrero, fecha del discurso en que anunció sus intenciones [Texto 10]. La
reforma fue rechazada por las distintas familias del régimen (a los aperturistas
OHVSDUHFtDLQVX¿FLHQWH\DORVPLHPEURVGHOE~QNHUSHOLJURVDHLQQHFHVDULD 
Además, los prometidos cambios nunca llegaron a desarrollarse, ya que la dic-
tadura desató ese mismo año una fuerte represión (ejecución del anarquista Puig
Antich, arresto del obispo vasco Añoveros).
/DVLWXDFLyQGHOUpJLPHQHPSHRUyHQDXPHQWyWDQWRODFRQÀLFWLYLGDG
social (huelgas por la crisis económica del 73), como la presión internacional
tras la caída de las últimas dictaduras de Europa occidental (Grecia y Portugal).
La respuesta del régimen fue acentuar la represión (detención de líderes políticos
y sindicales, y fusilamientos de miembros de ETA y el FRAP).
La debilidad del franquismo era tal que Marruecos aprovechó la agonía de
Franco para invadir el Sáhara Occidental (la Marcha Verde). Finalmente, el 20
de noviembre de 1975 fallecía Franco, dejando un régimen obsoleto, dividido y
sin apoyos en el exterior.
242 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

COMENTARIO DE TEXTO

Texto resumido del Concordato de 1953

“La Santa Sede Apostólica y el Estado español (…) han determinado estipu-
lar un Concordato que (…) constituya la norma que ha de regular las recíprocas
relaciones de las Altas Partes contratantes, en conformidad con la Ley de Dios
y la tradición católica de la Nación española.
Artículo I. La Religión Católica, Apostólica, Romana sigue siendo la única
de la Nación española y gozará de los derechos y de las prerrogativas que le
corresponden en conformidad con la Ley Divina y el Derecho Canónico.
Artículo VI. (…) los sacerdotes españoles diariamente elevarán preces por
España y por el Jefe del Estado, según la fórmula tradicional y las prescripcio-
nes de la Sagrada Liturgia.
Artículo XIX. 1. La Iglesia y el Estado estudiarán, de común acuerdo, la
creación de un adecuado patrimonio eclesiástico que asegure una congrua do-
tación del culto y del clero. (…).
Artículo XXVI. En todos los centros docentes de cualquier orden y grado,
sean estatales o no estatales, la enseñanza se ajustará a los principios del Dog-
ma y de la Moral de la Iglesia Católica. Los Ordinarios ejercerán libremente
su misión de vigilancia sobre dichos centros docentes en lo que concierne a la
pureza de la Fe, las buenas costumbres y la educación religiosa. (…).
Artículo XXIX. El Estado cuidará de que en las instituciones y servicios de
formación de la opinión pública, en particular en los programas de radiodi-
fusión y televisión, se dé el conveniente puesto a la exposición y defensa de la
verdad religiosa por medio de sacerdotes y religiosos designados de acuerdo
con el respectivo Ordinario.

Ciudad del Vaticano, 27 de agosto de 1953. Firman: Domenico Tardini,


Alberto Martín Artajo y Fernando María Castiella”.
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 243

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

Pregunta 1. Clasifique el texto explicando: tipo de texto, circunstancias


concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se es-
cribió.

Tipo de texto. El texto es una selección de artículos del Concordato de 1953


entre España y la Santa Sede. Por tanto, es un texto legal, que establece
GHUHFKRV\REOLJDFLRQHVSDUDORVSDtVHV¿UPDQWHV6XFRQWHQLGRHVSROtWLFR
aunque algunos artículos abordan cuestiones de carácter económico (artículo
XIX.1), social (artículos XXVI y XXIX) o religioso (artículo VI). Es una
fuente primaria.

Circunstancias en las que fue escrito. 7UDVHO¿QDOGHOD6HJXQGD*XHUUD0XQ-


dial España fue sometida a aislamiento internacional por su apoyo al Eje. No fue
admitida en la ONU, que en 1946 condenó la dictadura franquista y recomendó
a los países miembros la retirada de sus embajadores en Madrid, y España fue
excluida del Plan Marshall. Solo mantuvieron su apoyo a Franco Argentina, Por-
tugal y la Santa Sede. Sin embargo, la Guerra Fría permitió a Franco superar el
aislamiento. En 1950 los embajadores regresaron a Madrid y en 1953 España
¿UPyHO&RQFRUGDWR\HO3DFWRGH0DGULGFRQ((88

Destinatarios. Los destinatarios del texto son las dos «Altas Partes contratan-
tes»: España y la Santa Sede.

Propósitos. 3DUDURPSHUHODLVODPLHQWRLQWHUQDFLRQDO)UDQFR¿UPyHO&RQFRU-
dato. Franco buscaba transmitir el mensaje de que el principal apoyo ideológico
del régimen no era el fascismo y sí la doctrina católica. La necesidad de Franco
de alcanzar este acuerdo le llevó a reconocer privilegios a la Iglesia española a
cambio de la legitimación internacional que el Papa proporcionaría al nacional-
catolicismo como doctrina de la dictadura.
244 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

Pregunta 2. Indique y explique las ideas que aparecen en el texto y resuma


su contenido.

Idea principal. A través del Concordato de 1953 Franco concedió a la Iglesia


española numerosos derechos a cambio de la legitimación política que necesita-
ba dentro y fuera de España. La Santa Sede avaló la doctrina del nacionalcatoli-
cismo, que, tal y como se recoge en el Preámbulo y en el primer artículo, basaba
su contenido en la creencia de que la esencia de la nación se encontraba en su
«tradición católica», por lo que tenía que reconocerse validez jurídica a la «Ley
Divina», de la que emanaban «derechos y (…) prerrogativas» para la Iglesia
española.
(OFDWROLFLVPRVHFRQ¿JXUDEDDVtFRPRXQRGHORVSULQFLSDOHVSLODUHVLGHROy-
gicos del franquismo junto con el tradicionalismo, el nacionalismo y el antico-
munismo.
A cambio de ver reconocidos en el Concordato estos privilegios la Iglesia
apenas asumió obligaciones legales, pero quedó íntimamente ligada al régimen
político franquista, constituyendo uno de sus apoyos institucionales más rele-
vantes junto con el Ejército y el Movimiento.
La Iglesia fue así una de las familias más activas del franquismo, primero
con la asunción de la representación de España en el extranjero, y más tarde
con la presencia de miembros del Opus Dei en ministerios como Economía o
&RPHUFLR6XDSR\RD)UDQFRWXYRWDPELpQUHÀHMRHQODLQVWLWXFLRQDOL]DFLyQGHO
UpJLPHQ\DTXHODVOH\HVIXQGDPHQWDOHVTXHFRQ¿JXUDURQHO(VWDGRVLJXLHURQ
la doctrina del nacionalcatolicismo. La labor de legitimación eclesial al régimen
puede apreciarse en el artículo VI, que recoge la obligación de los sacerdotes de
rezar en las misas por Franco, que era presentado como el elegido por Dios para
salvar a España.

Ideas secundarias. Se distinguen tres ideas secundarias relacionadas con los


derechos reconocidos a la Iglesia conforme a los artículos seleccionados.
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 245

Artículo I. El artículo I establecía la confesionalidad del Estado al tiempo que


reconocía a la religión católica como «la única de la Nación». La Iglesia se había
sentido atacada por la legislación de la Segunda República, por lo que exigía a
las autoridades franquistas que se reconociese legalmente el regreso a la situa-
ción anterior.

Artículo XIX. El artículo XIX establecía el derecho de dotación, por el que el


Estado se comprometía «a sostener económicamente a la Iglesia». El sosteni-
miento económico «del culto y del clero» se veía además completado en otros
artículos del Concordato con privilegios como la exención de un gran número
de impuestos.
Los dos últimos artículos son clave para entender el control que la Iglesia
ejerció sobre la enseñanza, la moral y la ideología durante el franquismo.

Artículo XXVI. Conforme al artículo XXVI, los principios del catolicismo de-
bían impregnar todos los niveles de la enseñanza, tanto en los centros dirigidos
por la Iglesia como en los estatales. Esta prerrogativa aseguraba a la Iglesia el
control de la formación y de las conciencias de la juventud española, a la que
pretendió educar conforme a su doctrina.

Artículo XXIX. Finalmente, el artículo XXIX reconocía el derecho de la Iglesia


a vigilar los medios de comunicación y entretenimiento (que hizo a través de
la censura), lo que le permitió establecer un rígido control sobre la moral y la
ideología de las masas.
246 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


Texto 1. Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado. Madrid, 26 de julio de 1947

“De conformidad con la aprobación de las Cortes y con la expresión auténtica y directa de
la voluntad de la Nación,
“DISPONGO:
“Artículo primero.- España, como unidad política, es un Estado católico, social y represen-
tativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino.
“Artículo segundo.- La Jefatura del Estado corresponde al Caudillo de España y de la Cru-
zada, Generalísimo de los Ejércitos, don Francisco Franco Bahamonde.
“Artículo tercero.- Vacante la Jefatura del Estado, asumirá sus poderes un Consejo de Re-
gencia, (…).
“Artículo sexto.- En cualquier momento el Jefe del Estado podrá proponer a las Cortes la
persona que estime deba ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente, con las
condiciones exigidas por esta Ley, y podrá, asimismo, someter a la aprobación de aquéllas la
revocación de la que hubiere propuesto, aunque ya hubiese sido aceptada por las Cortes.
“Artículo séptimo.- Cuando, vacante la Jefatura del Estado, fuese llamado a suceder en ella
el designado según el artículo anterior, el Consejo de Regencia asumirá los poderes en su nom-
bre y convocará conjuntamente a las Cortes y al Consejo del Reino para recibirle el juramento
prescrito en la presente Ley y proclamarle Rey o Regente.
“Artículo octavo.- Ocurrida la muerte o declarada la incapacidad del Jefe del Estado sin
que hubiese designado sucesor, el Consejo de Regencia asumirá los poderes en su nombre y
convocará, en el plazo de tres días, a los miembros del Gobierno y del Consejo del Reino, para
que, reunidos en sesión ininterrumpida y secreta, decidan, por dos tercios de los presentes, la
persona de estirpe regia que, poseyendo las condiciones exigidas por la presente Ley, y habida
cuenta de los supremos intereses de la Patria, deban proponer a las Cortes a título de Rey.
“(…).
“Artículo noveno.- Para ejercer la Jefatura del Estado como Rey o Regente se requerirá ser
varón y español, haber cumplido la edad de treinta años, profesar la religión católica, poseer
las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión y jurar las Leyes fundamentales,
así como lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional.
“(…).
“Dada en El Pardo a veintiséis de julio, de mil novecientos cuarenta y siete”.
FRANCISCO FRANCO
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 247

Texto 2. Ley de Principios Fundamentales del Movimiento. Madrid, 18 de mayo de 1958

“Yo, Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España, consciente de mi responsabilidad


ante Dios y ante la Historia, en presencia de las Cortes del Reino, promulgo como Principios
del Movimiento Nacional, entendido como comunión de los españoles en los ideales que dieron
vida a la Cruzada, los siguientes:
“I. España es una unidad de destino en lo universal. (…)
“II. La Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios
según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inse-
parable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación. (…)
“IV. La unidad entre los hombres y las tierras de España, es intangible. (…)
“V. La comunidad nacional se funda en el hombre como portador de valores eternos, y en la
familia, como base de la vida social. (…)
“VI. Las entidades de la vida social, familia, municipio y sindicato, son estructuras básicas
de la comunidad nacional. (...)
“En su virtud, dispongo:
“Artículo primero. Los principios contenidos en la presente promulgación son, por su pro-
pia naturaleza, permanentes e inalterables”.

Texto 3. Ley de Prensa e Imprenta. Madrid, 18 de marzo de 1966

“Artículo 2. La libertad de expresión y el derecho a la difusión de informaciones, recono-


cidas en el artículo primero, no tendrán más limitaciones que las impuestas por las leyes. Son
limitaciones: el respeto a la verdad y a la moral; el acatamiento a la Ley de Principios del Mo-
vimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales; las exigencias de la defensa nacional, de la
seguridad del Estado y del mantenimiento del orden público interior y la paz exterior; el debido
respeto a las instituciones y a las personas en la crítica de la acción política y administrativa;
la independencia de los tribunales, y la salvaguardia de la intimidad y del honor personal y
familiar.
“Artículo 3. De la censura. La Administración no podrá aplicar la censura previa ni exigir
la consulta obligatoria, salvo en los estados de excepción y de guerra previstos en las leyes.
“Artículo 4. Censura voluntaria. 1. La Administración podrá ser consultada sobre el con-
tenido de toda clase de impresos por cualquier persona que pudiera resultar responsable de su
difusión. La respuesta aprobatoria o el silencio de la Administración eximirán de responsabili-
dad ante la misma difusión del impreso sometido a consulta. (…)”.
248 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

Texto 4. ONU: Resolución 39 (I), de 12 de diciembre de 1946

“Por su origen, naturaleza, estructura y comportamiento general, el régimen de Franco es


un régimen fascista, organizado e implantado en gran parte merced a la ayuda de la Alemania
nazi y de la Italia fascista de Mussolini.
“Durante la larga lucha de las naciones unidas contra Hitler y Mussolini, Franco prestó una
ayuda muy considerable a las potencias enemigas, a pesar de las continuas protestas de los aliados.
Primero: desde 1941 hasta 1945 la División Azul española, los voluntarios de la Legión y la escua-
drilla de aviación «Salvador» combatieron contra la Unión Soviética en el frente oriental. Segundo:
en la primavera de 1940 España se apoderó de Tánger, infringiendo el estatuto internacional.
“La Asamblea General, convencida de que el gobierno fascista de Franco en España no
representa al pueblo español, recomienda que se prohíba al gobierno de Franco pertenecer a
los organismos internacionales creados por las Naciones Unidas o relacionados con ellas, hasta
que se forme en España un gobierno nuevo.
“Asimismo, la Asamblea recomienda que todos los Estados miembros de las naciones uni-
das retiren inmediatamente los embajadores y ministros plenipotenciarios que tienen acredita-
dos en Madrid”.

Texto 5. Pactos de Madrid. Madrid, 23 de septiembre de 1953

“Convenio defensivo. Preámbulo.


“Frente al peligro que amenaza al Mundo Occidental, los Gobiernos de los Estados Unidos
y de España, deseosos de contribuir al mantenimiento de la Paz y de la Seguridad Internacional
con medidas de previsión que aumenten su capacidad y la de las demás naciones que dedican
VXVHVIXHU]RVDORVPLVPRVDOWRV¿QHVSDUDSRGHUSDUWLFLSDUH¿FD]PHQWHHQDFXHUGRVVREUHOD
propia defensa. Han convenido lo siguiente:
“Artículo 1° En consonancia con los principios pactados en el Convenio relativo a la Ayu-
da para la Mutua Defensa, estiman los gobiernos de los Estados Unidos y de España que las
eventualidades con que ambos países pudieran verse enfrentados aconsejan que sus relaciones
se desenvuelvan sobre la base de una amistad estable, en apoyo de la política que refuerza la
defensa de Occidente. Esta política comprenderá lo siguiente:
³ƒ3RUSDUWHGHORV(VWDGRV8QLGRVHODSR\RGHOHVIXHU]RGHIHQVLYRHVSDxROSDUDORV¿QHV
convenidos, mediante la concesión de asistencia a España en forma de suministro de material
de guerra. (…)
“2° Como consecuencia de las premisas que anteceden (…) el Gobierno de España autoriza
DO*RELHUQRGHORV(VWDGRV8QLGRV  DGHVDUUROODUPDQWHQHU\XWLOL]DUSDUD¿QHVPLOLWDUHV « 
aquellas zonas e instalaciones que se convenga”.
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 249

Texto 6. Navarro Rubio, Mariano: Discurso. Cortes, julio de 1959

“La liberalización es el alma de la estabilidad (…).


³6LJQL¿FD « HOSDVRGHXQDHFRQRPtDGHHVFDVH]DXQDHFRQRPtDGHVX¿FLHQFLD « 
³/DVPHGLGDVVREUH¿MDFLyQGHSUHFLRVGUHQDMHGHPHGLRVGHSDJRUHJXODFLyQGHODSURGXF-
ción, control de los créditos, el intervencionismo del comercio exterior y hasta, incluso, el racio-
namiento de productos vitales de consumo, son medidas absolutamente necesarias en época de
escasez (…). Pero una vez que las circunstancias han cambiado, su mantenimiento resulta con-
traproducente. La liberalización sustituye con ventaja a todos los controles autoritarios (…)”.

Texto 7. Don Juan de Borbón: (OPDQL¿HVWRGH/DXVDQD, 19 de marzo de 1945

“Desde abril de 1931, cuando el Rey, mi padre, decidió dejar en suspenso sus prerrogati-
vas, España ha atravesado uno de los periodos más trágicos de su Historia. En el transcurso
de cinco años de República, el estado de inseguridad y de anarquía a que habían dado lugar
los innumerables atentados, huelgas y toda clase de desórdenes, provocó la guerra civil que
GXUDQWHWUHVDxRVKDHQVDQJUHQWDGRQXHVWUDSDWULD(OJHQHURVRVDFUL¿FLRGHO5H\GHDEDQGRQDU
HOWHUULWRULRQDFLRQDOD¿QGHHYLWDUODHIXVLyQGHVDQJUHIXHLQ~WLO
“Españoles: Conozco vuestra dolorosa desilusión y comparto vuestros temores. Acaso lo
sienta más en carne viva que vosotros, ya que, en el libre ambiente de esta atalaya centroeuro-
pea, donde la voluntad de Dios me ha situado, no pesan sobre mi espíritu ni vendas ni mordazas.
A diario puedo escuchar y meditar lo que se dice sobre España. Hoy, seis años después del
¿QDOGHODJXHUUDFLYLOHOUpJLPHQHVWDEOHFLGRSRUHOJHQHUDO)UDQFRLQVSLUDGRHQORVVLVWHPDV
totalitarios de las potencias del eje, tan contrario por otra parte al carácter y a la tradición de
un pueblo como el nuestro, es fundamentalmente incompatible con las circunstancias que la
presente guerra mundial ha creado en el mundo. La política exterior seguida por el régimen
compromete también el porvenir de la nación. Corre España el riesgo de verse arrastrada a una
nueva lucha fratricida y de encontrarse totalmente aislada del mundo.
“Sólo la monarquía tradicional puede llegar a ser instrumento de paz y de concordia para re-
conciliar a los españoles. Sólo ella puede obtener el respeto del exterior sobre la base de un autén-
tico estado de derecho. Cuando en 1941, después de la muerte de mi padre, Alfonso XIII, Yo asumí
los derechos vinculados a la corona de España no tardé en mostrar mi desacuerdo con la política
interior y exterior seguida por el general Franco. Por estas razones me decido a hacer oír mi voz
y pedir solemnemente al general Franco que abandone el poder y deje vía libre a la restauración
del régimen tradicional de España. Por estas razones, me resuelvo, para descargar mi conciencia
del agobio cada día más apremiante de la responsabilidad que me incumbe, a levantar mi voz y
requerir solemnemente al general Franco para que, reconociendo el fracaso de su concepción to-
250 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

talitaria del Estado, abandone el Poder y dé libre paso a la restauración del régimen tradicional de
España, único capaz de garantizar la Religión, el Orden y la Libertad. Bajola Monarquía -recon-
ciliadora, justiciera y tolerante- caben cuantas reformas demande el interés de la Nación. (...)”.

Texto 8. El contubernio de Munich, 5-8 de junio de 1962

“El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Múnich, estima que la integración, ya
en forma de adhesión, ya de asociación de todo país a Europa, exige de cada uno de ellos ins-
WLWXFLRQHVGHPRFUiWLFDVORTXHVLJQL¿FDHQHOFDVRGH(VSDxDGHDFXHUGRFRQOD&RQYHQFLyQ
Europea de los Derechos del Hombre y la Carta Social Europea, lo siguiente:
“1. La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que ga-
ranticen que el gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
“2. La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de
libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
“3. El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.
“4. El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa por los
trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de la huelga.
“5. La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos con el
reconocimiento de los derechos de la oposición.
“El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las anteriores
bases permitirá la incorporación de España a Europa, de la que es un elemento esencial; y
WRPDQRWDGHTXHWRGRVORVGHOHJDGRVHVSDxROHVSUHVHQWHVHQHO&RQJUHVRH[SUHVDQVX¿UPH
convencimiento de que la inmensa mayoría de esos españoles desean que esa evolución se lleve
a cabo de acuerdo con las normas de la prudencia política, con el ritmo más rápido que las
circunstancias permitan, con sinceridad por parte de todos y con el compromiso de renunciar a
toda violencia activa o pasiva antes, durante y después del proceso evolutivo”.

Texto 9. Plataforma de Convergencia Democrática: Programa, 1975

“Establecer y organizar un régimen democrático y pluralista, con estructura federal del


Estado. Liberación inmediata de los presos políticos y sindicales y regreso de los exiliados.
Restablecimiento de la libertad de asociación y el derecho de huelga, así como la libertad de
expresión, reunión y manifestación (…). Supresión de los tribunales especiales y de todos los
organismos y medios de carácter represivo (…). Conscientes de la existencia de nacionalidades
y regiones con una personalidad (…) reconoce su derecho a la autodeterminación y a la forma-
ción de organismos de autogobierno (…)”.
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 251

Texto 10. Arias Navarro: Discurso. Cortes, Madrid, 12 de febrero de 1974

“Si otra y venturosamente distinta es la sociedad a la que servimos, otros han de ser el ta-
lante y los modos con los que el poder ha de encarar sus exigencias. La más exacta y cabal mani-
festación de lealtad consiste en saber actualizar la vigencia de unos Principios Fundamentales
permanentes, buscando su traducción exacta a las demandas de una sociedad cambiante; (...)
QDGDFRQYLHQHPHQRVFRQODSURIXQGDUHDOLGDGKLVWyULFDGHOUpJLPHQ\FRQHOSHU¿OGHHVWDGLVWD
del Jefe del Estado que el reproche del inmovilismo. (...)
“Derecho de asociación:
“(…)
“Cuarto. El estudio y redacción de un estatuto del derecho de asociación para promover
la ordenada concurrencia de criterios, conforme a los principios y normas de nuestras Leyes
Fundamentales. (...) Es deseo del Gobierno que las entidades asociativas reconocidas y regu-
ladas por aquel Estatuto puedan comparecer, sin tardanza, en la vida política nacional”.

Imagen 1. Alineamiento con el Eje: entrevista Hitler-Franco en Hendaya,


agosto, 1940
252 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

*Ui¿FD Evolución de la población y renta per cápita en España


entre 1955-1975

1955 1960 1965 1970 1975


Población
(en millones) 29,0 30,3 31,8 33,5 35,4

Renta per
cápita ($) 370 337 646 927 2539

Elaboración propia. Datos obtenidos de M. Drain L´ Économie de l´Éspagne, PUF, Paris

Mapa 1. Saldos migratorios durante el franquismo (1941-1975)

Asturias Cantabria País Vasco


FRANCIA
-17.470 Navarra
-63.036 498.295
Galicia -24.518
-572.764
La Rioja -47.421
Cataluña
Castilla y León Aragón 1.643.637
-1.112.399 -136.369
Madrid
1.633.901

Castilla-La Mancha
470.610 Valencia
Extremadura -1.017.245 Baleares
-695.639 119.837

Murcia
Andalucía -234.785
-1.817.799

Canarias
108.904

Elaboración propia. Datos obtenidos de Fernando García de Cortázar, Atlas de Historia de España,
Editorial Planeta
LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975) UNIDAD 11 253

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Arias Navarro, Carlos (1908-1989). Jurista GHODGHPRFUDFLD&DOL¿FDGRFRPRcontuber-
que destacó durante la Guerra Civil por la re- nio de Munich por el régimen, los asistentes
SUHVLyQOOHYDGDDFDERFRPR¿VFDOHQ0iODJD que regresaron a España fueron perseguidos
tras su ocupación por las tropas franquistas. por las autoridades franquistas, quienes tam-
Desempeñó diversos cargos políticos durante bién desataron una campaña de desprestigio
la dictadura y los primeros años de la Transi- contra los participantes exiliados.
ción: gobernador en varias provincias (1944-
1957), director general de Seguridad (1957- Crisis internacional del petróleo. Crisis eco-
1965), alcalde de Madrid (1965-1973) y pre- nómica mundial provocada por el alza en el
sidente del Gobierno (1973-1976). precio del petróleo acordada por los Estados
miembros de la Organización de Países Ex-
Búnker. Denominación que hace referencia al portadores de Petróleo (OPEP) en 1973 tras la
movimiento político de extrema derecha en la derrota de Egipto y Siria en la guerra de Yom
España de 1970. Careció de estructura orga- Kippur como respuesta al apoyo de Occidente
nizativa y estuvo liderado por personalidades a Israel.
del franquismo de todos los ámbitos: falangis-
tas, militares, religiosos y por la organización Concilio Vaticano II (1959-1965). Junta cele-
Fuerza Nueva de Blas Piñar. Todos ellos se brada entre 1959 y 1965 en la que participaron
oponían a la reforma del franquismo y defen- todos los obispos católicos del mundo para
dían el Movimiento Nacional. El periódico discutir y llegar a acuerdos sobre diversas ma-
PiVLPSRUWDQWHGHOE~QNHUIXHEl Alcázar. WHULDVFRQHO¿QGHLPSXOVDUODDGDSWDFLyQGH
la Iglesia a los importantes cambios sociales
Carrero Blanco, Luis (1903-1973). Militar vividos en las últimas décadas.
de la Armada española que alcanzó el grado
de almirante. Ocupó diversos cargos políticos Democracia cristiana. Corriente política que
durante la dictadura de Franco: subsecretario trata de aunar los principios del liberalismo
de Presidencia de Gobierno (1940), vicepre- democrático y la economía de mercado con
sidente del Gobierno (1967) y presidente del las premisas del pensamiento social cristiano.
Gobierno (1973) hasta su asesinato por ETA.
Marcha Verde. Invasión civil del Sáhara Oc-
Conferencia de Munich (1962). Cuarto con- cidental español dirigida por el rey Hassan II
greso celebrado por el Movimiento Europeo al GH0DUUXHFRVHQQRYLHPEUHGHTXH¿QD-
que asistieron 118 políticos españoles llegados lizó con el abandono de la colonia por España
desde España o el exilio, en el que se instó a la tras la retirada del Ejército, que recibió órde-
reconciliación nacional y el restablecimiento nes de no abrir fuego contra los participantes.
254 UNIDAD 11 LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)

Martín Artajo, Alberto (1905-1979). Jurista organización ocuparon durante el franquismo


perteneciente a la familia de los católicos que importantes cargos, siendo conocidos como
fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores los tecnócratas.
en 1945 para continuar con la política inicia-
da dos años atrás de alejamiento del fascismo Plan Marshall. Programa estadounidense para
presentando al franquismo como régimen ba- la reconstrucción europea y la contención del
sado en el nacionalcatolicismo. Su excelente comunismo tras la Segunda Guerra Mundial.
relación con la Santa Sede propició que el Va-
ticano no retirara a su embajador en 1946, así Serrano Suñer, Ramón (1901-2002). Polí-
FRPROD¿UPDGHO&RQFRUGDWRGH tico franquista perteneciente a la familia fa-
langista conocido como el Cuñadísimo por su
Nacionalsindicalismo. Ideología franquista relación familiar con Franco. Ocupó diversos
de inspiración fascista partidaria de un Estado cargos hasta ser nombrado ministro de Asun-
totalitario basado en el corporativismo social tos Exteriores, siendo cesado en 1942 por su
\SROtWLFRTXHVHLPSXVRFRPRGRFWULQDR¿FLDO enfrentamiento con la familia de los militares
durante el primer franquismo y hasta el inicio y el excesivo poder acumulado, pasando desde
de las derrotas del Eje (1939-1943). Se carac- entonces a un segundo plano político.
teriza por su anticapitalismo, anticomunismo,
nacionalismo extremo y catolicismo radical. Tecnócratas. Familia del régimen que alcanzó
XQHQRUPHSRGHUD¿QDOHVGHORV(QWHQGtD
No beligerancia. Posición intermedia entre que las medidas económicas debían tomarse
la neutralidad y la beligerancia, por la que el SRU FULWHULRV GH H¿FLHQFLD \ QR LGHROyJLFRV
Estado se compromete a no participar militar- Estuvo liderado por Mariano Navarro Rubio,
mente en una guerra aunque se declara favora- Alberto Ullastres y ya, en los años 60, por
ble a uno de los bandos. Laureano López Rodó.

Opus Dei. Organización religiosa católica Tradicionalismo. Ideología de carácter con-


fundada por Escrivá de Balaguer en 1928, cu- servador y reaccionario caracterizada por la
yos miembros han de desarrollar su actividad defensa de las instituciones seculares como la
profesional en coherencia con los principios religión católica, la monarquía autoritaria, la
del catolicismo. Numerosos miembros de la familia o el orden social.
UNIDAD 12

NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA
DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN
EN EUROPA (DESDE 1975)
256 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

GUION DE LA UNIDAD

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS


1. LA TRANSICIÓN: ALTERNATIVAS POLÍTICAS TRAS
LA MUERTE DE FRANCO. EL PAPEL DEL REY Y EL GOBIERNO
DE ADOLFO SUÁREZ. EL RESTABLECIMIENTO
DE LA DEMOCRACIA: LAS ELECCIONES DE JUNIO DE 1977.
LA CONSTITUCIÓN DE 1978. EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS.
EL TERRORISMO DURANTE LA TRANSICIÓN
1.1. La Transición: alternativas políticas tras la muerte de Franco
— Continuismo
— Reformismo
— Ruptura
1.2. El papel del rey y el Gobierno de Adolfo Suárez
— La Transición
—-XDQ&DUORV,UH\GH(VSDxD5DWL¿FDFLyQGH$ULDV1DYDUURFRPRSUHVLGHQWH
—3UHVLGHQFLDGH$GROIR6XiUH]/H\SDUDOD5HIRUPD3ROtWLFD
/HJDOL]DFLyQGHODRSRVLFLyQ
1.3. El restablecimiento de la democracia: las elecciones de junio de 1977
— Elecciones de junio de 1977. Triunfo de UCD
—3ULPHU*RELHUQR6XiUH]
—(OHVStULWXGHFRQVHQVR3DFWRVGHOD0RQFORDGHVFHQWUDOL]DFLyQ
y Constitución
1.4. La Constitución de 1978 y el Estado de las autonomías
—%RUUDGRUGHOD&RPLVLyQFRQVWLWXWLYD
—$SUREDFLyQSDUODPHQWDULD\HQUHIHUpQGXP GHGLFLHPEUH
—3ULQFLSLRVFRQVWLWXFLRQDOHV(VWDGRGHPRFUiWLFR\VRFLDOGHGHUHFKR
GHVFHQWUDOL]DFLyQ
—&RQWHQLGRGHUHFKRV\OLEHUWDGHVGLYLVLyQGHSRGHUHVVXIUDJLR
JDUDQWtDVRUJDQL]DFLyQWHUULWRULDO
—(OSURFHVRDXWRQyPLFR/DVYtDVUiSLGD\OHQWD
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 257

1.5. El terrorismo durante la Transición


—([WUHPDGHUHFKD0DWDQ]DGH$WRFKD)
—([WUHPDL]TXLHUGD*5$32(7$

2. LAS ETAPAS POLÍTICAS DE LA DEMOCRACIA.


LOS GOBIERNOS DE LA UCD. EL GOLPE DE ESTADO DE 23 DE
FEBRERO DE 1981. LA ALTERNANCIA POLÍTICA: GOBIERNOS
SOCIALISTAS Y GOBIERNOS DEL PARTIDO POPULAR
2.1. Las etapas políticas de la democracia
—%LSDUWLGLVPR\DOWHUQDQFLDSROtWLFD
—/RV*RELHUQRVGHVGH8&'362(33
2.2. Los Gobiernos de la UCD. El golpe de Estado de 23 de febrero de 1981
—(OHFFLRQHVGHMXQLRGH7ULXQIRGH8&'3ULPHU*RELHUQR6XiUH]
—(OHVStULWXGHFRQVHQVR3DFWRVGHOD0RQFORDGHVFHQWUDOL]DFLyQ
y Constitución
—&ULVLVGHO*RELHUQR6XiUH]'LPLVLyQ
—(OJROSHGH(VWDGRGH) 
—*RELHUQR&DOYR6RWHOR/H\GH'LYRUFLR,QJUHVRHQOD27$1
—9LFWRULDHOHFWRUDOGHO362(  )LQGHOD7UDQVLFLyQ
2.3. La alternancia política: Gobiernos socialistas
y Gobiernos del Partido Popular
Gobiernos del PSOE presididos por Felipe González (1982-1996)
—$PSOLDVUHIRUPDVSROtWLFDLQWHULRUH[WHULRUHFRQyPLFD\VRFLDO
—3pUGLGDGHODPD\RUtDDEVROXWD  &ULVLVHFRQyPLFD\FRUUXSFLyQ
9LFWRULDHOHFWRUDOGHO33 
Gobiernos del PP presididos por José M.ª Aznar (1996-2004)
—3ROtWLFDLQWHULRUH[WHULRUHFRQyPLFD\VRFLDO
—5HHPSOD]RGH$]QDUSRU5DMR\9LFWRULDHOHFWRUDOGHO362( 
Gobiernos del PSOE presididos por José Luis Rodríguez Zapatero
(2004-2011)
—3ROtWLFDLQWHULRUH[WHULRUHFRQyPLFD\VRFLDO
—&ULVLVHFRQyPLFD9LFWRULDOHOHFWRUDOGHO33 
258 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

Gobiernos del PP presididos por Mariano Rajoy (2011-2018)


—3ROtWLFDLQWHULRUH[WHULRUHFRQyPLFD\VRFLDO
—(VFiQGDORVGHFRUUXSFLyQ0RFLyQGHFHQVXUD
Gobiernos del PSOE presididos por Pedro Sánchez (2018-2020)
—,QHVWDELOLGDGSROtWLFD$GHODQWRHOHFWRUDO*RELHUQRGHFRDOLFLyQ
con Podemos
—&29,'

3. LA INTEGRACIÓN DE ESPAÑA EN EUROPA. CONSECUENCIAS


ECONÓMICAS Y SOCIALES. LA MODERNIZACIÓN
DE LAS INFRAESTRUCTURAS. EL PROGRAMA
DE CONVERGENCIA Y LA CREACIÓN DEL EURO
3.1. La integración de España en Europa
—,QWHQWRVSUHYLRV
—6ROLFLWXGGHLQJUHVR *RELHUQR6XiUH] 3ULQFLSDOHVREVWiFXORV
—,QJUHVRHQOD&(( *RELHUQR*RQ]iOH] 7UDWDGRGH$GKHVLyQ 
— Ventajas del ingreso en la CEE
3.2. Consecuencias económicas y sociales. La modernización
de las infraestructuras
—&RQVHFXHQFLDVOHJDOHVOLEUHFLUFXODFLyQGHFLXGDGDQRV\ELHQHV,9$3$&
—&RQVHFXHQFLDVHFRQyPLFDVUHFRQYHUVLyQLQGXVWULDOOLEHUDOL]DFLyQ
expansión internacional
—&RQVHFXHQFLDVVRFLDOHVUHFHSFLyQGHLQYHUVLRQHVPRYLOLGDGODERUDO
LQWHJUDFLyQXQLYHUVLWDULD
—0RGHUQL]DFLyQGHLQIUDHVWUXFWXUDV
3.3. El programa de convergencia y la creación del euro
—3ROtWLFDHXURSHtVWDGH(VSDxD7UDWDGRGH0DDVWULFKW  
—,QWHJUDFLyQSROtWLFDVRFLDO\HFRQyPLFD/DDGRSFLyQGHOHXUR
— Respaldo a la ampliación de la UE y el Tratado Constitucional Europeo

COMENTARIO DE TEXTO

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS

GLOSARIO DE LA UNIDAD
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 259

DESARROLLO
DE LOS CONTENIDOS

1. LA TRANSICIÓN: ALTERNATIVAS POLÍTICAS TRAS


LA MUERTE DE FRANCO. EL PAPEL DEL REY Y EL GOBIERNO
DE ADOLFO SUÁREZ. EL RESTABLECIMIENTO
DE LA DEMOCRACIA: LAS ELECCIONES DE JUNIO DE 1977.
LA CONSTITUCIÓN DE 1978. EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS.
EL TERRORISMO DURANTE LA TRANSICIÓN

1.1. La Transición: alternativas políticas tras la muerte de Franco

7UDVODPXHUWHGH)UDQFRHOGHQRYLHPEUHGHHQXQDPELHQWHGH
LQFHUWLGXPEUHVHRIUHFtDQWUHVDOWHUQDWLYDVSROtWLFDV
— ContinuismoHOGHQRPLQDGRbúnker H[PLQLVWURVIDODQJLVWDVJUXSRVGH
H[WUHPDGHUHFKD\XQVHFWRUGHO(MpUFLWR GHIHQGtDPDQWHQHUODGLFWDGXUDEDMR
XQDPRQDUTXtDDXWRULWDULD
— ReformismoORVIUDQTXLVWDVDSHUWXULVWDV 0DQXHO)UDJD SURSRQtDQLP
SXOVDUXQDWUDQVLFLyQOHJDOGHODGLFWDGXUDDXQDPRQDUTXtDFRQVWLWXFLRQDODQWHOD
LQYLDELOLGDGGHPDQWHQHUODGLFWDGXUD
— RupturaODRSRVLFLyQGHPRFUiWLFDOLGHUDGDSRUHO3&(EXVFDEDOLTXLGDU
ODOHJDOLGDGIUDQTXLVWDHLQVWDXUDUXQDGHPRFUDFLDVLPLODUDODVRFFLGHQWDOHV

1.2. El papel del rey y el Gobierno de Adolfo Suárez

La TransiciónFRPHQ]yFRQODSURFODPDFLyQGHJuan Carlos I como rey en


\FRQFOX\yFRQODOOHJDGDGHO362(DOSRGHUHQ)XHLPSXOVDGDSRU
-XDQ&DUORV,\$GROIR6XiUH]GHIHQVRUHVGHOUHIRUPLVPRFRQHODSR\RGHODV
RUJDQL]DFLRQHVVRFLDOHV SDUWLGRVVLQGLFDWRVHPSUHVDULRV,JOHVLD \ODPD\RUtD
GHODSREODFLyQ/D7UDQVLFLyQWXYROXJDUHQXQFRQWH[WRLQWHUQDFLRQDOIDYRUD
260 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

EOH ¿QGHODVGLFWDGXUDVGH*UHFLD\3RUWXJDODPELHQWHGHGLVWHQVLyQHQWUHORV
EORTXHVGHOD*XHUUD)UtD 6LQHPEDUJRORVREVWiFXORVIXHURQQRWDEOHVGHELGR
DODHOHYDGDFRQÀLFWLYLGDGVRFLDOODVWHQVLRQHVSROtWLFDV\ODFULVLVHFRQyPLFD
-XDQ&DUORV,DVXPLyOD-HIDWXUDGH(VWDGRWUDVVHUFRURQDGRGRVGtDVGHVSXpV
GHPRULU)UDQFRHQWUHHOUHFKD]RGHODRSRVLFLyQ\HOUHFHORGHOE~QNHUHLQFOXVR
GHVXSDGUH-XDQGH%RUEyQTXHQRUHQXQFLyDOWURQRKDVWD(QVXSULPHU
discurso manifestó su deseo de ser el «rey de todos los españoles» [Texto 1] y
UDWL¿FyDArias Navarro como presidente3HURODOHQWLWXGGHODVUHIRUPDVTXH
UHÀHMDEDHOHVFDVRLQWHUpVGH$ULDVHQLPSODQWDUODGHPRFUDFLDSURYRFyODXQLyQ
GHODRSRVLFLyQHQODSODWDIRUPD&RRUGLQDFLyQ'HPRFUiWLFDTXHLPSXOVyODPR
YLOL]DFLyQSRSXODUH[LJLHQGRDPQLVWtD\GHPRFUDFLD
/DUHVSXHVWDGHOUH\IXHIRU]DUODGLPLVLyQGH$ULDV1DYDUUR MXOLRGH 
y nombrar presidente a Adolfo Suárez con la misión de liderar la transición de
ODGLFWDGXUDDODGHPRFUDFLDVLQURPSHUFRQODOHJDOLGDGIUDQTXLVWD ©de la ley,
a la leyª 3DUDHOOR6XiUH]UHGDFWyODLey para la Reforma Política >7H[WR@
ORJUDQGR TXH ODV &RUWHV IUDQTXLVWDV OD DSUREDUDQ /D OH\ IXH DSUREDGD SRU XQD
DPSOLDPD\RUtDHQXQUHIHUpQGXP*DSHVDUGHTXHODH[WUHPDGHUHFKDYRWyHQ
FRQWUD\ODL]TXLHUGDTXHD~QQRFRQ¿DEDHQ6XiUH]VHDEVWXYR5HIRU]DGRSRUHO
UHIHUpQGXP6XiUH]FRPHQ]yDQHJRFLDUFRQODRSRVLFLyQDSULQFLSLRVGHORV
SDUWLGRVDQWLIUDQTXLVWDVGHELOLWDGRVSRUHOUHVXOWDGRGHOUHIHUpQGXPDFHSWDURQOD
PRQDUTXtD\HOUHIRUPLVPRFRPRYtDSDUDLPSODQWDUODGHPRFUDFLDDFDPELRHO
*RELHUQRDSUREyYDULDVPHGLGDVSDUDOLTXLGDUODGLFWDGXUDFRPRODlegalización
de todos los partidosLQFOXLGRHO3&(\ODFRQFHVLyQGHXQDDPQLVWtDSROtWLFD

1.3. El restablecimiento de la democracia: las elecciones de junio de 1977

(QMXQLRGHVHFRQYRFDURQODVSULPHUDVHOHFFLRQHVOLEUHVGHVGH
*DQySRUPD\RUtDVLPSOHUnión de Centro Democrático 8&' SDUWLGRIXQGD
do por Adolfo SuárezDSDUWLUGHSHTXHxRVSDUWLGRVOLEHUDOHV\GHPRFULVWLDQRV
(O362(IXHODVHJXQGDIXHU]D\ORVQDFLRQDOLVWDV &RQYHUJHQFLD'HPRFUiWLFD
319 REWXYLHURQEXHQRVUHVXOWDGRV(O3&(GH&DUULOOR\ODGHUHFKDUHSUHVHQ
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 261

WDGDSRUOD$OLDQ]D3RSXODU $3 GH)UDJDWXYLHURQUHVXOWDGRVGHFHSFLRQDQWHV
\ODH[WUHPDGHUHFKDIUDQTXLVWDQRREWXYRUHSUHVHQWDFLyQ6XiUH]IRUPyXQ*R
ELHUQRHQPLQRUtDFX\DQHFHVLGDGGHDSR\RSDUODPHQWDULRIDFLOLWyXQHVStULWXGH
FRQVHQVRTXHSHUPLWLyDOFDQ]DUJUDQGHVDFXHUGRV
— Pactos de la MoncloaDFXHUGRHQWUHSDUWLGRVSDWURQDO\VLQGLFDWRVSDUD
KDFHUIUHQWHDODFULVLVHFRQyPLFD
— DescentralizaciónVHUHVWDEOHFLyODGeneralitat \VHDSUREyXQUpJLPHQ
SUHDXWRQyPLFRSDUDHO3DtV9DVFR
— Elaboración de una constituciónGHEtDVHUVRPHWLGDDUHIHUpQGXPSDUD
su aprobación.

1.4. La Constitución de 1978 y el Estado de las autonomías

/DV&RUWHVHOHJLGDVHQMXQLRGHHODERUDURQXQD&RQVWLWXFLyQTXHIXH
fruto del consenso general entre partidos. Para ello se formó una comisión con
UHSUHVHQWDQWHV GH ODV SULQFLSDOHV IXHU]DV WUHV GH 8&' \ XQR GH 362( 3&(
$3\ORVQDFLRQDOLVWDVFDWDODQHV TXHHODERUyXQborrador de la Constitución
DSUREDGR SRU ODV &RUWHV HO 319 VH DEVWXYR  WUDV QXPHURVDV HQPLHQGDV La
&RQVWLWXFLyQIXHUDWL¿FDGDHQUHIHUpQGXPHOGHGLFLHPEUHGH6XV
principales rasgos son [Texto comentado]
—(VSDxDVHGH¿QHFRPRXQEstado social y democrático de derecho, don
GHODVREHUDQtDODHMHUFHHOSXHEOR
— Establece una monarquía parlamentariaHQODTXHHQODTXHHOUH\UHLQD
SHURQRJRELHUQDHQFDUQDODXQLGDGQDFLRQDOGH(VSDxD\HMHUFHODMHIDWXUDGHODV
)XHU]DV$UPDGDV EDMRODDXWRULGDGGHOPLQLVWURGH'HIHQVD 
— Reconoce amplios derechosOLEHUWDGHVLQGLYLGXDOHVGHUHFKRVVRFLDOHV
HGXFDFLyQ \ODDFRQIHVLRQDOLGDGGHO(VWDGR
— División de poderes
- LegislativoUHFDHHQXQDV&RUWHVELFDPHUDOHV(O&RQJUHVRGHORV'L
SXWDGRV HOHJLGRPHGLDQWHXQVLVWHPD*SURSRUFLRQDOFRUUHJLGR HOLJHDO
SUHVLGHQWHGHO*RELHUQRFRQWURODDO(MHFXWLYRHODERUDOH\HV\YRWDORV
262 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

SUHVXSXHVWRVJHQHUDOHV(O6HQDGR OLVWDVDELHUWDV DSHQDVWLHQHSHVRDO


FDUHFHUGHLQLFLDWLYDOHJLVODWLYDRFDSDFLGDGGHEORTXHR
- EjecutivoHOSUHVLGHQWH UHVSRQVDEOHDQWHHO&RQJUHVRTXHORQRPEUD 
HVFRJHDORVPLQLVWURVGLULJHODDFFLyQGH*RELHUQR\FRQYRFDHOHFFLRQHV
WUDVGLVROYHUODV&RUWHV
- JudicialHMHUFLGRSRUMXHFHV\PDJLVWUDGRVLQGHSHQGLHQWHV
— Establece instituciones garantes del sistema, como el Tribunal Constitu
cional o el Defensor del Pueblo.
— ,PSODQWD XQD HVWUXFWXUD GHVFHQWUDOL]DGD Estado de las autonomías 
SHURJDUDQWL]DQGRODXQLGDGWHUULWRULDO

La Constitución estableció un Estado* descentralizado atendiendo a la


UHLYLQGLFDFLyQKLVWyULFDGHOQDFLRQDOLVPRFDWDOiQ\YDVFRSHURH[WHQGLHQGRHO
GHUHFKRDFUHDUcomunidades autónomasDODVUHJLRQHVTXHORVROLFLWDVHQ/D
Constitución diferenció entre la «vía rápidaªSDUDODVQDFLRQDOLGDGHVKLVWyULFDV
&DWDOXxD3DtV9DVFR*DOLFLD\$QGDOXFtD TXHGHVGHDOFDQ]DURQODDX
WRQRPtD\VHOHVRWRUJDURQPiVFRPSHWHQFLDV\OD©vía lenta» para el resto de
UHJLRQHVTXHDFFHGLHURQDSDUWLUGH/DGLYLVLyQWHUULWRULDOTXHGy¿QDOPHQ
WHHVWDEOHFLGDHQFRQGLHFLVLHWHFRPXQLGDGHVDXWyQRPDV\GRVFLXGDGHV
DXWyQRPDV &HXWD\0HOLOOD LQLFLiQGRVHXQODUJRSURFHVRGHWUDQVIHUHQFLDGH
FRPSHWHQFLDV GHVGH HO *RELHUQR FHQWUDO D ORV DXWRQyPLFRV TXH KD KHFKR GH
(VSDxDXQRGHORV(VWDGRVPiVGHVFHQWUDOL]DGRVGH(XURSD&DGDFRPXQLGDG
VHULJHSRUVX(VWDWXWRGH$XWRQRPtD HODERUDGRSRUVX3DUODPHQWR\UDWL¿FDGR
GHVSXpVSRUODSREODFLyQHQUHIHUpQGXP\SRUHO3DUODPHQWRQDFLRQDO \FXHQWD
FRQDVDPEOHDOHJLVODWLYD\*RELHUQRSURSLRV

1.5. El terrorismo durante la Transición

$SURYHFKDQGRODGHELOLGDGGHORVSULPHURV*RELHUQRVGHOD7UDQVLFLyQJUX
SRVGHGLIHUHQWHVLGHRORJtDVH[WUHPDVLQWHQWDURQORJUDUVXVREMHWLYRVDWUDYpVGH
ODIXHU]D
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 263

— La extrema derecha trató de impedir la llegada de la democracia gene-


rando un clima de inestabilidad mediante atentados (matanza de Atocha, 1977)
y fallidos golpes de Estado (23-F, 1981).
— La extrema izquierda comunista radical (GRAPO*) y, sobre todo, la
independentista ETA buscaron forzar una negociación política recurriendo a se-
cuestros y asesinatos en los conocidos como años de plomo (ETA cometió ciento
setenta asesinatos entre 1979 y 1980) [Gráfica 1].

2. LAS ETAPAS POLÍTICAS DE LA DEMOCRACIA. LOS GOBIERNOS


DE LA UCD. EL GOLPE DE ESTADO DE 23 DE FEBRERO DE 1981.
LA ALTERNANCIA POLÍTICA: GOBIERNOS SOCIALISTAS Y
GOBIERNOS DEL PARTIDO POPULAR

2.1. Las etapas políticas de la democracia

Desde el regreso de la democracia en 1977 el sistema se ha caracterizado por


la alternancia bipartidista entre Gobiernos de centro-derecha (UCD primero,
después el Partido Popular, PP) y centro-izquierda (PSOE). Cuando los Gobier-
nos no han contado con mayorías absolutas han recurrido, sobre todo, al apoyo
parlamentario de nacionalistas catalanes (Convergència i Unió, CiU) y/o vascos
(PNV) y desde 2015 de los nuevos partidos de centro liberal (Ciudadanos) o
izquierdas (Podemos). Así, podemos establecer las siguientes etapas en la de-
mocracia actual:
— Gobiernos de la UCD, presididos por Adolfo Suárez (1977-1981) y
Leopoldo Calvo Sotelo (1981-1982).
— Gobiernos del PSOE, presididos por Felipe González (1982-1996).
— Gobiernos del PP, presididos por José María Aznar (1996-2004).
— Gobiernos del PSOE, presididos por José Luis Rodríguez Zapatero (2004-
2011).
— Gobiernos del PP, presididos por Mariano Rajoy (2011-2018).
— Gobierno del PSOE, presidido por Pedro Sánchez (desde 2018).
264 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

2.2. Los Gobiernos de la UCD. El golpe de Estado de 23 de febrero de 1981

/D8&' SDUWLGRIXQGDGRSRU6XiUH]DSDUWLUGHSHTXHxRVSDUWLGRVOLEHUDOHV
\GHPRFULVWLDQRV JDQySRUPD\RUtDVLPSOHODVHOHFFLRQHVGHMXQLRGHFRQ
HO 362( FRPR VHJXQGD IXHU]D 6XiUH] IRUPy XQ *RELHUQR HQ PLQRUtD FX\D
QHFHVLGDGGHDSR\RSDUODPHQWDULRIDFLOLWyXQHVStULWXGHFRQVHQVRTXHSHUPLWLy
DOFDQ]DULPSRUWDQWHVDFXHUGRV
— Pactos de la Moncloa >7H[WR@DFXHUGRHQWUHSDUWLGRVSDWURQDO\VLQ
GLFDWRV SDUD KDFHU IUHQWH D OD FULVLV HFRQyPLFD PHGLDQWH OD FRQWHQFLyQ GH ORV
VDODULRV\GHOJDVWRS~EOLFR SHURFRQLQFUHPHQWRGHODVSDUWLGDVVRFLDOHV 
— Descentralización VH UHVWDEOHFLy OD Generalitat UHJUHVDQGR GHO H[LOLR
su president-RVHS7DUUDGHOODV \VHDSUREyXQUpJLPHQSUHDXWRQyPLFRSDUDHO
3DtV9DVFR
— Elaboración de una ConstituciónUDWL¿FDGDHQUHIHUpQGXPHOGHGL
FLHPEUHGH

$SUREDGDOD&RQVWLWXFLyQ6XiUH]FRQYRFyHQXQDVQXHYDVHOHFFLRQHV
TXHJDQy8&'GHQXHYRSRUPD\RUtDVLPSOH/DOHJLVODWXUDHVWXYRPDUFDGDSRU
ODFULVLVHFRQyPLFDODGLYLVLyQLQWHUQDGHOD8&'HODFRVRFRQWLQXRGHODRSRVL
FLyQ PRFLyQGHFHQVXUDGHO362( \ODSUHVLyQGHORVPLOLWDUHVKDFLD6XiUH]DO
TXHDFXVDEDQGHURPSHUODXQLGDGGH(VSDxDSRUHODYDQFHGHOSURFHVRDXWRQyPL
FR\ODHVFDODGDWHUURULVWD)LQDOPHQWHWUDVHOIUDFDVRGH8&'HQODVHOHFFLRQHV
DXWRQyPLFDV\PXQLFLSDOHV6XiUH]GLPLWLyHQIHEUHURGHFXHVWLRQDGRSRU
VXSURSLRSDUWLGR/D8&'SURSXVRFRPRFDQGLGDWRD/HRSROGR&DOYR6RWHOR
El 23 de febreroPLOLWDUHVGHH[WUHPDGHUHFKDOOHYDURQDFDERXQgolpe de
Estado(OWHQLHQWHFRURQHO7HMHURDOPDQGRGHXQJUXSRGHJXDUGLDFLYLOHVDVDO
WyHO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRVGXUDQWHODVHVLyQGHLQYHVWLGXUDGH&DOYR6RWHOR
[Imagen 1]. El pronunciamiento fracasó por la actitud del rey en defensa de la
democracia >7H[WR @ \ HO HVFDVR DSR\R GHO (MpUFLWR VROR HO WHQLHQWH JHQHUDO
0LOiQGHO%RVFKVHVXPyDELHUWDPHQWHDOJROSHHQ9DOHQFLD 
/RVSULQFLSDOHVKLWRVGHOGobierno de Calvo Sotelo fueron la aprobación
GHOD/H\GHO'LYRUFLR UHFKD]DGDSRUOD,JOHVLD \HOLQJUHVRHQOD27$1* UH
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 265

FKD]DGRSRUODL]TXLHUGD $QWHHODXPHQWRGHODGLYLVLyQLQWHUQDGHOD8&'HO
SUHVLGHQWHDGHODQWyODVHOHFFLRQHVSDUDRFWXEUHGHTXHJDQyHO362(SRU
PD\RUtDDEVROXWD6XYLFWRULDVXSXVRHO¿QGHOD7UDQVLFLyQ\DTXHHODFFHVRGH
ODL]TXLHUGDDO*RELHUQRVLJQL¿FyODQRUPDOL]DFLyQGHPRFUiWLFD

2.3. La alternancia política: Gobiernos socialistas


y Gobiernos del Partido Popular

Gobiernos socialistas de Felipe González (1982-1996)


)HOLSH*RQ]iOH]SUHVLGLyGLYHUVRV*RELHUQRVGHO362(GXUDQWHFXDWUROHJLV
ODWXUDVHQWUH\FDUDFWHUL]DGDVSRUreformas GHJUDQFDODGR
— Política interior VH FRPSOHWy OD DSUREDFLyQ GH WRGRV ORV HVWDWXWRV GH
DXWRQRPtDVHPRGHUQL]yHO(MpUFLWRSDUDDFDEDUFRQHOJROSLVPR\VHUHIRU]yOD
OXFKDFRQWUD(7$ ORVDWHQWDGRVGLVPLQX\HURQJUDFLDVDODFRODERUDFLyQIUDQFHVD
y al Pacto de Ajuria Enea >7H[WR@DFXHUGRDQWLWHUURULVWDGHORVSDUWLGRVYDVFRV
HQ 
— Política exterior(VSDxDLQJUHVyHQOD&((  >7H[WR@\VHUDWL¿Fy
HQUHIHUpQGXPODSHUPDQHQFLDHQOD27$1
— EconomíaHQVHDSOLFyXQGXURSODQGHDMXVWH UHFRQYHUVLyQLQGXV
WULDOVXELGDGHWLSRVGHLQWHUpVGHYDOXDFLyQGHODSHVHWD FRQHOFRQVLJXLHQWH
DXPHQWRGHOSDUR\ODFRQÀLFWLYLGDG\GLRFRPLHQ]RODSULYDWL]DFLyQGHHPSUH
VDVS~EOLFDV'HVGHODHFRQRPtDFUHFLyUHGXFLpQGRVHHOGHVHPSOHRKDVWD
TXHHQHVWDOOyRWUDFULVLVDJUDYDGDSRUHOJDVWRHQODVFHOHEUDFLRQHVGHO
([SRGH6HYLOOD\-XHJRV2OtPSLFRVGH%DUFHORQD 
— SociedadVHGHVSHQDOL]yHODERUWR  VHHVWDEOHFLyXQVLVWHPDQDFLR
QDOGHVDOXGJUDWXLWR\XQLYHUVDO /H\GH6DQLGDG VHUHJXOyODREMHFLyQGH
FRQFLHQFLDPLOLWDU\VH¿UPyFRQHOUHVWRGHSDUWLGRVORV3DFWRVGH7ROHGR[Texto 7]
SDUDVRVWHQHUHOVLVWHPDGHSHQVLRQHV  (QSROtWLFDHGXFDWLYDVHDSUREDURQ
GRVLPSRUWDQWHVOH\HVOD/2'(  TXHRUJDQL]DEDHOVLVWHPDHGXFDWLYRHQ
FHQWURVS~EOLFRVFRQFHUWDGRV SULYDGRV¿QDQFLDGRVFRQIRQGRVS~EOLFRV \SUL
YDGRV\OD/2*6(  TXHDPSOLDEDODHQVHxDQ]DREOLJDWRULDDORVDxRV
266 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

(Q  HO PSOE YROYLy D JDQDU ODV HOHFFLRQHV SHUR DKRUD SRU PD\R
UtDVLPSOH>0DSD@WHQLHQGRTXHQHJRFLDUFRQORVQDFLRQDOLVWDVFDWDODQHV
&L8  VX DSR\R SDUODPHQWDULR (VWD ~OWLPD OHJLVODWXUD HVWXYR PDUFDGD SRU
la crisis económica y los casos de corrupción %DQFRGH(VSDxD*XDUGLD
&LYLO \ODJXHUUDVXFLDGHORV*$/*(Q&L8UHWLUyVXDSR\RDO362(
\)HOLSH*RQ]iOH]FRQYRFyHOHFFLRQHVDQWLFLSDGDVJDQDGDVSRU-RVp0DUtD
$]QDU PP 

Gobiernos del Partido Popular con José María Aznar (1996-2004)


-RVp 0DUtD$]QDU JREHUQy GXUDQWH GRV OHJLVODWXUDV OD SULPHUD HQ PLQRUtD
FRQDSR\RSDUODPHQWDULRGHORVQDFLRQDOLVWDVYDVFRV\FDWDODQHV\ODVHJXQGDHQ
VROLWDULRWUDVREWHQHUXQDPD\RUtDDEVROXWD
— Política interior FRQWLQXy OD OXFKD FRQWUD (7$ FXOPLQDQGR FRQ HO
Acuerdo contra el terrorismoFRQHO362(HQ>7H[WR@\ODLOHJDOL]DFLyQ
GHIRUPDFLRQHVGHOHQWRUQRHWDUUD VHDSUREyOD/H\GH([WUDQMHUtD UHJXODQGROD
LQPLJUDFLyQGHIRUPDUHVWULFWLYD \VHSURIHVLRQDOL]yHO(MpUFLWR ¿QGHOVHUYLFLR
PLOLWDUREOLJDWRULR 
— Política exterior VH UHIRU]y HO DOLQHDPLHQWR FRQ ((88 DSR\DQGR OD
segunda guerra*GHO*ROIR  
— EconomíaVHOOHYyDFDERXQDSROtWLFDQHROLEHUDOTXHGLVPLQX\yHO
JDVWRS~EOLFRSULYDWL]yQXPHURVDVHPSUHVDVS~EOLFDV\UHGXMRORVLPSXHV
WRV(OUHVXOWDGRIXHHOFUHFLPLHQWRGHO3,%ODUHQWDSHUFiSLWD\HOHPSOHR
\ODUHGXFFLyQGHODLQÀDFLyQHOGp¿FLW\ODGHXGDS~EOLFDDXQTXHVHFUHy
XQDEXUEXMDLQPRELOLDULDTXHFRQGLFLRQyHOSRVWHULRUGHVDUUROORHFRQyPLFR
GHOSDtV
— SociedadVH¿UPyXQDFXHUGRSDUDJDUDQWL]DUODVSHQVLRQHV\VHUHIRUPy
ODHGXFDFLyQQRXQLYHUVLWDULD /2&( 
$]QDUUHQXQFLyDSUHVHQWDUVHDODVHOHFFLRQHVGHHVFRJLHQGRD0DULD
QR5DMR\FRPRVXFHVRU9HQFLyHO362(SRUPD\RUtDVLPSOHDQWHHOGHVJDVWH
del PP por la participación de España en la segunda guerra del Golfo JXHUUD
GH,UDN 
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 267

Gobiernos socialistas con Rodríguez Zapatero (2004-2011)


5RGUtJXH]=DSDWHURSUHVLGLyGXUDQWHGRVOHJLVODWXUDVYDULRV*RELHUQRVGHO
362(HQPLQRUtDFX\DVSULQFLSDOHVDFWXDFLRQHVIXHURQ
— Política interiorVHOXFKyFRQWUDHOWHUURULVPR\LKDGLVWD WUDVORVDWHQ
WDGRVGH$WRFKD \HWDUUD (7$SURFODPyXQDOWRHOIXHJRSHUPDQHQWHHQ
 /DV&RUWHVUHFKD]DURQHOSODQVREHUDQLVWDGHO319 3ODQ,EDUUHW[H 
\UHFRUWDURQODUHIRUPDGHO(VWDWXWRGH$XWRQRPtDGH&DWDOXxDDSUREDGRSRUORV
catalanes.
— Política exterior VH URPSLy FRQ HO DOLQHDPLHQWR LQFRQGLFLRQDO FRQ
((88TXHKDEtDPDQWHQLGR$]QDU\VHUHIRU]yODUHODFLyQFRQ(XURSD
— EconomíaHOFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRFRQWLQXyKDVWDFXDQGRODFUL
VLVHFRQyPLFDLQWHUQDFLRQDOGLVSDUyHOSDURHOGp¿FLW\ODSULPDGHULHVJR(Q
FRQHOSDtVDOERUGHGHODTXLHEUDHO*RELHUQRDGRSWyXQDSROtWLFDGHDXV
WHULGDGPHGLDQWHHOUHFRUWHGHOJDVWRS~EOLFR
— SociedadVHDSUREDURQODVOH\HVGHGHSHQGHQFLDGHOPDWULPRQLRKRPR
VH[XDOGHODPHPRULDKLVWyULFDRFRQWUDODYLROHQFLDGHJpQHUR\XQDQXHYDOH\
GHHGXFDFLyQQRXQLYHUVLWDULD /2( 

/D FULVLV HFRQyPLFD \ HO PDOHVWDU VRFLDO OOHYDURQ D 5RGUtJXH] =DSDWHUR D


DGHODQWDUODVHOHFFLRQHVDHQODVTXHHO33REWXYRPD\RUtDDEVROXWD

Gobiernos del Partido Popular con Mariano Rajoy (2011-2018)


0DULDQR5DMR\JREHUQyKDVWD/D~OWLPDOHJLVODWXUDORKL]RHQPLQRUtD
con Ciudadanos como socio principal.
— Política interiorHQ-XDQ&DUORV,DEGLFyHQ)HOLSH9,[Texto 9] y
DSULQFLSLRVGHVHGLVROYLy(7$(OSULQFLSDOFRQÀLFWRGHHVWDHWDSDIXHHO
DXJHGHOLQGHSHQGHQWLVPRFDWDOiQTXHOOHJyLQFOXVRDSURFODPDUODGHFODUDFLyQ
XQLODWHUDO GH LQGHSHQGHQFLD WUDV OD FHOHEUDFLyQ GH XQ UHIHUpQGXP LOHJDO  GH
RFWXEUH 
— EconomíaHO*RELHUQRFHQWUyVXDFFLyQHQODVXSHUDFLyQGHODFULVLVPH
GLDQWHHOUHFRUWHGUiVWLFRGHOJDVWRS~EOLFR\ODUHIRUPDODERUDO$SDUWLUGH
268 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

la economía comenzó a recuperarse apoyada en el aumento de las exportaciones,


la precariedad del empleo y la devaluación salarial.
— Sociedad: la contestación social creció por la crisis económica y de repre-
sentatividad de los partidos, reflejada en el fin del bipartidismo en las elecciones
de 2015 con la irrupción de Ciudadanos (centro liberal) y Podemos (izquierda).
También se elaboró otra ley de educación no universitaria (LOMCE).

En 2018 terminó de forma anticipada la legislatura de Rajoy. Los escán-


dalos de corrupción propiciaron la presentación de una moción de censura por
parte del PSOE.

Gobiernos del PSOE presididos por Pedro Sánchez (2018-2020)


Pedro Sánchez fue investido presidente en junio de 2018. Sin embargo, la
inestabilidad por falta de apoyos parlamentarios suficientes obligó al Gobierno a
convocar elecciones anticipadas en abril de 2019 y, al no conseguir ser investido
presidente del Gobierno ningún candidato, se volvieron a celebrar en noviembre.
En ellas el PSOE obtuvo una exigua mayoría que condujo a la formación de un
Gobierno de coalición con Podemos, más el apoyo parlamentario de los nacio-
nalistas periféricos.
En la primavera de 2020 la situación se ha agravado como consecuencia
de la pandemia mundial ocasionada por la COVID-19, que ha obligado a un
largo confinamiento de la población por el decreto del estado de alarma, y ha
provocado una profunda crisis sanitaria (alrededor de treinta mil fallecidos en
España; más de seiscientos mil en el mundo), económica (cierre de fronteras y
negocios; alrededor de un 25 % de los trabajadores bajo un ERTE) y social (dis-
tanciamiento social; aumento de familias con problemas económicos o en riesgo
de exclusión social).
La recuperación económica y social está siendo muy lenta y progresiva para
intentar llegar a la nueva normalidad cuanto antes con la máxima seguridad
(fases de desescalada; planes y ayudas para la transición) paliando de la mejor
manera posible las graves consecuencias de la pandemia.
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 269

3. LA INTEGRACIÓN DE ESPAÑA EN EUROPA. CONSECUENCIAS


ECONÓMICAS Y SOCIALES. LA MODERNIZACIÓN
DE LAS INFRAESTRUCTURAS. EL PROGRAMA
DE CONVERGENCIA Y LA CREACIÓN DEL EURO

3.1. La integración de España en Europa

La integración de España en la Comunidad*(FRQyPLFD(XURSHD &(( IXH


un objetivo prioritarioWDQWRSDUDODRSRVLFLyQGHPRFUiWLFDDOIUDQTXLVPRFRPR
SDUDORVSULPHURV*RELHUQRVGHOD7UDQVLFLyQ(QODsolicitud de ingreso
del Gobierno de FrancoIXHUHFKD]DGDSRUHOFDUiFWHUGLFWDWRULDOGHOUpJLPHQ
DXQTXHHQORJUy¿UPDUXQDFXHUGRFRPHUFLDOSUHIHUHQFLDOTXHUHGXMRORV
aranceles aduaneros de numerosos productos españoles.
(Q  SRFR GHVSXpV GH ODV SULPHUDV HOHFFLRQHV GHPRFUiWLFDV Adolfo
Suárez presentó formalmente una nueva solicitud de adhesión. La Comisión
(XURSHDFRPHQ]yODVQHJRFLDFLRQHVHQWUDVODDSUREDFLyQGHOD&RQV
WLWXFLyQ (O SULQFLSDO REVWiFXOR IXH HO SHVR GHO VHFWRU SULPDULR HQ OD HFRQR
PtDHVSDxROD\DTXH)UDQFLDWHPtDODFRPSHWHQFLDGHORVSURGXFWRVDJUDULRV
KLVSDQRV GHLQIHULRUSUHFLR \5HLQR8QLGRTXHUtDUHGXFLUODVVXEYHQFLRQHV
a la agricultura. Por otra parte, la entrada de España obligaba a aumentar los
IRQGRVHVWUXFWXUDOHVDSRUWDGRVSRUORVSDtVHVFRPXQLWDULRVPiVULFRVDORVPiV
pobres en el seno de la CEE.
3HVHDODVGL¿FXOWDGHV(VSDxDFRQWyFRQHODSR\RGH$OHPDQLD)LQDOPHQWH
GXUDQWHHOSULPHU*RELHUQRGH)HOLSH*RQ]iOH](VSDxD¿UPyHQMXQLRGH
junto a Portugal el Tratado de Adhesión >7H[WR@FRQYLUWLpQGRVHHQPLHP
EURVGHSOHQRGHUHFKRGHOD&((DSDUWLUGHO1 de enero de 1986.
/D DGKHVLyQ D OD &(( IXH HO PD\RU ORJUR GH OD SROtWLFD H[WHULRU HVSDxROD
desde el restablecimiento de la democracia en 1977. La insistencia en lograr esta
LQWHJUDFLyQREHGHFtDDUD]RQHVGHGLYHUVDtQGROH
— Económicas ORV SDtVHV FRPXQLWDULRV HUDQ ORV SULQFLSDOHV GHVWLQDWDULRV
GHODVH[SRUWDFLRQHVHVSDxRODVSRUORTXHODSHUWHQHQFLDDOD&((IDFLOLWDEDVX
aumento gracias a la eliminación de aranceles y cuotas.
270 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

— Políticas y socialesHOLQJUHVRHQOD&((VLJQL¿FDEDHODFHUFDPLHQWRD
(XURSDSRQLHQGR¿QDXQVLJORGHDLVODPLHQWR

3.2. Consecuencias legales, económicas y sociales. La modernización


de las infraestructuras

/DLQWHJUDFLyQHQOD8QLyQ(XURSHD 8( KDWHQLGRLPSRUWDQWHVFRQVHFXHQ
FLDVSDUD(VSDxD

Consecuencias legales
(VSDxDKDWHQLGRTXHDMXVWDUVXOHJLVODFLyQDORVSULQFLSLRVUHFWRUHVGHOD
8QLyQ
— Libre circulación de ciudadanos LQFOX\HQGRODOLEHUWDGGHUHVLGHQFLD
\WUDEDMR bienes VXSUHVLyQGHGHUHFKRVDGXDQHURVDGRSFLyQGHXQDSROtWLFD
DUDQFHODULDFRP~Q y capitales.
— Implantación del IVALPSXHVWRTXHJUDYDHOFRQVXPRFRQHOREMHWLYRGH
¿QDQFLDUODVSROtWLFDVFRPXQLWDULDV
— Asunción de la Política* Agraria Común 3$& TXHLPSOLFyHOHVWDEOH
cimiento de cuotas de producción en algunos productos y el apoyo a los agricul
WRUHVPHGLDQWHVXEYHQFLRQHVSDUDDOJXQRVFXOWLYRV

Consecuencias económicas
/DLQWHJUDFLyQHVSDxRODHQHOPHUFDGRFRPXQLWDULRKDVXSXHVWRHQRUPHVUH
WRV\RSRUWXQLGDGHVSDUDODHFRQRPtDQDFLRQDOTXHKDWUDQVIRUPDGRVXHVWUXF
WXUDSURGXFWLYDKDFLpQGRODPiVFRPSHWLWLYDHQXQHVFHQDULRPXQGLDOFDGDYH]
PiVJOREDOL]DGR
— Reconversión industrial GH VHFWRUHV WUDGLFLRQDOHV SRFR FRPSHWLWLYRV
PLQHUtDVLGHUXUJLD 
— Liberalización de la economíaTXHKDOOHYDGRDODSULYDWL]DFLyQGHHP
SUHVDVS~EOLFDV\DO¿QGHOPRQRSROLRGHVHFWRUHVHVWUDWpJLFRV WHOHFRPXQLFDFLR
QHVFDUEXUDQWHVHWF 
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 271

— Expansión mundialGHJUDQGHVPXOWLQDFLRQDOHVHVSDxRODV 7HOHIyQLFD


,QGLWH[5HSVRO%DQFR6DQWDQGHU 
(VSDxDKDH[SHULPHQWDGRXQFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRVLQSUHFHGHQWHVFRPR
consecuencia de la integración en la UE y la adopción de sus principios rectores,
DSUR[LPDQGRODUHQWDSHUFiSLWDHVSDxRODDODHXURSHD

Consecuencias sociales
/DHQWUDGDHQOD8(VLJQL¿FyODLQWHJUDFLyQGH(VSDxDHQHOPRGHORVR
FLDO\FXOWXUDOHXURSHRUHIRU]DQGRODVEDVHVGHODHVWDELOLGDGVRFLDO\ODGH
mocracia.
— Recepción de inversionesFXDQWLRVDVDWUDYpVGHO)RQGR*6RFLDO(XURSHR
)6( HO)RQGR*(XURSHRGH2ULHQWDFLyQ\*DUDQWtD$JUtFROD )(2*$ \HO
)RQGR*(XURSHRGH'HVDUUROOR5HJLRQDO )('(5 (VWDVD\XGDVIDYRUHFLHURQOD
LPSODQWDFLyQGHOPRGHORHXURSHRGHOHVWDGRGHOELHQHVWDU HGXFDFLyQVDQLGDG
GHSHQGHQFLDGHVDUUROORUHJLRQDOHWF 
— Aumento de la movilidad laboral. La libre circulación de ciudadanos
GHOD8(KDSHUPLWLGRDORVHVSDxROHVWUDEDMDUHQFXDOTXLHU(VWDGRPLHPEURHQ
LJXDOHVFRQGLFLRQHVTXHVXVFLXGDGDQRV
— Participación en el proceso de integración universitariaDWUDYpVGHOD
RUGHQDFLyQDFDGpPLFDGHOHVSDFLRFRP~QGHODHQVHxDQ]DVXSHULRU 3ODQ%ROR
QLD \ORVSURJUDPDVGHPRYLOLGDGHLQWHUFDPELR (UDVPXV 

Modernización de las infraestructuras


La recepción de fondos FEDERKDSHUPLWLGRD(VSDxD¿QDQFLDUODFRQV
WUXFFLyQ GH QXPHURVDV LQIUDHVWUXFWXUDV HOLPLQDQGR ODV GLIHUHQFLDV KLVWyUL
FDV FRQ ORV SDtVHV PiV ULFRV GH (XURSD 'HVWDFD OD red de autovías, con
PiVGHTXLQFHPLONLOyPHWURVFRQVWUXLGRV ODWHUFHUDGHOPXQGRWUDV&KLQD\
((88 \GHtrenes de alta velocidad VHJXQGRSDtVGHOPXQGRWUDV-DSyQ
FRQ PiV GH GRV PLO NLOyPHWURV $GHPiV VH KDQ GHVDUUROODGR LPSRUWDQWHV
LQYHUVLRQHV HQ OD PRGHUQL]DFLyQ GH ORV SXHUWRV PiV LPSRUWDQWHV %LOEDR
9DOHQFLD%DUFHORQD 
272 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

3.3. El programa de convergencia y la creación del euro

'HVGHVXLQJUHVRHQOD&(((VSDxDKDSDUWLFLSDGRFRPRXQPLHPEURPiV
FRQFODUDYRFDFLyQHXURSHtVWDHQORVSURFHVRVGHUHIRUPDGHODVLQVWLWXFLRQHV
HXURSHDVTXHKDQWHQLGRFRPRREMHWLYRDFHOHUDUHOSURFHVRGHLQWHJUDFLyQFR
PXQLWDULR\HOUHIRU]DPLHQWRGHORVyUJDQRVGHGHFLVLyQ(OKLWRPiVLPSRUWDQWH
KDVLGROD¿UPDGHOTratado de Maastricht (1992)SRUHOTXHOD&((DGRSWyHO
actual nombre de Unión Europea y aprobó la adopción de tres grandes ejes de
DFWXDFLyQSDUDDOFDQ]DUODDQKHODGDintegración
— PolíticaVHHVWDEOHFLHURQODVEDVHVSDUDDGRSWDUXQDSROtWLFDH[WHULRUFR
P~QTXHQRKDGDGRORVIUXWRVHVSHUDGRV
— Social VH DSUREy OD FUHDFLyQ GH ORV IRQGRV GH FRKHVLyQ TXH VXIUD
JDGRVSRUORVSDtVHVPiVULFRVHVWiQGHVWLQDGRVDUHGXFLUODGLIHUHQFLDFRQ
ORV(VWDGRVPiVSREUHVDWUDYpVGHVXFUHFLPLHQWR(VSDxDDOVHUXQRGHORV
SDtVHVFRQUHQWDLQIHULRUDODPHGLDHXURSHDKDVLGRXQRGHORVSULQFLSDOHV
EHQH¿FLDULRV
— EconómicaWUDVODDSUREDFLyQHQGHO$FWDÒQLFD(XURSHDVHDFRUGy
HVWDEOHFHUSDUDHODxRXQDunión monetariaHLPSODQWDUXQDGLYLVD~QLFD
el euro3DUDIRUPDUSDUWHGHORVSDtVHVLQWHJUDGRVHQHOHXURVHUHTXHUtDFXPSOLU
unos criterios de convergencia económicaTXHSDVDEDQSRUUHGXFLUODGHXGD
S~EOLFD KDVWDHOGHO3,% \ODLQÀDFLyQ3DUDHOORORV*RELHUQRVGH$]QDU
DSOLFDURQXQDSROtWLFDOLEHUDOGHSULYDWL]DFLRQHV 7HOHIyQLFD(1'(6$5HSVRO
HWF \XQDMXVWHSUHVXSXHVWDULRTXHSHUPLWLyFXPSOLUORVFULWHULRVGHFRQYHUJHQ
FLDSHUPLWLHQGRODHQWUDGDHQODHXUR]RQD
)LQDOPHQWHHOFRPSURPLVRGH(VSDxDFRQHOSUR\HFWRHXURSHRVHKDPDQL
IHVWDGRWDPELpQHQHOrespaldo al proceso de ampliaciónKDFLDHOQRUWH\HVWH
GH(XURSDKDVWDOOHJDUDORVYHLQWLRFKR(VWDGRVPLHPEURVDFWXDOHVXQRPHQRV
WUDVODVDOLGDGH5HLQR8QLGRHQ %UH[LW 
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 273

COMENTARIO DE TEXTO

Constitución de 6 de diciembre de 1978

“Art. 1. 1. España se constituye en un Estado social y democrático de dere-


cho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la li-
bertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. 2. La soberanía nacional
reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. 3. La forma
política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
“Art. 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Na-
ción española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y
garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la
integran y la solidaridad entre todas ellas (...).
“Art. 14. Los españoles son iguales ante la Ley (...).
“Art. 16. 1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto (....).
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en
cuenta las creencias de la sociedad española (…).
“Art. 20. Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir
libremente los pensamientos, ideas y opiniones (….). c) A la libertad de cátedra.
³$UW6HUHFRQRFHHOGHUHFKRGHUHXQLyQSDFt¿FD(QORVFDVRVGH
reuniones en lugares de tránsito y manifestaciones se dará comunicación previa
a la autoridad.
“Art. 22. 1. Se reconoce el derecho de asociación.
“Art. 23. 1. Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos
públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en
elecciones periódicas por sufragio universal.
“Art. 27. 1. Todos tienen el derecho a la educación. 4. La enseñanza básica
es obligatoria y gratuita.
“Art. 28. 1. Todos tienen derecho a sindicarse libremente. 2. Se reconoce el
derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses.
“Art. 56. 1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia,
274 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta


representación del Estado español en las relaciones internacionales (...).
“Art. 64. 1. Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Go-
bierno y en su caso por los ministros competentes (…) 2. De los actos del Rey
serán responsables las personas que los refrenden.
“Art. 66. 1. Las Cortes Generales representan al pueblo español y están for-
madas por el Congreso de los Diputados y el Senado. 2. Las Cortes Generales
ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, contro-
lan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuya la
Constitución (...).
“Art. 68. 1. El Congreso se compone de un máximo de 400 Diputados, ele-
gidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, en los términos que
establezca la ley.
“Art. 69. El Senado es la Cámara de representación territorial.
“Art. 97. El gobierno dirige la política interior y exterior (…).
“Art. 99. 3. Si el Congreso de los Diputados por el voto de la mayoría ab-
VROXWDGHVXVPLHPEURVRWRUJDUHVXFRQ¿DQ]DDGLFKRFDQGLGDWRHO5H\OHQRP-
brará Presidente.
“Art. 117. La Justicia emana del pueblo y se administra por Jueces y magis-
trados.
“Art. 143. 1. En el ejercicio del derecho a la autonomía reconocido en el
artículo 2 de la Constitución, las provincias limítrofes (…) y las provincias con
entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en
Comunidades Autónomas.
“Art. 149. El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes mate-
rias: 1. La regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de
todos los españoles en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los
deberes constitucionales. 3. Relaciones internacionales. 4. Defensa y Fuerzas
Armadas (...).
“Art. 159. El Tribunal Constitucional. 1. El Tribunal Constitucional es com-
petente para conocer: a) Del recurso de inconstitucionalidad contra leyes y dis-
posiciones normativas con fuerza de ley (…)”.
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 275

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRDXWRUFLUFXQVWDQFLDV
concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió.

Tipo de texto. (OSUHVHQWHWH[WRUHFRJHXQDVHOHFFLyQGHDUWtFXORVGHOD&RQVWLWX


FLyQGH3RUORWDQWRHVSRUVXRULJHQXQDIXHQWHKLVWyULFDGHWLSRSULPDULR
\ SRU VX IRUPD XQ GRFXPHQWR SROtWLFR GH QDWXUDOH]D MXUtGLFD HQ FRQFUHWR ODV
QRUPDVEiVLFDVTXHULJHQODYLGDGH(VSDxDGHUHFKRV\OLEHUWDGHVSDUWLFLSDFLyQ
GHORVFLXGDGDQRVHQHOVLVWHPDSROtWLFRGLYLVLyQGHSRGHUHV\HVWUXFWXUDWHUULWRULDO

Autor.(VS~EOLFR\FROHFWLYROD&RQVWLWXFLyQIXHHODERUDGDSRUORVGLSXWDGRV
QDFLRQDOHVHQODV&RUWHV &RQJUHVR\6HQDGR HOHJLGRVHQXQDVHOHFFLRQHVOLEUHV

Circunstancias en las que fue escrito. $O LQLFLR GH OD7UDQVLFLyQ HWDSD TXH
FRPHQ]yD¿QDOHVGHFRQODPXHUWHGHOJHQHUDO)UDQFLVFR)UDQFR\ODFRUR
QDFLyQGH-XDQ&DUORV,\TXHWHUPLQyHQFRQODOOHJDGDGHO362(al poder.
/D7UDQVLFLyQHVSDxRODVHKDFRQVLGHUDGRXQHMHPSORGHFDPELRSDFt¿FRGHXQ
UpJLPHQGLFWDWRULDO IUDQTXLVPR DRWURGHPRFUiWLFR

Destinatario. (OGHVWLQDWDULRHVFROHFWLYR\S~EOLFRODQDFLyQHVSDxROD

Propósito. /D&RQVWLWXFLyQWHQtDFRPRREMHWLYRLQVWDXUDUXQUpJLPHQGHPRFUi
WLFRTXHIXHUDDFHSWDGRSRUWRGDODVRFLHGDG\ODVIXHU]DVSROtWLFDV3RUHOORHO
SUHVLGHQWHGHO*RELHUQR$GROIR6XiUH]IDYRUHFLyODHODERUDFLyQGHXQERUUDGRU
GHOD&RQVWLWXFLyQHQHOTXHSDUWLFLSDURQUHSUHVHQWDQWHVGHWRGDVODVWHQGHQFLDV
ORVGHQRPLQDGRV padres de la Constitución IXHUHGDFWDGRFRQ espíritu de con-
senso\QRFRPRXQDLPSRVLFLyQGHODVPD\RUtDVSDUODPHQWDULDV XQFRQVHQVR
\DHQVD\DGRHQORV3DFWRVGHOD0RQFORD . La Constitución se aprobó en las Cor
WHVSRUWRGRVORVSDUWLGRVSROtWLFRVFRQODDEVWHQFLyQGHO319\HQUHIHUpQGXP
HOGHGLFLHPEUHGH
276 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

Pregunta 2. Indique y explique las ideas que aparecen en el texto y resuma


su contenido.

Resumen. /RV DVSHFWRV IXQGDPHQWDOHV GHO UpJLPHQ SROtWLFR TXH HVWDEOHFH OD
&RQVWLWXFLyQGHTXHGDQUHVXPLGRVHQORVDUWtFXORV\GHO7tWXOR3UHOL
PLQDU
— (OUpJLPHQSROtWLFRHVODPRQDUTXtDSDUODPHQWDULD $UW (OUH\HVHO-HIH
GHO(VWDGRSHURVRORWLHQHIXQFLRQHVUHSUHVHQWDWLYDVUHLQDSHURQRJRELHUQD $UW
 VXVDFWRVGHEHQVHUUHIUHQGDGRVSRUHOSUHVLGHQWHGHO*RELHUQRRORVPLQLVWURV
$UW /DPRQDUTXtDQRVHFRQVLGHUDXQSRGHU\VtXQyUJDQRGHO(VWDGR
— (OSXHEORHVSDxROHVHOVXMHWRGHODVREHUDQtDQDFLRQDO $UW 
— /DHVWUXFWXUDGHO(VWDGRHVGHVFHQWUDOL]DGD6HUHFRQRFHQODVGLIHUHQWHV
UHDOLGDGHVWHUULWRULDOHV (VWDGRGHODVDXWRQRPtDV DODYH]TXHVHJDUDQWL]DOD
XQLGDGGH(VSDxD $UW 
— (O (VWDGR VH RFXSD GHO ELHQHVWDU GH ORV FLXGDGDQRV DO GH¿QLU (VSDxD
FRPRXQ(VWDGRVRFLDO\GHPRFUiWLFRGHGHUHFKR $UW 

Idea principal. /D&RQVWLWXFLyQHVSDxRODUHFRJH


— Declaración de derechos y libertades OLEHUWDG GH H[SUHVLyQ \ FiWHGUD
$UW GHUHFKRVGHDVRFLDFLyQ $UW GHUHXQLyQ\PDQLIHVWDFLyQ $UW 
GHSDUWLFLSDFLyQSROtWLFD $UW GHVLQGLFDFLyQ\KXHOJD $UW 7DPELpQ
LQFOX\HGHUHFKRVVRFLDOHVFRPRODHGXFDFLyQ $UW 'HVGHHOSXQWRGHYLVWD
religioso la Constitución española declara la aconfesionalidad del Estado y reco
noce la libertad de cultos, subrayando la obligación de este de tener en cuenta las
creencias de la sociedad española.
— División de poderes
– Poder ejecutivo$VXIUHQWHHOSUHVLGHQWHGHO*RELHUQRHOHJLGRSRUHO
&RQJUHVR GH ORV 'LSXWDGRV $UW   GH FX\D FRQ¿DQ]D GHSHQGH SDUD
su permanencia. La principal competencia del Gobierno es la dirección
SROtWLFDGHOSDtV $UW 
– Poder legislativo. 5HVLGHHQHO&RQJUHVRGHORV'LSXWDGRV\HO6HQDGR
$UW 6XVPLHPEURVVRQHOHJLGRVSRUVXIUDJLRXQLYHUVDO $UW (O
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 277

&RQJUHVRHODERUDOH\HVYRWDORVSUHVXSXHVWRV\FRQWURODDOSRGHUHMHFX
WLYR $UW (O6HQDGRHVXQDFiPDUDWHUULWRULDO $UW \GHVHJXQGD
OHFWXUDGHOH\HV\DTXHFDUHFHGHFDSDFLGDGGHEORTXHR
– Poder judicial. 6HGH¿QHFRPRXQSRGHULQGHSHQGLHQWHTXHUHVLGHHQ
MXHFHV\WULEXQDOHV $UW 3DUDJDUDQWL]DUODFRQVWLWXFLRQDOLGDGGHODV
OH\HVVHFUHDHO7ULEXQDO&RQVWLWXFLRQDO $UW 
— Un sistema electoral basado en el sufragio XQLYHUVDOGLUHFWR\VHFUHWR
$UW\$UW TXH permite la participación de todos los ciudadanos ma
yores de edad.
— Una estructura territorial GHVFHQWUDOL]DGD TXH UHFRQRFH ODV UHLYLQGLFD
FLRQHVGHODVQDFLRQDOLGDGHVKLVWyULFDVSHURH[WHQGLHQGRDOUHVWRGHSURYLQFLDV
\UHJLRQHVHOGHUHFKRDIRUPDUFRPXQLGDGHVDXWyQRPDV $UW\$UW 7DP
ELpQ¿MDODVFRPSHWHQFLDVWUDQVIHULEOHV $UW \DTXHOODVTXHVRQFRPSHWHQ
FLDH[FOXVLYDGHO(VWDGR $UW 

Conclusión. /D&RQVWLWXFLyQGHHVWDEOHFHXQUpJLPHQGHPRFUiWLFR\GHV
FHQWUDOL]DGRTXHUHFRJHORVDYDQFHVGHOFRQVWLWXFLRQDOLVPRGHORVGRV~OWLPRV
VLJORV VREHUDQtD QDFLRQDO VXIUDJLR XQLYHUVDO GHUHFKRV SROtWLFRV \ VRFLDOHV \
preocupación por el bienestar de los ciudadanos al declarar España como un
HVWDGRVRFLDOGHPRFUiWLFR\GHGHUHFKR
278 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

SELECCIÓN DE FUENTES HISTÓRICAS


Texto 1. -XDQ&DUORV,Discurso0DGULG3DODFLRGHODV&RUWHVGHQRYLHPEUHGH

³8QD¿JXUDH[FHSFLRQDOHQWUDHQODKLVWRULD(OQRPEUHGH)UDQFLVFR)UDQFRVHUi\DXQ
jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la
FODYHGHQXHVWUDYLGDSROtWLFDFRQWHPSRUiQHD&RQUHVSHWR\JUDWLWXGTXLHURUHFRUGDUOD¿JXUD
de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del
Estado. (...)
“Pido a Dios su ayuda para acertar siempre en las difíciles decisiones que, sin duda, el des-
WLQRDO]DUiDQWHQRVRWURV&RQVXJUDFLD\FRQHOHMHPSORGHWDQWRVSUHGHFHVRUHVTXHXQL¿FDURQ
SDFL¿FDURQ\HQJUDQGHFLHURQDWRGRVORVSXHEORVGH(VSDxDGHVHRVHUFDSD]GHDFWXDUFRPR
moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor de la justicia. Que nadie
tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio. Juntos podremos
hacerlo todo si a todos damos su justa oportunidad. (…)
“Soy plenamente consciente de que un gran pueblo como el nuestro, en pleno periodo de
desarrollo cultural, de cambio generacional y de crecimiento material pide perfeccionamientos
profundos. Escuchar, canalizar y estimular estas demandas es para mí un deber que acepto con
decisión (…).
“Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del
Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constitu-
yen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en
su cultura, en su historia y en su tradición…
“La Corona entiende, también, como deber fundamental, el reconocimiento de los derechos
VRFLDOHV\HFRQyPLFRVFX\R¿QHVDVHJXUDUDWRGRVORVHVSDxROHVODVFRQGLFLRQHVGHFDUiFWHU
material que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades…
“El Rey (…) expresa su más respetuosa consideración para la Iglesia (...). El respeto a la
dignidad de la persona que supone el principio de libertad religiosa es un elemento esencial
para la armoniosa convivencia de nuestra sociedad”.

Texto 2. /H\SDUDOD5HIRUPD3ROtWLFD0DGULGGHQRYLHPEUHGH

“Se somete a Referéndum de la Nación el Proyecto de Ley para la Reforma Política, de


rango fundamental, aprobado por las Cortes españolas en su plenaria del día 18 del presente
mes y cuyo texto literal es el siguiente:
“Art. 1. 1. La democracia en el Estado español se basa en la supremacía de la Ley expresión
de la voluntad soberana del pueblo. Los derechos de la persona son inviolables y vinculan a to-
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 279

dos los órganos del Estado. 2. La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en las Cortes.
El Rey sanciona y promulga las leyes.
“Art. 2. 1. Las Cortes se componen del Congreso de los Diputados y el Senado. 2. Los,
diputados del Congreso serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los espa-
ñoles mayores de edad. 3. Los senadores serán elegidos en representación de las entidades
territoriales. El Rey podrá designar para cada legislatura senadores en número no superior
a la quinta parte del de 105. 4. La duración del mandato de diputados y senadores será de
cuatro años.
“Art. 5. El Rey podrá someter directamente al pueblo una opción política de interés nacio-
nal sea o no de carácter constitucional, para que decida mediante referéndum, cuyos resultados
se impondrán a todos los órganos del Estado.
³'LVSRVLFLyQ¿QDO
“Art. 3º. La consulta se llevará a cabo formulando la siguiente pregunta: ¿Aprueba el Pro-
yecto de Ley para la Reforma Política?”.

Texto 3. 3DFWRVGHOD0RQFORD0DGULGGHRFWXEUHGH

“Entre los días 8 y 21 de octubre de 1977 se han reunido en el Palacio de la Moncloa, de


Madrid, el Presidente y miembros del Gobierno con los representantes de los grupos parla-
mentarios del Congreso. El consenso alcanzado en el curso de las sesiones de trabajo ha dado
lugar a un amplio Acuerdo sobre los temas contenidos en el presente documento (...). Un primer
aspecto en el que se ha alcanzado una base de entendimiento ha sido en el diagnóstico de la
VLWXDFLyQHFRQyPLFDGHOSDtVFDOL¿FDGDFRPRJUDYHGHELGRDODFRQÀXHQFLDGHGLYHUVDVFULVLV
(...). La economía española atraviesa en estos momentos por una grave situación, caracterizada
por tres desequilibrios fundamentales:
³O8QDSHUVLVWHQWH\DJXGDWDVDGHLQÀDFLyQ
“2. Un desarrollo insatisfactorio de la producción con una caída importante de las inver-
siones (...).
“3. Un fuerte desequilibrio en los intercambios con el extranjero (...).
“Medidas de política económica:
“Limitación y ejemplaridad de los gastos consuntivos del Estado y de la Seguridad
Social (…).
“A este respecto se incrementarán los gastos estatales de inversión en un 30%. La emisión
GH'HXGD3~EOLFD PLOORQHV VHGHVWLQDUiHVSHFt¿FDPHQWHDOD¿QDQFLDFLyQGHXQSODQ
de construcciones escolares públicas.
³(O Gp¿FLW WRWDO GHO (VWDGR VHUi FRPR Pi[LPR GH  PLOORQHV GH SWDV HQ   
Se moderarán los incrementos de los costes de trabajo mediante un menor crecimiento de las
280 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

cuotas de la Seguridad Social, las cuales no podrán aumentar durante 1978 en más de un 18%
respecto a 1977 (...).
“Las recaudaciones por imposición directa y por imposición indirecta en el Presupuesto del
Estado para 1978 resultarán paritarias (...).
“Medidas de actuación política y jurídica:
“Competencia judicial exclusiva para la suspensión o disolución de asociaciones (...).
“Limitar la competencia de la jurisdicción militar a los actos cometidos en centros o esta-
blecimientos o lugares estrictamente militares (...).
“Sometimiento a los tribunales ordinarios de las Fuerzas de Orden Público, cuando actúen
en el mantenimiento del mismo (...)”.

Texto 4. -XDQ&DUORV,Discurso0DGULGGHIHEUHURGH

“Al dirigirme a todos los españoles con brevedad y concisión, en las circunstancias extraor-
GLQDULDVTXHHQHVWRVPRPHQWRVHVWDPRVYLYLHQGRSLGRDWRGRVODPD\RUVHUHQLGDG\FRQ¿DQ]D
y les hago saber que he cursado a los Capitanes Generales de las regiones militares, zonas
marítimas y regiones aéreas la orden siguiente: Ante la situación creada por los sucesos desa-
UUROODGRVHQHOSDODFLRGHO&RQJUHVR\SDUDHYLWDUFXDOTXLHUSRVLEOHFRQIXVLyQFRQ¿UPRTXHKH
ordenado a las autoridades civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen las medidas
necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente.
“Cualquier medida de carácter militar que, en su caso, hubiera de tomarse deberá contar
con la aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor.
“La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar en forma
algunas acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso
democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de
referéndum”.

Texto 5. $UGDQ]D*DUUR-RVp$QWRQLRSUHVLGHQWHGHO*RELHUQR9DVFR*XLPyQ8JDUWHFKHD-XOHQ
$OLDQ]D3RSXODU 0DUFR7DEDU$OIUHGR &HQWUR'HPRFUiWLFR\6RFLDO $XOHVWLD8UUXWLD.HSD
(XVNDGLNR(]NHUUD $U]DOOX]$QWtD;DYLHU 3DUWLGR1DFLRQDOLVWD9DVFR %HQHJDV+DGGDG-RVp
0DUtD 3DUWLGR6RFLDOLVWDGH(XVNDGL3DUWLGR6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxRO \2OLYHUL$OEL]X,QD[LR
(XVNR$ONDUWDVXQD UHSUHVHQWDGRVHQHO3DUODPHQWR9DVFRPacto antiterrorista de Ajuria Enea,
$FXHUGRSRUOD1RUPDOL]DFLyQ\3DFL¿FDFLyQGH(XVNDGL9LWRULD*DVWHL]GHHQHURGH

“1. (…) Este Parlamento (vasco) rechaza (…) la utilización de la violencia tal y como viene
produciéndose en Euskadi (…).
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 281

“2. a) El Estatuto de Gernika representa la expresión de la voluntad mayoritaria


de los ciudadanos del País Vasco y constituye, en consecuencia, la norma institucional
básica de que se ha dotado para acceder a su autogobierno, por lo que su asunción o
acatamiento es una condición necesaria para alcanzar su definitiva normalización y pa-
cificación.
“4. (…) Compartimos la necesidad e importancia de la acción policial que contribuya a la
erradicación del terrorismo (…).
“5. Expresamos nuestra convicción de que la colaboración internacional entre los go-
biernos y los distintos poderes judiciales es indispensable para la erradicación de la vio-
lencia (…).
“7. (…) Hacemos un llamamiento a quienes aún continúan utilizándola (la violencia) para
que, atendiendo a la voluntad mayoritaria de su pueblo, renuncie a ella como instrumento de
acción política (…).
“9. (…) consideramos válidas y apoyamos las vías de reinserción para aquellas personas
que decidan o hayan decidido abandonar la violencia con el propósito de defender sus ideas por
cauces democráticos (…).
³ 6L VH SURGXFHQ ODV FRQGLFLRQHV DGHFXDGDV SDUD XQ ¿QDO GLDORJDGR GH OD YLROHQFLD
IXQGDPHQWDGDVHQXQDFODUDYROXQWDGGHSRQHU¿QDODPLVPD\HQDFWLWXGHVLQHTXtYRFDVTXH
puedan conducir a esa convicción, apoyamos procesos de diálogo entre los poderes competentes
del Estado y quienes decidan abandonar la violencia, respetando en todo momento el principio
democrático irrenunciable de que las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través
de los representantes legítimos de la voluntad popular”.

Texto 6. 5HIHUpQGXP27$1GHPDU]RGH

“El Gobierno considera conveniente para los intereses nacionales que España permanez-
ca en la Alianza Atlántica y acuerda que dicha permanencia se establezca en los siguientes
términos:
“1. La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la
estructura militar integrada.
“2. Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en
territorio español.
“3. Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos
en España.
“¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica, en los términos
acordados por el Gobierno de la nación?”.
282 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

Texto 7. 3DFWRGH7ROHGR%2(GHDEULOGH

Los sistemas de Seguridad Social constituyen en los países desarrollados, y muy espe-
cialmente en los países europeos, el eje central de las políticas de bienestar social dirigidas
a mantener y mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, y que contribuyen de forma esencial
a evitar la aparición de situaciones de necesidad y marginación. Los sistemas de Seguridad
6RFLDOHQVXRULJHQVHFRQ¿JXUDQHQWRUQRDGRVPRGHORVWHyULFDPHQWHGLVWLQWRV/RVPR-
delos de corte continental, basados en la profesionalidad y carácter contributivo, tienden
fundamentalmente a procurar el mantenimiento del nivel de vida de los trabajadores ante las
contingencias protegidas (enfermedad, incapacidad, vejez, muerte...). Los modelos de corte
XQLYHUVDOSRUVXSDUWHVHGLULJHQPiVHVSHFt¿FDPHQWHDODFREHUWXUDGHQHFHVLGDGHVEi-
sicas de todos los ciudadanos para mitigar las consecuencias más severas de tales contin-
gencias. Sin embargo, la evolución histórica de la mayoría de los sistemas de protección ha
FRQGXFLGRLQH[RUDEOHPHQWHDODFRQÀXHQFLDGHDPERVFULWHULRVHQVLVWHPDVGHFRUWHPL[WR
TXHSHUVLJXHQHQGH¿QLWLYDODFREHUWXUDGHDPERVREMHWLYRVHQDUDVGHXQPD\RUELHQHVWDU\
vertebración sociales. (…) En este contexto, el debate sobre evolución futura de los sistemas
de Seguridad Social y las fórmulas para garantizar en todo momento su permanencia, estabi-
lidad y progreso ha supuesto una constante que, si acaso se ha visto reforzada en las décadas
de los años 80 y 90 como consecuencia de las transformaciones sociales operadas, pero que,
en ningún supuesto -y así lo demuestra el análisis de las medidas adoptadas en los diferentes
países- ha representado la adopción de soluciones que implicaran un desmantelamiento de los
sistemas protectores o una variación sustancial en sus características básicas, sino que, por el
contrario, se ha basado siempre en medidas dirigidas a facilitar su consolidación y viabilidad
y reforzar sus garantías de cara al futuro, respetando en todo caso el modelo preexistente.
Este debe ser también el contexto en el que se centre el debate abierto en España. Se trata de
UHIRU]DUFRQVROLGDU\GDUYLDELOLGDGIXWXUDDOPRGHORGHSHQVLRQHVTXHKDLGRFRQ¿JXUiQGRVH
en los últimos años, pues es el que mejor permite combinar adecuadamente los principios de
seguridad y solidaridad, ya que:
1.” Asegura de forma solidaria, el acceso de los trabajadores a rentas de sustitución de sus
ingresos de activo hasta un determinado límite (prestaciones contributivas).
2.” Corrige las consecuencias más severas de la pobreza mediante la transferencia de ren-
tas básicas de compensación (prestaciones no contributivas).
3.” Universaliza determinadas prestaciones (asistencia sanitaria, servicios sociales y pres-
taciones familiares).
4.” Permite el acceso libre y voluntario a niveles de cobertura superiores a través de moda-
lidades complementarias libres.
5.” Coincide en sus rasgos principales con los vigentes en la mayor parte de los países de
la Unión Europea. (…)”.
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 283

Texto 8. $]QDU/ySH]-RVp0DUtDSUHVLGHQWHGH*RELHUQR$UHQDV%RFDQHJUD-DYLHUVHFUHWD
ULRJHQHUDOGHO3DUWLGR3RSXODU\5RGUtJXH]=DSDWHUR-RVp/XLVVHFUHWDULRJHQHUDOGHO3DUWLGR
6RFLDOLVWD2EUHUR(VSDxROAcuerdo por las libertades y contra el terrorismo0DGULGGHGL
FLHPEUHGH

“El Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, decididos a reforzar su unidad
para hacer plenamente efectivas las libertades y acabar con el terrorismo, entienden que es su
responsabilidad ante la sociedad española adoptar el siguiente Acuerdo.
“El retorno de ETA a la violencia terrorista, tras el cese temporal anunciado en Septiembre
de 1998, ha puesto dramáticamente en evidencia la situación en el País Vasco. Con ello, ha
TXHGDGRWDPELpQGHPDQL¿HVWRHOIUDFDVRGHODHVWUDWHJLDSURPRYLGDSRUHO319\SRU($TXH
abandonaron el Pacto de Ajuria Enea para, de acuerdo con ETA y EH, poner un precio político
al abandono de la violencia. Ese precio consistía en la imposición de la autodeterminación para
llegar a la independencia del País Vasco.
“La estrategia de ETA no puede ser más evidente: tratan de generalizar el miedo para
conseguir que los ciudadanos y las instituciones desistan de sus principios, ideas y derechos y
así alcanzar sus objetivos que, por minoritarios, excluyentes y xenófobos, no lograrían abrirse
camino jamás con las reglas de la democracia.
“(…), la ruptura del Pacto de Estella y el abandono de sus organismos constituye, para el
Partido Popular y el Partido Socialista, un requisito imprescindible para alcanzar cualquier
acuerdo político o pacto institucional con el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna.
“1. El terrorismo es un problema de Estado. Al Gobierno de España corresponde dirigir
la lucha antiterrorista, pero combatir el terrorismo es una tarea que corresponde a todos los
partidos políticos democráticos, estén en el Gobierno o en la oposición. Manifestamos nuestra
voluntad de eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral entre nuestros
dos partidos las políticas para acabar con el terrorismo.
“2. (…), el PP y el PSOE nos comprometemos a trabajar para que desaparezca cualquier
LQWHQWRGHOHJLWLPDFLyQSROtWLFDGLUHFWDRLQGLUHFWDGHODYLROHQFLD3RUHVRWDPELpQD¿UPDPRV
públicamente que de la violencia terrorista no se extraerá, en ningún caso, ventaja o rédito
político alguno.
“3. Durante más de dos décadas de democracia, el pueblo vasco ha desarrollado su capaci-
dad de autogobierno en el marco de la Constitución y del Estatuto de Guernica. (…). El diálogo
propio de una sociedad democrática debe producirse entre los representantes legítimos de los
ciudadanos, en el marco y con las reglas previstas en nuestra Constitución y Estatuto y, desde
luego, sin la presión de la violencia. La paz, la convivencia libre y el respeto a los derechos
humanos son valores no negociables.
“4. La defensa de los derechos humanos y de las libertades públicas corresponde, en primer
lugar al conjunto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: (…).
284 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

“6. La experiencia de las actuaciones policiales ha puesto de manifiesto reiterada-


mente la importancia que tiene la cooperación internacional para la lucha antiterrorista.
Los partidos firmantes del presente Acuerdo nos comprometemos a trabajar para reforzar
nuevas iniciativas de cooperación, singularmente con Francia y en el marco de la Unión
Europea. (…).
“7. Las víctimas del terrorismo constituyen nuestra principal preocupación. (…). Sabemos
que la democracia nunca podrá devolverles lo que han perdido, pero estamos dispuestos a que
reciban el reconocimiento y la atención de la sociedad española. La Ley de Solidaridad con
ODV9tFWLPDVGHO7HUURULVPRKDVLGRXQDH[SUHVLyQXQiQLPH\FXDOL¿FDGDGHVXUHFRQRFLPLHQWR
moral y material. (…).
³ 3HUR OD GH¿QLWLYD HUUDGLFDFLyQ GH OD YLROHQFLD WHUURULVWD HQ (VSDxD QR HV XQD WDUHD
exclusiva de los partidos políticos democráticos. Exige el compromiso activo de todos, institu-
FLRQHVJRELHUQRV\FLXGDGDQRVHQODD¿UPDFLyQFRQVWDQWHGHORVYDORUHVFtYLFRV\GHPRFUiWLFRV
33\362(UHD¿UPDQVXGHWHUPLQDFLyQGHLPSXOVDU\DSR\DUODPRYLOL]DFLyQGHORVFLXGDGDQRV
en contra de la violencia terrorista y en repudio de los asesinos. (…).
“9. El objetivo de este Acuerdo, impulsar conjuntamente las libertades y la política contra el
terrorismo, exige una colaboración permanente entre el Partido Popular y el Partido Socialista
Obrero Español (…).
³&RQOD¿UPDGHOSUHVHQWH$FXHUGR33\362(TXHUHPRVUDWL¿FDUS~EOLFDPHQWHQXHVWUR
FRPSURPLVR¿UPHGHWUDEDMRHQFRP~QSDUDODGHIHQVDGHOGHUHFKRDODYLGD\DODOLEHUWDGGH
todos los ciudadanos españoles. (…).
³4XHUHPRV¿QDOPHQWHFRQYRFDUDODVGHPiVIXHU]DVGHPRFUiWLFDVDFRPSDUWLUHVWRVSULQ-
cipios y esta política, convencidos como estamos de que son un cauce adecuado para expresar
su voluntad de colaboración en el objetivo de erradicar la lacra del terrorismo”.

Texto 9. $EGLFDFLyQGH-XDQ&DUORV,0DGULGGHMXQLRGH

“Me acerco a todos vosotros esta mañana a través de este mensaje para transmitiros, con
singular emoción, una importante decisión y las razones que me mueven a tomarla. En mi
SURFODPDFLyQFRPR5H\KDFH\DFHUFDGHFXDWURGpFDGDVDVXPtHO¿UPHFRPSURPLVRGH
servir a los intereses generales de España, con el afán de que llegaran a ser los ciudadanos
los protagonistas de su propio destino y nuestra Nación una democracia moderna, plena-
mente integrada en Europa. Me propuse encabezar entonces la ilusionante tarea nacional
que permitió a los ciudadanos elegir a sus legítimos representantes y llevar a cabo esa gran y
positiva transformación de España que tanto necesitábamos.
Hoy, cuando vuelvo atrás la mirada, no puedo sino sentir orgullo y gratitud hacia vo-
sotros. Orgullo, por lo mucho y bueno que entre todos hemos conseguido en estos años.
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 285

Y gratitud, por el apoyo que me habéis dado para hacer de mi reinado, iniciado en plena
MXYHQWXG\HQPRPHQWRVGHJUDQGHVLQFHUWLGXPEUHV\GL¿FXOWDGHVun largo período de paz,
libertad, estabilidad y progreso.
Fiel al anhelo político de mi padre, el Conde de Barcelona, de quien heredé el legado
histórico de la monarquía española, he querido ser Rey de todos los españoles. Me he sentido
LGHQWL¿FDGR\FRPSURPHWLGRFRQYXHVWUDVDVSLUDFLRQHVhe gozado con vuestros éxitos y he
sufrido cuando el dolor o la frustración os han embargado. (…)
El Príncipe de Asturias tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad
necesarios para asumir con plenas garantías la Jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de
esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación.
Contará para ello, estoy seguro, con el apoyo que siempre tendrá de la princesa Letizia.
Por todo ello, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles y
una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner
¿QDPLUHLQDGR y abdicar la Corona de España, de manera que por el Gobierno y las Cortes
Generales se provea a la efectividad de la sucesión conforme a las previsiones constituciona-
OHV$VtDFDERGHFRPXQLFiUVHORR¿FLDOPHQWHHVWDPDxDQDDO3UHVLGHQWHGHO*RELHUQR
Deseo expresar mi gratitud al pueblo español, a todas las personas que han encarnado
los poderes y las instituciones del Estado durante mi reinado y a cuantos me han ayudado
con generosidad y lealtad a cumplir mis funciones. Y mi gratitud a la Reina, cuya colabora-
ción y generoso apoyo no me han faltado nunca.
Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón”.

Texto 10. $FWDGHDGKHVLyQGH(VSDxD\3RUWXJDODODV&RPXQLGDGHV(XURSHDV%UXVHODVGH


PD\RGH

“DICTAMEN DE LA COMISIÓN de 31 de mayo de 1985relativo a las solicitudes de ad-


hesión a las Comunidades Europeas del Reino de España y de la República Portuguesa. (…)
Visto el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero y, en particular,
su artículo 98.
Visto el Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea y, en particular, su ar-
tículo 237.
Visto el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica y, en parti-
cular, su artículo 205.
Considerando que el Reino de España y la República Portuguesa han solicitado su admi-
sión como miembros de dichas Comunidades; (…)
Considerando que las condiciones de admisión de estos Estados y las adaptaciones de los
Tratados constitutivos de las Comunidades que entraña su adhesión han sido negociadas en el
286 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

seno de Conferencias entre las Comunidades y los Estados solicitantes; que se ha asegurado la
unicidad en la representación de las Comunidades, respetando el diálogo institucional organi-
zado en los Tratados;
&RQVLGHUDQGRTXHDO¿QDOGHHVWDVQHJRFLDFLRQHVUHVXOWDHYLGHQWHTXHODVGLVSRVLFLRQHVDVt
acordadas son equitativas y adecuadas; que, en tales condiciones, la ampliación, al mismo tiem-
po que preserva la cohesión y el dinamismo internos de la Comunidad, permitirá a ésta reforzar
su participación en el desarrollo de las relaciones internacionales;
Considerando que, al convertirse en miembros de las Comunidades, los Estados solicitantes
DFHSWDQVLQUHVHUYDORV7UDWDGRV\VXV¿QDOLGDGHVSROtWLFDVODVGHFLVLRQHVGHWRGRRUGHQDGRS-
tadas desde la entrada en vigor de los Tratados y las opciones tomadas en materia de desarrollo
y fortalecimiento de las Comunidades; (…)
Considerando que los principios de democracia pluralista y de respeto de los derechos
humanos forman parte del patrimonio común de los pueblos de los Estados reunidos en las
Comunidades Europeas y constituyen, pues, elementos esenciales de la pertenencia a dichas
Comunidades;
Considerando que la ampliación de las Comunidades al Reino de España y a la República
Portuguesa contribuirá a fortalecer las salvaguardias de la paz y de la libertad en Europa,
EMITE UN DICTAMEN FAVORABLE: a la adhesión a las Comunidades Europeas del Rei-
no de España y de la República Portuguesa”.

Imagen 1. ,QWHQWRGHJROSHGH(VWDGRGHIHEUHURGH
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 287

*Ui¿FD9tFWLPDVPRUWDOHVGH(7$ 

(ODERUDFLyQSURSLDDSDUWLUGH6iQFKH]0DUUR\R)/D(VSDxDGHOVLJOR;;(FRQRPtDGHPRJUDItD\VRFLHGDG
288 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

Mapa 1. 3DUWLGRVPiVYRWDGRVHQFDGDFLUFXQVFULSFLyQ
HOHFFLRQHVJHQHUDOHV

Elaboración propia
NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975) UNIDAD 12 289

GLOSARIO DE LA UNIDAD
Comunidad Económica Europea &((  Fondo Social Europeo )6( 3DUWLGDSUHVX
$VRFLDFLyQ LQWHUQDFLRQDO FUHDGD PHGLDQWH HO SXHVWDULDGHOD8(GHVWLQDGDDPHMRUDUHOQLYHO
7UDWDGR GH 5RPD   SDUD JDUDQWL]DU OD GHYLGDGHORVWUDEDMDGRUHVPiVGHVIDYRUHFL
FRRSHUDFLyQHFRQyPLFD\SROtWLFDGHORV(VWD dos de los Estados miembros.
GRV¿UPDQWHV )UDQFLD$OHPDQLD,WDOLD%pO
JLFD3DtVHV%DMRV/X[HPEXUJR /D&((HV GAL *UXSRV$QWLWHUURULVWDVGH/LEHUDFLyQ 
MXQWRDOD&(&$ &RPXQLGDG(FRQyPLFDGHO 2UJDQL]DGRV SRU ORV VHUYLFLRV GH VHJXULGDG
&DUEyQ \ HO$FHUR  \ OD &(($ &RPXQLGDG GHO (VWDGR OOHYDURQ D FDER HO DVHVLQDWR GH
(XURSHDGHOD(QHUJtD$WyPLFD HOHPEULyQGH PLHPEURVGH(7$
la actual Unión Europea.
Guerra del Golfo   &RQÀLFWR
Estado descentralizado 2UJDQL]DFLyQ WH EpOLFR GHVDWDGR WUDV OD LQYDVLyQ GH .XZDLW
UULWRULDOGHXQSDtVHQODTXHVHUHFRQRFHHO SRU ,UDN HQWRQFHV JREHUQDGR SRU 6DGGDP
GHUHFKRDODXWRJRELHUQRDUHJLRQHV\PXQL +XVVHLQ UHVSRQGLGR SRU XQD FRDOLFLyQ LQWHU
cipios. QDFLRQDODXWRUL]DGDSRUOD218OLGHUDGDSRU
((88(QVHSURGXMRODFRQRFLGDFRPR
Fondo Europeo de Desarrollo Regional VHJXQGDJXHUUDGHO*ROIRHQODTXHGHQXHYR
)('(5  3DUWLGD GHO SUHVXSXHVWR HXURSHR EE. UU. lideró una coalición internacional
GHVWLQDGR D FRUUHJLU ORV GHVHTXLOLEULRV GH FRQWUD HO UpJLPHQ LUDTXt VL ELHQ HVWD YH] QR
renta y desarrollo entre las regiones de los FRQWyFRQHOUHVSDOGRGHOD218
(VWDGRVPLHPEURV6XGHVWLQRPiVKDELWXDO
es la construcción de infraestructuras y las GRAPO *UXSRV 5HYROXFLRQDULRV $QWLIDV
VXEYHQFLRQHV GH DFWLYLGDGHV GH IRUPDFLyQ FLVWDV3ULPHURGH2FWXEUH
y empleo.
Organización del Tratado del Atlántico Norte
Fondo Europeo de Orientación y Ga- 27$1 $OLDQ]DPLOLWDUIXQGDGDHQGX
rantía Agrícola )(2*$  3DUWLGD GHO UDQWH OD *XHUUD )UtD 6X REMHWLYR IXH JDUDQ
presupuesto europeo destinado a financiar WL]DU OD VHJXULGDG GH ORV (VWDGRV GH (XURSD
OD3$&/DPD\RUtDGHORVIRQGRV)(2*$ RFFLGHQWDOIUHQWHDOH[SDQVLRQLVPRVRYLpWLFR
se destinan al control de los precios de los (VWiLQWHJUDGDSRUODVGHPRFUDFLDVHXURSHDV\
SURGXFWRVDJUDULRVDVHJXUDQGRSUHFLRVPt &DQDGiEDMRHOOLGHUD]JRGH((88
QLPRV D ORV SURGXFWRUHV (O )(2*$ WDP
ELpQ VXEYHQFLRQD OD PHMRUD GH ODV H[SOR Política Agraria Común 3$&  &RQMXQWR
taciones y la formación profesional de los de medidas de la Unión Europea destinadas
agricultores. DUHJXODUHOPHUFDGRDJUtFRODGHORV(VWDGRV
290 UNIDAD 12 NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE 1975)

PLHPEURVJDUDQWL]DQGRODOLEUHFLUFXODFLyQGH Sistema proporcional corregido. Los siste


SURGXFWRVDJURSHFXDULRV(QWUHVXVREMHWLYRV PDV HOHFWRUDOHV HVWDEOHFHQ TXH HO Q~PHUR GH
GHVWDFDQHOLQFUHPHQWRGHODSURGXFWLYLGDG\ FDQGLGDWRV GHSHQGH GHO Q~PHUR GH KDELWDQWHV
la estabilidad de los mercados mediante una GHODFLUFXQVFULSFLyQ HQ(VSDxDSDUDHO&RQ
SROtWLFDGHSUHFLRVFRP~Q\HOHVWDEOHFLPLHQWR JUHVRGHORV'LSXWDGRVHVODSURYLQFLD&HXWD\
de cuotas de producción. 0HOLOOD 1RREVWDQWHHOVLVWHPDHOHFWRUDOHVSD
xROLQWURGXFHXQDFRUUHFFLyQDVLJQDQGRXQQ~
Referéndum &RQVXOWD D OD FLXGDGDQtD SDUD PHURPtQLPRGHGLSXWDGRVDWRGDVODVFLUFXQV
TXHVHSURQXQFLHVREUHXQDVXQWRFRQFUHWR(Q FULSFLRQHVFRQHO¿QGHHYLWDUTXHODVFLXGDGHV
OD&RQVWLWXFLyQHVSDxRODDFWXDOHVFRQVXOWLYR DXWyQRPDVRODVSURYLQFLDVPHQRVKDELWDGDVQR
QRYLQFXODQWH tengan representantes en el Congreso.
APÉNDICES

1. EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS


(EJERCICIOS RESUELTOS)

2. EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS


(EJERCICIOS RESUELTOS)

3. NOTA ACLARATORIA SOBRE EL USO


DE LAS MAYÚSCULAS
EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS APÉNDICE 293

1. EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS


I. CLASIFICACIÓN

1.1. TIPO Y NATURALEZA DEL TEXTO


— Por su origen:
- Fuente primaria. Si es un documento del período y tiene relación con los
hechos a los que hace referencia.
- Fuente secundaria. Si es una interpretación posterior.
— Por su forma:
- Jurídicos. Establecen normas legales o las aplican (ley, decreto, consti-
tución, tratado, sentencia…).
- Documentales. Proporcionan información detallada y precisa (censos,
estadísticas, recuentos, catastros, registros, actas, contratos…).
- Testimoniales. El autor da una visión personal, con juicios de valor (car-
tas personales, memorias, diarios…).
- Circunstanciales. Están relacionados con un hecho concreto y pretenden
XQ ¿Q GHWHUPLQDGR GLVFXUVRV PDQL¿HVWRV SURFODPDV PHQVDMHV D OD
nación…).
- Literarios. Cuentan o relatan acontecimientos históricos (novelas, cróni-
cas, biografías…).
-+LVWRULRJUi¿FRV Elaborados por historiadores; pretenden ser objetivos,
pero hay que considerar el planteamiento ideológico previo del autor.
-+HPHURJUi¿FRV Información de prensa o revistas. Suelen responder a
una línea editorial determinada.
- Doctrinales. Exponen con argumentación conceptos sobre un tema o
materia (ensayos).
— Por su contenido:
- Político.
- Económico.
- Social.
- Cultural.
294 APÉNDICE EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS

1.2. CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS


— Autor: Indicar si es individual o colectivo y explicar brevemente de qué
personaje o institución se trata y cuál es su papel e interés histórico.
— Fecha: Fecha exacta, si el texto trata de un hecho concreto, o periodo, si
VHUH¿HUHDSURFHVRVGXUDGHURV
— Contexto: Breve referencia al periodo o etapa en los que se sitúa el texto
y a las circunstancias que lo motivan.
1.3. DESTINATARIO
— Público o privado: Explicar si va dirigido a una persona concreta, a una
comunidad local, nacional o si tiene alcance universal.
1.4. PROPÓSITOS: &XiO IXH OD ¿QDOLGDG SUHWHQGLGD VL VH FRQVLJXLHURQ ORV
¿QHVSUHYLVWRVFXiOIXHVXDOFDQFH

II. ANÁLISIS DE LAS IDEAS DEL TEXTO

2.1. ESTRUCTURA DE LAS IDEAS


— Idea o ideas principales.
— Ideas secundarias.
— 5HODFLyQTXHWLHQHQODVLGHDVVHFXQGDULDVFRQODSULQFLSDO ODMXVWL¿FDQ
la amplían).
Las constituciones se analizan de manera particular. Los artículos o títulos
UHÀHMDGRVHQHOWH[WRGHEHQVHUDJUXSDGRVHQ
— Parte dogmática (principios generales, forma de Estado, derechos y de-
beres, confesionalidad).
— Parte orgánica (reparto de poderes, competencias, organización territo-
rial).

2.2. SIGNIFICADO HISTÓRICO O RESUMEN DE LAS IDEAS DEL


TEXTO
4XpKHFKRVVLWXDFLRQHVRSURFHVRVUHÀHMDQRLOXVWUDQ\FyPRVHLQVFULEHQHQ
su momento histórico.
EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS APÉNDICE 295

III. EJERCICIO RESUELTO

COMENTARIO DE TEXTO

Decreto desamortizador de 19 de febrero de 1836

“A su Majestad la Reina Gobernadora.


“Señora: vender la masa de bienes que han venido a ser propiedad de la
nación no es tan sólo una promesa solemne y dar una garantía positiva a la
deuda nacional por medio de una amortización (...); es abrir una fuente abun-
GDQWtVLPDGHIHOLFLGDGS~EOLFDYLYL¿FDUXQDULTXH]DPXHUWDGHVREVWUXLUORV
canales de la industria y de la circulación... No es, Señora, ni una fría espe-
culación mercantil, ni una mera operación de crédito (...): es un elemento de
animación, de vida y de ventura para la España: Es (...), el complemento de
su resurrección política.
“El decreto que voy a tener la honra de someter a la augusta aprobación
de V. M. sobre la venta de esos bienes adquiridos ya para la nación, así como
HQVXUHVXOWDGRPDWHULDOKDGHSURGXFLUHOEHQH¿FLRGHPLQRUDUODIXHUWHVXPD
de la deuda pública, es menester que (...) en su objeto (...) se enlace (...con)
la alta idea de crear una copiosa familia de propietarios, cuyos goces y cuya
existencia se apoya principalmente en el triunfo completo de nuestras actuales
instituciones.
“(...) Y conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros, en
nombre de mi excelsa hija la reina doña Isabel II, he venido en decretar lo
siguiente:
“Art. 1°. Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de
cualquier clase, que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones
religiosas extinguidas, y los demás que hayan sido adjudicados a la nación por
cualquier título o motivo (...).
“Art. 10º. El pago del precio del remate se hará de uno de estos dos modos:
en títulos de la deuda consolidada o en dinero efectivo (...)”.
296 APÉNDICE EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES

Pregunta 1. &ODVL¿TXHHOWH[WRH[SOLFDQGRWLSRGHWH[WRFLUFXQVWDQFLDV
FRQFUHWDVHQODVTXHIXHHVFULWRGHVWLQDWDULR\SURSyVLWRVSRUORVTXHVH
HVFULELy

Tipo de texto. Por su origen es una fuente histórica. Se trata de un docu-


mento que fue redactado en el momento en que se desarrollaban los aconte-
cimientos. Por su forma es un texto jurídico, ya que se trata de un decreto
gubernamental que establece una norma de obligado cumplimiento. Su re-
dacción es impersonal. Por su contenido es un texto económico y político:
económico porque afecta a la agricultura, concretamente al cambio del sis-
tema de propiedad de las tierras, y político porque el decreto coincide con
el cambio que se estaba viviendo en España, el paso del Antiguo Régimen
al liberalismo.

&LUFXQVWDQFLDV HQ ODV TXH IXH HVFULWR El documento fue redactado en


1836. Tres años antes había fallecido Fernando VII, que aseguró el trono a
su hija, Isabel II, gracias al cambio de la ley de Sucesión al Trono, que anuló
la Ley Sálica mediante una Pragmática Sanción. Este hecho supuso el inicio
de la Primera Guerra Carlista, ya que el hermano de Fernando VII, Carlos
María Isidro, reivindicaba sus derechos al trono. Durante el conflicto, gran
parte de los absolutistas retiraron su apoyo a Isabel II, recurriendo María
Cristina, regente por la minoría de edad de Isabel, a los liberales para que
defendieran la causa de su hija. Sin embargo, María Cristina no estaba dis-
puesta a hacer muchas concesiones a los liberales, que propugnaban que se
reunieran las Cortes para iniciar las reformas hacia un sistema político libe-
ral. María Cristina ofreció el Estatuto Real (1834), resultando insuficiente
a los liberales, que respondieron con la Rebelión de Sargentos de la Granja
(1835). María Cristina entregó el poder a Mendizábal, que llevó a término
la desamortización.
EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS APÉNDICE 297

Autor. El autor es público. Mendizábal escribe desde un cargo público, presi-


dente del Gobierno.

Destinatarios. La primera parte del documento va dirigida a la reina


gobernadora (M.ª Cristina), en la que Mendizábal le informa de todos los
aspectos positivos que tendría la venta de los bienes desamortizados a la
,JOHVLD(QODVHJXQGDSDUWH0&ULVWLQDUDWL¿FD\GHFUHWDODSURSXHVWDGHO
Consejo de Ministros, dando a conocer a todos los españoles cómo se va a
proceder en la venta de los bienes de la Iglesia una vez desamortizados. Los
destinatarios son públicos.

3URSyVLWRCon este documento lo que pretendía Mendizábal era informar del


proceso desamortizador llevado a término para acabar con el sistema señorial de
la propiedad de la tierra, en concreto con las tierras de la Iglesia, llamadas manos
muertas, porque no se podían vender ni dividir. Y también dar a conocer cómo se
iba a proceder para vender estos bienes nacionales.

Pregunta 2. ,QGLTXH\H[SOLTXHODVLGHDVTXHDSDUHFHQHQHOWH[WR\UHVXPD
su contenido.

Resumen. Mendizábal se dirige a la reina gobernadora informándole de


lo aconsejable que era desamortizar los bienes de la Iglesia. Mendizábal
argumenta que con la desamortización se incentivaría la economía,
aumentaría el número de campesinos propietarios y se podría hacer frente
a la deuda pública del Estado. Conforme a lo propuesto por el Consejo de
0LQLVWURV0&ULVWLQD¿UPyHOGHFUHWRSRUHOTXHTXHGDURQGHFODUDGRVHQ
venta los bienes desamortizados a las órdenes religiosas y se reguló cómo
podría hacerse el pago de la compra de estas propiedades, en metálico o con
títulos de deuda del Estado.
298 APÉNDICE EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS

Ideas del texto. En la primera parte del documento, dirigido a la regente,


Mendizábal señala los aspectos positivos que, a su modo de ver, tendría la
venta de los bienes expropiados a la Iglesia: reducir la deuda pública del
Estado y hacer frente a los gastos de la guerra contra los carlistas; crear una
clase de propietarios leales a Isabel II, propietarios individuales con plena
libertad para comprar, vender y cultivar; introducir formas modernas de cul-
tivo para aumentar la productividad. Pero la deuda pública del Estado apenas
disminuyó y las tierras las adquirieron terratenientes que no modernizaron la
agricultura española.
(QODVHJXQGDSDUWHGHOGRFXPHQWR0&ULVWLQDUDWL¿FDHOGHFUHWRSURSXHVWR
por el Consejo de Ministros, destacando: que los bienes raíces pasaban a ser pro-
piedad estatal y eran puestos en venta y que las tierras se comprarían en metálico
o con títulos de deuda pública.
EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS APÉNDICE 299

2. EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS


ANÁLISIS Y COMENTARIO DE UNA IMAGEN

1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH

— Tipo de imagen: puede ser una fotografía, una pintura, un dibujo, un car-
tel propagandístico, una caricatura, etc.
— /RFDOL]DFLyQHVSDFLRWHPSRUDO situar la imagen en su momento histó-
rico.
— Tipo de fuente: por su origen puede ser primaria (contemporánea a los
hechos que narra) o secundaria (posterior a la sucesión de los hechos) y,
por su contenido, puede ser político, económico, social, religioso...
— (QIRTXH indicar si es objetivo, es decir, si describe los hechos, o subje-
tivo, si analiza, critica, satiriza...

2. 'HVFULSFLyQ

Consiste en describir lo que nos muestra la imagen. Aunque puede variar


levemente en función del tipo de imagen, debemos señalar qué situación está
ocurriendo o ha ocurrido, qué personajes, objetos y símbolos aparecen, técnica
utilizada, así como indicar dónde y cuándo tiene lugar la escena que representa.

3. Análisis

Aunque el análisis varía en función del tipo de imagen, lo más importante


suele ser explicar la situación representada. Para ello cobra especial importancia
el análisis de los personajes (quiénes son, qué relación tienen con los hechos...)
y el suceso concreto representado (aprobación de una Constitución, batalla...).
Ambos aspectos deben ponerse en relación con el fenómeno histórico al que
hacen referencia.
300 APÉNDICE EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS

EJERCICIO RESUELTO

Pacto de El Pardo

1. Análisis de la imagen

La imagen que vamos a comentar es una doble caricatura, de tipo satírico,


aparecida en el semanario Pequeñeces. La imagen representa el Pacto de El
Pardo, acuerdo al que llegan Cánovas y Sagasta tras la muerte de Alfonso XII
(1885) para dar estabilidad al régimen durante la regencia de M.ª Cristina de
Habsburgo, la reina viuda.

Es una fuente histórica primaria, contemporánea al momento en que suceden


los hechos y de contenido político, ya que hace una crítica al sistema electoral
de la Restauración.

2. DHVFULSFLyQGHODLPDJHQ

En ambas viñetas la escena se representa en una cocina en la que aparecen


WUHV¿JXUDVUHSHWLGDVXQDPXMHU\GRVYDURQHVFDGDXQRGHHOORVUHDOL]DQGR
actividades diferentes. Un varón cocina, el otro come y la mujer friega. Los
personajes masculinos representan a los dos políticos que se turnan en el poder
en ese momento en España (Cánovas y Sagasta) y la mujer simboliza a Espa-
EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS APÉNDICE 301

ña. En la primera viñeta Sagasta está cocinando, Cánovas comiendo y la mu-


jer fregando. En la segunda se invierten los papeles: Cánovas cocina, Sagasta
come y la mujer sigue fregando. En ambas imágenes aparece una inscripción
en el puchero en que se cocina: caldo gordo. Quiere decir que, mientras ambos
políticos engordan con el poder, España cada vez está más débil. Así vio el
semanario Pequeñeces el Pacto de El Pardo: Uno lo guisa, el otro lo come y
España lava los platos. Ambos políticos intercambian los papeles pero España
siempre es la ilustre fregona.

3. Comentario de la imagen

Canovas del Castillo había sido el ideólogo del sistema político de la Res-
tauración, por la que Alfonso XII se convertía en rey de España, instaurándose
de nuevo la dinastía de los Borbones. Basó el sistema en el turno de partidos: el
suyo propio, el Partido Conservador, y el Partido Liberal de Sagasta. Durante el
reinado de Alfonso XII gobernará mayoritariamente el Partido Conservador. En
noviembre de 1885 muere Alfonso XII estando embarazada M.ª Cristina quien,
inmediatamente, se hizo cargo de la regencia.

Para evitar problemas durante la larga regencia y estabilizar la situación polí-


tica, los dos líderes, Cánovas y Sagasta, establecieron un acuerdo verbal del Pac-
to de El Pardo por el que Cánovas presentaba la dimisión y cedía el gobierno
al Partido Liberal. Con este acuerdo se comprometieron a apoyar la regencia y
facilitar el relevo en el gobierno, respetando la legislación que cada uno de ellos
DSUREDVHGXUDQWHVXPDQGDWR'HHVWDIRUPDFRQHOWXUQRSDFt¿FRGHJRELHUQRV
se consolidaba el sistema político, mientras que la regente se mantenía al margen
del juego político.
302 APÉNDICE EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS

ANÁLISIS Y COMENTARIO DE UN GRÁFICO

1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH

Se deben indicar los aspectos siguientes:

— 7LSRGHJUi¿FR lineal, barras, circular, cuadro estadístico, eje de coorde-


nadas, pirámide de población…

— 0DUFRWHPSRUDO\JHRJUi¿FR

— Fuente de los datos.

— 1DWXUDOH]D\FDUiFWHUGHOJUi¿FRFRPRIXHQWHKLVWyULFD a diferencia
GHORVWH[WRV\ODVLPiJHQHVORVJUi¿FRVVRQVLHPSUHIXHQWHVKLVWyULFDV
secundarias (al igual que los mapas). El carácter es muy variado (político,
HFRQyPLFRVRFLDO« \GHSHQGHGHODQDWXUDOH]DGHORVGDWRVUHÀHMDGRV

2. 'HVFULSFLyQ

&RQVLVWHHQGHVFULELUORVGDWRVUHÀHMDGRVHQHOJUi¿FR$XQTXHSXHGHYDULDU
OHYHPHQWHHQIXQFLyQGHOWLSRGHJUi¿FRODGHVFULSFLyQGHORVGDWRVGHEHUHÀHMDU
los valores máximos, mínimos y la media, así como aquellas variaciones (incre-
PHQWRVRGHVFHQVRVVLJQL¿FDWLYRVDXVHQFLDV« TXHUHVXOWHQGHVWDFDEOHV

3. Análisis

$XQTXHHODQiOLVLVYDUtDHQIXQFLyQGHOWLSRGHJUi¿FRORPiVLPSRUWDQWHVXHOH
ser explicar la evolución de los datos por ritmos (incrementos, descensos, cambios
bruscos...) y fases (marco temporal), así como la causa de los principales valores
(máximos, mínimos, media…). Ambos aspectos (evolución y principales valores)
deben ponerse en relación con los fenómenos históricos a los que hacen referencia.
EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS APÉNDICE 303

EJERCICIO RESUELTO

Huelgas en España 1905-1931

7**

7***

**

**

**

**

*
71* 717* 717 71* 71 71$* $7

Elaboración propia. Datos obtenidos del Instituto de Reformas Sociales (datos hasta 1924) y Boletín del Ministerio de Trabajo

1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH

— Se trata de un JUi¿FROLQHDO que representa el número de huelgas convo-


cadas en España desde 1905, comienzo del gobierno de Antonio Maura,
hasta 1931, año en que se proclamó la Segunda República. El periodo
FRPSUHQGHSXHVHOUHLQDGRGH$OIRQVR;,,,.
— Es una fuente documental de FDUiFWHUVRFLDO\HFRQyPLFR (huelgas), pero
también de carácter político, pues se pueden apreciar periodos diferentes
en el reinado.
— Constituye una fuente secundaria, pues los datos, procedentes de dos
instituciones diferentes, se han elaborado posteriormente para crear el
JUi¿FRHLQWHUSUHWDUHOSHULRGR

2. DHVFULSFLyQ

La idea principal es que el primer tercio del siglo XX en España fue de gran
FRQÀLFWLYLGDGVRFLDOSXHVODWHQGHQFLDJHQHUDOHVDODO]D\QXQFDKXERPHQRVGH
cien huelgas convocadas, con más de mil en 1920.
304 APÉNDICE EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS

Por tramos (ideas secundarias) podemos apreciar:

— Una primera subida desde 1909 (Semana Trágica en Barcelona y sus re-
percusiones).
— Un descenso coincidente con el inicio de la Primera Guerra Mundial,
cuando la neutralidad de España generó una bonanza económica pasajera
y poco aprovechada.
— Un fortísimo aumento desde 1916 y 1917 (año de la convocatoria de huel-
ga general en el mes de Agosto) así como en los años 1918, 1919 y 1921,
los años del denominado trienio bolchevique. Fue en estos años cuando
las movilizaciones obreras y las huelgas llegaron a su apogeo. Destacó la
huelga protagonizada por los trabajadores de la empresa eléctrica de Bar-
celona (La Canadiense) en 1919. Se produjeron violentos enfrentamien-
tos entre patronos y obreros, principalmente en Barcelona, acompañados
de cierres patronales y del pistolerismo (contratación de pistoleros para
cometer atentados). Por parte del Gobierno (Eduardo Dato como presi-
dente) se practicó una política dura y represiva y se aprobó la llamada Ley
de Fugas.
— El número de huelgas desciende claramente a partir de 1923, con la lle-
gada de la dictadura de Primo de Rivera y la prohibición y represión de
cualquier tipo de oposición o protesta.
— A partir de la dimisión de Primo de Rivera, en 1930, vuelven a generali-
zarse las huelgas por el debilitamiento del régimen y por la llegada de los
primeros síntomas de la crisis económica.

3. Análisis

3RGHPRVUHVXPLUHOFRPHQWDULRFDOL¿FDQGRHOSHULRGRDQDOL]DGRFRPRXQDpSR-
ca de fuertes tensiones sociales, protagonizada por una masa obrera que trabajaba
ya en empresas capitalistas de tipo moderno, bien organizada gracias a la importan-
te implantación sindical tanto socialista (UGT) como anarcosindicalista (CNT), y
que se radicalizó debido a los bajos salarios y las malas condiciones de vida.
EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS APÉNDICE 305

ANÁLISIS Y COMENTARIO DE UN MAPA

1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH

Se deben indicar los aspectos siguientes:


— Tipo de mapa (relleno, símbolos, mixto). El tipo de mapa viene deter-
minado por la forma elegida para representar el fenómeno al que hace
referencia. El más frecuente es el mapa de relleno, en el que mediante
colores, trazas, etc. se diferencian áreas distintas. El mapa de símbolos
VHUHSUHVHQWDPHGLDQWHSXQWRV\RFXDGUDGRVÀHFKDVQ~PHURVHVSDGDV
HQWUHFUX]DGDV«(VWRVPDSDVSXHGHQYDULDUGHWDPDxRSDUDUHÀHMDUPDJ-
nitudes. En los mapas mixtos se usan al mismo tiempo relleno y símbolos.
— 0DUFRWHPSRUDO\JHRJUi¿FR
— 1DWXUDOH]D\FDUiFWHUGHOPDSDFRPRIXHQWHKLVWyULFD los mapas son
VLHPSUHIXHQWHVKLVWyULFDVVHFXQGDULDV DOLJXDOTXHORVJUi¿FRV\DGLIH-
rencia de los textos y las imágenes). El carácter es muy variado (político,
HFRQyPLFRVRFLDO \GHSHQGHGHODQDWXUDOH]DGHOIHQyPHQRUHÀHMDGR

2. 'HVFULSFLyQ

Aunque puede variar levemente en función del tipo de mapa, la descripción


GHEHUHÀHMDUODGLVWULEXFLyQGHOIHQyPHQR iUHDVFRQHOPLVPRUHOOHQRORFDOL]D-
FLyQGHORVVtPERORV $YHFHVORVPDSDVUHÀHMDQIHQyPHQRVGHFDPELR PRYL-
miento de fronteras, población, tropas) en cuyo caso debe señalarse la evolución
del fenómeno sobre el mapa mediante cambios en las líneas, movimiento de
ÀHFKDVHWF

3. Análisis

Aunque el análisis varía en función del tipo de mapa, lo más importante es


H[SOLFDUODUD]yQGHODGLVWULEXFLyQJHRJUi¿FDGHOIHQyPHQRUHSUHVHQWDGRSR-
niendo este en relación con su contexto histórico. En el caso de mapas dinámicos
debe explicarse la evolución del fenómeno representado (origen y destino de la
población, ofensivas militares, etc.).
306 APÉNDICE EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS

EJERCICIO RESUELTO

La Guerra Civil (julio-diciembre 1936)

@PXVSSUP BRVOU !RPHWU


%WX5USK.W 3 MNKHSV971$4 (WQX(VHWTNR<Q 3(VLNRVJHSV971$ 4
RNUSRW
+WJLPUQW
!KSFUT %UFSU.U
KVTMW
WPPWOUPRO %'SROW
WSWFU8W
!WSMVPUQW
(WPWJWQMW (VFUBRW
BRPW
/WOSRO VSKVP
WPWBVSW 3UBRVJHSV971$4
5<MVSVT UPVOU
WPVQMRW
!WOW2U8 /'SROW 5RKOWOX VWP 6PHWMVNV UQWXCSWQ=KRTNWX32KPRUX71$4
36FUTNU971$4
UQWXSVLKHPRMWQW
/KSMRW
5ESOUHW WVQ 6BWQMVXCSWQ=KRTNWX
(VBRPPW 5WSNWFVQW
SWQWOW 3:WTNWXORMRVJHSVX71$4
6PJVS?W !WNWPPW
5<OR8 /<PWFW

Elaboración propia. Datos obtenidos de Fernando García de Cortázar, Atlas de Historia de España, Editorial Planeta

1. CODVL¿FDFLyQGHODIXHQWH

Nos encontramos ante un mapa mixto en el que se mezclan áreas de relleno


(territorios controlados por los contendientes) y símbolos (que representan las
principales ofensivas y batallas).
5HÀHMD OD HYROXFLyQ GH ORV IUHQWHV GXUDQWH  HQ WRGD (VSDxD GHVGH HO
LQLFLRGHODJXHUUD MXOLR KDVWDHO¿QDOGHODxR
Como todos los mapas, es una fuente secundaria, es decir, ha sido elabo-
rada con posterioridad a los hechos. Por la naturaleza de estos, es una fuente de
carácter político.
EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS APÉNDICE 307

2. DHVFULSFLyQ

El mapa contempla tres áreas:


— 8QDGHHOODVUHÀHMDODVregiones controladas por los sublevados (inco-
nexas entre sí) durante los primeros días que siguieron al golpe de Estado
(Galicia, Castilla-León, Navarra, Rioja, oeste de Aragón, norte de Extre-
madura, Baleares –salvo Menorca– y las principales ciudades de Andalu-
cía occidental).
— Otra área se corresponde con el territorio controlado por los republica-
nos, (Madrid, Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha, Murcia, Canta-
bria, Vizcaya y Álava, así como gran parte de Andalucía occidental y de
Aragón).
— Una tercera zona corresponde a las FRQTXLVWDV de los militares alzados,
desde agosto a diciembre de 1936 (oeste de Asturias, Guipúzcoa, An-
dalucía occidental, Extremadura y un corredor desde allí hacia Madrid
DWUDYHVDQGR7ROHGR 1R¿JXUDQODV,VODV&DQDULDVQLHOQRUWHGHÈIULFD
territorios controlados por los insurrectos.

3. Análisis

La idea principalUHÀHMDGDHQHOPDSDHVODSURJUHVLyQGHODVFRQTXLVWDV
de los sublevados (oeste de Asturias, Extremadura) y su dirección hacia Ma-
drid, tratando de conectar todas las regiones controladas. La evolución del
frente se explica por la superioridad militar de los sublevados, merced a su
unidad de mando así como a la experiencia de sus tropas, y por las desave-
nencias internas de la República. No obstante, el éxito del ejército republi-
cano en la defensa de Madrid hizo fracasar la idea de los insurrectos de una
guerra rápida.
Como ideas secundarias destacan:
— El avance sobre Madrid desde Navarra y Castilla-León llevado a cabo por
el general Mola apenas realizó conquistas al ser detenido por los milicia-
nos en la sierra madrileña.
308 APÉNDICE EL COMENTARIO DE FUENTES HISTÓRICAS

— Las principales conquistas fueron realizadas por las tropas africanas al


mando de Franco quien, tras cruzar el Estrecho y tomar Extremadura
(gracias a la ayuda de sus aliados extranjeros) conectando las regiones
sublevadas, demoró su avance sobre Madrid al conquistar Toledo, lo que
permitió a la República preparar su defensa.
— Las ofensivas republicanas sobre Aragón y Mallorca fracasaron, al tiempo
que cedieron terreno en Asturias y el País Vasco. Sin embargo, la reor-
ganización del Gobierno (Largo Caballero) y del Ejército, así como la
llegada de los primeros brigadistas internacionales, permitieron a los re-
publicanos defender Madrid con éxito.

Como conclusión cabe decir que, SHVHDODUDSLGH]LQLFLDOGHODVFRQTXLV-


WDVHOIUDFDVRGHORVVXEOHYDGRVHQODWRPDGH0DGULGDUUXLQyVXLGHDGH
XQDJXHUUDUiSLGDSURORQJiQGRVHHOFRQÀLFWRKDVWD. Ante la imposibi-
lidad de conquistar Madrid, Franco decidió iniciar la campaña del norte, dando
lugar a una nueva etapa de la guerra.
NOTA ACLARATORIA SOBRE EL USO DE LAS MAYÚSCULAS APÉNDICE 309

3. NOTA ACLARATORIA SOBRE EL USO


DE LAS MAYÚSCULAS
La experiencia docente revela que muchos alumnos/as de Bachillerato mues-
tran inseguridad en el uso de las mayúsculas en términos de uso tan frecuente
en Historia como «Gobierno», «rey» o «Estado» que, en algún caso, como re-
conocen instituciones como la Fundéu, pueden ser incluso controversiales. Por
ello, hemos considerado conveniente detallar el criterio seguido a lo largo del
manual, que no es otro que el dispuesto por la Real Academia Española (RAE)
en su Ortografía de la lengua española.
Los casos más frecuentes de empleo incorrecto de mayúsculas y minúsculas
ocurren al escribir términos que tienen un valor institucional, como «Coro-
na», «Gobierno» (sin duda los más frecuentes y, por tanto, en los que hay que
extremar más la atención), «Cortes», «Iglesia» o «Ejército».

El término «rey»
En cuanto al término «rey», y sinónimos como «monarca» o «trono», el crite-
rio establecido por la RAE es que «deben escribirse con minúscula inicial por su
condición de nombres comunes (tanto si se trata de usos genéricos como si se trata
de menciones referidas a una persona concreta) los sustantivos que designan títulos
nobiliarios, dignidades y cargos o empleos de cualquier rango», según ocurre en la
Unidad 6: «Se limitaron los poderes del rey, que mantuvo su poder moderador».
Sin embargo, «Corona» se escribirá en mayúscula cuando designe «en un
régimen monárquico al órgano al que corresponde la jefatura del Estado», como
ocurre también en la Unidad 6 en «Constitución de 1837: promovida por los
progresistas, fue consensuada con los moderados y la Corona».

El término «Gobierno»
En cuanto al término «Gobierno», es preciso escribirlo con mayúscula cuan-
do haga referencia al «órgano superior del poder ejecutivo de un Estado o de una
comunidad política, constituido por el presidente y los ministros o consejeros»,
lo que sucederá la mayor parte de las veces, como por ejemplo ocurre en la ora-
310 APÉNDICE NOTA ACLARATORIA SOBRE EL USO DE LAS MAYÚSCULAS

ción de la Unidad 5: «El Gobierno (presidido por el rey) y las Cortes compartían
la facultad de proponer leyes».
En cambio, deberá iniciarse con minúscula cuando se emplea para referirse
a la «acción y efecto de gobernar» o bien al «tiempo que dura el mando o auto-
ridad del gobernador», como ocurre en «Durante su gobierno (1820-1822) los
moderados abolieron el régimen señorial» también en la Unidad 5.

El término «Ejército»
El empleo del vocablo «Ejército» puede presentar dudas, fáciles de solucio-
nar si la oración admite su sustitución por «tropas» (como en la Unidad 6 en
«La revolución cantonalista fue rápidamente sofocada por el ejército excepto en
Cartagena»), en cuyo caso deberá escribirse en minúscula al carecer de valor
institucional.

El término «Estado»
Algo similar ocurre con «Estado», que empieza con PD\~VFXOD cuando se
UH¿HUHDXQD©IRUPDGHRUJDQL]DFLyQSROtWLFDGRWDGDGHSRGHUVREHUDQRHLQGH-
pendiente, que integra la población de un territorio; conjunto de poderes y órga-
nos de gobierno de un país soberano; país soberano, reconocido como tal en el
orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos
GHJRELHUQRSURSLRVªFRPRFXDQGRHQOD8QLGDGVHD¿UPDTXH©el Estado era
confesional, pero se permitía la práctica privada de cultos no católicos».

Finalmente, es preciso advertir que en el caso de cargos públicos de carác-


WHUSROtWLFRDGPLQLVWUDWLYR\RPLOLWDU los autores han generalizado el empleo
de minúsculas al uso del término «presidente» y a otros cargos institucionales
como «ministro», «gobernador», «alcalde» o «general», que se han escrito así
para evitar el empleo desmesurado de mayúsculas tantas veces criticado por la
RAE.

Los autores
EDITORIAL COLOQUIO

40 años al servicio de la Enseñanza

También podría gustarte