Anamnesis 11
Anamnesis 11
Anamnesis 11
ANAMNESIS
Revista de Bioética
ISSN 2011-1258
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A N A M N E S I S
Revista de bioética
Número 11, Enero - Junio 2016
Director y editor
ISSN 2011-1258
Eduardo Díaz Amado
Grupo de investigación en
Bioética
Eduardo A. Rueda Barrera Contenido
Jairo Clavijo Poveda
Editorial
José E. Cuéllar Saavedra
Latinoamérica y la agenda de la bioética
Eduardo Díaz Amado global
Hugo Escobar Melo Eduardo Díaz Amado ....................................... 3
EDITORIAL
LATINOAMÉRICA Y LA AGENDA DE LA
BIOÉTICA GLOBAL
Eduardo Díaz Amado
El tema del congreso mundial de la Aso- sos lugares del planeta, y que se dedican
ciación Internacional de Bioética este a la investigación, docencia y debate en
año, hacia mediados de junio, y que se bioética, compartieron sus trabajos. Fue
llevó a cabo en Edimburgo (Escocia), fue también la oportunidad para que aca-
“Individuos, intereses públicos y bienes démicos jóvenes o recién graduados,
públicos, ¿cuál es la contribución de la escucharan y compartieran con conno-
bióetica?”. La apuesta fue intercambiar tados intelectuales y pensadores que han
perspectivas, análisis y opiniones, dentro hecho contribuciones importantes en el
de la amplia gama de temas y problemas campo, como Alastair Campbell, la Ba-
que aborda la bioética, sobre la manera ronesa Onora O’Neill, Roger Baker o Eric
como las relaciones individuos/sociedad Juengst, por citar solo algunos.
se construyen y se pueden mejorar, en
particular en un contexto de grandes re- Vale la pena recalcar que esta vez la Red
tos socio-políticos y culturales, así como Iberoamericana de Bioética contó con
de permanente avance tecno-científico su propio espacio, para que quienes tra-
que conlleva la transformación de todos bajan en esta parte del mundo pudieran
los ámbitos de la experiencia humana. presentar sus trabajos en su idioma nati-
vo, español o portugués, constituyéndose
En un ambiente pluralista y multicultural, en un escenario de camaradería y “toque
personas provenientes de los más diver- latino” en medio de la sobriedad escoce- 3
1 Profesor Asociado. Instituto de Bioética, Pontificia Universidad Javeriana. Correo electrónico: eduardo.
[email protected]
sa. Fue interesante ver que en Iberoamé- blico/privado, ¿un reto para la bioética”.
rica quienes trabajan en bioética están El ambiente de intercambio académico
abordando temas variados, complejos y que propiciaba este congreso fue impor-
de impacto en la región. Como suele su- tante para comprender algunos de los te-
ceder con propuestas que provienen más mas en los que la bioética en Colombia
de los márgenes y escenarios no anglo- debe seguir trabajando: salud pública y
parlantes, la perspectiva iberoamericana equidad en salud, aspectos normativos
hizo énfasis en los problemas del desarro- relacionados con la ética de la investi-
llo, de justicia, los derechos y la salud pú- gación en seres humanos, mejoramiento
blica. De hecho, siguiendo esta línea, el humano, nuevas tecnologías biomédicas
siguiente congreso en Nueva Delhi, India, y su impacto, entre otros. Pero sobre todo,
en 2018, tiene como tema central “Salud la necesidad de repensar el rol, los alcan-
para todos en un mundo desigual: Obli- ces y los límites de la bioética en nuestro
gaciones de la bioética global”, lo que presente. Es claro que a casi 50 años de
plantea el gran reto de lograr la realiza- su surgimiento, cuando ya la bioética se
ción de la justicia en uno de los campos ha institucionalizado y ha dejado de ser
donde más sufren las personas hoy por un campo exótico o desconocido, se re-
hoy en gran parte del planeta, en particu- quiere reflexionar sobre sus fundamentos
lar en los países de más bajos ingresos: la y retos. En particular en nuestro país don-
atención en salud. de ya existen muchos programas y cursos
a diferentes niveles, publicaciones y es-
La participación del Instituto de Bioética cenarios para el debate y el intercambio
en el congreso de este año fue satisfac- académico. Mención especial merece la
toria; dos de sus profesores tuvieron a su pregunta por el rol de la bioética en los
cargo sendas presentaciones orales: Este- tiempos de pos-acuerdo que se aveci-
ban Rossi con “The proactionary principle nan… Una tarea inescapable para quie-
in environmental ethics” y Eduardo Díaz nes creemos en la vocación incluyente,
Amado con “Historia de la eutanasia en crítica, emancipadora y democrática de
Colombia y la reconfiguración de lo pú- la bioética.
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HUMANIZACIÓN EN CUIDADO PALIATIVO: UNA SOLUCIÓN A LA FUTILIDAD TERAPÉUTICA
HUMANIZACIÓN EN CUIDADO
PALIATIVO: UNA SOLUCIÓN A LA
FUTILIDAD TERAPÉUTICA
Virginia Cuevas Rivero1
Resumen
El Cuidado Paliativo (CP) es un escenario reconocido en el mundo actual, es una necesidad
que se fundamenta en el aumento de la esperanza de vida, con el consecuente incremen-
to del envejecimiento poblacional, y mayor prevalencia de las enfermedades crónicas y
terminales. Este CP, está dirigido hacia una población que presenta enfermedades de tipo
terminal, entidades que promueven un estado de vulnerabilidad en términos físicos, sociales
y psicológicos a quienes las padecen. Pese a la importancia de este tipo de cuidado, la evi-
dencia señala que la asistencia de personas con enfermedades terminales es inadecuada,
y que hay factores causantes determinantes para que esto se haya producido. Uno de estos
elementos es la futilidad terapéutica, la cual se presenta cuando el médico no reconoce que
la vida tiene límites, y que ciertos manejos terapéuticos atentan contra la autonomía y la
dignidad de los seres humanos. Realmente, más allá de evitar la muerte, las medidas útiles
se encaminan a proveer calidad de vida a los que sobreviven, y calidad de muerte a los que
mueren. Por lo anterior, la asistencia paliativa debe optimizarse, promover el bienestar al
final de la vida y evitar medidas fútiles.
1 Médica, Universidad de los Andes. Máster en Bioética, Instituto de Bioética, Pontificia Universidad Javeriana.
Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]
Abstract
At present, Palliative Care (PC) is a worldwide recognized stage, it is a necessity that is based
on the increase in life expectancy, with the consequent rise in the population aging, and a
higher prevalence of chronic and terminal illnesses. This CP, is directed toward a population
with terminal diseases, entities that promote a vulnerability state in physical, social and psy-
chological terms. Despite the importance of this type of care, the evidence shows that the
assistance of people with terminal illnesses is unsuitable, and that exist determining factors
causing this. One of these elements is the therapeutic futility, which occurs when the medical
doctor does not recognize that life has limits, and that certain therapeutic approaches put in
risk the autonomy and dignity of human beings. Actually, beyond avoiding death, the useful
measures must aim to provide quality of life to those who survive, and quality of death to
those who die. Therefore, the palliative assistance should be optimized, promote wellness at
the end of life and avoid futile measures.
Key words: Palliative Care, terminal illnesses, therapeutic futility, end of life.
con el fin de evitar la muerte. Cuando ma calidad de vida posible para el paciente y
esto sucede, se presenta un momento en su familia (p.1).
el que “tanto el paciente como el médico
Esta declaración, comprende términos rele-
se preguntan hasta qué punto es conve-
vantes como el de atención activa y completa,
niente seguir adelante” (Mendoza, 2008,
pues no se trata de asistir a una enfermedad,
p.27). Es en estos instantes cuando vale
sino a un ser humano que presenta una en-
la pena aclarar si existe futilidad dentro
fermedad. En este sentido, la asistencia pa-
de esas intervenciones.
liativa es la atención integral y activa de las
personas con afecciones terminales y de sus
La futilidad en medicina implica una esti-
familiares, por parte de un equipo multidis-
mación completa de un escenario, en el
ciplinario, cuando ya se sabe que el enfer-
que existe alguien en una condición de-
mo no va a responder a tratamiento curativo
terminada, y las decisiones que se tomen
(Keeley y Noble, 2011).
con respecto a él o ella deben mejorar
su calidad de vida, ofrecerle bienestar y Desde el punto de vista médico y ético, la
deben ser útiles para cumplir con estos meta de la atención de aquel con una en-
propósitos. El objetivo de este trabajo es fermedad terminal consiste en conseguir el
demostrar que las personas bajo un CP, mayor bienestar físico y mental posible, aso-
ameritan una atención multidisciplinaria y ciado al deber de respetar su dignidad y au-
humanizada que evite la futilidad. tonomía. Por ello, el médico se ve expuesto a
una serie de decisiones que reclaman una re-
A continuación, se hablará sobre el cui- flexión en cuanto a los medios utilizados, las
dado paliativo, se abordarán ideas clave consecuencias y los fines (Sarmiento-Medina,
de la legislación colombiana, y finalmen- 2011). Esto indica que no solo se trata de
te se abordará el tema de la futilidad te- protocolos y generalizaciones, sino de seguir
rapéutica y cómo puede solucionarse a unas pautas establecidas que se apliquen a
través de la humanización de los actos cada paciente de acuerdo a su situación en
médicos. particular. “El cuidado paliativo destaca la
dignidad del ser humano que sufre, y atiende
Generalidades del Cuidado Paliativo
sus diferentes dimensiones a través de equi-
La OMS (2016) define el cuidado palia- pos terapéuticos interdisciplinarios y especia-
tivo así: lizados” (Restrepo, 2005, p.6).
Cuidado activo e integral de pacientes cuya La experiencia permite decir que el aprendi-
enfermedad no responde a terapéuticas cu- zaje sobre la muerte y sobre los momentos
rativas. Su fundamento es el alivio del dolor y previos a que esta ocurra es algo que se da a 7
otros síntomas acompañantes y la considera- lo largo de la vida. Es difícil “estar preparado
ción de los problemas psicológicos, sociales 100%” para la muerte, tanto para la propia
y espirituales. El objetivo es alcanzar la máxi- como para la de los seres queridos, o en el
caso médico, para la muerte de los enfermos. Por su parte, el médico no deberá ha-
A pesar de ello, se sabe claramente que la cer todo solo. Para proveer una atención
muerte es algo que puede suceder en cual- completa y efectiva, el apoyo psicosocial
quier momento y puede acontecerle a cual- y el trabajo en equipo son funciones com-
quier ser humano. plementarias al tratamiento terapéutico.
esa acción fallará al tratar de cumplir con el escuchen la una a la otra, y se respeten
propósito trazado (Kassman, 2004). mutuamente. Esto significa hacer medici-
na como “una forma de vida en la que
La futilidad de los actos médicos se da se aprecia y se hace énfasis en el bien-
cuando el médico no reconoce que la vida estar del ser humano” (Oseguera, 2006,
tiene límites, y que ciertos manejos terapéu- p.61). Por ello, debe reconocerse a cada
ticos atentan contra la autonomía y la digni- persona como única e individual. Cada
dad de los seres humanos (Cataldi, 2003). ser humano con determinada afección
Esa futilidad se entiende a través de varios debe dimensionarse y considerarse de
ejemplos: fracaso para prolongar una vida acuerdo a su estado físico y mental, a su
en condiciones dignas, fracaso para satis- entorno social y familiar, y comprender
facer los deseos o los pedidos del atendido, sus peticiones.
fracaso para lograr que los medicamentos
tengan los efectos fisiológicos esperables, Con relación a la futilidad terapéutica y
y/o fracaso para obtener los resultados te- la consolidación de actos profundamen-
rapéuticos que sean realmente aceptables te humanos (humanización) existen varias
(Cataldi, 2003) realidades. En primer lugar, los médicos
no están obligados a proveer tratamien-
Los actos médicos fútiles son acciones que tos que ellos consideran inefectivos o
no se aconsejan porque no son clínicamen- perjudiciales para las personas. Los pro-
te eficaces, porque no van a mejorar el pro- fesionales tienen la obligación moral de
nóstico ni los síntomas, y a veces producen “no hacer mal”, y respetar así el principio
efectos perjudiciales desproporcionados al de la no maleficencia. Los médicos tam-
beneficio esperado para el individuo asisti- bién son autónomos, y deben expresar de
do (Mendoza, 2008). Por otra parte, se ha forma clara en la historia clínica y frente
reconocido que además de no cumplir con a los implicados que por motivos de in-
las metas señaladas en términos médicos, utilidad o ineficacia no se aplicarán los
la futilidad tampoco alcanza o permite con- tratamientos fútiles (Kasman, 2004).
seguir la calidad de vida de las personas,
definida como la presunta satisfacción indi- En segundo lugar, humanizar implica dar-
vidual de cada quien a nivel físico, psicoló- le importancia a la interacción entre los
gico y social (Frick et al, 2003). seres humanos, pues el médico no sólo
debe negarse a la realización de los tra-
tamientos que considera fútiles, sino que
Humanización como solución a la
debe constituir un diálogo con aquel que
futilidad terapéutica
sobrelleva una enfermedad (y con su fa- 11
El ejercicio de la medicina debe consoli- milia), y discutir las alternativas existentes.
darse en un acto profundamente huma- Así el tratamiento sea fútil, es una opción
no, donde las personas interactúen, se y debe ser conocida por el que presen-
respecto a su salud” (Oseguera, 2006, vidual del entorno físico, mental, familiar
p.57). La interacción entre el médico y y social; aplicación de medidas útiles,
su paciente no consiste en una relación proporcionadas y efectivas; adecuado
autoritaria entre alguien con poder y un uso del conocimiento; y acompañamien-
sometido, por el contrario, es una inte- to humanizado.
racción entre iguales, donde los implica-
dos son autónomos y tienen capacidad Para evitar la futilidad, hay que ponerse
decisoria. en el lugar de los demás, escuchar, iden-
tificar sus necesidades, y aplicar eficien-
El soporte principal de la interacción en- te y proporcionalmente el conocimiento
tre los seres humanos es el hecho de es- que se tenga para permitirles estar bien.
cucharse unos a otros. En el caso de la La medicina paliativa no consiste en uti-
medicina, Hipócrates ya mencionaba que lizar todos los medios posibles para pro-
“muchos enfermos se curan solamente con longar una vida, o evitar una muerte. Al
la satisfacción de un médico que los escu- contrario, se trata de brindar un acom-
cha” (Maglio, 2010, p.5). En esto consiste pañamiento humanizado a quienes lo
gran parte de la medicina, en un ejercicio necesitan (y a sus familias), con medidas
de atención y escucha: “Practicar la medi- que permitan bienestar físico y emocio-
cina sin los libros, es navegar sin brújula, nal, que eviten sufrimiento y dolor hasta
pero practicarla sin escuchar a los enfer- el momento en que la muerte llegue.
mos, ni siquiera es embarcarse” (William Realmente, la prevención de los trata-
Osler, tomado de Maglio, 2010, p.6). mientos fútiles podría constituirse a partir
de la abstención de realizar algún pro-
En el caso de aquellos con entidades termi- cedimiento o provocar alguna conducta
nales, está claro que, si los seres humanos cuando ese acto médico no aporta nin-
mueren sufriendo de modo intolerable, a gún beneficio a la persona con la afec-
causa de dolor u otros síntomas de difícil ción (Mendoza, 2008).
control, es signo de una muerte no digna.
Por ello, las medidas que se tomen con Finalmente, con una interacción entre
respecto a la salud de las personas deben iguales, con comunicación y escucha
ser efectivas, proporcionadas y útiles. Es efectivas, donde se identifiquen las nece-
un imperativo moral que el médico evite sidades a nivel individual y se respete la
la futilidad terapéutica y privilegie la digni- autonomía y dignidad humanas, se con-
dad humana (Cataldi, 2003). solidarán actos médicos humanizados;
acciones fundamentadas en una admi-
En este sentido, existen actitudes que son nistración adecuada del conocimiento, 13
ineludibles al tratar individuos con enfer- las cuales evitarán los tratamientos fútiles
medades terminales: consideración indi- dentro del cuidado paliativo.
Resumen
La Bioética, el Cine y el Psicoanálisis se han entrecruzado en distintos estudios en las últi-
mas cuatro décadas, con aproximaciones exclusivamente teóricas o mediante aplicaciones
conceptuales de una disciplina sobre otra, estableciendo una finalidad pedagógica de los
contenidos a ser transmitidos mediante una película o una serie televisiva. En este artículo,
nos interesamos por la narrativa cinematográfica considerándola en su potencia de pen-
samiento, es decir, para repensar las categorías con las cuales trabajamos desde el campo
de la Bioética, haciendo foco en una lectura de las toxicomanías a través del film Trainspot-
ting. Desplegamos tres ejes de análisis, en relación con los Beneficios y efectos nocivos, la
Autonomía y la No estigmatización. A través de situaciones singulares relatadas en el film,
problematizamos la cuestión de las decisiones del médico respecto de los beneficios de los
pacientes en los tratamientos por toxicomanías, por ejemplo el paradigma abstencionista,
que pone el foco de la intervención en el no-uso de la droga en lugar de la función que la
droga cumple en la vida del sujeto; la autonomía de quienes, inmersos en una situación
de toxicomanía, pueden dar su consentimiento informado para comenzar un tratamiento; y
la utilización de la categoría social de “adictos” para pensar en forma estigmatizada a un
grupo de personas que requiere un abordaje más singular, en el caso por caso. Este film nos
15
1 Becaria Estímulo a la Vocación Científica - Consejo Interuniversitario Nacional. Ayudante Facultad de
Psicología, Universidad de Buenos Aires. Correo electrónico: [email protected]
2 Doctora en Psicología. Docente e investigadora Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Correo
electrónico: [email protected]
el movimiento hippie. En ese entonces, ha- des que implicarían un consumo de tipo
bía una creencia muy fuerte que sostenía adictivo, etc.
que consumiendo ciertas drogas se podía
acceder más fácilmente al inconsciente. Si bien resulta fundamental conocer di-
cha definición, en el presente trabajo no
La aparición de la toxicomanía o adic- nos guiaremos con estos parámetros,
ción propiamente dicha se instala en el puesto que partimos de una concepción
contexto de la guerra civil de Estados psicoanalítica de la toxicomanía, la cual
Unidos, de 1860-1865, que es cuando no ubica el foco primario de atención en
se comienza a utilizar de manera siste- la cuestión en la sustancia ni en las can-
mática la morfina (derivado del opio) tidades de su consumo. Desde el Psicoa-
para calmar los dolores de los heridos. nálisis, entendemos que el consumo de
Al terminar la guerra se evidencia la tóxicos constituye un síntoma que atañe a
adicción a la morfina, lo cual se deno- cada sujeto en su posición. Este síntoma
minó “el mal militar”. Se descubre en- tiene particular importancia en la época
tonces el fenómeno de abstinencia, lo actual y se encuentra íntimamente ligado
cual sanciona la entrada de la cuestión a las coordenadas de la posmodernidad:
del consumo de drogas al campo médi- nos encontramos en un momento históri-
co –ya que hasta entonces se considera- co en el cual el mercado ha impuesto su
ba la “buena o mala fe” de la persona ley, viéndose acompañado por un hiper-
que consumía, dependiendo de ella si individualismo, siendo un tiempo que ca-
eso traía problemas colaterales o no–. rece de normativa o regulación y que se
da a nivel global. Se trata de un mundo
La definición que introduce la Organiza- invadido por las nuevas tecnologías y la
ción Mundial de la Salud de lo que se modificación de la cultura. Entendemos
considera adicción es la siguiente: “Es- de este modo que la toxicomanía se ha
tado de intoxicación crónica y periódica convertido en una forma universal pato-
originada por el consumo excesivo de lógica, tratándose de una forma subjetiva
una droga, natural o sintética, caracteri- generalizada en la actualidad, por lo cual
zado por: 1) Una compulsión a continuar se intentarán plantear ciertos puntos de
consumiendo por cualquier medio. 2) tensión entre la Declaración de Bioética
Una tendencia al aumento de las dosis. y una clínica de la singularidad. Conside-
3) Una dependencia psíquica y general- ramos que las problemáticas contempo-
mente física de los efectos. 4) Conse- ráneas nos interpelan como profesionales
cuencias perjudiciales para el individuo y de la salud y, por ello, la utilización de
20 la sociedad” (Escohotado, 1998, p. 111). la narrativa cinematográfica posibilita la
Es decir que se delimita qué drogas son reflexión, el análisis y la problematización
adictivas y cuáles no, las drogas llama- de su complejidad a través de las ficcio-
das “duras” y las “blandas”, las cantida- nes en la pantalla (Solbakk, 2006).
ABORDAJE BIOÉTICO DEL TRATAMIENTO DE TOXICOMANÍAS: UN ANÁLISIS DE LA SINGULARIDAD EN SITUACIÓN A PARTIR DE LA NARRATIVA...
en la situación, hará estallar todo por los guen las coordenadas significantes que
aires ante la mínima ocasión de tambaleo, marcan la vida del sujeto, permitiendo ir
generando un regreso al consumo. situando la función que cumple el tóxico
en su subjetividad.
Este tipo de tratamientos, que imponen
estrictamente el abandono del consumo Es importante mencionar que en el film
para poder ingresar al programa, se en- no aparecen los profesionales a cargo
marcan en un paradigma abstencionista del tratamiento, como si éste fuera acé-
que centra la causa de la adicción en la falo o como si no hubiera un vínculo te-
droga, es decir, la sustancia en sí misma, rapéutico con Renton: todo lo que a éste
siendo el fin último el cese del consumo. le importa queda en él, sus tóxicos y los
Este tipo de instituciones pretenden desin- amigos que están vinculados a éstos. Este
toxicar al sujeto, sacarle el objeto de la hecho no hace más que reforzar el inten-
adicción en tanto causa. Desde una pers- to del sujeto de resolver su malestar por
pectiva que aloje la singularidad, podría- fuera del campo de la palabra, recurrien-
mos pensar que las curas de abstinencia do al tóxico como un modo de obtener
sólo tendrán éxito aparente si se sustrae un placer inmediato que le proporciona
la sustancia narcótica sin cuidar el motivo independencia del mundo exterior.
de la imperiosa necesidad de aquella.
Por otra parte, es posible ver allí cómo la
De lo que se trata a fin de cuentas es de figura del “adicto” en la sociedad actual
cómo operar allí donde se presenta la es ubicada en un lugar marginal, puesto
posibilidad de que la ética del psicoanáli- que es vista como “flagelo social”, lindan-
sis pueda confundirse con la moral social te a lo delictivo o bien a una enfermedad.
que impone el ideal de salud (Piotte, Sru- De este modo, no sólo se produciría una
ber y Torregiani, 2005). La apuesta que retroalimentación entre el aislamiento
se realiza desde el psicoanálisis es que la propio del toxicómano y la marginación
dirección del tratamiento no se sostenga por parte de la sociedad, sino que todo
en la abstinencia del paciente, sino que esto acarrea la demonización de la sus-
implique escuchar al paciente, sin tener tancias, con la consecuente desresponsa-
un “ideal” en el horizonte, permitiendo al bilización de los sujetos implicados en los
paciente interrogarse acerca de su con- actos de consumo.
sumo, posibilitando que aparezca allí
algo en relación con la singularidad de Si volvemos al film, los dichos del pro-
su deseo. De ningún modo se trata de tagonista respecto del tratamiento de
24 una pretensión de regular la relación del mantenimiento con metadona resultan
paciente con el tóxico, como sucede con un tanto chocantes: “Ya que estaba en re-
otras terapéuticas. Así, vía la intervención habilitación, el Estado costeaba mi adic-
del analista se intentará que se desplie- ción”. Antes que nada, debe tenerse en
ABORDAJE BIOÉTICO DEL TRATAMIENTO DE TOXICOMANÍAS: UN ANÁLISIS DE LA SINGULARIDAD EN SITUACIÓN A PARTIR DE LA NARRATIVA...
cuenta que este tratamiento es la opción que resulta riesgoso? ¿Cómo debemos
farmacológica más utilizada para la adic- operar como profesionales de la salud
ción a opiáceos en todo el mundo. Se es- en situaciones en las cuales aquello que
tima que al menos un millón de personas resulta beneficioso para los intereses del
reciben dicho tratamiento actualmente, Estado –en nombre del interés de pacien-
dado que su eficacia y efectividad son te– va en detrimento del bienestar de este
bien conocidas (Bobes García y Bobes último?
Bascarán, 2012). Este tipo de tratamien-
to es tan frecuente ya que conlleva dos El Consentimiento Informado y los
ventajas para el Estado y los sistemas de carriles de la responsabilidad
salud: resulta económico y es más fácil su El Consentimiento se basa en el principio
seguimiento y control. Ahora bien, en se- de la Dignidad humana y en los derechos
mejante panorama, ¿dónde queda el su- humanos (Andruet, 2007), ya que resulta
jeto? El hecho de que Renton señale que una especificación práctica del principio
el Estado es ahora el que costea su adic- de autonomía y responsabilidad indivi-
ción nos pone en la pista de que hay algo dual, lo cual equivale a pensarlo como
allí que no se ha conmovido. El supuesto un acto de voluntad. Sin embargo, des-
tratamiento que se propone que el indivi- de el psicoanálisis sabemos que la toma
duo abandone su consumo problemático de decisiones es compleja y no incluye
de sustancias ha pasado a ser una nueva únicamente a la voluntad del sujeto au-
variante de dicha adicción. Si bien este tónomo, capaz de tomar decisiones y de
tratamiento es eficaz y validado empírica- manifestarlas, sino también al sujeto del
mente, podemos ubicar que es imposible inconsciente (Freud, 1900; Salomone,
soslayar el caso por caso, la singularidad 2006), y más allá de esta consideración,
de cada quien, en tanto no se trata de la incluye también al médico tratante y a la
droga que Renton consumía anteriormen- relación con el paciente.
te sino de la función que aquel consumo
cumplía, el cual simplemente ha mudado Volviendo a la especificidad del escenario
de sustancia (de heroína a metadona). del consumo de tóxicos, se trata de un
tipo de pacientes suele llegar a consulta
A través de lo manifestado por el protago- sin un síntoma –en el sentido analítico-
nista del film, es posible abrir ciertos inte- que los aqueje, no presentan interrogan-
rrogantes respecto de la tensión existente tes sino que arriban con la respuesta que
entre lo establecido en la Declaración de han conseguido. Allí la causa parecería
bioética y la práctica clínica: ¿Hasta qué ser “atribuida a algún otro o a la sustan-
punto se está efectivamente potenciando cia otorgándoles poderes omnímodos y 25
los beneficios que el tratamiento com- demonizantes, y, a la vez, requiriendo la
porta para este paciente? ¿Acaso no se gestión de una solución o respuesta que
está perpetuando un circuito compulsivo suprima el malestar que portan, a la ma-
nera de una extracción quirúrgica del tóxi- Según Le Poulichet, es notable que cier-
co” (Kamaniecki y Quevedo, 2008, p.2). tos toxicómanos se aferren ellos mismos a
Dicha solución probablemente recubra esta creencia en un flagelo del que serían
cierta angustia, permitiéndole al sujeto las víctimas, y de ese modo alimenten su
la desresponsabilización, en tanto es la propio estereotipo, su propia figura nor-
sustancia la “responsable”, de lo cual se mativa: “algunos se presentan entonces
desprendería un “no querer saber” acer- como ya desposeídos de sus actos, op-
ca de las determinaciones desconocidas ciones o síntomas, a partir del momento
de sus actos. Este aspecto puede verse en que existen clichés y leyes para asig-
claramente en el film, cuando Renton es nar una racionalidad a esta anomalía”
apresado y enviado a juicio por los ac- (1990, p.46), lo cual resulta un espejo de
tos delictivos que venía cometiendo. Para su propia dificultad para elaborar algo
lograr la absolución, atribuye los actos de la relación que sostienen con la toxi-
delictivos al consumo de drogas y brinda comanía, como acto singular, como algo
su consentimiento para iniciar un trata- que les pertenece.
miento.
Así pues, podríamos preguntarnos por
En este sentido, se evidencia la tensión la verdadera naturaleza de este consen-
existente entre la responsabilidad enten- timiento. ¿Hay allí un acto de voluntad
dida en términos jurídicos y aquella que de iniciar un tratamiento? En términos
compromete al sujeto del inconsciente. psicoanalíticos, ¿puede ubicarse allí una
Si consideramos que Renton ha brinda- verdadera demanda de tratamiento?
do su consentimiento como “un acto de ¿Existe en Renton algún atisbo de interro-
voluntad”, nos situamos en el terreno de gación respecto de su consumo? En ese
un sujeto autónomo, lo cual restringe la momento, el consentimiento para iniciar
responsabilidad al terreno de la concien- un tratamiento parece “el mal menor”
cia. El hecho de que para este persona- frente a la posibilidad de ir a prisión -opi-
je su tratamiento se inicie como requisito nión compartida por sus padres, quienes
judicial deja por fuera el campo de la lo acompañan al juicio-, pero no hay una
responsabilidad subjetiva, no lo interpe- interrogación acerca de su responsabi-
la más allá de las fronteras conscientes. lidad en los actos cometidos –ni en los
De este modo, Renton sería responsable robos, ni en el consumo–. Esto lo hará
de los actos cometidos bajo el efecto de volver a consumir casi inmediatamente.
tóxicos, en cuanto a las normas se refiere.
Es responsable por el no cumplimiento de
No discriminación y no
26 sus obligaciones o el mal ejercicio de sus
estigmatización
derechos. Desde una reflexión ética, no
se puede obviar el análisis de las conse- Teniendo en cuenta el Artículo 11 de la De-
cuencias que esto tendrá para el sujeto. claración de Bioética y Derechos Huma-
ABORDAJE BIOÉTICO DEL TRATAMIENTO DE TOXICOMANÍAS: UN ANÁLISIS DE LA SINGULARIDAD EN SITUACIÓN A PARTIR DE LA NARRATIVA...
nos, es posible interrogar hasta qué punto lado, sitúa a su compañero Begbie como
éste es respetado en escenarios tales como víctima de “otro tipo de adicción”: aun-
el de consumo de tóxicos, especialmente que este personaje no consume ninguna
cuando se trata de casos “judicializados”, droga -si bien podría pensarse que tal vez
como el de Renton -una vez que ingresa tenga alguna cuestión sintomática en re-
al aparato judicial por las denuncias de lación al alcohol, ya que en varias esce-
robos y es enviado al tratamiento por sus nas se encuentra bebiendo en exceso-, a
adicciones para evitar la prisión. lo que Renton se refiere como “adicción”
en este caso es a los ataques de ira de
Si bien se establece que ningún individuo este sujeto, los cuales no logra manejar,
o grupo debería ser sometido a discrimi- necesitando imperiosamente una descar-
nación o estigmatización alguna, pare- ga motriz que lo lleva a los más cruentos
ciera ser que en el imaginario social y en ataques por motivos nimios.
el modo de abordar este tipo de consu-
mos problemáticos la mirada que prima Cuando Renton inicia el tratamiento esta-
dista mucho de aquella premisa. De he- tal para dejar las drogas y evitar la prisión,
cho, la figura del “adicto” en la sociedad vemos su desprecio frente a las entrevistas
actual es ubicada en un lugar marginal, y las propuestas que le hacen: parecen ser
puesto que es vista como “flagelo social”, similares para todos, a todos les dan los
lindante a lo delictivo o bien a una enfer- mismos remedios, él no hace vínculo con
medad, por lo cual suelen proliferar las ningún profesional. No hay escenas filma-
llamadas “comunidades terapéuticas”, das de los tratamientos, no ocupan lugar
que mantienen aquella fuente de pertur- en la vida de Renton y tampoco en el film.
bación en un espacio delimitado y por Ahora bien, en relación con la Bioética,
fuera de los márgenes de la sociedad. nos interesa destacar aquí la pregunta que
De este modo, no sólo se produciría una nos surge desde el campo profesional,
retroalimentación entre el aislamiento ¿por qué abordar la toxicomanía como un
propio del toxicómano y la marginación grupo homogéneo?
por parte de la sociedad, sino que todo
esto acarrea la demonización de la sus- Si consideramos al grupo “adictos” o
tancias, con la consecuente desrrespon- buscamos según categorías del tipo de
sabilización de los sujetos implicados en los manuales diagnósticos de la psiquia-
los actos de consumo. En el film, Renton tría, veremos que las personas que están
conmueve con todo lo que va diciendo, agrupadas en una misma categoría son
aquello que entendemos vulgarmente vistas como “relativamente similares” en
por “adicción”. Señala que su madre es cuanto a la manifestación de determina- 27
una “social y domésticamente aceptable da patología. La concepción de lo normal
drogadicta”, ya que consume Valium (en y lo patológico que guía esas concep-
grandes dosis y con frecuencia); y por otro tualizaciones conforma un instrumento
de dominio social que, en términos fou- cen más que llevar al protagonista de
caultianos, podemos entender como una regreso a su antiguo modo de respuesta,
normalización ¨biopolítica¨: un control consumiendo heroína una vez más.
que se ejerce sobre toda la población
con el objetivo de gobernar su vida, nor- Desde el Psicoanálisis, entendemos que
malizarla, etc (Canguilhem, [1966]2005; existen diversos modos de vinculación de
Foucault, 2000). La Psicología puede los individuos con las múltiples sustancias
aparecer estableciendo parámetros de psicoactivas, siendo distinta la función
la salud y la enfermedad, fomentando que ocupa el tóxico en la subjetividad de
que la población interiorice esas normas, cada quien. En este sentido, la apuesta
y ahorrando la necesidad de recurrir a terapéutica consistiría en propiciar una
mecanismos disciplinarios para ser más pregunta en el sujeto, entendiendo que
eficaces (Muhle, 2009), por ejemplo me- “la causa del consumo problemático no
diante la medicalización y la psicoterapia es la sustancia sino que hay que locali-
cognitivo-conductual, en busca de rápi- zarla en la singularidad subjetiva” (Duek
dos resultados. y Quevedo, 2010, p.3). De hecho, vemos
en este pequeño grupo de amigos que el
En cuanto a la psicoterapia, es llamativo film muestra cómo cada uno en su sin-
que no haya ningún tipo de intervención gularidad se va ligando al tóxico de una
presente en el film. Sin embargo, todas las manera especial, y cómo el tóxico cumple
intervenciones estatales giran en torno a una función diferente para cada uno de
la modificación conductual mediante el ellos: por ejemplo, al promediar el film
reemplazo de la sustancia, por lo cual el vemos cómo Tommy, el único de los ami-
paciente –Renton, en este caso– pareciera gos del grupo que mantenía un trabajo
no tener autoridad alguna sobre su propio y tenía un noviazgo estable, se deja caer
tratamiento (¿quiere dejar las drogas? por una situación en su relación amoro-
¿Cómo?), aunque él se las ingenia para sa e, incapaz de volver a encontrarle un
recuperar algo de ese margen de decisión sentido a su vida por fuera de esa no-
en el tratamiento con metadona. En di- via, comienza a consumir heroína en un
chas maniobras que Renton realiza pode- abandono de todo lo que había construi-
mos ver que se lo que se trata es de hacer do hasta el momento. Cuando Renton
del tratamiento algo propio, de singulari- va a visitarlo meses después, y lo encon-
zar aquello que por definición se propone tramos en pésimas condiciones, viviendo
borrar las diferencias individuales e inter- con VIH, sin muebles ni objetos, en un
personales, puesto que opera bajo pa- colchón raído, desesperado por el próxi-
28 rámetros estandarizados e inamovibles. mo consumo, vemos que no ha podido
Finalmente, estas estrategias –que se le superar ese proyecto fallido de futuro con
presentan como ineficaces para paliar esa novia y que la droga ha intentado lle-
los síntomas de la abstinencia– no ha- nar un vacío imposible.
ABORDAJE BIOÉTICO DEL TRATAMIENTO DE TOXICOMANÍAS: UN ANÁLISIS DE LA SINGULARIDAD EN SITUACIÓN A PARTIR DE LA NARRATIVA...
Por último, una reflexión respecto del presión, no sólo marcada por la falta de
consumo: si bien Renton, hacia el final deseo sino que fenomenológicamente se
del film, parece encontrar una salida me- presenta como aburrimiento o insatisfac-
nos mortificante (propone salir de las dro- ción permanente. Entonces, la sustancia
gas, encontrar un trabajo, comprarse una en sí misma no es lo central en la clínica
casa y un auto), toda la película constitu- con toxicomanías, sino la relación de cada
ye un circuito que se cierra en sí mismo y sujeto con dicha sustancia, el efecto subje-
vuelve a comenzar, nunca por fuera del tivo que conlleva la práctica de consumo
consumo: aún en esta posible salida ale- para cada quien. Por lo tanto, pretende-
jada de tóxicos, no deja de resultar evi- mos romper con la idea que se presenta
dente continúa tratándose del consumo y en el discurso social con respecto al adicto
la saturación de objetos, ahora con otros en tanto “conjunto”, ya que desde una mi-
alcances. rada psicoanalítica es posible evidenciar
que dicho conjunto incluye una serie de
Conclusiones cuestiones sumamente diversas en lo que
respecta a la subjetividad.
A partir de lo desarrollado, es posible
ubicar cierta paradoja en un escenario Tomando el concepto de pharmakon (re-
tan complejo como el de consumo pro- medio/veneno), su operatoria configura
blemático de sustancias: no se puede un modo de autoconservación paradóji-
pensar en la toxicomanía como entidad co que se distingue de un consumo sim-
clínica pero a su vez es necesario resca- ple de sustancias, ya que “el consumo
tar su especificidad en articulación con la problemático de una sustancia puede
bioética, problematizando la cuestión de ser un intento de autocuración, de auto-
qué le produce el tóxico a un sujeto y qué medicación […] un intento para aliviarse
es lo que hace cada sujeto con el mismo. […] paradójico porque alguien se conser-
va de un daño psíquico mayor, aunque
Por otro lado, consideramos que la ca- aplastándose subjetivamente, perdiéndo-
tegoría del “adicto” existe porque hay un se como sujeto” (Duek y Quevedo, 2010,
discurso social que lo nombra, concep- p. 5). El protagonista de Trainspotting
tualización que repite algo de lo que estos ubica esto claramente al decir respecto
sujetos padecen: la aniquilación subjetiva. de inyectarse heroína: “piensa en tu me-
Desde la orientación psicoanalítica, no jor orgasmo, multiplícalo por mil y aún así
podemos decir que este nombre sea váli- no estarás cerca” pero al mismo tiempo
do para todos los que consumen drogas, evidencia sufrimiento en la dependencia
sino que se trata de circunscribir cuál es el constante del tóxico.
lugar o la función del objeto droga para 29
cada quien. La droga es la respuesta que Ahora bien, ¿cuál es el desafío para los
encuentra un sujeto particular para des- psicólogos, para los médicos, para los
embarazarse de la angustia o de la de- bioeticistas? ¿Cuáles son las reflexiones
31
Resumen
Son actos médicos, esencialmente humanas, acompañar y atender cuando una persona
tiene dolor, está sufriendo y entra en un proceso final de vida hasta morir. Propongo, bajo un
enfoque ético biomédico personalista, retomar la dignidad y asegurar la esperanza en cada
individuo que los experimenta. La eutanasia moderna no es un acto médico. A pesar de su
reciente legislación en Colombia, el debate sobre ésta controvertida medida sigue. Aquí, la
racionalidad y elementos que se exponen, demuestran por qué no constituye una actividad
profesional ni un servicio de salud.
Palabras claves: Dolor, sufrimiento, muerte, dignidad, bioética, compasión, cuidados pa-
liativos, atención sanitaria, eutanasia
Humane hopeful options to confront pain, suffering and the end of life
Abstract
Medical activities, essentially humane, include accompanying and caring when a person is in
pain, is suffering and enters the end stage of life until dying. With a humanitarian biomedical
ethic’s focus I propose regaining dignity and ensuring hope in each individual experiencing
them. Modern euthanasia is not a medical act. Despite legislation recently favoring it in
33
1 Pediatra, Bioeticista Clínica. Directora Científica, Coordinadora Curso Bioética para Medicina Pontificia
Universidad Javeriana, Sede Cali. Correo electrónico: [email protected]
Colombia, the debate over this controversial topic continues. Here, the rationale presented
and elements exposed show why it is neither a professional activity nor a healthcare service.
Key words: pain, suffering, dying, dignity, bioethics, compassion, palliative care, healthca-
re, euthanasia.
Introducción Discusión
Desde una perspectiva de ética biomédi- Eliminar al paciente – con el fin de eli-
ca personalista, propongo la compasión minar su sufrimiento – no corresponde a
genuina y la compenetración con el su- un verdadero acto de compasión. Lo dice
frimiento del paciente (manejo médico) o la médica bioeticista Paulina Taboada:
con la persona (actitud comunitaria), más este acto lo que elimina es precisamen-
el reconocimiento de la dignidad esencial te la vida, el verdadero bien, el fin en sí
de toda persona, como los elementos fun- mismo de UNA VIDA HUMANA, objeto
damentales que argumentan en contra de real precisamente del elemento afectivo
“la necesidad” de aplicar la eutanasia. y terapéutico llamado “compasión”. Lue-
go, eliminar a la persona que sufre hace
La medicina paliativa, la asistencia sani- innecesaria la compasión, en otras pala-
taria adecuada y las mejores opciones de bras, un acto auténticamente compasivo
cuidados, apoyos y redes familiares y co- tiene la intención de eliminar – o al menos
munitarias son dignas y esperanzadoras aliviar - el sufrimiento y / o sus fuentes, al
opciones compartidas por expertos, en su tiempo que afirma el valor de la persona
mayoría médicos, como Paulina Tabao- que está sufriendo (Taboada, 2011).
da, Cecile Saunders, Gonzalo Herranz,
Felipe Vizcarrondo, Gian Domenico Bo- Minimizar “costos” físicos, emocionales,
rasio y Jesús Colomo. espirituales y sociales PARA la persona
con enfermedad crónica, terminal y/o ca-
En Colombia, debemos analizar éste tastrófica, permitiendo el curso natural de
tema y participar en la debates sobre el la muerte (SIN postergarla pero también
dilema ético que suscita, A PESAR de la SIN PRECIPITARLA) es conocer y ejercer
reciente legislación promovedor de la eu- adecuadamente el principio de propor-
tanasia. cionalidad terapéutica. Es mostrar ver-
dadero respeto y consideración por ésa
persona. Es acertar en el debido recono-
34 Metodología
cimiento del valor de cada vida, buscan-
Ensayo: punto de vista reflexivo, de tema do proveerlo de la mejor calidad posible,
controvertido, con extensas citas literarias. aún en su fase final. Y esto se hace, de
OPCIONES DIGNAS ESPERANZADORAS FRENTE AL DOLOR, EL SUFRIMIENTO Y EL FINAL DE VIDA
verdad se logra, curando, cuidando, ali- del médico y por encima del principio
viando y acompañando; elementos y ac- bioético de no-maleficencia. Pero, a favor
tividades contempladas en el quehacer de los pacientes que exigen sus derechos
diario médico y social. de “morir dignamente” a mano de mé-
Me encanta la citación hecha por Paulina dicos, hay que reconocer que ellos son
Taboada (2011), atribuido a la fundado- precisamente productos tanto de socie-
ra del movimiento hospicio, la inglesa Ci- dades utilitaristas, hedonistas, y pragmá-
cely M.S. Saunders: ticas, como de médicos tecnificados que
los han hecho pensar y aún creer que la
Tú me importas por ser tú, importas has- eutanasia es la mejor salida. Ya sea que
ta el último momento de tu vida y hare-
piensan que son inútiles estorbos, que se-
mos todo lo que esté a nuestro alcance,
no sólo para ayudarte a morir en paz, rán abandonados en su sufrir o contrario,
sino también a vivir hasta el día en que tienen miedo al encarnizamiento terapéu-
mueras. (p. 51) tico, ésta desvirtuada postura es producto
del mundo posmoderno, es resultado de
Como yo lo veo, sólo hay fríos argumen- fallas sociales y tecno-científicas de hoy.
tos a favor de la eutanasia basados en
enfoques utilitaristas, hedonistas, prag- Bajo una equivocada perspectiva se seña-
máticos. Para aplicar dichos enfoques se la el encarnizamiento (error médico que
tiene que contar con una mirada materia- debemos evitar) para justificar otro acto
lista de la persona (y su cuerpo humano), realmente contradictorio al quehacer mé-
hay que verla como OBJETO. Bajo ésta dico. Dicho acto, la eutanasia, tampoco
óptica comúnmente, pero desacertada- tiene similitud alguna con el origen eti-
mente, se aplica de manera extrínseca el mológico de la palabra y su considera-
calificativo “FALTA DE calidad de vida” ción antigua. “Eutanasia” en origen se
con la intención de ponerle fin a una refiere a la BUENA MUERTE, concebido
vida, equivocadamente pensando que se como una buena atención mediante un
justifica. Tanto ver la vida en términos de buen acto médico (valga la redundancia).
“commodity” al que se da o se resta va- Pero, ése buen actuar médico también se
lor, como disponer de ella, es ajeno a la refería y aún incluye hoy primun non noc-
realidad respetable y digna de cada uno cere, también incluye evitar activamente
en, tal vez, el momento más crucial de la distanasia (mala muerte a manos mé-
nuestras vidas. dicos por encarnizamiento). Una cosa es
una cosa y la otra es otra: aplicar un in-
En la actualidad, a favor de la decisión yección letal (eutanasia moderna activa)
eutanásica existe la importancia predo- o desconectar el soporte técnico-terapéu- 35
minante y desequilibrada de la autono- tico (eutanasia moderna pasiva) son ac-
mía de los pacientes por encima de la tuares conscientes de provocar la muerte,
consciencia y compromiso hipocrático que en nada difieren de asesinar.
40
AMBIENTALISMO MODERNO O ECOMODERNISMO: UNA VISIÓN PRAGMÁTICA DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES
Ambientalismo moderno
o Ecomodernismo:
Una visión pragmática de los
problemas ambientales1
Esteban Rossi2
Resumen
Si le preocupa la biodiversidad, le disgusta la pobreza y está dispuesto a probar nuevas
tecnologías con una dosis moderada de optimismo, probablemente estará de acuerdo con
la propuesta del movimiento ecomodernista. En abril 2015, los líderes de este movimiento
publicaron su Manifesto provocando un debate entre los ambientalistas. Recientemente la
propuesta del Ecomodernismo ha inspirado a investigadores, empresarios, filántropos y
funcionarios gubernamentales a revisar sus estrategias para enfrentar los problemas am-
bientales. En este ensayo describo como el Ecomodernismo nos invita a repensar algunos
de nuestros supuestos acerca de la naturaleza, la política y la tecnología para renovar el
movimiento ambientalista. El Ecomodernismo ha hecho contribuciones importantes sobre la
conservación de la biodiversidad y la necesidad de aumentar la disponibilidad de energía.
Es muy posible que estas contribuciones enriquezcan el trabajo de la de ecología política y
la ética ambiental y permitan abrir nuevos espacios políticos.
1 La versión electrónica de este artículo, disponible en la página web del Instituto de Bioética (http://www.
javeriana.edu.co/ins-bioetica/publicaciones), incluye enlaces que pueden ser consultados por quienes estén
interesados en las temáticas que aquí se plantean. Una primera versión de este texto, en inglés, se encuentra
disponible en: http://www.ecomodernism.org/responses/2015/8/26/ecomodernism-environmentalism-for- 41
everyone-1
2 Profesor Asistente, Instituto de Bioética, Pontificia Universidad Javeriana. Doctor en Geografía, Universidad
de Clark; Maestría en Ciencias Ambientales, Universidad de Yale; Biólogo, Pontificia Universidad Javeriana.
Áreas de interés: gestión ambiental, ecología política, teoría crítica. Correo: [email protected]
Abstract
If you worry about biodiversity, dislike poverty, and are willing to try new technologies with
a fair share of optimism, you are likely to agree with the ecomodernist proposal. Last year,
the leaders of the ecomodernist movement published their Manifesto provoking a vigorous
debate among environmentalists. Yet, the manifesto, and Ecomodernism more broadly, has
inspired a number of academics, business leaders, philanthropists and government officials
to revise their strategies to address environmental problems. In this essay I argue that eco-
modernism invites us to rethink some of our deeply held assumptions about nature, politics,
and technology in order to renew environmentalism across the world. Engaging with eco-
modernism can also enrich debates in political ecology on issues ranging from biodiversity
conservation to energy and open new spaces for political debate.
Para Norton la ecología requiere gestión las posturas clásicas de alguna discipli-
y manejo activo para proveer valores de na. Por esta razón el ejercicio de la in-
interés junto con servicios ambientales. terdisciplinariedad implica abandonar
algunos supuestos para considerar con
El primer paso hacia una ecología sin
cuidado nuevas propuestas. Con sus es-
naturaleza consiste en identificar nuestros
tudios sobre los beneficios ambientales
valores de interés, es decir las cosas que
y económicos de la revolución del gas
nos importan o nos preocupan. Identifi-
natural en los Estados Unidos, los eco-
car y comunicar adecuadamente los va-
modernistas ilustraron la importancia de
lores de interés es necesario para que los
la interdisciplinariedad para el ambien-
actores puedan administrar los recursos
talismo Breakthrough Institute (2012). El
para beneficio mutuo. Si los actores ne-
gas natural es abundante, tiene un bajo
gocian adecuadamente sus valores es
costo y es menos contaminante que otros
posible combinar actividades tan distin-
combustibles fósiles como el petróleo o
tas como el aprovechamiento forestal, la
el carbón. Curiosamente, estos beneficios
conservación, la ganadería y los estilos
pasaron desapercibidos para numerosos
de vida rurales. Las herramientas actuales
ambientalistas quienes se enfocaron en
de la ciencia y las tecnologías de la in-
las consecuencias negativas del gas natu-
formación permiten manejar los recursos
ral, específicamente en la contaminación
naturales de forma eficiente, equitativa y
de las fuentes de agua subterráneas. En
sostenible, pero primero debemos iden-
el futuro, probablemente podemos mejo-
tificar nuestros valores de interés para
rar la calidad del debate y analizar tanto
luego precisar objetivos de manejo. Por
los beneficios como impactos ambienta-
el contrario, cuando nos apoyamos en la
autoridad de la “Ciencia” o la noción de les de las nuevas tecnologías a diferentes
“Naturaleza” con frecuencia terminamos escalas. El gas natural es el más limpio de
imponiendo nuestros valores en otras los combustibles fósiles y ha traído bene-
personas, particularmente en poblacio- ficios económicos para toda la sociedad,
nes vulnerables o comunidades rurales. al mismo tiempo, algunos métodos de
Esto no solo es políticamente injusto, sino extracción como la fracturación hidráu-
que contribuye a polarizar las discusiones lica, pueden contaminar las fuentes de
ambientales (Chase, 1996). agua. Por tanto debemos evaluar cuida-
dosamente estos impactos para regular
En segundo paso hacia una ecología sin adecuadamente esta tecnología. En esto
naturaleza consiste en combinar diferen- consiste el abordaje interdisciplinario que
tes disciplinas del conocimiento. Aunque se recomienda para enfrentar los proble-
44 la importancia de la interdisciplinariedad mas ambientales.
ha sido reconocida en la academia, en
la práctica es difícil combinar diferentes En tercer lugar, es necesario analizar
perspectivas sin entrar en conflicto con con cuidado el contexto de los proble-
AMBIENTALISMO MODERNO O ECOMODERNISMO: UNA VISIÓN PRAGMÁTICA DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES
mas ambientales. Dado que este tipo de para reducir la transmisión de la malaria,
problemas combina factores sociales y filtros para el agua para prevenir la dia-
ecológicos que se encuentran ligados al rrea y estufas mejoradas para reducir la
contexto, debemos evitar tanto las gene- incidencia de enfermedades pulmonares.
ralizaciones simples como las soluciones Este tipo de estrategias, aunque muy valio-
excesivamente complejas. Por ejemplo, sas, son insuficientes para las necesidades
en vez de promover el establecimiento de de los más pobres y no reflejan los recur-
áreas protegidas más grandes y numero- sos y la tecnología disponibles actualmen-
sas como principal estrategia de conser- te. Ahora que la posibilidad de erradicar
vación, la invitación del Ecomodernismo la pobreza está a nuestro alcance, las ac-
consiste en colaborar con las comunida- tividades de mitigación son probablemen-
des locales para construir una agenda te inadecuadas. Debemos ser mucho más
común que permita el manejo integra- ambiciosos. Aunque como ambientalistas,
do de los recursos, como han hecho los reconocemos que erradicar la pobreza es
profesionales del desarrollo desde hace una tarea que excede nuestras competen-
décadas (Garrity, 2006). La evidencia in- cias y que los profesionales del desarrollo,
dica que en el largo plazo las estrategias las agencias especializadas y las organiza-
colaborativas que permiten reconciliar las ciones comunitarias están mejor prepara-
necesidades locales con los objetivos de dos para enfrentar este reto. Sin embargo,
conservación tienen mejores probabilida- sabemos bien que el ambiente y el desarro-
des de éxito que las estrategias tradicio- llo se encuentran estrechamente ligados y
nales de conservación (Escobar, 2008). que la política influencia el manejo de los
El manejo de paisajes agrícolas, los sis- recursos naturales y las agendas de conser-
temas silvopastoriles y zonas de uso mixto vación. Entonces debemos preguntarnos:
puede ser tan importante para la conser- ¿qué le ofrece el ambientalismo tradicional
vación como las estrategias tradicionales. (occidental) a los pobres, los grupos vulne-
Así, al identificar nuestros valores de in- rables y los menos favorecidos?
terés, combinar perspectivas y reconocer
la importancia del contexto, podremos Al parecer no mucho. El ambientalismo
enfrentar las debilidades políticas del am- tradicional no cuenta con una propuesta
bientalismo tradicional. clara y atractiva para las personas menos
favorecidas. En general, el establecimien-
to de áreas protegidas y la conservación
Política
de la biodiversidad no han traído bene-
Una de las preguntas políticas más im- ficios importantes a las comunidades lo-
portantes de nuestros tiempos es que tan cales. Es por esto que en el pasado, el 45
rápido podemos erradicar la pobreza ambientalismo tradicional (occidental) ha
material. Ya no se trata simplemente de sido percibido como un movimiento re-
mitigar la pobreza utilizando mosquiteros gresivo, de origen colonial, algunas veces
Una elaboración de este argumento se las que los estados, las organizaciones y
puede encontrar en sus artículos sobre la los mercados puedan interactuar activa-
modernización del liberalismo. mente (Bakker, 2010). Buscando impul-
sar este tipo de estrategias y promover
Para todos aquellos que formamos parte formas más equitativas de distribuir los
de la tradición del ambientalismo libe- recursos, la ecología política en particu-
ral cuyos inicios se asocian al protoco- lar ha combinado la crítica con el acti-
lo de Kyoto (1997), el Ecomodernismo vismo. Estos esfuerzos políticos han sido
nos invita a reducir nuestra confianza inspiradores y en muchos casos exitosos,
en las fuerzas del mercado para distri- pero han causado que factores como la
buir servicios ambientales y a repensar tecnología reciban poca atención.
los factores que impulsan el cambio so-
cial (Shellenberger & Nordhaus, 2011). El cambio tecnológico combinado con
Desde 1997, la comunidad ambienta- transiciones demográficas también pue-
lista, particularmente en el mundo an- de impulsar profundos cambios sociales.
glosajón, ha buscado aprovechar los Las tecnologías de la información (TIC) y
mecanismos de mercado para distribuir la energía están transformando la forma
bienes y servicios ambientales (Berns- en que las personas aprenden, trabajan y
tein, 2001). Hasta el momento y a pe- participan en la vida pública. Cientos de
sar de inversiones considerables, estos millones de personas se comunican regu-
esfuerzos no han arrojado los resultados larmente utilizando el correo electrónico y
esperados. Desde el protocolo de Kyo- las redes sociales, hacen transacciones en
to hasta hoy, los intentos de crear un mercados cada vez más grandes y tienen
mercado global de carbono (CO2) han acceso a mejores herramientas. Además,
sido ineficaces y profundamente con- una gran parte de la información que uti-
troversiales. Las razones para esto han lizamos regularmente está disponible en
sido descritas detalladamente desde la internet de forma casi gratuita. No cabe
ecología política y la economía. Aunque duda que estos avances tecnológicos son
numerosos mercados privados y volun- positivos. Aunque desconocemos cual
tarios continúan operando en varios lu- será el papel de las TIC en la organiza-
gares, su tamaño está muy por debajo ción social y política, las oportunidades
de las metas establecidas por el panel son numerosas. Para aquellos investiga-
internacional del cambio climático para dores que describen y facilitan procesos
estabilizar las emisiones (Forsyth, 2002). sociales desde la ecología política, las
Está claro que el mercado no es sufi- humanidades o las ciencias sociales, el
48 cientemente eficaz para distribuir bienes Ecomodernismo nos invita a considerar
y servicios ambientales. Luego necesi- las oportunidades que ofrecen las nuevas
tamos desarrollar estrategias mixtas en tecnologías.
AMBIENTALISMO MODERNO O ECOMODERNISMO: UNA VISIÓN PRAGMÁTICA DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES
Por otra parte, en una sociedad afluente Bakker, K. 2010. Debating green neoliberalism:
y equitativa no es difícil imaginar cómo “The limits of neoliberal natures”. Prog Hum
Geogr, December, 34(6): 715-735.
se podrían crear numerosos empleos de
calidad en educación, salud y servicios Bernstein, S. 2001. The compromise of
sociales. Aunque la transición actual ha- liberal environmentalism. New York:
Columbia University Press. 314 p. ISBN-
cia una sociedad con menos empleos de- 10: 0231120370.
mandara esfuerzos de diversos actores.
Chase, A. 1996. In a dark wood: The fight
En este caso, al igual que en el anterior, over forests and the myths of nature.
el Ecomodernismo y la ecología política USA Transaction Publishers. 535 p.
deben aunar esfuerzos para enfrentar ISBN: 0765807521.
este desafío. Cronon, W. 1996. Uncommon Ground:
Rethinking the Human Place in Nature.
En conclusión, a pesar de las críticas, la Norton Press. New York. 560 p. ISBN:
invitación del manifestó ecomodernista a 978-0-393-31511-0. http://www.william
cronon.net/writing/Trouble_with_Wilderness_
reconsiderar el papel de la tecnología y
Main.html
reconstruir la modernidad merece aten-
da Silva, L. 2009. Speech of the Brazilian
ción. De forma similar, las tendencias en
President at COP15 in Copenhagen.
el desarrollo industrial, la agricultura y la https://www.youtube.com/watch?v=LQz
energía son imposibles de ignorar. No VjDp5WA8 (Consultado 20 Agosto 2016)
cabe duda que examinar estas tendencias Echeverria, B. 2005. Modernity and Capitalism,
de forma interdisciplinaria creara nuevos 15 theses. Theomai (5):11. http://www.re-
espacios de participación política. Aun- dalyc.org/articulo.oa?id=12420823007
que el papel de la tecnología como motor Escobar, A. 1995. Encountering Develop-
del cambio social probablemente seguirá ment: the making and unmaking of the
siendo un tema controversial, espero que third world. Princeton University Press.
346 p. ISBN: 9780691150451.
en el futuro el Ecomodernismo aborde
esta pregunta en dialogo con la ecología Escobar, A. 2008. Territories of Differen-
ce: Place, Movements, Life, Redes.
política. Por último, el Ecomodernismo
Duke University Press. 435 p. ISBN-10:
nos invita a revisar nuestros supuestos y 0822343274
a ser ligeramente optimistas sobre el futu-
Ford, M. 2015. Rise of the Robots: Techno-
ro. Esta invitación es bienvenida no solo logy and the Threat of a Jobless Future.
porque enfrentamos serios problemas Basic books. New York. 334 p. ISBN:
ambientales, sino porque como señaló 17807484859781780748481.
William Gibson, el futuro ya está aquí. Forsyth, T. 2002. Critical Political Eco-
logy: The Politics of Environmental
Science. Routledge. 340 p. ISBN-10: 51
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EL USO DE ANIMALES Y LA SIMULACIÓN CLÍNICA: UN MODELO DIFERENTE DE EDUCACIÓN EN MEDICINA
EL USO DE ANIMALES Y LA
SIMULACIÓN CLÍNICA: UN MODELO
DIFERENTE DE EDUCACIÓN EN
MEDICINA
Diana Carolina Estrada Cano1
Resumen
El uso de animales en la investigación y la educación biomédica genera interés dentro del
estudio de la bioética. Se describe la experiencia de algunos médicos con el uso de anima-
les (perros) durante el curso de su carrera, sus vivencias y las distintas reacciones relaciona-
das con esta práctica. Se menciona un recuento histórico sobre el papel de los animales
a través del tiempo, y la influencia que tuvo este proceso en el modelo de educación en
medicina. El legado histórico influyó enormemente en el ámbito científico y biomédico en
el cual, durante muchos años, se han utilizado animales en múltiples áreas así como en
los modelos de educación en las facultades de medicina. Surgieron entonces muchas
inquietudes alrededor del entrenamiento de los estudiantes de medicina con animales y
en las diferentes facultades de medicina alrededor del mundo se empezaron a interrogar
acerca de la necesidad de este tipo de prácticas. Se han desarrollado métodos que no re-
quieren el uso de animales como es la simulación clínica que recrea un ambiente ideal en
el contexto educativo en el cual se presentan situaciones predecibles, consistentes, estanda-
rizadas, seguras y reproducibles. Después de una larga historia de eventos, experiencias y
sufrimientos, existe hoy una sociedad más consciente del valor moral de estos animales y
las generaciones más recientes de médicos tienen un desempeño similar al de aquellos que
recibieron entrenamiento con animales.
Abstract
The use of animals in biomedical research and education generates interest in the study of
bioethics. It is described the experience of some physicians using animals (dogs) during the
course of their careers, their experiences and the different reactions related to this practice. A
historical account of the role of animals through time, and the influence they had in the men-
tioned medical education model. The historical legacy greatly has influenced the scientific
and biomedical field, in which animals have been used for many areas, as well as the models
of education in medical schools. Many concerns emerged about training medical students
with animals and different medical schools around the world began to question about the
need for such practices. Methods that do not require use of animals have been developed,
such as clinical simulation that recreates an ideal environment in the educational context in
which predictable, consistent, standardized, safe and reproducible situations arise. After a
long history of events, experiences and sufferings, there is now a more conscious society in
terms of moral value of these animals and the most recent generations of doctors have a
similar performance to those who were trained with animals.
un tubo a través del cuello para garan- rida de muerte pero lo salvé”, (estudiante
tizar la permeabilidad de la vía aérea) de medicina en el año 2001).
ó paso de tubos de tórax (tubo a través
del tórax entre las costillas para drenar La conciencia que tenían los estudiantes
un sangrado). Los perros se quejaban en de medicina con respecto a los aspectos
ocasiones y por tanto existía la duda entre éticos y morales de la práctica con ani-
los estudiantes con respecto a si sentían males era limitada o nula. Era usual par-
dolor durante sus intervenciones. ticipar en este tipo de talleres con perros
en las diferentes facultades de medicina,
Para los estudiantes de medicina era bien y se consideraban necesarios dentro del
conocido que una vez cursaran octavo entrenamiento para adquirir habilidades
semestre tendrían esta experiencia. No quirúrgicas. No existían espacios para
solo generaba angustia el hecho de no discutir acerca de sus implicaciones mo-
saber si aquellos animales sentían algún rales o quizás simplemente se ignoraban
tipo de dolor, también existía una fuerte los aspectos éticos frente al gran peso
sensación de curiosidad y poder, pues fi- que se le adjudicaba a lograr ser bue-
nalmente intervendrían en un cuerpo de nos cirujanos. Hoy en día, los estudiantes
forma “similar” a lo que sería su posterior de la facultad de medicina manifiestan
práctica de vida. asombro y gran sorpresa cuando cono-
cen información acerca de estos talleres
Se generaban múltiples interrogantes: con animales y expresan dudas como las
¿De dónde provienen los perros? ¿Son siguientes: “¿cómo podían cometer se-
perros sanos? ¿Enfermos? ¿Están bien mejante crueldad?” (estudiante de octavo
anestesiados? Al mismo tiempo que se semestre de medicina, 2016), “¿Es ética-
planteaban estos interrogantes se perci- mente correcto?” (estudiante de octavo
bían diferentes reacciones y sentimientos: semestre de medicina, 2015).
algunos expresaban emoción; otros, tris-
teza o enfado. Al entrevistar a algunos Es importante conocer el proceso históri-
médícos que vivieron esta experiencia co a través del cual se ha discutido sobre
durante su carrera, se registraron diferen- el papel de los animales en la sociedad,
tes percepciones: “Inicialmente no quería su rol entre nosotros, su valor moral y su
entrar al laboratorio, luego sentí ganas presencia en actividades con fines edu-
de llorar, y finalmente me daba mal genio cativos. La preocupación por los anima-
con los que lo disfrutaban”, (estudiante de les parece ser algo relativamente reciente
medicina en el año 2001). “Me pareció con la aparición de la legislación, nor-
muy provechoso, aunque sí sentía triste- matividad y penalización correspondiente 55
za por el perro”, (estudiante de medicina (Ley 83, 1989), pero la discusión filo-
en el año 1995). “Yo aprendí a pasar un sófica y teológica se remota a muchos
tubo de tórax en un perro, le hice una he- años atrás. En la Grecia antigua existían
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