Historia de La Hidraulica 1.1.1
Historia de La Hidraulica 1.1.1
Historia de La Hidraulica 1.1.1
Etimología[editar]
La palabra «hidráulica» proviene del griego ὑδϱαυλικός (hydraulikós) que, a su vez, viene
de «tubo de agua», palabra compuesta por ὕδωϱ («agua») y αὐλός («tubo»).
Historia[editar]
Egipto y Grecia[editar]
Las civilizaciones más antiguas se desarrollaron a lo largo de los ríos más importantes de
la Tierra. La experiencia y la intuición guiaron a estas comunidades en la solución de los
problemas relacionados con las numerosas obras hidráulicas necesarias para la defensa
ribereña, el drenaje de zonas pantanosas, el uso de los recursos hídricos, la navegación,
entre otros problemas.
En las civilizaciones de la antigüedad, estos conocimientos se convirtieron en privilegio de
una casta sacerdotal, no eran compartidos abiertamente. En el antiguo Egipto los
sacerdotes se transmitían, de generación en generación, las observaciones y registros,
mantenidos en secreto, respecto a las inundaciones del río, y estaban en condiciones, con
base en estos, de hacer previsiones que podrían ser interpretadas fácilmente como
revelaciones transmitidas por los dioses. Fue en Egipto donde nació la más antigua de las
ciencias exactas, la geometría que, según el historiador griego Heródoto, surgió a raíz de
exigencias catastrales relacionadas con las inundaciones del río Nilo.
Con los griegos la ciencia y la técnica pasan por un proceso de desacralización, a pesar de
que algunas veces se relegan al terreno de la mitología.
Tales de Mileto, de padre griego y madre fenicia, atribuyó al agua el origen de todas las
cosas. La teoría de Tales de Mileto, al igual que la teoría de los filósofos griegos
subsecuentes del período jónico, encontrarían una sistematización de sus principios en
la física de Aristóteles. Física que, como se sabe, está basada en los cuatro
elementos naturales, sobre su ubicación, sobre el movimiento natural, es decir hacia sus
respectivas esferas, diferenciado del movimiento violento. La física antigua se basa en el
sentido común, es capaz de dar una descripción cualitativa de los principales fenómenos,
pero es absolutamente inadecuada para la descripción cuantitativa de los mismos.
Las primeras bases del conocimiento científico cuantitativo se establecieron en el
siglo III a. C. en los territorios en los que fue dividido el imperio de Alejandro Magno, y
fue Alejandría el epicentro del saber científico. Euclides recogió, en los Elementos, el
conocimiento precedente acerca de la geometría. Se trata de una obra única en la que, a
partir de pocas definiciones y axiomas, se deducen una infinidad de teoremas.
Los Elementos de Euclides constituirán, por más de dos mil años, un modelo de ciencia
deductiva de un insuperable rigor lógico. Arquímedes de Siracusa estuvo en contacto
epistolar con los científicos de Alejandría.
Arquímedes realizó una gran cantidad de descubrimientos excepcionales. Uno de ellos
empezó cuando Hierón II reinaba en Siracusa. Quiso ofrecer a un santuario una corona de
oro, en agradecimiento por los éxitos alcanzados. Contrató a un artista con el que pactó el
precio de la obra y además le entregó la cantidad de oro requerida para la obra. La corona
terminada fue entregada al rey, con la plena satisfacción de este, y el peso también
coincidía con el peso de oro entregado. Un tiempo después, sin embargo, Hierón II tuvo
motivos para desconfiar de que el artista lo había engañado sustituyendo una parte del oro
con plomo, manteniendo el mismo peso. Indignado por el engaño, pero no encontrando la
forma de demostrarlo, solicitó a Arquímedes que estudiara la cuestión. Absorto por la
solución de este problema, Arquímedes observó un día, mientras tomaba un baño en una
tina, que cuando él se sumergía en el agua, ésta se derramaba hacia el suelo. Esta
observación le dio la solución del problema. Saltó fuera de la tina y, emocionado, corrió
desnudo a su casa, gritando: “Eureka! Eureka!” (que, en griego, significa: "¡Lo encontré, lo
encontré!").
Arquímedes fue el fundador de la hidrostática, y también el precursor del cálculo
diferencial: recuérdese su célebre demostración del volumen de la esfera, y en conjunto
con los científicos de Alejandría no desdeñó las aplicaciones a la ingeniería de los
descubrimientos científicos, tentando disminuir la brecha entre ciencia y tecnología, típica
de la sociedad de la antigüedad clásica, sociedad que, como es bien sabido, estaba
basada en la esclavitud.
En el campo de la hidráulica él fue el inventor de la espiral sin fin, la que, al hacerla girar al
interior de un cilindro, es usada aún hoy para elevar líquidos.