Embarazo Múltiple
Embarazo Múltiple
Embarazo Múltiple
Capítulo 30.
EMBARAZO MÚLTIPLE
Conceptos generales
Un embarazo múltiple corresponde al
desarrollo simultáneo en el útero de dos o más fetos.
(Figura 1) La mayoría de las veces el embarazo múltiple
es producto de una ovulación doble (o múltiple) y la
fecundación de cada uno de esos óvulos por un
espermatozoide, resultando en un embarazo múltiple
bicigótico. Con menor frecuencia es el resultado de un
ovulo fecundado que se divide, dando origen a un
embarazo múltiple monocigótico.
Los embarazos múltiples pueden originarse
naturalmente, sin embargo, hoy en día su frecuencia ha
aumentado de la mano de las técnicas de fertilización
asistida.
Las complicaciones maternas durante el
embarazo son más frecuentes en los embarazos
múltiples (3-7 veces), y así mismo, tiene mayor riesgo de
morbilidad y mortalidad perinatal. El embarazo múltiple es un embarazo patológico, de modo que
prácticamente todas las complicaciones del embarazo son más frecuentes en ellos.
Definiciones
Embarazo múltiple Presencia de más de un feto en la cavidad uterina
Embarazo gemelar Presencia de dos fetos en la cavidad uterina
Embarazo triple Presencia de tres fetos en la cavidad uterina
Embarazo múltiple de alto orden Más de tres fetos en la cavidad uterina
Monocorial Una sola placenta
Bicorial Dos placentas independientes
Monoamniótico Los fetos comparten un mismo saco amniótico
Biamniótico Dos cavidades amnióticas diferentes
Monocigótico Provienen de un solo óvulo fecundado
Bicigótico o Dicigótico Proviene de dos óvulos fecundados
Epidemiología
La incidencia de los embarazos gemelares y múltiples ha mantenido un aumento sostenido en los
últimos 30 años, siendo el principal factor responsable la fertilización asistida. La mayoría de las gestaciones
múltiples en tratamientos de fertilización asistida son de tipo bicigótico, en efecto, se ha reportado que la
inducción de la ovulación aumenta la posibilidad de gestación doble entre un 7% y 50% dependiendo del
tratamiento utilizado. Sin embargo, los tratamientos de infertilidad, por un mecanismo aún desconocido,
también han aumentado la incidencia de gemelos monocigotos hasta en 10 veces respecto de su ocurrencia
espontánea.
El parto gemelar tiene una frecuencia de 1/80 nacidos vivo (casi 1%), la incidencia de embarazo triple
espontáneo es de 1/7.000-8.000 y de cuádruples aproximadamente 1/600.000. De los embarazos inicialmente
dobles, sólo la mitad finaliza en el parto de dos fetos viables, mientras que en el resto ocurre aborto de ambos
gemelos o la muerte temprana de uno de ellos.
La mortalidad perinatal en embarazos gemelares es significativamente superior a la observada en
embarazos únicos, siendo de un 5% para los gemelos monocoriales y de un 2% para los bicoriales. Así, la
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gestación gemelar debe ser considerada como un embarazo de alto riesgo y, por lo tanto, requiere de cuidados
prenatales diferentes. Es importante considerar que los embarazos gemelares son responsables del 25% de
todos los recién nacidos de bajo peso al nacer y de un 10% del total de casos de parálisis cerebral.
El diagnóstico debe sospecharse clínicamente cuando en el segundo trimestre la altura uterina sea
evidentemente mayor que la esperada. El diagnóstico de certeza del embarazo gemelar o múltiple sólo se
puede realizar por ultrasonografía o al momento del parto si la paciente no tuvo ecografías en su gestación.
Desde un punto de vista biológico es posible clasificar a los embarazos múltiples de acuerdo a su
cigosidad y según su corionicidad, siendo esta última clasificación la de mayor importancia clínica.
Cigosidad
• Dicigóticos (bicigóticos): se originan en una
ovulación doble, popularmente se les llama
mellizos. Los gemelos dicigóticos varían su
incidencia, siendo mayor en mujeres de raza negra,
pacientes con embarazo gemelar previo, mujeres
con paridad mayor a tres, edad materna superior a
35 años y uso de técnicas de fertilización asistida.
Todos los embarazos bicigóticos son bicoriales-
biamnióticos.
• Monocigóticos: se originan en la división de un
huevo fecundado. Según el momento de la división,
originarán embarazos mono o bicoriales, y mono o
biamnióticos, como se indica en la siguiente tabla.
Popularmente se conocen como gemelos. Los
gemelos monocigóticos espontáneos tienen una
incidencia de 4/1.000, la que es similar en todos los
grupos étnicos y no cambia con la edad materna.
Corionicidad
• Bicoriales: poseen 2 placentas, las que pueden estar
bien separadas o juntas simulando una sola masa
placentaria, pero funcionalmente independientes.
Todos los dicigotos son bicoriales, algunos
monocigotos pueden ser bicoriales (división temprana).
• Monocoriales: tienen 1 placenta anatómica y funcionalmente compartida, presentando casi en el 100%
de los casos comunicaciones vasculares entre ambos fetos. Pueden ser biamnióticos o monoamnióticos,
dependiendo del momento de la división. Algunos monocigotos pueden ser monoamnióticos.
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monocoriales. Los gemelares monocoriales comparten la vasculatura, están conectados, y pese a que la mayor
parte de las veces se logra un equilibrio, y así un embarazo libre de complicaciones, en un grupo significativo
existen complicaciones importantes para los fetos producto de las conexiones vasculares establecidas en la
placenta.
Como se mencionó antes, el embarazo múltiple es un embarazo patológico, de modo que son
múltiples los problemas de salud que significan, tanto para la madre como para los fetos.
Complicaciones maternas
El embarazo gemelar y múltiple tiene morbimortalidad materna aumentada, hecho independiente
de la corionicidad, pero dependiente del número de fetos y en especial de la aparición del síndrome
hipertensivo del embarazo. A continuación, describimos las principales complicaciones maternas del
embarazo múltiple.
• Síndrome hipertensivo del embarazo (SHE): la incidencia de preeclampsia es significativamente mayor en
el embarazo múltiple que en gestación única, en los gemelares el SHE se presenta más precozmente y es
de mayor severidad. Las cifras reportadas son de 10-20% en gemelos, 25-50% en triples y prácticamente
la totalidad de los embarazos de alto orden (4 o más fetos).
• Edema pulmonar agudo: en pacientes cardiópatas o frente al uso de betamiméticos como agente
tocolítico (Ej. fenoterol), hecho de alta frecuencia considerando que el principal riesgo del embarazo
múltiple es el parto prematuro. El mayor riesgo de edema pulmonar se debe a que los cambios fisiológicos
propios del embarazo son más marcados que en una gestación única, destacando la mayor expansión de
volumen plasmático y vasodilatación.
• Anemia: la mayor expansión de volumen plasmático implica mayor hemodilución, por lo que la
prevalencia de anemia es el doble que en embarazo único.
• Hemorragia postparto: se debe a la inercia uterina, la sobredistensión uterina ocasionada por la gestación
múltiple se asocia a retracción uterina defectuosa en el posparto inmediato.
• Placenta previa: la presencia de 2 placentas o una masa placentaria de mayor tamaño, aumenta la
probabilidad de implantación en el segmento inferior.
• DPPNI: cuando el útero disminuye bruscamente de tamaño, principalmente luego de la salida del primer
feto. En caso de la asociación entre preeclamsia y embarazo múltiple, el DPPNI puede llegar hasta un 5%.
• Vasa previa: la inserción velamentosa del cordón es más frecuente en los gemelares que en los embarazos
únicos. El tamaño de la masa placentaria facilita la posibilidad de una vasa previa, y así el riesgo de rotura
de vasa previa. Ver capítulo 27. METRORRAGIA DE LA SEGUNDA MITAD DEL EMBARAZO.
• Hiperemesis gravídica: se reporta hasta en un 50% de los casos de embarazo gemelar, y tendría relación
a los altos niveles de gonadotrofina coriónica.
• Hígado graso agudo, complicación de baja frecuencia, pero de alta mortalidad materna, reportándose
que hasta un 25% de los casos ocurren en relación a la gemelaridad.
Complicaciones fetales
Las complicaciones fetales del embarazo múltiple son variadas y de diferente gravedad, desde mayor
riesgo de aborto/muerte, hasta morbilidad de menor gravedad, pasando por un elevado riesgo de secuelas
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neurológicas. El riesgo de muerte in útero es 20-30 veces mayor en un embarazo múltiple que en un feto
único, del mismo modo, la mortalidad perinatal es 4 veces superior en los embarazos múltiples. En la tabla
siguiente se muestran las principales complicaciones fetales del embarazo múltiple.
Como se mencionó antes, el principal predictor de los riesgos asociados al embarazo múltiple es la
corionicidad. (Figura 2) Como se ve en la tabla siguiente, el riesgo de todas las complicaciones es mayor en los
embarazos monocoriales comparado con los bicoriales.
DIAGNÓSTICO DE AMNIONICIDAD Y
CORIONICIDAD
El diagnóstico de amnionicidad, es
decir si los fetos comparten la misma cavidad
amniótica (monoamniótico) o están separados por una membrana (biamnióticos) se efectúa mediante la
ecografía, siendo este diagnóstico más fácil en la ecografía precoz (7-12 semanas) o en la eco 11-14 semanas.
Los embarazos monoamnióticos son los de mayor riesgo fetal, y su pronóstico es muy malo en términos de
sobrevida perinatal. (Figura 3)
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Estas pacientes deben ser referidas a centros de alta complejidad, que cuenten con especialistas en
medicina materno-fetal para su seguimiento y especialmente para la resolución de patologías propias de la
gemelaridad. Para efectos prácticos dividiremos esta parte del capítulo en aspectos relacionados con el
control maternal y aquellos relacionados con el control fetal, aunque obviamente ambos aspectos no son
divisibles en la clínica.
Control materno
Una vez establecida la presencia de más de un feto en la cavidad uterina, el control es similar al de
una gestación única hasta las 22-24 semanas. En ese momento se debe hacer una ecografía transvaginal para
medir longitud cervical y establecer grupos de mayor riesgo para parto prematuro. Si bien, el reposo
domiciliario no ha cambiado la evolución de los embarazos múltiples se recomienda hacerlo a contar de las
26-28 semanas.
Los controles deben ser cada 2-3 semanas desde las 22-24 semanas hasta las 32-34 semanas
poniendo especial énfasis en la presencia de contracciones uterinas y cifras tensionales elevadas por el riesgo
elevado de preeclampsia. Posteriormente se recomienda control materno semanal. El momento de
interrupción del embarazo en los casos sin patología se comenta más adelante, así como también la vía de
parto.
En el tercer trimestre, para ambos tipos de embarazo se pretende encontrar el momento óptimo de
interrumpir el embarazo si esto no ocurre espontáneamente. Para cumplir estos objetivos, las pacientes
deben ser controladas al menos en nivel secundario y ojalá en nivel terciario en un centro que pueda resolver
las patologías fetales y que cuente con una unidad neonatal acorde al alto riesgo de prematurez de los
embarazos múltiples.
PARTO PREMATURO
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que un 50% de los gemelares nacerá antes de las 37 semanas, de modo espontáneo, o bajo indicación médica
por algunas de las complicaciones del embarazo.
Predicción de riesgo
La detección de acortamiento cervical por medición ultrasonográfica es un buen predictor del riesgo
de parto prematuro, y debe ser incorporada al manejo del embarazo gemelar. Como indicamos antes,
recomendamos efectuarla cada 3 semanas desde las 22-24 semanas y hasta las 32 semanas.
Corresponde a los fetos con una estimación de peso ecográfica menor al percentil 10 para la Edad
gestacional. Los gemelares tienen una incidencia mayor de restricción de crecimiento fetal (RCF), por lo que
el crecimiento fetal debe ser cuidadosamente evaluado (cada tres semanas desde las 24 semanas en
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adelante). El porcentaje de recién nacidos pequeños para la edad gestacional es de 27% en gemelos y 46% en
triples.
Algunos autores consideran esta restricción como fisiológica, pues la mayoría de las veces se trata de
fetos pequeños, pero simétricos, sin embargo, los gemelos pequeños para la edad gestacional al nacer tienen
el mismo riesgo perinatal que los niños de embarazos únicos con esta condición. Por ello, en la práctica clínica,
recomendamos usar las mismas tablas de crecimiento intrauterino que usamos para embarazos únicos,
efectuando el diagnóstico y tratamiento de la RCF del mismo modo que lo hacemos en embarazos con feto
único.
La RCF selectiva ocurre en un 12% de los gemelos y se origina en una insuficiencia placentaria de
mayor proporción, o exclusiva, para uno de los gemelos. El diagnóstico diferencial debe hacerse con el
síndrome de transfusión feto-fetal o con aneuploidía, malformaciones congénitas o infecciones que afecten a
uno de los gemelos. La RCF selectiva “verdadera”, es decir secundaria a insuficiencia placentaria, se traduce
en un aumento de la morbimortalidad para el gemelo más pequeño, por lo cual es importante su diagnóstico
oportuno y exacto.
Se define RCF selectiva como una diferencia de peso entre ambos fetos, mayor al 25% del peso del
gemelo más grande, en presencia de un feto pequeño menor al percentil 10. La discordancia en peso se calcula
como diferencia en el peso estimado de ambos gemelos, expresado como porcentaje del peso del feto más
grande.
Diagnóstico discordancia
[(peso gemelo mayor – peso gemelo menor) / peso gemelo mayor] x 100
Por ejemplo: si a las 28 semanas el feto más grande pesa 1.000 g y el más chico 700 g, tienen una
discordancia de 30%. El manejo de gemelos discordantes varía según la corionicidad y la edad de presentación
(precoz vs tardía).
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oxigenada desde el feto normal, a través de las anastomosis vasculares, mejorando su oxigenación. La
cantidad y el tipo de flujo vascular cambian según el número y tipo de anastomosis, lo cual determinará una
amplia variación en el comportamiento clínico de la RCF selectiva.
Estas anastomosis modifican el comportamiento del doppler de arteria umbilical en el feto con RCF
(diferente a la RCF de un feto único), reduciendo la utilidad del doppler como método de evaluación del
bienestar fetal en el feto con RCF selectiva. En la siguiente tabla se muestra la clasificación, según las
alteraciones del doppler de arteria umbilical, en tres patrones clínicos relativamente bien definidos.
Si se presume de modo inminente la muerte espontánea, previo a la viabilidad fetal, de uno de los
gemelos, el feticidio selectivo por oclusión del cordón umbilical podría proteger mejor al gemelo con
crecimiento adecuado de los efectos colaterales del óbito espontáneo, sin embargo, esta conducta debe ser
discutida por un comité de ética. Se ha realizado con éxito la coagulación con láser de las anastomosis
vasculares (división placentaria) en embarazos gemelares monocoriales complicados con RCF selectiva y grave
compromiso del feto con RCF (flujo diastólico de arteria umbilical ausente o reverso). Al comparar esta
intervención con el manejo expectante se observó una proporción mayor de muerte del gemelo con RCF y
protección para el gemelo normal ante la muerte del gemelo con RCF.
La restricción de crecimiento selectivo de inicio tardía afecta al 5% de los gemelares monocoriales,
el tipo de anastomosis placentarias y la evolución clínica son diferentes a la de instalación precoz y tienen en
general un buen pronóstico con manejo clínico similar al descrito para los gemelares bicoriales con RCF
selectiva de inicio tardío.
La muerte de uno de los dos gemelos ocurre en el 30% de los gemelares durante el primer trimestre
del embarazo. La muerte de uno de los gemelos, antes de las 20 semanas de embarazo, no genera ningún
riesgo para el gemelo sobreviviente o la madre. En su manejo solo debemos preocuparnos de los aspectos
emocionales de los padres, al saber de la muerte de uno de los gemelos.
El riesgo de muerte para uno de los gemelos después de las 20 semanas se describe entre 2-6%,
siendo mayor su incidencia en los gemelares monocoriales. La muerte de un gemelo in útero supone un riesgo
de muerte o secuelas neurológicas para el gemelos sobreviviente, lo que depende de la corionicidad.
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Las causas por las que puede ocurrir el óbito de un feto en un embarazo múltiple pueden ser iguales
a las de un embarazo único (Ej. malformaciones congénitas, aneuploidías, insuficiencia placentaria, anomalías
del cordón umbilical, desprendimiento prematuro de placenta y patologías maternas). Sin embargo, también
puede relacionarse a enfermedades propias de la corionicidad como: el síndrome de transfusión feto fetal, la
secuencia TRAP y la transfusión feto fetal aguda. La principal complicación del óbito de un gemelo,
independiente de la corionicidad, es la prematurez del otro (hasta un 75%), ya sea por decisión médica o por
inicio del trabajo de parto espontáneo.
Gemelos bicoriales
En los gemelos bicoriales, el óbito de un gemelo no afecta al sobreviviente. En algunos casos
esporádicos, el feto muerto puede producir un estado de CID crónica en la madre, por liberación de restos
trofoblásticos. La CID sólo puede aparecer en fetos de más de 20 semanas, y después de 4 semanas de
producida la muerte de uno de los fetos, por lo que esta situación debe vigilarse. (Figura 5)
Gemelos monocoriales
En estos casos el riesgo de secuelas neurológicas (30%) o muerte (25%) del gemelo sobreviviente es
elevado, debido a las anastomosis placentarias que comunican la circulación de ambos gemelos.
La morbilidad y mortalidad fetal del gemelo sobreviviente se explica por dos mecanismos:
• Tromboembolismo: existe paso de coágulos o detritus celular desde el gemelo muerto hacia el gemelo
sobreviviente, por medio de las anastomosis vasculares placentarias, ocluyendo vasos sanguíneos
arteriales y causando daño por isquemia en los tejidos fetales, principalmente riñones y corteza cerebral,
además de aumentar el riesgo de una CID.
• Hipotensión: la pérdida de resistencia vascular en el feto muerto lleva a una exanguinación del feto
sobreviviente desde el momento pre-mortem hasta un tiempo post-mortem no bien definido. Esta
situación causa una anemia severa, con hipoperfusión tisular y riesgo de muerte o daño de múltiples
órganos fetales, en el gemelo sobreviviente. En particular, las lesiones neurológicas son el principal
problema de feto sobreviviente, consistentes en: quistes porencefálicos, encefalopatía multiquística,
hidrocefalia, microcefalia, hidranencefalia, necrosis del cerebelo y necrosis medular, responsables de los
mayores problemas psicomotores del gemelo sobreviviente. Probablemente este mecanismo
hemodinámico es el principal responsable del daño, por lo que la aparición de anemia en el feto
sobreviviente debe ser vigilada. (Figura 5).
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Fisiopatología
El STFF es un desorden hemodinámico severo que lleva a cambios adaptativos importantes,
independientemente de la fisiopatología compleja de este síndrome, se acepta en general que el STFF está
asociado a cambios en la diuresis fetal que llevan a diferencias obvias en la cantidad de líquido amniótico y el
tamaño de las vejigas.
Normalmente existen comunicaciones vasculares en las placentas monocoriales, con transfusión AV
bidireccional equilibrada. Si en un momento determinado la transfusión crónica se desequilibra: uno de los
fetos se transforma en donante y el otro en receptor. Éste es el evento inicial y es muy probable que, una vez
iniciada la enfermedad, tanto el feto donante como el receptor entren en un círculo vicioso que implica,
además de las alteraciones hemodinámicas, la secreción de sustancias vaso activas y cambios en la regulación
del balance hídrico, provocando incluso un daño histológico en los riñones del feto donante y en el corazón
del receptor.
La consecuencia de la transfusión desequilibrada es un estado de hipervolemia en el gemelo receptor.
Inicialmente éste compensa con poliuria (origen del PHA), para luego terminar con aumento del tamaño
auricular y de los factores natriuréticos, con el desarrollo progresivo de insuficiencia cardiaca (representado
por hidrops fetal: edema en dos o más compartimientos importantes) y finalmente óbito fetal.
El gemelo donante, por su parte, desarrolla oliguria, OHA, stuck twin (gemelo suspendido, que parece
flotar en la parte superior del útero producto de la presión del receptor con PHA) e hipovolemia mantenida,
con redistribución de flujo, falla renal y graves alteraciones hormonales que también pueden llevar a la muerte
fetal.
En general el STFF se presente entre las 16 y 26 semanas, después de las 26 semanas también puede
desarrollarse, pero su evolución es más benigna y el soporte neonatal mejora el pronóstico.
Es importante destacar que el diagnóstico del STFF no tiene en cuenta las diferencias en el peso fetal
ni el estado del doppler fetal. Desde el punto de vista clínico, un número considerable de casos de STFF se
combinan con RCF selectiva, más comúnmente en el gemelo donante. Sin embargo, esto es irrelevante para
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las decisiones terapéuticas. Una vez se ha hecho el diagnóstico, se puede clasificar en estadios de severidad
(clasificación de Quintero), como se muestra en la siguiente tabla.
• Amniodrenaje agresivo seriado: sacar 3-4 L de LA para descomprimir la circulación fetal y eventualmente
hacer que la anastomosis crónica desequilibrada vuelva a restablecerse.
• Fetoscopía láser con coagulación de anastomosis placentarias: tiene mejor pronóstico que el
amniodrenaje, con mejor sobrevida y menores secuelas neurológicas. Se identifica con el amnioscopio
dónde están las comunicaciones vasculares y se hace un mapa placentario. Se identifican las regiones con
anastomosis, y se coagulan las anastomosis en el ecuador vascular. El objetivo es lograr que la placenta
pierda sus conexiones entre los 2 territorios fetales y se desarrollen teóricamente 2 placentas. Luego se
realiza el amniodrenaje hasta dejar el feto receptor con líquido amniótico normal. La intervención debe
ser asistida por una ecografía.
La SAP es otra forma de transfusión crónica interfetal, se presenta de forma espontánea en el 3-5%
de los gemelares monocoriales, y es por lo general una complicación del tercer trimestre. Se desarrolla en
presencia de anastomosis AV muy pequeñas, que llevan a un flujo interfetal discordante, pero con una
velocidad y/o magnitud mucho menor que en el STFF, se desarrolla de este modo una transfusión crónica,
pero que permite una adaptación fetal que evita los grandes trastornos hemodinámicos del STFF.
La SAP también puede ocurrir como una complicación de la cirugía láser para el STFF al coagularse de
forma incompleta las anastomosis placentarias. Esta SAP (iatrogénica) se presenta en el 2-6% de los casos.
Ya sea de una forma espontánea o iatrogénica, se debe buscar activamente por medio del uso
rutinario del doppler de la arteria cerebral media (ACM), ya que no se presentan otras manifestaciones. El
diagnóstico prenatal se establece en base a las diferencias del peak de velocidad sistólica (PVS) de la ACM (un
modo de evaluar la existencia de anemia fetal). Una proporción importante de casos de SAP se diagnostica
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después del nacimiento. Los criterios de diagnóstico neonatal se basan en la presencia de discordancia severa
en los valores de hemoglobina y reticulocitos. En la siguiente tabla se muestran los criterios de diagnóstico
pre y postnatal de la SAP.
El pronóstico de los casos espontáneos de SAP es generalmente bueno y la mayoría de las veces
puede ser manejada de forma expectante. La SAP iatrogénica es generalmente más agresiva y requiere
tratamiento. La terapia se indica normalmente si la discordancia de los PVS de la ACM progresa rápidamente
o si se observan signos de hidrops en el donante. El tratamiento de elección es la cirugía láser, aunque esta
resulta de mayor dificultad que el tratamiento inicial, por la existencia de LA normal en donante o LA teñido
debido a la cirugía anterior. Un esquema de tratamiento alternativo, que ha conseguido buenos resultados,
lo constituyen las transfusiones intrauterinas periódicas en los donantes. Estas se deben realizar
preferiblemente por vía intraperitoneal para reducir al mínimo el paso rápido de sangre al receptor.
• Después de la muerte de un feto: la transfusión se produce desde el feto que sobrevive hacia el feto
muerto. El gemelo sobreviviente tiene un riesgo de lesión cerebral del 18-34% y de muerte como
consecuencia de la exanguinación aguda del 15%.
• Con los 2 fetos vivos: se cree que estos accidentes son la causa de lesiones cerebrales postnatales
inexplicables en gemelares monocoriales de evolución aparentemente normal. Como se mencionó antes,
es una de las complicaciones típicas de la RCF selectiva tipo III. La causa más probable es la aparición de
un episodio de bradicardia/hipotensión en uno de los gemelos. Los estudios doppler han demostrado una
masiva transfusión feto-fetal aguda durante episodios de bradicardia fetal en gemelos con anastomosis
AA grandes, lo que puede implicar consecuencias devastadoras. El donante agudo estará expuesto a un
alto riesgo de lesión cerebral o muerte. A su vez, el receptor agudo puede tolerar la transfusión repentina
o morir a causa de la hipervolemia. La muerte fetal puede ser tanto la causa como la consecuencia de una
transfusión feto-fetal aguda. Por lo tanto, cuando se diagnostica una muerte fetal única o doble en
monocoriales, es imposible saber lo que pasó en primer lugar.
• Durante el parto: este es un accidente poco frecuente, con una incidencia del 1.8-5.5%, que se presenta
en el segundo feto después del nacimiento del primer gemelo, llevando a valores de hemoglobina muy
discordantes. El diagnóstico diferencial con la SAP se hace basado en el recuento de reticulocitos, el cual
es normal en la transfusión intraparto debido a la naturaleza aguda del evento. A pesar de que no hay
grandes series, la experiencia clínica sugiere que el pronóstico de esta entidad es bueno. No obstante,
hay algunos casos reportados de muerte fetal.
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La secuencia TRAP o perfusión arterial retrógrada en gemelos, también conocida como gemelo
acardio, es una complicación que se observa en 1/40.000 embarazos o en 1% de los gemelos monocoriales
(1/3 monocorial-monoamniótico y 2/3 monocorial-biamniótico).
La enfermedad consiste en que un feto normal (llamado gemelo bomba) perfunde al otro (llamado
gemelo acardio: no tiene cabeza ni corazón) por una gran anastomosis placentaria arterio-arterial,
entregándole sangre pobremente oxigenada desde los inicios de la gestación, lo que impide su desarrollo
adecuado, especialmente del hemicuerpo superior. El gemelo acardio, además de no tener corazón, suele no
desarrollar extremidades superiores ni cabeza: es un feto “parásito”. Existe un amplio espectro de formas de
presentación del gemelo acardio.
El gemelo bomba debe perfundirse a sí mismo y además al acardio, que sobrevive gracias a ello. Esto
le genera al gemelo bomba, por aumento mantenido del gasto cardiaco, insuficiencia cardiaca congestiva, con
hidrops fetal y polihidroamnios, lo que suele finalizar en parto prematuro y óbito del feto bomba.
El diagnóstico se efectúa mediante la
ecografía, y se basa en la visión de un feto con
anatomía normal y biometría acorde desde etapas
tempranas de la gestación, acompañado de otro feto
severamente malformado en el que habitualmente
se reconocen extremidades inferiores, y en el polo
superior suelen observarse múltiples imágenes
quísticas, pero es siendo difícil reconocer la cabeza o
el corazón. La evolución espontánea de la patología
reporta un 50-70 % de mortalidad del gemelo
bomba, con una tasa cercana al 80% de parto
prematuro. El gemelo acardio acéfalo no tiene
posibilidad alguna de vivir. Con el tratamiento
actualmente disponible se ha demostrado un 80% de
sobrevista del gemelo bomba y bajas tasa de parto prematuro.
El diagnóstico se efectúa mediante ecografía, habitualmente en la ecografía 11-14 semanas. Su
principal diagnóstico diferencial es con la malformación discordante de uno de los gemelos (anencefalia en
un gemelo).
Tratamiento
Dado el mal pronóstico de esta condición, se requiere de un tratamiento apropiado. Se ha intentado
establecer factores pronósticos para definir qué casos deben ir a terapia fetal, entre ellos se ha mencionado
el compromiso hemodinámico del feto bomba, la relación de tamaño entre ambos gemelos y el crecimiento
progresivo del gemelo acardio.
• Compromiso hemodinámico del gemelo bomba: hallazgo de hidrops fetal o alteración de parámetros
ecocardiográficos y del doppler fetal acorde con insuficiencia cardiaca.
• Relación de tamaño entre ambos fetos: relación entre la circunferencia abdominal (CA) de ambos fetos.
Se considera signo de mal pronóstico cuando el parámetro en el feto acardio es igual o mayor al 50% del
gemelo bomba.
La evidencia más reciente demuestra que se obtiene mejores resultados (mayor tasa de sobrevida y
menor tasa de parto prematuro) cuando el tratamiento se efectúa entre las 12-16 semanas que en forma más
tardía.
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MALFORMACIÓN DISCORDANTE
GEMELOS MONOAMNIÓTICOS
Diagnóstico
El diagnóstico se hace mediante la ecografía, se sospecha
en la primera ecografía y se confirma en la ecografía 11-14
semanas. (Figura 6)
• Visión de gemelos que no se separan.
• Gemelos que en exámenes seriados no cambian de posición
uno respecto del otro y con las cabezas en hiperextensión.
• En algunos casos se reporta el hallazgo de cordón umbilical con
más de 3 vasos.
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Clasificación
Los gemelos fusionados se clasifican según el sitio dónde se unen:
• Toracópagos (75%): unidos por el tórax y la pared abdominal superior, suelen compartir estructuras
cardiacas, por lo que su pronóstico postnatal es malo y están fuera del alcance quirúrgico.
o Onfalópagos: se consideran un subgrupo de los toracópagos. Son muy infrecuentes, pero de
buen pronóstico ya que frecuentemente comparten solo el hígado, lo que se puede resolver
quirúrgicamente.
• Picópagos (20%): comparten el sacro y tienen un recto y vejiga común. También pueden acceder a
solución quirúrgica.
• Isquiópagos (5%): unidos por la pelvis. Pueden ser operados, pero suelen presentar compromiso severo
de los últimos segmentos de la columna vertebral.
• Craniópagos (1%): unidos por el cráneo. Comparten estructuras del encéfalo. Su pronóstico depende del
grado de fusión y de la vasculatura involucrada.
Si el embarazo sigue su curso hasta etapas viables es fundamental una excelente revisión de la
anatomía fetal para determinar que órganos son compartidos y así dar un pronóstico a los padres y planificar
una eventual cirugía de separación postnatal. De especial utilidad es la ecocardiografía y la resonancia
magnética, en especial en los toracópagos y onfalópagos, ya que permite evaluar con alta sensibilidad el
compromiso cardíaco y hepático.
Pronóstico
El pronóstico de los gemelos fusionados en general es muy malo. La mortalidad puede llegar a un
80% ya sea en vida fetal, neonatal o por complicaciones postoperatorias. Factores de buen pronóstico para
una eventual cirugía son la presencia de corazones separados, ausencia de malformaciones congénitas
asociadas y no compartir estructuras óseas importantes.
El 50% de los embarazos dobles, más del 80% de los triples y la totalidad de las gestaciones de alto
orden tendrán un parto prematuro, siendo está la complicación más frecuente del embarazo múltiple y causa
principal de su elevada morbimortalidad perinatal.
La mortalidad perinatal es menor cuando el parto gemelar se produce entre las 37-38 semanas,
asumiendo que el riesgo de síndrome de distrés respiratorio existe, pero no es el más alto. Es decir, si el
embarazo gemelar cursa sin ninguna de las complicaciones descritas, se programará el parto de modo electivo
entre las 37-38 semanas.
La vía de parto recomendada es vaginal, si no existen contraindicaciones para ello. El trabajo de parto
puede ser espontáneo o inducido. Para permitir el parto vaginal se requiere que ambos fetos se encuentren
en presentación cefálica, lo que ocurre en el 40% de los gemelos de término como se muestra en la siguiente
tabla.
Manual de Obstetricia y Ginecología. Dr. Jorge A Carvajal y Dra Ma Isanel Barriga. Décima Edición. 2019.
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Manual de Obstetricia y Ginecología. Dr. Jorge A Carvajal y Dra Ma Isanel Barriga. Décima Edición. 2019.