Critíca Filosófica.: Vijrsos de Logivll
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PINTURA
DE LAS· INMEDIACIONES Y PUEBLO DE ESQUIVIAS,
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130 REVISTA. DE "t;UROPA.
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PINTI:IIA DE U S INMJ!DJACIONJlS DB ESQtf.us, ETC. qr
1 no obstante, la ley caprichosa que rige al mundo y la suerte de
sus criaturas
¡ Qué situaciones tan amargas hay á las veces en la vida!
Yo me encontraba cuando recorría estos lugar es en una de
estas situaciones. Cada r ecuerdo era para mí un dolor, cada
impresion una saeta , y cada· pensamiento un suplicio. Lle-
vaba sohrc el corazou un peso enorme; ó mas bien parecía que
una mano de hierro me lo oprimiera con una fuerza des~arra
dora. E n vano se tendían mis miradas por la campiüa adorna-
da con las galas de la primavera. Sobre lo mas risu ei'io que la
naturaleza nos presenta al salir de su letargo, babia para mí es-
tendido un paiio funeral.
El sol estaba en el ocaso. Envuelto entre un grupo de nu-
bes á que daba r ojizo colorido, se asemejaba á un mancebo que
marcha lentamente cubierto de un manto de púrpura. 'Bien
pronto la lona se dejó ver en el horizonte como una blanca
vestal que iba en busca de su hermano. So disco pálido derrama-
ba una luz opaca y triste sobre aquellos campos afortunados.
¡ Qué inspiracion , qué r ecuerdos producía aquella escena
silenciosa! La luua tiene tambien su culto, que pertenece par-
treularmente á la religion de los amantes; y ¡hay de aquel que
no sienta latirlc nada con emoc.ion eu el pecho, al mira.rla sen-
tada sobre su trono de melancólico resplandor , alumbrando
al mundo que guarda silencio, á la manera que el fanal de la_
costa eslicndc su luz solitaria sobre las mudas llanuras de un
occano sosegado 1 cuando en estas horas inefables suspira . el
genio de la soledad y de la noche, le r esponden á pesar suyo
todos los corazones lacerados por el dolor. .•
Dejé este cuadro tan fecundo en emociones, y me dispuse
para visitar en el siguiente dia la casa que babia habitado .Mi-
guel Cervantes Saavcdra. El pueblo no presenta nada de nota-
ble, y solo este edificio puede es citar el interés de la cu~iosi
dad . Un ancho patio , una escalera r egular, y una babitacion
algnn tanto desahogada , preceden al cuarto r educido en que
se entregaba á sus estudios y trabajos el autor del Quijote.
Parece singular que un talento tan superior estuviese encer-
rado eu un ámbito taq estrecho. !t'ias el genio vuela por sus
propias a las, y salva las cárceles, y rompe las ligaliuras que en
el mundo lo aprisionan. El gen.io es un dios del ciclo , cuya se-
milla cae desde él , arrojada por la mano de Dios para fecundar
Ja cabeza del hombre. ¿Por qué la desgr acia ha de ser por Jo
comun la triste pcusion de esta superíorioad? Losbombses gran-
des como Cervantes. son olrostnotospuntos clealiento y do con-
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