APUNTE ACADEMICO 5 Unidad Psicofarmacos
APUNTE ACADEMICO 5 Unidad Psicofarmacos
APUNTE ACADEMICO 5 Unidad Psicofarmacos
Clase: Clase 5.
Unidad: Psicofármacos.
Asignatura: Salud Mental.
Escuela: Escuela de Técnico en Enfermería de Nivel Superior.
Introducción:
Según los datos aportados por la OMS (2009), se calcula que los trastornos mentales representan el 12% de la carga mundial
de morbilidad, pero solo una minoría de los afectados reciben tratamiento básico. Existen datos que prueban que en los
países industrializados no todas las personas con trastornos mentales reciben un tratamiento adecuado y en muchos países
en desarrollo, los servicios de salud mental son totalmente inexistentes y grandes segmentos de la población no tienen acceso
rápido a los centros de salud.
La decisión de prescribir un tratamiento farmacológico debe tener en cuenta los beneficios y riesgos potenciales para cada
paciente, los profesionales de la salud deben hablar con los pacientes, los miembros de la familia o las personas que se ocupan
de ellos acerca de los beneficios y riesgos potenciales de los psicofármacos.
En general, los profesionales de la salud y los pacientes debe n tener presente que la mayoría de los trastornos psiquiátricos
pueden abordarse eficazmente mediante intervenciones farmacológicas y no farmacológicas, la decisión de prescribir un
psicofármaco no descarta que también estén indicadas las intervenciones psicológicas o psicosociales.
Los profesionales de la salud no deben considerar pasivamente a los medicamentos como la única estrategia terapéutica; ni
los pacientes deben recibir un mensaje sugiriendo que se pueden lograr modificaciones del pensamiento, del estado de ánimo
y de la conducta solo por medios farmacológicos. Los planes de tratamiento articulados, comprensivos e individualizados
pueden representar la mejor opción terapéutica.
La Organización Mundial de la Salud analizó los datos sobre el tratamiento eficaz de los trastornos mentales y llegó a la
conclusión de que un enfoque combinado psicosocial (terapia psicológica) y farmacológico probablemente sea el que dé
mejores resultados.
Desarrollo:
La psicofarmacología puede definirse como una disciplina científica centrada en el estudio de los fármacos que modifican el
comportamiento y la función mental a través de su acción sobre el sistema neuroendocrino.
Psicofármaco o psicótropo hace referencia a las sustancias que actúan sobre la función, la conducta y la experiencia psíquica,
luego su acción principal la ejercen modificando la actividad mental.
Para Torales y Arce (2017), la era moderna de la psicofarmacología clínica se inició a partir de la segunda mitad del siglo XX,
los primeros fármacos para el tratamiento de las enfermedades mentales se descubrieron por casualidad probando algunos
compuestos farmacológicos para el tratamiento de otras enfermedades y se encontró que éstos tenían efectos favorables
sobre el ánimo y la conducta en general, tal es el caso de la iproniazida, uno de los primeros antituberc ulosos, y de la
imipramina que se consideró para el tratamiento de las alergias. Al dilucidar el mecanismo de acción de estos fármacos se
propusieron las primeras teorías etiológicas de algunas enfermedades mentales y se empezaron a desarrollar formulaciones
específicas que modificaran estas alteraciones, fue así como surgieron los primeros fármacos eficaces y seguros para eliminar
los síntomas de ansiedad, de depresión y de psicosis, entre otros más, y que hoy permite n resolver condiciones patológicas
que antes eran imposibles o bien, muy difíciles de solucionar.
Para mantener una función cerebral adecuada es necesaria una buena regulación del equilibrio entre la transmisión sináptica
del sistema nervioso, esta regulación tan precisa se logra con la liberación de las dosis adecuadas de neurotransmisores en
los puntos de contacto entre las neuronas. Cuando ese equilibrio se rompe, aparecen patologías como ansiedad, depresión,
esquizofrenia, trastorno bipolar o del espectro autista.
Según lo descrito por Torales y Arce (2017) existe más de una docena de neurotransmisores en el cerebro humano, no
obstante, seis son los sistemas de neurotransmisores sobre los que se dirigen los psicofármacos:
• Serotonina: Tiene un rol importante en el control del ciclo sueño-vigilia, inducción del sueño, aumento del umbral
del dolor, control sobre humor alterado, regulación del apetito y de la conducta agresiva y sexual.
• Noradrenalina: Tiene funciones en el control sueño-vigilia, en el humor alterado, disminución de la conducta
agresiva, aumento de la memoria y del aprendizaje.
• Dopamina: Tiene un rol importante en la estimulación del movimiento, la motivación, las emociones, placer,
cognición y función ejecutiva.
• Acetilcolina: Participa en la regulación de la activación cortical, el paso de sueño a vigilia, procesos de memoria y
asociación y control de la unión neuromuscular.
• Glutamato: Participa en funciones mnésicas, en el aprendizaje y la plasticidad neuronal, tien e efectos neuro-
protectores.
• GABA (Ácido gama aminobutírico): Es el neurotransmisor de tipo inhibidor más abundante en el sistema nervioso
central, induce una acción relajante sobre fibras musculares estriadas, inhibe la sobreexcitación nerviosa de
neuronas, tiene un valor importante como sedante, relajante, anticonvulsivante y ansiolítico.
Existe diversas formas de clasificación de los psicofármacos (De la Torre, 2012), para efectos didácticos de este curso se
utilizará la siguiente clasificación:
• Ansiolíticos.
• Antidepresivos.
• Estabilizadores del ánimo.
• Antipsicóticos o neurolépticos.
A continuación, describiremos cada uno de ellos considerando mecanismo acción, efectos secundarios, y consideraciones.
1. ANSIOLÍTICOS:
Fármacos capaces de reducir la ansiedad, actúa ejerciendo un efecto depresor sobre el sistema nervioso, provocando un
descenso en el nivel de actividad de la persona. Generalmente actúan sobre el neurotransmisor GABA, potenciando su acción
inhibitoria. Las benzodiacepinas son los fármacos ansiolíticos más importantes.
Tipos de benzodiacepinas:
• Benzodiacepinas de larga duración (Semivida > 12 h): Se acumulan produciendo sedación excesiva, tienen pocos
efectos derivados de la retirada, en los ancianos hay que ajustar las dosis porque son más sensibles a sus efectos.
• Benzodiacepinas de corta duración (Semivida < 12 h): No originan metabolitos activos ya que la duración de sus
efectos no depende de la biotransformación hepática.
Las benzodiacepinas pueden producir adicciones y síndrome de abstinencia por lo que deberían aplicarse a la menor dosis
eficaz posible durante el menor tiempo posible (No superar los 4-6 meses) y no debe nunca suspender bruscamente el
tratamiento, se debe ir reduciendo la dosis de forma progresiva (4 a 8 semanas)
Las sobredosis (Es uno de los fármacos más utilizados en intentos de suicidio) se pueden tratar con Flumazenilo (anexate)
que es fármaco antagonista.
Principales benzodiacepinas:
Indicaciones:
• Tratamiento a corto plazo de la ansiedad
• Ataque de pánico.
• Ansiedad secundaria a enfermedades orgánicas.
Efectos secundarios:
• Somnolencia.
• Confusión.
• Ataxia (Dificultad en la coordinación de movimientos corporales).
• Mareo.
• Sedación.
• Cefalea.
• Desorientación.
• Avisar al paciente de que puede sufrir amnesia anterógrada (olvido de acontecimientos recientes).
2. ANTIDEPRESIVOS:
Los antidepresivos son un grupo heterogéneo de compuestos con un efecto terapéutico sobre la depresión, todos actúan
aumentado la concentración de neurotransmisores (serotonina y noradrenalina) en la sinapsis neuronal.
Se clasifican en:
a. Antidepresivos tricíclicos y afines.
b. Antidepresivos inhibidores de mono-amino-oxidasa IMAO.
c. Antidepresivos precursores de neurotransmisores.
Indicaciones:
• Depresión.
• Trastornos por angustia con o sin agorafobia (Miedo a espacios donde arrancar sea difícil).
• Bulimia.
Efectos secundarios:
• Taquicardia.
• Temblor.
• Ansiedad.
• Nauseas.
• Sedación.
• Somnolencia.
• Retención urinaria.
• Sequedad bucal.
• Hipotensión ortostática.
Contraindicaciones generales:
• Hipersensibilidad o alergia, embarazo y niños.
Mecanismo de acción:
Actúan aumentando la concentración de neurotransmisores en la ventana sináptica mediante la inhibición de la MAO
(Monoaminoxidasa), con lo cual se metabolizan más lentamente los neurotransmisores como dopamina, noradrenalina y
serotonina.
Indicaciones:
• Depresión
• Fobias y ataques de pánico.
Efectos secundarios:
• Alteraciones hepáticas.
• Hipotensión ortostática.
• Mareos.
• Cefalea.
• Sequedad de boca.
• Estreñimiento.
• Nauseas.
• Vómitos.
• Edemas.
• Disfunción sexual.
Contraindicaciones generales:
• Hipersensibilidad o alergia, embarazo y niños.
Interacciones generales:
La administración simultanea de estos fármacos y la ingesta de alimentos ricos en Tiramina (quesos fermentados, hígado,
embutidos curados, gambas, chocolate, pasas, higos secos, cerveza, vino tinto, pescados secos) pueden originar crisis
hipertensivas graves.
3. ESTABILIZADORES DE ÁNIMO:
Grupo de fármacos que han demostrado ser útiles en el tratamiento de la enfermedad bipolar, tanto en su etapa maniaca
como depresiva.
El litio es el fármaco más importante de este grupo, se administra por vía oral en forma de Carbonato de litio, las dosis más
habituales oscilan entre 600-800 mg/día con un estrecho margen terapéutico por lo que deben realizarse controles de litemia
para evita alcanzar niveles hemáticos tóxicos.
Dosificación:
• Nivel óptimo en sangre. 0.75-1.5 mEq/l.
• Nivel tóxico > 2 mEq/l.
• Nivel letal > 5 mEq/l.
Efectos secundarios:
• Si se mantienen los niveles en sangre adecuados el litio es un fármaco bien tolerado.
• La intoxicación produce los siguientes síntomas: Letargia/excitación, ataxia, temblor, alteraciones visuales,
desorientación, vómitos, dolor abdominal, debilidad muscular, convulsiones y coma.
Contraindicaciones /precauciones:
• Está contraindicado en paciente con alergia al fármaco, embarazo, lactancia y niños.
• Deberá realizarse un especial control clínico en pacientes con insuficiencia renal o cardiac a, diabetes, bocio,
hipotiroidismo y deshidratación.
• Se debe indicar al paciente que debe beber como mínimo dos litros de agua al día.
Otros psicofármacos que se utilizan como estabilizadores del ánimo son los anticonvulsivantes, si bien estos medicamentos
fueron elaborados con el fin de controlar las convulsiones en casos de epilepsia, los estudios han demostrado que también
poseen una gran eficacia para tratar la bipolaridad.
Su funcionamiento se basa en favorecer la acción del GABA y reducir la del glutamato, principalmente son utilizados el ácido
valproico, la carbamazepina y el topiramato.
4. ANTIPSICÓTICOS:
Los antipsicóticos son fármacos que mitigan, reducen y en algunos casos pueden incluso hasta eliminar l os síntomas psicóticos
(Delirios y alucinaciones).
Actúan fundamentalmente bloqueando los receptores postsinápticos del neurotransmisor dopamina, concretamente los
receptores dopaminérgicos D2.
Indicaciones:
• Esquizofrenia.
• Trastorno delirante paranoide.
• Trastorno esquizoafectivo.
• Psicosis tóxicas.
• Síntomas psicóticos en trastornos afectivos.
Clasificación:
• Antipsicóticos típicos o clásicos.
• Antipsicóticos atípicos (Nuevos antipsicóticos).
El tratamiento se suele iniciar con los fármacos clásicos y si el paciente no responde se recurre al tratamiento con los nuevos
antipsicóticos comenzando por risperidona u olanzapina y si sigue sin respuesta se recurre a la clozapina.
Los pacientes tienden a abandonar la terapia con antipsicóticos cuando desaparecen los síntomas, debido a los efectos
secundarios incómodos.
Vías de administración:
La vía de elección es la oral, la vía intramuscular es recomendable para pacientes agitados que necesitan una sedación rápida
y en paciente no colaboradores.
Existen preparados que son los inyectables, de administración intramuscular y de liberación lenta, consiguiendo un efecto
mantenido durante varía semanas. No obstante, presentan el inconveniente de que no se puede suspender de forma rápida
el tratamiento en caso de aparición de reacciones adversas graves.
Principales fármacos:
• Olanzapina: Tiene un perfil farmacológico parecido al de la clozapina, pero no produce alteraciones hemáticas y
tiene efecto sedante en el 50% de los pacientes con dosis de 12-17 mg/día.
• Risperidona: Posee una acción muy selectiva sobre los receptores dopaminérgicos D2 y sobre receptores de la
serotonina 5-HT2. Tiene acción antipsicótica, tanto en fase aguda como crónica, escasos efectos extrapiramidales
con dosis de 4-8 mg/día, tampoco produce efectos hematológicos.
Acatisia. Movimientos constantes No presionar al paciente para que no se mueva, hacerle saber que
involuntarios y sensación de entendemos su necesidad de moverse.
inquietud interior.
Síntomas Extrapiramidales con Tranquilizar al paciente.
pseudoparkinsonismo (3 síntomas principales: Comunicar al Psiquiatra para que pautee el tratamiento preciso.
temblor, rigidez y bradicinesia).
Conclusiones:
Los psicofármacos son sustancias que influyen en los procesos mentales, induciendo a cambios de comportamiento.
El uso de estas sustancias contribuyentes a mejorar los síntomas de una enfermedad y permiten devolver al organismo a su
estado de equilibrio natural.
Todos los psicofármacos tienen efectos muy favorables para el manejo de las patologías mentales, pero tienen efectos
secundarios complejos que deben ser valorados.
Una adherencia farmacológica complementado con terapias psicosociales está demostrado que es la mejor forma de
favorecer la recuperación y estabilidad del paciente psiquiátrico.
Referencias bibliográficas:
1. De la Torre, J. (2012). Enfermería psiquiátrica y de salud mental. Capitulo VIII: Psicofarmacología. Recuperado de:
https://docplayer.es/18398373-Tema-8-psicofarmacologia.html
2. Organización Mundial de la Salud. (2009). Tratamiento farmacológico de los trastornos mentales en la atención
primaria de salud. Recuperado de:
https://www.who.int/mental_health/management/psychotropic_book_spanish.pdf
3. Servicio Madrileño de Salud (SMS). (2010-2011). Manual de procedimientos de enfermería de salud mental
comunitaria en la comunidad de madrid. Recuperado de: http://www.aeesme.org/wp -
content/uploads/2014/11/Manual-Enfermeria-Salud-Mental-C-Madrid-2010-2011.pdf
4. Torales, J; Arce, A. (2017). Principios de Psicofarmacología: una introducción. Recuperado de:
http://www.medicinaclinicaysocial.org/index.php/MCS/article/view/6/5