Resumen 2do Parcial ASE

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Joachim Hirsch

En primer lugar, Hirsch vera lo relacionado con la globalización en la conciencia de la vida cotidiana. Así, en el mundo de las
apariencias, la globalización representa Internet, Coca-Cola, IBM, correo electrónico, Microsoft, etc. De esta manera, la
globalización es algo más que un concepto científico.

La globalización hoy es un fetiche. Describe algo así como un poder oculto que agita al mundo y determina nuestras vidas,
pero nadie sabe muy bien qué es. Surgió como una estrategia del capital como solución a la crisis del fordismo.

La globalización fue el resurgimiento del viejo capitalismo, una sociedad de clase que se basa en la explotación de la fuerza
de trabajo a través del mercado.

Para Hirsch, el fordismo de las dos décadas siguientes a la segunda guerra mundial fue la “edad de oro” del capitalismo. La
implementación del fordismo se vinculó con la fuerte regulación política y social del Estado Benefactor, pero en el 70 tuvo
su crisis.

A partir de los 70 la compatibilidad de la ganancia del capital y el bienestar colectivo llegó a su fin, se desvanece la
conciliación de las clases y el capitalismo recuperó su estado natural, es decir, la lucha de clases reemplazó a la conciliación
de clases.

La respuesta a la crisis del fordismo fue la globalización, una estrategia del capital que significó:

• La revolución tecnológica permite la apertura de nuevos mercados y obtener nuevas fuentes de ganancia.

• Desplazamiento del reparto social del ingreso a favor del capital, con la destrucción de la conciliación de clases.

• Creación de las condiciones favorables para el traslado del capital con desarticulación del Estado Social.

Dimensiones de la globalizacion:

1. Técnico: Implantación de nuevas tecnologías a partir de la Revolución Informática, que permitió conocer nuevos
mercados.
2. Político: Fin de la Guerra Fría, Estados Unidos queda como potencia dominante.

3. Ideológico-cultural: Universalización de los valores y generalización del modelo de consumo capitalista.


Diversificación del consumidor.

4. Económico: Dominio de las empresas multinacionales. Liberación de las barreras para el capital, el dinero, las
mercancías y los servicios.

Consecuencias de la globalizacion:

• crecen las guerras y conflictos.

• fronteras cerradas.

• dependencia, falta de autonomía.

• Y si bien significa una unificación económica, también significa una creciente fragmentación económica, social y
política:

→ Se pluraliza el centro capitalista (tríada), que compite entre sí con proteccionismos.


→ Diferenciación de la periferia capitalista, el centro-periferia es más complejo ahora.
→ Crecientes desigualdades internacionales.
→ Renacionalización de la política.
→ Crecientes guerras, el nuevo orden mundial parece un caos mundial.
→ Problemas ambientales.
Ray Kiely
La crisis del ’70 significó:

• Crecimiento de luchas sociales y militancia sindical.

• Incremento de la competencia internacional.

• Declinación del poder económico de los Estados Unidos

• Surgimiento de Japón

• Colapso de los acuerdos económicos internacionales de posguerra.

El posfordismo es una nueva organización de la producción basada en la flexibilidad:

• Tecnología flexible: involucra maquinaria computarizada y just-in-time.

• Relaciones flexibles.

• Flexibilización de la fuerza laboral: Trabajadores altamente capacitados con un trabajo de por vida.

El posfordismo se dio mediante dos estrategias:

• Sistema toyotista: La mayoría de insumos manufacturados no son generados por el productor final sino por firmas
proveedoras (tercerización).

• Especialización flexible: Desarrollo de racimos de pequeñas empresas concentradas y especializadas, financiadas por
instituciones gubernamentales.

La globalización lleva a la concentración del capital en ciertas partes del mundo, más que su dispersión. Además, las
inversiones y el comercio son más imponentes en países del Primer Mundo.

En las jerarquías globales de producción afirma que el capital se relocalizó en sectores intensivos de trabajo, y continúa
concentrándose en algunas partes del mundo, a expensas de otras. Por más que se expandan, las transnacionales siguen
siendo leales a su país de origen.

El Estado tiene un papel importante en esto, ya que direccionó el capital local hacia sectores específicos como la alta
tecnología, y protegió al capital local de la competencia internacional mediante subsidios y restricciones a las
importaciones.

Esta perspectiva postula que la competitividad se puede alcanzar a través del desarrollo de industrias locales autónomas
en pequeña escala.
Fernando Rocchi
Crecimiento Económico y exportaciones:

1880-1917 ---> crecimiento económico-productivo y poblacional por las exportaciones de productos primarios.

1840 y 1880 ---> la región pampeana empezó a producir lanas, luego se diversifico por los cereales, lino, carne congelada
ovina y animales a pie, para la exportación. A principios del siglo XX la carne refrigerada vacuna tomo el rol protagónico. En
la región la producción no solo se diversifico, sino que aumento en volumen físico y valor de las exportaciones.

El modelo exportador :

→ se dio de la mano de las tendencias industrialistas del primer mundo, que generaban un excedente de producción
de productos manufacturados y una demanda de alimentos y materias primas para alimentar a la población y
abastecer al aparato productivo.
→ internacionalización del trabajo y capital
→ Europa tenia exceso de población y abasteció a Argentina de mano de obra, que recibió salarios más atractivos y
posibilidad de ascenso social.
→ La industrialización y alta saturación productiva también produjo un excedente de capital que se depositó en las
economías extraeuropeas como Argentina.
→ marco de seguridad jurídica y orden político: en las colonias se dio por medio de la coerción directa, en América
Latina mediante la formación de estados Centrales bien consolidados.

La argentina contaba con un factor de producción importante. La guerra civil, la falta de capitales y población
imposibilitaron este proceso hasta la formación del Estado Argentino. También contaba con dos factores fundamentales:
Cantidad y calidad de tierras, y Clima. Esto posibilitaba una producción altamente eficiente y a un bajo costo.

La ocupación del espacio pampeano, por los blancos, vino de parte de las campañas militares de expansión que culminaron
en la campaña del desierto y finalmente en las campañas del chaco y la Patagonia. A partir de la conquista militar y la
expulsión de los indígenas, se dio un proceso más lento de avance de la frontera productiva.

A partir de su apropiación y poblamiento las tierras se destinaron a la producción, paralelamente, parte de ellas se
empezaron a comprar y vender en un mercado crecientemente dinámico.

La mayor parte de inversores fueron de capitales ingleses, los cuales no solo adquieren bonos, sino también, en vías de
transporte necesarias para la producción e importación de bienes primarios. A algunos de los inversionistas, se les concedió
una gran cantidad de tierras, aledañas a las vías férreas, que pronto se transformaron en un negocio inmobiliario inmenso.
Cuando la seguridad ya era garantizada por el mismo mercado, las compañías británicas decidieron prescindir del estado y
afrontar los riesgos de este.

Para 1880 las inversiones ferroviarias se multiplicaron, al igual que la extensión de las líneas. Esta red posibilito la puesta en
producción de nuevas tierras, y la explotación de nuevos productos exportables. El estado siguió expandiendo la red en
zonas donde el capital privado no lo hacìa.

A finales del siglo XIX capitales norteamericanos se especializaron en el sector productivo de la Carne (era transportada,
mediante buques frigoríficos, que posibilitaban la exportación de la carne) En un principio compraron empresas ya
asentadas, de origen británico, pero también abrieron otras como Swift Y Arcor.

RESUMEN: los ferrocarriles fueron el motor que marco a la Argentina como un exportador a gran escala, impulsando el
desarrollo en muchas áreas desaprovechadas. Los inmigrantes, que formaron colonias, fueron a su vez el musculo que
impulso y trabajo las tierras. Estos estuvieron marcados por una gran tasa de propietarios entre sus integrantes que, en
muchos casos, determinaron lo que se producía en donde se instalaban. Estos factores determinaron que argentina se
convirtiera en uno de los principales exportadores de materias primarias del mundo. El número de productos, limitado, no
marco un problema por su poca diversificación, dado que fue compensado por una alta cantidad de exportación.

La economía pampeana:

A principio del siglo XX gran parte de la producción cerealera comenzó a producirse en estancias, y no en colonias. La
estancia es una unidad económica desplegada en una basta cantidad de tierra que usualmente producía animales o
cereales (estos últimos se producían en la estancia mixta donde el estanciero se dedicaba al engorde del ganado, a un costo
barato y eficiente) Este abaratamiento lo conseguían de la mano de el arriendo de tierras a Chacareros, que explotaban
parte de la tierra con la producción de cereales, y se comprometían a dejar el área alfalfada al finalizar el contrato.

La ganancia era doble para el estanciero, la renta por la tierra alquilada y la tierra alfalfada para el engorde. Los chacareros,
por su parte, sin ser los propietarios de la tierra no eran el eslabón más bajo de la estructura social del agro pampeano, en
definitiva, eran empresarios capitalistas en pequeña escala, así como empleadores de mano de obra para tareas
estacionales, es decir, los denominados Braceros (Peones).

El entramado social era rico y muy variado, se podía dividir en dos castas de estancieros:

1) Los estancieros de cría: Se encargaban de las primeras etapas de vida del animal.

2)Los invernadores: Se encargaban del engorde del animal previo a su faenado, negociaban directamente con los
frigoríficos.

RESUMEN: las colonias impulsaron la primera producción agrícola a gran escala y la estancia mixta la hizo llegar a los niveles
que convirtieron a Argentina en el granero del mundo.

La industria manufacturera a finales del siglo XIX tuvo limitada producción, y diversificación. Se concentro en el consumo
interno de productos manufacturados simples.

A principios del siglo XX empezó a producir con mayor fuerza gracias a un aumento en la demanda, logrando la producción
estandarizada mediante el uso de máquinas modernas. Esta producción se dio para un número muy limitado de bienes y de
fábricas, con límites a su expansión en las dimensiones del mercado que demandaba sus productos. Esta industria estaba
protegida por las tarifas aduaneras, y era poco eficiente, tenía como destino el mercado interno. Ni siquiera las actividades
agro-industriales, fuera de la carne, tuvieron éxito en la exportación.

Todo este esquema de producción era financiado mediante la prenda hipotecaria. A principios de 1880, el escenario
bancario lo dominaba el banco de la provincia de buenos aires, de propiedad estatal, y muy liberal a la hora de conceder
créditos. Su principal par era el Banco Hipotecario, el cual oficiaba de intermediario entre los inversores ingleses y los
productores nacionales, mediante la concesión de cedulas hipotecarias que comprometían al deudor a pagar la
amortización del capital más intereses. En la economía local circulaban dos monedas, el peso Oficial Nacional, sujetos a las
tasas inflacionarias locales, y el peso oro, mucho más estable.

Esta relación entre las dos monedas permitía que los inversores obtuvieran sus divisas extranjeras, equivalentes al peso oro,
mientras que solventaban sus costos, en pesos papel que se iban depreciando. La situación inflacionaria solo empeoro,
cuando en 1887, se impulsó el proyecto de creación de los bancos garantidos, que permitía que estas instituciones tengan
la facultad de emitir moneda siempre que compren bonos del gobierno nacional. La sucesiva emisión descontrolada junto a
la concesión liberal de créditos llevo a muchas de estas entidades, incluido el banco provincia, a la quiebra.

Esto supuso una reorganización de la actividad bancaria, con una tendencia mucho más conservadora, impulsado por la
creación del banco de la nación argentina, que garantizo la nacionalización de oferta monetaria y fortaleció al gobierno
nacional. Es entonces que la banca privada opto por una tendencia más conservadora y prudente a la hora de emitir y
conceder créditos.

A principio del siglo XX esta tendencia cambia. Tanto la banca privada como la estatal se volvieron más generosas a medida
que aumentaban los depósitos. También vemos el surgimiento de nuevas instituciones, como la reapertura del banco
Provincia, aunque esta vez de manera apolítica ya que, si bien parte de su capital fue provisto por la provincia de Buenos
Aires, la subsecuente fue de manos del banco de comercio hispano, que se reservó su manejo, que vale aclarar era más
liberal que el del banco nación.
Siguiendo el modelo conservador de las entidades bancarias, Julio Argentino Roca, trajo mayor estabilidad a la moneda
aplicando la ley de convertibilidad al patrón oro, siendo este metal en donde se respaldaba la moneda local. El modelo
resulto hasta la primera guerra mundial, donde se reinstauro el curso forzoso, volviendo solo por unos diez años en 1920,
hasta la crisis del 29. La estabilidad, surgida de esta convertibilidad, beneficiaba al sector del comercio. La moneda
devaluada desfavorecía a las importaciones, poco competitivas frente al mercado local, por su parte la inestabilidad
afectaba al comercio interno de carácter minorista y mayorista.

Mercado interno y mercado Nacional:

El boom agroexportador beneficio en gran medida a la región pampeana, el resto del país sufrió un desarrollo desigual.
Regiones como santa fe o la Patagonia sufrieron una ligazón directa con el mercado mundial, a través de un producto
especifico, lo cual generaba una economía de enclave con pocos efectos multiplicadores.

Las industrias madre (agricultura y ganadería) demandaban una enorme cantidad de bienes y servicios, por eso generò
efectos multiplicadores en el transporte y el comercio, e incluso el sector industrial. Ya sea para comercializar los productos,
trasladarlos o mantenerlos refrigerados, las industrias madre demandaban. Esta demanda era abastecida por
importaciones, pero cada vez más, por la oferta interna que en muchos casos termino por sustituirla en casi su totalidad.

Parte del mercado interno estaba en la zona rural, donde el crecimiento de la agricultura más que el de la ganadería,
proveyó los grandes números de demanda, la mano de obra integrada, era a la vez consumidores. Cada vez más colonos,
arrendatarios y aparceros veían a las ciudades, sus ofertas más tentadoras. Vemos entonces el fenómeno de la
urbanización, que se da de manera paralela a el proceso agro-expo. La actividad de la producción tenía un lugar clave en la
producción total dado que integraba múltiples áreas de producción industrial.

La formación de este Mercado Nacional dependía:

• Estado garante de contexto legal para la operación justa del mercado.

• Sector privado dispuesto a poner capital y producción.

Los vaivenes de la economía:

La incorporación de la Argentina al capitalismo mundial, le dio a su economía la vulnerabilidad devenida del capitalismo en
sí, con sus ciclos de auge y depresión. La primera crisis ocurrió en 1866 y afecto a las exportaciones de lana. En 1873 una
crisis mundial inicio una etapa depresiva e impacto sobre toda la economía, tomando la forma de una crisis de balanza de
pagos, que caracterizaría la economía Nacional. En los años previos la Argentina había tomado prestamos, que sumadas a
las divisas de inversiones extranjeras llevaron a un aumento del consumo interno y de las
importaciones. Ante las señales de crisis, las inversiones volvieron a su capital de origen. Sin el apoyo de estas, el balance de
pagos se volvió negativo. El gobierno de Avellaneda decidió enfrentar la crisis sin dejar de pagar la deuda, para mantener la
confianza.

A fines de 1870 ---> la economía empezaba a retomar su crecimiento, de nuevo se incrementaron el consumo y las
importaciones, lo cual llevo a un balance comercial desfavorable, compensado por la inversión extranjera, que era
proveniente en su mayoría de gran bretaña. El veloz crecimiento económico sumada a la ley de bancos garantidos,
conllevaron a una fuerte especulación que conllevo a un derrumbamiento abrupto de la economía, que fue seguida por el
valor del peso. Las inversiones se retiraron y generaron una aguda crisis en el balance de pagos.

Se atribuye esto a dos factores:

1) Los inversores, que al percatarse que el crecimiento argentino no podía ser sustentado retiraron sus fondos.
2) La política monetaria expansiva, que genero una fuerte inflación, y en la concesión irresponsable de créditos. Carlos
Pellegrini entonces capitaneo la crisis mediante el aumento de tarifas de importación, y se renegocio la deuda. Por
otro lado, el sistema monetario se reorganizo de cuajo.

A partir de 1900 la Argentina comenzó el pago de su deuda, y la economía se desplego en bases más firmes. Debido a la
fortaleza de las exportaciones, el balance comercial se mantuvo favorable. Parte del crecimiento se debió también al
optimismo que la argentina generaba a largo plazo. La época dorada acabo en las primeras décadas del siglo, cuando la
primera guerra mundial condujo a la baja de la demanda de exportaciones, y una caída en las inversiones que conllevaron a
un efecto rebote en la economía interna, que afecto principalmente a la construcción, y conllevo a la declaración de la
inconvertibilidad. Lo último produjo una migración de bancos privados hacia los bancos Públicos.

El estado frente a la economía:

No existió un Estado intervencionista, ni puramente liberal, la presencia estatal en la economía fue significativa y compleja.
Por ejemplo, el estado promovió las primeras inversiones garantizado sus bonos y ganancias de los inversores. En el marco
bancario, el estado mediante el banco de la provincia de buenos aires y el Banco nación. El primero funcionando como
motor para el financiamiento de los argentinos, y el segundo como Institución de referencia para el resto del mercado. En el
marco fiscal La argentina estuvo caracterizada por el impuesto a las importaciones, por su parte los impuestos directos si
fueron relegados a la jurisdicción provincial. El caso más prominente fue el impuesto al tabaco y alcohol. Los impuestos a la
persona no fueron seriamente considerados por el estado.

Podemos afirmar que uno de los efectos de la política fiscal Argentina fue una inevitable protección a la industria local,
aunque era selectiva y compleja y respondía a razones económicas, políticas, ideológicas y hasta fortuitas. Podemos decir
que los ingresos del estado tampoco, alcanzaron en este periodo a cubrir sus gastos, siendo el déficit fiscal moneda
corriente. El déficit además de ser solventado con la inversión, se hacía mediante la emisión. El estado también empezó a
formarse como un empleador, aumentando considerablemente su tamaño, incluso superando el crecimiento
de la economía. La política económica, por otro lado, no podía llegar a definirse ni como librecambista ni como
intervencionista sino como una mezcla de pragmatismo y flexibilidad.

Rofman y Romero
Producción de bienes exportables 1852-1930

Segunda Revolución Industrial

→ se generalizó la industria textil y metalúrgica como modo de producción dominante.


→ Los países centrales y el resto se transformaron en imperialistas, aparece la división internacional del trabajo, los
países centrales organizaron en la periferia la producción de alimentos y materia prima.
→ Las zonas coloniales pasaron a ser receptoras de capitales de los países centrales.
→ Hubo un proceso de concentración y centralización en los países centrales, donde surgió el capitalismo
monopolista que luego trasladaría a la periferia sus contradicciones. Los factores de expulsión fueron varios:
estructuras jurídicas, tenencia de la tierra, baja productividad, poca acumulación del capital, bajo consumo; los de
recepción fueron: bajos salarios y elevada elasticidad de la oferta de mano de obra.

Argentina es un país dependiente que produce para el mercado internacional capitalista. Para insertarse en el mercado, usó
el modelo agroexportador. Para esto fue necesario que se dieran tres condiciones:

• Mano de obra de inmigrantes

• Capitalismo extranjero

• Latifundios en manos de la oligarquía

Cuando se inició el proceso de expansión, la oligarquía lo condujo de modo tal que las bases de su hegemonía (la tierra) no
se vieran alteradas. Así, la oligarquía continuó acumulando excedentes, y logrando cohesión interna, dejando atrás las
divisiones.
El proceso productivo fue conducido por la clase política porteña, el PAN, con la subordinación de las oligarquías del interior.
El crecimiento del sector primario exportador provocó una expansión, la sociedad se diversificó, y algunos grupos se
integraron como clases medias. La política económica tuvo principios liberales, en la que el Estado no intervino, pero sí
invirtió. Además, hubo una política monetaria y crediticia dirigida a los productores nacionales.

La modernización estatal consistió en:

• Consolidación de la unidad nacional

• Mantenimiento del orden interno

• Apoyo en la fuerza militar como garantía para la expansión territorial

• Educación laica: adoctrinamiento

• Registro civil

• Exclusión de la Iglesia

• Incorporación de las clases medias mediante Ley Sáenz Peña

Sustitución de Importaciones 1930-1952

El impacto de la crisis fue total en los países centrales, que tuvieron que recurrir al proteccionismo, cerrando fronteras y
limitando las importaciones. Esto obligó a los países periféricos a llevar a cabo una reorganización productiva, la
Industrialización por Sustitución de Importaciones. Al comienzo de esta etapa primaba la desocupación debido a la crisis
económica, y pronto se produjo un cambio en la estructura de poder: un golpe de Estado.

La Década Infame (1932-1938) presentó tres características principales:

• La oligarquía terrateniente consolida su posición a través de mayor participación del Estado.

• Tratado Roca-Runciman: La Argentina tuvo la asignación de una cuota en el mercado inglés a cambio de un trato
preferencial a las inversiones inglesas. El 85% de carne congelada fue vendido a frigoríficos ingleses, pasando a dominar a
los criaderos.

• Plan de reactivación industrial (Plan Pinedo): control de importaciones y crédito industrial.

Durante esta etapa la industrialización fue limitada, aunque permitió una rápida acumulación del capital debido a la
reducción de sueldos. Además, aceleró el proceso de migraciones internas, permitiendo la expansión del sector obrero en la
zona de GBA.

El Nacionalismo Popular (1943-1952) fue representado por el movimiento peronista. El Estado asumió el papel de árbitro
entre las necesidades de desarrollo del sector más dinámico de la industria y la presión del movimiento obrero, que
buscaba más ingresos.

La política peronista de promoción industrial apuntó a la redistribución de ingresos y la transferencia de ingresos del sector
rural al industrial mediante el IAPI. El Estado se convirtió en interventor, mediante la nacionalización de las empresas
públicas.

Características del proceso de sustitución de importaciones:

• Inversiones: Coexistencia de grandes empresas monopólicas con pequeñas fábricas protegidas por el Estado.

• Localización de las inversiones: Crecimiento de GBA

• Ramas industriales: industrias de consumo.

• Estructura productiva: problemas de expansión vinculadas a la falta de inversión de las grandes empresas y las
dificultades para adquirir tecnología en empresas medianas.
Los límites de la ISI:

• Falta de inversiones en bienes de capital

• Dependencia del exterior por industrias básicas

• Falta de insumos y de equipamientos

• Demanda interna estancada

Síntesis del ISI:

• Crecimiento económico apoyado en el consumo y el desarrollo del mercado interno

• Incorporación de inversiones extranjeras en la industria

• Limitaciones en el desarrollo industrial nacional

• Creciente participación del Estado, garantizando el bienestar social de la población

• Concentración espacial del desarrollo industrial en GBA, Córdoba y Rosario

• Grandes migraciones del interior a Buenos Aires

• Aparición de grandes problemas urbanos: pobreza y contaminación

Penetración del capital internacional 1952-1970

Un Estado autoritario y modernizador surge por la crisis del Estado Peronista, que no pudo hacer compatible la acumulación
y la redistribución de ingresos. La salida a la crisis consistía en la apertura al capital internacional, procurando desarrollar
las industrias básicas con este.

Durante el gobierno de Frondizi, se llevó a cabo el desarrollismo. El desarrollismo pretendía dar respuesta al estancamiento
industrial y a la acción del capital extranjero, pero fracasó. Se acrecentó la realización de industrias monopólicas orientadas
a la inversión extranjera directa. Hubo una nueva dependencia tecnológico-industrial que tuvo como protagonista a las
multinacionales:

• Innovación tecnológica creciente

• Deslocalización de la planta productora del centro gerencial (transnacionales) • Nueva localización empresarial

Elena Castellani
En la década del 90 se utilizaron políticas neoliberales propuestas por los organismos internacionales de crédito. El país
atravesó un proceso recesivo.

Con el plan de convertibilidad en 1991 se logró estabilizar los precios domésticos luego de varios años de hiperinflación,
acumulación de capital, dependencia tecnológica.
En los años 80 los organismos internacionales de crédito elaboraron una propuesta de superación que partía del siguiente
diagnóstico: las causas del escaso desarrollo alcanzado se encontraban en el rol excesivamente intervencionista que había
desempeñado el estado durante las últimas décadas.

La única solución era la reducción drástica del aparato estatal, “más mercado y menos estado”. La única salida posible era
aplicar el recetario neoliberal adaptado a las necesidades de los sectores dominantes.

El diagnostico neoliberal tuvo que ser revisado por sus propios hacedores. Ni las viejas ni las nuevas recomendaciones
frenaron la crisis.

¿Por qué el consenso de Washington no tuvo resultado? Dos hipótesis:

• La primera dice que el consenso de Washington realiza un diagnóstico equivocado de las causas que llevaron a la
crisis económica latinoamericana y argentina, porque no toma en cuenta ni las características distintivas de las fracciones
líderes de la clase empresarial, ni las graves implicaciones de las políticas aplicadas en la dictadura. Estas políticas no sirven
para resolver los problemas, sino que lo agravan.

• La segunda es que durante los 90 y como consecuencia del neoliberalismo, se afianza una particular forma de
relación entre el estado y la cúpula empresarial que impide la conformación de un proceso de desarrollo endógeno, ya que
dicha relación se caracteriza por la permanente búsqueda de la obtención de ganancias extraordinarias que realizan
importantes empresas que operan en el mercado local. Las reformas aplicadas generan trabas para el crecimiento
económico y el desarrollo de la sociedad argentina.

Friedman y el rol del estado

La relación del estado y el mercado atravesaba una preocupación: ¿cómo evitar que la imprescindible existencia estatal
interfiera los límites de la libertad individual? El principio más importante de los liberales es el de la libertad de los
individuos que integran una sociedad. Es indispensable que el estado exista para establecer reglas, que sea el garante en
última instancia y la principal amenaza de la libertad humana, esta contradicción se debe a que el estado es el único que
puede garantizar y regular la propiedad privada, y por ende la libertad individual; pero al mismo tiempo es que mediante
una serie de intervenciones libera los límites de esta libertad.

La función principal del estado es la de proteger la libertad de los individuos, hacer cumplir la ley, contratos, fomentar la
existencia de los mercados competitivos. Es preciso que los mercados funcionen bajo perfecta competencia, ya que de esa
forma se enriquece la base material de la libertad.

El objetivo final de toda sociedad es el de mantener la libertad de sus integrantes. El estado es un instrumento
insustituible, garantiza y permite el funcionamiento del libre mercado sin restricciones.

La propuesta de Friedman es la de un estado mínimo. Para construir un estado con estas características, es necesario
recurrir a una fuerte inversión estatal, el estado debe seguir invirtiendo.

El consenso de Washington

A comienzo de los 80 los países latinoamericanos ingresaron en un periodo de estancamiento, que se lo conoce como la
década perdida. El endeudamiento público, caída de inversión, retracción del PBI industrial, inflación, entre otras cosas
provocaron una profunda redistribución regresiva de ingresos, un marcado deterioro de las condiciones de vida de la
población con menos recursos, concentración y centralización de capital y una crisis fiscal.

Esto llevo a que los organismos centrales de créditos elaboraran con un pensamiento neoliberal una propuesta de
resolución “definitiva” de la crisis latinoamericana, que implicaba estabilización macroeconómica.

En argentina ese diagnóstico fue tomado por los sectores dominantes y redefinido en función de sus intereses propios. La
idea central del análisis era que el estancamiento de las económicas latinoamericanas era por la inversión estatal en la
actividad privada. Este consenso fue sumamente perjudicial para los países latinoamericanos.

10 recomendaciones que criticaban el modelo populista de industrialización sustitutiva, mejor conocido como el consenso
de Washington:
• Disciplina fiscal, el déficit público no supere el 1% o 2% del PBI

• Recorte de gasto por sobre el incremento del sector público (terminar con la política de subsidios y empleo público)

• Reforma impositiva orientada a disminuir la evasión

• Liberar el mercado de capitales por completo, libre movimiento de fondos

• Fijar un tipo de cambio estable y homogéneo

• Liberar el comercio exterior sin barreras ni restricciones a exportaciones

• Política de atracción de inversiones externas, apoyando las inversiones directas

• Plan de privatizaciones, la participación del capital extranjero

• Promover la desregulación de los diferentes mercados (bienes, servicios y factores de producción)

• Establecer derechos de propiedad que apunten a garantizar legalmente la imposibilidad de retroceder en materia de
privatizaciones

Estos pasos apuntan a ampliar la esfera del mercado y a disminuir al mínimo la intervención estatal.

Críticas al CW y formación del consenso post Washington

Surgieron diferentes perspectivas críticas del consenso de Washington. Se formo un nuevo enfoque conocido como enfoque
de la crisis fiscal. La principal diferencia con el CW reside en los diagnósticos realizados acerca de las causas que llevaron al
estancamiento en los países de la región. Dos razones permiten explicar la crisis latinoamericana: el populismo económico y
la crisis fiscal.

Este enfoque difiere del CW cuando afirma que las causas del agotamiento de la estrategia sustitutiva de importaciones hay
que buscarlas en la estatización de la deuda externa, alto déficit fiscal y la estructura impositiva regresiva, es decir, un
conjunto de políticas implementadas por distintas dictaduras en los últimos años.

Las medidas de esta corriente: reducción de deuda externa, aumento de la recaudación tributaria, redefinición de la
estructura impositiva, incremento de la inversión educativa, recuperación del ahorro público. Todo esto procura que el
estado recupere su capacidad de maniobra y asuma un nuevo rol, interviniendo activamente para facilitar el
funcionamiento del estado.

Los neoinstitucionalistas que critican el CW dicen que no se puede establecer diagnósticos generalizados para todos los
países porque el mercado solo opera bien cuando está apoyado por otro tipo de redes sociales.

Se deben distinguir dos etapas de restructuración: la de inicio y la de consolidación. En la de inicio se requiere una alta
capacidad administrativa y en la consolidación amplios niveles de autonomía estatal. Para estas corrientes el estado juega
un rol crucial en toda reforma, ya que sin intervenciones es difícil consolidar transformaciones tendientes a mejorar el
funcionamiento económico, el nivel de vida de la población o calidad de las diferentes instituciones sociales y políticas.

El consenso post Washington propone la construcción de un estado eficaz como condición para lograr el desarrollo
económico y social, aunque este nuevo tipo de estado no deba intervenir directamente, como el estado de bienestar, sino
más bien como complemento de los mercados, como “socio” y promotor de actividad privada.

La estrategia propuesta por el banco mundial sostiene que las bases de un crecimiento requieren de la realización de dos
pasos: acomodar el papel del estado en su capacidad y mejorar esa propia capacidad para lograr intervenciones más
eficaces. Ahora considera que es imposible alcanzar el desarrollo del mercado sin funcionamiento estatal.

Desmantelamiento de estrategia sustitutiva y modelo de hegemonía compartida

Durante la última dictadura militar se realizó uno de los ajustes más radicales sobre la economía argentina, se logró
desmantelar la estrategia de ISI y armar un modelo de valorización financiera. Esos cambios ocasionaron transformaciones
en los principales sectores sociales, finalizando así con el modelo político de hegemonía compartida del periodo anterior.
La política de gobierno seguida con mirada neoliberal tuvo 3 pilares: la reforma del sistema financiero, apertura comercial,
ajuste de los precios domésticos especialmente salarios. Esto produjo un giro en el eje de valorización de capital, que paso
del sector industrial al sector financiero, provocando una restructuración regresiva del sector secundario. Se incremento el
endeudamiento externo, que posteriormente fue prácticamente estatizado en su totalidad, generando una carga en el
sector fiscal y externo de la economía.

Estrategia aperturista implico una profunda redistribución de los ingresos en prejuicio de los asalariados, modificación de
precios, mayor concentración y centralización de capital, deterioro de cuentas públicas. Todo esto impacto en la estructura
ocupacional, modificando los patrones de movilidad social y los niveles de bienestar de la población condicionaron los
márgenes de maniobra de futuros gobiernos.

Al desaparecer la industrial como el motor de crecimiento económico se produjo un descenso en los niveles de empleos
en los sectores primarios y secundarios, un incremento en el sector terciario y la construcción. Esto explica el
desplazamiento de la ocupación hacia sectores de baja productividad y empobrecimiento de la población. Muchas
empresas importantes se beneficiaron en este periodo gracias a estas políticas.

Endeudamiento, crisis fiscal y alta inflación: lucha por la conformación de un bloque hegemónico Luego de un intento
frustrado de un plan de reactivación económica de tipo nacional-desarrollista (plan grispun 1984), Alfonsín modifico la
estrategia lanzando un plan de ajuste distinto sustentado con las principales empresas y apoyado por los organismos
internacionales de crédito.

Los éxitos del plan (estabilización de los precios y crecimiento del producto) duraron poco. Menos de 2 años de su
aplicación los cambios fueron desfavorables (caída de precios de bienes primarios que exporta argentina), hubo pérdida de
cosechas, desequilibrios macroeconómicos, enfrentamientos asalariados y capitalistas.

Se intento reformar el sector público, quisieron privatizar, pero estas medidas fueron resistidas por la oposición (peronismo)
que freno cualquier iniciativa en el congreso.

La hiperinflación en 1988-89 quebró el estado, y las políticas neoliberales tomaron fuerza, comenzando a divulgarse el CW
en los medios de comunicación.

Estabilización, reformas estructurales y hegemonía neoliberal

La hiperinflación de 1989 tuvo un gran efecto sobre los sectores populares, esta hiperinflación fue propia de los sectores
dominantes. Se centro en el agotamiento del modelo estatal nacional populista.

La estabilización económica no se logró hasta 1991 con cavallo como ministro de economía, que puso en marcha el plan de
convertibilidad (1 a 1)

La restructuración productiva tuvo 3 programas de reformas: apertura comercial, privatizaciones y desregulación.

Al pasar el tiempo creció la pobreza y se concentró el capital en pocas manos. Los sectores perjudicados por estas políticas
neoliberales fueron básicamente la clase baja, creciendo más la brecha entre pobres y ricos. Estos quedaron excluidos del
mercado laboral, y por ende del consumo.

Enrique Arceo y Eduardo Basualdo


Las transformaciones sociales que se dieron durante los últimos 25 años supusieron un cambio hacia el interior de los
sectores dominantes en relación a cuál de dichas fracciones es hegemónica. Estas transformaciones fueron posibles a partir
de la mutación de los estados en américa latina
(privatizaciones), pero también a partir de los cambios que se dieron en el sistema político.
Debilitamiento de los asalariados en el mercado de trabajo y su capacidad de negociación, así como también la
heterogeneidad y las modalidades de articulación en la economía de los restantes sectores populares.

Procesos de sustitución de importaciones:

• Peso del Estado como orientador del proceso y agente productivo

• Control público de los flujos financieros que estaban orientados a apoyar el proceso sustitutivo

• Importancia del consumo interno.

No en toda América Latina este proceso sustitutivo fue igual, pero más allá de las diferencias es posible señalar algunos
rasgos en común que imposibilitaron el desarrollo:

• Industrialización que tenía como supuesto la concentración de la riqueza y del ingreso heredadas

• Recurrencia al capital extranjero, a la par que se acentuaba el proceso de concentración y centralización del capital

• Desigualdad en la distribución del ingreso.

En el último cuarto del siglo XX se verificó un proceso de crecimiento menor al de 1950-1980. Este proceso vino
acompañado de una enorme transferencia de riqueza hacia los sectores dominantes locales y el capital transnacional vía
endeudamiento del estado, la transferencia de activos públicos por las privatizaciones, la adopción de políticas monetarias
subordinadas a los condicionamientos planteados por los flujos externos de capitales y un predominio de la valorización
financiera del excedente. Esto ha sido paralelo a una caída relativa de la inversión en medios de producción, la
desarticulación del aparato productivo, la contracción o desaparición de las actividades de mayor complejidad tecnológica y
mayores exigencias de trabajo calificado, el aumento de la desocupación y la caída de los salarios reales. A ello se suma un
proceso de extranjerización como consecuencia de las privatizaciones y la transnacionalización de buena parte de los
grupos económicos locales. Este doble proceso (internacionalización financiera y extranjerización) condiciona los grados de
autonomía de las políticas públicas a través del peso de la deuda externa y posibilitando la asunción por parte del FMI y los
OMC en general, de una posición central en la elaboración y adopción de la política económica, monetaria y fiscal.

Crisis de representación política en la mayor parte de la región. Ello se manifiesta en la creciente subordinación política a
los intereses de los sectores dominantes y la disociación entre los sectores populares y el sistema político.

Todo parece indicar que los sectores dominantes avanzan en la redefinición del sistema político y la sociedad civil mediante
una estrategia negativa, porque no pretende construir consenso sino impedir la organización de los grupos subalternos,
inhibiendo su capacidad de cuestionamiento.

Antonio Gramsci llamaba “transformismo” a esta cooptación de los partidos políticos por los sectores dominantes, aunque
en el caso de América Latina no sería ideológica (como en algunos países de Europa) sino material dicha cooptación (este no
es un tema menor porque muestran los diferentes roles que asumieron las clases dominantes).

En la región se verifica un notable angostamiento de la autonomía relativa de la instancia política respecto a los intereses de
estas.

Las consecuencias del predominio del capital transnacional en América Latina

El capital trasnacional no busca en la actual fase el acceso a materias primas y alimentos baratos, sino la explotación de
reservorios de mano de obra de bajo costo y disciplinada, y el control de los recursos estratégicos escasos (petróleo, agua,
biodiversidad). Se trata de una nueva división internacional del trabajo asimétrica en la cual la capacidad de desarrollo
tecnológico y de orientación de las fuerzas productivas no queda ya radicada en el centro en virtud de su monopolio de la
actividad industrial, sino por el control que ejercen las grandes empresas trasnacionales sobre las redes productivas
internacionales (y la desintegración de la estructura industrial en la gran mayoría de los países de América Latina). A su vez,
la sustancial disminución de la capacidad de decisión de los Estados periféricos.

Para algunos autores el modelo exitoso es el Sudeste Asiático, respecto del cual se omiten ciertas características:

• Ausencia de recursos naturales significativos y con ellos de una base material de una burguesía exportadora de bienes
primarios
• Realización de reformas agrarias que liquidaron el poder de los terratenientes y que generaron una distribución del
ingreso más igualitaria que en América Latina

• Niveles de ingreso per cápita inferiores a la de la mayoría de los países de América Latina

• La relativa debilidad de la burguesía local

• La falta de organización de los sectores populares.

Todo ello permitió la conformación de un estado desarrollista con un elevado grado de autonomía respecto de los intereses
inmediatos del bloque dominante y una fuerte capacidad para imponer la estrategia de crecimiento.

El derrotero de la Argentina en el último cuarto del siglo XX que se caracteriza por una regresión socio-económica,
desmantelaron algunas de las similitudes que tenía el país con el Sudeste asiático.

Tanto la expansión del peso del capital transnacional como la transnacionalización de las fracciones del capital local son el
resultado de las luchas en el seno del bloque dominante por imponer un nuevo modelo de acumulación.

Pérdida de peso relativo de América Latina en la economía mundial y la desindustrialización que operó durante su último
cuarto de siglo XX en dicha región no es tan difícil de explicar. En la mayor parte de la región los sectores dominantes
imponen estrategias de desarrollo asociadas al capital extranjero que descansan en aprovechar las ventajas comparativas
estáticas y tornar más atractiva la inversión mediante la reducción del costo laboral y las cargas impositivas. También
mediante la firma de tratados de libre comercio que consolidan dicha estrategia que termina reprimarizando la economía y
con un crecimiento desempleo.

No parece haber cambiado esta situación la reciente experiencia de los gobiernos que accedieron al poder cuestionando las
políticas neoliberales. No han confrontado con el capital transnacional y han continuado con las ventajas comparativas
estáticas (a lo sumo lo que han hecho es avanzar en redes de contención social sin modificar la estructura desigual).

Este modelo de no-desarrollo, que se despliega en condiciones donde la apertura unilateral de los países periféricos ha
generado una formidable expansión de la fuerza de trabajo disponible para el capital transnacional y generado una
competencia exacerbada, se traduce en un crecimiento empobrecedor con deterioro de las condiciones de vida de la
mayoría de la población.

Lo que está en cuestión en américa latina es la posibilidad de que el accionar de los agentes económicos dominantes sea
susceptible de brindar grados crecientes de integración y bienestar para el conjunto de la población mediante el accionar de
un nuevo Estado nacional-desarrollista impulsor del crecimiento y de la articulación de la estructura productiva en base a la
exportación de manufacturas.

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