La Cultura Popular de Veracruz

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05 de marzo del 2021 CULTURA

POPULAR DEL
ESTADO DE
VERACRUZ
UNIVERSIDAD POPULAR
AUTONOMA DE VERACRUZ

DIVERSIDAD CULTURAL DEL ESTADO


CARLOS MANUEL ROMERO GAMBOA
LA CULTURA POPULAR DE VERACRUZ
El estado conserva una gran diversidad de costumbres y tradiciones, tiene una
rica gastronomía y una cultura popular muy amplia. Veracruz celebra 561 fiestas
titulares, 64 ferias y 43 carnavales, es decir que en promedio son casi dos fiestas
tradicionales encada uno de los 365 días del
año. Algunas de estas fiestas son conocidas
nacional e internacionalmente, como el Carnaval
de Veracruz, la fiesta de la Candelaria, en
Tlacotalpan, la feria de Corpus Christi y la
celebración de la Semana Santa, en Papantla y
la Xiqueñada, en Xico. Son famosas también las
ferias de Tuxpan, Xalapa, Córdoba, Veracruz y
Coatzacoalcos, así como las reuniones de brujos
que se hacen el primer viernes de marzo en
Catemaco, en la zona de Los Tuxtla. En
Veracruz se estableció el primer puerto de México, el cual cuenta con una gran
tradición popular que se refleja en su música, bailes, fiestas del Carnaval y su rica
gastronomía. Xalapa representa el centro de la cultura del estado, es lugar de
encuentro de estudiantes, académicos y artistas.

La diversidad cultural del estado es variada y compleja, sus tradiciones


manifestadas de múltiples maneras van
desde su famoso carnaval hasta la "rama “y
el "viejo" particulares a las festividades
navideñas; mención especial merecen los
altares y costumbres conservadas
celosamente con que todo el estado celebra
el día de muertos. Jarocha, esa linda
muchacha costeña que baila al ritmo del son
ataviada en su blanco traje con rebozo de
seda y un ramillete de flores detrás de la oreja…. La cultura veracruzana es una
de las más distintivas del folclor mexicano, su gran fiesta jarocha, gastronomía
costeña y danzas mixtas forman un mosaico multicolor digno de conocer.
Entre las muchas características que distinguen al estado de Veracruz podemos
asegurar que es la entidad federativa que ha sido el primer testigo de importantes
capítulos de nuestra historia: por sus litorales se inició la conquista de los
diferentes reinos mesoamericanos, en su territorio se fundó la primera población
de origen castellano y se construyó la primera iglesia de la América continental;
fue testigo del asecho de los corsarios, por sus tierras se invadió a México en
1847 y en 1862, vio llegar a Maximiliano de Austria como Emperador y lo vio
regresar embalsamado a Europa; en los muelles de su puerto principal anclaría
el vapor “Inpiranga” para llevar aquel 31 de mayo de 1911 al General Porfirio
Díaz al exilio.

En cuanto a la elaboración de objetos que conocemos con el indebido nombre


genérico de artesanías, la
producción estatal es más bien
pobre y está caracterizada por
infinidad de manualidades;
pero los mejores ejemplos del
arte popular veracruzano están
representados por textiles de
extraordinaria calidad que se
continúan tejiendo en varias
comunidades de la Huasteca, en la Sierra de Zongolica.

Tierra con sabor


La cocina veracruzana se caracteriza por la mezcla de sabores y la presencia
constante de ingredientes marinos. El trigo, los lácteos, el arroz y la cebolla, el
pollo y el cerdo, así como especias como pimienta, canela, azafrán y orégano,
entre muchos otros, son aportaciones españolas significativas para el
mestizaje culinario que dieron lugar a exquisitos platillos al sumarse a los
ingredientes autóctonos como maíz y frijol, sazonados de manera importante con
el chile.
Ejemplos sobran y, por supuesto, no se puede dejar de mencionar el pescado a
la veracruzana, sin duda el platillo regional por excelencia. Cuando se visita el
estado no se puede dejar de probar los bocoles de la Huasteca, que son una
tortilla gruesa de masa de maíz cocida al comal y rellena de frijol negro, queso,
chicharrón, carne deshebrada u otro
guiso; o el mole de Xico, los
pambazos xalapeños, la cecina, y qué
decir del arroz a la tumbada, platillo
originario de Alvarado cuya principal
característica es su consistencia
caldosa y que se prepara con tomate,
cebolla y mariscos como camarón,
pulpo y almejas, entre otros ingredientes.
Veracruz destaca también por a su producción de café traído a México por
franceses y holandeses. La planta se adaptó con facilidad al suelo y clima
mexicanos y cobró importancia en Veracruz, donde incluso tiene una
denominación de origen, y que puede y debe degustar en el antiguo café de La
Parroquia, en el puerto jarocho.
En algunos municipios de la huasteca, se realiza una fiesta que es
eminentemente campirana, se trata de la fiesta de los elotes, la practican en
Chontla, Chicontepec, Ixhuatlán de Madero y algunos otros municipios, durante
los meses de abril y mayo, los participantes en estas fiestas se dedican a bailar
danzas, comen elotes y otros alimentos derivados del maíz todos estos actos los
realizan en agradecimiento a la madre tierra por las cosechas recibidas.

La música por dentro


Mención aparte merecen la música y el baile. Veracruz es tal vez el lugar más
folclórico, colorido y alegre del país, y goza de un lugar especial en la cultura
mexicana.
El son jarocho resulta de la mezcla de seguidillas y fandangos españoles con
los zapateados y guajiras cubanos. En esta tierra han convergido muchos
pueblos desde tiempos remotos: indígenas de diversas denominaciones,
españoles, portugueses, italianos, negros de regiones apartadas del África,
franceses y criollos, mismos que han enriquecido y aportado diversas
características a este ritmo. El ejemplo mas común del son es La bamba, que
fue compuesta en Veracruz, pero tiene un especial acento e influencia cubana.
Gracias a la riqueza cultural de la tierra jarocha se desarrolló un son de
cualidades únicas que invita a bailar y zapatear en las tarimas. La característica
más sobresaliente consiste en que tanto en el baile como en el canto debe privar
la improvisación.
La Huasteca veracruzana presenta sin duda influencia africana fusionada con
la española y la indígena, dando lugar a un estilo propio y regional. El mejor
ejemplo es el huapango. De entrada el nombre proviene del náhuatl y surgió
de bailes y trovas populares españolas, convirtiéndose en una expresión
propia en los sectores mestizos y aun en los indígenas. En el huapango existen
variedad de estilos en cuanto a su ejecución y en la mayoría de las ocasiones se
utiliza para narrar alguna anécdota en la que personajes políticos o sociales son
un elemento esencial.
El danzón se cuece aparte: es un ritmo de origen afrocaribeño procedente
de Cuba y Haití. Cadencioso, sencillo, pero coqueto y elegante.
El lenguaje es quizá el aspecto más reconocido de los jarochos en el país y el
extranjero. La copla pícara, el lenguaje florido, piropos y el albur forman
parte del veracruzano. Lenguaje alegre y hasta cierto punto irreverente, que sin
duda al escucharlo genera risas y sonrisas. Quién no ha escuchado La
bamba, El querreque, El cascabel, El colas o El tilingo lingo.

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