Principios de Derecho Administrativo Ii

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UNIVERSIDAD DE SAN JOSÉ

SEDE VIRTUAL

FACULTAD DE DERECHO

CURSO

DERECHO ADMINISTRATIVO II

TEMA: PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN

ADMINISTRATIVA

ESTUDIANTES

ANDREY ALEJANDRO ARROYO MONTOYA

JOHNNY ARIAS CASTRO

PROFESORA

MARIA CECILIA HIDALGO JIMÉNEZ

22 NOVIEMBRE 2022
Tabla de contenido
JUSTIFICACIÓN............................................................................................................................3
OBJETIVOS....................................................................................................................................4
OBJETIVO GENERAL...............................................................................................................4
OBJETIVOS ESPECIFICOS.......................................................................................................4
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................................5
PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA...................................................6
I. LEY DE CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA................................................................8
EFICIENCIA Y EFICACIA........................................................................................................9
IGUALDAD Y LIBRE COMPETENCIA.................................................................................10
PUBLICIDAD...........................................................................................................................12
INTANGIBILIDAD PATRIMONIAL......................................................................................13
CONSERVACIÓN DE LA OFERTA.......................................................................................14
II. REGLAMENTO A LA LEY DE LA CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA. LEY
33411.............................................................................................................................................14
Artículo 2: Principios.................................................................................................................15
III. LEY GENERAL DE CONTRATACIÓN PÚBLICA. N. 9986.........................................18
PRINCIPIOS DE LA LEY GENERAL DE CONTRATACIÓN PÚBLICA............................19
Principio de integridad:..........................................................................................................19
Principio de valor por el dinero:.............................................................................................19
Principio de Transparencia.....................................................................................................20
Principio de Sostenibilidad Social y Ambiental:....................................................................20
Principios de eficacia y eficiencia:.........................................................................................20
Principio de igualdad y libre concurrencia:............................................................................20
Principio de la vigencia tecnológica:......................................................................................20
Principio de mutabilidad del contrato:...................................................................................21
Principio de Intangibilidad Patrimonial:................................................................................21
IV. JURISPRUDENCIA SOBRE LA CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA..................21
CONCLUSIÓN..............................................................................................................................32
REFERENCIAS............................................................................................................................33
JUSTIFICACIÓN.

El presente trabajo de investigación sobre los principios generales de la contratación

administrativa pretende analizar los elementos fundamentales presentes en el procedimiento de

contratación administrativa que realizan los diferentes entes e instituciones del Estado.

Inicialmente se abordará el concepto general de la contratación administrativa, con el propósito

de generar un criterio uniforme sobre dicho concepto, el cual puede ser aplicado por los

diferentes entes e instituciones públicas nacionales.

Es importante para esta investigación analizar los principios esenciales del proceso de

contratación pública, entre las que se pueden mencionar las siguientes: Conservación de la

oferta, eficiencia, eficacia, publicidad, libre competencia, igualdad, buena fe e intangibilidad

patrimonial.

La Administración pública está compuesta por múltiples órganos y entes públicos, los cuales,

desarrollan actividades muy diversas e interrelacionadas en algunos casos, razón por la cual es

importante definir aquellos principios necesarios para adaptarse a las particularidades propias de

cada órgano de la Administración pública.

El Estado necesita que otras personas o empresas le suministren diferentes servicios o bienes

patrimoniales, para lo cual, la Administración puede acudir a la contratación administrativa, a

través de la figura de contrato.

El presente trabajo se realizó mediante la consulta de diferentes obras relacionadas con el

derecho administrativo, el mismo, expone la particular visión que cada autor maneja en relación

con el tema
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Definir los principios básicos de la contratación administrativa, mediante la descripción de cada

concepto; así como su mención de dichos elementos dentro de la normativa costarricense.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Mencionar los órganos y entes públicos que requieren con frecuencia aplicar el procedimiento de

Contratación Administrativa.

Relacionar como los diferentes elementos o principios fundamentales de la contratación pública

se relacionan entre sí.

Definir los principios básicos de la contratación administrativa.

Mencionar la normativa costarricense que regula los principios de la contratación administrativa.


INTRODUCCIÓN.

El Estado, mediante sus distintos órganos e instituciones públicas, requiere de la contratación de

diversos servicios, bienes patrimoniales o actividades personales, para lo cual, recurre a la figura

del contrato; el cual, se define como un acuerdo de voluntades entre dos o más personas o

empresas, que tiene como objeto producir obligaciones. Esta definición de contrato aplica tanto

en el ámbito privado como en el sector público.

La Administración pública tiene la competencia y capacidad para contratar bienes o servicios,

entre órganos propios de la Administración o ante personas o empresas particulares.

El Estado regulariza su personalidad jurídica mediante dos vías distintas: a) a través del ejercicio

de su autoridad de imperio, emitiendo actos de derecho público y b) mediante instrumentos de

derecho privado, acudiendo para esto a los demás sujetos del ordenamiento, haciendo uso para

esto de la figura contractual.

La Administración, mediante sus diferentes entidades como lo son sus órganos, instituciones,

municipalidades, entre otros celebra contratos para el desarrollo de sus múltiples actividades.

Es por esta razón que es necesario establecer los principios elementales que se presentan en el

proceso de la contratación administrativa, esto con el objetivo de entender con mayor facilidad

como se desarrolla el negocio jurídico en dicho ámbito administrativo.


MARCO TEÓRICO
PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA.

Antes de iniciar el análisis del concepto de contratación administración, se debe

comprender que los “principios” no son normas jurídicas en sí mismas, sino más bien son

enunciados generales que informan a todo el régimen sobre la contratación administrativa, los

“principios” son reglas básicas y elementales que se deben respetar en todo momento al realizar

una compra pública, es por esto que se dice que informan todo el régimen de compras públicas,

ya que todos los procedimientos de contratación administrativa tienen como base los principios

generales de la contratación administrativa. El objetivo de los principios generales de la

administración pública es la de crear una base de la cual las compras públicas no pueden

obviarlas, ya que los mismos siempre deben respetarse y por ende son de gran ayuda dentro del

régimen de contratación administrativa. Los principios se encuentran regulados dentro de la Ley

de Contratación y su reglamento

El Estado se puede denominar como una forma de organización política que cuenta con

poder administrativo y soberano sobre una determinada zona geográfica, el cual cuenta además

con la atribución de ordenar y administrar la vida en sociedad, lo que realiza a través de un

conjunto de instituciones que tienen la finalidad de administrar los asuntos públicos. Como parte

de esa atribución de la Administración Pública mediante los distintos órganos, entes e

instituciones públicas, tienen la capacidad de acudir a la figura de contratación pública.

En relación con el principio de contratación administrativa Campos, Christian E. (2007) expresa

lo siguiente:

Sobre la eficiencia y eficacia en relación con los procesos de compra, la sala señala “que la

contratación administrativa es un mecanismo con el que cuentan las administraciones


públicas para adquirir de forma voluntaria y concertada una serie de bienes, obras y

servicios que se requieren para la prestación de los servicios públicos y el ejercicio de sus

competencias”. (pág. 5)

En relación a lo mencionado anteriormente se puede aseverar que la Contratación Pública

es aquella que se presenta cuando las diferentes entidades públicas a través de la figura de

contrato formalizan relaciones de compraventa, arrendamiento, servicios profesionales,

suministros, entre otros, lo cual lo establecen con personas físicas o jurídicas, las cuales pueden

ser del sector privado o igualmente del sector público. Estas contrataciones las realiza la

Administración Pública con el objetivo de cumplir con las obligaciones asignadas al Estado.

Campos, Christian (2007) expresa con relación a la Administración Pública y su ejercicio

de contratación, que las instituciones públicas “son organizaciones colectivas de carácter de

vocación y servicial que deben atender de modo eficiente y eficaz las necesidades y

requerimientos de la comunidad con el fin de alcanzar el bien en general”.

La contratación administrativa, como un concepto propio del derecho administrativo,

cuenta con distintos elementos fundamentales o principios básicos, sobre lo anterior Campos,

Christian (2007) indica lo siguiente:

Bajo esta inteligencia, la Sala indica que la contratación administrativa está comprendida

dentro de los “principios rectores de los servicios públicos”, los propios de “una

Administración Pública prestacional o de un Estado Social y Democrático de Derecho”,

por lo tanto, en materia de principios en las compras estatales “se encuentran, entre otros,

la eficiencia, la eficacia, la continuidad, la regularidad, y la adaptación a las necesidades


socio-económicas y tecnológicas, con el propósito de erradicar y superar las desigualdades

reales del conglomerado social”. (pág. 5)

Los principios generales de la contratación administrativa mediante sus distintos componentes

pretenden el adecuado control y fiscalización de la Administración pública como tal,

garantizando la transparencia del proceso, publicidad, igualdad de condiciones, y gestión

racional del capital público.

I. LEY DE CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA.

Para el control y fiscalización de la Contratación Pública, existe la Ley de Contratación

Administrativa, en el cual se establecen los principios generales por los cuales se rige dicha

normativa, la misma Ley en su artículo número 1, establece lo siguiente:

Cobertura y principios generales

Artículo 1: Cobertura. Esta Ley regirá la actividad de contratación desplegada por

los órganos del Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Tribunal

Supremo de Elecciones, la Contraloría General de la República, la Defensoría de los

Habitantes, el sector descentralizado territorial e institucional, los entes públicos no

estatales y las empresas públicas (administrativa, 1995).

Este artículo nos indica que todas las instituciones pertenecientes a los distintos poderes

del Estado, entre los cuales se adscriben diferentes entes públicos, empresas públicas y todas las

demás, deben respetar la ley 7494 Ley de Contratación Administrativa, para así por medio de

licitaciones poder realizar compras de cualquier tipo hacia empresas privadas o para realizar
contratos sobre remodelaciones, mantenimiento y construcciones, en donde se utilicen recursos

públicos.

Cabe mencionar que la ley 7494 quedará derogada a partir del 1 de diciembre del 2022,

dando lugar a la Ley General de la Contratación Pública.

EFICIENCIA Y EFICACIA.

Los principios de eficiencia y eficacia están estrechamente relacionados en cualquier ámbito en

que se les desee analizar, en lo referente a la contratación administrativa la eficiencia tiene como

objetivo principal que, al momento de realizarse una contratación administrativa, la

Administración adquiera los servicios o bienes más convenientes para el interés público, lo que

resulta en satisfacer las necesidades de la ciudadanía, usando de manera eficiente los recursos del

Estado.

Con relación a la eficiencia en la contratación administrativa como principio fundamental,

Campos, Christian (2007) establece lo siguiente:

Eficiencia y eficacia. Los negocios públicos deben maximizar los resultados ante la escasez

de fondos y recursos; los objetivos de trabajo deben cumplirse al menor costo posible.

Además, la eficacia es el mandato que busca adecuar y concretizar las políticas públicas,

así como el cumplimiento de los objetivos y metas. (pág. 14).

En cuanto a la eficacia, la misma quiere decir que las compras públicas de servicios o

bienes deben estar encauzados a cumplir con los fines que cada entidad pública se haya

propuesto mediante la planificación previamente hecha.


Sobre el principio de eficiencia y eficacia, establece la Ley de Contratación Pública en su

artículo número cuatro, lo siguiente:

Artículo 4: Principios de eficacia y eficiencia. Todos los actos relativos a la actividad de

contratación administrativa deberán estar orientados al cumplimiento de los fines, las

metas y los objetivos de la administración, con el propósito de garantizar la efectiva

satisfacción del interés general, a partir de un uso eficiente de los recursos institucionales.

Las disposiciones que regulan la actividad de contratación administrativa deberán

ser interpretadas de la manera que más favorezca la consecución de lo dispuesto en el

párrafo anterior. (administrativa, 1995)

El artículo anterior deja claro que la eficiencia y eficacia debe estar presente en las

actividades relativas a la contratación administrativa, para lograr mediante una previa

planificación de los objetivos de cada institución, satisfacer las necesidades de los ciudadanos en

general.

IGUALDAD Y LIBRE COMPETENCIA.

El principio de libre competencia se basa en que la entidad que requiera realizar una

contratación de un determinado bien o servicio, no debe limitar la participación de un

determinado oferente, dicho de otra manera, el objetivo de este principio es que todos los

potenciales oferentes puedan participar en igualdad de condiciones, y que si se requiere imponer

un determinado requisito que limite algún oferente, la limitación tenga una base técnica, legal o

económica que la justifique.


El principio de igualdad se basa en que todos los oferentes participantes en un concurso de

contratación administrativa deben ser tratados todos en igualdad de condiciones, y ser los

mismos examinados bajo las mismas reglas.

En relación con el principio de libre competencia e igualdad, establece la Ley de

Contratación Administrativa, en su artículo cinco, lo siguiente:

Artículo 5.-Principio de igualdad y libre competencia. En los procedimientos de

contratación administrativa, se respetará la igualdad de participación de todos los oferentes

potenciales. Los reglamentos de esta Ley o las disposiciones que rijan los procedimientos

específicos de cada contratación no podrán incluir ninguna regulación que impida la libre

competencia entre los oferentes potenciales.

La participación de oferentes extranjeros se regirá por el principio de reciprocidad,

según el cual a ellos se les brindará el mismo trato que reciban los nacionales en el país de

origen de aquellos. El Poder Ejecutivo establecerá, reglamentariamente, las disposiciones

necesarias para la vigencia plena del principio estipulado en este párrafo.

Los carteles y los pliegos de condiciones no podrán disponer formas de pago ni

contener ninguna regulación que otorgue a los oferentes nacionales un trato menos

ventajoso que el otorgado a los oferentes extranjeros (administrativa, 1995).

La libre concurrencia tiene por objetivo afianzar la posibilidad de oposición y competencia

entre los oferentes dentro de las prerrogativas de la libertad de empresa regulado en el artículo 46

de la Constitución Política de Costa Rica, destinado a promover y estimular el mercado

competitivo, con el fin de que participen el mayor número de oferentes, para que la

Administración pueda contar con una amplia y variada gama de ofertas (Arguello, 1999 p.31).
De lo mencionado anteriormente, se menciona lo establecido en la Constitución Política de Costa

Rica, la cual fundamenta textualmente lo siguiente:

Artículo 46: Son prohibidos los monopolios de carácter particular y cualquier acto, aunque

fuere originado en una ley, que amenace o restrinja la libertad de comercio, agricultura e

indsutria.

Es de interes público la acción del Estado encaminada a impedir toda práctica o

tendencia monopolizadora.

Las empresas constituidas en monopolios de hecho deben ser sometidas a una

legislación especial.

Para establecer nuevos monopolios en favor del Estado o de las Municipalidades se

requerirá la aprobación de dos tercios de la totalidad de los miembros de la Asamblea

Legsilativa.

Los consumidores y usuarios tienen derecho a la protección de su salud, ambiente,

seguridad e intereses económicos; a recibir información adecuada y veraz; a la libertad de

elección, y a un trato equitativo. El Estado apoyará los organismos que ellos constituyan

para la defensa de sus derechos. La ley regulará esas materias (Constitución politica de

Costa Rica , 2020 p.20).

PUBLICIDAD.

El principio de publicidad tiene como objetivo principal que los procedimientos de

contratación administrativa se den a conocer por los medios correspondientes, esto para que la

Administración cuente con la mayor participación de oferentes, además este principio establece

que se le de acceso al expediente de compra a todos los interesados.


En relación con el principio de publicidad, se plasma en la Ley de Contratación

Administrativa, en su artículo sexto lo siguiente:

Artículo 6: principio de publicidad.

Los procedimientos de contratación se darán a la publicidad por los medios

correspondientes a su naturaleza.

Todo interesado tendrá libre acceso al expediente de contratación administrativa y a

la información complementaria.

En el primer mes de cada período presupuestario, los órganos y entes sujetos a las

regulaciones de esta Ley darán a conocer el programa de adquisiciones proyectado, lo cual

no implicará ningún compromiso de contratar. Para tales efectos, podrá recurrirse a la

publicación en el Diario Oficial o a otros medios idóneos, tales como la página electrónica

oficial del órgano o entidad. De utilizarse medios distintos de la publicación en La Gaceta,

el respectivo órgano o entidad por lo menos deberá informar, en el citado diario o en dos

diarios de circulación nacional, acerca del medio empleado para dar a conocer su programa

de adquisiciones. (administrativa, 1995).

Podemos aportar lo que indica (Arguello, 1999), en su libro Jurisprudencia Constitucional

sobre la contratación Administrativa sobre el principio de concurrencia y Publicidad “la libre

concurrencia y la publicidad del procedimiento de licitación que no puede obviarse permite a

todos y cualquier interesado participar en el procedimiento licitatorio o bien, acudir en defensa

de sus derechos e intereses ante los Órganos correspondientes (Arguello, 1999p.39).


INTANGIBILIDAD PATRIMONIAL.

Este principio tiene como base el equilibrio financiero, el cual debe ser procurado por las partes,

tanto la Administración como los oferentes deben gestionar el adecuado equilibrio financiero,

para que la contraparte no se vea perjudicada. Esta intangibilidad patrimonial debe quedar

plasmado en el contrato que se formalizó entre las partes.

CONSERVACIÓN DE LA OFERTA.

Este principio de conservación de la oferta no se define expresamente en la Ley de

Contratación Administrativa. El mismo se puede extraer al final del Artículo 4, el cual indica

que “Los actos y las actuaciones de las partes se interpretarán en forma tal que se permita su

conservación y se facilite adoptar la decisión final, en condiciones beneficiosas para el interés

general. Los defectos subsanables no descalificarán la oferta que los contenga. En caso de duda,

siempre se favorecerá la conservación de la oferta o, en su caso, la del acto de adjudicación”.

El objetivo del principio de conservación de la oferta pretende que las actuaciones de las partes

se deberán interpretarse de tal forma que permita su conservación, salvo que los mismos no se

trate de errores que no permitan la satisfacción de interés público.

II. REGLAMENTO A LA LEY DE LA CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA. LEY

33411.

El Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa, es una herramienta expresa y

legalmente autorizada, creada con el objetivo de regular lo relativo al concepto de contratación


administrativa, dicho reglamento puede modificar, o derogar la Ley de Contratación

Administrativa.

En Relación con el Reglamento de Contratación Administrativa, en el considerando de la

Ley en el punto número cinco se menciona textualmente lo siguiente:

El Reglamento se fundamenta en tres pilares que se estiman básicos para desarrollar

adecuadamente la actividad de contratación administrativa: planificación, procedimientos

de selección del contratista y ejecución contractual. (Reglamento a la Ley de Contratación

Administrativa, 2006).

En el Reglamento de la Ley de Contratación Administrativa se mencionan los principios

que rigen la actividad contractual, entre los cuales se mencionan los siguientes:

Artículo 2: Principios. La actividad contractual se regirá, entre otros, por los

siguientes principios:

a) Eficiencia. Todo procedimiento debe tender a la selección de la oferta más conveniente

para el interés público e institucional, a partir de un correcto uso de los recursos públicos.

En las distintas actuaciones prevalecerá el contenido sobre la forma.

b) Eficacia. La contratación administrativa estará orientada al cumplimiento de los fines,

metas y objetivos de la entidad, en procura de una sana administración.

c) Publicidad. Los procedimientos de contratación se darán a conocer por los medios

correspondientes a su naturaleza. Se debe garantizar el libre y oportuno acceso al

expediente, informes, resoluciones u otras actuaciones.


d) Libre competencia. Se debe garantizar la posibilidad de competencia entre los

oferentes. No deben introducirse en el cartel restricciones técnicas, legales o económicas

que injustificadamente limiten la participación de potenciales oferentes

e) Igualdad. En un mismo concurso los participantes deben ser tratados y examinados bajo

reglas similares.

f) Buena fe. Las actuaciones desplegadas por la entidad contratante y por los participantes

se entenderán en todo momento de buena fe, admitiendo prueba en contrario.

g) Intangibilidad patrimonial. Las partes están obligadas a mantener el equilibrio

financiero del contrato. (Administrativa, Reglamento a la ley de Contratacion, 2007)

En relación al principio de libre competencia, este constituye el presupuesto y garantía de

los principios ya que busca asegurar a los administrados la más amplia certeza de la libre

concurrencia en condiciones de absoluta igualdad en los procedimientos de la contratación

administrativa, y que consiste en que la invitación al concurso licitatorio se haga en forma

general, abierta y lo más amplia posible a todos los oferentes posibles, dándoles al cartel la más

amplia divulgación, así como el acceso al expediente, informes, resoluciones y en general a todo

el proceso (Arguello, 1999 p.31.32).

Sobre la igualdad de trato entre todos los posibles oferentes , la licitación tiene una doble

finalidad, la de ser garantía para los administrados en la protección de sus intereses y derechos

como contratistas, oferentes y como particulares, que se traduce en la prohibición para el Estado

de imponer condiciones restrictivas para el acceso del concurso, sea mediante la promulgación

de disposiciones legales o reglamentarias con ese objeto, como en su actuación concreta; y la de

constituir garantía para la administración, en tanto acrece la posibilidad de una mejor selección
del contratista; todo los anterior dentro del marco constitucional dado por el artículo 33 de la

Carta Fundamental(Arguello1999p.31).

En cuanto a los trámites de las licitaciones y en general, en todo lo concerniente a la

contratación administrativa, se considera como un principio moral básico que la administración y

oferentes actúen de buena fe, en donde las actuaciones de ambas partes estén caracterizadas por

normas éticas claras, donde prevalezca el interés Público (Arguello, 1999 p. 33).

En el artículo 3 de este Reglamento se regula lo relacionado a los Concursos regidos sólo

por principios, el cual establece textualmente lo siguiente:

Artículo 3º-Concursos regidos sólo por principios. Las entidades que reciban

fondos públicos al menos una vez al año y estén sujetas sólo a los principios de la ley;

deberán emitir la respectiva regulación interna a fin de garantizar la observancia de los

principios de contratación administrativa. (Administrativa, Reglamento a la ley de

Contratacion, 2007).

Esto nos demuestra que las entidades que reciben fondos públicos deben velar por el fiel

cumplimiento de los principios establecidos tanto en la Ley General de Contratación

Administrativa, como en su reglamento, para así lograr una mejor distribución de los fondos que

aportan todos los contribuyentes.

Según el Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa del 2007, en su artículo 4

indica lo siguiente:

Artículo 4º-Régimen jurídico. La actividad de contratación administrativa se rige

por las normas y principios del ordenamiento jurídico administrativo.

La jerarquía de las normas se sujetará al siguiente orden:


a) Constitución Política.

b) Instrumentos Internacionales vigentes en Costa Rica que acuerden aspectos propios de

la contratación administrativa

c) Ley de Contratación Administrativa.

d) Otras leyes que regulen materia de contratación administrativa.

e) Ley General de la Administración Pública.

f) Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa.

g) Otros reglamentos referentes a la contratación administrativa.

h) El cartel o pliego de condiciones.

i) El respectivo contrato administrativo. (Administrativa, Reglamento a la ley de

Contratacion, 2007).

III. LEY GENERAL DE CONTRATACIÓN PÚBLICA. N. 9986.

A partir del 01 de diciembre del 2022, entrará en vigor la Ley General de Contratación

Pública, la cual pretende regular lo relacionado a la Contratación Pública.

En su ámbito de aplicación la Ley General de Contratación Pública, se aplica para toda la

actividad contractual que emplee total o parcialmente fondos Públicos. (Pública, Ley General de

Contratación, 2022 p.1).

La Constitución Politica de Costa Rica, menciona en el artículo 182, la forma de como

deben realizarce los contratos para ejecución de obra Pública o las compras que se realicen con

fondos Públicos, es decir con el dinero de todos los contribuyentes, el artículo supra citado indica

textualmente lo siguiente:
Constitución Política de Costa Rica Artículo 182. “ Los contratos para la ejecución de

obras Públicas que celebren los poderes del Estado, las Municipalidades y las instituciones

autónomas, las compras que se hagan con fondos de esas entidades y las ventas o

arrendamientos de bienes pertenecientes a las mismas, se harán mediante licitación, de

acuerdo con la ley en cuanto al monto respectivo”. (Legislativa, 2015 p.44).

PRINCIPIOS DE LA LEY GENERAL DE CONTRATACIÓN PÚBLICA.

La Contratación pública se puede definir como el acto administrativo que realiza el Estado

con personas físicas o jurídicas, con el fin de satisfacer una necesidad, para consecuentemente

ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía.

El artículo 7 de la Ley de Contratación Pública, en su Régimen Jurídico establece que la

actividad de Contratación Pública se rige por los principios propios de esta materia y por las

normas del ordenamiento Jurídico Administrativo (Pública, Ley General de Cotratción, 2022

p.4).

El mismo cuerpo normativo establece en su númeral número ocho, lo relacionado a los

principios generales de la contratación pública, el mismo indica lo siguiente:

ARTÍCULO 8- Principios generales: Los principios generales de la Contratación

Pública rigen transversalmente en toda la actividad contractual en que medie el empleo de

fondos Públicos y durante todo el ciclo de la compra pública.

Los principios que informan la contratación pública son los siguientes:

Principio de integridad: La conducta de todos los sujetos que intervengan en la actividad

de contratación en la medien fondos públicos se ajustará al cumplimiento de las normas y


los valores éticos, entre ellos, la honestidad, buena fe, la responsabilidad y el respeto,

prevaleciendo en todo momento el interés Público.

Principio de valor por el dinero: Toda contratación pública debe estar orientada a

maximizar el valor de los recursos públicos que se invierten y a promover la actuación bajo

en enfoque de gestión por resultados en las contrataciones, de tal forma que se realicen en

forma oportuna y bajo las mejores condiciones de precio y calidad.

Principio de Transparencia: Todos los actos que se emitan con ocasión de la actividad de

contratación pública deben ser accesibles de manera libre e igualitaria por parte de los

intervinientes y de cualquier persona interesada. La información que se ponga a

disposición debe ser cierta, precisa, oportuna, clara y consistente.

Únicamente se exceptúa del libre acceso a la información que se determine confidencial de

acuerdo con la ley, para lo cual deberá existir un acto motivado.

Principio de Sostenibilidad Social y Ambiental: Las acciones que se realicen en los

procedimientos de contratación pública obedecerán, en la medida en que resulte posible, a

criterios que permitan la protección medio ambiental, social y el desarrollo humano.

Principios de eficacia y eficiencia: El uso de los fondos y bienes públicos y la conducta

de todos los sujetos que intervienen en la actividad de compras públicas deben responder

al cumplimiento de los fines, las metas y los objetivos institucionales y a la satisfacción del

interés público. En todas las etapas del procedimiento de compra prevalecerá el contenido

sobre la forma y se favorecerá la conservación de los actos. Los defectos subsanables y los

incumplimientos intrascendentes no descalificarán la oferta que los contenga.


Principio de igualdad y libre concurrencia: En los procedimientos de contratación

pública se dará un trato igualitario a todos los oferentes, se procurará la mas amplia

competencia y se invitará a potenciales oferentes idóneos. No se podrán establecer

restricciones injustificadas a la libre participación.

Principio de la vigencia tecnológica: El objeto de la contratación debe reunir exigencias

de calidad y actualización tecnologica que obedezcan a avances cientificos

contemporaneos, de conformidad con las necesidades y posiblidades de la entidad

contratante.

Principio de mutabilidad del contrato: Según lo permita el Ordenamiento jurídico, la

Administración tendrá las prerrogativas y los poderes para hacer los cambios contractuales

que considere necesarios, siempre y cuando estos respondan a la protección o el alcance

del interés público perseguido.

Principio de Intangibilidad Patrimonial: La administración está obligada a observar el

equilibrio financiero del contrato y evitar, para ambas partes, una afectación patrimonial,

por lo que la Administración podrá hacer los ajustes en los términos economicos del

contrato cuando no sea atribuible al contratista, o bien, medien causas de caso fortuito o de

fuerza mayor, de conformidad con lo regulado en esta ley. (Ley General de Contratación

Pública, 2022).

Del artículo supra indicado, se observa que se mantienen algunos de los principios indicados en

la Ley de Contratación Administrativa, y a su vez se incluyen otros principios de igual

relevancia, como lo son el de integridad, transparencia, sostenibilidad social y ambiental,


vigencia de la tecnología, entre otros, esto con el fin de regular la inversión de la Administración

pública, y promover el cuidado del ambiente y la actualización tecnológica.

IV. JURISPRUDENCIA SOBRE LA CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA.

Según Arguello 1999, este nos viene a mencionar una serie de pronunciamientos con

relación al contenido de la Ley de Contratación Administrativa, su reglamento y normativa

conexa.

Según Volio 2003, la misma menciona el voto de la Sala Constitucional N°998-98, la misma trae

acotación que por licitación debe entenderse “el mecanismo, modalidad, medio o conjunto de

principios a los que debe sujetarse el Estado, en el sentido más amplio para poder realizar su

actividad de contratación por cuanto en ella se dan el cumplimiento de los principios

Constitucionales que informan la contratación administrativa”.

La misma Volio 2003, indica que la licitación es considerada como un procedimiento

legal, técnico de invitación a los interesados, para que conformen a las bases preparadas al

efecto, llamadas pliego de condiciones, formulen propuestas de entre los cuales, de elige y acepta

la más ventajosa esto mediante la adjudicación, que se perfecciona al contrato. Este es un

procedimiento de selección del contratista de la administración pública que, sobre la base de una

previa justificación de idoneidad moral, técnica y financiera, establecer que persona o empresa es

la más conveniente o la mejor oferta procurando el mejor uso de los fondos Públicos.

La contratación administrativa tiene la característica de conformarse a partir de una serie

de principios jurídicos. Es por lo anterior que nuestro Tribunal Constitucional indica que “desde

punto de vista del contenido material de nuestra Constitución Política, la sola enunciación que

hace el artículo 182 constitucional implica esa configuración en el comentario del voto 998-98.
Eso mismo lo han manifestado los magistrados Sancho, Calzada y Molina en el voto

salvado de la sentencia número 0787-94 de las 15:21 horas del 8 de febrero de 1994 cuando

indicaron lo siguiente.

La norma impugnada contiene un requisito formal que debe satisfacer toda persona física

jurídica, que desee participar en los procedimientos de contratación administrativa, para

satisfacer el principio esencial contenido en el artículo 182 de la Constitución Política, en virtud

del cual Los contratos para la ejecución de obras públicas que celebren los Poderes del Estado,

las Municipalidades y las instituciones autónomas, las compras que se hagan con fondos de esas

entidades y las ventas o arrendamientos de bienes pertenecientes a las mismas, se harán mediante

licitación, de acuerdo con la ley en cuanto al monto respectivo. Este principio, que se resume en

que toda contratación administrativa, se hará por el procedimiento de licitación, implica que

tienen rango constitucional todos los principios del derecho público que informan la contratación

administrativa, en la medida en que resulten razonables y proporcionados a los fines que se

persiguen. Los tres principios esenciales que reconoce la doctrina del Derecho Público son la

libre concurrencia, la igualdad de oportunidades y la publicidad, principios que reproduce la Ley

de la Administración Financiera de la República en su artículo 101 y el artículo 31 del

Reglamento de la Contratación Administrativa y la norma que se cuestiona, no lesiona, en forma

alguna, ninguno de esos tres principios (Cordero, 2003).

Ley de la Administración Financiera de la República

Según lo supra citado, vamos a recalcar lo que indica la Ley de la Administración

Financiera de la República en su artículo 101 “Aprobación. Para el pago de proveedores,

alquileres, becas, transferencias y gastos en general, deberá existir la respectiva aprobación


electrónica en el Sistema Integrado de Información de la Administración Financiera, por parte de

los responsables de los procesos financieros. En las distintas operaciones a que se refiere este

artículo deberán imperar los principios de publicidad, seguridad y transparencia” (Reglamento a

la Ley de la Administración Financiera de la República, 2001).

Reglamento de la Contratación Administrativa


Artículo 31: Reajustes o revisiones del precio. Las partes tendrán derecho al reajuste o revisión

del precio siempre que se acredite la variación de los respectivos costos, conforme las reglas

existentes. El derecho a reajuste o revisión de los precios rige desde la presentación de la oferta y

podrá ser solicitado una vez que dé inicio la ejecución contractual. Las partes estarán obligadas a

fundamentar su gestión y a aportar las pruebas en que sustenten su dicho, tomando en cuenta las

regulaciones específicas de la materia. Las gestiones por este concepto prescriben en cinco años,

a partir de que existe la posibilidad de interponer acciones cobratorias en relación con la

variación de costos que se demande. Dicha prescripción se interrumpe con la presentación de la

gestión. (Administrativa, Reglamento a la ley de Contratacion, 2007).

Sala Primera de la Corte

Resolución N. ª 01715 – 2020

Fecha de la Resolución: 29 de abril del 2020 a las 11:00 a. m

Expediente: 13-003751-1027-CA

Redactado por: Iris Rocío Rojas Morales

Clase de asunto: Proceso de conocimiento

Analizado por: SALA PRIMERA

Exp. 13-003751-1027-CA Res. 000 1715-F-S1-2020


SALA PRIMERA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIAL. San José, a las once

horas del veintinueve de abril de dos mil veinte.

Proceso de conocimiento -declarado de puro derecho- establecido en el Tribunal Contencioso

Administrativo y Civil de Hacienda por LUIS ROJAS E INGENIEROS ASOCIADOS

SOCIEDAD ANÓNIMA, representado por Luis Francisco Rojas Montero, cédula de identidad

1-0322-0317, ingeniero civil; contra el ESTADO, representado por su procuradora Gloria

Solano Martínez, vecino de Heredia y la JUNTA ADMINISTRATIVA DEL CENTRO

EDUCATIVO RODRIGO FACIO BRENES, representado por Luis Montes Solano. Las

personas físicas son mayores de edad, y con las salvedades hechas, casados, abogados y

vecinos de San José.

Redacta la magistrada Rojas Morales

I.- Luis Rojas e Ingenieros S.A., interpuso proceso de conocimiento en contra del Estado

y la Junta Administrativa del Centro Educativo Liceo Rodrigo Facio Brenes (en

adelante la Junta). En su escrito inicial alegó, el Ministerio de Educación Púbica (en adelante

MEP o el Ministerio) publicó el cartel licitatorio para la adquisición de servicios profesionales,

para la elaboración de levantamiento de obra y estudios preliminares, así como mantenimiento en

las instalaciones del Centro Educativo Liceo Rodrigo Facio Brenes. Señaló haber sido

adjudicados por un monto provisional, con base al valor inicial estimado en la obra. Recalcó, el

día 2 de abril de 2013 hicieron entrega del presupuesto del proyecto, establecido en

¢1.167.316.493,00. Apuntó, al existir diferencia entre el valor provisional del contrato y el valor

real presupuestado, se cobró el ajuste de los honorarios correspondientes a los servicios

brindados, los cuales son remunerados en concordancia con el valor del proyecto, y no con base

a la estimación inicial. Por lo anterior, solicitaron lo siguiente: 1. Se

adecue la conducta administrativa a las reglas establecidas en el ordenamiento jurídico,

reconociendo el derecho al ajuste de honorarios profesionales por un total de ¢48.136.240,00; 2.

Se condene al pago de los intereses y las costas del proceso. Por su parte, el Estado

y la Junta Administrativa del Centro Educativo Liceo Rodrigo Facio, contestaron de forma
negativa la demanda, y en términos generales, opusieron las excepciones de falta de legitimación

activa y pasiva, así como falta de derecho. El Tribunal acogió la defensa de falta de legitimación

pasiva interpuesta por el Estado, así como falta de derecho alegada

por la Junta Administrativa del Centro Educativo del Liceo Rodrigo Facio, y en consecuencia

declaró sin lugar la demanda, condenando al vencido al pago de las costas. Inconforme, el actor

formuló recurso de casación, el cual fue admitido por este Tribunal

II.- El recurrente arguye de manera confusa distintas disconformidades con lo resuelto

por el Tribunal Contencioso Administrativo. Alega como primer agravio, errónea

valoración de la prueba. Señala, el Tribunal no apreció que el cartel licitatorio indicaba

claramente que los aspectos no contemplados en el mismo se regirían

por la Ley de Contratación Administrativa (en adelante LCA), su Reglamento, así

como la normativa técnica legalmente establecida. Por ello, el Decreto Ejecutivo No. 18636-

MOPT, forma parte de esa normativa técnica, y a su vez establece las tarifas obligatorias

aplicables a los servicios contratados. Aducen, lo anterior permite entender que el accionado

tenía conocimiento de la existencia de ese Decreto, el cual regula los honorarios en Ingeniería,

por lo que no existía obligación por parte del contratado, poner en conocimiento

a la demandada de dicha norma. Expone, por esa errónea valoración probatoria, los juzgadores

llegaron a la conclusión que el demandante había actuado de mala fe. Insiste, el razonamiento del

Tribunal es meramente intuitivo, toda vez que el Arancel de Servicios

Profesionales de Consultoría para Edificaciones (18636-MOPT), describe los servicios

profesionales contratados. Además, el numeral 163 del

Reglamento de la Ley de Contratación Administrativa (en adelante RLCA o el Reglamento),

señala la forma en que debe remunerarse los servicios profesionales conforme a las respectivas

tarifas reguladas en los aranceles obligatorios. Posteriormente reprocha, las normas arancelarias

(decreto) no pueden sucumbir ante un cartel licitatorio, tal y como lo prevé el

Principio de Jerarquía de las Normas contemplado en el numeral 4 del RLCA. Refuta, el cartel

licitatorio fue confeccionado por el Ministerio, quienes debían tener conocimiento de las normas
legales vigentes, por lo que señalar una presunta mala fe por parte del actor por la habitualidad

en sus labores, resulta un razonamiento discriminatorio y en

beneficio de la Junta Administrativa, lo que tampoco puede alegar desconocimiento de la ley.

Como segundo fundamento de casación, señala incongruencia. Indica, el ordinal 66 de la LCA

no establece que los precios ofertados sean firmes, definitivos o invariables. Al aplicar dicha

norma en beneficio del demandado, se le dejó en indefensión, pues no se logra

comprender la relación de la sentencia con dicha normativa. Reitera, no existe fundamento

alguno para desatender el Decreto Ejecutivo No. 18636-MOPT, el cual contempla los servicios

contratados, así como las respectivas tarifas. Argumenta, el Tribunal dejó de valorar la oferta

presentada, por lo que no observó que la misma no contenía el valor final de las obras, y es por

ello que procede el ajuste de los honorarios, tal y como lo dispone el numeral 35 del Reglamento.

Enfatiza en la inobservancia del Principio de la Jerarquía de las Normas, estipulado en el artículo

4 del RLCA, recalcando, los servicios brindados se encuentran descritos en el artículo 17 y 24

del Reglamento para la Contratación de Servicios de Consultoría en Ingeniería (RCSCI), y al

estar claramente definidos y delimitados, los mismos se encuentran cubiertos por el Arancel que

regula dichos honorarios (artículo 3 y 4 del Decreto Ejecutivo 18636-MOPT). Agrega

que, la modalidad por precio global -aplicado por la Administración demandada- no se encuentra

regulada en el RCSCI, lo que rige es el Arancel de Honorarios ya indicado. Destaca, las

Juntas de Educación no tienen un régimen privilegiado para la contratación de servicios

profesionales en Ingeniería, por lo que aceptarlo iría en contra del numeral 9 del RCSCI. Finaliza

alegando, la oferta fue presentada como un monto provisional, por lo que, al ser el resultado final

más alto, se justifica el ajuste de honorarios en aplicación al Arancel, así como del mismo cartel,

es decir, la oferta debió entenderse como monto provisional. En cuanto a las costas, alegan haber

tenido motivos suficientes para litigar, por lo que no era procedente su

condenatoria.

III.- En lo de interés, el Tribunal consideró: “…La sana crítica hace pensar que

conocían de la existencia de la norma, que se dieron cuenta del supuesto error que estaban
cometiendo la Administración demandada y no presentaron el recurso de objeción al cartel, o

cuando menos una nota advirtiendo el gazapo. La oferta tampoco indica nada sobre el

particular y no es posible ubicar gestión alguna hasta una vez ejecutado el acuerdo. (…) No se

puede olvidarse que conforme con el canon

veintiuno de la Ley de Contratación Administrativa es "responsabilidad del contratista

verificar la corrección del procedimiento de contratación administrativa, y la ejecución

contractual. En virtud de esta obligación, para fundamentar gestiones resarcitorias, no podrá

alegar desconocimiento del ordenamiento aplicable ni de las

consecuencias de la conducta administrativa." De manera que en caso de prosperar la tesis

del actor existe una negligencia administrativa, pero ante todo existe una responsabilidad del

contratista, en cuanto por lo menos permitió que se cometiera el error, para luego

aprovecharse de este. A simple vista, es manifiesto que estamos frente a una persona que

actúa de mala fe y que pretende aprovecharse de su propio dolo, lo que es contrario a derecho.

(…) Siendo que la actora se dedica a los servicios requeridos por la Junta, si en su criterio por

imperativo legal estaba limitado el tema de los horarios, debió presentar su oferta ajustada a

ese requerimiento y si era del caso ejercer los recursos administrativos para garantizar que su

tesis imperara, amén de haber advertido la situación ante la Administración licitante; nunca

aprovecharse del criterio precio para resultar adjudicataria y de manera posterior venir a

discutir diferencias en el precio a partir de normas de orden público. No se trata de un

reajuste de precios, en tanto no hablamos de las variables en este componente que quebrantan

el equilibrio de la contratación, si no de un reclamo a recibir mayores ganancias por el mismo

trabajo ofrecido y contratado. En sentido técnico en el caso de imperar la tesis de la sociedad

actora, en el aspecto que el precio está tasado para este tipo de actividades, todos los precios

inferiores al reglamentario serían ruinosos y debieron ser excluidos por ese motivo, incluyendo

el de la sociedad actora. (…) Nótese que estamos hablando del precio, que fue el criterio que

permitió la selección de la empresa reclamante. Nos resulta imposible avalar ese

tipo de conductas, donde el dolo es manifiesto. (…) No podría quien habiendo actuado con
pleno conocimiento de lo que ahora enuncia, desplegó como un acto no permitido (su oferta)

que dicha sea de paso le permitió acceder a un contrato administrativo, venir ahora a reclamar

que esa circunstancia deba favorecerle patrimonialmente. (…) En esta misma línea de ideas se

debe insistir, en que si la propuesta del actor lo es que el cartel inobservó que el precio no

podía haberse constituido en parámetro de selección del oferente al encontrarse uniformado

por Decreto, lo cierto del caso lo es que fue su oferta tampoco ajustada a dicha regulación en

consecuencia, la que le permitió resultar adjudicado. Todo ello habla al tiempo, de que admitir

tal tesis no importaría otra cosa que patrocinar un uso abusivo o antisocial del derecho, sino

una acción incoada de mala fe, dado el modo de proceder descrito, cosa que el ordenamiento

jurídico no ampara (…) Bastando dicho aspecto para declarar una falta de derecho y sin

lugar la demanda, en cuanto que lo pretendido se torna antijurídico; de suerte que es

innecesario seguir pronunciándose sobre los demás motivos invocados para declarar sin

lugar la demanda. A mayor abundamiento, es correcto lo indicado por la Junta demandada, en

cuanto que el canon sesenta y seis de la Ley de Contratación Administrativa establece que los

precios ofertados son firmes, definitivos, invariables e inequívocos y que la sola

acreditación de la plica representa un pleno sometimiento al cartel, lo que llevaba

incluido la presentación de precios a la baja, en el entendido que el menor de estos iba a

resultar el adjudicatario. Si el precio era un criterio rígido o invariable en el supuesto que

estuviera sometido al decreto en cuestión, el monto fijado por el arancel representa el mínimo

que podía cobrarse; pese a esto, la misma empresa actora acreditó un precio menor, que ahora

piensa completar con esta demanda, en forma ascendente hacia lo fijado por el decreto de cita.

Aceptar esa posibilidad llevaría generar un trato desigualitario, frente a cualquier otro

oferente que igualmente podría cumplir con lo pretendido por el importe que en definitiva se

le estaría cancelando a la sociedad actora. El principio de igualdad y libre concurrencia se

vería vulnerado en el caso de aceptar la demanda en los términos expuestos, lo que

nuevamente nos llevaría a un rechazo de la pretensión sobre la base de la falta de derecho.”


IV.- En el presente asunto, el cartel de licitación para la “Contratación de servicios

profesionales para la elaboración de un levantamiento de obra existente, estudios preliminares,

realización de planos constructivos, especificaciones técnicas, presupuestos y programación

para la construcción de obra nueva, y para el mantenimiento”, señaló que, el precio de la oferta

se entendería como un precio global conformado por gastos de personal, gastos generales

previstos, gastos directos y utilidad. Además, en dicho pliego licitatorio, se indicó expresamente,

se adjudicaría la oferta que cumpliera con los requisitos legales y técnicos, y, además, ofreciera

el menor precio. En la oferta del casacionista, se logra contemplar que realizó su propuesta

señalando: “los precios dados en el desglose adjunto en el Anexo 1, son en firme, definitivos e

invariables”. Producto a ello, la Administración realizó la respectiva adjudicación

a la oferta de menor precio, correspondiendo a la presentada por Luis Rojas Ingenieros

Asociados S.A. Es decir, el criterio de calificación sea la variable del precio, tenía un papel

preponderante a efecto de definir al adjudicatario, toda vez que fue concluyente al indicarse que

se adjudicaría al de menor precio. Si bien la parte actora, tanto en su escrito de demanda como en

el presente recurso, ha razonado la aplicación del Decreto de Honorarios No. 18636-MOPT, así

como el Principio de Jerarquía de las Normas, no lleva razón en su argumentación. El cartel tiene

especificaciones concretas que se rigen por la LCA y su reglamento, y el Decreto de Honorarios

regula otro supuesto en la relación cliente-profesional. El casacionista sabía que se le contrataba

por precio global y que el mismo iba ser el parámetro para la selección del oferente, por ello

tenía que ser invariable. Es indudable que el cartel de licitación definió desde un inicio los

alcances del proyecto, dejando establecido el requisito para su adjudicación, por lo cual ese

limitante no podía ser excedido por las oferentes. La empresa actora formuló su oferta, y

como bien lo indica el Tribunal, nunca presentó una solicitud de aclaración en cuanto al

precio y/o la forma de pago, con lo que se garantizó la adjudicación. Es claro

que la oferta de Luis Rojas e Ingenieros Asociados S.A., determinó un precio único e

invariable, el cual lo formuló conociendo el detalle de las obras. Por esa razón, no es dable

considerar que el precio propuesto podía ser sometido a modificaciones, donde incluyeran
labores sujetas a la aplicación de tarifas que podían ser modificadas conforme se

incrementara el valor de las obras o servicios, puesto que no existió ningún aumento en los

trabajos para los cuales fueron contratados. No es de recibo la tesis en cuanto al importe

estaba sujeto a la aplicación del Arancel, el cual incluía labores “tarífales” y “no

tarífales” que implicaban correcciones al precio ofertado, según aumentara el valor

total de la edificación, ya que, en el cartel, la variable precio era esencial, habiéndose fijado

el presupuesto disponible al inicio de la adjudicación, lo cual impide acoger la censura. Lo

anterior, tal y como lo ha expresado el Tribunal en el fallo combatido, habría impedido

a la Administración licitante seleccionar la oferta en mejores condiciones de precio,

elemento que indiscutiblemente se constituía como fundamental, y fue excluyente para

otros contratistas. No debe olvidarse que

uno de los principios esenciales de la contratación administrativa es la búsqueda del mejor

precio para la administración y tal meta se estaría vaciando de contenido, si se acepta la tesis

del casacionista. El anterior criterio ha sido reiterado por la Sala Primera de la Corte

Suprema de Justicia, entre ellos los votos No. 879-F-S1-2011 de las 08 horas 45 minutos del

28 de julio de 2011, No. 1038-F-S1-2012 de las 10 horas 20 minutos del 24 de agosto de 2012,

No. 1305-F-S1-16 de las 10 horas 16 minutos del 07 de diciembre de 2016. Por las razones

dadas, procede el rechazo del recurso.

V.- En mérito de lo expuesto, procede rechazar el recurso con sus costas a cargo del

promovente, de conformidad con el artículo 150 inciso 3) del CPCA.

POR TANTO

Se declara sin lugar el recurso. Son las costas a cargo del promovente.
Luis Guillermo Rivas Loáiciga

Román Solís Zelaya

Rocío Rojas Morales


William Molinari Vílchez
Damaris Vargas Vásquez
CONCLUSIÓN.

En razón de lo anterior, se puede concluir que los contratos administrativos son también actos

jurídicos por naturaleza, por lo que comparten algunas exigencias propias de las obligaciones

pertenecientes al derecho privado, dichos contratos deben ser lícitos, posibles, tener un objetivo

social y determinado y deben estar acorde a derecho. En el caso particular de la contratación

administrativa es necesario que uno de los sujetos de la obligación sea un órgano, ente o

institución pública, junto a cualquier persona física o jurídica privada, o igualmente pública.

Todas las compras relacionadas a bienes o servicios que realice la Administración Pública se

exceptúan de la regulación del derecho ordinario, razón por la cual estas compras no pueden

recibir el mismo trato que se aplica en los casos de contratos entre empresas privadas

particulares.

Debido a su representación pública, deberá la Administración ser transparente en relación con los

recursos que destina al momento de adquirir bienes y servicios, mismos que son necesarios para

la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía.

La Administración en su papel de Contratante, tiene el deber de garantizar medios por los cuales

las personas, tanto físicas como jurídicas (incluyendo órganos administrativos internos) tengan

acceso a la diferente información necesaria para constatar la legalidad empleada en el manejo de

los fondos públicos.

El procedimiento de contratación administrativa se debe basar en una serie de principios

generales que deben ser parte inherente del proceso, al momento de la negociación de bienes,

servicios u obras destinadas al logro de un fin público. Dicho procedimiento de contratación

crea relaciones jurídicas entre la Administración y otra parte.


La Ley establece que para efectos de contratación administrativa la Administración se conforma

por los distintos poderes del Estado, Tribunal Supremo, Contraloría General y Defensoría de los

Habitantes, así como los distintos entes e instituciones que forman parte de la Administración

Pública.

La importancia de los principios de la contratación administrativa es la de propiciar una

selección objetiva, en la cual se adjudique la compra a aquel oferente que brinde las condiciones

más favorables a la entidad, y por consiguiente a los fines que ella busca, esto sin tomar en

cuenta factores de interés, afecto o en general cualquier información subjetiva. Generando lo

anterior un procedimiento objetivo y transparente, cerrando así el paso a cualquier consideración

discriminatoria que pudieren llevar a cabo las autoridades.


REFERENCIAS.

Campos, Christian E. (2007). Ley de Contratación Administrativa y su reglamento. Disponible

en:

https://books.google.co.cr/books?

id=fmr8UjHl1vkC&printsec=frontcover&dq=principios+de+contrataci

%C3%B3n+administrativa&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwihqoO7hLv7AhWtSzABHX3ABU0Q

6AF6BAgLEAI#v=onepage&q=principios%20de%20contrataci%C3%B3n

%20administrativa&f=false

Ley N. 7494 Ley de Contratación Administrativa. Diario Oficial La Gaceta, San José, Costa

Rica, 01/05/1995.

Ley N. 33411. Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa. Diario Oficial La Gaceta,

San José, Costa Rica, 27/09/2006.

Constitución Política de Costa Rica, Asamblea Nacional Constituyente, 08-11-1949.

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