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SEMBLANZA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

“La libertad no se conquista de rodillas, sino de pie, devolviendo golpe por golpe,
infringiendo herida por herida, humillación por humillación. Que corra la sangre a
torrentes, ya que ella es el precio de nuestra libertad, estas fueron palabras que
Ricardo Flores Magón, gran pensador de la Revolución mexicana, dirigió al pueblo
de México, para que tomaran conciencia de que debían luchar por sus derechos y
por una vida mejor.

Durante el gobierno del general Porfirio Díaz la situación de pobreza y opresión


que vivía el pueblo de México era extrema y en 1910 esta situación se volvió
francamente insoportable.

Ante esta situación Francisco I Madero, prócer de la revolución mexicana, hizo un


llamado al pueblo con estas palabras contenidas en el Plan de San Luis:
“conciudadanos: No vaciléis ni por un momento: tomad las armas, recobrad
vuestros derechos de hombres libres y recordad que nuestros antepasados nos
legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron:
invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria”.

A este llamado se unieron hombres y mujeres muy valiosos como fueron los
hermanos Serdán, iniciadores de la revolución mexicana y cuyo valor quedó
labrado a tiros en la fachada de su casa ubicada en la ciudad de Puebla.

1913. Francisco I Madero siendo presidente, es traicionado y asesinado por


Victoriano Huerta durante la llamada “decena trágica”, después de este cobarde
hecho, Victoriano Huerta sediento de poder se autonombra Presidente de nuestro
país. Mientras los grandes caudillos de la Revolución: Emiliano Zapata, Francisco
Villa y Venustiano Carranza se unen para derrocar al usurpador librando cruentas
batallas en todo el país, que finalizan con la toma de Zacatecas por el ejército del
general Francisco Villa. Logrando así derrocar al usurpador en 1914.

1917 Venustiano Carranza siendo Presidente de la República, promulga la


Constitución, la cual sigue vigente hasta la fecha.

1920 Venustiano Carranza muere asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla; algunos


historiadores consideran este acontecimiento como el fin de la Revolución
Mexicana.

Hoy, recordamos con profunda gratitud a hombres y mujeres valiosos, a héroes


con ideales de justicia y libertad, quienes con valentía y convicción, fueron
capaces de ofrendar su vida por nuestro país, por un mejor país! A ellos, nuestro
profundo respeto; a ellos, dedicamos este homenaje.
tros héroes que lucharon por los derechos del pueblo y por la justicia como fueron
Emiliano Zapata, Francisco Villa, Venustiano Carranza, José María Pino Suarez y
desde el plano intelectual Belisario Domínguez y los hermanos Ricardo y Enrique
Flores Magón quienes sufrieron persecución, tortura y finalmente el sacrificio de
sus vidas por sus ideales de libertad y justicia.
onciudadanos:- No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los
usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombre libres y recordad que nuestros
antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como
ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria”. —SUFRAGIO EFECTIVO,
NO REELECCIÓN—

Durante el gobierno del gral Porfirio Díaz el pueblo de México sufría mucha
pobreza e injusticia y en 1910 ya había llegado a su límite.

 Porfirio Díaz Mori fue dictador de México y para el final de su séptimo


mandato,
 en 1910, había mantenido una dictadura de 34 años. El día de su
reelección murieron muchas personas. Tuvo una oposición política muy
fuerte.
 En 1910 se levantó Madero con sus armas (Los Maderistas)
 Desde 1910, cuando se inició la revolución, México sufrió una guerra civil
que se prolongó hasta 1921.
 Entre 1913-1914 ocurrió el levantamiento de Huerta y "el gobierno de los
federales"
En 1914 hubo levantamientos militares (dirigidos por Carranza, Obregón,
Villa, Zapata, entre otros).
 En este año también ocurrió la batalla "La toma de Zacatecas" que
organizaron los Villistas.
 En 1915 Obregón derrotó a los Villistas y Carranza obtenía más poder.
 En 1917 La Asamblea Constituyente, bajo la dirección de Carranza, aprobó
la constitutión y Carranza fue elegido Presidente.

Resumen de la Revolución Mexicana de 1910

Principales causas

1. La dictadura de Porfirio Díaz.


Este caudillo autoritario estaba en el poder desde 1876, reeligiéndose en 7
oportunidades.

2. El latifundismo

En 1910, nuestro país vivía condiciones de grave desigualdad social pues


mientras el 40 por ciento de las tierras eran propiedad de unos cuantos
hacendados, la mayor parte de la población vivía en la ignorancia y en la pobreza
extrema.
Mientras grandes capitalistas extranjeros controlaban los ferrocarriles, las minas,
el petróleo, las masas trabajadoras sufrían la pobreza, y carecían de derechos
laborales.

3. El imperialismo
sociales.

Principales hechos

En 1910, Porfirio Díaz se reelegió por sétima vez, después de encarcelar al


candidato opositor Francisco Madero. Pero éste, al salir de prisión, hizo un
llamado a la rebelión nacional y fue seguido por líderes populares como Pancho
Villa y Emiliano Zapata. Al verse acorralado, Porfirio Díaz renunció el 25 de mayo
de 1911, y huyó a Europa.

Victorioso, Madero restauró la Constitución de 1857, implantó el sufragio popular y


prohibió la reelección. Pero las masas campesinas clamaban por reformas
económicas, y el jefe guerrillero del sur Emiliano Zapata propuso el Plan de Ayala,
para distribuir tierras entre los trabajadores. Lo apoyó Pancho Villa desde el norte
del país. Mientras tanto los sectores conservadores (hacendados, la Iglesia)
apoyaron al ministro Victoriano Huerta, quien traicionó a Madero y lo mandó
asesinar en 1913.

Después de dos años de caos político y social, a fines de 1915 tomó el poder
Venustiano Carranza, quien en 1917 promulgó la Constitución de Querétaro,
donde se implantaban importantes reformas como: la jornada laboral de 8 horas,
la indemnización por accidentes de trabajo, la libertad de creencias, la reforma
agraria y la nacionalización del petróleo.

En 1920, Venustiano Carranza fue asesinado por los partidarios de Álvaro


Obregón, quien poco después tomó el poder. Para muchos la muerte de Carranza
marca el fin de la Revolución Mexicana. Sin embargo, los conatos de violencia
continuaron hasta que en 1934 llegó al gobierno don Lázaro Cárdenas, e hizo
realidad la reforma agraria y la expropiación de los yacimientos petroleros.

El Día de la Revolución Mexicana es un día de fiestas patrias en México, lo


celebran con desfiles por las calles y actos ceremoniales especiales para los
héroes que ayudaron a forjar esta revolución, la primera en América Latina y una
de los más grandes del siglo XX. Se inició en marzo de 1910 con el Plan de San
Luis Potosí decretado por Francisco Madero, apoyado por obreros y campesinos.

Díaz gobernó México favoreciendo a los inversionistas extranjeros


(estadounidenses y europeos), beneficiando principalmente a las clases
privilegiadas representadas por dueños de haciendas en el campo y negociantes.
Madero, en cooperación con Francisco Villa (en el norte) y Emiliano Zapata (en el
sur), estableció un gobierno democrático liberal que recibió un fuerte apoyo de los
Estados Unidos pero que al no promulgar una ley agraria que favoreciera a la
clase campesina, provocó la ruptura y el retiro del apoyo al revolucionario del sur.
Zapata escribió entonces el Plan de Ayala, cuyo lema era "Tierra y Libertad," que
afirmó que "la tierra es de quien la trabaja."
Madero fue depuesto en 1913. Victoriano Huerta, ex-general de Díaz, tomó el
poder hasta 1914, el año en que Venustiano Carranza asumió la presidencia
anunciando el Plan de Guadalupe, que estableció el Ejército Constitucionalista. La
Constitución Mexicana fue escrita durante su gobierno en 1917. Carranza fue
presidente de México hasta 1920.
Desde 1910, cuando se inició la revolución, el país sufría una guerra civil que se
prolongó hasta 1921. Las guerras internas y desacuerdos políticos entre los
principales caudillos del movimiento continuaron hasta este año, en que cesaron
los conflictos armados a lo largo del país. Este violento movimiento militar, político
y social marcó el inicio de la modernidad, se promulgaron nuevas reformas, como
la ley de la reforma agraria, la educación pública y los derechos laborales. Era
entonces una nacionalidad defendida y apoyada por intelectuales, artistas y
pensadores que querían para México una identidad que se manifestaría a través
de su arte, música, cine y literatura; surgía entonces la "mexicanidad" y el
propósito cultural de rescatar las raíces indígenas y mestizas en todas las
expresiones artísticas.
Los sumisos, los mansos, los indiferentes, los sufridos, los resignados, son la
masa, la muchedumbre que con su pasividad, su modorra y falta de carácter hace
lento y doloroso el avance de las sociedades.

La libertad no se conquista de rodillas, sino de pie, devolviendo golpe por golpe,


infringiendo herida por herida, muerte por muerte, humillación por humillación,
castigo por castigo. Que corra la sangre a torrentes, ya que ella es el precio de su
libertad.

Nadie hace bien lo que no sabe; por consiguiente nunca se hará República con
gente ignorante, sea cual fuere el plan que se adopte fco villa
La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que
rebaños de esclavos para la tiranía. Emiliano zapata
"Madero ha soltado al tigre, a ver si puede domarlo" Porfirio diaz

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Historia de la Revolución Mexicana

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Indice
1. Introducción
2. Don Francisco I. Madero en la decena tragica la decena infame
3. Cronología de los hechos
4. El Maximato 1928-1934
1. Introducción

La primera de las grandes revoluciones sociales del siglo tuvo lugar en la América
Latina. México estaba bajo el férreo control del dictador Porfirio Díaz y aunque su
política económica favoreció el progreso comercial y la producción mexicana, los
beneficios se repartían entre los miembros de una oligarquía excluyente. Para
1910, el 85% de la tierra mexicana le pertenecía a menos del 1% de la población.
Los campesinos se quedaron sin tierras y sin trabajo y sufrían a diario los efectos
del hambre y la pobreza.
Luego de más de 30 años en el poder, Díaz hizo un simulacro de apertura
democrática y llamó a elecciones ese año. Surgió un oponente poderoso,
Francisco Madero, que simpatizaba con la causa de la reforma agraria, contaba
con el apoyo del campesinado y postulaba el principio de la no-reelección. Madero
fue encarcelado y Díaz obtuvo una victoria electoral por la vía del fraude.
Las protestas y la insurrección campesina no le permitieron al viejo dictador
mantenerse en el poder y optó por exiliarse a Francia. Las esperanzas que
muchos mexicanos tenían cifradas en Madero se vieron frustradas por su
incapacidad para mantener el orden. Su asesinato en 1913 fue el detonante que
sacudió al país y desató un torrente de pasiones y cruentas pugnas por el poder
que se extendieron por varios años.
De los ejércitos campesinos surgieron grandes líderes militares como Francisco
"Pancho" Villa y Emiliano Zapata que se hicieron famosos por sus hazañas. En
1917 se redactó una nueva constitución que promulgaba el control público de los
recursos naturales, la educación gratuita y compulsoria y la formación de uniones
laborales. México recuperó su estabilidad en 1920 con el gobierno de Alvaro
Obregón.
La revolución mexicana tuvo muchos caudillos, se garantizó el 20 de Noviembre,
pero ya se había iniciado el día 17 en la casa de los hermanos Serdán, dentro de
la revolución brillaron infinidad de planes, uno de los que más eco tuvo dentro del
grueso de la población campesina fué la frase de Emiliano Zapata, TIERRA Y
LIBERTAD , dicha frase se puede decir que fué el himno de muchos de los
campesinos que tomaron parte en la lucha contra la dictadura, se puede localizar
dentro del famoso PLAN DE AYALA, formulado por Emiliano Zapata, que en su
punto cinco dice:
"En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos, no
son dueños ni de la tierra que pisan, y sin poder mejorar en nada su condicion
social, ni poder dedicarse a la industria o la ganadería por estar monopolizadas
por unas cuantas manos las tierras, montes y aguas, por esa causa, se
expropiarán previa indemización de la tercera parte de esos monopolios, a los
poderosos propietarios de ellas, a fín de que los pueblos y ciudadanos de México,
obtengan ejidos, colonias, feudos legales para pueblos o campos de sembradíos o
de labor, y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad para los
mexicanos.

El lema completo de este plan fue "REFORMA, LIBERTAD, JUSTICIA Y LEY"


Dentro de la revolución hubo otros cientos de caudillos, pero no todos brillaron por
que usaron métodos diferentes de lucha, solo hubo algo que hacia homogéneos, y
fué la lucha contra una causa común.
La tiranía del gobierno, los tratos infrahumanos de que eran objeto, los
campesinos, las inhumanas jornadas de trabajo, y las pésimas condiciones de
trabajo de los obreros, de todos estos personajes que lucharon juntos para
mejorar sus condiciones de existencia, y sus perspectivas de un futuro mejor,
destacaron algunos por sus ideas progresistas, otros por su tenacidad para
combatir en el campo de batalla, de los principales podemos citar algunos que
también dieron a la revolución sus planes, como Venustiano Carranza y su PLAN
DE GUADALUPE, Francisco I. Madero y su PLAN DE SAN LUIS POTOSI,
llamado así para distinguirlo de San Luis Missouri, Francisco Villa tenía en la lucha
armada, los hermanos Carmen, Aquiles y Máximo Serdán, Felipe Angeles, Jose
Ma. Pino Suárez, los hermanos Flores Magón, Belisario Domínguez, Alvaro
Obregón y muchos otros.
Debemos tener en cuenta que paso mucho tiempo para que se dieran las
condiciones necesarias para que no fuera un fracaso, mucho tiempo de
organización, muchísimas muertes por todas partes de la República Mexicana,
donde también hubo muchos destierros de personas que se oponian al régimen de
Porfirio Díaz.
Una vez que terminó la lucha armada, se procedió a organizar políticamente el
país, se cambió al Presidente, pero se continuo con el mismo gabinete político, lo
que originó que empezara una Época de Anarquía Política en la que se cambiaba
de personas dentro de la política cuando llevaban poco tiempo en el poder, ésta
terminó con la llegada de Cárdenas a la Presidencia.
Las primeras manifestaciones de descontento hacia las clases gobernantes se
realizaron prácticamente en 1901 cuando en San Luis Potosí se reunió un
Congreso Laboral organizado por el Club Liberal "Ponciano Arriaga", saliendo de
su Congreso los hermanos Flores Magón.
En 1906 estalló el primer conflicto obrero en Cananea, Sonora, con la consiguiente
represión. Un año después , en 1907, ocurren los sangrientos sucesos de Río
Blanco, Veracruz. El 18 de noviembre se inició en Puebla el primer brote
sangriento cuando Aquiles Serdán, uno de los más puros revolucionarios, fué
cercado en su casa. Al resistirse, lo hirieron y el día 19 murió.
Exiliado en los Estados Unidos, Dn. Francisco I. Madero, expidió el Plan
Revolucionario de San Luis, desconociendo al Presidente, Vicepresidente y los
Poderes Legislativo y Judicial de la República, determinando una organización
política y militar revolucionaria y fijando el 20 de noviembre de 1910 como la fecha
indicada para que principiara la revolución armada.
Uno de los más destacados revolucionarios fué Pascual Orozco, minero de
Chihuahua, quien obtuvo los primeros triunfos en la lucha armada al tomar Ciudad
Guerrero después de fieros combates.Exiliado en los Estados Unidos, fué muerto
cuando regresaba al país. Otros seguidores de Madero en aquella época fueron el
Padre Orozco, Abraham González, José de la Luz
Blanco, Feliciano Díaz, Ignacio Valenzuela, Manuel Chao y otros muchos que
permanecen casi ignorados.
El General D. Porfirio Diáz, el viejo soldado de la República, obligado por las
circunstancias, renunció a su cargo de Presidente de la República el día 25 de
mayo de 1911, renunciando asímismo el Vicepresidente Ramón Corral. El General
Díaz salió esa misma noche para Veracruz, en donde embarcó en el barco alemán
y nunca regreso al País.
Indudablemente el Plan de Ayala, es uno de los documentos más consistentes y
de mayor contenido humano y social. Este Plan fué aprobado y firmado en una
junta de jefes revolucionarios del Sur, en la Villa de Ayala el 25 de noviembre de
1911. En este documento se desconoció al Presidente Madero, acusándolo de
debilidad e ineptitud para realizar los postulados de la Revolución. Afirmaba:
"Somos partidiarios de los principios y no de los hombres". Su postulado fué: "La
tierra es para quien las trabaje con sus manos", y su lema "Tierra y Libertad".
El día 9 de Febrero de 1913 al iniciarse la sublevación encabezada por los
Generales Bernardo Reyes, Manuel Mondragón y otros,Madero marcha desde
Chapultepec hacia el Palacio Nacional (hoy Palacio de Bellas Artes). Es ahí donde
Madero nombra Comandante Militar de la Plaza al General Victoriano Huerta, error
que le costaría la vida.
El Gral.Victoriano Huerta fué uno de los elementos en quien más confiaba Madero.
lo había enviado para combatir a Zapata y a Orozco. Huerta traicionó a Madero y
ordenó su aprehensión y se apoderó del gobierno como Presidente de la
República hasta ser derribado por la revolución constitucionalista. Se exilió en los
Estados Unidos en donde murió. Francisco I. Madero y José María Pino Suárez,
cuando aparentemente eran conducidos a la Penitenciaría del D.F. por órdenes
del Gral. Huerta. Se dijo que un grupo de sus partidos trató de liberar a los
prisioneros y en la pelea éstos murieron. Este penoso suceso ocurrió el 22 de
febrero.
El 19 de Junio de 1867 es fusilado Maximiliano en el Cerro de las Campanas con
los dos jefes conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía. El 18 de Julio de
1872 fallece el presidente Lic. Benito Juárez, declarado Benemérito de las
Américas, y, tras de ocupar la Presidencia de la República el Lic. Sebastián Lerdo
de Tejada, se proclama el plan de Tuxtepec y el 28 de Noviembre de 1876 asume
la Presidencia por primera vez el Gral. don Porfirio Díaz, quien, olvidándose de las
viejas causas liberales por las cuales combatiera tan brillantemente, principia por
establecer una dictadura patriarcal, que si bien da al país 30 años de paz, pronto
degenera en oprobioso continuismo de una casta de privilegiados que se
confabulan con la aristocracia de caciques, hacendados y latifundistas que
explotan y oprimen al pueblo.

El Gral. don Porfirio Díaz envejece, pierde sus facultades de mando, control y
energía, que en algo servían con su íntimo espíritu de mexicano para amenguar
las exageradas ambiciones de sus protegidos, que como nuevos encomenderos y
esclavistas arrecian su desconsideración sobre el pueblo humílde: el trabajador y
el campesino de México.
Eran los tiempos de don Porfirio Díaz en los que su corte de favoritos sometían y
acallaban a las inteligencias más relevantes con la violencia brutal o con el
soborno más descarado, corrompiendo a aquella generación que floreció en el
último tercio del siglo pasado, y, cuyos hombres a principios de este siglo
quedaron eunucos en sus razonamientos, y seducidos con el halago del poder y
del dinero se convirtieron en los más groseros cómplices de sus depredaciones
con el pueblo.

Ellos habían abolido toda posibilidad del voto democrático, del sufragio efectivo y,
desde el Jefe Político de cualquier pueblo hasta los gobernadores de los Estados,
eran designados por don Porfirio Díaz bajo la presión que el ejercía aquella corte
de favoritos. Las nefastas "tiendas de raya" en las que el campesino era obligado
a adquirir lo poco que consumía, fueron el medio para obligarlos a vivir siempre
subyugados bajo la afrenta pública de una deuda irredimible. El alcohol se les
vendía en abundancia para embrutecerlos y para apretar más el lazo a aquellos
desventurados labradores rústicos. Pero, en esa hora, dentro de aquel ambiente
asfixiante e irrespirable, supieron surgir espíritus valientes, para protestar y luchar
incontaminados. Entre ellos, como cabeza indiscutible, surge cimera la figura
precursora de Ricardo Flores Magón, que secundado por Antonio I. Villarreal, Juan
Sarabia y Librado Rivera, son persegidos, encarcelados, y desterrados hasta
Allende el Bravo, con sus almas siempre impulsadas por su aleteo rebelde contra
los vientos de la dictadura que azota y diezma a la Patria.
La revolución Maderista del 20 de noviembre de 1910 derrotó al dictador Porfirio
Díaz y logró sentar en la Presidencia con sufragios efectivos a don Francisco I.
Madero. En Coahuila don Pablo González, el viejo magonista, y estando de
acuerdo con don Francisco I. Madero y con Venustiano Carranza para lanzarse
contra la Dictadura Porfirista, lo hizo pronunciándose al grito de "!Viva Madero!" el
22 de enero de 1911 en el Puerto del Carmen, del Municipio de Nadadores,
Coahuila, al frente de muchos después connotados jefes como Francisco Murguía,
Cesáreo Castro, Idelfonso V. Vázquez, Teodoro Elizondo y muchos más.

Francisco I. Madero inmaculado prócer y mártir de la democracia a partir de los


Tratados de Ciudad Juárez del 10 de mayo de 1911 y con la renuncia de don
Porfirio Díaz que abandonó el país el 25 de mayo de 1911, dejando como
presidente interino al Lic. Francisco León de la Barra y al antiguo Ejército Federal
porfirista según acuerdos en pie, error tremendo que criticó don Venustiano
Carranza: "Revolución que tranza, Revolución que se pierde".

Hecho el Gobierno de don Francisco I. Madero, el primer gran traidor fue Emiliano
Zapata quien, obedeciendo órdenes de latifundistas como Felix Díaz e Ignacio de
la Torre y Mier, sobrino el primero y yerno el segundo del Dictador Porfirio Díaz,
lanzó el 28 de noviembre su fraudulento Plan de Ayala significando como Jefe al
traidor Pascual Orozco Jr., y según documentación comprobatoria, actuó siempre
como fiel instrumento de los terratenientes, de las compañías petroleras
extranjeras y de la Casa Blanca en Washington.

Al entonces Teniente Coronel Pablo González Garza, Jefe de las Fuerzas


Auxiliares de Coahuila, se le encomienda en mayo de 1912 repeler la invasión
orozquista que entró por Sierra Mojada y fue batida y rechazada en memorables
combates como el de Los Divisaderos cerca de Cuatro Ciénegas, Coahuila y luego
en la Polka, hasta destruirlos y aventarlos en retirada, acciones donde don Pablo
González fue herido dos veces. Y, posteriormente, por órdenes del Presidente
Francisco I. Madero, desde noviembre de 1912 al 11 de febrero de 1913, con su
Regimiento de 300 aguerridos coahuilenses operó en Zacatecas, en Durango y
Chihuahua realizando 30 combates contra los orozquistas, operando primero
como columna independiente, derrotándolos siempre, pero en México los
porfiristas lograron influir en el Presidente Francisco I. Madero y desde mediados
de enero de 1913 hubo de someterse a las órdenes directas del Cuartel General
de la Zona Militar de Chihuahua bajo el mando del General Antonio Rábago, y
desde entonces todas las órdenes emanadas del Gral. Rábago, resultaron ser
puros movimientos en falso, por lo que sospechó don Pablo González que
Rábago, estando ocultamente de acuerdo con el desleal, lo protegía de las
efectivas arremetidas de don Pablo González Garza.

Don Venustiano Carranza había visitado en México al Presidente Francisco I.


Madero y al regresar a Saltillo, por telégrafo en clave conferenció largamente con
don Pablo González que estaba en Chihuahua, indicándole que al saber de
cualquier caso desgraciado en la Capital de la República, se viniera con sus tropas
a reconcentrarse en Coahuila, donde indudablemente se tendría que organizar el
mayor número de fuerzas para restaurar el orden constitucional, pues a las claras
se veía que muy pronto sería el Presidente Francisco I. Madero víctima de la
torpeza política de los que lo rodeaban y de su ingenuidad de hombre de estado.
A ese acuerdo previo obedeció que el entonces Teniente Coronel Pablo González
Garza, encontrándose en Julimes, Chihuahua, y considerando muy delicada la
situación en la Capital de la República, confirmada por el siguiente telegrama del
Señor Presidente de la República:
Palacio Nacional, México, Febrero 9 de 1913. Tte. Coronel D. Pablo González. -
Julimes, Chihuahua. "Desmienta noticias alarmantes; situación igual; rebeldes
siguen encerrados en la Ciudadela; yo acabo de regresar de Cuernavaca trayendo
dos mil hombres (bajo el mando del también oculto traidor Felipe Angeles) y
estamos preparando el ataque."

En vista de esto (dice en su libro "La Revolucion" el General Alfredo Breceda) el


valiente jefe fronterizo dirigió el siguiente mensaje al Gobernador Carranza, desde
San Pablo Peoqui, Chihuahua, el día 11 de febrero de 1913:
Señor don Venustiano Carranza. Saltillo, Coahuila. "En vista de noticias recibidas
hoy de México y de observaciones que comuniqué a usted en mi carta fechada en
Meoqui el 5, salgo en estos momentos rumbo a Coahuila, sin órdenes y sin aviso
al Cuartel General de Chihuahua. Tte. Corl. Pablo González."
Pero, es histórico que al salir el 11 de febrero de 1913 de San Pablo Meoqui, su
columna fue alcanzada por un fuerte escuadrón federal que comandaba Joaquín
Porras tratando de intimidarlo para que obedeciera las órdenes de Rábago de
concentrarse en Chihuahua, y don Pablo González volteó sus armas contra los
federales y allí se puede decir que se dispararon los primeros tiros de la
Revolución Constitucionalista. Y continuó su caminata rumbo a Coahulia en una
odisea de 15 días, llegando a Monclova, Coahuila el 26 de febrero de 1913, para
saber que ya desde el 22 había sido asesinado el Presidente Francisco I. Madero
y el Vicepresidente Pino Suárez por los esbirros de Victoriano Huerta, Felix Díaz,
Manuel Mondragón, con la complicidad comprobada documentalmente de
Emiliano Zapata.
Los sublevados Manuel Mondragón y Félix Díaz se apoderaron e hicieron fuertes
en La Ciudadela, donde se iniciaría la funesta "Decena Trágica" que tantas vidas
habría de costar.

2. Don Francisco I. Madero en la decena tragica la decena infame

Francisco I. Madero candidato del Partido Antireleccionista en contra de Porfirio


Díaz fue hecho prisionero en San Luis Potosí mientras se realizaban las
elecciones.
Díaz se reeligió y Madero escapó de la cárcel y se refugio en San Antonio, Texas
donde dio a conocer el Plan de San Luis. En él declara nulas las elecciones
desconocía al régimen de Díaz, exigía el sufragio efectivo y la no reelección y,
señalaba el 20 de Noviembre de 1910 para que el pueblo se levantara en armas
contra el tirano.
Al llamado Plan de San Luis, se pronunciaron hombres como Pascual Orozco,
Pancho Villa, Emilizano Zapata etc. La insurreción se extendió poco a poco por
todo el País. En Mayo de 1911 cayó Ciudad Juárez en poder de los maderístas.
Debilitado el gobierno de Díaz entrá en negociaciones y el 25 del mismo mes el
dictador presentó su renuncia.
Al triunfo de la Revolución Madero dejá intacto el ejército porfirista, mientras a su
alrededor crecía el descontento. Los Porfiristas reclamaban sus antiguos
privilegios; los zapatistas exigían el reparto de tierras; la prensa lo atacaba a diario
y las rebeliones de Félix Díaz y Bernardo Reyes, independientes entre sí,
confluyeron en la llamada Decena Trágica para asentarle el golpe definitivo a
Madero.

3. Cronología de los hechos

Domingo 9 de Febrero de 1913.- Los sublevados liberan a Bernardo Reyes y Félix


Díaz. Madero se dirige a Cuernavaca en busca de Felipe Angeles para que se
defienda la Plaza.
LUNES 10.- Los diarios capitalinos no aparecen. Temor general. No hay
transporte y las tiendas permanecen cerradas.
Martes 11.- Se bombardea la Ciudadela. Son aniquilados dos batallones.
Miercoles 12.- Escapan los presos de la cárcel de Belén. La ciudad queda sin
servicios.
Jueves 13.- Se recrudece la lucha de la ciudadela y sus alrededores. Se disparan
mil cañonazos por minuto.
Viernes 14.- Varios edificios públicos son dañados. Muchos civiles mueren por
causas de "balas perdidas".
Sabado 15.- Madero rechaza a los senadores que le piden su renuncia. La ciudad
se llena de humo producido por los cadáveres incinerados.
Domingo 16.- Se pacta un armisticio que es roto al poco tiempo. Mueren cerca de
300 civiles ajenos a la lucha.
Lunes 17.- Continuan los enfrentamientos.
Martes 18.- Se celebra el Pacto de la Embajada entre Félix Díaz y Huerta con la
aprobación del embajador Norteamericano, Henry Lane Wilson, Madero y Pino
Suárez son aprehendidos al Salir del Palacio Nacional.
Miercoles 19.- Madero y Pino Suárez son obligados a renunciar. Huerta asume la
presidencia. 3 días después son asesinados alevosamente.

El 20 de Noviembre de 1910
Los treinta años de dictadura de Porfirio Díaz significaron una profunda
transformación para el país. La propiedad comunal se disolvió y muchos
campesinos se quedaron sin tierras, obligados a trabajar para las grandes
haciendas. Como consecuencia de esto, se inició la emigración hacia la frontera
del norte del país.
La introducción del ferrocarril favorecía la integración del mercado interno y, con
ello, la incipiente industrialización. A medida que se articulaba dicho mercado y la
hacienda agroexportadora entraba en su etapa de auge y expansión, las
relaciones de trabajo se fueron transformando. El campesino aparcero y mediero,
privado de sus tierras, se convirtió en jornalero agrícola, mientras que, por otro
lado, se inició la expulsión de la mano de obra rural hacia los nuevos centros de
industrialización, formandose así los primeros grupos de trabajadores fabriles.
Políticamente, el Estado Mexicano fue centralizándose y los intereses regionales
se supeditaron a un proyecto de desarrollo nacional moderno. Ante las
consecuencias sociales de este proceso, gran parte del país opuso resistencia.
Desde los primeros años fueron frecuentes las sublevaciones campesinas, las
huelgas en fábricas y minas y, antes de que terminara el siglo, amplios sectores
del antiguo artesanado se movilizaron también, formando grupos de oposición.
A la una de la mañana del 9 de Febrero de 1913, en la escuela militar de San
Fernando, todo era movimiento: los jóvenes aspirantes habían recibido órdenes de
los oficiales, para enlistarse de momento y marchar a la Capital de la República,
disque a reprimir una asonada. Poco después de la hora mencionada, los artilleros
del 2o Regimiento de guarnición en Tacubaya, despertaban al toque de diana.
Escucharon la consigna de tomar equipo de combate y emprender salida rumbo a
la Ciudad de México. Ambas corporaciones fueron escogidas por el Gral. Manuel
Mondragón, está perfectamente probado que el menguado General fue el autor
intelectual del cuartelazo del 9 de Febrero, el mismo individuo que prostituyó al
ejército, mediante procedimientos arteros, a la deslealtad. Habiendo perdido el
patrocinio del General Díaz, necesitaba encumbrarse por cualquier medio a un
sitio gubernativo en el que el oro manara a raudales y le concediera todo el poder
que años atrás había disfrutado.

Artilleros y aspirantes de la caballería, se presentaron muy de mañana frente a la


prisión de Santiago, reclamando la liberación del General Bernardo Reyes. Dicha
casa de reclusión militar fue incendiada en el transcurso de la mañana y muertos
la mayor parte de los reos. Los astutos sublevados llevando a Mondragón y a
Reyes a la cabeza, continuaron su marcha hacia la Penitenciaría, donde a fuego
de metralla, lograron la libertad de Félix Díaz. Mientras se desarrollaban, los
últimos sucesos, el Intendente del Palacio, Capitán de Navío Adolfo Bassó
Méndez, se ponía en comunicación con el Ministro de la Guerra General Angel
García Peña y con el Comandante Militar de la Plaza General Lauro Villar, para
organizar la defensa de la residencia oficial del Ejecutivo.

Así fue como al las 7:20 a.m. dichos Generales a las órdenes del Coronel Juan C.
Morelos; los mismos generales nombrados, procedieron a distribuir a leales en
sitios estratégicos, con el objeto de repeler la agresión de los amotinados. Al
presentarse estos, capitaneados por el General Reyes, fueron recibidos con
nutrido fuego de fusilería. Los bravos García Peña, Villar y Bassó, disparaban
certeros la dotación de sus revólveres. En los primeros momentos de la terrible
refriega, perecieron el Gral. Bernardo Reyes, por una parte, y por la otra el
Coronel Morelos. Heridos los Generales García Peña y Villar, la continuación de la
defensa quedó encomendada al General José María de la Vega. Los aspirantes
que ocupaban la Catedral depusieron las armas, poniéndolas a las órdenes del
Supremo Gobierno; Félix Díaz y Mondragón, tomaron el rumbo de la Ciudadela.
Tan pronto como la noticia detallada del cuartelazo llegó a Chapultepec,
residencia privada del Señor Madero, éste dispuso su violenta salida al lugar de
los sucesos. Después de transmitir las órdenes más urgentes se encaminó a
caballo hacia el Palacio Nacional, acompañado de sus hermanos D. Ernesto y D.
Gustavo, del Ministro de Comunicaciones Ingeniero Manuel Bonilla y del Mayor
López Figueroa. Formábanle escolta los alumnos del Colegio Militar.

Caminando por la Avenida Juárez a la altura del Teatro Nacional, una patrulla de
revoltosos, disparó sus armas sobre el grupo que rodeaba al Ejecutivo, más con
tal precipitación, sólo se tuvo que lamentar la desgracia de algunos heridos. Los
revoltosos desaparecieron y la comitiva presidencial continuó su marcha por la
Avenida de San Francisco llegando al fin, al Palacio, sitio en el que pocos
momentos después se les reunieron la mayor parte de los Secretarios de Estado.
Donde en Consejo extraordinario se llegó a las resoluciones siguientes:
Enviar a la Ciudadela al Mayor López Figueroa pidiendo la rendición de los
rebeldes. Detenido éste por los sublevados, lo sustituyó en la Inspección de
Policía el Mayor Benjamín Camarena.
Suspender el servicio particular de telégrafos para el interior y el telefóno
suburbano. Llamar al General Vasconcelos, al traidor Blanquet de Toluca,a
Medina Barrón, al 30 Batallón situado en Teotihuacán, al numeroso cuerpo de
voluntarios que comandaba en el Estado de Puebla el Coronel Ocaranza y por
último, a Rubio Navarrete.

El Presidente deseando sofocar la rebelión salió a las 2 de la tarde para


Cuernavaca, regresando el día 10 con el General Angeles, Gobernador de
Morelos. Sin darse punto de reposo asistió a una junta de Guerra a la que
concurrieron Cauz, San Ginés, Delgado, Angeles, Mass, el Coronel Castillo y el
Judas de ese cenáculo Victoriano Huerta. En dicha junta se decidió el plan de
combate que se desarrollaría al día siguiente.
En la mañana del 11 se emprendió el ataque a la Ciudadela. A las diez de la
mañana la ciudad escuchó el primer cañonazo felicista. Dicho disparo señaló el
principio del gran combate que duró ocho días que parecieron eternos.
De acuerdo con el plan, cuatro poderosas columnas atacaron simultáneamente a
la fortaleza infiel: por el norte el General Cauz, por el sur el Gral. Mass y hacia el
oriente y oeste las comandadas por los generales José M. Delgado y Felipe
Angeles.
Huerta, a quien se había otorgado el mando superior del Ejército, mandó debilitar
dichos puntos hasta que al fin fueron abandonados en manos enemigas.
Cerca del mediodía del 18, el Presidente Francisco I. Madero asistido por sus
Ayudantes, celebraba acuerdo con algunos de los Secretarios de Estado. (Cuan
lejos estaba de que momentos antes, Huerta en connivencia con Blanquet, Mass,
Yarza, Rubio Navarrete, Garcia Hidalgo, etc. había determinado agregar al
cuartelazo del 9 otro más inícuo). Presentáronse de improviso el Teniente Coronel
Jiménez Riveroll y el Mayor Izquierdo con gente del 29 intimando en nombre del
Ejército la prisión del Sr. Madero. El impasible funcionario en contestación disparó
su revólver sobre el sayón. Y como si se tratara del suceso más natural, salió al
balcón a arengar a la guardia, ignorando que ésta había sido sustituida con
hombres del fatídico Batallón citado. Descendió en seguida por el elevador al patio
de honor en donde ya lo asechaba Blanquet, quien pistola en mano lo hizo
prisionero.
Simultáneamente fueron aprendidos el Vicepresidente y la mayor parte de los
Ministros, haciéndose otro tanto con don Gustavo Madero en compañía de los
Generales Francisco Romero y José Delgado.
Conseguido el aseguramiento de las primeras personalidades del Gobierno, el
plan de los traidores pudo desarrollarse en lo de adelante sin el menor tropiezo.
Se llevó a cabo en el resto del día la persecución contra algunos diputados del
grupo "renovador", contra los principales líderes maderistas y contra los politicos
más connotados del régimen que se trataba de derrocar; iniciáronse, al mismo
tiempo, los preliminaresdel convenio, baldón de nuestra historia, conocido con el
nombre de "pacto de la Ciudadela". Las bases de éste nuevo Tuxtepec, fueron
firmadas por Huerta y Félix Díaz, asesorado el primero por Mass y el ingeniero
Cepeda y el segundo por los licenciados Fidencio Hernández y Rodolfo Reyes. Se
intentaron, además, los primeros trámites para obtener la renuncia de los CC.
Presidente y Vicepresidente de la República. Las renuncias de los señores
Madero y Pino Suárez fueron llevadas, al fin, a la Cámara y discutidas en la sesión
de la tarde del 19, aprobadas por mayoría: La del Sr. Presidente por 123 votos
contra la opinión de los viriles ciudadanos Escudero, Pérez, Rojas, Alardín y
Hurtado Espinoza y la del Vicepresidente por 118 votos afirmativos contra 10 de la
negativa. ¡La traición fue consumida y la ambición satisfecha!
Los ilustres prisioneros fueron confiados primeramente en uno de los
departamentos de la Comandancia Militar y trasladados, después a los de la
Intendencia del Palacio. Allí permanecieron hasta el día 22, en que sacados de su
celda fueron conducidos al sacrificio. ¿Cómo fue éste?
La versión oficial de todos conocida, lo relató de un modo tonto y perverso; la voz
de la calle lo refirió, aproximándolo a la verdad, de mil maneras diversas, y el
sicario Francisco Cárdenas que lo ejecutó, lo describe en una de sus
declaraciones en la forma siguiente:

Ese día como a las seis de la tarde, me mandaron llamar a los salones de la
Presidencia y hablé con mi General Mondragón, quien me dijo: "Sabemos,
Cárdenas, que usted es hombre y sabe hacer lo que se le manda. El que mató a
un Santanón, debe con facilidad matar a un Madero." El General después de
escuchar mi contestación afirmativa, me indicó que podría retirarme y que
estuviera listo con mis hombres, escogiéndolos de confianza, pues el primero que
dijera una frase de lo que se iba a hacer sería fusilado.

Como a las ocho y media de la noche y cuando ya tenía mis hombres listos, se me
mandó llamar por el mismo General Mondragón, quien me ordenó que sacásemos
a los Señores Madero y Pino Suárez de los alojamientos donde se encontraban y
los lleváramos a la Penitenciaría para que allí, en uno de los patios,
procediéramos a su ejecución. Despues de recibida esta orden, yo y mis hombres
nos dirigimos a tomar a los reos del lugar en que se hallaban. El Señor Madero
incorporándose, me dijo encolerizado: "Qué van a hacer conmigo, cualquier
atropello que se haga, no será a mí sino al Primer Magistrado de la Nación". Nada
contesté, me limité a poner al Presidente entre los rurales y poco después hacía lo
mismo con el Licenciado Pino Suárez quien no protestó, pidiendo solamente se
avisara a su familia sobre el sitio a donde se le llevara.

Salimos yo y mi gente con los prisioneros, cuando al pasar por uno de los pasillos
que hay en el patio de honor, el Sr. Madero protestó con energía y hubo un
momento en que dio un bofetón en el rostro a uno de los guardias que estaba más
cerca de él. Los gritos de protesta continuaban y entonces me apresuré a
participarlo al General, comprendiendo que era expuesto sacarlo de allí con
escándalo. En uno de los salones de la Presidencia, creo que fue en el Amarillo,
me encontré a los generales Victoriano Huerta y Manuel Mondragón, así como a
otras personas que no conocía y en seguida expuse lo que pasaba. Mi General
Mondragón mesándose con ira los cabellos, se levantó de su asiento y me dijo:
"Llévelos a una caballeriza y allí los remata." Esta orden la aceptaron las personas
que con él estaban, agregando Huerta esta frase: "Lo que ha de ser.... que sea".
Esperaba nuevas órdenes cuando el General Mondragón, encolerizado, exclamó:
"Sobre la marcha"; luego salí de allí y poco después entrábamos a una de las
caballerizas. Los prisioneros, al ver aquéllo, comprendieron lo que les esperaba y
protestaron con frases duras para mi General Huerta. Más como la orden tenía
que cumplirse, a empellones los hice entrar al interior de la caballeriza donde los
puse al fondo para que mis muchachos tiraran. El Vicepresidente fue el primero
que murió, pues al ver que se le iba a disparar comenzó a correr, di la orden de
fuego y los proyectiles lo clarearon hasta dejarlo sin vida, cayendo sobre un
montón de paja. El Sr. Madero vio todo aquéllo y cuando le dije que a él le tocaba,
se fue sobre mí, diciéndome que no fuéramos asesinos, que se mataba con él a la
República. Yo me eché a reir y cogiéndolo por el cuello, lo llevé contra la pared,
saqué mi revolver y le disparé un tiro en la cara, cayendo en seguida
pesadamente al suelo. La sangre me saltó sobre el uniforme.

Muertos los dos, así lo participé al General Mondragón, quien metió la mano al
bolsillo y me dio un rollo de billetes agregando: "Eso es para usted y su gente".
Después los pusimos en el automóvil y al llegar a las calles de Lecumberri, bajé a
mis guardias y ordené que dispararan sobre el vehículo. Los muchachos así lo
hicieron y poco después entregué los cadáveres al director de la Penitenciaría.
¡Baldón para el menguado que esgrimió el arma homicida!
¡Maldición eterna para los directores intelectuales de tamaño delito!

Venustiano Carranza desconoce al Usurpador Victoriano Huerta el 19 de Febrero


de 1913 y sabiendo que ya está en Coahuila el Tte. Corl. Pablo González, sale
hasta entonces de Saltillo y es en la Hacienda de Guadalupe donde proclama El
Plan de Guadalupe el 26 de marzo de 1913, bajo la protección y el amparo del
Tte. Corl. Pablo González, que se bate heróicamente en Monclova, en Candela,
en Lampazos, en Bustamante, en Gloria, en Aura, contra poderosas fuerzas
federales huertistas de los Generales Joaquín Mass y Guillermo Rubio Navarrete.
El Plan de Guadalupe es un documento sencillo, severo; expresa con admirable
precisión la finalidad intrínsica de la lucha que empieza; por eso fue la resolución
correcta del orden social y político porque ya no era posible mediante el sistema
de súplicas y ruegos que nadie oiría, sino como lo comprendió el Gobernador
Venustiano Carranza, tenía que ser un problema antes que todo, escencialmente
militar. Fue por esto que, para acabar radicalmente con el régimen de la
usurpación, fue indispensable que surgiera avasalladora La Revolución
Constitucionalista.

El Gral. de División, don Pablo González Garza en uniforme de campaña cuando


comandaba un ejército de poco más de 100 mil hombres.
Para ello Don Venustiano Carranza cuenta en su inmensa labor de preparación y
para llevar a feliz término la campaña, con el contingente de muy valiosos
elementos en el orden civil y militar, entre ellos ostensiblemente figuró la relevante
personalidad del entonces Teniente Coronel Pablo González Garza, de notables
rasgos morales que reveló al hombre conciente de sus deberes, de méritos
indiscutibles conquistados en campaña muy comentada por su eficacia y actividad,
que fueron motivos justificados para que el Primer Jefe del Ejército Restaurador
Constitucionalista lo ascendiera al grado inmediato de Coronel. Y después don
Pablo González ganó bien sus insignias de General Brigadier, luego de Brigada, y
por último de General de División, convirtiéndose en Magnífico organizador, en El
Brazo Derecho de Carranza, y en General en Jefe del Cuerpo de Ejército del
Noreste, luego del Oriente, siendo su lealtad a la causa y su aguerrida actividad el
que obtuvo para Venustiano Carranza y el Constitucionalismo el triunfo sobre el
Usurpador Victoriano Huerta y no Alvaro Obregón, y sobre el traidor hipócrita
agrarista Emiliano Zapata; siendo además, a el General Pablo González Garza a
quien don Venustiano Carranza debió alcanzar la Presidencia de la República y
hacer posible que se Promulgara la Constitución de 1917.

4. El Maximato 1928-1934

El expresidente Alvaro Obregón quiso regresar al poder y logró que se reformaran


las leyes que prohibían la reelección. Ganó las elecciones presidenciales de 1928.
Pero antes de tomar posesión, durante una comida en que se celebraba su
victoria, fue asesinado. Desde entonces el principio de la no reelección ha sido
rigurosamente respetado.
Como consecuencia del asesinato del presidente electo, el Congreso designó
como presidente provisional a Emilio Portes Gil.
Para fortalecer el gobierno, Calles les propuso a los jefes políticos y militares la
creación de un partido político que serviría para resolver sus diferencias y
fomentar la unidad. Así nació, en 1929, el Partido Nacional revolucionario (PNR).
En las nuevas elecciones ganó el candidato del PNR, Pascual Ortiz Rubio; fue una
votación muy discutida contra José Vasconcelos, que era candidato
independiente. Sin embargo, el verdadero poder lo tuvo Plutarco Elías Calles,
llamado Jefe Máximo de la revolución.

De 1928 a 1934 hubo tres presidentes: Emilio Portes Gil, Pascual Ortíz Rubio y
Abelardo Rodríguez. Ninguno de ellos cubrió un periodo completo. A este periodo
se le conoce como el Maximato, porque durante ese tiempo el poder se concentró
en el Jefe Máximo. La influencia de Calles terminó cuando el siguiente presidente
de la República, el general Lázaro Cárdenas, lo expulsó del país.
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9. La primera revoluci�n del siglo XX

Corresponde a la sesi�n de GA 3.9 LA PRIMERA REVOLUCI�N DEL SIGLO XX

Las condiciones pol�ticas, econ�micas y sociales que exist�an en M�xico, a


principios del siglo XX, comenzaron a resquebrajar la llamada "paz porfiriana". La
oposici�n a! r�gimen de D�az se increment� e incluy� a amplios sectores de
profesionistas - periodistas y abogados, principalmente- que no ten�an acceso a
las decisiones de la administraci�n y la pol�tica del gobierno, ya que s�lo los
"cient�ficos" ocupaban los principales puestos p�blicos y manten�an gran
lealtad a D�az que, a cambio, les prodigaba privilegios.
La oposici�n se hab�a conformado a trav�s de los "clubes liberales", como el
que dirig�a Camilo Arriaga, que desde 1900 convoc� a una reuni�n nacional
para defender los principios de la Constituci�n de 1857. En 1901 se llev� a cabo
el Congreso Liberal, al cual asistieron importantes opositores a D�az, como
Ricardo Flores Mag�n, Juan Sarabia y otros; de dicho congreso surgi� la
Confederaci�n de Clubes Liberales cuya tarea era propagar las ideas liberales: la
libertad de prensa, la resoluci�n del problema agrario, el mejoramiento de las
condiciones de los trabajadores, reafirmar la validez del sufragio y la supresi�n de
la reelecci�n. El gobierno de D�az reprimi� las asambleas de los liberales,
persigui� y encarcel� a muchos de sus participantes. Varios huyeron a los
Estados Unidos, entre ellos, los hermanos Flores Mag�n, quienes desde ah�
siguieron haciendo su labor de propaganda contra el gobierno porfirista a trav�s
de peri�dicos como Regeneraci�n, Renacimiento y otros m�s. Tambi�n desde
ah� dirigieron al Partido Liberal Mexicano que tuvo un importante papel en la
agitaci�n pol�tica de los campesinos y trabajadores en los a�os siguientes.

Junto con Arriaga y Sarabia, los hermanos Flores Mag�n (Ricardo, de lentes e
inclinado, y Enrique, atr�s suyo) fueron los precursores ideol�gicos de los
movimientos sociales mexicanos de principios de siglo.

Por su parte, los trabajadores tambi�n dieron muestras de una creciente


inconformidad con huelgas; los casos m�s importantes sucedidos en 1906,
fueron las huelgas de la mina de Cananea y la de la f�brica textil de R�o Blanco,
cuyos trabajadores sufrieron la represi�n por parte del gobierno y de los due�os
de las empresas.

En 1908 dos sucesos importantes comenzaron a cambiar el rumbo de la pol�tica


mexicana: D�az declar� al periodista estadounidense James Creelman que
estaba dispuesto a dejar el poder, con lo que nacieron aspiraciones por sustituirlo
entre los integrantes de su gabinete y otros sectores de la sociedad; y, poco
tiempo despu�s, Francisco I. Madero - hacendado coahuilense - public� un libro
denominado La sucesi�n presidencial en 1910, en donde trat� los problemas
nacionales y adopt� la bandera antirreeleccionista. As�, Madero se dio a
conocer entre los opositores a D�az e inici� una campa�a por todo el pa �s
para propagar su propuesta democr�tica, con lo que consigui� muchos
simpatizantes y, en abril de 1910, fue designado por el Partido Antirreeleccionista
candidato a la presidencia. Durante su campa�a pol�tica, propuso cumplir la
Constituci�n de 1857, hacer efectiva la independencia entre los poderes
Legislativo y Judicial, otorgar libertad de los municipios, desaparecer las jefaturas
pol�ticas, fomentar la ense�anza con libertad, mejorar las condiciones de vida
de los m�s despose�dos y desarrollar la agricultura.

D�az no toler� a Madero ni a las promesas democr�ticas que le permitieron


ganar muchos adeptos, as� que lo mand� encarcelar en plena campa�a. El
resultado de las elecciones de 1910 fue que D�az volvi� a reelegirse, con lo cual
provoc� una generalizada protesta; el gobierno recurri� a la habitual represi �n
violenta y encarcel� a sus oponentes. Por ello, Madero se convenci� de que no
quedaba otro camino que la lucha armada: logr� escaparse de la prisi �n y huy �
a los Estados Unidos para, junto con los liberales que ah� se refugiaban, llamar
al pueblo a la lucha. Proclam� el llamado Plan de San Luis en el que, entre otros
puntos, declaraba el desconocimiento de las elecciones, la no reelecci �n, y
design� el d�a 20 de noviembre como la fecha de inicio de la lucha armada
contra el gobierno, tambi�n anunci� que las tierras ser�an restituidas a los
campesinos despose�dos por la aplicaci�n de la Ley de Colonizaci�n y
Terrenos Bald�os. Este �ltimo punto provoc� que miles de campesinos hicieran
caso al llamado de Madero y as� se inici� el movimiento con el cual D�az dej�
definitivamente el poder.

El descontento generalizado de la poblaci�n y los enfrentamientos armados


dieron la victoria a la revoluci�n maderista. Con los Tratados de Ciudad Ju �rez
el gobierno negoci� la renuncia de D�az, se form� un gobierno provisional y se
organizaron nuevas elecciones, de las cuales Madero gan� la presidencia y Pino
Su�rez la vicepresidencia en noviembre de 1911.

Madero, pese a su ideal democr�tico, gobern� sin fortuna: en su af�n de paz y


pluralidad permiti� que su administraci�n quedara integrada con un gran
n�mero de antiguos colaboradores de D�az, especialmente en los poderes
Legislativo y Judicial, as� como en el ej�rcito. Tuvo que hacer frente a la
rebeli�n armada de antiguos partidarios de su movimiento revolucionario, como la
de Pascual Orozco en el norte y la de Emiliano Zapata en el sur, por no hacer
efectivas las medidas de restituci�n de tierras a los campesinos. Tambi �n los
viejos porfiristas organizaron rebeliones, como la dirigida por el general Bernardo
Reyes y la del sobrino de don Porfirio, F�lix D�az, a los que perdon � la vida y
s�lo encarcel�.

Ante este clima de inconformidad los contrarrevolucionarios, es decir, viejos


partidarios porfiristas, como el general Mondrag�n y el propio F�lix D �az,
apoyados por el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, organizaron el
golpe de Estado. El general Victoriano Huerta, al que Madero hab �a confiado la
defensa de su gobierno, cometi� traici�n y se ali� a los golpistas; Madero,
abandonado, fue finalmente asesinado en 1913.
Victoriano Huerta usurp� la presidencia e inici� un gobierno de brutal represi �n
contra quienes clamaban por el respeto al orden constitucional y condenaban el
asesinato de Madero y Pino Su�rez. El gobernador de Coahuila, Venustiano
Carranza, desconoci� a Huerta y, con el Plan de Guadalupe, promovi � la lucha
armada en contra del traidor, a la que se sum � el gobernador de Sonora, Ignacio
L. Pesqueira, y otros combatientes del movimiento maderista de 1910, como
Alvaro Obreg�n, Pancho Villa y el propio Emiliano Zapata.

As�, dio inici� la guerra revolucionaria que se prolong� a�n despu�s de la


derrota de Huerta - en 1914 - al no haber acuerdo entre los tres principales jefes
de los ej�rcitos revolucionarios. Por un lado se encontraba el ej �rcito
constitucionalista al mando de Venustiano Carranza, que luchaba por restituir el
orden constitucional, pero no contemplaba dar respuesta inmediata a las
demandas de los trabajadores y los campesinos. Por lo mismo, Carranza no
ten�a simpat�a por los otros dos importantes ej�rcitos revolucionarios: el de
Villa - formado por un numeroso grupo de rancheros, campesinos jornaleros y
peque�os propietarios del norte del pa�s que luchaban para combatir a los
grandes latifundios -; y el de Zapata - quien dirig�a principalmente a pueblos
indios de Morelos, Guerrero y M�xico -, quienes demandaban la restituci �n
inmediata de sus tierras.

En 1914 las tres facciones revolucionarias se reunieron en una convenci �n para


elegir un gobierno provisional. Carranza no reconoci� al gobierno de la
Convenci�n y se proclam� presidente interino, como lo declaraba el Plan de
Guadalupe. La revoluci�n entr� a la fase m�s sangrienta en donde combatieron
entre s� las fuerzas constitucionalistas de Carranza y las del gobierno de la
Convenci�n, formadas por las facciones de Villa y Zapata. Con la participaci �n
de Alvaro Obreg�n, el ej�rcito constitucionalista venci� a Villa, mientras en el
sur los zapatistas se vieron poco a poco reducidos a una guerra de guerrillas. En
1916, Carranza convoc� a un Congreso Constituyente para reformar la
Constituci�n de 1857. Gracias a las apasionadas intervenciones de congresistas
que llevaron al constituyente las demandas de trabajadores y campesinos -
quienes participaron desde el movimiento maderista -, se redact� una nueva
constituci�n que plasm� las demandas populares en art�culos como el 3 �,
27� y 123�. El 5 de febrero de 1917, la nueva constituci �n - vigente a la fecha -
fue jurada por Venustiano Carranza, quien posteriormente fue electo presidente
constitucional.

Emiliano Zapata fue asesinado a traici�n y bajo enga�os en 1919. M �s tarde,


en 1920, el presidente Carranza encontr� la muerte en medio de un nuevo
levantamiento, esta vez contra su gobierno, encabezado por su antiguo brazo
derecho en la lucha armada: Alvaro Obreg�n. En el siguiente art �culo se
recordar�n estos hechos y lo que despu�s ocurri�.

Conceptos Básicos

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