Contrato de Arrendamiento en Chile
Contrato de Arrendamiento en Chile
Contrato de Arrendamiento en Chile
(3) Es un contrato oneroso; Ambas partes reciben una utilidad económica por el
contrato. Para uno será el precio o la renta y para el otro será el uso y goce de
un bien.
(4) Consiste en un contrato conmutativo; Las prestaciones de las partes son vistas
por ellas mismas como equivalentes.
(6) Se trata de un contrato definitivo; Pero sólo en caso de que hubiera existido un
contrato preparatorio, como sucede con las promesas de arrendamiento y
sobre todo en locales comerciales.
Como todo contrato que es, se aplicarán todos los requisitos generales de
existencia y de validez, pero habrá que detenerse un poco respecto del requisito
objeto y causa en el arrendamiento.
Por ejemplo: En el mes de Octubre del año 2016, se arrienda un local comercial
en calle San Martín, con el objeto de instalar una heladería. Se pagan las rentas
de Octubre, Noviembre y de todos los meses siguientes. No obstante, por culpa
del arrendador se hace entrega del local comercial el día 14 de Febrero del año
2017. ¿Qué se le puede decir al arrendador? Al arrendatario ya no le sirve el
arriendo, porque la idea de vender helados era en verano y no en invierno. Si el
motivo estaba especificado, sería causal suficiente para pedir la terminación del
contrato, puesto que, la causa que motivó a contratar ya no existe.
(b) Objeto: Cabe precisar que no toda cosa puede ser el objeto de un contrato de
arrendamiento. La regla básica es que no se pueden arrendar cosas consumibles
porque siempre se tiene que devolver lo mismo, en virtud de ser un título de
meratenencia. Ahora bien, el ART. 1916 concibe la posibilidad del arrendamiento
Por ejemplo: Javiera que no es dueña del bien, le arrienda un inmueble a Rocío y
por su lado, Felipe que es el verdadero dueño quiere reclamar el objeto.
¿Procede aplicar la acción de saneamiento contenida en el ART. 1916? Antes que
todo, se exige buena fe del arrendatario y esto es verificar si éste sabía o no que
la cosa arrendada no le pertenecía en dominio al arrendador. ¿Qué ocurre si
tenía conocimiento de la situación? El arrendatario no tendrá el derecho a que
le saneen la evicción. En cambio, si no lo supo y no tuvo cómo saberlo que se
traduce en un tema de buena fe y de diligencia, sí tendrá derecho por la
disposición anterior, a que se le sanee la evicción.
Como se dijo en su oportunidad, el precio toma distintos nombres y tiene que estar
determinado al momento del nacimiento del contrato. En conformidad al ART. 1917, el
precio puede consistir en dinero o en frutos de la cosa arrendada. “El precio puede
consistir ya en dinero, ya en frutos naturales de la cosa arrendada; y en este segundo
caso puede fijarse una cantidad determinada o una cuota de los frutos de cada
cosecha/Llámese renta cuando se paga periódicamente”.
En estos momentos, se refiere a los derechos y las obligaciones que surgen por el
contrato de arrendamiento para ambas partes. Este contrato es un título de
meratenencia, lo que tendrá una gran importancia al estudiar cuáles son sus efectos.
I- Efectos del
1- Obligación de Entregar la Cosa al Arrendatario:
En este sentido, se concluye que no se aplica el ART. 686 en esta materia, y lo que
se hace en la práctica es que el arrendador entrega materialmente el bien – en este
supuesto raíz – al arrendatario, siempre que la entrega le permite efectivamente usar y
gozar del bien. Las reglas de cuándo y dónde hay que entregar son las normas
generales en la materia, siendo la principal directriz la convención de las partes. En
conformidad al ART. 1932, la cosa arrendada debe entregarse en el estado de servir
para los fines con que fue arrendada.
Por ejemplo: Es posible entregar físicamente un inmueble en buen estado y aun así
no servir para el fin del contrato, como cuando éste se quería arrendar para colocar un
local comercial y sólo lo dan con giro habitacional. Ergo, si el bien no sirve para el fin del
contrato, por ley en el primer inciso del ART. 1932 se entiende que el arrendador no
entregó, y en consecuencia incumplió con su obligación.
¿Qué diferencia existe entre el primer y el segundo inciso del ART. 1932? Se vincula
a si la falta de entregar es absoluta o relativa, es decir, si la cosa derechamente no sirve
para el fin, o bien serviría imperfectamente. En el primer inciso, se razona sobre la base
del incumplimiento total y se encauza el incumplimiento al fin del contrato, pero no es
que la cosa por sí misma no sirva, sino que para el fin del contrato no es procedente.
¿Cuándo acontece lo expresado en el primer inciso, qué remedios se le conceden al
arrendatario? Se le atribuye la terminación del contrato, la rescisión del contrato y la
indemnización de perjuicios si el incumplimiento fue imputable. La terminación es el
símil de la resolución, el Código Civil le confiere la facultad de resolver al arrendatario y
se entrega tal remedio, porque el incumplimiento es significativo para el fin del
contrato. Sin perjuicio de lo dicho, cabe destacar que la terminación no procede de
forma unilateral por el arrendatario, lo que se realiza en la práctica es demandar
judicialmente la declaración de terminación del contrato, salvo que de mutuo acuerdo
las partes lo pacten.
Por ejemplo: Se le entregan las llaves del inmueble al arrendatario pero éste se
percata que no tiene giro comercial, por tanto, le informa a su contraparte que la cosa
no le sirve para el fin del contrato y que por lo mismo se finaliza. Puede suceder que las
partes por mutuo disenso pongan término al contrato, o bien que la contraparte se
niegue a tal determinación y el arrendatario deba necesariamente recurrir ante el juez
para que declare la terminación.
Por otro lado, en el inciso segundo del ART. 1932 se prevé una hipótesis contraria a
la que se ha estudiado y dice relación con la “imposibilidad parcial”, en el fondo la ley
deja en suspenso la terminación del contrato, puesto que, se dice de forma expresa
A continuación, se procederá a leer los ARTS. 1925-1926, que son disposiciones que
se encargan de señalar qué ocurre cuando el arrendador no ha entregado, es decir,
cuando ha incumplido con su obligación. Las dos normas en comento conceden
remedios frente al incumplimiento general de la obligación de entregar, y por lo tanto,
son un complemento del ART. 1932.
En primer término, el ART. 1925 expresa lo siguiente: “Si el arrendador por hecho o
culpa suya o de sus agentes o dependientes se ha puesto en la imposibilidad de entregar
la cosa, el arrendatario tendrá derecho para desistir del contrato, con indemnización de
perjuicios/Habrá lugar a esta indemnización aun cuando el arrendador haya creído
erróneamente y de buena fe, que podía arrendar la cosa; salvo que la imposibilidad haya
sido conocida del arrendatario, o provenga de fuerza mayor o caso fortuito”.
¿Cuál es el ámbito de aplicación y/o hipótesis normativa del ART. 1925? Es posible
apreciar, que tanto en el ART. 1932 como en el ART. 1925 no ha habido entrega, por lo
que el arrendador ha incumplido con su obligación (elemento base). El ART. 1932
confiere una regla objetiva y esta es que si la cosa está mala pasará cierta situación, es
decir, se prescinde completamente de los motivos por los cuales el objeto estaba malo
– en cambio – el ART. 1925 se hace cargo de los motivos por los cuales el arrendador no
entregó, y las razones que pueden llevar al incumplimiento son el caso fortuito y la
imputabilidad. Por consiguiente; ¿Qué rol juega la imputabilidad del arrendador frente
a su incumplimiento en la obligación de entregar? Según el primer inciso, el
arrendatario tiene derecho a desistirse del contrato, con indemnización de perjuicios.
¿Qué sucede si la imposibilidad de cumplimiento fue fortuita? Antes que todo, no
procede la indemnización de perjuicios, ya que para algunos autores no se presentó el
factor imputabilidad, y para otros doctrinarios no hubo nexo causal. Sin embargo, si
existe caso fortuito, el arrendatario se puede desistir del contrato. Ergo, se produce el
efecto de poder solicitar por parte del arrendatario el “desistimiento contractual”.
¿Qué distingue al ART. 1926 del ART. 1925? En estos momentos, se razonará sobre lo
que le ocurrirá al arrendador cuando fue constituido en mora de entregar el objeto.
¿Cuál es la regla general en el primer inciso? Siempre que haya constitución en mora,
el arrendatario sólo puede pedir la indemnización de perjuicios. En este sentido, no se
puede desistir, ni tampoco terminar el contrato. ¿Cuál es la regla general en el segundo
inciso? Con éste se complementa al anterior y por él, la mora en el caso concreto sí
permite solicitar la terminación del contrato, lo que ocurrirá cuando cesen las
circunstancias que motivaron al contrato de arrendamiento. Por ejemplo, el caso que
se expuso anteriormente sobre la heladería en temporada de verano. En palabras más
sencillas, hubo tanta mora que dejó de tener sentido el fin previsto por el contrato.
Por ejemplo: Renzo y Eugenio deciden arrendar un local comercial ubicado en Viña
del Mar para instalar un pub. Los sujetos arriendan desde el miércoles 06 de
septiembre y la entrega está prevista para el viernes 01 de diciembre. Así las cosas, la
renta debe ser pagada todos los meses pero el local comercial no se entregó sino hasta
el jueves 15 de marzo del año siguiente. ¿Qué factores hay que considerar para poder
determinar los remedios que proceden frente al incumplimiento de la obligación? El
motivo por el cual no se entregó en la época prevista se puede reconducir a la
imputabilidad o al caso fortuito. ¿En qué más se debe poner atención? En el ejemplo
expuesto, la causa ocasional es demasiado importante, puesto que, Renzo y Eugenio
nunca expresaron que tenían la intención de arrendar en el verano, y por lo mismo,
puede que no haya sido tan grave entregar de forma desfasada.
Atendida la norma anterior, existen por ley dos tipos genéricos de reparaciones y
estas son las necesarias y las locativas. Las “reparaciones necesarias” son aquellas que
debe realizar el arrendador, porque si no las realiza, la cosa se destruye o se deteriora
aún más – en cambio – las “reparaciones locativas” son aquellas que (a) por costumbre
pertenecen al arrendatario y (b) las que asume el arrendatario por hecho o culpa suya.
Por ejemplo: Eres el arrendatario de una casa y han ocurrido los seis daños
mencionados anteriormente. ¿Quién soporta cada daño? ¿Son reparaciones necesarias
o locativas? 1.- La llave del lavaplatos es una reparación locativa porque por costumbre
le corresponden al arrendatario; 2.- Si se echa a perder el calefón, para el arrendatario
siempre será una reparación necesaria, mientras que para el arrendador será una
reparación locativa. Se ha sostenido que el deterioro del calefón es producido por un
hecho del arrendatario, y esto es no haber limpiado o efectuado la mantención
correspondiente. Sin desmedro de lo anterior, en la práctica esta discusión carece de
importancia porque el arrendatario paga la reparación y se la descuenta de la renta al
arrendador; 3.- Cuando el hijo jugando a la pelota rompe un vidrio, consiste en una
reparación locativa, ya que el padre es una persona que debe responder por su hijo; 4.-
Si la hija pequeña raya las paredes del hogar es una reparación locativa, puesto que es
imputable al arrendatario; 5.- La filtración de agua en el baño es una reparación
necesaria, porque si no se remedia el deterioro seguirá aumentando; 6.- La caída del
meteorito y la destrucción parcial de la casa es una reparación necesaria.
1°.- Cuando el costo de la reparación es tan grande para el fin del contrato, se
puede poner término a la figura contractual;
2°.- Se arrendó una casa en el mes de octubre, el arrendador sostuvo que la casa
estaba en óptimas condiciones y en el mes de abril del año siguiente con la primera
lluvia, todo se inundó porque el inmueble tenía graves filtraciones en las paredes;
¿Qué se necesita para que se aplique el 4° inciso del ART. 1928? Se requiere que el
arrendatario tenga ignorancia del desperfecto y que el arrendador haya sabido del vicio
y no lo declarase. En este evento, el arrendatario tiene derecho a que se le indemnicen
todos los daños que esa situación le causó, así por ejemplo, sería el valor de la ropa
mojada por la inundación.
Todo lo que se ha hablado hasta el momento, dice relación con los daños que ha
sufrido la cosa arrendada. En breve, se analizarán las mejoras introducidas por el
arrendatario a la cosa arrendada. Coexisten tres tipos de mejoras y son las útiles, las
necesarias y las voluptuarias.
Las reglas anteriores no son buenas y es mejor que sean supletorias, puesto que, a
un arrendador estas reglas no le satisfacen. Sería ideal que se pague el total por
adelantado, por mes vencido, o bien que al menos se caucione un gran porcentaje de la
renta cuando es por una sola vez, así por ejemplo, cada vez que se arrienda un
inmueble en temporada estival. Asimismo, siempre hay que reservar un dinero en
garantía del pago de la renta que es distinto al famoso “mes de garantía”, ya que éste
por ley no es una garantía del pago del precio. En términos más simples, si el
arrendatario no pagó la renta de un mes, el arrendador no puede hacerse pago de ella
con el mes de garantía porque no está destinado para eso. ¿Cómo se cubre
óptimamente al cliente? Se solicitan dos garantías, una de ellas está destinada al mes
de garantía y la otra está consignada para el sólo efecto del pago de la renta. Por ley, el
mes de garantía es sólo imputable a los deterioros que causó el arrendatario en el bien,
y por lo tanto, no es para garantizar otra obligación al respecto. ¿Qué pasa en la
práctica? Sucede que el arrendatario al momento de irse nunca paga el último mes de
renta, y cuando éste se va le dice al arrendador que se pague con el mes de garantía, lo
que por cierto, puede aceptarse pero el asunto estará en cómo cobrar los deterioros en
el bien.
Por ejemplo: El arrendatario utiliza el mes de garantía como pago del último mes de
arriendo, pero dejó las murallas sucias y rayadas en el inmueble, por ello el dueño
estuvo obligado a pintar todo el departamento, debiéndolo cobrar aparte.
En tanto, el ART. 1943 expresa que: “Si entregada la cosa al arrendatario hubiere
disputa acerca del precio o renta, y por una o por otra parte no se produjere prueba
legal de lo estipulado a este respecto, se estará al justiprecio de peritos, y los costos de
esta operación se dividirán entre el arrendador y el arrendatario por partes iguales”. El
fundamento de la disposición en comento, es que el arrendamiento es un contrato
consensual, y por lo mismo, es perfectamente posible que haya disputa en el precio.
En estos momentos, se analizará el ART. 1977 el cual manifiesta que: “La mora de un
período entero en el pago de la renta, dará derecho al arrendador, después de dos
reconvenciones, entre las cuales medien a lo menos cuatro días, para hacer cesar
inmediatamente el arriendo, si no se presta seguridad competente de que se verificará
el pago dentro de un plazo razonable, que no bajará de treinta días”.
Por ejemplo: Rocío debía pagar la renta el día 05 de septiembre del presente año.
Estamos al día 06 de septiembre y no ha pagado la renta. ¿Qué puede hacer la
arrendadora? Antes que todo, siempre se deben intentar las gestiones prejudiciales y
sólo si el resultado es negativo se procede a demandar. Se presenta la ley N°18.101 que
regula el arrendamiento de bienes urbanos y el ART. 680 del CPC. Las normativas
anteriores, señalan que todo lo relacionado con un arrendamiento es materia de juicio
sumario, por tanto, el procedimiento es sumario. La demanda se presenta en el
tribunal competente y para definirlo habrá que distinguir si hubo o no prórroga de
competencia. Si hubo prorroga de competencia hay que demandar en el tribunal
prorrogado – en cambio – si no hubo prorroga de competencia hay que aplicar las
reglas de competencia para determinar el tribunal y, estas son dos como las de
En complemento del problema anterior, es preciso señalar que existe una figura
denominada tácita reconducción, si se está frente a juicios por no pago de rentas y las
partes de forma tácita deciden “prorrogar” su contrato, éste se entiende que subsiste.
El asunto sería simple si se tratase de un pacto expreso, es decir, no se mantiene el
contrato por un acuerdo expreso, sino que tácitamente se entiende tal situación. Si
arrendador llegase a aceptar un pago sin reserva de derechos, se entiende
tácitamente prorrogado el contrato*. En este sentido, cuando el demandado en un
juicio de determinación de rentas por no pago nos ofrezca dinero, hay que aceptarlo
con reserva de derechos, esto es dejando constancia escrita de que ese pago no
configura la institución de la tácita reconvención. Ergo, se acepta el dinero sin ello
implicar que se quiere seguir con el contrato.
Es aquella obligación del arrendatario, de usar el objeto pero para el fin convenido,
es decir, el arrendatario no puede sin permiso del arrendador darle al objeto un fin
distinto (ART. 1938).
“El arrendatario es obligado a usar de la cosa según los términos o espíritu del
contrato; y no podrá en consecuencia hacerla servir a otros objetos que los convenidos,
o, a falta de convención expresa, aquellos a que la cosa es naturalmente destinada, o
que deban presumirse de las circunstancias del contrato o de la costumbre del país/Si el
arrendatario contraviene a esta regla, podrá el arrendador reclamar la terminación del
arriendo con indemnización de perjuicios, o limitarse a esta indemnización, dejando
subsistir el arriendo”.
Subarrendamiento:
¿Se puede subarrendar? Se tiene que pensar en el arriendo de toda una propiedad o
en el arriendo de una pieza con derecho a cocina. Por regla general no está permitido
subarrendar, y por excepción sí es posible siempre y cuando el arrendador esté de
acuerdo. Según el ART. 5° de la ley N°18.101, por regla general no se puede subarrendar,
salvo en los contratos de arrendamiento de inmuebles con plazo fijo. En el Código Civil
se reitera la misma regla pero con un caso de excepción especial.
Por regla general el arrendatario responde por culpa leve, pero si la falta de cuidado
es muy grave procede la indemnización de perjuicios, o bien si la falta de cuidado es
gravísima procede la terminación del contrato. El profesor Fernando Fueyo, sostiene
que se estaría ampliando la hipótesis de incumplimiento total del contrato. Por cierto,
que la falta debe ser muy grave pero siempre imputable al arrendatario. ¿Qué sería
para ti un cuidado esencial? ¿Qué cosa podría hacer un arrendatario que te moleste
mucho? Por ejemplo, si se raya el bien raíz estando prohibido y previsto por una
3. Extinción del Derecho del Arrendador: Podría suceder que el arrendador era
dueño del bien y dejó de serlo durante la vigencia del contrato, ya sea por dos
motivos genéricos: (a) Porque voluntariamente el arrendador perdió su
derecho, por ejemplo, enajenando el bien en virtud de una compraventa con
tradición a un tercero o; (b) Es una postura discutible, pero el arrendador dejó
de ser dueño sin su voluntad debido a que le remataron la casa, no existe
consenso porque con el otorgamiento de la hipoteca se da principio de
consentimiento. ¿Si esto es la regla general, expirado el derecho del
arrendador se acaba el arrendamiento? ¿O existen excepciones? Habrá que
revisar el ART. 1962. Por regla general, el tercer adquirente no está obligado a
respetar el contrato de arrendamiento puesto que le es inoponible, pero si
llegase a ocurrir alguna de las tres situaciones previstas en la norma anterior,
excepcionalmente si estará obligado a respetarlo, es decir, el contrato no se
extingue por tal causa y habrá que ponerle término por otra como lo es el
desahucio. “Estarán obligados a respetar el arriendo: 1°. Todo aquel a quien se
transfiere el derecho del arrendador por un título lucrativo; 2°. Todo aquel a
quien se transfiere el derecho del arrendador, a título oneroso, si el
arrendamiento ha sido contraído por escritura pública, exceptuados los
acreedores hipotecarios; 3°. Los acreedores hipotecarios, si el arrendamiento ha
sido otorgado por escritura pública inscrita en el Registro del Conservador antes
de la inscripción hipotecaria/El arrendatario de bienes raíces podrá requerir por sí
solo la inscripción de dicha escritura”. Para el arrendatario, la causal de
terminación desahucio puede causarle daño, sobre todo si fue una extinción del
derecho del arrendador voluntaria, y por lo mismo, cabe leer el ART. 1961 en el
cual procede la indemnización de perjuicios en favor del arrendatario si es que
no se ampara en los supuestos anteriores. “Extinguiéndose el derecho del
arrendador por hecho o culpa suyos, como cuando vende la cosa arrendada de
que es dueño, o siendo usufructuario de ella hace cesión del usufructo al
propietario, o pierde la propiedad por no haber pagado el precio de venta, será
obligado a indemnizar al arrendatario en todos los casos en que la persona que le
sucede en el derecho no esté obligada a respetar el arriendo”.