La Historia de A Ética
La Historia de A Ética
La Historia de A Ética
Antecedente de la ética
Orígenes
Edad Antigua
Edad Antigua Fueron los antiguos griegos los que empezaron a estudiar la
ética como rama de la filosofía. La propia palabra se originó en esa civilización.
Así, el significado original del término ethos era estancia o vivienda común.
Más adelante, el término amplió su significado y pasó a designar al hábito, al
carácter, al modo de pensar o al temperamento.
Platón
Aristóteles
Epicúreos y estoicos
Edad Media
Escolástica
Santo Tomás de Aquino y San Agustín de Hipona Entre los autores medievales
más importantes destacaron San Agustín de Hipona y Santo Tomás de
Aquino. Este último dedicó la segunda parte de Suma Teológica a la ética,
recuperando parte del pensamiento aristotélico. Como se ha señalado, los
filósofos medievales desarrollaron sus teorías éticas partiendo de la doctrina
moral cristiana. Tomás de Aquino lo hizo sobre la base de Aristóteles, con la
diferencia de que la felicidad, el máximo bien, se equiparaba a Dios. Este
otorga la ley eterna y establece cuál es la verdadera moral. Esa ley natural
establecida por Dios incluye, según el autor, algunos principios morales que se
encuentran en el ser humano como inclinaciones naturales. El primero de esos
principios sería que "ha de hacerse el bien y evitarse el mal".
Edad Moderna
Ética marxista
Ya en el siglo XIX, Karl Marx asoció a la moral con la clase social. Para este
autor, la moral cumplía una función social, ya que a cada clase le
corresponden unas creencias morales diferentes. Esas diferencias de clase
provocaban que la moral debía tener como objetivo la consecución de una
sociedad igualitaria y justa, en la que se eliminaran las condiciones que
mantenían a los hombres explotados y humillados.
Siglo XX
Durante todo el siglo XX, fueron mucho los autores y corrientes filosóficas que
trataron sobre la ética. Los vitalistas y existencialistas desarrollaron el sentido
de la responsabilidad y de la opción, mientras que Max Scheler, por su parte,
elaboró una fenomenología de los valores. Precisamente la importancia que
alcanzó la corriente que valoraba las opciones como el valor principal llevó a
algunos autores, como Alain Badiou, a afirmar que la cuestión de la ética en
ese siglo se había convertido en “un verdadero nihilismo”. En los últimos
tiempos se ha desarrollado un análisis en profundidad sobre los
fundamentos y orígenes de la ética. Entre los principales aportes se
encuentran las investigaciones sobre el papel de las emociones en la creación
de un pensamiento ético.