Pub 2017 em
Pub 2017 em
páginas selectas
Seminario sobre Medicina y Salud
Octavio Rivero
Evolución de la medicina
páginas selectas
ISBN: 978-607-02-9681-9
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita
del titular de los derechos patrimoniales.
Imagen de portada
Octavio Rivero Serrano, Expresiones. Catálogo de pintura 2001-2013.
Sepias, Acrílico, 100 × 100 cm, 2005
Diseño y formación
Formas e Imágenes, S.A. de C.V.
[email protected]
Dedico este libro a los míos que
con inteligencia diagnostica y con
sus cuidados me salvaron de una
enfermedad mortal hace un año
Agosto 2017
Consideraciones iniciales 11
Medicina en Mesopotamia 17
Medicina hebrea 22
Medicina en el Islam 83
Consideraciones finales
Situación de la medicina actual 281
11
12 Octavio Rivero
Las enfermedades
17
18 Octavio Rivero
Código Hammurabi
22
Medicina hebrea 23
Características de la
medicina hebrea
Normas sanitarias
El médico
27
28 Octavio Rivero
Sistema sanitario
se aseguraba la formación de
médicos y sacerdotes. Esta
institución manejaba igual-
mente los lugares de atención
médica, y especialmente un
espacio de cuidados, llamado
a posteriori “sanatorio”, que
no era un balneario como se
ha creído, sino espacios sacer-
dotales con bañeras llenas de
agua sagrada, donde el enfer-
mo era sumergido esperando
Cuidando una migraña. una curación divina.
Las leyes sanitarias eran
estrictas, la higiene era escru-
pulosamente cumplida y ha-
bía ordenanzas médicas para
vigilar las aguas, no solamen-
te para la limpieza de los vivos
sino también para la higiene
mortuoria. Todo ello indica un
alto grado de evolución de la
medicina.
Según parece, las normas
de aprendizaje y de la prácti-
ca eran promulgadas por el
médico del Faraón, que se ha-
llaba en la cúspide de la jerar-
quía médica; por debajo de él
Dyehuty (Thot) con apariencia de se encontraban los médicos
ibis. Ramesseum. de palacio, de los cuales uno
Medicina en el antiguo Egipto 31
era el doctor jefe del norte y del sur, una especie de ministro de
sanidad. A sus órdenes estaban los inspectores, supervisores y
los maestros de los médicos. En un escalón inferior se situaban
la inmensa mayoría de los médicos prácticos.
Las normas de aprendizaje y de la práctica eran dictadas por
el médico del Faraón, y no les estaba permitido salirse de la orto-
doxia ni emplear otros métodos terapéuticos que los indicados
en los manuales; siguiendo esta pauta, aunque los resultados no
fuesen los deseados el médico estaba libre de todo reproche. Esta
rigidez constituía un obstáculo muy importante para la innova-
ción y para aprender de sus propias observaciones.
Desconocemos si alguno de ellos se dedicaba a la investi-
gación, aunque de hacerlo debían ser los de jerarquías superio-
res para que se aceptasen sus descubrimientos.
Existía un alto grado de conocimiento del cuerpo humano
debido al proceso de momificación de los cadáveres. Sólo tra-
taban las enfermedades que podían curar, así clasificaban las
dolencias:
Los métodos
Diagnóstico
Terapias
Medicamentos
Farmacopea médica
Remedios mágicos
Cirugía
Música
Drogas
Medicina y religión
Conjuros
Amuletos y estatuillas
Estelas profilácticas que repre-
sentaban a Horus montado
en un cocodrilo eran conside-
radas protectoras contra las
mordeduras y las picaduras de
animales venenosos.
Imágenes de dioses sanadores.
Sejmet.
Medicina en el antiguo Egipto 39
Santuarios
Dioses
Isis.
40 Octavio Rivero
Hombres divinizados
Obstetricia
Disfunción eréctil
Puericultura
Oftalmología
El conocimiento de la oftal-
mología se limitó a la pupila,
la esclerótica y a los aspectos
externos: párpados, pestañas
y cejas. Los egipcios ignora-
ban casi toda la estructura in-
terna del ojo; sin embargo, la
oftalmología se desarrolló, ya
Ojo protector, representación de Horus.
que las enfermedades de los
ojos eran muy frecuentes, sobre todo la “oftalmia del desierto”
conocida hoy como Tracoma, todavía endémico en Egipto. Una
de las defensas contra esta enfermedad fue el uso del Kohol,
que actuaba en dos frentes: para reducir la luz intensa, al ser
negro, y como desinfectante efectivo, al estar fabricado con
sulfato de antimonio.
Los párpados se denominan la “espalda del ojo”; el blanco
del ojo ya se llamó esclerótica; el iris se estudió y ciertos textos
indican que su examen permitía descubrir el sexo del feto.
La pupila (poupée: muñeca) fue denominada “la niña que
está en el ojo”, debido a la imagen de personas que se refleja-
ban en la córnea sobre el fondo negro de la pupila.
A pesar de la habilidad de los artesanos del Imperio An-
tiguo, que fabricaron réplicas perfectas de los ojos en cristal y
Medicina en el antiguo Egipto 45
esmalte para las estatuas, nada permite pensar que estos ob-
jetos se utilizaran como prótesis.
Desde la primera dinastía, los textos mencionan los cui-
dados dados a los ojos, con prácticas mezcladas con la magia:
Thot, dios de la ciencia y la medicina es el antepasado de los
oftalmólogos; según la mitología habría vuelto a poner en su
lugar el ojo que Horus perdió en su pelea contra Seth, y decla-
ró: “Soy Thot, el médico del ojo de Horus”.
Más tarde, en tiempos de Pepy I de la Dinastía VI, en una
estela funeraria, se representa a un hombre, a veces senta-
do y otras andando, con esta inscripción dedicatoria: “Pepy
Anj Iri, director de los médicos reales, médico de los ojos del
palacio, custodio del orificio intestinal, el que prepara docu-
mentos, el que amaestra escorpiones”.
El papiro Ebers y el de Londres contienen varios conjuros
mágicos invocando a Thot, que había que repetir varias veces
mientras se aplicaba el colirio: “El que salvó el ojo de Horus en
su pelea contra Seth, será capaz de devolver la luz a los enfer-
mos de los ojos”.
Odontología
Odontólogos
47
48 Octavio Rivero
Cirugía
54
Medicina tradicional china 55
2
山海经 Shan Hai Jing, Canon de Montes y Mares. Obra geográfica de autor desconoci-
do. Consta de 18 capítulos. Se considera, en la actualidad, que es una obra escrita en vari-
os tiempos y por diferentes autores. Catorce capítulos pertenecen al periodo de los Reinos
Combatientes. Los otros cuatro se considera que fueron escritos en los primeros años de la di-
nastía Han Occidental. Contiene principalmente los conocimientos populares de geografía.
Incluye la localización de varias montañas, pobladores de los diferentes lugares, así como
sus productos, medicamentos, oráculos, médicos y chamanes, etc. Refiere no pocas historias
míticas y fabulosas de textos precedentes.
Medicina tradicional china 57
3
诗经 Shi Jing, Libro o Canon de las Odas. Colección de 305 composiciones en verso,
canciones amorosas o himnos religiosos. Es considerado como el libro de versos más an-
tiguo de China. Su compilación se le atribuye a Confucio y es considerado como uno de
los clásicos confucianos. Recopilado durante el periodo de la Primavera y Otoño. Refiere
eventos desde la dinastía Zhou hasta el tiempo en que fue recopilado. El contenido de
los cánticos y versos aquí vertidos son de contenido político que reflejan el régimen, la
estructura social, el desorden y la influencia del poder sobre el pueblo.
58 Octavio Rivero
Unificación de China
60 Octavio Rivero
Origen de la criopatología4
4
El término criopatología ha sido acuñado tratando de usar una palabra que incluya el
término shang han, shang significa agresión, aquello que en medicina se puede entender
como agente agresor, causante de una enfermedad que puede equivaler al vocablo griego
patos, han significa frío, similar al vocablo crio, de ahí, criopatología.
Medicina tradicional china 63
Sun Simiao
5
Existen controversias respecto al año en que nació Sun Simiao, la mayoría considera
que fue en esta fecha, durante la dinastía Sui.
Medicina tradicional china 67
Acupuntura y moxibustión
Enseñanza de la medicina
Avances médicos
en el tratamiento de gota,
comenta que la moxibustión
china es el procedimiento
más efectivo, rápido, seguro
y apropiado contra dicha en-
fermedad. En 1684, en Am-
sterdam Holanda, Blankaurt
S. publica el Tratado de gota,
donde se exponen los resulta-
dos del uso de la acupuntura y
moxibustión en el tratamiento
de las enfermedades reumáti-
cas. Es a partir de aquí que la
Johann Adam, sonido de campana
acupuntura alcanza a otros
países como Italia, España,
Suiza, Bélgica, etcétera.
Con la entrada del siglo
xix, China se torna intere-
sante para los historiadores
europeos, así, en 1813 en Pa-
rís se publica el libro Sobre la
investigación de la historia de
la medicina china, escrita por
Remusat, A. En 1820, Pearson,
en Londres, publica Historia
de la medicina china.
Durante las dinastías
Ming y Qing van llegando a
China algunos misioneros; los
Miniatura que representa más renombrados son los de
a Matteo Ricci la Compañía de Jesús entre los
Medicina tradicional china 81
7
Los Cuatro Libros de la Escuela Confusiana son: Los Diálogos de Confucio (论语 lun
yu), La Doctrina del Justo Medio (中庸 zhong yong), La Gran Ciencia (大学 da xue) y Men-
cio (孟子 meng zi)
82 Octavio Rivero
83
84 Octavio Rivero
Los hospitales
Aportaciones a la medicina
Medicina empírico-religiosa
101
102 Octavio Rivero
curó a las mujeres locas de Argos. Para ello utilizó eléboro ne-
gro (con propiedades de narcosis, diuresis y catarsis). Anfiarao,
sucesor de Melampo fue venerado como un héroe sanador y
poseía un oráculo en el que se practicaba la incubatio. Trofonio
ejercía sus poderes sanadores en cuevas mediante serpientes
y Orfeo utilizaba la música y la poesía para influir en el alma.
Casi todos los dioses, semidioses y héroes tenían algún
poder o influencia sobre la salud. De este modo, Hera, diosa
del hogar, era la patrona de las parturientas. Atenea, diosa de
la sabiduría, era la patrona de la vista. Quirón era el patrón de la
salud y fue maestro de Apuleyo, Melampo, Aquiles y Asclepio.
De todas ellas la principal deidad sanadora fue Apolo.
Entre las ruinas griegas que todavía pueden visitarse, algu-
nas de las mejor conservadas y más majestuosas se relacionan
con este culto. En Pérgamo, Éfeso, Epidauro, Delfos, Atenas y
otros sitios más, existen calzadas, recintos y templos, así como
estatuas, lápidas y museos enteros que atestiguan la gran im-
portancia de la medicina entre los griegos antiguos.
En Pérgamo, y otros templos, los enfermos dejaban sus
ropas y vestían con túnicas blancas para pasar al siguiente
recinto, una especie de hotel con facilidades para que los pa-
cientes pasaran ahí un tiempo. En Epidauro las paredes esta-
ban decoradas con esculturas y grabados en piedra donde se
relataban las curas milagrosas que había realizado el dios;
los pacientes aumentaban sus expectativas de recuperar la
salud con la ayuda de Asclepio. Cuando les llegaba su turno
eran conducidos a la parte más sagrada del templo, el aba-
tón, donde estaba la estatua del dios esculpida en mármol y
oro. En ese lugar se hacían donaciones y sacrificios, llegada la
noche los enfermos dormían sumidos en plegarias a Asclepio
en favor de su salud.
Medicina en Grecia 105
Curación por el sueño. En la cabecera del lecho de una mujer enferma aparecen
Asclepio, que le impone sus manos, y su hija Higiea. La escena corresponde a un re-
lieve votivo procedente del santuario de este dios en El Pireo, fechado hacia 400 a.C.
120
Medicina en Roma 121
Galeno de Pérgamo
Galeno terminaría su
carrera en Alejandría, Egip-
to, la antigua capital de los
Tolomeos y principal centro
cultural del Mediterráneo.
Aprendería aquí la impor-
tancia de los estudios ana-
tómicos y fisiológicos para la
medicina, diseccionaría cadá-
veres y entraría en contacto
con la obra de importantes
anatomistas como Herófilo y Galeno de Pérgamo.
Erasístrato.
Regresó a Pérgamo, en 157,
al enterarse de la muerte de su padre, que le legó una gran fortu-
na. Allí trabajó como médico en la escuela de gladiadores durante
tres o cuatro años. En este periodo adquiere experiencia en el tra-
tamiento de los traumatismos y heridas. Años más tarde hablaría
de las heridas como las “ventanas en el cuerpo”, convietiéndolas
en “ventanas anatómicas”.
A partir de 162 vivió en Roma, la capital imperial, en donde
escribió numerosas obras, demostrando de ese modo públi-
camente su conocimiento de la anatomía ósea. Consigue una
gran reputación como médico experto y cuenta con una nutri-
da clientela. Uno de sus pacientes fue el cónsul Flavio Boecio,
quien lo introdujo en el tribunal y acabó siendo médico en la
corte del emperador Marco Aurelio y su corregente Lucio Vero.
Durante un breve período regresó a Pérgamo 166-169, hasta ser
llamado por Cómodo (hijo de Marco Aurelio) para hacerse car-
go de su salud.
126 Octavio Rivero
Anestesia romana.
Fisiología galénica
135
136 Octavio Rivero
137
138 Octavio Rivero
141
142 Octavio Rivero
Los médicos
Las Enfermedades
El susto
cielos es más caliente que todos los que están más bajos y
que el más bajo de los inframundos es más frío que cualquiera
de los que están por encima de él.
La superficie de la tierra es templada en la medida en que
se encuentra en el centro y la región del centro de dicha super-
ficie es doblemente templada, ya que representa, asimismo, la
confluencia de las características del norte y el oeste, que son
relativamente fríos y del sur y el oriente, que son calientes. El
ser humano, que es el ser del centro, participa de esta cualidad;
pero, en el interior de su cuerpo que recapitula al universo, los
órganos que están por encima del diafragma son necesaria-
mente más calientes que los que se encuentran por debajo de
él, y el cuerpo de los varones es comparativamente un poco
más caliente que el de las mujeres, relacionándose ellos con
los cielos, el sol y el oriente y ellas con el poniente, la luna y los
inframundos.
El buen funcionamiento del cuerpo está, entonces, ga-
rantizado por el mantenimiento de un equilibrio entre sus
partes frías y sus partes calientes, las cuales podrán calen-
tarse un poco, como sucede cuando se hace ejercicio o so-
breviene la fatiga, o enfriarse, como pasa al reposar y recibir
solaz; pero también podrán enfermar si se calientan o enfrían
más de lo debido, lo cual puede suceder por producción de un
exceso de calor o frío, por el desplazamiento de ellos a partir
de otras partes del cuerpo que son más calientes o más frías
que la parte afectada o por la intromisión de alguna influen-
cia o de algún ser extraño que también lo sea. Las enferme-
dades causadas por deidades o por espíritus y seres celestes
eran consideradas calientes, y las provenientes de seres del
inframundo, frías.
156 Octavio Rivero
Epidemias
Tratamientos médicos
los niños enfermos y con pérdida del tonalli, para cuya cura-
ción era menester pronunciar las oraciones propias de Ixtlilton
y luego darles el agua limpia que se guardaba en los cántaros
dedicados al dios.
Otras veces se tenía que representar un mito para lograr
la efectividad del tratamiento, como sucedía en la curación
de la picadura de alacrán, en la cual el terapeuta reproducía
actuando paso por paso la historia de cómo Yappan, el ala-
crán, pico a un pequeño y el cuidado que le dio su madre, que
cubriéndolo y ocultándolo con su enagua evitó que muriera,
mientras que se aplica tabaco en el sitio del piquete para evitar
que el veneno se absorba, Cuando el terapeuta se dirigía a un
ser menos poderoso, entonces procedía a atemorizarlo y a or-
denarle que abandonara al enfermo.
Una colección de conjuros de extraordinario interés fue
recopilada por Hernando Ruiz de Alarcón a principios del si-
glo xvii, pero su procedencia prehispánica es clara, tanto por
el idioma en que están escritos, el náhuatl, como por su con-
tenido. En ellos, el médico se presenta como el representante
de algún dios al decir: “Yo soy el sacerdote, el señor de las
transformaciones...” otras veces dice ser el hijo de la deidad
y reta al agente enfermante a que se atreva a matarlo; otras
se identifica como el propio dios, como sucede al decir que
es Quetzalcóatl en un conjuro recitado previa la reducción de
una fractura.
Solamente después de identificar al ser que causa la en-
fermedad y a la pronunciación de oraciones y conjuros, cuando
el caso así lo amerita, viene la administración de los medica-
mentos. Mucho se ha dicho acerca del gran conocimiento que
se tenía acerca de plantas medicinales, del uso de sustancias y
partes de animales para curar, y no se ha exagerado al respecto.
Medicina del México antiguo 161
Tratamientos quirúrgicos
167
168 Octavio Rivero
Salerno
La práctica de la medicina
180
Preludio del Renacimiento 181
185
186 Octavio Rivero
Invención de la imprenta
La nueva cosmogonía
Interés en el individuo
Revolución anatómica
Durante el siglo xvii ocurrió otra revolución más, que junto con
la anatómica, la quirúrgica y la fisiológica, iba a contribuir de
manera fundamental a la transformación científica de la me-
dicina, al proporcionar el instrumento necesario para explorar
un amplio y fascinante segmento de la naturaleza desconoci-
do hasta entonces: el mundo microscópico.
Desde la antigüedad se sabía que los objetos aparecen de
mayor tamaño cuando se ven a través de una esfera de cristal;
Plinio dice que Nerón usaba una esmeralda con este propósito.
Alhazen (965-1039), uno de los más celebrados oftalmólogos
árabes, se refirió al aumento y a las distorsiones de los objetos
producidas por esferas de cristal, y Roger Bacon (1240-1292) se-
ñaló lo mismo, además comentó la utilidad que el aumento
tendría para personas con problemas de visión, pero sus obras
se publicaron hasta cinco siglos más tarde (1733). Los primeros
anteojos se fabricaron en Venecia en el siglo xiv, y desde en-
tonces ya había castigos para los fabricantes que los hicieran
de vidrio en lugar de cristal.
Los microscopios ópticos son de dos tipos generales, se-
gún el número de lentes que los forman: simples, de una sola
lente, y compuestos, de más de una lente. Es posible que el
primer microscopio haya sido uno compuesto, el construido
por Galileo en 1610, como un complemento (invertido) de su
invención del telescopio; sin embargo, la imagen que revelaba
era muy deficiente. Galileo lo llamó occhiale y todavía en 1642
señaló que aumentaba “las cosas pequeñas unas 50 000 veces,
de modo que una mosca se ve del tamaño de una gallina”, lo
que era una exageración, pues hasta principios del siglo xix los
Medicina en el Renacimiento 197
La revolución en la patología
La revolución clínica
La revolución fisiológica
216
Progresos de la medicina científica desde el siglo xvi 217
219
220 Octavio Rivero
El pensamiento anatomoclínico
El último tercio del siglo xviii y el primero del xix fueron testi-
gos de una revolución en la medicina, tanto por su influencia
sobre el conocimiento como por su trascendencia en la prác-
tica. Lo primero fue la constatación de que lesiones en los ór-
ganos y partes del cuerpo son causa de enfermedad. Esto no
surgió de la nada. Había antecedentes provenientes de los
grandes avances en el conocimiento detallado de la anatomía
a partir del siglo xv y del darse cuenta, los anatomistas, que ha-
bía anormalidades en las estructuras que disecaban y que podía
asociárseles con manifestaciones de enfermedad.
Ya en 1507, habían sido publicadas, poco después de su
muerte, las observaciones al respecto de Antonio Benivieni en
un libro poco difundido en su momento, De abditis nonnulis ac
mirandis morborum et sanationem causis (Sobre algunas ocul-
tas y sorprendentes causas de enfermedad y curación). La obra
definitiva en este rumbo fue Giovanni Morgagni De sedibus et
causis morborum per anatomen indagati (Del sitio y causa de las
enfermedades por indagación anatómica), publicado en 1767,
en la cual expone un medio millar de casos clínicos, la mayor
provenientes de su propia experiencia.
222 Octavio Rivero
234
La medicina a partir del siglo xx 235
Los antibióticos
La inmunología
La anestesia
La endocrinología
Las vitaminas
La epidemiología
El laboratorio clínico
281
282 Octavio Rivero
287
288 Octavio Rivero
293
294 Octavio Rivero
297
298 Octavio Rivero
301
302 Octavio Rivero
Antecedentes en México
de la esencia del acto médico
306
Propuesta de un sistema nacional de salud 307
Eduardo Liceaga
Miguel Jiménez
Clemente Robles
Alejandro Celis
Raoul Fournier
Ramón de la Fuente
308 Octavio Rivero
309
310 Octavio Rivero
Baran GR., Kiana MF, Samuel SP. (2014), “Chapter 2: Science, Pseudo-
science, and Not Science: How Do They Differ?”. Healthcare and
Biomedical Technology in the 21st Century (Springer). pp. 19-57.
doi:10.1007/978-1-4614-8541-4_2. ISBN 978-1-4614-8540-7. “Vari-
ous Pseudosciences Maintain their Popularity in our Society: Acu-
puncture, Astrology, Homeopathy, etc.”
Barcena C G., “El bimaristán, un modelo de hospital islámico. Historia de
los primeros centros psiquiátricos del mundo”. Natura Medicatrix.
2001; 62: 6-11.
Barnes, LL. (2005), Needles, Herbs, Gods, and Ghosts: China, Healing, and
the West to 1848. Harvard University Press. ISBN 0674018729.
Barrett, S. (2007), “Be Wary of Acupuncture, Qigong, and “Chinese Med-
icine”.Quackwatch. Consultado el 4 de mayo de 2015.
Benivieni, Antonio, (1954). De abditis nonnulis ac mirandis morborum et
sanationem causis, tr. Charles Singer, Springfield, Ill..
Bigelow. G. (2005), “Let there be Markets: the Evangelical Roots of Mar-
kets”. Harper’s Magazine, May, pp. 33-38.
Böcker W. Gerhard Domack, (1995), “100. Geburtstag der Pathologen und
Nobelpreisträger”. Pathologe 1995;16(6):383-5.
Borger C., Smith S., Truffer C., Keehan S., & Sisko A., et al. (2006), “Health
Spending Projections through 2015: Changes on the Horizon”.
Health Affairs Web Exclusive. February 22.
Bush R. (2006), “Jury Finds HMO Sias in Signing Satients. Amerigroup
Shunned Pregnant Women, High-risk Patients”. Chicago Tribune,
October 31.
Callahan D. (1996), “Preface to Report, the Goals of Medicine: Setting
New Priorities”. Hastings Center Report, November–December.
Carmichael A. Ratzan R. (1991), Medicine in Literature and art. New York.
Ed. Hugh Lauter Levin Associates Inc.
Carreras-Pachon A. (1976), La peste y los médicos en la España del Re-
nacimiento. Salamanca. Universidad de Salamanca.
Bibliografía 311
King M. & Schlesinger M (editors). (2003). Final Report of the Study Panel
on Medicare and Markets-The role of Private Health Plans in Medi-
care: Lessons from the Past, Looking to the Future, Washington,
D.C.: National Academy of Social Insurance, September.
Kleinke J.D. (2001). Oxymorons: The Myths of the U.S. Health Care System.
San Francisco: Jossey-Bass, p 192.
Laennec, Theophile. (1821). A Treatise on he diseases of the Chest, tr. J.
Forbes, London. T. and G. Underwood.
Lain Entralgo P. Historia Universal de la Medicina. Barcelona, Ed. Salvat
Lain Entralgo P. (1987). La medicina hipocrática. Madrid, Editorial Alianza.
Lain Entralgo P. (1961) La historia clínica, 2a ed., Barcelona, Salvat editores,
(1a ed., 1950).
Lawrence O G. (1993) “Medicine, Money and Morals: Phisicians Conflicts
of Interest Marc A Rodin”, New York Oxford Univ Press. N Engl J of
Med; 329 (12): 892l93.
Lazarou J., Pomeranz B, Corey P. (1998). “Incidence in Adverse Drug Reac-
tions in Hospitalized Patients”. JAMA, 279: 1200-1205.
Leape L. (1992). “Unnecesary Surgery). Annu Rev Public Health. 13: 363-383.
Li J. (1996). “The Patient-Physician Relationship, Convenant or Contract?”
Mayo Clin Proc; 71 (9):917-18.
Lifshitz Alberto. (2000). “El error en el diagnóstico y su relación con el daño
iatrogénico”, en El ejercicio actual de la medicina, siglo XXI, UNAM.
López Espinosa JA. (1996). “El primer Premio Nobel de Medicina y Fisiología”.
Rev Cubana Med Gen Integr 1996;12(2):202-8.
Lozoya, Xavier, (2000) “La medicina prehispánica”, en H. Aréchiga y L.
Benítez B., Un siglo de las ciencias de la salud en México, México,
Fondo de Cultura Económica.
Lundberg G D. (2000), Severed Trust. First Ed. New York, Basic Books.
Lundberg G D, (1992), “The American Health Care System and the 1992
Election”. JAMA 1992;268 (15):2082.
316 Octavio Rivero
Wang, Shu-Ming; Kain, Zeev N.; White, Paul F. (2008). “Acupuncture An-
algesia: II. Clinical Considerations”. Anesthesia & Analgesia 106
(2): 611-621. doi:10.1213/ane.0b013e318160644d. ISSN 0003-2999.
PMID 18227323.
Wennberg J.B., Fisher E.S. & Skinner J.S. (2002). “Geography and the De-
bate over Medicare reform”. Health Affairs Web Exclusive. W96-
114. February 13.
White, A.; Ernst, E. (2004). “A brief history of acupuncture”. Rheumatolo-
gy (Oxford, England) 43 (5): 662-663. doi:10.1093/rheumatology/
keg005. PMID 15103027.
Williams, WF (2013). “Encyclopedia of Pseudoscience: From Alien Abduc-
tions to Zone Therapy”. Encyclopedia of Pseudoscience (Routledge).
pp. 3-4. ISBN 1135955220.
Woolander S, Himmelstein D, Leewontin J. (1993). “Administrative Costs
in U S Hospitals”, N Engl J of Med; 329 (6):400-403.
Xu, Shifen (2013). “Adverse Events of Acupuncture: A Systematic Review
of Case Reports”. Evidence Based Complementary and Alternative
Medicine 2013: 581203. doi:10.1155/2013/581203. PMC 3616356.
PMID 23573135.
Yabry Mohamed A. (2001). El legado filosófico árabe: Alfarabi, Avicena,
Avempace, Averroes, Abenjaldún. Editorial Trotta. Madrid 2001
Zolla, Carlos y Emiliano Zolla Márquez, (2008). Introducción a la medici-
na tradicional de México en el marco de la migración, México
Zolla, Carlos (2004), Los pueblos indígenas de México. 100 preguntas,
México, unam.
Zolla, Carlos y Soledad Mata Pinzón, (1994), Diccionario enciclopédico de
la medicina tradicional mexicana, México, INI.
Zolla, Carlos et al., (1988), Medicina Tradicional y enfermedad, México,
CIESS.
Bibliografía 321
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/154/html/
sec_9.html
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/154/html/
sec_11.html
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/154/html/
sec_13.html
http://diagnostico-x.blogspot.mx/2010/03/medicina-hebrea-antigua.html
http://revistas.unam.mx/index.php/eab/article/viewFile/19167/18171
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid= S0864-
21252002000400001
http://www.laalcazaba.org/la-medicina-en-mesopotamia-por-claudio-becer-
ro-de-bengoa-callau-doctor-en-ginecologia/#sthash.Wy7zFsGj
http://www.bvs.sld.cu/revistas/mgi/vol18_4_02/mgi0142002.htm#cargo
www.nationalgeographic.com.es/
http://orsdoc.blogspot.mx/2012/03/dano-yatrogenico-en-medicina.html Dr.
Octavio Rivero Serrano
Algunos datos históricos
323
324 Octavio Rivero