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TEMAS 1: PERSPECTIVAS TEÓRICAS Y ANALÍTICAS

SEXO Y GÉNERO: DISTINCIONES CONCEPTUALES

SEXO: los científicos se refieren a este concepto como la diferenciación biológica entre machos y
hembras, atendiendo a la composición cromosomática, los órganos reproductores, los órganos genitales
internos/externos, el componente hormonal… Serían las características biológicas que determinan, en el
nacimiento, quién es hombre y quién mujer. Los sociólogos distinguen entre macho y hembra.

GÉNERO: construcción social. Hace referencia a aspectos sociales adscritos a las diferencias sexuales, y
establece la discriminación entre lo masculino y lo femenino. Se encuentra presente en toda la vida
social e influencia la visión que tenemos de nosotros mismos en nuestra vida diaria. Los sociólogos
distinguen entre masculinidad y feminidad.

Macionis y Plumer consideran que el género (piedra angular de jerarquías de poder y cualidades entre
ambos sexos) ha variado a lo largo de la historia/culturas, por tanto, debe analizarse considerando su
contexto. Los individuos pueden identificar el género con pautas de la personalidad a través de la
identidad de género, la vivencia personal del género como el individuo la experimenta, que puede o no
corresponder con su sexo biológico (estaríamos hablando de transgenerismo).

Otros teóricos como García-Mina hablan de confusión terminológica y conceptual entre los vocablos
sexo y género, en ocasiones empleados como intercambiables o antagónicos, indicando que “género”
ha venido usándose como concepto políticamente correcto. Por tanto, es importante distinguir entre rol
de género y representación de género:

 ROL DE GÉNERO: se refiere al aprendizaje, mediante socialización, y prácticas sociales


asociadas a un determinado género. Estas prácticas pueden variar dependiendo de la cultura e
incluso dentro de una misma cultura. Puede por tanto serse hombre y actuar de forma
contraria a los roles de género masculinos. Ejemplo: que un hombre lleve falda no se percibe
socialmente de misma manera en España o Francia que en Escocia.
 LA REPRESENTACIÓN DE GÉNERO se refiere a la forma en que la persona expresa su
masculinidad o feminidad. Acorde con West y Simmerman el género no es sólo lo que se es,
sino también lo que se hace con respecto de lo que hacen los demás.

El Género ocupa un lugar central en la organización social. Esto se comprueba a través de tres conceptos
clave:

 ESTRATIFICACIÓN DE GÉNERO: el género implica mucho más que una distinción social entre
sexos implica un sentido de jerarquía y de poder. (Macionis y Plumer).
 SEXISMO: discriminación que se ejerce sobre un individuo hombre/mujer, por su sexo. Parte
de la creencia de que el sexo propio es, por definición, superior. De este concepto surge a su
vez el de sexismo institucionalizado, haciendo referencia a la importancia del sexismo como
papel capital en el mantenimiento del patriarcado (lo encontramos, por ejemplo, en la
economía: diferencia de salarios, ocupación de puestos cualificados…)
 PATRIARCADO: forma de organización social por la que los hombres dominan, oprimen, y
explotan a las mujeres. Aunque no se manifiesta de misma manera en todas las sociedades, se
considera de condición universal: en Arabia Saudí el poder de los hombres está bastante
desarrollado mientras que en Noruega se consideran a ambos sexos próximos a la igualdad.
Acorde a Sylvia Walby, los elementos que componen el patriarcado son el empleo remunerado
(brecha salarial, techo de cristal…), el hogar (gestión de las tareas domésticas…), el Estado
(discriminación sistemática, obstaculización a la mujer de acceder a altos cargos…), la violencia
(las mujeres tienen mayor probabilidad de ser víctimas de violencia), la sexualidad (diferencia
entre la percepción de la sexualidad masculina de la femenina), la cultura (roles asignados a
cada género, etc).

GÉNERO Y BIOLOGÍA
La categoría género se populariza dentro de las CCSS en la 2ª mitad del S XX. a partir de la publicación
del libro El segundo sexo de Simone de Beauvoir, donde se explica que mujer no se nace, se llega a serlo;
y que, por tanto, existe una construcción social, cultural y política de lo que es un hombre y de lo que es
una mujer que va más allá de lo sexual. A partir de esto, se generan una serie de códigos de
comportamiento (formas de vestir, de actuar…) atribuidos a hombres y mujeres, de forma que podemos
determinar cuando una persona actúa de forma masculina o femenina (en nuestra sociedad, claro).

Algunos autores sostienen que hay ciertos aspectos biológicos responsables de las innatas diferencias de
comportamiento existentes entre mujeres y hombres (intento de llevar al ámbito cultural una diferencia
meramente biológica): las hormonas, el tamaño del cerebro o los cromosomas. Afirman que esto se
percibe en todas las culturas, lo que implica que son los factores naturales los responsables de la
desigualdad entre géneros (teoría de la diferencia natural); por ejemplo, en casi todas las sociedades los
hombres van a la guerra, de forma que se les atribuye una tendencia biológica hacia la agresividad.
Autores científicos sostienen que la teoría de la diferencia natural se basa en el comportamiento animal
y no en evidencias del comportamiento humano, además, que un rasgo sea universal no implica que sea
biológico, puesto que puede haber unos factores culturales generales que lo produzcan.

Otra vía para comprender el origen de las diferencias por razón de género es la socialización de género,
proceso por el cual se produce una interiorización de normas. Las niñas y niños van interiorizando
expectativas sociales que se considera responden a su sexo a través de los agentes de socialización
(escuela, televisión, padres y madres…). Este enfoque establece la siguiente distinción:

 SEXO BIOLÓGICO: se nace con él


 GÉNERO SOCIAL: se desarrolla, se construye (deconstruye).

Nociones tradicionales de la identidad de género


Rasgos femeninos Rasgos masculinos
Sumisa Dominante
Dependiente Independiente
Incapaz Inteligente y competente Las diferencias de género no están
Emocional Racional determinadas biológicamente, se
producen culturalmente, es decir,
Receptiva Enérgico
hombres y mujeres son socializados
Intuitiva Analítico
en roles diferentes.
Débil Fuerte
Tímida Valiente
Conformista Ambicioso
Pasiva Activo
Cooperativa Competitivo
Sensible Frío
Objeto sexual Sexualmente agresivo
Atractiva por su apariencia Atractivo por sus méritos
física
PERSPECTIVAS TEÓRICAS Y ANALÍTICAS

RELACIONES DE GÉNERO ENTENDIDAS COMO RELACIONES SOCIALES


Relaciones de Género en los Clásicos (Doncel L V y Gutiérrez T “Sociologías especializadas”)

 Comte: los varones superiores a las mujeres, consideradas como: “ la encarnación más pura y
simple de la humanidad”. Las tareas de las mujeres en el ámbito doméstico son un valor para el
mantenimiento del orden social. Superioridad del varón práctica e intelectualmente.
 J. S. Mill: con respaldo de su mujer, observó la situación de opresión en la que se encontraban
sometidas las mujeres, criticando la naturalización de los roles adjudicados a las mismas, que
las situaban en una posición de inferioridad frente a los hombres. Aboga por la defensa de la
igualdad social y política de derechos de las mujeres. Considera la igualdad de hombres y
mujeres como condición necesaria para el progreso moral de la humanidad.
 H. Spencer: desde su análisis evolucionista de la sociedad, estableción la mayor diferenciación y
complejización de las estructuras sociales. Al diferenciar entre estructuras reguladoras y
estructuras mantenedoras, identifica la división sexual del trabajo entre los sexos (por ejemplo,
si una pareja tiene hijos, es la mujer la que debe quedarse en casa cuidando de ellos para que la
familia pueda salir adelante).
 Marx: prestó poca atención al movimiento de mujeres de su época: el sufragismo, fuera del
análisis del sistema de producción capitalista y supeditado al análisis de la lucha de clases. El
marxismo se interesa por el conflicto de intereses de clase. Algunas de sus ideas han sido
recogidas posteriormente por algunas teorías feministas.
 Durkheim: la moralidad-normalidad se interioriza a través de la educación y en el orden y
apoyo de la familia. Ausencia de hombres y mujeres en su análisis de la realidad social.
 Weber: centra su análisis en la relación entre los valores y la sociedad (influenciado por
Marianne Weber). Entiende la civilización occidental como proceso de racionalización de las
esferas sociales, incluyendo un análisis de las relaciones entre los géneros. Se muestra a favor
de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Mujeres fundadoras de la Sociología:

 Harriet Martinou (1802-1876): investigadora prolífica. Gran defensora de los derechos de la


mujer, aconsejaba educar a niños y niñas de manera equivalente.
 Charlott Perking Gilman (1860-1935): primera mujer que estudió la estratificación de género.
 Jane Addams: (1860- 1935) principal socióloga de la Escuela de Chicago.
 Marianne Weber: (1870-1954) planteó la creación de una sociología desde la perspectiva de la
mujer.
ANÁLISIS TEÓRICOS SOBRE GÉNERO
Veremos a continuación dos aproximaciones, que comparten la importancia que el género tiene en la
estructura social:

EL ANÁLISIS FUNCIONALISTA
Aproximación desde el comportamiento.

La sociedad es un conjunto de elementos separados pero integrados en un complejo sistema. Cada


estructura contribuye al funcionamiento global de la sociedad. A pesar de los cambios sociales, la
estructura de género está fuertemente arraigada en la moral social. Las teorías de la socialización del
género las han propiciado los funcionalistas.

Prehistóricamente, las mujeres no tenían control sobre su natalidad, y sus hijos los criaban en casa
mientras los hombres, aprovechando sus capacidades físicas, salían a cazar. Esto se prolonga hasta la
Revolución Industrial, cuando las nuevas tecnologías y maquinaria hacen que ya no sea la fuerza física la
única fuente de energía para las tareas, además de la aparición de anticonceptivos, que permiten a la
mujer controlar su natalidad y con ello más su vida. Es en este momento cuando el mantenimiento de
roles comienza a considerarse un desperdicio de talento y comienza un proceso lento de cambios.

Según estas teorías los chicos y las chicas aprenden “roles sexuales” y las identidades masculina y
femenina que les acompañan; si un individuo tiene actitudes de género contrarias a las que se entiende
que corresponden con las de su género se entiende que su socialización ha sido inadecuada o irregular.
A través de refuerzos positivos y negativos se conduce a chicos y chicas a aceptar los roles sexuales que
se esperan de ellos o ellas. Según esta perspectiva funcionalista los agentes de socialización de género
contribuyen al mantenimiento del orden social.

Tres grandes corrientes teóricas sobre: el proceso de socialización de género:

 LAS TEORÍAS SOBRE EL APRENDIZAJE SOCIAL: las diferencias en el comportamiento


atendiendo al género (véanse roles) se aprenden a través de un sistema que premia, refuerza o
castiga determinados comportamientos, desde el primer día el bebé niño es premiado cuando
se comporta “como un chico” y castigado cuando se “comporta como niña” (socialmente
hablando).
 LAS TEORÍAS COGNITIVAS: señalan que las diferencias de género surgen por un proceso de
categorización por el que los niños y las niñas se sitúan a sí mismo en la categoría “masculina” y
“femenina”, y ordenan sus experiencia en función de estas categorías.
 LAS TEORÍAS PSICODINÁMICAS: están fundamentadas en los análisis de Freud. Sugieren
que las diferencias de género surgen durante la infancia temprana como consecuencia de la
tensión emocional entre el niño y sus padres. Los defensores de estas teorías comparten la
creencia de que la identidad de género es el resultado de un proceso estructural emocional e
inconsciente, y que tiene lugar en una fase temprana de la infancia.

Críticas: algunos autores como Connell afirman que la socialización de género no es un proceso
intrínsecamente suave; diferentes agentes como la familia, la escuela o los amigos, pueden estar
enfrentados. Añaden que las teorías de la socialización hacen caso omiso de la capacidad que tienen los
individuos para rechazar o modificar, las exceptivas sociales que rodean a los roles sexuales. Los seres
humanos no son sujetos pasivos o receptores incondicionales de la “programación” de género. Son
agentes activos que crean y modifican los roles por sí mismos.
El análisis funcionalista: el género y la complementariedad de Talcott Parsons

Según Parsons el género conforma una serie de roles “complementarios” que unen al hombre y la mujer
en la unidad familiar, encargadas de desempeñar las funciones vitales para el funcionamiento global de
las sociedades: mientras la mujer se considera la responsable del mantenimiento del hogar y cuidado de
los hijos, el hombre pone en contacto la familia con el exterior a través de su participación en el mundo
laboral. Además de las distintas pautas de socialización se enseñan, a los dos sexos, sus respectivas
identidades de género y el tipo de habilidades y conocimientos que necesitarán en la vida adulta. De
este modo, la sociedad enseña a los niños, a través de distintos esquemas de control social,
predestinados presumiblemente al mercado laboral, a ser racionales, seguros de sí mismos y
competitivos (cualidades instrumentales); por otro lado, la sociedad prepara a las niñas en el cuidado de
los hijos, enfatizando en la capacidad de respuesta emocional y sensibilidad hacia los demás (cualidades
expresivas). De esta forma, las mujeres también aprenden así a ver a aquellos hombres poco masculinos
como poco atractivos, de la misma manera que los hombres tienden a evitar a las mujeres poco
femeninas.

Críticas: esta teoría se considera obsoleta actualmente. Este análisis asume una visión de la sociedad
que no todo el mundo comparte (hoy las mujeres que se han visto en la nec esidad de trabajar fuera del
hogar entran en el mercado laboral por los mismos motivos que los hombres). El análisis de Parsons
minimiza las presiones y costes sociales que se derivan de los roles tradicionales de género (Giele 1998).
Por último, este análisis resulta de corte conservador.

EL ANÁLISIS DE CONFLICTO
Aproximación desde el poder.

El género no tiene solo que ver con diferencias en el comportamiento sino con desigualdades de poder.
Las ideas convencionales sobre género crean tensiones y conflicto: los hombres tratan de proteger sus
privilegios, mientras las mujeres desafían el poder establecido.

Según esta teoría las ideas convencionales sobre género han beneficiado tradicionalmente a los
hombres a la vez que sometían a las mujeres al prejuicio, a la discriminación y en ocasiones a la violencia
directa, es decir, un trato similar al que reciben las minorías étnicas y raciales (Hacker 1951, 1974;
Collins 1971; Lengerman y Wallace, 1985).

Análisis de conflicto: género y clase en Friederich Engels

Examinando el curso de la historia Engels llegó a la conclusión de que en las sociedades cazadoras y
recolectoras, las actividades de los hombres (cazadores) y mujeres (recolectoras), aunque distintas,
tenían una importancia comparable en términos de éxito y prestigio. Según Engels, a medida que los
avances tecnológicos dieron lugar a un excedente productivo, la igualdad social y el sentido comunitario
vinieron a ser sustituidos por la propiedad privada y la jerarquía de clases. Fue en ese momento cuando
el hombre adquirió una posición de poder sobre la mujer.

Engels también trataba el “fenómeno herencia”: a raíz de que los hombres de clase alta se preocuparan
por transmitir a sus descendientes un excedente patrimonial, el deseo de controlar la propiedad
fomentó la aparición del matrimonio monógamo y la familia, de forma que los hombres tuvieran así
mayor garantía sobre su paternidad, además de que la ley garantizaba que su patrimonio se
transmitiese a su descendencia. La misma lógica explica por qué a las mujeres se les enseñaba a:
permanecer vírgenes hasta el matrimonio, ser fieles a sus maridos, y a construir sus vidas en torno a la
reproducción y a la educación de los hijos.
Según Engels el capitalismo intensifica los valores patriarcales de la sociedad:

 El capitalismo crea aún más riqueza lo que proporciona a los hombres un poder todavía mayor
sobre las mujeres (pues son ellos quienes tienen acceso a ese poder y esa riqueza).
 Una economía capitalista, en extensión, depende de la transformación de la gente, y en
particular de las mujeres, en un cuerpo de consumidores, y de convencerles que su realización
personal depende de la posesión y del empleo de bienes. El marketing se enfoca para que las
mujeres consuman más.
 Para que los hombres puedan trabajar, la sociedad asigna a las mujeres la tarea de
mantenimiento del hogar.

Para Engels la doble explotación radica en pagar salarios bajos a la mano de obra masculina y ningún
salario a la femenina (Einsenstein 1979; Barry 1983; Jagger 1983: Voguel 1983).

Sin embargo, la evidencia señala que las sociedades agrarias suelen ser más patriarcales que las
capitalistas industriales. Y que las sociedades socialistas, incluyendo la República Popular China, son muy
patriarcales (Moore, 1992).

Críticas: se ve a las familias como un mal social. El análisis de conflicto minimiza la medida en la que los
hombres y las mujeres conviven en cooperación, y a menudo felizmente. Afirma que el capitalismo está
en la raíz de la estratificación de género.

LOS ESTUDIOS DE GÉNERO: UNA NUEVA RAMA DEL SABER DENTRO DE LA SOCIOLOGÍA

Como destaca Inés Alberdi, los estudios de género constituyen una de las ramas del saber desde las tres
últimas décadas del siglo XX, y cuenta con muchos estudios e investigaciones en su haber, formando un
cuerpo teórico.

El objeto de estudio se suele centrar en:

 Diferencias de roles
 Identidades tanto femenina como masculina o viceversa
 Desigualdades
 Homosexualidad
 Dominación/servidumbre…
 Modos de ser, de sentir y de actuar de los seres humanos, en las distintas sociedades,
atendiendo al sexo y el género.
 Estudios de corresponsabilidad familiar

El origen de este renovado interés, y de las formas nuevas de orientar estos análisis, ha sido, sin duda, el
movimiento feminista.

MIRADA HISTÓRICA
Los estudios denominados de la Teoría Feminista surgen en EEUU e Inglaterra, en la década de los 1960,
con el resurgir del movimiento feminista. A España llega como corriente teórica una década más tarde.

El objetivo de los estudios de la mujer es crear un corpus teórico que tuviera en cuenta la existencia de
las mujeres y que, a la vez, planteara una metodología que contemplara hombres y mujeres. Para Eva
Espinar, esta relación entre ciencia y acción político-social tiene una serie de efectos: las diferencias en
el seno del movimiento feminista se trasladan a la propia labor científica e investigadora: se desarrolla la
actividad científica con una clara orientación política, con intención de visibilizar la situación de las
mujeres y generar un cambio social que mejore su situación.
Según Cobos, los estudios de género se han incorporado a las ciencias sociales en el transcurso de las
décadas de 1970 y 1980. Sus raíces históricas se encuentran en el siglo XVII con el pensamiento de
Poulain de la Barre, que consideraba que la desigualdad social entre hombres y mujeres radica en la
desigualdad social y política y no en la desigualdad natural.

En el s. XVIII, con la Ilustración, el término de “género” como construcción social se consolida con el
descubrimiento de que la desigualdad no es un hecho natural sino histórico.

En el s. XIX se frena, en gran medida, la rebelión de las mujeres feministas de la Revolución Francesa. De
forma simultánea, las ideas de Rousseau sobre la naturaleza femenina fueron tomando fuerza: las
tareas naturalmente de la mujer es ser esposas y madres (estas ideas chocarán con las movilizaciones
sufragistas a finales de siglo).

AÑOS 70
Comienza la creación de programas, centros e institutos y departamentos especializados en la esfera
gubernamental. Incorporación de las mujeres a las universidades.

Influencia del pensamiento feminista: introducción de nuevas perspectivas basadas en el análisis del
sistema de dominación de hombres sobre mujeres. Se trataba de visibilizar a las mujeres a través de:

 descripciones de la vida de la mujer


 trabajos sobre la búsqueda del origen de su subordinación
 revisiones de estudios realizados, sobre el tema, en cada disciplina.

Críticas: muchos de los estudios no son extrapolables, no contribuyen a la elaboración teórica de forma
consistente, y además, circunscribir el género, en numerosas ocasiones, únicamente a la mujer,
olvidando, no solo al género masculino, sino olvidando a su relación con las propias mujeres.

Representativas de esta etapa son las obras que inician su redacción con la frase sobre recuperar “la
mitad de la humanidad negada y olvidada” (Martin y Voorhies 1978; Lerner 1980).

AÑOS 80
Se da un giro hacia el estudio ya no sólo de las mujeres, si no de la relación entre los géneros. El estudio
de las ciencias sociales sobre las mujeres no ha de concernir a media humanidad sino a toda ella
(Randkau 1986; Nash 1984; Farge 1991; Boch 1991; Moore 1991; Kelly 1992; Ramos 1992).

Los 80 resultó ser una década muy productiva. Reconceptualización de los estudios de género: el trabajo
doméstico, la división del trabajo, producción y reproducción, movimientos feministas y sociales, la
acción política, el desarrollo psicológico, la sexualidad, revisión histórica.. El estudio de la vida cotidiana,
por ejemplo, fue de suma importancia; el enfoque que se centra en la subjetividad de la identidad
femenina; el entrecruzamiento entre etnia, clase y género; y las relaciones de género en la globalización
o el planeamiento al desarrollo. Durante los años 80 también se lleva a cabo un interesante debate
sobre el concepto de “género” impulsado por el feminismo anglosajón: el género como instrumento de
análisis en las ciencias sociales y herramienta movilizadora en la práctica política.

Muchas investigadoras se sumaron a esta temática desde la definición del término “Sexo-Género”
entendido como: “el conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad
biológica en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas necesidades humanas
transformadas” (Rubín 1986:97).
Veamos algunos ejemplos:

 Gayle Rubín (1986) destacó la diferenciación entre sexo y género: como diferencia biológica y
como identidad determinada por condiciones sociales.
 Oakley (1977), Ortner (1979) y Reed (1984) remarcan la fuerza de la costumbre y la tradición.
 Fernández (1993) alude a la importancia del modelo cultural en los roles de género.
 Algunas autoras se centran en binomios: Ortner (1979) se centra en “naturaleza y cultura”;
Rosaldo (1979) y Barbieri (1991)se centran en lo “doméstico” y lo “público”.
 Joan Scott remarca la importancia del poder en la relación. Define al género como un elemento
constitutivo de la relaciones sociales basadas en la diferencias que distinguen a los sexos. Por
otra parte, Scott considera importante abordar el concepto de género

LA TEORÍA SOCIOLÓGICA FEMINISTA


Incorpora temas relacionados con la presencia de las mujeres en la sociedad:

 Z. Bauman: “Amor líquido”, sobre la fragilidad de los vínculos humanos.


 Turain: “El mundo de las mujeres”, sitúa en el centro de su investigación a las mujeres, las
nuevas protagonistas del siglo XXI
 M. Castells: en “La Era de la Información” considera algunos de los temas incorporados por el
pensamiento feminista.
 M. Subirasts: “Hombres y mujeres: ¿Un amor imposible?” trata las relaciones entre hombres y
mujeres y cómo estas relaciones determinan nuestra vida.
 U. Beck- Beck Gernsheim. El individualismo institucionalizado y el normal caos del amor.
 P. Bourdieu: La dominación masculina.

EN LA ACTUALIDAD
Anna Fernández Poncela reflexiona acerca de los enfoques, temáticas, obras y autoras que han
contribuido los últimos años a la concepción teórico-metodológica en los estudios de la mujer,
investigaciones del género y el feminismo. Abarca la década de los 70 y 80.

La crítica feminista no se basa en el estudio de la mujer, sino en el análisis de las relaciones de género y
del género como principio estructural de todas las sociedades humanas (Moore 1991;9).

Hablar de feminismo ya no es dialogar sobre la “bestia negra” como pudo haber sido en algún momento
del pasado todavía reciente.

La sociología del género pretende una observación crítica con las aspiraciones universales que sumergen
a las mujeres en procesos de exclusión y las mantienen ocultas en la mayoría de los ámbitos sociales y,
en concreto, en los que obtienen un prestigioso reconocimiento público y social.

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