EXISTENCIALISMO
EXISTENCIALISMO
EXISTENCIALISMO
¿Qué es el existencialismo?
El existencialismo es una corriente filosófica del siglo XX a la que se inscriben distintos pensadores
contemporáneos como Jean-Paul Sartre, Karl Jaspers, Martin Heidegger y Gabriel Marcel. Todos ellos,
a pesar de sus divergencias, apuntan a entender la existencia como aquello que hace a la esencia del
hombre en su propia singularidad. Esto significa (y es una de las máximas más famosas del
existencialismo) que la existencia precede a la esencia, no al revés.
Las bases del existencialismo se pueden rastrear a los trabajos de Kierkegaard —considerado el padre
del movimiento— sobre la angustia, y también (aunque en menor medida) a la ruptura nietzscheana
para con la metafísica tradicional. Desde su aparición, el existencialismo influenció notablemente a
muchas disciplinas. Esta influencia puede observarse en la literatura, principalmente en autores como
Albert Camus, Emil Cioran, Miguel de Unamuno, Thomas Mann y Franz Kafka, entre otros.
Sin embargo, el existencialismo como corriente filosófica nació estrictamente en el siglo XX. Luego de
la Primera Guerra Mundial, y a medio camino a la segunda, Europa se vio atravesada por una profunda
crisis ética y religiosa. La violencia y la muerte observadas a principio de siglo dejaron a la mayoría de
la sociedad en un estado de escepticismo y desconfianza respecto a los valores dominantes hasta
entonces. De este descontento, y como reacción a distintas tradiciones filosóficas vigentes, nació el
existencialismo entendido como un conjunto de trabajos teóricos que buscaba popularizar y
desentrañar preguntas orientadas al sentido de la libertad, la nada, la responsabilidad y el absurdo.
De la época son importantes los trabajos de Simone de Beauvoir, más allá de Sartre y Camus (quien
rechazaba el mote de “existencialista”). El segundo sexo es una obra monumental que integra
cuestiones existencialistas con inquietudes y problemáticas de otras formas de pensamiento, como
por ejemplo, la lucha feminista y el rol de la mujer. También amerita mención el trabajo de Maurice
Merleau-Ponty, fenomenólogo y, por un breve periodo de tiempo, amigo de Sartre. Su libro más
conocido, y considerado como fenomenología existencialista, se tituló Fenomenología de la
percepción.
Conceptos existencialistas
La existencia precede a la esencia
La idea de que la existencia precede a la esencia es uno de los puntos más importantes del
existencialismo. En su conferencia El existencialismo es un humanismo, Jean-Paul Sartre explica esta
idea con la imagen de un abrecartas. Mientras que un artesano produce un abrecartas ya sabiendo
para qué lo va a utilizar, y por ello, sabiendo que su esencia precede a su existencia, el ser humano
se origina de manera distinta.
Sartre sostiene que si hubiera un Dios creador, este contendría en su mente divina la esencia del
hombre incluso antes de que existiera, tal como sucedía con el artesano y el abrecartas. Sin embargo,
al declarar que Dios no existe, necesariamente el ser humano es aquel ser en el que la existencia
precede a su esencia, ya que existe antes de poder ser definido por ningún concepto.
Sartre sostiene que el hombre comienza por existir, surge en el mundo, y después se define. El hombre
empieza por no ser nada y solo siendo, a posteriori, es que se construye como un proyecto cuya
esencia debe definir por sí mismo. Para el existencialismo ateo no hay naturaleza humana porque no
hay Dios que la defina.
Así, la elección es uno de los puntos clave en que se define al pensamiento existencialista. Ser
enteramente libre para elegirse implica ser enteramente responsable para con todos los demás. Cada
decisión conlleva un grado de responsabilidad tan grande que, como explica Sartre, la libertad y la
responsabilidad siguen y son acompañadas por el peso de la angustia. Sin embargo, no debe
entenderse a la angustia en un sentido pesimista, sino como la comprensión de la gravedad y la
responsabilidad que implica tomar una decisión.
Quien opta por una forma de vida similar a la del existencialismo, quien se elige con autenticidad y
responsabilidad, está obligado, cada vez que toma una decisión, a preguntarse ¿qué sucedería si todo
el mundo hiciera lo mismo? No es, entonces, una angustia que conduzca a la inacción, sino una
angustia simple que experimenta todo aquel que se enfrenta al dilema cotidiano de tener que decidir
por una u otra forma de actuar.
Escuelas existencialistas
Jean-Paul Sartre es el representante más notable del existencialismo.
Resulta difícil definir con precisión qué autores o pensadores pertenecen estrictamente al
existencialismo. Se considera que existieron dos grandes escuelas o corrientes del existencialismo,
y su clasificación se da según la postura que hayan adoptado respecto a la idea de Dios: el
existencialismo ateo y el cristiano. Sin embargo, y en relación a este mismo punto, algunos autores
contemporáneos sostienen que hay una tercera escuela existencialista: el existencialismo agnóstico,
representado por Albert Camus.
• El existencialismo ateo. Propone la inexistencia de Dios y utiliza esta afirmación como base
para fundamentar que la existencia precede a la esencia. Jean-Paul Sartre es su máximo
representante.
• El existencialismo cristiano. Propone que Dios existe y se apoya en las ideas postuladas por
Kierkegaard. Sus máximos representantes son Gabriel Marcel, Miguel de Unamuno y Karl
Jaspers.
• El existencialismo agnóstico. Propone que la existencia o no de Dios es irrelevante para el
desarrollo del existencialismo. Albert Camus es uno de sus representantes más conocidos.