Sarrià 4
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Sarrià 4
blioteques. un plan de dotación de infraestructuras urbanísticas para todos los barrios, desarrollando edificios
Comienza un período de recesión política, social y cultural, con otra ideología totalmente contraria a la que deportivos, culturales y centros cívicos como lugar de encuentro y participación.
permitió la planificación de la red de bibliotecas.
El ICUB planteó como una prioridad, proveer a la ciudad de Barcelona un Plan de bibliotecas, capaz de situarla
en el primer lugar de equipamientos culturales.
El equipo municipal en el gobierno junto al gerente del ICUB, Ferran Mascarell, lograron cambiar la situación
después de persuadir a los agentes implicados en el diseño y ejecución del Plan, insistiendo en que era una
apuesta de futuro y necesaria para el plan estratégico de crecimiento de la ciudad de Barcelona.
La intención era convertir Barcelona, como una ciudad del saber y del conocimiento. Para tal fin era necesario:
- modificar las bibliotecas existentes, proporcionando tecnología adecuada y recursos necesarios para
dar acceso de toda la información a la población.
- planificar una red de nuevos equipamientos que junto a los existentes, pueda llegar a todo el territorio
de la ciudad, que cada distrito tenga una biblioteca central y otras de proximidad según la densidad
de la población.
Por lo tanto, era necesario abandonar la idea de la biblioteca como elemento del pasado y proponer un
nuevo modelo de biblioteca acorde al nuevo contexto social, y definir a la biblioteca como un lugar de
encuentro y de cohesión.
Bibliobús en la Plaza de Sant Jaume. Bibliobús frente a la Sagrada Familia.
Archivo Fotográfico de Barcelona. Archivo Fotográfico de Barcelona.
1979 Barcelona dispone de 10 bibliotecas públicas, un total de 2.747 m2 es decir, 275 m2 por 1979 - 1997 Sólo se inauguraron 8 bibliotecas públicas (tres de ellas de distrito)
equipamiento. En esa época, los ayuntamientos de la ciudad se inclinaron por otro tipo de proyectos De forma excepcional durante unos años las cajas de ahorro, precisamente “La Caixa” y Caixa de Catalunya
culturales, como la renovación de los museos y la creación de centros cívicos cubrían el déficit público con una red de bibliotecas privadas, pero se trataba de equipamientos pequeños
A finales de 1979 cuando se eligieron los primeros ayuntamientos democráticos de la ciudad, Barcelona con que no superaban los 300 m2 de superficie.
la intención de llegar a unos servicios de prestaciones públicos similares a Europa occidental, trabajó sobre
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LA NUEVA BIBLIOTECA DE SARRIA
REBECA GARCÍA SAGREDO – TFG 2023