¿Cómo Se Pierde El Hombre?
¿Cómo Se Pierde El Hombre?
¿Cómo Se Pierde El Hombre?
Lucas 15:4-7 “4. ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una
de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió,
hasta encontrarla? 5. Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros
gozoso; 6. y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles:
Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 7. Os
digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que
por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.”
Es importante ver la razón por la cual el Señor usa como figura la oveja para
representarnos, pues en la naturaleza de este animal, el Señor nos muestra cómo el
hombre comienza a extraviarse, hasta encontrarse perdido completamente.
La oveja como todo animal, por falta de conciencia es guiada por su instinto. Esto la
lleva a seguir aquello que ve como bueno, en su caso los buenos pastos, algo que
mira como un deleite a su vista. Jesús nos compara a la oveja, pues el hombre en
su naturaleza, es cautivado por aquellas cosas que a su vista le parecen buenas, en
otras palabras, estas cosas las podemos nombrar como los deseos de la carne del
hombre.
Cuando el hombre, busca complacer los deseos de su carne, piensa con una mente
carnal o también conocida como animal, actúa con insensatez, sin entendimiento, le
es difícil creer en las promesas de Dios y su ley, condición que lo hace apartarse de
los caminos del Señor porque todo lo hace bajo sus criterios y su propio
razonamiento.
Romanos 8:5-8 “5. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la
carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6. Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7.
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8. y los que viven según la carne
no pueden agradar a Dios.”
Aunque el Señor nos exhorta a tener cuidado con este comportamiento de la oveja,
él también nos enseña a que seamos como aquella oveja que es dependiente de su
Pastor, que reconoce su voz y que no ocupa defenderse pues él es quien nos
defiende. Una de las características más importantes de la oveja es que a diferencia
de otros animales, la oveja no actúa en defensa contra ataques, es completamente
vulnerable, porque depende en todo de su Pastor, por esta razón, el Señor quiere
que nuestro carácter sea como el de la oveja, que en todo confiemos que él está
para nosotros, para defendernos contra los enemigos y para proveernos de
alimento. No seamos insensatos y busquemos actuar con nuestras propias fuerzas,
ni pongamos nuestros deseos sobre aquellas cosas que pueden desviarnos del
camino de nuestro Buen Pastor, el cual ya entregó su vida por todos nosotros y nos
dejó el ejemplo claro del Cordero para que lo sigamos a él.
Isaías 53:5-7 “5. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados. 6. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada
cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros. 7. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue
llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció,
y no abrió su boca.”
Siguiendo el ejemplo de nuestro buen Pastor debemos también cuidar de ser ese
buen ejemplo para aquellas ovejas que van iniciando o aún están en crecimiento,
pues otra característica importante de las ovejas es que son conocidas como
imitadoras sociales, la oveja por naturaleza desde que nace comienza a seguir e
imitar los comportamientos de la manada, a su vez tratan en todo momento de
mantener el contacto visual con otras ovejas y si lo pierden, buscan recuperarlo
inmediatamente, por esta razón todos aquellos que ya tienen tiempo en el evangelio
y han tenido una formación y crecimiento deben cuidar ese testimonio para que las
personas que van iniciando o tienen interés en seguir a Jesús vean en nosotros el
buen ejemplo de Jesucristo. Seamos como esas 99 ovejas que permanecieron en el
camino mientras el Pastor salió a buscar la oveja perdida.
El hijo pródigo representa a todo aquel que ya estando en los caminos del Señor,
voluntariamente decide abandonar a Dios para buscar la vida de placeres que
ofrece el mundo.
Por buscar el placer en el mundo, fuera de la casa de su padre, este joven no solo
experimenta la pobreza física. Es necesario analizar el comportamiento que el joven
tuvo por buscar los placeres en el mundo, y cuales son las actitudes que nosotros
como Hijos de Dios presentamos por poner nuestros ojos en el mundo. Lo primero
es una seguridad falsa, que quiere decir esto, que empezamos a alejarnos de los
caminos del Señor, porque tenemos la seguridad en los bienes, riquezas o en otras
personas en el mundo. El hijo pródigo en este ejemplo sentía una seguridad en su
dinero, una seguridad falsa porque tu puedes pensar que esto será tu sustento y lo
tendrás siempre pero todo lo que está fuera de Dios es perecedero, no se puede
confiar en el mundo y nada de lo que viene del mundo, si no está dentro del
propósito de Dios.
El Señor en su misericordia siempre te verá como su hijo, por lo tanto él no tiene el
corazón para dejarte en la condición de pecado y humillación a la que el enemigo te
llevó por tu haber permitido eso en tu vida. Pero él siempre quiere que
reconozcamos nuestro error, estemos arrepentidos de todo corazón por lo que
hicimos por nuestra voluntad.