Diatermias

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Diatermias

INTRODUCCIÓN
Dicha energía o radiación electromagnética está compuesta por un campo
eléctrico y otro magnético, que son proporcionales y perpendiculares entre sí.
CORRIENTES DE ALTA FRECUENCIA
Las corrientes de alta frecuencia empleadas en electroterapia son oscilaciones
electromagnéticas con frecuencias superiores a 300.000 Hz. Hay dos formas de
expresar una corriente de alta frecuencia, por su frecuencia o por su longitud de
onda.
Las ondas electromagnéticas se clasifican sobre la base de las longitudes de
ondas y, por tanto, la frecuencia. Las corrientes de alta frecuencia tienen una
acción común: la producción de calor en el interior del organismo.

Por esta razón estas terapéuticas se denominan de forma genérica diatermia (día,
«a través», y thermy, «calor»). Todas estas corrientes de alta frecuencia penetran
con bastante facilidad a través de la piel, que no supone un obstáculo demasiado
importante, como ocurría con las corrientes de baja frecuencia. Además, van a
calentar mucho más las zonas orgánicas de componente acuoso (es decir, partes
blandas y órganos) que las partes grasas.
Mecanismos de actuación de las corrientes de alta frecuencia
Las corrientes de alta frecuencia actúan sobre el organismo a partir del paso de la
corriente eléctrica.
1. Como corriente de conducción. Es la más simple de todas, y es la manera
típica de atravesar los cuerpos conductores. Es la que utiliza una corriente
eléctrica continua. La consecuencia más importante que se produce con
este mecanismo es la producción de calor en el tejido a través de la ley de
Joule. Si los conductores están en paralelo, la corriente se divide y las
cantidades de calor son inversamente proporcionales a las resistencias,
pero si están en serie, son directamente proporcionales, ya que están
atravesadas por la misma intensidad de corriente y cada una genera una
cantidad de calor.
2. Como corriente de desplazamiento. Se basa en el principio de que ciertas
moléculas constituyen eléctricamente un dipolo potencial y cuando son
sometidas a un campo eléctrico se convierten en un dipolo real, al
orientarse las cargas eléctricas en relación con el campo que está
actuando. La orientación de las moléculas cambia según la frecuencia de la
corriente aplicada mediante la acción del campo eléctrico alternante. De
esta forma se produce un desplazamiento de las cargas eléctricas dentro
del dipolo molecular. Este fenómeno físico es el que permite el paso de la
corriente de alta frecuencia a través de cuerpos que no son conductores o
cuerpos dieléctricos
3. Como corriente de inducción. La corriente de alta frecuencia es capaz de
inducir una corriente de la misma frecuencia dentro del organismo del
sujeto. Esta es la forma por la cual se realiza el tratamiento con ondas
cortas con el método inductivo y en el campo solenoidal.

Distintos efectos que se producen en el tejido al ser sometido a la acción de una


corriente de alta frecuencia. Sin embargo, dichos efectos se van a originar
conjuntamente
Vibración de los iones y electrones
Al aplicar una corriente de alta frecuencia aportamos un campo eléctrico que
aparece primero en una dirección y luego en la opuesta. Como resultado, los iones
se aceleran inicialmente en un sentido y después en el contrario, chocando con las
moléculas adyacentes e incrementando el rango total de movimiento que se
traduce en calor.
Rotación de los dipolos moleculares
Este efecto se produce en aquellas moléculas que, como la molécula de agua,
presentan una polaridad, y que se denominan dipolos. Si bien esta molécula de
agua es eléctricamente neutra, posee una distribución de cargas que la asemejan
a un dipolo, esto es, una parte más positiva (la correspondiente a los átomos de
hidrógeno) y una más negativa (la correspondiente al átomo de oxígeno). Así,
cuando el campo electromagnético actúa sobre las moléculas de agua, estas se
ven obligadas a orientarse en relación con las líneas de dicho campo. Por ejemplo,
si suponemos que al lado de las moléculas de hidrógeno se sitúa el polo positivo
del campo y a la izquierda el polo negativo, los átomos de hidrógeno serán
rechazados por las cargas del mismo signo y atraídos por las del opuesto; a la
inversa, el átomo de oxígeno también será rechazado por las cargas negativas y
atraído por las cargas positivas la molécula de agua tenderá a girar, para quedar
colocada de forma opuesta de modo que sus polos positivos enfrenten las cargas
negativas, y las negativas enfrenten las positivas. una vez iniciado este
movimiento de giro, la situación de los campos es opuesta, y nos encontramos
ahora a la derecha el polo negativo del campo y a la izquierda el polo positivo, la
molécula de agua inicia un giro en dirección contraria al anteriormente hecho, para
encontrarse ahora en situación de que sus cargas se aproximen al campo de
polaridad opuesta.
Distorsión molecular
Por último, los átomos y las moléculas que no tienen cargas eléctricas pueden
verse afectados por la rapidez de oscilación del campo electromagnético. Este
fenómeno no causa el movimiento de las moléculas, propiamente dicho, pero la
interacción con las moléculas vecinas conduce a un mayor rango de movimiento y
por consiguiente a un incremento de la temperatura. Sin embargo, la energía
convertida en calor es mucho menor que la producida por los anteriores
mecanismos. Se va a producir principalmente por el movimiento iónico, así como
por la rotación de los dipolos biológicos (sobre todo el agua) y, por último, por el
movimiento de los electrones de las moléculas apolares, que denominamos
distorsión molecular.
Efectos fisiológicos de las corrientes de alta frecuencia
Los efectos fisiológicos de las corrientes de alta frecuencia se pueden dividir en
efectos térmicos y atérmico. La mayoría de los autores destacan que los efectos
fisiológicos están basados en la producción de calor por parte de una serie de
mecanismos fisicoquímicos, que va a tener como consecuencia una elevación de
la temperatura en el interior del organismo. Estos efectos térmicos se manifiestan
principalmente en las aplicaciones continuas, mientras que los efectos atérmicos
son característicos de las aplicaciones pulsátiles.
 Efectos sobre los vasos sanguíneos y linfáticos: favorecen la circulación
sanguínea y linfática
 Efectos sobre la sangre: a mayor posibilidad de que los leucocitos pasen
desde el torrente sanguíneo hacia los tejidos y el aumento de la capacidad
fagocitaria, en conjunción con la hiperemia local y el mayor suministro de
oxígeno, nutrientes y anticuerpos, junto con el metabolismo aumentado, van
a tener una gran importancia terapéutica con respecto a los mecanismos
defensivos corporales frente a las infecciones
 Efectos sobre el metabolismo: regulan la penetración sanguínea local por
su influencia sobre los esfínteres precapilares y/o las metaarteriolas,
mejorando la homeostasis local
 Efectos sobre el sistema nervioso: En el sistema nervioso periférico, el
aumento de temperatura provoca un incremento de la sensibilidad y de la
velocidad de conducción de los nervios. el dolor se alivia gracias al aumento
de la circulación sanguínea, a la eliminación con mayor rapidez de los
productos metabólicos que causan dolor y a la disminución de la presión
tisular causada por acúmulo de fluido al incrementarse la capacidad de
reabsorción.
 Efectos generales: El aumento de la temperatura
ONDA CORTA
La corriente de onda corta es una aplicación de electroterapia de alta frecuencia
que posee habitualmente, y según las normas internacionales, una frecuencia de
27,12 MHz, que equivale a una longitud de onda de 11,06 m en el vacío. Los
procedimientos de aplicación de las corrientes de onda corta se pueden realizar de
dos formas: en el campo condensador, o método capacitativo, y en el campo
solenoidal, o método inductivo.
Campo condensador o método capacitativo
Con este método de aplicación, el efecto terapéutico se obtiene colocando la parte
del cuerpo que se va a tratar entre dos placas capacitativas o electrodo electrodos
se crea un campo eléctrico rápidamente cambiante, y el organismo actúa como un
componente dieléctrico, es decir, que no es conductor ni aislante completamente.
Metodología de aplicación
El posicionamiento de los electrodos es un aspecto importante en los
procedimientos de aplicación de las corrientes de onda corta. Por lo que respecta
al comportamiento de las líneas del campo eléctrico en relación con la posición de
las varias capas de tejido, pueden distinguirse tres tipos de colocación de los
electrodos
1. Aplicación transversal. Las diferentes capas tisulares están localizadas una
tras otra en relación con las líneas del campo eléctrico. Desde un punto de
vista eléctrico, los distintos tejidos se encuentran conectados en serie. En
consecuencia, la intensidad de corriente total es la misma en todos los
tejidos: Itotal = IC + IR. El aumento de temperatura será mayor en un tejido
graso, pues ofrece mayor resistencia al paso de la corriente, que en otro
con mayor contenido acuoso.
2. Aplicación longitudinal. Las diversas capas de tejido están dispuestas ahora
más o menos en la misma dirección que las líneas del campo eléctrico,
creadas entre las placas del capacitador o electrodos. puede decirse que
los tejidos están conectados en paralelo. Esto significa que el voltaje a
través de todos los tejidos es el mismo y que la corriente seguirá la vía de
menor resistencia, es decir, a través de los músculos y otros tejidos ricos en
agua e iones.
3. Aplicación coplanar. En este caso, los electrodos están localizados en el
mismo plano, esto es, a un lado y a otro de la parte del cuerpo que se debe
tratar. Debido a la alta carga térmica del tejido graso, y puesto que no existe
flujo transverso a través de todas las capas del tejido, la absorción de
energía en las capas más profundas será baja. En consecuencia, este
método de aplicación es superficial.

Existen además una serie de factores genéricos que influyen de forma importante
en la concentración y densidad de las líneas del campo eléctrico.
Los principales factores son:
● Distancia electrodo-piel.
● Tamaños de los electrodos en relación uno con respecto al otro y con la
zona corporal que se debe tratar.
● Localización de los electrodos en relación unos con otros y con el cuerpo del
paciente.
Metodología de aplicación
Los procedimientos de aplicación de estas corrientes de onda corta se realizan
mediante electrodos de bobina o de inducción. Se describen dos situaciones
bien diferenciadas. 1) la parte del cuerpo que se va a tratar se encuentra fuera
de la bobina y 2) la zona del cuerpo que se va a tratar se encuentra dentro de
la bobina.
En este supuesto, las capas de tejido más externas están más cerca de la
bobina y, debido a la divergencia de las líneas de campo fuera de la bobina,
existe una concentración más alta de energía en las capas superficiales que en
las más profundas. el calentamiento relativo se produce tanto en el tejido
muscular como en el tejido graso. Con el fin de minimizar la acción sobre el
tejido graso se desarrolló un tipo de electrodo que se denominó Circuplode.
Este electrodo incorpora una pantalla delante de la bobina para suprimir la
interferencia, que detiene el campo eléctrico, pero deja pasar el campo
magnético. Como consecuencia, se reduce al mínimo la carga térmica del
tejido graso y la energía llega de forma más acentuada al tejido muscular,
conjuntivo. Esto se debe a que los sensores del calor solo se encuentran en la
piel y no en los músculos u órganos internos

Onda corta pulsátil


La onda corta puede aplicarse de forma continua, de manera que la energía
electromagnética se transmite de manera continua, sin ninguna interrupción. Esta
forma de aplicación produce un incremento importante de la energía cinética
molecular y, por consiguiente, un aumento de la temperatura del tejido expuesto.
Pero también la onda corta puede aplicarse de forma pulsada. En este método de
empleo, la energía electromagnética se administra de manera intermitente, es
decir, el equipo funciona a la misma frecuencia que la onda corta continua, pero la
energía de salida se proporciona en forma de trenes de pulsos, cuyo rango de
duración está entre los 20 y los 400 ms. La onda corta pulsátil se emplea por sus
supuestos efectos atérmicos.
Los efectos fisiológicos atribuidos a la onda corta pulsátil son incremento del flujo
sanguíneo, disminución del dolor y la rigidez articular, disminución del proceso
inflamatorio, reducción del edema y favorecimiento de la reparación tisular.
A continuación, exponemos dos fenómenos físicos que sirven para explicar los
efectos terapéuticos de la corriente de onda corta pulsátil y la dosificación de la
misma.
Sumación
Cuando se aplica una corriente de onda corta pulsátil con una frecuencia baja, si
la frecuencia de repetición de los impulsos es adecuada, el calor generado en el
tejido caerá a cero. En la mayoría de las aplicaciones terapéuticas con ondas
cortas pulsátiles se pretende conseguir que no aumente la temperatura en los
tejidos y sí la sumación de los efectos no térmicos o reacciones fisiológicas. Como
resultado directo de la combinación de la alta potencia de los impulsos y la
ausencia del aumento de la temperatura.
DOSIMETRÍA
Para obtener buenos resultados en el tratamiento con corrientes de alta
frecuencia, es necesario que la dosificación, la duración de la aplicación y el
número de sesiones de tratamiento sean estudiados y adaptados en cada sujeto,
de forma particular. La dosis debe ser tanto menor cuanto más aguda sea la
afección y tanto mayor cuanto más crónica sea esta. Así, en los procesos agudos
se comenzará.
Intensidad
La intensidad de las corrientes de alta frecuencia se regula según la sensación del
paciente. Estos grados perceptivos y de dosificación son:
● Grado I: calor muy suave, «apenas imperceptible», calentamiento cutáneo
apenas por debajo del umbral de la percepción térmica (dosis submitis).
● Grado II: calor suave, «apenas perceptible», existe una sensación de calor débil
y agradable (dosis mitis).
● Grado III: calor fuerte, «percepción agradable» (dosis normalis).
● Grado IV: calor muy fuerte, casi quemante, «nivel de tolerancia» (dosis fortis).
INDICACIONES
Las indicaciones concretas y específicas de las corrientes de alta frecuencia están
sujetas a la extensión, localización y profundidad del proceso patológico.
 Trastornos de la circulación. Está documentado que el edema y las
anomalías vasculares de diversos tipos.
 Procesos inflamatorios. periartritis escapulohumeral, epicondilitis humeral
externa (codo de tenista), bursitis, periostitis, artritis psoriásica, etc., pero
también en las inflamaciones bacterianas
 Procesos metabólicos. Esto se evidencia en la cicatrización más rápida de
heridas traumáticas, úlceras de presión y de otros tipos.
 Dolor. las artropatías, neuralgias, neuritis, cefaleas vasomotoras, hipertonía
y otras muchas molestias en las que el dolor es una característica
prominente pueden tratarse con mucho éxito mediante las corrientes de alta
frecuencia.
 Hipertonía muscular. proporciona un efecto relajante en casos con
hipertonía debida a artrosis, neuralgia, trastornos internos (hipertonía
refleja), sobrecarga muscular psicosomática, etc.
Indicaciones específicas de la onda corta pulsátil
 Trastornos postraumáticos. Esguinces, contusiones, roturas, fracturas,
hematomas, laceraciones.
 Trastornos postoperatorios. Por ejemplo, después de operaciones de la
mandíbula, el pie y la cadera.
 Procesos inflamatorios. Osteítis crónica, bursitis con calcificación, sinusitis o
lumbalgia.
 Trastornos circulatorios periféricos y de órganos internos
CONTRAINDICACIONES
Las contraindicaciones de estas corrientes de alta frecuencia son muy variadas y
difieren bastante de las que tienen la corrientes de baja y media frecuencia. A lo
largo de los años se han identificado varias contraindicaciones. Ciertas
contraindicaciones dependen de la dosis aplicada o de la localización realizada.
Contraindicaciones absolutas
En este grupo incluimos las contraindicaciones y los pacientes que no deben ser
tratados con corrientes de alta frecuencia.
 Marcapasos.
 Embarazo.
 Tuberculosis.
 Fiebre.
 Artritis reumatoide.
Contraindicaciones relativas
Las contraindicaciones relativas son aquellas donde pueden aplicarse cierto tipo
de corrientes de alta frecuencia o con ciertas precauciones.
 Metales implantados.
 Trastornos de la sensibilidad al calor.
 Trastornos arteriales y venosos.
 Trastornos cardíacos.
 Enfermedades infecciosas e inflamación aguda.

Diatermia por radiofrecuencia y capacitancia


.La RF se engloba dentro de la denominada radiación no ionizante, es decir,
aquella radiación que carece de energía suficiente capaz de romper los enlaces
moleculares y producir iones, y que puede emplearse con fines curativos. Dentro
del espectro electromagnético, las ondas de RF u ondas de radio están
comprendidas entre los 3 kHz y los 300 MHz de frecuencia.
En concreto, en los tratamientos con diatermia mediante RF solemos emplear
frecuencias inferiores a las de la onda corta, alejándonos, por tanto, aún más de
las radiaciones ionizantes
EFECTOS FISIOLÓGICOS DE LA DIATERMIA POR RADIOFRECUENCIA
Estos efectos son los derivados del aumento de temperatura en el organismo y
comunes a los efectos térmicos producidos por otros agentes físicos de cuya
aplicación se deriva una hipertermia.
 Sobre la actividad celular y metabólica: se produce un aumento en la
demanda de oxígeno y nutrientes en los tejidos implicados, así como de las
sustancias de desecho producidas por estos
 Sobre la función hemodinámica: situados a distancia (aunque en menor
grado), una vasodilatación y, por tanto, un aumento del flujo sanguíneo.
Esta vasodilatación parece estar mediada por varios factores.
 Sobre la viscosidad: El aumento de temperatura provoca modificaciones en
la viscosidad de los tejidos,
 Sobre la extensibilidad: Este efecto fisiológico, derivado del aumento de la
temperatura, se circunscribe fundamentalmente a los tejidos blandos. En
relación con estos, la acción principal de su calentamiento recae sobre las
fibras de colágeno que modifican sus propiedades viscoelásticas,
aumentando su extensibilidad y la organización de sus fibras.
 Sobre la función neuromuscular
METODOLOGÍA DE APLICACIÓN DE LA DIATERMIA POR
RADIOFRECUENCIA
Existen principalmente tres modos de aplicación de la diatermia, a saber, el
método inductivo, el método capacitativo y el magnetrón
En el método capacitativo, objeto de este capítulo, se emplean lo que
denominamos placas de capacitancia, caracterizadas por un elemento
dieléctrico que se interpone entre el electrodo y el paciente. De este modo, la
aplicación que se lleva a cabo hace que el conjunto entre dichas placas y el
tejido interpuesto actúe como un condensador de cargas. Entre estas placas
de capacitancia fluye una corriente eléctrica alterna de alta frecuencia que
atraviesa los tejidos situados entre ambas, y genera un campo eléctrico y un
flujo de corriente a través del paciente, que se encuentra formando parte del
circuito eléctrico. En este caso, a diferencia del método inductivo, nos
encontramos ante lo que se denomina calentamiento por el método del campo
eléctrico, ya que la corriente eléctrica responsable de la producción de calor es
generada en este caso por un campo eléctrico
Dispositivos de aplicación bipolar
Estos dispositivos presentan los dos electrodos, activo y pasivo o dispersivo,
de modo independiente. La aplicación más habitual es posicionar el electrodo
inyector o activo sobre el tejido diana y el electrodo pasivo o de retorno a cierta
distancia de este. Estos dispositivos suelen permitir tanto una aplicación
estática como dinámica de la RF capacitativa.

Dispositivos de aplicación monopolar


En este caso ambos electrodos se localizan en la misma pieza de mano o
manípulo, y la corriente fluye de uno a otro de la misma forma que en el caso
anterior.
Dispositivos de aplicación tripolar
Estos recientes dispositivos reúnen en un mismo manípulo tres electrodos, uno
positivo, o activo, y dos negativos, de modo que la corriente proporcionada por
el electrodo activo es el doble que la recibida por los electrodos negativos.
Estos dispositivos se encuentran modulados de modo que los tres electrodos
pueden actuar como electrodo positivo y negativo. Estos equipos poseen un
sensor que monitoriza constantemente la corriente de retorno como indicadora
de la impedancia de los tejidos que atraviesa, y en función de la cual se ajusta
la frecuencia de emisión de modo que se asegura una distribución homogénea
de la corriente y del efecto térmico.

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