Estándar 58 2.0
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francesa en España. Redactada en un período marcado por las tensiones entre Francia y el Reino
Unido por el control en Europa, esta constitución representó el primer intento de establecer un
marco liberal en el país.
El con icto provocó divisiones ideológicas, con "afrancesados" que respaldaban a José
Bonaparte y buscaban reformas similares a las de la Francia revolucionaria, y "patriotas"
opuestos a la invasión. Surgieron juntas locales y provinciales para organizar revueltas,
culminando en la formación de la Junta Central Suprema en septiembre de 1808 con el objetivo
de restaurar el poder a Fernando VII.
En 1809 las tropas francesas avanzaron hacia Andalucía, y los líderes de las Juntas se refugiaron
en Cádiz, donde se estableció un Consejo de Regencia. En este contexto, se convocaron las
Cortes Generales y Extraordinarias en 1810 en Cádiz, con representantes divididos en tres
sectores ideológicos: absolutistas, moderados y liberales.
Las Cortes, reunidas en 1810, se dedicaron a establecer un régimen liberal y a introducir reformas
para eliminar abusos en el gobierno. Proclamaron a Fernando VII como legítimo rey y proyectaron
la soberanía en la nación, lo que condujo a la elaboración de la Constitución de 1812,
promulgada el 19 de marzo de ese año y popularmente conocida como la "Pepa", que estableció
los siguientes principios:
Esta nueva Constitución buscaba una transformación profunda en la sociedad, economía, política
y cultura del país. A pesar de ser un símbolo de resistencia contra la invasión, la restauración del
absolutismo por Fernando VII en 1814 derogó la Constitución. No obstante, esta breve vigencia
fue inspiración para constituciones posteriores en varios países.