NovenaBanyo Basada en Valores

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ED I CI Ó N E S PEC IA L BA S A DA EN VALO RES

Para nuestra gran familia Banyo:

Que esta novena: despierte todos


aquellos valores contenidos, permitiendo
la unión de nuestros corazones, en el
compartir diario; gracias a la
rememoración del nacimiento espiritual
del niño Jesús; que representa la
relevancia del amor en el mundo, cuyo
mensaje es hacer de cada uno de
nosotros; mejores seres humanos
encaminados a la evolución espiritual,
aportando positivamente al mundo que
habitamos y que dejaremos a futuras
generaciones.
Instrucciones
Para realizar esta novena

Antes que nada; es esencial que estemos en total disposición y


armonía para recibir el espíritu navideño, prestos a la reflexión y
a entender la importancia de esta hermosa tradición; que más
allá de ser un ritual religioso, es la manera de rendir tributo a
nuestro tesoro más preciado en la vida, que es la familia. Esa
familia que se nos ha otorgado y que hemos elegido para
caminar juntos, movilizados por el amor.

La novena de aguinaldos, convoca el poder de la unión a través


de ese maravilloso sentir; cuando compartirmos con familiares,
vecinos, amigos o cualquier persona presente, pues, finalmente
todos somos hermanos; siendo esta hermandad, la razón de la
existencia de nuestros valores, que en definitiva son virtudes
concedidas para conducir a la humanidad por el camino de la
Felicidad.

Al iniciar la consideración de cada día, encontraremos el valor


intrinsico entre líneas; con una reflexión acerca de su influencia
en nuestra diario vivir, y su contribución a nuestra evolución.

Igualmente, antes de cada oración, habrá una dedicatoria e


intención por nuestros dadores de vida; a la cual le otorgarmos
poder, a través de la oración en comunidad; favorecida por la magia
navideña. (Si es el deseo de algún asisente, presentar una intención es
preciso hacerla al inicio de la novena.)

Antes de empezar, es necesario que dejemos a un lado, todas


aquellas proyecciones mentales del pasado y del incierto futuro,
así como los espejismos virtuales y las vidas ficticias; para darle
paso a vivir plenamente el presente pues es lo único real que
tenemos.
La Magia
Navideña
Aunque para los escépticos la magia solo existe en la literatura, es preciso
abrir la mente y activar lo más profundo de los sentidos para evidenciar
al espíritu que deambula por esta época. Haciendo posible lo que muchas
veces creemos imposible.

Al inicio de nuestras vidas compartíamos sin condiciones nuestros tesoros


más preciados; aquellos que solo se pueden guardar en el corazón.
Inevitablemente tropezamos con situaciones adversas y dolorosas; que
nos llevan a implementar complejos sistemas de seguridad, convirtiendo
ese lindo corazón en una caja fuerte; para protegernos de todo lo que
creemos que nos puede causar daño; cegándonos de lo bello que nos
rodea. Estando ensimismados en nuestros conflictos; dando mayor
importancia a lo negativo que a todo lo bueno que nos pasa a diario; casi
todos vemos más el punto negro en la hoja en blanco, que el mismo
blanco. Vivendo así, gran parte de nuestras vidas.

Algo misterioso pasa con la llegada de la navidad, empezamos a evocar


valiosos recuerdos a partir de simples cosas: como una canción, un olor,
una fotografía, una comida; cosas, que siempre están, pero que en estas
fechas cobran sentido, removiendo sentimientos que incluso pensamos
que no tenemos. Es cuando más añoramos, celebramos, recordamos y
reflexionamos entre alegrías y tristezas, de lo bueno y lo malo que hemos
vivido. Esta energía que nos circunda llena de emotividad cada instante;
convirtiéndose en la combinación perfecta para dar acceso a ese corazón
genuino, que tiene mucho por dar y compartir. Dando paso al ser humano
virtuoso y maravilloso que escondemos; que solo desea compartir con
sus seres amados, y aunque sea a la distancia; contar con quienes
hacen parte importante de su vida. Reviviendo sueños, anhelando cumplir
metas propuestas, declarando todo lo que podrá hacer realidad para
su futuro; sin dejarse apartar por falsas ilusiones del camino correcto.

Si esto no es magia que más lo puede ser…


Comencemos
En nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amen

Damos inicio a esta novena; agradeciéndole a Dios por este día de vida, por
las bendiciones y los favores concedidos y por la oportunidad de compartir
y celebrar el nacimiento espiritual del niño Jesús, en la compañía de todos
y cada uno de los que estamos reunidos el día de hoy. Permitiéndonos estar
en armonía, hermandad, solidaridad, unión y confianza; elevando nuestras
plegarias, para que en nuestros hogares reine la paz, la tranquilidad y sobre
todo el amor; junto con nuestros seres queridos, para que a ningún hogar
le falte el pan, ni tenga que pasar por grandes necesidades. Y para que el
poder de la oración comunitaria, la esperanza y la devoción; permitan que
nuestras intenciones sean escuchadas; especialmente:

-Momento para decir las Intenciones-

Oración para
todos los Días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres,
que les dísteis en vuestro hijo la mejor prenda de vuestro amor, para
que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre
para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os
doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él os
ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado,
suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que
nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que
dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor
encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién
nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Amén.
(Se reza tres veces Gloria al Padre).
Continuamos con el día conmemorado
Día Primero
-La Reconciliación-
Al llegar la navidad, deseamos disfrutar estas fechas felizmente; con
recursos suficientes para celebrar con nuestros seres queridos, pero
algunos seguimos con odios y resentimientos guardados; que sin saberlo
no han sido sanados; pues nuestro ego insensato disfrazado de dignidad;
bloquea nuestra verdadera esencia para tornarnos tristes y amargados.

Preguntémonos, si realmente queremos seguir viviendo de esta manera


o si queremos una vida tranquila y plena; aunque no lo creamos, es
nuestra elección. Detengámonos del ritmo acelerado que llevamos,
haciendo una introspección, y reconociendo aquello que nos causa
daño y enferma nuestro ser; reviviendo los gratos momentos vividos
con aquellas personas que alejamos por alguna desavenencia.

La navidad es una fiesta dedicada a la Reconciliación; donde el perdón


generoso y comprensivo es protagonista; como enseñanza de un Dios
compasivo. Con el perdón; podemos reconciliarnos con él y con nuestros
hermanos. Vivir la navidad es cancelar todo agravio y ofensa; y es pedir
perdón a quienes hemos maltratado.

Nuestro accionar es fruto de lo que ahí en nuestro corazón; el perdón nace


de la armonía para poder construir la paz que necesita nuestro ser. El
espíritu navideño nos invita a ser instrumentos de paz, portadores de
reconciliación y no de discordia; sembradores de hermandad; dándonos
la oportunidad de sanar y de restaurar aquellos lazos rotos, muchas
veces por trivialidades.

Reconozcámonos en el prójimo, viendo desde su perspectiva entendiendo


su accionar. Es momento para recuperar aquellos amigos y familiares;
antes de que sea demasiado tarde, para poder reconciliarnos entre sí y
así limpiar nuestros corazones para lograr vivir en armonía.
Consideración
En el principio de los tiempos el Verbo reposaba en el seno de su Padre
en lo más alto de los cielos; allí era la causa, a la par que el modelo de
toda la creación. En esas profundidades de una incalculable eternidad
permanecía el Niño de Belén antes de que se dignara bajar a la Tierra
y tomara visiblemente posesión de la gruta de Belén. Allí es donde
debemos buscar sus principios que jamás han comenzando; de allí
debemos datar la genealogía de lo eterno, que no tiene antepasados y
contemplar la vida de complacencia infinita que allí llevaba.

La vida del Verbo eterno en el seno de su Padre era una vida maravillosa
y sin embargo, ¡misterio sublime!, busca otra morada, una mansión
creada. No era porque en su mansión eterna faltase algo a su infinita
felicidad, sino porque su misericordia infinita anhelaba la redención y
la salvación del género humano, que sin Él no podría verificarse. El
pecado de Adán había ofendido a Dios y esa ofensa infinita no podía
ser condonada sino por los méritos del mismo Dios.

La raza de Adán había desobedecido y merecido un castigo eterno; era


pues necesario para salvarla y satisfacer su culpa, que Dios, sin dejar el
cielo, tomase la forma del hombre sobre la Tierra y con la obediencia a
los designios de su Padre expiase aquella desobediencia, ingratitud y
rebeldía. Era necesario, en las miras de su amor, que tomase la forma,
las debilidades e ignorancias sistemáticas del hombre; que creciese
para darle crecimiento espiritual; que sufriese, para enseñarle a morir
a sus pasiones y a su orgullo. Y por eso el Verbo eterno, ardiendo en
deseos de salvar al hombre, resolvió hacerse hombre también y así
redimir al culpable.

Continuamos con Oración a la Santísima Virgen...


Oración a la
Santísima Virgen
-Intención-
Ofrecemos esta oración a todas las madres que nos acompañan fisicamente,
en la distancia o desde el cielo, siendo ellas, el principal pilar en el que se
apoya la familia y que de cada una de ellas; emerge la obra más valiosa de
la creación, que es la vida. Gracias madre por existir, por ser la maravilla
que nos acompaña en cada instante de nuestras vidas; sacrificándose
constantemente; exponiendo su ser y su cuerpo a cambios drásticos, con el
fin de darnos el regalo preciado: la vida a la que tanto nos aferramos. Gracias
madre por tu entrega, por forjar nuestro carácter, por sufrir con nosotros,
por ser tan fuerte y resistir tantas cosas, para mantener la armonía familiar.
Gracias por tus palabras que encierran tanta verdad; aunque muchas veces
dolorosas, son necesarias para moldear nuestro ímpetu y así lograr lo
impensable. Oramos por ti madre; reconociendo como ese pequeño cuerpo
puede contener ese montón de virtudes; que a pesar de las diferencias
que podamos tener siempre te amaremos y comprenderemos; así nunca
logremos entender la magnificencia de tu amor.

-Oración-
Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente
por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por
madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma
y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el
nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo.

¡Oh dulcísima madre! comunicadme algo del profundo recogimiento y


divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos
indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.
Amén.

(Se reza tres veces el Avemaría).


Oración a San José
-Intención-
Dedicamos esta oración a aquellos padres que nos acompañan en vida o que
han sido llamados a la presencia de Dios, para rendirles homenaje por su
ardua labor, al tener la valentía y responsabilidad de acompañarnos en cada
paso que hemos dado en nuestras vidas. Siendo una fortuna para quienes
fuimos bendecidos con la presencia de un padre; sin ser indiferentes con la
ausencia que otros marcaron, en el corazón de sus hijos; siendo este el momento
perfecto, para elevar nuestras oraciones por su bienestar, sanando el vacío
que han dejado en algunos de nosotros.

Hoy oramos y damos gracias a todos los padres que han sido actores
fundamentales en nuestra existencia, siendo un apoyo para nuestras madres;
representando la admiración, el respeto, el amor incondicional, la entrega
desmedida y aunque en ocasiones nos intimide su carácter o sus fuertes
palabras, entendemos que son consecuencia del gran amor; con el fin de
encaminarnos a un destino fructífero. Agradecemos querido padre: el esfuerzo,
la entrega y la dedicación al alimentar y brindar un techo a tu familia,
cuidándolas y protegiéndolas; en equipo con nuestra madre. Queriendo hacer de
nosotros seres virtuosos y autosuficientes; compartiendo tus conocimientos y
comprendiendo en muchas ocasiones decisiones que quizás no compartas;
manifestándonos siempre el orgullo que representamos; a través de palabras
o hechos que siempre serán memorables en nuestros corazones.

-Oración-
¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas
gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os
adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.
Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en
fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en
su divina esencia le veo y le gozo en el cielo.
Amén.

(Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).


Gozos y Aspiraciones
Para la venida del niño Jesús
(CORO MÚLTIPLE)

CORO
Dulce Jesús Mío,
Mi Niño Adorado
¡Ven A Nuestras Almas!
¡Ven No Tardes Tanto!
¡Ven No Tardes Tanto!

¡Oh, Sapiencia Suma Del Dios Soberano,


Que A Infantil Alcance Te Rebajas Sacro!
¡Oh, Divino Niño, Ven Para Enseñarnos
La Prudencia Que Hace Verdaderos Sabios!

CORO
Ven ven, ven... ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven... ven, ven...
Ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven… a nuestras almas,
No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús ven, ven!

¡Oh, Adonai Potente Que Moisés Hablando,


De Israel Al Pueblo Diste Los Mandatos!
¡Ah, Ven Prontamente Para Rescatarnos,
Y Que Un Niño Débil Muestre Fuerte El Brazo!

CORO
Ven, ven, ven, mi Jesús, ven, ven
Ven, ven, ven, que te quiero yo
Ven, ven, ven, mi Jesús ven, ven
Ven mi amor…

¡Oh, Raíz Sagrada De José Que En Lo Alto


Presenta Al Orbe Tu Fragante Nardo!
Dulcísimo Niño Que Has Sido Llamado
Lirio De Los Valles, Bella Flor Del Campo.
Gozos y Aspiraciones
Para la venida del niño Jesús
(CORO MÚLTIPLE)

CORO
Dulce Jesús Mío,
Mi Niño Adorado
¡Ven A Nuestras Almas!
¡Ven No Tardes Tanto!
¡Ven No Tardes Tanto!

¡Llave De David Que Abre Al Desterrado


Las Cerradas Puertas De Regio Palacio!
¡Sácanos. Oh Niño Con Tu Blanca Mano,
De La Cárcel Triste Que Labró El Pecado!

CORO
Ven ven, ven... ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven... ven, ven...
Ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven… a nuestras almas,
No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús ven, ven!

¡Oh, Lumbre De Oriente, Sol De Eternos Rayos,


Que Entre Las Tinieblas Tu Esplendor Veamos!
Niño Tan Precioso, Dicha Del Cristiano,
Luzca La Sonrisa De Tus Dulces Labios.

CORO
Ven, ven, ven, mi Jesús, ven, ven
Ven, ven, ven, que te quiero yo
Ven, ven, ven, mi Jesús ven, ven
Ven mi amor…

¡Espejo Sin Mancha, Santo De Los Santos,


Sin Igual Imagen Del Dios Soberano!
¡Borra Nuestras Culpas, Salva Al Desterrado
Y En Forma De Niño, Da Al Mísero Amparo!
Gozos y Aspiraciones
Para la venida del niño Jesús
(CORO MÚLTIPLE)

CORO
Dulce Jesús Mío,
Mi Niño Adorado
¡Ven A Nuestras Almas!
¡Ven No Tardes Tanto!
¡Ven No Tardes Tanto!

¡Rey De Las Naciones, Emmanuel Preclaro,


De Israel Anhelo Pastor Del Rebaño!
¡Niño Que Apacientas Con Suave Cayado
Ya La Oveja Arisca, Ya El Cordero Manso!

CORO
Ven ven, ven... ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven... ven, ven...
Ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven… a nuestras almas,
No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús ven, ven!

¡Ábranse Los Cielos Y Llueva De Lo Alto


Bienhechor Rocío Como Riego Santo!
¡Ven Hermoso Niño, Ven Dios Humanado!
¡Luce, Dios Estrella! ¡Brota, Flor Del Campo!

CORO
Ven, ven, ven, mi Jesús, ven, ven
Ven, ven, ven, que te quiero yo
Ven, ven, ven, mi Jesús ven, ven
Ven mi amor…

¡Ven, Que Ya María Previene Sus Brazos,


Do Su Niño Vean, En Tiempo Cercanos!
¡Ven, Que Ya José, Con Anhelo Sacro,
Se Dispone A Hacerse De Tu Amor Sagrario!
Gozos y Aspiraciones
Para la venida del niño Jesús
(CORO MÚLTIPLE)

CORO
Dulce Jesús Mío,
Mi Niño Adorado
¡Ven A Nuestras Almas!
¡Ven No Tardes Tanto!
¡Ven No Tardes Tanto!

¡Del Débil Auxilio, Del Doliente Amparo,


Consuelo Del Triste, Luz Del Desterrado!
¡Vida De Mi Vida, Mi Dueño Adorado,
Mi Constante Amigo, Mi Divino Hermano!

CORO
Ven ven, ven... ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven... ven, ven...
Ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven… a nuestras almas,
No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús ven, ven!

¡Ven Ante Mis Ojos, De Ti Enamorados!


¡Bese Ya Tus Plantas! ¡Bese Ya Tus Manos!
¡Prosternado En Tierra, Te Tiendo Los Brazos,
Y Aún Más Que Mis Frases, Te Dice Mi Llanto!

CORO
Ven, ven, ven, mi Jesús, ven, ven
Ven, ven, ven, que te quiero yo
Ven, ven, ven, mi Jesús ven, ven
Ven mi amor…

¡Ven Salvador Nuestro Por Quien Suspiramos


Ven A Nuestras Almas, Ven, No Tardes Tanto!
Oración al Niño Jesús
-Intención-
El nacimiento del Niño Jesus se rememora año tras año con el fin de experimentar
un despertar de conciencia y de amor profundo. Todos llegamos a este mundo
con un propósito que desafortunadamente, en el transcurso de la vida lo vamos
olvidando; perdiendo el sentido de nuestra existencia, lo que conlleva a sentirnos
completamente vacíos, pues creemos erróneamente, que la felicidad se alcanza
satisfaciendo un montón de necesidades materiales que consideramos tener,
disfrazando la plenitud con logros que no aportan al mundo y que nos conducen
por caminos errados; hechos para cumplir los sueños inventados por una
sociedad alejada de la felicidad real. Y aunque muchos estamos en esa etapa
de la vida; perdiendo de vista lo realmente importante, elevamos nuestra oración,
para que nuestro discernimiento sea el acertado y nos encamine por el
sendero que hemos venido a transitar.

El niño Jesus con su nacimiento devuelve la esperanza a la humanidad por un


mundo mejor, el cual, debe ser labrado por cada uno de quienes lo habitamos,
aportando desde la individualidad los valores que moldean la colectividad.
Oramos por la presencia del Divino niño que ilumina nuestros corazones,
manteniendo encendida esa luz que nos acompaña y que por pequeña que se
torne; siempre podrá iluminar cualquier circunstancia por oscura que sea.

-Oración-
Acordaos, ¡Oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita
del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos,
estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada
y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi
infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en vos, ¡Oh Jesús!,
que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria.
Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad
bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia,
la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a vos, ¡Oh Niño
omnipotente!, seguros de que no que dará frustrada nuestra esperanza,
y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis
favorablemente nuestra súplica.
Amén.
(En nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amen)
Día Segundo
-La Comprensión-
La Encarnación de un Dios que se hace hombre puede leerse como el
gran valor de la comprensión; ya que es un Dios empático, que se coloca
en nuestro lugar, rompiendo distancias y compartiendo nuestras alegrías
y tristezas. Con ese amor comprensivo que nos hace vivir como hijos de
Dios padre, siendo hermanos entre todos nosotros.

Desde que tenemos conciencia; el hombre ha mantenido un constante


conflicto entre sí; teniendo desde los motivos más banales como los
más relevantes; dejando de lado aquel mensaje entregado año tras año
con la Navidad. El conflicto es en esencia, la carencia de empatía; pues
hemos sido formados; desde el egoísmo, donde lo propio esta por
encima de lo de los demás; sin entender que cada acción tiene una
repercusión, hasta tal punto de atrevernos a validar comportamientos
erráticos; por vernos beneficiados momentáneamente justificando lo
injustificable.

Elevemos nuestras oraciones por convivir como hermanos que somos;


dejando atrás el egoísmo; colocándonos en el lugar del otro, sin ser
sordos a sus razones, ni ciegos a sus circunstancias. Es momento de
tomar conciencia y forjar nuestro propio criterio desde el amor y no
desde el ego; recordemos que Dios nos ha heredado a través de su
encarnación, un amor comprensivo, capaz de entender las razones de
los demás, tolerando sus fallas y permitiéndonos comprender hasta al
peor de los miserables.
Consideración
El verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la
santa casa de Nazaret, en donde moraban María y José. Cuando la
sombra del decreto divino vino a deslizarse sobre ella, María estaba
sola y engolfada en la oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche
en la unión más estrecha con Dios; y mientras oraba, el Verbo tomó
posesión de su morada creada. Sin embargo, no llegó inopinadamente:
antes de presentarse envió a un mensajero, que fue Arcángel San
Gabriel para pedir a María de parte de Dios su consentimiento para la
encarnación. El creador no quiso efectuar ese gran misterio sin la
aquiescencia de su criatura.

Aquel momento fue muy solemne: era potestativo en María rehusar...


Con qué adorables delicias, con qué inefable complacencia aguardaría
la Santísima Trinidad a que María abriese los labios y pronunciase el
"sí" que debió ser suave melodía para sus oídos, y con el cual se
conformaba su profunda humildad a la omnipotente voluntad divina. La
Virgen Inmaculada ha dado su asentimiento. El arcángel ha desaparecido.
Dios se ha revestido de una naturaleza creada; la voluntad eterna está
cumplida y la creación completa.

En las regiones del mundo angélico estalla el júbilo inmenso, pero la


Virgen María ni le oía ni le hubiese prestado atención a él. Tenía inclinada
la cabeza y su alma estaba sumida en el silencio que se asemejaba al
de Dios. El Verbo se había hecho carne, y aunque todavía invisible para
el mundo, habitaba ya entre los hombres que su inmenso amor había
venido a rescatar. No era ya sólo el Verbo eterno; era el Niño Jesús
revestido de la apariencia humana, y justificando ya el elogio que de Él
han hecho todas las generaciones en llamarle el más hermoso de los
hijos de los hombres.
Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero
Día Tercero
-El Respeto-
Podemos presentarnos y definirnos de innumerables maneras ante los
demás pero es nuestro accionar lo que realmente nos define. Siendo
determinante la manera en que interactuamos con quienes difieren de
nosotros; ya sea por sus ideales, genero, creencias, color, edad, gustos,
cultura, o la circunstancia que sea; pues ahí un sin número de cosas en
las que somos diferentes los unos de los otros.

Hay innumerables esfuerzos por mantener la armonía; incentivando el


respeto como fuente de la misma; siendo clave para valorar la dignidad
de toda persona así como la existencia de todo ser, producto de la
maravillosa naturaleza. Y aun existen personas que se sienten agredidas
al tener que compartir espacios con personas o seres distintos a ellas,
exigiendo ilógicamente respeto por ser quienes son como también
vemos personas que consideran que el respeto se debe ganar
considerando que algunos no lo merecen.

En ambos casos el egoísmo es protagonista actuando totalmente de


manera errónea, ya que el respeto, es reconocer la existencia del otro,
aceptando sus diferencias, y en lo posible exaltando sus virtudes; por
tanto el respeto no se debe ganar, simplemente se da, pues no puede
ser negado a ningún ser.

Oremos por seguir las enseñanzas de Jesús; quien a pesar de no


aprobar algunos comportamientos, jamás se dio a la tarea de juzgar o
condenar a las demás personas; siendo una virtud de los seres de
humanos el entender a los demás y por ende respetar sus diferencias; sin
someterlos a reproches; siendo tolerantes sin manipularles o moldearles
conforme a nuestros deseos.
Consideración
Así había comenzado su vida encarnada el Niño Jesús. Consideremos el
alma gloriosa y el santo cuerpo que había tomado, adorándolos
profundamente. Admirado en el primer lugar en el alma de ese Divino
Niño, considerarnos en ella la plenitud de su gracia santificadora; la de
su ciencia beatífica, por lo cual desde el primer momento de su vida
vio la divina esencia más claramente que todo los ángeles y leyó lo
pasado y lo por venir con todos sus arcanos conocimientos. No supo
por adquisición nada que no supiese por infusión desde el primer
momento de su ser; pero Él adoptó todas las enfermedades de nuestra
naturaleza a que dignamente podía someterse, aun cuando no fuese
necesario para la grande obra que debía cumplir. Pidámosle que sus
divinas facultades suplan la debilidad de las nuestras y les den nueva
energía; que su memoria nos enseñe a recordar sus beneficios, su
entendimiento a pensar en Él, su voluntad a no hacer sino lo que Él
quiere y en servicio suyo.

Del alma del Niño Jesús pasemos ahora a su cuerpo, que era un mundo
de maravillas, una obra maestra de la mano de Dios. No era, como el
nuestro, una traba para el alma; era, por el contrario, un nuevo elemento
de santidad. Quiso que fuese pequeño y débil como el de los niños, y
sujeto a todas las incomodidades de la infancia, para asemejarse más
a nosotros y participar de nuestras humillaciones. El Espíritu Santo
formó ese cuerpecillo divino con tal delicadeza y tal capacidad de
sentir, que pudiese sufrir el exceso para cumplir la grande obre de
nuestra redención. La belleza de ese cuerpo divino fue superior a
cuanto divino fue superior a cuanto se ha imaginado jamás; la divina
sangre que por sus venas empezó a circular desde el momento de la
encarnación es la que lava todas las manchas del mundo culpable.
Pidámosle que lave las nuestra en el sacramento de la penitencia, para
que el día de su Navidad nos encuentre purificados, perdonados y
dispuestos a recibirle con amor y provecho espiritual.

Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero


Día Cuarto
-La Sinceridad-

Vivimos en una sociedad, que nos hace creer que la felicidad se


alcanza siguiendo patrones que nos permiten pertenecer a
determinados grupos, accediendo a comodidades, y donde la
satisfacción se mide en lo que compras, tienes o visitas;
portando una mascara que cambia dependiendo de la situación
que enfrentemos; donde la felicidad esta disfrazada e incluso las
relaciones son ficticias.

Es imposible ser feliz; cuando estamos fingiendo; claramente no


hay amor donde hay mentira, el amor siempre va de la mano con
la sinceridad, sin mascaras y con la fuerza de la integridad; esa
misma integridad que perdemos, cuando le somos infieles a
nuestros propios ideales y nos preocupamos mas por encajar
donde nadie encaja.

Oremos para que la sinceridad siempre este presente en nuestra


vida y nuestro hogar; que aunque aveces la consideremos
dolorosa, es la verdad la que nos hace libres, auténticos y por
ende valiosos. Con la sinceridad se gana la confianza llegando al
entendimiento y a la unidad.
Consideración
Desde el seno de su madre comenzó el Niño Jesús a poner en práctica
su entera sumisión a Dios, que continuó sin la menor interrupción
durante toda su vida. Adoraba a su Eterno Padre, le amaba, se sometía
a su voluntad, aceptaba con resignación el estado en que se hallaba
conociendo toda su debilidad, toda su humillación, todas sus
incomodidades. ¿Quién de nosotros quisiera retroceder a un estado
semejante con el pleno goce de la razón y de la reflexión?, ¿quién
pudiera sostener a sabiendas un martirio tan prolongado, tan penoso
de todas maneras?. Por ahí entró el Divino Niño en su dolorosa y
humilde carrera; así empezó a anonadarse delante de su Padre, a
enseñarnos lo que Dios merece por parte de su criatura, a expiar
nuestro orgullo, origen de todos nuestros pecados, y hacemos sentir
toda la criminalidad y desórdenes del orgullo.

Deseamos hacer una verdadera oración; empecemos por formarnos de


ella una exacta idea contemplando al Niño en el seno de su madre, El
Divino Niño ora y ora del modo más excelente. No habla, no medita ni
se deshace en tiernos afectos. Su mismo estado, aceptado con la
intención de honrar a Dios, es su oración y ese estado expresa
altamente todo lo que Dios merece y de qué modo quiere ser adorado
por nosotros.

Unámonos a las oraciones del Niño Dios en el seno de María;


unámonos al profundo abatimiento y sea este el primer afecto de
nuestro sacrificio a Dios. Démonos a Dios, no para ser algo como lo
pretende continuamente nuestra vanidad, sino para ser nada, para
quedar eternamente consumidos y anonadados, para renunciar a la
estimulación de nosotros mismos, a todo cuidado de nuestra grandeza
aunque sea espiritual, a todo movimiento de vanagloria. Desaparezcamos
a nuestros propios ojos y que Dios sólo sea todo para nosotros.

Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero


Día Quinto
-El Diálogo-
Actualmente en nuestra cultura, tenemos la fortuna del libre albedrío,
la cual da lugar a distintas posturas y creencias frente a todo lo que
nos rodea; diversidad que diferente a enriquecer; genera enemistad.
Enfocándonos en estar perdiendo la vida en enfrentamientos sin sentido,
que seguramente no nos conducen a ningún beneficio. El ego siempre
querrá imponerse por encima de todo; y la soberbia nos hace creer que
nuestra verdad es la única e irrefutable, armándonos con un arsenal de
argumentos, aveces insensatos solo para respaldarla; sin oportunidad
de contemplar si quiera, alguna verdad ajena distinta a la nuestra. Siendo
esta una oportunidad para escuchar, dialogar y aprender; tal como lo
hacían Jesús y sus seguidores a través de la palabra; donde se evidencia
un constante diálogo amoroso cuyo único fin es enseñar.

Los seres humanos podríamos lograr cosas increíbles aprovechando las


virtudes que se nos han otorgado, pues apoyándonos en la sinceridad,
afianzando el respeto y enriquecidos po la comprensión; lograríamos
diálogos serenos y sinceros desde el amor; evitando ser desconocidos
para nuestros seres queridos, que aunque habitamos bajo el mismo
techo; al tener diferencias nos comportamos como absolutos extraños;
al no lograr comunicarnos sin ofensa, sin juicios y sin altanería.

Levantemos hoy nuestra oración para ser revestidos por bondad,


mansedumbre y paciencia; generando antes de discusión; dialogo en
todas nuestras interacciones y relaciones dentro del marco de la
empatía, conduciéndonos a entendernos y llegar así a acuerdos reales;
como máxima expresión de respeto, libertad, compromiso y sabiduría.
Consideración
Ya hemos visto la vida que llevaba el Niño Jesús en el seno de su
purísima Madre; veamos hoy toda la vida que llevaba también María
durante el mismo espacio de tiempo. Necesidad hoy de que no tengamos
en ella si queremos comprender, en cuanto es posible a nuestra
limitada capacidad, los sublimes misterios de la encarnación y el modo
como hemos de corresponder a ellos.

María no cesaba de aspirar por el momento en que gozaría de esa


visión beatifica terrestre; la faz de Dios encarnado. Estaba a punto de
ver aquella faz humana que debía iluminar el cielo durante toda la
eternidad, Iba a leer el amor filial en aquellos mismos ojos cuyos rayos
deberían esparcir para siempre la felicidad en millones de elegidos. Iba
a ver aquel rostro todos los días, a todas horas, cada instante, durante
muchos años. Iba a verle en la ignorancia aparente de la infancia, en
los encantos particulares de la juventud y en la serenidad reflexiva de
la edad madura... Haría todo lo que quisiese de aquella faz divina; podría
estrecharla contra la suya con toda la libertad del amor materno; cubrir
de besos los labios que deberían pronunciar la sentencia a todos los
hombres; contemplarla a su gusto durante su sueño o despierta, hasta
que la hubiese aprendido de memoria...¡cuán ardientemente deseaba
ese día!. Tal era la expectativa de María...era inaudita en sí misma, mas
no por eso dejaba de ser el tipo magnífico de toda la vida cristiana. No
nos contentemos con admirar a Jesús residiendo en María, sino por
esencia, potencia y presencia.

Sí, Jesús nace continuamente en nosotros y de nosotros, por las buenas


obras que nos hace capaces de cumplir y por nuestra cooperación a la
gracia; de manera que el alma del que se halla en gracia es un seno
perpetuo de María, un Belén interior sin fin. Después de la comunión Jesús
habita en nosotros, durante algunos instantes, real y sustancialmente
como Dios y como hombre, porque el mismo Niño que estaba en María
está también en el Santísimo Sacramento. ¿Qué es todo esto sino una
participación de la vida de María durante esos maravillosos meses, y
una expectativa llena de delicias como la suya.

Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero


Día Sexto
-La Sencillez-

Nos complicamos la vida con insignificancias, pues nos atormenta


el pensar que algo no sale tal cual lo planeamos, con el temor de ver
afectada nuestra vanidad; somos tan orgullos que convertimos
momentos simples, memorables por el solo hecho de compartir, en
complicadas situaciones; volviendo todo más difícil. Nos enredamos
tanto en nuestros prejuicios; que si nos ofrecen una solución, le
buscamos un problema y así se nos pasa la vida; alejando las
maravillas.

La invitación de hoy es reflexionar acerca de la esencia de vivir;


la cual vamos a encontrar en las cosas más sencillas así nos
resulte difícil creerlo y solo es nuestra decisión descubrirlas y
disfrutarlas, o complicarnos, cegándonos con las limitaciones de
las banalidades, impidiendo nuestro avance.

Es necesario renunciar incluso a la voluntad; para lograr enfocarnos


en lo realmente importante y así acceder a todo lo magnifico que
nos tiene preparado la vida.

Recordemos que entre menos carga llevemos, más lejos llegaremos…


Consideración
Jesús había sido concebido en Nazaret, domicilio de José y María, y allí
era de creerse que había de nacer, según todas las probabilidades.
Más Dios lo tenía dispuesto de otra manera y los profetas habían
anunciado que el mesías nacería en Belén de Judá, ciudad de
David. Para que se cumpliese esa predicción, Dios se sirvió de un
medio que no parecía tener ninguna relación con este objeto, a
saber la orden dada por el emperador Augusto, que todos los
súbditos del imperio romano se empadronasen en el lugar de
donde eran originarios. María y José, como descendientes que eran
de David, no estaban dispensados de ir a Belén. Ni la situación de
la Virgen Santísima ni la necesidad en que estaba José del trabajo
diario que les aseguraba la subsistencia, pudo eximirles de este
largo y penoso viaje, en la estación más rigurosa e incómoda del año.

No ignora Jesús en qué lugar debe nacer e inspira a sus padres que
se entreguen a la Providencia, y que de esta manera concurran
inconscientemente a la ejecución de los designios. Almas interiores,
observad este manejo del Divino Niño, porque es el más
importante de la vida espiritual; aprended que quien se haya
entregado a Dios ya no ha de pertenecerse a sí mismo, ni ha de
querer a cada instante sino lo que Dios quiera para él; siguiéndole
ciegamente aun en las cosas exteriores, tales como el cambio de
lugar donde quiera que le plazca conducirle.

Ocasión tendréis de observar esta dependencia y fidelidad inviolable


en toda la vida de Jesucristo, y este es el punto sobre el cual se
han esmerado en imitarle los santos y las almas verdaderamente
interiores, renunciando absolutamente a su propia voluntad.
Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero
Día Séptimo
-La Generosidad-

Uno de los frutos que nos brinda la empatía es la generosidad;


cuándo entendemos las circunstancias por las que atraviesan los
demás, sentir sus necesidades y al mismo tiempo tener el
impulso de querer ayudarle; es realmente un valor hermoso que
habita en nosotros.

La gran mayoría realizamos aportes cuando estamos en la


abundancia, cosa que no esta mal, pues brindar ayuda es una
acción realmente gratificante, y aunque parezca irracional;
produce mayor satisfacción cuando estamos pasando por
tiempos de escasez, y logramos proporcionar esa ayuda a quien
en verdad la requiere; muchas veces sacrificando hasta nuestra
propia comodidad.

Oremos por ser portadores de esperanza especialmente en estas


fechas; ya que son estos actos generosos y genuinos de corazón;
sin esperar nada a cambio lo que nos conduce a dar un paso más
a esa plenitud tan anhelada.

Todos podemos ser donantes de bendiciones.…


Consideración
Representémonos el viaje de María y José hacia Belén, llevando consigo,
aún no nacido, al Creador del universo hecho hombre. Contemplemos
la humanidad y la obediencia de este Divino Niño que aunque de raza
judía y habiendo amado durante siglos a su pueblo con una
predilección inexplicable, obedece así a un príncipe extranjero que
forma el censo de población de su provincia, como si hubiese para El
en esa circunstancia algo que le halagase, y quisiese apresurarse a
aprovechar la ocasión de hacerse empadronar oficial y auténticamente
como súbdito en el momento en el que venía al mundo. ¿No es extraño
que la humillación, que causa tan invencible repugnancia a la criatura,
parezca ser la única cosa creada que tenga atractivos para el Creador?
¿No nos enseñará la humildad de Jesús a amar esa hermosa virtud?.

¡Ah...! Que llegue el momento en que aparezca el deseado de las naciones,


porque todo clama por este feliz acontecimiento, El mundo, sumido en
la oscuridad y el malestar buscando y no encontrando el alivio de sus
males, suspira por su Libertador. El anhelo de José, la expectativa de
María, son cosa que no puede expresar el lenguaje humano. El Padre
Eterno se halla, si es lícito emplear esta expresión adorablemente
impaciente por dar a su Hijo único al mundo, y verle ocupar su puesto
entre las criaturas visibles. El Espíritu Santo arde en deseos de presentar
a la luz del día esta santa humanidad tan bella que El mismo ha
formado con tan especial y divino esmero, En cuando al Divino Niño,
objeto de tantos anhelos, recordemos que hacia nosotros avanza lo
mimo que hacia Belén, Apresuremos con nuestro deseo el momento de
su llegada; purifiquemos nuestras almas para que sean su mística
morada, y nuestro s corazones para que sean su Manis terrenal; que
nuestros actos de mortificación desprendimiento "preparen los caminos
del Señor y hagan rectos sus senderos".
Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero
Día Octavo
-La Fé-
Nuestro tiempo es perfecto así dudemos de ello; no hay nada
más poderoso que una creencia sea cierta o falsa. Somos actores
de una cotidianidad invadida de trivialidades materiales que
mantienen en las sombras la razón del porque vinimos a este
mundo.

Creemos ciegamente en todo aquello que nos aporte bienestar


aunque este disfrazado y nos aleje de nuestro propósito de vida;
que irónicamente creemos que no siempre coincide con nuestro
ideal de felicidad. Lo cual es una trampa, para mantenernos en
un mundo confundido, en donde la felicidad no es lo que parece
ser y tan solo la genuincidad de nuestro corazón podrá guiarnos
a través de la fe.

El mensaje para hoy es Confiar; en lo que la vida tiene preparado


para cada uno de nosotros, sin alejarnos del camino correcto,
pues sin duda, siempre estaremos acompañados por Dios; este
ser supremo que nos ama profundamente; que a pesar de los
obstáculos y las dificultades cuando mantenemos nuestra fe
intacta; llegaremos al gran propósito que nos brindará esa
plenitud tan anhelada.
Consideración
Llegan a Belén José y María, buscando hospedaje en los mesones; pero
no lo encuentran ya por hallarse todo ocupado, ya porque se les
desechase a causa de su pobreza. Empero, puede turbar la paz interior
de los que están fijos en Dios. Si José experimentaba sorpresa cuando
era rechazado de casa en casa, porque pensaba en María y en el Niño,
sonreíase también con tanta tranquilidad cuando fijaba sus miradas en su
casta esposa. El niño aún no nacido regocijábase de aquellas negativas
que eran el preludio de sus humillaciones venideras. Cada voz áspera, el
nido de cada puerta que se cerraba ante ellos, era lo que había venido a
buscar. El deseo de esas humillaciones era lo que había contribuido a
hacerle tomar la forma humana.

¡Oh divino niño de Belén! Estos días que tantos han pasado en fiestas y
diversiones o descansando muellemente en cómodas y ricas mansiones,
han sido para vuestros padres un día de fatiga y vejaciones de toda clase.
¡Ay! El espíritu de Belén es el de un mundo que ha olvidado a Dios,
¡Cuántas veces no ha sido también el nuestro¡ ¿No cerramos continuamente
con ruda ignorancia la puerta a los llamamientos de Dios, que nos
solicita convertirnos, o santificarnos o conformarnos con su voluntad?
¿No hacemos mal uso de nuestras penas, desconociendo su carácter
celestial con que cada uno a su modo lo lleva grabado en si? Dios viene
a nosotros muchas veces en la vida, pero no conocemos su faz, o le
reconocemos hasta que nos vuelve la espalda y se aleja después de
nuestra negativa.

Se pone el sol de 24 de diciembre detrás de los tejados de Belén y sus


últimos rayos doran las cimas de las rocas escarpadas que lo rodean.
Hombres groseros codean rudamente al Señor en las calles de aquella
aldea oriental, y cierran sus puertas al ver a su madre, La bóveda de los
cielos aparece purpurina por encima de aquellas colinas frecuentadas
por los pastores. Las estrellas va apareciendo una tras otra. Algunas
horas más y aparecerá el Verbo eterno.
Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero
Día Noveno
-La Esperanza y el Amor-

En este el último día de la novena; hemos compartido reflexiones


acerca de los distintos valores que revivimos en navidad para
equiparnos con las mejores de nuestras virtudes para lograr vivir en
una sociedad contaminada de trivialidades, sentimientos negativos
y comportamientos erráticos; no es desconocido que algunas
personas logran alcanzar altos niveles espirituales en el exilio,
donde no los perturbe todo lo que nos distrae del propósito
inicial; razón para entender que es un verdadero reto para cada
uno de nosotros actuar desde el amor siendo esta la esperanza
para un mundo mejor.

Indudablemente el mundo es diferente para cada uno de


nosotros; por tanto nosotros somos los que debemos ser
mejores para el mundo. Actuando desde el amor, pues el amor
crece sin limites y espera sin limites. Gracias al amor soñamos con
altos y nobles ideales y gracias a la esperanza los alcanzamos.

Que nuestras oraciones nos conduzcan al amor y a la esperanza;


pues son los instrumentos que nos llevan a la grandeza a pesar
de los obstáculos que se presenten; son los que nos dan animo
para vivir y valentía para no renunciar.

Encendamos la llama de la esperanza y el fuego del amor, en cada


uno de nuestros corazones; para que su luz brille radiantemente;
incluso cuando las demás sean apagadas.
Consideración
La noche ha cerrado del todo en las campíñas de Belén. Desechados
por los hombres, y viéndose sin abrigo, María y José han salido de
la inhospitalaria población y se han refugiado en una gruta que
se encontraba al pie de la colina. Seguía a la reina de los ángeles
el jumento que le había servido de humilde cabalgadura durante
el viaje, y en aquélla cueva hallaron un manso buey, dejado allí
probablemente por alguno de los caminantes que habían ido a
buscar hospedaje en la cuidad.

El Divino Niño, desconocido por sus criaturas racionales, va a


tener que acudir a loas irracionales para que calienten con su
tibio aliento la atmósfera helada de esa noche de invierno, y le
manifiesten con esto y con su humilde actitud el respeto y la
adoración que le había negado Belén., La rojiza linterna que José
tiene en la mano ilumina tenuemente ese pobrísimo recinto, ese
pesebre lleno de paja que es figura profética de las maravillas del
altar, y de la íntima y prodigiosa unión eucarística que Jesús ha
de contraer con los hombres. María está en oración en medio de
la gruta, y así van pasando silenciosamente las horas de esa noche
llena de misterio.

Pero ha llegado la medianoche, y de repente vemos dentro de ese


pesebre, poco antes vacío, al divino Niño esperado, vaticinado,
deseado durante cuatro mil años con inefable anhelo. A sus pies se
postra su Santísima Madre, en los transportes de una adoración
de la cual nada puede dar idea. José también se acerca y le rinde
el homenaje con que inaugura su misterioso e imponderable oficio
de padre adoptivo del Redentor de los hombres.
Continuación Consideración

La multitud de ángeles que desciende de los cielos a contemplar


esa maravilla sin par, dejan estallar su alegría y hacen vibrar en
los aires las armonías de ese Gloria in Excelsis que es el eco de la
adoración que se produce en torno del Altísimo, hecha perceptible
por un instante a los oídos de la pobre Tierra.

Convocados por ellos, vienen en tropel los pastores de la


comarca a adorar al recién nacido y presentarle sus humildes
ofrendas. Ya brilla en oriente la misteriosa estrella de Jacob, y ya
se pone en marcha hacia Belén la caravana espléndida de los
Reyes Magos, que dentro de pocos días vendrán a depositar a los
pies del Divino Niño el oro, el incienso, y la mirra, que son
símbolos de la caridad, la adoración y la mortificación.

¡Oh adorado Niño! Nosotros también, los que hemos hecho esta
novena para prepararnos al día de vuestra Navidad, queremos
ofreceros nuestra pobre adoración. ¡No la rechacéis! ¡Ven a
nuestras almas, venid a nuestros corazones llenos de amor!
Encended en ellos la devoción a vuestra santa infancia, no
intermitente y sólo circunscrita al tiempo de vuestra Navidad,
sino siempre y en todos los tiempos; devoción que fielmente
practicada y celosamente propagada, nos conduzca a la vida
eterna, librándonos del pecado y sembrando nosotros todas las
virtudes cristianas.

Continuamos con Oración a la Santísima Virgen e igual al día primero


¡A Cantar!
El canto es una expresión de
sentimientos confortable, a través del
cual canalizamos nuestras emociones,
neutralizamos nuestras energías; y
conectamos con los demás.

Cuando nuestras voces se unen, en torno


a la melodía; esta sinergia, genera una
hermosa vibración de nuestras fibras;
reconfortando nuestros corazones y
alegrando nuestros días.

¡No dejemos nunca de Cantar!


A continuación villancicos organizados alfabéticamente
A la nanita nana
Coro
A la nanita, nana, nanita
nana, nanita ea
mi Jesús tiene sueño
bendito sea, bendito sea (Bis)

Fuentecilla que corre,


Clara y sonora,
Ruiseñor que en la selva,
Cantando llora,
Calla mientras la cuna,
Se balancea,
A la nanita, nana,
Nanita ea.

Coro

Pimpollo de canela,
Lirio en capullo,
Duérmete sin reselo,
Mientras te arruyo,
Duérmete que del alma,
Mi canto brota,
Y un delirio de amores,
en cada nota.

Coro
Anton
Coro
Anton tiru riru ru,
Anton tiru riru ra
Anton tiru riru riru,
Anton tiru riru ra.
Jesús al pesebre,
vamos a adorar
Jesús al pesebre,
vamos a adorar

Duérmete niño chiquito


que la noche viene ya
cierra pronto tus ojitos
que el viento te arrullara

Coro

Duérmete niño chiquito


que tu madre velará
cierra pronto tus ojitos
porque la entristecerás

Coro

Ya dormido en el regazo
de maría el salvador
va soñando dulcemente
música y cantos de amor

Coro
Campana sobre
Campana
Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás al niño en la cuna.

Coro
Belén, campanas de belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

Recogido tu rebaño
¿a dónde vas pastorcillo?
voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.

Coro

Campana sobre campana,


y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
porque está naciendo Dios.

Coro
El burrito sabanero
Con mi burrito sabanero
Voy camino de belén
(Bis)

Coro
Si me ven, si me ven
Voy camino de belén
(Bis)

Con mi cuatrico voy cantando


Y mi burrito va trotando
(Bis)

Coro

El lucerito mañanero,
Ilumina mi sendero.
(Bis)

Coro

Vamos todos a Cantar


Con amor y alegría
(Bis)

Pues acaba de llegar


De los cielos el Mesías.
(Bis)
El Tamborilero
El camino que lleva a belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su rey,
le traen regalos en su humilde zurrón.
Rom pom pom pom, rom pom pom pom

Yo quisiera poner a tu pies


algún presente que te agrade señor,
mas tú ya sabes que soy pobre también,
y no poseo más que un viejo tambor.
Rom pom pom pom, rom pom pom pom

¡En tu honor
frente al portal tocaré
con mi tambor!.

El camino que lleva a belén


voy marcando con mi viejo tambor,
nada hay mejor que yo pueda ofrecer,
su ronco acento es un canto de amor.
rom pom pom pom, rom pom pom pom.

¡Cuando dios
me vió tocando ante el
me sonrió!.
Los Peces en el Río
La virgen se está peinando,
entre cortina y cortina,
Sus cabellos son de oro,
y el peine de plata fina

Coro
Pero mira como beben
los peces en el río,
pero mira como beben
por ver a dios nacido
Beben y beben
y vuelven a beber,
Los peces en el río
por ver a dios nacer.

La virgen está lavando


y tendiendo en el romero,
Los angelitos cantando,
y el romero floreciendo.

Coro

La virgen está lavando


con un poquito jabón,
Se le picaron las manos
manos de mi corazón.

Coro
Noche de Paz
Noche de paz, noche de amor,
todo duerme en derredor.
entre sus astros que esparcen su luz
bella anunciando al niñito jesús.
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz.

Noche de paz, noche de amor,


todo duerme en derredor
sólo velan en la oscuridad
los pastores que en el campo están;
y la estrella de belén
y la estrella de belén.

Noche de paz, Noche de amor,


todo duerme en derredor;
sobre el santo niño jesús
una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el rey
Brilla sobre el rey.

Noche de paz, noche de amor,


todo duerme en derredor
fieles velando allí en belén
los pastores, la madre también.
Y la estrella de paz
Y la estrella de paz
Rin Rin
Hacia belén va una burra, rin, rin
yo me remendaba, yo me remendé
yo me hice un remiendo, yo me lo quité
cargada de chocolate.

Lleva en su chocolatera, rin, rin


yo me remendaba, yo me remendé
yo me hice un remiendo, yo me lo quité
su molinillo y su anafre.

Coro
María, María, ven a acá corriendo
que el chocolatillo se lo están comiendo
María, María, ven a acá corriendo
que el chocolatillo se lo están comiendo.

En el portal de belén, rin, rin


yo me remendaba, yo me remendé
yo me hice un remiendo, yo me lo quité
los gitanillos han entrado.

Y al niño que está en la cuna, rin, rin


yo me remendaba, yo me remendé
yo me hice un remiendo, yo me lo quité
los pañales les han robado.

Coro
Salve Reina y Madre
Coro
Salve reina y madre, salve dulce amor,
Del jardín del cielo, la más bella flor.
Salve reina y madre, salve dulce amor,
Del jardín del cielo, la más bella flor.
Del jardín del cielo, la más bella flor

En una colina, con la nieve fría


Reposa la noche, la Virgen María
Reposa la noche, la Virgen María

Coro
Salve reina y madre, salve dulce amor,
Del jardín del cielo, la más bella flor.
Salve reina y madre, salve dulce amor,
Del jardín del cielo, la más bella flor.
Del jardín del cielo, la más bella flor

La malvada mula, con sus finos dientes


Le comió la paja, al niño inocente
Le comió la paja, al niño inocente

Coro
Salve reina y madre, salve dulce amor,
Del jardín del cielo, la más bella flor.
Salve reina y madre, salve dulce amor,
Del jardín del cielo, la más bella flor.
Del jardín del cielo, la más bella flor.
Tutaina
Coro
Tutaina Tuturumá
Tutaina Tuturumaina
Tutaina Tuturumá, Turumá
Tutaina Tuturumaina.

Los pastores de Belén


Vienen a adorar el niño;
La Virgen y San José
Los reciben con cariño.

Coro

Tres reyes vienen también


Con incienso, mirra y oro,
a ofrecer a Dios su bien
Como el más grande tesoro.

Coro

Vamos todos a Cantar


Con amor y alegría
Pues acaba de llegar
De los cielos el Mesías.

Coro
Vamos Pastores
Vamos pastores, vamos,
vamos a belén,
a ver en aquel niño
la gloria del edén.

Ese precioso niño


yo me muero por el
sus ojitos me encantan ,
su boquita también.

El padre lo acaricia
la madre mira en el,
y los dos extasiados
contemplan aquel ser.

Yo pobre pastorcillo,
al niño le diré,
no la buenaventura:
eso no puede ser.

Le diré me perdone
lo mucho que peque
y en la mansión eterna
un ladito me de.
Vamos, Vamos,
Pastorcitos
Coro
Vamos, vamos, vamos, vamos pastorcitos
Vamos, vamos, vamos, vamos a Belén
y veremos todos al Dios del amor
con el perfume del alma
y los homenajes de la adoración.

En el portal de belén,
Hay estrellas, sol y luna
La virgen y san José, la virgen y san José
y el niño Dios en la cuna.

Coro

Entre tanto, San José


Lo acaricia en sus brazos
y la Virgen María y la Virgen María
lo acaricia en su regazo.

Coro

Pastorcitos traen noticias


grata nueva os voy a dar
Que tres reyes del oriente,
Que tres reyes del oriente
se dirigen al portal.

Coro
Ven a cantar
Otro año que queda atrás,
mil momentos que recordar.
Otro año, mil sueños más
hechos realidad.

Los problemas vienen y van,


y al final todo sigue igual.
No hay montaña que pueda más,
que la voluntad.

Alzo mi copa aquí, para brindar por ti,


y desearte lo mejor.

Navidad, feliz navidad,


Vuelve a casa, vuelve al hogar.
Navidad, dulce navidad,
es calor de hogar.

Coro
Ven a cantar, ven a cantar,
que ya llegó la navidad.
Ven a cantar, ven a cantar,
que ya está aquí la navidad.

Gira el mundo, gira el reloj,


gira el viento, la mar y el sol.
Dale vuelta a tu corazón
y llénalo de amor.

Coro
Zagalillos
Coro
Zagalillos del valle, venid,
pastorcitos del monte, llegad.
la esperanza de un dios prometido,
ya vendrá, ya vendrá, ya vendrá.

La esperanza, la gloria y la dicha


la tendremos en él, ¿quién lo duda?
desdichado de aquel que no acuda
con la fe que le debe animar.

Coro
Zagalillos del valle, venid,
pastorcitos del monte, llegad.
la esperanza de un dios prometido,
ya vendrá, ya vendrá, ya vendrá.

Nacerá en un establo zagala,


pastorcitos venid, adoremos,
hoy venimos y luego volvemos,
y mañana los puede salvar.

Coro
Zagalillos del valle, venid,
pastorcitos del monte, llegad.
la esperanza de un dios prometido,
ya vendrá, ya vendrá, ya vendrá.

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