Glorialm, 5 ESTHER
Glorialm, 5 ESTHER
Glorialm, 5 ESTHER
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I. INTRODUCCIÓN
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comienzo el reino divino sobre la tierra. Su último nieto, Jimmu, es el pri-
meremperadordeJapón,acuyagenealogía pertenece la familia imperial
hasta el presente5.
Los ritos relacionados con los kami son una parte esencial de la
vida japonesa, sobre todo en las zonas rurales, y sirven como elemento
aglutinadordelpueblonipón.Elsintoísmoincorporatantoelementospolí-
ticos y religiosos como populares o folclóricos.
Loskamison,pues,deidadesquesupervisancadaaspectodelmun-
do terrenal y celestial, ya sean de culto estatal o local. Son innumerables
y constituyen una categoría abierta: cualquier ser puede llegar a ser con-
siderado como tal. Asimismo, se aprecian características comunes entre
ellos:nodesempeñanunafunciónética,habitanunmundodiferentealde
loshombres-alqueseaccedeconlosrituales-,yaborrecenlaimperfección
que acompaña a la sangre, la muerte y la suciedad, incluso la impureza
espiritual6.
Los kami pueden tener diferentes y marcadas personalidades, se-
gún su propio carácter o la función que desempeñan: algunos son irasci-
bles, otros más compasivos, etc. En muchas ocasiones, los kami resultan
indiferenciables de los espíritus animistas naturales, aunque en tiempos
modernos se ha propuesto considerar sólo aquellos que han sido concebidos
para desarrollar algún papel que exija nobleza o autoridad. Aún así, hay
ciertos aspectos sobre estas deidades que siguen siendo indescriptibles.
Podemos establecer una clasificación general que distinga entre
aquéllos de origen natural (ya sean objetos, animales o fenómenos natu-
rales)orelacionadosconlavidahumana(antepasados,protectoresdelos
clanes, seres malignos, fantasmas u otro tipo de guardianes). Los guar-
dianes (uji, ujigami), cumplen una misión especial como agentes de cam-
bioenlatierra,sirviendotambiéncomomensajeros.Antropológicamente,
conservanunaespecialimportanciapuestoqueeranprotectoresdeciertos
clanes. Un gran número de ellos suelen ser venerados en los santuarios.
En ocasiones siguen siendo considerados patrones de algunos lugares7.
TodosloskamiestánregidosporelEmperador,designadomikado
o gobernador universal por las propias deidades, en cuyo nombre hablan
los oferentes a menudo en los rituales. El Emperador es temido y obede-
cido8, puesto que con sus mandatos asegura la armonía de la nación y el
cumplimiento de las leyes naturales, como atestigua el contenido de la
Constitución Shotoku (608), considerada el primer corpus escrito de re-
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glamentación social y filosófica en japonés. La propia familia imperial es
unodelosprincipaleselementosaglutinadoresdelsintoísmo,símbolode
comunión con los kami.
Otroselementosimportantessonlosoni(demonios),ensumayoría
invisibles y cuyo poder suele ser sólo temporal; y los obake (fantasmas
de los muertos). En ocasiones, el Shinto también realiza exorcismos para
evitar que éstos últimos causen daño. El tama o alma de los difuntos, debe
ser pacificado, ya que puede interactuar con los vivos antes de unirse a los
kamicolectivosdelosantepasados.Losespíritus de los animales también
pueden poseer personas en ocasiones.
El propósito fundamental de la práctica del Shinto es lograr estar
en comunión con los kami y la naturaleza, a través de la práctica de diver-
sos ritos, conforme‘’al espíritu de los kami’’. En realidad, el propio término
‘’sintoísmo’’serefiereenrealidadatodounconjuntodeprácticasquepue-
den diferir unas de otras, aunque encontremos elementos comunes. Es-
tas diferencias estaban aún más marcadas en la Antigüedad: los diversos
clanes han preservado ciertas tradiciones, rituales o relatos mitológicos
considerándoloscomociertos9.Lospropioskamisuponíantambiénorigi-
nalmente una explicación racional al surgimiento de una nueva cultura,
diferentedecualquierotra.Portanto,podemosdecirquejueganunpapel
principal en los orígenes de la historia nacional y además, son considera-
dos ascendentes del Emperador.
La fe en los kami ha seguido desarrollándose a través de los si-
glos hasta nuestros días. El sintoísmo actual admite su evolución histórica
y preserva los conocimientos antiguos, siempre girando sobre la idea de
que los kami, símbolos de orden y armonía, surgen del caos. Esta armonía
(ligada al orden nacional) debe ir evolucionando con los tiempos. El sin-
toísmo es un conjunto de creencias que está íntimamente ligada al pueblo
japonés y su historia. Sin embargo, las propias características de estos la
convierten en un culto que puede ser universal: cualquier persona puede
realizar ofrendas de agradecimiento a los kami, si es capaz de conectar
con sus propios ancestros y su tierra, e incluso comprender el sentimiento
de agradecimiento hacia la naturaleza o las personas que han encarnado
valores humanos nobles de forma destacada10.
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de las influencias extranjeras. Carecía el Shinto entonces de una filosofía
elaborada, de preocupaciones éticas, de textos fundacionales o de preocu-
paciones metafísicas. El funcionamiento correcto del mundo humano de-
pendía básicamente de una convivencia armónica. Los ritos se basaban en
festivales agrarios estacionales, en el culto a las deidades locales y a los
antepasados. Se concedía gran importancia a los lugares y templos sagra-
dos y los rituales de purificación11. Podemos establecer una división del
mundo en diferentes niveles: la Takamagahara, ‘Tierra Celestial’ o la Alta
Pradera, donde moran los kami, la ‘Región Intermedia’ entre los seres hu-
manos y la Naturaleza, la ‘Región de las Tinieblas’ o Yomi (el inframundo)
y la ‘Región Eterna’, allende el mar, reservada a personajes especiales que
en ocasiones regresan para ayudar a los seres humanos.
Posteriormente es el sintoísmo organizado, que surge entre los
siglos VI-VIII como consecuencia de la entrada del budismo, lo que lle-
vó a la aparición de una clase sacerdotal, cuyos representantes en cada
clan llevaban a cabo los rituales12. Se institucionaliza el sacerdocio, se les
nombra funcionarios públicos y se crea la ‘Oficina del Shinto’. Comenzó a
identificarse al Emperador con la categoría de ‘dios viviente’ y éste unió a
sus títulos otros epítetos de carácter mítico. En esta época se empiezan a
recopilar textos que recogen los procederes rituales sintoístas.
Ya en el siglo VIII, como consecuencia del sincretismo sintoís-
mo-budismo que se había empezado a producir un poco antes, comenzaron
a realizarse rituales budistas con la creencia de que ello haría más fuertes
a los kami, incluso se recitan sutras frente a los altares. A partir del siglo
VIII también se considera a los bodhitsattva como un kami más, y por ello
se construyen santuarios budistas. Por otra parte, a partir del siglo IX
se populariza la creencia de que los kami han llegado al mundo a fin de
conseguir la iluminación y la liberación espiritual de los fieles, librándolos
delaignoranciayeldolor,porloqueaumentaostensiblementeelnúmero
de kami. Muchas de estas ideas fueron introducidas por monjes budistas
japoneses, como Kukai o Kakuban13.
Luego, el denominado sintoísmo medieval, vigente hasta el siglo
XVII, promoverá que se desarrolle un fuerte sincretismo religioso que a la
larga resultó fortalecedor del sintoísmo, puesto que se difunde la idea del
origen divino de Japón, aumenta el sentimiento de pertenencia al clan o
la comunidad y la búsqueda de la pureza, la virtud y la sinceridad, como
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elementos distintivos de la propia práctica religiosa y único camino a la
felicidad14.
Más adelante, el sintoísmo se convierte en el período Tokugawa
en un elemento sociopolítico importante: el recién creado grupo de Estu-
dios Nacionales aboga por los estudios filológicos de la cultura y red de
creencias japonesas anteriores a la introducción del budismo, recuperando
la producción poética, himnos, plegarias antiguas... Aumenta la devoción
popular a los kami, así como la toma de conciencia del elemento diferen-
ciador del budismo. Se deja sentir también una influencia algo menor de
la ética y la cosmovisión de las escuelas neo-confucianas chinas. Muchos
personajes públicos fueron deificados debido a esta politización que sufrió
el sintoísmo.
proclama ‘La Gran Doctrina’, un programa que otorga una nueva visión
el sacrificio personal.
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está salvaguardada por la existencia de numerosos grupos sintoístas en
de toda clase17
, con menor intensidad en las grandes concentraciones ur-
banas.
[16] Una de las prácticas más habituales es viajar hasta el Monte Fuji.
[17] El ciclo de festivales depende en gran medida de los eventos locales, aunque hay grandes
celebraciones importantes a nivel nacional como el ‘Festival de Año Nuevo’ o la celebración
‘Obon’ (en la que se venera el espíritu de los muertos).
[18] (Bock, 1972).
[19] (Kasulis, 2004).
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recopilaron en el 713, en la corte Nara. De estos se conservan las de Izumo,
referidas a la provincia homónima.
También son reseñables el Kaijuso, una antología de poemas sin-
toístas del siglo (751), y el Man’yoshu o‘Colección de 10,000 hojas’(759-
760), una antología de poemas que cubre todo tipo de temas no limitados
a la religión.
El Kogoshui, que data del siglo IX (807), también aporta alguna
información esencial sobre el sintoísmo más primigenio.
Por otro lado, el Yogan Gishiki, una recopilación del ritual sintoísta
centrado en la familia imperial compilado en el siglo IX, así como el Shinto
Gobusho, compuesto en el siglo XIII por un grupo de eruditos, trata ele-
mentos más formales del Shinto: rituales de purificación, historia y mitolo-
gía sintoísta que sólo era accesible tradicionalmente a sacerdotes mayores
de sesenta años.
Por último, es de vital relevancia mencionar el Engi-shiki, la reco-
pilación principal de normas del ritual sintoísta compilado en el siglo X por
orden del emperador Daigo, a manos de los hermanos Fujiwara no Toki-
hira y Fujiwara no Tadahira. Es también a través de este documento que
conocemos el contenido de la mayoría de los norito. De entre todos, un eje
principal corresponde a aquellos relacionados con los ritos del Santuario
de Ise (el principal de Japón). Son cincuenta volúmenes en total.
I.4. NORITO
Norito, de Nori: ‘regla, ley’; o bien to Noru: ‘legislar’20, son las ora-
ciones o textos litúrgicos, alocuciones más o menos institucionalizadas,
que se recitan y en ocasiones se cantan con acompañamientos rítmicos
en el transcurso de las festividades propias del sintoísmo, y que sirven
como modo de manifestación de los sentimientos, deseos y temores de los
oficiantes, así como relatan a modo de salmo acontecimientos míticos de la
historia del pueblo japonés y a la vez, tienen el poder de actuar como puen-
te entre la divinidad, las fuerzas naturales y los seres humanos.
La recitación de los norito abre el acceso al mundo espiritual y cau-
sa cambios en el devenir del mundo21. Se suele establecer su origen en los
cantos folclóricos populares de las zonas agrarias de Japón22, que narran
tanto actividades humanas como recitan relatos míticos. Más tarde, con la
aparición de las primeras recopilaciones poéticas, los norito comenzarán
a tomar cuerpo como tal, con patrones más repetitivos y alocuciones más
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o menos reglamentarias, pero sin perder su carácter literario. Los norito,
además, suponen una fuente contrastable escrita que ayuda a organizar
los rituales sintoístas estatales, ordena el pensamiento mítico de la socie-
dadeinclusopermitealosgobernanteslegislardeacuerdoalasdeidades.
Los norito, en cuanto al propio estilo se refiere, recogen por tanto
elementosnaturalesytambiénhumanosrelacionadosconlanaturalezay
elmundoagrario:cultivos,pesca…atravésdefigurascomoreiteraciones,
oracionescomparativas,aliteracionesyanadiplosis,ademásdevocaciones
constantes a los kami a los que se dirige el oferente, tal y como podríamos
figurar en un texto sagrado de carácter mítico.
Generalmentesonpronunciadosporlossacerdotesdelosdiferen-
tes santuarios, que actúan en nombre de la comunidad ante las divinida-
des.Setratadeprofesionalesqueconocentextosyprácticasamenudove-
ladas a la mayoría de la población nipona, y cuya ejecución suele ser fruto
de un encargo o se produce durante el transcurso de las grandes celebra-
ciones. El ritual sintoísta que envuelve los norito es extenso y cuenta con
un marcado protocolo, a imagen del resto de eventos que se producían en
la corte Yamato. Las clases sacerdotales dependen del kami al que están
consagradas o del santuario al que pertenecen. Históricamente, algunos
casos concretos han estado reservados a ciertos clanes familiares -incluso
al del propio Emperador.
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a todo lo que existe, incluso los espíritus. En los norito podemos encontrar
un testimonio único, recogido por escrito con el tiempo, de que estas ple-
garias tienen una aplicación práctica y vigente, así como útil para el fiel.
De hecho, el Kojiki recoge ya este aspecto cuando habla del com-
promiso de Amateratsu y Susannõ a través de un juramento, en el Ciclo
de Izumo. En el Man’yoshu se llega incluso a definir Japón como‘la tierra
donde el perfecto funcionamiento del lenguaje trae la felicidad’. Quizá es
precisamente la delicadeza de la propia composición de los kanji, con sig-
nificado único y propio a menudo en cada componente, lo que favorece el
identificar al idioma japonés con un lenguaje mágico.
I.7.Tipos de norito
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cuentes y ligados sobre todo a prácticas que incluyen ciertas concepciones
budistas.
También podemos observar que los norito cuentan con diferentes
finalidades según sea la intención del evento, especialmente cuando se tra-
ta de la expiación de la culpa, o bien de lograr la limpieza del pecado, que
constituye una mancha en la persona -o en el conjunto de la sociedad- como
resultado de una acción impura26. Además, esta falta puede tener conse-
cuencias físicas -epidemias, hambruna-.
Los rituales relacionados con la muerte, como los funerales, a me-
nudo se celebran según la práctica budista, puesto que no hay una preocu-
pación sistemática en el Shinto por el Más Allá.
A menudo se entonan norito para pedir auxilio por la seguridad
propia o de los seres queridos, para pedir víveres, para ahuyentar el mal,
como en el caso de las enfermedades, para ahuyentar divinidades ven-
gativas, para exorcizar o bendecir lugares, para pedir fortaleza personal,
claridad mental para el cumplimiento del propósito vital, para expresar
agradecimiento, para conmemorar una muerte o un nacimiento, para cele-
brar el primer año de vida así como para celebrar el ‘Festival de los niños
de siete, cinco y tres años’27, a fin de asegurarles buena fortuna; para ofre-
cer validez a las uniones matrimoniales, para conmemorar eventos míticos
del pasado, para venerar al Emperador como enviado de las deidades a la
Tierra, para pedir protección antes de un gran viaje o para pedir bonanza
en los negocios o éxito en los proyectos personales.
Cabe mencionar también que algunos santuarios, debido a su im-
portancia ritual o histórica, concentran un mayor número de norito en su
haber, como es el caso de aquellos relacionados con el Gran Santuario de
Amateratsu en Ise28.
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dedicados a los diversos kami; también hay espacios naturales al aire libre
que se consideran sagrados, y en los que se les venera. En ellos, los segui-
dores de sintoísmo pueden realizar peticiones personales o bien asistir a
los festivales estacionales más importantes en comunidad (matsuri). Mu-
chas veces estos incluyen una procesión por las calles de la localidad con
un santuario móvil preparado para ello (mikoshi) y que constituye uno de
los principales tipos de ceremonia en Japón.
Enmuchoshogarestambiénpodemosencontrarpequeñossantua-
rios (kamidana) en miniatura en los que se honra cada día a los antepa-
sados30.
En general, se procede de modo similar en todo santuario sintoís-
ta: para entrar en los recintos sagrados primero se debe pasar bajo el torii,
la puerta, que separa el mundo laico del recinto sagrado, que está ador-
nada con tiras de papel rasgadas colocadas por parejas que simbolizan la
presencia de los kami.
Posteriormente, a fin de purificarse, el creyente debe acercarse al
bebedero de piedra y con un cazo de bambú tomar agua y verterla en las
manos y en los labios, para limpiarse y prepararse para estar en la presen-
cia del kami31. En otras ocasiones, se realizan baños completos (misogi),
asícomo enlasgrandesfestividadesserealizan grandes purificaciones de
toda la nación (oharahi). También existen purificaciones rituales para la
eliminación de las impurezas espirituales (oharae). A los encargados de los
recintos sagrados también se les exigen períodos de purificación mediante
la abstinencia (imi), evitando por ejemplo las grandes multitudes durante
los festivales o evitando ciertos alimentos un tiempo.
Luego, dentro del santuario no se debe entrar al honden, el santua-
rio que contiene la imagen de kami, y sí quedarse en el haiden, el orato-
rio, donde se puede hacer una pequeña ofrenda monetaria, de alimentos o
sake, de objetos materiales (como telas) u ofrendas simbólicas (como dan-
zas o música)32.
Para atraer la atención del kami, se debe tocar la campana atada
a una larga cuerda o bien dar un par de palmadas. Posteriormente, el vi-
sitante se inclina con las manos juntas en señal de contrición y en silencio
se ora a la deidad33. Para acabar, se vuelven a dar un par de palmadas. Por
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último, se puede realizar una fiesta simbólica, o bien se bebe formalmente
vino de arroz o en las grandes festividades ‘se come con el kami’ en una
gran comida grupal final
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ten solemnidad a estas plegarias.
III. PLEGARIAS
[35] Los santuarios son en la actualidad instituciones privadas, más concretamente desde
1945, como resultado de ciertos cambios organizados por la Directiva instaurada tras la ocu-
pación del país por las fuerzas aliadas. Este tipo de políticas se venían intentando instaurar
desde los tiempos de la modernización Meiji. Hay algunas otras instituciones relevantes a
este efecto, encargadas del mantenimiento de los lugares y la práctica del culto, así como la
transmisión de la fe. Algunas también están relacionadas con instituciones educativas.
[36] (Philippi, 1990).
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los presentes y volviendo de este modo a vivir a la capital37.
VI. Celebración por el gran Palacio: es una plegaria que está recogida
en el Engi-shiki, como la mayoría de norito, y uno de los más an-
tiguos de los que se tiene constancia (tiene formaciones métricas
más cortas). De nuevo, busca asegurar bonanza al Emperador de
la tierra Yamato, dirigiéndose el oferente a las deidades locales.
Es parte central de un rito de purificación llevado a cabo por los
Imibe40.
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pi no mikage to sadamematurite kamunusi ni kamutukasa sore no tuka-
sa kurawi kabane na wo sadamete tatematuru kamudakara pa mitorasi
mipakasi mikagami suzu kinugasa mima wo pikinarabete miso pa akaru
tape teru tape nigitape aratape ni sonapematurite yomo no kuni no tate-
matureru mituki no nozaki wo torinarabete miki pa mika no pe takasiri
mika no para mite narabete yamanwo no mono pa amana karana awomi
no para no mono pa pata no piromono pata no samono okitu mo pa petu mo
pa ni itaru made kusagusa no mono wo yokoyama no gotoku okitakanasite
tatematuru udu no opo mitegura wo tapirakeku kikosimesite sumyera ga
miyo wo kakipa ni tokipa ni ipapi maturi ikasi miyo ni sakipapematuri-
te yoroduyo ni opo masimasasimetamape to tatapegoto wopematuraku to
mawosu.
Mata mawosaku mawiugonaparite tukapematuru mikwotati opo-
kimitati mapye tu gimi tati momo no tukasabito tati wo mo yo no mamori
pi no mamori ni mamoritamapite sumyera ga mikado ni iya taka ni iya
piro ni ikasi yakupaye no gotoku tati sakaye sime tukapematurasimetama-
pe to tatapegoto wopematuraku to mawosu.
***
Por mandato del Emperador, hablo humildemente en presencia de
la Gran Deidad Soberana, quien ha sido traída hasta aquí desde Imaki y
adorada: de acuerdo a sus deseos, oh Gran Deidad Soberana, en este lugar
los postes del santuario se han establecido ampliamente bajo el lecho de
roca, las vigas transversales del techo altas sobre la Alta Llanura Celes-
tial, y se ha establecido un santuario como refugio celestial, como refugio
solar.
Y yo, (sede, rango, apellido, nombre) de la Oficina de Ritos, ha-
biendo sido designado como kamu-nusi, presento los divinos tesoros: arcos,
espadas, espejos, campanas, toldos de seda, y caballos han sido dispuestos
en hileras; prendas de ropa coloridas, prendas radiantes, se han propor-
cionado ropas finas y prendas toscas; se han preparado los primeros frutos
presentados por las tierras de las Cuatro Regiones: el vino, elevándose
los altos cuellos de los incontables vasos de vino llenos hasta el borde; los
frutos de los campos de montaña: las hierbas dulces y las hierbas amargas;
los frutos del océano azul: los peces de aleta ancha y los de aleta fina, las
algas de las profundidades y las algas de las riberas: coloco todas estas
variadas ofrendas apilándolas como una larga cordillera, y las presento.
Recibe, pues, tranquilamente, te ruego, estas nobles ofrendas. Ben-
dice el reinado del Emperador como eterno e inamovible, hazlo prosperar
cual reinado abundante, y garantiza que pueda cumplir una miríada de
años. Cumplo vuestras alabanzas.
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Así hablo humildemente. También digo humildemente: guarda, te
ruego, a los príncipes de sangre, a los príncipes, a los cortesanos, y a los
muchos oficiales aquí reunidos que sirven al Emperador.
Protégelos vigilando noche y día y garantiza que puedan servir en
la corte del Emperador aún más, más ampliamente, siempre prosperando
como lujosos, florecientes árboles.
Cumplo vuestras alabanzas. Así hablo humildemente.
***
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niibari niibari no Totsukashine no ho o Asarake ni Kameru omiki Umara
ni o Yarafuru ka wa Aga kodomo Ashihiki no kono katayama no saoshika
no Tsuno sasagete Aga maisureba umasake Eka no ichi ni atai mochite
kawanu Tanasoko mo yarara ni Uchiagetamawane. Aga tokoyotachi.
***
Las cuerdas de la joven casa-muro construida, los pilares construi-
dos, son el pilar del corazón del señor de esta casa. Las vigas colocadas en
su lugar son el escenario en orden del corazón del señor de esta casa. Los
travesaños colocados en su lugar son la nivelación del corazón del señor
de esta casa. Las cuerdas atadas en su lugar son el firme aseguramiento
de la vida del señor de esta casa. La hierba con techo de paja en el techo
es la abundancia de la riqueza del señor de esta casa. Idumo es de nuevo
cultivado; las espigas de arroz, de diez palmos de largo, de los campos
recién cultivados, se han destilado en vino en recipientes poco profundos;
participen de ello con placer, oh mis muchachos.
Mientras bailo, levantando los cuernos de un ciervo de estas coli-
nas… ¡No se puede comprar algo como esto en el mercado del sabroso vino
Wega!, ¡Así que aplaudan de corazón, mis compañeros eternos!
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Opomikamunagi no koto wopematuru, sumyegamwi tati no mapye
ni mawosaku, kamumusubi takamimusubi kumusubi tarumusubi tamatu-
memusubi opomiyanome opomiketukami kotosironusi to, mina pa mawosi-
te, koto wopematuraba, sumyemima no mikoto no mi-yo wo tanaga no miyo
to, kakipa ni tokipa ni ipapimaturi, ikasimiyo ni sakipapematuru ga yuwe
ni, sumyera wa ga mutukamurwoki no mi-koto kamurwomi no mikoto to,
sumyemima no mikoto no udu no mitegura wo tatapegoto wopematuraku
to noru, wikasuri no mikamunagi no koto wopematuru, sumyegamwi tati
no mapye ni mawosaku, ikuwi sakuwi tunagawi asupa, papiki to mina pa
mawosite, koto wopematuraba, sumyegamwi no sikimasu, simo tu ipane ni
miyabasira putwosiritate, takama no para ni ti gi takasirite, sumyemima
no mikoto no midu no miaraka wo tukapematurite, ame no mikage pi no
mikage to kakurimasite, yomo no kuni wo yasukuni to tapirakeku sirosim-
yesu ga yuwe ni, sumyemima no mikoto no udu no mitegura wo tatapegoto
wopematuraku to noru.
Mikadwo no mikamunagi no koto wopematuru, sumyegami tati no
mapye ni mawosaku, kusiipamatwo no mikoto toyoipamatwo no mikoto to
mina pa mawosite, koto wopematuraba, yomo no mi kadwo ni yutuipamu-
ra no gotoku sayarimasite, asita ni pa mikadwo wo pirakimaturi, yupubye
ni pa mikadwo wo tatematurite, utoburu mono no sita yori yukaba sita wo
mamori, upe yori yukaba upe wo mamori, ywo no mamori pi no mamori ni
mamorimaturu ga yuwe ni, sumyemima no mikoto no udu no mitegura wo
tatapegoto wopematuraku to norui.
Ikusima no mikamunagi no koto wopematuru, sumyegami tati no
mapye ni mawosaku, ikukuni tarukuni to mina pa mawosite, koto wopema-
turaba, sumyegami no sikimasu sima no yasosima pa, taniguku no sawa-
taru kipami, siponawa no todomaru kagiri, saki kuni pa piroku, sagasiki
kuni pa tapirakeku, sima no yasosima oturu koto naku, sumyegamitati no
yosasi maturu ga yuwe ni, sumyemima no mikoto no udu no mitegura wo
tatapegoto wopematuraku to noru.
Koto wakite, ise ni masu amaterasuopomikamwi no opo mapye ni
mawosaku, sumyegami no miparukasi masu yomo no kuni pa, ame no ka-
kitatu kipami, kuni no sokitatu kagiri, awokumwo no tanabiku kipami,
sirwokumo no oriwimukabusu kagiri, awomi no para pa sawokadi posazu,
puna no pe no itaritodomaru kipami, opomi no para ni puna mititudukete,
kuga yori yuku miti pa, ni no wo yupikatamete, ipane kine pumisakumi-
te, uma no tume no itaritodomaru kagiri, nagadi pima naku tatitudukete,
saki kuni pa piroku, sagasiki kuni pa tapirakeku, topoki kuni pa ya sotuna
uti kakete pikiyosuru koto no gotoku, sumyeopomikami no yosasi matura-
ba, nozaki pa sumyeopomikami no opo mapye ni, yokoyama no gotoku uti
tumiokite, nokori woba tapirake ku kikosimyesamu. Mata sumyemima no
mikoto no miyo wo, tanaga no miyo to, kakipa ni tokipa ni ipapimaturi,
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ikasi miyo ni sakipape maturi ga yuwe ni, sumyera wa ga mutukamurwoki
kamurwomi no mikoto to, uzimono unane tukinukite, sumyemima no mi-
koto no udu no mitegura wo tatapegoto wopematuraku to noru.
Miagata ni masu sumyegami tati no mapye ni mawosaku, taketi
kaduraki towoti siki yama no be opu to mina pa mawosite, ko no mutsu no
miagata ni nariiduru, amana karana wo motimawikite, sumyemima no
mikoto no nagamike no topomike to kikosimyesu ga yuwe ni, sumyemima
no mikoto no udu no mitegura wo tatapegoto wopematuraku to noru.
Yama no kuti ni masu sumyegami tati no mapye ni mawosaku,
asuka ipare osaka patuse unebi miminasi to mina pa mawosite, topoyama
tikayama ni opitateru opo ki wogi wo, motosuwe uti kirite motimawikite,
sumyemima no mikoto no midu no mi araka tukapematurite, ame no mika-
ge pi no mikage to kakurimasite, yomo no kuni wo yasukuni to tapirakeku
sirosimyesu ga yuwe ni, sumyemima no mikoto no udu no mitegura wo
tatapegoto wopematuraku to noru mikumari ni masu sumyegami tati no
mapye ni mawosaku, yosinwo uda tuge kaduraki to mina pa mawosite,
koto wopematuraba, sumeygami tati no yosasi maturamu oki tu mitosi wo,
yatukapo no ikasi po ni yosasi maturaba, sumyegamitati ni, hatupo pa
kapi ni mo siru ni mo mika no pe takasiri, mika no para mite narabete
tatapegoto wopematurite, nokori woba sumyemima no mikoto no asamike
yupubemike no kamukapi ni, nagamike no topomike to, akani no po ni
kikosimyesu ga yuwe ni, sumyemima no mikoto no udu no mitegura wo
tatapegoto wopematuraku to moromoro kikosimyese to noru.
Koto wakite, imibe no yowakata ni putwodasuki torikakete, motiyu-
mapari tukapematureru mitegura wo kamunusi papuri-ra uketamaparite,
koto ayamatazu sasagemotite tatemature to noru.
***
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del último en ser cosechado, con sudor goteando de los codos, para ser
arrastrado hasta aquí con el barro adherido a ambos muslos. Si este grano
es concedido por vosotros, en espigas numerosas, en espigas exuberantes,
entonces los primeros frutos serán presentados en cien tallos, en ochocien-
tos tallos, levantando los altos cuellos de los innumerables vasos de vino,
llenos hasta el borde, tanto en licor como en tallos y realizaré vuestras
ofrendas.
Desde aquello que crece en los amplios campos y llanuras, las hier-
bas dulces y las hierbas amargas, hasta aquello que habita en el océano
azul, los peces de boca ancha y los peces de boca estrecha, las algas mari-
nas de las profundidades y las algas marinas de la orilla, así como las ro-
pas, de tejidos coloreados, de tejidos radiantes, de tejidos suaves y tejidos
toscos. En ellos cumpliré vuestras alabanzas, ante las Deidades Soberanas
del Grano. Os daré un caballo blanco, un tablero blanco, un gallo blanco,
y varios tipos de ofrendas, y presentaré las nobles ofrendas al Soberano
Nieto, y cumpliré vuestras alabanzas. Así me dirijo a vosotros.
Hablo humildemente ante las Soberanas Deidades, cuyas alaban-
zas se cumplen a través de la Alta Sacerdotisa. Pronuncio vuestros nom-
bres; Kami-musu-bi, Taka-mi-musu-bi, Iku-musu-bi, Taru-musu-bi, Ta-
ma-tume-musu-bi, Oho-miya-no-me, Oho-mi-ke-tu-kami, Koto-siro-nusi,
y cumpliré vuestras alabanzas, porque bendecís el reinado del Soberano
Nieto, un reinado duradero, eterno e inamovible, lo hacéis prosperar como
reinado fructífero. Por tanto, como nuestras Deidades Soberanas Ances-
trales, Dioses y Diosas, os presento estas nobles ofrendas del Soberano
Nieto, y cumplo vuestras alabanzas. Así os hablo.
Hablo humildemente ante las Soberanas Deidades, cuyas ala-
banzas se cumplen por medio de las sacerdotisas de Wigasuri: Pronuncio
vuestros nombres: Iku-wi, Saku-wi, Tu-naga-wi, Asuha, Hahiki, y cumplo
vuestras alabanzas. Porque abajo en la roca madre, donde os mantenéis
firmes, los pilares de vuestro palacio están sólidamente establecidos, y las
vigas transversales del techo se elevan hacia la Alta Llanura Celestial, y
está construido el Palacio del Soberano Nieto. Donde, como refugio celes-
tial, refugio solar, él permanece oculto, y la tranquilidad gobierna en las
tierras de las Cuatro Regiones, haciéndolas una tierra pacífica. Por eso
presento las nobles ofrendas al Soberano Nieto, y cumplo vuestras ala-
banzas. Así os hablo. Hablo humildemente ante las Soberanas Deidades,
cuyas alabanzas se cumplen por medio de las sacerdotisas de las Puertas.
Pronuncio vuestros nombres: Kusi-iha-mato-no-mikoto, To-
yo-iha-mato-no-mikoto. Y cumplo vuestras alabanzas Porque habitáis in-
crustados en la roca de modo imponente, en las puertas de las Cuatro
Regiones. Abrís las puertas durante la mañana y cerráis las puertas al
atardecer. Si un espíritu hostil llega desde abajo, lo mantenéis abajo, si
– 109 –
llega desde arriba, lo mantenéis arriba y hacéis guardia de día y de noche.
Por eso presento las nobles ofrendas al Soberano Nieto, y cumplo vuestras
alabanzas. Así os hablo.
Hablo humildemente ante las Soberanas Deidades, cuyas alaban-
zas se cumplen por medio de las sacerdotisas de Iku-sima. Pronuncio vues-
tros nombres: Iku-kuni, Taru-kuni. Y cumplo vuestras alabanzas. Porque
en cada una de las miríadas de islas en las que os mantenéis alejados, tan
lejos como el sapo puede marchar lentamente, tan lejos como las saladas
burbujas pueden llegar; la tierra estrecha se ensancha, la tierra empinada
se nivela, y sin descuidar ni una de la miríada de islas, encargáis todas al
Soberano Nieto. Por eso presento las nobles ofrendas del Soberano Nieto y
cumplo vuestras alabanzas. Así os hablo.
Hablo humildemente con palabras especiales en la solemne pre-
sencia de la Deidad Ama-terasu-oho-mi-kami, que habita en Ise: las tierras
de las Cuatro Regiones, sobre las que diriges tu mirada, tan lejos como el
cielo se alza, tan lejos como la tierra se extiende en la distancia, tan lejos
como las nubes azuladas cruzan el cielo, tan lejos como las nubes blancas
penden del horizonte: en el océano azul; tan lejos como las proas de los bar-
cos pueden llegar sin parar a secar sus remos. En el gran océano los barcos
pululan continuamente; en los caminos por tierra, tan lejos como pueden
alcanzar las pezuñas de los caballos, las cuerdas del tributo en el equipaje
fuertemente atadas pisando sobre rocas y raíces de árboles, viajan a tra-
vés de los largos senderos sin pausa, continuamente, la tierra estrecha se
ensancha, la tierra empinada se nivela.
Y confías las tierras lejanas al Soberano Nieto por mandato de los
Soberanos Dioses y Diosas Ancestrales, como si arrojaras una miríada de
cuerdas sobre ellas y las atrajeras hasta aquí. Si tú nos concedes hacer
todo esto, entonces en tu solemne presencia, serán apilados los primeros
frutos, como una larga cordillera, y el Soberano Nieto compartirá el resto
tranquilamente. También porque bendices el reinado del Soberano Nie-
to, como un reinado largo, eterno e inamovible, y le procuras prosperidad
como un reinado abundante, por el mandato de los Dioses y Diosas An-
cestrales. Como un cormorán que inclina su cuello, presento las divinas
ofrendas al Soberano Nieto, y cumplo vuestras alabanzas. Así os hablo.
Hablo humildemente ante las Soberanas Deidades, que habitan en
los Campos Imperiales. Digo vuestros nombres: Taketi, Kadurati, Tohoti,
Siki, Yamanobe, Sofu. Porque las hierbas dulces y las hierbas amargas,
que crecen en estas seis Plantaciones Imperiales, son producidas y presen-
tadas, como alimento eterno, el interminable alimento del Soberano Nieto.
De este modo presentaré las nobles ofrendas al Soberano Nieto y cumpliré
vuestras alabanzas.Así os hablo.
Hablo humildemente ante las Soberanas Deidades, que habitan
– 110 –
en las Entradas de las Montañas. Digo vuestros nombres, Asuka, Ihare,
Osaka, Hatusi, Unebi, Miminasi. Porque los árboles grandes y los árboles
pequeños, que crecen en las montañas lejanas y las montañas cercanas son
cortados en la parte superior y al pie y traídos hasta aquí, y usados para
construir el noble palacio del Soberano Nieto, donde, como en un refugio
celestial, en un refugio-solar, él habita oculto, y gobierna tranquilamente
las tierras de las Cuatro Regiones como un territorio pacífico. De este modo
presento las nobles ofrendas al Soberano Nieto. Y cumplo vuestras alaban-
zas. Así os hablo.
Hablo humildemente ante las Soberanas Deidades, que habitan en
las Separaciones de agua. Digo vuestros nombres: Yosino, Uda, Tuke, Ka-
duraki. Y cumplo vuestras alabanzas. Si el último grano en ser concedido
por vosotros al Soberano Nieto es concedido en espigas ímprobas, en espi-
gas exuberantes -pingües-, entonces se os presentarán los primeros frutos
con sus tallos y el licor, elevando los altos cuellos en los innumerables
vasos de vino, llenados hasta el borde, para cumplir vuestras alabanzas.
Del resto, el Soberano Nieto tomará parte con el semblante rojizo como
alimento para su comida de la mañana y su comida de la tarde, como su
alimento eterno, su alimento interminable. Así pues, presento las nobles
ofrendas al Soberano Nieto y cumplo vuestras alabanzas.
Oídme, vosotros todos. Así os hablo. Y usando palabras singulares,
proclamo: ‘’Dejad a los kamu-nusi y hafuri recibir las ofrendas, que el Imi-
be, sosteniendo fajas gruesas sobre sus débiles hombros, ha purificado y
presentado; y dejadlos, sin el más mínimo error, llevarlos y presentarlos’’.
Así os hablo.
– 111 –
pite, kapyerigoto mawosazu.
Mata tukapasisi amewakapikwo mo, kapyerigoto mawosazute,
taka tu tori no wazapapi ni yorite, tatidokoro ni mi useniki.
Koko wo motite, ama tu kamwi no mikoto motite, mata pakarita-
mapite, pu tu nusi no mikoto takemikaduti no mikoto putapasira no ka-
mwitati wo, amakudasitamapite, araburu kamwitati wo, kamuparapipa-
rapitamapi, kamuyapasiyapasitamapite, kototopisi ipaneko no tati kusa
no kakipa mo kotoyamete, sumemima no mikoto wo, amakudasiyosasi
maturiki. Kaku amakudasiyosasimaturisi yomo no kunuti to, opoyamato-
pitakami no kuni wo, yasukuni to sadamematurite, simo tu ipane ni mi-
yabasira putwosikitate, takama no para ni tigi takasirite, ame no mikage
pi no mikage to tukapematurite, yasukuni to tapirakeku sirosimyesamu,
sumyemima no mikoto no, ame no miaraka no uti ni masu sumyegamwi-
tati pa, arabitamapi takebitamapu koto naku site, takama no para ni pa-
zimesi koto wo, kamunagara mo sirosimyesite, kamunapobi oponapobi ni
napositamapite, ko no tokoro yori pa, yomo wo miparukasu yamagapa no
kiywoki tokoro ni uturiidemasite, wa ga tokoro to usupakimase to, tatema-
turu mitegura pa akaru tape teru tape nigitape aratape ni sonapematurite,
miakaramuru mono to kagami, moteasobu mono to tama, ipanatu mono to
yumiya, utitatu mono to tati, paseiduru mono to mima, miki pa, mika no pe
takasiri, mika no para mitenarabete, yone ni mo kapi ni mo, yama ni sumu
mono pa, ke no nikomono ke no aramono, oponwo no para ni opuru mono
pa, amana karana, awomi no para ni sumu mono pa, pata no piromono
pata no semono, oki tu mopa pe tu mopa ni itaru made ni, yokoyama no
gotoku tukuwe tu mono ni okitarapasite, tatematuru udu no mitegura wo,
sumyegamwitati no mikokoro mo akiraka ni, yasumitegura no tarimitegu-
ra to, tapirakeku kikosimyesite, tataritamapi takebwitamapu koto naku
site, yamakapa no piroku kiywoki tokoro ni uturiidemasite, kamunagara
sidumarimase to tatapegoto wopematuraku to mawosu.
***
Por mandato de los Ancestrales Dioses y Diosas, que permanecen
divinamente en la Alta Llanura Celestial; quienes iniciaron estas cuestio-
nes, las ocho mil deidades fueron llamadas en divina convocatoria en alto
lugar de encuentro en el Cielo; y preguntadas en divina consulta diciendo:
‘‘Nuestro Soberano Nieto está para gobernar tranquilamente la Tierra de
las Abundantes Llanuras de Junco y de las Frescas Espigas de Grano
como una tierra pacífica. De modo que abandonó el celestial asiento de
roca y descendió desde los cielos, presionando con empuje increíble a tra-
vés de las miles de capas de nubes celestes; y se le confió (la tierra)’’.
Luego consultaron con divina solicitud: ‘‘¿Qué deidad debe ser en-
viada a expelir con expulsión divina y pacificar a las deidades rebeldes en
la Tierra de las Espigas Frescas de Grano?’’
– 112 –
Entonces todas las divinidades celebraron consultas y dijeron:
‘’Ame-no-ho-hi-no-mikoto ha de ser enviado a pacificarlos’’.
Entonces fue enviado desde los cielos; pero él no volvió a informar
de su cometido. Luego, Take-mi-kuma-no-mikoto fue también enviado,
pero él tampoco volvió a informar de su cometido, obedeciendo las órdenes
de su padre. De nuevo Ame-waka-hiko fue también enviado, pero no volvió
a informar de su misión, pero debido al infortunio de un pájaro de lo alto,
perdió la vida inmediatamente.
En esto, por mandato de las Deidades Celestiales, se organizó otra
consulta, y dos deidades: Futu-nusi-no-mikoto y Take-mika-duti-no-miko-
to descendieron de los cielos; expidieron con expulsión divina y pacificaron
a las deidades rebeldes con divino apaciguamiento, silenciaron hasta la úl-
tima hoja: las rocas y los tocones de los árboles, que habían sido capaces de
hablar; y cuando el Soberano Nieto bajó de los cielos, se le confió (la tierra).
Las tierras de las Cuatro Regiones le fueron así confiadas cuando
bajó de los cielos, la Gran Yamato, la tierra del Sol Contemplado Desde Lo
Alto, se configuró como una tierra pacífica; los postes del palacio fueron
firmemente anclados sobre el lecho de roca, las vigas transversales ele-
vándose altas sobre la Alta Llanura Celestial, y el palacio (del Emperador)
construido como un refugio celeste, como un refugio solar, en esta tierra
que él gobierna tranquila y pacíficamente.
Que las Soberanas Deidades, que habitan en el palacio celestial no
se enojen ni asolen, porque como divinidades están familiarizadas con los
asuntos que comenzaron en la Alta Llanura Celestial; que corrijan sus co-
razones de la misma forma que (las divinidades rectificadoras) Kamu-na-
ho-bi y Oho-naho-bi; y se marchen de este lugar y se trasladen a un otro
lugar con montañas encantadoras y ríos, donde puedan observar las Cua-
tro Regiones y puedan gobernar sobre ellas como en su sitio.
Con esta plegaria presento las ofrendas: vestiduras; prendas de
ropa coloridas, prendas radiantes, ropas finas y prendas toscas; un espejo
como algo con lo que ver claramente, una joya como algo con lo que jugar,
arco y flechas como algo con lo que disparar, una espada como algo con lo
que cortar, un caballo como algo en lo que montar; vino, elevándose los
altos cuellos de innumerables vasos de vino, llenos hasta el borde: en arroz
y tallos; lo que habita en las montañas: los animales de pelaje suave y los
animales de pelaje grueso; lo que habita en las vastas llanuras y planicies:
las hierbas dulces y las hierbas amargas; así como lo que habita el océano
azul: los peces de aleta ancha y los de aleta fina, las algas de las profundi-
dades y las algas de las riberas.
Coloco estas ofrendas en abundancia sobre las mesas, como una
larga cordillera, y las presento, rezando para que las Soberanas Deida-
des las acepten tranquilamente con corazón puro, como ofrendas de alivio,
– 113 –
como ofrendas de abundancia; y no busquen venganza ni devastación, sino
que se trasladen a un amplio lugar de encantadoras montañas y ríos, y
habiten como deidades pacificadas.
Con esta oración, cumplo vuestras alabanzas. Hablo así humilde-
mente.
***
CONCLUSIONES
[42] El texto original japonés pertence al Engi-shiki, en su versión revisada por Konishi
(2010).
[43] Se refiere a una antigua medida de longitud.
– 114 –
niscencias míticas, constituye un nexo del pueblo japonés con su pasado
y su tradición. A lo largo de estas líneas hemos podido estudiar en qué
consisten los norito, cómo se desarrolla su práctica dentro de los rituales
sintoístas, cuáles son sus principales características y formatos así como
sus temáticas. Por otro lado, hemos podido hacer un breve recorrido por
su contexto social, cultural y político-religioso, y conseguido ofrecer una
traducción comprensible de los mismos que permita su lectura cómoda así
como su recitación en su original japonés.
En definitiva, este documento ha supuesto una revisión meticulosa
de la compilación histórica de norito Engi-Shiki, con su pertinente traduc-
ción, lo que ha permitido a su vez un estudio detallado de aquellas cuestio-
nes históricas, literarias y culturales que la rodean, intentando otorgarles
así el lugar de relevancia en el escenario de los Estudios de lo Sagrado que
merecen.
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