Integracion CA4
Integracion CA4
Integracion CA4
Documento Síntesis
LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA:
BENEFICIOS Y COSTOS
Documento Síntesis
ii
Este documento es resultado del trabajo del consultor principal del Documento Síntesis,
Fernando Herrero Acosta, conjuntamente con un reconocido grupo de centroamericanistas
comprometidos, quienes están nombrados en los recuadros que aparecen adelante. A todos ellos,
se agradece sinceramente su concurso y valiosos aportes.
Este documento es el informe de síntesis del proyecto “La Integración Centroamericana: Beneficios y
Costos”, que la CEPAL (Subsede de México) preparó por encargo de la Secretaría General del Sistema de la
Integración Centroamericana. Los diversos estudios y consultorías así como el documento síntesis no han
sido sometidos a revisión editorial. Las opiniones de los consultores individuales no reflejan posiciones
institucionales de la SG-SICA ni de la CEPAL.
LC/MEX/L.603
Marzo de 2004
ORIGINAL: ESPAÑOL
iii
ÍNDICE
Página
B. UN PROCESO EN MARCHA.............................................................. 7
1. El desarrollo de la institucionalidad comunitaria................................... 7
2. El proceso “real”............................................................................... 11
D. SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL........................................................ 34
1. Recursos forestales............................................................................ 34
2. Recursos hídricos .............................................................................. 36
3. Recursos marítimo-costeros............................................................... 36
4. Vulnerabilidad ante desastres naturales............................................... 36
iv
Página
Apéndice II-1................................................................................................ 39
Apéndice II-2................................................................................................ 44
1. Infraestructura ................................................................................... 69
2. Inversión privada............................................................................... 73
C. LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL.................................................. 79
v
Página
BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................... 117
vi
ÍNDICE DE CUADROS
Página
Cuadro 9. Centroamérica: Áreas protegidas del SICAP por país. 1998, 2002 ............. 36
ÍNDICE DE RECUADROS
Página
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Página
Gráfico 3. Centroamérica: Gasto militar como porcentaje del PIB, 1988-2000 ............. 16
Gráfico 10. Centroamérica: Inversión bruta interna como porcentaje del PIB.
1990-2003 ................................................................................................. 26
Gráfico 14. Centroamérica: Distribución del empleo por sectores, 2000 ....................... 31
Página
Gráfico 17. Incremento del Producto Interno Bruto por país, Tratado de Libre
Comercio Centroamérica-Estados Unidos .................................................... 49
Gráfico 18. Incremento del producto interno bruto por país. Escenarios dinámicos ........ 59
1
RESUMEN EJECUTIVO
Propósito y organización
Como se desprende de los objetivos, el estudio se centra en los países miembros del
Mercado Común Centroamericano (MCCA) que se han propuesto la creación de la unión
aduanera y han negociado en forma conjunta el tratado comercial con los Estados Unidos:
Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Se han incluido referencias
complementarias, cuando esto ha sido posible, sobre los países miembros del Sistema de la
Integración Centroamericana (SICA) que no son parte del MCCA (Belice, Panamá y
República Dominicana).
El trabajo se elaboró a partir de los estudios realizados por el grupo de consultores del
proyecto “Beneficios y costos de la integración centroamericana”, e incluyó una revisión de la
literatura sobre el tema y la región, así como sesiones de discusión con el Comité Asesor, el
Comité Interinstitucional, y grupos de expertos independientes y de diversos organismos
regionales y externos, y en particular de la CEPAL.
1
El consultor principal, des ea agradecer especialmente a Gladys González quien tuvo a su cargo la
redacción de parte del documento y la revisión sustantiva de casi la totalidad. Agradece también a Miriam Juárez,
Ana M. Reséndiz y Wendy Chacón su trabajo como investigadoras asistentes
xiii
En este capítulo se analizan los principales hitos del proceso multidimensional que es la
integración centroamericana y se muestra cómo se trata de un esfuerzo en marcha, tanto en la
dimensión intergubernamental como en lo que se ha dado en llamar la “integración real”.
Aquí se sintetiza el avance logrado hasta el momento en las cuatro dimensiones que los
acuerdos políticos han privilegiado como estratégicas: la democracia, el crecimiento económico,
el desarrollo social y la sostenibilidad ambiental, y se destacan algunos de los retos que aún
quedan por delante.
El capítulo III se inicia con una evaluación de la liberación del comercio a escala mundial,
continúa con el análisis del impacto del tratado de libre comercio de Centroamérica con los
Estados Unidos, para pasar luego a la discusión del aporte que en este contexto pueden hacer el
desarrollo de la zona de libre comercio y la unión aduanera.
Resultados y conclusiones
Los resultados y retos del estudio pueden sintetizarse en diez afirmaciones, que se
presentan a continuación junto con comentarios aclaratorios. Para comodidad del lector, las
conclusiones se han numerado y marcado en letras negritas.
1. La década de los noventas y los años subsiguientes han sido un período de grandes
transformaciones en Centroamérica, donde la cooperación entre los países de la región
permitió dar fin a los conflictos armados entre países, e iniciar un período de construcción
de la paz, la democracia y el desarrollo.
El camino del regionalismo abierto, sin embargo, no está libre de contradicciones. Los
avances en el contexto extrarregional no siempre son compatibles con los que se hacen en la
dimensión intrarregional, y las autoridades políticas se ven enfrentadas a dilemas estratégicos
muy complejos. Así, por ejemplo, la multiplicidad de acuerdos comerciales, con reglas de acceso
de mercado diferentes, dificulta avanzar en la construcción de un arancel externo común,
elemento que en los modelos clásicos de integración aparece como condición sine qua non de una
unión aduanera. En el caso de la nueva integración centroamericana, el bajo nivel de aranceles y
la aplicación de metas de desgravación diferentes en acuerdos comerciales con terceros por parte
de los países centroamericanos restringe la aplicación del arancel externo común.
A pesar de las dificultades señaladas, en los años transcurridos desde 1990, el crecimiento
de las exportaciones hacia el resto del mundo ha ido acompañado por un aumento de la
importancia relativa del comercio intrarregional.
xv
Estos logros, obtenidos en poco más de una década, muestran una región más
comprometida con su futuro común, en medio de la diversidad..
En el campo electoral, todos los países de la región cuentan con gobiernos civiles
democráticamente electos y en todos ellos ha ocurrido al menos un traspaso pacífico de gobierno
a un opositor. Quedan retos muy importantes: la actualización y depuración permanente de los
registros electorales, la reducción de la desproporcionalidad de los distritos electorales, el
mejoramiento de la capacidad técnica y administrativa y en algunos casos, la independencia
política de los tribunales electorales y la reforma de los marcos regulatorios de los partidos
políticos en materia de financiamiento y de democratización de la elección de candidatos y
dirigentes.
Las fuerzas armadas han quedado sujetas al poder civil. Esto ha sido posible mediante
reformas constitucionales, que modificaron las relaciones cívico-militares, y reducciones
continuas en el gasto militar, que han sido superiores a 2% del PIB.
En el ámbito jurídico todos los países han realizado cambios que incluyen desde reformas
constitucionales hasta modificaciones en los códigos penales y procesales penales. Se reformaron
leyes que rigen el Poder Judicial y la policía, y la función jurisdiccional ha sido reconocida como
un poder autónomo del Estado. El nombramiento de magistrados independientes del Poder
Ejecutivo, la existencia de una carrera judicial y la autonomía presupuestaria son otros elementos
esenciales que se han venido implantando para aumentar la independencia judicial. Asimismo, en
el área de los derechos humanos, todos los países de la región cuentan con organismos públicos
de defensa de los habitantes. Este gran esfuerzo enfrenta retos para la consolidación de una
justicia pronta, cumplida e igual para toda la ciudadanía, así como la creació n de mayor
conocimiento y uso de los medios de protección a los derechos.
En materia de “buen gobierno”, sin embargo, los resultados son mixtos. Los rasgos más
positivos se encuentran en estabilidad política, voz y rendición de cuentas y calidad reguladora.
De otra parte, los indicadores del Banco Mundial para el año 2002 muestran que las principales
debilidades de los países de la región se encuentran en los ámbitos del imperio de la ley,
efectividad del gobierno y corrupción.
converger: Costa Rica con el más alto producto por habitante y el mayor crecimiento;
El Salvador y Guatemala, en una posición intermedia; y Honduras y Nicaragua con el
producto por habitante más bajo y el menor crecimiento. 2
La región ha logrado retomar el crecimiento económico sobre la base cada vez más
importante de las exportaciones, la inversión extranjera y las remesas de los trabajadores
emigrantes. Los niveles de inversión, sin embargo, se mantienen aún en niveles relativamente
bajos, lo que limita la capacidad futura de crecimiento. Sobresale el hecho de que la inversión
pública se ha mantenido prácticamente estancada durante toda la década.
Sin embargo, lo más importante desde el punto de vista del crecimiento económico
regional, es que las economías de la región no tienden a converger en términos del producto
interno bruto (PIB) por habitante. Más aún, hay indicadores que sugieren que estas brechas no
solo no tienden a reducirse, sino que podrían agravarse en el futuro de no actuarse con prontitud
en contra de los elementos que las condicionan.
La divergencia del ingreso por habitante en los países de la región plantea un desafío a los
responsables de la toma de decisiones en Centroamérica, no solo por los objetivos compartidos
de búsqueda de bienestar y equidad, que son parte de la mayoría de las declaraciones políticas de
alto nivel de la región, sino además porque estas brechas, de profundizarse o incluso mantenerse,
podrían tender a generar efectos negativos sobre la viabilidad de una agenda compartida. Cabe
recordar la experiencia de la Unión Europea, que se ha propuesto el objetivo político explícito de
promover la convergencia en el ingreso de todas las regiones de la Unión (y para ello ha creado
programas y fondos estructurales destinados a promover la cohesión social al interior de la
Unión), por considerarla no solo un objetivo en sí misma sino una condición necesaria para su
existencia.
En el campo del desarrollo social hay varios elementos que demandan atención por parte
de las autoridades políticas.
En segundo lugar, los avances han sido insuficientes pues el crecimiento económico no ha
sido capaz de generar suficientes empleos formales, y grupos importantes de la población han
tenido que mantenerse en la informalidad y con condiciones laborales precarias. Este es un reto
importante para los países, pues la generación de empleos formales suficientes es una condición
2
De los otros países miembros del SICA, Panamá y Belice se ubicarían en el mismo grupo que
Costa Rica, y República Dominicana junto a El Salvador y Guatemala.
xvii
El desarrollo social es sin duda una de las áreas en las que mayor esfuerzo debe hacerse
en los próximos años.
En cuanto a los beneficios adicionales que se podría obtener del TLC con los
Estados Unidos, estos se vinculan principalmente con la generación de inversión y con el
fortalecimiento de las instituciones de los países de la región. El tratado proporcionará un marco
jurídico más firme que las desgravaciones arancelarias unilaterales de ambas partes, y esto
favorecerá la inversión en Centroamérica más allá de los efectos considerados anteriormente. Por
otra parte, la adopción de disciplinas comerciales y de manejo de inversiones y negocios con
estándares más elevados que los que los países de la región tienen hasta ahora, podría contribuir a
reformar positivamente la institucionalidad de los países y su capacidad de atraer inversiones.
3
Incluyendo el impacto de las migraciones y de las economías de escala.
4
Si bien estas estimaciones deben tomarse con mayor cautela que las anteriores, el modelo
proporciona una estimación razonable del orden de magnitud del efecto del tratado comercial en
Centroamérica.
xviii
Es importante señalar que entre las condiciones críticas para el desarrollo de la unión
aduanera, se encuentra la adopción de una política comercial externa común por parte de los
países miembros de la Unión. Esto quiere decir, en primer lugar, tener un arancel externo común.
Durante la última década si bien se ha avanzado en esa dirección la multiplicidad de tratados
comerciales y los procedimientos adoptados para negociar la apertura de mercados en el marco
de algunos de éstos ha generado de hecho aranceles múltiples por país según el origen de las
mercancías, situación que se replicaría en el tratado con los Estados Unidos y a futuro de seguirse
procesos similares con otros países o grupos de países. El tema requiere profundizarse para
conocer su complejidad y las estrategias que se pueden adoptar para converger al arancel común.
Para unificar las aduanas, por otra parte, se hace necesario definir cómo se utilizarán los
ingresos que estas recaudan. Aparte de los impuestos arancelarios un problema adicional es la
recaudación de impuestos internos que se lleva a cabo en las aduanas. Ello se debe a la debilidad
institucional de las agencias recaudadoras internas, inc luso cuando se les compara con las
aduanas. Esta realidad, cuya solución pasa por reformar las instituciones tributarias nacionales,
supone acciones importantes que será necesario llevar a cabo para minimizar una posible
reducción de los ingresos fiscales.
Los retos mencionados como condiciones para promover la unión aduanera hacen
evidente la complejidad del proceso. Estos retos apuntan hacia áreas críticas del desarrollo de
cada uno de los países, en las que, independientemente de la unión aduanera, todos tienen que
invertir para mejorar la calidad de su inserción en los mercados internacionales y promover el
desarrollo nacional. Desde esta perspectiva, el objetivo de promover la unión aduanera, y en
particular el logro de sus prerrequisitos, se funde con el impulso al desarrollo nacional.
El gran esfuerzo que los países de la región han llevado a cabo para abrir sus economías y
lograr una mejor inserción en la división internacional del trabajo requiere ahora un esfuerzo de
magnitud seme jante o incluso mayor, en varias direcciones claves.
De igual forma, es necesario completar las condiciones apropiadas para poder atraer y
concretar proyectos de inversión privada, nacional y extranjera, que aumenten la capacidad de
producción y generen empleo bien remunerado a la población, a la vez que promue ven y respetan
la utilización racional de nuestros recursos naturales. En este sentido los esfuerzos orientados a
campañas de promoción y atracción de inversiones, combinando esfuerzos nacionales con
esquemas regionales que provean sinergias y externalidades positivas, debe ocupar un espacio
importante en la configuración de la agenda futura.
Para que estas condiciones efectivamente generen empleo bien remunerado, es necesario
además invertir en las personas: desarrollar el capital humano altamente productivo que es
condición necesaria para generar puestos de trabajo con remuneraciones altas. Si no se logra
aumentar notablemente la inversión en cada uno de los países, será difícil concretar los beneficios
de las acciones que se han estado llevando a cabo por casi dos décadas en el campo comercial.
**********
La inversión es el elemento más importante para lograr crecer al ritmo que la nueva
integración comercial hace posible y unir el crecimiento con el bienestar social, la sostenibilidad
ambiental y el florecimiento de la democracia, que son los objetivos que la región se ha
propuesto. La inversión entendida como inversión en desarrollo social, en infraestructura, en
protección y desarrollo ambiental, en coordinación de políticas, y en mejores instituciones
regionales y nacionales.
Pero las conclusiones aquí reflejadas permean también el desafío de promover un amplio
proceso regional, con la participación de los distintos actores y sectores a los que corresponde ser
artífices y protagonistas de la nueva agenda centroamericana: sociedad civil, medios académicos,
círculos empresariales, partidos políticos, medios de comunicación, gobiernos e instituciones de
la integración. Creemos que las ideas y documentos que en el marco de este Estudio se han
elaborado, dan sustento para nutrir y enriquecer este proceso y abrir paso a una renovada agenda
de integración que apueste al futuro de Centroamérica: una apuesta por una región más dinámica
en su desarrollo, más equitativa y participativa, más democrática y menos vulnerable.
1
Capitulo I
En los años ochenta Centroamérica se vio envuelta en una de las crisis más profundas de su
historia. La combinación de una difícil situació n económica, la fragilidad de las nacientes
democracias en algunos de los países y los enfrentamientos armados en Guatemala, El Salvador y
Nicaragua, abarcaron en sus efectos a la región en su conjunto. Junto con el deterioro de la
situación socio-política, se produjeron graves tensiones entre los Estados que dañaron el proceso
de integración y ocurrieron movimientos migratorios masivos dentro y hacia el exterior de la
región.
La “década perdida” para toda la región latinoamericana se sumó a los grandes rezagos
históricos acumulados y a las raíces políticas, sociales y económicas de la situación
2
En ese marco, a principios de 1983 surgió una iniciativa latinoamericana para buscar
una solución pacífica a los conflictos centroamericanos, presidida por el Grupo de Contadora
—integrado por los gobiernos de México, Venezuela, Colombia y Panamá — al que más adelante se
sumó el Grupo de Apoyo, compuesto por Argentina, Brasil, Perú y Uruguay. Tales iniciativas
destacaban la estrecha vinculación entre la pacificación y la democratización, y la
interdependencia entre paz y desarrollo.
6
Además, estos mismos grupos participaron en el proceso de pacificación y democratización
y, posteriormente, en el fortalecimiento de la integración centroamericana.
7
SICA-SG (2001) “La Agenda de Transformación y Modernización de Centroamérica en el
Siglo XXI” (http://www.sgsica.org/).
3
Estos principios prevalecerán en todas las políticas, programas y actividades promovidas por los
Estados, individual y conjuntamente así como por la sociedad civil, en atención a que constituyen la
base de los objetivos y compromisos de interés común.
El desarrollo sostenible es un enfoque integral del desarrollo que demanda hacer esfuerzos
simultáneos en las cuatro áreas base de esta Alianza y avanzar en éstas de forma equilibrada.
Democracia (…)
Desarrollo Sociocultural (…)
Desarrollo Económico Sostenible (…)
Manejo Sostenible de los Recursos Naturales y Mejora de la Calidad Ambiental (…) “
Fuente: ALIDES, 1994
4
A partir del planteamiento global de ALIDES se han definido estrategias regionales para
el desarrollo centroamericano que contemplan, entre otras, la definición de agendas para la
competitividad y el desarrollo sostenible, la delineación de un nuevo modelo de desarrollo
regional y la definición de una agenda de transformación y modernización de Centroamérica.
Entre las más importantes destaca “La Agenda de Transfo rmación y Modernización de
Centroamérica en el Siglo XXI”, elaborada y presentada por la Secretaría General (SG-SICA) del
Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) ante el Grupo Consultivo Regional del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) en 2001. En esa ocasión, se presentaron 31 proyectos de
índole regional, que fueron el resultado del consenso entre los gobiernos, las agencias de
cooperación y las sociedades civiles de la región.
En el marco del presente proyecto Pablo Rodas Martini 9 analizó los planteamientos
anteriores con miras a identificar los elementos comunes, que tienden así a configurar una
estrategia regional, que ha pasado ya por varios tamices y sistematizó las principales líneas de
acción estratégicas en las que se converge, a su juicio, en cada uno de los cuatro ejes
contemplados en los documentos oficiales (económico, social, político y ambiental).
Cuadro 1
Eje Económico
/Continúa
8
Grupo Técnico Interinstitucional para el Plan Puebla -Panamá BCIE-BID-CEPAL (2001),
Conectividad de la propuesta regional de transformación y modernización de Centroamérica y del Plan
Puebla-Panamá (Informe f inal), Banco Interamericano de Desarrollo, 4 de mayo de 2001.
9
Rodas, P. “Análisis comparativo de las estrategias para dinamizar la integración en
Centroamérica: Una aproximación hacia una nueva agenda regional” Informe de Consultoría, Proyecto
SG-SICA/CEPAL, 2003.
6
Cuadro 1 (Conclusión)
Eje Social
Eje Político
Eje Ambiental
Fuente: Elaborado a partir de Rodas, P. “Análisis comparativo de las estrategias para dinamizar
la integración en Centroamérica: Una aproximación hacia una nueva agenda regional” Informe de
consultoría, Proyecto SG-SICA/CEPAL, 2003.
7
B. UN PROCESO EN MARCHA
Por otra parte, las reuniones de presidentes centroamericanos no se detuvieron tras el final
de Esquipulas: entre agosto de 1987 y abril de 1990 se llevaron a cabo siete reuniones “cumbre”.
La Cumbre de Antigua Guatemala de agosto de 1990 fue el inicio de las discusiones centradas en
la integración regional y abordó aspectos económicos, adoptando el Plan Económico para
Centroamérica (PAECA). Este foro de Presidentes de la región ha realizado 22 reuniones de
carácter ordinario y numerosos encuentros de carácter ext raordinario o informal.
De estas cumbres surgieron los acuerdos centroamericanos que renuevan los tratados
fundamentales de la integración de los sesentas y forman las bases jurídicas de la integración
regional de los noventas: el Protocolo de Tegucigalpa renovó la Carta Constitutita de la
Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) de 1951 y 1962, así como el Protocolo de
Guatemala al Tratado General de Integración Económica de 1960; además se firmaron el Tratado
de la integración Social aprobado en la decimosexta Cumbre de San Salvador en marzo de 1995 y
el Tratado Marco de Seguridad Democrática en la decimoséptima Cumbre de San Pedro Sula en
diciembre de 1995. Más recientemente los cinco países miembros del MCCA acordaron un
calendario para la confo rmación de una Unión Aduanera. 10
10
En el capítulo IV de este documento se describen en mayor detalle las características de este
acuerdo.
8
institucionalización del proceso de integración, está conformado ahora por ocho países miembros
(los cinco países del MCCA, Panamá y Belice y la República Dominicana).
Los acuerdos y tratados bajo los que funciona el SICA tienen las siguientes
características: i) están basados en la recuperación de la paz regional y tienen como objeto
fundamental la consolidación de un espacio de entendimiento regional que impida conflictos
futuros; ii) formalizan un modelo multidimensional que consagran las siguientes : política,
económica, ambiental, social y cultural; iii) constituyen un marco adecuado y con aportaciones
valiosas para el desarrollo regional, pues entre otras cosas, incorporan algunos de los principales
consensos sobre desarrollo gestados durante los años noventas en la comunidad internacional en
sus conceptos de desarrollo sostenible, desarrollo humano o seguridad humana y seguridad; iv)
constituyen una respuesta a las necesidades de los países de la región al integrar las dimensiones
sociales y medioambientales del proceso; v) buscan cubrir un vacío institucional importante con
la creación de la Corte Centroamericana de Justicia como órgano jurisdiccional regional; y v)
resuelve una carencia institucional con la creación del Comité Consultivo de la Integración
Centroamericana 11 como representación de la Sociedad Civil Organizada.
11
Caldentey, Pedro “Organización y funcionamiento Institucional del SICA. La Integración
Centroamericana Frente al Reto Institucional”. Informe de Consultor ía, Proyecto SG-SICA/CEPAL, p. 11,
2003.
12
Ibídem, p. 29.
13
Según el PNUD, las instituciones del SICA enfrentan una compleja agenda regional con el
seguimiento a más de 2.500 acuerdos presidenciales. La Secretaría General del SICA, en particular, debe
coordinar la acción de más de cuarenta instituciones de integración, con diversas competencias y recursos,
algunas de las cuales, como el BCIE o la SIECA, tienen una capacidad técnica y financiera mucho mayor.
14
Caldentey (2003), p. 14.
9
Hasta ahora, los avances políticos en la integración regional han tendido a ser de tipo
intergubernamental, es decir, las acciones han dependido del acuerdo entre los diferentes
gobiernos de los países integrantes. La profundización de la integración hacia un modelo con
mayor peso de órganos de tipo comunitario, según el cual se crean instancias comunitarias a las
que los gobiernos comparten parte de su soberanía, tal y como opera en el caso de la
Unión Europea, es aún un tema de debate en la región, como lo muestra el estudio realizado por
Caldentey para el presente proyecto. Según él, hay tres escenarios posibles para el desarrollo de
la institucionalidad centroamericana: el escenario intergubernamental, el escenario comunitario
(que el autor citado considera como el más apropiado para la región) y el escenario intermedio o
de transición.
En el caso del escenario comunitario, por otra parte, el marco institucional se hace
crecientemente más complejo porque la integración se hace más profunda. La Corte
Centroamericana de Justic ia y el Parlamento Centroamericano refuerzan su papel, ejercen
plenamente sus atribuciones y sus decisiones son oídas por los Estados Miembros. La Secretaría
General, las demás Secretarías y las instituciones del proceso ganan en capacidad técnica y de
propuesta, crecen en competencias y protagonismo y desarrollan las políticas comunes de la
integración en conjunto con los gobiernos nacionales. Administran, por ejemplo, la política
comercial común y los tratados comerciales internacionales. Eso hace necesaria una mayor
coordinación en el marco del Sistema.
Si bien Caldentey considera que los tratados y las posiciones públicas de los Estados
Miembros conducen progresivamente al escenario comunitario, en la práctica elementos de
ambos modelos coexistirían por un período que no es posible establecer a priori.
Los gobiernos, por otra parte, no siempre cuentan con capacidad interna idónea para llevar
adelante los desafíos y compromisos de la integración, por lo que en ocasiones los acuerdos no
10
reciben el seguimiento y apoyo interno que demandan. Este es otro reto que deberá ser
enfrentado en el futuro.
En el ámbito político, tenemos, pues, tres grandes vertientes en donde podemos ubicar las
potencialidades y las expectativas para la región:
1. Una integración basada en valores comunes que cohesiona y da vida a un proyecto orientado a la
sostenibilidad democrática, como factor interdependiente de paz y estabilidad. Es posible prever una
acción cada vez más activa de los órganos del sistema en la promoción de iniciativas tendientes a
fortalecer la institucionalidad regional en áreas claves como el poder judicial y el fortalecimiento general
del estado de derecho.
/Continúa
11
(Conclusión)
3. Una política exterior coordinada ejercida a nivel del SICA que ha permitido un diálogo regional
con importantes interlocutores alrededor del mundo, como la Unión Europea, los Estados Unidos, la
República de China, la Federación de Rusia, Japón, la República de Corea, Canadá, México, y la
Comunidad del Caribe (CARICOM).
Fuente: Herdocia, M. “Breve puntualización sobre los avances en materia política en el proceso de
integración” documento presentado a la reunión del comité asesor del proyecto CEPAL/SG-SICA, 2003.
2. El proceso “real”
Las estrategias mencionadas se ven permeadas por los efectos de la incorporación de cada
uno de los países centroamericanos a la OMC. Como consecuencia de este hecho, se lleva a cabo
una readecuación de la normativa comercial y la incorporación de nuevas disposiciones para
darle cumplimiento a los compromisos asumidos en ese marco multilateral. Las implicaciones de
este nuevo marco internacional no solo abarcan la revisión de los instrumentos jurídicos de la
integración regional, sino que han obligado a los países de la región a adoptar leyes generales
para la aplicación de los acuerdos de la OMC, o a constituir foros o grupos interministeriales de
apoyo a la implementación de los acuerdos, así como a la adopción de medidas para la
15
CEPAL “Los bloques comerciales regionales en América Latina y el Caribe: características
y efectos estáticos y dinámicos” (LC/MEX/R.736), México, D.F., 1999.
16
Monge, R. “El comercio de bienes y servicios entre los países centroamericanos en el
contexto de la apertura externa” Informe de consultoría, Proyecto SG-SICA/CEPAL, 2003.
12
Gráfico 1
3000
Millones de dólares
2500
2000
1500
1000
500
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 p/
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
17
Tampoco existen índices de precios regionales, por lo que las cifras en términos nominales
han sido deflactadas por el Índice de Precios al Productor de los Estados Unidos (Producer Price Index,
All Commodities, publicado por Bureau of Labor Statistics, serie WPU00000000, en http://data.bls.gov ),
para obtener así una aproximación a los valores en términos reales.
13
Gráfico 2
2500
2000
1500
1000
500
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 p/
Por otra parte, las importaciones también se incrementaron en el nivel regional, aunque
algunos países muestran reducciones o tasas de crecimiento muy bajas. Costa Rica es el país que
presenta las menores tasas de crecimiento de sus importaciones intrarregionales (gráfico 2).
El comercio recíproco sobrepasó los $3,000 millones en el año 2001 y representó el 28%
de las exportaciones totales (el nivel más alto alcanzado por un acuerdo de integración regional
en América Latina y el Caribe).
No obstante, debe destacarse que el comercio intrarregional total representa un 14% del
comercio de la región con los Estados Unidos, que en el 2002 alcanzó un monto de $21.268
millones.
18
PNUD Estado de la Región en desarrollo humano sostenible en Centroamérica, 2003.
http://www.estadonacion.or.cr/index.htm
19
Monge, H. Centroamérica: la sociedad civil, protagonista del proceso de integración.
Editorial ALOP-CECADE. Costa Rica, p. 75, 1999.
14
La década de los noventas y los años posteriores a ella han sido un período de grandes transformaciones en los
países centroamericanos. La paz y el inicio de la consolidación de regímenes políticos democráticos es sin duda el
logro más importante de esa década, y es además un producto fundamental de la decisión de los centroamericanos
de utilizar los vínculos intrarregionales para crear las condiciones que hicieron posible la paz.
La década se caracterizó además por la construcción gradual de una agenda regional comprometida con la
paz y la democracia, con el crecimiento económico, con el desarrollo social y con la sostenibilidad ambiental.
Poco a poco se avanzó desde el planteamiento de grandes objetivos y líneas de acción hacia la elaboración
de estudios, programas y proyectos cada vez más concretos, orientados por las grandes líneas establecidas en los
foros políticos. Pasos fundamentales en esa dirección fueron el Grupo Consultivo de Madrid, donde muchas de las
ideas se concretaron en proyectos específicos consensuados entre los gobiernos, las sociedades civiles y las
agencias de cooperación internacional; y el lanzamiento del Plan Puebla Panamá por parte del gobierno de México
y los países centroamericanos, que llevó a un mayor nivel de concreción los proyectos que estaban planteados,
ambos en el 2001.
Más allá de los retos y desafíos que la institucionalidad regional enfrenta, esta se fortaleció también en
estos años, a través de la creación del Sistema de la Integración Centroamericana (Protocolo de Tegucigalpa), del
remozamiento de la integración económica (Protocolo de Guatemala) y de un conjunto de otros acuerdos que han
dado pie a nuevas formas de organización, entre los que sobresale el Tratado Marco de Seguridad Democrática.
Los logros alcanzados son importantes, tanto en términos de construcción de consensos como en el impulso de
proyectos específicos y el desarrollo de marcos legales y regulatorios.
El comercio, la inversión y las migraciones intrarregionales, por otra parte, se han expandido
notablemente, como parte de un proceso “real” de integración que muestra los vínculos comerciales más fuertes de
cualquier otro acuerdo integracionista en América Latina.
El proceso de integración que se ha descrito en este capítulo no ha sido óbice para que se fortaleciera en
cada uno de los países un marco de apertura hacia el exterior, a través de reducciones arancelarias unilaterales y de
acuerdos comerciales con diversos países. En este contexto sobresalen los Estados Unidos como el principal socio
comercial (y fuente de inversiones) de cada uno de los países centroamericanos. También sobresalen las
migraciones que se dirigen al país norteamericano, aunque las migraciones intrarregionales son importantes entre
algunos países (como de Nicaragua a Costa Rica, y de Guatemala y El Salvador hacia Belice.
20
Para una descripción de algunos de estos vínculos véase el trabajo de Aitkenhead, R.
“Tendencias y características de las estrategias empresariales en el contexto del proceso de integración
económica centroamericana” Informe de Consultoría , Proyecto SG-SICA/CEPAL, 2003.
15
Capitulo II
¿DÓNDE ESTAMOS?
Este capítulo tiene como propósito describir la situación centroamericana actual, con una visión
de mediano plazo que arranca en la década de los noventa. 21 El diagnóstico busca enlazar las
grandes orientaciones de política y las agendas discutidas en el capítulo I con la evaluación de las
posibilidades y retos que se abren con miras al Tratado de Libre Comercio con los
Estados Unidos y el desarrollo de la unión aduanera centroamericana, que se analizan en el
capítulo III.
22
A. INSTITUCIONES Y DEMOCRACIA: LOS BENEFICIOS DE LA PAZ
La década de los noventa mostró un cambio radical con respecto a los ochentas en la región
centroamericana: en contraste con la situación anterior caracterizada por la presencia de guerras y
conflictos no resueltos, ausencia de procesos electorales legítimos y violaciones de los derechos
humanos, en la actualidad no existen conflictos armados en la región y todos los países clasifican
como democracias renovadas.
En el campo electoral, a inicios de los noventa, todos los países de la región contaban con
gobiernos civiles democráticamente electos y en todos ellos había ocurrido un traspaso pacífico
de gobierno a un opositor. Además, entre 1981 y 2002 se habían realizado 46 procesos
electorales, incluyendo elecciones presidenciales, municipales y de constituyentes: 14 en
Guatemala, 13 en El Salvador, 6 en Honduras, 5 en Nicaragua y 8 en Costa Rica.
Por otra parte, en los últimos diez años, en todos los países con ejército, el poder militar
quedó sujeto al poder civil. Esto fue posible mediante reformas constitucionales, que modificaron
21
En la elaboración de este capítulo se utilizó extensamente el estudio PNUD, 2003. Segundo
Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá, que es el esfuerzo más comprensivo que
se lleva a cabo para elaborar un diagnóstico intencional periódico con visión de conjunto de la región
centroamericana.
22
Este apartado se basa en lo s estudios contenidos en el libro de Rodríguez, Florisabel et al,
Con la herencia de la paz, San José, Editorial Fundación UNA – PROCESOS, 2003.
16
las relaciones cívico- militares e implicaron reducciones continuas en el gasto militar y el personal
reclutado. El gráfico 3 presenta el gasto militar por país en el período 1988 -2000. Nótese la gran
reducción en el gasto, que ha permitido liberar recursos para usos civiles: en Nicaragua pasó de
casi 9% del PIB a cerca de 1%; en El Salvador se redujo de casi 3% a menos de 1%, y en
Guatemala de más de 1,5% a menos de 1%. Si bien las cifras sobre gasto militar son en general
consideradas poco confiables, estas sugieren el orden de magnitud de los recursos que estuvieron
disponibles para otros usos en estos países.
Gráfico 3
3 10
8,7 9
2,5 8
2 7
Porcentajes
6
1,5 5
4
1 3
0,5 2
1
0 0
1988 1990 1992 1994 1996 1998 1999 2000
El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: PNUD, 2003. Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá.
Los datos de Nicaragua deben leerse en el eje vertical derecho; el resto de los países en el izquierdo.
En el ámbito jurídico todos los países han realizado cambios que incluyen desde reformas
constitucionales hasta modificaciones en los códigos penales y procesales penales. También se
reformaron leyes que rigen la estructura y funcionamiento del Poder Judicial y la policía, de
manera tal que la función jurisdiccional ha sido reconocida en las constituciones de todos los
países como un poder autónomo del Estado. El nombramiento de magistrados independientes del
Poder Ejecutivo, la existencia de una carrera judicial y la autonomía presupuestaria son otros
elementos esenciales que se han implantado para aumentar la independencia judicial.
A nivel de la protección de los derechos humanos, todos los países de la región cuentan
ahora con organismos públicos de defensa de los habitantes, con creciente autonomía y solidez
institucional.
Gráfico 4
-2.0
-3.0
-4.0
-5.0
Fuente: CEPAL, con base en cifras oficiales.
Cuadro 2
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Costa Rica 3,9 2,6 9,2 7,4 4,7 3.9 0.9 5.6 8.4 8.2 1.8 1.1 3.0 5.3
El Salvador 4,8 3,6 7,5 7,4 6,1 6.4 1.7 4.2 3.7 3.4 2.2 1.7 2.1 2.0
Guatemala 3,1 3,7 4,8 3,9 4,0 4.9 3.0 4.4 5.0 3.8 3.6 2.3 2.2 2.4
Honduras 0,1 3,3 5,6 6,2 -1,3 4.1 3.6 5.0 2.9 -1.9 5.7 2.6 2.5 3.2
Nicaragua -0,1 -0,2 0,4 -0,4 3,3 4.3 4.8 5.1 3.7 7.0 4.2 3.0 1.0 2.3
Centroamérica 2,4 2,6 5,5 4,9 3,4 4.7 2.8 4.9 4.8 4.1 3.5 2.1 2.2 3.0
Cuadro 3
(Porcentajes)
País 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Costa Rica 19,0 28,7 21,8 9,8 13,5 23,2 17,5 13,3 11,6 10,0 11,0 11,0 9,7 10,3
El Salvador 24,0 14,4 11,2 18,5 10,6 10,0 9,8 4,5 2,5 0,5 4,3 1,4 1,4 2,6
Guatemala 41,0 35,1 10,2 13,4 12,5 8,4 11,1 9,2 6,6 4,9 5,1 8,9 6,3 n.d
Honduras 23,3 34,0 8,8 10,7 21,7 29,5 23,8 20,2 13,7 10,9 10,1 8,8 7,7 7,5
Nicaragua 7,485,2 2,945,1 23,7 20,4 7,8 10,9 11,6 9,2 18,5 7,2 9,9 4,7 4,2 6,0
Por otra parte, si bien el crecimiento logrado ha permitido mantener, en la mayoría de los
países de la región, los niveles de producto por persona, en los últimos años se evidencian
dificultades para que la economía continúe creciendo al menos al ritmo de crecimiento de la
población. Para el año 2003 se estima una situación similar a los años anteriores, aunque hay
indicios de que se estaría saliendo del estancamiento de los dos años anteriores.
20
2. ¿Convergencia macroeconómica?
La realidad, sin embargo, muestra dificultades para concretar esas aspiraciones: a pesar de
la reducción relativa de disparidades en los ritmos de crecimiento de los países y de la estabilidad
lograda en cada uno de ellos, no se ha logrado reducir la desigualdad de ingreso entre ellos.
Como puede verse en el gráfico 5, en lugar de que los productos por habitante de los países de la
región tiendan a aproximarse entre sí y hacia los niveles más elevados, más bien parece que se
han conformado tres grupos: uno de ingreso por habitante más alto compuesto por Costa Rica;
uno de ingreso por habitante intermedio integrado por El Salvador y Guatemala; y uno de ingreso
por habitante bajo, donde están Honduras y Nicaragua.
Gráfico 5
(Dólares de 1995)
4000
3500
3000
2500
Dólares
2000
1500
1000
500
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002/p
Preocupa aún más que al mirar hacia delante, considerando variables clave para el
desarrollo futuro en el contexto de la actual era de globalización creciente, estas proyecciones
parecieran tender a mantenerse. Así, por ejemplo, la preparación de los países centroamericanos
para beneficiarse de la revolución de las tecnologías de información y comunicaciones tiene un
orden semejante —y brechas parecidas— a las que tiene el PIB por habitante, tal como se
muestra en el Networked Readiness Index elaborado por el Centro para el Desarrollo
Internacional de la Universidad de Harvard: en una muestra de 75 países, las naciones
centroamericanas aparecen en las siguientes posiciones: Costa Rica, 45; El Salvador, 55;
Guatemala, 68; Nicaragua, 69; Honduras, 72. Nótese sin embargo que Guatemala, en este
ordenamiento, se encuentra más cerca de Nicaragua y Honduras que de El Salvador.
21
4) Las tasas de interés reales en Centroamérica exceden las tasas del mercado
internacional, particularmente a partir de 1994. Sólo en Costa Rica, Honduras y El Salvador la
tasa real pasiva ha convergido hacia la meta de 10% o menos.
7) En cuanto al crit erio de la deuda pública por debajo del 60%, a Nicaragua
le ha sido imposible converger hacia esa meta, y ha presentado niveles de endeudamiento
superiores al 100% a partir de 1997.
Gráfico 6
CONVERGENCIA MACROECONÓMICA
DPT/PIB P^
MRM
1994-2003
1983-1993
RSP/PIB iR
RCC/PIB ITCER/USA
RIN/BM
Fuente: CMCA.
Nota: Las siglas indican las metas con respecto al producto interno bruto (PIB), la tasa anual
máxima de inflación (P^), la tasa de interés real (iR), el índice de tipo de cambio real efectivo
(ITCER/USA), la razón entre las reservas netas del banco central a la base monetaria (RIN/BM),
el déficit en cuenta corriente máximo con respecto al PIB (RCC/PIB), el déficit fiscal respecto al
PIB (RSP/PIB) y deuda pública máxima también con respecto al PIB (DPT/PIB.
23
Excluyendo República Dominicana.
23
Primero, gran parte de la oferta exportable está constituida por productos de la industria
textil y de la confección, bajo la modalidad de maquila. Para el mercado estadounidense este tipo
de producto constituye el 59% de las exportacio nes de la región. El desarrollo de la maquila textil
ha jugado un papel fundamental en la generación de ingresos y empleo, y es de esperar que
continúe creciendo en los próximos años, a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre
Comercio con los Estados Unidos. La competencia mundial, sin embargo, aumentará en la
próxima década, en especial al vencer el Tratado de Textiles y Vestuario y al aumentar la
participación de China en los mercados internacionales.
Tercero, es importante tener presente que desde mediados de la última década, las
exportaciones, si bien crecen, han perdido dinamismo, en parte quizás por el mismo ciclo
económico norteamericano.
24
Gráfico 7
40.0
35.0
30.0
25.0
20.0
15.0
10.0
5.0
0.0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002/p
Cuadro 4
(Porcentajes)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Costa Rica 23,7 20,9 27,8 27,2 27,3 29,7 31,9 32,9 39,3 41,6 36,4 30,1 31,2 34,6
El Salvador 14,2 11,1 10,1 15,0 15,5 17,5 17,4 22,0 20,6 20,4 22,6 20,9 21,1 21,4
Guatemala 16,3 13,7 13,2 12,8 13,0 14,7 14,2 14,6 14,7 15,2 16,0 13,6 11,3 11,3
Honduras 29,4 27,8 25,1 29,0 32,5 34,9 40,6 39,6 39,7 32,7 34,5 30,7 29,5 30,0
Nicaragua 30,7 18,3 12,5 15,6 19,5 26,8 26,7 32,4 31,4 28,3 30,2 28,6 28,0 27,4
Centroamérica
22,9 18,4 17,8 19,9 21,6 24,7 26,2 28,3 29,1 27,6 27,9 24,8 24,2 24,9
(MCCA)
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales
Tanto al inicio de la década de los noventas como en los inicios del siglo XXI, los
principales mercados de las exportaciones centroamericanas son los Estados Unidos, el Mercado
Común Centroamericano y la Unión Europea: cerca del 80% de sus exportaciones se hicieron a
esos tres grupos. A pesar de que el principal comprador de estos productos ha sido los
Estados Unidos (alrededor del 40% de ellas tiene este destino), el mercado que más importancia
ha ganado en este período es el mismo mercado intrarregional.
25
Gráfico 8
Otros
EUA Otros
22%
37% 20% EUA
39%
Unión Europea
Unión Europea
13%
24%
MCCA
17% MCCA
28%
Fuente: Sistema de Estadísticas de
comercio de Centroamerica, SEC
Nota: 2001 son cifras preliminares
Gráfico 9
7000.0
Privada
6000.0
Millones de dólares
5000.0
4000.0
3000.0 Pública
2000.0
1000.0
0.0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002/p
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales.
Al observar la inversión como porcentaje del PIB, se aprecia que esta ha tendido a
mantenerse relativamente estable en cada uno de los países, con una leve tendencia al aumento.
Aún así, la inversión en Centroamérica se mantiene en niveles bajos comparados con los
estándares mundiales y ante el hecho de que la inversión es el factor dinámico más importante en
el crecimiento de estos países (donde el aumento de la productividad es débil y la acumulación de
capital humano también).
Gráfico 10
30.0
25.0
20.0
15.0
10.0
5.0
0.0
1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002/p
MCCA
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales.
27
Cuadro 5
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Costa Rica 19,3 17,9 21,0 22,2 21,5 19,6 17,4 20,6 24,0 18,7 18,1 22,6 23,7 21,2
El Salvador 13,9 15,7 18,7 19,2 20,6 22,3 17,1 17,5 20,7 19,2 19,3 20,0 19,3 19,2
Guatemala 9,1 10,7 13,3 12,0 11,7 11,1 9,1 10,5 13,6 12,9 12,9 13,4 15,0 14,1
Honduras 21,2 24,3 25,8 31,4 34,3 33,5 30,7 31,5 31,3 34,2 31,0 28,4 28,3 31,5
Nicaragua 17,6 20,4 22,0 25,0 29,8 29,9 36,7 30,6 28,4 28,5 26,3
Fuente: CEPAL, 2003. Balance Preliminar 2003.
Gráfico 11
3000.0
Millones de dólares de 2002
2500.0
2000.0
1500.0
1000.0
500.0
0.0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 p/ 2003 e/
Gráfico 12
6.00
5.00
4.00
Porcentajes
3.00
2.00
1.00
0.00
90
92
94
95
97
99
01
91
93
96
98
00
/e
/p
03
19
19
19
19
19
19
20
19
19
19
19
20
02
20
20
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales. Centroamérica (MCCA)
Cuadro 6
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Costa Rica 2,85 2,49 2,64 2,56 2,82 2,88 3,60 3,17 4,34 3,92 2,56 2,77 3,93 2,67
El Salvador 0,04 0,48 0,28 0,24 0,40 0,53 9,20 1,83 1,32 1,81 1,46 0,93
Guatemala 0,62 0,96 0,90 1,25 0,50 0,51 0,49 0,48 3,47 0,84 1,19 2,17 0,47 0,42
Honduras 1,43 1,70 1,39 0,76 1,01 1,26 2,23 2,71 1,88 4,37 4,84 3,08 2,18 3,15
Nicaragua 2,48 2,34 2,09 2,25 4,11 5,05 8,79 8,88 13,56 11,01 5,94 7,93 9,03
Centroamérica
(MCCA) 1,23 1,62 1,51 1,38 1,65 1,83 2,84 3,14 5,55 4,91 4,18 3,15 3,19 3,24
Fuente: CEPAL sobre la base de cifras oficiales.
30
El crecimiento en las economías no se reflejó en una reducción en las tasas de desempleo abierto
de la región: éstas tendieron a mantenerse en niveles similares en todos los países durante la
década, y reflejaron una insuficiente capacidad de absorción laboral por parte de los sectores más
dinámicos de la economía.
Los datos de CEPAL para las áreas urbanas de los países de la región muestran, sin
embargo, una tendencia a la reducción de este indicador en Honduras y leves movimientos, que
en los años más recientes tienden al incremento, en el resto de los países.
Gráfico 13
20
18
16
14
12
Porcentajes
10
8
6
4
2
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Más que el desempleo abierto, sin embargo, el principal problema en materia laboral de la
región es el subempleo y en general la calidad del empleo. La concentración del empleo en
actividades informales es una tendencia muy marcada: en el año 2000, el empleo informal en
sectores no agropecuarios constituyó la opción laboral para aproximadamente el 40% de la
población ocupada de la región. Este tipo de ocupación está generalmente asociado con
actividades de baja productividad, bajos ingresos y condiciones laborales inadecuadas,
incluyendo la exclusión de la seguridad social.
31
Por países hay diferencias importantes. Costa Rica lograron que más de la mitad de los
empleos generados fueran formales, seguida por El Salvador, con cuatro de cada diez empleos
formales. La generación de empleos formales fue muy baja en los demás países, especialmente en
Nicaragua, donde solamente uno de cada diez nuevos empleos fue formal.
Gráfico 14
50
Porcentajes
40
30
20
10
0
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Se estima que los países centroamericanos generaron en conjunto, como promedio para la
década de los años noventas, 506.000 empleos anuales; sin embargo, solamente 153.000 de ellos
fueron formales, mientras que 265.000 fueron informales no agropecuarios y 88.000
agropecuarios. Esto significa que, en la región en su conjunto, de cada diez empleos generados en
ese período, solamente tres fueron formales.
2. Pobreza y desigualdad
En parte como resultado de la situación del empleo en la región, la contribución del crecimiento a
la reducción de la pobreza fue débil durante la década. Los ingresos laborales de los trabajadores
del sector informal y de los ocupados agropecuarios, son bastante menores que los de los
empleados en actividades formales, como ilustra el gráfico 15, lo cual evidenc ia que la incidencia
de la pobreza como insuficiencia de ingresos es mayor en los hogares de los ocupados en los
sectores informal no agropecuario y agropecuario.
Gráfico 15
CENTROAMÉRICA: INGRESOS LABORALES PROMEDIO DE LA
POBLACIÓN OCUPADA POR PAÍS Y POR SECTOR
600
500
400
Dólares
300
200
100
0
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Honduras es el país que muestra una mayor incidencia de la pobreza total (de 78,7% en
1991; 71,6% en 2002); seguido por Guatemala (62,8% en 1989; 52,6% en 2000). Nicaragua y
El Salvador muestran una incidencia apenas menor al 50% en 1998. Finalmente en Costa Rica el
22,9% de la población costarricense se encuentra en esa condición en el año 2001.
Cuadro 7
En este contexto de desigualdad son las mujeres de la región quienes han sentido el mayor
impacto. El índice de desarrollo relativo al género (IPG), que mide las oportunidades de las
mujeres, y refleja las desigualdades en tres esferas: participación política, participación económica
y poder sobre los recursos económicos, señala que la brecha más importante en la región se encuentra
en el nivel de ingreso por habitante, que representa menos del 50% del ingreso de los hombres. La
diferencia también es importante en las tasas de alfabetismo, especialmente en Guatemala.
Por otra parte, gran parte del empleo informal está conformado por mujeres, la mitad de
las cuales se insertan como trabajadoras por cuenta propia y registran una mayor incidencia de la
pobreza que la correspondiente al total de trabajadores en el sector informal. En el 2000, el 59,2%
de las personas que trabajaban en este sector eran mujeres.
3. Migraciones
Fuera de la región, los principales destinos migratorios son los Estados Unidos y México.
Los inmigrantes centroamericanos en esos países provienen especialmente de El Salvador,
Guatemala y Honduras. En la actualidad se estima que residen en los Estados Unidos más de un
millón y medio de salvadoreños, un millón de guatemaltecos, 800 mil nicaragüenses y 500 mil
hondureños, aunque los datos varían según la fuente que se utilice. Las remesas generadas por la
inmigración se quintuplicaron en la última década, superando a partir del año 2000 los 3 mil
millones de dólares y constituyendo más del 5,3% del PIB de la región, cifra superior, por
34
ejemplo, al total del comercio intrarregional. La importancia de tales remesas ha sido crucial para
mantener la estabilidad macroeconómica en El Salvador, Honduras y Nicaragua, y
crecientemente en Guatemala.
Las remesas han tenido también un notable efecto social no solo para apoyar la capacidad
de consumo y nivel de vida de los receptores sino crecientemente –especialmente en el caso de El
Salvador—como fuente complementaria para el impulso de proyectos de desarrollo local y
comunitario. El papel de las remesas en la agenda regional como fuente de recursos externos
ocuparía por tanto un espacio de creciente atención.
En la última década y especialmente en los años más recientes se han planteado reformas en
todos los países, especialmente en el ámbito de la educación básica y técnica.
Persisten, sin embargo, altos niveles de población analfabeta en la región: en el año 2000
el 21,7% de los centroamericanos entre los 15 y 64 años no tenía ningún grado educativo y una
cuarta parte solamente contaba con estudios primarios incompletos, situación más pronunciada
entre las mujeres. En esta población, la incidencia de la pobreza supera al 60%.
D. SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
A pesar de los cambios en la oferta exportable y el dinamismo mostrado por algunos productos
industriales en ésta, las economías centroamericanas todavía dependen, en gran medida, de su
base de recursos naturales. Se estima que los bienes y servicios ambientales que provee el
patrimonio natural explican el 50% del PIB y un 65% de sus exportaciones.
1. Recursos forestales
Algunos análisis sobre la capacidad de uso del territorio, evidencian que en Guatemala,
El Salvador, Nicaragua y Costa Rica se ha sobrepasado la capacidad de uso en pastos. Por otra
parte, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua han superado la capacidad de uso en
cultivos. Además, todos los países de la región, con excepción de Costa Rica, han sobrepasado su
capacidad de uso de los bosques.
Nicaragua es el país que presenta las más altas tasas de deforestación y degradación del
territorio en Centroamérica.
Cuadro 8
CENTROAMÉRICA: CAMBIOS EN EL USO DEL TERRITORIO POR PAÍS
1990- 2001
Superficie
clasificada en Cultivos Pastos Bosques a/ Otros usos
uso del suelo
1990 2001 1990 2001 1990 2000 1990 2001
(Miles de hectáreas)
Centroamérica 41,350 7,139 6,939 11,785 12,059 16,128 13,600 6,298 8,752
Costa Rica 5,106 510 525 2,330 2,340 2,126 1,968 140 273
El Salvador 2,072 810 910 640 794 193 121 429 247
Guatemala 10,843 1,785 1,905 2,500 2,602 3,387 2,850 3,171 3,486
Honduras 11,189 1,820 1,428 1,500 1,508 5,972 5,383 1,897 2,870
Nicaragua 12,140 2,214 2,171 4,815 4,815 4,450 3,278 661 1,876
En los noventa, los países realizaron grandes esfuerzos por la conservación de estos
recursos naturales, que se reflejan en un acelerado aumento en el número y extensión de las áreas
protegidas declaradas: solamente entre 1998 y 2002 el número de áreas protegidas se incrementó
en un 41% y actualmente casi el 25% del territorio regional se encuentra en áreas protegidas.
Costa Rica, El Salvador y Nicaragua, sin embargo, mostraron una reducción en el porcentaje de
la superficie nacional bajo protección.
36
Cuadro 9
2. Recursos hídricos
La región cuenta con 23 cuencas internacionales o compartidas en las que se concentra el 40%
del territorio centroamericano e incluyen 191,449 km2 de bosques, humedales, acuíferos y
manglares. En general, las partes altas de las cuencas hidrográficas están formadas por acuíferos
volcánicos, los cuales abastecen de agua potable al 75% de la población centroamericana.
El reto del manejo de este recurso en Centroamérica está asociado a una mejor forma de
capturar y canalizar el agua de consumo humano, agricultura o generación eléctrica, así como con
la reducción de la contaminación, puesto que la mayoría de las fuentes y las aguas superficiales
se encuentran amenazadas o se han convertido en depósitos de los desechos y residuos generados
por los asentamientos humanos y las actividades industriales y agrícolas.
Centroamérica posee un mar territorial con una extensión diez veces mayor a su extensión
terrestre, en los que se aloja gran cantidad de arrecifes y variedad pesquera.
De acuerdo con las evaluaciones hechas por CEPAL de estos fenómenos y el Estado de la
Región, las condiciones que caracterizan la vulnerabilidad a los desastres actualmente incluyen,
entre otras, una alta concentración de la población pobre en zonas marginales y ambientalmente
inseguras, sin posibilidad de enfrentar o amortiguar las consecuencias de los eventos; la
inestabilidad de muchos ecosistemas y su poca resistencia frente a extremos naturales; la
migración nacional e internacional y la exposición de los migrantes pobres a condiciones
inseguras.
5. Gestión ambiental
La reducción de la vulnerabilidad frente a los desastres es una de las áreas en las que más
se ha avanzado. En 1993 se creó el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres
Naturales en América Central (CEPREDENAC), que forma parte del Sistema de Integración
Centroamericana (SICA). Ese mismo año fue ratificado por la Reunión de Presidentes el Plan
Regional Quinquenal de Reducción de Desastres (PRRD) como mecanismo a través del cual los
gobiernos de la región plantean sus políticas, prioridades y acciones de prevención y mitigación
de los desastres.
En este capítulo se evidencia el gran avance que los países centroamericanos han logrado a partir de la firma
y puesta en ejecución de los acuerdos de paz a inicios de la década de los noventas. La institucionalidad
política se ha transformado para dar espacio a diversas formas de participación de la ciudadanía, y en
especial a través del fortalecimiento de la representación política a través de los sistemas electorales. Las
principales instituciones de los nacientes regímenes políticos (y de aquellos no tan nuevos que requieren
remozarse) han estado sometidas a procesos de reforma y transformación. El redimensionamiento a la baja
de los ejércitos ha permitido por su parte redirigir una parte importante de los recursos fiscales —alrededor
de un 2%— hacia usos civiles.
Las economías, por su parte, lograron retomar el crecimiento, si bien insuficiente, basado en un
papel creciente de las exportaciones, las remesas y la inversión privada extranjera, con un aporte débil de la
inversión pública, y contribuyeron a la reducción de la pobreza y el mantenimiento del desempleo en niveles
relativamente estables.
El crecimiento que se ha logrado perdió dinamismo en los últimos años de la década, en parte por
la pérdida equivalente que tuvo la economía de los Estados Unidos.
Los indicadores sociales y los que corresponden a la inversión social calzan también con esta
clasificación, permitiendo formular la hipótesis de que los tres grupos de países no solo no han tendido a
converger durante la última década (ni, para estos efectos, durante las anteriores), sino que no se están
desarrollando condiciones apropiadas en la región para que los niveles de ingreso por habitante se
aproximen.
Esto plantea un gran reto a los procesos de integración, pues cabe pensar que la convergencia es
una condición necesaria para la sostenibilidad de la integración en el futuro. Así, por ejemplo, lo han
pensado los países europeos, que crearon a en su momento, fondos especiales para financiar
prioritariamente el desarrollo de las zonas más atrasadas de la Unión Europea y promover así la
convergencia entre los países que forman la Unión.
En este sentido, las dificultades para cumplir las Metas del Milenio (incluidas en el Apéndice II-2
de este capítulo) confirman la preocupación sobre la magnitud de los desafíos que enfrenta la región.
39
APÉNDICE II-1
País 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Costa Rica
Porcentajes
PIB real (variación anual) 3,9 2,6 9,2 7,4 4,7 3,9 0,9 5,6 8,4 8,2 1,8 1,1 2,9 5,6
Inflación 19,0 28,7 21,8 9,8 13,5 23,2 17,5 13,3 11,6 10,1 10,2 11,0 9,7 10,3
Tasa pasiva real anual 6,5 3,8 0,6 -0,2 -0,1 0,9 3,9 2,2 3,5 7,3
Tasa activa real anual 18,4 17,3 10,8 7,4 8,2 9,6 14,3 12,6 10,2 14,2
Índice TCR efectivo de las
import. 1995=100 97,9 107,9 102,7 102,7 103,0 100,0 98,4 101,1 102,9 107,5 107,7 106,0
Inversión bruta interna 19,3 17,9 21,0 22,2 21,5 19,6 17,4 20,6 24,0 18,7 18,1 22,6 23,7 21,2
Ahorro nacional 13,4 14,6 14,6 12,5 14,2 16,6 11,9 11,6 13
Balance del sector público
no financiero -3,4 -2,4 -1,5 -1,5 -5,4 -3,5 -4,0 -2,9 -2,5 -2,2 -3,0 -2,9 -4,3 -2,8
Sector externo
Balance en cuenta
corriente -8,7 -1,4 -4,7 -7,0 -4,9 -3,0 -2,2 -3,7 -3,7 -4,3 -4,4 -4,6 -5,7 -5,6
Balance comercial
de mercancías -7,8 -2,8 -3,9 -6,7 -5,9 -2,8 -2,1 -3,9 -2,8 3,7 -1,3 -5,1 -7,6 -5,9
Balance comercial
de mercancías y
servicios -6,7 -0,6 -4,2 -6,1 -5,0 -2,3 -1,9 -2,8 -1,2 6,6 2,8 -0,6 -3,5 -1,6
Reservas
internacionales netas 9,8 10,0 9,1 9,2 7,4 9,3 8,0 7,0
Endeudamiento
público externo 55,6 45,6 38,4 32,8 30,8 27,8 24,1 20,6 21,2 20,1 20,5 20,4 19,8 20,9
/Continúa
40
(Continuación)
País 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
El Salvador
Porcentajes
PIB real (variación anual) 4,8 3,6 7,5 7,4 6,1 6,4 1,7 4,2 3,7 3,4 2,2 1,7 2,1 2,0
Inflación 19,3 9,9 19,9 12,1 8,9 11,4 7,4 1,9 4,2 -1,0 4,3 1,4 2,8 2,6
Tasa pasiva real anual -3,0 2,6 4,0 3,8 6,9 7,6 10,2 6,8 1,7 1,5
Tasa activa real anual 0,5 7,5 8,3 8,0 11,0 12,2 14,9 11,3 5,6 5,2
Índice TCR efectivo de las
import 1995=100 128,6 125,8 125,0 113,7 106,6 100,0 92,9 92,0 91,2 92,0 92,6 92,0
(Porcentajes del PIB)
Inversión bruta interna 13,9 15,7 18,7 19,2 20,6 22,3 17,1 17,5 20,7 19,2 19,3 20,0 19,3 19,2
Ahorro nacional 15,6 18,2 17,8 14,1 16 16,8 15,4 13,8 15,3
Balance del sector público
no financiero -1,2 -3,2 -3,3 -1,3 -0,7 -0,5 -2,0 -1,1 -2,0 -2,1 -2,3 -3,6 -3,1 -2,1
Sector externo
Balance en cuenta
corriente -5,7 -4,0 -3,6 -1,8 -0,2 -2,8 -1,6 -0,9 -0,8 -2,0 -3,3 -1,4 -2,7 -4,3
Balance comercial
de mercancías -14,6 -13,4 -17,7 -13,8 -14,3 -15,4 -12,1 -10,3 -10,9 -11,5 -13,2 -13,9 -13,6 -15,4
Balance comercial
de mercancías y
servicios -14,3 -13,6 -17,5 -14,6 -15,0 -16,7 -12,9 -11,6 -12,1 -13,0 -15,0 -16,1 -15,0 -16,7
Reservas internacionales
netas 8,8 7,1 8,6 10,5 13,2 15,4 13,8 13,5
Endeudamiento público
externo 45,7 41,7 43,1 28,4 25,4 22,8 24,4 24,2 22,0 23,6 21,6 22,8 27,9 30,3
Guatemala
Porcentajes
PIB real (variación anual) 3,1 3,7 4,8 3,9 4,0 4,9 3,0 4,4 5,0 3,8 3,6 2,3 2,2 2,4
Inflación 59,6 10,2 14,2 11,6 11,6 8,6 10,9 7,1 7,5 4,9 5,1 8,9 6,3 5,8
Tasa pasiva real anual -0,6 -2,5 -0,7 -3,0 -3,4 -1,3 2,6 4,0 1,4 -0,1
Tasa activa real anual 10,1 9,3 11,7 10,5 8,8 9,1 13,6 14,1 11,0 8,1
/Continúa
41
(Continuación)
País 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Índice TCR efectivo de las
import. 1995=100 125,3 111,6 111,1 112,5 106,7 100,0 96,4 91,3 91,8 105,0 107,8 104,6
(Porcentajes del PIB)
Inversión interna 9,1 10,7 13,3 12,0 11,7 11,1 9,1 10,5 13,6 12,9 12,9 13,4 15,0 14,1
Ahorro nacional 10,7 10,7 11,6 9,7 10,1 12,4 11,7 12,2 11
Balance del sector público
no financiero -2,1 0,0 0,0 -1,3 -1,4 -0,5 0,0 -0,8 -2,2 -2,8 -1,8 -1,9 -1,0 -1,6
Sector externo
Balance en cuenta
corriente -3,0 -2,0 -6,8 -6,2 -5,4 -3,5 -2,5 -3,6 -5,1 -5,5 -5,5 -6,1 -5,7 -5,2
Balance comercial
de mercancías -2,4 -4,0 -9,1 -8,0 -6,7 -6,0 -4,1 -5,3 -7,3 -7,6 -8,7 -11,1 -14,1 -13,6
Balance comercial
de mercancías y
servicios -3,2 -3,6 -9,2 -8,3 -7,2 -6,3 -4,9 -5,7 -8,1 -8,5 -8,9 -10,5 -13,6 -13,2
Reservas internacionales
netas 4,8 3,6 3,4 4,3 4,7 4,7 7,1 9,2
Endeudamiento público
externo 32,5 25,5 21,6 18,3 16,6 14,4 13,1 12,0 12,2 14,3 13,5 13,6 13,0 13,8
Honduras
Porcentajes
PIB real (variación anual) 0,1 3,3 5,6 6,2 -1,3 4,1 3,6 5,0 2,9 -1,9 5,7 2,6 2,4 3,0
Inflación 36,4 21,4 6,8 12,7 29,1 26,9 25,2 12,7 15,7 11,0 10,1 8,8 8,1 7,5
Tasa pasiva real 0,9 -7,9 -13,6 -5,7 0,9 4,5 6,9 4,5 2,1 2,7
Tasa activa real 10,3 2,8 -2,0 4,9 9,9 15,0 16,6 14,3 12,9 13,9
Índice TCR efectivo de las
import. 1995=100 90,4 93,9 93,4 102,3 112,6 100,0 102,3 96,4 88,1 85,3 82,5 80,5
(Porcentajes del PIB)
Inversión interna 21,2 24,3 25,8 31,4 34,3 33,5 30,7 31,5 31,3 34,2 31,0 28,4 28,3 31,5
Ahorro nacional 19,2 21,9 27,2 24,3 26,3 26,8 28,2 26,8 24,2
/Continúa
42
(Continúa)
País 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Balance del sector público
no financiero -7,2 -4,2 -6,9 -9,9 -7,0 -4,2 -3,8 -3,0 -1,2 -4,3 -5,8 -5,9 -5,2 -5,8
Sector externo
Balance en cuenta
corriente -6,1 -7,0 -8,7 -8,8 -10,0 -5,1 -8,2 -3,6 -2,4 -4,4 -4,1 -4,6 -3,7 -6,7
Balance comercial
De mercancías -0,4 -2,3 -4,4 -5,8 -7,3 -3,6 -7,0 -4,1 -5,8 -13,9 -11,1 -13,4 -13,2 -16,4
Balance comercial
de mercancías y
servicios -3,1 -4,0 -5,6 -7,8 -9,3 -5,5 -8,1 -5,7 -7,7 -15,0 -14,2 -16,7 -15,7 -19,5
Reservas internacionales
netas 1,8 5,0 9,1 14,2 17,1 25,3 25,2 25,4
Endeudamiento público
externo 117,3 112,1 103,5 109,8 117,7 107,1 101,0 86,4 83,7 87,2 79,4 74,6 75,2 73,0
Nicaragua
Porcentajes
PIB real (variación anual) -0,1 -0,2 0,4 -0,4 3,3 4,3 4,8 5,1 3,7 7,0 4,2 3,0 1,0 2,3
Inflación 8,509,1 2,684,7 24,0 14,8 8,5 10,9 11,6 9,2 13,0 11,2 11,5 7,4 4,0 5,1
Tasa pasiva real -7,2 3,8 0,0 0,0 2,0 -1,9 -0,9 -1,9 4,5 4,5
Tasa activa real 0,0 11,6 7,9 7,5 9,7 7,8 9,8 8,8 10,5 13,8
Índice TCR efectivo de las
import. 1995=100 80,0 84,4 84,9 82,3 95,3 100,0 101,6 105,8 105,3 106,7 105,3 103,1
(Porcentajes del PIB)
Inversión interna 17,6 20,4 22,0 25,0 29,8 29,9 36,7 30,6 28,4 28,5 26,3
Ahorro nacional -33,6 -31,1 -18,6 -19,6 -16,0 -10,4 -7,8 -2,9 -6,6
Balance del sector público
no financiero -19,3 4,2 -3,4 -0,2 -6,0 -2,5 -4,8 -2,0 -0,6 -3,8 -6,2 -10,0 -8,6 -10,9
Sector externo
Balance en cuenta
corriente -47,3 -50,4 -63,0 -46,2 -51,2 -42,8 -45,9 -47,1 -39,6 -49,3 -38,0 -36,5 -34,2 -30,5
/Continúa
43
(Conclusión)
País 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Balance comercial
de mercancías -22,5 -23,4 -32,0 -21,1 -24,3 -21,2 -27,7 -37,3 -36,2 -48,4 -37,9 -35,2 -35,5 -33,9
Balance comercial
de mercancías y
servicios -28,7 -29,1 -36,0 -24,9 -27,5 -26,6 -34,0 -41,3 -40,3 -53,9 -42,9 -40,2 -41,1 -39,4
Reservas internacionales
netas 6,0 4,7 11,5 23,7 19,1 16,8 13,2 9,3
Endeudamiento público
externo 995,6 609,8 602,0 574,4 656,4 558,5 317,4 304,9 304,0 175,0 168,5 159,7 158,9 157,3
p/ cifras
preliminares
e/ cifras estimadas
Fuente: Elaboración propia con base en cifras oficiales de la CEPAL.
Nota: En el caso de Nicaragua a partir de 1999 las cifras de endeudamiento público externo reflejan el efecto de un cambio en la metodología de
contabilidad y de base del PIB.
44
APÉNDICE II-2
24
CENTROAMÉRICA HACIA LAS METAS DEL MILENO
24
En este apéndice se incluye también información sobre Panamá, que no es parte activa del
MCCA.
45
a) Las diferencias de género son evide ntes, así como la capacidad del mercado para absorber
la mano de obra calificada, el ritmo de in corporación de las mujeres a la actividad económica no
fue homogéneo. Hacia el 2000, en Costa Rica la tasa de desempleo entre la Población
Económicamente Activa para las mujeres entre 25 a 59 años fue de 4,4 en 1990 y aumentó a 5,1
en 1999 y fue comparativamente mayor con respecto a la de los varones. En Nicaragua al igual
que en Costa Rica la incorporación de las mujeres es menos afortunada que la de los hombres y la
tasa de desempleo se incrementó de 9,1 en 1993 a 9,9 en 1998. Panamá, mostró una leve mejoría
en la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo al reducirse la tasa de desempleo de 14,9
en 1989 a 12,4 en 1999. En El Salvador la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo fue
más favorable que para los hombres, la tasa de desempleo femenina osciló en 3,2 durante toda la
segunda mitad de la década de los noventa. En Guatemala la situación fue muy positiva, la tasa
de desempleo se redujo de 2,4 en 1989 a 1,5 en 1998. En Honduras el comportamiento fue
similar, la tasa cayó de 4,2 en 1990 a 2,8 en 1999.
b) En las zonas urbanas, las niñas abandonan la escuela con menor frecuencia que los niños,
progresan a la largo del ciclo escolar con meno r repetición. En cambio, en las zonas rurales, las
mujeres por regla general tienden a abandonar la escuela más tempranamente que los hombres,
particularmente durante los primeros años de primaria, y en el caso de Guatemala un porcentaje
mayor de niñas no ingresa al sistema o lo abandona sin completar el primer grado. Para 1999, en
el ámbito rural en este país la tasa de mujeres entre los 15 y 19 años de edad que no ingresaron al
sistema educativo fue de 29,5, comparada con los hombres que es de 18,8. Para este mismo año
en Costa Rica no existe diferencia a este respecto esta tasa es de 0,5; para El Salvador es del 10,7
Honduras el 7,7, Nicaragua de 20,2 y Panamá de 1,8.
46
Capitulo III
La crisis económica y política que afectó a la región en la década de los ochenta dio paso en los
años noventa a la construcción gradual de un nuevo estilo de desarrollo en los países y en la
región en su conjunto. Un eje central de este nuevo modelo es lo que se ha dado en llamar el
regionalismo abierto. 25 Se trata de una estrategia que busca aprovechar tanto las ventajas de una
vinculación creciente a la economía mundial, como las oportunidades que ofrece la integración
entre los países de la región. Así, en contraste con la integración que floreció a partir de los años
sesentas, basada en la sustitución de importaciones al interior del Mercado Común
Centroamericano, ahora se trata de una integración que también busca apoyar los esfuerzos de
cada país para integrarse mejor a la economía mundial.
Los principales hitos de este proceso incluyen la adhesión de cada uno de los países al
Tratado General de Aranceles y Comercio (GATT) en la década de los ochentas, la reducción
gradual y unilateral de los aranceles de acuerdo con las posibilidades de cada uno de los países, y
la negociación y firma de tratados de libre comercio entre los países de la región y otros en los
años noventas y en el nuevo milenio: Canadá, México, Chile, República Dominicana y Panamá.
Debe también mencionarse como parte consistente con este proceso la incorporación al SICA de
Belice y, más recientemente, de la República Dominicana, lo que fortalece en términos políticos
el proceso y las posibilidades de acción conjunta de cada uno de los participantes en la
integración regional.
25
CEPAL, “El Regionalis mo Abierto de la CEPAL” Pensamiento Iberoamericano N° 26, julio-
diciembre, Madrid, España, 1994.
47
El cumplimiento de los acuerdos de la Ronda Uruguay debería culminar en el año 2004. En ese
contexto, Hertel 26 analizó los posibles efectos de una nueva fase de liberalización a partir de la
finalización del cumplimiento de la Ronda. Su trabajo incluye la fase final del Tratado de
Textiles y Vestido y la liberalización de la agricultura y los servicios (empresariales, financieros
y de construcción) junto al resto de la manufactura. 27
Sus principales conclusiones son que la liberalización de las manufactur as explica tres
cuartas partes del aumento esperado —de 20%— en el comercio mundial. En términos de
ganancias de bienestar, 47% provienen de la liberalización agrícola, 37% de la de manufacturas,
y 16% de la de servicios. Los países en desarrollo se benefician más de la liberalización de las
manufacturas, y los países de ingreso alto de la agricultura y los servicios. En términos globales,
los países en desarrollo tendrían un beneficio relativo mayor que los desarrollados —un 42% del
total, cuando su participación en el ingreso mundial es solamente 22%—:
26
Hertel. T. “Potential Gains from ReducingTrade Barriers in Manufacturing, Services and
Agriculture”. Federal Bank Reserve of St. Louis Review, 82: 77–99, 2003.
27
El análisis se basa en un modelo computable de equilibrio general con supuestos de
competencia perfecta y rendimientos constantes en actividades productivas para la economía mundial, en
donde se analiza las contribuciones potenciales de la liberalización de los servicios, la agricultura, y las
manufacturas en el comercio.
48
Gráfico 16
Fuente: Hertel TW. “Potential gains from reducing trade barriers in manufacturing, services and
agriculture” Federal Reserve Bank of St. Louis Review, 82: 77–99, 2000.
http://research.stlouisfed.org/publications/review/00/07/ 0007th.pdf
Por otro lado, estos resultados también sugieren que los beneficios económicos del tratado
de libre comercio entre los Estados Unidos y Centroamérica tenderán a concentrarse en este
último grupo, y que el efecto sobre el primero serían peque ños, aunque como señalan Agosín y
Rodríguez:
“Tampoco debe pensarse que un TLC con América Central es de interés comercial menor
para los Estados Unidos. El TLC le permitirá a los Estados Unidos mejorar el acceso para sus
productos y servicios a un mercado al cual en 2001 exportó cerca 9 mil millones de dólares
(incluidos insumos para la maquila), más de lo que le vendió a Chile y Argentina combinados, o a
Rusia, Indonesia e India juntos. Además, el TLC permitirá a las empresas estadounidenses tener
acceso a mano de obra y a productos intensivos en mano de obra a bajo costo. El acceso a
abundantes recursos naturales y mano de obra a bajo costo por parte de las empresas
multinacionales estadounidenses en América Central serviría como uno de los elementos de sus
estrategias competitivas; por ejemplo, en sectores clave como el vestuario y los textiles de cara a
la conclusión del Acuerdo de Multifibras. Por otra parte, un éxito en las negociaciones con
Centroamérica también sería un objetivo para los Estados Unidos, pues serviría de ejemplo en el
marco de las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)”. 28
28
Agosín, Manuel y Ennio Rodríguez, “El TLC entre América Central y Estados Unidos:
Beneficios y Desafíos”, Banco Interamericano de Desarrollo, junio, p. 8, 2003.
49
Los estudios realizados para este proyecto sobre el impacto del tratado de libre comercio
coinciden con la inferencia obtenida del gráfico anterior: los efectos sobre la economía
norteamericana son poco significativos desde una perspectiva global de ese país, considerando
únicamente aspectos comerciales, y los países centroamericanos son los que obtienen mayores
ganancias.
Gráfico 17
Nicaragua
3
Costa Rica 0
El Salvador
-1
Honduras Guatemala
Estático Dinámico
50
En el escenario dinámico, los beneficios para los países varían entre casi 1% del PIB
(Costa Rica) y poco más de 3% (Guatemala). Este resultado se obtiene como consecuencia de
diferencias de escala de producción de los países, según señaló el autor. Las diferencias en las
tasas de crecimiento, sin embargo, deben tomarse con cautela, no solo debido a diferencias en la
calidad de las bases de datos, 32 sino a la posibilidad de emplear hipótesis alternativas para
analizar los efectos dinámicos de escala y aprendizaje: podría argüirse, por ejemplo, que
Costa Rica posee ventajas en este campo, dado que ya hoy tiene una mayor integración a la
economía mundial que el resto de los países. Pero el modelo proporciona, eso sí, una estimación
razonable del orden de magnitud del efecto del tratado comercial en Centroamérica.
29
Hinojosa, R. “Regional Integration among the Unequal: A CGE Model of Central American
Policy Responses to NAFTA” Informe de consultoría, Proyecto SG-SICA/CEPAL, 2003.
30
El modelo consiste en 11 sectores, cuatro grupos sociales y siete países más el resto del
mundo ligados a través del comercio. Se uso el modelo GNAFTA-CGE el cual determina como algunos
determinados escenarios afectan el patrón de comercio y la distribución del ingreso en la región.
31
Dentro de la perspectiva desarrollada por Sherman Robinson.
32
La matriz de insumo producto empleada en el caso de Costa Rica corresponde a la década de
los.
33
Naranjo, F. “Principales efectos macroeconómicos para Centroamérica de un Tratado de
Libre Comercio con los Estados Unidos de América” Informe de consultoría, Proyecto SG-SICA/CEPAL,
2003.
34
Se utiliza el modelo desarrollado por Krugman, R. “Scale Economies, Product
Differentiation, and the Pattern of Trade”, American Economic Review, vol. 70, 1980. para explicar los
patrones de comercio internacional en un contexto de economías de escala y productos diferenciados.
51
El escenario 1 supone que el efecto del tratado con los Estados Unidos será semejante al
que tuvo el que firmó México con ese país, y al tomar en cuenta el grado de avance de la apertura
unilateral actual de los Estados Unidos y Centroamérica, concluye que la creación total de
comercio será de 24%, lo que se traduciría en un aumento del PIB total entre 5,7% y 7,0%, y una
creación de empleo que variaría entre 306 y 360 mil puestos de trabajo.
a) México está más cerca de los Estados Unidos que Centroamérica, por lo que los costos
de transporte asociados al comercio son significativamente más bajos.
b) México comparte frontera con los Estados Unidos mientras que CA no. Estudios
diversos sobre comercio han señalado el efecto positivo de compartir frontera sobre el
comercio entre dos países.
Cuadro 10
EFECTO DEL CAFTA SOBRE EL COMERCIO, LA PRODUCCIÓN Y EL EMPLEO
EN CENTROAMÉRICA
Escenario 1 a/ Escenario 2 b/
Efecto total
Comercio 24,0% 9,7%
PIB 5,7% 7,0% 2,3% 2,8%
Empleo 306 000 360 000 120 000 150 000
Efecto anual (si el total ocurre
en seis años)
PIB 0,9 1,1% 0,4 0,5%
Tasa de desempleo -0,3 -0,4% -0,1 -0,2%
Puestos de trabajo 51 000 60 000 20 000 25 000
Fuente: Elaborado a partir de Naranjo. “Principales efectos macroeconómicos para
Centroamérica de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América”
Informe de consultoría, Proyecto SG-SICA/CEPAL, 2003.
a/ Efecto semejante al de TLCAN sobre México en 1994-2000.
b/ 60% menor que el efecto de TLCAN sobre México en 1994-2000.
SÍNTESIS Y DISCUSIÓN
Los estudios discutidos en las secciones anteriores permiten llegar a las siguientes conclusiones:
(1) Es de esperar que el tratado de libre comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos tenga
importantes efectos sobre Centroamérica.
(2) Los beneficios estáticos del tratado son muy bajos (cercanos a cero), debido probablemente a que en la
actualidad la mayor parte del comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos se beneficia de aperturas
unilaterales que ya han llevado a cabo ambas partes.
(3) Los mayores beneficios se aprecian a través de mo delos dinámicos, que consideran el impacto de las
migraciones y de economías de escala (y, en el caso del trabajo de Naranjo, el efecto asociado a la
inversión). En estos casos, los beneficios totales —evaluados por el crecimiento del PIB y la creación de
empleo— se sitúan entre 0, 5 y 1, 1% adicional por año y entre 20 mil y 60 mil nuevos puestos de trabajo
por año.
/Continúa
53
(Continuación)
(4) Las estimaciones de la distribución de los beneficios entre los países, sugieren que el crecimiento del PIB
puede variar entre 1% (Costa Rica, Honduras y Nicaragua) y 3% (Guatemala), aunque estas estimaciones
deben tomarse con mayor cautela que las anteriores. En todo caso, lo relevante es que para todos los
países, sin excepción, el resultado es positivo y significativo.
/Continúa
35
El cálculo se hizo tomando en cuenta el PIB en dólares de 2001. Cabe agregar que la no
participación en el TLC, si los Estados Unidos siguen avanzando en esa dirección con otros países,
ocasionaría costos adicionales que no han sido cuantificados en estos estudios pero podrían ser mucho
mayores a los beneficios señalados.
36
De Janvry, A. y E. Sadoulet. “Growth, Poverty, and Inequality in Latin America: A Causal
Analysis, 1970 – 94”, Banco Interamericano de Desarrollo, 1999. http://www.iadb.org/sds/doc/845eng.pdf
Los autores destacan que para que estos efectos se hagan realidad, es necesario que la incidencia de la
pobreza no sea muy elevada, y que el nive l educativo sea relativamente alto, lo que reduce los efectos
positivos esperados en la región en materia de reducción de la pobreza por el solo efecto del crecimiento
económico.
37
“El crecimiento económico reduce la pobreza por cuanto el crecimiento tiene muy poco
impacto sobre la desigualdadad del ingreso. En el conjunto de datos la desigualdad del ingreso crece en
promedio menos del 1% por año. Dado que las distribuciones del ingreso son relativamente estables en el
tiempo, el crecimiento económico tiende a elevar los ingresos de todos los miembros de la sociedad,
incluso los pobres. Cuando el crecimiento es medido encuestando la mediana del ingreso (consumo), la
elasticidad de la pobreza con respecto al crecimiento es de -2,59. En otras palabras, en pro medio, un
incremento de 10 puntos porcentuales en el crecimiento económico (medico con encuestas del ingreso
medio) producirá una disminución del 25,9% de la población que vive en la pobreza (con un dólar al día)”
(traducción libre) Adams, Richard (2003). “Economic growth, inequality, and poverty-findings from a
new data set”. World Bank Policy Research Working Paper No. 2972. Washington, D.C.
54
(Continuación)
Las estimaciones, tal y como se ha señalado en repetidas ocasiones, deben tomarse con cautela: por la
complejidad del objeto estudiado, por la gran cantidad de elementos imponderables que afectan la evolución de las
economías, y por las enormes debilidades y diferencias de calidad que tienen las bases de datos que se emplearon
para hacerlas. A pesar de lo anterior, los resultados obtenidos con los modelos se encuentran dentro de los rangos
normales en este tipo de trabajo, 38 y las evaluaciones que han contrastado el uso de modelos computables de
equilibrio general (como el empleado por Hinojosa) y el de los modelos de gravedad (como el de Naranjo),
muestran que ambos tienden a aproximar bastante bien lo que se observa en la realidad, como lo señalan Burfisher,
Robinson y Thierfelder. 39
“…los economistas pueden proyectar de manera razonablemente Buena las ganancias derivadas de los
tratados de libre comercio. Las proyecciones principales hechas durante el debate del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN/NAFTA) fueron básicamente correctas: el tratado ha tenido efectos positivos
relativamente pequeños en la economía de los Estados Unidos y relativamente mayores en México” 40 (traducción
libre).
En cuanto a los beneficios adicionales que se podría obtener del TLC con los Estados Unidos, estos se
vinculan principalmente con la generación de inversión y con el fortalecimiento de las instituciones de los países
de la región. El tratado proporcionará un marco jurídico más firme que las desgravaciones arancelarias unilaterales
de ambas partes, y esto favorecería la inversión en Centroamérica más allá de los efectos considerados
anteriormente. Por otra parte, la adopción de disciplinas comerciales y de manejo de inversiones y negocios con
estándares más elevados que los que los países de la región tienen hasta ahora, podría contribuir a reformar la
institucionalidad de los países 41 y su capacidad de atraer inversiones.
Finalmente, en cuanto a las acciones adicionales que se requieren, Agosín y Rodríguez hacen una buena
síntesis de ellas:
“Para Centroamérica, el TLC acarreará no sólo beneficios sino también desafíos. Primero, la
implementación de los acuerdos obligará a cambios y modernización en leyes, reglamentaciones, instituciones y
personal, etc., que pueden ser difíciles y costosos en sí y que pueden generar oposición por parte de los grupos
adversamente afectados. La negociación en el interior de cada país puede resultar tan importante como la
negociación con los Estados Unidos. La capacidad de enfrentar los trastornos sociales que pueden acompañar la
desgravación en algunos sectores, a la vez que compensar a los perdedores del TLC, estará severamente limitada
por los escasos recursos fiscales con los que cuenta cada país. Por lo tanto, es importante identificar los intereses
que resultarán afectados adversamente y solicitar, en las negociaciones, períodos de liberalización graduales para
esos sectores”.
38
Shoven J. y J.Whalley, "Applied General Equilibrium Models of Taxation and International
Trade: An Introduction and Survey". Journal of Economic Literature, vol. 22, pp. 1007-1051), 1984.
39
M.E. Burfisher, S. Robinson y K. Thierfelder, “The Impact of NAFTA on the United States”,
Journal of Economic Perspectives, 15(1) Pp. 125–144, 2001.
40
En el mismo sentido concluye Krueger (1999): “La evidencia hasta la fecha sostiene las
predicciones iniciales de la mayoría de los economistas en el sentido de que el impacto del
NAFTA/TLCAN ha sido relativamente pequeña para los Estados Unidos y que para México los cambios
en los flujos de comercio no apoyan la noción de que el tratado haya generado una seria desviación de
comercio” (traducción libre) Krueger, A. O. 1999 “Trade Creation and Trade Diversion Under NAFTA”,
Working Paper N° 7429, National Bureau of Economic Research, Cambridge, MA.
41
Como lo dice Rodrik, “En el lenguaje de los economistas, las reformas institucionales
cambian no solo los parámetros de política sino las relaciones de comportamiento” (traducción libre de
Rodrik, D., “Trade Policy Reform as Institutional Reform”, Harvard University, 2000.
http://ksghome.harvard.edu/~.drodrik.academic.ksg/Reform.PDF
55
42
1. Hacia la unión aduanera en el marco del regionalismo abierto.
La creación de una unión aduanera entre los países de la región es un objetivo de larga data, 43
que ha sido retomado a partir de los años noventas en el marco del regionalismo abierto: 44 en los
Principios de ALIDES, 45 por ejemplo, se afirma como uno de ellos: “El logro de mayores grados
de integración económica entre los países de la región y de estos con el resto del mundo”.
En 1996, por Resolución No. 26-96 del COMRIEDRE, se estableció el arancel común al
cual cada uno de los países se comprometió a converger gradualmente, de acuerdo con sus
posibilidades. 46 Guatemala y El Salvador, en 1999, aceleraron en sus territorios el proceso de
integración regional mediante el inicio del establecimiento de una unión aduanera, a fin de
posibilitar la libre movilidad de bienes y la eliminación de las aduanas entre estos países; a este
proceso se agregaron Honduras y Nicaragua en el año 2000 y Costa Rica en el 2002.
42
Esta sección se basa en SG-SICA, “Informe de Estado de Avance de la Integración
Centroamericana, enero del 2002 al 15 de junio de 2003”, DOCDAE 013/2003,
http://www.sgsica.org/avances2003.pdf, en SIECA (2003) Estado de situación de la integración
económica centroamericana hasta octubre de 2003, http://www.sieca.org.gt/SIECA.htm, y CEPAL (2003),
Istmo Centroamericano: Competitividad e integración regional, 2001-2003, LC/MEX/L576, noviembre,
http://www.eclac.cl/cgibin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/1/13521/P13521.xml&xsl=/mexico/tpl/p
9f.xsl&base=/mexico/tpl/top-bottom.xsl
43
En el capítulo 1 del Tratado General de Integración Económica Centroamericana
(http://www.iadb.org/intal/tratados/mcca1.htm), firmado en Managua el 13 de diciembre de 1960 por los
Presidentes de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, se establece lo siguie nte: “Artículo I. Los
Estados contratantes acuerdan establecer entre ellos un mercado común que deberá quedar perfeccionado
en un plazo máximo de cinco años a partir de la fecha de entrada en vigencia de este Tratado. Se
comprometen además a constituir una unión aduanera entre sus territorios.
Artículo II. Para los fines del Artículo anterior las Partes contratantes se comprometen a
perfeccionar una zona centroamericana de libre comercio en un plazo de cinco años y a adoptar un arancel
centroamericano uniforme en los términos del Convenio Centroamericano sobre Equiparación de
Gravámenes a la Importación.
44
Para una visión crítica de la relación entre el regionalismo y la apertura, véase por ejemplo
Rodas, P. (2000) “Centroamérica: ¿Hacia un regionalismo abierto o hacia una apertura sin regionalismo?”
Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) Ponencia presentada al Taller London Regional
Integration in Latin America and the Caribbean: An Evaluation of the Political Economy of Open
Regionalism”, Institute of Latin American Studies (ILAS), Universidad de Londres
http://www.netamericas.net/Researchpapers/Documents/Rodas/Rodas1sp.PDF
45
Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, “Alianza Centroamericana para el
Desarrollo Sostenible.”, 2003. Documento Marco publicado en Internet,
http://ccad.sgsica.org/antecedentes/alides/principios.htm
46
Las metas son: bienes de capital y materias primas 0; materias primas producidas en
Centroamérica, 5; bienes intermedios producidos en Centroamérica, 10; y bienes de consumo final, 15.
56
El progreso en la unificación del arancel externo común, sin embargo ha sido lento, pues
sólo El Salvador, Guatemala y Costa Rica han completado el proceso de desgravación y
armonización, si bien el arancel externo promedio de la región es 7,5%.
47
El COMIECO aprobó mediante Resolución N° 106-2003 (COMIECO-XXVI), del 17 de
febrero de 2003, el Mecanismo de Solución de Controversias Comerciales de Centroamérica, así como las
reglas modelo de procedimiento y códigos de conducta.
57
según el país importador y el origen de los bienes. 48 En el Tratado con los Estados Unidos, al
negociar los países centroamericanos en forma separada el acceso al mercado, se afectar ía la
creación del arancel común, al menos durante el período de transición hasta la consolidación del
área de libre comercio. Este es un tema de gran importancia que deberá ser abordado en el futuro
para poder avanzar en el proceso de integración regional; de no ser así, la dimensión arancelaria
será un elemento limitante.
De la definición de integración como la creación de una entidad a partir de elementos diferentes, es útil
preguntarse en qué medida el largo proceso de “integración” en Centroamérica corresponde más o
menos a esta definición. Es importante considerar los esfuerzos realizados como base de una forma
extendida de “cooperación” sobre la cual se podría construir un proyecto de “integración” que, a partir
de los avances logrados hasta ahora, proponga explotar el vasto potencial de la región para el progreso
no solamente de las economías sino también del bienestar de los ciudadanos.
Se puede recordar en este sentido que el desarrollo de la integración europea, fundado sobre el
compromiso de realización en doce años de la unión aduanera conforme a las prescripciones del Art.
XXIV del GATT (tal cual en la OMC), pide un plan y un programa para la realización de una unión
aduanera o de una zona de libre comercio. La diferencia entre la zona de libre comercio y la unión
aduanera es que ésta última tiene un fuerte contenido de integración debido a la obligación de la
creación de un arancel común y de las reglas comunes necesarias para evitar el desvío del tráfico tanto
como al exterior de la unión. Naturalmente, entre Estados de diferente capacidad, económica la unión
aduanera podría perjudicar la situación de las economías menos sólidas. El remedio europeo a ésta
dificultad real ha sido doble: de un lado, establecer un calendario de realización no demasiado rápido
(pero que se aceleró en función del éxito del programa) y del otro disponer de importantes recursos
financieros públicos y privados de origen interno e internacional para acelerar el desarrollo de las áreas
menos favorecidas.
48
Como señala Rodolfo Quirós, en “Hacia una política comercial agropecuaria
centroamericana: elementos para su formulación” Informe de consultoría, Proyecto SG-SICA/CEPAL,
2003, “...buena parte de los productos agrícolas no comprendidos en el arancel externo común, y todos
ellos con picos arancelarios, datan de 1994 y se originan en las arancelizaciones no coordinadas de la
Ronda Uruguay. Además, excepto por algunos productos en determinados países, el grupo de bienes
citados continúa siendo la lista de “productos sensibles” en la actualidad.”, p. 66.
49
Coordinador del estudio: “Los Costos de la No Europa: Una apuesta al futuro”.
58
/Continúa
(Conclusión)
tendría que ser orientada y gestionada por el Canciller, en cuanto a la organización del consenso tanto
entre los diferentes departamentos de Gobierno como con la sociedad civil; esto bien podría ser una
nueva y original tarea para el Vicepresidente de la Nación. Aunque no se ha descrito un papel
particular para el Parlamento, tomando en cuenta la situación actual del proceso de “integración” no es
fácil imaginar una tarea más precisa para esta institución, pero si se pudiera realizar una
racionalización del sistema también el poder consultivo del Parlamento sería más relevante.
Fuente: Elaborado a partir del documento del mismo título presentado por el Profesor Cecchini en la
reunión del Comité Asesor del Proyecto CEPAL/SG-SICA en la ciudad de México el 3 de
diciembre de 2003.
En este apartado se presentan los resultados de las estimaciones preparadas por Hinojosa (2003)
sobre el impacto diferencial sobre los países centroamericanos de la unión aduanera (definida
como la adopción por todos los países del arancel común acordado en 1996, y la eliminación de
aranceles y restricciones cualitativas intrarregionales). 50
50
Se utilizará así una definición estricta (o restringida) de unión aduanera, tal y como se emplea
en el lenguaje económico: “Unión Aduanera: Un grupo de países que opta por el libre comercio (tarifa
cero sin restricciones no arancelarias) en el intercambio entre ellos y que, también, para cada producto,
acuerdan imponer la misma tarifa arancelaria a las importaciones hechas de fuera del grupo. Equivale a
una ZLC (zona de libre comercio) más un arancel externo común” (traducción libre). Deardorff, A (2003)
“Glossary of International Economics”, http://www.personal.umich.edu/~alandear/glossary/fta
59
Gráfico 18
INCREMENTO DEL PRODUCTO INTERNO BRUPO POR PAÍS
Escenarios dinámicos
Nicaragua
3
3
2
2
Costa Rica 1 El Salvador
1
0
Honduras Guatemala
Nótese en primer lugar que el efecto de la creación de la unión aduanera es positivo para
todos los países, con un promedio de 0, 5% del PIB. Este es un porcentaje importante, en especial
si se toma en cuenta que lo que se analizó en el trabajo es la culminación de la unión aduanera, y
no su creación desde el inicio. Es decir, el escenario alternativo no es “la no integración”, sino “la
no culminación de la unión aduanera”: si no se culmina la unión aduanera, la región incurriría un
costo de oportunidad de al menos 0, 5% del PIB, lo que es equivalente a $322 millones de
dólares. 51
Hay, como es de esperar, diferencias entre los beneficios que obtiene cada uno de los
países. Los que obtienen un mayor beneficio en términos de su PIB son Guatema la y El Salvador,
que son las naciones para las cuales el comercio regional es más importante, como se señaló en el
capítulo I; en el caso de Costa Rica el efecto se reduce ya que su dependencia del comercio
regional es menor en comparación con la que tiene con el resto del mundo.
51
La estimación se realizo con el PIB en dólares de 2001.
60
La transformación de las aduanas incluye tres dimensiones, que son en alguna medida
independientes de las decisiones que se adopten sobre la unión aduanera en el sentido
arancelario: primero, la modernización institucional, para que recauden eficientemente los
impuestos, cumplan con estándares y prácticas internacionales de nivel mundial y no sean
obstáculos innecesarios al comercio internacional; segundo, la integración de las aduanas desde el
punto de vista jurídico y administrativo; y tercero, la definición de las reglas para la distribución
de los ingresos que se recauden en las aduanas si se eliminan las oficinas intrarregionales.
Después de una primera etapa de cambios precursores en Honduras y Costa Rica, y una significativa
reforma en este último país en 1994-1996, en 1996 empezó una segunda fase caracterizada por
reflexión y acción conjunta por parte de los directores de aduanas y las autoridades de la región. Los
cambios se enmarcaron dentro de las tendencias de gestión aduanera adoptadas por los países más
avanzados en el mundo.
El flujo de mercancías por las aduanas se ha agilizado notablemente. A ello han contribuido
cambios tales como la sustitución de la revisión generalizada por la revisión de muestras en los
puestos de aduanas, el uso frecuente de los procedimientos de autodeterminación y de pago
anticipado de impuestos, y la introducción de tecnologías de información que facilitan la
interconexión dentro de la aduanas, entre ellas, y entre ellas y los clientes.
/Continúa
61
(Conclusión)
Fuentes : Barahona, Juan Carlos y Guillermo Monge (2003). Las enseñanzas de una reforma aduanera
regional. Centroamérica entre 1996 y 2001. Editorial UNED, CLACDS/INCAE, 2003 (En
proceso de edición), y Herrero, F. (1998) “La transformación de las aduanas”, PROCESOS,
Cuadernos de Trabajo, No.1-98 (http://www.procesos.org/Cuadernos1998-01.htm)
En materia de integración de las aduanas también se han dado pasos importantes a través
de la creación de aduanas “integradas, yuxtapuestas y periféricas”. Las integradas son
responsables de la aplicación de la legislación y procedimientos aduaneros comunes de dos o más
países que forman parte de un mismo territorio aduanero y que comparten una misma oficina
administrativa de despacho de las mercancías. 52 Las yuxtapuestas disponen de servicios
administrativos de dos países con fronteras comunes que operan en forma coordinada, mediante
la atención de servicios en sus respectivas oficinas localizadas en sus correspondientes territorios
y que aplican procedimientos aduaneros complementarios, utilizando preferentemente
mecanismos de comunicación electrónica. 53 Las periféricas proporcionan servicios en la
periferia exterior del territorio aduanero común, y aplican legislación y procedimientos aduaneros
uniformes, quedando las mercancías, una vez despachadas, en lib re circulación en el territorio
aduanero común. 54 La experiencia a partir de estas experiencias permitirá avanzar
posteriormente hacia niveles mayores de perfeccionamiento de la Unión Aduanera. Debe
señalarse, sin emb argo, que este proceso es gradual, pues se trata de un proceso de aprendizaje
institucional, que requerirá además reformas legales, organizativas y tecnológicas importantes.
Finalmente, un tema que reviste la mayor importancia es la definición del destino de los
recursos que se recauden en las aduanas, cuando se eliminen las intrarregionales. 55 Estos
recursos incluyen tanto los ingresos de carácter arancelario como los impuestos domésticos que
se cobran en las aduanas a los bienes importados lo que muestra la relevancia de encontrar
mecanismos adecuados para recaudar estos impuestos y distribuirlos al interior de la región.
52
Desde 2001 funcionan las siguientes aduanas integradas: El Amatillo, El Salvador
(El Salvador-Honduras); El Poy, El Salvador (El Salvador, Honduras); Las Chinamas, El Salvador
(Guatemala -El Salvador); y El Guasaule, Honduras (El Salvador-Honduras).
53
Desde 2001 funcionan las siguientes aduanas yuxtapuestas: Pedro de Alvarado, La
Hachadura (Guatemala-El Salvador); Anguiatú, Guatemala (Guatemala -El Salvador); San Cristóbal,
Guatemala (Guatemala -El Salvador).
54
Existen seis aduanas periféricas desde 2001: Puerto Quetzal, Guatemala (Guatemala-
El Salvador); Santo Tomás de Castilla, Guatemala (Guatemala -El Salvador); Puerto Barrios, Guatemala
(Guatemala -El Salvador); Tecún Umán, Guatemala (Guatemala -El Salvador-Honduras); Puerto Cortés,
Honduras (Honduras-El Salvador); Peñas Blancas, Nicaragua (Honduras-El Salvador-Nicaragua).
55
Una propuesta que se escucha en distintos foros regionales es que los ingresos aduaneros se
destinen al mantenimiento de las instituciones de la integración.
62
Un tema de gran importancia que no ha sido desarrollado en este trabajo, pero que debe
destacarse en la discusión de la integración regional es la facilitación del comercio y la inversión
entre los distintos países, más allá de las medidas que se adopten en materia arancelaria y
aduanera (y en los marcos legales conexos). La facilitación del comercio y la inversión entre los
países de la región reviste la mayor importancia, en especial para las empresas medianas (y
aquellas pequeñas que puedan salir de los mercados nacionales) que pueden no tener acceso a
mercados extrarregionales pero que gradualmente pueden expandirse entre los países
centroamericanos. Por esta razón, en la agenda centroamericana y en el Plan Puebla Panamá se
incluyen iniciativas para la facilitación del intercambio comercial (fomentar el intercambio
comercial en la región mediante una reducción de los costos de transacción en el comercio entre
los países y promover la participación de pequeñas y medianas empresas en las exportaciones
regionales), y la institucionalidad regional así como organismos multilaterales como el BID y el
BM han dedicado parte de sus esfuerzos a la elaboració n de estudios y propuestas para facilitar
estas relaciones. Elementos típicos incluyen la homogenización de normas de registro de
empresas y productos, el reconocimiento regional de permisos otorgados por un país particular
(por ejemplo en temas de salud), la creación de mecanismos alternativos de resolución de
conflictos que no sean tan onerosos como los litigios internacionales.
La razón principal para no hacer este tipo de análisis es que para ello se requiere contar
con el detalle de los tratados comerciales correspondientes, para ubicarlos en el tiempo y poder
entonces evaluar sus efectos. Así, por ejemplo, para estimar los cos tos fiscales de la reducción de
las tasas arancelarias, se requiere conocer el patrón que tendrá el ajuste, para evaluar su impacto
intertemporal sobre el comercio y obtener de allí los efectos fiscales. 56 De igual manera se
tendría que analizar el impacto sobre otros sectores, como por ejemplo la producción de granos
básicos frente al Tratado con los Estados Unidos, o la liberalización del comercio de café, azúcar
y sus derivados al interior de la unión aduanera centroamericana.
En general debe destacarse que los costos dependerán de la gradualidad con que se
ejecuten los ajustes arancelarios (es decir, deben anunciarse desde el principio y ser creíbles, pero
56
Es posible llevar a cabo análisis de patrones alternativos de desgravación, que son
particularmente útiles, por ejemplo, para guiar las negociaciones entre las partes involucradas. Ese trabajo,
sin embargo, está más allá de los objetivos del presente estudio.
63
ejecutarse con suficiente tiempo para que las empresas y las personas tengan oportunidad de
ajustarse y adoptar nuevas prácticas.
Rodolfo Quirós, 58 al discutir el tema de los ajustes que el TLC puede significar para la
agricultura y la agroindustria centroamericanas señala que “Los efectos del tratado en la
agricultura serán muy variados y dependerán de las condiciones recíprocas de acceso efectivo a
los mercados que acuerden los países. Posiblemente, la agricultura moderna y orientada a la
exportación, tendrá menos dificultades de adaptación que la agricultura campesina y
minifundista, particularmente aquella basada en la producción de granos básicos. Estos sectores
son especialmente vulnerables a una apertura no regulada y apoyada por programas específicos
de productividad y reconversión productiva. No hay que olvidar que son precisamente estos
sectores y su entorno rural los caracterizados por mano de obra excedentaria, pobreza y bajos
niveles de educación. Aún en el caso de producirse salida hacia otros sectores, sería una
emigración problemática por sus bajas calificaciones.”
57
Aunque el objetivo solidario de promover la cohesión social tuvo también un papel central en
el caso de los fondos estructurales europeos.
58
Quirós (2003), p. 100.
59
Ricardo Monge-González, Miguel Loría -Sagot, Claudio González-Vega, “Retos y
Oportunidades para los Sectores Agropecuario y Agroindustrial de Centro América ante un Tratado de
Libre Comercio con los Estados Unidos”, 2003. http://wbln0018.worldbank.org/lac/lacinfoclient.nsf/0/
8c4c01d66e843c7e85256d5f006663c2/ $FILE/Monge%20CAFTA%20paper.pdf
64
encuentran el maíz amarillo, la leche, el arroz, los frijoles, el azúcar, el cerdo, el pollo y el ganado
bovino, sectores que representan más de un 40% del PIB agropecuario de cada uno de los países
de la región excluyendo Costa Rica (donde este grupo representa el 24%).
Cuadro 11
(En porcentajes)
Existe un amplio consenso entre los especialistas en el sentido de que no puede dejarse a
la política comercial —arancelaria y no arancelaria— la tarea de enfrentar la falta de
competitividad que puedan tener los sectores sensibles, y que esta debe tratarse a través de
programas de asistencia técnica y disponibilidad de financiamiento e infraestructura apropiados.
“Hay una amplia literatura sobre formas de clasificar países según indicadores de tamaño
y grado de desarrollo y que trata de encontrar relaciones entre estos varios indicadores por una
parte, y el crecimiento y el desempeño económico de los países, por otra. A continuación se
mencionan algunos de los resultados de estas investigaciones. En primer lugar, en cuanto a la
categoría de “tamaño” y grado de desarrollo, la conclusión es que no hay correlación entre
tamaño (medido por población, área, o PIB) y nivel de desarrollo (medido por PIB por habitante,
o indicadores del nivel de desarrollo humano). Es decir, el tamaño pequeño y el subdesarrollo no
necesariamente están correlacionados. Se puede ser grande (en área y población) y pobre, como
Bangladesh, o se puede ser pequeño y rico, como Barbados o Suiza. Los diez países con el
ingreso por habitante más alto en las Américas, incluyen cinco de las islas del Caribe, mientras
que países relativamente grandes como Colombia y Perú, ocupan posiciones bajas en el espectro
de ingreso por habitante.”
60
Salazar Xirinach, J., “Las Asimetrías en los TLCs contemporáneos y el TLC Centroamérica-
Estados Unidos (CAFTA)” Organización de Estados Americanos, Unidad de Comercio, 2003.
66
61
Bustillo, Inés y José Antonio Ocampo, “Asimetrías y cooperación en el Área de Libre
Comercio de las Américas” CEPAL, Serie Informes y Estudios Espe ciales N° 13, LC/L.1904-P., 2003
67
SÍNTESIS Y DISCUSIÓN
Los estudios realizados muestran que la unión aduanera, entendida en su sentido restringido, como la
adopción de un arancel común en la región centroamericana, contribuiría a mejorar el ingreso de todos los
países centroamericanos y tendería a provocar una convergencia entre los niveles de producto por
habitante en la región, al acercar los niveles de El Salvador y Guatemala con respecto a los de Costa Rica.
El desarrollo de la unión aduanera es sin embargo un reto complejo, que demanda tiempo y
esfuerzo continuo por parte de los países interesados en su creación, como destaca el Profesor Cechini en
el recuadro que se incluye en este capítulo.
Entre las condiciones críticas para el desarrollo de la unión aduanera se encuentra la adopción de
una política comercial externa común por parte de los países miembros de la Unión. Esto quiere decir, en
primer lugar, tener un arancel externo común. Durante la última década, si bien se ha avanzado en esa
dirección, la multiplicidad de tratados comerciales y los procedimientos adoptados para negociar la
apertura de mercados en el marco de algunos de éstos ha generado de hecho aranceles múltip les por país
según el origen de las mercancías, situación que se replicaría en el tratado con los Estados Unidos y
eventualmente, a futuro, con otros países y/o grupos de países. El tema requiere profundizarse para
conocer su gravedad y las estrategias que se pueden adoptar para converger al arancel común.
En tercer lugar, para unificar las aduanas, por otra parte, se hace necesario definir cómo se
utilizarán los ingresos que estas recaudan. Aparte de los impuestos arancelarios un problema adicional es
la recaudación de impuestos internos que se lleva a cabo en las aduanas. Ello se debe a la debilidad
institucional de las agencias recaudadoras internas, incluso cuando se les compara con las aduanas. Esta
realidad, cuya solución pasa por reformar las instituciones tributarias nacionales, supone acciones
importantes que será necesario llevar a cabo para evitar una posible reducción de los ingresos fiscales.
Los tres retos mencionados anteriormente como condiciones para promover la unión aduanera,
hacen evidente el desafío de perfeccionarla a corto plazo. Pero apuntan también hacia áreas críticas del
desarrollo de cada uno de los países, áreas en las que todos tienen que invertir para mejorar la calidad de su
inserción en los mercados internacionales y promover el desarrollo nacional. Desde esta perspectiva, el
objetivo de promover la unión aduanera se funde con el impulso al desarrollo nacional.
Cabe también resaltar el tema de los costos de transición, tanto del TLC con los Estados Unidos
como de la unión aduanera, en el momento en que se incluyan en esta todos los sectores y en especial los
agropecuarios y agroindustriales. Este paso, pospuesto por varias décadas, debe ser acompañado de
políticas de asistencia técnica y acceso a financiamiento e infraestructura apropiados, con el propósito de
que los productores involucrados puedan aprovechar las nuevas oportunidades y no simplemente sucumbir
ante la competencia. Este, nuevamente, es un reto que apunta al corazón de las estrategias de desarrollo de
cada uno de los países Estos programas de desarrollo esenciales no se han llevado a cabo en la escala
apropiada en Centroamérica.
68
Capitulo IV
En el capítulo anterior se ha señalado que los tratados de libre comercio y la unión aduanera
pueden contribuir a incrementar las exportaciones y a atraer mayor inversión, y por este medio,
elevar el PIB y el empleo en los países de la región, a la vez que se podría reducir la pobreza. Las
estimaciones sugieren que el PIB en Centroamérica puede aumentar alrededor de 2,5% como
consecuencia del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y 0,5% como resultado de
la Unión Aduanera. La combinación de ambos efectos permitiría una creación de alrededor de
30.000 empleos, equivalentes a 5,6% de la creación de empleo y haría posible una reducción de
la pobreza en 2 puntos porcentuales.
Habrá ciertamente costos de transición. En el caso del Tratado con los Estados Unidos
estos dependen de las características específicas del acuerdo que se llegue a firmar (en particular
la gradualidad de los ajustes y la asistencia técnica y financ iera que lo acompañe). En el caso de
la Unión Aduanera los costos corresponden, por una parte, a inversiones para transformar los
sistemas de administración aduanera y los marcos jurídicos de la institucionalidad comercial
(elementos ambos que de por sí son necesarios para la apertura al comercio internacional que los
países de la región se han propuesto), y por otra parte, a los costos políticos de enfrentar los
intereses que impiden la unificación de los aranceles y que en medida importante afectan a
pequeños y medianos productores agrícolas y agroindustriales.
El comercio, sin embargo, como se ha destacado en los capítulos I y II, es solamente una
de las dimensiones de la integración centroamericana. En este capítulo se discutirán las cuatro
áreas estratégicas que las autoridades políticas regionales han establecido, con el propósito de
identificar acciones críticas de la agenda de integración cuyo fortalecimiento contribuiría a un
mejor aprovechamiento de los retos que plantean la unión aduanera y el Tratado con los
Estados Unidos. Estas áreas son: inversión y crecimiento económico, desarrollo social,
sostenibilidad ambiental e instituciones y democracia.
A. INVERSIÓN Y CRECIMIENTO
Uno de los efectos más importantes del Tratado con los Estados Unidos es que abre mayores
posibilidades de atraer inversiones de ese país y de otros lugares del mundo para que se asienten
en Centroamérica y vendan en los Estados Unidos. La unión aduanera coadyuva también en esta
dirección. Hemos señalado que los efectos estáticos de la política comercial son de alcance
limitado; son los efectos dinámicos, y entre ellos la inversión, los resultados que mayor interés
tienen para la región. La inversión se verá estimulada por la posibilidad de acceder al mercado
más grande del mundo, por la creación del marco jurídico multilateral, y por las transformaciones
que en ese campo tendrá que hacer cada uno de los países. La unión aduanera, por su parte, al
ampliar de hecho el mercado centroamericano, contribuirá a atraer nuevas inversiones tanto para
este como para el exterior.
69
Pero cuánta inversión se logrará atraer y cómo se distribuirá entre los países no es un dato
predeterminado. Ello depende del esfuerzo que se haga a nivel regional y nacional, y de los
resultados efectivos de ese esfuerzo. Así, los resultados que se obtendrían del Tratado y de la
Unión Aduanera dependen en gran medida de las acciones adicionales que se lleven a cabo. En
este contexto, hay inversiones públicas 62 complementarias —en especial en infraestructura y en
desarrollo social— que jugarán un papel crítico para poder atraer inversión privada en los
sectores productivos, que materialice las oportunidades que abrirán el Tratado y la unión
aduanera. También será crítico en el resultado final cuál será la estrategia para atraer y concretar
inversiones privadas, y cómo se ejecute esa estrategia.
1. Infraestructura.
62
Se llaman en este contexto públicas en el sentido de que es responsabilidad de los gobiernos
asegurar su existencia en las cantidades y calidades requeridas. Esto no prejuzga el carácter público o
privado de las organizaciones a cargo de las que debe estar la ejecución de los proyectos.
63
Que tuvo así la oportunidad de incorporar en la propuesta regional los avances de su estudio
CLACDS/INCAE y HIID (1999) “La Agenda para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible de
Centroamérica hacia el Siglo XXI”.
64
SG-SICA, “Estrategia para la Modernización y Transformación de Centroamérica”, 2001.
65
Gobiernos de México y Centroamérica (2001) “El Plan Puebla -Panamá”, p. 5.
70
66
SG SICA, “La Agenda de Transformación y Modernización de Centroamérica en el Siglo
XXI”, Capítulo IV, 2001.
67
Baraquí, J., “Las restricciones y beneficios potenciales de la apertura en el sector transporte”
Informe de consultoría, Proyecto SG-SICA/CEPAL, 2003.
68
También estudio los subsectores de aeropuertos y transporte aéreo y que, en general,
las capacidades de la infraestructura de acceso, terminales y pistas, elementos de ayudas a la
navegación, y otros servicios, son adecuadas, aunque con algunas insuficiencias menores. Afirma
que los aeropuertos mayores no presentan problemas de seguridad operacional, y disponen de
adecuados servicios de navegación aérea. El tema del transporte aéreo, sin embargo, requiere
profundizarse por su importancia para la integración y la competitividad, y dado que el consultor
no tuvo acceso a información apropiada para el análisis de las tarifas.
71
Cuadro 12
10. Programa intersectorial para reducir la vulnerabilidad social, 11. Desarrollo de los recursos
humanos, 12. Desarrollo de los municipios fronterizos
16. Manejo integral de recursos en cuencas compartidas, 17. Manejo de quemas agrícolas y control
de incendios, 18. Venta de servicios ambientales, 19. Mejoramiento de la gestión ambiental, 20.
Equidad de género en gestión ambiental
21. Programa de modernización industrial, 22. Censos agropecuarios, 23. Producción orgánica, 24.
Tecnología para mitigar efectos del clima
25. Uso, manejo y conservación de recursos naturales por organizaciones campesinas, indígenas y
afro-caribeñas, 26. La comercialización como agente de cambio para el desarrollo dentro del
Corredor Biológico Centroamericano
SÍNTESIS Y DISCUSIÓN
(1) Los países centroamericanos, con el apoyo de la comunidad internacional, han logrado avanzar
gradualmente en la construcción de una agenda para el desarrollo de la infraestructura regional.
(2) A principios de la presente década, el Grupo Consultivo Regional de Madrid y el Plan Puebla Panamá
sirvieron de catalizadores para el avance de algunos planes de desarrollo de la infraestructura, y ya se
cuenta con recursos para financiar la interconexión eléctrica (Proyecto SIEPAC, $321 millones, más la
interconexión México-Guatemala, por $55 millones), la red de carreteras mesoamericanas (por $2500
millones) y parte de la modernización de aduanas y pasos fronterizos.
(3) La evaluación de los proyectos de infraestructura vial regional sólo para los cinco países del Mercado
Común Centroamericano, muestran que estas inversiones son altamente rentables, y generarían por
liberación de recursos y por excedentes al consumidor, beneficios globales superiores a los $2.800,0
millones en el horizonte de 10 años evaluado.
Es claro que desde un punto de vista económico se justifica ejecutar estos proyectos, dada su elevada
rentabilidad. Cabe sin embargo agregar dos reflexiones sobre sus mecanismos de financiamiento y ejecución.
La segunda reflexión tiene que ver con los mecanismos de ejecución del proyecto de inversión y de gestión
de la infraestructura. La provisión de infraestructura es una responsabilidad importante del gobierno, sea a
través de la provisión directa o de combinaciones de concesiones, incentivos y regulación que promuevan una
provisión adecuada. La condición de monopolio natural común en obras de infraestructura, indica que los
gobiernos deben convertirse en reguladores fuertes y eficaces. La experiencia del SIEPAC es un ejemplo
importante en esta dirección.
73
2. Inversión privada
En esta sección, más que describir en detalle el papel jugado por la inversión extranjera 69
o nacional, tiene como propósito plantear una disyuntiva estratégica en la definición de las
políticas de inversión en el ámbito regional.
Sobre este particular hay una amplia discusión, en especial porque a partir del año 2007 la
normativa de la OMC establece que se debe abandonar los incentivos tributarios (subsidios y
exoneraciones) que han sido utilizados en el pasado como medios para estimular la inversión, y
en especial en las zonas francas.
En general, los estudios realizados sobre el tema tienden a coincidir en que los principales
elementos para estimular la inversión se relacionan con la existencia de marcos jurídicos bien
definidos, fuerza de trabajo apropiadamente calificada, e infraestructura y servicios competitivos.
Los incentivos tributarios juegan un papel marginal en este contexto, 70 y en la medida en que
deterioran la posición fiscal del gobierno pueden convertirse en obstáculos para crear las
condiciones reales que permiten la atracción de la inversión. Este punto reviste la mayor
importancia en Centroamérica, donde los incentivos fiscales se han utilizado liberalmente, la
carga tributaria es baja, y la subinversión pública en capital humano y físico es una de las
principales restricciones al crecimiento futuro.
69
El lector interesado en profundizar en estos aspectos puede recurrir a los trabajos de
Aitkenhead, Richard, op. cit..., Monge, R. (2003) “El comercio de bienes y servicios entre los países
centroamericanos en el contexto de la apertura externa”, Informe de Consultoría elaborado para el
proyecto CEPAL/SG SICA; y Robles y Rodríguez-Clare (2001), op. cit.
70
Herrero, Fernando y G. Monge (2002) “Grandes retos de la política tributaria costarricense”
en Herrero, F. (editor) (2002) El sistema tributario costarricense. Contribuciones al debate nacional.
Contraloría General de la República, San José, Costa Rica. Véase también Moriste, J. y L. Pirnia (2000)
“How Tax Policy and Incentives affect Foreign Direct Investment. A Review” Banco Mundial, Policy
Research Working Paper WP52509, así como el trabajo citado de Robles y Rodríguez-Clare.
74
Países como Singapur y Hong Kong han seguido ambas estrategias, han identificado las
inversiones estratégicas y han negociado las condiciones para su instalación. En América Latina,
quizás en parte por la existencia de una gran esperanza en las posibilidades del mercado para
atraer la inversión, la estrategia se ha orientado mayoritariamente a crear las condiciones y
promover (estrategia general), pero no a buscar y negociar (estrategia dirigida). Una excepción en
este sentido en la región es el caso de Costa Rica, cuyo gobierno definió como su responsabilidad
identificar y concretar inversiones estratégicas, dadas las fallas de información inherentes a los
mercados y en particular a los de inversión. En el proceso de negociación, dada la reducida escala
del país, han participado las más altas autoridades de gobierno y los resultados han sido altamente
satisfactorios, sugiriendo un posible camino a seguir, mutatis mutandi, por los países de la región.
La definición de cuál(es) estrategia(s) seguir es por supuesto una decisión política, en este
caso de carácter regional, que tiene importantes matices, tanto pragmáticos (por ejemplo, como
regular el margen de negociación de los gobiernos) así como ideológicos (¿hasta dónde se piensa
que es el mercado y no las autoridades quienes deben definir qué inversión se ve atraída hacia la
región?).
Más allá de este debate, sin embargo, se encuentran también las posibilidades de acción
conjunta por parte de los países de la región, que van desde programas conjuntos de divulgación
y promoción (en los cuales hay economías de escala de las que podrían beneficiarse todos los
países) hasta la negociación conjunta con grandes inversionistas que podrían llevar a cabo
macroproyectos de interés regional (elemento que cobra mayor sentido si se recuerda que muchas
de las corporaciones son más grandes que los países centroamericanos y que algunos de los
socios con los cuales se han establecido acuerdos comerciales).
Desde la perspectiva de las ventajas de tener una estrategia regional hay dos
consideraciones adicionales. De una parte, por su tamaño y características se tiende a ver –en los
medios empresariales como en los gobiernos de los países industrializados—a la región en su
conjunto y no a cada país individualizado. Y en segundo término, la falta de coordinación en
materia de incentivos, además de las consideraciones hechas, derivaría en una competencia
ruinosa entre países.
Varios estudios coinciden en que las principales razones de tal decisión fueron las siguientes:
75
· La existencia de una fuerza laboral productiva, que aprende rápido y con un alto nivel
educativo.
· La existencia de centros de educación media y superior con capacidad de formar los recursos
humanos necesarios para futuras ampliaciones de las plantas de INTEL en el país.
· La confiabilidad del servicio de logística aérea (hacia los Estados Unidos, junto con la alta
frecuencia de vuelos hacia ese país) y del servicio aduanero.
Entre 1997 y 2003, INTEL ha invertido 510 millones de dólares en Costa Rica, y
recientemente anunció que invertirá otros 600 dólares en los próximos años. Su impacto sobre el
producto nacional y el comercio internacional ha sido excepcional. Como ejemplo, valga citar que la
producción de esa firma fue responsable de un aumento del 2,1% en el PIB de 1998 y de un aumento
del 5,2% en el PIB de 1999. Además, sus exportaciones netas fueron de 205 millones de dólares en
1998 y de 1.496 millones de dólares en 1999, y representaron 1,5% y 9,8% del PIB de los años
correspondientes.
Pero el impacto más notable de INTEL se ha producido en el sector de educación, por dos
vías principales. Su llegada al país promovió una reforma en el Sistema Nacional de Educación
Técnica dirigida a adaptar los programas de estudio de los colegios técnicos a las necesidades de las
industrias de alta tecnología. Además, la alianza entre esa corporación y el Instituto Tecnológico de
Costa Rica ha sido vital para que esta institución desarrollara una exitosa estrategia de vinculación con
empresas de alta tecnología ubicadas en el país.
Fuente: Monge, Guillermo. Inversión extranjera directa y capital humano: El caso de INTEL en Costa
Rica. Caso presentado en el Tercer Foro Temá tico Regional del Banco Mundial. Río de Janeiro,
Brasil, octubre del 2003. En: http://wbln0018.worldbank.org/LAC/LAC.nsf/
ECADocByUnid2ndLanguage/428E5A2DB42049D385256DCF006FC56A?Opendocument
76
El hilo conductor de los argumentos que se presentan en esta sección es que los países
centroamericanos, cada uno y en conjunto, se beneficiarían de una mayor igualdad en la
distribución y de mayor inversión en el desarrollo social al profundizar su integración. Ambos
factores permitirían mayores tasas de crecimiento a las economías nacionales, lo que repercutiría
a través de la interdependencia entre ellas en un mayor crecimiento para toda la región. No se
trata en este caso de un argumento normativo, sino de conclusiones de política que derivan de
estudios recientes sobre el tema y la observación de la elevada desigualdad en la distribución del
ingreso y la baja inversión social que caracterizan la región.
A pesar de que el desarrollo social constituye formalmente una de las áreas prioritarias del
esfuerzo de integración centroamericana, en la práctica las principales acciones se han mantenido
a nivel de los países y no es sino en los últimos dos años que se han emprendido acciones de
cooperación regional.
71
Aunque la experiencia de la década de los ochenta es sin duda la muestra más clara de esta
interdependencia de las tasas de crecimiento de los países de la región.
72
Aghion, P., E. Caroli, and C. Garcia -Peñalosa, “Inequality and Economic Growth: The
Perspective of New Growth Theories”, Journal of Economic Literature, XXXVII, pp.1615-61, 1999.
77
“La década de los noventas atestigua el resurgimiento del interés en los determinantes del
crecimiento económico. El desarrollo de la teoría del crecimiento endógeno y la disponibilidad de
datos comparables sobre ingreso nacional y tasas de crecimiento para una muestra amplia de
países ha permitido el análisis empírico de las causas detrás de ritmos diferentes de crecimiento.
En esta amplia literatura varios estudios han examinado el impacto de la desigualdad sobre el
crecimiento económico. La imagen que resulta es impresionantemente poco ambigua, dado que
todos sugieren que la mayor desigualdad reduce el ritmo de crecimiento. Tales resultados resultan
sorprendentes tanto con respecto a las teorías tradicionales sobre el tema como respecto de los
canales mediante los cuales la desigualdad afecta el proceso de crecimiento” (traducción libre)
Este resultado enfatiza que la desigualdad en la distribución del ingreso que caracteriza a
la región actúa como una limitante de su capacidad de crecimiento.
Por otra parte, como se señaló en el capítulo II, la inversión social en los países
centroamericanos es baja como proporción del producto y en relación a las elevadas necesidades
que revelan sus indicadores sociales. Estas bajas tasas de inversión social limitan la capacidad de
crecimiento de los países centroamericanos, su posibilidad de desarrollar actividades productivas
capaces de pagar salarios altos, y la competitividad de sus empresas en la economía internacional.
En este contexto debe destacarse el retraso que todos los países de la región muestran en
el campo educativo. Los gráficos 19 y 20 presentan las tasas de escolaridad bruta por país, para la
educación primaria y secundaria. Nótese que si bien las tasas de primaria son cercanas al 100%
en todos los países, las de secundaria son bajas (inferiores al 70%).
Estos niveles educativos que muestran los países centroamericanos son insuficientes para
enfrentar lo s retos del crecimiento en el siglo XXI; como ha señalado Barro. 73
“… la educación formal puede ser útil solamente si se lleva más allá de los niveles
mínimos. Una posible manifestación de este efecto es el papel de la educación secundaria, más
que la primaria, en favorecer el crecimiento económico” (traducción libre).
73
Barro, R.J., Determinants of Economic Growth, A Cross-Country Empirical Study,
Cambridge MA, MIT Press, 1997.
78
Gráfico 19
120
100
80
Porcentajes
60
40
20
-
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: CEPAL, UNESCO.
Nota: Porcentaje de los matriculados en el grupo de edad 6 -12 años.
Gráfico 20
60
50
Porcentajes
40
30
20
10
-
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
SÍNTESIS Y DISCUSIÓN
La conclusión principal de esta sección es que la desigualdad económica y la falta de recursos invertidos en el
desarrollo social es probablemente un obstáculo para que cada uno de los países de la región alcance tasas más
altas de crecimiento y aproveche las oportunidades que puedan ofrecer el Tratado con los Estados Unidos y la
unión aduanera. Dada la alta interdependencia entre las economías de estos países, el hecho de que el
crecimiento de alguno se vea limitado por la debilidad del desarrollo social, constituye también una limitante
para el crecimiento de los demás. En otras palabras, todos los países tienen la posibilidad de beneficiarse de la
inversión social que se haga en los otros.
C. LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
La importancia del aprovechamiento de los recursos naturales para la región quedó plasmada en
la Agenda de Competitividad aprobada por los Presidentes de los países centroamericanos en
1999. En ésta se reconoce que unas de las ventajas comparativas de la región son su privilegiada
posición geográfica, su extraordinaria diversidad ecológica, su historia y cultura y su potencial
agrícola y forestal.
y servicios: el sector turístico 74 ($4,335 millones anuales), los mercados de carbono 75 ($962
millones anuales), producción agrícola variada 76 ($552 millones anuales en café y banano
certificado), productos forestales 77 ($282 millones anuales). En total estos bienes y servicios
generaron en 1998 entre el 38% y el 55% de las exportaciones de la región y un ingreso total de
$4335 millones anuales.
El trabajo para el presente estudio de CEPAL y CCAD también consideró las dimensiones
de equidad y participación social en el desarrollo sostenible e identifica las siguientes áreas como
desafíos para el desarrollo sostenible:
i) puesto que a nivel internacional se reconoce que la región genera beneficios globales a
través del suministro de bienes y servicios ambientales, los costos de mantenimiento
del capital natural deben ser compartidos por los países desarrollados.
Específicamente se considera que el rubro de financiamiento internacional debe ser
dirigido a contribuir al mantenimiento de la biodiversidad regional y al desarrollo de
los mecanismos para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
ii) en la medida en que las comunidades locales son las que asumen la mayor parte de los
costos de la conservación y de que dicha conservación y el uso sostenible de los
74
Considera el turismo cuya base principal son los servicios ambientales ligados al
mantenimiento de la biodiversidad y la recreación relacionada con los valores escénicos que proporciona
el patrimonio natural de los países y su diversidad ecosistémica.
75
Incluye las actividades que reducen los gases de efecto invernadero considerando el sector
forestal.
76
Se refiere a la producción orgánica de artículos de exportación, pero únicamente cuantifica
las exportaciones de café y banano certificados.
77
Se consideran productos forestales maderables y no maderables (PFNM), entre los cuales
están, entre otros las especias, plantas medicinales y fito-fármacos, aceites esenciales, resinas, gomas
naturales, colorantes, pigmentos y tintes, plantas ornamentales, animales vivos, etc.
78
Contempla actividades de producción de información y conocimiento, las cuales a su vez
generan insumos para el desarrollo de nuevos productos orgánicos, turismo y ecoturismo y potencian la
capacidad científica y tecnológica en los países.
81
ecosistemas produce beneficios a nivel global, es necesario que los beneficios de ésta
también lleguen a las comunidades locales para asegurar el patrimonio natural.
iii) puesto que las comunidades locales e indígenas son vitales por su papel en el
conocimiento, mejora y conservación de los recursos fitogenéticos de la región, se
requiere la promoción y generación de mecanismos de financiamiento internacional
que sirvan para el reconocimiento de estas cualidades en los beneficios globales.
79
En este caso, Mesoamérica comprende los cinco estados sureños de México, y los siete (7)
países del Istmo Centroamericano. El Programa del Corredor Biológico Mesoamericano fue aprobado en
1997 durante la XIX Reunión Ordinaria de Presidentes Centroamericanos; su objetivo principal es
garantizar el flujo de vida entre México y el tapón del Darién, y consiste en un sistema de ordenamiento
territorial compuesto de áreas naturales bajo regímenes de administración especial, zonas núcleo, de
amortiguamiento, de usos múltiples y áreas de interconexión, organizado y consolidado que brinda un
conjunto de bienes y servicios ambientales a la sociedad centroamericana y mundial, proporcionando los
espacios de concertación social para promover la inversión en el uso sustentable de los recursos naturales,
con el fin de contribuir a mejorar la vida de los habitantes de la región.
82
En capítulos anteriores se ha destacado el papel que la acción regional conjunta ha tenido para el
desarrollo de regímenes democráticos en los países centroamericanos a partir de la década de los
noventas, no solo con el logro de la paz, sino también con la construcción de un marco
institucional propio de la integración centroamericana, que promueve el desarrollo sostenible en
sus dimensiones económica, social, política y ambiental.
80
http://www.estadonacion.or.cr/Region2003/Paginas/sinopsis01.html
83
Esta visión crítica se complementa con las apreciaciones de las nuevas generaciones, que
reconocen logros importantes pero observan el futuro con recelo. En el cuadro 13 se presenta un
estado de situación de la cultura política de los jóvenes de secundaria en las capitales
centroamericanas, que se elaboró a través de una encuesta regional realizada en el año 2000. 81
En ese estudio se identifican las principales fortalezas y debilidades en el campo de los valores
políticos de la primera generación que ha vivido con la herencia de la paz.
Las principales fortalezas que se encontraron fueron la alta importancia dada al voto, la
gran extensión del valor de la solidaridad, la convicción de que la democracia controla mejor la
corrupción que otros tipos de organización política, el rechazo a la brecha entre ricos y pobres y
la existencia, aunque no mayoritaria, de un capital social intermedio (alto nivel de participación
pero baja confianza interpersonal).
Los aspectos más débiles tienen que ver con altos niveles de intolerancia hacia la
diversidad, bajo nivel de apoyo a los partidos y actores políticos, bajo nivel de apoyo a las
instituciones, bajos niveles de preferencia por la democracia, y la existencia de un contingente
importante de jóvenes con bajo nivel de capital social (bajo nivel de participación en
organizaciones de la sociedad civil y baja confianza interpersonal).
81
Rodríguez, Florisabel; Johnny Madrigal y Víctor Estrada, “Los hijos y las hijas de la
democracia: estudio comparativo” En: Rodríguez, Florisabel et al (editores) (2003), pp. 661ss, 2003.
84
Cuadro 13
(Porcentajes)
Fuente: PROCESOS (2000) “Encuesta sobre la cultura política en estudiantes de secundaria de las ciudades
capitales centroamericanas”.
a/ Estas preguntas no se incluyeron en el cuestionario de Costa Rica.
Estos resultados muestran que, al mirar hacia delante, se perfilan grandes retos para lograr
fortalecer la sostenibilidad democrática de la región, en especial en las nuevas generaciones:
Hay dos temas adicionales que también revisten importancia estratégica para el desarrollo
político institucional de la región: el fortalecimiento de la producción de bienes públicos
regionales – y en especial los vincula dos a la coordinación de políticas públicas – y el desarrollo
de las instituciones de la integración.
Entre los bienes públicos regionales más importantes en que se requiere avanzar se encuentran la
coordinación macroeconómica, la regulación y la promoción de la competencia, la
institucionalidad comercial y de inversiones, la unificación de estándares y normas en diversos
campos del quehacer regional y el transito de instituciones regionales intergubernamentales a
otras gradualmente más comunitarias. En todos estos casos el reto consiste en coordinar políticas
públicas que producen efectos de convergencia al interior de la región a fin de que los beneficios
del proceso tiendan a equilibrarse tanto entre los países como al interior de éstos.
a) La coordinación macroeconómica
sostienen con los organismos financieros multilaterales, las cuales en la mayoría de los casos no
han sido suficientemente transparentes a pesar de algunos avances que han tenido lugar en la
última década. Compartir información, es un primer nivel de coordinación en el que aún es
posible avanzar más entre los países de la región.
b) La regulación y la competencia
82
Breenal R. y C. García -Peñalosa, “Income Inequality and Macroeconomic Volatility: An
Empirical Investigation”, 1999. http://www.nuff.ox.ac.uk/economics/papers/1999/w20/VI3.pdf.
83
De Janvry, A y E. Sadoulet, op. cit., 2002.
87
En los mercados de transporte interregional también hay retos importantes para promover
la competencia. A pesar de que Baraquí concluye que la institucionalidad regional de los
subsectores carreteras y transporte automotor son suficientes y podrán enfrentar con éxito los
desafíos que emanen de los propósitos de fortalecer y consolidar la integración centroamericana y
del Tratado de Libre Comercio de la región con los Estados Unidos de América, él mismo señala
que:
“De otro lado, la productividad y eficiencia del transporte terrestre automotor de carga no
son buenas, pues no logran un buen aprovechamiento de sus activos, y ello, se traduce en
recargos a las tarifas de fletes. Asimismo, se observa un abultado y sobredimensionado parque
automotor dedicado al transporte regional. Al respecto, un resultado principal alcanzado en la
presente investigación consistió en la determinación de una función analítica, que permitió
determinar tarifas de fletes medias, según distancias, y la tarifa marginal, las que a su vez,
permitieron comparar los valores resultantes en Centroamérica con los estándares internacionales
similares, concluyéndose que son elevadas tanto la tarifa marginal como la media que prevalecen
en Centroamérica en comparación con estándares internacionales de países similares”. 85
En el campo comercial cabe citar los resultados obtenidos por Aitkenhead, quien
distingue entre las empresas que al amparo de la integración se desarrollaron hacia mercados
externos y las que se concentraron en los mercados internos. En esta última situación se
encuentran actividades diversas: “En el caso de las otras industrias de alto consumo local, como
el sector de bebidas alcohólicas, el ron y la cerveza, y las no alcohólicas, las bebidas gaseosas,
denominadas también como industrias fiscales por sus regímenes especiales, se desarrolló un
acuerdo implícito, cuando menos, de mantener cada quién su mercado local y evitar una
competencia regional. En algunos de estos casos, no se desarrolló una fuerte competencia de
origen local, con lo que la diversidad de productos ofrecidos, en términos de competencia, fue
muy reducida. Con los procesos de revitalización de la integración económica centroamericana, a
partir de los años noventas, estos grupos optaron generalmente por fortalecer su capacidad de
influencia y cabildeo para proteger la estabilidad de sus mercados locales. La situación, sin
embargo, se ha venido modificando paulatinamente como consecuencia del proceso de
84
Canales-Kriljenko, J.I., P. Khandelwal, y A. Lehmann, “Financial Integration in Central
America: Prospects and Adjustment Needs”, IMF Policy Discussion Paper, PDP/03/3, International
Monetary Fund, Monetary and Financial Systems Department and Policy Development and Review
Department, octubre, 2003.
85
Baraqui (2003), p. 4
88
3. (…) Centroamérica está bien colocada para aprovechar las oportunidades de la globalización (…)
5. Viendo hacia delante, el crecimiento sostenido y la reducción de la pobreza en Centroamérica
requerirá perseverar en tres frentes (…)
7. (Primero), Hacer a las economías más resistentes ante las crisis requiere de fundamentos económicos
más robustos y de mayor envergadura para absorber los choques. Se requiere mayor progreso
particularmente en dos áreas claves:
• Primero asegurar una dinámica de endeudamiento público sostenible. Un mejor control y
eficiencia en el gasto es importante. Sin embargo hay límites al campo para reducir aún más el gasto
dadas las necesidades persitentes en materia de infraestructura y en aspectos sociales. La reforma fiscal,
por lo tanto, es crucial y, dada la generalmente baja participación de los ingresos en el PIB, queda
mucho espacio para aumentar la base tributaria y reducir la evasión. Es importante una gestión mejor
de la deuda, especialmente en la denominada en dólares o endeudamiento asociado que ha demostrado
ser una vulnerabilidad mayor en muchos países.
• Segundo, fortalecer los sectores financieros domésticos. Hay una necesidad urgente de alejarse
de una supervisión débil y tolerante, mejorar los marcos regulatorios, fortalecer la gobernabilidad, y
contener la dolarización informal y sus riesgos –esfuerzos que requieren de fuerte apoyo político (…)
8. (Segundo), El crecimiento sostenido requerirá de reformas estructurales y fortalecer las instituciones
(…) Proteger los derechos de propiedad y el imperio de la ley, combatir la corrupción y regulación
sólida de los mercados son elementos cruciales para el buen funcionamiento de la economía de
mercado. También son críticos para atraer inversiones de alta calidad.
9. (Tercero), Economías fortalecidas, más competitivas y con crecimiento acelerado facilitarán la tarea
86
Aitkenhead (2003), p. 15.
89
imperiosa de reducir la pobreza. Pero el crecimiento no es suficiente; los pobres y sin ventajas también
requieren reformas focalizadas y medidas que los ayuden a beneficiarse del crecimiento. (…) Y
combatir la corrupción generará beneficios para el crecimiento económico al elevar la confianza de los
inversionistas, además de atender directamente la equidad social, dado que son frecuentemente las
pequeñas empresas y los pobres los que cargan con el peso de la corrupción.
10. El comercio puede incentivar el rápido crecimiento y el alivio de la pobreza. Una responsabilidad
mayor recae sobre las economías avanzadas (…) Entiendo que se han hecho progresos bienvenidos
hacia un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, que será claramente beneficioso para
Centroamérica. Ello también podría estimular una mayor cooperación regional, incluso el desarrollo
institucional. Un acceso mejorado al mercado regional no debería, sin emb argo, distraer la atención de
un progreso decisivo mayor en la liberalización comercial multilateral bajo la Ronda Doha (…).
12. La cooperación regional puede elevar el potencial de crecimiento de los países individuales. Hay
muchas áreas en las que juntar esfuerzos en esta región puede generar importantes beneficios, tales
como la colaboración transfronteriza en proyectos de infraestructura y la armonización de reglas y
estándares para los bienes, las condiciones laborales y los mercados financieros. Particularmente en los
mercados financieros crecientemente integrados de Centroamérica debe ser prioritario construir la
capacidad de supervisión consolidada de los grupos financieros (…)
La tarea de simplificar y unificar el marco institucional del comercio y las inversiones es,
en cualquier caso, una de las más importantes para crear un mercado más allá de los países
particulares, con las ventajas de escala que ello significa. En la actualidad, la diversidad de
marcos normativos hace difícil que las empresas, salvo las más grandes, adquieran un carácter
regional.
Por otra parte, la diversidad de acuerdos de libre comercio, y la separación por países de
las negociaciones de acceso a mercados con los Estados Unidos, han creado un sistema
arancelario diverso que discrimina según países de origen y productos. Esta diversidad es uno de
los obstáculos que actualmente tienen los países de la región para avanzar en el proyecto de unión
aduanera, y para construir el arancel común. Centroamérica deberá desarrollar una política
comercial externa común y un arancel totalmente uniformizado si su meta es lograr una Unión
Aduanera perfeccionada.
90
Una de las áreas más importantes es la vinculada al desarrollo social, donde no solo es
necesario contar con metas como las del milenio (donde Centroamérica tiene hoy dificultades
para cumplir con lo planteado), sino ir más a fondo, para establecer por ejemplo los contenidos
mínimos y la evaluación de los programas académicos (y no simplemente el reconocimiento de
títulos) y otros programas de desarrollo social que se llevan a cabo en los países. Este podría ser
un instrumento útil para avanzar en la convergencia real en el desarrollo social de los países,
siempre y cuando se superponga a la tendencia a limitarse a metas formales que equiparan
legalmente lo que tiene contenidos distintos.
La integración centroamericana, sus acuerdos y sus instituciones han definido un marco jurídico e
institucional que combina elementos de inspiración comunitaria con un marco
intergubernamental, con acciones que según Caldentey ha tenido manifestaciones contradictorias
en los últimos años. 87 El autor menciona que en su concepto la principal cuestión a resolver en
el ámbito institucional de la integración centroamericana es si la opción del marco
intergubernamental es deseable y factible o si por el contrario es necesario profundizar el camino
de la institucionalidad comunitaria, sin negar que siempre habrá un espacio intergubernamental y
de soberanía nacional.
87
Caldentey menciona como ejemplos los siguientes: la imposición de cláusulas no justificadas
de salvaguardia al comercio intrarregional, el no pago de cuotas de funcionamiento a las instituciones y el
incumplimiento de compromisos de ratificación de acuerdos. Pero el ámbito donde según él estas
contradicciones se han manifestado con mayor intensidad ha sido el de las negociaciones comerciales, en
las que no ha sido posible establecer un marco de negociación conjunta o de política comercial común
como en principio exigiría una unión aduanera.
91
Primero, el mecanismo de las cumbres presidenciales fue altamente exitoso para plantear
soluciones a los problemas de las guerras internas y para trabajar en la construcción de una
agenda regional de desarrollo; en ambos campos hay avances notables. El mecanismo de las
cumbres, sin embargo, tiene sus limitaciones, pues depende de las coyunturas políticas
específicas de cada país, y el cumplimiento de los acuerdos es débilmente exigible desde el punto
de vista de los demás gobiernos y de los actores privados. Se plantea así el reto de encontrar un
mecanismo de toma de decisiones que se combine con la cumbre pero que proporcione mayor
estabilidad y seguridad jurídica para todos los involucrados. 89
89
Quizás el método apropiado sea desarrollar nuevos convenios que sirvan de marco a las
decisiones de mayor relevancia y que definan algunos de los pasos que se busca dar hacia delante. Este
procedimiento es lento, no solo por las demandas técnicas que impone, sino porque tiene que pasar por los
procesos legislativos propios de cada país. El tema, sin embargo, requiere mayores estudios especializados
para su solución.
93
SÍNTESIS Y DISCUSIÓN
En este capítulo se ha señalado un conjunto de áreas de acción que son complementarias de las
transformaciones que los países centroamericanos se han propuesto en el campo comercial, a través del
regionalismo abierto y una de sus expresiones más concretas y ambiciosas: la unión aduanera.
La transformación de los marcos institucionales es también una condición crítica para el desarrollo de
cada uno de los países y de la región en su conjunto. Este tema, que durante los últimos veinte años dejó de
ocupar sitios prioritarios en la agenda internacional del desarrollo, debe retomarse para que sirva de base y
acicate al desarrollo. El fortalecimiento de la democracia y su credibilidad es una tarea de la más alta
prioridad, junto con elementos centrales como la consolidación del estado de derecho y el desarrollo de una
administración pública moderna, eficiente, honesta y que rinda cuentas de sus acciones. La cooperación entre
los países de la región puede contribuir al éxito de los demás en este campo, como ya sucedió antes en la
época de los conflictos armados internos. En la dimensión regional propiamente dicha, es necesario coordinar
la producción de bienes públicos regionales, en especial aquellos que se vinculan a la coordinación de
políticas públicas que tienen impacto más allá de las fronteras nacionales de cada país: la coordinación
macroeconómica, la regulación y la promoción de la competencia (en especial en el sector financiero), la
institucionalidad comercial y de inversiones, y el establecimiento de normas y estándares comunes que
promuevan la convergencia en el desarrollo de los países de la región. Las actuales instituciones de la
integración deben también remozarse y hay varias propuestas técnicas para ese fin. Dos temas de la mayor
importancia (incluso para entidades extrarregionales) son crear sistemas decisorios que generen estabilidad y
seguridad jurídica; y establecer sistemas de gestión que planifiquen, coordinen, den seguimiento, controlen,
evalúen y retroalimenten la acción conjunta de los países de la región.
Los temas discutidos en este documento han dejado de lado el tema del financiamiento de los retos
planteados. Es claro que el tema requiere un estudio especial para plantearse opciones para atraer recursos
externos, públicos y privados, y para lograr aumentar y canalizar adecuadamente el ahorro nacional. Pero es
posible plantear, con solo lo que se ha discutido hasta este punto que las soluciones pasan necesariamente por
mejorar la tributación en cada uno de los países. Todos, unos más y otros menos, tienen cargas tributarias
bajas, y el desarrollo implica costos fiscales altos. La opción es clara y debe plantearse sin eufemismos. Si los
centroamericanos queremos consolidar la democracia e impulsar el desarrollo, debemos estar dispuestos a
asumir sus costos.
94
ANEXO 1
El presente Anexo incluye información seleccionada sobre los tres países miembros del Sistema
de Integración Centroamericano (SICA) (Belice, República Dominicana y Panamá) que no fue
incorporada en el análisis principal de la presente síntesis.
El Anexo no pretende ofrecer una cobertura completa o detallada de los mismos temas expuestos
para los países miembros del MCCA, sino más bien un grupo selecto de ind icadores de la
relación de estos tres países con Centroamérica, tanto en términos de comercio intrazonal y
evolución de las principales variables económicas y sociales. Las relaciones específicas de tipo
institucional o estratégico entre Belice, República Dominicana y Panamá y el resto de países de
Centroamérica, no forman parte del análisis o contenido de este Anexo.
El aumento de los flujos comerciales tanto de bienes como de ser vicios, entre Centroamérica y
Belice, República Dominicana y Panamá, es un reflejo del proceso real de integración, de la
implementación de nuevas estrategias empresariales y del aprovechamiento de los patrones de
especialización productiva prevalecientes en la región. Las exportaciones intrarregionales han
crecido de forma sostenida tanto para Belice, República Dominicana y Panamá, como para los
países del MCCA en su conjunto.
1
Preparado por la Unidad de Comercio Internacional de CEPAL con el apoyo de René Hernández y Enrique Cortés.
95
Cuadro 1
Belice: Comercio con Centroamérica 1994-2002
(Millones de US$)
Exportaciones
Total 2 1 3 3 5 4 1 5 4
Costa Rica 2 0 3 1 2 0 0 2 1
El Salvador 0 0 0 0 2 3 0 0 1
Guatemala 0 1 0 2 1 1 1 2 1
Honduras 0 0 0 0 0 0 0 1 1
Nicaragua 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Importaciones
Total 15 22 29 29 40 40 50 25 28
Costa Rica 6 15 19 19 25 23 29 2 3
El Salvador 3 2 3 3 4 4 6 7 8
Guatemala 5 4 6 7 7 11 13 14 15
Honduras 1 1 1 0 4 2 2 2 2
Nicaragua 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Saldo
Total -13 -21 -26 -26 -35 -36 -49 -20 -24
Costa Rica -4 -15 -16 -18 -23 -23 -29 0 -2
El Salvador -3 -2 -3 -3 -2 -1 -6 -7 -7
Guatemala -5 -3 -6 -5 -6 -10 -12 -12 -14
Honduras -1 -1 -1 0 -4 -2 -2 -1 -1
Nicaragua 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras Preliminares
96
Gráfico 1
Belice: Exportaciones con destino a Centroamérica
1994-2002
6
5
Millones de dólares
4
3
2
1
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 a/ 2001 a/ 2002 a/
Años
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras preliminares
Gráfico 2
Belice: Importaciones provenientes de Centroamérica
1994-2002
60
50
Millones de dólares
40
30
20
10
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 a/ 2001 a/ 2002 a/
Años
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras preliminares
97
Cuadro 2
Panamá: Comercio con Centroamérica 1994-2002
(Millones de US$)
Exportaciones
Total 235 343 337 412 549 558 637 521 586
Costa Rica 65 99 98 78 94 83 86 110 123
El Salvador 40 68 56 66 106 98 130 135 156
Guatemala 63 82 77 109 153 146 162 69 82
Honduras 33 37 40 61 94 109 135 137 156
Nicaragua 34 57 66 98 102 122 124 70 69
Importaciones
Total 120 137 183 178 209 236 218 247 270
Costa Rica 66 78 92 100 108 128 115 144 143
El Salvador 12 15 25 25 24 35 39 49 45
Guatemala 33 37 46 42 67 64 55 43 49
Honduras 4 5 15 9 9 5 5 2 6
Nicaragua 5 2 5 2 1 4 4 9 27
Saldo
Total 115 206 154 234 340 322 419 274 316
Costa Rica -1 21 6 -22 -14 -45 -29 -34 -20
El Salvador 28 53 31 41 82 63 91 86 111
Guatemala 30 45 31 67 86 82 107 26 33
Honduras 29 32 25 52 85 104 130 135 150
Nicaragua 29 55 61 96 101 118 120 61 42
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras Preliminares
98
Gráfico 3
Panamá: Exportaciones con destino a Centroamérica
1994-2002
700
600
Millones de dólares
500
400
300
200
100
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 a/ 2001 a/ 2002 a/
Años
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras preliminares
Gráfico 4
Panamá: Importaciones provenientes de Centroamérica
1994-2002
300
250
Millones de dólares
200
150
100
50
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 a/ 2001 a/ 2002 a/
Años
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras preliminares
99
Cuadro 3
República Dominicana: Comercio con Centroamérica 1994-2002
(Millones de US$)
Exportaciones
Total 4 10 23 27 21 14 12 15 20
Costa Rica 2 3 5 6 6 3 3 4 5
El Salvador 0 1 3 5 4 3 2 1 2
Guatemala 1 1 1 1 2 1 3 2 3
Honduras 1 5 13 14 8 6 3 6 8
Nicaragua 0 0 1 1 1 1 1 2 2
Importaciones
Total 33 44 50 57 78 81 84 94 131
Costa Rica 8 12 17 20 36 30 45 55 74
El Salvador 7 10 8 11 13 14 12 12 21
Guatemala 15 17 14 18 23 29 23 20 30
Honduras 1 2 5 2 2 4 1 4 3
Nicaragua 2 3 6 6 4 4 3 3 3
Saldo
Total -29 -34 -27 -30 -57 -67 -72 -79 -111
Costa Rica -6 -9 -12 -14 -30 -27 -42 -51 -69
El Salvador -7 -9 -5 -6 -9 -11 -10 -11 -19
Guatemala -14 -16 -13 -17 -21 -28 -20 -18 -27
Honduras 0 3 8 12 6 2 2 2 5
Nicaragua -2 -3 -5 -5 -3 -3 -2 -1 -1
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras Preliminares
100
Gráfico 5
Rep. Dominicana: Exportaciones con destino a Centroamérica
1994-2002
30
25
Millones de dólares
20
15
10
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 a/ 2001 a/ 2002 a/
Años
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras preliminares
Gráfico 6
Rep. Dominicana: Importaciones provenientes de Centroamérica
1994-2002
140
120
Millones de dólares
100
80
60
40
20
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 a/ 2001 a/ 2002 a/
Años
Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua
Fuente: SIECA 2003
a/ Cifras preliminares
101
b) Gastos militares
Cuadro 4
Panamá Belice
1988 2.1 1.2
1990 1.4 1.2
1992 1.2 1.1
1994 1.3 1.4
1996 1.2 1.3
1998 1.1 1.5
1999 1.2 1.4
Fuente: PNUD, 2003. Segundo Informe sobre
Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá.
Gráfico 7
2
PORCENTAJES
1.5
0.5
0
1988 1990 1992 1994 1996 1998 1999
Panama Belice
Fuente: PNUD, 2003. Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamerica y Panamá.
Durante los noventa, la recuperación económica de Panamá, República Dominicana y Belice fue
notable, y sus respectivas tasas de crecimiento del PIB se situaron por encima del promedio
latinoamericano (Ver Cuadro 5). La estabilidad económica también se reflejó en tasas de
inflación decrecientes en los últimos doce años y en un control del déficit público con respecto al
PIB. De hecho, las tasas de inflación se redujeron a un dígito, con excepción de República
Dominicana que experimentó tasas de dos dígitos en 2002 y 2003 (Ver Cuadro 6).
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Panamá 8.1 9.4 8.2 5.5 2.8 1.8 2.8 4.6 8.7 4.2 3.3 0.3 0.8 2.0
Rep. Dominicana -5.5 1.0 8.0 2.9 4.3 4.7 7.2 8.2 7.4 8.0 7.3 3.0 4.3 -1
Belice 9.9 3.2 9.0 4.3 1.5 3.7 1.3 4.4 2.0 6.0 10.5 4.7 3.7
Nota: /p preliminar
/e Estimado
Fuente: CEPAL, con base en cifras oficiales.
103
Gráfico 8
10.0
8.0
6.0
Porcentajes
4.0
2.0
0.0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
-2.0
-4.0
-6.0
-8.0
Cuadro 6
(porcentajes)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Panamá 0.8 1.2 1.8 0.4 1.3 1.0 1.3 1.2 1.4 1.5 0.7 0.0 1.6 1.5
Belice 2.6 2.9 6.4 1.0 -0.8 -1.2 0.6 1.1 2.3 n.d.
Rep. Dominicana 79.9 7.9 5.2 2.8 14.3 9.2 4.0 8.4 7.8 5.1 9.0 4.4 10.5 39.8
Nota: /p preliminar
/e estimaciones
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales.
104
Cuadro 7
(Dólares de 1995)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Panamá 2525.7 2700.4 2867.1 2963.5 3000.8 3005.0 3032.9 3121.9 3213.5 3274.0 3308.3 3258.7 3222.8 3229.3
Rep. Dominicana 1378.3 1367.0 1450.8 1468.2 1510.9 1549.1 1631.4 1734.0 1830.9 1940.3 2046.3 2072.9 2126.8 2071.5
Bélice 2150.5 2175.5 2330.3 2389.7 2385.0 2428.2 2410.6 2462.4 2456.9 2546.5 2753.2 2822.1 2864.4 2864.4
Nota: /p preliminar
/e estimaciones
Fuente: CEPAL 2003. Anuario Estadístico 2002.
Gráfico 9
3000
2500
2000
Dólares
1500
1000
500
0
1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002/p
Panamá Rep. Dominicana Bélice
Cuadro 8
Criterio
Indicador 2002 2003
convergencia
PIB 4 4.0 -2.0
P^ 6 5.4 33.1
iR 0-5 15.2 -9.8
ITCER/USA 95-105 131.1 131.8
RIN/BM 100 19.6 5.1
RCC/PIB -3.5 -4.1 1.5
RSP/PIB -2.5 -1.6 -0.4
DPT/PIB 50 21.0 21.0
Porcentaje de cumplimiento 0.5 0.4
Gráfico 10
DPT/PIB P^
MRM
2002
RSP/PIB iR
2003
RCC/PIB ITCER/USA
RIN/BM
Valores dentro del polígono regular presentan una mejor situación respecto al Marco Regional
Macroeconómico (MRM).
106
d) Sector externo
Para los tres países, las exportaciones se convirtieron en el agente dinamizador de sus economías.
A lo largo de la década de los noventa, el valor de las exportaciones creció significativamente.
Panamá se continuó beneficiando de la zona libre de Colón. Sus exportaciones con y sin la zona
libre de Colón representaron 68% y 7.5% del PIB, respectivamente. En República Dominicana la
actividad de maquila en las zonas francas aumentó notablemente en la segunda mitad de la década.
Las exportaciones de bienes (sin zonas francas) significaron 6.4 del PIB; y las exportaciones con
zonas francas representaron 28% del PIB para toda la década. Las exportaciones totales de Belice
se duplicaron al final de la década y sus exportaciones de bienes representaron 30% del PIB en
promedio para toda la década.
Cuadro 9
(porcentajes)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Panamá /a 8.4 7.7 7.2 7.0 7.0 7.3 6.9 7.5 7.5 7.4 7.8 8.0 7.5
Rep. Dominicana /b 10.4 8.7 6.4 6.3 7.0 7.3 7.1 6.7 5.6 4.6 4.9 3.7 3.8
Panamá 63.0 71.7 76.9 74.7 78.2 77.0 71.4 77.0 67.8 54.9 58.3 59.4 52.6 45.8
Rep. Dominicana 22.4 22.5 20.0 33.4 33.0 31.7 30.4 30.6 31.4 29.5 29.3 24.8 23.4
Belice 31.9 29.1 29.0 24.9 28.3 28.1 28.3 31.3 29.6 31.0 38.2 34.2
Nota: /a sin incluir la reexportación de la Zona Libre de Colón
/b sin incluir las exportaciones de la Zona Franca
/p preliminar
/e estimaciones
Fuente: elaboración propia con base en datos de CEPAL.
107
Gráfico 11
40
35
30
Porcentajes
25
20
15
10
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p
Cuadro 10
(porcentajes)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Panamá 17.8 18.1 23.2 25.1 27.8 30.3 31.3 30.2 32.2 35.2 31.0 27.7 27.1
Rep. Dominicana 19.5 18.0 20.8 21.5 18.4 18.1 18.2 20.0 24.0 24.9 24.9 24.8 24.3 28.1
Fuente: CEPAL, 2003. Balance Preliminar 2003
108
Gráfico 12
OTROS PAÍSES DEL SICA: INVERSIÓN BRUTA INTERNA COMO PORCENTAJE DEL
PIB
40 1990-2003/e
35
30
Porcentajes
25
20
15
10
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Cuadro 11
(millones de dólares)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 a/ 2003 b/
Panamá 131.9 41.2 138.7 155.7 410.6 266.7 410.4 1,300.2 1,203.1 864.4 700.3 404.6 77.9 575.9
Rep. Dominicana 132.8 145.0 179.7 189.3 206.8 414.3 96.5 420.6 699.8 1,337.8 952.9 1,079.1 961.1 700.0
Belice 17.2 13.6 15.6 9.2 15.4 21.1 16.6 12.0 17.7 47.4 23.4 59.9 25.0
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales.
109
Gráfico 13
2500
2000
Millones de dólares
1500
1000
500
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Cuadro 12
(porcentajes)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Panamá 2.48 0.71 2.09 2.15 5.31 3.37 5.03 15.02 12.87 8.97 6.99 4.01 0.77 5.40
Rep. Dominicana 1.88 1.91 2.04 1.97 1.98 3.47 0.72 2.79 4.42 7.69 4.87 5.07 4.34
Belice 4.24 3.14 3.22 1.74 2.78 3.59 2.74 1.94 2.80 6.88 3.02 7.44
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales.
110
Gráfico 14
16
14
12
10
Porcentajes
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Cuadro 13
(Porcentaje de la PEA)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Panamá 16.8 16.0 14.7 13.3 14.0 14.0 14.3 13.4 13.6 11.8 13.5 14.0 13.5 12.8
Rep Dominicana n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d 5.9 5.9 5.8 6.5 5.9 5.6
Belice n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d n.d
Fuente: CEPAL con base en cifras oficiales
111
Gráfico 15
16
14
12
Porcentajes
10
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
Cuadro 16
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002/p 2003/e
PANAMA
Porcentajes
PIB real (variación anual) 8.1 9.4 8.2 5.5 2.8 1.8 2.8 4.6 8.7 4.2 3.3 0.3 0.7 3.0
Inflación 1.2 1.6 1.6 0.9 1.4 0.8 2.3 -0.5 1.4 1.5 0.7 0.0 1.8 1.4
BELICE
Porcentajes
PIB real (variación anual) 10.2 3.2 9.5 4.3 1.4 3.8 3.6 4.5 1.8 6.5 10.8 4.6 3.7
Inflación -12.0 3.1 2.0 2.3 2.6 2.9 6.4 1.0 -0.8 -1.2 0.6 1.1 2.3
Tasa Pasiva real anual
3.4 4.2 -0.2 5.6 6.9 7.0 4.4 3.2 2.2
Tasa Activa real anual 12.1 13.0 9.2 15.4 17.2 17.7 15.1 14.1 11.9
Inversión int erna 26.1 30.4 28.5 30.1 23.0 22.0 22.6 23.5 24.3 29.6 32.4 30.9
Ahorro Nacional 32.5 26.7 26.1 24.3 22.9 25.8 25.7 23.2 21.2 25.0 19.9 17.9
Sector externo
Balance en cuenta
3.8 -6.0 -5.9 -9.1 -7.3 -2.9 -1.1 -5.2 -9.5 -11.3 -19.8 -23.0
corriente
Balance comercial de
-14.6 -22.5 -21.4 -22.4 -13.7 -11.3 -9.6 -14.5 -16.6 -18.1 -24.8 -26.5
mercancías
Balance comercial de
-0.9 -9.9 -8.9 -11.4 -7.6 -4.8 -1.9 -7.0 -10.1 -10.3 -20.3 -20.0
mercancías y servicios
Reservas internacionales
19.1 13.4 9.6 3.9 2.4 5.8 10.1 10.5 8.1 13.4 21.1 18.2
netas
113
REPÚBLICA DOMINICANA
Porcentajes
PIB real (variación anual) -5.5 1.0 8.0 2.9 4.3 4.7 7.2 8.2 7.4 8.0 7.3 3.2 4.3 -1.1
Inflación 79.9 7.9 5.2 2.8 14.3 9.2 4.0 8.4 7.8 5.1 9.0 4.4 10.5 39.8
Tasa Pasiva real 9.2 5.0 2.8 8.0 4.6 11.6 8.4 10.1 6.6 10.6
Tasa Activa real 22.1 17.5 15.1 17.1 10.9 19.4 17.3 17.6 13.3 18.9
Índice TCR efectivo
97.4 106.6 96.2 90.7 95.6 100.0 97.7 102.0 103.1 104.0 102.0 103.6 103.0
1995=100
p/ cifras preliminares
e/ cifras estimadas
Nota: En el caso de Panamá, a partir de 1999 las cifras de endeudamiento público externo reflejan el efecto de un cambio en la metodología de
contabilidad y de base del PIB.
Fuente: Elaboración propia con base en cifras oficiales de la CEPAL.
114
Cuadro 17
(Porcentaje)
Panamá
6-11 128 128 132
Rep. Dominicana
7-12 107 91 144
Belice 128
Fuente: CEPAL, UNESCO.
Cuadro 18
(Porcentaje)
Belice 38 41 74
Fuente: CEPAL, UNESCO.
115
Gráfico 16
140
120
100
Porcentajes
80
60
40
20
-
Panamá Rep.Dominicana
Fuente: CEPAL, UNESCO.
Nota: Porcentaje de los matriculados en el grupo de edad 6 -12 años.
Cuadro 19
Gráfico 17
60
50
Porcentajes
40
30
20
10
-
Panamá Rep. Dominicana Belice
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