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TP 4 - Sentencia

Este documento presenta una sentencia judicial en un caso de cuidado personal, régimen de comunicación y alimentos. Resume que la actora solicitó el cuidado compartido indistinto de sus hijos menores con el demandado, residiendo con la madre, a lo cual el demandado se allanó. El juez falla a favor de lo solicitado por las partes teniendo en cuenta el interés superior de los niños y su derecho a mantener una relación con ambos progenitores.

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TP 4 - Sentencia

Este documento presenta una sentencia judicial en un caso de cuidado personal, régimen de comunicación y alimentos. Resume que la actora solicitó el cuidado compartido indistinto de sus hijos menores con el demandado, residiendo con la madre, a lo cual el demandado se allanó. El juez falla a favor de lo solicitado por las partes teniendo en cuenta el interés superior de los niños y su derecho a mantener una relación con ambos progenitores.

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TRABAJO PRÁCTICO Nº 4

Materia: Prácticas Profesionales.

Carrera: Abogacía

Profesor: Marcelo Raúl CONCI

Alumna: María Marta LIGALUPPI

LEGAJO: VABG106989

Módulo 4 – Caso Nº 3

Consigna 1 – Presentación Sentencia

Fecha de Entrega: 22/10/2023 – Primera entrega.


Expte: 25.550

Fojas: 73

General Alvear, Mendoza, 6 de noviembre de 2023.

VISTOS: Los autos Nº 25.550/2022 caratulados “MARIA SUSANA


ÁLVAREZ c/ FACUNDO A. FÉLIX p/ Cuidado Personal, Rég. de Comunicación y
Alimentos”, puestos a despacho para resolver;

RESULTA:

Que a fs. 7/10 se presenta la Sra. María Susana Álvarez, por sus hijos
menores María Elena Félix Álvarez; Lautaro Nicolas Félix Álvarez y Martín Agustín
Félix Álvarez, con el patrocinio letrado de la Dra. María Marta Ligaluppi y promueve
demanda contra el Sr. Facundo Alejandro Félix por cuidado personal, régimen de
comunicación y fijación de cuota alimentaria provisoria y definitiva, respecto de sus
hijos menores.

De los hechos que relata surge que, contrajo matrimonio con el


demandado en el año 2012, y fruto de dicho matrimonio nacieron sus hijos. Agrega que
desde el año 2.016 se encuentran separados, y luego de dicha separación el Sr. Facundo
A. Félix ha realizado aportes de manera esporádica y no ha mantenido contacto con los
menores por decisión unilateral. Argumenta que el último tiempo tuvo que dejar de
alquilar he irse a vivir a lo de su madre porque no podía pagar el alquiler.
Que concurrió a mediación en el mes de septiembre sin arribar a un acuerdo con el
demandado, por lo que interpone la presente.

Solicita una cuota alimentaria provisoria del 25% de los haberes totales
percibidos y de alimentos definitivos correspondiente al 30% de los haberes que percibe
el progenitor, como empleado de la empresa “Los Alamos S.A”, con más salario, obra
social y proporcional del S.A.C., solicitando la apertura de cuenta al efecto.

Respecto al cuidado personal solicita que sea compartido y con la


modalidad alternada, con la distribución de tiempo que detalla o en su defecto propone
el cuidado compartido con modalidad indistinta, con residencia en el domicilio materno.
Ofrece un régimen comunicacional consistente en que el Sr. Felix , fin de
semana por medio, los retire del hogar familiar el día viernes a las 19 hs. y los reintegre
el domingo a las 20 hs, debidamente aseados y ya cenados. Asimismo el padre
retirará del colegio a los niños dos veces por semana (martes y jueves) y reintegrarlos al
domicilio que comparten con su madre a las 21 hs. ya cenados. Propone que los niños
pasen con padre el día del cumpleaños de éste y el día del padre, independientemente
del cronograma establecido en el presente. Y pasen con la madre el día del cumpleaños
de esta y el día de la madre. Las fechas festivas y las vacaciones se planearán de común
acuerdo entre las partes conforme la obligación laboral de los progenitores.

Ofrece prueba y funda en derecho.

Los alimentos provisorios se fijan a fs. 15, previo trámite de ley.

A fs. 20/25 comparece el Sr. Facundo A. Félix y contesta la demanda


incoada en su contra, hace una negativa general de los hechos, para luego realizar una
negativa particular de los mismos, se allana al cuidado personal y régimen de
comunicación que peticiona la parte actora, oponiéndose al monto peticionado en
concepto de alimentos definitivos del 30% de sus haberes. Ofrece una cuota en el
equivalente al 20% de los ingresos a depositarse en cuenta al efecto.

Expresa que su parte siempre ha colaborado con los gastos de sus hijos,
ocupándose de la vestimenta, alimentos, educación, recreación, etc. y abonando la obra
social.

Ofrece prueba y funda en derecho.

A fs. 36 se dicta el auto de admisión de prueba. Producida la prueba


ofrecida por las partes y aceptada por el Juzgado.

A fs. 40 toma intervención la Sra. Asesora de Niñas, Niños y


Adolescentes. A fs. 45 se expide la Sra. Asesora de Menores no formulando objeción a
lo actuado en autos.

A fs. 47/54 se agrega informe de AFIP, respecto de la situación registral


por ante la AFIP del Sr. Félix. A fs. 56/64 se agrega informe de la empresa “LOS
ALAMOS S.A.”, con copias de los recibos de haberes del demandado. A fs. 72 se
agrega informe de ATM sobre los inmuebles y automotores a nombre del demandado. A
fs. 74/78 se agrega informe de ANSES correspondiente a los últimos dos años de
aportes percibidos.

A fs. 80 se convoca a las partes a comparecer a la audiencia inicial (art.


173 del CPCCyT) y a fs. 81/82 obra constancia de celebración de la misma.

A fs. 91 dictamina el Ministerio Pupilar, quedando a fs. 92 los autos en


estado de resolver.

CONSIDERANDO:

I.- LEGITIMACIÓN:

Que con la copia de las partidas de nacimientos agregadas a fs. 2 y s.s.


surge la legitimación de la Sra. María Susana Álvarez, para accionar por el cuidado
personal, fijación de régimen de contacto y fijación de cuota alimentaria respecto de sus
hijos María Elena Félix Álvarez; Lautaro Nicolas Félix Álvarez y Martín Agustín Félix
Álvarez.

II- DERECHO APLICABLE:

Que el 28 de septiembre de 2005 se sancionó la ley 26.061 (Adla, Bol.


29/2005, p. 2) denominada de "protección de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes". Al respecto debe destacarse que, conforme al art. 4° de la Convención
sobre los Derechos del Niño (Adla, L-D, 3693), los Estados Partes se obligaron a
adoptar "todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar
efectividad a los derechos reconocidos en la presente Convención". Dentro de ese
marco, una de las tareas pendientes era el dictado de una ley de los derechos y garantías
del niño. Así lo hizo, verbigracia, el derecho español que sancionó -el 15 de enero de
1996- la ley de "protección jurídica del menor". Entre sus lineamientos principales, la
mencionada ley: a) Dispone la aplicación obligatoria, "en las condiciones de su
vigencia", de la Convención sobre los Derechos del Niño, en todo acto, decisión o
medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza, que se adopte respecto de las
personas hasta los dieciocho años de edad (art. 2°, primer párrafo). b) Declara que los
derechos y las garantías de los sujetos comprendidos en la ley, son de "orden público,
irrenunciables, interdependientes, indivisibles e intransigibles" (art. 2°, segundo
párrafo). c) Impone la obligación de la familia, y de los padres o representantes legales
en particular de atender al desarrollo personal de los niños, de respetar los derechos y
garantías que les asisten, de habilitar los canales para que éstos puedan expresar sus
propias opiniones, y de adoptar los recaudos para que se resguarde su vida privada e
intimidad (art. 3°, inc. c); art. 7°; art. 10; art. 15, "in fine"; y art. 19). d) Regula que los
niños tienen derecho a "una buena calidad de vida", a la salud, a que se respete su
dignidad como personas, a que gocen de los beneficios de la seguridad social, y a recibir
una educación pública y gratuita (arts. 8°, 9°, 14, 15 y 26). En consonancia con la
mencionada normativa, el art. 658 del CCCN establece que AMBOS progenitores
tienen la obligación y el derecho de criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos conforme
a su condición y fortuna. El contenido de la obligación alimentaria abarca ``... la
satisfacción de sus necesidades de manutención, educación, esparcimiento, vestimenta,
habitación, asistencia, gastos por enfermedad y los gastos necesarios para adquirir una
profesión u oficio (art. 659).

III.- RÉGIMEN DE CONTACTO, CUIDADO PERSONAL:

Que la actora solicitó al demandar el cuidado compartido indistinto con


residencia en el domicilio materno, en tanto el Sr. Félix al contestar aceptó lo propuesto
por la actora por encontrarse viviendo los menores desde la separación con su madre
(ver fs. 20/25).

Por lo cual al no encontrarse comprometido el interés público y no


resultar perjuicios para los menores causante resolveré respetando la autonomía de la
voluntad de las partes.

El art. 648 del CCyC. Dice que se denomina cuidado personal a los
deberes y facultades de los progenitores referidos a la vida cotidiana del hijo.

Dispone el art. 649 del CCyCN: Cuando los progenitores no conviven, el


cuidado personal del hijo puede ser asumido por uno de los progenitores o por ambos.
La ley privilegia el cuidado compartido del hijo, en la medida que existan condiciones
para su funcionamiento, pues es el sistema que mejor asegura el derecho constitucional
del hijo menor de edad a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos
padres de modo regular (art. 9 CDN) y confirma el principio de “coparentalidad”. (conf.
Kemelmajer de Carlucci Aída, Herrera Marisa, Lloveras Nora. Tratado de Derecho de
Familia según el Código Civil y Comercial de 2014.Tomo IV. Rubinzal-Culzoni
Editores. Santa Fe. 2014. Pág. 107).
La regla establecida por la legislación es el cuidado personal compartido
con las modalidades establecidas por el art. 650 del CCyCN: alternada o indistinto. En
la primera hipótesis, el hijo pasa períodos de tiempo con cada uno de los
progenitores; en la segunda, cuando el hijo reside de modo principal con uno de los
progenitores, pero ambos comparten las decisiones y se distribuyen de modo equitativo
las labores atinentes a su cuidado.

Como se advierte y se ha referenciado anteriormente el C.C.yC.N.


pretende acentuar la responsabilidad que cabe a ambos progenitores, evitando que uno
termine permaneciendo afuera de la vida de sus hijos, y logrando así un mayor
compromiso, y mantener a ambos padres realmente involucrados en el proceso de
desarrollo y crianza de sus hijos, ello para resguardar el derecho a la parentalidad de
ambos y a la igualdad, pero fundamentalmente el derecho constitucional del hijo a ser
criado y mantener contacto por ambos (arts. 9 y 10 de la CDN). Por eso, es qué si bien
la norma admite el cuidado personal unilateral, toda la normativa tiene en este punto
una finalidad pedagógica y por ello prioriza en los arts. 651 y 656 la modalidad
compartida indistinta. Ello a fin que, no obstante la permanencia del hijo de modo
principal con uno de sus padres, ambos participen de las decisiones y se distribuyan
equitativamente las labores que supone su cuidado.

Por ello, el art. 651 dispone como regla general que ya sea a pedido de
uno o ambos progenitores o de oficio, el juez debe otorgar, como primera alternativa, el
cuidado compartido del hijo con la modalidad indistinta, excepto que no sea posible o
resulte perjudicial para el hijo. Este criterio es reforzado en el art. 656, ambos del
C.C.yC.N.

Claramente, el artículo respeta la voluntad de los progenitores en la


decisión respecto a cómo organizar sus vidas, pero a falta de acuerdo o en interés del
hijo/a, establece un principio orientador para el juez, en concordancia con la tendencia
prevaleciente en el derecho de familia.

La responsabilidad parental se basa en tres principios básicos; el interés


superior del niño, niña o adolescente; el derecho a ser oído y a que su opinión sea tenida
en cuenta y la autonomía progresiva del niño, niña o adolescente.

Es que el cuidado personal compartido se fundamenta en la conjugación


de dos derechos básicos: por una parte, el derecho de los hijos a mantener una relación
equilibrada y continuada con ambos padres y por otra el derecho-deber de los padres a
la crianza y educación de los hijos en ejercicio de la responsabilidad familiar.

Las ventajas de la custodia compartida inobjetables. Con ella, los hijos


mantienen lazos de afectividad y una relación continuada con ambos padres, se permite
una mejor aceptación de la nueva situación familiar por parte de los hijos, ambos padres
se implican de manera efectiva en todos los aspectos de la educación y desarrollo de los
hijos y se reduce la litigiosidad entre los padres, dado que el otorgamiento de la custodia
a uno solo de ellos en muchas ocasiones acrecienta los conflictos debido a la
desigualdad que se genera en el ámbito de las relaciones con los hijos.

Las ventajas del sistema de cuidado personal compartido han sido bien
explicadas por la jurisprudencia anterior a la reforma en las pocas ocasiones en las que
se apartó de la regla unipersonal. Se ha destacado que esta modalidad permite mantener
un estrecho vínculo con ambos padres, promueve la participación activa en las
funciones de educación, amparo y asistencia, atenúa el sentimiento de pérdida del padre
que queda excluido del cuidado, estimula las responsabilidades de ambos, evita que
existan padres periféricos, reduce problemas de lealtades y juegos de poder, implica un
reconocimiento de la idoneidad de cada uno de los padres, fomenta una mayor y mejor
comunicación entre padres e hijos, beneficia la situación del hijo con la percepción de
que sus padres continúan siendo responsables frente a él, etc. (Cám. Apel Azul Sala II,
A. S. c/ T. M. C. y T. M. C. c/ A. S. | tenencia 16-jun-2009 MJ-JU-M-44600-AR |
MJJ44600). A más de ello facilita el trabajo de ambos padres fuera del hogar, y por
ende, aumentan las posibilidades de autosuficiencia económica para la propia
manutención y la del hijo (BENTIVEGNA, Silvia, La responsabilidad parental en el
nuevo Código Civil y Comercial y su cotejo con la violencia familiar, 11-jun-2015,Cita:
MJ-DOC-7263-AR | MJD7263).

No obstante lo expuesto, en el caso de autos, teniendo presente que la


actora ha solicitado el cuidado personal de sus hijos en la modalidad de compartido e
indistinto y que el demandado ha manifestado expresamente estar de acuerdo con la
pretensión de la actora es que corresponde disponer judicialmente que el cuidado
personal de María Elena Félix Álvarez; Lautaro Nicolas Félix Álvarez y Martín Agustín
Félix Álvarez sea ejercido por ambos indistintamente con lugar de residencia habitual
en el domicilio materno.
IV.- ALIMENTOS:

Nuestro ordenamiento jurídico dispone que es responsabilidad de


AMBOS padres afrontar la obligación alimentaria respecto de los hijos (art. 658 del
CCCN) ``Ambos progenitores tienen la obligación y el derecho de criar a sus hijos,
alimentarlos y educarlos conforme a su condición y fortuna, aunque el cuidado
personal esté a cargo de uno de ellos. La obligación de prestar alimentos a los hijos
se extiende hasta los veintiún años, excepto que el obligado acredite que el hijo
mayor de edad cuenta con recurso suficientes para proveérselos por sí mismos.

Mientras que los arts. 659 y 660 del C.C.C agregan: ``La obligación de
alimentos comprende la satisfacción de las necesidades de los hijos de manutención,
educación, esparcimiento, vestimenta, asistencia, gastos por enfermedad y los gastos
necesarios para adquirir una profesión u oficio… Las tareas cotidianas que realiza el
progenitor que ha asumido el cuidado personal del hijo tienen un valor económico y
constituyen un aporte a su manutención .

De la lectura del art. 658 se desprende que la obligación de alimentos


derivados de la responsabilidad parental es amplia. Estos contenidos alimentarios
se encuentran en consonancia con los fines de la responsabilidad parental, es decir con
la protección, el desarrollo y la formación integral del hijo (art. 638), y con los deberes
impuestos a los progenitores (art. 646 inc. a). Sobre ambos padres recae la obligación
alimentaria aun cuando el cuidado personal esté a cargo de uno de ellos. (Tratado de
Derecho de Familia. Aída Kemelmajer de Carlucci).

Así las cosas, adelanto mi opinión considerando que corresponde fijar


una cuota alimentaria a cargo del progenitor no conviviente, Sr. Félix, considerando: las
necesidades de los menores, las posibilidades económicas del Sr. Felix y el hecho de
que, atento al régimen de cuidado personal que se dispondrá, será la Sra. Álvarez quien,
por convivir con los menores, deberá encargarse de los cuidados con mayor asiduidad
(art. 660 del CCCN).

Que en los presentes se solicita la fijación de una cuota


alimentaria definitiva a favor de sus hijos menores de edad, encontrándose ya fijada una
cuota de alimentos provisoria a fs. 15.
Que la parte actora reclama el 30% de los ingresos que perciba el Sr.
Félix, a lo que el Sr. Félix se opone, en parte atento a que reconoce que corresponde
fijar una cuota alimentaria, pero no está de acuerdo con el porcentaje peticionado ya que
considera que es desproporcionado y excede sus posibilidades, generando un perjuicio
económico en su actual núcleo familiar. Acreditando luego que en el transcurso del
proceso formó una nueva familia de la que nació un hijo Juan Ignacio.

Que en relación a las condiciones económicas del demandado las mismas


han sido demostradas con las copias de los bonos de sueldos que se han agregado a fs.
56/64 emitidos por la empresa “LOS ALAMOS S.A.” y por el informe de AFIP
agregado a fs. 47/54 e informe de ANSES fs. 74/78.

El fundamento de la obligación alimentaria cuando se origina por efecto


de la responsabilidad parental, no solo radica en la solidaridad -base genérica del deber
alimentario-, sino en la necesidad de proteger a los propios hijos. Lo mismo es
responsabilidad de ambos padres recayendo en ellos dicha obligación aún cuando el
cuidado personal esté a cargo de uno solo, o tenga como residencia habitual el domicilio
de uno de ellos.

Quien ha tenido un hijo asume el deber de proveer a sus necesidades; no


es sólo el interés individual del hijo el que se halla comprometido en ello, sino que a
través de él, aparece el interés de la sociedad. Es por ello que los progenitores deben
realizar todos los esfuerzos que sean necesarios para proveer a la asistencia de sus hijos.

Los hijos menores convivan o no con sus padres, coparticipan


plenamente del nivel socioeconómico y cultural de la familia, determinado por las
posibilidades de ambos progenitores. Las viscisitudes que sufre la relación de los
padres, no puede influir en perjuicio del derecho alimentario de sus hijos, el que se
mantiene aún cuando los padres se encuentren separados. Mientras los hijos fueren
menores de edad, tales extremos no producen alteración de la obligación asistencial que
pesa por igual sobre ambos padres, aunque el cuidado personal sea ejercido por uno de
ellos.

Conforme a la situación similar en que se encuentran los padres en


materia alimentaria, ambos deben contribuir a los alimentos de los hijos en proporción
de sus respectivos ingresos; sin embargo separados los padres para estimar la
contribución del progenitor que tiene la guarda deben considerarse los aportes en
especie de significación económica que él hace.

Obviamente, la contribución del progenitor que convive con el hijo


consiste en una mera estimación económica, ya que no se le impondrá el pago de suma
alguna, pues justamente es ese progenitor quien debe percibir la cuota alimentaria para
atender las necesidades de los hijos que tiene consigo –sin perjuicio de que contribuya
de hecho con sus propios ingresos también a satisfacer esas necesidades- extremo este
que se corresponde con la situación de autos.

Así las cosas corresponde, encontrándose probado en autos, el vínculo


entre las partes (cfr. partidas de fs. 7/10), el análisis de las necesidades del alimentado y
la situación económica del demandado por éstas las dos variables principales a tener en
cuenta a la hora de fijar una cuota alimentaria.

Con respecto a las necesidades de los alimentandos Ntra. Excma. Cámara


de Familia tiene dicho “En materia de alimentos las necesidades vitales de los hijos
menores de edad se presumen en términos generales (vivienda, alimentación,
vestimenta, educación, salud, recreación, etc.) pero deben acreditarse en concreto las
erogaciones económicas que su adecuada satisfacción le exigen al progenitor que
tiene a su cuidado al alimentado, conforme sea su realidad de vida en lo personal
(edad, estado de salud, estudios que cursa), familiar (con quién vive, en qué lugar,
bajo qué condiciones) y social (actividades extraescolares que realiza). Solo así, el
magistrado que interviene en el juicio de alimentos contará con los elementos
indispensables para poder mensurar el quantum de la cuota alimentaria, basculando
equitativamente las necesidades del hijo con las posibilidades económicas del
alimentante”. (Expte.: 648/15 - GARCIA ANA GABRIELA C/NARVAEZ DURVAL
MARTIN P/ INC. DE AUMENTO DE CUOTA ALIMENTARIA. Fecha:
11/10/2016Tribunal: 1° CÁMARA DE APELACIONES DE FAMILIA - PRIMERA
CIRCUNSCRIPCIÓN Magistrado/s: FERRER - ZANICHELLI – POLITINO”).

En autos, las necesidades de los menores María Elena Félix Álvarez;


Lautaro Nicolas Félix Álvarez y Martín Agustín Félix Álvarez no pueden ponerse en
duda. Los niños, de 8 años, 9 años y 11 años de edad respectivamente, se encuentran en
edad escolar. Solo esto supone la necesidad de realizar diversas erogaciones ya que no
solo aparecen como indefectiblemente necesarios e ineludibles los gastos escolares en sí
mismos (uniformes, libros de texto originales o fotocopiados, gastos de librería y
meriendas) sino también los costos que supone la actividad social que desarrolla un niño
y/o joven a partir de la asistencia al colegio (regalos a maestros en su día y a
compañeros en sus cumpleaños, salidas escolares, etc.). A ello debe sumarse la
necesidad de vestimenta y alimentación lógicas en un niño en etapa de crecimiento.
Todo ello hace que el 30% de los haberes solicitada por la actora, en concepto de cuota
alimentaria, resulte justificada.

“Para la fijación del monto de la cuota alimentaria a favor de un hijo


debe tenerse en cuenta el costo de vida actual, de público y notorio conocimiento,
sobre todo luego de los aumentos de precios de los alimentos de la canasta básica y
otros rubros comprendidos en la obligación alimentaria, experimentados entre
diciembre de 2015 y enero de 2016”. (Expte.: 503/14 - F.Y.R C/ A.F POR MEDIDA
PRECAUTORIA. 24/02/2016 Tribunal: 1° CÁMARA DE APELACIONES DE
FAMILIA - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL. Magistrado/s: FERRER -
ZANICHELLI POLITINO).

Y fijo la suma en un porcentaje de los ingresos, toda vez que cuando el


alimentante es un trabajador en relación de dependencia fijarla en éstos
términos permite que la cuota alimentaria varie según las variaciones en las
remuneraciones, evitando así sucesivas incidencias de aumento de cuota alimentaria.

En cuanto a las posibilidades económicas del Sr. Félix, cabe analizar


que, como surge de las pruebas obrantes en autos, se encuentra trabajando en relación
de dependencia, cuenta con casa propia, 2 lotes y 3 vehículos a su nombre, sus ingresos
deberían ser suficientes para cubrir las necesidades de sus hijos.

Hay que tener presente, que lo importante no son solamente sus


posibilidades económicas sino también sus posibilidades de generar ingresos; y es aquí
adonde el demandado no puede excusarse de cumplir con su deber de proveer a sus
hijos de lo necesario para su sano desarrollo, tratándose como se trata de una persona
joven y que no alegado (y menos aún probado) ninguna dolencia que le impida acceder
a otros empleos en caso que aquel con el que cuenta actualmente no le permita solventar
las necesidades de los menores.

Al respecto, la Excma. Cámara de Familia ha dicho “En materia de


alimentos a favor de los hijos, salvo que el obligado pruebe que padece alguna
imposibilidad psicofísica para trabajar, la falta o disminución del trabajo no pueden
esgrimirse como eximentes de su obligación alimentaria, pues lo dirimente no es
tanto que el alimentante cuente con medios económicos, sino más bien con aptitud
para obtenerlos y así cumplir con su deber.” (Expte.: 486/16 – “R. C. S. C/ F. H. A. P/
ALIMENTOS” Fecha: 12/04/2017Tribunal: 1° CÁMARA DE APELACIONES DE
FAMILIA - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN Magistrado/s: FERRER - POLITINO –
ZANICHELLI).

“En materia de alimentos, los padres a fin de proveer a la asistencia


del hijo menor, deben realizar todos los esfuerzos que resulten necesarios, realizando
trabajos productivos, sin que puedan excusarse de cumplir con su obligación
alimentaria invocando falta de trabajo o ingresos suficientes, cuando ello no se debe
a imposibilidades o dificultades prácticamente insalvables”. (Expte.: 774/12 - S. O. G.
EN AUTOS N°: 1675/1F CARATULADOS S. C/ J. P/ ALIMENTOS C/ J. D. P/ INC.
AUMENTO CUOTA ALIMENT. Fecha: 21/11/2016Tribunal: 1° CÁMARA DE
APELACIONES DE FAMILIA - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN Magistrado/s:
ZANICHELLI - FERRER – POLITINO”)

En razón de lo expuesto entiendo, como adelantara ut supra, que la cuota


solicitada por la actora resulta justificada.

En cuando a la forma de pago, dispondré el depósito bancario por


resultar el mismo más conveniente a fin de evitar un desgaste innecesario en la relación
entre las partes.

En cuanto a la retroactividad de la sentencia el art. 669 del CCCN


prescribe que los alimentos se deben desde el día de la interposición de la demanda o
desde el día de la interpelación del obligado por medio fehaciente, siempre que se
interponga la demanda dentro de los seis meses de la interpelación.

En decir que en el caso de marras corresponde retrotraer los efectos


patrimoniales de la presente resolución a la fecha de interposición de la demanda, es
decir, al 22/08/2022, debiendo ser descontados los importes que el actor haya abonado
en concepto de alimentos.

A su vez el art. 152 de la ley 9120 dispone que la sentencia deberá


ordenar que se abonen las cuotas atrasadas devengadas durante el periodo alcanzado por
la retroactividad siendo el Juez quien determine el monto de la cuota suplementaria
mensual, la que a su vez devengará intereses equivalentes a la tasa más alta que cobra el
Banco Nación a sus clientes, desde la fecha fijada en la sentencia hasta el pago de cada
una de ellas.

En este estado, corresponde aclarar que tanto el cuidado personal como


el régimen de contacto y el régimen alimentario, son cuestiones de familia que no
causan estado, y por lo tanto susceptibles de modificación según lo aconsejen las
circunstancias de hecho, los intereses en juego y sobre todo el de los menores; queda en
las partes la posibilidad de solicitar su modificación probando el cambio de las
circunstancias tenidas en mira al momento de resolver sobre las mismas.

V.- COSTAS:

En materia de costas los ordenamientos procesales reconocen dos


sistemas: 1) el automático, que funda la condena en la derrota procesal, encontrándose
algunas modalidades según la instancia o las características del proceso; se parte del
presupuesto objetivo de la derrota, de manera que la sentencia debe contener una
decisión expresa en tal sentido y 2) el sistema de albedrío judicial, que sienta el
principio de que las costas se impondrán al litigante de mala fe o temerario, pero deja la
apreciación casuística de la norma al criterio del juzgador, con la consiguiente facultad
de no imponer las costas cuando se estime que el vencido procedió de buena fe
( Gozaíni, Osvaldo A., ``Costas procesales , Ediar, Bs. As., 2007,Vol I, p. 39).

Nuestro código procesal local adopta el primer sistema (salvo la


excepción contenida en el art. 36 inc. 5 del CPC). Las costas deben ser soportadas por el
perdidoso, ello no como sanción sino como resarcimiento de los gastos provocados por
el litigio, los que deben ser reembolsados con independencia de la buena o mala fe del
litigante.

Con respecto puntualmente a los reclamos alimentarios, existen dos


posturas. Por un lado los que consideran que resulta aplicable el criterio general de que
las costas deben imponerse siempre al alimentante, salvo casos excepcionales de
planteos irrazonables o abusivos, incluso existiendo allanamiento pues, entienden que
persisten las mismas razones de no afectar la cuota alimentaria de los hijos menores y
que, en definitiva, fue necesario para el alimentista iniciar el juicio para lograr certeza
respecto de su derecho al cobro y tornar ejecutable el crédito, y por otro lado los que
sostienen que existiendo allanamiento es de aplicación la norma procesal (art.70 CPCN)
que no impone las costas al vencido cuando el allanamiento haya sido sea real,
incondicionado, oportuno, total y efectivo.

Nuestra Excma. Cámara de Familia tiene dicho que “en materia de


alimentos de personas incapaces no puede aplicarse sin más el sistema de costas
previstos en la ley de rito, sino que por la especial naturaleza del objeto de la
pretensión, en principio, las cosas deben ser soportadas por el alimentante. …”
(Autos N° 137/12, caratulados “Ortigala, Marta Fabiana c/ Rossi, Eugenio p/ Alim.”)

Por ello es que las costas del presente proceso se impondrán por el orden
causado en lo que se refiere a cuidado personal y régimen comunicacional, y serán a
cargo del Sr. Facundo A. Félix las que hacer a los alimentos

VI.- HONORARIOS PROFESIONALES

La regulación de los honorarios profesionales de los Dres. María Marta


Ligaluppi, y Agustín Luna será realizada conforme a las disposiciones del art. 9 bis, i.1).
i.2) y i.4) de la ley 9131.

Por lo expuesto y conforme los arts. 648, 649, 650, 651 y cc. del C.C. y
C., art. 52 inc. f de la ley N° 6354 y oído el Ministerio Pupilar;

VII.- RESUELVO:

I.- Hacer lugar a la demanda y en consecuencia disponer que


el CUIDADO PERSONAL de María Elena Félix Álvarez, DNI Nº 54.555.666; Lautaro
Nicolas Félix Álvarez ; DNI Nº 52.333.222 y Martín Agustín Félix Álvarez, DNI Nº
49.999.000 sea ejercido en forma COMPARTIDO por ambos progenitores, bajo la
modalidad INDISTINTA, siendo la residencia principal el domicilio de su madre, Sra.
María Susana Álvarez, D.N.I. N° 34.467.555 (art. 648 y cc. del CCyC).

II.- Fijar como régimen de comunicación entre María Elena Félix


Álvarez, Lautaro Nicolas Félix Álvarez y Martín Agustín Félix Álvarez, y su progenitor
Sr. Facundo A. Félix el ofrecido por la progenitora a fs. 7/10, al cual se allanó el Sr.
Félix. (art. 81, y cc del C.P.C.C. y T.).

III.- Fijar como CUOTA ALIMENTARIA DEFINITIVA a favor


de María Elena Félix Álvarez, Lautaro Nicolas Félix Álvarez y Martín Agustín Félix
Álvarez y a cargo de su padre, Sr. Facundo A. Félix , la suma mensual equivalente al
30% calculado sobre los haberes brutos (deducidos sólo los descuentos obligatorios por
ley) que por todo concepto incluido SAC, SERVICIOS EXTRAORDINARIOS, perciba
el progenitor como empleado empresa “LOS ALAMOS S.A.” o cualquier otro empleo
que en adelante registre el demandado; pagadero en la modalidad oportunamente fijada
a fs. 15, con efecto retroactivo a la fecha de la interposición de la demanda,
22/08/2022(art. 669 y cc C.C.y C.).

IV.- Firme la presente practique la parte interesada liquidación por las


sumas devengadas desde la fecha 22/08/2022 hasta la de esta sentencia, debiendo
deducirse los importes abonados, siendo esta Juzgadora quien determinará el número y
monto de cuotas en la que deberán ser abonadas.

V.- Imponer las costas respecto a los alimentos al alimentante; y por el


orden causado respecto a los objetos régimen de cuidado personal y régimen de
contacto conforme lo considerado (arts. 35 y 36, C.P.C.).

VI.- Hágase saber a las partes que se encuentra en vigencia la Ley


Provincial Nº 6.879 que crea el ``Registro de Deudores Alimentarios Morosos .

VII.- Imponer las costas del presente proceso a la parte demandada por
resultar vencida.- (Arts. 35 y 36 inc. I) del C.P.C.).

VIII.- Notifiquese al demandado que: 1) Que se encuentra en vigencia la


Ley Provincial Nº 6.879 que crea el ``Registro de Deudores Alimentarios
Morosos” , en el cual será inscripto en caso de incumplir con los pagos, 2) que en tal
caso será pasible de la correspondiente ejecución de alimentos y 3) que para tal efecto
se aplicará la tasa de interés más alta que cobra el Banco Nación a sus clientes (arts. 157
y 158 de la Ley N° 9120).

IX.- Regular los honorarios de la Dra. María Marta Ligaluppi, por su


intervención a favor de la actora, en la suma de PESOS CIENTO NOVENTA Y
CUATRO MIL CUATROCIENTOS DIECISIETE CON 16/100 ($ 194.417,16) por las
temáticas de cuidado personal y régimen comunicacional; y en la suma de
PESOS CUARENTA Y OCHO MIL ($48.000) por la cuestión alimentaria.

X.- Regular los honorarios del Dr. Agustín Luna, por su intervención
como patrocinante del demandado, por las cuestiones de cuidado personal y régimen
comunciacional, en la suma de PESOS NOVENTA Y SEIS MIL NOVENTA Y
DOS ($96.092), y en la suma de PESOS TREINTA Y SEIS MIL
SEISCIENTOS ($ 33.600) por el proceso alimentario.

NOTIFIQUESE por cédula de oficio y oportunamente OFICISE.

Fdo: Dra. María Inés Fernández – Juez de Familia

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