Medicina Legal 1
Medicina Legal 1
Medicina Legal 1
MATERIAL DE ESTUDIO
ASIGNATURA: MEDICINA LEGAL
DOCENTE: ERENIA MARIA ARAUZ ESCOBAR
UNIVERSIDAD DE CIENCIAS COMERCIALES
DATOS DE ASIGNATURA:
MATERIAL DE ESTUDIO
OBJETIVOS:
1) Comprende los alcances de la medicina legal de acuerdo a su definición y clasificación.
2) Determina la importancia de la medicina legal para el ejercicio profesional del Derecho.
3) Domina los procedimientos necesarios para solicitar la intervención del Instituto de Medicina Legal de
Nicaragua.
CONTENIDO DE LA UNIDAD:
A. Introducción a la Medicina forense.
• Definición.
• Medicina forense y medicina legal.
• Importancia de la medicina legal.
• Relación de la medicina legal con otras ciencias.
• Breve historia de la medicina legal en Nicaragua.
A lo largo del tiempo se han formulado diversas definiciones, respecto de la medicina legal, por diferentes
catedráticos e investigadores de la materia; entre las más conocidas y aceptadas en la actualidad se
encuentran:
“Conjunto de conocimientos médicos necesarios para solucionar problemas, tanto en la práctica de las leyes
como en su perfeccionamiento y evolución”.
“Especialidad que reúne los conocimientos de la medicina, que son útiles para la correcta administración de la
justicia, coadyuvando para solucionar problemas de índole civil, penal, laboral y administrativa; también como
ciencia colaboradora en la formulación y aplicación de ciertas leyes.”
“Conjunto de conocimientos médicos útiles para la mejor valoración y justa aplicación de las leyes”.
“Rama de la medicina, que tiene como fin principal, el auxilio de la justicia desde los enfoques penal, civil,
laboral, familiar, etcétera.”
“En la actualidad, la medicina legal representa una ciencia y un arte. Ciencia, cuando se investigan fenómenos
psicobiológicos; arte, al proporcionar principios técnicos adecuados para actuar.”
Por tanto, la medicina legal constituye una ciencia diagnóstica, ya que los signos y pruebas que el médico
legista recoge del examen externo de una persona, sea por lesiones sufridas en una agresión o accidente, un
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delito sexual o en la práctica de un estudio de necropsia, sirven para formular un diagnóstico basado en la
evidencia y comprobación científica en auxilio de la justicia. Este diagnóstico debe elaborarlo en forma correcta
y científica el médico que lo realiza. Con ese propósito se tendrá una excelente capacitación técnica e intuición
artística.
No es menos importante el hecho de que se contará con la capacidad de realizar el estudio pensando en que
en muchas ocasiones éste será interpretado por personal no médico (por ejemplo, abogados, litigantes,
defensores, agentes del ministerio público, etc.), con ese propósito “es de vital importancia la debida
preparación científica tanto para el médico al practicar la medicina legal, así como para los ministros de la
justicia al interpretar el estudio médico correctamente”.
La medicina legal también constituye una ciencia dinámica que siempre tiene una visión creativa, trascendental
y de renovación constante, pues en sus propias investigaciones incorpora ciencia, arte y tecnología para la
correcta aplicación de la ley y adecuada administración de la justicia.
Definiremos el concepto, de acuerdo con el Dr. Eduardo Vargas Alvarado, la medicina legal es “la especialidad
médica que reúne todos los conocimientos de la medicina que son útiles a la administración de justicia”. Otro
experto en el área es el maestro argentino Nerio Rojas, quien la define como “una ciencia que sirve de unión a
la medicina con el derecho y, recíprocamente, aplica a una y otro las luces de los conocimientos médicos y
jurídicos”.
Algunos autores mencionan que medicina forense, medicina jurídica, jurisprudencia médica, y medicina del
derecho, son sinónimos de medicina legal; sin embargo, existen otros autores como el Dr. Ismael García
Garduza que difiere de esto.
Son sinónimos Medicina legal y Medicina Forense también se le conoció comomedicina judicial o jurisprudencia
médica, términos que quedaron en el pasado.O en última instancia patología forense, especialmente si se
refiere a la labortanatológica; dependiendo, de los autores y la parte de la labor que se realiza. Sinembargo,
considerando que en términos generales nos estamos refiriendo a lamisma ciencia, creemos que el término
más correcto y adecuado para denominar a esta ciencia es el de medicina legal, sin que esto represente un
menosprecio a los otros términos.
La especialidad tiene diversas denominaciones. Entre los autores latinos es común hablar de Medicina legal,
mientras que los sajones prefieren denominarla Medicina Forense. Paré (1575) lo llamó Medicina Legal y
Forense; Zocchia (1620): Cuestiones Médico legales; Albert (1725): Jurisprudencia Médica; Brunelle (1807) y
Simonin (1947): Medicina Legal Judicial; Gisbert Colobuig (1967): Medicina Legal y Toxicología; y Rojos y
Bonnet, y para mí (José A. Patitó: Medicina Legal.
La Medicina y el Derecho íntimamente unidos, acompañan al ser humano antes de nacer, respecto de la madre
y de la criatura que está en su vientre, luego de protegerle por toda la vida, y su muerte que debe de ser por un
facultativo En épocas actuales precisamos la fraternidad del derecho con la medicina y esa fraternidad se ha
traducido prácticamente en la creación de cursos de derecho penal y de medicina forense en las facultades de
Derecho.
El médico forense, rebasa los conocimientos del médico común y tiene que penetrar forzosamente en el terreno
jurídico, es decir, en las que las leyes pueden tener con la vida del individuo en sociedad. El médico forense, es
el médico de la justicia y un colaborador imprescriptible de esta.
La importancia de la medicina legal radica en que varias ciencias, disciplinas y profesiones pueden allegarse de
ella para dilucidar un mejor panorama en la investigación de un hecho; claramente los médicos y abogados son
los principales beneficiados con esta gama de conocimientos, el primero porque en el ejercicio de su profesión
puede incurrir en un ilícito, pero además de esto en dado caso pudiera acudir a un tribunal para colaborar con
su experiencia en aspectos médicos en litigios. El segundo, un abogado que posea conocimientos amplios en
materia de medicina puede abordar las pruebas médicas desempeñándose como postulante, litigante,
defensor, ministerio público, fiscal, etcétera, ya sea para formular o rebatir preguntas relacionadas con el
hecho; como juez, para aceptar, rechazar o interpretar estos aspectos médicos.
Los policías y peritos (estos últimos de manera general), también es conveniente que tengan conocimientos en
esta área, ya sea para preservar, documentar, recolectar, embalar, trasladar y analizar indicios encontrados en
el emisor, receptor o participantes del hecho, así como en el lugar, que permita al médico rendir un dictamen
más preciso y útil para la justicia.
Por último, los legisladores también deberían estar obligados a tener conocimiento sobre este tema tan
relevante para poder generar normas y protocolos congruentes con la doctrina médico legal y no cometer las
aberraciones y errores que tenemos hoy en día que dejan desprotegida principalmente a la víctima y permiten
que el delito quede impune, así como las lagunas en materia legal que se tienen.
Según el criterio del Dr. Vargas Alvarado el perfil del especialista en esta materia debe incluir los siguientes
elementos:
Solvencia científica
Integridad Moral
Objetividad
Imparcialidad
Metodología
Humildad
Autocrítica
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Claridad de exposición
Identificación con los objetivos de la justicia
Fortaleza moral ante las presiones, las amenazas, las tentaciones, la adulación, los sentimentalismos y
los nexos gremiales.
A manera de reflexión, la medicina estudia las enfermedades de los seres humanos, y la medicina legal analiza
las consecuencias en cada uno de ellos, de la enfermedad de toda la sociedad: la delincuencia.
En el siglo XIX, la escuela francesa aportó el modelo del médico legista omnisciente, quien realizaba exámenes
físicos de personas vivas, pericias psiquiátricas, necropsias y exámenes toxicológicos.
En el siglo XX, surgió la escuela anglosajona, que circunscribía la práctica médico forense al anfiteatro y al
laboratorio de toxicología. Este mismo modelo se utilizó en Estados Unidos hasta 1992, año en el que inició el
posgrado en medicina legal clínica en la Universidad de Louisville, Kentucky, donde se pretende utilizar las
bases de la medicina de urgencias para incorporar lo que en Reino Unido se conoce como police surgeon.
EDAD ANTIGUA:
En las culturas remotas es posible encontrar algunos puntos de interés en el campo médico-legal, teniendo en
cuenta que en aquella época lejana no existía la organización como ciencia y arte que actualmente impera.
El aporte de la medicina mesopotámica consiste en el “Código de Hammurabi”, escrito en Babilonia 1700 años
a.C. contiene los datos más antiguos de lo que será el derecho médico. Entre los párrafos que interesan a la
medicina se destacan los relativos a los honorarios del médico, estableciendo por ejemplo, que el dinero
cobrado por éste dependía ante todo de la posición social del enfermo.
Es así como, por curarle un ojo y drenarle un absceso a un noble el pago era de 10 siclos de plata si el
paciente era un plebeyo se debían pagar 5 siclos y si el enfermo era un esclavo sólo se pagaban 2 siclos de
plata . Otro punto de interés son las indemnizaciones por lesiones, por ejemplo, si un hombre golpeaba a una
mujer embarazada y la hacía abortar, se debían pagar 10 siclos de plata, y si la mujer moría, debía darse
muerte a la hija del causante. Igualmente se menciona la responsabilidad médico-legal, siendo un buen
ejemplo el artículo 218, el cual dice que si un médico ha tratado a un hombre libre de una herida grave y lo ha
hecho morir, se le deben cortar sus manos.
Todo lo anterior hace pensar en la dificultad de ejercer la medicina en aquella época, ya que el médico estaba
expuesto a pagar indemnizaciones o sufrir mutilaciones por un tratamiento fallido. El detalle de mayor interés
de la medicina egipcia, lo constituyen las técnicas de conservación del cadáver, aunque se conoce con certeza
que la finalidad de los embalsamamientos no era médica. Es así como el primer experto médico-legal fue
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Imhotep, quien vivió en Egipto 3000 años a.C., siendo la más alta autoridad judicial.
Los egipcios utilizaron pruebas para diagnosticar el embarazo cuando existían dudas sobre la paternidad del
niño, consistía en observar los efectos de la orina sobre algunos vegetales. De esta manera si las hojas se
marchitaban o si los cereales no crecían se descartaba el embarazo. La medicina egipcia en aquella época era
socializada, ya que los médicos eran pagados por el Estado, existiendo algunas especialidades y castigando
severamente los errores profesionales.
La recopilación de los principales actos de su historia en un libro sagrado, ofrece en la medicina israelí, una
fuente importante de material médico-legal, donde se describen las costumbres y obligaciones relacionadas
con la actividad sexual, virginidad, las causas médicas de nulidad del matrimonio y divorcio, algunos hechos
relacionados con el nacimiento y algunas disposiciones relativas al cadáver. La medicina legal alcanzó un
notable desarrollo en la cultura de la medicina hindú; un hecho sobresaliente consistió en la técnica de la
Rinoplastia India, la cual reparaba la amputación de la nariz mediante un colgajo a partir de la frente, causada
por un castigo debido a una condena por adulterio. Igualmente la legislación sobre la muerte es amplia y
minuciosa.
En la medicina griega también se encuentran detalles de interés médico-legal, aunque todavía no existe una
doctrina totalmente establecida; sin embargo, comenzaba a lograrse una mayor relación entre la medicina y la
justicia, ya que los médicos griegos comparecían como testigos ante los tribunales o el jurado, para declarar
sobre la gravedad de las heridas o sobre las causas de muerte. Los temas médico-legales abundan en la
medicina romana, ya que existían varias leyes que hacían referencia a ella: “Lex Cornelia de Iniuriis” separa las
lesiones y golpes de otros tipos de injurias, “Lex Cornelia de Sicariis el Veneficiis” establece penas para los
homicidas y envenenadores, “Lex Aquilia” propuesta por Lucio Aquilio en el año 572, trataba de la reparación
del daño causado a un particular en sus esclavos, tratando con carácter general algunos problemas médicos
como la determinación de la gravedad de las heridas y la investigación a realizarse cuando se producía un
aborto.
El médico Antistio, examinó el cadáver de Julio César e informó que de las muchas heridas por arma blanca,
sólo una era mortal. Los cadáveres de Scipión el Africano y de Germánico, fueron expuestos, para que el
propio pueblo informara sobre la forma de su muerte. Las “Doce Tablas” tuvieron vigencia durante nueve siglos,
a partir del año 541 a.c. y en ellas se estudia la forma de reparación de las lesiones, la muerte del neonato, la
duración máxima de la gestación para que se considere legítima, así como la responsabilidad del enfermo
mental.
EDAD MEDIA:
Durante esta etapa, la intervención de los médicos en asuntos judiciales se generaliza, entre ellas se
encuentran como temas de mayor interés los relacionados con las lesiones y la sexología. El “Código de
Justiniano”, apareció entre los años 529 y 564, el cual regulaba la práctica de la medicina, la cirugía y la
obstetricia, se refería al valor del experto médico, al igual que las penas debidas a la mala práctica profesional.
La riqueza de la medicina china en datos de interés médico-legal es amplia, teniendo como principal producción
la aparición de un verdadero tratado de medicina legal, aunque solo fue publicado hasta 1247, escrito por Song
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Ts‘eu, lo tituló: “La Recopilación sobre las Reparaciones de las Injusticias” (del chino, “Si Yuan Lu”), en él las
lesiones se clasificaban de acuerdo con el instrumento que las causaban y su gravedad se establecía de
acuerdo a la región corporal afectada; sus ediciones corregidas aún son utilizadas por los médicos legistas
chinos.
En oriente existía el “Digesto”, promulgado en el siglo VI promulgado con carácter general, refiriéndose a los
diversos tipos de lesiones, señalando sus indemnizaciones, tratando igualmente el aborto, el infanticidio, la
violación y el envenenamiento. La contraparte de occidente, también tenía varios textos, en donde incluía
temas similares: las leyes de los francos (siglo V), de los alemanes (siglo VI) y las de los Lombardos en el siglo
VII. En “Los Capitulares” de Carlomagno, escritos en el siglo VIII, se aconseja a los jueces apoyarse en la
opinión de los médicos, para ayudar a ilustrar más convenientemente los problemas judiciales.
En “Los Decretales” de Inocencio III, escritos en 1209, se consagra el peritaje médico, pues se menciona la
costumbre de visitar a los heridos, por orden judicial, práctica que se hizo invariable en el Derecho Canónico.
Se terminó de adquirir cierta madurez en este sentido, con los escritos de Gregorio IX y las “Partidas” de
Alfonso X de Castilla. Felipe el Hermoso, estableció en Paris la medicina forense, en el año de 1311, mediante
la organización llamada “Chatelet” compuesta de médicos y matronas. Al finalizar la edad media, en los siglos
XIV y XV, las prácticas médico-legales adquieren notable progreso, pasando a ocupar un primer plano los
temas relacionados con el estudio del cadáver, principalmente de carácter anatómico y en algunos casos para
conocer la causa de muerte; es así como en el año 1374 la Facultad de Montpellier obtuvo la correspondiente
licencia para realizar autopsias en los cadáveres y uno de los profesores llamado Villenueve, inició estudios
sobre los venenos. Por otro lado, en España e Inglaterra fueron presentados los primeros trabajos sobre las
enfermedades mentales.
EDAD MODERNA
Correspondiente a los siglos XVI y XVII, es aquí donde se da la consagración definitiva de la medicina legal,
como disciplina independiente y como auxiliar de la justicia; su evolución ocurre simultáneamente con el de
otras ciencias, bajo el impulso intelectual del renacimiento, favorecida por el perfeccionamiento y la difusión de
la imprenta.
Los hechos previos al establecimiento definitivo de la medicina legal suceden en Bamberg y Ratisbona: en
1507 Alemania contó con un completo código penal, el cual fue auspiciado por el obispo de Bamberg y se
conoció como “Las Ordenanzas de Bamberg”; en 1532, el Emperador Carlos V, siguiendo el ejemplo de
Bamberg, promulgó en Ratisbona “las Constituciones Criminales Carolinas”, donde se hacen descripciones
detalladas de los peritajes médico-legales y se exige su realización en ciertos delitos como las lesiones, el
homicidio, el aborto, el infanticidio y el envenenamiento.
En 1521, se practicó autopsia médico-legal al cadáver del pontífice León X, para establecer la causa de su
muerte, en atención a la sospecha de haber sido envenenado. Antonio Benivieni (1443-1502) escribió una
amplia obra: “De Abditis Nonnullis ac Mirandis Morborum el Sanationum Causis”, publicada en 1507; en sus
ciento once capítulos presenta la primera colección importante de autopsias con valor anatomopatológico,
narrando el resultado de sus investigaciones en los cadáveres para conocer las causas de muerte; fue el primer
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médico del cual se conoce, en solicitar permisos de los familiares de algunos enfermos para disecar sus
cuerpos. La obra de los cirujanos del renacimiento comienza en 1543 con la publicación del texto básico de
Vesalio sobre ” La Anatomía del Cuerpo Humano”, el cual produce un cambio extraordinario en la medicina: por
esta misma época se publican otros trabajos anatómicos como lo son los de Ingracias, Eusteche y Fallope, con
lo cual estos cirujanos aportan muchos conocimientos al estudio de las lesiones y la muerte.
La medicina legal no puede considerarse como verdadera ciencia sino hasta el momento en que Ambroise
Paré (1517-1590) ilustre hombre en la historia de la medicina, escribió su obra “De los Informes y de los Medios
de Embalsamar los Cadáveres” (del francés, “Des Rapports et des Mohines d‘ Embaumer les Corps Morts”)
escrita en París en 1575 obra que le concedió el título de ser el padre de la medicina legal.
En sus notables exposiciones, Paré trata de las relaciones y los medios para embalsamar los cadáveres,
resumiendo los más importantes signos clínicos que han de servir para conocer la gravedad de las heridas,
exponiendo los signos que permiten reconocer si un cuerpo fue arrojado vivo o muerto al agua, estudiando las
asfixias por el óxido de carbón y se adelanta a dar reglas que deben seguirse para el estudio de la virginidad y
para la comprobación de la impotencia, tanto en el hombre como en la mujer; no siendo la única aportación de
Paré a la medicina legal ya que otra de sus obras “Dix Livres de Chirurgie”, escrita en 1572, se encuentra un
capítulo de la historia de la medicina legal dedicado al estudio de temas sobre toxicología.
En la península itálica, otros estudiosos realizaron aportes importantes a la medicina legal, como: Juan Bautista
Codronchi quien en 1595 publica en Venecia un texto titulado “Un Método de dar testimonio en Justicia en
Ciertos Casos Confiados a Médicos”, el cual consiste en una recopilación de un cierto número de peritajes de
interés legal, donde da normas para realizar las declaraciones médicas ante la justicia. Fortunato Fedele
publicó en 1598 “De Relationibus Medicarum”, el cual es un tratado sobre los dictámenes médicos, en el que
están expuestas todas las causas públicas y judiciales que acostumbran a dictaminar los médicos. Igualmente
Juan Frogoso, cirujano español, publicó su “Cirugía Universal”, en 1581 en la cual su segunda sección es
dedicada a la medicina legal.
En 1603 un edicto de Enrique IV, en Francia, confiaba al primer médico del rey, la facultad de nombrar en todas
las poblaciones del reino dos médicos jurados para practicar las visitas y expedir dictámenes legales; lo que
equivale a una franca organización del servicio, creando funcionarios especiales, que se consideraban como
representantes de la medicina ante la justicia. Paolo Zacchia (1584-1659) fue un hombre de gran cultura,
ejerciendo como médico de los Estados de la Iglesia, encargado de sus servicios sanitarios y médico personal
del Pontífice Inocencio X; Zacchia marca un punto culminante en la especialidad ya que unifica el cuerpo de la
ciencia y le da coherencia, en un texto básico “Cuestiones Médico-legales” (del italiano, “Quaestiones Medico-
legales”) publicada en Roma entre los años 1621-1635, el cual es un escrito de mil doscientas páginas,
recopiladas en tres volúmenes, siendo considerada una obra magistral, por el criterio racional y científico con el
cual están abordados todos los principales problemas médico-legales de la época como lo eran los partos, la
demencia, la muerte, los venenos y la impotencia entre otros, razón por la cual ha quedado como el gran
clásico de la medicina legal y su influencia ha perdurado hasta el siglo XIX. Junto a Zacchia, existieron otros
cultivadores de la especialidad como: Rodrigo de Castro con “De Officilis Medico-politicis sive de Medico
Político” publicada en 1614; el anatomista Gaspar Bauhin, escribe en 1614 un texto sobre hermafroditas y
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partos difíciles; Melchior Sabiz, profesor de Estrasburgo, publica en 1630 un tratado acerca de la virginidad;
Ludwig Hoernigk publica en 1638 una obra sobre tópicos de medicina pública; en 1667 Gottfried Welsch
estudia los problemas del parto múltiple y en 1660 las heridas mortales.
Como obras posteriores se presentan varios autores: Johann Bohn, profesor y decano de la escuela de
medicina de Leipzig, quien publica en 1689 un texto en el que trataba el examen de las heridas mortales,
igualmente establece normas acerca de la práctica de las autopsias, preconizando la abertura de todas las
cavidades del cadáver.
El médico de la corte de Sajonia G. Clauder, escribió en 1679 un trabajo sobre el embalsamamiento; J. G.
Séller, en 1691, publicó un escrito sobre el infanticidio; el cirujano francés Nicolás de Blegny publicó en Lyon en
1684, un tratado obre los informes médicos “La Doctrine des Rapports”; Johann Schreyer publicó en 1681 una
obra de concreto y elevado interés sobre la docimasia pulmonar. Las obras alemanas pasan a ocupar un primer
plano respecto de los trabajos médicolegales; el profesor de la universidad de Giessen, Miguel Bernardo
Valentín, fue el médico legista más famoso de su tiempo publicando “Hábeas Iuris Medico-legale”; el profesor
en Jena Hermann Teichmeyer, publicó en 1723 “Institutiones Medicinae Legalis vel Forensis”; M. Alberti publicó
en 1716 los seis tomos de “Sistema Jurisprudentiae Medicae” y posteriormente un escrito donde comenta las
Constituciones Carolinas; el profesor de Leipzig, Hebenstreit publica en 1753 una antropología forense; C. G.
Ludwig, publicó en 1765 las “Institutiones Medicinae Forensis”; en 1781 J. J. Menk publica el famoso “Elementa
Medicinae et Chirurgiae Forensis”; Mayer y Ploucquet, escriben en los últimos años de la centuria, varios textos
sobre el infanticidio.
En Francia se comenzaba a cultivar la disciplina médico-legal, que en la siguiente centuria alcanzaría su
máximo desarrollo, siendo sus autores más representativos: Antoine Louis, quien estudia acerca de la muerte
por ahorcadura y sobre los signos de la muerte real y aparente; en 1742 Bruhier d’ Ablancourt, publica un
escrito que se concentra en el diagnóstico de la muerte; C. Prévost, recopila en 1753, la jurisprudencia sobre
aspectos médicos; en 1763 Jean Verdier publica un amplio texto sobre la relación entre la jurisprudencia y los
aspectos médicos; C. Champeaux, escribe en 1768 un trabajo sobre la muerte por sumersión; en 1703 Jean
Deveaux publica su obra “L’art de Faire des Rapports en Chirurgie”. Aunque existen varias obras inglesas, la de
mayor importancia es la de Richard Mead, publicada en 1702, la cual se refiere a los venenos.
En España la obra representativa de esta época es la de Juan Vicente Bonomi, titulada “Cirugía Forense".
EDAD CONTEMPORANEA
Es en esta época donde llega el momento en que la medicina legal, ya que no sólo es una práctica, objeto de
enseñanza a los médicos, sino que alcanza un pleno reconocimiento como especialidad; se incluye en los
planes de estudio, primero englobado en la cirugía y después con carácter independiente.
La primera cátedra oficial, de la cual se tiene noticia es la de Nápoles, que inicia su funcionamiento en 1789
bajo la orientación de Rochi en 1794, introducida en París entre las doce enseñanzas establecidas, siendo su
primer titular Pierre Lauss; en los años iniciales del siglo XIX la adoptan otras universidades: Berlín en 1802,
Edimburgo en 1803, Viena en 1805 a cargo de Ferdinand Bernhard Vietz; igualmente aparecen con mayor
frecuencia textos dedicados a la docencia, siendo uno de los primeros el libro: “Cirugía Forense o el Arte de
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Hacer informes” escrito por Domingo Vidal, publicado en Barcelona en 1783. En el siglo XIX la medicina
alcanzó su máximo esplendor en Francia y dentro de ella la medicina legal.
La primera obra de renombre en este país fue el “Traité de Médicine Légale” con la primera edición en 1796 y
una segunda en 1813.
En 1814 Mateo José Buenaventura Orfila, de origen español, publicó su “Tratado de los Venenos” el cual lo
consagró como precursor de la toxicología, además en 1821 publicó “Leçons de Médicine Légale”; muchos
otros autores también hicieron su aporte, entre ellos: Devergie, Tardieu, Thoinut, Derobert y Predelievre. En
España la primera cátedra se fundó en Madrid en 1843, a cargo del profesor Pedro Mata, cuyo tratado alcanzó
seis ediciones, la última de ellas póstuma en 1912; en la primera mitad del siglo XX se han destacado Antonio
Piga con su obra “Medicina Legal de Urgencia” y en la segunda mitad Leopoldo López Gómez y Juan Antonio
Gisbert quienes conjuntamente escribieron su “Tratado de Medicina legal”, éste último además hizo su obra
“Medicina legal y Toxicología”, cuya cuarta edición en 1991 contó con la autoría de las más connotadas figuras
españolas contemporáneas.
En Sudamérica han existido también altos exponentes de la medicina legal y de la psiquiatría forense y en los
últimos tiempos se ha revelado un desarrollo notable en las ciencias criminológicas.
SUBDISCIPLINAS QUE COMPRENDE LA MEDICINA LEGAL.
La medicina legal engloba las siguientes subdisciplinas, planteado ello desde un punto de vista meramente
descriptivo (pues nada le es ajeno a la medicina legal y todo ayuda y contribuye a sus fines): Antropología
forense, Balística forense, Biología forense, Dactiloscopia, Derecho médico, Fotografía forense, Genética
forense, Medicina legal psiquiátrica, Tanatología, Toxicología forense, Valoración del daño corporal, Valoración
médico legal, Odontología Forense.
Antropología forense:
La antropología forense es una de las subdisciplinas de la antropología física. Se divide en tres ramas
importantes, relacionadas con otras tantas ramas de las ciencias antropológicas: La antropología forense, la
arqueología forense y la antropología cultural forense.
También puede determinar, en el caso de que hayan dejado marcas sobre los huesos, las causas de la muerte,
para tratar de reconstruir la mecánica de hechos y la mecánica de lesiones, conjuntamente con el arqueólogo
forense, el criminalista de campo y médico forense, así como aportar, de ser posible, elementos sobre la
conducta del victimario por medio de indicios dejados en el lugar de los hechos y el tratamiento perimortem y
posmortem dado a la víctima.
Se auxilia con las técnicas de la tafonomía forense, estrategia de investigación de reciente aplicación a casos
forenses. Engloba las técnicas de la arqueología y la antropología física forense en la investigación sobre el
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proceso tanatológico.
El uso de modelos tafonómicos en el análisis de contextos forenses permite estimar el tiempo transcurrido
desde la muerte, reconstruir las circunstancias antes y después de la depositación del cadáver y discrimina los
factores en los restos humanos que son producto de la conducta humana, de aquellos producidos por los
sistemas biológicos, físicos, químicos y geológicos.
Balística forense.
En el campo de la ciencia forense existe la denominación de balística forense como aquella ciencia que analiza
las armas de fuego empleadas en los crímenes. Suele abarcar el estudio y análisis de los proyectiles y de los
impactos determinando el calibre del arma disparada; También se preocupa de determinar la correspondencia
entre proyectiles o vainas (cascos o casquillos) halladas en el sitio del suceso con algún arma hallada en poder
de un sospechoso o en el lugar mismo del hecho delictivo; asimismo, verifica la presencia de residuos de
pólvora sobre el blanco, con el objeto de obtener una aproximación de la distancia a la que fue realizado el
disparo. Los rifles aparecieron en el siglo XV, permitiendo mayor precisión y nuevos efectos, debido a la
rotación impartida en el ánima (parte interior estriada del cañón) impartiendo al proyectil una rotación que
incrementa la precisión y el alcance.
Los proyectiles disparados por los rifles tenían debido a estas estrías interiores del cañón unas huellas
distintivas que permitían averiguar la identidad (o al menos el arma) disparada, debido en gran parte a los
estrías o surcos mostrados en el proyectil tras su disparo, dando esa huella de identidad distintiva.
La primera evidencia de uso de la ciencia forense aplicada a la balística fue aplicada en Inglaterra en el año
1835, cuando las únicas pruebas de identificación de un asesinato fueron las marcas en el proyectil encontrado
dentro del cuerpo de la víctima. Cuando se confrontó la evidencia con el sospechoso, éste confesó.
El primer juez que tomó en cuenta las pruebas forenses que mostraban los estudios balísticos, ocurrió en 1902,
cuando se pretendía demostrar que un arma podía ser asignada a la relación posible de pertenencia de un
sospechoso de posible asesinato. El experto del caso, Oliver Wendell Holmes, había leído algo sobre
identificación balísticas, y por aquel entonces ya se empezó a estudiar el proyectil mediante el empleo de una
lente.
Biología Forense.
La Biología Forense estudia y evalúa sistemáticamente y continuamente a la vida tanto vegetal, animal como
también a los seres humanos y lo que estos en conjunto generan.
La biología forense como parte de la práctica de análisis bioquímicos consistentes en sangre, semen, orina,
saliva, etc. Así como examinar restos de tejidos humanos especímenes animales, vegetales y otros indicios.
Estos análisis se realizan en sustancias liquidas (manchas frescas o secas), y en sustancias solidas las otras
de cualquier otro tipo.
Dactiloscopía.
Es el procedimiento técnico que tiene por objeto el examen de los dibujos digitales con el fin de identificar a las
personas.
La dactiloscopia ha sido el método principalmente utilizado durante las últimas décadas para la Identificación de
personas no solo con fines civiles, pero también policiales. El estudio comparativo de las Impresiones digitales
(aquellas tomadas de forma voluntaria, por personal y con material idóneos, en el departamento de policía o
registro civil) y Huellas (dejadas involuntariamente en el lugar del hecho ya sea visibles, latentes o plásticas)
han llevado a la resolución concluyente de casos judiciales donde tales rastros fueron evidencia innegable de la
presencia de un sujeto determinado en la escena del delito.
La Dactiloscopía por su parte, es la rama técnica de la Papiloscopía cuyo objeto es el estudio de los calcos o
estampas de las crestas papilares obrantes en la cara interna de la tercera falange digital con el fin de
determinar Identidad Humana.
La Papiloscopía se encentra fundada en el principio de MISMIDAD, el cual consta de la premisa que toda
persona es igual a sí misma y diferente de todas las demás de su especie. Y sus principios son:
• Perennidad: La figura permanecerá hasta el comienzo de la putrefacción cadavérica a menos que el cuerpo
se petrifique o corifique caso por el cual las mismas se mantendrán inclusive luego de la muerte.
• Variedad: No hay una huella parecida a otra. Cada una es individual ya que no se encuentra ligada
genéticamente y contiene más de 20 puntos característicos.
Derecho Médico.
El derecho médico o legislación médica es la rama del Derecho, que se ocupa de las normas y
responsabilidades de los profesionales médicos y los derechos del paciente. Entre otras cuestiones se
encuentran: el contrato de prestación de servicios médicos, derechos y deberes de las partes, diligencia
profesional como pauta de conducta, obligaciones de medio y obligaciones de resultado en el ejercicio de la
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profesión médica; la responsabilidad civil del médico, responsabilidad civil en equipo, causas que agravan o
reducen la responsabilidad; indemnizaciones; seguros; relaciones del médico con los colegios profesionales;
necesidad de colegiación, publicidad, intrusismo; médicos de empresa; médicos forenses; médicos integrados
en un sistema público nacional de sanidad.
Fotografía forense.
Es una valiosa técnica de extensa aplicación Criminalística. Debe cumplir con dos condiciones principales:
exactitud y nitidez. Con el fin de obtener los dos requisitos es necesario utilizar un material adecuado, tanto en
lo que se refiere a la totalidad del aparato fotográfico en sí, como al material fílmico, ya sea en negativos y
positivos. Como se ha mencionado anteriormente, la fotografía tiene en la actualidad un amplio campo de
aplicaciones en todas las ramas de la criminalística.
Su versatilidad ha permitido registrar y conocer datos que pasarían desapercibidos durante la observación, a
simple vista, de personas, lugares u objetos. De igual forma, sirve para complementar las descripciones
escritas, como el caso de los planos realizados. La fotografía en color reproduce la totalidad de los elementos
cromáticos que las placas fotográficas en blanco y negro no detectan. Permite obtener ventajas, para examinar
el lugar de los hechos, la identificación de objetos, la fijación del sitio donde se localizó la evidencia, así como
las características del mismo.
La impresión en color permite destacar los orificios producidos por armas de fuego, proyectiles y casquillos
Hace posible la distinción entre la sangre y otros fluidos. Destaca la diferencia entre las huellas de pisadas, las
dermopapilares, etcétera.
El fotógrafo forense debe ser un especialista en la materia. Su tarea es observar, enfocar y captar con su
cámara cualquier indicio por mínimo o insignificante que parezca. En consecuencia, el perito fotógrafo realizará
toda la toma que permitan ilustrar en forma gráfica el contenido de un dictamen. Su intervención está
determinada por la amplitud y profundidad del dictamen de la especialidad que corresponda.
Genética Forense.
La genética forense es la especialidad que engloba la aplicación de las técnicas de biología molecular
utilizando ADN, relacionada con el poder judicial. En las agresiones sexuales el forense explora a la víctima,
toma muestras de restos dejados por el agresor, examina las ropas de la víctima, en busca de fuentes de ADN,
luego lo estudia en el laboratorio para culminar con la elaboración del informe decisivo para las actuaciones
penales. Por lo general, los resultados de la medicina forense no son concluyentes, sino que se expresan en
términos de probabilidades. Es decir, por las técnicas de ADN no puede certificarse que una muestra de ADN
pertenece a una determinada persona, pero se puede aseverar la misma premisa con una probabilidad muy
cercana a uno. En el caso de los resultados negativos, estos sí son concluyentes.
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La Genética forense consiste en el análisis del polimorfismo o variabilidad genética humana aplicada a los
problemas judiciales. Estos pueden ser:
Investigación de la paternidad: Impugnación por parte del supuesto padre o reclamación por parte de la
madre y/o del hijo.
Criminalística: Asesinato y delitos sexuales (violación). Se analizan restos orgánicos humanos (sangre, pelo,
saliva, esperma, piel).
Identificación: Restos cadavéricos (por ejemplo, los restos del zar Nicolás II de Rusia y su familia) o personas
desaparecidas (como sucedió en Argentina con los niños desaparecidos durante la dictadura militar).
Tanatología.
La tanatología es una disciplina integral que estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos, y en otros
animales (tanatología forense veterinaria) aplicando el método científico o técnicas forenses, tratando de
resolver y enfrentar las situaciones conflictivas que suceden en torno a ella, desde distintos ámbitos del saber,
como son la medicina, la psicología, la antropología física, la religión y el derecho.
Toxicología forense.
Es la rama de toxicología que estudia los métodos de investigación médico-legal en los casos de
envenenamiento y muerte. Muchas sustancias tóxicas no generan ninguna lesión característica, de tal manera
que si se sospecha alguna reacción tóxica, la investigación visual no sería del todo suficiente para llegar a una
conclusión. Un toxicólogo forense debe considerar el contexto de la investigación, particularmente cualquier
síntoma físico que se haya presentado, y cualquier otro tipo de evidencia recolectado en la escena del crimen
que pueda ayudar al esclarecimiento del mismo, tales como recipientes con medicamentos, polvos, residuos y
otras sustancias químicas disponibles. Con dicha información y con las muestras de evidencia, el toxicólogo
forense debe entonces determinar cuáles sustancias tóxicas están presentes en ellas, bajo que
concentraciones, y cual serían los efectos de dichas sustancias en el organismo humano.
En el concepto de Valoración Médica de Daño Corporal, se incluyen una serie de actuaciones realizadas por
los facultativos, dirigidas a conocer exactamente las consecuencias que un suceso traumático determinado,
muchas veces accidental, ha tenido sobre la integridad psicofísica de una persona. Y entonces, tenemos que
obtener una valoración final que permita al juzgador establecer las consecuencias exactas del mismo: penales,
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El daño corporal puede ser ocasionado de una manera violenta o natural. La violenta, a su vez, reconoce tres
causas: a) Homicida B) Suicida c) Accidental. La natural es la consecuencia de los procesos patológicos que se
manifestarán por las distintas enfermedades. El daño corporal de causa accidental, puede ser debido a
accidentes laborales, de tráfico y casual. La historia de la valoración del daño corporal comienza en el año 2050
antes de Cristo, con la Ley de Ur Nammu o Tablas de Nippur (Sumerias), considera como el baremo más
antiguo del mundo de incapacidades; siendo la reparación proporcional al valor perdido. Si bien el primer
tratado completo corresponde al Código de Hammurabi, artículos 196 a 2001, basado en la Ley del Talión;
donde se trata la reparación del daño físico, haciendo distinción entre el hombre libre o liberto, donde se aplica
la Ley del Talión, el Villano, donde la indemnización se realiza por cantidad fija a tanto alzado y el esclavo,
donde se compensa en función del valor del esclavo.
El área de la Medicina Legal del sujeto vivo ha adquirido, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, una
amplitud y una importancia doctrinal y práctica tal, que ha llegado a constituir un pilar importante de la cultura
actual y de la profesión médico-legal.
En el centro de esta área se sitúa la invalidez que tiene su núcleo en la clínica y sus matices especializados en
los variados capítulos penales, civiles y de los seguros. El gran incremento de la casuística médica y médico-
legal en este sector se ha debido sobre todo al aumento de los accidentes de tráfico en relación directa con el
aumento de la población y del número relevante de los vehículos circulantes en los países más desarrollados.
La doctrina y la praxis médico-legal se han enriquecido posteriormente, hasta el punto de convertir esta
disciplina en un sector de máximo desarrollo e interés, a causa del progresivo y alarmante incremento de los
casos de responsabilidad profesional médica que en el momento actual representa; sin duda, el tema más
arduo desde el punto de vista científico y práctico para los médico-legistas.
Es, por lo tanto, natural que a esta vasta área del daño a la persona se hayan dedicado, en el discurrir de las
últimas décadas, artículos, monografías, partes de tratados y manuales. Por desgracia las diferentes
legislaciones y jurisprudencia de los países europeos no facilitan que se produzcan intercambios en los ámbitos
jurídico y médico-legal, lo que constituye con frecuencia un límite para la difusión a nivel internacional de las
contribuciones científicas en la materia.
Los análisis comparativos todavía posibles y todavía de gran utilidad, y sus mayores ventajas, se encuentran
en los países latinos como son España, Italia, Francia, Portugal y Bélgica, porque tienen una mayor afinidad
cultural y jurídica. Esta constatación permite fácilmente pronosticar que, el Tratado de María Teresa Criado Del
Río, por estar escrito en lengua española y por la similitud de los problemas de fondo con los países latinos,
tanto limítrofes como lejanos, constituirá también fuera de España un instrumento de estudio en profundidad,
tanto para los que se aproximan por primera vez, y por lo tanto tienen necesidad de adquirir una cultura
especializada sobre bases actualizadas, como para quienes ya practican la profesión y corren el riesgo de
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Odontología forense.
Es la aplicación de los conocimientos odontológicos con fines de identificación y tiene utilidad en el derecho
Laboral, Civil y Penal. Es la rama de la odontología que trata del manejo y el examen adecuado de la evidencia
dental y de la valoración y la presentación de los hallazgos dentales, que puedan tener interés por parte de la
justicia. La odontología forense es muy importante y abarca temas relevantes para las investigaciones
judiciales tales como: dictámenes de edad, recolección de evidencia odontológica en delitos sexuales, maltrato
infantil, responsabilidad profesional, entre otros.
El Instituto de Medicina Legal (IML) es una institución pública adscrita a la Corte Suprema de Justicia, que
ofrece servicios forenses, médicos y de laboratorio forense a la población, con el objetivo de aportar al sistema
de justicia, la prueba científica que contribuya al esclarecimiento de delitos o faltas contra la vida, la salud e
integridad de las personas, cometidos en cualquier parte del territorio nacional.
El IML integra el Sistema Nacional Forense y a todos los Médicos Forenses del país, tiene su sede en la ciudad
de Managua y cuenta con 26 delegaciones ubicadas en otras circunscripciones y distritos judiciales.
El instituto conforma con el Ministerio de Salud, la Comisión Nacional Médico Legal y las Comisiones
Departamentales Médico Legales. Estas comisiones regulan y coordinan las actividades de médicos forenses
adhonorem del Ministerio de Salud, nombrados por la Corte Suprema de Justicia
MISIÓN
La misión del Instituto de Medicina Legal es auxiliar a los Juzgados y Tribunales, a la Policía Nacional, a la
Procuraduría General de la República, Ministerio Público y a la Procuraduría de los Derechos Humanos,
mediante la práctica de pruebas y dictámenes médico legales, tanto tanatológicos como clínicos y de
laboratorio, así como realizar actividades de docencia e investigación relacionados con la práctica forense.
VISIÓN
Consolidarnos como la entidad médica y científica del Sistema de Justicia de Nicaragua, alcanzando la
excelencia en los servicios y un alto grado de satisfacción por parte de la población y de los operadores del
sistema de justicia.
BASE LEGAL
El Instituto de Medicina Legal (IML) fue creado bajo el Decreto No. 63-99 “Reglamento de la Ley No. 260 “Ley
Orgánica del Poder Judicial de La República de Nicaragua” publicado en la Gaceta No. 104 del 2 de Junio de
1999.
Acuerdo No 233, del treinta y uno de julio del 2009, Consejo Nacional de Administración y Carrera judicial,
Corte Suprema de Justicia.
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FUNCIONES
Las funciones del IML están definidas en el Reglamento de la Ley No. 260 y la Ley No. 406 “Código Procesal
Penal de la República de Nicaragua” publicada en La Gaceta No. 243 y 244 del 21 y 24 de Diciembre del 2001.
Las funciones son las siguientes:
1. Realizar evaluación facultativa de los privados de libertad y/o victimas en los supuestos y forma que
determinan las leyes.
2. Elaborar los diagnósticos médicos legales que permitan al judicial tipificar el delito, basados en las
evidencias encontradas en el lugar de los hechos.
3. Evaluar a las personas remitidas por orden policial, del Ministerio Público o del juez competente y emitir el
dictamen médico legal respectivo.
4. Participar en el estudio y análisis de casos médicos legales relevantes en coordinación con autoridades
judiciales, policiales y del Ministerio Público.
5. Velar por la seguridad de las pruebas objeto de su estudio.
6. Garantizar el control de calidad en los análisis de laboratorio que se realicen, cumpliendo con las normas
técnicas de laboratorio.
7. Determinar la causa y hora de muerte y ayudar a establecer las circunstancias en que ésta se produjo, en
todos los casos en que legalmente se requiera, así como ayudar en la identificación del cadáver.
8. Rendir informes sobre el desarrollo del Sistema Nacional de Medicina Legal, ante la Presidencia de la Corte
Suprema de Justicia.
9. Cumplir con las normas y procedimientos establecidos en la ley de la materia, y cualquier otra que
establezca la ley.
En sus funciones técnicas, el Instituto de Medicina Legal emitirá informes o dictámenes de acuerdo con las
reglas de la investigación científica.
Las evaluaciones o diagnósticos elaborados por el Instituto de Medicina Legal o los integrantes del Sistema
Nacional Forense de interés para la resolución de la causa, que conste en informes o dictámenes redactados al
efecto, se incorporarán al Juicio a través de la declaración del profesional que directamente haya realizado la
evaluación, exámenes y demás prácticas periciales forenses o, en su defecto, por quien los supervisó.
La intervención del médico o profesional de la ciencia forense se desarrollará en la forma prevista para la
intervención de los peritos.
De acuerdo a lo establecido en el Reglamento de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Instituto de Medicina
Legal se organiza en los siguientes servicios clínica forense, patología forense, laboratorios y administración.
Para garantizar el mejor funcionamiento y en respuesta al crecimiento de la demanda, la creación de
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