Manual de Medicina Legal

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TÍTULO I

DERECHO
MÉDICO
Concepto de medicina legal
21 Documentos médico-legales 25 La historia clínica
29 Consentimiento informado 38 Responsabilidad profesional
del médico 44

CONCEPTO DE MEDICINA
LEGAL
CONCEPTO, EXTENSIÓN Y LÍMITES DE LA
MEDICINA LEGAL
La Medicina legal nació con las exigencias de la Justicia. Todas las
sociedades a lo largo de la historia han planteado a la Justicia
problemas sobre los cuales tenía que pronunciarse en una sentencia
justa. Los juristas, en busca de esa verdad oculta, han necesitado de
conocimientos sobre materias que les eran y son ajenas a su
formación básica, siéndoles por ello necesaria la colaboración de
otros profesionales, que aportasen sus conocimientos propios y así
poder llegar a la resolución más correcta del problema que se le
planteaba.

De todos los profesionales, los médicos han sido los más solicitados
por los Tribunales, dando lugar con ello al nacimiento de una rama
del conocimiento humano conocida como Medicina legal, ciencia que
pese a su condición auxiliar del derecho, posee un contenido propio,
técnico y metodológico.

En base a la finalidad, la medicina legal puede ser definida como la


ciencia que aporta los conocimientos clínicos y biológicos necesarios
para resolver ciertos problemas judiciales, que de otra manera
quedarían insolubles. Es decir, la ciencia que tiene por objeto el
estudio de las cuestiones que se presentan en el ejercicio profesional
del jurista y cuya resolución se funda, total o parcialmente, en ciertos
conocimientos médicos o biológicos previos.
En definitiva, se trata de aplicar los conocimientos del médico pero no
con el objetivo de diagnosticar y tratar, sino de resolver las cuestiones
de índole biológica que en la aplicación práctica de las leyes se le
plantean al jurista.

Por otro lado, junto a este aspecto puramente práctico y aplicativo,


tiene la medicina legal una finalidad de proporcionar elementos de
naturaleza biológica y médica al continuo desarrollo y
perfeccionamiento de las leyes.

Estos dos elementos representan matices conceptuales diferentes


dentro de la medicina legal dividiéndola a ésta en:

Medicina legal doctrinal o simplemente medicina legal: que se


correspondería con el substrato teórico de esta ciencia.

Medicina legal práctica o medicina forense o medicina legal


aplicativa, que sería aquella parte de la medicina legal que se
enfoca a la resolución de los problemas médico legales en un
momento histórico determinado.

Algunos autores consideran que ambos términos, medicina legal o


medicina forense, sin sinónimos, y pueden ser utilizados
indistintamente uno u otro.

Del análisis de estas definiciones se desprende, como primera


conclusión, que la Medicina legal tiene el carácter de ciencia
auxiliar del Derecho, pero auxiliar insustituible al haberse impuesto
el método científico

Derecho Médico 21
en la búsqueda de la verdad como fundamento y base de la
justicia. Sin la medicina legal se concibe en la actualidad una
recta Administración de Justicia.

Respecto a la extensión de la Medicina legal, podemos


deducirlos de la misma definición. La medicina legal abarca todos
aquellos conocimientos de índole científico biológico necesarios
para la resolución de los problemas que en cada momento
histórico le plantean la aplicación o elaboración de las leyes,
conocimientos que se extienden en profundidad y superando los
de la ciencia madre, la medicina, se amplían y abarcan
conocimientos por supuesto de derecho, pero también de física,
de química, de biología, de antropología, entre otros.

Actualmente, los campos del Derecho que requieren de forma


preferente la actuación del médico legista, son el derecho penal, el
civil, y el laboral.
Los límites de la Medicina legal, vienen impuesto por el caudal de
conocimientos que de una materia se posee en un momento histórico
determinado; los limites de esta especialidad, vienen impuestos por
los conocimientos de la humanidad, pues una de las características
de esta ciencia es la de absorber todos los conocimientos que le
sean necesarios para realizar su objetivo.

FUENTES DE LA MEDICINA LEGAL


Si bien la Medicina legal posee una doctrina con contenido
metodológico y técnico propio, ésta necesita relacionarse con otras
ciencias, de las que sigue su evolución y progreso, para ir
apropiándose de todos aquellos elementos que en algún momento le
permitan resolver un problema jurídico. De todas estas relaciones, las
más importantes son las que establece con la medicina en general y
las diversas especialidades médicas, seguidas por las que mantiene
con el derecho y, finalmente, con las ciencias físico-químicas.

Por lo que se refiere a la medicina, establece relaciones con todas las


especialidades médicas y muy especialmente con la Patología
general, la Anatomía patológica, la Traumatología, la Obstetricia y
Ginecología, la Psiquiatría y psicología, entre otras muchas, por lo
que estas especialidades son propias de la especialidad de la
medicina Legal y Forense.

Por su propia naturaleza, se relaciona la medicina legal con el


Derecho, relación que tiene una doble vertiente: por un lado, de
carácter general, apropiándose de la mentalidad jurídica, que es la
única manera de proporcionar elementos periciales útiles a la justicia;
y de carácter especial, por otro lado, a fin de conocer en cada caso la
específica naturaleza del problema jurídico para el que se precisa su
auxilio, único modo de orientar, en el sentido más práctico, de la
intervención del médico Forense.

Como decía el profesor Piga Pascual, si una peritación se hace “por


algo y para algo”, nunca se debe ignorar el “por qué”, ya que de él
depende el “cómo” de nuestras actuaciones.

22 Manual de Medicina Legal para Juristas


Finalmente, la técnica médico-legal se relaciona de modo íntimo con
las ciencias físico-químicas y naturales. La química le es
imprescindible en la investigación de manchas, polvos y cenizas y,
sobre todo, en la investigación toxicológica y criminalística.
También se relaciona con la física, aprovechando de estas técnicas
tales como: la fluorescencia, la espectroscopia, la electroforesis,
cromatografía, etc.; con la biología; con la botánica, y con la zoología
entre otros.

CLASIFICACIÓN DEL CONTENIDO DE LA


MEDICINA FORENSE
El contenido pues de la medicina legal vendría dado por el conjunto
de conocimientos médico legales que cada una de estas ramas
requiere en un momento histórico determinado, y decimos en cada
momento histórico, ya que el Derecho evoluciona según las doctrinas
y circunstancias dominantes en cada época, variando con ello la
naturaleza de los problemas que a la Medicina forense plantea.

Podemos clasificar estos conocimientos, en función del sustrato


biológico que tengan por base, independientemente de la rama del
derecho que con mas profusión los requiera, así, podemos clasificar
los contenidos de la medicina forense en los siguientes capítulos:

❶ Derecho Médico
❷ Criminalística
❸ Tanatología
❹ Traumatología forense y valoración del daño corporal
❺ Sexología forense
❻ Psiquiatría forense
❼ Toxicología forense

Derecho médico. Comprende el conjunto de disposiciones


legales que regulan el ejercicio de la profesión médica en general,
así como los derechos y obligaciones del médico.

Criminalística. Se encarga del estudio de las técnicas médicas y


biológicas usadas en la investigación criminal, sobre las huellas
objetivas de los hechos delictivos (indicios del delito).

Tanatología. Que agrupa todos los conocimientos relacionados


con los cadáveres, estudio de los mismos y sus fenómenos
cadavéricos, así como de las técnicas más adecuadas para ello.

Traumatología forense. Encargada del estudio médico forense


de los traumatismos, en sus múltiples aspectos y repercusiones
dentro de los distintos campos del Derecho.

Sexología forense.
Psiquiatría forense. Dedicada al estudio del enfermo mental en sus
relaciones con la legislación.

Derecho Médico 23
Toxicología forense. Encargada del estudio de los tóxicos y
venenos, de sus orígenes y de sus propiedades, de las
repercusiones sobre los seres vivos y sobre el medio ambiente.
24 Manual de Medicina Legal para Juristas

DOCUMENTOS MÉDICO-
LEGALES
Se considera documento todo soporte material que exprese o
incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o
cualquier otro tipo de relevancia jurídica.

El concepto de documento no puede reservarse y ceñirse en


exclusividad, al papel reflejo y receptor por escrito de una declaración
humana, desde el momento que nuevas técnicas han multiplicado las
ofertas de soportes físicos capaces de corporeizar y dotar de
perpetuación al pensamiento y a la declaración de voluntad; una
grabación de vídeo, o cinematográfica, un disco o cinta
magnetográficas, los disquetes o memorias informáticas, portadores
de manifestaciones y acreditamientos, con vocación probatoria,
pueden ser susceptibles de manipulaciones falsarias al igual que el
documento escrito.

DOCUMENTO MÉDICO LEGAL


Se designan con este nombre todas las actuaciones escritas
empleadas por el médico en sus relaciones con las autoridades, los
organismos oficiales, el público y aun con los particulares.

Así pues los documentos médico legales, variados en su formato y


finalidad, deben tener como cualidad en común un estilo claro,
sencillo, y conciso, que los haga útiles y compresibles para quien los
recibe. Uno de los medios adecuados para conseguirlo es evitar el
uso de términos técnicos si no es absolutamente imprescindible y,
aun en este caso, seguidos de la explicación de su significado. Los
documentos Médico legales más empleados en la práctica son:

• El parte.
• La declaración.
• La certificación.
• El informe.

Parte

Es un documento médico legal breve mediante el cual se comunica


un hecho de carácter sanitario, a una autoridad o al público. En su
forma más simple suele redactarse en una cuartilla apaisada y en él,
se hace constar de forma clara y concisa el hecho que lo motiva,
seguido de la fecha y firma, y en su caso en la parte inferior, la
autoridad a quien va dirigido.

Su uso habitual se hace en servicios de urgencia, dando cuenta a la


autoridad judicial de la asistencia prestada a los lesionados,
lesionados asistidos en la propia consulta, intoxicaciones, agresiones
sexuales.

Para notificar a las autoridades sanitarias, las enfermedades infecto -


contagiosas, para cuyo fin existen unos modelos impresos que
facilitan este trámite.

Derecho Médico 25
En forma de parte impreso, todas las relaciones de la asistencia a
asegurados. Así existen partes de baja, de confirmación de esta, de
alta, para exploraciones especiales, etc.

El Médico forense comunica a la autoridad judicial, mediante parte,


todas las incidencias en relación con los lesionados, distinguiéndose
varios tipos:

• Parte de esencia es el que emite con motivo del primer


reconocimiento. Debe contener, indicados minuciosamente, la
naturaleza y localización de las lesiones, parte orgánicas
afectadas, y posible diagnóstico.

• Parte de estado y adelanto, es el que recoge la evaluación de las


lesiones. Suele darse periódicamente, generalmente por
semanas, o antes cuando surge cualquier novedad que haya de
ser puesta en conocimiento del juez instructor, o cuando exista
disconformidad con el tratamiento seguido por el lesionado que
se halle al cuidado de otro facultativo.

• Parte de sanidad, para declarar la sanidad del lesionado ya que


debe de realizarse una valoración de las lesiones, del daño
corporal, de las secuelas, etc. Las divisiones de que consta, son
cuatro, preámbulo, exposición del hecho, especificaciones
legales, formula final, fecha y firma.

Declaraciones

Puede definirse como la exposición verbal que el médico legista


presta bajo juramento o promesa como perito en las causas
criminales, pleitos civiles, y demás casos previstos en las leyes o
reglamentos.

Pese a que suele darse de palabra, se considera como documento


por quedar escrito en las actuaciones judiciales y porque es
recomendable que el perito lo presente escrito para luego ser
trasladado a los autos.

Es el documento médico legal por excelencia, uno de los más


importantes y solemne ya que es prestado bajo juramento, se
diferencia de los restantes documentos en:

• Tiene carácter oficial porque deriva del mandato de un tribunal o autoridad.


• Se presta bajo juramento o promesa de decir verdad.
• Siempre se refiere a hechos examinados delante
de la autoridad que ordena la declaración. • Su
aplicación tiene gran trascendencia.

El Informe

El informe es un documento médico legal, emitido por orden de las


autoridades acerca de un asunto o de una persona o sobre la
significan o alcance de ciertos hechos jurídicos o administrativos.

26 Manual de Medicina Legal para Juristas


Puede ser evacuado por un perito o por una corporación científica
(equipo de Médicos forenses, Colegios de Médicos) y suele ser
solicitado en actuaciones judiciales ya avanzadas, en contraposición a
la declaración que es propia de los primeros momentos de un
sumario.

Se diferencia de la declaración, en que el informe no se necesita


prestar juramento previo a su emisión y, en consecuencia, las
conclusiones hay que razonarlas científicamente. Consta de las
siguientes partes:

• Preámbulo. Comienza con los nombres de los peritos, títulos,


residencia, autoridad o persona que solicita el informe y objeto del
mismo, etc.

• Antecedentes. Relación y descripción de los objetos,


circunstancias, documentos médico legales y de todos aquellos
datos que puedan ser útiles en el estudio del caso, pudiendo
acompañarse de fotografías, croquis, etc.

• Operaciones practicadas. Serán descritas indicando las técnicas


empleadas y consignando los resultados obtenidos del examen
practicado.

• Valoración – Cuestiones Médico Forenses. La discusión de los


resultados obtenidos del estudio científico, doctrinal y técnico, es
la parte que caracteriza a este documento. Precisa un
razonamiento lógico, que sirva de nexo entre los hechos que se
relatan y las conclusiones que se sientan y que sirva para llegar
al convencimiento de la realidad a quien va dirigido el informe.

• Conclusiones. Deben obtenerse del razonamiento anterior.


Suelen contestar a cada una de las preguntas que hace el juez,
enumerándolas en forma clara y sencilla, tal y como exponíamos
para los documentos anteriores.

• Formula final. Pudiendo la que sigue o algunas de similares


característica. Que es cuanto me cumple informar, según su leal
saber y entender. Posteriormente se coloca la fecha con la firma y
rubrica de los peritos.

Certificación

Es un documento mediante el cual se da constancia de un hecho o


hechos ciertos. Extendido por el Médico toma el nombre de
certificación médica o certificado médico, y se refiere a hechos de su
actuación profesional. El rasgo que más lo caracteriza es el de no ir
dirigido a nadie en particular, pudiendo ser exhibido y utilizado en
cualquier sitio. Se extiende siempre a petición de la parte interesada,
que así releva al médico de la obligación del secreto profesional.

Su contenido más habitual se refiere a dejar constancia de algún


padecimiento o enfermedad, inversamente, de no padecer ninguno;
de haber vacunado o revacunado a alguien, de haber asistido a un
parto, haciendo constar el sexo del recién nacido, o de la certeza de
la defunción de una persona, especificando lugar, momento y causa.

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Falsedad documental

Se entiende por falsedad, cambiar lo verdadero por lo falso,


dándole a éste último la apariencia de verdad. En términos
generales, se comete falsedad:

❶ Alterando un documento en alguno de sus elementos o requisitos


de carácter esencial. Que sea relevante, afectando a partes
esenciales, y parece comprender todos los supuestos de
falsificación material. Entre los mismos, incluido en la antigua
descripción de fingir letra, firma o rúbrica, tiene cabida, la
autofalsificación, en que el agente desfigura sus propios rasgos
caligráficos, con la idea preconcebida de más tarde, negar su
realización.

❷ Simulando un documento en todo o en parte, de manera que


induzca a error sobre su autenticidad. Contempla la creación del
documento total o parcialmente. Los impresos con espacios en
blanco, que deben ser cubiertos en el momento de la creación del
documento, son los instrumentos más idóneos para la comisión
de esta modalidad de la acción falsaria, como por ejemplo, las
recetas oficiales de la Seguridad Social.

❸ Suponiendo en un acto la intervención de personas que no lo han


tenido, o atribuyendo a las que han intervenido en él
declaraciones o manifestaciones diferentes de las que hubieran
hecho.

❹ Faltando a la verdad en la narración de los hechos.

28 Manual de Medicina Legal para Juristas

LA HISTORIA CLÍNICA
LA HISTORIA CLÍNICA
Hace algunos años el médico de cabecera conocía al paciente y todos
sus antecedentes de interés, por lo que no se planteaba como
necesario tener ninguna constancia documental o escrita de ellos.

La progresión de la Medicina hace que sean muchos los profesionales


y especialistas que actúen e intervengan con relación a un mismo
paciente a lo largo de toda su vida y enfermedades, por lo que cobra
una singular transcendencia la constancia escrita de estudios,
diagnósticos, tratamientos, intervenciones, etc., que permitan en un
momento dado a un profesional que ha de atenderle, conocer todos
sus antecedentes y evolución.

Así es como surge la historia clínica, como un documento de uso del


médico, nacido de la interrelación entre el paciente y el médico,
donde se contiene toda la información de utilidad clínica relativo al
estado de salud o enfermedad del primero.

La historia clínica, sin perder su carácter de documento asistencial, ha


adquirido también rango de documento médico-legal, es decir, es
un documento legal porque tiene un soporte, con capacidad
probatoria, y médico legal al estar referido a cuestiones de índole
médica.

Como tal documento, queda sujeto a múltiples cuestiones que se plantean:

• El acto médico queda registrado en la correspondiente historia o


ficha clínica. El médico deber de redactarla.

• Se deben conservar los protocolos clínicos y los elementos materiales.

• Las historias clínicas se redactan y conservan para facilitar la


asistencia al paciente. Se aleja de cualquier otra finalidad, a no
ser que se cumplan las reglas del secreto médico y se cuente con
la autorización del médico y del paciente.

• El médico, a solicitud y en beneficio del enfermo, debe


proporcionar a otros colegas los datos necesarios para completar
el diagnóstico así como a facilitar el examen de las pruebas
realizadas.

En la elaboración de la historia clínica intervienen:

❶ El médico que tiene el deber de elaborarla.


❷ El paciente que es el sujeto y objeto de la misma.
❸ El Centro en el que se desarrolla la consulta.
Derecho Médico
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El médico

Es quién realiza la historia dirigiendo el interrogatorio del paciente y/o


acompañantes, hace las exploraciones y solicita las pruebas
complementarias que considera necesarias para llegar a un
diagnóstico acertado y a la prescripción de un tratamiento en
consonancia con el diagnóstico emitido.

Este tiene el deber de custodiar la historia clínica, mientras está en su


poder y de garantizar la confidencialidad de los datos contenidos en
ella.

En la actualidad, junto al médico, la participación en la elaboración de


la historia clínica del personal de enfermería es bastante activa. En la
asistencia hospitalaria la historia tiene una parte que corresponde a
exploraciones y constataciones que debe hacer este personal al que,
por otra parte, se considera cada vez más capacitado y con alta
competencia profesional para realizar las tareas que le son propias,
se puede decir pues que en la historia clínica hay unas hojas de
enfermería sumamente importantes.

El paciente

El segundo pilar en la historia clínica es el paciente. Éste, proporciona


numerosos datos de tipo personal en una actitud de confianza y
colaboración con el médico; al mismo tiempo es el sujeto, sobre el
que recaen las exploraciones y pruebas complementarias que forman
parte de la historia. A menudo son los familiares, allegados o
simplemente cuidadores o acompañantes del enfermo los que
proporcionan los datos que completan la historia.

El Centro

Finalmente, interviene en relación con la historia clínica el Centro en


el que se desarrolla. Éste, proporciona los soportes en los que se
elabora la historia clínica, facilita al médico los medios para la
custodia de la historia clínica o a la custodia por sí mismo en los
servicios de documentación que se han generalizado ya en los
hospitales al objeto de centralizar la información, informatizarla y
facilitar su guarda.

Finalidad
La historia clínica es una parte de los sistemas de registro, y su
finalidad fundamental es ordenar la información para facilitar y
mejorar la atención al individuo y a la familia, aunque también puede
contribuir a aportar datos para la asistencia a la comunidad y la
investigación.

Su utilidad está determinada por su capacidad para promover la


reflexión sobre los pacientes, permitir aprender de la práctica
asistencial y actuar de canal de comunicación entre los distintos
profesionales que atienden al paciente (médicos de familia,
especialistas y profesionales de enfermería, trabajadores sociales y
administrativos).

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Sus funciones pueden agruparse en los siguientes apartados:

❶ Atención al individuo y a la familia. La misión fundamental es


recoger y ordenar los datos que se manejan en las consultas para
que su lectura facilite la toma de decisiones diagnósticas y
terapéuticas.

❷ Garantizar la continuidad. La continuidad en la atención a lo largo


de toda la vida del paciente y durante todos sus contactos con el
sistema sanitario sólo puede garantizarse si se asegura que no
exista solución de continuidad en la transmisión de la
información.

❸ Asegurar la calidad de la asistencia. La historia clínica es muchas


veces el único documento que permite conocer la actuación
profesional. Es una buena fuente de datos para auditorías
médicas y para valorar las actuaciones sanitarias ante demandas
judiciales.

❹ Base de datos sanitarios. La información recogida en la historia


clínica, a pesar de los problemas derivados de la falta de
sistematización en su registro, permitirá aportar datos sobre los
diagnósticos y las actividades preventivas y curativas que se han
realizado sobre la población atendida. Esta información puede ser
de utilidad para la organización de los servicios asistenciales, la
atención a la comunidad, la facturación o la realización de
estudios de investigación de tipo retrospectivo.

❺ Identificación y control de los profesionales que han actuado en el


diagnóstico y tratamiento del enfermo, con lo que se delimita en
los casos de denuncia por mal praxis las posibles
responsabilidades médicas, ya que por el sistema hospitalario de
turnos, guardias, servicios, etc., resulta en un primer momento
complejo determinar quién realizo el acto médico controvertido. La
historia clínica se va a convertir en un documento legal o
probatorio de indudable importancia, pero no por ello puede
olvidarse su carácter originaria y eminentemente asistencial,
por lo que no habrá de ser redactada o confeccionada pensando
en una eventual denuncia o demanda.

La historia clínica debe ser clara y precisa respecto a diferentes datos


como son, el nombre del médico que interviene, la hora a la que lo
hace y las observaciones o prescripciones que realice para ser
observadas por otros profesionales, sean de enfermería o de otra
especialidad o servicio.

En cuanto al contenido, en la historia clínica deberían hacerse


constar todos los datos personales del paciente y la hora de ingreso
así como el médico que lo atendió e incluso el número de colegiado
para hacer más fácil su localización en un momento posterior si fuere
preciso; especialmente importante será hacer constar la fecha y hora
exacta en que el paciente es trasladado o ingresa en los distintos
servicios (urgencias, UCI, etc.), para así delimitar las posibles
responsabilidades, haciendo constar cada interviniente igualmente el
resultado de su primer contacto con él y de la exploración o estudio
que realice.

Respecto al contenido concreto de la historia clínica, deberá contener al


menos:

❶ Hoja de ingreso, con todos los datos ya antes mencionados y


especialmente la anamnesis donde se reflejarán todos los datos
de interés, antecedentes familiares y patológicos del enfermo,
alergias y el diagnóstico inicial o posibles diagnósticos con la
aproximación posible.

Derecho Médico
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❷ Hoja de evolución, donde se harán constar todos los


acontecimientos de interés y modificaciones en el estado del
paciente de modo descriptivo, incorporando las gráficas de
temperatura, presión y parámetros similares, lo que será
sumamente útil para cotejar luego la oportunidad y acierto del
tratamiento instaurado así como aconsejar posibles cambios de
diagnóstico o tratamiento.

❸ Hoja de exploraciones. Es importante reflejar todas y cada una de


las exploraciones que se realicen al paciente y su resultado, así
como el momento en que fueron solicitadas las distintas pruebas
diagnósticas y cuando se recibieron los resultados.
❹ Hoja de tratamiento, en la que se anotará al menos diariamente
haciendo constar cualquier posible cambio en la medicación.

❺ Hoja de enfermería. No pueden olvidarse las siempre ilustradoras


hojas de enfermería, por corresponder su redacción a las
personas que están más en contacto con el paciente durante todo
el día, anotando el profesional correspondiente cualquier
circunstancia que haya podido tener lugar durante su jornada
laboral.

Por último, a la historia clínica debe incorporarse el documento de


consentimiento suscrito por el paciente cuando exista, y una copia del
informe de alta entregado al paciente o sus familiares, especificando
si ésta es o no voluntaria, informe de alta que debe recoger
sucintamente pero de forma clara el mismo contenido de la historia
clínica y muy especialmente el tratamiento instaurado al alta y fechas
en que debe someterse el paciente a nueva revisión.

Dada la disparidad de contenidos, formatos, etc. de las historias


clínicas, se debe tender a la unificación de las historias clínicas.

Pautas generales respecto a la Historia Clínica

• Ha de quedar constancia por escrito de todos los datos referentes


a los pacientes. Al finalizar su estancia hospitalaria, el paciente o
persona a él allegada debería recibir el informe de alta.

• Confidencialidad de las historias clínicas.

• El enfermo o sus familiares o personas a él allegadas deben recibir


información compresible sobre sus padecimientos y posibilidades
de tratamiento.

• Estará a disposición de los enfermos y de los facultativos que


directamente estén implicados en el diagnóstico y el tratamiento
del enfermo así como a efectos de inspección médica o para fines
científicos, debiendo quedar plenamente garantizados el derecho
del enfermo a su intimidad personal y familiar y el deber de
guardar el secreto por quién, en virtud de sus competencias, tenga
acceso a la historia clínica.

32 Manual de Medicina Legal para Juristas


• En general, la Legislación de muchos países, excusa el castigo por
la revelación de los datos de las historias clínicas o de los
documentos en ellas contenidos cuando de los mismos puedan
deducirse hechos constitutivos de delitos.
ELABORACIÓN Y MANEJO DE LA HISTORIA
CLÍNICA
Los problemas que la historia clínica plantea en el mundo del Derecho
van desde la atribución de su propiedad hasta la regulación del
secreto médico y, finalmente, a los problemas de responsabilidad que
se derivan de la publicidad del contenido de la misma historia.

La elaboración de una historia clínica es una obligación y se han de


incluir todos los datos referentes al paciente y a su enfermedad, así
como las pruebas diagnósticas y a los tratamientos a que ha sido
sometido, pero junto a éstos, la historia clínica han de contener otra
serie de datos, que hacen referencias a impresiones, o comentarios,
que el médico expresa en relación con la personalidad del paciente o
sus hábitos. Estos comentarios, impresiones, juicios, etc., de gran
importancia sin duda, han de respetar la personalidad del enfermo, su
dignidad humana, sus creencias religiosas, políticas o sexuales etc.

Para determinados datos que afectan al honor, o a la intimidad


personal o familiar de las personas se debería valorar seriamente si
dichos datos son relevantes para el caso en cuestión que estemos
tratando.

Respecto a la titularidad, la historia clínica es un documento nacido


de la relación médico-enfermo y elaborado por el primero y por sus
auxiliares.

Hay que distinguir pues, entre la documentación aportada por el


enfermo, tal como recetas o prescripciones anteriores, radiografías,
electrocardiogramas, análisis, informes, certificados, etc., que son
evidentemente de la exclusiva propiedad del paciente y que el
médico tiene también indudablemente la obligación de devolver, y
aquellos otros datos que el profesional elabora personalmente y que
se refieren a sus observaciones, interpretaciones, juicios valorativos y
diagnósticos, resultados de sus exploraciones, diario clínico, etc.

Pues bien, este aspecto de creación intelectual es absolutamente


prevalente sobre la mera ordenación o depósito de los simples datos
que el paciente ha podido suministrar y que el creador de este
aspecto primordial es precisamente el médico al que, por ello, debe
atribuirse la titularidad de la historia, sin perjuicio de reconocer
determinadas limitaciones derivadas de la especial relación entre el
médico y el paciente, pero que son precisamente eso, limitaciones a
un derecho que hay que atribuir al profesional, y que derivan tanto del
respeto a la intimidad personal del enfermo como de su derecho a la
información.
Las limitaciones a este derecho vienen fundamentalmente impuestas,
como hemos adelantado, por la obligación de secreto y de respeto a
la intimidad, al honor y a la propia imagen del paciente.

La propiedad moral de la misma es del médico que la elaboro,


habiéndose de respetar el contenido íntegro de esta, así como la
obtención del permiso del médico en los casos de publicación,
exposición de un caso clínico, etc.

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ACCESO A LA HISTORIA CLÍNICA


En términos generales, el paciente tiene derecho al acceso al
contenido de la historia clínica. La historia clínica debe estar a
disposición del paciente, sin establecer límites ni excepciones a este
derecho.

Derecho a acceder a la información contenida en la historia


clínica

El paciente o sus familiares, así como los allegados que justifiquen a


criterio del director del centro un interés real en el proceso.

Es importante subrayar la diferencia, entre acceso a la historia

clínica y acceso a la información. El derecho al acceso a la historia

clínica por parte del enfermo podría tener unos límites y unas

excepciones.

En una historia clínica existen datos recogidos por el médico


proporcionados por terceras personas (familiares, etc.) que los
proporcionan con carácter confidencial y que, de saber que el
enfermo podría tener acceso a ello, no los proporcionarían. El
reconocimiento del derecho del paciente a obtener una información
leal, precisa y comprensible sobre el proceso que padece, en
general, no ofrece dudas.

CONFIDENCIALIDAD DE LA HISTORIA
CLÍNICA
La historia clínica del paciente es un elemento esencial de todo acto
médico, que recoge todo tipo de datos en relación con el paciente y
su problemática, y que por ende contiene referencias que
corresponden a la esfera más íntima de la persona, la
confidencialidad de la historia clínica es un deber primero moral, así
esta establecido en los código de ética y deontología médica.

Las historias clínicas se redactan y conservan para facilitar la


asistencia del paciente. Se prohíbe cualquier otra finalidad, a no ser
que se cumplan las reglas del secreto médico y se cuente con la
autorización del médico y del paciente.

El análisis científico y estadístico de los datos contenidos en las


historias y la presentación de algunos casos concretos pueden
proporcionar informaciones muy valiosas, por lo que su publicación es
autorizable desde el punto de vista deontológico con tal que se
respete el derecho a la intimidad de los pacientes.

El Médico está obligado, a solicitud y en beneficio del enfermo, a


proporcionar a otro colega los datos necesarios para completar el
diagnóstico así como a facilitarle el examen de las pruebas
realizadas.

La muerte del enfermo no exime al médico del deber del secreto.

El médico tiene el deber de exigir a sus colaboradores absoluta


discreción y observancia escrupulosa del secreto profesional. Ha de
hacerles saber que ellos también están obligados a guardarlo. En el
ejercicio de la medicina

34 Manual de Medicina Legal para Juristas


en equipo, cada médico es responsable de la totalidad del secreto. La
regla general en relación con la historia clínica es la confidencialidad,
salvo para el enfermo y sus familiares.

La confidencialidad de la historia clínica, en general, se podría romper en los


siguientes casos:

• Por imperativo legal. Por el deber de denuncia de delitos


cuando el médico conozca un hecho presuntamente delictivo y en
el ejercicio de su profesión deberá ponerlo en conocimiento de
Justicia.

• Declaración de enfermedades infecto-contagiosas. Las


enfermedades de declaración obligatoria En este caso, los datos
protegidos por el secreto se transmiten a profesionales de la
medicina o personas comprometidas en la asistencia sanitaria
para que se establezcan las medidas de prevención dirigidas al
control de la enfermedad y a evitar su contagio a otros. Se justifica
así este deber de declarar las enfermedades infecto-contagiosas
en el predominio del interés colectivo frente al individual. Sin
embargo, no se trata de revelar un secreto en sentido amplio,
sino de transmitir una información médica a otros profesionales
sanitarios, autoridades o funcionarios que actuarán también en
beneficio del paciente y de la colectividad; todos ellos quedarán
igualmente obligados en la salvaguarda y protección del secreto,
por lo que nos encontramos con un “secreto compartido” y no con
un secreto divulgado.

• Declaración como testigo o perito. El personal sanitario es


requerido, cada vez con más frecuencia, por la Administración de
Justicia como perito o testigo en los procesos judiciales. La actitud
debe ser de discreción, revelando sólo los datos que sean
absolutamente necesarios y precisos para el procedimiento
judicial, comunicando lo estrictamente observado. Cuando se
actúa como perito, se debe informar a la persona objeto de la
pericia acerca de cuál es el objetivo de la entrevista o de la
prueba, de forma que transmita sólo la información que considere
conveniente. Cuando se requieran datos en poder de otros
profesionales sanitarios que han visto, con anterioridad, al
paciente, se solicitarán éstos a través del mismo, para que tenga
conocimiento de la marcha de la investigación y de las
actuaciones del perito. En todo caso, no se solicitarán ni
facilitarán más datos que los estrictamente necesarios para los
fines de la pericia.

• Médicos de sociedades o compañías aseguradoras. En los


casos en que el cliente solicita una póliza, sabe que está
suscribiendo un contrato por el que la compañía verificará su
estado de salud con el fin de ajustar las condiciones del seguro.
Cuando el cliente acude al reconocimiento, el médico debe
advertirle de su deber de comunicar los hallazgos relativos a su
estado de salud, de tal manera que al consentir el reconocimiento
está dispensando al médico de su deber de secreto y aceptando
que los resultados se pongan en conocimiento de la compañía.

Ahora bien, si se diera la circunstancia de que el médico de la


compañía conoce, por cualquier motivo previo, la situación
clínica del cliente, renunciará a ser él el que reconozca e informe
sobre el mismo, ya que su conocimiento del estado de salud del
enfermo no deriva sólo del acto de reconocimiento, sino de la
información con la que contaba previamente.

• Certificados médicos. Este documento sólo debe extenderse a


solicitud del interesado o de sus representantes legales; la
solicitud significa la autorización para que el médico revele el
secreto sobre el hecho que se certifica. No obstante, el paciente
no siempre es consciente de las consecuencias que
Derecho Médico
35

el certificado y los hechos allí expuestos pueden tener. En


consecuencia, el médico debe extremar su prudencia en la
redacción de los certificados, no haciendo constar más que
aquellos hechos que justifiquen la finalidad que vaya a tener la
certificación, e incluso limitándose en los casos posibles a la
simple constatación de que el paciente padece una enfermedad
que le impide cumplir determinadas obligaciones o, también, la
ausencia de ésta, sin entrar en más detalles.

• Medicina del Trabajo. Los profesionales sanitarios que trabajan


en salud laboral tienen como finalidad la prevención de las
enfermedades y los accidentes de los trabajadores relacionados
con la actividad laboral que éstos desarrollen. Para ello deben
realizar exámenes previos a la contratación o periódicos, cuyos
resultados deben figurar en la historia clínica o ficha sanitaria del
trabajador.

• La historia clínica en los casos de demanda de responsabilidad


médica:

En los supuestos de responsabilidad de los profesionales


sanitarios; la investigación, posteriormente la prueba, descansa
sobre tres ejes: las historias médicas, las declaraciones de los
profesionales que intervinieron en el asunto, ya como
denunciados o como testigos, y los informes periciales.

Las historias médicas son de una importancia capital. Si en ellas


se recogen, paso a paso, todos los datos relativos a la
evolución de los procesos patológicos y las intervenciones
médicas, serán informativas y permitirán conocer, enjuiciar y
controlar la actuación del profesional.

Téngase en cuenta que la función del jurista, como observador,


consiste en verificar un juicio acerca de cuál era la conducta
indicada desde el punto de vista de las reglas profesionales (lex
artis) es decir, un juicio para fijar la diferencia entre aquella
conducta debida y la que efectivamente se llevó a cabo.

En algunos casos la entrega de las historias médicas al Juez o


al Fiscal que investiga el caso puede plantear conflictos. Para
resolverlos deberá tenerse en cuenta:

❶ Que el secreto profesional es, en primer lugar y ante todo, un


derecho del paciente. Es un instrumento de protección de la
intimidad del ciudadano en su relación con el médico, para
permitir y promover una comunicación libre y sincera, nunca
una cobertura de la actuación profesional. Por ello en casos
de responsabilidad del personal sanitario no puede impedirse
al Fiscal el conocimiento de la historia clínica con base en el
secreto profesional.

❷ Tampoco puede amparar la negativa a entregar esa


documentación clínica el derecho a no declarar contra uno
mismo, garantía del proceso debido, pues no se trataría de
obligar al sanitario imputado a hacer una declaración en la
que admitiera su culpabilidad.

La historia clínica permite que el médico forense pueda realizar


un estudio retrospectivo de la sucesión de actuaciones médicas
y quirúrgicas siguiendo las secuencias horarias, las pruebas
diagnósticas y tratamientos que se han ido aplicando en el
paciente de manera que permite estudiar igualmente el grado
de participación de cada uno de los facultativos participantes en
cada una de las actuaciones y así extraer un juicio de valor
científico que permita establecer la relación de causalidad entre
el acto médico y o

36 Manual de Medicina Legal para Juristas


quirúrgico y el resultado lo que permite a su vez ser un gran
instrumento de valor para jueces y Fiscales en el
esclarecimiento de los hechos y determinación de posibles
imputaciones y determinaciones de responsabilidades penales y
civiles.
Derecho Médico
37

CONSENTIMIENTO
INFORMADO
CONCEPTO Y TRASCENDENCIA
La palabra consentimiento, significa acción y efecto de consentir. Se
entiende por consentimiento, el permitir o conceder una cosa, o la
existencia de conformidad de voluntad entre partes.

La definición más sencilla desde el punto de vista jurídico es la que


entiende por consentimiento, el acuerdo entre dos voluntades.

En cuanto a la trascendencia tal y como señala Barreiro (1995) “De lo


que se trata al obtener el consentimiento informado de un paciente,
para un tratamiento médico quirúrgico con finalidad curativa y
ejecutado de acuerdo con las normas de la ciencia médica, es de
tener la conformidad del enfermo respecto de la modificación de su
organismo”. Este hecho sin el consentimiento del enfermo constituiría
un atentado a su libertad personal.

La importancia y trascendencia del consentimiento es que

evita la penalización de los actos médicos. En relación con

la trascendencia del consentimiento, son muy

esclarecedores los siguientes datos:

❶ La actividad médico-quirúrgica se justifica en sí misma por el fin


de curar, reconocido por el Estado mediante un monopolio
profesional, que fundamenta su licitud conforme a la doctrina de la
evaluación de bienes.

❷ El consentimiento no es causa de justificación de una


intervención; ésta sólo queda justificada sobre la base de la
afirmación anterior. El consentimiento es irrelevante a todos los
efectos en las operaciones totalmente necesarias. Por el
contrario, en las intervenciones meramente convenientes y en las
de cirugía estética, el consentimiento es absolutamente
necesario.

❸ No intervenir en caso necesario puede responsabilizar al médico


por omisión de socorro pero practicar una intervención o
tratamiento no necesarios de forma inexcusable contra la voluntad
del enfermo, o de su representante legal, significaría violencia
sobre la persona del enfermo.

CONSENTIMIENTO INFORMADO EN LAS


ACTUACIONES MÉDICAS
El acto médico se fundamenta en la necesidad de curar, pero toda
actuación médica, diagnostica o terapéutica, supone la vulneración
de algún bien jurídicamente protegido, entre los cuales se pueden
citar:

❶ La integridad física (caso de la cirugía y ciertas exploraciones que


emplean técnicas invasivas o la simple toma de sangre para una
analítica banal).

❷ La libertad (internamientos en hospitales).

38 Manual de Medicina Legal para Juristas


❸ La intromisión en su intimidad (el conocimiento de muchos datos
sensibles con respecto a la salud del enfermo, su estado
económico, sus creencias, etc.).

Todos estos bienes están salvaguardados por la Ley, y el Estado tiene


el deber de protegerlos y de defender al individuo contra su agresión.
Son, por tanto, objeto de protección penal y civil y, su vulneración
origina responsabilidades penales y civiles, si el acto médico no se
califica como delito, lo es porque se dan dos circunstancias:

❶ El obrar en el ejercicio de un oficio o cargo, para el que se está


legítimamente capacitado (título de médico).
❷ El contar con el consentimiento del enfermo, libre y válidamente
expresado con anterioridad al acto médico.

Un principio general que debe respetarse siempre, es la necesidad de


contar con el consentimiento del enfermo o de su representante legal,
para las intervenciones médicas.

La obtención del consentimiento del enfermo es relativamente


reciente y es producto de una relación lógica en la manera de
interactuar con el paciente. Esta relación ha de estar presidida por el
principio de autonomía, en el que el enfermo recupera su derecho a
intervenir en todo aquello que se refiere a su salud.

El consentimiento tiene especial relevancia, siempre que sea libre y


expresamente emitido, en casos de trasplante de órganos,
esterilizaciones y cirugía transexual.
En general y salvo situaciones de urgencia, el médico debe informar
al enfermo sobre los efectos posibles y consecuencias del
tratamiento. Obtendrá el consentimiento del paciente, sobre todo
cuando los actos propuestos representen un serio peligro.

En consecuencia, el paciente tiene derecho a elegir el tratamiento que


se le ofrezca entre varias alternativas, y por la misma razón podrá
rechazar las actuaciones médicas que no estime oportunas. Nace de
aquí un principio fundamental: el consentimiento del enfermo será
siempre necesario para actuar. A su vez, el médico está obligado a
informar a sus pacientes sobre todos las circunstancias relativas a su
enfermedad y las posibilidades diagnósticas y terapéuticas posibles,
para que el enfermo decida en función de ello, y tras la información
obtener el consentimiento del paciente o de sus representantes.

REQUISITOS Y EXCEPCIONES EN LA
PRESTACIÓN DEL CONSENTIMIENTO
Para que exista consentimiento se exigen fundamentalmente:

• Los requisitos de capacidad,


• Libertad del sujeto,
• Disponibilidad del objeto por parte del titular, y
• Que la causa sea licita.

Derecho Médico
39

Todos estos requisitos adquieren matices específicos cuando se


refieren al consentimiento para un acto médico, y que podríamos
concretar en los siguientes elementos.

Capacidad

Es la aptitud para realizar actos con trascendencia jurídica. La validez


del consentimiento estará condicionada entre otros presupuestos a la
circunstancia de que el enfermo tenga capacidad natural de juicio y de
discernimiento, o sea inteligencia y voluntad suficiente, que le permita
conocer el alcance del tratamiento médico al que se va a someter y
podrá así decidir consecuentemente, como regla esta capacidad se
presupone en principio a todas las personas mayores de edad.

Hay determinadas circunstancias, en las que esta capacidad puede


estar limitada o anulada; en estos casos el consentimiento lo
prestaran otras personas, veamos algunos de estas situaciones.
Por ejemplo, cuando un menor tenga que ser sometido a un acto
médico, el consentimiento lo darán sus progenitores o tutores
legalmente establecidos, aunque si los hijos tuvieren suficiente juicio
deberán ser oídos siempre antes de adoptar decisiones que les
afecten, por lo que el médico tiene la obligación de explorar la
capacidad de decisión del menor no emancipado, sobre todo en los
casos en que la actuación médica no sea estrictamente necesaria, en
el caso de discrepancia entre el menor con suficiente capacidad y los
progenitores, deberá poner el médico los hechos en conocimiento del
Ministerio Público.

La patria potestad se ejerce siempre en beneficio de los hijos, de


acuerdo con su personalidad, con lo que el médico antes de actuar
sobre un menor, máxime cuando la operación no sea necesaria habrá
de comprobar que no existen intenciones abyectas por parte de los
responsables de la patria potestad.

En los casos de incapacitados en los que exista peligro de lesiones


graves o de muerte y no existan familiares o allegados a quien
recurrir, el médico actuara en conciencia lo que crea más oportuno
para el enfermo.

El que consiente debe ser el titular del bien jurídico o del derecho del
que pretender disponer, dado que nadie puede dar o renunciar sobre
aquello que no tiene. Es por tanto, el paciente quien debe consentir el
tratamiento médico a que se somete, teniendo en cuenta la
capacidad personalísima de los bienes en juego, y que sólo el
enfermo es el titular de los mismos.

En ocasiones el concepto de titularidad presenta dificultades, como es


el caso de la titularidad compartida, diferencias de criterios de cada
uno de los padres, con respecto al tratamiento de un menor.

Objeto del consentimiento y deber de información del médico

Aquí se plantean dos cuestiones fundamentales, determinar el objeto


del consentimiento y por otra parte que el paciente conozca ese
objeto y se encuentre suficientemente informado sobre ello para que
su consentimiento pueda ser considerado válido.

40 Manual de Medicina Legal para Juristas


El objeto del consentimiento; es el acto médico al que el enfermo va a
ser sometido, realizado conforme a la lex artis, con el fin curativo y
con los riesgos que se son inherentes pero no comprende, el
resultado del mismo, ya que éste es aleatorio.

Ahora bien la cuestiones que se les plantea al médico en relación con


la información son varias; por un lado hay que preguntarse qué y
cuanta información ha de proporcionar el médico para poder afirmar
que el paciente ha comprendido el objeto del consentimiento y por
tanto el consentimiento dado por este es válido, por otro lado la
cuestión es cómo ha de darse la información.

Se le debe dar al enfermo, familiares y allegados información


completa incluyendo diagnóstico, pronostico y alternativas de
tratamiento.

Más detalladamente podemos decir que el contenido de esa información


debe abarcar:

• Lo que se pretende hacer y por qué.


• Los riesgos que entraña.
• Las ventajas que se esperan alcanzar.
• Las posibles alternativas con sus ventajas e inconvenientes.

La extensión de la información que proporciona el médico a su


paciente debe ser matizada en consideración a su finalidad; permitir
al enfermo la comprensión de su situación sin deformidades.

Debe informar el médico sobre el diagnóstico de la lesión o


enfermedad, pronóstico, la forma y el fin del tratamiento, así como de
sus consecuencias seguras y posibles que puedan incidir sobre la
decisión del paciente. El enfermo tiene que saber lo que consiente,
de manera que no sólo se incluya el estado actual, sino también el
motivo, la urgencia, el alcance, la gravedad, los riesgos, la modalidad,
las consecuencias y posibles efectos secundarios de la intervención
médica proyectada, y los posibles tratamientos alternativos.

No se debe olvidar informarle de los riesgos que puede suponer el


abandono del tratamiento, así como de la insuficiencia de medios
técnicos, si las hubiere, por si decide realizar el tratamiento en otro
centro médico con mejor equipamiento.

Es posible prescindir de la información cuando el paciente se niegue a


recibirla, habiendo renunciado expresa y concluyentemente a ella.

En cuanto del deber de informar sobre las alternativas del tratamiento,


el médico debe poner en conocimiento del paciente el método
habitualmente empleado por la medicina para resolver su caso.

Si piensa emplear otro que él considere más adecuado para ese caso
en concreto, sobre todo si se trata de emplear un tratamiento nuevo o
no habitual, el médico debe informar más ampliamente sobre las
posibilidades, ventajas e inconvenientes del mismo.
Derecho Médico
41

En resumen se debe informar sobre las consecuencias seguras, y


sobre los riesgos más probables que se dan con el tratamiento en
concreto al que se va a someter el paciente. También debe informarse
de los riesgos más típicos que usualmente tiene la técnica quirúrgica
o el tratamiento que se va a emplear.

Acerca del cómo ha de dar la información el médico al paciente; la


respuesta es clara, esta se debe de explicar en términos sencillos,
adecuados a los conocimientos e inteligencia del paciente de forma
que pueda ser comprendida por él.

Causa del consentimiento. Necesidad del consentimiento.

El consentimiento es irrelevante en las intervenciones prohibidas por


ley. En estos casos no basta el consentimiento para iniciar un
tratamiento, bien sea por prohibición directa de una ley, bien por
disposición administrativa.

Por otra parte, se considera reprobable y contrario a la ética medica


emprender o continuar acciones terapéuticas sin esperanzas, inútiles
y obstinadas, máxime cuando el enfermo manifestó su deseo de que
llegado a ese punto no se siguiera.

Se admite que en caso de enfermedad incurable y terminal, el médico


intente aliviar los dolores físicos y morales del enfermo, manteniendo
en todo lo posible la calidad de vida que se agota y asistiendo al
enfermo hasta el final. De lo que se trata es que el enfermo tenga una
muerte digna, sin dolor, y sin alargamientos inútiles.

Forma del consentimiento

El consentimiento del paciente debe ser expreso y por escrito, pero lo


más importante es que debe ser concreto. Quiere decir esto que el
consentimiento ha de referirse concretamente al acto determinado
que se pretende realizar. Pueden no resultan siempre, legalmente
válidos, los formularios que autorizan de forma genérica o
indeterminada el consentimiento.

A pesar de esto, sigue siendo frecuente que al ingresar un enfermo en


una institución hospitalaria para someterse a una intervención
quirúrgica se le haga firmar previamente un formulario en el que
autoriza la intervención, pero concebido en términos amplios e
indeterminados, como: “autorizo que se me practique la intervención
quirúrgica que sea conveniente y con los medios y anestesia que
consideren adecuados etc.”, esta forma documental puede carecer
de validez jurídica Por tanto todos los documentos que expiden los
establecimientos hospitalarios o algunas facultades de odontología,
que incluyen la cláusula genérica de autorización para cualquier
intervención médica, renunciando a priori a cualquier tipo de
reclamación , carecen de validez jurídica.

Además por el carácter de personalísimo que tienen los actos de


disposición sobre el propio cuerpo, hace que cada uno de estos actos
tengan que ser necesariamente individualizados, lo que implica que
su autorización también sea individualizada y concreta por parte de la
persona interesada por lo que el formulario que se exponga para la
autorización debe ser comprendido individualmente.

42 Manual de Medicina Legal para Juristas


Tiempo del consentimiento

Debe coincidir con el momento de la acción, lo que en el caso del


ejercicio médico se refiere al periodo de estudio y tratamiento de un
determinado proceso patológico, no es válido el consentimiento dado
en una ocasión determinada para actos que vayan a efectuarse
bastante tiempo después, ni el consentimiento objetivado a posteriori,
es decir después de una intervención ya realizada. Es característico
también del consentimiento el poder ser revocado en todo momento
por quien lo otorga, quedando sin efectos las manifestaciones de
voluntad previas sobre el objeto del consentimiento.

Excepciones

Se trata de aquellos supuestos en los que el consentimiento no es


necesario para intervenir. Existen circunstancias en las que se
impone la acción facultativa sin contar con la voluntad del paciente, o
incluso en contra de ella. Son los casos en los que el médico no
necesita el consentimiento del paciente para actuar.

El consentimiento es imprescindible, excepto:

• Cuando la no intervención suponga un riesgo para la salud pública.

• Cuando la urgencia del caso no permita demoras por poderse


ocasionar lesiones irreversibles o existir peligro de muerte.

• Cuando la no actuación médica suponga un riesgo para la salud


pública o para terceros. Se explica porque estas medidas deben
tener por objeto proteger la salud pública y prevenir su pérdida o
deterioro, así como controlar las enfermedades transmisibles lo
que puede tener como consecuencias la orden de practicar
reconocimientos, hospitalizaciones, tratamientos, o controles
obligatorios cuando se aprecien indicios racionales que permitan
suponer la existencia de peligro para la salud de la población, bien
por la situación sanitaria de una persona en concreta, o de un
grupo de personas, o bien por las condiciones higiénico sanitarias
en las que se desarrolla una actividad. Un bien individual no
puede anteponerse a un bien colectivo, el derecho del individuo
termina donde comienza el derecho del otro.

• En casos de urgencias. Aquí solo se debe de actuar cuando se


den los presupuestos que obligarían al deber de socorro: persona
desamparada y en peligro grave y manifiesto.

• Cuando se ha dado el consentimiento para una actuación médica y


se plantea otra conexa en la misma. Es el caso de las
intervenciones quirúrgicas en las que el cirujano encuentra una
patología, íntimamente relacionada con la anterior, que será
absolutamente necesario abordar en breve plazo, que no
supondrá una mutilación resultante distinta a aquella para la que
se consintió y en que el balance riesgo/beneficio es claramente
favorable a la decisión tomada. En estos casos de consentimiento
interpretado extensivamente por el médico, se deben dar los
presupuestos que regulan la eximente del estado de necesidad:
“que el daño producido no sea mayor que el que se pretende
evitar”.

Derecho Médico
43

RESPONSABILIDAD
PROFESIONAL DEL MÉDICO

RESPONSABILIDAD PROFESIONAL DEL


MÉDICO Y SUS CLASES
La palabra responsabilidad, significa obligación de responder de nuestros actos.

Desde el punto de vista jurídico, la responsabilidad es el deber, que


incumbe al individuo imputable de responder del hecho realizado y de
sufrir sus consecuencias jurídicas.

Se entiende como responsabilidad profesional médica la obligación


que tienen los médicos de reparar y satisfacer las consecuencias de
los actos, omisiones y errores voluntarios, e incluso involuntarios
dentro de ciertos límites, cometidos en el ejercicio de su profesión.

Las razones del incremento de las denuncias por actuaciones


médicas según algunos autores como Gisbert se pueden explicar por
los siguientes motivos:

❶ El aumento de la actividad médica.

❷ El progreso de la medicina, que permite tratar enfermedades que hace


poco eran incurables.

❸ La divulgación por los medios de comunicación de masas de los


problemas médicos y de sus soluciones, lo que dá lugar a que el
enfermo considere su curación como un derecho, y, por ello, si no
se logra, lo considere como un fracaso del médico, del que éste
debe responder.

❹ El hedonismo, actualmente generalizado, que hace rechazar el


dolor y el sufrimiento. Si la enfermedad aparece con estas
consecuencias, el paciente hace responsable al médico frente al
que desarrolla una actitud de oposición.

❺ El importante riesgo que, debido a su complejidad, llevan consigo


gran número de actos médicos tanto terapéuticos como
diagnósticos.

❻ La especialización médica, es decir, la existencia de gran número


de especialidades que en muchos casos son tremendamente
específicas, limitadas a campos muy concretos del saber médico,
lo que condiciona que, por parte de los especialistas, se
descuiden aspectos más generales.

❼ La existencia de pautas hospitalarias muy específicas en algunos


casos, que condicionan el funcionamiento de dichos centros
anteponiendo el cumplimiento de éstas, a la efectividad y a la
atención personalizada al enfermo. Ello, unido a la complejidad
de la burocracia en la asistencia institucional, es un factor muy
importante.

❽ El cambio en la relación médico/enfermo que, en muchas ocasiones, significa


una pérdida de confianza.

44 Manual de Medicina Legal para Juristas


❾ El ansia de ganancias fáciles por la vía de la indemnización a que
puede ser condenado el médico como consecuencia de un litigio
por responsabilidad profesional.
CLASES DE RESPONSABILIDAD MÉDICA

El médico como cualquier otro miembro de la sociedad puede


contravenir las leyes incurriendo en responsabilidades
administrativas, laborales, civiles y penales o incluso de modo doloso,
servirse de su profesión para contravenirlas.

Nos vanos a referir solamente a la responsabilidad del médico, que


surge como consecuencia del ejercicio de la profesión, a través de
una diversidad de actos médicos, unas veces sobre el propio enfermo
(actos corpóreos) otras fuera de él (actos extracorpóreos), ya sea con
relación contractual (mediante contrato, peculiar si se quiere, mas de
voluntad que de materialidad) o extracontractual ( sin relación de
contrato); mediante un acto profesional individualizado o colectivo y/o
compartido y con finalidades muy variadas ( diagnosticas,
terapéuticas, epidemiológicas, administrativas, etc.).

En conclusión la obligación de reparar por parte del médico como


consecuencia de los errores cometidos en relación con su profesión,
puede dar lugar a que ésta le sea exigida bien en vía penal, civil o
administrativa, pero antes es preciso contemplar la responsabilidad
moral de los médicos.

Responsabilidad moral

La conducta ética y moral de los médicos está regulada en los códigos de ética y
deontología profesional.

La deontología es el conjunto de principios y reglas éticas que deben


inspirar y guiar la conducta profesional del médico.

Este conjunto de reglas se pueden sintetizar en una máxima


hipocrática que dice “Trataras a tus enfermos como te gustaría que te
tratasen a ti en las mismas circunstancias”. El médico que se aparta
de esta regla da lugar a que se le pidan responsabilidades morales;
mediante la apertura del correspondiente expediente disciplinario en
su colegio profesional.

Responsabilidad Administrativa

En muchas ocasiones los médicos, son funcionarios al servicio de la


Administración del Estado. Los errores y las alteraciones de las
obligaciones del cargo, pueden dar lugar a expedientes
administrativos, en los que se le puede pedir al médico que responda
de los actos que dieron lugar a ellos.
Derecho Médico
45

Responsabilidad Penal

El problema de la responsabilidad penal de los médicos, en términos


generales, es tan antiguo como la medicina. La responsabilidad penal
de un médico derivada del ejercicio de su profesión, puede tener su
origen en una conducta dolosa o en una conducta imprudente.

Por lo que respecta a la responsabilidad penal profesional de tipo


doloso, vendrá exigida cuando el médico tenga conciencia de que, lo
que hace es un delito y además así lo quiera o desee.

Los delitos que se pueden cometer dolosamente en el ejercicio de la


profesión pueden ser delitos comunes, o sea comisibles por
cualquiera, como son el aborto no legal, la inducción y ayuda al
suicidio, el tráfico de drogas, etc.., en los que la condición de
profesional sanitario de su autor suele actuar como una circunstancia
que agrava la penal, sirva de ejemplo en los delitos relacionados
contra la salud pública, los relativos al tráfico de drogas tóxicas,
estupefacientes y sustancias psicotrópicas.

Junto a los delitos comunes los médicos pueden cometer dolosamente


delitos específicos, típicos o propios, en los que es necesario la
condición de profesional sanitario de su autor para que se den todos
los requisitos que exigen el tipo penal, sirva de ejemplo los delitos
relacionados con la denegación de asistencia sanitaria o de
abandono de servicio sanitario.

Ahora bien la exigencia de responsabilidad penal a los médicos, no


suele derivar de conductas dolosas, sino de conductas culposas o
imprudentes.

En la conducta imprudente no existe intención de dañar, la actividad


final del sujeto no va encaminada a la producción del resultado.

La persona que actúa imprudentemente o no prevé el resultado que


era previsible, o lo prevé como muy improbable y tiene la esperanza
de que no se producirá.

Los requisitos imprescindibles que ha de poseer una conducta


imprudente médica para que se pueda incriminar penalmente,
someramente son:

• Ausencia de dolo en la conducta que ha dado lugar al hecho dañoso.


• La infracción del deber de cuidado. Una alteración de la Lex artis,
entendida como la obligación del sanitario de ajustar su actuación
profesional a las reglas técnicas de su arte generalmente
aceptadas por la ciencia para casos similares.
• Un resultado de lesión.
• La existencia de un nexo de unión o relación de causalidad entre la
infracción del deber de cuidado y el daño.
• Que el acto inicial sea lícito y permitido.

46 Manual de Medicina Legal para Juristas


Responsabilidad civil

La responsabilidad civil de los médicos puede traer un doble origen,


derivar de la comisión de un hecho delictivo ya sea este doloso o
imprudente, o bien tener su origen en la actividad medica cotidiana.

Toda persona criminalmente responsable de un delito o falta lo es


también civilmente si del hecho se derivaren daños o perjuicios.

“La responsabilidad civil es una obligación que nace de la ley, de los


contratos y cuasi contratos, y de los actos y omisiones ilícitos, o en
los que intervenga cualquier género de culpa o negligencia”.

La responsabilidad civil del médico es esencialmente contractual, por


cuanto nace del incumplimiento del contrato tácito o cuasi contrato de
prestación de servicios, al que responde el acto médico; como en
todo contrato hay un derecho a la reclamación cuando no se ha
cumplido o no se ha cumplido bien.

Si el enfermo o sus derecho habientes estiman que tal incumplimiento


ha sido el origen de un perjuicio, pueden reclamar ante los Tribunales
la indemnización económica pertinente para su resarcimiento, pero
hay que decir que el contrato de arrendamiento de servicios, en
cuanto regulador de las relaciones profesionales entre el paciente y el
médico, presenta ciertas peculiaridades, entre las que destaca, el que
no se trata de un contrato de resultado, ya que no engendra más que
una obligación de medios, que consiste en prestar los cuidados que
precise la salud del paciente, ajustados a los principios científicos y
deontológicos vigentes.

La obligación de indemnizar del médico, no surgirá porque el enfermo


o sus familiares se hayan sentido frustrados al no haberse
conseguido los resultados terapéuticos que esperaban, sino cuando
se demuestre que haya habido incumplimiento de la obligación del
médico de aportar todos los medios posibles, es decir, realizar todos
los actos exploratorios, diagnósticos, terapéuticos, etc., que el estado
actual de la ciencia exige en el tratamiento de la enfermedad
concreta en cuestión. Esta regla general tiene una excepción, cual es
la de que en determinados actos médicos, si se exige un resultado
concreto y determinado, como son los casos de análisis, las
radiografías, la cirugía estética y otras.

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA
RESPONSABILIDAD MÉDICA

Tanto si se trata de responsabilidad penal como de responsabilidad


civil, en términos generales y dentro del Derecho internacional
comparado, se desprende de los diferentes códigos que, para que
pueda hablarse de responsabilidad médica deben concurrir ciertos
requisitos, que deberán ser demostrados en las causas de esta
naturaleza.

Obligación preexistente

Es uno de los elemento fundamental de la responsabilidad médica,


esta obligación preexistente existe siempre, puede nacer del contrato
médico, de la condición de médico e incluso tener su origen en un
imperativo legal.

Derecho Médico
47

Desde el momento en que un enfermo acude a un médico o este es


llamado por un enfermo se establece este contrato tácito que obliga
al primero a prestar sus servicios y prestarlos conforme a la lex artis
ad hoc.

Cuando un médico acepta atender a un paciente, se compromete a asegurar la continuidad de


sus servicios.

Esta obligación preexistente se puede romper si el médico llega al


convencimiento de que no existe hacia él la necesaria confianza.

Junto a esta obligación que podíamos llamar contractual, existe otra


de tipo especial que deriva directamente de la condición de médico y
que suele invocarse en los casos de urgencias. Todo médico
cualquiera que sea su especialidad o la modalidad de su ejercicio,
debe prestar ayuda de urgencia al enfermo o al accidentado.

En situaciones de catástrofe, epidemia o riesgo de muerte, el médico


no puede abandonar a los enfermos. El médico tiene la obligación de
presentarse voluntariamente a colaborar en las tareas de auxilio.
Esta obligación es referente a circunstancias en las que el médico no
socorriese a una persona que se halle desamparada y en peligro
grave y manifiesto cuando pudiera hacerlo sin riesgo propio ni de
terceros.

El incumplimiento de la obligación preexistente en la prestación de


servicios o atenciones médicas constituye el origen presunto del daño
o perjuicio, dicho de otro modo, el dejar de hacer lo que se tiene
obligación de realizar por un compromiso previo, bien de tipo
contractual o bien por imperativo legal, suele estar en el origien de la
responsabilidad medica.

La prueba médica en materia de responsabilidad profesional

La noción de falta en la doctrina jurídica de la responsabilidad médica


ha sufrido una sensible evolución en los últimos años.

Por falta médica debe entenderse, esencialmente, la torpeza, la


imprudencia, la falta de atención, la negligencia o la inobservancia de
las reglas del arte y la técnica de curar en la actividad médica.

Es lo que los juristas han sintetizado en la expresión: “incumplimiento


de la lex artis”, o falta de adecuación del ejercicio médico, en un
determinado momento, a lo que es la norma según el estado de los
conocimientos de la ciencia médica y en un momento determinado.

El concepto de lex artis y por ende el derivado de su incumplimiento,


falta médica, es muy complejo y difícil de delimitar.

Por lex artis se entiende el conjunto de reglas y procedimientos


técnicos que emplearía un médico en un caso concreto con el fin de
tratar de la mejor manera a sus enfermos. La lex artis suele resumirse
con una máxima

48 Manual de Medicina Legal para Juristas


hipocrática que dice, “trataras a tus enfermos con la misma diligencia
que te gustaría que te trataran a ti en una situación semejante”.

La lex artis no es un concepto abstracto y rígido, por el contrario el


conjunto de reglas para tratar bien a los enfermos depende de las
circunstancias concretas del caso y de los medios con que se
cuenten.

Por negligencia se entiende la inobservancia de las reglas relativas al


arte de curar al uso mientras que por negligencia hay que entender la
falta de conocimientos medios básicos.
Perjuicio ocasionado

Para que un médico incurra en responsabilidad es necesario que la


falta cometida haya ocasionado daños o perjuicios apreciables a otra
persona.

Relación de causalidad

Para que exista responsabilidad tiene que haber una relación de


causalidad entre la falta cometida y el perjuicio ocasionado.

Entendemos por relación de causalidad el camino o proceso que


conduce desde el hecho inicial a la situación presente, lo que
traducido a la acción médica equivale al puente existente entre el acto
médico y la situación patológica o lesiva, denunciada como resultante
de aquél.

Sólo cuando se demuestre este nexo de unión, podrá aceptarse que


la falta médica ha sido el fundamento u origen de aquel daño.

En medicina se establecen unos criterios ya clásicos para establecer


el puente de unión entre el actuar médico y el daño, entre estos se
encuentran los de: continuidad sintomática, cronológico, topográfico,
de exclusión, etc., si entre una falta medica y una lesión se cumplen
todos estos criterios se puede establecer un puente de unión entre la
falta medica y el perjuicio.

En la mayoría de las ocasiones el establecer una relación de


causalidad entre una falta médica y un daño es un trabajo que ofrece
extraordinarias dificultades.

Tales dificultades tienen su origen en una circunstancia habitual en los


casos en que se alega la existencia de responsabilidad médica: la
pluralidad de las causas. En efecto, es excepcional que en la
producción del daño sufrido por el enfermo exista una causa única y
lineal cuya consecuencia inevitable es ese daño.

Pero aun en el supuesto de que la acción realizada por el médico sea


establecida como la causa adecuada del daño, no estaremos en
condiciones de castigar al profesional si no se cumplen los elementos
que definen lo que los juristas llaman la imputación objetiva, este
término viene a decir que para castigar a una persona por la

Derecho Médico
49
comisión de un hecho delictivo, esta realizo exactamente lo que con el
tipo penal se quiere evitar, pongamos un ejemplo,

En conclusión lo que la teoría de la imputación objetiva viene a decir


es que a la hora de exigir responsabilidades a un médico o a
cualquier otro, no basta el demostrar la relación de causalidad entre la
falta médica y el daño, para que a éste se le castigue, sino es
imprescindible que con su conducta el médico debe haber generado
un riesgo jurídicamente reprobable.

El análisis de una falta profesional debería seguir los siguientes pasos:

En primer lugar tratar de establecer si el comportamiento del


médico fue o no conforme a la lex artis ad hoc, para lo que tendrá
que comprobar si:

La conducta del médico fue o no conforme al código ético, o sea si


se cumplieron en la relación médico enfermo los postulados
éticos entre los cuales podemos considerar como más importantes
aunque no únicos, la información al paciente sobre su
enfermedad, remedio, precauciones, etc., la obtención de su
consentimiento para el acto diagnóstico o terapéutico realizado y
si esta obtención se realizó con algún tipo de vicio o no. Si la
conducta del médico fue o no acorde con los conocimientos
científicos al uso, o sea si empleo los medios diagnósticos
adecuados y proporcionados al caso, sin razones economicistas o
de otra índole, y si el tratamiento seguido fue el adecuado al caso,
tanto en lo que se refiere a la terapéutica elegida, a la dosis, a la
vía de administración, etc.

En segundo lugar tendrá que realizar una valoración referente al


propio paciente. Hay que valorar si entendió o no las
instrucciones médicas y en el caso de no haberlas entendido si se
debe al modo o, los términos empleados por el médico, o a
circunstancias propias de él. Demostrar si ha seguido o no los
tratamientos y los controles indicados, o si hubo interferencias de
otros tratamientos o consultas con otros profesionales

Por último y en tercer lugar el perito habrá de analizar las


circunstancias materiales en las que se desenvolvió el caso, los
medios humanos con los que se contaron, los medios científicos,
técnicos, el lugar de tratamiento, si hubo un solo acto médico o
este fue compartido, las complicaciones que se presentaron y si
estas eran previsibles o imprevisibles, si aparecieron alergias y
otras. En definitiva se trata de comprobar aquellas circunstancias
ajenas al médico o al paciente que pudieron desviar las
previsiones de los resultados o modificarlos de modo
significativo.
También se analizaran los antecedentes del caso: personales y
familiares, motivación médica de la intervención o actuación
imputada, evolución, intervención de otros facultativos y
tratamientos previos de éstos, la naturaleza de los actos médicos
a los que se atribuyen las consecuencias lesivas, analizados a
través de los documentos clínicos producidos en él.

Una vez realizada la valoración global del caso sacara las


conclusiones de si hubo o no falta médica y en qué grado, no
olvidando nunca que una peritación médico-legal acerca de la
existencia de la falta médica debe partir del hecho de que la
práctica de la medicina se compone de dos elementos: el arte y la
ciencia,

50 Manual de Medicina Legal para Juristas


pero una y otra derivan de la experiencia y de los dones naturales
del médico, entre los cuales la inteligencia ocupa un lugar
destacado. Ambos elementos, arte y ciencia, van unidos al saber,
es decir, a los conocimientos acumulados en el curso de una vida
dedicada al estudio.

Por lo que respecta a la gradación de las faltas médicas cometidas


por un profesional abarcarían los siguientes niveles:

❶ Falta leve. Es la que puede cometer cualquier médico que pone


en su actuación profesional idéntica diligencia y atención que en
sus cosas particulares. Quiere decir que una prudencia y cuidado
superiores a los que se tienen habitualmente es posible que
hubieran impedido la producción del daño. No obstante, queda
siempre el beneficio de la duda.

❸ Falta grave. Son sus causas la imprudencia y la impericia, y


resultan de la inatención, imprevisión e inobservancia de las
reglas fundamentales del arte médico.

❸ Falta gravísima. Llamada también falta grosera por Lacassagne.


Puede traducirse como los graves errores que se cometen como
consecuencia de carecer de los conocimientos fundamentales que
de la medicina debe poseer todo médico. Constituye la ignorancia
inexcusable de los juristas.

El análisis de cada caso de especie es lo que permitirá al perito


médico situar la falta médica, cuando se demuestra, en uno de estos
escalones. En general, sólo poseen relevancia, a los efectos de dar
nacimiento a responsabilidad penal, las faltas graves y gravísimas.

Por último decir que para que se pueda hablar de falta o imprudencia
profesional son necesarios una serie de requisitos, entre los que se
encuentran.
No basta para calificar una falta cometida por un médico como falta
profesional, la condición de profesional que ostente su autor.

Es imprescindible que los actos realizados que han dado lugar a la


falta profesional pertenezcan a la esfera de su actividad y efectuarse
habitualmente en ella.

Derecho Médico
51

TÍTULO II

PATOLOGÍA
FORENSE
Las lesiones 55 Las contusiones 59 Lesiones por atropello 64
Lesiones por caída y precipitación 70 Los arrancamientos
76 Las mordeduras 77 Causas y concausas de las lesiones 80
Lesiones y muerte por armas blancas 85 Lesiones y muerte por
arma de fuego. Balística externa e interna. Efectividad de los
proyectiles. 96 Asfixias mecánicas. Ahorcadura. Estrangulación.
Sofocación. 107 Las quemaduras térmicas 126 Investigación de
los incendios. El cadáver carbonizado. 134 Las explosiones 139
Actuación médico forense en grandes catástrofes 144 Lesiones
y muerte por acción de la electricidad 155 Los derrumbamientos
y atropellos por multitudes 159 El maltrato en la infancia y
adolescencia. Abuso sexual en menores. 162
LAS LESIONES
CONCEPTO DE LESIÓN
Lesión, en medicina, significa toda alteración de los caracteres
anatómicos e histológicos de un tejido u órgano con la consiguiente
alteración de su función, ocasionado por agentes externos o internos.
Por tanto, esta definición encierra la posibilidad de que una lesión
pueda sobrevenir por un agente o causa interna o natural, sin que
medie en su producción un agente externo al propio organismo. Ello
descarta la intervención de terceras personas y serviría desde el
punto de vista médico legal para dictar un archivo de la causa.
Cuando por el contrario, se determine una causa externa (agentes
físicos, químicos, biológicos o psicológicos), se tendrá que valorar si
la causa es intencional o accidental con el fin de dirimir
responsabilidades jurídicas.

Pero desde el punto de vista jurídico, el concepto de lesión se ha ido


ampliando y modificando, pasando de una definición un tanto
genérica de lesión como el “daño corporal causado violentamente,
bien se trate de herida, contusión o erosión” donde como puede
observarse quedaba excluida la lesión psíquica y parecía
circunscribirse exclusivamente a lesiones de origen traumático, a
otras donde se iban admitiendo otros agentes etiológicos, como en el
caso de agentes biológicos, tóxicos o de otro tipo.

Finalmente, se establece una definición más amplia llegándola definir


como “todo daño causado en la salud física o psíquica de una
persona”. Dicha definición se ajusta, por tanto a la establecida por la
OMS para definir el concepto de salud.

En general, los Tribunales de Justicia tienen en cuenta como hecho


probado la existencia del daño causado en la salud física o mental de
una persona y valorarán las diferentes circunstancias etiológicas que
concurren en los hechos violentos: intencionalidad, medios
empleados, preponderancia o superioridad del agresor, etc.,
circunstancias por otro lado no ajenas a la valoración del médico
forense.

Etiología y clasificación

Se entiende por etiología la causa u origen de la lesión. Desde el


punto de vista jurídico, la etiología médico legal se ha dividido
clásicamente en función de la intencionalidad del agente causante,
así podemos hablar de lesiones culposas, por tanto sin intención y
lesiones dolosas, originadas con la intención de causar un daño.
En el caso que nos ocupa de la violencia contra la mujer interesan por
este criterio de clasificación, las lesiones dolosas por la carga
intencional que lleva en su producción.

Al ser las lesiones consecuencia de un mecanismo violento, cobra


inmediatamente sentido clasificar las lesiones por su resultado, en
lesiones mortales y no mortales:

❶ Lesiones mortales. Son aquellas que originan el fallecimiento de la


víctima.
❷ Lesiones no mortales. Aquellas que no causan la muerte, al margen de la
gravedad clínica que ocasionen.

Patología Forense 55
Una víctima presenta en la autopsia diversas heridas por arma blanca.
El médico forense determina que existen dos posibles armas blancas
productoras de estas lesiones y establece como causa de muerte una
herida penetrante en tórax. En este caso debemos de determinar cuál
de estas armas es la que ha provocado la muerte, al existir dos
agresores distintos.

Los agentes lesivos pueden ocasionar lesiones, en la misma área


anatómica sobre la que han actuado, o bien, provocar un daño en un
área anatómica alejada. Diferenciamos las lesiones en:

• Locales: aparecidas en el mismo lugar donde se produjo el impacto.


• A distancia: se identifican en zonas distintas de donde se produjo
la lesión (por contragolpe, por migración de hematomas, etc.).

Una persona es golpeada por su novio tras lo cual cae impactando en


el lado derecho de la cabeza con una mesa; en el examen
neurológico clínico se advierte un hematoma cerebral en el lado
izquierdo de la cabeza el cual puede ser explicado por efecto de
contragolpe, aceleración desaceleración, del cerebro dentro del
cráneo.

Por el momento de aparición:

• Inmediatas. Se presentan de modo casi instantáneo tras la


violencia. Suele ser consecuencia de traumatismos contusos.
• Tardías. De aparición diferida en el tiempo. Por ejemplo necrosis
de escafoides, epilepsia postraumática, etc.

Según el agente que las produce en:

❶ Agentes externos: mecánicos, físicos, químicos o biológicos, y


psicológicos.
❷ Agentes internos: Un único mecanismo que reconocen los
diferentes autores como causante de lesiones, es el esfuerzo.
Agentes Externos

Los agentes externos causantes de lesión pueden ser, a su vez:

• Agentes mecánicos. El mecanismo de acción corresponde, en


general, al efecto de un cuerpo animado en movimiento, con una
fuerza viva determinada que viene a ser consecuencia de la masa
por su velocidad a cuadrado, y que impacta con el sujeto
(traumatismo activo). Por el contrario puede darse el caso, muy
frecuente en el tema que nos ocupa de violencia de género, que la
víctima sea proyectada contra un agente que permanece inmóvil
(traumatismo pasivo).

Por ejemplo: Una persona que es empujada o bien hacia un


objeto vulnerante que se encuentra en su mismo plano de
sustentación o sobre otro que está a cierta distancia del plano de
sustentación (precipitación).

56 Manual de Medicina Legal para Juristas


En estos casos, el cuerpo vulnerante puede ser cualquier objeto
o instrumento que sea capaz de generar una energía cinética
que determine una lesión en el organismo de la víctima:
proyectiles por arma de fuego, instrumento cortante o punzante,
el propio fragmento óseo desprendido, rueda de vehículos e
incluso, y con mucha frecuencia miembro anatómico del
agresor.

De modo habitual estos agentes instrumentales suelen actuar


según un mecanismo activo, es decir, actúan impactando
contra la víctima.

• Agentes físicos. Los agentes físicos que con más frecuencia se


utilizan sobre la víctima son el fuego, el calor, la electricidad, las
radiaciones y el frío. Según el agente. El mecanismo de acción es
diferente y pueden actuar o bien destruyendo los elementos
celulares afectados o provocando reacciones físico químicas que
alteran la estructura celular. Todos ellos elementos accesibles
para el agresor que puede someter a la víctima a estos agentes
como medio lesivo, medio de tortura o como medio criminal
femicida.

• Agentes químicos. Estos agentes también son conocidos como


tóxicos y están dotados de propiedades, asfixiantes,
degenerativas, irritantes y/o cáusticas que provocan la,
degeneración y necrosis de los tejidos con los que contactan.

En toxicología se entiende por tóxico, cualquier sustancia,


natural o sintética, que puesta en contacto con un organismo
vivo, a la dosis adecuada, es capaz de originarle una grave
alteración de su equilibrio, pudiendo provocarle la muerte. Los
ácidos o cáusticos que provocan severa destrucción de los
tejidos han sido también agentes clásicos para deformar a la
mujer el arrojar sobre ella una sustancia química que altere su
fisonomía y la provoque severo dolor y aislamiento social.

Son ejemplos frecuentes en lesiones sobre la mujer maltratada


la utilización de agentes corrosivos que pretenden por un lado
desfigurar el rostro o alguna zona anatómica determinada y
especialmente sensible para la víctima o bien con fines de
ocultación de pruebas.

Suelen haber en estos casos un componente de venganza que


no se ven en otros casos. La intención suele ser el producir una
desfiguración o mutilación en la víctima que ocasione un
rechazo social o una estigmatización.

• Agentes biológicos. La jurisprudencia de diferentes países


señala que los agentes biológicos, (virus, bacterias, parásitos)
que alcanzan el organismo de forma dolosa o en virtud de
imprudencia punible, son así mismo origen, a través de los
procesos patológicos que desencadenan, de lesiones, en el
sentido jurídico de la palabra. En ocasiones, el contagio venéreo
de determinadas enfermedades de forma intencional (dolosa) se
utiliza como mecanismo agresor hacia la mujer, ocasionándola
una enfermedad crónica o mortal.

Uno de los agentes biológicos más dramáticos en la infección


dolosa de una mujer ha sido la de transmitir el virus del SIDA
generalmente mediante una relación sexual forzada.

Patología Forense
57

• Medios psicológicos. De la misma forma que sucede con otros


agentes, se admite internacionalmente los medios psicológicos
como causante de lesiones en base a la definición aceptada de
lesión (producción de menoscabo físico o psicológico en un
individuo). De hecho, en la mayoría de legislaciones actuales, no
se utiliza ningún criterio de exclusión del agente lesivo y basta con
que el mismo sea capaz de producir una lesión para considerarlo
como tal.

Agentes Internos
Estos agentes se concretan en un solo mecanismo: el esfuerzo, pero
que es originado como una reacción a un estímulo externo lo que se
considera como de origen violento.

Por ejemplo: Una persona que en una acción defensiva presenta una
distensión ligamentosa o desgarro muscular. A la misma lesión
traumática directa habría que añadir la producida por este mecanismo
y aplicar los criterios de causalidad a la hora de realizar el informe
pericial.

58 Manual de Medicina Legal para Juristas

LAS CONTUSIONES
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
Las contusiones son lesiones producidas por la acción de cuerpos
duros de superficie roma que actúan sobre el organismo por
intermedio de una fuerza viva. Según las características de los
cuerpos contundentes y la fuerza viva con la que actúen, producirán
lesiones de mayor o menor gravedad.

El médico forense debe ser especialmente cauto a la hora de


valorarlas pues por parte de agresor existe el interés de que dichas
lesiones pasen desapercibidas.

Los instrumentos contundentes son tan variados y frecuentes en el


uso cotidiano que puede afirmarse que todos los elementos de su
entorno y su propio cuerpo son susceptibles de ser utilizados como
objetos contundentes. Así y con el fin de establecer una
clasificación, podríamos dividirlos en:

❶ Instrumentos expresamente construidos y utilizados como


objetos contundentes, para la defensa o el ataque: porra,
guantes, martillo, etc.

❷ Órganos o apéndices anatómicos humanos que utilizados de


determinada forma pueden convertirse en objetos contundentes:
manos, pies, uñas, dientes, etc.

❸ Objetos o instrumentos cuyo uso habitual no es el concebido


para contundir, pero que excepcionalmente o con el uso se
pueden convertir en ellos. Posiblemente sean los más numerosos:
bastones, martillos, barras de hierro, culatas de armas de fuego
y, en general cualquier objeto cotidiano o no, de estructura rígida
y con bordes más o menos romo: piedras, vehículos, etc.

El mecanismo por el cual estos objetos actúan sobre el organismo o


más concretamente sobre la superficie corporal es múltiple y en
pocos casos aparece un solo mecanismo lesivo:

• Presión o percusión: cuando la acción traumática se ejerce de


forma perpendicular a la superficie de contacto.

• Frotamiento: Cuando la acción viene de forma tangencial a la


superficie de contacto describiendo un ángulo agudo.

• Tracción: Cuando se unen dos tipos de mecanismo como son la


prensión y la tracción dando lugar en ocasiones a mutilaciones de
apéndices como miembros dedos, pérdida de pabellón auricular,
etc.

• Mixtas o complejas.
Patología Forense
59

Tradicionalmente, las contusiones se han clasificado:

❶ Contusiones simples.
❷ Contusiones complejas.

Contusiones Simples
Con Integridad de la Piel
Equimosis Contusiones profundas
Derrames de serosidad Derrames cavitarios
Sin Integridad de la Piel
Erosiones Excoriaciones
Heridas contusas
Contusiones Complejas
Atropello Arrancamientos
Caída Mordeduras
Precipitación

CONTUSIONES SIMPLES Y VALORACIÓN


MÉDICO FORENSE
Las contusiones simples debidas a la capacidad o no para producir
una solución de continuidad, podemos dividirlas en:

Contusiones simples con integridad de la piel, pudiendo darse cuatro tipos


específicos de lesiones:

• Equimosis.
• Contusiones profundas.
• Derrames de serosidad.
• Derrames cavitarios.

Contusiones simples con lesión cutánea, producidas porque el


efecto contuso excede la capacidad de elongación y de flexibilidad de
la piel es vencida, produciéndose una solución de continuidad.

• Erosiones.
• Excoriaciones.
• Heridas contusas.
60 Manual de Medicina Legal para Juristas
Equimosis

Son contusiones simples sin afectación de la integridad de la piel que


se caracterizan por el dolor y el derrame, el primero por afectación
de los nervios de la zona afectada y el segundo por desgarro de
vasos sanguíneos o linfáticos. El tipo de derrame dará el color
característico a la lesión externa visible en la piel y según el volumen
del mismo derrame dividiremos las equimosis en:

• Equimosis como tal (llamado “cardenal”, “moretón”, “morado”).


• Equimoma (de mayor extensión).
• Sugilaciones o equimosis de succión, ovalados, por la acción del
orificio bucal y que son típicos en relaciones amorosas.
• Petequias o equimosis en forma de punteado, muy habitualmente
agrupadas.
• Hematoma o equimosis por colección de sangre en una bolsa
subcutánea y rotura de vasos más importantes que en las
anteriores equimosis. Su abultamiento y cambios de coloración
(por degradación de la sangre) permiten hacer estudios médico
legales que se verán más adelante.
• Bolsa sanguínea: hematoma de mayor dimensión, con relieve en la
piel y posible evolución a formación quística endurecida.

Las equimosis suelen aparecer en la zona donde actuó el agente


agresor dio el golpe y su intensidad puede verse modificada en
ocasiones, por factores individuales como ocurre en niños o ancianos,
mujeres o personas con trastornos hemorrágicos. En su forma, las
equimosis pueden ser redondeadas, alargadas, digitadas (por la
acción de la mano o los dedos) o de forma cuadrangular, según la
estructura del objeto usado en la agresión.

Contusiones profundas

Estas contusiones simples, con piel íntegra, se deben a la violencia


aplicada a una zona del cuerpo sin estructuras óseas subyacentes,
como ocurre en golpes sobre el abdomen. En estos casos, la piel
puede estar poco afectada pero será en las vísceras internas donde
se apreciarán la contusión resultado del traumatismo. A su vez,
podemos distinguir:

• Equimosis profundas: sobre todo en los músculos. Debe tenerse


en cuenta que no se revelarán en la piel hasta dos o tres días
después del traumatismo por lo que, si la víctima fallece antes,
deberán examinarse bien en la autopsia los grupos musculares
para comprobar que hubo la violencia sobre la zona.
• Roturas viscerales: estas roturas pueden darse bien por la acción
violenta directamente o bien por la acción indirecta de fragmentos
óseos producidos por fractura durante la agresión.

Derrames de serosidad

Se conocen con el nombre de derrames de Morell-Lavallé y se


producen cuando un traumatismo contusivo actúa tangencialmente
sobre una superficie amplia del cuerpo, y la piel y el tejido subcutáneo
se deslizan sobre una superficie resistente. El tejido que une la fascia
a la piel se desgarra y esta se despega en una gran extensión.

Patología Forense
61

Este tipo de contusión se observa con frecuencia por el paso de una


rueda de vehículos automóviles; afecta especialmente la cara externa
del muslo y región dorsolumbar, es decir, regiones de piel fácilmente
deslizable sobre una fascia resistente.

En un principio no hay otros signos que los de la contusión superficial;


a los 10 ó 12 días aparece la colección liquida formada por linfa con
algo de sangre. La tensión que alcanza no es grande, pues es
también escasa la presión del sistema linfático que la origina. Se
percibe bien al tacto la sensación de onda (golpeando con un dedo
en un extremo de la zona afectada, se percibe una “oleada” en la
mano aplicada en el otro extremo). La linfa no se coagula, lo que
explica la falta de tendencia a la curación por reabsorción espontánea
de los derrames serosos.

Derrames cavitarios

Son contusiones simples con piel íntegra que ocurren cuando el golpe
se da sobre una cavidad anatómica como abdomen o el tórax. El
traumatismo producirá derrame de sangre (hemáticos) o
serofibrinosos, que a su vez pueden ser inmediatamente posteriores
al traumatismo o bien retrasarse en el tiempo lo que puede plantear
problemas diagnósticos que relacionen la violencia contusa y el
derrame.

Erosiones y excoriaciones

Son el resultado de contusiones simples sin integridad de la piel;


generalmente se deben a un mecanismo de frotamiento que levanta
las capas más superficiales de la piel. Se habla de erosión cuando la
afectación es solo de epidermis y de excoriación cuando llega la
lesión a la dermis, cuyo síntoma definitorio es la costra, que según su
aspecto puede ser:

• Hemática de color rojo oscuro, cuando


fundamentalmente se compone de sangre extravasada.
• Serosa o amarillenta, cuando se compone de derrame
linfático.
• Serohemática o rojo amarillenta, por mezcla de sangre y linfa.

En algunas ocasiones hablamos de erosión-excoriación es decir, una


lesión (por ejemplo un arañazo lineal), que en sus extremos inicial y
final es erosión y en el tramo intermedio excoriación.

Heridas contusas

Son lesiones, por definición, contusas simples, con solución de


continuidad de la piel, cuyo mecanismo de producción es la
superación del límite de elasticidad de la piel la cual se rompe cuando
actúa el objeto agresor. Los agentes productores de heridas
contusas, pueden ser:

• Objetos densos y de borde agudo pero no cortante tales como


machetes, hachas, planchas de acero, tapaderas de cacerolas de
acero, etc.

62 Manual de Medicina Legal para Juristas


• Objetos que actúan sobre una región ósea de modo que es el
hueso el que rompe la piel de dentro afuera; así sucede en golpes
sobre la región periorbicular, en otras regiones del cráneo o en las
alas iliacas de la pelvis. Todas ellas áreas muy implicadas en la
violencia femicida, las craneales sobre todo por la capacidad de
mortalidad que implican.

Las heridas contusas se caracterizan por sus bordes irregulares,


contundidos, con puentes de unión entre los bordes por fibras
titulares no rotas en la violencia y escaso sangrado por colapso de los
vasos adyacentes. Cuando la violencia aplicada excede el límite de
resistencia de huesos y estructuras articulares, podemos encontrar:

• Fracturas y fisuras óseas (de distinta consideración o gravedad)


• Luxaciones y esguinces (de diversas repercusión en la
estática y dinámica de la articulación afectada) • Hernias y
protusiones de cartílagos intervertebrales.
CONTUSIONES COMPLEJAS Y
CONSIDERACIONES MÉDICO FORENSES
En la violencia traumática productora de contusiones complejas
participan dos o más mecanismos de producción (presión, percusión,
frotamiento y tracción) e incluso por el agente etiológico que interviene
se suele asociar con otros mecanismos lesivos no contundentes.
Esto implica la producción, por lo general de un cuadro lesivo más
grave que el visto hasta ahora y suele asociarse con una
intencionalidad femicida. Dentro de este grupo se incluyen:

❶ Atropello.
❷ Caída.
❸ Precipitación.
❹ Arrancamiento.
❺ Mordedura.

Patología Forense
63

LESIONES POR ATROPELLO


CONCEPTO
La palabra atropello tiene en sentido amplio, el significado de “pasar
precipitadamente por encima de algo”, en Medicina legal se refiere a
un tipo especial de violencia que tiene lugar como consecuencia del
encuentro entre un cuerpo humano y una multitud, vehículo o animal
en movimiento. Nosotros centraremos su estudio en el encuentro del
cuerpo con un vehículo de tracción mecánica. Como concepto
elemental, además, conviene recordar que la energía que se libera
en el impacto entre el vehículo y la víctima del atropello, está
directamente relacionada con la masa o peso del vehículo y el
cuadrado de la velocidad de éste (Energía = masa x velocidad2).

TIPOS DE ATROPELLO
En base al tipo de vehículos atropellantes podemos clasificar:

• Vehículos con ruedas no provistas de neumáticos

❶ Vehículos de tracción animal. Las características de estos


vehículos a efectos lesivos es su reducida velocidad y una
relación inversa entre peso - velocidad, unido al tipo de rueda que
explica los cuadros lesivos que producen. Respecto a las ruedas
hay que resaltar que actualmente muchos de estos vehículos ya
llevan ruedas neumáticas.

❷ Vehículos de trayecto obligado. Están representados por los


trenes o ferrocarriles, que presentan las características de
deslizamiento sobre raíles, ruedas metálicas con superficie de
apoyo plana y provistas de una pestaña lateral, gran peso y
velocidad.

• Vehículos de ruedas neumáticas

❶ Bicicletas: De poca estabilidad, peso reducido y escasa


velocidad e interés para el caso que nos ocupa. ❷
Motocicletas: De mayor peso y velocidad.
❸ Automóviles: mayor peso y velocidad según cilindrada.
❹ Autobuses o autocares y camiones: A la velocidad se añade un
considerable aumento en la masa y peso, que los hace mucho
más lesivos.

En cuanto a la clasificación de los atropellos por su etiología médico legal


debemos considerar las siguientes:

• Etiología médico legal accidental. La más frecuente e todas ellas.


• Etiología médico legal suicida. Cuando la persona va al encuentro del
vehículo.
• Etiología médico legal homicida. Que es la que nos interesa analizar como mecanismo
femicida.
64 Manual de Medicina Legal para Juristas
Por último se clasifican, en cuanto a las fases que a continuación
veremos:

• Atropello completo. Cuando se dan todas las fases.


• Atropello incompleto. Cuando falta alguna de ellas.

FASES DEL ATROPELLO


La violencia traumática del atropello se desenvuelve en fases, cada
una de las cuales suele marcarse en la víctima por unas lesiones
determinadas. El conjunto de éstas, con el predominio de unas u otras
y su localización, dan lugar a determinados tipos de lesiones, que
resultan de interés para la reconstrucción de las circunstancias en las
que se produjo el atropello y la identidad del vehículo atropellante.

En general, los tiempos que constituyen las fases del atropello siguen
un orden determinado, sucediéndose unos a otros aunque, con
relativa frecuencia, pueden faltar algunas de ellas. Distinguimos las
siguientes:

❶ Fase de choque
Se caracteriza por el encuentro violento del vehículo con la víctima.

❷ Proyección – caída acelerada


Existen dos variedades de esta: la proyección-caída
acelerada al suelo y la que tiene lugar cuando la proyección
del cuerpo del atropellado tiene lugar hacia arriba con lo que la
caída ocurre sobre el propio vehículo, en su parte delantera,
sobre el parabrisas y aun sobre el techo del coche. Esta
segunda variedad, ha sido llamada “caricamiento”.

❸ Aplastamiento
Esta fase el vehículo alcanza a la persona que yace en el
suelo, toma contacto con ella y le pasa por encima.

❹ Envolvimiento – arrastre
El cuerpo golpea con las partes bajas del vehículo, rota sobre
su eje y a veces es enganchado con materiales salientes de
éste y arrastrado.

CUADROS LESIVOS
Las lesiones que hallemos en el cadáver tendrán una relación con cada una
de las fases descritas.
En la fase de choque

Las lesiones consisten sobre todo, en contusiones y heridas contusas


muy a menudo acompañadas de fracturas subyacentes a la lesión
cutánea. Unas u otras lesiones se producen según la naturaleza y
parte del vehículo que

Patología Forense
65

se pone en contacto con la víctima además de la fuerza viva que lleve


éste. La altura de del vehículo condiciona igualmente la localización
de las lesiones, que corresponde normalmente a las extremidades
inferiores.

En la fase de proyección - caída acelerada

La proyección - caída acelerada sobre el suelo da lugar a lesiones del


tipo de contusiones profundas, heridas contusas, luxaciones,
fracturas y lesiones de vísceras. La localización es predominante en
la parte superior del cuerpo, especialmente en la cabeza y
extremidades superiores.

En cuanto a la proyección - caída sobre el propio vehículo, va a dar


lugar a lesiones contusas variadas por el nuevo impacto contra el
vehículo que a veces incluso lo amortigua parcialmente, y podremos
observar con frecuencia la incrustación de cristales en la piel al
romperse el parabrisas.

En la fase de aplastamiento

Las lesiones varían sensiblemente por su naturaleza y su gravedad,


según el tipo de vehículo atropellante y poseen un gran valor
identificador.

Se producen lesiones osteoarticulares de localización variable, que


dependen de la parte corporal afectada por el aplastamiento, las
cuales varían desde las luxaciones a la fracturas.
Las lesiones viscerales, se traducen en rotura y estallido de vísceras
como es el caso de hígado y bazo. con frecuencia la causa final de la
muerte.

Fase de envolvimiento – arrastre


En esta fase se producen quemaduras por el tubo de escape y
excoriaciones situadas sobre las partes descubiertas y salientes del
cuerpo que adoptan normalmente la forma de estrías o líneas
alargadas, denominadas placas de arrastre o excoriaciones en
brocha. Además en la piel se observa la incrustación de material del
terreno.

Las fases descritas, constituyen el atropello completo. En muchas


ocasiones, faltan una o varias de las fases indicadas, formando
combinaciones diversas, todas las cuales se reúnen bajo la
denominación de atropello incompleto. Las variedades más
frecuentes del atropello incompleto son:

• Cuando la víctima yace en tierra, como es lo frecuente en casos de


suicidio o la persona está inconsciente, faltan las dos primeras
fases, o sea las de choque y proyección caída, iniciándose las
lesiones en la fase de aplastamiento.

• Cuando la persona está inconsciente por agresión previa y yace en


el suelo, es habitual que sea atropellada repetidas veces por el
vehículo.

66 Manual de Medicina Legal para Juristas


• Cuando la persona se encuentra en pie en el momento del
atropello, éste se reduce al choque y a la proyección caída,
faltando las dos últimas fases pues queda el cuerpo fuera de la
trayectoria del vehículo.

• El envolvimiento y más el arrastre es aleatorio, ya que está


condicionado a la existencia de alguna parte saliente del vehículo
que enganche a la víctima, o al arrollamiento de las ropas de ésta
por los ejes u otras partes giratorias del vehículo.

En general podemos decir que nos vamos a encontrar con lesiones


craneoencefálicas fundamentalmente por la fase de choque, si se
trata de autobuses o camiones y por la fase de proyección caída
acelerada al impactar la cabeza contra el suelo. Son casi constantes
en estos casos las fracturas del cráneo, unidas a lesiones contusas o
hemorrágicas del encéfalo. Tienen una gran mortalidad.

Las lesiones esqueléticas del tronco y columna con frecuencia van


asociadas a las alteraciones craneoencefálicas y las fracturas de las
extremidades, siendo más características las lesiones de
extremidades inferiores por la fase de choque, y de las superiores por
la proyección – caída acelerada al intentar la víctima poner las manos
en el impacto contra el suelo.
Las lesiones de las vísceras toraco-abdominales se producen
sobretodo por el aplastamiento, siendo frecuente las roturas
pulmonares por enclavamiento de los extremos fracturados de las
costillas y la contusión – rotura cardiaca traumática por la fractura de
esternón.

La muerte se produce también tardíamente por complicaciones


principalmente hemorrágicas.

Por último es de resaltar las escasas lesiones externas que


presenta el cadáver en relación la gran cantidad de lesiones
internas.

PROBLEMAS MÉDICO FORENSES


• El diagnóstico de muerte violenta, es el primer problema que
hay que resolver, cuestión que no entraña dificultades dada la
riqueza de signos traumáticos que presentan este tipo de
muertes.

• La etiología médico legal homicida, suicida o accidental. Los


atropellos accidentales son la etiología más frecuente de todas
ellas pero también lo es como medio suicida con una marcada
preferencia por los vehículos de gran masa y velocidad, que son
los que producen lesiones de mayor gravedad y, por tanto, mayor
probabilidad de que se consuma el suicidio. Dentro de ellos los
trenes, que por ser de trayecto obligado no pueden ser desviados
por el conductor y presentan una multiplicidad de lesiones con
amputaciones de miembros que incluso hacen difícil la
identificación.

• En la variedad de etiología médico legal homicida las conductas

más habituales en la práctica se realizan: - Empujando a la

víctima, que se encuentra distraída, para que caiga bajo el

vehículo.

Patología Forense
67

- Otra de las posibilidades, es ir al encuentro con la víctima lo


que significa un seguimiento de criminal hasta esperar el
momento oportuno para llevar a cabo la acción. Además una
planificación detallada del femicidio, cuyo resultado final de
muerte puede verse facilitado por estados fisiológicos como
embarazo, o limitaciones como la sordera, la ceguera, la
lentitud de movimientos por diferentes patológicas, etc., que la
hagan más vulnerable.

- Otra, sería maniatarla, o previa pérdida de conciencia, hacer pasar el


vehículo por encima.

• La causa de la muerte, la observaremos en la destrucción de


centros vitales, como los cerebrales por el traumatismo craneal o
la hemorragia interna y externa, o el shock traumático.

• La data de la muerte, nos servirá igualmente para la reconstrucción.

• Atropello vital o postmortem, íntimamente ligado al femicidio, en


el que se intenta disimular el mecanismo de muerte aparentando
un atropello accidental. Se observarán las lesiones del atropello
sin reacción vital alguna y las que realmente la causaron, que
siempre estarán presentes en el cuerpo de la víctima. Es decir, se
valorará qué lesiones de las presentes pueden ser debidas al
atropello postmortem y cuáles han de ser atribuidas a violencias
inferidas por una agresión de otra.

• Identificación del vehículo atropellante.Tiene gran interés


porque nos puede conducir a la identificación del criminal. Una
orientación inicial sobre el tipo de vehículo la tendremos en
relación a la gravedad del cuadro lesional.

El tipo de ruedas y las lesiones que dejan en la superficie corporal son


de extraordinaria importancia en el caso de ruedas neumáticas por la
impronta que dejan en el cuerpo.

En primer lugar se debe encontrar las lesiones del paso del


vehículo por encima de la víctima y entre las que destacamos:

• Desprendimientos subcutáneos de la piel, resultado de un


pellizcamiento entre el suelo y el neumático, que por su
adherencia arrastra la piel. Como resultado del desprendimiento
cutáneo pueden formarse derrames linfáticos denominados de
Morell-Lavallé y verdaderas bolsas rellenas de sangre.

• Arrancamientos de fibras musculares, a distancia, a veces, del punto de


paso de las ruedas.

• Signo del salto traumático, que consiste en la existencia de dos


lesiones superficiales separadas por una zona de tejidos
indemnes, lo que sería debido a una pérdida de contacto del
vehículo con la víctima, a consecuencia de su velocidad.
• Placa apergaminada estriada que los casos favorables, placa
reproduce con fidelidad el dibujo de las cubiertas o neumáticos.

Por último, las lesiones profundas, tanto óseas como viscerales, que aun sin ser
específicas, completan el cuadro.

68 Manual de Medicina Legal para Juristas


Completaremos el estudio de la identidad del vehículo atropellante con:

• El examen del lugar del suceso, a menudo decide el problema por


la presencia de huellas sobre el terreno, suficientemente
características, como el moldeado de neumáticos, fragmentos de
cristales, etc.

• El examen en los vestidos y en la epidermis de manchas y


depósitos de materiales diversos, en relación con la naturaleza
del vehículo, el color de que estaba pintado además de las huellas
de neumáticos ya descritas.

• Minucioso examen del vehículo sospechoso de haber sido el


agente material del atropello, se descubrirá, en ocasiones, restos
orgánicos (manchas de sangre, pelos, fragmentos de sustancia
cerebral o de otros tejidos u órganos), cuyas características
individuales permitirán demostrar o excluir su procedencia de la
víctima. Este mismo papel identificador lo desempeñan otras
fragmentos o hilachas de los vestidos que llevaba la víctima.

• Necroidentificación, tanto del cadáver como de miembros


amputados que en algunos casos como los atropellos por
vehículos de trayecto fijo puede resultar complicada.
Patología Forense
69

LESIONES POR CAÍDA Y


PRECIPITACIÓN
CONCEPTO
Se entiende por caída, a una súbita perturbación del equilibrio, por
momentánea e incorregible desviación del centro de gravedad, con
derrumbe del cuerpo sobre el mismo plano que de sustentación.

Hablamos de precipitación cuando el cuerpo se derrumba sobre un


plano inferior al que sustentaba el cuerpo. La diferencia entre caída y
precipitación en función de la altura es problemática, pues hay
situaciones en los que los límites entre una y otra son mínimos y con
ello igualmente resultarían mínimas las características lesivas pero
sin embargo cuando hay una clara diferenciación por márgenes de
altura notorias, las lesiones se diferencian también claramente.

Finalmente fue admitida esta diferenciación propuesta por los autores


rumanos pero siempre que se tengan en cuenta factores dinámicos
que pasamos a describir tanto para la caída como para la
precipitación y que marcan sus tipos.

CAÍDA. TIPOS.
• Caída simple.
• Caída acelerada.
• Caída complicada.
• Caída postmortem.
• Caída fásica.

Caída simple. En su génesis no intervienen más que dos fenómenos,


uno la pérdida del equilibrio corporal y el otro la acción de la
gravedad. El primero puede ser consecuencia de un tropiezo,
empujón, mareo, etc. y el segundo es el responsable del derrumbe
del cuerpo sobre el plano de sustentación. Este tipo de caída
sorprende al individuo en actitud estática o caminando normalmente.

Caída acelerada. A los dos factores anteriores se añada un tercer


factor en la génesis de las lesiones que es un componente dinámico
consecuencia de la energía cinética que se le transmite a la víctima, lo
que aumenta la fuerza viva con la que tiene lugar la caída. En
definitiva comprende aquellos casos en los que el cuerpo cae
impulsado por una fuerza que lo proyecta sobre el plano de
sustentación.

Caída complicada. Puede ser una caída simple o acelerada, pero en


la que el plano sobre el que cae el sujeto tiene unas características
que agrava las lesiones producidas, más allá de lo que cabía esperar,
así ocurre cuando cae sobre elementos salientes del suelo, esquinas,
elementos incandescentes, calderos con agua hirviendo, etc. Se
comprende que nos vamos a encontrar con lesiones, por un lado,
consecuencia de la caída y por otro, como consecuencia del tipo de
plano sobre el que impacta.

70 Manual de Medicina Legal para Juristas


Caída mortal o caída póstuma. Es la provocada por cualquier
afección o violencia mortal súbita que sorprende al sujeto, haciendo
que se derrumbe el cuerpo sobre el suelo.

Caída fásica. En este caso la caída es una fase más dentro de un complejo
lesivo.

PRECIPITACIÓN. TIPOS
La precipitación, hemos dicho, es la caída del cuerpo desde el plano
que lo sustentaba a uno inferior. En la precipitación la energía
liberada en el momento del impacto se trasmite a todo el cuerpo, con
lo cual los efectos lesivos se generalizan, dando lugar a un cuadro
lesivo que afecta prácticamente todos los sectores corporales. Se
pueden dividir al igual que caída en:

• Precipitación simple.
• Precipitación acelerada.
• Precipitación fásica.
• Precipitación complicada.
• Precipitación postmortal.

La precipitación simple, es aquella en la que el cuerpo cae a un


plano de sustentación inferior al que se encontraba, con caída libre y
aceleración por acción de la gravedad.

La precipitación acelerada, se produce cuando el cuerpo inicia caída


a un plano inferior con una velocidad superior a cero, como puede ser
el ser empujada por un precipicio. La energía cinética que se
transmite al cuerpo para precipitarse hace que en su inicio el cuerpo
ya vaya acelerado.

La precipitación fásica, es un acontecimiento o una fase más de un


mecanismo complejo lesivo como es el caso de un accidente de
tránsito donde el vehículo dentro de las diferentes fases de ese
accidente, se precipita por un puente.

La precipitación complicada, ocurre cuando el plano inferior sobre


el que va a impactar el cuerpo agrava la lesión o por sus
características particulares actúa como coadyuvante de la muerte.

HALLAZGOS LESIVOS EN LA CAÍDA


En la caída simple, las lesiones suelen ser de escasa consideración y
su localización va a depender de que la caída sea anterior, posterior
o lateral y de si la persona ha usado los miembros superiores como
medio para amortiguarla.

En las caídas simples anteriores, las lesiones suelen localizarse en


las palmas de la mano, siendo típica la fractura de Colles o las
fracturas de antebrazo así como las erosiones - excoriaciones en las
rodillas. Cuando a la víctima no le ha dado tiempo a poner las manos,
las lesiones suelen localizarse en la cara con heridas en mentón,
perdidas

Patología Forense
71

de piezas dentarias, golpes frontales. Cuando la caída es lateral las


lesiones las vamos a encontrar también en las manos y en los
hombros, pueden originarse fracturas de clavícula, luxaciones de
hombro y roturas de los ligamentos acromioclaviculares entre otras.

En las caídas de espalda, las lesiones suelen afectar al cóccix o al


sacro si se cae en posición de sentado. Son más graves las lesiones
en el polo occipital, sobre todo si en el plano de caída hay superficies
salientes.

En las caídas aceleradas, las lesiones aumentan en gravedad con


respecto a la caída simple. Por la energía cinética transmitida al
cuerpo se hacen manifiestas lesiones en los planos profundos al no
agotarse la energía en los tejidos o en planos superficiales. Además
de lesiones en la piel, las consecuencias se manifiestan en estos
planos profundos en forma de contusiones viscerales, y fracturas de
huesos como el fémur, el humero, etc.

Las características de las caídas fásicas, van a depender de la forma


en que se produzca y del agente causal que las origine, como es el
caso indicado del atropello.
En las caídas complicadas, las lesiones van a depender del medio
sobre el que se produzca las mismas, si es sobre un fuego o
superficie incandescente aparecerán quemaduras de diverso grado y
en el caso de caídas sobre superficies en las que existan bordes,
esquinas o salientes las lesiones más graves coincidirán con el
impacto con estas.

En las caídas postmortales, las lesiones encontradas son similares


a las de las caídas simples, con la diferencia respecto a estas de que
no suelen existir en el cadáver erosiones – excoriaciones en manos al
no apoyarlas para su amortiguación y no suelen existir. La reacción
vital que suele faltar o ser muy débil.

Los principales mecanismos de muerte que intervienen en la caída


son las lesiones craneoencefálicas concretamente las contusiones
cerebrales, fracturas craneales, y hemorragias meníngeas.

HALLAZGOS LESIVOS EN LA
PRECIPITACIÓN
La característica fundamental de las lesiones por precipitación es la
desproporción en cuanto a la levedad de lesiones externas frente a
los intensos destrozos internos. Piel intacta o poco afectada y lesiones
internas muy graves, que consisten fundamentalmente en fracturas
de huesos y roturas de partes blandas, sobre todo, de vísceras,
ofreciendo las más variadas combinaciones. Esta síntesis nos da un
punto de partida para la descripción del cuadro lesivo de la
precipitación, dividiéndolo en tres apartados:

• lesiones cutáneas.
• lesiones esqueléticas.
• lesiones viscerales.

72 Manual de Medicina Legal para Juristas


Lesiones cutáneas

En la precipitación suele observarse la integridad total, o casi total, de


la piel, ya que por su elasticidad puede ofrecer resistencia a las
lesiones. Las escasas lesiones que encontramos en la piel consisten
en hematomas, excoriaciones y heridas contusas; estas últimas, a
menudo, de reducidas dimensiones. En la mayor parte de los casos
consisten en heridas contusas que se producen de dentro afuera por
los fragmentos irregulares resultantes de las fracturas óseas.
Si en la precipitación tropieza el cuerpo contra algún obstáculo
elástico (ramas de árboles, telas distendidas), pueden disminuirse los
efectos de la caída de altura.

Lesiones esqueléticas

Las lesiones óseas de la precipitación son variables, permitiendo distinguir tres


tipos traumatológicos:

• Precipitación sobre la extremidad superior del cuerpo.


• Precipitación sobre la extremidad inferior del cuerpo.
• Precipitación lateral sobre toda la longitud del tronco.

Precipitación sobre la extremidad superior del cuerpo. Cuando es


la cabeza la que impacta con el suelo se producen principalmente
lesiones craneoencefálicas. Son muy características de este tipo las
fracturas por estallido del cráneo (fractura en “saco de nueces”),
acompañadas en ocasiones de salida de masa encefálica y
hemorragias meníngeas y encefálicas, que suelen ser muy intensas.

También suelen producirse lesiones vertebrales, como veremos más


adelante.

Precipitación sobre la extremidad inferior del cuerpo. En las


caídas de altura sobre las nalgas o sobre los pies prevalecen las
lesiones óseas de las extremidades inferiores, fracturas de los
calcáneos, de los tobillos, hundimientos de los cóndilos y mesetas
tíbiales y de la pelvis. Resulta especialmente característica la
perforación de las cavidades cotiloideas con hundimiento de la
cabeza femoral, que penetra en la pelvis. Suelen acompañarse de
fracturas hundimientos o en cuña de las vértebras.

Tanto en la precipitación sobre el extremo superior, como sobre el


inferior del cuerpo, pueden producirse por mecanismo indirecto
fracturas craneales circunscritas alrededor del orificio occipital, pero
éstas son más frecuentes en las caídas sobre los pies, al
transmitirse, a lo largo de la columna vertebral, el impacto del choque
que produce finalmente el hundimiento de un fragmento del occipital.

Las luxaciones y fracturas de las vértebras, se acompañan en general


de lesiones graves de la médula espinal. Particular importancia tienen
las fracturas por aplastamiento. Los cuerpos vertebrales sufren una
fuerte compresión, mientras la columna, hace una flexión forzada.
Patología Forense
73

Se aplastan más fuertemente hacia delante que atrás, con lo que


toman una forma de cuña de vértice anterior. Estas fracturas pueden
acompañarse de luxaciones, y en tales casos las lesiones medulares
son la regla.

Precipitación lateral del cuerpo. En las precipitaciones sobre toda la


longitud del cuerpo son típicas las fracturas de muchas costillas. No
son raras tampoco las fracturas vertebrales.

A estas lesiones se añaden, lesiones de las extremidades, de los huesos


craneales, de la pelvis, etc.

Cualquier zona del cuerpo que impacte en primer lugar, traslada la


energía al resto por lo que las lesiones pueden aparecer en cualquier
lugar.

Lesiones viscerales

En todas las modalidades de precipitación son particularmente


frecuentes las roturas de vísceras torácicas y abdominales. Las más
habituales son las roturas del hígado, del bazo y del encéfalo, las
roturas de los pulmonares, y las contusiones de riñones .

Las roturas del hígado consisten normalmente en agrietamientos,


desgarros lineales por lo general localizados en la cara superior. Las
del bazo son auténticos estallidos. Ocurren asimismo, roturas de
corazón, por enclavamiento del esternón y desgarros de aorta y
pulmón en este caso por lesión de las costillas, cuyos fragmentos
serían los agentes directos del desgarro.

En cuanto a las vísceras huecas, y más precisamente la vejiga y el


estómago, todos los autores están de acuerdo en la posibilidad de su
estallido si están llenas, en estado de plenitud.

A consecuencia de la sacudida a todo el cuerpo, un órgano se


proyecta violentamente y tiende a dejar su alojamiento natural
desplazándose hacia otros órganos o las paredes de las cavidades, a
la vez que permanece retenido por sus medios naturales de fijación.
De este conflicto entre fuerzas opuestas resultan lesiones
traumáticas características, apreciables a nivel de los hilios o puntos
de fijación de las vísceras.

Otro mecanismo de producción de estas lesiones es el de rectificación


de curvaturas de las vísceras afectadas. Las lesiones viscerales se
suelen acompañar de intensas hemorragias internas, que a menudo
son rápidamente mortales. Las graves lesiones del sistema nervioso
explican también en muchos casos la muerte instantánea en la
precipitación.

Podemos resumir, por tanto los mecanismos de muerte de la precipitación en:

❶ Hemorragia interna, debida a las roturas de vísceras.


❷ Hemorragia cerebral y meníngea, así como lesiones cerebrales por
contusión.
❸ Lesiones medulares y bulbares, a través de las fracturas vertebrales.
❹ Shock traumático.

74 Manual de Medicina Legal para Juristas


PROBLEMAS MÉDICO FORENSES
Los problemas médico forenses se centran en establecer:

• Diagnóstico de muerte violenta. Tanto la muerte por caída como


por precipitación son muertes violentas. • Etiología Médico Legal
homicida, suicida o accidental.

La etiología accidental se puede dar en cualquiera de las formas de


caída no siendo posible la etiología médico legal suicida.

La etiología médico legal homicida se puede enmarcar en las caídas aceleradas


y las caídas complicadas.

Las caídas aceleradas se producen cuando el agresor empuja o lanza


a la víctima con gran violencia. En ocasiones, pueden ser repetidas y
formar parte junto a otros elementos lesivos de una extrema violencia
que finalice en la muerte por lo que conjuntamente con las lesiones
propias de caída acelerada se encuentran lesiones de otros
mecanismos lesivos.

La precipitación como mecanismo de muerte homicida, precisa que


entre la víctima y agresor, exista una importante desproporción de
fuerzas, superioridad física muy manifiesta por parte del agresor o que
sean varios los agresores para reducir a la víctima y tirarla, por
ejemplo a través de una ventana. En estos casos, salvo que estuviera
privada de razón, embriaguez, etc. será posible encontrar lesiones de
defensa y lucha. Si estuviera aturdida por lesión previa, serán
perceptibles esas lesiones por lo que habrá que diferenciarlas de la
precipitación. Siempre cabe la posibilidad de precipitación homicida
por sorpresa, en cuyo caso no se encontrarán más lesiones que las
de la precipitación.

En todo caso, los signos de defensa y lucha se buscarán


minuciosamente, no sólo en el cadáver, con especial atención a sus
manos y uñas, en las que pueden quedar restos de pelos, de la
epidermis o de la vestimenta del agresor, sino también en sus ropas,
que pueden presentarse alteradas o desgarradas.

La posibilidad de que nos encontremos ante el hecho de la


precipitación de un cadáver, para disimular un homicidio por otro
mecanismo, puede ser planteada ante la existencia de alguna lesión
que no se explique por el hecho de la precipitación. Teniendo esto
presente, el diagnóstico diferencial se basará en que:

• Las lesiones encontradas no tienen signos de reacción vital.


• Se encuentran las lesiones que realmente han producido la muerte.
• La causa de la muerte.
• La forma rápida o lenta de producirse. Fundamentalmente se
establecerá a través e los signos de agonía • La
necroidentificación. Generalmente no es muy problemática pues
no llega a la desfiguración del cadáver y en todo caso se podrá
obtener huellas dactilares o realizar pruebas de ADN.
• La identificación del agresor o agresores, mediante los restos de
pelos y células que hayan podido quedar en las ropas o uñas de
la víctima al defenderse.

Patología Forense
75

LOS ARRANCAMIENTOS
Los arrancamientos son el resultado de una violenta aprehensión y
tracción sobre la piel y tejidos subyacentes de una determinada
región anatómica. Aunque su etiología más frecuente es de origen
accidental y de ordinario en el ámbito laboral por maquinaria que se
suele componer de mecanismos motrices giratorios, no podemos
descartar la etiología dolosa. Suelen darse en estos casos sobre
apéndices anatómico como pirámide nasal, pabellón auricular o los
dedos, principalmente de la mano al ser utilizados como mecanismo
de defensa.

Se localizan por tanto sobre las partes prominentes del cuerpo, casi
siempre porciones más dístales, pero no es infrecuente observarlo
sobre las glándulas mamarias en este tipo de delitos, con el fin de
producir en la víctima una mutilación.

El mecanismo de arrancamiento se origina por una comprensión de


la zona seguida de una violenta tracción. Por esto, en ocasiones solo
se produce un desgarro de los planos superficiales y en otros, de
todos los planos, originando una avulsión de esta zona.

Las lesiones por arrancamiento tienen como característica que son de


bordes muy irregulares, poco sangrantes. Esta irregularidad viene
determinada por la diferente elasticidad de los tejidos sobre los que se
actúa, lo que ocasiona que cada uno de ellos se rompa de forma
distinta. Los tendones están conformados por un tejido de gran
elasticidad, seguido de la piel y el hueso carece prácticamente de
ella.

En ocasiones se produce una lesión en “scalp” al caer la víctima y quedar su


cabello sujeto por un punto firme.

El pronóstico por arrancamiento es muy grave porque aunque,


como hemos dicho, sangran poco por el propio mecanismo
traumático que ocasiona la obliteración vascular, si que suelen
producirse shock. Por otro lado son lesiones anfractuosas con un
gran riesgo de infección por contaminación bacteriana. Por último, en
el caso de sobrevivir la víctima, es casi seguro la aparición de
secuelas principalmente de naturaleza estética presentando en
ocasiones lo que se conoce como gran deformidad.

76 Manual de Medicina Legal para Juristas

LAS MORDEDURAS
Las mordeduras son lesiones contusas complejas producidas por la
acción de los dientes con la mordida. Pueden considerarse marcas
figuradas dejadas sobre un sustrato blando.

Se originan por un doble mecanismo de prensión, penetrando los


dientes en los tejidos mordidos, seguido de tracción generalmente
por el movimiento ejercido por la cabeza del agresor o por el cuerpo
de la víctima.

Las heridas producidas por las mordeduras se caracterizan porque a


lo largo del borde de la herida presentan las huellas de los dientes
que la han producido. Suelen tener una disposición semilunar,
enfrentadas de dos en dos y con frecuencia presentan los bordes de
aspecto equimótico. Ambas semis lunas coincidirán con la
disposición de los dientes del maxilar del agresor, lo que comporta un
gran interés en la investigación por la posibilidad de identificar al
presunto agresor.

En cualquier caso y determinado principalmente por la violencia de la


agresión, existe una gran variedad de mordeduras que van desde la
simple escoriación o equimosis hasta verdaderos arrancamientos.

Si que será interesante en este tipo de lesiones hacer por lo tanto un


diagnóstico individualizado de la mordedura. Pero en la mayoría de
las ocasiones solo podremos hacer un diagnóstico de exclusión. Si
que nos será posible hacer un diagnóstico de especie, por la
posibilidad de que se alegue por parte del agresor que la mordedura
se debe a la intervención de un animal.

Mordedura humana

Presenta una forma de herradura muy cerrada con bordes bien


definidos y con pequeñas soluciones de continuidad coincidiendo con
las piezas dentarias. Suelen producirse sobre la nariz, pabellón
auricular y aureola mamaria.

El estudio de la mordedura humana incluye un estudio minucioso y


completo de la herida comparándola con los rasgos y características
de la dentadura del sospechoso. El hecho fundamental es que las
impresiones dejadas por los elementos duros (piezas dentarias)
sobre un soporte, poseen una características individualizadoras que
pueden ser empleadas para la identificación del agresor.

Los dientes se usan como arma cuando una persona ataca a otra o
cuando alguien se defiende de un agresor. En los casos que lo
descubrimos como defensa, a menudo constituye la única arma
posible utilizada por la víctima. Son por tanto lesiones que aparecen
con frecuencia en los casos de violencia de género. Estudios de
trabajos recientes reflejan que las lesiones por mordedura tiene una
clara distribución por sexos. De hecho, las mujeres son, en la
inmensa mayoría, víctimas de las lesiones por mordedura (80% de los
casos) y las localizaciones, por orden de frecuencia son: pecho
(40%), brazos, piernas, cara, cuello y genitales.
Patología Forense
77

Mordedura de animales

Suelen tener peor pronóstico por el riesgo generalizado de infección y


por la violencia de la misma. Se suele producir por animales de
compañía.

Perros: Suelen dejar una huella muy marcada de incisivos y caninos.


Se producen generalmente en zonas accesibles por él: piernas,
manos y cara.

Gatos: Producen lesión los caninos pero de menor intensidad que en


los perros y de menor tamaño pero más profundas. Suelen venir
acompañadas de arañazos.

Caballos: Suelen ser muy graves. Radican en cara, manos y


antebrazo y raramente en extremidades inferiores. Suelen actuar los
incisivos a modo de torno, pudiendo llegar a triturar el tejido óseo. Se
observan dos semicírculos que a veces no están enfrentados por el
movimiento de lateralidad de la mandíbula del caballo.

PROBLEMAS MÉDICO LEGALES Y DE


INVESTIGACIÓN
❶ En el campo de la investigación. Diagnóstico de especie e individual.
❷ Reconocimiento de la lesión por mordedura.
❸ Multiplicicidad de formas en que pueden presentarse al estar producidas
por elementos móviles.

En cualquier caso se sugiere aplicar el protocolo ABFO (American


Board of Forensic Odontology. Bitemark Guidelines and Standards,
1999) para su análisis.

El proceso en resumen debe recoger:

❶ Examen visual para identificar la lesión por mordedura. Aunque


aparentemente sencillo, en ocasiones se convierte en un estudio
complejo en el que debe intervenir el especialista. Su
representación esquemática estaría compuesta por las siguientes
zonas, de fuera adentro: zona eritematosa por la presión de los
labios, marca dejada por los dientes con sus características
individuales y finalmente equimosis dejada por la cara interna de
los dientes.
❷ Recogida de restos de saliva de la zona lesionada. Debe
recogerse con el método de doble hisopo, por fricción y rotación
con hisopo previamente empapado en agua destilada.

❸ Toma de fotografías. Debe ser realizada con una técnica


depurada y utilizando una escala o regla homologada. Las
fotografías deben de ser de la lesión completa, con luz ambiente y
flash y en color y en blanco y negro.

❹ Toma de impresión de la mordedura. Si se han producido


indentaciones o perforaciones en la piel debe intentarse realizar
una toma de impresión. Para ello se utiliza silicona fluida o
vinilpolixilosano. Se debe

78 Manual de Medicina Legal para Juristas


de reforzare el material con algún soporte rígido para evitar la
distorsión. Posteriormente se realizará un vacado con yeso
dental para obtener la huella original.

❺ Recogida de la muestra del sospechoso mediante una de las


técnicas utilizadas en la clínica de forma habitual para la
obtención de la huella dentaria y por último la toma de muestras
de saliva mediante hisopo.
Patología Forense
79

CAUSAS Y CONCAUSAS DE
LAS LESIONES
CONCEPTO DE CAUSA Y CONCAUSA
El término de concausa significa “cosa que, juntamente con otra, es causa de
algún efecto”.

Lo más frecuente es que el resultado de una lesión no sea debido a


una causa única, sino a la intervención de un conjunto de factores o
causas que intervendrán de forma dinámica produciendo un efecto o
resultado determinado. Por ello entramos de lleno en el concepto de
causa principal y de concausas, cuya diferencia sustancial está en
que la causa principal reúne las condiciones de ser necesaria y
suficiente para producir un resultado, mientras que las concausas son
necesarias pero no suficientes en la determinación del resultado.

Desde el punto de vista médico es conocido que diversos factores


intervienen en la producción de un resultado pero en el ámbito de la
medicina legal esta interacción debe quedar establecida y delimitada.
Así existirá una causa principal, de relevancia jurídica, y otras que
actúan modulando esta causa principal.

Parece claro que si sobre la causa principal se insertan, interactuando


con ellas, otras causas (concausas), el pronóstico médico va a sufrir
unas alteraciones. Estas pueden ir desde una prolongación del
proceso curativo de las lesiones hasta incluso la producción de la
muerte.

Las concausas no solo son importantes desde el punto de vista


sanitario por la consiguiente prolongación en la evolución del proceso
curativo, sino también desde el punto de vista legal, incrementándose
el tiempo de curación y la posibilidad de aparición de secuelas que de
modo habitual no hubieran aparecido. Pero también el proceso penal
puede sufrir una modificación al incrementarse el tratamiento utilizado,
los tiempos de curación y la incapacidad para el trabajo habitual.

CLASIFICACIÓN DE LAS CONCAUSAS


Clásicamente las concausas se dividen en:

❶ Concausas preexistentes.
❷ Concausas concomitantes.
❸ Concausas posteriores.

Concausas preexistentes

Es lo que entendemos por estado anterior. Puede definirse como toda


predisposición patológica o disminución somática o funcional
conocida o no que una persona posee en el momento de sufrir una
lesión que da origen a un litigio. Ha de entenderse no solo como
lesiones preexistentes sino como cualquier predisposición genética o
adquirida, que modifique la normal evolución de una lesión.
80 Manual de Medicina Legal para Juristas

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