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10 01.

PSICOPATOLOGÍA

Un reconocido discípulo de Pitágoras fue Alcmeón de


01.01 HISTORIA DE LA Crotona (siglo VI a.C.). Éste consideraba que el cerebro
PSICOPATOLOGÍA era la sede de la razón y el alma, y postulaba que la salud
era la armonía entre los contrarios, es decir, la interacción
apropiada entre las fuerzas externas y las internas. El
1. Introducción
estado óptimo, la crasia, era lo contrario de la falta de
2. Antecedentes: Grecia y Roma
armonía, del conflicto o discrasia. Otro pitagórico, Empé-
3. La Edad Media: el mundo árabe y la cristianidad
docles (490-430 a.C) sugirió la teoría humoral sobre la
4. El Renacimiento (siglo XVI)
base de los 4 elementos y que la enfermedad se producía
5. La Ilustración (siglos XVII y XVIII)
por un desequilibrio entre los mismos. Los pitagóricos,
6. El siglo XX
mantenían posiciones enfrentadas respecto a las ideas
religiosas predominantes en la época.

1. INTRODUCCIÓN El origen de la medicina occidental se sitúa en Grecia gra-


cias al trabajo de Hipócrates (460-377 a.C.). Su gran apor-
El estudio de la conducta anormal ha sido una constante tación fue la de considerar la medicina como un verdadero
histórica en todas las civilizaciones, aunque no es hasta conocimiento inductivo. Es el primero en plantear que los
finales del siglo XIX cuando surge en el marco general de trastornos mentales son semejantes a las enfermedades
las ciencias una disciplina formal dedicada al estudio cientí- físicas por cuanto que ambos obedecen a alguna alteración
fico de tales comportamientos (Vázquez, 1990). No hay que anatómica. Con ello, el concepto de locura sufrió un cambio
olvidar que la psicopatología siempre surge en un determi- radical, ya que pasa de ser considerada como una maldi-
nado grupo y contexto cultural, teñido de las visiones y pun- ción o imposición divina a conceptualizarse como una en-
tos de vista que tiene sobre la vida en general. Los cambios fermedad. Propone la existencia de 4 humores o fluidos
en la explicación de la conducta anormal se producen mu- básicos del organismo: sangre (procedente del corazón),
chas veces por la aparición de explicaciones más compati- bilis amarilla (del hígado), bilis negra (del bazo y del estó-
bles con el momento social y cultural, haciendo que lo con- mago), y flema (del cerebro). La salud del sujeto depende
siderado patológico en una época pase a considerarse per- del equilibrio de estos 4 humores. La preponderancia de
fectamente normal en otras. Conocer la historia nos ayuda a cada uno de ellos da lugar a 4 respectivos temperamentos:
entender el estado actual de las cosas, y a ver cómo mu- voluble, colérico, melancólico e indolente. Los desequili-
chos de los conceptos que hoy utilizamos tienen su naci- brios grandes entre los humores recibían el nombre de
miento hace siglos. En este capítulo vamos a revisar algu- discrasias para los que se recomendaba una purga y dieta
nos de los antecedentes remotos de los conceptos actuales adecuadas con el fin de recuperar la homeostasis humoral.
de la locura y acabar intentando definir la situación de la Hipócrates hizo la primera clasificación de los trastornos
psicopatología actual con el resto de ciencias encargadas mentales al clasificarlos en manía, melancolía y frenitis.
del estudio de la enfermedad mental. Dada la escasez de conocimientos fisiológicos de la época,
la medicina hipocrática es una medicina “axiomática”, es
2. ANTECEDENTES: GRECIA Y ROMA decir, los datos clínicos recogidos en la entrevista con el
paciente son interpretados a la luz de una serie de princi-
La tradición hipocrática pios de nula validez. Por ejemplo, la histeria se consideraba
que era consecuencia de poseer un útero errante debido a
Es difícil establecer como se concebía la conducta anormal la ausencia de relaciones sexuales y la localización de los
antes de la existencia de testimonios escritos. Existen síntomas, dependía de la ubicación final del útero. La in-
algunas pruebas indirectas que permiten hipotetizar la fluencia de la teoría de los humores persiste hasta el siglo
existencia de un pensamiento mágico en el que la pose- XVIII en la medicina occidental, y en el caso de España
sión demoníaca jugaba un papel esencial en la explicación hasta bien entrado el siglo XIX (Dieckhöfer, 1984).
de la locura (Mora, 1992). En los primeros tiempos de la
cultura griega dominó la concepción demonológica sobre la
locura. Dentro de esta tradición, la locura era el resultado
de la posesión de los espíritus malignos. La explicación
demonológica fue la predominante en la época. La locura
era el resultado de la posesión de los espíritus malignos
personificados por dos diosas, Manía y Lisa, que eran
enviadas por los dioses en estado de cólera (Mora, 1982).

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3. LA EDAD MEDIA

La traducción de los autores griegos al sirio permitió a los


árabes continuar con la tradición de la medicina griega y
romana y transmitirla al resto de occidente. Avicena (980-
1037) es la figura más destacada dentro del mundo árabe,
dedicó un capítulo entero de su famoso Canon a la des-
cripción de fenómenos mentales anormales. Para Maho-
ma, el hombre que había perdido la razón había sido es-
cogido para decir la verdad. Consecuencia de esta actitud
es el trato humanitario que recibían estos enfermos, así
como la creación de varios centros específicos dedicados
a su cuidado.

Hipócrates En el mundo occidental no surgen novedades importantes


en la concepción de las alteraciones mentales. En la Euro-
La tradición galénica pa cristiana la Iglesia se convirtió en la institución legal y
social más importante de la Edad Media. Ya a principios
El período romano no aporta grandes novedades. Es in- del siglo VII la noción de posesión demoníaca había crista-
teresante destacar cómo en el derecho romano ya se re- lizado por completo. La conducta desviada se veía como
conoce cómo el estado mental del acusado puede ser un perversa pues suponía una acción contra Dios provocada
atenuante de la pena. La figura más destacada es Galeno por el demonio.
(130-200 d.C.), que reunió y coordinó todo el conocimiento
médico acumulado por sus predecesores, añadió sus pro- Hay dos hitos históricos: en primer lugar comienzan a
pias observaciones y creó un sistema médico que ejerció fundarse los centros hospitalarios en los que se da acogida
una profunda influencia en los siglos posteriores, si bien no a las personas que sufren trastornos mentales y conduc-
se alejaba en exceso del marco hipocrático. Su contribu- tuales severos; y en segundo lugar, surge un fenómeno de
ción más interesante fue la formulación de una teoría sobre identificación y persecución a ultranza de algunas anorma-
los temperamentos o modos de ser de las personas, origen lidades conductuales: la brujería. En el siglo XV la perse-
de los planteamientos biotipológicos sobre las diferencias cución hacia este tipo de prácticas era generalizada alcan-
individuales y la personalidad. Distinguió nueve combina- zando su punto álgido, y entre la mitad del XV y finales del
ciones básicas o tipos temperamentales, que después se XVI se estima que sólo en Europa fueron ajusticiadas más
reducían a cuatro fundamentales (sanguíneo, colérico, de 100.000 personas a causa de la brujería (Deutsch,
flemático y melancólico), cuya buena “mezcla”, daba lugar 1949). Otro fenómeno peculiar de la Edad Media y de difícil
al equilibrio emocional. explicación es que comienzan a producirse los fenómenos
de “locura colectiva” (alteraciones extremas del compor-
tamiento que, a modo de epidemias más o menos breves,
se extienden por determinadas comarcas). Es famosa la
epidemia de la danza del siglo XIV.

4. EL RENACIMIENTO (SIGLO XVI)

Aunque este período suele ser catalogado como una épo-


ca de valores humanistas y culto a la razón, la verdad es
que durante esta época se recrudece la persecución de la
brujería (Vázquez, 1990). En el terreno de la gestación de
la ciencia, se trata de una época de transición entre la
medicina clásica y la moderna, apareciendo a la vez mu-
chos autores que rechazan la caza de brujas y abogan por
un tratamiento apoyado más en la comprensión y en la
Galeno
empatía (Johann Weyer, Juan Luis Vives, Paracelso,
Agrippa, etc.). Vives manifiesta sus opiniones sobre el
trato humanitario y cuidadoso, alejado de todo barbarismo
y crueldad. Incide en la importancia de aplicar tratamientos

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diferenciales según el caso y la sintomatología. Por su cos destacados como Willis quien, paradójicamente, es
parte, Paracelso fue uno de los pocos médicos de este reconocido como el precursor de las teorías anatomopato-
período que sostuvo que el enfermo mental no era ni un lógicas de la locura. Willis introdujo en medicina el estudio
pecador ni un criminal, sino una persona enferma que de los procesos nerviosos bajo la denominación de
necesitaba la ayuda del médico. La mentalidad árabe influ- Psycheology. Los planteamientos anatomopatológicos de
yó en el acontecimiento capital de este período: la prolife- la locura se caracterizan sobre todo, por una extremada
ración de hospitales o centros de tratamiento creados pobreza de criterios, tanto para definirla, como para esta-
específicamente para los locos y desposeídos. En el año blecer posibles procesos etiológicos. La mentalidad ana-
1409 el padre Jofré (1350-1417) inaugura en Valencia la tomopatológica da paso a los planteamientos fisiopatológi-
“Casa de Orates”, un lugar de recogida y tratamiento para cos sobre las enfermedades representado por Whytt y
los dementes. Este es un hito histórico, pues surge en un Cullen. Éstos sitúan al sistema nervioso en la primera
momento histórico hostil y de persecución hacia los enfer- posición. Cullen (1710-1790) les da el calificativo de en-
mos. La idea medieval y renacentista del “loco” fue paulati- fermedades nerviosas o neurosis. Las propuestas anató-
namente desapareciendo. A este hecho contribuyeron la micas ilustradas con sus postulados básicos de localiza-
Reforma, las nuevas tendencias religiosas, una visión más ción y reducción de la enfermedad a lo anatómico choca-
crítica de los planteamientos filosóficos, el avance de la ban con las iniciales concepciones de las neurosis y de las
técnica y los nuevos postulados sobre la investigación enfermedades nerviosas.
científica que cristalizarán en los dos siglos posteriores.
A finales del siglo XVIII surgen los grandes alienistas fran-
5. LA ILUSTRACIÓN ceses, fundamentalmente Pinel y Esquirol, que propugnan
(SIGLOS XVII Y XVIII) un trato más humano a los locos. Pinel (1745-1826) es un
defensor del tratamiento moral en el que bajo un régimen
Esta época supone el comienzo de la medicina moderna, y de firmeza, se pedía participar al paciente en tareas tera-
con ella, el intento de dar explicaciones menos axiomáticas péuticas estructuradas. Esquirol (1772-1840) contribuye
a las alteraciones mentales. Thomas Sydenham (1624- decisivamente a la gestación de una psiquiatría más cientí-
1689) inicia el enfoque clínico moderno inductivo en medi- fica: utilizó la estadística para evaluar el progreso de los
cina, es decir, el empleo sistemático de la observación pacientes y ofreció definiciones que son ya clásicas sobre
para dictaminar síntomas, y posteriormente, agrupaciones, las alucinaciones, las ilusiones, las demencias, etc. El
síntomas o síndromes. En cuanto a la brujería, aún existen tratamiento moral no tenía un corpus teórico en el que
procesos pero a lo largo del siglo XVII se van haciendo sustentarse y se apoyaba en la ardorosa defensa de sus
menos frecuentes. La razón ocupa un lugar de privilegio representantes. A medida que éstos van desapareciendo,
durante la Ilustración, y por lo tanto, la locura es ahora una este movimiento va perdiendo fuerza y aparece un análisis
desgracia moral que hay que ocultar (Foucault, 1976). Los más crítico sobre sus aportaciones y los espectaculares
manicomios adquieren un carácter represivo y defensivo y resultados obtenidos inicialmente en el tratamiento de los
cada vez se van saturando más de enfermos de la misma enfermos (basados muchas veces en documentos propa-
manera que el trato recibido por los internos es peor. Los gandísticos más que en los resultados reales).
tratos inhumanos se justificaban en la teoría del animalis-
mo, según la cual los enfermos mentales no eran sensibles
al dolor, el frío o las necesidades básicas humanas. En
España la situación era algo mejor puesto que se da la
espalda a las nuevas teorías supuestamente científicas y,
además, las instituciones psiquiátricas están normalmente
al amparo de órdenes religiosas en las que se solía dis-
pensar un trato más caritativo.

En el siglo XVII el afianzamiento de la concepción de la


locura como enfermedad fue intermitente, y es fácil encon-
trar tanto autores de la época que defendían esta concep-
ción, como autores que no la tenían en cuenta ni siquiera
como posibilidad. En este siglo se producen espectacula-
res avances en los conocimientos anatómicos y fisiológicos
del organismo. Sin embargo la posición ocupada por el Pinel
estudio de la locura en los tratados médicos era secunda-
ria. La concepción demonológica siguió vigente para médi-

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Un planteamiento distinto aparece en escena a finales del rían con la evolución del propio proceso. Pero la gran figu-
siglo XVIII y principios del XIX, la fisiognomía y el mes- ra de finales del siglo XIX y piedra angular de la psiquiatría
merismo, que preludian algunos hitos en la investigación moderna es Emil Kraepelin (1855-1926), quien elaboró un
de la conducta anormal. Gall (1758-1828) desarrolla una sistema clasificatorio en el que se apoyan las recientes
teoría según la cual las funciones psíquicas dependen del clasificaciones psiquiátricas. Propone la creación de siste-
desarrollo anatómico de determinadas partes del cerebro. mas clasificatorios basados en las manifestaciones clínicas
Mesmer (1734-1815) (y Puysègur, 1751-1825, más tarde) de las alteraciones y no en sus supuestas causas. Kraepe-
elaboró la teoría de que el movimiento y la situación de los lin otorgó un énfasis especial a la observación longitudinal
astros influyen sobre la psicología y fisiología. Sostenía de los pacientes, de manera que el curso de los mismos
que los hombres poseen una fuerza magnética que a su era fundamental para el diagnóstico. Una de sus grandes
vez forma parte del “fluido magnético universal”, más tarde aportaciones, fue la distinción entre la demencia precoz y
denominado “magnetismo animal”. Los fluidos corporales las psicosis maniaco-depresiva (que trataremos más dete-
magnéticos mal distribuidos eran la causa de las alteracio- nidamente en el tema dedicado a la esquizofrenia).
nes mentales.

A pesar que desde el siglo XVII se propagó la idea de que


la locura era una enfermedad del cerebro, la posición era
más bien indeleble y habitualmente se hacía referencia al
ámbito moral. Así, mientras las causas inmediatas o pró-
ximas de la locura eran de tipo orgánico, las causas leja-
nas incluían tanto los antecedentes biográficos (por ejem-
plo las pasiones del alma) como los sociales (vicios, malas
compañías, lecturas perniciosas, etc.) o los ambientales
(frío, calor, etc.).Y son precisamente estas “causas mora-
les remotas” las que se encuentran en la base del trata-
miento moral, y consecuentemente, de las primeras refor-
mas del tratamiento manicomial (como la llevada a cabo
por Pinel).

6. EL SIGLO XIX
Kraepelin
Uno de los principales logros de este siglo es el de un
mayor refinamiento de conceptos y mayor claridad concep- No tardaron en aparecer las críticas a las cuestiones cen-
tual en psicopatología (Berrios, 1985). Asimismo, desde el trales de la clasificación de Kraepelin. Bleuler en 1911
trabajo de Pinel hay un mayor interés por sistematizar y toma como criterio para la demencia precoz, en lugar del
ordenar las clasificaciones conforme a criterios empíricos. curso evolutivo, una característica psicopatológica que
Esta etapa se caracteriza por un marcado organicismo, considera nuclear: la escisión mental. Las críticas de
auspiciado por la obra de Griesinger (1817-1868), quien Bonhöffer al sistema de Kraepelin se basaban en la idea
sostenía que las enfermedades mentales son enfermeda- de abandonar el concepto de especie morbosa y sustituirla
des del cerebro. Esta aproximación rompe con la psiquia- por la más modesta de tipo de reacción, puesto que no
tría alemana hasta la fecha excesivamente especulativa. había una sintomatología específica para cada causa orgá-
Un clima propicio para este tipo de afirmaciones es la nica y todo hacía sospechar que ante diferentes causas, el
avalancha de descubrimientos neuroanatómicos de la organismo respondía con idéntico tipo de reacción psicopa-
época: Wernicke, Jackson, Korsakof, etc. Morel (1809- tológica. Esta propuesta fue retomada por Meyer, que pre-
1873) culmina la teoría organicista con su teoría de la tendió sustituir el concepto de enfermedad mental por el de
degeneración, al afirmar que las enfermedades mentales tipos de reacción, con el que intentaba dar relevancia a la
serían la expresión de una degeneración genética que iría historia individual de reacciones psicobiológicas a los múlti-
desde las neurosis a las psicosis desembocando en último ples problemas con los que se hubiera podido enfrentar el
término en la deficiencia. Además, esta degeneración se individuo a lo largo de su historia personal. Recalcaba la
agravaría de generación en generación. importancia de hacer uso de los conocimientos procedentes
de muy diversas áreas (biología, fisiología, psicología y
A finales del XIX, se produce un retorno a la clínica: Kahl- sociología) para poder llegar a comprender el comporta-
baum planteará que los diversos tipos de enfermedades miento humano. Los desórdenes mentales no eran sino
mentales son en realidad complejos de síntomas que va- formaciones de hábitos establecidos de un modo progresi-

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vo; en consecuencia, el tratamiento debía consistir en en- Antes de pasar al siglo XX hay que hacer una mención a
señar hábitos nuevos y eliminar los anteriores: una idea las aportaciones específicas de la psicología a la psicopa-
semejante a la que subyace en autores del tratamiento tología. Es a mediados del XIX cuando los contactos que
moral francés e inglés y en muchas técnicas actuales de la empiezan a producirse entre la medicina, la fisiología, la
modificación de conducta. Esta propuesta será asumida por biología evolucionista y la psicología de la asociación abo-
la psiquiatría americana que elaboró un sistema diagnóstico nan el terreno para el surgimiento, dentro del terreno de las
(DSM-I) influido por estas ideas. Sin embargo pronto sería ciencias naturales, de la ciencia psicológica que a partir de
abandonado este punto de vista, retornando a las formula- entonces iniciará un camino diferente y definitivamente
ciones y al concepto de enfermedad mental de Kraepelin. alejado de la filosofía. Wundt es el principal artífice de este
empuje. Para Wundt el proceso mental siempre forma una
configuración compleja que pierde su identidad cuando se
intenta romperlo en partes. Sostenía que la psicología
podía ser considerada como ciencia experimental o natural
en tanto que estudiase actividades tales como la sensación
o la percepción, pero que en la medida que tratase tam-
bién de dar cuenta de procesos mentales superiores, como
el pensamiento o el lenguaje, debía ser considerada como
una ciencia social. El declive de la psicología de Wundt
que se produjo entre las dos guerras mundiales fue vertigi-
noso y duramente criticado por las nuevas corrientes do-
minantes en la psicología: el funcionalismo americano, la
Bleuler reflexología soviética, el movimiento guestáltico y la escue-
la de Würzburgo.
A finales del siglo XIX se acrecienta una sensación general
de nihilismo terapéutico hospitalario y de ahí surge el fer- Funcionalismo americano. El trabajo de Wundt llegó a
mento para la aparición de teorías psicológicas alternati- Estados Unidos en la versión solipsista e introspeccionista
vas. En este contexto emerge la figura de Charcot (1825- de Titchener. Frente a ella reacciona el llamado «funcio-
1893), neurólogo y director de una sección de La Salpetrie- nalismo» americano iniciado por James y Dewey. Como
re, interesado en el poder curativo de la hipnosis en los Buxton señala (1985) los Principios de Psicología que
fenómenos histéricos. Breuer (1842-1925) y Freud (1856- James desarrolla desde 1890 a 1950 fueron el trabajo
1939) fueron discípulos de Charcot. La obra de Freud tiene académico más influyente en la psicología americana
una gran importancia pues se erige como un modelo expli- durante muchas décadas.
cativo exclusivamente psicológico para explicar lo psicopa-
tológico, inaugurando así una nueva vía de estudio siste- Los funcionalistas enfatizaron el interés por las observa-
mático de la psicopatología. ciones objetivas y la utilidad del estudio de grupos para la
psicología (enfermos mentales, personas de distintas eda-
des, etcétera). Con ello lograron establecer un importante
puente hacia el desarrollo de la psicología aplicada. Tra-
dicionalmente son vistos como los antecesores del conduc-
tismo watsoniano y la psicología cognitiva: del conductis-
mo, a través de la psicología comparada de influencia
darwiniana y la teoría del aprendizaje de la que son los
iniciadores, y del cognitivismo, a través de trabajos de
autores como James o Woodworth sobre memoria, pen-
samiento y resolución de problemas.

Freud

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Pavlov

Sólo tras la revolución de Octubre, y de la mano de Korni-


lov, los investigadores rusos rescatarían para la psicología
algunos de los conceptos y objetivos wundtianos, denosta-
dos por los reflexólogos. Lo hicieron interpretando la con-
ciencia como propiedad de la materia organizada, y
tratando de elaborar una psicología concebida como estu-
dio y teoría de las reacciones del psiquismo al mundo
material. Dicha psicología, que concede un valor esencial a
la interacción del individuo con su entorno sociocultural, y a
la explicación genética de las funciones psicológicas supe-
riores, fue propugnada por Vygotsky y Luria (véase Riviè-
re, 1986; citado en Belloch, 2008).

La escuela de Würzburgo. Tanto Wundt como Brentano


(1838-1917) establecieron sus psicologías sobre supues-
William James tos filosóficos; pero el sistema de Brentano estaba orienta-
do, desde el principio, hacia explicaciones de tipo más
La Reflexología Soviética. Frente a Wundt, la reflexología subjetivo. Los trabajos de Würzburgo han sido recupera-
soviética tiene un decidido interés en elaborar una psicolo- dos como un precedente importante de la psicología cog-
gía enteramente asentada en una base psicofisiológica nitiva actual (Kessel y Bevan, 1985; Levelt, 1981; Mandler
objetiva y centrada en la investigación de los elementos y Mandler, 1964). El trabajo esencialmente descriptivo de
constitutivos de los procesos psicológicos, sus formas la escuela, realizado principalmente alrededor del cambio
combinatorias y sus mecanismos fisiológicos subyacentes. de siglo por Külpe (1862-1915), Ach (1871-1946), Bühler
La interpretación de Sechenov de la actividad psicológica (1879-1963) y otros, se centró en el estudio del pensa-
como un fenómeno susceptible de ser reducido a movi- miento sin imágenes, las disposiciones mentales y otros
mientos musculares interpretables en términos de reflejos, fenómenos que enmendaron sensiblemente la concepción
y las aportaciones de Pavlov, constituyeron las bases de sensista y atomista que Titchener había mantenido sobre
una psicología fuertemente determinista en su explicación la mente.
de la conducta que, en rigor, rechazaba la experiencia
mental subjetiva como base aceptable de la investigación Külpe (1862-1915), alumno de Wundt, fue profesor en
empírica. Würzburgo desde 1894 hasta 1909. El movimiento que
creció alrededor suyo, caracterizado por el uso de técni-
cas introspectivas radicales para el estudio de los pro-
cesos mentales superiores, es bien conocido (véase Mand-
ler y Mandler, 1964). Los puntos de vista de los psicólogos
de Würzburgo evolucionaron rápida y prontamente desde

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el fenomenismo de Mach hacia la fenomenología de sentido más profundo. Jaspers hizo una fuerte apuesta por
Brentano y Husserl. La principal diferencia entre ambas la fundamentación psicológica de la psicopatología. Para el
doctrinas era que el fenomenismo de Mach implicaba sólo autor, “nuestra tarea científica única no es una construc-
el análisis de la experiencia en sensaciones, mientras que ción sistemática imitada de la neurológica con la perma-
la fenomenología ponía de nuevo a la vista la volición (o nente visión del cerebro, sino un desarrollo de los puntos
«intencionalidad») incluyendo el análisis del propósito de vista para la investigación de las cuestiones y proble-
como parte importante del acto introspectivo. mas, de los conceptos y relaciones, desde los fenómenos
psicopatológicos mismos”. El objeto de la psicopatología
En 1905, Ach llama formalmente al movimiento de Würz- es “el acontecer psíquico realmente consciente” (PIR,
burgo «movimiento de la introspección sistemática». El 04, 187), y para su estudio necesita de la psicología como
introspeccionismo de Titchener, por el contrario, siempre la fisiopatología necesita de la fisiología. Al igual que es
permaneció más cerca del fenomenismo de Mach, pero en difícil distinguir con criterio claro algo patológico de algo
ambos casos hubo un alejamiento de las técnicas objetivas fisiológico, en psicopatología el concepto de enfermedad
experimentales. resulta escurridizo, “no es unitario” y esto permite trabajar
con los mismos conceptos fundamentales tanto en psico-
Los métodos y resultados de los würzburgueses en torno logía como en psicopatología.
al pensamiento sin imágenes se refinaron a lo largo de los
años y fueron verificados de modo independiente, en París El conocimiento del hombre enfermo lo obtenía Jaspers de
por Binet, en sus estudios sobre el pensamiento infantil, y tres formas distintas y complementarias: la psicopatología
en Nueva York por Woodworth. Otra de las aportaciones general, que estudia los hechos individuales de la vida
de esta escuela se centra en la idea de disposición mental psíquica; la psicopatología comprensiva, que estudia el
(como algo que dirige el pensamiento y el procesamiento espíritu; y la psicopatología explicativa, que estudia la
de la información). Shakow (1962) retomará este concepto conciencia en general. Anteponer la psicopatología com-
en el estudio experimental de la atención en personas con prensiva a la explicativa le lleva a primar la comprensión
esquizofrenia como veremos en el tema de psicopatología como método idóneo para estudiar la vida psíquica, rele-
de la atención más detenidamente. gando la explicación al mundo de lo físico. La psicopatolo-
gía es capaz de comprender ciertos fenómenos psicopato-
7. EL SIGLO XX lógicos desde la estructura psíquica completa de la perso-
nalidad, es decir, desde su desarrollo unitario, pero otros
El siglo XX se caracteriza por una “explosión” de áreas de se le presentan como absolutamente refractarios a este
estudio, modelos, escuelas, técnicas, etc dentro de la método y deben ser considerados incomprensibles. A los
psicopatología (Dieckhöffer, 1984). Las escuelas psicoa- primeros Jaspers los llama desarrollos; a los segundos
nalíticas tienen un espectacular desarrollo durante las tres procesos. Los procesos son sólo explicables, de ahí que
primeras décadas del siglo pasado. Desde esta orienta- sea inútil buscar motivos biográficos: sólo podemos cono-
ción, la conducta desviada se entiende no desde la patolo- cer sus causas somáticas o psíquicas. Jaspers y la escue-
gía anatómica, sino desde la historia del individuo. Freud la de Heidelberg tuvieron escaso impacto en la psicología
otorgó más énfasis a la historia del enfermo que a la histo- patológica de la época, y su influencia se inserta más en la
ria de la enfermedad. Rompió también con la tendencia psiquiatría de la época. No será hasta el auge del estudio
manicomial a la hora de tratar a los pacientes al desplazar de los procesos psíquicos, desde la actual psicología,
el foco de la intervención a una relación individual médico- cuando se empiece a recuperar su influencia.
paciente. Hasta los años 50 será la orientación predomi-
nante en la psicología y en la psiquiatría, manteniendo hoy El máximo continuador de la obra de Jaspers es Kurt
en día una enorme importancia. Schneider (1887-1967). Otorgó un papel central al diag-
nóstico, que concebía como atender al cómo (la forma) y
Las escuelas fenomenológicas surgen en abierta oposi- no al qué (el tema o contenido). Especial difusión han
ción al psicoanálisis. Jaspers (1883-1969) y la Escuela de tenido sus trabajos sobre los síntomas de primer y segun-
Heidelberg (Mayer-Gross, K. Schneider, Bumke) son los do rango en la esquizofrenia. La fenomenología supuso,
principales representantes de este enfoque. Aunque su para algunos autores, el anclaje en un descriptivismo va-
influencia en el ámbito psicológico ha sido escasa, en la cío, acientífico y subjetivista que dificultó el desarrollo
psiquiatría su influencia ha sido mucho más importante. científico de la psicopatología (Vázquez, 1990).
Para los fenomenólogos, la esencia de la existencia es
algo que, en último término, no es apresable por el obser- El descubrimiento de los psicofármacos tuvo un impacto
vador. El método fenomenológico tendría como objetivo el enorme en la transformación de la asistencia psiquiátrica.
descubrir la cosa-en-sí, de objetivar la realidad en su El descubrimiento casual de la Clorpromacina por Deniker,

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Laborit y Delay en 1953 abrió un campo crucial en el
tratamiento de la esquizofrenia por su capacidad de reduc-
ción de la sintomatología psicótica positiva (era el primer
fármaco eficaz en reducir la sintomatología psicótica). Este
hallazgo jugó un papel esencial en la promoción de la
desinstitucionalización psiquiátrica de los años 70 y supo-
ne el inicio de una orientación marcadamente biologicista.
Al comenzar a disponer de un arsenal terapéutico, el inte-
rés se desplaza hacia la clasificación y la descripción de
las enfermedades mentales (dentro del esquema médico
tradicional se supone que el diagnóstico conlleva un trata-
miento específico y de aquí proviene el renovado énfasis
por los esquemas clasificatorios en nuestra época). Es
aquí donde despegan las clasificaciones psiquiátricas
(DSM y CIE) que hoy conocemos. El empleo de criterios
diagnósticos más o menos precisos para formular catego-
rías diagnósticas ha permitido el auge de la epidemiología
psiquiátrica, abriendo la posibilidad de indagar más objeti-
vamente las tasas reales de psicopatología en la población
general.

El estudio de la psicopatología desde la psicología ha


sufrido los mismos vaivenes que la psicología desde su
arranque con Wundt. Así, los paradigmas predominantes
de cada época han modelado la investigación psicopatoló-
gica de cada momento (y esto lo veremos en el resto de
capítulos de la obra). A la influencia de la terapia de con-
ducta durante buena parte del siglo XX, en los comienzos
del XXI, hay que destacar la convergencia entre la psicolo-
gía cognitiva y las neurociencias como uno de los escena-
rios en los que la psicopatología tiene un futuro más pro-
metedor.

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