Lacueva CFTE 06 Iglesia 1 35 - Compressed

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VI urso de FormaGion

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O
Teoloqica Evangélica

co

CJL

TOMO VI

Clasifíquese: Doctrina - Teología


Ref: 220240 RANCISCO LACUEV
CURSO OE FORMACIÓN
TEOLÓGICA EVANGÉLICA
LIBRERÍA LUZ
Carrera 3a. No. 22-47
Tel. 332-487-A.A. 1316
Pereira

Volumen VI
LA IGLESIA,
CUERPO DE CRISTO

por
Francisco Lacueva
PASTO,-;
ESTE CURSO DE FORMACIÓN
TEOLÓGICA EVANGÉLICA
consta de los siguientes títulos, todos ellos publicados:

I. INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA
Por J. Grau
II. UN DIOS EN TRES PERSONAS
Por F. Lacueva
III. EL HOMBRE, SU GRANDEZA Y SU MISERIA
Por F. Lacueva
IV. LA PERSONA Y LA OBRA DE JESUCRISTO
Por F. Lacueva
V. DOCTRINAS DE LA GRACIA
Por F. Lacueva
VI. LA IGLESIA, CUERPO DE CRISTO
Por F. Lacueva
VIL ESCATOLOGIA I
Por J. Grau
VIII. CATOLICISMO ROMANO
Por F. Lacueva
IX. ESCATOLOGIA II
Por F. Lacueva
X. ETICA CRISTIANA
Por F. Lacueva
CURSO DE FORMACIÓN
XI. MINISTROS DE JESUCRISTO TEOLÓGICA EVANGÉLICA
(Dos volúmenes) VI
Por J. M. Martínez
La Iglesia,
Cuerpo de Cristo
De venta en CL1E, Galvani, 113-115, Terrassa (Barcelona),
y en las librerías evangélicas de España e Hispanoamérica
ÍNDICE DE MATERIAS

INTRODUCCIÓN 13

PRIMERA PARTE: NATURALEZA DE LA IGLESIA


Lección 1.a Noción de la Iglesia. 1. Etimología
de la palabra «iglesia». 2. El nuevo «qahal».
3. Diferencias entre el «qahal» judío y la «ek-
klesía» cristiana. 4. Acepciones novotestamen-
tarias del término «iglesia». 5. Noción bíblica
de «Iglesia». 6. Iglesia y Reino de Dios . 21
Libros CUE
Galvani, 113 Lección 2.a Concepto de Iglesia: (I) Lo que no es
08224 TERRASSA (Barcelona) la Iglesia. 1. La Iglesia no es un templo ma-
terial. 2. La Iglesia no es tampoco una «con-
LA IGLESIA, CUERPO DE CRISTO
fesión de fe». 3. La Iglesia no es una «denomi-
© 1973, de la Misión Evangélica nación» 29
Bautista de España Lección 3.a Concepto bíblico de Iglesia: (II) Lo
Reservados todos los derechos que es la Iglesia. 1. La iglesia es un grupo de
personas. 2. Estas personas son añadidas por
Deposito Legal: B. 6.837 - 1988 Dios a la Iglesia. 3. Estas personas viven su
ISBN 84-7228-091-8 nueva vida comunitariamente. 4. Con un pro-
grama bien definido 37
Impreso en los Talleres Gráficos de la M.C.E. Horeb,
E.R. n9 265 S.G. - Polígono Industrial Can Trias, Lección 4.a Definición de Iglesia. 1. Dificultad
calles 5 y 8 - VILADECAVALLS (Barcelona) de una definición exacta. 2. Dos tipos de defi-
nición de Iglesia. 3. Definición católico-roma-
Printed in Spain na de Iglesia. 4. Diversos aspectos dentro del
concepto de Iglesia: A) Iglesia invisible e igle-
FRANCISCO LACUEVA ÍNDICE DE MATERIAS

sia visible, B) Iglesia-organismo e iglesia-or- TERCERA PARTE: O.fXO.


ganización. C) Iglesia militante e iglesia triun- LA MEMBRESIA EN LA IGLESIA
fante . 43
Lección 12.a Concepto de membresÍQ. 1. Concep-
to católico-romano de membresía. 2. Concepto
SEGÜNDA PARTE: FUNDACIÓN DE LA IGLESIA bíblico de membresía 99
a
Lección 5.a El Fundador de la Iglesia. 1. La Lección 13. El hecho de la membresía (I).
Iglesia es una sociedad de fundación divina. 1. Antecedentes corporativos. 2. «Somos un
2. El Padre elige y llama. 3. El Hijo redime. cuerpo en Cristo» (Romanos 12:5). 3. Co-miem-
4. El Espíritu regenera y abre la puerta. 5. Di- bros. 4. Relación de los miembros con la Ca-
ferencias entre la fundación de la Iglesia y la beza. 5. Relación de los miembros entre sí. 105
de otras sociedades 51 Lección 14.a El hecho de la membresía (II).
Lección 6.a El fundamento de la Iglesia. 1. Cris- 6. ¿Qué constituye a la iglesia en «cuerpo de
to es la piedra angular de la Iglesia. 2. In- Cristo»? 112
terpretación católico-romana de Mateo 16:18. Lección 15.a Nombres de los miembros. 1. Discí-
3. Correcta interpretación de Mateo 16:18-19 . 56 pulos de Jesucristo. 2. Cristianos. 3. Herma-
Lección 7.a ¿Cuándo fundó Cristo Su Iglesia? nos. 4. Santos. 5. Hijos de Dios. 6. Creyentes
1. La pre-Iglesia. 2. Fundación de la Igle- o fieles. 7. Otros nombres y cualificacio-
sia de Cristo. 3. Inauguración oficial de la nes menos usuales: A) Servidores de Dios.
Iglesia 65 B) «Conciudadanos de los santos». C) «Los sal-
vos». D) «Neófitos» 117
Lección 8.a Cómo fundó Cristo Su Iglesia (I). Lección 16.a Cualidades de los miembros (1).
1. Como una planta. 2. Como un edificio . . 69 1. Regenerado. 2. Asiduo a los cultos. 3. Ac-
Lección 9a Cómo fundó Cristo Su Iglesia (II). tivo. 4. Consecuente. 5. Estudioso de la Bi-
3. Como un cuerpo. 4. Como una novia o es- blia. 6. Orante 124
posa. 5. Como un rebaño 73 a
Lección 17. Cualidades de los miembros (II).
Lección 10.a Cómo se reconoce a la verdadera 7. Dador generoso. 8. Ferviente. 9. Ganador
Iglesia de Jesucristo. 1. Las verdaderas no- de almas 130
tas de la Iglesia. 2. Método para reconocer Lección 18.a Cómo se obtiene la membresía (1).
a la verdadera Iglesia. 3. Las desviaciones. 1. Dos clases de membresía. 2. Entrada en la
4. Puntos vitales y detalles secundarios . . 79 Iglesia trascendente. 3. Entrada en la iglesia
• Lección 11.a Objetivos de la Iglesia. 1. La gran local: A) Importancia de obtener la membre-
comisión. 2. La Iglesia, colaboradora de Dios. sía en una iglesia local. B) Cómo se obtiene
3. Primer objetivo de la Iglesia: mantener una la membresía en la iglesia local 136
antorcha. 4. Segundo objetivo de la Iglesia: a
Lección 19. Cómo se obtiene la membresía (II).
alimentar una vida. 5. Tercer objetivo de la 4. Inclusividad y exclusividad de la Iglesia.
Iglesia: la multiplicación de la vida . . . . 87 5. Transferencia de membresía 143
g FRANCISCO LACUEVA ÍNDICE DE MATERIAS 9
CUARTA PARTE: ministerio en la Iglesia de Roma. 6. Ministe-
rios ordinarios y extraordinarios. 7. Minis-
LAS AUTORIDADES DE LA IGLESIA terios localizados y ministerios no localizados. 191
a
Lección 20. La única norma de la Iglesia (I). Lección 28.a El ministerio projético. 1, El mi-
1. Noción de autoridad. 2. La Palabra de Dios nisterio profético en la Iglesia. 2. El minis-
y la Iglesia. 3. La Santa Biblia, mensaje de terio de edificación. A) Apóstoles; B) Profe-
salvación 151 tas; C) Evangelistas; D) Pastores y Maestros. 201
Lección 21.a La única norma de la Iglesia (II). Lección 29.a El ministerio cultual. 1. El culto
4. «La fe dada una vez a los santos». 5. El cristiano. 2. El orden en el culto. 3. ¿Sacrifi-
mensaje diferencial del Cristianismo . . . 157 cio cultual? 207
a
Lección 22. Jesucristo, Señor de la Iglesia (I). Lección 30 a El ministerio regio o real. 1. El ofi-
1. Jesucristo, único Señor y Rey de la Iglesia. 163 cio de gobernar. 2. Origen y autoridad de los
Lección 23.a Jesucristo, Señor de la Iglesia (II). oficios. 3. Variedad de gobierno en la época
2. Jesucristo, único Gobernador de la Igle- apostólica. 4. Variedad de gobierno en la épo-
sia. 3. Jesucristo, único Salvador y Juez de ca actual 213
a
la Iglesia 167 Lección 31. Los poderes de la Iglesia. 1. Qué
Lección 24.a El Espíritu Santo y la Iglesia (I). poderes competen a la Iglesia. 2. Naturaleza,
1. La Persona del Espíritu Santo. 2. El Espí- división y límites del poder eclesial. 3. ¿Pue-
ritu Santo y la vida espiritual de la Iglesia . 171 de admitirse en la iglesia un primado univer-
sal? 220
Lección 25.a El Espíritu Santo y la Iglesia (II). a
3. El Espíritu Santo y la actividad de la Igle- Lección 32. Los oficiales de la Iglesia. 1. Su-
sia. 4. El Espíritu Santo y la comunión eclesial 176 pervisores, ancianos, pastores o conductores.
2. Diáconos. 3. Diaconisas y viudas. 4. La
Lección 26.a El Espíritu Santo y la Iglesia (III). imposición de manos 224
5. El Espíritu Santo y los dones en la Iglesia:
A) El Espíritu Santo, Supremo Don. B) El Es- Lección 33.a La disciplina en la Iglesia. 1. Nece-
píritu Santo y los dones. C) Carismas ordina- sidad de la disciplina. 2. Clases de disciplina.
rios y extraordinarios. D) El don de lenguas. 3. «Excomunión» y reconciliación. 4. ¿Quién
E) El carisma de interpretación de la Escritura 182 tiene que aplicar la disciplina. 5. Razones de
una buena disciplina 231
QUINTA PARTE: '
SEXTA PARTE:
EL MINISTERIO EN LA IGLESIA
LAS DIMENSIONES DE LA IGLESIA
Lección 27.a Concepto de ministerio. 1. Noción
de ministerio. 2. Uso bíblico del término «mi- Lección 34.a Concepto de unidad. 1. Introduc-
nistro». 3. Ministerios y oficios. 4. Ministerio ción. 2. Noción de unidad. 3. Historia de la
común y ministerio específico. 5. Conceptos de unidad 239
10 FRANCISCO LACUEVA
1NDICE DE MATERIAS 11

Lección 35.a Características de la unidad ecle- r a . 2. La razón de ser de las Asociaciones


sial. 1. Profundidad d e la unidad de l a Iglesia. Misioneras. 3. El espíritu misionero es inhe-
2. Unidad visible d e l a Iglesia. 3. Amplitud y rente al «nuevo nacimiento». 4. Necesidad de
riqueza de l a unidad d e la Iglesia . . . . 242 «ir». 5. El ejemplo de Antioquía . . . . 281
Lección 36.a Unión y separación. 1. La división Lección 43.a Métodos misioneros. 1. La unidad
denominacional. 2. El Movimiento Ecuménico. oficial y responsable era la iglesia local. 2. Los
3. Las relaciones intereclesiales. 4. El proble- misioneros, en cuanto sabemos, estaban bajo
ma de la separación 248 el control de la iglesia. 3. Había también quie-
nes trabajaban en la obra misionera sin sala-
Lección 37.° La santidad de la Iglesia. 1. Lo rio. 4. ¿Qué método se seguía para fundar y
«santos» y lo «profano». 2. El Pueblo santo de sostener las iglesias en su labor misionera?
Dios. 3. La Iglesia santa y pecadora. 4. «Ec- 5. Métodos de captación 285
clesia semper reformanda» 255
a Lección 44.a Misión e iglesia local. 1. El misio-
Lección 38. La catolicidad de la Iglesia. 1. La nero y la iglesia local. 2. Papel básico de la
«Católica». 2. Catolicidad externa e interna. iglesia local en la tarea misionera. 3. Evange-
3. Evolución del concepto de catolicidad. lismo e iglesia local 289
4. Concepto Reformado de catolicidad. 5. ¿Es
la catolicidad un concepto totalmente novotes-
tamentario? 6. Ontogénesis de la catolicidad. 260 SÉPTIMA PARTE:
Lección 39.a Consecuencias prácticas de la cato-
licidad de la Iglesia. 1. La Iglesia Universal LAS ORDENANZAS DE LA IGLESIA
es supranacional. 2. La Iglesia es indepen- Lección 45.a Concepto de ordenanza. 1. Los me-
diente en su misión. 3. La Iglesia ha de evitar dios de gracia. 2. ¿Sacramento u ordenanza?
el espíritu de secta. 4. La Iglesia ha de man- 3. Símbolo, rito y ordenanza. 4. Número de las
tener en Jesucristo su unidad esencial . . . 267 ordenanzas. 5. Eficacia de los sacramentos u
a
Lección 40. La apostolicidad de la Iglesia. ordenanzas 297
1. Concepto de apostolicidad. 2. La sucesión Lección 46.a Naturaleza y sujeto del bautismo
apostólica. 3. La apostolicidad del mensaje . 271 cristiano. 1. Noción. 2. Institución. 3. Fór-
Lección 41." El apostolado y la misión de la Igle- mula de administración. 4. Simbolismo. 5. Su-
sia. 1. La tarea apostólica. 2. El «Enviado» jeto del bautismo 301
de Dios. 3. ¿Quiénes son apóstoles? 4. Con- Lección 47.a Modo y necesidad del bautismo.
cepto de misionero. 5. Cualidades del misione- 1. El modo de bautizar. 2. Necesidad del bau-
ro: A) Hombre de oración; B) Amor a Cristo tismo. 3. Suficiencia del bautismo de agua . 308
y a los hombres; C) Objeto de un llamamiento Lección 48.a Institución de la Cena del Señor.
especial; D) Competencia 275 1. Institución de esta ordenanza. 2. Su obser-
a vancia en la Iglesia primitiva. 3. Nombres
Lección 42. Principios misioneros. 1. Toda la
iglesia está comprometida en la obra misione- dados a esta ordenanza: A) Cena o Mesa del
12 FRANCISCO LACUEVA INTRODUCCIÓN
Señor; B) Partimiento del pan; C) Comu-
nión. 4. Nombres introducidos posteriormente:
A') Eucaristía; B') Misa. 5. ¿Quiénes deben
ser admitidos a la Cena del Señor? . . . 312
Lección 49.a Contenido de la Cena del Señor.
1. Punto de vista católico-romano. 2. El punto
de vista luterano. 3. La doctrina de Calvino.
4. El punto de vista de Zuinglio 316
Lección 50.a Significado de la Cena del Señor,
1. ¿Recuerdo o memorial? 2. El sello de un Si el caballo de batalla de la lucha teológica, en el
pacto. 3. Un banquete festivo. 4. Comunión siglo XVI, entre la Reforma y Trento, fue el tema de
fraternal la justificación por la fe sola, que fue justamente señalado
320
por los grandes Reformadores como el «articulus stantis
et cadentis Ecclesiae», hoy el caballo de batalla es, sin
OCTAVA PARTE: LA IGLESIA EN EL MUNDO duda, la naturaleza misma de la Iglesia, de modo que el
a
concepto correcto, es decir, bíblico, de Iglesia y del minis-
Lección 51. La segregación de la Iglesia. 1. Se- terio en la misma viene a ser indispensable para entender
gregados. 2. Concepto de «mundo». 3. Munda- adecuadamente el hecho y el alcance de nuestra membre-
nidad y purificación 327 sía en el Cuerpo de Cristo y el punto álgido en el debate
Lección 52.a Independencia de la Iglesia. 1. La ecuménico.
doble ciudadanía. 2. Una mezcla funesta.
3. Independencia de la Iglesia. 4. La libertad ^Estamos en el siglo de la Iglesia» —ha dicho con razón
religiosa 332 O. Dibelius—.1 En las cuatro décadas que van de 1925 a
1965, se ha hablado y escrito acerca de la Iglesia más que
Lección 53.a El compromiso del cristiano. 1. El en los cuatro siglos que van desde la Reforma hasta 1925.
cristiano y la verdad. 2. E l cristiano y la jus-
ticia. 3 . E l compromiso t e m p o r a l . . . . 336 Este hecho implica que el tema de la Iglesia ha llegado
a adquirir en nuestros días una suprema importancia en
el plano ecuménico. Todas las grandes confesiones que se
APÉNDICE: La Iglesia hoy: Situación, causas y re-
medios , 341 precian del nombre de «cristianas», se están poniendo rá-
pidamente de acuerdo en materias tan importantes como
BIBLIOGRAFÍA 349 la justificación por la fe,1 la soberanía de la gracia de
1. Citado por A. Kuen, Je bátirai mon Eglise, p. 13.
2. V. el libro, ya famoso, de H. Küng, Rechtfertigung (Justifi-
cación), que en la década del 60 causó un impacto formidable en
los círculos teológicos, tanto católicos como protestantes. También
P. Fannon, La faz cambiante de la Teología, pp. 53-56.
14 FRANCISCO LACUEVA INTRODUCCIÓN 15
\ Dios, la autoridad suprema de las Sagradas Escrituras, al mismo tiempo santa y necesitada de purificación, avan-
el sacerdocio común de los fieles, etc., pero el concepto za continuamente por la senda de la penitencia y de la
de ¿Iglesia» sigue constituyendo la gran barrera entre renovación»,'' podrían parecer salidas de la pluma de Cal-
Roma y la Reforma. Ya en 1948 decía W. A. Wisser't Hooft, vino, pero el énfasis en la institución jerárquica y el ca-
entonces Secretario General del Consejo Mundial de Igle- risma de la infalibilidad nos convencen de que el «clima»
sias: «Si existiera una eclesiología aceptable para todos, oficial no ha variado respecto al punto álgido del debate
el problema ecuménico estaría resuelto.» 3 En efecto, el ecuménico. Digo «oficial» porque es preciso reconocer el
día en que nos pongamos de acuerdo acerca del concepto mérito que suponen los esfuerzos hechos por muchas de
de Iglesia y, sobre todo, acerca del concepto de ministerio las llamadas «comunidades de base» en tomar conciencia
en la Iglesia, y del alcance y función del carisma corres- del papel y responsabilidad que competen a cada miem-
pondiente, la unidad de los cristianos será una realidad vi- bro de iglesia, así como del lugar y función de la iglesia
sible. local, como verdadera «comunidad de creyentes». Dice así
No cabe duda de que, a la sobreestimación de la insti- Manuel Useros:
tución eclesial por parte de la Iglesia de Roma, sucedió «El misterio escondido del pueblo de Dios en la
la subestimación protestante de la iglesia visible y el énfa- tierra se manifiesta en la realidad concreta de
sis puesto en la salvación individual. Es curioso constatar, la existencia personal, cuando surge y se desarro-
sin embargo, como nos lo hacía notar V. Fábrega,* que, lia la comunidad de creyentes. Es ésta el espacio
a pesar del absolutismo institucional que en la Contrarre- donde la verdad cristiana se hace opción transfor-
forma provocó la relativización individualista de la Iglesia, madora, conversión, confesión de fe y compromi-
llevada a cabo por la Reforma, con todo, Ignacio de hoyóla so, donde los sacramentos se hacen celebración,
enfatizó el aspecto individual de la salvación, aunque en donde los imperativos evangélicos se hacen testi-
las reglas de discernimiento de espíritus se muestra 5 tan monio de vida, donde la comunión en Cristo se
reaccionario y absolutista como Trento. Y P. Fannon no hace fraternidad y servicio; es la comunidad cris-
duda en escribir: «Desde la Contra-Reforma se ha desarro- tiana el espacio donde realmente la obra de sal-
llado entre nosotros una eclesiología burocrática, en opo- vación se hace historia.» 8
sición a las nociones de Iglesia del Nuevo Testamento y
de los Padres, que eran más profundas y más realistas.» Esto no quiere decir que los obstáculos para un mejor
conocimiento de la íntima naturaleza de la Iglesia de Cris-
El Concilio Vaticano II dio, en nuestra opinión, como to hayan desaparecido en nuestros días. Hoy más que nun-
suele decirse, «una de cal y otra de arena».8 Muchas de ca se puede hablar de «crisis de la Iglesia», puesto que,
sus expresiones, como «pueblo santo de Dios», y una igle- junto a un grupo minoritario que se esfuerza en repensar
sia que encierra en- su propio seno a pecadores, y siendo y reformar la Iglesia de acuerdo con el Nuevo Testamento,
tomado como infalible Palabra de Dios, el Modernismo
3. Citado en la revista Concüium, abril de 1970, p. 15, nota 9. bíblico y el Humanismo existencialista9 están adulterando
4. En un cursillo sobre Aspectos eclesiólógicos en el Libro de
Hechos, dado en el otoño de 1970 en la Facultad de Teología «San 7. id., punto 8.
Francisco de Borja» de San Cugat del Valles (Barcelona). 8. Cristianos en comunidad, p. 13.
5. O. c, p. 57. 9. V. mi libro Catolicismo Romano, pp. 71-85, así como J. Grau,
6. Constitución Dogmática sobre la Iglesia, passim. Introducción a la Teología, pp. 202-214.
16 FRANCISCO LACUEVA INTRODUCCIÓN 17
el mensaje de Dios y el concepto escritural de Iglesia en Asia Menor a las que el Espíritu dirige, en el Apocalipsis,
círculos cada día más extensos de las grandes confesio- la revelación de los planes de Dios para el futuro, junto
nes llamadas «cristianas», sin excluir a ninguna. El libe- con Sus promesas, alabanzas y reprensiones.
ralismo en exégesis, el existencialismo en la cultura, y el Por lo que toca a nosotros, los miembros de la Iglesia,
excesivo «compromiso social» de casi todos los grupos pro- recordemos10 que por la Iglesia nos ha sido transmitido el
gresistas de la «Nueva Catolicidad» nos obligan a mirar Evangelio; una vez nacidos de nuevo, por el mensaje de
con recelo los anhelos, en los que no dudamos que el Es- la Iglesia y el poder del Espíritu, la Iglesia nos ha nutrido,
píritu de Dios tiene Su parte, de muchos individuos y gru- educado, corregido y hecho crecer (cf. Ef. 4:11a). Dentro
pos que, deseando vivamente una verdadera reforma de de la Iglesia, hemos hallado las oportunidades de com-
su Iglesia, no aciertan a comprender el fallo fundamental portarnos cristianamente y de extender el radio de acción
del sistema. de nuestro ministerio y de nuestro testimonio.
Con todo lo que llevamos escrito, no queremos insinuar Si se ha dicho bien que dos hombres no son islas», con
que la suprema importancia del tema de la Iglesia radique mayor razón hay que recalcar que un cristiano solitario
en su actualidad como tema de estudio o de debate ecu- no puede existir; incluso viene a ser una contradicción
ménico. Su importancia deriva primordialmente de la pro- en sus propios términos. El Nuevo Testamento desconoce
pia voluntad del Señor, así como de nuestra misma con- un cristianismo individualista. Tan pronto como alguien
dición de creyentes, salvos para la gloria de Dios. nace de nuevo y cree en el Señor, Dios lo añade a la Iglesia
Por el Nuevo Testamento, está claro que Jesucristo tuvo (Hech. 2:41, 47), es decir, a la «comunidad de los creyen-
interés en fundar Su Iglesia (Mat. 16:18), que la amó y Se tes o cristianos».11 «Estar en Cristo» y «estar en la Iglesia»
entregó a la muerte por ella (Ef. 5:25). El coste del precio son fórmulas que se implican mutuamente, porque el ser
que pagó para rescatarla nos da idea del valor que la miembro de Cristo comporta el ser co-miembro de los
Iglesia tenía a Sus ojos. Cristo murió para reunir en uno demás miembros del mismo Cuerpo.
los dispersos hijos de Dios (Jn. 11:52). Este único Cuerpo En cuanto al método para una correcta Eclesiología,
de creyentes redimidos que es la Iglesia, ha sido elegido una genuina investigación no puede comenzar por «consi-
para ser en la tierra «columna y baluarte de la verdad» derar la Iglesia según existe ahora» y tratar luego de mo-
(1.a Tim. 3:15), para proyectar esa verdad salvadora hacia dificar, o mejorar, sus estructuras; ni siquiera es correcto
el mundo entero (Mat. 28:19), e incluso para darla a cono- el remontarse a los tiempos de la Reforma, lo cuál equi-
cer «a los principados y potestades en los lugares celes- valdría a depender de una tradición humana, sino que es
tiales» (Ef. 3:10). preciso volver decididamente a un estudio sereno, pro-
El lugar que la Iglesia ocupa en el Nuevo Testamento fundo y sincero del Nuevo Testamento y estar todos dis-
es muy importante: el Libro de Hechos es un recuento de puestos a empezar desde allí.12
fundaciones de iglesias tras el impresionante descenso 10. Este es, en nuestra opinión, el verdadero sentido de la dis-
del Espíritu en Pentecostés; a las iglesias son predomi- cutida frase de Agustín de Hipona: «Si no Fuera por la Iglesia, yo
nantemente dirigidas a las Epístolas apostólicas (mención no creería en el Evangelio.»
especial merece la 1. de Pablo a los corintios); la Epís- 11. Dejamos para más adelante el papel del bautismo en este
tola a los fieles de Efeso viene a ser como un resumen «añadir a la Iglesia».
de «Teología de la Iglesia»; y es a las siete iglesias del 12. V. M. Lloyd-Jones, Qué es la Iglesia, pp. 1-10, y A. Kuen,
o. c , pp. 11-17.
18 FRANCISCO LACUEVA
Primera parte
Para comodidad del lector estudioso, .dividiremos este
Tratado sobre la Iglesia en ocho partes: 1) Naturaleza de
la Iglesia; 2) Fundación de la Iglesia; 3) Membresía; 4) La
autoridad en la Iglesia; 5) El ministerio en la Iglesia;
6) Notas y dimensiones de la Iglesia; 7) Las Ordenanzas o
Sacramentos de la Iglesia; 8) La Iglesia en el mundo. Aña-
diremos un breve apéndice sobre «La Iglesia hoy: su situa-
ción, causas y remedios».
Estamos abiertos al diálogo y a toda critica construc-
tiva. No hay obra humana perfecta; si la Iglesia, aun
teniendo un fundamento divino, es imperfecta por lo que
afecta a sus miembros, hombres siempre imperfectos,
¡cuál no será la imperfección de todo libro que se atreva
a desvelar el ^misterio» que es la Iglesia de Cristo! Sin
embargo, estamos convencidos de que el empeño en estu-
diar con oración y sinceridad, desde las páginas del Texto
Sagrado, todo lo que acerca de este <&misterio» se nos ha
revelado, obtendrá como fruto un enriquecimiento espiri-
tual de nuestras almas y un paso más en el peregrinaje
hacia la culminación de la unidad (cf. Ef. 4:13), que es
la meta del <warón perfecto».
Mi gratitud a cuantos, con sus preguntas y sugerencias,
me han ayudado en esta tarea (difícil, pero no ingrata),
especialmente al escritor evangélico D. José Grau y a la
dMisión Evangélica Bautista en España», bajo cuyos aus-
picios se publican los volúmenes de este CURSO DE FOR-
MACIÓN TEOLÓGICA EVANGÉLICA.
Naturaleza
de la Iglesia
LECCIÓN 1.» NOCIÓN DE IGLESIA

1. Etimología de la palabra "iglesia".


Como advertía V. Fábrega en su cursillo sobre Eclesio-
logía del otoño de 1970, cuando una persona pronuncia el
vocablo «iglesia», el primer contenido que la Semántica
tradicional ofrece al hombre de la calle es el de un edifi-
cio cúltico (ir a la iglesia); en segundo lugar, viene la
acepción equivalente a jerarquía (¿quién manda en la igle-
sia?); la tercera acepción afecta al aspecto confesional
(Iglesia Católica, Anglicana, Luterana, etc.); finalmente,
topamos con el único sentido bíblico del término «iglesia»:
comunidad de creyentes cristianos.
El término castellano «iglesia» (como sucede en catalán,
vasco, gallego, portugués, italiano y francés) procede, a
través del latín «ecclesia», del griego «ekklesía». Cuando
se escribió el griego del Nuevo Testamento, este término
servía, en lo profano, para designar una asamblea demo-
cráticamente convocada. De ahí que Hech. 15:4, 12, 22 nos
ofrezcan un paralelo con las asambleas helénicas con su
doble elemento: la «bulé», o grupo de dirigentes, y el
«demos», o pueblo, que también toma parte en las deli-
beraciones. En el v. 12 aparece incluso la «multitud» o
«pléthos», que habla, discute y comenta.
El vocablo «ekklesía» consta de dos partes: la prepo-
sición «ex» = de, que se convierte aquí en «ek» por aglu-
tinación, y la forma nominal «klesía», derivada del verbo
«kaló» = llamar; o sea, que significa «llamada de». El Nue-
vo Testamento usa más de cien veces este vocablo «ekkle-
sía». Aunque en el griego del Nuevo Testamento dicho tér-
22 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 23

mino no implique necesariamente una «segregación» o se- La diferencia más notable entre el «antes» y el «des-
paración, sin embargo el concepto cristiano de «iglesia» pués» de la cautividad de Babilonia está en que antes el
la exige, como veremos más adelante. «qahal» o «ekklesía» estaba ligado a la tierra repartida
a cada tribu, mientras que después la tierra deja de ser
2. El nuevo "qahal". un bien salvífico, siendo sustituida por la Ley o «Torah».
Si observamos la identificación que el Nuevo Testamento
Es interesante ver el uso del Antiguo Testamento a este hace entre el Logos (el Verbo Encarnado, Jesucristo) y
respecto. El Señor, cuando fundó Su Iglesia, tenía, sin la Torah, no nos extrañará que el remanente espiritual
duda, en Su mente el concepto del «qahal» judío. Ni Mateo judío comprendiese y aceptase la nueva etapa centrada en
ni Lucas inventan el término ni introducen el concepto, sino el Cristo muerto y resucitado y entendiese el nuevo «qahal»
que ya se encontraba como término técnico en la comu- o «ekklesía» como el conjunto de comunidades o congrega-
nidad cristiana, como reflejo del antiguo «qahal». Por eso ciones locales caracterizadas como «discípulos» o «segui-
los LXX vierten el hebreo «qahal» por «ekklesía», ya que dores de Jesús».
dicho término hebreo designaba «la congregación del pue- No ha de extrañar, pues, que, siendo la Iglesia el nuevo
blo de Israel», y, tras el destierro a Babilonia, parece ser «Israel de Dios», las promesas mesiánicas hechas a Israel
que dicha palabra significaba tanto la comunidad del pue- se hagan extensivas a la Iglesia,1 la cual viene así a ser
blo de Israel en sí misma, como la reunión en asamblea «linaje escogido, real asacerdocio, nación santa, pueblo ad-
de tal comunidad, aunque esto último era expresado con quirido por Dios» (1. Ped. 2:9-10. Cf. Apoc. 1:6). Así, Ja
mayor precisión con el término hebreo «edah», al que co- Iglesia es la continuadora del «remanente» de la nación
rresponde el griego «synagogué». El «qahal» englobaba la judía y, por tanto, acreedora al título de «pueblo de los
asamblea de hombres de Israel, mientras que el *'am» santos del Altísimo» (Dan. 7:13-27. Cf. Rom. 9:8; 11:1-5;
era el pueblo en general. La voz «qahal» se deriva de Gal. 3:29; 6:16).
«qol» = voz o grito (así se ve no sólo la semejanza semán-
tica con el término griego «ekklesía», sino también la 3. Diferencias entre el "qahal" judio y la "ekklesia" cris-
similaridad fonética). Jer. 44:15 es la única excepción en tiana.
que asisten mujeres.
Sin embargo, hay notables e importantes diferencias
Así el «Qehal Yahveh» es el «Pueblo Escogido» de Dios. entre el «qahal» judío y la «Iglesia» de Cristo. Diferencias
Esto tiene una gran importancia para nosotros, puesto que que los grandes Reformadores, especialmente Lutero y
el Nuevo Testamento empalma con el judaismo tardío o Calvino (siguiendo a Agustín), no tuvieron en cuenta. Dice
«re-interpretado» después de la cautividad. El que hubiese A. Kuen: «El error fatal que más parece haber contribuido
perdido su soberanía política da a este judaismo unas ca- al establecimiento de ese sistema político-religioso al que
racterísticas peculiares. Tenemos también el caso de los se ha llamado la "Cristiandad" es, sin J duda, la confusión
esenios, según nos lo han descubierto los textos de Qunram, entre la Antigua y la Nueva Alianza.» Tres son las dife-
los cuales forman su propio «edah», creyéndose el verda- rencias más notables:
dero «qahal», como resto fiel que se retira al desierto y 1. No entramos aquí en la discusión dispensacionalista, ha-
ya no cree en el templo ni en el sacerdocio oficial, creán- biendo quienes, como L. Sp. Chafer, opinan que Mat. caps. 5-7 y
dose su propia jerarquía y su propio sacerdocio. 24-25 se refieren exclusivamente a Israel en la futura dispensación.
2. O. c , p. 55.
24 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 25
A) Mientras el «qahab estaba circunscrito por los lími- 4. Acepciones novotestamentarias del término "iglesia".
tes de la nación de Israel, la Iglesia no conoce fronteras,
subsistiendo supranacionalmente en cada localidad. Por El término «ekklesía» m iglesia, se usa en el Nuevo Tes
eso, al candelabro de los siete brazos (símbolo de un solo tamento de tres maneras:
pueblo, sobre el que reposaba la promesa mesiánica de A) Para significar simplemente una «asamblea» (He-
los siete espíritus —V. Is. 11:2-3—) suceden en la visión chos 19:32, 39, 41). Así se emplea en muy pocos casos y
de Juan siete candelabros, entre los que pasea el Señor equivale entonces al término griego «synagogué» (compá-
Jesús, para designar a siete iglesias, excluyendo así la rese con Mat. 4:23; Hech. 13:43; Apoc. 2:9; 3:9).
alusión a límites geográficos o jurisdiccionales que encie-
rren la Iglesia y poniendo como centro de unidad la auto- B) Para designar el conjunto de los redimidos por
ridad de «un solo Señor» (Ef. 4:5), Jesucristo, el Soberano, Cristo (Ef. 5:25-27). La primera de las dos únicas veces
Salvador y Juez único de todas las iglesias (c/. Apoc. 1:12 que Jesús mencionó la palabra «iglesia» (Mat. 16:18) tomó
y siguientes). este término en sentido universal, o sea, «el conjunto de
los creyentes de4 todos los tiempos y lugares a partir
B) La historia de la salvación recorre en el Nuevo de Pentecostés». Otros ejemplos en el Nuevo Testamento
Testamento un camino inverso al del Antiguo Testamento: son: Hech. 9:4, 31; 1.a Cor. 15:9; Ef. 1:22; 5:23-33; Col. 1:18,
Dios comienza la historia de la redención escogiéndose 24; Heb. 12:23.
una nación: una viña con muchas vides (Is. 5:1-7). Pero,
a medida que el Mesías se acerca, se realiza un proceso C) Para designar una comunidad local o congregación
de concentración: las promesas serán para los hijos de particular de los creyentes o «santos», y éste es el sentido
Abraham «según la fe», no según la circuncisión. Esta con- más corriente. La segunda vez que Jesús mencionó el tér-
mino «iglesia» (Mat. 18:17) lo hizo para referirse a una
centración alcanza su punto límite en Jesucristo: una sola comunidad local. En esta acepción en que la «iglesia» (con
vid con muchos pámpanos (c/. Jn. 15:1 y ss.). Así que, minúscula) se contradistingue como comunidad concreta y
ahora, ya todos los escogidos lo son «en Cristo».3 visible a la «Iglesia» (con mayúscula), realidad trascen-
C) Mientras la apelación de la Ley y de los profetas dente y misteriosa (aspecto invisible, sólo conocido por
al pueblo de Israel se hace siempre en tono colectivo: Dios), es como la Iglesia toma cuerpo y queda circuns-
«Observaréis... Escucharéis...», el Nuevo Testamento re- crita en el tiempo y en el espacio, tiene su inauguración,
calca el carácter personal —distributivo— de la llamada se la puede convocar, se puede uno dirigir a ella, tiene
de Dios a la fe y a la salvación: «Si crees..., sigúeme...» expresión, desarrollo, decadencia, desaparición, etc. De
El Nuevo Testamento contiene más de 700 expresiones de las 108 veces que este término ocurre en el Nuevo Testa-
este carácter personal de la llamada de Dios, en frases mento, 90 se refieren a la iglesia local (c/. Hech. 8:1; 13:1;
14:23; 15:41; Rom. 16:5; Col 4:16; 1.a Ped. 5:13, etc.).
como «Cualquiera que..., Todo el que..., Si alguno...», et- Tertuliano, de acuerdo con Mat. 18:20, asegura: «Donde-
cétera. Esto tiene una importancia capital para el estudio quiera que hay dos o tres personas, aunque sean laicos5
de la Eclesiología en general y para el tema del Bautismo (es decir, no dirigentes de la iglesia), allí hay una iglesia.»
en particular.
4. A. Kuen, o. c , p. 50.
3. V. O. Cullmann, Historia de la salvación, pp. 179-182. 5. De exhortatione castitatis, 7.
26 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 27

Por tanto, en la mayoría de los casos la palabra «igle- Por ser «iglesia de Dios» (1.a Cor. 1:2; 2." Cor. 1:1;
sia» significa la congregación local de los santos, organi- 1. Tim. 3:15), o «edificio de Dios» (1. a Cor. 3:9), o «iglesia
a

zada conforme al Nuevo Testamento, ya seaa grande o del Señor» (Hech. 20:28) o «de Cristo» (Rom. 16:16), y aun
pequeña (incluso circunscrita a una casa; cf. 1. Cor. 16:19; cuando, con referencia a los miembros, pueda adoptar
Col. 4:15), y que se reúne periódicamente en un lugar (o en formas como «iglesias ade los gentiles» (Rom. 16:4), «igle-
varios, según el número) de la localidad para propósitos sias de los santos» (1. Cor. 14:33), «congregación de los
religiosos. El Nuevo Testamento, como para evitar que la primogénitos» (Heb. 12:23), nunca encontramos en el Nue-
palabra «iglesia» pudiese ser tomada en el sentido de una vo Testamento expresiones como «iglesia paulina» o «pe-
organización mundial, nacional, etc., jamás dice, por ejem- trina», a pesar de que Pablo y Pedro fundasen iglesias;
plo, «la Iglesia de Galacia», sino «las iglesias de Galacia» ni tampoco «congregacionalista» o «presbiteriana», por más
(en plural), o (en singular) «la iglesia de Dios que está en que dichas formas de gobierno pudieron existir en la pri-
Corinto» (como para indicar la concreción visible de la mitiva Iglesia. La incongruencia es aún mayor cuando
Iglesia en una parcela determinada), o (también en singu- una denominación se llama a sí misma «Iglesia luterana»,
lar) «la iglesia de los tesalonicenses» (como para indicar contra la expresa voluntad de Lutero, quien dejó dicho:
la pertenencia geográfica —local— de los fieles). «Yo os ruego que dejéis mi nombre y toméis el de cris-
tianos. ¿Quién es Lutero? Mi 6doctrina no es mía. Yo no
5. Noción bíblica de "Iglesia". he sido crucificado por nadie.»
De todo lo dicho se desprende que los términos «iglesia
de Dios» o «templo de Dios» se aplican en el Nuevo Tes- 6. Iglesia y Reino de Dios.
tamento, tanto a la Iglesia Universal, en sentido ade rea-
lidad trascendente,a como a una aiglesia local (cf. 1. Corin- El término «Reino de Dios» («Basíleia tu Theú») se
tios 3:16; 15:9; 2. Cor. 6:16; 1. Tim. 3:5). Esto nos lleva encuentra unas 100 veces en el Nuevo Testamento. Si exa-
a una observación de primerísima importancia: LAS IGLE- minamos tal término a la luz del Antiguo Testamento, ve-
SIAS LOCALES NO SON PROPIAMENTE PARTES DE remos que tal concepto implica la intervención decisiva
UN TODO SUPERIOR QUE LAS ENGLOBE, SINO CÉLU- y soberana de Dios en la Historia. De ahí que el «Reino
LAS LOCALES COMPLETAS EN LAS QUE LA IGLESIA de Dios» se acerca con Jesucristo (cf. Mat. 3:2; 4:17;
UNIVERSAL SE CONCRETA Y MANIFIESTA. Es decir, 12:28; Marc. 1:15; Jn. 16:11), porque Jesús ha comenzado
la Iglesia de Dios no está compuesta de comunidades su- a vencer el pecado, la enfermedad y la muerte, íntima-
bordinadas, sino de creyentes individuales. Como dice mente ligados entre sí y con la derrota original, que puso
H. Küng, «la iglesia local no puede decirse meramente al género humano bajo la esclavitud de Satanás.7
que pertenece a la.Iglesia, sino que es la Iglesia...; no es Así se percibe la analogía que hay entre «entrar en el
una pequeña célula de un todo mayor, como si no repre- Reino de Dios» y «entrar en, o adquirir, la vida eterna»
sentara al todo... Es ella la Iglesia real, a la que en su (cf. Mat. 18:3; 19:17; Marc. 9:43; 10:17; Luc. 18:17-18,
propia situación local se le ha dado y prometido cuanto 29-30). Ambos (el Reino y la vida eterna) se han acercado,
necesita para la salvación de los hombres en su peculiar están ya entre nosotros, al alcance de la mano (compárese
situación».5 bis
6. Citado por A. Kuen, o. c , p. 53.
5 bis. En The Church, p. 85. 7. V. Feuillet, Etudes joanniques, pp. 181-182.
28 FRANCISCO LACUEVA
LECCIÓN 2. a CONCEPTO DE IGLESIA:
(I) LO QUE NO ES LA IGLESIA
Luc. 17:21 con 1 Jn. 3:14), para ser introducidos silencio-
samente, por la fe, en nuestras almas, hasta prolongarse
y perfeccionarse definitivamente en la era escatológica
(comp. Mat. 25:34 con Marc. 10:30).
El Reino de Dios es «de arriba» y «para arriba». Tam-
bién la Iglesia, como don de Dios, es de arriba y para
arriba (Apoc. 21:1 y ss.). «Iglesia» y «Reino de Dios», sin
embargo, no son sinónimos: La Iglesia, como «segregada»
del mundo, surge de abajo, mientras que el Reino de Dios
irrumpe desde arriba, no precisamente como un territorio 1. La Iglesia no es un templo material.
donde Dios vaya a ejercer Su realeza, sino más bien como
un ámbito vital en que Dios va a ejercitar Su soberana, Como ya dijimos en el punto 1.° de la lección anterior,
poderosa, libre y graciosa iniciativa de salvación de los hay muchos que, al oír la palabra «iglesia», inmediata-
pecadores, aunque ello comporta también una exigencia de mente piensan en un edificio o templo material, como si
decisión radical por parte del hombre. lo más importante fuese el lugar de reunión. Es cierto
Podríamos decir que la Iglesia es el sector en que se que el lugar de reunión tiene su importancia, como la
encuentran dos círculos tangenciales que mutuamente se tienen la capacidad del local, sus condiciones acústicas,
invaden: del círculo inferior, que es el mundo o cosmos su decoración sobria, digna y atractiva, que inviten al
sujeto a condenación, puesto bajo el Maligno (1.° Jn. 5:19), respeto y a la comunión fraterna, y el disponer de las con-
va emergiendo, por el don de la fe, el pueblo de Dios o venientes dependencias anejas, con destino a la Escuela
«Iglesia», en la misma medida en que, por la gracia de Dominical, reuniones de jóvenes, etc.
Dios, irrumpe en el cosmos el círculo superior, o Reino Sin embargo, no debemos perder de vista que un lugar
de Dios; cuando el número de los elegidos se haya com- sagrado es todo aquel en que dos o tres creyentes se ha-
pletado, la Iglesia habrá llegado al «éschaton» o meta llan reunidos en nombre de Jesucristo (Mat. 18:20); este
final de la vida eterna. lugar bien puede ser un piso o una casa corriente (cf. Ro-
manos 16:5). Los primeros creyentes judeo-cristianos «par-
CUESTIONARIO: tían el pan por las casas» (Hech. 2:46), aun cuando también
se reunían a orar en el Templo.
1. ¿De dónde se deriva la palabra iglesia? — 2. ¿Qué En su discurso en el Areópago de Atenas, el apóstol
relación tiene la Iglesia de Cristo con el antiguo qahal Pablo destacó que «el Dios que hizo el mundo y todas las
judío? — 3. ¿Qué acepciones tiene el término iglesia ("«efc- cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra,
klesia») en el Nuevo Testamento? — 4. ¿Cuál es la noción no habita en templos hechos por manos humanas» (He-
bíblica de iglesia? — 5. ¿Qué analogía hay entre la Igle- chos 17:24); y el mismo Señor Jesús había dicho a la
sia y el Reino de Dios? mujer samaritana que «la hora viene cuando ni en este
monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre...; los verda-
deros adoradores adorarán al Padre en espíritu y en ver-
dad» (Jn. 4:21, 23); es decir, desde el fondo de nuestro
30 FRANCISCO LACUEVA
NATURALEZA DE LA IGLESIA 31
espíritu y guiados por el Espíritu de Dios hacia la realidad La línea histórica de las «confesiones de fe» corre
de un Dios que es Espíritu, superando así en la era me- paralela a las desviaciones doctrinales que se sucedían
siánica la antigua dispensación de símbolos y figuras. El a lo largo de los siglos. Después de la Reforma también
templo vivo y verdadero del único Dios vivo y verdade- surgieron diversas «confesiones de fe» que resumían la
ro lo aconstituyen las personas de los mismos creyentes doctrina reformada con más o menos ajuste a la verdad
(cj. 1. Cor. 3:16; 6:19; 2.a Cor. 6:16; Ef. 2:21). revelada, pues sólo la Palabra de Dios goza de total infa-
Los peligros del «templo-centrismo» son bien notorios libilidad. No se puede dudar del valor de los «credos» y
a lo largo de la historia. Los grandes templos macizos, confesiones de fe, en cuanto que resumen de una manera
con sus altares de sacrificio, tuvieron un origen judío- explícita y sistematizada las enseñanzas más importantes
pagano. Después, el enorme fausto y riquezas materiales de la Escritura.
de los templos del Medievo, con sus costosos cálices, os- No hay que olvidar que la Biblia no es un acta de fe
tensorios, retablos, imágenes y paramentos, estaban ba- ni un texto de Teología, sino una historia de la salvación,
sados en la idea de la transubstanciación, puesto que si en que las enseñanzas doctrinales quedan entramadas den-
el mismo Cristo habitaba físicamente en el templo, todo tro de una problemática de actualidad, según la capacidad
era poco para tan divino huésped. Sin embargo, Jesús y las necesidades espirituales de los destinatarios. Por
mismo había dicho: «A los pobres siempre los tendréis con tanto, para hacer un texto de Teología, así como para re-
vosotros, mas a Mí no siempre Me tendréis» (Jn. 12:8). No dactar una confesión de fe, es preciso sistematizar en una
es extraño que, ya en el siglo iv, Juan el Crisóstomo (santo serie de puntos las verdades que se hallan desparrama-
doctor y padre de la Iglesia, según la Iglesia Romana) das o implícitas en la Palabra de Dios.8 Tal es la utilidad
lanzase desde el pulpito sus invectivas, no sólo contra las de las «confesiones de fe».
rozagantes matronas que adornaban sus cuellos con joyas
cuyo precio hubiese bastado para el sostenimiento de una Un hecho que ha obligado recientemente a tornar más
familia, sino también contra la ya naciente ostentación y más necesarias las «confesiones de fe» o «profesiones
en los ornamentos y decoración de los templos. de fe» es la progresiva ignorancia de los mismos miem-
bros de iglesia con respecto a su Biblia, con el peligro
consiguiente ade que una congregación «indocta e incons-
2. La Iglesia no es tampoco una "confesión de fe". tante» (c/. 2. Ped. 3:16) pervierta la Palabra de Dios y
desvíe, por el voto de una mayoría (en la que el Espíritu
M cumplir su comisión de predicar el Evangelio, los no puede soplar aparte de la Palabra), la marcha misma
apóstoles solían resumir su mensaje en unos cuantos pun- de la iglesia.
tos vitales para la salvación o edificación de sus oyentes. Dicho esto, añadamos que los «credos» y «confesiones
Véase el sermón de Pedro en Hechosa 2:22-36 y, más con- de fe» siempre albergan dos peligros:
ciso aún, el esquema de Pablo en 1. Cor. 15:3-4. Pasado
el tiempo de las grandes persecuciones, y en su lucha con A) Que, habiendo sido redactados en circunstancias
las nacientes herejías, la Iglesia comenzó a sintetizar sus peculiares y en un lenguaje que responde al tono cultural
creencias básicas en confesiones de fe llamadas «credos», de una época, queden desfasados en su formulación; tanto
palabra latina que significa «creo», porque tales fórmu- más si ésta no corresponde al genuino sentido de la letra
las comenzaban de esa manera.
8. V. J. Grau, Introducción a la Teología, pp. 27-29.
NATURALEZA DE LA IGLESIA 33
32 FRANCISCO LACUEVA

y del espíritu de la Biblia. Por otra parte, los que redac- tra unidad es en Cristo, y la comunión eclesial que esto
tan los «credos», aun reunidos en gran asamblea, sólo comporta no queda agrietada con los distintos puntos de
pueden ser infalibles en la medida en que sus formulacio- vista sobre detalles más o menos accesorios. Naturalmen-
nes se ajusten por completo a la Palabra de Dios. te, cuando todo el énfasis se carga sobre la exterior uni-
dad de unas instituciones jerárquicamente estructuradas,
B) Que los miembros de las iglesias que profesan tales la diversidad denominacional y la independencia adminis-
«credos» pueden llegar a sentirse satisfechos con unas trativa de las iglesias locales suena a cisma o herejía.
ortodoxas formulaciones escritas, sin vivir su contenido Pero lo conclusivo es investigar, no el tipo de institución
(c/. Apoc. 3:1), transformando así en ortodoxia muerta que vemos, sino si se ajusta al concepto bíblico de iglesia.
la más pura declaración de principios, y en hipocresía Por otra parte, ¿no admite la Iglesia de Roma en su seno,
manifiesta la profesión de un «credo» religioso. conjuntamente, diversidad de opiniones en puntos tan im-
El sistema teológico de los primeros cristianos era, sin portantes como la predestinación, la eficacia de la gra-
duda, muy somero y embrionario; quizá poco definido en cia, etc.? ¿Qué más da que se las llame «escuelas» (escuela
algunos perfiles accesorios; pero les bastaba con vivir in- tomista, molinista, escotista, agustiniana, etc.) que «deno-
tensamente el misterio de su comunión (e intercomunión) minaciones»? ¿Puede ser un monolito material la expresión
con el Cristo muerto por sus pecados y resucitado para de una unidad espiritual?
su justificación (cf. Rom. 4:25), guardando la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz (Ef. 4:3). Seguramente El nombre dado primitivamente a los cristianos fue el
desconocían muchas de las lucubraciones teológicas pos- de «discípulos», o sea, seguidores del Maestro, y todos
teriores, pero poseían una característica de suprema im- cuantos nos preciamos de tener a Cristo por nuestro único
portancia: ¡estaban espiritualmente vivos! e Señor y Salvador deberíamos 11contentarnos con el epíteto
simple y llano de «cristianos». Fue precisamente en An-
tioquía (Hech. 11:26) donde por vez primera se llamó así
3. La Iglesia no es una "denominación". a los discípulos de Cristo. En Palestina no hubiera sido
La división de los cristianos en «confesiones» o «deno- posible que se les hubiese llamado así, puesto que los judíos
minaciones» es uno de los mayores obstáculos para nuestro se oponían tenazmente a la idea de que Jesús fuese el
testimonio y para la difusión del Evangelio. El mundo no «Cristo», o sea, el verdadero Mesías.
ve la unidad del Espíritu existente en miembros de diver- Es de notar que la palabra «católico» significa «univer-
sas confesiones (especialmente cuando el espíritu de «ca- sal», y en este sentido, aunque no sea un epíteto bíblico,
pillita» prevalece sobre la comunión de todos los verda- lo adoptaron para sí las iglesias nacidas de la Reforma,
deros creyentes) y sólo se fija en las distintas «etiquetas». como puede verse en la Confesión de Fe de Westminster
El argumento principal que suele esgrimirse contra los y en el famoso Catecismo de Heidelberg, pero no estamos
evangélicos es qué «estamos divididos, mientras que los ca- de acuerdo en que la Iglesia que se llama a sí misma «Ca-
tólicos son todos una misma cosa».10 Este argumento escon- tólica» (a H. Küng le desagrada el apellido «Romana»)"
de una falacia de la que, por falta de formación bíblica,
son casi siempre inconscientes quienes lo esgrimen. Nues- 11. V. Lloyd-Jones, o. c, pp. 1-8.
12. V. en The Church, p. 306. V., del lado evangélico. Actualidad
9. V. LJoyd-Jones, Qué es la Iglesia, pp. 7-11. y Catolicidad de la Reforma (Barcelona, EEE, 1967), especialmente
10. Dejamos para las lecciones 34.a-36.a la discusión sobre este P. Courthial, pp. 29-38.
tema de la unidad.
34 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 35

conserve las características que corresponden al genuino, «tradere» = entregar) que algunas denominaciones o igle-
o sea, bíblico, concepto de iglesia de Cristo; por eso evi- sias locales hacen a la Palabra de Dios, lo que obliga a
tamos usar para nosotros el epíteto «católico», ya que los creyentes verdaderos a una dolorosa, pero necesaria,
podría engendrar confusión. separación y a tomar un apelativo que los distinga del
grupo o iglesia de donde hubieron de salir.
En realidad, las denominaciones son el resultado de
uno de estos tres factores: 1) la tradición de siglos (en Sin embargo, la causa fundamental del denominacio-
cuanto a doctrinas, estructuras, apelativos), acumulada nalismo está en la peculiar condición de la Iglesia pere-
en las enseñanzas e instituciones de la Iglesia oficial, y grinante: santa y pecadora a la vez; baluarte de la ver-
de la que muchos de los grandes Reformadores no acer- dad, pero expuesta a equivocaciones. Equivocaciones que
taron a desprenderse del todo. A causa de esta remanente se deben, a su vez, a dos motivos: a) la imperfección men-
escoria de tradición, las iglesias específicamente llamadas tal y espiritual de los creyentes, quienes, aun después de
estudiar y meditar mucho la Palabra de Dios, no aciertan
«reformadas» retuvieron el bautismo de infantes y un con- a penetrar en el verdadero sentido que el Espíritu de Dios
cepto de iglesia como organización institucional reformada ha querido dar a ciertos pasajes; b) aunque cualquier cre-
(mezcla de Civitas Del agustiniana y del qahal judío), yente, por poco instruido que sea, puede captar claramente
frente a la oficial institución romana. Los anglicanos re- los puntos vitales del mensaje bíblico de salvación, hay,
tuvieron incluso gran parte de las estructuras romanas, sin embargo, muchos detalles accesorios que están implí-
aunque la doctrina quedó radicalmente reformada. Única- citos y aun velados, de tal manera que, aun después de
mente algunas denominaciones más recientes, como los mucho estudio y oración, los más competentes exegetas
«Hermanos», etc., y los Bautistas (que ya preexistían a no se ponen de acuerdo sobre su interpretación. Sólo en
la Reforma, empalmando, a través de muchas vicisitudes, la Escatología se cumplirá la perfección de la unidad de
con el Nuevo Testamento), se ven libres de esa espúrea que se nos habla en Ef. 4:13.
cascarilla de tradición y están en las mejores condiciones
para mantenerse en una actitud de continua y profunda Para concluir, digamos que la división denominacional,
Reforma. 2) El énfasis peculiar que cada grupo confesio- aunque obstaculiza la unidad visible de los cristianos y
nal pone en una parte del mensaje, que les parece que entorpece el poder de nuestro testimonio (c/. Jn. 17:21),
ha sido preterida o mal entendida por las demás denomi- es un defecto ineludible que, a la vez que muestra nues-
naciones. Por ejemplo, los Bautistas recalcan la necesidad tras actuales limitaciones humanas, origina un sano plu-
del bautismo de adultos por inmersión; los Pentecostales ralismo, propio de personas humanas que no se sienten
enfatizan el bautismo del Espíritu y la necesidad del uso coaccionadas por una minuciosa Dogmática o Casuística
en el uso de sus facultades específicas; lo cual contrasta
constante de los carismas, en especial del don de lenguas con la encorsetada uniformidad que las dictaduras reli-
desconocidas; los Calvinistas se atienen con fuerza a las giosas imponen. Lo que hay que rehuir a toda costa es el
consecuencias doctrinales que la soberanía de Dios y de fanatismo de «secta», lo cual sólo se consigue, como dice
Su gracia comportan; los Arminianos intentan salvar la F. Schaeffer,13 esforzándose en mantener con la misma
posibilidad universal de salvación y la responsabilidad del firmeza, sin echarlos jamás en el olvido, todos y cada
libre albedrío en aceptar o rechazar el mensaje de salva-
ción, etc. 3) La traición (es curioso que las palabras «tra- 13. En Los caminos de la juventud hoy (Barcelona, EEE, 1972),
dición» y «traición» procedan del mismo término latino pp. 47-51.
LECCIÓN 3.» CONCEPTO BÍBLICO DE IGLESIA:
36 FRANCISCO LACUEVA
(II) LO QUE ES LA IGLESIA
uno de los aspectos o facetas que componen la verdad
total del Evangelio.

CUESTIONARIO:
1. ¿Cuál es la importancia del templo, capilla o lugar de
reunión? — 2. ¿Qué utilidad tienen y qué peligros albergan
las «.confesiones de /e»? — 3. ¿Qué factores han influido
en la división denominacionál? — 4. ¿Cuál es la causa
fundamental del denominacionalismo? 1. La Iglesia es un grupo de PERSONAS.
Ya hemos visto que la Iglesia no es ni un edificio, ni
una confesión de fe, ni una denominación; ¿qué es, pues?
Sencillamente: una congregación de personas. «¿No es
eso lo que encontramos en el libro de Hechos de los Após-
toles?», pregunta el Dr. Lloyd-Jones. Y continúa: «Una
congregación de personas: 120 en el Aposento Alto; 3.000
añadidas a ellas; otras 2.000 añadidas a éstas; y así su-
cesivamente.»" Y más adelante: «Eso fue lo que atrajo
a la multitud el día de Pentecostés. Allí había un cierto
número de personas reunidas; tal era el fenómeno: per-
sonas. No declaraciones sobre un papel, sino personas.» 13
Pero ¿qué tiene de peculiar ese grupo de personas que
llamamos «iglesia»? En el mundo hay muchas sociedades,
muchas asambleas, muchos grupos de personas, pero ¿qué
es lo que distingue a esos grupos de personas y a esas
asambleas que llamamos «iglesias», de los demás grupos,
sociedades y asambleas? La respuesta es que aquí se trata
de algo peculiar, diferente, único en el mundo: la iglesia
es un grupo de personas que han sido segregadas del mun-
do (Hech. 2:40).
En efecto, el término «ekklesía», como ya advertimos
en la 1.a lección, comporta un llamamiento a «salir de». El
mismo Señor habló de llamar a Sus ovejas por Su nom-
bre para que vengan a formar un solo rebaño bajo Su
14. O. c, p. 8.
15. Pág. 11.
38 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 39
único pastorado (Jn. 10:16). Como sinónimo de rebaño 2. Estas personas son añadidas POR DIOS a la Iglesia.
tenemos en castellano la palabra grey. Así vemos que
la formación de la iglesia comienza con un llamamiento Si la Iglesia es un grupo de personas que han sido lla-
de Dios (c/. Rom. 8:30; 2.a Tes. 2:14). Dios, Cristo, el madas por Dios y que han experimentado un «nuevo naci-
Espíritu, siguen llamando a las iglesias (c/. Apoc. caps. 2 miento» por obra del Espíritu, es obvio que dichas perso-
y 3). Este llamamiento tiene como consecuencia una «se- nas son hechas «cristianas» y añadidas a la Iglesia por
gregación», término a que significa «separacióna de ovejas» Dios (Hech. 2:41, 47), no por su esfuerzo, mérito o decisión
(V. Hech. 26:18; 2. Cor. 6:17; Gal. 1:4; 1. a Ped. 2:9). natural, ni por la mediación sacramental de una casta
Esto nos recuerda de dónde hemos salido (2. Ped. 1:4: sacerdotal.
«... de la corrupción que hay en el mundo»). Por eso, como Como muy bien recalca el Dr. Lloyd-Jones,16 el Libro
el mismo apóstol intima, hemos de sentirnos en el mundo de Hechos 2 nos aclara que la Iglesia no es un lugar para
como «extranjeros y peregrinos» (1.a Ped. 2:11); es decir, buscar la verdad, ni un foro de discusiones, ni un medio
como «gente que pasa de largo junto a los poblados» («pa- de diálogo para llegar a un acuerdo, sino que los creyen-
roíkus» —de donde se deriva «parroquia»—) y «que no tes son añadidos a la Iglesia precisamente cuando la dis-
líjjertenece al país por donde pasa» («parepidémus»). cusión ha terminado y la experiencia espiritual ha tenido
Pero este «salir de» tiene como término un «entrar en». lugar, de la misma manera que las piedras con que se
Por eso, después de la segregación viene automáticamente construyó el Templo fueron sacadas de la cantera y ta-
la «con-gregación», es decir, la «reunión de ovejas», como lladas a cincel antes de ser colocadas en silencio para
el término indica (V. Jn. 11:52; Hech. 12:12; 1.a Corin- formar el edificio.
tios 14:26; Ef. 1:10; Heb. 10:33). Al ser «extranjeros y ¿Cómo se produce esa experiencia que da lugar a la
peregrinos» en este mundo, hemos adquirido una nueva formación de la iglesia? Leamos una vez más el cap. 2 de
ciudadanía en los Cielos (Filip. 3:20). Hechos, que por sí solo vale por un texto de Eclesiología.
Este profundo cambio se lleva a cabo por lo que el Nue- Allí vemos lo siguiente: a) Unos testigos de Cristo Gos
vo Testamento presenta como un «nuevo nacimiento» o apóstoles), llenos del poder del Espíritu (Hech. 1:8; 2:4),
«nacimiento de arriba» por la acción regeneradora del Es- comienzan a predicar en lengua que todos entienden, por
píritu y la fuerza purificadora de la Palabra de Dios (Juan donde Pentecostés resulta el reverso de Babel; b) tomando
3:3, 5; 15:3; Ef. 5:26; Sant. 1:18; 1.a Ped. 1:23). Se nace la palabra en nombre de todos, Pedro pronuncia su pri-
de Dios por el Espíritu, participando así de la naturaleza mer sermón: escritural, incisivo, valiente, cristocéntrico,
divina (Jn. 1:12-13; 3:5-8; Rom. 8:14-21; Gal. 3:26; 4:5-7; con peroración sobria y contundente (v. 36). Buen modelo
Ef. 1:5; 5:1; Filip. 2:15; Heb. 12:6-7; 1.° Juan 3:1, 9; 4:7; de sermón evangelístico; c) la reacción provocada por el
5:1, 4, 18). Este nacimiento es de nuestra parte como una Espíritu, mediante la instrumentalidad de la predicación,
«nueva creación», tí sea, un «salir de la nada», pues nada en los corazones de «los que habían de ser salvos» (v. 47),
hay en nosotros que pueda aportar fuerza, mérito ni dis- origina el fenómeno espiritual que llamamos «conversión»
posición en este plano espiritual (Gal. 6:15; Ef. 2:10). Así —una vuelta de 180 grados—, siguiendo el itinerario mar-
somos trasladados de la muerte a la vida; de las tinieblas, cado por Dios: 1) reciben ]a Palabra (vv. 37, 41); 2) son
a la luz; de la corrupción moral, a la santidad del a
hombre convictos de pecado y claman por su salvación (v. 37);
nuevo (Rom. 13:12; Ef. 2:1-6; 5:8; Col. 1:13; 1. Tes. 5:5;
1.a Ped. 2:9-10; 2.a Ped. 1:4-5; 1.° Juan 1:7; 3:2-3). 16. O. c, pp. 16-17.
40 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 41
3) se arrepienten («metanoesate» —v. 38—,a término que a) ¿Perseveraban...-» La primera característica es la
significa un «cambio de mentalidad» —ef, 1. Tes. 1:9: «os asiduidad con que se reunían para participar en esta vida
convertisteis a Dios de los ídolos»—); 4) se bautizan (ver- comunitaria, en culto y testimonio conjuntos y con mutua
sículos 38, 41), profesando así simbólicamente que han edificación (Hech. 2:42, 44, 46; 4:23-31; 5:12). Algunos años
muerto con Cristo al hombre viejo y que han resucitado más tarde ya se daba el ahora tan frecuente y lastimoso
con Cristo a una nueva vida (Rom. 6:1-14). caso de quienes tenían por costumbre dejar de asistir a
las reuniones (Heb. 10:25).
3. Estas personas viven su nueva vida COMUNITARIA- b) «... en la doctrina de los apóstoles», es decir, en
MENTE. la asistencia a las instrucciones que los apóstoles impar-
tían. Vemos aquí que la doctrina va por delante de todo
Como pámpanos de una misma cepa, como piedras vi- lo demás. Y es que sólo cuando se coincide en una misma
vas de un mismo edificio, como miembros de un mismo «fe» objetiva se puede tener auténtica comunión. Preten-
cuerpo, los cristianos han de vivir comunitariamente su der una mutua comunión antes de ponerse de acuerdo en
nueva vida, para poder formar realmente una iglesia. Ya lo fundamental del Evangelio es un absurdo (Amos 3:3).
Jesús había dicho: «Donde están dos o tres congregados c) «... en la comunión unos con otros», o sea, en la
en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos» (Mat. 18:20). intercomunicación de bienes, tanto espirituales como ma-
Y Lucas nos refiere: «Todos los que habían creído estaban teriales (que a todo ello debe alcanzar la «koinonía»
juntos» (Hech. 2:44); «comían juntos con alegría» (Hechos —cf. 1° Jn. 3:17), como miembros de un cuerpo (V. He-
2:46); «la multitud de los que habían creído era de un chos 2:44; 4:32; Rom. 15:26; 2 a Cor. 8:4; 9:13; Heb. 13:16).
corazón y un alma» (Hech. 4:32). Esta unidad viva de
todos los creyentes, por Cristo y en Cristo,a es tema predi- d) «... en el partimiento del pan», comiendo juntos y
lecto del apóstol Pablo (V. Rom. 12:5; 1. Cor. 1:10; 12: celebrando la Cena del Señor (Hech. 2:46; 1.a Cor. 11:20-34),
12-27; Gal. 3:28; Ef. 4:3-16; Col. 2:2, 19). Jesús había ro- como el mismo Jesús había hecho al instituirla («haced
gado al Padre por esta unidad (Jn. 17:11, 21, 23). Es una esto...») en la víspera de Su Pasión y Muerte. Esta Cena
unidad ya realizada en el momento de nuestra regenera- era un sello amás de amistad fraterna y expresión comu-
ción espiritual (1.a Cor. 12:13), al haber recibido todos a nitaria (V. 1. Cor. 10:17), a la vez que una proclamación
un mismo Cristo, Señor y Salvador nuestro (Gal. 3:28), de la muerte del Señor hasta que vuelva.
pero esta unidad debe ser guardada (Ef. 4:3), mutuamente e) «...y en las oraciones». El carácter devocional,
enriquecida (Ef. 4:16) y perfeccionada (Ef. 4:12-13).17 cultual, de estas asambleas exigía la práctica de la ora-
ción. La Iglesia primitiva era una iglesia orante y ello
daba la medida de su potencia y de su testimonio (V. He-
4. Con un programa bien definido. chos 4:31).
¿Y qué hacían juntos aquellos primeros cristianos? f) «... con alegría y sencillez de corazón» (v. 46). Como
Hechos 2:42-47 nos ofrece escuetamente todo el rico pro- hace notar el Dr. Lloyd-Jones,18 eran gente feliz y mani-
grama de vida cristiana comunitaria de la primitiva Igle- festaban un gozo radiante, del que nuestras iglesias care-
sia, el cual debe servirnos constantemente de modelo: cen a menudo, dando ante el mundo la impresión de unos

17. V. lección 35.". 18. O. c , pp. 21-26.


42 FRANCISCO LACUEVA LECCIÓN 4. a DEFINICIÓN DE IGLESIA

tipos raros que se sienten miserables frente a la gente


que pretende disfrutar de la vida al margen del Evangelio.
g) «... alabando a Dios* (y. 47). Ensalzando a Dios por
Su santidad infinita, por su bondad inefable, por haberles
entregado a Su Hijo Unigénito en propiciación por sus pe-
cados (1.° Jn. 2:2), por haberles rescatado de la condena-
ción, por haberles hecho hijos Suyos, por lo que eran y
por lo que les quedaba por ser (1.° Jn, 3:2).
1. Dificultad de una definición exacta.
CUESTIONARIO:
Después de todo lo que llevamos dicho sobre el concepto
1. ¿Qué distingue a la iglesia de otros grupos? — 2. ¿Quién de iglesia, parece obvio que podemos pasar ya a definir
añade a la iglesia a los que se salvan? — 3. ¿Qué pasos teológicamente lo que es la Iglesia. Sin embargo, es difí-
comprende, según Hechos 2, la conversión personal? — cil dar una definición exacta de la Iglesia.19 La razón de
4. ¿Qué es lo que hace de la vida cristiana una vida ecle- esta dificultad estriba en que una definición escueta puede
sial? — 5. Programa de Hech. 2:42. resultar demasiado simplista, como la de K. Barth: «La
Iglesia es la comunidad viva del viviente Señor Jesucris-
to.» i0 Por otro lado, una definición suficientemente des-
criptiva habrá de ser demasiado larga y, aun así, impre-
cisa, puesto que la Iglesia, a pesar de ser una noción
sencilla de captar, es un misterio difícil de describir con
exactitud; y si se deja de señalar algún aspecto impor-
tante de su concepto, hay peligro de formarse de la Igle-
sia una idea inadecuada.

2. Dos tipos de definición de Iglesia.


A falta de fórmulas más claras para una definición
de Iglesia que sea aceptable (al menos dentro de nuestro
marco confesional), creemos que son bastante acertadas
las dos definiciones que Pendleton nos ofrece 21 y que, con
ligeros retoques gramaticales, copiamos a continuación:
19. A. Kuen, o. c, dedica cuatro páginas a la presentación de
distintas definiciones.
20. En Schñjt und Kirche, p. 37 (citado por A. Kuen, o. c, p. 48,
nota 22).
21. En Compendio de Teología Cristiana, p. 323.
44 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 45

A) Definición esencial: «Una iglesia es una congre- dice así: «La Iglesia es en Cristo como un sacramento,
gación de discípulos de Cristo, bautizados," unidos en la o sea, signo e instrumento de la unión íntima con Dios y
creencia de lo que El ha dicho y comprometidos a hacer de la unidad de todo el género humano.» Analicémosla
lo que El ha mandado.» brevemente, pues hay en ella cuatro aspectos dignos de
B) Definición descriptiva: «Una iglesia es una congre- observación:
gación de discípulos de Cristo bautizados, que Le recono- A) «La Iglesia es en Cristo como un sacramento», o
cen a El como su Cabeza, que confían en Su sacrificio sea, así como la naturaleza humana de Cristo es vehículo
expiatorio para la justificación delante de Dios, que depen- de salvación, también lo es la Iglesia «por una notable
den del Espíritu Santo para la santificación, que están analogía con el misterio del Verbo Encarnado».24
unidos en la creencia del Evangelio y comprometidos a B) «La Iglesia es... un sacramento-», es decir, un sig-
mantener Sus ordenanzas y a obedecer Sus preceptos, no sensible que simboliza y confiere (según la doctrina de
reuniéndose para el culto y cooperando para la extensión Roma) la gracia de la salvación. Como dice Semmelroth,
del reino de Cristo en el mundo.» la Iglesia es como una mano gigante con siete dedos (los
siete sacramentos), con los que toma al hombre y lo pone
en contacto con la salvación divina.
3, Definición católico-romana de Iglesia.
C) «... instrumento de la unión íntima con Dios»; sólo
Para conocer el fondo del concepto católico-romano de por medio de la Iglesia —no sólo como proclamadora del
iglesia y, por tanto, para saber a qué atenerse en un diá- mensaje, sino como conducto sacramental— Dios toma al
logo ocasional sobre este punto, estimamos conveniente hombre con Su gracia, y el hombre se encuentra con el
presentar la que, durante cerca de cuatro siglos, ha sido Dios Salvador.
la definición «oficial» dentro de la Iglesia de Roma: «La D) «... y de la unidad de todo el género humano», lo
Iglesia es la congregación de todos los fieles que, habien- cual implica que toda persona de buena voluntad (ateos
do sido bautizados, profesan la misma fe, participan de incluidos) se halla en el camino que lleva a la salvación
los mismos sacramentos y son gobernados por sus legíti- y pertenece, de algún modo, a la Iglesia.25
mos pastores, bajo una sola cabeza visible en la tierra.»
Como puede verse, dicha definición recalca suficientemen- 4. Diversos aspectos dentro del concepto de Iglesia:
te la constitución jerárquica de la Iglesia Romana.
A) IGLESIA INVISIBLE E IGLESIA VISIBLE. Al hablar de este
Una definición descriptiva de Iglesia, dada reciente y modo no pretendemos insinuar que haya dos iglesias dife-
oficialmente por Roma, sólo se puede obtener leyendo rentes o que la iglesia conste de dos partes, sino sólo dis-
atentamente los 16 primeros puntos de la Constitución Dog- tinguir dos aspectos de una misma realidad, la cual es
mática sobre la Iglesia, del Concilio Vaticano II.23 Pero invisible en cuanto a su íntima esencia espiritual, ya que
quizá sea lo bastante expresiva, dentro de su concisión, es invisible la regeneración que nos imparte la vida di-
la que nos ofrece el párrafo 1.° de dicho documento, que vina, como invisibles son también las operaciones del Es-
22. Téngase en cuenta que tratamos de la iglesia local, única píritu en los creyentes y en la Iglesia, y la comunión de
realidad concreta de la Iglesia de Cristo como realidad trascen-
dente. 24. V. el punto 8.° del citado documento.
23. V. mi libro Catolicismo Romano, pp. 20 y ss. 25. V. el punto 16 de la misma Constitución.
46 FRANCISCO LACUEVA NATURALEZA DE LA IGLESIA 47

los fieles con el Señor y entre sí. Pero esta realidad invi- experiencia del «nuevo nacimiento» es anterior a la agre-
sible toma forma concreta visible en los hombres que la gación a la Iglesia —no somos salvos por pertenecer a la
componen, en el lugar de reunión, en los actos de culto Iglesia, sino que pertenecemos a la Iglesia por ser sal-
y testimonio y en la organización y gobierno de las comu- vos—; cj. Hech. 2:41), arroja suficiente luz para disipar
nidades locales. muchas confusiones, notorias no sólo en el campo católico-
B) IGLESIA-ORGANISMO E IGLESIA-ORGANIZACIÓN. En una romano, sino aun entre los llamados «protestantes». Ya
perspectiva similar, vemos que la iglesia como organismo dijimos anteriormente que la Iglesia no consta de iglesias,
es algo vivo espiritualmente, donde los diversos órganos sino de creyentes. Pero hay otras dos principales fuentes
y funciones esenciales vienen dados por el hecho de la de confusión: 1) mantener un concepto de «iglesia» como de
unión vital con Cristo y de la participación en los dones una personalidad abstracta, un algo distinto de los miem-
del Espíritu, mientras que la iglesia como organización bros que la componen, siendo así que la iglesia no es sino
es como el andamiaje o caparazón por el que dicho orga- la comunidad de los creyentes (como si dijéramos «la suma
nismo se manifiesta al exterior en determinadas formas de los sumandos») ligados a la Cabeza-Cristo en la uni-
de administración y de gobierno. Para distinguir bien entre dad del Espíritu (cf. Mat. 18:20; Ef. 4:3-6). 2) El identifi-
ambos aspectos téngase en cuenta lo siguiente: a) como car la iglesia con los que ejercen un oficio o un ministerio
organismo, la iglesia es la comunidad de los creyentes, específico en la misma, y que se expresa (especialmente
unidos a Cristo por el Espíritu; como organización, es una entre los católicos) en frases como «hay que obedecer a
agencia divina para la conversión de los pecadores y la la Iglesia», «pregúnteselo a la Iglesia», «con la Iglesia
edificación de los fieles; b) como organismo, la iglesia hemos topado», etc., como si no fueran «iglesia» igual-
está dotada de carismas o dones que posibilitan el minis- mente todos y cada uno de sus miembros. Esta confusión
terio común de cada miembro de iglesia; como organiza- induce a muchos a sentirse subditos de otros hombres en
ción, adquiere forma institucional y funciona a través de el terreno espiritual y a mirar a los ministros de Dios
los oficios y 28demás medios convenientes para su buen fun- como «los profesionales de la religión», a quienes com-
cionamiento; c) como organismo, la iglesia tiene dentro pete el conocimiento de la Biblia y la responsabilidad ex-
de sí misma el objetivo de su constitución: hacer de los clusiva en los asuntos de iglesia, y a quienes se acude
inconversos (aunque ya elegidos por Dios), por la Pala- de la misma manera que se va al abogado, al médico, etcé-
bra y el Espíritu, cristianos que crezcan hasta la medida tera, en materias de la respectiva competencia; como si
de un varón perfecto (Ef. 4:13); como organización, es la Palabra de Dios y los carismas del Espíritu estuviesen
un medio para el perfeccionamiento de los santos (Efe- bajo la exclusiva de una casta, o como si el pastor de una
sios 4:11-12). iglesia hubiese de cargar con todas las responsabilidades
de la congregación.
El hecho de que la iglesia como organismo preceda lógi-
camente a la iglesia como organización2'' (puesto que la C) IGLESIA MILITANTE E IGLESIA TRIUNFANTE. La primera,
a la que con mayor propiedad se aplica el nombre de
26. La confusión de estos dos aspectos, haciendo de una institu- iglesia (Cuerpo de Cristo en edificación), es la comunidad
ción jerárquica la garantía de ciertos carismas, ha sido, a nuestro cristiana que peregrina por el desierto de esta vida hacia
juicio, el error básico de la Iglesia de Roma. la nueva Tierra Prometida y a la que llamamos militante,
27. La organización debe ser una proyección del organismo, no no porque haya de adoptar un talante ofensivo, sino porque
viceversa (¿acaso corresponde el fruto al esfuerzo exterior de las
organizaciones?). cada cristiano debe estar armado con la panoplia de Dios,
48 FRANCISCO LACUEVA

para estar firme contra el demonio (cf. Ef. 6:12 y ss.).18


La iglesia triunfante es el grupo incontable de creyentes
trasplantados al Cielo, tras cambiar la espada corta («má- Segunda parte
chaira») por la palma; las lágrimas, por el cántico; la
cruz, por la corona."

CUESTIONARIO:
1. ¿Cómo podemos definir la Iglesia? — 2. ¿Cómo la define
la doctrina tradicional de la Iglesia de Roma? — 3. Expli-
qúese la definición contenida en el párrafo 1." de la Cons-
titución Dogmática sobre la Iglesia, del Vaticano II. —
4. ¿Qué entendemos por iglesia invisible? — 5. ¿En qué se
distingue el organismo de la organización de la Iglesia? —
6. ¿Por qué llamamos «militante» a la Iglesia peregri-
na? — 7. ¿Existe una Iglesia llamada «purgante»?

28. Analizando este pasaje bíblico, descubrimos que se trata de


una lucha: a) constante (v. 18), y b) defensiva, puesto que el cre-
yente pisa ya terreno de victoria y, por eso, no se le exhorta a
marchar, sino a «estar firme» y a «resistir» ( w . 11, 13, 14).
Fundación
29. La Iglesia de Roma añade una tercera Iglesia «purgante»,
que exDía en el Purgatorio la pena temporal de los pecados que
quedó sin ser satisfecha en esta vida. Los evangélicos vemos en
de la Iglesia
esto una abierta contradicción con pasajes como Rom. 8:1; 2.a Co-
rintios 5:21; Col. 2:14; Heb. 9:26-28; 10:12-18; 1.a Jn. 1:7-9; Apoca-
lipsis 1:5; 3:5; 14:13, entre otros.
LECCIÓN 5.» EL FUNDADOR DE LA IGLESIA

1. La Iglesia es una sociedad de fundación divina.


La gran mayoría de las organizaciones que existen en
e! mundo, incluyendo muchas sociedades religiosas, deben
su origen a personas humanas, pero la Iglesia ha sido
fundada por Dios mismo. La palabra «iglesia» indica ya
un llamamiento por parte de Dios para salir de la perver-
sidad del mundo. Esta fundación de la Iglesia se remonta,
en los designios divinos, a la misma eternidad, ya que
Ef. 1:4-5 nos asegura que Dios nos escogió «antes de la
fundación del mundo»; y no precisamente como se escoge
a individuos aislados, sino como «miembros de la familia
de Dios» (Ef. 2:19).
La Iglesia, como ya dijimos en la lección 3.a, implica
una segregación, la cual se apunta ya en Génesis 3:15,
donde Dios pone enemistades entre lo diabólico y lo divino,
marcando así la frontera entre el mundo y la iglesia. Si-
glos después, cuando la corrupción humana ha difuminado
esa frontera, Dios envía el Diluvio y se reserva un rema-
nente en Noé y los suyos (Gen. caps. 6 y 7). Más tarde
hace lo mismo con Abraham (Gen. 17). Después con Jacob
(Gen. 28:10-22). Finalmente, la Trinidad toda interviene
explícitamente en la fundación de la Iglesia de Cristo.

2. El Padre elige y llama.


Yahveh (Dios-Padre), para quien Israel era «Su Ele-
gido» (Is. 45:4), elige, sella y envía a Su Hijo Jesucristo
(Jn. 3:16; 6:27; 10:36) y, en El, elige, sella y llama a Sus
escogidos (Ef. 1:3-6, 13; 1.a Ped. 1:2) para formar la Igle-
52 FRANCISCO LACUEVA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA 53

sia. Esto lo hace por amor, «.según el puro afecto de Su ta la caña rajada, ni extingue totalmente el pábilo que
voluntad-» (Ef. 1:5), a Sus predestinados, es decir, «a los humea.3
que conforme a Su propósito son llamados...» (Rom. 8: Por tanto, la Iglesia no es la puerta. Si mantenemos
28-30). Por eso, la Iglesia es «linaje escogido..., pueblo el concepto bíblico de «iglesia» como congregación de los
adquirido por Dios» (1.a Ped. 2:9). creyentes, es evidente que tal iglesia no puede ser la puer-
ta del redil, por ser ella misma el rebaño de los congre-
3. El Hijo redime. gados. Es un concepto introducido por la Iglesia de Roma
el que una estructura jerárquica sea la puerta de la sal-
El Hijo de Dios, ya Encarnado, redime, es decir, com- vación, mediante el poder sacramental. Dice Móhler: «Pri-
pra la Iglesia, rescatándola de la esclavitud del pecado mero es la iglesia visible; después la invisible; la primera
y del demonio, al precio de Su propia sangre (Jn. 10:11; engendra a la segunda» 3 (¿la organización madre del or-
Hech. 20:28; Rom. 5:8-10; Gal. 2:20; Col. 1:13-14). ganismo?). Pero Hech. 2:47 nos dice que es el Señor, no
la jerarquía de una iglesia, quien añade a esa misma Igle-
Siendo el «único Mediador entre Dios y los hombres» sia a los salvos.
(1.a Tim. 2:5), Cristo es el puente tendido por Dios para
nuestra salvación (Jn. 3:16). El hace de puente, o sea, es
nuestro «Pontífice» o «Sumo Sacerdote» (Heb. 4:15), único 4. £1 Espíritu regenera y abre la puerta.
capaz de tornar a Dios propicio para nosotros (Heb. 7:26-27;
9:11-15; 10:12-21; 1.° Jn. 2:2). Sólo por El se va al Padre El Espíritu Santo infunde la vida, el movimiento y la
(Jn. 14:6). El es «la puerta» (Jn. 10:7-9). Cristo es siempre unidad en la Iglesia. El, por medio del «nuevo nacimiento»,
la única puerta que permite a los pastores el acceso a nos da la vida espiritual en Cristo (Jn. 3:3, 5-8; Ef. 2:1);
Cristo y a las ovejas, y la única puerta que permite a las con la vida, la atracción en Cristo al Padre (Jn. 6:44); con
ovejas el acceso al Padre y a los bienes salvíficos.1 Cristo la atracción, la fe (Ef. 2:8; Filip. 1:29); con la fe, el co-
es la puerta de cada persona salva y de la misma Iglesia, nocimiento de las cosas espirituales (1. a Cor. 2:10-14; 12:3).
pues es por fe en El («recibieron la palabra» —Hechos Fue el Espíritu quien con su operación sobre los reunidos
en el Aposento Alto (Hech. 2:33), y sobre los corazones de
2:41—), y por la expresión simbólica de dicha fe por el quienes oían a los apóstoles (Hech. 2:38; 16:14), añadía
Bautismo, como el Espíritu añade cada día a la Iglesia a la Iglesia a los creyentes (Hech. 2:41, 47). El preserva la
a los que son salvos. Triste cosa es que algunas iglesias unidad de la Iglesia y reparte los varios dones (1. a Corin-
lleguen a tal estado de postración (por negligencia o auto- tios 12:4; Ef. 4:34, 7).
suficiencia —cf. Apoc. 3:14-19—) que el propio Señor de
la Iglesia, que es también su Puerta, se quede fuera —«a la Estas realidades grandiosas nos deben llenar de asom-
puerta» (Apoc. 3:20)—, ignorado, desdeñado o desobede- bro, de gratitud, de adoración, de afán de servicio y de
cido. Sin embargo, por triste que sea tal condición, Cristo celo misionero. ¿Cómo puede permanecer frío e inactivo
sigue llamando y ofreciendo su banquete nupcial; siempre
hay motivo de esperanza, gracias a Aquél que no quebran- 2. Es una equivocación el presentar Apoc. 3:20 como una inti-
mación a los inconversos, según se hace en algunas campañas
evangelísticas, con lo que se insinúa el error arminiano de que es
1. V. W. Hendriksen, The Gospel oj John (London, Banner of el hombre quien abre la puerta a Jesucristo.
Truth, 1961), H, p. 109. 3. Symbolism (London, 1847), II, p. 108.
54 FRANCISCO LACUEVA FUNDACION DE LA IGLESIA 55
quien se percata de haber sido objeto de tan gran amor ción sea efecto de la operación libre y eficaz del Espíritu
por parte de Dios Padre, de tan gran sacrificio por parte Santo. El que la fe sea un don de Dios no es obstáculo
de Dios Hijo y de tan exquisito cuidado por parte de Dios para que sea también un acto consciente y voluntario del
Espíritu Santo? ¡Hemos de considerarnos siempre como hombre.
perdonados para perdonar y servir, como salvos para ser C) Hay también razones internas esenciales para con-
santos! (cf. Ef. 1:4). vencernos de que la Iglesia es una sociedad de fundación
específicamente divina: o) la Iglesia, como congregación
de cristianos, es una sociedad religiosa, es decir, un con-
5. Diferencias entre la fundación de la Iglesia y la de otras junto re-ligado a Dios. Ahora bien, sólo Dios puede tomar
sociedades. la iniciativa de vincular consigo al hombre en la esfera
espiritual, de la que Dios tiene la exclusiva, b) La iglesia
La Iglesia no es la única sociedad fundada por Dios. local es la concreción espacio-temporal del Cuerpo de Cris-
Dios fundó también la familia (Gen. 2:18-24) y el Estado to; por tanto, todo su ser y todo su haber le vienen de su
(Rom. 13:1). Pero hay notables diferencias entre estas Cabeza que es Cristo, c) La Iglesia es llamada «Iglesia
dos últimas sociedades y la Iglesia: de Cristo», «Iglesia de Dios» (Mat. 16:18; 18:17-20; He-
A) Sólo al hablar de la fundación de la Iglesia usó chos 20:28; Rom. 16:16; a1.a Cor. 1:2; 10:32; 11:22; 2.a Co-
Cristo el posesivo «mi» (Mat. 16:18). Y con razón, porque rintios 1:1; Gal. 1:13; 1. Tim. 3:5, 15), porque 4Dios es su
Cristo es el Salvador, y la Iglesia consta de salvos, lo cual Fundador, su Soberano, su Salvador y su Juez.
no ocurre con la familia ni con el Estado. En otras pala-
bras, la Iglesia pertenece a la esfera de lo sobrenatural,
siendo la comunidad de los que han nacido de arriba; por CUESTIONARIO:
tanto, los no regenerados no son de la Iglesia (1.° Jn. 2:19),
mientras que la familia y el Estado pertenecen a la esfera 1. ¿Por qué decimos que la Iglesia es una sociedad de
de lo natural y, por ello, son sociedades abiertas a todos, fundación divina? — 2. ¿Qué papel corresponde a cada
aunque los cristianos son exhortados en el Nuevo Testa- una de las Personas de la Deidad en la fundación de la
mento a formar familias cristianas y a ser los mejores Iglesia? — 3. ¿Qué diferencias hay entre la fundación
ciudadanos. de la Iglesia y la de otras sociedades fundadas por Dios? —
4. ¿Quién es el que añade nuevos miembros a la Iglesia?
B) La familia y el Estado son sociedades a las que
se pertenece por necesidad. Uno se hace miembro de una
familia humana por nacimiento, hereditariamente. De la
misma manera, uno nace en un territorio definido y se con-
vierte en miembro de un Estado antes de quererlo libre-
mente. Por el contrario, la pertenencia a la Iglesia es
voluntaria, puesto que la membresía respecto de la igle-
sia es consecuencia de la regeneración espiritual, la cual
no se opera por herencia ni por un certificado de naci-
miento, sino por la recepción interior, consciente y volun- 4. Para todo este tema véase R. B. Kuiper, The Glorious Body
taria, de Cristo y de Su Evangelio, aunque dicha recep- of Christ, pp. 36-40.
LECCIÓN 6. a EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA 57
la verdad», por su encargo de «mantener en alto» la ver-
dad; pero también a cada creyente («al que venciere») se
aplica este epíteto en Apoc. 3:12.
Sin embargo, sólo a Jesucristo aplica el griego del
Nuevo Testamento el término «akrogoniaios» (piedra angu-
lar, o «piedra principal del ángulo» —Hech. 4:11; Ef. 2:20;
1.a Ped. 2:6—). Los apóstoles tomaron este epíteto del
hebreo «eben hapinnah» o «eben bojan pinnat» (cf. Isaías
28:16). En hebreo, el término significa «una piedra bien
1. Cristo es la piedra angular de la Iglesia. probada, costosa y segura como fundamento», pero el tér-
mino griego con que fue vertido a los LXX y, a través de
Como muy bien ha dicho Griffith Thomas, «el Cristia- los LXX, al Nuevo Testamento, significa, como ha demos-
nismo es la única religión en 5 el mundo que se apoya en trado F. Rienecker,6 «una piedra que, al mismo tiempo,
la Persona de su Fundador». «No hay otro nombre [es sostiene el edificio, está en el ángulo, como para marcar
decir, otra persona] bajo el cielo, dado a los hombres, en la rectitud de la pared que se levanta, y le sirve de cima
que podamos ser salvos», afirma Pedro (Hech. 4:12). Y el o cúpula» («ákros»).
apóstol Juan pone como test de la ortodoxia esta misma
confesión: «Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha Con esto ya tenemos desbrozado el camino para anali-
venido en carne, es de Dios» (1.° Jn. 4:2), lo cual adquiere zar el gran texto de controversia entre católico-romanos y
su pleno sentido si se contrasta con 1.a Tim. 3:16: «Dios evangélicos que es Mat. 16:18.
fue manifestado en carne» (c/. Jn. 1:14). No es extraño
que Jesús exigiera esta misma confesión para reconocer 2. Interpretación católico-romana de Mateo 16:18.
el verdadero discipulado: «Y vosotros, ¿quién decís que
soy Yo?» (Mat. 16:15; c/. Marc. 8:29; Luc. 9:20; Jn. 6:69). La primera vez que la palabra «iglesia» aparece en el
El apóstol Pablo dice que «nadie puede poner otro fun- Nuevo Testamento es en Mat. 16:18: «sobre esta piedra
damento («themélion») que el que está puesto, el cual es edificaré MI IGLESIA». Advirtamos de antemano: 1) que
Jesucristo» (1. a Cor. 3:11); toda edificación doctrinal de Cristo habla en futuro: «edificaré»; 2) que habla de la
la Iglesia ha de hacerse sobre este fundamento. El término Iglesia como algo «Suyo». ¿En qué estriba la relevante y
«themélios» lo aplican Pablo (Ef. 2:20) y Juan (Apoc. 21:14) peculiar importancia de este texto? En primer lugar, en
a los apóstoles, es decir, a los «Doce», como testigos in- el número y calidad de enseñanzas que de él se despren-
sustituibles del Cristo muerto y resucitado (c/. Hech. 1: den. Cinco 7 cosas hay en él, según el obispo anglicano
21-22). Sobre este fundamento de los apóstoles, o sea, de J. C. Ryle, que merecen especial atención: en él se nos
su mensaje sobre Cristo, se levantaa todo el edificio de «pie- habla del edificio de la Iglesia, de su Constructor, de su
dras vivas» que es la Iglesia (1. Ped. 2:5). Esta misma Fundamento, de los peligros que la acechan y de la segu-
iglesia, como comunidad es llamada «columna (stylos) de ridad de su supervivencia. En segundo lugar, aunque no
6. Der Brief an die Epheser (Verlag, Wuppertal, 1968), p. 103.
5. En Christkmity is Christ (Grand Rapids, Eerdmans, 1955), 7. V. Ryle, Perlas Cristianas (London, The Banner of Truth,
p. 7. 1963), pp. 349-363.
58 FRANCISCO LACUEVA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA 59
menos importante, en las consecuencias dogmáticas que cabe debate ecuménico sobre tal tema). Las consecuencias
la Iglesia de Roma ha pretendido deducir de él; conse- doctrinales son las siguientes:
cuencias que constituyen toda la clave dogmática del sis- A) El Papa es, como Cabeza y Fundamento visible de
tema catón'co-romano. Veamos cómo desarrolla la Teología toda la Iglesia, el principio y raíz de la unidad de la Igle-
Romana su argumento a base de Mat. 16:18: sia: el Vicario de Cristo en la Tierra.
«Cristo hizo a Pedro el fundamento de Su Igle- B) El Papa tiene sobre la Iglesia un poder de juris-
sia, esto es, el garante de su unidad y de su forta- dicción (verdadera autoridad o ius) universal (sobre toda
leza inconmovible, y prometió a Su iglesia una la Iglesia que se llame «cristiana»), supremo (inapelable)
duración perenne (Mat. 16:18). Ahora bien, la e inmediato (directo sobre cada uno de los 9pastores, fie-
unidad y la solidez de la iglesia no son posibles les e iglesias). Como definió Bonifacio VIII: «toda crea-
sin la recta Fe. Por tanto, Pedro es también el tura humana está sometida al Romano Pontífice, como
supremo maestro de la Fe. Como tal, debe ser in- algo necesario para su salvación». Vemos, pues, que la
falible en la promulgación oficial de la Fe, tanto definición de Bonifacio VIII es más inclusiva que la del
en su propia persona como en la de sus suceso- Vaticano I. Las razones por las que se pretende que el
res, puesto que, por voluntad de Cristo, la Iglesia Papa posee esta jurisdicción universal son las siguientes:
ha de continuar hasta el fin de los tiempos. Igual- a) los bautizados le están sometidos porque —según Roma—
mente, Cristo invistió a Pedro (y a sus sucesores) el Bautismo es la puerta de la Iglesia Universal (no se
del supremo poder de atar y desatar. Así como en olvide que, para Roma, la única iglesia verdadera es la
la expresión rabínica "atar y desatar" se com- suya); b) los no bautizados le están sometidos en el ámbi-
prende también la declaración auténtica de la ley, to religioso-moral, ya que se pretende que el Papa, como
así también se contiene aquí el poder de declarar representante supremo de Dios en la Tierra, tiene el su-
auténticamente la ley del Nuevo Pacto, el Evan- premo y universal poder en la esfera ético-religiosa.
gelio. Dios en el Cielo confirmará el juicio del C) El Papa, ya solo, ya con el Colegio de obispos (pero
Papa. Esto supone que, en su capacidad de supre-8 no el Colegio de obispos sin él), es el único intérprete
mo Doctor de la Fe, está preservado del error.» infalible de la Escritura y de la Tradición. Así que, cuando
ejerce esta función ex cáthedra, o sea, en calidad de Maes-
Por tanto, la Teología de Roma lee así este pasaje: «Tú tro Universal de la Cristiandad, todo el mundo debe acep-
eres KEFA (piedra) y sobre este KEFA (que eres tú) edi- tar su interpretación, so pena de eterna condenación.
ficaré Mi Iglesia.» D) Hay, pues, en todo esto algo de suprema importan-
La referida interpretación de la Teología Romana tiene cia que nosotros, guiados por la Palabra de Dios, estima-
carácter de «dogma» y, por tanto, es irreformable (por lo mos como antibíblico: los carismas de enseñanza y de
que ha sido refrendada por el Vaticano II, con lo que no gobierno quedan institucionalizados en una persona y jurí-
dicamente garantizados por el mismo Dios (de derecho
8. L. Ott, Fundamentáis o/ Catholic Dogma (Trad. de P. Lynch. divino —asistencia del Espíritu Santo—), a pesar de que
Cork, 1966), p. 287. V. también p. 280, acerca del Primado de Pedro. esta persona puede carecer del Espíritu Santo, por no po-
V. también M. Fernández, ¿Tu camino de Damasco? (Estella, Verbo
Divino, 1963), pp. 77-89, refutado por mí en la 2.a edición de Mi ca-
mino de Damasco (Westcliff-on-Sea, The Power House, 1970), pp. 49-55. 9. En su bula Vnam Sanctam (V. Denzinger-Schónm., n.° 875).
60 FRANCISCO LACUEVA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA 61
seer un corazón converso o regenerado (como los mismos ten tal interpretación.11 Jesús no funda Su Iglesia sobre
católicos lo admiten de algunos papas), y carecer también la persona de Pedro, pero el sentido de piedra ikefa) no
de la capacidad para interpretar correctamente la Escri- es ajeno a Pedro en cuanto roca-confesante. Estamos de
tura (como lo muestra notoriamente la misma Bula de acuerdo con A. H. Strong:
Bonifacio VIII, entre otros documentos). «Los Protestantes se equivocan al negar en Ma-
teo 16:18 la referencia a Pedro: Cristo reconoce
3. Correcta interpretación de Mateo 16:18-19. la personalidad de Pedro en la fundación de Su
Reino. Pero los de Roma yerran igualmente al
Resumiremos la interpretación que creemos más ajus- ignorar que es la confesión de Pedro lo que le
tada a la Palabra de Dios.10 constituye "roca".» u
Después de preguntar a sus discípulos qué opinaban En otras palabras, la única Roca objetiva o Piedra An-
las gentes de El y escuchar los falsos rumores acerca gular de la Iglesia es Jesucristo y sólo El. Pero Pedro
de Su Persona, Jesús se encara con los apóstoles y les es también un relevante «themélios» o cimiento —piedra
pregunta: «Y vosotros, ¿quién decís que soy YO?» (v. 15). fundamental— de la Iglesia; una de las tres grandes «co-
Tomando la palabra en nombre de todos, responde Pedro: lulumnas» (Gal. 2:9 —nótese el epíteto «Cefas», o «kefa»,
«Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.» Esta con- en labios de Pablo en dicho texto—), por cuanto con su
fesión expresa el meollo de la fe cristiana; más aún, es testimonio apostólico —común a los Doce, pero de espe-
el centro de la fe salvífica (c/. Jn. 20:31; Rom. 10:10). cial relevancia en él— echó los fundamentos de la fe cris-
Pedro confiesa que Jesús, el hombre que está delante de tiana, la cual se basa, hasta el fin de los siglos, en dicho
él, es el «Cristo», el «Ungido» de Dios y enviado a este testimonio apostólico.
mundo, o sea, el verdadero «Mesías»; más aún, el Hijo ¿Por qué se dirigió Jesús a Pedro en tal ocasión? Por-
Predilecto, Unigénito, de Dios vivo, en contraste con los que Pedro había respondido en representación de los Doce,
dioses falsos, muertos —inertes— y vacíos de poder sal- e incluso en nombre de toda la Iglesia en ellos represen-
vador. Esta confesión de Pedro es la piedra fundamental tada. Oigamos a Agustín de Hipona:
del Cristianismo (cf. 1.a Tim. 3:16). «En esta confesión, Pedro representaba a toda
Jesús felicita a Pedro por esta confesión, que nadie, la Iglesia... Por consiguiente —dice—, sobre esta
sino el Padre, por el Espíritu, ha podido revelar del Hijo, piedra que has confesado, edificaré Mi Iglesia.
y añade: «Tú eres Pedro —una piedra— y sobre esta pie- Pues la piedra era Cristo, y el mismo Pedro fue
dra edificaré Mi Iglesia.» Advirtamos que Cristo no dice: edificado también sobre este fundamento.» 13
«y sobre ti edificaré Mi Iglesia» —no la edifica sobre la 11. Es una lástima que exegetas modernos, como Gander, sigan
persona de Pedro 'como tal. Tampoco dice: «y sobre esta manteniendo esta ridicula interpretación, que O. Cullmann se ha
piedra —que soy Yo— edificaré Mi Iglesia», puesto que encargado de triturar en su Sant Veré (Trad. al catalán de M. Ba-
ni la expresión gramatical ni el sentido de la frase admi- lasch, Barcelona, 1967).
12. Systematic Theology, p. 909 (V. también A. Kuen, o. c , pági-
nas 103 115).
10. V., entre otros, J. A. Broadus, Comentario sobre el Evan- 13. Tractatus in Joannem 124, 5. Para un análisis penetrante y
gelio según S. Mateo (Trad. de Sarah A. Hall, El Paso, Texas, sin práctico de la frase de Jesús: «Yo fundaré... mi Iglesia», véase
fecha), pp. 446-463. L. Sp. Chafer, Systematic Theology, IV, p. 43.
62 FRANCISCO LACUEVA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA 63
De manera parecida se expresa la mayoría de los lla- C) «Y a ti te daré las llaves del reino de los Cielos.»
mados «Santos Padres». Aunque dichos «Padres» no son En esta frase se pretende fundar el llamado «poder de
infalibles, merecen cierto crédito en la medida de su an- las llaves» atribuido a las jerarquías eclesiásticas, en el
tigüedad y conocimiento de la Palabra de Dios y, por eso, sentido de que el sacerdocio ministerial, y especialmente
Lutero, Calvino y muchos teólogos evangélicos no han des- los obispos y el Papa, tienen el poder de abrir y cerrar las
deñado su testimonio, sino que los citan a menudo. puertas de la salvación, ya mediante la jurisdicción en el
Para mejor entender toda esta perícopa, analicemos fuero externo, por la cual admiten dentro de la Iglesia por
brevemente el resto de ella: el Bautismo y excluyen de ella por la excomunión, ya me-
diante la jurisdicción en el fuero interno del confesionario,
A) «... edificaré Mi Iglesia». G. Gander M sostiene que absolviendo o reteniendo los pecados de quienes se acercan
la frase «edificaré Mi Iglesia» implica la construcción al «tribunal de la Penitencia».
de la Iglesia como la «casa», edificio o templo de Cristo,15
a la luz de Jn. 2:19-22. Metáfora que se entrelaza con la Para entender correctamente esta frase de Jesús es
de «cuerpo» en Ef. 4:12, 16, y está explícita en Ef. 2:20; preciso tener en cuenta las siguientes observaciones:
1/ Cor. 3:11; 1.* Ped. 2:4-8; Apoc. 21:14. Dentro de esta o) Como hace notar el propio H. Küng, Jesús no dijo: «A ti
interpretación se explica mejor todo el alcance de la frase te daré las llaves de la Iglesia», sino «del reino de Dios».17
siguiente. Pedro empleó estas llaves para abrir las puertas del «Rei-
no» a los judíos el día de Pentecostés (Hech. 2), y a los
B) «Y los puertas del Hades no prevalecerán contra gentiles en casa de Cornelio (Hech. 10). b) Los judíos
ella.» Las puertas del Hades (término griego que vierte entendían bajo la metáfora de las llaves: 1) la función
el «sheol» de los judíos) no son los poderes del Infierno, de declarar —abrir— las Escrituras (V. Luc. 24:32); ésta
ya que el Nuevo Testamento sitúa los poderes diabólicos era la llave del conocimiento; 2) la función de admitir a,
en las regiones superiores de nuestra atmósfera terrestre o excluir de, la comunidad eclesial (Mat. 18:18); ésta era
o «primer cielo» (c/. Ef. 6:12), sino los poderes de la muer- la llave de la disciplina. En este aspecto, la facultad de
te; con la frase se indica, no que la Iglesia sea infalible Pedro era extensiva a todos los discípulos (y después a
ni indefectible, sino que —como edificio construido por cada iglesia local, por medio de sus oficiales), aunque
Cristo— está a salvo de los embates del sepulcro, porque Pedro llevase, como suele decirse, «la voz cantante» en
Cristo ha vencido a la muerte y esta victoria es extensiva el período narrado en los doce primeros capítulos del Li-
a los Suyos, los cuales son la «piedras vivas» (comp. 1.a Pe- bro de Hechos.
dro 2:5 con Mat. 12:40; 16:21; Jn. 2:19-22; Rom. 6:9;
1.' Cor. 15:55-58). Siendo la Iglesia el edificio construido G. Gander 1B hace notar que la entrega de las llaves
por Cristo sobre la Roca, es claro que ninguna tempestad, a Su Iglesia era una metáfora consecuente con el empleo
vendaval o inundación podrán echarla por tierra (Mateo hecho por Jesús del verbo «edificar» en relación con el
nuevo «Pueblo de Dios», ya que a partir de Pentecostés
7:24; Luc. 6:48).ia los discípulos de Cristo ejercitarían el ministerio evangé-
lico, según los carismas a cada uno concedidos, para la
14. En la revista Etudes Evangéliques, Janv.-Sept., 1966, pp. 34-88. salvación de las almas, lo que implicaba el abrirles las
15. V. también lección 8.a, punto 2.
16. V. Gander, o. c , pp. 89-102, y K. Barth, Dogmatique (edición 17. V. o. c , pp. 43 y ss.
francesa), m , vol. 2, 1961, p. 285. 18. O. c , pp. 102-H1.
64 FRANCISCO LACUEVA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA 65
puertas del Reino de los Cielos, cosa que los rabinos ju- CUESTIONARIO:
díos no podían hacer. Es aquí donde Ef. 4:11 entronca
con Mat. 13:52; 23:34, como realización de la promesa de 1. ¿Quién es el fundamento de la Iglesia? — 2. ¿En qué
enviar a Su Iglesia «escribas» dotados de carismas: após- sentido son los Apóstoles fundamento de la Iglesia? —
toles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. 3. ¿Cómo interpreta la doctrina tradicional de la Iglesia
de Roma el texto de Mat. 16:18-19? — 4. ¿Cuál es la exé-
D) «Y todo lo que atares en la tierra será atado en gesis correcta de dicho pasaje?
los Cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desata-
do en los Cielos.-» Estas palabras se extienden a los demás
discípulos en Mat. 18:18. «Atar y desatar», en el argot
rabínico, indicaban la función del escriba judío de aplicar
la Ley a los casos particulares (hoy diríamos: de sentar
jurisprudencia), para permitir o prohibir ciertas acciones
de acuerdo con una determinada interpretación de la Ley.
Así se podía hablar de que lo que, por ejemplo, la escuela
de Hillel «ataba», la escuela de Shammai lo «desataba», o
viceversa. El fondo veterotestamentario de esta expresión
la hace sinónima de «abrir y cerrar» cuando, como aquí,
se halla dentro de una metáfora de edificio. Gander lo
demuestra 19 haciendo referencia a lugares como Mateo
12:29; Marc. 5:3; 7:35; Luc. 8:29; 13:16; Hech. 20:22 (pre-
sentado también de otra forma en Jn. 20:23).
Dentro de este contexto se pueden interpretar mejor
Mat. 16:19; 18:15-22 y el ya aludido —y tan falseado-
texto de Jn. 20:23, especialmente a la luz que arrojan otros
pasajes-clave como Luc. 24:47 y 2.a Cor. 5:18-20 (donde el
«ministerio de la reconciliación» se identifica con «la pa-
labra de la reconciliación», es decir, con la predicación
del mensaje de salvación).
Sobre el oficio de Pedro en la primitiva Iglesia, con
la consiguiente discusión de los privilegios que se han atri-
buido tanto a él como a sus pretendidos sucesores, habla-
remos más adelante.

19. O. c , pp. 112-125.


LECCIÓN 7.» FUNDACIÓN DE LA IGLESIA 67
¿CUANDO FUNDO CRISTO SU IGLESIA? 1:29, 36). Sólo cuando el ministro mengua, puede Cristo
crecer en la Iglesia (Jn. 3:30).
Aquel pequeño grupo, del que se nos habla en Jn. 1:
37-51, fue creciendo, siempre bajo la iniciativa divina
(«Ven y sigúeme»); primero hasta Doce (Luc. 6:13-16), en
representación de las doce tribus del pueblo escogido; des-
pués hasta otros 70 (Luc. 10:1 y ss.), en representación de
los 70 ancianos que Moisés se escogió de entre la congre-
gación de Israel. En el Aposento Alto encontramos ya 120
(12 x 10) discípulos. Quizás el número sea simbólico, pues
Pablo nos dice que el Señor resucitado «apareció a más
1. La pre-Iglesia, de quinientos hermanos a la vez» (1.a Cor. 15:6).
En un sentido amplio, la Iglesia comenzó con el primer
hombre, quien seguramente, ante la revelación del miste- 2. Fundación de la Iglesia de Cristo.
rio de la futura Redención por la Simiente de la Mujer Cuando Pedro, en representación de los Doce, confesó
(Gen. 3:15), aceptó por fe al Que había de venir. No se la divinidad de Cristo, el Señor, como ya hemos visto,
puede perder de vista que cuantos fueron salvos antes anunció en futuro que edificaría Su Iglesia (Mat. 16:18),
de la 1.a Venida del Señor lo fueron por la fe, no por el por lo que Sus palabras tienen un sentido profético que
cumplimiento de la Ley. De ahí que, a lo largo del Nuevo sólo después de Pascua había de convertirse en plena rea-
Testamento, Abraham aparezca como el padre de los cre- lidad. El contexto inmediato de la promesa (vv. 21-23) daba
yentes. Romanos 3 y 4; Gal. 3 y Heb. 11 bastan para con- a entender bien a las claras que el nacimiento de la Igle-
vencernos de este hecho que tanta luz arroja sobre el sia seguiría al misterio del Cristo muerto y resucitado.
tema del Bautismo. A esta pre-Iglesia o «congregación Pero, como dice A. Kuen comentando el v. 18, «la primera
de los primogénitos que están inscritos en los Cielos», se piedra para el edificio que Jesús quería construir, estaba
nos dice en Heb. 12:22-23 que hemos sido acercados. Ellos allí».20
son la «tan grande nube de testigos» que nos anima a
correr «la carrera que tenemos delante» (Heb. 12:1). Después de Su resurrección, Cristo, que había previsto
Su Iglesia como «misterio» (escondido y pequeño grano de
Pero, estrictamente hablando, la Iglesia de Cristo co- mostaza), la envió —«misión»— encargándole la grande y
menzó a formarse cuando dos de los discípulos del Bau- divina comisión de predicar el Evangelio (las «buenas no-
tista dejaron a su maestro para seguir a Jesús (Jn. 1:37). ticias» de salvación) a todas las naciones, haciendo «dis-
La frase merece ser ponderada: «Le oyeron hablar (a cípulas» a todas las gentes («mathetéusate»), bautizándo-
Juan) y siguieron a Jesús.'» ¡Qué bien está expresado aquí las y enseñándoles cuanto Cristo había ordenado (Mateo
el correcto papel del ministerio cristiano, el cual, para 28:18-20; Marc. 16:14-16; Luc. 24:36-49; Jn. 20:21-23; He-
ser bíblico, ha de formar siempre un triángulo, en uno de chos 1:8). Además del Bautismo, como rito simbólico de
cuyos ápices se sitúa el ministro del Evangelio, apuntando la sepultura y resurrección espiritual con Cristo mediante
con una mano al pecador que ante sí tiene, y con la otra
al «Cordero de Dios que quita el pecado del mundo»! (Juan 20. O. c , p. 104.

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