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Junto a un gran chef, siempre hay un buen sumiller, una combinación perfecta entre gastronomía y
enología.
Historia de la vinificación
La vid Europeateniéndose
la humanidad, Viti Vinifera, es unade
referencia especia
ella y de
su antiguo
productoconocimiento
el VINO, hace de
más de 5000 años.
Su origen
todavía parece
crece haber sido silvestres.
en condiciones entre los Esta
Maresplanta
Negro y Caspio
adquirió , donde
importancia
cuando se extendió a los países del mediterráneo y por todo el imperio
romano.
La evidencia
vasija del añomás
5400antigua de la producción
a. C., hallada en el pobladoy consumo
neolíticodedevino
HajiiesFiruz
una
Tepe, en los montes Zagros.
La vasija contiene
recientemente se ha un residuo la
encontrado rojizo,
bodegapresumiblemente vino. Aunque
más antigua conocida, datada
en el año 6000 a. C., que sitúa en Armenia la producción más antigua de
vino.
Posteriormente, el consumo
llegando a Anatolia y Grecia;de vino el
y hacia se sur,
extendió
llegandohacia
hastael Egipto,
occidente,
ya
célebre en Bahariya durante el Imperio Medio (siglo XX a. C.)
La más yantigua
cosecha documentación
el prensado de las uvas,griega
es Lossobre el ycuidado
trabajos los días,dedelaHesíodo,
vid, la
del siglo VIII a. C. En la antigua Grecia el vino se bebía mezclado con
agua y se conservaba en pellejos de cabra.
Por ejemplo la variedad Moscatel era conocida por
los griegos y la variedad Syrah fue llevada por los
romanos desde Siracusa a Francia en tiempos del
imperio.
Es imposible saber quién fue el primer vinicultor.
El antiguo Egipto nos ha dejado listas de vinos:
mencionaban incluso la añada, el viñedo y el
nombre del vinificador en sus jarras: Fueron
las primeras etiquetas.
Los babilonios llegaron a promulgar leyes reglamentando la explotación de una tienda de vinos.
Los romanos dejaron esmeradas definiciones de los mejores vinos de Italia. En el más alto
rango se situaba el de Falerno, localidad al sur de Roma, que estaba considerado como el mejor
de la época, seguido de los vinos de Alba (montes Albanos de la actualidad).
El hecho de poder guardar un vino durante años y conseguir mejorarlo en barricas o en
botellas, marca el nacimiento de un vino de calidad.
Ya en Egipto, Grecia y Roma, se adoraba a Dioniso o
Baco (dios de los viñedos) y la Biblia se refiere al vino
en diversos pasajes, entre otros donde relata la última
cena de Jesús, que ofreció una copa de vino a sus
discípulos representando su sangre. Sabemos que en
China, hace 4000 años, ya conocían el proceso de
fermentación de
en Egipto, en el siglo XIV a. C., ya
onocían la viticultura.
la uva, y que Lapropagación
viticultura debe su mayor desarrollo a la
del cristianismo, por ser el
c vino necesario para la celebración de la
misa. Los monasterios, con sus propios
métodos de elaboración y extracción,
fueron los precursores de la viticultura y
vinicultura, dejando huellas tan claras como
los vinos priorato, proveniente de la palabra
prior.
Louis Pasteur fue un químico francés que nació en 1822 y que
destacó en diversos campos, entre ellos el de la investigación de
los problemas de la producción del vino en el siglo XIX. A
petición de los propios vinicultores, Louis Pasteur estudió la
fermentación y por qué esta descomponía y acidificaba el vino.
Tras pocas semanas de estudio, Pasteur, descubrió que la
sustancia que lo alteraba era el ácido láctico, producto de la
fermentación láctica desencadenada por microorganismos. Para
combatirlos, el científico descubrió, también, el poder
bactericida del calor a temperatura de 50 a 60º C. Este proceso
se denomina como la hoy, conocida, pasteurización.
Con este descubrimiento, Pasteur demuestra que la producción
de alcohol en la fermentación se debe a las levaduras y que la
indeseable producción de sustancias que agrian el vino se debe a
la presencia de organismos como las bacterias que con el calor
es posible eliminar para evitar la descomposición de la bebida.
En un principio su metodología fue rechazada por los
productores vinícolas que se negaron a calentar el vino hasta
que vieron probados los resultados del procedimiento que
Pasteur proponía a través de un experimento realizado en un
buque que se hacía a la mar. En él se cargaron dos barriles con
vino: uno, pasteurizado; el otro, no. Al regreso del buque
después de 10 meses, el primero estaba inalterado, el otro se
había fermentado.
Proceso del vino
La madurez del fruto es fundamental para una
vinificación exitosa, por ello, se van probando
regularmente la cosecha para fijar la fecha de
vendimia más idónea. A partir de este
momento, existen cuatro etapas clave en el
proceso de elaboración de cualquier vino, sea
cual sea su variedad:
1. Vendimia. Una vez que la uva ha
alcanzado la maduración deseada se
realiza la recogida de la uva, normalmente
en los meses de septiembre u octubre. Es
importante realizar una selección del fruto
sano separándolo del dañado.
2. Transporte a la bodega. Es un momento
delicado que debe realizarse de la forma
menos agresiva, evitando que el grano
de uva sufra presiones excesivas y se
rompa, provocando fermentaciones
tempranas. Existe una técnica que están
utilizando muchas bodegas hoy en día
que consiste en trasportar la uva en cajas
de diez kilos, lo justo para que los
racimos no sufran daños
3. Descarga. Se realiza sobre la
tolva de recepción, una especie de
pirámide truncada invertida, que
irá acumulando la uva sobre una
cinta que la trasportará a la
estrujadora. En la tolva se analiza
el fruto para determinar su estado
sanitario y su contenido en
azúcares y ácidos.
4. Estrujado. La estrujadora rompe
por presión el grano, pero lo justo
para que no se rompan las partes
duras del racimo (pepitas,
raspones y hollejos) y no
contaminen el mosto. La pasta
viscosa resultante se traslada
mediante diversos métodos a las
prensas, evitando que entre en
contacto con el aire para evitar
una fermentación prematura.
Tarea 1.
• Regiones productoras. Franjas del vino, hemisferios norte y sur
con sus respectivos países
La cata
Cata es un análisis organoléptico del vino, por lo tanto un análisis totalmente objetivo en el que hay que hallar
la composición sensorial del vino. El análisis sensorial consiste en efectuar un examen del vino a través de
nuestros sentidos utilizando un método.
En esta definición hay tres palabras claves que explican por sí mismas en qué consiste y cómo se ejecuta.
ANÁLISIS. Analizar significa descomponer una realidad en una serie de partes, estudiando así una visión de
conjunto de esa realidad. En el análisis sensorial, los instrumentos serán nuestros sentidos y los parámetros a
estudiar, una serie de dimensiones que sólo se pueden apreciar bajo estos mismos.
SENTIDOS. Y es que, como ya se ha dicho, son los instrumentos utilizados para llevar a cabo este análisis. Se
convierten así en el nexo entre el vino y nuestro cerebro, que será después el que procesará toda la información
obtenida a través de ellos. Si el hombre no emplea su sensibilidad, hay una gran parte de la realidad del vino que
no se podrá conocer. Los sentidos que utilizaremos en el análisis son: vista, olfato, gusto y tacto.
MÉTODO. Nos indica que esta actividad analítica no se realiza espontáneamente, sino que debe de haber una serie
de pasos a seguir, un procedimiento que todo catador debe tener en cuenta para realizar la cata de un vino con todo
rigor de conocimiento. El método usado se divide en tres fases: visual, olfativa y gustativa.
FACTORES QUE AFECTAN AL VINO
Son varios los factores que afectan a
la hora de distribuir bien el color del
vino. En primer lugar, el tipo de cepa
del que se trata y la edad que tenga la
botella.
Sin tener en cuenta esto, difícilmente
se puede realizar una valoración justa.
Por otra parte, las condiciones en las
que esta haya sido almacenada resultan
igualmente determinantes. El proceso
de elaboración condicionará que nos
hallemos ante un vino joven o con
crianza.
Finalmente, las técnicas de poda que
se aplicaron también merecen nuestra
consideración. Todas estas variables
influirán, y mucho, en el resultado
final que se obtiene.
FASE VISUAL.
En dicha fase se estudian las siguientes características:
limpidez, brillantez, intensidad, color, fluidez y densidad.
Limpidez y brillantez Para analizarlas tenemos que inclinar la
copa 45º hacia adelante contra un fondo blanco. La limpidez
determina la transparencia del vino (que no haya ninguna
suciedad). Se expresa de mayor a menor: limpio,
ligeramente turbio y turbio.
Si vamos a probar un vino blanco, hay dos aspectos fundamentales para inferir conclusiones. Los colores más vivos, sea este
pajizo u ocre, indicarán que el vino está en buenas condiciones de consumo, mientras que un color más apagado o descolorido
indica que se trata de un vino viejo.
Otra manera de ver la densidad del vino, sería colocando la copa otra vez a 45º y nos fijamos en un arco acuoso que está en la
parte exterior del vino. Cuanto más ancho sea, más ligero es el vino.
El cambio de color
En lo que acontece al vino tinto, cuando este es jóven tiene un
color rojo cereza con reflejos violáceos. Cuando envejece, su
tono toma una coloración más anaranjada para finalmente
evolucionar hacia un color marrón.
El vino blanco jóven tiene un color amarillo pálido,
evolucionando hacia un tono pajizo dorado y, cuando ha
envejecido toma un tono cobrizo. Los vinos dulces naturales
son más aptos para la guarda y el envejecimiento.
En cuanto a los rosados, existe una gran variedad de colores y
tonalidades: salmón, rosa muy claro… Cuando empieza a
mostrar un tono amarillento ello indica que el vino empieza a
degradarse.
LA FASE OLFATIVA.
La fase olfativa es la más importante de la cata. Los aromas de vino nos dan información sobre las variedades de
uva, el sistema de elaboración o la crianza, la calidad de la elaboración, la edad del vino o su evolución.
En la cata de vinos, consideramos aroma a las impresiones positivas, mientras que para referirnos a las sensaciones
negativas o impropias del vino utilizaremos la expresión olor.
Así, hablaremos, por ejemplo, de aroma afrutado o vainilla y de olor a corcho o a humedad. Compuestos aromáticos
y olfacción
Los diferentes compuestos que encontramos en cualquier materia, dentro de su creación o crecimiento nos dan los
precursores o partículas aromáticas, es decir, los aromas.
Estos aromas son arrastrados y conducidos por el aire para que lleguen a nuestro aparato olfativo. Las dos entradas
de aire son la boca y la nariz, ambas unidas por la vía retro nasal. La vía directa (nariz y fosas nasales) son quienes
reciben la mayor parte de los aromas. Entre las fosas nasales tenemos unos nervios conectados al cerebro (nervios
olfatorios), que mandan la información de los aromas al cerebro. El cerebro conecta esa información con una
emoción (color, persona, anécdota…) para darnos la sensación de percepción aromática. Si nos falta esa emoción o
no hemos olido un aroma, la percepción aromática será nula.
• Tipos de aromas Se pueden dividir en tres tipos:
• Aromas primarios: Son aromas procedentes de la uva. La tierra donde se ha cultivado, el clima, el relieve y la
hidrografía inciden en estos aromas. Para detectarlos es mejor no agitar el vino para encontrar los más ligeros y
posteriormente agitarlo un poco para conseguir mayor intensidad. Habitualmente suelen ser de grupos
afrutados, minerales, florales y vegetales.
• Vinos blancos: aromas de frutos tanto cítricos como blancos y de hueso (limón, manzana o melocotón).
Aromas florales (flores blancas). aromas minerales (caliza, tierra). Aromas vegetales (tallos de tomate). Vinos
rosados: aromas desde frutos con hueso hasta frutos rojos (albaricoque, fresas); Aromas florales (rosas).
• Vinos tintos: aromas frutales desde frutos rojos a frutos negros (fresas, moras); Aromas florales (violetas); aromas
minerales (tierra húmeda); Aromas vegetales (pimiento).
• Aromas secundarios: Son los aromas producidos durante la elaboración. La transformación del azúcar en
alcohol o el cambio de ácidos del vino, están acompañados de una cadena de reacciones enzimáticas que
modifican el aroma inicial y lo multiplican (aromas frutos tropicales, lácteos como la mantequilla). El contacto de
las levaduras con el vino por periodos largos puede generar aromas de panadería
• Aromas terciarios: Se desarrollan durante el envejecimiento del vino tanto en barrica como en botella y se
deben a las nuevas sustancias que se sintetizan o transforman durante el proceso. Por otro lado, existe una
evolución de los aromas primarios y secundarios. El procedimiento en este caso será, primero oler el vino en
estático y posteriormente agitarlo bien para que los aromas más fuertes aparezcan con la evaporación del
alcohol. Se conoce a este tipo de aromas como bouquet y se pueden distinguir de dos tipos: De oxidación:
aromas que adquiere durante la crianza de barrica y botella. De reducción: aromas que adquiere en la botella
por falta de oxigeno. Algunos aromas terciarios son: vainilla, cuero, pan tostado, almendras, chololate, café,
pieles animales
Durante la fase gustativa, vamos a analizar por una parte los sabores y las texturas. Para
analizar esta fase, tenemos que tomar un pequeño sorbo de vino y pasarlo tanto por la
lengua como por los carrillos y encías superiores e inferiores. Finalmente lo
expulsaremos.
Sabores y aromas La lengua recoge con las papilas gustativas los diferentes sabores: El
dulzor por la punta; el ácido en los laterales y laterales inferiores; el gusto salado en los
laterales delanteros y al final de la lengua encontramos el amargor. Respecto a los
aromas, decir que todas esas sensaciones de sabor como puedan ser las frutas, en
realidad son aromas que se desplazan desde la boca por la vía retro nasal hacia los
nervios olfatorios. En este caso el cerebro registra la información como si fuera un sabor.
Por último, tenemos que medir el tiempo que tardan todos los aromas en desaparecer de
nuestra boca. A este fenómeno lo llamamos “post gusto o persistencia”.
Texturas Al analizar las texturas, vemos que la densidad se genera por medio del agua, el
alcohol y los azúcares. Pero hay otros compuestos que cambian la textura del vino. Los
ácidos nos incrementan la saliva y suavizamos los azúcares y el alcohol. Sin embargo, los
taninos suelen hacer el vino más denso en textura. Veremos que los vinos cuanto más
viejos son, más se suavizan en textura, ya que los taninos se hacen cada vez más suaves
con el tiempo.
Taninos: Son compuestos químicos naturales presentes en el vino que le aportan
su sabor astringente y amargo.
Volviendo a los taninos y teniendo en cuenta lo anterior, estos compuestos se
encuentran principalmente en la piel, las semillas y las ramas de la uva, y
también en menor medida en el hollejo del fruto. Además, los vinos tintos suelen
tener más taninos que los vinos blancos, ya que estos se encuentran
principalmente en las pieles de las uvas tintas.
Algo que debes saber es que los vinos con más taninos suelen tener una
sensación más seca y astringente en la boca, mientras que los vinos con menos
suelen ser más suaves y fáciles de beber. Además, algunos expertos sugieren que
los elagitaninos abundantes de madera de roble pueden aumentar la
astringencia y el amargor de los vinos madurados en barricas de roble.
En el momento de catar un vino, puedes distinguir entre:
Taninos secos: dejan la boca especialmente seca y puede ser costoso recuperar la
salivación normal. Normalmente es un indicador de una maceración excesiva de
la uva o que se han usado barricas muy antiguas.
Taninos sedosos: dejan una sensación de jugosidad en el paladar, significa que los
taninos han sido bien formados.
Taninos dulces: son más aterciopelados y la sensación de sequedad es muy
leve. En este punto, se encuentra en el momento óptimo para ser consumido
aunque no evolucionará más.
Pasos para el análisis visual.
Inclinamos la copa 45º para analizar:
1. Limpidez y brillantez: buscar que no
haya restos dentro del vino y reflejos
de luces.
2. Intensidad: Blancos: cuanto más viejos,
más oscuros. Rosados: a mayor
intensidad, mayor el grosor de piel de
la uva o mayor tiempo de maceración.
Tintos: cuanto más viejos, más claros.
3. Color: Blancos: tonos de incoloro
(joven) a ámbar (viejo). Rosados: de
cebolla (claretes) a violetas
(sangrados). Tintos: de violetas
(jóvenes) a castaños (añejos).
4. Lágrimas: analizar la intensidad de
alcohol y azúcares que existen en
el vino
Pasos para el análisis Olfativo.
Olemos el vino sin agitar para ver si hay alguna falta y para detectar los aromas más
ligeros. Agitamos el vino y se sigue analizando otros aromas más pesados y fuertes.
Relacionaremos los aromas con los siguientes grupos:
• Afrutado: (pomelo, frambuesa…) Blancos: frutas blancas o hueso, cítricos…
Rosados: desde frutas de hueso a frutos rojos… Tintos: frutos rojos y negros…
• Especiado: (canela, pimienta…) Pimientas creadas en la uva. Especias dulces de
la barrica
• Floral: (margaritas, camomila, violetas…) Blancos: flores blancas. Tintos: flores
oscuras.
• Animal: debido a la guarda en botella (pieles o cueros).
• Balsámico: mayoritariamente de la barrica. También puede ser de la variedad
(Regaliz, anís…).
• Vegetal: directamente de la uva (pimiento, judías verdes…).
• Empireumáticos: producidos por la guarda (café, toffee…)
Pasos para el análisis del Gusto
Introducimos un sorbo de vino y lo
movemos por toda la boca y
analizamos:
• Sabores: Dulce: azúcares en vino.
Amargo: posible tostado de barrica.
Ácido: acidez del vino. Más saliva, más
acidez. Salado: no suele ser salado,
salvo excepciones.
• Aromas: Todo aquello que
hayamos experimentado en nariz
aparecerá como sabor.
• Textura: Ácidos sueltan saliva que
suaviza azúcar y alcohol (suaviza el
vino). Taninos coagulan con saliva y
engorda el vino (aspereza o astringecia)
Colores, olores y sabores
de los vinos de acuerdo a
las uvas y su terruño
La cepa Chardonnay
es originaria de la
región francesa de
Borgoña.
La cepa Sauvignon
Blanc es originaria de
Francesa de Burdeos
La cepa Pinot Noir es
originaria de
Borgoña, Francia
La cepa Riesling es
originaria de
Alemania
Recordemos que para elaborar vinos rosados necesitamos como base siempre
uvas tintas (aunque también pueden utilizarse uvas blancas en algún
porcentaje menor). Las variedades de uvas tintas más utilizadas para la
elaboración de vinos rosados son: Garnacha o Grenache, Cinsault,
Tempranillo, Merlot, Zinfandel (el cual da lugar al famoso White Zinfandel,
un rosado dulce originario de Estados
Unidos), Malbec y Syrah o
Shiraz.