Himnos Nuevos
Himnos Nuevos
INVOQUÉ TU NOMBRE
I
2. DESESPERADO
I
Desesperado me encuentro Señor.
Ayúdame hoy, yo quiero saber lo que debo hacer.
Muéstrame el camino que debo seguir.
Señor por mi bien yo quiero vivir un día a la vez.
CORO:
Un día a la vez mi Cristo es lo que yo quiero de ti.
Dame las fuerzas para vivir un día a la vez.
Ayer ya pasó mi Cristo, mañana no sé si vendrá.
Ayúdame hoy, yo quiero vivir un día a la vez.
II
4. SI DURO ES EL CAMINO
I
Te quiero preguntar hermano porqué estás
quedado en el camino. Te sientes perecer
porque tu corazón hoy llora de dolor.
Te sientes fracasar, muy triste tú estás.
CORO:
Si duro es el camino y solo hoy te cuesta más,
si todos tus amigos te dejan y se van.
Jesús no te abandona, Él siempre es amigo fiel.
Te llevará consigo a la eternidad.
II
Aquí este mundo cruel, pronto se acabará,
pues todo es pasajero. El reino de Jesús,
se acerca más y más. ¡Qué glorioso será!
Corona incorruptible los fieles tendrán.
5. ÁNGELES DE DIOS
I
CORO:
II
CORO:
Ora mi hermano que hay almas que sufren cadenas, que sufren prisión.
Ora mi hermano por el que tendido sin fuerza el camino dejó.
Ora ferviente si el mundo ha atado a tu hermano, a vicios y error.
//Ora iglesia porque tu oración llega a Dios// (repite última vez)
II
Mientras la iglesia oraba, aquella prisión se iluminó.
Levántate pronto Pedro, ciñe tus sandalias el ángel le habló.
Las cadenas se cayeron las puertas se abrieron, esto sucedió,
porque la iglesia oraba y Dios la escuchó.
II
Has dejado de orar, ya no cantas al Señor,
ahora tienes una piedra donde hubo un corazón.
//Has perdido el gozo santo del Espíritu de Dios
¿Qué has hecho del talento que Él te dio?//
III
IV
Aunque todos te dejaren Él de ti se acordará.
En tu hora más difícil el Señor te ayudará.
//Porque has puesto la confianza en el Señor Jesús,
y sólo en Él recibirás consolación.//
8. ALABAR A DIOS
I
Si tu quieres alabar a Dios,
tendrás que saber que no basta la voz.
La alabanza que brota de labios
no llega hasta el cielo, no honra al Señor.
CORO:
Lo importante es cantar con el alma
lavada en la sangre de Cristo el Señor.
Lo importante es darle las gracias
con todas las fuerzas de tu corazón.
II
Si tu vida no es santificada, III
si guardas pecado en tu corazón.
Sobre todas las cosas hermosas
Es mejor que no cantes entonces
sin antes ponerte a cuenta con Dios. ponedlo a Jesús en cada canción.
CORO:
No, no dejes de luchar porque
Satanás se aprovechará, y que triste
será volver a verte una vez más
caído, rendido y sin fe... no dejes de luchar.
II
Yo sé que el camino es de espinas,
y que a veces lastiman el alma
y no puedes seguir las pisadas
de aquel que primero pasó.
Esfuérzate y toma su mano.
Jesús no te abandonará,
no quites de él la mirada
en Él sólo debes confiar.
CORO:
II
Sus doce puertas son de perlas preciosas
y la ilumina gran claridad.
Y las naciones que fueron salvadas
eternamente allí estarán.
III
El primer cielo y la tierra pasaron,
también los mares ya no serán.
Y nuestras penas, dolores y afanes
al mismo tiempo terminarán.
IV
Un cielo nuevo, una tierra esplendente,
calles de oro, mar de cristal.
Preciosa perla resplandeciente
es la hermosa y bella ciudad.
I
Cuán gloriosa será la mañana
cuando venga Jesús el Salvador.
Las naciones unidas como hermanas
bienvenida daremos al Señor.
CORO:
No habrá necesidad de la luz, el resplandor
ni el sol dará su luz, ni tampoco su calor.
Allí llanto no habrá, ni tristeza, ni dolor
porque entonces Jesús el Rey del cielo
para siempre será consolador.
II
Esperando la mañana gloriosa
para dar la bienvenida al Dios de amor.
Donde todo será color de rosa
en la santa fragancia del Señor.
III
El cristiano fiel y verdadero
y también El obrero de valor,
y la iglesia, esposa del Cordero
estarán en los brazos del Señor.
14. LEVÁNTATE
I
Hasta el Enebro, llegó Elías,
estaba cansado allí se acostó y se durmió.
Pero el Señor lo despertó, largo camino
aún te resta levántate.
CORO:
Levántate, levántate, tu eres mi siervo
no estés así, levántate.
Levántate, levántate no estés así.
Te necesito para mi obra pero de pie.
II
Si en el Enebro te has quedado,
y tus problemas te quitan fuerzas
para trabajar. Mira a Jesús, él no se cansó.
Largo camino aún te resta, levántate.
15. EN ESTA NOCHE
I
En esta noche mi Señor he comprendido
que eres mi escudo, también mi protector,
que estás conmigo Señor a cada instante
y ya no temo porque tú me guardarás.
CORO:
Siento tu mano Señor sobre mi vida.
Siento tu gracia Señor sobre mi ser.
//Y oigo tu voz diciéndome al oído
yo estoy contigo y no te dejaré//
II
Por mucho tiempo mi Señor yo tuve
miedo y como Pedro te quise yo negar.
Pero al mirarte Jesús sentí vergüenza
y arrepentido me puse a llorar.
16. FRENTE A UNA FLOR
I
Frente a una flor yo me detuve a ver un día,
lo singular de la belleza que hizo Dios.
Si Salomón con todo el lujo que tenía
no consiguió vestir como una simple flor.
Si lo silvestre de la vida es tan hermoso
como lo expresan las abejas del panal.
Si el Señor cuida de cosas tan pequeñas,
Oh cuánto más no cuidará la humanidad.
CORO 1:
Frente a una flor mi corazón
se eleva a Dios en oración,
y en cada pétalo un misterio hay para mi.
Y las tristezas que sufrí se desvanecen frente a Dios.
Porque si él cuida de una flor, cuida de mi.
II
Y la canción que vuela por el aire manso,
Tiñe de ensueño la armonía vegetal.
Aunque los hombres hagan cosas muy hermosas,
la simple flor me está diciendo mucho más.
La flor no es fruto del evolucionismo,
no puede ser fruto de la casualidad,
no es la suma del espacio más el tiempo,
ni mutaciones selectivas del azar.
CORO 2:
La flor fue hecha por un Dios que es creador universal,
inteligente, afectivo y personal.
El azar nunca creará, belleza viva e integral,
son pinceladas de alguien que sabe pintar.
17. CLAMA A MÍ
I
Hay momentos en la vida donde todo oscuro está,
no encuentras la salida a tu triste condición.
Mas hoy debes recordar que la llave tienes ya
para abrir puestas de gracia, sólo tienes que orar.
CORO:
Clama a mí (con fe), dice el Señor.
Clama a mí con fe, y yo responderé.
No tardes más, fuerza y gracia alcanzarás.
Ven pide hoy con fe la respuesta llegará (sí llegará).
II
Te encuentras hoy cautivo del pecado y la aflicción.
Te persigue el enemigo, te ha robado la oración.
Mas hoy debes recordar que la llave tienes ya
para abrir puertas de gracia sólo tienes que orar.
II
Hoy pueden comprender que una es mi doctrina.
//Señor// me dicen, mas todos no entrarán.
Señales me han pedido, señales les han dado
pero mi pueblo insiste en desobedecer.
Si mi pueblo se humillare y viniere a mi presencia
yo les perdonaría de todo corazón.
Entonces mandaría lo que tanto esperaban
un gran avivamiento y quién lo apagará.
19. ELEVO MI CANCIÓN
I
No existen palabras en el mundo
con las que yo pueda expresar
la inmensa gratitud que siento tan solo al cantar.
La gente le canta a la vida
y entona canciones de amor.
Yo quiero agradecer con el canto de mi voz.
CORO:
//Y elevo mi canción
como el ave que puede volar,
tan lejos hasta llegar al altar de mi Dios,
y sé que hasta el final Dios será mi razón de cantar,
pues mi voz es talento que Dios me ha querido entregar.//
II
No canto al placer de esta vida,
ni alabo lo que es vanidad,
yo llevo en mi canción salvación para la humanidad.
Cantando voy con mi guitarra
y aquel que me quiera escuchar
tendrá que saber que a Jesús sólo quiero cantar.
CORO:
//Dios de Amor//
Sólo eres tu el Dios de amor
No hay otro Dios fuera de ti
Sin tu poder //para mi no hay amor//
II
Tan solo él nos libra
Nos protege y nos guarda
De todos los males que existen aquí
Por eso le alabo con toda mi alma
Porque me ha dado Jesús dulce calma.
CORO:
No te fíes del mañana, que el mañana no es nuestro.
Cristo hoy te está llamando,
dio su sangre por salvarte en aquella horrenda cruz,
tus errores y pecados el pagó.
No hagas vano su martirio
porque un día darás cuenta ante el grande tribunal
si no escuchas su tierno llamar: Ven a Jesús.
II
Los problemas y tristezas de esta vida terrenal,
han logrado distraerte del tesoro celestial,
ya no sientes la presencia del Espíritu de Dios
y hasta culpas a tu hermano de tu error.
Quizás piensas que eres joven y no buscas al Señor,
te desvías por el mundo despreciando su perdón,
afanado y turbado has dejado de orar,
si la muerte te sorprende a dónde irás?
22. HUELLAS
I
Caminando solitario en una playa,
al mirar al cielo vi con emoción
//Que mis huellas se marcaban// junto a las de mi Señor.
Fue así como me dije no estoy solo,
Jesucristo va conmigo yo lo sé
y aunque a veces en mis días
se marchita mi alegría, Conmigo va el Señor.
CORO I
Huellas de mi Cristo, huellas de mi Dios.
Huellas que me hablan de su inmenso amor.
Ya no tengo dudas el conmigo va,
y en sus tiernos brazos me puede llevar.
II
Muchas veces en momentos de tristeza,
al mirar atrás le dije al Señor
//Veo sólo unas huellas// y las tuyas donde están?
Cuan ingrato me quedé cuando me dijo:
“Hijo de tu lado nunca me aleje,
esas huellas que veías esas huellas eran mías,
porque en brazos te lleve”.
CORO II
Huellas de mi Cristo, huellas de mi Dios.
Huellas que me hablan de su inmenso amor.
Huellas sacro santas que me dan valor.
Huellas que me dicen cuanto me ama Dios.
Ya no tengo dudas el conmigo va
y en sus brazos //me puede llevar//.
CORO:
Dame tu mano, toma la mía Dios amado.
Cuando estoy débil, me hace más fuerte tu poder.
Tu compañía y tu calor divina mano,
me lleva al cielo, donde un día te veré.
II
Riquezas y poder, fama y felicidad rasguñaron mis manos,
tratando de alcanzar lo que podía anhelar como supremo ideal.
Pero el mirarte a ti de pronto comprendí que estaba equivocado,
un mundo descubrí más allá de la cruz donde sangró tu mano.
III
En dónde encontraré refugio sino en ti que eres mi Dios amado,
las olas de este mar rodean sin cesar mi barca al navegar.
Pero Señor en ti confío en gran quietud, si oro me sustentas.
Porque eres tu mi Rey y puedo serte fiel hasta la eternidad.
CORO:
Otra vez, volverá como ayer, el pueblo a adorar.
Y en el templo la gloria de Dios, mayor que ayer será.
Y en las calles de Jerusalén habrá restauración,
y en mi pueblo paz.
II
Concédenos Señor que aún podamos ver,
del polvo renacer, de las ruinas de ayer,
las piedras que quemó el fuego abrasador,
son vidas que el Señor aún puede restaurar.
CORO:
//No sólo mis pies, también mis manos,
mi cabeza también, lávame Señor.
Necesito que me limpies, necesito que me limpies.//
II
Muchas veces como Pedro, también te negué Señor,
y he llorado amargamente al sentirme lejos de tu amor.
//Pero tus ojos tiernos me miraron y me dieron perdón,
sólo por tu amor que es grande, hoy estoy aquí Señor.//
I
Si tan solo tocare sus vestiduras,
CORO:
II
CORO:
Y el enemigo caerá vencido
Caerá ante tus pies.
Y en toda lucha y en toda prueba
Tú podrás vencer.
Si oras ferviente con toda tu mente y tu corazón
Las fuerzas del mal querrán destruirte
Y tu fe herirte pero no podrán.
si pones tu fe en Jesús//.
II
CORO I:
¿Dónde está? ¿el niño dónde está?
Quiero encontrarlo y llevarlo hasta mi hogar.
¿Dónde está? ¿el niño dónde está?
Quiero sentir esas caricias de bondad,
quiero escuchar esa voz tierna,
quiero sentir de su presencia.
Quiero encontrarlo y no dejarlo nunca más.
II
¿Dónde está el niño? ¿el niño, dónde está?
En los negocios del Padre Celestial,
allá en el templo lo pueden encontrar
y nuevamente todo es felicidad.
¿Dónde está el niño? ¿el niño dónde está?
Hermano mío, te quiero preguntar si lo has perdido
y triste tu estás hoy nuevamente lo puedes encontrar.
CORO II:
¿Dónde estás mi Cristo? ¿dónde estás?
Quiero encontrarte y llevarte hasta mi hogar.
¿Dónde estás mi Cristo? ¿dónde estás?
Quiero sentir esas caricias de bondad,
//quiero escuchar esa voz tierna,
quiero sentir de tu presencia.
Quiero encontrarte y no dejarte nunca más.//
CORO:
FA SOL DO La m
Si tu manto yo tocare, seguro estoy que libre seré.
FA SOL DO La m
Si tu manto yo tocare mi alma tendrá el soberano poder.
FA SOL DO La m
Que al mundo has vencido por eso he venido Señor a tus pies
FA SOL DO
Dame Señor tu virtud porque quiero vencer.
II
DO FA SOL
Quiero contarte Jesús que este mundo me presiona más,
DO La m
y seguir tus pisadas día a día me cuesta más.
FA SOL DO La m
Pero la gran multitud no pudo apagar la fe de esa mujer.
FA SOL DO – DO 7
Dame Señor de tu gracia y aumenta mi fe.
II
Puedes cambiar si tú le clamas hoy y derramas tu alma a Dios y tu
corazón, puede cambiar si no escucharas aquel que te acusa sin ver tu gran
aflicción. Entonces dirás yo soy aquella mujer que atribulada fui Dios se
acordó de mí.
Lo que a Dios pedí el me lo dio aquí por eso canto así.
I
Si en esta vida me ha tocado la pobreza,
y si en el mundo un lugar no tuve yo.
//que más me da la sociedad, yo soy feliz junto a mi Dios.
Tengo su paz dentro de mí y eso me basta!//
CORO:
Y sí tuviera que llorar hasta que tenga que morir.
Yo esperaré en aquel que dijo yo muy pronto volveré.
Yo se que el día llegara que al fin mis ojos han de ver
aquel que inmolo en la cruz por mis pecados.
Final:
Yo se que el día llegara que al fin mis ojos han de ver
aquel que inmolo en la cruz por mis pecados.
Yo se que el día llegara que al fin mis ojos han de ver
aquel que dijo yo muy pronto //volveré //
II
En mi camino muchas veces me he quedado,
también la muerte mi mirada visitó.
//Pero Jesús mi amigo fiel su mano nunca me dejó.
Si esta conmigo hasta el final, eso me basta!//
I
Sol Do Sol
Si te sientes muy cansado y tus fuerzas ya te faltan,
Do Sol
y si piensas que no puedes proseguir en tu jornada.
Do-Re Sol
Alza tus ojos a los cielos y contempla a mi Jesús,
Do Re
quien llevó nuestro dolor, en aquella cruenta cruz
Sol
y Él te quiere ayudar.
CORO:
Re Sol
Jesús pasa por aquí y Él te quiere bendecir.
Do Re
Si quisieras recibir abre hoy tu corazón,
Sol
Bendición recibirás.
Re Sol
Y el cielo está abierto, el poder ha descendido.
Do Re
Es la gloria del Señor que se manifiesta hoy,
Sol
su ayuda te dará.
II
Do Sol
Ya no pienses en tristeza, en problemas o aflicción,
Do Sol
pues con Cristo en tu vida siempre habrá consolación.
Do-Re Sol
Si cayeres en flaquezas, puedes tener esta certeza,
Do Re
que Jesús es poderoso, Él es siempre victorioso
Sol
y te quiere ayudar.
39. QUE GRAN AMOR
I
Do
Que grande amor
Fa
Tú nos has dado
Sol Do
Amor sin condición nos has brindado.
Fa
Que tú al morir crucificado
Sol Do
Nuestra redención habías comprado
CORO:
Lam
Amor tan grande amor
Rem
Tú nos has dado
Sol Do
Pagando el precio que yo debía de pagar.
Lam
Tu sangre se derramó
Rem
Lavó nuestras culpas.
Sol
Ahora con gratitud
Do
Te amamos Señor.
II
Fa
Vengan a mirar sus tiernas manos
Sol Do
Que dieron forma al sol y a las estrellas.
Fa
Heridas con dolor por esos clavos
Sol Do
Se extienden con amor para salvarnos.
40. QUIÉN ME APARTARÁ
I
Yo sé que debo aceptar, aquello que has decidido, //yo se que debo seguir//
Yo sé que tu gracia me basta, y que debo seguir avanzando,
y todo lo que has permitido vendrá en beneficio de mí,
¿Quién me acusará se Dios me justifica?
¿Quién condenará si Cristo intercede por mí?
Quién intentará ponerse en mi camino?,
si Dios es conmigo, quién contra mí?
CORO:
Quién me apartará del amor de Jesucristo?,
Tribulación, angustia o desnudez?,
Ni la muerte, ni la vida, ni lo presente, ni lo porvenir,
Nada de eso podrá separarme del amor de mi Dios.
II
Yo sé que el consuelo vendrá cuando llegue al final del camino,
poder con mis ojos mirar, aquello que has prometido.
Estar con aquellos que un día, al irse dejaron tristeza,
con ellos será mi alegría, contigo Señor que grandeza.
Yo quiero llegar a ver tu gloria eterna,
llegar al final, sentir que me llamas Señor,
quién intentará interponerse en mi camino,
si Dios es conmigo, quién contra mí?
41. LLÉNAME
I
Mi vaso, hoy quiere rebosar
de gozo, amor y dulce paz.
Inundado ser por ese Río Santo
que hoy siento correr por todo mi interior.
Si tengo algo en mi corazón,
que impide sentir la comunión,
con el gran poder de tu preciosa sangre
hoy límpiame Señor, Señor hoy límpiame.
CORO:
Y lléname, si lléname con el calor,
con el calor de presencia.
Y cólmame, si cólmame.
Hoy cólmame de tu eterna bendición.
Y lléname y cólmame de tu presencia y bendición.
II
Tus manos cual alfarero,
bien pueden mi vida trabajar
y hacer de mi una vasija nueva
que tu puedas usar según tu voluntad.
42. HOY QUIERO ADORARTE
I
Hoy quiero adorarte a ti, humillarme
y bendecir tu nombre y entregarte todo mi ser.
Ya el mundo dejo atrás, para poder vivir en sincera integridad.
No quiero aceptar las ofertas que me hace el mal
que me invita a renunciar a la vida que tú me das
no apartaré mis pisadas del sendero fiel
que me conducen hacia a ti y hacia la eternidad.
CORO:
Señor Jesús tu eres mi amigo,
nadie me puede dañar si tú vas conmigo,
hasta en el valle de sombra y de muerte
tu determinas mi suerte siempre en ti confiaré y en ti esperaré.
II
Sé que tú eres mi pastor nada me faltará
y en delicados pastos me harás descansar.
Más cuando rendido esté tu me confortarás y aliento me infundirás.
Aunque pecador indigno de tu santo amor
lavado yo fui así por tu sangre carmesí
el acusador ya no puede alejarme de ti
eres tú mi salvador mi buen redentor.
43. CUAL ES TU ENEMIGO
I
Cual es la lucha que enfrenta tu vida,
y cual el enemigo que te hace sufrir,
escucha bien la historia que llevo en mi memoria y hoy traigo para ti.
Es sobre un pueblo elegido, que estaba esclavizado en la tierra de Egipto,
pero un día Dios ordena que tienen que ser liberados
y con gozo emprenden el nuevo camino a la Tierra prometida.
Pero al salir al desierto por Dios fueron probados
y sus fuerzas flaquearon porque de Dios dudaron
y no entiendo porque si el mostraba su poder.
Si una nube de día y fuego de noche su camino marcaban
y el sendero alumbraba si al llegar al Mar Rojo
este se abrió en dos y el pueblo en seco pasó.
CORO:
¿Cual es tu enemigo?, ¿quien amenaza tu vida?,
¿Cual es el ejército que viene tras de ti?
Mejor mira adelante que hay un Dios potente
marcando el camino y el peleará por ti,
marchemos con gozo que hay una tierra en el cielo esperando está.
II
No desanimes arriba mi hermano,
ya no pases más tiempo llorando en tu desierto,
no sirve lamentarse ni tanto reclamarle a Dios porque hay problemas.
Quizás ya estás dudando, por dolor atormentado solo ves a tu enemigo,
que te viene intimidando y el mar ya se está acercando
y no encuentras salida y el fin de tu vida se aproxima en este día.
Mas yo te digo confía la victoria es segura,
por mas grande que sea la prueba en tu vida,
hoy olvida quien viene alcanzándote detrás,
y recuerda que sirves a un Dios que es mas grande
que ha vencido en la cruz a tu enemigo gigante.
Sólo aumenta tu fe en ese Dios de poder y así su gloria verás.
44. SIGO DE PIE
I
El dolor que hay en mí, el que me hace llorar,
y hasta me hace creer, que a mi lado no estás.
Necesito sentir, de tu mano el calor,
tu presencia en mi, me infunde valor.
Porque debo seguir esperando que un día del cielo,
mi respuesta vendrá y el dolor y al angustia allí terminarán.
CORO:
Porque sigo de pie, hasta el alba yo lucharé.
Yo no te dejaré, quiero oír esa voz, hoy te bendeciré.
Tu rostro quiero mirar, mi alma libre al fin será,
ya la noche pasó y el sol alumbró, puedo verte Señor.
Porque sigo de pie.
II
Ya el triunfo alcancé, pues Jesús me ayudó,
nuevas fuerzas tendré y se que yo venceré.
Necesito tener, en mi vida el poder,
y tu mano tomar y poder avanzar.
Porque debo seguir, el camino que Dios me ha trazado,
terminar mi carrera y aunque vengan las pruebas lucharé hasta el final.
45. NECESITO DE TI
I
Muchas veces me pregunté que quieres de mi Señor,
si estando en luchas y pruebas mi vida, quise seguir.
Pero no pude Señor, soy muy débil, necesito de ti
y ahora no sé que debo cambiar para poder continuar.
CORO:
Necesito de ti para seguir, yo quiero alabarte,
también adorarte, quiero seguir.
“Necesitas de mí, debes seguir, yo quiero limpiarte,
también perdonarte, quieres seguir. Yo estoy junto a ti.”
II
Ahora comprendo Señor, que quieres de mí, pues no entendía cuanto me
querías, hoy te siento en mí, y ahora puedo continuar mi vida, junto a ti.
Señor me has librado, también perdonado y hoy puedo seguir.
46. CORITOS
//Cuando tu estás aquí, veo tu mano, veo tu mano obrar en mí//
//Los cojos andan, los mudos cantan, los ciegos ven cuando tu estás aquí//
CORO:
Quédate no te vayas, en esta noche ven a posar.
Quédate, forastero la noche ya viene, el día se va
Entra en mi aposento, si solo y vacío se encuentra hoy
Llénalo con tu presencia bendito Señor.
II
En el camino le cuentan de su tristeza
Que han matado al Cristo, el Mesías, El Señor
Y Jesucristo les dice era necesario
Que el hijo del hombre muriera en la cruz por el pecador
Y llegaron a la aldea y se quiso marchar.
CORO:
Quédate no te vayas, en esta noche ven a posar.
Quédate, forastero la noche ya viene, el día se va
Entra en mi aposento, si solo y vacío se encuentra hoy
Llénalo con tu presencia bendito Señor.
Coro I:
FA SOL
III
SOL Lam
Si en la prueba ha faltado tu fe y amor
FA SOL DO- DO7
y tus hechos han negado al Señor.
FA SOL DO Lam
Si te sientes acusado porque sabes que has fallado,
FA SOL DO- DO7
Jesucristo hoy te ofrece su perdón.
Coro II:
FA SOL
Ya no estés triste te ha mirado,
DO Lam
tu amargura se ha llevado.
FA SOL
Y si en algo le has fallado
DO Lam
en la mar lo ha sepultado.
FA SOL DO- DO7
Desde hoy en adelante serle fiel.
50. EL PODER DE MI GRAN DIOS
Do
En los tiempos de Moisés
Sol
se encontraba Israel atrapado frente al mar
CORO:
Sol
El poder de mi gran Dios nadie lo igualara.
Do
¿Quién otro como Jehová, en poder y santidad?
Do7 Fa
Este canto se escucho a la otra orilla del mar
Do
pues el pueblo había pasado
Sol Do
y el Mar Rojo sepultaba los carros de Faraón.
I
Soy un enfermo que han traído
a orillas de este camino a buscar mi sanidad.
Pues me han contado que el que pasa
a todos les da esperanza y un nuevo corazón.
Dicen que es de Galilea,
que recorre las aldeas, derramando su poder,
y aunque no merezco lo que quiero,
yo se bien que Él ha venido escuchará mi petición.
CORO:
II
Hoy mi ser a ti ha llegado
porque soy necesitado, y carezco de amor.
Pues me han contado que el que pasa
es la fuente de esperanza, para todo pecador.
Hoy reconozco mis errores
te pido que me perdones y me llenes de fervor.
Hoy reconozco mis errores
yo se bien que tu has venido y escucharás mi petición.
52. EXAMINANDO
I
Examinando toda mi vida, yo he notado,
que muchas veces mi buen Jesús yo te he fallado.
Tu dulce amor, lleno de gracia, tus tiernas manos,
todos los días aún en mi error, siempre han estado.
Tu fiel Palabra, que con ternura me amonestaba.
Y tus promesas que al cielo siempre me trasladaban.
CORO:
He aquí, yo vengo pronto.
Y el que venciere será vestido de ropas blancas.
Y no borraré su nombre del libro de la vida.
He aquí, yo vengo pronto.
Y el que venciere será vestido de ropas blancas.
Y confesaré su nombre delante de mi Padre.
II
Señor Jesús, guarda mi vida de la corriente
que este mundo trae a mi vida constantemente.
Y no permitas que me desvíe de tu camino,
porque yo quiero cuando tu vengas irme contigo.
FINAL:
He aquí, yo vengo pronto.
Retén lo que tienes para que ninguno tome tu corona.
53. LA SENDA ESTRECHA
I
Tal vez estás cansado de luchar,
decepcionado y te sientes derrotado.
La angustia te oprime el corazón,
no encuentras la razón para seguir viviendo.
La senda es estrecha y escabrosa,
con cardos y espinas que te rozan.
Jirones de tu vida vas dejando.
//Pero presta atención, escucha por favor:
Jesús te quiere hablar.//
CORO:
“Hijo mío, por qué piensas que de ti yo me olvidé.
Fue tan grande el castigo que por ti yo soporté.
Si yo di toda mi sangre fue para que seas feliz.
//Hijo mío no lo olvides quiero verte sonreír.//”
FINAL:
Hijo mío, no lo olvides //que mi vida di por ti.//
II
Quizás estás cansado de esperar
que nubes de pavor se aparten de tu lado.
La pena no te deja ver la luz de Cristo junto a ti
brindándote sus manos.
Te llama con voz dulce el buen pastor,
curando tus heridas con amor.
Su sangre limpiará todo pecado.
//Al cielo volarás, Jesús te llevará y ya no llorarás//
54. BENDICE ALMA MÍA
I
Bendice alma mía a Jehová
y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Por que olvidar beneficios que de Él alcancé
cuando enfermo su mano de amor de mi no apartó.
Si mi maldad perdonó, y mis dolencias sanó.
Estaba en un pozo y Él con ternura me rescató.
CORO:
Me coronó de favores y misericordia.
Ha saciado mi boca de bien
y es por eso que mi alma le alaba.
//Me elevó hasta la peña y allí me cuidó
renovando mis alas para volar.
Prolongada mi vida el tiempo que sea le voy ha alabar//
II
Alaba alma mía a Jehová
y eleva canciones a Él, a su santo nombre.
No olvidaré los momentos de gracia y poder
cuando el quebranto y el abatimiento de mi se adueñó.
Mas como el águila soy, que eleva sus alas
y ve el sol de justicia aunque halla en la tierra tristeza y dolor.
55. VAGASTE
I
Vagaste por este mundo buscando libertad
Placeres, amigos no pudieron te saciar
Sin Cristo tú nunca serás feliz
Sin Cristo no conseguirás triunfar.
CORO:
La vida sin Jesús es una vida triste y sin paz
Si vienes hoy a Dios él cambiará tu vida y te dará
La paz que tú no encuentras hoy
Y ríos de agua viva //correrán por tu interior//
II
Los días van pasando, tú buscas la verdad
Tristezas, decepciones encuentras por doquier
Jesús de Nazaret es la verdad
En él tan solo encontrarás perdón.
CORO:
Cuando esto suceda erguíos mis siervos
//Levantad vuestras cabezas
porque vuestra redención
está presta por llegar//.
II
Se escucha el clamor he aquí que Él viene
Es la media noche los segundos vuelan
Hacia Armagedón.
//es tiempo de ayuno, tiempo de oraciones
de arreglar las vidas para irnos con Él//.
57. LOS HÉROES DE LA FE
I
Me faltaría el tiempo para poderles contar
De aquellos hombres de ayer,
Que muy valientes batallaron por la fe
Y alcanzaron promesas que jamás se olvidarán
Y ni el fuego ni el mar los pudo detener.
CORO:
Por esa fe aquellos conquistaron reinos para Dios
Y de los cuales yo sé que el mundo nunca digno pudo ser
Por esta fe otros sufrieron vituperios y dolor
Y no dudaron jamás fueron valientes hasta el fin
//Por esta fe que hoy tú puedes alcanzar
Por esta fe que lleva vida eterna//
II
Y anduvieron errantes sin tener aquí cuidad
Porque anhelaban aquella cuyo arquitecto es el Señor
Y saludaron de lejos la morada celestial
Y con nosotros también un día reinaran.
58. SIERVO
1. EL CARPINTERO
CORO:
¡No!, no puede ser maldito aquel que en su dolor,
exclama con un grito: “Perdónales Señor,
Perdónales sus faltas, no mires su actuación,
de ellos ten compasión”.
II
Sed, sed tengo de un amigo, sed tengo de amor.
Sed tengo que un humano tenga comprensión.
Que acepte esta sangre que derramando estoy, por su salvación.
No, no puede dar un paso y cae por el camino.
Recibe un latigazo sobre su cuerpo herido.
No puede avanzar se escucha solo un grito:
“Levántate maldito”
CORO II:
//¡No!, no puede ser maldito aquel que en su dolor,
exclama con un grito: “Perdónales Señor,
Perdónales sus faltas no mires su actuación,
de ellos ten compasión”.//
64. LA FUENTE
I
Jesús es la fuente de vida, Jesús es la fuente de amor.
Y todo cansado y sediento en Él puede saciar su sed.
No debes pagar ningún precio si quieres de ella probar;
su puerta abierta espera, amigo no pierdas el tiempo,
acércate a Él sin tardar.
CORO:
Él es la fuente de vida y amor.
Es manantial de agua viva y poder,
Al alma triste consuela y renueva
si de su agua acepta beber.
En este mundo no busques amigo,
en los placeres no lo encontrarás,
y si de ella hoy mismo tomares
serás saciado y descanso tendrás.
II
El mismo dejo su enseñanza,
sus bellas palabras que habló.
Allí al pasar por Samaria con una mujer platicó.
Habló de ese agua de vida
que tiene para el pecador
que vive agobiado en los vicios
y busca de Él paz y calma.
Jesús es la fuente de amor.
RECITADO:
Porque le era necesario a Jesús pasar por Samaria, allí junto al pozo
de Jacob, tenía que ofrecer del agua de vida a aquella mujer que
adoraba lo que no sabía. Hoy te damos gracias Señor porque aquellas
palabras llegaron hasta lo más profundo de nuestro corazón, porque
por tu palabra somos bienaventurados, porque aún sin haberte visto,
hemos creído en ti, fuente de vida y de amor.
65. SI VIVO
I
Si vivo es porque tu vives,
soy salvo pues tu me salvaste.
Si canto, tu me diste alegría,
si ando, tu me levantaste.
Es tengo mil razones que declaran tu grandeza.
Lo que soy, lo tengo, te lo debo a ti.
CORO:
Te lo debo a ti,
que viniste a morir para darme alegría.
Tu cargabas la cruz, tu sufrías por mi,
tu pensabas en mi.
Tu viniste a cambiar mi tristeza en canción
y mis noches en día.
Si hoy tengo un lugar,
si me espera un hogar te lo debo a ti.
II
No tengo recuerdos amargos,
porque todo Señor por amor lo has llevado.
Aquello que fue de mi vida es historia,
de tu fidelidad solo tengo memoria.
Es tengo mil razones que declaran tu grandeza.
Lo que soy, lo tengo, te lo debo a ti.
66. CAMINO DEL MAR
I
Camino del mar, por la otra ribera, antigua ciudad
de un pueblo de barcas y humildes pesqueros.
De triste mirar, de ojos cargados de sueños,
de rostros curtidos por el viento frío,
de hombres sencillos como Andrés y Pedro.
La brisa invernal sopla suave en la playa
y por el arenal muy lento camina Jesús el Maestro.
En la soledad contempla aquellos obreros
que arreglan sus redes gastadas del tiempo
son Juan y Jacobo hijos de Zebedeo.
CORO:
El hijo de Dios. El verbo hecho carne.
Sandalia en sus pies transitó Galilea.
Su luz alumbró al pueblo asentado en tinieblas,
como lo anunciaba de antaño el profeta:
al fin llenará de su Gloria la tierra.
Recitado:
Así comenzó su ministerio Jesús, el hijo del carpintero.
Tan humilde, pero en Él estaba la vida,
en Él estaba el amor, en Él estaba el perdón.
II
Les dijo: “os haré pescadores de hombres”.
Se escucha su voz, retumba su eco por toda la costa.
Y ella también en el corazón de Andrés y Pedro,
de Juan y Jacobo que allí le siguieron,
que dejaron todo por ser mensajeros.
Grande multitud de afligidos y enfermos
acuden a él en busca de auxilio, en malos momentos.
Mas con su poder liberta y transforma las vidas,
llevando del pueblo todas las dolencias.
Predicando el Santo Evangelio del Reino.
67. DIOS ES ASÍ
I
¿Cuántas veces corriste cuando Dios te estaba llamando?
¿Cuántas veces dijiste ocupado estoy?
Fueron los días, los meses y también los años.
Pero siempre esperando a que tú regresaras.
CORO:
Es que Dios es así, siempre ama hasta el final.
Es que Dios es así, es su forma de ser.
Siempre ama hasta el final, siempre ama hasta el final.
Es que Dios es así, no lo puedo entender. (Repite Coro2)
II
Nunca reprochó que tú le negaras.
Fueron muchas las veces que tú le fallaste.
Pero Él todos los días a ti regresaba,
deseando cuidarte, esperando ayudarte.
72. MI ABOGADO
I
Un día en los cielos, estará mi alma frente al tribunal.
El juez será el Dios eterno, el Rey de los cielos quien todo creó;
Estarán todas mis faltas, todos mis errores que me acusarán,
//Pero estará mi abogado, el crucificado por mi abogará//
CORO:
En la cruz del calvario, yo todo he pagado por el pecador.
“Y éste que han acusado en mí ha confiado” dirá el Señor.
Y al terminar el juicio, el Juez majestuoso dirá con amor:
“Por ese sacrificio, que hizo mi Hijo, oye pecador,
Tú entrarás en la gloria a gozar por siempre del reino de Dios”.
79. AUMÉNTAME LA FE
I
Es pues la fe: la certeza de lo que se espera,
la convicción de lo que no se ve.
Sin fe es imposible agradar a Dios.
Por gracia somos salvos. Por medio de la fe
Escucha oh Dios mi ruego: Auméntame la fe.
CORO:
Auméntame la fe y milagros veré.
Cada día Cristo dio su ser explícamelo Señor.
Auméntame la fe y que en mi puedan ver,
//que yo sirvo a un Dios eterno y fiel,
lleno de gracia y de poder.//(Repite al final)
II
Si tu fe, como un grano de mostaza fuere
montes moverás. Por fe el justo vivirá.
Por gracia somos salvos. Por medio de la fe
Escucha oh Dios mi ruego: Auméntame la fe.
80. TRAYENDO CONSUELO
I
Elías pedía y Dios respondía, fuego y lluvia del cielo cayó.
Y cuando estuvo triste, Dios le consoló,
y en un torbellino, y en carro de fuego, al cielo voló.
Si tu quieres que Dios te responda, mira hacia el cielo,
verás a un Dios grande,
que nunca está ausente, que siempre está atento.
Si estas triste, cansado y sin fuerzas, tirado en el suelo,
hoy siente que Dios ha enviado su ángel, trayendo consuelo.
CORO:
Trayendo consuelo ha venido Jesús.
Para el alma triste y llena de dolor.
Para aquel que no entiende lo que sucedió, y solo hay preguntas.
Él puede entender si sufriendo estás,
él sabe de muerte y de soledad.
Mira hacia adelante, lo mejor está aquí,
un gran triunfo te espera.
Porque lloras, si de aquí pasarás a un servicio más alto.
Porqué lamentas creyendo perder, si al final has ganado.
Él puede entender si sufriendo estás,
Él sabe de muerte y de soledad.
Mira hacia adelante, lo mejor está aquí,
un gran triunfo te espera.
II
Ya siento alegría, Dios me consoló.
Y siento el fuego del cielo que arde, en mi corazón.
No existen preguntas, porque sucedió,
mas veo la gloria y la lluvia cayendo del cielo bajó.
Si tu quieres que dios te responda, mira hacia el cielo.
Verás a Jesús que con autoridad, hoy te dice no llores.
Si tu quieres tener fortaleza, hoy come y bebe,
Que largo camino de pruebas tendrás, mas el cielo te espera.
81. EL BUEN SAMARITANO
I
De Jerusalén salía, un hombre se disponía descender a Jericó.
Caminó por el camino buscando aquel destino, pero algo sucedió.
Fue apresado por ladrones, hombres que sin corazón
le golpearon sin piedad, le robaron
y su cuerpo quedó tendido y envuelto
en un terrible dolor.
Cuando la agonía llegaba un sacerdote pasaba pero no se conmovió.
Pasó también un levita, que le importó más su prisa que el dolor de aquel varón.
Pero algo muy extraño sucedió allí mi hermano, pues el socorro llegó.
Era un samaritano, el cual con sus propias manos las heridas le vendó.
Puso aceite, puso vino y llevó al afligido a cuidar en el mesón.
CORO:
Pasa por aquí, samaritano, pasa por aquí, Jesús amado.
Quiero que vendes mi herida y que en este mismo día
por mi cuerpo hagas correr,
//de ese aceite de ese vino para que por el camino
ya no vuelva a descender//
II
Cuando llegó al mesonero, le entregó de su dinero y así le encomendó:
Cuida bien de este herido, que de lejos lo he traído, trátalo con mucho amor.
Que en mi segundo regreso, pagaré con un gran precio lo que demás el gastó.
Es Jesús querido hermano, este buen samaritano que hasta la iglesia llegó.
A curarnos con aceite y en su sangre tiernamente,
limpiar nuestro corazón.
82. DIOS, TE EXALTO
CORO:
II
CORO:
II
Renunciar es volver a empezar, es dejar no volver a fallar,
para servir a mi rey,
Es tomar la armadura y pelear, y vencer toda hueste del mal,
para servir a mi rey,
Es, decirle que no al enemigo y así poder resistir,
El que anhela verte vencido tendrá que huir.
88. LA TROMPETA
I
Yo se que pronto volverá. Si, ese día esperaré;
Cuando en los cielos se oirán,
todos los fieles de la tierra.
La muerte ya no existirá, y sé que ya no sufriré;
Ya divisa la mañana, de aquel día jubiloso,
en que vuelves otra vez.
CORO:
Una trompeta sonará, como un estruendo en el cielo.
Anunciándole a la novia que la boda empezará.
Y ese día cantaran, los redimidos de la tierra,
los que fueron perdonados, por la sangre de Jesús.
II
Si estas cansado de luchar, quizás se terminó tu fe,
recuerda aquel que prometió que pronto habría de volver.
No te detengas a pensar, pronto la noche pasará.
Sigue adelante peregrino, que Jesús está contigo,
y pronto te viene a buscar.
(Final repetir 2 veces)
89. POR QUÉ ESTÁS TAN TRISTE
I
Has pensado un momento,
que Dios más grande tenemos.
No existen barreras que le puedan detener.
No tiene principio, no tiene fin.
Acaso hay alguien puede
retenerle un momento cuando nos dice:
“Yo te bendeciré”.
CORO:
¿Por qué, estás tan triste?,
¿Por qué, estás llorando?,
¿Por qué teniendo a un Dios tan grande?
¿Por qué sangra la herida de tu corazón?
II
Has pensado un momento
que Dios más grande tenemos,
no hay batalla en el mundo que lo haga retroceder.
Del cielo manda fuego, enmudece el mar.
En su nombre podemos
caminar sobre las aguas, sanar a los enfermos
como lo hizo Él.
90. LA MUJER ENCORVADA
I
Encorvada y prisionera,
de ninguna manera se podía enderezar.
Sola, triste y sin consuelo,
con la vista hacia el suelo se la podía mirar.
Hasta que la vio Jesús y llamándola
con voz de autoridad, estas palabras le habló:
“Eres libre de tu enfermedad” y el milagro recibió.
CORO:
Eres libre de tu enfermedad.
Ahora podrás mirar el rostro de quien te sanó.
Eres libre de tu enfermedad.
Ya no andarás más encorvada sino que erguida,
glorificando siempre a Dios,
porque en ti hoy se fijó,
con su mano te tocó, su poder te libertó.
II
Cuánto tiempo hace que esperas
que ligaduras se corten y poderte enderezar.
Elevar tu vista al cielo
y cantar alabanzas al que tiene autoridad.
Porque un día él te vio
y llamándote te ofreció la libertad.
La paz él te dio y te dijo:
“Eres libre nueva vida tienes hoy”.
91. AURORA CELESTIAL
I
Cuando vi la aurora celestial que iluminó mi ser.
Renació en mi alma la esperanza
de beber del agua de vida,
fresca y cristalina que a raudal fluía allí,
por el manso río del amor de Cristo donde le encontré.
CORO:
Y fue la aurora celestial que iluminó mi corazón.
Por esa obra puedo yo cantar así
y hacer su voluntad, caminaré en su luz.
//Hoy mi alma le canta y esa es la esperanza que vivo por Él.//
II
Aguardo con ansias el contacto entre los salvos.
Cuando la jornada en breve tiempo al concluir,
y ser preservado de la cruel tragedia
que le aguarda al mundo aquí.
Que es la consecuencia de no haber amado la senda del bien
CORO:
Lluvias de bendición a la tierra llegó
y a la voz del profeta el agua cayó.
//Clama hermano la lluvia se acerca,
sentirás que tu ser se refresca.
Tu presencia Señor, es un río en mi corazón.//
II
Lluvias que descienden del cielo son enviadas por ti,
para un pueblo que anhela
y que espera lluvias de bendición,
lluvias que dejarán consolación.
Oh Señor cuánto tiempo ha pasado
que en mi vida no hay ríos. Pues se han ido secando.
Hoy te espero humillado si tu quieres
hoy mismo derramar de tu Espíritu que venga con fuego santo.
CORO II:
Hoy te espero Señor. En mi vida hay dolor,
hay tristeza, hay llanto y desolación.
//Pero hoy puedo estar en el santo lugar.
Tus promesas nos dicen que allí estarás.
Tu presencia Señor, es un río (que fluye) en mi corazón.//
93. PRECIOSA GRACIA DEL AMOR DE DIOS
I
Alguna vez sin razonar en transgresión caí.
Quise hallar las cosas que el mundo da valor.
Al intentar volver a Cristo el mundo me atrapó.
Mas mi Jesús al acercarse me levanta con piedad,
Me da perdón.
CORO:
Preciosa gracia de amor de Dios.
Que en Jesús hay salvación, hay compasión.
En la cruz al dar su vida se entrego en mi lugar.
Hoy ya soy libre, fui perdonado.
Preciosa gracia de amor.
II
Recibo alivio de Jesús postrado en oración.
Me dice lo que debo hacer, me rodea con sus brazos.
Al acercarse vi en sus manos las marcas de mi maldad.
Y comprendí que mi pecar rompió su corazón.
FINAL:
Fue en la cruz que al dar su vida se entrego en mi lugar
Hoy ya soy libre, fui perdonado
Preciosa gracia //de amor//
94. SÓLO UN POCO MÁS
Paso tras paso es azotado ni una queja se ha escuchado ¡Qué gran Amor!.
Paso tras paso es injuriado duramente castigado pero no habló ¡Qué gran Amor!
II
Sus ojos han sido vendados porque no han soportado el reflejo de su amor.
Manos y pies han perforado, duros clavos le han clavado ¡Cuánto dolor!
Manos y pies han traspasado y su sangre derramado ¡Cuánto dolor!, ¡Qué gran
Amor!
III
De cierto os digo que hoy conmigo gozarás del paraíso por la eternidad.
De cierto os digo que hoy conmigo estarás en las moradas por la eternidad ¡Qué
gran Amor!
IV
Agua y sangre ha derramado y nació para mi alma la Salvación ¡Qué gran Amor
el del Señor! Amén.
96. SE MARAVILLABAN (Música)
I
Como el ave peregrina, hoy yo vivo en esta vida.
Entre el mundo y su montaña
de problemas y afanes por doquier.
Mientras tanto tengo en Cristo roca fuerte y mi castillo;
Un seguro escondedero en el tiempo de angustia y aflicción.
CORO:
Cuando viene la tormenta tempestuosa de la prueba
y a mi vida con violencia ella quiere sacudir,
remontado en las alas del amor y la esperanza
yo me elevo a las alturas por la fe en oración.
Y de allí feliz regreso, aferrado en los brazos,
de la paz de Jesucristo mi eterna salvación.
II
Ella ve pasar los días en su nido temporario.
Busca abrigos y alimentos, se renueva el invierno llegará.
Yo también en esta tierra de paso estoy viviendo.
El Señor es mi sustento, su palabra me hace rejuvenecer.
III
En lugares escondidos tiene siempre su guarida.
Escapando de la vista del terrible y acechante cazador.
Como el ave peregrina también esta mi vida escondida
en la herida, el costado traspasado del Señor.
I
¿Quién midió en el hueco de su mano las aguas y los cielos?
¿Quién juntó el polvo de la tierra con sus dedos?
¿Y quién le enseñó?
CORO:
//Incomparable es nuestro Dios.
Incomparable es nuestro Dios.
Todo lo puede, todo lo sabe, todo lo puede hacer.//
II
¿Quién logró que nuestra boca se llenara de risa y de alabanza?
¿Quién nos dio la fe para creer que un imposible en Él es posible?
FINAL:
//Éste es el Dios, el que nos cuida.
Éste es el Dios, el que nos guía.
Es nuestro Dios y como Él no hay otro igual.//
100. RAYO FUGAZ
Como un rayo fugaz
que se pierde entre la oscuridad.
Como un gran manantial, calma completamente mi ser.
Así es el amor, de mi hermoso Señor.
Él es brisa del mar,
el rocío del mañana. Es la miel del panal.
Medicina y es cura hasta mi enfermedad.
Así es la grandeza del amor de Dios.
Por favor nunca digas que Dios
te ha desamparado.
Si supieras que es sólo su amor
el que te ha sustentado.
Ámale, como a nada en el mundo, búscale.
En el gozo y la pena, escúchale.
Sólo él puede ayudarte
cuando tu alma gime.
Y exáltale cuando nadie en Dios crea, tú adórale.
A mi Dios de la gloria, cántale
Que después de la prueba el sol brillará.
Y levántate, en el nombre de Cristo Anímate.
Pronto viene a buscarte, esfuérzate.
Seca ahora tus lágrimas
y ven a alabar al Dios de Israel.
Al dueño de tu vida, Jehová Jireh.
Al que todo lo puede, ven a Él.
Que todos tus vacíos los puede llenar
El amor de mi Dios.
I
Cuan sublime es el amor, el que no mide distancia.
Como suave brisa llega y te llena el corazón.
Él es quien te fortalece, con su diestra te sustenta.
Salvación para el perdido, agua fresca al peregrino,
galardón del vencedor.
CORO:
Es el amor de Dios, el que llena nuestras vidas,
Él que cura las heridas, esas que te hacen llorar.
Te da su mano, como Él no hay otro amigo,
no te deja en el camino siempre a tu lado Él estará.
II
Es la angustia o la prueba lo que te tiene afligido,
el viento sopla contrario y no te deja avanzar.
Pero no te desanimes, que Jesús hoy ha traído
a tu lámpara el aceite.
Oh soldado sé valiente, él te puede levantar.
CORO II:
Es el amor de Dios, el que llenará tu vida,
Él te curará la herida y ya no vas a llorar.
Te da su mano, como Él no hay otro amigo,
no te deja en el camino, siempre a tu lado Él estará.
Final:
Es el amor de Dios, el que llenará tu vida,
Él te curará la herida, siempre a tu lado Él estará.
I
En las noches largas o en el frío invierno,
hay un compañero que a tu lado está.
Cuando el sol calienta o en la cruel tormenta
este compañero no te va a dejar.
Sana tus dolencias, perdona tus faltas
y de tentaciones te sabrá librar.
¡Oh que lindo es pertenecer a Cristo!
¡Oh que lindo es pertenecer al Señor!
CORO:
Pronto la noche pasará, también las pruebas cesarán,
pero entre tanto quiero yo con el estar.
Con todos quiero compartir que soy feliz junto a mi Rey,
que ya no puedo yo vivir sin mi Jesús.
II
El pan cotidiano Dios pondrá en tu mesa,
tus necesidades Él las suplirá.
Mil caerá a tu lado, diez mil a tu diestra,
pero a tu vida no podrá llegar.
Todos tus cabellos los tiene contados
y hasta el fin del mundo con nosotros está.
¡Oh que lindo es pertenecer a Cristo!
¡Oh que lindo es pertenecer al Señor!
106. Y SI VINIERA HOY…
I
Anoche después que salí del templo sentí mucha pena,
al ver que mi cuerpo estuvo presente pero mi alma no.
Entonces llorando (por el camino) miré las estrellas
y vi la distancia que había de mi alma a mi Señor.
Llegando a mi casa entré en mi cuarto y doblé mis rodillas
con mi alma angustiada miré hacia el pasado con muco dolor.
Pasé tantas veces sentada en la iglesia oyendo mensajes,
que tiempo perdido pues no he obedecido tu ley mi Señor.
CORO:
Y pienso angustiado si en horas más tarde llegara la muerte
a buscar mi alma y yo en la iglesia sin seguridad.
Mas ahora yo entiendo que ser un creyente es vivir con Cristo
encontrarse hoy mismo con plena certeza de la eternidad.
FINAL:
Y ahora yo afirmo si en horas más tarde llegara la muerte
a buscar mi alma yo respondería: ¡Heme aquí, Señor!
Pues he comprendido que cosa terrible es ser condenado
si Cristo me ofrece tan sólo por gracia su gran salvación.
II
Por eso es que ahora prometo ya nunca ser sólo apariencia
que causa vergüenza a tu nombre santo mi Señor Jesús.
Pues hoy reconozco que anduve en tinieblas ante tu presencia.
Si tu me perdonas no seré ya el mismo, yo he de ser luz.
107. EL LEPROSO
I
Un hombre leproso se acerca a Jesús meditando,
Es tanta la pena que lleva por su enfermedad.
“He oído que sanas a muchos sin nada cobrarles,
He oído que haces el bien donde quiera que vas.
Por eso te ruego que escuches mi humilde plegaria:
Si quieres Señor, límpiame”
CORO:
///Quiero/// curar tus heridas.
Quiero curar tus heridas, calmar tu dolor.
///Quiero/// que tu tengas vida.
Quiero limpiar el pecado de la humanidad.
II
De pronto un poder muy extraño recorre su cuerpo.
No sabe otra cosa que hacer, mas se pone a llorar.
Sus manos que ayer eran sucias ahora son blancas,
Limpiadas han sido por ese poder celestial.
Por eso mi hermano que ahora te encuentras enfermo,
Ten fe que mi Cristo está aquí y Él te quiere sanar.
108. INMOLADO FUE
I
Ciertamente llevó nuestras enfermedades,
sufrió nuestros dolores, Cristo el Redentor.
INTRODUCCIÓN
II
Por sentencia jurídica fue su muerte en la cruz,
era imprescindible para nuestra redención.
Fue el gran sacrificio aceptado por Dios,
se sentó a la diestra del trono de Dios.
RECITADO:
I
El amor de mi Jesús me ha colmado el corazón.
Por su gracia vivo hoy otra vida.
Fue su muerte en la cruz que limpio mi corazón.
Esa sangre derramada, que me trajo redención.
CORO:
Porque tan grande fue su amor,
que llegó hasta la Tierra a cargar con mi dolor.
Se ha llevado la miseria.
Realmente ahora libre soy, siento paz dentro del alma.
Su promesa me dejó: Pronto vengo, recuérdalo.
II
Como poder olvidar lo que Cristo hizo por mi,
si ese era mi lugar, mi destino.
Hoy disfruto de su paz, la que Cristo conquistó.
En el Monte del Calvario, mis pecados enterró.
III
Cada día al despertar con mi pobre corazón
voy buscando a mi Jesús que Él me ayude.
Y allí con su amor nuevas fuerzas Él me da
para enfrentarme al mundo y llegar hasta el final.
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de
Dios y no de nosotros, que estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros
más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no
destruidos.”
II
Hermano querido Él te está esperando para trabajar.
Hoy dale tu mano, toma el arado sin mirar atrás.
Levanta tu cabeza, deja la tristeza. Hay que continuar.
//Oraré por ti hermano querido, el Señor del cielo sane tus heridas//
113. CUÁNTAS VECES
I
Cuántas veces estuve a tu lado y tú no me escuchaste.
Cuántas veces te sentiste solo y tú no me llamaste.
Con problemas, con luchas y sin fuerzas tú te quedaste,
no miraste al cielo ni a mí, para que te ayudase.
Pero yo te amo tanto hijo mío y quiero ayudarte.
Hoy extiendo mis manos hacia ti para poder levantarte.
CORO:
Yo soy Jesús que hago lo imposible
aunque el hombre diga lo contrario
Yo soy aquel que levanto tus manos.
No hay enfermo que no haya sanado.
Yo soy Jesús no temáis estad firmes,
mira la salvación que yo te he dado,
que yo te he dado. Yo soy Jesús.
II
Hoy que estoy a tu lado hijo mío quiero decirte
que mi mano se ha extendido para restaurarte.
Ten confianza en el salvador, no te dejará.
Porque Él es Señor de Israel y a tu lado estará.
Pero yo te amo tato hijo mío y quiero ayudarte.
Hoy extiendo mi mano hacia ti para poder levantarte.
CORO:
Hoy yo con los santos quiero morar.
Hoy con Jesucristo quiero vivir
en las moradas que tu te fuiste a preparar.
II
Mi Jesús en el Calvario dio su vida por nuestras almas.
Hoy hermano ama la iglesia como Cristo nos enseñó.
Él viene pronto para llevarte a las moradas que prometió.
115. TRIUNFO
I
Triunfo es el lema del cristiano. Triunfo es el muro derribado
Triunfo es el gigante ya vencido. Triunfo es el que nos da Jesús.
Triunfo es vencer al pecado. Triunfo es sentirse ya limpiado.
Triunfo es sentirse perdonado. Triunfo es el que nos dio Jesús.
CORO:
Cuando en la cruz entregaba su vida
por ti Él lo hacía, por ti Él vencía.
Te limpió y echó tu pecado en el fondo del mar.
Preparó una morada en el cielo por ti.
Si eres santo allí entrarás
cuando venga Jesús a la tierra a su iglesia a buscar.
II
Triunfo es Jesús resucitado. Triunfo es el pacto renovado.
Triunfo es la muerte ya vencida. Triunfo es el que nos dio en la cruz.
Triunfo es perdonar a tu hermano. Triunfo es sentirte libertado.
Triunfo es cantar que ya he vencido. Triunfo es el que nos dio Jesús.
116. JESÚS NAZARENO
I
Camina Jesús al Calvario cruel
llevando la cruz que pesada es.
La gente lo ve pasar y comienza a llorar.
Jesús Nazareno al Gólgota va.
CORO:
Sus manos clavaron y sus pies traspasaron esos clavos
por tu salvación querido hermano.
Su costado fue traspasado y su sangre ha derramado
para perdonar hoy tus pecados.
“Como en aquel día que llegó María al sepulcro y vio removida la piedra, hoy
pedimos Señor que tu quites toda piedra de nuestro camino. Porque yo por la
ley soy muerto para el mundo a fin de vivir para Dios; y hoy con Cristo estoy
juntamente crucificado, mas no vivo yo, sino vive Cristo en mí. Y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a
sí mismo por mí.”
II
Camina Jesús por su iglesia hoy
dejando bendición a cada corazón.
Hermano déjale entrar y comienza a clamar:
“Jesús Nazareno, ven hoy a posar”.
I
Culpable soy yo de tu tristeza en Getsemaní,
culpable soy yo de tu escarnio allá en la cruz.
Fue por mi, sangre allí derramó.
CORO:
//Culpable soy yo de los clavos,
tu sed, la corona y la lanza que insertada
fue en el cuerpo del Salvador.// Culpable soy yo.
II
Culpable soy yo de tu martirio y tu dolor,
culpable soy yo de tu soledad allá en la cruz.
Fue por mi, sangre allí derramó.
CORO:
//Oh buen pastor hoy descanso en tus brazos,
toda mi culpa y pecado me has quitado.
Junto a las aguas de reposo me has dejado.
Gracias Jesús pues tu mi alma has salvado.//
II
Oh que amor Jesús tu has tenido.
No merezco Señor tan grande amor.
Hoy te entrego a ti toda mi vida.
Gloria, Honra y Alabanza a ti Señor.
I
El tiempo hoy pasa veloz,
lo puedo notar cada instante.
Un año que llega y se va,
los días son cortos, se acaban.
La noche no tarda en llegar
y pronto habrá un nuevo día.
Y al ver otro amanecer,
yo espero Señor tu venida.
CORO:
Vuelve Señor, regresa ya.
Escucha el clamor con llanto y dolor
de un pueblo que espera por ti.
Vuelve Señor sin demorar,
ya no tardes más desciende a llevar
tu pueblo te espera Señor.
II
Mas pienso y vuelvo a meditar
leyendo tu libro sagrado.
En esas promesas de amor
que tu al andar has dejado.
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mi. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho. Voy, pues, a
preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez y os
tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
120. QUE GRAN AMOR
I
Qué gran amor de Dios hacia su pueblo infiel,
que escogió servir a los dioses y dejarlo a Él.
Que se fue tras amores pasados
creyendo que ellos darían su pan.
Rodearé su camino de espinas, no los alcanzarán.
Qué gran amor de Dios hacia su pueblo infiel,
quien no entendió quien le daba
y multiplicaba el dinero y vestía también.
Aunque los pies se deslicen y oídos no escuchen con vara yo les cercaré,
y dirán con mi amado es mejor a Él volveré.
CORO:
Yo la atraeré y la llevaré al desierto y allí hablaré a su corazón.
Allí cantará como aquella vez que era joven, libre y fuerte para vencer.
Y segura podrás tu dormir, no habrá guerra ni espada, conmigo tu estás.
Y alianza conmigo tendrás, por siempre será.
II
Qué gran amor de Dios hacia su esposa fiel,
a quien compró con su sangre, limpió su pecado y anhela irse con Él.
Aunque manchó sus vestidos, quedó en el olvido,
sus manchas con sangre lavó.
Y muy pronto por ella Él viene, Él lo prometió.
Qué gran amor de Dios hacia su esposa fiel,
cambiará su tristeza en gozo
y vestida de gloria podrá ella ser.
Ya ha llegado el momento esperado,
trompetas lo anuncian la boda empezó
y alianza en el cielo habrá, perpetua será.
121. EL MANTO BLANCO
En cierta ocasión una hermana tenía un vivo deseo de que Dios la bautizara y sucedió
que en una noche, estando en su cuarto orando de pronto un manto blanco la cubrió.
Tenía dos grandes alas y un canto angelical. Y el manto cubrió su alma y el canto
creció en su voz y el Señor la bautizó. Tal vez tú estás esperando algo para tu vida y
piensas que Dios se ha olvidado de ti, no es así, Dios está a tu lado dispuesto a
bendecirte, pídele ahora que este manto caiga sobre tu alma, ese cántico pueda brotar
de tus labios y verás como Él no se olvida de ti.
122. ÉL TE AYUDARÁ
I
No hay problema tan grande que Dios no resuelva.
No hay montaña por alta que Él no mueva.
No hay tormenta obscura que Dios no aplaque.
No hay profunda tristeza que Él no calme.
CORO:
//Si Él llevó el dolor del mundo sobre sus hombros,
yo sé mi hermano que Él te ayudará.//
Él dice, venid a mí todos los que estéis trabajados
y yo os haré descansar.
123. ENTRADA TRIUNFAL
I
Entrada triunfal a Jerusalén,
la multitud gozosa alababa al Rey,
le recibió con cánticos de júbilo,
maravillados por los milagros que pudieron ver.
Al templo llegó y alzando su voz
echó a quienes vendían y compraban en él.
“Escrito está, mi casa será casa de oración
y vosotros la habéis hecho cueva de ladrón.”
CORO:
Esta es mi casa, aquí estoy yo.
Nada del mundo aquí entrará,
sólo mi espíritu tiene lugar.
Nada impuro allí estará,
sólo mi santidad allí debe morar.
//Porque celoso yo soy,
no comparto el lugar que alto precio pagué
por estar sólo contigo y escucharte alabar.//
II
Aquí estoy yo y hoy alzo mi voz
limpiando toda tu mente y tu corazón,
haciendo yo en ti morada para mí
verás que sólo allí mi voz tu podrás oír.
Al templo Él llegó, escucha su voz
que está echando lo que impide
que seas templo de Dios.
“Escrito está, tu cuerpo será templo santo de Dios,
no será cueva de ladrón porque aquí estoy yo.”
124. BUSCA A DIOS
I
Cuando solo tú estás y en tu vida no hay paz
y en el mundo hoy todo injusto ves.
Bien podrías escapar y a tu pasado retornar
o cambiar las circunstancias al orar.
CORO:
Cuando todo vaya mal busca a Dios.
Cuando sientas desmayar levanta a Él tu voz.
“Eres mi Jesús, mi gran consolador y tu sanas mi dolor.”
Cuando solo tú estés busca a Dios.
Si quebrantado tú estás levanta a Él tu voz.
Grande es Jesús quién habita en mi,
ha sanado mi dolor. Tan sólo busca a Dios.
II
Tu podrás vencer por la sangre de Jesús,
por el poder de su testimonio.
Tinieblas ya no habrá y tu fe renacerá.
Solo no estás Jesús está contigo.
CORO:
Como Pablo y Silas pudieron cantar
cuando estaban presos por predicar.
Y Dios desde el cielo, les dio libertad.
Hoy canta mi hermano, canta sin dudar,
canta porque Cristo te escuchará,
canta a Jesucristo por tu libertad.
II
En ésta enseñanza pude recordar que estando en pecado solía cantar.
Estaba muy triste y quería encontrar en Dios el consuelo, el amor y la paz.
Mi cristo bendito pudo escuchar el clamor de mi alma y me vino a salvar.
Extendió su mano y me dio libertad y hoy puedo con gozo su nombre alabar.
III
Si por este mundo, hoy preso tu estás. Placeres y vicios que te hacen pecar.
Y triste te encuentras, sin amor, sin paz. Hoy canta mi amigo por tu libertad.
127. MEFI-BOSET
I
Allá en el olvido se ve a Mefi-boset
Lugar de refugio y sustento; es joven y ve
que solo se encuentra esperando que alguien le dé.
Él no puede andar, es lisiado de los pies.
Su padre un príncipe fue, él ya lo olvidó.
Él solo ha quedado y nadie pregunta por él.
No puede entender que han venido buscándole.
Humilde y con miedo se encuentra delante del rey.
CORO:
No tengas temor, porque a la verdad haré
misericordia por ti, por amor a quien tanto amé.
En mi mesa estarás, como un príncipe más.
Y hoy te devolveré todo cuanto tenías también.
Nunca más estarás postrado allí,
si sufriste el dolor por haber tú quedado así.
Si lisiado tú estas, te dejaron caer;
pero el rey te ha traído aquí, misericordia hará por ti.
II
Allá en el palacio se ve a Mefi-boset,
sentado a la mesa comiendo al lado del rey.
No puede entender por qué vive y pregunten por él,
que ya no esté solo y un reino para él.
Olvida y mira a aquel que te trajo hasta aquí,
que viéndote así desvalido él quiso suplir,
con ojos de misericordia, tu hambre y tu sed,
sentarte a la mesa y que vivas siempre con él.
128. JESÚS EL DUEÑO DE LA VIDA
I
Jesús, el dueño de la vida, va rumbo hacia Naín.
La muerte lleva al cementerio al hijo de una viuda
que llora su amargo adiós.
Mucha gente la acompaña en su duelo,
mas no tiene consuelo su corazón.
Jesús la mira compasivo y le dice: “no llores”.
La muerte detiene su marcha
y huye de la presencia del hijo de Dios.
Que vino a dar a dar vida en abundancia
y a librar de la muerte y del Seol.
CORO:
//¿Dónde está sepulcro tu victoria?
¿Dónde está, oh muerte tu aguijón?
Oh muerte yo seré tu muerte.
Oh muerte seré tu destrucción.
¿Dónde está (donde está) sepulcro tu victoria?
¿Dónde está, oh muerte tu aguijón?
Sorbida es la muerte por la vida, y la vida// es Cristo el Señor.
II
La muerte es la paga del pecado,
y el alma que muere en pecado
sin haberse arrepentido (A Cristo el Señor)
irá a condenación.
Mas Cristo es la vida y el camino que Dios
ofrece al hombre para su salvación.
129. SI HOY HAS VENIDO A EL
I
Si hoy has venido a Él
y has traído un fruto de alabanza.
O tal vez, estás triste, sin fe
y ya sientes que tus fuerzas no alcanzan;
Para elevar al cielo tu voz de gratitud.
Sólo preguntas a Él si te ama, sólo derramas tu alma.
CORO:
Escucha bien, Jesús espera de ti
que abras tus labios diciendo: ¡Aleluya!.
Que abras tus labios porque Él está aquí.
Jesús esta aquí, muy cerca de ti.
Tanto te ama que ha hecho posible que estés hoy aquí.
Se puede sentir cual silbo apacible,
no está en el trueno ni en el terremoto, está en tu adoración.
¿Cuál es tu ofrenda para Él?
Dos palominos tal vez.
//Aunque sea pobre Él lo recibe. Alábale!//
II
Si hoy lo has sentido a Él
que ha traído la alegría que te falta.
Y también te ha traído la fe,
la perfecta y los milagros se alcanzan.
Y elevaras al cielo tu voz de gratitud
cuando comprendas que tanto te ama
y sientas que está enjugando tus lágrimas.
130. JESÚS NUNCA ME ABANDONÓ
RECITADO:
Cuantas veces escuché al Anciano predicar:
“Jesús te ama, Jesús nunca te abandona.
Jesús en la iglesia siempre te espera.”
Y allí, y allí tirado como un mendigo
las palabras del Anciano rondaban en mi mente.
Volví a ti, y he aquí estabas con tus brazos abiertos,
tu corona de espinas, tus manos ensangrentadas.
Me abrazaste fuerte diciéndome:
132. CALEB
I
Joven valiente era Caleb.
Puesto los ojos en Dios pudo ver
la tierra que Dios prometió al gran Moisés.
Tierra de fruto y riqueza para Israel.
Y aunque vio los gigantes allí,
el creyó que el poder de Dios iba a vencer.
Recordó que el Mar Rojo se abrió por orden de Él.
De regreso y el fruto en sus manos,
irrumpe en el pueblo y habla a gran voz:
“No temáis que Jehová es con nosotros y la tierra nos dio”.
CORO:
Esto es para ti, tierra de bendición.
Porque cumpliste y confiaste en Aquel que te libertó.
Y aunque el tiempo pasó, su palabra Él le dio.
Y aunque ya viejo su fuerza está intacta
porque Él es su Dios. Es nuestro Dios.
II
¿Quieres también tus gigantes vencer?
Puestos los ojos en Dios, podrás ver
que años pasaron, y digan no se,
se termino tu carrera, ya no eres aquel.
Y aunque sé que hay gigantes allí,
tengo fuerzas de cielo y quiero seguir.
Confiare en mi Dios que de una roca agua hizo fluir.
Que al final del camino Él me espera,
y el fruto en mis manos yo le entregaré.
Y Él dirá lo que vez con mi sangre, por ti lo compré.
CORO II:
El cielo es para ti, es de valiente seguir.
Nada te impida abrazar tu corona y el rostro mirar
de quien por ti en la cruz tu vida quiso salvar,
y de escuchar benditos del Padre aquí hay lugar.
///Venid y entrad///
133. VEN
I
Ya ves que en esta vida nada es fácil.
Y a veces los problemas cotidianos,
no sabes si es desgracia o mala suerte,
y piensas que la culpa es de Dios.
Pero yo quiero hablarte de algo claro,
hay alguien que te ama demasiado.
Ya no sigas sufriendo por tus culpas
y ven a sumergirte en la luz.
CORO:
Ven, ven, ven, te llama. Ven, ven, ven, te espera Él.
Ven, ven, ven, tú alma vivirá feliz con Él.
II
A ti que estás cansado de promesas,
y todos tus caminos se agotaron.
Y los que prometieron se olvidaron,
y el odio endureció tu corazón.
Pero yo quiero hablarte de algo claro,
hay alguien que te ama demasiado.
Ya no sigas sufriendo por tus culpas,
te espera aquí el amor de mi Jesús.
134. LLENA HOY MI VIDA
I
Eres agua que sacia la sed del peregrino
que camina por el desierto procurando llegar hasta el final.
Eres agua que riega los corazones
reviviendo la esperanza y llenando los rincones.
Y al sentir de tu presencia
esta tierra que está seca comienza a revivir.
CORO:
Llena hoy mi vida con tu presencia.
Llénala de tu existencia y que empiece a florecer.
Quiero ser un árbol bueno y que lleve muchos frutos,
frutos dignos para él.
No quiero ser la higuera, que muy frondosa,
mas sin frutos se encontraba, solamente aparentaba.
Cava y riega hoy mi vida
para que muy pronto pueda frutos buenos ofrecer.
II
Como rama injertada yo soy, que por tu gracia
yo tengo vida. Porque no falta la rica sabia
de aquel que me injertó. Permanecer junto al olivo
siempre está verde, nunca le falta el aceite,
siempre se mantiene vivo.
Si me falta tu presencia
que es la sabia que da vida oh Señor yo moriré.
135. LA ZARZA
I
Quisiera comprender por qué Dios eligió para hablar a Moisés
aquella humilde zarza, plantada en el desierto, habiendo tanta flor.
La voz de su presencia, la llama de su gloria entre sus hojas ardió.
//Y parado en una zarza// al mundo se mostró.
II
No puedo imaginar por qué Dios me eligió, si no soy el mejor.
Delante de sus ojos, tanto nos parecemos aquella zarza y yo.
//No lo hubiera creído// que Dios me quisiera amar.
//Si una zarza pudo arder// arder quiero yo también.
CORO:
//Quémame, quémame, quémame.
Tan sólo una vez.//
III
Hay tanta zarza triste plantada en el camino, que nadie mira ya.
Los vientos del desierto la golpearon, la quebraron y casi muerta está.
Pero si vales poco, o si no vales nada el cielo no te olvidó
//Aunque seas una zarza// te sigue mirando Dios.
136. QUIERO QUE ME MIRES HOY
I
Señor yo nunca te dejaré.
Señor contigo siempre estaré.
Nadie te podrá tocar, mi vida pondré en tu lugar,
siempre prometo señor que yo te he de amar.
“De cierto te digo que hoy tres veces me negarás.
Antes de que el gallo cante esto sucederá.”
//Cuando el gallo cantó, Pedro se estremeció
y saliendo para afuera muy triste lloró.//
CORO:
//Quiero que me mires hoy con tus ojos de amor.
Y a través de tu mirada sentir el perdón.//
FINAL: Perdón Señor.
II
Señor también yo te prometí.
Señor serte fiel tan solo a ti.
//Pero como pedro soy, mis fuerzas flaquean Señor.
Es por eso que llorando te pido perdón.//
“¿Rey de los judíos? ¿Eres el rey de los judíos?” – le preguntó Pilato. Jesús con su rostro
ensangrentado levantó su tierna mirada y le dijo: “Tu lo has dicho”. Las carcajadas y las
risas se escucharon hasta el último rincón de la gran ciudad. “Nada tengo yo con este
hombre” – dijo Pilato. Se dio la vuelta y se fue; y el Señor quedó solo con aquel que una
vez fuera su pueblo y que amaba tanto desde antes de la creación del mundo.
Una piedra golpea sobre su rostro, la turba comienza a golpearlo, a ensañarse con tanta
vehemencia que gotas de sangre caían al piso. El látigo feroz, implacable en las manos
del soldado romano deja llagas y heridas irreparables, casi a punto de morir. Y como si
fuera poco, cargan el peso del mundo en su espalda, un enorme madero el cual le sirvió
de apoyo mientras se moría. Balbuceando palabras, algunas dijo: “Padre mío, perdónalos
porque no saben lo que hacen. ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?”
I
“Eli-Eli Lamac Sabactani” clamaba el Maestro.
Su espíritu entregó.
El sol no quiso estar presente, la tierra se estremece.
Jesucristo murió. Los soldados murmuran en silencio:
“Verdaderamente es el Hijo de Dios”.
CORO:
La tumba no pudo detenerlo,
el Rey de los judíos con poder se levantó.
Perdona por tanto sufrimiento
y gracias hoy te damos por esta salvación.
II
Tres cruces en el monte Calvario.
Silencio y dolor, Jesucristo murió.
“Padre perdónales, mi Dios”.
Mataron al Cordero y el velo se rasgó.
Los suyos mirando de lejos,
Jesús crucificado; para ellos terminó.
CORO:
//Quiero estar en tus atrios
día y noche alabándote a ti.
Quiero estar en tu gloria
y adorarte por la eternidad.//
II
Tu llenaste mi vida oh mi Dios
de paz, alegría y amor.
Y no sé como pagarte oh Jehová,
solamente te puedo alabar.
CORO:
No existen tristezas para el cristiano,
Que estando en pruebas alaba al Señor.
Un gozo muy grande inunda su alma,
Porque la alabanza traerá bendición.
II
¿Por qué estas callado, ni amén hoy has dicho?
¿No sabes que Cristo nos vino a bendecir?
Pero tu silencio, tus labios cerrados,
están impidiendo una gran bendición.
CORITO:
Que se deje sentir tu presencia, y que llene nuestro corazón.
Que se deje sentir tu presencia, te pedimos bendito Señor.
Te alabo, te alabo, y mi alma no se cansa de alabarte
Te alabo, te alabo //mientras vida exista en mi ser//.
II
Agobiado caminaste en silencio
Y esa cruz destrozaba tus hombros
Tus amigos ya no están a tu lado
Lo sufriste por amor, por amor.
CORO:
// Por amor tu asumiste la muerte de un reo
Por amor tú elegiste el suplicio y la cruz
Esos clavos que abrieron las manos y pies
Fue por amor que diste Señor tu vida en la cruz.//
III
Si Satán me ofreciese su reino
Todo cuanto se llame placer
A mi Cristo no cambio en su amor me deleito
Es tu amor, es tu amor mi Señor.
146. YO SÉ QUE ÉL VIVE
I
“Porque de Dios recibiremos lo bueno y no lo malo”,
dijo aquel llamado Job.
//Cuando todo lo perdió, cuando nada le quedó,
pudo decir. “Dios me dio, Dios me quitó”//
Que integridad Dios me pide hoy recordarla,
que siendo justo aquel varón Dios le probó.
//Con todo esto él no pecó, ni de su boca una queja salió,
sólo bendijo a Dios que del cielo lo aprobó.//
CORO:
Yo sé que Él vive, yo sé que es mi Salvador.
Y aunque la prueba sea muy dura yo le veré.
Yo sé que Él me ama y que en vano no he de sufrir
y que después de pasada la prueba me bendecirá.
II
Que integridad yo te pido poder alcanzarla.
Que el mundo vea que en el sufrimiento te puedo alabar.
//Que no hayan quejas sino una canción,
que no hayan tristezas ni desolación,
sólo bendice al Señor que del cielo dará bendición.//
I
Pedro y Juan subían al templo a la hora novena del día,
a orar con el pueblo y unidos alabar todos juntos al Señor.
Cuando iban entrando a la puerta los detuvo el clamor de un mendigo,
que era cojo desde nacimiento que pedía limosna a ellos,
pero Pedro mirando le dijo:
CORO:
“Oye amigo, yo no tengo nada. Mucho menos plata ni oro.
Lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo: ¡Levántate!”
Y aquel hombre sanado al momento entró saltando y llorando al templo.
Dando gloria al Señor de los cielos, alabando a este Dios verdadero.
II
Asombrado y perplejos quedaron al mirar esta obra gloriosa.
Aquel hombre que estaba postrado una nueva criatura en Jesús.
Este cojo así fue curado en la puerta llamada La Hermosa.
En el nombre de Cristo el Cordero por el mismo Señor que hoy amamos,
por el mismo poder que hoy vemos.
149. ALFARERO
I
Cuando llegué a la casa del alfarero,
él trabaja en la rueda y pude ver
que la vasija que hacía en su mano se hachó a perder.
//Y volvió e hizo otra nueva según quiso él//.
CORO:
¡Oh alfarero, hazme de nuevo!
Hoy en tus manos toma mi vida y empieza a moldear.
¡Oh alfarero, hazme de nuevo!
Haz de mi vida un vaso de honra que puedas usar.
II
Si cual vasija rota está tu vida.
Una derrota parece. Todo va mal.
Ponte en las manos de Dios su amor te restaurará
//y un vaso de honra tu vida será.//
150. SI HAY ADVERSIDAD
I
Si hay adversidad, si hay tormentas mil.
Si ya no brilla el sol no te desanimes aun puedes confiar.
Se estaba aproximando para nuestra vida una bendición
y Satanás quería empañar las cosas con su oposición.
Haciendo de las suyas una y mil veces intento frenar,
entristecernos y robar el gozo que nunca debíamos perder.
CORO:
Si queremos la victoria tendremos q batallar.
Si queremos ver su gloria debemos vencer.
No es mala señal cuando se enoja el enemigo,
es un buen indicio cuando esta enfurecido.
Hay una victoria a las puertas hay un triunfo.
El león de nuestra paz aplastará en breve a Satanás
///debajo de nuestros pies///. (Repetición al final.)
II
Dios tiene algo mejor, Jesús es superior.
Serás un vencedor cuando comprendas que puedes vencer.
No hay explicaciones, ni existen razones si te sientes mal.
Reina la impaciencia y a veces pensamos que el culpable es Dios,
y no nos damos cuenta que hay un enemigo que vencido está,
que sometiéndonos a Dios le resistimos y huirá.
151. EL MONTE
I
Al monte los llevó y allí su gloria les mostró.
Que bueno es, estar aquí, no quiero descender.
Quedarme y contemplar lo hermoso de su gloria
yo quiero hacer lugar para ti.
Y una nube de gloria con mis ojos vi,
todo el monte temblaba, Dios estaba allí
y una voz en el monte se escucho decir:
este es mi hijo, a Él oíd.
CORO:
Si estas en monte, hoy sientes su gloria.
Jesús quien te trajo hoy quiere llenarte
y cambiarte la historia, //prepara un lugar para Él
no lo dejes ir (no lo dejes ir),
el valle esta lleno de sombra de muerte puedes morir//.
II
El valle donde estás hay lágrimas, necesidad,
luchar sin el tu no podrás, vencido caerás.
Si quieres hoy sentir lo hermoso de su gloria,
no dudes hoy el monte temblará.
Y una nube de gloria hoy se siente aquí.
Mi alma, espíritu tiembla tu estas aquí.
Libertad has traído yo la siento en mí,
puedo creerlo no hay duda en mí.
CORO FINAL:
Si estas en monte, hoy sientes su gloria.
Jesús quien te trajo hoy quiere llenarte
y cambiarte la historia, prepara un lugar
para Él no lo dejes ir (no lo dejes ir),
///el quiere que vivas la gloria del cielo
porque Él está aquí (Él está aquí)///.
152. CUANDO TU PRESENCIA
I
//Cuando tu presencia pasa por aquí
todos los problemas tienen que huir.
La aflicción se aleja todo se disipa,
cuando tu pueblo comienza a alabar.//
CORO:
Estoy sintiendo ya, tu fuego Santo en mi.
Es una llama y va quemando todo mi interior.
Se cortan ligaduras, se rompen las cadenas
con su gran poder.
Clama con fuerzas hoy que para ti también
hay libertad en Jesucristo si puedes creer
Abre tu corazón, Él cambiara tu vida.
II
Siento tu presencia en este lugar,
y mi corazón comienza a palpitar
al ver a su pueblo pidiendo
que descienda hoy a bautizar.
153. NO TEMAS
I
Cuando me siento triste siento tu mano que me acaricia.
Cuando estoy en pruebas y ya sin fuerzas, escucho tu voz:
CORO:
“No temas, yo estoy contigo. Mía es la lucha, por ti pelearé.
Confía, oh hijo mío, porque en mis brazos yo te sostendré.”
II
Recuerda que prometiste allá en la fuente seguirle hasta el fin.
Toma hoy la mansera porque hasta que Él vuelva debes trabajar.
154. MI PRESENCIA IRÁ CONTIGO
I
Dijo Moisés a Jehová: “No nos saques de aquí,
si tu presencia no va. No, no quiero seguir”.
CORO:
“Mi presencia irá contigo y descanso te daré.
Maravillas en mi pueblo nuevamente mostraré.”
//dijo Jehová a Moisés.//
II
Como tu siervo Moisés, nos encontramos aquí.
No nos queremos marchar sin tu presencia sentir.
CORO II:
“Mi presencia irá contigo y descanso te daré.
Maravillas en mi pueblo nuevamente mostraré.”
//dice Jehová a su grey.//
II
Hubo uno que pagó todo el desprecio.
Del silencio, del martirio y del dolor.
Pero aún en la agonía de su muerte solo dijo:
“Padre mío, perdónalos”.
Sí, mi hermano, este camino es muy difícil.
No es de rosas ni de flores el sendero.
Hay momentos que tenemos compañía
y hay momentos que sufrimos el desprecio.
156. PRECIOSA SANGRE
I
Hay un poder que no resiste el enemigo,
hay un poder que hecha fuera todo mal.
Rompe cadenas y levanta al que ha caído,
al oprimido que ya no puede avanzar.
Ese poder está en la sangre del Cordero.
Sólo al nombrarla ella trae libertad,
ya no me importa si me acusa el enemigo,
en esa sangre me puedo yo lavar.
CORO:
Preciosa Sangre! El enemigo ya se tiene que marchar.
Preciosa Sangre! Ya está bajando desde el cielo libertad.
Preciosa Sangre! Poder tan grande que ha llenado este lugar,
mi vida nunca será igual. Señor tu sangre me revista,
quiero siempre cubierta de ella estar.
II
Yo creo ver cómo está huyendo el enemigo.
Él no soporta verme limpio una vez más.
Y aunque pretende hacerme ver que yo he caído
está vencido y se lo quiero recordar.
Yo estaba destinado al sufrimiento eterno
pero esta sangre mi rumbo ya cambió.
Hoy voy con gozo a donde esperan redimidos
los que con sangre comprados ya están.
157. ESPÍRITU SANTO, SOPLA
I
Ciento veinte esperaban la promesa.
Una mente, la esperanza y la certeza
de saber que llegaría, el Espíritu Santo, el Consolador.
Reunidos aguardaban su venida
que vendría dentro de no muchos días,
y con ella el poder del Espíritu Santo que ayuda a vencer.
CORO I:
Sopla, con el viento que aviva el fuego en la Iglesia, hoy sopla.
Que repartas los dones en los corazones.
Sopla en mi corazón y que llene mi vida.
Hoy sopla Señor.
II
Si en mi vida hoy soplas, en mi ser tu derrotas
lo que el mundo en mi logra enfriándome en tu obra.
Oh Señor quiero ser libre y ante ti todo rendirme.
Necesito el calor de ese fuego abrazador
y en libertad alabar y ensalzar
a quien murió un día para que yo tenga vida.
CORO II:
Sopla con el viento que aviva el fuego en la Iglesia, hoy sopla.
Que repartas los dones en los corazones.
Y sopla en mi corazón y que llene mi vida.
Hoy sopla, Señor.
Sopla con el viento que lleva rencores, temores, hoy sopla.
Que unifique y limpie nuestros corazones.
Hoy sopla en mi corazón y que llene mi vida, hoy sopla Señor.
Sopla…. Sopla….
Sopla en mi corazón y que llene mi vida. Hoy sopla Señor.
158. Y TÚ
I
Hay una voz que te llama desde la cruz,
y unos ojos que miran tu corazón.
Hoy unos brazos se abren para tu alma.
Los mismos que en el Calvario tu mal llevó.
CORO:
Y tú, ¿te vas a quedar sin su amor?
¿Qué quieres hacer con Jesús?
Yo quiero hablarte de Aquel
que murió en la cruz.
Y tú, ¿qué piensas en tu corazón?
Es tiempo de buscar la luz.
Yo quiero hablarte de aquel que se llama Jesús.
II
Hoy es un día de fiesta para su pueblo.
El canto se oye, el invierno ya terminó.
Hay una mesa servida, un vestido nuevo.
En la sangre del Calvario está el perdón.
I
¿Cuánto tiempo llevas con tu sufrimiento?
No hay remedio que te sirva de consuelo.
Te has cansado de esperar, te has cansado de llorar,
te has cansado de luchar y trabajar.
No te rindas la carrera aún no termina,
no te rindas solo tienes que llegar.
Y aunque solo te has sentido es Jesús tu fiel amigo,
siempre estuvo allí y siempre allí estará.
CORO:
Dios va a mandar restauración, prosperidad.
Él va a llegar con libertad con santidad.
Ya pasará ese problema que te aflige pasará (pasará).
Levántate, se fue el invierno, hoy es tiempo de cantar.
No te rindas, no abandones, si resistes triunfarás.
Queda un poco más pronto llegará el final,
se valiente la victoria cerca está.
II
Como Elías en aquel monte Carmelo,
de rodillas humillado oró hacia el cielo.
Y aunque grande la sequía, esperanzas ya no habían,
él confiaba que su Dios no iba a fallar.
Sólo escucha una lluvia grande viene,
y esa nube que se asoma ya es nuestra.
Ese tiempo que faltaba se cumplió y no falta nada.
Dios ha sido fiel y siempre fiel será.
160. YO ERA POBRE
I
Yo era pobre pero me enriqueció.
Me abatió hasta el polvo pero me enalteció.
Llevo un cántico en mi alma hacia ti,
por la deuda pagada por mí.
¡Que dichosa se siente mi alma! Te lo debo a ti.
CORO:
Puedo cantar, puedo reír,
puedo decir que no fue en vano llorar.
Que mis lágrimas tu recogiste
y quitaste mi afrenta Señor.
Puedo ver como el cielo envió para mí,
bendición que a mi vida alegría le dio.
Tu trajiste perdón a mi alma,
la libraste de la perdición.
Puedo ver como el cielo se abrió para mí
y al Espíritu Santo obrando en mi ser.
El infierno hoy está temblando
porque siento tu presencia aquí.
II
Tu eres rico porque tienes su amor.
Ya no digas soy pobre porque alto precio pago.
Soportó lo que nadie en la tierra sufrió,
para que hoy seas lleno de gloria
y aquel día un vestido de lino muy fino tendrás.
161. NO TEMÁIS (Jn. 6:16-21; Mt. 14:22-27; Mr. 6:45-52)
I
Entrar en la barca para llegar a la otra rivera,
hay que atravesar el ancho mar.
Pero en el monte el maestro su barca contemplaba
y los vio remar con dificultad.
Sus fuerzas se terminan porque grande es la tormenta
sienten que van a naufragar.
Pero el maestro no está allí en el monte
sobre el mar Él va caminando.
Junto a ellos les dice: “no temáis”.
CORO:
“No temáis” dijo Jesús. No temáis.
Aunque grande es la tormenta donde tú estás.
Cuando fuerzas ya no queden
y te sientes que no puedes no te olvides
Jesús dijo: “no temáis”.
Final: No te olvides Jesús dijo: “no temáis”.
II
El mar es este mundo que pretende aquí dejarte.
Recuerda bien que dijo: hay que cruzar.
Si queremos escuchar su voz diciendo aquí entrad,
no desmayes y rema hasta el final.
CORO:
Cristo bendito hoy quiero agradecerte
por todo lo que hiciste en mi vida Señor.
Yo te agradezco porque estas cada día
llenando de tu gracia, sembrando de tu amor.
II
Hoy que he llegado Señor a tu presencia,
trayéndote mi vida la quieras bendecir.
Te traigo esta alabanza como agradecimiento
por todo lo que hiciste Señor dentro de mí.
Te ruego que tu luz more sobre mi vida,
que de tu unción bendita hoy me quieras ungir.
Señor yo necesito tu mano cada día
porque quiero servirte Señor hasta morir.
164. EN EL TEMPLO DE LA HERMOSA (Hch. 3:1-11)
I
En el templo de la Hermosa, diariamente y de hace tiempo,
han traído nuevamente al cojo de nacimiento.
Se ha sentado como siempre a la puerta a mendigar,
Pidiendo: “misericordia, solamente una limosna,
para mi sustento hallar.”
Se aproximan dos varones, estos son Pedro y Juan.
Se conocen a lo lejos, solo por su caminar.
Son aquellos pescadores que el maestro escogió
para llevar el mensaje de poder y salvación.
CORO:
Ponte de pie, camina hermano.
No ha cambiado el Señor ni su poder.
Ponte de pie, porque hoy mi hermano,
//este mundo verá en ti, el poder que te ha cambiado//
II
Estuvo atento esperando de ellos algo recibir.
Míranos le dijo Pedro, no tenemos para ti,
ni plata, ni oro, que te podamos dar.
Pero algo si tenemos, en el nombre del Cordero,
hoy comienza a caminar.
I
En el desierto Moisés se encontraba, cuidando ovejas, sus horas pasaba.
Vio en Horeb una zarza que ardía, pero la llama no la consumía.
De la ardiente zarza una voz se escuchó, no era un ángel, era el mismo Dios.
1º CORO:
“Quita el calzado que traen tus pies, Yo soy Jehová el mismo de ayer.
Yo soy el gran amigo de Abraham, el Dios de Isaac, de tu padre Jacob.
Y hoy he venido a traer a mi pueblo la liberación.
II
Hermano mío que ahora te encuentras, en un desierto de luchas y pruebas.
Pídele a Dios que hoy ha venido a darte paz, y alumbrar tú camino.
Y como aquella zarza de Horeb tu corazón hoy puede arder.
(Repetir 1º coro, y después 2º)
2º CORO:
“Quita el calzado que traen tus pies, Yo soy Jehová el mismo de ayer.
Yo soy el gran amigo de Abraham, el Dios de Isaac, de tu padre Jacob.
Y hoy he venido a traer a tu alma la liberación.
166. ALFARERO (Jer. 18:1-6)
I
Alfarero que das forma a la vasija con tus manos,
como el hombre en el Edén que fue formado.
Lo hiciste perfecto, él era a tu imagen, por ti fue creado.
Alfarero, tu que tienes potestad sobre el barro,
que transformas lo vil de este mundo en vaso de honra.
Tu misericordia declara tu amor.
CORO:
Alfarero tu que vuelves la rueda a girar,
tu que puedes el barro amasar,
si quisieras mi vida formar según mejor te parezca.
Alfarero en tus manos yo quiero estar,
solo en ellas podré encontrar
la forma perfecta de tu voluntad.
FINAL:
//Alfarero las vasijas ya limpias están
tu presencia nos ha de llenar de aceite del cielo en este lugar.//
II
Alfarero que conoces mí salida y entrada.
Tú viste la aflicción de mi llegada.
Mi alma te anhela, espera en tu gracia, sin ella no es nada.
Alfarero que viniste a redimirnos del pecado
que das fuerzas al caído y al cansado.
Derrama tu gloria te ruego Señor.
167. YO CONOZCO (Ap. 2:1-5)
I
Quien tiene los ojos de fuego
y su voz como estruendo de agua,
su boca es como una espada
que traspasa cuerpo y alma cuando habla.
Aquel que se mueve en la iglesia
y que juzga al hombre con amor eterno.
Aquel que te lleva a la gloria,
que conoce tus obras hoy te dice: “Yo conozco”.
CORO:
Yo conozco tus obras, yo conozco tu esfuerzo.
Que trabajas, trabajas, te esfuerzas, y lo haces por mí.
Que has tenido paciencia, que has sufrido dolencias.
Que no has desmayado, que no te has cansado
porque tu fuerza está en mi.
Yo conozco.
II
Mis ojos de amor que hoy te han mirado,
aunque he visto tus obras una falta he notado.
Tu primer amor ¿a dónde has dejado?
se ensombrecen tus obras si te lo han robado.
Aquel que se mueve en la iglesia
y que juzga al hombre con amor eterno.
Aquel que te lleva a la gloria
que conoce tu historia hoy te dice: “Yo conozco”.
CORO 2:
Yo conozco tus obras, yo conozco tu esfuerzo
pero falta el amor que un día brillaba en ti.
Si te falta ese amor de que sirven tus obras,
tu trabajo y tu esfuerzo no sirven si falta tu primer amor.
Yo conozco.
168. LAS BODAS DE CANÁ
I
Las Bodas de Caná de Galilea,
Jesús fue invitado y todo era normal.
De pronto una voz al oído: “No tienen vino”.
Era María, la madre,
que viendo tristeza acudió al que puede cambiar.
Escuchad lo que Él dice y haced lo que Él os dijere,
las tinajas con agua hasta arriba hay que llenar.
Y sacad, y llevad no dudéis el milagro que viene,
y probando el agua hecha vino se regocijaran, regocíjate hoy,
Porque Él puede cambiar.
CORO:
Si invitado tú fuiste aquí, es Su casa y abunda la paz.
Y la Iglesia la madre que ha visto a Jesús le dirá:
No hay gozo en el alma Señor, si tu quieres hoy puedes llenar,
las vasijas vacías del gozo que perdurará.
Y cambiar la tristeza y el llanto en gozo Santo que es celestial.
Hoy hay fiesta el esposo ha venido,
y ha traído consigo la paz, que hoy te dará.
II
El milagro de Caná de Galilea,
hoy quiere Jesús en tu vida realizar.
Él sabe de toda tu angustia y como has venido,
porque falta de gozo has tenido,
y acudiste a Jesús tu amigo, porque Él puede cambiar.
Escuchad hijo mío y haced lo que hoy te dijere,
tu tinaja con gozo hasta arriba hoy voy a llenar.
No dudéis y creed que es así el milagro que viene,
Y tu alma ya libre de angustia se regocijara,
Regocíjate hoy porque Él quiere cambiar.
169. JESÚS Y EL LEPROSO (Mt.8:1-4; Mr.1:40-45)
I
Al descender del monte, un leproso a sus pies se postró.
Si quieres hoy puedes limpiarme, el leproso a Jesús le rogó.
Quiero, le dijo el maestro y extendiendo su mano tocó al leproso,
y al momento como un niño su piel restauró.
CORO:
Yo soy leproso, tú eres poderoso,
yo sé que tú puedes limpiarme Jesús.
Di la palabra, extiende tu mano,
seré transformado Señor por tu luz.
La dicha del leproso que se postró ante tus pies
concede para mi alma. Señor límpiame.
Yo soy leproso, tú eres poderoso,
yo sé que tú puedes limpiarme Jesús.
Di la palabra, extiende tu mano,
seré transformado Señor por tu luz.
//Has que mi ser resplandezca, has que brille tu luz,
para que muchos leprosos vengan a Jesús.//
I
Era amado por su padre, era joven y era fiel.
Él soñaba, no entendía lo que Dios hará con él.
La envidia y el odio de su padre lo alejó
y vendido como esclavo de repente se encontró.
Encumbrado por su amo, que su casa y sus bienes le confió.
Solo en un país lejano, separado de su pueblo.
Pero no de su creador.
CORO:
No hay cadenas ni cerrojos que lo puedan separar,
aunque está en una cárcel Dios con él allí está.
Su pasado no recuerda cuando él tuvo que llorar.
Solo espera aquel momento que Dios le levantará.
La confianza no perdió, sabe que Dios cumplirá,
que en sus manos hay abundancia y en su corazón piedad.
Porque Jehová con él está.
II
Soy amado por mi Padre, él me acepta como soy.
Si me ve en debilidades nunca falta su perdón.
Él conoce de mis sueños y también mi tentación.
Hay un día señalado para mi liberación.
Puede ser hoy el gran día, que soy libre,
prisionero ya no soy. Tengo vestiduras nuevas.
Separado estoy del mundo, pero no de mi creador.
CORO II:
No hay cadenas ni cerrojos que te puedan separar.
Ya no estás en un cárcel todo eso quedó atrás.
//No recuerdes tu pasado, si tuviste que llorar.
Ha llegado aquel momento que Dios te levantará,
no es un sueño es realidad lo que un día Dios mostró.
De la cárcel te liberta en palacio vivirás,
porque Jehová contigo está.//
171. DESPIERTA
I
Despierta, la mañana que esperabas
va llegando apresurada, esta vez será.
Despierta ya, este mundo y sus placeres
han logrado distraerte del día que aguardabas.
Despierta, el reloj allá en el cielo
está marcando, ya es la hora, él regresará.
Los salvos volarán a su encuentro, qué feliz será!
CORO:
Despierta, el Rey de reyes está volviendo
en las nubes a reinar, todo su pueblo se levanta
para recibir al Rey que viene ya, viene ya, viene ya.
Por qué serás tú el postrero en hacerle volver,
tú eres parte de su cuerpo, lo debes saber.
Ahora levántate, viene ya, viene ya. Cristo viene ya.
II
Despierta, pues tu amor se fue enfriando,
ya no oras ni le sirves, no le adoras más.
Despierta ya, ese gozo que sentías
y esa paz que te invadía cuando antes le servías.
Despierta, el invierno ha pasado y la lluvia se ha mudado,
tiempo es de cantar.
Pues vuelve con las nubes del cielo el que te redimió.
172. NO TEMERÉ
I
No temeré si un ejército acampa contra mí.
Porque Dios está conmigo y seguro estaré.
No, no temeré.
Dios es mi luz, es mi roca de refugio,
Él es mi salvador, quien me libra del peligro
y mis pies de caer. No, no temeré.
CORO:
No temeré a las luchas de la noche
porque en ti confiaré.
Tu presencia mi infunde hoy de fuerzas
para vencer. Hoy los males caerán a mis pies.
II
No temeré si la guerra se levanta contra mí.
Aunque a mi vida amenace, Dios me ceñirá de poder.
Con su ayuda fortalezas venceré.
Tengo su amor y es aquel amor perfecto
que hecha fuera mi temor
cuando mi alma esta luchando.
Trae paz a mi corazón,
fortalece a mi espíritu con valor.
175. EN EL EDÉN
I
El hombre en el huerto del Edén disfrutaba tu gloria.
La dicha que día tras día vinieras a él.
Pero pecó, olvidando el mandato de Dios.
Desechado de aquel paraíso el hombre quedó.
Aquello que hiciste a tu imagen estaba perdido,
desobediencia y tambien el pecado lo ha corrompió.
Pero tu amor, hacia el hombre perdido,
decidiste enviar a tu hijo para redención.
CORO:
El sacrificio en la cruz del Calvario te puede salvar.
No en vano vertió Él su sangre, fue para limpiar.
Si el pecado en tu vida causó una frustración,
hoy la sangre de Cristo te limpia y te otorga el perdón.
II
La gracia que halló el penitente hoy es para ti.
Por más negro que sea el pecado, depende de ti.
Su espíritu, alma y cuerpo al cielo ascendió,
pero en tierra dejó Él su sangre la que limpia hoy.
CASA DE DIOS Y PUERTA DEL CIELO
I
Casa de DIOS y puerta al Cielo,
es la morada que tengo en la tierra para ti.
En ella tú encontrarás, paz y descanso.
La tristeza y el llanto se tienen que ir.
Casa de Dios refugio del Cielo,
donde el consuelo y el poder abundan allí.
Y todo el que viene a mí con amargura de alma,
buscando paz, dulce calma, hay una fuente para ti.
CORO:
Porque cualquiera que en su corazón la plaga sintiera
y si el dolor del pecado o la enfermedad le tocara,
en una oración tu rostro buscara, en la intimidad
contigo hablara, tu oirás, tu oirás.
Si Dios cerrara la ventana del Cielo
y lluvia faltara
o si el hambre y la pestilencia a tu casa llegaran.
Si alzares tu voz se abrirá hoy el cielo.
Tu respuesta vendrá y sabrás que hay consuelo.
Porque Dios oirá, Dios oirá.
II
Casa de DIOS, lugar de los santos.
Donde la gloria y la honra son para ti.
Te mueves con libertad .
Y no hay barreras en tus obras.
Existe un día y la hora, en que tú responderás.
Casa de Dios, asilo del cielo.
Donde el cansado peregrino descansará.
Y todo lo encontrarás aquí no hay nada que falte.
Cuando tú hables el cielo al mismo tiempo se moverá.
170. LEVÁNTATE (Isaías 40:28-31)
¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la
tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
CORO:
II