Pee
Pee
Pee
-Ya voy.
Hoy he despertado otro día más en el psiquiátrico me he levantado me he tomado mis pastillas
y me he ido con mis compañeros, que apenas pueden caminar por el fuerte efecto de las
pastillas que nos dan, hay gente que las escupe, pero yo me las tomo porque me ayudan a
relajar mi mente y no pensar en el día que destroce mi vida por amor.
Hoy empieza el instituto, no tengo muchas ganas, pero por lo menos la vere a ella, Lea.
No me atrevo a decir que me gusta porque apenas la conozco, pero con ella tengo un
presentimiento a pesar de que no se nada de ella.
En el recreo he seguido a Lea a los baños, quería hablar con ella, pero no me he atrevido.
Al salir del instituto también la he seguido hasta casa, ya que me he fijado en que cada vez que
le llega un mensaje al móvil sonríe y eso no me gusta. Estoy empezando a pensar que tiene
novio, lo tendré que descubrir.
Mis amigas dicen que estoy obsesionada con ella, lo cierto es que un poco si pero es que
estamos predestinadas. Un día escuche que Lea le decía a sus amigas que yo la seguía a todos
lados, que tonterías, solo me preocupo por ella.
Al salir del instituto la he seguido como de costumbre y he visto que había quedado con un
chico alto, moreno y con ojos verdes, vamos todo lo contrario a mí. La ira me podía cuando he
visto que se han empezado a besar. He estado toda la tarde esperando hasta que se
despidieran.
Cuando por fin se habían despedido el chico se estaba yendo por una calle en la que no vive
mucha gente, entonces he cogido una piedra grande que había en la parte posterior de un
remolque y he ido tras ese chico. No estaba mirando nadie y yo estaba enfadada porque él se
había besado con Lea, entonces levante la piedra y le golpee en la cabeza con todas mis
fuerzas, el chico había caído al suelo, y en segundos estaba todo el suelo lleno de sangre, he
empezado a temblar no sabía qué hacer.
Qué pensaría Lea de mí y mis padres, iría a la cárcel pensé, pero entonces recordé una
pequeña huerta a las afueras del pueblo, cogí al chico como pude y lo arrastre hasta la huerta.
Menos mal que estaba todo oscuro y era muy difícil que me vieran.
Llegue a la huerta tras un largo camino, lo ate con unas viejas cuerdas que encontré y apague
su móvil.
Me fui a casa y esa noche no pude dormir pensando en todo lo que me podía pasar si me
descubrían.
Al día siguiente fui al instituto como si nada hubiera pasado, vi que Lea se iba al baño y parecía
estar a punto de llorar, la seguí y tuve el valor de hablarle y decirle:
-No, un chico me ha dejado de contestar los mensajes creo que no le gusto-dijo llorando
Ese día me sentí muy bien por haber hablado con Lea y haber podido ayudarla, nos fuimos a
clase juntas y hablamos durante toda la hora de mil cosas, que si cual era nuestra comida
favorita, que película nos hacía llorar etc.… teníamos una muy buena conexión- Pero entonces
me acorde de aquel chico que tenía secuestrado en mi huerta.
Me despedí de Lea y corrí y corrí lo más rápido que pude hacia la huerta, el chico se había
despertado y no paraba de gritar, nerviosa sin saber que hacer le suplique que dejara de gritar,
pero él no se daba por vencido, entonces cogí una pala y le di con ella en la cabeza, le tome el
pulso a el chico a pesar de que no tenía mucha idea, parecía que su corazón no latía. Comencé
a llorar no sabía que hacer necesitaba ayuda, decidí llamar a mi amiga Celia.
Vino lo más rápido que pudo y le conté que el chico me estaba persiguiendo y no sabía que
hacer, esa historia que le había contado era mentira, pero no le podía contar la verdad a nadie.
Celia propuso enterrarlo para que nadie lo pudiera encontrar, y así fue como nos pusimos
manos a la obra. Cogimos dos palas y una carretilla, montamos al chico en la carretilla y
pusimos una lona encima para que nadie pudiera verlo.
Nos fuimos a un pinar que parecía que no había pisado nadie en mucho tiempo, comenzamos
a cavar el hoyo. Cuando de pronto vimos a un hombre a lo lejos con dos perros bastante
grandes, nos pusimos muy nerviosas, pero Celia que es muy astuta pensó en un plan. Marcho
hacia donde estaba el hombre y fingió estar perdida para que así el hombre la llevara hasta el
pueblo. El plan funciono, pero ahora yo estaba sola con el cadáver de aquel chico.
Seguí cavando hasta hacer un gran agujero metí al chico y tape el hoyo como pude. Me marche
limpie bien la carretilla y la pala con la que había golpeado a aquel chico y volví a mi casa.
Estábamos cenando mientras veíamos las noticias de repente salió la imagen de un chico y
salía que estaba desaparecido. Era aquel chico, casi me atraganto con la comida, mis padres me
preguntaron que me pasaba, yo nerviosa les dije que me sonaba ver a ese chico y que por eso
me había sorprendido.
Al día siguiente todos hablaban de lo mismo de aquel chico que al parecer se llamaba Archie.
Yo sabia que Lea iba a estar triste por la desaparición de Archie, pero tuve que hacer como si
no supiera nada para que nadie sospechara. En clase Lea me conto que se estaba viendo con
Archie, estaba muy preocupada por su desaparición, yo la intente distraer haciéndola reír.
Hasta que entro un policía junto a un perro policía, preguntaron si sabíamos algo de Archie y
cuando fue la ultima vez que lo vimos.
Lea dijo que había estado con él por la tarde, sacaron a Lea de la clase para interrogarla.
En el recreo Celia y yo pensábamos en si nos descubrirían, estuvimos investigando en internet
y vimos que si le echabas algunos productos los perros policías nunca descubrirían el cadáver.
Nos dirigimos a una tienda a comprar todo lo necesario y fuimos al pinar donde lo habíamos
enterrado, estábamos llegando cuando vimos que el hoyo estaba desenterrado, nos quedamos
paralizadas, por unos segundos deje de respirar, mientras pensaba como podía seguir vivo
estaba segura de que no respiraba, mire para todos lados, pero no había nadie, solo había un
rastro de sangre, Celia y yo corrimos siguiendo aquel rastro, llegaba hasta mi huerta, al abrir la
puerta allí estaba Archie repleto de sangre y tierra con un pico que tenía en mi huerta en la
mano al vernos y reconocerme me ataco perforándome el brazo izquierdo, Celia intento huir,
pero Archie lanzo el pico hacia la espalda de Celia haciendo que esta cayera al suelo. Yo intente
atacarlo, pero estaba demasiado débil, Archie me cogió y me dijo:
-Estas loca.
Horas después desperté tumbada sobre una cama y con las manos atadas, entraron a la
habitación varios policías. Me estuvieron interrogando durante horas y les conté toda la
verdad.
No he vuelto a saber nada de Celia que le habría pasado, ¿seguiría viva?, ¿La habrían
interrogado?
Hasta que entro mi madre mirándome como si no me reconociese, en parte la entiendo ya que
tenía la cara llena de sangre y un brazo que parecía que en cualquier momento iba a caerse.
Me desataron de la cama y empecé a preguntarle sobre Celia.
Yo no sabía qué hacer y me quedé callada, pero empecé a gritar del daño que me estaba
haciendo mi madre en el brazo. En ese momento entraron dos hombres altos vestidos enteros
de blanco y me llevaron a otra habitación.
Me diagnosticaron síndrome de Clérambault, una enfermedad que hace que hagas locuras por
amor.