Mammana, G. - Modelo Estruc. de La Secuencia Eocena Área Norte Bloq. I Lagoma
Mammana, G. - Modelo Estruc. de La Secuencia Eocena Área Norte Bloq. I Lagoma
Mammana, G. - Modelo Estruc. de La Secuencia Eocena Área Norte Bloq. I Lagoma
Caracas, 2015
TRABAJO ESPECIAL DE GRADO
Caracas, 2015
Caracas, Junio, 2015
Los abajo firmantes, miembros del Jurado designado por el Consejo de Facultad de
Ingeniería, para evaluar el Trabajo Especial de Grado presentado por el Licenciado
Giuseppe Mammana, titulado:
Consideran que el mismo cumple con los requisitos exigidos por el plan de estudios
conducente al Título de Ingeniero Magíster en Ciencias Geológicas, y sin que ello
signifique que se hacen solidarios con las ideas expuestas por el (los) autor (es), lo
declaran APROBADO.
iii
DEDICATORIA
iv
AGRADECIMIENTOS
Primero que nada le quiero dar gracias a Dios “Todo Poderoso” por darme
salud, constancia, dedicación e iluminar el camino para culminar este trabajo.
v
Mammana P, Giuseppe A.
Tutor Académico: Dr. Giuseppe Malandrino (LUZ), Dr. Franck Audemard (Co-
Tutor UCV). Tutor Industrial: Msc. Laura Briceño (PDVSA). Tesis. Caracas,
U.C.V. Facultad de Ingeniería. Escuela de Ingeniería Geológica-Mestria.
Año 2014, 350 p.
vi
INDICE
CAPITULO I Pag.
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….....1
ANTECEDENTES……………………………………………………………………6
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN…………………………………………….7
GENERAL………………………………………………………………...…..7
ESPECÍFICOS…………………………………………………………..…….7
2.1.3. Pre-Triásico……………………………………………………………23
vii
2.1.12. Evolución del Plioceno………………………………………............45
La Luna………………………………………......................................51
2.2.3.Roca Reservorio……………………………..........................................53
2.3.1. Paleozoico………………………………..............................................70
2.3.2. Mesozoico………………..…………………………............................71
2.3.2.1. Jurásico………………………..………………….….…….…73
2.3.2.2.Cretácico……………………..………………………………..74
2.3.3. Cenozoico…………………………..…………………………............81
2.3.3.1. Paleoceno………………………..............................................81
2.3.3.2. Eoceno……………..…………………………........................83
2.3.3.3. Oligoceno……………..…………………………....................97
2.3.3.4. Mioceno……………..…………………………......................97
2.3.3.6. Pleistoceno…………………………………………………..101
viii
2.6. Tectónica formada por fallamiento transpresivo (compresional-transcurrente).
Modelos experimentales que pueden estar asociados al fallamiento de la Cuenca
de Maracaibo…………………………………………………………………..132
2.7. Geología y estratigrafía del yacimiento C-4 (Bloque I). Área de estudio……..145
2.7.1. Geología……………………………………………………………...145
2.7.2. Estratigrafía…………………………………………………………..167
ix
4.2. Análisis y calibración sísmica-pozo…………………………………………...206
CAPITULO V. RESULTADOS
x
5.7. Propuesta de localizaciones potenciales de extracción de hidrocarburo según el
nuevo modelo estructural……………………………………………………..254
CONCLUSIONES………………………………………………………………...318
RECOMENDACIONES………………………………………………………….324
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS…………………………………………...327
xi
LISTA DE FIGURAS
CAPITULO I Pag.
Figura 1.1. Mapa de ubicación de la cuenca del Lago de Maracaibo con los campos de producción
petrolera en el Bloque I y el área utilizada para la interpretación estructural. Tomado del Manual de
Ubicación Geográfica de Yacimientos y Prospectos. PDVSA Exploración y Producción (1999)…….10
Figura 1.2. Mapa de ubicación del levantamiento sísmico de la Unidad de Explotación Lagomar en
conformidad con cada uno de sus bloques de producción (I, II y XII) y los límites con los campos más
cercanos. Tomado del Manual de Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de
Maracaibo. PDVSA Exploración y Producción (1999)………………………………………………..11
CAPITULO II
Figura 2.1. Mapa de ubicación de la cuenca del Lago de Maracaibo limitada por el bloque triangular
de fallas estructurales: al norte por la falla de Oca, al sur por la falla de Boconó y al oeste por la falla
de Bucaramanga. Tomado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).…………………………….13
Figura 2.2. Línea sísmica 709 en dirección O-E del Modelo Estructural Compresivo-Extensional del
Bloque V de la Unidad de Explotación Lagocinco ubicado en la región central del Lago de Maracaibo.
Tomado del Análisis Sísmico-Estructural de Estudios Integrados Lago-Norte y Lago-Sur de la Unidad
de Explotación Lago-Cinco (2008).………………………..………………………..…………………15
Figura 2.3. Mapa geológico actual de superficie de la región de la Cuenca de Maracaibo. Tomado de
Escalona (2003).………………………..………………………..……………………………………..17
Figura 2.4. A) Mapa topográfico y batimétrico de la tectónica del margen Norte de Suramérica.
(Modificado de Stephan, 1985 y Escalona, 2003). B) Imagen de gravedad por satélite con las seis
franjas tectónicas y mapa en profundidad del basamento y de los principales depocentros de rocas
sedimentarias cretácicas-cenozoicas. Tomado de Escalona (2003).…………………………………...19
Figura 2.5. A) Provincias corticales en la región del Caribe. B) Posición inferida del frente del Gran
Arco (los números indican millones de años): 90 Ma-Cretáceo Tardío; 60 Ma-Paleoceno;
50 Ma-Eoceno; 35 ma-Oligoceno; 15 ma-Mioceno; 0 ma-Reciente. Modificado de Lugo y Mann
(1995).…………………………………..…………………………………..………………………….21
Figura 2.6. A) Movimiento relativo de las velocidades tomadas por GPS de placas tectónicas que
interactúan en la región entre Norteamérica, Suramérica y la Cuenca del Lago de Maracaibo.
B) Sistema de subducción de las placas. Tomado de Backé et al. (2006).……………………………..22
Figura 2.7. Configuración y distribución del rift Triasico-Jurasico en la Cuenca de Maracaibo junto a
la zona de sutura de la falla Lama-Icotea. Tomado de Meléndez et al. (1996).………………………..23
Figura 2.8. Mapa de distribución de terrenos alóctonos en el norte de Suramérica donde existen rocas
precambricas (Modificado de Angulo, 2006. Tomado de Cuencas Petrolíferas de
Venezuela (2007)………………………………………………………………………………………25
xii
Figura 2.9. Mapa de distribución de terrenos alóctonos en el norte de Suramérica donde existen rocas
paleozoicas Modificado de Angulo, 2006. Tomado de Cuencas Petrolíferas de
Venezuela (2007)………………………………………………………………………………………25
Figura 2.10. Rocas jurásicas en Venezuela. (1) Aflorando en la Sierra de Perijá, (2) parte del
basamento en la cuenca de Maracaibo, (3) los Andes, (4) Cuenca de Barinas-Apure y Oriental.
Modificado de Bartok (1993); Lugo y Mann (1995).………………………………………………….27
Figura 2.11. Imagen tridimensional del sistema de ritf Jurasico en la Cuenca de Maracaibo (circulo
punteado en azul) y sus alrededores. Modificado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007)……..28
Figura 2.14. Desarrollo esquemático de fallas normales y listricas en relación a las antefosas
Paleocena, Eocena y el Alto Periférico. Modificado de Cuencas Petrolíferas de
Venezuela (2007)……....…………………………………..…………………………………………..32
Figura 2.15. A) Reconstrucción tectónica del Paleoceno-Medio de aproximadamente 60 Ma. Las áreas
en blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeográfico para este periodo. Modificado
de Mann et al. (2006).………………………………………………………………………………….33
Figura 2.17. Imagen de radar de la Cuenca de Maracaibo con el sistema de fallas principales: Boconó,
Valera, Burro Negro, Tigre, Icotea, Pueblo Viejo y Oca. Modificado de Escalona (2003)……………37
Figura 2.19. A) Reconstrucción tectónica del Eoceno-Medio, a aproximadamente 44 Ma. Las áreas en
blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeográfico para este periodo. Modificado de
Mann et al. (2006).………………………………..……………………………………………………40
Figura 2.20. A) Reconstrucción tectónica del Oligoceno, a aproximadamente 30 Ma. Las áreas en
blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeográfico para este periodo. Modificado de
Mann et al. (2006).…………………………………..…………………………………………………41
Figura 2.21. A) Reconstrucción tectónica del Mioceno Medio, a aproximadamente 14 Ma. Las áreas
en blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeografico para este periodo. Modificado
de Mann et al. (2006).…………………………………..……………………………………………...43
Figura 2.22. Imagen tridimensional de la tectónica del Plioceno al presente encontrada en la Cuenca
de Maracaibo donde se aprecian las zonas levantadas del sistema de la Cordillera de Los Andes y la
Sierra de Perijá al oeste de la cuenca. Modificado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007)…….45
xiii
Figura 2.23. Línea sísmica de alta resolución de dirección O-E mostrando las características
tectonosecuenciales regionales de la Cuenca de Maracaibo. Modificado de Cuencas Petrolíferas de
Venezuela (2007).…………………………………..………………………………………………….47
Figura 2.24. Línea sísmica de alta resolución de dirección N-S mostrando las características
tectonosecuenciales regionales de la Cuenca de Maracaibo. Modificado de Cuencas Petrolíferas de
Venezuela (2007).…………………………………..………………………………………………….48
Figura 2.25. Principales campos petroleros asociado al sistema de fallas principales de la Cuenca del
Lago de Maracaibo. Tomado de Escalona (2003)..……………………………………………………50
Figura 2.27. Ejemplos de yacimientos de hidrocarburos del Eoceno de la Cuenca de Maracaibo. Las
rocas clásticas del Eoceno son los reservorios más prolíficos en la Cuenca de Maracaibo y se
concentran principalmente en las zonas central y noreste de la cuenca a lo largo de fallas pronunciadas
de dirección NE-SO. El mapa del recuadro en la esquina superior derecha proporciona la ubicación de
las secciones. Tomado de Escalona y Mann (2006c)…………………………………………………..56
Figura 2.29. Resumen de cuatro fases tectónicas principales que controlan el sistema petrolífero de la
Cuenca de Maracaibo. A) Plataforma carbonática, B) Cuenca antepaís, C) Rebote isostático y
D) Fase del sinclinal Maracaibo. Tomado de Escalona y Mann (2006c)..……………………………..59
Figura 2.30. A) Línea sísmica interpretada de este a oeste en la Cuenca de Maracaibo. La sección
presenta las principales características estructurales y estratigráficas de la cuenca y su sistemas
petrolero (véase la Figura 2.25 para la ubicación). Las rutas de migración desde la roca reservorio
(Cretáceo) se localizan a lo largo de las fallas principales de la cuenca (por ejemplo, Icotea, Pueblo
Viejo, y las fallas A, B, E). Los yacimientos de hidrocarburos se concentran en altos estructurales bajo
la discordancia del Eoceno y el Mioceno en los flancos norte y este del sinclinal de Maracaibo. B)
Línea sísmica interpretada norte-sur en la cuenca de Maracaibo (véase la Figura 2.25 para la
ubicación). Los yacimientos de hidrocarburos en el Mioceno se concentran buzamiento arriba de la
cuña clástica del Mioceno. Las turbiditas del Eoceno proporcionan buenos objetivos de exploración al
norte de la falla de Burro Negro. Tomado de Escalona y Mann (2006c)..……………………………..62
Figura 2.31. Interpretación estructural de dirección este-oeste en la Cuenca de Maracaibo con los
espesores de las formaciones depositadas entre el Pre-Cretácico hasta finales del Cenozoico. Las
flechas de color azul representa la migración del hidrocarburo desde la roca madre del Cretáceo por vía
de los planos de fallas hasta llegar a su entrampamiento a finales del Eoceno-Mioceno.
Tomado de Escalona (2003)..…………………………………..………………………………………63
xiv
Figura 2.32. Secciones transversales donde se muestra el comportamiento estructural diseñado por
Lugo y Ochoa (1994) para los sistemas de fallas Lama-Icotea y Pueblo Viejo junto a la migración y
entrampamiento del petróleo en el área. Los números se refieren a la historia de la migración del
hidrocarburo y se explican en el texto. A) Transecto B-B´ de dirección NE-SO semi-ortogonal al tren
de fallas Lama-Icotea. B) Transecto C-C´ de dirección NO-SE semi-ortogonal al tren de fallas Lama-
Icotea y Pueblo. Modificado de Lugo y Ochoa (1994)...…………………………..…………………..65
Figura 2.33. Posible migración y entrampamiento del hidrocarburo lateralmente desde los yacimientos
inferiores (Formación La Luna) en el Campo Urdaneta al oeste del Lago de Maracaibo. Las flechas
indican la dirección de migración hacia los yacimientos superiores. Modificado de Pöppelreiter et al.
(2004).…………………………..…………………………………..………………………………….67
Figura 2.44. Mapa paleogeografico del Eoceno en el intervalo 51,5-49,5 Ma (TST 50,3 Ma).
Modificado de Ghosh et al. (1996).………………………..………………………………..………….89
Figura 2.45. Mapa paleogeográfico del Eoceno en el intervalo 49,5-44 Ma (TST 48 Ma). Modificado
de Ghosh et al. (1996).………………………..………………………………..………………………91
Figura 2.46. Mapa paleogeográfico del Eoceno en el intervalo 44-42,5 Ma (TST 43 Ma).
Tomado de Ghosh et al. (1996).………………………..………………………………..……………..92
xv
Figura 2.47. Mapa paleogeográfico del Eoceno en el intervalo 42,5-39,5 Ma (TST 41,2 Ma).
Tomado de Ghosh et al. (1996).………………………..………………………………..……………..94
Figura 2.48. Registros del pozo W12 (GR-yayos Gamma, ILD-inducción profunda y RHOB densidad)
con descripción de facies y ambientes basados en el analisis de núcleos de la derecha (B, C y D). B y
C) Facies heteroliticas presentan las siguientes estructuras sedimentarias que indican la influencia de
mareas: laminaciones flaser, cobertura de arcilla y estratificación de cola de pescado o “herringbone”.
D) Areniscas de grano fino a medio son interpretadas como canales distributarios. Tomado de
Escalona y Mann (2006b).………………………..………………………………..…………………..95
Figura 2.50. Mapa de las unidades que suprayacen a la discordancia posteocena. Tomado de Pestman
et al. (1996).………………………..………………………………..………………………………….98
Figura 2.52. Geodinámica general simplificada del sur del Caribe. La región está sujeta a una
tectónica de bloque compleja. La descomposición del vector de convergencia a la subducción de Nazca
puede explicar el cambio del deslizamiento a lo largo del sistema de falla Romeral. Equivalencia de las
siglas utilizadas para los Bloques: Bonaire (BB), Choco (CB), Maracaibo (MTB), Norandina (NAB) y
Panamá (PB); Andes de Mérida (MA) y Indentor de Pamplona (PI). Algunas fallas mayores también
son reportadas: Algeciras (AF), Boconó (BF), El Pilar (EPF), Guaicaramo (GF), Romeral (RFS), Santa
Marta-Bucaramanga (SMBF), San Sebastián (SSF) y Oca-Ancon (OAF), y otras características, así:
Subducción de las Antillas (LAS), Canyon de Los Roques (LRC), Cinturón de Deformación al Norte
de Panamá (NPDB), y la deformación del Cinturon de Sur del Caribe (SCDB).
Tomado de Audemard et al. (2005).………………………..………………………………..………..103
Figura 2.53. Mapa del fallamiento estructural de Venezuela en el Cuaternario. Tomado de Audemard
et al. (2005).………………………..………………………………..………………………………...105
Figura 2.54. Mapa de los tensores de esfuerzo del Plio-Cuaternario de la región Occidental de
Venezuela. Cada una de las zonas numeradas con la dirección de los esfuerzos están recopiladas y
descritas por Audemard et al. (2003) y modificadas por Audemard et al. (1999 a y b). Algunos pozos
están representados por elipses o breakouts (ejemplo: la letra A al NO de la Ciudad de Maracaibo es
analizada por Sánchez et al. (1999) donde el esfuerzo máximo es indicado por los ejes o una fractura
abierta a causa del fracturamiento hidráulico o ambas representaciones. Modificado de Audemard et al.
(2005).………………………..………………………………..………………………………..…….110
Figura 2.55. Mapa de los tensores de esfuerzo del Plio-Cuaternario de la región Central de Venezuela.
Cada una de las zonas numeradas con la dirección de los esfuerzos están recopiladas y descritas por
Audemard et al. (2005) y modificadas por Audemard et al. (1999b). Modificado de Audemard et al.
(2005).………………………..………………………………..……………………………………...111
xvi
Figura 2.56. Mapa de los tensores de esfuerzo del Plio-Cuaternario de la región Oriental de
Venezuela. Cada una de las zonas numeradas con la dirección de los esfuerzos están recopiladas y
descritas por Audemard et al. (2003) y modificadas por Audemard et al. (1999b). Algunos pozos están
representadas por elipses o breakouts (ejemplo: letra B, C y D, la data obtenida en B y C esta dada por
Muñoz, (2002) y en D por Willson et al. (1999) donde el esfuerzo máximo es indicado por los ejes o
una fractura abierta a causa del fracturamiento hidráulico o ambas representaciones. Modificado de
Audemard et al. (2005).………………………..………………………………..…………………….112
Figura 2.57. Trayectoria de los esfuerzos horizontales en el norte de Suramérica, basados en la data
neotectónica, indicadores cinemáticos de los planos de fallas y soluciones de los mecanismos focales
Audemrad, (2002). Leyenda: BF: Falla de Boconó, SAS: Subducción de las Antillas Sotavento, FOA:
Falla de Oca-Ancón, SFR: Sistema de Falla Romeral, FSMB: Falla de Santa Marta-Bucaramanga.
Modificado de Audemard (2002).………………………..………………………………..………….115
Figura 2.58. A) Mapa isócrono del tope de la discordancia del Paleoceno. La depresión asimétrica y
las áreas levantadas pueden ser reconocidas en el mapa. B) Mapa de detección de límites (“Edge
Detection”) del tope de la secuencia de la discordancia del Paleoceno: dos familias de fallas son
observadas, NNE-SSO y NO-SE. C) Mapa isócrono de la secuencia C (Eoceno): Una secuencia espesa
de rocas sedimentarias de edad Eoceno forma el relleno de la depresión o sub-cuenca de Icotea
interpretada en la Figura 2.58A. Las rocas eocenas se adelgazan sobre las áreas levantadas, y en
general el espesor se incrementa hacia el NE. Tomado de Escalona (2003).………………………...117
Figura 2.59. A) Línea sísmica 3000 sin interpretar. B) Línea sísmica interpretada: 1) Modelo del
sistema de fallas de la cuenca “pull-apart” de Icotea limitada por la falla de Icotea y la falla VLE-400;
2) Reflexiones pre-cretácicas truncadas por la secuencia B; y 3) Deformación en la parte inferior de la
secuencia D. Modificado de Escalona (2003).………………………..………………………………118
Figura 2.60. Rasgos estructurales más resaltantes de la zona central de la cuenca del Lago de
Maracaibo. A) Línea sísmica regional E-O sin interpretar. B) Línea sísmica interpretada mostrando los
principales elementos estructurales y estratigráficos en el área del Lago de Maracaibo: 1) Plataforma
estable mixta carbonática-clástica de edad cretácico-paleocena; 2) Falla de Icotea; 3) Sub-cuenca de
Icotea; 4) Falla de Pueblo Viejo; 5) Sub-cuenca parcialmente invertida de Pueblo Viejo; 6) Falla
invertida, transcurrencia oblicua y 7) Discordancia Eoceno Temprano-Medio. Tomado de Escalona
(2003).………………………..………………………………..………………………………..…….120
Figura 2.62. Características generales de una cuenca pull-apart con desplazamiento dextral.
A) Transcurencia pura con α = 0°. B) Movimiento transtensional 0° < α ≤ 45°. Modificado de Wu et
al. (2008).………………………..………………………………..…………………………………..123
Figura 2.63. Vista en planta de la geometría de la placa base utilizada en el experimento transtensional
de la cuenca pull-apart. Modificado de Wu et al. (2008).………………………..…………………...124
Figura 2.64. Vista en planta de la evolución de una cuenca “pull-apart” con transcurrencia pura. El
modelo experimental ilustra: A) Fotografía del área en el lapso de tiempo en que se desarrolló el
experimento, B) Observación con laser de la subsidencia formada a medida que se produce el
movimiento. C) Fotografía de la cuenca al final del experimento. El color azul representa las zonas
más profundas. Modificado de Wu et al. (2008).………………………..……………………………125
xvii
Figura 2.65. Vista en planta de la evolución de una cuenca “pull-apart” con movimiento de
transtensión, el modelo experimental ilustra: A) Fotografía del área en el lapso de tiempo en que se
desarrolló el experimento, B) Observación con laser de la subsidencia formada a medida que se
produce el movimiento. C) Fotografía de la cuenca al final del experimento. El color azul representa
las zonas más profundas. Modificado de Wu et al. (2008)……………………………………..…….126
Figura 2.66. Geometría tridimensional de una fase inicial idealizada de una cuenca “pull-apart”
desarrollada con 5° de rotación (sistema transtensiónal) basa en los resultados del modelo. Tomado de
Wu et al. (2008).………………………..………………………………..……………………………127
Figura 2.70. Tectónica asociada a sistemas de fallas transcurrentes. Tomado de Cunningham y Mann
(2007).………………………..………………………………..………………………………..…….133
Figura 2.71. Ejemplo de cizallamiento tipo Riedel para un sistema de falla transcurrente. A)
Movimiento dextral y B) Movimiento sinestral. Modificado de Katz et al. (2002).…………….……135
Figura 2.72. Modelo de caja de arena con sistema de movimiento transtensivo. A) Evolución del
fallamiento visto en planta con el elipsoide de deformación y la rotación de la base de aluminio que
soporta el modelo. B) Secciones a lo largo de la trayectoria del tren de fallas del sistema transtensivo
observado en la sección vista en planta (parte A). Modificado de Ustaszewski et al. (2003).……….137
Figura 2.73. Modelo de caja de arena con sistema de movimiento de compresión (transpresivo). A)
Evolución del fallamiento visto en planta con el elipsoide de deformación y la rotación de la base de
aluminio que soporta el modelo. B) Secciones a lo largo de la trayectoria del tren de fallas del sistema
transpresivo con la inversión de las estructuras observado en la sección vista en planta (parte A).
Modificado de Ustaszewski et al. (2003).………………………..…………………………………...138
Figura 2.74. Características generales de un sistema de fallas transcurrente con vista en planta. A)
Curvatura con subsidencia o levantamiento (arriba y abajo respectivamente). B) Relevo entre dos
sistemas de fallas produciendo una cuenca pull-apart. Modificado de McClay y Bonora (2001).…...140
Figura 2.75. Modelo en cajas de arenas de fallas transcurrentes con relevo transpresivo a 30°. A)
Evolución cinemática cada 2 cm hasta finalmente llegar a 10 cm. Se observa la formación del
anticlinal en el centro del experimento compuesto de fallas inversas. B) Serie de cortes verticales en
cada una de las zonas deformadas del experimento donde se aprecia donde comienzan y finalizan el
conjunto de fallas inversas que conforman el anticlinal. Modificado de McClay y Bonora (2001)….141
xviii
Figura 2.76. Modelo en cajas de arenas de fallas transcurrentes con relevo transpresivo a 90°. A)
Evolución cinemática cada 2 cm hasta finalmente llegar a 10 cm. Se observa la formación del
anticlinal en el centro del experimento compuesto de fallas inversas. B) Serie de cortes verticales en
cada una de las zonas deformadas del experimento donde se aprecia donde comienzan y finalizan el
conjunto de fallas inversas que conforman el anticlinal. Modificado de McClay y Bonora (2001)…142
Figura 2.77. Modelo en cajas de arenas de fallas transcurrentes con relevo transpresico a 150°. A)
Evolución cinemática cada 2 cm hata finalmente llegar a 10 cm. Se observa la formación del anticlinal
en el centro del experimento compuesto de fallas inversas. B) Serie de cortes verticales en cada una de
las zonas deformadas del experimento donde se aprecia donde comienzan y finalizan el conjunto de
fallas inversas que conforman el anticlinal. Modificado de McClay y Bonora (2001)………………143
Figura 2.78. Ejemplos de estructuras del tipo “pop-up” para un régimen de fallas transcurrentes. La
fase romboidal es claramente definida tanto en las secciones A1 y B1 donde el sistema interior de
fallas define una zona de mayor elevación asociadas a fallas inversas. Modificado de McClay y Bonora
(2001).………………………..………………………………..………………………………..…….144
Figura 2.79. Ubicación del Bloque I del Campo Lagomar en la Cuenca del Lago de Maracaibo.
Tomado del Manual de Ubicación Geográfica de Yacimientos y Prospectos. PDVSA Exploración y
Producción (1999).………………………..………………………………..…………………………145
Figura 2.80. Ubicación del sistema de rift Jurasico en el Bloque I junto al sistema de fallas Lama-
Icotea. Tomado de Link et al. (1999).………………………..………………………………..……...146
Figura 2.81. Esquema conceptual de la deformación producida por la subducción de la Placa del
Caribe que afecto las estructuras del Bloque I. Tomado de Bueno y Pinto (1997)…………………...148
Figura 2.82. Interpretación y reconstrucción estructural de la línea sísmica 820 en dirección O-E en el
Bloque I incluyendo el fallamiento local del Campo Lagomar y la depositación de sus yacimientos en
la secuencia del Eoceno C y B. Tomado de Mammana (2005).………………………..…………….149
Figura 2.83. Calizas cretácicas antes y después de la colisión y rotación de los bloques producido por
la deformación que realizó la Placa del Caribe contra la de Suramérica. Tomado de Bueno y Pinto
(1997).………………………..………………………………..……………………………………...150
Figura 2.84. Evolución del graben centro-occidental del Lago de Maracaibo e inversión estructural.
Tomado de Bueno y Pinto (1997).………………………..………………………………..…………152
Figura 2.85. Corte estructural O-E en tiempo de la Cuenca de Maracaibo entre la Serranía de Perijá
hasta el levantamiento de la Serranía de Trujillo. Tomado de Parnaud et al. (1995)…………………153
Figura 2.86. Modelo estructural transpresivo del sistema de fallas Lama-Icotea y Ático Tomado de
Rouré et al. (1996).………………………..………………………………..…………………………155
Figura 2.87. Línea sísmica 733 O-E en tiempo mostrando un corte estructural del sistema de fallas
Lama-Icotea, Ático, Área del Pilar y el sistema de fallas Lama-Este con la depositación del Eoceno
(verde), Paleoceno (rojo), Cretácico (azul) y Basamento (azul claro). Tomado de Gamarra y Mammana
(2006).………………………..………………………………..………………………………..…….157
Figura 2.88. Cubo sísmico de semblanza con time-slice a 1728 ms (Eoceno) donde se muestran los
sectores segmentados del Campo Lagomar con sus alineamientos estructurales más importantes sin
interpretar. Tomado de Mammana (2008).………………………..………………………………….159
xix
Figura 2.89. Interpretación del cubo sísmico de semblanza con time-slice a 1728 ms (Eoceno) donde
se muestran los sectores segmentados del Campo Lagomar con sus alineamientos estructurales más
importantes. Tomado de Mammana (2008).………………………..………………………………...159
Figura 2.90. Cubo sísmico de semblanza con time-slice superior de 2860 ms a nivel del Cretácico
(Grupo Cogollo) mostrando los alineamientos estructurales del sistema Lama-Icotea y Lama-Este.
Tomado de Mammana (2008).………………………..………………………………..……………..161
Figura 2.91. Interpretación estructural del Tope de Socuy-Cretácico (Grupo Cogollo), mostrando los
alineamientos estructurales del sistema Lama-Icotea y Lama-Este en sísmica 3D. Tomado de Gamarra
y Mammana (2006).………………………..………………………………..………………………..162
Figura 2.92. Visualización estructural 3D desde el Flanco Oeste del Bloque I del Tope de Socuy-
Cretácico (Grupo Cogollo) concentrando los alineamientos del sistema Lama-Icotea, Lama-Este con el
gran salto de falla entre los bloques del Flanco Oeste y Pilar.
Tomado de Gamarra y Mammana (2006).………………………..…………………………………..163
Figura 2.93. Mapa estructural tipo Edge del Tope de Socuy-Cretácico (Grupo Cogollo) de todo el
Campo Lagomar donde se reflejan los alineamientos del sistema Lama-Icotea y Lama-Este. Tomado
de Gamarra y Mammana (2006).………………………..………………………………..…………..164
Figura 2.94. Ubicación de las diferentes estructuras del Campo Lagomar con el mapa de atributos
estructurales del Tope de Socuy y la superficie interpretada en 3D. Se evidencian los alineamientos del
sistema Lama-Icotea, Lama-Este y el conjunto de fallas normales de sus alrededores tales como Flanco
Oeste, Pilar y Flanco Este. Tomado de Gamarra y Mammana (2006).………………………..……...165
Figura 2.95. Interpretación sísmica 3D del yacimiento C-7 del área UD-LAMA al SO del Bloque I.
A) Imagen 3D del Tope de C-7 mostrando la estructura local. B) Acercamiento de la superficie C-7,
visualizando el gran salto de falla Lama-Icotea (2700 pies). Tomado de Mammana (2010)………...166
Figura 2.96. Columna estratigráfica del área del Bloque I con la sección del área de estudio,
delimitada con líneas en rojo, indicando la sección de las arenas C de la Formación Misoa. Tomado de
Estratigrafía del Bloque I entre el Mioceno y el Pre-Triásico (2000).………………………………..181
CAPITULO III
Figura 3.1. Tipos de ondas sísmicas encontradas en el subsuelo producidas por una fuente de energía y
su forma de movimiento. A) Ondas P. B) Ondas S. C) Ondas Rayleigh y D) Ondas Love. Modificado
de Regueiro (1997).………………………..………………………………..………………………...184
Figura 3.2. Propagación de ondas sísmicas en el subsuelo, cambiando de un medio a otro mediante los
procesos físicos de refracción y reflexión, emanadas de una fuente de energía y recepción para su
posterior procesamiento. Tomado de Análisis de Datos Sísmicos (2005).………………………..….185
Figura 3.3. Ilustración de los tiros de verificación (Check-Shots) para la construcción de la tabla T-Z
que asocia el Tiempo [T] de los datos sismicos con la Profundidad del pozo [Z]. Los Check-Shots son
utilizados para la calibración de los sismogramas sintéticos ayudados con la información de los topes
de las formaciones geológicas. Tomado de Análisis de Datos Sísmicos (2005).…………………….190
xx
Figura 3.4. Sismograma Sintético. A) Modelo convolucional de la traza sísmica para la elaboración
delajuste sísmica-pozo B) Elaboración de un sismograma sintético tipo en la cuenca del Lago de
Maracaibo. Tomado de Escalona (2003).………………………..……………………………………191
CAPITULO IV
Figura 4.1. Ubicación y limites del Proyecto de Estudios Integrados del Área VLA-6/9/21 al norte
del Bloque I, y que comprende solo el Flanco Este de la Falla Lama-Icotea. Modificado del Manual de
Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999)…………...198
Figura 4.2. Ubicación y limites del Proyecto de Estudios Integrados del Area VLA-31/243/245 al sur
del Bloque I y que comprende solo el Flanco Oeste de la Falla Lama-Icotea. Modificado del Manual de
Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999)…………...199
Figura 4.3. Ubicación en planta de los Flancos Este y Oeste de la falla Lama-Icotea dentro del Bloque
I del Campo Lagomar y los limites de las áreas productivas que involucran el estudio (Area VLA-031,
VLA-062, VLA-16/33, VLA-6/9/21 y VLA-31/243/245). Modificado del Manual de Ubicación de los
Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999)……………………………...200
Figura 4.4. Ubicación de los pozos en las áreas VLA-031, VLA-062, VLA-16/33 y VLA-31/243/245
que incluye la zona donde se efectuó el trabajo. En total son 426 pozos activos. Modificado del Manual
de Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999)………..203
Figura 4.5. Cubo sísmico en HFI (High Frequency Imaging) del área Lagomar donde se incluye el
Bloque I del área de estudio. Imagen tomada de la herramienta Geoprobe (visualizador 3D) de la
Plataforma Landmark.………………………..………………………………..……………………...206
Figura 4.6. Sismograma sintético realizado al pozo VLA-0233 (Flanco Oeste), indicando los
marcadores geológicos a nivel del Eoceno y la característica particular de la traza sísmica a nivel de la
Unidad productora C-4, la cual presenta una respuesta sísmica con polaridad negativa. Imagen tomada
de la herramienta Syntool de la Plataforma Landmark para los ajustes sísmica-pozo………………..208
Figura 4.7. Sismograma sintético realizado al pozo VLA-1548 (Flanco Este), indicando los
marcadores geológicos a nivel del Eoceno y la característica particular de la traza sísmica a nivel de la
Unidad productora C-4, la cual presenta una respuesta sísmica con polaridad negativa. Tomado del
Informe Final de la Fase II del Proyecto VLA-6/9/21 Estudios Integrados-Lagomar (2008)………..209
Figura 4.8. Promedio del espectro en frecuencia del área de estudio en la línea sísmica 737 asociado al
levantamiento sísmico 3D en HFI. Tanto la imagen superior como inferior muestran los espectros en
frecuencia dominante y fase del área de la Falla Lama-Icotea del sector mas y menos deformado
(Flanco Este) respectivamente. Las líneas punteadas en blanco denotan las zonas donde se realizó el
cálculo de la frecuencia. El valor cuantitativo de la misma se encuentra en el orden de
aproximadamente 50 Hz. Imagen tomada de la herramienta Post/Stack/PAL de la Plataforma
Landmark para el calculo de frecuencia.………………………..…………………………………….210
Figura 4.9. Espectro en frecuencia del área de estudio en la línea sísmica 736 del cubo sísmico de baja
frecuencia prstk08.3dv. Las líneas punteadas en blanco denotan las zonas donde se realizó el cálculo de
la frecuencia. El valor cuantitativo de la misma se encuentra entre 20-25 Hz aproximadamente. Imagen
tomada de la herramienta Post/Stack/PAL de la Plataforma Landmark para el calculo de frecuencia.
Imagen tomada de la herramienta Post/Stack/PAL de la Plataforma Landmark para el calculo de
frecuencia.………………………..………………………………..………………………………….211
xxi
Figura 4.10. Esquema de posibles arenas inmersas dentro de un horizonte sísmico y que no pueden ser
observadas por debajo de su resolución sísmica vertical. Tomado de Mammana (2009)……………213
Figura 4.11. Línea sísmica 820 en dirección O-E dentro del área de estudio, indicando la posición
estructural de los pozos a nivel del Eoceno y el ajuste de los marcadores de la Discordancia del
Paleoceno y el Tope de Socuy (Cretáceo). Tomado de Mammana (2005)…………………………...215
Figura 4.12. Línea sísmica orientada ONO-ESE ortogonalmente a la falla Lama-Icotea. Modificado
del Manual de Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la
Cuenca del Lago de Maracaibo (1999).………………………..……………………………………..217
Figura 4.13. Corte en tiempo a 1440 ms del cubo sísmico 3D en HFI de la Unidad de Explotación
Lagomar, donde se puede apreciar la tendencia de las fallas más resaltantes del Bloque I. Imagen
tomada de la herramienta Geoprobe de la Plataforma Landmark para la visualización 3D………….217
Figura 4.14. Interpretación del horizonte sísmico equivalente al tope de la Unidad C-4, según los datos
de la calibración sísmica-pozo generada por los sismogramas sintéticos,
a lo largo del área de estudio.………………………..………………………………..………………218
Figura 4.15. Ampliación de la interpretación del horizonte sísmico equivalente al tope de la Unidad
C-4, donde se aprecia la cercanía entre líneas y trazas sísmicas para un mejor control de la estructura.
La abertura en el centro de la interpretación representa la tendencia de la falla Lama-Icotea, la cual se
encuentra señalada………………………..………………………………..………………………….220
Figura 4.16. Ejemplos de imágenes de atributos sismicos a nivel del Tope de Socuy en Cretáceo
dentro del área Lagomar, que incluye los Bloques I, II y XII. A) Atributo de buzamiento y B) Atributo
de amplitud. Tomado de Gamarra y Mammana (2006)………………………..……………………..222
Figura 4.17. Flujo de trabajo para la construcción del Modelo Geomecánico MEM. Tomado del
Modelo Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y
Cretáceo (2009)………………………..………..………………………..…………………………...224
Figura 4.18. Dirección de esfuerzos en formaciones terciarias dentro del Bloque I (Lagomar). Tomado
del Modelo Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-
Inferior y Cretáceo (2009).………………………..………………………………..…………………226
Figura 4.19. Dirección de esfuerzos en formaciones cretácicas de Lagomar dentro del Bloque I
(Lagomar). Consistente con dirección NO-SE. Tomado del Modelo Geomecánico del Campo
Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y Cretáceo (2009)……………...227
Figura 4.20. Sección estructural al sur del Bloque I con pozos del Flanco Oeste (VLA-0912) y Flanco
Este (VLA-0428) para ilustrar el salto de la falla Lama-Icotea con aproximadamente 2200 pies y
comprobar el levantamiento tectónico al cual fue sometido el área del Pilar del Flanco Este.
Modificado de Markovich (2006)…………………………………………………………………….228
Figura 4.21. Sección estratigráfica donde se observan pozos en la región del Ático con pérdida de
sección (líneas punteadas en verde) lo que evidencia que estos bloques fueron expuestos a la erosión
del Eoceno, mientras que las líneas punteadas en color naranja evidencian los pozos que atravesaron la
falla Lama-Icotea. Estos pozos perforan las arenas C-1 y C-2 del Flanco Oeste (cortan la falla Icotea) y
llegan a las arenas C-6 o C-7 del Flanco Este. Modificado de Mammana (2011).…………………...229
xxii
Figura 4.22. Ejemplo de un mapa estructural en tiempo del tope del yacimiento C-5 al sur-oeste del
Bloque I (Area Lagomar). Los colores amarillo y rojo denotan las estructuras más altas, mientras que
el color verde, azul celeste y azul oscuro las estructuras más bajas. Tomado de archivos de la empresa.
Modificado de Mammana (2010).……………………………..………………………………..…….230
Figura 4.23. Pozos con Check-Shot en el Bloque I y su ubicación en ambos flancos de la falla
Lama-Icotea (Oeste y Este).………………………..………………………………..……………….232
Figura 4.25. Ilustración del cálculo para la construcción del modelo de velocidades para el tope del
yacimiento C-4 del área de estudio del Bloque I. Se tomó como ejemplo el pozo Cretáceo VLA-711
del Flanco Oeste de la Falla Lama-Icotea, identificándose (en el mapa de contornos) un tiempo más
cercano de 1900 ms a una profundidad de 7811 pies correspondiente al punto visualizado en el
reflector sísmico del yacimiento C-4, interpretado en la línea sísmica 837…………………………..237
Figura 4.26. Mapa en velocidad del tope del yacimiento C-4 al norte del Bloque I (Área Lagomar).
Los colores en azul celeste denotan las estructuras más altas, mientras que el color azul oscuro las
estructuras más bajas. Los pozos en color rojo se encuentran en el Flanco Oeste y los de color verde en
el Este. ………………………………………………………………………………………………..238
CAPITULO V
Figura 5.1. Línea sísmica 784 de dirección O-E con la ubicación de los reflectores sísmicos
relacionados con las diferentes secuencias sedimentarias encontradas (Discordancia del Eoceno y
Paleoceno, tope y base del yacimiento C-4 y el marcador de Socuy en el Cretáceo)………………...241
Figura 5.2. Modelo estructural del yacimiento C-4 en el área del Bloque I…………………………242
Figura 5.3. Modelo en 3D de la superficie interpretada del yacimiento C-4 donde se aprecia la
tendencia estructural y su relación con el levantamiento e inversión estructural de los bloques
existentes dentro del área de estudio.…………..……………………………..………………………243
Figura 5.4. Línea sísmica 733 en dirección O-E en alta frecuencia (HFI), donde se aprecia el resultado
obtenido de la traza de falla Lama-Icotea (segmento vertical de color azul claro) que divide el Bloque I
en dos Flancos (Oeste y Este) junto a la secuencia sedimentaria asociada a cada uno……………….245
Figura 5.5. Visión en 3D de la traza del plano de falla Lama-Icotea vista desde el suroeste a nivel del
yacimiento C-4, donde se aprecia la dirección de su movimiento sinestral y el levantamiento
estructural del Área del Pilar del Flanco Este con respecto al Flanco Oeste
por inversión tectónica………………………………………………………………………………..246
Figura 5.6. Configuración del sistema de campos de esfuerzos para el Eoceno en el área del Bloque I
donde se encuentra el análisis del área de estudio. Dirección de esfuerzo tomada del Modelo
Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y Cretáceo
(2009).…………..……………………………..……………………………..……………………….248
Figura 5.7. Configuración del sistema de campos de esfuerzos para el Cretáceo en el área del Bloque I
donde se encuentra el análisis del área de estudio. Dirección de esfuerzo tomada del Modelo
Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y Cretáceo
(2009).…………..……………………………..……………………………..……………………….249
xxiii
Figura 5.8. Mapa estructural del Campo Lagomar del Bloque I con los polígonos de fallas en unidades
de tiempo [ms] del tope del yacimiento C-4 interpretado con la licencia de SeisWork, bajo el ambiente
Linux de la plataforma Landmark.…………..……………………………..…………………………250
Figura 5.9. Mapa estructural en profundidad del yacimiento C-4 en el área de estudio. Las zonas en
rojo representan las estructuras más elevadas (Ático y Pilar) del Flanco Este, las verdes las intermedias
y las de color azul las más bajas como el Graben del Flanco Oeste.…………..……………………..251
Figura 5.11. Atributo estructural tipo Edge donde se resalta la tendencia estructural de las fallas
principales del tope del yacimiento C-4.…………..……………………………..…………………...253
Figura 5.12. Localizaciones potenciales ubicadas según el nuevo modelo estructural del yacimiento
C-4, tanto en el Flanco Oeste con en el Este de la falla Lama-Icotea.…………..……………………254
CAPITULO VI
Figura 6.1. Corte en tiempo (time-slice) a 2100 ms en el cubo estructural (structure-cube) para
identificar la trayectoria de las fallas principales. A) Time-slice sin interpretar con los alineamientos de
fallas. B) Interpretación de las fallas más resaltantes en el Bloque I y sus alrededores………………257
Figura 6.2. Ubicación de transectos A-A´, B-B´, C-C´ perpendiculares a los diferentes sistemas de
fallas encontrados, y la línea sísmica 784 de dirección O-E. A) Visualización en el time-slice a 2100
ms. B) Cobertura de transectos en el modelo estructural a nivel del yacimiento C-4………………...258
Figura 6.3. Mapa estructural de contornos del yacimiento C-4 interpretado con sísmica 3D. Cada
sistema de fallas se ha numerado de la siguiente forma: falla Lama-Icotea (1), falla Lama-Este (2),
fallas normales área de El Pilar (3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14 y 15), fallas Ático (16) e
Intra-Ático (17), fallas inversas vecinas a Lama-Icotea Flanco Oeste (18, 19, 20, 21, 22, 23 y 24),
fallas inversas Flanco Oeste (32,33 y 34), fallas normales Flanco Oeste (25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 35,
36, 37, 38, 39, 40 y 41).…………..……………………………..……………………………..…….. 259
Figura 6.4. Línea sísmica 784 (O-E) mostrando las estructuras principales interpretadas en el área, su
secuencia sedimentaria entre el Cretáceo y el Neógeno y la etapa de inversión estructural en el Eoceno.
Los números en las fallas corresponden a los observados en la Figura 6.3.…………..……………...261
Figura 6.7. Registro sedimentario de la perforación de los pozos vecinos a la falla Lama-Icotea
evidenciando la perdida de sección. A) Pozos en el Ático VLA-0137 y VLA-0459. B) Pozos VLA-
1599 con perforación en Flanco Oeste y objetivo final en Flanco Este (Arenas C-7)………………..269
xxiv
Figura 6.8. Evidencias de la inversión estructural dentro del área de estudio apreciándose el estilo
estructural conformado por el anticlinal de la falla Lama-Icotea (línea azul) y los truncamientos de los
reflectores sísmicos del yacimiento C-4 (línea en rojo) contra la discordancia del Eoceno (líneas
punteadas en amarillo).…………..……………………………..……………………………..………270
Figura 6.9. Ubicación tridimensional con un cubo sísmico de semblanza de los sistemas estructurales
alrededor del pozo VLA-1599 donde se observa el corte con el plano de falla Lama-Icotea tanto en el
Flanco Oeste como en el Este y levantamiento estructural del yacimiento C-7 por efecto de la inversión
tectónica. A) Vista superficial 3D desde planta. B) Rotación del cubo sísmico para observar el corte
del pozo VLA-1599 desde el Flanco Este.…………..……………………………..…………………271
Figura 6.10. Anticlinal fallado de la región del Ático con su relación estratigráfica. A) Sección
estratigráfica con pozos mostrando el acuñamiento contra el alto estructural del Ático al oeste de El
Pilar. B) Evidencias de inversión tectónica en el Flanco Este observadas por los truncamientos de las
capas de C-4 (línea roja) contra la discordancia del Eoceno (línea punteada amarillo)……………...274
Figura 6.11. Ubicación de los transectos F-F´, G-G´, H-H´ y I-I´ en el time-slice de 2100 ms y
perpendiculares al tren de fallas Lama-Icotea (1), Falla del Este (2) y las fallas inversas del Flanco
Oeste (24, 32 y 33); para observar la dirección del anticlinal (estructura en “Flor Positiva”) en el área
de estudio y cotejarlo con la dirección principal de estas fallas.…………..………………………….276
Figura 6.12. Línea sísmica 784 (O-E) con los cortes en tiempo (time-slice) a 1300, 1700, 2100, 2700 y
3000 ms, ubicando las intersecciones con las fallas principales: Lama-Icotea (1), Falla del Este (2) y
las fallas inversas del Flanco Este (16, 17) y Flanco Oeste (19, 32 y 33).…………..………………..277
Figura 6.13. Corte estructural en tiempo (time-slice) a 1300 y 1700 ms para determinar las fallas en el
área de estudio y analizar su trayectoria a través de la secuencia sedimentaria que es atravesada por las
mismas.…………..……………………………..……………………………..………………………278
Figura 6.14. Corte estructural en tiempo (time-slice) a 2700 y 3000 ms para determinar las fallas en el
área de estudio y analizar su trayectoria a través de la secuencia sedimentaria que es atravesada por las
mismas.…………..……………………………..……………………………..………………………279
Figura 6.15. Transectos F-F´, G-G´ (ver Figura 6.11 para ubicación) perpendiculares al tren de fallas
Lama-Icotea (1), falla del Ático (16), Falla del Este (2) y las fallas inversas del Flanco Oeste (23, 24,
32, 33 y 34). Con estos transectos se demuestra el rumbo NNE-SSE de estas fallas principales y del
anticlinal (estructura en “Flor Positiva”) del Bloque I.…………..…………………………………...280
Figura 6.16. Transectos H-H´, I-I´ (ver Figura 6.11 para ubicación) perpendiculares al tren de fallas
Lama-Icotea (1), Falla del Este (2) y las fallas inversas del Flanco Oeste (18, 32, 33 y 42). Con estos
transectos se demuestra el rumbo NNE-SSE de estas fallas principales y del anticlinal (estructura en
“Flor Positiva”) del Bloque I.…………..……………………………..………………………………281
Figura 6.17. Transecto A-A´ en el bloque estructural del Flanco Oeste (ver Figura 6.3 para ubicación)
con el sistema de fallas normales formadas por distensión que atraviesa la columna sedimentaria del
Eoceno y Cretáceo.…………..………………………..……………………………..………………..283
Figura 6.18. Transectos B-B´ sobre el anticlinal (estructura en “Flor Positiva”) del Flanco Oeste
(ver Figura 6.3 para ubicación) con el sistema de fallas normales formadas por distensión que atraviesa
la columna sedimentaria del Eoceno.…………..……………………………..………………………284
xxv
Figura 6.19. Sistema distensivo encontrado en el Flanco Este en el área de El Pilar (ver Figura 6.3
para ubicación) con su relación estratigráfica. A) Sección estratigráfica con pozos, mostrando el
acuñamiento del yacimiento C-4 al SE. B) Fallas normales bajo régimen distensivo con evidencias de
inversión estructural.…………..……………………………..……………………………..………...285
Figura 6.20. A) Sistema de fallas en el Bloque I interpretadas por Link et al. (1999). B) Interpretación
estructural propuesta para el área de estudio del Bloque I.…………..……………………………….287
Figura 6.21. Relación del campo de esfuerzo regional en la Cuenca de Maracaibo asociado a la
interpretación estructural del área de estudio. A) Dirección del campo de esfuerzos horizontal máximo
(σHmax) analizados por Kellogg (1984), Audemard et al. (1999b, 2005) y Taboada et al. (2000).
B) Interpretación en 3D del área de estudio con inversión estructural asociada a los esfuerzos. C)
Relación de la cuenca “Pull-Apart” de Escalona y Mann (2003) bajo el efecto tijera de la falla Lama-
Icotea comparada con las estructuras en el Bloque I (ambas áreas sujetas a inversión tectónica)…...290
Figura 6.23. A) Modelo aproximado de áreas compartamentalizadas y sus niveles estratigráficos de las
Arena B y C interpretadas por Planchart et al. (2002). B) Interpretación 3D del área de estudio con
posibles zonas con compartimientos estructurales.…………..……………………………………….292
Figura 6.24. A) Trayectoria NNE-SSO de anticlinales y fallas principales como Lama-Icotea, Pueblo
Viejo y Urdaneta en la Cuenca del Lago de Maracaibo analizadas por Lugo (1991). Modificado de
Lugo (1991). B) Time-slice a 2100 ms mostrando la similitud encontrada en la sísmica del tren de
fallas principales en el área de estudio con lo visualizado por Lugo (1991). C) Modelo estructural de
fallas actuando como planos de deslizamiento inverso teniendo en cuenta como plano central la falla
de Bocono bajo influencia de movimientos transpresivos sinestrales (Schreurs y Colletta, 1998). D)
Modelo estructural del área de estudio bajo un régimen transpresivo sinestral teniendo en cuenta como
plano central la falla Lama-Icotea (color azul).…………..…………………………………………..294
Figura 6.25. A) Modelo del régimen distensivo planteado para el Bloque I (Eoceno Temprano-
Medio). B) y C) Vista en planta con cortes verticales en los modelos experimentales con cajas de
arenas desarrollados por Ustaszewski et al. (2003) bajo efectos distensivos, respectivamente………295
Figura 6.26. A) Modelo del régimen compresivo planteado en el Bloque I (Eoceno Temprano-Medio).
B) y C) Vista en planta con cortes verticales en los modelos experimentales en cajas de arenas
desarrollados por Ustaszewski et al. (2003) bajo efectos compresivos, respectivamente……………296
Figura 6.27. Ejemplos de modelos en cajas de arenas realizados por Lowell (1995). A) Movimiento
sinestral (left lateral) en una caja con arcilla. Los aros son circunferencias en su estado original y se
transforman en elipses a medida que el movimiento se produce. B) Elipses de deformación y desarrollo
de fallas sintéticas sinestrales y antitéticas dextrales. Las zonas oscuras corresponden a fosas
(Grabenes) y las más claras a pilares (Horsts). C) Creación de anticlinales y fallas de corrimiento por
transpresión. D) Evolución del fallamiento en sistemas tectónicos con fallas del tipo transcurrente
sinestral. E) Analogía aproximada entre las diferentes fallas encontradas dentro del modelo estructural
del yacimiento C-4 del Bloque I y las estructuras formadas con los experimentos de arena bajo el
movimiento de transcurrente sinestral. Tomado y modificado de Lowell (1995)……………………298
xxvi
Figura 6.28. Relación del fallamiento encontrado en el Bloque I del Campo Lagomar con los
experimentos en cajas de arena realizados por Lowell (1995). A) Interpretación estructural en tiempo
[ms] del tope del yacimiento C-4 indicando los polígonos de fallas a ese nivel. B) Evolución
experimental de fallas normales e inversas en sistemas tectónicos del tipo transcurrente sinestral con
formación de anticlinales bajo los efectos de movimiento transpresivo estudiados por Lowell (1995).
C) Línea sísmica 784 de dirección O-E con el levantamiento anticlinal del área de estudio similar a los
encontrados en los experimentos de arena.…………..……………………………..………………...299
Figura 6.29. Comparación entre el modelo estructural interpretado en el área de estudio con otro de
los experimentos de cajas realizados por Lowell (1995). A) Mapa estructural del tope del yacimiento
C-4 indicando las fallas interpretadas. B) Formación de diferentes sistemas de fallas (normal, inversa)
bajo la influencia del movimiento transpresivo sinestral desarrollado por Lowell (1995), comparados
con los transectos A-A´, B-B´, C-C´ ubicados en el mapa estructural del yacimiento C-4…………..301
Figura 6.30. Comparación de la interpretación estructural del tope del yacimiento C-4 con los modelos
experimentales de McClay y Bonora (2001). A) Interpretación estructural del área de estudio del
Bloque I. B) Sistema formado por fallas normales e inversas en los experimentos de McClay y Bonora
(2001). C) Movimiento transcurrente sinestral y formación de fallas normales por distensión y fallas
inversas por compresión (McClay y Bonora, 2001).…………..……………………………………...303
Figura 6.31. “Pop-up” formado en el Cerro de la Mica (Norte de Chile), constituido por el sistema de
fallas de Atacama. A) Mapa estructural del Cerro de la Mica, conformado por fallas inversas y un
sistema transpresivo sinestral. B) Imagen satelital del levantamiento del Cerro de la Mica (McClay y
Bonora, 2001). C) Diagrama 3D de la geometría transpresiva sinestral de un “Pop-up” en los modelos
de McClay y Bonora (2001).…………..……………………………..……………………………….304
Figura 6.32. A) Mapa de contornos estructurales del tope del Cretáceo (Top Muddy) en la Cuenca de
Laramie en Wyoming (USA) con un sistema transpresivo sinestral (Modificado de Stone, 1995).
B) Estructura en “Flor Positiva” resultante del movimiento de los bloques conformados por las fallas
F1 y F2 por transpresión (Modificado de Stone, 1995).…………..……………………………..…...305
Figura 6.33. Evolución del sistema de fallas en la región norte de Omán (Montañas de Omán) situado
en la península Arábica para el Cretáceo-Tardío, en un régimen de movimiento transpresivo sinestral
producido por un campo de esfuerzo horizontal máximo de dirección NO-SE bajo la interacción entre
la Placa de India con la Placa Arábica (Modificado de Filbrandt et al., 2006)……………………….307
Figura 6.34. Evolución estructural de la Cuenca de Viena en Austria (Hinsch et al., 2005 a, b;
Arzmuller et al., 2006) . A) Ubicación geográfica de la cuenca que se extiende entre Republica Checa,
Eslovaquia y Hungría. B) Formación de una cuenca “pull-apart” por distensión. C) Mapa estructural
del sistema de fallas señalando los depocentros. D) Interpretación estructural del transecto A-A´. F)
Análisis en cajas de arena desarrollados por Wu et al. (2008), con fallamiento similar a los encontrados
en la Cuenca de Viena y los análisis hechos para el Bloque I en el Eoceno Temprano-Medio………309
Figura 6.35. Sistema estructural interpretado en la cuenca antepaís del Mar Adriático al este de Italia,
formado por la colisión entre el sistema de bloques África/Ádria y la Placa Europea (Scisciani, 2009).
A) Ubicación geográfica de la cuenca con los transectos A-A´ y B-B´. B) Transecto sísmico A-A´ al
norte de la cuenca del Mar Adriático. C) y D) Transecto sísmico B-B´ al sur de la cuenca del Mar
Adriático influenciado por fallamiento inverso por transcurrencia compresiva e inversión estructural.
Modificado de Scisciani (2009)…………………………………………………………………...….311
xxvii
Figura 6.36. A) Mapa estructural en el área del Sistema Ibérico al noreste de Madrid (España), donde
se aprecia el sistema de fallas inversas formadas por la colisión oblicua entre la Placa Ibérica y la Placa
Europea a finales del Cenozoico. Modificado de De Vicente et al. (2009). B) Transecto A-B mostrando
las estructuras en “Flor Positiva” en el área de Masegosa y el Alto del Tajo formadas por movimiento
transpresivo. Modificado de De Vicente et al. (2009)………………………………………………..312
Figura 6.37. Atributo sísmico de amplitud que representa las zonas mas deformadas de una de las
arenas productoras del yacimiento C-4, indicando su distribución espacial por espesores y las
discontinuidades laterales dentro del sistema de fallas de
Lama-Icotea (recuadro punteado en blanco).…………..……………………………..………………313
Figura 6.38. Atributo estructural tipo Edge con análisis de frecuencia donde se resaltan las estructuras
más importantes las cuales pueden ser ubicadas directamente en los mapas y líneas sísmicas, ayudando
a la elaboración del modelo estructural dentro del yacimiento.…………..…………………………..315
Figura 6.39. Atributos estructurales del tipo Dip-Azimut construido dentro del visualizador 3D para
ubicar las fallas más importantes en la interpretación estructural. Aquí se pueden observar los
alineamientos y tendencias del fallamiento local y ajustarlos
con la interpretación sísmica en el área.…………..……………………………..…………………....316
Figura 6.40. Comparación entre la interpretación estructural oficial y la actual del tope del yacimiento
C-4 del área de estudio del Bloque I. A) Interpretación oficial realizada con sísmica 2D y data de pozo
(Manual de Ubicación Geográfica de Yacimientos y Prospectos, 1999). B) Interpretación estructural
actualizada con sísmica 3D.…………..……………………………..………………………………..317
xxviii
LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Cálculo de las velocidades interválicas para el yacimiento C-4, con los pozos de interés en el
Flanco Oeste del área de estudio para contribuir, a la construcción del modelo de velocidad……….235
Tabla 2. Cálculo de las velocidades interválicas para el yacimiento C-4, con los pozos de interés en el
Flanco Este del área de estudio, para contribuir a la construcción del modelo de velocidad………...236
xxix
CAPITULO I
INTRODUCCIÓN
El Campo Lagomar tiene una superficie de 360 km2 y está conformado por
tres Bloques (I, II y XII). Su mayor producción petrolera proviene de las “Arenas C”
de edad eocena y del Grupo Cogollo del Cretáceo; ubicándose en el área Centro
Norte de la cuenca.
1
Se ha comprobado por datos de producción que los pozos ubicados al norte
del Bloque I, sobre todo en el anticlinal estructural de la Falla Lama-Icotea (Martín et
al, 1994b; Tecno-SINERGIA C. A, 2002; Escalona y Mann, 2003; Proyecto de
Estudios Integrados del Área VLA-6/9/21 al norte del Bloque I, Flanco Este de la
Falla Lama-Icotea, 2008), han acumulado mayores volúmenes de petróleo en los
últimos años, posiblemente por entrampamiento de fluido contra esta falla, producto
de la intensa deformación estructural y el carácter sellante de la misma (2500 pies de
salto aproximadamente). En consecuencia, es necesario estudiar las áreas que
presenten alta deformación tectónica y estructural, ya que abren un mundo de
posibilidades para conocer mejor el tipo de deformación asociadas a los campos de
esfuerzos en el pasado y presente (Audemard et al., 2005) que dieron origen a la
migración y entrampamiento del hidrocarburo.
2
ubicación estratégica de nuevos pozos de petróleo. Es por ello que surge la necesidad
de estudiar con más detalle las distintas estructuras que conforman esta área. De esta
forma, se podría contribuir sustancialmente en la extracción y optimización de las
reservas de petróleo de manera eficiente.
3
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
4
que no se cuenta con una actualización integrada de un modelo estructural ajustado a
los eventos tectónicos naturales que ocurrieron en las diferentes edades geológicas de
la cuenca y que pueden ser detectados mediante los datos sísmicos procesados y
actualizados.
5
ANTECEDENTES
6
OBJETIVOS
GENERAL
ESPECÍFICOS
5. Analizar los esfuerzos que dieron origen al fallamiento del área, asociados con
la nueva interpretación estructural.
7
7. Identificar áreas con nuevas trampas potenciales.
8
UBICACIÓN Y LÍMITES DEL AREA DE ESTUDIO
9
N
Área de Estudio
N
Tía Juana
BLOQUE II
BLOQUE I
BLOQUE XII
Figura 1.1. Mapa de ubicación de la cuenca del Lago de Maracaibo con los campos de producción
petrolera en el Bloque I y el área utilizada para la interpretación estructural. Tomado del Manual de
Ubicación Geográfica de Yacimientos y Prospectos. PDVSA Exploración y Producción (1999).
10
círculos del mismo color se refieren a los Shotpoints o Puntos de Tiros. El área de
estudio se demarcó en líneas punteadas en color rojo de forma aproximada.
LEVANTAMIENTO
SISMICO N
AREA DE ESTUDIO
AREA DE ESTUDIO
BLOQUE I
BLOQUE II
BLOQUE X
BLOQUE XII
BLOQUE X
BLOQUE IX
BLOQUE III
BLOQUE VIII
Figura 1.2. Mapa de ubicación del levantamiento sísmico de la Unidad de Explotación Lagomar en
conformidad con cada uno de sus bloques de producción (I, II y XII) y los límites con los campos más
cercanos. Tomado del Manual de Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de
Maracaibo. PDVSA Exploración y Producción (1999).
11
CAPÍTULO II
Entre las estructuras tectónicas más importantes que delimitan los alrededores
de la Cuenca de Maracaibo se encuentran la falla de Boconó en los Andes de Mérida,
la falla de Santa Marta en Colombia y la falla de Oca en la parte norte de la cuenca
formando un triángulo conocido como Bloque de Maracaibo, el cual se muestra en la
Figura 2.1.
12
luego de una etapa de relativa calma tectónica durante el Cretáceo y el Paleoceno,
volvía una fase tensional durante el Eoceno, la cual habían reactivado los antiguos
grabenes y semi-grabenes jurásicos. Sin embargo, si bien la fase tensional del
Jurásico ofrecía un ambiente adecuado para la formación de grabenes tipo “rift”,
durante el Eoceno tuvo lugar la colisión oblicua de la Placa del Caribe y la de
Suramérica, lo cual favorecía mas bien la presencia de una fase compresional en
dirección NO-SE. Este esquema se complica con la llegada de las Napas de Lara al
Bloque de Maracaibo, causando la formación de una cuenca antepaís (foreland)
(Crampton y Allen, 1995). El modelo propuesto por Bueno (1995), está enfocado en
una deformación compresiva en sentido NO-SE asociado con un modelo tensional en
sentido opuesto, considerando dicha cuenca eocena como una cuenca antepais,
perisural y sinorogénica, cuya antefosa esta situada en la parte NE del Bloque de
Maracaibo y su alto periférico, tanto en la parte central del Lago de Maracaibo actual,
como en la parte noroccidental de la cuenca.
Cuiza Fault
Oca Fault
Figura 2.1. Mapa de ubicación de la cuenca del Lago de Maracaibo limitada por el bloque triangular
de fallas estructurales: al norte por la falla de Oca, al sur por la falla de Boconó y al oeste por la falla
de Bucaramanga. Tomado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
13
La deformación en dirección NE-SO es mayormente tensional, mientras que
en la dirección NO-SE, una fase de deformación compresional causó el acortamiento
tectónico e inversión estructural. El modelo compresional propuesto por Bueno
(1995) está basado en el acortamiento, el cual produjo la propagación de corrimientos
a lo largo de los bordes de las estructuras tensionales previas, es decir, de los antiguos
grabenes y semi-grabenes jurásicos de orientación NNE-SSO a NS, lo cual
contribuyó a la generación de espacio en sus flancos deprimidos.
Cabe destacar que los bloques limitados por las fallas principales (Oca,
Bucaramanga y Boconó, Figura 2.1) experimentaron una rotación horaria, lo cual
provocó transcurrencia sinestral a lo largo de las fallas principales, tal es el caso de la
falla Lama-Icotea, caracterizada como uno de los eventos tectónicos más importantes
de la cuenca (Bueno et al., 1993). Dentro de la influencia compresional también
existe un sistema de eventos tensionales que representan una serie de fallas normales
de rumbo mayormente ONO-ESE. El modelo tensional así originado se debe a la
cuenca antepaís instalada en el Bloque de Maracaibo, luego de la llegada de las napas
de Lara (Stephan, 1977) en su parte nororiental. La carga de la napas provocó ajustes
isostáticos regionales que se observan en forma de pliegues flexurales, causando así
el combamiento de los estratos y favoreciendo al fallamiento normal, cuyo rumbo va
cambiando de NNO-SSE, en la parte noroccidental de la cuenca, a ONO-ESE, en la
parte central del lago, y E-O a ENE-OSO al sureste de la cuenca. Las fallas normales
forman estructuras escalonadas del tipo dominó o denominadas comúnmente en
“échelon”; éstas pueden verse como ejemplo en la Figura 2.2 de la interpretación
sísmica del área sur del Bloque V de la Unidad de Explotación Lagocinco de la
Cuenca de Maracaibo.
14
Machiques de la Formación Apón) y Orocure. El volumen de sedimentos de dicha
cuenca se encuentra en el orden de 250.000 km3 con un espesor máximo de
sedimentos de 11.000 m entre el Cretácico y Post-Cretácico. Según las actividades de
exploración y posterior producción, se han descubierto unos 40 campos petrolíferos,
entre los cuales 8 de ellos se pueden considerar como gigantes, estimándose una
producción individual final de 500 millones de barriles provenientes también de unos
700 yacimientos activos (Escalona, 2003).
N
Mapa Estructural Area LagoCinco-Sur del Lago.
ER-EO
ER-EO
ER-EO
ER-EO ER-EO ER-EO
ER-EO ER-EO
C-4
C-4
C-4
C-4
C-4 ER-PC C-4
C-4 ER-PC C-4
C-4
ER-PC ER-PC ER-PC
ER-PC ER-PC
Cretaceo Cretaceo
Cretaceo
Cretaceo Cretaceo
Fallas Normales
Figura 2.2. Línea sísmica 709 en dirección O-E del Modelo Estructural Compresivo-Extensional del
Bloque V de la Unidad de Explotación Lagocinco ubicado en la región central del Lago de Maracaibo.
Tomado del Análisis Sísmico-Estructural de Estudios Integrados Lago-Norte y Lago-Sur de la Unidad
de Explotación Lago-Cinco (2008).
15
(Escalona y Mann, 2006c). Localmente, los sedimentos depositados a nivel del
Eoceno representan sellos importantes para la acumulación de petróleo, combinado
con la formación de diferentes estilos estructurales a través de toda la columna
estratigráfica (Escalona y Mann, 2006c).
Por otra parte, las invasiones y regresiones marinas fueron determinantes para
la sedimentación, tanto de rocas madres generadoras de hidrocarburos como de
recipientes adecuados para almacenarlos, y como resultado de varios periodos de
orogénesis y epirogénesis que produjeron las trampas adecuadas para retenerlos hasta
los momentos actuales (Escalona y Mann, 2006c).
16
Golfo de
Venezuela
Los Andes de Mérida limitan la cuenca hacia el sur y su eje topográfico está
controlado por la falla de Bocono, interpretada como una falla transcurrente dextral
(Kellogg, 1984). La falla de Oca también es interpretada siguiendo el mismo patrón
de movimiento que la falla de Boconó, la cual se acomoda (Falla de Oca) entre 20 a
17
100 km aproximadamente de deslizamiento lateral desde el Oligoceno hasta el
presente (Rod, 1956; Kellogg, 1984). Hacia el este, la depresión de Maracaibo es
limitada por la serranía de Trujillo, ubicadas al este de las fallas de Burro Negro y
Ballenato. Estas fallas tienen rumbo NO-SE y terminan cerca de la falla de Valera.
Hacia el este de la serranía de Trujillo, están las Napas de Lara, las cuales forman un
anticlinorio con rumbo NE-SO (Stephan, 1977, Kellogg, 1984, Mathieu, 1989). Las
Napas de Lara están compuestas por areniscas y arcillas paleocenas y eocenas,
olistolitos ígneos y bioclásticos de edad cretácica (Mathieu, 1989). El análisis del
campo de esfuerzo (Kellogg, 1984) revela que el occidente de Venezuela está
sometido a acortamiento en la dirección NO-SE como resultado de la convergencia
entre las placas del Caribe y Suramérica.
18
Figura 2.4. A) Mapa topográfico y batimétrico de la tectónica del margen Norte de Suramérica.
(Modificado de Stephan, 1985 y Escalona, 2003). B) Imagen de gravedad por satélite con las seis
franjas tectónicas y mapa en profundidad del basamento y de los principales depocentros de rocas
sedimentarias cretácicas-cenozoicas. Tomado de Escalona (2003).
19
2.1.2 Tectónica de Placas
20
Figura 2.5. A) Provincias corticales en la región del Caribe. B) Posición inferida del frente del Gran
Arco (los números indican millones de años): 90 Ma-Cretáceo Tardío; 60 Ma-Paleoceno;
50 Ma-Eoceno; 35 ma-Oligoceno; 15 ma-Mioceno; 0 ma-Reciente.
Modificado de Lugo y Mann (1995).
21
A
Figura 2.6. A) Movimiento relativo de las velocidades tomadas por GPS de placas tectónicas que
interactúan en la región entre Norteamérica, Suramérica y la Cuenca del Lago de Maracaibo.
B) Sistema de subducción de las placas. Tomado de Backé et al. (2006).
22
2.1.3. Pre-Triasico
Figura 2.7. Configuración y distribución del rift Triasico-Jurasico en la Cuenca de Maracaibo junto a la
zona de sutura de la falla Lama-Icotea. Tomado de Meléndez et al. (1996).
23
Para este período donde se involucra la Orogénesis Herciniana o evento
tectono-termal permo-triásico (225 m.a.) se desarrolló un metamorfismo y el
plagamiento andino, intrusiones ígneas, formación del Arco de Mérida y el
levantamiento de la región central del Lago de Maracaibo precursora de la
subsiguiente Plataforma de Maracaibo. El borde continental se levanta produciendo
retirada general de los mares de Venezuela Occidental. Se fija además los caracteres
petrológicos del mayor porcentaje de rocas que se encuentran actualmente en el
substrato de la Cuenca del Lago Maracaibo.
24
Figura 2.8. Mapa de distribución de terrenos alóctonos en el norte de Suramérica donde existen rocas
precambricas (Modificado de Angulo, 2006. Tomado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
Figura 2.9. Mapa de distribución de terrenos alóctonos en el norte de Suramérica donde existen rocas
paleozoicas Modificado de Angulo, 2006. Tomado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
25
2.1.4. Rift Triásico-Jurásico.
26
Figura 2.10. Rocas jurásicas en Venezuela. (1) Aflorando en la Sierra de Perijá, (2) parte del
basamento en la cuenca de Maracaibo, (3) los Andes, (4) Cuenca de Barinas-Apure y Oriental.
Modificado de Bartok (1993); Lugo y Mann (1995).
1.- Las fallas de borde de los rifts persistieron como zonas de debilidad a través del
tiempo y controlaron la sedimentación preferencial en las depresiones, como puede
verse en la Figura 2.11 de forma tridimesional.
3.- En las mencionadas zonas se observan grandes rasgos de inversión, entre los
cuales están los levantamientos perijanero, andino y los asociados con las fallas de
Icotea y Pueblo Viejo.
27
PRE-CRETACEO
150 m.a.
°C
330
E1
M AD
TER
ISO
Figura 2.11. Imagen tridimensional del sistema de ritf Jurasico en la Cuenca de Maracaibo (circulo
punteado en azul) y sus alrededores. Modificado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
28
desarrolla la sedimentación de la secuencia cretácea que va desde la Formación Río
Negro hasta el Grupo Cogollo, alcanzando su máximo nivel de paleobatimetría
durante la sedimentación de la Formación La Luna, y luego se someriza hasta el
Paleoceno cuando se desarrolla una gran plataforma carbonática sobre la cual se
depositaron las formaciones Guasare y Marcelina.
CRETACICO TARDÍO-PALEOCENO
65 m.a.
C
13 30 °
DE
MA
TER
ISO
NO
RT
E
En Colombia el evento produjo la acreción del Arco de
Suramérica a lo largo de la sutura del Romeral, con el desarrollo
consecuente de una cuenca flexural de Antepaís.
En el Norte de Suramérica continuaron prevaleciendo
condiciones de margen pasivo.
29
Suramérica (La Formación Luna-Querecual) (Cooper et al, 1989; Escalona y Mann,
2006c). Las rocas de esta formación son particularmente extendidas en la zona oeste
y al suroeste del actual Lago de Maracaibo, y por esa razón, se ha inferido una
ensenada de esa región de margen pasivo (Figura 2.13). El margen pasivo se acorta
en dirección hacia el este (Erlich y Barrett, 1992) y se curva bruscamente hacia el
sureste cerca de Trinidad en el presente (Di Croce et al, 1999).
A 88
30
En la parte superior de la reconstrucción tectónica de la Figura 2.13 se
tomaron los bloques del basamento en forma de placas para ser analizadas por el
programa computarizado diseñado por Mann et al. (2006). Cada bloque del
basamento se ha definido en función de su edad radiométrica, la composición
litológica, volcánica, geoquímica y facies sedimentarias. Los espacios entre cada
bloques representan las áreas de la corteza posterior al acortamiento que se han sido
estimados a partir de estudios de afloramiento y de reflexión sísmica. En el lado
inferior de la Figura 2.13, las secuencias de la cubierta sedimentaria para los bloques
del basamento han sido recopilados de la literatura (Mann et al., 2006).
31
clástica del Paleógeno en la cuenca antepaís de Maracaibo. El Gran Arco es una
estructura compuesta que incluye: un arco posterior, arco volcánico, arco delantero y
prisma de acreción, tal como se identifican en la Figura 2.15 (Mann, 1999a).
Figura 2.14. Desarrollo esquemático de fallas normales y listricas en relación a las antefosas
Paleocena, Eocena y el Alto Periférico. Modificado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
La colisión del Gran Arco en Suramérica marca el final de la fase del margen
pasivo en la Cuenca Maracaibo y el comienzo de la cuenca antepaís, la cual es de
gran importancia para la formación de rocas reservorio y la maduración de la roca
fuente del margen pasivo (Escalona y Mann, 2006c). Antes de esta colisión, la mayor
parte del área de la Cuenca de Maracaibo mantuvo una plataforma carbonática
somera estable. La colisión del Arco del Caribe comienza a deformarse en el NNE de
la plataforma por debajo de fallas inversas y de desgarre formando una mayor cuenca
antepaís de edad paleoceno tardío-eoceno temprano (Lugo y Mann, 1995; Escalona y
Mann, 2006b). El relleno sedimentario de la cuenca antepaís, los ríos del
Proto-Maracaibo drenando el área continental al sur desde las montañas mas altas, y
32
el empuje desde el norte, actúan como yacimientos de alta calidad para futuros
hidrocarburos en la cuenca (Escalona et al., 2004). La Figura 2.16 muestra el efecto
tridimensional de subducción de la Placa del Caribe contra la de Suramérica para este
periodo del Paleoceno-Tardío.
Figura 2.15. A) Reconstrucción tectónica del Paleoceno-Medio de aproximadamente 60 Ma. Las áreas
en blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeográfico para este periodo.
Modificado de Mann et al. (2006).
33
del Caribe PALEOCENO TARDÍO-EOCENO TARDÍO
Arco de Islas
Colisión del rte de Sur Amér
ica 55 m.a.
rt e No
contra la pa
Cuenca de Antepaís (Napas de
Lara) formada por flexura del
Norte de Sur América
PLA
C A CARIBE
DEL
CA
DE PLA
34
2.1.8. Tectonismo causado por las Napas de Lara
Alto Periférico
35
Algunas evidencias adicionales corroboran la presencia de un alto eoceno en
el centro del actual Lago de Maracaibo. Los gradientes geotérmicos actuales son
menores sobre la región del alto periférico. Las porosidades, a su vez afectadas por el
gradiente geotérmico, son mas altas en el área sobre el alto periférico (Meléndez et
al., 1996).
36
Figura 2.17. Imagen de radar de la Cuenca de Maracaibo con el sistema de fallas principales: Boconó,
Valera, Burro Negro, Tigre, Icotea, Pueblo Viejo y Oca. Modificado de Escalona (2003).
37
2.1.9. Tectonismo durante el Eoceno
38
discordancia del Eoceno (Figura 2.18), la cual se destaca por tener un contacto
altamente angular en algunas localidades (Escalona y Mann, 2006b).
Mann et al. (2006) diseñó una reconstrucción tectónica para este periodo
(Eoceno-Medio, 44 Ma, aproximadamente), donde explica que una amplia zona de la
corteza oceánica del Proto-Caribe subduce por bajo del borde noroeste de América
del Sur. Esto se observa en la Figura 2.19 en las áreas azules visibles entre los
bloques de la corteza. La zona lacustre de hoy en día se convirtió en el sitio de un
litoral deltaico complejo que alimentó una amplia zona costa afuera de sedimentación
marina profunda que relleno el arco delantero (forearc) y las áreas detrás del arco
(back-arc) pasando por el Gran Arco (Figura 2.19).
39
A
Figura 2.19. A) Reconstrucción tectónica del Eoceno-Medio, a aproximadamente 44 Ma. Las áreas en
blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeográfico para este periodo.
Modificado de Mann et al. (2006).
40
2.1.10. Evolución del Oligoceno
Figura 2.20. A) Reconstrucción tectónica del Oligoceno, a aproximadamente 30 Ma. Las áreas en
blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeográfico para este periodo.
Modificado de Mann et al. (2006).
41
En la Cuenca de Maracaibo, la sedimentación fluvial del río proto-Maracaibo
(proto-Maracaibo River) fue desviado por el levantamiento de los Andes de
Colombia, y el río Orinoco forma más sedimentos fluviales hacia el este a lo largo del
margen (Díaz de Gamero, 1996; Escalona et al., 2004).
42
A
Figura 2.21. A) Reconstrucción tectónica del Mioceno Medio, a aproximadamente 14 Ma. Las áreas en
blanco representan el futuro acortamiento. B) Mapa paleogeografico para este periodo.
Modificado de Mann et al. (2006).
43
estrecho que conecta el Río del proto-Maracaibo en la Cuenca de Maracaibo a un área
marina más abierta.
44
Uno de los eventos significativos y de importancia para el periodo del
Oligoceno al presente es el levantamiento de los Andes de Mérida. El levantamiento
andino formó un depocentro en el sur de la cuenca, cambiando la ubicación del
depocentro del noreste-este durante el Eoceno hacia el sur durante el Mioceno
(Melendez et al., 1996).
INVERSIÓN DE GRABENES
CA
OPLA
LA MICR EL
E HACIA
PE D
ESCA RACAIBO
E MA
D
E
NORT
el
con
n amá
Pa
o de a
del Arc raméric
i sión S u
Col este d e
o
Nor
Figura 2.22. Imagen tridimensional de la tectónica del Plioceno al presente encontrada en la Cuenca de
Maracaibo donde se aprecian las zonas levantadas del sistema de la Cordillera de Los Andes y la Sierra
de Perijá al oeste de la cuenca. Modificado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
45
El fallamiento transcurrente a lo largo de varias fallas limita el borde del
bloque de Maracaibo y la zona de falla de El Pilar en las etapas terminales de los
bordes de la placa convergente (Trenkamp et al., 2002). Para el Plioceno Temprano,
toda la sedimentación fluvial se concentró en el río Orinoco, la cual recientemente
rellenó rápidamente la cuenca antepaís Columbus formada al este de Trinidad (Di
Croce et al., 1999; Wood, 2000).
46
Figura 2.23. Línea sísmica de alta resolución de dirección O-E mostrando las características tectonosecuenciales regionales de la Cuenca de Maracaibo.
Modificado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
47
Area de Estudio
Figura 2.24. Línea sísmica de alta resolución de dirección N-S mostrando las características tectonosecuenciales regionales de la Cuenca de Maracaibo.
Modificado de Cuencas Petrolíferas de Venezuela (2007).
48
2.2. Migración de hidrocarburo y trampas estructurales
49
Figura 2.25. Principales campos petroleros asociado al sistema de fallas principales de la Cuenca del
Lago de Maracaibo. Tomado de Escalona (2003).
50
cuenca (Talukdar y Marcano, 1994). González de Juana et al. (1980) ha propuesto
que las rocas fuentes de origen Eoceno y Mioceno, ahora profundamente enterradas
en la parte sur de la cuenca, pueden actuar como una roca fuente adicional de la
Formación La Luna. Los análisis geoquímicos de las rocas sedimentarias del
Terciario indican que no hay potencial de hidrocarburos importante asociado a las
lutitas del Eoceno y Mioceno, ni tampoco existe ninguna evidencia de hidrocarburos
relacionados a este tipo de rocas generadoras (Talukdar y Marcano,1994; Tocco y
Margarita, 1999).
51
de Mérida) y cuencas (ejemplo Machiques, Uribante y Barquisimeto) en las áreas que
rodean la cuenca de Maracaibo. Estos paleoambientes producen las variaciones en el
espesor de los sedimentos del margen pasivo del Cretácico, incluyendo La Formación
La Luna en el sur y el suroeste de áreas de la cuenca (Renz, 1981).
52
pasivo. Un incremento en la oxigenación de las aguas de la plataforma del norte de
Suramérica puede estar relacionado a: (1) la migración de la placa de Suramérica
hacia la zona de convergencia intertropical cretácica (Villamil, 1999), (2) un
incremento del flujo de agua dulce producido por el emergente Cordillera Central de
Colombia (Erlich et al., 2000), y (3) el establecimiento de ciclos de la paleobatimetría
en las corrientes oceánicas (Erlich et al., 2000).
Desde el punto de vista estructural, las trampas de petróleo están formadas por
fallas normales e inversas sobre la placa continental plegada (Harding y Tuminas,
1989; Escalona y Mann, 2003), pliegues deformados dentro de la cuenca antepaís, y a
lo largo de las fallas transcurrentes con anticlinales de rumbo N-S. Todos estos tipos
de trampas recibieron hidrocarburos que migraron o remigraron de la roca madre de
edad cretácica infrayacente (Zambrano et al., 1971; Gonzalez de Juana et al., 1980;
Talukdar y Marcano, 1994; Erlich et al, 1999). Las trampas estratigráficas incluyen
sistemas deltaicos dominados por procesos fluviales y de marea altamente
heterogéneos que están definidos en ciclos regresivos y transgresivos en la plataforma
Eocena de Maracaibo (Guzmán y Fisher, 2006). Las principales facies de los
yacimientos se encuentran en canales distributarios apilados y barras de marea con
una variabilidad lateral que depende de la unidad estratigráfica a la cual pertenecen
(Maguregui, 1990; Escalona, 2003). Los yacimientos de hidrocarburos se pueden
clasificar en tres tipos principales:
53
1.- Yacimientos Sub-Eoceno: Estos yacimientos se encuentran localizados en las
calizas cretácicas soterrados profundamente (Figuras 2.26 y 2.27), en las areniscas del
Paleoceno en el centro y sur de la Cuenca de Maracaibo (Figura 2.26 A y D), y en las
rocas del basamento Cretácico soterradas al noroeste de la cuenca. Estos yacimientos
incluyen rocas fracturadas (basamento y caliza cretácea) asociada con la reactivación
de fallas transcurrentes norte-sur, fallas normales NO-SE y el empuje (Figuras 2.26 A
y C) relacionado con la elevación de los Andes de Mérida (Castillo y Mann, 2006a).
2.- Depósitos del Eoceno: Estas son las rocas reservorio más prolíficas en la Cuenca
de Maracaibo (Figuras 2.27 y 2.28). Se caracterizan por trampas estructurales
asociadas con anticlinales formados por fallas transcurrentes con reactivación norte-
noreste (por ejemplo: las fallas Icotea, Pueblo Viejo y sus fallas normales asociadas
NO-SE; Escalona y Mann, 2003). Estas trampas también se encuentran en los
ambientes fluvio-deltaicos (influencia de marea) con facies de arenisca truncados por
la discordancia del Eoceno (Figuras 2.27 E, H y 2.28 K, L). Los yacimientos más
productivos del Eoceno se encuentran en la región central y noreste de la Cuenca de
Maracaibo (Escalona y Mann., 2006a).
3.- Yacimientos del Mioceno: Estos forman los segundos yacimientos más prolíficos
en la Cuenca de Maracaibo (Figura 2.28). Estos yacimientos son principalmente en
facies de areniscas fluviales ubicados en anticlinales de principios del Mioceno
(reactivación de las estructuras del Eoceno, Figura 2.28 J, L) y cuñas estratigráficas
debajo de la discordancia del Eoceno (Figura 2.28 I).Estas producciones ocurren a lo
largo del borde noreste del Lago de Maracaibo, cerca de la traza de la falla de Burro
Negro (Escalona y Mann, 2006a).
54
Figura 2.26. Ejemplos de cuatro yacimientos de hidrocarburos Sub-Eoceno de la Cuenca de Maracaibo. Estos depósitos se encuentran localizados en rocas
del basamento metamórfico profundamente enterrados y en las rocas sedimentarias fracturadas del Cretácico y el Paleoceno ( > 5 km de profundidad). El
mapa del recuadro en la esquina superior derecha proporciona la ubicación de las secciones. Tomado de Escalona y Mann (2006c).
55
Figura 2.27. Ejemplos de yacimientos de hidrocarburos del Eoceno de la Cuenca de Maracaibo. Las rocas clásticas del Eoceno son los reservorios más
prolíficos en la Cuenca de Maracaibo y se concentran principalmente en las zonas central y noreste de la cuenca a lo largo de fallas pronunciadas de
dirección NE-SO. El mapa del recuadro en la esquina superior derecha proporciona la ubicación de las secciones. Tomado de Escalona y Mann (2006c).
56
Figura 2.28. Ejemplos de yacimientos de hidrocarburos Mioceno-Holoceno en la cuenca de Maracaibo. Estos depósitos se encuentran principalmente en
las zonas norte y noreste del la Cuenca de Maracaibo. Los embalses más prolíficos se encuentran a lo largo de la costa noreste del actual Lago de
Maracaibo (Costa Bolívar) y a lo largo de la traza de falla de Burro Negro. El mapa del recuadro en la esquina superior derecha proporciona la ubicación
de las secciones. Tomado de Escalona y Mann (2006c).
57
2.2.4. Migración y Entrampamiento
2.- Cuenca Antepaís (Eoceno Temprano): La colisión oblicua entre la Placa del
Caribe y Suramérica forma una cuña asimétrica fluvio deltaica en el Eoceno (Figura
2.29B), depositada en una cuenca antepaís (Lugo y Mann, 1995; Escalona y Mann,
2006a). Las rocas fuente del Cretácico fueron llevadas a profundidades de 5 km al
NNE de la Cuenca de Maracaibo alcanzando la ventana de hidrocarburo. Una cuenca
pull-apart controlada por la reactivación de fallas NNE del Jurásico fue formada en la
parte central de la Cuenca de Maracaibo (Sub-cuenca de Icotea; Escalona y Mann,
2003). Las fallas de salto vertical, proveen las vías de migración de hidrocarburos
procedentes de las rocas cretácicas (Formación La Luna) a las areniscas de los
yacimientos del Eoceno.
58
Figura 2.29. Resumen de cuatro fases tectónicas principales que controlan el sistema petrolífero de la
Cuenca de Maracaibo. A) Plataforma carbonática, B) Cuenca antepaís, C) Rebote isostático y
D) Fase del sinclinal Maracaibo. Tomado de Escalona y Mann (2006c).
59
La trampas anticlinales formadas durante la creación de la cuenca pull-apart
son selladas por la discordancia del Eoceno (Escalona y Mann, 2003). El buzamiento
regional NNE de la cuenca ha contribuido a la migración del petróleo buzamiento
arriba hacia las áreas centrales de la Cuenca de Maracaibo, donde se encuentran
presente los yacimientos con la mayor calidad de facies fluviales y deltaica (Escalona,
2003; Escalona y Mann, 2006c). El entrampamiento por debajo de la discordancia del
Eoceno en el área sur y central de la cuenca también se produjo en yacimientos
fluviales de edad Eoceno (Escalona y Mann, 2006b) (Figura 2.27).
60
abasteció los yacimientos de edad Eoceno y Mioceno. Para las rocas de yacimiento
más jóvenes del Eoceno, la migración de hidrocarburos se produjo a lo largo de las
zonas de falla que atravesaron la discordancia del Eoceno (Figura 2.29). Estas
diversas rutas de flujo permiten la migración del hidrocarburo buzamiento arriba
desde la parte profunda de la cuenca a los yacimientos superiores del Mioceno
(Figuras 2.29 D). En los yacimientos del Mioceno, los hidrocarburos se encuentran
atrapados principalmente por: 1) estructuras invertidas (Figura 2.28 I, L;
Figura 2.29 D); 2) cuñas estratigráficas hacia el noreste (Guzman y Fisher, 2006)
(Figura 2.28), y 3) canalización hacia el este, oeste y sur del sinclinal de Maracaibo
(Zambrano et al., 1971; Gonzalez de Juana et al., 1980).
61
Figura 2.30. A) Línea sísmica interpretada de este a oeste en la Cuenca de Maracaibo. La sección
presenta las principales características estructurales y estratigráficas de la cuenca y su sistemas
petrolero (véase la Figura 2.25 para la ubicación). Las rutas de migración desde la roca reservorio
(Cretáceo) se localizan a lo largo de las fallas principales de la cuenca (por ejemplo, Icotea, Pueblo
Viejo, y las fallas A, B, E). Los yacimientos de hidrocarburos se concentran en altos estructurales bajo
la discordancia del Eoceno y el Mioceno en los flancos norte y este del sinclinal de Maracaibo. B)
Línea sísmica interpretada norte-sur en la cuenca de Maracaibo (véase la Figura 2.25 para la
ubicación). Los yacimientos de hidrocarburos en el Mioceno se concentran buzamiento arriba de la
cuña clástica del Mioceno. Las turbiditas del Eoceno proporcionan buenos objetivos de exploración al
norte de la falla de Burro Negro. Tomado de Escalona y Mann (2006c).
62
Figura 2.31. Interpretación estructural de dirección este-oeste en la Cuenca de Maracaibo con los
espesores de las formaciones depositadas entre el Pre-Cretácico hasta finales del Cenozoico. Las
flechas de color azul representa la migración del hidrocarburo desde la roca madre del Cretáceo por vía
de los planos de fallas hasta llegar a su entrampamiento a finales del Eoceno-Mioceno.
Tomado de Escalona (2003).
63
El planteamiento realizado por Lugo y Ochoa (1994) involucra también (al
igual que Escalona y Mann, 2006c) que la migración del petróleo y posterior
entrampamiento se produjo a través de los diferentes planos de fallas y sistemas
estratigráficos respectivamente (Fig. 2.32 A y B); sobre todo aquellas fallas en las
cuales se consideran que su actividad tectónica ha sido considerable desde los inicios
del Jurásico (ejemplo: Lama-Icotea, Pueblo Viejo, Burro Negro, Urdaneta, etc.).
64
falla es lo suficientemente grande como para yuxtaponer las lutitas contra el
yacimiento (Lugo y Ochoa, 1994).
ER-EO
A
ER-EO ER-EO
B Migración de Petróleo
Figura 2.32. Secciones transversales donde se muestra el comportamiento estructural diseñado por
Lugo y Ochoa (1994) para los sistemas de fallas Lama-Icotea y Pueblo Viejo junto a la migración y
entrampamiento del petróleo en el área. Los números se refieren a la historia de la migración del
hidrocarburo y se explican en el texto. A) Transecto B-B´ de dirección NE-SO semi-ortogonal al tren
de fallas Lama-Icotea. B) Transecto C-C´ de dirección NO-SE semi-ortogonal al tren de fallas Lama-
Icotea y Pueblo. Modificado de Lugo y Ochoa (1994).
65
volúmenes de crudo liviano y condensado fueron expulsados y atrapados en la
principales estructuras (Lugo y Ochoa, 1994). Parte del petróleo previamente
atrapado en las arenas C pudo haber remigrado hacia las arenas B, quedando
atrapados estratigráficamente por debajo de la discordancia del Eoceno (Figura 2.32
B y C), o estructuralmente atrapado cerca del alto de Pueblo Viejo (Numero 5 en la
Figura 2.32 B y C) (Lugo y Ochoa, 1994).
Por otra parte, Pöppelreiter et al. (2004) también plantean para el campo de
explotación Urdaneta una distribución y migración lateral del hidrocarburo por vía de
planos de fallas a partir de la roca madre del Cretáceo (Figura 2.33) y que pudo ser
controlado por la diagénesis de los carbonatos (Hickman et al., 2003). Esto es
reconocido como un factor importante en los yacimientos carbonáticos (Esteban y
Taberner, 2003; Laubach y Milliken, 2004). Desde el punto de vista estructural, la
diagénesis inducida puede ser un componente importante en la generación de
yacimientos claves de hidrocarburos incluso a gran profundidad (Scholle y Halley,
1985).
66
Petróleo Acumulado
ogeno
tos del Pale
en
Sedim
Roca M
adre
adre
Roca M
Figura 2.33. Posible migración y entrampamiento del hidrocarburo lateralmente desde los yacimientos inferiores (Formación La Luna) en el Campo
Urdaneta al oeste del Lago de Maracaibo. Las flechas indican la dirección de migración hacia los yacimientos superiores.
Modificado de Pöppelreiter et al. (2004).
67
2.3. Estratigrafia de la Cuenca de Maracaibo
68
A B
69
2.3.1. Paleozoico
70
2.3.2. Mesozoico
1. Rifting Jurásico asociado por un lado a la apertura del Océano Atlántico, y por el
otro, ligado a la tectónica extensional operante en un escenario de retroarco detrás
de la Cordillera Central de Colombia.
71
A
B
Figura 2.35. Distribución de facies sedimentarias dominantes durante en Mesozoico-Tardío.
A) Distribución de facies sedimentarias del Cretáceo-Temprano al norte del Cratón de Guayana. B)
Distribución de facies sedimentarias dominantes durante el Cretáceo-Tardío. Tomado de Cuencas
Petrolíferas de Venezuela (2007).
72
2.3.2.1. Jurásico
En Perijá, el Jurásico está evidenciado por rocas del Grupo La Gé, la cual está
conformada por las formaciones Tinacoa, Macoíta y La Quinta. Estas formaciones
reflejan una sedimentación continental con aporte local de material volcánico (tal
como cenizas volcánicas). En Los Andes de Mérida, esta secuencia jurásica está
representada por la Formación La Quinta.
73
2.3.2.2. Cretácico
Barremiense
Aptiense-Albiense
74
cubriendo extensas áreas donde se desarrollaron ambientes marinos someros
representados por las calizas del Grupo Cogollo, subdividido éste en las formaciones
Apón, Lisure y Maraca (Parnaud et al., 1995).
MAR CARIBE
GO LFO DE VENEZUELA
MARACAIBO
IA
MB
BARQUISIMETO
LO
CO
10
Fm. APÓN
00
´
500´
0
BASE DE LA Fm. PEÑAS ALTAS
BARINAS
MÉRIDA
SAN
1 CRISTOBAL
00
APORTE DE
10
0
50
50 CLÁSTICOS
0 100 Km
75
Aptiense predominaron en el área los ambientes francamente marinos, en donde se
sedimentan calizas nodulares con intercalaciones de lutitas negras, pertenecientes a la
Formación Apón, la cual está subdividida en cuatro miembros: Tibú, Guáimaros,
Machiques y Piché (Parnaud et al., 1995).
MAR CARIBE
GO LFO DE VENEZUELA
IA
MARACAIBO
MB
00
10
?
LO
BARQUISIMETO
?
CO
Fm. LISURE
0
50
0
50
PARTE SUPERIOR
DE LA Fm. PEÑAS ALTAS
BARINAS
MÉRIDA
15 00
10
00
SAN
1 CRISTOBAL
0
0
50
Fm. AGUARDIENTE
50
0 100 km
76
La Formación Lisure consiste en areniscas glauconíticas de grano medio a
fino, de color gris azulado a gris verdoso, calizas arenosas glauconíticas laminadas,
areniscas micáceas que alternan con lutitas arenoso-arcillosas de color gris azulado,
calizas glauconíticas y algunas calizas lutíticas (Parnaud et al. 1995). Según González
de Juana et al. (1980), la presencia de areniscas y glauconita es el principal elemento
que la diferencia del resto de las formaciones del Grupo Cogollo.
Cenomaniense-Campaniense
77
MAR CARIBE
GO LFO DE VENEZUELA
CORO
DE ?
R E OSA
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EP
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I A A NT MARACAIBO
MB
BARQUISIMETO
O
)
MIENT
COMBA TE DE
BULGE
LO
Fm. LA LUNA
FREN
(FORE
?
CO
50
0
BARINAS
MÉRIDA
1000 Fm. CAPACHO
500
0
200
00
15 500
0 100 km
CARBONATOS Y ARENISCAS DE
PLATAFORMA INTERNA A MEDIA
78
(Parnaud et al., 1995). En el contacto La Luna-Colón, por debajo de las lutitas
características de la Formación Colón, se presenta una extensa zona glauconítica y
fosfática (Miembro Tres Esquinas), que localmente infrayace a una caliza fosilífera
(Miembro Socuy de la Formación Colón) (Parnaud et al., 1995).
Campaniense Tardio-Maestrichtiense
79
obstante hacia el norte y noreste, se mantuvo el carácter de margen pasivo hasta el
emplazamiento de las napas y el frente de corrimiento de Lara (Cooney y Lorente,
1997).
Esta historia indica un cierre tipo tijera para el margen pasivo durante el
Cretáceo Tardío y Paleoceno Temprano. Esta transición se caracterizó por una gran
regresión que comenzó en la parte temprana del Cretáceo-Tardío. Simultáneamente,
al oeste, la colisión del arco volcánico del Pacífico formó una antefosa dentro de la
cual se depositaron las facies lutíticas de la Formación Colón (Parnaud et al., 1995)
(Figura 2.39).
MAR CARIBE
GOLFO DE VENEZUELA
CORO
MARACAIBO
C 10
BARQUISIMETO
O 00
L
O
M
BI Fm. COLÓN-MITO JUAN
A
3000
2500
BARINAS
M
2000
Fm.
BURGUITA
1 CRISTOBAL
SAN
0
1500
1000 500
50
0 100 km
80
Durante este momento de la historia geológica ocurre un período de
sedimentación reducido el cual está representado en el área por las capas
glauconíticas del Miembro Socuy de la Formación Colón, las cuales comienzan a ser
cubiertas por las lutitas marinas de la Formación Colón que se extienden sobre la
mayor parte del Occidente de Venezuela. La sedimentación de la Formación Colón
fue rellenando la cuenca hasta el Maestrichtiense Tardío donde comienzan a aparecer
los intervalos arenosos de la Formación Mito Juan (Parnaud et al., 1995).
2.3.3. Cenozoico
Al final del Cretáceo, la antefosa de Perijá fue rellenada con los sedimentos de
nivel alto de la Formación Mito Juan, cuya fuente de aportes se encontraba hacia el
Oeste. Las capas superiores de esta unidad se encuentran erosionadas, sugiriendo una
pulsación tectónica en el área de Perijá a fines del Cretáceo. Este evento lo asocian
con la acreción de terrenos exóticos en el margen Pacífico y a una reactivación de
elementos tales como el Arco de Mérida (Cooney y Lorente, 1997).
2.3.3.1. Paleoceno
81
carbonosas, areniscas, capas de carbón y limolitas. La Formación Marcelina por
su parte, representa un ambiente sedimentario de tipo paludal, originado por el
avance deltaico del Paleoceno sobre los ambientes de plataforma de la Formación
Guasare; la litología más representativa de esta formación la constituyen la
intercalación de areniscas, lutitas, lutitas arenosas y capas de carbón (Pinto,
1991).
MAR CARIBE
GO LFO DE
VENEZUELA
CORO
ANTEFOSA
APORTE DE
MARACAIBO
CLASTICO S
0
100
Fm.
IA
TRUJILLO
MB
Fm. BARQUISIMETO
MARCELINA 0
100
LO
Fm. GUASARE
500
0
50
CO
Gr.
OROCUÉ
BARINAS
MÉRIDA
B IE E
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D
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U N
O B TE
E
( F OM EN
APORTE DE
R AM
C FR
CLASTICOS SAN
1 CRISTOBAL
E
APORTE DE
CLASTICOS
0 100 km
82
¾ Una Provincia de Plataforma en la región del actual Lago de Maracaibo, donde la
sedimentación está representada por la Formación Guasare de ambiente marino
nerítico, el cual estuvo sujeto a influencias de tipo deltaico, especialmente hacia el
Suroeste, donde se observa la interdigitación de la típica litología de Guasare con
los sedimentos del Grupo Orocué. Su litología consiste principalmente en lutitas
gris oscuro, arenosas, macizas o laminadas, areniscas calcáreas y glauconíticas,
limolitas y arcilitas, y en menor proporción caliza arenosa gris y algunas capas
muy delgadas de carbón; esta litología es representativa de la transición lateral, a
los sedimentos deltaicos del Grupo Orocué (González de Juana et al., 1980).
2.3.3.2. Eoceno
83
al., 1995).. La sedimentación durante este ciclo es predominantemente fluvial hacia el
Suroeste, depositándose la Formación Mirador caracterizada por espolones aluviales,
canales entrelazados y zonas lagunares (Parnaud et al., 1995).. La ausencia en/o cerca
del tope de Mirador, de conjuntos de polen representativos del Eoceno Medio
establecidas en el Lago de Maracaibo, indica un período de condiciones estables de
planicie fluvial, y erosión intensa o ausencia de sedimentación perdurable en el tope
de la Formación Mirador hasta depositarse las capas transgresivas de las formaciones
Carbonera-La Sierra (Parnaud et al., 1995). Según González de Juana et al. (1980), la
formación se caracteriza por areniscas blancas de grano fino a medio con capas
delgadas de gránulos o guijarros de cuarzo; toda la sección presenta material
carbonáceo, observándose algunas intercalaciones de lutitas en su tercio superior
(Figura 2.41).
MAR CARIBE
GO LFO DE
VENEZUELA
CORO
A
BI
00
M
50 MARACAIBO SA
EF O P)
LO
AN T ED EE
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(F O
O
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Fm. TRUJILLO
? BARQUISIMETO
MISOA “C” Y ?
APORTE DE MISOA “B” INFERIOR
CLÁSTICO S 0
? 50
? ? BARINAS
MÉRIDA
Fm. ?
MIRADOR ?
?
SAN
1 CRISTOBAL
APORTE DE
?
CLÁSTICO S
0 100 km
84
Hacia el centro y noreste de la cuenca, los ambientes pasan transicionalmente
a un plano deltaico donde se desarrollan los canales distributarios, barras de
desembocaduras, bahías, depósitos de frentes deltaicos y prodelta de la Formación
Misoa (Parnaud et al., 1995).
85
¾ La secuencia estratigráfica más vieja fue depositada durante un fuerte ciclo
progradacional seguido por un ciclo retrogradacional y corresponde en el
subsuelo a las “Arenas C” (C-7 a C-1) del Eoceno-Temprano. En los perfiles
eléctricos se aprecian patrones tabulares (blocky motif) de bancos regionales de
arena y tendencias de sedimentación generalmente con afinamiento hacia el tope,
conteniendo pequeños sistemas de engrosamiento y afinamiento hacia el tope
interpretados como grandes parasecuencias de 3er. Orden (0.5 a 3 Ma) (Higgs,
1997).
86
en el centro del Lago donde fue removido por la erosión (Ghosh et al., 1989) (Figura
2.42). La sedimentación de Paují constituye una transgresión marina desde el este-
noreste, solapando sobre la Formación Misoa.
MAR CARIBE
GO LFO DE
VENEZUELA CORO
IA
MARACAIBO
Fm.
MB
MISOA
RA
LO
MP
BARQUISIMETO
A
Fm. P AUJÍ
CO
PROG RADACIÓN
LA
TE
DE LAS NAPAS
RA DE LARA
LY
500
AN
TE
FO
Fm. PAGUEY
SA
BARINAS
MÉRIDA
APORTE DE
CLÁSTICOS
Fm. GOBERNADOR
SAN
1 CRISTOBAL
Fm. COBRE
0 100 Km APORTE DE
CLÁSTICOS
Según los estudios realizados por Ghosh et al. (1996) se identificaron cinco
Sequence Boundary (SB) en el Eoceno de la cuenca del Lago de Maracaibo: SB 54-
51,5 Ma, SB 51,5-49,5 Ma, SB 49,5-44 Ma, SB 44-42,5 Ma y SB 42,5-39,5 Ma. Esta
información fue basada en datos sedimentológicos, bioestratigraficos y sísmicos. Las
secuencias mencionadas son descritas a continuación (Ghosh et al., 1996):
87
Secuencia SB: 54-51.5 Ma.
LM
AR
EROSIONADO
N
PL
PA
AN
DE
O
TO
CO
AL
ST
ER
O
DE
LT
PLANO
A
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IC
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O
COSTERO
BA
DELTAICO O
JO
PL
AN
O
AL ALTO DE
UV
IA MERIDA
L
ER
OS
IO
NA
DO 0 100
km
SB 54-51.5 Ma.
88
otro de la falla de Boscán (Catlin y Stredel, 1994). Mientras la secuencia SB 54-51,5
en los pozos al oeste de la falla de Boscan (Catlin y Stredel, 1994) tienen un patrón de
tipo tabular, y la presencia de carbón o niveles carbonáceos, los pozos al este de la
falla suelen mostrar patrones con evidencias marinas (Barbeito et al., 1985; Catlin y
Stredel, 1994).
Secuencia SB 51,5-49,5 Ma
EROSIONADO
N
AARR
PL
M
LLM
NE
AN
PAA
RI
EP
CO
DE
TI
D
ST
CO
O
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LTT
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O
DE
DO
NA
IO
LT
OS
ER
A IC
PLANO
O
BA
COSTERO
JO
DELTAICO
ALTO DE
MERIDA
PL
AN
O
0 100
AL
UV
km
I
AL
SB 51.5-49.5 Ma.
Figura 2.44. Mapa paleogeografico del Eoceno en el intervalo 51,5-49,5 Ma (TST 50,3 Ma).
Modificado de Ghosh et al. (1996).
89
El plano costero durante este tiempo se observa bastante ancho; el plano
costero deltaico bajo generalmente coincide con bajo porcentaje de arena (<< 40 %).
Solo en el area de Ceuta el plano costero inferior es muy arenoso, probablemente por
estar muy cerca de la fuente de sedimentos al Sur (alto de Mérida). En contraste, un
área que incluye parte de los Campos Urdaneta y Lagunillas, y parte del Bloque I,
esta caracterizada por ser muy lutitica (arena menos del 20 %), posiblemente un
estuario lodoso o una laguna (Ghosh et al., 1996).
Secuencia SB 49,5-44 Ma
En comparación con el intervalo inferior, las arenas tipo tabular están más
restringidas en este intervalo, estando presentes solo en el suroeste de la cuenca, hasta
los pozos SOL y SLC (Ghosh et al., 1996). En el resto de la cuenca, el patrón
dominante desde el ambiente costero-deltaico hasta el ambiente marino-nerítico, es de
gruesas secuencias granocrecientes con lutitas espesas en la base. Esto se debe al
hecho de que durante la face de transgresión (TST), la sedimentación de arenas
estuvo restringida a las áreas continentales al suroeste, alejadas de la costa: Suroeste
del Lago y en menor grado en el sur del lago (Ghosh et al., 1996). Durante el sistema
de alto nivel (High System Track: HST), posterior a la sedimentación de las areniscas
transgresivas se hace notorio el desarrollo de arenas tipo granodecreciente, indicando
sedimentación en ríos meandriformes en gran parte de lo que actualmente es el Lago
de Maracaibo.
La actividad tectónica tiene un efecto apreciable sobre la sedimentación
durante esta etapa. La propagación de sedimentos fluviodeltaicos-costeros sobre áreas
marinas de tiempos anteriores puede ser un efecto combinado de tectonismo
90
(levantamiento en el área fuente de los sedimentos), como una retirada del mar
(bajada eustática del nivel del mar, Vail et al., 1977; Haq et al., 1988; Abreu y
Anderson, 1998). El tectonismo probablemente estuvo relacionado con la face
compresiva del Eoceno-Medio (Ghosh et al., 1996). Estas secuencias de
engrosamiento al tope ilustra claramente la marcada progradación debido a la
regresión durante la parte inferior del Eoceno-Medio.
PA
AR
LM N
ER
DE
O
TO
NE
SI
RIT
AL
PL
O
AN I CO
NA
O
CO
DO
ST
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O
EROSIONADO DE
LT
A IC
AL
O
TI
BA
BA
JO
PLANO
COSTERO
DELTAICO
ALTO DE
MERIDA
PLANO 0 100
ALUVIAL
km
SB 49.5-44 Ma.
Figura 2.45. Mapa paleogeográfico del Eoceno en el intervalo 49,5-44 Ma (TST 48 Ma).
Modificado de Ghosh et al. (1996).
Secuencia SB 44-42,5 Ma
91
esta síntesis paleoambiental. El patrón de perfiles varía desde tabular en la base hasta
patrones más característicos de granos crecientes y decrecientes, generalmente con
abundantes intercalaciones lutíticas. La sedimentación ocurrió, en general, como
barras marinas, lutitas marinas plataformales y raras veces, como la parte superior de
estuarios, representados por arenas tabulares bien desarrolladas. Las frecuentes
secuencias con intercalaciones de lutitas pueden ser interpretadas como canales
submareales. Las menos frecuentes secuencias granocrecientes pueden representar
barras marinas de la fase progradante en un sistema encadenado de High System
Track (HST). La zona nerítica generalmente coincide con el área de la cuenca donde
la secuencia SB 44-42,5 tiene un contenido de arena de 20 a 40 % (Ghosh et al.,
1996).
DO
NA
ER
O
SI
O
ER
O
N
SI
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RI
O
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PLANO
COSTERO BAJO
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EROSIONADO
AR ER
(M OST
C
O
PLANO 0 100
AN
COSTERO
PL
DELTAICO
km
SB 44-42.5 Ma.
Figura 2.46. Mapa paleogeográfico del Eoceno en el intervalo 44-42,5 Ma (TST 43 Ma).
Tomado de Ghosh et al. (1996).
92
grandes cantidades de sedimentos. Los primeros sedimentos a depositarse por encima
de la discordancia SB-44 son areniscas extensas: B-6 y sus equivalentes laterales.
Este yacimiento B-6 marca el TST, y localmente pudiera ser el LST de la secuencia.
En B-6 se encuentran granos gruesos hasta en Zulia Oriental, lo que confirma el
desplazamiento hacia la cuenca de las facies. La mineralogia de B-6 es inmadura, lo
que indica que no hubo mucho retrabajo de las arenas C, sino mas bien hubo
levantamiento del área fuente (Ghosh et al., 1996).
Secuencia SB 42,5-39,5 Ma
93
Misoa) a lutítico (formaciones Pauji y Jarillal). Ambas formaciones lutiticas
representan sedimentación desde la plataforma marina hasta profundidades batiales
(Ghosh et al., 1996).
EROSIONADO
N
NE
RI
TI
CO
ER
O
SI
O
NA
DO C PL
DE OS AN
L TE O
BA TAI RO
DE PLA JO CO
CP LT NO
A
ST IC 0 100
ER O
O
km
SB 42.5-39.5 Ma.
Figura 2.47. Mapa paleogeográfico del Eoceno en el intervalo 42,5-39,5 Ma (TST 41,2 Ma).
Tomado de Ghosh et al. (1996).
94
W12
Figura 2.48. Registros del pozo W12 (GR-yayos Gamma, ILD-inducción profunda y RHOB densidad) con descripción de facies y ambientes basados en el
analisis de núcleos de la derecha (B, C y D). B y C) Facies heteroliticas presentan las siguientes estructuras sedimentarias que indican la influencia de
mareas: laminaciones flaser, cobertura de arcilla y estratificación de cola de pescado o “herringbone”. D) Areniscas de grano fino a medio son
interpretadas como canales distributarios. Tomado de Escalona y Mann (2006b).
95
Figura 2.49. A) Respuesta de parasecuencias en registro de pozos. B) Patrones de apilamiento de grupos de parasecuencias y respuesta en registro de
pozos. Modificado de Van Wagoner et al. (1990).
96
2.3.3.3. Oligoceno
2.3.3.4. Mioceno
97
la Formación Lagunillas consiste en areniscas poco consolidadas, arcillas, lutitas y
algunos lignitos. Las características individuales de los miembros reflejan el cambio
de ambiente marino somero, a deltáico y fluvial (Ghosh et al., 1989).
PLIOCENO
Fm. LA PUERTA
EOCENO
AFLORANDO
O
DI
AR
. I NO T
A
TE
Fm CE
CO
O
IG
OL
MIOCENO
TEMPRANO
Fm. LA ROSA
OLIGOCENOTEMPRANO
Fm. LEON
OLIGOCENOTARDIO
OLIGOCENO
TEMPRANO Fm. ICOTEA
O
CE DO
MIOCENO TEMPRANO
Fm. LEON
A N Fm. LA ROSA
E T RA
CR L O
MIOCENO MEDIO-TARDIO
AF
Fm. LAGUNILLAS
PLIOCENO
Fm. LA PUERTA
98
La arena Basal La Rosa constituye la parte más vieja de la Formación La Rosa
y había sido interpretada tradicionalmente como depósitos marinos, pero en realidad
representa la sedimentación durante un sistema encadenado de nivel bajo. En algunos
casos estas arenas están depositadas sobre arenas eocenas produciendo un efecto
coalescente. La Formación La Rosa, incluye hacia la parte media y superior la lutita
de La Rosa, una unidad depositada en un ambiente marino profundo como parte de un
evento transgresivo (Parnaud et al., 1995).
99
Por encima de los depósitos de La Puerta, se consigue discordantemente una
secuencia de sedimentos jóvenes de carácter no marino en las partes sur y central de
la Cuenca de Maracaibo correspondientes a la Formación Onia (Plioceno), la cual
consiste de base a tope de areniscas y limolitas abigarradas, gris verdoso, de grano
grueso a fino, arcillosas, micáceas y friables, localmente con capas calcáreas delgadas
de color amarillo (Parnaud et al., 1995).
MAR CARIBE
GO LFO DE VENEZUELA
INFLUE NCIA MARINA CORO
A
FALLA DE OC
I JÁ
IA
MARACAIBO
ER
MB
Fm. LA VILLA
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LO
BARQUISIMETO
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BARQUISIMETO
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LA PUERTA
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BARINAS
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Fm S AL
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LE F
SA
SAN
1 CRISTOBAL FO
Fm. RÍO YUCA
0 100 Km
100
2.3.3.6. Pleistoceno
101
2.4. Campos de esfuerzos al norte de Suramérica
102
Figura 2.52. Geodinámica general simplificada del sur del Caribe. La región está sujeta a una tectónica
de bloque compleja. La descomposición del vector de convergencia a la subducción de Nazca puede
explicar el cambio del deslizamiento a lo largo del sistema de falla Romeral. Equivalencia de las siglas
utilizadas para los Bloques: Bonaire (BB), Choco (CB), Maracaibo (MTB), Norandina (NAB) y
Panamá (PB); Andes de Mérida (MA) y Indentor de Pamplona (PI). Algunas fallas mayores también
son reportadas: Algeciras (AF), Boconó (BF), El Pilar (EPF), Guaicaramo (GF), Romeral (RFS), Santa
Marta-Bucaramanga (SMBF), San Sebastián (SSF) y Oca-Ancon (OAF), y otras características, así:
Subducción de las Antillas (LAS), Canyon de Los Roques (LRC), Cinturón de Deformación al Norte
de Panamá (NPDB), y la deformación del Cinturon de Sur del Caribe (SCDB).
Tomado de Audemard et al. (2005).
103
la falla de Atacama) (Audemard, 1993; 1997). El régimen compresivo-transcurrente a
lo largo de la totalidad del sector norte del país resulta de un vector de convergengia
oblicuo entre las placas Caribe y Suramericana de orientación ONO-ESE (N 75° O
según Minster y Jordan, 1978), responsable del mecanismo de partición de esfuerzo o
deformaciones imperante, donde la transcurrencia es acomodada por las fallas
mayores (Oca-Ancón, San Sebastián y El Pilar) y sus Riedels sintéticos (R: Urumaco,
Rio Seco, fallas NO-SE de la costa oriental falconiana, Rió Guárico, Tácata, Piritu,
San Mateo, Úrica y San Francisco, entre muchas otras fallas activas), mientras el
acortamiento transverso es distribuido entre las fallas inversas (cabalgamientos) de
los bordes sur de la Cordillera de la Costa (por ejemplo: Cantagallo) y de la Serranía
del Interior (Pirital, entre otros; en asociación con plegamiento bien desarrollado y
activo); así como en Falcón por un intenso plegamiento y fallamiento inverso de
dirección ENE-OSO (Audemard, 1993; 1997). El mapa de la Figura 2.53 muestra el
conjunto de fallas estructurales que gobierna principalmente la tectónica de
Venezuela.
104
Figura 2.53. Mapa del fallamiento estructural de Venezuela en el Cuaternario. Tomado de Audemard et al. (2005).
105
La extrusión de estos bloques estructurales (Maracaibo y Bonaire) se
encuentran íntimamente relacionados a la colisión del arco de Panamá contra la
fachada pacífica del noroeste de Suramérica y su posterior suturación (Audemard,
1993; 1998; Figura 2.52). El escape de ambos Bloques hacia el NNE con respecto a
las placas contiguas ha sido confirmado recientemente por estudios de cinematica de
placas por GPS (Freymueller et al., 1993; Kellogg y Vega, 1995; Kaniuth et al.,
1999). Este proceso adiciona convergencia a la convergencia de las Américas, a nivel
del cinturón de deformación sur caribeño, al norte de las Antillas Holandesas de
sotavento (Audemard, 2003).
106
De hecho este sistema tiene una velocidad promedio de 1 cm/a, cuando las demás
fallas superan escasamente 1 mm/a (Oca-Ancón, Valera, Burbusay, La Victoria
localmente), y por lo general tienen velocidades por debajo de este ultimo valor
(Audemard, 2000). Esta alta tasa de desplazamiento, asociada con la gran longitud del
sistema Boconó-San Sebastian-El Pilar, se traduce por una marcada actividad
sismica.
107
Por otra parte, el norte y oeste del país están fuertemente afectados por
accidentes compresivos, la cual se pueden recalcar los siguientes aspectos:
b) Los Andes venezolanos, al igual que la serranía del Interior oriental, exhiben las
mejores evidencias superficiales de frentes inversos limítrofes activos: en ambos
flancos para los Andes (Soulas, 1985; Audemard, 1999) y en el frente inverso de
vergencia sur de la serranía del Interior (Singer et al., 1998). El anticlinorio de Falcón
muestra una configuración similar a esta ultima en Falcón central pero de vergencia
norte, acomodada por el corrimiento de Taima-Mina de Coro-Chuchure (Audemard,
1993; 1997; 2001).
108
2.4.1. Tensores de Esfuerzo en Venezuela
109
el esfuerzo horizontal mínimo (σmin). Por lo tanto, existe una buena consistencia entre
los tensores de esfuerzo a escala regional. Además, estos tensores derivados de la data
microtectónica y los datos de pozo también concuerdan bien entre ellos (Audemard et
al., 2005).
Figura 2.54. Mapa de los tensores de esfuerzo del Plio-Cuaternario de la región Occidental de
Venezuela. Cada una de las zonas numeradas con la dirección de los esfuerzos están recopiladas y
descritas por Audemard et al. (2003) y modificadas por Audemard et al. (1999 a y b). Algunos pozos
están representados por elipses o breakouts (ejemplo: la letra A al NO de la Ciudad de Maracaibo es
analizada por Sánchez et al. (1999) donde el esfuerzo máximo es indicado por los ejes o una fractura
abierta a causa del fracturamiento hidráulico o ambas representaciones.
Modificado de Audemard et al. (2005).
110
Figura 2.55. Mapa de los tensores de esfuerzo del Plio-Cuaternario de la región Central de Venezuela.
Cada una de las zonas numeradas con la dirección de los esfuerzos están recopiladas y descritas por
Audemard et al. (2005) y modificadas por Audemard et al. (1999b).
Modificado de Audemard et al. (2005).
111
Figura 2.56. Mapa de los tensores de esfuerzo del Plio-Cuaternario de la región Oriental de Venezuela.
Cada una de las zonas numeradas con la dirección de los esfuerzos están recopiladas y descritas por
Audemard et al. (2003) y modificadas por Audemard et al. (1999b). Algunos pozos están representadas
por elipses o breakouts (ejemplo: letra B, C y D, la data obtenida en B y C esta dada por Muñoz,
(2002) y en D por Willson et al. (1999) donde el esfuerzo máximo es indicado por los ejes o una
fractura abierta a causa del fracturamiento hidráulico o ambas representaciones.
Modificado de Audemard et al. (2005).
112
Estos tensores de esfuerzos derivados geológicamente caracterizan un régimen
transcurrente (esfuerzo intermedio en posición vertical). Donde el método de
Etchecopar et al. (1981) fue aplicado, tal como en la región de Falcón, el régimen de
esfuerzo puede ser constituido de la mejor manera y es del tipo transcurrente
compresivo (Audemard, 1991a, 1993, 1997, 2001). Este tensor es altamente oblicuo a
la tendencia general este-oeste de las grandes fallas al norte de Venezuela (Oca-
Ancón, San Sebastian y El Pilar). Esta gran oblicuidad es responsable, en gran parte,
de las particiones existentes (transcurrencia lateral derecha a lo largo del tren de fallas
este-oeste y el acortamiento transversal NNO-SSE).
113
transtensión al norte de la falla de El Pilar, y los tensores de esfuerzos aquí
presentados, aparentemente sustenta una coherente transpresión a nivel regional.
114
mayoría de las deformaciones de las estructuras encontradas en el área de estudio,
sobre todo desde el punto de vista transpresivo (Audemard et al., 2005).
Figura 2.57. Trayectoria de los esfuerzos horizontales en el norte de Suramérica, basados en la data
neotectónica, indicadores cinemáticos de los planos de fallas y soluciones de los mecanismos focales
Audemrad, (2002). Leyenda: BF: Falla de Boconó, SAS: Subducción de las Antillas Sotavento, FOA:
Falla de Oca-Ancón, SFR: Sistema de Falla Romeral, FSMB: Falla de Santa Marta-Bucaramanga.
Modificado de Audemard (2002).
115
2.5. Tectónica formada por fallamiento transtensivo. Modelo de cuenca
Pull-Apart al sur del Bloque I
116
extensión causada por la flexura del basamento debido a carga tectónica (Castillo,
2001).
Figura 2.58. A) Mapa isócrono del tope de la discordancia del Paleoceno. La depresión asimétrica y las
áreas levantadas pueden ser reconocidas en el mapa. B) Mapa de detección de límites (“Edge
Detection”) del tope de la secuencia de la discordancia del Paleoceno: dos familias de fallas son
observadas, NNE-SSO y NO-SE. C) Mapa isócrono de la secuencia C (Eoceno): Una secuencia espesa
de rocas sedimentarias de edad Eoceno forma el relleno de la depresión o sub-cuenca de Icotea
interpretada en la Figura 2.58A. Las rocas eocenas se adelgazan sobre las áreas levantadas, y en
general el espesor se incrementa hacia el NE. Tomado de Escalona (2003).
117
La configuración de la línea sísmica 3000 de dirección perpendicular al tren
de fallas Lama-Icotea y VLE-400 de la Figura 2.59 describe el comportamiento de
esta cuenca “pull-apart” para el Bloque X de la Unidad de Explotación Lagomedio.
O E
B
Falla VLE-400
Figura 2.59. A) Línea sísmica 3000 sin interpretar. B) Línea sísmica interpretada: 1) Modelo del
sistema de fallas de la cuenca “pull-apart” de Icotea limitada por la falla de Icotea y la falla VLE-400;
2) Reflexiones pre-cretácicas truncadas por la secuencia B; y 3) Deformación en la parte inferior de la
secuencia D. Modificado de Escalona (2003).
118
Se han propuesto varios periodos para la edad y sentido de desplazamiento de
la falla de Icotea. Lugo (1991) utilizó los datos sísmicos 2-D e interpretó la cuenca de
Icotea como una cuenca “pull-apart” formada por desplazamiento sinestral de la falla
Icotea y la falla E. En este estudio realizado por Escalona (2003) la cuenca pull-apart
de Icotea es limitada por las fallas de Icotea, la falla de Icotea al oeste y por la falla B
al este, tal como fue interpretada en las secciones sísmicas horizontales en tiempo. El
proceso que formó la sub-cuenca de Icotea en la parte central de la cuenca de
Maracaibo durante el Paleógeno fue el desplazamiento transcurrente sinestral de la
falla de rumbo NNE (fallas de Icotea, A, B, Escalona, 2003).
119
Figura 2.60. Rasgos estructurales más resaltantes de la zona central de la cuenca del Lago de Maracaibo. A) Línea sísmica regional E-O sin interpretar. B)
Línea sísmica interpretada mostrando los principales elementos estructurales y estratigráficos en el área del Lago de Maracaibo: 1) Plataforma estable
mixta carbonática-clástica de edad cretácico-paleocena; 2) Falla de Icotea; 3) Sub-cuenca de Icotea; 4) Falla de Pueblo Viejo; 5) Sub-cuenca parcialmente
invertida de Pueblo Viejo; 6) Falla invertida, transcurrencia oblicua y 7) Discordancia Eoceno Temprano-Medio. Tomado de Escalona (2003).
120
Eoceno- Eoceno Medio- Oligoceno-Mioceno Mioceno-Tardío
Presente
A. Tiempo Presente. El depocentro
Mioceno esta ubicado en el S-SO de la
cuenca. El Sinclinal de Maracaibo
tiene rumbo E-O (Castillo, 2001).
B. Oligoceno-Mioceno Temprano.
Temprano
convergencia en la cuenca.
Levantamiento Bloque I
G. Cretácico-Temprano y Tardío.
Cretácic
H. Apertura jurasica de
Jurasic
121
2.5.1. Mecanismos de evolución de cuencas por transtensión
122
Una cuenca “pull-apart” se desarrolla con desplazamiento transtensional en las
zonas de desplazamiento principal, las cuales son de gran importancia económica
porque puede contener yacimientos de hidrocarburos de gran magnitud (por ejemplo:
Campo Matzen, Cuenca de Viena; Fuchs y Hamilton, 2006), mineralización
significativa (ej: Escondida, Chile: Richards et al., 2001) y campos geotérmicos
(Campo Geotérmico de Coso, California; Monastero et al., 2005). Todos ellos
generalmente son zonas de intensa fracturación (ej: la Cuenca de Viena; Connolly y
Cosgrove, 1999), elevado flujo de calor (Cuenca de Bohai; Hu et al., 2001) y elevada
sismicidad (Mar de Mármara; Armijo et al, 2002). La Figura 2.62 muestra el tipo de
comportamiento de una cuenca “pull-apart” con transcurrencia pura (Figura 2.62A) y
movimiento transtensional (Figura 2.62B). El experimento de transtensión fue
diseñado según el esquema desarrollado en la Figura 2.63.
Figura 2.62. Características generales de una cuenca pull-apart con desplazamiento dextral.
A) Transcurencia pura con α = 0°. B) Movimiento transtensional 0° < α ≤ 45°.
Modificado de Wu et al. (2008).
123
Figura 2.63. Vista en planta de la geometría de la placa base utilizada en el experimento transtensional
de la cuenca pull-apart. Modificado de Wu et al. (2008).
124
Figura 2.64. Vista en planta de la evolución de una cuenca “pull-apart” con transcurrencia pura. El
modelo experimental ilustra: A) Fotografía del área en el lapso de tiempo en que se desarrolló el
experimento, B) Observación con laser de la subsidencia formada a medida que se produce el
movimiento. C) Fotografía de la cuenca al final del experimento. El color azul representa las zonas
más profundas. Modificado de Wu et al. (2008).
125
los bloques sometidos por dichas fallas extensionales. En la Figura 2.65 podemos
apreciar la evolución de una cuenca pull-apart por transtensión.
Figura 2.65. Vista en planta de la evolución de una cuenca “pull-apart” con movimiento de
transtensión, el modelo experimental ilustra: A) Fotografía del área en el lapso de tiempo en que se
desarrolló el experimento, B) Observación con laser de la subsidencia formada a medida que se
produce el movimiento. C) Fotografía de la cuenca al final del experimento. El color azul representa
las zonas más profundas. Modificado de Wu et al. (2008).
126
La partición de la deformación en estos sistemas de fallas (transtensión) es
caracterizada por los sistemas de deslizamiento oblicuo y pueden ser explicados a raíz
de la propagación hacia arriba de una falla en el basamento o zona de cizalla en
profundidad (Bowman et al., 2003). Bowman et al. (2003) también mostró que el
campo de esfuerzo estático por encima de una falla de transcurrencia pura en
profundidad es un simple esfuerzo de transcurrencia dentro del campo, mientras que
una falla de desplazamiento oblicuo en general, su propagación en profundidad es una
combinación de una zona de fallas normales discretas y un fallamiento inverso
transcurrente Wu et al. (2008). La Figura 2.66 muestra el efecto en 3D de un sistema
de cuencas “pull-apart” bajo un régimen de movimiento transtensivo basado en los
estudios realizados por Wu et al. (2008). La Figura 2.67 presenta el estado de
evolución y los sistemas de fallas asociados a la transtensión en una fase temprana y
avanzada del movimiento.
Figura 2.66. Geometría tridimensional de una fase inicial idealizada de una cuenca “pull-apart”
desarrollada con 5° de rotación (sistema transtensiónal) basa en los resultados del modelo.
Tomado de Wu et al. (2008).
127
Figura 2.67. Evolución 4D del fallamiento de un sistema de cuenca “pull-apart” transtensional.
A) Etapa temprana de la evolución de la cuenca formada entre planos de fallas sub-verticales “en
échelon”. B) Etapa avanzada de la evolución con suave y fuertes fallamientos de forma concava hacia
arriba y en echelon junto a la iniciación de nuevos planos de fallas. Fraccionamiento de la deformación
la cual provoca fallamiento extensional o transcurrente.
Tomado de Wu et al. (2008).
128
La reconstrucción total de cada una de las etapas de evolución de estos
sistemas de cuenca (transcurrencia pura y transtensional) en los modelos de cajas de
arena pueden ser observados en la Figura 2.68, la cual ilustra en la etapa de
transcurrencia pura una serie de secciones verticales para reconstruir la geometría
interna del modelo. Sobre la zona de desplazamiento principal del basamento se
presenta el desarrollo de un graben con un fallamiento simple formado por una
estructura en flor negativa constituidas por un conjunto de fallas sub-verticales con
buzamientos entre 65° y 90°. La ligera concavidad de estas fallas se encuentran
vinculadas longitudinalmente con esta zona de desplazamiento principal y el borde
dúctil de la cuña en profundidad (Wu et al., 2008). A lo largo de estas fallas se forma
un estrecho graben profundo conformado en sus alrededores por la asimetría de estas
fallas con buzamiento altos.
129
Figura 2.68. Visualización 3D de la reconstrucción del modelo de cuenca “pull-apart”. A) Modelo de
transcurrencia pura, y B) Modelo transtensional. La parte superior representa la secuencia pre-
cinemática. Tomado de Wu et al. (2008).
130
Figura 2.69. Visualización 3D de la arquitectura de fallas de los modelos desarrollados en cuenca
“pull-apart”. A) Transcurrencia pura. B) Transtensión. Tomado de Wu et al. (2008).
131
2.6. Tectónica formada por fallamiento transpresivo (compresional-
transcurrente). Modelos experimentales que pueden estar asociados al
fallamiento de la Cuenca de Maracaibo
132
a través de zonas más complejas como en los bordes de placas donde la deformación
de las fallas tienden a ser más corta, menos continua y más arqueada (Garfunkel,
1981; Mann et al., 1983; Bilham y Williams, 1985; Bilham y King, 1989). La Figura
2.70 muestra los diferentes estilos estructurales que pueden ser encontrados con los
sistemas de fallas transcurrentes asociados también a los eventos transpresivos y
compresivos.
133
Cuando existen cambios en los movimientos de placa regionales, se conduce
también a cambios en la configuración de los campos de esfuerzos en el límite
transformante, la cual produce cambios fundamentales en el fallamiento en las zonas
de interacción. Los campos de esfuerzos pueden ocasionar fallamiento progresivo,
compartamentalización estructural e incremento en la interacción mecánica entre las
fallas del sistema (Müller y Aydin., 2004; Cunningham y Mann, 2007).
134
A B
Figura 2.71. Ejemplo de cizallamiento tipo Riedel para un sistema de falla transcurrente. A) Movimiento dextral y B) Movimiento sinestral.
Modificado de Katz et al. (2002).
135
Ustaszewski et al. (2003) han estudiado mediante modelos de cajas los
mecanismos de deformación que se producen también en un sistema de fallas
transcurrentes influenciado por movimientos de tensión y compresión, los cuales
pueden convertir a este sistema de fallas en transtensivos y compresivos. Estos
experimentos son de gran importancia ya que permiten observar los diferentes
procesos involucrados en la geodinámica y tectónica de la cuenca del Lago de
Maracaibo.
136
A B
Figura 2.72. Modelo de caja de arena con sistema de movimiento transtensivo. A) Evolución del fallamiento visto en planta con el elipsoide de
deformación y la rotación de la base de aluminio que soporta el modelo. B) Secciones a lo largo de la trayectoria del tren de fallas del sistema transtensivo
observado en la sección vista en planta (parte A). Modificado de Ustaszewski et al. (2003).
137
A B
Figura 2.73. Modelo de caja de arena con sistema de movimiento de compresión (transpresivo). A) Evolución del fallamiento visto en planta con el
elipsoide de deformación y la rotación de la base de aluminio que soporta el modelo. B) Secciones a lo largo de la trayectoria del tren de fallas del sistema
transpresivo con la inversión de las estructuras observado en la sección vista en planta (parte A). Modificado de Ustaszewski et al. (2003).
138
Los modelos de McClay y Bonora, (2001) pueden considerarse un clásico
ejemplo ilustrativo de la formación de cuencas pull-apart, estructuras en flor
positivas, “pop-up” (Kramer et al., 2004; Nassima, 2005), anticlinales fallados
(formados por compresión), etc; todos ellos desarrollados mediante los eventos de
sistemas extensivos y compresivos, bajo los efectos del movimiento de fallas
transcurrente tanto dextrales como sinestrales.
139
Las curvaturas (bends) y el salto (stepovers) en las zonas de desplazamiento
de los sistemas de fallas transcurrente generalmente producen otras zonas de
extensión (cuencas “pull-apart” o stepovers, Christie-Blick y Biddle, 1985), regiones
de compresión, levantamientos, o estructuras del tipo “pop-up” (incluyendo
estructuras en flor positiva). La Figura 2.74 muestra este tipo de estructuras
caracterizada por fallamiento transcurrente.
A B
Figura 2.74. Características generales de un sistema de fallas transcurrente con vista en planta. A)
Curvatura con subsidencia o levantamiento (arriba y abajo respectivamente). B) Relevo entre dos
sistemas de fallas produciendo una cuenca pull-apart. Modificado de McClay y Bonora (2001).
Las Figuras 2.75, 2.76, 2.77 y 2.78 muestran ejemplos de un sistema de fallas
transcurrente sinestral con sobrecorrimiento y compresión, formadas estas fallas en el
basamento. Se observa el levantamiento limitado por fallas inversas oblicuas. A
medida que avanza la deformación se forma finalmente un “pop-up” de forma
romboidal en la parte superior de cada uno de los experimentos.
140
B
30°
Figura 2.75. Modelo en cajas de arenas de fallas transcurrentes con relevo transpresivo a 30°. A) Evolución cinemática cada 2 cm hasta finalmente llegar a
10 cm. Se observa la formación del anticlinal en el centro del experimento compuesto de fallas inversas. B) Serie de cortes verticales en cada una de las
zonas deformadas del experimento donde se aprecia donde comienzan y finalizan el conjunto de fallas inversas que conforman el anticlinal. Modificado de
McClay y Bonora (2001).
141
B
90°
Figura 2.76. Modelo en cajas de arenas de fallas transcurrentes con relevo transpresivo a 90°. A) Evolución cinemática cada 2 cm hasta finalmente llegar a
10 cm. Se observa la formación del anticlinal en el centro del experimento compuesto de fallas inversas. B) Serie de cortes verticales en cada una de las
zonas deformadas del experimento donde se aprecia donde comienzan y finalizan el conjunto de fallas inversas que conforman el anticlinal.
Modificado de McClay y Bonora (2001).
142
B
150°
Figura 2.77. Modelo en cajas de arenas de fallas transcurrentes con relevo transpresico a 150°. A) Evolución cinemática cada 2 cm hata finalmente llegar a
10 cm. Se observa la formación del anticlinal en el centro del experimento compuesto de fallas inversas. B) Serie de cortes verticales en cada una de las
zonas deformadas del experimento donde se aprecia donde comienzan y finalizan el conjunto de fallas inversas que conforman el anticlinal.
Modificado de McClay y Bonora (2001).
143
B
A
1
3 1 2
Figura 2.78. Ejemplos de estructuras del tipo “pop-up” para un régimen de fallas transcurrentes. La fase romboidal es claramente definida tanto en las
secciones A1 y B1 donde el sistema interior de fallas define una zona de mayor elevación asociadas a fallas inversas.
Modificado de McClay y Bonora (2001).
144
2.7. Geología y estratigrafía del yacimiento C-4 (Bloque I). Área de estudio
2.7.1. Geología
Área de Estudio
N
N
Tía Juana
BLOQUE II
BLOQUE I
BLOQUE XII
Figura 2.79. Ubicación del Bloque I del Campo Lagomar en la Cuenca del Lago de Maracaibo.
Tomado del Manual de Ubicación Geográfica de Yacimientos y Prospectos. PDVSA Exploración y
Producción (1999).
145
1990), cuando se formó un graben limitado por los alineamientos estructurales de las
fallas de Urdaneta, Lama-Icotea y Lama-Este, denominado Graben Central, donde se
depositó el sistema volcano-sedimentario de la Formación La Quinta de edad
jurásica. El graben presenta espesores máximos cercanos a los 10.000 pies
aproximadamente. La Figura 2.80 muestra la posición del sistema de graben que
afecto el Bloque I.
Figura 2.80. Ubicación del sistema de rift Jurasico en el Bloque I junto al sistema de fallas Lama-
Icotea. Tomado de Link et al. (1999).
Margen Pasivo
146
las calizas del Grupo Cogollo. Se desarrolló una plataforma extensa en una relativa
calma tectónica, con algunas excepciones, como el levantamiento del Arco de
Mérida. Durante el Cretácico-Tardío, en un ambiente de cuenca de retroarco donde se
depositó la Formación La Luna, la cual contiene la principal roca madre de
hidrocarburos de la Cuenca de Maracaibo y que ha sido fuente principal de la
mayoría de las acumulaciones de petróleo dentro de los yacimientos del Eoceno en el
Bloque I del Campo Lagomar (Bueno y Pinto, 1997).
Margen Activo
147
En el Eoceno-Temprano, durante la depositación de la Formación Misoa, la
Placa del Caribe migró gradualmente hacia el sureste y con ella la antefosa (Lugo y
Mann, 1995), la cual constituía el depocentro de la cuenca flexural. Para adecuarse a
la nueva situación planteada, la antigua plataforma cretácica tuvo que combarse,
creando para ello una serie de fallas normales escalonadas descendiendo hacia dicha
antefosa. En forma sinsedimentaria, esas fallas estuvieron activas durante todo el
Eoceno-Temprano. La flexura cortical creó además un posible alto periférico
(Pestmann et al., 1996) de rumbo NE-SO, que atraviesa la parte central del Bloque I,
en una sección longitudinal paralela a la Falla de Icotea, donde previamente debe
hacerse abstracción del basculamiento post-eoceno. Ese alto es tal vez demasiado
grande para ser un simple alto periférico, motivo por el cual no se descarta la
posibilidad de que sea el efecto de un cuerpo de subducción de la Placa del Caribe
que de acuerdo con Van der Hilst y Mann (1994), se encuentra por debajo de la
Cuenca de Maracaibo (Figura 2.81).
O PROVINCIA
CINTURON PROVINCIA E
PROVINCIA NUCLEO FALLADO Y FORELAND DE
OROGENICO DE PLEGADO DE LA CUENCA DE
SANTA MARTA PERIJA MARACAIBO
LENG
UA D PLACA DE AMERICA
E SUBD DE L SUR
UCCI
ON D
E LA P
LACA
D EL
CARI
BE
Figura 2.81. Esquema conceptual de la deformación producida por la subducción de la Placa del
Caribe que afecto las estructuras del Bloque I. Tomado de Bueno y Pinto (1997).
148
contenido en la Figura 2.82. Se presume que esta deformación se haya realizado
principalmente por el tectonismo compresivo producido por la subducción de la Placa
del Caribe con la de Suramérica y el efecto traspresivo en las vecindades del plano de
la falla Lama-Icotea donde se encuentra básicamente este tipo de estructuras. La
imagen de la Figura 2.82 representa la reconstrucción tectónica de los eventos
estructurales y los yacimientos existentes para la posición de esta línea sísmica dentro
del Campo Lagomar. Aqui podemos notar la configuración siguiente: sedimentos del
Paleoceno, Arenas C (C-1 a C-7) y Arenas B del Eoceno, junto a la discordancia
angular del Eoceno, así como también el componente estructural conformado por
fallas inversas al oeste de la falla Lama-Icotea y al este la falla del Ático. Cabe
destacar que las estructuras más importantes como el sistema de fallas Lama-Icotea y
Ático serán descritas mas adelante en este trabajo.
C-6
C-1 C-4
AREA DE ESTUDIO
C-4 65 766
BLOQUE X
BLOQUE XII
BLOQUE X
C-3 864
BLOQUE IX
BLOQUE III
C-4
LINEA 820 (W-E)
C-7 Pozos Incluidos : VLA
C-4 482 (201, 482, 843, 701, 906,
201 C-5 236, 302, 864, 65, 766)
PALEOCENO LEYENDA
C-5
C-6 Falla Lama-Icotea
Falla Intra-Atico
C-6
Falla del Atico Falla Atico
C-7
Falla Lama-Este
C-7 Fallas Antitéticas
ER-EO
Sistema de Fallas ER-PC
Lama-Icotea
Figura 2.82. Interpretación y reconstrucción estructural de la línea sísmica 820 en dirección O-E en el
Bloque I incluyendo el fallamiento local del Campo Lagomar y la depositación de sus yacimientos en
la secuencia del Eoceno C y B. Tomado de Mammana (2005).
149
En cuanto al depocentro de la cuenca flexural eocena, cuya deformación
estructural fue tensional, con fallas normales de rumbo ONO-ESE, fue además objeto
de otro tipo de deformación, ya que el empuje ejercido por la Placa del Caribe causó
en la Cuenca de Maracaibo una rotación horaria, también conocida como “rotación de
bloques” (Malavé y Suárez, 1995; Bueno y Pinto, 1997; Audemard et al., 1999b). La
reactivación de las antiguas estructuras jurásicas con movimientos transcurrentes
sinestrales facilitó la rotación de bloques en forma similar a un estante de libros cuya
plancha superior se desploma, o sea el mecanismo “bookshelf” (Mandl, 1988). Esto
puede ser visualizado en la imagen de la Figura 2.83.
RA
A
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JO
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0
693
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VL
T A B AR U
N
MO
Figura 2.83. Calizas cretácicas antes y después de la colisión y rotación de los bloques producido por
la deformación que realizó la Placa del Caribe contra la de Suramérica.
Tomado de Bueno y Pinto (1997).
150
Dichas fallas transcurrentes de rumbo NNE, entre las que se encuentran las
fallas de Lama-Icotea y Lama-Este eran más bien transcurrentes oblicuas o
transpresivas (oblique slip) porque presentaban también una componente vertical
inversa. Esta última cortó las rocas competentes del pre-Cretácico y Cretácico. Pero
al llegar a los sedimentos del Eoceno se convirtió en sistemas de Riedels sintéticos y
antitéticos (Bueno y Pinto, 1997).
151
largo de una falla sintética o falla del Ático, con lo cual se dio por terminado el
movimiento de la falla de Icotea.
M
ACTUAL M
E P
E K
P
K
CRETACICO TARDIO
SEMIGRABEN DE ICOTEA
Fm. COLON K
K
CRETACICO TEMPRANO
JURASICO TARDIO
TRIASICO - JURASICO
RIFTING
0 5 km
10 Km
Figura 2.84. Evolución del graben centro-occidental del Lago de Maracaibo e inversión estructural.
Tomado de Bueno y Pinto (1997).
152
Aplicación de la sísmica 3D para el análisis estructural del Bloque I
La sísmica 3D ha sido una de las herramientas más poderosas para definir los
diferentes modelos estructurales de un yacimiento de hidrocarburo, ya que permite
delinear el sistema de fallas al cual fue sometido y su composición estratrigráfica
hasta donde permita el grado de resolución vertical y lateral. La Figura 2.85 muestra
un transecto de forma muy generalizada con un corte estructural en tiempo entre la
región de la Sierra de Perijá al NO, la Cuenca de Maracaibo al centro y la Serranía de
Trujillo al SE, donde se aprecia el levantamiento de Perijá por efecto de la
compresión oblicua de la Placa del Caribe con la de Suramérica y la inversión
estructural de la Cuenca de Maracaibo con el desarrollo de anticlinales a lo largo del
tren de fallas de Lama-Icotea por efectos transpresivos, que progresivamente dieron
lugar a la formación de las estructuras internas del Bloque I entre el Eoceno y
Mioceno dentro del Campo Lagomar y sus alrededores.
Bloque I
Figura 2.85. Corte estructural O-E en tiempo de la Cuenca de Maracaibo entre la Serranía de Perijá
hasta el levantamiento de la Serranía de Trujillo. Tomado de Parnaud et al. (1995).
Van der Hilt y Mann (1994) han estudiado la evolución tectónica del Bloque
de Maracaibo, lo cual lo definen como una pieza triangular que avanza hacia el norte
153
a lo largo de fallas transcurrentes como respuesta a la interacción de la Placa de
Nazca, Arco de Panamá y la Placa del Caribe. El cinturón deformado al norte
constituye el límite entre dicho bloque y la Placa del Caribe (Freymueller et al.,
1993). Existen alineamientos principales dentro del Bloque de Maracaibo con
orientación NNE como los del sistema de falla Lama-Icotea la cual tiene su
formación junto al conjunto de grabenes relacionados con la apertura continental que
comenzó en el Jurásico (Audemard, 1991b; Lugo, 1992).
La falla del Ático es otra de las estructuras importantes del Bloque I que ha
permitido en gran medida el emtrampamiento de hidrocarburo en el área,
constituyendo la falla oriental limítrofe inversa del sistema de fallas de Icotea y
consiste generalmente de un segmento alineado subparalelamente a este sistema
principal con rumbo NE-SO. El origen del bloque del Ático pudo haber estado
asociado con un período tardío de contracción y sobrecorrimiento o con un
154
fallamiento inverso de la parte occidental del pilar tectónico. Estos sistemas de fallas
principales han servido como entes controladores de estructuras más jóvenes
formadas a consecuencia de los diferentes patrones de esfuerzos a los cuales la
cuenca ha sido sometida. Cabe destacar que muchas de las estructuras eocenas y
miocenas de la cuenca están directamente relacionadas con estructuras jurasicas-
cretácicas correspondientes a la apertura/extensión continental. Rouré et al. (1997)
propone un modelo estructural que define el comportamiento deformacional del
sistema de fallas Lama-Icotea y Ático, tal como lo indica la Figura 2.86, donde se
observa además el carácter transpresivo sinestral de los bloques estructurales que
conforman este sistema de fallas en la cuenca.
Figura 2.86. Modelo estructural transpresivo del sistema de fallas Lama-Icotea y Ático
Tomado de Rouré et al. (1996).
155
considerables, producto de los diferentes movimientos tectónicos de la cuenca en
general, asimismo, la complejidad de las estructuras asociada a los distintos
movimientos del sistema de fallas Lama-Este, la cual se incrementa en la cercanía de
esta y se atenúa hacia sus flancos. El sistema de fallas Lama-Icotea divide el Bloque I
en dos dominios estructurales diferentes: un graben hacia el oeste denominado
comúnmente como “Flanco Oeste” y un alto estructural hacia el este (Área del Pilar)
conocido también como “Flanco Este” (Link et al., 1999). El limite Este del Área del
Pilar se encuentra bien definido por el segundo sistema principal, el cual
denominamos sistema de fallas Lama-Este cuyas características son muy similares a
las del sistema de Icotea pero con un nivel de deformación de menor intensidad (Link
et al., 1999).
El área denominada El Pilar (Flanco Este) está constituida por uno de los
dominios de menor profundidad en la secuencia Eocena (Fm. Misoa) del Bloque I y
dentro de la región central del Lago de Maracaibo, es por ello que algunos autores lo
denominan Alto de Icotea (González de Juana et al., 1980). Su configuración
estructural comprende dos alineamientos principales con orientación preferencial
NNE-SSO representados por los sistemas de fallas Icotea y Lama-Este (Link et al.,
1999). De forma semi-ortogonal entre ambos sistemas se orientan una serie de
familias de fallas normales de ajuste desarrolladas por esfuerzos distensivos y
escalonadas entre si, las cuales se truncan lateralmente hacia las estructuras mayores
y verticalmente hacia la discordancia del Eoceno, su buzamiento en la región Norte
de El Pilar es de tendencia NE y hacia el Sur, su buzamiento preferencial de estas
familias de fallas es hacia el SO; el ángulo de inclinación promedio de este sistema de
fallas secundario es de alrededor de 70° y su salto varia entre cada una de las
estructuras, pero no exceden un rango de 150 pies aproximadamente (Link et al.,
1999).
La Figura 2.87 muestra la línea sísmica 733 en tiempo con dirección O-E en el
área central del Bloque I del Estudio Integrado sísmico-estructural realizado en el
Cretácico-Eoceno-Mioceno en el Campo Lagomar, donde se resume las
156
características estructurales locales comentadas anteriormente; allí podemos observar
las siguientes estructuras: el sistema de fallas Lama-Icotea con su gran salto de
aproximadamente 2500 pies (ver colores rojo en Paleoceno y azul en Cretáceo entre
ambos lados de la falla), el área principal de la falla del Ático, la región del Pilar
donde se forman la serie de fallas normales, el sistema de fallas Lama-Este, la
secuencia de depositación entre el Basamento, Cretáceo, Paleoceno y Eoceno, así
como también el carácter angular que existe entre la secuencia eocena y su cobertura
miocena, la cual evidencia una exposición y erosión en algún instante de la historia
geológica de la cuenca entre el Eoceno y el Mioceno, lo cual quedó registrado como
una discontinuidad estratigráfica angular post-eoceno (ER-EO, líneas punteadas en
blanco), representando una superficie de tiempo clave para establecer el amarre
sísmico de toda el área de estudio.
Figura 2.87. Línea sísmica 733 O-E en tiempo mostrando un corte estructural del sistema de
fallas Lama-Icotea, Ático, Área del Pilar y el sistema de fallas Lama-Este con la depositación del
Eoceno (verde), Paleoceno (rojo), Cretácico (azul) y Basamento (azul claro). Tomado de Gamarra y
Mammana (2006).
157
La interpretación del área del Pilar (Figura 2.88) se ha desarrollado de manera
generalizada enfocándola geológicamente como un gran anticlinal asimétrico cuyo
flanco largo buza hacia el este, un eje de orientación N10°E y una inmersión hacia el
norte (Link et al., 1999). Dicho anticlinal se encuentra truncado por los sistemas de
fallas principales hacia sus flancos y erosionado en su parte superior en toda el área
debido a los efectos de la erosión post-eocena. Esta estructura separa dos semi-
grábenes, uno al este y el otro al oeste (Link et al., 1999).
158
y trazas sísmicas. La Figura 2.89 muestra el posible conjunto de fallas observado en
esta área y que son visibles mediante este tipo de atributo sísmico estructural que
resalta sus tendencias.
LEYENDA
Flaco Oeste
Sistema de Falla
Lama-Icotea y Atico
Sistema de Fallas
Lama-Este
1 Km.
Figura 2.88. Cubo sísmico de semblanza con time-slice a 1728 ms (Eoceno) donde se muestran los
sectores segmentados del Campo Lagomar con sus alineamientos estructurales más importantes sin
interpretar. Tomado de Mammana (2008).
N
Area del Pilar
1 Km.
Figura 2.89. Interpretación del cubo sísmico de semblanza con time-slice a 1728 ms (Eoceno) donde se
muestran los sectores segmentados del Campo Lagomar con sus alineamientos estructurales más
importantes. Tomado de Mammana (2008).
159
Es importante mencionar, que la falla Lama-Icotea está considerada en la
literatura y en los estudios realizados en la Cuenca de Maracaibo como un sistema
complejo de fallas con una larga historia de deformación estructural que data desde el
Jurásico y se encuentra estrechamente relacionada con la etapa de rifting, que
inicialmente se comportaba como una falla normal que luego sería reactivada durante
el Eoceno-Temprano, convirtiéndola en un sistema rumbo-deslizante debido a la
transpresión generada por el proceso de inversión estructural de la cuenca. La
transpresión generó también una inversión a lo largo de una estrecha zona ubicada en
el eje del sistema de fallas, resultando en anticlinales y sinclinales (Williams et al.,
1989; Bueno y Pinto, 1997). En tal sentido, algunos autores definen su interpretación
como una falla normal con comportamiento rumbo-deslizante (Lugo, 1992), como un
corrimiento (Delgado, 1992), y una estructura de inversión (Roberto et al., 1993).
160
refiere, pero que tuvo gran influencia en la tectónica dentro del Bloque I (Link et al.,
1999).
Entre el área del Ático y el sistema de fallas del este se desarrollan un grupo
de fallas menores de carácter normal en el Eoceno con rumbo NO-SE y buzamiento
al norte producto de los esfuerzos distensivos. Estas fallas en su mayoría nacen entre
la falla Lama-Este y se truncan en los alineamientos principales tales como la falla
del Ático, donde generalmente el salto de estas fallas no excede los 200 pies y no
sobrepasa los límites de la discordancia del Eoceno. Este modelo de fallamiento
puede ser observado también a nivel de la columna estratigráfica del Cretácico con
estudios sismo-estructurales realizados en el Campo Lagomar, tal como lo muestra el
cubo sísmico 3D de semblanza a baja frecuencia de la Figura 2.90, tomando en
cuenta el nivel de tiempo (time-slice) a 2860 ms (Cretácico-Grupo Cogollo). Las
líneas punteadas en blanco representa la alineación de Lama-Icotea, el sistema de
falla Lama-Este en color rojo y las fallas normales en color verde. Algunas zonas del
cubo sísmico se ven distorsionadas sobre todo en la cercanía a los alineamientos de
fallas mayores debido a la deformación estructural.
Cubo de Semblanza
1 Km.
Figura 2.90. Cubo sísmico de semblanza con time-slice superior de 2860 ms a nivel del Cretácico
(Grupo Cogollo) mostrando los alineamientos estructurales del sistema Lama-Icotea y Lama-Este.
Tomado de Mammana (2008).
161
A lo largo de los estudios integrados realizados en el Bloque I se han
desarrollados modelos estructurales a niveles inferiores a la columna eocena, tal es el
caso del yacimiento Cretácico donde se encuentra la principal roca madre (La
Formación La Luna), que mediante sus sistemas de fracturamiento y fallamiento han
permitido la migración de petróleo entre sus planos de fallas a niveles superiores,
como el Eoceno, donde se concentra la mayor producción de petróleo del Campo
Lagomar y del Bloque I. Se han realizado interpretaciones para el tope del Miembro
Socuy, el cual presenta una buena continuidad lateral y vertical en amplitud del
marcador sísmico (reflector), dando como resultado una evidente visualización del
conjunto de fallas presentes para la secuencia estratigráfica del Grupo-Cogollo donde
se encuentra reflejado los sistemas de fallas Lama-Icotea y Lama-Este, dando a su
vez la evidente inversión estructural que reinó en el área. Las Figura 2.91, muestra la
interpretación del tope de Socuy donde se aprecia en diferentes direcciones del cubo
sísmico 3D el salto pronunciado del sistema de fallas Lama-Icotea (2700 pies aprox.),
lo que evidencia la relación con la teoría de evolución estructural general de la
Cuenca de Maracaibo asociada a un sistema de fallas transpresivo.
Fallas Normales
N
Pilar
Flaco Este
Flaco Oeste
1 Km.
Figura 2.91. Interpretación estructural del Tope de Socuy-Cretácico (Grupo Cogollo), mostrando los
alineamientos estructurales del sistema Lama-Icotea y Lama-Este en sísmica 3D. Tomado de Gamarra
y Mammana (2006).
162
La imagen sísmica en 3D de la Figura 2.92 evidencia la tendencia estructural
del levantamiento del bloque del Pilar con respecto al Flanco Oeste producido al
momento de la inversión estructural de la cuenca a finales del Eoceno Tardío-
Oligoceno Temprano. Podemos observar además el gran salto estructural de la falla
Lama-Icotea, la cual se estima en unos 2500-2700 pies para la interpretación del Tope
de Socuy y la mayoría de los yacimientos del Eoceno. Esto corrobora además las
investigaciones realizadas por Roberto et al., (1993), donde interpreta la falla Lama-
Icotea como una estructura de inversión y que en sus inicios en el periodo del rift
jurásico se comportó como una falla normal.
Fallas Normales
Cubo de Semblanza
1 Km.
Interpretación Tope de Socuy
Figura 2.92. Visualización estructural 3D desde el Flanco Oeste del Bloque I del Tope de Socuy-
Cretácico (Grupo Cogollo) concentrando los alineamientos del sistema Lama-Icotea, Lama-Este con el
gran salto de falla entre los bloques del Flanco Oeste y Pilar.
Tomado de Gamarra y Mammana (2006).
163
Para corroborar el rumbo de este sistema principal de fallas y su tendencia
estructural, se realizan los análisis de atributos sísmicos estructurales del tipo Edge
para la interpretación del Tope de Socuy (Grupo Cogollo), lo cual se considera de
suma importancia para el amarre de los yacimientos superiores del Eoceno donde se
encuentra el área de estudio de este trabajo. Estos atributos se muestran en el mapa de
la Figura 2.93, y posteriormente en la Figura 2.94, se hace la comparación de los
mismos con las imágenes 3D.
Fallas Normales
Fallas Inversas
BLOQUE I
BLOQUE XII
BLOQUE II
3 Km.
Figura 2.93. Mapa estructural tipo Edge del Tope de Socuy-Cretácico (Grupo Cogollo) de todo el
Campo Lagomar donde se reflejan los alineamientos del sistema Lama-Icotea y Lama-Este.
Tomado de Gamarra y Mammana (2006).
164
Escala Mapa de Atributo
Estructural
Pilar
Mapa de Atributo Estructural
del Tope de Socuy
Flaco Este
Flaco Oeste
BLOQUE I
BLOQUE XII
BLOQUE II
3 Km.
Fallas Normales
Interpretación Tope de Socuy 1 Km.
Figura 2.94. Ubicación de las diferentes estructuras del Campo Lagomar con el mapa de atributos
estructurales del Tope de Socuy y la superficie interpretada en 3D. Se evidencian los alineamientos del
sistema Lama-Icotea, Lama-Este y el conjunto de fallas normales de sus alrededores tales como Flanco
Oeste, Pilar y Flanco Este. Tomado de Gamarra y Mammana (2006).
165
(Figura 2.95B) con un acercamiento (zoom) a la interpretación de este yacimiento,
dando así otro ejemplo adicional (al igual que en el Cretácico) del levantamiento
estructural asociado al Bloque I del Campo Lagomar.
Superficie C-7
2 Km. A
AYF-5 VLA-1518ST
Superficie C-7
Alineamiento Falla
del Atico
Salto de 2700´ Aprox. de la Falla
Lama-Icotea en C-7
Escala Superficie C-7
Flanco Oeste
1 Km. B
Figura 2.95. Interpretación sísmica 3D del yacimiento C-7 del área UD-LAMA al SO del Bloque I.
A) Imagen 3D del Tope de C-7 mostrando la estructura local. B) Acercamiento de la superficie C-7,
visualizando el gran salto de falla Lama-Icotea (2700 pies).
Tomado de Mammana (2010).
166
2.7.2. Estratigrafía
Pre-Triásico
Las rocas pre-triásicas están representadas por la Asociación Mucuchachí,
asignadas al Carbonífero Superior (Pennsylvaniense), y presentan un metamorfismo
regional variable entre las facies de los esquistos verdes y estaurolita-anfibolita;
litológicamente está compuesta por pizarras con tendencia lutítica y brillo sericítico,
fosilíferas, pizarras de color gris oscuro a verdoso y pizarras similares de tendencia
filítica, bandas de metareniscas. Aparecen calizas recristalizadas duras, de color gris
azulado a pizarras calcáreas intercaladas en la secuencia filítica; litología que
generalmente es la predominante. Esta asociación muestra características de un
ambiente de sedimentación marino, por debajo del nivel base de las olas; la pirita y el
material carbonáceo sugieren condiciones anaeróbicas, ya sea en cuencas aisladas con
acceso restringido a los mares abiertos o en aguas muy profundas sin corrientes de
fondo (González de Juana et al., 1980; Shagam et al., 1984).
167
Gráben Jurásico
Cretácico
Formación Apón
168
Formación Lisure
Formación Maraca
Formación La Luna
169
discoidales de 10 a 80 cm de diámetro, son características típicas de la formación, que
permiten reconocerla en cualquier afloramiento. Las Fracturas frescas de las calizas
tienen olor característico y fuerte a bitumen. Otra unidad que algunos consideran
como miembro de la Formación La Luna es el Chert (Ftanita) de Táchira.
Miembro Socuy
170
distinguen de las calizas de la Formación La Luna por la presencia de foraminíferos
bentónicos, el color más claro de la matriz y la ausencia de laminación. La edad del
Miembro Socuy fue establecida como Mastrichtiense Temprano o Campaniense
Tardío, basándose en la edad de la Formación La Luna infrayacente.
La formación Mito Juan varía entre 100 y 150 m donde su desarrollo máximo
ocurre en la parte sur de la cuenca, en el estado Táchira los espesores varían desde
215 a 755 m. El contacto entre las formaciones Mito Juan y Colón es de transición.
Está marcado lo más cerca posible para que coincida con el cambio de arcillas
laminares grises con una fauna abundante de foraminíferos calcáreos por debajo, a
arcillas laminares arenosas gris verdoso, con una fauna de foraminíferos arenáceos,
por encima. Señala como criterio principal el marcado cambio de las faunas de
foraminíferos. En los sitios donde la unidad infrayace a la Formación Guasare, se
utiliza la prominente arenisca inferior extrema de esta última para definir el contacto
superior. Según el conjunto faunal indica una edad Mastrichtiense Superior.
171
Paleoceno
Formación Guasare
172
de los cuales, a veces se individualizan oolitas, granos de cuarzo, de feldespatos,
glauconita, fosfatos y siderita.
173
tanto en forma de intercalaciones menores en las unidades compuestas de arenisca-
limolita, como en secuencias que alcanzan varios centenares de metros de espesor.
174
Descripción de las Subunidades de la Formación Misoa (Arenas C-7 a C-1)
Unidad C-7
Unidad C-6
175
Unidad C-5
Unidad C-4
Esta unidad tiene un espesor promedio de 600 pies y está constituida por cinco
(5) unidades genéticas principales limitadas cada una de ellas por superficies de
inundación marina y separadas en unidades genéticas menores (16 subunidades).
Estas unidades, identificadas de tope a base como C4-U1, C4-U2, C4-U3, C4-M y
C4-L, fueron depositadas fundamentalmente en un ambiente de sedimentación
deltáico dominado por mareas, con variaciones que oscilan entre un ambiente de
llanura deltaica baja (C4-L), y frente deltáico (depósitos de canales y barras de
mareas, C4-U3).
176
Unidad C-3
Unidad C-2
Unidad C-1
177
Descripción de las Subunidades de la Formación Misoa (Arenas B-9 a B-5)
Unidad B-9
Con un espesor promedio de 460 pies, la unidad B-9 está conformada
litológicamente por intercalaciones de areniscas y lutitas, con una tendencia
granocreciente hacia el tope característico de depósitos de barras. Esta unidad no
presenta prospectividad en algunas zonas.
Unidad B-8
Unidad B-7
Unidad B-6
178
Unidad B-5
Formación La Rosa
179
Formación Lagunillas
Es una unidad del subsuelo del Lago de Maracaibo cuya área tipo es el campo
petrolífero de Lagunillas en el Distrito Bolívar del Estado Zulia. Se extiende en el
subsuelo del Lago y aflora parcialmente al Este del mismo. Según Sutton (1946) la
Formación es resultado de sedimentación en ambientes con cambios rápidos de aguas
salobres a no marinas y de nuevo a aguas dulces. La Formación se compone
principalmente de una intercalación de lutitas, arcillitas, arenas, areniscas mal
consolidadas y algunos lignitos. Hacia el tope se observan arcillitas, arenas, y
lignitos. El tope se coloca en la base de las lutitas fosilíferas del Miembro Laguna.
La Figura 2.96 muestra la columna estratigráfica del área del Bloque I, donde
se realza con líneas rojas la sección de las arenas C de la Formación Misoa.
180
EVENTO GEO-
SUB-SERIE
SUB-MIEMBRO
FORMACIÓN
LITOLOGÍA
ESPESOR
GRÁFICA
TECTÓNICOS
SERIE
GRUPO
(PIES)
ERA
MIEMBRO DESCRIPCION LITOLÓGICA
ASOCIADOS
SEDIMENTOS RECIENTES
EL MILAGRO Areniscas poco consolidadas, lutitas y algunos lignitos
PLEISTO ONIA Areniscas poco consolidadas, lutitas y algunos lignitos
MAR. ACTIVO
O
LAGUNILLAS
410
C
LA ROSA
INFERIOR
MISOA
C-4 500
Arenas masivas de grano fino, blancas y grises con
C-5 300
E
C-7
PALEOCENO
GUASARE
TRANS
MJ- Lutitas microfosilíferas oscuras y macizas, con
COLON 2700
algunas capas de areniscas y calizas
SOCUY 50 Calizas fosilíferas y glauconítica
LA LUNA
900
materia orgánica laminada.
C
LISURE MARACA
CRETÁCICO
MAR. PASIVO
240
I
COGOLLO
O
APÓN
600
y lutitas a veces calcáreas
S
RÍO NEGRO
LA QUINTA
TRIÁSICO
EXT
Figura 2.96. Columna estratigráfica del área del Bloque I con la sección del área de estudio, delimitada
con líneas en rojo, indicando la sección de las arenas C de la Formación Misoa. Tomado de
Estratigrafía del Bloque I entre el Mioceno y el Pre-Triásico (2000).
181
CAPÍTULO III
Las ondas P (primarias o primae del vocablo griego) son ondas longitudinales
o compresionales, lo cual significa que el suelo es alternadamente comprimido y
dilatado en la dirección de la propagación (Figura 3.1A) (Regueiro, 1997). Estas
ondas generalmente viajan a una velocidad 1,73 veces de las ondas S y pueden viajar
a través de cualquier tipo de material líquido o sólido. Sus velocidades típicas son
1450 m/s en el agua y cerca de 5000 m/s en el granito (Regueiro, 1997).
182
λ + 2μ
VP = (3.1)
ρ
Existe un tercer tipo de ondas, llamadas ondas superficiales debido a que sólo
se propagan por las capas más superficiales de la Tierra, decreciendo su amplitud con
la profundidad (Regueiro, 1997). Dentro de este tipo de ondas se pueden diferenciar
dos modalidades, denominadas ondas Rayleigh y ondas Love en honor a los
científicos que demostraron teóricamente su existencia. Su expresión matemática
(3.2) esta dada por:
μ
VP = (3.2)
ρ
183
A B
C D
Figura 3.1. Tipos de ondas sísmicas encontradas en el subsuelo producidas por una fuente de energía y
su forma de movimiento. A) Ondas P. B) Ondas S. C) Ondas Rayleigh y D) Ondas Love. Modificado
de Regueiro (1997).
Las ondas sísmicas empleadas en estos métodos son producidas utilizando una
fuente de muy alta energía (explosivos, vibraseis, entre otros) para luego medir con
equipos de grabación el tiempo transcurrido desde la generación de la onda hasta que
es recibida por los receptores (geófonos) en superficie (Regueiro, 1997).
Esta técnica usa la reflexión de ondas acústicas para crear una representación
del subsuelo (Regueiro, 1997). Tomando los tiempos de llegada y conociendo las
velocidades de propagación de las ondas, se puede reconstruir la trayectoria de estas;
el tiempo de recorrido depende de las propiedades físicas de las rocas y de la forma
como se encuentran dispuestas en el subsuelo (densidad, porosidad) (Regueiro,
1997). El objetivo de los métodos sísmicos es el de reconstruir la estructura que se
encuentra por debajo de la superficie y sus características físicas, como litologías y
fluidos presentes, a partir de la información grabada (tiempo, amplitud, cambios de
fase y frecuencia) (Regueiro, 1997). Un ejemplo de ello es el mostrado en la Figura
184
3.2, donde se aprecia la propagación de estas ondas sísmicas en el interior del
subsuelo. Tal como indica Regueiro (1997), los métodos sísmicos se basan en tres
grandes fases principales que son: 1) Adquisición, 2) Procesamiento y 3)
Interpretación.
RECEPTOR
FUENTE
GEOFONOS
ρ1V1
Onda Reflejada
ρ2V2
Onda Refractada
ρ3V3
ρ4V4
Figura 3.2. Propagación de ondas sísmicas en el subsuelo, cambiando de un medio a otro mediante los
procesos físicos de refracción y reflexión, emanadas de una fuente de energía y recepción para su
posterior procesamiento. Tomado de Análisis de Datos Sísmicos (2005).
185
Las ondas sísmicas (producidas por la fuente de energía) que regresan se
miden con receptores, los cuales registran las señales sísmicas en forma de ondas
electrónicas. Los geófonos son un tipo de receptor, que se utiliza en la tierra, en el
suelo marino o dentro de una perforación de pozo (como en un perfil sísmico vertical)
para registrar las señales sísmicas. Los geófonos utilizan una bobina o imán móvil,
como el que se usa en los micrófonos, para medir pequeñas vibraciones. Los
hidrófonos son otro tipo de receptor que se utilizan para medir los cambios en la
presión conforme el sonido viaja a través del agua. Asimismo, el formato de los
receptores está diseñado para minimizar el efecto del ruido que de otro modo puede
ocultar la señal sísmica (Regueiro, 1997).
El Procesamiento consiste en la elección y posterior aplicación de los
parámetros y algoritmos de tratamiento adecuados a los datos sísmicos adquiridos en
el campo (datos brutos) con el fin de obtener secciones sísmicas de calidad. El
objetivo fundamental de todo procesado multiseñal es aislar en los registros las
reflexiones de los otros eventos sísmicos que se superponen a ellas (ruido ambiental,
GR, onda aérea, etc.). Actualmente, debido al gran incremento del volumen de datos
(mayor capacidad instrumental) y al desarrollo de nuevos algoritmos (mayor potencia
de cálculo), el dominio de las técnicas de procesado es el pilar básico de la
prospección geofísica (Regueiro, 1997).
186
3.3. Impedancia acústica
Z = ρV P (3.3)
Algunas de las ventajas que pueden ser recopiladas de la impedancia acústica son
(Regueiro, 1997):
-. Los datos de impedancia ayudan a una rápida y precisa interpretación del volumen
base, permitiendo la delineación rápida de los cuerpos objetivos dentro de un
yacimiento de hidrocarburo.
187
(Regueiro, 1997). Dichos coeficientes se encuentran en términos de la densidad (ρi) y
la velocidad compresional (Vpi) para cada interfase a una determinada profundidad
(Regueiro, 1997). Además simula una grabación de una reflexión sísmica como
incidencia normal, con una fuente y receptor en la superficie, a partir de una
estructura geológica que consiste en dos estratos horizontales planos, de una
composición homogénea e isotrópica (Regueiro, 1997). Para ello, el coeficiente de
reflexión en el límite entre dos capas i y i+1, considerando que la capa i suprayace a
la capa i+1, viene dado por:
ρ i +1Vi +1 − ρ iVi Z t +1 − Z t
R= = (3.4)
ρ i +1Vi +1 + ρ iVi Z t +1 + Z t
188
La ondícula sísmica es originada por un paquete de energía proveniente de
una determinada fuente (dinamita, vibroseis, cañón de aire, etc.), con un origen en un
tiempo específico, y que regresa a los receptores como una serie de eventos
distribuidos en tiempo y energía. La distribución de los eventos es función de los
cambios de velocidad y densidad en el subsuelo, y la posición relativa de la fuente y
el receptor (Análisis de Datos Sísmicos, 2005).
189
FUENTE
Curva Tiempo-Profundidad (T-Z)
Tiempo [ms]
Profundidad [pies]
Figura 3.3. Ilustración de los tiros de verificación (Check-Shots) para la construcción de la tabla T-Z
que asocia el Tiempo [T] de los datos sismicos con la Profundidad del pozo [Z]. Los Check-Shots son
utilizados para la calibración de los sismogramas sintéticos ayudados con la información de los topes
de las formaciones geológicas. Tomado de Análisis de Datos Sísmicos (2005).
190
Donde: S(t) es la traza sísmica, w(t): la ondícula, r(t): serie de reflectividad, n(t):
ruido aditivo. Figura 3.4A muestra la manera de elaborar un sismograma sintético
mediante el modelo convolucional y la Figura 3.4B un análisis típico en la cuenca del
Lago de Maracaibo con los registros de pozos convencionales: sonico, rayos gamma
y densidad.
A B
Figura 3.4. Sismograma Sintético. A) Modelo convolucional de la traza sísmica para la elaboración del
ajuste sísmica-pozo B) Elaboración de un sismograma sintético tipo en la cuenca del Lago de
Maracaibo. Tomado de Escalona (2003).
191
Cuando se habla de la ubicación o caracterización de una arena en particular
productora de hidrocarburo o un estrato, es importante definir el criterio de resolución
sísmica vertical, donde la misma concierne al espesor mínimo de una capa, en la cual
las reflexiones provenientes de su tope y de su base pueden ser distinguidas. Con base
en el criterio utilizado por Rayleigh, dos interfaces son resueltas si existe como
mínimo una distancia de λ/2 entre ellas, (λ la longitud de la onda), siendo esta la
cantidad que definiría la resolución sísmica (Análisis de Datos Sísmicos, 2005). Para
capas cuyo espesor es menor a λ/2, las reflexiones del tope y la base se solapan en
tiempo y no pueden ser separadas.
λ V
RV = = (3.6)
4 4f
192
sedimentación. Por otra parte Taner et al. (1979), expresa que la traza sísmica puede
ser vista como la parte real de una traza sísmica compleja, lo cual permite la
separación entre la envolvente de la amplitud y la información de fase, además
permite el calculo de las frecuencias instantáneas.
193
Descomposición Espectral: La descomposición espectral representa una
poderosa herramienta al momento de trabajar en campos que poseen capas muy
delgadas y difícilmente pueden ser detectadas con métodos de interpretación sísmica
convencional. Este método permite detectar las características estratigráficas y
estructurales sutiles sobre una gama de frecuencias, además permite identificar
estructuras que sirven de trampa para hidrocarburo y las capas delgadas debajo del
espesor de sincronización sísmica bajo una resolución determinada.
194
Intensidad de la reflexión: La amplitud de la traza compleja es conocida
como la intensidad de la reflexión o también como la función envolvente. Este
atributo es regularmente usado para identificar puntos brillantes “bright spots”,
puntos tenues “dim spots” y puntos lisos “flat spots” u otros cambios laterales de
litología, contenido de fluidos o cambios estratigraficos.
195
La segunda derivada implica la comparación de puntos alrededor de una sola muestra
puntual en una imagen original.
196
CAPITULO IV
METODOLOGIA APLICADA
Las áreas mayormente estudiadas del Bloque I son VLA-6/9/21 (Figura 4.1) y
VLA-31/243/245 (Figura 4.2). Solo el área VLA-6/9/21 del Flanco Este colinda con
el Flanco Oeste, donde este último no tiene interpretación sísmica. Por tanto, se
considera importante realizar la unificación de las dos áreas en búsqueda de
prospectividad.
197
LEVANTAMIENTO
SISMICO N
Falla Lama-Icotea
Area
VLA-6/9/21
BLOQUE I
BLOQUE II
BLOQUE X
BLOQUE XII
BLOQUE X
BLOQUE IX
BLOQUE III
3 km
BLOQUE VIII
Figura 4.1. Ubicación y limites del Proyecto de Estudios Integrados del Área VLA-6/9/21 al norte del
Bloque I, y que comprende solo el Flanco Este de la Falla Lama-Icotea. Modificado del Manual de
Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999).
198
LEVANTAMIENTO
SISMICO N
Falla Lama-Icotea
Area
VLA-31/243/245
BLOQUE I
BLOQUE II
BLOQUE X
BLOQUE XII
BLOQUE X
BLOQUE IX
BLOQUE III
3 km
BLOQUE VIII
Figura 4.2. Ubicación y limites del Proyecto de Estudios Integrados del Area VLA-31/243/245 al sur
del Bloque I y que comprende solo el Flanco Oeste de la Falla Lama-Icotea. Modificado del Manual de
Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999).
199
LEVANTAMIENTO
SISMICO N
Falla Lama-Icotea
Area
VLA-062 Area
VLA-6/9/21
Area
VLA-031
Area
VLA-243/245
BLOQUE I
BLOQUE II
BLOQUE X
BLOQUE XII
BLOQUE X
BLOQUE IX
BLOQUE III
3 km
BLOQUE VIII
Figura 4.3. Ubicación en planta de los Flancos Este y Oeste de la falla Lama-Icotea dentro del Bloque
I del Campo Lagomar y los limites de las áreas productivas que involucran el estudio (Area VLA-031,
VLA-062, VLA-16/33, VLA-6/9/21 y VLA-31/243/245). Modificado del Manual de Ubicación de los
Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999).
200
Estos proyectos fueron desarrollados en el ala oeste y sur-oeste del Bloque I
respectivamente (ver líneas punteadas en rojo de las Figuras 4.1 y 4.2), tomando en
cuenta toda la columna sedimentaria del Eoceno (ver Figura 2.96), estando limitada
entre la Discordancia del Eoceno (ER-EO) y la Discordancia del Paleoceno (ER-PC).
201
4.1.2. Carga de datos
202
una vez que se hacen los respectivos análisis del muestreo de “ripios” que llegan a la
superficie durante la construcción del mismo; evidentemente con personal
especializado en esta rama geológica, y que pueden dar una buena aproximación de la
ubicación de la formación o evento estratigrafico en sitio, analizando directamente las
muestras de canal proveniente de los ripios.
POZOS
AREA DE ESTUDIO
BLOQUE II
BLOQUE I
3 km. BLOQUE X
BLOQUE XII
Figura 4.4. Ubicación de los pozos en las áreas VLA-031, VLA-062, VLA-16/33 y VLA-31/243/245
que incluye la zona donde se efectuó el trabajo. En total son 426 pozos activos. Modificado del Manual
de Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999).
Todos los datos fueron cargados de manera específica y con sumo cuidado en
los sistemas computarizados de servidores y sistemas remotos de red bajo ambiente
UNIX y LINUX, siendo este último el utilizado en este trabajo. Cabe destacar que a
estos programas se les puede atribuir un alto rendimiento, desempeño y fluidez para
el manejo de un gran volumen de datos, sobre todo en las interpretaciones sísmica 3D
203
y sus análisis de atributos, los cuales fueron estudiados, y que requieren gran
capacidad de memoria.
Por otro lado, los paquetes operativos o software para ejecutar el proyecto son
los de la Plataforma Landmark ya disponibles en la empresa, entre los que ameritan
mención: SeisWorks, Syntool, Geoprobe, TDQ, PostStack/PAL, Stratwork y Z-MAP
Plus/PowerView, todos ellos bajo el ambiente computarizado LINUX. A
continuación se describirá brevemente el uso de cada una de estas herramientas:
204
rotar el volumen de la interpretación tridimensional en cualquier dirección en el
espacio, lo que permite ubicar con mayor exactitud los prospectos a explotar.
Para este trabajo se utilizaron los datos del procesamiento sísmico natural
(cubo de baja frecuencia) de campo y el reprocesamiento sísmico elaborado por la
empresa Geotrace y aplicado al cubo sísmico de baja frecuencia adquirido en el año
1990 por Petróleos de Venezuela, S.A (PDVSA). Este reprocesamiento fue
identificado como HFI (High Frequency Imaging), mejorando notoriamente la
resolución vertical y lateral de la sísmica 3D para el análisis estructural y
estratigráfico. Se estima interpretar aquellos horizontes equivalentes a la Unidad C-4
(tope, base y arenas objetivo), los cuales serán correlacionados con la información
geológica mediante el amarre sísmica-pozo haciendo uso de los CheckShot y
sismogramas sintéticos; tomándose en consideración los cubos sísmicos de baja
frecuencia prstk08.3dv (adquirido por PDVSA, S.A) y alta frecuencia hfi_lma.3dv
(reprocesado por Geotrace). Estos horizontes serán mapeados con el objetivo de
visualizar y definir el marco estructural del área. La Figura 4.5 muestra un ejemplo
del cubo sísmico utilizado de alta frecuencia en el visualizador 3D (Geoprobe), el
cual permite desplegar en diferentes ángulos las interpretaciones sísmicas en distintas
direcciones. Con esta herramienta se pueden ubicar de manera más fácil y confiable
205
los pozos que drenarían las reservas remanentes de petróleo, una vez que se ha
desarrollado y analizado la interpretación sísmica-estructural del área.
Escala Sísmica
Cubo Sísmico 3D
2 km
Figura 4.5. Cubo sísmico en HFI (High Frequency Imaging) del área Lagomar donde se incluye el
Bloque I del área de estudio. Imagen tomada de la herramienta Geoprobe (visualizador 3D) de la
Plataforma Landmark.
206
indispensable entonces el trabajo directo entre la geología y la sísmica, por lo que
estas disciplinas deben estar unidas a la hora de caracterizar una asociación de
estratos o la secuencia de capas depositadas dentro de un yacimiento.
207
Sismograma Sintético VLA0233
Figura 4.6. Sismograma sintético realizado al pozo VLA-0233 (Flanco Oeste), indicando los
marcadores geológicos a nivel del Eoceno y la característica particular de la traza sísmica a nivel de la
Unidad productora C-4, la cual presenta una respuesta sísmica con polaridad negativa. Imagen tomada
de la herramienta Syntool de la Plataforma Landmark para los ajustes sísmica-pozo.
208
utilizado por dicha contratista, se aproxima bastante bien con los topes ajustados por
el programa OpenWorks (Syntool).
Figura 4.7. Sismograma sintético realizado al pozo VLA-1548 (Flanco Este), indicando los marcadores
geológicos a nivel del Eoceno y la característica particular de la traza sísmica a nivel de la Unidad
productora C-4, la cual presenta una respuesta sísmica con polaridad negativa. Tomado del Informe
Final de la Fase II del Proyecto VLA-6/9/21 Estudios Integrados-Lagomar (2008).
209
falla Lama-Icotea (Oeste y Este), de tal forma que los valores involucrados sean de
zonas altamente deformadas y poco deformadas, pudiendo así calcularse un promedio
de estos datos. La Figura 4.8, muestra el espectro de frecuencia tomado de la línea
sísmica 737 que atraviesa toda la estructura tipo del área de estudio en dirección O-E.
Allí se puede observar que la frecuencia dominante para el cubo de HFI (Alta
Frecuencia) oscila aproximadamente en 50 Hz.
Figura 4.8. Promedio del espectro en frecuencia del área de estudio en la línea sísmica 737 asociado al
levantamiento sísmico 3D en HFI. Tanto la imagen superior como inferior muestran los espectros en
frecuencia dominante y fase del área de la Falla Lama-Icotea del sector mas y menos deformado
(Flanco Este) respectivamente. Las líneas punteadas en blanco denotan las zonas donde se realizó el
cálculo de la frecuencia. El valor cuantitativo de la misma se encuentra en el orden de
aproximadamente 50 Hz. Imagen tomada de la herramienta Post/Stack/PAL de la Plataforma
Landmark para el calculo de frecuencia.
210
El promedio de esta frecuencia es tomado justamente en el área central de la
interpretación, donde se mantiene el corredor estructural de la Falla Lama-Icotea
junto al anticlinal en forma de estructura en flor positiva ubicado en el sector.
Figura 4.9. Espectro en frecuencia del área de estudio en la línea sísmica 736 del cubo sísmico de baja
frecuencia prstk08.3dv. Las líneas punteadas en blanco denotan las zonas donde se realizó el cálculo de
la frecuencia. El valor cuantitativo de la misma se encuentra entre 20-25 Hz aproximadamente. Imagen
tomada de la herramienta Post/Stack/PAL de la Plataforma Landmark para el calculo de frecuencia.
Imagen tomada de la herramienta Post/Stack/PAL de la Plataforma Landmark para el calculo de
frecuencia.
211
4.2.3. Resolución sísmica vertical
λ Vint
RV = = (4.1)
4 4 Fdom
Donde:
212
Z 2 − Z1
Vint = (4.2)
T2 − T1
Donde:
BLR
Comportamiento
Ondulatorio
Figura 4.10. Esquema de posibles arenas inmersas dentro de un horizonte sísmico y que no pueden ser
observadas por debajo de su resolución sísmica vertical. Tomado de Mammana (2009).
213
4.3. Interpretación sísmica estructural
214
Estructura en Flor C-3
RECONSTRUCIÓN TECTONICA LINEA SISMICA 820
Positiva C-1
C-4
Sistema de Fallas
na
B C-3 Lama-Este
re C-1
A
C-4
C-2 C-5
C-2
C-1
n aB C-3 Ubicación Línea Sísmica
Ar e C-5
C-2 LEVANTAMIENTO
SISMICO N
C-6
C-1 C-4
AREA DE ESTUDIO
C-4 65 766
BLOQUE X
BLOQUE XII
BLOQUE X
C-3 864
BLOQUE IX
BLOQUE III
C-4
LINEA 820 (W-E)
C-7 Pozos Incluidos : VLA
C-4 482 (201, 482, 843, 701, 906,
201 C-5 236, 302, 864, 65, 766)
PALEOCENO LEYENDA
C-5
C-6 Falla Lama-Icotea
Falla Intra-Atico
Falla del Atico
C-6 Falla Atico
C-7
Falla Lama-Este
C-7 Fallas Antitéticas
SOC
UY ER-EO
Sistema de Fallas ER-PC
Lama-Icotea
Figura 4.11. Línea sísmica 820 en dirección O-E dentro del área de estudio, indicando la posición
estructural de los pozos a nivel del Eoceno y el ajuste de los marcadores de la Discordancia del
Paleoceno y el Tope de Socuy (Cretáceo). Tomado de Mammana (2005).
215
formado dentro del Bloque I por el sistema de fallas Lama-Icotea y Ático con
dirección NE-SO, y que se extiende a lo largo del área estudio.
216
LEVANTAMIENTO
SISMICO N
Falla Lama-Icotea
ESE
BLOQUE I BLOQUE II
SSO BLOQUE X
BLOQUE XII
BLOQUE X
BLOQUE IX
BLOQUE III
3 km
BLOQUE VIII
Figura 4.12. Línea sísmica orientada ONO-ESE ortogonalmente a la falla Lama-Icotea. Modificado del
Manual de Ubicación de los Levantamientos Sísmicos en la Cuenca del Lago de Maracaibo (1999).
Escala Sísmica
TimeSlice a 1440 ms
2 km
Figura 4.13. Corte en tiempo a 1440 ms del cubo sísmico 3D en HFI de la Unidad de Explotación
Lagomar, donde se puede apreciar la tendencia de las fallas más resaltantes del Bloque I. Imagen
tomada de la herramienta Geoprobe de la Plataforma Landmark para la visualización 3D.
217
4.3.2. Interpretación de horizontes
3 km.
Figura 4.14. Interpretación del horizonte sísmico equivalente al tope de la Unidad C-4, según los datos
de la calibración sísmica-pozo generada por los sismogramas sintéticos, a lo largo del área de estudio.
218
En este procedimiento se utilizaron líneas arbitrarias en distintas direcciones
del levantamiento, la cual tiene como finalidad corroborar que la superficie
interpretada coincidiera exactamente tanto en líneas sísmicas este-oeste y trazas
sísmicas norte-sur. Estas líneas arbitrarias son de mucha utilidad solamente en los
cubos sísmicos 3D ya que proporcionan información sísmica en cualquier posición o
zona especifica del cubo. Se debe acotar que las líneas sísmicas (Inline) están
orientadas dentro del levantamiento sismo 3D de la Unidad de Explotación Lagomar
con una dirección preferencial O-E, mientras que las trazas están N-S.
219
Trayectoria Falla Lama-Icotea
N
A
RI
TRA
BI
AR
A
NE
LI
N
LINEA
Escala Sísmica [ms]
3 km.
TRAZA
2 km.
Figura 4.15. Ampliación de la interpretación del horizonte sísmico equivalente al tope de la Unidad
C-4, donde se aprecia la cercanía entre líneas y trazas sísmicas para un mejor control de la estructura.
La abertura en el centro de la interpretación representa la tendencia de la falla Lama-Icotea, la cual se
encuentra señalada.
220
que a su vez están asociados con los eventos tectónico-estratigráficos de una cuenca
sedimentaria, como el caso de la Cuenca del Lago de Maracaibo.
221
A B
N
3 km 3 km
Figura 4.16. Ejemplos de imágenes de atributos sismicos a nivel del Tope de Socuy en Cretáceo dentro del área Lagomar, que incluye los Bloques I, II y
XII. A) Atributo de buzamiento y B) Atributo de amplitud. Tomado de Gamarra y Mammana (2006).
222
4.3.4. Análisis de esfuerzo en el Bloque I. Campo Lagomar
223
Modelo Geomecánico se utilizaron diez (10) pasos, las cuales se esquematizan el la
Figura 4.17.
Figura 4.17. Flujo de trabajo para la construcción del Modelo Geomecánico MEM. Tomado del
Modelo Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y
Cretáceo (2009).
224
(especialmente en Lagomar), es considerado de mucha importancia en este trabajo en
cuanto al aporte relacionado con el análisis de esfuerzos efectuado en el área de
estudio.
225
Figura 4.18. Dirección de esfuerzos en formaciones terciarias dentro del Bloque I (Lagomar). Tomado
del Modelo Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-
Inferior y Cretáceo (2009).
226
Figura 4.19. Dirección de esfuerzos en formaciones cretácicas de Lagomar dentro del Bloque I
(Lagomar). Consistente con dirección NO-SE. Tomado del Modelo Geomecánico del Campo
Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y Cretáceo (2009).
227
4.3.5. Elaboración de secciones estructurales y estratigráficas
Pozo VLA-0428
Falla Intra-Atico 5
Área del Pilar Flanco Este
Plano deFalla
Falla Lama-Icotea
de Lama-Icotea
Pozo VLA-0912
Área del Flanco Oeste
Figura 4.20. Sección estructural al sur del Bloque I con pozos del Flanco Oeste (VLA-0912) y Flanco
Este (VLA-0428) para ilustrar el salto de la falla Lama-Icotea con aproximadamente 2200 pies y
comprobar el levantamiento tectónico al cual fue sometido el área del Pilar del Flanco Este.
Modificado de Markovich (2006).
228
VLA1528 814 ft VLA0137 824 ft VLA0763 890 ft VLA1589 1801 ft VLA0780 162 ft VLA0780ST 1040 ft VLA0459
0
Track B
ResD(N/A)
50 0
Track A
GR
GAPI 150
Depth
0
Track B
ResD(N/A)
50 0
Trac k A
GR
API 150
Depth
0
Track B
ResD(N/A)
50
SO
VLA-0763
GR_1(N/A) I6FR(N/A) GR_1(N/A) I6FR(N/A) GR_1(N/A) I6FR(N/A)
0 150 0 50 0 150 0 50 0 150 0 50
VLA-0780ST
RD(N/A) GR_1(N/A) I6FR RD(N/A) RD(N/A)
VLA-0459
0 50 0 150 0 OHMM 50 0 50 0 50
VLA-0137
0 50 0 50 0 OHMM 50 0 50
GR_N(N/A) AE90(N/A) 0 50
LLS(N/A) RDL(N/A) LLS(N/A) LLS 0 150 0 50
AHT90(N/A)
0 50 0 50 0 50 0 OHMM 50
ILD_1(N/A) 0 50
RLA5(N/A) 4600 0 50
0 50
RD(N/A)
Track A Depth Track B RD_1(N/A) 4800 0 50
4800 SP Res D(N/A) 0 50 4800
I5FR(N/A)
-100.000MV 0 0 50 RPD2(N/A) 4700 0 50
I6FR(N/A) 0 50
RDL(N/A)
0 50 LLS(N/A) 4900 0 50
4900 LN 0 50 4900
RLA5(N/A)
ROSAF 0 OHMM
AHT90(N/A)
50 4800 0
RD_1(N/A)
50
4963 5000
0 50 5000
5000 0 50
5000
ROSAF
RPD2(N/A)
4900 0 50
ROSAF
ER-E0 5000
5100 4916 LLS
ROSAF
5093
5100 0 ohm.m 50
5100 5100
5200
5055 5100 5222 ER-E0
5200
5260
5200
5300 5400
ROSAF
5400
5400
5400
ER-E0 5400
ER-E0 5300
5443
5457
5500
53875400
5500
5500
5500
5500
5400
ER-E0
C-2 5572
C-2
5500 5600
5600
5600
5598 C-6
5700
5684 5698
5700
5600
FALLA 5709
5700
5800
C-6 LAMA I COTEA 5800
5800
5800 5800
5670 5700
5800 5900
5900
5900
5900 5900
5800
5900 6000
6000
6000
6000 6000
5900
FALLA 6000
6100
6100
6100
LAMA ICOTEA
6100 6100
C-6
C-6I C-6I C-6I C-6I 6000
C-6I C-6I C-6I
6100 6200
6168
6169 6101 6196
6200
6100
6200 6300
6300 6300
6300 6300
6200
6300 6400
6400 6400
6400
TD=7285 6400
C-7
6300
C-7
6400
6500 C-7 C-7
6473
C-7
6500 C-7
6500 6500
6500
6600
6700 6700
6700 6700
6600
6700
6800 6800
6800 6800
6700
6900
6800
6900
6800
6900
Falla Lama-Icotea 6900
7000
6900
7000 TD=6800 7000
7000
TD=7052
7000
7100 7100
7100
7100
7200 7200
Falla Lama-Icotea
7200
TD=7227
TD=7254
TD=7201 TD=7290
Figura 4.21. Sección estratigráfica donde se observan pozos en la región del Ático con pérdida de sección (líneas punteadas en verde) lo que evidencia que
estos bloques fueron expuestos a la erosión del Eoceno, mientras que las líneas punteadas en color naranja evidencian los pozos que atravesaron la falla
Lama-Icotea. Estos pozos perforan las arenas C-1 y C-2 del Flanco Oeste (cortan la falla Icotea) y llegan a las arenas C-6 o C-7 del Flanco Este.
Modificado de Mammana (2011).
229
4.3.6. Construcción de mapas estructurales en tiempo
BLOQUE I
BLOQUE I
Figura 4.22. Ejemplo de un mapa estructural en tiempo del tope del yacimiento C-5 al sur-oeste del
Bloque I (Area Lagomar). Los colores amarillo y rojo denotan las estructuras más altas, mientras que
el color verde, azul celeste y azul oscuro las estructuras más bajas. Tomado de archivos de la empresa.
Modificado de Mammana (2010).
230
Es importante mencionar que estas interpretaciones tienen su margen de error,
ya que se está trabajando en dos unidades físicamente diferentes tales como: tiempo
(sísmica) y profundidad (pozo), y además sumado a esto nuestros yacimientos son
altamente heterogéneos. Sin embargo, con la ayuda de los datos de pozos, las
secciones sísmicas donde se aprecia los truncamientos de la discordancia del Eoceno
y la calibración sísmica-pozo, se pudo realizar una interpretación sísmica que honra
con muy buena aproximación tanto la secuencia de las capas como las estructuras
donde se asocia el sistema de fallas dentro del área de estudio.
231
y T es el tiempo doble de la señal acústica o el tiempo que tarda la onda sísmica en
llegar al sub-suelo y retornar a la superficie.
Figura 4.23. Pozos con Check-Shot en el Bloque I y su ubicación en ambos flancos de la falla
Lama-Icotea (Oeste y Este).
232
TZ POZOS BLQ I-LAGUNILLAS / BLQ I-LAMA (VLA)
-2000
-4000 VLA-0001
VLA-0054
VLA-0721
VLA-0722
VLA-0724
-6000
VLA-0730
Profundidad (Pies
VLA-0732
VLA-0734
VLA-0745
-8000
VLA-0749
VLA-0756
VLA-0771
VLA-0833
-10000 VLA-0978
VLA-1147
VLA-1367A
VLA-1489
-12000 VLA-1518
-14000
-16000
Tiempo Doble (Ms)
Las Tablas 1 y 2 muestran los pozos utilizados del Flanco Oeste y Este
respectivamente, dentro del Bloque I del Campo Lagomar, con la finalidad de
calcular los diferentes puntos alrededor del área de estudio que tienen que ver con la
construcción del modelo de velocidades para la elaboración del mapa en velocidad.
233
que se despliega el MapView en la aplicación de SeisWorks, la cual fue utilizada para
elaborar toda la interpretación sísmica dentro de los cubos sísmicos 3D del campo
Lagomar.
Una vez realizado los pasos anteriores se calcula el cociente entre esta
profundidad medida y dicho tiempo (tiempo doble de la onda) para obtener el valor
de velocidad aproximado al ajustado con el tope del pozo (8222 pies/s). Este cálculo
se repite para cada pozo seleccionado, desarrollando finalmente el mapa en velocidad
para ambos Flancos de la falla Lama-Icotea (Oeste y Este), tal como lo muestran las
Tablas 1 y 2, correspondiente a cada sector.
234
POZOS FLANCO Profundidad Velocidad
Tiempo 2T [ms]
OESTE (VLA) [pies] [pies/s]
16 7638 1914 7981
62 7941 1985 8001
71 8365 2006 8340
91 7713 1947 7923
112 5680 1530 7425
140 5361 1457 7359
172 8177 2075 7881
175 7653 1900 8056
201 7747 1928 8036
210 7250 1861 7792
233 7614 1900 8015
323 7680 1890 8127
368 7875 1918 8212
413 7521 1820 8265
416 7562 1867 8101
444 7719 1885 8190
448 7756 1945 7975
451 7721 1920 8043
467 7595 1892 8029
475 4925 1380 7138
482 7206 1833 7863
503 7596 1912 7946
540 7701 1925 8001
603 7632 1920 7950
604 7810 2000 7810
634 7833 2001 7829
711 7811 1900 8222
808 8693 2068 8407
810 7883 1952 8077
834 6345 1677 7567
843 5080 1400 7257
851 8384 2001 8380
861 6641 1747 7603
910 6606 1737 7606
914 6362 1674 7601
915 7723 1910 8087
940 7328 1860 7880
941 6617 1681 7873
944 7407 1867 7935
1032 6048 1684 7183
1151 7149 1840 7771
1191 4765 1376 6926
1251 6776 1800 7529
1461 5865 1647 7122
Tabla 1. Cálculo de las velocidades interválicas para el yacimiento C-4, con los pozos de interés en el
Flanco Oeste del área de estudio para contribuir, a la construcción del modelo de velocidad.
235
POZOS FLANCO Profundidad Velocidad
Tiempo 2T [ms]
ESTE (VLA) [pies] [pies/s]
28 6530 1750 7463
41 6050 1610 7516
43 5910 1579 7486
51 6590 1700 7753
53 5460 1440 7583
66 6300 1690 7456
82 6200 1660 7470
90 6445 1707 7551
99 6340 1650 7685
111 6050 1620 7469
152 5475 1480 7399
156 5919 1575 7516
161 5700 1490 7651
169 5980 1560 7667
187 6194 1645 7531
189 5094 1430 7124
229 5594 1502 7449
231 5712 1536 7438
244 5934 1591 7459
296 5806 1547 7506
338 6340 1680 7548
342 5538 1498 7394
351 5730 1540 7442
434 6084 1627 7479
461 5221 1411 7400
477 5641 1505 7496
541 6340 1640 7732
620 6247 1654 7554
657 5879 1583 7428
701 5090 1510 6742
709 5837 1516 7701
744 6625 1700 7794
758 6400 1660 7711
765 6020 1600 7525
783 5222 1394 7492
788 5670 1550 7316
807 5255 1422 7391
817 4875 1370 7117
821 5589 1625 6879
830 6519 1739 7497
839 6820 1680 8119
862 6539 1722 7595
873 6070 1626 7466
882 6569 1736 7568
906 5894 1585 7437
931 6712 1752 7662
1114 5174 1472 7030
1271 5855 1560 7506
1285 5772 1540 7496
Tabla 2. Cálculo de las velocidades interválicas para el yacimiento C-4, con los pozos de interés en el
Flanco Este del área de estudio, para contribuir a la construcción del modelo de velocidad.
236
Ubicación del pozo VLA-711
Falla Lama-Icotea N
00
19
FLANCO OESTE
1 Km.
FLANCO ESTE
VLA-711
C-4
1 Km. BLOQUE I
C-4
Mapa en tiempo del Tope del Yacimiento C-4
Profundidad
C-4 7811 pies
Figura 4.25. Ilustración del cálculo para la construcción del modelo de velocidades para el tope del
yacimiento C-4 del área de estudio del Bloque I. Se tomó como ejemplo el pozo Cretáceo VLA-711
del Flanco Oeste de la Falla Lama-Icotea, identificándose (en el mapa de contornos) un tiempo más
cercano de 1900 ms a una profundidad de 7811 pies correspondiente al punto visualizado en el
reflector sísmico del yacimiento C-4, interpretado en la línea sísmica 837.
237
Figura 4.26. Mapa en velocidad del tope del yacimiento C-4 al norte del Bloque I (Área Lagomar). Los
colores en azul celeste denotan las estructuras más altas, mientras que el color azul oscuro las
estructuras más bajas. Los pozos en color rojo se encuentran en el Flanco Oeste y los de color verde en
el Este.
238
discontinuidades a lo largo de las estructuras con grandes saltos como la falla Lama-
Icotea que pueden afectar la propagación y transmisión de las ondas acústicas en sus
planos de desgarre alterando su velocidad en cada una de las capas.
239
CAPITULO V
RESULTADOS
240
Figura 5.1. Línea sísmica 784 de dirección O-E con la ubicación de los reflectores sísmicos relacionados con las diferentes secuencias sedimentarias
encontradas (Discordancia del Eoceno y Paleoceno, tope y base del yacimiento C-4 y el marcador de Socuy en el Cretáceo).
241
5.2. Fallamiento de la unidad productora C-4 del Eoceno
Figura 5.2. Modelo estructural del yacimiento C-4 en el área del Bloque I.
242
Se observo un fallamiento complejo, relacionado con sistemas distensivos,
compresivos, transtensivos y transpresivos, asociados a la tectónica de la Cuenca del
Lago de Maracaibo entre el Cretáceo y el Mioceno. Este fallamiento esta compuesto
también por inversión tectónica, reconocido en las diferentes secciones sísmicas.
Existe la posibilidad que muchas de las fallas normales e inversas estén asociadas al
efecto de dualidad estructural en el Eoceno (distensión y compresión). La Figura 5.3
muestra el resultado obtenido en 3D de la interpretación sísmica del yacimiento C-4.
Aquí se aprecia el Flanco Este de la falla Lama-Icotea como una estructura levantada
(color rojo y amarillo) y el Flanco Oeste (violeta, azul oscuro, azul claro y verde)
como deprimida, efecto ocurrido por la inversión estructural.
Fallas Normales
Fallas Normales
Fallas Inversas
Escala Superficie C-4
Fallas Normales
Flanco Este
Figura 5.3. Modelo en 3D de la superficie interpretada del yacimiento C-4 donde se aprecia la
tendencia estructural y su relación con el levantamiento e inversión estructural de los bloques
existentes dentro del área de estudio.
243
5.3. Identificación de fallas geológicas con posibilidad de entrampamiento de
hidrocarburos
244
Figura 5.4. Línea sísmica 733 en dirección O-E en alta frecuencia (HFI), donde se aprecia el resultado
obtenido de la traza de falla Lama-Icotea (segmento vertical de color azul claro) que divide el Bloque I
en dos Flancos (Oeste y Este) junto a la secuencia sedimentaria asociada a cada uno.
245
Figura 5.5. Visión en 3D de la traza del plano de falla Lama-Icotea vista desde el suroeste a nivel del yacimiento C-4, donde se aprecia la dirección de su
movimiento sinestral y el levantamiento estructural del Área del Pilar del Flanco Este con respecto al Flanco Oeste por inversión tectónica.
246
5.5. Campos de esfuerzos
247
Figura 5.6. Configuración del sistema de campos de esfuerzos para el Eoceno en el área del Bloque I donde se encuentra el análisis del área de estudio.
Dirección de esfuerzo tomada del Modelo Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y Cretáceo (2009).
248
Figura 5.7. Configuración del sistema de campos de esfuerzos para el Cretáceo en el área del Bloque I donde se encuentra el análisis del área de estudio.
Dirección de esfuerzo tomada del Modelo Geomecánico del Campo Lagomar y Lagomedio a nivel de los yacimientos Eoceno-Inferior y Cretáceo (2009).
249
Figura 5.8. Mapa estructural del Campo Lagomar del Bloque I con los polígonos de fallas en unidades
de tiempo [ms] del tope del yacimiento C-4 interpretado con la licencia de SeisWork, bajo el ambiente
Linux de la plataforma Landmark.
250
Figura 5.9. Mapa estructural en profundidad del yacimiento C-4 en el área de estudio. Las zonas en rojo representan las estructuras más elevadas (Ático y
Pilar) del Flanco Este, las verdes las intermedias y las de color azul las más bajas como el Graben del Flanco Oeste.
251
Figura 5.10. Resultado de la extracción de atributos sísmicos de amplitud a la interpretación realizada
del yacimiento C-4 para una de las arenas productoras de la zona próxima al tope de esta unidad.
252
Figura 5.11. Atributo estructural tipo Edge donde se resalta la tendencia estructural de las fallas
principales del tope del yacimiento C-4.
253
5.7. Propuesta de localizaciones potenciales de extracción de hidrocarburo según
el nuevo modelo estructural
Figura 5.12. Localizaciones potenciales ubicadas según el nuevo modelo estructural del yacimiento
C-4, tanto en el Flanco Oeste como en el Este de la falla Lama-Icotea.
254
CAPITULO VI
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
255
utilizados para corroborar la interpretación de horizontes y el modelo estructural del
área de estudio. Por debajo del límite de la resolución sísmica vertical y lateral
permitido, no fue posible el análisis e interpretación de ningún reflector sísmico o
secuencia estratigráfica que ajustara con la data geológica del campo, ya que se
podría incurrir en resultados que no son acordes con la depositación natural de los
estratos a lo largo de la evolución tectónica y estratigráfica de la cuenca.
Se debe tomar en cuenta que los ajustes sísmica-pozo de todos los horizontes
interpretados en el trabajo son correlacionados de manera aproximada y equivalentes,
lo que quiere decir, que puede existir un margen de error mínimo (10-20 %), ya que
se están ajustando valores de diferentes magnitudes físicas, tales como: tiempo [ms] y
profundidad [pies]; sin embargo la data manejada y procesada en la empresa
(PDVSA) es de entera confiabilidad y ha dado excelentes resultados en la
construcción de pozos verticales y horizontales para diferentes yacimientos.
256
A B
Figura 6.1. Corte en tiempo (time-slice) a 2100 ms en el cubo estructural (structure-cube) para identificar la trayectoria de las fallas principales.
A) Time-slice sin interpretar con los alineamientos de fallas. B) Interpretación de las fallas más resaltantes en el Bloque I y sus alrededores.
257
Figura 6.2. Ubicación de transectos A-A´, B-B´, C-C´ perpendiculares a los diferentes sistemas de fallas encontrados, y la línea sísmica 784 de dirección
O-E. A) Visualización en el time-slice a 2100 ms. B) Cobertura de transectos en el modelo estructural a nivel del yacimiento C-4.
258
Cada una de las fallas interpretadas se le asignó una numeración (Figura 6.3)
con la finalidad de identificarlas y reconocerlas mejor en cada uno de los transectos
de la Figura 6.2, cuando se haga referencia a ellos. Estos transectos están
estratégicamente ubicados en las zonas del área de estudio donde ha ocurrido
deformación, para describir con más facilidad las fases o eventos tectónicos
involucrados en su desarrollo. La Figura 6.3 también muestra la dirección del campo
de esfuerzo principal (σHmax) en sentido NO-SE que deformó la columna Cretácica y
Eocena (adquiridos por análisis geomecánico de pozos), la cual es responsable del
movimiento transcurrente sinestral de la falla Lama-Icotea.
Figura 6.3. Mapa estructural de contornos del yacimiento C-4 interpretado con sísmica 3D. Cada
sistema de fallas se ha numerado de la siguiente forma: falla Lama-Icotea (1), falla Lama-Este (2),
fallas normales área de El Pilar (3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14 y 15), fallas Ático (16) e
Intra-Ático (17), fallas inversas vecinas a Lama-Icotea Flanco Oeste (18, 19, 20, 21, 22, 23 y 24),
fallas inversas Flanco Oeste (32,33 y 34), fallas normales Flanco Oeste (25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 35,
36, 37, 38, 39, 40 y 41).
259
La secuencia sedimentaria con su relación de espesores y el fallamiento del
Bloque I se muestran en la línea sísmica 784 (O-E) de la Figura 6.4 (ver Figura 6.2 B
y 6.3 para ubicación y numeración respectivamente). En este transecto sísmico se
identifican cuatro paquetes sedimentarios entre el Mesozoico y Cenozoico bien
definidos, los cuales son: Cretáceo (amarillo), Paleoceno (azul), Eoceno (área de
estudio, rojo) y Mioceno (evento post-Eoceno, Neógeno); todos ellos deformados de
alguna u otra forma por el tectonismo causado por la colisión oblicua entre la Placa
del Caribe y Suramérica. Esta colisión oblicua ocasionó un campo de esfuerzo
(NO-SE) en la zona que impulsó los movimientos y cambios estructurales que dieron
origen a sistemas distensivos y transpresivos que desarrolló: una falla principal
denominada Lama-Icotea (1), la Falla del Este (2), la falla del Ático (16) y la falla
Intra-Ático (17); todas ellas con rumbo NNE-SSO, formando una estructura en “Flor
Positiva” con fallas inversas por compresión (18-24, 32-34, 16 y 17), además de un
sistema de fallas normales a su alrededor (3-15 y 35-41) y en la cresta de la misma
(25-31) por distensión con rumbo NO-SE. Los esfuerzos también provocaron
inversión estructural en toda la secuencia sedimentaria.
260
Figura 6.4. Línea sísmica 784 (O-E) mostrando las estructuras principales interpretadas en el área, su secuencia sedimentaria entre el Cretáceo y el
Neógeno y la etapa de inversión estructural en el Eoceno. Los números en las fallas corresponden a los observados en la Figura 6.3.
261
Para comprender y analizar los resultados de las estructuras observadas en la
sísmica del Bloque I (Figuras 6.1 y 6.4), es necesario realizar una reconstrucción
cronológica de sus etapas geológicas para comparar luego con otros trabajos de la
literatura al final de este capitulo. Esta cronología se puede asociar a tres etapas:
Margen Pasivo y Activo en el Cretaceo-Paleoceno, Dualidad Estructural en el Eoceno
y transpresión en el Neógeno. De estas tres fases, las más representativas en la
sísmica es la inversión estructural en el Eoceno-Tardío (color rojo del Flanco Este,
Figura 6.4) y la etapa compresiva en el Neógeno (“Flor Positiva”, ver Figura 6.4). Las
Figuras 6.5 y 6.6 resume la posible reconstrucción tectónica de forma general en este
trabajo, y su descripción viene dada de la siguiente forma:
Una vez terminada la fase de rift en el Jurásico, dejando con ello la formación
de fallas normales como la Lama-Icotea, se produce en el Cretáceo-Temprano una
etapa de margen pasivo con eventos distensivos. Alguno de los planos de fallas ya
existentes fueron reactivados y atravesaron la columna estratigráfica hacia el
Cretáceo-Tardío (Figura 6.5 A).
262
b) Dualidad estructural Eocena (Distensión-Compresión)
Distensión
Compresión
263
rotación de bloques que permitió inclusive el llamado efecto “tijera” en fallas como la
Lama-Icotea en zonas conocidas como la cuenca “pull-apart” (Escalona, 2003) en el
campo de Explotación Lagomedio al suroeste del Campo Lagomar.
264
Figura 6.5. Reconstrucción estructural del Bloque I. A) Paleoceno-Temprano, B) Paleoceno Medio-
Tardío y C) Eoceno-Temprano.
265
Figura 6.6. Reconstrucción estructural del Bloque I. D) EocenoTemprano-Medio. E) Eoceno-Tardío y
F) Mioceno-Tardío; Actual.
266
La falla Lama-Icotea (1) se considera la estructura principal del área y la que
propició la formación del resto del fallamiento. Esta estructura es considerada como
una de las más antiguas y resaltante de la Cuenca de Maracaibo, la cual pudo haberse
formado en el período de la apertura continental del Océano Atlántico durante el
Jurásico, simultáneo a la formación del rift (Lugo y Mann, 1995; Castillo, 2001). La
Figura 6.5 (A) muestra la etapa inicial en el Cretáceo de su posible evolución. El
criterio y análisis utilizado en la sísmica para su interpretación y seguimiento a lo
largo del Bloque I fue el siguiente (ver Figura 6.4):
-. Fuerte cambio de buzamiento de los estratos entre ambos Flancos de la falla (Oeste
y Este), indicando estar en presencia de una estructura intermedia que los separa.
267
-. El control con pozos fue otro factor determinante para ubicar esta falla. La
profundidad de los topes geológicos para el Flanco Este (secuencia Eocena) es mucho
menor que las del Flanco Oeste con una diferencia entre 1800-2000 pies en promedio.
Por otro lado, por medio de sus registros se observo la perdida de sedimentos en el
área de El Pilar (Flanco Este) por efectos erosivos, mientras que en el Flanco Oeste la
secuencia Eocena se conserva con mayor espesor indicando menos exposición. Esto
permitió intuir, en principio, un importante plano de falla que separa ambos bloques.
268
B
A
Figura 6.7. Registro sedimentario de la perforación de los pozos vecinos a la falla Lama-Icotea evidenciando la perdida de sección. A) Pozos en el Ático
VLA-0137 y VLA-0459. B) Pozos VLA-1599 con perforación en Flanco Oeste y objetivo final en Flanco Este (Arenas C-7).
269
Escala Sísmica Falla Lama-Icotea LEVANTAMIENTO
SISMICO N
AREA DE ESTUDIO
Evidencias de
Anticlinal de Icotea Inversión Estructural
AREA DE ESTUDIO
BLOQUE I
BLOQUE II
BLOQUE X
BLOQUE IX
BLOQUE III
BLOQUE VIII
ER-EO
ER-EO ER-EO
EO
ER-
C-4
EO
ER- C-7
Transcurrencia Sinestral
C-4
C-7
O LÍNEA SÍSMICA 747 E
Figura 6.8. Evidencias de la inversión estructural dentro del área de estudio apreciándose el estilo
estructural conformado por el anticlinal de la falla Lama-Icotea (línea azul) y los truncamientos de los
reflectores sísmicos del yacimiento C-4 (línea en rojo) contra la discordancia del Eoceno (líneas
punteadas en amarillo).
270
Figura 6.9. Ubicación tridimensional con un cubo sísmico de semblanza de los sistemas estructurales
alrededor del pozo VLA-1599 donde se observa el corte con el plano de falla Lama-Icotea tanto en el
Flanco Oeste como en el Este y levantamiento estructural del yacimiento C-7 por efecto de la inversión
tectónica. A) Vista superficial 3D desde planta. B) Rotación del cubo sísmico para observar el corte
del pozo VLA-1599 desde el Flanco Este.
271
Algunos rasgos de inversión tectónica positiva pueden estar relacionados con
los siguientes eventos tectónicos entre el Eoceno-Tardío y el Neógeno en la Cuenca
de Maracaibo: a) Truncamiento de capas contra la discordancia del Eoceno en el
Eoceno-Tardío, evidenciando exposición área, b) El escape del Bloque de Maracaibo
hacia el norte a partir del Mioceno-Tardío, producto de la colisión Arco de Panamá y
el noroeste de Suramérica, y por la subducción de ángulo bajo de la Placa del Caribe
debajo del noroeste de Suramérica (Colmenares y Zoback, 2003) y c) La Orogénesis
Andina en el Mioceno-Temprano, la actúa como un pistón que levanta bloques
deprimidos desde el Jurásico en la cuenca, producto del acortamiento propagado en el
Mioceno-Temprano desde el SE y SO hacia los márgenes más meridionales de la
Cuenca de Maracaibo (Audemard y Audemard, 2002). Probablemente el
sobrecorrimiento de las Napas de Lara al este pudo ayudar al empuje y levantamiento
parcial de algunas de estas estructuras.
Con respecto a la falla del Ático (16) e Intra-Ático (17) podemos comentar lo
siguiente: con el proceso de inversión estructural que tuvo lugar en el Eoceno-Tardío
comienza una fuerte etapa compresiva (esfuerzo principal oblicuo, NO-SE),
permitiendo que el bloque correspondiente al área del Pilar alcanzara una mayor
272
elevación con respecto a las áreas adyacentes (ver truncamiento por erosión Figura
6.10 B), así como la evolución de la falla Lama-Icotea y demás fallas asociadas a un
sistema de fallas con desplazamiento inverso bajo un régimen de compresión-
transpresión, provocando así el ascenso de los bloques delimitados por la falla del
Ático e Intra-Ático de dirección NNE-SSO, y por consiguiente el levantamiento de la
región del Ático (estructura en “Flor Positiva”) del área de El Pilar en relación a la
secuencia ubicada en el Flanco Oeste (“Graben”). Según lo observado en sísmica la
falla del Ático corta sedimentos del Paleoceno y cierra al norte de Lama-Icotea,
pudiendo ser una trampa estructural de acumulación de hidrocarburo. La falla Intra-
Ático solo trunca en profundidad con el Eoceno-Temprano. La sección estratigráfica
de la Figura 6.10 (A), demuestra con data de pozo, la disminución de espesor de las
arenas superiores del Eoceno por efectos erosivos al oeste del bloque de El Pilar, la
cual se ajusta con lo observado en la sísmica (Figura 6.10 B).
La región del Ático es una de las zonas que alcanzó mayor erosión debido a
que estuvo mas expuesta a la superficie (Figura 6.10 B), por lo que gran parte de los
yacimientos de la Formación Misoa, específicamente entre las arenas B-1 a B-9 y C-1
a C-4, fueron removidas quedando parcialmente erosionadas las arenas C-5 (ver
registros de pozos de la Figura 6.7 A).
273
O O VLA-0898 VLA-0759 VLA-0187
VLA-0093 VLA-0933 VLA-0534
E
E
VLA-0475
A Sub-
Sistemas
encadenados
unidades
LS8
HST7
MFS7
LAGIS TST7
LST7
Sub- LAGIM LS7
unidades- LAGII HST6
LRT TST6 MFS6
LS6 LST6 LS6
LS4
BLR
Sistemas C-4 C-4 C- 2S
HST3
MFS3
encadenados
C- 5S
C-4 C- 2I TST3
ER-EO
LS2
C- 5M
C-4 C- 3S
HST1 C- 5I
C- 3I
LST3
C-4
C- 4S LS3
MFS1 C- 4M HST2
C- 6S MFS2 Sistemas
TST2 C- 4I
C- 5S Sub - encadenados
C- 6I miembros
TST1
C- 7S
Figura 6.10. Anticlinal fallado de la región del Ático con su relación estratigráfica. A) Sección
estratigráfica con pozos mostrando el acuñamiento contra el alto estructural del Ático al oeste de El
Pilar. B) Evidencias de inversión tectónica en el Flanco Este observadas por los truncamientos de las
capas de C-4 (línea roja) contra la discordancia del Eoceno (línea punteada amarillo).
274
Para demostrar con la sísmica que la falla Lama-Icotea fue afectada por
sistemas transcurrentes y compresivos (transpresivos), se tomo en cuenta el campo de
esfuerzo y la construcción de varios transectos perpendiculares (F-F´, G-G´, H-H´ y
I-I´, ver Figura 6.11 para ubicación) a lo largo de su trayectoria en el cubo estructural
(struture-cube); aunado a esto, también se hicieron time-slice a 1300, 1700, 2100,
2700 y 3000 ms con la finalidad de corroborar si efectivamente las fallas principales
atravesaban parcialmente o totalmente toda la columna sedimentaria
Cretáceo-Eoceno. La Figura 6.12 muestra la línea sísmica 784 (O-E) con la ubicación
de cada time-slice, mientras que estos niveles en tiempo están representados en la
Figura 6.13 (1300 y 1700 ms) y la Figura 6.14 (2700 y 3000 ms) con las fallas de
igual numeración y color que en las líneas sísmicas de las Figuras 6.3 y 6.10, para
ubicarlas mejor.
Nótese en los transectos F-F´ y G-G´ dados en la Figura 6.15, y los transectos
H-H´ y I-I´ en la Figura 6.16 que todo el tren de fallas y el anticlinal se desplazan
progresivamente hacia el este de la lámina. Por su puesto, para ver el efecto completo
del movimiento estructural, necesariamente tenemos que observar la interpretación en
planta de todos los time-slice (1300, 1700, 2100, 2700 y 3000 ms), dándole
seguimiento con la numeración de cada falla. Aquí se observa que tanto el anticlinal
(estructura en “Flor Positiva”) como las fallas toman una dirección NNE-SSO. Esto
ocurre por la influencia del vector campo de esfuerzo principal que interactuó de
forma oblicua (NO-SE, ver Figura 6.3), deformando estas estructuras por efecto de la
interacción oblicua de la Placa del Caribe con la de Suramérica. Este esfuerzo
mantuvo dos componentes: una perpendicular al tren de fallas que causó la
compresión y la otra tangencial que causo el movimiento al sur del Bloque del Flanco
Oeste y al norte el del Flanco Este. La combinación de estos eventos causó finalmente
los movimientos transpresivos entre el Eoceno Tardío-Neógeno y la transcurrencia
sinestral de la falla Lama-Icotea, dando posiblemente una reactivación de la misma en
el Neógeno, ya que los reflectores sísmicos se observan deformados después de la
discordancia del Eoceno (Mioceno, Figura 6.10).
275
Figura 6.11. Ubicación de los transectos F-F´, G-G´, H-H´ y I-I´ en el time-slice de 2100 ms y
perpendiculares al tren de fallas Lama-Icotea (1), Falla del Este (2) y las fallas inversas del Flanco
Oeste (24, 32 y 33); para observar la dirección del anticlinal (estructura en “Flor Positiva”) en el área
de estudio y cotejarlo con la dirección principal de estas fallas.
276
Figura 6.12. Línea sísmica 784 (O-E) con los cortes en tiempo (time-slice) a 1300, 1700, 2100, 2700 y 3000 ms, ubicando las intersecciones con las fallas
principales: Lama-Icotea (1), Falla del Este (2) y las fallas inversas del Flanco Este (16, 17) y Flanco Oeste (19, 32 y 33).
277
Figura 6.13. Corte estructural en tiempo (time-slice) a 1300 y 1700 ms para determinar las fallas en el área de estudio y analizar su trayectoria a través de
la secuencia sedimentaria que es atravesada por las mismas.
278
Figura 6.14. Corte estructural en tiempo (time-slice) a 2700 y 3000 ms para determinar las fallas en el área de estudio y analizar su trayectoria a través de
la secuencia sedimentaria que es atravesada por las mismas.
279
Figura 6.15. Transectos F-F´, G-G´ (ver Figura 6.11 para ubicación) perpendiculares al tren de fallas
Lama-Icotea (1), falla del Ático (16), Falla del Este (2) y las fallas inversas del Flanco Oeste (23, 24,
32, 33 y 34). Con estos transectos se demuestra el rumbo NNE-SSE de estas fallas principales y del
anticlinal (estructura en “Flor Positiva”) del Bloque I.
280
Figura 6.16. Transectos H-H´, I-I´ (ver Figura 6.11 para ubicación) perpendiculares al tren de fallas
Lama-Icotea (1), Falla del Este (2) y las fallas inversas del Flanco Oeste (18, 32, 33 y 42). Con estos
transectos se demuestra el rumbo NNE-SSE de estas fallas principales y del anticlinal (estructura en
“Flor Positiva”) del Bloque I.
281
Algunos autores como Castillo (2001) han propuesto que la formación de
fallas normales es una respuesta de la flexura de la placa Suramericana debido a la
carga tectónica de la placa del Caribe durante el Paleoceno Tardío-Eoceno Medio.
Por otro lado, Bradley y Kidd (1991) concluyeron que estas fallas normales se
formaron como deformación de flexura extensional, resultando en un plegamiento de
curvatura convexo de la litósfera en situaciones de colisión.
En la Figura 6.3 del mapa estructural del yacimiento C-4 se encontraron una
serie de fallas normales en el área de El Pilar del Flanco Este (3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10,
11, 12, 13, 14 y 15), en el alto de la estructura en “Flor Positiva” hacia el Flanco
Oeste (25, 26, 27, 28, 29, 30 y 31) y al oeste de las fallas inversas del Flanco Oeste
(35, 36, 37, 38, 39, 40 y 41), que no solo se le puede atribuir su formación a la carga
flexural, sino también, al efecto transpresivo que tuvo lugar en los bloques
delimitados por la falla Lama-Icotea que causó fallamiento distensivo (normal) en
“echelon” en los laterales de dichos bloques. Esto puede verse en los transectos
A-A´, B-B´ y C-C´ (Figura 6.2 para ubicación) y mostrados en las Figuras 6.17, 6.18
y 6.19 (B), respectivamente. Los saltos de estas fallas encontradas en estos transectos
no superan los 150 pies de forma general, por lo que se consideran no sellantes o
parcialmente sellantes para el yacimiento C-4.
282
Figura 6.17. Transecto A-A´ en el bloque estructural del Flanco Oeste (ver Figura 6.3 para ubicación) con el sistema de fallas normales formadas por
distensión que atraviesa la columna sedimentaria del Eoceno y Cretáceo.
283
Figura 6.18. Transectos B-B´ sobre el anticlinal (estructura en “Flor Positiva”) del Flanco Oeste
(ver Figura 6.3 para ubicación) con el sistema de fallas normales formadas por distensión que atraviesa
la columna sedimentaria del Eoceno.
284
C´
S N
Sistemas
A
encadenados
Sub -
unidades
LS8
HST7
TST7 MFS7
LST7 LS7
LAGI
HST6
LRT
EO BLR LST6 TST6
LS6
LAGI B-9
HST4
LRT MFS4
BLR EO C-1 TST4
C-2I C3S
C-3I LST4 LS4
C-4S C-2S HST3
C-4M MFS3
C-4I C-2I
C-5S C-3S TST3
C5M C-3I
C-5I C-4S LST3 LS3
C-4M HST2
C-4I
TST2MFS2
C-5S LST2
LS2
ER-EO C-5M
C-5I HST1
Figura 6.19. Sistema distensivo encontrado en el Flanco Este en el área de El Pilar (ver Figura 6.3 para
ubicación) con su relación estratigráfica. A) Sección estratigráfica con pozos, mostrando el
acuñamiento del yacimiento C-4 al SE. B) Fallas normales bajo régimen distensivo con evidencias de
inversión estructural.
285
Link et al. (1999) desarrolló un modelo tectónico en el Bloque I como lo
muestra la Figura 6.20 (A). Allí podemos visualizar una sección sísmica conformada
básicamente por las mismas estructuras observadas en nuestro estudio. Este autor
interpreta la falla Lama-Icotea (color negro) como dos planos semi-verticales
interrumpidos por una falla lístrica que la denominó Ático (color rojo) a nivel del
Cretáceo. Esta interpretación es respetable, mas no es compartida con la
interpretación encontrada en este trabajo.
286
Figura 6.20. A) Sistema de fallas en el Bloque I interpretadas por Link et al. (1999). B) Interpretación
estructural propuesta para el área de estudio del Bloque I.
287
Kellogg (1984), Audemard et al. (1999b, 2005) y Taboada et al. (2000)
analizaron el marco geodinámico que afecta el oeste de Venezuela por influencia de
la Placa del Caribe y Nazca contra la de Suramérica, la cual es considerado como un
sistema complejo. Estos estudios arrojaron que para finales del Eoceno-Tardío y
principios del Neógeno, el campo de esfuerzos horizontal máximo (σHmax) es un
vector de convergencia oblicua (NO-SE, ver Figura 6.21 A, flechas azules) que
deformó gran parte de las estructuras, causando movimiento sinestral y transpresivo a
la mayoría de las fallas importantes de la Cuenca de Maracaibo como Lama-Icotea,
Burro Negro, Ceuta y Pueblo Viejo.
288
Las estructuras interpretadas aquí se pueden considerar acordes con la
dirección de los máximos esfuerzos estudiados en la cuenca, siendo la principal
fuente de su formación la colisión oblicua de la Placa del Caribe contra la de
Suramérica, por lo tanto, para formar el tipo de estructura observadas en el Bloque I
bajo los efectos de transcurrencia, compresión, rotación de bloques (transpresión) e
inversión estructural, la incidencia de σHmax debió ser necesariamente de forma
oblicua al sistema de fallas principal Lama-Icotea y no netamente perpendicular. En
consecuencia, si este esfuerzo hubiese sido O-E, existiría solo compresión sobre estas
fallas sin rotación NNE. Aquí se demostró por sísmica (Figuras 6.13, 6.14, 6.15 y
6.16) que hubo una componente tangencial que impulso el movimiento transcurrente,
dando finalmente un movimiento transpresivo sinestral al sistema de falla
Lama-Icotea y Lama-Este, teniendo como resultado final una dirección NNE-SSO.
En la Figura 6.22 (A y B) se dibuja el campo de esfuerzo encontrado para este
análisis en el Bloque I.
289
Figura 6.21. Relación del campo de esfuerzo regional en la Cuenca de Maracaibo asociado a la interpretación estructural del área de estudio. A) Dirección
del campo de esfuerzos horizontal máximo (σHmax) analizados por Kellogg (1984), Audemard et al. (1999b, 2005) y Taboada et al. (2000).
B) Interpretación en 3D del área de estudio con inversión estructural asociada a los esfuerzos. C) Relación de la cuenca “Pull-Apart” de Escalona y Mann
(2003) bajo el efecto tijera de la falla Lama-Icotea comparada con las estructuras en el Bloque I (ambas áreas sujetas a inversión tectónica).
290
Figura 6.22. Dirección del esfuerzo máximo horizontal y su descomposición en componente tangencial y normal a las fallas transcurrentes en el Bloque I.
A) Reconstrucción en 3D del levantamiento del área y su asociación con los esfuerzos. B) Mapa estructural del área con el σHmax en el yacimiento C-4.
291
Figura 6.23. A) Modelo aproximado de áreas compartamentalizadas y sus niveles estratigráficos de las Arena B y C interpretadas por Planchart et al.
(2002). B) Interpretación 3D del área de estudio con posibles zonas con compartimientos estructurales.
292
Las principales fallas (Lama-Icotea, Ático y Este) y el anticlinal deformado
del área de estudio, guardan relación con lo planteado por Lugo (1991) en su análisis
estructural de la Cuenca de Maracaibo entre el Cretáceo-Neógeno, donde observa que
la mayoría de los alineamientos de fallas principales y anticlinales poseen una
dirección NNE-SSO (zonas en color marrón claro, Figura 6.24 A). Estos
alineamientos tienen similitud con las evidencias estructurales encontradas en el cubo
estructural (structure-cube) de la Figura 6.24 (B) y el mapa estructural del yacimiento
C-4 de la Figura 5.2 y 6.3.
293
Figura 6.24. A) Trayectoria NNE-SSO de anticlinales y fallas principales como Lama-Icotea, Pueblo Viejo y Urdaneta en la Cuenca del Lago de
Maracaibo analizadas por Lugo (1991). Modificado de Lugo (1991). B) Time-slice a 2100 ms mostrando la similitud encontrada en la sísmica del tren de
fallas principales en el área de estudio con lo visualizado por Lugo (1991). C) Modelo estructural de fallas actuando como planos de deslizamiento inverso
teniendo en cuenta como plano central la falla de Bocono bajo influencia de movimientos transpresivos sinestrales (Schreurs y Colletta, 1998). D) Modelo
estructural del área de estudio bajo un régimen transpresivo sinestral teniendo en cuenta como plano central la falla Lama-Icotea (color azul).
294
Figura 6.25. A) Modelo del régimen distensivo planteado para el Bloque I (Eoceno Temprano-Medio). B) y C) Vista en planta con cortes verticales en los
modelos experimentales con cajas de arenas desarrollados por Ustaszewski et al. (2003) bajo efectos distensivos, respectivamente.
295
Figura 6.26. A) Modelo del régimen compresivo planteado en el Bloque I (Eoceno Temprano-Medio). B) y C) Vista en planta con cortes verticales en los
modelos experimentales en cajas de arenas desarrollados por Ustaszewski et al. (2003) bajo efectos compresivos, respectivamente.
296
El mapa que contiene el modelo estructural de la Figura 6.3, construido para
este trabajo, puede ser comparado con algunos experimentos con cajas de
arena/arcilla, como los realizados por Lowell (1995), el cual resalta los diferentes
episodios de la formación del fallamiento (junto con el elipsoide de deformación) en
una estructura determinada bajo los efectos de un sistema transcurrente sinestral
como el que representa la falla Lama-Icotea. La Figura 6.27, resume algunos
ejemplos realizados por Lowell (1995) que incluyen estos experimentos con
arena/arcilla y que pueden ser comparados relativamente con el fallamiento
encontrado en este trabajo.
297
Formación de Cuenca Pull-Apart
Escalona (2003)
A
Movimiento Sinestral
Formación de Pliegues
Estructuras en Flor Positiva
D
Movimiento Sinestral
Formación de Graben
Fallas Normales MOVIMIENTO SINESTRAL
DE 45 cm
Fallas Normales
Formación de Horts
Falla
Movimiento Sinestral B Falla
Lama-Icotea
Inversa
ELIPSES DE DEFORM ACIÓN
Fallas normales
Flanco Este
ANTICLINALES EN ECHELON
Figura 6.27. Ejemplos de modelos en cajas de arenas realizados por Lowell (1995). A) Movimiento
sinestral (left lateral) en una caja con arcilla. Los aros son circunferencias en su estado original y se
transforman en elipses a medida que el movimiento se produce. B) Elipses de deformación y desarrollo
de fallas sintéticas sinestrales y antitéticas dextrales. Las zonas oscuras corresponden a fosas
(Grabenes) y las más claras a pilares (Horsts). C) Creación de anticlinales y fallas de corrimiento por
transpresión. D) Evolución del fallamiento en sistemas tectónicos con fallas del tipo transcurrente
sinestral. E) Analogía aproximada entre las diferentes fallas encontradas dentro del modelo estructural
del yacimiento C-4 del Bloque I y las estructuras formadas con los experimentos de arena bajo el
movimiento de transcurrente sinestral. Tomado y modificado de Lowell (1995).
298
estructural en tiempo, la cual muestra cierta similitud con la Figura 6.28 (B), donde se
ilustra un levantamiento de la estructura (realizadas con arenas bajo movimientos
transpresivos) formando una serie de fracturas y fallas en “échelon” para los niveles
superiores debido a un movimiento similar al desarrollado en el Bloque I del área de
estudio, lo que evidencia la formación de anticlinales fallados de rumbo NE-SO
debido a la compresión y la transcurrencia, tal como se aprecia en la línea sísmica
784 de dirección O-E de la Figura 6.28 (C), que demuestra el pliegue (anticlinal)
formado en el Mioceno, también bajo los efectos del levantamiento compresivo de la
Sierra de Perijá.
B ELIPSES DE DEFORMACIÓN
FORMACIÓN DE ANTICLINALES
N
Fallas Normales Movimiento Transpresivo FALLAMIENTO POR TRANSPRESIÓN
Fallas Normales-Distensión
Movimiento Transpresivo
Fallas Inversas-Compresión
C Falla Lama-Icotea
Falla Atico
ER-EO
ER-EO
ER-EO
ER-EO C-4
C-4
C-4
-EO
ER
FLANCO ESTE C-4
C-4
1 Km.
C-4
Figura 6.28. Relación del fallamiento encontrado en el Bloque I del Campo Lagomar con los
experimentos en cajas de arena realizados por Lowell (1995). A) Interpretación estructural en tiempo
[ms] del tope del yacimiento C-4 indicando los polígonos de fallas a ese nivel. B) Evolución
experimental de fallas normales e inversas en sistemas tectónicos del tipo transcurrente sinestral con
formación de anticlinales bajo los efectos de movimiento transpresivo estudiados por Lowell (1995).
C) Línea sísmica 784 de dirección O-E con el levantamiento anticlinal del área de estudio similar a los
encontrados en los experimentos de arena.
299
Comparar estos mecanismos experimentales con el marco tectónico
desarrollado en este estudio ha sido de suma importancia, ya que se torna un tanto
difícil el entendimiento de la dinámica regional involucrada para formar los
movimientos sinestrales y la evolución de los sistemas de fallas Lama-Icotea y
Lama-Este, asociado a los diferentes regimenes tectónicos a los cuales han sido
sometida estas estructura.
El recuadro amarillo punteado (por ejemplo), muestra un sector del área local,
específicamente sobre la estructura en “Flor Positiva” del Flanco Oeste (transecto
B-B´), interpretada en el mapa de la Figura 6.29 (A), y la relación con el modelo de
caja de la Figura 6.29 (B), donde este tipo de estructuras están asociadas a fallas
normales (formadas por distensión), como las interpretadas también en los transectos
A-A´ y C-C´ (mostradas en la parte inferior de la lamina), relacionándose sus inicios
por efecto de los movimientos transpresivos sinestral en los bloque que conforman la
falla Lama-Icotea. Obsérvese la similitud del rumbo de cada una de estas fallas
normales con las formadas en los experimentos de Lowell (1995) de la Figura 6.29
(B).
300
Figura 6.29. Comparación entre el modelo estructural interpretado en el área de estudio con otro de los experimentos de cajas realizados por Lowell
(1995). A) Mapa estructural del tope del yacimiento C-4 indicando las fallas interpretadas. B) Formación de diferentes sistemas de fallas (normal, inversa)
bajo la influencia del movimiento transpresivo sinestral desarrollado por Lowell (1995), comparados con los transectos A-A´, B-B´, C-C´ ubicados en el
mapa estructural del yacimiento C-4.
301
Los trabajos realizados por McClay y Bonora (2001) también resumen una
analogía de experimentos realizados en sistemas de fallas transcurrentes con
movimiento sinestral y transpresivo que se pueden comparar con los resultados
obtenidos en este trabajo, dados en la Figura 6.30. Podemos visualizar como los
niveles de arena adquieren un plegamiento en forma de estructura en “Flor Positiva”
(Figura 6.30 B y C), la cual presenta gran similitud con las encontradas en la
interpretación sísmica del Bloque I en este trabajo (Figura 6.30 A).
302
B
N
A Falla Lama-Icotea
Falla del Este
Fallas Normales
Fallas Normales
FLANCO OESTE
FLANCO ESTE
1 Km.
Tomado de McClay, K., 2001
Figura 6.30. Comparación de la interpretación estructural del tope del yacimiento C-4 con los modelos
experimentales de McClay y Bonora (2001). A) Interpretación estructural del área de estudio del
Bloque I. B) Sistema formado por fallas normales e inversas en los experimentos de McClay y Bonora
(2001). C) Movimiento transcurrente sinestral y formación de fallas normales por distensión y fallas
inversas por compresión (McClay y Bonora, 2001).
303
A B
Figura 6.31. “Pop-up” formado en el Cerro de la Mica (Norte de Chile), constituido por el sistema de fallas de Atacama. A) Mapa estructural del Cerro de
la Mica, conformado por fallas inversas y un sistema transpresivo sinestral. B) Imagen satelital del levantamiento del Cerro de la Mica (McClay y Bonora,
2001). C) Diagrama 3D de la geometría transpresiva sinestral de un “Pop-up” en los modelos de McClay y Bonora (2001).
304
Figura 6.32. A) Mapa de contornos estructurales del tope del Cretáceo (Top Muddy) en la Cuenca de
Laramie en Wyoming (USA) con un sistema transpresivo sinestral (Modificado de Stone, 1995).
B) Estructura en “Flor Positiva” resultante del movimiento de los bloques conformados por las fallas
F1 y F2 por transpresión (Modificado de Stone, 1995).
305
Filbrandt et al. (2006) realizo estudios de la evolución del sistema de fallas en
la región norte de Omán situado en las montañas de Omán de la península Arábica
para el Cretáceo-Tardío (Figura 6.33).
Los indicadores cinemáticos de los datos del subsuelo, junto con la edad de las
fallas de crecimiento, proporcionaron la base para interpretar que el esfuerzo máximo
horizontal en la región se orientó NW-SE (flechas en rojo) durante el Campaniano. El
control tectónico dominante en la formación del sistema de estas fallas se cree que ha
sido una "colisión" oblicua de la Placa de India con la Placa Árabe durante el
Santoniano-Campaniano. Esta colisión oblicua produjo un movimiento transpresivo
sinestral que causó inversión estructural, elevando los sedimentos de la Formación
Natih (Filbrandt et al., 2006), tal como lo muestra el corte sísmico a la derecha de la
lamina (Figura 6.33).
Podemos observar que los resultados del estudio realizado en el Bloque I con
los encontrados por Filbrandt et al. (2006) guardan gran similitud, inclusive hasta en
la posición casi vertical de la falla F1, que podría compararse con la falla
Lama-Icotea con movimiento sinestral, la falla F2 con la falla de Ático y la falla F3
con las fallas inversas encontradas en el Flanco Oeste. Se aprecia en la sísmica de la
Figura 6.33 una estructura en “Flor Positiva” que pudo ser controlada por el
movimiento transpresivo sinestral de la falla F1, donde también se aprecia el gran
salto que posee la Fm. Natih entre el NE y el SO, tal cual a lo observado en el
Bloque I entre el Flanco Este y Oeste entre el Cretáceo y el Eoceno. Por otra parte se
encontró igualdad entre los campos de esfuerzo entre las dos regiones (Bloque I y
Omán). La inversión estructural también se aprecia en la sísmica presentada por
Filbrandt et al. (2006) en el tope de la Fm. Natih en sus Flancos NE y SO, guardando
un gran parecido con la interpretación del yacimiento C-4 (Flanco Oeste y Este).
306
Figura 6.33. Evolución del sistema de fallas en la región norte de Omán (Montañas de Omán) situado en la península Arábica para el Cretáceo-Tardío, en
un régimen de movimiento transpresivo sinestral producido por un campo de esfuerzo horizontal máximo de dirección NO-SE bajo la interacción entre la
Placa de India con la Placa Arábica (Modificado de Filbrandt et al., 2006).
307
Hinsch et al. (2005 a, b) y Arzmuller et al. (2006) analizaron el sistema de
fallas formado en la Cuenca de Viena (Austria) que se extiende entre los países
Republica Checa, Eslovaquia y Hungría (Figura 6.34 A y B). El sistema tectónico de
esta cuenca fue impulsado por un régimen de transcurrencia sinestral que causó la
formación de fallas normales a lo largo de la misma. Los autores narran que es un
sistema de cuenca “pull-apart” originado por distensión, debido al desprendimiento
de la cuña orogénica de los Alpes-Cárpatos (Alpine-Carpathian) formando fallas en
“échelon” como lo muestra la Figura 6.34 (C).
308
Figura 6.34. Evolución estructural de la Cuenca de Viena en Austria (Hinsch et al., 2005 a, b; Arzmuller et al., 2006) . A) Ubicación geográfica de la
cuenca que se extiende entre Republica Checa, Eslovaquia y Hungría. B) Formación de una cuenca “pull-apart” por distensión. C) Mapa estructural del
sistema de fallas señalando los depocentros. D) Interpretación estructural del transecto A-A´. F) Análisis en cajas de arena desarrollados por Wu et al.
(2008), con fallamiento similar a los encontrados en la Cuenca de Viena y los análisis hechos para el Bloque I en el Eoceno Temprano-Medio.
309
Scisciani (2009), realizo estudios de la Cadena Montañosa de los Apeninos
(Italia) y las estructuras que conforman la cuenca antepaís del Mar Adriático al este
de Italia. Este sistema estructural fue formado por la colisión entre los bloques de
África/Ádria y la Placa Europea, donde a partir del Cretáceo hasta el Mioceno se
produjeron diferentes eventos tectónicos distensivos y compresivos que dieron lugar a
la formación de fallas normales con posterior reactivación a fallas inversas, formando
estructuras levantadas (positivas) por inversión.
Las estructuras que conforman la cuenca del Mar Adriático están ilustradas en
los transectos sísmicos A-A´ y B-B´ de las Figuras 6.35 (A, B y C, ubicación Figura
6.35 A), donde se observan los distintos anticlinales o “Pop-up” formados por
movimientos transpresivos entre el Neógeno-Cuaternario (Scisciani, 2009). La Fase
III del transecto B-B´ de la Figura 6.35 (C) evidencia un levantamiento por inversión
y transpresión, los cuales pueden asociarse con los eventos que se observaron en la
sísmica del Bloque I.
310
Figura 6.35. Sistema estructural interpretado en la cuenca antepaís del Mar Adriático al este de Italia, formado por la colisión entre el sistema de bloques
África/Ádria y la Placa Europea (Scisciani, 2009). A) Ubicación geográfica de la cuenca con los transectos A-A´ y B-B´. B) Transecto sísmico A-A´ al
norte de la cuenca del Mar Adriático. C) y D) Transecto sísmico B-B´ al sur de la cuenca del Mar Adriático influenciado por fallamiento inverso por
transcurrencia compresiva e inversión estructural. Modificado de Scisciani (2009).
311
Figura 6.36. A) Mapa estructural en el área del Sistema Ibérico al noreste de Madrid (España), donde
se aprecia el sistema de fallas inversas formadas por la colisión oblicua entre la Placa Ibérica y la Placa
Europea a finales del Cenozoico. Modificado de De Vicente et al. (2009). B) Transecto A-B mostrando
las estructuras en “Flor Positiva” en el área de Masegosa y el Alto del Tajo formadas por movimiento
transpresivo. Modificado de De Vicente et al. (2009).
312
Al analizar los resultados de los atributos sísmicos (Figura 6.37), podemos
observar la distorsión de las amplitudes en las vecindades de la falla Lama-Icotea
(recuadro en blanco punteado), lo que corrobora que en estas zonas existen cambios
muy bruscos en las capas de los reflectores sísmicos debido a los eventos tectónicos
que se desarrollaron alrededor de su plano. Esto hace que se torne más difícil la
interpretación sísmica en este tipo zona, sin embargo, allí podrían existir
compartimientos estratigráficos con gran acumulación de hidrocarburo que deben ser
estudiados cuidadosamente con análisis de presión en pozos, para saber si existen
estructuras o fallas, que separen estas zonas como potenciales trampas. Aquí se puede
apreciar el nivel del contacto agua petróleo (CAPO) aproximadamente a una
profundidad de 8440 pies estimado por data de producción de pozos vecinos. Este
dato es de suma importancia para verificar las zonas en las que el agua ha alcanzado
los niveles de las estructuras, pudiendo ubicar con mejor precisión nuevas
localizaciones en la parte más alta de las mismas.
Figura 6.37. Atributo sísmico de amplitud que representa las zonas mas deformadas de una de las
arenas productoras del yacimiento C-4, indicando su distribución espacial por espesores y las
discontinuidades laterales dentro del sistema de fallas de Lama-Icotea (recuadro punteado en blanco).
313
Los atributos estructurales tipo Edge definen la tendencia estructural de la
interpretación sísmica de un yacimiento donde se requiera modelar las zonas de fallas
a lo largo de un estudio de yacimiento. La Figura 6.38 es un ejemplo de este tipo de
atributo desarrollado sobre el tope del yacimiento C-4, donde se resaltan las
estructuras con rasgos más predominantes en el Bloque I del Campo Lagomar. Se
observa que sin construir los polígonos de fallas, se nota una tendencia del modelo
estructural de la zona, lo cual ayuda significativamente a su análisis. Estos datos
estructurales que conforman el fallamiento también fueron ajustados con atributos
sísmicos del tipo Dip-Azimut dentro del visualizador 3D, tal como se muestra en la
Figura 6.39.
314
Mapa de Atributo Estructural tipo Edge (Modo Frecuencia Instantánea)
del Tope de C-4.
Figura 6.38. Atributo estructural tipo Edge con análisis de frecuencia donde se resaltan las estructuras más importantes las cuales pueden ser ubicadas
directamente en los mapas y líneas sísmicas, ayudando a la elaboración del modelo estructural dentro del yacimiento.
315
Figura 6.39. Atributos estructurales del tipo Dip-Azimut construido dentro del visualizador 3D para ubicar las fallas más importantes en la interpretación
estructural. Aquí se pueden observar los alineamientos y tendencias del fallamiento local y ajustarlos con la interpretación sísmica en el área.
316
M APA OFICIAL C-4
Fallas Normales
L L 35 21
11 3 0 00 0
11 3 0 00 0
2 16 000 21 80 00 220 00 0LL 98 9 LL 88
9 232 LL 1 007 2L220
LF 91
934
009 LL 35 71 22 400 0 226 000
AGUA-187
L L 355 6 LLL L883
91 1 L L 35 95 L L 947 LL 8 23 LL 77 2
Falla Lama-Icotea
AGUA-181 AGUA-182 AG UA-183 S AGUA-184 AGUA-18 5
S
F S SF
LL 35 02
V LA 153 8
V LA 12 16 VL A1 25 7
V LA 0 771 F F S
S
-68 0 0'
F NP NP 0'
NP 30
A
VL A 003 3 VL A0 20 5 LL 762
-70 00 '
F VL A 032 0 -8
S NP F S V LA 00 55 VL A0 NP
06 3
V LA 07 89 F
V LA 00 44
F V LA 1 490 VL A0 00 4
NP S S
F VL A0 18 2
NP SS FF NP NPS VL A 004 8
NP FS
S NP FS L F S
NP
-6 4 00 '
-66 78 '
0 0'
-83 0 0'
-86
D
-66 00 '
NP VL A 119 7 F
N
'
00
V LA 08 08 S
-82
F VL NP
A0 52 8 VL A0 26 6 V LA 025 9 VL A 124 9 V LA 00 03
F V LA 032 1 V LA 027 5 NP -6
S
-86 67'
S -8 20
0'
S F
NP
S
F F
S NP LD 00
0' VL A0 001
S
F
NP NP -693 5'
-6 80 0'
NP
-82 00 '
D
0'
-7 2 00 '
20
-6 20 0'
-8
L V LA 123 1
U D L 164
LL 9 75
V LA 00 71 VL A 32 5
-64 00 '
UA-188
F -836 4' V LA 0 520 VL A 010 8 V LA 007 9 VL A0 36 6 F S VL A0 06 7 VL A 18 8 V LA 083 9
S S S F
NP S F F NP F S F S
-70 00 '
S S
F NP S F V LA 02 87
D
'
NP NP
00
NP
D ' NP
LD -61 26' F - 6 660 '
-84
V LA 00 02 0 00
L
AG
-6 60 0'
S F ' -8
L
-58 0 0'
00 '
NP -7 8
11 2 8 00 0
11 2 8 00 0
00 '
AGUA-535 8 00
-8
V LA 11-773
-80
00
AGUA-537
-68 00 '
V L A1 240 F F
-60 00 '
0'
V LA 066 0 VL A 075 7 V LA 03 68 V LA 062 2
NP FS S VL A 010 5
SF S NP NP F -648 0' S F
- 770 7' -8 055 ' VL A0 582 S
-7 8
L
AC4 S F
LAC3
00
LAC2 L
AC1
'
LAC7 -5 822 '
-62 00 '
LAC5
L 0'
'
00
60 V LA 094 4
D
-80
-7
Fallas Normales
V LA 0 679 S F L L 93 2
V LA 04 67 V LA 01 21 VL A0 615 V LA 050 3 V LA 05 00
0'
-741 3' V LA 07 58
F S F -762 0' F F S -607 5' D
-7 40
S SFS S V L A0 016 F
- 7 00
-75 95' V LA 023 3 F S F
NP S
S F
L
-7 8 00 '
-762 1'
0'
-7 775 '
-6 40 0'
VL A 14 83
-82 00 '
'
-74 00
-59 00 '
V LA 085 1 VL A 091 5
-83 32 ' S VL A0 44 1 L D V LA 05F 41
00 '
F F V LA 047 7 V LA 00 89
S -7 729 ' V LA 12 46 F S S S VL A 074 4
-72
S F F S
0' S VL A1 171 F F -6 30 7'
0'
-7 80 NP - 55 48' - 5 914 ' - 654 6' NP
-7 80
-6 60 0'
NP
'
6 00
D L
-5
0'
80
'
-6 80 0'
-6 90 0'
00
'
-59 00
-5
V LA 06 03
-74
'
V LA 11 87 F S L L 933
00
V LA 013 2
'
V LA 01 75 F V L A0 284 VL A0 00 9
-78 00
-86
AGUA-539 S V LA 041 6 F F S V LA 06 13
0'
F S S NP
40
-769 0' VL A0 11 2 S S V LA 07 28 F S
'
- 76 22' F -58 58'
-7
0'
00
F - 60 45 ' -6 645 '
- 7 80
'
NP
'
00
-7 610 ' - 5 681 ' -6 325 '
-6 0 00
-7 8
-7
11 2 6 00 0
11 2 6 00 0
-82
6
0'
00
'
0'
60
-7
60
-7
VL A 045 1 V LA 029 4
0'
F VL A0 323 V LA 07 09
40
S F V LA 02 96 F V LA 06 20 V LA 08 80 V LA 0 564
F S NP
-7
0 0'
L
AC8 -7 568 ' F S L
AC6 S - 59 83 ' S F S
- 58 14 ' -62 26' -6 53 3' VL A1 47 0 VL A0 624
LD
-762 6'
-72
-57 80 ' NP
D V LA 0 894 LAC10
0'
-76 00
'
L -5 921 '
40
-6 20 0'
V LA 09 40
-7
V LA 0 540 S
V LA 00 91 F V L A0 231 LL 8 57
F
L VL A 059 8
'
F - 770 0' -733 4' VL A0 05 6 VL A 004 3 VL A0 93 1
00
S S S V LA 03 51 VL A 044 7 V LA 0 090
D
-70
S F S S F
-7 719 ' - 54 97' -57 21' -57 27 ' F -6 076 ' F -669 5' S
'
F NP
-7
0'
00
-7 80 -590 5' -64 30'
80
-66
NP
-56
0'
-6 40 0'
L D
00
'
-74 00 '
V LA 0 448 V LA 0 156
VL A0 71 1 F V LA 02 29 VL A0 75 2 F V LA 02 69 V LA 057 6 V LA 08 62
S V LA 03 42 V LA 090 3 S
'
FLANCO OESTE
-7-78
850 ' -58 15 ' S S F
00
-7 82 4' 5- 530 ' -582 0' -62 65 '
00 -6 527 '
-7 8 00 '
L D
-70
AGUA-541 ' -592 6' -596 F
'
8 00
4'
-66
-7
-7 40 0'
0 0'
00
0'
'
- 66
-7 00
'
00
VL A 074 9 V LA 084 3 V LA 01 03 VL A 090 6 V LA 030 2
V LA 020 1 -508 4' VL F
A0 701 A -592 3' L L 907
-7 6
F VL A0 17 2 V LA 06 34 F V LA 048 2 -57 20' VL A0 864
S F S V LA 070 1 VL A0 16 6 FF VSLA 13 34 -588 2' VSL A1 345 V LA 00 65 V LA 0 766 V LA 08 82
S F -5 94 1'
0'
S S F
0'
NP S -50 84' -572 9' F
S -574 8' S F -6 07 9' S F
FV LA 0 236 -60 55'
-7 00
'
60
S
00
-818 6' -77 68' -72 37' -51 95' - 59 19' -64 65' -65 71'
11 2 4 00 0
11 2 4 00 0
-6
-66
VL A 119 1
-56 0 0'
S
-59 00 '
AGUA-272
'
-60 00 '
00
F
'
00 '
-6 10 0'
-54 00
V LA 07 48
-72
VL A1 25 1
0'
V LA 0 817
-66
-6 20
VL A0 604 F -59 14'
0'
V LA 06 81
'
8 00
LAC12 F S
-6 20
L
AC11 S S VL A 115 1 S -562 7' VL A0 16 0 V LA 02 44 V LA 03 31 V LA 07 34 VL A0 874
V LA 047 5 -489 0' V LA 08 44 S LAC9 F
-58 34 ' F SS F VL A 083 0
-6
-621 1' S S
0'
-7 827 ' -484 5' F VL A 032 8 F S
0'
F -58 39' - 602 2' F L
AC13
-7 60
-55 83' -5 602 ' -65 17 ' -659 3'
-6 20
00 '
0'
20
-72
0'
L D
-6
V LA 14 47
-5 50
'
00
D S S VL A1 55 9 V LA 07 59
D L
-60
0'
VL A 15 06 F
0'
80
V LA 11 14V LA 089 8 V LA 1 447 NP -5 828 ' LL 9 97
VL A0 06 2 VL A 021 0 -55 82' V L A0 019 VL A 053 4
-6
-6 20
V LA 00 17 V LA 143 2 VL A 018 9 S F -545 6' V LA 022 5 F F V LA 02 37 F -5 913 ' VL A0 18 7
-6 6 00 '
S F -5 174 ' 5- 495 ' S V LA 00 93 V LA 093 3 F
S F -72 48 '
S
F S S F FV LA 3 2V LA 1 546 F S-5 716 ' V L A0 718 S F S S
0'
S F VL A0 64 8 F S
L -7 958 ' -510 1' F S
F -58 96'
40
SI - 54 92 ' -57 02' - 60 96' -6 526 ' NP
L D
VL A 146 1 -5 989 '
-6
V LA 15 59 _2 -64 04'
0'
F F
S VL A0 78 3
00
S NP
-6
VL A0 910 - 50 75' F V LA 0 821
F S
S -55 05' V LA 08 73
F 0' V LA 040 8 V LA 024 7 V LA 0 072 V LA 01 71 V LA 01 44
0'
- 660 7' D 20 V LA 080 7 V LA 04 61 V LA 070 3
VL A0 657 S F
-5 981 ' F - 60 00 ' V LA 0 440 V LA 086 0
-7 80
-6 F V LA 141 0V L A1 427 F -5S563 '
D
0'
VL A0 408 S F - 54 56' S S FS S F S
-521F 8' -512 5' -5 78 6' - 621 5' V LA 09 86
00 '
-7 40
0' F -55 36-554
' 6'
L -5 799 ' -6 326 '
00 '
-60 0 0'
FLANCO ESTE
60 -545 7'
-5 6 00 '
-7 0
-6
-58 00 '
-65 90 '
-6 6
00 '
L
00 '
-64
-5 4
-62 00 '
V LA 08 07 VL A 143 5 VL A 088 5
V LA 04 13 S VL A0 86 1 VL A1 367 A F S VL A0 029 L L 91 7
F F- 664 1' VL A1 367 S F VL A0 15 2 F
-5 51 2' F VL A0 13 9 V L A0 820 - 563 8' V LA 02 41 - 604 5' V LA 07 51 VL A0 02 8
S F 0' ' VL A 116 7S -54 83' V F - 58 57 ' VL A 004 9
S S F LA 00 40 F SS F
11 2 2 00 0
11 2 2 00 0
V LA 07 21 60 V LA 01 34 SS S S F
F -7 775 ' V LA 041 3 -6 00 68 3'SF
-4 F F -5 47 0' -5 550 ' -5 52 1' -5 62 9' V LA 07 02 VL A0 153 F F VL A1 17 2
-7 65 0' -6 4 S
F
V LA 040 8 -5 65 5' -5 859 ' - 608 2' -63 18 ' - 64 79 '
S NP
S F V LA 14 28V LA 08 22V LA 14 17 S
-546 3' F -516
S 0' S SF
V L A1 370 F FS V LA 11 59 F
FS -5 570 ' -55 40' -5 54 4' -711 6'
LAC16 -5 923 ' V LA 113 1
LAC15 V LA 1 383 VL A 151 2 LAC1 4 V LA 1 347 -70 95'
V LA 08 23 F FS V LA 1 241S F
AGUA-273
V LA 0 444 V LA 083 4 VL A0 914FS V L A1 504 V LA 01 33 V LA 02 90 V L A 134 4 FS V LA 0 769 LA C 18 V LA 0 338 F
V LA 137 3 S S 23' SFS V LA 01 40 F NP V LA 03 48 V LA 01 24 F S VL A0 211 V LA 07 77 S
VL A 154 1 S F
F S S S F -53
V LA 0 246 S -5 559 ' S F S -5 688 ' -572 7' - 576 6' V LA 07 41 S F F
-66 00 '
'
-7 72 3' V LA 13S 82 F -64 V LA 0 454 F-5 365 ' -59 10' V LA 114 7
-6 50
SF F
-629 1'
-6 304 '
40' -6 447 ' -52 14 ' F
-559 1' NC 6 00 V LA 133 2-56 19'FV LA 13 48 FS -617 2' -6 382 ' -70 85' S
V LA 04 59 VL A 078 0 -5 V LA -51346201 ' F S S
- 80 20 ' -73 56' F
D
-6
0'
- 63
F VL A 081 9 - 56 20 ' VL A1 32 9 VL A1 32 1
4 00
V LA 10 32
-6 2
FS FS S F SF S -56
-5 12 ''
00
F -638 4' ER V LA 00 06 F 673LA
V 133 1
V LA 0 941 -55 85' - 562 5' V LA 13 26
'
L
'
V LA 07 80 F S
00 '
AGUA-543 S V LA 08 26 F S
AGUA-545
F
VL A 005 3 -5 60 -56 19 ' -56 19 ' V LA 1 335 -5 616 ' L V LA 00 41
V LA 037 5
VL A0 94 7
V LA 00 76 V LA 07 87
F F
S
-6 62 4' V LA 0 459
F
F SV LA 01 42 0' V LA 00 83
V LA 06 97
F S V LA 13 43
-5 635 '
D -581 0' V LA 01 30 V LA 006 6
LLLL1990055
S F S F S FFVS S S S V LA 01 58 S V LA 08 29
VL A1 23 3 -78 26 ' - 650 6' -6 47S 6' -6 476 '
S FER S
E RF S -56 79' -5 65 5' V L A0 126 L A 013 1 F
F -5 810 '
F S
F S
VL A1 371 ER V LA 14 88 -563 3'- 569F4'- 56 32' -5 984 ' V LA 10 12 F
-62 15 ' -6 36 0'
F V LA 108 0 V LA 082 5
VL A0 810 S F S F S
SNP F -659F1' FS
-5 65 6'
V LA 12 80 -6 03 6'
0'
1 Km.
VL A0 75 3 -6 869 ' V LA 11 66 F S F S
'
0'
ER -573 9'
0'
-7
40
-66 59' V LA 05 46
-7
V LA 14 45 S
0'
VL A 048 4A V LA 03 00 V LA 01 99 V LA 06 54
11 2 0 00 0
11 2 0 00 0
V LA 10 89A F F-6 80 9' VL A 069 9 V LA 0 109 - 577 5' V LA 002 0
-7
-6 0 0 0'
S VL A 114 5 S F
V LA 08 77
0'
LAC20 LAC1
9 F S -5 80 4'
-6 839 '
20
L
AC24 -5 81 0' -5 794 ' LAC 17
VL A1 03 5 V L A1 283
-8
VL A1 363 V LA 14 51 LAC21
F V LA 011V4LA 01 17 ER V LA 025 1 V V LA 14 94
-74 00 '
-7 6 00 '
F V LA 08 06 F S - 588 0' -60 37' NP
-6 10 0 '
L
-78
0'
0'
0'
S ER
00
F F S
40
40
-70 00 '
F V LA 07 60 VL A 1 449
UA-276
S
-6
-7
V LA 08 99 VL A1 45 3 -70 08' S ER VL A1 44 9
S S V LA 085 7
V LA 0 929VLSA 15 09 F
SF VL A0 050 V LA 06 36
'
V LA 137 8 S
-7 5 00
VL A0 62 9 V LA 009 7 V LA 15 7A F -593 8' V LA 13 74 F S-601 1'
-781F1' V LA 06 01 F V LA 04 85 - 680 0' F V LA 016 1 V LA 00 54 - 58 41' NC LLLL1100
00 61
S F E R ER VLF A0 253 VL A 015 7 FF S ER V LA 01 06 V LA 022 8S F V LA 01 11 V LA 020 0
L D
AG
S FF S V LA 0 185 S VL A0 04 2 FFS F ER V LA 02 49 V LA 003 0 VL A0 045 VL A1 17 4
SS F S S S
D - 7 377
- 74 15'
S ' VL A0 03 1 -7F290 ' F -68 70' F S
V LA 1 137
-758 5'
VL A0 545
E R ER ER V LA 02 27
-59 35' S-5 930 ' V LA 1 69
-5 970 '
F
VL A0 89 6
S
-5 85F2'
- 586 5'
- 582 5' F S- 583 2'
V LA 07 95
S
F-603 0'
F
-606 3'
S
F
F
S
V LA 12 43 NP F F S -61 05 ' NP
VL A 121 3 F S V LA 05 69 - 5 888 ' FS
-6 85 4' - 59 17 '
L S F S
NP D ER V LA 1 46 8 V LA 10 11
L
NP
D VL A 1 523 F S
'
V LA 126 8 V LA 12 89
0 00
FS -588 4'
V L A0 608 V LA 0 799 F D
'
V LA 04 96 VLF A0 496 NP
L 00 '
-8 6 00
-7
F F S F V LA 02 34 V LA 02 04 V LA 02 54 -6 00 2' S -60
S F F S V LA 117 0 V LA 03 72 VL A0 215
-7 2
S - 71 86' S ER S FS S V LA 05 88 S VL A 014 6
-7 00 0'
0'
60
-7
B N
Falla Lam a-Icotea
Falla del Este
FLA N C O O ESTE
FLA N C O E STE
Tiem po [m s]
1 Km. BLO Q UE I
Figura 6.40. Comparación entre la interpretación estructural oficial y la actual del tope del yacimiento
C-4 del área de estudio del Bloque I. A) Interpretación oficial realizada con sísmica 2D y data de pozo
(Manual de Ubicación Geográfica de Yacimientos y Prospectos, 1999). B) Interpretación estructural
actualizada con sísmica 3D.
317
CONCLUSIONES
318
evolución tectónica de la cuenca para estos períodos. Estas dos fases se conocen
como dualidad estructural del Eoceno.
El amarre de los datos sísmicos permitió definir los cierres estructurales de las
fallas del Ático hacia el norte del Bloque I y el comienzo y cierre de la falla
Intra-Ático, ambas de dirección NNE-SSO. Estas fallas se registraron con saltos de
350 pies y posiblemente se formaron en los periodos distensivos del Eoceno-
Temprano y reactivadas como fallas inversas en el Eoceno Tardío-Oligoceno debido
a la transpresión.
319
distensiva en el Eoceno-Temprano a Medio por lo que se considera de carácter
sinsedimentario por la continua depositación de sedimentos para esa época. Esta
estructura ejerció un control diferencial en los espesores de la Formación Misoa para
ambos flancos.
Se estima que el espacio del polígono del plano de falla Lama-Icotea entre
ambos flancos (Oeste y Este) se encuentre en el orden de los 100 metros
aproximadamente observado en la sísmica, por lo que se debe tener en cuenta su
verticalidad a la hora de colocar en sus alrededores un pozo productor. La inclinación
de dicho plano es en promedio de 80° con buzamiento al oeste para toda el área, la
falla es de carácter sellante y con movimiento transpresivo sinestral. En algunas
líneas sísmicas se observa atravesando el Oligoceno-Mioceno, por lo que se infiere
que existió una posible reactivación en este período, asociado a la deformación
transpresiva del Neógeno. Esta estructura, por su carácter sellante y su salto de
aproximadamente 2500 pies se considera (en sus alrededores) como una de las
mejores fuentes de entrampamiento y acumulación de petróleo, no solo en el Eoceno
sino también en áreas más profundas como el Cretáceo.
320
falla Lama-Icotea pasó de un comportamiento normal en la fase distensiva del
Eoceno Temprano-Medio, a un comportamiento inverso en la fase compresiva del
Eoceno-Tardío, afectando también el conjunto de fallas normales asociadas a la
misma por efectos de compresión-transpresión. Esta inversión de la cuenca provocó
la expulsión de bloques estructurales como El Pilar, que bajo efectos traspresivos
origino el movimiento de la estructura del Ático con su eje anticlinal a lo largo de la
dirección NNE-SSO donde aparece finalmente una estructura en “Flor Positiva” o
anticlinal, la cual se encuentra relacionada con los movimientos de transcurrencia de
la falla principal (Icotea) con dirección NNE-SSO, quedando dicho bloque expuesto
mayormente a los efectos de la erosión durante Eoceno. Esta deformación se observó
en todo el Bloque I y se extiende también al sur de la cuenca.
El levantamiento del bloque del Pilar del Flanco Este (“Horst”) se asocia a la
inversión estructural a finales del Eoceno y Oligoceno, donde fue removida toda la
columna estratigráfica de las Arenas B (B-1 a B-9) y gran parte de las Arenas C (C-1
a C-5), debido a la erosión del Eoceno, también relacionada con los cambios
eustáticos del nivel del mar, provocando una retrogradación a finales del Oligoceno,
quedando muchas de estas estructuras expuestas a la superficie.
321
cual fue controlado por el conjunto de fallas normales e inversas asociadas al sistema
de fallas Lama-Icotea.
322
se torna muy atractiva a la hora de realizar modelos estructurales que sustenten la
explotación de sus reservas petrolíferas.
323
RECOMENDACIONES
-. Incentivar una campaña para la toma de núcleo en áreas como la región del
Ático (en las vecindades de Lama-Icotea), en aras de establecer un patrón
sedimentologico de sus yacimientos y corroborar los diferentes tipos de secuencias
depositacionales y estratigráficas junto con los datos sísmicos presentes en estas
zonas altamente complicadas, donde se torna muy difícil interpretar las diferentes
facies sísmicas.
324
unificar criterio, lo cual facilitaría trabajos de investigación tales como: proyectos de
inyección, reparación de pozos y nuevas zonas prospectivas de producción.
325
-. Por ultimo, se podrían diseñar varios experimentos de laboratorio en cajas
de arenas (Ej: Laboratorio de Geomecánica o Física de Rocas) que reposaran sobre
plataformas planas móviles con libertad de imprimir efectos de movimientos
transcurrentes y de compresión lateral, con el propósito principal de monitorear
experimentalmente los diferentes cambios y procesos que le ocurrirían a estas capas
bajo este tipo de movimientos y tratar de asociarlos con los cambios estructurales que
se observaron a lo largo del desarrollo tectónico de la cuenca. Esto puede ayudar en
gran media a comprender experimentalmente lo que posiblemente sucedió
geológicamente en la Cuenca del Lago de Maracaibo.
326
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