Breve Estudio de Galatas
Breve Estudio de Galatas
Breve Estudio de Galatas
Un concilio ecuménico es una asamblea celebrada por la Iglesia Católica con carácter general a la que
son convocados todos losobispos para reconocer la verdad en materia de doctrina o de práctica y
proclamarla. El término concilio proviene del latín concilium, que significa "asamblea". Ecuménico,
proviene del latín oecumenicum, traducción a su vez del griego οἰκουμένoν, que significa (mundo)
habitado.
El más antiguo concilio fue convocado por San Pedro, en Jerusalén, hacia el año 50, y relevó a los
paganos convertidos al cristianismo de las observancias judáicas.1 Los siguientes son numerados del I al
XXI, y se dividen en dos grupos: griegos y latinos, según hayan tenido lugar en Oriente u Occidente. Los
concilios griegos fueron convocados por los emperadores de la época, que los presidieron, generalmente.
Los concilios latinos fueron convocados por los papas.
Los concilios de la Iglesia Católica Romana, deben ser convocados por el Papa y presididos por él o por
un delegado suyo, y en él habrán de estar representados la mayoría de los obispos de las provincias
eclesiásticas. Para la validez de sus acuerdos es precisa, como condición sine qua non, la sanción del
Sumo Pontífice Romano.
El concilio en Jerusalén
Nuevo Testamento > Epístolas > Hechos > El concilio en Jerusalén (44:15:1 - 44:15:35)
Entonces algunos que vinieron de Judea enseñaban a los hermanos: “Si no os circuncidáis de acuerdo con el rito
de Moisés, no podéis ser salvos.”
Puesto que surgió una contienda y discusión no pequeña por parte dePablo y Bernabé contra ellos, los hermanos
determinaron que Pablo, Bernabé y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstolesy ancianos para tratar
esta cuestión.
Entonces los que habían sido enviados por la iglesia pasaban por Fenicia y Samaria, contando de la conversión de los
gentiles; y daban gran gozo a todos los hermanos.
Una vez llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y por los apóstoles, y les refirieron todas las cosas
que Dios había hecho con ellos.
Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído se levantaron diciendo: —Es necesario circuncidarlos y
mandarles que guarden la ley de Moisés.
Entonces se reunieron los apóstoles y los ancianos para considerar este asunto.
Como se produjo una grande contienda, se levantó Pedro y les dijo: —Hermanos, vosotros sabéis como, desde los
primeros días, Dios escogió entre vosotros que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.
Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio a favor de ellos al darles el Espíritu Santo igual que a nosotros,
y no hizo ninguna diferencia entre nosotros y ellos, ya que purificó por la fe sus corazones.
Ahora pues, ¿por qué ponéis a prueba a Dios, colocando sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros
padres ni nosotros hemos podido llevar?
Más bien, nosotros creemos que somos salvos por la gracia del SeñorJesús, del mismo modo que ellos.
Entonces toda la asamblea guardó silencio. Y escuchaban a Bernabé y a Pablo, mientras contaban cuántas señales y
maravillas Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles.
Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de entre ellos un pueblo para su
nombre.
Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
“Después de esto volveré y reconstruiré el tabernáculo de David, que está caído. Reconstruiré sus ruinas y lo volveré
a levantar,
para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,”
dice el Señor que hace estas cosas, que son conocidas desde la eternidad.
Por lo cual yo juzgo que no hay que inquietar a los gentiles que se convierten a Dios,
sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de
sangre.
Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad quienes le prediquen en las sinagogas, donde es leído
cada sábado.
Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos con toda la iglesia que enviaran a unos hombres elegidos de
entre ellos, a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, quienes eran
hombres prominentes entre los hermanos.
Por medio de ellos escribieron: Los apóstoles, los ancianos y los hermanos, a los hermanos gentiles que están en
Antioquía, Siria y Cilicia. Saludos.
Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos instrucciones, os han molestado
con palabras, trastornando vuestras almas,
de común acuerdo nos ha parecido bien elegir unos hombres y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y
Pablo,
hombres que han arriesgado sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Así que hemos enviado a Judas y a Silas, los cuales también os confirmarán de palabra el mismo informe.
Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:
que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os guardáis de
tales cosas, haréis bien. Que os vaya bien.
Entonces, una vez despedidos, ellos descendieron a Antioquía; y cuando habían reunido a la asamblea, entregaron la
carta.
Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron.
Después de pasar allí algún tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a los que los habían
enviado.
Pero Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con
muchos otros.
Debido, seguramente, al sentido de urgencia con que se escribió esta epístola es difícil
trazar una progresión o secuencia clara en su estructura. Puede subdividirse de la
siguiente forma:
1. Saludos (1.1–5)
Excepto en círculos tan extremos y poco representativos como la escuela de Van Manen
(cuyos puntos de vista recibieron publicidad en Ebi), uno de los axiomas de la crítica
neotestamentaria ha sido que Pablo es el autor de la Epístola a los Gálatas.
Tradicionalmente esta epístola ha sido reconocida como una de las cuatro “epístolas
capitales” de Pablo (las otras tres son Romanos y 1 y 2 Corintios) ; más, todavía, se la ha
considerado como modelo con el cual pueden cotejarse otros documentos con toda
confianza, para determinar si son de paternidad paulina o no.
Evidentemente la Epístola a los Gálatas fue escrita a conversos de Pablo que estaban en
peligro inminente de adulterar, con elementos del legalismo judío, el evangelio de la
libertad cristiana que él les había enseñado. Entre ellos, la circuncisión ocupaba un
lugar prominente, como así también la observancia del calendario judío (Gá. 4.10), y
posiblemente las leyes judaicas sobre los alimentos. Evidentemente las “iglesias de
Galacia” habían sido visitadas por judaizantes que las llevaron a dudar de la autoridad
apostólica de Pablo, y que insistían en que, además de la fe en Cristo que él inculcaba,
era necesario circuncidarse y aceptar otros aspectos de la ley judía a fin de obtener la
salvación. Cuando le llegaron noticias de que esto ocurría, Pablo escribió esta carta con
suma urgencia, denunciando esta enseñanza que mezclaba la gracia con la ley como un
evangelio diferente del que él les había predicado en el nombre de Cristo—en realidad
no era un evangelio—, y urgiendo a sus lectores a mantenerse firmes en la libertad que
recientemente habían encontrado, en lugar de someterse nuevamente al yugo de la
servidumbre.
IV. Destinatarios
La carta está dirigida a “las iglesias de Galacia” (1.2). Nosotros consideramos que es una
designación un poco ambigua, porque “Galacia” se utilizaba en dos sentidos diferentes
en el ss.ss. siglo(s) I d.C.d.C. después de Cristo: podía significar la Galacia étnica en
Asia Menor central, o la provincia romana de *Galacia, que era mucho mas extensa. Si
la carta fue enviada a los creyentes de la Galacia étnica (como afirman J. B. Lightfoot y
la mayor parte de los comentaristas antiguos), debemos suponer que esa fue la región
que visitó Pablo en Hch. 16.6 y 18.23 (o por lo menos en uno de estos pasajes). Pero
probablemente deban interpretarse de manera diferente estos dos pasajes. En realidad
hay pocas indicaciones de que Pablo haya visitado la Galacia étnica alguna vez,
mientras que hay muchas pruebas de que visitó la zona SS sur de la provincia de
Galacia y que estableció iglesias allí. El punto de vista de que esta epístola está dirigda a
la Galacia étnica se llama generalmente teoría del “N de Galacia”; por otra parte, la
teoría del ”S de Galacia” supone que la epístola fue enviada a las iglesias de Antioquía
de Pisidia, Iconio, Listra, y Derbe, que se encontraban en el SS sur de la provincia
romana y fueron fundadas por Pablo y Bernabé en el curso de su primer viaje misionero
(Hch. 13.14–14.23).
V. Principales argumentos
1. El evangelio que Pablo predicaba era el que había recibido por comisión directa de
Jesucristo, y lo transmitía con la autoridad de Cristo y no a suya propia (1.11ss).
4. La vida cristiana, como los creyentes gálatas lo sabían por experiencia propia, es un
don del Espíritu de Dios; cuando la recibieron también recibieron pruebas evidentes de
la presencia y el poder del Espíritu en medio de ellos. Pero si comenzaron su vida
cristiana en ese plano elevado, era ridículo pensar que podían continuarla en el plano
inferior de las obras de la ley (3.2ss).
6. La ley contiene una maldición para los que no la guardan en todos sus detalles;
aquellos que ponen su fe en la ley se exponen, por lo tanto, a los peligros de esa
maldiaón. Pero Cristo, por su muerte en la cruz, tomó sobre sí la maldición divina en
lugar de su pueblo y lo liberó de esa maldición de la ley; su pueblo, por lo tanto, no debe
retroceder y ponerse nuevamente bajo la ley, con su correspondiente maldición (3.10–
14).
Marco Histórico
Habían aparecido algunas personas de afuera que querían "pervertir el evangelio" (1.7)
y perturbar a las congregaciones (1.7; 5.7, 10, 12). Pablo arremete contra estos intrusos:
los maldice por predicar otro evangelio, aunque no puede haber uno diferente (1.6ss);
los acusa de tener motivaciones ilegítimas (4.17; 6.13) y de no guardar la Ley (6.13);
sarcásticamente les invita que vayan más allá de la circuncisión (que se castren; 5.12).
Se trata de judeocristianos (judaizantes) que predicaban la circuncisión y el
cumplimiento de la Ley y las instituciones mosaicas (4.10, [Ver=] CALENDARIO;
RUDIMENTOS) como requisitos para la salvación.
Aporte a La Teología
Al enterarse de que algunos perturbadores querían pervertir el evangelio de Cristo (1.7),
Pablo se preocupó y decidió salirles al frente. Los judaizantes, que eran los
perturbadores, habían sugerido que Pablo era un apóstol inferior, si es que se le podía
llamar apóstol, y que sus enseñanzas carecían de autoridad. Pablo contraatacó
presentando una apasionada defensa de su apostolado. El evangelio no lo había
recibido ni aprendido de nadie, sino que lo había recibido por revelación de Jesucristo
mismo (1.11-12). Los que estaban tratando de cambiarlo estaban interfiriendo con el
plan de Dios (1.7-8).
La salvación no se recibe por medio de las obras. Solo a través de la fe la persona
alcanza la justificación ante Dios. Ese era el plan de Dios. Abraham mismo no se salvó
por la fe, sino que "creyó a Dios, y le fue contado por justicia" (3.6; véase también Gn
15.6). La Ley apareció cuatrocientos treinta años después de Abraham (3.17), y jamás
tuvo la intención de tomar el lugar de la justificación por la fe. La intención de la Ley
era mostrarnos que necesitábamos a Cristo (3.24-25) en quien se cumplió plenamente
la promesa que Dios le hizo a Abraham.
Cuando una persona acepta lo que Jesucristo hizo a su favor, alcanza libertad
espiritual. Los cristianos, por tanto, debemos mantenernos "firmes en la libertad con
que Cristo nos hizo libres" y no someternos otra vez a la esclavitud de la Ley de Moisés
(5.1). Claro, el creyente no debe aprovecharse de esa libertad para satisfacer apetitos
carnales desordenados, sino para practicar el amor filial (5.13; 6.7-10). La carne, la baja
naturaleza, ha sido crucificada juntamente con Cristo (2.20) y ahora podemos
experimentar el gozo indecible de tener el fruto del Espíritu Santo con sus
incomparables gracias (5.22-23).
Otros Puntos Importantes
Para Pablo lo más importante no era que una persona fuera circuncidada o no, sino que
se hubiera convertido en una nueva creación (6.15). Gracias a Dios porque lo guió a
poner por escrito sus pensamientos. Si no, probablemente el cristianismo hubiera
seguido siendo una secta del judaísmo, en vez de convertirse en el medio universal de
salvación. Por eso, Gálatas es la epístola de todo cristiano que está agradecido a Dios
por el don de la gracia.
Bibliografía:
J.A. Allan, La Epístola a los Gálatas, Methopress, Buenos Aires, 1963. BC, VI, pp. 503-
559. IB, II, pp. 378-388. INT, pp. 274-279. LSE, Nuevo Testamento II, pp. 590-659.
Richard Longenecker, Galatians. Word Biblical Commentary, Word Books, Texas,
1990, p. 323. M. Tenney, Gálatas, la carta de la libertad cristiana, Tell, Barcelona.