Tema11 - Espectros Geoquimicos - 2014-2015 - P

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Tema 11: Los espectros

geoquímicos
Versión 1.0, mayo 2014

Espectros geoquímicos y su uso en geoquímica

[ Jambon y Thomas (2012), Secciones 2.1.2 y 2.1.3; White (2013), sección 7.2]

Todo lo dicho hasta ahora está muy bien, pero ¿cómo se usan en realidad los elementos traza
para analizar los procesos de fusión y cristalización que han afectado a una roca? No tenemos
que perder de vista que las rocas ígneas que recogemos en el campo para estudiarlas son el
resultado final de dichos procesos. Eso es seguro. Lo que no sabemos es cuál o cuáles de esos
procesos han actuado y con qué intensidad. Eso es lo que nos permiten averiguar los
elementos traza. Y la manera más rápida de empezar es por medio de los espectros
geoquímicos.

Construcción de un espectro geoquímico

¿Qué es un espectro geoquímico?


Un espectro geoquímico es un gráfico de tipo x-y con diversos elementos traza en el eje
horizontal y las concentraciones de dichos elementos en el eje vertical. Los elementos en el eje
x están igualmente espaciados. El eje y está en escala logarítmica, ya que las concentraciones
de los elementos traza son muy variadas en una misma muestra. Para que un gráfico de este
tipo sea realmente un espectro, los elementos traza del eje horizontal deben estar organizados
de una forma muy especial: por orden de incompatibilidad, con los elementos más
incompatibles a la izquierda y los menos incompatibles a la derecha. El número de elementos
es variable, desde aquellos que solo incluyen elementos de las Tierras Raras, a los que incluyen
un número elevado de elementos, tanto incompatibles (la mayoría de ellos) como
compatibles. Además, el eje vertical no muestra la concentración de cada elemento en valor
absoluto (mg/l, ppm, etc), sino normalizada con respecto a su concentración en un reservorio
geoquímico específico (como los meteoritos condríticos, el manto primitivo, los basaltos
MORB o la corteza continental, por ejemplo). La Figura 8 del tema anterior (Tema 10), que la
hemos utilizado para discutir la importancia de los elementos traza en el conocimiento del
origen de las rocas ígneas, muestra el espectro geoquímico de dos tipos de basaltos (de dorsal
y de isla oceánica), con las concentraciones normalizadas en este caso al manto primitivo e
incluyendo solo elementos incompatibles, aunque no solo tierras raras. El nombre de espectro
geoquímico viene de una traducción literal del francés, donde se denominan spectres
géochimiques. En la literatura anglosajona estos diagramas se conocen con el nombre de
spider diagrams. En castellano también se les denomina comúnmente diagramas
multielementales.
2 Tema 11: Los espectros geoquímicos

¿Cuál es la lógica de este tipo de gráficos?


Empecemos con la ordenación de los elementos en el eje horizontal. Al hablar de la fusión
parcial y la cristalización fraccionada hemos concluido que el coeficiente de reparto es el
parámetro que controla la concentración de un elemento para una fracción de líquido F dada:
cuanto menor es el coeficiente de reparto mayor es la concentración relativa de un elemento.
Esto se puede ver, por ejemplo, en la Figura 19 del tema anterior: una línea vertical, trazada
para un valor cualquiera de F, corta a las líneas de coeficiente de reparto a una concentración
mayor cuanto menor es el coeficiente de reparto. Si, en vez de hacer un gráfico con la fracción
de fundido F en el eje horizontal (y la concentración en el vertical), como el de la Figura 19 del
Tema 10, hacemos otro con el valor del coeficiente de reparto en el eje horizontal (y la
concentración en el vertical), obtenemos algo como lo que se muestra en la Figura 1. Es muy
fácil dibujar las curvas mostradas en la figura. Basta con usar cualquiera de las ecuaciones para
los diferentes modelos de fusión o cristalización, pero usar D, el coeficiente de reparto, como
variable independiente en vez de F, la fracción de fundido. Por ejemplo, para el caso particular
de la fusión en equilibrio, ecuación (12) del tema anterior, las curvas de concentración frente a
fracción de fundido F vienen dadas por la expresión

CL 1
 , (1)
C0 F  (1  F )D

que es la misma expresión que la ecuación (12) del tema anterior pero factorizada para D en
vez de para F. En otras palabras, en la ecuación (12) del Tema 10 F hace el papel de la variable
x, mientras que en la ecuación (1) es D la que hace ese papel. En ambas ecuaciones la variable
y es la concentración relativa CL/C0. La Figura 1 representa gráficamente la ecuación (1) para
cuatro valores distintos de la fracción de fundido F, desde F = 0% hasta F = 10% (que aparece
como F = 0.1 en la leyenda de la figura).

Figura 1. Concentración relativa de un elemento traza en función de su coeficiente de reparto. La gráfica


muestra las concentraciones relativas para cuatro fracciones de fundido distintas: 0% (línea negra),
0.1% (línea roja), 1% (línea verde) y 10% (línea azul).

En la Figura 1 el eje horizontal está en escala logarítmica, mientras que en un espectro


geoquímico (diagrama multielemental) los elementos traza están igualmente espaciados,
ordenados de menor coeficiente de reparto a mayor coeficiente de reparto. Como cada
elemento traza tiene un coeficiente de reparto específico (para una composición dada del
sistema), se puede sustituir el valor numérico por el nombre del elemento traza, como se
Espectros geoquímicos y su uso en geoquímica 3

muestra en la parte superior de la Figura 2.

Si ahora quitamos la escala numérica y dejamos solo el símbolo químico de cada elemento
traza, espaciándolos uniformemente, obtenemos un verdadero espectro geoquímico, como los
mostrados en la parte inferior de la Figura 2, que corresponden a los basaltos de dorsal
(círculos) y la corteza continental (cuadrados).

Figura 2. Arriba: posición de cada elemento traza en el eje de coeficientes de reparto de acuerdo a su
valor en un sistema de composición basáltica (tabla de la derecha). Los elementos incompatibles, los que
tienen un coeficiente de reparto D < 1, se muestran en rojo, mientras que los elementos compatibles (D >
1) se muestran en azul. Abajo: espectro geoquímico para los basaltos de dorsal (círculos blancos) y la
corteza continental (cuadrados negros). El eje horizontal está formado por una serie de elementos traza
ordenados por compatibilidad creciente, desde el cesio, un elemento muy incompatible (D = 0.0001),
hasta el Ni, un elemento compatible (D = 10). El silicio es un ejemplo de elemento con un coeficiente de
reparto próximo a uno.

Una vez explicada la lógica del eje horizontal en los espectros geoquímicos, nos queda explicar
la del eje vertical: ¿por qué las concentraciones aparecen normalizadas? Es decir, ¿por qué en
vez de concentraciones absolutas los espectros geoquímicos representan cocientes de
concentración (la concentración de un elemento en la muestra dividida para la concentración
de ese mismo elemento en un reservorio geoquímico específico)? La respuesta la podemos
intuir mirando la Figura 3. En la parte superior se han representado las concentraciones
absolutas (en ppm) de dos reservorios geoquímicos distintos: el manto empobrecido (en
negro) y el manto primitivo (en rojo). Los elementos en el eje horizontal están ordenados de
acuerdo a su compatibilidad, desde el Rb (el más incompatible de todos) al Lu (el menos
incompatible). Aunque es posible adivinar las diferencias composicionales entre ambos
4 Tema 11: Los espectros geoquímicos

reservorios, debido a las variaciones de concentración tan grandes entre elementos vecinos no
es fácil cuantificar estas diferencias. Sin embargo, si dividimos la concentración de cada
elemento en el manto empobrecido (la “muestra” que queremos estudiar en este caso) entre
su concentración en el manto primitivo (que es nuestro reservorio de referencia) y
representamos dichos cocientes de concentración, los patrones de variación se hacen mucho
más claros, como muestra el gráfico inferior de la Figura 3.

Figura 3. Normalización de las concentraciones para construir un espectro geoquímico. El gráfico


superior muestra las concentraciones absolutas (en ppm) del manto empobrecido (cuadrados negros) y
el manto primitivo (círculos rojos). El gráfico inferior muestra el resultado de dividir la concentración de
cada elemento en el manto empobrecido por su concentración en el manto primitivo (reservorio de
referencia). Se observa como la mayor parte de los “dientes de sierra” que hay en el gráfico superior
han desaparecido, siendo mucho más fácil cuantificar las diferencias de concentración entre la muestra
(el manto empobrecido) y el reservorio de referencia (el manto primitivo).

Ahora vemos una curva bastante más suave, que tiende a crecer, aunque con alguna excepción
(la del Pb es la más evidente), desde valores próximos a 0.1 hasta valores próximos a 1. Al
normalizar con respecto a las concentraciones en el manto primitivo las diferencias absolutas
de concentración que tienen que ver con las abundancias de cada elemento en el universo
desaparecen (ya que afectan de manera similar a la muestra y al reservorio de referencia) y
solo quedan aquellas diferencias que están relacionadas con el proceso geoquímico de interés
(en este caso los procesos de fusión parcial del manto a lo largo de la historia de la Tierra y la
extracción preferencial de los elementos más incompatibles con respecto a los menos
incompatibles).

¿Qué elementos traza se usan en los espectros geoquímicos?


Pues eso depende del objetivo perseguido. En la mayor parte de los casos los procesos que se
quieren descubrir son los que se relacionan con la fusión y la cristalización de sistemas
Espectros geoquímicos y su uso en geoquímica 5

silicatados, por lo que se usan elementos traza litófilos (y refractarios) y se ordenan según su
coeficiente de reparto (grado de compatibilidad). Sin embargo, la ordenación de los elementos
en el eje x de un diagrama multielemental no tiene por qué hacerse siguiendo el criterio
geoquímico de compatibilidad. De hecho, ya hemos visto en el Tema 1 otros diagramas en los
que los elementos están ordenados por volatilidad o por afinidad. En realidad el orden de los
elementos en un espectro geoquímico depende, como no puede ser de otra manera, de la
información que queramos extraer del diagrama y de los procesos que queramos poner de
manifiesto. Por eso no se puede confeccionar un diagrama multielemental “a lo loco”, sin
pensar primero en el problema geoquímico que queremos resolver y en los procesos que el
diagrama debe desvelar. No es lo mismo querer comparar la composición de varios cuerpos
del sistema solar (por ejemplo, diferentes clases de meteoritos), en cuyo caso los procesos más
importantes que explican las diferencias composicionales son los que acontecieron en la
nebulosa solar, para los que las diferencias de volatilidad son fundamentales, que querer
comparar la composición de varias geosferas, en cuya separación han sido clave las diferencias
de afinidad (por ejemplo, el carácter más o menos siderófilo de un elemento) o las diferencias
de compatibilidad (si es entre geosferas silicatadas). Cada uno de estos casos requerirá la
confección de un diagrama multielemental diferente, en el que los elementos que aparezcan
en el eje x serán unos u otros (Tierras Raras, elementos refractarios, elementos litófilos, etc),
estarán ordenador de una manera u otra (por volatilidad, afinidad o compatibilidad) y las
concentraciones en el eje y estarán normalizadas con respecto a un reservorio geoquímico u
otro (condritas, manto primitivo, Tierra global, corteza continental, etc). Todas estas
variaciones posibles hacen que los diagramas multielementales sean muy diversos y que
permitan estudiar gran cantidad de procesos geoquímicos. De ahí su importancia capital.

Ejemplos de diagramas multielementales

[ Rollinson (2007), Text Box 2.2; White (2013), apartado 7.2; Jambon y Thomas (2009), apartado 2.1.2]

Como acabamos de ver, tres son los parámetros que se pueden variar al construir un diagrama
multielemental: el número (y tipo) de elementos, el orden de los elementos y el reservorio de
referencia (el tipo de normalización). Los elementos traza que se usan en un espectro
geoquímico son muy variados y su elección depende del objetivo del estudio. De entro todas
las posibilidades las más comunes son:

 Tierras Raras (REE: La, Ce, Pr, Nd, Pm, Sm, Eu, Gd, Tb, Dy, Ho, Er, Tm, Yb, Lu), todos
ellos litófilos refractarios e incompatibles.
 Elementos litófilos incompatibles (en magmas básicos) (Rb, Ba, Th, U, Nb, Ta, La, Ce,
Pb, Pr, Nd, Sr, Zr, Hf, Sm, Eu, Ti, Gd, Tb, Dy, Ho, Y, Er, Yb, Lu). Incluye 25 elementos, casi
todos refractarios, pero con dos elementos volátiles (Rb y Pb)
 Elementos litófilos refractarios (LRE), ya sean todos o un subconjunto de ellos
 Elementos litófilos de ion grande (LIL: K, Rb, Cs, Sr, Ba), todos ellos incompatibles y
solubles en fluidos acuosos, tanto refractarios como volátiles.
 Elementos litófilos de alto potencial iónico (HFS: Zr, Nb, Hf, REE, Th, U, Ta),
refractarios todos ellos, incompatibles e insolubles en fluidos acuosos.
 Elementos siderófilos
 Elementos siderófilos del grupo del platino (PGE: Ru, Rh, Pd, Os, Ir, Pt)
 Metales nobles (PGE + Au), todos ellos siderófilos.
 Metales de transición (Sc, Ti, V, Cr, Mn, Fe, Co, Ni, Cu, Zn), que incluye elementos
litófilos, siderófilos y calcófilos, refractarios y volátiles, pero todos compatibles (en
variable grado) en procesos de fusión del manto e inmóviles en fluidos acuosos.
6 Tema 11: Los espectros geoquímicos

En cuanto al orden en el que estos elementos se disponen en el eje x del diagrama, también
hay varias opciones:

 Por orden de compatibilidad


 Por orden de volatilidad
 Por grado de carácter siderófilo
 Por afinidad
 Por radio iónico o potencial iónico

Finalmente, el reservorio de referencia, que sirve para normalizar las concentraciones, puede
ser uno de los siguientes:

 Meteoritos condríticos
 Manto primitivo
 Manto empobrecido
 Basaltos de dorsal
 Tierra global
 Corteza continental
 Corteza continental superior
 Sedimento lutítico promedio
 Rocas sedimentarias específicas (por ejemplo, una caliza o una cuarciarenita)
 Agua de mar promedio o agua dulce promedio

Además, es fundamental tener en cuenta el tipo de muestra que se va a estudiar, ya que no se


extraen las mismas conclusiones del espectro de una roca ígnea básica o ultrabásica (por
ejemplo un basalto), de una roca ígnea ácida (por ejemplo un granito), de una roca
sedimentaria o un sedimento (por ejemplo una lutita), o de una solución acuosa (por ejemplo
agua de mar). Dependiendo del tipo de muestra tendrá sentido, o no, usar un reservorio de
referencia específico, un conjunto de elementos y una ordenación determinada de dichos
elementos. En otras palabras, antes de interpretar un espectro geoquímico hay que haber
decido qué diagrama particular construir y esto, como acabamos de decir, depende, sobre
todo, del tipo de muestra (y también de nuestros objetivos finales). La Tabla 1 da una idea
general del tipo de diagrama que se puede construir para cada tipo de muestra. Insistimos en
que el diagrama final que se decida construir va a depender en gran medida de los objetivos
finales del estudio. Por supuesto, no hace falta decir que es recomendable construir más de un
tipo de diagrama multielemental para una misma muestra (o conjunto de muestras), ya que
cada uno permitirá focalizar la interpretación en unos procesos u otros.

Tabla 1. Tipos de diagramas multielementales en función del tipo de material que se quiere estudiar.
Muestras de otros cuerpos del Sistema Solar (meteoritos, asteroides, cometas, planetas interiores)
Elementos todos, litófilos (y subconjuntos de ellos), siderófilos (y subconjuntos de ellos)
Ordenación volatilidad, grado de carácter siderófilo, compatibilidad
Normalización meteoritos (condritas ordinarias, condritas carbonáceas, etc.), composición global
de cada cuerpo (por ejemplo, composición global de la Luna o de Marte)
Rocas ígneas básicas y ultrabásicas
Elementos tierras raras, litófilos, siderófilos, metales nobles, metales de transición
Ordenación compatibilidad, grado de carácter siderófilo
Normalización meteoritos condríticos, manto primitivo, manto empobrecido, MORB
Rocas ígneas ácidas e intermedias
Elementos tierras raras, litófilos, LIL+HFS
Ordenación compatibilidad
Normalización meteoritos condríticos, manto primitivo, MORB, corteza continental
Espectros geoquímicos y su uso en geoquímica 7

Rocas metamórficas y de yacimientos


Elementos tierras raras, LIL+HFS, siderófilos, metales nobles, metales de transición
Ordenación grado de carácter siderófilo, compatibilidad, movilidad en fluidos acuosos
Normalización meteoritos condríticos, manto primitivo, MORB, corteza continental
Rocas sedimentarias detríticas
Elementos tierras raras
Ordenación compatibilidad , movilidad en fluidos acuosos
Normalización meteoritos condríticos, sedimento lutítico promedio, corteza continental (toda o
superior), rocas sedimentarias específicas (cuarciarenita promedio, etc.)
Rocas sedimentarias químicas
Elementos tierras raras
Ordenación compatibilidad , movilidad en fluidos acuosos
Normalización meteoritos condríticos, sedimento lutítico promedio, corteza continental (toda o
superior), rocas sedimentarias específicas (arenita promedio, caliza promedio, etc.)
Sedimentos y suelos
Elementos tierras raras, LIL+HFS, LIL+HFS+metales de transición
Ordenación compatibilidad , movilidad en fluidos acuosos
Normalización meteoritos condríticos, sedimento lutítico promedio, corteza continental superior
Aguas y soluciones hidrotermales
Elementos tierras raras
Ordenación número atómico/radio iónico
Normalización meteoritos condríticos, sedimento lutítico promedio

Está claro que el número potencial de diagramas multielementales diferentes que se pueden
construir es muy grande. Pero no todas las combinaciones de número de elementos, orden de
los elementos y reservorio de referencia son compatibles entre sí. De hecho, solo un pequeño
subconjunto de todas estas posibilidades se usa en los estudios geoquímicos. Con mucho, los
diagramas más usados son los que se describen a continuación (Rollinson, 2007, págs. 55-57).
En Rollinson (1993) se describen con mucho más detalle éstos y otros tipos de espectros
geoquímicos.

Diagramas de tierras raras


Las Tierras Raras son los lantánidos, elementos con número atómico entre 57 y 71 (lantano a
lutecio) en la tabla periódica (Figura 4). Tienen un interés especial porque geoquímicamente
son muy parecidos: todos tienen una valencia de +3 y radios iónicos que disminuyen desde el
La al Lu. Por ello, se comportan como un grupo coherente, pero con variaciones sistemáticas y
predecibles a lo largo de la serie.

Figura 4. Los lantánidos o Tierras Raras son un grupo coherente de elementos con comportamiento
geoquímico similar pero no idéntico. Son los 15 elementos con números atómicos entre el 57 (lantano,
La) y el 71 (lutecio, Lu). En ocasiones el itrio (Y), elemento de número atómico 39, también se incluye en
los diagramas de tierras raras debido a su similitud geoquímica (http://www.ptable.com/).
8 Tema 11: Los espectros geoquímicos

En los diagramas, los elementos se ordenan por su número atómico, desde el La (57) a la
izquierda hasta el Lu (71) a la derecha (Figura 5). Esta ordenación por número atómico
creciente es sinónima de radio decreciente y de compatibilidad creciente. Es decir, en un
diagrama de tierras raras los elementos más incompatibles están a la izquierda y los menos
incompatibles a la derecha.

Las concentraciones de las tierras raras en estos diagramas se normalizan con respecto a los
meteoritos condríticos en la mayor parte de los casos en los que se estudian rocas ígneas
(parte izquierda de la Figura 5). El propósito de esta normalización es comparar las muestras
con la composición original del material de partida que formó la Tierra. En el caso de que lo
que se estudie sean rocas sedimentarias, el material de referencia más utilizado es el de un
sedimento promedio. El sedimento promedio utilizado varía de unos trabajos a otros, pero
siempre debe quedar claro en los gráficos publicados. En el diagrama de la parte derecha de la
Figura 5 se ha utilizado como material de referencia un sedimento lutítico promedio. De los
tres espectros mostrados en este diagrama, uno es el de otro sedimento lutítico promedio
(PAAS: Post-Archean Australian Sediment) que, como no podía ser de una manera, tiene
concentraciones normalizadas muy próximas a 1, indicando su similitud.

Figura 5. Diagramas de tierras raras. Izquierda: diagrama normalizado con respecto a los meteoritos
condríticos. Se representa el espectro geoquímico de cuatro “muestras” (en realidad cuatro reservorios):
el meteorito Orgueil, que es una condrita de tipo carbonáceo, la corteza continental superior, los
basaltos de dorsal (MORB) y la lutita promedio (Average Shale) Derecha: diagrama normalizado con
respecto a un sedimento promedio. En él se representan tres “muestras”: un sedimento pelágico del
océano Pacífico (V21-196), un sedimento lutítico (PAAS: Post Archean Australian Shale) y el agua de mar.
Como el diagrama está normalizado con respecto a un sedimento promedio, el espectro de la muestra
lutítica es casi plano y con valores próximos a 1 (tomado de White, 2013, figuras 7.7 y 7.8).

El aspecto más interesante al interpretar los diagramas de tierras raras es el grado de variación
de las concentraciones normalizadas dentro del grupo y si esas variaciones producen
tendencias crecientes o decrecientes. A estas variaciones sistemáticas se les denomina
fraccionamiento y la elucidación de su origen es uno de los objetivos más importantes. Dentro
de estas tendencias crecientes o decrecientes suaves pueden aparecen elementos con
concentraciones mucho mayores o menores de las esperadas. Explicar el origen de estas
anomalías es otro de los objetivos que se persiguen.

Los diagramas de tierras raras han sido usados masivamente para comprender los procesos
magmáticos que dan lugar a las rocas ígneas, pero también han sido utilizados, aunque en
menor proporción para desentrañas los procesos sedimentarios y los intercambios
geoquímicos con el agua de mar.

Diagramas multielementales con elementos litófilos


En estos diagramas se incluyen solo los elementos refractarios litófilos, aunque el número
Espectros geoquímicos y su uso en geoquímica 9

exacto de ellos puede variar. La ordenación de dichos elementos es por compatibilidad (en
procesos de fusión parcial del manto), con los elementos más incompatibles a la izquierda y los
menos incompatibles a la derecha. Como reservorio de referencia se suelen usar tanto el
manto primitivo como los basaltos de dorsal.

El conjunto específico de elementos que se aparecen en el eje horizontal en un diagrama


multielemental con elementos litófilos es bastante aleatorio. La serie suele comenzar con
elementos como el cesio (Cs) o el rubidio ( Rb) y suele terminar con elementos como el itrio (Y)
o el iterbio (Yb), pero no hay un criterio único de cuántos y qué elementos incluir.
Normalmente en estos diagramas solo se incluyen elementos incompatibles, aunque
ocasionalmente la escala horizontal puede extenderse por la derecha hasta incluir algunos
elementos compatibles.

Diagramas normalizados con respecto al manto primitivo. En estos diagramas el reservorio


de referencia que sirve para comparar las concentraciones de los elementos elegidos es el
manto primitivo (Figura 6). El propósito de la normalización con respecto al manto primitivo es
ver cómo una roca ígnea (normalmente un basalto) difiere del manto primitivo, del cual se
supone que ha sido extraída.

Figura 6. Diagramas multielementales de elementos litófilos refractarios ordenador por compatibilidad y


con las concentraciones normalizadas con respecto al manto primitivo (o Tierra Silicatada, como se
indica en el eje vertical). En el gráfico superior se representan varios espectros, todos ellos de basaltos:
los espectros de círculos negros son de basaltos de dorsal (MORB) y el resto son de basaltos de isla
oceánica (tomado de White, 2013, figura 11.17). En el gráfico inferior se representa la composición de la
corteza oceánica total (en negro) y de la corteza continental total (en naranja) (White, 2013, figura
11.36). En ambos casos queda claro que los espectros de rocas diferentes (basaltos MORB frente a
basaltos OIB, y corteza oceánica frente a corteza continental) siguen pautas distintas y tienen anomalías
también distintas (como la del Sr en los basaltos MORB o el Pb en la corteza continental): esto es lo que
permite inferir los procesos que han actuado durante su formación.
10 Tema 11: Los espectros geoquímicos

Diagramas normalizados con respecto a los basaltos de dorsal. Una normalización alternativa
al manto primitivo es usar la composición promedio de los basaltos de dorsal (basaltos MORB).
La normalización con respecto a MORB se usa a menudo para representar rocas volcánicas de
arco o basaltos alterados. La ordenación de los elementos en el eje horizontal es ligeramente
diferente al caso anterior, ya que también se tiene en cuenta la movilidad de los elementos en
un fluido acuoso (que siempre está presente en las zonas de subducción). De esta manera, los
elementos más móviles (que son los elementos litófilos de gran radio, LIL) se colocan a la
izquierda del diagrama y los elementos litófilos de alto potencial iónico (HFS) a la derecha
(Figura 7).

Figura 7. Diagrama multielemental con los elementos litófilos refractarios LIL y HFS ordenados por
compatibilidad y normalizados con respecto a los basaltos MORB. En el diagrama están representadas
varias muestras de basaltos de arco y en él se puede observar claramente como los elementos LIL están
enriquecidos con respecto a su concentración en los basaltos MORB (hasta un factor 10) mientras que los
elementos HFS están empobrecidos. Este comportamiento está relacionado con la solubilidad en agua de
los elementos LIL y la insolubilidad de los elementos HFS, lo que hace que en los procesos de generación
de magmas en las zonas de subducción los primeros aumenten su concentración y los segundos la
disminuyan con respecto a sus respectivas concentraciones en los basaltos de dorsal (MORB) Rollinson,
2007, figura 4.2).

Diagramas de elementos siderófilos


Los elementos siderófilos (Figura 8) son aquellos que tienen una fuerte afinidad por el hierro
metálico. Son, por tanto, los elementos que se han concentrado en el núcleo durante el
proceso de diferenciación inicial de la Tierra. Entender la distribución de los elementos
siderófilos en el manto nos proporciona claves muy importantes del origen del núcleo
terrestre, como ya hemos visto en temas anteriores.

Figura 8. Posición de los elementos


siderófilos en la tabla periódica.
Estos elementos se concentran en la
parte media, entre los grupos VI y X
principalmente. Dentro de los
elementos siderófilos se distinguen
dos grupos importantes: los elemen-
tos del grupo del platino (PGE): Ru,
Rh, Pd, Os, Ir y Pt, y los metales
nobles, que son todos los anteriores
más el oro (Au) (White, 2013, figura
7.3).
Bibliografía 11

Existen varios tipos de diagramas multielementales de elementos siderófilos, que usan


diferentes elementos y diferentes normalizaciones (Figura 9). La característica que todos ellos
comparten es el orden de los elementos, que atiende a su grado de carácter siderófilo, de
manera que los elementos menos siderófilos se colocan a la izquierda y los más siderófilos a la
derecha. El subconjunto de elementos siderófilos más comúnmente usado en estos diagramas
es el de los elementos del grupo del platino: Ru, Rh, Pd, Os, Ir y Pt (o el de los metales nobles,
que son todos los anteriores más el oro), como el ejemplo que se muestra en la parte derecha
de la Figura 9. El reservorio de referencia más usado son los meteoritos condríticos, ya que
ésta es la (supuesta) composición de partida antes de los procesos de diferenciación.
Ocasionalmente se puede usar el manto primitivo como referencia, pero en este caso los
elementos suelen ordenarse por compatibilidad en vez de por su grado de carácter litófilo.

Figura 9. Izquierda -Diagrama multielemental con elementos siderófilos ordenados por su grado de
carácter siderófilo y normalizado con respecto a los meteoritos condríticos. Se muestran los espectros
correspondientes al manto primitivo de la Tierra y a la Luna (Rollinson, 2007, figura 2.12). Derecha -
Diagrama multielemental con los metales nobles (elementos siderófilos del grupo del platino más el oro).
Los elementos están ordenados por compatibilidad decreciente (o incompatibilidad creciente) y la
normalización es con respecto a los meteoritos condríticos. En el diagrama se representan los espectros
de varias muestras de sulfuros (Sudbury, Langmuir) y cromitas (Merensky Reef, JM Reef) del complejo
intrusivo de Sudbury (Ontario, Canadá), así como de varias rocas ígneas, tanto ultrabásicas (Dunite, una
dunita, y Onias’s Flow, una komatiita) como básicas (Tulkonsky Picrite, un basalto picrítico, y Ave Leg
115, un basalto toleítico) (tomado de White, 2013, figura 7.9).

Bibliografía

Albarède FN (2009). Geochemistry: an introduction. Cambridge University Press, 342 pp.


[Apartado 8.1)

Gill R (2010). Igneous rocks and processes: a practical guide. Wiley-Blackwell, 428 pp.
[Capítulo 2]
12 Tema 11: Los espectros geoquímicos

Jambon A y Thomas A (2009). Géochimie: Géodynamique et cycles. Dunod, 406 pp.


[Apartado 2.1]

Rollinson H (1993). Using geochemical data: evaluation, presentation, interpretation.


Pearson Prentice-Hall, 353 pp. [Apartados 4.3 a 4.6]

Rollinson H (2007). Early Earth systems: a geochemical approach. Blackwell Publishing, 285
pp. [Text Box 2.2].

Winter JD (2001). An Introduction to Igneous and Metamorphic Petrology. Prentice-Hall,


699 pp. [Existe una segunda edición de este libro, publicada en 2009 por la misma
editorial, pero que de momento no está en la biblioteca de la Universidad]

White WM (2013). Geochemistry. Wiley-Blackwell, 668 pp. [Apartados 7.1, 7.6 y 7.7]

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