Tema11 - Espectros Geoquimicos - 2014-2015 - P
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geoquímicos
Versión 1.0, mayo 2014
[ Jambon y Thomas (2012), Secciones 2.1.2 y 2.1.3; White (2013), sección 7.2]
Todo lo dicho hasta ahora está muy bien, pero ¿cómo se usan en realidad los elementos traza
para analizar los procesos de fusión y cristalización que han afectado a una roca? No tenemos
que perder de vista que las rocas ígneas que recogemos en el campo para estudiarlas son el
resultado final de dichos procesos. Eso es seguro. Lo que no sabemos es cuál o cuáles de esos
procesos han actuado y con qué intensidad. Eso es lo que nos permiten averiguar los
elementos traza. Y la manera más rápida de empezar es por medio de los espectros
geoquímicos.
CL 1
, (1)
C0 F (1 F )D
que es la misma expresión que la ecuación (12) del tema anterior pero factorizada para D en
vez de para F. En otras palabras, en la ecuación (12) del Tema 10 F hace el papel de la variable
x, mientras que en la ecuación (1) es D la que hace ese papel. En ambas ecuaciones la variable
y es la concentración relativa CL/C0. La Figura 1 representa gráficamente la ecuación (1) para
cuatro valores distintos de la fracción de fundido F, desde F = 0% hasta F = 10% (que aparece
como F = 0.1 en la leyenda de la figura).
Si ahora quitamos la escala numérica y dejamos solo el símbolo químico de cada elemento
traza, espaciándolos uniformemente, obtenemos un verdadero espectro geoquímico, como los
mostrados en la parte inferior de la Figura 2, que corresponden a los basaltos de dorsal
(círculos) y la corteza continental (cuadrados).
Figura 2. Arriba: posición de cada elemento traza en el eje de coeficientes de reparto de acuerdo a su
valor en un sistema de composición basáltica (tabla de la derecha). Los elementos incompatibles, los que
tienen un coeficiente de reparto D < 1, se muestran en rojo, mientras que los elementos compatibles (D >
1) se muestran en azul. Abajo: espectro geoquímico para los basaltos de dorsal (círculos blancos) y la
corteza continental (cuadrados negros). El eje horizontal está formado por una serie de elementos traza
ordenados por compatibilidad creciente, desde el cesio, un elemento muy incompatible (D = 0.0001),
hasta el Ni, un elemento compatible (D = 10). El silicio es un ejemplo de elemento con un coeficiente de
reparto próximo a uno.
Una vez explicada la lógica del eje horizontal en los espectros geoquímicos, nos queda explicar
la del eje vertical: ¿por qué las concentraciones aparecen normalizadas? Es decir, ¿por qué en
vez de concentraciones absolutas los espectros geoquímicos representan cocientes de
concentración (la concentración de un elemento en la muestra dividida para la concentración
de ese mismo elemento en un reservorio geoquímico específico)? La respuesta la podemos
intuir mirando la Figura 3. En la parte superior se han representado las concentraciones
absolutas (en ppm) de dos reservorios geoquímicos distintos: el manto empobrecido (en
negro) y el manto primitivo (en rojo). Los elementos en el eje horizontal están ordenados de
acuerdo a su compatibilidad, desde el Rb (el más incompatible de todos) al Lu (el menos
incompatible). Aunque es posible adivinar las diferencias composicionales entre ambos
4 Tema 11: Los espectros geoquímicos
reservorios, debido a las variaciones de concentración tan grandes entre elementos vecinos no
es fácil cuantificar estas diferencias. Sin embargo, si dividimos la concentración de cada
elemento en el manto empobrecido (la “muestra” que queremos estudiar en este caso) entre
su concentración en el manto primitivo (que es nuestro reservorio de referencia) y
representamos dichos cocientes de concentración, los patrones de variación se hacen mucho
más claros, como muestra el gráfico inferior de la Figura 3.
Ahora vemos una curva bastante más suave, que tiende a crecer, aunque con alguna excepción
(la del Pb es la más evidente), desde valores próximos a 0.1 hasta valores próximos a 1. Al
normalizar con respecto a las concentraciones en el manto primitivo las diferencias absolutas
de concentración que tienen que ver con las abundancias de cada elemento en el universo
desaparecen (ya que afectan de manera similar a la muestra y al reservorio de referencia) y
solo quedan aquellas diferencias que están relacionadas con el proceso geoquímico de interés
(en este caso los procesos de fusión parcial del manto a lo largo de la historia de la Tierra y la
extracción preferencial de los elementos más incompatibles con respecto a los menos
incompatibles).
silicatados, por lo que se usan elementos traza litófilos (y refractarios) y se ordenan según su
coeficiente de reparto (grado de compatibilidad). Sin embargo, la ordenación de los elementos
en el eje x de un diagrama multielemental no tiene por qué hacerse siguiendo el criterio
geoquímico de compatibilidad. De hecho, ya hemos visto en el Tema 1 otros diagramas en los
que los elementos están ordenados por volatilidad o por afinidad. En realidad el orden de los
elementos en un espectro geoquímico depende, como no puede ser de otra manera, de la
información que queramos extraer del diagrama y de los procesos que queramos poner de
manifiesto. Por eso no se puede confeccionar un diagrama multielemental “a lo loco”, sin
pensar primero en el problema geoquímico que queremos resolver y en los procesos que el
diagrama debe desvelar. No es lo mismo querer comparar la composición de varios cuerpos
del sistema solar (por ejemplo, diferentes clases de meteoritos), en cuyo caso los procesos más
importantes que explican las diferencias composicionales son los que acontecieron en la
nebulosa solar, para los que las diferencias de volatilidad son fundamentales, que querer
comparar la composición de varias geosferas, en cuya separación han sido clave las diferencias
de afinidad (por ejemplo, el carácter más o menos siderófilo de un elemento) o las diferencias
de compatibilidad (si es entre geosferas silicatadas). Cada uno de estos casos requerirá la
confección de un diagrama multielemental diferente, en el que los elementos que aparezcan
en el eje x serán unos u otros (Tierras Raras, elementos refractarios, elementos litófilos, etc),
estarán ordenador de una manera u otra (por volatilidad, afinidad o compatibilidad) y las
concentraciones en el eje y estarán normalizadas con respecto a un reservorio geoquímico u
otro (condritas, manto primitivo, Tierra global, corteza continental, etc). Todas estas
variaciones posibles hacen que los diagramas multielementales sean muy diversos y que
permitan estudiar gran cantidad de procesos geoquímicos. De ahí su importancia capital.
[ Rollinson (2007), Text Box 2.2; White (2013), apartado 7.2; Jambon y Thomas (2009), apartado 2.1.2]
Como acabamos de ver, tres son los parámetros que se pueden variar al construir un diagrama
multielemental: el número (y tipo) de elementos, el orden de los elementos y el reservorio de
referencia (el tipo de normalización). Los elementos traza que se usan en un espectro
geoquímico son muy variados y su elección depende del objetivo del estudio. De entro todas
las posibilidades las más comunes son:
Tierras Raras (REE: La, Ce, Pr, Nd, Pm, Sm, Eu, Gd, Tb, Dy, Ho, Er, Tm, Yb, Lu), todos
ellos litófilos refractarios e incompatibles.
Elementos litófilos incompatibles (en magmas básicos) (Rb, Ba, Th, U, Nb, Ta, La, Ce,
Pb, Pr, Nd, Sr, Zr, Hf, Sm, Eu, Ti, Gd, Tb, Dy, Ho, Y, Er, Yb, Lu). Incluye 25 elementos, casi
todos refractarios, pero con dos elementos volátiles (Rb y Pb)
Elementos litófilos refractarios (LRE), ya sean todos o un subconjunto de ellos
Elementos litófilos de ion grande (LIL: K, Rb, Cs, Sr, Ba), todos ellos incompatibles y
solubles en fluidos acuosos, tanto refractarios como volátiles.
Elementos litófilos de alto potencial iónico (HFS: Zr, Nb, Hf, REE, Th, U, Ta),
refractarios todos ellos, incompatibles e insolubles en fluidos acuosos.
Elementos siderófilos
Elementos siderófilos del grupo del platino (PGE: Ru, Rh, Pd, Os, Ir, Pt)
Metales nobles (PGE + Au), todos ellos siderófilos.
Metales de transición (Sc, Ti, V, Cr, Mn, Fe, Co, Ni, Cu, Zn), que incluye elementos
litófilos, siderófilos y calcófilos, refractarios y volátiles, pero todos compatibles (en
variable grado) en procesos de fusión del manto e inmóviles en fluidos acuosos.
6 Tema 11: Los espectros geoquímicos
En cuanto al orden en el que estos elementos se disponen en el eje x del diagrama, también
hay varias opciones:
Finalmente, el reservorio de referencia, que sirve para normalizar las concentraciones, puede
ser uno de los siguientes:
Meteoritos condríticos
Manto primitivo
Manto empobrecido
Basaltos de dorsal
Tierra global
Corteza continental
Corteza continental superior
Sedimento lutítico promedio
Rocas sedimentarias específicas (por ejemplo, una caliza o una cuarciarenita)
Agua de mar promedio o agua dulce promedio
Tabla 1. Tipos de diagramas multielementales en función del tipo de material que se quiere estudiar.
Muestras de otros cuerpos del Sistema Solar (meteoritos, asteroides, cometas, planetas interiores)
Elementos todos, litófilos (y subconjuntos de ellos), siderófilos (y subconjuntos de ellos)
Ordenación volatilidad, grado de carácter siderófilo, compatibilidad
Normalización meteoritos (condritas ordinarias, condritas carbonáceas, etc.), composición global
de cada cuerpo (por ejemplo, composición global de la Luna o de Marte)
Rocas ígneas básicas y ultrabásicas
Elementos tierras raras, litófilos, siderófilos, metales nobles, metales de transición
Ordenación compatibilidad, grado de carácter siderófilo
Normalización meteoritos condríticos, manto primitivo, manto empobrecido, MORB
Rocas ígneas ácidas e intermedias
Elementos tierras raras, litófilos, LIL+HFS
Ordenación compatibilidad
Normalización meteoritos condríticos, manto primitivo, MORB, corteza continental
Espectros geoquímicos y su uso en geoquímica 7
Está claro que el número potencial de diagramas multielementales diferentes que se pueden
construir es muy grande. Pero no todas las combinaciones de número de elementos, orden de
los elementos y reservorio de referencia son compatibles entre sí. De hecho, solo un pequeño
subconjunto de todas estas posibilidades se usa en los estudios geoquímicos. Con mucho, los
diagramas más usados son los que se describen a continuación (Rollinson, 2007, págs. 55-57).
En Rollinson (1993) se describen con mucho más detalle éstos y otros tipos de espectros
geoquímicos.
Figura 4. Los lantánidos o Tierras Raras son un grupo coherente de elementos con comportamiento
geoquímico similar pero no idéntico. Son los 15 elementos con números atómicos entre el 57 (lantano,
La) y el 71 (lutecio, Lu). En ocasiones el itrio (Y), elemento de número atómico 39, también se incluye en
los diagramas de tierras raras debido a su similitud geoquímica (http://www.ptable.com/).
8 Tema 11: Los espectros geoquímicos
En los diagramas, los elementos se ordenan por su número atómico, desde el La (57) a la
izquierda hasta el Lu (71) a la derecha (Figura 5). Esta ordenación por número atómico
creciente es sinónima de radio decreciente y de compatibilidad creciente. Es decir, en un
diagrama de tierras raras los elementos más incompatibles están a la izquierda y los menos
incompatibles a la derecha.
Las concentraciones de las tierras raras en estos diagramas se normalizan con respecto a los
meteoritos condríticos en la mayor parte de los casos en los que se estudian rocas ígneas
(parte izquierda de la Figura 5). El propósito de esta normalización es comparar las muestras
con la composición original del material de partida que formó la Tierra. En el caso de que lo
que se estudie sean rocas sedimentarias, el material de referencia más utilizado es el de un
sedimento promedio. El sedimento promedio utilizado varía de unos trabajos a otros, pero
siempre debe quedar claro en los gráficos publicados. En el diagrama de la parte derecha de la
Figura 5 se ha utilizado como material de referencia un sedimento lutítico promedio. De los
tres espectros mostrados en este diagrama, uno es el de otro sedimento lutítico promedio
(PAAS: Post-Archean Australian Sediment) que, como no podía ser de una manera, tiene
concentraciones normalizadas muy próximas a 1, indicando su similitud.
Figura 5. Diagramas de tierras raras. Izquierda: diagrama normalizado con respecto a los meteoritos
condríticos. Se representa el espectro geoquímico de cuatro “muestras” (en realidad cuatro reservorios):
el meteorito Orgueil, que es una condrita de tipo carbonáceo, la corteza continental superior, los
basaltos de dorsal (MORB) y la lutita promedio (Average Shale) Derecha: diagrama normalizado con
respecto a un sedimento promedio. En él se representan tres “muestras”: un sedimento pelágico del
océano Pacífico (V21-196), un sedimento lutítico (PAAS: Post Archean Australian Shale) y el agua de mar.
Como el diagrama está normalizado con respecto a un sedimento promedio, el espectro de la muestra
lutítica es casi plano y con valores próximos a 1 (tomado de White, 2013, figuras 7.7 y 7.8).
El aspecto más interesante al interpretar los diagramas de tierras raras es el grado de variación
de las concentraciones normalizadas dentro del grupo y si esas variaciones producen
tendencias crecientes o decrecientes. A estas variaciones sistemáticas se les denomina
fraccionamiento y la elucidación de su origen es uno de los objetivos más importantes. Dentro
de estas tendencias crecientes o decrecientes suaves pueden aparecen elementos con
concentraciones mucho mayores o menores de las esperadas. Explicar el origen de estas
anomalías es otro de los objetivos que se persiguen.
Los diagramas de tierras raras han sido usados masivamente para comprender los procesos
magmáticos que dan lugar a las rocas ígneas, pero también han sido utilizados, aunque en
menor proporción para desentrañas los procesos sedimentarios y los intercambios
geoquímicos con el agua de mar.
exacto de ellos puede variar. La ordenación de dichos elementos es por compatibilidad (en
procesos de fusión parcial del manto), con los elementos más incompatibles a la izquierda y los
menos incompatibles a la derecha. Como reservorio de referencia se suelen usar tanto el
manto primitivo como los basaltos de dorsal.
Diagramas normalizados con respecto a los basaltos de dorsal. Una normalización alternativa
al manto primitivo es usar la composición promedio de los basaltos de dorsal (basaltos MORB).
La normalización con respecto a MORB se usa a menudo para representar rocas volcánicas de
arco o basaltos alterados. La ordenación de los elementos en el eje horizontal es ligeramente
diferente al caso anterior, ya que también se tiene en cuenta la movilidad de los elementos en
un fluido acuoso (que siempre está presente en las zonas de subducción). De esta manera, los
elementos más móviles (que son los elementos litófilos de gran radio, LIL) se colocan a la
izquierda del diagrama y los elementos litófilos de alto potencial iónico (HFS) a la derecha
(Figura 7).
Figura 7. Diagrama multielemental con los elementos litófilos refractarios LIL y HFS ordenados por
compatibilidad y normalizados con respecto a los basaltos MORB. En el diagrama están representadas
varias muestras de basaltos de arco y en él se puede observar claramente como los elementos LIL están
enriquecidos con respecto a su concentración en los basaltos MORB (hasta un factor 10) mientras que los
elementos HFS están empobrecidos. Este comportamiento está relacionado con la solubilidad en agua de
los elementos LIL y la insolubilidad de los elementos HFS, lo que hace que en los procesos de generación
de magmas en las zonas de subducción los primeros aumenten su concentración y los segundos la
disminuyan con respecto a sus respectivas concentraciones en los basaltos de dorsal (MORB) Rollinson,
2007, figura 4.2).
Figura 9. Izquierda -Diagrama multielemental con elementos siderófilos ordenados por su grado de
carácter siderófilo y normalizado con respecto a los meteoritos condríticos. Se muestran los espectros
correspondientes al manto primitivo de la Tierra y a la Luna (Rollinson, 2007, figura 2.12). Derecha -
Diagrama multielemental con los metales nobles (elementos siderófilos del grupo del platino más el oro).
Los elementos están ordenados por compatibilidad decreciente (o incompatibilidad creciente) y la
normalización es con respecto a los meteoritos condríticos. En el diagrama se representan los espectros
de varias muestras de sulfuros (Sudbury, Langmuir) y cromitas (Merensky Reef, JM Reef) del complejo
intrusivo de Sudbury (Ontario, Canadá), así como de varias rocas ígneas, tanto ultrabásicas (Dunite, una
dunita, y Onias’s Flow, una komatiita) como básicas (Tulkonsky Picrite, un basalto picrítico, y Ave Leg
115, un basalto toleítico) (tomado de White, 2013, figura 7.9).
Bibliografía
Gill R (2010). Igneous rocks and processes: a practical guide. Wiley-Blackwell, 428 pp.
[Capítulo 2]
12 Tema 11: Los espectros geoquímicos
Rollinson H (2007). Early Earth systems: a geochemical approach. Blackwell Publishing, 285
pp. [Text Box 2.2].
White WM (2013). Geochemistry. Wiley-Blackwell, 668 pp. [Apartados 7.1, 7.6 y 7.7]