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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0067/2021-S4 Sucre,

30 de abril de 2021

SALA CUARTA ESPECIALIZADA Magistrado Relator: René Yván


Espada Navía Acción de libertad

Expediente: 34453-2020-69-AL Departamento: Santa


Cruz

En revisión la Resolución 14/20 de 10 de marzo de 2020, cursante de fs. 53 vta. a


55 vta., pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Aldryn
Mauricio Roca Azurduy en representación sin mandato de José Carlos Suarez
Tardío contra Arminda Méndez Terrazas y Mirael Salguero Palma, Vocales
de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Mediante memorial presentado el 14 de marzo de 2020, cursante de fs. 8 a 14


vta., el accionante a través de su representante sin mandato, manifestó los
siguientes argumentos:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Encontrándose detenido preventivamente en el Centro Penitenciario Santa Cruz


“Palmasola”, dentro del proceso penal seguido en su contra y otro, por el
Ministerio Público a instancia de Adelaida Margarita Jiménez de Barrancos, por la
presunta comisión del delito de robo agravado, existiendo actividad procesal
defectuosa al haberse lesionado los derechos fundamentales y garantías
constitucionales, y no pudiendo ingresarse a juicio oral con pruebas viciadas, el 9
de agosto de 2019, interpuso incidente de actividad procesal defectuosa
exponiendo cada uno de los agravios cometidos, pidiendo corregir y anular todo el
procedimiento investigativo efectuado por el Ministerio Público dentro del proceso
penal, por haber consentido: demandando entre otros aspectos, la ilegalidad de
su aprehensión y la errónea aplicación de la acción directa o flagrancia; empero,

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en diciembre del indicado año tuvo que presentar acción de libertad de pronto
despacho en contra del “Juez de Instrucción Cautelar Penal” para que el mismo
sea resuelto; y ante las malas notificaciones efectuadas por funcionarios del
Juzgado de turno, la audiencia de consideración del incidente, se suspendió para
el 13 de enero de 2020. Demostrándose en dicha audiencia la existencia de una
actividad procesal defectuosa al haberse transgredido el debido proceso; sin
embargo, el Juez de Instrucción Penal Décimo Segundo del departamento de
Santa Cruz, resolvió el incidente indicando que “el derecho” hubiese precluido al
presentarse fuera de tiempo, toda vez que se habría presentado el 9 de agosto de
2019 y que su defensa convalidó las actuaciones al pedir la cesación de su
detención preventiva, siendo que el art. 314.“IV” del Código de Procedimiento
Penal (CPP) – modificado por el art. 12 de la Ley 1173 de 3 de mayo de 2019–
expresamente señaló que excepcionalmente cuando concurran defectos absolutos
que causen indefensión, podrán en etapa preparatoria plantear incidentes.

Habiéndose presentado recurso de apelación incidental en contra de la referida


determinación; el 20 de febrero de 2020, los Vocales de la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, llevaron a cabo la audiencia de
apelación, donde manifestaron que según la modificación de la Ley 586 de 30 de
octubre de 2014 –Ley de Descongestionamiento y Efectivización del Sistema
Procesal Penal– “…la ley 1173 y 1228 ambas del 2019…” (sic), establecen el plazo
de diez días para la presentación de incidentes y excepciones desde la vulneración
de su derecho; ello bajo el principio de preclusión amparándose en la SCP
1873/2013 de 29 de octubre, siendo que las Leyes 1173 y “1228” entraron en
vigencia en noviembre de 2019, y dicho incidente fue planteado el 9 de agosto de
2019; es decir, antes de que entrara en vigencia las modificaciones al
procedimiento penal; además, la mencionada Ley, no es retroactiva mientras no
favorezca al imputado.

I.1.2. Derecho y garantía supuestamente vulnerados

El accionante por intermedio de su representante sin mandato, señaló como


lesionados sus derechos al debido proceso en su vertiente a la defensa, a la
seguridad jurídica, a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a la
legalidad de la prueba; citando al efecto los arts. 115 y 117 de la Constitución
Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela impetrada; y en consecuencia, se deje sin efecto la


audiencia celebrada el 20 de febrero de 2020, y se ordene una nueva audiencia de
apelación incidental ante otro Vocal.

I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

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Celebrada la audiencia pública el 10 de marzo de 2020, según consta en el acta
cursante de fs. 51 a 53, en presencia del accionante acompañado de su abogado,
y de las autoridades demandadas; se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El impetrante de tutela, por intermedio de su abogado, ratificó los términos


expuestos en el memorial de interposición de esta acción de defensa y ampliando
la misma, refirió lo siguiente: a) El 9 de agosto de 2019, presentó un incidente,
pero debido a una serie de retrasos, el mismo fue resuelto recién el 13 de enero
de 2020, por el Juzgado Décimo Segundo del departamento de Santa Cruz; fallo
que al haber sido apelado dentro del término establecido, el 20 de febrero del
indicado año, se llevó acabo la audiencia de apelación; es decir, más de un mes
después, reiterándose que fue en flagrancia el proceso, justificando así su
aprehensión; asimismo, el Vocal Mirael Salguero Palma, en audiencia de apelación,
efectuó una pregunta al Ministerio Público “…es que si ha solicitado (…) al juzgado
de turno la aplicación de un delitos en flagrancia manifestando que no, porque
(…) ya había un control jurisdiccional antes de que cometan esas acciones…” (sic);
así también los Vocales demandados en su fundamentación, señalaron la SCP
1873/2013 en donde el principio de preclusión, de convalidación dan como cesada
la argumentación de la defensa, consintiendo los actos y todas las irregularidades
para un posible juicio; pero dicha Sentencia Constitucional Plurinacional en la que
se fundaron los Vocales para resolver la apelación, se encuentra basado en un
proceso civil y no en un penal; además, dentro del procedimiento penal
instaurado en el Código de Procedimiento Penal, no se determina un plazo para
poder presentar un incidente de actividad procesal defectuosa, más al contrario, el
art. 314.IV del CPP, prevé que excepcionalmente cuando concurran defectos
absolutos que agraven derechos fundamentales y garantías constitucionales que
provoquen la indefensión en la etapa preparatoria, las partes podrán plantear
incidentes con fines correctivos procesales ofreciendo prueba idónea y pertinente,
expresamente sancionados con nulidad; b) Si bien su defensa presentó el
incidente de actividad procesal defectuosa, en agosto de 2019, ello se debió a que
tuvo que solicitar antes fotocopias legalizadas y esperar que los funcionarios del
juzgado tengan disponibilidad de tiempo para legalizarlas; y, c) Los Vocales, se
basaron en la Ley 1173 que en su art. 10 modifica el “art. 167”, donde se redacta
la procedencia y oportunidad, en el cual, “…en el punto dos aclara que desde la
puesta en vigencia solamente tiene 10 días la defensa para poder plantear, y
pasado ese tiempo ya se daría como el principio de convalidación tal como lo
establece el art. 314 también modificado por la Ley 1173…” (sic); empero, no se
puede argumentar que la Ley 1173, da un plazo cuando el anterior procedimiento
no lo determinaba de esa manera; además, el Auto Supremo (AS) 141/2015-RRC,
indica que en materia penal rige la ley vigente, sin embargo, preside la excepción
de retroactividad de la ley penal cuando beneficia o es favorable al imputado; por
lo expuesto, los Vocales incurrieron en error al haber tomado una fundamentación
errónea para el presente caso, obviando todo respaldo legal que se tiene, como la

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Constitución Política del Estado, la jurisprudencia constitucional y los artículos de
las leyes que se hizo llegar.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Arminda Méndez Terrazas y Mirael Salguero Palma, Vocales de la Sala Penal


Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por informe escrito
presentado el 10 de marzo de 2020, cursante de fs. 48 a 49 vta., manifestó lo
siguiente: 1) El accionante, pretende utilizar el Tribunal Constitucional
Plurinacional como una instancia más para que éste revise los actos del Tribunal
de alzada en materia penal, lo que está prohibido por ley; 2) El impetrante de
tutela, cuestiona el Auto de Vista emitido por el Tribunal superior, sin señalar las
razones del por qué la labor interpretativa impugnada, resulta insuficiente
motivada, arbitraria, incongruente, absurda o ilógica; por el contrario, en todo el
memorial de acción de libertad simplemente se realizó una relación de
antecedentes del caso, para finalmente solicitar que se conceda la tutela y se deje
sin efecto el Auto de Vista, sin tomar en cuenta que la labor interpretativa y
decisión en cuanto atender una apelación incidental es atribución privativa de los
jueces o tribunales ordinarios en materia penal; por lo que, ante dicha falta de
presupuestos, no corresponde siquiera ingresar al fondo de lo peticionado; y, 3) El
Auto de Vista de 20 de febrero de 2020, cumple con los requisitos exigidos por los
arts. 124 y 173 del Código de Procedimiento Penal (CPP), pues resolviendo el
fondo de la apelación incidental, declararon improcedente el mismo, explicando
los motivos por los cuales el Tribunal de alzada, resolvió confirmar totalmente el
Auto Interlocutorio de 13 de enero de 2020, disponiendo declarar admisible e
improcedente la apelación interpuesta por el impetrante de tutela, siendo el fallo
conciso, claro y preciso en explicar del por qué se declaró la admisibilidad pero la
improcedencia del recurso de apelación incidental planteado contra el Auto
Interlocutorio. Por lo expuesto, pidió la denegatoria de la tutela solicitada, sea con
costas.

Arminda Méndez Terrazas, Vocal de la referida Sala Penal, no presentó informe


escrito alguno, así como tampoco asistió a la audiencia pública virtual de esta
acción de defensa, pese a su citación, cursante a fs. 19.

I.2.3. Resolución

La Jueza de Sentencia Penal Décima Cuarta del departamento de Santa Cruz, por
Resolución 14/20 de 10 de marzo de 2020, cursante de fs. 53 vta. a 55 vta.,
denegó la tutela solicita; con base en los siguientes fundamentos: i) Para
considerar la procedencia de conceder la tutela dentro de una acción de libertad,
se debe considerar diferentes parámetros, el primero de ellos, que se hubiese
producido una detención; segundo, que la detención sea ilegal; y, tercero, que no
haya sido dispuesto por autoridad competente o autoridad judicial; al respecto, de
acuerdo a lo manifestado por el propio abogado del accionante de que no van a

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permitir de que al juicio se ingrese con pruebas viciadas; se tiene que, la
jurisprudencia constitucional, estableció que el Tribunal Constitucional
Plurinacional, no es una instancia recursiva o de alzada; y, ii) Se presume que se
demandó la lesión del debido proceso, por falta de motivación y argumentación
dentro del Auto de Vista emitido en apelación, y al respecto, la SC 0102/2010-R,
determinó que la protección de la acción de liberad en cuanto al debido proceso
se refiere, no abarca en todas sus formas que el mismo pueda ser infringido, sino
a todos aquellos supuestos en la que está vinculada el derecho a la libertad
personal o de locomoción, y en los demás casos la lesión al debido proceso debe
ser reparada por los órganos jurisdiccionales o de la causa, lo que implica de que
si existe alguna de esas vulneraciones, debe denunciarse el mismo ante los jueces
o tribunales ordinarios asumiendo activamente su rol dentro del proceso a través
de los medios o recursos que la ley penal les prevé, y solo agotados éstos se
podrá acudir ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, pero a través de la
acción de amparo constitucional como medio idóneo para precautelar las lesiones
de las garantías al debido proceso si se colocó al accionante en un absoluto
estado de indefensión.

II. CONCLUSION

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido en contra de José Carlos Suarez Tardío –
hoy accionante– y otros, por el Ministerio Público a instancias de Adelaida
Margarita de Barrancos y Aurelio Barrancos Sandoval, por la presunta
comisión del delito de robo agravado, ante la interposición de recurso de
apelación incidental por el imputado ahora impetrante de tutela contra el
Auto Interlocutorio 01/2020 de 13 de enero, que resolvió declarar
infundado el incidente de nulidad por defectos absolutos presentado por el
precitado imputado; el mismo, fue resuelto en audiencia de apelación
llevada a cabo el 20 de febrero del mencionado año, emitiéndose al efecto
el Auto de Vista 17 de la misma fecha, por el que Arminda Méndez Terrazas
y Mirael Salguero Palma, Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz –hoy demandados–, declararon
admisible e improcedente el recurso de apelación; y en consecuencia,
confirmaron el Auto Interlocutorio 01/2020 (fs. 4 a 7).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El impetrante de tutela, a través de su representante sin mandato, denunció la


vulneración de sus derechos al debido proceso en su vertiente a la defensa, a la
seguridad jurídica, a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a la
legalidad de la prueba; en virtud a que, las autoridades demandadas, mediante
Auto de Vista 17 de 20 de febrero de 2020, declararon admisible e improcedente
el recurso de apelación incidental, confirmando el Auto Interlocutorio 01/2020 de

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13 de enero, que resolvió declarar infundado su incidente de nulidad por defectos
absolutos, entre los que se encontraba la denuncia de la ilegalidad de su
aprehensión por aplicación de la acción directa en flagrancia entre otros; Auto de
Vista que aplicó el erróneo fundamento de que de acuerdo a la modificación de
las Leyes 586, 1173 y 1226, el plazo para la presentación de incidentes y
excepciones es de diez días desde la vulneración de su derecho; siendo que las
Leyes 1173 y 586 entraron en vigencia recién en noviembre de 2019, y su
incidente fue presentado el 9 de agosto del indicado año; es decir, antes de la
vigencia de las modificaciones al procedimiento penal; asimismo, fundó su
decisión en la SCP 1873/2013 que se encuentra basado en un proceso civil y no
un penal.
En consecuencia, corresponde en revisión, dilucidar si tales extremos son
evidentes y si constituyen actos lesivos de los derechos fundamentales o
garantías constitucionales del accionante, a fin de conceder o denegar la tutela
impetrada.
III.1. La naturaleza jurídica de la acción de libertad y sus presupuestos
de activación. Jurisprudencia reiterada

La Norma Suprema, ha consagrado en su art. 125, a la acción de libertad,


dentro de las garantías y acciones de defensa, indicando:

“Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es


ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en
materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se
restituya su derecho a la libertad” (el resaltado fue añadido).

Disposición legal complementada en cuanto a su objeto, en el art. 46 del


Código Procesal Constitucional (CPCo) estipula que:

“La Acción de Libertad tiene por objeto garantizar, proteger o tutelar los
derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad
de circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o
integridad física está en peligro” (las negrillas son nuestras).

Normativa que desde la interpretación exegética, consolida la voluntad del


constituyente y del legislador, respectivamente, de precautelar mediante
ésta acción los derechos fundamentales de la vida y la libertad, o la
vinculación directa con los mismos, razonamiento consolidado en la
ampulosa jurisprudencia constitucional emita al respecto, entre ellas la
SCP 0325/2019-S4 de 5 de junio, en la que retomando el criterio plasmado

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en la SCP 0054/2012 de 9 de abril, refirió que: “ La acción de libertad es
una acción tutelar de carácter extraordinario, que fue instituida en la
Constitución Política del Estado abrogada en su art. 18, y ahora como
acción de libertad en el orden constitucional vigente en el art. 125,
manteniendo el mismo carácter y finalidad de protección a la
libertad física o personal, o de locomoción y al debido proceso
vinculado con la libertad, además de haber ampliado su ámbito
de aplicación y protección haciéndola extensible al derecho a la
vida, por lo que se constituye en una garantía constitucional por el bien
jurídico primario (vida) y fuente de los demás derechos del ser
humano…” (el
resaltado nos corresponde).

III.2. La tutela del debido proceso vía acción de


libertad. Jurisprudencia reiterada

Al respecto, la SCP 0045/2018-S4 de 13 de marzo, señaló que: “‘ La SC


0619/2005-R de 7 de junio, asumiendo lo establecido en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: «…en los procesos
instaurados de acuerdo al ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido
del orden constitucional, las lesiones al debido proceso están llamadas a
ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la
causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir
la reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo
activamente su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos
que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la
jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo constitucional,
que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar las
lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate
que a consecuencia de las violaciones al debido proceso
invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de
indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos actos
ilegales y que recién tuvo conocimiento del proceso al momento
de la persecución o la privación de la libertad.

Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de


hábeas corpus, y el propio Tribunal Constitucional, asuman una
atribución que el orden constitucional no les otorga, posibilitando que
toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se
encuentre privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas
corpus, desnaturalizando la actuación de los jueces y tribunales
ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para
ejercer el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se
abre la tutela constitucional.

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(…) para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda
ejercerse mediante el recurso de hábeas corpus cuando se denuncia
procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido
como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la
autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la
libertad por operar como causa directa para su restricción o
supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión, es
decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los
supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de
la libertad».

A partir de lo anterior, corresponde señalar que la activación de la


acción de libertad para conocer presuntas vulneraciones del
derecho al debido proceso, debe evaluarse en cada caso
concreto, así por ejemplo, este Tribunal Constitucional Plurinacional,
determinó que no podía ingresarse al fondo de la problemática, por no
ser causa directa de la privación de libertad ni existir absoluto estado de
indefensión, acciones de libertad en las que se denunció: i) La
denegatoria de proposición de diligencias ante el representante del
Ministerio Público (SCP 0189/2014-S3 de 25 de noviembre); ii) La
competencia del Juez cautelar respecto a los delitos -acción pública y
acción privada- (SCP 0165/2014-S3 de 21 de noviembre); y, iii) Solicitud
de extinción de la acción penal [SCP 0322/2012 de 18 de junio (con la
aclaración realizada en la SCP 1045/2013 de 27 de junio, en la que sí se
concedió la tutela)], entre otrasʼ (las negrillas son nuestras) (SCP
0415/2015-S3 de 23 de abril).

Bajo el contexto referido, la acción de libertad, el debido proceso y la


línea jurisprudencial al respecto, se tiene que ésta puede ser
interpuesta a causa de un indebido procesamiento con la
finalidad de que se restablezcan las formalidades legales en el proceso,
no obstante el alcance de este supuesto, fue configurándose mediante el
desarrollo de la jurisprudencia constitucional, que en sus aspectos
importantes estableció la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, que:
‘Respecto a las denuncias referidas a procesamiento indebido, la
jurisprudencia constitucional ha sido uniforme al señalar que la vía
idónea para su impugnación es el amparo constitucional; sin embargo,
cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al
derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante,
dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad,
en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la
causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados
derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige
a este tipo de accionesʼ.

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Concluyendo textualmente: ‘En consecuencia, la acción de libertad,
tratándose de medidas cautelares de carácter personal, sólo puede
activarse ante un procesamiento indebido, cuando se encuentra
relacionado directamente con la amenaza, restricción o
supresión de la libertad física o de locomoción y se hubieren
agotado todos los mecanismos intraprocesales de impugnación,
salvo que al actor se le hubiere colocado en un absoluto estado
de indefensión, caso en el que no resulta razonable la exigencia de la
observancia del principio de subsidiariedad excepcional que rige a la
acción de libertad, precisamente por su imposibilidad de activar los
medios de reclamación; de tal manera que otras formas de
procesamiento indebido, no pueden ser compulsadas mediante la
presente acción de defensa, debiendo hacérselas en su caso en el
ámbito de la otra acción tutelar como el amparo constitucionalʼ” (las
negrillas corresponden al texto
original).
III.3. Marco contextual y jurisprudencia sobre la tramitación de los
incidentes según la norma adjetiva penal, modificada por la Ley
586 de 30 de octubre de 2014

Las excepciones e incidentes, se tramitan de conformidad con el art. 314


del CPP, modificado por la Ley 586, que a la letra establece:
“Artículo 314. (TRÁMITE).

I. Las excepciones se tramitarán por la vía incidental por una sola vez,
ofreciendo prueba idónea y pertinente, las cuales podrán plantearse
por escrito ante la o el Juez de Instrucción en lo Penal dentro del
plazo de diez (10) días computables a partir de la notificación
judicial con el inicio de la investigación preliminar, sin interrumpir
actuaciones investigativas.

II. La o el Juez de Instrucción en lo Penal en el plazo de veinticuatro


(24) horas, correrá en traslado a la víctima y a las otras partes,
quienes podrán responder de forma escrita en el plazo de tres (3)
días; con respuesta de la víctima o de las otras partes, la o el Juez
señalará audiencia para su resolución en el plazo fatal de tres (3)
días, previa notificación; la inasistencia de las partes no será causal
de suspensión de audiencia salvo impedimento físico debidamente
acreditado con prueba idónea. Sin respuesta de la víctima o de las
otras partes y vencido el plazo, la o el Juez o Tribunal resolverá de
forma fundamentada en el plazo fatal de dos (2) días, sin necesidad
de convocar a audiencia, así como las excepciones de puro derecho.

III. Excepcionalmente, durante la etapa preparatoria y juicio oral, la o el


imputado podrá plantear la excepción por extinción de la acción

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penal, ofreciendo prueba idónea y pertinente, conforme lo
establecido en el Numeral 4 del Artículo 308 del presente Código.

IV. Excepcionalmente, cuando concurran defectos absolutos que


agravien derechos y garantías constitucionales que
provoquen indefensión, durante la etapa preparatoria las
partes podrán plantear incidentes con fines correctivos
procesales, ofreciendo prueba idónea y pertinente” (las
negrillas nos corresponden).

De lo referido se tiene que la norma no establece un plazo para la


interposición de los incidentes por defectos absolutos previstos en el
párrafo IV de la norma adjetiva penal; y, en tal contexto, la jurisprudencia
contenida en la SCP 0513/2017-S2 de 22 de mayo, inicialmente estableció
que el plazo de diez días previsto en el art. 314.I del CPP, era aplicable
únicamente a las excepciones previstas por el art. 308 del mismo cuerpo
legal, estableciendo que un razonamiento distinto, generaba un estado de
indefensión a las partes durante la tramitación de la causa, pues vencido
el término de los diez días, no era viable denunciar cualquier tipo de
actividad procesal defectuosa.

Sin embargo, dicho entendimiento, fue modulado a través de la SCP


0007/2018-S1 de 27 de febrero, que tras una interpretación sistemática del
art. 314 del CPP, estableció que: “La oportunidad procesal para
promover un incidente dentro de un proceso penal debe ser a
partir de la notificación con el acto impugnado, sea en etapa
preparatoria o en fase de juicio, es decir que, el cómputo de los
diez días establecidos para la interposición del o de los
incidentes será computable desde la notificación con la
actuación procesal que genera el incidente” (el resaltado es
añadido).

III.4. Análisis del caso concreto

En el caso que se examina, el accionante, a través de su representante sin


mandato, denunció la vulneración de sus derechos al debido proceso en su
vertiente a la defensa, a la seguridad jurídica, a la tutela judicial efectiva, a
la presunción de inocencia y a la legalidad de la prueba; en virtud a que,
las autoridades demandadas, mediante Auto de Vista 17 de 20 de febrero
de 2020, declararon admisible e improcedente el recurso de apelación
incidental, confirmando el Auto Interlocutorio 01/2020 de 13 de enero,
que resolvió declarar infundado su incidente de nulidad por defectos
absolutos, entre los que se encontraba la denuncia de la ilegalidad de su

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aprehensión por aplicación de la acción directa en flagrancia entre otros;
Auto de Vista que aplicó el erróneo fundamento de que de acuerdo a la
modificación de las Leyes 586, 1173 y 1226, el plazo para la presentación
de incidentes y excepciones es de diez días desde la vulneración de su
derecho; siendo que las Leyes 1173 y 586 entraron en vigencia recién en
noviembre de 2019, y su incidente fue presentado el 9 de agosto del
indicado año; es decir, antes de la vigencia de las modificaciones al
procedimiento penal; asimismo, fundó su decisión en la SCP 1873/2013
que se encuentra basado en un proceso civil y no un penal.
De acuerdo al Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional,
se tiene que, las lesiones al debido proceso pueden ser analizadas vía
acción de libertad cuando concurran dos presupuestos: 1) El acto que se
considera como vulneratorio al debido proceso debe constituirse en causa
directa de supresión o restricción al derecho a la libertad; y, 2) Hubiese
existido absoluto estado de indefensión. En ese entendido, efectuando un
contraste entre la problemática planteada con el referido Fundamento
Jurídico, se advierte que el acto lesivo denunciado como infracción del
debido proceso; como es, el procedimiento efectuado en su aprehensión,
se encuentra vinculado directamente con la libertad del accionante; motivo
por el cual, corresponde ingresar al análisis de la problemática planteada.

Ahora bien, de la revisión de antecedentes y de lo alegado por el propio


accionante; se tiene que, dentro del proceso penal seguido por el
Ministerio Público a instancias de Adelaida Margarita de Barrancos y
Aurelio Barrancos Sandoval en contra de autor o autores, por la presunta
comisión del delito de robo agravado, el 29 de junio de 2019, fue
aprehendido el ahora impetrante de tutela, efectuándose al efecto el
informe de acción directa por un funcionario policial, quien no firmó el
mismo; así también, el 30 del indicado mes y año, fue imputado
formalmente por el señalado delito, indicándose en dicho fallo que “…
presuntamente era el encargado de encontrar vehículos para que sean
utilizados en los atracos…” (sic); de igual forma, el 1 de julio del citado
año, se llevó a cabo audiencia de medidas cautelares, donde al haber
denunciado varios imputados el abuso por parte de la Policía Boliviana, la
autoridad judicial pidió al Ministerio Público la investigación de oficio al
respecto, hecho que no ocurrió, asimismo, en el referido acto procesal, se
dispuso su detención preventiva debido a la existencia de los riegos
procesales establecidos en los arts. 234.10; y, 235.2 del CPP.

Ante tales circunstancias, el 9 de agosto de 2019, el solicitante de


tutela en mérito a los arts. 167 con relación 169.3 del mencionado Código,
presentó incidente de actividad procesal defectuosa, exponiendo los
agravios cometidos en su aprehensión, pidiendo a la autoridad judicial con
control jurisdiccional, corregir y anular todo el procedimiento investigativo
efectuado por el Ministerio Público dentro del proceso penal. Incidente que

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fue resuelto mediante Auto Interlocutorio 01/2020 de 13 de enero,
declarando infundado el referido incidente; por lo que, interpuso recurso
de apelación, el cual fue resuelto en audiencia de apelación llevada a cabo
el 20 de febrero del mencionado año, emitiéndose al efecto el Auto de
Vista 17 de la misma fecha, por el que Arminda Méndez Terrazas y Mirael
Salguero Palma, Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz –hoy demandados–, declararon
admisible e improcedente el recurso de apelación; y en consecuencia,
confirmaron el Auto Interlocutorio 01/2020.

En ese entendido, de lo expuesto, se tiene que el accionante presentó el


incidente de actividad procesal defectuosa el 9 de agosto de 2019,
observando el procedimiento efectuado en su aprehensión entre otros.
Incidente que la autoridad judicial declaró infundado, fundamentando que
su derecho habría precluido al presentarse fuera de plazo el incidente de
actividad procesal defectuosa y convalidar las actuaciones al pedir
cesación a la detención preventiva; al respecto, se advierte que el
accionante inobservó el plazo contemplado por el art. 314 del CPP, pues no
consideró que conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, el cómputo del
plazo según la modulación contenida en la SCP 0007/2018-S1 debió
realizarse a partir de la notificación con el acto impugnado; es decir que,
el cómputo de los diez días establecidos por el art. 314 de la norma
adjetiva penal, en el caso que nos ocupa, debió computarse a partir del
29 de junio de 2019, por ser el día en que el peticionante de la tutela
fue aprehendido (que es el acto que considera lesivo a sus derechos);
empero contrariamente, el incidente de actividad procesal defectuosa
recién fue presentado por el ahora accionante, el 9 de agosto del citado
año; es decir, más de un mes después del presunto acto vulnerador
de sus derechos. Por lo tanto, el incumplimiento de los plazos procesales
previstos por el art. 314 del CPP y la mencionada jurisprudencia, va acorde
al Fundamento Jurídico III.3. de este fallo constitucional, resultando
correcta la decisión asumida por las autoridades demandadas a tiempo de
emitir la Resolución motivo de la presente acción de libertad, en cuanto al
argumento del plazo de presentación de los incidentes y excepciones aun
con la aplicación de la Ley 586 anterior a las modificaciones insertas en la
Ley 1173; correspondiendo en consecuencia, denegar la tutela impetrada.

Finalmente, para conocimiento pedagógico, corresponde aclarar que,


respecto a la vulneración de la seguridad jurídica, es menester referir que
existe basta jurisprudencia como la SCP 0324/2012 de 18 de junio y la SC
1336/2011-R de 26 de septiembre (por citar algunas), donde se reiteró
que este Tribunal, estableció que la seguridad jurídica no constituye un
derecho, sino un principio regulador de la administración de justicia,
cabe señalar que, si bien la Constitución Política del Estado abrogada, en

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el catálogo de derechos fundamentales contenía el derecho a la
“seguridad” a partir de lo cual, la jurisprudencia del extinto Tribunal
Constitucional, estableció la consagración del “derecho a la seguridad
jurídica” como derecho fundamental, y en su mérito, ante la constatación
de su vulneración, en repetidas ocasiones otorgó la tutela. No obstante, al
presente, y en vigencia de la Constitución Política del Estado de 2009, la
seguridad jurídica, no se encuentra consagrada como derecho
fundamental, sino como un principio que sustenta la potestad de
impartir justicia emanada del pueblo (art. 178 de la CPE); y por otro lado,
como un principio articulador de la economía plural en el modelo
económico boliviano (art. 306.III de la CPE); de lo referido se deduce que
no se puede solicitar la tutela del aludido principio, a través de la presente
acción tutelar, que como se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.1 del presente fallo constitucional, tiene por objeto la protección de las
personas que consideren que su vida está en peligro, que son ilegalmente
perseguidas o indebidamente procesadas o privadas de libertad.

Consiguientemente, la Jueza de garantías, al haber denegado la tutela


impetrada, aunque con otros fundamentos, obró correctamente.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Cuarta Especializada; en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de
la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR la 14/20 de 10 de marzo de 2020, cursante de fs. 53 vta., a 55
vta., pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Décima Cuarta del
departamento de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada,
conforme los fundamentos jurídicos expuestos.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional

René Yván Espada Navía Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano


MAGISTRADO MAGISTRADO

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