Resolucion
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30 de abril de 2021
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en diciembre del indicado año tuvo que presentar acción de libertad de pronto
despacho en contra del “Juez de Instrucción Cautelar Penal” para que el mismo
sea resuelto; y ante las malas notificaciones efectuadas por funcionarios del
Juzgado de turno, la audiencia de consideración del incidente, se suspendió para
el 13 de enero de 2020. Demostrándose en dicha audiencia la existencia de una
actividad procesal defectuosa al haberse transgredido el debido proceso; sin
embargo, el Juez de Instrucción Penal Décimo Segundo del departamento de
Santa Cruz, resolvió el incidente indicando que “el derecho” hubiese precluido al
presentarse fuera de tiempo, toda vez que se habría presentado el 9 de agosto de
2019 y que su defensa convalidó las actuaciones al pedir la cesación de su
detención preventiva, siendo que el art. 314.“IV” del Código de Procedimiento
Penal (CPP) – modificado por el art. 12 de la Ley 1173 de 3 de mayo de 2019–
expresamente señaló que excepcionalmente cuando concurran defectos absolutos
que causen indefensión, podrán en etapa preparatoria plantear incidentes.
I.1.3. Petitorio
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Celebrada la audiencia pública el 10 de marzo de 2020, según consta en el acta
cursante de fs. 51 a 53, en presencia del accionante acompañado de su abogado,
y de las autoridades demandadas; se produjeron los siguientes actuados:
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Constitución Política del Estado, la jurisprudencia constitucional y los artículos de
las leyes que se hizo llegar.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Décima Cuarta del departamento de Santa Cruz, por
Resolución 14/20 de 10 de marzo de 2020, cursante de fs. 53 vta. a 55 vta.,
denegó la tutela solicita; con base en los siguientes fundamentos: i) Para
considerar la procedencia de conceder la tutela dentro de una acción de libertad,
se debe considerar diferentes parámetros, el primero de ellos, que se hubiese
producido una detención; segundo, que la detención sea ilegal; y, tercero, que no
haya sido dispuesto por autoridad competente o autoridad judicial; al respecto, de
acuerdo a lo manifestado por el propio abogado del accionante de que no van a
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permitir de que al juicio se ingrese con pruebas viciadas; se tiene que, la
jurisprudencia constitucional, estableció que el Tribunal Constitucional
Plurinacional, no es una instancia recursiva o de alzada; y, ii) Se presume que se
demandó la lesión del debido proceso, por falta de motivación y argumentación
dentro del Auto de Vista emitido en apelación, y al respecto, la SC 0102/2010-R,
determinó que la protección de la acción de liberad en cuanto al debido proceso
se refiere, no abarca en todas sus formas que el mismo pueda ser infringido, sino
a todos aquellos supuestos en la que está vinculada el derecho a la libertad
personal o de locomoción, y en los demás casos la lesión al debido proceso debe
ser reparada por los órganos jurisdiccionales o de la causa, lo que implica de que
si existe alguna de esas vulneraciones, debe denunciarse el mismo ante los jueces
o tribunales ordinarios asumiendo activamente su rol dentro del proceso a través
de los medios o recursos que la ley penal les prevé, y solo agotados éstos se
podrá acudir ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, pero a través de la
acción de amparo constitucional como medio idóneo para precautelar las lesiones
de las garantías al debido proceso si se colocó al accionante en un absoluto
estado de indefensión.
II. CONCLUSION
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13 de enero, que resolvió declarar infundado su incidente de nulidad por defectos
absolutos, entre los que se encontraba la denuncia de la ilegalidad de su
aprehensión por aplicación de la acción directa en flagrancia entre otros; Auto de
Vista que aplicó el erróneo fundamento de que de acuerdo a la modificación de
las Leyes 586, 1173 y 1226, el plazo para la presentación de incidentes y
excepciones es de diez días desde la vulneración de su derecho; siendo que las
Leyes 1173 y 586 entraron en vigencia recién en noviembre de 2019, y su
incidente fue presentado el 9 de agosto del indicado año; es decir, antes de la
vigencia de las modificaciones al procedimiento penal; asimismo, fundó su
decisión en la SCP 1873/2013 que se encuentra basado en un proceso civil y no
un penal.
En consecuencia, corresponde en revisión, dilucidar si tales extremos son
evidentes y si constituyen actos lesivos de los derechos fundamentales o
garantías constitucionales del accionante, a fin de conceder o denegar la tutela
impetrada.
III.1. La naturaleza jurídica de la acción de libertad y sus presupuestos
de activación. Jurisprudencia reiterada
“La Acción de Libertad tiene por objeto garantizar, proteger o tutelar los
derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad
de circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o
integridad física está en peligro” (las negrillas son nuestras).
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en la SCP 0054/2012 de 9 de abril, refirió que: “ La acción de libertad es
una acción tutelar de carácter extraordinario, que fue instituida en la
Constitución Política del Estado abrogada en su art. 18, y ahora como
acción de libertad en el orden constitucional vigente en el art. 125,
manteniendo el mismo carácter y finalidad de protección a la
libertad física o personal, o de locomoción y al debido proceso
vinculado con la libertad, además de haber ampliado su ámbito
de aplicación y protección haciéndola extensible al derecho a la
vida, por lo que se constituye en una garantía constitucional por el bien
jurídico primario (vida) y fuente de los demás derechos del ser
humano…” (el
resaltado nos corresponde).
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(…) para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda
ejercerse mediante el recurso de hábeas corpus cuando se denuncia
procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido
como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la
autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la
libertad por operar como causa directa para su restricción o
supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión, es
decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los
supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de
la libertad».
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Concluyendo textualmente: ‘En consecuencia, la acción de libertad,
tratándose de medidas cautelares de carácter personal, sólo puede
activarse ante un procesamiento indebido, cuando se encuentra
relacionado directamente con la amenaza, restricción o
supresión de la libertad física o de locomoción y se hubieren
agotado todos los mecanismos intraprocesales de impugnación,
salvo que al actor se le hubiere colocado en un absoluto estado
de indefensión, caso en el que no resulta razonable la exigencia de la
observancia del principio de subsidiariedad excepcional que rige a la
acción de libertad, precisamente por su imposibilidad de activar los
medios de reclamación; de tal manera que otras formas de
procesamiento indebido, no pueden ser compulsadas mediante la
presente acción de defensa, debiendo hacérselas en su caso en el
ámbito de la otra acción tutelar como el amparo constitucionalʼ” (las
negrillas corresponden al texto
original).
III.3. Marco contextual y jurisprudencia sobre la tramitación de los
incidentes según la norma adjetiva penal, modificada por la Ley
586 de 30 de octubre de 2014
I. Las excepciones se tramitarán por la vía incidental por una sola vez,
ofreciendo prueba idónea y pertinente, las cuales podrán plantearse
por escrito ante la o el Juez de Instrucción en lo Penal dentro del
plazo de diez (10) días computables a partir de la notificación
judicial con el inicio de la investigación preliminar, sin interrumpir
actuaciones investigativas.
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penal, ofreciendo prueba idónea y pertinente, conforme lo
establecido en el Numeral 4 del Artículo 308 del presente Código.
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aprehensión por aplicación de la acción directa en flagrancia entre otros;
Auto de Vista que aplicó el erróneo fundamento de que de acuerdo a la
modificación de las Leyes 586, 1173 y 1226, el plazo para la presentación
de incidentes y excepciones es de diez días desde la vulneración de su
derecho; siendo que las Leyes 1173 y 586 entraron en vigencia recién en
noviembre de 2019, y su incidente fue presentado el 9 de agosto del
indicado año; es decir, antes de la vigencia de las modificaciones al
procedimiento penal; asimismo, fundó su decisión en la SCP 1873/2013
que se encuentra basado en un proceso civil y no un penal.
De acuerdo al Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional,
se tiene que, las lesiones al debido proceso pueden ser analizadas vía
acción de libertad cuando concurran dos presupuestos: 1) El acto que se
considera como vulneratorio al debido proceso debe constituirse en causa
directa de supresión o restricción al derecho a la libertad; y, 2) Hubiese
existido absoluto estado de indefensión. En ese entendido, efectuando un
contraste entre la problemática planteada con el referido Fundamento
Jurídico, se advierte que el acto lesivo denunciado como infracción del
debido proceso; como es, el procedimiento efectuado en su aprehensión,
se encuentra vinculado directamente con la libertad del accionante; motivo
por el cual, corresponde ingresar al análisis de la problemática planteada.
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fue resuelto mediante Auto Interlocutorio 01/2020 de 13 de enero,
declarando infundado el referido incidente; por lo que, interpuso recurso
de apelación, el cual fue resuelto en audiencia de apelación llevada a cabo
el 20 de febrero del mencionado año, emitiéndose al efecto el Auto de
Vista 17 de la misma fecha, por el que Arminda Méndez Terrazas y Mirael
Salguero Palma, Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz –hoy demandados–, declararon
admisible e improcedente el recurso de apelación; y en consecuencia,
confirmaron el Auto Interlocutorio 01/2020.
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el catálogo de derechos fundamentales contenía el derecho a la
“seguridad” a partir de lo cual, la jurisprudencia del extinto Tribunal
Constitucional, estableció la consagración del “derecho a la seguridad
jurídica” como derecho fundamental, y en su mérito, ante la constatación
de su vulneración, en repetidas ocasiones otorgó la tutela. No obstante, al
presente, y en vigencia de la Constitución Política del Estado de 2009, la
seguridad jurídica, no se encuentra consagrada como derecho
fundamental, sino como un principio que sustenta la potestad de
impartir justicia emanada del pueblo (art. 178 de la CPE); y por otro lado,
como un principio articulador de la economía plural en el modelo
económico boliviano (art. 306.III de la CPE); de lo referido se deduce que
no se puede solicitar la tutela del aludido principio, a través de la presente
acción tutelar, que como se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.1 del presente fallo constitucional, tiene por objeto la protección de las
personas que consideren que su vida está en peligro, que son ilegalmente
perseguidas o indebidamente procesadas o privadas de libertad.
POR TANTO
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