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Introducción
A
mérica Latina y el Caribe (ALC) vienen librando una de la seguridad ciudadana, tanto a nivel conceptual como de
guerra de baja intensidad, pero de alta mortalidad y de diseño institucional y de política pública. En el plano conceptual,
exorbitantes costos económicos, sociales y políticos. pasamos de enfoques de negación de la responsabilidad
Pese a que la región no registra conflictos armados activos3 del Estado a abordajes de naturaleza reactiva y represiva,
, ostenta altos niveles de violencia con la tasa de homicidios para finalmente instituir un nuevo paradigma que, apuesta
más alta del mundo –22,3 frente a 5,3 (promedio global) por por la integralidad, los derechos humanos y la coordinación
cada 100 mil habitantes en 2015 4–. Aun cuando existen multisectorial para la prevención de la violencia y el delito. En
diferencias en las dimensiones del problema entre países, las el plano del diseño institucional, pasamos de la centralidad
tasas de homicidios de las distintas subregiones han tendido de las instituciones de defensa nacional hacia sistemas y
a igualarse. Ello se explica por la caída de estas en algunos sectores integrados por múltiples actores institucionales y
países de Centroamérica5 y el Caribe, y un fuerte incremento sociales dotados de un abanico de herramientas de gestión,
en Venezuela que arrastra el promedio de Suramérica. coordinación, planificación y financiamiento. Finalmente,
en materia de políticas públicas se vienen identificando y
La violencia hace especialmente vulnerables a los jóvenes, documentando intervenciones exitosas en la contención y
quienes tienen más probabilidades de ser víctimas de delitos disminución del delito y la violencia, aunque persiste el desafío
y están más expuestos a caer en redes criminales por su alta de expandir su impacto a nivel geográfico –sin desconocer las
participación en delitos violentos6 . Luego, a la pérdida de necesidades locales– y hacerlas sostenibles en el tiempo.
vidas humanas se suma el costo económico que se estima en Afianzar los avances conceptuales e institucionales y construir
promedio del 3% del PIB de la región –dos veces lo estimado en base a la evidencia empírica se convierten en tareas
para los países desarrollados–; llegando incluso a duplicarse prioritarias para fortalecer las respuestas ante el desafío de la
en países centroamericanos como Honduras y El Salvador seguridad ciudadana.
(BID, 2017).
Este estudio se propone abordar el reto de cómo mejorar la
Estas condiciones han creado un estado de alarma social gestión institucional y la efectividad y sostenibilidad de las
al punto que se calcula que el 43% de la población siente políticas públicas en el marco de una visión sistémica de la
constantemente temor a ser víctima de un delito, y la seguridad cadena de valor de la Seguridad Ciudadana. En otras palabras,
pública se ha convertido en una de las preocupaciones que más de cómo consolidar una efectiva gobernanza de la seguridad
aqueja a los ciudadanos (Corporación Latinobarómetro, 2017). ciudadana, fundamentada en los principios de los derechos
Todo ello confluye para que el tema se vea envuelto en las redes humanos y la democracia.
del populismo punitivo7 , generando incentivos perversos en
quienes buscan obtener créditos inmediatos –especialmente La Gobernanza entendida por el conjunto de procesos
en el ámbito mediático y electoral– respondiendo desde las y mecanismos mediante los cuales las sociedades u
pasiones y no desde las razones; convirtiendo a la seguridad organizaciones definen y gestionan sus políticas públicas;
ciudadana en uno de los mayores desafíos para la gobernanza8 determinan liderazgos; definen quienes participan del proceso
democrática de la región. y cómo se rendirá cuentas. En materia de Seguridad Ciudadana,
la gobernanza alude a todos los factores, normas, actores que
Ahora bien, merece la pena resaltar que, a lo largo de los se coordinan para producir una estructura institucional, para
últimos años de esfuerzos de la región por atender y prevenir el generar un bien público o implementar una política pública,
fenómeno de la violencia, se vislumbran avances en el campo considerando la participación de las policías, el ministerio
3 Técnicamente persiste el que involucra a la organización guerrillera Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Colombia, pero desde 2016 se adelan-
tan diálogos de paz con el gobierno.
4 Consultado en el Banco de datos del Banco Mundial. Indicadores de desarrollo mundial. Sitio web http://databank.bancomundial.org/data/source/
world-development-indicators.
5 En el caso de la subregión de Centroamérica, la caída en las tasas de homicidios ha estado jalonada principalmente por Guatemala, Nicaragua y
Panamá desde 2010, y Honduras desde 2013. Aunque El Salvador y Costa Rica se sumaron a esta tendencia decreciente entre 2010-2013, nuevas alzas
se empezaron a registrar a partir de 2014.
6 Los resultados de una encuesta realizada por la Corporación Andina de Fomento (2014) a un grupo de víctimas de delitos en varias ciudades de
América Latina, revelan que la mayoría (85%) fueron agredidos por menores de 35 años.
7 Basombrío y Dammert (2013) exponen que el populismo punitivo se sustenta en quienes consideran que la impunidad del delito es alentada por el
exceso de garantías para los delincuentes y que ello desprotege a las víctimas y a la sociedad en su conjunto. De allí que se estime necesario o urgente
tomar medidas más duras y hasta excepcionales para enfrentarlo (p. 1).
8 Siguiendo la línea conceptual del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (1997), entiéndase que la gobernanza transciende la acción
en solitario del Estado para integrar la participación de la sociedad civil y del sector privado en la toma de decisiones de política.
Seguridad Ciudadana en América Latina y el Caribe: desafíos e innovación en gestión y políticas públicas en los últimos 10 años 11
público, los gobiernos regionales y locales, sector privado y Este documento consta de cuatro secciones. La primera
sociedad civil.9 sección aborda los avances conceptuales en torno al
tratamiento de la seguridad ciudadana, y los desafíos que
La ciencia de la gestión de la seguridad ciudadana y de la tales avances introducen a la gestión institucional. La segunda
prevención de la criminalidad y la violencia es un campo de sección expone el análisis de los principales instrumentos
reciente investigación (Fixsen et al., 2005), pero que crece de gobernanza que inciden en la organización y gestión del
rápidamente (Homel y Homel, 2012). Según esta literatura, sector seguridad. En la tercera sección se examina el ciclo
una buena gobernanza del sector requiere: (i) contar con un de la política pública para dilucidar claves que explican los
ente rector fuerte y una estructura institucional especializada; resultados más promisorios e innovadores de iniciativas
(ii) basar la gestión en información de calidad y evidencia políticas. La última sección plantea recomendaciones y
oportuna; (iii) definir, implementar y evaluar la estrategia de posibles extensiones del estudio.
intervención (Mertz, 2014); y (iv) contar con mecanismos
efectivos de coordinación horizontal entre ministerios
sectoriales relevantes y coordinación vertical entre niveles de
gobierno.
P
ara los propósitos de este estudio, el análisis conceptual ciudades, en las que la segregación social de espacios
del tratamiento de la seguridad ciudadana se agrupa propició la desigualdad en el acceso a servicios de calidad
en tres paradigmas diferenciados en el tiempo (Cuadro –entre ellos, la seguridad– según la capacidad adquisitiva de
1). Cada uno ha plasmado su huella y juntos han configurado cada quien.
escenarios donde se sobreponen enfoques y medidas,
en ocasiones contrapuestas10 , que nos alertan sobre las Ante el agravamiento del problema de la inseguridad y la
dificultades de afianzar los nuevos paradigmas de la seguridad. creciente percepción de alarma social, empezó a ganar
terreno el paradigma de la “mano dura”, inspirado en el
El primero, bajo la consigna “sálvese quien pueda”, se populismo punitivo. Este enfoque privilegió la adopción de
caracteriza por una actitud de indiferencia y negación por parte medidas represivas a nivel legislativo, administrativo, judicial
de los organismos públicos frente al problema de la violencia y y comunitario13. En el plano legislativo se promovieron nuevos
el delito. Fue el paradigma dominante hace aproximadamente tipos penales, se amplió la aplicación de penas privativas de
tres décadas cuando la inseguridad empezaba a aflorar como libertad y se disminuyó la edad de responsabilidad penal (ver
un tema de preocupación ciudadana. Su enfoque atrasó la más en Basombrío y Dammert, 2013). En el plano administrativo
incorporación del tema a la agenda pública y, en consecuencia, se promovieron nuevos tipos penales, se amplió la aplicación
se promovieron soluciones de naturaleza privada e individual. de penas privativas de libertad y se disminuyó la edad de
Bajo este paradigma se evidenció un crecimiento vertiginoso responsabilidad penal (ver más en Basombrío y Dammert,
de los servicios de seguridad privada11 , del armamentismo 2013). En el plano administrativo se crearon unidades
civil12 y un cambio acelerado en el perfil urbanístico de muchas especiales de Policía a las que se les amplió sus facultades en
9 BID, 2018, Curso Líderes para la gestión en seguridad ciudadana y Justicia, Módulo 2
10 Así lo ejemplifican los casos de algunos países de Centroamérica y México, donde al mismo tiempo que instituciones de seguridad siguen un
proceso de reformas inspiradas en principios de actuación acordes con el Estado de derecho y la democracia, se continúa convocando a las Fuerzas
Armadas para que asuma funciones de la Policía en la lucha contra el crimen (González, 2014).
11 Según reporta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2013), entre 2012 y 2013 existían en la región unos 2,6 millones de policías
mientras el número de vigilantes privados ascendía a más de 3,8 millones. En Guatemala, por ejemplo, la tasa de vigilantes privados llegó a un poco
más de 900 por cada 100 mil habitantes, mientras que la de policías apenas alcanzaba los 150.
12 América Latina y África son las regiones del mundo con mayor cantidad de armas de fuego per cápita. Particularmente en América Latina el
impacto negativo es mayor por la proliferación y mala utilización de armas pequeñas y livianas asociadas con la criminalidad común (Sáenz, 2007). En
efecto, el porcentaje de homicidios que se cometen con ellas supera ampliamente el promedio mundial –78% en Centroamérica, 53% en Suramérica y
51% en el Caribe, frente al 32% global– (Muggah y Aguirre, 2018).
13 Estas políticas proliferaron especialmente en algunos países de Centroamérica durante la primera década del siglo XXI. En Guatemala se recuerda
la puesta en marcha en 2003 del Plan Escoba, dirigido al control de la delincuencia juvenil. Durante su vigencia se desplegaron fuerzas conjuntas
de policías y militares para realizar detenciones masivas de jóvenes sospechosos de pertenecer a pandillas, se crearon los tribunales especiales
denominados “juzgados de alto impacto”, se reestableció la pena de muerte y se emitieron declaratorias de estados de excepción en algunas zonas.
Ese mismo año se puso en marcha en El Salvador el Plan Mano Dura y posteriormente el Plan Súper Mano Dura, mediante los cuales se endurecieron
las penas, se concedieron nuevas facultades a la Policía y se desplegaron operativos conjuntos Policía-Ejército en zonas marginales para el control de
pandillas y maras (Programa Estado de la Nación, 2008).
12 Seguridad Ciudadana en América Latina y el Caribe: desafíos e innovación en gestión y políticas públicas en los últimos 10 años
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La violencia y el delito son el resultado de Fortalecimiento del nivel local en el diseño e implementación
Convivencia
causas múltiples que demandan estrategias de políticas y programas.
ciudadana y
integrales y multisectoriales, en el marco de
prevención
los derechos humanos. Gestión con base en evidencia y riguroso manejo de datos y
estadísticas.
materia de detención e investigación, y las Fuerzas Armadas los Estados Unidos en los años setenta, parece haber tenido en
se incorporaron a la ejecución de rutinas de naturaleza policial el mejor de los casos, un modesto impacto en la reducción de
(ver más en Arias et al., 2012; Rico y Chinchilla, 2006). En tasas de criminalidad, pero ha tenido un impacto significativo en
materia judicial se intensificó el recurso de la prisión preventiva la distorsión de los mercados laborales, al reducir el bienestar
y la aplicación de sanciones más drásticas, lo que condujo al de la infancia, socavar la participación cívica y política (Travis,
crecimiento de la población penitenciara y a un grave deterioro Western y Redburn, 2014). En una línea similar, los beneficios
en las condiciones de internamiento14 . Finalmente, a nivel de políticas como Mano Dura, son superados por sus costos,
comunitario se extendió el vigilantismo y se empezaron a ya que después de su implementación las tasas de homicidio
registrar casos de linchamientos sociales y de “justica por experimentaron reducciones y posteriormente se dispararon
mano propia”15. A pesar de que el 95% del electorado apoyó las al alza. Estas políticas socavan la voluntad de los ciudadanos
políticas de Mano Dura en algunos países de Centroamérica, de denunciar el delito generando impunidad para la actividad
estas políticas no funcionaron bien (Holanda, 2013). Por delictiva (Gingerich y Oliveros 2018)16.
ejemplo, en otra latitud, la política de criminalidad punitiva en
14 Carranza (2012) reporta que en las últimas dos décadas las tasas de población penitenciaria en América Latina se incrementaron de manera
exorbitante. En países como Brasil y El Salvador se triplicaron, y en otros como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay se
duplicaron.
15 En Honduras, por ejemplo, se estima que entre 1998 y 2007 fueron asesinados más de 3.600 jóvenes por parte de escuadrones de limpieza social
(Programa Estado de la Nación, 2008).
16 Gingerich, Daniel; Scartascini, Carlos. A heavy hand or a helping hand? Information provision and citizen preferences for Anti-Crime Policies. BID,
2018
Seguridad Ciudadana en América Latina y el Caribe: desafíos e innovación en gestión y políticas públicas en los últimos 10 años 13
Pese a que algunos elementos de estas estrategias fallidas alcanzar una mejor calidad de vida18 .
siguen gravitando en el sector seguridad, la carencia de
resultados positivos derivados de su aplicación indujo a un Lamentablemente, los avances conceptuales y doctrinarios no
cambio conceptual en el tratamiento del tema. Es así como se incorporan con la velocidad deseada en el funcionamiento
nace el nuevo paradigma de la convivencia ciudadana y de las instituciones y en la formulación de las políticas
prevención, que se caracteriza por abarcar un enfoque de públicas; fundamentalmente porque plantean exigencias de
derechos humanos –tanto para las víctimas como para los cierta complejidad a las instituciones y a sus procesos de
ofensores–, defender el respeto a los principios del Estado gestión. A nuestro criterio, son cuatro los principales desafíos
de derecho, y reconocer la naturaleza multifactorial de la institucionales que trae consigo el nuevo paradigma de la
inseguridad y la violencia. seguridad ciudadana (Cuadro 2).
DESAFÍO COMPONENTES
17 Hace referencia las nociones de seguridad ciudadana desarrolladas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2009), el Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (2010a) y el Banco Interamericano de Desarrollo (2012).
18 BID, 2018, Curso Líderes para la gestión en seguridad ciudadana y Justicia, Módulo 1.
14 Seguridad Ciudadana en América Latina y el Caribe: desafíos e innovación en gestión y políticas públicas en los últimos 10 años
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venido ganando terreno tanto en el discurso público como en desafíos, tales como:
documentos oficiales que sustentan diagnósticos y propuestas
programáticas. Sin embargo, la efectiva incorporación de esta 1. En lo que respecta a las instituciones gubernamentales,
noción al quehacer institucional sigue siendo limitada porque: el llamado a la acción concertada sobre la base de
plataformas programáticas integrales supone un
1. El llamado a la integralidad invita a la incorporación de reto mayúsculo para las administraciones públicas
diversos organismos y sectores a la gestión de la seguridad acostumbradas a trabajar de manera aislada, reacias a
que tradicionalmente no eran vistos como parte del sector compartir información y recursos, y con poca inclinación
–organismos especializados en educación, recreación, a articular y coordinar (Beliz, 2012). Las resistencias
salud, planificación urbana, infancia y juventud, género, pueden ser mayores según los mecanismos de
entre otros–. No obstante, el abordaje integral de la convocatoria y de coordinación que se utilicen, e incluso
seguridad va más allá de la simple sumatoria de nuevas según el nivel de gobierno o el tipo de organismo que
instituciones y enfoques, toda vez que supone una visión asuma el liderazgo. Esto plantea la necesidad de diseñar
compartida del problema y una comunión en torno a los estructuras organizativas que faciliten la coordinación y
principios orientadores y las prioridades programáticas, la cohesión interinstitucional.
independientemente de que cada actor tenga capacidades
y alcances de intervención diferenciados. Esto es algo 2. La relación entre las administraciones político-territoriales
que no está siendo debidamente atendido. es una de las más importantes, pero a la vez más complejas
de articular. Los enfoques de prevención situacional
2. Aun cuando existe anuencia de parte de diferentes y de gestión de factores de riesgo han acrecentado la
organismos a trabajar con un enfoque de prevención de importancia que tiene el nivel subnacional y los gobiernos
la violencia, su personal no cuenta con el conocimiento, locales en la gestión de la seguridad ciudadana. En
las técnicas y los instrumentos necesarios para impactar efecto, aspectos como la recuperación de espacios
las variables de riesgo social asociadas al delito y la públicos, el diseño urbanístico para la integración social,
violencia con la propiedad que se requiere. Por lo general, la promoción de actividades recreativas, entre otras, han
las políticas de carácter social en las áreas de educación, hecho que una parte fundamental de las políticas de
salud, urbanismo y otras, no tienen necesariamente prevención y control de la violencia y el delito se traslade
como objetivo principal la reducción de la delincuencia al ámbito subnacional. Sin embargo, el énfasis en lo local
sino la mejora de ciertas condiciones de la población. plantea importantes desafíos en el diseño de mecanismos
De allí que su efecto sobre las tasas de criminalidad de complementación y coordinación entre las autoridades
nunca será directo sino inducido y con resultados nacionales, estatales y municipales, que trasciendan en el
diluidos en el tiempo19. Por ejemplo, los programas tiempo pese a los cambios del gobierno en turno (Wilson
sociales de naturaleza selectiva que atienden a grupos Center, 2015).
específicos en situación de vulnerabilidad ofrecen buenas
condiciones para impactar factores de riesgo asociados a 3. Cada vez más la sociedad civil gana protagonismo como
la criminalidad. Sin embargo, es muy común que quienes actor relevante en la gestión de políticas públicas. No
los lideran tengan objeciones a que se asocie pobreza obstante, su participación plantea dos importantes
y exclusión con delincuencia y violencia –lo que se desafíos a la gobernanza de la seguridad. El primero,
conoce como criminalizar la pobreza–, lo que dificulta su asociado a la dificultad de las instituciones públicas
integración a la gestión de la seguridad. para trabajar con modelos de gestión participativa, dada
la poca experiencia en ello. El segundo, por la dificultad
2.2 El desafío de la multisectorialidad para conseguir una participación eficaz y duradera
de los ciudadanos que resista las tentaciones de la
Asociada a la integralidad se conectan nociones politización, la represión, y la improvisación. Lo anterior
como la gestión multisectorial e interinstitucional, que hacen hace necesario plantearse la necesidad de transformar
referencia a la necesaria participación de diversos actores la cultura burocrática y crear instrumentos y métodos de
sociales e institucionales del plano nacional y subnacional trabajo que propicien la articulación de las instituciones
–en ocasiones incluso del internacional– en la gestión de la con los grupos sociales, así como de atender los aspectos
seguridad. Ahora bien, la incorporación tanto de las entidades relativos a la organización y capacitación de la sociedad
públicas del plano nacional como de los gobiernos locales, la civil.
sociedad civil, la academia y el sector privado plantea diversos
19 Chioda (2016) expone que se ha documentado ampliamente cómo ciertas políticas sociales –entre ellas, la atención a la primera infancia, la ed-
ucación obligatoria, la reducción de la pobreza, entre otras– redundan en beneficios para la prevención del delito, pese a no haber sido pensadas para
incidir en ello. Ante este panorama, la autora recomienda rediseñar las políticas existentes introduciendo un enfoque más deliberado en la prevención
del delito y la violencia, a efectos de mejorar y ampliar los alcances de su incidencia.
Seguridad Ciudadana en América Latina y el Caribe: desafíos e innovación en gestión y políticas públicas en los últimos 10 años 15
4. El sector privado también juega un papel importante en la como en la sociedad civil–, y (iii) acceso a las tecnologías de la
coproducción de la seguridad y la prevención del delito, información y la comunicación (TIC) que faciliten la gestión de
especialmente el ligado a actividades productivas que información para el diseño, implementación y monitoreo de las
reciben en mayor medida el impacto directo del deterioro políticas y programas. Cada uno de estos aspectos enfrenta
de la seguridad –comercio, turismo y transporte–. Es importantes limitantes, como se analiza a continuación.
así como la seguridad se ha vuelto un tema prioritario
en las agendas de las cámaras empresariales, cuyos 1. La disponibilidad y calidad de la información es
representantes hacen parte de comisiones especializadas fundamental en el proceso de toma de decisiones toda
convocadas por los gobiernos, y participan en la vez que permite determinar con mayor rigor la magnitud
implementación de medidas o en el financiamiento del problema y disminuir el efecto de criterios subjetivos
complementario de programas20 . Además, el sector asociados a la discreción política, la percepción de
privado se ha convertido en proveedor directo de seguridad inseguridad y el termómetro de la opinión pública, y el
tanto a través de empresas que ofrecen servicios y efecto mediático. También facilita la construcción de
productos para vigilancia y protección, como participando líneas de base para medir el éxito o fracaso de las acciones
en esquemas de concesión de la administración de que se implementan, y de predictores delictivos para
centros penitenciarios. Si bien su integración a la gestión estimar tendencias y anticipar acciones que procuren su
de la seguridad ofrece un gran potencial para fortalecer neutralización y contención. A pesar de los avances que
las políticas públicas, también implica desafíos como se registran en el área, persisten problemas que afectan
el de controlar la creciente privatización de servicios la fiabilidad y oportuna disponibilidad de las estadísticas
de seguridad con débiles marcos regulatorios, y el de asociadas a la criminalidad y la violencia. Entre ellos se
amortiguar el desigual acceso de la población a servicios destacan: (i) la ausencia de sistemas de información que
de seguridad de calidad. integren estadísticas provenientes de diferentes fuentes y
que respondan a categorías uniformes y comparables en
5. Una de las respuestas más frecuentes al desafío de la el tiempo, (ii) la dificultad para actualizar la información
multisectorialidad es la creación de consejos para la de manera periódica e incluso en tiempo real, (iii) el
seguridad y la prevención del delito, con diferencias en su esporádico uso de encuestas de victimización, (iv) la débil
nivel de actuación (nacional, regional, local), atribuciones, incorporación de herramientas de georreferenciación de
estructura, financiamiento y dependencia a la que están incidentes y otras variables relevantes, y (v) la dificultad
adscritos. Estas estructuras han mostrado ser útiles para de coordinar las diversas dependencias públicas que
la definición de lineamientos de política, el establecimiento deben alimentar los sistemas de información.
de prioridades programáticas, la asignación de recursos y
la coordinación. Pese al avance que suponen, se observan 2. El abordaje multicausal de la seguridad implica la
problemas y limitaciones asociados a la excesiva consideración de un amplio número de variables en
burocratización y la ausencia de mecanismos rigurosos todas las fases del proceso de toma de decisiones y, por
para el monitoreo de acciones y el cumplimiento de consiguiente, un personal con capacidades técnicas y
metas. Además, los lineamientos no siempre permean los profesionales específicas, y competencias transversales
niveles operativos de las instituciones, identificándose –como capacidad para trabajar en equipo, actitud
serios problemas de acoplamiento. proactiva y resolutiva, y habilidades para comunicar
de manera horizontal y vertical–. La falta de ello en
Uno de los aspectos más destacados de los nuevos funcionarios públicos y en representantes de la sociedad
enfoques de la seguridad es el relativo a la necesidad de civil se convierte en una gran limitante21 . Sin embargo,
diseñar e impulsar políticas públicas basadas en evidencia el panorama se torna alentador en la medida que se ha
2.3 El desafío de la rigurosidad visto cómo Jamaica, Honduras, Nicaragua y Panamá
han realizado valiosos esfuerzos a nivel de selección,
empírica y con rigor científico (Banco Interamericano de capacitación y evaluación de profesionales para la
Desarrollo, 2012). Esta exigencia supone al menos cumplir con ejecución de proyectos de prevención de la violencia
tres condiciones: (i) disponibilidad y gestión de información (Banco Interamericano de Desarrollo, 2014a).
fiable y oportuna, (ii) existencia de un recurso humano con
capacidades técnicas para gestionar políticas asociadas al 3. Es indudable que las TIC se han convertido en un
nuevo paradigma de la seguridad –tanto en las instituciones elemento crítico para la gestión de la seguridad
20 Uno de los ejemplos más destacados es el del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (FICOSEC), creado por el sector empre-
sarial del estado de Chihuahua en México para apoyar financieramente intervenciones que mejoren la seguridad en el estado y fortalecer las insti-
tuciones de seguridad y justicia mediante la participación ciudadana. Más detalles pueden ser consultados en su sitio web http://ficosec.org/nosotros/
21 De allí que Beliz (2012) proponga la creación de un servicio civil profesional para la gestión de la prevención de la violencia.
16 Seguridad Ciudadana en América Latina y el Caribe: desafíos e innovación en gestión y políticas públicas en los últimos 10 años
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22 El término proviene de la ingeniería informática. Difiere de escalamiento, que sugiere el ascenso mas no procura necesariamente la condición de
calidad.
23 El Foro Brasileño de Seguridad Ciudadana es un buen referente. Fue creado en 2006 con el objetivo de promover el diálogo entre actores claves de
la seguridad, la investigación aplicada y la asistencia técnica (Leeds, 2013).
Seguridad Ciudadana en América Latina y el Caribe: desafíos e innovación en gestión y políticas públicas en los últimos 10 años 17