Consejería Prematrimonial Modulo I

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Consejería Prematrimonial

Módulo I

Tema

‘’Vida espiritual en pareja’’


¿Cómo crecer juntos?

Elaborado por
Anders Sttebins Gracius

&

Marie Elva Jean Felix Gracius

Fecha
Miércoles 24 de Enero 2024
[email protected]
Mateo 18:19-20
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la
tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre
que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Este pasaje bíblico, encontrado en el Evangelio de Mateo 18:19-20, destaca la


importancia y el poder de la oración, especialmente cuando dos o más personas se
unen en armonía y acuerdo. En el contexto de las parejas, estas palabras ofrecen
una perspectiva valiosa sobre la necesidad de cultivar una vida de oración tanto
individual como conjunta.

En primer lugar, la referencia a "dos de vosotros" sugiere la importancia de la unidad


en la relación. Cuando una pareja se une en oración, no solo buscan sus propios
deseos y necesidades, sino que también aprenden a compartir y entender las
preocupaciones y aspiraciones del otro. Este acto de ponerse de acuerdo en la
oración fortalece los lazos emocionales y espirituales, creando un terreno fértil para
el crecimiento conjunto.

La invitación a congregarse en el nombre de Jesús resalta la importancia de tener a


Dios como el centro de la relación. La vida de oración individual permite que cada
miembro de la pareja desarrolle una conexión personal con Dios, lo cual es esencial
para mantener una base espiritual sólida. Cuando ambos miembros de la pareja
cultivan su relación con Dios por separado, están mejor equipados para compartir y
apoyarse mutuamente en sus esfuerzos por crecer espiritualmente.

La promesa de que Dios responderá a las peticiones de aquellos que se ponen de


acuerdo en la tierra subraya la efectividad de la oración en pareja. La unión en la
oración no solo fortalece la relación entre los cónyuges, sino que también invita a la
presencia de Dios en medio de ellos. Este acto de invitar a Dios a ser parte de su
vida conjunta fomenta un ambiente en el cual ambos pueden experimentar la guía
divina y encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan como pareja.

En resumen, el pasaje destaca que la oración en pareja no solo es un acto espiritual,


sino también una herramienta poderosa para fortalecer la conexión emocional y
espiritual entre los cónyuges. Cultivar una vida de oración tanto individual como
conjunta puede enriquecer la relación, proporcionando una base sólida que resistirá
las pruebas del tiempo y los desafíos que puedan surgir. La presencia de Dios en el
centro de la relación brinda consuelo, dirección y fortaleza, lo cual es esencial para
construir un matrimonio duradero y significativo.
¿Vida espiritual?
La vida espiritual de un creyente evangélico se caracteriza por su compromiso personal con
Jesucristo, basado en la fe en la Biblia como la Palabra de Dios y la creencia en la salvación
por gracia. Incluye una relación personal con Jesucristo, la lectura regular de la Biblia, la
participación activa en la iglesia, la evangelización, una vida de oración y el compromiso con
la santificación. La fe evangélica se vive a través de la búsqueda de una conexión directa
con Dios, la obediencia a sus enseñanzas y el deseo de compartir la fe con otros.

Introducción
La importancia de la vida espiritual en la pareja radica en que proporciona un fundamento
sólido y duradero para la relación. La espiritualidad va más allá de las creencias religiosas;
implica compartir valores, propósitos y principios que guían la vida diaria. Al cultivar una
vida espiritual en pareja, se fortalece la conexión a un nivel más profundo, permitiendo que
ambos crezcan juntos en amor, comprensión y resiliencia. La espiritualidad también
proporciona un marco de referencia para abordar desafíos, tomar decisiones importantes y
encontrar significado en la vida en conjunto, creando así una base sólida para una relación
saludable y enriquecedora.

Desarrollo
A. Orar en Pareja Regularmente
Mateo 18:20 - "Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos."
La oración en pareja fortalece la conexión espiritual. Al dedicar tiempo para orar juntos, se
crea un espacio íntimo donde se comparten preocupaciones, agradecimientos y se busca
guía divina.Orar juntos por decisiones importantes en la vida familiar o personal.

B. Estudios Bíblicos Compartidos


2 Timoteo 3:16-17 - "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra."
Estudiar la Biblia juntos proporciona sabiduría y dirección divina.Participar en estudios
bíblicos para comprender mejor los principios que guían una vida cristiana y aplicarlos en el
matrimonio.

C. Participación en Actividades Espirituales en Común


Hebreos 10:25 - "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca."
Compartir en actividades espirituales, como asistir juntos a la iglesia, fortalece la comunidad
y fomenta la unidad espiritual en la pareja.Participar en eventos de la iglesia, retiros o
programas de servicio voluntario.
D. Apoyo Mutuo en el Desarrollo Personal
Proverbios 27:17 - "Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su
amigo."
Apoyarse mutuamente en el desarrollo personal fortalece la conexión espiritual. Animarse y
respaldarse en las metas individuales de crecimiento espiritual, como la práctica de la
oración personal o la lectura de libros cristianos.

E. Practicar el Fruto del Espíritu


Gálatas 5:22-23 - "Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."
Practicar el fruto del Espíritu en la relación fomenta un ambiente de amor y respeto.
Demostrar paciencia y bondad en momentos difíciles, mostrando el amor y la comprensión
que provienen del Espíritu Santo.

Conclusión
En conclusión, la importancia de la vida espiritual en la pareja, especialmente desde la
perspectiva evangélica, se revela como un cimiento sólido para el crecimiento conjunto. A
través de la oración regular en pareja, estudios bíblicos compartidos, participación en
actividades espirituales, apoyo mutuo en el desarrollo personal y la práctica del fruto del
Espíritu, se establece una conexión profunda que fortalece la relación. La vida espiritual no
solo proporciona principios para abordar desafíos y tomar decisiones importantes, sino que
también crea un ambiente donde florece el amor, la comprensión y la resiliencia.

Al cultivar una vida espiritual en pareja, no solo se refuerza la conexión con lo divino, sino
que también se nutre la conexión entre los cónyuges. El compromiso con los principios
bíblicos y la búsqueda conjunta de un propósito espiritual común contribuyen no solo al
bienestar espiritual individual, sino también al florecimiento de la relación. En este contexto,
la vida espiritual se convierte en un faro que guía y enriquece la travesía compartida de la
pareja, proporcionando significado, dirección y fortaleza en cada paso del camino. En última
instancia, la vida espiritual en pareja no solo es una práctica religiosa, sino una poderosa
fuerza que moldea y fortalece la unión, permitiendo que ambos crezcan y prosperen juntos
en su viaje espiritual y matrimonial. Además todo esto permite construir su relación y su vida
sobre la roca , quien es Cristo.

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