Historia de La Mineria en El Uruguay A C

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HISTORIA DE LA MINERÍA EN

EL URUGUAY A COMIENZO DEL


SIGLO XX. 1903-1930. Una
historia poco conocida.

Nestor Baumann Santana


Historia de la minerı́a en el Uruguay a comienzo del S. XX.
1903-1930.
Una historia poco conocida.

©Nestor Baumann Santana

Diseño de cubierta: Primus.


Diseñador gráfico: Lic. DG. Gabriel Bentancor.
Foto de portada; Perforación del I.G.U. Museo Geominero del
Uruguay.

* ROGER JOLLY * Casa Editorial. Montevideo.

Impreso en Montevideo, Uruguay. Printed in Uruguay.


ISBN 978-9974-91-633-3
1° edición 2017.
Queda hecho el depósito que marca la ley.
Índice general

Lista de figuras 5

Lista de tablas 6

I ESTADO Y MINERÍA 33
1. URUGUAY Y EL MUNDO 37

2. FUNDACIÓN DEL MINISTERIO DE INDUSTRIA 73

3. LEGISLACIÓN 89

4. ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y MINERÍA 107

II RECURSOS MINERALES 145


5. ECONOMÍA Y RECURSOS MINERALES 149

6. MINERALES METÁLICOS 175

7. MINERALES NO METÁLICOS 249

8. MINERALES ENERGÉTICOS 301

3
9. GEMAS Y AGUAS SUBTERRÁNEAS 325

10. DIFICULTADES DE LA INDUSTRIA MINERA 347

III MINERÍA Y SOCIEDAD 367


11. TRABAJADORES Y EMPRESARIOS 371

12. MINERÍA Y DEMOGRAFÍA 449

IV DESARROLLO DE LA GEOLOGÍA EN
URUGUAY 461
13. LA GEOLOGÍA 465

14. GEOLOGÍA EN URUGUAY 479

V RESUMEN Y CONCLUSIÓN 495


15. CONSIDERACIONES FINALES 499

VI ANEXO 533
Índice de figuras

1. Equipo N° 15 del Instituto Geológico del Uruguay


perforando en el Rı́o Negro, Puerto Cabezudo. Foto
en Museo Geominero del Uruguay. DINAMIGE. . 35

4.1. Entrada a la Mina San Gregorio. Dpto. Rivera,


Minas de Corrales. Foto en Museo Geominero
del Uruguay. DINAMIGE. . . . . . . . . . . . 147

6.1. Producción de Oro en Dpto. de Rivera. 1882-1916 225


6.2. Producción Mundial de Oro. 1900-1930. Fuente
USGS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
6.3. Producción Mundial de Cobre. 1900-1930. Fuente
USGS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
6.4. Producción mundial de hierro según Jorge Bossi.
1900-1939. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239

7.1. Producción mundial de cemento 1900-1930. Fuen-


te USGS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272

9.1. Perforaciones realizadas por el I.G.P. 1913-1930. . 344


9.2. Número de perforaciones para agua solicitadas por
privados y por el Estado. 1913-1930. . . . . . . . 345

5
10.1. Grupo de obreros de Minas de Corrales y técnico
extranjero. Foto en Museo Geominero del Uruguay
- DINAMIGE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 369

12.1. Facultad de Agronomı́a - UdelaR. Reunión de auto-


ridades en torno a una perforación del I.G.U.. Foto
en Museo Geominero del Uruguay - DINAMIGE . 463

14.1. I. G. U. Perforación para agua subterránea No. 153-


3. Punta del Este E.G. N° 19. Foto en Museo Geo-
minero del Uruguay - DINAMIGE. . . . . . . . . 497

15.1. Transporte de perforadora y enseres. Foto en


Museo Geominero del Uruguay. DINAMIGE . 535
15.2. Mapa de Canteras de Francisco Piria. Tomado
de K. SCHEER. DINAMIGE . . . . . . . . . . 547
15.3. Minas de Oro de Rivera. Tomado de J. MAC
MILLAN. DINAMIGE . . . . . . . . . . . . . 548
15.4. Mapa de Recursos Minerales de R. MARSTRAN-
DER. DINAMIGE . . . . . . . . . . . . . . . 549
15.5. Mapa de Recursos Minerales del Uruguay. DI-
NAMIGE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 550
15.6. Mapa minero de Lavalleja. U.T.E. . . . . . . . 551
15.7. Mapa de Llambı́as de Olivar sobre Terrenos Per-
mocarbonı́feros. . . . . . . . . . . . . . . . . . 552
Índice de cuadros

2.1. Normas aprobadas por Ministerio de Industria. 84

6.1. Producción de oro discriminada por empresa. Tabla


construida por el autor tomando como fuente a Mac
Millan, Jaime. Op. Cit. . . . . . . . . . . . . . . 223
6.2. Producción de oro del Departamento de Rivera 1882-
1916. Tabla construida por el autor tomando como
fuente a Mac Millan, Jaime. Op. Cit. . . . . . . . 224
6.3. Producción mundial de oro. 1900-1930. Fuente USGS.224
6.4. Producción mundial de hierro 1900-1939. Tomado
de BOSSI, J. (1978). . . . . . . . . . . . . . . . 239

7.1. CALERAS DE LOS S. XVIII Y XIX. Cronologı́a


inédita elaborada por Jorge S. Da Silva. . . . . . . 254
7.2. Producción Mundial de Cemento 1900-1930. USGS. 273

8.1. Análisis quı́mico de muestras de carbón . . . . . . 320


8.2. Resultados de ensayos calorimétricos efectuados en
”Laboratorio de Máquinas”de Facultad de Ingenierı́a. 321

9.1. Perforaciones para búsqueda de agua subterránea


y para estudios geológicos realizadas por el I.G.P.
1913-1930. Datos de DINAMIGE sistematizados
por el autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343

7
9.2. Perforaciones para agua realizadas por el I.G.P. 1913-
1930.Datos de DINAMIGE sistematizados por el
autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343

10.1. Técnicos extranjeros desempeñandose en minerı́a en


Uruguay. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361

11.1. Costo de vida.Tomado de BARRAN, J. P.; NAHUM,


B. Op. Cit. T. 6. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 376
11.2. Salario de mineros c.a. 1910. Jornales por dı́a. Ce-
rro Papagay (Dpto.Rivera). Fuente KENDALL, J.
D. Op. Cit. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 392
11.3. Salario de mineros c.a. 1910. Por dı́a. Mina en Dpto.
Lavalleja. Fuente KENDALL, J. D. Op. Cit.. . . . . 393
11.4. Lista de Secciones. Fuente: .El Picapedrero” . . . . 408
11.5. Canteras de granito y arena. (1918-1921) Fuente
El Picapedrero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 447
PREFACIO

Este trabajo surge como una tesis de maestrı́a, sin em-


bargo por vicisitudes administrativas y por la propia en-
vergadura que tomó decidimos convertirlo en un libro. So-
bre la historia de la minerı́a en el Uruguay existe poca
investigación. Hay datos fraccionados aquı́ y allá. En los
últimos años, junto al desembarco de empresas mineras
de gran capital supranacional, el interés por esta historia
ha crecido en medio de la controversia. Antonio Del Va-
lle Menéndez señala que “La minerı́a es uno de grandes
protagonistas de la historia de los pueblos; como tal, sus
implicaciones son de diversa ı́ndole, por lo que no es ta-
rea fácil resumir en pocas palabras su misión histórica. Es
como navegar en un mar de lejanos horizontes, por el que
solo se puede transitar de forma parcial y costeando.” 1 En
ese sentido en estas páginas procuramos abordar varios as-
pectos, a saber: el derecho minero, el desarrollo de las ex-
plotaciones más importantes, el papel del Estado frente a
esta industria, la historia de la vida y las relaciones entre

1 DEL VALLE MENÉNDEZ, Antonio. “Conferencia de Antonio del


Valle Menéndez en el Club Español de Minerı́a, en Instituto Tecnológi-
co Geominero de España”. En: Boletı́n Geológico y Minero. Revista bi-
mestral de geologı́a, minerı́a y ciencias conexas fundada en 1874. Madrid:
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo – ITGE, mayo junio 1992.
Vol. 103, No. 3. Pp. 193 a 198. P. 193.

9
obreros y empresarios. Finalmente nos preguntamos por
la existencia o no de transferencia cientı́fico-tecnológica.
Por otra parte como señala Esther Ruiz; “Las circunstan-
cias por las cuales atraviesa hoy el Uruguay, inmerso en la
búsqueda de polı́ticas económicas que le permitan mejo-
rar y aumentar su producción, e insertarse con adecuados
niveles de competitividad y eficiencia -tanto en un mer-
cado regional en proceso de integración como en el esce-
nario internacional fuertemente globalizado- constituyen
un incentivo para formularnos preguntas e hipótesis so-
bre los aciertos y los errores de las polı́ticas tecnológicas e
industriales desarrolladas en nuestro paı́s. La innovación
tecnológica aparece hoy -en discursos, propuestas y reali-
zaciones provenientes tanto del Estado como del mundo
académico y del sector productivo- como el instrumento
esencial para el logro de una adecuada competitividad y
desarrollo de la economı́a uruguaya. Tanto la competitivi-
dad como la innovación tecnológica están vinculadas a lo
que se denomina “sistema nacional de innovación”. Se consi-
dera que un “sistema nacional de innovación” es el conjunto
de actores e instituciones que tienen que tomar parte de
un proceso de cambio técnico para que éste realmente ex-
panda la producción y tenga posibilidades de sustentarse
a sı́ misma.” 2 No otra cosa significa la creación del Institu-
to Geológico y de Perforaciones y el Instituto de Quı́mica
Industrial. Gustavo Serrano señala la importancia que tu-
vo la minerı́a para nuestro continente, con todo lo bueno
y malo que esta actividad conllevó para sus habitantes.
“...la minerı́a ha hecho a México -ası́ como a la América
española- y, si su importancia pretendiera desconocerse,
2 RUIZ; Esther. Técnica, polı́ticos y empresarios ante los desafı́os tec-
nológicos de la industrialización uruguaya. (1945-1950). Montevideo.
Inédito. P.1.
lo gritarı́an las piedras, las piedras de las poblaciones, de
los caminos y de las obras de arte que a ella se deben.” 3
Nuestro paı́s no es ajeno a esta situación. La minerı́a sumi-
nistró valiosos materiales para la construcción de los edifi-
cios emblemáticos del Uruguay, pudiendo citar por ejem-
plo; el Palacio Legislativo, edificios de; A.N.C.A.P., Correo
Nacional, Suprema Corte de Justicia, la Iglesia de Isla Ma-
la, varios edificios universitarios, estaciones ferroviarias,
puertos, caminos, etc. Estamos de acuerdo con Del Valle
Menéndez quien afirma que la Historia de la Minerı́a de-
be tener presente los aspectos sociales derivados de es-
ta actividad.4 Desde el punto de vista del desarrollo de-
mográfico, la minerı́a fue la propulsora del asentamiento
de poblaciones en proximidades de minas o canteras, dan-
do lugar al nacimiento de centros poblados. En otros casos
impulsó y dinamizó el desarrollo de poblaciones ya exis-
tentes. En ese plano podemos decir que la minerı́a muchas
veces genera alrededor de la explotación un poblamiento,
a veces espontáneo, en otros casos como Conchillas, pro-
yectado por la propia empresa minera. También ha con-
tribuido a la nomenclatura de pueblos, villas y parajes de
nuestro paı́s. Brindó fuentes de trabajo en zonas remotas
del interior de la República. Otro aspecto también vin-

3 RAMOS, Demetrio. “Ordenación de la minerı́a en Hispanoaméri-


ca durante la época provincial (siglos XVI, XVII y XVIII)”. En: AA.VV.
LA MINERÍA HISPANA E IBEROAMERICANA. Contribución a su in-
vestigación histórica. Estudios -Fuentes- Bibliografı́a, Vol. 1, al cuidado
del Dr. Antonio Del Valle Menéndez. Oviedo. IV Congreso Internacio-
nal de Minerı́a-Departamento de Publicaciones -Cátedra San Isidro,
1970. Pp. 373 – 397. P. 373.
4 DEL VALLE MENÉNDEZ, A. “La enseñanza de la Historia de la

minerı́a a nivel universitario”. En; A.A.V.V. LA MINERÍA HISPANA E


IBEROAMERICANA. Contribución a su investigación histórica. Estudios
– Fuentes – Bibliografı́a. Op. Cit. P. 727.
culado con la demografı́a, tiene que ver con el hecho de
que quienes laboraban las minas eran extranjeros. Funda-
mentalmente, italianos, españoles, vascos franceses, bra-
sileños, y alemanes. Pero estos aspectos sociales a los que
refiere Del Valle Menéndez no solo tienen que ver con la
demografı́a, también tiene que ver con la organización so-
cial y polı́tica que se dan los trabajadores, sus conflictos,
su ideologı́a, su cosmovisión. Fue importante la influen-
cia que ejerció la actividad minera en el ámbito social,
económico y cultural del paı́s. En el mundo del trabajo po-
demos citar la organización del gremio de picapedreros,
uno de los primeros en sindicalizarse y en obtener mejoras
en la calidad de vida de los obreros del ramo. También fue-
ron los mineros los primeros en protagonizar una huelga
en el Uruguay, en Minas de Corrales, actual Departamento
de Rivera. Desde el punto de vista económico, la minerı́a
estuvo ligada desde la colonia a otras industrias. Como
por ejemplo la construcción, los saladeros y curtiembres,
modernamente proveı́a minerales a la industria del vidrio,
cerámica, medicamento, cosmética y metalúrgica. Si bien
aportó en sus épocas de máximo apogeo el 2 % del P.B.I.5
aproximadamente. La contra cara negativa de esta indus-
tria es el alto impacto ambiental que puede generar y el
agotamiento de los recursos cuando la extracción del mi-
neral es intensiva. La industria minera no sólo ha cambia-
do el paisaje geográfico de distintos lugares. Es un paisaje
artificial en el seno de otro paisaje, en general agropecua-
rio. Cambia la morfologı́a, generando relieves negativos,
como cavas; canales; y relieves positivos, como escombre-
ras, taludes, etc.6 La minerı́a no es una industria limpia, ni
5 El
dato corresponde a 1975
6 DASILVA, Jorge S. “Paisaje de la Minerı́a Uruguaya”. En; Revista
Geo-Uruguay. Montevideo: Septiembre 2001. N° 5. P. 72.
sostenible a largo plazo. De todas formas con sus aspectos
positivos y negativos no fue escasa la influencia que ejerció
en el ámbito social, económico y cultural del Uruguay.

¿Para qué sirve embarcarse en una historia de la minerı́a


nacional?

“Una Historia de la minerı́a puede arrojar luz sobre los


comienzos, el desarrollo y crecimiento de esta actividad en
el paı́s. Ubicación de yacimientos, su explotación, el aban-
dono de los mismos, y las causas que lo determinaron. Las
polı́ticas que desde el Estado se implementaron para el fo-
mento de esta industria...” 7 Los reclamos que se generaron
desde los sectores empresariales y desde los trabajadores.
Tampoco debemos olvidar los aspectos ambientales, aun-
que los mismos en el perı́odo que estamos estudiando no
eran de consideración prioritaria. Debido al estadio en el
que se encontraban en esa época los conocimientos referi-
dos a la protección ambiental. La investigación cientı́fica
aporta conocimiento valioso sobre la realidad y el mundo.
Cuando ésta se realiza teniendo como objeto de estudio
el desarrollo de las sociedades en el pasado, nos permite
conocer lo que sucedió, ponernos de pie frente a ese pasa-
do y tomar decisiones sobre el futuro. “La generación de
conocimiento cientı́fico útil es la única oportunidad que
tienen nuestros paı́ses en un mundo en permanente crisis,
altamente competitivo y depredador. El conocimiento su-
pone la diferencia entre la dominación y la autonomı́a.” 8
Esto vale tanto para los individuos como para los paı́ses,
7 BAUMANN, Nestor. “La mirada de Clı́o”. En; Revista Geológica
Uruguaya. Montevideo: DINAMIGE, Octubre 2001, Vol. 1, No. 1, Pp.
27 – 29. P. 28.
8 Ídem. P. 29.
y la Historia tiene mucho que decir al respecto. “La fun-
ción teórica de la historia (explicar el movimiento anterior
de la sociedad) y su función social (organizar el pasado
en función de los requerimientos del presente) son com-
plementarias: el saber intelectual recibe sus estı́mulos más
profundos de la matriz social en permanente ebullición y,
a la vez, los conocimientos producidos en la investigación
histórica están en la base de las soluciones que se procuran
en cada coyuntura. Esta complementariedad, sin embargo,
no elimina las tensiones y desajustes entre ambas funcio-
nes”.9

¿Qué dificultades encontramos al abordar ésta


historia?
En primer lugar la ausencia de un registro por parte
del Estado que abarque el perı́odo que estamos estudian-
do. No es que este registro no haya existido, todo lo contra-
rio, el problema es que ha desaparecido, entre otras causas
fundamentalmente debido a la desidia que la Administra-
ción Pública ha tenido con sus archivos. Gran parte de esos
registros se han perdido, o han sido expurgados por perso-
nal sin ninguna formación, ni criterios. En cuanto a los ar-
chivos de empresas privadas en la mayorı́a de los casos no
hemos podido ubicarlos. Fundamentalmente porque las
empresas han desaparecido hace muchos años, muchas de
ellas estaban ubicadas en el interior del paı́s. Frente a algu-
na empresa que aún subsiste realizamos las gestiones per-
tinentes, jamás se nos dijo que no podı́amos acceder a su
documentación, simplemente se dilato ese encuentro con
el archivo. Bloch decı́a al respecto: “En cuanto a los mo-
9 PEREYRA, Carlos, et al. Historia ¿para qué? México: Siglo Vein-
tiuno editores, s.a. de c.v., 1988. P.28.
tivos que impelen a la mayorı́a de las grandes empresas a
negarse a hacer públicas las estadı́sticas más indispensa-
bles para una sana conducta de la economı́a nacional, rara
vez son dignos de respeto.” 10 En otros casos solo se tra-
ta de la más absoluta falta de conciencia sobre lo valioso
de la conservación de esos archivos. “Cuando nos encon-
tramos, como es el caso uruguayo, con repertorios docu-
mentales de empresa incompletos, seriamente dañados o
que, estando intactos, son de difı́cil o imposible acceso, las
papelerı́as personales de los empresarios permiten al his-
toriador desarrollar otras estrategias y otros itinerarios de
trabajo. Es en este campo en el que nos posicionaremos:
el del abordaje de la empresa desde las papelerı́as perso-
nales. Se registra aquı́ una experiencia y opiniones mera-
mente personales que, por razones de espacio, da cuenta
tan sólo de algunas de las posibilidades que brinda este
material.” 11 Según Beretta el análisis de la documentación
personal del empresario permite acceder a la historia de la
empresa. Es un camino lateral pero efectivo. Ese tipo de
papelerı́a nos lleva: “1) En primer lugar, reconstruir una
historia personal y la de la empresa que le está asociada.
El objetivo no es irrelevante, ya que, en muchos casos, se
incluye en estos repertorios documentación muy variada:
apuntes personales, autobiografı́as, contratos con el Esta-
do, escrituras notariales, entre otros. Particularmente va-
liosos son los libros copiadores (para la correspondencia),
donde se registra un mundo de relaciones personales, tan-
10 BLOCH, Marc. Introducción a la Historia. Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica, 1990. P. 62.
11 BERETTA CURI, Alcides. “EMPRESARIOS Y EMPRESA INDUS-

TRIAL EN EL URUGUAY (1875-1930): UNA PERSPECTIVA DESDE


LA INVESTIGACIÓN”. En; América latina en la Historia Económica.
México: Instituto de Investigaciones Dr. José M. Luis Mora, 2001, No.
15, enero – junio. P. 55.
to con otros hombres de empresas, como con profesiona-
les universitarios, técnicos, etc. De la misma emergen las
supuestas o intuidas ”llaves maestras”de vı́nculos con los
centros de poder: el despacho de un ministerio, el conoci-
miento con un legislador, el acceso directo al cı́rculo pre-
sidencial.” 12

¿A quién va dirigido este trabajo?

El texto que presentamos es un trabajo que procura te-


ner la densidad de la prueba de las afirmaciones que se
realizan. Esto hace que el texto incluya muchas citas y re-
ferencias que pueden conspirar con una lectura ligera. Pe-
ro ante la disyuntiva de una lectura lineal y la necesidad
de aportar datos, optamos por esto último debido a la es-
casez de producción historiográfica vinculada al aconte-
cer de la minerı́a. Es un trabajo en cierta medida pione-
ro, en el que nos sentimos impulsados a poner en conoci-
miento de los interesados en el tema la mayor cantidad de
datos posibles. Hemos abundado en referencias sobre las
explotaciones, las dimensiones, las caracterı́sticas, ubica-
ción y detalles de los yacimientos y depósitos. Abordamos
la producción, ası́ como los datos de los titulares de las
gestiones y su tramitación, cuando tuvimos esa informa-
ción. Es una investigación de carácter cientı́fico dirigido a
un público esencialmente interesado en el tema minero.
Justamente por ello, muchas veces, decidimos incluir an-
tecedentes que excedı́an el periodo a estudio, recogiendo,
como en el caso del oro, lo acontecido en el S. XIX. Sin es-
tos antecedentes es difı́cil comprender lo ocurrido en el S.
XX.
12 Ídem. P. 55.
Primera aproximación a la historia de la minerı́a
Este trabajo es una primera aproximación a esa rica his-
toria de la minerı́a a la que los historiadores arribamos
tardı́amente. Se trata de un acercamiento inicial; en pri-
mer lugar por el material compulsado a la fecha y esen-
cialmente por todo lo que nos falta revisar. En segundo
lugar porque mucha de esta información se encuentra en
la memoria de los hijos y nietos de los protagonistas de es-
ta historia, por lo cual es urgente y necesario comenzar a
trabajar con fuentes orales. Lo que implica tiempo, forma-
ción de equipos y dinero. Sabemos que es mucho más lo
queda por decir de esta historia, que lo que pudimos ex-
presar ahora. En tercer lugar debemos señalar que la mi-
nerı́a no es una industria que se pueda instalar donde su
propietario desea, por el contrario los yacimientos mine-
rales se ubican en el territorio con prescindencia de la vo-
luntad humana. Por lo tanto gran parte de estas explota-
ciones se encuentran diseminadas por toda la geografı́a de
la República. Esta dispersión hace difı́cil reunir la infor-
mación. Se producen rupturas y lagunas en el relato que
nos imponen un momentáneo silencio, sobre el que fu-
turas investigaciones arrojaran luz. El tiempo siempre es
escaso para avanzar sobre aspectos que hubiéramos desea-
do investigar y para recoger información en el interior del
paı́s. Por todo lo dicho esta primera aproximación genera
a su vez múltiples inquietudes y desafı́os a ser encarados
en el futuro cercano.

¿Cuáles son los nuevos aportes al conocimiento que con-


tiene este trabajo?
Se realiza por primera vez un estudio del padrón de
investigadores del Instituto Geológico y de Perforaciones
(actual DI.NA.MI.GE.),13 sus principales indagaciones y
aportes cientı́ficos a la geologı́a y la minerı́a nacional. Con
el mismo sentido se realiza el estudio de la nómina de
técnicos empleados en las empresas mineras y su vincula-
ción con la aplicación de nuevas tecnologı́as a la minerı́a.
Se indaga por primera vez en el paı́s la historia de las
polı́ticas de aguas subterráneas; su investigación, alum-
bramiento y control por parte del Estado. Las aguas sub-
terráneas son un recurso estratégico de enorme valor social
y económico. Se logró identificar los principales empresa-
rios del sector y los principales yacimientos y depósitos de
minerales. En el plano de los trabajadores se intentó cono-
cer sus formas de vida y las organizaciones que los agru-
paban.

ASPECTOS TEÓRICOS METODOLÓGI-


COS
El problema
En el Uruguay es necesario abordar la Historia de la
Minerı́a, la que no ha sido estudiada con detenimiento,
como ha ocurrido en otras partes de América Latina. Una
historia que ponga el énfasis en sus protagonistas, inclu-
yendo a los trabajadores, sus modos de organización y el
desarrollo de las mismas, pero que abarque también la his-
toria del trabajo en la mina, los modos de vida de aque-
llos obreros, etc. Que incluya a los empresarios, grandes
y pequeños, los riesgos y las dificultades que la explota-
ción minera implica. Los conflictos sociales que se desata-
ron en torno de esta industria. El desarrollo de la Geologı́a
13 Dirección Nacional de Minerı́a y Geologı́a
como ciencia vinculada esencialmente al desarrollo de la
industria extractiva. Finalmente corresponde preguntarse;
¿cuál fue la acción del Estado para impulsar el desarrollo
minero, cuáles fueron sus polı́ticas? Nuestra historia ha si-
do vista con el lente focalizado en el tema agropecuario.
Nadie podrı́a discutir que esta mirada es correcta, en la
medida en que nuestro paı́s tuvo durante mucho tiempo
como principal producto de exportación la carne, el cue-
ro, el sebo y posteriormente la lana. Los granos, las carnes
y sus derivados fueron el sostén principal de nuestra eco-
nomı́a, actualmente se suman rubros como la forestación
o el software. A pesar de todo esto, y teniéndolo en cuenta,
es interesante ensayar otra mirada desde la minerı́a.

Una Historia de la Minerı́a en el Uruguay


La importancia que esta industria tuvo y tiene para el
continente americano ya lo hemos señalado, la importan-
cia que tienen en nuestra vidas es obvia; tanto en la hi-
giene como en la alimentación y la salud. El transporte, la
infraestructura vial, la vestimenta, la informática, la me-
dicina, los entretenimientos y podrı́amos seguir constru-
yendo una larga lista de actividades, productos y servicios
que de una u otra manera están vinculados a la activi-
dad minera. Nuestra vida tal como existe hoy sin minerı́a
serı́a imposible de imaginar. Para que esto cambiara habrı́a
que transformar el modelo económico, polı́tico y social en
su conjunto. Habrı́a que cambiar nuestra forma de vida
actual.14 Debemos establecer que el periodo elegido para
nuestro estudio (1903-1930), en nuestro paı́s corresponde
14 Ciertasteorı́as como el anti-desarrollismo critican el modelo ac-
tual de desarrollo y proponen alternativas al mismo. Ver AMÓROS,
Miguel. Perspectivas antidesarrollistas. Chile. Ed. Germinal, 2012.
a una fase del capitalismo de temprana y relativamente
reciente implantación en Uruguay. A nivel mundial la ex-
pansión colonial que hacia tiempo habı́an comenzado en
algunos paı́ses como Inglaterra y Francia se acelera. Otros
paı́ses compiten violentamente hacia 1880. El colonialis-
mo se transformó en imperialismo. Por otra parte el desa-
rrollo tecnológico provocó una verdadera revolución en
el campo del transporte (el ferrocarril, la transformación
de los buques de ultramar), la conservación de productos
perecederos (la refrigeración, los frigorı́ficos), entre otras
áreas. Todo esto generó un aumento impresionante de las
exportaciones de productos agropecuarios y de minerı́a.
Hoy sabemos que ese crecimiento desmesurado y la acu-
mulación constante es insostenible. Sin embargo en el pe-
riodo a estudio se pensaba que los recursos eran inagota-
bles y que la contaminación y la perdida de la biodiver-
sidad era un precio a pagar para el desarrollo y el pro-
greso. A pesar de la gran importancia que para nosotros
tiene esta actividad extractiva, la Historia de la Minerı́a en
el Uruguay es un campo que ha permanecido casi virgen.
Nos debemos preguntar ¿por qué? ¿Cuál es la razón de los
silencios? El escaso aporte de la minerı́a al P.B.N. (es del
2 %)15 , puede estar en el origen de este descuido, lo que in-
dicarı́a una perspectiva limitadamente economicista. Más
plausible parece la suposición de que la minerı́a en nuestro
paı́s poco ha aportado a la cultura y a la conformación de
la identidad nacional. Hipótesis que parece improbable.
Quizá se deba a razones culturales, no olvidemos que la
minerı́a fue utilizada como forma de castigo a criminales,
como elemento disciplinador de “vagos y mal entretenidos”.
15 BOSSI, Jorge. Recursos Minerales del Uruguay. Montevideo: Ed. Da-

niel Aljanati, 1978. P. 16. También se señala que la participación en las


exportaciones es del 4 %, los datos ofrecidos corresponden a 1975.
Esta industria siempre tuvo mala prensa. Quizá el propie-
tario de la tierra veı́a con aprensión los emprendimientos
mineros en la medida que por un lado destruı́a en parte
su campo, asustaba sus animales, pero además agrupaba
a obreros portadores de “ideologı́as peligrosas” y contagio-
sas para el peón rural. Quizá la oposición del propietario
rural tenga más que ver con una mentalidad autoritaria y
autárquica. Estaba acostumbrado al ejercicio de un poder
omnı́modo que conocı́a un solo lı́mite; el alambrado de su
campo. En su “feudo” su palabra era ley, dueño de hom-
bres y hacienda. Sı́ bien no cobraba derecho de pernada
en realidad desde su posición de poder, desde su ventaja
económica obtenı́a la fidelidad polı́tica de sus trabajado-
res y muchas veces los favores sexuales de sus empleadas
sı́ ası́ se le ocurrı́a a él. Esta mentalidad feudal y machista
es desafiada e interpelada por los mineros, que ingresan
en su campo contra sus deseos, valiéndose del apoyo po-
licial y estatal. Iniciaban sus labores sin que el superficia-
rio pudiera ejercer control alguno y sobre las que carecı́a
de poder y competencia técnica. Sin embargo la minerı́a
realizó aportes significativos en diversas áreas. En aspec-
tos como el sindical o el social por ejemplo.16 Los mineros
de Cuñapirú protagonizaron en 188017 una de los conflic-
tos más importantes desarrollados en esa época en el in-
terior del paı́s. Significativamente en la ciudad de La Paz,
un monumento al obrero picapedrero recuerda a un tra-
bajador cuyo oficio ha muerto, destacando la importancia

16 ZUBILLAGA, Carlos; BALBIS,Jorge. ”Historia del movimiento


sindical uruguayo”. Tomo I Cronologı́a y fuentes. (hasta 1905). Mon-
tevideo: Ediciones de la Banda Oriental, 1985. Pp. 63 – 64.
17 Ídem. P. 31.
de su aporte al progreso de esa ciudad.18 El nacimiento de
varios pueblos tiene su origen en la actividad minera allı́
desarrollada, en tanto el paisaje fue modificado para siem-
pre. Las dificultades que el desarrollo minero ha encontra-
do, las resistencias y las dependencias, la actitud del Esta-
do, todos estos son problemas a investigar. Se debe inves-
tigar también las formas de integración de la explotación
minera en los grandes modelos de desarrollo económico
impulsados en nuestro paı́s; el modelo agro-exportador y
el modelo industrializador. Hasta hoy, producto de una vi-
sión “ideológica” se considera que el Uruguay fue confor-
mado casi exclusivamente a partir de la explotación gana-
dera, y agrı́cola y en menor medida por la industria asen-
tada en Montevideo. Lo cual es cierto. Sin embargo, para-
fraseando a Serrano podemos decir que cada piedra, cada
edificio, cada fábrica, cada establecimiento agropecuario,
cada calle de las diversas ciudades de Uruguay e incluso
de nuestra vecina Buenos Aires, nos muestran la impor-
tancia que la explotación minera tuvo y tiene para el paı́s.
Cientos de obreros dejaron su sudor y su sangre en las can-
teras y minas, muchos empresarios se enriquecieron, otros
tantos se empobrecieron fruto del riesgo que implica es-
ta actividad. Sin embargo es una historia que permanece
aún invisible. Existen una serie de preguntas sin respues-
ta. ¿Por qué si nuestros programas de educación primaria
y secundaria reflejaron fuertemente la influencia francesa,
no existe aún hoy enseñanza de Geologı́a con la profun-
didad que esos niveles requieren, cuando en Francia se le

18 BARRIOS PINTOS, Anı́bal. Canelones su proyección en la histo-


ria nacional. T. II, Montevideo: Intendencia Municipal de Canelones,
1981. P. 405.
da un destaque especial?19 ¿Por qué en nuestra universi-
dad recién será en 1976 que se organiza la Licenciatura de
Geologı́a? Quizá como ya dijimos; aquı́ también pese fuer-
temente la visión del sector agropecuario, que ve la mi-
nerı́a como generadora de agrupamientos obreros, con su
corolario de organización, luchas sociales, etc. Tal vez ese
ejemplo fuera pernicioso para la relación peón – estancie-
ro, contagiando al peón rural la visión del obrero. Quizá
pese también la visión de la minerı́a como destructora del
campo, con su maquinaria pesada, el impacto ambiental
generado en rı́os y arroyos, las explosiones que asustan el
ganado y reducen su producción de leche. Son todas inte-
rrogantes a desvelar. Finalmente es importante establecer
cómo se inserta la minerı́a en el proyecto propugnado por
el batllismo. Ese proyecto industrializador autónomo, que
implicaba la búsqueda de minerales metálicos y energéti-
cos para una industria pesada. Finalmente debemos decir
que no es posible comprender cabalmente la historia de
la minerı́a y su transformación sin tener en cuenta la fun-
dación por parte del batllismo de un sistema de Ciencia
y Tecnologı́a. Ese sistema comprendı́a el Instituto de Geo-
logı́a y Perforaciones, el Instituto de Quı́mica Industrial y
la creación de nuevas Facultades en el seno de la Univer-
sidad Estatal, en particular la fundación de la Cátedra de
Geologı́a de la Facultad de Agronomı́a. Nos vamos a dete-
ner en nuestra indagación especialmente en la historia del
Instituto de Geologı́a y Perforaciones (I.G.P.) y la Cátedra
de Geologı́a que dirigió el Dr. Karl Walther. La revolución
industrial trajo como consecuencia entre otras cosas la di-
visión del mundo, entre los denominados paı́ses centrales
productores de artı́culos industrializados (bienes secunda-
19 Sı́
bien, tanto en enseñanza Primaria como en Secundaria, existe
una aproximación a la Geologı́a, la misma es superficial e insuficiente.
rios) y las colonias y paı́ses periféricos productores de ma-
teria prima (bienes primarios). Ésta situación relegó a la
dependencia a la mayorı́a de los paı́ses. “En ello jugó un
papel decisivo el verdadero monopolio que unas pocas na-
ciones tenı́an de la tecnologı́a industrial.” 20 En un primer
momento la tecnologı́a industrial estaba poco influencia-
da por la ciencia. A partir de la segunda revolución indus-
trial (1850 ó 1870 aprox.) se produce un salto cualitati-
vo en el papel de la ciencia en la producción. “...el desa-
rrollo cientı́fico y tecnológico nacional debe verse como
condición de independencia. El mismo incide en el mar-
gen de autonomı́a del paı́s, ...” 21 Es natural dice Papa que
un paı́s con poca o nula tradición tecnológica adquiera de
otros paı́ses productos terminados o medios de produc-
ción. “Cada vez que un paı́s adquiere una planta de ge-
neración eléctrica o una planta de procesamiento, acentúa
su dependencia tecnológica. El servicio post-venta; los re-
puestos; el eventual rejuvenecimiento de instalaciones; los
instrumentos de control; las materias primas; a veces el su-
ministro o el reactivamiento de catalizadores; y, mañana,
también el descarte de desechos nucleares y la robotiza-
ción de la industria para mantener su productividad: to-
do va o irá tendiendo hilos invisibles entre el generador y
comprador de tecnologı́a.” 22 El Estado es un actor que tie-
ne una importancia mayor en los paı́ses periféricos que en
los paı́ses centrales, “...por las implicancias crecientes de la
tecnologı́a en la soberanı́a nacional y por la vulnerabilidad
20 MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA; CENTRO DE IN-
VESTIGACIONES ECONÓMICAS. Ciencia y tecnologı́a en el Uruguay.
Montevideo: Ministerio de Educación y Cultura, 1986. P. 18.
21 Ídem. P. 28.
22 PAPA BLANCO, F. F. La encrucijada tecnológica un poder envolvente

y elusivo. Montevideo: Fundación de Cultura Universitaria, 1980. P.


40.
de nuestras sociedades.” 23 La ciencia y la tecnologı́a deben
entenderse en el contexto de las relaciones internacionales
desiguales vigentes hoy y se corresponden con ese entra-
mado de dependencia, contribuyendo como instrumento
de su consolidación.

Periodización
De acuerdo a la periodización que figura en el Anexo,
entendemos necesario investigar el perı́odo histórico com-
prendido entre 1903 y 1930, en tanto, en estos años se ad-
vierte el interés creciente por la minerı́a por parte de par-
ticulares, ası́ como la necesidad del Estado de regular la
explotación y de comenzar la investigación geológica en el
paı́s. El paı́s fue definitivamente pacificado. Esto brinda la
seguridad necesaria para el desarrollo de las explotacio-
nes mineras, que implicaban una importante inversión y
no se podı́a correr el riesgo de que los materiales extraı́dos
fueran destruidos o expropiados. En el plano cientı́fico, en
1908 se funda la cátedra de Geologı́a en Facultad de Agro-
nomı́a, ejercida por el Dr. Karl Walther, cuya obra cientı́fi-
ca no fue estudiada en forma acaba y totalizadora hasta
fines de la década de 1990 y comienzos de 2000.24 Esto
significó el comienzo de la formación en geologı́a de los
23 MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA. Grupo de Trabajo
Asesor Ciencia y tecnologı́a para el desarrollo del Uruguay. Informe. Mon-
tevideo: M.E. y C., 1990. P. 17.
24 BAUMANN, Nestor. “Dr. Karl WALTHER ZIEGLER: un ejemplo

en la academia y en la vida.” En; Actas del II Congreso de Enseñanza


en Facultad de Ingenierı́a. [En CD-ROM.] Montevideo: Facultad de In-
genierı́a - UdelaR., Unidad de Enseñanza, versión, UDE., 2004. (No.
7005). También; VEROSLAVSKY, G.; UBILLA, M., MARTÍNEZ, S.
Cuencas sedimentarias del Uruguay, Geologı́a, Paleontologı́a y recursos
naturales. Montevideo: UdelaR, Facultad Ciencias. DIRAC, 2004.
ingenieros agrónomos. En 1911 se funda el Instituto de
Geologı́a y Perforaciones (I.G.P.), mojón a partir del cual el
Estado comienza a darse una estructura institucional des-
de donde empieza a realizar investigación cientı́fica apli-
cada, sustento del avance en la explotación de los recursos
minerales. En cuanto al corte cronológico elegido 1903 –
1930, éste tiene su justificación en el hecho de que es en
1903 cuando asume el poder José Batlle y Ordóñez, por
primera vez. Aunque, es durante su segunda presidencia
donde se concentran la mayorı́a de los proyectos y concre-
ciones reformistas. Tomar el año 1903 no significa desco-
nocer los antecedentes vinculados a la modernización, que
también serán objeto de nuestra mirada. En cuanto a 1930
fue la fecha elegida para finalizar la investigación, debi-
do a que es cuando la crisis de 1929 llega con sus efectos
a Uruguay. Esos efectos se hicieron sentir fuertemente en
la minerı́a. Por otro lado como señala Cheroni: “La cues-
tión es que el Uruguay a partir de la década del 30 co-
mienza a cambiar el objetivo de la industrialización por
un plan económico que se apoya en el desarrollo de indus-
trias livianas, llamadas primarias.” 25 En un sentido simi-
lar se expresa el Instituto de Economı́a de la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad de la República en
El proceso económico del Uruguay. Allı́ se afirma: “La de-
cadencia irreversible del Imperio Británico, su sustitución
progresiva por los EE.UU. en la hegemonı́a del mundo ca-
pitalista, y la crisis que conmueve las bases del sistema en
1929/30, cerrarı́an un ciclo histórico de perfiles propios
para el Uruguay. El perı́odo posterior implicarı́a cambios

25 CHERONI, Alción. Polı́ticas cientı́fico-tecnológicas


en el Uruguay del
siglo XX. Montevideo: Fac. de Humanidades y Ciencias – Dpto. Publi-
caciones, 1998. P. 25
sustanciales en su economı́a y su sociedad.” 26 ¿A qué nos
referimos con el concepto de “minerı́a”? En nuestro paı́s
bajo esta denominación se incluyen las explotaciones de
materiales de construcción (es decir, materias primas mi-
nerales no metálicas) que comúnmente se realizan en la
cantera a cielo abierto. Pero, por otro lado, también inclu-
ye éste concepto la explotación de minerales metálicos, sea
a cielo abierto o en galerı́as. Esta definición de minerı́a no
es aplicable en todos los paı́ses por igual, por ejemplo en
algunos de ellos se excluyen los materiales de construcción
de esta categorı́a.

Antecedentes del abordaje del problema.


Los temas vinculados al mundo del trabajo fueron tra-
tados por Zubillaga y Balbis, aunque no especı́ficamente
referidos a los mineros, dentro de sus obras encontramos
referencias a ellos. Por ejemplo, a los picapedreros y los
mineros de Cuñapirú.27 En ese sentido también se puede
consultar el trabajo de Graciela Sapriza28 sobre la huel-
ga en Juan Lacaze, Colonia. En los trabajos de Anı́bal Ba-
rrios Pintos, sobre los Departamentos, o villas y pueblos
orientales encontramos referencias a ese desarrollo mine-
ro. Desde el punto de vista demográfico, el nacimiento de
varios pueblos tiene su origen en la actividad minera allı́
26 UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA. FACULTAD DE CIENCIAS
ECONÓMICAS Y DE ADMINISTRACIÓN. Instituto de Economı́a, El
proceso económico del Uruguay. Contribución al estudio de su evolución y
perspectivas. Montevideo: Departamento de Publicaciones – UdelaR.,
1971. 2da. Ed. P. 48.
27 ZUBILLAGA, Carlos; BALBIS, Jorge. 1985. Op. Cit. T. 1. Pp. 63-64.

P. 31
28 SAPRIZA, Graciela. Los caminos de una ilusión- 1913: Huelga de

mujeres en Juan Lacaze. Montevideo: Ed. Fin de Siglo, 1993.


desarrollada. Es el caso de Conchillas, Riachuelo, Bocas
del Rosario, Minas de Corrales, Minas, Blanquillo, Santia-
go Vázquez, por citar solo algunos, este tema ha sido tra-
tado por Jorge S. Da Silva.29 También Karl Walther y Az-
narez desde la óptica de la Geologı́a, han trazado una his-
toria de la minerı́a, en el caso de Walther de modo parcial.
El Ing. Aznarez30 realizó una importante labor de ficha-
do que fue publicada por sus familiares de forma póstu-
ma. De modo muy fragmentario Jorge Bossi en sus obras
refiere permanentemente a la historia de la minerı́a. Est-
her Ruiz31 en sus investigaciones junto a Alfonso Labraga,
29 DA SILVA, Jorge S. 2001. Op. Cit. P. 72
30 AZNAREZ,Jorge. Historia de la minerı́a, geologı́a y paleontologı́a, en
el Uruguay: 1708-1968. Buenos Aires: s. e, 1989.
31 RUIZ, Esther. Técnica, polı́ticos y empresarios. Un estudio de ca-

so. Metalúrgicas y diques flotantes S.A. ”Papeles de Trabajo”. Monte-


video: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 2005.
RUIZ, Esther; LABRAGA, Alfonso; NUÑEZ, Mario; PINTOS, Cristi-
na; RODRÍGUEZ AYÇAGUER, Ana Marı́a. .El nacionalismo petrole-
ro argentino en la década del 20 y su influencia en el surgimiento
de Ancap”. En; HOY ES HISTORIA. Montevideo: 1984. No. 2, ma-
yo. Pp. 35-50. RUIZ, Esther; LABRAGA, Alfonso; NUÑEZ, Mario;
RODRÍGUEZ AYÇAGUER, Ana Marı́a. Estado e ingenieros: una rela-
ción imprescindible en la formación del Uruguay moderno (1884-1905).
1995, 70 Pp., inédito. RUIZ, Esther; LABRAGA, Alfonso; NUÑEZ, Ma-
rio; RODRÍGUEZ AYÇAGUER, Ana Marı́a. La búsqueda de combusti-
bles minerales. 58 páginas. Este avance forma parte del proyecto de
investigación “Energı́a y polı́tica en el Uruguay del Siglo XX. 1900-
1945”, inédito. RUIZ, Esther. El aprovechamiento hidroeléctrico. 1903-
1923. 1988, 78 Pp., inédito. RUIZ, Esther; MARTÍNEZ, Marı́a Laura;
LEON, Marcelo de. Memorias de una profesión silenciosa. Historia de la
Ingenierı́a en el Uruguay. Montevideo: Facultad de Ingenierı́a, Univer-
sidad de la República, 1997. 202 Pp., más una cronologı́a. RUIZ, Est-
her; LABRAGA, Alfonso; NUÑEZ, Mario; RODRÍGUEZ AYÇAGUER,
Ana Marı́a .Energı́a y polı́tica en el Uruguay del siglo XX”. Tomo 1:
Del carbón al petróleo: en manos de los trusts (1900-1930). Montevideo:
Ediciones de la Banda Oriental, 1991. 124 páginas.
Ana Marı́a Rodrı́guez y Mario Núñez desarrolló aspectos
vinculados la producción de Ciencia y Tecnologı́a y a la
búsqueda y producción de combustibles en el Uruguay. En
el proyecto de investigación elaborado por Esther Ruiz en
el marco de las actividades desarrolladas en el Departa-
mento de Historia del Uruguay, de la Facultad de Huma-
nidades y Ciencias de la Educación, señala: “La investiga-
ción que proponemos pretende realizar un análisis de las
caracterı́sticas y el grado de desarrollo de la tecnologı́a y
sus relaciones con la industria y la polı́tica en el Uruguay
de la segunda posguerra. Al proponer este estudio busca-
mos no solo ahondar en el conocimiento de una etapa de
nuestra historia escasamente transitada -pese a la impor-
tancia que la misma tiene en la polı́tica, la economı́a y la
identidad uruguayas- sino también contribuir a la refle-
xión sobre una serie importante de problemas del paı́s que
van más allá del ámbito estrictamente académico.” 32 Al-
ción Cheroni por su parte ha investigado el desarrollo de
la ciencia y la tecnologı́a y de modo lateral su relación con
la minerı́a y la geologı́a, durante el batllismo y el perı́odo
de la modernización capitalista. “. . . trataré de trazar un
panorama de los esfuerzos realizados a partir del último
tercio del siglo XIX, que culminan en la primera década
del XX al implantarse los institutos estatales de investi-
gación y producción cientı́fico-tecnológica, por crear con-
ciencia nacional de la necesidad de que el Uruguay contara
con una comunidad profesionalizada de geólogos naciona-
les.” 33 En tanto Marı́a Laura Martı́nez, investigó la cons-

32 RUIZ; Esther. Técnica, polı́ticos y empresarios ante los desafı́os tec-


nológicos de la industrialización uruguaya. (1945-1950). Op. Cit. P. 1.
33 CHERONI, Alción. La Geologı́a en el Uruguay. El camino hacia

la profesionalización. [En lı́nea] Montevideo: Conferencia reali-


zada el 24 de Abril de 2012, en la DI.NA.MI.GE., en ocasión
trucción de un sistema de ciencia y tecnologı́a durante el
primer batllismo, en especial la fundación de los tres ins-
titutos; el de Pesca, el de Quı́mica Industrial, el Geológico
y de Perforaciones. Escribió diversos artı́culos en revistas
nacionales y extranjeras sobre este último instituto. Final-
mente conocemos los recientes esfuerzos de Lucı́a Abbadie
quien está realizando una interesante investigación sobre
el pasado de la minerı́a y sus perspectivas, habiendo pu-
blicado algunos avances de investigación. Además no de-
bemos olvidar los trabajos clásicos de Jorge Bossi y los es-
tudios que sobre estos temas se realizan en el la Instituto
de Geologı́a de la Facultad de Ciencias.

de los festejos por el centenario de la institución. Inédito. [Ac-


cedido el 28 de agosto de 2017] Disponible World Wide Web:
https://www.presidencia.gub.uy/sala-de-medios/audios/audios-
completos/lanzamiento-actividades-cien-anos-dinamige-parte2
AGRADECIMIENTOS.

Agradezco especialmente a:
Dr. Gerardo Veroslavsky; Lic. Ana Rebellato; Ing. Agrón.
Enrique Massa. Ellos leyeron la primera versión de este
trabajo. Lo discutieron con el autor y realizaron importan-
tes sugerencias que ampliaron el horizonte de la investi-
gación. Posteriormente y a raı́z de sus aportes y de otras
circunstancias, partes sustanciales del trabajo primigenio
fueron modificadas. Agradezco también a:
Dra. Ana Frega, por las observaciones que realizó al borra-
dor de lo iba a ser una tesis de maestrı́a, pero que final-
mente se transformó en un libro. Al investigador Pascual
Muñoz; y Sra. Pilar Iglesias, por los valioso materiales que
me acercaron. A la Ps. Lic Lisset Novella sin cuya insis-
tencia y aporte este trabajo nunca hubiera culminado ni se
hubiera publicado.

31
Parte I

ESTADO Y MINERÍA

33
Figura 1: Equipo N° 15 del Instituto Geológico del Uruguay perfo-
rando en el Rı́o Negro, Puerto Cabezudo. Foto en Museo Geominero
del Uruguay. DINAMIGE.
Capı́tulo 1

URUGUAY Y EL MUNDO

EL MUNDO EN CRISIS
Enrique Santos Discépolo en su tango más famoso, “Cam-
balache”, expresó con desilusión y pesimismo;

“Pero que el siglo veinte es un despliegue de


malda’ insolente ya no hay quien lo niegue;
...”[...] “Siglo veinte cambalache, problemáti-
co y febril...”

Sin duda una descripción muy acertada a la luz de lo ocu-


rrido durante el Siglo XX. El fin de la “Pax Britannica”
abrió la puerta a un ciclo de inestabilidad que sacudió el
Mundo. La paz armada concebida a partir de 1870 cul-
minará en la Primera Guerra Mundial. El foco de tensión
más importante estaba en los Balcanes, donde se originó la
chispa que desató la conflagración mundial. Nunca antes
la muerte recorrió los campos, el mar y el cielo con tanta
fruición, cebándose en el cuerpo de los jóvenes aterrados.
La Gran Guerra Mundial fue un momento dramático en la
historia de la humanidad que dejó al descubierto todas las

37
miserias de que es capaz el hombre. Aquellos individuos
fuertes de manos firmes para sostener el arado o el marti-
llo murieron en las barrosas trincheras atravesados por el
helado acero de las bayonetas. Otros cayeron bajo el fuego
de la metralla o vı́ctima de los gases venenosos. Sus cuer-
pos inertes se descomponı́an entre los alambres de púas
de los campos donde otrora se sembraba la semilla fecun-
da. La propia muerte frı́a e impúdica podrı́a haber llora-
do amargamente ante tanta desolación. La destrucción fue
enorme, los muertos se contaron por millones. Las causas
de esta guerra fueron múltiples, pero podemos resumirlas
en ambición y voluntad de dominio.1 Las acciones bélicas
se desarrollaron entre junio de 1914 y noviembre de 1918.
Finalizaron con el Tratado de Versalles que contuvo el ger-
men de la Segunda Guerra. El saldo fue devastador para
Europa; 15 millones de muertos, 20 millones de heridos
o mutilados y una crisis económica profunda. Los derro-
tados; el Imperio Alemán y el Imperio Austriaco fueron
desmembrados. Se les impusieron pesadas contribuciones
y reparaciones de guerra, en especial a Alemania. El Im-
perio Turco desapareció y Francia e Inglaterra se repartie-
ron Iraq, Palestina y Siria.2 Guerras, revoluciones, crisis
económica, desocupación y hambre pautaron el comienzo
del Siglo XX. Las grandes masas humanas irrumpen en la
historia como actores principales. Es el tiempo del descae-
cimiento del concepto de democracia liberal y de la idea
de progreso. Surgen con fuerza los ideales totalitarios. La
1 Las causas fueron: Económicas; - enfrentamiento de los imperia-
lismos económicos de las grandes potencias (Alemania, Francia , In-
glaterra y Rusia) Polı́ticas; - disputas por los territorios coloniales, na-
cionalismos exacerbados y un sistema de alianzas defensivas y ofensi-
vas entre las principales potencias.
2 Estos territorios aun hoy sufren las consecuencias de esta situa-

ción.
autonomı́a de los individuos es aplastada sin piedad por
estos regı́menes. Los proletarios europeos sumidos en la
más amarga desesperanza, de pronto vieron, lo que supu-
sieron, era el amanecer de un nuevo mundo. En Rusia, en
el seno de un paı́s hundido en la insatisfacción, en la repre-
sión, la miseria y la ira, fue depuesto el Zar. El sı́mbolo del
oprobio y la ostentación cayó. En 1917 los Bolcheviques
(Partido Comunista), a cuyo frente se encontraba Lenin,
tomaron el poder instaurando la Dictadura del Proletaria-
do elucubrada por K. Marx en el Siglo XIX. En Rusia (luego
la U.R.S.S.) se llevaron adelante importantes transforma-
ciones; redistribución y colectivización de tierras, expro-
piación por el Estado de las fábricas y talleres, naciona-
lización del comercio y la banca. A Lenin lo sucedió Sta-
lin, quien puso en práctica los planes quinquenales. Los
objetivos económicos fueron cumplidos inexorablemente.
La economı́a ası́ planificada permitió llevar adelante la in-
dustrialización forzada del paı́s. La Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) pronto se transformarı́a en
una potencia mundial a costas de los enormes sacrificios
de su población de campesinos y obreros. La revolución so-
viética entusiasmó e impulso las luchas proletarias en todo
el mundo. Pero la dictadura bolchevique mostrarı́a rápi-
damente su verdadero rostro. Los socialistas y los anar-
quistas denunciaron el cariz autoritario que comenzaba a
tomar la revolución. Entre ellos destacamos al socialista
Emilio Frugoni, quien estuvo en la U.R.S.S. entre los años
1944 y 1946 como embajador del gobierno uruguayo. La
burguesı́a alarmada y aterrorizada respondió con brutali-
dad extrema. En Italia poco después de finalizar la Guerra
se desarrolla la llamada “Revolución Fascista”. La insatis-
facción del nacionalismo italiano, los reclamos territoria-
les incumplidos generaron un fuerte descontento. Italia a
pesar de encontrarse en el bando ganador y de haber reali-
zado importantes sacrificios humanos y materiales duran-
te el conflicto, no fue tenida en cuenta a la hora del reparto.
Esta situación hirió las aspiraciones nacionales. Este des-
contento, los problemas postbélicos y los abusos de las cla-
ses dominantes, provocan una importante y creciente agi-
tación socialista. Para combatir ese vértigo revolucionario,
las clases poseedoras apoyaron los “Fascios di Combatimen-
to”. Organización dirigida por Benito Mussolini, un maes-
tro, exdirigente del partido socialista. En 1922 accede al
gobierno de Italia y en 1926 Mussolini era el dictador ab-
soluto. La democracia liberal fue abolida instaurándose un
Estado Totalitario Corporativista. En Alemania, donde la
crisis económica era aún mayor que en Italia, se proclamó
la llamada República de Weimar o Segundo Reich. Era un
régimen democrático que fue asediado por golpes de esta-
do derechistas e intentos de insurrección izquierdista. En
1923 los franceses ocupan la cuenca del Ruhr (rica en yaci-
mientos minerales), debido a la falta de pago de Alemania.
Entre 1924 y 1929 la situación económica mejoró. Pero la
crisis de 1929 golpeó muy fuerte dejando 6 millones de
desocupados, quiebres y cierres en la banca, el comercio y
la industria. Esta situación allanará el camino hacia el po-
der al Partido Nacional Socialista (Nazi) de Adolf Hitler.
En tanto uno de los grandes ganadores de la guerra des-
de el punto de vista económico fue los Estados Unidos de
Norteamérica. Ingresó tardı́amente en la Primera Guerra
Mundial. Participó con un millón de hombres. No recibió
ataques en su territorio, nunca fue invadido, lo que le per-
mitió mantener intacta la capacidad de producción de su
industria, ası́ como toda la infraestructura de transporte.
Debió auxiliar con armas y materiales a sus aliados, lo que
potenció su industria. Posteriormente a la guerra, los alia-
dos exhaustos recibieron ayudas económicas y se convir-
tieron en deudores de los Estados Unidos. Este es el prin-
cipio de un proceso de cambio de hegemonı́a mundial por
el cual se desplazó al imperialismo inglés en beneficio del
norteamericano. En la otra parte del mundo, al Sur de los
grandes campos de batalla, lejos del continente desbastado
por las bombas, Uruguay vive también los efectos provo-
cados por la guerra y la postguerra.

URUGUAY
Finalizado el ciclo de guerras de la independencia y
guerras civiles, en Uruguay comienza un periodo de mo-
dernización. Frente a la ausencia de conducción del paı́s,
un grupo de comerciantes, hacendados e inversores ex-
tranjeros deciden ofrecerle el poder al Gral. Lorenzo Lato-
rre. Con la presidencia de Latorre se inicia el perı́odo co-
nocido en la historiografı́a uruguaya como “militarismo”.
Los objetivos del gobierno de Latorre fueron; restaurar el
orden, afianzar la paz interna y la propiedad privada. En
consonancia con esto se aumentó, el poder de fuego del
ejército, se modernizó el Poder Judicial con la aprobación
de diversos códigos. Se llevó adelante una agresiva polı́tica
de alambramiento de los campos y protección de la pro-
piedad privada. Otra de las reformas importantes fue la
modernización del sistema educativo, en puridad, fue la
creación del sistema educativo impulsado por José Pedro
Varela y apoyado por Latorre. Otros aspectos tienen que
ver con la puesta al dı́a y la reorganización de la admi-
nistración del Estado, el establecimiento del patrón oro
y el pago de la deuda interna. A los gobiernos militares
del Gral. Lorenzo Latorre (1876-1880), Gral. Máximo San-
tos (1882-1886) y del Gral. Máximo Tajes (1886-1890) se-
guirı́an una serie de gobiernos civiles de carácter autori-
tario, (Herrera y Obes e Idiarte Borda). El levantamien-
to del caudillo rural Aparicio Saravia en 1897, culminará
con un acuerdo entre el Partido Blanco y el Partido Co-
lorado durante la presidencia de Juan L. Cuestas (1897-
1903). En este perı́odo la población crece en forma expo-
nencial, en 1830 habitaban la República 70.000 personas,
en 1900 eran un millón. Este aumento de población está
explicado por la fuerte inmigración europea. En un primer
momento fueron franceses, italianos, españoles, alemanes,
las principales colectividades de inmigrantes. Luego arri-
barı́an nuevos contingentes de italianos y españoles. Pero
también llegaron a Uruguay; montenegrinos, griegos, yu-
goslavos, húngaros, búlgaros, ingleses, turcos, judı́os, bra-
sileños, sirios y palestinos. Hacia 1880 los inmigrantes po-
seı́an el 56 % de la propiedad urbana montevideana y 58 %
del valor de la propiedad rural. Fueron ellos los prime-
ros impulsores de la industria. Barran y Nahum hablan de
un cambio en el modelo demográfico hacia 1900 que pa-
sa del modelo similar al del “Ancien Régime” europeo al
nuevo modelo propio de la modernidad.3 La mujer ma-
dre dio paso a la mujer trabajadora. “El segundo modelo
demográfico comenzó a gestarse en 1880-90. En 20 años

3 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. “Batlle los Estancieros


y el Imperio Británico”. Tomo 1. El Uruguay del Novecientos. Monte-
video: Ed. de la Banda Oriental, 1990. Pp. 16-17 El modelo predomi-
nante en el siglo XVIII y XIX se caracterizó por un incremento de la
población debido a fuertes oleadas migratorias y alto crecimiento ve-
getativo de la población. La familia estaba constituida por un padre
maduro una esposa adolescente o muy joven y numerosos hijos. La fe-
cundidad era un valor estimado. El nuevo modelo se caracteriza por
baja natalidad, esposa madura y pequeña familia. Si bien continuaron
llegando inmigrantes, esto se fue moderando.
se afianzó y hacia 1900-10 estaba constituido”.4 Barran y
Nahum señalan que sin comprender esta revolución de-
mográfica no se podrı́a entender el batllismo, ni los nuevos
movimientos que surgieron en el perı́odo, como el femi-
nismo. Otra escala de valores y otra ideologı́a sustituyeron
a las antiguas; la lucha feminista, la búsqueda del bienes-
tar material y la necesidad de educación. Desde el punto
de vista económico entre 1850-1870 se produce la llama-
da revolución del lanar. Se mejora el rendimiento tanto en
carnes como en lanas mediante cruzamiento. En 1884 la
lana se transforma en el primer producto de exportación
del paı́s. En 1860 comienzan las primeras inversiones in-
glesas.5 Estas inversiones abarcaran, frigorı́ficos, ferroca-
rriles y tranvı́as, minerı́a y otros servicios; como el agua
corriente, teléfonos y gas.6 A la sombra de la legislación
aduanera proteccionista de 1875 surge una incipiente in-
dustria nacional. En cuanto al aporte de capital extranjero

4 Ídem. P. 13.
5 Tenı́an el monopolio de los seguros, y participaron en el merca-
do financiero. En 1878 una compañı́a inglesa adquiere el ferrocarril
que pasa a denominarse The Central Uruguay Railway (C.U.R). El fe-
rrocarril luego de un difı́cil comienzo, en 1892 se habı́a consolidado.
Esto habı́a mejorado el transporte de tropas y mercancı́as tanto como
la difusión de ideas. Las noticias se conocı́an rápidamente en toda la
República. En 1872, “Montevideo Gas Company and Dry Docks Ltd.”
se hace cargo del suministro de gas en Montevideo.
6 JOSKOWICZ, José. Breve historia de las telecomunicaciones.

[en lı́nea] Montevideo. Instituto de Ingenierı́a Eléctrica, Facul-


tad de Ingenierı́a, UdelaR. Febrero 2015. Versión 11, [acce-
dido el 06-04-2017]. Disponible en formato PDF. en World
Wide Web: http://iie.fing.edu.uy/ense/asign/ccu/material/
docs/Historia\%20de\%20las\%20Telecomunicaciones.pdf Según
Joskowicz; el 6 de marzo de 1882 comienza funcionar la primer cen-
tral telefónica del Uruguay instalada por la empresa The River Plate
Telephone and Electric Light Company. P. 12.
a la industria naciente destaca entre otras la minerı́a del
oro. El arribo de las compañı́as extranjeras dinamizó su ex-
plotación. Con el alambramiento de los campos, el prole-
tariado rural debı́a trabajar como asalariado para vivir, ya
no podı́a dormir en el monte y matar una res para alimen-
tarse. El gaucho ya no tenı́a cabida en esta nueva forma de
producción capitalista. Se transformó en peón, en matre-
ro,7 emigrante a los suburbios de los pueblos y ciudades o
tuvo que amontonarse en ranchos y vivir la miseria espan-
tosa de los llamados “pueblos de ratas”. La propiedad de
los campos se concentra, sus dueños se constituyen en una
fuerte clase dominante. “...el capital mercantil volcó sus
fuerzas en el sistema financiero y controló los bancos. Ası́
surgió el “cı́rculo orista” poseedor de la moneda, que con-
ducirı́a al paı́s a la par que los terratenientes”.8 El capital
mercantil con sus vı́nculos en la banca, los terratenientes
y el capital extranjero (principalmente inglés) constituı́an
la trilogı́a de dominación, eran el núcleo duro de las au-
todenominadas orgullosamente “clases conservadoras”. El
proletariado urbano comienza a organizarse en sindicatos
al influjo de las ideas anarquistas. Las condiciones de vi-
da eran difı́ciles; hacinamiento, falta de higiene, enferme-
dades, alimentación deficitaria y condiciones laborales in-
salubres. Estas condiciones de vida conforman la llamada
“cuestión social”. Comprendı́a extensas jornadas de labor
de 15 horas o más, locales poco ventilados, enfermedades
profesionales, multas abusivas que disminuı́an el salario,
reglamentos de trabajo muy duros, salarios bajos, trabajo
de niños y mujeres en pésimas condiciones. El anarquis-
mo con sus postulados de apoliticismo, igualdad social,
cosmopolitismo y acracia, muy en consonancia con la si-
7 Fuera de la ley.
8 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. Tomo 1. Op. Cit. P. 20.
tuación de emigrantes sin derechos polı́ticos y con origen
y culturas diversas, gana la cabeza y el corazón de aquellos
hombres y mujeres. Los poderosos comienzan a temer más
a la revolución social que a las revueltas campesinas de los
blancos. La Universidad también se transforma, la corrien-
te espiritualista se encuentra en franca retirada, comienza
a ser sustituida por el positivismo. En 1876 se funda la Fa-
cultad de Medicina, en 1888 la Facultad de Matemáticas
cuna de los primeros ingenieros uruguayos. Mientras es-
to ocurrı́a una nueva figura dentro del gobernante Partido
Colorado comienza a crecer y a agrupar voluntades favo-
rables en torno a sı́, nos referimos a José Batlle y Ordoñez.
“Si el batllismo fue la novedad polı́tica del novecientos; el
proletariado montevideano, la social; la generación de in-
telectuales, la cultural y el frigorı́fico la económica, no nos
caben dudas de que una nueva familia y el control de la
natalidad encarnaron la novedad demográfica”.9

ÉPOCA BATLLISTA. 1903-1916


La historiografı́a suele denominar perı́odo batllista al
lapso que se extiende desde 1903 hasta 1930. Algunos au-
tores han extendido el perı́odo batllista hasta el golpe de
Estado del Dr. Gabriel Terra en 1933. Esa denominación es
debida a la preponderancia que tuvo este sector del Parti-
do Colorado y en especial su lı́der Batlle y Ordoñez en la
vida polı́tica del Uruguay en esos años. Sin embargo Ge-
rardo Caetano en “La República Conservadora” alerta sobre
el equı́voco que implica esta denominación. “...hemos aler-
tado sobre el frecuente equı́voco de extender el concepto
de “época batllista” hasta la fecha misma de la muerte de
9 Ídem. Tomo 1. P. 38.
Batlle en 1929 o aún más hasta el golpe de Estado de Terra
en marzo de 1933. La influencia predominante del batllis-
mo en la conducción gubernamental comenzó a declinar
ya en forma sensible a partir del famoso “Alto” de 1916,
agravándose notoriamente esa situación con la puesta en
vigencia de una nueva Constitución en 1919”.10 José Pablo
Torcuato Batlle y Ordóñez fue un personaje singular en
la historia de la República. Su actividad polı́tica, intelec-
tual y social se desarrolla por más de 30 años, al comienzo
del Siglo XX. Siendo su influencia muy poderosa en ese
perı́odo. Nació el 21 de mayo de 1856 en Montevideo, fa-
lleció el 20 de Octubre 1929 en la misma ciudad. Hijo del
presidente Lorenzo Batlle y de Matilde Ordóñez. Dejó in-
conclusos sus estudios universitarios cuando le faltaban
muy poco para recibirse de abogado. En 1879 se inicia co-
mo periodista en el periódico “El Espı́ritu nuevo”. Desde
sus páginas atacaba duramente al régimen militar del dic-
tador Gral. Lorenzo Latorre. En 1880 viaja a Europa don-
de realiza varios cursos en España y Francia. Este viaje le
permite observar la realidad Europea y entrar en contacto
con ideas socializantes, algunas de las cuales aplicará en
su futura presidencia. Al regreso de Europa continuó con
su actividad periodı́stica en “La Razón”, retirándose luego
y fundando el diario “El Dı́a”. Desde sus páginas fustigó
con fuerza el gobierno del dictador Gral. Máximo Santos.
Debido a esta prédica fue detenido varias veces. Posterior-
mente se sumó al levantamiento contra Santos conocido
como “Revolución del Quebracho”. Fue hecho prisionero en
1886. Si bien el alzamiento fue derrotado, la dictadura de
Santos entrarı́a en su declive. En 1894 se unió a Matilde
10 CAETANO, Gerardo. “La República Conservadora 1916-1929”.
Tomo II. La “Guerra de posiciones”. Montevideo: Ed. Fin de Siglo, 1993.
P. 11.
Irene Pacheco Stewart con quien tuvo 5 hijos. Batlle inte-
graba un sector minoritario del Partido Colorado. En 1887
fue durante 6 meses Jefe Polı́tico y de Policı́a en el Depar-
tamento de Lavalleja. Fue Diputado por Salto entre 1890
– 1893 y por diversas negociaciones polı́ticas fue designa-
do candidato de acuerdo a la Presidencia de la República.
Ocupó ese cargo en dos oportunidades en 1903 – 1907 y en
1911- 1915. Fue impulsor de la Constitución de 1917,11
cuya caracterı́stica era la de contar con un Poder Ejecu-
tivo colegiado llamado Consejo Nacional de Administra-
ción. Fue Presidente del mismo, entre los años 1921 – 1923
y nuevamente 1927 – 1928. En 1920 se bate a duelo con
Washington Beltrán (polı́tico Blanco) a quién hirió mor-
talmente de un disparo.

EL REFORMISMO BATLLISTA
Según Barran y Nahum el batllismo nace desde el po-
der, desde el Estado y no desde el llano. “En un primer
tiempo -1903-1910- Batlle, después de unificar polı́tica-
mente al paı́s en 1904, solo pudo insinuar algunos aspec-
tos de su programa. Ellos, empero, asustaron a las clases
conservadoras...”.12 El ministro del Imperio Alemán des-
tacado en Montevideo, informaba a su cancillerı́a que el
batllismo dejó “...“perplejo al capital extranjero” y “asus-
tado” al nacional “los mercados europeos se cerraron a la
demanda de préstamos uruguayos y numerosos proyectos
elaborados por el gobierno del Presidente (Batlle) ...han
11 También conocida como Constitución de 1919 por el año en que
se puso en práctica.
12 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. “Batlle, los estancieros

y el Imperio Británico”. T. 1. Op. cit. P. 9.


sido paralizados por tiempo indeterminado...”.13 Será du-
rante el segundo gobierno de Batlle (1911-1916), cuando
se producirá un fuerte impulso reformista, que culminará
con la derrota de 30 de Julio de 1916 a manos de la opo-
sición. Luego sobrevino la etapa de acuerdos y negocia-
ciones con sectores conservadores, lo que Carlos Zubillaga
denomina “batllismo de transacción”. “Al unı́sono, mien-
tras el reformismo morı́a, la democracia polı́tica se afian-
zaba. 1916 señaló el comienzo de esa agonı́a y de ese afian-
zamiento y contuvo ya en germen la caı́da de 1933”.14

PRIMERA PRESIDENCIA DE BATLLE


Y ORDÓÑEZ
Consolidación del gobierno. Batlle fue elegido presi-
dente y asumió el cargo el 1º. de marzo de 1903. A escasos
16 dı́as de haber asumido se produce el intento de levanta-
miento del caudillo blanco Aparicio Saravia. Quien aducı́a
un desconocimiento del Pacto de la Cruz,15 por parte de
Batlle. Luego de 6 dı́as, el levantamiento culmina con el
“Pacto de Nico Pérez”. En realidad la guerra civil fue evi-
13 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. “Batlle, los estancieros
y el Imperio Británico”. Tomo 6. Crisis y Racionalización 1913-1916.
Montevideo: Ed. de la Banda Oriental, 1985. P.28. Donde cita (45)
“Nordenpflicht al canciller Bethmann-Hollweg”, 24 de marzo 1913,
en Revista Histórica. Montevideo: 1975. Nos. 136-138. P. 126.
14 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. T.1. Op. Cit. P. 10. La

caı́da refiere al golpe de Estado llevado adelante en 1933 por el Dr.


Gabriel Terra.
15 Pacto entre el gobierno colorado y los blancos liderados por Sara-

via que permitió concretar la paz entre ambos. Allı́ se estableció que 6
Departamentos serı́an gobernados por ciudadanos de filiación blanca
y en segundo lugar se acordó buscar una solución al problema de la
representación de la minorı́a.
tada, pero ambos bandos sabı́an que la confrontación era
inevitable y se prepararon para ello.16 En enero de 1904
nuevamente se produce el alzamiento nacionalista lidera-
do por el propio Aparicio Saravia. Se reclamó garantı́as
electorales, representación proporcional y otras reivindi-
caciones polı́ticas.17 El 10 de septiembre del mismo año
la revolución fue derrotada y su lı́der resultó muerto. Esto
representa el fin de las revoluciones blancas que ya resul-
taban anacrónicas. El gobierno ejerce su autoridad en todo
el territorio, y de manera exclusiva el partido ganador será
quién ejerza el poder. Durante este primer gobierno que va
desde 1903 a 1907, Batlle procura consolidarse. Las gue-
rras civiles afectaron el desarrollo de la minerı́a, en tanto,
los obreros eran reclutados voluntariamente o por la fuer-
za, mientras otros lograban huir y esconderse para no ser
enrolados. Esto dificultó notoriamente la contratación de
mano de obra. Permitió y fomentó el bandidaje y la inse-
guridad en la campaña. Finalmente se detuvieron las in-
versiones de capitales nacionales y más fuertemente las
inversiones de capitales internacionales. Esta situación se
repite también con respecto a otras industrias y empresas
rurales. Aspectos económicos. En la primera presidencia
de Batlle fueron aprobadas varias iniciativas tendientes al
fomento de una incipiente industria nacional. En 1905 el
Poder Ejecutivo contrata un empréstito para la construc-
ción y mejora de aquellos caminos afectados por el alam-
bramiento, que dificultaban el desplazamiento de merca-

16 Batlledotó al Ejército de ametralladoras Maxim que disparaban


600 balas por minuto, fusiles Mauser con cerrojo y cañones Krupp.
17 En realidad existı́an 2 gobiernos en el Uruguay; el del Partido Co-

lorado asentado en Montevideo, y el de A. Saravia localizado en su


estancia “El Cordobés”, por lo cual la guerra era inminente.
derı́as.18 En los primeros años del gobierno se dictó una
ley que fomentaba la plantación de remolacha y la produc-
ción azucarera.19 “Con ambas iniciativas se trataba de fa-
vorecer el surgimiento de la industria nacional y disminuir
la dependencia del exterior por la importación de alcoho-
les y azúcares. La misma finalidad tenı́a una ley anterior
que eximı́a de impuestos a la importación de maquinaria
textil, que benefició a la gran fábrica textil que Salvo, Cam-
pomar y Cı́a. montaron en el Sauce en 1905”.20 En cuanto a
la producción de carnes, el tasajo es cada vez más difı́cil de
exportar, se reducen los mercados cada dı́a más. Por otro
lado la invención del frigorı́fico impulsa la venta de car-
ne enfriada. “La Frigorı́fica Uruguaya” en 1905 comienza
las exportaciones de este tipo de carne. Lentamente des-
aparecen los establecimientos productores de tasajo sien-
do sustituidos por los modernos frigorı́ficos. En ese año el
Estado aumentó el capital invertido en la compañı́a Usina
de Luz y Eléctrica y amplió las obras proyectadas.21 Duran-
te su primera presidencia, Batlle procuró lograr indepen-
dencia con respecto a la financiación inglesa, repatriando
parte de la deuda. “Las dos deudas externas cuya satisfac-
ción heredaba la administración que Batlle inauguraba en
1903, configuraban claros ejemplos de una polı́tica finan-
ciera desaprensiva, carente de finalidades reproductivas y
despreocupada de la salvaguardia del crédito y de la dig-
nidad del paı́s; al tiempo que encarnaban el espı́ritu de
exacción y de especulación de la City en los preludios de

18 NAHUM, Benjamı́n. Época Batllista 1905–1929. Buenos Aires: Edi-

ciones de la Banda Oriental – La República, 1998. Colección Historia


Uruguaya. P. 9.
19 Ibı́dem.
20 Ibı́dem.
21 Ibı́dem.
su ocaso imperial.” 22 El endeudamiento en que incurrió el
batllismo y su polı́tica impositiva con fuertes cargas sobre
la población, son dos aspectos muy criticados de su polı́ti-
ca económica. Ese primer aspecto ha sido investigado en
profundidad por Carlos Zubillaga en tanto el segundo por
José Rilla en su libro “La mala cara del reformismo.” Donde
señala: “Mas de una vez se ha referido al rol central que
en la instrumentación del modelo batllista tuvo la polı́ti-
ca impositiva. En otro nivel de análisis, podrı́a afirmarse
que la concepción del impuesto como herramienta pode-
rosa para la realización de algunos cambios económicos y
sociales era inherente a las estrategias de signo reformista
que confiaban, con el poder del Estado a su disposición, en
la posibilidad de concretar transformaciones sin pasar por
las confrontaciones drásticas”.23
La infraestructura. En cuanto al transporte se extiende
la lı́nea férrea desde San José hasta Colonia y Mercedes.
En 1891 llega el ferrocarril a San Fructuoso actual Tacua-
rembó, llegando a Rivera al año siguiente. Es indudable la
enorme importancia del ferrocarril para el desarrollo de
la minerı́a. En especial para el distrito aurı́fero de Minas
de Corrales. En 1905 comienzan a circular automóviles en
Montevideo. Por otra parte el 17 de noviembre de 1906 se
inaugura la primer lı́nea electrificada de tranvı́as, proceso
que se extiende para las otras lı́neas hasta 1910. Excepto
22 ZUBILLAGA, Carlos. El reto financiero deuda externa y desarrollo
en Uruguay (1903-1933). Montevideo: ARCA – CLAEH, 1982. P. 11;
según Zubillaga la deuda pública de Uruguay era de $ 123:174.281,
a la deuda externa correspondı́a $ 97:699.464. Esta última estaba
compuesta por la Deuda Consolidada de Uruguay £ 11:127.000 y el
Empréstito Uruguayo de 1896 destinado a capitalizar inicialmente el
B.R.O.U. (Banco de la República Oriental del Uruguay.)
23 RILLA, José. La mala cara del reformismo. Montevideo: Ed. Arca,

1992. P. 119.
la lı́nea norte que serı́a totalmente electrificada recién en
1925. Esto colabora a la extensión territorial de la capital y
al consiguiente aumento de la demanda de áridos, calizas
y otros materiales de construcción.
La educación. Según señalan Barran y Nahum en 1908
habı́a un 39,77 % de analfabetos.24 El rector de la Univer-
sidad de Montevideo, actual Universidad de la Repúbli-
ca (UdelaR.), era el Dr. Eduardo Acevedo (perı́odo 1904-
1907). Eduardo Acevedo (1857-1948) fue abogado, perio-
dista, docente, polı́tico e historiador. En 1903 se creó la Fa-
cultad de Comercio y en 1906 la Facultad de Agronomı́a y
Veterinaria integrada por dos escuelas aunque solo se ins-
taló la de Agronomı́a. La Ley Orgánica de 1908 disuelve
esta Facultad pasando el Instituto de Agronomı́a al Minis-
terio de Industria. “El 15 de setiembre de 1906 se creó la
Facultad de Agronomı́a y Veterinaria bajo la órbita de la
Universidad de la República, destinándose para la ubica-
ción de las escuelas todos los terrenos que poseı́a el Fisco
en las inmediaciones de la Estación Sayago. La creación
de esta Facultad respondı́a a una necesidad imperiosa de
transformar nuestra ganaderı́a y agricultura:...”.25 La in-
24 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. “Batlle, los estancieros
y el Imperio Británico”. T. 1. Op. cit. P. 34.
25 MARTÍNEZ, Marı́a Laura. “¿Una Facultad que nace libre de

prejuicios?; la creación de la Facultad de Agronomı́a y Veterina-


ria” [en lı́nea]. En; GALILEO publicación dedicada a los problemas
metacientı́ficos. OTERO, M. H.; CHERONI, Alción; GROMPONE,
J. A.; LEWOWICZ, M. (Editores). Montevideo: Departamento de
Historia y Filosofı́a de la Ciencia - Instituto de Filosofı́a, F. H. C.
E., 2007. N° 36, Segunda Época. Pp. 22-42. También disponible on
line. [Actualización marzo 2012]. [Accedido 23.10.2012]. Dispo-
nible en World Wide Web: http://www.galileo.fhuce.edu.uy/
index.php?option=com_content&view=article&id=79\%3Aiuna-
facultad-que-nace-libre-de-prejuicios-la-creacion-de-
la-facultad-de-agronomia-y-veterinaria-maria-laura-
fluencia alemana se hizo sentir en especial en lo referente
a la organización de esta Facultad que era similar a las es-
cuelas alemanas, en la orientación práctica de la enseñan-
za y en la obligación impuesta a los profesores de dedicar
parte de sus esfuerzos a la enseñanza y parte a la investiga-
ción. Se procuraba la formación de los cuadros técnicos ca-
paces de liderar el proceso de tecnificación rural. “...la ley
de 31 de diciembre de 1908 disolvió la Facultad reciente-
mente creada, transformándola en dos Escuelas indepen-
dientes, que pasaron a ser administradas por un Conse-
jo dependiente de un Patronato nombrado por el Poder
Ejecutivo, y a estar adscriptas al Ministerio de Industrias,
Trabajo e Instrucción Pública. Sin embargo, gracias a las
movilizaciones de los estudiantes, los planes de estudios
no se vieron inmediatamente alterados”.26 Volverá al seno
de la Universidad el 22 de julio de 1925, transformada en
Facultad de Agronomı́a. En 1906 se destinan recursos im-
portantes a la ampliación y construcción de nuevos edi-
ficios escolares y museos. Entre 1904 y 1906 se inicia la
construcción del edificio de la Facultad de Medicina, de la
Facultad de Derecho y de la Facultad de Comercio, ası́ co-
mo el edificio de Enseñanza Secundaria. Como se puede
suponer este auge de la construcción de grandes edificios
por parte del Estado, supuso la necesidad de extraer mi-
nerales no metálicos para abastecer esa demanda estatal.
“La construcción fue activada por la demanda del estado
ballista (Palacio Legislativo, Parque Urbano) y la origina-
da por la esfera privada: nuevos barrios nacidos al amparo
del desarrollo tranviario y el empuje demográfico; recreo

martinez&catid=57\%3Anumero-36&Itemid=55 Disponible además


en: http://galileo.fcien.edu.uy/una_facultad_que_nace_
libre_de_prejuicios.htm [Accedido 28 de agosto 2017]
26 Ibı́dem.
de las clases altas en los chalets de Pocitos y Carrasco”.27
Sin embargo muchos de los productos usados en la cons-
trucción eran importados. El Estado era también el gran
demandante de piedra labrada para la pavimentación de
calles.

PRESIDENCIA DE CLAUDIO WILLIMAN


A Batlle le sucede Claudio Williman. Las clases con-
servadoras esperaban de ésta administración un respiro y
un freno al “inquietismo”, como denominaban la polı́tica
de Batlle.28 Durante el perı́odo presidencial de Williman29
(1907 a 1911) se produce una reorganización de los Minis-
terios con la finalidad de atender la nueva realidad. “La
creciente intervención del Estado en la esfera económica y
social de la nación, y la necesidad de modernizar la vie-
ja estructura administrativa del Estado, impulsaron al go-
bierno a proceder a una reorganización ministerial. Sur-
27 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. “Batlle, los estancieros
y el Imperio Británico”. T. 1. Op. Cit. P. 118.
28 “Esta en cierto sentido, las desilusionó.” Williman; “Por su anti-

obrerismo recibió aplausos; por su lı́nea agraria, sonrisas y crı́ticas


despectivas; por sentido de la lealtad hacia Batlle, el insulto.” Ídem. T.
1. P. 9
29 El Dr. Claudio Williman González, nació en Montevideo el 10 de

Octubre de 1861, falleció el 9 de febrero de 1934 también en Montevi-


deo. Hijo de José Williman Lugrı́s y Antonia González. En 1895 se casó
con Carmen P. Martı́nez Santos y tuvo 4 hijos. Fue abogado, docente
y polı́tico del Partido Colorado. Ocupó el rectorado de la Universi-
dad de Montevideo (UdelaR) por dos veces; 1902-1904 y 1912-1916.
Impulsó la fundación de la Facultad de Matemáticas en esa casa de es-
tudio. Fue docente de la Academia General Militar. Participó en 1886
en la Revolución del Quebracho. Integrante del Partido Colorado y
excombatiente de la campaña de 1904 contra Aparicio Saravia. En esa
ocasión fue Jefe del 4° Batallón de Infanterı́a.
gieron ası́ los nuevos ministerios del Interior (que sustituı́a
al de Gobierno), el de Instrucción Pública, el de Industrias
y Trabajo (reemplazando al de Fomento), y el de Obras
Públicas. El Estado respondı́a al ejercicio de sus nuevas
funciones mediante el establecimiento de organismos ap-
tos para desempeñarlas”.30 Batlle coincide con la necesi-
dad de esta reorganización Ministerial.31 Una importante
iniciativa fue la realización del Censo Nacional de 12 de
Octubre 1908 que arrojó valiosos datos acerca de la indus-
tria y su composición. En cuanto a la población se conta-
bilizaron 1.042.686 habitantes en todo el paı́s.32 En Mon-
tevideo y alrededores vivı́an 309.231 personas, y la pobla-
ción del interior era de 733.455 habitantes. En todo el Uru-
guay habı́an 181.222 extranjeros, de los cuales 52 % vivı́an
en Montevideo. El 61 % declaraba ser católicos. El 36 % de
la población eran analfabetos. En minas y canteras traba-
jaban 1.731 personas. Finalizó su administración con un
superávit de 8 millones de pesos los que fueron dedica-
dos a la construcción y reparación de puentes y caminos.
En el perı́odo se amplió la red de caminos y fue aproba-
da una iniciativa por la cual el Puerto serı́a administra-
do por el Estado. Se mejoraron mucho las comunicaciones
30 NAHUM, Benjamı́n. Op. Cit. P. 18.
31 En Julio de 1910 el diario “El Siglo” le hizo un reportaje a Batlle
que se encontraba en Europa, donde afirmaba lo siguiente: “. . . el Eje-
cutivo ha sido entre nosotros un poder absorbente y excesivo. Para
corregir el mal es indispensable extender la influencia de la Asamblea
y dar vigor a la institución ministerial”. Ídem. Pp. 55.
32 Los datos del Censo de 1908 fueron extraı́dos de; NAHUM,

Benjamı́n. .Estadı́sticas históricas del Uruguay 1900-1950.”Tomo 1.


Población y Sociedad, Polı́tica Educación y Estado. Montevideo: De-
partamento de Publicaciones de UdelaR, 2007. [En lı́nea] [Ac-
cedido 5-7-2016] Disponible en formato PDF.en la Wold Wi-
de Web: http://cienciassociales.edu.uy/wp-content/uploads/
sites/8/2013/archivos/estadisticas\%20historicas\%201.pdf
entre Buenos Aires y Colonia.33 En 1907 la Compañı́a Pla-
tino Brasileña que contaba con una extensión de 687 Km.
de red telegráfica fue adquirida por el Estado. Recorde-
mos que el 16 de febrero de 1878 se inauguró el Servicio
Telefónico de dicha Compañı́a. En el plano arquitectóni-
co, en Montevideo, se autorizó la edificación de un hotel
y casino. Se inició la construcción del Bulevar Artigas. Por
otro lado se construyó un gran hotel, casino, plaza de to-
ros y teatro en la ciudad de Colonia. Además se edificaron
400 escuelas. Se continuó con la polı́tica de laicidad en las
escuelas primarias, eliminando la enseñanza religiosa en
las escuelas públicas. En 1907 se creó la Comisión de Pro-
tección Escolar contra la Tuberculosis. A su vez se aprobó
en 1908 la Ley Orgánica de la Universidad, habilitando
Consejos Directivos por Facultad, con representación es-
tudiantil y docente. Finalmente debemos señalar la aboli-
ción de la pena de muerte. Fortaleció y modernizó la Ad-
ministración Pública y el Poder Judicial instalando la Alta
Corte de Justicia en 1910. En julio de 1909 se creó el Archi-
vo Histórico Nacional. Williman llevó adelante reformas
electorales que culminaron con la Ley Electoral del 11 de
Julio de 1910 que elevó el número de diputados a 89, ga-
rantizando la representación proporcional en Montevideo
y Canelones. En el resto de los Departamentos se llegaba
al cuarto, tercio y mitad de las bancas. Estableció comi-
siones para depurar los padrones de electores. En realidad
esta ley no se aplicó en 1910 lo que provocó la abstención
de los blancos. En el plano internacional se firmó el pro-
tocolo Sáenz Peña – Ramı́rez que acordó no innovar en el

33 En 1908 Jorge Newbery cruzó el Rı́o de la Plata en un dirigible.


La hazaña serı́a repetida en 1910 por el piloto italiano Bartolomeo
Cattaneo tripulando un avión, este vuelo inaugurarı́a el traslado aéreo
del correo entre Buenos Aires y Colonia.
tema de navegación y uso de las aguas del Rı́o de la Plata
con la República Argentina.34 Con Brasil se firmó el Tra-
tado de Rectificación de Lı́mites en Octubre de 1909 esta-
bleciendo el co-dominio de las aguas de la Laguna Merı́n
y el Rı́o Yaguarón. Sin embargo la parte más controverti-
da del gobierno Williman fue su polı́tica anti-sindical, y
la fuerte represión dirigida contra el movimiento obrero.
Esa polı́tica represiva fue llevada adelante por el Jefe de
Policı́a Dr. Jorge West. La huelga ferroviaria de 1908 fue
paradigmática en ese sentido. Fue derrotada con medidas
muy duras que abarcaban; el cierre de los locales sindica-
les, la prohibición de reuniones, la detención de manifes-
tantes e incluso de aquellas personas que transitaran cerca
de las vı́as. Todo una muestra del carácter del gobierno de
Williman en el plano social. En este aspecto su gobierno
tuvo un signo conservador y reaccionario.

SEGUNDA PRESIDENCIA DE BATLLE


El gran impulso reformista se da a partir de 1911, en
la segunda presidencia de Batlle y Ordoñez. Dice Barran;
“Afirmaremos que fue más lo que el batllismo alarmó que
lo que hizo realmente...”.35 Este temor provocó la unión
de las “clases conservadoras”, el capital británico y la oposi-
ción polı́tica en un bloque que enfrentó al reformismo. ”La
crisis económica y social que vivió el Uruguay entre 1913
y 1916 y la radicalización del reformismo signaron este
34 “3°. La navegación y uso de las aguas del rı́o de la Plata, continuará

sin alteración, como hasta el presente, y cualquier diferencia que con


ese motivo pueda surgir, será allanada y resuelta con el mismo espı́ritu
de cordialidad y buena armonı́a que han existido siempre entre ambos
paı́ses”.
35 BARRAN, J. P.; NAHUM, B. “Batlle, los estancieros y el Imperio

Británico”. T. 1. Op Cit. P. 9.
perı́odo”.36 Según Barran y Nahum esa radicalización tu-
vo varias razones. En primer lugar algunas medidas fueron
impuestas por las circunstancias, es decir la crisis. En se-
gundo lugar por la imperiosa necesidad electoral del batllis-
mo. La elección para Constituyentes se iba a realizar el 30
de Julio de 1916, en plena crisis. En ella se iba a definir la
suerte del Colegiado. Finalmente Barran y Nahum afirman
que esta radicalización era propia de la dinámica iniciada
por el reformismo. Era el desarrollo lógico de anteriores
posturas.
Las reformas. Batlle consideraba que el Estado debı́a abar-
car ciertas áreas hasta entonces de dominio exclusivo de
la actividad privada. “En paı́ses jóvenes, donde ésta fuera
tı́mida o insuficiente, o donde predominaran empresas ex-
trajeras que extraı́an la riqueza de la nación para enviarla
al exterior, no habı́a nadie más que el Estado que pudiera
llenar las carencias que sufrı́a el cuerpo social y que de-
fendiera el patrimonio nacional”.37 El Sociólogo Alfredo
Errandonea coloca al Estado dentro de los actores sociales
en el desarrollo uruguayo y al respecto señala: “No deberı́a
llamar la atención que el primer actor a considerar sea el
Estado; ya que, sin duda, éste ha sido el principal actor del
desarrollo uruguayo del siglo XX, cualquiera sea el juicio
que sobre ese desarrollo se haga”.38
Estatización. Las estatización del Banco República (1911),
de las Usinas Eléctricas y del Puerto no levantaron ma-
36 BARRAN, J. P., NAHUM, B. “Batlle, los estancieros y el Imperio
Británico”. T. 6. Op. Cit. P. 7.
37 NAHUM, B. Época Batllista 1905–1929. Op. Cit. P. 24.
38 ERRANDONEA (h), Alfredo. “Los actores sociales para un pro-

ceso alternativo de desarrollo económico y social del Uruguay”.


En: COURIEL, Alberto; WETTSTEIN, Germán. (compiladores). URU-
GUAY: un modelo alternativo de desarrollo. Montevideo: CESPUAL –
EBO, 1989. Pp. 187-203. P. 191.
yor resistencia porque ya en algunos casos como el Ban-
co República en los hechos era administrado por el Esta-
do. En el caso de las Usinas Eléctricas entre 1887 y 1897
fueron administradas por privados, pero en 1906 pasaron
a ser gestionadas provisoriamente por el Estado. El pro-
yecto del Frigorı́fico Nacional39 fue diferido; en el caso de
los monopolios (estancos) de alcohol y de tabaco fracasó,
del mismo modo que fracasó el proyecto de creación de
una marina mercante nacional. En el caso de los ferroca-
rriles, el gas y aguas corrientes la estrategia fue otra, en-
frentar el capital extranjero a través de la competencia.
El capitalismo inglés era un enemigo poderoso. Sus inver-
siones alcanzaban a 40 millones de libras.40 A la estati-
zación del Banco República y de los seguros con la crea-
ción del Banco de Seguros del Estado en 1911, siguió la
del Banco Hipotecario en 1912. Podemos decir que la es-
tatización del Banco Hipotecario fue exitosa. A propósi-
to de esto Jacov señala que: “De lo expuesto surge que
el sistema bancario fue uno de los grandes protagonistas
del denominado (no sin cuestionamiento “perı́odo batllista”
(1903-1933).)”.41 En suma, el modelo apuntó a un crecien-
te intervencionismo económico que se plasma en 3 lı́neas
básicas de acción, según Vaz Chavez: “-Nacionalizaciones:
de manera tal que ciertas áreas de la economı́a nacional
estuvieran en manos de capitales nacionales y no en ma-
nos extranjeras que giraban hacia el exterior sus jugosas
ganancias; Estatizaciones: poniendo en manos del propio
39 La industria frigorı́fica estaba en manos extranjeras (capitales in-
gleses y estadounidenses) y fijaba el precio de las haciendas. Para mo-
dificar esta situación el Estado dispuso la creación de un frigorı́fico
nacional, que recién se concretarı́a y con fuertes limitaciones en 1928.
40 JACOV, Raúl. Banca e Industria: un puente inconcluso. Montevideo:

FCU–CIEDUR, 1991. P. 33.


41 Ídem. P. 32
Estado, la prestación de servicios públicos considerados
claves; Industrialización: tendientes a tratar de romper el
marco monoproductor y dependiente de nuestra economı́a
a través de la creación de industrias y del proteccionismo
estatal a la manufactura nacional”. 42 Durante este perı́odo
se inicia la Primera Guerra Mundial, el gobierno urugua-
yo declaró su neutralidad. Entre 1913 y 1914 el exceso de
lluvias provocó inundaciones, pérdidas de cosechas y difi-
cultades en el tránsito, en especial en el Interior del paı́s.
Se propagaron enfermedades que afectaron el ganado. Es-
ta situación con variantes se produjo también en Argen-
tina. Sı́ a esto le sumamos la guerra europea tendremos
una situación muy difı́cil. En nuestro paı́s se produjo una
reducción del crédito, escasez de moneda, cierre y liquida-
ción de numerosas empresas con su secuela de despidos,
reducción de salarios y penurias para la población. A pesar
de ello se continuó destinando dineros a la construcción de
nuevos edificios escolares.

LA REPÚBLICA CONSERVADORA. 1926-1930


EL ”VIERISMO”

La gran derrota del batllismo en las primeras eleccio-


nes libres fue clave e indica un antes y después de los co-
micios. La oposición le aplicó una derrota que tuvo conse-
cuencias. Luego llegarı́a el llamado “Alto” del presidente
Feliciano Viera, deteniendo todas las reformas y poniendo
fin al programa económico-social del batllismo. “El pri-
mer batllismo, el del impulso, terminó aquı́, con la derro-
42 VAZ CHAVES, Néstor. Impulso y desarrollo. Monografı́a inédita.
Universidad de la República. Montevideo: [s.d.] (Biblioteca DINAMI-
GE). P.8
ta que le infligió la oposición el 30 de julio de 1916”.43
Según Gerardo Caetano, resulta más apropiado referirse
a este periodo como “época vierista” en lugar de “época
batllista”. Si bien el vierismo no tuvo nunca mayorı́as elec-
torales, ocupó el gobierno a través de “hábiles maniobras y
pactos”. En 1915 asume la Presidencia Feliciano Viera un
hombre de Batlle. Viera habı́a contribuido con su voto a la
elección de Batlle, habı́a mostrado su adhesión a los postu-
lados económicos y sociales del batllismo y además tenı́a
una opinión favorable al Colegiado. Pero una vez en la
Presidencia logró formar su propio grupo polı́tico dentro
del Partido Colorado, separándose de Batlle y finalmente
oponiéndose a este con vigor. El impulso reformista en el
plano económico y social que siguió hasta 1916 se desa-
rrolló en un contexto polı́tico hegemónico y excluyente.44
Sin embargo y al mismo tiempo, en el lapso que va desde
1916 a 1930 el batllismo debió ingresar en una dinámica
de pactos y compromisos tanto con sectores de su mismo
partido polı́tico como con otros partidos. “El reformismo

43 BARRAN, J. P.; NAHUM, B. “Batlle, los estancieros y el Imperio


Británico”. T. 1. Op Cit. P. 9.
44 YAFFÉ, Jaime. EL INTERVENCIONISMO BATLLISTA: ESTATIS-

MO Y REGULACIÓN EN URUGUAY (1900- 1930) [en lı́nea]. DT


01/01. Montevideo: Instituto de Economı́a – Serie papeles de Tra-
bajo, FCEA – UdelaR, 2001. [Accedido 06 de abril de 2017]. Dis-
ponible en World Wide Web: https://www.colibri.udelar.edu.
uy/bitstream/123456789/4275/5/dt-01-01.pdf. En formato PDF.
P. 11. Donde dice: “La modernización económica y social tuvo como
correlato polı́tico un gran redimensionamiento del rol del Estado. Las
novedades polı́ticas que se procesan a partir de 1916 constituyen una
profunda modernización del sistema polı́tico uruguayo caracterizada
por la ampliación de la participación polı́tica ciudadana y la institu-
cionalización del pluralismo. Puede decirse con toda propiedad que la
reformulación institucional de 1917 marcó el nacimiento de la demo-
cracia uruguaya”.
económico y social y con él la expansión del estatismo se
detuvo casi completamente. El tipo de relaciones estado-
economı́a-sociedad anudado bajo el primer batllismo se
cristalizó, en tanto ni se desanda el camino ni se avanza,
aunque la intención y el tono popular y hasta obrerista del
intervencionismo fue relevado por el primado de la pre-
ferencia hacia los reclamos de los sectores patronales con-
servadores”.45 Barran y Nahum señalan que el reformismo
morı́a al tiempo que la democracia polı́tica se afianzaba.

LA CONSTITUCIÓN DE 1917
Batlle fue el gran impulsor del cambio constitucional.
Ya el 13 de enero de 1913 publicó en el diario “El Dı́a”
sus “Apuntes”, donde proponı́a la sustitución del Presi-
dente por una Junta de Gobierno o Colegiado. Esa Jun-
ta estaba dividida entre la Presidencia de la República y
un Consejo Nacional de Administración, compuesto por
9 miembros, con representación proporcional y renova-
ción bianual por tercios. Esta idea del Colegiado suscitó
la oposición tanto dentro como fuera del Partido Colora-
do, donde se produjo una escisión separándose de la jefa-
tura de Batlle los sectores anti-colegialistas. El 30 de Ju-
lio de 1916 se elige la Convención Nacional Constituyen-
te, con tres novedades importantes; voto universal mascu-
lino, perfeccionamiento de los registros cı́vicos (impedı́a
el fraude) y la representación proporcional no integral. La
Constitución promovı́a la neutralidad en materia religio-
sa, la separación entre Iglesia y Estado y la creación del
Ejecutivo bicéfalo. Durante la vigencia de esa Constitución
se suceden los gobiernos de: Baltasar Brum, José Serrato y
Juan Campisteguy. El enfrentamiento entre colegialistas y
45 Ibı́dem.
anti-colegialistas era la traducción polı́tica de los enfren-
tamientos sociales, por una parte las clases bajas y medias
y por otra las clases altas o conservadoras como gustaban
llamarse.

EL FIN DEL ”VIERISMO”


Batlle no atacó el problema de la tenencia de la tie-
rra, sin embargo desde “El Dı́a” combatió con virulencia
el latifundio. Ese discurso junto a algunas tı́midas medi-
das impositivas que afectaban a los propietarios de la tie-
rra alarmó a los hacendados. A impulso de Carlos Reyles
(riquı́simo hacendado), el Dr. Manuel Quintela y el Dr.
Irureta Goyena se fundó en 1915 la combativa Federación
Rural. Esta organización tuvo una importancia crucial a
la hora de enfrentar el reformismo. Las únicas leyes de
carácter social propias del perı́odo fueron dos; restricción
de trabajo nocturno en fábricas de fideos, panaderı́as y
confiterı́as (Ley de 19 de marzo de 1918) y la ley de la si-
lla para obreras y empleadas, que obligaba a las empresas
a tener un número suficiente de sillas para que las muje-
res pudieran sentarse cuando el trabajo lo permitiera (Ley
10 de Julio de 1918). Cuando se inicia el periodo presi-
dencial de Baltasar Brum es cuando comienza su labor el
primer Consejo Nacional de Administración “...resultaba
claro que el batllismo era neta minorı́a en todos los re-
sortes fundamentales del poder público”.46 En 1919 fue
nombrado ministro de industria el Dr. Luis C. Caviglia47
46 CAETANO, Gerardo. “La República Conservadora. 1916-1929”
Tomo II. La Guerra de posiciones. Montevideo, Ed. Fin de Siglo, 1993.
P. 11
47 Luis Carlos Caviglia, adherente al Partido Colorado ala vierista,

fue integrante de la Junta Económico Administrativa de Montevideo.


constituyéndose en la personalidad más destacada en el
plano polı́tico del periodo. Dijo Caviglia al diario “El Dı́a”:
“Entiendo que no se me debe considerar extraño o ajeno
a ninguna actividad que diga relación al Ministerio que
desempeño desde que a la par que al comercio y a la indus-
tria, estoy vinculado a intereses ganaderos y agrı́colas”.48
Refiriéndose al rol del Ministerio, Caviglia señaló que no
le correspondı́a diseñar un programa, sino que debı́an for-
mularlo los sectores productivos. Se advierte otra diferen-
cia con el reformismo batllista. En cuanto al Estado se ob-
serva un cambio, un “nuevo estatismo” como dice Caetano.
“Se trataba de un Estado “nodriza del capitalismo”, con un
estilo de conducción más “administrador” que “polı́tico”,
consolidado como un gran “centro institucional de alian-
zas y compromisos”.49 No fue sin embargo un Estado pri-
vatizador. Los grupos de presión empresarial, en especial
la Federación Rural, procuraron actuar fuera del ámbito
de los partidos, adjudicándose la representación no solo
de los ganaderos sino “del campo”, de lo “rural”. En 1920 se
origina la emblemática huelga de los repartidores de dia-
rios y revistas, popularmente conocidos como “canillitas”.
Ellos reclamaban un dı́a de descanso semanal. Esta huelga

Fue diputado en perı́odo 1917-1918. Ministro de Industrias desde


1919 hasta 1922 fecha de su renuncia. Fue Ministro de Hacienda en
1924. Integrante del Consejo Nacional de Administración 1927- 1933,
siendo presidente del mismo en 1927-1928. Fue además vicepresiden-
te del Banco Italiano, activo militante y dirigente de la Cámara de In-
dustrias y de la Federación Rural. Mientras era Ministro de Hacienda
era a la vez presidente de la Federación Rural. (Cf. CAETANO, Gerar-
do. T. II. Op. Cit. P. 40)
48 CAETANO, Gerardo. “La República Conservadora”. T. II. Op. cit.

Pp. 18 donde cita; “El Dı́a”, Montevideo, 8/3/1919, p. 5 Los nuevos


Ministros. Con el doctor Caviglia.
49 Ídem. P. 29.
afectó especialmente al diario “El Dı́a” vocero del batllis-
mo. Desde sus páginas se condenó severamente la huelga,
lo que motivo el boicot a ese diario por parte del sindicato
de “canillitas”. Como consecuencia fueron duramente re-
primidos a pesar de que en su mayorı́a eran niños y jóvenes
menores de edad. La represión alcanzó también a quienes
se solidarizaron con ellos, denunciando la utilización de
rompe-huelgas, en general policı́as. En esas circunstancia
muere un joven tranviario de 18 años. Esto muestra el lı́mi-
te del batllismo. En febrero de 1925 se realizan las eleccio-
nes para elegir un tercio de los miembros del Consejo Na-
cional de Administración y un tercio del Senado. Esas elec-
ciones marcaron el fin de la preeminencia vierista. Pero el
batllismo si bien logró la mayorı́a en el partido, vio acre-
centado su bloqueo polı́tico. Bajo la presidencia del Ing.
José Serrato (1923-1927), en el año 1925 se cumplen va-
rios centenarios que son festejados pomposamente, pero
el más destacado es la Declaratoria de la Independencia.
Como parte de ese centenario se inaugura el Palacio Legis-
lativo. Entre las obras importantes se encuentra la cons-
trucción del puente de Santiago Vázquez. Serrato recibió
el aplauso y homenaje de los conservadores y las cámaras
empresariales. En 1927 decrece aún más la poca influencia
batllista. En 1928 surgen nuevos puntos de conflicto entre
los gremios patronales y los Poderes Públicos. En particu-
lar los proyectos de salario mı́nimo y jubilación para los
empleados y obreros de sociedades anónimas. En 1929 las
fricciones serı́an más visibles, el batllismo intentaba rom-
per el bloqueo al que los demás partidos y sectores conser-
vadores lo sometı́a. Una renovada alarma suena ante el in-
tento del reformismo. Entre 1928-1931 Juan Campisteguy
es designado Presidente. Se trataba de un anticolegialista
y opositor a Batlle. Cuando finalizó el conflicto europeo las
exportaciones aumentaron y se valorizó el peso uruguayo.
Esta situación se mantuvo hasta 1929.

LAS CLASES CONSERVADORAS SE ORGANIZAN


Por otro lado frente al denominado “avancismo” batllis-
ta la resistencia patronal se va estructurando. En 1926 la
Federación Rural levanta la bandera de la unidad de ac-
ción de los grupos de presión empresariales. Esto culmina
con una nota conjunta de la Cámara Nacional de Comer-
cio, la Cámara Mercantil de Productos del Paı́s, la Cámara
de Industrias y la Liga de Defensa Comercial, dirigida a
los Poderes Públicos rechazando todo nuevo impuesto. En
ese mismo año se produjo el ascenso en la movilización del
movimiento obrero. Frente a ello las entidades patronales
coordinaron su acción a través de la Comisión de Asuntos
Obreros de la Cámara Mercantil de Productos del Paı́s.50
Finalmente en 1929 el proceso culmina con la instaura-
ción del Comité de Vigilancia Económica, integrado por
delegados de las diferentes cámaras y cuyo fin fue unifi-
car la acción y enfrentar cualquier atisbo de reformismo.
Oponerse a la creación de nuevos impuestos y confrontar
al movimiento obrero. Finalmente en 1930 se cumple otro
centenario (jura de la Constitución de 1830) y se realizan
nuevos festejos, entre los cuales se destaca la construcción
del Estadio Centenario, donde ese mismo año Uruguay se
consagró campeón mundial de fútbol. Durante el periodo,
el batllismo se debate entre la impotencia y el afán de rea-
lización. “Los años que median hasta 1933 [desde 1915]
-en que el paı́s reconoce de hecho la incapacidad de cum-
plir con sus compromisos en materia de deuda externa-
50 CAETANO, G. “La República Conservadora”. T. II. Op. Cit. Pp.
111-114.
implican para el modelo batllista una prueba definitiva de
su viabilidad. Enfrentado abiertamente a los sectores be-
neficiarios del orden económico agro-exportador -que lo-
gran introducir cuñas polı́ticas eficaces en la organización
partidaria del oficialismo- el batllismo se debate en una
impotencia realizadora apenas disimulada por el recurso
al capital externo y el cumplimiento parcial de los planes
de obras públicas con los que se trata de canalizar las pre-
siones laborales que la intocada estructura agraria genera
de continuo”.51 Desaparecido su conductor, en el seno del
batllismo se producen disensiones y defecciones.

RESULTADO DE LA POLÍTICA BATLLIS-


TA
El batllismo creó una imagen de partido obrerista, pro-
gresista y reformista al decir de Barran y Nahum. Sin em-
bargo intentó mantener su caracterı́stico policlasismo pro-
pio del Partido Colorado, con esta contradicción sobre los
hombros cargó todo el perı́odo. Un partido de la pequeña
burguesı́a que pretendió representar las clases medias. Co-
mo señalan Bertino et al., la distancia entre lo que el batllis-
mo proyectó y prometió y lo que realmente materializó
suele ser pronunciada. “...desde que se hizo cargo de la ac-
ción gubernativa, en 1903, el batllismo desplegó una prédi-
ca y una acción de corte reformista, particularmente pro-
nunciada desde 1911. Las polı́ticas económicas desarro-
lladas pueden enmarcarse dentro de esa tónica general,
aunque restricciones de diverso orden impusieron fuer-
tes limitaciones a las posibilidades de concretar las refor-
51 ZUBILLAGA, C. Op. Cit. P. 9
mas proyectadas. En este sentido, la distancia entre el pro-
grama económico y las polı́ticas económicas efectivamente
desarrolladas es por momentos muy pronunciada, inclu-
so en los momentos de mayor auge del reformismo”.52 El
reformismo pierde fuerza. La crisis que se extiende entre
1913 y 1916 supuso una fuerte caı́da de la renta aduane-
ra. Sobre ella se basaba toda la arquitectura presupuestal
del gobierno batllista. Esas rentas cayeron un 30 % y el to-
tal de recursos un 15 %, si a ello le sumamos el cierre de
los mercados financieros europeos, tendremos cabal idea
de la profundidad de la crisis. Esa crisis la pagaron más
duramente los trabajadores y las clases medias. “Después
de 1916, ese impulso ingresa en una fase de letargo que
no se rompió hasta fines de los años veinte. Las polı́ticas
públicas, en particular las económicas y sociales, muestran
desde entonces un sesgo conservador que caracterizó to-
do el perı́odo que va del alto de Viera al segundo impulso
batllista. Desde fines de los veinte, con el despertar del re-
formismo, y en particular desde 1931, el Estado asumirı́a
un rol mucho más activo”.53 Henry Finch señala que los
logros de Batlle son respuesta a dos procesos; la inestabi-
lidad social del sector ganadero y el rápido crecimiento de
la economı́a urbana. “El fenómeno batllista significó una
transacción -de carácter liberal, humanitario, muy de clase
media- entre las tensiones sociales y polı́ticas resultantes
de estos procesos. Aunque en algunas oportunidades pue-
52 BERTINO, Magdalena; BERTONI, Reto; TAJAM, Héctor; YAFFÉ,
Jaime. Del estatismo a la regulación: medio siglo de polı́tica económi-
ca. La economı́a uruguaya 1900-1955 (III) [en lı́nea]. DT 07/01. Mon-
tevideo: Instituto de Economı́a – Serie papeles de Trabajo, FCEA –
UdelaR, 2001. [Accedido 04/04/2017]. Disponible en World Wide
Web: http://ideas.repec.org/p/ulr/wpaper/dt-07-01.html. En
formato PDF. P. 4.
53 Ibı́dem
da haber tomado formas radicales -más que nada en la de-
fensa por parte del Estado de los sectores económica y so-
cialmente desvalidos- la intención subyacente del batllis-
mo era de esencia conservadora; se trataba de extender las
funciones del Estado a los efectos de asegurar el equilibrio
de fuerzas entre las distintas clases sociales y realzar el pa-
pel del sistema polı́tico”.54 Como afirma Finch, la polı́ti-
ca agropecuaria del batllismo fue neutral y a pesar del ti-
bio intento reformista para transformar la estructura agra-
ria, en realidad las clases altas rurales no tenı́an nada que
temer. “La polı́tica económica de Batlle no logró ningún
cambio importante en la estructura económica del paı́s. Se
concedieron beneficios impositivos a las nuevas empresas
industriales que se sumaron a la protección arancelaria ya
existente. Pero, al faltar una polı́tica fiscal progresista, el
mercado se mantuvo sin desarrollarse y tuvo que ser el so-
cialista Emilio Frugoni quien señalase el carácter regresi-
vo del proteccionismo aplicado a los artı́culos de primera
necesidad*”.55 El crecimiento del sector público favoreció
el capital nacional, “...la hostilidad de Batlle hacia el ca-
pital extranjero, si bien era sincera, distaba mucho de ser
una actitud de enfrentamiento a la intromisión imperial.”
en realidad su inquina iba dirigida contra las ineficientes
y costosas empresas de servicios británicas”.56 La polı́tica
económica del batllismo tuvo escaso éxito, en cambio en el
plano social y polı́tico se realizaron reformas importantes.
En ese sentido podemos señalar;
Derecho de los trabajadores. El batllismo legisló acerca

54 FINCH, Henry. Economı́a polı́tica del Uruguay contemporáneo.


1870-2000. Montevideo: Ed. de la Banda Oriental, 2005, 2da. Edición.
P. 25.
55 Ídem. P. 27. * Donde cita: DSHCR. 1912-13, tomo CCXXII, p. 462.
56 Ídem. P. 27.
del mundo del trabajo. Se prohibió la faena de menores de
13 años, y se limitó la jornada de los menores de 19 años.
Dispuso licencia por maternidad, descanso semanal y 8
horas diarias de labor (1915). Legisló en torno a la segu-
ridad industrial (1920) y estableció la indemnización por
despido (1914). A pesar de esto se produjeron importantes
huelgas, entre ellas, en 1911 la huelga de los tranviarios
que recogió la solidaridad de otros gremios. También es
justo decir que con respecto a la jornada de 8 horas, mu-
chos gremios ya la habı́an logrado con su lucha y esfuerzo,
mucho antes que fuera sancionada por ley. Muchos otros
por debilidad no lograron usufructuar la jornada de 8 ho-
ras a pesar de la Ley. Por otro lado, como señalan Barran y
Nahum, esta ley “...fue defendida por su justicia intrı́nse-
ca, pero también como solución parcial a la desocupación
obrera reinante”.57 Al tiempo que se aprobaba esta ley y
otras similares la desocupación crecı́a, el salario descendı́a
y la carestı́a seguı́a su derrotero ascendente. Rodolfo Po-
rrini señala lo siguiente; “La polı́tica “liberal” de Batlle –
la recepción de los “extranjeros indeseables” deportados
de Argentina por la ley de Residencia constituyó todo un
signo - y en especial su “buena voluntad” hacia la orga-
nización y reclamos de los trabajadores generó un espacio
ambiguo de disputa ideológica que neutralizó y desorientó
a un sector de la militancia: los “inspectores obreros” de la
Oficina de Trabajo, el “anarco-batllismo”. Al mismo tiem-
po, esa polı́tica generó un campo propicio para los recla-
mos – en especial ligados a la disminución de la extensa
jornada laboral y las difı́ciles condiciones de trabajo - y
la emergencia de sociedades de resistencia. Pero existieron

57 BARRAN, José Pedro, NAHUM, Benjamı́n. “Batlle los Estancieros


y el Imperio Británico”. Tomo 6. Op. Cit. P. 7.
intensas luchas y derrotas...”.58
En el plano social. El batllismo aprobó la ley de divorcio
por la sola voluntad de la mujer (1913). Se aprobó también
pensión a la vejez a partir de 65 años, pensión por inva-
lidez e indigencia (1919). Dispuso la gratuidad de la en-
señanza secundaria, la creación de la Universidad de Mu-
jeres y los liceos Departamentales (1916).

58 PORRINI, Rodolfo. La historia de la clase obrera y los sindicatos en


el siglo XX: experiencias y aportes. Montevideo, 2002. [En lı́nea] [ac-
cedido el 26-7-2016] Disponible en formato PDF. En la World Wi-
de Web: http://www.pvp.org.uy/wp-content/uploads/2011/05/
porrini.pdf Pp.1. (Publicado también en “Trabajo & Utopı́a” (órgano
de difusión del PIT-CNT elaborado por el Instituto Cuesta-Duarte), Nº
22 (setiembre 2002), Montevideo.
Capı́tulo 2

FUNDACIÓN DEL
MINISTERIO DE
INDUSTRIA

Un organismo importante para la instrumentación y


puesta en práctica de la polı́tica económica y cientı́fico -
tecnológica del gobierno batllista fue el Ministerio de In-
dustria. El conocimiento geológico del territorio y el desa-
rrollo de la minerı́a fueron aspectos importantes en el di-
seño institucional del novel Ministerio. ¿Cuáles eran los
objetivos de esa polı́tica? Sin duda se procuraba romper los
lazos de dependencia con el capitalismo inglés y desarro-
llar la industria nacional. Para atender a tales propósitos,
ası́ como para dar respuesta al aumento de la complejidad
en la vida económica del paı́s, fue necesario instrumentar
una reestructura del Estado. En el marco de esa reorga-
nización de las Secretarı́as de Estado, fue remitido al par-
lamento un mensaje. En el mensaje enviado por el Poder
Ejecutivo a la Asamblea General, el Presidente Williman
señala: “El desarrollo que se ha producido en los últimos

73
tiempos aumenta cada dı́a en todos los ramos de la Ad-
ministración Pública, como efecto del progreso del paı́s, y
la necesidad de atender con la deferencia merecida, desde
el Gobierno, la dirección de las obras públicas y de la ins-
trucción, y de estimular, estudiar y controlar las industrias
y el trabajo. . . .” 1 El Poder Ejecutivo solicitó elevar a seis el
número de Secretarı́as de Estado. Se propuso entonces la
creación del Ministerio de Instrucción Pública, Industria
y Trabajo, que comprenderı́a las áreas de “. . . la Instruc-
ción Pública, la Ganaderı́a y Agricultura, las Industrias y
la Oficina de Trabajo, destinada á reunir y estudiar todos
los elementos referentes al trabajo en el paı́s y en el extran-
jero, á preparar los proyectos de Ley é informes sobre las
cuestiones relacionadas con el mismo, á entender por me-
dio de Consejos especiales en las diferencias que le some-
tan patrones y obreros, á establecer y mantener oficinas de
colocación y otros fines similares.” 2 Finalmente por la Ley
3.147 de 12 de marzo de 1907 se decretó la reorganización
de los Ministerios que pasaron de cinco a seis, creándose el
Ministerio de Industrias, Trabajo e Instrucción Pública. En
cuanto a los cometidos éstos fueron determinados por un
Decreto Orgánico del Poder Ejecutivo, que se dictó el 14
de marzo de 1907. 3 Ese Decreto fue sustituido por el De-
creto Orgánico de 9 de marzo de 1911. La diferencia entre
ambos radica en el hecho de que todos aquellos cometi-
1 HONORABLE CÁMARA DE SENADORES. Diario de Sesiones de
la Honorable Cámara de Senadores. Montevideo: Imprenta “El Siglo
ilustrado”, 1908. 5ª Sesión Ordinaria, celebrada el 11 de marzo de
1907. P. 302.
2 Ibı́dem.
3 Uruguay. Registro de Leyes y Decretos. Montevideo: 1907. En el

Decreto de 14 de marzo de 1907 se establecen los cometidos del Mi-


nisterio de Industrias, Trabajo e Instrucción Pública. (Ver Anexo Do-
cumental)
dos vinculados a la Instrucción Pública que figuraban en
1907, (Museo y Bibliotecas, Fomento de Bellas Artes, Ob-
servatorios astronómicos y meteorológicos, etc.) son pasa-
dos al Ministerio respectivo en 1911. En esa oportunidad
la Secretarı́a de Estado cambió su nombre por el de Minis-
terio de Industrias, Trabajo y Comunicaciones. Una nueva
reorganización se producirı́a recién en 1935.

ORGANIZACIÓN MINISTERIAL
El Ministerio de Industria de la época distaba mucho
del actual, tanto por su organización como por la temática
que abarca. Tan disı́miles eran los tópicos que gestionaba,
que un breve detalle de los mismos nos dan una idea clara
de su amplitud. Incluı́a: lecherı́a, vitivinicultura, silvicul-
tura, avicultura, agricultura, ganaderı́a, enseñanza indus-
trial, meteorologı́a, estadı́sticas, minerı́a, propiedad indus-
trial, pesca, transporte, correos y telégrafos, geologı́a, in-
migración y colonización y trabajo. Seguramente estamos
omitiendo otros. Como se ve el espectro de contenidos es
enorme. Pero cada uno de estos temas a su vez abarcan
actividades diferentes; de control y de policı́a, (sanitaria,
minera, etc.), pero también de regulación, de educación,
difusión, fomento e investigación cientı́fica. Esta última
actividad tiene siempre un destacado lugar. Para cumplir
con estas tareas existı́an varias dependencias,4 entre ellas
podemos destacar: la Oficina de Exposiciones, creada por
Ley 3950, su Director era el Sr. Italo Eduardo Perotti.5 En
4 Ver Anexo Documental.
5 Estaba integrada por; la Sección Fotografı́a y Cinematografı́a, con
sus cámaras y equipos. El Servicio de Publicaciones Periódicas que pu-
blicó diversos Boletines. La Sección Fotografı́a pasarı́a posteriormente
con todo su equipo al Ministerio de Relaciones Exteriores
el seno de esta Oficina de Exposiciones. se crea el Museo
Permanente (Ley 3950 de 26.1.1912), ubicado en la calle
Solı́s 1467. Su finalidad era además de reunir los produc-
tos del paı́s, agrupar aquellos elementos que permitieran
darlos a conocer con ventajas, en el exterior. El Instituto
de Geologı́a y Perforaciones (actual DINAMIGE) fue en-
cargado por Decreto del Poder Ejecutivo de elaborar las
colecciones de muestras valiosas de minerales, rocas y tie-
rras con destino a ser expuestas en el Museo Permanente.6
El Instituto de Quı́mica Industrial, cuyo primer Director
fue el Dr. Joaquı́n Enrique Zanetti graduado en la Univer-
sidad de Harvard, en los Estados Unidos. Organismo crea-
do por Ley 4274 del 22 de octubre de 1912, Surge como
un instituto de investigación cientı́fica fuertemente vin-
culado a la producción, pero en él también se dictan los
cursos de quı́mica industrial. La finalidad que le fijaba la
Ley era la siguiente: “Autorı́zase al Poder Ejecutivo para
establecer un Instituto de Quı́mica Aplicada adscripto al
Ministerio de Industrias y que tendrá como cometido prin-
cipal, el asesorar al Ejecutivo respecto al aprovechamiento
industrial de los productos nacionales, indicar las mejo-
ras necesarias en las industrias ya establecidas en el paı́s,
pronunciándose sobre la conveniencia de implantar otras
nuevas y proporcionar a los industriales todos los datos
e informe útiles relacionados con sus explotaciones.” 7 En
1913 renuncia Zanetti y es sustituido por el Dr. Lathan
Clarke, también norteamericano, Profesor de la Universi-
dad de Cambridge. Con la incorporación de técnicos na-

6 MINISTERIO DE INDUSTRIA. “Oficina de Exposiciones”. En; MI-

NISTERIO DE INDUSTRIA. Revista del Ministerio de Industrias. Mon-


tevideo: Imprenta Nacional, Mayo 1913, año 1, No. 1. Pp. 54-68. Este
fue el primer antecedente del actual Museo Geominero del Uruguay.
7 Ídem. Diciembre 1934. Año 1, Vol. 3. P. 55.
cionales comienza una labor intensa de investigación so-
bre las materias primas existentes en el paı́s. Entre ellas se
destaca el aprovechamiento de las turbas como energéti-
co, y el estudio de las arenas con vistas la industria del
vidrio. En 1915 este Instituto se abocó también a la en-
señanza de la quı́mica aplicada. Un Decreto del Poder Eje-
cutivo del 10 de Julio de 1915, autorizó a establecer la Sec-
ción Fábrica de Productos Quı́micos, para la elaboración
de productos quı́micos y farmacéuticos. Posteriormente se
agregaron productos de aplicación en la ganaderı́a, reme-
dios contra plagas, etc. Una Ley de 12 de Julio de 1918
autorizó la instalación de la Fábrica de Ácido Sulfúrico.
En 1928 con la dirección de Ángel E. Goslino se proyectó
la ampliación de la existente fábrica de superfosfato. Los
primeros fondos para la instalación fueron concedidos por
Ley 7392, de 12.7.1921. La Inspección de Minas e Indus-
trias, tenı́a un propósito fiscal, asegurando el cobro de los
tributos correspondientes al Estado. Pero además tramita-
ba las autorizaciones para las explotaciones mineras y las
controlaba desde el punto de vista técnico. Por otra parte
tenı́a en sus manos el tema de la seguridad industrial en
esas explotaciones. Su historia será tratada más adelante.8
Otros organismos de carácter cientı́fico y productivo9 se
fundaron en este perı́odo dentro de la estructura del Mi-
nisterio. Eran ellos el Instituto Nacional de Pesca, el Insti-
tuto de Veterinaria y el Instituto Nacional de Agronomı́a,
la Dirección General de Correos y Telégrafo y finalmente
un instituto de enseñanza: la Escuela Nacional de Artes y
Oficios. En lo que refiere a la fundación del Instituto de
Pesca el propósito de diversificación industrial estuvo en
su origen. “Crear viveros en las costas de Maldonado para
8 Cfr. Cap. 4.
9 Ver Anexo.
estudiar la adaptación y multiplicación de las mejores es-
pecies marinas y fluviales: promover el abaratamiento de
la alimentación en todo el paı́s; implementar la industria-
lización del pescado para responder a la demanda del con-
sumo interno y la exportación, estimulando con el ejem-
plo de industrias perfeccionadas la acción de la iniciativa
particular.” 10 Finalmente la Revista del Ministerio, oficina
encargada de la elaboración y edición del órgano de difu-
sión ministerial, que no era una revista proselitista sino
fundamentalmente técnica.

GESTIÓN DEL DR. EDUARDO ACEVE-


DO
El Dr. Eduardo Acevedo, nació en Buenos Aires el 29 de
enero de 1857 y falleció en Montevideo el 14 de enero de
1948. Su padre fue Eduardo Acevedo Maturana y su madre
Joaquina Vázquez Fernández. Se casó en 1888 con Marı́a
Manuela Álvarez Susviela, con la cual tuvo cuatro hijos;
Eduardo, Manuela, Carmen y Miguel Alberto. Fue aboga-
do, historiador, docente universitario, periodista y polı́ti-
co. Fue parlamentario, Ministro de Industrias entre 1911
y 1913, Director del Banco de la República (1925-1929),
Director de Enseñanza Primaria (1925-1929) y finalmen-
te fue el primer Presidente de ANCAP (1931-1933). Tam-
bién tuvo actividad periodı́stica; fue Director del diario
“El Dı́a” y del diario “El Siglo”. Catedrático de Economı́a
Polı́tica, Rector de la Universidad y destacado abogado.
Fue un historiador importante al que vuelven continua-
mente los historiadores contemporáneos en busca de da-
10 NAHUM, B. Época Batllista 1905–1929. Op. Cit. P. 46.
tos. Pertenecı́a a una de las familias más influyentes del
Uruguay. “Mientras la administración Williman (1907-1911)
habı́a buscado la transformación del paı́s ganadero en paı́s
agrı́cola, la segunda administración BatIle, bajo el Ministe-
rio de Eduardo Acevedo en Industrias, pugnó por la trans-
formación de la ganaderı́a, pasando del sistema de explo-
tación extensivo al intensivo, auxiliando la alimentación
del vacuno con forrajes artificiales.” 11

La acción del Ministerio de Industrias.


El batllismo desarrolló un conjunto de polı́ticas com-
plementarias, tendientes a promover el desarrollo indus-
trial, que abarcó la acción de varios organismos estatales.
Donde el Ministerio de Industrias cumplió una tarea muy
destacada. “Además de las medidas de corte proteccionis-
ta se desplegaron otras polı́ticas pro-industriales comple-
mentarias de tipo financiero, técnico y energético. La asis-
tencia financiera se implementó a través del desarrollo del
crédito público con lı́neas preferenciales para la instala-
ción y desarrollo industrial. La asistencia tecnológica fue
implementada por medio de la promoción de la enseñan-
za universitaria en áreas del conocimiento vinculadas a la
producción industrial (creación de nuevas facultades y fo-
mento de la enseñanza técnica orientada a la industria);
la investigación cientı́fica y su aplicación tecnológica por
parte de instituciones públicas creadas al efecto (el Insti-
tuto de Quı́mica Industrial y el de Geologı́a y Perforacio-
11 MARTÍNEZ, Marı́a Laura. “LA PROPUESTA CIENTÍFICO TEC-
NOLÓGICA DE EDUARDO ACEVEDO DESDE EL MINISTERIO DE
INDUSTRIAS DE URUGUAY ENTRE 1911 Y 1913 ”. En; LLULL. Re-
vista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técni-
cas. Zaragoza: Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las
Técnicas, 1992, Vol. 15, N° 28. Pág. 63-83. Pp. 65-70
nes impulsados y concretados bajo la gestión ministerial
de Eduardo Acevedo). Por último, a partir de 1909, el su-
ministro de energı́a eléctrica trifásica (imprescindible para
su transformación en fuerza motriz) amplió sensiblemente
las posibilidades del crecimiento de la industria.” 12 Con
respecto al campo, y más precisamente a la tecnificación
del medio rural el Ministerio de Industria tuvo un papel
importante. Su actividad permitió llevar adelante un au-
mento de la capacidad productiva del paı́s, especialmente
a través de las Inspecciones Agronómicas. Bertino y Berto-
ni señalan que; “El batllismo se benefició de la estabilidad
macroeconómica que caracterizó a la economı́a uruguaya
hasta 1913 y que se nutrió, en parte, de la positiva evolu-
ción de las finanzas públicas. Ayudaba a completar ese en-
torno propicio un mercado internacional de capitales que
mostró fluidez y permitió la colocación de empréstitos cu-
yo producido fue volcado –junto a los superávit de caja–
a financiar algunas de las obras que exigı́a el “segundo
impulso modernizador”. Los acrecidos “ahorros” del fisco
y el empréstito de 1909 fueron volcados en gran medida
a obras de infraestructura, imprescindibles para una eco-
nomı́a que pretendı́a consolidar su inserción internacional
a través de ventajas comparativas estáticas. Pero también
el reformismo batllista hizo uso de esta plataforma mı́ni-
ma para avanzar en su estrategia de diversificación pro-
ductiva: la creación de los Institutos de Quı́mica Industrial
y Geologı́a y Perforaciones, el plan de desarrollo de las es-
taciones agronómicas y los avances en el plano educativo

12 BERTINO, Magdalena; BERTONI, Reto; TAJAM, Héctor; YAFFÉ,


Jaime. Del estatismo a la regulación: medio siglo de polı́tica económica. La
economı́a uruguaya 1900-1955 (III) [en lı́nea]. DT 07/01. Op. Cit. Pp.
7 y 8.
deberı́an ser considerados en esa perspectiva.” 13 El auge
del frigorı́fico y la decadencia del saladero determinaron
una demanda mayor de ganado de razas productoras de
carne de calidad. Para liderar ese proceso de mejoramiento
de las razas animales era necesario formar técnicos apro-
piados, para ello se fundó la Facultad de Veterinaria y la de
Agronomı́a. Por otro lado bajo la dependencia del Ministe-
rio de Industria se crearon Inspecciones Agronómicas, con
funciones de investigación cientı́fica pero también de do-
cencia y divulgación. Eran además explotaciones modelo
que tenı́an por objeto ser ejemplo para los productores. En
cuanto a la minerı́a el Poder Ejecutivo en 1912 funda el
Instituto de Geologı́a y Perforaciones, con tareas estricta-
mente de investigación cientı́fica del subsuelo. Su función
era buscar minerales energéticos para liberar al paı́s de la
dependencia del carbón y el petróleo, que consumı́a ca-
da vez mayores cantidades de oro que salı́an al exterior
como pago de estas importaciones. Respecto a la funda-
ción de los Institutos de Quı́mica Industrial y de Geologı́a
y Perforaciones, el Poder Ejecutivo señalaba lo siguiente:
“Tiene el paı́s algunas grandes fuentes de riqueza que sólo
aguardan el impulso oficial para entrar en plena actividad.
Encuéntranse en ese caso las industrias mineras. Por la na-
turaleza aleatoria de sus resultados, sólo el Poder Público
puede acometer los costosos estudios previos que deman-
da su explotación. Hay que emprender pues, el estudio
geológico del territorio nacional. . . . . . Para el aprovecha-

13 BERTINO, Magdalena; BERTONI, Reto. El Estado Uruguayo 1906


– 1930: el balance fiscal, economı́a y polı́tica [en lı́nea]. DT 09/03. Mon-
tevideo: Instituto de Economı́a – Serie papeles de Trabajo, FCEA –
UdelaR, 2003. [Accedido 3 de mayo 2017]. Disponible en World Wide
Web: http://ideas.repec.org/p/ulr/wpaper/dt-09-03.html. For-
mato PDF. Pp. 11 y 12.
miento industrial de las riquezas que pongan en evidencia
los estudios geológicos y de una manera general para la
utilización más completa de todas las materias primas del
paı́s, es necesario crear un Instituto de Quı́mica Industrial
encargado de realizar ensayos para el planteamiento de
nuevas industrias y de promover el mejoramiento consi-
derable de las que están en explotación.” 14 El personal de
estos Institutos fue contratado entre técnicos del exterior
mediante llamados, evitando en lo posible la contratación
de profesionales de origen inglés. Se procuraba la prepa-
ración de técnicos nacionales a través de la interacción con
los técnicos extranjeros. Estos Institutos sufrieron los efec-
tos paralizantes de la crisis desatada en Julio de 1913, que
se extendió hasta 1916. La crisis trajo como consecuencia
desocupación y reducción de los salarios hasta en un 37 %
entre 1913 y 1917. Como se puede advertir en aquel Mi-
nisterio existı́a un interés muy fuerte por la investigación
aplicada.

LA TAREA NORMATIVA DEL MINIS-


TERIO DE INDUSTRIA
La tarea normativa del Ministerio de Industria abarca
múltiples aspectos, en el cuadro respectivo (Cuadro 2.1) se
advierte la amplitud de objetivos. Con respecto a:
Ganaderı́a. Se procuró incentivar al productor mediante
premios, compra de reproductores, subsidios a ferias y ex-
posiciones, etc. Se instruyó a los productores mediante los
Inspectores veterinarios en temas de salud animal, se ini-
ciaron campañas de vacunación, medidas e información
14 Citadoen NAHUM, B. Época Batllista 1905–1929. Op. Cit. P. 46.
(destaque en cursiva en el original)
contra plagas y enfermedades del ganado.
Agricultura. Se otorgaron incentivos a través de primas,
exoneraciones, franquicias aduaneras. Se llevaron adelan-
te medida de prevención y combate contra las plagas. Co-
mo ya se dijo se educó al agricultor. Se evitaron los des-
alojos con sucesivas suspensiones. Se proporcionó gratui-
tamente semillas seleccionadas.
Colonización. Se brindaron facilidades para la compra de
semillas y de tierras a través del Banco Hipotecario del
Uruguay o del Banco de la República Oriental del Uru-
guay. Se otorgaron préstamos para compra de instrumen-
tos y herramientas con garantı́a del Ministerio.
Trabajo. Fue importante la labor de protección al traba-
jador y de regulación laboral en especial en temas como;
jornada laboral, descanso, accidentes, salario mı́nimo, tra-
bajo nocturno, trabajo de menores y mujeres. Lo cual no
impidió violaciones a las normas.
Industria. Se otorgaron franquicias para la importación de
maquinarias y accesorios. Se modificó la ley de privilegios
industriales que databa de 1885, estableciendo nuevas po-
sibilidades para obtener el privilegio de explotación ex-
clusiva (Ley 8704 de 23.10.1930). Se aprobó además una
ley muy sentida por los ganaderos, que permitı́a la crea-
ción del Frigorı́fico Nacional. El Ministerio de Industria se
preocupó por obtener información veraz, es ası́ que pro-
movió la realización de Censos Agropecuarios.
Salud. El Consejo Nacional de Higiene dispuso la creación
de varios Hospitales y Clı́nicas en el interior del paı́s entre
otras medidas.
Cuadro 2.1: Normas aprobadas por Ministerio de Industria.
Objeto de la Norma N° de Normas aprobadas
Administración 207
Ganaderı́a 36
Agricultura 107
Agropecuaria 158
Industria 61
Minerı́a 24
Transporte 2
Comunicaciones 19
Trabajo 137
Colonización 19
Salud Animal 113
Investigación en Agro 3
Investigación en Industria 2
Educación 83
Higiene y Salud Pública 23
Pesas y Medidas 31
Inmigración 7
El fin de una etapa.
Una observación final, el Ministerio de Industria aban-
donó lentamente el proyecto de construcción de una in-
dustria nacional autónoma desde el punto de vista cientı́fi-
co y técnico. Fue siendo ganado en sus objetivos y proyec-
tos, por los intereses y la visión de los poderosos hacenda-
dos. En los años que siguieron, las leyes proyectadas o no
se aprobaron o no se aplicaron o murieron por inanición.
Se le restó recursos hasta dejarlas inoperantes. “El “Plan
de obras y servicios destinado a aumentar la capacidad
productora del Uruguay” (Acevedo 1934-1936: V-570), ası́
como las medidas de colonización y crédito a los agricul-
tores fueron las principales vı́ctimas de las “economı́as”
realizadas en el Presupuesto de 1914. El problema central
que afectaba a la ganaderı́a, la alimentación, del que se
tuvo conciencia tempranamente, luego de un impulso ini-
cial, fue dejado de lado hasta los años treinta, cuando se
hicieron esfuerzos que no lograron superar el problema en
forma sustancial.” 15 Las medidas implementadas en apo-
yo a los agricultores fueron de menor cuantı́a, las que lo-
graron mayor impacto lo hicieron a finales de la década
de 1920. “En el tema de los arrendamientos se aplicaron
remiendos para evitar mayores males, sucesivas prórro-
gas de los desalojos, legislándose sobre el tema recién en
1927. El mejoramiento de los instrumentos de crédito pa-
ra los agricultores fue poco efectivo y hubo que esperar
los efectos de la “gran depresión” para que se adoptaran
medidas de envergadura al respecto: por ley del 22/02/33
se creará la Sección Crédito Agrı́cola de Habilitación en el
15 BERTINO, Magdalena; BERTONI, Reto; TAJAM, Héctor; YAFFÉ,
Jaime. DEL ESTATISMO A LA REGULACIÓN: MEDIO SIGLO DE
POLÍTICA ECONÓMICA. La economı́a uruguaya 1900-1955 (III). Op.
Cit. P. 6.
Departamento del Crédito Rural del BROU. Esta favore-
cerá a los arrendatarios porque las cosechas y ganados ofi-
ciaban de garantı́a a los que no podı́an acceder a los présta-
mos sobre propiedad.” 16 Más allá de los resultados fina-
les de ese proceso industrializador, el Ministerio de Indus-
trias colocó todo su esfuerzo en la creación y desarrollo de
ciencia y tecnologı́a autónoma. Como señala Marı́a Laura
Martı́nez; “...más allá incluso, que dentro del contexto de
relaciones sociales, las expectativas eran exageradas, todo
ese esfuerzo realizado desde el Ministerio de Industrias es
el resultado de proyectos concretos que tendı́an al adelan-
to tecnológico del paı́s, a desarrollar ciencia y tecnologı́a
autónoma; a construirla con los propios esfuerzos y con-
diciones materiales disponibles; a integrar producción, in-
vestigación cientı́fico- tecnológica y docencia; a incremen-
tar el mercado interno y ampliarlo, lo que implicaba entre
otros puntos, desalojar como competidor poderoso al im-
perialismo inglés. Proyectos que aún con sus limitaciones,
significaron para ese momento, la preocupación por explo-
tar nuestros propios recursos.” 17 Finalmente y a modo de
resumen compartimos plenamente lo que señala Zubilla-
ga; “Al finalizar 1915 este proyecto está seriamente cues-
tionado; Batlle ha consolidado la estructura centralizada
del poder y avanzado algo en el sendero de las reformas
estructurales, pero no ha logrado quebrar la resistencia del
orden económico tradicional, ha generado numerosos fac-
tores de irritación social -traducidos en oposición polı́tica
renovada- y no ha podido desuncir al paı́s de su condición

16 Ídem. P. 6.
17 MARTÍNEZ,Marı́a Laura. LA PROPUESTA CIENTÍFICO TEC-
NOLÓGICA DE EDUARDO ACEVEDO DESDE EL MINISTERIO DE
INDUSTRIAS DE URUGUAY ENTRE 1911 Y 1913. Op. Cit. Pp. 73 y
74.
dependiente. Feliciano Viera -el veleidoso sucesor- otea ya
las posibilidades de un golpe de timón: el clima polı́tico
de fines de 1915 preanuncia el “alto” del año siguiente. El
posibilismo batllista ha muerto.” 18

18 ZUBILLAGA, Carlos. Op. Cit. Pp. 8 y 9.


Capı́tulo 3

LEGISLACIÓN

RÉGIMEN JURÍDICO DE LA MINERÍA.


Es necesario retrotraerse a los antecedentes jurı́dicos
hispánicos en materia de derecho minero para poder com-
prender el régimen jurı́dico republicano. Esto nos permi-
tirá ver las lı́neas de continuidad que ambos sistemas jurı́di-
cos contienen, por ejemplo la propiedad del subsuelo1 y
de los recursos que este contiene, el registro, mensura, etc.
También algunas discontinuidades como por ejemplo aque-
llos aspectos referidos a la protección del trabajador. La le-
gislación colonial española fue convalidada “in totum” en
1830. Esto justifica un breve análisis de esa legislación mi-
nera colonial.

Régimen Jurı́dico Hispánico


En América en época incaica las minas pertenecı́an al
Soberano, o se explotaban por su cuenta concediendo esa
1 La propiedad del subsuelo primero fue propiedad del Rey luego
del Estado durante el perı́odo republicano.

89
explotación a los “Curacas” o jefes territoriales. Algo si-
milar ocurrı́a en España. Las primeras leyes aplicadas en
los territorios descubiertos para regular la minerı́a fueron
las que regı́an en la Penı́nsula Ibérica. Fuero Viejo de Cas-
tilla, (1128), posteriormente reiterado por Siete Partidas
(1256), establecı́an el señorı́o del Rey sobre todo yacimien-
to mineral. Ordenamiento de Alcalá (1348). Establece el
dominio real sobre los yacimientos, pero otorga la posi-
bilidad de conceder la explotación a terceros mediante el
pago de derechos fiscales sobre el producto.2 Ordenan-
za de Briviesca, (1387). Reconoce a particulares la posi-
bilidad de buscar y explotar minas. “Ha de considerarse
como la primera Ley minera española el cuerpo llamado
.Ordenanza de Briviesca”que dio el Rey D. Juan I en 1387,
declarando que todas las minas pertenecı́an al Soberano
quien, con la finalidad de fomentar la minerı́a, otorgó y re-
conoció a los particulares la facultad de buscar y explotar
minas en terrenos públicos, en los propios, e incluso en los
ajenos con autorización de su dueño, atribuyendo la terce-
ra parte de la utilidades netas como regalı́a para el Rey.” 3
A partir del Reinado de Felipe II, rigió la Ordenanzas del
Nuevo Cuaderno, del 22 de Agosto de 1584 que fue ex-

2 RAMOS PÉREZ, Demetrio. “Ordenación de la minerı́a en Hispa-


noamérica durante la época provincial (siglos XVI, XVII y XVIII)”. En;
A.A. V.V. Op. Cit. P. 377. “...se decı́a: que “todos los mineros de oro, e
de plata, e de plomo e de otra guisa qualquier...sea en el señorı́o del
Rey, ninguno non sea osado de labor en ella sin mandado del Rey”.
3 RODRÍGUEZ-RIVAS, Daniel Alonso. “La legislación minera

Hispano-colonial y la intrusión de labores”. En; A.A. V.V. LA MI-


NERÍA HISPANA E IBEROAMERICANA. Contribución a su investiga-
ción histórica. Estudios -Fuentes- Bibliografı́a. Al cuidado del Dr. Anto-
nio Del Valle Menéndez. Oviedo: IV Congreso Internacional de Mi-
nerı́a-Departamento de Publicaciones -Cátedra San Isidro, 1970. Vol.
1. P. 659.
pedida por Felipe II en San Lorenzo de El Escorial. Esta
ordenanza es un verdadero código minero orgánico. Rigió
en la Penı́nsula Ibérica hasta el decreto del 4 de Julio de
1825. No tenı́a un carácter indiano, pero se aplicó en toda
América especialmente en Nueva España. Sus principales
postulados son las siguientes:
a) Las minas en su totalidad pertenecen a la Coro-
na. Cualquier particular tiene derecho a investigar y
explotar minas en terrenos de dominio ajeno.4

b) “El dominio minero particular, sus medidas y fa-


cultades, el “registro” para dar certidumbre a la pro-
piedad, su subsistencia por el sistema de “pueble y
despueble”, las servidumbres mineras, las compañı́as,
el desagüe y demás obras, el beneficio de los minera-
les, la administración especial con poderes adminis-
trativos para ejercer la policı́a y vigilancia, conocien-
do de los litigios en materia minera, etc., se regularon
tan atinadamente que muchas de sus normas fueron
copiadas por legislaciones más modernas.” 5
Estas normas no llegaron a ponerse en práctica en su to-
talidad debido a la falta de fiscalización. Por otra parte se
4 RODRÍGUEZ-RIVAS, Daniel Alonso. Op. Cit. P. 661. “...y adquirir
su posesión y propiedad conforme a las disposiciones que desarrolla
la Ordenanza, dando a su dueño la indemnización por los perjuicios
efectivos.”
5 Ibı́dem. Para corregir este problema se dictaron normas comple-

mentarias; “...Carlos III (1680 y 1689) y Carlos IV (1790, 1792 y 1793),


ordenando que los propietarios del suelo tenı́an el derecho de dispo-
ner y explotar las minas carbonı́feras, conservando el Rey el derecho
de incorporar a su patrimonio las que necesitare para la Marina o ser-
vicios públicos, pagando su justo valor, sin que los Concejos, Parro-
quias y Lugares pudieran enajenarlas ni arrendarlas por más de nueve
años sin autorización del Consejo Real.”
omitió establecer normas para ciertas sustancias, como el
carbón.6

Legislación creada en Hispanoamérica


Ordenanza del Virrey Toledo. Otorgada por el Virrey
del Perú, Don Francisco de Toledo en 1574. 7

En estas Ordenanzas se reconoce la propiedad del


Rey sobre todo los minerales, “todos los minerales
son propiedad de Su Magestad y derechos realengos
por leyes y costumbres, y ası́ los dá y concede a sus
vasallos y súbditos dondequiera que los descubrie-
ren”,...” 8 Por otra parte se reconocı́a el derecho de
libre cateo y registro de propiedad en igualdad de
condiciones para los indı́genas, españoles y extranje-
ros.

la propiedad se otorgaba por 30 años, prorrogable


de por vida al descubridor. Con estas disposiciones
se buscaba lograr un cateo continuo y obtener siem-
pre nuevos descubrimientos.9 Igual minuciosidad se
muestra a la hora de referirse al poblamiento y ex-
plotación de la mina.

El tı́tulo X era una verdadera reglamentación laboral


6 Ibı́dem
7 RAMOS PÉREZ, Demetrio. Op. Cit. P. 387.
8 Ídem. P. 389. (Nueva Recopilación).
9 Ídem. Pp. 389, 390. “Particular minuciosidad tiene el tı́tulo de me-

didas y amojonamientos, basado en todo el casuismo del caso, y las


previsiones respecto a las cuadras, labores, obras de conservación y
reparo, para el mantenimiento de la explotación y seguridad de los
trabajadores, con la amenaza de clausura ante evidencia de riesgos
presumibles.”
que tendió a evitar abusos particularmente con los
indı́genas.

A estos diez tı́tulos se agregaron siete más.10 Las Or-


denanzas de Minerı́a de Nueva España. Sancionada por
el Rey Carlos III, el 22 de mayo de 1783. “De acuerdo
con los principios regalistas, se apoyaba en lo declarado
en la Nueva Recopilación de Castilla sobre la pertenencia
eminente de todas las minas, para establecer el principio
de propiedad de la Corona, que las concedı́a a sus vasa-
llos naturales y naturalizados, quienes a cambio habı́an de
contribuir con la parte estipulada de los metales extraı́dos,
quedando obligados a cumplir todo lo previsto en las Or-
denanzas, sin lo cual podı́an perderlas. Resultaban exclui-
dos de este disfrute los extranjeros, los eclesiásticos y los
funcionarios.” 11 Las Ordenanzas de Nueva España fueron
menos liberales que las de Perú de 1574 ya que prohibı́a a
los extranjeros la adquisición de minas sı́ no estaban natu-
ralizados. Con esta norma se procura:

robustecer las bases económicas del minero para que


éste pueda garantizar el desarrollo de la explotación.

Incentivar una mayor tecnificación para mejorar el


rendimiento. Los privilegios antiguos se mantienen
y se agrega el de nobleza para atraer los ambiciosos
y aventureros.12
10 Ibı́dem. Todas estas disposiciones fueron ampliadas con otras de-
bidas a los Virreyes Garcı́a Hurtado de Mendoza, Luis de Velasco y el
Marqués de Guadalcazar.
11 Ídem. P. 395.
12 Ídem. P. 396. “También se regulaban minuciosamente los trabajos,

salarios, derechos de los operarios, compulsión de vagos y malentre-


tenidos, compras, maquileros, etcétera, todo ello más que a impulsos
moralistas, orientado por criterios utilitarios. Hasta las reformas de las
Las ordenanzas de Nueva España se ampliaron al resto de
Hispanoamérica. En el Virreinato del Rı́o de la Plata se
agregaron a las Real Ordenanzas de Intendentes de 1783.
En 1785 se extendió a Chile y Perú. En 1787 Álvarez de
Acevedo realizó una serie de adaptaciones para Chile.

Régimen Jurı́dico vigente en el Virreinato del Rı́o de la


Plata
En 1776 se crea el Virreinato del Rı́o de la Plata. Su ju-
risdicción abarca los actuales Estados de Argentina, Uru-
guay, Paraguay, Bolivia, parte Sur de Perú, parte sur de
Brasil y norte de Chile, además de las Islas Malvinas. La
sede del Virrey era Buenos Aires. El Virreinato del Rı́o de
la Plata careció de disposiciones orgánicas sobre minerı́a.
Debido a ello se aplicaban especialmente las de Nueva Es-
paña, o las del Perú. El Reglamento de 1785 para Uspa-
llata, fue dictado por Sobremonte el 13 de mayo de 1785.
“Por él, expresamente se adoptaban las normas contenidas
en la “Real Ordenanza de Minerı́a” para Nueva España.
Por ese motivo, Sobremonte habla en 1784 de aplicarla “en
lo posible” y vuelve a invocarla en 1785, mientras no se
dispusiera lo contrario.” 13 El reglamento abarca tres as-
pectos:

Organización de la justicia minera.

Procedimientos para declarar la propiedad de una


mina.

Mensura de minas.
Cortes de Cádiz, puede decirse que estas Ordenanzas se mantuvieron
en plena vigencia.”
13 Ídem. P. 427.
LA LEGISLACIÓN MINERA URUGUAYA
La Constitución de 1830 en su Art. 148 declaraba la
vigencia en bloque de la legislación colonial en todo aque-
llo no derogado.14 Por tanto se siguió aplicando la legisla-
ción colonial española que recién detallamos. Durante el
perı́odo independiente, el Uruguay cuenta con la primera
ley de minerı́a aprobada el 25 de Abril de 1865, durante el
gobierno del Gral. Venancio Flores. Se trata de la Ley 807,
Reglamentación de la propiedad de las Minas. En dicha
norma se señala que “No existiendo en la legislación del
paı́s ninguna disposición sobre minas...” 15 y siendo nece-
saria para no retrasar el desarrollo de la minerı́a y fomen-
tar las asociaciones con el objeto de explotar los recursos
minerales, el gobierno expide el decreto correspondiente.
En el Art. 1° se establece que “Todas las sustancias minera-
les de cualquier naturaleza que sean, ora se encuentren en
las entrañas de la tierra, ora en la superficie, pertenecen al
dueño legı́timo del terreno donde se hallen.” 16 La ley esta-
blece que tanto propietarios como empresas mineras que
acuerden, podrán explotar dichos recursos libremente, sin
otra obligación que escriturar las bases y condiciones que
pacten. (Art. 2). Todos los pleitos que se susciten serán juz-
gados en Tribunales Ordinarios. (Art. 4). Las obras sub-
terráneas no podrán acercarse a los lı́mites de los caminos
públicos ni atravesarlos sin autorización del Poder Ejecu-
tivo. (Art. 6) Tampoco podrán explotarse minas, ni hacer-

14 CAPUTO, Alfredo. Manual de apoyo a la Teorı́a y Práctica del Dere-


cho Minero. Montevideo: UdelaR – FCU., ca. 2009. P. 20.
15 ARMAND UGON, E.; et al.. República Oriental del Uruguay. Com-

pilación de Leyes y Decretos 1825 – 1930. Montevideo: Imp. Nacional


Colorada, 1930. Tomo VI. P. 132.
16 Ídem. P. 132.
se calicatas17 dentro de las poblaciones sin autorización
previa del Poder Ejecutivo. (Art. 7) Las Juntas Económi-
co Administrativas18 debı́an autorizar el uso de las aguas
corrientes para el laboreo de minas y el movimiento de
las máquinas (Art. 8), prohibiendo que los desagües de las
minas, y los lavaderos de hacienda y fundiciones, se vuel-
quen a las aguas corrientes que puedan infestar a gentes,
ganados y poblaciones. (Art. 9) El Estado concede el be-
neficio de lavaderos en las arenas, rı́os, arroyos y cañadas
del dominio público, debiendo para ello obtener previa-
mente el permiso del Jefe Polı́tico.19 (Art. 10). Se exone-
ra de impuestos la importación de máquinas y utensilios
destinados a la explotación de minas, los molinos para la
molienda de minerales, el mercurio, los ácidos y todos los
aparatos empleados en las tareas vinculadas a la minerı́a.
(Art. 11) Finalmente en el Art. 12 se completa el artı́culo
anterior y se especifica que los capitales utilizados en mi-
nerı́a quedan exentos de impuestos por 20 años.20 Luego
de 2 años y 5 meses de aplicación la Ley se suspendió en
sus efectos. Mediante la Ley 899 de 16 de Octubre de 1867
se suspende la Ley 807 (exoneraciones). “Visto que hasta
ahora ninguno de los que se presentan como descubridores
de minas en la República han podido entenderse con los
propietarios de campos donde ellas se suponen existir, a
causa de las graves dificultades que surgen constantemen-
te entre ambos.” 21 Sin duda graves problemas se suscita-
17 Perforación que se realiza en un terreno para determinar la exis-
tencia de minerales o la caracterı́stica del subsuelo.
18 Órgano deliberativo municipal.
19 Poder Ejecutivo municipal.
20 Ídem. P. 133. “Los capitales que se apliquen a la explotación de

minas de oro, plata, platina, cobre, fierro o carbón fósil quedarán exen-
tos de todo impuesto, por el término de 20 años.”
21 Ídem, Tomo VII. P. 37.
ron entre dueños de campos y los empresarios mineros a
tal punto que la propia Ley 899 entre sus fundamentos es-
tablece: “Que el decreto de 25 de Abril de 1865 declarando
que las situaciones minerales pertenecen a los propietarios
del suelo donde existan, ha dado en la práctica resultados
completamente negativos y opuestos a las teorı́as conteni-
das en el preámbulo del referido decreto, y que además, se
hallan en abierta oposición a las legislaciones de todos los
tiempos, doctrinas y usos adoptados sobre la materia por
la mayorı́a, casi absoluta, de las naciones, tanto, antiguas
como modernas.” 22 En el Art. 1° se suspenden los efec-
tos del decreto dictado el 25 de Abril de 1865. Mientras
en el Art. 2 se establece que las minas y veneros son de
disponibilidad de la Nación y podrán ser explotadas con
su consentimiento, expresado en una patente. El minero
debı́a indemnizar al superficiario.23 En el artı́culo siguien-
te se aclara que tanto arenas, gredas, arcillas, piedras de
construcción, mármoles, piedras para cal y yeso, el cuar-
zo y otras materias no comprendidas en el artı́culo ante-
rior, pertenecen a los propietarios del terreno y podrán ex-
plotarlas sin autorización del Gobierno. Se mantienen con
igual redacción lo dispuesto en los Art. 11 y 12 de la Ley
807. Finalmente se establece que la Comisión del Código
Civil estudie las disposiciones y leyes que en materia de
minerı́a rigen en otros paı́ses, y proponga al Gobierno lo
que corresponda para ser codificado. (Art. 5) Dando cum-
plimiento a este Art. 5, los codificadores Sres. Manuel He-
22 ARMAND UGON, E.; et al. Op. Cit. Tomo VII. P. 37.
23 Ídem.P. 38. “Las minas o veneros metálicos, aluviones y sedimen-
tos carbonı́feros, son de la disponibilidad de la Nación, en cuanto sola-
mente que no podrán ser explotados sin su consentimiento, expresado
en una patente en la que obligará al concesionario a indemnizar, [...] a
los propietarios de la superficie o suelo, no siendo las minas un objeto
de accesión.”
rrera y Obes, A. Rodrı́guez Caballero, Joaquı́n Requena y
Tristán Narvaja, presentan al Poder Ejecutivo su proyecto
de ley sobre minas. El que se transformará en la Ley 920
de 4 de febrero de l868, “Código de Minerı́a”. Como señala
la Comisión de Códigos en su nota “El proyecto se divi-
de en once tı́tulos que comprenden lo relativo al dominio
de las minas, sus especies y libertad de explotarlos, de los
descubridores, del registro de las minas, de las denuncias,
de las circunstancias que deben preceder a la mensura; del
reconocimiento, mensura y posesión de las minas de cam-
pañas, de los trabajos mineros, como se pierden los dere-
chos adquiridos en una mina, del derecho del Fisco y de
la jurisdición (sic) de minas.” 24 En el Tı́tulo I, el Art. 1°,
establece “El dominio de las minas pertenece radicalmen-
te a la Nación.” 25 Los particulares podrán obtenerlas en
posesión o propiedad, y en ambos casos es obligatorio tra-
bajarla. En el artı́culo 4° define que minerales abarca el
concepto minerı́a según este Código. “El ramo de minerı́a
comprende las piedras preciosas, las minas de oro, plata,
plomo, nı́quel y demás fósiles (ora se encuentren en las en-
trañas de la tierra, ora en su superficie) y los escoriales y
terrenos antiguos. Se exceptúan sin embargo: 1°, las sus-
tancias de naturaleza terrosa, como las piedras silicias y
las de construcción; las arenas y las tierras arcillosas, mag-
neciana (sic) y calisa (sic) de toda especie; 2°, los criadores
y pozos de cal común.” 26 Toda persona puede realizar in-
vestigaciones, y calicatas para reconocer y descubrir recur-
sos minerales en terrenos públicos o privados. Requiere la
previa autorización por escrito del Jefe Polı́tico respectivo.
Genera a su vez la obligación de resarcir los daños y perjui-
24 ARMAND UGON, E.; et al. Op. Cit. Tomo VII. P. 443.
25 Ídem. P. 444.
26 Ibı́dem.
cios que ocasionare. El dueño del campo no podrá impedir
la entrada del cateador. Se podrá adquirir la veta o la mina
pagando al dueño del terreno. La indemnización se esti-
pulará por el acuerdo de las partes o por lo que un perito
determine si no lo hubiera. Se utilizará el agua necesaria
para abastecer oficinas y mover maquinaria, debiendo pa-
gar indemnización al dueño del campo. En cuanto al regis-
tro de la mina, si ésta fuera nueva se presentara un escrito
al Jefe Polı́tico del Departamento. Quién deberá registrar
en el libro correspondiente y realizar la publicación en los
periódicos. En lo que respecta a las arenas aurı́feras, como
a la producción mineral en los rı́os, arroyos, etc., solo se
registraran cuando las operaciones sean al por mayor en
establecimientos fijos. La forma de adquirir una mina que
no es nueva y cuyo derecho se considera caducado es el
“denuncio”. Debiendo proceder como el registro de mina
nueva, pero agregando la indicación del último poseedor
si se conoce y de las minas colindantes si estuviesen ocu-
padas. Luego se pregonará el denuncio y se publicaran los
edictos en los periódicos. Finalmente se concederá la mi-
na al denunciante, registrándola en el libro de denuncias
que llevara el Jefe Polı́tico. Se fijan plazos para la mensura,
apertura de la boca de mina y transcurridas una serie de
operaciones se otorgará el tı́tulo de propiedad. “54.- Toda
mina debe laborarse conforme a las reglas del arte, siendo
obligación del dueño mantenerla limpia de aterros, des-
aguada, ventiladas y competentemente fortificada, para el
cómodo progreso de los (sic) labores y la debida seguri-
dad de los operarios.” 27 Cuando esto no se cumpla el Jefe
Polı́tico podrá suspender las labores. Corresponde al fisco
el 5 % del producto lı́quido de los minerales beneficiados,
o de los que por cualquier causa se despachen en su es-
27 Ídem. P. 450.
tado natural. La jurisdicción gubernativa económica sobre
la mina la tendrá el Jefe Polı́tico Departamental. En tanto
los contenciosos se dirimirán en los Juzgados y Tribunales
Ordinarios. Mediante un decreto del 5 de Junio de 1880 el
Poder Ejecutivo ordenó la revisión y reforma del Código.
Encargando la tarea al Dr. Joaquı́n Requena. Por Decreto
del Presidente Vidal de 28 de Septiembre del año 1881 se
creó la Inspección Fiscal de Minas, dependiente del Minis-
terio de Hacienda. En virtud de que no se habı́a reglamen-
tado las atribuciones de los Jefes Polı́ticos, para el ejercicio
de la jurisdicción económico gubernativa que el código de
minerı́a les asignaba. Tampoco se habı́a establecido la for-
ma de percepción del 5 % de derecho fiscal. Sumado a esto
el desarrollo que la minerı́a estaba teniendo en el paı́s, el
Poder Ejecutivo dispuso la creación de la mencionada Ins-
pección Fiscal y de Minas. Para cumplir con sus cometidos
la Inspección Fiscal de Minas tendrá entrada libre a las mi-
nas e ingenios que elaboren minerales en todo tiempo. El
impuesto será cobrado por el Jefe Polı́tico según la infor-
mación suministrada por el Inspector Fiscal de Minas.

RÉGIMEN JURÍDICO VIGENTE 1903-1930


El Código de Minerı́a de 1884
El 23 de diciembre de 1884 se aprueba la Ley 1769,
nuevo Código de Minerı́a. En nota de fecha 29 de Julio de
1884, dirigida por la Comisión codificadora al Sr. Ministro
de Gobierno Dr. Carlos de Castro, explica el proceso y fun-
damenta las reformas. El objetivo es contemplar los intere-
ses del Estado y las exigencias de la industria minera. Se
consultó la legislación minera de Francia, Italia, España,
las ordenanzas mejicanas, el Código de Chile y las leyes de
la República Argentina. Se consultaron proyectos y traba-
jos del argentino Dr. Enrique Rodrı́guez, y el chileno Dr.
José Bernardo Lira. En primer lugar la Comisión se dedicó
a estudiar el sistema de propiedad de la mina. Para ello
se estudió la legislación inglesa y la de Estados Unidos de
Norte América, por constituir la excepción “...entre las le-
gislaciones de todos los paı́ses civilizados en que la indus-
tria minera ha adquirido mayores adelantos y en los cuales
se consideran las minas como una propiedad independien-
te de la del suelo y solo explotable con la venia o permiso
del Estado.” 28 En la nota se hace referencia al Presidente
de la Suprema Corte de México Ignacio L. Vallarta, según
el cual Inglaterra tiene dos sistemas con respecto a la pro-
piedad de la mina; el de la regalı́a29 para las minas de oro
y plata (la propiedad está reservada al rey), y el de la acce-
sión30 para el plomo, hierro, cobre, estaño, etc. En el caso
de Estados Unidos señala que en el Estado de Nueva York
prevalece el derecho de regalı́a, en tanto en California la
propiedad de las minas es de quién la descubre y explota.
La Comisión adopta el punto de vista de la legislación ge-
neral de Europa y América. De la misma forma acuerda el
Pueble de la Mina como obligación del minero. “Es por lo
demás incuestionable para la Comisión, la ventaja del sis-
tema adoptado, que se funda en el descubrimiento del mi-
neral y en la labor contı́nua (sic) del minero y por ello ha
creı́do que debe acordarse a éste la propiedad permanente
de la mina con solo comenzar las labores. Las razones que
obligan al concesionario a empezar los trabajos, le obligan

28 ARMAND UGON, E.; et al. Op. Cit. Tomo 15. P. 183.


29 Significa que el Rey otorga una concesión para explotar la mina a
cambio del pago de un porcentaje determinado.
30 Significa que el dueño del terreno tiene derecho a explotar las mi-

nas de aquellos minerales que encuentre en esa tierra, o sea que el


propietario de la tierra lo es también de las minas.
también a continuarlos, porque es de interés público que
las minas se exploten y que un minero inactivo o falto de
capital no impida la explotación de la mina por un tercero.
Por eso es general en los Códigos de Minerı́a, imponer al
minero el pueble de la mina con cierto número de traba-
jadores, so pena de perderla por despueble.” 31 En cuanto
a los impuestos distintos paı́ses establecen dos impuestos;
uno permanente y otro proporcional. La Comisión propo-
ne el proporcional y moderado.32 Concretándonos al tex-
to de la Ley debemos señalar que en su Tı́tulo 1, Art. 1º,
establece que a efectos del Código, la minerı́a comprende
todos los minerales excepto:

“Las piedras y tierras silı́ceas, aluminosas y magnasionas


(sic);

Las tierras calcáreas y las piedras de cal y yeso;

Los granitos, basaltos y serpentinas;

Y en general se exceptúan todos los materiales de cons-


trucción y ornamento.”
33 En el Art. 2° se dispone que “Las minas pertenecen a
la Nación.”34 En cuanto a las arenas aurı́feras y estannı́fe-
ras ası́ como cualquier otro mineral en placeres o deposi-
tados a orillas de rı́os y arroyos, siempre que se encuen-
tren en terrenos eriales son de explotación libre. En el caso
en que la explotación se hiciera en establecimientos fijos
se deberán proceder como en las concesiones mineras. Las
31 ARMAND UGON, E.; et al. Op. Cit. Tomo 15. P. 187.
32 Ídem. P. 187.
33 Ídem. P. 196.
34 Ibı́dem
minas forman un inmueble separado del terreno. Se esta-
blecen una serie de prohibiciones para adquirir minas a
los funcionarios que ejerzan actividades vinculadas al ra-
mo de minerı́a (Inspector General de Minas, etc.), ası́ como
a Jueces Letrados y Jefes Polı́ticos, y a los hijos y mujeres
de los mencionados. El dueño del terreno no podrá impe-
dir los cateos, calicatas o el pasaje de investigadores. En el
caso de terrenos cultivados o cercados, deberá existir una
previa autorización. En caso de negativa del propietario,
el Juez Letrado autorizará dicha licencia previa fianza. Re-
gistrada la mina, se establecen una serie de servidumbres a
las que deberá ajustarse el fundo superficial. Se podrá so-
licitar por parte del minero al Juez Letrado Departamen-
tal, un lugar de aguas en un cauce para laborar minerales.
El registro de mina nueva se realizará por escrito ante el
Juez Letrado Departamental o directamente ante el Juz-
gado Letrado de Hacienda, además de la descripción de la
ubicación y los datos del denunciante, deberán acompañar
la solicitud una muestra del mineral. El Juzgado Departa-
mental anotará en el libro respectivo y enviará un oficio al
Juzgado Letrado de Hacienda. Se publicará el registro en
dos diarios de la Capital y en los del Departamento don-
de esté situada la mina. Por tres veces, de veinte en veinte
dı́as. El medio de adquirir una mina abandonada es el “de-
nuncio”, se realiza de la misma forma que el anterior pero
debiendo el denunciante justificar que la mina está aban-
donada. La mina se pierde por “despueble”. Se entiende
que una mina está despoblada cuando faltare el trabajo de
cuatro operarios al menos, por seis meses consecutivos o
doce meses en forma alternativa. Luego de obtenida la con-
cesión el registrador o denunciante deberá hacer un pozo
de 1,5 m. de ancho por 10 m. de profundidad. En el ca-
so del carbón piedra o de aluvión, el concesionario deberá
practicar trabajos de importancia que permitan la explota-
ción de la mina. Con posterioridad se procederá a la men-
sura y amojonamiento de la concesión. En el Art. 100, se
establece que “La explotación de las minas debe practicar-
se conforme a las reglas del arte y a las disposiciones de
seguridad y policı́a, que prescriban los reglamentos que
dicte el Poder Ejecutivo.” 35 Para dar cumplimiento a esto
se dispone que las Minas estén bajo el control y vigilancia
de la Inspección General de Minas. Los mineros deberán
enviar a la Inspección General de Minas anualmente un
plano con los trabajos realizados. En el Tı́tulo XIV se dis-
pone una serie de medidas de seguridad industrial e in-
genierı́a de minas. El Tı́tulo XVII establece una serie de
obligaciones entre obreros, empleados y empresario mine-
ro, que refieren a los contratos, ceses, etc. Con respecto a
los derechos fiscales en el Tı́tulo XIX el Art. 166 se dispone
que los concesionarios pagarán el 0,5 % del producto bruto
de los minerales que exploten y beneficien en el paı́s, y el
1 % del producto bruto de los que se destinen a la expor-
tación en estado natural. Además de los impuestos señala-
dos, los minerales y metales que se exporten pagarán el
0,5 % del producto bruto como derecho aduanero. El Poder
Ejecutivo ejercerá la jurisdicción económica y gubernativa
sobre la minerı́a. (Art. 168) Las minas no son susceptibles
de ser embargadas o secuestradas, excepto por concurso,
hipoteca especial o estipulación en contrario. Este mismo
Código, en el Tı́tulo XVI “De la Inspección General de Mi-
nas”, dispone en su Art. 132 “Créase una Inspección Gene-
ral de Minas desempeñada por un Ingeniero Nacional, con
los Ingenieros y demás empleados que determine el Poder
Ejecutivo.” 36
35 Ídem. P. 211.
36 Ídem. P. 216.
MODIFICACIONES AL CÓDIGO
Este código fue modificado parcialmente por la Ley 4310
de 6 de marzo de 1913, que en su Art. 1 dispuso que to-
da solicitud, o juicio de denuncio, pagara trimestralmen-
te un impuesto de $ 0,25 por hectárea. Este artı́culo será
reglamentado por el Decreto de 25 de febrero 1919 firma-
do por Feliciano Viera. El Art. 4º. determinó que una vez
registrada la mina, mensurada y amojonada, el Juez com-
petente expedirá un tı́tulo que el Ministerio de Industria
deberá visar. Este artı́culo fue reglamentado por el Decre-
to de 3 de Octubre de 1919. Donde se establece que para
ser expedido el tı́tulo de propiedad de una concesión mi-
nera por el Juez, se deberá agregar un plano de mensura
a escala 1:20.000, que integrará el tı́tulo de propiedad. Pa-
ra que este tı́tulo continúe con validez es necesario que al
año y medio de visación, el concesionario además de pa-
gar el impuesto respectivo, deberá justificar que invirtió
en la explotación $ 5.000,00 en instrumentos y máquinas,
por cada concesión (Art. 5°). Todos los trámites judiciales
y administrativos sobre minas, ası́ como el otorgamiento
de concesiones llevarán siempre la intervención de la Di-
rección General de Minas, con la audiencia “en todo caso”
del Fiscal de Hacienda (Art. 6°). Se reglamentan los trámi-
tes para el pedido y concesión de minas. Y se dispone que
la publicación del registro de minas, debe hacerse dentro
de los 10 dı́as de expedida en el Diario Oficial. Además
deberá publicarse en un periódico de la capital del Depar-
tamento donde se sitúa la mina, durante 20 dı́as consecu-
tivos. La Escribanı́a de Gobierno y Hacienda llevará por
separado varios libros (Art. 13) autenticados por el Juez
Nacional de Hacienda:

Libro de registros y denuncias de minas nuevas


Abandonos y denuncias

Libro de concesiones definitivas.

El Art. 16 dispone que el P. E. debı́a nombrar una o


varias personas encargadas de la revisión y reforma del
Código de Minerı́a. Una vez que fue aprobada está Ley, la
Inspección de Minas, pidió la caducidad de todos los expe-
diente donde no conste que se hayan realizado labores. Ası́
como aquellas denuncias o registros en los que no se haya
hecho gestión alguna durante 3 años. Estos artı́culos 7 y
8 apuntan a impedir la especulación y a fomentar la mi-
nerı́a con intenciones de explotación real. Finalmente de-
bemos decir que hasta 1943 los materiales de construcción
no fueron considerados en los Códigos de Minerı́a. En ese
año el nuevo Código estableció que “...los yacimientos de
sustancias minerales destinados a la construcción, direc-
tamente, sin transformación de su sustancias (sin transfor-
mación quı́mica) eran por accesión propiedad privada del
dueño del fundo superficial.” 37

37 CAPUTO, A. Op. Cit. P. 42.


Capı́tulo 4

ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA Y MINERÍA

ORGANISMOS ESPECIALIZADOS EN
MINERÍA
El crecimiento de la industria minera que se produce
a partir de la última mitad del siglo XIX, llevó al Estado a
crear un aparato jurı́dico y administrativo, con la finalidad
de regular dicha actividad. En ese marco, se aprueban los
Códigos de Minerı́a y algunas leyes particulares, de las que
ya informamos, a la vez que se fundan instituciones que
cumplı́an la finalidad de oficiar de policı́a administrativa
y de impulsar la nueva industria naciente.

Inspección de Minas.
La Inspección Fiscal de Minas fue creada 28 de setiem-
bre de 1881 dependiendo del Ministerio de Hacienda (tal
como ya expresamos). Los cometidos de esta Oficina fue-
ron:

107
controlar las declaraciones que el 1° de cada mes los
propietarios de minas debı́an realizar al Inspector
Fiscal, sobre el número de toneladas de material ex-
traı́do, su riqueza aproximada y la cantidad destina-
da a ser exportada del Departamento en estado na-
tural.
controlar dichas declaraciones sobre la cantidad de
mineral beneficiado, su procedencia, riqueza, peso
bruto en metales y producto lı́quido.
Recoger los datos para verificar dichas declaraciones,
ası́ como inspeccionar los libros concernientes a la
explotación y laboreo de minerales, cada vez que los
estime conveniente.
Verificar el destino de los efectos que se introduzcan
libres de derechos aduaneros en virtud de la conce-
sión minera existente.
Informar mensualmente a la Contadurı́a General y a
la Jefatura Polı́tica del Departamento respectivo, las
cantidades y valor de los minerales que se hubieran
expedido en estado natural, ası́ como los beneficios,
producto lı́quido de los mismos, y monto de impues-
to a cobrar.
En el Código de Minerı́a de 1884, se dispone (en el Art.
132) la creación de la “Inspección General de Minas”, como
ya dijimos en el capı́tulo anterior. Este organismo vino a
sustituir a la “Inspección Fiscal de Minas” (creada en 1881).
En el Artı́culo 133 del Código de Minerı́a se fijan sus com-
petencias; a saber:
Vigilar el cumplimiento del Código en lo concernien-
te a seguridad, orden, y arreglo de las explotaciones.
Promover el progreso de la Industria minera.

Intervenir en la demarcación de las concesiones, ası́


como en la percepción de los impuestos correspon-
dientes.

Intervenir en todos aquellos actos y relaciones de los


mineros, que puedan afectar la propiedad del Estado
sobre las minas o su interés directo en las explotacio-
nes.

Confeccionar la carta geológica de la República reco-


pilando para ello, los planos y datos necesarios.

Intervenir en todos los demás casos previstos en di-


cho Código.

La reglamentación de la Ley 3817 (reorganización de Mi-


nisterio de Obras Públicas) de 15 de Julio de 1911, realiza-
da el 29 de febrero de 1912 establece los cometidos de la
denominada Dirección de Minas, dependiente del Minis-
terio de Obras Públicas. Sus cometidos fueron fijados en el
Art. 1 y los siguientes numerales:

“11° Formación de la carta parcelaria catastral y geológi-


ca.” [...]

“22° Estudio sobre yacimiento y explotación de minas, in-


tervención e informes relacionados con las industrias
extractivas.

23° Exploraciones geológicas.”

En el Art. 27 se dispone que la ejecución de los estudios,


construcciones, fiscalizaciones dispuestas serán ejecutadas
por la Dirección de Minas e Industrias. Comprende además
“Los informes técnicos relativos a patentes de privilegio
de invención; inspecciones de implantación de industrias,
inspecciones de máquinas industriales en general, moto-
res y calderas, control técnico y administrativo y estadı́sti-
cas de los materiales que se introduzcan al paı́s al am-
paro de leyes especiales para las compañı́as de aguas co-
rrientes, fábricas, astilleros, saladeros, frigorı́ficos y elabo-
ración de carnes, industrias textiles, explotación de can-
teras, tranvı́as eléctricos, etc., inspección y control de las
máquinas aplicables a esos servicios; exploraciones geológi-
cas; formación del mapa geológico de la República, análi-
sis de minerales, informes sobre denuncias de minas, de-
marcaciones y mensuras; control de los materiales intro-
ducidos para la instalación de usinas y explotación de mi-
nas; industrias extractivas; control de las explotaciones;
percepción de impuestos e inspección de usinas y minas;
proyecto de alumbrado eléctrico, inspección de instalacio-
nes, despacho de materiales para la instalación y explota-
ción; aprovechamiento de saltos de agua bajo su faz indus-
trial por el Estado o por particulares, correspondiéndole la
apreciación de honorarios profesionales en los asuntos de
su incumbencia.” 1 La Dirección de Minas estaba formada
por cuatro Secciones.
Sección A – Dirección Central.
Sección B – Geologı́a, exploraciones, mapa geológico
y Laboratorio.
Sección C - Explotación de Minas, industrias extrac-
tivas.
Sección D – Electrotécnica.
1 Reglamentación 29.2.1912. (ARMAND UGON, E; et.al. Op. Cit.
Tomo 33. Pp. 299 a 316.)
En 1912 se nombra Director de Minas al Ing. Alberto Cas-
tells, en Electrotécnica al Ing. Alfredo Danree y como ayu-
dante al Ing. Eduardo Terra Arocena. En contestación de
una solicitud de información del Ministerio de Industrias
de 6 de marzo de 1913, el Ing. Castells, Director de la Di-
rección de Minas, manifiesta que reitera la necesidad de
reforma de su oficina para hacer frente a las disposiciones
de la ley que establece medidas de control. En ese senti-
do habı́a elevado un proyecto de ley de reorganización de
esa oficina. “En el mismo se establecı́a su dependencia del
Ministerio de Obras Públicas, por estar ası́ la ley de Presu-
puesto General de Gastos, pero que más razonable y lógi-
camente a mi juicio, se debe tener su dependencia del Mi-
nisterio de Industrias, como sucede en todos los paı́ses.” 2
La Dirección de Minas pasa a denominarse Inspección de
Minas e Industrias en la Ley de Presupuesto N° 5163 del
1 de Octubre de 1914, dependiendo del Ministerio de In-
dustrias. En 1929 se dispone que la Inspección de Minas
lleve un registro de la industria extractiva, donde se ano-
tarán todos los establecimientos dedicados al ramo. Esa
inscripción será previa al inicio de actividades. Semestral-
mente esta dependencia comunicaba a la Oficina Nacional
de Trabajo las nuevas canteras. Finalmente el 4 de abril de
1930 se aprueba el reglamento para el funcionamiento del
Archivo de la Inspección. Uno de los principales técnicos
y director de esta repartición fue Florencio Michaelson,
quien para 1914 estaba jubilado. Podemos destacar tam-
bién al Ing. Alberto Castells (Director, 1912), Ing. Eduar-
do Terra Arocena (Ayudante de la Insp. de Minas, 1912).
Durante la dictadura de Gabriel Terra esa Inspección pasa
2 Inspección de Minas. Libro Copiador. Montevideo. Informe del Ing.

Alfredo Castells dirigido al Sr. Ministro José Ramasso, 10 de Junio de


1913, fj. 218
a formar parte del Instituto de Geologı́a y Perforaciones.
Aparentemente para evitar los controles y la difusión de
cifras inconvenientes para el gobierno, sobre la fracasada
actividad minera emprendida por Usinas y Teléfonos del
Estado (U.T.E.).

INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PERFO-


RACIONES
La Fundación
El Ing. Ernest Kümmer, Jefe de la Oficina Técnica de
las Obras del Puerto de Montevideo, “...presentó al Go-
bierno en 1903 un plan por el que se destinaba la canti-
dad de $ 90.000 para el levantamiento del mapa geológi-
co del Uruguay, mediante la contratación de un personal
técnico extranjero. Se realizarı́a un trabajo sistemático de
investigación encaminado a plantear y resolver el proble-
ma del combustible nacional. Las industrias, decı́a el in-
geniero Kümer pueden nacer sobre la base de la impor-
tación del combustible; pero para tomar vuelo requieren
indeclinablemente una fuerza motriz nacional, que es la
más barata.” 3 El Presidente Batlle trasladó el proyecto al
Parlamento pero no fue aprobado aunque la acogida fue
favorable. El profesor ingeniero Ernest Kümmer, nació en
1848 en Alemania, fue Consejero Privado de Obras Públi-
cas y Profesor de Puertos en la Escuela Técnica Superior
de Charlottenburgo (Technische Universität Berlı́n). Habı́a
proyectado y dirigido algunas obras hidráulicas de cierta
3 ACEVEDO, Eduardo. Obras históricas. Anales históricos del Uru-
guay. Montevideo: Casa A. Barreiro y Ramos S. A., 1934. Tomo V. P.
325.
importancia. Los informes relativos a su carácter y condi-
ciones morales eran excelentes. El gobierno batllista pos-
tulaba la necesidad de investigar el subsuelo para buscar
minerales energéticos como lo habı́a planteado Kümmer.
Pero, aún sı́ estos u otras riquezas minerales no se descu-
brieran el paı́s de todas formas ganarı́a con la investiga-
ción. En 1911 el geólogo alemán Karl Walther aconseja la
creación de un instituto de geologı́a,, “...yo habı́a insistido
en la opinión de que es indispensable investigar sistemáti-
camente el paı́s, porque sólo de este modo se descubren
los rasgos fundamentales de la estructura geológica.” 4 En
el editorial del diario “El Dı́a” de 16 de Octubre de 1911 se
expresa; “...y para el Estado, además aun cuando los tra-
bajos no fueran seguidos de importantes descubrimientos
de riquezas minerales, -cosa imposible dada la condición
variadı́sima de la materia geológica de nuestro territorio-
la compensación siempre existe, porque está dentro de su
misión esencial el estudio de esa cuestión, aún cuando sólo
sea por el conocimiento cientı́fico de las cualidades del
subsuelo.” 5 Desde el comienzo la intención fue no solo
la búsqueda de minerales sino también el alumbramien-
to de agua subterránea. “El plan del proyecto en que nos
ocupamos no se concreta puramente a las exploraciones
geológicas con el propósito de descubrimiento de minera-
les, sino que contempla además dos cuestiones importan-
tes: las perforaciones con fines de irrigación, que vendrı́an
a resolver el problema abrumador de las sequı́as estiva-
les, -calamidades que persiguen á la agricultura y la gana-

4 WALTHER, Karl. ”Material de revestimiento del Palacio Legislati-


vo en Montevideo”. En Instituto N. de Agronomı́a. Sección Mineralogı́a
y Geologı́a. Montevideo: XX. P.3, Nota al pie No. 1.
5 El Dı́a. Montevideo. Uruguay. Edición de 16 de Octubre de 1911.

P. 3.
derı́a; el INSTITUTO DE QUÍMICA INDUSTRIAL, QUE
HACÍA LOS ENSAYOS DE APLICACIONES DE QUE FUE-
RAN SUSCEPTIBLES EN NUESTRO paı́s LAS SUSTAN-
CIAS MINERALES QUE SE DESCUBRAN.” 6 En una pu-
blicación oficial del año 1943 del Instituto Geológico del
Uruguay, titulada “Obras realizadas y cometidos actuales”,
se afirma; “El subsuelo por su parte, suministra todas las
sustancias que sirven de materia prima para el desarro-
llo de las industrias quı́micas y metalúrgicas que, en mu-
chos aspectos y para muchos paı́ses representan un fac-
tor, en igual grado considerable, de la prosperidad nacio-
nal. Se explica ası́ que la polı́tica mundial esté dominada
por la preocupación primordial del abastecimiento regu-
lar de productos minerales y especialmente de los com-
bustibles.” Sobre la creación del Instituto, el Ing. Terra
Arocena opinó en una sesión del Consejo de Facultad de
Ingenierı́a que “...a la ley de creación de 1912 y a la fal-
ta de una visión clara, en aquel entonces, acerca del rol
que podrı́a desempeñar el organismo. La idea original fué,
constituir una sección geológica dependiente del Institu-
to de Quı́mica Industrial sobre la base del criterio erróneo
de que era posible ir directamente a la investigación de
riquezas minerales prescindiendo del estudio sistemático
del territorio. En el Parlamento se prefirió un Instituto de
Geologı́a independiente lo que fue combatido por existir
ya en la Dirección de Minas una sección Geológica. Supri-
mida ésta más tarde,...” 7

6 Ibı́dem.
7 TERRA AROCENA, E.. Nota al Sr. Ministro de Industrias. Dr. Ed-
mundo Castillo. Montevideo: 16 de Junio de 1932. Donde se transcribe
el acta de la sesión del Consejo de Facultad de Ingenierı́a que refiere
al asunto.
LA EVOLUCIÓN DEL INSTITUTO DE GEO-
LOGÍA Y PERFORACIONES
Su primer Director fue el Ing. Maurice A. Lamme. El
Instituto tuvo una importancia fundamental en la búsque-
da de energéticos, carbón, luego esquistos piro bitumino-
sos. Fueron junto a la Cátedra de Geologı́a de la Facultad
de Agronomı́a los únicos lugares donde se realizaron es-
tudios geológicos en el perı́odo que estamos tratando. De
estas investigaciones surgió el conocimiento que permi-
tió la construcción de los primeros mapas geológicos del
Uruguay. Según Ley No. 4275 de 22 de Octubre de 1912,
se crea el Instituto de Geologı́a y Perforaciones (I.G.P.),
adscrito al Ministerio de Industrias.8 Se dispuso la suma
de $ 80.000 para gastos de expropiación y construccio-
nes. Se destinaba $ 12.000 para equipar laboratorios y $
80.000 para compra de máquinas perforadoras, material,
tiendas de campaña, útiles, instalación de taller mecáni-
co, etc. En el Art. 6° de la citada Ley se prohı́be realizar
denuncias de minas en un radio de 5 Km. de donde se
realizan exploraciones por cuenta del Estado. Poco des-
pués de la fundación de la Institución, se comenzaron a
levantar los cimientos de un edificio que pudiera alber-

8 Elpersonal del I.G.P. establecido en esta Ley se componı́a de; 1


Director, 1 Geólogo adjunto, 1 Ingeniero de minas, 1 Ayudante Técni-
co, 1 Agrimensor, 1 Auxiliar de Secretarı́a, 1 Quı́mico, 1 Ayudante de
Quı́mico, 1 Portero, Mecánicos y Peones ( 6 posiblemente). En Sección
Perforaciones; 1 Ingeniero, 2 Ayudantes expertos en perforaciones, 5
Maquinistas, Sobrestantes y Peones. En 1915 la Ley de Presupuesto
Gral. de Gastos No. 5210 de 5.4.1915, establece que el I.G.P. estaba
compuesto por; 1 Director, 1 Secretario, 1 Auxiliar de Secretarı́a, 1 In-
geniero de Minas, 1 Quı́mico, 1 Ayudante de Quı́mico, 1 Portero; y la
Secc. Perforaciones; 1 Ing. de Perforaciones, Inspectores y Sobrestante
de Perforaciones y Peones.
gar al Instituto de Geologı́a y Perforaciones y al Instituto
de Quı́mica Industrial. El lugar elegido fue el que ocupa-
ba una antigua barraca en Las Bóvedas, al final de la ca-
lle Juan Carlos Gómez, en la ciudad vieja de Montevideo.
Provisoriamente el Instituto se ubicó en la calle Washing-
ton 312 en el mismo barrio, pero pronto la casa resultó
insuficiente e inadecuada. Hasta fines de 1913 el Insti-
tuto estuvo en un proceso de organización, adquisición e
instalación de equipos necesarios para realizar su tarea.
A la fecha de realización del informe de Enero de 1915,
aún faltaba adquirir un cierto número de objetos y apa-
ratos imprescindibles. Hubo además que instalar oficinas,
laboratorios y hacer un programa provisorio de estudios,
base de un programa definitivo, producto del crecimien-
to en experiencia y conocimientos. “El aspecto notable en
conexión con las actividades de la Sección Perforaciones
durante el año pasado, es que se han llevado a cabo más
perforaciones [que] en cualquier otro desde su formación,
Este hecho es digno de atención, tomando en considera-
ción la situación financiera creada por la continuación de
la guerra europea, pues los fondos disponibles han sido
menores que en otros años, y habı́a que luchar con la es-
casez de materiales de repuesto, estando las fábricas en
Inglaterra y Estados Unidos ocupadas en hacer materiales
bélicos, cosa que dificultaban mucho la buena marcha de
los trabajos de perforación añadido al alto precio del com-
bustible.” 9 El 15 de junio de 1923 mediante un Decre-
to se aprueba un modelo de convenio a celebrarse entre el
I.G.P. y particulares para la búsqueda de agua subterránea,
lo que estarı́a marcando la importancia que esta actividad
9 INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. MEMORIA co-

rrespondiente al año 1917 presentada por M. A. LAMME, Director. Mon-


tevideo: Imprenta Nacional, 1919. P. 9.
estaba cobrando dentro del Instituto. “El aumento en las
perforaciones es debido a la muchas solicitudes de Muni-
cipalidades y firmas privadas que requirieron un abaste-
cimiento de agua mayor de lo que tenı́an, y quienes esta-
ban dispuestos a pagar todo el costo de las obras.” 10 [...]
“...actualmente el número de pedidos ha alcanzado tales
proporciones que es necesario adquirir más planteles de
máquinas, adecuadas para las perforaciones en busca de
agua, a fin de poder atender eficazmente a este importan-
te servicio.” 11 En 192712 se reglamenta el procedimiento
para los servicios requeridos por particulares.13 Lamen-
tablemente la actividad del Instituto desde su comienzo
estuvo signada por las dificultades presupuestales, como
los propios gobernantes lo reconocen años más tarde en el
Consejo Nacional de Administración. Posición que expuso
en ese ámbito el entonces Ministro de Hacienda Dr. Mine-
lli; “Sostuvo, que es un error suponer que no está resuelto
el problema económico que importa esta iniciativa y que
las medidas de carácter industrial que adopta el Gobierno
deben ser amplias, pues de lo contrario, se perjudica la rea-
10 Ibı́dem
11 Ibı́dem
12 Posteriormente otro Decreto de 5 de Octubre de 1928 modifica
el de 1923, estableciendo la obligación del interesado en realizar una
perforación, de correr con ciertos gastos de carácter formal y otros de;
transporte, tuberı́as, agua y combustible para el equipo. Además debı́a
pagar derechos por el uso de la maquinaria.
13 Decreto de 14.10.1927 que establece que las consultas podrán ser:

A) verbales sobre aplicaciones industriales o tratamiento de minerales


(gratuitas), B) determinación de minerales (gratuitas), C) análisis par-
ciales o completos de minerales y aguas superficiales y subterráneas,
D) reconocimiento y estudios geológicos e hidro-geológicos dentro del
predio del interesado o alrededores. Los peticionarios tienen derecho
a exigir que los resultados de los estudios sean reservados por 30 dı́as,
vencido lo cual podrán darse a publicidad.
lización de esas iniciativas, como sucedió con la creación
del Instituto de Geologı́a y Perforaciones y también con el
Instituto de Pesca, que después de haberse creado, respon-
diendo a un plan se le quitaron los recursos indispensables
para su eficiente desarrollo, a causa de la crisis económica
producida en año 1915.” 14 Lo mismo señaló Eduardo Ace-
vedo. “EI Instituto de Geologı́a y Perforaciones empezó a
funcionar con dos geólogos, dos ingenieros, tres ayudantes
técnicos, dos quı́micos y cinco maquinista. Debı́a, dedicar
preferente atención al problema del combustible nacional
y disponı́a de un valioso equipo de máquinas perforado-
ras para ir a grandes profundidades, adquirido en Europa
por intermedio del ingeniero Abel Fernández catedrático
de maquinarias de la Facultad de Matemáticas. Para gastos
de combustible y funcionamiento disponı́a. de una partida
anual de $ 20.000.” 15 La llegada de los técnicos extranje-
14 CONSEJO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN. Actas del Consejo
Nacional de Administración. Montevideo. Tomo III. Acta 68, de 9 de
mayo de 1927. P. 454.
15 ACEVEDO, Eduardo.Anales históricos del Uruguay. Montevideo:

Casa A. Barreiro y Ramos S. A., 1934. Tomo V. Pp. 584-585. Dice


Eduardo Acevedo; “La llegada de los técnicos contratados y de las
máquinas perforadoras coincidió con la crisis de 1913 y 1914. y du-
rante el Gobierno de Viera, que subsiguió al de Batlle v Ordóñez, se
aplicó una poda a fondo al Instituto, que redujo, entre otras cosas,
la partida de $ 20,000 destinada a combustible y gastos de funciona-
miento a $ 1,000, condenando por ese hecho al personal técnico con-
tratado a no moverse de Montevideo y a la maquinaria a quedar bajo
galpones por tiempo indefinido. En esos mismos momentos la Argen-
tina adquirı́a maquinarias que le permitı́an descubrir y explotar los
grandes yacimientos de petróleo de comodoro Rivadavia. Es posible
que las investigaciones de nuestro Instituto hubieran demostrado que
debı́amos renunciar a la esperanza de encontrar petróleo, pero aún en
ese caso extremo e hipotético algo habrı́amos ganado en el sentido de
obligar a nuestros estadistas y- a nuestros técnicos a buscar en otras
fuentes la energı́a necesaria para impulsar las industrias nacionales. ”
ros y de la maquinaria coincide con la crisis de 1913-1914.
Luego se produce el Alto de Viera, que supuso un fuer-
te recorte presupuestal. En 1928 es Terra Arocena el que
se queja amargamente por los recortes realizados al pre-
supuesto de sueldos y de gastos del I.G.P. “Puede recor-
darse aquı́ que la planilla importaba $ 67.600 al principio
(V. Diario Oficial No. 2086, del 8 de Noviembre de 1912) y
que en Abril de 1925 [testado 2] quedó reducida a $ 24.400
mediante un descuento de más de 30 % en las asignacio-
nes del personal y mucho mayor en las partidas de gastos.
De hecho quedaba anulado el Instituto y reducido a po-
co menos a una simple repartición administrativa. Solo en
1925 (Ley de Presupuesto del 7 de Febrero) se incluyó en
la planilla una partida de $ 32.160 para “Estudio del sub-
suelo” los sueldos no fueron modificados. Y estos sueldos
son, sin ninguna duda exiguos...” 16 En esa misma nota di-
rigida al Ministro Mandillo, el Ing. Terra Arocena reitera
su propuesta de Abril de 1924 y sugiere cambiar el nom-
bre del Instituto por el de “Servicio Geológico”. No era un
problema meramente semántico, sino que hace alusión a
su concepción de lo que debı́a ser el Instituto de Geologı́a
y Perforaciones. Según Terra Arocena “Instituto” refiere a
un centro de enseñanza o a un centro dedicado a la espe-
culación puramente cientı́fica. “Servicio Geológico” condi-
ce mejor con los cometidos asignados al I.G.P.17 Debido a
las continuas dificultades presupuestales y como forma de
solucionar el problema, Terra Arocena propone incorporar

16 TERRA AROCENA, E.. Nota al Excmo. Señor Ministro de Indus-


trias. Don Carlos Mandillo. Montevideo: 7 de Mayo de 1928. (ejemplar
mimeografiado)
17 Ibı́dem
el I.G.P. a la Facultad de Ingenierı́a de la Universidad de la
República.18

ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
La primera organización del Instituto constaba de dos
divisiones con sus correspondientes subdivisiones; Divi-
sión de Geologı́a y la División de Perforaciones. “La di-
visión de Geologı́a tiene las siguientes secciones; estudios
geológicos, tanto de campo como de gabinete; minerı́a, agri-
mensura (trabajo en el campo y en la oficina); petrografı́a
y fotografı́a, análisis quı́micos, investigaciones y ensayos,
biblioteca de obras clásicas y publicaciones de los servi-
cios geológicos del mundo entero y catálogos. La división
de perforaciones tiene á su cargo, además del trabajo de
campo, el taller de reparaciones y los múltiples y variados
problemas relacionados con esta importante rama del Ins-
tituto.” 19 Contaba también con una biblioteca técnica de
360 textos clásicos y nuevos, en varios idiomas, además de
1800 revistas y material hemerográfico de los diversos ser-
vicios geológicos internacionales, es decir era una de las
18 TERRA AROCENA, E.Nota al Sr. Ministro de Industrias Sr. Edmun-
do Castillo, de 16 de junio de 1932. “En una conversación tenida por el
suscrito con el Sr. Decano de la F. de Ingenierı́a y r. anexas, dı́as pasa-
dos se trató incidentalmente de los estudios que realiza el Instituto de
Geologı́a y el señor Decano sugirió la idea entonces de que el suscrito
diera a conocer en el seno del Consejo de la Facultad mediante una ex-
posición detallada, el carácter y la extensión de los estudios y trabajos
que efectúa el Instituto y ası́ como una idea de las instalaciones y del
material de que dispone pensando, naturalmente, en la posibilidad de
gestionar la incorporación de este Servicio a la Facultad.”
19 LAMME, Maurice A. “Informe del Director del Instituto de Geo-

logı́a y Perforaciones”. En; MINISTERIO DE INDUSTRIA Y TRABAJO.


Memoria del Ministerio de Industrias. Montevideo: Ministerio de Indus-
tria y Trabajo, 1915. P. 1085. Anexo A
bibliotecas más importantes del paı́s en su temática. En la
misma medida que se realizaban los trabajos de campo, se
colectaban muestras que iban a enriquecer la colección del
Museo, dependiente del Laboratorio de la División Geo-
logı́a. Dicho laboratorio quedó instalado en Setiembre de
1913. “El objeto que se tiene en vista al recoger muestras
es la formación de una colección de ejemplares, represen-
tativa de todas las rocas y minerales útiles de diferentes
partes de la República de manera que las riquezas de cual-
quier región particular pueden ser vistas y estudiadas en
la colección del Instituto. Es necesario, sin embargo, tener
colecciones de otros paı́ses para estudio y comparación.” 20
Este serı́a el origen y objetivo del Museo Geominero del
Uruguay, dependiente de la actual DI.NA.MI.GE. En se-
tiembre de 1914 el Instituto terminó de recibir las nueve
máquinas perforadoras.21 Posteriormente y según el De-
20 Ídem. P. 1118.
21

1 perforadora canadiense a percusión para hasta 1.200 m. de


profundidad, apta para la búsqueda de petróleo.
2 máquinas loco-móviles, con motor a vapor, calderas y cabrı́a
sobre 4 ruedas. Aptas para buscar petróleo, minerales y agua
hasta una profundidad máxima de m. 300.
1 máquina Sullivan a rotación con corona de diamantes,
hidráulica, con cabrı́a alta de acero. Adecuada para explora-
ción de minerales hasta una profundidad de m. 1800, permite
extraer testigos de perforación.
2 máquinas rotativas a diamantes tipo Sullivan, hidráulica, con
motor a vapor y caldera montada separada en carro de 4 ruedas.
Apta para hacer exámenes en minas de oro, donde es esencial
un testigo perfecto.
1 perforadora combinada (rotación y percusión), utilizando
munición de acero para la rotación, apta para la búsqueda de
creto de 20 de marzo de 1925 el Instituto fue reestructu-
rado integrándose con 2 Secciones; Sección Perforaciones,
y Laboratorio Quı́mico. Se establecen allı́ por primera vez
en forma muy clara y especı́fica los cometidos del I.G.P.,
ası́ como las obligaciones del personal;

“A) Realizar los reconocimientos, exploraciones y estu-


dios necesarios para el mejor conocimiento geológico
de la República y para el aprovechamiento de sus ri-
quezas minerales.

B) Llevar a cabo sistemáticamente, en cuanto disponga


de los elementos y recursos necesarios, investigacio-
nes estratigráficas, tectónicas, petrográficas, etc., en
general y en particular, el estudio de los yacimientos
de substancias útiles que se descubran.

C) Ordenar los resultados obtenidos en esos trabajos te-


niendo en vista la confección del mapa geológico de
la República.” 22

En el “Reglamento del Instituto de Geologı́a y Perforaciones”


de 6 de Julio de 1928 se establece en su artı́culo 1º. sus
carbón, minerales y agua. Permite perforar cualquier tipo de
formación blanda o muy dura.
2 máquinas loco-móviles, con motor a vapor, calderas y cabrı́a
sobre 4 ruedas. Aptas para buscar petróleo, minerales y agua
hasta una profundidad máxima de m. 300.
2 perforadoras para trabajar con munición de acero, con ma-
quina a vapor y perforadora montada sobre 4 ruedas y caldera
separada. Aptas para buscar agua y minerales a poca profundi-
dad.

22 ARMAND UGON, E; et al. Op. Cit. Tomo 52. Pp. 307-320.


cometidos, los que son similares y más amplios que los an-
teriores.23 Se fijan además las atribuciones y obligaciones
del personal técnico y administrativo. Si comparamos am-
bas descripciones de cometidos, notaremos que en 1928 se
agrega la búsqueda y alumbramiento de aguas subterráneas
y aspectos vinculados la investigación cientı́fica en parti-
23 Ídem. Tomo 57. Pp. 171-187. Los cometidos son similares:
“A) Realizar los reconocimientos, exploraciones y estudios necesarios
para el mejor conocimiento geológico de la República y para el
aprovechamiento de sus riquezas minerales.
B) Llevar a cabo sistemáticamente, en cuanto disponga de los ele-
mentos y recursos necesarios, investigaciones estratigráficas,
tectónicas, petrográficas, etc., en general y en particular, el estu-
dio de los yacimientos de substancias aplicables a la agricultura
y a la industria que se descubran.
C) Investigar las corrientes y napas subterráneas, alumbrarlas por
medio de perforaciones y aforarlas, determinando también sus
cualidades por medio de análisis quı́micos; efectuar sondeos
para reconocimiento del, subsuelo y dirigir los que se efectúen,
por cuenta de otras dependencias de la Administración, por
empresas particulares.
D) Reconocer los yacimientos de restos fósiles que se descubran o
sean denunciados, tomando a su cargo la extracción y conser-
vación de los mismos.
E) Ordenar los resultados obtenidos en los distintos estudios e inves-
tigaciones, teniendo en vista la confección del mapa geológico
de la República.
F) Asesorar a las reparticiones técnicas nacionales con materia
geológica en ocasión de estudios, proyectos o construcciones de
obras públicas en general.
G) Atender a los pedidos de asesoramiento en materia de geologı́a
que formulen los particulares conforme al decreto del 14 de
Octubre de 1927.”
cular en paleontologı́a. El “Reglamento General” modifica
alguna de las disposiciones establecidas en el Decreto de
1925 antes mencionado.24 Terra Arocena fue muy crı́ti-
co con los primeros años de desarrollo del Instituto. “...el
Instituto de Geologı́a fué la única repartición del Estado
destinada a la investigación geológica, pero privada de los
recursos necesarios y careciendo de orientación definida
se limitó a efectuar sondeos y en el año 1919, cuando el
que habla la conoció era a lo más, un mal servicio de per-
foraciones que ignoraba casi en absoluto hasta los rasgos
fundamentales de la geologı́a nacional. Habiéndome toca-
do dice el Sr. Terra, -asumir a fines de 1922 la Dirección del
organismo y apoyándome en la triste experiencia que sig-
nificó la investigación carbonı́fera en Cerro Largo en 1920
y 1921 traté de encausar las actividades del Instituto con-
templando mejor el interés nacional. Y en Abril de 1924
planteamos al Ministro el problema de la reorganización
tendiendo a constituir un servicio geológico adaptado a las
necesidades reales del paı́s. Cinco Ministros se sucedieron
en la cartera de Industrias desde aquélla fecha y ante ca-
da uno de ellos he renovado sin éxito la gestión. No es mi
intención formular reproches.-” 25 Según Terra Arocena el
Ministerio de Industrias se fue convirtiendo en obstáculo
insalvable para acción del I.G.P. “Es sabido que la aten-
ción de todo Ministro de Industrias se encuentra desde el
24 ElOrganismo queda integrado del siguiente modo: la Dirección,
la Secretarı́a, y Sección Perforaciones, de la cual dependı́an, los talle-
res mecánicos, los almacenes, y los campamentos de perforación. En
cuanto al Laboratorio Quı́mico pasó a depender directamente de la
Dirección General.
25 TERRA AROCENA, E. Nota al Sr. Ministro de Industrias. Dr. Ed-

mundo Castillo. Montevideo: 16 de Junio de 1932, donde se transcribe


el acta de la sesión del Consejo de Facultad de Ingenierı́a que refiere
al asunto.
primer momento absorbida por problemas urgentes que
plantean todos los dı́as, las necesidades de la ganaderı́a y
la agricultura y el Instituto de Geologı́a ha estado siempre
en un segundo o en un tercer plano entre las preocupacio-
nes ministeriales. Toda gestión, toda iniciativa del Insti-
tuto se estrellaba infaliblemente contra la indiferencia del
superior y sólo se traducı́a en pérdida inútil de energı́as
y de tiempo. A pesar de ello el Instituto hoy no es mas un
mal servicio de perforaciones. Es un centro de estudios que
dispone además de un buen servicio de perforaciones, no
solo como [testado] de un accesorio indispensable sino co-
mo de un auxiliar valiosı́simo al que debe gran parte de los
datos fundamentales con que cuenta actualmente, sobre la
estructura del subsuelo del paı́s.” 26 Está opinión podrı́a
suscribirse plenamente en el presente, tiene total actua-
lidad y vigencia. La mencionada propuesta de incorpora-
ción del I.G.P. a la Facultad de Ingenierı́a fue aprobada por
unanimidad en la misma sesión del Consejo de Facultad,
por moción del Consejero Ing. Mauri. Se decide iniciar de
inmediato las gestiones ante el Parlamento y el Ministerio.
Además de las ventajas mutuas que Terra Arocena enume-
ra a la hora de evaluar esa incorporación, considera que
ese Instituto “...ante todo dependerá de un Consejo Técni-
co capaz de comprensión de los problemas que plantea el
estudio geológico del paı́s y de sus proyecciones y [testado]
a la vez de la naturaleza de los estudio y trabajos que lleva
a cabo y capaz también de una supervisión mas activa y
eficaz de las actividades del organismo” 27 Terra Arocena
fue citado a la Cámara de Representantes para comunicar
su propuesta y ampliar la información. A la hora de ex-
plicar al Ministro de Industria sobre la iniciativa del Con-
26 Ibı́dem
27 Ibı́dem
sejo de Facultad de Ingenierı́a, Terra Arocena subraya que
la dependencia del Ministerio de Industrias, significa un
grave obstáculo al desarrollo del Instituto. “Para el Minis-
terio de Industrias el Instituto significa poco o nada o, lo
que es más probable, dado el cúmulo de tareas tan diver-
sas y tan complejas que recaen sobre este Ministerio, no
queda tiempo material para distraer la atención en las ac-
tividades y en las iniciativas de ese organismo. La obra que
este realiza las dificultades con que lucha no han sido en
ningún momento, durante diez años por lo menos, asun-
tos que hayan merecido un sitio de preferencia entre las
preocupaciones de Ministerio y cuando alguna vez, (como
por ejemplo) [testado] cuando la contratación de geólogos
-se ha conseguido algo, después de muchos meses o de al-
gunos años de gestión, ha sido por la intervención directa
de algún miembro del Consejo Nacional o del Parlamento.
Tampoco puede decirse que en ese lapso de tiempo (sic)
haya bajado desde el Ministerio hasta el Instituto una sola
palabra de estı́mulo o una de felicitación por la obra reali-
zada...” 28 Señala luego la excepcionalidad que tiene el Ins-
tituto de Geologı́a y Perforaciones como centro de investi-
gación. “El Ministerio de Industrias no es por otra parte
un organismo técnico, ni tienen asesores técnicos perma-
nentes. El carácter de una repartición como el Instituto
que es a la vez centro cientı́fico y oficina técnica consti-
tuye una seria dificultad en las relaciones de dependencia.
Las reglamentaciones generales que pueden ser aplicables
a todas las reparticiones, en su mayorı́a puramente admi-
nistrativas, no lo son cuando se trata de oficinas técnicas.
Estas deben ser un objeto de excepción. Y cuando la excep-
28 TERRA AROCENA, E. Nota a Sr. Ministro de Industrias. Dr. Ed-
mundo Castillo. Montevideo: 16 de Junio de 1932. (DINAMIGE - Mu-
seo Geominero del Uruguay)
ción no se reconoce es la perjudicada y se compromete el
éxito -principalmente en sentido económico- de los traba-
jos que se les confı́an.” 29 Otra de las propuestas de Terra
Arocena procurando encontrar un lugar dentro del Esta-
do donde el Instituto de Geologı́a y Perforaciones pudiera
desarrollarse, fue su integración a la Administración Na-
cional de Combustibles Alcohol y Portland30 (A.N.C.A.P).
Esta propuesta suponı́a el mantenimiento de los cometi-
dos del I.G.P., su independencia técnica y su dependencia
administrativa de A.N.C.A.P.31

LA ACTIVIDAD CIENTÍFICA
En el informe de Enero 1915 el director Lamme dice:
“El objeto principal del Instituto es suministrar datos fide-
dignos é informes geológicos y de minerı́a sobre las rique-
za mineral del paı́s, ayudando ası́ al desarrollo de ciertas
industrias en todo lo que depende de tal información.” 32
En otra parte del mismo documento señala; “Debe con-
siderarse que el objeto principal de un servicio geológi-
co, en cualquier paı́s, es la elucidación de la estructura
geológica de su territorio haciendo investigaciones prácti-
cas y cientı́ficas, dentro del campo de su riqueza mineral.
Los mapas topográficos solamente proporcionan los me-
dios y forman la base de ese trabajo y por eso deben su-
jetarse á las exigencias del trabajo geológico. Por lo tan-
to, el plan de trabajo de campo, deberı́a basarse de un
29 Ibı́dem
30 Ibı́dem
31 Empresa petrolera propiedad del Estado uruguayo, fundada en
1931.
32 LAMME, M.A. Informe del Director del Instituto de Geologı́a y Per-

foraciones. Op. Cit., Anexo A. P. 1089.


modo exclusivamente práctico, en las necesidades inme-
diatas del paı́s y de su vida diaria, Dicho trabajo deberı́a
consistir en un ensayo sistemático sobre todos los depósi-
tos minerales existentes, esto es, construcción de mapas,
descripciones y evaluaciones de los distintos yacimientos
dentro de las condiciones posibles. Es necesario poster-
gar la infinidad de cuestiones puramente cientı́ficas que
quedan por resolver hasta tanto haya un personal más nu-
meroso.” 33 El comienzo de ese trabajo fue la publicación
del informe de Rolf Marstrander de 1915. Se proyectaba,
que después de haber estudiado los distintos yacimientos
minerales existentes, serı́a necesario señalar ciertos distri-
tos. Investigarlos en profundidad y realizar mapas a escala
1:100.000. Los yacimientos minerales de mayor importan-
cia económica deberán ser estudiados con especial deteni-
miento, realizando mapas a escala 1:5000. La intención era
que los conocimientos adquiridos por el Instituto y los re-
sultados de los estudios pudieran ser utilizados por otros
paı́ses y fundamentalmente por inversores extranjeros. Pa-
ra ello era necesario difundir estas novedades cientı́ficas a
través de los “Boletines” editados por la Institución. De es-
ta forma el conocimiento de la existencia de recursos mi-
nerales en el Uruguay promoverı́a la instalación de nuevas
industrias en el paı́s. En la publicación de 1943 del Insti-
tuto Geológico de Uruguay se afirma “El descubrimiento
de algunos yacimientos de valor es debido a la casualidad;
pero, en mayor proporción, los descubrimientos no son
más que el resultado del estudio, de la investigación racio-
nal y sistemática de un territorio. En realidad, en las últi-
mas décadas, el progreso en materia minera e industrial
no hubiera sido posible sin la base firme del conocimiento
geológico. Los paı́ses viejos que cuentan por siglos la vida
33 Ídem. Anexo A. P. 1088.
de la industria mineral, - lo que podrı́a hacer creer en que
nada nuevo pueden esperar ya de la exploración del sub-
suelo – estimulan pródigamente nuevos estudios e investi-
gaciones y año a año, obtienen resultados que les compen-
san sobradamente, cuando no les devuelven acrecentadas
fantásticamente, las sumas invertidas. Con mayor razón,
esta es o debe ser la norma para los paı́ses nuevos donde
todo está por hacer, donde el conocimiento geológico sólo
alcanza a los rasgos fundamentales más salientes. Crear
fuentes de riqueza es la gran preocupación de los paı́ses
nuevos. Y en el Uruguay esta misión se ha confiado al Ins-
tituto Geológico.” 34 En un primer momento la lı́nea de
investigación cientı́fica que diseñó la Institución se desa-
rrolló en torno a la búsqueda de carbón, al estudio de los
esquistos bituminosos y aceite mineral (petróleo). Es decir
la atención se dirigı́a a la búsqueda de energéticos. “El des-
cubrimiento de estos combustibles es una esperanza gene-
ral en el paı́s y se espera, hasta cierto punto con razón,
que el Instituto resuelva el problema;...” 35 Para ello era
necesario realizar un reconocimiento de las Formaciones
Geológicas del Norte y Este del paı́s, donde se creı́a existı́a
la mayor probabilidad de encontrar petróleo. Se tomó co-
mo base de las investigaciones sobre petróleo y carbón en
Uruguay, el informe de J. C. White,36 sobre depósitos de
carbón en Brasil. Lamme señala en la Memoria de 1917
que serı́a de interés conocer si las formaciones carbonı́fe-
ras brasileña se extienden en nuestro territorio o sı́ existen

34 INSTITUTO GEOLÓGICO DEL URUGUAY. Boletı́n. Montevideo:


I.G.U., 1943. Pp.3 y 4.
35 LAMME, M. A. Informe del Director del Instituto de Geologı́a y Per-

foraciones. Op. Cit. Anexo A. P. 1089.


36 WHITE, J. C. Commisao de Estudos das minas de carvao de pedra do

Brazil. Rı́o de Janeiro, s/d., 1908.


otras similares. Para ello deberı́a emprenderse un estudio
“prolijo de la región” pero poco se habı́a podido hacer al
respecto porque “...este Instituto no ha tenido medios pa-
ra sufragar los gastos que originan estas investigaciones
que son costosas.” 37 Con respecto al “...asunto de la tur-
ba es uno al cual debemos dedicar toda nuestra atención.
[. . . ] . . . hay muchas razones para tomarlo muy en consi-
deración en este paı́s, especialmente en vista del hecho de
que en él existen pocas fuentes naturales de fuerza mo-
triz.” 38 No se descuidó a pesar de ello, la investigación en
otros temas, como por ejemplo, rocas ornamentales, parti-
cularmente mármol. “Naturalmente, la cuestión combus-
tible tiene y tendrá más importancia que cualquier otra
investigación dada su influencia económica sobre la indus-
tria del paı́s, pero hay también otros asuntos, cuyo conoci-
miento más exacto contribuirı́a grandemente al desarrollo
de varias industrias en el Uruguay. Nos referimos a los mi-
nerales metalı́feros, a las piedras de construcción y ornato
y al estudio de las aguas subterráneas.” 39 En 1914 el Ing.
de Minas Rolf Marstrander y el Agrimensor Fletcher G.
Dows iniciaron un reconocimiento geológico en el Depar-
tamento de Lavalleja que tuvo una duración de más de dos
meses.40 Como resultado de esta gira se hicieron mapas, se

37 INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. MEMORIA co-

rrespondiente al año 1917 presentada por M. A. LAMME, Director. Mon-


tevideo: Imprenta Nacional, 1919. P. 4.
38 LAMME, M.A. Informe del Director del Instituto de Geologı́a y Per-

foraciones. Op. Cit. Anexo A. P. 1090.


39 INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. MEMORIA co-

rrespondiente al año 1917 presentada por M. A. LAMME, Director. Op.


Cit. 1919. P. 5.
40 La ruta fue desde la ciudad de Minas, por el Campanero, Valle

de los Penitentes, puntas del Arroyo Molles del Carapé, por este al
Norte hasta Piedra del Gigante y hasta Cerro Largo. Luego al S. por la
recogieron y procesaron 110 muestras tomadas en el lugar
y se realizaron estudios de detalle de los yacimientos de:

1. Cal, mármol y amianto de Molles de Carapé.

2. Yacimiento de hierro de Piedra del Gigante.

3. Yacimiento de pizarra del valle Minas Viejas.

4. Yacimiento de esmeril de Cerro Redondo.

5. Canteras de granito próximo a Minas (Sur).

Esta gira tuvo como resultado la elaboración de varios


informes acompañados de los mapas respectivos. En las
Memorias del Instituto de Geologı́a y Perforaciones de 1915
se publican extractos de los mismos.

Informe Geológico General de la Expedición efec-


tuada al Departamento de Minas durante los meses
de Marzo a Mayo de 1914.

Se informa sobre numerosos depósitos de mármoles so-


lo examinados superficialmente; cales, mármoles, minera-
les de hierro, antiguas minas de Cerro Largo, Mina Rama-
llo, Valencia y de pizarras en el Valle de Minas Viejas.

Mármoles de Carapé.
Marstrander realiza una serie de estudios en la zona de
Carapé, más concretamente Mataojo (Dpto. Maldonado),
entre arroyo Mataojo y Zanja de Tigre. Los resultados fue-
ron publicados en el Boletı́n N° 1, del I.G.P. el 15 de Julio
Cuchilla Grande hasta las cabeceras del Valle Minas Viejas. Desde allı́
al depósito de esmeril de Cerro Redondo y finalmente las canteras de
granitos al Sur de Minas.
de 1914. En esas investigaciones se procuran establecer los
rasgos estructurales de la región. Marstrander señala que:
“En estos diferentes estratos, se ha buscado un mármol
que llenase las condiciones requeridas para una piedra de
construcción, sólida y hermosa.” 41 Estudia tres puntos de
interés. La cantera de las nacientes del Mataojo (mármol
gris), dice del mármol que “...es poco deseable.” 42 Cante-
ra de las bochas, ubicada donde el yacimiento atraviesa la
Zanja del Tigre, se trata de mármol de color gris de tex-
tura fina, más puro y uniforme. Aconseja descubrir el ya-
cimiento, determinar estructura, extensión y espesor, pa-
ra luego determinar la calidad y cantidad. La tercera zo-
na comprende la Cantera ubicada entonces en campos de
Senén Cabrera (mármol blanquecino acuoso produciéndo-
se una transición al rojo de Mataojo al E. y al rosado al O.)
El color rosado prevalece en la mayor parte de ese yaci-
miento ubicado en campos de Gregorio Umpierrez. La po-
sición del yacimiento es desfavorable sin embargo esto se
compensa por “...la calidad excepcionalmente buena y el
gran espesor y extensión del yacimiento.” 43

Los yacimientos de Cal y Mármol azul de Molles


de Carapé con algunas observaciones sobre las an-
tiguas minas de amianto en esa región.

Se describió mármol muy puro que se encuentra a 30 Km.


de Minas. Se empleó para la producción de cal. Existı́an
en ese lugar 5 caleras de las que 4 estaban en funciona-
miento. Los empresarios Zeballos y Berrondo beneficiaron
41 MARSTRANDER, Rolf. “Mármoles de Carapé”. En; Instituto de
Geologı́a y Perforaciones. Boletı́n. Montevideo: I.G.P., 1914. No. 1. Pp.
8 a 12.
42 Ídem. Pp. 12 a 25.
43 Ídem. P. 35.
anualmente 1.700 toneladas, habiendo extraı́do un total
de 20.000 ton. La mayor parte se envió a Minas, Rocha,
San Carlos, Maldonado, Chuy, etc. Las antiguas minas de
Amianto en esta zona fueron examinada para evaluar la
posibilidad de su reapertura. Al observar y analizar con
detenimiento el mineral ubicado entre dolomita se advir-
tió que no se trataba de amianto, como se habı́a creı́do.
Sino probablemente tremolita, es decir que se trataba de
un mineral de escaso valor económico y se concluyó que
las minas no pueden ser laboreada con ganancia.

El yacimiento de mineral de hierro en la piedra del


Gigante. Molles de Aigúa.

El cuerpo del mineral de hierro se ubica en un codo del


Arroyo Molles, a 40 Km. al E. de Minas. La mayor parte
son esquistos. Forman una pared alta, de allı́ su nombre
“Piedra del Gigante”. El análisis del mineral puro dio un
contenido de hierro de 60 %.

El esmeril del Cerro Redondo (Valle del San Fran-


cisco).

Los yacimientos están situados a 5 Km. aproximadamen-


te, al sur de Minas. Ocurren en una colina cónica aislada,
de 50 m. de altura. Se trata de esmeril de grano fino. Otro
yacimiento aislado ocurre a 500 m. del primero, al Nor-
te. En 1909 una compañı́a alemana adquirió los tı́tulos de
propiedad, pagando $ 80 por cuadra. Se hicieron algunos
trabajos poco importantes.

Canteras de granito del Sur de Minas.

Están ubicadas 3 Km. al Sur de Minas, son canteras de gra-


nito gris y en algunos lugares rojo. Se extrajeron 3.000.000
de adoquines y 24.000 cordones, para ser usados en la pa-
vimentación de la ciudad de Minas. Estas inspecciones se
hicieron de marzo a junio de 1914.

Otros estudios.

En el mismo año se visitaron depósitos de arcilla y la mi-


na de talco de Colonia. No estuvo ajena a ésta perspecti-
va de investigación del Instituto desde el primer momen-
to; ni el manganeso (Llambı́as de Olivar en 1921),44 ni
las rocas basálticas (Walther en 1927).45 Por supuesto el
oro de Rivera fue objeto de indagación por parte de los
cientı́ficos del Instituto, tal el caso de Mac Millan. Desde
1917 aproximadamente hasta 1936, se investigó con parti-
cular esfuerzo y perseverancia los terrenos de la Forma-
ción Gondwana. En 1918 anuncia Lamme que se podrá
decir algo concreto sobre las zonas metalı́feras ya cono-
cidas y en plan de estudiarlas en detalle. Especialmente
lo referido a los depósitos minerales de hierro, cobre, oro
y plomo “...y estos mismos conocimientos de estas clases
de metales, tendrı́an más importancia sı́ llegáramos a la
certidumbre de que tenemos combustibles, pues con ellos
la reducción de los minerales antedichos se podrı́a hacer
económicamente y una nueva era industrial serı́a posible

44 LLAMBÍAS DE OLIVAR, A. Çontribución al conocimiento de los


minerales de manganeso en el Uruguay”. En; INSTITUTO DE GEO-
LOGÍA Y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: Imprenta Nacio-
nal, 1921. N° 5.
45 WALTHER, K. Çontribución al conocimiento de las rocas ”basálti-

cas”de la formación de Gondwana de la América del Sud (referencia


de las figs. y el resumen en cast. y alemán)..En INSTITUTO GEOLÓGI-
CO DEL URUGUAY. Boletı́n. Montevideo: Imprenta Nacional, 1927.
No. 9. Pp. 1-41.
para esta República.” 46 El geólogo J. Frenguelli en 1930,
dio una visión general de la geologı́a del Uruguay en sus
“Apuntes Geologı́a del Uruguay”, publicados en el Boletı́n
No. 11. Además de esta labor, en el Instituto se realizaban
análisis de composición y estructura especialmente de ca-
lizas y arenas, en muestras acercadas por los interesados.
De acuerdo a los resultados, se orientaba al usuario del ser-
vicio, en el sentido de explotar ciertos depósitos favorables
y dejar otros. Contribuyendo tanto al aumento de sus ne-
gocios como al ahorro de dinero. Finalmente y en la medi-
da que se van realizando las perforaciones para alumbrar
aguas subterráneas (tema que trataremos más adelante en
detalle) se obtienen datos de importancia geológica e hi-
drogeológica. Con estos últimos datos se procuraba cons-
truir el Mapa Hidrogeológico de la República.

PERSONAL TÉCNICO DEL INSTITUTO


Una vez fundado el I.G.P., su desarrollo se ve enlente-
cido por la crisis económica que golpea el paı́s. Esta falta
de recursos afecta no solo la adquisición de mobiliario, la-
boratorios, maquinaria para la investigación, sino también
la contratación de personal técnico. A medida que la situa-
ción económica mejora, las autoridades del I.G.P. proceden
a la contratación de personal fundamentalmente extranje-
ro. Esto se debe en primer lugar a la falta de geólogos for-
mados en el paı́s. La intención era que el técnico extranjero
pudiera formar a un grupo de jóvenes estudiantes urugua-
yos que le serı́an confiados con tal misión, además de rea-
lizar las tareas para las que fue contratado. Terra Arocena
46 INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. MEMORIA co-

rrespondiente al año 1917 presentada por M. A. LAMME, Director. Mon-


tevideo: Imprenta Nacional, 1919. P. 5.
en 1927, refiere que en relación a las investigaciones pe-
trolı́feras era necesario contratar dos geólogos extranjeros.
Pero estos geólogos debı́an tener cierta especialización en
Geologı́a General uno y el otro en Geologı́a Económica. La
justificación de esta contratación radicaba en que no podı́a
distraerse al profesional “...a cada momento con estudios
de distinta naturaleza y con recargo excesivo de tareas.” 47
En segundo lugar porque uno de los fines perseguidos con
estas contrataciones era la formación de técnicos naciona-
les, conviene que entre estos haya distintas especializacio-
nes en diversas ramas de la Geologı́a. Por tanto no es da-
ble esperar que un solo docente, por más versado que sea,
pueda dominar con igual idoneidad todas las ramas de una
ciencia compleja. Del mismo modo Terra Arocena propone
que el origen de los técnicos extranjeros sea latino, es de-
cir tengan nacionalidad, italiana, francesa o española. Por
la comunidad lingüı́stica y por razones de adaptabilidad a
nuestro medio. Defiende en particular la idea de que los
técnicos sean españoles preferentemente. La plantilla del
Instituto contaba con técnicos valiosos, como su primer
Director PhD. Maurice A. Lamme, designado en 1912, de
origen estadounidense. Habı́a sido instructor de minera-
logı́a en la Universidad Columbia de Nueva York. Se habı́a
graduado en la Universidad de Montana en 1903 (¿?), ob-
teniendo el doctorado (Ph. D.) en Quı́mica en la Univer-
sidad de Columbia.48 Lamme era acompañado por Juan
Tremoleras Albistur en el cargo de Sub Director. Tremo-
leras era un naturalista vocacional. Ingresó como Ayudan-

47 TERRA AROCENA, E. Nota al Sr. Ministro Edmundo Castillo. Mon-


tevideo: 24 de agosto de 1927. (DINAMIGE-Museo Geominero del
Uruguay)
48 Anaconda Standard. Montana. U.S.A. Edición de 23 de Diciembre

de 1911.
te de Zoologı́a al Museo de Historia Natural en 1906. En
1911 es promovido a Sub Director. Posteriormente debió
ascender a Director del Museo. Situación que no se pro-
dujo. Sintiéndose postergado en su derecho decide renun-
ciar. Es nombrado entonces Sub Director en el Instituto
de Geologı́a y Perforaciones.49 El Arq. Antonio Llambı́as
de Olivar (designado 9 de Octubre de 1917), también di-
rector del Instituto, nacido en 1873. Provenı́a de una co-
nocida familia de Islas Baleares de donde sus padres Juan
Llambı́as y Juana de Olivar emigraron. Llegaron a Monte-
video con sus cuatro hijos en 1884. Antonio se recibió en
1890 de Arquitecto en la Facultad de Matemáticas, de la
actual Universidad de la República, entonces Universidad
de Montevideo. Contratado por la Comisión Nacional de
Caridad y Beneficencia Pública para supervisar sus obras.
Proyectó y dirigió el Hospital de Minas, fue autor de la
Enfermerı́a del Asilo de Huérfanos del Hospital Dr. Pedro
Visca, entre otras obras.50 Fue también el primer catedráti-
co de Teorı́a de la Arquitectura. El Ing. Civil Eduardo Te-
rra Arocena; nació en Montevideo el 9 de diciembre de
1890. Sus padres eran Arturo Terra y Zelmira Arocena. Se
graduó de Ing. en Puentes y Caminos en 1917 y de Agri-
mensor en 1912 en la Facultad de Matemáticas. En 1913
fue nombrado en la Dirección de Minas e Industrias con el
cargo de Ayudante Técnico y en 1919 pasa al Instituto de
Geologı́a y Perforaciones con el cargo de Ingeniero. Desde
49 MUNHINA. Galerı́a [en lı́nea]. Montevideo: Ministerio de Educa-
ción y Cultura. [Accedido 4 de abril de 2017]. Disponible en World
Wide Web: http://www.mec.gub.uy/munhina/biograf13.htm.
50 FERRARI GOUDSCHAAL; José M. Dr. Ramón Llambı́as de Oli-

var (1879-1938) Médico e Historiador [en lı́nea]. Montevideo: Sin-


dicato Médico del Uruguay. [Accedido el 29.8.2017]. Disponi-
ble en World Wide Web: www.smu.org.uy/dpmc/hmed/historia/
articulos/llambias.pdf. Documento en formato PDF.
1922 fue Director de ese Servicio Geológico. En 1933 fue
designado Inspector General de Minas. Desempeñó múlti-
ples comisiones inherentes a la especialidad de Geologı́a y
Minerı́a. En 1921 integró la Comisión de Estudio del Te-
rreno Permo-carbonı́fero; en 1922, Presidente de la mis-
ma y Miembro de la Comisión Revisora del Código de Mi-
nerı́a; en 1923, Miembro de la Comisión de Censo y Avalúo
de las riquezas del paı́s. Además se desempeño en otra se-
rie de comisiones vinculadas a su formación técnica. En
1926 y 1928 fue Miembro de la Comisión de Estudio del
Proyecto del Ing. Kalbermatten relativo al aprovechamien-
to hidroeléctrico del Rı́o Negro; 1933, Vocal Asesor de la
comisión Nacional de Estudios Hidroeléctricos; Delegado
Oficial del Gobierno y de la Facultad de Ingenierı́a al Con-
greso de Minas, Metalurgia y Geologı́a Aplicada, VIIa Sec-
ción en Parı́s; 1935-40, Miembro de la Comisión encargada
del nuevo edificio para la Facultad de Ingenierı́a. Miembro
de la Comisión Revisora de la Legislación Agraria. Miem-
bro de la Comisión Técnica y Financiera de las Obras Hi-
droeléctricas del Rı́o Negro; 1938-1940, Presidente de la
Comisión. Entre 1940-42 fue Delegado de la Facultad de
Ingenierı́a a la 2° Reunión de la Comisión Regional III Me-
teorológica Panamericana del Sur; Miembro de la Comi-
sión designada por la A.N.C.A.P. para el estudio del pro-
yecto de una nueva fábrica de cemento portland; 1942,
Interventor de la A.N.C.A.P. En 1942 fue Presidente del
Instituto Panamericano de Ingenierı́a de Minas y Geologı́a
(Ipimigeo). En 1944, Presidente de la Comisión de Estudio
para el aprovechamiento de la surgente termal del Arapey.
También tuvo una profusa actividad docente; 1920, Pro-
fesor Interino de Geologı́a, 1932-33, Profesor Interino de
Tecnologı́a Industrial, 1923-1945 Profesor Titular de Geo-
logı́a Técnica. En 1923 Profesor de Mineralogı́a y Geologı́a
en la Sección de Enseñanza Secundaria. Integró el Con-
sejo Directivo de la Facultad de Ingenierı́a entre los años
1927-29 y 1933-37. Fue autor de diversos trabajos cientı́fi-
cos; “Las Formaciones Geológicas” en Revista Ingenierı́a,
1926; “Las Formaciones Geológicas” en el Libro del Cente-
nario 1930; “Notas sobre el piso Itararé y los sedimentos
marinos de Rincón de Alonso” en Boletı́n I.G.P.; “Distri-
bución del Devónico en la parte central del Uruguay”, en
Revista de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales, etc.
En la Asociación de Ingenieros del Uruguay ocupó cargos
de Vocal, y Secretario. Fue socio fundador y directivo de
la Caja de Jubilaciones de Profesionales,. Fue directivo de
la Asociación Cristiana de Jóvenes. Era además un hombre
de entera confianza del dictador Gabriel Terra.51 Dr. John
Downie Falconer (escocés); Nació en 1876 en Midlothian
un antiguo condado de Escocia. Se graduó con el grado de
Licenciado en 1901 y Doctor (DsC.) en 1906 en la Univer-
sidad de Edimburgo. Fue asistente del Prof. James Geike
en esa Universidad. En 1904 fue designado responsable de
la Investigación de Minerales del Norte de Nigeria. Pos-
teriormente estuvo 5 años como Profesor de Geografı́a en
la Universidad de Glasgow. Retornando a África en 1916.
Fue nombrado Director del Servicio Geológico de Nigeria
entre 1918 y 1927. Luego fue designado geólogo del Insti-
tuto de Geologı́a y Perforaciones. Falleció en 1947. Fue au-
tor de la memoria explicativa del mapa geológico de Cerro
Largo (1931) y de Tacuarembó (1931). Estudió preferen-
temente el Sistema Gondwana del Noroeste del Uruguay,
entre otras contribuciones. El Dr. Karl Walther (alemán)
fue el primer geólogo con formación académica especı́fica
51 RUIZ, Esther; MARTÍNEZ, Marı́a L.; LEON, Marcelo de. Memo-
rias de una profesión silenciosa. Historia de la Ingenierı́a en el Uruguay.
Montevideo: Facultad de Ingenierı́a, 1997. P. 71.
que brindó una visión totalizadora de la geologı́a nacio-
nal. Fue uno de los geólogos más insignes con que contó el
Instituto de Geologı́a y Perforaciones. El Dr. Karl Walther
nació en Alemania, en Wolfenbuttel, en el año 1878. Mu-
rió en Montevideo en 1948. Casado con Auguste Göller.52
Se desempeñó como ayudante en la Universidad de Jena
durante cinco años.53 “...me permitiré llevar a ustedes es-
piritualmente a una ciudad del centro de Alemania -Jena-
en cuya universidad actué durante cinco años como ayu-
dante y privatdozent antes de trasladarme a Montevideo.
Podrán ustedes advertir ası́ la relativa facilidad con que
allı́ podı́a iniciarse al novel estudiante en el conocimien-
to –tan atrayente en sus múltiples aspectos- de la Geo-
logı́a, conjuntamente con las cuatro disciplinas: Minera-
logı́a, Petrografı́a, Paleontologı́a y Morfologı́a. Jena con su
universidad, que cuenta 450 años de existencia,...” 54 Lue-
go fue contratado por el Gobierno uruguayo para integrar-
se al Instituto de Agronomı́a, de la recientemente creada
Facultad de Agronomı́a y Veterinaria, dependiente de la
Universidad de la República. Desde dicho Instituto reali-
za una invitación a la cooperación: “La Sección Geologı́a
del Instituto de Agronomı́a se va a dedicar á la tarea de
la investigación geológica de la República O. Del Uruguay,
principalmente respecto á las relaciones agrológicas. Es-
ta tarea que va á efectuarse por el catedrático de geologı́a
junto con los de Agricultura y Quı́mica, contratados en Eu-
ropa por el Gobierno de la República, dará frutos de uti-

52 AZNAREZ, Jorge.Karl Walther. Conferencia pronunciada en el salón


de Actos del Instituto de Estudios Superiores de Montevideo. Montevideo:
Talleres Gráficos AL Libro Inglés, 1948. P.11
53 Muy probablemente entre 1901 – 1906.
54 WALTHER, Karl. La estructura geológica de los alrededores de Mon-

tevideo. Montevideo: Sociedad Linneana, 1935. P. I


lidad enorme para el bienestar del paı́s.” Luego convoca
a los “hijos del paı́s” a colaborar enviando los datos y ob-
servaciones surgidas de la construcción de caminos, pozos,
etc.55 En 1909 integra una Comisión de la Liga Uruguaya
contra la Tuberculosis, cuya finalidad fue estudiar la ubi-
cación de un futuro sanatorio en “La Sierra”, Departamen-
to de Maldonado.56 En 1915 aproximadamente comenzó
a afectarle una terrible enfermedad que terminó por in-
movilizarlo.57 Su enfermedad no le detuvo a la hora de
salir al campo y continuar sus estudios.58 El Dr. Walther
integró los cuadros técnicos del Instituto de Geologı́a y
Perforaciones en calidad de geólogo.59 Desde 1933 integra
la Sociedad Linneana de Montevideo. Dictando un curso
extraordinario de Mineralogı́a, Petrologı́a y Geologı́a Ge-

55 WALTHER, Karl. “Geologı́a y Agrologı́a. Invitación a la Coopera-


ción”. En: Revista de la Sección Agronomı́a de la Universidad de Monte-
video. Montevideo: Universidad de Montevideo, 1908. N° III, Julio. P.
178.
56 WALTHER, Karl. “Rocas metamórficas con inclusiones de cal cer-

ca de La Sierra, Departamento de Maldonado. Con tablas II y III y dos


figuras en el Texto”. En: Revista del Instituto de Agronomı́a de Montevi-
deo. Montevideo: Instituto de Agronomı́a de Montevideo, 1909. N° V,
Agosto. Pp. 273 a 282. P. 273
57 AZNAREZ, Jorge. Op. Cit. P. 5.
58 “En una de sus cartas del año 1928 nos dice ası́: “[...] El viernes

8 he vuelto de un viaje que, especialmente en Salto, tuvo buenos re-


sultados. Los 3 / 4 dı́as siguientes después de mi vuelta, estuve ası́
inmóvil, consecuencia de 4 / 5 semanas sentado continuo en Ford y
fuertes traqueteos.” (AZNAREZ, J. Op. Cit. P 6.)
59 WALTHER, Karl. “Nota sobre algunos resultados de la investiga-

ción geológica del paı́s obtenidos en los años 1918. 28 en parte no pu-
blicados aún”. En: Apartado de la Revista de la Facultad de Agronomı́a.
Montevideo: Facultad de Agronomı́a, 1928. N° 1, Agosto. P. 3 (nota al
pie No. 1). “Desde Diciembre de 1921, he recibido los fondos de via-
je en mi calidad de geólogo del Instituto de Geologı́a y Perforaciones,
por intermedio del Ministerio de Industrias.”
neral y del Uruguay, entre 1933 y 1935. En 1934 la Aso-
ciación de Ingenieros Agrónomos realiza un homenaje al
Dr. Walther con motivo de los 25 años al frente de la Cáte-
dra. Fue un gran conocedor del Uruguay, era un geólogo de
campo y de laboratorio con notable erudición. “Conocı́a,
dirı́amos, el paı́s como nadie, en mérito a sus viajes du-
rante 40 años. Por su condición de Geólogo del Instituto
Geológico tuvo a mano los valiosos materiales de las per-
foraciones que realiza este Instituto,...” 60 Como señala el
Ing. Aznarez,61 el Dr. Walther fue autor de 65 publicacio-
nes sobre: Cristalografı́a, Minerı́a, Paleontologı́a, trabajos
sobre el Devónico y Triásico, describiendo moluscos, y pe-
ces fósiles. En minerı́a publicó varios trabajos sobre las ri-
quezas minerales del paı́s, los materiales de construcción
y ornamentales y sobre suelos. En este último caso esta-
bleció su clasificación y estudió la quı́mica de suelos. En
1919 editó una obra fundamental; Lı́neas fundamentales de
la Estructura Geológica del Uruguay. En esta obra es “...don-
de se establece el esqueleto de sus siguientes obras sobre
geologı́a nacional. Poco después aparecı́a otra gran obra;
“Geomorfologı́a del Uruguay” donde explica el relieve ac-
tual del paı́s.” 62 Allı́ describe las Formaciones Geológicas,
según la nomenclatura de su tiempo, (Fundamento crista-
lino, Formación Gondwana y Formación Neozoica). Se tra-
ta de un texto que fue pensado con una intensión didácti-
ca, dedicado principalmente a los estudiantes del Instituto
de Agronomı́a. El primer intento de formular una colum-
na estratigráfica corresponde también a Walther.63 El 11

60 AZNAREZ, J. Op. Cit. P. 10.


61 Ídem. Pp. 10 y 11.
62 Ídem. P. 11.
63 WALTHER, Karl: “Lı́neas fundamentales de la estructura geológi-

ca de la Rep. O. del Uruguay”. En; Revista del Instituto de Agronomı́a.


de Octubre de 1944, le fue conferido el tı́tulo de “Profesor
honoris causa” por la Facultad de Agronomı́a de la Uni-
versidad de la República, según resolución del Consejo de
Facultad de Agronomı́a de 5 de junio de 1944.
Además integraron el Instituto de Geologı́a y Perforacio-
nes los Ing. de Minas Rolf Marstrander (alemán, ingre-
sado en 1914); James G. Mac Millan (canadiense); Ing.
Raúl Castemalle (1922 – Ing. de Perforaciones, Jefe Sec-
ción Perforaciones); Ing Bernardo Ritso (1913 – Ing. Je-
fe de Perforaciones) y el Agrimensor Fletcher G. Dows
(1915), Quı́mico José Wauter (1915); Ayudantes de Quı́mi-
co Evaristo Cima (1915 a 7-8-1917); Alfredo Rodriguez
Tı́o (1917); y Yanicelli (1922). sobre el fin del periodo a
estudio encontramos al Ing. Jefe de Sección Perforaciones
Ing. Lorenzo Buquet.

LA FORMACIÓN DE TÉCNICOS NACIONA-


LES
Como indicamos al comienzo de esta sección, una de
las tareas de los profesionales extranjeros era formar jóve-
nes técnicos uruguayo en la práctica conjunta. Esto no se
pudo concretar. El informe de Terra Arocena al Ministro
de Industria Dr. Edmundo Castillo es elocuente: “En su
último informe del 11 de Abril (elevado el 26 de Abril pp-
do.) el Dr. Falconer, se refirió a la imposibilidad en que se
habı́a encontrado en este primer año de su contrato para
atender a la misión que se le encomendó de contribuir a la
formación de elementos nacionales. Habı́a pensado el Dr.
Falconer en que se le confiarı́a a un “cuerpo de jóvenes con
libre disposición de su tiempo, dedicados entusiastamente
Montevideo: Instituto de Agronomı́a, 1919. 2ª. Ser. 3, 1918. Pp. 15-
176.
a la exploración geológica del paı́s” y se lamenta de haber
tenido a su lado solamente a uno y eso tan sólo por cortos
perı́odos.” 64 El mismo Terra Arocena habı́a propuesto en
1927 la creación de becas estudiantiles semestrales, para
estudiantes de ingenierı́a avanzados. Esas becas se exten-
derı́an desde Diciembre a Mayo, para actuar como apren-
dices y ayudante de los técnicos extranjeros. “La ley de Oc-
tubre de 1928 que autorizó la contratación estableció esas
becas en forma permanente, sin modificar el monto de la
asignación global pedida de donde resultaron dos inconve-
nientes; primero, que los estudiantes no pudieron durante
los meses en que los cursos se desarrollan con intensidad
y exigen por parte del alumno una gran dedicación, desti-
nar al Instituto el tiempo necesario y mucho menos acom-
pañar a los geólogos en sus excursiones; y segundo, que la
remuneración mensual de las becas resultó ser la mitad de
lo que se habı́a previsto, es decir, una suma exigua.” 65 Pa-
ra solucionar en forma inmediata esta situación propone
contratar jóvenes extranjeros por perı́odos largos de 8 a 10
años. De esta forma buscaba que estos jóvenes extranjeros
terminaran radicándose en el paı́s definitivamente y que-
daran incorporados como funcionarios permanentes en la
Administración Pública uruguaya. Otra ventaja radicarı́a
en el hecho que durante ese tiempo de estudio e investiga-
ción llegarı́an a conocer la geologı́a del paı́s. Entre tanto se
dispondrı́a de tiempo para formar geólogos uruguayos.

64 TERRA AROCENA, E. Nota dirigida al Señor Ministro de Indus-


trias. Dr. Edmundo Castillo. Montevideo: Mayo de 1930. No, 152/1930
As: Sobre contratación de geólogos extranjeros. (DINAMIGE - Museo
Geominero del Uruguay).
65 Ibı́dem
Parte II

RECURSOS MINERALES

145
Figura 4.1: Entrada a la Mina San Gregorio. Dpto. Rivera,
Minas de Corrales. Foto en Museo Geominero del Uruguay.
DINAMIGE.
Capı́tulo 5

ECONOMÍA Y RECURSOS
MINERALES

GEOLOGÍA ECONÓMICA
La Geologı́a Económica es la rama de la Geologı́a que
se ocupa del estudio de los depósitos de minerales de valor
económico.1 Jorge Bossi en su obra Recursos Minerales del
Uruguay, nos aporta una serie de valiosas definiciones de
Geologı́a Económica. “Los recursos minerales se definie-
ron como las concentraciones de cuerpos naturales, descu-
biertos o solamente sospechados, que son o podrán llegar
a ser fuentes económicas de materias primas minerales.
Las reservas minerales son aquella parte de los recursos
minerales que han sido identificados y que pueden ser le-
galmente extraı́dos y económicamente rentables.” 2 Sostie-
ne que la planificación pública y comercial a largo plazo,
debe basarse en la probabilidad de identificación geológi-
1 BOSSI, Jorge. Recursos Minerales del Uruguay. Montevideo: Ed. Da-

niel Aljanati, 1978. P. 24.


2 Ídem. P. 23.

149
ca de recursos en yacimientos y en la probabilidad del
desarrollo tecnológico de procesos de extracción económi-
ca, en yacimientos actuales no explotables. “Los recursos
minerales identificados son cuerpos especı́ficos cuya ubi-
cación, calidad y cantidad son conocidos por evidencias
geológicas. Los recursos minerales no descubiertos son
cuerpos no especificados sobre la base de la Teorı́a y el
conocimiento geológico regional.” 3 En cuanto a la cuan-
tificación de las reservas Bossi dice; “Las reservas o los
recursos medidos son aquellos para los cuales el tonelaje
es calculado a partir de dimensiones reveladas por aflora-
mientos, trincheras, labores y sondeos y el tenor a partir
de los resultados de un muestreo detallado. Los lugares de
inspección, muestreo y medida están próximos entre sı́ y
el carácter geológico está tan bien definido que el tamaño,
la forma y el tenor han sido bien establecidos. El error es
inferior a + - 20 %.” 4 Se consideran industrias extractivas
“...todas aquellas que utilizan los minerales extraı́dos de
nuestro subsuelo como materia prima principal o exclusi-
va. Ası́ se incluyen desde aquellas en las que el material
extraı́do no sufre luego transformación (mármoles, gra-
nitos, etc.), hasta aquellos que pueden sustentar una im-
portante actividad industrial con transformación de sus-
tancia (cerámica, portland, vidrio, etc.).” 5 Desde el punto
de vista utilitario cuando hablamos de yacimiento; nos re-
ferimos a una acumulación natural y significativa de mi-
neral que puede ser objeto de explotación económica por
parte del hombre. Según Bossi para definir el yacimiento
es necesario realizar una serie de estudios. “La investiga-
ción minera precede a la explotación y debe suministrar
3 Ibı́dem
4 Ibı́dem.
5 Ídem. P. 12.
la información cuantitativa sobre los parámetros geológi-
cos que definen si una acumulación es o no un yacimiento,
minerales presentes, porcentajes promedios, tonelajes, for-
ma geométrica en profundidad... La investigación minera
comprende tres fases sucesivas: exploración, prospección
y reconocimiento del yacimiento.” 6 El valor del mineral
depende de diversos factores “...su rareza en la natura-
leza, de la relación oferta – demanda y de la trustifica-
ción del mercado vendedor o comprador. Ese valor no es
fijo –depende fundamentalmente de acuerdos entre gru-
pos económicos-, pero existe un precio internacional fija-
do para el mundo capitalista en dos mercados principales:
Londres y New York.” 7 La minerı́a es una actividad que
puede generar fuerte impacto ambiental, una buena ges-
tión de la explotación puede reducir o “mitigar” ese im-
pacto pero no se podrá eliminar totalmente. En segundo
lugar los recursos minerales no son renovables, son fi-
nitos y por tanto la actividad minera desde este punto
de vista no es sustentable. Es decir los recursos existentes
deben ser explotados racionalmente y responsablemente,
las generaciones venideras tienen derecho a usufructuar
de esa riqueza del mismo modo que las generaciones que
le precedieron. Finalmente debemos considerar que la ex-
plotación de los recursos minerales “constituye la base de
la tecnologı́a moderna” como dice Bossi. Por lo cual nues-
tra actual forma de vida caracterizada por; el confort, el
desplazamiento en grandes distancias, los avances en sa-
lud, la mejora en la producción, el consumo desenfrenado
e irresponsable de los recursos, etc., no serı́a posible sin
la explotación de esos recursos minerales. Pero el consu-
mo desmedido y el desperdicio inconsciente de recursos
6 Ídem. P. 9.
7 Ídem. P. 27.
colapsarán en algún momento no muy lejano. “El carácter
no renovables exige un celo particular en cuanto a su uti-
lización. Cada yacimiento que se explote sin beneficios im-
portantes para el paı́s, más que una fuente de riquezas es
una violación al patrimonio de las generaciones presen-
tes y futuras. Una vez extraı́dos el mineral queda un po-
zo y se impide su uso posterior. -El carácter de limitados
puede entenderse trascribiendo a HERRERA (1965): “La
demanda de minerales alcanza volúmenes sin preceden-
tes; en los primeras cinco décadas del siglo, la humanidad
ha consumido más materias primas minerales que en to-
do el curso de la historia pasada. Además, el rápido cre-
cimiento de la población mundial y la exigencia univer-
sal de un nivel de vida más elevado, indican que el ritmo
de crecimiento de la demanda de minerales continuará en
aumento (. . . ) Si el nivel de vida de toda la humanidad
se elevara repentinamente hasta alcanzar el de los paı́ses
industrializados, todas las reservas conocidas de los pro-
ductos minerales más importantes se agotarı́an en pocos
años.” 8 Esto es crucial. Debemos considerar sı́ el uso so-
cial de ciertos minerales justifica el pasivo ambiental que
su explotación genera. Por ejemplo podrı́amos preguntar-
nos si es justificable la explotación de oro, en tanto pue-
de generar un pasivo ambiental producto de la utiliza-
ción de procesos de cianuración, consumo importante de
energı́a y agua dulce, ası́ como generar impacto sonoro, vi-
sual, geográfico y ambiental. En cuanto su principal utili-
dad es la acumulación de las riquezas y ostentación en jo-
yerı́a, es decir es absolutamente inútil.9 La minerı́a para su

8 Ídem. Pp. 37 y 38, donde cita a HERRERA, Amilcar O.; Los recursos

minerales de América Latina. Buenos Aires, EUDEBA, 1965.


9 No ignoramos el uso del oro en terminales eléctricas, satélites, en

algún tratamiento médico. Pero hay otros minerales que pueden sus-
desarrollo debe contar con algunas condiciones esenciales.
Por un lado la explotabilidad del mineral ; que depende
de la existencia del mineral en cantidad suficiente, de ca-
lidad media o superior y en condiciones de ser explotado.
La existencia del capital necesario para invertir en la ex-
plotación. En ese sentido hay que recordar que la inver-
sión en Minerı́a siempre entraña un riesgo mucho mayor
que en cualquier otro campo. Finalmente es necesario un
mercado que pueda demandar esa producción de minera-
les.

LA EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS MI-


NERALES
Sobre la explotación de los recursos minerales Walther
tenı́a una posición muy clara. Según Walther “...en este
paı́s predomina la opinión de que la explotación geológica
hasta ahora carece de importancia y significación, apoyándo-
se frecuentemente este criterio en que el geólogo no ha
logrado aún comprobar las “inmensas riquezas de nues-
tro subsuelo”, sin duda existentes y ansiosas de ser des-
cubiertas. Que este descubrimiento –si no quiere ser mera
búsqueda de tesoros escondidos- presupone una larga se-
rie de trabajos investigadores cientı́ficos... esta verdad tan
notoria, con frecuencia es desconocida aún, lo que perju-
dica el progreso cultural del paı́s.” 10 El Dr. Walther fue
un desmitificador en lo que refiere a la popular creencia
de la existencia de grandes riquezas que nuestro subsue-
lo guardaba. Esta idea estaba fuertemente arraigada en el
tituirlo. En cuanto a su utilización para la guerra (aviones de combate,
por ejemplo) el valor ético de este uso exime de comentarios.
10 WALTHER, Karl. “Nota sobre algunos resultados de la investiga-

ción geológica del paı́s obtenidos en los años 1918”. Op. Cit. P. 4
imaginario colectivo de principios de siglo, quizá produc-
to de la influencia de poderosos charlatanes, y de la propia
ignorancia en materia geológica que profesaba la mayorı́a
de la gente.11 El hallazgo de yacimientos minerales de im-
portante valor económico hubiera contribuido a indepen-
dizar el paı́s de la importación de productos extranjeros.
Walther es escéptico al respecto.12 Distingue la “explotabi-
lidad de los recursos” de la simple existencia de los mismos
y de su conocimiento. “Esta explotabilidad no solamente
depende de los conocimientos geológicos y de la experien-
cia técnica actuales, sino, lo que habrı́a que poner en pri-
mera lı́nea, de las condiciones generales (situaciones, etc.),
del yacimiento y el valor industrial momentáneo del pro-
ducto a extraer. Podrı́a ser, por ejemplo, que el material de
ciertos yacimientos metalı́feros nacionales – aunque poco
extensos y de calidad mediocre- merezca, sin embargo, ser
explotado y exportado, porque un paı́s, vecino de desa-

11 WALTHER, Karl. “Sobre la existencia de yacimientos de minera-


les y rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay.” En; Apartado de
la Revista de la Facultad de Agronomı́a. Montevideo: Facultad de Agro-
nomı́a, 1932. N° 6, Enero. (Con un croquis geológico). P. 37. Sostiene:
“Tan arraigada es la creencia de estos capitales “escondidos en las en-
trañas de nuestro subsuelo” –dogma que supongo, se inculca en en-
señanza Primaria- que, al expresar dudas, el hijo del Paı́s se expone
a se tachado de falta de patriotismo y el extranjero, inculpado de la
intención de propagar opiniones desfavorables sobre el Uruguay y su
estado cultural.”
12 Ídem. Pp. 40 – 41. Donde dice; “Seguro es que esta tarea es har-

to difı́cil de realizar, dadas la exigüidad del territorio nacional y el


carácter de su estructura geológica. Como ya se dijo es ésta la que ha
de estudiarse antes de emitir un juicio, y la descripción de los yaci-
mientos de valor eventual debe referirse, pues a los grandes capı́tulos
de la historia geológica del Paı́s. [...] Lo indispensable que es observar
esta relación entre la historia geológica de una región y el hallazgo de
cierta substancia de valor económico...”
rrollo industrial rápido, es marcadamente pobre en estos
materiales [...]. A pesar de la gran competencia de otro
vecino, nuestros productos encontrarı́an tal vez demanda
preferente por su situación favorable y por ser lanzados
en un momento oportuno por una hábil polı́tica aduane-
ra.” 13 Walther señala la existencia de “...numerosos criade-
ros metalı́feros y no metalı́feros, cuyo valor podrı́a ser mu-
cho más elevado, si por un lado, sus propiedades geológi-
cas fueran más pronunciadas, y por el otro, su explotabi-
lidad ofreciera mayores garantı́as desde el punto de vis-
ta general (económico – comercial).” 14 El resultado es un
muestrario de diversos yacimientos que no logran atraer la
atención técnica. Refiriéndose a los minerales explotables
dice: “En contraposición a todos los productos anteriores
se trata aquı́ de “verdaderas riquezas” del Paı́s, cuya explo-
tación hay que fomentar. La situación favorable del com-
plejo I en la vecindad de la costa y en la orilla norte del rı́o
de la Plata, frente a la provincia de Buenos Aires pobre en
estos materiales de construcción y ornamentales, los hace
productos de exportación de primer orden.” 15 Hace lue-
go referencia a las variedades de granitos. Destaca para la
realización de un estudio más detallado y una probable
explotación, los granitos “nordmarquı́tico” colorado de la
localidad de La Paz en el Departamento de Canelones, y
los yacimientos en Pan de Azúcar, Departamento de Mal-
donado. Señalando que en estado pulido es “...un material
de gran valor decorativo y excelentes propiedades de resis-
tencia. La riqueza de los materiales de la región de Pan de
Azúcar proviene de la diversidad de las estructuras roco-

13 Ídem.P. 39.
14 Ídem.Pp. 39 – 40.
15 WALTHER, Karl. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales

y rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay”. Op. Cit. P. 48.


sas,...” 16 En cuanto a los mármoles de Maldonado refiere
su belleza y su excelente pulimento, debido a su grano fino
“(...poco metamórfico en contraste con el mármol del ver-
dadero Carrara),..”. Este material -dice Walther- no está in-
dicado para exteriores, pero en la decoración interna luce
su hermosura. Proclama la urgente necesidad de estudios
más profundos.17 En cuanto a los yacimientos de piedras
semipreciosas afirma: “Bien conocidos en todo el mundo
y mencionados en los libros de Mineralogı́a y Petrografı́a,
son los rellenos silı́ceos uruguayos de las cavernosidades
en las rocas basálticas de la parte más moderna del siste-
ma de Gondwana. En varias ocasiones se han descrito los
abundantes yacimientos de “almendras” de cristal de roca,
amatista, falso topacio, cornalina, jaspe oriental, heliotro-
po y ágata, provenientes de los dptos. del NW y regiones
adyacentes de Tacuarembó y Rivera. Es sabido que antes
de la gran guerra la mayorı́a de estos productos fue expor-
tada a Alemania manteniendo allı́ las vastas industrias de
tallado y pulido de piedras, en la región de la Nava, nota-
blemente análoga, en sentido geológico, a los parajes uru-
guayos mencionados.” 18 Walther recomienda favorecer la
inmigración europea para que el inmigrante pueda oficiar
de maestro para la implantación de dicha industria en el
paı́s. En cuanto a la posibilidad de encontrar yacimientos
de carbón y petróleo, la considera escasa.19 Hasta nuestros
dı́as han llegado las historias que atribuyen importantes
16 Ídem. P. 49.
17 Ídem. Pp. 52 – 53.
18 Ídem. P. 56.
19 Ídem. Pp. 57 – 58. Afirma que: “La probabilidad de encontrar en el

Paı́s yacimientos carbonosos, dignos de explotar según su composición


y extensión tanto horizontal como vertical, como ya se indicó en 1919,
es muy reducida. [...] Lo dicho sobre desconocimiento de los perfiles
de las perforaciones en general y de las del Dpto. de Cerro Largo en
riquezas petrolı́feras a nuestro subsuelo, Walther las habı́a
desechado. “Extensa es la lista de especulaciones hechas
al respecto, desde los rumores más fantásticos y grotescos
sobre la extensión al Uruguay de la estructura geológica
de Comodoro Rivadavia, hasta los estudios preliminares
tendientes a obtener, por medio de destilación seca, hidro-
carburos lı́quidos y gaseosos, provenientes de los esquistos
bituminosos de Iraty, que afloran en los departamentos de
Cerro Largo y Tacuarembó. [...] Por desgracia, también en
este caso el Paı́s no dispone de yacimientos bastante ex-
tensos, de dicho horizonte gondwánico, fáciles de explo-
tar.” 20 Propone entonces ampliar la base de las investiga-
ciones cientı́ficas “...haciendo a la vez ensayos de utilizar
el material como materia prima para nuestras industrias
nacionales, tal fué al menos la idea, al crear el Instituto de
Quı́mica Industrial.” 21

EL CAPITAL
Las primeras explotaciones mineras realizadas en nues-
tro territorio fueron granitos, arenas, calizas, posteriormen-
te oro, mármoles y otros minerales no metálicos. Esas ex-
plotaciones coloniales fueron realizadas en pequeña esca-
la. Las calizas fueron remitidas desde la Banda Oriental
hacia Buenos Aires y en mucho menor medida a Monte-
video. La propietaria de estas explotaciones mayoritaria-
mente fue la Iglesia, en particular los Jesuitas. En el caso
del granito la extracción se realizó mediante mano de obra

especial, ha de hacerse extensivo también a los supuestos yacimientos


de hidrocarburos lı́quidos, llamados vulgarmente petróleo.”
20 Ídem. P. 58.
21 Ibı́dem.
esclava, soldados e indios tapes. En ambas situaciones la
mayorı́a del capital detrás de estas explotaciones perte-
necı́a al Estado o la Curia. En el caso del oro las primeras
explotaciones eran realizadas por mineros artesanales. Es-
ta situación cambia a partir de la década de 1860. En este
caso el Estado aprobó una legislación que intentó simpli-
ficar y favorecer el acceso a la propiedad minera dando
seguridad al inversor del ramo. Se establecieron incenti-
vos económicos para la instalación de capitales capaces de
explotar los minerales, en especial el oro y posteriormente
los minerales metálicos industriales. Hay algunos minera-
les como el oro, o el manganeso en donde el capital inter-
nacional tiene especial interés y de hecho se forman com-
pañı́as extrajeras para su explotación. Con respecto a otros
minerales; calizas, granitos, arena, notoriamente la explo-
tación se realiza por parte de capitales nacionales y extran-
jeros. Un caso especial es el granito de Colonia, donde in-
tervienen capitales argentinos e ingleses y en menor me-
dida alemanes. Volviendo al tema del oro podemos decir
que a partir de 1867 comienzan a arribar al paı́s capitales
extranjeros portadores de nuevas tecnologı́as para la ex-
plotación de este mineral. Se instalan en Uruguay empre-
sas administradas por funcionarios técnicos extranjeros. El
Directorio de estas empresas se encuentra en sus casas ma-
trices. El capital está conformado por pequeñas acciones.
En especial se trata de capitales franceses e ingleses. En el
Libro del Centenario se afirma que el “...capital que mueven
las diversas empresas y establecimientos industriales que
explotan la riqueza en minerales y la elaboran, sobrepasa
a la suma de un millón de pesos....” [. . . ] “...los productos
de la minerı́a, piedras, y tierras, ocupan en el desenvolvi-
miento de nuestro comercio de exportación, el tercer lugar,
figurado en 1922 con la suma de $ 912.871; en 1923 con $
1.034.266 y en 1924 con $ 1.246.546.” 22 Muy poco es lo
que se sabe acerca del costo de extracción y molienda de
los minerales durante el perı́odo en que fueron operadas
las minas de oro. Para Mac Millan es evidente que las en-
tradas no correspondı́an al capital gastado y no generaban
dividendos. “Una carta de Mayo de 1911 de la Compañı́a
“Uruguay Consolidated Gold Mines Ltd” da: Capital in-
vertido en sus establecimientos mineros £ 32.264.* Gas-
tos de funcionamiento y de la explotación de sus minas
calculado por mes, $ 10.000. Una carta de la misma fe-
cha de la Compañı́a “Uruguay Goldfields Ltd.” (Zapucay)
da: Capital invertido en sus establecimientos mineros, £
14.478.** Gastos de funcionamiento y de la explotación de
sus minas calculados por mes $ 2.500. La estimación de
los gastos mensuales puede ser excesiva o puede aplicar-
se a meses durante los cuales haya habido construcciones
de importancia, de otra manera las pérdidas serı́an consi-
derables.” 23 La sociedad “Minas de Oro del Soldado” in-
virtió en 1911 la cantidad de $ 103.000 es decir £ 21.630
y tenı́a un gasto mensual de funcionamiento de $ 1.500
(equivalente a £ 315).24 La inversión incluye, concesiones,
maquinarias, galpones y trabajos de exploración. Maeso25
señala que en 1881 “Minas de Oro del Uruguay” contaban

22 CONSEJO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN. Libro del Cen-


tenario del Uruguay, 1825-1925. Director: Perfecto López Campaña.
Montevideo: Agencia de Publicidad Capurro y Cı́a., 1925. P. 240.
23 Ídem. Pp. 33 y 34. Ref: * Es una compañı́a inglesa, el capital equi-

vale en $ oro a 151.640. En boca de mina habı́a 5.100 ton de roca para
laborar y a la vista 150.000 ton.** Capital equivale a $ oro 69.916,
habı́a al pie de galerı́a 1.500 ton. de rocas y a la vista 10.000.
24 Inspección de Minas. Libro Copiador. Montevideo. Nota del Ing.

Castells al Director interino del Departamento Nacional de Ingenie-


ros. Ing. Roberto Penco. De fecha 10.7.1911, fj. 165.
25 MAESO, J. Op. Cit. P. 16.
con $ 3.000.000,00 de capital. En suma podemos señalar
que la minerı́a nacional tuvo siempre fuertes dificultades
financieras. Ası́ lo confirma en 1910 el Ing. A. Castells en
una nota dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores,
respondiendo a un pedido del Cónsul en Alemania, quien
habı́a solicitado un muestrario de rocas del paı́s, donde
afirma que: “...se incluyó todo lo que fué posible, con arre-
glo al poco progreso de nuestra industria minera que ha
luchado siempre con serias dificultades financieras para
su desarrollo.” 26

EL MERCADO
Muchas veces cambios tecnológicos, mejoras en el ni-
vel de consumo de la población de un determinado lugar,
pueden potenciar la demanda de un mineral o hacer que la
misma caiga a niveles muy bajos, incluso desaparecer. En
ese sentido tanto el avance en las obras públicas, construc-
ción de escuelas y liceos, hospitales y edificios públicos,
puentes, mejoras de calles y avenidas, junto a la necesidad
creciente de viviendas, genera una aumento en la deman-
da de materiales de construcción (minerı́a no metálica).
Esa demanda no solo se circunscribe a Montevideo y las
principales ciudades de interior del paı́s, sino también a
la vecina Buenos Aires, Rosario y La Plata en Argentina.
Estas ciudades se transformaron en grandes compradores
de piedra labrada, piedra pulida, piedra partida, arena y
calizas. Durante los primeros años del Siglo XX se produ-
ce el adoquinado de Montevideo y otras ciudades del In-

26 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Montevideo: Nota al


Ministerio de Relaciones Exteriores de 14 de julio de 1910, fs. 140.
terior.27 Esto junto a obras de envergadura como la cons-
trucción de la Rambla Sud,28 la construcción del Puerto
de Montevideo29 y de otros puertos del interior, del Pala-
cio Legislativo, del Estadio Centenario, etc., produjo una
fuerte demanda a la minerı́a.30 Los cambios que se van
producir posteriormente con la aparición de nuevos pro-
ductos y nuevas tecnologı́as como la utilización de pavi-
mento asfáltico a base de “Glisonite” va a menguar la de-
manda de la piedra labrada.31 Cambios en la producción
ocurridos en la Argentina como es el caso del comienzo de
la explotación de granitos en Tandil en 1883, se tornaran
en importante competencia a los granitos uruguayos. En
10 horas por medio del Ferrocarril la piedra estaba en Bue-
nos Aires. Walther afirma en 1930 que; “Es lamentable que
toda la industria extractiva del Paı́s, descrita por GUILLE-
MAIN, MARSTRANDER y PITTAMIGLIO, esté suspendi-
da y se sepa si los altos gastos de resurrección y manten-
ción futuras estarán en relación con la calidad extensión

27 Ley 2949 de 17.7.1905, adoquinado obligatorio de Salto y Pay-


sandú; Ley 3825 de 17.7.1911, pavimentación de las calles de Mon-
tevideo con adoquı́n y otros materiales
28 Ley 3569 de 23.8.1909, se autoriza al P.E. a contratar la construc-

ción total de la Rambla Sud, con el Sr. Ernesto William Beckett, desde
la calle Washington hasta Jackson.
29 El 18 de julio de 1901 luego de un largo proceso administrativo

se colocarı́a la piedra fundamental del Puerto de Montevideo, pro-


gramándose la inauguración para el 25 de Agosto de 1909, pero debi-
do a un terrible accidente naval en realidad nunca fue inaugurado.
30 Ley 3259 de 21.12.1907, se autoriza a Piria a construir y explotar

el puerto Piriápolis en la zona del Puerto Inglés.


31 Ley 5364 de 29.12.1915; la Intendencia M. de Montevideo con-

trató con la empresa “La Asfaltadora Uruguaya” la pavimentación de


1 millón de m. o 650.000 m. de pavimento de concreto asfáltico a base
de betún “Gilsonite”.
horizontal y vertical de los criaderos.” 32 Muchos de estos
mercados extranjeros están trustificados.33 Según Vicente
Rovetta; “La explotación de los recursos minerales y de los
metales de América Latina por parte del capital extranjero
se produce, desde los orı́genes de la colonización europea
en la época de surgimiento y desarrollo del sistema capita-
lista. Luego, cuando a la explotación de la minerı́a clásica
y de los metales preciosos se ligó la del petróleo, el gas y
el uranio los capitalistas de Estados Unidos comparten y
compiten con los capitalistas europeos, por ella. Luego de
la Segunda Guerra Mundial aparece el capital japonés. Si
bien los capitalistas extranjeros compiten por la explota-
ción y comercialización de nuestra riqueza minera, en una
cosa están de acuerdo: los minerales latinoamericanos de-
ben servir a su industria y no a las de nuestra región.” 34 En
el caso del cobre por ejemplo, donde la demanda es cre-
ciente, un número relativamente reducido de compañı́as
además de controlar la explotación, refinación, tecnologı́a
y comercialización, controlan también lo que se produce,
es decir que cosas se fabrican con ese mineral. Debido a
la conjunción de los intereses de estas compañı́as de capi-
tales internacionales surge el cártel35 mundial del cobre.
El principal producto elaborado con el cobre eran los ca-

32 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales y


rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay.” Op. Cit. P. 46.
33 Trust: es un acuerdo que reúne varias empresas de un mismo sec-

tor controladas por una o dos grandes firmas, destinado a monopolizar


la explotación de un producto o mercancı́a y a poder regular la fijación
de su precio.
34 ROVETTA, Vicente. La minerı́a Latinoamericana extranjerización

y dependencia. Montevideo: Ediciones del Nuevo Mundo, 1987. P. 7.


35 Cártel; es un acuerdo entre empresas que no se fusionan, pero que

se unen para llegar a acuerdos sobre abastecimientos, procesos y pre-


cios para evitar la competencia entre ellas.
bles de transmisión eléctrica. “El primer cártel internacio-
nal de cables eléctrico de cobre se estableció en 1907 y fue
constituido por grupos monopolistas alemanes y británi-
cos. En estos paı́ses era donde más desarrollada estaba es-
ta industria y por lo tanto era mayor su tendencia hacia
la concentración y el monopolio.” 36 El proceso de fusión
de la industria eléctrica se produjo entre 1908 y 1912. “En
1928, y luego de haberse agregado varios otros paı́ses el
(sic) acuerdo alemán-británico de 1907, se estableció la In-
ternational Cable Development Corporation (ICDC). Ori-
ginalmente, este acuerdo de trust estuvo compuesto por
unas once corporaciones que comprendı́an a unas noventa
fábricas de cables, la mayorı́a europeas, que habı́an logra-
do hacerse con el producto de diversas minas cuprı́feras de
Asia, África y América Latina.” 37 Al iniciarse la Segunda
Guerra los acuerdos terminaron. En el caso del hierro y del
acero, hubo un primer intento de cártel cuando las fábri-
cas de rieles británicas, alemanas y belgas realizaron un
acuerdo en 1884. El acuerdo implicaba la no competencia
en el interior de estos paı́ses y con respecto a los mercados
externos, estos fueron repartidos de forma proporcional.
En 1886 dos firmas inglesas abandonaron el acuerdo y es-
te no se sostuvo. En 1904 se fundó el Sindicato del Acero
en Alemania. En Octubre de ese año reanudó su existencia
el cártel del riel. Luego adhirió Francia y en 1905 el trust
del acero de U.S.A. (Corporación del Acero), finalmente se
incorporaron Austria y España.

36 Ídem. P. 41.
37 Ibı́dem
BOLSA DE METALES
Comerciantes e intermediarios procuraron ordenar los
mercados mundiales y definir criterios comunes para va-
lorizar los productos. “Las Bolsas de Metales fueron con-
cebidas por la acción conjunta de grupos de comercian-
tes e intermediarios interesados en cubrirse de los riesgos
inherentes a productos con una gran movilidad interna-
cional. En este sentido, se trababa de organizar una ins-
titución que, bajo reglas y operaciones pre-determinadas,
permitiera a los operadores del mercado reducir o elimi-
nar riesgos vinculados a las variaciones de precios como
resultado de cambios en las disponibilidades del producto
o en los niveles de la demanda.” 38 Son mercados auxilia-
res de los llamados “mercados fı́sicos”. El mercado fı́sico
reúne comprador y vendedor, cuyas relaciones están regi-
das por contratos de compra-venta, reconocidos interna-
cionalmente, realizando transacciones con entrega inme-
diata o a futuro. “...las Bolsas de Metales permiten el desa-
rrollo de un “mercado de futuros” como medio de protec-
ción de las transacciones efectuadas o para especular con
las fluctuaciones de los precios. En este mercado, si bien
las condiciones contractuales de las bolsas estipulan la en-
trega real de las mercaderı́as, éstas se evitan cancelando
las obligaciones. Es decir, que una compra se cancela me-
diante una venta o viceversa.” 39

La bolsa de metales de Londres


La Bolsa de Metales de Londres (London Metal Exchan-
ge, LME.) tiene como antecedentes la Bolsa de Lombard
38 JUNTA DEL ACUERDO DE CARTAGENA. Manual de comerciali-
zación del cobre. Lima: Junta del Acuerdo de Cartagena, 1988. P.79
39 Ídem. P. 80.
Exchange, de 1869. Problemas entre sus integrantes mar-
caron la obsolescencia de esta institución, la que fue susti-
tuida en 1877 por la London Exchange Company. En reali-
dad se trataba de una casa bursátil. “Esta Bolsa tuvo un
marcado dinamismo, definiendo rápidamente una clara re-
glamentación de las transacciones, fechas y condiciones
de entrega, etc. No obstante continuaron presentándose
algunas dificultades en el desarrollo de las transacciones
comerciales.” 40 En 1881 se fusionan la London Exchan-
ge Company y la empresa también inglesa London Metal
Market. A partir de esa fusión surge la casa bursátil The
Metal Market Exchange Co. Ltd., precursora directa de la
actual Bolsa de Metales de Londres. Finalmente en 1882 se
fundó la London Metal Exchange (LME).

POLÍTICA IMPOSITIVA DEL ESTADO


URUGUAYO
LAS FRANQUICIAS
En cuanto al fomento de la industria minera, el go-
bierno procuró la instalación y desarrollo de empresas des-
tinadas a explotar este rubro y para ello otorgó una serie
de franquicias impositivas. Con carácter general se aprobó
la Ley 3459 de 4 de mayo de 1909. Por la cual se concedı́a
la exoneración de derechos aduaneros por el término de
10 años para la introducción de maquinarias, herramien-
tas, y materiales necesarios para la exploración y explota-
ción de minas e instalación de establecimientos metalúrgi-

40 Ídem. P. 81
cos anexos.41 Existe toda una legislación vinculada a las
franquicias otorgadas a diversas compañı́as mineras. Estos
privilegios fueron destinados a empresas individualmente
nominadas. Tienen que ver con exoneraciones aduaneras
para la introducción de maquinaria, para el tratamiento
del mineral y su transporte. Materiales y maquinarias de
construcción para las usinas mineras, liberación de contri-
buciones, etc. La Ley 1849, de 13 de noviembre de 1885
de privilegios industriales, regirá hasta 1921 fecha en que
será modificada por la Ley 7438 de 2 de diciembre. En ella
se establecen normas, para conceder derechos de exporta-
ción industrial exclusiva a los que sin ser descubridores o
inventores implanten por primera vez o reinicien indus-
trias que aprovechen materias primas nacionales, residuos
y desechos de industrias establecidas en el paı́s. La Ley
8704 de 23 de octubre de 1930 establece nuevas condi-
ciones para el otorgamiento de privilegios industriales. Es
ası́ que mediante diversas leyes se le conceden facilidad
de importación de maquinarias, materiales diversos para
la infraestructura productiva y de transporte de diversas
empresas.

Franquicias para la extracción de piedra

El 23 de junio de 1900 mediante la Ley 2643 se conce-


de a la empresa Walker y Cı́a. la exoneración de derechos
de importación de materiales y maquinarias destinadas al
ensanche y explotación del establecimiento de extracción
41 ARMAND UGON, E; et al. Op. Cit. Tomo 29. Pp. 105-106. Esa Ley
serı́a reglamentada por Ley 3459 de 28 de enero de 1910, imponiendo
a los beneficiarios una serie de trámites en el Ministerio de Industria
y en el de Transporte. Nuevamente reglamentada por Ley 3827 de 30
abril 1913 estableciendo nuevas garantı́as y requisitos.
de piedras situado en Conchillas, Departamento de Colo-
nia. En el Art. 2° de esa Ley se autoriza al Poder Ejecutivo a
otorgar análogas concesiones a las empresas pedreras que
los soliciten. En 1913 se concede a la misma empresa la
exoneración de derechos de importación de 100 vagones
volcadores de piedra y arena del mismo tipo de los usados
por dicha empresa, 10 Km. de rieles con eclisas, bulones,
tornillos, clavos, tuercas y arandelas correspondientes y 12
mil durmientes de madera dura. Todo destinado a la am-
pliación de las canteras en Conchillas.42 El 23 de julio de
1914 con carácter más general se dicta la Ley 5109 que
exime del pago de derechos de importación y todo otro
impuesto a los materiales y máquinas que se introduzcan
para la construcción, reparación y reconstrucción de mue-
lles, galpones, depósitos y ferrocarriles ası́ como vagones,
rieles y maquinarias, repuestos, herramientas y útiles en
general destinados a la explotación de la industria pedre-
ra y arenera.43

Franquicias para la extracción de oro

El 12 de Julio 1900 se dicta otra Ley No. 2661. Conce-


diendo a la “Compañı́a de los Establecimientos Franceses
de minas de oro del Uruguay”, la facultad de introducir
al paı́s, libres de derechos de importación, materiales de
construcción, locomotoras, vagones, dinamos y demás ele-
mentos para el ensanche y prolongación de la vı́a férrea de
Cuñapirú a Corrales. Para el transporte o cambio de trac-
ción del ferrocarril minero que le pertenece; ası́ como a la
42 ARMAND UGON, E; et al. Op. Cit. Tomo 34. Ley 4417 de
17.7.1913. P. 179.
43 ARMAND UGON, E; et al. Op. Cit. Tomo 36. Ley 5107 de

23.7.1914, reglamentada por el 19.9.1914. Pp. 297-298 y 481.


reposición de las usinas que posee. Este derecho tenı́a vi-
gencia por 2 años. Posteriormente la Ley 2770 de 11 de
julio de 1902 prorrogarı́a este derecho por 2 años más, y
lo ampliarı́a autorizando el ingreso de materiales y ma-
quinarias para reparar y ensanchar las usinas instaladas y
construir una nueva para tratamiento por medio de indu-
ración44 de arenas y residuos de la molienda y explotación
de minas. La Ley 2926 de 19 de enero de 1905 prorrogarı́a
nuevamente esta franquicia por 6 años.

Franquicias para extracción de Manganeso

En 1910 se exonera por el término de 10 años la expor-


tación de los minerales manganeso que se extraigan del
paı́s.45

Franquicias para la instalación de fábricas de cemento


portland

Mediante la Ley 4416 del 15 de julio de 1913 se au-


toriza al Poder Ejecutivo a conceder por el término de 15
años la exoneración de Contribución Inmobiliaria y Paten-
te de Giro a las fábricas de cemento portland que se es-
tablezcan en el paı́s. A su vez se autoriza la introducción
libre de impuestos de máquinas, útiles y materiales para
sus edificaciones. Esta ley serı́a reglamentada más de un
año después.46

44 Acción de endurecer.
45 ARMAND UGON, E; et al. Op. Cit. Tomo 30. Ley 3675 de
19.7.1910, P. 198.
46 Decreto de 26 de setiembre de 1914.
LOS IMPUESTOS
A efectos de regular la percepción del impuesto de mi-
nas, a que hace referencia el Código de Minerı́a, se aprobó
un reglamento propuesto por Florencio Michaelson me-
diante Decreto de fecha 3 de marzo de 1900.47 Según este
reglamento, todos los directores o encargados de los inge-
nios de beneficio de minerales y los concesionarios de mi-
nas, estaban obligados a realizar una declaración semes-
tral, estableciendo la cantidad de metal extraı́do y de los
minerales beneficiados. Ası́ mismo deberán aportar el 0,5 %
del producto bruto obtenido en metal o su equivalente en
oro sellado. Se dispuso además que llevaran un libro es-
pecial de registro rubricado por la Sección Industrial y de
Minas del Departamento Nacional de Ingenieros. Luego se
establecen sanciones para los incumplidores. Finalmente
en el Art. 8 se dispone que los minerales que se exporten
deberán pagar el 1 % de su valor, en el caso de los metales
pagaran el 0,5 %. La piedra y la arena fueron uno de los
rubros importantes de exportación en minerı́a, en especial
hacia la Argentina. Las exportaciones de estos minerales
pagaban impuestos. Es decir que en el caso de un rubro
que el Código de Minerı́a no abarcaba como es la piedra y
arena igualmente pagaban impuestos por derecho de ex-
portación. La Ley 2647 de 28 de Junio de 190048 modificó
estos impuestos. Fue suprimido el impuesto de 8 cts. por
derecho de exportación de piedra en bruto; se redujo a 8
cts. el impuesto de extracción por cada tonelada de pie-
dra en bruto creado por la Ley de 30 de julio de 1873 y
la Ley de 19 de enero de 1885 con destino a la instrucción
pública. Se suprimió el impuesto de 10 cts. por tonelada de
47 ARMAND UGON, E; et al. Op. Cit. Tomo 23. Pp. 457, 458.
48 Ídem, Tomo 23. Pp. 296 a 298.
piedra labrada creado por las leyes mencionadas. Se man-
tuvo el impuesto de 10 cts. para la instrucción pública y
de 8 cts. por derecho de exportación que gravan la tonela-
da de arena. En 1904 se exoneró del pago de impuesto de
exportación de $ 0.10 a la piedra labrada49 o en bruto que
se embarque en el puerto de Carmelo. La Ley 3827 de 17
de julio de 1911, fijaba en su primer artı́culo un impuesto
de 10 cts. para la piedra y de 8 cts. para la arena por tone-
lada que se exportaba. En el Artı́culo 3ero. se establecı́a la
exoneración para aquellos artı́culos manufacturados en el
paı́s que llevaran alguna proporción de arena y piedra (ej.
ladrillos, tanques, baldosas, etc.) Ası́ mismo se exoneraba
los materiales importados para la construcción de muelles,
galpones, rieles, vagonetas, máquinas, etc. que fueran em-
pleados en la exportación de arena o piedra. En la misma
Ley se establece que cuando la arena o piedra fuera ex-
traı́da de costas, riberas, ensenadas, bancos, lagunas, rı́os
o arroyos o de cualquier otra propiedad o sitio público,
deberı́an abonar además una renta por cada tonelada cuyo
valor fijaba la Junta Económico Administrativa del Depar-
tamento donde se ubique el punto de extracción.50 El pro-
ducido de este impuesto estaba destinado a la construc-
ción de edificios municipales, pavimento, y rentas genera-
les del municipio. El control por parte del Estado de estas
exportaciones era difı́cil. En 1924 las exportaciones de pie-
dra realizadas por Piria a través del puerto de Piriápolis,
no podı́an ser verificadas por falta de empleado aduane-
ro. El buque debı́a pasar por Montevideo para legalizar la
carga. Finalmente Piria se comprometió a abonar el sueldo
de un subreceptor, en tanto el Consejo Nacional de Admi-
nistración se comprometı́a a establecer una subreceptorı́a
49 Adoquines,pilastrines, cordones.
50 ARMAND UGON, E; et al. Op. Cit. Tomo 31. Pp. 235-236.
en Piriápolis. En el mismo año se dicta un decreto don-
de se reglamenta la exportación de arena por los puertos
de Colonia y Carmelo. Disponiendo que los buques trans-
portadores deberı́an inscribirse en un registro que debı́a
llevar la Dirección General de Aduanas, estableciendo la
cantidad de arena que iba a ser transportada. En el em-
barcadero se debı́a colocar un mareógrafo para medir la
profundidad del buque. El inspector de aduana debı́a con-
trolar las empresas y la capacidad de las vagonetas, veri-
ficando la carga del buque. Ese decreto del 5 de marzo de
1924 generó dificultades, que llevaron a establecer nuevos
requisitos para inscripción de los barcos, ası́ como proce-
dimientos para medir su capacidad, entre otras medidas.
Además de los puertos de Colonia y Carmelo se habilitó
en 1903 el puerto de Sauce tanto para la importación de
una serie de productos y la exportación de todos los pro-
ductos del paı́s en particular piedra y arena. Por otro la-
do tanto los productos de las caleras como los de hornos
de ladrillos debı́an circular con guı́as de tránsito. En 1916
mediante un decreto de 20 de setiembre, se exonera a es-
tos productos del uso de guı́as debido las gestiones reali-
zadas por los propietarios de caleras y hornos de ladrillos.
Ellos argumentaban que estaban incluidos dentro de la ca-
tegorı́a industrias rurales de acuerdo al Art. 1o. de la Ley
de 16 de Julio de 1880 que les eximı́a de las mencionadas
exigencias.

CLASIFICACIÓN DE MATERIAS PRI-


MAS MINERALES
Las numerosas materias primas minerales hacen nece-
saria una clasificación del punto de vista económico. En
ese sentido existen varias clasificaciones, algunas agrupan
los minerales en categorı́as más amplias como la que uti-
liza el Instituto Geológico y Minero de España, otras es-
tablecen categorı́as y subcategorı́as más especı́ficas. Bossi
hace referencia a la clasificación de Ladoo y Myers.51 No-
sotros utilizaremos esta última con mı́nimas modificacio-
nes.

MINERALES METÁLICOS: fuentes para la obten-


ción de metales. “Serán menas de minerales metáli-
cos todas aquellas acumulaciones de minerales que
conduzcan, mediante un tratamiento apropiado, a la
obtención de metales.” 52

Esta categorı́a incluye:

Metales preciosos: Oro

Metales no ferrosos: Cobre, Plomo y Cinc.

Metales ferrosos: Hierro y Manganeso.

MINERALES NO METÁLICOS: Es un grupo heterogéneo


que incluye materiales de construcción y minerales
industriales. “Son materias primas que conducen a
productos comerciales en estado de combinaciones
quı́micas.” 53

Incluye:
51 LADOO, R. B.; MYERS, W. M. ”Non-metallic minerals.”[s.l.]: Ed.
MacCraw-Hill, 1951. Citado en; BOSSI, Jorge. Recursos Minerales del
Uruguay. Montevideo: Ed. Nuestra Tierra, 1969. P. 6.
52 BOSSI, J. Recursos Minerales del Uruguay. Montevideo: Ed. Nuestra

Tierra, 1969. P. 6.
53 Ibı́dem
Minerales arcillosos: Caolı́n y Montmorillonita

M. primas silicatadas: Feldespato, Cuarzo, Talco, Estea-


tita, Limos

Calcáreos: Calizas y Dolomitas

Pigmentos: Ilmenita y Baritina

Piedras de tallado: Ágatas y Amatistas

Mat. de Construcción: Rocas ornamentales (granitos, mármo-


les, filita), Piedra partida, Arena y Balasto.

MATERIAS PRIMAS ENERGÉTICAS: Se trata de com-


bustibles, minerales que con el proceso adecuado pro-
ducen energı́a.

Incluyen:

Combustibles: Turba, Carbón, Petróleo y Uranio.


Capı́tulo 6

MINERALES METÁLICOS

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

Vamos a presentar los datos organizados por mineral y


por compañı́a minera, sin descuidar la producción de cada
Departamento. Muchos de los datos presentados pueden
cansar al lector no avezado o interesado en otros aspectos
de la historia de la minerı́a. Sin embargo optamos por ex-
ponerlos de todas maneras, ya que ellos pueden servir de
insumo para otro tipo de indagación cientı́fica. En segundo
lugar porque sabemos que no existen prácticamente inves-
tigaciones de detalle sobre este tema, es más, podrı́a decir
llanamente que no existen investigaciones sobre la historia
de la minerı́a nacional a este nivel. La minerı́a metálica es
la actividad humana que tiene relación con la explotación
económica de sustancias naturales de las cuales se puede
extraer un metal o metales.

175
EL ORO

ANTECEDENTES DE LAS EXPLOTACIONES


DE ORO
La existencia de oro en la Banda Oriental se conoce des-
de la época colonial, podemos recordar que en 1749 se rea-
lizaron varios ensayos sobre muestras extraı́das en ese te-
rritorio y que fueron certificadas por Bernardo Muñoz de
Amador, y por José Tramullas y Ferreras.1 Ambos ensaya-
dores de la Real Casa de Monedas de la Corte del Reino de
España. Dichos análisis fueron realizados por orden del
Marqués de la Ensenada José de Andonaegui. Correspon-
den en el primer caso a muestras tomadas en: los Lavade-
ros, Arroyo Solı́s Chiquito, Arroyo Santa Lucı́a Chico. En
el segundo caso corresponden a Arroyo Lavadero (ubica-
do entre las actuales estaciones de ferrocarril Retamosa y
José P. Varela) y otros lugares; Arroyo General, el Cerro.
En 1751 el Coronel de Dragones Miguel Antonio de Escu-
rruchea, informa al Marqués de la Ensenada José de An-
donaegui, sobre una expedición realizada a las proximida-
des de Minas. Detalla la existencia de diversos indicios de
oro en un pequeño afluente del arroyo San Francisco, en
las proximidades del Cerro Campanero, en el Cerro de los
Penitentes, próximo al Cerro del Carmen.2 En la zona de
Cuñapirú y Zapucay, Selva Chirico señala que “A media-
dos del Siglo XIX, cientı́ficos hacen menciones a cateadores
cuya metodologı́a de trabajo nos lleva a pensar que se tra-

1 MAESO, Justo. Las riquezas minerales de la República Oriental del


Uruguay. Montevideo: Tipográfica de el Bien Público, 1882. Pp. 33 y
34. La nota es de fecha 21 de julio de 1749.
2 Ídem. Pp. 41 a 45.
tara de mineros “empı́ricos”.” 3 En 18244 el peón llamado
José Suárez al servicio de una estancia de la zona realizaba
cateos. José Suárez habı́a trabajado en las minas de Brasil,
en la zona de Minas Geraes, especı́ficamente en Camacúa.
Este hombre junto a otros paulistas (4 hombres según Ba-
rrial Posadas) cateaban al NW del Cerro Blanco y en di-
rección E-SE, en el Arroyo Zapucay extrayendo artesanal-
mente oro. Se dedicaban a lavar arena. Beneficiaban el oro
en un mortero de hierro a mano y luego guardaban lo ob-
tenido. En 1843 Suárez sufrió un asalto5 y el secreto cuida-
dosamente guardado se propagó, la existencia de oro en la
zona no se pudo ocultar más.6 “I learnt that some years ago
a Brazilian, with the aid of his slave, had washed out over
50 pounds’ weight of free gold, after three months’ labour
from a dry creek not very far from this.” 7 El antropólogo
Eduardo Palermo brinda un versión con importantes mati-
ces sobre el mismo tema; “Las primeras noticias del descu-

3 CHIRICO, Selva. “Pradera, oro y frontera”. En; Revista de la Socie-


dad Uruguaya de Geologı́a. Montevideo: S.U.G, Septiembre 2006. Año
2005, No. 12, P. 35
4 Sobre esta fecha hay controversias, algunos autores sostienen

1820, otros 1824 y finalmente hay quién sostiene 1830.


5 Suárez llevaba una vida apacible hasta que una noche fue sorpren-

dido por delincuentes, le propinaron una zurra apropiándose de 1 ca-


ballo, 1 aperos y 2 recados. En la lucha unos de los asaltantes rompió
una botella que contenı́a el oro acumulado por Suárez, sin embargo los
malhechores no repararon en el valioso metal. Cuando estos se retiran
Suárez pide auxilio al caserı́o cercano y cuando los vecinos ingresan a
la vivienda quedaron sorprendidos al ver parte del oro desparramado
por el piso. El hecho circuló de boca en boca y pronto comenzaron a
llegar aventureros de toda laya en busca del preciado metal.
6 CHIRICO, S. Op. Cit. P. 35.
7 BANKART, H. “On the Gold-fields or Uruguay, South América”.

En: Journal of the Royal Geographical Society of London. London: Royal


Geographical Society of London, 1869. Vol 39. Pp. 339-342. P. 339
brimiento de oro en la zona datan de 1820 y corresponden
a un hacendado portugués, José Suárez, que haciendo el
“bateo” en los arroyos de su campo encontró pepitas. Años
después inició trabajos de explotación del oro con personal
idóneo traı́do de Minas Gerais con mano de obra esclava.” 8
Los aventureros comenzaron a llegar en gran número tras
supuestas y fabulosas vetas. La búsqueda se desarrollo a
pico y pala. Se realizaron labores sin ton ni son, como dice
Barrial Posadas, obtenı́an oro en pequeñas cantidades que
luego comercializaban en Montevideo, Buenos Aires y vi-
llas de Brasil fronterizas con Uruguay.9 “The gold thus ex-
tracted finds its way sometimes into Montevideo, but mo-
re generally to the Rı́o Grande, where it is no uncommon
thing to meet with purchasers of one to two hundred oun-
ces at time.” 10 José Marı́a Reyes señala que en las arenas
aurı́feras del arroyo Cuñapirú “...se extrae frecuentemente
por alguno que otro explorador afortunado que persevera
en la tarea de buscarla en la misma sı́lice haciendo exca-
vaciones más o menos profundas,...” 11 Posteriormente lle-
garon otros hombres que poseı́an mejor capacidad técni-
8 PALERMO, Eduardo R. Banda Norte, una historia de la frontera
oriental. Rivera: Ed. Yatay, 2001. Citado en; PALERMO, Eduardo R.
“Usina de Cuñapirú; La fotografı́a como evidencia de su importancia
patrimonial”. En: INTENDENCIA MUNICIPAL DE MONTEVIDEO;
Centro Municipal De Fotografı́a (CMDF). Segundas Jornadas de Foto-
grafı́a. La fotografı́a y sus usos sociales. Montevideo: IMM-CMDF, 2006.
Pp. 89-99.
9 BARRIAL POSADAS, Clemente. Estudio Geológico de la Región

Aurı́fera de Tacuarembó que comprende los distritos de Yaguarı́, de los Co-


rrales, y de Cuñapirú. Montevideo: Imprenta El Siglo Ilustrado, 1888.
Leyenda.
10 BANKART, H. Op. Cit. P. 340
11 REYES, José Marı́a. Descripción Geográfica del Territorio de la

República Oriental del Uruguay. Montevideo: Establecimientos Ti-


pográficos y Litográficos de Luciano Megf, 1859. P. 345.
ca y económica; usaban explosivos, zarandas y bateas. En-
tre estos últimos se encontraban el Gral. Gregorio Suárez
(alias “Goyo Jeta” responsable de la matanza de Quinte-
ros) y Carlos Escayola, supuesto padre de Carlos Gardel.
Mucho del oro encontrado era utilizado en la fabricación
de artı́culos personales, anillos, collares, etc. El 20 de julio
de 1852 Federico Nin Reyes12 se presentó ante el gobierno
denunciando la existencia de Oro y Cobre en esta zona. El
gobierno dictó el 27 de Julio de 1852 un Superior Decreto
acordando al Sr. Nin Reyes el derecho a explotar los pa-
rajes denunciados en calidad de primer denunciante.13 En
1866 Nin Reyes cede sus derechos al Ing. Clemente Barrial
Posadas.14 Estos derechos serán protocolizados por escri-
bano en 1881. Tanto Federico Nin Reyes como aquellos
hombres que él autorizó pueden considerarse los pioneros
en estas labores mineras. Ello son Joseph Loustan, Achille
y Mario Isola, Pitaluga, Paz Brizola, Daniel Lao, Manuel
Martı́nez Castrillón, estos hombres trabajaron hasta cer-
ca de 1868. En 1869 Barrial Posadas dice; “...sólo trabajos
embrionarios, á los que respectivamente han dado el nom-
12 Federico Nin Reyes, nació en Montevideo el 31 de Diciembre de
1819 y falleció el 7 de noviembre de 1896. Hijo de Antonio Nin Soler y
Benita Reyes. Industrial uruguayo que junto al francés Charles Tellier
y a Francisco Lecocq descubrieron el procedimiento para la conser-
vación y transporte de carne mediante frı́o. Sentando las bases de la
industria frigorı́fica. También tuvo actividad en la industria minera,
iluminación a gas y destilerı́a de alcohol. Ocupó cargos públicos en el
gobierno de G. Pereira y fue embajador del gobierno de B. Berro en Pa-
raguay. Fue diputado y senador. Participó en la Guerra Grande junto
a Oribe.
13 Juzgado Letrado de Comercio de 1er. Turno; No. 23. Don Clemente

Barrial Posadas contra la Compañı́a Francesa de Minas de Oro del Uru-


guay, y contra el concurso de esta. Sobre REIVINDICACIÓN DE BIENES.
Montevideo: [s. n.], 22 de Diciembre de 1892. fj.6.
14 Ídem, fj. 6.
bre indebido de mina, se han practicado en esta región, en
la que los veneros aurı́feros y demás, pueden considerarse
como en estado virgen, puesto que los trabajos indicados
sólo merecen el nombre de reconocimientos del terreno ó
labores más ó menos hondas.” 15 Clemente Barrial Posadas
funda una empresa que en 1867 y bajo otra razón social
comienza los trabajos de laboreo para la explotación del
oro. Chirico refiere a una publicación de Barrial Posada
de 1890 donde este afirma haber utilizado 300 obreros en
la explotación.16 Se contabilizaron 40 bocaminas, un esta-
blecimiento de beneficio con motor de agua.17 Será el co-
mienzo de un perı́odo signado por las grandes compañı́as
destinadas a la explotación del oro. Algunas de las cuales
cotizaban en las Bolsas de Londres o Parı́s. Tal es el caso
de “The Goldfields of Uruguay, Ltd.”, en 1897, o de la “Com-
pañı́a Francesa de Minas de Oro del Uruguay”.

CLEMENTE BARRIAL POSADAS


¿Quién era este personaje tan interesante, perseveran-
te y trágico en cierto sentido? Clemente Barrial Posadas
nació en Bres, consejo de Taramundi, Asturias, España.18
Murió el 2 de mayo de 1903 en Montevideo. Hijo de fa-
milia acomodada, ingreso al Seminario de San Marcos en
15 BARRIAL POSADAS, C.; Estudio Geológico de la Región Aurı́fera de
Tacuarembó que comprende los distritos de Yaguarı́, de los Corrales y de
Cuñapirú. Op. Cit. Cap. XIII.
16 CHIRICO, S. Op. Cit. P. 36.
17 Ibı́dem
18 OLIVEIRA RAMOS, Armando. Crónicas Migrantes. De amores y

desamores. De partidas y retornos. De memorias y olvidos [en lı́nea]. Mon-


tevideo: OLIVEIRA RAMOS, Armando. disponible en World Wide
Web: http://armandolveira.blogspot.com/2008/02/casualidad-
causalidad.html [Accedido 31 de mayo de 2017].
León a la edad de 10 años, luego se fue a los 14 años a
Sevilla para cursar el Bachillerato, previo a su ingreso a
la carrera de Ingeniero. Finalmente culminó sus estudios
en Parı́s. Integró una Comisión Cientı́fica Española que lo
llevarı́a a dar la vuelta al mundo. En 1862 cruzó el Atlánti-
co, navegó hasta el Cabo de Buena Esperanza e ingresó al
Océano Índico. En 1863 desembarcó en el Caribe, concre-
tamente en Venezuela, visitó Colombia, Ecuador para cul-
minar su periplo en Lima, Perú, donde lo sorprendió un
conflicto interno. Esto forzó su regreso a España. En 1864
el gobierno español lo comisionó para realizar estudios pa-
leontológicos en Brasil, Argentina y Uruguay. Durante este
viaje remontó el Rı́o Amazonas y el Orinoco, visitó zonas
aurı́feras de la Guyana, visitó Manaus, Maracaibo e Iqui-
tos, recorrió la costa atlántica hasta Rı́o Grande, llegó por
tierra a Tacuarembó. Desde allı́ se traslado a Montevideo
y luego a Buenos Aires. Ya en Argentina visitó Jujuy y Tie-
rra del Fuego. Realizó prospecciones mineras en el Alti-
plano en una región disputada por Argentina y Bolivia.
Para evitar problemas abandonó la región. Finalizado este
extenso viaje de estudios se radicó en Uruguay. Estableció
contacto con Pedro Giralt y ambos emprendieron estudios
geológicos en el norte del paı́s. En 1867 luego de interesar
a varios inversores Barrial Posadas llega a Minas de Corra-
les. “El pionero astur arribó en 1867, para administrar los
yacimientos de San Pablo, San Nicolás, San Joaquı́n, San
Andrés, San Antonio, San Rafael, El Oriental, Apolo y El
Abundante. El derecho fue reconocido en acto protocolar
del 15 de junio de 1881, firmado por el notario Marcelino
Dı́az y Garcı́a.” 19 Definió su proyecto minero. “El ingenio
de beneficio se instaló en el paraje denominado Tres Pasos.
Con una máquina para moler veinte toneladas diarias de
19 Ibı́dem
mineral, movida por el rı́o Cuñapirú. El cauce era desviado
por medio de murallas, que creaban artificialmente el salto
de agua que servı́a de motor. Según El Eco de Tacuarembó
–de febrero de 1869– la mina mayor de San Juan ✭✭tenı́a un
socavón de seis metros de profundidad por siete de largo y
material bueno de oro a la vista✮✮. Barrial Posada utilizó un
parque de herramientas y maquinarias que conmovió a la
somnolienta Minas de Corrales. Imprescindibles para la-
bores de pozos, desmontes y galerı́as en los filones de cuar-
zo. Abrió cuarenta bocaminas en los cerros, que explotó a
fuerza de pólvora. Desde allı́ transportaba 400 toneladas a
la margen izquierda de la corriente. Una creciente fuera de
álveo del rı́o, destruyó una de las murallas e interrumpió
la incipiente experiencia. ✭✭El audaz ingeniero ocupó a más
de 300 obreros. Pero sus empleados no eran mineros, sino
gauchos errantes, poco disciplinados para el trabajo; que lo
enojaban muchı́simo✮✮.” 20 A partir 1871 dedica sus esfuer-
zos a la explotación de la Mina San Pablo (Santa Ernesti-
na) y San Juan en la que trabajó hasta 1878. Varias veces
vio peligrar su vida en medio de la Guerra Civil de 1870.
Eso ocurrió cuando en ocasión de realizar estudios paleon-
tológicos en el Departamento de Soriano, en la localidad
denominada San Martı́n, una partida de “gente de la Revo-
lución” lo confundió con partidarios o espı́as del gobierno
Colorado. Luego el 11 de Octubre de 1870, cuando en oca-
sión de un viaje en diligencia de Salto a Tacuarembó, en el
paraje denominado Laureles es detenida la diligencia por
tropas rebeldes. En el vehı́culo viajaba no solamente Ba-
rrial Posadas, sino también Bautista Oliva (vecino de San
Fructuoso) y su esposa incluyendo también a una pequeña
hija. “...ordenando, el que se decı́a Capitan (sic) de dichos
soldados, que bajasen de la diligencia los salvajes que en
20 Ibı́dem
ella estaban, y que la correspondencia fuese en el ácto (sic)
entregada. Salvamos, por fin, de dicho encuentro.” 21 Dı́as
después, por tercera vez sintió su vida en peligro. En no-
viembre de 1870, en montes del Rı́o Negro, en la barra
del arroyo Bequeló, una partida de desertores del gobierno
ocultos en el monte lo consideró “bombero” (espı́a) del Par-
tido Blanco, finalmente logró convencer a estos hombres
de que estaba en una misión de estudio cientı́fico y nada
tenı́a que ver con la guerra. Pero sus problemas recién co-
menzaban, al dı́a siguiente a las 18 horas llegó a San Fruc-
tuoso (Tacuarembó), con motivo de recoger nuevas mues-
tras de mineral para enviar a Europa. Allı́ se enteró que
en el pueblo no habı́a autoridad alguna. Barrial Posadas
tanto en la diligencia como en el Hotel Oriental donde se
hospedaba, recibe el acoso de dos de los peones que habı́an
trabajado para él en las minas. Exigen a viva voz el pago
de adeudos. Barrial Posadas por su parte negaba estas deu-
das. Luego otros siete peones se sumaron al grupo, la in-
tervención de vecinos evitó males mayores, pero durante 8
dı́as más continuaron los hostigamientos. Hasta que por la
fuerza fue obligado a ceder mediante declaración simple
y sin formalidad varias de sus minas. Entre ellas la mina
San Pablo y San Juan a sus peones.22 Un episodio de ri-
betes novelescos y muy extraños. Barrial Posadas habla de
una conspiración para despojarlo de sus bienes, sin embar-
go la versión de los nueve peones no quedó registrada en
ningún lugar, la duda persiste entonces. Lo que sı́ se pue-
de apreciar, es que eran tiempos muy difı́ciles para llevar
adelante emprendimientos mineros, por una parte estaba

21 BARRIAL POSADAS, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la


Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento
de Salto. Montevideo: Imprenta “El Siglo Ilustrado”, 1890. P. 60
22 Ídem. Pp. 60, 61.
la inseguridad generada por la guerra civil. Por otra par-
te el bandidaje producto de esta situación y finalmente los
conflictos de orden social que parecen aflorar y resolverse
en forma muy directa y por la fuerza. Sin embargo sı́ un
mérito tiene Barrial Posadas es su perseverancia rayana en
la terquedad. En 1875 redactó la Sección Ciencias Fı́sico
– Naturales del ”Boletı́n Jurı́dico Administrativo”, dirigi-
do por el Dr. Matı́as Alonso Criado, titulada “Exploración
Cientı́fica del Departamento de Soriano y Apéndice á dicha
Exploración”; “Georografı́a de la República”. Recibiendo
la felicitación del catedrático de Geologı́a de la Universi-
dad de Salamanca (España), Dr. Toxeiro. Entre Noviembre
y Diciembre de ese año publica en el diario “La Democra-
cia” de Montevideo, el resultado de sus investigaciones so-
bre el territorio uruguayo, argentino y brasileño, bajo el
tı́tulo “Historia Geológico Geográfica de la República Oriental
del Uruguay, relacionada con la Industria, la Agricultura y la
Ganaderı́a”. Estos artı́culos despertaron interés en la Socie-
dad Geológica Alemana de Berlı́n, el Instituto Geográfico y
Estadı́stico de Madrid y en la Sociedad Geográfica de Parı́s.
En Abril de 1876 nombró al comerciante de plaza Alberto
Biraben, como su agente para ocuparse de remitir la colec-
ción de minerales y el ejemplar del “Informe Geológico Mi-
neralógico” a la casa John Proudfoot y Cı́a. De esta forma
pretendı́a que bajo su dirección y condiciones se iniciara la
constitución de una empresa en Parı́s, para trabajar a gran
escala las minas San Pablo y San Juan. Otorgó una comi-
sión a Alberto Biraben y a su hermano Leoncio que residı́a
en Parı́s. Alberto Biraben era un comerciante de Montevi-
deo, endeudado y desprestigiado, cuyas posesiones habı́an
sido exigidas y liquidadas judicialmente. Las gestiones de
Leoncio en Parı́s fueron exitosas. Es ası́ que 1878 se cons-
tituyó en Francia la Compañı́a Francesa de Minas de Oro
del Uruguay. En Abril de ese año arribó a Montevideo pro-
cedente de Parı́s el Ing. Vı́ctor L’Olivier. ¿Pero quién era
este ingeniero de origen francés? Vı́ctor Luis Alejandro
L’Olivier, nació “...en 1849 en L’Olivier en Sarge, Departa-
mento de Marne, Francia, descendiente de padres y abue-
los belgas (paternos y maternos). Recibido de ingeniero en
el Politécnico de Parı́s (y también agrimensor, tı́tulo último
revalidado en Uruguay), llegó a Tacuarembó como enviado
de la Compañı́a Francesa, para estudiar los yacimientos de
oro de Cuñapirú (Mina ”San Pablo”, luego ”Santa Ernesti-
na”), instalada en 1879 en la zona de Cuñapirú. L’Olivier
fue nombrado director de la misma, cargo al que después
renunció. Transcurrido poco tiempo quebró la compañı́a
minera. Se casó en 1884 en San Fructuoso con Marı́a Luisa
Gaye, con la que tuvo tres hijos: Vı́ctor, Marı́a y Marı́a Vir-
ginia.” 23 La renuncia al cargo que ocupaba en la empre-
sa minera francesa se debió al violento conflicto sostenido
con los trabajadores, lo que perjudicó el rendimiento de
la compañı́a. Posteriormente se instaló en San Fructuoso
donde entabló amistad con el Cnel. Carlos Escayola (su-
puesto padre del cantante de tango Carlos Gardel). Esca-
yola estaba empeñado en fundar un teatro en San Fruc-
tuoso y le encargó el diseño, los planos y la dirección de la
propia construcción al Ing. L’Olivier. “En 1890 fue contra-
tado por la Junta Económico Administrativa para efectuar
mediciones y mensuras en los Ejidos de la Villa. Falleció
en su domicilio, en la calle General Flores, el 4 de noviem-

23 MICHOELSSON, Omar Ernesto. “Historia de teatros tacuarem-


borenses (7° parte)”. El Avisador en lı́nea [en lı́nea]. 22 de Octubre
de 2010. [Accedido el 4 de enero de 2012]. Disponible en World
Wide Web : http://www.avisador.com.uy/historia-viva/70-
historia-viva/247-historias-de-teatros-tacuaremboenses-
7o-parte.html
bre de 1909.” 24 El teatro fue inaugurado el 31 de mayo
de 1891 luego de 3 años de construcción.25 Continuando
con el relato luego de esta breve digresión, el mismo año
1878 Barrial Posadas envı́o muestras de rocas y minerales
y folletos a la Exposición Universal de Parı́s. Logrando in-
teresar a los franceses acerca del oro de Minas de Corrales.
Ganó un diploma de honor (Diploma Mención Honorable)
entregado por el jurado de la exposición en virtud de su es-
tudio geológico sobre la Región Aurı́fera de Tacuarembó.
Finalmente en los meses de Octubre, Noviembre y Diciem-
bre de 1878 se constituyó en Parı́s la Compañı́a Francesa
de Minas de Oro. Según Barrial Posadas; los hermanos Bi-
raben y el capataz de la mina San Pablo, Sr. Joaquı́n Urua-
zabal,26 se confabularon para despojarlo de esa mina en
oportunidad de acompañar al Ingeniero L’Olivier a Minas
de Corrales. En esas circunstancias son expulsados por la
policı́a de las instalaciones de la mina citada. Sin embar-
go los hermanos Biraben y el capataz se organizaron de tal

24 Ibı́dem
25 Actualmente el Teatro pertenece a la municipalidad de Tacua-
rembó y está en fase de restauración.
26 José Joaquı́n Oruezábal Michelena (Uruazabal), minero de profe-

sión procedente de Irun, Paı́s Vasco. Arribó a Montevideo en la segun-


da mitad del S. XIX, con su esposa Marı́a Gabriela Yustede Recarte.
Pronto adquirió un campo en la zona que luego se conocerı́a como
Santa Ernestina. El campo tenı́a una extensión de 2.000 cuadras. Habı́a
sido propiedad de Francisco Manuel Artigas recibido por adjudicación
(donación) de Félix de Azara, en junio de 1801. En 1808 esos campos
estuvieron en litigio entre los Artigas y el capataz de la estancia Cosme
Garı́n. En aquellos dı́as (1860?), cuando Oruezábal compra el campo,
Santa Ernestina no existı́a, eran espacios vacı́os y desolados. Cuando
compró el campo sabı́a perfectamente que habı́a oro allı́. Tomado de;
ACEVEDO, Fernando. Las máscaras de la identidad colectiva: la produc-
ción del patrimonio cultural, una aproximación socio-antropológica al rico
patrimonio de los corralenses. Montevideo: M.E.C., 2009.
manera que el Ing. L’Olivier permaneció ajeno a esos acon-
tecimientos, sin enterarse de los mismos en ese momento.
La orden para la expulsión de los hermanos Biraben y el
Sr. Uruazabal provino del Juez del Crimen Dionisio Ra-
mos, luego de la presentación verbal que realizará Barrial
Posadas. Ya en Montevideo, los hermanos Biraben por in-
termedio del propio Juez Dr. Dionisio Ramos, son puestos
en contacto con el Ministro de Gobierno José Marı́a Mon-
tero (hijo) y con el Coronel Ernesto Courtin, Capitán de
Puerto. Este último muy cercano al dictador Coronel Lo-
renzo Latorre.27 El gobierno de Latorre concede varias mi-
nas a los hermanos Biraben, entre las que están la mina San
Pablo (Santa Ernestina), San Juan y otras más.28 Los her-
manos Alberto y Leoncio Biraben vendieron esas minas,
construcciones, herramientas, etc. a la Compañı́a Francesa
de Minas de Oro del Uruguay, recibiendo en pago $ 80.000
en monedas de oro y $ 1:120.000.29 Esta operación consta
según Barrial Posadas en el folleto impreso “Rapport sur la
Mine de Quartz Aurifére San Pablo (a) Santa Ernestina (en
Cuñapirú)”, de Victor L’Olivier, Parı́s, 1878.30 “De la su-
ma preenumerada (sic) de 1.200,000 $, los hermanos Bi-
raben, regalaron 200,000 (doscientos mil) pesos en accio-
nes, al Coronel don Ernesto Courtin, quien en el año 1878
era Capitán del Puerto de esta ciudad de Montevideo, y
amigo ı́ntimo del Dictador Coronel Latorre. Regalaron los
hermanos Biraben treinta mil pesos, parte en dinero sella-
do y otra parte en acciones, á mi peón Joaquı́n Uruazabal

27 BARRIAL POSADAS, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la


Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento
de Salto. Op. Cit. P. 89.
28 Ibı́dem
29 Ídem. P. 90.
30 Ídem. P. 91.
compinche de ellos en la expoliación. Regalaron miles de
pesos en acciones al Juez del Crimen Doctor Don Dionisio
Ramos; y ... regalaron miles de pesos en acciones á otras
personas de Montevideo, que por honor al nombre de las
mismas no menciono por ahora.” 31 También dice Barrial
Posadas que fue amenazado de muerte en cartas anónimas
entre setiembre de 1878 y parte de 1879, para que abo-
nara el paı́s. La compañı́a francesa terminó quedándose
también con la usina de Cuñapirú. Esto darı́a lugar a una
larga disputa en los tribunales. No obstante Barrial Posa-
das viaja a Londres. No se daba por vencido. Allı́ convence
a “The Golfields of Uruguay Ltd.” para que invirtiera en San
Gregorio £ 300.000. El oro que se extraı́a era poco, el ne-
gocio estaba más ligado a la especulación bursátil que a
la producción propiamente dicha. ”Las cifras de produc-
tividad eran irregulares, porque los veneros [como se dice
en la jerga minera] no eran constantes en su riqueza, como
en California o Sudáfrica. Tanto encontraban un venero ri-
quı́simo, que se agotaba en poco tiempo, como no encon-
traban nada, o se discontinuaban a distinta profundidad,
dejando la explotación sin valor comercial redituable [...]
Las empresas anunciaban hallazgos fabulosos en Uruguay,
para negociar sus acciones en la bolsa [...] Luego caı́a la
producción. Ellos mismos, abrı́an otra mina, con otra de-
nominación, y ası́ iban jugando con el negocio bursátil. Lo
dicen las cifras. Sacaban oro, pero nunca dejaron un peso
al paı́s porque las declaraciones eran dobles. Al gobierno
declaraban la realidad, o menos de la realidad y afuera in-
formaban otra cosa. Ningún progreso dejaron en la zona y
no enriquecieron, a nadie✮✮ –sostiene Chirico. El historia-
dor salteño José Marı́a Fernández Saldaña, afirmaba que el
oro de Cuñapirú no fue una ilusión. ✭✭Para aquel paı́s que
31 Ídem. Pp. 91 y 92.
comenzaba a consolidarse, en medio de crisis y revolucio-
nes, fue un factor de desarrollo industrial y de incorpora-
ción de una novedosa mentalidad económica. El ingeniero
español demostró que la riqueza del subsuelo podı́a ser
tan importante como la agrı́cola y ganadera, considerada
hasta entonces la única propia del Uruguay”.32 Luego Ba-
rrial Posadas, fue invitado por el gobierno de Tajes a con-
currir a las exposiciones de Barcelona 1888 y Parı́s 1889
con una colección de minerales representando a Uruguay.
Desaparecida la dictadura, Barrial Posadas inicia acciones
legales para que le fueran restituidos los bienes que según
él le habı́an sido arrebatado. El 22 de diciembre de 189233
exigió una reparación ante el Juzgado de Comercio por $
2.400.000 y la devolución de las minas de su propiedad.
Sus enemigos eran muy poderosos y él contaba con esca-
sos recursos. “En historia judicial sin antecedentes, llegó
a mantener 115 pleitos simultáneos contra las más pode-
rosas mineras del mundo y contra el gobierno. ✭✭No persi-
guiendo un móvil egoı́sta, como muchos lo han presupues-
to, sino principalmente para salvar de las garras de faméli-
cos aventureros, lo que es tal vez la tan riqueza del Uru-
guay✮✮. De esta forma, se rendı́a ante la impenetrable ma-
raña legal, puesta al servicio de intereses multinacionales.
✭✭Su valioso aporte fue práctico, pero también teórico. Su
tarea de investigador está reunida en Naturaleza geológica
y contextura orográfica de la República Oriental del Uru-
guay con aplicación a la minerı́a. La primera monografı́a
cientı́fica del paı́s. Fue un hombre iluso, que murió sin ver

32 OLIVEIRA RAMOS, Armando. Op. Cit.


33 Juzgado Letrado de Comercio de 1er. Turno; No. 23. Don Clemente
Barrial Posadas contra la Compañı́a Francesa de Minas de Oro del Uru-
guay, y contra el concurso de esta. Sobre REIVINDICACIÓN DE BIENES.
Montevideo: 22 de Diciembre de 1892
la realización de sus sueños, pero también fue acreedor
del sitio que tienen reservados los triunfadores materia-
les. Todos los vanguardistas, partidarios del progreso de la
república, sean triunfadores o derrotados, siempre dejan
una esperanza de ventura✮✮. Es la descripción de Fernández
Saldaña, con profundo conocimiento.” 34 Despojado de sus
bienes, blanco de una conspiración de burócratas, jueces
y gobernantes corruptos finalmente sucumbió. “Angustia,
desgaste excesivo y mala alimentación, minaron rápida-
mente la salud de Barrial Posada. A principios del siglo
pasado ya no tenı́a fuerzas para luchar. En plena deca-
dencia, orientó su atención hacia la construcción del Fe-
rrocarril Internacional Americano. Pero la muerte lo se-
guı́a de cerca. Su último acto de amor fue el casamien-
to in extremis con Ángela Ponte, su compañera de años.
Mucho menor que él. El anillo de compromiso, labrado
en oro de Cuñapirú, fue una estremecedora metáfora de
sus anhelos. Horas antes de fallecer, en Montevideo, el 2
de mayo de 1903.” 35 Cabe aclarar que Barrial Posadas no
era ningún benefactor, tampoco un pobre inocente y de-
sinteresado asceta. Era un empresario tı́pico con su fuerte
impronta ideológica caracterı́stica de la burguesı́a de ese
tiempo. Contribuyó grandemente a dotar de fama inter-
nacional a la zona de Corrales, Cuñapirú y Zapucay y sus
yacimientos aurı́feros, esto tiene como contrapartida la po-
sibilidad de obtener capitales para invertir en sus minas.
No era una actitud gratuita e inocente. Él señala que ban-
queros e inversionistas extranjeros esperan su señal para
“...dedicar parte de sus capitales al desarrollo de esta in-
dustria nacional, y á la explotación de sus riquezas na-

34 OLIVEIRA RAMOS, A. Op. Cit.


35 Ibı́dem
turales;...” 36 Exigen esos inversionistas que la magnitud
de las concesiones de terrenos correspondan a la inversión
“...que por consejo de la ciencia y en su consorcio, se em-
plean actualmente en esta industria.” 37 Sin duda es una
visión muy contemporánea de la necesaria, imbricación
entre ciencia y capital, o mejor dicho la subordinación de
la ciencia al capital para favorecer el desarrollo empresa-
rial. Con respecto a su relación con los trabajadores parece
no haber sido buena; “Resistimos a dichos peones cuantas
veces se nos sublevaron, por exigencia ya de mayor sueldo,
ó de menos trabajo, con designios siniestros algunos.” 38
Hoy sabemos que los reclamos de Barrial Posadas estaban
justificados desde el punto de vista legal aunque no es ra-
zonable la enorme extensión de las concesiones que le fue-
ron otorgadas. Estas disposiciones dejaban exclusivamente
en sus manos la explotación de oro, hierro y otros metales.
A los problemas ya reseñados (guerra civil, bandidaje, en-
frentamientos con sus trabajadores), hay que sumar otros
problemas. “La escasez de recursos en aquellas localida-
des, en que si un tornillo se rompı́a á una máquina, habı́a
que venir á buscarlo á Montevideo, dónde, hasta las fundi-
ciones eran deficientes, y no siempre se conseguı́a, y ni aun
herramientas, tanto que tuvimos que usarlas hechas en In-
glaterra, en su mayor parte, todos nos hizo sufrir. Resisti-
mos á la calidad de gentes, libres en dicha frontera del Bra-
sil, punto que parecı́a de reunión de desertores uruguayo y
brasileros, y malévolos con residencia en las orillas de los
montes. No habı́a caminos, y sin correo hasta Tacuarembó,

36 BARRIAL POSADAS, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la


Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento
de Salto. Op. Cit. P. 9.
37 Ibı́dem
38 Ídem. P. 55.
todo contribuı́a á que un buen ánimo se pusiera a prueba,
y no desistiese de tal naturaleza de Empresa de labores de
minas;...” 39 Problemas similares seguramente aquejaban a
otros empresarios mineros de aquellos dı́as. Con el ingreso
de las grandes compañı́as a la producción minera y con el
fin de la inseguridad polı́tica y social, las condiciones para
el desarrollo de la actividad minera van a cambiar sustan-
cialmente. Sı́ bien Barrial Posadas se encuentra fuera del
periodo que estamos estudiando, su vida y actividad mi-
nera parece paradigmática de un tiempo que va a fenecer
con el albor del nuevo siglo. Nos permite de esta forma
aquilatar la entidad de los cambios que se van a producir.
Por otra parte sus acciones continuaron influyendo larga-
mente saltando el lı́mite fı́sico impuesto por su muerte en
1903.

EL TIEMPO DE LAS GRANDES COMPAÑÍAS.


1867 – 1916
El lapso comprendido entre 1867 y 1916 corresponde
al “tiempo de las grandes compañı́as”, o la “era de las grandes
compañı́as” como lo llama Selva López.

ZONA CUÑAPIRÚ Y CORRALES


El Ing. Barrial Posadas es el primer empresario que crea
diversas compañı́as y estimula la creación de otras. Realizó
entre 1867 y 1869 pozos, galerı́a y lumbreras y otros tra-
bajos para la explotación de oro.40 Construyó una usina
39 Ibı́dem
40 BARRIAL POSADAS, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la
Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento
de Salto. Op. Cit. Pp. 6 y 7.
en el rı́o Cuñapirú, etc. lo que demandó ingentes recur-
sos a su exclusivo costo. Dicha usina serı́a destruida en
1870 por una sucesión de crecientes en dicho rı́o.41 Cle-
mente Barrial Posadas y Cı́a, fue la primera empresa mi-
nera constituida en 1867 en el paı́s, para explotar oro. Se
fundó para continuar las labores iniciadas en 1865.42 En-
tre 1867 y 1869 construyó una molienda, aguas arriba de
la represa sobre el arroyo Cuñapirú. “Esta primera represa
hidráulica desvió el curso natural del Cuñapirú por medio
de sucesivas explosiones que destruyeron parte de un ce-
rro existente y con ello provocó un salto de agua que movı́a
los pisones de las máquinas de molienda. En 1870 la inun-
daciones periódicas destruyeron parte del murallón cen-
tral inutilizándola parcialmente.” 43 El mismo Barrial Po-
sada crea en 186944 en San Fructuoso la compañı́a Barrial,
Godines, Vigo y Rodrı́guez con un capital de $ 120.000.
Para la explotación de las minas San Pablo, San Juan, San
Andrés, San Nicólas, La Abundancia, San Rafael, Apolo y
El Oriental y 2 aluviones. En 1869 se funda en Montevi-
deo la “Compañı́a de Minas de Oro de Cuñapirú”, po-
co después cesó su trabajo, posiblemente por escaso ren-
41 Ídem. P. 7.
42 BARRIAL POSADA, Clemente. Recurso Extraordinario de Nulidad
Notoria entablado por Don Clemente Barrial Posada en juicio de reivin-
dicación de las minas de oro de Cuñapirú y zona cuprı́fera de Yucutuja.
Montevideo: Imp. Artı́stica de Dornaleche y Reyes, 1904. P. 25.
43 PALERMO, Eduardo R. “Usina de Cuñapirú; La fotografı́a co-

mo evidencia de su importancia patrimonial”. En; INTENDENCIA


MUNICIPAL DE MONTEVIDEO; Centro Municipal De Fotografı́a
(CMDF). Segundas Jornadas de Fotografı́a. La fotografı́a y sus usos so-
ciales. Montevideo: IMM-CMDF, 2006, pág. 89-99. P. 92.
44 BARRIAL POSADAS, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la

Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento


de Salto. Op. Cit . Pp. 59, 60 en la versión en idioma inglés señala como
fecha de fundación 1862.
dimiento.45 Los trabajos se ejecutaron probablemente en
la concesión Pereira, el cuarzo aurı́fero era triturado en
una pequeña usina en Cuñapirú, pero no hay registros de
la producción.46 Su capital era de $ 120.000 (valor de la
época).47 Al comienzo de sus actividades el Ingeniero a
cargo era el Sr. Hubert Banckard,48 posteriormente sus-
tituido por el Ing. Federico Caro quien realizó un infor-
me indicando que las minas en cuestión (11 en total) no
valı́an nada.49 La “Compañı́a de Minas de Oro de Corra-
les” que fue fundada (1880¿?) para explotar las concesio-
nes “Lorenzo Latorre” y “Santa Julia”, las que en conjunto
suponı́an 2425 hectáreas. Estas concesiones estaban ubi-
cadas en orillas opuestas del Arroyo de los Corrales. Esta

45 MAC MILLAN, Jaime G. “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-


les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. En; INSTITUTO
DE GEOLOGÍA y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: Imp. Na-
cional, 1931. No 14. Setiembre de 1930. P. 6.
46 Ídem. P. 23, donde señala Mac Millan que una serie de filones de

cuarzo con una potencia de unos 50 cm. arrumban al NO.


47 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. En; INSTITUTO DE


GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: Talleres Gráfi-
cos del Estado, 1915. N° 2. P. 17. Todas las cifras mencionadas en este
trabajo corresponden al valor nominal de la época.
48 “Hubert Bankart empleado de la Compañı́a Minera Cuñapirú,

llegó en 1867 para examinar los depósitos aurı́feros en Cuñapirú y


Arecuá, Departamento de Tacuarembó, República Oriental del Uru-
guay, también descubrieron grandes masas de hierro magnético con
más del 70 % de hierro puro en el mismo departamento.” En; Mul-
hall’s Handbook of the River Plate Republics, 1875, Uruguay, [en lı́nea].
Jeremy Howat and Fiona Darbyshire. Inglaterra: abril 2004. [Revisión
12 setiembre 2012]. [Accedido 31-5-2017]. Disponible en World Wide
Web: http://www.argbrit.org/Mul1875/Uruguay.htm.
49 BARRIAL POSADAS, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la

Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento


de Salto. Op. Cit. P. 53.
empresa desde Abril a Octubre de 1881 extrajo 1600 tone-
ladas de roca con un personal de 70 hombres.50 En todo
el año 1881 se extrajeron 2100 ton. de mineral y 550 en
los primeros meses de 1882. “. . . pero hay sólo un registro
de producción que da 7.813 gramos. de 1000 toneladas y
más a adelante uno de 3662 gramos de 868 toneladas en
1885, tratadas en los 20 bocartes instalados cerca de la ve-
na “Héctor”.” 51 La usina se levantó en la orilla izquierda
del Arroyo Corrales. Señala Marstrander que “Todas las
cargas habı́a que trasportarlas al Salto, sobre el Rı́o Uru-
guay, y después por tierra hasta las minas pues las facili-
dades que en aquel tiempo ofrecı́a el ferrocarril eran po-
cas. El flete desde Salto alcanzaba á pesos 69.00 por 1.000
Kilómetros.” 52 Los filones incluı́an: el “Héctor” de 75 cm
de ancho.53 En el cual habı́a una galerı́a que atravesaba
7 m. por debajo del suelo y un pozo poco profundo en
el O. Filón “Adela” de 30 cm. de ancho, dirección N 40º
W, inclinación 45º a 25º al E. Filón el “Picaflor” 500 m.
al E. con ese nombre se designaba un conjunto de traba-
jos, posee dos venas separadas por 50 m. de 1 m. de po-
tencia, corren hacia el NorOeste. Filones de la Colina de
Corrales, trabajada posteriormente por la Compañı́a “Her-
manos Mining Company” cuyo gerente era el prominente
Ingeniero de Minas Inglés Mr. E. T. Mc. Carthy. Tenı́a una
galerı́a de 10 m. sobre el rı́o y 30 debajo de la cima de la

50 MAC MILLAN, Jaime G. “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-


les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. En; INSTITUTO
DE GEOLOGÍA y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: Imp. Na-
cional. No 14. Setiembre de 1930. Pp. 6 y 7.
51 Ídem. P. 23.
52 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 16.


53 Dirección Norte 40º–60º, inclinación 65º-70º Sur.
colina y contaba con un pozo inclinado.54 Según el Ing.
en Minas Jaime G. Mac Millan la “Compañı́a Civil de mi-
nas de Oro de Corrales” serı́a la sucesora de la “Compañı́a
de Minas de Oro de Corrales”, “. . . en 1882 trató 1000 to-
neladas de mineral de 8 grs. . . .” 55 Continuó utilizando la
misma usina que tenı́a 20 bocartes capaces de tratar 20 to-
neladas de mineral por dı́a. Cesó su trabajo antes de 1895.
“The Gold fields of Uruguay Ltd.” Se fundó el 6 de enero
de 1888 en Londres en base a los informes y la iniciati-
va del Ing. Español Clemente Barrial Posadas y del Ing.
Christopher James,56 su finalidad fue la de explotar la mi-
na San Gregorio. Pero también en sus estatutos (Memoria
de Asociación) autorizan la adquisición, explotación y be-
neficiación de cualquier mina y de cualquier mineral en la
zona o en todo el territorio de la República. Barrial Posa-
das habı́a invitado al Ing. inglés para visitar San Gregorio.
James elaboró un informe el 7 de diciembre de 1887, el
que fue publicado en Londres dando origen a la forma-
ción de la Compañı́a. El transporte de los materiales para
construir un molino y los bocartes se realizó vı́a marı́tima
con destino al puerto de Montevideo, luego fue trasladado
por tren hasta Tacuarembó y finalmente en carretas has-
ta la mina. Negociaciones realizadas entre la empresa mi-

54 MAC MILLAN, Jaime G. “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-


les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. Op. Cit. Pp. 23 –
24
55 Ídem. P. 7.
56 BARRIAL POSADAS, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la

Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento


de Salto. Op. Cit. P. XXIV, donde señala que el Ing. en Minas Christop-
her James estaba especializado en metalurgia y quı́mica, habı́a sido
director de importantes minas en California y fue nombrado Direc-
tor Técnico de la Mina San Gregorio y Superintendente General de la
Compañı́a. Arribó a Montevideo el 5 de marzo de 1888.
nera y el ferrocarril determinaron que el Gerente Cham-
berlain facilitara el transporte y ofreciera precios muy fa-
vorables. Para la explotación de San Gregorio la empresa
montó 40 bocartes57 en 1888. Operó hasta 1894, estuvo
paralizada 2 o 3 años y luego fue vendida. Contó con un
capital de £ 300.000. Se instaló una usina en la margen
derecha del Rı́o Corrales. A capacidad plena trabajaban
60 bocartes tratando 70 toneladas de mineral diario. La
fuerza motriz era provista por una máquina a vapor, lue-
go se instaló energı́a eléctrica y se construyó un pequeño
ferrocarril para arrastrar mineral.58 El gobierno urugua-
yo manifestó fuerte interés por este emprendimiento. El
Presidente de la empresa The Gold fields of Uruguay Ltd.,
Mr. George Hopkin en la reunión de accionistas realiza-
da en Londres expresaba lo siguiente al respecto: “Y como
muestra del interés que se toma, ha ya eliminado en el de-
recho de exportación el 5 por ciento sobre el oro obteni-
do. -(Aplausos).- Esto por sı́ mismo es una concesión im-
portante. Y esperamos conseguir otras, para lo cual esta-
mos ya en negocio;...” 59 Hay que recordar que la empresa
nombró dos Directores más, uno para Montevideo que fue
el Ing. Barrial Posada (quien no aceptó) y otro para Uru-
guay que fue el Ministro de Hacienda del Gobierno Uru-
guayo Antonio Marı́a Marquez.60 Luego de 2 o 3 años de
paralización, la Compañı́a fue vendida a la segunda Com-
57 Bocarte; máquina que consiste en un número de pisones, acciona-
dos por una gran rueda de madera movida por agua.
58 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 19.


59 BARRIAL POSADA, C. Tı́tulo de propiedad de los minerales de la

Región Aurı́fera de Tacuarembó y de la zona de Yucutujá del Departamento


de Salto. Op. Cit. P. XXX.
60 Ídem. P. XXXIII. Primera reunión de Accionistas de la Compañı́a,

registrada en 2 mayo de 1888.


pañı́a Francesa. Según Eduardo Acevedo; “En el primero
de esos años, la Compañı́a Gold Field of Uruguay, que era
la más importante de Cuñapirú, suspendió totalmente sus
trabajos, a raı́z de la negativa de los accionistas a reforzar
el capital de 100,000 libras esterlinas ya invertido en la ex-
plotación.” 61 La “Compagnie française des mines d’or de
l’Uruguay” fue fundada en Parı́s en 1878,62 con un capi-
tal de 10.000.000 francos.63 La empresa quebró en 1895.
Trabajó la concesión Santa Ernestina (San Pablo) de 1505
hectáreas. El Ing. L’Olivier dirigió la construcción de una
represa en Cuñapirú muy cercana a la antigua construi-
da por Barrial Posadas. La represa formaba parte de un
ingenio donde se molı́a la roca y se separaba el mineral va-
lioso. Esta represa es una construcción de 334 m. de largo.
Formaba un lago artificial capaz de almacenar 3 millones
de metros cúbicos de agua. Su construcción se realizó en-
tre 1880 – 1881. Poseı́a primero 3 y luego 5 turbinas de
150 caballos de potencia cada una. La planta podı́a lle-
gar a moler 150 toneladas de cuarzo diarias.64 “Esta com-
pañı́a construyó la planta motriz hidráulica actual en el rı́o
Cuñapirú, un molino de 24 bocartes y un ferrocarril para
el transporte del material de la mina al molino.”65 La veta
principal tenı́a un espesor de m. 3. Doscientos obreros fue-
ron empleados en los trabajos de exploración. Se constru-
yeron pozos y galerı́as con una longitud total de m. 2.000.
“La fuerza motriz necesaria para la tracción la producen
61 ACEVEDO, E. Op. Cit. P. 63.
62 MAC MILLAN, Jaime G. Op. Cit. P. 6.
63 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 17


64 PALERMO, Eduardo R. “Usina de Cuñapirú; La fotografı́a como

evidencia de su importancia patrimonial”. Op. Cit. P. 94.


65 MAC MILLAN, Jaime G.; “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-

les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. Op. Cit. P. 6.


las turbinas del ingenio, las que abastecen también toda la
fuerza necesaria para todas las operaciones metalúrgicas
que dan por resultado final la separación del metal precio-
so del cuarzo que lo aprisiona.” 66 La mina estaba unida al
ingenio de Cuñapirú por un ferrocarril de trocha angosta
por donde circulaba la Clotilde, una pequeña locomotora a
aire comprimido. Este ferrocarril estaba en pleno funcio-
namiento en 1882. La vı́a tenı́a una extensión de 6 Km.,
15 alcantarillas y 1 puente sobre el arroyo San Pablo.67 La
vı́a del ferrocarril de lı́nea se extendió a Paso de los Toros
recién en 1887 y a Tacuarembó lo harı́an el 1o. de Mayo de
1891. Maquinarias, repuestos y otros implementos fueron
importados desde Francia y desembarcados en el puerto
de Salto. Algunas de las disposiciones del Ingeniero Direc-
tor de la explotación Victor L’Olivier, irritaron a los obre-
ros que se declararon en huelga. La compañı́a se liquidó en
1895. Esta compañı́a habı́a adquirido la Concesión Santa
Ernestina a los hermanos Alberto y Leoncio Biraben por la
suma de 7.000.000 francos. La propiedad de esta mina fue
reclamada judicialmente por el Ing. Barrial Posadas. La
primera compañı́a francesa serı́a sustituida por la “Société
Nouvelle des Etablissements de Cuñapirú”. En realidad
se tratarı́a de una reorganización de la primera y comenzó
a trabajar cerca de 1897. “El molino de 40 bocartes de la
Mina San Gregorio fué desmontado y agregado a la plan-
ta de Cuñapirú. Por un tiempo el mineral fué acarreado
desde San Gregorio al ferrocarril de la Mina Santa Ernesti-
na pero posteriormente fué construido un áero-carril (sic)
de unos 12 Kilómetros, desde la planta hasta la mina San

66 ARAUJO, Orestes. Tierra Uruguaya descripción geográfica de la


República Oriental del Uruguay. Montevideo: Librerı́a y Papelerı́a “La
Nación”, 1913. Tomo I. P. 92.
67 PALERMO, Eduardo R. Op. Cit. P. 95
Gregorio. Estos cambios fueron hechos sobre lineamientos
equivocados pues la provisión de agua con sólo 4 metros
de caı́da efectiva no proveyó suficiente energı́a para operar
simultáneamente el áero-carril, (sic) y el molino.” 68 Esta
compañı́a adquirió la mina San Gregorio en 1897. Se tras-
ladaron los 40 bocartes a Cuñapirú. En 1901 fue construi-
da una lı́nea de aerocarril que unió la Mina San Gregorio
con Cuñapirú, se extendió por 11 Km. 700 m. Se componı́a
de 104 torres de hierro, y utilizaba 270 vagonetas para el
transporte del mineral. Tenı́a una capacidad de transporte
de 7.000 toneladas al mes.69 Fue una tecnologı́a innova-
dora para el paı́s. En una descripción realizada por una
persona anónima al momento de realizar el inventario del
ingenio de Cuñapirú dice; “A la entrada al establecimiento
de Cuñapirú, en encuentran las oficinas de una casa que
tiene 12 abitaciones (sic), y frente a ésta otra pequeña casa
para el capataz general, siendo su estado regular. A mano
izquierda se encuentra la estación del cable carril, estando
este en tan mal estado, que solo son utilizables las chapas
de zinc que están todas en buen estado. Al lado de la esta-
ción del cable carril está el taller mecánico, el edificio está
en buen estado, están mal puerta y vidrios.” 70 La energı́a
generada debı́a permitir operar la mina y el aerocarril si-
multáneamente, cosa que según sugiere Mac Millan pare-
ce no ocurrió. Según Mac Millan las compañı́as francesas
entre 1885 y 1902 produjeron 291.077 g. de oro en Santa

68 MAC MILLAN, Jaime G. “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-


les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. Op. Cit. P. 7.
69 PALERMO, Eduardo R. Op. Cit. P. 96.
70 ANONIMO. Cuaderno de Inventario. [S. l.], ca.1932. cuaderno

manuscrito ubicado en el Museo Geominero del Uruguay – DINAMI-


GE. Allı́ se indica que son 107 las torres de hierro del aerocarril y no
104.
Ernestina.71 El filón tenı́a una potencia media de 1 m. has-
ta 2 m. El pozo vertical cerca del camino no parecı́a estar
en comunicación con los pozos inclinados abiertos en la
colina a 175 y 200 m. en dirección N., por donde el mine-
ral era extraı́do. Una galerı́a de drenaje corre en dirección
N. 60º E. hacia la cañada desaguando en el arroyo San Pa-
blo.72 En la colina, 500 m. al E. de la vena principal habı́a
un pozo y una galerı́a con un filón vertical de 2 a 3 m. de
potencia en dirección N. 30º-35º E. El mineral que se ex-
trajo de varias venas más pequeñas durante 6 años se llevó
a Cuñapirú para su tratamiento.73 A pesar de las dificulta-
71 MAC MILLAN, Jaime G.; “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-

les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”.Op. Cit. P. 24.


72 Ídem. Pp. 24-25.
73 Ese mineral provenı́a de varias minas

Santa Bárbara, concesión Torregrosa de un filón vertical que


cruza el arroyo Guayaberas en N. 20º -25º O., es una vena de
30 cm. a 1 m. de ancho. Habı́a 2 pozos separados de 30 a 40
m. a cada lado de la corriente. “El último hacia el Sur está en la
mitad de una galerı́a de 100 pies abierta a nivel de la corriente.”
(Mac Millan, J.; Op. Cit. P. 25.) La producción fue de 24.265 g.
de oro para 931 toneladas de mineral. Otra vena angosta de 100
m. se extendı́a al SO. Otra más pequeña tenı́a un pozo inclinado
se trata de la mina Samuel Blixen.
San Benito, tenı́a una trinchera de 5 m., afirma Mac Millan que
según informes obtenidos por él se produjeron 40 Kg. de oro
de estos trabajos y 2 Kg. de un pequeño pozo. Pero la única
producción registrada fue de 1843 g. en 103 ton. (Ibı́dem)
Santa Matilde, produjo 21.230 g. de 1905 ton. sacadas de un
pozo y una trinchera, el filón tiene una potencia de 30 cm. Es-
taba en la concesión Latorre.
Sobresaliente, tenı́a una galerı́a utilizada como desagüe que
estaba derrumbada cuando Mac Millan la visitó. Corresponde
a una serie de pequeños filones. La producción declarada fue
de 9.951 g. de 980 toneladas. Habı́a una cantidad de venas ver-
ticales a una de las cuales se llegaba por una galerı́a desde la
cañada y fue conocida con el nombre de Mina Rica. En la mis-
ma concesión en el lado N. del camino se excavó un pozo de 15
m. de profundidad.
Mina Perú produjo 3.554 g. de oro de 278 ton. Habı́a varios
cateos, cortes y trincheras. Desde el fondo de la trinchera fue
excavado un pozo inclinado de 60 m. de profundidad por Mr.
Ralph.
Esperanza, estaba en una vena N. 60º W. con buzamiento 60º
S. en la concesión Viñas, frente a los trabajos de la Picaflor. “La
producción (“Santa Pepa” de Viñas y Cı́a.) de 1.666 gramos de
77 toneladas proviene posiblemente de uno de estos trabajos.”
(Ídem. P. 27)
Santa Elena, S. 80º E. a través del rı́o.
Nueva Australia, cerca de Cerro Blanco en la concesión Santa
Josefina. 100 ton. de mineral produjeron 3.484 g.
Santa Teresa, tenı́a una trinchera y un pozo de 20m. Produjo
2.153 g. de oro de 265 ton. de mineral. El filón podrı́a ser con-
tinuación de San Gregorio.
San Antonio, produjo 1.681 g de oro de 132 ton.
25 de Mayo, se trataba de una serie de pequeños pozos y una
galerı́a.
San Prudencio, se trata de un pequeño pozo y una galerı́a.
Habı́a otros trabajos de la Compañı́a Francesa de los cuales se conoce
el nombre y algún plano.
Mina San Gregorio, situada en el lado Sur de una colina ele-
vada 3 km. O. S. O. de Corrales a una altura de 180 a 200 m.
sobre el nivel del mar. Tenı́a 2 filones separados por distancias
variable entre 4 y 30 m. de E. a O. El filón N. se llamaba Suárez
por ser Gregorio Suárez su descubridor, el filón S. era el princi-
pal, con una potencia promedio de 1 m. (Ídem. P. 28) Tiene un
pozo con una profundidad de 113 m. habiéndose derrumbado
la boca del pozo provocando la caı́da de la estructura superior
de acero en el interior del pozo. (Ibı́dem)
des el Superintendente local evitó incrementar el capital,
pero sin beneficio para la compañı́a, de modo que en 1909
vendió todas las denuncias, tı́tulos y plantas a la empresa
“Uruguay Consolidated Gold Mines Ltd.”. Esta compañı́a
comenzó a trabajar en 1909 y en Julio de 1913 cesó (según
Marstrander). Laboró la concesión Santa Ernestina y San
Gregorio. Se hicieron reparaciones, mejoras y ampliación
en la usina de Cuñapirú. Las turbinas fueron reemplaza-
das. La fuerza motriz fue de 1.800 H. P. “El nuevo plantel
incluı́a 2 trituradoras de roca, 60 bocartes, 2 molinos tu-
bulares, 12 amalgamadoras, 2 tanques cónicos y 6 tanques
para cianuro, abiertos con una capacidad de 30 toneladas
cada uno, y un laboratorio de ensayos bien provisto. El mi-
neral era llevado desde la mina San Gregorio á la usina por
medio de una vı́a aérea de 12 kilómetros de longitud.” 74
Según Bossi hasta 1909 “...los trabajos fueron sólo en su-
perficie, con una longitud de 1.300 mts.” 75 A partir de ese
año se realizó la explotación en forma subterránea, en tres
galerı́as separadas por 25 m. entre sı́ y llegaba hasta 80 m.
de profundidad. Durante la última mitad de 1911 trabaja-
ron en la mina 124 hombres y 80 empleados en la usina.
Según Marstrander76 en el periodo la producción fue :

”Por amalgamación 84 Kilos oro avaluado en ...$ 36,246.00

Por cianuración 59 Kilos oro avaluado en ... $15,367.00

Total ... 143 Kilos ...$ 51,613.00”


74 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay.” Op. Cit. P. 20.
75 BOSSI, J. Recursos Minerales del Uruguay. Montevideo: Ed. Nuestra

Tierra, 1969. P. 11.


76 MARSTRANDER, R.; “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 20.


El bajo precio es debido a que se trata de oro doré,
es decir que tiene alto contenido en plata, en especial el
producto cianurado. La empresa “Uruguay Consolidated
Gold Mines Ltd.” fue impulsada por Mr. J. G. Ralph y va-
rios residentes en Montevideo, se funda en Londres. En
1911 su representante era Ed Cooper e hijo. Algunos mine-
ros fueron seducidos por la propuesta, sobre fin de 1909 se
contrató un capacitado superintendente australiano. Según
Mac Millan,77 éste procedió a poner la planta en condicio-
nes. Las turbinas fueron remplazadas por otras capaces de
generar 1800 HP. El molino fue desmontado y pilones más
pesados sustituyeron los anteriores. Dos molinos tubula-
res fueron agregados para moliendas finas. La amalgama-
ción fue limitada a las baterı́as usadas para la trituración
gruesa. Se pensó utilizar cianuro para la recuperación del
oro pero por falta de “espesadores” la recuperación no fue
satisfactoria.78 Toda esta tarea de preparación tardó 6 me-
ses. El molino trabajó 2 meses y luego debió pararse por
falta de agua. El superintendente fue sustituido por otro
venido de Inglaterra, quien llegó en Diciembre. Fue insta-
lada una “. . . baterı́a de 10 bocartes movida por un motor
a gas y una pequeña planta de cianuración fueron monta-
das en Zapucay por una compañı́a subsidaria (sic) en una
propiedad que a lo más era una muy incierta proposición
minera. Los nuevos métodos de tratamiento fueron aban-
donados en Cuñapirú. Las mesas de amalgamación fue-
ron reinstaladas, los molinos tubos paralizados se volvió
al tratamiento de “sand – leaching”. Los barros eran le-
vados a un estanque y cualquier proporción que pudiera
ser tratada en los seis estanques de cianuración –cerca de
77 MAC MILLAN, Jaime G. “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-
les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. Op. Cit. P. 8.
78 Ibı́dem
los dos tercios- era removida por un raspador de dientes
y transportada en carros para llenar los tanques de cianu-
ración.” 79 Los negocios no mejoraron para la compañı́a,
según Marstrander, citado por Mac Millan, la mina fue
cerrada en Julio de 1913, la propiedad fue subastada en
Octubre. Posteriormente el Sr. Ralph “gestionó un arren-
damiento de la mina y procedió a remover el piso y los
pilares de sostén. Según los informes dados por el capataz
los pisos fueron levantados en un largo de 80 metros en el
nivel de drenaje y en el de 50 metros. Todos los pilares de
sostén fueron destruidos dando lugar al desmoronamien-
to del techo. Como resultado toda la masa incluyendo el
relleno se ha caı́do probablemente sobre el entibado del
nivel 80 metros y la mina recibe todas las aguas desde las
labores a cielo abierto.” 80 Según Mac Millan todo este pro-
ceder fue erróneo y conspiró contra la continuación futura
de la Mina, señala que las vagonetas del aerocarril de 12
Km. fueron dejadas llenas de mineral. Califica a Ralph de
“aventurero incapaz”.

ZAPUCAY
Los trabajos principales se encuentran a lo largo del
arroyo Zapucay de 1 a 2 Km al N. del Cerro Imán. Com-
pañı́a de Minas de Oro del Rı́o de la Plata. (1889-1899¿?)
Concesión “Elvira” ; “La primera compañı́a que explotó es-
tos yacimientos fué “La Compañı́a de Minas de Oro del
Rı́o de la Plata” que erigió una baterı́a de 10 bocartes en
la concesión llamada “Elvira” en la rivera Este del arro-
yo. La Compañı́a tenı́a una represa opuesta al molino pe-
ro aparentemente sólo para provisión de agua desde que
79 Ídem. Pp. 8 y 9.
80 Ídem. P. 9.
se usaban motores de vapor.” 81 En el lado O. del arroyo
habı́a 10 bocartes de la “Uruguay Goldfields Ltd.” insta-
lados en 1911 para moler mineral de los filones Oriental
y Tupambaé. En el filón Tupambaé habı́a un pozo cen-
tral, vertical de profundidad desconocida. Habı́a además
una galerı́a que corrı́a N. 20 E. hacia el filón y luego al N.
O. a lo largo del filón, habı́a otra galerı́a que corrı́a al N.
desde la herrerı́a hacia el pozo central. “Se dice que las
galerı́as tienen un largo total de 1200 metros.” 82 Esta em-
presa era propietaria de una pulperı́a (almacén y despacho
de bebidas) en donde adquirı́an los comestibles los traba-
jadores. Concesión “Argentina” se encontraba a 1500 m.
del molino, las dos compañı́as que trabajaron en Zapucay
extrajeron mineral de esta mina. A través del arroyo, 300
y 500 m. hacia el Sudeste habı́a dos trabajos antiguos; se
trataba de la “Nueva Argentina”. “La primera compañı́a
explotó las minas en la década 1889-1899, sin producción
en 1892 a 1893. El beneficio produjo en total 58722 grs.
de oro de 4667 toneladas o un promedio de producción de
12.6 grs. por tonelada. Antes de la instalación de la usina
actual se hicieron considerables trabajos de preparación y
de estimación. Hay registro del análisis de 1453 muestras
tomadas en la galerı́a principal del filón Tupambaé repre-
sentando 1200 toneladas de las cuales el valor medio fue
de 12/3 chelines o $ 3.00 por toneladas.” 83 Posteriormente
se instaló un segundo molino.

81 Ídem. P. 29.
82 Ídem. P. 31.
83 Ídem. P. 32.
CURTUME
La Compañı́a de Minas Curtume (1891-1900¿?) era una
compañı́a fundada en Rı́o de Janeiro, pero con oficinas en
Montevideo.84 La mina estaba situada sobre el arroyo Cur-
tume, tributario del Rı́o Yaguarı́. Estaba ubicada 40 Km.
al E. de Minas de Corrales, tenı́a luz eléctrica y su fuerza
motriz era el vapor. Habı́a un pequeño molino de 20 bocar-
tes con un promedio de producción de 20 toneladas dia-
rias, hay un registro “. . . de los siguientes años 1891-1896,
1897-1899-1900 producción que alcanzó a 22873 gramos
de oro de 1969 toneladas o sea un promedio de 11 gra-
mos por toneladas.” 85 También se podı́an encontrar dos
pozos de 80 y 125 m. de profundidad. El mineral extraı́do
aparentemente no valı́a demasiado, aproximadamente $ 5,
aún cuando 800 toneladas produjeron un precio aproxi-
mado de $ 10 la tonelada.86

INFORME DEL ING. ALBERTO CAS-


TELLS DE 1908
SITUACION DE LA MINERÍA NACIONAL
En el año 1907 el Ministro de Industria, Trabajo e Ins-
trucción Pública, cartera de reciente creación, ordenó a la
Inspección de Minas bajo su dependencia que informara
sobre la situación de la minerı́a nacional. Con ese fin el Sr.
Inspector General de Minas Ing. Alberto Castells realizó
84 MARSTRANDER, R. Ïnforme preliminar sobre las riquezas mine-
rales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 16.
85 MAC MILLAN, Jaime G. “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-

les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. Op. Cit. P. 33.


86 Ibı́dem
una gira por el Departamento de Rivera, para comprobar
in situ la situación en la región aurı́fera de dicho Departa-
mento. Esto dio lugar a un extenso informe donde se deta-
llan además la situación de los “pedimentos” mineros en los
Departamentos de Montevideo, Florida, Maldonado, La-
valleja, Rocha, Cerro Largo, Treinta y Tres y Colonia. En
ese informe que está fechado en Montevideo, el 4 de enero
de 1908 establece que la región aurı́fera está comprendida
ente los arroyos Cuñapirú, Corrales, Laureles, Zapucay y
Yaguarı́, es decir la entonces 5ta. y 6ta. Sección Judicial de
Rivera.
Departamento de RIVERA.
Allı́ se señala que la “Société des mines de Rivera”, com-
pañı́a de origen francés, tiene en explotación minas de cuar-
zo aurı́fero en la 5ta. Secc. (Corrales) llamadas “San Gre-
gorio” y “Ernestinita”. Esta sociedad fue fundada en Parı́s
el 30 de enero de 1906.87 Es una sociedad anónima con
un capital de 1.500.000 francos, con sede en Parı́s.88 El 8
de junio de 1909 por disposición de la Asamblea General
Extraordinaria de Accionistas, el Directorio otorga una hi-
poteca en favor de los representantes de los propietarios
de las obligaciones, para garantizar el pago de las mismas
acciones emitidas en 1906. Se trataba de mil obligaciones
de 5 cts. de francos al 6 %, representando un capital de
500.000 francos, reembolsable en 12 años. Esas hipotecas
eran sobre los bienes que la Sociedad tenı́a en Uruguay.
Afirma Castells que además de los importantes trabajos
87 SOCIETÉ DES ETABLISSEMENTS DES MINES D’OR DE
L’URUGUAY. Borderaux des titres de propieté de la Societé. Contrato fir-
mado en Parı́s: 7 de Julio de 1909 en el Consulado General de Uruguay
en Francia, firmado por el Cónsul General Luis Mongrell. Traducción
al español ubicado en la Biblioteca de DINAMIGE.
88 SOCIEDAD DE MINAS DE ORO DE RIVERA. Informe de la

Reunión del Consejo de Administración. Parı́s: 9 de Julio de 1906.


mineros, “. . . sigue introduciendo importantes mejoras y
reformas en su usina, y en el carril aéreo que utiliza para el
transporte del mineral desde su punto de extracción (San
Gregorio) hasta Cuñapirú (15 Km. de distancia) – trans-
portando unos ciento veinte toneladas diarias de material
que es beneficiado dı́a y noche en la Usina donde trabajan
los obreros.” 89 Trabajaban 102 obreros en verano aumen-
tando a 160 en invierno. Se abrieron nuevas trincheras,
canteras y galerı́as en los filones aurı́feros. Se construye-
ron pozos de ventilación y extracción. Mac Millan señala
que “El laboreo anterior fue todo a mano. Las perforado-
ras mecánicas adquiridas por un superintendente anterior
para mejorar la extracción permanecen encajonadas y los
compresores para hacerlos funcionar nunca llegaron a la
mina. Su historia es una ayuda para llegar a conclusiones
acerca de las probabilidades de un laboreo productivo en
la región en el futuro.” 90 En cuanto a la producción, Cas-
tells señala que desde su última visita realizada en diciem-
bre de 1905, hasta diciembre 1907, seguramente se extra-
jeron de “San Gregorio” y “Ernestinita” un total de 27.700
ton. de mineral que beneficiado en la usina produjeron Kg.
164,035 de oro. En 1907 en un informe de Castells al Mi-
nistro, señalaba que ambas estaban en producción y que de
la única que tenı́a planos la Inspección es de San Gregorio.
Afirma que la compañı́a francesa cumple semestralmen-
te “con toda puntualidad” con el pago de impuestos. Otras
minas de cuarzo aurı́fero denunciadas y registradas en la
89 CASTELLS, Alberto. “Informe recaı́do con motivo de la Inspec-
ción practicada en las minas de la región aurı́fera de Rivera”. Informe
inédito. Inspección General de Minas. Libro Copiador. Montevideo: 4
de enero de 1908. Informe técnico. Fs. 53 a 64. Museo Geominero del
Uruguay - DINAMIGE.
90 MAC MILLAN, Jaime G. “Regiones Mineras de Cuñapirú, Corra-

les, Zapucay y Curtume (Departamento de Rivera)”. Op. Cit. P. 10.


5ta. Sección de Rivera suman 144 en total. Pero de ellas so-
lo unas pocas se catearon y estaban en condiciones de ser
mensuradas y explotadas como marca el Código.91 En de-
91 CASTELLS, Alberto. “Informe recaı́do con motivo de la Inspec-
ción practicada en las minas de la región aurı́fera de Rivera”. Informe
inédito. Inspección General de Minas. Libro Copiador. Montevideo: 4
de enero de 1908, fj. 56. Informe técnico. Museo Geominero del Uru-
guay - DINAMIGE. Las minas que se encontraban en condiciones de
ser explotadas eran las siguientes:

Mina “Crown”, antiguamente denominada “Abundancia”, en


campos de Ignacio Garcı́a y denunciada por Alfredo Horne La-
valle. Fue explotada en 1883 por la antigua compañı́a francesa
(“Compañı́a Francesa de Minas de Oro del Uruguay”) Se cons-
truyó un nuevo pozo de 12 m. de profundidad, prolongándose
la antigua galerı́a que tenı́a 60 m., se construyó una chimenea
en el filón y fueron extraı́das 300 ton. de mineral.
Mina “Ducen” colindera con la anterior y denunciada por la
misma persona ubicada en campos de Cándido La Paz. Se cons-
truyó un pozo de 15 m. de profundidad y 2 galerı́as transver-
sales en el filón aurı́fero, habiéndose extraı́do unas 120 ton. de
mineral.
Mina “Royal”, del mismo denunciante, ubicada en campos de
Ignacio Garcı́a al Nordeste, colindante con la mina “Crown”. Se
abrió trinchera de 10 m. y se practicaron trabajos de reconoci-
miento del filón aurı́fero.
Se debieron suspender los trabajos en estas minas debido a pro-
blemas judiciales (otro denunciante alega derechos y embarga
el material “sin razón” dice Castells). En costas del arroyo Co-
rrales el Sr. Horne Lavalle construyó una usina con fuerza mo-
triz a vapor para beneficiar cuarzo aurı́fero extraı́do en estas
minas, pero los trabajos estaban suspendidos por las mismas
razones expuestas.

Se extrajo oro de las minas “Pepa” antigua “Rica” ubicada en cam-


pos de Gerónimo de Mello, por parte de Casimiro Castro, Horne Lava-
lle e Ing. Ralph con el concurso de una Compañı́a Argentina. Pero las
labores fueron abandonadas en Octubre de 1905 por disolución de la
finitiva en la 5ta. Sección del Departamento de Rivera ex-
ceptuando las minas en explotación de la compañı́a fran-
cesa y las tres minas de cuarzo aurı́fero llamadas Crown,
Ducen y Royal, todas las demás según Castells debı́an ser
declaradas caducadas y sin derechos para los denuncian-
tes.92 En la zona del Departamento de Rivera que com-
prende Laureles, Zapucay, Cortume y Yaguarı́ el número
de minas de cuarzo aurı́fero denunciadas era de 177. La
antigua “Sociedad de Minas del Uruguay”, explotó la mi-
na “Clyde” antiguamente llamada “La Oriental” de cuarzo
aurı́fero, en campos de F. López (sobrino). Denunciada por
Horne Lavalle, el mineral fue beneficiado en la usina exis-
tente en Zapucay. En la antigua galerı́a de 80 m. de largo,
se realizaron trabajos de limpieza y ejecutado nuevos tra-
bajos de prolongación en el filón aurı́fero. Se construyeron
dos pozos, uno de 24 m. y otro de 8m. En otras minas se
realizaron pequeños trabajos de reconocimiento.93 En re-

Sociedad, de manera que el denunciante ha perdido sus derechos por


despueble.
92 En cuanto a las minas de cuarzo aurı́fero “San Antón” y “Santa

Clara” denunciadas por Walter Harley se hicieron las publicaciones.


La “Nueva Sobresaliente”, en campos de Ignacio Garcı́a, continuaron
en trámite.
93 CASTELLS, Alberto. “Informe recaı́do con motivo de la Inspec-

ción practicada en las minas de la región aurı́fera de Rivera”. Op. Cit.


Fjs. 56 – 57. Mina “Americana” (antes llamada “Tupambae”), mina
“Florida” (antes “La Tuna”), mina “Rivera” (antes Cerrito) y mina
“Zapucay”, todas en campos de F. López (sobrino). Mina “La Indus-
trial” (antes “La Argentina”) en campos de Félix Robledo. Todas ellas
denunciados por el Sr. Alfredo Horne Lavalle en el distrito de Zapu-
cay. Se ejecutaron algunos trabajos de cateo y se abrieron trincheras y
algún pozo para reconocimiento del filón.

Las minas nuevas “Alfonso” y “Británica” en campos de Gu-


mersindo Gil, mina “Independencia” en campos de Cipriano
Correa y mina “Victoria” en campos de Cándido Moreira, co-
sumen, en 1907 las minas que se encontraban en condicio-
nes en la 6ta. Sección de Rivera son; “Clyde”, “America-
na”, “Florida”, “Rivera”, “Zapucay”, “La Industrial”, “Al-
fonso”, “Británica”, “Independencia” y “Victoria”. Todas
las demás fueron declaradas caducadas.94 El informe es-
tablece que “Las usinas antiguas instaladas en Zapucay y
Cortume que pertenecieron a las antiguas compañı́as mi-
neras se encuentran en estado de abandono y sus maqui-
narias deterioradas, no tanto por el uso sino por la acción
del tiempo, en peor estado la de Zapucay, en la cual para
ponerla en condiciones de funcionamiento, podrı́a aprove-
charse muy poco de lo existente” 95 Las instalaciones eran
vigiladas por una persona para evitar el saqueo.

lindantes entre sı́ ubicadas las cuatro entre arroyos Corrales y


Laureles. Todas ellas denunciadas por Horne Lavalle, se abrie-
ron trincheras y pequeños pozos para el reconocimiento del
filón.

Se ejecutaron con anterioridad a la visita del Inspector, trinche-


ras y pozos de reconocimiento de la veta en las antiguas mi-
nas “Perú” en campo del Dr. Ernesto Chaso y “Esperanza” en
campos del Dr. Cándido La Paz, próxima a Corrales. Denun-
ciadas por Casimiro Castro y trabajadas por Horne Lavalle y el
Ing. Ralph, con el concurso de una compañı́a argentina. Fueron
abandonadas en Octubre de 1905 a causa de dificultades finan-
cieras y debido a la disolución de la Sociedad. Los denunciantes
perdieron su derecho por despueble.

94 En el caso de la mina “Perú” denunciada por Bernardo Garat con-


tinuaba en trámite.
95 CASTELLS, Alberto. “Informe recaı́do con motivo de la Inspec-

ción practicada en las minas de la región aurı́fera de Rivera”. Op. Cit.


Fj. 57.
La declinación de la explotación de oro en 1909
El Ministro de Obras Públicas solicitó datos sobre la
industria minera a su par de Industria para proporcionar
información al Cónsul de Bélgica. El 30 de marzo de 1909
el Jefe interino de la Inspección de Minas Ing. O. Danrée
responde en un informe. “ 1° - Las únicas regiones aurı́fe-
ras hasta hoy conocidas son:
a) Quinta Sección del Departamento de Rivera
b) Parte de la 6° Sección de Rivera
c) Tercera Sección del Departamento de Minas.
d) Primera Sección de Florida
e) Distrito de Pan de Azúcar (Departamento de Maldona-
do)”96
En respuesta a la 2° pregunta formulada por el Minis-
tro de Obras Públicas, Danrée señala que las minas de oro
de la “Societé minas de Rivera” (Cuñapirú, 5° Sec.) son las
únicas que se mantienen en explotación. Son las minas de
cuarzo aurı́fero “San Gregorio” y “Ernestinita”. En ellas se
introdujeron reformas. A través del carril aéreo se trans-
portan hasta Cuñapirú (15 Km), 120 toneladas diarias de
mineral que es beneficiado dı́a y noche en la usina donde
trabajaban 42 obreros.
Carl Guillemain realiza un viaje de estudios por el terri-
torio del Uruguay a resultas de lo cual surge un artı́culo
cientı́fico publicado en 1910 en “Zeitschrift fur Praktische
96 DANRÉE, O. “Informe al Ministro de Obras Públicas”. Informe
inédito. Inspección General de Minas. Libro Copiador. Montevideo: 30
de marzo de 1909. Informe técnico. Museo Geominero del Uruguay -
DINAMIGE. Fj. 92.
de Geologie” de Berlı́n. En ese artı́culo Guillemain señala la
existencia de dos áreas donde hay oro; Zapucay donde se
estaba explotando y donde los ingenios son muy importan-
tes y Minas, donde no se habı́an explotados aún. En el caso
de Zapucay – Corrales afirma que hasta hace poco tiempo
eran las únicas explotaciones existentes en el paı́s.

RESTRUCTURA Y CRISIS.
El año 1909 marca la declinación de la producción de
oro en Rivera. En 1910 se produce la crisis profunda de
las empresas del sector. La respuesta fue la reestructura
de algunas compañı́as y la introducción de nuevos méto-
dos de explotación. Con lo cual se produce en 1911 una
recuperación. En un informe dirigido al Director interi-
no del Departamento Nacional de Ingenieros, Ing. Rober-
to Penco; el Inspector de Minas Ing. Alberto Castells afir-
ma que en 1911 trabajaban en la mina San Gregorio 60
mineros, y 40 peones construyendo 523 m. de galerı́a y
207 m de pozos. Habı́a en la bocamina y pozo principal
gran cantidad cuarzo aurı́fero esperando ser transporta-
do a Cuñapirú para ser beneficiado luego de finalizado el
montaje de nuevas máquinas.97 En tanto en Ernestinita
trabajaban 6 peones abriendo galerı́as en el filón de cuarzo
aurı́fero. En ese mismo informe de 1911 señalaba Castells
que la empresa procedı́a a transformar la usina antigua.98
La compañı́a inglesa “Uruguay Consolidated Gold Mines
97 CASTELLS, A. “Informe del Inspector Gral. de Minas Ing. A. Cas-
tells a Director int. del Dpto. Nacional de Ingenieros, Ing. Roberto
Penco”. Informe inédito. Inspección General de Minas. Libro Copia-
dor. Montevideo: 28 de marzo de 1911. Fs. 154 a 152. Informe técnico.
Museo Geominero del Uruguay - DINAMIGE.
98 Ibı́dem
Ltd.” tomó a su cargo las usinas y concesiones de la com-
pañı́a francesa. Esa reforma consistı́a en cambiar morteros
y pisones destinados a la molienda de mineral. Reforma de
turbinas y colocación de modelos nuevos para aprovechar
mejor la represa del arroyo Cuñapirú, que debı́a producir
fuerza motriz para el funcionamiento de la usina y del ae-
rocarril. Se instaló un taller de cianuración para beneficio
de arenas aurı́feras, aunque en ese año de 1911 no realiza-
ron beneficio de mineral. El mismo año en la mina “San-
ta Bárbara” ubicada próximo al caserı́o “Santa Ernestina”
por cuenta de Cesar y Carlos Castro Aquino, se profun-
dizó el antiguo pozo que tenı́a 10 m. hasta los 32 m. Se
construyeron 4 m. de galerı́a y se extrajeron 70 toneladas
de cuarzo aurı́fero depositados en la boca de la mina. Los
mismos empresarios en el filón “Buenos Aires” constru-
yeron un nuevo pozo de 4 m. de profundidad. En la mina
“Adela” o “San Francisco”, realizaron un pozo de 5 m. de
profundidad y varios cateos. Trabajaron 14 obreros y des-
de Enero de 1911 lo hicieron 9 obreros.99 En 1915 Tomás
Berreta denuncia la mina “Samuel Blixen”, en tanto An-
tonio Ferro hace lo propio con la mina “Buenos Aires”.
Se produce un litigio por la mensura y el amojonamien-
to de las minas dado que la mina “Samuel Blixen” se en-
cuentra en la margen izquierda del arroyo Guayabos en
tanto la mina “Buenos Aires” se encuentra en la margen
derecha. Berreta limpió pozos y galerı́as antiguas abrien-
do trincheras y socavones, extrajo oro y beneficio cuarzo
aurı́fero proveniente de “Santa Bárbara”. En la mina “Bue-
nos Aires” existı́an antiguos trabajos (1885) galerı́as y po-

99 CASTELLS, A. “Informe del Inspector Gral. de Minas Ing. A. Cas-


tells a Director int. del Dpto. Nacional de Ingenieros, Ing. Roberto
Penco”. Op. Cit. Fjs. 154 – 152.
zos derrumbados y abandonados.100 En la “Mina Zapu-
cay” de “Uruguay Gold Field Ltd.” se desmontó la anti-
gua usina. Se comenzó la construcción de otra nueva usina
y el montaje de una máquina a gas de 100 caballos de fuer-
za. Se instalaron pisones para beneficiar el mineral de las
minas; “Tupambaé”, “Oriental” y “La Argentina”. En las
2 primeras se abrieron nueva galerı́a de una extensión de
175 m. y varios ramales y pozos interiores de otros 185
m. En “La Argentina” se limpió la galerı́a vieja y se cons-
truyeron 80 m. de nueva galerı́a. El mineral se encontra-
ba depositado en la boca mina para ser reprocesado en la
usina de Zapucay en construcción. “En estas minas han
trabajado durante el año 500 obreros salvo en las épocas
de convulsión polı́tica” 101 Finalmente el 8 de octubre de
1913 se extiende el tı́tulo de propiedad para 4 concesio-
nes de minas de cuarzo aurı́fero; “Santa Matilde”, “Santa
Ernestina”, “Santa Josefina”, “Nueva Australia”, ubicadas
en la 5° Secc. Judicial de Rivera cuyo concesionario era el
Sr. Nerwel E. Davis.102 Los efectos de la guerra europea
comienzan a sentirse con fuerza en la producción aurı́fe-
ra del Departamento de Rivera, iniciando la irreversible
fase de declive final. En 1914 las compañı́as inglesas cam-
bian de dueños, según informe remitido por la Inspección
de Minas dirigido al Sr. Ministro de Industria. Allı́ se di-
ce que “Según comunicación de fecha 24 del mes de No-
viembre de 1914 recibida en esta Inspección del Sr. Car-
los W. Bayne ex-representante de las compañı́as mineras
en liquidación denominadas “Uruguay Consolidated Gold
Mines Ltd.” y “Uruguay Golfields Ltd.” Estas dos socieda-

100 Inspección de Minas. Libro copiador. Nota a Juez de Hacienda.


Montevideo: 31 de Julio de 1915, fj. 292.
101 Ídem. Fj. 155.
102 Ídem, fj. 242.
des habı́an sido transferidas a los Señores Albert Edwar
Bowen y Sir Henry Bell de Londres” 103 Ellos son entonces
los propietarios de los bonos que constituyen el activo de
dichas sociedades y por tanto propietarios de la mina de
oro San Gregorio y las de Cuñapirú. Su representante era
el Sr. Walter L. Pepper con domicilio en Montevideo, en la
calle Misiones 1513. En ese mismo informe la Inspección
de Minas consideraba fundada la solicitud de Bowen y Bell
de tomar ambas minas como una sola y ası́ trabajando solo
una de ellas, evitaba el despueble de ambas. El fundamen-
to de la Inspección de Minas sobre ese asunto era la crisis;
“...habiendo además reformado y ampliado sus máquinas
con la idea de aumentar la actividad de la explotación y
en atención a las actuales circunstancias de dificultades
financieras debido a la guerra Europea, invocadas como
fuerza mayor en el presente escrito...” 104 Esa crisis de la
industria minera se acrecienta en 1915. Como lo señala la
Inspección de Minas al aconsejar al Ministro desestimar la
invitación del Club Fomento de Minas para celebrar una
exposición Nacional de Minerı́a. “A pesar de tan plausible
iniciativa dado el escaso desarrollo de la industria mine-
ra en el paı́s, no es oportuno, pues si bien existen diversos
minerales en la República es escası́sima la explotación de
minas que al presente está reducido a dos minas, la mina
de Cuarzo Aurı́fero “San Gregorio” en Cuñapirú – Rivera y
la mina de talco “Yacimiento N” del Sr. Manuel Narancio
en Conchillas – Colonia.” 105 Otra serie de minas de oro
fueron denunciadas en diversos Departamentos, la única
con visos de seriedad fue la denuncia realizada por el Arq.

103 Ídem, fjs. 286, 287 (informe de 9 de abril de 1915 dirigido al Mi-
nistro de Industrias).
104 Ídem. Fj. 287.
105 Ibı́dem
Llambı́as de Olivar respecto de la mina “La Mejicana”. De
todas formas detallamos todas las denuncias indicadas en
el informe de la Inspección de Minas de 1908. Finalmen-
te queremos consignar que el Dr. Manuel Herrera y Obes
denunció minas de aluvión y cuarzo aurı́fero en el Depar-
tamento de Rivera.

EL ORO EN EL DEPARTAMENTO DE LAVA-


LLEJA
Dean Funes relata en su “Ensayo de la Historia Civil
del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán” que Enrique Peti-
venit (otras autores señalan que en realidad se llamaba
Henry Petit Benoit), empleado de la Casa de Monedas de
Potosı́, estando de paso por la zona del actual Departa-
mento de Lavalleja, en 1749 encontró oro, diamantes y
topacios. Ese descubrimiento se habrı́a producido en el
Arroyo San Francisco. Funes afirma que también descu-
brió oro y plata en el Campanero. Hay quienes atribuyen
el primer hallazgo de oro al Capitán Manuel Domı́nguez
un año antes. También se dijo que en excavaciones prac-
ticadas en el Cerro Arequita se encontró oro y diamantes.
Esto no fue comprobado en especial las referencias a dia-
mantes y topacios. Sin embargo el rumor se propagó y lle-
garon a la zona buscadores de oro y gemas. Después se
conoció la realidad, es decir, las riquezas no eran tales y
su explotación no era lucrativa, sin contar el continuo hos-
tigamiento de los indı́genas. Luis Enrique Azarola Gil en
“Los orı́genes de Montevideo” señala que el Capitán Pedro
Millán debido a su calidad técnica fue comisionado para
confirmar la existencia de oro, “...y ya bajo el gobierno de
don Agustı́n de Robles habı́a desempeñado una comisión en
las tierras del Uruguay para verificar la existencia de minas
de Oro”106 En 1751 el Coronel Miguel Antonio Escurru-
chea también encontró oro y recomendó poblar la zona. En
1752 el Gobernador da a conocer un Bando en Buenos Ai-
res que textualmente decı́a que por orden del Rey se debı́a
“...promover y laborear las minas de piedra y oro que se
hallen en la otra banda de este rı́o.” 107 Entre 1759 y 1777
Cosme Álvarez, Joaquı́n Susperregui y Miguel Olavarrie-
ta obtienen licencias para buscar oro en Lavalleja. Entre
1759 y 1766 Cosme Álvarez (vecino de Montevideo) reali-
za algunos trabajos en ese sentido, los que terminarı́an en
un total fracaso. Martı́nez Cherro afirma que “En 1767 el
navegante francés Luis de Bougainville en su pasaje por lo
que llama “las Maldonadas” destaca muy a la pasada la Is-
la de Lobos, “la guarnición” que “los españoles tiene en un
poblado” y señala que “se trabaja desde hace algunos años
en sus alrededores en una mina, pobre, de oro” (puede ser
la misma mina que registra Ruperto Fernández, ex alcal-
de de Maldonado y luego ministro de gobierno, en 1882
en “rincón de los Pı́riz”)” 108 Posteriormente se encontra-
ron algunos yacimientos; los del Arroyo Campanero chico,
los del Arroyo el Soldado y los de la llamada Mina Arros-
pide. De esta mina se extraı́a oro en pequeñas cantidades
desde el S. XVIII. Luego se extrajo plata y cobre. Pasó por
la mano de varios propietarios y se asegura que el rendi-
miento era 7 a 9 gr. por tonelada de roca de cuarzo aurı́fe-
ro. Sin embargo un informe de Ledoux de 1960 señala que
el rendimiento de oro por tonelada de roca es de 3.7 grs. y
106 AZAROLA GIL, Luis E. Los orı́genes de Montevideo 1607-1749.
Montevideo: Comisión de Actos Conmemorativos de los 250 años de
Fundación de Montevideo, 1976. P. 122
107 MARTÍNEZ CHERRO, L. Crónicas de la Costa Maldonado Punta del

Este. Francisco Piria y Piriápolis. Corsarios y Piratas. Naufragios. Monte-


video: Ed. de la Banda Oriental, 1999. P. 31.
108 Ídem. P. 38.
20 el de plata. El yacimiento “...ampliamente abierto por
numerosas galerı́as a nivel en el nivel del socavón...” 109 Fi-
nalmente Ledoux concluye que en los alrededores existen
afloramientos cuarzo piritosos, aconsejando la realización
de una prospección en el yacimiento antes de abandonar
el lugar. Mina de oro “La Mejicana” ubicada en Puntas
del Soldado, denunciada por el Arq. Antonio Llambı́as de
Olivar se encontraba en condiciones de ser explotada. El
mismo Llambı́as de Olivar y Carlos Fernández habı́an de-
nunciado otra mina en Puntas del Soldado llamada “Marı́a
Elena”. En 1909 el Inspector Castells se trasladó al Depar-
tamento e inspeccionó las Minas del Soldado manifestan-
do; “...se está procediendo actualmente a la construcción
de una Usina para el tratamiento del Mineral de Oro y a
la instalación de las maquinarias y demás dependencias
de un Establecimiento de relativa importancias lo que de-
muestra el firme propósito que tiene la Sociedad formada
de llevar a cabo la explotación de las Minas de Oro denun-
ciadas.” 110 También estableció en su informe que se hicie-
ron varios pozos de reconocimiento y se abrieron nuevas
galerı́as. En el momento de su visita se estaban instalando
varias máquinas.111 Guillemain en su artı́culo ya citado
de 1910 señala la existencia de oro nativo en diorita, en
la zona del valle del arroyo Soldado. Pequeño afluente del

109 LEDOUX, Jacque. Informe sobre varios yacimientos metalı́feros en


los Departamentos de Lavalleja y Maldonado. Informe inédito. Naciones
Unidas. Misión URU 32c. Montevideo: DINAMIGE, 1960. Contiene
mapas. Informe técnico. (Biblioteca de DINAMIGE). P. 31.
110 CASTELLS, A. “Informe”. Inspección de Minas. Libro Copiador.

Montevideo: 10 Diciembre 1908. Fj. 85


111 Ibı́dem. “...un cancaseur “Dodge”, un molino “Lane Steel Speed

Chiliam” para moler 35 toneladas diarias de mineral (equivalente a


12 pisones), una concentradora “Wilfley” y un motor a gas Polre de 30
caballos”.
Rı́o Santa Lucı́a, 15 leguas al norte de la ciudad de Minas.
Afirma Guillemain que antiguos canales y montı́culos de
mineral darı́an cuenta de la existencia de obras de minerı́a
en la época colonial. Dice que los trabajos se suspendie-
ron a raı́z de los costos derivados del traslado del mineral
hasta la costa. Recién se realizaron algunos intentos de re-
surrección de los trabajos mineros en la región luego de la
llegada del ferrocarril en 1889.
“Sociedad minas de oro del Soldado”. En el informe de
la Inspección de Minas de 1911, se establece que las “Mi-
nas de Oro del Soldado”, son un grupo de minas ubicadas
en la 3era. Sección Judicial de la época, del Departamen-
to de Lavalleja (entonces Departamento de Minas), en las
Puntas del Arroyo El Soldado. Abarcaba las concesiones
“La Mejicana” (108 ha.), “San Gregorio” (168 ha.), “San-
ta Laura” (168 ha.), “La Constancia” (168 ha.) Estas minas
eran laboradas en trabajos de exploración por la compañı́a
de capitales nacionales “Sociedad minas de oro del Solda-
do”. Su presidente era el Dr. Miguel Perea y contaba con
un capital de $ 150.000. En el filón San Julio se profun-
dizó el pozo principal hasta 42 m., teniendo estos trabajos
grandes dificultades debido a la abundancia de agua, de-
biendo instalar bombas de desagüe. Se construyeron tam-
bién varias galerı́as. La usina estaba en proceso de repara-
ción y por eso en esa época no hubo producción de mine-
ral.112 Esta sociedad era propietaria además de las minas;
Nueva Alaska, Alfonso XIII, San Claudio, General Roberts,
San Arturo, Santa Margarita, Perseverancia, Libertad, Pi-
zarro, San Antonio, Gloria, Artigas, Honradez y Nelida, to-
das ubicadas en el Dpto. Lavalleja.113 Otras minas fueron
112 Ídem.Fj. 155.
113 Ídem,fjs. 124 y 125. Instrucciones al Ing. Alberto Trigo para prac-
ticar la mensura. 6.11.1909.
denunciadas en Lavalleja,114 Maldonado, Treinta y Tres y
Florida.115

PRODUCCIÓN DE ORO
En cuanto a la producción de oro podemos decir:

fue muy irregular en el perı́odo estudiado.

En general podemos decir también que el oro obte-


nido en muchos casos no permitió una ecuación fa-
vorable para los inversores.

Cambios tecnológicos y económicos influyeron en la pro-


ducción mundial de oro y en la de Uruguay. Debemos te-
ner en cuenta que en este perı́odo asistimos a cambios técni-
cos en la recuperación del oro. De la amalgamación con
mercurio se pasa a la lixiviación por cianuro, lo que per-
mite recuperar mayores cantidades de oro. También es im-
portante recordar que durante el Siglo XIX se utilizaba el
oro y la plata como moneda. Pero en el Siglo XX sólo el
oro era utilizado para cambiar por dólares, en ciertas con-
diciones. El patrón oro es un sistema monetario que fija
el valor de las monedas (unidad monetaria) en relación a
114 Ídem. Fj. 93. Minas de oro en trámite en los primeros años del S
XX: “Carlota”, “Dolores” y “Santa Elena” esta última en campos de
Blas Risso, todas denunciadas por Ramón Bordas de Peñafort.
115 En los Departamentos de Maldonado, Treinta y Tres y Florida

también se habı́an denunciado minas de oro. Dpto. MALDONADO.


Mina de oro y otros metales denominada “Pan de Azúcar”, denun-
ciada por R. B de Peñafort se encuentra en la etapa de mensura.
Dpto. TREINTA Y TRES. Minas de oro “Nos. 1, 2, 3, 4, y 5” denun-
ciadas por A. Seguı́ trámite iniciado. Dpto. FLORIDA. Minas de oro
“Santa Juana”, “Lavalleja” y “Victoria”, denunciadas por Walter Har-
ley en trámite.
AÑOS COMPAÑÍAS ORO Grs.
1882 Latorre (Minas de Corrales) 7.813
1887-1909 Hnos. Gold Mining Co. (Minas de Corrales) 213.755
1885-1909 Compañı́a Francesa (Cuñapirú) 1.281.454
1889-1894 Golfield of Uruguay (San Gregorio) 633.636
1899-1909 Compañı́a Francesa (San Gregorio) 478.001
1910-1914 Uruguay Consolidate Gold Min. Ltd. (San Gregorio) 868.193
1890-1899 Cı́a. Minas de Oro del Rı́o de la Plata (Zapucay¿?) 58.722
1912-1916 Uruguay Goldfields Ltd. (Zapucay¿?) 44.542
1891-1900 Compañia de Minas Curtume (Curtume) 22.875
1897-1902 Compañı́a Francesa (Santa Ernestina) 11.331

Cuadro 6.1: Producción de oro discriminada por empresa. Tabla


construida por el autor tomando como fuente a Mac Millan, Jaime.
Op. Cit.

una cierta cantidad de ese mineral. Al final de la primera


guerra todos habı́an abandonado el patrón oro. Los paı́ses
beligerantes habı́an emitido mucho dinero fiduciario para
financiar la guerra. Ese dinero no tenı́a el respaldo corres-
pondiente en oro. Los bancos utilizaron moneda extranje-
ra para acumular reservas. En la conferencia de Génova de
1922 se adopta el patrón cambio oro, que consistı́a en que
las monedas de cada paı́s ya no estaban vinculadas direc-
tamente al oro, sino a una moneda central. Esta moneda
era convertible en oro, esas monedas eran la libra esterlina
y el dólar. En Uruguay hubo interés de varias embajadas
extranjeras por la producción oro.116
116 Por medio de una nota el Ministerio de Relaciones Exteriores so-
licita datos de producción de oro para la legación de Francia. La Ins-
pección de Minas en nota firmada por el Ing. Castells contesta el 23
de Abril de 1908 que la producción durante 1907 fue de;

oro producido.................Kgs. 117, 917

valor................................$ 51.883, 48.


AÑO ORO Grs AÑO ORO Grs.
1882 7.813 1901 71.889
1885 64.284 1902 131.080
1886 85.009 1903 102.000
1887 63.904 1904 65.113
1888 25.734 1905 70.032
1889 139.261 1906 81.510
1890 207.695 1907 117.917
1891 212.883 1908 102.395
1892 121.579 1909 13.112
1893 102.230 1910 0
1894 34.511 1911 179.852
1895 61.126 1912 164.078
1896 55.958 1913 112.789
1897 33.921 1914 50.746
1898 72.047 1915 32.115
1899 56.362 1916 2.530
1900 70.824 1917 •

Cuadro 6.2: Producción de oro del Departamento de Rivera 1882-


1916. Tabla construida por el autor tomando como fuente a Mac
Millan, Jaime. Op. Cit.
AÑO TONELADAS AÑO TONELADAS AÑO TONELADAS
1900 495.000 1911 890.000 1922 884.000
1901 526.000 1912 1.000.000 1923 1.270.000
1902 555.00 1913 996.000 1924 1.360.000
1903 596.000 1914 938.000 1925 1.530.000
1904 660.000 1915 1.060.000 1926 1.510.000
1905 713.000 1916 1.420.000 1927 1.520.000
1906 724.000 1917 1.430.000 1928 1.730.000
1907 721.000 1918 1.430.000 1929 1.950.000
1908 744.000 1919 994.000 1930 1.610.000
1909 828.000 1920 959.000 • •
1910 858.000 1921 558.000 • •

Cuadro 6.3: Producción mundial de oro. 1900-1930. Fuente


USGS.
Figura 6.1: Producción de Oro en Dpto. de Rivera. 1882-1916
Figura 6.2: Producción Mundial de Oro. 1900-1930. Fuente
USGS.
COBRE
El cobre es conocido desde la antigüedad y fue tal vez
el primer mineral en ser utilizado para la fabricación de
utensilios, armas y elementos decorativos. En la actuali-
dad sus principales usos son: en la fabricación de resisten-
cias eléctricas, cables, maquinaria eléctrica, señalización,
electro imanes, equipos de comunicaciones, etc. También
fue usado como moneda, utensilios de cocina, en pigmen-
tos, en la composición de insecticidas y fungicidas para la
agricultura. En cuanto a los antecedentes de su explota-
ción en el Uruguay, Reyes señala que en Minas, “A princi-
pio del S. XIX se trabajó una mina de cobre dio cada libra
de piedra 3 y 4 onzas de cobre.” 117 Reyes no ubica con
precisión esta mina. Según Justo Maeso “. . . en 1854 se ini-
ciaron grandes trabajos en las minas de cobre del Soldado,
en Minas, por una compañı́a anónima.” 118 Por varias cau-
sas incluida la guerra civil, la empresa quebró y “. . . sus
laboriosos y progresistas iniciadores Sres. Gowland, Lafo-
ne y otros, arruinándose esa compañı́a. . . ” 119 El 10 de Oc-
tubre 1882 la Mina de Bonilla ubicada en Pan de Azúcar
fue visitada por Eduardo Martı́nez Rovira que describe en
su libro la existencia de un túnel de 10 m. aproximada-
mente y relata que estaba construyéndose una galerı́a en
ese momento. El capataz le informó que la mina estaba

117 REYES, José Marı́a. Descripción Geográfica del territorio de la


República Oriental del Uruguay acompañada de observaciones geológicas
y cuadros estadı́sticos con un atlas topográfico de los Departamentos del
Estado. Montevideo: Establecimientos Tipográficos y Litográficos de
Luciano Megf, 1859. P. 283. Cada 1 libra de piedra equivale a 453 grs.
y 3 o 4 onzas de cobre equivalen a 85 ó 113 grs.
118 MAESO, Justo. Las riquezas minerales del Uruguay. Op. Cit. Pp. 71-

72.
119 Ibı́dem
en fase de liquidación porque su propietario el Sr. Leza-
ma radicado en Buenos Aires habı́a dado quiebra.120 Mina
Oriental o La Constancia. Ubicada 30 Km al S. de la ciu-
dad de Minas en las nacientes del arroyo Pan de Azúcar.
Desde 1754 se conocı́a la existencia de cobre en esta zona.
Según Bossi estaba en producción entre 1850 – 1870.121
“La mina La Oriental – y posiblemente también sus fi-
lones vecinos: Cervantes, y Esperanza- es muy vieja; ya
Andrés de Oyarvide en 1785 la menciona- aunque sin dar-
le ese nombre por supuesto-, diciendo que a cuatro leguas
de Minas- esa es precisamente la distancia exacta- se en-
cuentra una mina de cobre, por lo menos tan importan-
te como la que con anterioridad habı́a denunciado Ola-
varrieta. También el nombre del arroyo que nace en sus
inmediaciones la remite al siglo dieciocho. . . ” 122 Según
Ave Lallemant “...la mina La Oriental trabajada por los es-
pañoles, datan según algunos historiadores del año 1600,
según otros de 1754. Los mineros fueron asesinados aquı́
por los indios Charrúas.” 123 A mediados del S. XIX un mi-
nero argentino Pı́o Aguirre continúa los trabajos en la ga-
lerı́a principal ya existentes y realiza dos pozos y los pi-
ques de ventilación Pı́o Aguirre. Prosiguió con la extrac-
ción de cobre. En 1878 los Sres. Paraldi, Cabal y Cı́a. de-
nunciaron esa mina, posteriormente pasarı́a a manos de

120 MARTÍNEZ ROVIRA, Eduardo. A pie y a caballo. Apuntes del cam-


po de Maldonado. Montevideo: [s. n.], 1974. P. 93.
121 BOSSI, J. Recursos Minerales del Uruguay. Op. Cit. (1978). P. 120,

luego se reactivó la producción entre 1936-1939.


122 MARTÍNEZ ROVIRA, Eduardo. A pie y a caballo. Apuntes del cam-

po de Maldonado. Op. Cit. P. 41.


123 AVE LALLEMANT, Germán. “Apuntes Mineros de la República

Oriental”. En; Anales de la Sociedad Cientı́fica Argentina. Rosario de


Santa Fe: Octubre 1883, trascripto por la Revista de la Asociación Ru-
ral del Uruguay”, en el número de 15 de febrero de 1884.
J. G. Lezama y Cı́a. Mac Millan señala que una pequeña
planta para obtener cobre estuvo trabajando en 1880 en
la mina. Marstrander afirma que en una relación de 1880
se habla de una mina en Pan de Azúcar perteneciente al
Sr. Bonilla, la que probablemente coincida con “La Cons-
tancia” registrada en Juzgado de Hacienda por el Dr. Es-
tebarrena. Hacia 1883 se encontraba en explotación.124 La
compañı́a que extraı́a el cobre utilizaba fuerza hidráulica,
en 1915 todavı́a podı́a verse la caseta de la rueda. Conta-
ba según Marstrander con un importante plantel de ma-
quinarias para la época y la chimenea del horno indicaba
que al menos parte del mineral era procesado al pie de la
mina. La Oriental estaba situada en las proximidades del
arroyo Oriental, 1 Km. al S. de la cuchilla Carapé. “La mi-
na fue servida por un pozo torrado de ladrillo de 3,5 mts.
de diámetro y 70 de profundidad y por una galerı́a 360
mts. de longitud, los trabajos se extienden 300 a 350 mts.
al sud oeste con un pozo inclinado a los 275 mts. y dos
de extracción entre ellos. La inclinación es de cerca de 75°
al noroeste. La única vena que se ve en el corte abierto es
angosta pero el “chapeau de fer” en el extremo sudoeste
muestra un ancho de más de un metro.” 125 Según afirma
Ave Lallemant, en el citado artı́culo de 1883, en el “...Pi-
que Aguirre se está armando una bomba a vapor, -munido
de un condensador Holmen-Tangye, subterránea, directa,-
y una vez desaguado este pique, allı́ pronto se dará con los
bronces amarillos...” 126 El 26 de mayo de 1883 Martı́nez
Rovira señala que se estaban abriendo varias galerı́as en

124 Ibı́dem
125 MAC MILLAN, J. G. Recursos minerales del Uruguay, Montevi-
deo”. Montevideo: Centro de Estudiantes de Ingenierı́a y Agrimensu-
ra, 1932. En; Revista Ingenierı́a. 8 (28). Pp. 15-16.
126 AVE LALLEMANT, G. Op. Cit.
diversas direcciones, el túnel tenı́a 27 m. de profundidad.
Tres de las galerı́as estaban inundadas esperando las bom-
bas que viera armar Lallemant. Habı́a 80 hombres traba-
jando y un Ingeniero. Se estaba construyendo una repre-
sa para la instalación de un nuevo molino de agua en el
lado opuesto del rı́o. Martı́nez Rovira visitó las ruinas es-
pañolas allı́ existentes.127 Según Ledoux, cuando en 1960
visitó la mina, el pozo Aguirre estaba inundado. Walther
señalaba en 1919 que los yacimientos minerales de cobre
ocupaban una posición geológica indefinida. “El criadero
más importante es aquel de la mina “La Oriental”, (lla-
mada también “La Constancia”), situada en las nacientes
del A. Pan de Azúcar, cerca del lı́mite de los Dep. de Mi-
nas y Maldonado. Se trata en el presente caso –como he
observado durante una breve estadı́a en la galerı́a todavı́a
bien accesible- de una zona de un espesor de más o menos
tres metros, entremetida en el rumbo de la filita (NE – SW
hasta N-S, inclinación 80º al SE), zona irregularmente im-
pregnada de pirita y de pirita de cobre y muy dislocada,. . .
[. . . ] R. Marstrander indica según dı́ceres, un contenido de
8 a 19 % de cobre.” 128 Según Marstrander129 en 1915 la
mina contaba con un socavón maestro de m. 360 de longi-
tud y de m 1,80 x m. 1,80 de alto y ancho. A m. 175 de la
entrada hay dos galerı́as cortas y dos pozos de ventilación.
A corta distancia hay un pozo de m. 70 de profundidad
127 MARTINEZ ROVIRA, Eduardo. A pie y a caballo. Apuntes del cam-
po de Maldonado. Op. Cit. Pp. 93.
128 WALTHER, K. ”Lı́neas fundamentales de la estructura geológica

de la Rep. O. del Uruguay”. En; Revista del Instituto de Agronomı́a.


Montevideo: Instituto de Agronomı́a, 1919. 2ª. Ser. 3, 1918. P. 164.
129 MARSTRANDER, Rolf. “Informe preliminar sobre las riqueza mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. En; Instituto de Geo-


logı́a y Perforaciones. Boletı́n Montevideo: Talleres Gráficos del Esta-
do, 1915. N° 2. Pp. 31 y 32.
pero sin comunicación con el resto de la mina. El Ing. Jac-
ques Ledoux en un informe redactado en 1960 llega a la
siguiente conclusión: “NOS ENCONTRAMOS: pues, AN-
TE UN FILON (sic) POCO POTENTE, MUY IRREGULAR,
CUYA MENA PRESENTA, EN LA CORRIDA MEJOR MI-
NERALIZADA DE LAS CONOCIDAS, LEYES FRANCA-
MENTE BAJAS SIN PROBABILIDAD DE MEJORAMIEN-
TO: LA CONCLUSION (sic) DE TALES HECHOS ES QUE
EL YACIMIENTO “LA ORIENTAL” NO SE PUEDE EX-
PLOTAR ECONOMICAMENTE (sic) EN LAS CONDICIO-
NES ACTUALES, CON LA SALVEDAD DE LO QUE PUE-
DA REVELAR UNA PEQUEÑA LABOR DE RECONOCI-
MIENTO - QUE RECOMIENDO MAS ABAJO.” 130 La mi-
na “La Uruguaya” dista 4 leguas al S., habı́an sido denun-
ciadas por Walter Harley. A fines de la década del 1920
Walther señalaba que dicho criadero serı́a explotable sı́ su
ubicación con respecto a las vı́as de comunicación fuera
mejor. Pero aunque tal caso se diera serı́a necesaria una
inyección de capital para “resucitar” la industria. Propo-
ne movilizar el capital necesario en Argentina y Uruguay
ya que ambos serı́an beneficiados con la explotación. Esta
mina fue trabajada por una compañı́a que tenı́a un par-
que de maquinarias extenso. Contaba con un edificio que
en 1915 estaba en buenas condiciones y se conservaba la
chimenea de un horno para fundición, lo que indica que
parte del material era tratado en la mina. La fuerza motriz
era provista por una corriente de agua próxima al socavón.
Existieron negociaciones entre el propietario y una com-
pañı́a estadounidense para vender la mina en $ 120.000,

130 LEDOUX, Jacques. Informe sobre varios yacimientos metalı́feros en


los Departamentos de Lavalleja y Maldonado. Op. Cit. Pp. 10 y 11,
(mayúsculas en el original).
pero fracasaron.131 Otra mina de cobre, cinc y plomo fue
la mina “Apolonia”, denunciada por Manuel Pasqualeti.
Luego llamada “Volta” denunciada por Cesar Baragiola.132
La mineralización según Ledoux es pobre de cobre oxida-
do. Las labores antiguas se extienden 200 m. “...con una
pequeña zona de bonanza, de 40m x 25m, [...] Según el
informe del Sr. Sacco, la ley no pasarı́a del 5 % de plomo
y 4 % de zinc, inaprovechable en la zona buena.” 133 Le-
doux desaconseja los estudios en esa zona en virtud de lo
no rentable de su explotación. Se habı́an realizado labores
subterráneas de 200 m. Federico Brito del Pino habı́a de-
nunciado la “Mina Gral. Burgueño”, ubicada en Pan de
Azúcar.
Es interesante lo que expresa en 1883 el Ing. Ave Lalle-
ment sobre el mercado del cobre; “No siempre el mercado
de este metal estará como hasta aquı́ tiranizado y explota-
do por el comercio inglés, como exclusiva.” 134

PLOMO
El plomo es conocido desde tiempos bı́blicos. Fue uti-
lizado por los romanos para soldar con estaño. Fue usa-
do para fabricar los tipos de imprenta, forrar cables, tu-
berı́as, soldadura, baterı́as, pigmentos en pinturas, aditivo
en la gasolina, municiones, lubricantes, industria del vi-
drio e insecticidas. Además se usa en la industria quı́mica,
en la construcción y en la industria bélica. Forma aleacio-
131 MARSTRANDER, Rolf. “Informe preliminar sobre las riqueza mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 32.


132 Inspección de Minas. Libro Copiador. Fj. 310, registro de fecha

27.10.1915.
133 LEDOUX, J. Op. Cit. Pp. 32-33.
134 AVE LALLEMENT, Germán. Op. Cit.
Figura 6.3: Producción Mundial de Cobre. 1900-1930. Fuente
USGS.
nes con numerosos metales. Su importancia creció en el
S. XIX cuando se conocieron sus propiedades industriales.
La Galena es sulfuro de plomo (PbS), se trata de un mi-
neral del grupo de los sulfuros, es una de las principales
menas de plomo. Puede ir acompañada de otros minerales
como son cobre o plata. Podemos encontrarla en el Depar-
tamento de Lavalleja. Según Orestes Araújo se extrajeron
en Lavalleja varios cientos de toneladas de galena las que
iban a ser exportadas a Europa, por no existir en el paı́s
una industria dedicada a su transformación.135

Mina Reus o Ramayo

De esta mina se extrajo plomo argentı́fero. Estaba ubi-


cada en la margen del Arroyo Minas Viejas, tributario del
San Francisco, a 10 Km. de la ciudad de Minas en campos
de la sucesión Ramayo. Denunciada por Ramón Bordas de
Peñafort. El mineral es galena con cuarzo. Durante la Gue-
rra Grande (1839-1851) según afirma Maeso, Oribe envı́o
trabajadores para reactivar la mina y obtener plomo pa-
ra las bala. Dice Maeso que; “En 1844 las exigencias de la
feroz guerra civil indujeron á explotar una de las abun-
dantı́simas minas de plomo que hay en Minas. Nos consta
que el general Oribe envió algunos obreros y poceros á la
mina de Ramayo, de donde mal o bien se extrajeron algu-
nas carradas de plomo, que derretidas sirvieron en el cam-
pamento del Cerrito para fundir balas, como también se
sacó mineral para el mismo destino de otro punto inme-
diato á la calera de Gorriti.” 136 Marstrander señala que:
135 ARAÚJO, Orestes. Tierra Uruguaya Descripción Geográfica de la
República Oriental de Uruguay. Montevideo: Librerı́a y Papelerı́a “La
Nación”, 1913. P. 95.
136 MAESO, J. Op. Cit. Pp. 99-100.
“Juzgando por los restos de la antigua instalación y el ta-
maño de los terreros, esta mina debe haber sido laboreada
en una considerable extensión en años anteriores. El pozo
maestro, hecho sobre la veta, es de unos 3x6 metros y las
paredes son de albañilerı́a. Este pozo está lleno de agua
hasta unos 25 metros de la superficie. Por encima del nivel
del agua puede verse una galerı́a que cruza el pozo á lo lar-
go de la veta.” 137 Esa galerı́a intercepta otro pozo. Un viejo
malacate para caballos en el exterior indica que el mineral
era izado por el trabajo de los equinos. El laboreo fue aban-
donado probablemente en 1901. El Dr. Maurice Lamme y
el Ing. Marstrander visitaron el lugar. Ledoux en el infor-
me citado recomienda realizar un reconocimiento en la zo-
na con poco gasto. Señala la carencia de información acer-
ca de los estudios o referencias sobre las mineralizaciones
en la zona N. Esa carencia alentó la construcción del anti-
guo socavón muy costoso. “Pero hoy en dı́a no tenemos tal
información: solo sabemos de labores abandonados sin dar
lugar a explotación, y observamos afloramientos y escom-
breras pobres, con corridas mineralizadas cortas.” 138 Dice
además que es “...difı́cil pensar que los antiguos habrı́an
empezado un socavón tan costoso si no se hubiera teni-
do referencias alentadoras de la mineralización en la zona
norte.” 139 La empresa estatal U.T.E. toma posesión de esta
mina para su explotación en marzo de 1935 y su laboreo
fue realizado hasta febrero de 1938 cuando cesaron todos
los trabajos.

137 MARSTRANDER, Rolf. “Informe preliminar sobre las riqueza mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 35.


138 LEDOUX, J. Op. Cit. P. 23.
139 Ibı́dem
Mina Valencia

Ubicada en el valle San Francisco, 10 a 15 Km. al Sur


de la ciudad de Minas. El mineral es galena y dolomita de
muy buena calidad. Según el Ing. Garau fue descubierta y
explotada por los españoles durante el S. XVIII para obte-
ner plomo. “Descubierto y explotado por los españoles (de
ahı́ el nombre Valencia) hacia fines del Siglo XVIII, con la
finalidad de obtener plomo a partir de la galena que acom-
paña a la Dolomita, representa también la mayor mina de
plomo conocida en el paı́s.” 140 En 1852 la mina estaba en
producción. Los trabajos en estas minas habrı́an sido sus-
pendidos en 1868. Marstrander nos indica que se realiza-
ron labores importantes, abriéndose varios tajos y una ga-
lerı́a de prospección. En 1930 se hace cargo U.T.E. de los
trabajos pero el fracaso fue total. En 1949 se otorga la con-
cesión a los sucesores del último propietario Dı́az Ayala,
iniciando las actividades que se desarrollaron por varios
años. La dolomita es una caliza que se utiliza en la indus-
tria siderúrgica y en la construcción.

HIERRO
Es conocido desde la antigüedad. Dio nombre a un perı́odo
de la historia humana; Edad de Hierro y fue utilizado pa-
ra fabricar armas y enseres domésticos. Modernamente su
principal aplicación es en la industria siderúrgica. Una alea-
ción de hierro se considera acero si tiene menos del 2,1 %
de carbono. El hierro es la matriz donde se alojan otros
elementos aleantes. El acero es indispensable en la indus-
140 GARAU, Juan. Informe interno. Informe inédito. DINAMIGE. Mon-
tevideo: 15 de marzo de 1985. (Biblioteca DINAMIGE) Informe técni-
co.
tria automotriz, la industria naviera y como elemento es-
tructural en la industria de la construcción. A partir de la
Revolución Industrial la demanda de hierro creció de ma-
nera continua. “Muchos paı́ses exportan hierro, desde los
subdesarrollados a los desarrollados. Ello no modificará la
actual distribución de potencialidad económica, sino que
por el contrario tenderá a agudizar las diferencias. Debe-
mos estar alerta frente a esa situación, que para la ma-
yorı́a de los paı́ses es irreversible a corto plazo, pues ya
han entregado sus yacimientos a los capitales internacio-
nales, que los utilizan según una estrategia que no respon-
de a las conveniencias del paı́s que posee los yacimien-
tos.” 141 Bossi observa el problema desde el paradigma de
desarrollo actual. El afirma; “Para los paı́ses en desarro-
llo representa algo más: la posibilidad de poner en marcha
el proceso industrial clave de su progreso económico. Esta
riqueza fundamental, junto con las fuertes de energı́a, de-
be ser en consecuencia explotada y usufructuada por toda
la sociedad, como fuente de trabajo, como punto de parti-
da de un sinnúmero de industrias paralelas, como recurso
económico nacional.” 142 El hierro aparece en la naturaleza
formando parte de varios minerales; hematitas, limonitas,
magnetita, pirita e ilmenita. Marstrander señala en 1916
que en Cerro Valentı́n y Cerro Mulero, al N. de Nico Perez,
en el Dpto. de Florida, “existı́a una densa impregnación
de magnetita”.143 Marstrander ya conocı́a la existencia de
hierro en Valentines. Según Bossi los yacimientos impor-
tantes distantes 10 Km. de Cerro Mulero, fueron descu-
biertos por Walther en la década de 1930. Marstrander da

141 BOSSI, J. Op. Cit. (1978). P. 62


142 Ibı́dem
143 MARSTRANDER, “Informe preliminar sobre las riqueza minera-
les de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 9.
cuenta además de la existencia de hierro y manganeso en
Cerro Papagayo y Cerro Imán, extendiéndose ramales ha-
cia cerros colindantes. El depósito está ubicado en la orilla
izquierda del arroyo Zapucay a 19 Km. de Minas de Corra-
les, en el Departamento de Rivera. Según Guillemain en la
Cañada de la Piedra de Fierro, Dpto. Cerro Largo, existı́a
un yacimiento de mineral muy puro. Se ubicaba en una zo-
na con escasez de vı́as de comunicación entre el paraje y la
estación ferroviaria. Pero esta no era la única dificultad pa-
ra explotar el yacimiento, sino que se debı́a luchar con las
condiciones geológicas poco favorables (buzamiento casi
vertical).144 A 40 Km. de la ciudad de Minas, Marstrander
informa de un depósito de mineral de hierro en Piedra del
Gigante, próximo al arroyo Molles, el cual serı́a bastante
extenso. Finalmente en el Departamento de Florida, en el
paraje Mendoza, en el siglo XIX se explotaba hierro. “La
cantera de hierro está instalada en el Repecho de Costa, el
cual recibe su nombre del comercio iniciado en 1902 por
Pascual Costa. La veta de hierro que se presenta en estos
cerros fue explotada en forma de túneles a fines del siglo
XIX. Abandonada por derrumbes, comenzó a ser trabaja-
da a cielo abierto. Hoy se extraen de la misma aproxima-
damente 500 toneladas mensuales de piedra con un con-
tenido de hierro en distintas combinaciones del 50 %. Este
material es utilizado en la fabricación de portland...” 145
144 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales y
rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay”. Op. Cit. P. 42.
145 IZAGUIRRE, Ricardo de. “En la puerta sur del Departamento

Mendoza: entre la historia, las canteras y el turismo”. En; Comisión


Municipal de Patrimonio Departamental de Florida. Edición especial
de fascı́culos de EL HERALDO, conmemorativa del 150a Aniversario de
la Creación del Departamento de Florida. Florida: El Heraldo S. A. -
Comisión Municipal de Patrimonio Departamental de Florida, 2006.
Fascı́culo No. 8, p. 7.
PERIODO MILLONES DE TON.
1900-1909 1.077
1910-1919 1.397
1920-1929 1.425
1930-1939 1.485

Cuadro 6.4: Producción mundial de hierro 1900-1939. Tomado de


BOSSI, J. (1978).

Para el perı́odo que nos ocupa, según Bossi,146 la produc-


ción mundial de hierro fue de 3.899 millones de toneladas
(1900-1929).

Figura 6.4: Producción mundial de hierro según Jorge Bossi. 1900-


1939.

146 BOSSI, J. Recursos Minerales del Uruguay. Op. Cit. (1978). P. 62.
Donde indica (fuente NN.UU. 1955 y Congreso ILAFA). Estos núme-
ros difieren de los datos proporcionados por Servicio Geológico de
EE.UU. Tal vez se deba a que USGS. carece de registros hasta 1904
MANGANESO
El dióxido de manganeso ya fue encontrado en pintu-
ras rupestres utilizado para dar color negro. Egipcios y ro-
manos los usaron para colorear vidrio. En la naturaleza se
encuentra conformando gran cantidad de minerales. En-
tre los minerales de importancia industrial que ocurren en
Uruguay encontramos; psilomelano y pirolusita. En el S.
XIX se comenzó a utilizar el manganeso en aleaciones de
acero, y en 1816 se comprobó que endurecı́a el acero sin
hacerlo frágil. Su principal aplicación consiste en la for-
mación de aleaciones. Con Hierro forma aleaciones como
ferro-manganeso de alta dureza utilizada en la fabricación
de aceros especiales. El dióxido de manganeso (pirolusi-
ta) se usa en pilas, pinturas, barnices, coloreado de vidrio
y cerámica, y además en la preparación de yodo y cloro.
El permanganato de sodio y potasio se utiliza como desin-
fectante y oxidante. El sulfato de manganeso se utiliza en
la industria textil para teñir algodón. La manganina alea-
ción de Cu, Mn y Ni, se utiliza para la fabricación de resis-
tencias y cables. “...las necesidades de este metal son muy
grandes y su precio relativamente bajo, por lo que sólo re-
sultan rentables aquellos depósitos que tienen grandes di-
mensiones y una buena ley, en general no menos del 35 %.
-expresado en manganeso.” 147

Departamento de RIVERA
La Inspección de Minas señala que las minas de manga-
neso se encuentran en Zapucay, Departamento de Rivera.
Están ubicadas en el denominado Cerro Papagayo, desde
147 GARAU, Miguel. Yacimientos de Manganeso en el Uruguay. Informe
inédito. DINAMIGE. Montevideo: 6 de Noviembre de 1991. Informe
técnico. (Biblioteca de DINAMIGE).
el Este hacia el N. La compañı́a que pretendı́a explorarlos
era la “Uruguay Manganese Company.” Esta empresa po-
seı́a 9 concesiones. La concesión tenı́a 648 Ha. c/u. El per-
sonal que allı́ trabajaba variaba entre 15 y 30 obreros bajo
la dirección de un experto. Se abrieron varios pozos y trin-
cheras y 6 galerı́as. Una de 1001 m., otras de; 40 m., 8 m.,
70 m. (filón de 5 m. de espesor, el mineral óxido de man-
ganeso) y la última de 27 metros (el mineral pirolusita).
La galerı́a restante fue abandonada por desmoronamien-
to. El análisis del mineral extraı́do arroja buenos resulta-
dos, cuyo promedio varı́a entre 54.114 y 75.690 % de óxi-
do de manganeso.148 Walther señala que “Por desgracia ha
sido abandonada completamente la explotación de vastos
yacimientos de hierro manganesı́fero...” 149 ubicados en el
Departamento de Rivera. Tanto Walther como Guillemain
han descrito su extensión hasta el Cerro Vichadero, ubi-
cado en la margen oriental de la Isla Cristalina Riverense.
Este paraje presentaba la dificultad de que no tenı́a comu-
nicación con la vı́a férrea. J. D. Kendall, realizó 2 informes
referentes al Cerro Papagallo y Cerro Imán: Dos depósitos
de mineral manganesı́fero en el Uruguay – Sud América. Fe-
chado el 13 de junio de 1910.150 Ubica la propiedad a 12
millas al S.E. de Corrales, señala que abarca 6200 acres e
incluye 4 concesiones. Se realizaron en el Cerro Papagayo 5

148 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Fjs. 156 – 157. Nota de


fecha 28.3.1911, dirigida al Director interino del Departamento de In-
genieros, Ing. Roberto Penco.
149 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales

y rocas explotables en la República Oriental del Uruguay”. En; Revis-


ta de la Facultad de Agronomı́a. Montevideo: Facultad de Agronomı́a,
Enero de 1932. No. 6. P. 42.
150 KENDALL, J. D. Dos depósitos de mineral manganesı́fero en el Uru-

guay – Sud América. Informe inédito. Montevideo: 13 de junio de 1910.


Informe técnico. (Biblioteca DINAMIGE. Informe No. 188).
galerı́as y 12 zanjas. En el Cerro Imán varias zanjas. El pro-
medio de manganeso de las muestras extraı́das es de 20.83
y de hierro 32.23, sı́lice 9.38. En el Cerro Imán el prome-
dio de hierro era algo mayor. Kendall señala que el mineral
ideal para transportar lejos, debe ser de manganeso 53 %.
En sus conclusiones dice que se trata de un enorme cria-
dero de mineral, pero su calidad no compensa el costo del
flete a Europa o los EE.UU. En su segundo informe: Sobre
los yacimientos de mineral manganesı́fero del Cerro Papagay
y el Cerro Imán en el Uruguay. (Sud América), fechado el 27
de marzo de 1912. Informa que se extendieron las galerı́as.
Se continuó realizando zanjas y extrayendo muestras. En
las conclusiones señala que el mineral hallado es de cali-
dad demasiado baja para ser explotado con ganancias.151
El transporte es un elemento que encarece la potencial ex-
tracción de manganeso. “Mr. Byne, Director General del
Ferrocarril Central del Uruguay, me informó que la tarifa
de carga desde el Cerro Papagay hasta Montevideo,- des-
pués de construı́do (sic) un ramal de aproximadamente
40 millas de largo hasta los depósitos de mineral – serı́a
de acuerdo con la lista de fletes actuales, $ 2,73 o 11 ch.
7p. por tonelada.” 152 Según Kendall no existen datos so-
bre los fletes marı́timos para minerales. Pero el agente de
la Royal Mail Steam Packet Company informó que la ta-
rifa para granos desde Buenos Aires en 1909 variaba de
8 a 12 chelines 6 peniques, y el promedio era de 10 ch.
con 4 ¾ p. En el caso del carbón de Gales del Sur en pro-
medio entre 1900 y 1909 era de 11 ch. 0,61 p. “Desde las

151 KENDALL, J. D. Sobre los yacimientos de mineral manganesı́fero del


Cerro Papagay y el Cerro Imán en el Uruguay. (Sud América). Informe
inédito. Montevideo: 27 de marzo de 1912. Informe técnico. (Bibliote-
ca DINAMIGE).
152 Ídem.
mismas minas (de Gales) y, por el mismo perı́odo, la tari-
fa promedial hasta Buenos Aires, era 11 ch. 0.66p. y hasta
Rı́o de Janeiro 12 ch. 0,39 p.” 153 Poco después Marstrander
informará sobre el manganeso de Cerro Imán y Cerro Pa-
pagayo, Zapucay, Dpto. Rivera. Describe los cerros y pre-
senta el análisis detallado de las muestras, señalando que
su contenido es de término medio. Afirma que por medio
de tajos abiertos se podrı́a extraer hasta ochenta millones
de toneladas. Afirma que hay 9 concesiones con un área
de 9.000 hectáreas154 propiedad de “Uruguay Mangane-
se Company”. Se excavaron en un trabajo preliminar 200
trincheras, varios socavones y galerı́as para examinar los
depósitos.155 Para Marstrander existieron proyectos de ex-
tender la red ferroviaria hasta el Cerro Papagayo desde Es-
tación Pampa, en Tacuarembó. Más recientemente el Ing.
Garau describió esta zona. “Constituye un complejo mine-
ralizado que se prolonga en una cadena de elevaciones del
orden de 100 mts. sobre la penillanura que los rodea, de-
nominados; Cerro Papagayo, Bonito, Manganeso, Picudo,
Avestruz e Higuera Seca, dispuesto el conjunto en direc-
ción NW-SE totalizando una longitud de unos 4,2 Kmts.
incluido los valles que los separan, no siempre exentos de
mineral. Se ha catalogado como yacimiento de hierro man-
ganesı́fero.” 156 Está ubicado a 20 Km de Minas de Corra-
les. Muchas muestras han sido analizadas con resultado
variable y en muchos casos tendenciosos. “Las estimacio-
153 Ídem.
154 Este número contradice las 648 ha por cada una de las 9 concre-
ciones informado por la Inspección de Minas.
155 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. En; Revista del Minis-


terio de Industrias. Montevideo: Ministerio de Industrias, Marzo 1916.
Año IV, No. 21. Pp. 15-16.
156 GARAU M., Op. Cit.
nes que se han hecho, van de 8:500.000 ton. aprovecha-
bles hasta cifras del orden de los 60:000.000 ton....” El Ing.
Garau afirma que puede catalogarse este yacimiento como
bajo en manganeso y alto en material estéril. Sin embar-
go señala que diversos estudios de distintas consultoras
concluyen que se trata de un yacimiento complejo, “...mal
estudiado de minerales de hierro y manganeso, de dudo-
so aprovechamiento industrial en la actual situación del
mercado internacional.” 157 Esos informes plantean tam-
bién la necesidad de nuevos estudios en zonas vecinas para
conocer definitivamente el real potencial del yacimiento y
reconocer la existencia de menas de mejor calidad. En la
antigua 6ta. Secc. del Dpto. Rivera fueron denunciadas 2
minas de manganeso denominadas “San Gregorio” y “Co-
loso” ubicadas en Sierra Areicuá por Gustede y Zapiain. Se
habı́an iniciado los trabajos de ordenamiento para poner-
las en explotación.

Departamento de SAN JOSÉ


El mineral se encuentra sobre ambas orillas del arroyo
Guaycurú. Según Marstrander, hasta 1876 se trabajó en 6
ó 7 minas, pero se abandonaron los trabajos debido al bajo
precio del mineral y la importancia de las obras que habı́a
que realizar.158

Departamento de MONTEVIDEO
El Arq. Antonio Llambı́as de Olivar realizó un estudio
acerca de la ”Mina Adelaida” y ”San Mateo” en Montevideo.
157 Ibı́dem
158 Elinforme citado (Cfr. ; GARAU, M. 1991) señala que solo 15.000
de las 100.000 ton. que se estiman existen tendrı́an real valor por lo
cual ha sido desestimado el yacimiento.
Investigó también la zona de Miguelete en el Departamen-
to de Colonia. Pero según Walther “La situación más favo-
rable entre los yacimiento manganesı́feros del Paı́s, tanto
para la explotación como para la exportación, la poseen
las minas de San Mateo (carrasco) y especialmente, por las
obras ya ejecutadas, de Adelaida, en la desembocadura del
arroyo Pantanoso (Montevideo).” 159

Mina ADELAIDA.

La mina de manganeso “Adelaida” denunciada por Juan


Rodeiro fue cedida a los Sres. Pedro Towers, Eduardo Iso-
la y otros, ubicada en proximidades de la Bahı́a, cerca del
arroyo Pantanoso en el Cerro, (108 has.)160 El 29 de Di-
ciembre de 1913 se otorga el Tı́tulo de Propiedad de la
mina de manganeso “Adelaida” ubicada en el Pantanoso,
a los mismos Sres. Pedro Towers y Eduardo Isola. El Ing.
Trigo practicó las diligencias de mensura, el Ing. Castells
en una nota transcribe el informe de Trigo: “Que en la Is-
la Biscochero (ubicada en la desembocadura del Pantano-
so) constaté la existencia de un pozo de sección horizon-
tal cuadrada, de dos metros de lado, practicado fuera de la
veta y debidamente revestido con madera y tablones de es-
cuadra, y en cuya boca de acceso se ha construido un muro
de contención ó brocal, a fin de que las aguas de pleamar
no lo inunden. La profundidad total del pozo es de 12 m.
50 bajo el nivel natural del suelo y á una profundidad de
10 m. 70 se halla el nivel del piso de una cortada que se ha
practicado horizontalmente en forma de galerı́a y penetra
159 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales y
rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay.” Op. Cit. P. 43.
160 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Nota al Sr. Ministro.

Montevideo: 8 de noviembre de 1911, fj. 175.


en el cuerpo de un filón, evidentemente metalı́fero, de na-
turaleza manganesı́fera.” 161 Señala luego que la galerı́a es
de sección ligeramente trapezoidal en sentido transversal
con una altura media no inferior a m. 2 y un ancho en la
base o pisos de 1,40 y en el techo m. 1 aproximadamen-
te. La longitud de la galerı́a es de m. 12,70.162 El mineral
es Pirolusita (MnO2 ), color gris azulado. Habı́a en el lu-
gar una casilla y herramientas. El pozo fue hecho en 1911
por el Sr. Isola.163 En 1918 se encontraba en manos de los
señores Elizagaray y Elizalde de Buenos Aires quienes eran
sus propietarios.164 El 29 de Enero de 1919 Llambı́as de
Olivar visita la Mina y puede comprobar que existı́a un
pozo maestro de 30 m. de profundidad. Una galerı́a ge-
neral al nivel de 14 m., con 18 m. de largo NNO. y 20 en
dirección SSE. Una segunda galerı́a a nivel de 28 m., EO.
de 13 m. de largo. Al analizar las rocas de contacto de la
profundidad de 18 m. se encontró un bajo porcentaje de
Oxido de Cobalto.165 Garau dice que carece de un tonelaje
significativo y por estar en la ciudad lo hace inoperable. Si
bien fue explotado durante la II Guerra Mundial por con-
tener en partes hasta un 17 % de Cobalto.166
161 Ídem, Nota al Sr. Ministro. Montevideo: 2 de julio de 1912, fjs. 184
– 185.
162 El rumbo de la veta en la galerı́a es N - 35° a 36° - O, su ancho a

nivel del suelo es aproximadamente m.2.


163 GARAU, M.; Op. Cit. Donde señala que “Si bien carece de tonela-

je significativo y su posición en plena ciudad lo hace inoperable debe


señalarse que fue explotado durante la II Guerra Mundial por conte-
ner en partes hasta 17 % de cobalto.”
164 LLAMBÍAS DE OLIVAR, A. “Contribución al conocimiento de

los minerales de Manganeso en el Uruguay”. En; INSTITUTO DE


GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: Imp. Nacio-
nal, 1921. No. 5. P. 4.
165 Ídem P. 19.
166 GARAU, M.; Op. Cit.
Mina SAN MATEO
Fue otorgada la concesión de la mina “San Mateo” a Es-
teban de Armas (h.) y Cı́a. el 5 de marzo de 1914. Ubica-
da en Carrasco (Montevideo), en la margen izquierda del
Arroyo de las Canteras, próximo a la ex - Fábrica de Ladri-
llos Andrés Deus, sobre el actual Camino Carrasco y Feli-
pe Cardozo. Se abrió en la veta un socavón. Según el Ing.
Garau esta mina “...carece de todo valor económico tanto
por calidad como cantidad.” 167 Ulises Isola registró otra
Mina de manganeso ubicada en Secc. 20 (de la época), de
Montevideo, cuchilla de Juan Fernández, es decir barrio de
Belvedere.168 Finalmente Marstrander informa la existen-
cia de un depósito de manganeso en la zona de Carrasco
a 15 Km. de Montevideo, frente al mar. Se trataba de aflo-
ramientos pequeños y dispersos. Una compañı́a uruguaya
pretendió explotarlos habiendo realizado 2 pozos y un so-
cavón.

167 Ibı́dem
168 Otras minas de manganeso y hierro denominadas “Piedra Gran-
de” y “Unión” fueron denunciadas por Oscar Tebot, pero no hay re-
gistros de trabajos realizados.
Capı́tulo 7

MINERALES NO
METÁLICOS

La caracterı́stica fundamental de los minerales no metáli-


cos, como su propio nombre lo indica, es no poseer meta-
les en su composición. Estos minerales conforman la ma-
yor parte de nuestro planeta. Algunos de ellos son: la arci-
lla, arenas y areniscas, baritina, bentonita, caolı́n, cuarci-
tas, dolomita, feldespatos, granito, mármol, gravas, caliza,
sal común, sı́lice, talco, yeso, rocas fosfáticas, azufre, piza-
rras, esquistos, micas, granito, filitas, basaltos, entre otros.
Tienen diversos usos industriales y dentro de ellos en la
construcción.

TALCO
Departamento de COLONIA
En 1907 comenzó la explotación de un yacimiento de
talco, cuya ubicación era a 36 Km. al norte de la ciudad de
Colonia del Sacramento y a 15 Km de Conchillas. Se trata
de la ”Mina Narancio”, tal era el nombre de su primer pro-

249
pietario, Manuel Narancio. Esta explotación actualmente
se realiza en galerı́as pero, hasta 1970 se efectuaba a cielo
abierto. Desde 1907 hasta 1979 la extracción total de talco
ascendió a 119.828 toneladas. Se trata de un talco de exce-
lente calidad, decı́a Mac Millan en 1931; “Al N. de los Ce-
rros de San Juan, en la cañada de los Molles, estos esquis-
tos de pórfido cuarcı́fero alterado contienen un interesante
depósito de talco que ha estado en explotación los últimos
20 años. [1911]” 1 El mineral era extraı́do y secado en gran-
des mesas al aire libre. Luego se exportaba en bruto o era
tratado en la mina. Por el mineral en bruto se obtenı́an $
13 la tonelada en 1914. “Un molino provisto de maquina-
ria moderna capaz de refinar 200 toneladas mensuales de
talco, ha sido levantado en la mina. Esta ha sido laborea-
da durante siete años y en este tiempo la producción total
ha sido de 7.000 toneladas, de las cuales 5.000 han sido
remitidas á Buenos Aires y 1.000 toneladas á Montevideo,
quedando el resto en depósito en la mina. De la cantidad
total 2.000 toneladas han sido tratadas en la usina de la
mina. (Las cifras mencionadas se refieren hasta Junio de
1914). Hay también un molino en Buenos Aires y uno en
Montevideo.” 2 El uso que se le dio al talco fue en mayor
parte en la industria del papel y del jabón en Buenos Aires
y Montevideo, ası́ como en farmacia y perfumerı́a.

1 MAC MILLAN, J. Rocas Precámbricas de Colonia. Montevideo:


I.G.P., 1931. (Apartado de la Revista de Ingenierı́a. Montevideo. No.
8.) P. 11.
2 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 69.


Departamento de LAVALLEJA
Walther dice que el talco de Lavalleja; “Se caracteriza
por su pureza ideal, lo que le presta alto valor comercial.” 3
En la zona del Arroyo Tapes en Lavalleja se ubica otro ya-
cimiento de Talco que se encuentra entre La Mariscala y
Minas; “El valor técnico de todos estos materiales desme-
rece mucho al de Colonia”.4

CALIZAS
La caliza es una roca sedimentaria compuesta por car-
bonato de calcio (CaCO3 ). Pueden tener origen quı́mico.
El carbonato de calcio es disuelve fácilmente en aguas que
contienen gas carbónico, cuando este es liberado brusca-
mente se produce la precipitación del carbonato de calcio.
También pueden tener origen biológico. Muchos organis-
mos utilizan carbonato de calcio como constituyente de
sus esqueletos, cuando estos organismos mueren se pro-
duce la acumulación de estos restos óseos constituyéndose
en sedimentos que luego se irán compactando. Las cali-
zas son ricas en calcio y son muy codiciadas porque son la
base para la fabricación de cal y cemento portland. Según
Bossi es una materia prima relativamente escasa en el he-
misferio Sur.5 Las calizas utilizadas para la fabricación de
cal deben tener más de 90 % de carbonatos, en cambio las
utilizadas para fabricar cemento portland deben contener
más de 78 %.6 Bossi señala 6 zonas con importantes reser-
vas potenciales de calizas; proximidades de la ciudad de
3 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales y
rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay”. Op. Cit. Pp. 53 -54.
4 Ibı́dem
5 BOSSI, Jorge. Op. Cit. (1978). P. 53
6 Ídem. P. 54.
Minas, desde Aigúa hasta la Sierra de Carapé; Valle inte-
rior del Rı́o Queguay; alrededores de Pan de Azúcar; zo-
na Oeste del Departamento de Treinta y Tres desde Marı́a
Albina hasta Parao; alrededores de La Calera en Rivera y
alrededores de Tala en Canelones. El mármol es una roca
metamórfica compacta formada a partir de calizas y cuyo
componente fundamental es el carbonato cálcico. Se trata
de rocas que estuvieron sometidas a elevado calor y pre-
sión. Ese metamorfismo produce una re cristalización de
la roca original adquiriendo mayor dureza y resistencia.
En definitiva el mármol es una roca metamórfica que se
origina a partir de las calizas o de las dolomitas.

MÁRMOL Y CAL
Las calizas del Queguay ya fueron ubicadas tempra-
namente por Azara a comienzos del siglo XIX; “Yo no sé
que se conozca piedra caliza, como no sea a orillas de los
rı́os Paraná y Uruguay, hacia el 32º de latitud, y en algu-
nos montı́culos de Maldonado; ambas no son más que de
mediana calidad. La última es la mejor. Según lo que he
visto, la primera parece estar formada de conchas de mar
que no están aún bien petrificadas, y tiene esta roca in-
tersticios llenos de arcilla. La segunda es una especie de
roca muy diferente del mármol y que al primer aspecto
no parece piedra caliza. La tercera especie está formada
de bloques redondeados, separados los unos de los otros,
y que se tomarı́an por urnas o ánforas de mármol blan-
quecino. Estos bloques están contenidos entre dos paredes
de pizarra. En Buenos Aires se hace una escasa cantidad
de cal, de muy mala calidad, con pequeñas conchas que
se encuentran formando bancos. Yo no conozco ninguna
otra cantera de piedra de cal, y no existe en Paraguay ni
en las Misiones.” 7 En tanto Carlos Twite en 1875 señalaba
la existencia de calizas de buena calidad en Lavalleja. La
primera explotación de calizas que ha sido documentada
data de 1722 situada en Soriano, Se trata de la Calera Real
del Dacá. Ubicada en las proximidades del arroyo del mis-
mo nombre. Hoy se encuentra aún en estado de abandono,
aunque existen planes de protegerla y acondicionarla. Es-
ta calera tiene 4 hornos que aún existen. Fue solicitada por
Juan José de Sagasti en arriendo al Cabildo de Santo Do-
mingo de Soriano en 1784, ese documento fue descubierto
por el Prof. Washington Lockhart y publicado en la Revis-
ta Histórica de Soriano, No 10, 1964. En ese documento
se establece la fecha de instalación de la calera. En 1859
Reyes refiere la existencia de:
3 Caleras en Colonia

1 “ Paysandú

3 “ Soriano

5 “ Maldonado

6 “ Minas

3 “ Florida

2 “ Canelones.
En cuanto a la producción de Cal durante el año com-
prendido entre el 1° de Marzo de 1859 y 1° de marzo de
1860, Reyes señala que las Caleras de Paysandú produje-
ron 39.600 fanegas de cal. En tanto en Maldonado la pro-
ducción fue de 4.000 toneladas de piedra de cal y en Minas
7 AZARA, Félix. Viaje por la América del Sur. Montevideo: Imp. Co-
mercio del Plata, 1850. 2da. Edición. P. 51
Nombre Año Departamento Fuente
Calera del Dacá 1722 Soriano Intendencia Mpal. de Soriano
Calera de Narbona 1732 Colonia Intendencia de Colonia
Calera de las Huérfanas 1741 Colonia Intendencia de Colonia
Estancia La Calera 1745 Florida J. Bossi. R. Navarro
Calera Tala 1750 Canelones Libro del Centenario
Calera Minas 1750 Lavalleja A. Barrios Pintos
Calera Isla Mala 1750 Florida Jesuitas
Caleras de Toledo 1751 Canelones J. Bossi, R. Navarro.
Calera del Rey 1773 Maldonado C. Gosso
Calera de Queguay 1808 Paysandú Schulkin
Calera Burgueño 1850 Maldonado •
La Calera de Rivera 1875 Rivera A. Barrios Pintos
Calera Piedraita 1880 Maldonado J. Maeso
Cantera Gral. Burgueño 1912 Maldonado •

Cuadro 7.1: CALERAS DE LOS S. XVIII Y XIX. Cronologı́a inédi-


ta elaborada por Jorge S. Da Silva.

3.480 fanegas8 de cal, en ambos casos el registro corres-


ponde solo a la cal remitida a Montevideo. Reyes dice que
la producción asciende a “... mucho mayor número de to-
neladas y fanegas...” 9 que el que se consigna, sı́ se tiene en
cuenta el consumo de ambas ciudades y el de ciudades y
pueblos cercanos.
Felix de Azara refiere la existencia de mármol en Mal-
donado – Lavalleja.10 Dice que en ambos departamento
podemos encontrar abundantes yacimientos de mármol.
“Los depósitos de mármol y calizas mencionados en es-
te capı́tulo son solo algunos de aquellos más comúnmente
(sic) conocidos. Esparcidas por casi toda la República en-
contraremos canteras de calizas, teniendo muchas de ellas
una calera primitiva al lado. Los depósitos más importan-
8 Medida de capacidad para áridos. Equivale a 55,5 litros. Es una
unidad de medida de la metrologı́a tradicional española.
9 REYES, J. M. Op. Cit. P. 287.
10 AZARA, Félix. Viaje por la América del Sur. Op. Cit. P. 51.
tes tanto en calidad como en cantidad, - teniendo en cuen-
ta la estructura geológica del paı́s, -se encuentran en los
departamentos del este, donde ocurre la gran serie de es-
quistos cristalinos, con una dirección más ó menos N. N.
E. ó paralela á la costa este de esta parte de Sud Améri-
ca.”.11 Frecuentemente los mármoles se encuentran des-
compuestos en superficie, esto se puede extender hasta 15
m. de profundidad. “En realidad todas las canteras han
sido explotadas con el único propósito de producir cal.
Algunos de estos depósitos de mármol, sin embargo, son
de calidad tan fina y grande extensión que hay ardientes
esperanzas de que haya llegado para el paı́s el tiempo de
utilizar estas riquezas naturales en obras de construcción
y ornamentales, emancipándose ası́ de la dependencia de
grandes importaciones de otros paı́ses con los cuales pue-
de competir comercialmente. Hay aquı́ un gran mercado y
uno mayor aún en las repúblicas vecinas. El mejoramien-
to de los caminos y de las vı́as de comunicación en el paı́s
darán la fuerza inicial necesaria para comenzar el desarro-
llo de estas importantes industrias. ” 12 Señala Bossi que
si bien la primera publicación del Instituto de Geologı́a y
Perforaciones del Uruguay fue sobre este tema,13 “...esa in-
quietud fue efı́mera;...” y se queja de la falta de estudio.14
Con respecto al mármol existı́a un especial preocupación
por la calidad de los mismos, en especial en momentos
que se estaba construyendo una obra monumental como
es el Palacio Legislativo. En ese sentido el 24 de abril de
11 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 59.
12 Ibı́dem.
13 MARSTRANDER, R.”Mármoles de Carapé”. En; INSTITUTO DE

GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: Instituto de


Geologı́a y Perforaciones, 1914. No. 1.
14 BOSSI, J. Op. Cit. (1978). P. 103
1913 la Comisión del Palacio Legislativo solicitó datos so-
bre canteras de mármol al Ministro de Industrias. El Ing.
Castells se trasladó junto con el quı́mico Dr. Ulises Isola a
las Sierras de Carapé, Departamento de Maldonado para
inspeccionar in situ el material de las 4 canteras allı́ abier-
tas. Debı́a expedirse sobre la calidad del mineral y sobre
las propiedades del mismo para revestimiento exterior, ası́
como sobre la cantidad y las condiciones de explotabili-
dad, costos, etc. Se recogen muestras, una vez analizadas
en laboratorio, se concluye que se trata de rocas dolomı́ti-
cas inapropiadas para la ornamentación y el revestimiento
de edificaciones.15

Departamento de TREINTA Y TRES.

Con posterioridad nuevamente la Comisión del Pala-


cio Legislativo solicitó informes sobre las caracterı́sticas
del mármol de las canteras de la “Sociedad de Mármoles
del Uruguay”. Dichas canteras se ubicaban en las proxi-
midades de la Estación Corrales del Ferrocarril en la lı́nea
a Treinta y Tres, en el lı́mite del Departamento de Lava-
lleja, próximas al Km. 291. La cantera dista 10 Km. de la
vı́a férrea, en un terreno llano y de fácil acceso. “...en las
fuentes del Ombú, un tributario del arroyo Corrales, entre
los departamentos de Minas y Treinta y Tres, en la Sierra
de Palomeque. Se han hecho pruebas de este mármol que
muestran una fuerza de resistencia de 1.400 kilogramos
por centı́metro cuadrado y se proyectó usar esta piedra
en el Palacio Legislativo de Montevideo. Las canteras son

15 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Informe al Ministro de


Industrias. Montevideo: 24 de Abril de 1913. Fjs. 214-218.
propiedad de la ✭✭Sociedad de mármoles del Uruguay✮✮.” 16
Análisis realizados en Montevideo y en la República Ar-
gentina establecieron que se trataba de un mármol do-
lomı́tico, blanco, de estructura compacta, grano fino, de
fácil y bello pulimento, apto para el revestimiento del Pa-
lacio Legislativo tanto interior como exterior.17 Muy cerca
de esas canteras de mármol, en Gutiérrez, funcionaba una
calera propiedad del Sr. Bernabé Silvera.

Departamento de CERRO LARGO.


En el informe Marstrander18 se dice que en el Valle del
Arroyo Fraile Muerto, en Cerro Largo, ocurre un hermo-
so mármol coloreado y que existe una cantera cerca de un
molino. Ocasionalmente se encuentra mármol negro. En
1929 hay noticias de una pequeña cantera donde se extrae
mármol negro en el valle de Fraile Muerto, la que segu-
ramente es la misma que refiere Marstrander. No lejos de
allı́ sobre el arroyo Tacuarı́ existe la misma variedad de
mármol.

Departamento de MALDONADO.
Situada a 25 Km. de San Carlos, Dpto. de Maldonado,
se encuentra las nacientes del arroyo Mataojo y Zanja de
Tigre y un extenso yacimiento mármol dolomı́tico blan-
co, gris y rosado. Distaba 35 Km. de la Parada Perdomo
del Ferrocarril Uruguayo del Este. El director de la cantera
16 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 45.
17 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro copiador. Nota al Ministro de In-

dustrias. Montevideo: 15 de Julio de 1913.


18 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 45.


era el Ing. Lepoldo Weissel. Este mármol se pensó en prin-
cipio que se podı́a utilizar en la construcción del Palacio
Legislativo y fue estudiado por el Instituto siendo sus re-
sultados publicados en el Boletı́n No. 1., de 1914. Durante
el mes de mayo y principios de junio de 1913, el diario
“El Dı́a” publicaba una serie de artı́culos que evidencian
una polémica técnica sobre los mármoles de Carapé y su
inclusión en la construcción del Palacio Legislativo. Entre
los técnicos que discuten a través del diario figuran el Dr.
Maurice Lamme director del Instituto de Geologı́a y Per-
foraciones, el Prof. Karl Walther catedrático de la Facultad
de Agronomı́a y el Inspector de Minas Ing. Alberto Cas-
tells.19 Otro yacimiento que fue estudiado por el Instituto
se ubica a 25 Km. de Minas y a 35 Km. de Pan de Azúcar,
sobre el arroyo Pan de Azúcar, en la ladera S. de un alto
cerro. Los caminos de acceso eran muy malos. El Instituto
excavó algunos pozos y realizó perforaciones de estudio.
A unos 2 Km. al noroeste existe otro depósito de mármol
multicolor. Según Marstrander en épocas anteriores a su
informe ese yacimiento fue laborado y se podı́an apreciar
30 grandes bloques de más de una toneladas que yacı́an
alrededor de varios tajos. En el momento del informe solo
se producı́a cal en 2 hornos allı́ ubicados, propiedad del
Sr. Ballardo.20 Otras explotaciones a mencionar son la de
Caracoles a 5 km. al E. de Molles de Carapé en Maldonado
donde se instaló una calera a leña. En Aigua a orillas del
arroyo Sauce se ubicaba la calera del Sr. José Maritán. En
Lavalleja y Maldonado existı́an dos canteras de mármol.
Una en Campanero, Departamento de Lavalleja, propie-
dad del Sr. Rufino Pintos y otra en Maldonado, en Sauce,
19 El
Dı́a. Montevideo, mayo a junio de 1913.
20 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. Pp. 53 a 56.
propiedad de Ambrosio Gómez. En esta última se proyectó
un ferrocarril de trocha angosta para unir la cantera a la
Estación Repecho distante de Pan de Azúcar 11 km al E.

Cantera de Calizas Nueva Carrara (ex Cantera Burgueño).

En el Departamento de Maldonado se extraı́a piedra


caliza en proximidad de la Estación La Sierra, en Sierra de
Ánimas, ese yacimiento abarca varios kms. Según Mars-
trander21 es una caliza débilmente metamórfica de grano
fino. El yacimiento tiene un gran espesor. “Las canteras
se extienden en una distancia de más de 1 Km.” La ma-
yor parte de la producción se utilizaba en la fábrica de
azúcar de La Sierra, para quemar cal como abono y recti-
ficar suelos. También era usada para fabricación de jabón.
Posteriormente se comenzó a extraer piedra para la cons-
trucción. El Prof. Haroldo Albanell en una comunicación
inédita entregada al Museo Geominero del Uruguay, esta-
blece la existencia de varios antecedentes e informes don-
de se menciona o estudia esta cantera.22 Allı́ el Prof. Alba-
nell señala la existencia de un informe de Bernardo Muñoz
de Amador dirigido a la Casa de la Moneda de España,
de 21 de julio de 1749, donde menciona importantes ya-
cimientos calcáreos. Luego refiere una carta del Coronel
de Dragones Miguel de Escurucher dirigida al gobernador
José de Adonacgui, de 29 de noviembre de 1751, que vuel-
ve a citar este yacimiento. En 1875 el Ing. Carlos Twite
da cuenta de la calidad y abundancia de las calizas. Final-
mente entre estos antecedentes Albanell señala el informe
21 Ídem. P. 53.
22 ALBANELL, Haroldo. Notas sobre la historia del yacimiento de cali-
zas “Nueva Carrara.” Comunicación inédita. Montevideo: [s.d.]. Museo
Geominero del Uruguay – DINAMIGE.
de 1910, del Dr. C. Guillemain; “Zeitschrift fur praktische
de Geologie” donde se menciona especialmente la cante-
ra Burgueño. “...como parte de las importantes canteras
de piedra caliza limpia, situadas cerca de la Sierra, al pie
de la Sierra de Animas, en Maldonado, la cual abarca va-
rios kilómetros.” 23 Desde 1847, la Cantera Burgueño se
encontraba en explotación, abasteciendo a la Calera de la
Aguada de los hermanos Villemur y en forma exclusiva
a la Calera del Cordón. Según Albanell “...en el periodo
de mayor desarrollo de Montevideo, es decir entre la Gue-
rra Grande y el primer cuarto del Siglo XX, casi la tota-
lidad de la cal usada, provino de las canteras menciona-
das.” En 1859 columnas de una pieza fueron talladas en
el mármol extraı́do de la Cantera Burgueño, para embe-
llecer la fachada del Banco de Londres & Rı́o de la Plata,
ubicado en la calle Zabala entre Rincón y 25 de Mayo, de
la ciudad vieja de Montevideo. La empresa COMACO fun-
dada por Santiago y Juan Fabini en 1900 adquiere la Can-
tera Burgueño. De ésta se extrajo el mineral utilizado por
RAUSA en la producción de azúcar de remolacha. Empre-
sa ubicada en el Pueblo Gregorio Aznarez. Un ferrocarril
de trocha angosta conectaba el Ingenio azucarero con la
cantera. “Durante una etapa, que estimamos del orden de
unos 50 años, hasta finales del siglo pasado, la mina su-
ministró en forma simultánea, caliza, para los hornos de
Montevideo, y mármoles para la construcción, tanto pa-
ra Montevideo como Buenos Aires.” 24 También se conec-
taba mediante el ferrocarril de trocha angosta con la red
ferroviaria que se dirigı́a a Montevideo. La empresa CO-
MACO instaló un taller para tallado del mármol ante la
perspectiva del suministro de material para la obra del Pa-
23 Ibı́dem.
24 Ibı́dem
lacio Legislativo. “Un taller para trabajar la piedra de es-
ta cantera ya ha sido instalado en Montevideo. Contiene
presentemente (sic) dos sierras .artes rápidas”, una máqui-
na de moldear, 2 pulidoras de disco y un pequeño torno
para cilindrar el mármol, todo movido á electricidad. Se
proyectan, sin embargo, otras adiciones y un experto en
mármol, italiano, ha sido contratado para examinar y ha-
cer el plan definitivo para el ensanche del establecimiento.
La aplicación de este mármol como material para el Pala-
cio Legislativo de Montevideo ha sido tomada en conside-
ración durante algún tiempo por las autoridades, Después
de un examen de pasada y sin dar ningún juicio positivo
sobre la aplicabilidad de esta piedra para usos de cons-
trucción, deseo establecer que serı́a un serio error acep-
tar este mármol ó caliza para la construcción del Palacio
Legislativo, ó edificios espléndidos similares, sin antes so-
meter el depósito y la piedra á un prolijo examen técnico
por un profesional competente.” 25 Efectivamente en 1908
la empresa COMACO ganó la licitación para suministrar
mármoles a la obra del futuro Palacio Legislativo finali-
zada en 1925. Durante ese lapso trabajaron cerca de 1000
obreros especializados en el corte, tallado, torneado, escul-
pido y pulido del mármol, ellos eran mayoritariamente ita-
lianos. El suministro de estos mármoles nacionales originó
una famosa polémica entre el Dr. Walther y el Dr. Maurice
Lugeon26 contratado por COMACO para certificar que di-
chos mármoles eran aptos para lucir en la intemperie, cosa
que rechazaba Walther. Según Albanell el 35 % del costo
total del Palacio Legislativo ($ 9.500.000 al 25/08/1925)
correspondió al rubro de canterı́a, es decir rocas ornamen-
25 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 53.
26 Eminente geólogo suizo profesor de la Universidad de Lausanne.
tales. Debemos decir que esta cantera suministró también
el mármol utilizado en la ornamentación del edificio del
Banco República sede central. En 1937 se funda la Com-
pañı́a Nacional de Cemento S. A., que adquiere la Cantera
Burgueño

Departamento de COLONIA

En las proximidades del Cerro de la Cruz, 1 o 2 km


hacia W., habı́a 2 canteras de mármol y 1 de caliza que
contaban con un horno que según Mac Millan “. . . produce
5 toneladas de piedra de cal por dı́a.” 27 Al Este, la cante-
ra brinda mármol de color gris verdoso, la segunda can-
tera que se encontraba a 500 m. de distancia presenta un
mármol de color amarillento. Ninguna de ellas estaba tra-
bajando en 1931, momento del informe de Mac Millan. A
250 m. de la anterior se encontraba la cantera de caliza.
“La caliza tiene una potencia de 30 a 40 mts. y en profun-
didad su existencia ha sido verificada por un sondeo de
seis metros, debajo de un frente de siete. Algunas partes
son silı́ceas pero la mayor parte es carbonato puro.” 28 Ca-
lera Argentina, se trata de una excavación ubicada a 13
km. de Colonia Suiza. “Cerca del punto donde el camino
a Rosario dobla al sur, otro depósito de caliza de edad en-
teramente diferente, es explotado intermitentemente para
la producción de cal.” 29

27 MAC MILLAN, J. Rocas Precámbricas de Colonia. Op. Cit. P. 6


28 Ídem. P. 6.
29 Ibı́dem.
Departamento de LAVALLEJA.

En los alrededores de Minas en 1833 habı́a 12 caleras.30


Barriga Negra. Un mármol de muy fina calidad se extraı́a
para ser utilizado en artes plásticas (estatuaria fundamen-
talmente), de una cantera ubicada sobre el arroyo Barriga
Negra. La piedra se utilizaba para producir cal, en una ca-
lera allı́ ubicada que contaba con hornos a leña.31 La cali-
dad de caliza de Barriga Negra ya habı́a sido descripta por
John Mawe en su obra “Travels in the interior of Brasil,
particulary in the Gold Diamod districts of tha’t country,
by authority of the Prince Regent of Portugal, including
a voyage to the Rı́o de la Plata and an historical sketch
of the Revolution of Buenos Aires”, London, 1812. En el
“Capı́tulo II Viaje a Barriga Negra, Geologı́a de la región.
Procedimiento para preparar la cal...”.
Mawe habı́a sido detenido acusado de ser un espı́a inglés.
Cuando arriba el contingente inglés que invadió el Rı́o de
la Plata, las autoridades españolas ordenaron nuevamente
su prisión. Pero Mawe obtiene la posibilidad de ser reclui-
do en el interior. Juan Martı́nez un hacendado español le
ofrece hospitalidad en su estancia de Barriga Negra. Esto
es aprovechado por Mawe para realizar excursiones a las
serranı́as próximas. Describe la zona y en particular los
depósitos de caliza y el procedimiento usado para romper
la piedra y para fabricar cal. Los hornos utilizados a ese
efecto, según él estaban muy mal construidos lo que difi-

30 BOSSI, Jorge; NAVARRO, Rosa. “La incidencia de la geologı́a en


el desarrollo de Montevideo”. En; Revista de la Sociedad Uruguaya de
Geologı́a. Montevideo: S. U. G., 2005. No. 12. P. 47.
31 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 45.


cultaba la tarea.32 Otra cantera de mármol estaba ubicada
a 50 Km. al N. de la ciudad de Minas, en el distrito de
“Las Fuentes” en la Sierra de Polanco. En tanto Francisco
Vidal era propietario de una cantera a 10 Km. de distancia.
Próximo al pueblo de Polanco existen algunos depósitos de
mármol blanco. En esa zona se producı́a cal, en las caleras
de los Sres. Carlos Parnier, Francisco Cocaro y Gerónimo
Zubeldia.33 “Darwin, en sus Geological Observations in-
dica enormes campos de mármol en esta región.” 34 Dolo-
mita rosada cristalina ocurre entre el Cerrito de la Calera
y el Cerro Alto en las márgenes del arroyo La Calera. En el
Cerro Verdún cerca de la ciudad de minas se extraı́a cal por
parte de la empresa Metzen Vincenti & Cı́a. de Montevi-
deo, la cantera se conectaba directamente a la lı́nea férrea
Montevideo - Minas. Próximo a esta cantera existı́a otra,
propiedad de la Sra. Marı́a Dartallete.
Cantera de Marı́a A. Dartallete. La piedra producida por
está cantera se enviaba a Montevideo a las diversas caleras
allı́ existentes. En la propia cantera existı́a una calera que
era utilizada muy rara vez.35
Otras dos canteras se encontraban a poca distancia, eran
propiedad del Sr. Carlos Garolini.
Canteras de la plata. “Una cantera grande está situada en
el Arroyo de La Plata, á 10 kilómetros al suroeste de Mi-

32 MAWE, John. Travels in the interior of Brasil, particulary in the Gold


Diamod districts of tha’t country, by authority of the Prince Regent of Por-
tugal, including a voyage to the Rı́o de la Plata and an historical sketch of
the Revolution of Buenos Aires. London: Longman, Hurst, Rees, Orme,
and Brown, 1912. Pp. 20 y 21. Mawe fue un mineralogista británico
nacido en 1764 y fallecido el 26 de octubre de 1829.
33 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. Pp. 45 - 46.


34 Ídem. P. 46.
35 Ibı́dem.
nas. Es explotada por la compañı́a Canteras de la Plata y se
conexiona por un ramal de trocha común á la lı́nea princi-
pal á Montevideo, que es á donde se remite la mayor parte
de la piedra caliza. La compañı́a tiene en Minas la llamada
✭✭Calera de San Francisco✮✮. Los representantes de la com-
pañı́a son los señores Ariza, Lapeyre y Rodrı́guez. Como
á un kilómetro de está cantera, próximo á la estancia del
señor Eduardo Ariza, y cerca del ramal de vı́a de la cantera
ocurre un lecho de caliza de color azulado hasta negro.” 36
A un Kilómetro al E. del yacimiento referido por Mars-
trander existe un yacimiento de mármol blanco propie-
dad del Sr. Ariza que en 1915 comenzaba a ser explota-
do. Unos kilómetros al S. se encuentra la cantera del Sr.
Andrés Acosta, el yacimiento no es grande. Una parte se
utiliza en la producción de cal, pero las piedras más blan-
cas son seleccionadas y luego remitidas a la usina del Sr.
Manuel Narancio, en Montevideo, para ser molidas y pro-
ducir carbonato de calcio.37 Hay otras ocurrencias de mármol
en el Valle de Minas Viejas descripto por Guillemain, tam-
bién en las laderas del valle próximo a la cantera de pi-
zarra “El libro Gigante” y otra en el arroyo Penitente.“Los
mármoles de Molles del Carapé, departamento de Minas,
en las nacientes de arroyo Molles, han sido examinados
por el Instituto y un informe detallado y acompañado de
mapas, será publicado por el señor F. G. Downs y el au-
tor de éstas lı́neas. Esta región es más bien montuosa. El
mármol es de color gris azulado oscuro con finas vetas o
bandas de un color más claro que corren paralelas al rum-
bo, dando al mármol, cuando es cortado en distintas di-
recciones un hermoso veteado ondulante o curvo.” 38 Es un
36 Ídem. P. 47.
37 Ídem. P. 49.
38 Ídem. P. 50.
mármol excelente para hacer cal, al punto de que existı́an
5 caleras en los alrededores. Los Sres. Berrondo y Zeballos
(Cantera y Calera Zeballo y Berrondo) son los únicos que
producen cal a gran escala y sistemáticamente. Poseı́an 2
hornos de reciente construcción en 1915, dos en la cantera
y otro en Minas. Utilizaban coque como combustible. La
producción de cal fue en 1912 y 1913; 700 toneladas en
la cantera y 1000 toneladas en Minas. Se vendı́a a la ciu-
dad de Minas y ciudades vecinas; Rocha, Maldonado, San
Carlos, Punta del Este y Chuy.39

Departamento de RIVERA

Rey Vercesi señala que la caliza “Abunda en el camino


de la frontera al norte del Pueblo Yaguarı́ donde su color es
rosado y blanco, y también en el Cerro Calera donde existe
un horno para su utilización y en sus proximidades en que
se puede apreciar la existencia de caliza blanca y cristalina
constituyendo bandas. Actualmente la caliza que se utiliza
en ese horno se extrae de un banco existente en la margen
izquierda del Arroyo Cuñapirú, cerca de Paso Calera.” 40

Departamento de MONTEVIDEO

En el Departamento de Montevideo el abastecimien-


to de cal provino esencialmente de los Departamentos de
Maldonado y Lavalleja. En 1843, la empresa Villemur ins-
taló el primer horno de cal en el barrio La Aguada. Se
39 Ídem.P. 51.
40 REY VERCESI, Daniel. “Terrenos Gondwánicos del Departamen-
to de Rivera. Explicación del Mapa Geológico”. En; INSTITUTO DE
GEOLOGIA Y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: I.G.P., 1933.
No. 20, Octubre. P. 15.
transportaba la caliza y la leña desde otros Departamen-
tos, lo que encarecı́a el producto final. El auge de la cons-
trucción permitió superar este problema.41 Esta calera era
abastecida por la Cantera Burgueño entre otras. La Ca-
lera del Cordón fue fundada por la firma Ricardo Cibils
& Cı́a en 1891. Era un vasto establecimiento de una cua-
dra de extensión. Ubicada en el comienzo en la calle Co-
lonia y Arenal Grande, luego se mudó hacia la calle Dante
No. 2262. Poseı́a un depósito de cal, una caballeriza para
los animales de transporte, garaje, oficinas, etc. Tenı́a tam-
bién 3 grandes hornos, que funcionaba uno a petróleo y los
otros con coque. Era abastecida por la Cantera Burgueño
y las canteras de la Sucesión Dartallete y Ariza. En 1907
Samuel Kellogg se hará cargo del pasivo y los activos de
la calera. Finalmente debemos señalar que las calizas son
un componente primordial en la fabricación del cemento
portland. Por lo cual es importante detenernos un momen-
to en el desarrollo que la industria cementera ha tenido en
Uruguay.

INDUSTRIA CEMENTERA
Las materias primas para la elaboración del cemento
son; caliza, arcilla, arena, mineral de hierro y yeso. La in-
dustria cementera tiene un fuerte impacto en la construc-
ción ya que es la proveedora del insumo indispensable pa-
ra la industria del ramo. Esta industria es uno de los sec-
tores más dinámicos de la economı́a actual. Tiene que ver
no solo con la construcción de viviendas, sino también con
toda la infraestructura de comunicaciones y las obras de
ingenierı́a civil de un paı́s. Es en definitiva una industria
41 BOSSI, Jorge; NAVARRO, Rosa. Op. Cit. P. 47.
estratégica. El cemento portland durante mucho tiempo
llamado “cemento artificial” en contraposición al “cemen-
to romano o natural” fue un desarrollo tardı́o de la indus-
trialización. “Ésta generó enseguida una apremiante ne-
cesidad de mejora y ampliación de las infraestructuras de
transportes y comunicaciones. Para satisfacerla se requerı́a
un cemento hidráulico más duradero y resistente que los
empleados tradicionalmente.* No es casual que fuera en
Gran Bretaña donde, entre 1757 y 1796, se experimentase
y descubriera el procedimiento de calcinación de piedras
calizas arcillosas que proporcionaba un cemento natural
de calidad, bautizado por su inventor y dueño de la paten-
te, James Parker, como ✭✭cemento romano✮✮. Con él nació la
industria del cemento. (Francis (1977, 26)) Sin embargo,
no progresó con rapidez. Durante un siglo no abandonó la
fase de la infancia.** El cemento romano o natural se ob-
tenı́a a partir de una determinada mezcla natural de caliza
y arcilla, con lo cual la producción se veı́a restringida por
la relativa escasez de la materia prima y por su falta de
homogeneidad.” 42 En los albores del S. XIX se obtiene un
producto superior llamado cemento portland. La difusión
masiva del producto se producirı́a recién al finalizar el Si-
42 TAFUNEL, Xavier. EN LOS ORÍGENES DE LA ISI: LA IN-
DUSTRIA DEL CEMENTO EN LATINOAMÉRICA, 1900-1930 [en
lı́nea]. Ebookbrowse. [S. l.], 14 de noviembre de 2016. [Accedido
31.5.2017]. Disponible en World Wide Web:http://www.helsinki.
fi/iehc2006/papers3/Tafunell.pdf Documento en formato PDF.
Donde cita * La propiedad esencial del cemento hidráulico consiste en
que es un material que fragua por la acción del agua, tanto sumergi-
do en ella como a la intemperie, adquiriendo una consistencia pétrea.
** Tomó la expresión de HADLEY, E.J. The magic powder. History of
the Universal Atlas Cement Company and the cement industry. Nueva
York: G.P. Putnam’s Sons, 1945. Refiere. FRANCIS, A.J. (1977) The ce-
ment industry 1796-1914: A history, David & Charles, newton Abbot,
1977. P. 26.
glo. “Numerosos técnicos y empresarios británicos se afa-
naron en producir cemento artificial creando un compues-
to quı́mico mediante la cocción y pulverización de piedras
de cal, areniscas y arcilla, mezcladas en una proporción
exacta. Aspdin en 1824 coronó con éxito la búsqueda, ob-
teniendo una patente para la fabricación de lo que él bau-
tizó como ✭✭cemento portland✮✮. Pero durante décadas se
difundió de forma muy limitada. Primero debió vencer la
preferencia social por el aparentemente más atractivo ce-
mento Parker, a continuación tuvo que demostrar su su-
perioridad tanto en términos de resistencia como de cali-
dad, y, finalmente, se vio enfrentado al desafı́o de redu-
cir los altos costes de producción. La reducción no llegó
verdaderamente hasta la última década del siglo XIX, la
cual marcó un punto de inflexión decisivo en el desarrollo
de la industria del cemento. (Francis (1977,115-140, 231-
256) La innovación tecnológica fundamental fue el horno
rotatorio, alimentado con polvo de carbón, puesto a pun-
to por la empresa norteamericana Atlas, Portland Cement
en 1898. (Hadley (1945)) Con él, la industria del cemento
despegó por fin.” 43 Jorge Huysman solicitó en 1899 al go-
bierno de Lindolfo Cuesta autorización para instalar una
fábrica de portland utilizando materia prima nacional. El
capital de la fábrica se calculaba en $ 200.000, “...y para
invertirlo pedı́a el empresario que los derechos de impor-
tación relativos al producto similar extranjero no fueran
alterados durante 30 años. Estaba calculado el consumo
de la población, en esos momentos, en 6.000 toneladas al

43 TAFUNEL, Xavier. Op. Cit. Donde Refiere. FRANCIS, A.J. (1977)


The cement industry 1796-1914: A history, David & Charles, newton
Abbot, 1977. Pp. 115-140, 231-256. Referencia II, HADLEY, E.J. Op.
Cit.
año.” 44 El proyecto no se convirtió en ley. Luego de este
frustrado intento surgirı́a otra iniciativa de un inmigran-
te alemán. Carlos Von Metzen Vicenti nació el 1° de Ju-
lio de 1858 en una aldea de la Renania alemana. En su
paı́s desempeñó varios oficios emigrando luego a Francia
donde estableció contactos comerciales con diversas fir-
mas de paı́ses americanos. Finalmente emigró a Uruguay
arribando el 30 de setiembre de 1890. En Montevideo, en
1891, fundó una empresa importadora de ramos genera-
les que se estableció en la calle Misiones 1526 al 1536.
En 1894 contrajo matrimonio con una emigrante alema-
na Luisa Marı́a Von Bülow Tauzy, de ese matrimonio na-
cerı́an 5 hijos. Uno de ellos, Carlos, fundó en 1937 la em-
presa Metzen & Sena fabricante de la mundialmente famo-
sa cerámica “Olmos”, en Empalme Olmos, Departamento
de Canelones.45 Entre los varios artı́culos que importaba
Carlos Von Metzen Vicenti se encontraba el cemento “Al-
sen”. A fines de la década de 1890 compró un campo de 35
hectáreas destinado a establecer una Cabaña para a la crı́a
de reproductores de pedigrı́, alcanzando un primer pre-
mio “Gran Campeón” en la feria de Palermo, Buenos Aires.
Von Metzen advirtió la importancia que tendrı́a el uso de
cemento portland en las grandes ciudades del Rı́o de Plata;
Montevideo y Buenos Aires. Ambas en franco crecimien-
to edilicio. Realizó entonces un viaje a Europa y estudió la
implantación de esta industria en Uruguay. A su regreso
compró una cantera de Calizas en la zona de Minas, ubica-
da al pie del Cerro Verdún, la que aún hoy se encuentra en
producción. En 1907 funda la primer fábrica de cemento

44 ACEVEDO, Eduardo. Op. Cit. P. 196.


45 REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY. CÁMARA DE SENA-
DORES. Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores. Montevideo: 2
de julio de 1997. P. 101.
portland de Sudamérica. Carlos Von Metzen vende la can-
tera a la Fábrica Uruguaya de Portland perteneciente a la
empresa Metzen-Vicenti & Cı́a. Posteriormente en 1913 la
empresa Metzen Vicenti & Cı́a establece su fábrica en Sa-
yago, Montevideo, en el predio ocupado por “La Cabaña”.
Se comienza a producir “Portland Nacional Superior MET-
ZEN”, envasado en bolsas de arpillera o barricas. La pri-
mera guerra mundial generó muchas dificultades a la em-
presa. Finalmente el 30 de junio de 1919, la fábrica y las
canteras fueron adquiridas por la Compañı́a Uruguaya de
Cemento Portland, de reciente creación y con domicilio en
calle Piedras 387. Esta empresa era filial de la International
Portland Cement Corporation o International Cement Corpo-
ration, antes denominada Lone Star Industries, Inc. con sede
central en U.S.A.46 En un comienzo producı́a 50 mil tone-
ladas de cemento por año, pasarı́a posteriormente a pro-
ducir 185 mil toneladas anuales a fines de la década de
1920. Carlos Von Metzen Vicenti falleció el 2 de enero de
1940 a los 82 años de edad. Posteriormente en 1938 ingre-
sa al mercado nacional la Cı́a. Nacional de Cemento. Más
tardı́amente en 1954, la empresa Estatal A.N.C.A.P. dispo-
ne la instalación de la fábrica de portland en la ciudad de
Minas. Dos años más tarde la empresa produce la primer
bolsa de portland. Según Bossi y Navarro la aparición de
la fábrica de cemento portland cambió la fisonomı́a de la
ciudad, ya que fueron factibles emprendimientos, como; el
Palacio Legislativo, el Palacio Salvo, el Estadio Centenario
entre otros.47

46 Esta
valiosa información la debo agradecer a la Sra. Pilar Iglesias
de Cementos Artigas S.A.
47 BOSSI, Jorge; NAVARRO, Rosa. Op. Cit. P. 49.
Figura 7.1: Producción mundial de cemento 1900-1930. Fuente
USGS
AÑO TONELADAS
1900-1925 Sin Datos
1926 62.400.000
1927 67.800.000
1928 72.200.000
1929 74.900.000
1930 72.300.000

Cuadro 7.2: Producción Mundial de Cemento 1900-1930. USGS.

PIEDRA Y ARENA.
El granito es una roca ı́gnea intrusiva, constituida esen-
cialmente por cuarzo, feldespato y mica. La sienita apare-
ce fundamentalmente en Sierra de Ánimas y en la zona
de La Paz y Las Piedras en Canelones. La extracción del
granito data de la época colonial. “Una de las obras más
importantes por su magnificencia es la Fortaleza de Santa
Teresa, construida con el granito de Santa Teresa en el año
1762 (siglo XVIII), también las ruinas del pequeño pueblo
que se encuentra en los alrededores. Las construcciones
más antiguas conocidas en el paı́s corresponde a la ciudad
de Colonia del Sacramento en el año 1680.” 48 La explo-
tación de sienita y granito en el Uruguay tuvo particular
importancia a finales del Siglo XIX, hasta mediados del S.
XX. “J. G. Mac Millan afirma que “Cuando consideramos
la cuestión de los materiales de construcción encontramos
al Uruguay en una posición muy favorecida.” Mac Millan
(1932a). Sigue diciendo luego que la producción de pie-
dra cortada y pulida de calidades muy finas para la orna-
mentación de edificios alcanzó gran desarrollo. La mayor
48 PÉREZ, Mirian. Recursos Minerales del Uruguay. [CD-ROM] Mon-
tevideo: Ed. del Autor, 2007.
parte de la piedra cortada provenı́a de las canteras de La
Paz al Norte de Montevideo y de las de Piriápolis situadas
próximas al cerro Pan de Azúcar. Estas son las que presen-
tan superficies pulidas de gran belleza y han sido usadas
en la ornamentación de los más bellos edificios de Buenos
Aires y Montevideo.” 49 Debemos agregar que el Departa-
mento de Colonia, por su cercanı́a a Buenos Aires es uno
de los productores de piedra y arena más importantes. En
1769 el cabildo de Buenos Aires dispone que se comience a
traer granito desde la Isla Martı́n Garcı́a para las calzadas
y piedra laja de la Banda Oriental para las aceras. El virrey
Arredondo fue quién comenzó grandes obras de empedra-
do irregular. En 1800 Buenos Aires lucı́a sus principales
calles empedradas con piedra partida y las veredas con la-
jas de piedra. En 1868 el Congreso propone un plan obras
para la ciudad consistente en el adoquinado de 500 cua-
dras, la creación de un sistema de saneamiento y aguas co-
rrientes. La obra estuvo a cargo del Ing. inglés Bateman. Se
estableció que “. . . “los paralelepı́pedos [la forma del cu-
bo rectangular (sic) que tiene un adoquı́n] que hayan de
adoptarse para dicho adoquinado serán de piedra sólida
y compacta, midiendo cada uno de ocho a nueve pulga-
das de largo, sobre tres a cinco pulgadas de ancho y cinco
de profundidad”. También especificaba que: “el lecho so-
bre el cual reposarán los paralelepı́pedos será de tierra o
de cascajo, según lo requiera el terreno; cubierto de arena,
consolidando los paralelepı́pedos con arena y cal lı́quida”.
La norma disponı́a que los adoquines fueran importados
de inglaterra (sic), y muchos de los primeros adoquines

49 BAUMANN, Néstor. “Breve Historia de la explotación de sienita


en Piriápolis (Departamento de Maldonado) Uruguay”. En; Revista de
la Sociedad Uruguaya de Geologı́a. Montevideo: S.U.G., 2005. Año 2005,
No. 12. Pp. 4-15. P. 7.
entraron como lastre en los barcos y tal vez fueron pica-
dos por los presos en las Islas Británicas. Pero prontamen-
te se optó por los procedentes de la Isla Martı́n Garcı́a,
por ser más durables y económicos.” 50 El gran consumi-
dor de piedra en forma de adoquines, cordones y granitu-
llo era Buenos Aires. Provenı́an de las canteras de Colonia
y de la ubicada en la Isla Martı́n Garcı́a. Con la llegada del
tren a la región de Tandil en 1883 se comienza a desarro-
llar una importante y pujante industria de la piedra (gra-
nitos). De ese modo fue posible enviar piedra labrada a
Buenos Aires en menos de 10 horas.51 En esa misma épo-
ca se utilizaron los granitos de Olavarrı́a. “El Ferrocarril
Sud se inauguró en 1865; en su primer tramo llegaba has-
ta Jeppener. Cuando fue posible su expansión y alcanzó
puntos más alejados de la capital, comenzó la explotación
de canteras situadas, entre otros lugares, en Sierra Chica,
Olavarrı́a, Tandil; fue entonces que se dejó de depender
exclusivamente de la piedra de Martı́n Garcı́a o del extran-
jero. La importancia que revistió la necesidad de obtener
piedra nacional en grandes cantidades puede ser aquilata-
da en que la Penitenciarı́a de Sierra Chica fue instalada en
ese lugar con tal fin, es decir para la explotación del cerro
granı́tico fiscal que da nombre al paraje. En 1883 llega-
ron al penal los primeros internos condenados a trabajos

50 TESO, Óscar. “Memoria del adoquı́n: Una presentación


histórica y técnica de este personaje polémico de nuestras ca-
lles” [en lı́nea] En; El Sol de San Telmo. Director; Isabel Bláser.
Buenos Aires: El Sol de San Telmo, 19 de Junio 2007. [Ac-
cedido 31 de mayo de 2017]. Disponible en World Wide Web:
http://elsoldesantelmo.wordpress.com/2009/06/10/memoria-
del-adoquin-una-presentacion-historica-y-tecnica-de-este-
personaje-polemico-de-nuestras-calles/
51 NARIO, Hugo. Los Picapedreros (Tandil, Historia Abierta II). [Tan-

dil¿?]: Ediciones del Manantial, 1997.


forzados, los que fueron sometidos a largas jornadas dia-
rias que exigı́an prolongados esfuerzos fı́sicos. Recién en
1930 se introdujeron maquinarias adelantadas para la ex-
tracción.” 52 En 1854 se extrajeron de la Isla Martı́n Garcı́a
20.000 toneladas de piedras para el empedrado de Buenos
Aires. Pero no solamente desde los puertos de Colonia se
exportaba a Argentina, sino también desde Montevideo y
desde el Puerto de Piriápolis. En ese caso eran sienitas de
las canteras de Piria. Desde el Puerto de Montevideo fun-
damentalmente la piedra proveniente de Piriápolis, y La
Paz en Canelones. Fueron argentinos quienes aprovecha-
ron la piedra y arena de Colonia no solo en las importantes
obras de construcción y ampliación del puerto de Buenos
Aires, sino también en las obras portuarias de La Plata y
Rosario. El puerto de La Plata fue reconstruido en 1884
culminando la obra en 1890. Encargándose de la misma
a la empresa Lavalle, Médici & Cı́a. Sus propietarios eran
Francisco Lavalle y Juan Médici. Esta empresa construyó
también el puerto del Sauce en Colonia y el ferrocarril del
Oeste. En el puerto de La Plata se usaron 350.000 m3 de
piedra. En el caso del puerto de Rosario en 1902 se inician
obras para la construcción de nuevos muelles y para la mo-
dernización de las viejas instalaciones. Este puerto era uti-

52 BRA, Gerardo. “La construcción en Buenos Aires”. En; Historias


de la Ciudad – Una Revista de Buenos Aires. Buenos Aires: 2000. N°
5. Agosto. Reproducido en Defensorı́a del Pueblo de la Ciudad de Bue-
nos Aires, [en lı́nea]. Buenos Aires: Defensorı́a del Pueblo de la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires. [Accedido el 12.11.2010]. Disponi-
ble en World Wide Web: www.defensoria.org.ar Reproducido tam-
bién en Publicación Digital La Floresta. Desde el barrio para el mundo.
Editor Responsable Carlos Davis. [en lı́nea]. Buenos Aires. [Accedido
31.5.2017]. Disponible en: www.la-floresta.com.ar/documentos/
construcciondebsas.doc
lizado para exportar la producción de granos y oleaginosos
de la Argentina.

Departamento de COLONIA
En Argentina se realizaron trabajos muy importantes
en Buenos Aires, La Plata y Rosario, debido a ello absorbı́a
gran parte de las exportaciones de piedra y arena del De-
partamento. Por su proximidad el Departamento de Colo-
nia es el preferido a la hora de buscar proveedores de es-
tos materiales de construcción. “De aquı́ la formación de
fuertes empresas que explotan en grande escala las inago-
tables y valiosas canteras del Sauce, Riachuelo, Minuano,
Rosario, Colonia, Palmira y Carmelo, pagando un módico
derecho de exportación que se aplica á la construcción de
edificios escolares.” 53

Conchillas
Se beneficiaba granito de buena calidad a gran esca-
la por parte de la compañı́a inglesa C. H. Walker & Cı́a.
Se producı́an adoquines, cordones y piedras para la cons-
trucción. El material utilizado en el puerto y el edificio del
Congreso de Buenos Aires fue extraı́do de aquı́. “El go-
bierno argentino rechazó varios proyectos de construcción
del puerto de Buenos Aires por diferente ı́ndole, duran-
te un lapso de tiempo (sic) de más de 80 años. Hasta que
Eduardo Madero presenta uno que a su criterio era viable
y es ası́ que el 22 de diciembre del 1884 el Presidente Roca
firma el contrato para la realización del puerto. La obra fue
53 ARAÚJO, Orestes. TIERRA URUGUAYA. “Descripción geográfica de

la República Oriental del Uruguay.” Montevideo: Librerı́a y Papelerı́a


“La Nación”, 1913 . Tomo I. P. 98.
financiada por la firma inglesa Baring Brothers y asesorada
por la firma de igual nacionalidad, John Hawkshaw, Son y
Hayter. Entre los años 1886 y 1887 se le asigna a la empre-
sa británica Walker & Cı́a la tarea de proveer los materia-
les para el relleno y construcción del puerto, extrayendo
grandes volúmenes de piedra, arena, tierra y cal. Lo cual
encontraron a solo 35 Km. de Buenos Aires y es ası́ como
se instaları́an en nuestras tierras Colonienses.” 54 [Accedi-
do 8-9-2017] El 24 de Octubre 1887 arriba a Conchillas
el primer encargado de la firma inglesa Walker & Cı́a., el
Sr. Guillermo Cottignton de 19 años, su tı́o José Talbot y
su primo homónimo. Cottignton festejaba esa fecha cada
año. Los vecinos la tomarı́an como propia, estableciendo
la fundación del pueblo de Conchillas ese dı́a. Este debe
su nombre a los enormes depósitos de lumaquela. “Prime-
ramente Charles Hay - Walker, arrienda al señor Gil 700
cuadras comprometiéndose a construir un muelle de 300
metros con vı́as férreas para unir el puerto con las cante-
ras, además de diferentes edificios y oficinas. Más tarde lo
llevarı́a a comprar 625 hectáreas entre los arroyos Las Li-
metas y San Francisco (actualmente arroyo Conchillas) y
el Rı́o de la Plata. Además compró una franja costera a la
familia Pereira - Cestona, pasando ası́, a poseer una vasta
zona para instalar allı́ todo lo necesario para llevar a ca-
bo su trabajo comenzando ası́ a transformar la zona.” 55
Junto al pueblo se abre una arenera y varias canteras, cu-
ya producción estaba destinada a Buenos Aires, especı́fi-
54 BERMUDEZ, Solange; PILON, Raquel; GIMÉNEZ, Susana. “Con-
chillas una factorı́a inglesa” [en lı́nea]. En; Pensando Turismo, 17.05.
2006. [Accedido el dı́a 28 de Julio de 2009]. Disponible en World Wi-
de Web: http://pensandoturismo.com/template.php?i=46. Tam-
bién disponible en Web: http://solangebermudez.blogspot.com.
uy/2008/02/1.html
55 Ibı́dem
camente a las obras de ampliación del puerto. En las pro-
ximidades del pueblo se encontraba la cantera principal,
la molienda e importantes talleres que incluı́an una fun-
dición y aserraderos. “La empresa Walker poseı́a una flota
propia de barcos, trae herramientas y maquinarias, reali-
zan galpones, talleres, todo lo necesario, incluso desde Pa-
raguay trajo durmientes para las vı́as y maderas para las
construcciones. El área explotada era de 10 km cuadrados
que aportaba rica arena, conchillas, roca cristalina y cuar-
cita, ya para el 1889 existı́an 15 canteras. (*) Con el tra-
bajo de más de 800 obreros (italianos, españoles, búlgaros,
griegos, yugoslavos, turcos, rusos, escoceses, alemanes) co-
mienza a surgir el pueblo Conchillas.” 56 Debemos agregar
a húngaros, checoeslovacos y portugueses. Estos obreros
europeos tenı́an diversos oficios; mecánicos, carpinteros,
albañiles, torneros, maquinistas, etc. De las canteras se ex-
traı́a piedra partida para relleno y piedra para adoquines.
La piedra era obtenida de las canteras por medio de vola-
duras con explosivos de pólvora. Luego estos bloques eran
reducidos al tamaño deseado por los obreros, utilizando
mazas y marrones. Después eran cargados en vagones que
los transportaban hasta el molino, donde era triturada a
un tamaño más pequeño. También se exportaban grandes
bloques de 5 toneladas o más, los que eran cargados en va-
gones mediante grúas a vapor. Estos bloques eran usados
en la construcción del puerto de Buenos Aires. Existı́a otra
cantera “Cantera No. 5”, donde se fabricaban los adoquines
con destino a la ciudad de Buenos Aires.57 Se producı́an

56 Ídem,
donde refiere (*) ”Tierra Mı́a”, suplemento La Mañana.
57 ANÓNIMO. Apuntes para una historia de Conchillas. [en lı́nea].
2010. [Accedido 21.4.2012]. Disponible en World Wide Web: http://
conchillas.webs.com/conchillas.htm. También disponible en: /url
http://archive.li/l1g98 [Accedido 31.5.2017]
hasta 100.000 adoquines por mes. El valor de la tonelada
de arena era de 30 centésimos oro moneda uruguaya y por
cada adoquı́n se pagaba $ 7,50 argentinos. Según Mars-
trander los primeros meses de 1915 el promedio mensual
de producción fue:
Piedra Bruta 5.597 toneladas
Piedra medio trabajada 7.990 toneladas
Piedra del Puerto 452 toneladas
Piedra macadam 10.517 toneladas
Arena 4.729 toneladas
Piedras de Pavimento 82.000 piezas
Se empleaban en promedio 780 obreros. Una vı́a de tro-
cha angosta unı́a la cantera con el muelle de 300 m. de
longitud. La empresa poseı́an; 300 vagones, 5 locomotoras
de 6 ruedas y alta potencia y 4 locomotoras de 4 ruedas
de potencia mediana, cada una con su respectivo nombre
grabado. En 1922 la empresa inauguró una usina eléctri-
ca para abastecer la empresa y el pueblo. En la época de
máximo esplendor trabajaban 2500 obreros. Además de la
usina, la empresa construyó un puerto de buen calado, po-
seı́a una flota de barcos y un taller para su reparación. El
combustible utilizado era carbón importado de Inglaterra
y durante la guerra, madera y electricidad. El pago del sa-
lario a los obreros se realizaba en una moneda propia de
la empresa inglesa, la que era aceptada en Conchillas y en
otras partes del paı́s. Es decir se pagaba con plecas o fichas.
En 1946 la empresa cerró otros emplazamientos mineros.
Cueva de Tigre y Minuano; En 1931, “Un yacimiento de
granito biotı́tico a lo largo del arroyo Minuano ha sido ex-
plotado al N y al S. del camino a Colonia en las canteras
Cueva del Tigre y Minuano. [. . . ] La cantera propiedad del
Sr. Pedro Dı́az – Empresa del Puerto del Sauce – no está
trabajando pero la planta es utilizada para romper piedra
traı́da desde Cueva del Tigre.” 58 Es un granito de color
rojo. Cantera El Minuano, exportaba piedra, adoquines y
arena para Buenos Aires y La Plata. En 1885 se funda la
empresa “Compañı́a Exportadora de Arena y Piedras”.59
La exportación de estos productos se realizaba a través del
Puerto del Sauce ubicado en una pequeña bahı́a. La can-
tera se encontraba a 5 km. del puerto. En 1896 el puer-
to se amplı́a. Se construye una escollera de 720 m. y va-
rios depósitos. Se tendió la vı́a férrea que unı́a el puerto
con la cantera. Juan B Médici60 era un empresario argen-
tino que se asoció a Juan Lacaze. Construyeron un ferro-
carril de trocha angosta tipo Decauville, el tendido fue de
14 Km., con una trocha de m. 0,60. La actividad minera
darı́a origen a la villa, que el 6 de marzo de 1909 pasará
a llamarse pueblo Juan L. Lacaze, en honor al empresa-
rio que en 1884 arribó accidentalmente a ese lugar. Lacaze
supo comprender la importancia que los yacimientos de
arena y las canteras de piedra podı́an tener desde el punto

58 BERMUDEZ, Solange; PILON, Raquel; GIMÉNEZ, Susana; Op.


Cit. P. 8.
59 En 1884 Juan Luis Lacaze forma la compañı́a ”Lacaze y Cı́a” para

explotar canteras en el arroyo Minuano. No fue esta su primera expe-


riencia en minerı́a ya que Lacaze habı́a trabajado en las minas de oro
de Minas de Corrales.
60 En 1886 se contrató con Francisco Bowen la construcción de un

ferrocarril que uniera Colonia del Sacramento, Mercedes y San José.


Por incumplimiento, el Estado uruguayo rescindió el contrato. Enton-
ces la firma Juan B. Medici & Cı́a, en 1896, acuerda con el Ministerio
de Obras Públicas, la concesión del Ferrocarril del Oeste y la construc-
ción del Puerto del Sauce. Allı́ ya existı́a un muelle por donde se expor-
taba piedra y arena. Meses después, Juan B. Medici &Cı́a. transfiere la
concesión a la empresa Uruguay Western Railway & Port, fundada por
Medici y Lacaze en Londres. Esta última contrata a la empresa Juan B.
Médici & Cı́a. para la construcción. En 1899 terminó el tendido ferro-
viario hasta San José que ya estaba conectada a Montevideo.
de vista económico, teniendo en cuenta que enfrente, cru-
zando el rı́o, estaba la capital Argentina. Desde la cantera
“El Minuano” se extrajo un granito azul con destino a la
construcción del Edificio del Congreso en Buenos Aires.
“De allá se extraen grandes cantidades de granito de prime-
ra calidad. Es piedra de esta cantera la que se ha usado en la
construcción del gran puente sobre el rı́o Santa Lucı́a, al oeste
de Montevideo. El actual propietario [1915] es el señor Me-
dicı́.”61 Cerró en 1920 agotado el mineral.
Canteras Riachuelo y Bocas del Rosario, eran explotadas
por la arenera Ferro. Producı́an piedra para la construc-
ción de la escollera del puerto de Buenos Aires. En la mis-
ma zona funcionaba un astillero. Habı́a también otra com-
pañı́a que producı́a adoquines y piedra de construcción.
Una empleaba 300 hombres, la otra 90. La empresa Ferro
construı́a en sus talleres sus propias chatas (embarcacio-
nes) para el transporte de la arena. Contaba con un ferro-
carril que llegaba hasta el embarcadero ubicado en el rı́o
donde las tolvas eran descargadas sobre la chata. La pie-
dra de granito se arrancaba de las paredes de la cantera
con explosivos. Luego se cargaba en vagones y junto con
las vagonetas de arena se trasladaban por la red ferrovia-
ria de trocha Decauville con locomotoras a vapor impor-
tadas de Europa. Estas eran las que movı́an las vagonetas
hasta el puente, donde se cargaban las chatas que luego
partı́an a su destino, generalmente Buenos Aires. Las lo-
comotoras eran 27, entre estas podemos encontrar la lo-
comotora original más pequeña de América. La empresa
poseı́a un taller naval con los tornos más grandes que tuvo
Latinoamérica en 1920, fraguas, generadores, etc. El com-
plejo industrial contaba con el antiguo astillero y la usina
61 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 62.
eléctrica a vapor de 1900. Esta usina proporcionaba elec-
tricidad no solo para las actividades productivas, sino tam-
bién para las viviendas, la iglesia y la cancha de fútbol. Es-
ta cancha fue la primera en el Departamento de Colonia
en contar con iluminación. En el propio terreno de la em-
presa se construyó un verdadero pueblo. Las casas eran de
buena calidad y se destinaban a los empleados y su familia
(según el rango que tenı́an en la empresa). Como habita-
ban el pueblo más de 1000 personas, se construyó también
un almacén de ramos generales, una tienda, panaderı́a, es-
cuela y la infaltable comisarı́a. Se habı́a comenzado a edi-
ficar un cine.
Cerros Negros, ubicados en el Km. 138 por la vı́a férrea
que va a Mercedes, la cantera fue explotada para proveer
el material para la construcción del rompeolas del puerto
de Montevideo.62 Era un granito gris, con feldespato blan-
co, cuarzo y biotita.
Valle del arroyo Cufré, “El granito aflora en el valle del
arroyo Cufré en elevaciones de 60 o 70 mts. del este al sur
y suroeste de la Estación Cufré. Un kilómetro al este se
encuentra la cantera del Sr. Cuello que prepara adoquines
para Buenos Aires. [. . . ] Un Kilómetro al sur, en las cante-
ras de Cufré del Sr. José F. de la Bandera,. . . [. . . ] El gra-
nito de esta cantera es embarcado en bloques de 25 a 30
toneladas para la construcción de rompeolas en el puer-
to de Montevideo.” 63 La producción era granito gris que
por sus caracterı́sticas cuando es expuesto a las condicio-
nes atmosféricas se torna amarillo, debido los minúsculos
cristales de pirita.
Rosario; 4 km al nordeste de la ciudad de Rosario, próxi-
62 MAC MILLAN, Jaime G. Rocas Precámbricas de Colonia. Montevi-
deo: I.G.P., 1931. (Apartado de la Revista de Ingenierı́a, No. 8.) P. 5
63 Ibı́dem
mo a un antiguo molino ubicado sobre el arroyo se extrajo
granito en “. . . años pasados. . . ” consigna Mac Millan en
1931.
Sauce; “Dos canteras de granito la de Bengochea y la de
David, están trabajando cerca del último arroyo [arroyo
Sauce] en una elevación de 40 a 60 mts. uno y dos kilóme-
tros respectivamente al sur de la Estación Green.” 64 Se
produce granito gris de grano fino.
Cantera Hersent; Ubicada sobre el lado noroeste del arro-
yo Riachuelo se encontraba la cantera de la Empresa Her-
sent que producı́a granito.
Cantera Cerro Carmelo; se trataba de una cantera munici-
pal que por Ley N° 3448 del 20 de abril de 1909 se otorgó
en concesión a particulares. El Art. 1° de la citada ley au-
torizó a la Junta Económico Administrativa de Colonia a
contratar con Arturo E. O’Connors, el arrendamiento pa-
ra la explotación de las canteras de propiedad municipal,
existentes en Cerro del Carmelo. Estas canteras se ubica-
ban próximas a la vı́a del ferrocarril Koppel de los Sres.
O’Connors y Pons. El arrendamiento se autorizó por 10
años. El Sr. O’Connor debı́a pagar a la Comisión Auxiliar
de Carmelo 10 cts. por cada 100 adoquines y 6 cts. por ca-
da 1000 Kgs. de piedra bruta. Debiendo extraer un mı́ni-
mo de 3.000 toneladas. La Ley 5550 de 3 de enero de 1917,
autorizó a la Junta Económico Administrativa de Colonia a
contraer un préstamo con el Banco de la República Orien-
tal del Uruguay por la suma de $ 20.000 que debı́a invertir
en la construcción de un edificio para la Comisión Auxi-
liar de Carmelo. La amortización e intereses de esa deuda
debı́a ser atendida con el producido del arrendamiento de
las Canteras de Cerro Carmelo y con el impuesto de abasto
especial en Colonia.
64 Ídem. Pp. 7 y 8.
Arrendamiento de Islas; En 1930 el Sr. Guillermo Arros-
pide solicita se amplié el plazo de arrendamiento de las
islas; “San Gabriel”, “Hornos”, “López Este” y “López Oes-
te”. Se autorizó mediante el Decreto de 4 de abril de 1930
por 2 años, totalizando 8 años desde la primera firma del
contrato. Se estableció que el arrendamiento serı́a por 2
años y por un valor de $ 500. La extracción de piedra y
arena deberı́a hacerse hacia el interior de la isla, respe-
tando una faja de protección de 20 metros. El fondo de
la excavación no podı́a profundizarse más allá de 30 me-
tros. La extracción se podı́a realizar en un área de 2 ha. Se
construyó 1 muelle de cemento armado en la isla “San Ga-
briel” de 27 metros de largo, 10 m. de ancho y m. 6,50 de
alto. Un muelle de cemento armado en la isla “Hornos” y
un gran galpón de cemento armado en la isla para vivien-
da de obreros y resguardo de herramientas. Con respecto
a la Isla San Gabriel podemos decir que en 1920 Gabriel
Agustı́n Devoto cumplı́a tareas en la Aduana de Colonia.
En ese año, fue destacado en la isla San Gabriel ”para que
se hiciera cargo de la vigilancia de ese lugar y de las islas
vecinas”. Su esposa Inés Dı́az, recordaba que durante los
años que estuvieron en San Gabriel, el matrimonio com-
partió la isla con una empresa alemana que, autorizados
por el gobierno uruguayo apareció por la isla para traba-
jar en la extracción y exportación de piedra. ”Trabajaban
de sol a sol, hacı́an estallar barrenos y arruinaron toda la
isla”. Suponemos que se trata de la compañı́a alemana DI-
KEROFF y WEIDMAN, que a fines de la década del vein-
te y hasta la del treinta en siglo XX, explotó una cantera
de piedra. En las mismas islas suponemos que trabajó en
1893 la compañı́a MAFEY y BIAGGETTI, probablemente
de origen argentino que extrajo piedra para el puerto de
Buenos Aires.
Departamento de CANELONES
La Paz.

Ubicado a pocos Kilómetros de Montevideo, La Paz, es


un “. . . pueblo que en parte debe su progreso y bienestar
á la industria minera. . . ” 65 Posee numerosas canteras de
granito rojo y sienita, cuya explotación creció en la misma
medida que avanzaba la construcción en la vecina Monte-
video. Estas canteras daban trabajo a cientos de obreros.
El gran auge de la explotación de granito coincide con la
llegada del ferrocarril a la zona, en particular desde el año
1881 se nota ese crecimiento. Barrios Pintos señala que en
1922 “Pese a que el cemento armado iba desalojando a la
piedra como elemento insuperable en construcciones de
edificios, por esos años, los granitos rojo y gris en Canelo-
nes, especialmente de la zona de La Paz, se empleaban en
el pavimento y en los cordones de las calles montevidea-
nas, en motivos ornamentales de edificios de Montevideo
u Buenos Aires y en importantes obras públicas. En 1922
existı́an en La Paz 19 canteras en explotación, incluyen-
do 3 de balasto, que daban trabajo a empresarios y pica-
pedreros.” 66 Ese granito se embarcaba directamente pa-
ra Buenos Aires. Las Piedras Se laboraba granito rojo de
grano grueso. Según la Asociación Histórica de Las Pie-
dras el nombre de la ciudad proviene de haber sido en sus
comienzos una zona de explotación de granitos. Aún hoy
se pueden ver las consecuencias de esa explotación.

65 ARAÚJO, Orestes. Op. Cit. P. 97.


66 BARRIOS PINTOS, Anı́bal. Canelones su proyección en la Historia
Nacional. Montevideo: Intendencia Municipal de Canelones, 1981. T.
I. P. 56, donde cita; ANGÜLLA, Silvio F. “Fisonomı́a Socio-Económica
de la Paz y su Región”. En; La Paz Centenaria – Álbum del Centenario de
La Paz. La Paz: 1972. P. 1021.
Departamento de MALDONADO
Piriápolis.
Las principales explotaciones en Piriápolis fueron los
granitos y la sienita. La zona de Piriápolis fue estudiada
por varios cientı́ficos; C. Guillemain (1910), J. G. Mac Mi-
llan (1933), K. Walther (1932, 1938), Juan H. Caorsi, Juan
C. Goñi (1958), entre otros. Un empresario destacado en la
explotación de sienita fue Juan Santiago Francisco Marı́a
Piria. “En 1890 compró en Piriápolis una estancia. Se tra-
taba de una parte de la antigua Estancia del Rey, cuyos
lı́mites abarcan desde el Cerro Pan de Azúcar hasta la cos-
ta del Puerto Inglés. Pagó $ 51.000, un precio superior a
su valor, teniendo en cuenta que eran terrenos con esca-
sas posibilidades para tareas de crı́a de ganado. El costo
de la estancia fue producto de que el ex alcalde Ruperto
Fernández habı́a publicado una relación de minas denun-
ciadas en el Departamento. En su gran mayorı́a ubicadas
próximas al Cerro de Pan de Azúcar. El capital invertido en
Piriápolis provenı́a de la empresa “La Industrial”, es decir
la compañı́a que se dedicaba a vender solares en cuotas. El
objetivo de Piria era la creación de un centro agroindus-
trial, más tarde concebirı́a la idea de integrar el turismo
al complejo.” 67 En 1910, con la llegada del ferrocarril a
Maldonado, se intensifican los trabajos para construir un
tren de tocha angosta que uniera la cantera con la Esta-
ción Pan de Azúcar. En 1914 Piria finaliza la construcción
del puerto destinado a la exportación de piedra a Buenos
Aires, allı́ podı́an atracar barcos de hasta 8m. de calado.
En el complejo agroindustrial habı́a varias canteras y ta-
lleres para el corte y trabajo de la piedra, ası́ como para
67 BAUMANN, N. “Breve Historia de la explotación de sienita en el
Uruguay”. Op. Cit. P. 7.
el mantenimiento de las locomotoras. “En 1914 Edmundo
Parga señala que es de la industria de la piedra y del gra-
nito, de donde el propietario espera obtener las mayores
ganancias, dado que según él posee una cantera intermi-
nable como la de Pan de Azúcar. “...y trabajando con podero-
sas máquinas y personal competente, podrı́an fabricarse hasta
30.000 adoquines diarios. El principal mercado de la piedra
será Buenos Aires, á donde irá el material elaborado, tal vez
por vı́a terrestre hasta la Colonia, ya que se ha ofrecido para
ello el Ferrocarril Central. Para la extracción y transporte de la
materia prima, en la falda del cerro se dispone de un ferrocarril
funicular, actualmente en construcción, y que conducirá las
piedras hasta el sitio donde se encuentren las máquinas talla-
doras y pulidoras del granito.” Parga (1914). Al año siguiente
Mastrander afirma que la producción de la cantera es pe-
queña si bien está proyectado un incremento mediante la
adquisición de nueva maquinaria. Mastrander (1915).” 68
En 1931 la cantera y los talleres empleaban 133 obreros y
producı́an 250 toneladas diarias, es decir, la mitad de la
capacidad total. Los talleres estaban bien equipados con
maquinaria alemana, 5 grúas y 9 locomotoras. Se extraı́an
grandes bloques de 6 a 10 toneladas, los que podı́an ser ex-
portados en bruto o cortados y trabajados en los talleres en
forma de adoquines, cordones, etc. Al Oeste de la carretera
se encuentran los tres granitos diferentemente coloreados
de Pan de Azúcar, levantándose a aproximadamente 400
m de altura:

Blanco de Pan de Azúcar

Violeta de Pan de Azúcar

Amarillo de Pan de Azúcar.


68 Ídem. P.8.
En 1931 Mac Millan distinguı́a tres canteras a corta dis-
tancia del camino, en 1963 Scheer69 habla de una cuarta
más reciente.

Cantera Rosa Nácar.

Cantera Artigas.

Cantera del Castillo.

Cantera Bodega.

A la muerte de Piria, un larguı́simo pleito de 13 años


se inició por los derechos sucesorios. Finalmente en 1942
el Estado remató todos los bienes para cobrar adeudos im-
positivos.

Departamento de FLORIDA
Isla Mala o 25 de Mayo.
Desde esta localidad salió la piedra labrada para pa-
vimentar la ciudad de Montevideo. “Se dio ocupación a
miles de brazos, el pueblo denominado Isla Mala (Veinti-
cinco de Mayo) se convirtió en colosal depósito de piedra
labrada. . . ” 70 El ferrocarril transportó miles de adoquines
para emplear en la actividad señalada.
69 SCHEER, K.; Untersuchungen über die granit - und Marmorin-
dustrie in Uruguay, Teil 1 - Die Steinbrüche, Essen, August. Traduc-
ción D. Gomoll, .Estudio sobre la industria del Granito y del Mármol
en el Uruguay. Primera Parte, Canteras.”(Incluye fotos y diagramas).
Informe inédito DINAMIGE. Montevideo, 1963. Pp. 1 - 141. Informe
técnico. (Biblioteca DINAMIGE.
70 ARAÚJO, O. Op. Cit. P. 98.
Departamento de MONTEVIDEO.
Según Bossi y Navarro en “...40 años, se produjeron
adoquines por un valor de 200 millones de dólares, se em-
plearon miles de operarios, se adoquinaron 400 Km. de ca-
lles y avenidas, y determinó que Montevideo estuviera a la
cabeza del mundo en el tipo de tránsito. En efecto, mien-
tras las calles empedradas permitı́an solamente tránsito de
carretas, el adoquinado permitı́a el uso de vehı́culos rápi-
dos tirados por caballos y luego el automóvil.” 71

Canteras de La Teja.
La piedra necesaria para las escolleras del puerto de
Montevideo, las fundaciones, el hormigón y las piedras de
sillerı́a que conforman los muros y las pilas era extraı́da
de las canteras de La Teja. Se trataba de un granito de ca-
lidad inferior. Hacia el año 1913 habı́a en la zona doce
hornos de ladrillo y dos tambos, una fábrica de almidón
y una carpinterı́a,72 además de las que perduraban del si-
glo anterior: el embarcadero, el muelle, saladeros, fábrica
de vela, jabonerı́a, y las primeras canteras de piedra pa-
ra las obras portuarias. Con tal motivo la actividad por
esa época en La Teja fue extraordinaria. Trabajaban de 6
mil a 7 mil obreros, 6 máquinas de ferrocarril y más de
100 vagones y chatas,73 que transportaban desde el fondo
de las canteras -de más de treinta metros de profundidad-
71 BOSSI, Jorge; NAVARRO, Rosa. “La incidencia de la geologı́a en
el desarrollo de Montevideo”. En; Revista de la Sociedad Uruguaya de
Geologı́a. Montevideo: S. U. G., 2005. No. 12. P. 47.
72 MICHELENA, Alejandro. La Teja; larga vocación laboriosa. [en

lı́nea]. ECHINOPE ARCE, Carlos. Espacio Latino. Com. Letras – Uru-


guay. [Accedido 1.6.2017]. Disponible en World Wide Web: http:
//letras-uruguay.espaciolatino.com/michelena/la_teja.htm.
73 Ibı́dem
los bloques de piedra de varias toneladas. “La cantera más
profunda que recuerda doña Irma es la que estaba don-
de hoy están los resquebrajados edificios del BHU en Be-
rinduague y Bauzá.” 74 Miles de obreros trabajaban allı́ a
ritmo acelerado y con escasos jornales. Muchos resultaban
heridos o muertos bajo aquellas moles de piedra o en las
explosiones. Para una rápida atención habı́a allı́ médico
y farmacia, y muchas veces, salas mortuorias para los ex-
tranjeros sin familiares en el paı́s. Estos trabajadores de la
piedra almorzaban en fondas existentes en las inmediacio-
nes. Habı́an muchas, entre otras la de Iribarne, La Cantera
del Puerto, El Relámpago, El Amanecer, La Piedra, El En-
canto...75

Canteras de Pueblo Victoria


Se trataba de varias canteras donde se laboraba grani-
to gris azulado principalmente para tallar adoquines. Es-
tos adoquines sirvieron para empedrar la Avda. Millán, en
Montevideo. “La piedra está débilmente comprimida pero
es de buena calidad y obtiene un precio de $ 55 por mil
adoquines.” 76

Cantera Lussich.
Cantera ubicada en el barrio Conciliación. “Hacia 1928
fue fundada la cantera de Antonio Lussich en la calle Con-
ciliación, entre Cid y el Miguelete, para lo que fueron con-
tratados alrededor de sesenta obreros especializados de ori-
74 ElTejano. Montevideo: edición de marzo, 2001. Tı́tulo de la nota:
Un recuerdo para Irma Yañez. Entrevista de Susana Regent
75 MICHELENA, Alejandro. Op. Cit.
76 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 63.


gen yugoslavo, que con el correr del tiempo fueron for-
mando sus familias, muchos de ellos casándose con uru-
guayas, e instalando años después pequeños comercios o
industrias en la zona. En 1956 el Municipio clausura la
cantera, para rellenarla y proseguir con la construcción de
la Rambla Costanera.” 77

Canteras de la Unión

Walther habla sobre la existencia de las Canteras de la


Unión donde se explotaban gneises para cordones de vere-
da.78 Las canteras de la Unión eran propiedad del Estado,
allı́ trabajaban los presos. Habı́a un total de 59 penados y
50 guardias fuertemente armados. Luego de culminar su
jornada de trabajo a la hora 18, los presos eran ingresados
a las barracas donde eran atados a la cama con una cadena
que les permitı́a dar hasta 10 pasos. Mensualmente se ex-
traı́an 1500 m3 de piedra que era vendida a 80 centésimos
el m3 . Al preso se le pagaba 30 centésimos. Este dinero se
dividı́a en cuatro partes, 1 parte para el Estado, 1 parte pa-
ra pagar el proceso penal, 1 parte para el preso la que se le
entregaba a fin de mes y 1 parte se depositaba para cuando
el preso saliera en libertad. Los dı́as festivos se les autori-
zaba a tomar mate y hacer la comida que ellos desearan.79
Otra cantera de carácter municipal estaba ubicada en La
Tablada, la que fue cerrada en 1912.

77 INTENDENCIA MUNICIPAL DE MONTEVIDEO. La Teja – Pue-


blo Victoria [en lı́nea]. Intendencia Municipal de Montevideo. Mon-
tevideo. [Accedido 1.6.2017]. Disponible en World Wide Web: http:
//municipioa.montevideo.gub.uy/node/184.
78 WALTHER, K. “La estructura geológica de los alrededores de

Montevideo”. Op. Cit. P. 9


79 El Dı́a. Montevideo. Edición de 23 de marzo de 1912. P. 5.
Canteras del Cerrito de la Victoria
Walther afirma que el basalto se aprecia como pedre-
gullo y se utiliza en la fabricación de cemento armado. “Se
explota en grandes canteras en el Cerrito de la Victoria de
Montevideo.” 80

ARENA.
Arena hay una gran cantidad y de buena calidad dis-
tribuida en toda la República, especialmente a lo largo de
costas marı́timas y depósitos de edad cuaternaria. “Se usa
extensivamente en el paı́s en la industria de construcción,
ası́ como para morteros de cal y cemento, concretos, en la
industria de ladrillos sı́lico-calcáreos y en la fabricación
de vidrio. Una gran cantidad es también exportada á la
República Argentina.” 81 Ya indicamos que la misma era
extraı́da en importantes cantidades en el Departamento de
Colonia. Para la realización del puerto de Montevideo se
empleó arena existente en la desembocadura del Rı́o Santa
Lucı́a.
Costas del Rı́o Santa Lucı́a. En 1925 producto de las ges-
tiones realizadas por el Sr. Manuel Lamas, para extraer
arena y cantos rodados de los bancos del Rı́o Santa Lucia,
el Consejo Nacional de Administración emite un decreto.
Donde resuelve con carácter general que la extracción de
arena y cantos rodados de los bancos existentes en el Rı́o
Santa Lucia no puede exceder lo consumido. Los precios
eran de $ 1 a $ 1,80 el m3 según la clase de arena y de $ 4,50
80 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales y
rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay”. Op. Cit. P. 53.
81 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 69.


para el canto rodado. La Dirección de Hidrografı́a debı́a
indicar el punto en donde debı́a efectuarse la extracción.
Cerca de 1912 se construyó una lı́nea aérea para transpor-
tar arena en la Barra de Santa Lucia. Ese aerocarril fue
construido por la firma alemana Bleschart, tenı́a una ex-
tensión de 1800 m. Tenı́a capacidad para transportar du-
rante 10 horas un total 300 m. de arena. Constaba de 50
vagonetas y se descargaba directamente a los vagones del
ferrocarril que la transportaba a Montevideo. Se utilizaba
para la fabricación de ladrillos silico – calcáreos. La fábrica
estaba ubicada en el barrio Bella Vista de esa capital.82 La
mayor utilización de cemento Portland y hormigón obligó
a emplear arena sin sales. A medida que se comienza a
construir en altura fue necesario que el hormigón fuera
más resistente y por ello además de arena “dulce”, esta
debı́a ser terciada. Según Bossi y Navarro “Desde 1920,
Montevideo debió acudir a arenas terciadas dulces de la
zona de Delta del Tigre (Dpto. San José) y se cruzaba el Rı́o
Santa Lucia con un aerocarril hasta el depósito en Santiago
Vázquez, para enviar a Montevideo en un tren de trocha
angosta. Cuando en 1927 se termina la construcción del
puente sobre la barra del rı́o, se abandona el aerocarril y el
tren cruza por las vı́as, aún hoy visibles en puente viejo.” 83

PIZARRA.
Se explotaba a gran escala en la Cantera de Libro del
Gigante en proximidades de Minas, en el valle Minas Vie-
jas. Existı́an allı́ 2 canteras una pertenecı́a al Sr. Juan Villa-
82 El
Dı́a. Montevideo. Edición de 18 de junio de 1912, contratapa.
83 BOSSI, Jorge; NAVARRO, Rosa. “La incidencia de la geologı́a en el
desarrollo de Montevideo”. Op. Cit. P. 50.
rino y la otra al Sr. Agustı́n Estevarena, ambos de la ciudad
de Minas. La pizarra varı́a en color desde el rojizo hasta el
blanco verdoso, es homogénea y fácil de cortar. “Las can-
teras que han sido abiertas están en la parte central del
yacimiento y cubren una distancia de unos 2 kilómetros,
estando la del señor Estevarena en el extremo sur y más
próxima á la entrada del valle. Se han extraı́do conside-
rables cantidades de pizarras pero una gran parte de ellas,
se ha perdido, debido al carácter quebradizo de la zona su-
perficial y á los malos métodos de trabajo. Por lo general
se emplean barrenos con pólvora para desprender gran-
des bloques que son luego separados por medio de cuñas.
Además, el trabajo se ha llevado á cabo hacia el oeste, es
decir, en la dirección de la inclinación. Esto forma una
pared sobresaliente que hace que los bloques sueltos cai-
gan y quiebren ó destruyan la piedra ya removida, siendo,
ademáa, (sic) una constante amenaza para los obreros.” 84
Por otro lado los desperdicios se acumulaban llenando el
espacio de trabajo, provocando accidentes y además cu-
briendo la piedra utilizable, impidiendo la expansión de la
cantera. La mayor parte de la producción se envı́a a Minas
donde se utilizaba para pavimentar calles y a Montevideo
con igual destino. Según Walther85 también era utilizada
en las veredas de la ciudad de Treinta y Tres. Aunque ya a
fines de la década de 1920 el uso indicado decrecı́a, siendo
sustituida por productos artificiales acanalados. La piza-
rra de Libro del Gigante tiene el inconveniente de volverse
lisa y resbaladiza con el tiempo. En las nacientes del arro-

84 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-


nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 65.
85 WALTHER, K. ” Sobre la existencia de yacimientos de minerales y

rocas explotables en la Rep. O. del Uruguay”. Op. Cit. P. 50.


yo Pan de Azúcar en Maldonado existı́a otra cantera de
pizarra verde azulada.

ARENISCA
La compañı́a de capitales argentinos “Sociedad Pie-
dra Arenisca” en Tacuarembó tenı́a una cantera distante
6 Km. al suroeste de la capital. Se trata de una arenisca
blanda, blanca amarillenta. Parte del material producido
se embarcaba hacia Montevideo y Buenos Aires. Una par-
te se exportaba en bruto y otra parte era trabajada y fi-
nalizada en la cantera. Otro producto importante eran las
piedras de afilar. En 1915 Marstrander informaba; “El sis-
tema belga de sierras de alambre fué usado para extraer la
piedra del sitio de la cantera. Recientemente la compañı́a
suspendió los trabajos por ser insuficiente la cantidad de
piedra disponible.” 86 Walther se lamenta que esta indus-
tria no haya dado mejores réditos debiendo abandonarse
las canteras. Señala que más allá de lo dicho por Mars-
trander sobre la insuficiente cantidad de piedra para ex-
plotar, “...lo cierto es que los gastos de flete por ferrocarril
no guardan relación con el valor de producto. También
en este caso, como en la explotación de la región minera
de Cuñapirú – Corrales – Zapucay, se hace sentir la falta
de vı́a acuática navegable que representarı́an los rı́os Ne-
gro y Tacuarembó.” 87 Dice también que el único edificio
por él conocido en Montevideo que fue revestido con pie-
dra arenisca de esta zona, fue el de la agencia alemana de
vapores “Doner y Bernitt”, ubicada en la calle Misiones.
86 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 63.
87 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales y

rocas explotables en la Rep. O. del Uruguay”. Op. Cit. P. 59.


Según Walther, en Montevideo existı́a una cantera de pi-
zarra que sufrió la misma suerte de abandono que las de
Tacuarembó, estaban ubicadas en el “...camino Chacras del
Miguelete, algo aguas arriba del paso de las Duranas, las
que se utilizaron todavı́a hace 15-20 años [1912-1917], en
las aceras de las calles vecinas, por ejemplo en el camino
Larrañaga.” 88

ASBESTO.
Asbesto es un mineral constituido por silicatos. Es un
mineral de estructura fibrosa, muy resistente al calor, a la
electricidad, a la acción de los agentes quı́micos, a la abra-
sión, etc. Debido a estas caracterı́sticas ha sido utilizado
en la industria. El asbesto o amianto era usado en varias
manufacturas, materiales de construcción, textiles, equi-
pos de protección industrial, pintura, industria automo-
triz, etc. Se trata de un mineral capaz de producir cáncer y
enfermedades pulmonares (asbestosis). Debido a ello hoy
dı́a se sustituye por otros materiales. Se constituyó la So-
ciedad “H. Escofet y Cı́a.” para la explotación de minas de
amianto. Adquirieron las concesiones de Mascot y Peñafort.
Se trataba de las minas “Asbestina”, “Mascota”, “Serra-
na”, “Joaquina” y “Dolores”. “Asbestina” estaba ubicada
en la Sierra de Carapé, en el Departamento de Maldona-
do (campos de sucesión Juan José Machado), que dista 30
Km. de la estación del ferrocarril de ciudad de Minas. Se
practicaron pozos, sondajes y galerı́as. El material extraı́do
era colocado en bolsas y enviado al molino de H. Escofet
y Cı́a en Montevideo, donde se lo molı́a a polvo. Se utili-
zaba en pinturas y cemento para revestimiento de pisos y
88 Ídem. P. 50.
construcciones especialmente para la construcción de vi-
viendas para obreros.89

CORINDÓN
Está formado por Oxido de Aluminio. La variedad ro-
ja es conocida como rubı́ y la variedad azul se denomina
zafiro, ambas son consideradas gemas y se usan en joyerı́a.
El corindón es un abrasivo industrial. El yacimiento está
ubicado en el Cerro Redondo camino de Minas a Pan de
Azúcar. El valor del mineral es escaso debido a que se en-
cuentra incluido entre esquistos que tienen muy baja ley
de corindón. Un sustituto artificial (carborundum) es más
puro, de mayor dureza y más barato. Esmeril; es un agre-
gado microcristalino de corindón con otros minerales (he-
matita, magnetita y cuarzo). El yacimiento se encuentra a
5 Km. al sur de la ciudad de Minas. Hacia 1910 una com-
pañı́a alemana habı́a adquirido la propiedad (84 cuadras
aprox.) Cerca de 1915 allı́ se iniciaron algunos trabajos po-
co importantes.

GRAFITO
El grafito se encuentra en yacimientos naturales pero
también se puede producir artificialmente. Puede ser utili-
zado como lubricante, en la fabricación de juntas y arande-
las, pistones y rodamientos. También se usa en la fabrica-
ción de electrodos, lápices, etc. Orestes Araujo señala que
se extrajo grafito en el Departamento de COLONIA, en la
cuenca del arroyo Pichinango, Rosario. “...habiéndose ex-
plotado hace unos doce años, [1890?] pero, mal trabajada
89 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Nota al Sr. Ministro.
Montevideo: 12 de setiembre de 1911, fjs. 167-168.
la mina, no dio el resultado que se esperaba.” 90 Afirma
que se trata de un mineral de buena calidad. En la zona
de Carrasco del Departamento deMONTEVIDEO, “Do-
mingo Franano y Cı́a.” denuncian una mina de Grafito, la
que luego fue cedida a Ramón Borda de Peñafort y otros, a
quienes se les otorgó el tı́tulo de propiedad.91 En el Depar-
tamento deFLORIDA próximo a la estación de ferrocarril
de Isla Mala, actual 25 de Mayo, se encontraba un depósito
de grafito que fuera laboreado. Las grandes cantidades de
agua dificultaron la explotación y fue abandonado. “Las
canteras de grafito fueron explotadas a principios del si-
glo XX, el material era extraı́do por medio de excavaciones
subterráneas, envasado en cajones y transportados en ca-
rretas hasta la Estación Isla Mala”.92 El lugar de extracción
se encuentra en campos de la familia Carrau, en la antigua
ruta 76, entre Mendoza Chico e Isla Mala. Se accedı́a a la
galerı́a a través de dos pozos que hoy se encuentran en un
monte muy cerrado. Otro depósito fue descubierto en el
Departamento de SAN JOSÉ en la zona de Guaycurú, era
propiedad de la sucesión Marı́a Callorda, “Minas de Grafi-
to”.
Otra mina de grafito habı́a sido denunciada por Pedro Ras-
quı́n y Francisco Peraldi ubicada en la Sierra de Solı́s, De-
partamento deLAVALLEJA. Pero no obtuvimos más datos.
Otros empresarios que denunciaron minas de grafito fue-
90 ARAUJO, O. Op. Cit. P. 95.
91 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro copiador. Fj. 82.
92 IZAGUIRRE, Ricardo de. “En la puerta sur del Departamento

Mendoza: entre la historia, las canteras y el turismo”. En; Comisión


Municipal de Patrimonio Departamental de Florida. Edición especial
de fascı́culos de EL HERALDO, conmemorativa del 150a Aniversario de
la Creación del Departamento de Florida. Florida: El Heraldo S. A. -
Comisión Municipal de Patrimonio Departamental de Florida, 2006.
Fascı́culo 8. P. 6.
ron; Eduardo Chucarro, Bordas Peñafort y Eduardo Mo-
reno.
Capı́tulo 8

MINERALES
ENERGÉTICOS

Las fuentes de energı́a se pueden clasificar en renova-


bles y no renovables. Entre las primeras tenemos la energı́a
eólica, la hidroeléctrica, la helio energı́a, la geotérmica, la
mareomotriz y la energı́a de la biomasa. Entre las no reno-
vables se encuentran los ya conocidos petróleo y carbón. A
pesar del avance en la utilización de energı́as renovables
aún sigue preponderando en nuestro planeta el uso de las
no renovables. Párrafo aparte merece la energı́a atómica.
Algunos autores la ubican entre las energı́as no renova-
bles mientras otros opinan lo contrario. Nosotros consi-
deramos la energı́a atómica altamente contaminante por
los desechos que genera, muy peligrosa por los accidentes
provocados y no renovable.

PETROLEO
Es sintomático de la preocupación existente en el paı́s,
que la primera perforación realizada por el Instituto de

301
Geologı́a y Perforaciones, en Tacuarembó, en 1914, tenı́a
como objetivo la búsqueda de petróleo. No se encontra-
ron hidrocarburos sino agua. Poco después en 1915, Mars-
trander brinda algunas noticias poco relevantes sobre el
petróleo. Señala que según expresiones de Ingenieros que
estuvieron realizando mensuras en el Departamento de
Rocha existen “...igualmente estratos petrolı́feros. La su-
perficie de dicha región es, en su mayor parte, llana ó débil-
mente ondulada y en algunos parajes el agua,-según se
dice,-tiene un olor tan penetrante á hidrocarburos que el
ganado no la quiere beber. Sin embargo, ha sido imposi-
ble obtener informes más detallados respecto á las locali-
dades y los que existen son pobres y de un carácter muy
vago. Además, la relación geológica, de este distrito con la
formación petrolı́fera del sur del Brasil también es desco-
nocida.” 1 Más adelante en el mismo informe Marstrander
da cuenta de la perforación realizada en la ciudad de Me-
lo, donde según él, atravesó esquistos bituminosos. “A los
210 y á los 247 metros se encontraron corrientes de agua
con un olor y sabor á petróleo tan fuertes, que no pudo
usarse como agua potable.” 2 El Instituto proyectó un re-
conocimiento de la zona lo cual se concretarı́a con la de-
signación de la Comisión de Estudio de los Terrenos Per-
mo Carbonı́feros. Desde su fundación el Instituto aportó
valiosa información geológica sobre Uruguay. “During the
more than 30 years of its existence the Instituto Geologi-
co (sic) has compiled a very substantial file of information
on the geology of Uruguay. These data have been of ines-
timable value in carrying out the present petroleum ex-

1 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-


nerales de la República Oriental del Uruguay.” Op. Cit. P. 43.
2 Ídem. P. 44.
ploration program.” 3 En los planes del Instituto estaba la
búsqueda sistemática de petróleo, carbón y esquistos bi-
tuminosos. “El Instituto ha proyectado un reconocimiento
de esta región con el fin de averiguar la posible existencia
de petróleo y carbón por medio de perforaciones y tam-
bién la extensión y calidad de algunos esquistos bitumi-
nosos conteniendo un alto porcentaje de hidrocarburos y
apróximamente (sic) 4 %, de azufré.” 4 J. D. Falconer por
su parte realizó varios trabajos de campo entre 1930-1936
sobre los terrenos de Gondwana. Lo que le permitió sen-
tar una posición negativa en torno a las posibilidades de
descubrir petróleo en Uruguay. El Ing. Héctor Goso cita a
Falconer en su trabajo sobre “Los combustibles minerales del
Uruguay”.5 John D. Falconer sostiene en las Conclusiones
de su trabajo sobre la formación de Gondwana, en el nor-
deste de Uruguay, lo siguiente; “Ni indicios superficiales
de la existencia de depósitos subterráneos ni resudaciones
de aceite natural o de gas o de asfalto han sido observados
en estos departamentos en las partes visitadas en el curso
de estas investigaciones y ninguna noticia se ha obtenido
de la presencia de estas manifestaciones en las partes no
visitadas. Los terrenos gondwánicos son comparativamen-
te delgados y muy fracturados y fallados, encontrándose
bien expuestos por la erosión los bordes de todos los gru-
pos. Si estos, alguna vez en el pasado, hubieran conteni-
do petróleo, podrı́a razonablemente esperarse algún resi-
3 FERRER, Arturo; SERRA, Nicolas; HOLMER, Ralph; TAYLOR,
Earle F. “History and status of petroleum exploration in Uruguay”. En;
Bulletin of the American Association of Petroleum Geologist. U.S.A. (Ok.):
American Association Of Petroleum Geologist, April 1952. Vol.36, No.
4. Pp. 677-687. P. 679.
4 MARSTRANDER, R. Op. Cit. P. 44.
5 GOSO, Héctor. Los combustibles minerales del Uruguay. Montevi-

deo: M.I.C. - I.G.U., Agosto 1967. (Ej. Mimeografiado).


duo natural.” 6 Solo en la zona oriental del Departamento
de Cerro Largo las estructuras que se encuentran en esos
terrenos podrı́an ser favorables para la acumulación de
petróleo. Pero nuevamente los indicios superficiales que
pudieran revelar la existencia de depósitos subterráneos
de hidrocarburo están ausentes. El Dr. Falconer, como él
mismo lo señala, ya habı́a fijado su posición en los Boleti-
nes 12 y 15 del Instituto de Geologı́a y Perforaciones del
Uruguay, respecto a la existencia o ausencia de petróleo
en los sedimentos de Gondwana, en los Departamentos
de Cerro Largo y Tacuarembó. Allı́ afirma que la estruc-
tura de las capas Gondwánicas de Cerro Largo es en ge-
neral favorable para la acumulación de “aceites minerales”,
algunos de los grupos se componen de rocas capaces de
almacenarlos. Pero no se encontraron indicios de asfaltos
o petróleo. La existencia de depósitos más profundos so-
lo puede investigarse mediante sondeos importantes.7 Lo
mismo reitera para Tacuarembó.8 “En la zona norte del de-
partamento de Rivera, los terrenos gondwánicos son más
espesos; se presentan recostados sobre el saliente cristalino
o en contacto con él, por falla; sus bordes no están expues-
tos por lo general y ostentan en algunos sitios una estruc-
tura que podrı́a ser favorable a la preservación de depósi-
tos de aceite. Desgraciadamente falta también en este caso

6 FALCONER, J. D. “La formación de Gondwana en el Nordeste del


Uruguay. Con referencia especial a los terrenos Eogondwanicos”. En;
Boletı́n. Montevideo: I.G.U.,1937. No. 23. P. 115
7 FALCONER, J. D. “Memoria explicativa del mapa geológico de la

región sedimentaria del Departamento de Cerro Largo. (Formación


Gondwana)”. En; Boletı́n. Montevideo: I.G.P., 1931. N° 12, mayo 1930.
Pp. 21-22.
8 FALCONER, J. D. “Terrenos Gondwánicos del Departamento de

Tacuarembó. Memoria explicativa del mapa Geológico”. En; Boletı́n.


Montevideo: I.G.P., 1931. N° 15, mayo. P. 17.
indicaciones superficiales de yacimientos ocultos. El único
sondeo, dentro del departamento de Rivera, que haya atra-
vesado el espesor total de las capas de Gondwana, es el de
Yaguarı́ (Bol. N° 20) y éste no reveló absolutamente nada,
en cuanto a la presencia de petróleo en esa localidad y en-
tra enteramente en el terreno de la especulación, el que
puedan tener más éxito sondeos efectuados en otras parte
del departamento.” 9 Falconer basándose en las investiga-
ciones realizadas por el I. G. U. es concluyente. ”Las inves-
tigaciones geológicas llevadas adelante por el Instituto de
Geologı́a en varias zonas del paı́s, han contribuido mucho
al conocimiento de la composición y estructura del piso
pero hasta el presente no han revelado ninguna indicación
sustancial respecto a la existencia de petróleo.” 10 Según
Goso, en 1946, ANCAP. contrató al Ing. E. Cánepa para
que elaborara un informe acerca del tema “petróleo”. “... y
de ello surgió la contratación de DeGolyer and MacNaugh-
ton a través de quien y con la colaboración del I.G.U., AN-
CAP impulsó los trabajos más intensos desenvueltos en es-
ta materia que se desarrollaron entre 1948 y 1958. De este
conjunto de trabajos, hemos dispuesto solo del informes de
DeGolyer and MacNaughton sobre el desarrollo del Pro-
grama de Exploración Petrolera en el Uruguay.” 11 El In-
geniero E. Cánepa en su exposición técnica dirigida a AN-
CAP señala a la existencia de varios estudios realizados.
En primer término refiere al producido por el Dr. Juan D.
Keidel, luego el elaborado por el Ing. Serghiescu que según

9 FALCONER, J. D. “La formación de Gondwana en el Nordeste del


Uruguay. Con referencia especial a los terrenos Eogondwanicos”. Op.
Cit. Pp. 115-116.
10 Ídem. P. 116.
11 GOSO, Héctor. “Los combustibles minerales del Uruguay”. Op.

Cit. Pp. 16 y 17.


Cánepa, no permiten arribar a conclusiones utilizables. Fi-
nalmente están los informes de los Ingenieros Roger Lam-
bert y Daniel Rey Vercesi. T. T. Serghiescu trabajando para
ANCAP entre 1934 y 1937 realizó estudios y una perfora-
ción en Cerro Ombú (Tacuarembó). Juan Keidel, realizó en
1934 estudios sobre el Gondwana para ANCAP. que cul-
minaron en un informe y una perforación en Cerrillada
(Rivera). Cánepa señala que en lo que refiere a las “... po-
sibilidades petrolı́feras, que Keidel admite en esta cuen-
ca, son de interés especial sus observaciones sobre movi-
mientos tectónicos en la parte uruguaya de la misma, que
afirma deben haberse producido por lo menos en tres épo-
cas diferentes, en base a las fracturas y ligeros plegamien-
tos de estratos advertidos. Concretamente llega a propo-
ner se ejecuten perforaciones en dos estructuras, positivas
observadas en la formación de Estrada Nova: la gran bóve-
da La Cerrillada en la frontera del Brasil y el Cerro Calera
al Norte de Corrales. Además aconseja estudiar con soca-
vones y pozos de poca profundidad la Cañada de Berachi
al lado de la Sierra de Rı́os y un lugar en el camino entre
Paso Arrieta y Vichadero.” 12 En cuanto a las investigacio-
nes del Ing. Roger Lambert, realizadas entre 1937-1939,
dieron lugar a estudios, informes y una perforación en Las
Toscas (Tacuarembó). Cánepa luego de calificar positiva-
mente los trabajos geológicos elaborados, respecto al pro-
blema del petróleo señala que; “...el Ing. Lambert tan solo
hace en sus informes geológicos algunas referencias gene-
rales, atribuyendo mucha importancia a la escasez o au-
sencia completa de indicios directos de hidrocarburos en
las zonas estudiadas. Recién en su último informe el 29
12 CÁNEPA, E. Informe técnico sobre petróleo presentado a ANCAP. In-
forme inédito. Montevideo: M.I.T.- I.G.U., Enero 1946. Informe técnico
(Biblioteca de DINAMIGE). P. 1
de Junio de 1939 (Asunto 53425), se expide sobre las po-
sibilidades petrolı́feras del paı́s, exponiendo extensamen-
te sus argumentos basados en numerosas consideraciones
académicas que lo llevan a una conclusión completamente
negativa.” 13 Por otro lado el Ing. Rey Vercesi realizó estu-
dios paralelos a los efectuados por Lambert. “...presenta el
25 de Mayo de 1939 (Asunto 53425) un informe en el cual
llega también a una conclusión terminantemente negati-
va en cuanto a las posibilidades petrolı́feras del paı́s.” 14
Cánepa si bien no lo manifiesta explı́citamente considera
estos informes como basados en el prejuicio. “Estos dos in-
formes, sin desmedro para los ingenieros que los han pre-
sentado, a quienes, por los trabajos realizados considero
como profesionales estudiosos y capaces en geologı́a ge-
neral, son a mi juicio intelectualmente apasionados en el
sentido de que ambos, habiendo llegado por sus propias
reflexiones a la conclusión de que en el Uruguay no hay
petróleo explotable, han redactado sus respectivos infor-
mes aportando todos los argumentos, todas las considera-
ciones académicas, tendientes a demostrar dicho concepto
negativo que ya se habı́an formado.” 15 Cánepa acepta la
existencia de una serie de condicionantes negativas (que
enumera), para la posible existencia de petróleo en el te-
rritorio nacional. Pero no disimula su optimismo en cuan-
to a la efectiva posibilidad de encontrar hidrocarburos en
Uruguay. Señala basado en los estudios del Ing. Rozlos-
nik, que transcribe, la necesidad de estudiar varias áreas
del territorio y formula una serie de recomendaciones con
ese fin. El informe de la empresa norteamericana “DeGol-
yer and MacNaughton” concluye negativamente sobre las
13 Ídem. Pp. 1 y 2.
14 Ídem. P. 2
15 Ibı́dem
posibilidades encontrar acumulaciones de valor económi-
co de petróleo y gas en el Uruguay.16 Tanto el Instituto de
Geologı́a y Perforaciones del Uruguay como posteriormen-
te ANCAP investigaron la posible existencia de petróleo
en el territorio del Uruguay, pero serı́a luego del fin de la
Segunda Guerra Mundial cuando esta búsqueda se inten-
sificó.

CARBÓN
El carbón además de ser un combustible importante
para la industria, es utilizado para la fabricación de acero y
usado en otros procesos industriales. Podrı́amos listar lar-
gamente denuncias de minas de carbón en diferentes De-
partamentos.17 Todas estas denuncias al parecer no tenı́an
mayor fundamento cientı́fico ni empı́rico, como demostró
Walther en el caso de Montevideo. En 1882 Justo Maeso
habla de depósitos carbonı́feros ubicados en el Departa-
16 GOSO, H. Op. Cit. p. 17, donde cita; DeGolyer and MacNaugh-
ton. (1959) “Informe sobre el desarrollo del problema de Exploración
Petrolera en Uruguay.” ANCAP. Informe Interno. Nuestra opinión es
que las posibilidades de encontrar acumulaciones comerciales de Petróleo
y gas en el Uruguay, no parece tan prometedoras como se creı́a cuando se
comenzó el programa de ANCAP.
17 Rocha: Mina de carbón piedra “Victoria” denunciada por Rafael

de Medina. Cerro Largo: Minas de carbón piedra; “La Melense” de-


nunciada por Rojo y Bueno, otra ı́dem denunciada por Manuel Herrera
y Reissig y otros; idem, “Batlle y Williman” (1° Secc.); “Artigas” y “Ri-
vera” (10 Secc.); “Lavalleja” y “Flores” (10 Secc.); “Montevideo”, “Ca-
nelones” y “Melo” (2° Secc.); “Florida”, “Salto” y “Santina” (2° Secc.);
“Cardif”, “Londres” y “Edimburgo” (4° Secc.). Treinta y Tres: Mina
de carbón de hulla “Marı́a Vicenta” y “Marı́a Luisa” denunciada por
Mariano Rago y Bueno. Florida: Mina de carbón piedra “Santa Marı́a”
denunciada por Rafael de Medina. Rivera: 3 Minas de carbón (5° Secc.
Tres Cerros), denunciadas por Gustede y Zapiain.
mento de Cerro Largo. Se realizan entonces perforaciones
en la ciudad de Melo. Adolfo Flossdorf encontró una per-
foración de 20 m. realizada en 1889 en la orilla derecha de
la Cañada de los Burros y en 1891 se realizó otro pozo de
16 m. En ambos casos se encontró esquistos bituminosos
y esquistos negros veteados con hulla.18 “En 1892 se reali-
zan tres sondeos en los alrededores de Cerros Blancos (De-
partamento de Rivera), en uno de los sondeos se localizan
dos pequeñas vetas de carbón. En 1918 la Cı́a. Llambı́as de
Olivar realiza una serie de perforaciones en la Cañada de
los Burros (Dpto. Cerro Largo). En dos sondeos se locali-
za un manto de carbón de 1 metro de espesor a 146 y 120
metros de profundidad respectivamente...” 19 Con respec-
to a los pozos existentes en Cerros Blancos, podemos de-
cir que eran tres. El pozo número 3 fue reconocido por el
Ingeniero comisionado al efecto, luego de ser desagotado
hasta los 6 m. Se comprobó que a los 4 m. habı́a dos pe-
queñas venas de carbón. A los m. 5,50 habı́a una galerı́a,
con rumbo N. de 2 m. de extensión, constatando que la
misma veta se continuaba en la galerı́a. Análisis practica-
dos a las muestras extraı́das comprobaron que se trataba
de carbón piedra.20 El tema del carbón fue un tema siem-
pre presente. El 3 de diciembre de 1908 se dicta la Ley
3411 concediendo un subsidio de $ 25.000,00 para contri-
buir a las perforaciones geológicas que se realicen con el
fin de hallar carbón. Se debı́a comunicar al Ministerio de
Industria el lugar donde se efectuaban las perforaciones.
18 FLOSSDORF, Adolfo. Cuenca Carbonı́fera de Melo. Informe Prelimi-
nar. Montevideo: informe inédito mecanografiado. DINAMIGE, 1907.
19 SPOTURNO, Jorge. “Carbón”. En; Jornada Geológica. Recursos Mi-

nerales Energéticos del Uruguay, 6 de Julio de 1985. Montevideo: Socie-


dad Uruguaya de Geologı́a, ca. 1985. Pp. 1-12. (Edición mimeografia-
da).
20 “El Siglo”. Edición de 3 de setiembre de 1892.
Una vez autorizado nadie podrı́a explotar la región en un
radio de 5 Km. Se debı́an entregar copia de los planos a
la mencionada Secretarı́a de Estado ası́ como muestras del
mineral extraı́do. El plazo era de 5 años, adjudicándole 3
concesiones al Sr. Llambı́as de Olivar. Por otro lado, todo
objeto de valor histórico y cientı́fico ası́ como los fósiles
que se encuentren deberán ser entregados al citado Minis-
terio de Industrias. El Dr. Walther ya habı́a indicado que
la posibilidad de encontrar en el paı́s “...yacimientos car-
bonoso, dignos de explotar...” 21 era muy poca. Lo mismo
puede decirse respecto a los yacimientos de Hidrocarbu-
ros. Además afirma que el paı́s no dispone de yacimientos
bastantes extensos de esquistos piro bituminosos fáciles de
explotar. Guillemain por su parte sostenı́a que “En cuan-
to a la existencia de capas carbonı́feras, (las que como es
sabido llegan en el Brasil á menudo hasta superficie co-
mo por ejemplo en Candiota y Boa Vista) y la cuestión, si
hay en realidad, habrá que hacer averiguaciones por me-
dio de perforaciones. [...] De todos modos hay muchas ra-
zones para creer, que los filones acaban en punta antes de
llegar a la orilla sur ó se encontrarán sus equivalentes re-
presentados por conglomerados, cuarzo á arcosas.” 22 En
este sentido debemos remitirnos a lo informado por la Co-
misión de Estudio del Terreno del Permo Carbonı́fero. Está
Comisión nunca llegó a conclusiones definitivas, siempre
acuciada por dificultades económicas que muchas veces
signaron su desempeño. En la década de 1930 continua-

21 WALTHER, K. “Sobre la existencia de yacimientos de minerales y


rocas explotables en la Rep. O. Del Uruguay”. Op. Cit. Pp. 57-58.
22 GUILLEMAIN, C. “Zur geologia uruguays”. En; Zeitschritt Der

Deutsche geologischen gesells chaft. Berlı́n: 1910. T. 63. Traducción


anónima, “Noticias respecto a la geologı́a de la República del Uru-
guay”, Berlı́n: 8-9-1910. (Ej. mecanografiado). P. XV.
ron las polémicas en torno al problema del carbón. Falco-
ner señala la existencia de carbón en la Laguna de la Tu-
na en Fraile Muerto. Falconer polemiza en cierta medida
con la opinión escéptica de Walther sobre la posibilidad
de encontrar carbón en Uruguay. Podemos consignar tam-
bién la existencia en 1922 de una “Sociedad de Carbón
de Melo”, (presidida probablemente por el Sr. Vazquez.)
Entre los empresarios que realizaron denuncias de minas
de carbón se encontraban Manuel Herrera y Reissig, Ma-
riano Rago y Bueno, Rafael de Medina. En general estaban
ubicadas en Cerro Largo y Treinta y Tres.

COMISIÓN DE ESTUDIO DEL TERRENO PERMO-


CARBONÍFERO.
El Arq. Antonio Llambı́as de Olivar fue designado por
el gobierno junto al Presidente de U.T.E., Ing. Bautista Las-
goity para realizar una misión de estudio a las cuencas
carbonı́feras de Brasil. Abarcó Rı́o Grande del Sur y Ce-
rro Largo en Uruguay. Esta misión contó con el concur-
so del eminente geólogo brasileño Dr. Miguel Arrojado do
Lisboa. Estos estudios dieron lugar a varios informes rea-
lizados por Llambı́as de Olivar referidos al carbón y a una
publicación de Lasgoity; El problema de los combustibles en
el Uruguay. Allı́ se analiza la economı́a de los combustibles
sólidos. El 29 de abril de 1918 el Ing. Antonio Llambı́as de
Olivar remite al Ministro de Industrias Dr. Justino Jiménez
de Aréchaga un informe, donde da cuenta de las minas vi-
sitadas en Brasil. Según Llambı́as ”...quedando evidencia-
da que la Cuenca Permo-carbonı́fera de la región de Bagé
penetra en territorio uruguayo a unos diez kilómetros del
Marco de Aceguá y se extiende hacia el Sur y Suroeste de-
jando la Sierra de Aceguá y como una isla del sistema cris-
talino en esta enorme extensión Permo-carbonı́fera.” 23 La
Ley 7294, aprobada el 22 de Octubre de 1920 determina-
ba el estudio de los terrenos considerados de edad Permo-
carbonı́fero24 por medio de perforaciones sistemáticas. Pa-
ra ello disponı́a la designación de una Comisión compues-
ta por el Director, el Ingeniero de Minas y el Jefe de Per-
foraciones del I.G.P. Integrada además por un profesional
nombrado por el Poder Ejecutivo y el Profesor de Geo-
logı́a y Mineralogı́a del Instituto Nacional de Agronomı́a.
El I.G.P. proporcionarı́a la logı́stica a la Comisión. El Insti-
tuto Geográfico Militar25 harı́a el relevamiento planimétri-
co y altimétrico de las zonas de estudio. Esa Comisión fue
designada por Decreto del 11 de Enero de 1921 y fue ins-
talada en Montevideo el 31 de Enero de 1921, a la hora 11,
en el local del Ministerio de Industria, por el propio Mi-
nistro el Dr. Luis Caviglia. La Comisión estaba presidida
por el Director del Instituto de Geologı́a y Perforaciones
del Uruguay; Arq. Antonio Llambı́as de Olivar. Su Secre-
tario fue Carlos del Castillo, los otros miembros fueron:
el Dr. Karl Walther (Prof. de Geologı́a) y el Ing. Juan P.

23 LLAMBIAS DE OLIVAR, Antonio. “Informe acerca de la inves-


tigación geológica efectuada en la República”. En; INSTITUTO DE
GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo: I.G.P., 1918.
No. 3. P. 26.
24 Se trata de dos perı́odos de la era Paleozoica, caracterizados por

el progresivo enfriamiento del clima, se produce la glaciación permo-


carbonı́fera y comienza la división de Pangea I a II. Carbonı́fero (345
Ma. a 280 Ma.), caracterizado por la extensión de grandes bosques y
el surgimiento de los reptiles. Pérmico; (280 Ma. a 230 Ma.), primera
extinción, diferenciación de los reptiles.
25 Creado por Ley 4334 de 30 de mayo de 1913 anexo al Estado Ma-

yor del Ejército.


Pittamiglio (Director de Minas e Industrias).26 Se reunı́a
en el local del Instituto en la calle Washington 312. En el
mes de mayo de 1922 debido al fallecimiento de Antonio
Llambı́as de Olivar, ingresa a la Comisión en sustitución
del mismo, el Ing. Eduardo Terra Arocena. El Dr. Walt-
her fue encargado de clasificar y estudiar los testigos de
perforación. La Ley establecı́a que el Ing. de Perforaciones
del I.G.U. debı́a integrar la Comisión pero el cargo no fue
provisto hasta Octubre de 1922. En realidad la Comisión
nunca estuvo completa en su integración, ya que al fina-
lizar su trabajo el Ing. Pittamiglio estaba ausente y solo
contaba con tres miembros. “La falta de Ingeniero de Per-
foraciones se hizo sentir durante el perı́odo de mayor acti-
vidad,...” Llambı́as de Olivar presidı́a y se encargaba de la
administración, la discusión general de los trabajos, mo-
vimientos de fondos y correspondencia. Walther se ocu-
paba de parte cientı́fica, excursiones de estudio, clasifica-
ción de testigos de perforaciones y producción de infor-
mes cientı́ficos. Pittamiglio asesoró a la Comisión en asun-
tos legales y administrativos. Terra Arocena sustituyó en la
Presidencia a Llambı́as de Olivar, y se ocupó especialmen-
te de la marcha de los trabajos, talleres y campamentos, y
abastecimientos. La Comisión recibı́a $ 8.000,00 mensua-
les, destinando $ 7.010,00 para el estudio (perforaciones,
laboratorio, etc.) En un informe dirigido al Ministro de In-
dustria de fecha 3 de agosto de 1922, la Comisión recuer-
da que por indicación de Arrojado do Lisboa y de Anto-
nio Llambı́as de Olivar se habı́a presentado al Parlamento
el proyecto que luego serı́a convertido en la referida Ley

26 COMISIÓN DE ESTUDIO DEL TERRENO PERMO-CARBONÍFE-

RO. Libro de Actas. Montevideo: 31 de Enero de 1921, fj. 1 (Museo


Geominero - DINAMIGE)
7294.27 En su segunda sesión, la Comisión fija un plan de
trabajo que abarca perforaciones en Cañada de los Burros
y Melo. Se encarga al Servicio Geográfico Militar el releva-
miento 1/100.000 de la zona Rı́o Negro, la frontera y Ce-
rro Conventos. El 21 de abril la Comisión se hace presente
en Cerro Largo con la finalidad de inspeccionar la zona.28
En los primeros meses de 1921 el Presidente de la Comi-
sión se entrevista con el Presidente de la República, mani-
festándole la carencia de recursos económicos que sufrı́a
dicha Comisión. Al informar al resto de los miembros del
organismo, el Presidente Llambı́as de Olivar señaló que el
Presidente de la República le hizo saber que pondrı́a 2 bri-
gadas del Servicio Geográfico Militar a disposición de la
Comisión. Siendo una de ellas costeada por la propia Co-
misión a razón de $ 500 mensuales.29 La Comisión adqui-
rió máquinas perforadoras por valor de $ 15.065,08,30 ası́
como otros elementos de perforación. Adquirió en Ingla-
terra y Alemania lotes de herramientas de perforar, muni-
ciones de acero y tuberı́as. Se aceptó la propuesta de “Su-
llivan Machinery Compañy” por una perforadora “Bravo”
completa con motor a gasolina, bomba, barras de perfo-
rar, herramientas y accesorios por el valor de U$S 1.890
C.I.F. Montevideo. “Los equipos del Instituto se encontra-
ban totalmente desprovistos, unos por haberse adquiridos
ya incompletos, otros porque, habiendo sido utilizados en
27 Ídem. Acta No. 48, fjs. 138 a 145.
28 Se visita Melo hacia el N., Cañada de los Burros, Paso San Die-
go, Rı́o Negro – Polleros – a Melo, Cerro Conventos – Melo – Bañado
Medina, Guazunambı́ – Melo. COMISIÓN DE ESTUDIO DEL TE-
RRENO PERMO-CARBONÍFERO. Libro de Actas. Montevideo: Acta 10
de 16.4.1921. Fj. 30.
29 Ídem, Montevideo: Acta de 11 de marzo de 1921. Fj. 17.
30 Se adquirieron a la firma Eugenio Barth pagadero en cuotas de $

1.500 mensuales.
varios trabajos y sufrido pérdidas y desperfectos no pu-
dieron ser mantenidos en buenas condiciones por falta de
recursos.” 31 Por otra parte fue necesario realizar costosas
reparaciones en equipos adquiridos en Cerro Largo. El in-
greso a los campos no siempre fue tarea fácil, los propie-
tarios de los campos aducı́an que la presencia de maqui-
naria y obreros perjudicaban sus actividades agropecua-
rias.32 Para evitar estos inconvenientes la Comisión debió
negociar el arrendamiento de las parcelas que iban a es-
tudiar, ası́ como satisfacer algunas condiciones impuestas
por los propietarios, en el sentido de cercar el campamento
y la perforación.

EL DESARROLLO DEL TRABAJO.


En mayo de 1921 quedaron listos los equipos; N° 3 (Su-
llivan), destinado a Cañada de Los Burros y N° 11 (Keys-
tone), recién comprado destinado a la Plaza 19 de Junio
de Melo. En Julio el equipo N° 4 se envió a Cañada Is-
la de Zapata y en Agosto el N° 11 fue trasladado a Bue-
na Vista. “Fue durante esos meses que la Comisión luchó
con las mayores dificultades. La falta de personal experto
en sondeos fué causa de un sin número de inconvenientes
y al encontrase vacante entonces el cargo de ingeniero de
perforaciones agravó considerablemente la situación. Era
imposible visitar con la frecuencia necesaria los campa-
mentos y por correspondencia, las noticias llegaban, siem-
31 Ídem. Fj. 180.
32 En ese sentido por medio de una carta el Sr. Lucas pide que no
ingresen a su campo porque esto “afecta la invernada” (COMISIÓN DE
ESTUDIO DEL TERRENO PERMO-CARBONÍFERO. Libro de Actas.
Montevideo: Acta 10 de 16.4.1921, fj. 30). Luego se firmó un contrato
permitiendo el acceso. Lo mismo ocurrió con Manuel Méndez a quién
se le pagó $ 15 por 9 Ha., y con el Sr. Borba al que se le pago $ 10.
pre con atraso de varios dı́as; el mas pequeño accidente
significaba una demora de una semana por lo menos.” 33
En el mes de noviembre la situación comienza a regulari-
zarse. “...al terminarse en Abril el primer año de trabajo,
los resultados anotados son nulos o poco menos.” 34 El me-
tro lineal de perforación realizada con máquinas rotativas
costó más de $ 42 y a percusión $ 26. El costo mensual
fue en promedio de cerca de $ 550 para un avance medio
menor a 13 m. A partir de mayo las condiciones fueron
modificadas, en primer lugar se seleccionó y se redujo el
personal limitándose a 5 hombres (capataz, ayudante, fo-
guista y 2 peones). La reorganización dio resultado y los
guarismos se mejoraron. El metro lineal costó con máqui-
nas rotativas menos de $ 20, el avance mensual medio va-
rió desde 22 m. hasta 44 m. De las perforaciones N°s. 37,
39, 43, 46, 48 y 49 se obtuvieron 244 testigos enteros. El
8 de febrero de 1922 el capataz Vito Stevenazzi, da cuen-
ta a la Comisión que habı́a hallado una capa de carbón a
los 136 m. de profundidad en Cañada de los Burros. Los
testigos correspondientes fueron remitidos al I.G.U. y es-
te los envió al Consejo Nacional de Administración. En el
informe al Ministro de Industrias de 3 de Agosto de 1922,
se detalla el avance de las distintas perforaciones. La per-
foración ubicada en la Plaza 27 de Junio de la ciudad de
Melo habı́a sido iniciada por la Compañı́a de Llambı́as de
Olivar y Mendéz Alcain35 en 1908. Reiniciada por la Co-
misión en mayo de 1921, siendo posteriormente abando-
nada. Las otras perforaciones fueron ubicadas en; Cañada

33 Ídem. Fj. 180.


34 Ibı́dem.
35 La “Empresa de Perforaciones Geológicas Llambı́as de Olivar –
Mendéz Alcain”, realizó una perforación para alumbramiento de agua
con una inversión de $ 21.604,64, en la Plaza 27 de Junio.
de los Burros, fue abandonada debido a la desviación su-
frida; Isla de Zapata avanzaba sin tropiezos; Buena Vista
llegaba en ese momento a los 240 m.; Zanja honda de Ya-
guarı́ suspendida a los 57 m. En ninguno de los trabajos se
obtuvieron resultados de importancia. La actividad de la
Comisión no estuvo exenta de enfrentamientos. En el Ac-
ta No. 53 de 29 de Setiembre de 192236 se consigna por
parte del perforador Durán, que al llegar al campamento
de Buena Vista el personal se declaró en huelga y debió
tomarse nuevo personal. Cuando se iniciaron los trabajos,
los datos y el conocimiento geológico de la zona Pérmica
de Cerro Largo eran muy limitados y escasos. La Ley que
dispuso las investigaciones se basó en el informe de la ex-
cursión cientı́fica realizada por el Dr. Arrojado de Lisboa y
Llambı́as de Olivar. En la Comisión solo Llambı́as y Walt-
her habı́an estudiado la región. Llambı́as de Olivar inves-
tigó en busca de carbón mineral y Walther recorrió varias
veces el Departamento de Cerro Largo. Ambos tenı́an opi-
niones divergentes en cuanto a la posibilidad de encontrar
yacimientos de valor industrial. “El Sr. Llambı́as de Oli-
var, francamente optimistas, creı́a en el éxito inmediato de
las investigaciones mientras el Dr. Walther desde tiempo
atrás, en varias publicaciones habı́a ya manifestado su opi-
nión en sentido totalmente opuesto.” 37 La fijación de los
puntos de sondeos podrı́a en ese contexto haber generado
dificultades pero eso no ocurrió ası́.

36 COMISIÓN DE ESTUDIO DEL TERRENO PERMO-CARBONÍFE-

RO. Libro de Actas. Fj. 153.


37 Ídem. Fj. 179.
SITUACIÓN FINANCIERA DE LA COMISIÓN

La Comisión siempre estuvo escasa de fondos. En Octu-


bre de 1922 se encontraba sin recursos por no poder cobrar
las últimas cuotas de $ 8.000 y “...ver comprometidas se-
riamente el éxito de las investigaciones, en el momento en
que estas se llevaban adelante en forma satisfactoria,...” 38
Al cerrar los libros el déficit ascendı́a a $ 4.637,62. La per-
foración de Isla de Zapata fue suspendida cuando se agotó
el dinero. De haber seguido hubiera proporcionado algún
dato más sobre la extensión del yacimiento y la posible va-
riación de la calidad del mismo. Algo similar puede decir-
se de la 2da. Perforación de Cañada de los Burros 5 Km al
O. de la primera suspendida por falta de fondos.39 El 6 de
diciembre de 1922 solo quedó en funcionamiento la per-
foración de Paso Ullestie. La Comisión solicitó más recur-
sos para continuar con las perforaciones, las que debieron
suspenderse por falta de rubros. En particular interesaba
continuar con los sondeos en Cañada de los Burros e Isla
Zapata. La Comisión recomendó; que sı́ el I.G.P. obtenı́a
recursos ellos debı́an destinarse a continuar los sondeos
iniciados. Ası́ como a continuar con los sondeos de Fraile
Muerto suspendido a 127 m. de profundidad, y el de Paso
Ullestie en el lı́mite de los Dptos. Rı́o Negro y Paysandú.
El Ministro de Industria Dr. Arias propuso al Poder Eje-
cutivo el cese de la Comisión y que sus investigaciones las
continué el I.G.P. “Luego el señor Ministro hace una bre-
ve exposición sobre la falta de recursos de que adolece el
Instituto de Geologı́a y Perforaciones, para su debido fun-
cionamiento, y expresa que serı́a necesario dotarle, a tal
fin, de una partida de $ 8.000,00 anuales. Cree asimismo el

38 Ídem. Fjs. 181, 182


39 Ídem. Fj. 184.
señor Ministro que ha llegado el momento de dar por ter-
minado el cometido de la Comisión de Estudios de Terre-
nos Permo-Carbonı́feros, que deben ser proseguidos por el
órgano correspondiente, que es dicho Instituto. Se delibe-
ra brevemente y sin perjuicio de traer el Señor Ministro,
para la sesión del Martes, un proyecto sobre el particular,
se le autoriza para gestionar en el Senado, la inclusión en
el Presupuesto de la partida de $ 8.000,00 para los gastos
de que se trata.” 40 El Acta N° 65 del 31 de Julio de 1923
es un pormenorizado raconto de las enormes dificultades
económicas que padeció la Comisión.

LOS RESULTADOS

Finalizada su tarea “...la Comisión, tal cual lo anunció


en el informe del 26 de Julio, solo puede adelantar resulta-
dos parciales y de muy escasa importancia. Era imposible
en tan breve plazo y con recursos limitados, llegar a un re-
sultado práctico definitivo, tratándose de una zona tan ex-
tensa y casi desconocida en absoluto. Lo único que podı́a
hacerse en esas condiciones, era reconocer en sus rasgos
más salientes los caracteres geológicos de los terrenos atri-
buidos a la formación permo-carbonı́fera considerándolo
en su conjunto, reconocimiento que necesariamente debı́a
preceder a toda investigación de detalle.” 41
El Dr. Walther trata en un informe agregado, la extensión
del banco carbonoso descubierto en Cañada de los Burros,
“...punto que no ha podido aclararse con los sondeos efec-
40 CONSEJO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN. Actas del Conse-
jo Nacional de Administración. Montevideo: Acta 4, de 5 de Enero de
1923. Tomo III. P.22.
41 COMISIÓN DE ESTUDIO DEL TERRENO PERMO-CARBONÍFE-

RO. Libro de Actas. Fj. 183


Humedad Mı́nimo 5 % Máximo 12 % Media 9,4 %
Materia Volátil ”24,7 % ”31,7 % ”28,5 %
Carbono fijo ”16,7 % ”31,8 % ”24,1 %
Cenizas ”25,9 % ”48,8 % ”38,0 %
Porcentaje de Azufre entre 4 y 16 % • •

Cuadro 8.1: Análisis quı́mico de muestras de carbón

tuados.” 42 La Comisión señala que no podı́a detenerse en


investigación de detalle para precisar la extensión del ya-
cimiento. Debieron concentrarse en la región todas las ac-
tividades, efectuándose trabajos sistemáticos de prospec-
ción, lo que era imposible por falta de tiempo y recursos.
Por otra parte los análisis y ensayos realizados a las mues-
tras extraı́das demostraron su calidad inferior. La ausencia
de datos altimétricos y planimétricos exactos por ausencia
de un mapa, dificultó los estudios, según la Comisión. Si
bien el Servicio Geográfico Militar colaboró en ese aspec-
to, tal como disponı́a la Ley, por falta de financiación solo
pudo destinar una brigada durante 15 meses a esas tareas.
En consecuencia la zona relevada fue muy reducida. Fi-
nalmente el 4 de Setiembre de 1923 se reúne la Comisión
por última vez. Se lee el escueto Decreto del Consejo Na-
cional de Administración de 24 de Agosto de 1923, donde
se agradecen los servicios prestados por los integrantes de
la Comisión y se da por finalizada su actuación. Luego se
trascribe el informe final elevado al Ministro de Industria
de fecha 15 de Agosto de 1923.43 Se detallan también el re-
sultado de las muestras de carbón analizadas.44 (Cuadros
8.1 y 8.2)
En 1924 Walther publica en el Boletı́n No. 6 de I.G.P.
42 Ibı́dem.
43 Ídem, fjs. 171 a 176.
44 Ídem, fjs. 183, 184.
Potencia Calórica Bruta Potencia Calórica Neta
entre Cal/K. 2666 y 4058 entre Cal/K. 2617 y 3910

Cuadro 8.2: Resultados de ensayos calorimétricos efectuados en


”Laboratorio de Máquinas”de Facultad de Ingenierı́a.

los resultados de las perforaciones realizadas en Cerro Lar-


go. Luego de señalar que a pesar de lo informado por él 2
años antes de disponerse la creación de la Comisión, don-
de “...yo habı́a expuesto, en mi escrito “Lineas fundamen-
tales de la estructura geológica del paı́s” (Rev. del I. de
Agronomı́a, 1919), aparecido antes de la aceptación del
proyecto, mi criterio sobre lo insostenible de varios argu-
mentos expresados por Llambı́as de Olivar, Mis exposicio-
nes quedaron desatendidos.” 45 En cuanto a los resultados
propiamente dichos, Walther señala que: “...por las inves-
tigaciones de la Comisión de Estudio del terreno Permo-
carbonı́fero, solo se ha constatado con alguna seguridad
el que, al S. de la latitud de la región de Melo, no hay
que pensar en yacimientos de carbón.” [...] “Este, como los
demás problemas de la Geologı́a Económica sólo se puede
solucionar por medio de investigaciones en la superficie
y en profundidad, basada en principio cientı́ficos y con-
tinuadas sin perturbación durante años. Sin ellas, se va a
especulaciones tan costosas como estériles.” 46

45 WALTHER, K. “Los resultados de las perforaciones practicadas en


el Departamento de Cerro Largo, en busca de carbón piedra.” En; INS-
TITUTO DE GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. Boletı́n. Montevideo:
Lit. en Imp. del Comercio, junio de 1924. No. 6, p. 3.
46 Ídem. P. 18.
TURBA
Esta roca sedimentaria orgánica es utilizada como energéti-
co. La turba se origina en condiciones especiales, es un
producto vegetal. En este caso los restos vegetales sufren
la putrefacción y carbonificación parcial en agua ácida. La
escasez de oxigeno y la acidez del agua dificultan la activi-
dad microbiana. En otras palabras, la oxidación y descom-
posición se producen parcialmente porque los restos vege-
tales se encuentran protegidos de la acción del aire gracias
a la aislación que le ofrece una masa de agua ácida o un
ambiente saturado de humedad. Esto ocurre en pantanos,
marismas y humedales. Diversos procesos favorecen la ul-
mificación. “La cuestión de la turba es una de aquellas á
la cual el Instituto dedicará especial atención en un futuro
cercano. En la mayorı́a de los paı́ses civilizados, la turba
se ha convertido en un problema importante y hay toda
clase de motivos para que le prestemos aquı́ nuestra com-
pleta atención, especialmente en vista del hecho que en el
paı́s hay pocas fuentes naturales de fuerza motriz. Es fácil
imaginar qué efectos ejercerı́a en el desarrollo del paı́s una
interrupción en el aprovisionamiento de carbón. El uso de
la turba como fuente de fuerza motriz en generadores de
gas ha probado, aún en paı́ses donde hay á mano carbón
barato, que puede competir con el carbón dando la mis-
ma seguridad de trabajo y mayor eficacia. El gas de turba
va ganando continuamente mayor aplicación como com-
bustible y agente reductor en la industria de hierro y ace-
ro, debido á las pequeñas cantidades presentes de azufre y
fósforo y á la pequeña cantidad de escorias producida.” 47
Según Laffitte y Caldevilla los lechos de turba más impor-
47 MARSTRANDER, ROLF. “Informe preliminar sobre las riquezas
minerales de la República Oriental del Uruguay.” Op. Cit. P. 42.
tantes y conocidos se encuentran en Rocha, Maldonado y
en la zona de Carrasco, Montevideo. “Existen diferencias
notables entre ellas y aun mismo dentro de ellas.” 48 Mars-
trander señala que existen lechos próximos al arroyo Solı́s
Chico, en Canelones.49 La Inspección de Minas señala que
“...muchas minas de carbón de turba registradas en este
Departamento [Maldonado] antiguamente ninguna de las
cuales ha llegado á explotarse seriamente, por causas que
ignora esta Inspección de Minas,...” 50 Al suroeste de la
ciudad de Minas, distante 1 Km. aproximadamente ha sido
beneficiado un depósito para utilizarlo como combustible.
Según Marstrander “...el lecho ha sido descubierto en unos
200 metros. En su mayor parte está cubierto por arena. El
yacimiento tiene un espesor de 5 metros y parece exten-
derse hasta la ciudad.” 51 La calidad de la turba varı́a. En
Montevideo, en los Bañados de Carrasco, el Agrimensor
Carlos Burmester y sus socios Enrique y Marı́a Burmester
denuncian minas de Turba.52 También Burmester denun-
cian minas de turba en Maldonado, próximo a la ciudad y
al puerto, son las minas “San Luis” y “San Guillermo”.53
48 LAFFITTE, Julio C. “Las turberas del sud-este uruguayo”. En;
LAFFITTE, Julio C.; CALDEVILLA, Gabriel L. Las turberas del Sud-
este uruguayo. Conferencia pronunciada por los Ings. Agros. Julio C. Laf-
fitte y Gabriel L. Caldevilla, en la Asociación de Ingenieros Agrónomos el
15 de Julio de 1943. Montevideo; Asociación de Ingenieros Agrónomos,
1943. P.8.
49 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 42.


50 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Fj. 60.
51 MARSTRANDER, R.. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 41.


52 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. CASTELLS. Informe.

Montevideo: 22.12.1909. Fj. 128.


53 A. Masanés habı́a denunciado otra mina de turba “La America-

na”.
En 1911 el Ing. Castells informa que no se está explotan-
do turba ni en Montevideo, ni en Maldonado.54 En 1914 la
mina de turba “Uruguaya” fue denunciada por Cesar Bara-
giola en su nombre y en de los socios de la “Sociedad Tur-
beras de Carrasco”, Sres. Cesar Carazo y Carlos Ghiring-
helli. Esa mina estaba ubicada en el Bañado de Carrasco.
Otras minas de turba de esta Sociedad eran “Provechable”,
“Libertad”, “Ausonia” y “Roma”.55 En 1915 Marstrander
dice que en los próximos años era propósito del Instituto
examinar y elaborar mapas de los depósitos que existen en
el paı́s, ası́ como valorar las reservas, poder calórico y la
calidad de los mismos.56

54 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Informe. Montevideo:


11.7.1911. Fjs. 166-167.
55 Ídem, Informe de Juez de Hacienda. Fj. 277.
56 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 43.


Capı́tulo 9

GEMAS Y AGUAS
SUBTERRÁNEAS

Hemos agrupado en este capı́tulo las Gemas y las Aguas


Subterráneas, solo por razones vinculadas a la organiza-
ción de la exposición. Sin embargo tienen en común ser te-
mas de gran importancia para nuestro paı́s. Son en sı́ mis-
mos patrimonios económicos de gran valor para la Repúbli-
ca y cada uno merece un destaque especial.

ÁGATAS Y AMATISTAS
La explotación y tallado de piedras semipreciosas (ama-
tistas y ágatas) se realiza desde épocas muy antiguas. En
Roma se tallaba de manera rudimentaria estas piedras. En
Pompeya fueron encontradas en excavaciones realizadas,
maquinaria para efectuar este trabajo junto a piedras ta-
lladas y a medio tallar. En la Edad Media, en Alemania, la
Ciudad de Ydar se fue especializando en estos trabajos de
tallado y pulido, debido a que en la zona existı́an minas
donde abundaban estas piedras. Pero finalmente termina-

325
ron agotándose. Al promediar el siglo XVIII las autorida-
des virreinales comunican al Rey de España la existencia
de estas rocas en la Banda Oriental. Según el informe ela-
borado por Juan Bautista de Saiz y Carney, abrillantador
de diamantes que realiza un reconocimiento de 4 mues-
tras: 1 piedra de amatista de excelente brillo y dureza,
otra muestra de cristal de roca (cuarzo) “...muy bueno y
muy duro...”. Una tercera muestra resultó ser ágata la cual
era más hermosa y dura que las provenientes de oriente,
según el técnico. Finalmente se reconoció otra piedra sin
valor, pero que suele ser la piedra matriz o ganga de los
diamantes. El informe está fechado en Madrid el 30 de
Julio de 1749. En una Real Orden dada por el Rey Fer-
nando VI en Buen Retiro el 4 de enero de 1750, disponı́a
la prosecución de las “labores de Mina” y del beneficio
de amatistas y ágatas.1 Vascos y alemanes desde 1844 re-
cogı́an las geodas que se encontraban en la superficie de
los campos y las transportaban en carros tirados por bue-
yes o caballos al puerto de Salto, desde donde eran en-
viadas a Europa. “...las primeras explotaciones datan de
1844 y fueron debidas a un alemán Nicolás Eifler.” 2 Gui-
llemain, señala que las ágatas y amatistas del norte del
paı́s “...que forman la gran mayorı́a de las exportadas para
Europa como procedentes del Brasil especialmente en los
últimos años,...” 3 Bankart describe la existencia de ágatas
y amatistas en 1867.4 Posteriormente otros alemanes in-
1 MAESO, J. Las riquezas Minerales de la República Oriental del Uru-
guay. Montevideo: Tipografı́a el Bien Público, 1882. P. 38.
2 FERNANDEZ SALDAÑA, Jośe M.; MIRANDA, César. Historia ge-

neral de la ciudad y el Departamento de Salto. Montevideo: Imprenta


Nacional, 1920. P. 314.
3 GUILLEMAIN, C. “Zur geologia uruguays”. Op. Cit. P. XVII.
4 BANKART, H. “On the Gold-fields or Uruguay, South América”.

Op. Cit. P. 339.


tervienen en el comercio de piedras finas; Carlos Schuck
y Juan Nicolás Schuck y M. Becker. Ellos abrieron un es-
tablecimiento en la calle 25 de mayo, No. 202, para ela-
borar estas ágatas, (las peores). La mayorı́a de las ágatas
y amatistas eran exportadas a Alemania para su procesa-
miento. Estos alemanes compraban o alquilaban campos
saturados de estas rocas, luego las recogı́an y las comercia-
lizaban. Trajeron obreros germanos para la extracción de
ágatas, a los que pagaban elevados jornales.5 Maeso refie-
ren la existencia de un conocido colector de ágatas apo-
dado “vasco terrible”. Al parecer un hombre muy fuerte y
gran vaqueano quién habrı́a amasado una pequeña fortu-
na con este trabajo. Cada dos o tres meses volvı́a de sus
faenas en el campo a la ciudad de Salto con algunas ca-
rretas cargadas con estas piedras. Las enviaba vı́a puer-
to de Salto hacia Alemania. J. M. Reyes (1860) citado por
Jorge S. Da Silva en su cronologı́a inédita señala, que en
1855 se efectuó la primera exportación de ágatas proce-
dentes del Valle del Catalán (Artigas) hacia Alemania por
el puerto de Salto. Según Marstrander, “Los informes so-
bre la producción son muy vagos. En 1909, sin embargo,
que fue un año regular en este negocio, la exportación to-
tal de amatistas puede establecerse aproximadamente de
6.000 a 7.000 Kg.” [...] En bruto las amatistas se dice que
alcanzan un precio de 10 centésimos á 12 pesos por kilo-
gramo. Ejemplares excepcionalmente finos pueden valer
hasta 40 pesos por kilogramo, dependiendo el precio del
color y pureza. El precio en Montevideo por piedras ta-
lladas varı́a de 50 centésimos hasta 5 pesos por grano.” 6
Da Silva en la cronologı́a citada señala que según Federico
5 MAESO, J. Op. Cit. (1882). P. 84
6 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 74.
Nin y Silva en 1928 se exportaron 22 toneladas de ágatas
para Alemania. Antes de la Primera Guerra Mundial es-
tos productos eran enviados a ese paı́s y eran trabajados
en varios talleres de tallado y pulido de piedras semipre-
ciosas ubicados en la región de la Nava (ciudades de Idar
y Oberstein, Ducado de Oldemburgo, cerca de la frontera
francesa). Inmigrantes alemanes procedentes de la ciudad
de Ydar arribaron en el año 1865 al norte del paı́s y con
sorpresa advirtieron la presencia de rocas muy familiares
para ellos. Inmediatamente comenzaron a realizar expor-
taciones de ágatas y amatistas destinadas a Ydar en Ale-
mania. Al comienzo estas exportaciones fueron modestas
pero rápidamente irán creciendo. Una vez talladas y con-
vertidas en joyas eran distribuidas en los principales mer-
cados europeos y por supuesto reexportadas a Uruguay.7
Augusto Wild8 de nacionalidad alemana estableció un lu-
joso local en la calle 25 de mayo 667, en Montevideo. El
rubro principal giraba en torno al tallado y el comercio
de piedras semi-preciosas especialmente ágatas y amatis-
tas. .Estas ágatas han dado lugar á una lucrativa industria
de parte de varias personas que las extraen de los yaci-
mientos, vendiéndolas a los especuladores que las remiten
á Alemania, cuyo paı́s nos devuelve una pequeña parte,
hábilmente transformada por la mano del artista, en in-
numerables objetos de lujoso adorno, mientras que la otra
se vende en Europa á precios altı́simos.” 9 Augusto Wild
nació en Idar (actualmente Idar-Oberstein) el 2 de octubre

7 WILD, Augusto. “La industria de las ágatas en Montevideo”. En;


CONSEJO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN. Libro del Centenario
del Uruguay. Op. Cit. P. 256.
8 Debo agradecer a Barbara Wild los datos biográficos que gentil-

mente nos brindó sobre su ancestro Augusto.


9 ARAUJO, Orestes. Op. Cit. P. 96
de 1875. Sus padres eran Amalia y Rudolph Wild. Viajó
a Sudáfrica donde conoció a Johanna Lotter, de Transvaal,
Pretoria. Ambos llegan a Uruguay antes de 1900, habien-
do estado previamente en Rio Grande do Sul, en busca de
ágatas y amatistas. En 1905 nace su primer hijo, Rodolfo
y en 1907 nace su segundo hijo, Guillermo. En 1905 Wild
montó su taller y comenzó a tallar amatistas. Al comienzo
encontró dificultades referidas a la ausencia de personal
calificado y a la falta de maquinaria en el mercado uru-
guayo, como él mismo relata.10 Según Walther, el Ministro
de Industria Dr. Luis Caviglia, habı́a realizado esfuerzos
para trasplantar esa industria del tallado y pulido al Uru-
guay. Esos esfuerzos “Parece más bien que fueron nega-
tivos, ya que PITTAMIGLIO (El dı́a 22.12.30), recomien-
da -y con razón- favorecer la inmoderación de elementos
europeos que sirvan de maestros para la implantación de
dicha industria entre nosotros. Hay que temer, solamente,
que sus productos resulten mas caros que los europeos.”
En diciembre de 1905, el Sr. Ifraı́n Fuqués ofreció abonar
al Estado $ 200 por los 1000 Kg. de piedra amatistas ex-
traı́da de campos fiscales sin arrendador, en el Departa-
mento de Artigas. En Julio de 1906 el Sr. Rogelio Carballo
realizó la misma propuesta. En marzo de 1909 el Sr. Seve-
rino Machado solicitaba por 10 años la concesión para la
explotación de amatistas en esa región. La Inspección de
Minas negó su pretensión de concesión exclusiva. En 1911
la “Honorable Junta del Dpto. de Artigas” aceptó la propues-
ta del Sr. Machado, quién debı́a pagar $ 0,50 por Kilo de
amatista que extrajera.11

10 WILD, Augusto. Op.Cit. P. 256.


11 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. Informe al Ministro de
Industria. Montevideo: de 3.10.1911. Donde se cita el Expediente de
la Intendencia Municipal de Artigas. Fj. 173.
CRONOLOGÍA INÉDITA ELABORADA POR EL PROF.
JORGE S. DA SILVA. ÁGATAS Y AMATISTAS.

1749 El 30-07 JUAN DE SAIZ Y CARNAI analizó mues-


tras de amatistas cristales de cuarzo y ágatas provenien-
tes de la Banda Oriental. Dicho técnico habla de la belleza
de estas piedras al comunicar los resultados al rey de Es-
paña. Referido por: Maeso, Justo. Riquezas Minerales de la
República Oriental del Uruguay. Montevideo: Tipografı́a el
Bien Público, 1882.
1750 EL REY ordena proseguir las labores de mina y
beneficio de ágatas, amatistas, diamantes y cristal de roca
el 04-01. Referido por; Maeso, Justo. Op. Cit.
1750 MARQUÉS DE LA ENSENADA por disposición
del rey ordena se instruya la búsqueda de amatistas y ága-
tas. Referido por: Maeso, J. Op. Cit.
1750 El REY DE ESPAÑA destina fondos al estudio de
las cristalizaciones en la Banda Oriental, se trata de la pri-
mera referencia al interés por nuestras piedras preciosas.
Citado por: Bossi, Jorge. Recursos minerales del Uruguay.
Montevideo: Ed. Nuestra Tierra, 1969. Col. Nuestra Tie-
rra, No. 10.
1830 REYES menciona que las ágatas y amatistas de la
zona del arroyo Catalán y Pintado se extraen en abundan-
cia para el Báltico hacia los estados del futuro Zollverein.
Referido por: Reyes, J. M. Descripción geográfica del territo-
rio de la República Oriental del Uruguay. Montevideo: Esta-
blecimientos Tipográficos y Litográficos de Luciano Megf,
1859.
1841 Hay noticias sobre la abundancia de COCOS con-
teniendo picos de cuarzo semejantes a diamantes y otras
bellezas en los cauces del Arroyo Catalán Grande.
1850 Alemanes de las colonias del sur del Brasil des-
cubren yacimientos de ÁGATAS Y AMATISTAS en el valle
del Arroyo Catalán Grande en el entonces Departamento
de Salto. Referido por: Reyes, J. M. Op. Cit.
1855 Se efectúa la primera exportación de ágatas pro-
venientes de la zona del Catalán Grande en el Departa-
mento de Artigas hacia Alemania por el puerto de Salto.
Referido por: Reyes, J. M. Op. Cit.
1920 K. WALTHER realiza informe sobre yacimientos
de ágatas. Puntas del Queguay, Puntas del Arroyo Sopas,
Cerro Travieso, Cerro Lunarejo. En: Walther, K. Revista del
Ministerio de Industria, No. 23.
1924 No se otorgan privilegios a los industriales de pie-
dras semipreciosas, sı́ se otorgaron esos privilegios a los
demás empresarios mineros. Fuente: Rebellato, Ana. Índi-
ce de disposiciones legales de la Dirección Nacional de Minerı́a
y Geologı́a. 1912-1987. Montevideo; DINAMIGE, 1988.
1928 Se exportó 11.771 toneladas de adoquines para
Buenos Aires y 22 toneladas de ágatas para Alemania. Fuen-
te: Nin y Silva, F.

AGUAS SUBTERRÁNEAS
Otro capı́tulo aparte lo constituyen las Aguas Subterráneas.
Desde el comienzo de su vida institucional, el Instituto de
Geologı́a y Perforaciones tuvo entre sus objetivos el estu-
dio y alumbramiento de agua subterránea. Estos objetivos
iniciales no estaban explicitados en la ley de creación del
Instituto con la fuerza que si lo fueron otros cometidos
fundacionales, es decir la búsqueda de combustibles y mi-
nerales. Pero a poco que se analiza la ley de fundación del
I.G.P. y sus posteriores reglamentos de trabajo, queda cla-
ro que desde el comienzo se pensó en el alumbramiento
de agua subterránea. En la Ley de creación del Instituto
de 22 de Octubre de 1912, en su Art. 4 se define el presu-
puesto de esta oficina. En el detalle correspondiente a la
Sección Perforaciones se otorga por única vez la suma de $
80.000, “Para la compra de perforadoras con fines geológi-
cos y de irrigación: ...” Si avanzamos en la investigación
sobre el tipo de maquinaria que fue adquirida por el Ins-
tituto, sobre las caracterı́sticas técnicas que poseı́a o para
que se utilizaban, es notorio que entre los objetivos primi-
genios estaba la investigación y alumbramiento de agua.
El Instituto de Geologı́a y Perforaciones diseñó en 1912
el plan de trabajos de la Sección Perforaciones. En corres-
pondencia con ese plan se seleccionó la maquinaria a ad-
quirir. Se puede observar que dicha maquinaria permite
la búsqueda de minerales pero también el alumbramien-
to de agua. En particular 5 de ellas pueden ser utilizadas
especı́ficamente para el alumbramiento de agua (cfr. No-
ta al pie N° 21 del Cap. 4.). En 1928, el Consejo Nacional
de Administración consideraba conveniente modificar al-
gunas de las disposiciones fijadas en el Reglamento de 20
de marzo de 1925, relativo a los cometidos del Instituto.
Aprueba entonces un nuevo Decreto. El “Reglamento del
Instituto de Geologı́a y Perforaciones” de 6 de Julio de 1928.
En el Art. 1 literal C de ese Reglamento, se establece que
el Instituto deberá: “Investigar las corrientes y napas sub-
terráneas, alumbrarlas por medio de perforaciones y afo-
rarlas, determinando también sus cualidades por medio
de análisis quı́micos; efectuar sondeos para reconocimien-
to del subsuelo y dirigir los que se efectúen, por cuenta
de otras dependencias de la Administración, por empre-
sas particulares.” Recordemos también que el Reglamento
de 1925 habı́a instituido la Sección Perforaciones en el Or-
ganigrama del I. G. P. La primera perforación12 realizada
fue para estudio. Fue realizada en 1913 en las proximi-
dades de la Villa San Fructuoso, actual Tacuarembó, lle-
gando hasta los m. 377,5. Se realizó en esa zona porque
en formaciones similares en Sudamérica se habı́a obtenido
petróleo y agua de gran calidad. Finalmente agua pota-
ble fue lo que se extrajo, permitiendo abastecer a la Villa,
aunque lo que se buscaba era petróleo. “La perforación fue
emprendida con el objeto de abastecer de agua potable a
los habitantes de la Villa San Fructuoso y también porque
el paraje comprende una área de rocas que representan un
horizonte geológico en el cual se encuentra generalmen-
te petróleo en esta parte del continente Sud-americano.” 13
Perforaciones similares se realizaron en la Granja Modelo
de Sayago, en el Cuartel de Infanterı́a de Piedras Blancas
y en la Sociedad de Piedra Arenisca que explotaba la can-
tera de arenisca en Tacuarembó. La compilación de estos
informes derivados de las perforaciones realizadas permi-
tió construir la base del mapa hidrogeológico del Uruguay,
“...que será un factor potente para el desarrollo futuro de
12 Participaron en la perforación los capataces de origen norteame-
ricano o inglés; Vı́vian Martı́n, James Mac Lister, Samuel Brown, A.
H. Schelpien, A. Keeps. Los peones de nacionalidad mayoritariamen-
te uruguaya Vitto Stevenazzi, Enrique Stevenazzi, Sabino Lencina, G.
Cafre, R. Maciel, V. Belasco, M. C. Anfili, F. Savorido, B. Lopez, A. Pe-
reira, H. Nunez, L. Rosa, J. Aocero, S. Giménez, Domingo Garcı́a, F.
Fernández, H. Camargo, D. Ojeda, D. Perez, G. Overty, Manuel An-
tunez, S. De los Santos, D. Ruiz, C. Camargo (foguista), H. Fernandez
(cocinero). El Ing. Jefe de Perforaciones era Bernardo W. Ritso. I.G.P.
Carpeta de Perforación No. 1. Montevideo: DINAMIGE. Archivo: Divi-
sión Geologı́a - Área Aguas Subterráneas.
13 INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PERFORACIONES. “Instituto

de Geologı́a y Perforaciones. Éxito de perforación en Tacuarembó.


200.000 litros por dı́a”. I.G.P. Carpeta de Perforación No. 1, Op. Cit.
Montevideo: 23 de noviembre de 1914.
las industrias agrı́colas y pastoriles.” 14 Como se indica en
la memoria del I.G.P., cuando las actividades de la Sección
Perforaciones hubieran avanzado lo suficiente y se tengan
informaciones de todo el paı́s, se podrı́an realizar deduc-
ciones importantes en cuanto a los horizontes acuı́feros en
las distintas formaciones geológicas. Ası́ ocurrió. Se pu-
do establecer la ubicación en el mapa de diversos distritos
y el pronóstico de profundidad y cantidad de aguas sub-
terráneas. “Ası́ podrá averiguar si el ganadero puede con-
tar con alguna ayuda en lo que se refiere á aguas para el
ganado ó para irrigación en cualquier parte del paı́s.” 15 En
un balance de 1914 dice el Director Lamme; “A pesar de
las dificultades y demoras causadas por la crisis y la guerra
europea los éxitos logrados por esta Sección del Instituto
no son, de ningún modo, de poca importancia. Aunque el
número de perforaciones terminadas es reducido, los re-
sultados obtenidos son de suma utilidad respecto de a las
condiciones geológicas prevalecientes en varias partes de
la República. Además, los abastecimientos de agua encon-
trados compensan ampliamente los gastos ocasionados. Sı́
esto ha acontecido bajo las condiciones subsistentes has-
ta ahora, es decir, anteriormente la falta de organización
y actualmente la falta de fondos, no cabe dudar ahora de
que con la organización completa de hoy dı́a y gozando
de fondos suficientes para llevar a cabo las perforaciones
en los sitios elegidos en las áreas donde existen minerales
se lograrán resultados materiales y el desarrollo de las ri-

14 LAMME, Maurice A. “Informe del Director del Instituto de Geo-


logı́a y Perforaciones”. En; MINISTERIO DE INDUSTRIA Y TRABAJO.
Memoria del Ministerio de Industrias. Montevideo: Ministerio de Indus-
tria y Trabajo, 1915. Anexo A. P. 1135.
15 Ibı́dem.
quezas subterráneas avanzará rápidamente.” 16 La mayor
calidad de las aguas subterráneas, filtradas naturalmente,
comienza a ser reconocida en el combate y la disminución
de enfermedades, “...el Instituto está tratando de que sus
medios estén en relación con las demandas, desde que la
sanidad es aún de más importancia que las riquezas para el
bienestar de la gente.” 17 El aprovechamiento de las aguas
subterráneas ofrece grandes ventajas y economı́as, com-
parado con soluciones basadas en la utilización de aguas
superficiales. “...ventajas, en cuanto a la calidad del agua
por la persistencia de sus caracteres fı́sicos y quı́micos, sin
peligro de contaminaciones; economı́as, por haberse evita-
do las costosı́simas instalaciones que habrı́an exigido otros
sistemas de aprovechamiento, (usinas de bombeo y de tra-
tamiento y purificación; lı́neas de aducción extensas allı́
donde los centros poblados se encontraban alejados de los
cursos de agua); economı́as, también, por último en razón
de menores gastos anuales que exige el funcionamiento del
servicio de agua subterránea.” 18 El 21 de abril de 1936, el
Ing. Lorenzo Buquet remitı́a una nota de su subordinado
el Ing. de Perforaciones, fechada el mismo dı́a dirigida al
Director del I.G.P.19 Donde informaba a Terra Arocena so-
bre el aumento continuado y a ritmo acelerado de las so-
licitudes de alumbramiento de agua. En dicha nota señala
que 130 poblaciones y establecimientos del paı́s, se abas-
16 Ídem. Pp. 1137-1138.
17 Ídem. P. 1139.
18 MINISTERIO DE INDUSTRIA Y TRABAJO; INSTITUTO

GEOLÓGICO DEL URUGUAY. Obra realizada. Cometidos actua-


les. Exposición 50 años de Ingenierı́a Nacional. Montevideo: Imprenta
Nacional, Diciembre 1943. P. 6.
19 I.G.P. Nota C2-No. 7/936. Montevideo: Sección Hidrogeologı́a y

Perforaciones, 21 de abril de 1936. (DINAMIGE- Museo Geominero


del Uruguay).
tecı́an de agua subterráneas alumbradas por la Sección Hi-
drogeologı́a y Perforaciones. Contaban con 12.500 metros
perforados y un caudal de 19 millones de litros agua por
dı́a. En las gráficas que siguen (fig. 9.1), advertimos que
entre 1917 y 1920 no se produjeron perforaciones para Es-
tudio. Esto cambia con intervalos a partir de 1921, don-
de se incrementan ese tipo de perforaciones. En cuanto a
las perforaciones para alumbrar agua (fig. 9.2) se advier-
te que salvo en 1917 y 1920 las solicitudes de organismos
públicos superan a las solicitudes de los privados. Las so-
licitudes de los organismos públicos tenı́an como destino
principal alimentar de aguas a centros poblados, institutos
educativos, hospitales, cuarteles y centros de investigación
agropecuarios.

LA VIDA EN EL CAMPAMENTO.

El equipo de perforación estaba integrado por un per-


forador, un foguista y un peón. La perforación podrı́a rea-
lizarse tanto en centros poblados, como ocurrió en Santa
Rosa, Migues o Montevideo, pero también en medio del
campo. En este último caso la máquina de perforar era
transportada por ferrocarril hasta el punto más cercano al
lugar señalado para realizar la perforación. Una vez des-
cargada la maquinaria en la estación ferroviaria, se pro-
cedı́a a su traslado hasta el lugar definitivo en carretas tira-
das por bueyes. Un largo convoy de 7 u 8 carretas transita-
ban malos caminos para luego abandonarlos y atravesar el
campo sin otra ruta que una débil huella en el mejor de los
casos. “Los animales son flacos y el camino pesado anoche
ha llovido toda la noche....” 20 Pero una verdadera aventu-
ra debió haber sido subir a los cerros de Piriápolis, como
relata Manuel Duran. “Comunico a Ud. que después de
tanto trabajo para subir este Cerro recién hoy he encontra-
do bueyes para poder subir la maquina (sic) y caldera en el
lugar hasta ahora nadies (sic) se habı́a animado de los que
tienen bueyes hize (sic) benir (sic) uno de Pan de Azucar
(sic).” 21 No siempre Duran tuvo que vencer tan gigantes-
cos escollos. Hubo tiempos en que la suerte le fue menos
esquiva. “Con fecha 20 del presente mes, llegamos a este
campamento con toda fasilidad (sic) pues tanto la maqui-
na (sic) como las 7 carretas que venian (sic) con la maqui-
na (sic) no tuvieron imcombenientes (sic) en el viaje...” 22
A veces el campamento habı́a sido levantando con antici-
pación. En otras oportunidades las carpas debı́an instalar-
se con rapidez y destreza antes que la noche los sorpren-
diera. Con posterioridad se construı́an ranchos de paja y
terrón para albergar a los obreros. También se podı́a cons-
truir una casilla de chapa. En oportunidades para oficiar
de peón era contratada gente del lugar. La jornada se ini-
ciaba muy temprano. El foguista debı́a levantarse entre las
4 y las 5 de la mañana para que la caldera tuviera vapor
a las 7 o las 8, según la época del año. A esa hora comen-
zaban a perforar. Cuando los reflejos del tibio sol invernal
hacı́an brillar la escarcha, la caldera estaba marcando que
20 SHELPIEN, A. Nota al Ing. de Minas del I.G.P. Don Terra Arocena.
San Carlos: 24 de Octubre de 1921. Carpeta No. 41, 44, 47. (Archivo
del Área de Hidrogeologı́a – DINAMIGE).
21 DURAN, Manuel. Nota a Sr. Lorenzo Buquet. Ingeniero Jefe de Per-

foraciones. Piriápolis: 7 de Octubre de 1926. Carpeta No. 97. (Archivo


del Área de Hidrogeologı́a – DINAMIGE).
22 DURAN, Manuel. Nota a Sr. Director A. Llambias de Olivar. Estan-

cia Eudoro Alonso. Achar, Tacuarembó: 26 de junio de 1920. Carpeta


No. 30. (Archivo del Área de Hidrogeologı́a – DINAMIGE).
habı́a “levantado vapor” y estaba lista para perforar. La “va-
porera” era alimentada con leña o carbón. Sı́ en invierno el
frı́o y la lluvia en medio del campo hacı́an inhóspita la ta-
rea, en verano el calor no dificultaba menos el trabajo. A
mediodı́a se paraba la faena para almorzar, continuando
luego de un descanso hasta el fin de la jornada a las 17
o 18 horas. El trabajo tenı́a sus peligros. Sı́ bien los acci-
dentes no fueron moneda corriente, los hubo muy graves.
Esto ocurrió en la Perforación No. 9 en el Departamento
de Lavalleja, en el Mercado de la ciudad de Minas. El acci-
dente se produjo al finalizar el trabajo, seccionó dos dedos
al Maestro de Sondeos Andrés Shelpien. Fue atendido en
el Hospital de esa ciudad. Al parecer habrı́a sucedido que
el Intendente de Lavalleja se habrı́a comprometido frente
a diversas personas a pagar, tanto el sueldo como los gas-
tos de la enfermedad del Sr. Shelpien. Posteriormente se
negó a satisfacer esto último, aunque sı́ abonó el sueldo co-
rrespondiente. Cuando luego de varios intentos Shelpien
pudo contactarse con el Intendente, según el perforador
este habrı́a dicho: “...demasiado hice con pagarle el sueldo
y sı́ el pozo no dá agua?...” 23 Shelpien se queja amarga-
mente “del engaño” en nota al Ing. Lamme. Este no fue el
único accidente, hubo otros de menores dimensiones.24 La
dificultad estribaba en el traslado del herido cuando esto
ocurrı́a en el campo. La vivienda era otro de los desafı́os a
que se veı́an enfrentados los trabajadores. Las carpas para
23 SHELPIEN, A. Nota a Sr. M. A. Lamme. Minas: I.G.P., 15 de abril
de 1917. Carpeta No. 9. (Archivo del Área de Hidrogeologı́a – DINA-
MIGE). Subrayado en original.
24 Perf. No. 6. Eugenio San Martı́n, accidentado el 4 de marzo

de1918, internado en Hospital de Melo. Perf. No. 110. Golpe en la ca-


beza del foguista con herida cortante, debió ser trasladado y revisado
por el facultativo, 1928. Perf. No.134. Sr. Bounora accidentado debió
recibir atención médica, 1929.
alojar el personal no siempre llegaban a tiempo. En la Per-
foración No. 117 sobre el rı́o Queguay, en el Departamen-
to de Paysandú, el capataz reclama insistentemente car-
pas y chapas para alojamiento de los obreros. Las chapas
eran para construir la casilla. Finalmente la Administra-
ción responderá que no habı́a carpas disponibles, prome-
te que en un mes las remitirá y ordena que comience la
perforación.25 No siempre las carpas ofrecı́an la comodi-
dad mı́nima. “...estamos viviendo tres en una carpa y la
carpa no hay mas (sic) capacidad que para dos y es chi-
ca todavı́a.” 26 En otras oportunidades los trabajadores so-
licitaban la colaboración del Instituto para solventar los
gastos devengados del alquiler de una morada. “Vivienda
del personal.- solicito al Sr. Director ayuda en el pago del
alquiler de la casilla en que nos hemos alojado por razo-
nes de economı́a para el Instituto...” 27 El alquiler men-
sual de la casilla era de $ 15. El Instituto de Geologı́a y
Perforaciones contribuyó con $ 6 mensuales. Las dificul-
tades económicas parecı́an acuciar siempre al personal de
perforaciones. Esto se debı́a en parte a los continuos atra-
sos en que incurrı́a la Institución al momento de abonar
los sueldos, como al hecho de vivir alejados de su hogar
por semanas. Esto aumentaba los gastos de la familia. Son
muchos los reclamos que en este sentido quedaron regis-

25 I.G.P.Carpeta No. 117. (Archivo del Área de Hidrogeologı́a – DI-


NAMIGE).
26 D’ALTO, Miguel. Nota a Ing. de Minas. Sr. E. Terra Arocena. Fraile

Muerto: 27 de agosto de 1922. Firmada por Miguel D’alto. Perforador


a cargo del equipo No. 6. I.G.P. Carpeta No. 48. (Archivo del Área de
Hidrogeologı́a – DINAMIGE).
27 STEVENAZZI, Vitto. Nota al Sr. Director. Ing. E. Terra Arocena. Ins-

tituto de Geologı́a y Perforaciones. Tambores: 30 de enero de 1924.


Fdo. Vitto Stevenazzi. Equipo 6. I.G.P. Carpeta No. 71. (Archivo del
Área de Hidrogeologı́a – DINAMIGE).
trados en la correspondencia guardada en las diferentes
carpetas de perforación. Año tras año esta situación pare-
ce repetirse. Los acontecimientos llegaban a veces a lı́mi-
tes insostenibles. No está exenta de dramatismo e indig-
nación la carta de Eduvijes Acosta, enviada a sus jerarcas
en 1929. “Dinero: Si Ud. no manda dinero me es imposi-
ble seguir trabajando pues hoy al escribirle me queda para
mantener a mi familia solamente 1$40 un peso cuarenta
centésimos. El foguista Sr. C. Pardo esta (sic) en una si-
tuación desesperante pues no tiene ni tabaco ni Yerba pa-
ra un mate y la comida se la dan como limosna (porque
no se puede decir otra cosa) el capataz de los corrales.”28
Sigue luego cuestionando a su supervisor. La convivencia
en el campamento no era simple. El aislamiento, la fal-
ta de dinero, las condiciones de la vivienda, la diferente
formación familiar y educativa de los trabajadores, gene-
raba campo fértil para el desarrollo de los vicios sociales.
Por cierto que esto no era patrimonio exclusivo de estos
grupos de trabajadores. Lo mismo ocurrı́a en la ciudad,
en las fábricas y talleres. Contra estos vicios batallaron de
modo incesante los sindicatos y en particular sus activis-
tas comunistas y anarquistas. Aquellos sindicalistas veı́an
en estos vicios elementos de dominación social. El traba-
jador dedicado al alcohol o a los naipes, restaba tiempo
para el sindicato o el partido polı́tico, restaba tiempo a la
lucha por el cambio social. Ese tema y esa visión era re-
currente en los periódicos sindicales. Shelpien denuncia
a un perforador por actitudes contra la moral y el com-
portamiento que según él debı́an reinar en el campamen-
to de obreros del Estado. Dice que dicho perforador mo-
28 ACOSTA, Eduvijes. Nota a Ing. Jefe Sr. Lorenzo Buquet. Durazno:
29 de diciembre de 1929. Firmado E. Acosta. I.G.P. Carpeta No. 135.
(Archivo del Área de Hidrogeologı́a – DINAMIGE).
lesta con lenguaje grosero a toda mujer que pasa cerca de
él, “incluso niñas”. Shelpien recrimina esa actitud al hom-
bre y luego prohı́be “...la entrada de mujeres de mala vi-
da en el campamento y en la carpa de él.” 29 El perforador
desobedece y el domingo se produce un incidente en el
que debe intervenir la policı́a. El campamento quedó ba-
jo su custodia, brindando protección a Shelpien mientras
el otro trabajador fue despedido. Esto es solo un incidente
extremo que muestra las dificultades que se podı́an pro-
ducir en la vida en común en el campamento.

LA EXPERIENCIA DE .AGUA SALUS”


En el Km 110 de la ruta 8, a 12 Km. al Sudoeste de la
ciudad de Minas se encuentra la Fuente del Puma. De esta
fuente procede la multipremiada Agua Salus. José Scoseria
señala que; “Según los datos que he podido recoger, esta
fuente es conocida desde fines del siglo XVIII, poco des-
pués de la fundación de la ciudad de Minas, y nunca, ni
aún en las grandes sequı́as que se recuerdan, se vio dis-
minuir el abundante caudal de sus aguas. Nadie recuerda
cómo, ni por quién fué descubierta, pero sı́ recuerdan los
antiguos moradores de aquellos parajes, que desde mu-
chas leguas de distancia los enfermos buscando alivio á
sus males, acudı́an á la fuente de los Talas o de la Salud,
como se la llamaba por tradición, aludiendo á un grupo
de añosos talas que la rodea y á las virtudes curativas que
se atribuyen á sus aguas,...” 30 Dice Scoseria que en 1890
29 SHELPIEN, A. Nota a Ing. De Minas del I.G.P. Don Terra Arocena.
San Carlos: 24 de Octubre de 1921. Carpeta No. 41, 44, 47. (Archivo
del Área de Hidrogeologı́a – DINAMIGE).
30 SCOSERIA, José. “El Agua Salus”. Comunicación a la Sociedad de

Medicina de Montevideo, 1900, citado por ARAUJO, Orestes. Op. Cit.


Pp. 106, 107.
el Ing. Andreoni intervino el lugar, dándole la disposición
que conocemos actualmente; el chorro de agua pura sale
por la cabeza del puma esculpida en un bloque de granito.
Ese es el origen de su nombre. También existe una leyenda
según la cual un puma solı́a beber allı́ y protegı́a la fuen-
te. Al ver a los conductores de carretas comprendió que
su misión habı́a terminado porque los hombres la prote-
gerı́an para siempre. Entonces se retiró y nunca más se vio
por allı́ al crédulo e ingenuo puma. Su caudal se calcula en
500 mil litros en 24 horas. En 1892 Juan Puga y Santiago
Fabini inician una empresa para explotar industrialmente
el “Agua Salus”. La empresa adquiere la Fuente del Puma
y 62 hectáreas circundantes. Consolidado su prestigio y
aumentadas las ventas, la empresa cambia su razón social
por Fabini Hnos. Se comercializó en un comienzo en Minas
y Montevideo. En principio se vendı́a en farmacias donde
se destacaban sus poderes curativos. Cada dı́a se tornaba
más necesario ampliar el área y la capacidad de comercia-
lización. Este gran esfuerzo suponı́a un incremento impor-
tante del capital de la empresa. Por iniciativa de Fabini y
la intervención de importantes hombres de ciencia, la ”So-
ciedad Fabini Hnos”se transforma en sociedad anónima.
Entre esos hombres de ciencia se encontraban el quı́mico
y naturalista Prof. Arechavaleta, el Presidente del Consejo
Nacional de Higiene Dr. Heguy y los ingenieros Andreoli,
Pealer, Montero Paullier, Monzani y otros. En 1898 esta fir-
ma compró una máquina de origen francés, embotelladora
de agua mineral bicarbonatada. Esta máquina contribuyó
a conservar la pureza e higiene del agua en el proceso de
embotellamiento y se instaló en el “Establecimiento Hidro-
Mineral del Puma”. Finalmente en 1902 se funda la Com-
pañı́a Salus.
AÑOS Objetivo AGUA Objetivo ESTUDIO AÑOS Objetivo AGUA Objetivo ESTUDIO
1913 1 1 1922 2 4
1914 3 0 1923 4 0
1915 0 2 1924 3 13
1916 4 0 1925 4 15
1917 10 0 1926 5 8
1918 3 0 1927 8 0
1919 3 0 1928 8 4
1920 7 0 1929 17 13
1921 6 7 1930 2 1

Cuadro 9.1: Perforaciones para búsqueda de agua subterránea y


para estudios geológicos realizadas por el I.G.P. 1913-1930. Datos
de DINAMIGE sistematizados por el autor

AÑOS Para PRIVADOS Para el ESTADO AÑOS Para PRIVADOS Para el ESTADO
1913 0 1 1922 0 2
1914 1 2 1923 0 4
1915 0 0 1924 1 2
1916 3 1 1925 1 3
1917 6 4 1926 2 3
1918 1 2 1927 0 8
1919 1 2 1928 2 6
1920 6 1 1929 1 16
1921 3 3 1930 0 2

Cuadro 9.2: Perforaciones para agua realizadas por el I.G.P. 1913-


1930.Datos de DINAMIGE sistematizados por el autor
Figura 9.1: Perforaciones realizadas por el I.G.P. 1913-1930.
Figura 9.2: Número de perforaciones para agua solicitadas por pri-
vados y por el Estado. 1913-1930.
Capı́tulo 10

DIFICULTADES DE LA
INDUSTRIA MINERA

TRABAS AL DESARROLLO DE LA MI-


NERÍA.
I. La especulación.

II. Transporte y vı́as de comunicación.

III. Faltas de estudios y conocimientos geológicos del


territorio nacional.

IV. Lo riesgoso de la inversión minera.

V. La ausencia de empresas dedicadas a la transfor-


mación de los productos de la minerı́a, caso plomo
por ejemplo. El cual se debı́a exportar en bruto.

VI. La tecnologı́a.

347
I. LA ESPECULACIÓN.
Son numerosos los ejemplos de especulación. El Ing.
Alberto Castells señala en su informe ya citado, que la
Compañı́a francesa, “Société des mines de Rivera” tie-
ne necesidad de extender sus trabajos de explotación en
la mina San Gregorio, en dirección al Cerro Amelia; pero
no puede “. . . a causa de que otros denunciantes de Minas
(sic), que no han hecho trabajo alguno para amparar de-
nuncias según establece el Art. 6 del Código de Minerı́a,
impiden que una Compañı́a seria y digna de protección
por parte del Superior Gobierno, ensanche los trabajos de
explotación de sus minas.” 1 En el mismo informe afirma
que Casimiro Castro, su hijo y los socios A. Bovio y otros
han denunciado un numeroso grupo de concesiones mi-
neras que abarcan toda la región aurı́fera Rivera. Además
entre ellos y otros han denunciado numerosas concesiones
para la explotación de arenas aurı́feras en la 5ta. y 6ta. Sec-
ción de Rivera ubicadas en los arroyos Tacuarembó, Cuñapirú,
San Pablo, Corrales y Laureles. Todas ellas, protesta Cas-
tells, deben ser declaradas caducas por abandono de la tra-
mitación, por falta de seriedad de las denuncias o por no
haber ejecutado trabajo alguno. Castells reitera en diver-
sos informes la necesidad de reformar el Código de Mi-
nerı́a para evitar estos abusos. En un informe de fecha 30
de junio de 1908 el Inspector Ing. Castells afirma: “De los
mismos defectos adolecen las denuncias del Sr. Castro que
se á limitado a copiar de los diarios de la época los datos
que contenı́an las publicaciones de los registros solicitados
por personas que no tenı́an otro fin que el de conseguir la
Concesión de terrenos que esperaban traspasar con gran-
1 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. CASTELLS, A. Op. Cit.
Fj. 54.
des ganancias a las Compañı́as que acababan de constituir-
se. ¿Cómo podı́an ser redactados estos datos cuando mu-
chas veces fueron capataces de Estancia y sargentos de Po-
licı́a los encargados de reunirlos?” 2 En la mayorı́a de estas
minas no se advierte trabajo alguno, salvo en algunos ca-
sos, donde las compañı́as a las que se les ofreció las minas
hicieron algún cateo. Afectan a la minerı́a “un sin núme-
ro de litigios entre denunciantes de más o menos buena fé
lo que trae funestas consecuencias por el retraimiento de
los capitales extranjeros, tan indispensables para fecundar
y engrandecer la explotación de nuestras riquezas mine-
ras.” 3 Dice luego el mismo Castells; “Opina por lo expues-
to el que suscribe que, para el desenvolvimiento y pros-
peridad de la minerı́a en la República, debe darse: facili-
dades para adquirir las concesiones mineras: - brevedad
en la tramitación: - Libertad para explotar: garantı́as a los
propietarios de los campos en que están ubicadas; y segu-
ridad para la posesión de las minas mediante el pago de
un pequeño impuesto anual por hectárea.” 4 Se afirma en
ese informe que “La mayor parte de las minas han sido re-
gistradas ó denunciadas por una misma persona y varias
en un mismo expediente. Actuando de modo contrario a
lo indicado por la Comisión que elaboró el Código de Mi-
nerı́a.” 5 En muchas de las minas denunciadas no se realizó
ningún trabajo.

2 Ídem. Fj. 80.


3 INSPECCIÓN DE MINAS. Libro Copiador. CASTELS, A. Op. Cit.
Fjs. 61 y 62.
4 Ídem. Fjs. 62 y 63.
5 Ídem. Fj. 61.
II. TRANSPORTE Y VÍAS DE COMUNICACIÓN.

En cuanto al transporte era lento y caro como señala


Orestes Araujo. Muchas explotaciones se encuentran ale-
jadas de la red de caminos y rutas. Los caminos eran po-
cos y malos, las rutas también eran escasas. Según Frie-
densburg “El requerimiento mı́nimo inicial para explotar
un depósito mineral en una zona sin desarrollo es el pro-
veerla de rutas de transporte y de ferrocarriles si se ha de
extraer grandes cantidades de mineral. En ocasiones, las
difı́ciles condiciones de acceso, hacen necesario establecer
enlaces aéreos (económicamente posibles para productos
mineros particularmente preciosos como oro y diamantes)
y en otros incluye asimismo la construcción de puertos.” 6
Durante el perı́odo que estamos estudiando las condicio-
nes van cambiando en el sentido de mejorar y construir
nuevas rutas y caminos. “El gobierno de Williman utilizó
buena parte de los superávit logrados gracias a su buena
administración en la ampliación de la red de caminos na-
cionales y en la construcción de puentes sobre algunas co-
rrientes fluviales importantes (por ejemplo el del rı́o San
José). Entre las obras portuarias y la obra vial, el último
mensaje presidencial calculaba que se habı́a invertido la
suma 17 millones de pesos.” 7 Esto tiene que ver por un
lado con la mejora en la tecnologı́a de construcción de ca-

6 FRIEDENSBURG, Ferdinand. “The multiplicative Effect of Mi-


ning Operations in Underdeveloped Regions”. Pp. 62-66 Citado por;
BOESMI, Inés. “La importancia de la minerı́a en el desarrollo nacio-
nal.” En; Revista Minera Geologı́a y Mineralogı́a. Buenos, Aires: Socie-
dad Argentina de Minerı́a y Geologı́a. 1976. Tomo XXXIII, No. 3/4,
Abril 1976. P. 17.
7 NAHUM, Benjamı́n. La época batllista 1905 – 1929. Buenos Aires:

Ed. de la Banda Oriental – La República, 1998. Colección Historia


Uruguaya. Pp. 17 y 18.
minos y por otro con la voluntad del Estado de competir
con el ferrocarril inglés, construyendo carreteras al costa-
do de las vı́as, sin atender a la complementariedad que
ambos sistema deben tener. “En 1905 el Poder Ejecutivo
pidió autorización a la Asamblea General para contratar
el empréstito de Vialidad y Obras Públicas por 3 millo-
nes de pesos, con destino a la construcción y mejora de los
caminos de la campaña. [. . . ] La autorización fue concedi-
da, destinándose parte del empréstito a la construcción y
reparación de caminos, tendidos de puentes (rı́os Yı́, San-
ta Lucı́a, arroyo Tacuarembó) y mejoras de pasos fluviales.
Ası́ se estableció el trazado de caminos nacionales parale-
los a los ferrocarriles extranjeros y el acondicionamiento
de las primeras carreteras, que pronto iban a ser utilizadas
por los noveles automóviles y camiones.” 8 Los minerales
y las rocas eran transportados en carretas a campo travie-
sa, por senderos construidos por el propio andar de estos
carruajes. Los innumerables rı́os y arroyos debı́an vadear-
se en pasos especiales ya que los puentes escaseaban. En
cuanto al automóvil en realidad su importancia en el paı́s
crece después de la década de 1920, incluso en Montevi-
deo antes de 1915 eran relativamente pocos. Hasta 1940 el
camión no se consolidó como medio de transporte interde-
partamental de mercancı́as, incluidos los productos de la
minerı́a. Si bien cerca de 1915 su importancia aumenta y
comienza lentamente a desplazar las carretas como medio
de transporte de mercaderı́as. El traslado de mercancı́as
por ferrocarril acaba de consolidarse recién en 1928 con
la construcción del ramal Montevideo – Rocha. Por otra
parte hay continuas referencias a lo caro que resultaba el
modo ferroviario. Marstrander nos brinda un cuadro del

8 Ídem. P. 8.
• Toneladas de Mineral Toneladas de Piedra
Minas a Montevideo $ 3.50 $ 1.18
Maldonado a Montevideo $ 4.56 $ 1.74
Treinta y Tres a Montevideo $ 7.28 $ 2.01
Melo a Montevideo $ 8.04 $ 2.33
Rivera a Montevideo $ 9.20 $ 2.88
Mercedes a Montevideo $ 7.00 $ 1.88

valor del flete ferroviario en 1914 tomados de la tarifa pu-


blicada por el Ferrocarril Central:9
£ 1 = $ 4,70 oro uruguayo ó $ 4,85 oro americano.10
Piedra incluye: calizas, arenisca, granito y arena.

III. FALTA DE ESTUDIOS Y CONOCIMIEN-


TOS GEOLÓGICOS DEL TERRITORIO NACIO-
NAL.
Sobre el tercer punto existe casi unanimidad de opinio-
nes. Empezando por Justo Maeso en el S. XIX, quien plan-
tea la necesidad de instaurar a nivel secundario y universi-
tario el estudio de la Geologı́a. Incluso presenta un proyec-
to al Presidente de la República en este sentido. Las pri-
meras impresiones cientı́ficas se las debemos fundamen-
talmente a naturalistas y geógrafos; Felix Azara, Dámaso
9 KENDALL, J. Op. Cit. P. 11. En 1909 J. Kendal en su informe so-
bre el manganeso nos dice que según Mr. Bayne (Director General del
Ferrocarril Central del Uruguay) las tarifas de cargas desde Cerro Pa-
pagay hasta Montevideo, después de construido el ramal de 40 millas
hasta los depósitos del mineral, serı́a de 11 ch. y 7 p. por tonelada. Si
bien no existen datos sobre fletes marı́timos Kendall toma dos ejem-
plos: para granos desde Buenos Aires costaba en 1909 entre 8 y 12 ch
6 p. (promedio 10 ch.), para el carbón desde Cardiff (Sur de Gales) el
promedio entre 1900 y 1909 era de 10 ch. 0.61 p.
10 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-

nerales de la República Oriental del Uruguay”. Op. Cit. P. 7.


A. Larrañaga, José Pérez Castellanos, Charles Darwin, L.
de Bougainville, d’Orbigny y tantos otros. El ciclo de gue-
rras civiles y el desorden que estas generaron, determinó
que recién durante el gobierno de Francisco Vidal (1880-
1882 y 1886), surgiera en las esferas oficiales la iniciativa
de crear un espacio académico, para difundir los conoci-
mientos existentes en estas materias. Es ası́ que el Minis-
terio de Gobierno decreta el 3 de diciembre de 1881, ac-
tuando el Presidente en Consejo de Ministros lo siguiente:
“Art. 1° En tanto no sea posible complementar debidamen-
te la enseñanza de las ciencias de Mineralogı́a y Geologı́a,
créase en la Universidad mayor de la República una Cáte-
dra de Mineralogı́a aplicada á las artes y manufacturas.
Art. 2° El profesor de dicha cátedra, cuidará especialmente
de concentrar sus estudios y disertaciones, sobre todos los
productos del reino mineral descubiertos hasta ahora en el
paı́s, con las meestras (sic) á la vista, dando á su enseñanza
un carácter esencialmente práctico y de aplicación indus-
trial.” 11 En el Art. 5° establece que el cargo se proveerá por
concurso. El salario del docente será de 100 pesos men-
suales. Firman el Decreto; VIDAL, José M. Vilaza, Juan L.
Cuestas y Máximo Santos. Orestes Araujo en 1913 insiste
con el tema diciendo “La falta, casi completa, de estudios
geológicos, base y fundamento de la mineralogı́a, es una
de las causas que ha impedido hasta el dı́a de hoy que se
conozca mejor la naturaleza del territorio oriental, agra-
vando semejante situación la indiferencia de la generali-
dad de las gentes hacia especulaciones mineras, sin duda
por no haber salido muy bien librados los que á ellas dedi-

11 MAESO, Justo. Las riquezas minerales de la República Oriental


del Uruguay. Montevideo: Tipografı́a de El Bien Público, 1882. Pp.
146, 147.
caron tiempo, inteligencia y dinero.” 12 Federico Cernuschi
y Manuela Morales en un interesante trabajo monográfico
dicen: “Entre 1790 y 1903 se identifica un primer perı́odo
caracterizado por una baja producción de publicaciones.
Esto puede explicarse debido a que las instituciones rela-
cionadas a estas disciplinas todavı́a no se habı́an desarro-
llado y las publicaciones fueron realizadas en su mayorı́a
por investigadores extranjeros no radicados en Uruguay
(De Azara, Darwin, D‘Alton, Barrial Posadas y Twite en-
tre otros). Este es el perı́odo de “primeros pasos” para la
Geologı́a y Paleontologı́a del Uruguay, con un casi inexis-
tente apoyo estatal a la actividad cientı́fica en estas disci-
plinas, por lo que la investigación se desarrollaba predo-
minantemente de manera ocasional por cientı́ficos extran-
jeros.” 13 En la misma medida en que se fundan institutos
de investigación en el ámbito Estatal comienza a crecer la
producción bibliográfica. Cernuschi y Morales continúan:
“Entre 1904 y 1960 se visualiza el segundo perı́odo, carac-
terizado por un aumento en las publicaciones. Esto parece
estar dado por el comienzo de las investigaciones institu-
cionales en el Uruguay. La creación en 1907 de la hoy Fa-
cultad de Agronomı́a posibilitó la llegada al Uruguay en
1908 del geólogo alemán Karl Walther, quien produjo en
este perı́odo una gran cantidad de publicaciones pilares
de la Geologı́a del Uruguay. También es en este perı́odo
12 ARAUJO, O. Op. Cit. P. 87.
13 CERNUSCHI, Federico; MORALES, Manuela. “Primera base de
datos de la bibliografı́a sobre Geologı́a y Paleontologı́a del Uruguay”
[en lı́nea]. [Monografı́a inédita. Curso: Universidad, Ciencia y Tecno-
logı́a, 2005]. Montevideo: UdelaR, 2006. [Accedido 1 de junio 2017].
Disponible en World Wide Web: http://www.federicocernuschi.
com/wp-content/uploads/2012/12/Trabajo-Final-Universidad-
Ciencia-y-Tecnologi\%CC\%81a-Cernuschi-Morales3.pdf Docu-
mento en formato PDF. P. 8.
que se crea el Instituto de Geologı́a y Perforaciones, en
1912, que más tarde, en 1982, será la Dirección Nacio-
nal de Minerı́a y Geologı́a (DINAMIGE), donde trabajaron
importantes cientı́ficos como Marstrander, Falconer o Mac
Millan, produciendo también una importante cantidad de
publicaciones. En este perı́odo se crearon las bases para
la investigación actual, se introdujo nuevo conocimiento
cientı́fico al paı́s y comenzó la actividad académica junto
con la prospección de recursos minerales y energéticos por
parte del Estado.” 14 La fundación del Instituto de Geo-
logı́a y Perforaciones, es un avance importante, ya que per-
mitió comenzar a generar conocimiento sobre la geologı́a
del Uruguay, con miras a la explotación de los recursos mi-
nerales. Otro importante avance fue la instalación de la
Cátedra de Geologı́a en la Universidad de Montevideo,15
concretamente en la Facultad de Agronomı́a. Al frente de
dicha Cátedra estaba el Dr. Karl Walther. En esta Cátedra
se realizaba la investigación básica en torno a la Geologı́a.
A pesar de estos avances la propia infraestructura para la
investigación, tanto aplicada como básica en Geologı́a, en
el Uruguay, tenı́a muchas carencias. En cuanto a la inves-
tigación en Geologı́a Económica, Walther señala que entre
1918 y 1928 salvo dos trabajos breves, nada de interés fue
publicado. El primero debido a Llambı́as de Olivar referi-
do a yacimientos de Manganeso en Montevideo y Colonia.
El segundo es autorı́a del quı́mico Wauters y según Walt-
her era la única contribución digna de atención referida a
los esquistos pirobituminosos. No existı́an ni la carrera de
Geólogo ni la de Ingeniero en Minas en el Uruguay. Habrá
que esperar hasta 1978 para que se creara en el seno de
la Universidad de la República, la Licenciatura en Geo-
14 Ibı́dem.
15 Actual Universidad de la República (UdelaR.)
logı́a. En cuanto a los mapas recién en 1957 el Instituto de
Geologı́a y Perforaciones del Uruguay publicará su primer
mapa geológico del Uruguay escala escala 1:500.000.

IV. LOS RIESGOS DE LA INVERSIÓN MINE-


RA.
Oréstes Araujo señala como otro factor de postración
de la minerı́a, la facilidad que existe para aplicar capital y
trabajo a empresas menos riesgosas (por ejemplo la gana-
derı́a). Para el tratamiento del punto siguiente nos basare-
mos en el trabajo de Vega Baldeon.16 Quien señala que hay
factores interno y externos que intervienen en la rentabili-
dad de la empresa minera.

Los FACTORES INTERNOS.


* Reserva de mineral y ley. La empresa minera basa el
desarrollo de su actividad en la mina, en dos aspectos; la
reserva del mineral que ha encontrado y la ley del mismo.
La reserva del mineral determina desde la etapa de pro-
yecto, sı́ la extracción del mineral será rentable o no. A su
vez determina el método que se va a emplear para su ex-
plotación, que equipos y materiales se van a usar. En una
palabra que capital se va a necesitar y que rentabilidad se
puede obtener. Cualquier minero sabe que un yacimiento
no mantiene constante su ley, es decir la medida de con-
centración de recursos naturales valiosos (minerales) dis-
ponibles en una mena. Por el contrario ella varı́a según la
16 VEGA BALDEON, David Jhanss. Rentabilidad de las Empresas Mi-
neras. [Monografı́a inédita.] Universidad Nacional de San Cristóbal de
Huamanga. Facultad de Ingenierı́a de minas geologı́a y civil. Ayacu-
cho: 2009.
zona del yacimiento. Esto hace necesario utilizar métodos
que produzcan alta recuperación del mineral valioso.
* La recuperación metalúrgica; Las empresas mineras ba-
san su desarrollo en la aplicación de tecnologı́a. Por eso
iniciar una explotación, ponerla en marcha y mantenerla
en producción exige grandes inversiones de capitales.
* La productividad: Uno de los caminos para que aumente
la rentabilidad de la empresa minera, o de cualquier em-
presa, es el aumento de la productividad, para ello exis-
ten varios instrumentos; la aplicación de nuevos métodos
y tecnologı́a, estandarización de los tiempos, el sistema de
pagos de salarios, etc. En general esto supone un aumento
del rendimiento del trabajo y una reducción del salario en
favor de otros rubros. Es decir una mayor explotación del
trabajo por el capital. Ası́ también puede ocurrir una re-
ducción del número de puestos de trabajo.
* Producción. En la industria minera la producción esta
referidas a la cantidad de toneladas métricas, toneladas
secas, etc. que una empresa minera puede producir en un
determinado tiempo.
* La tecnologı́a. Tecnologı́a es un concepto complejo que
abarca un conjunto de conocimientos, técnicas y procesos
que sirven para diseñar y crear objetos para satisfacer las
necesidades humanas. Está en una relación de intercambio
bidireccional con la Ciencia.

LOS FACTORES EXTERNOS.

* Cotización y evolución de los precios de los minera-


les. Este es un factor de suma importancia, capaz de im-
pulsar la generación de proyectos de explotación minera
debido al atractivo de un determinado precio. Pero tam-
bién sı́ su evolución es negativa puede suponer el fin de
esas explotaciones. Sin embargo estos precios contraria-
mente a lo que sostienen los liberales no dependen de la
oferta y la demanda. Muchos de los mercados están trus-
tificados. Tal es el caso del mercado del hierro y del cobre.
Otras veces estos precios dependen de la especulación. En
todos los casos los precios se fijan afuera del Uruguay.
*Polı́ticas fiscales y arancelarias. El Estado establece una
serie de garantı́as y seguridades que tienen que ver con su
interés para que se desarrollen cierto tipo de inversiones.
Estas polı́ticas dicen tener como sustento el interés social,
público o nacional. Sin embargo la fuerte oposición que
levantan entre los pobladores y los ciudadanos algunos
emprendimientos mineros parece desmentir ese discurso.
Ocurre muchas veces que el alza de precios de ciertos mi-
nerales produce un rápido incremento en su explotación.
Pero - según dice Vega Baldeon - la sociedad propietaria
real17 de ese mineral no recibe los beneficios, en otras pa-
labras los productores no pueden usufructuar esa mejora.
Para evitar eso algunos paı́ses suscriben clausulas de sal-
vaguarda en caso de que los precios suban a efectos de au-
mentar las regalı́as.
* Infraestructura Muchas veces los yacimientos se encuen-
tran próximos a vı́as fluviales, caminos, puertos o lı́neas
férreas, pero las más de las veces no ocurre eso. Esto au-
menta los costos de comercialización reduciendo las ga-
nancias de la empresa minera.

17 Eltema es discutible ya que en puridad ninguna sociedad es pro-


pietaria de nada, en última instancia los propietarios son personas fı́si-
cas o corporaciones. Ası́ funciona el capitalismo. ¿Qué esto es injusto?
Ciertamente.
V. LA TECNOLOGı́A.
Transferencia de tecnologı́a. En cuanto a la transfe-
rencia tecnológica no ofrece dificultades, la tecnologı́a es
un cuerpo de conocimientos de carácter universal. Un equi-
po industrial funciona tanto en Madrid, como en Monte-
video o Pekı́n. Podemos adquirir una usina para poseer un
medio tecnológico, o la patente o el proceso “...para tener
el “saber como”...en potencia al menos. Pero transferir el
ejercicio de la tecnologı́a, el “todo” que se traduce en in-
dustria o en servicios, ofrece grandes dificultades. El he-
cho mismo de que se hable de transferencia implica ya
reconocer el estado de dependencia en que se encuentra
la mayor parte del mundo frente a los pocos paı́ses que
generan tecnologı́a.” 18 El conocimiento tecnológico esta
presente en lo que se transfiere pero pocas veces se formu-
la de modo explicito. “No se trata, pues sólo de trasplan-
tar equipos y procedimientos. Hay una “cultura tecnológi-
ca” en juego, cuya adecuación o deficiencia se manifiesta
en la interface “hombre-tecnologı́a” (o mejor, ”sociedad-
tecnologı́a”), cultura que no se adquiere por simple com-
pra.” 19 Al concepto de “transferencia”, Papa Blanco opone
el de “transferencia de operatividad” que implica el domi-
nio del instrumento y no solo su propiedad o posesión. “La
transferencia sin enraizamiento conduce a la dualidad social.
Un islote tecnológico puede dar la ilusión de progreso mien-
tras en la realidad introduce nuevas dislocaciones sociales.”20
Eduardo Martı́nez define la transferencia de tecnologı́a co-
mo el proceso “de transmisión de tecnologı́a (conocimien-
18 PAPA BLANCO, F. F. La encrucijada tecnológica un poder envolvente
y elusivo. Montevideo: Fundación de Cultura Universitaria, 1980. Pp.
40 y 41
19 Ídem. P. 42
20 Íbidem.
to técnico) y su absorción, adaptación, difusión y reproduc-
ción por un aparato productivo distinto al que la genera.”21
¿Cómo se produce la transferencia tecnológica? La trans-
ferencia tecnológica puede ocurrir a través del personal
que se incorpora a la empresa, mediante el conocimiento
común adquirido por medio de la experiencia industrial o
de la educación, a través de acuerdos comerciales o con-
tactos personales en otros paı́ses. Finalmente esta transfe-
rencia se produce por medio de la literatura especializa-
da, por medio de la colaboración con el proveedor o con
el cliente, por medio de organizaciones gubernamentales,
conferencias y consultorı́as. En el caso de la minerı́a uru-
guaya, en este perı́odo, ésta transferencia se produjo por
un lado mediante la incorporación de personal extranje-
ro a las empresas. El personal incorporado era portador
de tecnologı́as novedosas para el medio uruguayo, pero
común en medios como el europeo, el norteamericano y
el australiano. Tenı́an conocimientos adquiridos a través
de la experiencia industrial en sus paı́ses de origen. Por
otro lado el personal técnico habı́a sido formado en Escue-
las de Ingenieros o Facultades de Ingenierı́a con la consi-
guiente especialización en minerı́a y tenı́an experiencia en
otras explotaciones. Esta formación terciaria como ya se
ha dicho no existı́a en Uruguay. Estos ingenieros egresa-
dos en el exterior seguı́an manteniendo contactos técnicos
y profesionales con las Instituciones de enseñanza de ori-
gen. Ellos seguı́an participando en sociedades cientı́ficas
y además poseı́an vinculaciones a nivel personal, comer-
cial y de amistad con técnicos ubicados en los centros de
generación de ciencia y tecnologı́a. Estos contactos se revi-
21 MARTÍNEZ, Eduardo; BERI, Aldo. (Compiladores).La integración
de la ciencia y la tecnologı́a en la planificación del desarrollo en Uruguay.
Montevideo: UNESCO, 1988. P. 36.
E. T. Mc. Carthy Ingeniero de Minas Inglés
Clemente Barrial Posadas Ingeniero Español
Victor Luis Alejandro L’Olivier Ingeniero Belga
Christopher James Ingeniero Inglés
Hubert Bankart Ingeniero Inglés
J. D. Kendall ¿? Inglés
J.G. Ralph Idóneo (capataz) Australiano
Alfred Von Metzen Idóneo Alemán
Guillermo Cottignton Idóneo Inglés
José Talbot Idóneo Inglés
Carlos Schuck Idóneo Alemán
Juan N. Schuck Idóneo Alemán
M. Becker Idóneo Alemán
Joaquı́n Uruazabal Idóneo (capataz) Vasco
Nerwel E. Davis Idóneo Inglés
Augusto Wild Idóneo Alemán

Cuadro 10.1: Técnicos extranjeros desempeñandose en minerı́a en


Uruguay.

talizaban continuamente, sea por medio de viajes, sea por


medio de correspondencia. Estaban al tanto de las nove-
dades en el área de la investigación y el desarrollo. Final-
mente los proveedores de nueva maquinaria de las gran-
des empresas mineras se encargaban de transmitir a esos
técnicos y personal intermedio (supervisores o capataces)
los nuevos adelantos tecnológicos por medio de manuales
o instrucciones.
Los técnicos.
Estos técnicos son parte del personal superior que se
desempeñaba en minerı́a. A este personal hay que agre-
gar todos aquellos que no pudimos determinar por la au-
sencia de documentación y los miles de trabajadores de
origen: vasco (español y francés), alemán, italiano, yugos-
lavo, brasileño, etc., que participaban directamente en la
producción. A esta lista hay que adicionar además los fun-
cionarios extranjeros del Instituto de Geologı́a y Perfora-
ciones, tema del cual ya hemos escrito.

INNOVACIONES TECNOLÓGICAS IN-


TRODUCIDAS EN LA EXPLOTACIÓN
MINERA.
En la región aurı́fera de Rivera la energı́a de vapor con-
vivió con la energı́a hidráulica, dado que la energı́a hidráuli-
ca sufrı́a un brusco descenso en verano o épocas de se-
quı́a. Incluso se produce la combinación de ambas formas
de producir energı́a motriz para la tracción de las maqui-
narias en las plantas de beneficio utilizando el vapor en
épocas estivales. Si bien la máquina a vapor ya estaba per-
feccionada, la dificultad radicaba en que funcionaba con
carbón, que Uruguay no tenı́a, o con leña que en algunas
zonas no era abundante. “...la empresa Barrial Posada y
Cı́a. Esta se instaló en el arroyo San Pablo que hoy conoce-
mos por Santa Ernestina. Entre 1867 y 1869 construye un
local de molienda sobre el arroyo Cuñapirú, aguas arriba
de la actual represa. Esta primera represa hidráulica des-
vió el curso natural del Cuñapirú por medio de sucesivas
explosiones que destruyeron parte de un cerro existente
y con ello provocó un salto de agua que movı́a los piso-
nes de las máquinas de molienda. En 1870 las inundacio-
nes periódicas destruyeron parte del murallón central inu-
tilizándola parcialmente.” 22 Otro claro ejemplo es la Re-
presa de Cuñapirú la primera en generar energı́a eléctrica
22 PALERMO, Eduardo R. “La Usina de Cuñapirú La fotografı́a como

evidencia de su importancia patrimonial”. Op. Cit. P. 5.


en América del Sur. Esa energı́a fue utilizada tanto por la
empresa minera francesa como por el pueblo de Minas de
Corrales. Debemos recordar que la primera central hidro-
eléctrica moderna se construyó en Inglaterra en Northum-
berland en 1880. A diferencia de la represa que construyó
Barrial Posadas que utilizaba la energı́a cinética que gene-
raba el agua del arroyo, para mover los pisones y triturar
el mineral, está represa construida por la empresa france-
sa generaba electricidad. “El principal prodigio construc-
tivo de la época fue la represa de Cuñapirú, ubicada en
las proximidades de la represa de Barrial Posada y cuya
construcción comenzó en 1880 culminando en 1881. Las
obras fueron dirigidas por el Ing. Vı́ctor L’Olivier, la re-
presa terminada tenı́a en total 314 metros de largo, divi-
dida en 3 tramos, uno de 89 metros, otro de 25 metros que
incluı́a la compuerta de hierro, de ese largo y 5 metros de
altura y el tercero de 200 metros de largo y que corres-
ponde al murallón. La represa formaba un lago artificial
de 3 millones de metros cúbicos. Con este espejo de agua
se alimentaban a las 3 y luego 5 turbinas de 150 caballos
de potencia cada una. A plena producción podı́a llegar a
moler 150 toneladas de cuarzo por dı́a.” 23 La maquina-
ria importada llegaba al puerto de Salto y desde allı́ era
transportada en carretas a Cuñapirú. “Máquinas e imple-
mentos de explotación llegaron desde Francia al puerto de
Salto, entre ellos llegó “el vapor Porteña que trajo en su
último viaje desde Havre un cajón con aparatos fotográfi-
cos”.” 24 Entre otras innovaciones se encuentran el ferro-
carril minero, ferrocarril de trocha angosta y el aerocarril
para el transporte de la roca desde la mina hacia el inge-
nio. Ambos fueron utilizados en la zona aurı́fera de Rivera
23 Ídem. P. 6.
24 Ídem. P. 5.
y las areneras de Santiago Vázquez. “La lı́nea del aeroca-
rril fue pionera en nuestro paı́s, construida en 1901 por
la Cı́a. Francesa, une mina San Gregorio con Cuñapirú, la
lı́nea es de 11 kilómetros 700 metros, se compone de 104
torres de hierro, separadas por 70 a 180 metros según la
naturaleza del terreno, la capacidad de transporte alcanza
las 7000 toneladas al mes con 270 vagonetas transportan-
do el mineral.” 25 En tanto el ferrocarril de trocha angosta
fue utilizado en canteras de granito, calizas, en areneras
y en minas de minerales metálicos. Las franquicias impo-
sitivas para la importación de máquinas, rieles y vagones,
abarataron la inversión. Por otra parte, está forma de sacar
el mineral de la mina y transportarlo tanto hasta la esta-
ción del ferrocarril de lı́nea, como hasta el ingenio don-
de era tratado, suponı́a una baja en los costos de explota-
ción. Otra de las innovaciones tuvo que ver con el proceso
de lixiviación, o extracción sólido – lı́quido. En minerı́a
el material extraı́do en un yacimiento incluye elementos
sin valor y minerales valiosos. La lixiviación es un proce-
so por el cual se extrae uno o varios solutos de un sólido,
mediante la utilización de un disolvente lı́quido, o lo que
es igual la “...separación de uno o más compuestos pre-
sentes en un sólido poniéndolos en contacto con una fase
lı́quida.” 26 En minerı́a este proceso se utiliza para la re-
cuperación de oro en yacimientos de baja ley. En 1887 se
descubrió que podrı́a usarse una solución muy diluida de
cianuro de potasio o de sodio, incluso de calcio, para la
25 Ídem. P. 8.
26 UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA. Facultad de Ingenierı́a [en
lı́nea]. Montevideo: Dpto. Operaciones Unitaria en Ing. Quı́mica e Ing.
Alimentos. Lixiviación lı́quido - solido. [Accedido 22/11/2016] Dis-
ponible en World Wide Web:https://www.fing.edu.uy/iq/cursos/
cm2/teorico/Lixiviacin_lquido_slido_2011.pdf Documento en
formato PDF.
extracción de oro por el procedimiento Forrest Mac Art-
hur. Se podı́a aplicar a rocas pobres en mineral, es decir
portadoras de oro en pequeñas cantidades.27 Este proce-
dimiento permite aprovechar un porcentaje mayor de oro
que en el proceso de amalgamación donde se pierde mu-
cho mineral valioso. Pero como el cianuro es un poderoso
veneno su utilización ha generado múltiples controversias
y actualmente está prohibido en algunos paı́ses. Los Esta-
dos de U.S.A. de Montana y Wisconsin, la República Che-
ca, Hungrı́a y otros paı́ses han prohibido actualmente este
procedimiento.28 En cuanto a las perforaciones el Institu-
27 DERRY, T. K.; WILLIAMS, Trevor I. Historia de la tecnologı́a desde
1750 hasta 1900. Madrid: Ed. S. XXI de España Editores S. A., 2002.
Vol. 2. P. 720.
28 “Alemania: En 2002, se dictó un decreto prohibiendo la minerı́a

que utiliza cianuro. Costa Rica dictó una moratoria con relación a mi-
nas a cielo abierto que utilizan cianuro. Pero no todas las tendencias
legislativas han sido prohibiciones. Por ejemplo: (i) en Ontario (Ca-
nadá) se ha establecido un lı́mite máximo de concentraciones de cia-
nuro, vigilado bajo un estricto sistema de medición e información.
Estas regulaciones fueron adoptadas para permitir el control auto-
rizado de desechos de cianuro en aguas superficiales. El gobierno y
las compañı́as mineras arribaron a acuerdos que establecı́an los tra-
bajos que las compañı́as debı́an realizar, lo que trajo excelentes re-
sultados y las metas del gobierno fueron alcanzadas (5). (ii) Aus-
tralia ha dictado su propio cuerpo normativo sobre gestión o ma-
nejo del cianuro que establece recaudos a observar para el mane-
jo del cianuro (6). (iii) La Unión Europea ha dictado la Directiva
2006/21/EC que establece una serie de requisitos a cumplir para el
uso del cianuro en procesos extractivos. [...] Jurisdicciones en Argen-
tina han prohibido el uso del cianuro en procesos mineros. En Ar-
gentina, las siguientes provincias han prohibido la utilización de cia-
nuro en los procesos de recuperación de metales: (a) Chubut (Ley
5.001 del 08/05/2003); (b) Rı́o Negro (Ley 3.981 del 21/07/2005);
(c) Tucumán (Ley 7.879 del 20/04/2007); (d) Mendoza (Ley 7.722 del
20/06/2007); (e) La Pampa (Ley 2.349 del 16/08/2007); (f) Córdoba
(Ley 9526 del 24/09/2008); y (g) San Luis (Ley 634 del 1/10/2008).
to de Geologı́a y de Perforaciones en la Memoria de 1914,
señalaba que en vista de que las perforaciones por medio
de coronas de diamante era un trabajo costoso, por el ele-
vado precio de las piedras preciosas usadas en la máquina
cortante. Se introdujo un nuevo sistema que prestaba igua-
les servicios. “Esta máquina está construida sobre los mis-
mos principios que la á diamantes y produce igualmente
un “testigo” ó “alma” de los estratos atravesados, pero se
emplea en vez de diamantes, munición de acero templado,
lo que importan una apreciable disminución en los gas-
tos. [...] Es la primera vez en que se usa en Sud América,
y promete ser, en manos de un capataz práctico, un factor
importante para el desarrollo económico de las riquezas
minerales del paı́s.” 29

La Provincia de La Rioja, que habı́a prohibido la utilización del cianu-


ro en procesos mineros (Ley 8.137 del 08/03/2007), el 26 de septiem-
bre de 2008 derogó dicha prohibición (Conf. Artı́culo 7, Ley 8.355).”
RODRÍGUEZ, Leonardo G. La prohibición del uso del cianuro en procesos
mineros es ilegal [en lı́nea]. En; PANORAMA MINERO. Buenos Aires.
[Accedido 22 de noviembre 2016]. Disponible en World Wide Web:
http://www.panoramaminero.com.ar/semanal514.htm#01 Tambien
se puede leer el excelente trabajo de: SACHER, William.Cianuro, la ca-
ra tóxica del oro. Una introducción al uso del cianuro en la explotación
del oro. Ecuador. Observatorio de Conflictos Mineros de América Lati-
na, OCMAL, noviembre 2010. [Accedido el 22.11.2016] Disponible en
World Wide Web: http://www.conflictosmineros.net En formato
PDF
29 LAMME, M.A. “Informe del Director del Instituto de Geologı́a y

Perforaciones”. En; MINISTERIO DE INDUSTRIA Y TRABAJO. “Me-


moria del Ministerio de Industrias”. Montevideo: Ministerio de Indus-
tria y Trabajo, 1915. Anexo A. P. 1139.
Parte III

MINERÍA Y SOCIEDAD

367
Figura 10.1: Grupo de obreros de Minas de Corrales y técnico ex-
tranjero. Foto en Museo Geominero del Uruguay - DINAMIGE.
Capı́tulo 11

TRABAJADORES Y
EMPRESARIOS

TRABAJADORES
El censo de 1920 registraba la existencia de 3.704 esta-
blecimientos industriales donde trabajaban 36.872 obre-
ros y 401 establecimientos donde trabajaban 12.374, en
total eran casi 50.000 personas.1 El censo de 1926 registra
en Montevideo 4.472 empresas industriales con un total
de 53.431 obreros, de los que 4.500 eran menores y 7.716
eran mujeres.2 Según el Censo Industrial de 1930 (como
lo denominó la Sección Estadı́stica del Banco República),
el desarrollo industrial se caracterizaba por ser; reciente,
montevideano, débil y con asiento en pequeños y media-
nos talleres. Estos ocupaban 94.411 obreros y empleados.
Una revisión posterior de 1936 reduce esta cifra a 74.192
trabajadores, discriminados de la siguiente forma:
1 NAHUM, Benjamı́n. “Historia Uruguaya”. La época batllista. Bue-
nos Aires: Ed. de la Banda Oriental – La República, 1998. P. 119.
2 Ibı́dem.

371
54.143 en la industria manufacturera

12.230 en la construcción

3.710 en la industria extractiva

4.109 en servicios.

Separando obreros de empleados; tenemos 64.822 obre-


ros, lo que representa el 10 % de la población activa.3 Sin
duda un proletariado débil. “El proletariado urbano era
poco numeroso porque habı́a surgido de una débil indus-
tria nacional” [. . . ] “El proletariado rural, también numéri-
camente débil, dependı́a del caudillo blanco o riverista, ge-
neralmente gran propietario y con prestigio personal en su
región.” 4

ORIGEN DE LA MANO DE OBRA.


La mano de obra de minas y canteras era provista fun-
damentalmente por extranjeros. Un claro ejemplo eran las
canteras de Piria.5 Lo mismo ocurrı́a en las minas de oro
de Rivera, donde junto a los italianos y otros europeos,
trabajaban muchos obreros de origen brasileño. Los vas-
cos eran muy apreciados en el trabajo de las minas. En
3 CAETANO, Gerardo. JACOV, Raúl. El nacimiento del Terrismo.
(1930-1933) Tomo 1. Montevideo: Ed. de la Banda Oriental, 1989. P.
19.
4 NAHUM, B. Op. Cit. P. 98.
5 BAUMANN, Nestor. “Breve historia de la explotación de Sienita en

el Uruguay”. Op. Cit. Donde cita a MARTÍNEZ CHERRO, L. Crónicas


de la Costa. Maldonado Punta del Este. Francisco Piria y Piriápolis.
Corsarios y Piratas. Naufragios. Montevideo. Ed. de la Banda Oriental,
1999. Pp. 10-12
las canteras de Conchillas trabajaban británicos y búlga-
ros como ya fuera dicho.6 Las principales diferencias que
se observan entre criollos y extranjeros se perciben en es-
pecial con los habitantes de la zona Este y Centro de Eu-
ropa, portadores de costumbres y culturas disı́miles e in-
cluso religión diferente. “Se destaca con vitalidad el con-
traste, principalmente, con los búlgaros: Acá la gente vino
desesperada por trabajar, comer y dónde dormir (. . . ) y
vino gente de toda clase, de toda edad, y gente de todo
conocimiento a nivel intelectual (. . . ) y hubo personas que
eran muy toscos (. . . ). Bueno, esa gente iba a trabajar al
montón, al obraje, a trabajar con la piedra.. (. . . ) los búlga-
ros, me acuerdo, compraban aquellos panes redondos que
hacı́a la panaderı́a, le sacaban toda la miga, los llenaban de
ajises, (sic) de cebollas, de todo lo que encontraban fuer-
te. . . y después le echaban vino, y empezaban a bailar, a
bailar y a comer ese pan. Después, seguro, con ese vino
se emborrachaban y terminaban a los palos, tenı́a que ve-
nir la policı́a, (. . . ) ¡cómo comı́a picante esa gente! nosotros
los mirábamos desde la calle porque les tenı́amos miedo.
(Grupos focales)” 7 En el caso del labrado de la piedra, la
mano de obra era especializada. Pero también habı́a gente
sin ninguna preparación que desempeñaba las tareas más
duras. El aprendizaje y dominio del oficio podı́a llevar va-
rios años. En general se transmitı́a de padres a hijos, de los
hombres maduros a los más jóvenes. Tanto el trabajo de los
obreros de la piedra y arena, como el de los mineros que
6 PINTO, Marina; LEMBO, Victoria. El rol de la Antropologı́a Social
en el estudio de impacto arqueológico cultural. (Parte II) [en lı́nea].
UNESCO. Montevideo. [Accedido 13 de Junio de 2017]. Disponible
en World Wide Web: http://www.unesco.org.uy/shs/fileadmin/
templates/shs/archivos/anuario2008/Articulo08.pdf Docu-
mento en formato PDF. P. 170.
7 Ídem. P. 170.
trabajaban en la extracción del oro era muy peligroso, sa-
crificado y mal pago. Los accidentes eran comunes en mi-
nas y canteras. En 1930 el Libro del Centenario da cuenta
de la ocupación de 2500 obreros y empleados en el sector
minero.8 En ese momento la industria ya estaba en deca-
dencia. No todos los inmigrantes eran igualmente aprecia-
dos. Dice el Dr. A. Bckhaus; ”Los napolitanos presentan
una caracterı́stica muy acentuada; prefieren ser indepen-
dientes, y se dedican á ocupaciones no productivas para el
Estado: floristas, vendedores de números de loterı́as, fru-
teros, verduleros, mercachifles ambulantes, etc. Por estas
razones creemos que la inmigración italiana no es la más
conveniente al Uruguay y no podrá dar el resultado desea-
do, además de que los italianos dan el promedio mayor de
anarquistas, rebeldes, é individuos disolventes y peligro-
sos para el verdadero progreso del Estado. Sin embargo
es bueno convenir que los inmigrantes procedentes de la
alta Italia (Piamonte, Génova, Milán, Torino) son indus-
triosos y hábiles en los trabajos rurales los cuales, seleccio-
nados, son elementos útiles al paı́s.” 9 En ese artı́culo de
141 páginas, el Dr. Backhaus (docente alemán contratado
por la Facultad de Agronomı́a), analiza las formas e histo-
ria de la colonización en Europa, los Estados Unidos y el
cono sur americano. Con respecto a Uruguay describe la
Colonia Suiza y Valdense. También analiza algunas colo-
nias argentinas fundadas en 1896 aproximadamente. Dice
Backhaus; .En otras colonias particulares se hicieron ensa-
yos de comunismo anarquista, pero al final resultaron un
verdadero fracaso. Los ideales del comunismo anarquista

8 CONSEJO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN. Libro del Cente-


nario del Uruguay. Op. Cit. P. 240.
9 BACKHAUS, A. Experiencias y principios de la colonización. En; Re-

vista de Agronomı́a. 1907. N°. 1. P. 122.


dan resultados en el papel; el hombre está muy lejos de ser
un ángel y el paı́s del sol ó la tierra del ensueño, con que
divagan los comunistas, sólo tienen cabida en sus cerebros
caleturientos afiebrados por un deseo ardiente de mejor
reparto del bienestar social. Jamás dará resultados en la
práctica, en el terreno de las especulaciones económicas el
comunismo anarquista, por cuanto la base de la prosperi-
dad social es la propiedad individual.” 10 Existe una noto-
ria razón polı́tica que subyace en la base del menosprecio
a la inmigración italiana y española.

LA SITUACIÓN DE LAS CLASES POPULARES.


El Uruguay del centenario tenı́a graves problemas so-
ciales, a pesar de los avances logrados en este campo. El
analfabetismo se situaba entre el 24 y el 42 %11 La salud
pública, “En la década del diez, de una estadı́stica compa-
rativa de treintaiún paı́ses elaborada por autoridades sa-
nitarias argentinas, Uruguay - con datos de 1918 - figura-
ba en segundo lugar en las defunciones por tuberculosis
(17,4 %),...” “Esta proporción (17 %) se habrı́a mantenido
en el quinquenio 1924-1928, según el Consejo Nacional
de Higiene.” 12 La tasa de mortalidad (bruta) habı́a des-
cendido con respecto a 1908 y era de aproximadamente
11,67 por mil habitantes.13 La mortalidad infantil según el
Prof. Van de Berght era baja con respecto a otros paı́ses, sin
embargo fuentes nacionales la consideran alta, (entre un
10 Ídem. P. 49.
11 CAETANO, Gerardo; JACOV, Raúl. El nacimiento del terrismo
(1930-1933). Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental, 1989.Tomo
I. P. 21.
12 Ibı́dem.
13 Ibı́dem.
AÑO 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920
ÍNDICE 100 106 114 115 125 140 147 167

Cuadro 11.1: Costo de vida.Tomado de BARRAN, J. P.; NAHUM,


B. Op. Cit. T. 6.

11 % en el interior y un 12 % en Montevideo).14 En cuan-


to a la vivienda la situación presentaba contrastes. Mon-
tevideo era una ciudad moderna, con un encantador esti-
lo europeo, más particularmente francés, visible aún hoy.
Sin embargo barrios enteros de construcciones precarias
de madera y chapa se extendı́an en los suburbios. En el in-
terior del paı́s estas construcciones eran de paja y terrón,
conformando muchas veces lo que se llamó “pueblos de ra-
tas”. Estas viviendas eran absolutamente insalubres. Entre
1913 y 1916 la gran desocupación, el descenso del salario
y un pronunciado descenso del nivel de vida golpea como
un azote al proletariado industrial y rural. La clase media
también sufrió el despido y la inseguridad. Los empleados
públicos y los jubilados cobraban con atraso sus haberes.
Según Barrán y Nahum,15 la Oficina Nacional de Trabajo
estableció un secuencia estadı́stica sobre el costo de vida
tomando 1913 como ı́ndice 100. Cabe señalar que entre
1907 y 1912 los precios se mantuvieron estables, casi inal-
terables.
“Luego de 1920 el ı́ndice de precios declinó.” 16 Señala
Barrán “1913, 1914, 1915 y 1916 fueron años cada vez más
difı́ciles para el proletariado industrial debilitado por la

14 Ídem. P. 20.
15 BARRAN, J. P.; NAHUM, B. “Batlle, los estanciero y el imperio
británico”. Tomo 6. Crisis y radicalización 1913-1916. Montevideo: Ed.
de la Banda Oriental. 1985. P. 59.
16 Ibı́dem.
enorme desocupación y el descenso del salario;...” 17 A esta
situación hay que agregar la elevación sin pausa del costo
de vida. En especial aquellos alimentos de primera necesi-
dad y los que eran fundamentales en la dieta del hombre
del novecientos. Los saltos más importantes se dieron en el
precio del pan, carne y azúcar. “Las estadı́sticas del la Ofi-
cina Nacional de Trabajo permite medir dos empujes en el
alza. En un primer tramo -1913/1916- ella es permanen-
te y ocurre a un ritmo del 4,77 % acumulativo anual; en
el segundo tramo -1917/1920- el alza también es ininte-
rrumpida pero sucede al 10,14 % acumulativo anual, una
duplicación que mide bien la aceleración de los precios.” 18
Por ejemplo el precio de la carne en 1912 subió de $ 0,12
a $ 0,14 pero en 1913 salto a $ 0, 25 es decir un 78,57 %.19
En julio de 1912 el Kg. de pan costaba $ 0,07, en agos-
to de 1914 su costo era de $ 0,12 es decir un aumento de
71 %.20 La verdura sufrı́a aumentos más extremos aún. Lo
mismo ocurrı́a con otros rubros como habitación y vesti-
menta. Por otro lado la inflación fue acompañada por un
descenso del salario nominal. “Y el director de la Oficina
Nacional de Trabajo, Eduardo B. Anaya, declaró a “El Dı́a”
en abril de 1915 que “los salarios han disminuido”, en re-
lación a los de 1913, “entre 25 y 30 %”.21 Situación similar
ocurre con el salario real. La sensación provocada por la
caı́da del salario nominal y la inflación fue brutal. “Mien-
tras de 1907 a 1912 el salario se deterioró 11,8 puntos, a
razón de 2,48 % acumulativo anual, de 1912 a 1916 bajo

17 BARRÁN, José Pedro; NAHUM, Bejamı́n. ”Batlle, los estancieros y


el imperio británico”. T. 6. Op. Cit. P. 58.
18 Ídem. P. 59.
19 Ídem. P. 63.
20 Ídem. Pp. 64 y 65.
21 Ídem. P. 72.
22,5 puntos a razón de 6.17 % acumulativo anual.” El sala-
rio real “...evidencia una tendencia al estancamiento, con
grandes fluctuaciones, entre fines del siglo XIX y media-
dos de la década de 1920. El único perı́odo de crecimiento
neto del poder adquisitivo de los asalariados uruguayos se
concretó después de 1925 y llegó a su fin en 1933. Algunas
cifras resultan elocuentes: entre 1897 y 1930 creció apenas
un 6,5 %. El peor momento de los sectores asalariados -en
lo que respecta a su poder adquisitivo- se vivió en los años
de la Primera Guerra Mundial y la inmediata posguerra.
Entre 1910 y 1919 el salario real cayó en picada; en este
último año llegó a sólo un 64 % del de 1910.” 22 El gobierno
tomó algunas medidas paliativas, la aprobación de la ley
de 8 horas de trabajo fue una de ellas. Domingo Arena de-
fendı́a esta ley en 1915 con el triste argumento de repartir
la miseria. “...la crisis en la industria... la reforma del hora-
rio siempre tendrá como consecuencia inmediata un apor-
te mayor de brazos” y ello aunque “trajera aparejado dis-
minución de los salarios... Consecuencia: que comerán al-
gunos un poco menos, pero comerán lo suficiente muchos
más.” 23 Justo es decir que la oposición polı́tica al batllis-
mo, tanto dentro como fuera del Partido Colorado, como
las patronales, hicieron todo lo posible para desprestigiar

22 BERTINO, Magdalena; BERTONI, Reto; TAJAM, Héctor; YAFFÉ


Jaime. Desempeño económico global: del modelo agro-exportador a la in-
dustrialización sustitutiva de importaciones. Economı́a uruguaya 1900-
1955 (I). Montevideo: UdelaR – Instituto de Economı́a, 2001. DT 5/01
Noviembre. Serie Documentos de Trabajo. P. 19. [en lı́nea]. UdelaR.
Montevideo. [Accedido 13 de junio de 2017]. Disponible en World Wi-
de Web: https://colibri.udelar.edu.uy/bitstream/123456789/
4273/5/dt-05-01.pdf
23 BARRÁN, José Pedro; NAHUM, Bejamı́n. ”Batlle, los estancieros

y el imperio británico”. Tomo 6. Crisis y radicalización 1913-1916. Op.


Cit. P. 76 y 77.
la ley a los ojos de los propios trabajadores. Desde la reba-
ja salarial acorde a la reducción horaria, pasando por casos
como el de las telefonista que cumplı́an 7 hs. de labor se les
aumento a 8 hs. invocando la nueva norma. Tergiversando
de este modo el espı́ritu de la ley. Hasta acusar a esta legis-
lación de la crisis, la baja salarial y la desocupación. Como
forma de sortear la situación el gobierno central junto a los
municipios establecieron ferias francas, donde los produc-
tores vendı́an al consumidor, sin intermediarios ni pagó
de alquiler. También se dispuso la entrega de alimentos
baratos en cuarteles y comisarias. Problemas similares a
los de los obreros aquejaban a la clase media, en especial a
los empleados de comercio. La desocupación, carestı́a, baja
de salarios los acercaba peligrosamente a la condición del
proletariado. Su situación empeoró aunque menos que la
del obrero. En tanto los empleados públicos y los jubilados
además de los problemas reseñados sufrı́an el retraso en el
pago de su haberes. El exceso de mano de obra desocupa-
da mermó la acción sindical. La patronal logró imponer
sus condiciones y las conquista obtenidas en las diversas
luchas por los sindicatos, en los hechos, fueron anuladas.
En 1914 los obreros desocupados se agolpaban en la Plaza
Constitución haciendo visible su situación. Muchos fueron
alimentados por las sociedades de beneficencia. En 1916
“... el Gobierno, como veremos, resolvió dar de comer en
las comisarias un menú popular...”, aunque muchos obre-
ros se negaban a recibir la sopa “colorada”.24 Otros acucia-
dos por el hambre y a pesar de sus resquemores con la po-
licı́a concurrı́an de todos modos a las comisarias. El batllis-
mo se negó al pedido de los socialista (Emilio Frugoni) y de
los sindicatos de eliminar los elevados derechos aduaneros
que grababan la importación de trigo y harina argentina.
24 Ídem. P. 85.
Frugoni presentó un proyecto de ley en ese sentido, argu-
mentando que era “alarmante...la confiscación ejercida por
el Estado sobre los alimentos del pueblo.” 25 Por estas razo-
nes y también por reclamos propios, los industriales apo-
yaban este clamor. Pero el batllismo se negó a atenderlo.
Pesaron en ello razones fiscales aunque el argumento era
proteger al productor nacional. El 21 de julio de 1916 fal-
tando 9 dı́as para la elección, se aprobó una ley por la cual
se disponı́a el reparto de comida a todo habitante que care-
ciera de medios de subsistencia. Ese reparto se realizarı́an
en comisarias y cuarteles. Lugares poco agradable para tra-
bajadores que debı́an enfrentarse muchas veces a la repre-
sión (representada por policı́as y soldados) para exigir sus
derechos. Dice Barrán “...ese “matrimonio” que impulsaba
el batllismo entre el Ejército y el “ejército de reserva” era
un buen testimonio del origen y la naturaleza etatista de su
populismo.” 26 Recordemos que el Jefe Polı́tico y de Policı́a
Virgilio Sampognaro, creó la Brigada de Orden Público y
Social o de Orden Polı́tico y Social. Su tarea consistı́a en
espiar y vigilar las organizaciones obreras, las actividades
de socialistas y anarquista y controlar los actos públicos de
los blancos. Recién a partir de 1922 el P.B.I. recuperará los
niveles de 1912. Durante el periodo 1920-1923 el fin de la
Gran Guerra trajo consigo una caı́da en las exportaciones
y en los precios de los productos que Uruguay exportaba.
Bajó la moneda y el crecimiento disminuyó y se enlenteció.
La consecuencia es la crisis. Finalmente entre 1924-1930 la
economı́a se recupera lentamente. Las enfermedades de la
miseria como la tuberculosis también aumentaron. Ese era
el panorama sombrı́o.

25 Ídem. P. 93.
26 Ídem. P. 95.
EL MOVIMIENTO SINDICAL.
En agosto de 1905 se funda la Federación Obrera Re-
gional Uruguaya, (F.O.R.U.), primera federación sindical
de orientación anarquista. “Del 25 al 27 de Agosto en el
local del Centro Internacional de Estudios Sociales se ce-
lebra el Primer Congreso Obrero que constituirá la Fe-
deración Obrera Regional Uruguaya (F.O.R.U.). Treinta y
dos sociedades gremiales participaron del congreso obre-
ro.” 27 Además de dos delegados de la F.O.R.A.28 Entre los
gremios fundadores se encontraban los picapedreros y los
graniteros de Montevideo y de La Paz. En 1905 se produje-
ron numeroso conflictos. Se destacó el que protagonizaron
los gremios portuarios. Se plegaron a la huelga 11.000 tra-
bajadores aproximadamente. Se produjeron choques entre
policı́as y manifestantes que dejaron el saldo de un muerto
y cinco heridos entre los huelguistas. Finalmente la huelga
finalizarı́a con una derrota para los sindicatos. Las empre-
sas (muchas de ellas integradas con capitales internaciona-
les) eran muy poderosas.29 En 1905 se convoca al II Con-
greso de la F.O.R.U., que reafirma sus convicciones anar-
quistas. Luego de un perı́odo de desconcierto con la asun-
ción de Williman y debido a la represión ejercida sobre los
trabajadores, entre 1907-1908 la conflictividad es intensa.
En 1908 otra gran huelga se desata, son los ferroviarios es-
ta vez. El Presidente batllista Williman, el Jefe de Policı́a
Guillermo West y el Ministro del Interior Álvaro Guillot
coordinan acciones para aplastar la huelga. Los intereses
27 MUÑOZ, Pascual. Cultura Obrera en el interior del Uruguay. Mon-
tevideo: M.E.C. Ministerio de Educación y Cultura, 2015. P. 31
28 Federación Obrera Regional Argentina.
29 D’ELIA, Germán, MIRALDI, Armando. “Temas del Siglo XX” His-

toria del movimiento obrero en el Uruguay. Desde sus orı́genes hasta 1930.
Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental, 1986. Pp. 62 a 73.
de la empresa son custodiados por el Ejército. La represión
es muy dura. Con los dirigentes presos, los locales clausu-
rados, las reuniones prohibidas y sin apoyo económico la
huelga es derrotada.30 El 17 de Octubre de 1909 se produ-
ce una manifestación de protesta contra los fusilamientos
sumarı́simos en España, en particular el asesinato del pe-
dagogo libertario Francisco Ferrer y Guardia.31 Hay nue-
vos choque con la policı́a a resultas de lo cual seis mani-
festantes fueron heridos. Desde el 29 de abril al 3 de Ma-
yo de 1911 se realizó el III Congreso de la F.O.R.U. Allı́
se aprobó un Pacto de Solidaridad por el cual los esfuerzos
estaban dirigidos a emancipar a los trabajadores y confor-
mar sociedades de resistencia, federaciones y confedera-
ción. La táctica serı́a la acción directa, los medios de lu-
cha; el sabotaje, el boicot y la huelga general.32 El 11 de
mayo de 1911 se declaran en huelga los obreros tranvia-
rios exigiendo el reintegro de 9 obreros despedidos. Ellos
eran los principales organizadores del sindicato. Exigı́an
además las 8 horas de labor, aumento de salario, revisión
del reglamento de trabajo y otras reivindicaciones. El con-
flicto fue empeorando con el paso de los dı́as y finalmente
los huelguista solicitaron el apoyo de la Federación Obre-
ra. Se aprobó entonces la primera huelga general del Uru-
guay. Duró desde el 23 de mayo al 25 de mayo de 1911.
Finalmente solucionada la huelga tranviaria, la F.O.R.U.
finalizó la huelga general luego de arduas discusiones. En
1917, se producen nuevas huelgas de portuarios, tranvia-
rios y obreros de la carne y la F.O.R.U. declara otra huelga
general. Entre el 12 y el 15 de agosto de 1918 se realiza la
tercera huelga general que según Pascual Muñoz fue una
30 Ídem. Pp. 80 a 89.
31 Ídem. P. 97.
32 Ídem. P. 99.
de las más violentas.33 En ese año de 1918 los socialista
fundan la Federación Obrera Marı́tima (F.O.M.), que pro-
picia la creación de una nueva central, planteo que cristali-
zarı́a en la Unión Sindical Uruguaya (U.S.U.). Entre 1917 y
1918 se produce una importante agitación sindical, que el
gobierno reprime con dureza. Hay que recordar que en oc-
tubre de 1917 se produce la Revolución Rusa, que ejerció
una innegable influencia en los ambientes proletarios esti-
mulando la lucha obrera. Por otro lado el fuerte encareci-
miento del costo de vida, seguido de una disminución del
salario real impulsó la lucha de los trabajadores. A fines
del año 1918, el Jefe de Policı́a Virgilio Sampognaro urdió
una gran patraña, un supuesto plan revolucionario que no
tenı́a ningún asidero, pero que la prensa se encargó de di-
fundir como verdad. En el trascurso de 1919 la F.O.M. se
declaró en huelga, la agitación es grande, hay refriegas ca-
llejeras. El obrero Ángel González es encarcelado acusado
de matar un rompe-huelgas. La F.O.R.U. declaró el cuar-
to paro general por la libertad de A. González. La huel-
ga se lleva adelante el 27 de noviembre de 1920, el dı́a
en que se realizaban las elecciones nacionales. La huelga
comenzó a las 0 hs. del sábado 27 de noviembre y cul-
minó el martes a mediodı́a. Esta acción produjo el enojo
y el miedo entre los polı́ticos. Varios regimientos arma-
dos fueron traı́dos a Montevideo desde el interior. En julio
de 1921 en Moscú se funda la Internacional Sindical Roja,
con el fin de combatir el reformismo y propagar la doctri-
na comunista en los sindicatos. Si bien la Revolución Rusa
estimuló la lucha, también desató una feroz polémica en
el seno del movimiento obrero mundial. Nuestro paı́s no
33 MUÑOZ, P. Op. Cit. P. 52. Recordemos que la segunda huelga ge-
neral fue convocada el 27 de mayo de 1917 en solidaridad con los
trabajadores de los frigorı́ficos del Cerro de Montevideo.
estuvo ajeno a ello. D’Elia y Miraldi establecen que a co-
mienzos de la década del 1920; existı́an cuatro centrales
sindicales internacionales. La Federación Sindical Interna-
cional que “...aglutinó a la mayorı́a del proletariado eu-
ropeo. Con una orientación definidamente reformista, sin
cuestionar en ningún instante la esencia del sistema capi-
talista,...” 34 La Internacional Sindical Roja que respondı́a
al Partido Comunista. La Confederación Internacional de
Sindicatos Cristianos de menos predicamento y la Asocia-
ción Internacional de Trabajadores, con sede en Berlı́n de
orientación anarquista.35 La polémica llegarı́a a nuestro
paı́s y con ella la división. En 1921 el Congreso del Partido
Socialista acepta por mayorı́a las 21 condiciones de Moscú
y pasa a denominarse Partido Comunista. La minorı́a se
dio a la tarea de reconstruir el Partido Socialista. Ası́ se
concreta la escisión. Luego de los fusilamientos y prisión
de anarquistas en Rusia y luego de la represión a los ma-
rineros Kronstdat, el entusiasmo por la Revolución Rusa
venı́a declinando en filas libertarias. Dentro de la Federa-
ción un grupo de anarcosindicalistas comienza a propalar
la idea de la necesidad de una dictadura del proletariado
como paso previo a la anarquı́a. En una asamblea de dele-
gados de la F.O.R.U. el Consejo Federal señala que la idea
de la dictadura del proletariado es contrario al Pacto Fede-
ral. En 1921 el gremio de picapedreros solicita la renuncia
del Consejo. Finalmente los picapedreros se retiran de la
Federación. En setiembre de 1923 a instancia de la Fede-
ración Obrera Marı́tima y con sindicatos escindidos de la
F.O.R.U. se crea la Unión Sindical Uruguaya (U.S.U.). En
la carta orgánica aprobada por el Congreso celebrado en-
tre el 19 y el 23 de setiembre de 1923, la U.S.U. se define
34 D’ELIA, G., MIRALDI, A. Op. Cit. P. 148
35 Ibı́dem
claramente anarcosindicalista. Declara enemigos irrecon-
ciliables del proletariado al Estado y el Capital. Proclama
la acción directa como metodologı́a y la necesidad de que
una vez derrumbado el Estado y la burguesı́a, la economı́a
debı́a pasar a manos de los trabajadores organizados en
sus sindicatos. En 1923 y 1924 se suceden los conflictos.
El 22 de agosto de 1927 son ejecutados en la silla eléctri-
ca Nicolás Sacco y Bartolomeo Vanzetti. Mediante un jui-
cio amañado (como se comprobarı́a después), los podero-
so los habı́an condenado. Durante el proceso se produjo
un movimiento mundial en defensa de los condenados.
En Uruguay la solidaridad se manifestó en marchas, ac-
tos, declaraciones de personalidades en favor de Sacco y
Vanzetti. A su vez en repudio de las autoridades de U.S.A.
Las movilizaciones culminaron con un paro general el dı́a
7 de agosto de 1927 y un mitin en Plaza Independencia
que contó con una concurrencia multitudinaria. Agrupó,
organizaciones populares, partidos polı́ticos, organizacio-
nes estudiantiles e intelectuales. El germen de una nue-
va división se encontraba en el propio alumbramiento de
la nueva central. En 1928 se produce la expulsión de la
U.S.U. de un grupo de sindicatos que habı́an sostenido la
necesidad de reorganización de la central y su ingreso a la
Federación Sindical Roja (comunista). Estos sindicatos ex-
pulsados realizaron un Congreso entre 10 al 12 mayo de
1929 y fundan la Confederación General de Trabajadores
del Uruguay, (C.G.T.U.) “...objetivamente, significaba una
nueva división - ahora tres centrales: FORU, USU, CGTU -
con corrientes ideológicamente definidas y con direcciones
exclusivas.” 36 Hacia 1930 las grandes fábricas concentran
36 D’ELIA, Germán, “El movimiento sindical”. En nuestra tierra, No.
4, al cuidado de Daniel Aljanati, Mario Benedetto y Horacio De Mar-
silio, Montevideo: Ed. Nuestra Tierra, 1969. P.11.
el proletariado. Enrique Rodrı́guez afirma que; “Existı́an
sectores concentrados, industriales, de la construcción, del
transporte, etc., que eran verdaderas colmenas proletarias.
Eran fábricas y empresas, imperialistas las más importan-
tes, de grandes capitalistas vinculados al capital extranjero
casi todas,..” 37 En ese mismo año se producen los conflic-
tos en la naviera Mihanovich y el de los obreros ladrilleros.
Al año siguiente el conflicto se desata en la construcción y
en el frigorı́fico Anglo. La gran crisis de 1929 sorprende
al movimiento sindical dividido en cuatro centrales lo que
debilitaba su accionar.

ORGANIZACIÓN Y LUCHA OBRERA EN LAS


MINAS.
Según el Dr. Carlos Zubillaga la primera referencia que
existe con respecto a la actividad gremial en ramo de la
minerı́a aparece en el norte del paı́s, a fines del S. XIX,
en junio de 1880. “Los obreros de las minas de Cuñapirú
(Departamento de Rivera) mantienen un conflicto con la
empresa concesionaria de la explotación de los yacimien-
tos.” 38 Esa primera huelga39 se produce en las minas de
37 RODRÍGUEZ, Enrique. Un movimiento obrero maduro Montevideo:

Ediciones Pueblos Unidos. 1988. P. 47.


38 ZUBILLAGA, Carlos. Historia del Movimiento Sindical Urugua-

yo”, Tomo II, Prensa Obrera y Obrerista (1878-1905). Op. Cit. P. 56.
39 Según Ricardo Rodrı́guez Molas el primer movimiento huelguı́sti-

co se registra en 1769. El 2 de noviembre de 1769 se comunicó al go-


bernador de Buenos Aires que se formalizó una representación de los
peones voluntarios de las obras reales de la ciudad de Montevideo,
para solicitar aumento de un real en su salario. Los cuatro reales que
cobraban eran pocos según dijeron. Los peones voluntarios eran jor-
naleros llamados ası́ para distinguirlos de los condenados a trabajos
forzados. “Lo importante del hecho radica en la amenaza a las auto-
la compañı́a francesa en momentos en que su Gerente era
el Ing. Victor L’Olivier. A la postre este enfrentamiento
le costarı́a su puesto. El conflicto estalla debido a que el
Gerente decide cambiar la forma de pago hasta ese mo-
mento establecida. Es decir los trabajadores estaban con-
tratados por $25 mensuales. L’Olivier pretendió reformu-
lar ese contrato pagando $ 1, por dı́a trabajado. Además
se descontarı́an los dı́as que no pudiesen trabajar por mal
tiempo, problemas técnicos o falta de mineral. Debemos
señalar que también se les descontaba la comida y el alo-
jamiento. Por reglamento de la empresa los trabajadores
debı́an vivir en pensiones regenteadas por la compañı́a.
Otra parte del salario debı́a pagarse al contratista que los
habı́a traı́do al paı́s y les habı́a proporcionado el trabajo.
Estos obreros eran inmigrantes, en su mayorı́a italianos. El
pasaje y el empleo estaba asegurado por un contratista. A
cambio de ello el inmigrante debı́a pagarle parte de su sa-
ridades de...”no trabajar desde el dı́a de hoy en dichas obras, sino se
les aumentaba a su jornal de cuatro reales diarios un real más”...Esta
amenaza toma las vı́as del hecho, frente a la admiración de toda la
ciudad ante ese raro espectáculo de huelga en aquellos años del siglo
XVIII. Los encargados de las obras reales con especial cuidado, en la
nota al gobernador, expresan que....atendiendo a lo importante que es
el que no paren estas importantes obras les hemos ofrecido dar cuenta
de ella a V.E. como lo ejecutamos a fin de que se sirva en el asunto
ordenarnos lo que sea de su mayor agrado sobre esta seguridad que-
dan continuando en el trabajo” Agregado a la carta se encuentra un
borrador de respuesta enviada desde Buenos Aires, donde se ordena
no otorgar el aumento solicitado y sı́ los peones no están de acuerdo
con lo resuelto que los despida sin más trámite. RODRÍGUEZ MO-
LAS, Ricardo. Üna huelga en el Montevideo de 1769..En ESTADO MA-
YOR GENERAL DEL EJÉRCITO – Sección Historia y Archivo. Boletı́n
Histórico. Montevideo: Talleres Gráficos Castro y Cı́a, 1957. N° 71 y
72, Enero – Junio. Pp. 51 y 52. Donde cita: Archivo General de la Na-
ción, Buenos Aires, División Colonia, Sección Gobierno, Montevideo,
1768-1769 - Legajo N° 8 - Sala 9-C.2-A.2- N° 4.
lario. Los contratistas a su vez empeñaban los objetos de
valor y herramientas de los inmigrantes. Esa nueva forma
de liquidación del salario no fue aceptada por los obre-
ros, estallando una huelga – motı́n. Dı́as antes previendo
el malestar generado, la empresa, solicitó al Jefe Polı́tico
de Tacuarembó la presencia de la fuerza policial. Pero no
conforme con ello, el gerente francés solicitó se enviaran
soldados porque “los bandidos”, ası́ denominaba a los tra-
bajadores, eran muy peligros. Las jornadas de labor eran
extensas y extenuantes. Los salarios estaban reducidos en
gran parte porque debı́an cumplir con diversos pagos. No
podı́an ahorrar para enviar dinero a sus familiares en Ita-
lia. Existe presunción del empleo de castigos fı́sicos. Tal
vez esta situación explique la fuerte reacción de los obre-
ros. Las autoridades y la empresa acusaron a agitadores
anarquistas de ser los responsables de la rebelión. Cierta-
mente el anarquismo era la ideologı́a dominante entre los
inmigrantes y los trabajadores. Pero sin duda mucho más
que la prédica de estos hombres educados y rebeldes in-
fluyeron en los hechos ocurridos las duras condiciones de
vida de los trabajadores. El proceso de negociación entre
ellos y la empresa se extiende desde enero hasta el mes de
setiembre. La represión fue muy violenta, la llevaron ade-
lante soldados de artillerı́a armados con fusiles máuser.
Las refriegas dejaron un número no determinado de obre-
ros muertos y heridos, muchos de los cuales murieron sin
poder ser atendidos. Otros fueron trasladados al hospital
de San Fructuoso, pero las enormes distancias y las con-
diciones del traslado hicieron que muchos de ellos llega-
ran muertos. Por tradición oral se sostiene que los obreros
se defendieron con dinamita y armas cortas. Algunos re-
latos orales señalan que los obreros supervivientes fueron
fusilados y los lideres ahorcados y enterrados en una fo-
sa común. La Cañada de los Ahorcados recibirı́a ese nom-
bre porque allı́ fueron ejecutados los obreros. Pero esto no
fue comprobado por otra documentación. El 1° de setiem-
bre de 1895 se funda la “Sociedad Regeneradora de Pi-
capedreros de Mutuo Mejoramiento”, es una sociedad de
resistencia y como está indicando en su nombre, se hace
hincapié en el aspecto de regeneración fı́sica y moral de
sus asociados. Sus principales referentes eran anarquistas.
Poco antes el 14 de agosto se habı́a fundado la “Sociedad
Emancipadora de Obreros Marmolistas”, era una socie-
dad de resistencia y una sociedad de socorros mutuos.40
Si bien los marmolistas eran artesanos que no trabajaban
en las minas, sino en talleres donde se tallaba el mármol,
ellos tenı́an vı́nculos con los mineros. En octubre, picape-
dreros y marmolistas se levantaron en huelga, reivindica-
ban 8 horas de trabajo todo el año, aumento salarial y pago
semanal.41 Los propietarios de marmolerı́as resuelven fijar
jornada variable (7 a 10 hs.) según la época del año y con-
ceden aumento salarial de 20 cts. diarios discrecional. Un
grupo de trabajadores funda en 1904 el Centro Socialista
Obrero ”1° de mayo”, en cuya sede funcionaban varios gre-
mios entre ellos marmoleros y picapedreros. El 4 de agosto
1901 se declaran en huelga los obreros de las canteras de
La Teja que trabajaban para la empresa constructora del
puerto de Montevideo. Reivindicaban mejoras salariales,
descanso de 1 hora y ½ para comer y libertad para almor-
zar donde ellos eligieran. Debido a que existı́a una fonda
propiedad de la empresa donde se obligaba a los trabaja-
dores a concurrir para almorzar, suponemos que a precios
superiores. Se producen enfrentamientos entre trabajado-
40 ZUBILLAGA, Carlos. Historia del Movimiento Sindical Urugua-
yo”, Tomo II, Prensa Obrera y Obrerista (1878-1905). Op. Cit. P. 63.
41 Ídem. P. 64.
res y la policı́a. Los huelguistas debieron volver al trabajo
sin conseguir mejoras importantes.42 Entre el 20 de octu-
bre y el 30 de noviembre de 1901, la policı́a clausura los lo-
cales sindicales obreros y prohı́be sus reuniones, aducien-
do el aumento de la agitación. Los horneros se declaran
en huelga desde el 23 de Octubre hasta el 3 de noviem-
bre reclaman reducción de la jornada, descanso interme-
dio y aumento salarial. Los horneros eran obreros que tra-
bajaban en los hornos de ladrillo. En 1902 nuevamente los
obreros que trabajaban en las canteras de La Teja para la
empresa constructora del puerto capitalino se declaran en
huelga. Reclamaban por el salario, el exceso de horas de
trabajos y el maltrato de parte de capataces y encargados.
La policı́a por su parte afirma que la huelga era mantenida
por la acción de agitadores profesionales. Luego de varios
dı́as vuelven al trabajo con un pequeño aumento salarial
por hora y una promesa de acuerdo sobre las horas de la-
bor. La huelga se habı́a extendido desde el 22 de noviem-
bre y el 3 de diciembre.43 En agosto de 1903 se constituye
la “Unión General de Picapedreros y Graniteros de La
Paz.” En su reglamento se fija la jornada laboral de 8 ho-
ras diarias, descanso dominical y pago quincenal de jor-
nales. Desde el 11 de mayo hasta el 24 de junio de 1905
nuevamente se inicia un conflicto que involucra a más de
1500 obreros que trabajaban en La Teja para las obras de
construcción del puerto. La empresa suspende los trabajos
por 3 meses argumentando la situación de conflicto, pero
en realidad en ese plazo procura contratar obreros en Eu-
ropa.44 El 9 de agosto de 1905 se funda la “Sociedad de
Resistencia de Obreros de la Construcción del Puerto de
42 Ídem. Pp. 73 y 74.
43 Ídem. P. 84.
44 Ídem. P. 103.
Montevideo”. La empresa Allard reacciona despidiendo a
varios obreros, lo que desata una huelga con el sabotaje de
la maquinaria instalada en La Teja. Se registran violentos
enfrentamientos con la policı́a y rompe-huelgas por un la-
do y los huelguistas y su familia por otro. Zubillaga señala
que la situación se cierra “con saldo de sangre”.45 El 9 de
setiembre se reintegran al trabajo. Casi al mismo tiempo
que esto ocurrı́a en Montevideo; el 18 de mayo los obreros
de las canteras de Martı́n Chico en Colonia se declaraban
en huelga reclamando libertad de asociación para consti-
tuir una Sociedad de Resistencia. En la huelga intervie-
nen picapedreros, barreneros, etc. El 16 de agosto de 1905
se produce otro movimiento huelguı́stico en las minas de
Cuñapirú. Del mismo modo que avanza la lucha reivindi-
cativa, los sindicatos también avanzan en organización. El
18 de octubre de 1905 se organizan los obreros cortadores
de ladrillos, los horneros y anexos, próximos a la Unión
Democrática Cristiana (católicos). Entre el 6 y el 27 de di-
ciembre los horneros se levantan en huelga, por aumento
salarial. En 1907 se produce una huelga en las canteras
de Carmelo. Al año siguiente es derrotada la importante
huelga realizada por los ferroviarios, lo que significó no
solo la desaparición de su organización, sino también la
dispersión de los demás gremios hasta 1911 que comien-
zan a reactivarse. En ese año se realiza el tercer congre-
so de la F.O.R.U.46 donde participan los picapedreros de
“El Minuano” y pocas federaciones, lo que indica el grado
de postración del movimiento sindical. En el mes de fe-
brero de 1911 se inicia una huelga en las canteras de“El
Minuano”. Diez meses más tarde continúa la huelga y una
45 Ídem. P. 109.
46 Federación Obrera Regional Uruguaya (F.O.R.U.) agrupa varios
sindicatos y federaciones.
Categorı́as Chelines Peniques • Chelines Peniques
Mineros 5 0 • • •
Peones al aire libre o bajo tierra 3 4 a 4 2
Herreros 5 5 • • •
Carpinteros 5 5 a 5 10
Yunta de 8 bueyes incluido el carrero 12 6 • • •

Cuadro 11.2: Salario de mineros c.a. 1910. Jornales por dı́a. Cerro
Papagay (Dpto.Rivera). Fuente KENDALL, J. D. Op. Cit.

horda armada con revólveres y luciendo insignias blancas,


irrumpe en la Sociedad disparando. En el mes de abril se
produce huelgas en las canteras del Paso Molino por au-
mento de sueldo, llevándose adelante un boicot al Sr. Tra-
verso dueño de una cantera, un almacén y un despacho
de bebidas. Solicitaban 10 % de aumento para jornaleros y
20 cts. por el ciento de adoquines fabricados. También se
produce un movimiento huelguı́stico protagonizado por
los mineros de Rivera por reducción de la jornada laboral,
lo mismo ocurre con los picapedreros de La Paz. En Junio
1912 se realiza el 2do. Congreso de la Confederación de Pica-
pedreros. En ese año se producen varios conflictos obreros.
En enero los picapedreros del Palacio Legislativo declaran
la huelga, reivindicaban un aumento del salario del 5 % y
reconocimiento de la Sociedad de Resistencia por parte de
la patronal Debernardis y Cı́a. También los obreros de las
canteras de Rosario en febrero se encontraban abocados
a conquistar las 8 hs. En marzo levantarı́an la huelga. El
año 1913 es un perı́odo de intensas movilizaciones obre-
ras contra la carestı́a. Se realizan mı́tines, actos, reuniones
y diversas huelgas. Una de las más duras fue la huelga de
los tejedores (textiles) en donde participan numerosas mu-
jeres. Los textiles reciben la solidaridad de otros gremios,
muchos de los cuales tienen además sus propios proble-
mas.
Categorı́as Chelines Peniques hasta Chelines Peniques
Mineros 5 0 • • •
Peones 2 11 a 3 4
Menores 1 8 a 2 1

Cuadro 11.3: Salario de mineros c.a. 1910. Por dı́a. Mina en Dpto.
Lavalleja. Fuente KENDALL, J. D. Op. Cit..

AGITACIÓN EN COLONIA.
Los conflictos más duros se desarrolla en el litoral Oes-
te, en el Departamento de Colonia. Tal el caso de los obre-
ros de Rosario en huelga por las 8 horas. La Federación
Obrera hace un llamado a la solidaridad en apoyo de los
trabajadores de Rosario y de Tandil, en Argentina, que tam-
bién estaban en conflicto e integraban la Federación de Pi-
capedreros. El 27 de octubre de 1913 los obreros tejedores
de Puerto del Sauce (Juan Lacaze) solicitan la solidaridad
de los demás gremios de la zona dado el duro conflicto
que los enfrentaba a la patronal. Esa solicitud se dirige a
los trabajadores del puerto, de la arenera y a los obreros de
la fábrica de papel. Todos responden como un solo hom-
bre y además se suman los picapedreros de las cinco can-
teras de “El Minuano”. Adhieren los areneros de la empre-
sa Fressone y Médici, maquinistas y foguistas y albañiles
también se solidarizan. Frente a esa situación el gobierno
dispone el envı́o del ejército para custodiar las fábricas y el
puerto. La situación se vuelve muy tensa, según versiones
que recoge el periodista de “El Dı́a”, los obreros están ar-
mados con dinamita y “decididos a todo”. En total suman
2000 los huelguistas. Por su parte el ejército que controla
toda la zona también está dispuesto a reprimir.47 El go-
47 El Dı́a. Montevideo: Uruguay. Edición de 7 de noviembre de 1913.
P. 6.
bierno decide intervenir a través de la mediación de uno
de sus ministros. En esa misma fecha los huelguistas se di-
viden, unos se dirigen a pie hasta Rosario a apoyar a los
obreros en conflicto, otros lo hacen por tren. En tanto una
delegación espera al enviado del gobierno en la Estación
de Ferrocarriles. El Ministro de Obras Públicas Dr. Juan
Carlos Blanco es recibido por las autoridades del pueblo.
Luego de su mediación y con la muy fuerte oposición del
Sr. Salvo, propietario de la textil, el conflicto es supera-
do. Los obreros aceptan la fórmula y la empresa también.
El convenio contemplaba un pequeño aumento, la read-
misión del personal en la medida que la empresa los ne-
cesitara. Finalmente se aprueba la autorización a los obre-
ros para formar una Sociedad, con la condición que no se
llamara Sociedad de Resistencia. Los obreros del puerto
y la arenera son readmitidos en las mismas condiciones.
Los obreros de las canteras se retiran y deciden emigrar, el
dueño de las canteras señaló que eso era muy bueno por-
que eran “dinamiteros, anarquistas y terroristas”. Tomarı́a
nuevo personal “más pacı́fico”.48 En el Minuano quedan
15 obreros y el resto emigra a Buenos Aires, vı́a Colonia
del Sacramento. Muchos de estos trabajadores provenı́a de
Argentina. “Cuando llegué al Uruguay, el gremio de pi-
capedreros habı́a perdido una larga y cruenta batalla. Por
lo que supe entonces, los militantes del gremio picapedre-
ros y marmolistas eran todos, o casi todos, “argentinos”.
Habı́an sido arrojados a las playas de la Banda Oriental por
las mareas reaccionarias argentinas a partir del año 1902.
Los picapedreros “argentinos” -en realidad italianos y es-
pañoles- venidos aquı́ en su mayorı́a en calidad de fugiti-

48 El Dı́a. ı́dem.
vos, eran hombres de acción, sin comillas.” 49 Eran obreros
fogueados en los enfrentamientos sociales de su tiempo en
Europa y en América. “Sin negar que los hubiere, yo no
conocı́ ningún picapedrero orador ni periodista.” 50 Pocos
dı́as después de los sucesos relatados se averiaron algunas
máquinas en la textil. Salvo cerró la fábrica por tres me-
ses para repararlas en Nueva York, según expresó la com-
pañı́a. Los obreros se enteran cuando van a tomar el turno,
un cartel colocado en la puerta de la fábrica avisaba del
cierre. Entre tanto el 13 de noviembre de 1913 en Conchi-
llas 1000 obreros abandonan el trabajo. Solicitan 15 % de
aumento y 8 horas de labor.51 El gobierno ordena a las tro-
pas del 8° de caballerı́a y al 3° de infanterı́a partir hacia
el lugar de la huelga. La empresa decidió despedir a los
huelguistas. En 1914 se produce una nueva huelga de pi-
capedreros en las canteras de Conchillas que fue violenta-
mente reprimida por la policı́a, culminando con un obrero
muerto. El petitorio del Sindicato abarcaba los siguientes
puntos:

Reducción de la jornada de labor a 9 horas diarias.

25 % de aumento.

Mejoramiento en la asistencia médica.

Eliminar el descuento del sueldo por la asistencia


médica brindada.

Eliminar los despidos injustificados.


49 RIERA DÍAZ, Laureano. Memorias de un luchador social 1926-
1940. Buenos Aires: Ed Laureano Riera, 1981. Tomo II. P. 83. (Infor-
mación facilitada por Pascual Muñoz)
50 Ídem. P. 84.
51 El Dı́a. Edición de 13 de noviembre de 1913. P. 5.
La empresa Walkers Co. aceptó todos los puntos excep-
to la reducción de la jornada de labor, y el aumento de
salario. Lo cual significaba la huelga. Los huelguistas no
encuentran locales donde reunirse porque todo el pueblo
era propiedad de la empresa minera. Realizan sus asam-
bleas en la calle, las mismas -según los periodistas pre-
sentes en el lugar- son muy ordenadas y pacificas. No se
impide que quienes lo deseen puedan trabajar, se insta a
no realizar manifestaciones ofensivas contra la empresa.
Cuando algún exaltado intenta gritar es contenido por sus
compañeros. Esto llevará al periodista de “El Dı́a” a de-
cir que la patronal no podı́a ambicionar tener obreros más
pacı́ficos y ordenados que estos. Pronto la situación va a
cambiar. Finalmente la empresa cesa a los huelguistas y los
desaloja de las casas de la compañı́a mediante la policı́a y
el juez respectivo. La mayorı́a de los obreros de las can-
teras emigran a Buenos Aires. La situación tanto en Con-
chillas como en Juan Lacaze es de una gran miseria. El co-
mercio se queja debido a que durante las huelgas debieron
fiar (dar crédito) a los obreros, pero al ser despedidos ellos
se marchaban sin pagar sus deudas. Las tropas se desple-
garon en Conchillas y en Juan Lacaze en un número total
de 180 soldados. La agitación en la zona continuó duran-
te el mes de noviembre de 1913. En la fábrica de papel
el despido de una obrera hizo que el resto de las mujeres
iniciaran una nueva huelga. En tanto en las canteras de
Rosario, el Minuano, Arroyo Grande, Conchillas y en Mi-
nas (Lavalleja), continuaban la huelga. El 1o. de Diciembre
de 1913 abandonan el trabajo en Martı́n Chico 176 obre-
ros de la empresa Ferro e Hijos. Se enviaron 25 soldados
desde Conchillas. En tanto en Conchillas la empresa Maf-
fei reabrió las canteras, se presentaron 350 obreros con lo
cual terminó la huelga. Durante el mes de Diciembre uno
tras otros los reductos de los huelguistas van levantando
la huelga; Martı́n Chico, Rosario, Punta Francesa y Minu-
nano. En el mes de febrero de 1914 comienza lentamente
a restablecerse el clima de enfrentamiento y agitación. El
movimiento se inicia en la cantera O’ Connors, aunque no
todos participan de la huelga. En marzo en Minas los obre-
ros sindicalizados reclaman el despido de los obreros que
no acompañaron huelgas anteriores. Como la empresa Vo-
lanta y Sabanelli se niega entonces se inicia la huelga, que
dura poco tiempo. Pero la situación más grave se produce
nuevamente en Conchillas, allı́ en las canteras de la em-
presa Walkers Co. vuelve a estallar con mucha fuerza una
huelga general. Un total de 2000 obreros abandonan sus
tareas generalizándose a otras canteras como la de Morro-
ni. El Pliego presentado a la empresa era simple:
8 horas de labor, 8 horas de descanso y 8 horas para
cultivarse.

Ampliación de la vivienda

Abolición de la cuota médica.


Despido del médico y su sustitución por otro compe-
tente.

Comercio libre.
Recibo de alquiler para los obreros.

Readmisión de los despedidos.

Reconocimiento de la Sociedad
Seguro de accidente por cuenta de la Empresa.

Despido de los que no secundaron las huelgas.


El 23 de marzo se produjeron enfrentamientos entre los
huelguistas y los que no adhirieron a la misma. Un gru-
po de huelguistas atacó a balazos a quienes estaban traba-
jando en una cantera. La policı́a que custodiaba el lugar
respondió a tiros. Once huelguistas fueron detenidos, dos
obreros fueron heridos, uno por cada bando. Los sucesos
se produjeron en la cantera de Walkers Co. a las 9 de la
mañana. A la hora 10 morı́a el huelguista herido quien se
llamaba Juan Alonzo. Luego del incidente la empresa cerró
sus oficinas y todas las canteras.52 Los huelguistas amena-
zaron con ocupar la Comisarı́a y liberar a los 10 detenidos.
El Comisario notando la situación de debilidad en que se
encontraba solicitó refuerzos urgentes. El Jefe Polı́tico en-
vió de inmediato a la Compañı́a No. 3 de infanterı́a. Al
dı́a siguiente, detenidos los obreros más decididos y des-
plegada la milicia se restableció el orden, permaneciendo
cerradas las canteras 5 y 6. La empresa despidió los huel-
guistas y procedió a desalojar las viviendas. La Federación
de Picapedreros y la Federación Obrera Regional Argentina
(F.O.R.A.) desde Buenos Aires enviaron al Ministro del In-
terior sendos telegramas denunciando el desalojo que su-
frieron los obreros a manos de la policı́a al servicio de la
empresa. El Ministro contestó, también por telegrama, que
la policı́a habı́a actuado bajo las órdenes del Juez, en cum-
plimiento de la Ley. Los sucesos de Conchillas llegaron al
parlamento en la voz del Dr. Luis Alberto de Herrera.

52 ElDı́a. Edición de 24 de marzo de 1914. Allı́ se señala que los


atacantes fueron encabezados por Vidal, Tirado y el fallecido Alonzo.
Otros 8 obreros fueron capturados y procesados.
LOS CONFLICTOS CONTINÚAN
En 1915 los obreros de las canteras de paso molino ini-
cian una huelga en la primer quincena de mayo. Se ma-
nifiestan en contra de la rebaja salarial. El periódico ”La
Batalla” denuncia que hay gremios a los que se rebaja un
50 % el salario en tanto a otros se les aumenta el horario.
Denuncia también la pasividad del resto de los gremios.53
El mismo año pero en agosto se inicia una huelga en La
Teja, a la vez que ”La Batalla” anuncia el triunfo de los
huelguistas en Cerro de las Cuentas logrando el pago pun-
tual del salario.54 En 1918 el periódico oficial del Sindica-
to “El Picapedrero” señalaba que debido al escaso trabajo
que existı́a, la organización sindical estaba poco desarro-
llada.55 En diciembre de 1918 luego de 1 mes de huelga
los trabajadores de Metzen obtuvieron el triunfo. La huel-
ga era contra el contratista. Sin embargo en marzo de 1919,
la patronal desconoce el acuerdo realizado con el contra-
tista. A fines de 1918 se produce una huelga solidaria en
La Paz, en particular contra Ferrolla y Busot propietarios
de canteras del Paso Molino. Las huelgas solidarias eran
realizadas por trabajadores que no estaban directamente
involucrados en el conflicto, a fin de presionar para lograr
la solución del enfrentamiento que se desarrollaba en otro
sitio. Se denuncia que Busot hacı́a adoquines comunes pa-
gando a sus obreros de acuerdo a eso, pero luego realizaba
una selección de los mejores y los vendı́a como especiales,
embolsándose además de la ganancia parte del salario del
53 ”La Batalla”. Montevideo: Uruguay. Edición de Julio 1915 (1era.
Quincena). Año 1, No. 1. P. 3.
54 La Batalla. Edición de Agosto 1915. Año 1, No. 3. P. 4. En la misma

edición denuncia al propietario canterista de La Teja, Sr. Predocchi,


por represión anti sindical, según afirma.
55 El Picapedrero. Montevideo: Uruguay. Edición de Julio 1919. P. 3.
trabajador. En la misma fecha se produce en Montevideo
una huelga de 3 semanas por aumento de jornal. En esta
huelga participaron 300 obreros. Pero también en el De-
partamento de Maldonado se produce variados conflictos.
En noviembre se inicia un movimiento huelguı́stico recla-
mando un aumento de $ 1,60 a 2,40. Luego de varios dı́as
obtuvieron todo lo reclamado. Sin embargo en Diciembre
nuevamente estallan 2 huelgas; una por mejoras y otra por
restitución de destituidos. Una de ellas fue probablemente
en la cantera Schiavonne. Nuevamente en 1919 en la can-
tera de Lloret y Cı́a. en La Paz se produce un conflicto que
culmina con la obtención de mejoras para los cortadores,
peones y herreros. En Salto también se produce una huelga
en la cantera propiedad de Pedro Pedrini. En 1919 la So-
ciedad de Marmoleros decidió en la asamblea realizada el
16 de noviembre unirse a la Federación Sudamericana de
Picapedreros. En noviembre y diciembre de 1919 continúa
ese proceso de organización, es ası́ que en varias canteras
de Cerro Largo se constituyen sociedades de resistencia.
En tanto en la Chacarita donde solo habı́a 10 obreros ocu-
pados se funda un sindicato a pesar de la falta de trabajo.
Además se produce el ingreso de los obreros pavimentado-
res a la Federación de Picapedreros. En Diciembre de 1919
finaliza una huelga iniciada en San Carlos. El propietario
Sr. Barreiro cedió a las exigencias de los obreros. El Depar-
tamento de Lavalleja era otro punto conflictivo. En Julio de
1919 en una cantera despiden al contratista y los trabaja-
dores asumieron ese carácter y se repartieron un porcenta-
je por tonelada de material. En marzo de 1920 el periódico
sindical “El Picapedrero”56 en la Sección “Movimiento Sec-
ciones”, publica un artı́culo refiriéndose a la Cantera José
Nedubad. El Sr. Nedubad se fue y los trabajadores tomaron
56 Ídem. N°16, Año 2, 1920. P. 3.
el control de la cantera y trabajaban en forma cooperativa.
En el mes de noviembre en el mismo periódico57 hay un
artı́culo titulado “La cantera comunista” donde afirma que
el núcleo del gremio decide alquilar una cantera y traba-
jar en forma cooperativa, sin intermediarios. En Febrero
de 1920 la Sociedad de Resistencia de la cantera Ferrolla
obtiene un triunfo, luego de una huelga. En Junio se de-
clara una huelga general del sindicato en las canteras del
Paso Molino cuya plataforma es la siguiente:

reconocimiento del sindicato,

abolición del trabajo a destajo,

jornal mı́nimo para los picapedreros ya sean adoqui-


neros o cortadores de $ 3, barrenistas y marronistas
$ 2,40 y peones $ 2,20.

No aceptación de los despidos por huelga y cuando


haya necesidad de trabajadores deberán solicitarlos
al sindicato.

En el Departamento de Maldonado en los primeros me-


ses de 1920 se organizaron gremialmente la cantera Bur-
gueño y la cantera Sauce. La Sección Burgueño quedó in-
tegrada por 2 sociedades autónomas, ambas adheridas a la
Federación. Una de picapedreros y otra de peones y barre-
nadores. En setiembre de 1920 a instancias del “Sindicato
de Oficios Varios de Cerro Carmelo” se conformó la “So-
ciedad Unión de Trabajadores de las Canteras de Cerro
Carmelo”. En el mes de Diciembre los trabajadores de la
empresa Olmos en Pando (Empalme Olmos) se declaran
en huelga. En el mismo año (1920) se producen huelgas en
57 Ídem, Noviembre de 1920. N° 24. P. 3.
el Departamento de Colonia, en el Minuano y Conchillas.
En Martı́n Chico y Riachuelo, propiedad de Antonio Fe-
rro (hijo), 12 trabajadores son detenidos por la policı́a por
enfrentar rompe huelgas. En enero de 1921, los trabajado-
res acuerdan con la empresa O’Connor y Cı́a., propietaria
de la cantera Cerro Carmelo, el reconocimiento de la or-
ganización sindical. Poco después en mayo, en la Cantera
y Arenales de Martı́n Chico vuelve a estallar el conflicto,
participando en la huelga 140 trabajadores. En febrero se
produce una huelga en la cantera Colocci de La Paz, y en
marzo se agrega la cantera Busot del Paso Molino. En 1923
el 1o. de mayo era una jornada de paro general y la repre-
sión policial fue muy dura acabando con un obrero asesi-
nado.

LOS PRINCIPIOS CONFEDERALES.


El 1, 2 y 3 de noviembre de 1922 se desarrolla en Mon-
tevideo el III Congreso de la Federación Sudamericana de
Picapedreros y Anexos. Allı́ se aprueba una declaración de
principios y finalidades y un Estatuto. En el “Preámbulo”
de los Estatutos que es la parte expositiva del III Congre-
so, declara el cercano fin del capitalismo y del Estado y
por lo tanto dispone: “1) Desconocer todo derecho de inter-
vención y tutelaje a las fracciones organizadas en partidos
polı́ticos, en las cuestiones que atañen e interesan al prole-
tariado organizado que milita en las filas de la Federación
Sudamericana de Picapedreros y Anexos.” 58 A renglón se-
58 FEDERACIÓN SUDAMERICANA DE PICAPEDREROS Y
ANEXOS. Bases aprobadas en el III Congreso celebrado en Montevideo los
dı́as 1, 2 y 3 de noviembre de 1922. Montevideo: Federación Sudameri-
cana de Picapedreros y Anexos, c.a. 1922. (Documento proporcionado
por Juan Pilo). P. 2
guido el punto 2°) proclama la superioridad de la acción
directa como principio, la que abarca desde la huelga, el
boicot y el sabotaje, sin descartar los movimientos insu-
rreccionales. En el 3) ı́tem se compromete a trabajar por
la integración de los sindicatos de la industria a la Federa-
ción. Finalmente en el 4°) punto define que finalidad última
de la Federación de Picapedreros y Anexos es la implantación
del comunismo libertario o anárquico.59 Es decir establecer
una organización comunista de la producción y el consu-
mo y anárquica en lo que hace a las relaciones sociales y
polı́ticas.

ORGANIZACIÓN CONFEDERAL.
El el Art. 1 de los estatutos aprobados en el III Congre-
so se establece que la Federación estaba constituida por
federaciones y sindicatos de obreros picapedreros y anexo
de Sudamérica. Sus objetivos eran realizar intensa propa-
ganda para organizar los obreros a efectos de la reivindi-
cación cotidiana para su bienestar moral, económico e in-
telectual. En segundo lugar estrechar relaciones con otras
organizaciones sindicales. En tercer lugar practicar la soli-
daridad entre sus afiliados y con organizaciones hermanas.
En el Art. 2 modera lo expuesto en el “Preámbulo”, y dis-
pone que en virtud de las variadas tendencias ideológicas
y doctrinarias de sus afiliados es “...una institución com-
pletamente autónoma,...” y con la finalidad de mantener
la unidad de sus afiliados sostiene: “a) El derecho exclu-
sivo de sus afiliados a hacer propaganda por sus especia-
les puntos de mira, en lo que respecta a la organización,
teniendo en cuenta que esta libertad no puede ser restrin-
gida ni coartada, siempre que ella no se haga a base de
59 Ibı́dem.
diatribas, calumnias o de difamaciones de los principios y
acción de la Federación Sudamericana de Picapedreros y
Anexos.” 60 Dada la naturaleza federal de la organización
“...los sindicatos y las federaciones son libres y autónomas
en el seno de la Federación Sudamericana de Picapedre-
ros y Anexos,...” en todos aquellos asuntos internos que no
afecten el orden ni el interés general.61 El Consejo Federal
estaba compuesto por 7 miembros titulares y 5 suplentes
elegidos en los Congresos. Entre ellos se elegı́a un Secre-
tario General, un prosecretario, un secretario de actas, un
tesorero y un protesorero, el resto eran vocales. Sus debe-
res eran: cumplir y hacer cumplir las disposiciones del Es-
tatuto, las resoluciones de los congresos y del voto general.
Velar por el engrandecimiento de la Federación. Organizar
y dirigir la propaganda y agitación de orden general. Inter-
venir en actos solidarios de las organizaciones federadas.
Administrar el dinero, dirigir y administrar “El Picapedre-
ro” (órgano periodı́stico oficial de la Federación). Convocar
a los Congresos y realizar los informes respectivos. Ningún
miembro del Consejo Federal o delegado que represente a
la Federación podı́a aceptar candidaturas a una función
polı́tica. En el Artı́culo 32 se establece que; “El Congreso
Federal es la asamblea soberana de la Federación Sudame-
ricana de Picapedreros y Anexos. Sus deliberaciones son
obligatoria para todas las organizaciones federadas y las
que en lo sucesivo se adhieran.” 62 El congreso es válido
siempre que se hubiera convocado de acuerdo al Estatuto
y tuviera un quórum de la mitad más uno de los repre-
sentantes sindicales. Los Congresos ordinarios se reunı́an
cada 3 años, los extraordinarios se convocaban cuando un
60 Ídem. P. 3.
61 Ibı́dem.
62 Ídem. P. 5.
tercio de los federados lo solicitaba. Los congresos estaban
integrados por delegados de sindicatos y federaciones, pe-
ro solo los sindicatos tenı́an voto. La forma de votación era;
hasta 100 cotizantes un voto, hasta 200 dos votos y más de
200 tres votos. En el Art. 48 se preveı́a la posibilidad de
que el Consejo Federal pudiera someter a referéndum de
los federados por medio de sus organizaciones, todo asun-
to “grave e impostergable” que afecte la totalidad de las or-
ganizaciones federadas, como por ejemplo:

decidir una acción general que deba desarrollar la


Federación Sudamericana de Picapedreros y Anexos.

Aumentar o reducir la cuota federal.

Resolver sobre pedidos de destitución del Consejo


Federal.

Completan el Estatuto dos disposiciones generales: la primera


era rechazar el trabajo a destajo y la segunda no oponer-
se al ingreso de piedra labrada realizada en el extranjero,
siempre que fuera trabajada por obreros organizados. La
Secciones representadas en el Congreso eran, por:
URUGUAY.
“Montevideo, Marmolistas de Montevideo, Chacarita, Pa-
so del Molino, La Paz, Isla Mala, Cufré, Minuano, Cerro
Carmelo, Barrenistas y Peones de Burgueño, Picapedreros
de Burgueño, Pedregulleros Unidos.
ARGENTINA
Tandil, Buenos Aires, Sierra Chica, Cerro Sotuyo, Azul, Vi-
lla Mónica, Villa Quilino, Las Peñas, Los Pozos, Jaime Pe-
ter.” 63 En la “Fe de Erratas” también se incluye entre las
Secciones argentinas participantes a Rosario de Santa Fe.
63 Ídem. P. 8.
Gracias al aporte del sociólogo Pascual Muñoz podemos
describir y caracterizar dos connotados dirigentes de la Fe-
deración. El testimonio es de Riera Dı́az.
Hermanos CAMBÓN.
Riera Dı́az señala que: “Me encontré en la FORU. a los
hermanos Cambón, aureolados en el año 1926 por una se-
rie de hazañas realmente novelescas. Perdieron la organi-
zación, pero los picapedreros y marmolistas ganaban sa-
larios que doblaban al de los oficiales especializados de
cualquier gremio. El sindicato serı́a declarado ilı́cito por
los jueces y perseguido por la policı́a, pero ningún patrón
querı́a tener problemas con los obreros.” 64 Panteones de
granito pulido de costo muy elevado eran volados en los
cementerios, en las narices de serenos y policı́as, sı́ habı́an
sido producidos por obreros no adheridos a las huelgas.
“Cambón, el mayor, era también del Consejo Federal, sin
representar orgánicamente a nadie. Hablaba poco, más bien
gruñı́a, pero pretendı́a imponer su voluntad en todos. Nun-
ca pudimos congeniar. Con su pucho apagado y cruzado
en la boca, los ojos contraı́dos y la frente arrugada, pa-
recı́an siempre de mal humor. Para colmo, despreciaba a la
juventud. Aquel gallego de estatura media, fornido como
si fuera un haz de cables de acero retorcidos sacado de una
caja cuadrada, era el prototipo de lo que los rioplatenses
llaman “un gallego cuadrado”, duro, porfiado e inaccesible
a cualquier razonamiento. No obstante, era admirador del
lı́rico González Pacheco.” 65 A estar por el relato de Riera
Dı́az; Cambón a pesar de su rudeza y autoritarismo era un

64 RIERA DÍAZ, Laureano. Op. Cit. P. 84.


65 Ídem. Pp. 84 – 85. Rodolfo González Pacheco nació en Tandı́l (Rep.

Argentina) el 4 de mayo de 1883 y falleció en Buenos Aires el 5 de julio


de 1949. Fue dramaturgo, periodista, director de teatro, guionista de
cine, etc. Participó junto a los magonistas en la Revolución Mexicana y
hombre honesto. “Siempre creı́ que Cambón fuera un tipo
ı́ntegro, de una moral tan dura e inflexible como el mismo.
Quizá por eso no tenı́a enemigos, pero era insoportable en
las reuniones, ampliada o no, del Consejo Federal, donde
sólo gruñı́a para oponerse a algo o a alguien. Nunca choca-
mos, pero no podı́a soportar el trato despreciativo que le
daba a otros compañeros, a los que consideraba unos pele-
les y se lo decı́a sin rodeos.” 66
PEDRO LÓPEZ.
Era un picapedrero aindiado, de ideas libertarias, afincado
en Cufré. “Cuando se produjo la escisión de la cual nació
la USU, Pedro López, con Bufo y otros compañero, reco-
rrieron casi todos los pueblos de la Banda Oriental, inten-
tando reconstruir un movimiento histórico: el de los pica-
pedreros de Sud América, vinculados en una organización
de industria y multinacional. Pedro López tenı́a su base en
Cufré, en cuya gran cantera trabajó muchos años. El orga-
nizaba sindicatos de oficios varios, en giras espontáneas,
hacı́a de enlace entre el Consejo Federal y los pequeños
núcleos de compañeros diseminados por todos los pueblos
de la República.” 67 Murió el 2 de marzo de 1952.

ESTRUCTURA DEL SINDICATO.

En 1918 la “Federación de Picapedreros” cuenta con


varias Secciones (cuadro 11.4):

en filas anarquistas en la Revolución Española. Fundó el periódico la


Antorcha. Fundó Teatro del Pueblo y fue un pionero del cine argentino.
66 Ídem. P. 85.
67 Ídem. P. 106.
SECCIÓN SECRETARIO SECCIÓN SECRETARIO
Montevideo Nono Tilio La Paz Romeo Mancini
Cerro Carmelo • Paso Molino •
Minas • Buenos Aires (Arg.) •
Maldonado • Piriápolis •
Tandil (Arg.) • Isla Mala •
Chacarita (Montevideo) • Rosario (Arg.) •
Durazno • Salto •
Sierra Chica (Arg.) • Pando •
Sauce • Naschel (Arg.) •
Rocha • Burgueño •
Las Peñas (Arg.) • Cufré •
Minuano • San José de Tintas (Arg.) •
Porto Alegre (Brasil) • Rı́o de Janeiro (Brasil) •
Sao Paulo (Brasil) • Perú (sin confirmar) •
Riverao Pires (Brasil) • Bolivia (sin confirmar) •

Cuadro 11.4: Lista de Secciones. Fuente: .El Picapedrero”

LOS CENTROS SOCIALES.

Vinculados al Sindicato se encontraban una serie de


Centros Sociales.
En Montevideo: Centro de Estudios Sociales “Paso Mo-
lino”, ubicada en la calle Fraternidad 192 y cuyo Secre-
tario era el Sr. Martı́n Cabrera. “Comité Pro-Presos”, calle
Rı́o Negro 1180. “Centro de Estudios Sociales “Alba Roja”.
“Centro de Estudios Sociales “Rusia Libre”.
En Canelones: Centro de Estudios Sociales “Pedro Kropot-
kin”, Independencia (La Paz), responsable Juan G. Rondo-
ni. Sus objetivos eran difundir los ideales anarquistas.
En Maldonado: Centro de Estudios Sociales “Enrique Ma-
latesta”, San Carlos, responsable Manuel Aguirre. Objeti-
vos; crear una biblioteca y distribuir folletos e impresos.
En Paysandú: Centro de Estudios Sociales “Internacional”,
calle Sarandı́ e Independencia, responsable Adolfo Carbo-
ne. “...fundado recientemente “por una veintena de revo-
lucionarios” y uno de ellos, Bartolemeo Bosch...” 68

CONDICIONES DE TRABAJO.
El Sr. Pedro Sarubbi fue entrevistado por la periodista
Ana Bluth.69 Relató que tenı́a 71 años (era el año 2001) y
desde los 15 años trabajaba en una cantera de calizas. Se
jubiló a los 61 años trabajando para la compañı́a CUCP-
SA (fabricantes de Portland “Artigas”), en la cantera ubi-
cada en la ciudad de Minas. Su padre Domingo Sarubbi de
origen italiano llegó en 1909 a Uruguay. Comenzó a tra-
bajar en una cantera de La Teja y posteriormente lo hizo
en la cantera de calizas de Minas desde 1912 hasta 1954.
“Era un trabajo duro. Las explosiones producı́an grandes
bloques de piedra que los marroneros tenı́an que reducir.
Ocho horas a golpes, con martillos de cinco kilos. “Los je-
fes eran sanguinarios. Habı́a que trabajar y trabajar, nada
de andar descansando como ahora.” Doscientos canteris-
ta empujaban las vagonetas con la piedra partida varias
cuadras, solos o ayudados por caballos hasta el ramal del
ferrocarril. Se enviaban 30.000 toneladas diarias de cali-
zas a la antigua planta de la empresa en Sayago.” 70 Recién
en 1926 llegaron motores a nafta y electricidad. Otro rela-
to, en este caso del maestro Jesús Aldo Sosa (Jesualdo) en
su libro Vida de un maestro, describe vivamente la situa-
ción de los obreros de la piedra y la arena. “Se explotan
seis sobre la costa. Seis canteras que se tragan el sudor de
68 MUÑOZ, Pascual. Cultura obrera en el interior de Uruguay. Salto,
Paysandú y Rocha. Montevideo: M.E.C., 2015. P. 121.
69 BLUTH, Ana. “Uruguay Mineral”. En; TRES revista de actualidad.

Montevideo: Empresa Editora Caelum S.A., 7 de Agosto de 1998. Año


3. Pp. 28-29.
70 Ibı́dem.
los que vinieron de todas partes del mundo a redondear
sus dı́as finales, aquı́, golpeando piedra...Todo el dı́a con la
maza en alto o haciendo del marrón un péndulo, para reci-
bir treinta y cinco pequeños centésimos por vagoneta.” 71
Luego se pregunta Jesualdo; “¿Por qué se mueven los hom-
bres de todo el mundo para reventarse trabajando ası́?” 72
Con el tı́tulo de “Vergüenzas” aparecida en el “Picapedrero”
en mayo de 1919 el cronista Viviano Levis relata que en la
cantera de M. Barreiro, en San Carlos su propietario invita
a los obreros a comer asado y tomar vino en el monte el dı́a
1º de Mayo. “¡Obreros! No conocéis quién es Barreiro? Es
el mismo de Rocha.” 73 Señala el cronista que era el mismo
patrón que obligaba a sus empleados a gastar su salario en
el almacén de su propiedad. Los tenı́a aislados sin permi-
tirles salir. Los obreros terminaban endeudados y vivien-
do en la semiesclavitud, según denuncia Viviano Levis. La
nota periodı́stica parece sugerir que Barreiro es en reali-
dad un empleado. Este no es el único caso registrado, por
ejemplo el conflicto desatado en 1919 en la Cantera Martı́n
Chico en Colonia se resolvió con avances importantes para
los obreros. “Por lo pronto lograron algunas mejoras como
es la abolición de fichas en vez de plata, y el pago en mo-
neda uruguaya y la libertad de comprar en los almacenes
que a ellos les gusta:” 74 En la cantera de Busotti los obre-
ros denunciaban malos tratos y soberbia patronal.75 En la

71 SOSA, Jesualdo. Vida de un maestro. Montevideo: Ediciones Trilce,


2005. P. 15.
72 Ibı́dem.
73 El Picapedrero. Año I. No. 7. P. 3.
74 Ídem. Edición de Julio 1919. Año I, No. 8. Tı́tulo del artı́culo:

“Cantera Martı́n Chico”.


75 El Picapedrero. Edición de Mayo 1919. Año I, Nº 7.
cantera Colocci, en 1920, en La Paz, Canelones, los traba-
jadores presentaban un pliego donde reivindicaban76 :

Abolición del trabajo a destajo.

Jornal mı́nimo $ 2.30.

Sábado inglés.

Feriados únicos reconocidos por el Sindicato: 1° de


Mayo y dı́a de fundación del Sindicato.

Del mismo modo también en La Paz, los obreros pedre-


gulleros, luego de 2 meses de huelga obtuvieron; además
del reconocimiento de la Sociedad y la readmisión de los
huelguistas, un jornal mı́nimo para los peones de $ 1,75
y $ 2,15 para barrenistas y marronistas. Por otro lado el
metro de pedregullo pasó a valer $ 1,15. En caso de no ha-
ber piedra trabajaran por dı́a y no por metro. Finalmente
también obtuvieron seguro de accidente.77 “Las peligrosas
explosiones, de las que se protegı́an al grito de ¡barreno!;
no lo eran tanto como aquel barreno que no explotaba y
que habı́a que desarmar cuidadosamente de su fulminan-
te. Esos obreros anarquistas que subı́an cansados la cuchi-
lla con su saco al hombro, colgado de un dedo; zafados
del peligro de la explosión en la que perdieron más de un
amigo y compañero, acariciaban luego la veta de la pie-
dra buscando el mejor lugar de corte para los adoquines
y cordones de nuestras calles montevideanas. No habı́a al
principio máquinas trituradoras de piedra y su suegro an-
daluz, don Pilo, iba con sus hijos a picar fino en el duro ofi-
76 Ídem.
Edición de enero 1920. Año I. No. 14.
77 Ídem. Edición de setiembre
1920. No. 22. Tı́tulo del artı́culo: “Mo-
vimiento de Secciones”. P. 5.
cio de picapedrero.” 78 En este sentido los accidentes eran
frecuentes en minas y canteras. “Bueno, y los accidentes
acá habı́an de todo tipo. Donde más se perdı́an las vidas
era en las vı́as, los enganchadores. . . el enganchador tenı́a
la tarea de enganchar los vagones, eran dos tipos de va-
gones, sobre la marcha, rodando, enganchaban de abajo.
(. . . ) Ellos tampoco tenı́an un calzado adecuado, entonces
resbalaban y las máquinas les pasaban por arriba, o los
vagones los aprisionaban. (JN) Accidentes en las canteras
por caı́das, a veces derrumbes, eso sı́. . . a veces cobraba
alguna vida. (. . . ) Ahı́ yo me acuerdo de un búlgaro que
murió, me parece, en la (Cantera) Número Cinco, y lo ve-
laron ahı́, y cuando lo llevaban al cementerio pusieron el
cajón contra el mojinete de allá, sin la tapa, y todos los pai-
sanos ahı́ viendo. Y le tomaron una foto para mandarla a
Europa. Eso me acuerdo bien, yo era un chiquilı́n. Eso lo
hacı́a la empresa para que no reclamara, la familia, la pen-
sión. (LR)” 79 El 25 de junio de 1915, el Presidente de la
República reglamenta la Ley 5032 de 21-7-1914 y amplı́a
el Decreto Reglamentario de 14-4-1915, acordando una se-
rie de disposiciones de resguardo y seguridad que deberán
cumplirse, para evitar accidentes de trabajo en las empre-
sas que emplean explosivos, o en fábricas, minas, cante-
ras, etc. Se reglamenta la responsabilidad de la entrega,
cantidad y conservación de los explosivos a los mineros
en las canteras y minas. Se establecen indicaciones para
el uso, transporte, etc. de explosivos en minas o canteras.
En 1918, el 15 de noviembre se aprueba la ampliación de
la reglamentación de la Ley 5032. Estableciendo que toda

78 ElTejano. Montevideo: edición de marzo, 2001. Un recuerdo para


Irma Yañez. Entrevista de Susana Regent. (Documento proporcionado
por la Sra. Irma Yañez.)
79 PINTO, Marina; LEMBO, Victoria. Op. Cit. P. 170.
empresa deberá presentar ante la Inspección de Minas e
Industrias, antes de iniciar los trabajos, un plano 1:100 de
la obra. Deberá contener perfiles tanto horizontales como
verticales y cuando se efectúen modificaciones se presen-
tará un nuevo plano. Luego se establecen una serie de nor-
mas para la fortificación de pozos, galerı́as y socavones,
ası́ como sobre la ventilación, uso de explosivos, transpor-
te de personal y mineral, y demás normas de seguridad. Se
comete a la Inspección de Minas e Industrias la fiscaliza-
ción del cumplimiento de este decreto. El mismo año 1920
se registra una huelga en la Cantera F. Ferolla (Paso Mo-
lino?), en “El Picapedrero” otro patrono de la zona de Paso
Molino es acusado duramente de abusos contra los obreros
al igual que su capataz Manuel del Rı́o.80 En cuanto al fe-
riado del 1° de mayo, la Ley 5501 de 20 de Julio de 1916 lo
declaraba fiesta nacional como fiesta del trabajo. Por otro
lado el 17 de noviembre de 1915 se aprueba la Ley 5350
que fija el trabajo efectivo de los obreros de fábricas, talle-
res, astilleros, canteras y minas, empresas de construcción
de tierra o en los puertos, costas, rı́os, etc. La jornada la-
boral no podı́a extenderse más allá de las 8 horas diarias.
En 1919 en una recorrida realizada por “El Picapedrero” en
las canteras del Paso Molino, en Montevideo, los obreros
denuncian la continua violación de esta norma de 8 horas
por parte de Benito Persibal en su cantera.81 La empresa
CO.MA.CO. (Compañı́a de Materiales de Construcción),
proveedora de los mármoles y otros materiales de cons-
80 El Picapedrero. Edición de Enero de 1920. Nos. 14. Tı́tulo del
artı́culo: “Movimiento de Secciones”. P. 3.
81 El Picapedrero. Edición de mayo 1919. Año I. Nº 7. Tı́tulo del

artı́culo: “Por las canteras del Paso Molino”, en la contratapa. Este mis-
mo patrono Benito Parsibal y su capataz Manuel del Rı́o fueron dura-
mente acusados en el mismo periódico en el No. 14 de Enero 1920
(fechado erróneamente Febrero 1919)
trucción para la edificación del Palacio Legislativo, realizó
gestiones para que se incluyera a los obreros que trabajan
en la explotación de arenales en lo dispuesto en el Art. 10
del Decreto de 21 de mayo de 1920. Finalmente casi 3 años
después, el 6 de noviembre de 1929 el Poder Ejecutivo re-
glamenta la jornada de labor para el personal de las are-
neras. Se regulaba no solo la jornada sino la bonificación a
pagar por cada hora que excediera la jornada para el per-
sonal afectado a la carga, descarga y transporte de arena.
Se establece otra bonificación diferente para el personal
embarcado en el caso de transporte de arenas por barco.
Los obreros de canteras y minas denunciaron numerosas
violaciones a la legislación y los convenios. En la cantera
Chape por ejemplo se entregaba piedra bruta a los picape-
dreros en lugar de pilastrines, como se habı́a acordado. En
este sentido a estar por algunos relatos, la patronal inglesa
de Walkers Co. era respetuosa de las leyes laborales. Hasta
1914 fue firme opositora a la reducción horaria, debido a
ello se producen varios enfrentamientos con los obreros.
“En Conchillas donde la patronal era inglesa las condicio-
nes eran muy rı́gidas. Los relatos describen un lugar donde
el trabajo duro, pero abundante, pautaba la actividad del
pueblo: Sonaba el pito y comenzaba el escándalo. Ya caı́a
el primer vagón dentro del molino porque la piedra habı́a
quedado desde ayer para arrancar de mañana temprano.
Sonaba el pito y arrancaba el molino, grrrrr. . . y arrancaba
la cantera. Ya la piedra estaba en el suelo, ya que era sacada
al final de la jornada.” 82 “Los ingleses. . . eran rigurosos. . .
tenı́an normas de vida, por ejemplo a las 7:30 tocaba un
pito o una campana que era a la hora que entraban a tra-
82 PINTO, Marina; LEMBO, Victoria. “El rol de la Antropologı́a So-
cial en el estudio de impacto arqueológico cultural (Parte II)”. Op. Cit.
P. 169.
bajar, a las 11:30 salı́an. Ellos trabajaban de siete y media
a once y media y de una a cinco (. . . )” 83 La Empresa rea-
lizaba un descuento en el jornal que otorgaba el derecho a
la atención médica no solo para el empleado sino también
para su familia. “Esta atención se efectuaba en un local lla-
mado “Hospital”. Inclusive los accidentados recibı́an aten-
ción primaria, derivándolos a otros centros si el caso lo re-
querı́a.” 84 Ese descuento consistı́a en 50 centésimos por
trabajador. Sı́ el médico certificaba que efectivamente el
trabajador no podı́a concurrir a trabajar por enfermedad,
la Empresa pagaba ½ jornal diario. El Intendente de Colo-
nia en un informe publicado en “El Dı́a”, recoge dos testi-
monios de obreros agradecidos a la Empresa Walkers Co.85
En un caso se trata de la viuda de un obrero muerto en un
accidente laboral en la cantera que fue incorporada a la
plantillas de la empresa. El otro caso se trata de un obrero
que sufrió un accidente debiendo ser trasladado a Buenos
Aires para su atención. Walkers Co. se hizo cargo de los
gastos y luego a pesar de las secuelas reincorporó al traba-
jador. Hay que recordar que este informe y los testimonios
recabados lo fueron luego de la huelga de 1914. Los tes-
timonio son de trabajadores dependientes de la empresa
para sobrevivir. Por su parte el diario ”La Razón” realiza
una fuerte crı́tica a esta empresa y su proceder con los
obreros. El trabajo en la piedra y la arena era muy duro,
sacrificado y casi inhumano. “Voy escalando la colina muy
verde que con su camino ocre, lleva de la escuela al Puerto,
por campo traviesa. Por ella se vienen agrandando con los
últimos resplandores del sol que entra, raleados obreros

83 Ídem. P.170.
84 ANONIMO. “Apuntes para una historia de Conchillas.” http://
archive.li/l1g98. Op. Cit.
85 El Dı́a. Montevideo. Uruguay. Edición de 7 de mayo de 1914.
de los talleres y de la arena. Vienen del esmirriado trabajo
que aun les queda a algunos, con el saco terciado sobre el
hombro, la gorra caı́da sobre los ojos, el paso apenado y la
boca apretada. Algunos de los que aun traen aliento para
levantar la cabeza me miran y apenas murmuran una bona
maı́stro... Los búlgaros y los rusos me clavan un puñal con
su mirada desconfiada y al enfrentarse a mı́ aúllan más
que un saludo, una protesta. ¡Ya lo sé!” 86 El trabajador es-
taba sometido a un reglamento que era elaborado por la
empresa. Se han conservado algunos de esos reglamentos.
El reglamento laboral de la fábrica “Trinidad” consta de 20
artı́culos. El 1° establece “Los que vivan en ranchos inde-
pendientes de la fábrica, no podrán recibir huéspedes por
más de 24 horas sin avisar al mayordomo del estableci-
miento.” 87 Los domingos se deberá realizar la limpieza de
frentes de los ranchos. En caso de ser despedidos debı́an
abandonar el establecimiento, conservando el derecho so-
bre sus ranchos para venderlos o alquilarlos con permiso
de la compañı́a a empleados de la misma. El empleado que
rompa o pierda una herramienta deberá pagarla. En el re-
glamento del Ferrocarril Inglés (que era aplicado con mu-
cha severidad), se establece en el artı́culo 387 que: ”No es
permitido a ningún empleado de la empresa ser interesa-
do directamente o indirectamente en negocios o asuntos
que pueden ocupar su tiempo, el cual pertenece exclusiva-
mente a la Compañı́a” 88 Las disposiciones de Piria o “...el
86 SOSA, Jesualdo. Op. Cit. Pp. 16 y 17.
87 JACOV, Raúl. Reglamento laboral de la fábrica de carnes “Trini-
dad””. En, HOY ES HISTORIA. Montevideo: Edit. Raı́ces, 1984. N° 2,
febrero – marzo. P. 98.
88 FERROCARRIL CENTRAL DEL URUGUAY. Reglamento para los

empleados. Montevideo: 1869. En JACOV, Raúl. (coord.) Peñarol patri-


monio ferroviario. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo
– Centro Latinoamericano de Economı́a Humana, 2012. P. 65
reglamento interno del Establecimiento Agronómico “Pi-
riápolis” fue elaborado en octubre de 1898 por Francisco
Piria. Consta de 57 artı́culos a lo largo de los cuales se pres-
cribe el desempeño del personal (mayordomos, enólogo,
capataces, jefes de cuadrillas y peones). El documento se
divide en 7 secciones cada una de ellas refiere a un puesto
dentro del Establecimiento. Como en el caso anterior no
existı́a un contrato escrito, todo era verbal. Luego de una
lectura obligatoria del Reglamento, quienes aceptaban las
condiciones, ingresaban automáticamente a su puesto la-
boral.” 89 Asistimos a una fuerte reducción de la movilidad
de los trabajadores. “La misma restricción observaba Piria,
aunque se denota una severidad mayor ya que todo “peón
que se ausente del Establecimiento durante la noche será
despedido en el acto, pagará dos pesos de multa y no será
más admitido en el Establecimiento.” 90 El combate a las
drogas sociales fue drástico porque perjudicaban la pro-
ducción. “El lunes era especialmente sancionado en caso
de falta. Esta situación fue consignada a nivel regional y
se asociaba al tema de la ingesta indiscriminada de alcohol
durante el descanso dominical. Las restricciones en el uso
del alcohol y una buena alimentación fueron consejos que
se llevaron adelante con el propósito de cuidar el cuerpo
del trabajador, su enfermedad perjudicaba la productivi-
dad de la empresa. En ambos reglamentos la ingesta de
alcohol era considerada una falta grave que se sancionaba,
89 BENTANCOR BOSSIO, Andrea .El ojo del amo engorda el ganado.
Reglamentos de Trabajo, dispositivos para el control social de la mano
de obra asalariada dentro del sector vitivinı́cola uruguayo”. en Estu-
dios Rurales. Publicación del Centro de Estudios de la Argentina Rural.
Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes, 2013. Vol. 3. N° 5. P.
88
90 Ídem. P. 90, donde cita; “Piria, F., Piriápolis, Reglamento Interno

del Establecimiento, Piriápolis, 1898 s/p, Artı́culo 33.”


en el caso de Piria directamente con el despido...”91 Ası́
mismo discutir sobre polı́tica estaba penado con el despi-
do.

CATEGORÍAS LABORALES
Las categorı́as laborales en la mina eran las siguien-
tes:92

Barreneros; encargado de perforar la piedra para des-


prenderla.

Marroneros; encargado de reducir la piedra con un


marrón.

Sacadores de piedra;

Zorreros; conductores de vagonetas o zorras, que en


número de 2 descendı́an cargados de adoquines des-
de lo alto del cerro.

Peones; encargados del destape de la cantera, lim-


pieza de escallas de la cancha y de otros trabajos pe-
sados.

“Con respecto a las especializaciones y los oficios, re-


cogemos testimonios sobre las actividades de barrenistas,
picapedreros, patarristas, foguines, marronistas, desgalla-
dores, paleros, aguateros, que trabajaban en canteras y are-
neras, ası́ como guincheros, herreros, maquinistas, engan-
chadores, engrasadores y fogoneros, carpinteros, torneros,
91 BENTANCOR BOSSIO, Andrea. Op.Cit. P. 92.
92 El
Picapedrero. Montevideo: Uruguay. Edición de 4 de agosto de
1920. Nos. 20 – 21, 1 Tı́tulo del artı́culo: “Movimiento de Secciones”.
P. 7.
entre otros, además de peones y aprendices.” 93
*Patarristas; eran los encargados de perforar el agujero en
la roca donde se colocaba el patarro o petardo de dinamita
para romper la roca en trozos menores.
*Foguines; era el que encendı́a el petardo o el barreno,
sabı́a calcular la cantidad de pólvora necesaria. La encendı́a
con un cigarro y luego corrı́a a guarecerse.
*Desgallador; debı́a descender de los peñascos altos, ata-
do con una soga armado de una barreta para luego de una
explosión tantear y desprender las rocas que no ofrecı́an
seguridad. Evitaba que luego se cayeran inesperadamente
sobre los obreros.
*Herreros; habı́a uno cada quince picapedreros, su tarea
era afilar las herramientas. “¿Y los fraguadores de las can-
teras y talleres de tallado pulido? Esos artesanos no habı́an
salido de ninguna escuela industrial o universidad del tra-
bajo. Habı́an empezado de niños, dando fuelle a las fra-
guas. Conocı́an las peculiaridades de todos los aceros, du-
ros, blandos, flexibles o vidriosos, sin haber leı́do una pa-
labra de técnica aleatoria o sidero-metalúrgica. Y “templa-
ban” como ningún ingeniero sabrı́a hacerlo, orientándose
por gama de colores dorados y violetas que los aceros mos-
traban en el proceso de enfriamiento Sabı́an enfriar en el
punto exacto.” 94
*Bochas; peón que llevaba al hombro los barrenos usados
para que el herrero los afilara. En el caso de los bochas de
patarros ayudaba al tacado95 y encendido de estos.
*Cuarteadores; “...el trabajo inverso al del zorrero, con las
vagonetas vacı́as. Debı́an subirlas a tiro de caballo por las
cuestas de los cerros hasta la “cancha” donde las Com-
93 PINTO, Marina; LEMBO, Victoria. Op. Cit. P. 170.
94 RIERA DÍAZ, Laureano. Op. Cit. P. 85.
95 Presionar la pólvora en el hoyo con un palo.
pañı́as de picapedreros elaboraban material. Luego des-
cendı́an con los caballos desenganchados por el mismo ca-
mino, en tanto las zorras bajaban vertiginosamente carga-
das de material, como se ha descrito. Eran casi siempre
criollos, quizá por su relación acostumbrada con el caba-
llo.” 96
*Arreglavı́as; cambiaban el curso de rieles según las nece-
sidades.
*Maquinistas y fogoneros; ponı́an en movimiento máqui-
nas a vapor que movı́an las trituradoras de piedra.

LA TÉCNICA DE PRODUCCIÓN DE LA PIE-


DRA LABRADA.
Cuando la producción era artesanal, manual, debido a
que la demanda era esencialmente de piedra labrada habı́a
pocas posibilidades de aumentar la producción. Pero cuan-
do las técnicas de pavimentación incluyeron a la piedra
partida como agregado al asfalto o al hormigón, la pro-
ducción se pudo mecanizar por medio de la molienda. Eso
redujo considerablemente el número de trabajadores nece-
sarios en la industria. El proceso de producción de la pie-
dra labrada en la cantera tiene varias etapas. La primera
fase consistı́a en el destape del frente de cantera, es decir
dejar al descubierto la piedra, quitando la cubierta vegetal
y la tierra. Luego el capataz estudiaba la situación y orde-
naba poner la pólvora en la roca para realizar la voladura.
La roca era desprendida en forma de grandes bloques que
caı́an a “la cancha” donde se reducı́a el bloque a otros más
pequeños. Sobre ellos los picapedreros comenzaban a tra-
bajar. En la cantera se realizaba una producción de tipo
96 NARIO, H. Op. Cit. P. 19.
primario, que consistı́a en la extracción de la roca y una
producción de tipo secundario que suponı́a la elaboración
y el labrado de la piedra. Una vez que el capataz o el pro-
pio dueño de la cantera indicaba donde se debı́an poner
los barrenos, una cubia o pandilla de tres barrenistas co-
menzaba a perforar la piedra. La perforación se realizaba
con una barra cilı́ndrica de acero con punta la cual era gol-
peada alternativamente por los otros dos barrenistas con
mazas de 10 o 15 kg. A los 20 minutos de trabajo el ba-
rreno estaba desafilado entonces un peón las recogı́a y las
llevaba a la herrerı́a para proceder a su afilado. A medida
que avanzaba el agujero se utilizaban barrenos más lar-
gos. Debemos aclarar que se denominaba barreno ya sea
a la herramienta como al agujero producido. Según Nario
una cubia diestra podı́a perforar hasta un metro por dı́a.
“El capataz y el foguı́n de los barrenos medirı́an luego a
ojo el tamaño del bloque a desplazar, de muchas toneladas
y varios metros cúbicos, y estimarı́an la cantidad justa de
pólvora que debı́a llevar. Se usaba pólvora –y no dinamita-
porque se buscaba, no el estallido en todas direcciones,
sino que la piedra “abriese”, es decir, se rajase por su veta
en un sentido determinado y quedara intacta su estructu-
ra molecular interior, para luego ser susceptible a cortarse
en tamaños menores. Con un palo, el borrón, “tacaba” la
pólvora en el agujero. (El metal estaba proscrito porque
una chispa podı́a encender prematuramente el explosivo).
Colocados el fulminante y la mecha, que debı́a sobresalir
de la boca del barreno, tacaban rellenando todo con arena
bien compactada. Luego el ayudante del foguı́n subı́a a lo
alto del cerro, desde donde fuera visible, y agitando una
bandera colorada gritaba ¡Barreenooo! Con todos sus pul-
mones, para que la gente se pusiera a prudente resguardo.
El foguı́n encendı́a entonces un cigarrillo y con su brasa le
daba fuego a la mecha e inmediatamente, por precaución
buscaba reparo bajo la caja de una zorra llena de tierra o
de piedra, en una cueva o en casamatas que luego se cons-
truyeron ex profeso, cuando comenzó a usarse la dinamita
y la voladura llegaba a mayor distancia. El barreno deto-
naba con un ruido sordo, no espectacular, porque debı́a
actuar a modo de cuña, abriendo la piedra y no volándo-
la.” 97 De esta forma la piedra se rajaba, se intentaba usar
poco explosivo para evitar que la piedra se abriera en lu-
gares no deseados. Posteriormente se realizaban los cor-
tes con el pinchote, de esta forma se aseguraba utilizar al
máximo el material. El bloque luego de los cortes se des-
prendı́a y caı́a a la cancha donde las pandillas o compañı́as
comenzaban a cortar y reducir el bloque dándole forma de
adoquines, granitullos o cordones. Para reducir el bloque a
bloques menores se utilizaba la técnica de los pinchotes o
cuñas. “Determinado sobre qué lı́nea se harı́a el corte (fue-
se en el mazo vivo de la cantera, sobre un bochón, o sobre
los bloques obtenidos de ambos por cortes anteriores) el
cortador de cada Compañı́a tomaba el bloque asignado y
tras estudiar las caras disponibles y las vetas que osten-
taban, determinaba en cuál de ellas practicarı́a el primer
corte, y si lo harı́a en seda o en trincante. Trazaba luego
con una tiza o con el carbón de las pilas en desuso, la lı́nea
por la que harı́a el corte, para lo que se ayudaba con la
riga (regla). Con el scarpel (cincel) marcaba la raya, que
se percibı́a blanca y brillante. Luego, valido de una punta
cuadrada (cuyo temple se determinaba para la dureza de
la piedra de cada cantera) abrı́a en pocos minutos un agu-
jero perpendicular a la cara de la piedra sobre la lı́nea re-
cién trazada con el scarpel.” 98 Cada agujero era de sección
97 Ídem. P. 21.
98 Ídem. Pp. 22-24.
aproximadamente triangular y debı́a tener una profundi-
dad que era proporcional a la del corte. “Si se buscaba que
este corte no fuera más profundo que los tres metros, bas-
taba con que los agujeros se hicieran de 6 a 7 centı́metros.
Los agujeros se iban haciendo, uno a continuación del otro,
sobre la lı́nea marcada, con una separación que nunca su-
peraba los 4 centı́metros. Concluida la sucesión de aguje-
ros, a lo largo de la lı́nea de corte, se colocaba en cada uno
de ellos una cuña de acero, el pinchote. La lı́nea queda-
ba erizada de barritas metálicas que sobresalı́an unos 4 a
5 centı́metros. Llegaba el momento culminante. Con una
maza de 4 o 5 kilos comenzaba a golpear los pinchotes –lo
que se llama “templar el corte”- como si quisieran hacerlos
penetrar a fondo en los agujeros donde se los habı́a insta-
lado.” 99 Las cuñas iban penetrando sin llegar al fondo del
agujero. El oı́do experto del cortador al escuchar el sonido
casi musical de la cuña al ser golpeada, sabı́a cuánto habı́a
penetrado, hasta que finalmente un sonido sordo indica-
ba la abertura de parte del bloque, siguiendo el plan pre-
visto. Luego se hacı́an cortes transversales que convertı́a
la roca en paralelepı́pedo. Entraba en acción el refrenda-
dor cuyo trabajo consistı́a en eliminar las protuberancias y
salientes, perfeccionando las caras del paralelepı́pedo. “El
mismo operario o el cortador reducı́an el bloque al tamaño
de varias plotas o pilastrines, nuevos prismas pétreos de
medidas exactas que se entregarı́an a la tercera fila de pi-
capedreros de la Compañı́a para que los transformase en
adoquines o granitullo, mediante el mismo método.” 100 El
material producido era:

99 Ibı́dem.
100 Ibı́dem.
Adoquines; forma prismática, de 15 x 20 cm. cada
picapedrero podı́a producir 250 por dı́a.

Granitullo; forma cúbica de 10 cm de lado (produc-


ción podı́a llegar entre 1000 y 900 diarios por indi-
viduo).

Cordones; forma prismática de 70 cm. a m 1,20 de


largo x 40 cm. de alto x 14 a 16 cm. de espesor.
“Los Cordones: para flanquear las aceras y separarlas
de las calzadas, se usaron los cordones. Eran bloques cu-
yas medidas rondaban entre los 70 y 120 centı́metros, con
una altura de 40 a 42 centı́metros, y cuyo ancho podı́a ser
de 14 o 18 centı́metros según fuera común o especial, res-
pectivamente. La habilidad extra requerida e incorporada
como valor agregado, era que las superficies que, luego de
colocados serı́an visibles, eran pulidas a golpes de Mar-
telina primero, y de bucharda, después, si el trabajo ası́
lo exigı́a.” 101 El cortador de la compañı́a junto con el en-
cabezador “reparaban” los bloques cuyo destino era ser
convertidos en cordones. “Luego, ayudado por una escua-
dra, el cordonero entreguardaba las dimensiones exterio-
res, con la uñeta, similar a la punta, pero con dos de las
caras opuestas más aplanadas. Luego elegı́a la mejor de las
caras angostas del cordón, destinada a ser visible cuando
se lo instalase en el borde de las aceras, y la alisaba pro-
gresivamente con más cortos y más anchos y con ambos
filos en el mismo sentido, es decir, transversales al mango.
Con sus bordes golpeaba toda la superficie a alisar, la que
iba emparejándose progresivamente. Si querı́a un acaba-
do más prolijo aún, o cuando se trataba de bloques para
revestir zócalos de edificios al pie de monumentos, usaba
101 Ídem. Pp. 24 y 25.
la bucharda, una pequeña maza o martillo, cuyas caras de
ataque tenı́an dientes que venı́an en tres grosores, según
el grado de alisamiento que se requerı́a.” 102 Un cordonero
con experiencia podı́a labrar entre m. 2,50 y 3 diarios. Los
martillos neumáticos incómodos por su peso y dimensión
para trabajar en alturas o en posiciones difı́ciles, fueron
usados para realizar los patarros (agujero para colocar di-
namita (el petardo o patarro) para volar la roca en pedazos
pequeños) para piedra partida.

LA CASA DEL OBRERO


La casa habitación del minero era diferente según la
compañı́a que le contrataba, según el lugar donde estaba
enclavada la cantera, etc. Es ası́ por ejemplo en Colonia,
precisamente en Conchillas, encontramos casas de buena
calidad las que aún hoy están en uso. Pero esto al estar por
lo que señalan nuestras fuentes no siempre fue ası́. La em-
presa Walkers Co. proporcionaba alojamiento a los obre-
ros en unos galpones, los que luego fueron subdivididos,
constituyéndose en las tı́picas casas de techos de zinc y pa-
redes de piedra del pueblo. Paredes de granitos asentadas
en barro o unidas con mezcla, el techo era de chapa, con
cielo raso de madera. En realidad el cielo raso solo podı́an
tenerlo aquellos que ostentaban cierta categorı́a en la Can-
tera. Poseı́an una sala, dormitorios, cocina y baño exterior.
La empresa siempre negó que diera alojamiento a sus obre-
ros, seguramente para evitar reclamos. Las familias daban
alojamiento a los solteros con el consentimiento tácito de
la propietaria de las casas que era la Empresa. En el infor-
me del Intendente de Colonia, Sr. Felipe Suárez, publicado
en el diario “El Dı́a” queda muy claro cuál es la situación.
102 Ibı́dem.
Este informe sı́ era parcial, lo era claramente en favor de
la Empresa Walkers Co.. “La Empresa -dice el informe- no
proporciona en general alojamiento al personal obrero. Le
paga su salario y en la forma y monto que ya se ha dicho, y
el hombre de trabajo, según sea, solo o con familia, se bus-
ca su comodidad dentro de la edificación de que dispone
la Empresa y que le dá en arrendamiento. El hombre de
familia alquila una de las modestas casas con más o me-
nos habitaciones y en ella algunos de esos trabajadores se
dedican á dar comida y alojamiento al operario, cobrándo-
le cuarenta y dos centésimos por dı́a, proporcionándose
cama el propio obrero.” 103 Las familias alquilan las casas
a 5 pesos mensuales (3 piezas y cocina) con terreno para
crı́a de aves o huerta. Algunos obreros duermen “por acto
espontáneo” en los galpones de la Empresa y ésta no les co-
bra nada. En el mismo informe el Intendente de Colonia
señala que recibió una declaración “voluntaria” manuscri-
ta y con varias firmas, donde se aseguraba que el número
de habitaciones era muy superior a la cantidad de obre-
ros necesitados de vivienda. “...que sı́ alguna vez carecen
de comodidad en las pensiones no es culpa de la Empre-
sa, desde que ese comercio es de las familias.” 104 Continúa
diciendo esa declaración que los casos de aglomeración de
operarios son excepciones y es culpa del obrero. Mientras
hay pensiones que no tienen ni un cliente, “...otras agru-
pan ocho, diez o más en cada habitación, llegando hasta
quince y veinte, pero que siempre por voluntad del obre-
ro.” 105 Esto lo explican por el deseo de reunirse muchas
personas de la misma nacionalidad para poder compartir
la mesa y estar juntos. El Intendente dice que “dio cuenta”
103 El Dı́a. Montevideo: Uruguay. Edición de 7 de mayo de 1914.
104 Ídem.
105 Ídem.
a la Comisión de Higiene para que indique cuantos obre-
ros pueden dormir en una habitación según el metraje de
oxigeno y para que se dicte la ordenanza respectiva. El
cumplimiento de la misma se realizará por medio de la
Empresa. A su vez la ordenanza a dictarse impondrá las
normas de higiene para las habitaciones y la supervisión
de ellas. El baño era una letrina que carecı́a de pozo ne-
gro. Por tanto los excrementos se recogı́an en un balde de
20 litros, el que era retirado por el “nochero” y volcados
en un carro, que luego serı́a vertido al rı́o. Posteriormen-
te en lugar de un carro serı́a utilizado un vagón cisterna
y los deshechos arrojados en el puerto, donde la corrien-
te los dispersaba. El “nochero” pasaba todas las noches del
año. Uno de los puntos de la huelga de 12 de noviembre de
1913 era: “arreglo de las viviendas.” Todas las casas tenı́an
agua no potable y luz eléctrica. La luz provenı́a de una
usina eléctrica construida en 1922 a cargo de la Empresa,
que cobraba un precio módico al consumidor. El agua po-
table se encontraba en dos puntos del pueblo donde habı́a
una canilla pública para todos los habitantes. El agua era
extraı́da de los pozos mediante bombas. La disciplina era
mantenida rigurosamente, impidiendo cualquier exceso.
Conchillas, poseı́a además un almacén de ramos genera-
les, un hotel y una iglesia. En la mina de talco Narancio en
Colonia, las casas para los obreros eran de material y te-
cho de chapa. En realidad eran barracas. En otros puntos u
otras empresas la habitación solı́a ser un rancho, tal el caso
de los ranchos proporcionados por Piria, quien además se
los vendı́a en cuotas. Las casas proporcionadas por empre-
sas eran propiedad de las mismas y en caso de huelga los
obreros eran desalojados del rancho. En general además
no poseı́an ningún tipo de comprobante o recibo. En las
canteras de La Teja, los trabajadores construı́an sus ran-
chos en las proximidades de las canteras. Eran ranchos de
lata recubiertos con madera. En 1912 en La Teja según re-
lata Irma Yañez cuando ella arribó al barrio en “...Bauza
y Carlos Ma. Ramı́rez era todavı́a un basural, en donde se
levantaban los ranchitos de madera y lata por fuera. “Can-
tegril”, le decı́an a esas casillas de inmigrantes que venı́an
a trabajar a las canteras, en la construcción, frigorı́ficos y
fábricas que poblaban la zona. Más allá de las canteras, en
el entonces rancherı́o, en Carlos Tellier, se cubrı́an las pa-
redes de cajones de madera conseguidos en la Aduana, con
latas de queroseno de 20 lts. cuidadosamente aplanadas. Y
en la esquina de su casa, en Bauzá y R. Pérez Martı́nez una
casilla se levantaba sobre pilares para alzarse del agua que
corrı́an y se estacaba en los zanjones. Sin luz eléctrica y con
el agua en canillas públicas; como la que estaba frente al
Cementerio...” 106 El agua era un problema importante pa-
ra los habitantes de ese barrio poblado por obreros de las
canteras. “Otros recogı́an agua directamente de la cantera
(manantial) que estaba en el predio que hoy ocupa la Es-
cuela Canadá. Dos latas de queroseno colgadas en la punta
de un palo sobre los hombros llevaban los niños a sus ca-
sas con el agua de la cantera, donde también después de
algún empujón sorpresivo aprendieron a nadar.” 107 En el
interior del paı́s la situación era peor. Los obreros dormı́an
en un rancho todos juntos, sin baño ni cocina. Por supues-
to sin familia. Las necesidades fisiológicas debı́an realizar-
se afuera, en el campo. Jesualdo comenta sobre Riachue-
lo donde se explotaba arena y granito. “Casillas de zinc y
madera. Ranchos desechos de barro y paja de laguna.” 108

106 El Tejano. Montevideo: edición marzo, 2001. Tı́tulo de la nota: Un


recuerdo para Irma Yañez. Entrevista de Susana Regent.
107 Ibı́dem.
108 SOSA, Jesualdo. Op. Cit. P. 16.
Sin embargo esas viviendas no eran baratas. “Una piezu-
cha cualquiera cuesta seis pesos al mes y un rancho se-
miderruido otro tanto. Ambos son pequeños, miserables,
asfixiantes. Y la piedra desgarrada de la propia entraña de
la tierra solo cuesta treinta y cinco centésimos la vagone-
ta. Y la arena tomada de los labios de la tierra, sólo cues-
ta diez centésimos la vagoneta.” 109 Familias numerosas se
apilaban en esos ranchos destartalados. “De los ranchos,
salen al amanecer, humo mal oliente y pesado, y abundan-
tes chiquillos de ojos lagrimosos y tez paliducha, tez de in-
vierno siempre. ¡Rı́o de la Plata, tierra de promisión!” 110
En otros casos los ranchos eran construidos en el predio de
la cantera. En todos los casos esta situación generaba una
dependencia directa del empresario.

MOBILIARIO
En el caso de que el trabajador tuviera la posibilidad
de una vivienda (rancho o casa) para vivir con su familia,
el mobiliario era modesto. Una cama de hierro o bronce,
con una parrilla hecha con tejido de alambre, un colchón
de lana, una mesa de luz donde solı́a guardarse la escu-
pidera. Un ropero generalmente con un gran espejo en el
centro, y a veces una cómoda completaba el dormitorio.
En otras oportunidades un baúl servı́a para guardar la ro-
pa que no se usaba todos los dı́as. La sala estaba amuebla-
da con una mesa y cuatro o cinco sillas de paja o esterilla.
En las paredes colgaban los cuadros de los familiares que
habı́an quedado en Europa o que estaban muertos.111 En
la cocina colgaba siempre un colador, una espumadera, un
109 Ídem. P. 16
110 ibı́dem
111 NARIO, Hugo. Op. Cit. P. 111.
cucharón, un sartén, un hervidor, la tabla de madera, el hi-
lo para cortar la polenta y la cuchara de madera. Sobre la
cocina “económica” (a leña) descansaba una olla grande y a
veces una mediana. El combustible utilizado era bosta de
vaca, leña y cuando se podı́a carbón. La mujer realizaba las
tareas domésticas, la comida y cuidaba la prole. Comple-
taba el salario de su marido lavando ropa “para afuera”, o
realizando tareas similares (limpiar en “casa ajena”, cocer,
etc.).112 La mayorı́a de aquellos hombres habı́an trabajado
desde niños, muchos eran analfabetos. El periódico sindi-
cal era leı́do en voz alta para que aquellos que no sabı́an
leer pudieran informarse.

EL TIEMPO LIBRE.
En realidad el tiempo libre era poco, como se compren-
derá. Los hombres se reunı́an a beber y jugar cartas en
“el boliche” (el bar) con los paisanos. En este lugar solı́an
cantar canciones que le recordaban la patria lejana. Eso
ocurrı́a por ejemplo en las canteras de La Teja o La Paz. El
maestro Jesualdo señala con cierta desesperación cual es el
destino de aquellos niños que recibı́a en su escuela de Ria-
chuelo. Hijos de picapedreros y areneros abandonaban la
escuela tempranamente. “Me apena mucho recordar todas
estas cosas. El boliche tragará sus ocios, sus trágicos ocios.
Adiós libros, escuela, espı́ritu. Otro más que se tragará el
arroyo en plena floración...¡La escuela! ¡Nuestra escuela!,
¡qué gran mentira de la que soy cómplice. Tómense notas,
biografı́as, perfiles; háganse comparaciones, escalas...para
ir a parar jugando el truco en el boliche. ¡Tremenda menti-
ra la de esta escuela falsa!” 113 Otra era la situación en Con-
112 Ídem. P. 128.
113 SOSA, Jesualdo. Op. Cit. P. 41.
chillas donde la compañı́a inglesa regı́a también el tiem-
po libre. Si bien no se obligaba a los obreros a concurrir
al oficio religioso del domingo, la presión era muy fuer-
te. Quienes no concurrieran podı́an ser despedidos con la
consecuencia lógica del desalojo de la vivienda que era de
la compañı́a. La no concurrencia a la Iglesia los dı́as do-
mingo era muy mal vista. No se permitı́a el alcohol, ni en
domingos. Durante el descanso dominical los trabajadores
aprovechaban para realizar alguna tarea en su vivienda.
Además afilaban y reparaban las herramientas que iban
a utilizar el lunes. Las mujeres a veces se visitaban para
conversar, jugar cartas, preparar la comida en algún even-
to comunitario especial. En muchos de estos agrupamien-
tos mineros se solı́a jugar a las bochas.114 Naturalmente
la música unı́a a aquellos hombres. Las canciones de su
terruño les recordaba los amigos y familiares que habı́an
dejado en su lejana aldea. En las reuniones de cualquier
ı́ndole habı́a siempre un lugar para el canto y la música.
En Isla Mala por ejemplo, los mineros formaron una pe-
queña orquesta. “Los hombres jugaban pelota vasca y bo-
chas. Algunos preferı́an jugar a la taba. En la villa hubo
una “Banda” que organizaron los italianos que trabajaban
en las canteras.” 115 El fútbol también fue una pasión pa-
ra aquellos hombres que compartı́an el gusto por el balón
pie. Un ejemplo de ello es lo ocurrido en Boca del Rosario.
Los trabajadores construyeron una cancha de fútbol que
fue iluminada utilizando la electricidad generada por la
Arenera. La patronal argentina donó las camisetas y el res-

114 Juego aparentemente desarrollado por los egipcios que se difun-


dió por todo el mundo, aunque con variaciones como el Bocce italiano,
Bolla sajón, el Boules francés, etc.
115 SANCHES REYES, Julio. Memorias de la Isla. [S.l.]: Ed. Intendencia

Municipal de Florida, 2011.


to del equipo deportivo. Como simpatizaba con Boca Ju-
niors, las camisetas donadas eran iguales a la camiseta del
gran equipo bonaerense. Por cierto, en la actualidad va-
rias copas obtenidas en diversas justas deportivas lucen en
la vitrina de los talleres de la arenera INDARE. Lo mismo
ocurrı́a en Conchillas donde el fútbol era uno de los pasa-
tiempos y de las pasiones compartidas por toda la comuni-
dad. En “La Teja”, Montevideo, “Los ratos de ocio conocı́an
del Tute Cabrero por la damajuana de vino; de los parti-
dos de fútbol donde concurrı́a toda la familia, de la pesca
y los baños (las mujeres y niñas vestidas con batones) en la
suave playa antes que construyeran el ANCAP. Tan llana
que, en los dı́as de mucha bajante, se podı́a cruzar a pie a
disfrutar del Parque Capurro.” 116 Donde existen hombres
solos, aislados añorando su tierra existe el mercado para
la prostitución. Muchos de estos obreros lejos de su paı́s,
lejos de su familia, sin más lazos que la comunidad étnica
o el sindicato, solı́an no solo apagar sus deseos sexuales en
el prostı́bulo. Sino que entre copa y copa podı́an derrotar
la soledad aunque más no fuera por una noche, abrien-
do su corazón a una desconocida. Las prostitutas muchas
de ellas también extranjeras eran capaces de comprender
muy bien el sentimiento de desarraigo. Esa fue la situa-
ción en las minas de oro de Rivera, en Santa Ernestina, lo
mismo ocurrió en La Teja en Montevideo, seguramente en
otros lugares también. “Más abajo en Bauzá y Emilio Ro-
mero, rodeados de canteras, los prostı́bulos del bajo de la
Victoria, donde las “mujeres de la vida” se asomaban en
quimono y saludaban sus vecinos que igual que hoy ca-
minaban por las calles.” 117 En otros casos se organizaban
116 El Tejano. Montevideo: edición marzo, 2001. Tı́tulo de la nota: Un
recuerdo para Irma Yañez. Entrevista de Susana Regent.
117 Ibı́dem.
bailes familiares, donde concurrı́an las jóvenes hijas de los
trabajadores de las minas o canteras y los obreros jóvenes.
Los organizadores solı́an solicitar el permiso a los padres
de las muchachas y se admitı́an solo a los conocidos. Otros
sin embargo preferı́an cultivarse participando en los gru-
pos filodramáticos (grupos de teatro). “Algunos jóvenes se
reunı́an a leer, mientras tomaban mate, y alimentaban su
sed de reivindicaciones sociales con literatura anarquis-
ta, tras fortalecer su oratoria con polémicas que servı́an
de práctica para sus intervenciones en las asambleas del
sindicato. A veces los temas derivaban entre la revolución
rusa, el origen del mundo, la naturaleza del Universo, la
inexistencia de Dios, el amor libre, la vida vegetariana o
la lectura de obras de teatro, origen en algunos casos de
cuadros filodramáticos.” 118

LA EDUCACIÓN.
Eran familias numerosas con muchos niños. Estos co-
menzaban la escuela primaria y antes de finalizar el ci-
clo debı́an abandonarla para contribuir a la manutención
familiar. Era la Escuela Pública el ámbito donde podı́an
socializar con otros niños de la zona o del barrio. Pero el
tránsito por la enseñanza formal era corto. El maestro Je-
sualdo Sosa brinda testimonios desgarradores en su libro
“Vida de un maestro”. Muchos de esos niños durante los
perı́odos de desocupación de sus padres debı́an trabajar en
la trilla o integrando cuadrillas para realizar tareas zafra-
les en el campo. En otros casos se empleaban en almacenes
o a corta edad ingresaban al trabajo en minas y canteras.
Hijos de inmigrantes que a duras penas comprendı́an el
idioma, tenı́an dificultades enormes. “¡Es oscuro el des-
118 NARIO, H. Op. Cit. P. 123.
tino del niño en esta tierra del pan nuevo! No hay legis-
lación que ampare y que lo guı́e, a pesar de que exista. El
problema del adolescente, por otra parte, es desesperante.
Nada sale de esta juventud brillante, de mentalidad supe-
rior como son nuestros muchachos, por lo general. No hay
escuelas serias de arte, ni de oficios que preparen técnicos.
No hay escuelas de especialización. No hay nada.” 119

EMPRESARIOS
ORGANIZACIONES EMPRESARIALES.
A partir de 1860 aproximadamente y en especial lue-
go de la ley proteccionista de aduana de 1875, comienza
a surgir con fuerza una actividad industrial que habı́a te-
nidos muy escasos antecedentes en el paı́s. De la mano de
esa actividad comienza a surgir una nueva figura, la del
industrial. “En las décadas siguientes registróse, paulati-
namente, un proceso de concentración de capitales, tanto
por la vı́a de la fusión y asociación de empresas, como por
la constitución de sociedades de capital. Ası́ en el último
cuarto del XIX, un núcleo de establecimientos fue transi-
tando de la estructura sencilla de talleres y medianos es-
tablecimientos a la organización más compleja de la em-
presa fabril.” 120 A medida que ese nuevo empresariado va
creciendo en número, riqueza y poder se enfrenta a otros
grupos sociales. “Este nuevo empresariado se vio sometido
a una permanente confrontación con otras fracciones de
119 SOSA, Jesualdo. Op. Cit. P. 38.
120 BERETTA CURI, Alcides; GARCÍA ETCHEVERRY, Ana. Empresa-
rios y Gremiales del la Industria. Asomándonos a medio siglo de historia:
de la Liga Industrial a la Unión Industrial Uruguaya (1879-1928). Mon-
tevideo: Cámara de Industria del Uruguay, 1998. P. 9.
los cı́rculos con poder económico: terratenientes y comer-
cio importador. La confrontación concurrió al desarrollo
de una conciencia creciente de sus problemas y de sus as-
piraciones, y plasmó en la formulación de un primer pen-
samiento industrialista en el paı́s. Desde allı́, rápidamente
se avanzó hacia la búsqueda de una representación de esos
interés y objetivos en la fundación de una gremial.” 121 En
1879 se crea la primera gremial industrial “La Liga Indus-
trial” cuya actividad se extendió hasta 1888. Los industria-
les continuaron reuniéndose y realizando sus reclamos al
gobierno, a veces se unı́an por afinidades personales o ne-
gocios. Otras por grupos étnicos, sin embargo no lograron
concretar la fundación de una institución que los abarcara
a todos. Recién el 12 de noviembre de 1898 surge una nue-
va asociación empresarial industrial, la “Unión Industrial
Uruguaya”. En 1914 la U.I.U. se muestra interesada en in-
tegrar aquellas sociedades similares creadas en el interior
del paı́s e impulsar la formación de gremiales industriales
allı́ donde no existieran. De acuerdo a los estudios de Alci-
des Beretta Curi y Ana Garcı́a Etcheverry, en el Consejo Di-
rectivo de la Unión Industrial Uruguaya del año 1904 en-
contramos dos empresarios vinculados a la minerı́a. Ellos
son el Senador Diego Pons; vitivinicultor, integraba la So-
ciedad Acqua Vera y Cantera del Verdún, y Emilio Milhas;
propietario o socio de la “Calera del Sol”.122

Empresarios y Polı́tica
Inmigrantes devenidos en empresarios fundan las pri-
meras asociaciones empresariales, para defender sus in-
tereses. “En el sector comercio, la intensa actividad que
121 Ídem. P. 10.
122 Ídem. P. 127.
se desarrollaba ya desde la mitad del siglo XIX, llevó a que
un grupo de empresarios vinculados fundamentalmente
al comercio de importación y exportación, a la actividad
bancaria y a la actividad saladeril fundara en el año 1867
la ”Bolsa Montevideana”. Dentro de ella se crea la Cáma-
ra Sindical para defender y representar los intereses gene-
rales del comercio. Esta pionera agrupación empresarial
continuará bajo este nombre hasta el año 1875, pasando a
constituir la Cámara de Comercio, expresión de la defensa
de los intereses del alto comercio montevideano ante la cri-
sis económica y financiera que vivı́a el paı́s.” 123 En 1871
nace la Asociación Rural del Uruguay (A.R.U.), producto
del interés de un grupo de estancieros que reclamaban al
gobierno de entonces, paz, seguridad y respeto a la pro-
piedad privada. Propugnaba el mejoramiento del ganado
y la mejora de los campos, es decir tecnificar la producción
rural. Crearon una revista que tenı́a un tiraje importante y
que llegaba no solo a los socios sino también a autoridades
gubernamentales. Era un medio de difusión ideológica de
los grandes propietarios rurales, pero también era un me-
dio de difusión de temas cientı́ficos vinculados a la agro-
pecuaria. La A.R.U. derivarı́a hacia los temas cientı́ficos,
técnicos, mejoramiento genético y organización de exposi-
ciones. “En 1891, los comerciantes laneros fundan el “Cen-
tro de Consignatarios de Frutos del Paı́s” con “el propósito
de reglamentar las operaciones que se efectúan en plaza de
manera más conveniente para compradores y vendedores,
para hacer conocer de un modo verı́dico, a los tratantes
de artı́culos del paı́s, en la campaña, los precios a que éste

123 ZURBRIGGEN, Cristina. “Los primeros pasos de las cámaras empre-


sariales del Uruguay.” Montevideo: Cámara de Industria del Uruguay.
En lı́nea http://www.ciu.com.uy/primeros.html accedido 9 de se-
tiembre 2016.
se vende”. Expresión de ello fue la publicación de su Re-
vista en el año 1892 con el objetivo de dar a conocer los
precios en plaza de los productos agropecuarios y de cum-
plir con la tarea de perfeccionamiento del proceso interno
de comercialización de los frutos del paı́s. El Centro se fu-
sionará con la “Sala de Comercio de Productos del Paı́s”,
que reunı́a a los representantes de la agricultura y deriva-
das, dando origen en el año 1908 a la Cámara Mercantil de
Productos del Paı́s.” 124 Con el incipiente desarrollo indus-
trial, el novel empresariado siente la necesidad de agru-
parse y fundan entonces la Unión Industrial del Uruguay
en 1898, como ya señalamos. Buscaba el desarrollo y pro-
greso de la industria e influir para que las leyes proyec-
tadas y aprobadas contribuyan a ese desarrollo. Pero estos
sindicatos patronales o cámaras empresariales, no solo im-
pulsaron el desarrollo de sus organizaciones propiciando
el mejoramiento de cada sector y el crecimiento y pros-
peridad de sus asociados, sino que muy pronto buscaron
influir en los Poderes Públicos. Conscientes de su poder
decidieron intervenir en el proceso polı́tico. La primera
asociación en reconocer la importancia de esta participa-
ción polı́tica fue la Federación Rural. El batllismo habı́a
inquietado a los productores rurales, no por las medidas
que pudo tomar (que fueron pocas y desleı́das) sino por su
discurso agresivo hacia el latifundio y el sector agropecua-
rio. Fueron más los truenos que la tormenta. La respues-
ta fue la fundación de una organización que defendiera
los intereses de esos propietarios. La Federación Rural se
fundó en 1915 para defender los intereses gremiales de los
hacendados e influir en la polı́tica nacional buscando fa-
vorecer los propósitos de sus representados y de su clase.
Es el primer grupo de presión de carácter moderno como
124 Íbidem.
señala Cristina Zurbriggen. “José Irureta Goyena, princi-
pal impulsor e ideólogo, decı́a en tono desafiante: “Los re-
presentantes de la producción se tienen que hacer oı́r por
el gobierno, pero en una forma menos académica, tienen
que hacerse oı́r pero con la autoridad de los que mandan,
y no con el encogimiento de los que suplican, y para eso es
necesario que la Federación se frote aún con vida, se mez-
cle en las luchas polı́ticas y cargue los cañones, antes de
disiparlos” 125 En la primera mitad de la década de 1920
se estableció una nueva relación entre los gremios ganade-
ros, comerciales e industriales, con la banca y con el Poder
Ejecutivo, donde ya no predominaba el batllismo. Esa nue-
va relación se concretó en la creación de organismos pa-
ra estatales, integrados por delegados de los cámaras em-
presariales y delegados polı́ticos.126 Esas comisiones pron-
to caerı́an en la inacción. Dando razón a Irureta Goyena,
quien se habı́a opuesto a participar en esas comisiones.
La integración de los empresarios con los partidos polı́ti-
cos no solo se realizó de manera personal, sino también a
través de las instituciones patronales. Un ejemplo de ello
fue la relación que la Federación Rural, la Cámara de In-
dustrias, la Liga de Defensa Comercial, la Cámara Nacio-
nal de Comercio y la Cámara Mercantil de Productos del
Paı́s establecieron con los partidos antireformistas. La Fe-
deración Rural asumió la representación “del campo”, co-
mo solı́an expresar. Por otra parte existió una tendencia a
coordinar las acciones de los diferentes grupos de presión
empresarial. En 1926 esta propensión tendió a profundi-
zarse liderada por la Federación Rural. En setiembre de

125 Ibı́dem.
126 CAETANO, Gerardo. “La República Conservadora.” (1916-1929)
Tomo II. La “Guerra de posiciones”. Montevideo: Editorial Fin de Siglo,
1993. P. 30.
ese año las gremiales empresariales presentaron un docu-
mento a los poderes públicos con la opinión de las Cáma-
ras firmantes.127 La comunión de opiniones e intereses se
consolidó en Octubre de ese mismo año frente a un bro-
te huelguı́stico. La entidad coordinadora fue la Comisión
de Asuntos Obreros de la Cámara Mercantil de Productos
del Paı́s.128 Señala Caetano que existı́a “...un proceso de
“entrecruzamiento” entre las directivas gremiales empre-
sariales y los niveles jerárquicos de la actividad económica
en general.” 129 En 1929 estos grupos empresariales lide-
rados por la Federación Rural crean el Comité Nacional
de Vigilancia Económica, popularmente llamados “Comité
del vintén”.130 Fue creado con la intención de frenar defini-
tivamente las reformas “socializantes”. Se comportó como
un fuerte grupo de presión que aglutinó las voluntades pa-
tronales. Propuso entre otras medidas una reforma cons-
titucional para volver al régimen presidencialista. Busca-
ban un “hombre fuerte” muy al estilo de Mussolini a quien
muchos empresarios y polı́ticos conservadores admiraban.
Propusieron disminuir el gasto público, reducir la buro-
cracia y reducir el número de elecciones, aprobar medidas
recesivas y exigieron al gobierno la represión del movi-
miento sindical. Su predica abonó el golpe de Estado de
Gabriel Terra. El Comité Nacional de Vigilancia Económi-
ca recibió el apoyo de los colorados conservadores y del
herrerismo.

127 Ídem. Pp. 110 - 111. Las gremiales firmantes fueron; la Federación

Rural, Cámara Nacional de Comercio, Cámara de Industrias, Cámara


Mercantil de Productos del Paı́s y Liga de Defensa Comercial.
128 Ídem. P. 111.
129 Ídem. P. 116.
130 Vintén; es una moneda antigua uruguaya que valı́a 2 centésimos

de peso.
LOS EMPRESARIOS MINEROS.

En el caso de los empresarios mineros, las fuentes no


abundan como ocurre en el caso de los obreros, que sin ser
abundantes son suficientes. Por otro lado como dijimos en
la Introducción, existe documentación empresarial en ma-
nos de particulares a la que a pesar de nuestros reclamos
jamás accedimos. Por lo cual resultó difı́cil reconstruir es-
ta parte de la historia. De todas formas esperamos que en
el futuro tengamos la posibilidad de consultar documen-
tación vital, para la reconstrucción de la historia del em-
presariado minero uruguayo. Ojalá los herederos de aque-
llas personas tomen conciencia que la propiedad de esa
documentación les excede y corresponde a la sociedad to-
da. Sin desmedro de seguir en la custodia de esa papelerı́a.
Hay que establecer una primera diferencia entre los pe-
queños empresarios mineros y los grandes capitalistas. Es-
tos últimos viven en su paı́s, nombran un delegado que
es generalmente un ingeniero que administra y representa
sus empresas en el territorio nacional. Reciben las rentas
de su inversión y toman las decisiones desde el extranjero.
Tal fue el caso del oro, y de algunas empresas exportado-
ras de piedra y arena, por ejemplo. En otro nivel diferen-
te se encuentran los medianos y pequeños empresarios de
capital nacional. En ese sentido los pequeños empresarios
de la piedra y de la arena, son en general obreros picape-
dreros o areneros, que lograron mediante el ahorro confor-
mar un pequeño capital. En otros casos eran comerciantes
que decidieron invertir en minerı́a. Con ese pequeño ca-
pital pudieron alquilar o comprar una cantera para explo-
tar. Además de conocer el oficio poseı́an una perspicacia
especial para los negocios. Basta analizar los apellidos de
los dueños de canteras de granito para darse cuenta que
mayoritariamente eran inmigrantes y especialmente ita-
lianos. Hay que señalar que los principales consumidores
del granito eran casi exclusivamente el Estado Central y
los Municipios. En un primer momento y como forma de
brindar un servicio a sus paisanos permitieron a estos ha-
cer su rancho en terrenos de la cantera. En otros casos ellos
mismos construyeron esos ranchos. Pero rápidamente se
dieron cuenta que también podı́an ganar dinero alquilan-
do esas construcciones. Lo mismo ocurrió con la fonda y el
almacén. Entonces para que pagar a los obreros con dine-
ro, sı́ lo gastaban en comercios de su propiedad. Por tan-
to era más interesante para la empresa pagarles su salario
con plecas o fichas. Este proceso culminó estableciendo al
obrero, la obligación de comprar en los negocios de su pro-
piedad. Ası́ el empresario ganaba mediante el sistema de
retribución salarial y además ganaba con los otros nego-
cios de venta de servicios al trabajador. Es decir tenı́a a su
servicio un mercado cautivo. Con el agravante de que esta
situación creaba tal dependencia del trabajador para con el
empresario que era cercana a la semiesclavitud. Claro que
en esto existen variaciones, no todos los empresarios ac-
tuaban de igual forma. Piria por ejemplo no obligaba a na-
die a comprar en sus establecimientos, por el contrario au-
torizaba la venta a mercachifles ambulantes que proveı́an
a los obreros de sus alimentos y demás necesidades bási-
cas.
Enfrentamientos entre empresarios mineros y terratenien-
tes. Hasta hoy dı́a perdura cierta reticencia y desconfianza
entre el empresario minero y los dueños del campo. Como
ya vimos cuando tratamos la legislación, las primeras leyes
sobre minerı́a apostaban a un entendimiento entre mine-
ros y superficiarios. Pero el fracaso fue absoluto debiendo
el Estado obligar al superficiario a aceptar la presencia del
minero en sus campos. Pero una cosa es la ley y otra muy
diferente es la realidad y las mentalidades. La Historia de
las Mentalidades estudia los cambios que se producen en
esta materia y por ello abarca en sus estudios el tiempo lar-
go. Porque los cambios en esta área son lentos, muy lentos.
Nadie refleja mejor la postura de los estancieros frente a la
minerı́a que la literatura. Elianne Mendina Mendina en su
novela relata el encuentro de un estanciero con un aboga-
do. “- ¡La ley! ¡Y si es la ley, es absurda igual! ¡Aberrante!
¡Injusta! - continuó siempre con voz fuerte Cipriano.
Era un hombre alto, robusto, de complexión sanguı́nea, es-
tanciero en la zona de Ricardinho, y estaba furioso.
- ¡La tierra es del dueño pero es el subsuelo del estado! (sic)
¿Dónde se ha visto despropósito más grande? - continuaba
el estanciero.
- Ası́ dice la ley. Si no, los yacimientos serı́an inútiles. Y no
puede extraerse el cuarzo sin excavar, eso tendrá que con-
cedérmelo – ironizó el abogado.
- Perfecto. Pero para llegar al cuarzo, hay que destruir el
campo. Eso también tendrá que concedérmelo – retrucó el
otro terminando su vino.
- Pero no es ası́, no tan ası́, Don Cipriano – explicaba con
paciencia el joven -, Si el terrateniente declara la mina,
puede explotarla él mismo, o hacerlo en medianerı́a con
el minero, recibiendo su parte...
- ¡Su parte! - el rostro sanguı́neo del estanciero se conges-
tionó - ¿Cuánto? ¡Cómo si usted no lo supiera! ¡Ni la terce-
ra parte del valor del ganado!
- Pero hay providencias para proteger la tierra – continuó
siempre conciliador el abogado -. No se puede dinamitar
bosques o aguadas, ningún molino o construcción ya he-
cha...
- ¡Me cago en las providencias! -estalló el estanciero, aun-
que su rı́gida educación no le permitı́a usar habitualmente
ese lenguaje. Un poco más sereno, como para disculpar su
exabrupto, siguió exponiendo su punto de vista.” 131 Co-
mo se puede advertir además de una cuestión de dinero,
se trata de una cuestión de poder. Irureta Goyena, ideólo-
go y vocero de los propietarios de la tierra, define “...el
papel del estanciero en la campaña “...que es el centro y
casi dirı́a el venero de todas las influencias civilizadoras.”
[. . . ] “El estanciero es el hombre de la comarca, que apa-
drina a los hijos del pobre y los manda a la escuela, el que
guarda sus ahorros y los hace redituar, el que le da trabajo,
el que lo lleva a los comicios, el que lo recomienda a la po-
licı́a y los defiende de sus arbitrariedades, el que recibe los
periódicos y comentas sus noticias, es en suma el reflector
de la civilización, el medio en virtud del cual la luz de la
ciudad penetra y domina paulatinamente las sombras del
campo.” 132 Toda la construcción legislativa en torno a la
minerı́a, el conocimiento cientı́fico y el capital parten de
la urbe.

EMPRESARIOS MINEROS Y LA CUESTIÓN SO-


CIAL.
Como ya dijimos estos empresarios en muchos casos
eran obreros devenidos en patrones. Para ello debieron re-
unir un capital y lo hicieron a expensas de su propia auto
explotación, mediante enormes privaciones. “En 1858, el
médico saboyano Gabriel Sonnet -en Montevideo con fun-
ciones de agregado consular y de cultura del Reino Sardo-,
131 MENDINA MENDINA, Elaine. Sorginkeria de brujas, pueblos y exi-
lios. Montevideo: Ed. Planeta S. A., 2007. Pp. 30 y 31
132 D’ELIA, Germán; MIRALDI, Armando. Op. Cit. P. 24. Donde cita

IRURETA GOYENA, José. “Discursos”. Montevideo: 1948. P. 289.


se refirió a las privaciones de que era capaz un genovés por
ahorrar, al punto que pasarı́a “todo un dı́a sin comer para
no gastar el primer dinero que cae en mano” y apreciaba
que “por poco que sea, el encuentra siempre como hacer
economı́as”.” 133 Este testimonios no es el único caso ni un
relato aislado, esto ocurrı́a en las canteras de la Teja donde
los yugoslavos almorzaban un sándwich de pan de forma
redondeada con morrón o con cebolla como ya se dijo. Hay
que comprender que estos inmigrantes habı́an dejado to-
do, habı́an quemado las naves, no tenı́an opciones. Por tan-
to hombres que habı́an vivido esos sacrificios, que habı́an
trabajado de sol a sol, que consideraban y apreciaban va-
lores como el ahorro, el trabajo, el sacrificio, el triunfo, el
ascenso social, mal podı́an comprender las reivindicacio-
nes obreras. Veı́an a estos obreros como holgazanes, presa
fácil de la prédica de agitadores anarquistas. Aspiraban
a incrementar el capital inicial de su empresa para po-
der consolidarse. Luego aspiraban incrementar su esfera
de negocios, a ampliar sus establecimientos, etc. Atender
reivindicaciones de cualquier tipo era postergar estas aspi-
raciones. “Mayoritariamente, los patrones mostraron unas
señalada insensibilidad hacia las condiciones imperantes y
las reivindicaciones de sus trabajadores. No puede llamar
la atención, si atendemos a que en esas décadas asistimos
a la constitución del empresariado industrial, como clave
social. Los patrones de entonces habı́an sido trabajadores
ayer; muchos de ellos recién se habı́an independizado y

133 BERETTA CURI, Alcides; GARCÍA ETCHEVERRY, Ana. Empresa-


rios y Gremiales de la Industria. Asomándonos a medio siglo de historia:
de la Liga Industrial a la Unión Industrial Uruguaya (1879-1928). Mon-
tevideo: Cámara de Industria del Uruguay, 1998. P. 12. Donde cita;
RUOCCO, Domenico. L’Uruguay e gli italiani. Roma. Societá Geografi-
ca Italiana, 1991. P. 122. Relación de G. Sonnet, julio 29 de 1858”.
abierto taller propio. Si eran duros con sus trabajadores,
habı́an sido igualmente duros consigo mismo, e igualmen-
te duros con sus familias. El esfuerzo individual o familiar
por ahorrar, independizarse de un patrón y constituirse
en patrones de sı́ mismo estaba a la vista de todos. Su vida
se convertı́a en lección para terceros y podı́an interpelar
a quienes exigı́an reivindicaciones diversas que ellos mis-
mos habı́an recorrido esa vı́a para alcanzar sus metas.” 134
Implantaron duros reglamentos internos en fábricas, can-
teras, talleres, frigorı́ficos. “Tomar agua, asistir a los servi-
cios higiénicos, detener la labor , quebrar el silencio, faltar
al trabajo, etc. eran faltas pasibles de multas, pena, des-
cuentos y hasta el despido.” 135 La mayor parte de los con-
flictos en las minas se dieron por reivindicar el horario de
labor de 8 horas, aumentos salariales, reconocimiento del
sindicato. La oposición a la implantación de las 8 horas fue
absoluta. Una vez implantadas por ley, en muchos casos
tampoco fue respetada, generando agudos conflictos. Hu-
bieron posiciones extremistas al respecto, por ejemplo la
sostenida por “...el Centro de Fabricantes de Ladrillos pre-
sidido por Vicente Carolini: “El horario que ha regido y
rige en los hornos de ladrillo es el siguiente: Antiguamen-
te desde el aclarar del dı́a hasta el anochecer. Actualmente
de sol a sol. “El orden de comenzar la faena es como sigue:

Antes de comenzar la faena los obreros se desayunan


con mate cocido y pan.

134 Ídem.P. 184. Donde cita; BERETTA CURI, A. Los hijos de Hefestos
Montevideo: Universidad de la República, 1998.
135 D’ELIA, Germán; MIRALDI, Armando. Historia del movimiento

obrero en el Uruguay desde sus orı́genes hasta 1930. Montevideo: Edi-


ciones de la Banda Oriental, 1986. P. 32.
A las 8 am. almuerzo, puchero y media hora de des-
canso.

A las 10 am. toman caña y cuarto de hora de descan-


so.

A las 12 otro almuerzo y 2 horas de descanso de No-


viembre a Febrero y una hora de Marzo a Octubre.

A las 4 pm. mate cocido y pan y media hora de des-


canso.

A la entrada del sol, la cena”.136

Estos pequeños y medianos empresarios de la minerı́a


eran demasiado individualistas para agruparse, aunque hu-
bo intentos. Sin embargo hemos sabido que en medio de
conflictos intensos con los trabajadores podı́an unirse pa-
ra presentar un frente común al sindicato. Eran capaces
de coordinar sus posiciones. Algunos de los empresarios
participaron en la organización patronal industrial.

136 Ídem. P. 33. Donde Cita : BARRAN, J. P.; NAHUM, B. Batlle y los
estancieros y el imperio británico. Tomo 1. Uruguay del novecientos. Mon-
tevideo: Ediciones de la Banda Oriental, 1979. Tomo 1. P. 176.
DEPARTAMENTO PROPIETARIOS CANTERA
MONTEVIDEO (Canteras del Paso Molino) Antonio Bianchi (alias Busot) Cantera Bianchi
• Traverso ¿?
• F. Ferrola ¿?
• Benito Persibal Cantera Persibal
• ¿? Cantera Chappe
• Enrique Escot Cantera Escot
• Tarrañas ¿?
• Agustı́n Ferrari y Negris ¿?
• Bussotti Cantera Busotti
• Santiago Ellis ¿?
CANELONES (Canteras de La Paz) Colocci Cantera (cordones)
• Depacci Cantera Depacci
• Rubbo ¿?
• Lloret y Cı́a. Cantera Lloret
COLONIA Federico Ferro y Moore Cantera y Arenales del Riachuelo
• Ídem Costa del Sauce
• Ídem Cantera del Minuano
• C. Cortizo Costa del Sauce
COLONIA (Carmelo) Ferro y Cı́a. (Antonio Ferro hijo) Martı́n Chico
• Juan O’Connor y Cı́a. Cantera O’Connor (Cerro Carmelo)
LAVALLEJA Alfred Von Metzen ¿?
• Metzen y Vicente Cı́a. Cantera Metzen
• Cı́a Uruguaya de Cemento Portland S. A. Varias Canteras
• Ídem. José Nedubad
• Marı́a A. Dartallete Dartallete (Minas)
MALDONADO Burgueño Cantera Burgueño
• Pedro Schiaroni (o Schiavoni) y Antonio Zanoni Cantera Schiavoni
• Francisco Piria Varias Canteras (Piriápolis)
• Julio Ma. Sosa Canteras CO.MA.CO.
• M. Barreiro Cantera Barreiro
SAN JOSÉ ¿? Isla Mala
FLORES Finamar Cantera Finamar
SALTO Pedro Pedrini Cantera Pedrini
MONTEVIDEO o COLONIA Angel Dimelo Chacarita

Cuadro 11.5: Canteras de granito y arena. (1918-1921) Fuente El


Picapedrero.
Capı́tulo 12

MINERÍA Y
DEMOGRAFÍA

FUNDACIÓN DE PUEBLOS Y CIUDA-


DES
Los pueblos ubicados en las proximidades de los gran-
des emprendimientos mineros obtenı́an los beneficios se-
cundarios por la cercanı́a a estos establecimientos. Tam-
bién recibı́an los efectos buenos y malos de ese tipo de pro-
ducción. En el primer caso tenemos por ejemplo a Minas
de Corrales, Conchillas y Bocas del Rosario. Las empresas
necesitaban generar energı́a eléctrica para producir y en
general se autorizaba a que con el excedente se abastecie-
ran esos pueblos. La economı́a de muchos de estos pueblos
o ciudades gira en torno al procesamiento del mineral ex-
traı́do. Tal es el caso de ciudades como “...Artigas, Pan de
Azúcar, Soca, San Carlos, Paysandú y la misma ciudad de
Montevideo, donde se industrializa buena cantidad de la
producción de las canteras y minas del paı́s. En algunos

449
casos, las explotaciones se encuentran a cientos de kilóme-
tros de los pueblos donde se industrializa la materia pri-
ma: tal es el caso de Empalme Olmos, Cunapirú y Santa
Ernestina son pueblos mineros hoy trasformados en rui-
nas en su totalidad.” 1 Pero también como dijimos recibı́an
los efectos negativos como el impacto ambiental de tipo
quı́mico, acústico y las partı́culas en suspensión (polvo),
etc. Jorge Da Silva señala que “El nacimiento de centros
urbanos vinculados a la actividad minera ha sido frecuen-
te en el paı́s, a veces espontáneamente, como es el caso de
Riachuelo, y en otros casos precedidos de una elaborada
planificación, como Conchillas en el Departamento de Co-
lonia.
Siglo XVIII: Ciudad de Minas.
Siglo XIX: Conchilla, Cuñapirú, Minas de Corrales, Santa
Ernestina, Polanco y Pueblo Nuevo (Vecino al Cerro Pan
de Azúcar).
Siglo XX: Riachuelo, Bocas del Rosario, Santiago Vázquez,
Rincón de la Bolsa y Blanquillo.” 2

VILLA DE LA CONCEPCIÓN DE LAS MINAS.

Debe su nombre a la actividad que allı́ se desarrollaba


vinculada a la explotación minera. En el Siglo XVIII Eu-
genio Petit Bennit, un francés aventurero pasó por lo que
es actualmente Minas rumbo al Alto Perú. Encontró oro
y solicitó al Virrey la concesión de las minas, sin embar-
go el continuo hostigamiento de los indı́genas determinó
que abandonara rápidamente su proyecto. Recorrió parte
1 DA SILVA, Jorge S. “Paisaje de la minerı́a uruguaya”. En; Revis-
ta GeoUruguay. Montevideo: Ed. Fin de Siglo, 2001. No. 5, Setiembre,
pág. 65-89. P. 72
2 Ibı́dem.
de la región de la actual Cuchilla Grande y zonas vecinas
en la década de 1740. El Rey comisionó al coronel de Dra-
gones Antonio de Escurruchea para verificar lo dicho por
Petit Bennit (o Benoit). En 1751 la corona dispone auxilios
para quien quiera explotar los yacimientos de la región.
En 1760 un vecino de Montevideo, Cosme Álvarez llega
a esta zona para realizar cateos y buscar oro. Cinco años
más tarde agobiado por las dificultades abandonó la em-
presa. Luego se encontraron algunos yacimientos sobre los
arroyos Campanero Chico y el Soldado. A Cosme Álvarez
le seguirán otros buscadores de oro que posteriormente se
irán asentando en la zona. En 1783 se fundó la Villa de la
Concepción de las Minas. Estaba habitada por familias as-
turianas y gallegas destinadas a poblar la Patagonia. Frus-
trado ese intento de poblamiento, parte de esas familias se
destinan a poblar Minas.

CONCHILLAS

La explotación de piedra y arena para Buenos Aires


está en el origen del poblamiento de la zona que luego
darı́a origen a Conchillas. “Los orı́genes de ambos centros
poblados se asocian a la industria extractiva de arena y
piedra en el área, principalmente, a partir de la deman-
da de materiales desde Buenos Aires para la construcción
y ampliación de su puerto. El proceso se inicia en 1887, a
partir de la presencia en la localidad de la firma C. H. Wal-
ker & Co. Ltd., que implanta el modelo industrial inglés a
través del denominado Company Town, cuyo planeamien-
to urbano y arquitectónico se orienta a satisfacer la nece-
sidad de establecer una vida comunitaria cerca del lugar
de trabajo con el fin de hacer más eficientes las labores
de la industria.” 3 Se trata de poblados que al cesar las
actividades de la compañı́a sufren los efectos tanto en el
plano económico, como social e incluso familiar. Las se-
cuelas suelen ser la pobreza, le emigración, la ausencia de
servicios. “En la mayorı́a de los casos, se trata de pobla-
dos en los que, cuando la compañı́a propietaria clausura
sus actividades, los efectos económicos suelen ser devasta-
dores. Tanto en Conchillas como en Puerto Inglés se refle-
jan además las marcas del poblamiento original por parte
de inmigrantes europeos, que llegaban a la localidad para
desarrollar diferentes oficios en la explotación y manufac-
tura de la piedra. A pesar de las distancias y antagonis-
mos sociales, durante la presencia de la Compañı́a Walker,
el marcado volumen de la producción trajo prosperidad
para empleados, obreros y pobladores, con mayor empuje
durante la etapa de Don David Evans (entre 1910-1920),
un galés que llegara a la zona como el único sobreviviente
de un naufragio en sus costas y que, a través de la imple-
mentación de una intensa actividad comercial, marcó la
primera etapa de expansión en ambos centros poblados.” 4
La presencia de la Empresa y de los ingleses determinó
una fuerte influencia entre los pobladores de Conchillas,
todo fue reglado por la actividad de la Empresa. Desde la
organización del dı́a, con sus diversos tiempos para cada
cosa, pasando por la vida espiritual, cultural e incluso el
ocio, todo estaba estrictamente determinado por la jorna-
da laboral. “La experiencia de la ocupación y explotación
del área por parte de los ingleses, con la variedad de hi-
tos y expresiones históricas a que dio lugar (los oficios, la
inmigración, el movimiento comercial, la densa sociabili-
dad del pueblo y la particular intensidad tanto de solida-
3 PINTO, Marina; LEMBO, Victoria. Op. Cit. P. 166.
4 Ibı́dem.
ridades como de antagonismos sociales), constituyen ejes
de recurrencia en la producción de identidad local.” 5 Para
el pueblo la fundación del centro poblado se correspon-
de con la llegada de los ingleses. “. . . la fecha de fundación
de Conchillas se atribuye al momento en el que el primer
inglés, representante de Walker & Co. llega a la zona don-
de posteriormente la empresa se instaları́a. A partir de allı́,
el desarrollo de las actividades extractivas implicó un pro-
ceso que fue paralelo al de la intervención del espacio, in-
cluyendo la construcción de obras industriales, edificios de
equipamientos, viviendas e infraestructuras portuarias, en
función de la posición de los recursos y la optimización del
embarque del producto hacia Buenos Aires.” 6 A pesar de
la distancia formal y real entre quienes tienen la obliga-
ción de gestionar la empresa y la población local se consi-
dera ese tiempo como un perı́odo de apogeo. “. . . los años
posteriores al origen del enclave son concebidos por la po-
blación como una época de auge, marcada por la exporta-
ción de grandes cantidades de piedra y arena hacia Buenos
Aires ası́ como por la intensa socialización y dinámica co-
mercial que impulsara Evans & Cia. iniciadas a través de la
comercialización de los productos de la zona, las importa-
ciones de productos de Inglaterra para consumo local y la
exportación hacia Montevideo y el exterior por vı́a fluvial
de ganado, cereales y otros productos. También conforman
referencias históricas: la moneda de circulación local que
acuñara la Casa Evans, el molino, la Usina Eléctrica, la
Aduana, los guinches, los polvorines, ası́ como lo peligro-
so de la pólvora que llegaba para ser usada en el trabajo
en las canteras; el intenso tránsito de mercaderı́as; los clu-
bes y competencias de fútbol, las celebraciones; el edifi-
5 Ídem. P. 167.
6 Ídem. P. 169.
cio de la escuela y a la vez Templo Evangélico, construido
en el marco del programa educacional que implantara la
empresa.” 7 El pueblo contaba con un hotel. El hotel per-
tenecı́a también a la Empresa y estaba destinado a alojar
el personal superior proveniente de Inglaterra. En cuanto
a la Iglesia era de la confesión anglicana y luego Bautis-
ta. Allı́ concurrı́an los ingleses y los vecinos del pueblo.
En la otra punta del edificio de la Iglesia se encontraba la
escuela gratuita solventada por la Empresa inglesa. Wal-
ker & Co., se hacı́a cargo no solo del mantenimiento de la
escuela sino también de los materiales de estudio.

MINAS DE CORRALES.

Este pueblo surge en 1878 aproximadamente aunque


no existe una fecha exacta. Lo que es innegable es que su
nacimiento y posterior existencia está ligada a la explota-
ción de oro y a la llegada de grandes compañı́as extran-
jeras. En particular se suele vincular el origen del pueblo
con el arribo de la empresa francesa; “Compañı́a francesa de
minas de oro del Uruguay.” Los técnicos y el personal admi-
nistrativo de la compañı́a minera se instalaron en la Villa,
cientos de obreros se ubicaron en las proximidades. Fue la
primer ciudad de Uruguay en contar con energı́a eléctri-
ca, producida por la primer represa hidroeléctrica de Lati-
noamérica construida por la empresa francesa. La atención
sanitaria era realizada por un médico inglés, verdadera le-
yenda de la ciudad, el Dr. Francisco Vardy Davison y su
Sra. la enfermera Ana Packer Davison El 9 de noviembre
de 1920 por Ley 7299 se declara pueblo al núcleo conoci-
do como Minas de Corrales. Sus primeros habitantes eran

7 Ibı́dem.
mineros empleados por las compañı́as que explotaban ese
mineral.

SANTA ERNESTINA
Existen algunas fotografı́as de Santa Ernestina a que
abarcan desde 1881 hasta principio del S. XX, donde se
puede apreciar un modesto crecimiento edilicio.8 Cuan-
do visitamos el lugar solo pudimos apreciar algunos po-
cos edificios de ladrillo y el cementerio del poblado. Es-
tos edificios, correspondı́an según los pobladores del lu-
gar a una panaderı́a, una iglesia y una herrerı́a. El resto
de las edificaciones desaparecieron, probablemente por las
caracterı́sticas de su construcción, ranchos de barro y pa-
ja. Hoy el pueblo ha desaparecido en su casi totalidad. En
momentos de auge concentraba un importante número de
mineros. Allı́ tenı́an tiendas para su abastecimiento y lo-
cales de diversión.

LAS PIEDRAS.
La denominación de la actual ciudad tiene su origen en
la explotación de granitos realizado en esta zona en plena
época colonial. La Asociación Histórica de Las Piedras con-
sidera que el proceso de fundación de la actual ciudad de
Las Piedras comenzó un 8 de marzo de 1744, cuando Luis
de Sosa Mascareñas recibe en donación un terreno de una
legua cuadrada.9 Su primer nombre fue San Isidro Labra-
dor de Las Piedras y a partir de 1925 se designa ciudad.
8 PALERMO, Eduardo R. Op. Cit. P. 5.
9 Legua es una antigua medida del sistema español que equivale a
m. 5572,7. Correspondı́a al camino que regularmente se anda en una
hora. Legua cuadrada es una unidad de superficie que corresponde a
un cuadrado de una legua de lado.
Fue una antigua zona de explotación de canteras de pie-
dra, de ahı́ el origen de su nombre.

LA PAZ - CANELONES
La Paz en cambio surge como lugar de descanso sola-
riego de las clases adineradas de Montevideo, tal como lo
fue el Prado o Lezica. En 1872 se funda como villa de re-
creo. Sin embargo cuando comienza a desarrollarse la ex-
plotación del granito en las canteras próximas a la ciudad,
comienza también del mismo modo a poblarse de trabaja-
dores. Muchos de ellos inmigrantes, en particular obreros
picapedreros. En la actualidad existe un monumento don-
de se recuerda el fundamental aporte de estos trabajadores
a la conformación de la ciudad. La llegada del ferrocarril
en 1869 impulsó el desarrollo de esta industria. El apogeo
de la industria de la piedra ocurrió en las primeras décadas
del S. XX. La piedra extraı́da fue utilizada para pavimen-
tar las calles de Montevideo y Buenos Aires en forma de
adoquines.

PIRIÁPOLIS.
Piriápolis debe su nombre a Francisco Piria quién desa-
rrolló una importante industria minera en el lugar. “...Fran-
cisco Piria comienza a desarrollar su proyecto agro-industrial
y minero, con clara visión empresarial aprovechando el
impulso de la construcción.” 10 En torno a la explotación
minera se ira desenvolviendo su proyecto agrı́cola y turı́sti-
co. Será esta actividad minera el origen de la internacio-
nalmente famosa y bellı́sima Piriápolis. “En 1890 compró
10 BAUMANN, N. Breve historia de la explotación de Sienita en Uru-
guay. Op. Cit. P. 6.
en Piriápolis una estancia. Se trataba de una parte de la
antigua Estancia del Rey, cuyos lı́mites abarcan desde el
Cerro Pan de Azúcar hasta la costa del Puerto Inglés. Pagó
$ 51.000, un precio superior a su valor, teniendo en cuen-
ta que eran terrenos con escasas posibilidades para tareas
de crı́a de ganado. El costo de la estancia fue producto
de que el ex alcalde Ruperto Fernández habı́a publicado
una relación de minas denunciadas en el Departamento.
En su gran mayorı́a ubicadas próximas al Cerro de Pan de
Azúcar.” 11 El capital invertido en Piriápolis provenı́a de
otra de las empresas de Piria, “La industrial”, cuya finali-
dad era la comercialización de solares en cuotas. “El ob-
jetivo de Piria era la creación de un centro agroindustrial,
más tarde concebirı́a la idea de integrar el turismo al com-
plejo. En 1905 inaugura el Hotel Piriápolis. En 1910 con la
extensión del trazado ferroviario hacia Maldonado, se in-
tensificarı́an los trabajos con miras a concretar el tendido
de varı́as vı́as para su trencito. Un tren de trocha angosta,
(m 0,75), que unirı́a la cantera con el puerto, y la Esta-
ción Pan de Azúcar con Piriápolis. En 1912 se remataron
en Montevideo y Buenos Aires, los primeros 1000 solares
del balneario. Luego en un segundo remate se agregarı́a
la ciudad de Rosario. Piria construyó un puerto para fa-
cilitar la exportación de granitos y llegada de los turistas,
ya que el “Puerto Inglés”, lo era solo de nombre debido
a que estaba completamente desguarnecido. En él pueden
atracar barcos de hasta 8 m de calado. Mastrander (1915).
Esta obra comienza en 1907 y culmina en 1914, permite la
comunicación directa con Buenos Aires o Montevideo.” 12
Inició la explotación de las tres canteras de sienita. Poseı́a
todo un complejo para industrializar y transportar la pie-
11 Ídem. P. 7.
12 Ibı́dem.
dra, un taller de reparaciones, etc. Posteriormente se desa-
rrollará plantaciones de árboles, vid e incluso tabaco. Lue-
go vendrá el turismo.

BOCA DEL ROSARIO

Actualmente el establecimiento Estancia Turı́stica Inda-


re ocupa casi 500 Hs. La empresa argentina Ferro que ex-
portaba piedra y arena para Buenos Aires, se encuentra
en el origen de este pequeño pueblo. Es actualmente un
caserı́o habitado por unas pocas personas, ubicado en las
márgenes del arroyo Rosario. Como ya dijimos allı́ habı́a
un pequeño astillero, dique seco, un muelle para cargar
arena, etc. Se explotaba las canteras de Riachuelo y Bo-
ca del Rosario. La empresa argentina en su época de apo-
geo contaba con una plantilla de 1000 empleados. En su
predio se construyeron casas para albergar al personal, las
mismas eran otorgadas según el rango del empleado en
la compañı́a. Las condiciones de trabajo impuestas por la
empresa eran muy duras, como ocurrı́a en general en to-
do el ramo. El pueblo contaba con un almacén de ramos
generales que aprovisionaba a esas 1000 personas, tienda,
escuela, panaderı́a y una comisaria. Se comenzó en su mo-
mento la construcción de un cine.

JUAN LACAZE – PUERTO DEL SAUCE

El poblamiento de lo que actualmente es la ciudad de


Juan Lacaze se inicia vinculado a la existencia de salade-
ros. Cuando esta actividad declina, la población comienza
a fluctuar. Con la llegada de la empresa Lavalle, Medici
& Cı́a., adjudicataria de varias obras en Buenos Aires, se
inicia la explotación de canteras de piedra, fabricación de
adoquines y explotación de arena. Para exportar estos mi-
nerales a Argentina se construye un muelle. Por otra parte
Juan Lacaze fue un empresario con fuerte iniciativa, desa-
rrolló su empresa Lacaze y Cı́a. en el rubro de la minerı́a
no metálica. Finalmente se asociaran Medici y Lacaze y ob-
tendrán varias concesiones para ampliar el puerto y cons-
truir un ferrocarril. La explotación minera demandaba in-
gentes cantidades de mano de obra, hombres y mujeres
que luego se asentaron allı́. Finalmente el 15 de marzo de
1909, Puerto del Sauce es declarado pueblo con el nombre
de Juan Lacaze.

RIACHUELO

Pequeño poblado que cuenta con un templo valdense


y su almacén de ramos generales. Este pueblo surge en
torno a las canteras donde se explotaba el granito. Muchos
de esos obreros que trabajaron en esas canteras se afin-
caron definitivamente en el pueblo. El maestro Jesualdo
(ya mencionado) en su libro “Vida de un maestro” describe
este pueblo. “Ante todo esta aldea sobre el Rı́o de la Pla-
ta...¡tierra de promisión! Acaba de llegar una chata más,
cargada de hombres rubios, llenos de hijos. La aldea se va
llenando como un cementerio, de muertos. Sı́ más tumbas.
¿Qué otra cosa, sin trabajo los más, desde dieciséis meses
atrás? La población de esta aldehuela del sudoeste, encla-
vada entre peñasco y médanos, sobrepasa las dos mil bo-
cas. Es una aldea clara, asoleada, fuerte. Es la aldea eterna
con la costa y la cuchilla, con arriba y abajo. Pero sı́ por
acaso esta división no fuera ya el principio de una lucha
en que eternamente se defenderán unos de otros, los de
arriba de los de abajo, algo más objetivo los separa aún.
En la cuchilla están los pequeños propietarios. Hay algo
menos miserable que abajo, tienen casa. Abajo, en la costa,
no hay ningún propietario, todos son gregarios, lo serán
siempre. No hay más que un dueño. Todo es de uno. Todos
los ranchos derruidos, jorobados, agujereados, de terrones
caı́dos y de paja raleada, todos. La corta a la aldehuela en
dos, cien vueltas retorcidas del arroyuelo que les da nom-
bre a las canteras y les sirve de canal para embarcadero.
Por este riacho llegan y salen los hombres, con la misma
indiferencia que aparecen y desaparecen los astros, cada
dı́a.” 13

CERRO CARMELO
El pueblo surge a partir de la explotación de granitos
en las canteras de la zona. Esta era la industria principal
de esa área. La producción era exportada en barcazas hacia
Buenos Aires y otras ciudades a través del puerto ubicado
sobre el Arroyo de las Vacas. Muchos de los obreros prin-
cipalmente de origen italiano y vascos se asentaron en la
zona y actualmente sus descendientes viven en Cerro Car-
melo. Subsisten aún las construcciones y los ranchos don-
de vivı́an los obreros. Algunos de los oficios de estos pri-
meros obreros han desaparecido. Las canteras permanecen
inundadas en la actualidad y son utilizadas para entrena-
miento de buzos. Tienen hasta 30 m. de profundidad e in-
cluso en algunas de ellas permanecen antigua maquinaria
bajo el agua. De aquel tiempo subsisten instituciones co-
mo el centro social (C.I.S.), donde se reunı́an los obreros
para dialogar y beber. Más de una huelga fue coordinada
en este lugar.

13 SOSA, Jesualdo. Op. Cit. P. 15.


Parte IV

DESARROLLO DE LA
GEOLOGÍA EN
URUGUAY

461
Figura 12.1: Facultad de Agronomı́a - UdelaR. Reunión de autori-
dades en torno a una perforación del I.G.U.. Foto en Museo Geomi-
nero del Uruguay - DINAMIGE
Capı́tulo 13

LA GEOLOGÍA

HISTORIA DE LAS CIENCIAS


La Historia de la Ciencia según Crombie “...es la histo-
ria de los sistema de pensamiento sobre el mundo natural.
La caracterı́stica más obvia de la Ciencia en la civilización
moderna es el control que ha proporcionado sobre el mun-
do fı́sico; sin embargo, incluso mientras se adquirı́a ese
control práctico, y sin duda durante largos perı́odos antes
de que ese control fuera posible, los hombres intentaban
introducir la naturaleza en el área de su entendimiento.” 1
A partir de la Segunda Guerra Mundial se intensificaron
los estudios de la Historia de la Ciencia. Según Crombie
esto no es sorprendente debido a que la ciencia se ha con-
vertido en parte inevitable de la adquisición de la concien-
cia histórica, cada vez más allá, ella fue ocupando un lugar
central en nuestra cultura.2 “...las actividades cientı́ficas
1 CROMBIE, A. C. ”Historia de la Ciencia: De San Agustı́n a Ga-
lileo.”Tomo 1. La Ciencia en la Edad Media: siglos V al XIII. Madrid:
Alianza Editorial S. A., 1996. P. 17.
2 Ídem. P. 11.

465
de cualquier sociedad dependen de sus cambiantes nece-
sidades, y de esta manera, a la larga, de sus métodos de
producción; y como transforma la ciencia los métodos de
producción y con ello a la sociedad entera. Este análisis es
requerido por cualquier enfoque cientı́fico de la historia,
e incluso investigadores no marxistas aceptan ahora par-
tes del mismo. Pero en segundo lugar, Marx y Engels no
se contentaron con analizar los cambios sociales. Veı́an en
la dialéctica la ciencia de las leyes generales del cambio,
no solo en la sociedad y en el pensamiento humano, sino
también en el mundo exterior que es reflejado por el pen-
samiento humano. Es decir, que puede aplicarse a proble-
mas de ciencia “pura” tanto como las relaciones sociales
de la ciencia.” 3 Según Crombie “Para el historiador son de
gran interés los inventos y conquistas prácticas de la cien-
cia aplicada y también los efectos de la ciencia natural para
la concepción del mundo profano, tal como aparece en la
Literatura, el Arte, la Filosofı́a y la Teologı́a; mayor interés
aún ofrece el desarrollo interino del propio pensamiento
cientı́fico.” 4 Ese pensamiento cientı́fico no puede despren-
derse del condicionamiento muy poderoso que ejercen las
bases materiales de producción y que influyen y sujetan
ese pensamiento. “Muchos aspectos de la Filosofı́a y de la
Ciencia son inteligibles solo dentro del contexto completo
de circunstancias y del pensamiento metafı́sico y teológi-
co tanto como cientı́fico, técnico, social, económico e inte-
lectual al que esta integrados.” 5 En ese sentido ¿cuál fue
el contexto en que se desarrolló la investigación geológica
en el Uruguay del principio del Siglo XX? De acuerdo con
Alción Cheroni se puede identificar perı́odos en el Siglo
3 HALDONE, J.B.S. P. XIII.
4 CROMBIE, A. C. Op. Cit. P. 17.
5 Ídem. P. 18.
XX donde “...se procesan polı́ticas cientı́fico – tecnológicas
concretas,...”
“1) Un primer perı́odo, cuyo centro es el año 1911 y que
agoniza hacia 1930 en el cual se organiza y se concreta un
proyecto cientı́fico – tecnológico que llamamos el “Pro-
yecto Eduardo Acevedo.” 6 ¿Quiénes son los abanderados
de ese proyecto? Cheroni dice que una “...polı́tica cientı́fi-
ca – tecnológica es precisamente, un proyecto de desarro-
llo de la ciencia y la tecnologı́a en un paı́s determinado;
una polı́tica cientı́fica - tecnológica significa organizar, de
acuerdo con los intereses sociales de los sectores dominan-
tes de un paı́s determinado, el sistema cientı́fico y la con-
ducta de una comunidad cientı́fica con objetivo precisos.
Lo que se necesita investigar es que clase social la impulsa
y la impone.” 7 La naciente burguesı́a industrial pequeña
en número y cualitativamente débil impulsa la construc-
ción de un paı́s capitalista e industrializado. Esa burguesı́a
lidera la transformación del sistema de enseñanza a la que
se adscribe la reforma vareliana en enseñanza primaria y
la reforma universitaria de Alfredo Vázquez Acevedo. “En
el Uruguay esa revolución cultural se verificó en el perı́odo
militarista y entrelazó el proyecto económico capitalista
con la realización de un plan cientı́fico – tecnológico bur-
gués.” A eso apuntan ambas reformas. “Coinciden los fun-
damentos del proyecto vareliano con los objetivos de la
reforma de la enseñanza superior, estructurada para for-
jar técnicos en el desarrollo industrial del paı́s; llegando
a esos técnicos a las nuevos mecanismo institucionales es-
timulando ası́ mismo, el estudio y la investigación en las

6 CHERONI, Alción. Polı́ticas cientı́fico – tecnológicas en el Uruguay


del siglo XX. Montevideo: Facultad de Humanidades y Ciencias, 1988.
P. 4.
7 Ídem. P. 3.
ciencias básicas. Esta es la base de la propuesta educativa
de Varela y Vázquez Acevedo. En la misma hay una polı́ti-
ca que las trascenderá y se inscribirá en el proyecto de
Eduardo Acevedo: desarrollar ciencia y tecnologı́a autóno-
ma, es decir, construirla con los propios esfuerzos y con-
diciones materiales y espirituales que disponı́a el paı́s.” 8
Otro aspecto a tener en cuenta fue colocar al Estado al ser-
vicio de los intereses (los de la burguesı́a industrial y su
proyecto de desarrollo de ciencia y tecnologı́a autónoma.)
Para ello fue necesario la creación de nuevos ministerios y
organismos tal como ya hemos señalado en páginas ante-
riores. Producto de esta nueva situación económica y del
impulso industrializador surgen nuevas clases sociales. La
incipiente burocracia estatal es una de ellas. “La burocra-
cia, que hereda el batllismo se estructuró, se consolidó,
se tecnificó, realmente en el perı́odo de Cuestas. Esta fue
una burocracia que tomó sus agentes de individuos que
salı́an de la Universidad reformada, una burocracia tec-
nificada que, a medida que el Estado amplı́a su espacio
de acción, adquiere caracterı́sticas sociales peculiares que
trascienden su contenido administrativos y burocráticos
para transformarse en una real tecnocracia, será un gru-
po de técnicos al servicio de un proyecto nacionalista de-
mocrático – burgués.” 9 El programa cientı́fico tecnológi-
co aparece con nitidez durante la segunda presidencia de
José Batlle y Ordoñez, durante la gestión del Dr. Eduar-
do Acevedo al frente del Ministerio de Industria. “Des-
de allı́ desarrolla un gran combate a favor del proyecto
de industrialización y organizará el sistema cientı́fico tec-
nológico para que funcionara como avanzada de los cam-
bios económicos. No bien se inicio la segunda presiden-
8 Ídem. P. 5.
9 Ídem. P. 9.
cia de Batlle, sobre la mesa del Parlamento aparecen una
seguidilla de proyectos de asombrosa calidad y orienta-
ción.” 10 Entre estos proyectos lo más trascendente fue la
fundación de los 3 institutos en 1912; el Instituto de Quı́mi-
ca Industrial, el Instituto de Pesca y el Instituto de Geo-
logı́a y Perforaciones. “Sus objetivos estaban casi resuel-
tos por la propuesta económica de la burguesı́a industrial,
levantar la industria nacional con la ayuda de la ciencia
y la tecnologı́a; es decir, la producción de conocimiento
y su aplicación tiene que estar al servicio de ese objeti-
vo económico. Este constituirá su fin esencial, por tanto
la Organización de la ciencia, la estructura o el armazón
cientı́fico y de sus componentes, las instituciones cientı́fi-
cos y la comunidad cientı́fica, estarán administrada de tal
manera que pueden funcionar para resolver esos objeti-
vos y fines.” 11 Este proyecto tuvo sus detractores; en es-
pecial el imperialismo inglés y sus aliados en Uruguay, los
terratenientes, los banqueros y la burguesı́a comercial li-
gadas por sus actividades e intereses con ese imperialis-
mo. “La burguesı́a industrial hizo que el Estado actuara
tanto como propulsor, como dirigente y administrador de
la ciencia, que en definitiva su polı́tica fuera aplicada.” 12
El problema planteado fue la necesidad de técnicos de al-
ta calificación que pudieran desempeñarse y gestionar es-
tos institutos. En Uruguay habı́a déficit de esos técnicos,
el problema debió solucionarse contratando personal en el
exterior, con el compromiso más o menos explı́cito de que
no fueran ingleses. Claro que esto no siempre se cumplió.
El capitalismo inglés y sus aliados eran enemigos difı́ci-
les de derrotar. El imperio no estaba solo, sus aliados in-
10 Ídem. P. 10.
11 Ídem. P. 11.
12 Ídem. P. 13.
ternos eran muy poderosos y tanto o más duros oponentes
que los propios ingleses. “Estas clases tenı́an otro proyecto
cientı́fico tecnológico que seguı́a orientado hacia el mer-
cado externo, exigiendo que el sistema siguiera también
formando profesionales y técnicos al servicio del merca-
do externo,...” 13 A partir del “Alto de Viera” los institutos
recién fundados son despojados de sus recursos financie-
ros y comienza su declive. El surgimiento de la industria
frigorı́fica resultó mucho más atrayente y rentable para la
inversión. Hacia allı́ fluyeron los capitales. La crisis y la
prédica de la Federación Rural contra estos institutos hi-
cieron el resto. Un sistema de pensamiento superado se
hace inteligible cuando comprendemos las preguntas a las
que intentaba responder. “Las preguntas dan sentido a las
respuesta y un sistema da paso a otro no simplemente por-
que nuevos hechos lo hicieron caduco, sino, de manera
más significativa, porque por alguna razón – a veces re-
sultado de nuevas observaciones, otras por concepciones
teóricas nuevas – los cientı́ficos comenzaron a repensar su
concepción entera, a plantear nuevas preguntas, a hacer
nuevas hipótesis, a mirar con nuevos ojos un hecho que
habı́a sido hasta entonces familiar.” 14 Para el historiador
de las ciencias además de comprender y examinar el nexo
entre la producción intelectual y las condiciones materia-
les de la producción cientı́fica, existen otros aspectos de
interés. Los efectos de la ciencia sobre la concepción del
mundo o el desarrollo interno del pensamiento cientı́fico.
El historiador de las Ciencias debe conocer y comprender
la Ciencia cuyo desarrollo en el tiempo está estudiando.
Debe comprender su lenguaje y sus principales aspectos
teóricos, los métodos de investigación, etc.. “Los proble-
13 Ídem. P. 15.
14 CROMBIE, A. C. Op. Cit. P. 18.
mas principales con los que se enfrente el historiador de la
Ciencia son, por tanto: ¿Qué preguntas hacı́an los hombres
sobre el mundo natural en una época determinada? ¿Qué
respuestas podı́an dar? ¿Y porqué esas respuestas acaban
por no satisfacer las curiosidad humana? ¿Qué problemas
detectaban los cientı́ficos de esa época, y cuáles eran los
problemas que no percibı́an? ¿Cuáles eran los rasgos li-
mitativos, en la filosofı́a de la naturaleza, en el método
cientı́fico en la técnica de observación, en la experimen-
tal y en la matemática, que caracterizaba la ciencia en un
perı́odo, y que cambios provocaron el paso de un punto de
vista a otro?” 15

LA GEOLOGÍA Y LA HISTORIA.
Según dice Felice Ippolito en su “Saggi e studio di geo-
logia”; “È opinione generalmente diffusa che la Geologia
sia una scienza “storica” perché essa tende a ricostruire,
nel loro svolgimento causale e temporale, i fenomeni na-
turali avvenuti sopra o dentro la crosta terrestre. In nes-
suna trattazione sull’argomento, però, si è mai andato più
in là dallo stabilire una mera esteriore analogia tra la “sto-
ria geologica” e quella che impropriamente dicesi “storia
umana”.16 “Talvolta invece si è voluto addirittura vedere
deterministicamente in questa la continuazione di quella
disegnando delle storie universali o dei romanzi cosmoli-
gici, come, ad es., quella notissima del romanziere inglese
H. G. Wells, che dalla nebulosa iniziale, attraverso la evo-
luzione geologica ed umana, arriva fino alla guerra mon-
diale 1915-18 ed ai rivolgimenti politici che l’hanno segui-
15 Ídem.P. 17.
16 IPPLITO, Felice. Saggi e studi di geologia. Venezia: Neri Pozza Edi-
tore, 1962. P. 11.
ta. Pere queste, come scrive il Croce, “composte non dallo
schietto pensiero, che è critica, ma dal pensiero misto di
immaginazione, che si effonde nei miti”.17 Esta mezcla de
pensamiento racional y fantástico carente de crı́tica termi-
na en la mistificación. Es necesario indagar como opera
la lógica en el geólogo cuando enfrenta un problema con-
creto en el ejercicio de su profesión. “Occorre, invece, a
mio parere, investigare quale sia la funzione logica, cioè
conoscitiva, che esercita il geologo; il che significa, in al-
tri termini, indagare quali operazioni la sua mente com-
pia ogni qualvolta egli si embatte, durante l’esercizio de-
lla sua professione, in un problema concreto.” 18 Ippolito
pone como ejemplo el estudio del volcán Vesubio por par-
te del geólogo. Este recurre en primer lugar a estudiar el
aspecto del monte reconstruyéndolo mentalmente, recoge
muestras de las rocas que se encuentran en el lugar pro-
ducto de la actividad ı́gnea. Recogido los testimonios deja-
dos por la naturaleza misma, pasa luego a los testimonios
dejados por los hombres contemporáneas al evento. Para
terminar con los estudios de los vulcanólogos y geólogos
que le antecedieron. “Se quanto ora brevemente ho detto è
vero, la Geologia, cosı̀ interesa, è Storia. E, a mio modo di
vedere, nessuna delle cosı̀ dette “scienze naturali” meglio
della Geologia mostra la verità dell’asserto che non esiste
conoscenza che non sia conoscenza storica. Perché è bensı̀
vero che essa, come del resto le altre scienze naturali, “si
regge su tipi ed astrazioni e procede per analogie”, ma non
è altrettanto vero dire che “le costruzioni di questa sorta
si compongono sostanzialmente di niente altro che pros-
petti classificatori dal più semplice al più complesso, ri-
cavati per astratta analisis e per generalizzazione, e la cui
17 Ibı́dem.
18 Ibı́dem.
serie si atteggia poi nell’immaginazione come una storia
del successivo svolgersi del più complesso dal più sempli-
ce” 19 El cuadro de sucesiones de era y perı́odos geológicos
tiene su origen en el esquema evolucionista de los seres vi-
vientes proporcionado por la Paleontologı́a. Este esquema
es “...utile ai soli fini mnemonici...” Cuando la Geologı́a se
enfrenta a un problema concreto (un volcán determinado,
una cadena especı́fica) los esquemas caen y el geólogo de-
be emitir su propio juicio. Tal lo que afirma Ippolito. “In
tal caso, monda di tutto ciò che è astrazione e schematiz-
zazione, la Geologia rivela il suo vero volto di Storia.”20
“Ma la Storia, ci vien detto, nasce solo dall’interesse per un
problema presente; è sempre “storia contemporanea”. Una
concepción propia de Benedetto Croce. “È vero ciò anche
per la Geologia? A me pare che, anche per questo rispetto,
la risposta non può essere che affermativa. Noi siamo ap-
punto spinti a studiare le passate vicende della nostra te-
rra, cioè la Geologia, da un interesse presente: allorquan-
do vogliamo comprendere un fatto attuale -la natura di
una certa formazione rocciosa, la costituzione di una re-
gione più o meno vasta, la possibilità di rinvenire in una
data zona un certo minerale- noi studiamo il problema dal
punto di vista geologico, cioè storico.” 21 Luego cita a Co-
llingwood señalando que la ciencia natural como forma de
pensamiento existe y existirá siempre como historia. La
naturaleza geológica ha condicionado el desarrollo de la
humanidad desde el comienzo.

19 Ídem. P. 12.
20 Ídem. P. 13.
21 Ibı́dem.
LOS ORÍGENES DE LA GEOLOGÍA.
Sı́ rastreamos el origen de la Geologı́a debemos leer a
los antiguos Griegos. “A search for the beginning of the
geological sciences in Europe takes us back to the earliest
literature of that continent, that of the early Greeks. Among
these peoples intellectual pursuits were held in high es-
teem; literature, philosophy and the arts flourished.” 22 En-
tre estos primeros griegos podemos destacar a Thales, Aristóte-
les y al propio Heródoto. “If may be of interest here to set
down in this chronological order the names of those wri-
ters among the early Greeks who have contributes somet-
hing or geological significance.
Tahes of Miletus (c. 636-546 B.C.) thought that the alluvial
deposits at the mouths of rivers showed that water could
change into earth.
Anaximander of Miletus (610-547 B.C.), the immediate suc-
cessor to Thales.
Pythagoras of Samos (540-510 B.C.) founded at Croton in
Southern Italy the famous Italian School. No writings of
his have survived. His reputed teachings as set forth by
Ovid are referred to below.
Senophanes of Colophon (fl. 540-510 B.C.).
Anaxagoras of glazomenae (500-428 B.C.). Quoted on earth-
quakes by Aristotle.
Xanthus of Sardos (fl. 480 B.C.).
Herodotus of Halicarnassus (484? B.C.). “The Father of His-
tory” The date of his death is uncertain.
Empedocles of Agrigentum (fl. 444 B. C.).
Democritus of Abdera (460-357 B. C.). Quoted on earth-
quakes bay Aristotles.
22 ADAMS, Frank Dawson. The birth an development of the geological
sciences. Baltimore: The Williams & Wilkins Company, 1938. P. 8.
Xenocarates of Calcedon (396-314 B.C.).
Aristotle of Stagira in Macedonia (384-322 B.C.)
Theophrastus of Eresus on Lesbos (c. 370-287 B.C.)
Eudoxus of Cnidus (fl. 366 B. C.)
The references scattered through this great mass of lite-
rature do not present a formal treatment of any geologi-
cal question but rather incidental references to geological
phenomena.” 23 Los tardı́os escritores griegos; “After the
time of Theophrastus there are very few writers among
the Greeks, with the exception of Strabo, Who contribute
anything worthy of notice of geological science.Those who
refer to it make reference chiefly to the economic uses of
certain minerals in connection with agriculture, mining or
building construction. There are:
Agatharchides (or Agatharchus) -181 -146 B.C.
Diodorus Siculus -flourished about 44 B.C.
Discorides -flourished about A. D. 60
Dionysius (Periegetes) -florished about A. D. 81-96
Strabo – wrote 7 B. C.” 24 Entre los romanos se destacan
“La Historia Natural” de Plinio y la “Rerum Natura” de Lu-
crecio.
Virgilio (71-19 a. C.), Horacio (65-8 a. C.), todos caracteri-
zados por realizar interpretaciones de los procesos natura-
les, sin alcanzar la profundidad de pensamiento griego.
Isidoro de Sevilla (556-636) Su obra “Etimologı́as” es una
verdadera enciclopedia medieval que recoge todo el cono-
cimiento producido desde la antigüedad clásica hasta sus
dı́as. La obra se compone de 20 libros divididos en capı́tu-
los. El capı́tulo 16, “De las piedras y los metales” refiere a la
minerı́a y aspectos de la Geologı́a.
Los sabios árabes continuaron desarrollando aspectos de la
23 Ídem. P. 11.
24 Ídem. P. 21.
Geologı́a especialmente cristalografı́a. Se destacan Aricena
(980-1037), Hunain ibn Hishak es el primer cristalógrafo.
En 1546 aparece la “De re Metallica” obra de Georg Bauer
“Agrı́cola”. Este autor tiene el gran mérito de sistematizar
la Geologı́a y sus métodos de estudio. Son de destacar tam-
bién los esfuerzos de Leonardo da Vinci. En Italia habı́a
existido un fuerte y continuo interés por la Geologı́a lo-
cal. “Leonardo hizo una contribución más a la Biologı́a y a
la Geologı́a cuando empleó conchas de tierra adentro para
apoyar la teorı́a de Alberto de Sajonia sobre la formación
de las montañas...” 25 Él se preguntaba “¿por qué encontra-
mos los huesos de grandes peces y ostras y corales y otras
varias conchas y caracoles marinos sobre las altas cimas de
las montañas cercanas al mar de la misma forma que los
encontramos en los fondos *marinos?” 26 Posteriormente el
francés Bernard Palissx (1510-1589) escribe “Discurso ad-
mirable de las Aguas y las Fuentes”, y dicta el primer curso
de Geologı́a en Parı́s. El galés George Owen (1552-1613) en
su obra “History of Pembrokshire” establece el fundamento
de la Estratigrafı́a. “En el siglo XVII, ya con la técnica de la
imprenta en pleno auge, pasan al papel muchı́simas ideas
y teorı́as sobre la interpretación de los fenómenos geológi-
cos. Se destacan aportes en el campo de la Mineralogı́a, Hi-
drologı́a y Paleontologı́a. En el siglo XVIII son aún mayo-
res los avances, especialmente en Mineralogı́a, Petrologı́a,
Geologı́a Minera (ligada a las explotaciones de carbón), Pa-
leontologı́a, Glaciologı́a, Sismologı́a (en consonancia con
los avances de la Fı́sica), Tectónica, Cartografı́a, Geocro-

25 CROMBIE, A. C. ”Historia de la Ciencia: De San Agustı́n a Gali-


leo.”T. 2. La ciencia en la Baja Edad Media y comienzos de la Edad Moder-
na: Siglos XIII al XVII. Madrid: Alianza Editorial S.A., 1996. P. 240.
26 Ibı́dem, * donde cita; Richter, J. P. The Literary Works of Leonardo

da Vinci. 2da. Edición, Oxford, 1939, Vol. II. P. 175.


nologı́a, Sedimentologı́a, Estratigrafı́a, Historia Geológica
e Ingenierı́a Geológica. En los siglos XIX y XX, fundamen-
talmente, los progresos de la Geologı́a consisten en la in-
troducción de las medidas (geomatemática) y en las con-
sideraciones de las frecuencias o de las probabilidades de
realización de los fenómenos (geoestadı́stica). De esta ma-
nera la Geologı́a pasa del estudio puramente cualitativo
(descriptivo) a un estudio que comprende lo cuantitati-
vo. El advenimiento de la II Guerra Mundial influyó nota-
blemente en las distintas ciencias. La enorme cantidad de
técnicas ultrasofisticadas que se desarrollaron, especial-
mente aquellas vinculadas con la percepción a distancia,
(remote sensing), como la aerofotogrametrı́a y otras rela-
cionadas, fueron rápidamente tomadas o incorporadas por
la gran mayorı́a de las ciencias puras para su uso en inves-
tigación básica y aplicada y desarrollo de nuevas tecno-
logı́as de estudio.” 27

27 TORRA, Roberto. Breve Historia de la Geologı́a [en lı́nea]. Uni-


versidad Nacional del Nordeste [Corrientes, Argentina]: UNNE,
2009. [Accedido 10 de junio de 2017] Disponible en World Wi-
de Web: www.unne.edu.ar/unnevieja/Web/cyt/cyt/humanidades/
h-037.pdf, documento en formato PDF.
Capı́tulo 14

GEOLOGÍA EN URUGUAY

En este perı́odo asistimos a un progreso en lo que tie-


nen que ver con el estudio y avances del conocimiento
geológico del Uruguay. El término progreso es relativo, si
bien es real con respecto a lo que ocurrı́a hasta ese mo-
mento en el paı́s. También es cierto que existı́a un enorme
retraso con respecto a lo que ocurrı́a en el resto de América
del Sur, por no señalar el desarrollo que tenı́a la Geologı́a
y la Ingenierı́a de Minas en paı́ses como México, United
State Of America y en el continente Europeo.

URUGUAY - LOS AVANCES EN EL CONOCI-


MIENTO GEOLÓGICO.
Las primeras descripciones de nuestro territorio fue-
ron realizadas por los exploradores y naturalistas del Siglo
XVI, XVII y XVIII. Pero solo abarcaban las zonas coste-
ras, describiendo la topografı́a ribereña. Hernandarias fue
quién realizó las primeras observaciones del interior del
territorio de la entonces Banda Oriental. Posteriormente
comienzan a llegar al Virreinato del Rı́o de la Plata los pri-

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meros naturalistas y viajeros ilustrados que realizan des-
cripciones y observaciones de carácter cientı́fico. El nave-
gante Louis Antoine de Bougainville1 “...en su pasaje por
lo que llama “las Maldonadas” destaca muy a la pasada
la Isla de Lobos, “la guarnición” que “los españoles tie-
nen en un poblado” y señala que “se trabaja desde hace
algunos años en sus alrededores en una mina, pobre, de
oro...” 2 Félix de Azara llegó a Sudamérica en 1781 para
una misión de algunos meses comisionado por la Corona
de España y se quedará durante 20 años. Visitó la zona de
Sierra de Ánimas y Solı́s Chico, describió la hoy llamada
Cantera de Burgueño, en su libro Descripción e Historia del
Paraguay y del Rı́o de la Plata, de 1781.3 En su obra Voya-
ges dans l’Amérique méridionale, par don Félix de Azara, en
el capı́tulo II señala la existencia de cocos con cristales con
facetas en la zona de Maldonado y en el capı́tulo III hay
una breve descripción de minerales señalando la ubicación
de una mina de plata próxima a Montevideo. El naturalista
d’Orbigny4 realizó su viaje por América meridional entre
1826 y 1833. Desembarcó en Montevideo en 1826. En su
obra de nueve volúmenesVoyage dans l’Amerique Méridio-
nale, realiza numerosas observaciones geológicas y paleon-
tológicas, sobre Uruguay que serı́an publicadas en Tomo I
y III, (Parte 3 y 4) de su obra. Visitó Montevideo y Maldo-
nado, allı́ hace referencia a las rocas cristalinas de esas re-
giones. Arsène Isabelle era un naturalista de origen francés
1 Louis Antoine de Bougainville, conde de Boungainville, nació el
11 de noviembre de 1729 en Francia y murió el 20 de agosto de 1811.
Fue explorador, polı́tico y militar.
2 MARTÍNEZ CHERRO, L. Op. Cit. P. 38.
3 AZNAREZ, J. Op. Cit. P. 6.
4 Alcide Charles Victor Marie Dessalines d’Orbigny, nació en Fran-

cia el 6 de setiembre de 1802 y murió el 30 de junio de 1857. Fue


explorador, paleontólogo, malacólogo y naturalista.
que visitó el Uruguay en 1830 y realizó la primera ex-
cursión cientı́fica del Museo Nacional de Historia Natural
de Montevideo. Escribió sus observaciones en su célebre
obra Voyage à Buénos Ayres et à Porto Alegre, par la Banda
Oriental, de 1835. En el Siglo XIX los primeros escritos de
carácter cientı́fico sobre la Geologı́a del Uruguay provinie-
ron del cura Dámaso Antonio Larrañaga, escritos en 1819
y publicados recién en 1894. El texto Memoria geológica so-
bre la formación del Rı́o de la Plata, deducida de sus conchas
fósiles, escrita por los años 1819, fue impreso en los “Anales
del Museo Nacional de Montevideo.” Si bien Larrañaga ya
en su crónica ”Diario de viaje de Montevideo a Paysandú”
habı́a realizado algunas breves descripciones. Para culmi-
nar la reseña de la primera mitad del Siglo XIX, no pode-
mos olvidar los apuntes realizados por Charles Darwin en
su viaje en S. H. Beagle cuando visitó Uruguay. Walther
escribió un artı́culo destacando la precisión y calidad de
algunas de sus observaciones. La segunda mitad del Siglo
XIX estuvo signada por las publicaciones de H. Burmeister
de 1861, Twite y Creveaux. Con respecto a la expedición de
Twite el gobierno del Dr. Ellauri reunió a varios miembros
de la Asociación Rural del Uruguay “...contribuyeron con
una suscripción mensual para costear los gastos de una ex-
ploración geológica en la República, encargada á un natu-
ralista inglés recién llegado en aquella época, llamado Car-
los Twite.” 5 “La exploración se hizo siendo sus resultados
absolutamente negativos para la ciencia y para el progreso
del paı́s; ...” 6 Tal la muy polémica opinión de Justo Maeso.
El costo de la expedición fue de $ 4.297. En tanto Creveaux
publicó un corto artı́culo en 1876 en Francia. Realizó una
exposición sobre ciertos curiosos bloques a los que L. Agas-
5 MAESO, Justo. Las riquezas minerales del Uruguay. Op. Cit. P. 151.
6 Ídem. P. 151.
siz habı́a atribuido un origen glaciar.7 “Existen varios lu-
gares de la República bloques redondeados de rocas di-
versas perteneciente a la serie antecámbrica que muestra
porciones de su superficie notablemente pulidas, perfecta-
mente lisas y brillantes como lo serı́a un espejo convexo sin
forma definida, y que son capaces de reflejar, aunque im-
perfectamente, la luz del sol.” 8 Ameghino habı́a señalado
erróneamente que esto se debı́a al frotamiento del gana-
do. Walther habı́a sostenido la misma posición que debió
abandonar en 1933. “...J. Creveaux ya en 1876*, habı́a mos-
trado a propósito de los bloques redondeados y pulidos de
Independencia (La Paz), que adherı́an todavı́a a la roca del
fondo y que eran nada menos que erráticos; además, habı́a
notado que su pulimiento (sic) no podı́a ser atribuido , en
la mayorı́a de los casos, al frotamiento del ganado. Lo ex-
plicaba por la acción de las aguas en movimiento cargadas
de arena y guijos.” 9 Posteriormente, con la instalación de
la Cátedra de Geologı́a en la Facultad de Agronomı́a, el es-
tudio de la Geologı́a en Facultad de Ingenierı́a y la funda-
ción del Instituto Geológico y de Perforaciones, el conoci-
miento de la geologı́a uruguaya progresa tanto en cantidad
como en calidad. Ya entrado el Siglo XX Carl Guillemain10
realiza un importante trabajo. Allı́ “...señala por primera

7 LAMBERT, Roger. Estado actual de nuestros conocimientos sobre


la Geologı́a de la República Oriental del Uruguay. Montevideo: I.G.U.,
1941. Boletı́n No. 29. P. 25.
8 Ibı́dem.
9 Ibı́dem. Donde cita; *CREVEAUX, J. Faux blocs erratiques de la

Plata; prétendue période glaciaire d’AGASSIZ dans l’Amérique du Sud.


(Analyse). Bulletin de la Societé Géologique de France, (3), t. IV, 1876,
pág. 304-308, lám. VII.
10 GUILLEMAIN, C. ”Zur Geologie Uruguays”. En; Zeitschrift der

Deutschen Geologischen Gesellschaft. Bd. 63. Berlin: 1910, pág. 203-220,


3 fig., 1 carta.
vez los conglomerados glaciares por los cuales comienza la
formación Gondwana en el NE. de la República.” 11 “En el
Uruguay, el descubrimiento de los conglomerados glacia-
res de Itararé del valle superior del Arroyo Fraile Muerto
(Paso de Tı́a Lucı́a, departamento de Cerro Largo) es debi-
do a C. GUILLEMAIN. Nuevos yacimientos de misma es-
pecie fueron señalados por TERRA AROCENA en el valle
del Rı́o Negro (Paso Noble y Ramı́rez), en el lı́mite de los
departamentos de Durazno y Tacuarembó.” 12 El cientı́fi-
co alemán C. Guillemain, fallecido durante la 1era. Gue-
rra Mundial, cuando servı́a en filas del ejército germano,
habı́a emprendido un viaje de estudio de 7 meses, entre
los años 1907 y 1908 por Uruguay. Los resultados de ese
viaje se plasmaron en la publicación señalada. “Poco tiem-
po después K. WILLMANN*, en su tesis mostraba la exis-
tencia de rocas alcalinas en la serie cristalina del S.E.” 13
Walther realiza un análisis de estos trabajos en “Estudio
sobre el estado actual de la investigación geológica de la R. O.
U.” En 1915 K. Willmann en la obra citada señala la be-
lleza y variedad de las rocas eruptivas alcalinas de Pan de
Azúcar El primer ensayo donde se aporta una visión ge-
neral y abarcadora de la geologı́a del Uruguay se debe al
Dr. Karl Walther en “Lı́neas fundamentales de la estructura
geológica de la República Oriental del Uruguay”, editado en
1919 en la Revista del Instituto Nacional de Agronomı́a
de Montevideo. Allı́ realiza una descripción cientı́fica de
las diversas formaciones geológicas del paı́s, distinguien-
do tres grandes series de rocas:

11 LAMBERT, Roger. Op. Cit. P. 4.


12 Ídem. P. 34.
13 Ídem. P. 4. Donde cita; * WILLMANN, K. ”Zur Petrographie von

Uruguay”. Inaugural – Dissertation. München: 1915. 1 folleto, 29 pág.,


1 fig., 1 lám.
1. Zócalo cristalino

2. Formación Gondwana

3. Formación Neozoica.

LA ENSEÑANZA DE LA GEOLOGÍA EN EL URU-


GUAY.
En el proyecto de creación de la Universidad en 1849 se
proponı́a la fundación de la Facultad de Ciencias Natura-
les, diversas dificultades impidieron su concreción. Entre
1849 y 1885, la Universidad contaba con tres centros don-
de se ejercı́a la actividad docente:
La Sección Preparatoria

La Facultad de Derecho

La Facultad de Medicina.
Es en la Sección Preparatoria donde se ubican “...los pri-
meros antecedentes de enseñanza sobre Geologı́a a nivel
universitario, y dentro de la Sección Preparatoria en el au-
la de Geografı́a.” 14 Geografı́a se instituye en 1862 y su pri-
mer titular fue el estudiante Ángel Floro Costa. En 1865
Floro Costa fue sustituido por Ernesto Prosper. Este daba
mayor importancia a la Cosmografı́a que a la Geografı́a.
Esta forma de concebir el curso levantó duras crı́ticas, Ma-
nuel B. Otero propone cambiarle la orientación al curso en
la década de 1870, acentuando la Geografı́a Fı́sica y en es-
pecial la Geologı́a.15 En 1881 el Presidente Vidal aprueba
un decreto creando la Cátedra de Mineralogı́a “...aplicada
14 VAZ CHAVEZ, N. Impulso y desarrollo. Op. Cit. P. 12.
15 Ibı́dem.
a las artes y manufacturas.” en la Universidad mayor de la
República. Esta creación se realiza en tanto “...no sea posi-
ble complementar debidamente la enseñanza de las cien-
cias de Mineralogı́a y Geologı́a...” Se procura una orien-
tación hacia la producción. “El profesor de dicha cátedra,
cuidará especialmente de concentrar sus estudios y diser-
taciones, sobre todos los productos del reino mineral des-
cubierto hasta ahora en el paı́s, con las meestras (sic) á la
vista, dando á sus enseñanzas un carácter esencialmente
práctico y de aplicación industrial.” 16 El 12 de agosto de
1911 se aprueba la modificación del plan de estudios de
la Escuela de Agronomı́a, y allı́ figura la materia Ciencias
Geominerales en 3er. año de la Escuela Agraria.17 En una
disposición sustitutiva del Art. 50 del Reglamento de Fa-
cultad de Matemáticas, se establece el dictado de Minera-
logı́a y Geologı́a Aplicadas en dicha Facultad.18 En 1908
Walther se hace cargo de la Cátedra de Geologı́a del Ins-
tituto Nacional de Agronomı́a, luego Facultad de Agro-
nomı́a. En el Presupuesto del Instituto en 1915 aparece un
Catedrático de Geologı́a con un sueldo de $ 1.800.19 Walt-
her concibe la enseñanza de la geologı́a basada en tres as-
pectos. En primer lugar el aspecto puramente teórico, sus-
tentado en el dictado de las clases y en la profundización
bibliográfica. En segundo lugar lo que él llamaba la en-
señanza intuitiva basada en modelos, y en la observación
de colecciones de rocas y minerales. Un tercer aspecto re-
ferido a las observaciones de campo. Cuando Walther asu-
me su Cátedra de Geologı́a y Mineralogı́a en la Facultad
16 MAESO, Justo. Las riquezas minerales del Uruguay. Op. Cit. Pp.
146-147. Decreto de 3 de diciembre de 1881.
17 ARMAND UGON, E. Op. Cit. Tomo 31. P. 456.
18 Ídem. Tomo 35. Pp. 204 -209.
19 Ídem. Tomo 37. Pp. 65 a 111. Ley 5210 de 5-4-1915.
de Agronomı́a y Veterinaria de la UdelaR se queja de la
falta de previsión muy uruguaya. Las colecciones y mo-
delos solicitados por él fueron recibidos el 2 de Octubre
de 1908, es decir, al finalizar el año lectivo. “Hubiera si-
do mejor si los modelos y las colecciones indispensables
se hubiesen adquirido mientras el catedrático permanecı́a
aún en Europa, Alemania, de donde proceden. No es, pues
culpa del profesor, la falta de enseñanza intuitiva necesa-
ria.” 20 Podrı́amos preguntarnos porque no contar con co-
lecciones de materiales nacionales. “Para una buena ins-
trucción geológica, es indispensable contar con materiales
de demostración, que, a decir verdad, sólo en muy limita-
da cantidad y de bastante pobre calidad puede encontrarse
en el Uruguay.” 21 En cuanto a las observaciones de campo
están destinadas a completar el estudio teórico, libresco, y
de las colecciones, y por otro lado a profundizar dichos es-
tudios. “El aficionado de nuestra ciencia debe intentar de
contralorear lo aprendido en el libro aplicándolo al paraje
respectivo, y recoger personalmente una buena cantidad
de muestras para darse cuenta si son de valor didáctico o
no. No hay que olvidar todos los minerales o rocas perte-
necientes a una colección, representan individuos arranca-
dos de su ambiente. La historia o por lo menos, una parte
de la historia, vale decir, la génesis del mineral, depende
del ambiente o, como decimos, yacimiento geológico.” 22
La excursión geológica al campo debe suponer dos tipos de
observación. En primer lugar la mirada al paisaje. “No hay
20 WALTHER, Karl. “Geologı́a y Agrologı́a. Invitación a la Coopera-
ción”. En; Revista de la Sección Agronomı́a de la Universidad de Monte-
video. Montevideo: 1908. N° IV, Diciembre. Pp. 265, 266. (Informe del
Curso dictado en 1908). P. 265.
21 WALTHER, Karl. La excursión geológica. Su preparación y realiza-

ción. Montevideo: Sociedad Linneana de Montevideo, 1939. P. 7.


22 Ídem. Pp. 5 – 6.
que olvidar que el carácter del paisaje permite, tantas ve-
ces, llegar a conclusiones importantes sobre la estructura
geológica.” 23 En segundo lugar observar las caracterı́sticas
y la potencia de los estratos. “Será nuestra primera actitud
llevar a los jóvenes estudiantes de geologı́a fuera de la ciu-
dad y subir con ellos las laderas del valle, para que ellos
mismos hojeen las páginas del tomo correspondiente de
la historia geológica, empezando la lectura como en el he-
breo, por el final del libro, de acuerdo con los sedimentos
más antiguos localizados en el fondo del valle. En la mano
el mapa y el martillo, ascendemos por sendas en lo posible
perpendiculares a las curvas de nivel (con el fin de darnos
cuenta exacta de la potencia de los diversos estratos) hasta
la altiplanicie que se eleva sobre el valle.” 24 El Dr. Walther
pudo observar que la enseñanza de la geografı́a en el Uru-
guay se ocupaba exclusivamente de las formas de la super-
ficie, de la red fluvial del paı́s y de la costa. Se trataba de
una enseñanza puramente descriptiva y no explicativa. A
efectos de subsanar estos problemas redactó y publicó en
1924 “Estudio geomorfológicos y geológicos – Base de la geo-
grafı́a Fı́sica del Paı́s.” Ası́ fue recordado el Dr. Walther por
el delegado del orden estudiantil, Br. César Arturo en oca-
sión del homenaje realizado por la Facultad de Agronomı́a
el 11 de Octubre de 1944. “Supo comprender el Dr. Walt-
her que la formación del profesional del mañana, abarca
2 puntos fundamentales: la instrucción y la educación. La
una, que forma la inteligencia, la otra, que constituye la
voluntad. [...] Hace ya muchos años que su actividad asom-
brosa da frutos magnı́ficos, generosamente ofrecidos. Tan

23 Ídem. P. 19.
24 WALTHER, Karl. La estructura geológica de los alrededores de Mon-
tevideo. Montevideo: Sociedad Linneana de Montevideo, 1935. Pp. I
-II
modesto como sabio, gusta vivir en el silencio, y en indife-
rencia casi, por el elogio y la aprobación extrañas, acumu-
lando sı́, su dorada cosecha, acumulando la rica simiente
de sus campos ubérrimos y dadivosos.” 25 En 1930 Terra
Arocena señala que además de las dificultades de orden
económico para atraer los jóvenes al campo de las cien-
cias y especı́ficamente de la Geologı́a, puede existir una
ausencia real de vocaciones cientı́ficas. “...cosas que no de-
be sorprender en un medio como el nuestro en que no se
cultiva en absoluto entre los jóvenes la tendencia ó me-
jor dicho la preferencia que manifiestan desde temprano
por determinadas disciplinas y que, sometiendoseles den-
tro del régimen de enseñanza secundaria actual a una úni-
ca preparación indiferenciada, se les encausa fatalmente
hacia las profesiones liberales, con la perdida lamentable
de muchas vocaciones cientı́fica.” 26

CONTRIBUCIÓN DEL INSTITUTO DE GEO-


LOGÍA Y PERFORACIONES AL CONOCIMIEN-
TO GEOLÓGICO.
Ya hemos hablado de las investigaciones realizadas por
el I.G.P., sin embargo cabe recordar que estas pesquisas
fueron publicadas en el Boletı́n que editaba el Instituto.
En los dos primeros Boletines se publican trabajos de Rolf
25 ARTURO, César. ”Discurso del Delegado estudiantil, Br. César Ar-

turo., Discurso pronunciado el 11 de Octubre en el homenaje al Dr.


Karl Walther y al Ing. Cayetano Carcavallo”. En; Revista de la Facul-
tad de Agronomı́a. Montevideo: Facultad de Agronomı́a, 1944. N° 38,
Noviembre. P. 12.
26 TERRA AROCENA, E. Nota al Sr. Ministro Dr. Edmundo Castillo.

No. 152/1930. Montevideo: I.G.P., mayo de 1930. As. Sobre contrata-


ción de geólogos extranjeros. (Museo Geominero del Uruguay - DINA-
MIGE)
Marstrander dedicados; uno, al estudio de los mármoles
de Carapé. En tanto el otro es un extenso informe de ri-
quezas minerales del Uruguay. El trabajo sobre los recur-
sos minerales del Uruguay publicado en 1915, en el Boletı́n
No. 2, se basa en testimonios de informantes calificados,
como en observaciones del autor. No toda la información
fue comprobada. “Tampoco puede considerarse como li-
bre de errores, puesto que muchos de los datos provienen
de informes de particulares y de compañı́as. Todas las pu-
blicaciones de que se ha podido disponer han sido cuida-
dosamente estudiadas y sólo se han usado para el mapa
las informaciones más dignas de confianza.” 27 Sin embar-
go ese trabajo tuvo un gran valor. Durante años fue la re-
ferencia nacional e internacional en cuanto a los recursos
minerales que albergaba el territorio de la República. Lue-
go Llambı́as de Olivar publica informes relativos a viajes
realizados a Rı́o Grande, Brasil, con Arrojado do Lisboa
para observar los yacimientos de carbón. Junto a estos se
encuentran otros escritos vinculados al tema de los yaci-
mientos carbonı́feros. El mismo Llambı́as realiza un estu-
dio de los minerales de manganeso en el Uruguay. Walther
publica sobre diversos temas; en primer lugar sobre los re-
sultados de las perforaciones en busca de carbón piedra
en Cerro Largo; también lo hace sobre rocas basálticas en
la formación Gondwana; sedimentos del Cretácico Supe-
rior y Triásico en Uruguay, entre otros. A partir de 1924
los trabajos de investigación llevados adelante por el Ins-
tituto toman un nuevo ritmo y se organizan de modo dife-
rente por lo que los descubrimientos se suceden. En 1926
Terra Arocena escribió sobre .el piso de Itararé los sedi-
2

mentos marinos de Rincón de Alonso. Según Roger Lam-


27 MARSTRANDER, R. “Informe preliminar sobre las riquezas mi-
nerales de la República Oriental del Uruguay.” Op. Cit. P. 4.
bert “La primera mención del Devónico del Uruguay se
debe al Ing. E. Terra Arocena.” 28 “En 1926, una perfora-
ción afortunada muestra la presencia de capas devónicas
en el subsuelo del Uruguay: Cf. E. TERRA AROCENA*;
las mismas hiladas fosilı́feras fueron posteriormente reco-
nocidas en el afloramiento.” 29 Estos sondeos de 1926 se
realizaron en Isla González, con motivo de estudios pre-
liminares para el aprovechamiento hidroeléctrico del Rı́o
Negro. Revelaron la presencia del devónico inferior en la
región central del Uruguay.30 “Sigue a estos descubrimien-
tos el de unos restos de vertebrados coleccionados por D.
Alejandro BERRO en Soriano (1927) que resultan ser por
el examen que de ellos hace F. VON HUENE, huesos de
dinosaurios, hecho importante que permite fijar la edad
cretácica superior de unas areniscas, de gran desarrollo en
el oeste del territorio, atribuidas hasta entonces al tercia-
rio. Más tarde al descubrir el Ingeniero J. AZNÁREZ en
Guichón, nuevos restos de vertebrados estudiados por D.
C. RUSCONI y por Dr. VON HUENE el avance se marca
aún más por el hecho de poder distinguirse, dentro del
cretácico superior, una nueva subdivisión.” 31 Falconer co-
mienza en el Boletı́n No. 12 (1931) la publicación de sus
28 LAMBERT, Roger. “Notice Explicative d’une Carte Géologique des

Terrains Sédimentaires et des Roches Effusives du Département de


Durazno.” En; Boletı́n. Montevideo: I.G.U., 1939. No. 25a. Diciembre
1938. P. 10.
29 LAMBERT, Roger. “Estado actual de nuestros conocimientos sobre

la Geologı́a de la República Oriental del Uruguay.” En; Boletı́n. Monte-


video: I.G.U., 1941. No. 29, Noviembre 1940. P. 5 donde cita; *TERRA
AROCENA, E. “El piso Itararé y los sedimentos marinos de Rincón
de Alonso”. Revista de la Asociación Politécnica del Uruguay, Año XX,
1926, Nos. 217 a 219 de Mayo a Julio.
30 TERRA AROCENA, Eduardo. “Prologo” en LAMBERT, Roger. Op.

Cit. P. VII
31 Ibı́dem.
estudios sobre la formación Gondwana. El conocimiento
de la región Gondwánica fue el resultado de las investi-
gaciones iniciadas y organizadas por Terra Arocena y las
llevadas a cabo por J. Falconer y Rey Vercesi entre 1929 –
1933. Además de “...las investigaciones adicionales en el
Departamento de Durazno por el Ing. J. H. CAORSI du-
rante 1933-35; 3), los resultados de los sondeos dentro de
la zona, hechos durante los años 1919-33...” 32 Los estudios
de Falconer logran aclarar rápidamente la estratigrafı́a de
los terrenos gondwánicos hasta entonces bastante confu-
sa. “Culmina éste su colaboración en el Instituto con el
magnı́fico documento que es su monografı́a de “La Forma-
ción de Gondwana en el Nordeste del Uruguay” (1935).” 33
John D. Falconer investigó la región nordeste del paı́s en
tanto James Mac Millan los hace en la zona meridional.
“Es por otra parte, gracias a las excelentes memorias ex-
plicativas del Dr. Falconer que puede iniciarse en 1930 la
publicación de la serie de mapas geológicos departamen-
tales.” 34 Igualmente importantes son los trabajos de Mac
Millan. “No son menos interesantes, los resultados obte-
nidos, en la región cristalina, por el Ing. MAC MILLAN y
sus trabajos señalan también avances apreciables en el co-
nocimiento de esas antiguas y complejas formaciones que,
en realidad, nunca habı́an sido objeto hasta entonces de
investigaciones sistemáticas.” 35 Mac Millan divulga su in-
vestigación sobre la región aurı́fera del Departamento de
32 FALCONER, J. D. “La formación de Gondwana en el Nordeste del
Uruguay. Con referencia especial a los terrenos eogonwánicos.” En;
Boletı́n. Montevideo: I.G.U., 1937. No. 23. P. 5.
33 LAMBERT, Roger. “Estado actual de nuestros conocimientos so-

bre la Geologı́a de la República Oriental del Uruguay.” En; Boletı́n.


Montevideo: I.G.U., 1941. No. 29, Noviembre 1940. P. VIII.
34 Ídem. P. VIII.
35 Ibı́dem.
Rivera. Por tres años el Ing. Mac Millan fue colaborador
de I.G.U. y antes de partir a Ontario reunió todos los da-
tos, los que fueron comunicados en informes parciales a la
Dirección del Instituto y en una memoria. El conocimiento
de las rocas ı́gneas y metamórficas creció por un lado con
el aporte de J. Mac Millan, “...por otro lado el aporte pe-
trográfico y petrológico de alto nivel cientı́fico de Walther,
legado a nosotros a través de un sinnúmero de publicacio-
nes, donde llama la atención la existencia de concepciones
originales que son válidas actualmente.” 36 El Ing. Cánepa
señala que los “...estudios geológicos realizados en forma
tan encomiable por su prolijidad y buen método, por el
Instituto Geológico del Uruguay, que están condensados
en el Mapa Geológico en escala 1:750.000 editado para el
28 Congreso Panamericano de Ingenierı́a de Minas y Geo-
logı́a celebrado en Rı́o de Janeiro en, octubre de 1946, son
de gran utilidad para servir de base, y permitir un pro-
greso rápido en los estudios geológicos y especializados
que habrá que realizar en toda la cuenca uruguaya de Pa-
raná, con el objeto de dilucidar sus posibilidades petrolı́fe-
ras.” 37 Como se puede observar el viejo Instituto de Geo-
logı́a y Perforaciones albergó cientı́ficos de primera lı́nea.
Luego de unos primeros pasos inseguros, como los que da
cualquier criatura que comienza a caminar y de la escasez
de recursos económicos de los primeros tiempos, el Insti-
tuto se afianza. Casi doce años después de la fundación del
Instituto de Geologı́a y Perforaciones la producción de co-
nocimiento original comienza a desarrollarse a ritmo ace-

36 WALTHER, Karl. “Nota sobre algunos resultados de la investiga-


ción geológica del paı́s obtenidos en los años 1918. 28 en parte no
publicados aún”. P. 25.
37 CÁNEPA, E. Informe técnico sobre petróleo presentado a ANCAP. Op.

Cit.
lerado. Esto se debe al diseño de una organización diferen-
te, sistemática y metódica de la investigación. Es el I. G. P.
la usina cientı́fica en materia geológica por excelencia de
la República. Ese conocimiento por otra parte tiene una
vinculación directa con la producción económica y con las
necesidades sociales. En 1962 al cumplirse 50 años de la
creación del Instituto de Geologı́a y Perforaciones, enton-
ces I. G. U., su director el Ing. Juan Caorsi en su discurso
de conmemoración decı́a: “...puede afirmarse que la labor
cumplida en este perı́odo, ha perseguido el conocimien-
to de los caracteres y la distribución de los grandes gru-
pos de terreno, para orientar luego, sobre base firme, las
investigaciones de finalidad práctica, tendientes al apro-
vechamiento de la riqueza del sub-suelo.” 38 Decı́a luego
que los técnicos del Instituto colocaban el interés cientı́fi-
co por encima de cualquier otra consideración. Para que
tanto la sociedad como el individuo, “el hombre común”
como el paı́s, puedan aprovechar esos recursos del subsue-
lo en forma “más práctica y conveniente”. Esa tarea diaria
era realizada “...en condiciones inhóspitas, viviendo, tan-
to los técnicos como el personal especializado, en carpas y
alejados de centros urbanos, debe conocerla el pueblo, por-
que, al fin de cuentas para él se labora.” Esta aplicación en
estudio e investigación -decı́a Caorsi- dieron la base a la
confección del mapa geológico como de los mapas depar-
tamentales.

38 CAORSI, Juan.Los 50 años del Instituto Geológico del Uruguay. Dis-


curso pronunciado el 22 de Octubre de 1962, en Montevideo. (Biblio-
teca - DINAMIGE)
Parte V

RESUMEN Y
CONCLUSIÓN

495
Figura 14.1: I. G. U. Perforación para agua subterránea No. 153-3.
Punta del Este E.G. N° 19. Foto en Museo Geominero del Uruguay
- DINAMIGE.
Capı́tulo 15

CONSIDERACIONES
FINALES

En los albores de nuestra historia asistimos a la explo-


tación de minerales no metálicos, particularmente calizas
y granitos. Posteriormente existieron algunas explotacio-
nes muy rudimentarias y artesanales de plomo y oro, de los
cuales no han quedado mayores registros. Entre de 1810 y
1830 durante más de 20 años la región se vio conmovida
por los enfrentamientos militares. Luego de una breve paz
continuaron las luchas civiles en la recientemente funda-
da República. Esta situación generó todas las condiciones
para impedir cualquier inversión importante en minerı́a.
Pero finalizada la Guerra Grande (1839-1851), Uruguay
camina lentamente hacia la modernización capitalista. En
la segunda mitad del S. XIX arriban al paı́s las primeras
inversiones inglesas. En el caso de la minerı́a metálica los
capitales ingleses junto a los franceses, brasileños y en me-
nor medida capitales nacionales se asientan fundamental-
mente en Minas de Corrales y zonas vecinas. Estas grandes
compañı́as comienzan a explotar oro, fundamentalmente

499
en galerı́as. Esta experiencia se va a extender entre 1867 y
1916. La explotación la llevan adelante técnicos europeos
con el soporte de tecnologı́a de primer nivel. Era la mis-
ma tecnologı́a utilizada en los centros mineros más desa-
rrollados del mundo. En ese sentido podemos afirmar que
existió cierto nivel de transferencia tecnológica desde esos
centros. Sin embargo esa tecnologı́a al ser producida en el
exterior, en los paı́ses centrales, dejó al paı́s preso de la
necesidad de importar repuestos, insumos y nueva tecno-
logı́a desde esos mercados. Junto con los capitales extran-
jeros arribó también una forma diferente para el Uruguay
de estructurar la organización de la producción. Es decir
se concibe esa organización del trabajo de acuerdo a for-
mas capitalistas de producción moderna. Idéntica situa-
ción se vivió en torno a la explotación de granitos y arena
especialmente en la zona del Oeste del Uruguay. En este
caso si bien hubo una participación mayor de capitales na-
cionales, no estuvieron ausentes capitales ingleses, argen-
tinos y en mı́nima medida alemanes. El aporte del capi-
tal nacional se volcó esencialmente a la explotación de no
metálicos, granitos, calizas y arena. En esta área fue exi-
toso en términos generales. A fines del Siglo XIX se pro-
duce a nivel mundial un desplazamiento de la explotación
de los metales preciosos (oro, plata), por los industriales.
Durante la primera mitad del Siglo XX esta tendencia se
consolida. En Uruguay como en el resto del mundo la ex-
ploración en busca de estos minerales, insumos básicos de
la industria como (Cu, Pb, Fe, Mg y carbón) desplazó el
centro de interés de la antigua minerı́a colonial basada en
la producción de oro y plata, hacia la búsqueda de otros
minerales. Ası́ surgen estudios sobre el hierro y el manga-
neso, por ejemplo. A su vez para mover la naciente indus-
tria era necesario minerales energéticos. En paı́ses como
Uruguay totalmente dependientes del abastecimiento ex-
terno de carbón y petróleo, era crucial iniciar la búsqueda
de estos elementos en su territorio. Ası́ ocurrió. El Estado
tuvo fuertes intenciones en concretar esta búsqueda. Pe-
ro como decı́a Real de Azúa, en Uruguay el impulso lle-
va intrı́nseco su freno. Se fundaron institutos (Instituto de
Geologı́a y Perforaciones) se nombraron comisiones (Co-
misión para el Estudios de los Terrenos Permo-Carbonı́fe-
ros). Se comenzaron a realizar esos estudios, pero estas ac-
ciones naufragaron en algunos casos por falta de recursos.
Para ahogar una iniciativa nada mejor que dejarla morir de
inanición y eso se hizo. En otros casos, frente a las fuertes
crı́ticas de las “clases conservadoras” como se autodeno-
minaban, las autoridades de esos institutos debieron jus-
tificar su existencia. En cuanto a la promoción de la mi-
nerı́a, desde el Estado se llevaron adelante acciones que
tendieron a impulsar el desarrollo de esta industria duran-
te el perı́odo que estamos estudiando. Entre estas acciones
podemos señalar; el establecimiento de un marco jurı́dico
mediante la aprobación del Código de Minerı́a y otras le-
yes. En realidad el contexto jurı́dico ya se habı́a establecido
en el Siglo XIX, lo que se hizo fue mantenerlo, respetarlo
y modernizarlo. En otro plano y más allá de las diatribas
del batllismo contra el capital extranjero, léase inglés, se
otorgaron franquicias para la instalación y equipamiento
de la industria minera. Estas franquicias fueron aprove-
chadas especialmente por empresas de capitales extranje-
ros. Otro aspecto que desarrolló el Estado, fue la contri-
bución al conocimiento geológico del territorio nacional,
a partir de las investigaciones de los técnicos del Instituto
de Geologı́a y Perforaciones. La minerı́a fue altamente de-
mandante de mano de obra durante este perı́odo. Aunque
a finales del mismo, la introducción de avances tecnológi-
co en las canteras y minas, ası́ como cambios en la tecno-
logı́a de la construcción e ingenierı́a civil, comenzaron a
reducir fuertemente esta demanda. Esa mano de obra era
mayoritariamente extranjera, europea. También los técni-
cos procedı́an de Europa, Australia y U.S.A. El propio Esta-
do contrataba sus técnicos en el exterior. Muy tardı́amente
comenzaran a formarse geólogos universitarios en el Uru-
guay. Esto también contribuyó a modelar la industria. Mi-
nas y canteras aglomeraron gran cantidad de trabajadores,
que superaron con creces muchas de las nacientes indus-
trias ubicadas en la capital. Esa aglomeración se producı́a
en lugares que muchas veces no contaban con una gran ur-
be en las proximidades. Los enfrentamientos entre capital
y trabajo estuvieron a la orden del dı́a y muchas veces se
saldaron con sangre como en Colonia. Más allá de la apo-
logética construcción discursiva que la historiografı́a na-
cional ha edificado en torno al batllismo, lo cierto es que a
la hora de la verdad cada uno ocupó su lugar tradicional.
A pesar de su discurso el Estado en situaciones crı́ticas co-
locó todo su poder del lado empresarial volcando la balan-
za. Los testimonios abundan en Piriápolis, en Colonia, en
el Paso Molino (Montevideo), en Minas de Corrales, etc. La
minerı́a modeló el paisaje de muchas zonas del paı́s, con la
generación de relieves negativos y destrucción de paisajes
hermosos. Produjo la transformación del paisaje costero
como señala Da Silva. Tal el caso de los lagos de Carras-
co en Montevideo, las costas de Colonia y Costa de Oro en
Canelones. Los emprendimientos mineros poco o nada se
han preocupado de restituir los paisajes afectados, parti-
cularmente se notan las consecuencias cuando se abando-
na la cantera o la mina. Sin embargo en el perı́odo que es-
tamos estudiando la conciencia general sobre estos aspec-
tos ambientales era muy limitada. Se reducı́a a pequeños
cı́rculos naturistas, vinculados a los anarquistas, los que
tampoco cuestionaban en especial la minerı́a, sino el siste-
ma capitalista en general y la cultura dominante en parti-
cular. El naturismo profesado especialmente por algunos
grupos anarquista, aunque no exclusivamente, apuntaba
más al disfrute de la naturaleza y a establecer una nueva
relación entre el hombre y su medio que a una preocupa-
ción de raigambre ecologista, como entendemos el término
hoy dı́a. Eso no podı́a ser de otro modo. Juzgar lo ocurrido
con la minerı́a del oro y el uso del mercurio por ejemplo,
con criterios morales, cientı́ficos y ambientales de hoy re-
sulta anacrónico. El Estado estableció algunos lı́mites a la
explotación minera desde que se comenzó a legislar. Los
Art. 6º al 9º de la Ley 807 son un claro ejemplo de esta
preocupación por evitar el impacto ambiental en las aguas
superficiales y las ciudades y pueblos con los residuos de
la minerı́a. Del mismos modo ocurrió con la explotación
de granitos, caliza y arena. La minerı́a contribuyó al es-
tablecimiento y asentamiento de poblaciones que luego se
transformaron en pueblos, villas y ciudades. De esto ya di-
mos ejemplos elocuentes. Durante el perı́odo que nos ocu-
pa la minerı́a no tuvo un gran desarrollo, por momentos
estuvo estancada o en crisis. El mayor desarrollo se dio en
la explotación de minerales no metálicos, especialmente
los destinados a la construcción. Esto aumentó significati-
vamente con la presencia de la fábrica de portland.
CONCLUSIONES

Algunas de las hipótesis formuladas en el proyecto de


investigación fueron comprobadas, otras en cambio no pu-
dieron ser constatadas, ni surge su comprobación a partir
del fuentes compulsadas. He aquı́ el detalle.
Primera hipótesis: La minerı́a se inserta en el proyecto in-
dustrializador autónomo que representa el Batllismo y que im-
plicarı́a la búsqueda de minerales metálicos y energéticos para
sostener la industria pesada.
Con respecto a la primera hipótesis podemos afirmar que
el batllismo procuró integrar la minerı́a en su proyecto
industrializador, buscó hacerlo a través de diversas ins-
tancias institucionales Como el Instituto Geológico y de
Perforaciones, la Comisión del Carbón o el Instituto de
Quı́mica Industrial. Esa integración al proyecto industria-
lizador del batllismo estuvo dada también por la inten-
ción manifiesta de impulsar y fomentar esta industria. Esa
voluntad se plasmó en el otorgamiento de diversos tipos
de franquicias impositivas para las empresas mineras por
parte del Estado. Sin embargo esto no se logró. En parte
por las propias caracterı́sticas del territorio uruguayo y en
parte por el tipo de recursos que contiene. Pero también
por el fracaso del proyecto de industrialización del batllis-
mo.
Segunda hipótesis: En tanto la visión predominante es la

505
del sector agropecuario, podrı́a entenderse a la minerı́a como
generadora de agrupamientos obreros, con su corolario de or-
ganización y luchas sociales. Podrı́a ser el obrero minero un
contra-ejemplo pernicioso que afecte o altere la tradicional re-
lación peón–estanciero e “influenciar” al peón rural con su
cosmovisión. Todo lo cual alimenta la férrea oposición del pro-
pietario rural a cualquier emprendimiento minero.
Con respecto a la segunda hipótesis no se comprobó. En el
material compulsado no pudimos establecer que existie-
ra contacto fluido entre peones rurales y obreros mineros
organizados. Lo que sı́ se puede poner en duda es que los
obreros ejercieran algún tipo de influencia ideológica y or-
ganizativa sobre los peones rurales. No advertimos la exis-
tencia de ningún movimiento campesino con reivindica-
ciones para sı́, ni prensa propia que exprese reivindicacio-
nes de peones rurales. Por lo tanto sı́ la influencia polı́ti-
ca, ideológica y organizativa desde los obreros hacia los
peones rurales no existió, es lógico que tampoco existiera
una expresión de ese “peligro” en el discurso del propieta-
rio rural. Sin embargo podemos decir que la preocupación
existió. Basta recordar los discurso de Irureta Goyena (ya
citados) donde refiere el peligro de que el obrero indus-
trial contagie su ideologı́a y agitación al peón rural. Tam-
bién hay que notar que los momentos de grandes concen-
traciones obrera en torno a la mina o la cantera fueron en
la última mitad del Siglo XIX. En los comienzos del Siglo
XX la minerı́a empieza a declinar salvo en algunos rubros
muy especı́ficos como el granito. Al final del perı́odo a es-
tudio se producen cambios tecnológicos que disminuyen
la cantidad de mano de obra utilizada, por lo tanto la con-
centración de obreros.
Tercera hipótesis: La minerı́a con su forma de explotación
contribuyó a destruir parte del campo y contaminar el am-
biente en tanto con su maquinaria pesada genera la polución
de rı́os y arroyos, con sus explosiones que asustan el ganado y
reduce la producción de leche, etc.
La tercera hipótesis enunciada es difı́cil de evaluar. La ley
previó ciertos criterios mı́nimos de resguardo y regula-
ción ambiental para las zonas donde se realizaban explo-
taciones mineras. Existı́a la prohibición expresa de explo-
tar minas o canteras en centros poblados o próximos a
ellos. También se prohibı́a arrojar residuos peligrosos en
rı́os o arroyos que alimentaban de agua a poblaciones. De
todas formas los controles eran prácticamente inexisten-
tes. En cuanto a la suposición de que la explotación mine-
ra destruyó tierras apropiadas para el uso agrı́cola pode-
mos señalar que: las grandes explotaciones fueron las de
oro, granitos, arena y posteriormente calizas. Con respec-
to al oro, las minas se ubican especialmente en la región
de Minas de Corrales, Cuñapirú y Santa Ernestina en la
llamada “Isla cristalina riverense”, con suelos arenosos de
calidad inferior y fertilidad media. Son por tanto terrenos
muy poco apropiados para la agricultura, si bien se practi-
ca ganaderı́a en realidad son terrenos poco favorable para
esa actividad con pasturas débiles. La “Isla cristalina ri-
verense”, está constituida por gneises, granitos, cuarcitas,
etc. con presencia relativamente abundante de mineral de
manganeso, y en menor medida de hierro y de oro. Las ex-
plotaciones de granitos se ubican mayormente en Colonia,
Maldonado y Canelones. En todos los casos el granito que
se explotaba era el que afloraba. En Maldonado las cante-
ras se ubicaban en Piriápolis en los cerros allı́ ubicados,
en La Paz, Departamento de Canelones podemos apreciar
hoy con toda claridad como aflora el granito. Si bien en es-
te último caso las canteras están rodeadas de viñedos, los
afloramientos granı́ticos hacı́an imposible cualquier tipo
de agricultura. Un caso similar se da en el Departamento
de Colonia. Finalmente en el caso de las calizas las prin-
cipales explotaciones se encontraban en el Departamento
de Lavalleja y Maldonado. En Lavalleja las canteras más
grandes se ubican sobre las serranı́as. Por todo lo dicho se
puede inferir que la mayor parte de las tierras dedicadas
a la minerı́a eran de nula o baja productividad agrı́cola y
mediano potencial ganadero. Respecto a la utilización de
maquinaria pesada esta era limitada. En general se trata-
ba de ferrocarril de trocha angosta, grúas a vapor, tritura-
doras y a finales del perı́odo comienza la introducción de
maquinaria que funcionaba a gasoil. Era escasa la utiliza-
ción de martillos neumáticos. Por tanto es plausible que
existiera cierto impacto sonoro, partı́culas suspendidas en
el aire producto de las voladuras arrastradas por el vien-
to. Es muy visible actualmente las lagunas que se han for-
mado en las viejas canteras abandonadas. Basta para ello
recorrer La Paz, Las Piedras, Colonia, etc. Pero lo más pe-
ligroso y durable tal vez haya sido la contaminación de
arroyos con mercurio. Es un metal utilizado en la minerı́a
del oro. Hasta hace muy pocos años mineros artesanales
seguı́an utilizando esta tecnologı́a sin ningún cuidado. El
mercurio es un metal pesado capaz de desplazarse grandes
distancias una vez liberado en la atmósfera. Puede asentar-
se en rı́os y arroyos, donde una vez en contacto con el agua
forma el metilmercurio. De esta forma puede pasar a los
peces, donde se acumula sin que les produzca la muerte,
puede también pasar a otros animales. Luego a través de
estos al hombre. El metilmercurio es una fortı́sima neu-
rotoxina que afecta el sistema nervioso, riñones e hı́gado.
Provoca trastornos mentales y daños en el sistema motor,
sistema reproductor, en el habla, la visión y el oı́do. La
contaminación es posible por contacto con la piel o inhala-
ción de los gases. El mercurio no desaparece del ambiente,
por el contrario aumenta su poder con el paso del tiempo.
Cianuro es un quı́mico de alta toxicidad. Su efecto cróni-
co, producido por exposición a bajas dosis, se prolonga en
el tiempo generando problemas cardiovasculares, respira-
torios, neurológicos, gastrointestinales, endocrinológicos y
reproductivos. La dosis letal es de 0,3 gramos. El método
de lixiviación, el más usado en la minerı́a del oro y otros
metales a gran escala, también emplea grandes cantidades
de agua, que es contaminada e irrecuperable. La Declara-
ción de Berlı́n firmada por varios cientı́ficos en el año 2000
establece con claridad que:
1) la tecnologı́a necesaria para la seguridad está disponible
en forma limitada, por lo que no se garantiza la seguridad
en la mina.
2) El análisis de los ecosistemas en los sitios donde hay mi-
nas de oro que utilizan el proceso del cianuro demuestran
que, en zonas tropicales y subtropicales, hay una ocurren-
cia periódica de crisis. La tecnologı́a existente no permite
manejar estas crisis.
Como se puede advertir esta declaración fue realizada 74
años después que finalizaran las explotaciones de oro que
estamos estudiando y que utilizaron el método de lixivia-
ción por cianuro desde 1911. Por amplia mayorı́a, los eu-
rodiputados dictaron una resolución que cuestiona dura-
mente la extracción de minerales con cianuro. Advirtieron
sobre los riesgos para la salud y el ambiente. Y pidieron
la “prohibición total” del uso del cianuro en los 27 Esta-
dos miembro. La resolución fue aprobada con 488 votos a
favor, 57 abstenciones y 48 votos en contra. La propues-
ta fue presentada a fines de abril de 2010 por el húngaro
János Áder y el rumano László Tokés. El Parlamento Euro-
peo es el único órgano elegido por los ciudadanos comu-
nitarios. El 5 de mayo fue rechazada por la Comisión Eu-
ropea órgano ejecutivo de la Comunidad Europea. Si bien,
no hay mediciones sobre lo ocurrido a comienzos del S.
XX, podemos inferir por todo lo expuesto con cierto grado
de certeza que existió un fuerte impacto ambiental deriva-
do de la minerı́a del oro, cuando no contaminación como
el caso del mercurio. En el caso del granito podrı́amos ha-
blar de un importante impacto ambiental. Claro que para
que exista un distinción bien nı́tida entre contaminación
e impacto ambiental, deben existir parámetros claros para
poder medir y establecer un lı́mite por encima del cual se
considera contaminación. También es cierto que el estado
de los conocimientos cientı́ficos en la época ni siquiera per-
mitı́an formular el problema, mucho menos en los térmi-
nos que hoy lo establecemos. Por tanto juzgar la época con
los paradigmas, los parámetros y los criterios actuales es
un anacronismo. Dicho esto más allá de la constatación de
lo que en realidad ocurrió.
Cuarta hipótesis: La exclusión de la industria minera de los
estudios históricos tal vez tenga que ver con razones cultura-
les en tanto la minerı́a fue utilizada como forma de castigo a
criminales, como elemento disciplinador de “vagos y mal en-
tretenidos”.
Basta para ello dar cuenta de la utilización del trabajo en
las canteras de granito como castigo por crı́menes cometi-
dos. En primer lugar es cierto que la minerı́a fue excluida
de los estudios históricos. En segundo lugar es cierto que
el trabajo en minerı́a fue utilizado como elemento disci-
plinador desde la etapa colonial y por supuesto durante
el periodo que estamos estudiando. La cantera de los pre-
sos cuya organización y actividad ya hemos descrito, es un
claro ejemplo de ello. Pero sin embargo no parece esa la
razón principal para esta exclusión. Parece más plausible
el hecho de que es una industria localizada en el interior
de la República, que aporta muy poco al producto bruto
nacional lo que en cierta forma tornó escasamente visible
la actividad minera. Finalmente hay que destacar la pre-
eminencia ideológica de ganaderos y terratenientes tanto
en la prensa como en las esferas estatales.
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Biblioteca y Centro de Documentación Geológico, Energéti-
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DIRECCIÓN NACIONAL DE MINERÍA Y GEOLOGÍA;
Museo Geominero del Uruguay. Montevideo: Uruguay
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GRUPO GEOENCUENTO URUGUAY. GeoUruguay. Re-
vista uruguaya de Geografı́a. Montevideo: Ed. Fin de Siglo,
1997 – 2001. Responsables; Graciela Gamou, Elbio Garro-
ne, Alvaro López, Ana Marı́a Martı́nez, Marı́a Severina Na-
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Boletı́n Geológico y Minero. Revista trimestral de Ciencias de
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Parte VI

ANEXO

533
Figura 15.1: Transporte de perforadora y enseres. Foto en Mu-
seo Geominero del Uruguay. DINAMIGE
RESEÑAS Y
DOCUMENTOS

Organización administrativa del Ministerio de


Industrias.
A las oficinas reseñadas anteriormente, es decir, la Ofi-
cina de Exposiciones y la Inspección de Minas e Industrias
y a los dos institutos de investigación: Instituto de Geo-
logı́a y Perforaciones e Instituto de Quı́mica Industrial, de-
ben agregarse las siguientes unidades administrativas. El
Instituto Nacional de Pesca, cuyo cometido fundamental
era estudiar y mejorar la explotación pesquera en Uruguay.
Contaba con barcos, muelle y cámaras frigorı́ficas. Actuó
también como ente comercial. Fue fundado el 21.9.1911
por Ley 3908. La Escuela Nacional de Artes y Oficios. El
tema de la enseñanza industrial estaba presente, la Escue-
la Nacional de Artes y Oficios habı́a sido fundada en 1879.
“La Institución era en definitiva un reformatorio, como lo
prueba la clasificación de sus 178 alumnos, dada por “Dia-
rio Oficial”: “26 enviados por la Policı́a, 121 enviados por
los padres a tı́tulo de incorregibles y 31 por carecer de me-
dios de subsistencia.” El Instituto de Veterinaria y el Ins-
tituto Nacional de Agronomı́a ofrecen educación técnica
de nivel terciario. Por allı́ pasaron los Agrónomos y Vete-

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rinarios con que contó el paı́s. En sus aulas se unı́a la en-
señanza práctica y teórica. El Instituto Nal. de Agronomı́a
y las Estaciones Agronómicas pasarán a la Universidad de
la República en 1925. La Dirección General de Correos y
Telégrafos, tenı́a a su cargo estos servicios que permitı́an
la comunicación comercial y gubernamental con todos los
puntos de la República. En 1911 se dispone una inver-
sión estatal en los teléfonos y telégrafos nacionales (Ley
3923). En 1915 el Poder Ejecutivo dispuso que el correo,
los teléfonos y el telégrafo serı́an explotados en régimen de
monopolio por el Estado (Ley 5356 de 16.12.1915) Com-
pletaba este cuadro; el Diario Oficial. No debemos olvidar
que también integró el Ministerio de Industria, el Consejo
Nacional de Higiene (salud pública) y la Dirección de Pe-
sas y Medidas, el Frigorı́fico Nacional (1928) de gran im-
portancia. La Oficina de Estadı́stica y Publicaciones, cu-
yo Director era Ricardo Blanco Wilson. A su vez y depen-
diendo de esta Oficina estaban las Comisiones Departa-
mentales y de Distrito, las que estaban integrada por el
Inspector de Defensa Agrı́cola que las presidı́a y dos ve-
cinos designados por la Junta Económico Administrativa.
Su tarea era colectar y organizar la información cuantita-
tiva referida a la producción. Entre sus publicaciones se
encontraba el Cartograma “Mapa Agrı́cola de la Repúbli-
ca” donde se especifica; población, superficie, área culti-
vada, número de cabezas de ganado por Departamento.
Sus cometidos fueron fijados por la Ley 4294 de 7.1.1913
La Inspección Nacional de Ganaderı́a y Agricultura, cuyo
Reglamento General y Plan de Trabajo fue aprobado por
Resolución Ministerial de 11.10.1913. De esta Inspección
Nacional dependı́an los Inspectores de Defensa Agrı́cola.
El paı́s estaba dividido en regiones; cada una correspondı́a
a un Inspector. La función de estos era recorrer la cam-
paña enseñando a los agricultores y ganaderos las nuevas
tecnologı́as y la mejor forma de producir. Visitaban estan-
cias y chacras enseñando conocimientos teórico - prácticos
para el mejor desempeño agrı́cola y ganadero. El Ing. Ma-
rio Sánchez era el encargado de la región Minas. El Ing.
Carlos Saralegui lo era de Montevideo, Canelones y San
José. Humberto Parga se encargaba de Maldonado. Jaime
Molins (hijo), Hilario Urbina, Guido Longega, Dante Ar-
gerio, Luis M. Migone, son otros de los tantos Inspectores.
De la Inspección dependı́a también la Sección Informacio-
nes Agronómicas, y el Laboratorio Agronómico cuyo Di-
rector era J. Puig Y Nattino. El Instituto Nacional Fı́sico
Climatológico dirigido por el Prof. Luis Morando. Cuya fi-
nalidad era el estudio del Clima y construir las series es-
tadı́sticas correspondientes. Las Estaciones Agronómicas,
su creación fue planificada en número de 6 con sus res-
pectivas granjas modelos, por Ley 3914 de 30.9.1911. Esta
Ley fue reglamentada por el Decreto de 2.10.1911, donde
se fijaban sus objetivos, cursos, laboratorios, etc. En 1913
se informaba que se encontraban en vı́as de finalización
la instalación de las Estaciones Paysandú y Salto, la más
reciente la de Cerro Largo y se anunció la próxima en un
lugar no definido de Durazno. El Inspector General de Es-
taciones Agronómica Ing. José Otamendi, elevó un vasto
plan a la Comisión respectiva que contemplaba tres orien-
taciones distintas; enseñanza, producción e investigación
atendiendo de esta manera la finalidad para la que fueron
creados estos organismos. La Oficina Nacional de Traba-
jo, tenı́a a su cargo regular las relaciones laborales, diri-
mir conflictos, recoger la información del mundo del tra-
bajo y proponer leyes. En 1911 pasa al Ministerio del In-
terior (Decreto 12.6.1911), sin embargo poco tiempo des-
pués vuelve al Ministerio de Industrias (Decreto 8.9.1916).
Cometidos del Ministerio de Industrias. Decre-
to de 14 de marzo de 1907.

En el Decreto de 14.3.1907 se establecen los siguientes


cometidos del Ministerio de Industrias:
1. “Fomento y dirección de la instrucción pública en to-
dos sus ramos 2. Museos y Bibliotecas 3. Archivo histórico
de la Nación 4. Fomento de Bellas Artes 5. Vigilancia so-
bre la enseñanza privada 6. Observatorio astronómico y
meteorológico 7. Protección y fomento de la agricultura
y ganaderı́a 8. Inmigración y colonias 9. Legislación ru-
ral 10. Concesión de minas, con intervención del Ministe-
rio de Obras Públicas 11. Policı́a sanitaria animal 12. Re-
lación con las sociedades privadas agrı́colas y ganaderas
13. Estimulo para la fundación de sociedades de crédito
agrı́cola e intervención legal en las existentes 14. Marcas
y señales de ganado 15. Caza y pesca 16. Fomento y con-
servación de bosques 17. Proyectos sobre importación de
nuevas industrias, capitales e inventos útiles 18. Introduc-
ción, creación, desarrollo y mejora de fábricas.- legislación
y régimen para su prosperidad 19. Censo e investigacio-
nes agrı́colas 20. Promoción y estimulo de exposiciones-
ferias, concursos, Museos, etc. sobre industrias, agricultu-
ra y ganaderı́a. 21. Régimen y vigilancia de la importación
y exportación de animales y vegetales, sin perjuicio de la
intervención correspondiente al de Hacienda 22. Estimu-
lo para el desarrollo del comercio, interior y exterior 23.
Estimulo e iniciativas de reformas legislativas con relación
al comercio. Tratados comerciales con las naciones extran-
jeras (con intervención de los Ministerios de Hacienda y
Relaciones Exteriores) 24. Privilegios y régimen de la Ma-
rina Mercante (con intervención del Ministerio de Guerra
y Marina) 25. Marcas de fábrica y de comercio 26. Régi-
men de Pesas y Medidas 27. Privilegios de invención 28.
Estadı́stica comercial 29. Concesión de primas, privilegios
y recompensas a la Industria 30. Iniciativa de Museos y
exposiciones, de propaganda comercial en el paı́s y en el
exterior.
31. En este Ministerio funcionará la Oficina de Trabajo en-
cargada de:
1. Reunir y ordenar para su estudio y publicación los datos
referentes al trabajo en el paı́s y en el extranjero 2. La es-
tadı́stica e inspección de trabajo 3. Preparar los proyectos
de leyes y emitir las consultas que el gobierno le someta 4.
Intervenir, por intermedio del consejo Superior del Traba-
jo y de los Consejos locales, en las diferencias que volun-
tariamente le sometan los obreros y patrones 5. Establecer
y vigilar las oficinas de colocación 6. Promover todas las
iniciativas que considere oportunas, tanto de leyes como
de reglamentos o fundación de Instituciones de Previsión
y protección para los obreros, etc.”

CRONOLOGÍA

Cronologı́a - Uruguay
1903 1° de marzo José Batlle y Ordoñez asume la
Presidencia de Uruguay.
• 16 de marzo Levantamiento armado de Apa-
ricio Saravia.
• 22 de marzo Pacto de Nico Pérez.
1904 enero Nuevo levantamiento de Apari-
cio Saravia y guerra civil.
• 10 de setiembre Muerte de A. Saravia y fin de la
guerra.
Cronologı́a - Uruguay
1905 23 de febrero Proyecto de Ley de Trabajo de L.
A. de Herrera y C. Roxlo.
1906 21 de diciembre Proyecto de Ley de Jornada La-
boral de J. Batlle y Ordoñez
1907 1° de marzo Claudio Wiliman asumió la Pre-
sidencia de Uruguay.
• • Se crea la Facultad de Agro-
nomı́a.
• • Informe del Ing. Castells (Dir.
de Minas). ”La industria minera
del Uruguay
• • Se instala el aerocarril para
transporte de oro en Cuñapirú
(Dpto. Rivera).
1908 • Se inaugura la Cátedra de Geo-
logı́a Fac. de Agronomı́a a cargo
del Dr. K. Walther.
1909 25 de agosto Inauguración del Puerto de
Montevideo.
1910 • Inicia la actividad las minas de
Riachuelo (Dpto. Colonia) pro-
duciendo piedra.
1911 1° de marzo José Batlle y Ordoñez asume por
segunda vez la Presidencia de
Uruguay.
• 17 de julio Estatización del Banco Repúbli-
ca (B.R.O.U.).
• • Instalación de fábrica de cemen-
to portland en Sayago (Montevi-
deo).
Cronologı́a - Uruguay
• • C. Guillemain escribe Geologı́a
del Uruguay.
• 27 de diciembre Fundación del Banco de Seguros
del Estado
1912 8 de junio Fue estatizado el Banco Hipote-
cario del Uruguay
• 21 de octubre Fundación de U.T.E. (produc-
ción de energı́a eléctrica)
• 22 de octubre Se funda el Instituto de Geologı́a
y Perforaciones y I. de Quı́mica
Industrial.
1913 4 de marzo Batlle y Ordoñez escribe sus
Apuntes.
• 9 de setiembre Ley de divorcio por sola volun-
tad de la mujer.
• • K. Walther descarta la existencia
de carbón denunciado en C. de
la Victoria (Montev.)
1914 8 de agosto Suspensión de la convertibili-
dad del peso uruguayo ante el
estallido de la Guerra Mundial.
• 25 de noviembre Suspensión del pago de la deuda
pública.
• • Análisis de los esquistos bitumi-
nosos (Schoeder, I. de Quı́mica
Industrial)
• • Planta piloto para estudiar es-
quistos bituminosos de Cañada
de los Burros (C. Largo)
1915 1° de marzo Asume Feliciano Viera la Presi-
dencia de Uruguay.
Cronologı́a - Uruguay
• 1° de setiembre Ley de elecciones para la Con-
vención Nal. Constituyente.
• • R. Marstrander publica Rique-
zas Minerales de la Rep. O. del
Uruguay. IGP. Bol. N°2.
• • K. Walther escribe sobre yaci-
mientos de valor económico en
Uruguay.
• • Los franceses se retiran de la ex-
plotación de oro en Rivera.
1916 30 de julio Elección de la Convención Nal.
Constituyente.
1917 25 de noviembre Aprobación de la reforma cons-
titucional.
1918 1° de enero Promulgación de la Nueva
Constitución
1919 1° de marzo Baltasar Bum asumió la Presi-
dencia de Uruguay
• • C.U.P.S.A. comienza a explotar
la Cantera de Verdum (calizas
para cemento portland).
• • K. Walther publica Lı́neas funda-
mentales de la estructura geológi-
ca de la Rep. O. del Uruguay.
1920 25 de noviembre Elección del Parlamento con vo-
to secreto y representación pro-
porcional.
• • Se aprueba Ley para el estudio
de los terrenos Permocarbonı́fe-
ros.
Cronologı́a - Uruguay
• • Walther escribe informe sobre
yacimientos de ágatas y amatis-
tas.
1922 26 de noviembre Primera elección directa de Pre-
sidente de la República
1923 1° de marzo José Serrato asumió la Presiden-
cia de la República.
• • Du Toit realiza estudios sobre el
Gondwana en Uruguay.
1924 • J. Wauters escribe sobre los es-
quistos bituminosos investiga-
dos.
• • Polémica, Foglia, Lugeon y Walt-
her por los mármoles del Palacio
Legislativo
1925 25 de agosto Inauguración del Palacio Legis-
lativos construido con mármoles
de la Cantera Burgueño.
1926 28 de noviembre Elecciones Generales.
• • Terra Arocena describe los fósi-
les del Devónico y de los depósi-
tos glaciares de Itararé.
1927 1° de marzo Juan Campisteguy asumió la
Presidencia de Uruguay.
• • Du Toit publica A Geological
Comparison of South America
with South Africa.
• • Se utiliza un aerocarril para
transportar arena en Santiago
Vázquez.
Cronologı́a - Uruguay
• • Se extrae turba de Canelones,
Maldonado y Rocha.
1928 6 de Julio Se aprueba el Reglamento Gene-
ral del I. de Geologı́a y Perfora-
ciones.
• 6 de setiembre Fundación del Frigorı́fico Nacio-
nal.
• • Texeire escribe sobre Geologı́a
del Uruguay en Anales de la
Universidad, N°. 122.
1929 20 de Octubre Fallece José Batlle y Ordoñez.
1930 • J. Frenguelli publica Apuntes de
Geologı́a uruguaya, I.G.P., Bo-
letı́n, N° 11.
MAPAS

Figura 15.2: Mapa de Canteras de Francisco Piria. Tomado de


K. SCHEER. DINAMIGE

547
Figura 15.3: Minas de Oro de Rivera. Tomado de J. MAC MI-
LLAN. DINAMIGE
Figura 15.4: Mapa de Recursos Minerales de R. MARSTRAN-
DER. DINAMIGE
Figura 15.5: Mapa de Recursos Minerales del Uruguay. DI-
NAMIGE.
Figura 15.6: Mapa minero de Lavalleja. U.T.E.
Figura 15.7: Mapa de Llambı́as de Olivar sobre Terrenos Per-
mocarbonı́feros.

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