Dialnet ElGeneroNoBinarioComoManeraDeconstruidaDeInterpret 8900029 - Unlocked
Dialnet ElGeneroNoBinarioComoManeraDeconstruidaDeInterpret 8900029 - Unlocked
Dialnet ElGeneroNoBinarioComoManeraDeconstruidaDeInterpret 8900029 - Unlocked
Φ
Resumen
El presente artículo presenta recursos teóricos que evidencian cómo el género no binario ha sido
estigmatizado, invisibilizado y no reconocido dentro de la sociedad occidental contemporánea.
Desde el lenguaje en el que estamos sumergidos, la lógica patriarcal ha discriminado a aquellas
personas que no se sienten identificadas con los géneros hegemónicos, hombre-mujer, los cuales
representan dos únicas maneras de ver el mundo. El género define una manera de interpretar el
mundo, por lo tanto, el género no binario también tiene esta cualidad. Dialogar con los distintos
géneros, incluyendo los disidentes, nos permitirá deconstruir los conceptos que tenemos en torno
al sexo, identidad de género, expresión de género y orientación sexual. En un primer lugar, se
aborda el tema del binarismo y la crisis de las identidades en la sociedad occidental. En una
segunda instancia, analizo las complejidades lingüísticas y epistemologías del género no binario;
finalmente, realizo una lectura de la noción de género a través de la perspectiva hermenéutica,
para comprender cómo el género no binario constituye una disidencia de los géneros hegemónicos
y aporta una concepción e interpretación deconstruida del lenguaje y, por lo tanto, del mundo.
*
Recibido: julio 1 de 2022. Aceptado: septiembre 20 de 2022.
†
Contacto: [email protected]
Abstract
This article presents theoretical resources that show how non-binary gender has been stigmatized,
invisibilized and unrecognized within contemporary Western society. From the language in which
we are immersed, patriarchal logic has discriminated against those who do not identify with the
hegemonic genders, male-female, which represent two unique ways of seeing the world. Gender
defines a way of interpreting the world, therefore, non-binary gender also has this quality.
Dialoguing with different genders, including dissidents, will allow us to deconstruct the concepts
we have around sex, gender identity, gender expression and sexual orientation. In a first instance,
I address the issue of binarism and the crisis of identities in Western society. In a second instance,
I analyse the linguistic complexities and epistemologies of non-binary gender; finally, I make a
reading of the notion of gender through the hermeneutic perspective. To understand how the non-
binary gender constitutes a dissidence from the hegemonic genders and offers a deconstructed
conception and interpretation of language and therefore of the world.
Cómo citar este artículo: Medina Altamiranda, S. J. El género no binario como manera deconstruida de
interpretar el mundo.Revista Disertaciones,11(2), 67–85. https://doi.org/10.33975/disuq.vol11n2.861
Material publicado de acuerdo con los términos de la licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International (CC BY-NC-ND 4.0). Usted es libre de copiar o
redistribuir el material en cualquier medio o formato, siempre y cuando dé los créditos apropiadamente,
no lo haga con fines comerciales y no realice obras derivadas.
68
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
Introducción
Las sociedades occidentales han creado una compleja red de conceptos y categorías; en
estas habita el ser humano como ser lingüístico. Los conceptos son un gran entramado
sobre el que hemos construido artificialmente todo lo que somos y comprendemos acerca
del mundo. Lo que se denomina hombre y mujer es un producto meramente artificial
creado por el lenguaje y materializado en la sociedad. Las construcciones conceptuales
del mundo occidental están, de cierta manera, determinadas por la binariedad. Nuestra
concepción del género también está atravesada por la visión binaria del mundo, como lo
es Hombre y Mujer. Todo aquello que quede por fuera de estas categorías es negado e
incluso invisibilizado por la sociedad. El género no solo determina los pronombres con
que cada persona es tratada, sino que es una dimensión que atraviesa todas nuestras
posibilidades de estar en el mundo, lo que impone unas estructuras axiológicas y
ontológicas (García-Granero). Debido a las recientes luchas de las inconformidades por
las identidades, que han tenido diversos grupos sociales, desde hace algunos años ha
tomado fuerza la discusión frente al género no binario, que, en esencia, “el no binarismo
hace referencia a un término paraguas que recoge todas las disidencias del binarismo de
género como sistema’’ (Iturri Zabalza 7). Esta categoría surge como una necesidad situada
de entender a sujetos que no se sentían identificados con los géneros impuestos, lo cual
les permite establecer su proyecto de vida de una manera más libre y fluida.
Este artículo no pretende ser una teoría del género no binario. El objetivo de este es
analizar cómo las identidades no binarias son una manera de interpretar el mundo,
entendiendo el género como una dimensión por la cual estamos en el mundo, para
comprender cómo estos sujetos han concebido una forma de superar los binarismos que
existen en la sociedad y que rigen la super estructura de la cultura.
69
Said Josue Medina Altamiranda
_________________________
son claves para el pensamiento occidental y reflejan las formas más importantes de
opresión en la cultura occidental. En especial, los dualismos de masculino/femenino,
mental/manual (mente/cuerpo), civilizado/primitivo, humano/natural, corresponden
directamente a, y naturalizan respectivamente, opresiones de género, clase social, raza y
naturaleza (Cit. en Rodríguez et al. 986).
Esta manera binaria de ver el mundo trae consigo una serie de problemáticas. La
primera, es que desconoce a sujetos o categorías que están más allá de los dualismos. La
segunda, que obliga y normaliza a sujetos a identificarse bajo estas concepciones, lo cual
discrimina y no permite en gran medida desarrollarse libre y fluidamente. Por último, estas
categorías favorecen la discriminación por género, raza, clase, sexo entre otras. En gran
parte, estas hegemonías categóricas dejan fuera de los espacios académicos, sociales y
culturales a lo femenino, lo no europeo, lo no blanco y heteronormativo. El dualismo en
el que se rige la sociedad es intransigente y esto hace que en la sociedad occidental haya
elementos cishetero patriarcal y que ejerza su presión sobre las otredades. Lo que silencia,
patologiza, discrimina y violenta cualquier iniciativa que atente con la permanencia de esa
ideología que es hegemónica y supremacista.
70
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
De acuerdo con lo anterior, las categorías rigen nuestra sociedad y definen nuestros
horizontes de significado. Las identidades si bien son una manera de estar en el mundo,
estas no son rígidas, como lo suelen ser los conceptos. En la actualidad escuchamos
diferentes identidades en torno a la sexualidad y el género: lesbianas, homosexuales,
pansexuales, intersexuales, no binarios, hombre-mujer, entre otras. Sin embargo, puede
que en la sociedad se realicen unos cuestionamientos frente a esto, sobre todo cuando en
el imaginario colectivo existe la creencia de que el género y la orientación sexual se
definen por los órganos genitales que el individuo posea.
En esencia, hay cuatro instancias referentes a nuestro tema que envuelven a los
individuos y que todas estas componen su identidad como ser humano. Las diferencias
entre sexo,1 género,2 orientación sexual3 y expresión de género4 son concretas, pero en la
sociedad estas diferencias no se contemplan y se impone que todas estas características
son una sola y que están basadas en los órganos sexuales. Identificar a las personas según
su sexo es afianzar la sexualización de los individuos y de sus cuerpos, lo que, suprime
las libertades y la autonomía de los sujetos, porque viven bajo las cadenas de su sexo y
de sexualización. Sin embargo, Butler (2007), citando a Wittig, afirma que:
1
Si bien el sexo es aquel factor biológico el cual determina nuestras características sexuales, antropólogas
como Stolcke señala que: “‘la biología no es destino` sino que las diferencias sexuales son siempre
elaboradas simbólicamente, de manera que concepciones acerca de lo que es ser ‘hombre’ y ‘mujer’ en una
cultura están cargadas de significados que trascienden los puros ‘hechos’ de la biología humana”.
2
Según Harding, el género tiene tres divisiones: el simbolismo genérico, la división socio-sexual y los
procesos de construcción de la identidad. El género es un sistema simbólico que divide y a su vez oprime
a lo que no es heteronormativo y patriarcal y que a su vez influye en la identidad de los sujetos. También
es una categoría asimétrica del pensamiento humano, de la organización sociales y de la identidad y
conductas individual.
Es importante subrayar que “la identidad de género refleja un sentido profundo y experimentado del
3
propio género de la persona. Todo el mundo tiene una identidad de género que es integral a su identidad
en sentido general. La identidad de género de una persona suele estar en consonancia con el sexo que se
le asignó al nacer” («UN Free & Equal | DEFINITIONS»).
Según un nuevo estudio, “La expresión de género es la forma en que manifestamos nuestro género
4
mediante nuestro comportamiento y nuestra apariencia. La expresión de género puede ser masculina,
femenina, andrógina o cualquier combinación de las tres. Para muchas personas, su expresión de género
se ajusta a las ideas que la sociedad considera apropiadas para su género, mientras que para otras no” (UN
Free & Equal | DEFINITIONS, 2017).
71
Said Josue Medina Altamiranda
_________________________
el género es el índice lingüístico de la oposición política entre los sexos. Género se utiliza
aquí en singular porque realmente no hay dos géneros. Únicamente hay uno: el femenino,
pues el “masculino” no es un género. Porque lo masculino no es lo masculino, sino lo
general (65).
Simone de Beauvoir, en su obra El segundo sexo, afirma que, “no se nace mujer, se llega a serlo”
5
(Beauvoir 422). Lo anterior nos dice implícitamente que, en el marco del género, los «hombres» no sé
cuestionan acerca de su género ni hacen una transición a ser hombres ni nada por el estilo sino de que en
el momento de su nacimiento donde se le asigna su sexo ya tienen definida, de cierta forma, una ontología,
la ontología de la humanidad. Mientras que el sexo femenino si tiene unas transiciones y se llega a ser
mujer de acuerdo con unos parámetros socio culturales.
6
Según la Real Academia Española (RAE) nos dicta que los pronombres masculinos se emplean para lo
masculino y para la especie humana sin distinción de sexo. Empero, según Iturri (2021), “la función de la
Real Academia de la Lengua se limita a recoger el uso de la lengua, no a normativizarla, por lo que un
uso prolongado, extendido y normalizado de estas fórmulas en el tiempo podría llevar a que se
consideraran parte de la norma” (8).
72
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
pueden separar las identidades de la identidad de género, “por la sencilla razón de que las
“personas” sólo se vuelven inteligibles cuando poseen un género que se ajusta a normas
reconocibles de inteligibilidad de género” (Butler 59). En este orden de ideas, cuestionarse
la identidad es también cuestionarse la identidad de género, en tanto que establece la
manera en que las leyes culturales recaen sobre el individuo.
He optado por tomar este problema desde una óptica filosófica, dado que “la filosofía es
el arte de formar, de inventar, de fabricar conceptos” (Guattari & Deleuze 1997 8). A esta
tarea se le suma la de revisar, ajustar y cuestionar constantemente dichos conceptos.
Revisar la categoría de género no binario, teniendo en cuenta todas aquellas aristas tan
complejas que encierra, nos dará algunas pistas acerca de lo complejo que es el género no
binario y de cómo este debe ser entendido desde una manera situada. Entendido como
aquella construcción sociocultural, el género es una categoría que es estática, que coloca
al individuo en una especie de cárcel artificial creada por el lenguaje. En ese estado de
73
Said Josue Medina Altamiranda
_________________________
cosas, el género es una imposición que es intransigente con unas estructuras bastante
definidas. Ante esta problemática, Keyla Díaz (2019) propone la categoría filosófica de
“Género líquido”. 7 Una cuestión que es importante resaltar es que las personas con
identidades no binarias no conciben el género de una manera heterogénea e intransigente.
Por el contrario, constantemente conciben y performan el género de acuerdo a la voluntad
individual. En este orden de ideas, el género no binario no impone unas conductas
particulares, por el contrario, permite al individuo gestionar de la manera en que mejor
pueda para desarrollar su proyecto de vida.
Si bien el género no binario recoge todas aquellas identidades que disiden de las
categorías heteronormativas, estas también se encuentran con una problemática. Esta
categoría en el momento en que los sujetos la adoptan se vuelve un dilema que cambia
incluso según los días o momentos. En suma, el género no binario no es una categoría
estática como ya hemos mencionado. Los cambios que tienen los individuos están ligados
a intereses, emociones, situaciones e historias, etc. Precisamente, en tanto que no existe
una única forma de ser parte de esta identidad, esta libertad es una de las cualidades que
encierra este género. No obstante, no debe confundirse esto con las cualidades del género
fluido.
Por otro lado, existe una problemática que gira alrededor de la categoría de género.
Según Jeffreys, la igualdad de género no es posible porque el género es una jerarquía. Es
decir, el género tiene intrínsecamente unas relaciones de poder, de las cuales el individuo
no se puede librar. Mientras que el género exista siempre habrá unos dominados y unos
dominantes. Pero ¿en qué medida la categoría de género afecta al género no binario? La
respuesta no es nada sencilla, en el instante en que el género no binario se revela contra
el binomio establecido de inmediato hay una resistencia a aquellas dominaciones. Las
relaciones de poder son inherentes al ser humano, en este sentido, lograr salirse de los
Díaz afirma que: “el género líquido es una ruptura frente al paradigma de la identidad de género y sexual,
7
que representa lo sólido. Para Bauman (2002; 2006; 2008), la liquidez es el estado que el ser humano ha
adquirido socialmente en los últimos tiempos, es decir, lo que existe en esta época es un sujeto en
permanente tránsito, transformación, cambio, etc., un individuo que alcanza una condición volátil a fuerza
de una sociedad que se presenta plagada de incertidumbres y cambios vertiginosos, una sociedad líquida”
(27).
74
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
75
Said Josue Medina Altamiranda
_________________________
76
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
Cuando Gadamer declara: “el ser que puede ser comprendido es lenguaje”, no está
disolviendo la referencia porque presupone que el lenguaje es ser que ya ha sido entendido
y que no todo lo que hay puede ser comprendido; es decir, el ser nos precede y rebasa,
pero nuestra relación con él pasa por el lenguaje; todo pensamiento es lingüístico, pero
también es responsable del lenguaje; a su vez, éste es responsable de cómo se nos
aparecen los referentes, de cómo se van construyendo los géneros y la discriminación
entre ellos (López Sáenz 114).
En este sentido, puede que la intención del sujeto hablante no sea la de discriminar,
no obstante, todo el andamiaje ideológico que existe detrás del lenguaje sí lo es y obedece
a la construcción lingüística dominantemente patriarcal en Occidente. Es importante
mencionar que nunca se deben dar por sentado los pronombres de las personas, todes las
personas tenemos un poder transformativo en el lenguaje, —lo que denomino activismo
lingüístico—, esto sin duda mejorará vidas y experiencias. De acuerdo con lo anterior,
nacen estas preguntas: ¿deconstruyendo el lenguaje podremos deconstruir la sociedad? o
¿deconstruyendo la sociedad se deconstruirá el lenguaje? Estas preguntas desbordan los
límites de este artículo. Sin embargo, se debe tener en cuenta esto para analizar
situadamente todo lo anterior.
Hermenéutica y género
El problema que gira en torno al género no binario se suscribe al ámbito filosófico, dado
que la “filosofía se interesa por el problema del significado y el sentido del mundo y de
los seres-en-el-mundo” (López Sáenz 105). En este orden de ideas, abordar el género no
binario desde la filosofía es indagar acerca de cómo estos sujetos hacen una
deconstrucción del significado del género y sus implicaciones tanto conceptuales como
vivenciales. Colocar en diálogo a la filosofía con el género no binario es abrir paso a la
comprensión. En la filosofía gadameriana no puede haber compresión sin diálogo y este
no puede ser posible sin lenguaje. Desde Sócrates y Platón llamamos razón a ese diálogo
entre nosotros y nosotros mismos, dicho diálogo es la cualidad mínima humana, entablar
un diálogo es un reconocimiento de humanidad hacia lo que parece extraño, “lo otro”.
Dialogar con las vivencias no binarias, en este caso desde una perspectiva filosófica, es
un reconocimiento a su humanidad, sus identidades y sus diversas vivencias. Por tanto,
“estar en conversación significa salir de sí mismo, pensar con el otro y volver sobre sí
mismo como otro” (Gadamer 2006 356). Entablar este diálogo sin duda proporcionará
nuevas visiones y horizontes de comprensión del mundo que nos pueden proporcionar una
“fusión de horizontes”.
Es evidente que “no hay ningún acontecimiento en sí. Lo que sucede es un grupo de
fenómenos escogidos y reunidos por un ser que interpreta” (Nietzsche 2021 60). Sin
78
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
embargo, la sociedad patriarcal nos hizo creer que el género es un hecho incuestionable,
el cual no puede ser interpretado. La interpretación desempeña un papel importante en la
experiencia humana y está implícitamente unida con el lenguaje. El género es una
interpretación y una comprensión. Esta unión posibilitada por el lenguaje, afirma
Gutiérrez, es “el medio universal en el que se realiza la comprensión misma en forma de
interpretación; la unidad indisoluble de pensamiento y de lenguaje se da
hermenéuticamente como unidad de comprensión e interpretación” (70), la medida en que
cada individuo según sus necesidades y experiencias hace uso de él tanto vivencialmente
como por medio del lenguaje.
Cuestionarse acerca del género ha sido frente de debate en los últimos años, sin
embargo, algunas personas que se acercan a personas no binaras a preguntarles sobre su
género lo hacen desde el prejuicio y desde su concepción de mundo. Esta manera es
errónea e imposibilita la conversación, porque “para poder preguntar hay que querer saber,
esto es, saber que no se sabe” (Gadamer 440). Y el reconocimiento de la ignorancia acerca
del género es el primer paso para que haya fusión de horizontes. Así mismo, Gadamer
(2005) sostiene que “preguntar quiere decir abrir. La apertura de lo preguntado consiste
en que no está fijada la respuesta. Lo preguntado queda en el aire respecto a cualquier
sentencia decisoria y confirmatoria” (440). Por tanto, preguntar acerca de las personas no
binarias es saber que la respuesta no está fijada. Como ya lo expuse anteriormente, definir
concretamente lo que significa este género es imposibilitar las libertades del individuo, y
que cada persona lo vive de acuerdo con su criterio. Además, debemos tener en cuenta
que no podemos dar por sentado, cuando ya hemos conocido a una persona no binaria, la
manera de ser y de actuar, por lo que debemos seguir preguntando. Cada experiencia de
cada persona en el mundo es única. En suma, siempre debemos preguntar, porque “el arte
de preguntar es el arte de seguir preguntando, y esto significa que es el arte de pensar. Se
llama dialéctica porque es el arte de llevar una auténtica conversación” (Gadamer 444).
En consecuencia, la auténtica conversación la que nos llevará a la deconstrucción de
nuestras mismas comprensiones acerca del género y, posiblemente, abrirá paso a una
nueva comprensión de nuestro estar-en-el-mundo.
80
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
Por otra parte, los seres humanos “dividimos las cosas en géneros, y decimos que el árbol
es masculino y la planta femenina. ¡Qué analogía tan arbitraria! ¡Qué extralimitación del
canon de la verdad” (Nietzsche 2021 229). En definitiva, para exista una interpretación
debe haber un lenguaje que acobije las distintas identidades esto abrirá la permitirá la
realización del círculo hermenéutico. El género no binario ha creado unas maneras
particulares de identificarse y que están sujetas a la voluntad de cada individuo. Esta
correlación entre lenguaje y realidad posibilita la creación de nuevas maneras de
interpretar el mundo. Esto permite una deconstrucción del concepto de género y a vez
permite verlo de una manera situada y crítica. En este orden de ideas, se debe empezar
por analizar el lenguaje. Tener en cuenta que las palabras no enuncian la verdad, sino que
son metáforas. Sin embargo, esto puede ser algo utópico ya que el ser humano ha creado
una compleja red de “verdades” que parecen ser incuestionables. Pero la deconstrucción
de nuestra compleja estructura cultural empieza por cuestionar el lenguaje. Deconstruir el
mundo y el lenguaje supone no solamente tener en cuenta las cuestiones anteriormente
mencionadas, sino que exige un reconocimiento de que no existen realidades en sí mismas,
lo único que existe son interpretaciones de la realidad —si es que existe una realidad—,
ya que hay distintas perspectivas que usamos para situarnos en el mundo, esto hace que
se presenten conflictos entre las interpretaciones. De igual manera, “según la
fenomenología hermenéutica, toda realidad se construye interpretativamente; hasta la
naturaleza ha de ser interpretada para tener sentido humano” (López Sáenz 112).
Comprender esto es lo mínimo que debe hacer cualquier persona que se atreva a hablar
de este tema. En definitiva, existe una hermenéutica en el género, una manera de
interpretarlo, y hay que comprender que
81
Said Josue Medina Altamiranda
_________________________
Conclusiones
Hay una normalización de lo cisgénero que está inmersa en todos los aspectos de la
sociedad, en la profesión, en los baños, en la identificación, en la organización de los
centros educativos y en el lenguaje. Toda construcción social debe ser deconstruida no
solo para que incluya a más sujetos, sino para que haya un reconocimiento real de las
identidades diversas. Aquella norma que está suscrita en el imaginario colectivo que
dictamina que los hombres son hombres cisgénero, heterosexuales y masculinos y que las
mujeres son heterosexuales, cisgénero y femeninas y que deben unirse para reproducirse
para mantener la especie parece ser que es un reglamento intransigente el cual es riguroso.
Aquel sistema dictamina en el momento de nacimiento según el sexo la identidad de
género, la orientación sexual y la expresión de género y castiga severamente a cualquier
individuo que se salga de aquellos patrones, encerrando a los sujetos en el género. Todo
aquel entramado de construcciones de cientos de años bajo la lógica heteropatriarcal debe
ser deconstruida íntegramente. No basta con reconocer que hay orientaciones sexuales
82
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
diversas, tampoco basta con usar un lenguaje no sexista, pues debe imperar la inclusión
de cada uno de los individuos sin importar la variedad de sus identidades.
Sin embargo, este artículo no fue escrito como una teoría del género no binario, sino
que insta a la pregunta, al diálogo y a la comprensión de sujetos con identidades no
binarias para que sean verdaderamente reconocidos. Este texto es una pregunta que sigue
abierta y preguntar es dejarse llevar y no suponer las respuestas, este artículo es una
pregunta que sigue abierta a la posibilidad de múltiples preguntas y respuestas. Poner en
diálogo a la filosofía hermenéutica con el género es abrirle posibilidades de comprensión
y visibilización.
Tener toda una manera de interpretar el mundo es una tarea compleja, pero se vuelve
más compleja si los seres con los que somos-en-el-mundo no están dispuestos al
reconocimiento de la diversidad. Esto último, no es solamente afirmar que hay personas
con género no binario y otras identidades disidentes, sino que supone el reconocimiento
lingüístico, en el cual el proyecto deconstructivo tiene efecto. El lenguaje humaniza, “el
lenguaje es la casa del ser” (Heidegger 6). Allí habitamos, y al excluir a través de las
normas lingüísticas a personas, le estamos negando su manera de ser el mundo, porque
somos con los otros en la medida en que podemos enunciarnos. Sí y solo sí reconocemos
la diversidad lingüística podemos reconocer la diversidad de identidades. El género no es
un hecho, es una interpretación y reconocerlo como tal es el primer paso para la
deconstrucción. Es momento de empezar a deconstruir el mundo desde una óptica crítica
e integra que contemple a todas las identidades sexuales, géneros, razas, etnias, clases
porque todos, todas y todes compartimos el arrojo en la existencia.
83
Said Josue Medina Altamiranda
_________________________
Referencias
Beauvoir, Simone de. El segundo sexo. Traducido por Alicia Martorell Linares,
Ediciones Cátedra, 2019.
Butler, Judith. El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad.
Traducido por María Antonia Muños, Paidos, 2007.
___________. Lenguaje, poder e identidad. Síntesis, 2009.
Díaz, Keyla Yesenia. «El género líquido: propuesta filosófica y ruptura con el
paradigma de la identidad de género». Folhmyp. 11 (2018):17-32.
Gadamer, Hans-Georg. Verdad y método. Traducido por Ana Agud Aparicio y Rafael de
Agapito, 12a ed., vol. I, Ediciones Sígueme, 2005.
García-Granero, Marina. «Deshacer el sexo. Más allá del binarismo varón-mujer».
Dilemata. 25 (2017): 253-63.
Gutiérrez, Carlos B. Ensayos hermenéuticos. 1a ed, Siglo XXI, 2008.
Harding, Sandra G. Ciencia y feminismo. Morata, 2006.
Heidegger, Martin. Carta sobre el humanismo. Traducido por Helena Cortés y Arturo
Leyte, 2. ed., Alianza Ed, 2013.
Iturri Zabalza, Itziar. Aproximación de las vivencias de género no binarias. Universidad
de Navarra, 2021, https://hdl.handle.net/2454/40923.
Jeffreys, Sheila. Gender hurts: a feminist analysis of the politics of transgenderism.
Routledge, Taylor & Francis Group, 2014.
Lledó Iñigo, Emilio. Sobre la educación: la necesidad de la literatura y la vigencia de la
filosofía. Primera edición, Taurus, 2018.
López Sáenz, María Carmen. «Filosofía hermenéutica y género». Asparkía.
Investigación Feminista. 11 (2000): 105-117.
84
El género no binario como manera deconstruida de interpretar el mundo
Nietzsche, Friedrich. Fragmentos póstumos (1885 - 1889). Editado por Diego Sánchez
Meca, Traducido por Juan Luis Vermal y Joan B. Llinares, 2. ed, Edit. Tecnos, 2008.
Nietzsche, Friedrich. Verdad y mentira en sentido extramoral. Traducido por Enrique
López Castellon, Universidad Autónoma de Madrid, 2021,
https://repositorio.uam.es/handle/10486/325.
Plumwood, Val. Feminism and the Mastery of Nature. Transferred to digital print,
Routledge, 2003.
Rodríguez, Ana María Rosas, etal. «Mujeres y cuidado: disputas y negociaciones en el
espacio académico». Cadernos de Pesquisa. 178 (2020): 981-999.
https://doi.org/10.1590/198053147001.
Stolcke, Verena. «Antropología del género: El cómo y el porqué de las mujeres».
Ensayos de antropología cultural: Homenaje a Claudio Esteva-Fabregat, 1996, , págs.
335-343, Ariel, 1996: 335-43.
«UN Free & Equal | DEFINITIONS». UN Free & Equal, 2017,
https://www.unfe.org/es/definitions/.
UNESCO, Biblioteca Digital. Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje.
1992, https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000114950.
Viveros, Edison Francisco. «El diálogo como fusión de horizontes en la comprensión
hermenéutica de Gadamer». Perseitas, vol. 7, n.o 2, 2019, pp. 341-54. DOI.org
(Crossref), https://doi.org/10.21501/23461780.3293.
Wittgenstein, Ludwig. Tractatus lógico-philosophicus. Traducido por Isidoro Reguera
Pérez y Jacobo Muños Veiga, Alianza, 2012.
85