El Trastorno Explosivo Intermitente
El Trastorno Explosivo Intermitente
El Trastorno Explosivo Intermitente
Estos arrebatos intermitentes y explosivos te provocan una gran angustia, tienen un impacto
negativo en tus relaciones, en el trabajo y en la escuela, y pueden tener consecuencias legales y
financieras.
El trastorno explosivo intermitente es un trastorno crónico que puede continuar durante años,
aunque la gravedad de los arrebatos puede disminuir con la edad. El tratamiento supone la
administración de medicamentos y psicoterapia para ayudarte a controlar los impulsos agresivos.
1. Arrebatos recurrentes en la conducta que reflejan una falta de control de los impulsos de
agresividad, manifestada por una de las siguiente:
2. La ocurrencia de episodios aislados de fracaso al resistir los impulsos agresivos, y que tienen
como consecuencia asaltos violentos o destrucción de la propiedad;
3. El grado de agresividad expresada durante un episodio es desproporcionada con relación a
la provocación sufrida o al estresor psicosocial precipitante, y,
4. Los arrebatos agresivos recurrentes no son premeditados (es decir, son impulsivos o
provocados por la ira) ni persiguen ningún objetivo tangible (p. ej., dinero, poder,
intimidación).
7. Los arrebatos agresivos recurrentes no se explican mejor por otro trastorno mental (por
ejemplo, trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, trastorno de desregulación
perturbador del estado de ánimo, trastorno psicótico, trastorno de la personalidad
antisocial, trastorno de personalidad límite), ni se pueden atribuir a otra afección médica
(por ejemplo, traumatismo craneoencefálico, enfermedad de Alzheimer) ni a los efectos
fisiológicos de alguna sustancia (por ejemplo, alguna tipo de medicación, drogadicción). En
los niños de edades comprendidas entre 6 y 18 años, a un comportamiento agresivo que
forme parte de un trastorno de adaptación no se le debe asignar este diagnóstico.
La evaluación básica para los trastornos de control de impulsos como el TEI, debe incluir al menos
instrumentos para:
Síntomas
Las erupciones explosivas ocurren de repente, con poca o ninguna advertencia, y suelen durar
menos de 30 minutos. Estos episodios pueden ocurrir con frecuencia o estar separados por semanas
o meses de no agresión. Es probable que entre los episodios de agresión física se produzcan
arrebatos verbales menos graves. La mayor parte del tiempo, puedes estar irritable, impulsivo,
agresivo o enojado de forma crónica.
• Ira
• Irritabilidad
• Aumento de energía
• Pensamientos acelerados
• Hormigueo
• Temblores
• Palpitaciones
• Opresión en el pecho
• Rabietas
• Diatribas
• Discusiones acaloradas
• Gritos
• Peleas físicas
• Daños materiales
Es posible que tengas una sensación de alivio y cansancio después del episodio. Más tarde puedes
sentir remordimiento, arrepentimiento o vergüenza.
CAUSAS
El trastorno explosivo intermitente puede comenzar en la infancia, después de los 6 años o durante
la adolescencia. Es más frecuente en adultos jóvenes que en adultos mayores. Se desconoce la causa
exacta del trastorno, pero probablemente se deba a una serie de factores ambientales y biológicos.
• Entorno. La mayoría de las personas con este trastorno crecieron en familias donde el
comportamiento explosivo y el abuso verbal y físico eran comunes. Estar expuesto a este
tipo de violencia a una edad temprana aumenta las posibilidades de que estos niños exhiban
los mismos rasgos a medida que maduran.
• Antecedentes de maltrato físico. Las personas que sufrieron maltrato de niños o que
tuvieron episodios traumáticos múltiples presentan un mayor riesgo de padecer un
trastorno explosivo intermitente.
• Antecedentes de otros trastornos de salud mental. Las personas que sufren un trastorno
de personalidad antisocial, un trastorno límite de la personalidad u otro trastorno con
conductas disruptivas, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH),
tienen un mayor riesgo de padecer también el trastorno explosivo intermitente.
COMPLICACIONES
Las personas que padecen trastorno explosivo intermitente tienen un mayor riesgo de tener lo
siguiente:
• Relaciones personales afectadas. A menudo, otras personas creen que están siempre
enojados. Es posible que tengas peleas verbales frecuentes o que haya un maltrato físico.
Estas acciones pueden provocar problemas en las relaciones, divorcios y estrés familiar.
• Problemas de estado de ánimo. Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la
ansiedad, a menudo ocurren con el trastorno explosivo intermitente.
• Problemas de salud física. Son más frecuentes las afecciones médicas, entre ellas, presión
arterial alta, diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, úlceras y
dolor crónico.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
• Usa la resolución de problemas. Crea un plan para buscar una manera de resolver un
problema frustrante. Incluso si no lo puedes resolver de inmediato, tener un plan puede
volver a centrar tu energía.
• Cambia tu entorno. Cuando sea posible, deja o evita las situaciones que te alteren. Además,
organizar tu tiempo personal puede ayudarte a manejar mejor una situación estresante o
frustrante en el futuro.
• Evita consumir sustancias que alteren el estado de ánimo. No tomes alcohol ni consumas
drogas recreativas o ilegales.
TRATAMIENTO
FUENTES
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0034745015001602
https://repositori.uji.es/xmlui/handle/10234/169170
https://www.eafit.edu.co/ninos/reddelaspreguntas/Documents/dsm-v-guia-consulta-manual-
diagnostico-estadistico-trastornos-mentales.pdf